UNIVERSIDAD DE SONORA “La Inversión en los recursos intangibles y el Capital Humano, la mejor opción de la empresa que quiere ser competitiva” AUTORES: * DR. LUIS TOMAS RASCÓN DÓRAME. [email protected] * MARICELA MENDOZA YÁÑEZ, M.A. [email protected] * FRANCISCO JAVIER ESPINOZA VALENCIA [email protected] Integrantes del Grupo Disciplinar CIEAA, Círculo de Investigación y Estudios en Administración Aplicada * Maestros de la Universidad de Sonora, Unidad Centro, División de Ciencias Económicas y Administrativas, Departamento de Contabilidad RESUMEN La Globalización ha traído consigo repercusiones en todo los ámbitos empresariales, facilitando la penetración de empresas extranjeras a nuestro país, empresas que son líderes comerciales, altamente competitivos, desplazando a nuestras empresas como competencia. Ante esta situación las pequeñas y medianas empresas son las más afectadas y buscan en su afán de sobrevivir, recursos que le ayuden a implementar estrategias para fortalecer sus debilidades, en esta búsqueda están volviendo su atención hacia sus propios recursos, los que antes le pasaban desapercibidos, sus recursos intangibles, principalmente, el recurso humano y a través de ellos establecer estrategias que les permitan mantenerse y lograr un posicionamiento en su mercado. En esta búsqueda, la atención en el capital humano, se está convirtiendo hoy en día, en la estrategia de mayor peso en la clave del éxito competitivo de las empresas, por lo que su valoración, es un campo de estudio cada vez más interesante, así, las ventajas de la diferenciación basada en los recursos intangibles y en las capacidades que poseen las empresas, sostenidas principalmente en su capital humano, suelen ser más duraderas debido a que los recursos en los que apoyan su competitividad, son difíciles de copiar. Palabras Claves: Recursos humanos, Intangibles, competitividad. INTRODUCCIÓN La Globalización ofrece oportunidades y retos a todas las empresas, las más fuertes y competitivas ven en ella la oportunidad de incursionar en nuevos mercados o ampliar sus dominios en el extranjero, desplazando con ello a las empresas locales, esta competencia desigual, impulsa a las economías locales a buscar estrategias más competitivas, más duraderas, más difíciles de imitar por las demás empresas. Ante esta situación las pequeñas y medianas empresas son las más afectadas y buscan en su afán de salir adelante, recursos que le ayuden a implementar estrategias para fortalecer sus debilidades, en esta búsqueda están volviendo su atención hacia sus propios recursos, los que antes les pasaban desapercibidos, sus recursos intangibles. En la actualidad es innegable el papel que juegan los recursos tangibles en el éxito de la gestión empresarial y cada empresa procurará dotarse de ellos en mayor cantidad y calidad para lograr su cometido. Sin embargo, sus características van desmereciendo a medida que pasa el tiempo, por su depreciación por el uso que se les da y además que son relativamente fácil de imitar por la competencia, debido a su naturaleza material, esta desventaja les hace perder fortaleza como sustento de ventaja competitiva duradera de la empresa. La competitividad empresarial viene determinada por un elevado número de factores, es una situación multifactorial variable ante cada situación del entorno y la problemática que enfrenta la empresa en su momento. En este trabajo se consideran la presencia en la empresa de factores tangibles y factores intangibles como el resultado de los esfuerzos propios de la organización y la acumulación de conocimiento por años de trabajo en equipo, y las estrategias y acciones que realiza adquiriendo con ello cada vez más experiencia organizaciónal. Los negocios deben crear ventajas competitivas sostenibles y una de las ventajas que puede desarrollar y que difícilmente puede ser copiada por los competidores, es contar con el personal con las competencias y habilidades requeridas para la satisfacción del cliente. El modelo de competencias cambió el criterio con el cual se definía el éxito de una empresa; ya no es tan importante el grado académico del personal, para ascender dentro de una organización. Lo que importa realmente hoy, son las competencias que el individuo demuestre tener y su actitud para adquirir más competencias que lo habiliten para desempeñarse y enfrentar los diferentes problemas que se presenten en la empresa. Antecedentes Los activos intangibles siempre han estado presentes en las empresas, pero el tema de su revaloración y consideración dentro de la organización como una ventaja competitiva diferenciada es podría decirse relativamente nuevo. Es conocido por todos, que los activos más evidentes en una empresa son los activos tangibles como la planta y equipo como activos de uso duradero, que tienen en la contabilidad un valor determinado; pero en la actualidad la valuación de los conocimientos humanos, el saber hacer (know how), la propiedad intelectual, las marcas, los conocimientos sobre el comportamiento del mercado, las competencias y habilidades del personal competitivo y capacitado, son igual de importantes porque estos activos también suman valor innegable para la empresa. Contablemente es difícil lograr una medición y una valoración plena de los intangibles y por lo tanto no se puede medir con exactitud su aportación real a la rentabilidad de la empresa. La preocupación real de la contabilización objetiva de los intangibles nace en la década de los noventa, porque durante esta nacieron iniciativas en el ámbito internacional acerca de la medición y gestión de los activos intangibles. El primer aporte trascendental a la adecuada contabilización de los intangibles en la economía surgió en la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) que mediante la utilización de datos agregados demostró que la inversión en intangibles estaba aumentando más rápido que la inversión en los recursos tangibles y sugirió que de continuar con dicha tendencia la economía iba a estar cada vez más basada en el conocimiento. Se puede decir que el lugar en donde más se ha fomentado la investigación en medición, gestión y difusión de información sobre recursos intangibles ha sido en Europa, porque es allí en donde se encuentran las empresas pioneras en el desarrollo de herramientas para la gestión de capital intelectual. A diferencia de los recursos materiales, los recursos intangibles pueden tener un fuerte impacto en la eficiencia de la organización. Factores como la imagen de la empresa, el conocimiento tecnológico, el capital humano por su experiencia, capacitación, y conocimiento de la problemática de la empresa, la percepción que tiene el público de la organización, sus relaciones con los proveedores, la capacidad de adaptación al cambio, su estructura organizativa, su ambiente organizacional, la marca, el logotipo o las relaciones con clientes etc. son fundamentales a la hora de determinar los resultados, al mismo tiempo que, a diferencia de la mayoría de los recursos materiales o financieros, no se pueden adquirir en el mercado, sino que son el resultado de un proceso que se produce a lo largo de años dentro de cada organización. Objetivo General Profundizar en el conocimiento de los factores generadores de competitividad, principalmente en los factores intangibles basados en las habilidades y competencias del personal, como capital humano, para una mejor valoración e implementación dentro de las Pymes locales, para lograr una mayor capacidad competitiva del sector empresarial. Proponer estrategias que permitan a las Pymes alcanzar el nivel de competitividad que requieren para permanecer, crecer y desarrollarse en su mercado. Metodología La presente investigación, básicamente se obtuvo a través de la investigación bibliográfica mediante la consulta de libros, revistas, sitios de Internet, publicaciones de los organismos inmersos en esta problemática a nivel nacional e internacional, y también se apoya en las diferentes teorías sobre el tema, como la denominada Teoría de Recursos y Capacidades que ofrece explicación al papel que juegan los recursos intangibles en la consecución y mantenimiento de la ventaja competitiva empresarial y en otras opiniones de autores que abordan en sus investigaciones diferentes postulados de la problemáticas y propuestas de solución a empresas que buscan como ser más competitivas. Marco referencial Marco conceptual Las competencias Son el conjunto de capacidades de la empresa que poseen mayor potencial para generar una ventaja competitiva y competencias nucleares a aquellas que son clave en la estrategia competitiva de la empresa para lograr el fin deseado. Las Capacidades. Las capacidades operativas y administrativas se consideran las formas en que los recursos interactúan, están integrados, organizados y se complementan en rutinas organizativas, compuestas por acciones secuenciales, estrechamente coordinadas sin necesidad de una especial dirección o comunicación verbal. (Nelson y Winter (1982). Grant (1991) define la capacidad como la actitud o habilidad de un grupo de recursos para realizar alguna tarea o actividad. Amit y Schoemaker (1993) afirman que las capacidades se refieren a la competencia de una empresa para desplegar los recursos, normalmente en combinación, por medio de procesos organizativos para lograr el fin deseado. Estrategia: Quinn (1980) define que “Una estrategia es el modelo o plan que integra en un todo coherente los principales objetivos, políticas y secuencias de acción de una organización. Una estrategia bien formulada ayuda a ordenar y asignar los recursos de una organización de una forma única y viable, basada en las competencias y carencias internas relativas a ésta, los cambios previsibles del entorno y las eventuales maniobras de adversarios inteligentes”, más tarde referenciado por Grant en 2006. En el enfoque que busca las fuentes de las ventajas competitivas no externamente, sino al interior de la organización, se destaca la relevancia de los recursos y capacidades para crear, mantener y apropiarse de los beneficios potenciales que generan las ventajas competitivas sostenibles (Penrose, 1959; Wernerfelt, 1984; Barney, 1991; Peteraf, 1993; Teece et al., 1997; Grant, 2004). Competitividad. La otra variable central de este estudio es la competitividad, misma que ha sido analizada desde distintos enfoques dando como resultado una amplia variedad de conceptos y metodologías de medición. La Competitividad ha sido planteada para los distintos niveles de la economía a nivel nacional, internacional, adjetivo con el que se distingue a un país, ciudad y por supuesto a nivel de empresas industrias y comerciales, que son competitivos Porter, M. E. (2006), La OCDE (1992) se refiere a la competitividad, de un país que bajo condiciones de mercados libres y justas puede producir bienes y servicios que superen estándares de los mercados internacionales; lo cual tiene que ver con la especialización de la economía, la innovación tecnológica, la calidad de las redes de distribución y los factores de localización, es decir, a todo lo que contribuye al estado de la producción de bienes y servicios. El instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) plantea que la competitividad es la capacidad para atraer y retener inversiones y talento. En sus estudios sobre competitividad en las ciudades, precisa que el objetivo final es lograr que éstas no solo sean un lugar donde las personas tengan mejores niveles de vida, sino que estas ciudades sean un punto de atracción para empresas y trabajadores calificados. El Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) indica que “Los pilares de la competitividad deben estar conformados por factores de los cuales depende que los miembros de una sociedad logren niveles de bienestar sustentables, lo cual es el resultado de alcanzar niveles de desarrollo basados en productividad”. En indicadores de competitividad para empresas en lo individual, la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica (OCDE) establece lo siguiente: Los factores que contribuyen a la competitividad microeconómica han sido especial preocupación de la economía administrativa e industrial. Estas disciplinas utilizan una amplia variedad de indicadores (participación en el mercado, beneficios, dividendos, inversión, etc.) para evaluar la competitividad de las empresas. Es pertinente señalar que para nuestro estudio el concepto de competitividad es mejor entendido en el nivel de la empresa, en los términos más simples, una empresa no rentable es no competitiva; en un modelo de competencia perfecta, una empresa no competitiva es aquella con un costo promedio que excede al precio en el mercado del producto que ofrece; o bien, el valor de los recursos que la empresa está usando excede el valor de los bienes y servicios que está produciendo, y es por ello que las demás empresas del mercado que superan estas condiciones se consideran competitivas. En una industria con producto homogéneo, una firma puede ser no rentable porque su costo promedio es más alto que el costo de sus competidores. Su costo promedio puede ser más alto que el de sus competidores porque su productividad y calidad es baja, porque paga más por sus insumos o ambas cosas. Asimismo, en términos de participación en el mercado, una empresa puede mostrar una alta o baja competitividad; En una industria de productos diferenciados, una empresa puede ser no rentable, porque el producto que ofrece es menos atractivo que el de sus competidores. De esta manera, la imagen de la firma, su rentabilidad, su costo, productividad y participación de mercado son todos indicadores de competitividad. La participación de mercado puede también ser un indicador suficiente de competitividad si la empresa está maximizando sus beneficios. Competitividad. Para Porter M (1979), en Administración Estratégica escrito por Thompson, A. y Strickland A.J. la Competitividad está en función de cinco fuerzas competitivas: 1) La propia competencia (rivalidad entre vendedores rivales). 2) Los nuevos integrantes potenciales (ingreso potencial de nuevos competidores) 3) Los proveedores (colaboración y negociación entre proveedores y la empresa) 4) Los compradores (colaboración y negociación entre la empresa y los compradores) 5) Las empresas en otras industrias que ofrecen productos sustitutos (intentos mercadológicos de compañías que ofrecen productos sustitutos para atraer a los clientes de la empresa) De esta manera una empresa será más competitiva en la medida que esté mejor preparada para enfrentar a sus competidores actuales con el precio más bajo del mercado, precios más bajos en comparación con el de otros oferentes, productos de mayor calidad o diferenciados, productos de alta diferenciación, o se enfoque en nichos de mercado más especializados y difíciles de atender. La competitividad proviene de la relación entre la empresa y los proveedores, sobre todo si se logra una estrecha relación de cooperación con los mismos, que permita tener un poder de negociación importante, en materia de financiamiento, tiempos de pago, disponibilidad de los productos o servicios con la calidad requerida, en momento de entrega necesario, justo a tiempo (Just in time), incluso en la secuencia (Just in sequence). La cuarta fuerza del modelo de Porter, el poder de negociación entre la empresa y los compradores, en este se refiere, a que la fuente de competitividad proviene de la capacidad que desarrollen la empresas para atender a su mercado, en condiciones que le permitan la sustentabilidad y rentabilidad de sus operaciones. Marco teórico La teoría de recursos y capacidades. Plantea que las organizaciones son diferentes entre sí en función de los recursos y capacidades que poseen en un momento determinado, así como por las diferentes características de la misma y que dichos recursos y capacidades no estén disponibles para todas las empresas en las mismas condiciones. Esta teoría nos permite encaminar el análisis interno hacia los aspectos más relevantes del interior social de la organización, en relación con el análisis externo realizado y como base para el planteamiento estratégico general y de recursos humanos posterior. También es una herramienta que permite determinar las fortalezas y debilidades internas de la organización. Y según esta teoría la única forma de conseguir ventajas competitivas sostenibles es a través del desarrollo de capacidades distintivas. Según Wernerfelt (1984) “la eficiencia adquirida por una empresa es función de los recursos y capacidades distintivas que la misma controla, los cuales son fuente de sinergia y de ventajas competitivas porque provienen del aprendizaje colectivo y exclusivo de la organización que compite en mercados imperfectos” Barney en 1991 argumentó que “los recursos de la empresa incluyen todos los activos, capacidades, procesos organizativos, características de la empresa, información, conocimientos,…que son controlados por ella y que le permiten concebir y desarrollar estrategias para aumentar su eficacia y eficiencia” Para Peteraf (1993) deben caracterizarse por su heterogeneidad, por la existencia de límites ex-ante y ex-post a la competencia y por su imperfecta inmovilidad, esto significa que los recursos no están disponibles para todas las empresas en las mismas condiciones (movilidad imperfecta) y por ello las empresas son diferentes por los activos que poseen (heterogeneidad). Posteriormente en 2001 Barney puntualizó “los recursos son los activos tangibles e intangibles que una empresa emplea para formular e implantar sus estrategias”. Los recursos intangibles tienen mayor relevancia cuando se integran en capacidades empresariales; sin embargo, pocas organizaciones los identifican y valoran adecuadamente, porque contablemente, las inversiones de esta clase de activos que generan impacto en los resultados de la empresa en el largo plazo, se registran como gastos, tal como sucede con las erogaciones en investigación y desarrollo I&D, formación del recurso humano, publicidad y posicionamiento de marca, desarrollo de software, entre otros. Entre los activos intangibles se tiene la marca, como valor y como potencial de ampliar los ingresos por los ámbitos de productos o mercados; la reputación, con relación a las relaciones con el cliente, la calidad de los productos, las relaciones con los proveedores y con otros entes; las patentes y propiedad intelectual en la que se apoya la protección legal del conocimiento y la generación de mayores ingresos, entre otros (Barney y Arikan, 2001; Grant, 2006). En el lenguaje contable el término intangible se emplea con un sentido restringido para aquellos activos que producen beneficios parecidos a los que producen los bienes de uso o de renta y que no pueden materializarse físicamente. Se emplean en las actividades principales de la entidad (en la producción, en la gestión comercial o bien en la administrativa) o son contratados a terceros. Asimismo, su capacidad de servicio no se agota ni se consume en el corto plazo y mientras se usan no se transforman en otros bienes ni están destinados directamente a su venta. Los recursos productivos de la empresa se clasifican en físicos, intangibles, capital humano y de capital organizacional, los cuales se integran en procesos y rutinas operativas y administrativas denominadas capacidades. Los recursos físicos que hacen referencia a tecnología física, planta y equipo, localización geográfica, acceso a materia prima, infraestructura en lotes y construcciones y otros factores que afectan el costo de producción. También se consideran en este grupo los recursos financieros, considerados como fuentes para financiar las inversiones de la empresa, y provenientes de los fondos que se genera internamente, o de afuera, como son los aportes de capital de los dueños y los otorgados por terceros. Los activos intangibles pueden ser: las marcas, la identidad corporativa, la comunicación institucional, la imagen, el reconocimiento de los stakeholders y la reputación de una organización; el conocimiento comercial, operativo, científico o tecnológico, la propiedad intelectual, patentes y derechos de comercialización; las licencias, concesiones y derechos de autor; la cartera de clientes y la forma de relacionarse con ellos, las relaciones con proveedores, y con otros entes; las patentes y propiedad intelectual en la que se apoya la protección legal del conocimiento y la generación de mayores ingresos, (Barney y Arikan, 2001; Grant. 2006) Los recursos intangibles tienen mayor relevancia cuando se integran en capacidades empresariales; sin embargo, pocas organizaciones los identifican y valoran adecuadamente, porque contablemente, las inversiones de esta clase de activos que generan impacto en los resultados de la empresa en el largo plazo, se registran como gastos, tal como sucede con las erogaciones en investigación y desarrollo, formación del recurso humano, publicidad y posicionamiento de marca, desarrollo de software, entre otros. Entre los activos intangibles se tiene la marca, como valor y como potencial de ampliar los ingresos por los ámbitos de productos o mercados; la reputación, con relación a las relaciones con el cliente, la calidad de los productos, las relaciones con los proveedores. (Barney y Arikan, 2001; Grant, 2006). Como recursos de capital humano, se cuenta con las personas que ejercen los distintos cargos de la compañía y sus competencias, su grado capacitación, la experiencia, la forma de razonar y de tomar decisiones, el potencial de aprendizaje, la apertura al cambio, la capacidad de adaptación, habilidad de trabajo en equipo, las relaciones personales, el liderazgo, el espíritu emprendedor, así como aspectos sicológicos y sociológicos (Barney, 1991; Grant, 2006). Como recursos de capital humano, se cuenta con las personas que ejercen los distintos cargos de la compañía y sus competencias, entre otros: su grado capacitación, la experiencia, la forma de razonar y de tomar decisiones, el potencial de aprendizaje, la apertura al cambio, la capacidad de adaptación, habilidad de trabajo en equipo, las relaciones personales, el liderazgo, el espíritu emprendedor, así como aspectos sicológicos y sociológicos (Barney, 1991; Grant, 2006) Entre los recursos de capital organizacional, pueden incluirse la estructura organizacional, líneas de autoridad, forma de reportes, la planeación formal e informal, el control, la coordinación de sistemas; la forma como los empleados integran sus esfuerzos y habilidades, depende no sólo de sus habilidades personales, sino también del contexto organizativo. La cultura organizacional se relaciona también con los valores, tradiciones y normas sociales de la organización, y es considerado un recurso intangible clave y fuente fundamental de ventajas competitivas sostenibles (Barney, 1991; Grant, 2006). Entre los recursos de capital organizacional, pueden incluirse la estructura organizacional, líneas de autoridad, forma de reportes, la planeación formal e informal, el control, la coordinación de sistemas; la forma como los empleados integran sus esfuerzos y habilidades, depende no sólo de sus habilidades personales, sino también del contexto organizativo. La cultura organizacional se relaciona también con los valores, tradiciones y normas sociales de la organización, y es considerado un recurso intangible clave y fuente fundamental de ventajas competitivas sostenibles (Barney, 1991; Grant, 2006). Las capacidades operativas y administrativas: Se consideran las formas en que los recursos interactúan, están integrados, organizados y se complementan en rutinas organizativas, compuestas por acciones secuenciales, estrechamente coordinadas sin necesidad de una especial dirección o comunicación verbal. (Nelson y Winter (1982). Grant (1991) define la capacidad como la actitud o habilidad de un grupo de recursos para realizar alguna tarea o actividad. Amit y Schoemaker (1993) afirman que las capacidades se refieren a la competencia de una empresa para desplegar los recursos, normalmente en combinación, por medio de procesos. Factores internos de la Empresa La importancia de los factores internos de la empresa como determinantes de su competitividad, en los últimos años se está desarrollando un marco conceptual denominado teoría de los recursos y capacidades, que ofrece una perspectiva de la empresa como un conjunto de recursos y capacidades, haciendo énfasis en las características diferenciales de cada empresa en relación a las demás. Como indica Ventura (1994), la aportación de esta teoría es profundizar en las diferencias entre las empresas como punto de partida (heterogeneidad de recursos) y en la imperfecta movilidad de sus recursos como fuentes de rentabilidad. A la aportación más importante de esta teoría es la relación que trata de establecer entre los recursos de una empresa y la creación y sostenimiento de ventajas competitivas. En efecto, desde esta perspectiva, se trata de investigar cómo los recursos de la empresa, se constituyen en las fuentes de la ventaja competitiva. Ahora bien, no todos los recursos son susceptibles de generar ventajas competitivas sostenibles, los recursos deben ser valiosos, es decir, deben permitir responder a las amenazas del entorno y aprovechar sus oportunidades, de ahí la importancia del análisis estratégico externo. Los recursos deben ser raros, ya que aquellos poseídos por un gran número de competidores no pueden permitir la obtención de ventajas competitivas. En consecuencia para que la ventaja competitiva sea duradera, los recursos en que se apoya la empresa deben ser difíciles de imitar por parte de los competidores, influyendo en este aspecto algunos factores como la propia historia de la empresa (ya que la acumulación de algunos recursos requiere un periodo de tiempo largo), la complejidad social vinculada al funcionamiento y desarrollo de algunas habilidades, y la ambigüedad causal, referente este último término a la incertidumbre acerca de las causas que explican la obtención de una determinada ventaja competitiva, dando lugar a una imitación incierta por parte de los competidores (Grant, 1996). Los Recursos tangibles e intangibles La combinación de los Recursos de la empresa y la capacidad de gestión de su personal hacen la diferencia en la empresa de éxito, Así, como afirma Fernández (1992), la capacidad de una empresa para tener éxito en mercados cada vez más grandes, abiertos y competitivos depende sobre todo de ella misma, por ello la competitividad de la empresa puede alcanzarse con la combinación de los factores internos y externos, en el caso de los factores internos tema principal de este estudio, estos están representados por los recursos tangibles y los recursos intangibles. Los recursos tangibles son aquellos activos que la empresa posee y que tienen un soporte económico y se concretan en algo material por lo que pueden ser fácilmente identificados y cuantificados. Dentro de los recursos tangibles se pueden distinguir los siguientes tipos: los activos duraderos: edificios, maquinaria, instalaciones, equipos informáticos, activos para realización como materias primas, productos terminados, productos en proceso y Activos financieros capital, reservas, derechos de cobro, acciones. El objetivo de su gestión es la mejor rentabilidad posible dentro de la empresa o en la negociación con otras empresas. El principal problema que presentan es su devaluación contable por el uso que se les da. Por su parte, los recursos intangibles de la empresa, son distintos, de los financieros, ya que no pueden ser percibidos físicamente, estos son generados por el conocimiento acumulado por la empresa, su principal fuente de generación de estos recursos son los recursos humanos. Esta característica de estos recursos, les hace difícil su identificación y cuantificación contable como recursos generadores de riqueza para la empresa, por esta razón, cada día cobran mayor importancia como ventaja competitiva para la empresa, ya que sus características específicas les hacen tener un fuerte potencial diferenciador respecto de los competidores. Características de los intangibles Estos activos están teniendo una importancia creciente para la empresa, como sustento de su ventaja competitiva, ya que sus características específicas les hacen tener un fuerte potencial diferenciador respecto de los competidores. Factores como la imagen de la empresa, el conocimiento tecnológico, el capital humano, la estructura organizativa, la marca, el logotipo o las relaciones con proveedores y clientes son variables con un peso cada vez mayor en la explicación del éxito empresarial. Desde esta perspectiva la información y el conocimiento son el factor clave en la creación de valor de la empresa, lo que lleva a la empresa a la necesidad de conocer y analizar las características concretas que presenta este tipo de recursos en aras de poder utilizarlos como base de la creación de ventajas competitivas. Los recursos intangibles presentan una serie de características específicas que condicionan decisivamente su mejor gestión en la empresa. Entre ellas, destacamos las siguientes: - Dificultad de medición y cuantificación: Al no tener soporte físico, es muy difícil estimar o cuantificar el impacto de los mismos en los resultados de la organización; gran parte del conocimiento organizacional no es codificable ni se puede organizar. La dificultad en la cuantificación tiene como consecuencia el hecho de que los estados contables no suelen tenerlos en cuenta, esta es una causa de las diferencias entre el valor contable de una empresa, y el valor de mercado. - Apreciación por el uso: * A diferencia de los recursos materiales, los recursos intangibles pueden valorarse con el uso de los mismos. Mientras los recursos tangibles tienden a depreciarse, con su utilización los intangibles ganan valor a medida que son más usado. En efecto, mediante la repetición en la utilización y la experimentación de determinados recursos intangibles se puede crear nueva información y conocimiento que incrementa el valor de los activos anteriores. Aspectos como las habilidades humanas o las marcas de la empresa son ejemplos ilustrativos de ello. * El posicionamiento de una marca entre los consumidores puede mejorar con el paso de los años. * El conocimiento de un proceso productivo se perfeccionará mientras más tiempo la organización utilice ese proceso. * Las relaciones con los proveedores se afianzarán con el paso del tiempo. Del mismo modo, ante cambios en el entorno, como cambios tecnológicos, ciertos recursos intangibles, como procesos rutinarios, pueden quedar obsoletos. - Imposibilidad de adquirirlos en el mercado: Los recursos intangibles se crean lentamente en el interior de cada empresa, y usualmente no pueden ser vendidos o comprados por otras empresas. -Invisibilidad: Al estar basados en la información y el conocimiento, no tienen soporte físico lo cual incrementa la dificultad de su tratamiento, los intangibles son de difícil observación en la realidad, lo cual introduce serios problemas no sólo para su mera identificación sino también para su posterior clasificación. -Dificultad de cuantificación: Justamente por estar basados en la información y el conocimiento presentan problemas para su medición y evaluación, lo cual implica dificultades para saber la magnitud y el valor de los mismos. Esta dificultad se incrementa al estar basados muchos de ellos en conocimiento de tipo tácito, es decir, en conocimiento que, por su propia naturaleza, es no formalizable ni codificable. En tales casos, es prácticamente imposible su cuantificación. -Falta de aparición en los estados contables: Los estados financieros proporcionados por la Contabilidad sólo recogen los activos tangibles, no considerando, salvo casos excepcionales, el valor de los intangibles. El principio de prudencia contable aconseja no incorporar los intangibles en los balances de situación para no alterar inadecuadamente el valor de la empresa, debido precisamente a las dificultades de cuantificación y valoración, antes analizadas. Sólo en momentos concretos de la empresa, por ejemplo, en procesos de venta o fusión empresarial, aparece recogido el valor de los intangibles a través de la consideración del Fondo de Comercio. La no incorporación de los activos intangibles a los estados contables explica las diferencias entre el valor contable y el valor de mercado de las empresas. Mientras el primero sólo considera la valoración de los activos físicos, el segundo integra la valoración que los agentes económicos hacen del conjunto de la empresa. Esta diferencia es especialmente manifiesta en empresas con escasos activos físicos, como suelen ser las empresas de la llamada Nueva Economía. Además, estas diferencias están creciendo progresivamente en la realidad de prácticamente todas las empresas, lo cual indica la cada vez mayor importancia que el mercado concede a los recursos intangibles. -Inexistencia de mercado: No suele existir un mercado de compraventa de intangibles en el sentido de que se pueden comprar y vender entre empresas lo cual compromete su adquisición o transferibilidad de unos agentes a otros. Bien es cierto que para algunos de estos intangibles, como es el caso de los recursos humanos, existe un mercado libre de contratación de directivos y profesionales que permite a los individuos pasar a prestar sus servicios de una empresa a otra. Sin embargo, para la mayoría de los intangibles no se da esta circunstancia y tanto más cuando aparezcan alguna de las dos siguientes situaciones: a) que los intangibles estén basados en conocimientos tácitos, no codificables y, por tanto, imposibles de transferir, b) la complementariedad de unos recursos con otros de forma que la utilidad de los mismos resida en su uso combinado, siendo imposible o perdiendo gran parte de su eficacia, su consideración individual. Aun cuando el intangible esté basado en conocimiento explícito y, por tanto, ser susceptible de transferencia, aparece la característica adicional de bien público, ya que por el mero hecho de estar basado en información y conocimiento, el poseedor del mismo no pierde su capacidad de utilización dado que el conocimiento en el que se basa puede ser compartido. Ello implica que el propietario original puede mantener su potencial competitivo intacto aunque sea también utilizado por otros agentes. -Lentitud de acumulación: Los activos intangibles son de lenta y costosa acumulación, a partir de la propia experiencia de la empresa, constituyendo generalmente un proceso único e irrepetible relativo a la formación de la historia de la empresa. Variables como la imagen de la empresa, la cultura corporativa, las rutinas organizativas o el conocimiento tecnológico se van creando poco a poco, a través de la experiencia y la historia de la empresa, hasta constituir un determinado potencial en cierto momento. Este proceso histórico está normalmente sometido acierta ambigüedad causal, que hace difícil conocer incluso para la propia empresa las relaciones causaefecto de su devenir a lo largo del tiempo. Tal ambigüedad causal hace tanto más difícil su imitación y reproducción por parte de otros competidores. -Falta de definición de los derechos de propiedad: Al estar basados en la información y el conocimiento, en ciertos casos, los derechos de propiedad no están bien definidos lo que introduce un problema de apropiabilidad respecto a su explotación por parte de la empresa. Ello es especialmente significativo en el caso de los recursos humanos, dado que las habilidades, aptitudes y experiencia de las personas pertenecen indudablemente a las mismas, por lo que en principio la empresa no tiene posibilidad directa de aprovechamiento. Sólo a través de la teoría de contratos, la empresa asegura la puesta a su disposición de tales capacidades a cambio de una remuneración. -Valor de liquidación nulo: En bastantes casos, sobre todo en aquellos no vinculados a las personas, los intangibles tienen un nulo valor de liquidación en el sentido de que es prácticamente imposible su cuantificación, por lo tanto carecen de valor ante la posibilidad de desaparición de la empresa. Navas, J. E.; Guerras, L. A. (1998) En resumen, todas estas características ponen de manifiesto el papel relevante que los recursos intangibles tienen desde el punto de vista de la Dirección de Empresas. Ciertamente, la gestión de este tipo de recursos es una tarea difícil que conlleva dificultades y obstáculos importantes, derivadas precisamente de las características anteriores. Sin embargo, este es el reto que las empresas deben afrontar en el futuro si quieren ganar capacidad competitiva. CONCLUSIONES: Las características de los recursos intangibles, ponen de manifiesto el papel relevante que juegan en la recuperación y mantenimiento de la competitividad de las empresas de éxito, desde el punto de vista de la Dirección de Empresas. Ciertamente, la gestión de este tipo de recursos es una tarea difícil que conlleva, tiempo, dificultades y obstáculos importantes, derivadas precisamente de sus características. Sin embargo, este es el reto que las empresas deben afrontar en el futuro si quieren ganar capacidad competitiva. Las estrategias empresariales para la competitividad de las empresas, debe estar ligada directamente con el entorno económico, tanto interno como externo, conocer las características de las actividades de sus competidores, comparándolas con las propias, ya que esta información permite elaborar indicadores de diferenciación en relación a lo que están haciendo los demás y que no está haciendo nuestra empresa; Hacer estudios sobre lo que nuestros clientes están pidiendo y exigiendo de nuestros productos, y ver lo que la empresa necesita, es decir tener más comunicación y acercamiento con ellos, hacer estudios sobre lo que ofrecen nuestros proveedores en comparación con los productos o servicios que ofrece nuestra empresa, fomentar la lealtad y compromiso que asegure una relación duradera con los actores de nuestro entorno, para mutuo beneficio, hacer estudios sistemáticamente sobre las necesidades y grado de satisfacción de nuestros consumidores que demandan de nuestros productos, llevar acabo estrategias que impacten directamente en el producto, recuperar el segmento de mercado que nuestros competidores han invadido, todos estos estudios, lo debe hacer la empresa Pymes para que se considere competitiva, y pueda permanecer y poco a poco sobresalir en su medio ambiente económico en el cual se desenvuelve. En cuanto a la relación a la inversión en capital intelectual, el rol del departamento de recursos humanos en las organizaciones debe corresponder a un compromiso de actitud, con el deseo de pertenecer y alinear sus objetivos de su unidad con los corporativos y de esta forma convertirse en socio estratégico de la operación, la polivalencia debe estar enmarcada en los roles y no en los cargos que desempeñe cada persona y es así como un jefe de gestión de personal hace parte del grupo corporativo de la organización. Uno de los interrogantes que con mayor trascendencia se hace en las instituciones y gremios profesionales es ¿cuál es el papel del departamento de Recursos Humanos en épocas de crisis de las empresas? De inmediato la respuesta es reducción de personal y quienes se llevan los malos comentarios en su aplicación a esta norma reactiva es el área de recursos humanos, claro diría la gerencia y su comité asesor, pero es que el problema es la gente, y por qué no revaluar y pro-actuar que la solución es la gente o revisar si verdaderamente el costo laboral lo es o ¿será que estará en otro área el problema? Es bien sabido que el motor de cambio y el know how está en la gente, por esto la tendencia de las mejores prácticas de recursos humanos van dirigidas a formular programas de Gestión de Conocimientos y Gestión de Personal en las organizaciones modernas lo que obliga a ejecutivos, accionistas y colaboradores a generar una cultura de cambio en su accionar y de esta manera alinear la productividad interna con un mundo en constante cambio y que solo el individuo con su capacidad de análisis e innovación lo abordará. La gestión humana en las empresas debe revisar su accionar en escuchar al cliente y ofrecer un portafolio de productos y servicios competente e integrales en cada una de las áreas, la solución está en su misma gente. Es importante direccionar los esfuerzos hacia un concepto sistémico y lograr desarrollar las competencias óptimas en las áreas claves de éxitos, coherente con los propósitos organizacionales y de los colaboradores, con el fin de establecer un ganar – ganar, progresivo y que las partes lo comprenda y revisen si su aporte como inversionistas tanto para los accionistas (dinero) y colaboradores (conocimientohabilidades-actitudes) les ofrece las garantías de un rendimiento, satisfactorio. Y para finalizar, ¿Hasta qué punto se está referenciando a las empresas líderes en el ámbito mundial y cuáles son las mejores prácticas de Recursos Humanos que están aplicando y serían copiables por las empresas seguidoras? En resumen, los consultores organizacionales sostienen que nos acercamos a una nueva era en la administración del capital humano, donde el valor provendrá de extremar la productividad de los trabajadores y de la innovación de la fuerza laboral; asimismo, la infraestructura tecnológica necesaria para diseñar el desarrollo del capital humano; este pensamiento está ganando lugar rápidamente, al lograr la combinación más productiva posible de personas y trabajo, las empresas encontrarán una fuente duradera de ventaja competitiva. Ante este panorama, las organizaciones le han apostado a la Calidad como una respuesta al entorno en el que se encuentran inmersas, como una alternativa de recuperar y mantener la competitividad y elevar la productividad. En este contexto dinámico y competitivo, la Calidad se ha convertido para las organizaciones actuales en uno de los factores críticos de éxito, el mundo globalizado ha permitido que la competencia y el flujo del conocimiento, se incrementen en un ritmo vertiginoso, teniendo como consecuencia una evolución del cliente, quien hoy día es mucho más exigente que en tiempos pasados. La alternativa es clara: nuestro país a través de sus organizaciones debe invertir urgentemente en el capital humano, integrando equipos de trabajo que eleven la productividad y competitividad de sus empresas, vía innovación, creatividad, y trabajo en equipo, generando con ello la riqueza necesaria para mejorar el nivel de vida de nuestra población; en esta era del conocimiento al capital humano también hay que cuidarlo y mantenerlo por ser un factor de producción en la economía de hoy. El final del proceso de formar el capital humano no termina con lograr su máximo desarrollo, sino que debe mantenerse en constante formación y desarrollo. En este sentido, las organizaciones deben de recurrir a la educación continua como sistema que les permita actualizar a su personal. Recomendaciones: Recomendaciones para aquellos gerentes, interesados en mejorar la competitividad de su empresa: Dar un valor agregado, no únicamente a sus recursos físicos, sino también a sus recursos intangibles, principalmente al recurso humano, darles mayor capacitación, pues es la mejor inversión que pueden hacer, ya que son los que le dan una verdadera ventaja competitiva, con sus conocimientos y experiencias difícil de imitar por sus competidores. Descubrir grupos de clientes para los cuales su empresa pueda ser la mejor opción; (Nicho de mercados). Siendo una Pyme no es posible ser competitivo para un mercado amplio, sólo puede ser competitivo en un segmento del mercado específico. consentir a sus clientes, cautivos; Piense como si usted fuera su propio cliente; Quizás la mayor fuente de ideas sobre cómo diferenciar sus productos o servicios es responderse a la pregunta: Si yo fuera el cliente de esta compañía, ¿compraría mis productos?, ¿qué tipo de mejoras me gustaría recibir como cliente? y ¿qué tipo de experiencias me gustaría tener al usar mis productos o servicios? Diseñar e implementar estrategias de diferenciación, e innovación de sus productos y servicios buscando mejorar la experiencia de sus clientes: Más rápido, más calidad, más servicio, más comodidad, experiencias en las relaciones comerciales más agradables, atención amable y con cortesía, estas son premisas que nos ayudan mantener contentos y leales a nuestros clientes y a ser más competitivos. Analizar lo que hacen los competidores de grandes empresas y también sus competidores Pymes, o lo que en no están interesados en hacer. Allí puede encontrar grandes oportunidades para diferenciarse. No se desarrolla únicamente competitividad a través de la copia o la imitación de productos o estrategias, o ser seguidores de otros que han hecho una innovación o diferenciación a sus productos. Ofrecer la mejor relación comercial y no únicamente la relación preciocalidad, lo cual no significa ser el más barato del mercado. Diferenciarse por tener los precios más bajos, es una estrategia temporal, la cual se perderá tan pronto un nuevo competidor aparezca ofreciendo un mejor precio y eso seguramente ocurrirá muy pronto. Identifique los valores que son verdaderamente importantes para el cliente y luego pregúntese ¿cómo se encuentra mi empresa en relación con la competencia? Ser competitivo significa ser mejor que los demás, pero sólo en los valores que de verdad interesan a los clientes. Muchas empresas hacen grandes esfuerzos para mejorar en aspectos que no son los que los clientes más valoran y eso en lugar de hacerlos ganar competitividad los puede llevar a perderla; mejorar en donde realmente sus clientes valoran sus resultados, esto lo llevara al éxito y sobresalir en su medio altamente competitivo. Bibliografía: Barney, Jay B. (1991). Firm resources and sustained competitive advantage. Journal of Management, Vol.17, Pp. 99–120. Barney, J; Arikan, A. (2001). Resource-based view: origins and implications. The Blackwell Handbook of Strategic Management, Hitt M, Freeman R, Harrison J (eds). Blackwell: Malden, MA., 124–188. Grant, R.M. (2006). Dirección Estratégica: Conceptos, Técnicas y Aplicaciones. Madrid: Civitas, (5ª ed.). Nelson, R; Winter, S. (1982). An Evolutionary Theory of Economic Change. Cambridge, MA: Belknap Press. Peteraf, Margaret. (1993). The Cornestones of Competitive Advantage: A Resource – Base View. 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