1 BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49-50 Asociación Uruguaya de Literatura Infantil-juvenil (1984-2015) Redactora Responsable: Dra. Sylvia Puentes de Oyenard I ISSN: 0797-1850 BOLETÍN INFORMATIVO A.U.L.I. Nos 48-49-50 1984- 2015 31 años de AULI, 30 años de siembra de amor y cultura para niños, niñas, jóvenes y educadores. INDICE Poemas- Páginas 2 a 6; 14; 21; 23 a 27; 28; 35; 84; 89; 90; 91. Narrativa – 7 a 13; 15 a 19; 34; 70. Ensayos - 29 a 32; 38; 39; 40 Noti-A.U.L.I.- 18; 20; 22; 27; 28; 34; 35, 36, 37; 41, 42; 59; 60; 80; 87; 88 a 90 SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49 y 50 - TRAS LAS HUELLAS DE ZORRO. UNA APROXIMACIÓN A LA PRESENCIA DEL ZORRO EN LA LITERATURA INFANTIL - Académica Liliana De la Quintana (Bolivia) - I a XVI PONENCIAS ACADEMIA URUGUAYA DE LIJ- Toma de posesión de los sillones académicos: Dra. Sylvia Puentes de Oyenard (Juana de Ibarbourou); Escritora Mtra. Graciela Genta (poeta Álvaro Figueredo); Experta en LIJ Escritora María Cristina Laluz (poeta Fernán Silva Valdés); Lic. Álvaro Secondo (escritor Horacio Quiroga); Experta en LIJ Mtra. Lic. Isabel Del Prete (poeta Emilio C. Tacconi); Experta en LIJ Prof. Dinorah López Soler (escritor Mtro. Roberto Bertolino); Mtra. Prof. Graciela Olarreaga Mussio (escritor académico Julio C. Da Rosa); Prof. Susana Pérez Gomar (ilustradora Cristina Cristar); Escritor Michell Visillac (Juceca, Julio César Castro); Artista plástico Prof. José Gómez Rifas (pintor Carlos Aliseris) - 43 a 59; 61 a 79; 71 a 83; 85 a 87; 89, 90. Ilustración de tapa: Martha Escondeur Ediciones A.U.L.I. Asociación Uruguaya de Literatura Infantil-juvenil Juan B. Alberdi 6257 - Montevideo (11500) - Uruguay Teléfono: (598) 2600.33.71 - E-mail: [email protected] TRADINCO S.A. - Minas 1377 - Montevideo - Tel. 2409 4463 - 2409 5589 Marzo de 2015 - Dep. Legal: 331.513 / 15 - Edición amparada en el decreto 218/996 (Comisión del Papel) 2 POEMAS de autores uruguayos AMIGOS A Gianfranco Fumero Son los hermanos de la vida, los que custodian la alegría. Los que están junto a ti en los momentos en los que hay sol o te azotan los vientos de los temores, la tristeza ,el frío, ya sea de soledad o de hastío. Son los que juegan a crecer contigo, los que acompañan el camino de imaginar castillos en el aire mientras todo es posible en ese viaje. Te hacen protagonista de mil y una aventuras y tú les proteges con la fiel armadura de verlos y aceptarlos tal como ellos son, de disentir con ellos sin lugar al rencor. Son los que te ayudan a aumentar el tesoro de saber que en el mundo no existe otro modo de recibir sino cuanto más das, de ser feliz si sabes cultivar la lealtad, si descubres en todos la más oculta esencia y están contigo siempre, aún sin la presencia. Son las personas que hacen más lindo el despertar porque está la esperanza de salir a jugar, a entremezclar las risas, las voces, los inventos con la magia de estar creando junto a ti un nuevo cuento. El que hace que no se acabe en “colorín- colorado” porque “había un vez” será siempre el regalo de vivir cada instante de tu presente historia con brillos que destellen felices, muy felices, en el arcón abierto que espera en tu memoria. María Cristina Laluz 3 JUEGOS DE PÁJAROS Y NIÑOS A la sombra fragante de los manzanos, a las visitas juegan niñas de blanco. Festivas ratoneras dan finos saltos haciendo un trapecio de cada rama. Juego como de pájaros sobre los campos. Danza como de niñas sobre el casto árbol. Niñas y ratoneras se dan las manos. El manzano ha unido todos los cantos. Ernesto Pinto (Uruguay, 1903-1974) TERNURA Suavidad que envuelve, caricia mágica celebración de alas, coraza que protege de las batallas de la vida. Concierto de palabras, sostienes la sonrisa. Ivonne Parodi PASTORCITO AYMARÁ Troperito de llamas, visitante de valles, hoy te encuentras rendido junto a un verde alfalfar desgranando silencios, encendiendo nostalgias con ayes y recuerdos de tu sangre aymará. Pastorcito de alpaca, sombrerito de paja, vas andando caminos para poder llegar donde encienden sus luces las estrellas y alumbran los senderos para poder llegar. Celestina Andrade MOÑAS EN RONDA Con moñas azules palomitas blancas, afloran mil ángeles en calles y plazas. Hay aire de clase y en los pizarrones dibuja la risa arcoíris de flores. Borrador y tiza, en un nuevo idioma, recrean la vida con sabor y aroma. Con moñas azules palomitas blancas al hogar regresan ¡juego de esperanza! Ivonne Parodi 4 TERRUÑO MI PAGO ORIENTAL Vengo de tierras del Este, del Este de mi Uruguay, donde el canto del sabiá me despierta en las mañanas, donde cantan los palmares una canción vegetal; donde las olas del mar en claras noches de luna con arabescos de espuma escriben versos de sal. Vengo del pago Oriental, la heroica tierra de Artigas que en la “redota” confirma su amor por la libertad. Vengo del pago oriental y en pocas estrofas digo que no hay pago como el mío, ¡¡¡que lo salgan a buscar!!! Alma D’Alessandro Arrarte ([email protected]) En un rincón de América perdido, adonde hace eco mi emoción, hay un pequeño país de noble gente cuya silueta parece un corazón. Mi terruño, mi Patria bienamada, tierra fecunda sin fueros de cañón, a su boca la bañan bellos ríos y los ceibales la besan con pasión. Allí donde el sauce, el ombú y la palma oyen a diario coros de jilgueros, mi Patria acuna la canción más dulce y brillan sus ojos como dos luceros. Canten a mi Patria zorzales y horneros, canten y que el eco vaya hasta los montes, desde que amanezca las gentes lo entonen y hasta entre los talas su canción asome. Estela González Martínez TOTORA EN FLOR Con plumones de totora ya marzo está despertando, con las torres a lo lejos, ranchos de paja en el llano. Desde la cañada asciende delante nube emplumada, es ancha franja que ondea junto a palmera elevada. Monótono canta el viento, pinta el hermoso paisaje, cual mar encrespado en olas de blanco y níveo ropaje. Mary Gonçalves Próspero 5 LA ARDILLA ANDARIEGA Pasea por el parque la ardilla andariega, revolea la cola, corre, salta y juega. Encuentra a dos sapos y a una rana vieja, los saluda atenta, ágil y traviesa. El sol con sus rayos le alumbra el camino. Feliz doña ardilla sigue su destino. Con mucha elegancia, con cara bonita, muestra su prestancia la veloz ardilla. Como ríe, ríe, del sapo que al verle se esconde en su cueva, muy gordo y muy verde. Sigue la andariega feliz su camino, la rodean las flores de trigo y de lino. José Wilman García Abad EL CASAMIENTO DE DOÑA RATA Vivían en Ratolandia Doña Rata y Don Ratón; Doña Rata Cola-Larga Don Ratón Rabo-Cortón. Se vieron en una fiesta y el ratón se enamoró… Le regaló rosas rojas a la dueña de su amor. Doña Rata Cola-Larga no quiso complicación y se fue con una amiga a comer un requesón. Las esperaba a la vuelta Don Ratón Rabo-Cortón que acompañó a Doña Rata y le declaró su amor. La rata lo pensó un rato, y entre risas respondió que aceptaba la propuesta y la boda se fijó. Se casaron una tarde Doña Rata y Don Ratón, ella vestida de raso él, con traje de señor. Comieron un rico queso y refresco se sirvió. Los ratones invitados bailaron el “pericón”. A las doce de la noche la fiesta se terminó ¡¡¡porque apareció Don Gato y hasta el novio disparó!!! Alma D’Alessandro Arrarte 6 LOS DERECHOS DEL NIÑO ELLOS El niño tiene derechos, son los derechos del niño. Desde el día de nacer, desde ese instante mismo. Partes de mi ser, diferentes, razón de mi existencia. Luceros al amanecer aspas del atardecer, jugamos y reímos, lloramos y aprendemos. Vaivén de complicidad, fuerza que atrapa me invade y hace navegar con otoños y primaveras, da igual. Amores con raíces ellos...los dos. Tiene todos los derechos nazca en el país que nazca blanco, amarillo, negro, no importa sexo ni raza. El primer derecho de ellos es el derecho a nacer y también junto con este está el derecho a crecer. El derecho a la salud es otro muy importante y a la vacunación de siempre, de ahora y de antes. A llorar, si está triste o si se siente mal, porque si lo necesita así se ha de desahogar El derecho a la comida, también a tener abrigo, recibir educación y útiles escolares. Otro es a la diversión, a pasear, también al juego, festejar la fantasía, imaginar un amigo. Y otro de sus derechos es a ser bien atendido, con un NO a la violencia ser escuchado y comprendido. Inés Saavedra María Di Lorenzi MI SUEÑO POR LA PAZ que no sea solo una palabra que sean las manos en las manos, que todos seamos iguales, que me duela tu dolor, que a ti te duela el mío, que se convierta en realidad, que si hay lugar para todos, no habrá que atropellar, que todos tengan abrigo, que todos sientan amor, que a todos alcance el pan, que haya agua para todos que cada niño tenga familia, que haya lugar para el joven, que el viejo sea respetado, que el enfermo sea atendido, que no se necesiten cárceles, que sea el agua para todos, que disfrute junto a ti, que tú disfrutes conmigo, que agradezcamos a Dios, que es hermosa su creación. Eva Rivero de Placeres 7 NARRATIVA MIRANDO JUGAR A UN NIÑO José Enrique Rodó (Uruguay, 1871- Italia, 1917) ... a menudo se oculta un sentido sublime en un juego de niño (Schiller, Thecla, Voz de un espíritu.) Jugaba el niño, en el jardín de la casa, con una copa de cristal que, en el límpido ambiente de la tarde, un rayo de sol tornasolaba como un prisma. Manteniéndola, no muy firme, en una mano, traía en la otra un junco con el que golpeaba acompasadamente en la copa. Después de cada toque, inclinando la graciosa cabeza, quedaba atento, mientras las ondas sonoras, como nacidas de vibrante trino de pájaro, se desprendían del herido cristal y agonizaban suavemente en los aires. Prolongó así su improvisada música hasta que, en un arranque de volubilidad, cambió el motivo de su juego: se inclinó a tierra, recogió en el hueco de ambas manos la arena limpia del sendero, y la fue vertiendo en la copa hasta llenarla. Terminada esta obra, alisó, por primor, la arena desigual de los bordes. No pasó mucho tiempo sin que quisiera volver a arrancar al cristal, su fresca resonancia; pero el cristal, enmudecido, como si hubiera emigrado un alma de su diáfano seno, no respondía más que con un ruido de seca percusión al golpe del junco. El artista tuvo un gesto de enojo para el fracaso de su lira. Hubo de verter una lágrima, mas la dejó en suspenso. Miró, como indeciso, a su alrededor; sus ojos húmedos se detuvieron en una flor muy blanca y pomposa, que a la orilla de un cantero cercano, meciéndose en la rama que más se adelantaba, parecía rehuir la compañía de las hojas, en espera de una mano atrevida. El niño se dirigió, sonriendo, a la flor; pugnó por alcanzar hasta ella; y aprisionándola, con la complicidad del viento que hizo abatirse por un instante la rama, cuando la hubo hecha suya la colocó graciosamente en la copa de cristal, vuelta en ufano búcaro, asegurando el tallo endeble merced a la misma arena que había sofocado el alma musical de la copa. Orgulloso de su desquite, levantó, cuan alto pudo, la flor entronizada, y la paseó, como en triunfo, por entre la muchedumbre de las flores. EL AGUATERO Don Felipe debió hacerse aguatero por el amor que le tenía al arroyo y al agua. Hablaba de cauces, árboles, camalotes y lamas, haciendo gustar la sensación de Juan José Morosoli (Uruguay, 1899-1957) frescura de lo que evocaba. Las palabras entraban por la boca. Además era un poeta. –Esta agua la espero donde se peinan las rubias... La recogía al término de un cauce encerrado entre sauces cuyas cabelleras, de raíces rosadas y rubias, peinaban las aguas clarísimas. 8 –Este barril se lo pedí de favor al berral y la menta mota, porque la cañada se ha dejado de saltos, y sólo se pasa durmiendo entre las plantas... –Está fresquita, y si la saca despacio todavía va a encontrar la sombra de los camalotes. Cuando el verano comenzaba a sorber los arroyos cercanos, él se iba a buscar las vertientes saltarinas de los cerros. Decía que ser aguatero no consistía en traer agua en un barril, sino en “levantar” el agua del arroyo y traerla hasta la copa, sin que ella se diera cuenta, descansada y fresca. Desviaba cauces, llevando la corriente hasta las tazas de piedra rosada donde el sol inventaba arañas de oro. Llevaba tras de sí las cañadas, como si llevara a un animal amigo. Se indignaba cuando alguien arrojaba un terrón en la corriente limpia. De los aguateros que conocí, ninguno amaba el agua y el arroyo como él. La forma en que vertía el agua en las tinajas, era una bella fiesta, que no olvidaré nunca. MI CASITA DE ADOBES* Dr. Roberto Rosario Vidal (Perú) Vacío la caja de juguetes sobre una esterilla y comienzo a armar el rompecabezas que me obsequiaron en Navidad en la parroquia de los Descalzos. Me gusta el olor de la pared de adobes, del techo de esteras sostenido por gruesas cañas y del piso de tierra que barrió temprano mamá. Allí están mi cama, cubierta con una sencilla colcha, la mesita de madera, el rústico estante de libros y la fotografía de mi hermano César, que se fue al cielo. Él era muy bueno, por eso Diosito lo escogió. Yo estoy bien, porque Flafi, mi perrita inteligente, cuida que no me pase nada. Ella sabe pararse en sus dos patas y arrastrarse cuando mi mamá le dice: “Arrastradita, arrastradita”. Mi casita de adobes, construida con amor, con olor a tierra, a campo, a hierba silvestre, luce durante las fiestas patrias una bandera roja y blanca que ondea orgullosa con el viento. Madre ha pintado la fachada con cal. Ahora nuestra morada parece una niña con la carita lavada. A pesar de ser la más pequeña de todas las de la calle, muchos la miran al pasar, porque se asemeja a una casita de juguete, con su jardín de geranios que florecen todo el año. Pasa un carro levantando una gran polvareda y mi perrita sale tras él corriendo, ladrando, con su cuerpo menudo y su cola peluda, valiente, renegando por el ruido y el polvo. —¡Flafi, Flafi! —la llamo con fuerza. Meneando la cola y gruñendo, de rato en rato se acerca a la puerta de la calle, como diciendo: “No hagan polvo, guau, guau, guau”. *Compartimos un capítulo de la novela homónima. 9 TUCUTUFLISS, TUCUTUFLISSFLISS* Irene de Delgado (Panamá) Tucutútucutú, el tambor suena. Tucutú, tucutú, el tambor suena sobre la playa. Juan y Petra juegan en la arena. Tucutú, Tucutú. La luna está redonda sobre sus cabezas. Tucutú, tucutú y el agua golpea contra las rocas. El papá de Juan y Petra no llega. Se hace tarde. Suerte que la luna alumbra el mar como un farol inmenso Los negritos saltan y recogen piedrecitas y conchas arrojándolas a las olas. Tienen hambre y saben que su papá traerá buena pesca. En casa, la mamá enciende la leña, coloca la paila y se siente un olor a coco dulce. ¡Qué sabroso estará ese pescado frito en aceite de coco.! A Juan y a Petra se les hace agua la boca. Tucutú, tucutu., A lo lejos se alcanza a ver un movimiento de olas. Parece un remolino. Seguro es una ballena dando vueltas. El papá de Petra y Juan es amigo de las ballenas. Juan y Petra están seguros que su papá estará pronto a la vista Tucutú, tucutú, el tiempo de espera se hace largo. El tambor acelera su ritmo allá en el caserío. La gente grande baila en el rancho de la comunidad y los chicos retozan alrededor del rancho. Juan y Petra no quieren alejarse de la playa hasta que su papá regrese. La ballena se acerca cada vez más formando remolinos a su alrededor. Juan y Petra saben que su papa llegará con la ballena. Tucutú, tucutú, los tambores suenan cada vez más fuerte. El tiempo pasa, Juan y Petra tienen hambre y sueño. A lo lejos, cuando los tambores dejan de sonar, se oye el silbido de una flauta. Fliiis, fliiis, fliiis. Así suena la flauta. En la montaña, en la comunidad indígena, dos niños esperan a su padre. Flisss, flisss. Wane y Tule, dos indiecitos emberá, esperan a su padre que anda monteando. ¿Por qué será que la flauta suena tan triste? fliiss, fliiiss, Wane y Tule tienen hambre. Afuera del tambo, la mamá de Wane sancocha la yuca, pero Wane y Tule imaginan el sabor de la iguana que traerá su papá. A lo lejos unos wichichis sobrevuelan el monte lanzando sus graznidos al son de la flauta del cacique. Fliisss, fliiisss, wich, wich. ¿Por qué será que los wichichis están volando de noche cuando deben estar durmiendo en las copas de los árboles, cerca del río. Los dos niños se sientan sobre una roca al pie del tambo a esperar a su papa. El sueño puede más. Ambos suben al tambo donde cada cual busca su hamaca. Wane y Tule esperan dormidos en el tambo. Juan y Petra esperan todavía en la playa Tucutú, tucutú, tucutú repica el tambor en el silencio de la noche. Y la flauta hace oír su silbido Fliiisss, fliiisss, fliiisss -Mira, allá, grita Petra indicando con el dedo hacia el mar. Un bote se aproxima, es el bote de papa. Y arriba en la montaña, un grupo de hombres con un herido a cuestas sobre una camilla improvisada se acerca al tambo donde Wane y Tule duermen En la playa, Juan dijo: no hay nadie en el bote, ¿dónde está papa? Y el tambor vuelve a sonar más fuerte, tucutú, tucutú. Esta vez sólo Juan puede escucharlo En el tambo, Wane y Tule lloran junto al herido que es su tío y que no sabe dar noticias de su papá. Fliiissss, fliiissss, suena la flauta, pero solamente Wane y Tule la escuchan como si viniera de sus cabecitas. Al día siguiente los tambores repican tucutú, tucutú y la gente del pueblo llora. En la montaña, la flauta gime triste 10 Juan y Petra miran el mar. Wane y Tule miran el cielo a través de las ramas de los árboles donde todavía duermen los wichichi. De pronto, en la playa, un grito: - Allí está, miren, allí. La ballena está halando un hombre. Y en la montaña, los wichichis vuelan de repente formando un círculo sobre el río. - Allá, miren, es una cometa halada por los wichichis. - No, no es una cometa, es un hombre, dice una mujer. Tucutú, fliiiss, fliiiss, tucutú, Juan y Petra saltan sobre la arena mientras su papá nada hacia la orilla. En la montaña, Wane y Tule, esperan boquiabiertos a su padre que baja de la montaña mientras los wichichis se pierden entre las copas de los árboles. Tucutú, fliiss, tucutú, fliiiss, Juan y Petra, Wane y Tule celebran el retorno de sus padres Ese día, al pie del rancho de la playa todos comen arroz con coco y pescado. Tucutú, Tucutú Ese día en la montaña, al pie del tambo, la flauta se anima fliiiss, fliiiss, fliiiss. Los sonidos del tambor y la flauta se mezclan con los olores y sabores de la fiesta que es de todos, todo el pueblo celebra, los de la montaña y los de la playa. Nadie se acuerda de la ballena ni de los wichichis. Sólo el tambor con su tucutú-splash recuerda el sonido de la ballena contra el agua. Sólo el fliiiss, fliisswich de la flauta recuerda el graznido de los wichichis. Así continúan bailando hasta el amanecer…tucutú, fliiiss, tucutú, fliiss, tucutú, flisss, tucutú, fliss, tucutú, flissss. *Mención de honor, Concurso nacional CUENTOS PARA CRECER MATILDE, LA RANA ROJA Todas las ranas eran verdes, pero Matilde no. Matilde era roja. Y una rana roja no puede jugar a las escondidas. Cuando Matilde se ocultaba entre las hojas, ¡la descubrían enseguida! Entonces le tocaba contar a ella, con los ojos cerrados, hasta que todas las ranas se escondieran. Pero, ¡qué difícil era encontrar una rana verde entre el pasto verde! Matilde se pasaba toda la tarde busca que te busca y... ¡nada! Oía sus risas entre las hojas. Escuchaba su canto entre el pasto. Y Matilde saltaba de un lado al otro tratando de descubrir a sus amigas, hasta que se aburría o se cansaba. Raquel M. Barthe (Argentina) Entonces, a veces se enojaba y otras se ponía a llorar. Y una tarde lloró tanto, que con las lágrimas se le fue el color y quedó transparente como el agua del charquito. El problema fue que, desde ese día, ni ella misma se puede encontrar y, por lo tanto, hasta puede jugar sola a las escondidas... Pero su canto se escucha por todos lados. ¡FELICITACIONES!: AUDAZ COMO UM URSO, de Raquel M. Barthe, estará este año en la Feria de Bologna http://issuu.com/ editora.…/…/bologna_catalogue_biruta_2015/1 11 HUBO UN TIEMPO Hubo un tiempo, abuelo, en que tus enormes manos no cabían en las mías, ¡tan pequeñitas! Tú me las tomabas suavemente y..., a veces, de tu mano, salía a recorrer el mundo, maravilloso mundo de mi niñez lejana pero no perdida. Así, mientras tú me conducías, fui aprendiendo a amar y a respetar la naturaleza, todos sus seres. Con tu índice, señalabas cada árbol del monte y yo iba aprendiendo sus nombres, sus propiedades y hasta sus leyendas como la de la vieja aruera a la cual me enseñaste a saludarla al revés, no muy de cerca... También aprendí contigo a reconocer por su canto a varios pájaros nativos que hacían nido en el monte, en los añosos árboles. Para mí, el más hermoso era el silbido del benteveo, que se detenía sobre los alambrados luciendo su pechera amarilla y su penacho elegante. Tus manos eran expertas en caricias. Arreglaban mis frazadas cuando la abuela estaba enferma y luego se posaban en mi frente cuando la fiebre o la tos no me permitía salir a jugar con mis amiguitos. ¿Te acuerdas de aquel día cuando me puse a llorar mirando aquella película? "El caballito valiente" se llamaba. Y me contaste de su autor que nunca olvido: García Ferré. Tú me consolabas y, con tu pañuelo siempre impecable, secabas mis lágrimas despacito, despacito... Me leías cuentos que aún conservo bien guardados en los anaqueles de mi memoria. Yo hacía que me escondía en la barriga de la ballena porque me transformaba en Pinocho, o en los laberintos de aquel castillo misterioso del rey solitario que no había aprendido a Marta Torres Jorajuría (Uruguay) reír. Entonces, tú me buscabas afanosamente, fingiendo no encontrarme. Ah!, cómo disfrutabas con los libros para colorear... ¿Será por eso que a mí también me gustan tanto hasta ahora? De repente, me parecía que tu sabiduría era enorme. ¡Todo lo sabías! Nadie como yo tenía un abuelo tan sabio y..., qué orgulloso me sentía. ¡Cuán apacible y hermoso era el mundo de mi infancia! ¿Sabes? Ahora mis manos son tan grandes como las tuyas y, cuando llevo a mi hijo de la mano, siento que tú sigues conmigo. Continúo escuchando tu voz pausada, sin estridencias y sin apuro. Son ellas que, al sentirme triste me consuelan llenándome de ternura. Y si estoy alegre, te oigo reír como antes, ¡sí, como antes!, con aquella risa grandota y destemplada... Pero tan tierna y tan mía..., abuelo. Sin darme cuenta casi, percibo una leve y tibia lágrima resbalando suavemente sobre mi mejilla. Martha Escondeur Nacida en 1957 en Santa Lucía, Uruguay, trabaja con brillantez en dibujo, pintura, escultura, moldeado y cerámica, han venido siendo sus formas de expresión. Mereció premios, menciones y otros reconocimientos, pues su obra es bien evaluada considerada por la crítica especializada local e internacional. Su dominio de la figura humana motivó el llamado de una escuela florentina para dictar clases y exponer, tanto allí como en Carrara y Pietrasanta. Ha realizado numerosas exposiciones desde los 12 años y figura con obras en espacios y en importantes colecciones privadas de su país y del extranjero. 12 MILAGRO NAVIDEÑO “Francisco”, llama el padre al segundo de sus cuatro hijos. “Anda y ve quien golpea la puerta”. El muchacho de 7 años que jugaba con su perro, sin titubear, corre perseguido por el animal que Biyú Suárez y Sarita Mansilla ladra eufóricamente. Presentación del libro “¿Quién es?”, pregun“Cuentos con corazón ta Francisco antes de guaraní”, 2014 abrir la puerta, recordando una de las muchas recomendaciones que le hacía su padre. “Abre la puerta, soy tu abuela Carmen”. Tras escuchar la voz enérgica de la abuela, Francisco cambia de compostura y paradójicamente el perro deja de ladrar. “Hola abuela”, saluda Francisco con voz tímida pero cariñosa. Sin responder al saludo, la abuela apenas besa a su nieto. ¿Donde están tus hermanos?, pregunta de manera frugal, más por curiosidad que por el deseo de verlos. Esto no significa que los malquiera, claro que no, ella es simplemente una mujer intolerante, descontenta, toda buena acción tiene un “pero”, y en los últimos meses, desde el fallecimiento de su nuera, la esposa de su único hijo, su actitud ha empeorado. Antes que Francisco abra la boca para responder, la abuela entra deprisa, encaminándose hacia las amplias galerías de la casa, sabiendo que allí encontraría a su hijo echado en una hamaca desteñida. “Ramón, que haces aquí, deberías estar atendiendo tu negocio, hoy es el día que más se vende”, le reprocha. “Ah, hola madre”, responde el hijo sin inmutarse. Desde la muerte de Julia, su amada esposa, se aisló completamente, su vida no tiene sentido, no trabaja y su único bálsamo es permanecer cerca de sus pequeños hijos. “Nada vas a solucionar quedándote en tu casa, tienes que salir, distraerte y por último trabajar porque si no te vas a quedar en la calle”. La abuela siguió hablando y hablando Sarita Mansilla Peña (Bolivia) sin percibir la profunda tristeza que embargaba a su hijo, y apresuradamente se despide diciendo: “los espero esta noche a cenar a las 8 en punto, que no sea como la Navidad pasada que llegaron tarde por irse a andar no sé dónde”. Agitando la mano concretó la despedida, sin advertir que su nieto, Francisco, había escuchado todos los reproches que le hizo a su padre. Éste recordó que la anterior Navidad llegaron tarde a cenar porque habían pasado por la Iglesia para pedirle al Niño Dios que bendiga a la abuela. Sin responder una sola palabra, Ramón se mantiene inmóvil, echado en la hamaca y tan pronto la abuela desaparece por la puerta, Francisco corre hacia su padre abrazándolo con mucho amor. Saliendo de la casa, al cruzar la calle, la abuela no advirtió que un vehículo velozmente pasaba y no pudo evitar arrollarla, dejándola muy malherida. Aún consciente, escuchaba todos los rumores y los gritos de la gente que pedían se llame una ambulancia, porque la señora se moría. Fue en ese instante y por primera vez que la abuela empezó a desenterrar su pasado, pensó en cuanto amaba a su hijo Ramón. Lo crió sola con mucho sacrificio, le consagró su vida pero nunca le demostró su amor, ni a sus nietos ni a su difunta nuera. Impasible, la muerte le arrebataba la oportunidad de cambiar, de ser una mujer diferente, de disfrutar la familia y ante todo de ayudar a su hijo, a volver a amar la vida, la vida que ahora ella perdía. Tenía deseos de gritar, llorar, pero ya no tenía fuerzas. En ese instante vio una luz brillante a lo lejos y una figura conocida que se le acercaba y le hablaba. Era Julia, su nuera, que con su bella sonrisa la llamaba: “Abuela, abuela...”. Con un hálito de esperanza y voz entrecortada la abuela le responde: “¿Julia, estamos en el cielo?”. Con voz tierna le contesta: “No abuela, estamos en su casa. Despiértese, levántese de la cama, vamos a cenar que su hijo y sus nietos la están esperando para festejar la Navidad”. 13 CRISPÍN AYUDA A ENRIQUETA, LA PETA Biyú Suárez C. (Bolivia) Enriqueta es muy descuidada. También es desordenada, por lo tanto, pierde muchas cosas. Han desaparecido las formas de su caparazón y ella las busca en la orilla del río entre los verdes helechos. Al llegar Crispín, Enriqueta, la Peta* le preguntó -¿Has visto las formas de mi caparazón? Crispín un poco sorprendido dijo: “No, Enriqueta, no las he visto”. -¿Podés ayudarme a encontrarlas? -¡Sí, Claro, Cómo no! Dijo el puerco espín. Juntos fueron a preguntar a las ranas del curichi*. Mariana, la rana, le entregó un cuadrado y Crispín lo colocó en el lugar que le correspondía, en el caparazón de su amiga. Fueron hasta el totaí*, donde vivía el monito Tomasito, él estaba jugando con un rectángulo. Al explicarle que pertenecía a la Peta, descendió con cuidado y lo puso en su sitio. Más allá, en la curva del curichi vivía el lagarto Pancho, éste había hecho un collar con los círculos del caparazón de Enriqueta, porque le parecieron muy bonitos, cuando supo que ella los necesitaba, se los devolvió con mucha pena. – ¡No sabía que eran tuyos Enriqueta! Aquí están le dijo. ¿Qué me falta Crispín? Preguntó la peta. Crispín observando el caparazón dijo: “Tenés los cuadrados, los rectángulos y los círculos”. -¡Me faltan los triángulos! - dijo Enriqueta. Sigamos buscando… Cruzaron el camino, preguntaron al tordo, al anta* y al tatú. “No hemos visto nada” dijeron los tres. Pasaron por las arenas movedizas y en un tronco vieron a Esther, la serpiente, que dormía panza arriba a pleno sol, mostrando en la punta de su cola más de cien cascabeles. Ella, la vieja serpiente cascabel tenía un triángulo de Enriqueta en la boca. -“Despertate Esther, dame el triangulo que tenés como diente. Pertenece a mi caparazóndijo la peta. La serpiente que había perdido su diente en una pelea, se enroscó y dijo: “¡Yo me lo encontré!” -Pero es de mi amiga -dijo Crispín-. Su lugar es su caparazón. A regañadientes la serpiente que perdió su diente, se lo sacó y lo devolvió a su verdadera dueña. -¡Gracias Crispín! -dijo la peta y se fue muy feliz. *Peta, tortuga //*curichi, pantano //*totaí,palmera // *anta, tapir 14 De Elizabeth Mullins Podestá (Uruguay) CALLE DE LAS PALMERAS Calle de las Palmeras El rumor puedo escuchar del viento en tus veredas y en los flecos sin peinar de tus antiguas palmeras. Mi recuerdo suele estar en las extensas hileras de tus palmas paralelas y en tu fragancia de mar. PUNTA DE FLECHA Entre mis manos, interrogante oscuro esplendor de signos, con tu enorme y opaco misterio mirabas al espacio, solito. A la luz brotabas de pronto por un asfixiante y duro camino oscuro objeto áspero y húmedo aplastado por graves siglos. Mensaje lítico y afilado en tu cueva de arena y olvido esperabas atravesar los tiempos y resurgir en este sitio. ¿A mis manos?, ¿desde qué manos procedes por tortuoso camino? ¿Aquellas que te elaboraron?, ¿con qué magia?, ¿con qué signos? En arenas y horas portentosas enterrado en médano testigo te he hallado, prodigio silencioso, fiel, inefable, instrumento indio. EL VELERO SE DESLIZA El velero se desliza en la noche calma, líquidamente, por un mar de pana. Verde a babor, rojo a estribor y la popa se derrama blanca. En las tinieblas de la noche, el mástil lo delata, con su luz obligatoria, advierte por donde avanza. Un gran bosque de mástiles, lentamente traspasa, y la noche, telón de fondo, negra lo atrapa. ¿Una sombra o un barco de papel? Suavemente se resbala, una imagen transparente, escondida en mar de pana. En el centro del papel, en el calor de la llama, florecen velas-ideas mientras el velero avanza. 15 De Anna Mignone (Uruguay) AMIGOS DEL BARRIO En un barrio muy hermoso jugaban liados y alegres los niños sin rebañadura. Cada verano de ilusión, llegaba en aeroplano para inaugurar la estación. Tímidos minutos de un gran desayuno de niños sorprendidos, desencadenaban las horas divinas delante del telón. Todo transcurría en la calle o en la vereda, y en las casas los días de lluvia. A la playa y a la piscina se iba andando en armonía y al cine llevaban almohadones para el culillo aposentar. Las ciruelas y las uvas, creaban pláticas ingenuas, y la lengua teñida con polvo de gelatina era causa de desazón. Con el reloj en la mano, corrían en bicicleta y el que menos tiempo hacía, los timbres alocados lo blandían. Los campings a la luz de la luna infinita, y las papas fritas crepitantes en las bocas de estos niños sin peros, de amistad profunda entre juegos, eran testigos de sus horas, recuerdos de madurez. Los tiempos han cambiado y nuestro brillo amigo ha perdurado entre pausas de silencio. Así es como siento, en el abrazo del reencuentro, palpitar la infancia compartida. FE La esperanza es lo último que se pierde. Hoy a la salida del colegio debajo de un árbol encontré un pichoncito de torcaza. Apenas se movía. Imposible devolverlo al nido. Su vida estaba en peligro. Lo acurruque entre mis manos para protegerlo. Conseguí una caja y un paño para resguardarlo. Juan Bautista, mi hijo estaba emocionado con el encuentro. Enseguida lo llevamos a la veterinaria en busca de consejos para hacerle un nidito y nos dieron sugerencias para alimentarlo. También el veterinario advirtió que la tarea sería difícil. Las aves comen nutrientes regurgitados por sus madres. Decididos a intentar los cuidados llegamos a nuestro hogar. Primero preparamos el nido con una caja y tiras de papel de diario y luego la papilla con cereales hidratados y tamizados para asegurarnos de que la pasta fuera delicada. Mientras ensayába- mos distintas teorías para tentar su pico, Juan Bautista acotó "Todo se logra con la fe" y con ese nombre lo bautizamos. ¡Fe! Miércoles 27 de noviembre. Anoche hubo una gran tormenta. Me levanté varias veces para observar cómo evolucionaba. Acurrucado y frágil, dormía en su tibio nido. En el amanecer aprontó su partida. Cuando su calor estaba frío y su panza de color amarillo como la arena del río, partió en alto vuelo dejando en la Tierra su sentido. Un ejemplo de Fe en un suspiro. Jueves 28 de noviembre Adriana nos envía su sentir...y estuvo en las mejores manitos para retomar su vuelo… Viernes 29 de noviembre Analía escribió: No les regalaron un final feliz pero pasó la vida y les dejó Fe. Las lágrimas valieron la pena. ¡A sonreír! UN BOCADO EN EL ESTRIBO Todos los días mi hijo sale del colegio a tiempo para un bocado antes de la clase de las seis de la tarde. Su frase en un ejercicio piano. A pocos pasos del conservatorio hay un escolar –“Cuando veo a mi madre me emocio- horno a leña. En él se cuece un exquisito fainá no”- es el eco que endulza la espera. Su carita que devoramos en el camino. Con paso firme, feliz me llena de orgullo. Nuestro encuentro solo intercambiamos miradas y la puntualidad huele a escuela y trabajo. Los días martes son inglesa nos permite arrugar el papel al son del especiales, el tiempo apremia y apenas tiene timbre y el color del: ¡Ya terminé! 16 LOS SOFÁS DEL LIVING He tenido la suerte de encontrar en una tienda el último sillón que quedaba en oferta. Apenas lo vi, me enamoré de ese sofá. Rojo oscuro, más bien bordó, erguido y un poco ondulado a la vez. Ya en casa, lo instalé como pude en el living abarrotado de muebles. *** Apenas la señora se retiró se notó que el sofá rojo no parecía estar muy feliz. Es que allí también había desde hace….no sé cuántos años otro sofá. Y fue el sillón nuevo el que habló: -No entiendo porqué esta señora me coloca aquí, en un rincón dónde no hay casi luz y no tengo siquiera el placer de que alguien me pueda mirar cuando pasa por el living. El sillón más viejo lo miró de arriba abajo y de lado a lado:-Será porque este lugar tan iluminado es el mío. -¿Tu lugar? ¿Te has mirado bien? Eres más pequeño que yo y tu color…bueno, digamos que era amarillo, porque ahora está muy opaco y además bastante manchado. -No lo creerás, pero yo estoy hecho de terciopelo dorado y tengo dos grandes almohadones que se acomodan para que los que se sientan estén más cómodos. -Ja, ja, ja, ¿dorado tú? Eso sería hace muchos años y tu terciopelo parece una arpillera. -Bueno, te digo que he pasado bastante tiempo en esta casa y siempre han buscado en mí el calor y la comodidad. Por eso es que tengo algunas manchas. -¿Algunas? Estás todo manchado; ni Mr. Músculo te podría limpiar ahora. -Sí, algunas son de los chocolates que han comido los niños de la casa mientras jugaban… y hasta una vez una niña aplastó al sentarse un racimo de uvas. Ofelia Sarli (Uruguay) -¿Y todas esas migas de pan y de galletitas que vi a la empleada limpiando hoy de mañana? -Es que la señora come galletitas mientras mira novelas y como la tele está frente a mí, ella también se sienta aquí. Además, al costado tiene la estufa. No comentes, ella dice que mira la novela, pero casi siempre se queda dormida. -Sí, todo eso está muy confortable, pero no entiendo porqué siendo tan viejo y lleno de manchas te pusieron justo donde está la única ventana de esta habitación; dónde toda la gente que pasa te puede ver. - Mira, tú hace muy poco que estás aquí y te vanaglorias de tu color y tu hermosura, pero vas a ver que si de veras te quieren te van a usar para sentarse, para estar cómodos, para conversar, para jugar, para besarse. -¿Cómo? -Sí. Hace un tiempo que el hijo mayor tiene novia y usan este sofá para estar juntitos y besarse. Te podría contar muchas cosas más que sucedieron, pero ya las vas a ver…y además, ahí viene la señora. PALABRA DE POETA La perfección de una estructura no es poesía. Tampoco lo son una versificación o una fábrica de rimas. Poesía es sangre, comunión, voz sagrada. Nace de la conciencia de nuestra finitud y despliega en la emoción un mensaje que atraviesa siglos, almas y ánimos. Susana Pérez Gomar 17 EL PARQUE DE MIS SUEÑOS Lillian Olivera (Uruguay) Para Corrado, en su tiempo. Cuando era niña me encantaba ir al parque Rodó, pues vivía cerca y con sólo caminar unos metros me encontraba en él. Asoman a mi recuerdo los días de otoño cuando mi madre y yo lo visitábamos haciendo siempre el mismo camino: hacia el lago. Bajábamos una escalera de ladrillo rojo con escalones tan largos que se apoyaba el mismo pie al ir bajándola, por lo que mi madre la llamaba "la escalera del rengo". Cuando llegábamos al lago caminábamos bordeándolo. Era hermosísimo cuando los rayos del sol atravesaban los altos árboles y llegaban hasta la superficie del agua dándole reflejos dorados. Las ocas y los patos se paseaban alegremente y, en la mitad del lago, había una pequeña islita, que atraía mi atención. Su vegetación era espesa y no permitía verla interiormente por lo que despertaba en mí el deseo de abordarla. Ah, ¡y el aroma atraía con un encanto especial! Era una mezcla extraña de diferentes olores, que provenían del lago y los árboles Parque Rodó, Montevideo que lo habitaban. Yo juntaba unas tapitas que caían de los eucaliptos y llenaba mis bolsillos con ellas, con el calor de mi mano desprendían una fragancia dulzona. Nuestro paseo terminaba subiendo una escalera de piedra oscura y húmeda, desde allí, doblando a la derecha encontrábamos el castillito que alberga una biblioteca y me parecía enorme y fascinante, pensaba que en cualquier momento aparecería una princesa. Mi madre y yo, durante el paseo hablábamos muy poco, pero sabía, sin que ella me lo dijera, que también le encantaba recorrer el parque. Cuando llegaba la noche, ya en mi cama, cerraba los ojos, respiraba profundo y olía la aroma especial del parque, veía la luz dorada del lago y me dormía. Hoy mismo, puedo cerrar los ojos, respirar profundo y sentir las mismas sensaciones. 18 NOCHE Noche. Noche de Luna llena. Noche de mil estrellas. Noche en las que pienso en ti. Noches de soledad. Noches sin ti. Noche. Noche en las que amo. Noches en las que extraño. Noches en las que no siento nada. Noches en las que mi corazón exige tu presencia. Noche. Único consuelo. Saber que ambos una misma Luna vemos. Sentir sobre mi piel Pedro Lamorte el tintineo de los astros y compararlo con el roce de tus labios. Noche. Noche de tormenta. Tormenta de mar. En el oscuro horizonte los relámpagos aclarecen las tormentosas aguas de Poseidón. Noche. La noche es cuando el Sol se va y las tinieblas gobiernan, dice la gente. Noche. Noche es cuando los poetas salen y la magia cubre el firmamento. DISTINCIÓN ROTARY INTERNACIONAL entregó por primera vez la distinción internacional PAUL HARRIS en el Día de la Mujer a las Dras. Dinorah Castiglioni, primera cirujana de Uruguay y Sylvia Puentes de Oyenard por su obra para niños. En la foto las homenajeadas con los gobernadores de los Distritos 4970 y 4980, Olga Sánchez Llamosa y Luis Rodriguez Bosche y el Presidente de Rotary Internacional Dr. Gary Huang en la Torre de las Comunicaciones, sala Mario Benedetti. Las señoras Estela Ilundain y María Laura Visca oficiaron de magníficas anfitrionas. Ser creador es transformar el mundo cotidiano en un universo mágico. Es transitar por el papel convirtiendo la tinta en mensaje de luz. Es deslumbrarse ante el silencio y transformar los sonidos en canto. Es tener lápices de colores para combatir la guerra y combatir la guerra con palabras y lápices de colores. Es tener brazos como si fueran alas y tener alas como si fueran brazos. Es remontar el día en el contracielo de las dificultades y descubrir en una frase el pasaporte a la alegría. Sylvia Puentes de Oyenard 19 NADIE IMAGINABA LO QUE IBA A SUCEDER Natalia Yuvet (Uruguay, 12 años) Eran las cuatro de la tarde y yo aún preparaba mi mochila, se preguntarán: ¿Por qué preparaba una mochila? Me iba a pasear con una amiga. Ya terminada la tarea fui corriendo a la cocina y agarré una manzana, mi madre trató de tranquilizarme pero estaba muy ansiosa, fui al portón a esperar a mi amiga. De repente oigo un: píí-píí, era la moto de mi amiga, llamé a mi madre para que me abriera el portón; cuando ya estaba abierto, corrí y abracé a mi amiga bien fuerte. Ya estábamos en viaje, el destino era un gran restaurante de comida china. ¡El restaurante quedaba muy lejos! De repente la moto se apaga, mi amiga trató de prenderla y no pudo, yo estaba muy asustada estábamos lejos de casa y en el medio de un bosque. Pasaron las horas tratando de buscar soluciones. Ya eran las 19:30 de la tarde y seguíamos varadas, 5 minutos después recordé que dentro de mi mochila había comida, la saqué y vi que en el fondo estaba mi celular y me dije: Puedo llamar a mi madre. Saqué el celular y traté, pero no había señal. Iba a ser una noche muy larga… Ya estaba oscuro y habíamos comido algo, era hora de que durmiéramos. Nos acostamos y cuando estábamos a punto de dormirnos sentimos ruidos. No nos podíamos dormir, estábamos muy asustadas, de repente vi una sombra, creí que era mi imaginación, pero cuando mi amiga dijo: ¿Viste lo mismo que yo? Supe que no fue producto de mi imaginación. Cinco minutos después sentimos ruido de nuevo y mi amiga se paró y me dijo que iba a ir a investigar, me quedé acostada mirando las estrellas tratando de distraerme, ya habían pasado 15 minutos desde que mi amiga se había ido. Estaba preocupándome, me levanté. Un segundo después siento un grito estremecedor y empiezo a correr en círculos sin saber qué hacer, escuché otro y empecé a correr hacia el lado contrario de los gritos, pero pensé: ¡Mi amiga, mi amiga debe ser quien grita! Entonces me di media vuelta y corrí hacia donde se sentían los gritos. Cuando llegué mi amiga estaba riéndose y yo no entendía nada. Me explicó que todo había sido una broma que ella planeó. Yo estaba enojada, pero al mismo tiempo aliviada. Nos dormimos y al día siguiente fuimos caminando a mi casa. Cuando llegamos me dijo: ¡Ja, ja, ja, te la creíste toda!! Pero no entendí cómo había hecho las sombras si estaba a mi lado, entonces le pregunté, ella quedó pensativa y dijo: -Eso no lo hice yo… Nunca supimos quién nos acompañó esa noche. El libro es un encuentro, después del cual ya no somos los mismos. Alba Marina Riverón 20 20 NUEVAS PALABRAS EN EL DRAE El DICCIONARIO DE LA Real Academia Española de la Lengua ha presentado la 23ª edición (DRAE) con 93.111 artículos, seis mil más de los incluidos en 2001, y 1,350 artículos suprimidos. El Diccionario de la RAE rige en más de 20 países con más de 474 millones de hablantes, por lo que es importante saber qué términos nuevos se agregaron. Esta nueva edición ha generado controversia, puesto que han ingresado una multitud de préstamos de otros países, principalmente americanismos, que se oponen a los términos tradicionales. Muchas de las nuevas palabras se refieren a términos tecnológicos que se han arraigado gracias a la expansión de las redes sociales tales como WiFi, Tuit, Tuitear, Dron, hipervínculo, entre otros; aunque muchos de estos conceptos no han tenido gran aceptación entre los usuarios. Recopilamos algunos de esos términos nuevos: PALABRO- es el término para referirse a una "palabra mal dicha o estrambótica". CULAMEN Y POMPIS - es una incorporación reciente, pero tiene unos cuantos sinónimos: trasero, pandero, posaderas, nalgas, pompis, cola.... Todas recogidas en el DRAE con pompis. OTUBRE, CONCETO – está admitido. Eso sí, como forma "en desuso". DESCAMBIAR - sinónimo de destrocar, esto es: deshacer el trueque o cambio. También es válido su uso, frecuente en la lengua coloquial, con el sentido de "devolver una compra" AMIGOVIO: mantener una relación de menor compromiso que un noviazgo. LIMPIAVIDRIOS: producto que se utiliza para limpian los cristales. ARREMANGARSE – está admitida. No sucede lo mismo con "arrascarse", que es un vulgarismo muy extendido y que no está admitido. TOBALLA - está admitida por toalla. BLUYÍN Y YIN - Al reparar en que en buena parte de Hispanoamérica nadie habla de pantalones vaqueros, sino de "blue jeans", la RAE decidió incorporar el término, eso sí, adaptando la grafía al español. GÜISQUI - He aquí otro caso similar al del bluyín. Nos permitimos fantasear con el momento de su inclusión: AGIBÍLIBUS o AGÍLIBUS - Agílibus hace referencia a la habilidad, el ingenio, a veces pícaro, para desenvolverse en la vida. Algo parecido a la "Inteligencia Emocional" que con tanto éxito acuñó Daniel Goleman. LONCHERA: recipiente pequeño que sirve para llevar comida ligera, especialmente los niños cuando van a la escuela. PINCHAÚVAS - se refiere al "pillo que en los mercados comía la granuja, picándola con un alfiler, palillo u otro instrumento". APARTOTEL -Ni "apartahotel", ni "aparthotel". La forma correcta para referirse a un hotel de apartamentos es apartotel. Es un anglicismo que se ha adoptado tal cual. PAPAHUEVOS -es el papanatas de toda la vida. También conocido como pazguato, cándido o bobalicón. ZANGOLOTEAR - hace referencia a un movimiento continuo y violento, de una parte a otra sin concierto ni propósito. ZÍPER: cierre. AHORA SE ESCRIBE: arcoíris.-1.m. Fenómeno óptico que presenta en forma de arco de bandas concéntricas los siete colores elementales, causado por la refracción o reflexión de la luz solar en el agua pulverizada, generalmente perceptible en la lluvia. MORF. pl. invar. Los arcoíris. Y TARÚPIDO, que viene de tarado y estúpido es una VOZ URUGUAYA que también figura. 21 Poemas de Alba Marina Riverón Granese MI JARDÍN QUERIDOS MALVONES Abuela los cuidaba con esmero. Blancos, rosados, rojos y veteados. Malvones en macetas de colores. Pintura deslumbrando los balcones. El perfume a malvones me recuerda al sillón y la mesa de las tardes, al té con tartas de manzana, y bordado en crochet y punto cruz. El paisaje inmaculado del jardín. Hoy planto malvones en mi casa, blancos, veteados, rojos y rosados. Son otros, mas mi corazón recuerda mi niñez y las manos de la abuela. EL COLIBRÍ Si alguien pudiera responder porqué el color del picaflor, el ígneo mensaje de su vuelo, el libar entonado de perfumes. Embriaguez de vida en corazones. Murmullo de amanecer en primavera. Flores coronadas de arcoíris. Reinas de exóticos licores. Conmovida entrega en la danza. Hechizados, la flor y el colibrí. Contacto esencial del Universo. Solo Dios. FLOR DEL PARAÍSO Qué inmenso dolor sentí en el alma, vi cómo te arrancaban de tu seno. Lucías en atardeceres ardientes y tempranas mañanas luminosas. No pude salvarte del destierro. Qué inmenso dolor el de mi alma. Hoy estás separado en dos, pero te tengo. Tiemblo perderte. ¡Vive! ¡Levántate! Nostalgia de verte florecido, de mostrar esbeltos tus capullos, iluminar mi corazón en primavera. Llevas en tu seno el arcoíris. Bella, fuerte, sensible, enhiesta; llevas la más bella de las almas. Por eso te llamas Flor del Paraíso. MI NARANJO El árbol de naranjo me ha tocado con una de sus ramas silenciosas. Caricias de pequeñas hojas. De sus azahares el aire deslumbrado. El árbol de naranjo me ha mirado. Encuentro sus pupilas en mis ojos. Su sombra tan fresca es mi regazo. Mi sueño de niña me ha tomado. En la tierra que sostiene sus raíces el recuerdo de cosechas ha llegado. Canasto con delicias en mis brazos. Jugos, dulces, almíbares… ensueños. El árbol de naranjo me ha mirado. 22 INSTITUTO DE FORMACIÓN DOCENTE ELBIO FERNÁNDEZ “El período desde el nacimiento hasta los seis años es el más importante para el desarrollo del ser humano; proporcionalmente ese período es el más rico en términos de resultados, tanto en el aprendizaje como en el desarrollo físico y mental. A los seis años el niño ha desarrollado las principales capacidades físicas y mentales sobre las cuales apoyará su desarrollo posterior” (UNESCO). Con esta misión en mente, en el Instituto de Formación Docente Elbio Fernández se trabajó en la implementación de una Tecnicatura en Primera Infancia, destinada a :maestros, asistentes sociales, psicólogos, psicomotricistas, licenciados en educación física, bellas artes, educación, bachilleres de cualquier orientación que trabajen o aspiren a trabajar en centros de educación de la primera infancia. La novedad del proyecto estuvo en que dicha formación estuvo en manos de diferentes instituciones públicas o privadas de primer nivel que trabajaron como conveniantes en la misma. AULI y su Club de Narradores es una de ellas. En el primer año de la tecnicatura se realiza un trabajo específico en Literatura Infantil, con el objetivo de que los estudiantes egresen, entre otros, con: -conocimientos sobre Literatura Infantil -talleres de narración de cuentos -importancia de la narración en el aula -conocimiento de diferentes autores y su obra. La experiencia ha sido muy enriquecedora y las generaciones que han pasado por el Instituto así lo demuestran. Las clases estuvieron a cargo de dos expertas en literatura Infantil: Isabel Del Prete y Monserrat Di Lorenzi, quienes contaron en sus talleres, con la presencia de distinguidos autores y narradores: Dra. Sylvia Puentes de Oyenard, ilustrador José Gómez Rifas, narradora María Cristina Laluz, poeta Ivonne Parodi, entre otras figuras. En la nota un grupo de alumnas con docentes y el Presidente de Enseñanza Primaria Mtro. Héctor Florit. Apoyan Red Solare y Academia Uruguaya de LIJ y A.U.L.I. A.U.L.I., Asociación Uruguaya de Literatura Infantil-juvenil , es una asociación civil, sin fines de lucro, con personería jurídica, fundada por la Dra. Sylvia Puentes de Oyenard el 1º de setiembre de 1984. 23 POEMAS LATINOAMERICANOS ODA AL URUGUAY Uruguay es palabra de pájaros, o idioma del agua. Es sílaba de una cascada, es tormento de cristalería. Uruguay es la voz de las frutas, es la primavera fragante, es un beso fluvial de los bosques y la máscara azul del Atlántico. Uruguay es la ropa tendida en el oro de un día de viento. Es el pan de la mesa de América, la pureza del pan en la mesa. GOLOSOS Comeremos amarillo en el brillo del membrillo. Reventaremos morado en granos del moscatel morado. Chuparemos el naranja en la esfera jugosa de tentadora naranja. Pablo Neruda (Chile) Yolanda Bedregal (Bolivia) POEMA Canta el viento con voz verde y con voz azul las olas: órgano del mar inmenso, clavicordio de las hojas. Suelta el chorro del peñasco límpida escala de gotas, y el hondo río viajero melodía caudalosa. Canciones que no se escuchan, por sutiles y remotas, guardan su gama fragante en el cáliz de las rosas. Esconde arrullos eternos el buche de la paloma, y el jilguero endulza trinos con mieles de zarzamora. Claudia Lars (El Salvador) LOS VERSOS DE LA LLUVIA Con un viento de lluvia que vuela en rachas que cae sobre el río picando el agua vamos volando: la risa se nos moja, la cara, el canto. Por las hojas brillantes y sacudidas por las ramas que quedan negras y frías voy resbalando. Con el ala del agua vamos volando. Circe Maia (Uruguay) 24 LA PALOMA Canta cucú la paloma, canta cucú. Come insectos la paloma, hojas tiernas y pedazos de maíz. Canta cucú la paloma, canta cucú, canta canciones de niños, canta cucú. Rubén Berríos (Honduras) FIESTA DE PÁJAROS Filtrándose en las nubes, la luz de la alborada diseña un pentagrama. Los pájaros, entonces, parados en las ramas o al borde de los nidos empiezan a cantar. Francisco Morales Santos (Guatemala) LA MONA SIMONA La mona Simona se puso una moña y un lindo collar, se miró al espejo se pintó los labios y se fue a pasear. Exclamó un monito: “¡Qué bella! ¡Qué Hermosa!” La mona Simona parece una estrella, por eso las monas están envidiosas. La pondré en un trono, será ella mi reina, le haré una corona cuajada de perlas, besaré su frente, le diré al oído: -Monita preciosa, ¡cásate conmigo! Berta Suárez de Antelo (Bolivia) LIBÉLULAS ¡La fiesta de las libélulas sobre las aguas trémulas! Oro y verde; azul y plata; sol y sauces; cielo y agua. ¡La fiesta de las libélulas sobre las aguas trémulas! Carlos Luis Sáenz (Costa Rica) UN GALLITO DE CONFITERÍA -4Ay, que en su veleta de lima y limón, el gallito verde se acarameló. Al Sur, la gragea; al Este, el azúcar; hacia el Noroeste, un pastel de fruta. Su pico en el borde de la compotera y su verde cola chorreando jalea. ...Que el gallito Verde soñaba despierto, sentado en la rama del toronjo seco. Álvaro Figueredo (Uruguay) 25 LAS MANOS DE MI MADRE Las manos de mi madre parecen pájaros en el aire historias de cocina entre sus alas heridas de hambre. Las manos de mi madre saben que ocurre por las mañanas cuando amasa la vida hornos de barro, pan de esperanza. Las manos de mi madre llegan al patio desde temprano todo se vuelve fiesta cuando ellas vuelan junto a otros pájaros junto a los pájaros que aman la vida y la construyen con los trabajos arde la leña, harina y barro lo cotidiano se vuelve mágico. Las manos de mi madre me representan un cielo abierto y un recuerdo añorado trapos calientes en los inviernos. Ellas se brindan cálidas nobles, sinceras, limpias de todo ¿cómo serán las manos del que las mueve gracias al odio? Mercedes Sosa (Argentina) CANCIÓN DE CUNA (Para mi hija Teresita) I Ven luna, lunita, con tus manos de hada llévate a mi niña en tu linda barca. Muéstrale los astros, enciéndele el alma, ponle unas alitas de nube y de gasa. II Ramitas doradas, no cantéis ahora, pues quiere dormirse mi blanca paloma. Estad quietecitas, estrellitas locas, que al lucero mío lo espera la aurora. III Ven luna, lunita, carita plateada, toma entre tus brazos a mi niña clara. Ciérrale los ojos, cántale una nana y así dormiremos los tres hasta el alba. Teresa Crespo (Ecuador, 1928-2014) 26 GOLONDRINA FIESTA DEL MAR Drina la tonta la golondrina se echó un tintero de tinta china. Jugando con caracolas luciérnagas vienen, van, infinita algarabía ¡peces llegan a espiar! LA QUENA Es la quena lastimera que quisiera su honda pena demostrar, o bien canta su garganta musical con el viento de la pampa celestial. Sor golondrina es la monjita de pecho blanco y su mantita. En el convento de los aleros reza un rosario a los luceros. Hugo Molina Viaña (Bolivia) Pepa Martínez Sanabria (Bolivia) Los delfines desvelados van a la orilla del mar, los cangrejos confundidos no se quieren acercar. Pataleando las tortugas dejaron de navegar y todos vivieron la fiesta de luna, arena y mar. Marta de los Santos (Uruguay) GRANO DE MAÍZ Todas las madrugadas, en el buche del gallo se vuelve cada grano de maíz una mazorca de cantos. Jorge Carrera Andrade (Ecuador) EL MAR Si el mar fuera una enorme naranjada yo probaría media cucharada, pero como es de avena la dejo allí en la arena, porque la sopa no me gusta nada. María Elena Walsh (Argentina) TROMPO BAILARÍN Baila que baila, mi caballero. Capa ceñida, punta de acero. Cuando tú bailas florece el viento en clavelitos volatineros. Zumba que zumba, mi maronero, ¡que te mareas! ¡Remolinero! Esther Feliciano (Puerto Rico) 27 30 AÑOS DE A.U.L.I Los celebramos con una jornada cultural de LIJ en el ELBIO FERNÁNDEZ con la participación de Mag. Sonia Scaffo, Expertas en Literatura Infantil María Isabel Del Prete, María Di Lorenzi, Dinorah López Soler, Prof. Lauro Marauda, Club de Narradores “Dora Pastoriza”, Dra. Sylvia Puentes de Oyenard, niños del colegio Richard Anderson. Presentamos la 2ª. edición del libro LITERATURA INFANTIL. Apuntes y reflexiones. Rumbo editorial, 2014. Contamos con el apoyo de la Dirección de Cultura de la Intendencia Municipal de Tacuarembó. ODA AL LÁPIZ* Tú que escribes y a veces estás guardado en la cartuchera junto con la goma y la tijera, los cuadernos y la cascola y otros lápices de colores. Tú que escribes también dibujas mariposas, autos, motocicletas, corazones, autobuses, pelotas, barcos, aviones. Aviones como los de Da Vinci. Tú que escribes llevas también mis sentimientos, mi corazón, tristezas y alegrías, mis enojos, mi felicidad, mi vida. Te quiero y te busco porque eres parte de mi alma. NIÑA DE SOL Y AZAHAR A María Julieta Canon Samur, en Santa Cruz de la Sierra. Las flores, alas abiertas, el nido tibio y en paz, la luna mecida en olas y un ángel en el portal. Arpegios de rama y pinos, oro en danza, manantial, para una niña que trae alforjas de trigo y sal. Una diadema de estrellas del Plata a los Andes va y a coro cantan las aves que cruzan montaña y mar: Es por ti la buena nueva y el ángel en el portal, ¡muy bienvenida Julieta, niña de sol y azahar! Sylvia Puentes de Oyenard Montevideo, 14 de noviembre de 2014. *Trabajo colectivo con los alumnos de la Escuela N° 206 de Discapacitados intelectuales, guiados por Sylvia Puentes de Oyenard en jornada de festejo del Día del Libro junto a las escritoras Susana Pérez Gomar, M. Cristina Laluz y Ana Gracia. 30-V-2011 Directora: Maria Cristina Martinez Etchegoyen 28 “TE REGALO EL MAR” Te regalo el mar es la obra de un grupo de escritores e ilustradores de América Latina quienes ofrecieron su obra como un regalo a los niños bolivianos. Los autores respondieron a la convocatoria que fue realizada desde la Academia Boliviana de Literatura Infantil, compilada por el escritor cubano Luis Cabrera Delgado, impulsada y dirigida por Liliana De la Quintana y editada por el Ministerio de Cultura de Bolivia. Hemos tenido la oportunidad de disfrutar con nuestra participación en un libro precioso / atractivo; para mirar, leer y colorear; un libro sin edad. Un remanso con diseños, sabor y color de mar. Una maravillosa y singular propuesta, una idea ‘marinera’ que fue navegando por los países latinoamericanos, y con el aporte de ilustradores y escritores llegó a buen puerto. Abrazando cuentos y poesías se despliega a través de sus ondas la esencia del universo infinito del mar. ¡Gracias a todos quienes participaron! A UN NIÑO BOLIVIANO Y... para compartir unas ondas de mi mar, apenas estas... Puntillas de mar El viento suave / y persistente insistente / empuja las olas, las despliega contra la arena, una tras otra… Espuma leve que borda la orilla. Primorosa, glamorosa exhibe, enagua blanca de incontables puntillas. Graciela Ricci A ti, niño pequeño, te voy a regalar en una caracola el cantar de las olas, la espuma de mi mar. A ti, niño pequeño, de mi hermana Bolivia, te voy a regalar un velero de sueños por pasarelas de sal. A ti, niño pequeño, te voy a regalar el verde de mis algas y mi hermoso pinar. A ti, niño pequeño, de mi hermana Bolivia, te voy a regalar el canto de mis olas la espuma de mi mar. Graciela Genta 29 TRABAJAMOS CON UNA LEYENDA EL RÍO DE LOS PÁJAROS Sylvia Puentes de Oyenard (Uruguay) Las flechas del sol y de la luna caían sobre América. Entre las sombras, los fuegos de las tolderías relumbraban como guacamayos. Mientras los ojos destrenzaban lejanías, los pies de los indígenas besaban el cobre de la tierra. Los ñacurutúes velaban el silencio de la noche. El guazubirá corría libre por los llanos. Era el tiempo en que el hombre se saciaba con la dorada presa de los ríos o el fruto dulce del mburucuyá. Una mañana, el alba despertó al más valiente de los charrúas, al que sus compañeros llamaban Tubichá durante la guerra. Un ave tocó su frente y el indio se levantó como hechizado. Penetró en el monte poseído del extraño canto que emitía el pájaro. La lengua del sol se confundía con los frutos de arazaes y pitangas. Aquietó su paso. Esperaba el momento de poder cazar al animal y, cuando iba a hacerlo, escuchó una voz que se agitaba en la silvestre flor que allí crecía: -Soy el Rey de los Pájaros y hace muchísimas lunas que busco un guerrero como tú. Mi raza está presa del maleficio de Rhea, la bruja que habita la cascada. Solo el canto hemos conservado de nuestra naturaleza primitiva. Mis súbditos yacen en el lecho del río y cantan al paso del agua. Ayúdanos. -Te ayudaré, Rey de los Pájaros. El charrúa conoce el sufrimiento y muchas flores han dado su tallo para curar nuestras heridas. La piel del indio también se marchita si no conoce los corales de la risa. El pájaro es amigo del indio y el indio ha de ayudarlo a recuperar su libertad. Dime cómo lograrlo. -Debes construir una canoa con el tronco de un árbol llamado timbó. Navegarás en la dirección que el sol se pone. Únicamente llevarás tu flecha. Corta mi flor, te servirá de escudo. Después de haber cruzado el monte oirás un intenso rumor que es el anuncio de la proximidad de la cascada. Es la señal para que abandones la canoa. Rhea vendrá a combatir contigo. Debes recordar que son sus dominios y, solo hiriéndola antes de que te toque, podrás liberar a mi raza. El indio cumplió las instrucciones. Cuando Rhea lo vio, agitando los espejos del agua, saltó sobre él. Constantemente la bruja intentaba hacerlo caer en su maleficio. El indio desfallecía, pero de pronto sintió el revuelo de un ave sobre su cabeza: el canto era el mismo que lo subyugó en su tribu. Volvió a la lid con renovadas fuerzas y clavó su flecha de tacuara en el corazón de Rhea. Corrió la sangre y el pájaro se bañó en ella. Su cabeza y su pico se volvieron rojos: el churrinche había nacido en nuestra tierra. Rhea, al morir, se transformó en etéreos penachos de color punzó. Los vilanos giraron en la brisa y se prendieron en las ramas de los plumerillos. Cantó el churrinche y cayó la flor que el indio retenía en su mano. De los jardines del agua surgió la más hermosa mujer que el tubichá hubiera visto. Ella le tendió los brazos agradecida, porque también había roto su maleficio. Mientras, miles de pájaros levantaban vuelo desde las aguas: eran los que Rhea había convertido en piedra. 30 En una barca de plumas la pareja emprendió el camino fluvial. Mecida por los trinos navegó el Río de los Pájaros, el Río Uruguay. El que tiene en la aurora doradas mariposas. El que dio a los charrúas sus poderosas manos. El que ciñe en su canto mil luceros y se abre, como canto, en las gaviotas. El que altivo da su luz al Plata y fulgura, en secreto, a sus plantas. Glosario: Ñacurutú: ave nocturna semejante a la lechuza. Guazubirá: especie de venadillo americano. Mburucuyá: planta de fruto dulce, cuya flor tiene poder curativo. Arazá: árbol con ancha copa y fruto amarillo. Pitanga: árbol con hojas fragantes y fruto comestible. Tacuara: caña fina. Churrinche: pájaro con plumaje rojo. UBICACIÓN DE LA REGIÓN La República Oriental del Uruguay está ubicada en América del Sur, limita al norte y al este con Brasil, al oeste y suroeste con Argentina y al sureste con el Océano Atlántico. Es territorialmente pequeña, pero de elevado nivel de educación. La lengua oficial es el castellano. La palabra Uruguay proviene de la lengua guaraní. La versión de Félix de Azara afirma que proviene del urú, ave pequeña que habita en las costas del río Uruguay y significaría entonces "río del país del urú". Otra interpretación la da un colaborador de Azara, quien consigna que la palabra está formada por dos fonemas: caracol y agua (río). Para el Poeta de la Patria (Juan Zorrilla de San Martín) es el "Río de los pájaros pintados". MAPA FOLKLÓRICO DEL URUGUAY Mapa Folklórico del Uruguay elaborado en la primera mitad del s. XX por el antropólogo Dr. Ildefonso Pereda Valdés, Gran Premio Nacional de Literatura, y cuyo original regaló a Sylvia Puentes de Oyenard. 31 PROCEDENCIA DE LA LEYENDA “El río de los pájaros” es una leyenda de autor, refiere a un mito de origen, el nacimiento de un río (el Uruguay), de un pájaro (el churrinche) y de una flor. La fantasía crea una fusión con elementos de la tradición oral que aluden al nacimiento del churrinche, entre ellas una historia que firma el prolífico escritor de Montiel Ballesteros, que cuenta que en un monte espinoso y crudo, hubo un combate feroz. Algunos indígenas fueron recibidos por el agua que allí corría, pero el cacique no pudo arrastrarse hasta el agua y “no quería caer vivo en manos de los intrusos, se alargó la herida que le abría el pecho y sacó su corazón arisco, rojo y libre, que se volvió un churrinche encendido y voló a refugiarse en el seno caliente de los bosques nativos…” (“La leyenda del churrinche”) En ese texto, el narrador expresa que no canta, pero en realidad tiene un canto cadencioso, churrin churrin, monótono pero dulce, que le da nombre y le permite un cortejo. Es insectívoro, vuela rápido y en el decir del naturalista y zoólogo Dr. Carlos Torres de la Llosa, parece una brasa que se atiza al elevarse; parece la sangre de un charrúa, que del suelo vuelve a la vida. INFORMACIÓN CHURRINCHE: es palabra guaraní y denomina a un pájaro rojo que habita en toda la República Oriental del Uruguay y otros países americanos. Es un ave migratoria, se la ve en campos y en los montes ya sea sobre los alambrados e hilos de telégrafo o sobre los árboles ralos en hojas, como el molle y la espina de la cruz. VILANOS: son apéndices de filamentos que coronan el fruto de muchas plantas compuestas y transportan por el aire la semilla de la vida. EL PLUMERILLO es un arbusto inerme con abundante ramas débiles. Su flor tiene un pedúnculo velloso. Crece en la ribera de los montes y es un elemento ornamental. Su función es la diseminación de semillas. TIMBÓ (timbó-puitá, pacará u oreja de negro (Enterolobium contortisiliquum): árbol que puede alcanzar 15 metros de altura o más, de copa amplia y pequeñas flores de color blanco. Es nativo de las selvas ribereñas del norte Argentino y se encuentra con facilidad en Uruguay. Por su madera blanda y medianamente pesada, es resistente a la flexión y se utiliza en carpintería. Está unido a la tradición indígena, porque de él se hacían canoas, pero también por de su fruto lobulado, como un círculo que se interna en sus puntas, parecido a un embrión, y al que se llama “oreja de negro”. La tradición refiere que una princesa indígena que huye detrás de su amado y, ansioso, su padre pega la oreja al suelo para escuchar sus pasos si regresa. Sus súbditos lo encuentran muerto, unido a la tierra por su oreja de la que crece un árbol con las características descritas. COMENTARIO La leyenda alude a una etapa primigenia de América en los tiempos en que el Uruguay y el Plata (los dos ríos que la abrazan por el Oeste, sur y sureste) “vivían su salvaje primavera”, como lo expresara el poeta Juan Zorrilla de San Martín en Tabaré. El narrador hace uso de varios términos de la nomenclatura aborigen y de otros que nos ubican en un entorno especial con flechas, tolderías, indígenas. Hay manejo de opuestos entre día/sol/ libertad/pesca y noche/luna/silencio/ñacurutú alerta; entre paz/enfrentamiento. La historia relata que una mañana un ave despertó al más valiente de los charrúas (una de las tribus que habitaron Uruguay) y comienza la odisea que tendrá como protagonista al hom- 32 bre y como ayudante, y donante, un pájaro. La oponente es Rhea, figura maléfica que entabla con el indígena la lucha ancestral entre el Bien y el Mal para dar nacimiento a tres presencias: el churrinche, pájaro característico de América, una especie de flor, el vilano, que con su etérea figura de pelos plumosos, contribuye a la diseminación de las semillas, y un río, el Río Uruguay, también llamado Río de los Pájaros Pintados. ACTIVIDADES Antes de leer el texto: -Comentar el título, buscar relaciones con el nombre y la geografía. Recordar los versos de Pablo Neruda: “Uruguay es palabra de pájaros,/ o idioma del agua.” (“Oda al Uruguay”) -Dibujar en un mapa de América del Sur la región a la que alude la leyenda. -Tomar conocimiento de los avatares de la población indígena en Uruguay y su exterminio. (“El charrúa conoce el sufrimiento…”) Después de leer el texto: -Localizar palabras atribuidas a idioma aborigen. -Nombrar los personajes y adjetivarlos. -Buscar la diferencia entre “vilano” y “plumerillo”. -¿Hay algún elemento que se pueda catalogar como simbólico? -¿Puede una flor ser escudo a pesar de su fragilidad? ¿Qué sugiere esta imagen? -¿Cuál es el color que predomina en el texto y por qué? -¿Cuál es la relación entre los personajes? -¿En qué situación viven los indígenas americanos en la actualidad? -Busca cuántas veces se menciona el sustantivo “indio” e indícalo. Ejercicios de comprensión lectora: 1)-¿Por qué se levantó el indio? 2¿Qué debía hacer el charrúa para liberar a los pájaros del maleficio? 3-¿En qué estaban convertidos los pájaros? 4-¿Cómo surgió la más hermosa mujer? 5-¿Qué significa: “hace muchísimas lunas….? 6-Realiza una lista con las palabras que encuentres en este texto cuyo significado no conozcas. 7-Escribe tres adjetivos que figuren en el texto. 8-Anota los sentimientos humanos que aparecen en el texto. 9-Explica qué quiere expresar el narrador cuando dice: “Las flechas del sol y la luna caían sobre América”. Producción de textos. Desarrolla por escrito una de las siguientes propuestas:(opcional). 1)-Escribe un texto que comience: “En una barca de plumas…”. 2)-Intenta realizar una breve descripción del monte (selva) americano. Se podrían agregar otros aspectos como señalar la ubicación espacial y temporal o indicar las comparaciones y metáforas, como también realizar la visualización de los segmentos narrativos y o descriptivos del texto. BIBLIOGRAFÍA ABELLA, Gonzalo: Mitos, leyendas y tradiciones de la Banda Oriental. Montevideo, Betumsan Ediciones, 2001. GARCÍA, Serafín: Leyendas y supersticiones. Montevideo, Mosca Hnos., 1968. MONTIEL BALLESTEROS, Adolfo: Fábulas. Fábulas, mitos y leyendas indoamericanos. Buenos Aires, Editorial Ciencias. MULLINS, Elizabeth: “Las leyendas de nuestro país”. En Separata Boletín A.U.L.I. N° 33, Montevideo, 1998. PUENTES DE OYENARD, Sylvia: Con un ojito abierto. Montevideo, A.U.L.I., 3ª. Ed., 1988. PUENTES, Edgardo: Información personal y fotografía del churrinche. RAPPALINI, César M.: Crónicas sobre pájaros. Montevideo, Ministerio de Ganadería, Agricultura, Departamento de Fauna y Pesca, 1961. ROCHA, Gabriel: El país de los pájaros pintados. Montevideo, Ediciones de la Banda Oriental, 2008. Ts. 1 y 2. TODONE, Lucía: “Semblanza: Dr. Carlos Torres de la Llosa (1886 – 1960)”. En Internet. 33 DESDE CUBA: NIÑA EN LA PLAYA Cecilia se llama. El sol está vestido, hoy, de rosado. Por besarlo anda el aire muy apurado. Olas requeteazules que el viento agita van lamiendo la arena amarillita. ¿Es que será la arena de mantecado? El mar viene a probarla entusiasmado. A la niña las olas van salpicando... Poco a poco la niña se va mojando... Ríe en sus mejillas el sol rosado y los pies se le embarran de mantecado. Nersys Felipe LA GUITARRA ¡Qué sola va con su canto a la orilla de mi playa, la baña un rayo de luna y el silencio bien la guarda! ¡Qué sola va con su canto y su cuerpo de muchacha, luna llena, tú le bañas, a la orilla de mi playa! Enrique Pérez Díaz TRES LUNAS Entre lilas de nube, la luna asombró tu búsqueda y se hizo nueva en cada ventana. Tres lunas cruzaron la noche sin gitanos, ni mariposas nocturnas. A saltos, el saludo del ansia, de la alegría simple. Tres lunas danzaron en tu sueño, pero sabrás al despertar que es una sola: enigmática, perenne, cotidiana. Olga Marta Pérez LA SEMILLA Jugando a las escondidas la semillita se oculta. (En el fondo de la tierra palpita una estrella ciega.) ¡Qué miedo debe sentir dentro de la tierra oscura! (Los niños la buscan y ella late profunda, escondida.) Pero la llaman los trinos, el sol y la primavera; tímida se asoma y pronto echa dos alitas verdes. Emilio Ballagas 34 ESPACIO LIBRE La perrada se alborotaba cuando llegaban los dueños de la estancia. Los perros principales Nerón, Campero y Cirilo salían al frente, recorriendo el caminito hasta la portera principal con ladridos fuertes. Los perros chicos iban detrás, como un coro silencioso. Los amos eran bien recibidos, con saltos, lamidas y hasta ciertas "gracias" que daban la sensación de haber sido preparadas de antemano para ellos. Parecía que aquel campo perdido recobraba vida. La niña invitada -pariente del matrimonio, de las tías solteras y los niños de la casa- creía estar en un mundo encantado. Las penurias que el campo también ofrece le eran desconocidas, para ella todo era fiesta y misterio. De noche tenía miedo, pero un miedo lindo, que la tenía en vilo, nada malo iba a pasar, pero acostumbrada a la ciudad con sus peligros, todo la atemorizaba y la excitaba al mismo tiempo. Los juegos distintos la atraían mucho, como ir a la cañada a pescar mojarritas con un viejo sombrero de paja, por ejemplo recogía decenas de mojarritas que luego volvía a tirar al agua por lástima que se murieran. Las idas al chiquero a ver los chanchitos y asustarlos con Claudia Rossi (Uruguay) gritos y corridas, el juego de las "casitas" que construía con ladrillos viejos, ramas, piedras. y, hasta flores. La escondida alrededor de la tapera con árboles de granadas y azucenas rosadas. Cirilo era el perro preferido de Elisa. Medio deforme, pero que imponía su figura de varios pelajes y unos ojos como pocos, con un mirar casi humano. A veces salían a pasear, a ver mariposas multicolores, sapos, y juntos parecían sostener un diálogo de amigos de mucho tiempo. Él quería quedar bien con la niña y, a veces ladraba y mostraba los dientes, gruñendo a enemigos invisibles, solo por complacerla. Pasaron varios veranos en los que Elisa disfrutaba de esos días magníficos, escuchando las chicharras al mediodía, los sonidos de los pájaros, hojas movidas por el viento, un sol que rajaba las piedras, los paisanos de bombacha de campo y sombrero aludo, que venían a matear de tardecita, , el aire puro. La tranquilidad de los días apacibles. Todo terminó un día cuando el campo y las propiedades se vendieron. Los perros fueron distribuidos y algunos murieron de viejos. Pero el recuerdo tan arraigado en Elisa quedó como un conjunto de postales animadas, en su mente, en sus sentidos para siempre. CONGRESO INTERNACIONAL LECTURA 2015: PARA LEER EL XXI El Comité Cubano del IBBY y su Cátedra latinoamericana y caribeña de lectura y escritura, con el coauspicio de la Fundación del Libro Infantil y Juvenil de Brasil (FNLIJ), el IBBY de Canadá, Fundalectura Colombia y A Leer / IBBY México (secciones nacionales de Brasil, Canadá, Colombia y México, de International Board on Books for Young People), respectivamente: Convocan al Congreso Internacional Lectura 2015: Para leer el XXI «Se ha de conocer las fuerzas del mundo para ponerlas a trabajar». La Habana, Cuba, del 27 al 31 de octubre de 2015, en conmemoración del Aniversario 120° de la caída en combate de José Martí y en saludo al 35° Congreso Mundial del IBBY Emilia Gallego Alfonso (email: [email protected]) María de los Ángeles Torres Benavides (email: [email protected]) 35 POEMAS DE GRACIELA RICCI ¡OTOÑO AL GALOPE! Acortando los días sin vueltas el otoño se vino al galope. Va entre árboles dibujando piruetas recortando siluetas en bloque. MI CAJA DE COLORES Y... hace caer las hojas con una sonrisa, para que bailen todas al toque con cada brisa, con cada viento que sople. En mi caja de colores, ¡todos los colores! Tan bellos / todos ellos. Desde el blanco al negro, del rojo al amarillo, verde, azul, naranjo, violeta y añil. Y los cobres, oros y plateados con todos sus brillos. NIÑO DE MAR Niño de mar / que naces libre como las olas, inquietas, dulces / saladas / juguetonas. Viajas con el viento. Juegas con los colores de cielos y el sol, con las rocas y el caracol. Vienes y vas con la brisa / de mil maneras, incansable de tobogán y deslizarse al final / para llegar a la arena en una sonrisa abierta de mar …y volver a empezar. 36 EL LIBRO COMENTADO DE “EL MANGRULLO”, ABRIL DE 2015, Nº 177, AÑO 15 Por Raquel M. Barthe En esta sección no solo se comentan las novedades, sino todos aquellos libros que vale la pena leer y releer, aunque haya que buscarlos en una biblioteca o librería de viejo. BLIXEN, Hyalmar, 1916-2007. ¿Y después de la Ilíada? -Montevideo: De la Plaza, 2000. -128 p : 24 cm. (Colección Ficciones). Una excelente novela ambientada en la antigua Grecia, donde los dioses y semidioses cohabitan con los seres humanos. Hyalmar Blixen se plantea la obra homérica La Ilíada desde otro punto de vista, ya que considera que hay distintas posibilidades de interpretarla: ¿cómo saber cuál fue la realidad de la guerra de Troya? Esta obra de ficción se amalgama con la mitología griega poniendo de manifiesto todos los conocimientos que, como profesor, transmitió a sus alumnos. Pero en sus "Palabras liminares" (p. 5) Hyalmar Blixen se plantea: "Después del dolor histórico de pueblos contra pueblos ¿no triunfará un día el amor' ¿Seguirán atadas las manos de la justicia? El amor, la solidaridad entre los pueblos ¿no dará un día su gloria a la Humanidad? Mi mente no me dice que esto sea seguro... mis sentimientos, sí." Por todo lo expuesto, considero que esta es una obra literaria de extraordinaria belleza y profundidad donde el tema principal es la Justicia, representada por la diosa helénica Themis. Sin embargo, esta es una lectura para receptores juveniles (y adultos) competentes, donde cada respuesta que logren encontrar abrirá nuevos interrogantes que les abran un camino de búsqueda constante donde poder encontrarse a sí mismos y ser libres para actuar, tomando sus propias decisiones. PUENTES de Oyenard. Sylvia 1943-. La historia de Desuellacaras o cómo nacieron los sacapuntas / Sylvia Puentes de Oyenard ; ilustraciones Oscar Salas. -Montevideo : Auli, [200-]. -16 p. : il. col. ; 24 cm. -ISBN 978-9974-552-443. Según palabras de Antonio Orlando Rodríguez, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba: "Estimo que se trata de una narración sumamente imaginativa, con un excelente empleo de la poesía y el humor." Y realmente define este texto con muy pocas palabras. Sylvia Puentes de Oyenard juega con las palabras y con las letras de una forma muy original y creativa, pero que, aunque infantil, continúa siendo literario, con un vocabulario correcto y poético. 37 NOVEDADES BIBLIOGRÁFICAS: De ALFAGUARA INFANTIL: ¡Un libro! - de Libby Gleeson. Aborda la historia de un libro, invitando a su revaloración. Y: Lili Lana - de Paula Vásquez. Una oveja escritora y gimnasta en un divertido relato para chiquitos, ilustrado por la propia autora. EBO - La mancha de humedad - de Juana de Ibarbourou. Un clásico. FIN DE SIGLO: La figurita más difícil del mundo. De Luis Prats, autor de ¡Vamos al Mundial Brasil 2014!, presenta su nuevo trabajo dirigido al público infantil, La figurita más difícil del mundo que revive o despierta el entusiasmo por coleccionar figuritas. Cuentos de las tierras olvidadas, de Claudia L. Córdoba, obra que busca conjugar aventura, suspenso, misterio, magia y algo de romance; surgió por una iniciativa de la Editorial Fin de Siglo, que convocó a distorsionar cuentos clásicos, revisando algunos de los estereotipos que proponían. Este concurso fue llamado Concurso MMIRG, nombre que surgió invirtiendo un apellido de referencia: Grimm. FÁBULA VERDE - Autora: Isabel Mesa Gisbert //Ilustrador: Sandra Género: Novela Grupo Editorial Norma, Año: 2014 Isabel Mesa, por medio de una entretenida aventura futurística, nos lleva al mundo de los cuentos y fábulas de pueblos originarios y épocas pasadas, centrándose esta vez en fábulas de animales de diversas zonas de nuestro territorio. REPARTO GENERAL DE BIENES Y DONES Este libro fue presentado en Tacuarembó en el Colegio Jesús Sacramentado promoviendo un encuentro de cultura y vivencias. En la nota Sylvia Puentes de Oyenard con la ex Directora Prof. Elisa Barragué y sus nietos. 38 LA POESÍA PARA NIÑOS DE IVÁN PÉREZ ROSSI * José Gregorio González Márquez (Venezuela) El lenguaje poético se nutre de la música; poema más que palabra es aliento insuflado desde la música que permea las rendijas del texto. Siempre caminarán juntas pues todo poema tiene música propia, inmersa entre sus fonemas; grafemas que danzan al ritmo de las notas imperecederas escritas por el poeta. No hay abandono posible mientras la poiesis rememore con nostalgia o alegría toda escritura que llene los espacios lúdicos de los niños y adultos; esencia que conjuga sentimientos, colores, ideas, emociones, notas musicales y pasiones. Hablar de Iván Pérez Rossi nos remite a una vida que se mueve entre la poesía y la música. Escribir y cantar a los niños resulta loable. Un amor inmenso por los más pequeños recorre nuestra geografía y se proyecta al mundo desde el corazón de Iván. El poeta Efraín Subero se refiere al trabajo de Pérez Rossi así: “…usted le pone dedos al amor. Le pone pasos y el amor camina. De allí nace la espora de la ofrenda. La justificación de la filantropía. La concreción anónima. La justificación silente del sentimiento heroico. De allí nace el futuro mucho mejor que éste que se vive en presente”. Oriundo de Angostura, desde 1971, canta, escribe y expresa su amor por los niños junto a Serenata Guayanesa. Bastión desde el que pregona su poesía y la de muchos ve- nezolanos que han dedicado sus textos a los infantes. Su trabajo poético es incomparable. Sus libros de poemas, que acompaña siempre con un CD, representan un legado maravilloso que poco a poco conforma un referente sutil de expresión y libertad conquistada en cada línea de sus versos. La metáfora recorre sin ambages ni rebuscamientos los caminos de la belleza. Proximidad a lo divino, a lo alcanzable solo para quienes leen y disfrutan de la palabra comprometida, para quienes sedimentan en su interior la pureza de la imagen que refiere a la inocencia. Cantemos con los niños es un libro sencillo, de increíble composición pues el autor publica junto a los textos las partituras y un método para ser acompañadas con el cuatro. Innegable afán de llegar hasta el núcleo familiar y que su trabajo sea compartido en la intimidad del hogar. … Iván Pérez Rossi poeta de la ternura y el amor usa el don misterioso de la escritura para deleitar a los más pequeños. Ataviado con su propuesta poética recorre el universo infantil exaltando los valores propios del niño y los lleva por los caminos inexplorados de la poesía. * Fragmento de una excelente ponencia sobre el intérprete del villancico “Corre caballito” con el que muchas veces saludamos para Navidad. Referencias Bibliográficas: Feijoo, S. (2005). Lo que escribe la mano sin mentira. Madrid: Signos // Pérez Rossi, I. (1998) Cantemos con los niños. Caracas: Ex-Libris 39 LOS ESTADOS UNIDOS DE LATINOAMÉRICA: un tema actual* Hyalmar Blixen (1917-2008) Vengo a hablar de América Latina, quiero decir lo que creo que piensa mi generación. Vengo a expresar lo que creo que es la verdad, aunque esta es algo tan personal, que habrá dos verdades, mientras existan dos hombres. Gestamos una cultura propia, con mucho de lo español, con mucho de lo indígena y enriquecida por el aporte de mentalidades que vienen de todas las razas. Tienen nuestros pueblos una misma historia: todos estaban poblados por indígenas, todos fueron conquistados o colonizados por españoles o portugueses; todos se hicieron independientes en la misma época. Hoy el orden jurídico los asemeja puesto que aceptaron la forma de gobierno republicano, con sistemas presidencialistas; todos hablan el mismo idioma, con la excepción del portugués y plasman el arte dentro de moldes análogos. Los problemas económicos son los mismos, estados carentes de industrialización, pero grandes productores de materias primas, absorbidas poco más o menos, por los mismos estados consumidores. Hasta los mismos vicios nos son comunes: la ausencia a menudo demasiado acentuada de cultura cívica. La misma inercia o abulia frente al esfuerzo disciplinado y tesonero. Verdaderamente, el pasado, el presente y el futuro nos unen. Hay pues una conciencia latinoamericana. Nuestra América forma un solo pueblo-nación fraccionado en distintos pueblos políticos. Ese ideal, unionista, ha sido defendido por la pluma de vigorosos escritores: Juan Bautista Alberdi en 1844 proponía un Congreso General Americano. Juan Carlos Gómez hablaba de los Estados Unidos del Sur. Haya de la Torre también lucha por ese ideal. ¿Cómo llegar a él, pregunta? Aconseja, sobre todo, proceder a nuestro mutuo conocimiento, buscando fomentar también el intercambio comercial y la eliminación de las barreras aduaneras. Hay dos grandes corrientes de pensamiento, que se orientan, sobre todo en el campo del derecho internacional y que son: El Panamericanismo y el Latinoamericanismo. El Panamericanismo busca la comprensión, el entendimiento mutuo de toda América, la unificación espiritual frente a los altos principios de libertad, derecho, justicia, democracia, paz y trabajo. El Latinoamericanismo, en cambio, busca la unión de todos los pueblos de cultura latina vinculados por confederación. Busca crear una liga de las repúblicas de nuestro continente, con un gobierno común, por encima de los gobiernos de los estados. Churchill en Inglaterra, en un discurso, al referirse a los problemas de Europa hablaba de la posibilidad de construir Ligas de las Naciones de carácter continental. Y pregunta Blixen: “¿Es posible entonces que se constituyeran los Estados Unidos de Europa, antes que los Estados Unidos de Latinoamérica? Entonces es preciso desarrollar una serie de factores tendentes a lograr la mayor cooperación entre nuestros pueblos. Hay que preparar la tierra para que sea propicia para que el árbol de la fraternidad, de la solidaridad, pueda desarrollarse frondoso y sea capaz de 40 resistir las tormentas. En 1889 en Washington surge una simple Oficina Internacional de carácter comercial con la finalidad de recoger y publicar datos sobre producción, comercio y reglamentaciones aduaneras de los diversos estados de América. Los representantes de distintos países se reúnen en México en 1901. En Río de Janeiro en 1906. En Buenos Aires en 1910. A partir de entonces nace con el nombre de Unión Panamericana. Otro aspecto importante es mantener, en su mayor pureza, al idioma castellano que es uno de los vínculos más grandes que nos unen, salvarlo de su enemigo mortal: la incultura. Mantengamos y purifiquemos más aún el sistema democrático representativo y serán los pueblos los que dirán si quieren o no vincularse. Porque toda obra hecha contra la opinión de las multitudes es obra deleznable y condenada a perecer. Se debería realizar también una intensa política de cooperación intelectual, comercial, industrial, aduanera y superar la falta de comunicaciones para que no suba el valor de los productos y dejen de estar al alcance de todos. Ese día los Estados Unidos del Sur hermanados en un mismo gran ideal, libre y consciente de sus fuerzas y colocados en un plano de absoluta igualdad, seguirán velando por esos conceptos grandiosos y eternamente jóvenes que son: democracia, paz, justicia y derecho. Velarán por realizar la síntesis de esas dos tesis antagónicas para la mentalidad de hoy: individualismo y socialismo. Y esa unión de los latinoamericanos, no se hará jamás, con fines imperialistas, sino de autoprotección. Y para concluir, yo creo que ese día ha de llegar. ¿Lejano o próximo? Eso depende de nosotros mismos. Pero todos los pueblos de la historia, cuando tuvieron vínculos tan estrechos, se unieron. Es la ley que nos enseña la historia mundial. Nos la muestra como una norma que no ha tenido jamás excepciones y no hay porque suponer que no se cumpla para nosotros.” *En el año 1943 cuando el Lic. Hyalmar Blixen tenía 26 años, expuso en el Paraninfo de la Universidad el tema: “Los Estados Unidos de Latinoamérica”. Hoy, en una brevísima síntesis, recordamos su pensamiento que se anticipó en más de cincuenta años a las organizaciones actuales: la Unión Europea, el Mercosur y otras. DÍA DEL LIBRO, TACUAREMBÓ Entrevista en Canal 4 Tacuarembó, programa se llama ASI SOMOS, junto a María di Lorenzi, la encargada de Bibliotecas de la Dirección de Cultura de Tacuarembó, Sras. Mirta Cuadrado –encargada de Bibliotecas Intendencia Municipal de Tacuarembó-, Alejandra Barrios y Anali Alvarez. 41 NOTI- A.U.L.I. ARTE EN LA CALLE Actividad de la Academia Panameña de LIJ, Fundación la Providencia y Movimiento Acción Cultural, en San Miguel, ciudad de Panamá. Una mañana divertida para niños y adultos: Se leyeron poemas infantiles que luego los niños recitaron, dibujaron, pintaron creando su propia interpretación. Al final de la jornada llegaron sorpresivamente los payasos y todos bailaron en una actividad divertida y didáctica. Al final de la jornada se ofreció un refrigerio a los participantes. Estuvo presente la Academia Panameña de Literatura Infantil y Juvenil con su Presidenta Irene de Delgado, y el artista plástico Rubén Contreras. CELEBRAMOS A LUIS CABRERA DELGADO Cumplió siete décadas el escritor cubano y compartió el programa Libro a la carta, a cargo del periodista y crítico Fernando Rodríguez Sosa, en la Librería FayadJamís, en La Habana Vieja. Luis Cabrera, re conocido en diversos países, es autor de más de una treintena de libros, en los géneros de narrativa y teatro, entre los que aparecen Antonio el pequeño mambí, Tía Julita, Pedrín, Carlos el titiritero, Ito, El aparecido de la mata de mango, ¿Dónde está La Princesa? y Muchachos de Jarahueca. Libro a la carta es un espacio mensual de la Librería FayadJamís, creado en el año 2000, que se propone establecer un diálogo con los creadores cubanos contemporáneos. Y en este caso lo hizo con quien acaba de recibir el Zarapico en la sede de la Uneac de Villa Clara, máximo reconocimiento que confiere el gobierno local a personalidades e instituciones de la Cultura. MÁS PIMIENTA, PREMIADA en CUATRO GATOS El libro pimiento Un señor muy recto & una señora con muchas curvas fue premiado por la prestigiosa Fundación Cuatrogatos y obtuvo un lugar entre los 20 mejores libros de creadores iberoamericanos. "Se trata de 20 libros altamente recomendados por sus valores literarios y plásticos, que a juicio de nuestra institución merecen tener la mayor difusión. Es un reconocimiento muy merecido a Susana Aliano Casales. Más info: http://cuatrogatos.org/docs/pdf/ Premio_2015_LowRes.pdf EL MANGRULLITO CURIOSO ES UNA REVISTA VIRTUAL PARA CHICOS MUUUY CURIOSOS, entre 5 y 13 años. Artículos de Ciencias Sociales y Naturales. Cuentos, poemas, acertijos, juegos y todo lo que los chicos quieren leer para divertirse y aprender. Distribución mensual y gratuita. Suscripción: [email protected] Editora responsable: Raquel M. Barthe - [email protected] 42 EXPOSICIÓN de nuestro académico JOSÉ GÓMEZ RIFAS EN EL SOLÍS En el Teatro Solís se inauguró una excelente muestra en homenaje a los 80 años de la visita del poeta andaluz a Uruguay, lo que invitó a recordar mitos y realidades de sus andanzas por estas tierras y transcribimos algunos párrafos del periodista Valentin Trujillo del 20.08.2014: “Existen muchos mitos sobre la estadía del poeta español Federico García Lorca en Uruguay en 1934. Que bajó en el puerto de Montevideo vestido de mujer, que estuvo en Salto y se enfiestó con el escritor Enrique Amorim, que terminó de escribir su drama Yerma en el Hotel Carrasco. Según quienes han investigado sobre ello, no hay pruebas de ninguno de los mitos anteriores. La llegada de unos de los máximos poetas en lengua española al Río de la Plata cumplió 80 años este año y a modo de homenaje el Teatro Solís inauguró una muestra titulada Federico 18 días, del artista José Gómez Rifas, porque justamente esa fue la cantidad de jornadas que García Lorca pasó en tierra oriental. Las 18 obras de Gómez Rifas utilizan la técnica del collage y superponen imágenes y fotografías de García Lorca con telas, objetos y otras fotos y objetos (como por ejemplo escarapelas artiguistas), en un soporte como el cartón usado en embalaje. La muestra y el homenaje también sirven como excusa para recordar algunas anécdotas de aquella ilustre visita y de lo que sucedió en esas dos semanas y poco de García Lorca en Uruguay. Como todavía sucede hoy con escritores y músicos, la llegada de García Lorca a Montevideo estuvo condicionada por un viaje a Buenos Aires, donde fue invitado por la Sociedad de Amigos del Arte a dar un ciclo de conferencias.” Excelente aporte, ¡gracias, José! CROACIA -HOMENAJE A PEPITA TURINA 12 de septiembre de 2014 a las 19 horas de Croacia. Se unieron vía Skype: Split, Sutivan y Santiago de Chile Con Karen Muller Turina, hija de Orete Plath y Pepita Turina en la Feria del Libro de Santiago de Chile que homenajeó al investigador. I SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49 ACADEMIA BOLIVIANA DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL Tesis de Ingreso* TRAS LAS HUELLAS DE ZORRO. UNA APROXIMACIÓN A LA PRESENCIA DEL ZORRO EN LA LITERATURA INFANTIL Liliana De la Quintana (Bolivia) INTRODUCCION La Literatura Infantil es parte de nuestra vida, nosotros estamos insertos en ella y ella se nutre de toda actividad y pensamiento humano y como veremos también del reino animal y vegetal. Es así que Víctor Montoya la define como “indispensable en la formación de la personalidad de los niños y la identidad cultural de un pueblo, puesto que la literatura en general, y la Literatura Infantil en particular, es uno de los pilares sobre los cuales se asientan los valores morales y éticos de una cultura y época determinadas. Sin una literatura es más difícil comprender el proceso histórico de un país, cuyas peculiaridades la diferencian del resto de las naciones del mundo “ (Montoya, 2004) Al ser la literatura un espejo, podemos ver nuestro contexto, los hechos históricos que *La lectura de esta tesis se hizo en mayo de 2009 en la ciudad de La Paz, Bolivia II se están desarrollando, las personalidades, las cualidades y los defectos que nos caracterizan y encuentra el camino para ensalzar a unos y criticar a los otros. Nuevamente Montoya nos dice que “se trata de un poderoso instrumento que sirve no sólo para formar la personalidad de los niños, sino también para estimular su fantasía en ciernes y su desarrollo lingüístico e intelectual”. Toda la literatura esta llena de relatos de animales, estos protagonistas cercanos a nuestras vidas han sido observados en sus mínimos detalles y analizados en su comportamiento, constituyéndose en ejemplos para aprender de ellos y criticar lo que no nos gustaría ser. En estos cuentos, los animales actúan como las personas, tienen idénticas reacciones, deseos y artimañas. Los animales tipifican un rasgo del carácter: la astucia de la zorra, el humor popular del sapo. El zorro ha sido siempre un personaje muy popular de la literatura, una fuente de inspiración para los cuentos, el folklore, la mitología, los ritos y otros, probablemente también por su fuerte presencia física. Es importante conocer más acerca del zorro como animal para ver los aspectos en los que se basaron para construir el personaje que conocemos. Los Vulpinos (Vulpini) son mamíferos carnívoros. Se conocen comúnmente como zorros, zorras, raposos o raposas. Actualmente existen alrededor de unas 27 especies de zorros que se encuentran en todos los continentes y viven generalmente en los bosques. Aunque en algunos casos, por la disminución de bosques es más frecuente ver zorros por la noche en el casco urbano de algunos países como Inglaterra. En otros, los zorros son considerados una plaga como en Australia. América del Sur posee en el presente una notable diversidad de cánidos, representados en su mayoría por especies de pequeño y mediano porte y hábitos alimentarios omnívoros. SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49 El zorro es un animal curioso e inteligente que sin embargo por su naturaleza sospechosa y tímida, se ve obligado a evitar el peligro. Es un animal generalmente solitario, aunque también pueden vivir en parejas permanentes o en grupos de un macho y dos o tres hembras, generalmente emparentadas entre sí y con una jerarquía establecida entre ellas. El zorro es un buen corredor, nada con soltura y puede trepar a los árboles con relativa facilidad. Es astuto, ágil, inquieto y ligero. El olfato lo tiene muy desarrollado, considerándose el mejor de sus sentidos, el que agudiza durante la noche. El oído está también muy desarrollado y con él puede localizar presas que emiten sonidos de baja frecuencia. La vista la tiene bien adaptada a la visión nocturna, aunque también ve perfectamente durante el día. Cuando corre puede alcanzar una velocidad de 55 km/ hora. Se alimentan de insectos, aves, roedores, fruta y bayas. Sus famosas invasiones a los gallineros tienen lugar en primavera que es la época en la que la madre debe alimentar a sus cachorros que nacen en número de tres a siete. Conociendo un poco más sobre el zorro y sus principales características, veremos en el presente trabajo como su presencia ha influido definitivamente en la literatura universal y la boliviana en particular. Daremos una mirada muy general en los cinco continentes, tomando algunos ejemplos de la enorme cantidad de tradiciones orales que se han desarrollado, trabajos de recopilación e investigación y libros para niños. PRESENCIA DEL ZORRO EN DIVERSAS LITERATURAS El zorro ha sido y es un personaje muy popular de la literatura, una fuente de inspiración para la mitología y una constante en la cuentística de todo el mundo. Ya sea en SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49 África, Asia, Europa o en América, el zorro está presente de manera directa y consciente y también en el subconsciente, en la memoria colectiva en forma de fábulas, cuentos, etc. Encontramos las primeras huellas del zorro en la antigua Grecia, en el mito de Orfeo y Eurídice, que cuenta que Orfeo desesperado por la muerte de su esposa, decidió bajar a los infiernos en compañía y guía del zorro. Pero el zorro o la zorra como personaje principal está en las primeras fábulas, que son verdaderos textos de moral popular. En ellas los animales actúan y hablan como personas, en relatos muy breves que concluyen con moralejas y comentarios. Los motivos de las fábulas van desde remarcar defectos y errores humanos como la avaricia, envidia, mentira, a expresar que hay que favorecer actitudes correctas, positivas y buenos sentimientos. Merecen especial atención las fábulas que se utilizaron desde la antigüedad grecorromana por los esclavos pedagogos para enseñar ética a los niños que educaban. Se dice que este género literario se inició en la India, continuó con Esopo en Grecia, con Fedro en Roma y luego con los más variados autores en diversas partes del mundo. La fábula en su origen remoto es probablemente oriental. La paternidad de la fábula como género literario se atribuye a Esopo considerado el más antiguo fabulista griego que vivio en el siglo IV a.de C., se afirma que fue un esclavo liberado de Frigia. Su nombre se relaciona con fábulas de animales, transmitidas por tradición oral desde hace muchísimo tiempo. Las fábulas de animales de Esopo son III la colección de fábulas más leídas de la literatura mundial. Encontramos la mayor cantidad de fábulas donde la zorra es la protagonista principal. De los títulos más conocidos tenemos: “La zorra y el leñador”, “La zorra y la serpiente”, “La zorra y las uvas”, “La zorra y el cocodrilo, “la zorra, el oso y el leon” y “La zorra y la liebre. Jean de la Fontaine en el siglo XVII retoma la zorra para narrar aventuras, como “La zorra y la cigüeña”. De la misma manera Félix María Samaniego en el siglo XVIII escribe fábulas con la zorra, con títulos como “El león y la zorra”, “La zorra y el cuervo”, “La zorra y el busto”, “La zorra y el chivo”, “La mona y la zorra” y otras. Se puede afirmar que la zorra y el zorro son animales típicos de este género y se relacionan con otros animales, con el ser humano, con los seres inertes y hasta con los dioses. Así la zorra será astuta cuando quiera obtener un queso, se convertirá en una animal débil si con ello obtiene beneficio, es decir se adaptará a las situaciones del momento para lograr su objetivo, consciente que los medios utilizados no son demasiado lícitos. El zorro en Europa es conocido por otros nombres, en ocasiones variantes como Reynard, Renard, Renart, Reinard, Reinecke, o Reinhardus. Roman de Renart es el título de un conjunto de poemas en francés, que datan de los siglos XII y XIII y están ambientados en una sociedad animal que imita a la humana, y su principal protagonista es el zorro Renart, un zorro travieso y astuto y que además tiene el don de la elocuencia. En otras versiones encarna al héroe que vive un castillo llamado Mauperthuis que tiene muchas habitaciones secretas, pasadizos y salidas inesperadas, pero èl conoce todo y puede entrar y salir a su gusto para evadir a sus enemigos que lo persiguen. En “Renart el zorro”, de William Caxtons (1485) que se imprimió y fue tra- IV ducida por los alemanes en fábulas, narra la historia de Ysengrin el salvaje y cruel, lobo eterno enemigo de Renart, pero que siempre es engañado por éste. Su esposa la loba Dame Hersent, fue antaño conquistada por Renart, de ahí su eterno rencor. En 1498 Hans van Ghetelen imprimió una versión titulada Reinke de Vos, que fue traducida al latín y otros idiomas y se hizo un cuento popular que atravesó Europa. Merece un llamado especial la mitología nórdica en la que los Inuits de Siberia, los rusos, los países del Báltico y los habitantes de Mongolia que poseen creencias relacionadas con las luces del norte y la aurora boreal, creen que el origen de este fenómeno tiene varias explicaciones y la principal está asociado con el zorro ártico. Según un cuento popular, un zorro ártico corre lejos en el norte tocando las montañas con su piel de modo que las chispas vuelan hacia el cielo formando las luces del norte. Otra versión dice que el zorro arroja las luces del norte al cielo barriendo la nieve hacia arriba con su cola, mientras que otra versión explica cómo la luz de la luna se refleja en los copos de nieve barridos hacia el cielo por la cola del zorro. Es a partir del siglo XVIII cuando la burguesía decide consolidar su poder y la Ilustración fija sus objetivos educativos y surge una literatura moralizante y educativa destinada a un receptor bien concreto como son los niños. El libro para niños como lo conocemos hoy, es un producto del siglo XX y tiene muchas ventajas respecto a los que se tenía en siglos anteriores. Algunos ejemplos en los distintos países europeos son: En Inglaterra encontramos la obra El zorro hace amigos de Adam Relf. En Alemania, El zorrito, libro álbum de Georg Hallensleben, Al señor zorro le gustan SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49 los libros de Franziska Biermann, El buscazorros de Irina Korschunow. En Suecia Trampa para zorros de Sven Nordqvist. En España Manuel L. Alonso con La aventura del Zorro con Ilustraciones de Antonia Santolaya, Antonio Rodríguez Almodóvar con El zorro y el lobo libro inspirado en la tradición oral. Miguel Jiménez Hernández con El lobo y el zorro en una edición bilingüe y Pedro Pablo sacristán con “El zorro bocazas”. Pero también encontramos al zorro, aunque no en un papel protagonista, en algunos clásicos del cuento como Pinocho, cuyo autor es Carlo Collodi, donde el zorro desvía a Pinocho del camino a la escuela para sus fines, confirmando su astucia. También en la inolvidable obra El Principito de Antoine de Saint-Exupery, tenemos el encuentro del Principito con el zorro que quiere jugar con él y ser su amigo y nos habla de la domesticación y la amistad. Y en el libro álbum El pato, la muerte y el tulipán de Wolf Erlbruch y de la Editora Barbara Fiorem, el protagonista es un pato que notaba algo extraño a su alrededor, hasta que por fin descubrió que la muerte lo seguía de cerca. El pato se asustó al verla y le preguntó si venía por él, y la muerte le contestó que lo divisaba desde que nació, por si acaso sufría un accidente, un resfriado serio, pero sobre todo por la terrible amenaza: el zorro. En Asia, encontramos al zorro en la cuentística oral de Irán con la conocida historia de SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49 El zorro y la urraca astuta en la que el zorro se destaca por su astucia que siempre engaña a otros animales del bosque. En la India también refieren algunos relatos al zorro y tenemos una obra contemporánea de Idries Shah titulada “El hombre y el zorro” que narra cuando un hombre le hace creer a un joven zorro que le va a dar una gallina. El zorro queda atrapado, pero usando su creatividad y perseverancia consigue escapar. Mencionamos también la existencia de numerosos cuentos del zorro en Rusia de autores anónimos, y de Alekandr Nikoalevich Afanasiev en sus cuentos folklóricos rusos. Pero es Japón donde el kitsune (zorro en japonés) se presenta en forma poderosa como el espíritu animal del bosque en forma de zorro. Es muy travieso y se encarga de cuidar los bosques y las aldeas y su origen se remonta al antiguo Japón cuando estos animales vivían en armonía con los humanos. El zorro ocupa un lugar privilegiado en la literatura japonesa y de la pluma de muchos autores toma la forma de espíritus mágicos. Keiko Kasza es una escritora e ilustradora japonesa que tiene tantos libros como animales de un zoológico. El libro "Mi día de suerte", donde se invierte el encuentro clásico del zorro malo y hambriento con el inocente y apetitoso cerdito. Es ahora el cerdito quien busca al zorro en su cabaña y con astucia lo conduce a un juego de situaciones divertidas, no exentas de tensión, para terminar pasándola de lo mejor. En una mirada rápida vemos que existen muchos relatos de tradición oral sobre del zorro en varios países de África. Como referencia encontramos al Zorro Pálido, que es el Hechicero en la cultura dogo. También tenemos al zorro como responsable del crecimiento de la humanidad a través de la agricultura en Sud África. El tigre y el zorro es un cuento muy conocido en la narrativa de Nepal. En esta historia es un zorrito que gana a un tigre y concluye que no siempre gana la fuerza, sino V que la inteligencia puede ser una alternativa interesante para triunfar. Hace poco tiempo que ha salido el libro “Diecisiete Fabulas Del Zorro” de Jean Muzi, donde el zorro astuto de los cuentos tradicionales es el protagonista de estas historias que acontecen en diversas partes del mundo. Una obra de Stephen Wyllie y Korky Paul titulada Una cena con zorro en la que el zorro flaco se las ingenia para comer y volver a engatusar y zorro gordo se las ve negras con otro peor que él. Personajes que desarrollan una historia para niños con increíble dulzura y sarcasmo. Cuando ingresamos a Australia, vemos que los cuentos sobre el zorro son casi inexistentes. Probablemente porque el zorro fue importado a este continente y por ello no ha destacado en su literatura. Contamos con Zorro de Margaret Wild, editora de libros para niños. Y llegamos a América donde el zorro es por excelencia el animal más citado en los cuentos de todas las etapas históricas. Respecto al punto de partida en América, sobre el cuento de animales y la asociación con ciertas características que ellos poseen, existen controversias. Por un lado, algunos autores como Delina Anibarro afirman que los cuentos fueron traídos por los españoles y se adaptaron a las nuevas circunstancias (Anibarro, s/ año, 40). Y seguramente habrá los que afirman que fueron los ingleses o franceses lo que llevaron los cuentos a Norteamérica. Mientras que otros sostienen que fueron los esclavos africanos los que transmitieron esta tradición por su relación directa con los indígenas. Pues antes de ser llevados como esclavos a América, los africanos occidentales recitaban los relatos del conejo Brer como parte de su mitología, pero en América el cristianismo casi borró la religión africana y, aunque los afroamericanos continuaron recitando los cuentos del conejo Brer, esas his- VI torias perdieron su carácter mitológico. (Beltran, 2005) S o s t e n g o u n a t e rcera posición, que los pueblos indígenas de Latinoamérica crearon sus propias historias, sus propios cuentos, ya que hasta el día de hoy, muchas de ellas se encuentran solo en la tradición oral y en la lengua materna y no ha sido la escritura y el libro su forma de difusión. Aunque es indudable que recibieron aportes e influencias de otras culturas que llegaron al nuevo continente desde diversas partes del mundo. Es así, que ya en las tradiciones de los indios norteamericanos y según la mitología de los indios nez percé, por ejemplo, antes de la llegada del hombre habría existido un pueblo animal. Consideran al zorro como un animal que suplió su carencia de cualidades físicas con la astucia, y por ello es muy admirado. El zorro es reconocido por su inteligencia, desempeña un papel similar al del coyote. Para los pit river, el zorro y su ayudante el coyote fueron los creadores del mundo. El zorro, famoso por su astucia y habilidad para cambiar de forma, es también conocido en Norteamérica como el portador de la lluvia. Como tal, se asocia con las influencias atmosféricas que ejerce la luna en el clima. Siempre asociados a la narrativa oral de los pueblos indígenas, tenemos El tigre y el zorrito, divulgado en Centroamérica y Guatemala como parte de los Cuentos populares de los indígenas Akatecos de Guatemala. A medida que vamos recorriendo los países de Sudamérica, y dependiendo del país, el zorro recibe diferentes nombres. En Perú y Bolivia se los conoce como Atój Antoño y Qamaqe. En Colombia y Ecuador como Tía SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49 Zorra y en la Argentina se lo conoce como Don Juan el Zorro. En el caso de los indios chibchas en territorio hoy Colombiano, veneraban al dios Nencatacoa, en figura de una zorra. Era el dios de las borracheras y el protector de los pintores y tejedores de mantas. Kujancham es el zorro mítico en la cultura Shuar en el Ecuador, y es definido como el que todo lo daña, ser despreciable que engaña a las mujeres bonitas y necias. Dañino, temerario y estropeador. Es el causante de la homosexualidad y dificulta la cacería. Se lo considera mujeriego y ladrón de mujeres ajenas, y las manchas de la luna son las marcas de sus dedos quemados al querer obsequiársela a Auju, mujer de Nantu. Dicen que es un ser apestoso, contraviniendo las normas de limpieza corporal muy importante para los hombres shuar. De noche le brillan sus ojos, no sabe esconder sus intenciones, es jactancioso y se pavonea de sus proyectos antes de cumplirlos. Es ladrón goloso de gallinas y papayas. En los andes ecuatorianos, el zorro es considerado un animal muy astuto y es empleado como símbolo de astucia en muchos relatos folklóricos. En la colección de relatos de la mitología mapuche en Chile y Argentina contamos con un relato muy difundido sobre el león y el zorro y El zorro y la vieja leona. (Kuramochi/ Naas,2000) Resulta muy curiosa la asociación del zorro colorado en la región de Atacama, Chile a los buscadores de minas de oro. El zorro aparece en el lugar exacto donde se encuentra el más rico yacimiento y su presencia asegura al minero la riqueza y felicidad para toda la vida. Y a partir de este hecho se han elaborado varios cuentos. (Pratt, S/a) En el ámbito folklórico patagónico argentino, etnográficamente fue el dominio de los tehuelches, puelches, mapuches, y SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49 en la región más austral los onas y yaganes, que poseen un tesoro literario compuesto por leyendas y cuentos, en los que también está presente el zorro. En los Cuentos Tehuelches se incorporan animales propios de la región para inter-relacionarse con el zorro y aventuras de humor como “el Piche y el zorro”. Cuentos y leyendas de la pampa, es una recopilación de la narrativa oral, del cuento y la leyenda de antiguos pobladores de la pampa argentina. Los cuentos han sido clasificados en sectores y uno de ellos es el “Sector de animales” donde están: “El zorro y el peludo”, “El tigre y el zorro, “El zorro y el avestruz”. En el norte argentino, territorio de los Toba, se escucha con frecuencia un cuento que trata sobre “el zorro y el carancho”. El zorro le hizo una apuesta al carancho, jugaron a quien era capaz de soportar más frío, con el resultado de que el zorro salió perdiendo. Este cuento se narra con mucha frecuencia en los Andes bolivianos cambiando al carancho por el cóndor. En el Perú uno de los primeros indicios de la presencia del zorro en la literatura indígena, la encontramos en la Nueva Crónica y Buen Gobierno de Felipe Guaman Poma de Ayala, que en el capítulo de la edad de Indios, del Purun Runa cuando ya tejen la ropa con lanas de colores, tiñen la lana, crían mucho ganado camélido y alpacas y ya saben trabajar los metales, hablan sobre la necesidad de proteger los alimentos de la presencia del zorro y otros animales, y dice: “protejan bien el maíz, la papa y las llamas del zorro y del puma. ” (Guaman, 1985) En la misma obra encontramos a atuqpa qurin, el zorro relacionado con el oro. “Oro del zorro, es una suerte de rejalgar que se halla en las minas, especie de sandaraca, dicho arsénico por el color amarillo que tiene” (Guaman, 1985, 65) VII En la mitología de la cultura chimú se cuenta que el dios Kon fue el creador de esa primera generación de hombres que poblaron la tierra pero un día fue vencido por el dios Pachacamac quien los convirtió en monos, zorros, lagartos para luego crear una nueva generación de seres humanos. Destacamos el libro Dioses y Hombres de Huarochiri, recopilación de Francisco de Avila a fines del s. XVI, donde en varios mitos aparece el zorro como figura principal. Se dice que cuando estaban reunidos hombres y animales en el cerro Huillcacoto, el agua empezó a caer en cataratas; entonces allí, apretándose mucho, estuvieron en un pequeño espacio, sólo en la punta, hasta donde el agua no pudo alcanzar. Pero el agua logró tocar el extremo del rabo del zorro y lo mojó; por eso quedó ennegrecido. (Taylor, 1987) En el mito de Cuniraya tenemos la explicación de la eterna enemistad entre el hombre y el zorro y la encontramos en la maldición del dios Cuniraya que le dijo al zorro: -"Aunque andes a distancia, los hombres llenos de odio te tratarán de zorro malvado y desgraciado. (Taylor, 1987) La historia de un zorro de la parte alta y otro zorro de la parte baja (Taylor, 1987, 85-119) luego fue retomada por José Maria Arguedas para sostener esa división de los pueblos indígenas y los mestizos. Ludovico Bertonio, lingüista jesuita que confeccionó el diccionario del aymara al inicio de la conquista, define al zorro como “camaque, larano, pampa ano, Suni ano”. Todos con referencia al perro, ya que ano es perro en aymara. (Bertonio, 1987) En la actualidad, aún existe una gran cantidad en la cuentística folklórica de las áreas rurales de todos los países latinoamericanos, donde los pueblos indígenas continúan elaborando una variada y extensa literatura oral. Su espíritu de observación ha dado a cada VIII animal una personalidad de tipo humano y de esta manera el zorro no pierde actualidad por la personalidad que le asignan. Autores contemporáneos que han editado e impreso numerosos libros para niños, en la mayoría de los países sudamericanos, han retomado al zorro para ponerlo en nuevos escenarios acordes con la actualidad, como los argentinos Luis Franco en Biografías animales, cuyo capítulo “El zorro y su vecindario” recrea en proyección folklórica, una serie de fábulas tradicionales, en las que interviene el zorro con diversos grados de protagonismo y fortuna. Horacio Clemente con ilustraciones de Tabaré en el libro Andanzas de Juan el Zorro presenta el "ciclo del zorro" dividido en ocho capítulos. A través de diversas aventuras, Juan el Zorro, despliega su red de trampas y malas artes con las que pretende vengarse o engañar a los clásicos animales que forman parte de esta galería zoológica. Juan Villafañe en Cuentos y leyendas, narra “las aventuras de Don Juan el Zorro. De María del Carmen Villaverde Oprandi tenemos El zorro y el tigre van a la escuela, Textos que tienen el objetivo de destacar la transformación que tiene el zorro en la sociedad actual. Adolfo Columbres con El zorro que cayó en la luna y El zorro que se metió a cura muestran otras facetas. En el caso de Chile destacan Ana Maria Pavez con Las apuestas del zorro de Editorial Amanuta, de la Colección ÑANDÚ y Saul Schkolnik con Travesuras Del Zorro Chilla. Este libro infantil presenta una serie de doce cuentos ilustrados que entregan enseñanzas basadas en relatos tradicionales de la zona central de Chile. Existen varios compiladores de la tradición oral del Perú, entre ellos, Arturo Jiménez Borja, quien dio a conocer el libro Cuentos y leyendas del Perú, una selección que incluye títulos como “La culebra y la zorra”, “El sapo y la zorra”, “El puma y el zorro” y el conocidísi- SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49 mo relato “El zorro y el cuy”. Manuel Robles Alarcón tiene publicado el libro Fantásticas aventuras de Atoj y el Diguillo. Marcos Sauri Montero con Las Aventuras del zorro recopila cuentos tradicionales ancashinos para niños y presenta siete historias que muestran diversas aventuras en los andes peruanos donde el zorro es uno de los animales que protagonizan y brindan enseñanzas morales a los niños. En Uruguay tres escritores de valía han recreado sus andanzas: Francisco Espínola, Serafín J. García y Montiel Ballesteros. Destacamos un libro de la coedición latinoamericana Cuentos de enredos y travesuras que contiene cuentos de doce países, en los que se destaca la presencia del zorro. Fue editado con apoyo de UNESCO y Cerlac. EL ZORRO EN LA LITERATURA BOLIVIANA En este repaso por la literatura sobre el zorro, considero solamente los trabajos que han sido publicados e impresos, dejando por el momento la extensa literatura oral de los pueblos indígenas y mestizos que habitan nuestro territorio. En Bolivia el zorro tiene varias denominaciones, se lo conoce con diversos nombres dependiendo de la región y el contexto. El nombre en aymara del zorro es qamaqe, significa astuto. Tiene varios nombres metafóricos como Lari (músico) o tambien Tio, Tiwula, Larita (tío o cuñado por parte de la mujer, se refiere al tío y otros parientes maternos, ordinariamente provenientes de otro ayllu), Chumpiponcho (con poncho rojo), Suwa (ladrón). También lo llaman Pampa Anu, perro del campo o silvestre, Achalari (proviene de jach'a lari , gran tío o tío grande. Laq'u (significa gusano, pero metafóricamente quiere decir animal). Kukuli (proviene de cuco, fantasma). Antuñu, es decir Antonio. Atuq Antuñu. SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49 Atuq es palabra quechua y quiere decir zorro. Para quienes creíamos que el zorro estaba solo en el mundo andino, gran sorpresa ha sido la recopilación de cuentos sobre este pretencioso personaje en las tierras cálidas de la Amazonía, Oriente y Chaco bolivianos, donde se lo llama sobre todo como pariente. Félix Layme y Xavier Albó al abordar el zorro en el mundo aymara nos dice que es un personaje central en diversos cuentos, especialmente en las fábulas y leyendas del mundo andino. "Considerando que ningún hecho y actitud de los personajes de los cuentos aymaras y quechuas son casuales o improvisados, al contrario, reflejan una realidad y manera de pensar originales, se le atribuye una personalidad de un individuo astuto, cobarde, parlanchín y petulante. El zorro es un personaje que siempre pierde cuando actúa de personaje central. En la cultura aymara el zorro nunca gana, ni siquiera logra empatar” (Layme, Albo, 1992) Lucy Jemio ha realizado un monumental trabajo de recolección de la literatura oral tanto aymara, quechua, amazónica, y otras, donde encontramos al zorro totalmente desenvuelto en todas las geografías de Bolivia, con historias antiguas como renovadas en cada contexto y en relación con cada pueblo. Ella ha realizado una caracterización de la literatura oral boliviana donde nos demuestra la contundente presencia de las historias del zorro. En solo tres zonas donde se recogieron los cuentos, hay 93 variantes de los cuentos del zorro, en base a 15 cuentos que sirven como base. Los narradores se ubican entre los 9 y los 90 años. Sobre este trabajo analítico interpretativo sobre los cuentos del zorro, nos confirma que “ el zorro protagoniza gran parte de las historias más que cualquier otro personaje. Todas las historias del zorro terminan mal, para el que intenta triunfar en terrenos y pruebas en los que por sus condiciones innatas sus diferentes oponentes lo aventajan. Se desenvuelve irreflexivo, crédulo IX y fanfarrón frente a sus oponentes que en todos los casos, sea quien sea, es reflexivo, ingenioso y discreto. El final adverso del zorro parece ser consecuencia lógica de sus acciones. Así los cuentos zorro parecen tener la intención de reflejar las imágenes de un hombre negativo y de otro positivo.” (Gemio, 1993) En Senderos y Mojones, Literatura oral aymara a cargo también de Lucy Jemio tiene un capítulo especialmente dedicado a los cuentos del zorro, hay ocho relatos donde el zorro se relaciona con otros animales y seres humanos. (Gemio, 2005) En Bolivia destacan instituciones y ONGS dedicadas a la recopilación, estudio, investigación e impulso de la narrativa oral. El taller de Historia Oran andina, THOA, es una de ellas y se ha dedicado a recoger de forma sistemática la tradición oral del área andina y con ello una gran cantidad de relatos orales sobre el zorro. El THOA impulsó en 1992 el Encuentro andino amazónico de narradores orales que ha recogido los cuentos de la tradición oral aymara donde encontramos la versión de Pedro Mamani de la comunidad Qisiwilki de Potosí sobre “El viaje del zorro al cielo” y es una versión interesante por la asociación del cielo a los aspectos religiosos católicos, donde el zorro no llega a una fiesta, sino a una misa y los que invitan con alimentos son unos ángeles. El final sigue siendo la caída del zorro a la tierra y con ello el origen de los alimentos. X El Thoa ha desarrollado dos series bilingües Aymara/castellano. La primera en 1997 compuesta por seis libros recopilados por Maria Eugenia Choque y Carlos Mamani. Destacan “El zorro Galán”, “El zorro en el baile”. “El pícaro zorro y el oso”. “El pícaro zorro y el taimado”. De acuerdo con sus autores y recopiladores estos cuentos se desarrollan en un “tiempo indeterminado donde los animales convivían con la gente, como si fueran humanos” y encontramos al zorro en su papel de galán queriendo casarse con una joven muy hermosa pero no lo consigue porque finalmente descubren que es un animal. (THOA, 2000) La segunda Serie Bilingüe aymara/castellano de 2008 tiene cuatro cuentos recopilados en Oruro por Ruht Flores Pinaya, dos de ellos tiene como protagonista al zorro. La comadre zorra y la comadre pata contiene tres cuentos de la tradición oral que han sido hilvanados en una sola historia. El cuento empieza cuando una zorra pretenciosa busca que sus hijos se parezcan a los polluelos amarillos de una pata, y acaba en una tragedia con las crías de zorro quemadas en el horno. Habla de la ambición y de la negación de ser un mismo que es criticada por querer cambiar de color, cambiar de apellido, de ropa, es decir dejar de ser lo que uno es. En El encuentro entre el zorro y el cóndor el zorro arrogante hace una apuesta al cóndor para ver cual es más fuerte frente al frío de los nevados. Una vez más encontramos al zorro porfiado, ingenuo que desconoce el medio geográfico. Pretende ganar una prueba sin haber pasado por ella, busca tener alimento de la forma más rápida y sin trabajo. (THOA, 2008) El Consejo Educativo Aymara, CEA ha apoyado la creación de producción de materiales impresos relacionados con las culturas andinas e indígenas. El objetivo es que sean útiles a los estudiantes y utilizan como recurso pedagógico con los docentes donde se imple- SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49 menta la educación Intercultural Bilingüe. Tienen como objetivo que las nuevas generaciones, sobre todo los que han migrado a las ciudades, puedan tener el conocimiento de su cultura y sirva para desarrollar y fortalecer la identidad cultural. Pedro Apala abre una nueva narrativa sobre el zorro, con el libro de cuentos bilingües Yo tambien sé contar cuentos donde el zorro vive aventuras en “un contexto moderno, donde está presente la tecnología”. El zorro va al cine, baila con un conjunto electrónico, va a la escuela, viaja en avión y se presenta a hacer su servicio militar y hasta tiene contactos cercanos del tercer tipo. Son nuevos escenarios donde está presente el hombre aymara actual y con él van las historias de un zorro “moderno” que conserva las enseñanzas de las tradiciones andinas. (CEA, 2006) El Instituto de Lengua y Cultura Aymara (ILCA), impulsado por Denise Arnold y Juan de Dios Yapita, trabajan principalmente en la región aymara de Oruro, en el ayllu Qaqachaca, donde realizan una investigacion muy profunda sobre varios aspectos de su cultura, siendo la recopilación y análisis de su tradición oral uno de los más importantes. Elvira y Enrique Espejo son los narradores de los dos cuentos sobre el zorro. Elvira Espejo con La flor de papa y el zorro Liq ´uchi cuenta cuando el zorro estaba en la tierra y luego se va al cielo. Es una recopilación del libro “Ahora les voy a narrar” donde hay una serie de cuentos narrados por Elvira cuando ella tiene solamente 11 años. Enrique Espejo en El Zorro y el Cóndor es una edición trilingüe aymara, castellano e inglés y forma parte de la Serie "YATIÑA". Narra el cuento del Zorro y el Cóndor en forma de un drama con tres escenas: la apuesta entre los dos protagonistas sobre el hielo, el viaje al cielo para hablar con Dios y la caída del Zorro a la tierra para dar a luz a todas las semillas. Finalmente el narrador del cuento nos dice sus interpretaciones del cuento y su relación vital SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49 con la producción agrícola de la región. El libro viene acompañado con un DVD interactivo con una animación del cuento y una propuesta de diseño de figuras moches. (ILCA, 2005) Juan Carvajal Carvajal, en el marco de trabajo del Instituto Nacional de estudios Lingüísticos ha recopilado cuentos de la tradición oral andina que se caracterizan por la personificación de los animales donde destacan los cuentos del zorro. Otro importante recopilador es Antonio Paredes Candia que en su libro Cuentos bolivianos para niños reúne quince cuentos sobre el zorro. Inicia con “El banquete en el cielo” mito del origen de los alimentos para continuar con las andanzas de un zorro ladino y astuto. Oscar Alfaro, prolífico autor de literatura infantil ha escrito el cuento “Dos viejos rivales”, cuento del zorro y el cuervo en el que la astucia del cuervo se sobrepone a los insaciables deseos del zorro, que además termina como víctima del cóndor. Xavier Albo y Felix Layme al abordar la literatura aymara han incorporado en esta antología la serie de cuentos contemporáneos donde están los cuentos de “El zorro y el mono” y “El zorro hambriento” ambos tienen como protagonistas tanto al zorro como al mono donde este último sale ganador en estos encuentros. Acompaña un comic que ilustra el cuento. Felipe Costa Arguedas, ha recogido varios cuentos del zorro, entre los que destacan “La perdiz y el zorro” y “El zorro y el cóndor”. Ramiro Molina Rivero en “Mitos y leyendas de los uru-muratos” recoje cuatro cuentos sobre el zorro narrados por los comunarios urus, probablamente los más antiguos pobladores de la zona andina boliviana. Como parte de su tradición oral esta el mito del origen de los alimentos bajo el título de “El zorro y el loro”, otros cuentos son “El zorro y el ratón” y “El zorro y el quirquincho” donde XI nuevamente son los animales mas pequeños que el zorro, quienes ganan por su astucia. Y finalmente “El cóndor y el zorro” como lo galanes ahora cortejando a las jóvenes urus y que luego son descubiertos con la salida del sol. César Verduguez Gómez en su obra La Fábula en Bolivia recoge las fábulas aymaras y quechuas que se han producido en la región andina, fábulas guaraníes, tobas, weenhayek y chiriguanas de la región oriental y fábulas contemporáneas que abarcan desde los inicios de la República. Esta compilación en las tres regiones tiene fábulas sobre el zorro, siendo algunas extensas y otras breves, algunas en verso y la mayoría en prosa, donde el autor reconoce que tienen influencia de las fábulas de Esopo sobre todo en el planteamiento de moraleja que dan al final de cada una. En los valles bolivianos y en las regiones quechuas encontramos innumerables cuentos sobre el zorro. Es tambien CENDA, una ONG en Cochabamba que ha impulsado Cuentos de los abuelos, una serie de cuentos en quechua y castellano que fueron recogidos por el equipo de campesinos de la comunidad quechua de Raqaypampa, en un experiencia de rescate de la tradición oral de los abuelos. Este trabajo se concibió como “parte de la educación junto a la vida cotidiana de la comunidad que va dirigida a la construcción de procesos reales de Gestion territorial”. Destacan los cuentos del zorro y algunos títulos son: “Atuqmanta sirpitamantawan”, “Atuqmanta alqumantawan”, “Atuqmanta XII juk'uchamantawan”, “Atuqmanta liunardumantawan”, “El zorro y el sapo”. El añaskitu, producción de CENDA, es una revista infantil con testimonio de niños y niñas de las comunidades de Raqaypampa, juegos y adivinanzas y acontecimientos de la escuela. Delina Anibarro en la Tradición oral en Bolivia ha utilizado las clasificaciones según Aaerne-Thompson para analizar los cuentos del zorro en la zona quechua de Chuquisaca, Potosí y Cochabamba, donde encontramos: “El cuento del zorro”, “El atoj y el tigre”, “El zorro y la perdiz”, “El leon, el zorro y el hortelano”, “El burro, El atoj y el supilo”, “El grillito y el zorro”. Edgar Ernalsteen, investigador belga ha recogido en el valle de Cochabamba cuentos sobre el zorro y ha publicado El zorro en los Andes como una obra donde el zorro es el protagonista exclusivo. Y como adelantamos, pensar que el zorro está solo en la literatura andina es muy limitado, ya que mostraremos la presencia de este animal en la cuentística de las Tierras Bajas, con relaciones familiares con las aves, felinos y reptiles en nuevas aventuras en escenarios de bosques frondosos, flora propia de la zona, transportes característicos del lugar como los carretones. La serie de cuentos amazónicos ha sido impulsada por el Ministerio de Educación y la Dirección de Educación Intercultural Bilingüe, en un proyecto que tiene por objetivo la recuperacion y/o creación de cuentos de la cultura chiquitana, guaraya, guarani, moxeña y chimán. Antología del cuento bésiro de Lucas Chorez, Judith Chuvé, Pedro Ipamo, Juan Tomichá. En esta antología encontramos al zorro en cuatro cuentos: "El zorro y el gallo" en el que el gallo recurre al miedo que tiene el zorro de su enemigo principal el perro y SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49 de esta forma se libra de ser atrapado. , "Los carreteros, el zorro y el tigre" una versión diferente del zorro y el queso donde es el zorro quien gana al tigre, como muy pocas veces, "El zorro y la garza" cuento en el que cada uno tiene una forma de comer y no se da cuenta de que el otro no puede hacerlo por la diferencia de pico y hocico y "La travesura del zorro", una aventura del zorro donde no es malo y tiene un final feliz, hace una travesura pero luego la recompone a favor de los animales que sufrieron las consecuencias. Es interesante destacar que todos los animales se consideran parientes. Antología del cuento guarayu de Eduviges Guirapoigua y otros autores comprende los cuentos "Cuando el burro atrapó a los zorros" un cuento donde el burro atrapa a los zorros de una manera creativa, demostrando quiénes eran los ladrones de cuerdas y "La vez que el zorro mintió al sapo" una nueva versión del cuento de los quesos con otro final en contra del sapo por creer en el zorro. “El zorro y el tigre" de Basilio Nolvany Nojune. Una travesura del zorro al tigre en una version en español del mojeño trinitario. En Senderos y Mojones, Relatos orales de los Yungas y de Alto Beni cuya responsable ha sido Lucy Jemio, encontramos una corta historia del zorro, cuando aparece en el camino y es una señal de buena suerte para los viajeros. De la misma manera en la recopilación de relatos orales benianos y memoria Tsimán hay un capítulo especial del tigre y el zorro con cuatro cuentos donde el zorro es protagonista en un ambiente selvático y recibe la denominación de “tío”, hablando con modismos y entonaciones particulares del oriente como el puej. El zorro y el loro, publicado por el Instituto Lingüístico de verano, recoge este cuento chiquitano, basado en la fábula de Esopo del cuervo y la zorra, en una versión que tiene ilustraciones muy sencillas y atractivas. SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49 A MODO DE CONCLUSIONES Siguiendo las huellas del zorro a través de la literatura, de la creación de diversos autores colectivos e individuales y en los cinco continentes, podemos esbozar algunas conclusiones: El zorro está presente en todo el mundo desde tiempos muy antiguos, lo confirman las fábulas, los relatos orales, los mitos, los cuentos tradicionales y los modernos que están dispersos en todas las geografías, pero sobre todo en el imaginario de las personas sean adultas o niños, hombres o mujeres, urbanos o rurales. La literatura como obra específicamente dirigida a los niños, es un producto tardío. Durante muchos años, niños y adultos oían y leían indiscriminadamente las mismas historias. Los cuentos no nacieron solo para niños, tuvieron y tienen un público más amplio. La observación cuidadosa de la naturaleza y en especial de la conducta de los animales ha dotado al ser humano de un conocimiento profundo para su interrelación con lo que le rodea. Por lo que el zorro ha sido uno de los animales observados en todos los territorios y de esa actitud se han sacado numerosas características de su acotamiento para crear los cuentos, personificarlo, criticarlo o exaltarlo. XIII La personalidad del zorro se ha visto influenciada también por los hechos históricos y el contexto social y político donde han sido concebidos. El zorro que inicialmente vivía en los bosques y aunque no se conoce de un ataque al ser humano, ha constituido un peligro para la vida cotidiana y regular de los seres humanos, porque han visto mermados sus rebaños o atacadas sus granjas. Considerando el excelente funcionamiento de sus sentidos, buen olfato, vista aguda y oído ultra sensible, son características que los autores han tomado en cuenta para asociarlos a su viveza. Sus sentidos están despiertos, es ágil, trepador y corre muy bien y por ello lo toman como mascota de equipos deportivos y también como estereotipo de políticos sagaces. Actualmente su habitat está en algunos casos cercano a la ciudad, y ahora él es quien está en peligro. Este aspecto puede ser motivo del cambio de tratamiento respecto al zorro, que en la literatura europea consultada se trata de zorros huérfanos en busca de una madre o zorros vulnerables que requieren ayuda. Encontramos al zorro y a la zorra, coinciden ambos en su personalidad astuta. Llama la atención que un antecedente literario de su cercanía a la muerte, ya se inicia con Orfeo que le acompaña cuando baja al infierno para enfrentarse con la muerte y muchos siglos después vemos al zorro en un cuento alemán moderno muy interesante que es El pato, la muerte y el tulipán que trata de explicar a los niños este fenómeno. En el campo literario actual se ha comprobado que está presente en los cinco continentes, no solo como literatura para niños, sino como parte de la cuentística oral y tradicional de muchas culturas y pueblos del mundo. Se han recopilado numerosas versiones tradicionales pero también se han creado nuevas propuestas XIV que cambian la percepción que teníamos del zorro o la ratifican. El rápido repaso por las fábulas y sus creadores, confirman su gran influencia hasta hoy en la cuentística de todo el mundo. Probablemente por su brevedad, eficacia y su relación directa con la conducta humana. El zorro está presente en obras clásicas de la literatura infantil, como Pinocho y el Principito, aunque no como personaje principal, pero sí como símbolo de lo no domesticado y el camino del error. La presencia del zorro en la literatura latinoamericana, en especial en la mitología y el relato oral de las diversas culturas indígenas desde Tierra del Fuego hasta el Polo Norte, sostiene que los cuentos del zorro han sido creados en nuestro continente con sus propias características y que han sufrido la influencia de otras culturas, de las fábulas europeas, de las historias de la conquista, de la luchas de independencia, de la resistencia, de la religión, de la modernidad, de las nuevas tecnologías y otras que seguramente seguirán creando nuevos escenarios y características para el zorro. De esta manera, encontramos versiones variadas en cada uno de los países de un mismo cuento o mito pero no cambia en su esencia. En el caso de Bolivia, contamos con trabajos muy profundos y amplios que demuestran la fuerte presencia del zorro en nuestra lite- SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49 ratura. En el área andina está presente entre los aymaras, quechuas, urus y las últimas recopilaciones de la literatura en tierras bajas, impulsadas por la Reforma Educativa y proyectos alternativos de educación nos muestran el gran abanico que existen sobre los cuentos del zorro entre los chiquitanos, guarayos, tsimanes, guaraníes y otros. En varios cuentos el zorro juega el papel de forastero, del extraño que viene a aprovecharse de la comunidad, a extraer su riqueza de la manera más fácil. Al zorro le gusta mucho el baile, pero solo el baile protegido por las sombras de la noche, con imillas (muchachas) que abandonan su casa y su cama para danzar. El obstáculo que tiene que ocultar con un disfraz adecuado es su cola coposa, que cuando está pegada al cuerpo le calienta mucho y le hace sudar. Sin embargo procura que pase desapercibido y baila. El zorro es tan zalamero con las mujeres que muchas veces las convence para lograr sus objetivos de galán. El zorro disfrazado de huayna (joven) es otra de sus características. Vemos en varios cuentos que tiene un pocho de vicuña y está bien vestido para conquistar a las jóvenes (Gemio) o se burla de la ingenuidad de todos los animales y luego tropieza con un animal más listo que él. Un aspecto importante es la cantidad de cuentos sobre el zorro que aún permanecen en la oralidad de las diferentes culturas y pueblos, que siguen llevando un mensaje educativo, una moraleja y se relatan siempre con nuevas variaciones, detalles chistosos inventados en el momento y aún con elementos foráneos: “Un día el zorro iba a escuchar misa...” Solo un grupo reducido de estos relatos ha pasado a la forma impresa y algunos libros se pueden considerar una obra de arte en cuanto a la propuesta de ilustración y de texto. El zorro es parte de nuestra realidad, de nuestras más profundas creencias, de nuestros anhelos, miedos y rechazos. SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49 El zorro tendrá la capacidad de acomodarse a otras situaciones y permanecerá como protagonista de historias, porque forma parte de nuestro imaginario. BIBLIOGRAFIA Albó, Xavier y Layme, Felix. Literatura aymara. Antología. CIPCA/Hisbol Jayma, La Paz, 1992 Alegria, Patricia, El tiwula o de la ambigüedad en el mundo andino. Tesis de Licenciatura en Literatura; UMSA, 1986 Alfaro, Oscar. Cuentos para niños. Tomo 4. Col. Alfaro, Ilustraciones Jorge Coimbra, La Paz, 1982 Andre De Ubach, Carmen. Universidad Nacional del Sur. “Animales terrestres que quieren volar: recreaciones literarias de un motivo folklórico” Anibarro, Delina. La Tradición oral en Bolivia, Instituto Boliviano de Cultura. Apala, Pedro. Yo tambien sé contar cuentos. CEA, La Paz, 2006 Ayllon, Virginia. Literatura infantil occidental en Corre ven y dile, # 9, La Paz,1998 Bettelheim, Bruno. Psicoanálisis de los cuentos de hadas, Barcelona, Crítica, 1986 Caceres Romero, Adolfo. 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Universidad Arturo Prat Chile http://www.aymaranet.org/a1mapcvr.html SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49 ICONOGRAFÍA Y SIMBOLOGÍA DEL LOGO DE LA ACADEMIA BOLIVIANA DE LITERATURA INFANTIL Potolo es un pequeño pueblo situado en el departamento de Chuquisaca, en el límite con Potosí. Sus pobladores se llaman a sí mismos jalq´as y se dedican a elaborar textiles. Estos son considerados como los más famosos tejidos de Bolivia, por su calidad estética, siendo los más hermosos del área andina. Los colores más utilizados son el negro y el verde, sobre un fondo carmín o naranja. Los diseños de los textiles potolos no muestran influencia hispana ni posterior y pueden considerarse como uno de los estilos que ha conservado su origen precolombino. La figura que decora el logo de la Academia muestra una figura zoomorfa que une animales diversos sin definir los límites entre uno y otro. Se trata de un ave que tiene cabeza de mamífero, alas, cuatro patas y una extraña cola que termina en una flecha. Tiene una lengua larga, también terminada en flecha. Estas características lo identifican como un ser del inframundo, de un mundo salvaje y sin domesticar. Las tejedoras lo denominan "khuru". La Academia Boliviana de Literatura Infantil lo ha elegido como su ícono, ya que corresponde a uno de los diseños que existen en los textiles andinos bolivianos más representativos. Además, porque los tejidos son considerados por los expertos como una manera precolombina de comunicación, ya que en sus expresiones creadoras mantienen hasta el día de hoy el testimonio de su identidad cultural. Información iconográfica y simbólica de Arte Textil y Mundo Andino de Gisbert, Arze y Cajías, La Paz (2006). 43 PONENCIAS ACADEMIA URUGUAYA DE LIJ PRESENCIA RELIGIOSA EN LA OBRA DE JUANA DE IBARBOUROU Dra. Sylvia Puentes de Oyenard, Sillón Abordar la trayectoria de Juana de Ibarbourou (Melo, 1892 - Montevideo, 1979) puede ser una tarea ardua, por la profusión de la obra y la longevidad de la autora más laureada de Uruguay. La que recibió honras y estocadas, la que cultivó la poesía y fue herida a traición, pero también la que respondió siempre con la verdad insoslayable de su corazón y una fe que, al crecer, se hizo pilar de su existencia. La presencia religiosa va evolucionando en su discurso literario. Actitud que no es contemplación o éxtasis, pues en un país ateo con tolerancia a diferentes cultos no existe -como en otros- una auténtica corriente de literatura mística, sino algunos momentos reveladores de comunión entre Dios y el hombre. Por eso, en su obra, más que un camino ascendente hacia la perfección, encontramos aquel que se integra espontáneamente con los elementos naturales para llegar a Dios a través de algunas experiencias, a veces tan simples como “La oración de los grillos” en El cántaro fresco (1920): Quizás ni sabios ni poetas sepan explicar nunca esa especie de tristeza o de unción que el atardecer anuda en nuestra alma. Tal vez, únicamente, el hombre que implantó el rito de la oración de la tarde lo supiera. Y quizás lo sepan también los grillos, que de día trabajan o duermen y en las nochecitas de enero elevan su canto, que puede ser muy bien un Padre Nuestro o una Salve. Desde que he pensado esto, cuando oigo sus notas agudas entre la hierba de los caminos, ya no le digo a mi alma: -Los grillos cantan. Sino: -Los grillos rezan. RITO, MITO Y DIOS Si aludimos a rito, mito y Dios en su discurso lírico, especialmente entre la primera entrega (Las lenguas de diamante, 1919) y la última (La pasajera, 1967), encontraremos que con un lapso de cuarenta y ocho hay una evolución entre el panteísmo auroral y la fe signada por el dolor y la solidaridad con el mundo y sus prójimos. En primera instancia su 44 cuerpo y sus sentidos serán el núcleo germinal de su experiencia y su relación con el mundo. Si entendemos por rito el conjunto de acciones significantes que por ley de causalidad cumplen el deseo del mago, podríamos analizar esa confluencia de acciones que pretenden controlar fuerzas ajenas: LA PEQUEÑA LLAMA Yo siento por la luz un amor de salvaje. Cada pequeña llama me encanta y sobrecoge; ¿no será, cada lumbre, un cáliz que recoge el calor de las almas que pasan en su viaje? Hay unas pequeñitas, azules, temblorosas, lo mismo que las almas taciturnas y buenas. Hay otras casi blancas: fulgores de azucenas. Hay otras casi rojas: espíritus de rosas. Yo respeto y adoro la luz como si fuera una cosa que vive, que siente, que medita, un ser que nos contempla transformado en hoguera. Así, cuando yo muera, he de ser a tu lado una pequeña llama de dulzura infinita para tus largas noches de amante desolado. Se evidencia el protagonismo del yo lírico que es la fuerza integradora de algunos elementos de la naturaleza. La luz, potencial de materia y energía, que asociamos con vida y espíritu se opone inmediatamente a ese “amor de salvaje” que puede remitir al inconsciente en su aspecto peligroso, incontrolable. La palabra “cáliz” nos ubica ante un elemento de la liturgia cristiana que, a través del sacrificio renovado se abre a un mensaje superior y, en este caso afirma los conocimientos de la hablante, no su fe. El manejo del color de las llamas, como en alquimia, liturgia o heráldica, permite hacer referencia a la gradación del texto: azules son cielo, agua, la devoción, la inocencia; el blanco, de enorme prestigio en diferentes religiones, alude a la pureza y el rojo a los sentidos, a la pasión, a la guerra. Con respecto a la propia llama, que motiva el poema, la creemos ligada a mitos de origen y ritos urbanos. Es suficiente recordar que los griegos veneraban a Hestia, manteniendo encendido el fuego del atrio comunal. Para los romanos fue Vesta la regente del fuego, de la casa y la ciudad, también presente en los ritos de fundación. La hablante respeta y adora esa luz con toda la fuerza de su paganismo y propone varios binomios entre el comienzo y el fin del poema: va de la luz a la noche; del amor salvaje a la dulzura infinita; del yo a la pareja; de una gradación cromática y térmica al afecto; de la vida a la muerte; de la fugacidad de una llama a “las largas noches” de la eternidad. Se advierte una intención de modificar los principios naturales y hacer válido el pensamiento de Heráclito que consideró al fuego como un elemento de transformación. Enmarcaríamos este poema dentro de los ritos primitivos del fuego como dador de vida y en aquellos de magia imitativa donde lo semejante produce lo semejante. Al inicio de la bibliografía ibarbouriana es fácil distinguir la presencia de elementos de la cultura grecolatina en conjunción con el deseo de una vida azarosa como la de Magdalena, la castidad de Diana, los pecados de Thais o la belleza de Venus. Afrodita y Dafne asisten al cuidado de su cuerpo, a la eclosión de los sentidos. Toda la energía parte del yo lírico que anima el mundo y los elementos naturales, actúa como sacerdotisa capaz de lograr cambios de estado. Las alusiones a la presencia divina son esporádicas y en forma de interjecciones, no hay duda que el mundo se termina con la juventud y la risa, y la boca -que ha mordido manzanas y ha besado otros labios y ha huroneado en la selva- sólo “será cenizas bajo la tierra negra”. Otro poema válido para ejemplificar nuestra exposición es “Rebelde” donde el yo 45 lírico apela a un mito de antiguo prestigio para proponerle una orgía sensorial. DOMUS AUREA Caronte: yo seré un escándalo en tu barca. Mientras las otras sombras recen, giman o lloren, y bajo tus miradas de siniestro patriarca las tímidas y tristes, en bajo acento, oren, yo iré como una alondra cantando por el río… El tono desafiante y las sílabas tónicas presentan la primera antinomia: yo/ tú; yo: ella, la luz, la vida, el presente, la actitud erguida; tú: el otro, la sombra, el futuro, la muerte. Luego se establecerá un paralelismo yo/ ellas; yo: la diferente, la alondra, la plena de luz, la aromada; ellas: una masa informe, anónima. Pero poco a poco la relación se va invirtiendo, la sensualidad aparece en la figura mítica revalorizada por Dante que, además, al hacer guiños, se erotiza. La seducción encuentra su primer punto de contacto al descalificar al mito y ubicarlo en un plano de igualdad. Es la primera batalla ganada. Frente al duro trance de la muerte no renuncia a su origen campesino y llevará “su perfume salvaje”. Actitud que no se corresponde con el panteísmo del libro, porque en este caso no hay integración con la naturaleza, sino un aporte sensorial. El verso comparativo “yo en tu barca seré como un escándalo”, diluye el impacto inicial (“seré un escándalo”). Anuncia el final que se dará con la claudicación: “Extenuada de sombra, de valor y de frío” para rematar en el final con la entrega total que, incluso, introduce la figura del violador: el mítico Caronte es sustituido por “vándalo”. Este soneto alejandrino es perfecto en su estructura y anécdota, la hablante se rebeló contra la muerte, la enfrentó, presentó su lucha y el hallazgo de la sustitución de la metonimia inicial por la última nos remite a la precisión de los términos en que el seducido se transforma en seductor, en la que el dios de la muerte se transforma en dios del amor. En este poema Caronte es el mito y el mitema, la ceremonia del tránsito. Quince años después del libro primigenio – período en el que da a conocer otros poemarios entre los que citamos Raíz salvaje (1922) y La rosa de los vientos (1930)- surgirán Loores a Nuestra Señora, prosa de exquisita expresión en la que la Virgen es saludada da con sus distintas advocaciones. Prosa poética, plegarias que, como han comentado algunos religiosos, podrían ser lecturas de un devocionario. Allí la voz narrativa transita desde el fervor nacido en una imagen humilde y un tanto deslucida de la Virgen del Perpetuo Socorro que presidía su casa: Me crié en la amada costumbre de su oración diaria y sus ofrendas florales como a una madrina reverenciada y poderosa, a la que yo acudía de continuo en mi cuita infantil y mi ensueño adolescente. Ella, la Madre celeste, y la otra, la humana se me confundían en ternura entrañable y poderío amoroso. A la hermosa iglesia de Arroyo Seco, uno de los tesoros arquitectónicos de Montevideo, llevó siempre el primer ejemplar de sus obras. A esa imagen acudió en la gloria y también en el desamparo “de la mano cordial y la boca enemiga”. Su fe se fue haciendo consciente y profunda y las alabanzas se multiplican a la Madre amable, la del Buen Consejo, a la que salva, a la que protege, a la que es tan “limpia como la luna”, la que es lirio del valle, planta fructífera, la que consuela y da vida, la que es torre de David y puerta del cielo, la que es luz, bálsamo y estrella matutina. La que es “huerto cerrado a todo peligro y a toda intromisión 46 impura”, la que le permite protegerse de los chacales que aúllan afuera y las pasiones que crispan con “sus máscaras lívidas”. Se apartará de las emboscadas -¡oh deseo incumplido!- y ha de regresar siempre a esa Casa de Oro, donde la vida recobra la belleza y es “pétalo de azahar sobre los párpados”. Por eso clama en “Maris Stella”: Sobre la tiniebla trenzada de alaridos, tú, Maris Stella; sobre el remolino y el naufragio, tú, lámpara de Dios. ¡Ah, que no me faltes cuando tenga que subir, temblorosa, al navío de las desconocidas travesías; que tú guíes entonces mi barca y yo te vea brillar magnánima sobre mi mar! A ese mismo año, 1934, pertenece Estampas de la Biblia, fino retablo de hombres y mujeres que iluminaron la Historia Sagrada y le permitieron a Juana la lectura diaria que le regaló paz y belleza, descubriéndole un mundo de maravilla que se transformó en milagro al escribir el texto, casi por dictado de una voz inspirada que se labró en el misterio. Así nacen de su recreación Adán, Caín, Noé, Nemrod, Sarah, Abraham, Rebeca, Agar, Lía, Moisés, Josué, Ruth, Esther y tantos otros que cierran el recuerdo con “La madre de los macabeos”, figura ejemplar que ante el dolor, duplica su fe, como la voz narrativa. En el concepto de Ida Vitale esplende aquí la sensualidad oriental que Gálvez advirtió en Las lenguas de diamante. Afirma que, como en los Loores, hay convicción de fe de una católica practicante que se expresa con un lenguaje rico que remite a Voltaire quien, en las antípodas de su fe, expresaba: “La poesía está hecha de detalles hermosos.” A partir de estos libros podemos identificar un pensamiento religioso activo, bien diferente al expuesto y a partir del cual confirma su credo católico, apostólico y romano en el que tiene destacado lugar la investidura episcopal de Pedro por Jesús. Eterna es, eterna y dominante La casa del pastor, la que se adorna Con las más bellas cosas de la tierra Para honrar al Señor. La primorosa Con garganta de bronce resonante Y pecho de azucenas y palomas. ¡Iglesia nuestra, madre y confesora asentada en el trono pontificio! La de Esteban el Santo, y de los Papas; La de San León el Grande y el Concilio De Trento. La infalible, la romana, La triunfante y la única, En la unidad completa de alma y cuerpo. (“Iglesia católica”, II) LA PACIFICADORA El sentido religioso está presente en Chico Carlo (1944), una de sus obras con claros rasgos autobiográficos, y se manifiesta desde una infancia plena de duendes y “feitizos” que se mezclaban con novenas y cantos a la Virgen. No estuvieron ajenos a este sincretismo la proximidad con la frontera brasileña y su folclore popular, así como el contacto con su aya Feliciana, quien fue maestra fermental para su fantasía prodigiosa. Las Sagradas Escrituras le proporcionaron preciosas imágenes de vírgenes azules y la del Supremo Hacedor de larga barba blanca. Precisamente este hecho motiva sentimientos encontrados por una confusión en la niña quien, al ver a un hombre parecido en su casa, corre y exclama: “-Señor Dios querido: para mí una muñeca negra bien motuda, como la de Juanita Portos. Y una pulsera de oro como la de María, y un...” Hasta que alguien, entre carcajadas, la saca de su inocencia y con vergüenza y cólera comprende su equivocación. Este es un aspecto del tema, el otro será el de las horas de solaz que le brindaron esas páginas tan llenas de vida y que por su pluma conocemos de este modo: “Más que todos los cuentos de hadas, el Antiguo Testamento fue para mí la presencia 47 de lo sobrenatural en mi pequeña vida de siete años. Abraham y Moisés, Elías y Jonás cumplieron conmigo el deber de todos los héroes para con los niños: me dieron lo tremendo y lo maravilloso. La fantasía de Perrault, la riqueza deslumbrante de Las mil y una noches, la gracia de la fábula con sus animales filósofos, no pudieron ofrecerme más, nunca. Cuando arribé al mundo de los cuentos que podía leer yo sola, venía de vuelta del mayor de los prodigios: la creación del universo con la realidad, y el milagro de la y las fuerzas arrolladoras completándose a favor o en contra de los intereses comunicación de lo eterno con lo perecedero; Dios dialogando con el hombre; los elementos terribles de los hombres. Nada me ha dado después la impresión fantástica de aquella Arca de Noé en vivos colores primarios...( ) Nada después me ha dejado una sensación tan grandiosa de belleza, como aquel Moisés majestuoso, apretando contra el pecho las Tablas de la Ley, en coloquio con el Señor...()El miedo, el asombro, el deslumbramiento, el terror, la admiración, la piedad, casi todas las emociones humanas, nacieron para mí ingenuamente, en las páginas de aquel libro. Pero de él me vino también la primera sensación de ridículo...” La terrible figura de Caín perseguido por el ojo de Dios se depurará en sucesivas imágenes para expresar en su último poemario: Tuve la rosa, el ruiseñor, el río En que danzaban los azules peces; Tuve la leche de las blancas reses En las mieladas albas del estío. Tuve el amor, la risa, el sueño mío, El himno envuelto en las jocundas preces Y el ángel de oro, centinela a veces, Del giratorio sol de mi albedrío. Caí de bruces en la seca tierra; Empecé a conocer tristeza y guerra, A ser el despojado y el proscrito. Miré hacia Dios y me cegó su niebla, Me levanté jadeante en la tiniebla Y sobre el mundo comenzó mi grito. (“Caín”) Otro faceta de la particular visión del culto religioso fue su percepción religiosa durante las vicisitudes del enfrentamiento fratricida -que se dio en 1897 y 1904, entre los partidos tradicionales (blanco y colorado), se refiere en un recuerdo de Chico Carlo: “Reinaba la guerra, sorda, ardiente, dentro mismo de la Catedral de mi pueblo. La conocí aquel día, yo, que no había podido comprenderla aún.” En los altares de fundían joyas antiguas y exvotos de oro, en uno raso celeste, seda alba, azucenas y jazmines del Cabo, en el otro flores purpúreas, ceibos, tulipanes. Ninguna blanca hubiese encendido un cirio ni murmurado un padrenuestro ante el altar donde se rezaba por el triunfo de los enemigos. Ninguna de las otras hubiera sido capaz de inclinarse ante aquella imagen con los pies florecidos de auténtico oro procedente de las alhajas de los insurrectos. Pero a Susana -la protagonista- le llamó la atención aquel Jesús de manto cesáreo con sorprendente sinfonía de rojos y la faz apenas inclinada hacia un corazón en llamas. Ensimismada junto a las señoras que oraban con el mismo fervor que su madre, se siente sacudida por ella que le dice si no sabe que “su” altar es el de enfrente. Y una de las mujeres le grita: “-Andá nomás, blanquilla retobada, que ya te arreglaremos cuentas cuando vengan los nuestros.” Su madre replica: “-No lo querrá la Inmaculada, salvajona. Ella no abandona a los suyos.” Esa noche la niña tuvo su castigo y comprendió el valor de las imágenes de piedad y paz. Por ellas, sin embargo, supe lo que era la guerra y la sentí en el dolor y la vergüenza del castigo infamante. Nada como esa dura pena infantil, y aquella colorida escena en la casa de Dios, me ha dado una sensación más aguda e imborrable del abismo que la rivalidad política puede encender, como un mal fuego, entre las humanas criaturas. No podía razonar aún, pero me quedó en el corazón, como encogido por un 48 miedo sobrenatural, una instintiva sensación de repulsa y terror por las luchas de los hombres.” (“La guerra”) Ya mujer, Juana de Ibarbourou amplía su mundo y asiste a dos conflagraciones mundiales que acuciarán su espíritu, como las guerras civiles. Así escribe: ¡Santo Padre, Señor y Jefe Nuestro que ves el sufrimiento de los pueblos: ruega por nos y por la paz del mundo. Te lo aseguro yo: ya no podemos Con nuestra cólera. Somos como niños Que jugamos al mal, tan indefensos, Que se nos cansan puños y gargantas En la fatiga del tremendo juego. Ruega por nos, oh Padre inmenso y albo. ¡Solo tu voz puede llegar al cielo! (“Súplica al Sumo Pontífice”) En otro momento, preocupada por los jóvenes que están cerca aún de juguetes y ángeles, y sin embargo se alzan entre fusiles con su canto, pide: Juventud con el ceño de tormenta, Y estrechos fiesta, porvenir y calle, Con la esperanza como un cono trunco, Y la amargura de Miguel Hernández. Hay que rezar por ella, abate Pedro, Y enmudecer las fiestas de campanas Hasta que vuelva por sus ricos fueros Y el mismo Dios le grite fuerte: ¡Basta! Juventud que se mata al propio niño Que cada uno lleva entre la sangre Y que solo el dolor triste del hombre Puede, de un solo tiro, asesinarlo. Hay que luchar por ella, abate Pedro, Y que se encuentre al fin con sus derechos De ser alegre en una tierra alegre, De lucir su amapola sobre el pecho, Y de cantar los himnos de la vida Sin fusil en la mano ni en el sueño. (“Juventud armada”) ADVOCACIONES Como apunte anecdótico diremos que Juana Fernández Morales, luego de Ibarbourou, no es bautizada hasta los ocho años, momento en el que –aunque no lo registren los documentos- ejercerá el padrinazgo el caudillo blanco Aparicio Saravia. También la ceremonia del casamiento religioso (28-VI-1921) se efectuará años después del contrato civil (28-VI-1913), de acuerdo con la escritora, por el ateísmo de su padre. En este momento oficiaron de padrinos Juan Zorrilla de San Martín y María del Carmen Izcua de Barbat. La boda tuvo lugar en la Iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro quien será para siempre su guía: Tú presides la casa donde moro. Mi azor ante tu imagen se detiene Y en el pico te trae flor o manzana. Si trina en mi capilla tu campana, Todo mi amor hacia tu amor adviene. De mis íntimas huestes, Capitana. Por Ti, mi sol, todo combate libro, Por Ti, médula y sangre yo entregara. Por Ti, los ojos, brasa de la carne, Por Ti, toda fortuna y todo libro, Por Ti, fieras y górgolas domara, Santa María, llama de mi ara. (“Santa María del Perpetuo Socorro”) Su fervor religioso se multiplica en poemas a Dios, a “Santa María Guadalupe”, que le da a su casa serafines; al “Sagrado Corazón” que “desde el pecho de Cristo luz derrama/ y traspasa con flecha alucinante/ todo seno que quémase en su flama.”; a “San Cayetano”, “flor de los teatinos/ y flor de sacerdotes ejemplares...”; a “San Vicente de Paul”, “libertador de remos y galeras”; a “Domingo Savio, beato”; “Invocación a San Isidro” que es “Patrón de las cosechas, del buen mosto,/ el buen trigo / y el tesoro frutal,/ de la rosa nacida por sorpresa entre el lino, /de 49 la lluvia de enero, del sudor campesino, /de los soles de estío convertidos en pan.” Azor (1953), libro en el que aparecen estas plegarias se divide en “Amor divino”, que las contiene, y “Divino amor”, la primera, en la que se enriquecen esencialmente las imágenes religiosas a punto de partida de las profanas. Hay una conjunción espiritual entre la fe y el paganismo del primer momento, por eso anuncia: Porque es puro y es fiel y avizorante, Y en el dolor me hubo acompañado, Porque a las fieras hubo amordazado, Canto a mi azor con lenguas de diamante. Esa ave simbólica logra la armonía de mundo terrenal con el espíritu y en su carácter de instrumento de caza supera al halcón en hermosura y faena, pues no mata, sino que persigue y obliga a la presa a elevar el vuelo. En este caso también acompaña el tránsito de su evolución: El caracol del eco y el triunfante Clarín de oro anuncia la victoria De mi azor que en combate resonante, A Pan venció, a Cristo ofrece gloria Y escoltado de alondras y elefantes Levanta, desde el hoyo de la escoria, Blanca bandera que el Austral tremola Y sobre el cielo es nieve y es corola. A pie descalzo le hago compañía Mas no a su par sino a paso distante Pues solo por idilio y elegía Estoy en el cortejo alucinante Para cantar con exaltado yambo Su áureo y relumbrante ditirambo. (“Ditirambo del azor”) Entre otras entregas descubrimos su amor de madre en “Ruego por el hijo de veinte años” (Dualismo, 1953) en el que pide por quien ya no es la flor ni el gajo: Pon en mi boca las palabras justas, las que a su corazón desciendan rectas, las del convencimiento y el consuelo, las que sean más sabias y más buenas. Ahora que ya es un hombre tengo miedo de no saber llevarlo de la mano, de ser ciega en su error y de ser débil... o de estar sorda y que me llame en vano. Con la frente en el polvo te suplico que por él veles y me des la vida, mientras él mi ternura necesite, Madre divina!...” También es interesante recordar que en su “Autobiografía lírica” señala que es demasiado católica para ejercitarse en poderes ocultos, pero puede asegurar que experimentó el poder de mandatos invisibles y escribió algunos libros bajo ese dictado, que más que un arrebato místico era un estado de exaltación. Afirma: Esto me hace más humildemente consciente del valor y las potencias de las fuerzas mentales y espirituales del hombre, servidoras de otras superiores y que nos vienen de la fuente universal que es Dios, quien mide y dirige las obras determinadas por su Omnipotente Voluntad. Quizás corro un riesgo de ingenuidad al hacer estas confesiones. Pero yo sé que muchos de los poetas presentes descubrirán quizá en este momento que a ellos les ha pasado lo mismo y que Dios está en el poema como está en el viento y en el mar. La inspiración es su Divina Voluntad y Mandato determinantes. En Argentina se musicalizó “Angor dei”, poema que se tradujo y publicó en Washington y Luis Gianneo orquestó como “Cantata” para soprano y orquesta. Se estrenó en Tucumán en 1963, en el Teatro Colón (1965) interpretado por Carmen Favre con la dirección de Juan Carlos Zorzi y en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires, donde se realizó una grabación que se retransmitió varias veces. Allí ofrecía –si fuera digna de la cruz - su cuerpo y sangre por la paz del mundo. En 1941 pronuncia una emotiva alocución en el SODRE sobre la vida de Santa Rosa de Lima, pero no todo es fe, también 50 se cuestiona, así escribe en la madrugada del 19 de febrero de 1946: No duermo, estoy ordenando papeles escritos, versos y páginas originales. Hay ya en mi vida una presencia de muerte, tranquila y tan sola me preparo para el fin. Yo pienso en El y cada día marcará un paso hacia el término. He amado mucho la vida, pero hoy estoy muy cansada. Esta larga lucha económica me agota y me enerva, a pesar del bondadoso gesto del Gobierno de mi país ( ), aún el porvenir es oscuro y de lucha. ¿Cuánto tendré aún que batallar? Y vuelvo a repetir, y tan sola. Dios proveerá, como ha sido hasta ahora, pero Señor ¿Puedes apresurarte? un poco de seguridad y de paz me daría tiempo para tu servicio de oración. Óyeme Señor. ANTE LA NATURALEZA Dale un ojo a mi gato, San Francisco de Asís, Y toma para ello mi esmeralda de Muzo. Te doy con mi sortija todo mi lujo abstruso. Ha de quedar hermosa entre la cuenca gris. Que un pequeño animal puro como tú mismo Vuelva a ser como antes ileso y sin temores. ¡San Francisco de Asís, padre de resplandores, acepta mi sortija e ilumina su abismo! En su conferencia sobre “El héroe de Asís” habla del hombre que fue ejemplo de esperanza, perdón, solidaridad, comprensión. Siempre “padre o hermano”, nunca juez, “porque los jueces son una implacable invención humana, y los verdaderos santos saben que hay solo uno, infalible, con todos los derechos del juicio: Dios.” VIDA – MUERTE Frente a la dualidad vida-muerte observamos una posición que varía con los años, en la juventud vive el instante y tiene un fiador: Dios, cuando la acosan ansias destructoras expresa: Dejar por ti el pan claro, la leche sosegada, El perro de la sombra y el corro de las voces; Dejar por ti los jaspes y el caballo del agua, Los órganos del viento, los vegetales roces. Juana y Sylvia, 1970. En su carácter de hablante ficticia la autora va ubicándose frente a la naturaleza con una actitud panteísta en los primeros libros y, más tarde, integradora donde el viento será “citarilla de Dios” que “tañe el ángel con uña de oro”. Ama la naturaleza hasta sentir piedad por una higuera y a los animales al punto de besar un caballo muerto, conmoverse por el atropello a una liebre o escribir en “Carta a San Francisco de Asís”: Tú que hasta puedes darle a una loba un arcángel, San Francisco de Asís, dale un ojo a mi gato. Lo perdió en una riña feroz con otro gato, Porque tal vez estaba distraído su ángel. Dejar por ti, más ocre que toda la miseria, Mi fulgurar de abejas, de flautas y luciérnagas, Y aun tú, la cegadora, no quererme en tu valle Donde todos los días los caminos entregas. (“Palabras del frustrado suicida a la muerte”) En otro momento advertimos (Oro y tormenta, 1956): Conozco hielo y sombra infecundos, Mano zurda de Dios sobre los mundos, Que ni el demonio a disputar se atreve. Ya sé lo que es morir y no estar muerta, Lo que es golpear sobre ferrada puerta Con puño de mujer cansado y leve. (“Ya sé lo que es morir...” 51 “¿De dónde vienes, di, la melodiosa? ¿De dónde llegas, di, la bien callada? ............................................................ ¡Ah, cazadora pura, imperturbable, Que no quieres cobrarme todavía!” (“Muerte”) Concepto más elocuente y preciso en “Elegía”: “Quise marcharme...y me quedé conmigo.” Pero estos instantes –comunes a muchos- son transitorios. En la obra de Juana de Ibarbourou es más frecuente el énfasis en la vida y en la resurrección. Morir y renacer es mi ejercicio En el sabio deleite del oficio. (“Sobre un leño”) Está labrando en mí la nueva vida, Pequeña y casta como oscura rosa. Tu mirada de amor en mí se posa Para el anhelo de que estoy transida. Llegaste a mí, tu mano conducida Por las de Aquel, celeste, que reposa Sobre toda la luz esclarecida. Tú eres tierno y perfecto; yo, amorosa. Amorosa, torcaza, deslumbrada, Corola erguida y alta, condenada A la ancha sombra y al seguro frío Pero tan dulcemente enamorada Que de rodillas ante Dios, sonrío Porque en tu sueño triunfo de la nada. (“Triunfo”) En el extenso periplo de la obra de Juana de Ibarbourou, signada por más de sesenta años de fidelidad a la palabra, encontraremos también su lealtad a sí misma, a los diferentes momentos de su trayectoria afectiva e intelectual. LA PASAJERA El último poemario édito es La pasajera, donde el texto homónimo cierra el periplo lírico, es la confirmación de que en su extensa trayectoria mantuvo algunos motivos esenciales como el amor, la muerte, la soledad. Sobre estos aspectos es suficiente recordar “La estrella” de La rosa de los vientos (1930), donde puede leerse: “...En el dibujo de Doré/ soy un alma que espera la última barca/ y aprieta entre sus manos el sueño puro y silencioso/ que tendrá para el barquero el valor de un óbolo de plata.” La hablante ya no ofrece un universo plurisensorial, sino un sueño “puro y silencioso” ¿el de su arte? Quizás. Ella, la que nunca el mar anduvo y nunca entre sus manos timón tuvo, comandaba el día, era su barco y surcaba la luz, era su río y se lanzó por mares de sal entreverada y crinados vientos. En casi toda su obra pueden advertirse alusiones al tránsito y, su barca: ¡Que yo sepa, Señor, su cifra pura; que yo entienda, Señor, esta presencia que llega hasta mi círculo sombrío inesperada y tensa! La barca, más ingrávida, más leve, Más traslúcida y pálida sustancia, Criatura de ascención vertical, lirio del aire, Iba subiendo en la marina escala. Deslumbrada Incliné la cabeza. Al levantarla Temblando ya por sus nacientes alas, Se había esfumado en la creciente sombra Como borrada por un golpe de aire, No estaba más sobre el espejo de agua. Yo sentí que un mensaje misterioso La barca me alcanzaba, 52 Y grité a Dios como San Pablo un día: -¡Señor! ¿Qué quieres que yo haga? ¡Manda! En “La pasajera” hay un paralelismo sicocósmico, esa mujer que avanza hacia la noche mientras se deshila la llama del crepúsculo, no abandona su ser primero, mantiene viva “la brasa del verso en la garganta y en el pecho la sed de la aventura”. Antes llevaba su obra como óbolo de plata, ahora asciende sola, entra en terreno de humildad, de despojamiento de lauros y bienes terrenales, “como si hubiera estado en los crisoles/ donde se funden el clamor y el miedo”. Ha de arribar a una mañana nueva, desmadejada por el sufrimiento sí, pero convencida de que hay otra vida, “aunque no pudo vislumbrar el cielo”. Ella será “la pasajera única e insomne”, la misma en distintas barcas y situaciones que la llevan a confirmar el concepto de Pompeyo: “Vivir no es necesario, navegar sí.” Y aquella menuda mujer que fue en sus primeras obras una poetisa pagana, panteísta, de un erotismo trascendente, supo también escribir sobre la “Fundación de la Iglesia Católica” y perduró en sus versos: Porque me diste la palabra y pudo Ser ella en mí, oficio de universo En la menuda gema de mi verso Que adivino luego en reluciente escudo, Me siento tu deudora y a ti acudo, En noche y día y esplendor diverso...” (“Soneto a Dios”) De Dios fue la grave voz con la que supo orar y de Él también, el dulce acento. Frente al “monstruo de la vida, devorador y tenso” en Él halló la paz, la palabra y el silencio. Tal vez porque sin conocer qué traía la barca de su tarde de azucenas estuvo pronta para todo viaje: El de imprevistos mares verticales. El de concretos mares de la tierra. El del juicio y la luz, alucinante. El del desierto de quemada arena.. O ese otro, encendido de diamantes En una nueva tarde de azucenas. (“La barca”) Sólo esperó la señal de sus arcángeles. Los mismos que hoy la traen para decirnos: “Ora y canta, que Dios es alegría/ hasta en la hora del dolor supremo.” BIBLIOGRAFÍA: Ibarbourou, Juana de – Obras completas. España, Aguilar, 1968. 3ª ed. Pickenhaym, Jorge Oscar - Vida y obra de Juana de Ibarbourou. Argentina, Plus Ultra, 1980. Puentes de Oyenard, Sylvia - Juana de Ibarbourou. Obras escogidas. Santiago de Chile, Ed. Andrés Bello, 1998. Sesto, Isabel: Juana de Ibarbourou. Montevideo, Ed. de la autora, 1981. Suiffet, Norma y Rubinstein Moreira: Tres poetas de Cerro Largo: Emilio Oribe, Juana de Ibarbourou y José Lucas. Montevideo, Ed. Viterbo, 1978. Uhrhan Irving, Evelyn - Juana de Ibarbourou (1892-1979) Uruguay en Escritoras de Hispanoamerica: Una guía bio-bibliográfica Compilación de Diane E. Karting, siglo veintiuno editores. México, Madrid, Buenos Aires, Bogota. 1990. Vitale, Ida: Juana de Ibarbourou. Vida y obra. Capítulo Oriental. Número 20. Montevideo. 1968. Zum Felde, Alberto: Proceso Intelectual del Uruguay. Tomo III. Montevideo, Imprenta Nacional Colorada, 1930. 53 Ponencia EL INOLVIDABLE PROFESOR GRACIELA GENTA Sillón Álvaro Figueredo El tren ululaba en la Estación Sayago, ya pronto para partir. Mi padre y mi madre, con los ojos llorosos, agitaban sus manos en la despedida. Una hermana mía había enfermado de tuberculosis, cuando esta enfermedad era casi mortal y el médico creyó conveniente que yo, que apenas tenía 14 años y estaba en pleno desarrollo, debía alejarme de casa, no así mis otros tres hermanos, más saludables y menos frágiles. No iba lejos. El destino era el kilómetro 110 donde se encuentra la fábrica de portland de ANCAP, muy cerca de Pan de Azúcar. Traté de no llorar por no hacer más grande la pena de mis padres, a la que ahora se sumaba que una de sus hijas debiera ir a casa de unos amigos, allí en ese kilómetro. Partió el tren y yo recostada a los vidrios no podía vencer la tristeza que llenaba mi corazón de chiquilina romántica y sensible. Llegamos por fin a destino. Me esperaban los dos hermanos amigos de mis padres, que me abrazaron con todo afecto. El paisaje me parecía desolador. Yo venía de estar cursando 3er año en los Institutos Normales y debía revalidar algunas asignaturas, así que lo primero era abocarse al estudio. Concurría en el mismo ferrocarril hasta la estación de Pan de Azúcar, donde por divergencias de horarios debía esperar en un hotel de gente cálida, donde almorzaba junto a otro compañero que vivía allí con su padre, Vicente y juntos íbamos al Liceo, que quedaba a unas pocas cuadras. El local era pobre pero su director, Don Emilio Lafernanderie era tan rico de sentimien- tos y mis compañeros tan generosos y cálidos que pronto la tristeza se fue haciendo menor. Álvaro el día de su casamiento con la poeta Amalia Barla. Pero la más inmensa de las emociones fue que mi profesor de Literatura era nada más ni nada menos que Don Álvaro Figueredo, el poeta, el gran poeta inolvidable. Yo me sentaba junto a Yayo, su hijo, y cada clase era un viaje maravilloso a la palabra. Él supo que me gustaba escribir desde los 8 años y daba sus clases estimulando siempre con sus palabras o sus conceptos en los escritos aquel don que Dios me había regalado. Poemas simples, transparentes, nostálgicos, pero que cuando él los leía sonreía y me decía: ¡Sigue así! ¡Continúa soñando! ¡La poesía nace de las entrañas! 54 Y llegó el día en que, cumplido el año y habiendo dado las materias que me había exigido volver a dar por la diferencia de programa, yo debía volver a casa, a mis padres, subsanado ya el peligro de un contagio. Pero cumplía 15 años el 10 de noviembre y aún estaba en clase. Ese día Don Álvaro y su señora, maestra incomparable, me invitaron a tomar la leche en su casa. Fue allí donde recibí el mayor de los regalos. Ese que perdurara en mi memoria y que llevaría en el corazón para siempre. Don Álvaro me da un papel y me dice: “Escribí esto para ti. Aprenderás a valorarlo cuando crezcan tu poesía y tus años.” Aquel papel se perdió en el trajín de una vida llena de idas y vueltas, pero quedó para siempre su regalo en mi memoria. ADIÓS GRACIELA Adiós, iluminada niña que entre cristal y rosa miro ofreciéndole a Bécquer un suspiro y a Garcilaso un alma enamorada. Le digo adiós, a la ilusión que vuela tú eres de aire, y el aire nos convida a recoger tu imagen detenida allí donde la luz, se llamará Graciela. Allí aire, allí niña de seda lámpara en flor, cuyo fulgor perdura te miraré sin tiempo ni quebranto. ¿Cómo te irás, si es que en el aire queda, el resplandor azul de tu dulzura. niña de miel, ¡Graciela del encanto! Gracias don Álvaro, desde la estrella donde me mira, yo lo encuentro cada noche. ¿QUIÉN ES ÁLVARO FIGUEREDO?* Del libro VOCES PARA UNA IDENTIDAD EN LA LIJ URUGUAYA de Sylvia puentes de Oyenard, Montevideo, RUMBO Editorial, 2011: ÁLVARO FIGUEREDO (1907-1966) nació en Pan de Azúcar, departamento de Maldonado (6 de noviembre) y allí falleció (19 de enero). “Quiso siempre vivir en su pueblo de origen. Ningún halago, ninguna perspectiva, ninguna posibilidad; ni las insistentes voces de los amigos fueron para él tentación vencedora", comentaba Esther de Cáceres. Maestro de Enseñanza Primaria y Profesor de Literatura, en 1935 contrajo enlace con Amalia Barla, maestra y poeta, mujer de exquisita sensibilidad con la que tuvo dos hijos: Álvaro Tell y Silvia Amalia. Editó el periódico literario Mástil, desde donde convocó al primer Congreso de Escritores del Interior, que se realizó en 1938 en el Ateneo de Montevideo. Su periplo lírico —aunque escaso— lo convierte en un creador de altísimo nivel: Desvío de la estrella (1936) y Mundo a la vez (1956). Diversificó su pluma en diversos géneros, así conocemos, entre otros opus, en narrativa: La vergüenza de ser niño, Dos hombres bajo la luna, Los apóstoles; en ensayo: Sentido y trayectoria del pensamiento arielista de Rodó, Lo fáustico en la narrativa de Francisco Espínola, María Eugenia Vaz Ferreira y la soledad, Viaje a la poesía de Roberto y Sara de Ibáñez, Vida y obra de Cervantes, El mundo humano y plástico de “Los trabajos de Persiles y Segismunda”, Cómo aman los poetas, Visión de Martí, Sentido del campo en mi vida y mi poesía, La soledad del poeta en la tierra, Contralor del trabajo escolar; en teatro dio a conocer dos textos, Diana cazadora y El metal y la sangre. Miembro de la Academia de Letras, recibió lauros de diversos países. Colaboró con la revista escolar El grillo y publicaciones de Venezuela, Argentina y México. Para niños tiene el poemario El ABC del gallito verde. El Liceo y una calle de Pan de Azúcar llevan su nombre. 55 Ponencia A LA BÚSQUEDA DE CARTAS ENVIADAS AL CIELO Escritora María Cristina Laluz SILLÓN FERNÁN SILVA VALDÉS El otoño invade con suavidad el cielo y el aire. Todo lo que está abajo se impregna de una ternura ocre, amigable, placentera. Cada mirada a través de la ventana es un cuadro diferente… Una hoja de menos en el tilo... Un pájaro balanceando su trino en el cable... El humo de la fogata trepando en espirales remolones... La ensoñación acaba cuando aparece Bruno, mi nieto, con toda la energía de sus ocho años intacta, luego de ocho horas de Colegio. Después de la merienda que pasa entre charlas y risas reviso su mochila, tratando de adentrarme, como siempre, en ese mundo de color y aroma especiales que aún me envuelve al recordar mis pasados días de maestra. Una fulgurante mariposa me observa con su ojo central definitivamente abierto desde la carátula del libro Mar de cuento sol de poesía, selección de textos de autores uruguayos compilados por la Dra. Sylvia Puentes de Oyenard, para una edición especial de AULI (Asociación Uruguaya de Literatura Infantil), presentando a nuestro país como invitado especial a la VI Feria del libro de Panamá, en agosto de 2010. Paso las páginas adelante y atrás. Encuentro voces conocidas. Invito a Bruno a leer. -Empiezo yo. Algo que no sea muy largo. -¿Por qué no eliges por el título? Fíjate si hay alguno que te llame la atención. -Está bien. Revisó con el ceño fruncido detrás de sus lentes. -¡Ya está!:“Pienso tres cosas lindas y las digo”. -¿Quién es el autor? -Pedro Leandro Ipuche. Leyó el poema. Nos miramos y sonreímos. Siguió buscando. -¿Qué te parece ”Cuento medio de miedo” de Visillac? -Creo que te va a gustar. Lo leyó y volvimos a sonreír, como también con “Humor desopilante” de Ignacio Martínez. -Ahora te toca a ti. Pasé las páginas tersas y encontré un título entrañable. -Bruno: anda leyendo en silencio mientras yo recito y fíjate si me olvido de algo. Empecé… LEYENDA DE LA FLOR DE CEIBO Me lo dijo un indio viejo y medio brujo que se santiguaba y adoraba al sol: “Los ceibos del tiempo en que yo era niño no lucían flores rojas como hoy. Pero una mañana sucedió el milagro -es algo tan bello que cuesta creercon la aurora vimos al ceibal de grana, cual si por dos lados fuera a amanecer. Y era que la moza más linda del pago, esperando al novio toda la velada, por entretenerse se había pasado la hoja del ceibo por entre los labios. Entonces los ceibos como por encanto se fueron tiñendo de rojo color…” Tal lo que me dijo aquel indio viejo que se santiguaba y adoraba al sol Fernán Silva Valdés 56 -¡La sabes toda de memoria! -La aprendí cuando estaba en Tercer Año, como tú. Mi maestra era la señorita Elena. Un viernes nos dijo que el único deber para el lunes era memorizar la leyenda. Mientras leía, yo “vi” un indio de largo cabello blanco, muy delgado, que movía sus manos arrugadas. Él me hablaba en voz baja. Iba dibujando la historia para mí. Me hizo imaginar una muchacha alta, morocha, apoyada en el tronco de un ceibo como aquél, que está cerca del muro del fondo. Cuando Fernán, (con la voz del indio), cuenta que la moza se pasó la hoja por entre los labios yo hasta sentí el calor del fuego. Vi una llamarada. Cerré los ojos. Cuando los abrí, el ceibo estaba cubierto de racimos de flores rojas. Rojísimas. Nunca olvidé la leyenda. Cuando nos conocimos con Tata charlamos de varios temas. Coincidíamos en muchos. ¿Sabes qué pasó cuando hablamos de la flor preferida? -¡Los dos preferían la flor del ceibo! -¡Exactamente! Por eso, cuando nos mudamos a esta casa, plantamos el ceibo. Era chiquito, como tu mamá y la tía. Creció. Cuando florece nos emocionamos. -Abu, tú te emocionas con todo. *** Todo lo que queda en mi memoria tiene que ver con la emoción. Tanto es así que creo que elegí a Fernán Silva Valdés en mi infancia, por su capacidad de crear imágenes indelebles, tan tiernas como contundentes. El libro Poesías y leyendas para niños fue augural. Yo quería ser como la señorita Elena: andar por la vida enseñando los misterios de la naturaleza, de la historia, de la geografía, de los números, pero, sobre todo, de las palabras. Sembrar palabras. Iluminarlas de sentido. Preñarlas de color. Amanecerlas de sueños. Provocar el hambre y la sed de ellas. Y allí estuvo Fernán para acompañarme en la reflexión y el goce. A LA MANCHA Por allá en la tardecita dentro del espacio azul, están jugando a la mancha diez mil bichitos de luz. Como va siendo de noche todos llevan un farol que apagan para esconderse como diciendo: a mí no; que encienden para mostrarse como diciendo: aquí estoy. Por allá en la tardecita dentro del espacio azul están jugando a la mancha diez mil bichitos de luz. EL NIDO Los árboles que no dan flores dan nidos; y un nido es una flor con pétalos de pluma; un nido es una flor color de pájaro cuyo perfume entra por los oídos. Los árboles que no dan flores dan nidos. 57 LA COMETA Empieza a hacer calorcito, ya viene la primavera, se fue el tiempo de los trompos y llega el de las cometas. Frente a casa hay un campito que dicen no tiene dueño; allí me voy los domingos a remontar mi lucero. Le emparejo bien los tiros y le acorto algo el del medio para que vaya hacia arriba, bien arriba mi lucero. Y lo recojo y le aflojo hasta hacerlo tocar tierra; ¡qué lindas son las cometas, aflojale que colea! Veinte tiritas de trapo lleva la cola lo menos: trapo que en casa se pierde mamá lo encuentra en el cielo. Por ver si le corto el hilo a alguna otra cometa, en la cola le ato un vidrio que brilla como una estrella. Vengan a ver mi lucero; cuando está bien serenito, por intermedio del hilo le mando una carta al cielo. A LA MANCHA Por allá en la tardecita dentro del espacio azul, están jugando a la mancha diez mil bichitos de luz. Como va siendo de noche todos llevan un farol que apagan para esconderse como diciendo: a mí no; que encienden para mostrarse como diciendo: aquí estoy. Por allá en la tardecita dentro del espacio azul están jugando a la mancha diez mil bichitos de luz. En el libro, dedicado a su hijo Yuyo, junto a estos poemas más conocidos y repetidos por varias generaciones de escolares uruguayos es posible acercarse a poemas que describen diferentes juegos infantiles, plantas, aves y otros animales típicos; leyendas que dan vida al origen de “La flor del camalote”, “La derrota del sol”, “El color de los pájaros”, “El copete del cardenal”, etc. *** Pasar de la vivencia sensible al conocimiento del hombre concreto, implica ahondar en su tiempo, su quehacer, su inserción en el mundo de las letras abarcando tópicos y estilos diferentes. Y, a pesar de eso, saber que su realidad es inasible como “una tropilla de estrellas”. Fernán Silva Valdés nació en Montevideo el 15 de octubre de 1887. Vivió sus primeros años en Sarandí del Yi, departamento de Florida, en contacto con la naturaleza, hecho que marcaría su vida. Fue hasta Quinto Año a la escuela que funcionaba en una vieja capilla. “Allí aprendí todo aquello de lo que luego me olvidé. Lo que sé lo aprendí solo y es lo que hay que saber”. De familia lectora, una vez entró en contacto con el “Fausto”, poema gauchesco de Estanislao del Campo. Le gustó tanto que memorizó partes de él. En una ocasión recitó algunos fragmentos en una reunión de paisa- 58 nos. Ellos le contestaron con los consejos del Viejo Vizcacha, del “Martín Fierro”. Desde ese momento el “Fausto” y el poema de José Hernández fueron mi plataforma literaria, el inicio de mi pasión por la poesía y por lo nuestro” A los catorce años comenzó a escribir poemas y seguiría haciéndolo por el resto de su vida. Siendo un joven de alrededor de veinte años, regresa a la capital con su familia. Pasa de buen mozo, guitarrero y payador a ser casi un malevo de barrio bajo, aficionado al tango, diestro bailarían. Sus primeros dos libros editados; Ánforas de barro, 1913 y Humo de incienso, 1917, se enmarcan dentro de la corriente del modernismo. Aparece luego como creador del nativismo con Agua del tiempo, 1921. “El nativismo es el arte moderno que se nutre en el paisaje, tradiciones y espíritu nacional, (no regional) y que trae consigo la superación estética y el agrandamiento geográfico del viejo criollismo que se inspiraba en los tipos y costumbres del campo” (La cruz del Sur”, Nº 18, Montevideo, 1927) En un reportaje autobiográfico declaró: “Yo hubiera querido ser un hombre de campo y no de ciudad” Imposible saber lo que habrá sentido al recibir este mensaje de Pablo Neruda: “¿Le escribo? ¿No le escribo? Y al fin como ve, le escribo. ¿Para qué? No sé. Tal vez para decirle que Agua del tiempo me gusta mucho”. Y menos aún cuando recibió el comentario de Jorge Luis Borges: “He hallado, (en sus versos), la presencia de la belleza vivaz e indestructible como la de la andariega sangre en el pulso”. Silva Valdés tomó como personajes al indio y al gaucho, jerarquizando sus elementos característicos. Evoluciona tanto en su quehacer literario como en su vida personal. De la bohemia montevideana a la parisina. De un quebranto de salud a la sanación y el encauce en el amor verdadero junto a Tulia Pérez Gambin. La profusión de su obra creativa se concreta en continuas publicaciones: Poemas nativos, 1925 – Intemperie, 1930. La tendencia descriptiva del autor busca animar lo inanimado. Combina distintas formas métricas logrando un ritmo propio, rico en metáforas y comparaciones. Su estrofa anárquica parece progresar para armonizarse con las sonoridades del verso. Pero, al decir de Domingo L. Bordoli: “la forma es de un descuidado desaliño”. Contrastando con “Intemperie” y casi simultáneamente, publica “Poemas y leyendas para niños”, rezumando ternura al abordar, con sencillez y humildad, los aspectos expresivos de la infancia. Partió del indio, del gaucho, del criollo y más adelante del gringo venido de allende el mar. Cierra un círculo. De aquel pasado se instala en el presente como trampolín hacia el futuro. Es el mundo de la niñez el que abre sus alas para proyectarlo como un auténtico poeta de América. Admiro el proceso creativo, la búsqueda incesante a través del tiempo. Pero me detengo en el remanso de su voz cuando, desde su niño interior, es voz de todos los niños, voz de gozo, de asombro, de descubrimiento. Siguen apareciendo títulos: Romances chúcaros, 1933 - Cuentos y leyendas del río de la Plata, 1936. En el Romancero del sur, 1938, el poeta va cediendo su paso al cantor. Se desliza por el verso de manera fácil y cómoda. Jorge Luis Borges opina ahora que “Ha sembrado de torpes hispanismos sus versos criollos”. Pero para Silva Valdés quizá era una manera de enriquecer y animar el idioma. Pasan los años y su intensa labor creativa sigue acrecentando el acervo de títulos editados: Ronda catonga, 1941 – Corralito, 1944 Cuentos del Uruguay, 1945. 59 En 1952 comienza a incursionar en el teatro con Santos Vega, Barrio Palermo, 1952 y Vida de dos cuchillos, 1957. En 1958 aparece su autobiografía. A través del tiempo muchos de sus textos fueron musicalizados como milongas, por ejemplo: “Yo me llamo Juan te quiero”, “Margarita punzó” y tangos: “Canción del árbol del olvido”, “En blanco y negro”, entre otros. Colaboró en periódicos y revistas importantes del país y de América. Durante muchos años presidió la Asociación General de Autores del Uruguay, (en la que hay registrados ochenta y tres títulos de su autoría). Fue electo miembro de la Academia Nacional de Letras. En 1972 recibe el Premio Nacional de Literatura. Falleció en Montevideo el 10 de enero de 1975. Vuelvo a elegirte, Fernán, por el prodigio de tu voz que se enraiza en el tiempo, se eleva en sutiles y coloridos artificios y envía cartas infinitas hacia el cielo. María Cristina Laluz Fuentes: Antología de la poesía uruguaya contemporánea- Montevideo.-Departamento de publicaciones de la Universidad de la república Oriental del Uruguay – 1966 Celuja, Antonio- Fernán Silva Valdés-– Suplemento literatura uruguaya. Diario La mañana - 1989 Pereira Rodríguez, José - Estudio preliminar sobre la obra en Poemas chúcaros – 1930 CON VOZ(S) CUENTO” Es un proyecto inclusivo que busca motivar y potenciar el hábito de la lectura y el acercamiento tanto al libro como a otros formatos o soportes. Surge de la necesidad de contar con material de audio y formatos accesibles para personas con discapacidad visual promoviendo mayor autonomía, inclusión social y acceso al capital cultural y educativo. Se han editado 6 tomos. Cada disco contiene, un archivo de información de autores. Realizan este proyecto: Programa APEX, Subprograma Infancia-Animación Sociocultural y Recreación, Universidad de la República – Centro MEC Mercedes-Soriano. Y la coordinación y entusiasmo de Carlos Torrado merece nuestro más sincero apoyo y así lo dio la Academia Uruguaya de LIJ. Participan, entre otros autores: Ignacio Martínez, Susana Olaondo, Gabriela Armand Ugon, Malva Bengua, Sylvia Puentes de Oyenard, Samantha Navarro, Mónica Dendi, Silvia Iroldi, Guillermina Prunell y Silvia Prida. ZONTA INTERNACIONAL, DÍA DE LA MUJER 2014, en Ateneo de Montevideo distingue labor de Dra. Sylvia Puentes de Oyenard. Rodean Pta. Lilian García Philatoff y ex Pta. Lillian Olivera. 60 PERÚ: La Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil - APLIJ, realizó el XXXIII ENCUENTRO NACIONAL DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL, en la ciudad de Ayacucho del 27 al 31 de octubre de 2014. Asistieron por A.U.L.I. la Experta en Literatura Infantil María Di Lorenzi y la escritora Marta de los Santos desarrollando una interesante labor de intercambio. Académicos Dres. Marcial Molina Ritcher y Roberto Rosario, Marta Dos Santos y María Di Lorenzi, junto al Rector interino de la Universidad Nacional de Huamanga, escritor Oscar Espinar y Vicerector de la Universidad Nacional de San Cristobal de Huamanga Dr. Eulogio Pisfil Chavesta. La ACADEMIA ARGENTINA DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL (AALIJ) Con el auspicio de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), invita al Curso Breve, gratuito y con entrega de Certificados de asistencia que se darán en SADE, Uruguay 1371 3er. Piso, según el programa y fechas que se explicita, en el horario de 18 a 20 p.m. (4º jueves de abril a julio de 2015): Jueves 23 de abril: Una experiencia sobre lectura creadora y su relación con la educación por el arte. A cargo de la Prof. Zulma Prina. Jueves 28 de mayo: ¡Seño: Queremos leer! Una inclusión de la literatura y la plástica en el aula, sobre textos del libro Cosquillitas en el corazón de Cecilia María Labanca e ilustraciones de Alejandra Romero. Por las autoras. // Jueves 25 de junio- ¿Nos subimos al tren de la poesía? Panorama de la poesía infantil actual. Distintos géneros. El humor, el disparate. Marìa Elena Walsh. Cecilia Pisos. El Limerick. Presentación del libro Diversión en la laguna de María Julia Druille. Por la autora.// Jueves 23 de julio: Cuando el teatro representa al teatro. Romeo y Julieta 20 años después de Viviana Manrique. El drama de Shakespeare, una posibilidad para el amor. Contexto político, religioso y artístico de la obra. // Inscripción por mail a la Coordinadora, Lic. Bertha Bilbao Richte: [email protected] Zulma Prina, Presidenta María Julia Druille, Secretaria 61 Ponencia PALABRAS, TERNURA, EMOCIÓN. Mtra. Lic. Isabel Del Prete Experta en Literatura Infantil Sillón EMILIO CARLOS TACCONI Querido don Emilio: Donde quiera que esté, estoy segura de que se siente muy orgulloso con la noticia que ha corrido estos días por nuestro país. Se solicitará que el barrio Peñarol sea nombrado Patrimonio Histórico de la Humanidad. Y justamente usted, que nació, creció y valoró como pocos su lugar de nacimiento, se sentirá honrado, feliz, emocionado. Hace ya muchos años, en noviembre de 1981, tuve la dicha de conocerlo. En el Elbio Fernández se le hizo un homenaje que usted recibió con la humildad que lo caracterizaba, con la emoción que siempre ponía en sus palabras y con la ternura que anidó en su pecho cuando Gianella evocó con su voz de niña aquellos versos dignos de figurar entre las mejores lecciones de moral. “Tengo las manos ásperas, pero hay pan en la mesa…”. Pocos meses después, volví a tener la dicha de verlo en mi otra escuela, la “Juana de Ibarbourou”, donde volvió a recibir el amor de los niños y nos dejó como recuerdo aquella frase: “Donde está el nombre de Juana está mi corazón…” ¿Recuerda la escuela toda formada y los niños recitando sus poemas con el corazón puesto en ello? Estoy segura que, al igual que el otro homenaje, ha de haber sido de los que quedan guardados para siempre en un rinconcito del alma. También yo, guardo en mi memoria momentos muy especiales que viví con usted. Una nochecita de un noviembre de hace muchos años, fui hasta su abarrotado apartamento de la calle Durazno donde recibo de sus manos unos ejemplares de Con delantal blanco que pretendía regalarles a mis alumnos de 6º año cuando egresaran de la Escuela. ¡Qué linda charla con usted y Celia, su querida esposa, en aquella noche de primavera! Tuve el privilegio de escuchar de sus labios, algunos de los poemas que hacían vibrar a mis alumnos cuando los leíamos; Yo no me vi nacer…Pero la gente y la matrícula de nacimiento le dan ochenta a este adolescente que juega a las cometas en el viento… aquel otro que nos acunaba con su vaivén. O aquel otro que nos acunaba con su vaivén: El viento de los pinos, con vaivenes de ola, hace bailar la luna en medio del pinar. El viento de los pinos es una caracola de canción marinera; marinera y lunar… Y cómo no recordar… Era el más recio del bosque pero el viento lo volteó. Era el de raíz más honda pero el viento lo volteó. Era el de cresta más alta pero el viento lo volteó. ……………………………… ¡Ay cuando el viento alborero pierde la gracia de Dios! ¡Ay las cosas de la tierra qué cosas frágiles son! Bien conocía usted la fragilidad de la vida y de las cosas. Porque realmente su vida no 62 fue fácil. ¿Recuerda su escuelita, hoy llamada gracias a usted “María Víttori”? Allí fue hasta 5º año y luego a la Escuela Artigas. Pero, el hogar era modesto y todo era poco para ayudar a los padres. Por eso tan joven comenzó a trabajar en la Oficina del Central Uruguay Railway (hoy AFE). Luego da concurso para trabajar como Auxiliar en UTE y allí culminó su carrera como Secretario General, cincuenta años más tarde. Pero eso era parte de su vida. El resto, el que a nosotros nos llega con más afecto y sensibilidad, corre por otros carriles que no son específicamente los de los trenes. Durante los últimos años, se han retomado determinadas tendencias en el abordaje de temas históricos. Estas tendencias nos hablan de un estudio de la “historia total”, es decir, dar importancia no sólo a aquellos hechos bélicos o sociales que ocurrieron, sino dársela también al testigo, a las condiciones de producción de testimonio tanto como a su propio contenido, a los testimonios escritos, iconográficos o arqueológicos, a los testimonios orales o registrados. Emilio Tacconi y Sylvia Puentes, 1980. Por ello, su obra, don Emilio, la lectura de sus textos, nos permite descubrir nuestro pasado reciente, nuestras raíces, nuestra identidad nacional a través de sus “artículos de costumbres” a la manera de Larra; nos hace valorizar el aporte que la inmigración hizo a nuestra idiosincrasia y acercarnos con la emoción, tanto como con el conocimiento a formas de cultura de las cuales aún hoy tenemos vesti- gios, para comprender nuestro presente cultural y preparar nuestro futuro. Usted nos enseña a través de la lectura de sus textos, que la formación demográfica del Uruguay, francamente aluvional, nos dio una fisonomía muy característica. Es la inmigración italiana y española la que ha calado más hondo en la formación de nuestro pueblo. La España analfabeta, labriega, tradicionalista, de gente cuyo paisaje materno era similar a las concepciones del mundo, será la gran protagonista de la aventura tras-mediterránea. Y con ellos los italianos preferentemente del sur que salen de esas tierras inhóspitas y los traen a la ciudad y su arrabal, a sus conventillos construidos para recibirlos. Y serán mozos de cordel en el puerto, sirvientas, empleados de barracas, dependientes de almacén, peones. Y pronto se instalarán en los ascensores sociales de una colectividad urbana muy fluida y propicia a la promoción de elementos activos. Por ello, en una generación o más, ganarán posiciones y serán comerciantes, chacareros, pequeños propietarios. Pero, junto a ellos, viene el rico patrimonio de sus culturas regionales. Gallegos, catalanes, andaluces, vascos, napolitanos genoveses, etc., traen consigo los valores cualitativos de culturas milenarias. La sobriedad, religiosidad, modestia, laboriosidad gallega, se unen a los hogares patricios, junto a su espíritu de empresa, sus gaitas, alegría y romerías. La influencia italiana se ve claramente en el lenguaje cotidiano, en las prácticas culinarias, la gesticulación, las supersticiones, las normas de trato, la música tanguera, la organización familiar y social. El italiano, así como el español, llega con su cultura a cuestas pero se asimila con rapidez a los valores de su patria adoptiva, a las circunstancias geográficas y humanas que lo rodean. 63 Y todo esto que dijimos, lo descubrimos a través de su prosa y su poesía, don Emilio. En el fragmento que antes recogimos de “Manos ásperas” usted se refiere orgullosamente a los valores trasmitidos por su raza: áspera como símbolo de trabajo, de trabajo honrado que llevaba el alimento a la mesa familiar. Es el mismo orgullo con que repite esa máxima que tantas veces escuchamos en nuestro hogar inmigrante: “Los niños aprendíamos de memoria de labios de nuestros mayores: ganarás el pan con el sudor de tu frente” (“Mi pueblo”). Esa valorización del trabajo manual, del trabajo honrado que si bien no llevaba a la riqueza era símbolo de calidad moral, es un típico valor que inculcaba a sus hijos el inmigrante. “…Aquel era don Pascual Conini; mano rústica, encallecida de tanto andar entre hierros; mano de seda para las rosas de su huerta, el cerco más fragante del entorno; mano de artista para encañar el lujo púrpura de sus tomates y diagramar los frescos esmeraldas de acelga y lechuguina… Aquel era don Pascual Conini; padre de nueve hijos. El italiano gritón y seriote, capataz de maniobra de la Estación Peñarol… Aquel era don Pascual Conini…Prototipo del ímpetu, de la vitalidad, del coraje…(“Don Pascual Conini”) Y frente a él se yergue la figura de otro inmigrante, Mr. Rolan Moor, proveniente de la Inglaterra culta, emprendedora, moderna. “Culto, dinámico, emprendedor… Mr. Roland Moor: inglés de pies a cabeza. Genio y figura. Un gentleman. Fino, cordial, caballeresco. Siempre con la palabra “all right” a flor de labios: la sonrisa en los ojos y la gravedad racial en los bigotes, el ánimo dispuesto a festejar un chiste y la flema inglesa…. Él tenía vocación andariega. La llevaba en la sangre. Herencia marinera de su abuelo materno. Se enamoró de nuestra ciudad. Por su clima, por la cordialidad de las gentes, por la nobleza del espíritu criollo…” Los dos inmigrantes, ¡tan diferentes! pero ¡tan similares! Esas tipologías que formaban como ya dijimos, la colcha multicolor de nuestra población. Los niños de hoy, de su mano, don Emilio, recorrerán el camino de la historia a través de las páginas de su libro. Y reconocerán los valores de una época no tan remota y valorarán el legado de estos inmigrantes que con seguridad están en las mismas raíces de su vida personal. Yo tengo que reconocer que mi alma “gallega y tana” se conmueve tremendamente con sus libros. Porque en ellos reconozco a mis padres, a sus amigos, a la forma de vida que era común en la época. Yo también nací en mi casa, ayudada por una “partera” que no era “su doña Manuela” pero cumplió con el mismo afán su trabajo. “No tenía diploma ni estudios; pero le sobraba temple y coraje. Y oficio. Era una intuitiva: humanista y audaz. Audaz en el noble sentido. ¿Su vocación? Servir al prójimo… Doña Manuela de Arteaga es uno de los temas dignos de figurar en la serie de “Sonetos vascos” de Julio Herrera y Reissig…” (“Doña Manuela”) ¿Sabe don Emilio? Ahora, se ha descubierto la importancia de acompañar a la parturienta en esos momentos y hay una nueva profesión para la mujer: la de acompañante para el parto. ¡Qué novedad para doña Manuela!, ¿no es así? Y qué decir de los comerciantes de la época, para los cuales evidentemente, el quilogramo pesaba mil gramos sin discusión. “Con su pequeña provisión de comestibles y bebidas, honrado y feliz, vive en paz con clientes y vecinos, rodeado de la estima y el afecto de todos. No ambiciona ser rico. -¿Para qué? Suele decir. Me basta con ser honrado. Ese título no se compra con plata. 64 Por eso se le aprecia y se le quiere. El quilogramo de su balanza es de mil gramos. Exactamente. Y en ese orden toda su actividad comercial. Jamás adulteró un artículo o una bebida para obtener mayores rendimientos… le asigna un valor relativo al dinero. Nunca pisó los umbrales de un juzgado a no ser para casarse y otra vez para inscribir a Genarito…Y menos a una comisaría…” (“Don Bachicha”) A mí me parece, don Emilio que usted conoció a mi padre. ¿Cómo si no va a contar ese incidente con el señor que quería comprarle toda la papa a un buen precio a don Bachicha en momentos de racionamiento, si es lo mismo que hacía don Francisco, mi papá en épocas difíciles? Siempre defendiendo al que menos tenía, dándole las mismas posibilidades a todos, ayudando a sus vecinos sin pensar en recompensas. Es que era una forma de ver la vida, ¿no es verdad? La solidaridad, la ayuda al prójimo, la justicia, la humildad. Valores que debemos rescatar, que deben hacernos sentir orgullosos de ser uruguayos y descendientes de aquellos inmigrantes que trajeron, junto a sus artes de vida, la moral, la ética, la justicia, la solidaridad. Yo estoy segura, don Emilio, que usted acompañó a nuestros muchachos “celestes” cuando el 13 de julio recorrieron las calles de la ciudad con ese 4º puesto traído de Sudáfrica con orgullo por el deber cumplido. Porque a usted le encantaba el fútbol. Pero aquél, el del Centro Artesano que fue un pedazo de la historia de Peñarol. Fue el primer lugar donde se reunieron los mozos del pueblo para proyectar sus partidos. Y él vio crecer allí a don Tomás Bornio. “Él armaba la cancha, colocaba las banderitas en los corners, armaba las redes en los goles; les servía agua a las ovejitas que, con permiso de los ingleses, soltaba don Juan Pippo para comer el césped, aunque de vez en cuando era necesario usar la hoz y hasta la guadaña para emparejar la alfombra verde… Los domingos de mañana aparecía, rodeado de chiquilines del barrio para iniciar la marcación de la cancha. Temprano, con el pasto fragante de rocío. Uno llevaba la regadera con la tiza líquida; otro, el carrito de una sola rueda-invento del carpintero don Ramón de Frutos, que, al girar sobre el pasto, iba trazando la raya. Un tercero, los banderines del corner; aquél, el rollo de chaura y las estacas para tender la guía de marcación; su compañero el martillo y otras herramientas; éste el pincel de brocha gorda y un balde. Don Tomás, marchaba adelante, con el pesado fardo de las redes. Y a veces…alguien con la bolsa de aserrín para mejorar las condiciones del área chica. .. Todo era primitivo, fundacional, con decorosa modestia, en el kindergarten futbolístico…” Creo don Emilio, reconocer allá en una nube su sonrisa, ese frío día invernal, pero tan cálido en afectos. Porque usted sabe que ése es el camino. Volver a la humildad, a la generosidad, al acatamiento de normas, a la vida sana, al compañerismo, a la solidaridad. Por eso, amo sus libros, Por eso, me siento orgullosa de tener un sillón con su nombre en la Academia. Porque usted marcó el camino con sus libros y está en nosotros continuarlo. Muchas gracias y hasta siempre. Con todo cariño Isabel Bibliografía: Personajes de mi Pueblo y Con delantal blanco. *** POEMA BREVE Para hacer una pradera se necesitan un trébol una abeja y un sueño. Si nos falta la abeja alcanzará con el sueño. Emily Dickinson 65 Ponencia HABÍA UNA VEZ UN SEÑOR QUE ESCRIBÍA FANTÁSTICOS CUENTOS… Álvaro Secondo Sillón Horacio Quiroga —Papi ¿me cuentas un cuento? —Mira Marquito, vamos a hacer lo siguiente. Tengo que escribir un breve texto, para niños, acerca de la vida y la obra de Horacio Quiroga, uno de mis autores predilectos. Así que te lo voy a contar a ti, como si fuese un cuento, y mato dos pájaros de un tiro. ¿Te parece bien? —No lo sé, después que me lo cuentes te digo. Pero además… ¿Qué es eso de matar dos pájaros? —Eh…bueno, es sólo un dicho, significa que se puede cumplir con dos tareas a la vez… Tú ya sabes que adoro a los animales y que soy incapaz de matar siquiera una mosca. Pero, en cierta forma, esa expresión le viene bien a este cuento porque Horacio Quiroga era un gran cazador, era diestro con las armas, en especial las escopetas. Vivió muchos años en la selva, allá en Misiones, en la costa del Río Paraná, cerca de San Ignacio, donde las armas eran necesarias. Por cierto, él tampoco cazaba animales porque sí. Sólo cazaba a los peligrosos, como la serpiente o el yaguareté, a los dañinos como el jabalí o el zorro, y quizás, de vez en cuando, algún pato, algún conejo o alguna liebre para comer, lo cual no está mal. Pero vayamos a nuestro cuento… —¿Qué es un yaguareté? —Un gran felino de las selvas americanas, parecido al leopardo y al tigre, pero algo más pequeño. Escritor —¿Por qué las armas eran necesarias? —Porque en la selva, a veces, había que defenderse de los peligros con armas. —¿Los peligros eran los animales? —Sí. Y también los hombres. Eran épocas de pioneros, de los primeros pobladores de esas regiones selváticas. No había o había muy pocas seguridades, los pueblos y las comisarías quedaban lejos y uno debía protegerse como pudiera... —Ah… —Horacio Quiroga fue, como te decía, un gran cuentista, escribió más de doscientos cuentos y alcanzó, en ese arte, una gran maestría. Intentó, en su juventud, escribir poesía, pero no le fue bien. También escribió alguna novela y una obra de teatro. Pero no era lo suyo. Lo suyo era el cuento; y en él fue un auténtico maestro, un pionero, alguien quizá tan importante como Edgar Allan Poe en Norteamérica, un escritor a quien Horacio mucho admiraba, tanto que durante años fue su lectura más que predilecta, su lectura única, su lectura obsesiva, como él mismo decía. Tanto le gustaba que, al principio, lo imitaba; pero después adquirió su propia voz y fue, para la lengua castellana, un cuentista tan importante como aquél para la lengua inglesa. —¿Qué es obsesivo? —Que no se lo puede sacar de la cabeza, que está todo el tiempo pensando en lo mismo. —La abuela es obsesiva de que me lave las manos a cada rato y de que termine toda la comida… —Y eso está muy bien, Marquito. Pero ya te digo, Horacio superó la obsesión por Poe y 66 adquirió su propio estilo, su voz inconfundible, su identidad. Escribió con claridad, sencillez y precisión. Él decía que “un cuento debe ser como una flecha lanzada a un blanco. Toda mariposa que se pose sobre su vuelo para adornarlo, no hará más que entorpecerlo.” ¿Entiendes? —Si…la mariposa podría desviar la flecha. —¡Exacto, Marquito! Y el cuento, que es como una flecha, debe ir directo hacia donde fue lanzado. —¿Y hacia donde apunta un cuento? —Hacia el corazón y el cerebro del lector… —Pero si es una flecha, ¿no lo lastima? —De algún modo sí, Marquito. El cuento, la literatura, las artes todas, deben herir la sensibilidad y la razón de quien los recibe, el receptor. Deben conmoverlo, deben transformarlo, deben lograr que la persona ya no sea igual después de haber leído ese cuento, después de haber visto esa pintura, después de haber escuchado ese concierto, después de haber estado en contacto con cualquier manifestación de arte. Pero bueno, vamos al principio. Hace mucho tiempo, más de ciento treinta años… Reunión en Buenos Aires, 1928: Horacio Quiroga (parado, primero de la izquierda), su amigo Leopoldo Lugones (cruzado de brazos), Baldomero Fernández Moreno (sentado, a la izquierda) y Alberto Gerchunoff (sentado, al centro). —¿Es mucho tiempo ciento treinta años? —Según para qué. Pero sí, en relación con la vida, es mucho; es mucho más que la edad de tu abuela… —¡Uf! —…bueno, hace más de ciento treinta años, en una ciudad entonces pequeña, Salto, llena de sol y fragante a naranjas, en la costa de un río de nombre muy dulce y musical, el Río Uruguay que le prestó el nombre a nuestro país… —¿Por qué le prestó el nombre? —…quizá porque es un nombre tan lindo, que el país quiso llamarse como el río… —…nació un niñito pequeño y esmirriado… —¿Qué es esmirriado? —Flacucho. —¿Por qué hay olor a naranjas? —Porque en Salto hay grandes naranjales… —…a quien sus padres le pusieron Horacio Silvestre. Era uno de cuatro hermanos, dos de los cuales murieron muy jóvenes. En verdad, la tragedia y las muertes prematuras y violentas siempre rondaron al pobre Horacio, como un signo fatal. —¿Qué es eso? —Oh, bueno, algo como la mala suerte, pero muy mala suerte. Como si alrededor de Horacio se hubiesen concentrado muchas desgracias, en fin, una vida muy trágica. —Ah, pobre. ¿Y eso le hacía escribir cosas tristes? —No diría tristes. Pero sí algo tenebrosas. Fue un maestro del cuento fantástico y cultivó el género del horror, sobre todo en sus inicios, cuando tanto admiraba a Poe. Pero sobre las desgracias, Marquito, no te diré más que eso, porque quiero contarte las cosas buenas que extrajo Horacio de esa vida con episodios tan dolorosos. 67 No fue un gran estudiante. Sus maestros y profesores lo encontraban contestador e indisciplinado, lo cual lo llevó a cambiar varias veces de escuela e institutos de enseñanza. Aunque era de baja estatura y físico pequeño, su carácter hosco lo llevaba a arreglar a veces a golpes las diferencias con sus compañeros de clase. Pero si no era un buen estudiante, era, en cambio, un gran lector que leía todo lo que cayera en sus manos. Era muy curioso y ávido de conocimientos y de una gran habilidad manual e interés por los oficios, en especial la mecánica y la carpintería. Pasada la adolescencia, se dulcificó algo su carácter, se volvió un gran bailarín, se vestía como un dandy y… —¿Qué es un dandy? —…así se les decía a los muchachos de aquella época que gustaban vestir con elegancia y asumir ciertas actitudes para lucirse ante las chicas… Y a Horacio, en verdad, no le iba nada mal con las jóvenes salteñas. Era muy popular entre las chicas y sumamente enamoradizo, características que le acompañarían durante toda su vida. Por esos tiempos, todo aquel que como Horacio aspirase a una carrera literaria, debía viajar a París. Así que, como escala previa, Horacio se vino a Montevideo y, al poco tiempo, se embarcó en un vapor hacia París. Todavía no había escrito casi nada, era apenas un joven y bisoño proyecto de escritor, bastante petulante, así que puedes imaginar cómo le fue en París… —¿Cómo le fue? —Muy mal. Pasó por completo inadvertido y ni siquiera llegó a integrarse al grupo de artistas y literatos latinoamericanos que vivían (y algunos triunfaban) allá. Gastó sus pocos ahorros y volvió en tercera clase, en condiciones bastante peores que las que se fue. Ese fracaso, sin embargo, no cambió su decisión de ser escritor, pero se volvió, si es posible, más ensimismado e individualista. En realidad nunca fue bien aceptado por la mayoría de sus colegas quienes no pocas veces le dedicaron críticas severas, una dolorosa indiferencia y hasta burlas, como suele pasarles a quienes no se integran, por distintas razones, a sus círculos de pertenencia; esos que suelen llamarse “out siders”. A Horacio, en realidad, no le satisfacía su mundo, el mundo que le había tocado vivir y padecer; pero en vez de resignarse y amoldarse al mismo, intentaba, con gran valentía y tenacidad, cambiarlo. Y lo hizo construyendo su propio mundo, de dos modos diferentes, pero igual de trabajosos. Uno virtual, a través de la literatura. Y otro real y concreto, transformando un trozo de selva en su paraíso propio. Después de París y de vivir poco tiempo en Montevideo, donde otra vez una terrible tragedia enlutó su vida, se marchó para Buenos Aires y tras fracasar en varias empresas muy delirantes… —¿Qué son empresas delirantes? —Empresas alocadas, mal estudiadas, sin planificación, llamadas a fracasar, …bueno después de intentar con varias de esas aventuras más románticas que prácticas, adquirió unas hectáreas de tierra en la selva de Misiones, en la costa del Río Paraná. Con sus propias manos construyó allí su casa y su taller y escribió, acaso lo mejor de su obra, acerca de las peripecias de los hombres que poblaban esa región casi virgen. Eran hombres rústicos, venidos de todas partes, que trabajaban en oficios durísimos en medio de la naturaleza intacta, lidiando con los animales salvajes, el 68 río, la soledad y la nostalgia, la vida bravía y la muerte siempre ahí, como una presencia cercana y tangible. Se casó Horacio, con una chica mucho más joven que había conocido en Buenos Aires, y se la llevó con él a la selva, donde tuvieron dos hijos: una niña llamada Eglé y un varón, Darío, que pasaron su niñez allí, fascinados con las enseñanzas y los cuentos de su papá. Éste enviudó muy pronto, volvió a casarse años después y tuvo otra niñita, a quien llamaba Pitoca. Sus tres hijos, así como su primera mujer, su padre, su padrastro y uno de sus mejores amigos tuvieron todos finales trágicos, pero ya te dije, Marquito, que de eso no quiero contarte. Volvió Horacio a Buenos Aires empujado por su precaria economía y por la necesidad de sus hijos de continuar con sus estudios escolares y liceales. Después de vivir un tiempo en un departamento pequeño, en un subsuelo, alquiló una casa quinta en Vicente López y, de algún modo, mudó para allí “su selva”. Su casa parecía un zoológico, con coatíes, víboras, lagartos, búhos y cualquier cantidad de animales exóticos vivos y también disecados; y rebosaba de objetos artesanales traídos de Misiones, muchos de ellos hechos por él mismo. Repartidos por el predio había embarcaciones, canoas, motocicletas, bicicletas, carros y sulkys (aunque ya tenía auto y lo conducía de un modo terrorífico) y herramientas de todo tipo almacenadas en su atiborrado taller. Quizá la distancia y la nostalgia de “su lugar en la Tierra” hayan sido el detonante que hizo estallar lo mejor de su literatura porque por esos años escribió mucho y muy bueno. Entre muchas otras cosas, ensayó un “Decálogo del Perfecto Cuentista”. Julio Cortázar, otro genial narrador, dice que esa intención de establecer un canon del cuento y, sobre todo, ese adjetivo “perfecto”, deben ser tomados por el lector con un guiño sarcástico por su desmedida pretensión. Sin embargo, reconoce que si bien nueve de los diez preceptos le parecen prescindibles, hay uno que le resulta una gran revelación: “Escribe como si la historia sólo tuviese interés para el pequeño ámbito de sus protagonistas, de los que pudiste ser uno.” Horacio escribió también, por ese entonces, bellísimos cuentos para niños, basados en general en sus experiencias en la selva y en su contacto estrecho con los animales y la naturaleza. No fueron bien recibidos por las autoridades educativas de la época que le reprochaban la falta de lecciones morales o moralejas que se desprendiesen de los mismos. Por el contrario, decían, de muchos de sus cuentos se deducen enseñanzas impropias para los niños, porque derivan de la vida natural y de la sobrevivencia de cierto animalitos, basada más en la picardía y en la astucia, que en atributos morales, ¡habrase visto! También le reprochaban cierta pobreza de lenguaje y errores de sintaxis. A mi me parece Marquito que no era pobreza, sino austeridad de estilo. A ese propósito, Horacio nos legó un buen consejo estético. Recuerda —aconsejaba Horacio— que para decir que una brisa fría sube desde el río, no hay mejores palabras que “una brisa fría sube desde el río.” Significaba que es bueno no caer en la tentación de usar palabras difíciles y giros rebuscados, que sólo le quitan sencillez y 69 claridad a la narración a cambio de una dudosa pretensión de belleza. Fue muy criticada la obra de Horacio por despareja, por excesiva, hasta por chapucera. Muchos no le perdonaron su exotismo. Otros no juzgaban la obra sino el carácter hosco y reconcentrado del autor, nada afecto a la lisonja ni la zalamería hacia las autoridades políticas y culturales, ni hacia los brillos sociales. Sufrió también uno de los peores tipos de crítica: la indiferencia y el ninguneo por parte de muchos de sus colegas y ciertos críticos hoy, por cierto, merecidamente olvidados. Pero el tiempo y la historia que abominan de las modas y las injusticias, ponen todo en su lugar. Y a Horacio Quiroga lo han puesto donde merece estar. En el sitial de uno de los mejores y más originales cuentistas de la lengua castellana, donde vivirá para siempre. En una de sus biografías se cuenta que, poco antes de su muerte, cuando ya estaba muy enfermo, tenía permiso de su médico para salir, algunas tardes, del hospital. En una de esas salidas se encontró con su hija Eglé que ya tenía unos veinticinco años. Conforme con la costumbre de Horacio de gran caminante, caminaron largamente por la ciudad, del brazo, admirados del progreso y de los autos que, ya por entonces, aturdían las calles. En determinado momento Eglé apoyó su cabeza Salón de Actos del Palacio Municipal de Colonia durante la presentación de Ramón de Roberto Bertolino. De esa manera a en el hombro del padre, sin dejar de caminar, y le pidió: —Papaíto —así lo llamaba desde siempre —cuéntame un cuento. Seguro ella sabía que en cada cuento iba lo mejor de su papaíto y era, desde luego, lo que ella quería atesorar, porque no ignoraba la inminencia del fin.—¿Qué cuento quieres, cachorrita? —quizá le haya preguntado Horacio. —Uno de allá, papaíto, uno de allá… Ambos sabían que “allá” era la selva entrañable, el exuberante barranco sobre el Paraná, su lugar en el mundo, la mágica patria de la infancia de ella, de Darío y, después, de la pequeña Pitoca. Y siguieron caminando y recreando en el cuento de Horacio, aquél lugar con tanto, tanto sol… —¿Te gustó Marquito? Eh…¡Marquito! ¡Quién sabe cuánto hace que te has dormido! Mira, hijito, ya que no me oyes, te voy a dejar escrito un texto de Horacio que cierra un cuento, mejor dicho, una parábola sobre la libertad, acerca de un potro salvaje; pídele a mamá que te lo lea mañana, dice así: “Joven potro: tiéndete a fondo en la carrera aunque apenas se te dé para comer. Pues si llegas sin valor a la fama y adquieres estilo para trocarla fraudulentamente por pingüe forraje, te salvará el haberte dado un día, todo entero, por un puñado de pasto.” ¡Que tengas dulces sueños, hijito del alma! iniciativa de la Dra. Sylvia Puentes de Oyenard y la adhesión del Intendente Dr. Walter Zimmerman y el escritor Álvaro Secondo, se homenajeó al escritor carmelitano. Su viuda, Elena, recibió una plaqueta de manos del Intendente que invitó a valorar el libro como herramienta indispensable para la formación del individuo. 70 EL RÍO URUGUAY VIENE EN TSUNAMI Isidra Solari (Uruguay) Tarde de espera, naufragios y perdones. La tarde se hace larga y fría con viento sostenido del pampero. El río Uruguay está en creciente. Catorce cero cinco metros de altura sobre el puerto de Salto. Se espera que las aguas lleguen a catorce y treinta para la tarde. No se sabe que pasará mañana. Un desastre cubre la ciudad. Cientos de refugiados han abandonado sus casas por las aguas desbordadas, como pocas veces, en un mes de julio de infortunio histórico. La espera es larga y tensa por el mal pronóstico. Anuncian que crecerá otros veinticinco centímetros en la tarde y esto hace una dramática diferencia que arrasará las contenciones naturales de barrancas y zanjones, anegará los barrios de la costa y los del centro bajo, con casas humildes, resignadas, donde permanece todavía la sombra de otras embestidas en sus paredes frías y mojadas. La espera es solitaria, silenciosa, sin tráfico ninguno. Los caminos vecinos están cortados por el río. Sólo se oye el sonar de las aguas en vértigo del río, ritmadas por los motores de helicópteros que patrullan en emergencia las costas argentinas. Pasan lanchas que vigilan el río y enfrentan en grandes surcos la corriente de aguas libres que se vierten desde la represa de Salto Grande con sus compuertas abiertas para dejar pasar los miles y miles de metros cúbicos por segundo en riadas de tsunami. Estas aguas vienen de muy lejos, del Brasil, del estado de Santa Catarina desde una ciudad, donde arrasaron una represa que le daba luz, conocida porque se jugó allí un partido de fútbol del último mundial. Las esperas, ya se sabe, son largas, el río permanece por ahora “estable”, palabra técnica que se acata como natural y calma por momentos los sobresaltos de ayer cuando devastaron las orillas. Los troncos descuajados que pasan dan cuenta de la masacre río arriba. Hoy muy temprano, apenas había madrugado la mañana, encontré un gato grande, guarecido en mi ventana. De pelaje espeso, oscuro, parecía salvaje, quizás fuera pariente del gato montés que alguna vez habita el monte de la orilla. Era un "evacuado" más, como tantos otros, pero anónimo, de incógnito. Los informes oficiales, seguro, no lo tenían consignado. Lo dejo estar en el resguardo de mi ventana ancha y le otorgo, solamente por hoy, el perdón de una mirada. Me hago cómplice y me olvido que ayer nomás en recorrida de desastres, encontré uno muy grave y doloroso. Un crimen violento se había cometido. Las plumas blancas y grises, de la torcaza que habita y clamorea en el jardín, estaban esparcidas en los senderos de las hojas secas. Eran una pena infinita en el camino. El cazador culpable estaba en mi ventana, mojado y vulnerable. Los dos resistíamos, solitarios, vigilantes. En el riesgo y a la espera. Tejimos, sin saberlo uno del otro, una amistad interesada, ambigua que no tenía sentido. Una amistad entretejida entre seres extraviados, sobrehumana. Efímera y eterna que no tiene destino como todo lo del río. Un caminar presuroso de náufragos unidos por la inminencia del peligro. Sin saberlo recibimos esa tarde el perdón cósmico del río. Nos otorgó la tregua del perdón, que sabe de la muerte y de la vida. Esa tarde el río también se quedó manso en el jardín, en actitud de espera, sin subir los escalones. Como un náufrago más en busca de asilo. Salto, 19 de julio 2014 71 Ponencia AL RESCATE DE LAS LLAMARADAS DEL TIEMPO JULIO DA ROSA, EL MEMORIOSO* Mtra. Prof. Graciela Olarreaga Mussio, Sillón Julio C. Da Rosa TIEMPO DE ESCRITURA Julio Da Rosa se revela artísticamente entre los años 1945 y 1950. Por este motivo se lo ubica, dentro de la Literatura Uruguaya, en la Generación del 45. Situar a un escritor dentro de una generación conduce a tres interrogantes: ¿Qué es una generación? ¿Cuáles son los rasgos propios de su generación? ¿En qué medida participa de esas peculiaridades? Para iniciar la búsqueda de respuestas a las dos primeras preguntas elegimos de las múltiples caracterizaciones, sobre las generaciones literarias, la que expresa Pedro Salinas1: “lo que la generación tiene de común es el problema de su tiempo…Yo diría que las escuelas literarias no son otra cosa que las distintas soluciones que una generación ofrece a un único problema literario” ¿Cuál era “el problema de su tiempo” para los escritores del 45? Así lo explica uno de sus miembros, Emir Rodríguez Monegal: “El examen de la realidad nacional revela muy claramente la emergencia de un grupo hacia 1945. Ese grupo tiene indudable gravitación, casi de inmediato, y continúa teniéndola hasta 1 Salinas, Pedro El concepto de generación literaria aplicado al 98. Revista de Occidente, España,1935 hoy (…) Algunos estudiosos se han dedicado a determinar aspectos de esa generación literaria. Hay coincidencia en casi todos con respecto a lo que puede llamarse fecha de iniciación del grupo. Esa fecha es 1940, es decir a sólo medio año de la fundación de “Marcha”. Tal fecha básica –que marca el comienzo del período de gestación del grupo, es decir: el momento en que irrumpe en la vida literaria y comienza a polemizar con la generación anterior para hacerse sitio (…)Si hay un acuerdo casi total en cuanto a la fecha de iniciación, ese año de 1940, en que Marcha tiene seis meses, no hay acuerdo sin embargo en cuanto al nombre que corresponde a la generación. En uno de los primeros estudios que hice la bauticé de Generación del 45 y el nombre ha sido repetido (...)aunque ha encontrado opositores(...) Se ha propuesto llamarla Generación del 40 (por la fecha de iniciación) o Generación del 50 (cuando ya estaban muy activos todos sus integrantes). De hecho el asunto resulta trivial, y de ponerse algunos muy cejijuntos o coléricos puede resultar cómico. El nombre de una generación no depende nunca de un cálculo matemático exacto(…) La fecha misma tiene una significación muy especial. Ese año marca el final de la segunda guerra mundial, el comienzo de la guerra fría y la entrada (primero subrepticia, luego cada * NOTA: Conocer a Julio Da Rosa, compartir largas charlas con él, en las que nunca faltó su “risa tan linda”, fue tener el privilegio de vivir la hermandad que lo unía a los seres anónimos de nuestros pueblos olvidados y de nuestra campaña postergada; fue escuchar la voz de un hincha de la vida y de la maravilla, capaz de hacer de la sabiduría de un Juan Carmona la superación de la de mil intelectuales. Por eso, en la difícil tarea de elegir una obra suya para analizar, he optado por “Juan de los Desamparados”, novela que no fue escrita para el público infantil. Hago mías aquellas palabras de Juan Ramón Jiménez: “creo que el niño puede leer los libros que lee el hombre, con determinadas excepciones que a todos se le ocurren”. 72 vez más visiblemente) del hombre en la era atómica(…) En el terreno económico el Uruguay pasa por un falso período de prosperidad por lo que se ha ganado y acumulado sin mayores posibilidades de gasto durante la guerra. La subsiguiente contienda de Corea habrá de extender una moratoria a esa falaz prosperidad que la milagrosa recuperación europea y la revolución industrial del automatismo contribuirá en pocos lustros a convertir en ceniza. Pero en 1945, el Uruguay parece haber salido ya del oscuro período de Terra (…) Los nuevos líderes son hombres de la generación del 32 (o generación del Centenario de 1830, como se les ha llamado) para quienes este año de 1945 marca el punto casi central de su período de gestión, es decir de dominio(...)”2 La Generación del 45 o Generación Crítica, como la llamó Ángel Rama por su “actitud impugnadora”3, estuvo constituida por un grupo de jóvenes escritores cuyo método consistió en “abarcarlo todo: en comprender que la palabra sólo manifiesta la plenitud de su riqueza cuando es leída en el contexto de su entera realidad” 4. Julio Da Rosa se integra a dicha Generación a través de Juan José Morosoli, formando parte del grupo de la revista Asir, cuya sede era la casa de los Bordoli. Los domingos era el día en que, puntualmente, se reunían. Nunca faltaron Arturo Sergio Visca, Trillo Pays, Guido Castillo y, por supuesto, él. A menudo “caían” Roberto Ibáñez y Paco Espínola. Años más tarde afirmará “qué universidad fue para mí, eso (…) Después nos juntamos con la gente de Número, la otra revista; una revista dirigida por Rodríguez Monegal, por Benedetti (…). Había cierto contrapunto del 2 Rodríguez Monegal, Emir. Prólogo e Introducción en Literatura Uruguaya del Medio Siglo, Alfa,Montevideo,1965 3 Di Candia, César. Entrevista en Búsqueda, 8/III/90, citada en Historia de la Literatura Uruguaya Contemporánea, RavioloRocca, Banda Oriental, Montevideo,1996 4 Tomás Eloy Martínez “Ángel Rama o el placer de la crítica”. University of Maryland, 1985 punto de vista de la orientación estilística y estética, pero éramos amigos y un buen día nos juntamos todos y fundamos esa cooperativa. Yo puse dinero pero mi libro salió. Cada cual colocaba (…) publicó Onetti, publicó Benedetti, Trillo, Visca, Bordoli, yo (…) Si seguimos la terminología de Julius Petersen5, la “experiencia generacional” del 45 quedaría explicada, aunque brevemente. Si bien Da Rosa compartió “la demanda y el quehacer”6 de ese tiempo, no puede afirmarse lo mismo respecto a “la comunidad personal” y al “lenguaje de la generación”7. Con sus propias palabras damos respuesta a la tercera pregunta, que hiciéramos al iniciar este estudio8: “fui la oveja negra del grupo porque ellos integraban una generación muy exigente, muy erudita, muy docta (…) Yo en cambio era nada más que un campesino que se había puesto a escribir y lo hacía con un lenguaje totalmente distinto al de mis compañeros de época. Pretendía ser auténtico, ser trasmisor directo de mi tierra, de mi gente y sus costumbres, de su forma de hablar (…) Ellos contraponían el regionalismo al universalismo y sigo pensando que estaban equivocados”. En una narrativa que se debate entre dos tradiciones, lo urbano, y el campo, Da Rosa, sin establecer antagonismos, se ubica en la última llevándonos de la mano a donde se ha ido a refugiar “el alma de criatura del pueblo viejo”.9 TIEMPO DE INFANCIA En la Segunda Sección de Costas del Arroyo Porongos (Treinta y Tres) nació y se educó “Juancito”10, en una familia “donde 5 Petersen, Julius. Las Generaciones Literarias. Filosofia de la ciencia literaria. Fondo de Cultura Económica, México,1954 . 6 Íd. Nota 1 7 Íd. Nota 5 8 Íd. Nota 3 9 Da Rosa . Hombre Flauta. Cuentos Completos. Ed. de la Banda Oriental,Montevideo,1966 10 Nombre que más tarde no sólo asumirá el protagonista de 73 se leía mucho”. Su padre “aunque era un paisano salido de segundo año de escuela rural- era un hombre que siempre andaba con libros”. Además, tuvo la suerte de asistir a la Escuela Rural Nº 10 que “tenía un centenar de libros”11 . Allí lee por primera vez la “Ilíada” y “Don Quijote”. Allí comienza a forjarse quien será uno de los mejores escritores de la Literatura Uruguaya para Niños y Jóvenes (si es que las obras de arte permiten ser clasificadas según el público al que, supuestamente, se destinan). Allí inicia un diálogo con los habitantes del campo y de sus más pequeños pueblos, que más tarde se convertirá en “un singularísimo estilo coloquial que abarca con absoluta naturalidad todo el cuerpo de la narración”12. Y allí, también, se desenvuelve ese tiempo de infancia, cuyo recuerdo irá revelándose en Buscabichos (1970), Gurises y Pájaros (1973), Yunta Brava (1990), Mi gato Gato (1990) y Tata Viejo (1999). género; y por otro , una gran inhibición de hacerlo. Lo primero incentivado por el influjo de los grandes maestros de dicho quehacer (…) Lo segundo, amenazado por el temor de incurrir en los desastres de muchos y malísimos autores de literatura infantil”13. Ninguna obra había tenido tanto éxito, después de Perico de Morosoli. Éxito que Heber Raviolo sintetiza en tres razones: “el placer de escribir con la única finalidad de contar”(…) el escritor no se siente obligado a achicarse, ni a achicar su lenguaje (…) el autor sortea airosamente el didactismo.”14 De la campaña a Treinta y Tres , de la Escuela Rural Nº 10 a la Escuela Urbana de Varones Nº 2 , de la aldea treintaitresina a la ciudad asfaltada y de allí a Montevideo... El sentimiento de destierro es la consecuencia de una existencia que se siente sometida a cambios continuos y que terminan con el convencimiento que la vida son “ratos” , que “los había perdido para siempre” 15. La forma de sofocar “las llamaradas del tiempo” es entregarse a la escritura, “al quehacer de de su rescate, con la premura de quien se aprestara a salvar una imagen querida” 16 . TIEMPO DE DESAMPARO Con Buscabichos se convierte en clásico de la Literatura Infantil Uruguaya, a pesar de los dos sentimientos contradictorios que experimentó frente a esta clase de Literatura: “por un lado un profundo deseo de asumir el varios de sus relatos, sino que será el seudónimo, “ Juancito de por allá”, con el que publicará en el suplemento escolar del diario El Día. 11 Lucio Muniz. Julio C. Da Rosa: Escritor de Memorias. Entrevista en letrasuruguay.espaciolatino.com. 12 Raviolo, Heber. Julio Da Rosa y el Criollismo. Historia de la Literatura Uruguaya Contemporánea. Tomo I. Raviolo-Rocca. Ed. de la Banda Oriental, Montevideo,1996 Sus obras son un ejercicio de memoria frente al suceder inevitable del tiempo en las cosas. El vaciamiento paulatino de la campaña se transforma en crecimiento demográfico del pueblo, el pueblo se transforma en señora ciudad, pero hay algo que permanece: el alma del pueblo viejo en la figura de los desamparados. 13 Da Rosa, Julio. Buscabichos. Un Clásico de Nuestra Literatura para Niños. Boletín Nº14 y 15. Asociación de Literatura Infantil-Juvenil- AULI, Montevideo, 1989 14 Raviolo, Heber. La Narrativa Infantil de Julio Da Rosa, Boletín de AULI, Montevideo,1990 15 Da Rosa, Julio. Ratos de Padre. Ediciones de la Banda Oriental, Montevideo,1968 16 Ídem. anterior 74 Entre las particularidades de estilo de su prosa, cinco están íntimamente ligadas a la nostalgia de un tiempo que considera perdido: el habla rural de sus creaturas, que las convierte en portavoces de la comunidad a la que pertenecen, potenciando la función referencial de la historia; el uso de los diminutivos, que manifiesta la función emocional de la narración o, para decirlo con las palabras de Leo Spitzer, evidencia “una ternura para con el idioma, un enamoramiento de la lengua que acaricia las palabras como si fueran personas”; el dotar de principios sensitivos a los elementos inanimados de la naturaleza, trabajándolos como materia prima de reveladoras relaciones, capaces de transformar la experiencia cotidiana del mundo rural en una suerte de rousseauniana edad paradisíaca; la nominación de sus personajes, estrategia de la cual hablaremos; y el uso de verbos de estado, donde “ser” se transforma en el eje vertebrador del contenido narrativo. En razón de la extensión del presente trabajo, nos detendremos en este último procedimiento estilístico. A continuación analizaremos dos constantes de su narrativa: la temporalidad y el desamparo, en la “nouvelle” Juan de los Desamparados. A la hora de titular17 sus obras se caracteriza por la elección de títulos simples, no complejos, cuya función es la de informar, adelantar o resumir lo que desarrollará en la historia. Muchas veces las nomina con el nombre o el apodo del protagonista: Loco o Solterón, Buscabichos, Ceferino, Juan Velorio, Margarito, Doroteo Alza, Tata Viejo, Yunta Brava ( la unión de Juan, “rubio más bien zanahoria” y el negro Severiano “más negro que un margullón” genera una nueva identidad). En Juan de los Desamparados el protagonista es Juan Carmona. El título como 17 Eco, Umberto. El Título. Apostillas a "El nombre de la rosa" . Ed. Lumen, 1985 paratexto18 oficia de discurso auxiliar, al servicio del texto narrativo, comprometiéndose con las expectativas que genera en el lector. Puede considerarse emblemático, ya que guarda una estrecha relación con el relato; pero también puede ser epónimo, porque es el nombre de un tipo humano, consecuencia de otro tipo, el de los pueblos olvidados19. Desde el primer párrafo, la dimensión pretérita se apropia de la construcción del protagonista, causando una aparente ausencia de expectación: “Parecía un cuento la vida de Juan Carmona. No un cuento para esta época. Un cuento para la época en que todavía los hombres hubiesen podido creer en su posible verosimilitud”(…) Hubo un hombre, sin embargo, capaz de probar la existencia carnal y terrenal, en plena mitad del siglo que corre, de este Juan Carmona. Ese hombre fue el doctor Céspedes.” El uso de los verbos parecer y ser puede inducirnos al error de considerarlos “no plenos”, como meros oficiantes de nexos con los sustantivos. Sin embargo, poseen el valor semántico y estilístico de pensar la realidad como el comportamiento del sujeto (Juan Carmona) y su ayudante (Alfredo Céspedes) frente al oponente (una sociedad portadora de un progreso basado en el “asco por la tierra”), quien pretende obstruir la consecución del objeto de deseo (amparar a los desamparados), suscitado en el sujeto por el destinador (Anarolino Sena) y cuyo destinatario ha de ser quien en definitiva quiera “ser hombre”. El narrador cumple una función testimonial: “Hubo un hombre, sin embargo, capaz de probar la existencia carnal y terrenal”. “Hubo” se transforma en un: existió un 18 Genette, Gerard.“Transtextualidades”. Maldoror- Revista de la ciudad de Montevideo- Nº 20. Montevideo, 1985 19 El lector de este estudio queda en libertad de considerar a Juan Cármona como el verdadero protagonista o al Dr. Alfredo Céspedes, nombre de ficción por demás simbólico del Dr. Cáceres, psiquiatra, esposo de la poeta Esther de Cáceres y, amigo de Da Rosa, quien le narró la historia. 75 testigo, quien no sólo tuvo la capacidad de comprenderlo, sino también de hacer que no muriera por medio de su relato. Adquiere valor estilístico como verbo de estado; expresa la íntima necesidad de vivenciar el tiempo no en sus cambios, sino en una deseada permanencia. El autor es un transcriptor20, que bajo la figura del narrador presenta el singular relato del Dr. Céspedes, quien “a fuerza de tanto lidiarlo durante los diez años que estuvo en el pueblo (…) acabó por conocer a Cármona <de derecho y de revés>” El afán de testimoniar lo que Céspedes le contó sitúa a la materia novelística dentro del realismo. Fielmente, sigue los vaivenes espaciales y temporales de la existencia de Juan Cármona, cuya capacidad de amar al prójimo resulta hiperbólica frente a la acción despiadada de “una fiebre de gigantismo que sacudió al país en pocos años”. Aunque parezca paradojal, del tratamiento verista del ser de Juan resulta un realismo optimista, que soslaya los aspectos más negativos de la vida, a pesar de las circunstancias que rodean a este héroe en nada paradigmático, poseedor de “una sangre acostumbrada a no recalentarse mucho” y que como dice el narrador: “Ya era semejante hombre <formado>, y seguía siendo el mismo gurí sin formalidad (…) no podía resolver ningún asunto propio en forma definitiva, con una anticipación mayor al tiempo de una corazonada”. ¿Cómo lo logra? Una estrategia es el relato heterodiegético, en el que el mundo narrado se ordena jugando entre un estilo directo, el indirecto o el indirecto libre, que “a modo de chispazos súbitos, como rendijas que nos dejan ver interioridad”21 del protagonista. Así nos enteramos de: las “goteras” que el Dr. Céspedes le curó; “los males de adentro” de Juan Cármona; “ la alegría de dar que 20 Tacca, O Las voces de la novela. Ed. Gredos, 1973 21 López Blanquet, Marina. El estilo indirecto libre en español. Montevideo, 1968 siempre lo desbordaba” ; la protección dada al “medio bastantito flojón de arriba” viejo Bienvenido Soria, gracias al cual conoce “al dotor de gente”; cómo cobijó a un “vultito negro”, abandonado por una asustada negra adolescente y que llamó Anarolino Cármona; Olimpia, “la misma que por seguir al pardo Jinés lo había plantado a él con la libreta de casamiento recién estrenada con un hijo de ella y un tercero”, “el Aligio”; la familia de Olimpia, los Duarte , con sus salidas “como detrás de la puerta”; Rosa “una mujer muerta” que en carretilla la llevó a su rancho y que gracias a sus cuidados “era una mujer viva”. Y también nos informamos de otros dos personajes, tan esenciales en su vida como el Dr. Céspedes: Dominga Carmona, su madre, quien tuvo que abandonar la estancia porque “ya eran épocas en que <una mujer con gurí no rinde lo que consume>” y Anarolino Sena, a quien no le importaba “lo de con gurí o sin gurí”, sólo exigía “que fuese medio limpia, que no exigiese mucha dedicación, y la principal: que estuviese callada”. Con el ejercicio de la paternidad por parte de Anarolino el ser se instala para siempre en su vida, ya que su “padre era de los de marca borrada”. Fueron “siete años cortitos” pero de penetrante aprendizaje para madre e hijo. Dominga aprendió que “sobre la inmensidad de la tierra y bajo la inmensidad del cielo, hay rinconcitos de tierra con sus correspondientes redondeles de cielo, que valen ellos solos mucho más-pero mucho más- que todo el resto. Y que en uno de esos rinconcitos, con nada más que un rancho, unas pocas cosas y unos pobres bichos, bien merece la vida ser vivida”. Juan aprendió a escuchar al hombre que “suave con el cuidado de quien estuviese regando una plantita” le hablaba A-“¿Ust´es hombre o no es hombre?(…) Y sabe lo qu´es ser hombre (…)Escuche bien: ser amigo de toditos los hombres ,¿oyó? (…) 76 J-¿Pa qué? A-Pues pa ser hombre. Y además, porqu´es lindísimo (…) Vamos a ser compañerazos, noverdá (…) J-¿Qué es tener un padre?(…) A-Escuche bien a usté no le gustaría que yo fuese su padre” Por todo lo vivido junto a Anarolino, al morir éste, su madre, cuando debió dejarlo en una estancia como “gurí de los mandaletes” y seguir ella con el cuzco por el camino que la vida le deparara, un consejo le dio: “-Si querés ser hombre, acordate siempre de lo que fueron ese rancho y el dueño pa tu madre y pa bos.” Si como Aristóteles decía, las oraciones con la predicación de ser son del tipo fundamental del juicio, en Juan de los desamparados los verbos de estado son los que jerarquizan lo primario sobre lo secundario, lo constante sobre lo ocasional. Sitúan el problema de la significación originaria del hombre, privilegiando el compromiso entre la solidaridad y el recuerdo “de las costumbres más antiguas y circunstanciales de la idiosincrasia criolla” perdidas “tiempo adentro”. El héroe novelesco se parece a cada uno de sus lectores, porque es la consecuencia de un nuevo estado social donde cada ser humano es el portador de una voluntad ética de vivir. De aquí que el tiempo tenga un ritmo propio, que no es el de los acontecimientos que se suceden sino el de un ser , Juan de los Desamparados, que lucha por permanecer en su ser y para que los hombres de su entorno también lo sean… Y, en definitiva, es tan fácil: “Con sólo uno dejarse ser, ya está”. Con sólo sentir “moverse el silencio”, mientras “Verdean (aban) las laderas regadas por las vertientes; negrea(aba) la tierra rica en humus, como jugando vitorea(aba) un arroyito por entre las piedras” el hombre desborda su infinito amor por los seres que pueblan la vida ,y acaso sea entonces perfectamente feliz. En este aspecto, hay quienes han acusado al autor de idealizar y simplificar la vida rural, confiriéndole a su obra un tono arcádico. Quienes así lo hicieron demostraron incapacidad para reconocer una poética donde, entre otras cosas, la animación de los elementos de la naturaleza no es la consecuencia de una percepción ingenua en su propensión hacia lo antropomórfico, sino la concreción de una voluntad estética en su acción más compleja y exacta : dar el alma. Pero, en el juego entre la idealidad del recuerdo y la realidad del presente, fatalmente la chacra de Juan se convierte en gallinero, aunque ni siquiera sea él el único gallo que cante , porque tuvo que acomodar la pobreza de la gente en su “cuadra cuadrada” de tierra. La tragedia se instala… el pueblo da “tremendo estirón”… y tienen “todos que salir de allí”. Llegada la noche para Juan Cármona, dos hombres, uno negro y otro rubio, finalizan esta historia llevando “el pequeñísimo cajón donde habían encerrado su cuerpo. Parecía un cajón de angelito”. En un cuento bien logrado, dice Horacio Quiroga22, las tres primeras líneas tienen casi la misma importancia que las tres últimas. Con un “Parecía un cuento la vida de Juan Cármona” se abre el relato y con un “Parecía un cajón de angelito” se cierra. Parecer, haber y ser no han sido meros instrumentos ingenuos que la lengua prestó a la narración, sino las causalidades que manejadas con agudo y delicado humor dejan en el lector, más que risa, una sonrisa frente a su propio tiempo de desamparo, advirtiéndole que, como “islotes de recuerdos”, en el Uruguay rural todavía existe un gigantesco árbol, clavado en la tierra, “capaz de dar sombra a toda criatura viviente.” 22 Quiroga, Horacio. Decálogo del Perfecto Cuentista. Cuentos Escogidos. Ediciones de la Banda Oriental. Montevideo,1980 77 CRISTINA CRISTAR Susana Pérez Gomar Capurro Escritora Sillón Cristina Cristar La Academia Uruguaya de Literatura Infantil y Juvenil me honra al permitirme acceder al sillón, Cristina Cristar, reconocida ilustradora y cofundadora de esta institución y de A.U.L.I. Pensar en su obra, tan valiosa en aportes originales en un momento en que la ilustración de los libros para niños y niñas era secundaria, me remite a la historia de las imágenes vinculadas a textos. Quizás el Libro de los muertos y documentos orientales, rollos, tablas papiros, pergaminos, muros y demás soportes de escritura son la primera referencia a la intención de “iluminar” como dice el diccionario: “Dar color a las figuras, letras, de una estampa, libro, etc.” Las imágenes a veces hablan más que las palabras, como dice Leonardo da Vinci: “… las obras que el ojo ordena a las manos son infinitas; tal como el pintor lo confirma fingiendo infinitas formas de animales, árboles, parajes, etc. Ilustraciones de Juan Hurus para La vida de Ysopet El siglo XV aporta un cambio revolucionario en la historia del libro: Con la imprenta de Gutenberg cambiarán los libros y se multiplicarán los receptores. Si en la escena editorial que aparece en los siglos XV y XVI se evidencian publicaciones que pasarían por las manos de los niños, no podemos considerarlos “literatura infantil” y tampoco “libros ilustrados para niños”. Esto recién llega en 1658 con el Orbis Sensualim Pictus, del moravo Joan Amos Comenio, publicado en Nüremberg: un libro pedagógico pero muy innovador. De acuerdo con Bernat Vistarini, es interesante el recorrido en la presentación gráfica de la fábula si comprobamos su conexión con el emblema. Hemos visto que en la definición dada por Teón en sus Progymnásmata, la fábula es —o, mejor, produce— una imagen. Texto e imagen se unen y permanecen a lo largo de los siglos y con la base de las versiones latinas y vulgares, y de los conocidos Ysopetes historiados o moralizados (sobre todo en Francia y en España). 78 y reconstruye con todo detalle aspectos de la sociedad peruana después de la conquista. En el siglo XIX, la ilustración es entendida definitivamente como parte importante del discurso de las publicaciones en general y sobre todo de los infantiles. En América con los huehuetlatolli o huehuetlahtolli (significa en náhuatl: Los dichos de los antiguos) consistían en extensos libros, que en forma de relato, describían las normas de conducta, la visión moral, las celebraciones y las creencias del pueblo de los Nahuas. Fueron recopilados después de la conquista por fray Andrés de Olmos y Bernardino de Sahagún. La masacre y devastación que siguió a la conquista nos privó de un riquísimo legado de los libros precolombinos. Perduró el libro Dioses y hombres del Huarochiri, libro de sabiduría quechua que algunos consideran punto de partida de la literatura infantil peruana, la primera crónica totalmente ilustrada, que entre 1580 y 1615 hiciera, en el recién creado Virreinato del Perú, (23) el indio Felipe Huamán Poma de Ayala y por su análisis y resolución gráfica permitían al aborigen la ilustración latinoamericana. En esta obra de más de mil página y 398 dibujos da la visión indígena del mundo andino Los principios morales, las figuras estereotipadas y los símbolos patrios, eran mecánicamente reproducidos en los volúmenes para niños. Hasta que José Martí, con La Edad de oro, marca el pasaje a una nueva representación icónica. Los cuatro números de esta revista aparecidos en 1889 señalan una etapa que crecerá y transformará el papel de la ilustración en los siglos siguientes. Como afirma la Dra. y Escritora Sylvia Puentes de Oyenard en la Separata del Boletín N° 24 de A.U.L.I.: “Nos detendremos en La Edad de oro publicada José Martí (1853-1895) desde Nueva York, pues marcó una política editorial en género eludiendo el colonialismo y defendió la riqueza cultural de nuestra América. En carta a Manuel Mercado expresaba Martí el 3 de agosto de 1889: “…a nuestros niños lo hemos de criar para niños de su tiempo y hombres de América. Si no hubiera tenido en mis ojos esta dignidad, ya no habría entrado en esta empresa”. Martí fue un visionario, al plantear: “no hay culturas superiores o inferiores, hay culturas.” Inauguró en América una línea editorial con poemas y narraciones dedicadas a niños con validez universal, sabiendo equilibrar ética y estética en el espíritu infantil con naturalidad. 79 Martí creyó importante de hacer una publicación periódica y escribió: “Los artículos de La edad de oro irán acompañados de láminas de verdadero mérito, bien originales, bien reproducidas por los mejores métodos de entre las que se escojan de las obras de los dibujantes, para completar la materia escrita, y hacer su enseñanza más fácil y duradera, y el mismo estará impreso con gran cuidado y claridad, de modo que el periódico convide al niño a leerlo, y le dé ejemplo vivo de limpieza, orden y arte.” El comienzo de Cristina Cristar está, precisamente, en una publicación periódica que es “El día de los niños”. Para esta artista, con larga experiencia en la ilustración de libros para niños y niñas deben contemplarse las siguientes características en la imagen: 1. Debe comunicar. La imagen puede ser realista o abstracta, única o múltiple, o ser similar a una historieta. Es libre el ilustrador en buscar diferentes lenguajes y no limitarse a un solo estilo. 2. Las imágenes dan gran apoyo a la construcción del sentido del texto. Enriquecen su comprensión. 3. Propician la oportunidad de realizar una doble lectura: aportando sentidos al texto y a la imagen. Es necesario, pues realizar una lectura múltiple de los signos lingüísticos y visuales, ver las relaciones que se puedan establecer entre ellos. 4. La imagen no solo funciona como descripción, también puede hacerlo como narración, o como complemento del texto. 5. Construye la imagen del niño en la sociedad, sin discriminación. Ofrece una función crítica y liberadora. 6. Las ilustraciones postmodernas contribuyen a la autonomía del lector pues les da una participación activa en la construcción de diversos significados. 7. Entretienen y divierten. No pierde de vista el aspecto lúdico de la ilustración, tan vital para el niño. 8. Sus imágenes tienen movimiento. Esto se debe al cine, la TV, y una gran influencia del comic. 9. Estimula al niño para acercarlo al libro. El texto acompaña a sus imágenes y viceversa. Cristina Cristar afirma: “En lo personal creo que un libro debe conformar un todo y ese todo debes ser-necesariamente-de de una labor conjunta de autor, diagramador, ilustrador y editor. “…les digo a mis colegas que si se quiere elevar la profesión y redimensionar la labor del ilustrador por el bien del niño hay que prepararse y estudiar con entusiasmo siempre, siempre”. Sobre su dibujo: Cristina Cristar supo evolucionar y adelantarse a la tecnología. Llega a los cambios dándoles movimiento a sus personajes y poniéndose en el lugar del niño o la niña. Con una línea segura, firme y limpia y muy sensible, donde innova romper con el cuadrante. Le da expresiones diferentes a los personajes, donde se observan los contrastes como alegría tristeza, asombro, miedo… En el momento que Cristar comienza a difundir sus trabajos las técnicas de su impresión limitaban sus tareas por lo que debió moverse, muchas veces solo con negro y blanco. Sortea esta dificultad con diferentes grafismos que logra texturar el dibujo. Donde las superficies blanco-negro se equilibran. El movimiento y lo estático dependen lo que quiere trasmitir. Aparece la fantasía y realidad permitiéndole al niño cultivar la imaginación. 80 Su dibujo universal y sobre todo, no discriminatorio. Se ha dicho que en cuanto al color: El rojo representa la vida, el ardor, lo activo; el amarillo, curiosidad y alegría de vivir; el naranja, necesidad de contacto social y público; el azul, la paz y la tranquilidad; el verde, cierta madurez, sensibilidad e intuición; el negro el inconsciente; el marrón, la seguridad y planificación. Leo Lionni, ilustrador holandés confiesa que lo esencial es recuperar imágenes y sentimientos del más temprano contacto con el mundo. Un libro para niños, asegura y describe ese lejano tiempo de libertad sin exigencias Para los niños es más relevante el lenguaje visual que lo hablado o escrito, no sólo porque vivimos en una sociedad dominada por la imagen, sino porque la ilustración es un poderoso medio de comunicación y un excelente recurso didáctico. Cristina Cristar lo logra y por eso merece ser parte de las ilustradores destacados para niños, niñas y jóvenes del Uruguay. Diseños para concursos del INSTITUTO NACIONAL DEL LIBRO PREMIO LATINOAMERICANO DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL 2015 Inca Garcilaso de la Vega El Concurso Latinoamericano de Cuento lleva el nombre del Inca Garcilaso de la Vega en razón de ser el iniciador de este género en nuestra América, al incluirse en su obra cumbre Comentarios Reales de los Incas, publicada en 1609, textos llenos de encanto, aventura y magia que constituyen la más auténtica literatura infantil, pieza simbólica de la historia de Pedro Serrano, antecedente -110 años antes- del Robinson Crusoe de Daniel Defoe. Las obras se recibirán hasta el 30 de agosto del 2015. Bases: [email protected] 81 Ponencia ROBERTO BERTOLINO: UN CLÁSICO OLVIDADO Dinorah López Soler * Sillón Roberto Bertolino Algunos libros son inmerecidamente olvidados: ninguno es inmerecidamente recordado. Wystan H. Auden: Ocupar un sillón en la Academia Uruguaya de Literatura Infantil y Juvenil es un honor y un compromiso ético - profesional con la institución y con el autor elegido para homenajear. Conocí a Roberto Bertolino a través de Sylvia Puentes de Oyenard, quien ha cumplido una elogiable labor de difusión y estudio de la LIJ nacional y universal en nuestro país. Bertolino es uno de sus queridos autores. Ella nos transmitió, a quienes la escuchamos, ese amor por la obra de este autor, de singular estilo, que debiera ocupar un lugar dentro de los clásicos nacionales. Aunque, lamentablemente, no ocupa un sitio en los Diccionarios de Autores Uruguayos. Está consignado en dos obras de referencia de la Dra Puentes, Uruguay: niños y jóvenes, libros y autores (AULI, 1990) y Voces para una identidad, literatura infantil uruguaya (Rumbo, 2011). Cuando en el 2007, celebré los diez años del programa radial “Había una vez…”, lo hice con las Jornadas Rioplatenses de reflexión y análisis de Literatura Infantil y Juvenil que llevaron su nombre, pues entendí que era una forma de homenajearlo, de recordarlo, pero también de difundirlo. Los maestros, profesores, bibliotecarios que concurrieran a las jornadas preguntarían quién es, qué escribió, y de esa manera sencilla, propiciaríamos el interés por leerlo y llevarlo a las aulas. Roberto Bertolino nació en Carmelo el 22 de Octubre de 1944. Escribió desde niño. Fue maestro Director de Enseñanza Primaria, Profesor de Enseñanza Secundaria y del Instituto Normal, Locutor de radio, Guionista de TV infantil y juvenil. Consultor de UNESCO en el área de la promoción de la lectura. Puso en prácticas sus propios métodos y los de Monserrat Sarto a fin de buscar la unión de lectura y juego para promocionar en los niños el gusto por la lectura. Publicó más de 40 libros que han merecido premios internacionales y ediciones en Japón, Bélgica, España, Holanda, Argentina, Suecia y Uruguay. Escribió libros de teatro para niños, realizó numerosas conferencias, seminarios y talleres en Uruguay, Argentina, Alemania y España. Estas breves líneas conforman la reseña de una vida dedicada a la infancia desde el aula y la literatura., pero ¿qué pretendía Bertolino con ese accionar? ¿Apostaba a la sensibilidad y solidaridad frente a un mundo hostil? ¿Era un escritor que filosofaba o un filósofo que escogió la creación literaria como camino para transmitir sus ideas sobre la humanidad? Estas interrogantes serán la base para la semblanza y glosa que, en estas breves líneas, intentaré fundamentar, cabalmente, en relación al hombre y al escritor. Su prosa concisa tiene historia, música y sentencia. El mundo externo que se describe y 82 narra es visto con emotivos ojos de quien entiende que la literatura debe hablarle al hombre, para ayudarlo a ver en la naturaleza y en su corazón lo que tiene para recapacitar: “Vivir es…iniciar la marcha y preguntarnos ¿quién soy? Y ¿hacia dónde voy? Y esperar la respuesta de nuestro Ser interno, antes de caminar”. Bertolino construye enunciados breves en los que condensa conceptos profundos en imágenes de alto nivel poético. El libro “Ramón“, es ejemplo de ello. Sus breves relatos, presentan una luminosidad espiritual plasmada en una profunda concepción ética del hombre y la relación que éste debe tener con la naturaleza. Dice al respecto la Dra Sylvia Puentes: “Su temática aborda el paisaje rural, la soledad, la no inclusión, la vida del niño en el campo. “Ramón” es libro que ha vencido las décadas de los relojes a cuerda, porque habla del niño universal”. “…libro ineludible en toda biblioteca bien constituida”. Bertolino aborda temas sociales complejos y dolorosos, las injusticias e inequidades del hombre, con un lenguaje elevado y a la vez, emotivamente comprensible. Sin caer en moralejas ni en panfletos ideológicos, sabe crear auténtica literatura que le habla al niño, sin subestimarle su inteligencia y capacidad de empatía. Recordemos, por ejemplo algunos pasajes: “Tal vez el frío, en su sueño, de noche, lloraba” “A veces las grietas de la tierra reseca se representaban color fantasma aportillando el cielo panzudo…” “Había una vez una plomada que era muy sensible. Porque tenía el corazón de madera. Y todos los que tienen corazón blando son tiernos y sensibles. Y sensibles.” “De noche, la noche bajó por el ciruelo y con la luna pintó pintitas rama por rama. Y los niños, que todo lo dan, al otro día, al ver que el cielo no tenía flores, soltaron sus barriletes.” Este autor observa la naturaleza con ojos líricos, siente con cada ser vivo que lo rodea; el prójimo en su obra es todo aquél que se encuentre en su entorno, sin jerarquías. Tal vez, lo jerárquico será entender, como señala en el libro de aforismos Vivir es…, “Comprender que solo somos huéspedes de un planeta, aunque nos hayamos apropiado de él.” La vulnerabilidad y fragilidad que puede contemplar en el afuera, en las diferentes estaciones o en la vegetación, estarán en sintonía con la soledad, el desamparo y la desprotección en las que se encuentran los personajes humanos de sus historias. Su estilo discursivo homenajea a escritores nacionales de la talla de un Rodó y un Morosoli. La estructura parabólica de algunos relatos nos hace recordar al primero y el enfoque descriptivo con lenguaje lugareño, nos remiten al segundo: “para testimoniar nuestra hazaña, les dejábamos el trocito de gajo estribadero de donde se sostenían. Y volvíamos al pueblo cargados de nidos….”. Los objetos y situaciones más sencillas se describen con un conocimiento de lo local, del ambiente del campo, pero fundamentalmente con un conocimiento del alma humana y un respeto hacia ella. La narración es siempre amena, cautiva con la palabra y carga a ésta de una polifonía de voces y sentidos. Sus personajes son profundamente humanos, con sus luces y sombras, sus actitudes y acciones son metáfora o símbolo de un concepto filosófico al que deberá arribar el lector atento y suspicaz. Como señaláramos, no hay moralejas en sus relatos, la enseñanza surge de manera natural y motivada por cada planteo realizado, en el que anécdota, imaginación y experiencia, se unieron para resaltar un mirar al hombre con ojos líricos, con ojos de niño, de infancia eterna. Tal como lo expresara en su momento: “Escribir ha sido en mi vida, esa tarea sencilla de atrapar, con la trampera de las letras, el 83 color, el sabor y los sonidos de las cosas. El regresar a mi infancia”. La postura estética y ética de Bertolino frente a la literatura es digna de imitación, debiera tomarse como modelo por ser de calidad superior a nivel expresivo y conceptual. Al decir de Domingo Bordoli, “los clásicos, los ejemplares, son los que mejor nos descubren nuestros poderes, nuestros recursos y nuestros límites (…) Asimismo, enseñan los confines de lo humano…” Bertolino cumple con esa función. A su vez, la palabra clásico puede tener en LIJ dos acepciones si consultamos el Diccionario de Términos Literarios de Ayuso, y otros: “clásico es el autor que consigue plasmar una creación que le supera, que puede ser revivida por otras personas de distintos lugares y de distintas épocas. Clásico es también, el autor arquetípico de una tendencia”. Sueños transparentes: Los sueños más sublimes no acuden a nosotros. Nosotros debemos elevarnos hasta alcanzarlos. Sin sueños: El placer sin sueños acaba temprano. Sueños de poder:Los sueños de poder no tienen alma. Cuánta filosofía y poesía encierran esas palabras, cuántos caminos posibles para que niños y niñas reflexionen sobre ellas, y los acompañen en su crecimiento socioafectivo. Un escritor como Roberto Bertolino debiera ser leído en nuestras aulas, degustado, y analizado, porque en él encontramos la tradición intertextual de lo mejor de la literatura universal y nacional. Porque en él la palabra es una puerta para que el lector se eleve de la mera materialidad, apostando a la trascendencia. * Profesora de Literatura egresada del Instituto de Profesores Artigas. Experta en Literatura Infantil y Juvenil, de la promoción 1996 que llevara el nombre Roberto Bertolino. Directora y conductora de “Había una vez…”, el único programa radial uruguayo, dedicado exclusivamente a la difusión y análisis de literatura para niños y jóvenes. Fuentes consultadas: En tiempos de pragmatismos exacerbados y sociedad líquida, los relatos de Ramón, las relaciones dialógicas presentes en Ayer y Hoy, así como los aforismos de Vivir es… y las definiciones de Libro para soñadores, son un canto a la vida, una herramienta artístico – filosófica para que el hombre se descubra en y con el otro. Ejemplo de la vigencia de su palabra descarnada son algunos pasajes de “Libro para soñadores, propuestas para seguir soñando”: Grietas: Esa multitud que pasa compacta, que no deja espacio ni para un te quiero, lleva, sin embargo, consigo las grietas que provoca la ausencia de sueños. Ayuso, M, García, V, y Solano, S. - Diccionario de términos literarios. Madrid, Editorial Akal. 1997. Bordoli, Domingo- Los clásicos y nosotros. Montevideo, Ediciones de la Banda Oriental 1965) Cruz, Ana- “Roberto Bertolino: narrador lírico” en Revista “Había una vez…un mundo de palabras”, Nº1 (Revista uruguaya de análisis de literatura infantil y juvenil). Montevideo, Editorial Psicolibros, 2008, Redactora responsable Dinorah López Soler. Neira, Luis- Intervención en ciclo “Detrás de las huellas de entrañables amigos” realizado en el programa “Había una vez…”, 2010. Puentes de Oyenard, Sylvia - Uruguay: niños y jóvenes, libros y autores. Montevideo, AULI, 1990. - Voces para una identidad .Literatura Infantil Uruguaya. Montevideo, Rumbo Ed., 2011. 84 CANDOMBE EN LA COSTA SUR Hoy domingo seis de enero los mulatos conmemoran la fiesta de Baltasar en el paseo de moda. Entre el ruido y la alegría y el sol resplandeciente; los morenos con levita, negra Rita con pendientes. En medio de la bullanga y los sones del tambor, el bastonero anuncia que el candombe comenzó. Calunga,calunga,calungan-gué calunga,calunga,calungan-gué. Ya se formó la rueda de bailarines; zambos,negros y mulatos su tierra natal reviven. Mamá Inés al tata viejo hace remilgos, que camina y bailotea apoyado en su bastón. Con levita y con galera es el "doctor"... le llaman el gramillero porque cura el corazón. En medio de aquella rueda llama mucho la atención un moreno muy resuelto orgullo de la nación. Es el clásico escobero que hace malabarismos, para mover su escobilla con lujo y vivacidad. El sol se viene agachando allá por el barrio sur; los tamboriles se duermen; dieron vida, dieron luz... Calunga, calunga calungan-gué calunga, calunga calungan-gué. Elba Díaz (Uruguay) ¿EL GATITO DÓNDE ESTÁ? -¿Dónde estás gatito de mi ensoñación? - Estoy aquí, abuelita, a tu alrededor.. ¿Dónde estás gatito murmullo del aire? - Velando tu sueño a tu lado estoy. -Si tú no estuvieras yo te buscaría por cielos y tierra, por aire y por mar. ¿Dónde estás gatito de mi corazón? -Estoy aquí, abuelita, en tu corazón. MARTINICO ERA UN BORRICO (poema musicalizado) Martinico era un borrico un borrico chiquitín que tenía veleidades de cantor y bailarín. Martinico, Martinico, Martinico bailarín, tú te mueves y das coces Martinico chiqutin, sólo eres un borrico muy cantor y bailarín. ¡Borricoooo Martinicoooo! borriquito y bailarín. Diana Gastellú (Uruguay) 85 Ponencia ¡ESTÁ COMPROBADO! Michell Visillac, Escritor Sillón Julio César Castro En Uruguay, era el año 1962 y la pluma de Julio César Castro hacía nacer a su personaje "Don Verídico". Y sobre plumas, ese mismo año, llegaba yo en la cigüeña, pero hablemos de Julio César: Julio César Castro, el Flaco Juceca, o simplemente "El Flaco" como lo llamaban los amigos, había nacido en 1928 y desde joven comenzó su carrera de escritor, destacándose en radio y televisión, como guionista y autor de espectáculos, como dramaturgo, cuentista, columnista, libretista y finalmente, también como actor en la película "El Viaje hacia el Mar" sobre un cuento del uruguayo Juan José Morosoli. "Juceca" tenía el don del humor. Yo pienso que es casi un don divino. La más fina ironía y el absurdo, eran ingredientes perfectos en sus obras. Un hombre con la chispa siempre encendida, observador, crítico, analítico y muy ocurrente. Un verdadero genio en lo suyo. "Hombre que supo ser creativo, el flaco Juceca" bien podría haber dicho Don Verídico. En sus creaciones, uno de sus más famosos escenarios, es el boliche "El Resorte" donde se reúnen los entrañables personajes de decenas de historias relatadas por ese Don Verídico en sus sorprendentes cuentos camperos. Un boliche sin bolichero, perdido en el medio de la nada, en el interior profundo del país y con un gato barcino de inquilino fijo. Allí en "El Resorte" suelen encontrarse un variado grupo de gente de campo que desde sus propios nombres pintan lo surrealista del relato que se viene a continuación. Truculento Moquete, Anton Pirulero, Depravada Bonanza, Embutido Escoria, Socotroco Finito, BarImplicado Corrupto, Dorremí Fasolá, Deprimente Jolgorio, Maloliente Pingajo, Suficiente Mendrugo, Supositoria Renuente, son algunas de las figuras secundarias que desfilan por sus relatos, dándonos siempre la referencia de su entorno familiar y el por qué de los nombres disparatados de algunos de ellos. Pero el tape Olmedo, Rosadito Verdoso y la Duvija son los más destacados parroquianos de esa famosa pulpería y serán quienes compartirán las locas historias que según nos cuenta Don Verídico, generalmente se desencadenan ante la llegada de un forastero. Y además, cada extraño que llega allí, siempre hace palpitar de amor a la Duvija, única mujer habitué del lugar. Las dotes de narrador oral de Julio César Castro, hicieron que sus obras ganaran con la riqueza de su voz, de sus palabras y su forma de contar y actuar. Pudimos disfrutarlas ya hace casi 50 años en la radio EL ESPECTADOR en sus inicios como comunicador y luego en los años 80, en la radio NACIONAL. Allí el espacio de Juceca era un momento esperado impacientemente por la audiencia para gozar de ese rato de excelente humor nacional y poder darse el gusto de escuchar algo que nos regalara una explosiva carcajada y nos diera un momento de felicidad, tan necesario en estos tiempos de ataques de pánico y de permanente stress y vértigo. Esos cuentos de Juceca iban transportándonos a esos lugares increíbles plagados de maravillosos persona- 86 jes tan queribles como imaginarios logrando fascinar a niños, jóvenes y adultos. Julio César Castro siempre fue un hombre muy comprometido con su tiempo y la sociedad en la que vivía. Un destacado de la cultura uruguaya, con conciencia social y amor por su pueblo y su gente. Como si fuera nuestro Luis Landriscina, Juceca sabía del oficio del contador de cuentos y podía ponerle a sus historias el clima perfecto en gestos y tonos para hacerlas aún más atractivas. Verlo con su enorme y característico bigote blanco, su melena y su decir ameno y humilde eran una experiencia inolvidable para quienes disfrutamos de su presencia y su obra. Era como estar frente a "Don Verídico" en carne y hueso. Julio César Castro trabajó tanto en Uruguay como en Argentina y sus obras han sido representadas en algunos países de Latinoamérica. Escribió varios libros, fue actor de teatro y TV y enriqueció las páginas del diario YA, el prestigioso semanario MARCHA, las revistas EL DEDO y GUAMBIA en Uruguay, y las revistas CRISIS y EL PORTEÑO en Argentina, repartiendo su buen humor por todo el Río de la Plata. Pertenecía a ese exclusivo grupo de personas que nos alegran la vida sin conocerlos y que dejan un legado impagable en el que uno puede refugiarse para encontrar un rato de diversión y desenchufe de la realidad, tan necesario y saludable. Así como el inolvidable rosarino Roberto Fontanarrosa y su "Inodoro Pereira", Juceca era uno de esos genios que nos envolvía con su rica imaginación y nos transportaba a su mundo del humor absurdo. Jugaba siempre con la fineza y la ternura de relatos carentes de cualquier tipo de vulgaridad pero además, vigentes, ocurrentes y desopilantes. Era un intelectual del humor con la habilidad de ponerle verdadera poesía y magia a sus obras. Y para que conozcas un poquito de su obra, te presento una página del cuento "Se bañó en el arroyo y las aguas bajaron turbias" de su libro Hay barullo en El Resorte: Porotita Porosa supo estar de novia con un tal Batalito Fakir, que le decían "El gato" porque le disparaba al agua. Una ignorancia pa`l respeto de la higiene, que un día le regalaron un jabón y no lo quiso porque dijo que la manteca le pateaba el hígado. Eso sí, un hombre que gustaba usar perfumes, es que los fabricaba él mismo con creolina, ajo pisado en mortero, azafrán para darle un tono y un chorrito de alcohol para que evaporara. A Porotita Porosa, la primera vez se le pudo acercar un poco para conversarla porque tenía el viento a favor. Mejor dicho, tenía el viento en contra, de frente para él que iba y de atrás para ella, que venía. Parece que el hombre la impresionó, y arreglaron para volver a verse a la tardecita. Llegó la hora, y cuando se estaban acercando va y le cambia el viento y a ella se le remangó la ñatita, le flameó la nariz y reculó. Le hizo señas a Batatito de que se quedara en su sitio, y le pegó el grito: -¡Se me baña mañana mismo, o lo denuncio! Al otro día, Batatito agarró coraje y se tiró al arroyo para pegarse un baño. Fue la mortandad de pescados más grande que se conoció en la historia, que unos muchachos ecologistas le hicieron una marcha de protesta frente al rancho, y al arroyo le tuvieron que cambiar el agua. Julio César Castro nos dejó tempranamente en sus jóvenes 75 años. Era un 11 de setiembre y otra torre caía dejándonos devastados por su ausencia. Aún con mucho para darnos y mucho para alegrarnos con sus ocurrencias, Juceca se fue y Don Verídico quedó acá, sin nuevas historias para compartir pero muchas para recordar. 87 Sentarme a escuchar una grabación radial de su clásico Don Verídico es un regalo que suelo darme, así como releer sus obras y reconocer sus genialidades. Y una frustración que cargo es la de no haber podido concretar un ciclo de micros que pensé producir cuando era Director General Teve CIUDAD, el canal de la Intendencia de Montevideo. Se trataba de una serie de programas sobre los guiones de "Los Guapos", otra serie de humor que hiciera el Flaco junto al "Corto" Horacio Buscaglia, sobre dos arrabaleros del novecientos, y que ambos interpretarían vestidos de época y parados en una esquina al lado de un farolito. Una serie exitosa en radio que merecía ser llevada a la pantalla para disfrute de todos. En aquel momento, con mucho avanzado, se desencadenó la fatal enfermedad de Buscaglia y nos dejó con un guapo menos. Sin duda hubiera sido un material audiovisual para el archivo histórico. Pero al menos tuve el honor y el placer de haberlo conocido y alguna vez haber compartido una mesa de boliche con su alta y simpática figura. Ahora, que JUCECA fuera mi elegido para nominar un sillón de la Academia Uruguaya de Literatura Infantil y Juvenil, y que he propuesto que lleve su nombre, es un privilegio y un orgulloso en este humilde homenaje que puedo hacerle. Porque el Flaco JUCECA es un ejemplo y un maestro para quienes hacemos de la creatividad una forma de vida y una actividad constante. Porque es fuente de inspiración y modelo para los que gozamos con la escritura y la comunicación. JUCECA pasó a la historia como otro de los grandes de las letras uruguayas en un género que no siempre tiene mucho prestigio como lo es el humor. Pero se destacó en todas y cada una de las actividades que encaró, a fuerza de inteligencia, inventiva, profesionalismo, su enorme don de gente y su culto por la amistad. Y esto, tal como diría Don Verídico: "¡Está comprobado!". DESDE DURAZNO: 3° Y 4° B de la Escuela Nº 75 de Durazno junto a las maestras Verónica Zavala y Gabriela Hastoy : que trabajaron el cuento de la escritora Sylvia Suanes "El oso y la gaviota”. Junto ellos, la Mtra. Directora Julia Sica. ¡¡¡¡Gracias por comunicarse y enviarnos la foto, adelante!!!!! 88 EN EL CILELIJ, Santiago de Chile, febrero de 2010, grupo de académicos horas previas al terremoto. Están junto a Jaime García Padrino y Lucía Solanas, Edna Iturralde (Ecuador), Danilo Sánchez Lihon (Perú), de Bolivia: Liliana de la Quintana, isabel Mesa, Jeanette Medrano y Verónica Linares, Estela Socías (Chile), Sylvia Puentes y Jorge Oyenard (Uruguay), Sara Montalván (Perú). No figuran, pero compartieron vivencias, Elena Dreser (México) y Luis Cabrera (Cuba). LA VISITA DE RICARDO ALCÁNTARA, quien está junto a las Expertas en Literatura Infantil Dinorah López Soler, M. Cristina Laluz, Isabel Del prete, María Di Lorenzi y Sylvia Puentes de Oyenard. ACADEMIA DE LETRAS DE BAHIA, Brasil, momento en que firmó como PRIMERA ACADÉMICA DE HONOR DE LA ACADEMIA LATINOAMERICANA DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL, la escritora de libros infantiles Zelia Gattai de Amado, esposa de Jorge Amado, quien se hizo presente con sus hijos y está en la nota gráfica a la izq. de la Dra. Puentes de Oyenard junto al cónsul de Uruguay Dr. Álvaro González Otero, hoy Embajador en Angola, y autoridades académicas. DÍA INTERNACIONAL DEL MÉDICO 3 de diciembre Día Internacional del Médico Salón Nacional de Artes Plásticas 2014 Dra. sylvia Puentes de Oyenard El Sindicato Médico del Uruguay celebró el Día Internacional del Médico. El evento contó con la presencia de médicos, estudiantes, autoridades del SMU y la participación destacada del decano de la Facultad de Medicina, Fernando Tomassina. Durante el evento, fueron homenajeadas las Dras. Dinorah Castiglioni, primera mujer cirujana, Hilda Martínez Camusso, la socia de mayor antigüedad en el padrón y Sylvia Puentes de Oyenard por su obra cultural. 89 Ponencia EL PINTOR DE LA VIDA Sillón Académico Carlos Aliseris Prof. José Gómez Rifas* Carlos Aliseris nace el 19 de enero de 1898 en una casa solariega del Prado de Montevideo. En 1922 contrae matrimonio con Elena Bernadá Duran y 1923 nace su única hija: Raquel. Se forma en escultura con el maestro Luis Falcini en la Escuela Industrial y Domingo Bazzurro en el Círculo de Bellas Artes. Recibe consejos pictóricos de Milo Beretta y el pintor ruso Boris Grigoriev. En 1928 comienza una intensa y continua actividad artística que sólo se detendrá con su muerte en 1974. Una férrea disposición por el trabajo y el estudio riguroso caracterizaron su misión artística. En sus estudios europeos, propios de la época de los pintores americanos, frecuentó el taller de Magritte en Bélgica, André Lhote en Francia y de Zuloaga en España. En Uruguay gozó de la admiración y de la amistad de destacados intelectuales de su tiempo: Juana de Ibarbourou, Fernán Silva Valdés, Alfredo Mario Ferreiro, Emilio Oribe, Susana Soca, Fernando García Esteban. En el exterior Alfonso Reyes, Cándido Portinari, Antonio Bento, Camón Aznar, Mario de Andrade, Waldemar Georges, Paul Valery, Manuel Abril. Su obra figura en los más importantes museos del mundo: Museo Nacional de Artes Visuales, Histórico, Municipal de Arte de Montevideo, museos del interior del país, Museo Nacional de Arte de Buenos Aires, Río de Janeiro, San Pablo, Madrid, Amberes, Tokio, México, Lima, Tel Aviv, Bogotá. Abarcó todos los géneros pictóricos: retratos, marinas, paisajes, naturalezas muertas, lenguajes abstractos, mancha y geometría. Por la década del cincuenta compromete su pintura con planteos oníricos y surrealistas. Sus últimas expresiones integraron con gran acierto la geometría y la figuración de objetos y naturaleza. Bibliográficamente se destaca el importante libro de Gabriel Peluffo Linari editado en Buenos Aires en 2006 (Aliseris), la publicación más abarcativa de su obra realizada hasta el momento. Insertamos este poema de Juana de América, que testimonia de qué manera el trasfondo de poesía y ensueño que emana de las flores tropicales de Aliseris, fue captado por el lirismo de la gran poetisa: 90 FLORES DEL BRASIL POR EL PINCEL DE ALISERIS ¿El Brasil te dio su flor O tú le hurtaste sus flores, Aliseris, Aliseris, Mago de los mil colores? * José Gómez Rifas escribió un libro sobre la obra del artista, Aliseris, publicado por la Biblioteca Nacional (1975) donde detalla exposiciones individuales, colectivas y bibliografía, además de un análisis crítico de sus últimos dibujos. Inclinada hacia tus lienzos Siento la Victoria Regia, En pecho y ojos clavárseme Con su belleza perfecta. Ay, respiración del “matto”… Secreto del río sellado En el loto, cera casta, En el nenúfar, morado, En la flor de la laguna ¡Marginadas de palmeras! Y en la orquídea “fazendeira” De las selvas amazónicas ¿Qué sueños te han inspirado, Desde la flor del café A la del butiá, menuda, Que sólo el viento la ve? ¿Con qué mago hiciste pacto? ¿De la macumba en qué fiesta Te adueñaste del color Para pintar la floresta? Ah, tus flores, Aliseris, Tus flores de morro y llano, Nutridas de sol y fuego, ¡Guárdame la más pequeña De Amazonas y pantanos! La que apenas ha de ver El ángel que ha de llevarme Más allá de toda sed. ¡Déjamela sobre el pecho, Aliseris de mi fe! Juana de Ibarbourou Montevideo, 1972 DESDE PERÚ: ODA A ARLEQUÍN Soy payaso, gracioso, burlón, mamarracho, jocoso y bufón. Voy divertido , títere festivo, delicioso cómico atractivo. Encantador, grácil, coquetón precioso juglar y pantaleón. Ocurrente, famoso, genial oportuno, alegre y jovial. Entretenido, deleitoso, histrión adefesio, extravagante guasón. Precioso saltimbanqui ocurrente, alocado monigote inconsecuente. Sandunguero, truhán, cotorrón parrandero, clown y chistozón. Disparate, desacierto, desatino fantasía y ocurrencia es mi destino. De risa y locura sin fin viviré siempre, soy el Arlequín. Sara Montalván Arteta (Perú) 91 ORACIÓN POR EL LIBRO Danos, Señor, el libro nuestro de cada día. Danos el libro que todos puedan leer; el que sea para todos como el sol y todos lo entiendan como el agua. El que nos alumbre en este largo camino que llaman vida: queremos luz. El que nos levante de esta tierra en que nos arrastramos: queremos alas. Lo deseamos suave de corazón, lleno de cantos como un árbol y que descanse en nuestras orillas como un niño. No importa que sea humilde, con tal que se ofrezca a la mano como un fruto; O que sea débil en apariencia, como caña al viento, con tal que lleve un nido. Le haremos su casa para que en ella viva con decencia; Lo defenderemos de las manos pérfidas que lo acechan, para que sirva a todos; Lo levantaremos del suelo cuando caiga, para que otros no lo ultrajen. Lo vestiremos, si está desnudo, con la seda de nuestra devoción contenida. En él viven almas que tuvieron el dolor de nuestro mismo llanto; pero él no estará quieto en su casa, porque fue hecho con la inquietud de cada día; y por eso, cuando sea más oscura la noche y el camino más pavoroso de peligros, él saldrá a dar el pan y el vino a los que tienen sed de justicia y hambre de amor. Danos, Señor, el libro-antena; aquel que repercuta en el grito de los otros hombres, el que copia el paisaje de las otras lontananzas. Y deja, Señor, que él nos alumbre en este largo viaje de la vida, y nos sea claro, como el torrente, generoso como un fruto, blando como un nido. Rafael Heliodoro Valle (Honduras) 92 OBITUARIO CARLOS PÁEZ VILARÓ (Montevideo, 1º - XI- 1923 – Casa Pueblo, 24, II- 2014) Calló tú voz. Enmudeció tu rítmico tambor y tus pinceles estáticos quedaron sin tú hábil mano de pintor. En “Casa Pueblo” soles y lunas, brillantes peces multicolores. Rastros de tu huella, símbolos junto al mar. El sol poniente que amaste latirá en los corazones al ritmo de los tambores que tu ausencia llorarán. Elena Villanueva -Montserrat del Amo (Madrid, 15 de junio de 1927 - Madrid, 26 de febrero de 2015) Licenciada en Filosofía y letras, en la especialidad de Literatura Hispánica, profesora de Lengua y Literatura se dedicó a la literatura infantil y juvenil de creación, con más de 50 obras publicadas. Participó en Encuentros con Escritores de Literatura Infantil y Juvenil organizados por el Instituto de Cervantes y en Chile por la Fundación SM, allí compartimos congreso, hotel y terremoto en el 2010. -Dr. Ovide Menin, ex Decano de la Facultad de Psicología, asesor en la carrera de Literatura para niños y jóvenes de la Universidad Nacional de Rosario y Miembro de Honor en la AALIJ, lo honró Zulma Prina, Presidenta. -Horacio Semeraro, Vicepresidente de la Academia Argentina de Literatura Infantil y Juvenil, ser atento, transparente, predispuesto, colaborador, relacionado con la literatura como cuentista, poeta, crítico, ensayista. -Sergio Bueno Venegas, Director de la Sociedad de Escritores de Chile, Vicepresidente de la Academia Chilena de Literatura InfantilJuvenil. Estela Socías Muñoz, Presidenta de Academia Chilena, manifiesta su dolor ante irreparable pérdida del amigo y miembro fundador de la Institución. En marzo de 2015 abrió sus alas a la inmensidad nuestra entrañable amiga y escritora española LUZMARÍA JIMÉNEZ FARO, poeta sensible y dinámica editora preocupada por el quehacer literario iberoamericano. Llevó adelante una labor pionera y la dirección de Editorial Torremozas, prestigioso sello español que hoy continúa su obra bajo la atenta mirada de su hija Marta. “No hay espectáculo más hermoso que la mirada de un niño leyendo.” Günter Grass (Premio Nobel de Literatura, 1927-2015) 93
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