Semana del 30 de Nov al 06 de Diciembre 2015 Occidente. Abrahán decide establecerse allí durante un tiempo, quizá porque su padre está demasiado débil para seguir viajando. [E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya] 16, 17. a) ¿Qué establecía el pacto entre Jehová y Abrahán? b) ¿Cómo bendijo Dios a Abrahán en Harán? Recuerda que haciendo clic en alguno de los anuncios donde descargaste este archivo, aportas al mantenimiento económico del servidor y hosting de la página y de futuros proyectos. www.ayudatj.com o www.epubteo.blogspot.com GRACIAS!! 16 Algún tiempo después, a los 205 años de edad, Taré muere (Gén. 11:32). Seguramente, Abrahán queda desolado por la pérdida. Pero, entonces, Jehová vuelve a comunicarse con él. ¿Qué le dice? Repite las instrucciones que ya le había dado en Ur y le detalla las bendiciones que recibirá. De Abrahán surgiría “una nación grande”, y todas las familias de la Tierra podrían beneficiarse gracias a él (lea Génesis 12:2, 3). ¡Cuánto deben animarlo estas palabras! Entusiasmado por este pacto entre Jehová y él, Abrahán se pone de nuevo en marcha. (Génesis 11:32) Y los días de Taré llegaron a ser doscientos cinco años. Entonces murió Taré en Harán. [Canción 94][E. Libro] [Inicio] ia cap. 3 párrs. 14-21, recuadro de la página 30 y preguntas de repaso de la página 32 (30 min.) Cruzaron el río Éufrates 14, 15. ¿Cómo fue el viaje desde Ur hasta Harán, y cuál pudo ser la razón por la que Abrahán se estableció allí durante un tiempo? 14 La caravana ha ido avanzando a un ritmo constante, y los viajeros ya se han acostumbrado a la rutina del viaje. Un tramo a pie, y otro subidos a alguna bestia de carga, Abrahán y Sara conversan durante el trayecto. Sus voces se pierden entre el tintineo de los cascabeles de los animales. A fuerza de repetirlo tantas veces, todos se han hecho expertos en montar y desmontar el campamento. Y cada vez que vuelven a partir, procuran que el anciano Taré vaya cómodo sobre los lomos de un camello o un asno. Viajan en dirección noroeste, siguiendo el curso del río Éufrates. Día tras día, semana tras semana, la caravana sigue su camino a paso lento pero seguro. 15 Por fin, tras recorrer unos 960 kilómetros (600 millas), llegan a unas cabañas en forma de colmena: es la próspera ciudad de Harán, un punto clave que enlazaba las rutas comerciales entre Oriente y (Génesis 12:2, 3) y haré de ti una nación grande y te bendeciré y de veras haré grande tu nombre; y resulta 3 ser tú una bendición. Y ciertamente bendeciré a los que te bendigan, y al que invoque mal sobre ti lo maldeciré, y ciertamente se bendecirán por medio de ti todas las familias del suelo”. 17 Eso sí, esta vez hay mucho más que organizar. Durante su estancia en Harán, Jehová ha bendecido a Abrahán, y sus posesiones se han multiplicado. La Biblia habla de “todos los bienes que ellos habían acumulado y las almas que habían adquirido en Harán” (Gén. 12:5). Y es que, para que de él pudiera surgir una nación, Abrahán necesitaba una gran cantidad de sirvientes y bienes materiales. Claro, esto no significa que debemos esperar que Jehová les conceda riquezas a sus siervos, pero sí confirma que les dará todo lo que les haga falta para que puedan cumplir con la voluntad divina. Entonces, con fuerzas renovadas, Abrahán retoma su camino, aunque desconoce adónde lo llevará. (Génesis 12:5) Así que Abrán tomó a Sarai su esposa y a Lot el hijo de su hermano y todos los bienes que ellos habían acumulado y las almas que habían adquirido en Harán, y procedieron a salir para ir a la tierra de Canaán. Por fin llegaron a la tierra de Canaán. tierra que le había prometido a Abrahán (Éx. 12:40, 41; Gál. 3:17). Y el 14 de nisán del año 33 de nuestra era, Jesús se reunió con sus apóstoles e hizo con ellos un pacto para que participaran con él de un gobierno celestial. Gracias a este Reino, pronto se eliminarán todos los problemas de la humanidad (Luc. 22:29). Hoy día, los testigos de Jehová se reúnen año tras año en esa misma fecha del calendario judío, el 14 de nisán, para conmemorar la Cena del Señor (Luc. 22:19). 18. a) ¿Cuándo vivió Abrahán un momento único en la historia del pueblo de Dios? b) ¿Qué otros acontecimientos ocurrieron el 14 de nisán de años posteriores? (Vea el recuadro “Una fecha clave”.) 18 A varios días de distancia estaba Carquemis, ciudad por donde numerosas caravanas cruzaban el río Éufrates. Es posible que fuera en este lugar donde Abrahán vivió un momento único en la historia del pueblo de Dios. En el año 1943 antes de nuestra era, probablemente el día 14 del mes que más tarde se llamaría nisán, Abrahán cruzó el río Éufrates (Éx. 12:40-43). Al sur se extendía la tierra que Jehová había prometido mostrarle. Aquel día tan especial, el pacto que hizo con él entraba en vigor. (Éxodo 12:40-43) Y la morada de los hijos de Israel, que habían morado en Egipto, fue de cuatrocientos 41 treinta años. Y aconteció al cabo de los cuatrocientos treinta años, sí, aconteció en este mismo día, que todos los ejércitos de Jehová salieron de la tierra de Egipto. 42 Es noche de observancia con respecto a Jehová por haberlos sacado de la tierra de Egipto. Con respecto a Jehová, esta noche es una de observancia de parte de todos los hijos de Israel durante todas sus 43 generaciones. Y pasó Jehová a decir a Moisés y Aarón: “Este es el estatuto de la pascua: Ningún extranjero puede comer de ella. Una fecha clave El día en que Abrahán cruzó el río Éufrates marcó un momento clave en la historia bíblica. En años posteriores ocurrieron sucesos de gran importancia en esa misma fecha. Exactamente cuatrocientos treinta años después, el 14 de nisán del 1513 antes de nuestra era, Jehová liberó a los israelitas de la esclavitud en Egipto para que tomaran posesión de la (Éxodo 12:40, 41) Y la morada de los hijos de Israel, que habían morado en Egipto, fue de cuatrocientos treinta años. 41 Y aconteció al cabo de los cuatrocientos treinta años, sí, aconteció en este mismo día, que todos los ejércitos de Jehová salieron de la tierra de Egipto. (Gálatas 3:17) Además, digo esto: En cuanto al pacto previamente validado por Dios, la Ley que vino a existir cuatrocientos treinta años después no lo invalida, para así abolir la promesa. (Lucas 22:29) y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino, (Lucas 22:19) También, tomó un pan, dio gracias, lo partió, y se lo dio a ellos, diciendo: “Esto significa mi cuerpo que ha de ser dado a favor de ustedes. Sigan haciendo esto en memoria de mí”. 19. ¿Qué le prometió Jehová a Abrahán, y con qué es posible que Abrahán relacionara esa promesa? 19 Viajando en dirección sur, la caravana se detiene cerca de los árboles grandes de Moré, en Siquem. Allí Jehová vuelve a hablarle a Abrahán. En esta ocasión le promete que su descendencia tomaría posesión de aquella tierra. ¿Habrá relacionado Abrahán esta promesa con la profecía que Jehová hizo en el jardín de Edén sobre una “descendencia” que salvaría a la humanidad? (Gén. 3:15; 12:7.) Es posible que sí. Quizá Abrahán empezara a comprender que, de algún modo, él formaba parte de un propósito mayor, que Jehová lo estaba utilizando para llevar a cabo su voluntad. (Génesis 3:15) Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón”. (Génesis 12:7) Jehová ahora se apareció a Abrán y dijo: “A tu descendencia voy a dar esta tierra”. Después de eso él edificó allí un altar a Jehová, que se le había aparecido. 20. ¿Cómo demostró Abrahán que valoraba el privilegio que Jehová le concedió? 20 Abrahán valoraba mucho el privilegio que Jehová le concedió. Mientras iba avanzando con precaución por aquella tierra habitada por cananeos, Abrahán se detuvo para edificar altares a su Dios, primero cerca de los árboles grandes de Moré y después cerca de Betel. Menciona el relato que invocaba el nombre de Jehová. ¿Cómo? Seguramente le daba las gracias por permitirle ver la tierra que heredarían sus descendientes. Y también es posible que les predicara a los habitantes de la región (lea Génesis 12:7, 8). Lo cierto es que a Abrahán aún le esperaban grandes pruebas de fe. Afortunadamente, nunca miró a las cosas que había dejado atrás, las comodidades que había disfrutado en Ur. Más bien, se concentró en lo que tenía por delante. Hebreos 11:10 dice que “esperaba la ciudad que tiene fundamentos verdaderos, cuyo edificador y hacedor es Dios”. (Génesis 12:7, 8) Jehová ahora se apareció a Abrán y dijo: “A tu descendencia voy a dar esta tierra”. Después de eso él edificó allí un altar a Jehová, que se le había 8 aparecido. Más tarde se mudó de allí a la región montañosa, al este de Betel, y asentó su tienda, con Betel al oeste y Hai al este. Entonces edificó allí un altar a Jehová y empezó a invocar el nombre de Jehová. Abrahán. ¿De qué manera? Estando dispuesto a hacer sacrificios por servir a Jehová, obedeciéndole y valorando profundamente cada privilegio que le conceda. De ese modo, Abrahán, a quien se le llama “el padre de todos los que tienen fe”, también llegará a ser, por así decirlo, su padre. (Hebreos 11:10) Porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos verdaderos, cuyo edificador y hacedor es Dios. [E.M.T] [Inicio] [P.S] [Nº1] [Nº2] [Nº3] 30 de nov. Lectura de la Biblia: 2 Crónicas 6 a 9 | Puntos Sobresalientes (Hebreos 11:10) Porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos verdaderos, cuyo edificador y hacedor es Dios. Lecciones para nosotros: 21. A diferencia de Abrahán, ¿qué sabemos hoy sobre el Reino de Dios? ¿Qué estamos decididos a hacer? 6:18-21. Si bien ningún edificio puede contener a Dios, el templo sería el núcleo de la adoración a Jehová. Así mismo, los Salones del Reino de los Testigos de Jehová son hoy día el núcleo de la adoración verdadera en la comunidad. 21 Hoy día, los siervos de Jehová tenemos mucha más información que Abrahán sobre la ciudad simbólica que menciona Hebreos 11:10, es decir, el Reino de Dios. Por ejemplo, sabemos que ese Reino ya está gobernando en el cielo y que pronto pondrá fin a este mundo malvado. También sabemos que el rey de ese Reino es Jesucristo, la Descendencia que se le había prometido a Abrahán hacía tanto tiempo. ¡Qué maravilloso será ver cuando este fiel patriarca resucite y al fin comprenda todos los detalles del propósito divino y su cumplimiento! ¿Le gustaría también a usted ver cómo Jehová cumple cada una de sus promesas? Si así es, siga imitando el ejemplo de 6:4. El agradecimiento sincero por la bondad amorosa y la benignidad de Jehová debe impulsarnos a bendecirlo, es decir, a alabarlo con afecto y gratitud. 6:19, 22, 32. Jehová sería accesible a todos: desde el rey hasta los miembros más humildes de la nación, e incluso al extranjero que de veras lo buscara (Salmo 65:2). 22 contra del alma”. “Los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”, dice la Palabra de Dios. (Gál 5:19, 21; 1Pe 2:11.) 24 A los cristianos que aman la luz de la verdad se les dice: “Como de día, andemos decentemente, no en diversiones estrepitosas y borracheras, no en coito ilícito y conducta relajada”. (Ro 13:13; Jn 3:19-21.) El apóstol Pedro argumenta: “Porque basta el tiempo que ha pasado [antes de llegar a ser siervos de Dios] para que ustedes hayan obrado la voluntad de las naciones cuando procedían en hechos de conducta relajada”. (1Pe 4:3.) De igual modo, el apóstol Pablo advierte a los cristianos que las naciones mundanas con las que antes se asociaban, “mentalmente se hallan en oscuridad, y alejadas de la vida que pertenece a Dios [...]. Habiendo llegado a estar más allá de todo sentido moral, se entregaron a la conducta relajada para obrar toda clase de inmundicia con avidez”. (Ef 4:17-19.) Núm. 1: 2 Crónicas 6:22-27 ”Si un hombre peca contra su semejante y realmente le impone una maldición para hacer que esté expuesto a la maldición, y realmente viene [a estar en] 23 la maldición delante de tu altar en esta casa, entonces dígnate oír tú mismo desde los cielos, y tienes que actuar, y juzgar a tus siervos de modo que se le pague al inicuo, y se le ponga su proceder sobre su propia cabeza, y se pronuncie justo al justo, y se le dé conforme a su propia justicia. ”Y si tu pueblo Israel es derrotado delante de un enemigo por haber seguido pecando contra ti, y verdaderamente se vuelven y elogian tu nombre y oran y hacen petición de favor delante de ti en esta casa, 25 entonces dígnate oír tú mismo desde los cielos, y tienes que perdonar el pecado de tu pueblo Israel y traerlos de vuelta al suelo que diste a ellos y a sus antepasados. 26 ”Cuando los cielos estén cerrados de modo que no ocurra lluvia porque ellos han seguido pecando contra ti, y realmente oren hacia este lugar y elogien tu nombre, [y] de su pecado se vuelvan porque seguiste 27 afligiéndolos, entonces dígnate oír tú mismo desde los cielos, y tienes que perdonar el pecado de tus siervos, sí, de tu pueblo Israel, porque los instruyes respecto al buen camino en que deben andar; y tienes que dar lluvia sobre tu tierra que has dado a tu pueblo como posesión hereditaria. Núm. 2: ¿Por qué es mala la conducta desvergonzada? (it-1 págs. 521, 522) CONDUCTA RELAJADA Actos que reflejan una actitud descarada de falta de respeto e incluso desprecio por la ley y la autoridad. La palabra hebrea zim·máh se traduce “conducta relajada” y “moral relajada”. (Le 18:17; 19:29.) El término griego a·sél·guei·a (conducta relajada) también puede traducirse “libertinaje; desenfreno; conducta desvergonzada; lascivia de conducta”. (Gál 5:19, nota; 2Pe 2:7, nota.) Ninguno de los dos términos se circunscribe a la inmoralidad sexual. Las Escrituras engloban bajo conducta relajada cosas tales como una violación por parte de una chusma (Jue 19:25; 20:6), la prostitución (Jer 13:27; Eze 23:44) y el derramamiento de sangre. (Sl 26:9, 10; Eze 22:9; Os 6:9.) Se dice que el “hombre sin principios” da consejo para actos de conducta relajada, y a aquellos para quienes tal conducta es “como un juego” se les llama estúpidos, es decir, de ningún valor moral. (Isa 32:7; Pr 10:23.) ‘Procede del corazón.’ Jesús señala que la conducta relajada refleja lo que la persona es en su interior. Dice: “De dentro, del corazón de los hombres, proceden razonamientos perjudiciales: fornicaciones, [...] adulterios, [...] conducta relajada [...]. Todas estas cosas inicuas proceden de dentro y contaminan al hombre”. (Mr 7:20-23.) La conducta relajada es una de “las obras de la carne”, uno de los deseos carnales que “llevan a cabo un conflicto en Sin embargo, algunos que afirman ser siervos de Dios y de Cristo se vuelven del camino de la luz y despliegan una actitud descarada y desafiante hacia la autoridad y ley divinas. Pablo estaba afligido por causa de aquellos miembros de la congregación corintia que no se habían arrepentido de la „inmundicia, fornicación y conducta relajada que habían practicado‟, a pesar de que se les había advertido en contra de tales prácticas. (2Co 12:21.) Pedro avisó a los cristianos primitivos que de entre sus propias filas saldrían falsos maestros y que muchos seguirían sus actos de conducta relajada, lo que acarrearía oprobio al camino de la verdad. (2Pe 2:1, 2.) Las palabras de Jesús dirigidas a las congregaciones de Pérgamo y Tiatira, escritas por el apóstol Juan alrededor del año 96 E.C., indican que en aquel tiempo la profecía de Pedro estaba cumpliéndose hasta cierto grado. (Rev 2:12, 14, 18, 20.) Tanto Pedro como Judas hablaron del juicio que les vendría a los que practicaran conducta relajada. (2Pe 2:17-22; Jud 7.) El razonamiento de algunos que practican conducta relajada al intentar seducir y engañar a otros en la congregación cristiana es que la bondad inmerecida de Dios es grande y que pasará por alto sus pecados, pues Él sabe de sus imperfecciones y debilidades carnales. No obstante, Judas, el medio hermano de Jesús, dijo que estos eran „hombres impíos, que tornaban la bondad inmerecida de Dios en una excusa para conducta relajada, y que demostraban ser falsos al único Dueño y Señor, Jesucristo‟. (Jud 4.) La profesión de cristianismo que hacen estos hombres carece de sentido. Su servicio resulta inaceptable para Dios; es como dijo el sabio escritor de Israel: “El sacrificio de los inicuos es cosa detestable. ¡Cuánto más cuando uno lo trae junto con conducta relajada!”. (Pr 21:27.) La Ley expresaba el mismo punto de vista contra la conducta relajada. Dios no ha cambiado de parecer. Se condenaba la conducta relajada y el castigo era la muerte. (Le 18:17; 20:14.) David imploró a Dios que no le quitase la vida con los “hombres culpables de sangre, en cuyas manos hay conducta relajada”. (Sl 26:9, 10.) Por medio de sus profetas Jeremías y Ezequiel, Jehová advirtió a Israel de sus juicios contra el pueblo por su conducta relajada, tanto de naturaleza física como espiritual. (Jer 13:26, 27; Eze 16:27, 43, 58; 22:9; 23:21-49; 24:13.) Núm. 3: Epafras. Tema: Sea servicial con los hermanos y ore por ellos (it-1 pág. 824) EPAFRAS (abreviación de Epafrodito). Ministro fiel de Cristo que predicó las buenas nuevas a los colosenses y así los familiarizó con la bondad inmerecida de Dios, y que muy probablemente desempeñó un papel importante en que se fundara la congregación de Colosas. Durante el primer período de prisión de Pablo, Epafras fue a Roma con un informe alentador en cuanto al amor y la constancia de la congregación de Colosas. (Col 1:4-8.) Parece que se quedó en Roma al menos por un tiempo, pues en su carta a los Colosenses Pablo incluye sus saludos y les asegura que este esclavo de Jesucristo siempre se esfuerza “a favor de [ellos] en sus oraciones, para que al fin estén de pie completos y con firme convicción en toda la voluntad de Dios”. Según el testimonio de Pablo, este amado coesclavo también se esforzó mucho a favor de los hermanos de Laodicea y Hierápolis. (Col 4:12, 13.) En su carta a Filemón, Pablo también envía los saludos de Epafras y se refiere a él como “mi compañero en cautiverio en unión con Cristo”. (Flm 23.) No debe confundirse a Epafras con Epafrodito de Filipos. “Estamos haciendo visitas breves para intentar aclarar una idea equivocada sobre la Biblia. Mucha gente respeta este libro, pero cree que es difícil de entender. ¿Qué piensa usted? [Permita que la persona responda.] Fíjese en una de las razones por las que deberían interesarnos las Santas Escrituras. [Lea Romanos 15:4.] Esta revista explica que la Biblia está escrita para que la entendamos y nos muestra cómo lograrlo.” ¡Despertad! Diciembre “Estamos haciendo visitas breves a las familias y hemos notado que todo el mundo quiere que en su hogar reinen la paz y la armonía. En su opinión, ¿es mejor tratar de evitar los desacuerdos o aprender a resolverlos? [Permita que responda.] Mire lo que dice este proverbio bíblico. [Lea Proverbios 26:20.] Esta revista da consejos prácticos para las familias, tomados de la Biblia.” 10 min. Necesidades de la congregación. 10 min. ¿Cómo nos fue? Análisis con el auditorio. Pregunte a los publicadores cómo les ha beneficiado poner en práctica las sugerencias del artículo “Mejore sus habilidades en el ministerio: ofrezca el libro Enseña”. Pida que relaten experiencias animadoras. Mejore sus habilidades en el ministerio: ofrezca el libro Enseña [R. Servicio] [Inicio] Reunión de Servicio Tema del mes: “Yo planté, Apolos regó, pero Dios siguió haciéndolo crecer” (1 Corintios 3:6). Canción 58 10 min. Ideas para ofrecer las revistas en diciembre. Análisis con el auditorio. Comience con dos demostraciones de cómo ofrecer las revistas, basadas en las presentaciones sugeridas. Analice las presentaciones de principio a fin. La Atalaya 1 de diciembre Por qué es importante. El libro Enseña es una de las herramientas que más usamos en nuestro ministerio. Pero si queremos utilizarlo para dar clases de la Biblia, primero tenemos que ofrecérselo a las personas. Por eso, es bueno que nos esforcemos por ser hábiles al presentarlo cuando predicamos (Prov. 22:29). Hay muchas maneras de hacerlo, así que podemos elegir la más apropiada para nuestro territorio. (Proverbios 22:29) ¿Has contemplado a un hombre hábil en su trabajo? Delante de reyes es donde él se apostará; no se apostará delante de hombres comunes. Cómo hacerlo: Haga una pregunta para despertar el interés de la persona por un capítulo en concreto del libro. Quizás pueda elegir una de las preguntas que aparecen al comienzo de cada capítulo. Después de escuchar la respuesta de la persona, lea un texto bíblico y, en unos pocos minutos, analicen juntos un párrafo del libro que hable sobre ese tema. Otra opción es usar las páginas de la introducción para captar la atención de la persona y mostrarle en el libro lo que la Biblia dice sobre esos temas. Por ejemplo, después de mencionar algún suceso trágico del que se haya hablado en las noticias, podría comentar que muchas personas se han hecho preguntas como las que se muestran en la página 3. ¿Es esto lo que Dios quería para mí y para el resto de la humanidad? ¿Dónde puedo encontrar ayuda para superar mis problemas? ¿Habrá algún día paz en la Tierra? O quizás pueda decir que está visitando a los vecinos para conversar sobre la esperanza de un futuro mejor. Muéstrele los dibujos de las páginas 4 y 5, y pregúntele: “¿Cuál de estas promesas le gustaría ver cumplida?”. ¿Qué podemos hacer para que nuestra vida de familia sea más feliz? ¿Qué nos sucede al morir? ¿Volveremos a ver algún día a nuestros seres queridos que han muerto? ¿Por qué podemos estar seguros de que Dios cumplirá lo que ha prometido? Trate de usar el método directo para comenzar cursos bíblicos. Podría decir algo así: “Estamos ofreciendo a los vecinos este manual para estudiar la Biblia. ¿Lo conoce? [Permita que la persona responda.] Si tiene unos minutos, me gustaría mostrarle cómo lo puede utilizar para estudiar su propia Biblia”. Intente esto durante el mes: Incluya sesiones de práctica en la adoración en familia. Cuando predique con otros publicadores, dígales la introducción que tiene pensada (Prov. 27:17). Si ve que no da resultados, cámbiela. (Proverbios 27:17) Con hierro, el hierro mismo se aguza. Así un hombre aguza el rostro de otro. Canción 141 y oración Nota: La grabación de la música se debe escuchar una vez de principio a fin. Luego el auditorio podrá cantar la nueva canción. También podría decir que está haciendo visitas breves para hablar sobre algunas preguntas importantes que todos nos hacemos. Muéstrele las que aparecen al final de la página 6 y pídale que le diga cuál le interesa más. ¿Por qué sufrimos? ¿Cómo podemos enfrentarnos a las preocupaciones de la vida? codiciosa” (Rom. 1:28, 29, Biblia en Lenguaje Sencillo). CANCION 65 [Atalaya] [Inicio] ¿Ve usted cómo lo está ayudando Dios? (Isaías 26:10-11) 10 Aunque se muestre favor al inicuo, simplemente no aprenderá justicia. En la tierra de derechura actuará injustamente, y no verá la eminencia de Jehová. 11 Oh Jehová, tu mano ha llegado a estar elevada, [pero] ellos no [la] contemplan. Contemplarán y se avergonzarán ante el celo por [tu] pueblo. Sí, el mismísimo fuego para tus propios adversarios se los comerá. (3 Juan 11) 11 Amado, no seas imitador de lo que es malo, sino de lo que es bueno. El que hace el bien se origina de Dios. El que hace el mal no ha visto a Dios. “La mano de Jehová ciertamente se dará a conocer a sus siervos.” (IS. 66:14) CANCION 26 ¿CUÁL DIRÍA QUE ES LA RESPUESTA? ¿Por qué algunos reconocen que Dios interviene en su vida y otros no? ¿Qué pruebas tenemos de que Jehová sigue ayudando a su pueblo hoy día? ¿Qué nos ayudará a ver con más claridad la ayuda que nos da Dios? 1, 2. ¿Qué piensan algunas personas sobre Dios? MUCHAS personas creen que a Dios no le importa ni lo que hacemos ni lo que nos pasa. Por ejemplo, en noviembre de 2013, el supertifón Haiyan arrasó la zona central de Filipinas. El alcalde de una gran ciudad que sufrió serios daños dijo: “Dios tiene que haber estado ocupado con alguna otra cosa”. 2 Otros actúan como si Dios no pudiera verlos (Is. 26:10, 11; 3 Juan 11). Son como las personas de las que habla el apóstol Pablo: “No han querido tener en cuenta a Dios” y son “gente injusta, malvada y (Romanos 1:28-29) 28 Y así como no aprobaron el tener a Dios en conocimiento exacto, Dios los entregó a un estado mental desaprobado, para que hicieran las cosas que no son apropiadas, 29 llenos como estaban de toda injusticia, iniquidad, codicia, maldad, estando llenos de envidia, asesinato, contienda, engaño, genio malicioso, siendo susurradores, 3. a) ¿Qué preguntas deberíamos hacernos? b) ¿Qué es la mano de Dios? 3 A diferencia de esas personas, los cristianos sabemos que Dios lo ve todo. Pero ¿confiamos en que se interesa en nosotros y quiere ayudarnos? La Biblia dice que Jehová usa su poder —o su mano, por decirlo así— para ayudar a sus siervos y luchar contra sus enemigos. ¿Vemos la mano de Dios en nuestra vida? (Lea Deuteronomio 26:8.) ¿Vemos a Dios? Recordemos que Jesús dijo que algunos lo verían (Mat. 5:8). Para entender esta idea, analicemos el ejemplo de algunas personas que vieron la mano de Dios —que reconocieron que Dios había intervenido en su vida— y el ejemplo de otras que no la vieron. (Deuteronomio 26:8) 8 Por fin Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, y con gran aterramiento, y con señales y milagros. (Mateo 5:8) 8 ”Felices son los de corazón puro, puesto que ellos verán a Dios. SE NEGARON A RECONOCER EL PODER DE DIOS 4. ¿Por qué se negaron los enemigos de Israel a ver la mano de Dios? 4 En la época en la que se formó la nación de Israel, muchas personas tuvieron la oportunidad de escuchar acerca de los milagros que Jehová hizo para ayudar a su pueblo, y algunas hasta pudieron verlos con sus propios ojos. Primero, Jehová liberó a los israelitas de la esclavitud y, con el tiempo, derrotó a muchos reyes de Canaán (Jos. 9:3, 9, 10). A pesar de que vieron y oyeron cómo había salvado Dios a su pueblo, algunos reyes decidieron formar una alianza para luchar contra los israelitas (Jos. 9:1, 2). Cuando pelearon contra ellos, debieron haber visto la mano de Dios. Gracias al poder de Jehová, “el sol se quedó inmóvil, y la luna de veras se paró, hasta que la nación pudo vengarse de sus enemigos” (Jos. 10:13). Pero Jehová permitió que a estos “se les pusiera terco el corazón” para que lucharan contra los israelitas (Jos. 11:20). Los enemigos de Israel fueron derrotados porque se negaron a reconocer que el Creador estaba ayudando a su pueblo. (Josué 9:3) 3 Y los habitantes de Gabaón oyeron lo que Josué había hecho a Jericó y a Hai. (Josué 9:9-10) 9 Ante esto, le dijeron: “Es de una tierra muy distante que han venido tus siervos con respecto al nombre de Jehová tu Dios, porque hemos oído de su fama y de todo lo que hizo en Egipto, 10 y de todo lo que hizo a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a saber, Sehón el rey de Hesbón y Og el rey de Basán, que estaba en Astarot. (Josué 9:1-2) 9 Y aconteció que en cuanto oyeron esto todos los reyes que estaban del lado del Jordán en la región montañosa y en la Sefelá y a lo largo de toda la costa del mar Grande y enfrente del Líbano, los hititas y los amorreos, los cananeos, los perizitas, los heveos y los jebuseos, 2 todos ellos empezaron a juntarse para guerrear unánimemente contra Josué e Israel. (Josué 10:13) 13 En conformidad, el sol se quedó inmóvil, y la luna de veras se paró, hasta que la nación pudo vengarse de sus enemigos. ¿No está escrito en el libro de Jasar? Y el sol se quedó parado en medio de los cielos y no se apresuró a ponerse por más o menos un día entero. (Josué 11:20) 20 Pues resultó ser el proceder de Jehová dejar que se les pusiera terco el corazón, para que declararan guerra contra Israel, a fin de que él los diera por entero a la destrucción, para que no llegaran a recibir consideración favorable, sino para que los aniquilara, tal como Jehová había mandado a Moisés. 5. ¿Qué se negó a reconocer el rey Acab? 5 Siglos después, el rey Acab tuvo oportunidades de sobra para reconocer el poder de Dios. Por ejemplo, Elías le dijo: “No habrá durante estos años ni rocío ni lluvia, excepto por orden [mía]” (1 Rey. 17:1). Aunque sus palabras se cumplieron, el rey se negó a aceptar que la sequía hubiera sido un acto de Dios. Tiempo después, Elías le pidió a Jehová que enviara fuego del cielo para consumir su ofrenda, y Acab fue testigo de ese milagro. Además, Elías le dijo al rey que Jehová pondría fin a la sequía trayendo un fuerte aguacero, y de nuevo se cumplieron sus palabras (1 Rey. 18:22-45). Aunque Acab vio todas estas cosas, siguió empeñado en no reconocer el gran poder de Dios en acción. Este ejemplo y los anteriores nos enseñan una lección muy importante: tenemos que mantener los ojos abiertos para reconocer la mano de Jehová. (1 Reyes 17:1) 17 Y Elías el tisbita, de los habitantes de Galaad, procedió a decir a Acab: “¡Tan ciertamente como que vive Jehová el Dios de Israel, delante de quien en efecto estoy de pie, no habrá durante estos años ni rocío ni lluvia, excepto por orden de mi palabra!”. (1 Reyes 18:22-45) 22 Y Elías pasó a decir al pueblo: “Yo mismo he quedado como profeta de Jehová, yo solo, mientras que los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta hombres. 23 Ahora que nos den dos toros jóvenes, y que escojan ellos para sí un toro joven y lo corten en pedazos y lo pongan sobre la leña, pero no deben ponerle fuego. Y yo mismo aderezaré el otro toro joven, y tendré que ponerlo sobre la leña, pero no le pondré fuego. 24 Y ustedes tienen que invocar el nombre de su dios, y yo, por mi parte, invocaré el nombre de Jehová; y tiene que suceder que el Dios [verdadero] que responda por medio de fuego es el Dios [verdadero]”. A esto todo el pueblo respondió y dijo: “La cosa está bien”. 25 Elías ahora dijo a los profetas de Baal: “Escójanse un toro joven y aderécenlo primero, porque ustedes son la mayoría; e invoquen el nombre de su dios, pero no deben ponerle fuego”. 26 Por consiguiente, ellos tomaron el toro joven que les dio. Entonces lo aderezaron, y siguieron invocando el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: “¡Oh Baal, respóndenos!”. Pero no hubo voz, y no hubo quien respondiera. Y siguieron cojeando en derredor del altar que habían hecho. 27 Y al mediodía aconteció que Elías empezó a mofarse de ellos y a decir: “Llamen a voz en cuello, porque él es un dios; porque debe estar preocupado con un asunto, y tiene excremento y tiene que ir al excusado. ¡O quizás esté dormido y deba despertarse!”. 28 Y se pusieron a clamar a voz en cuello y a cortarse según su costumbre con dagas y con lancetas, hasta que hicieron chorrear la sangre sobre sí. 29 Y aconteció que, tan pronto como pasó el mediodía y continuaron portándose como profetas hasta la [hora de] ascender la ofrenda de grano, no hubo voz, y no hubo quien respondiera, y no se prestó ninguna atención. 30 Por fin Elías dijo a todo el pueblo: “Acérquense a mí”. De modo que todo el pueblo se acercó a él. Entonces procedió a componer el altar de Jehová que estaba demolido. 31 Así que Elías tomó doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, a quien la palabra de Jehová había venido diciendo: “Israel es lo que llegará a ser tu nombre”. 32 Y se puso a edificar con las piedras un altar en el nombre de Jehová y a hacer una zanja, de más o menos la extensión que se siembra con dos medidas de sea de semilla, todo en derredor del altar. 33 Después puso en orden los pedazos de leña y cortó en trozos el toro joven y lo colocó sobre los pedazos de leña. Ahora dijo: “Llenen cuatro jarrones de agua y derrámenla sobre la ofrenda quemada y sobre los pedazos de leña”. 34 En seguida dijo: “Háganlo otra vez”. De modo que lo hicieron otra vez. Pero él dijo: “Háganlo la tercera vez”. De modo que lo hicieron la tercera vez. 35 Así el agua iba todo en derredor del altar, y él llenó también de agua la zanja. 36 Y al tiempo que asciende la ofrenda de grano aconteció que Elías el profeta empezó a acercarse y a decir: “Oh Jehová, el Dios de Abrahán, Isaac e Israel, conózcase hoy que tú eres Dios en Israel y yo soy tu siervo y que por medio de tu palabra he hecho todas estas cosas. 37 Respóndeme, oh Jehová, respóndeme, para que sepa este pueblo que tú, Jehová, eres el Dios [verdadero] y tú mismo has vuelto atrás el corazón de ellos”. 38 Ante eso, el fuego de Jehová vino cayendo, y se puso a comer la ofrenda quemada y los pedazos de leña y las piedras y el polvo, y lamió el agua que estaba en la zanja. 39 Cuando todo el pueblo lo vio, inmediatamente cayeron sobre sus rostros y dijeron: “¡Jehová es el Dios [verdadero]! ¡Jehová es el Dios [verdadero]!”. 40 Entonces Elías les dijo: “¡Prendan a los profetas de Baal! ¡No permitan que escape ni uno solo de ellos!”. En seguida los prendieron, y Elías entonces los llevó abajo al valle torrencial de Cisón, y allí los degolló. 41 Elías ahora dijo a Acab: “Sube, come y bebe; porque hay el sonido de la ruidosa agitación de un aguacero”. 42 Y Acab procedió a subir a comer y beber. En cuanto a Elías, subió a la cima del Carmelo y empezó a agazaparse a tierra y a mantener su rostro puesto entre las rodillas. 43 Entonces dijo a su servidor: “Sube, por favor. Mira en dirección al mar”. Él subió, pues, y miró, y entonces dijo: “No hay nada absolutamente”. Y él pasó a decir: “Vuelve”, siete veces. 44 Y a la séptima vez aconteció que llegó a decir: “¡Mira! Hay una nubecilla como la palma de la mano de un hombre, que viene ascendiendo del mar”. Ahora él dijo: “Sube, di a Acab: ‘¡Engancha [el carro]! ¡Y baja para que no te detenga el aguacero!’”. 45 Y mientras tanto aconteció que los cielos mismos se oscurecieron con nubes y viento, y empezó a haber un gran aguacero. Y Acab siguió adelante montado [en su carro], y se encaminó a Jezreel. RECONOCIERON EL PODER DE DIOS 6, 7. ¿Qué reconocieron los gabaonitas y Rahab? 6 A diferencia de todos aquellos reyes, hubo personas que sí supieron reconocer el poder de Dios. Pensemos en los gabaonitas. Contrario a lo que decidieron los demás reyes de Canaán, los gabaonitas hicieron un acuerdo de paz con Israel. ¿Por qué? “[Hemos venido por respeto] al nombre de Jehová tu Dios —le dijeron a Josué—, porque hemos oído de su fama y de todo lo que hizo en Egipto.” (Jos. 9:3, 9, 10.) Fueron sabios y comprendieron que el Dios verdadero estaba con los israelitas. (Josué 9:3) 3 Y los habitantes de Gabaón oyeron lo que Josué había hecho a Jericó y a Hai. (Josué 9:9-10) 9 Ante esto, le dijeron: “Es de una tierra muy distante que han venido tus siervos con respecto al nombre de Jehová tu Dios, porque hemos oído de su fama y de todo lo que hizo en Egipto, 10 y de todo lo que hizo a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a saber, Sehón el rey de Hesbón y Og el rey de Basán, que estaba en Astarot. 7 Rahab también reconoció el poder de Dios. Ella sabía cómo había sacado Jehová a Israel de Egipto, de modo que cuando fueron a su hogar dos espías israelitas, les dijo: “De veras sé que Jehová ciertamente les dará el país”. Además, aunque entendía que era peligroso, los ayudó y confió en que Dios podía salvarla a ella y a su familia (Jos. 2:9-13; 4:23, 24). (Josué 2:9-13) 9 Y pasó a decir a los hombres: “Yo de veras sé que Jehová ciertamente les dará el país, y que el terror a ustedes ha caído sobre nosotros, y que todos los habitantes del país han quedado desalentados a causa de ustedes. 10 Porque hemos oído cómo Jehová secó las aguas del mar Rojo de delante de ustedes cuando salieron de Egipto, y lo que ustedes hicieron a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a saber, Sehón y Og, a quienes dieron por entero a la destrucción. 11 Cuando llegamos a oírlo, entonces empezó a derretírsenos el corazón, y todavía no se ha levantado espíritu en persona alguna a causa de ustedes, porque Jehová su Dios es Dios en los cielos arriba y en la tierra abajo. 12 Y ahora, por favor, júrenme por Jehová que, porque yo he ejercido bondad amorosa para con ustedes, ustedes también ciertamente ejercerán bondad amorosa para con la casa de mi padre, y tienen que darme una señal fidedigna. 13 Y tienen que conservar vivos a mi padre y mi madre y mis hermanos y mis hermanas y a todos los que les pertenecen a ellos, y tienen que librar de la muerte nuestras almas”. (Josué 4:23-24) 23 cuando Jehová el Dios de ustedes secó las aguas del Jordán de delante de ellos hasta que hubieron pasado al otro lado, tal como Jehová el Dios de ustedes le había hecho al mar Rojo cuando lo secó de delante de nosotros hasta que hubimos pasado al otro lado; 24 para que todos los pueblos de la tierra conozcan la mano de Jehová, que esta es fuerte; a fin de que ustedes verdaderamente teman a Jehová su Dios siempre’”. 8. ¿Qué reconocieron algunos israelitas de la época del rey Acab? 8 También tenemos a algunos israelitas de la época del rey Acab que sí reconocieron el poder de Jehová. Cuando vieron que bajó fuego del cielo y consumió la ofrenda de Elías, dijeron admirados: “¡Jehová es el Dios verdadero!” (1 Rey. 18:39). Para ellos, las pruebas no podían ser más claras. (1 Reyes 18:39) 39 Cuando todo el pueblo lo vio, inmediatamente cayeron sobre sus rostros y dijeron: “¡Jehová es el Dios [verdadero]! ¡Jehová es el Dios [verdadero]!”. 9. ¿Cómo podemos ver la mano de Jehová? 9 Los ejemplos positivos y negativos que hemos analizado hasta ahora nos ayudan a entender lo que significa ver a Dios, o ver la mano de Dios. El cristiano que conoce a Jehová, que sabe cómo es él, puede ver su poder y su ayuda con “los ojos [del] corazón” (Efes. 1:18). Obviamente, queremos ser como los siervos de Dios del pasado que vieron con claridad la mano de Jehová. Ahora bien, ¿tenemos pruebas de que Dios sigue ayudando a la gente hoy día? (Efesios 1:18) 18 habiendo sido iluminados los ojos de su corazón, para que sepan cuál es la esperanza a la cual él los llamó, cuáles son las gloriosas riquezas que él guarda como herencia para los santos, PRUEBAS DE LA AYUDA DE DIOS HOY DÍA 10. ¿Cómo sabemos que Jehová sigue ayudando a la gente hoy día? (Vea la ilustración del principio.) 10 Tenemos muchísimas razones para creer que Jehová sigue ayudando a la gente. Vez tras vez oímos las historias de personas que le han pedido su ayuda a Dios y la han recibido (Sal. 53:2). Veamos un caso. Mientras Allan estaba predicando de casa en casa en Filipinas, encontró una señora que al verlo se puso a llorar. Allan recuerda: “La señora me contó que justo esa mañana le había pedido a Jehová que un Testigo la encontrara. De joven había estudiado la Biblia, pero se casó, se mudó a otra isla y perdió el contacto con nosotros. Su oración fue contestada tan rápido que se emocionó mucho”. En menos de un año se dedicó a Jehová. (Salmos 53:2) 2 En cuanto a Dios, él ha mirado desde el cielo mismo a los hijos de los hombres, para ver si existe alguien que tenga perspicacia, alguien que busque a Jehová. 11, 12. a) ¿Cómo está ayudando Jehová a las personas? b) Explique cómo recibió Amy la ayuda de Jehová. 11 Muchas personas han visto pruebas del poder de Dios en sus vidas. Por ejemplo, hay quienes tenían adicciones como el tabaco, las drogas y la pornografía. Habían luchado por librarse de ellas y no lo habían logrado. Pero cuando conocieron a Jehová, le pidieron su ayuda, y él les respondió. Les dio “el poder que es más allá de lo normal” para que pudieran ganar la batalla (2 Cor. 4:7; Sal. 37:23, 24). (2 Corintios 4:7) 7 Sin embargo, tenemos este tesoro en vasos de barro, para que el poder que es más allá de lo normal sea de Dios y no el que procede de nosotros. (Salmos 37:23-24) 23 Por Jehová los mismísimos pasos de un hombre físicamente capacitado han sido preparados, y en su camino Él se deleita. 24 Aunque caiga, no será arrojado abajo, porque Jehová está sosteniendo su mano. 12 Por otro lado, Jehová ha ayudado a muchos de sus siervos a superar los obstáculos, como lo demuestra el caso de Amy. Amy participó en la construcción de un Salón del Reino y casa misional en una islita del Pacífico. Dormía en un pequeño hotel y todos los días iba a pie hasta el lugar de la construcción. El problema era que las calles por las que tenía que caminar siempre estaban inundadas. Además tuvo que adaptarse a las costumbres del lugar, y era muy común que se quedara sin luz y sin agua. Para complicar las cosas, un día se enojó tanto que le gritó a una de sus compañeras. “Esa tarde, de camino al hotel, me sentí fatal, un total fracaso —recuerda Amy—. Y para colmo, cuando llegué, se había ido la luz. En mi habitación, a oscuras, le conté a Jehová todas mis penas y le rogué que me ayudara.” Cuando volvió la luz, Amy se puso a leer un artículo de La Atalaya que trataba sobre una graduación de Galaad. El artículo mencionaba exactamente los problemas que estaba viviendo: una cultura nueva, la nostalgia, aprender a llevarse con gente distinta a ella... “Sentí como si Jehová estuviera allí conmigo hablándome. Eso me dio las fuerzas que necesitaba para seguir adelante”, concluyó (Sal. 44:25, 26; Is. 41:10, 13). (Salmos 44:25-26) 25 Porque nuestra alma se ha inclinado hasta el polvo mismo; nuestro vientre se ha adherido a la tierra misma. 26 Levántate, sí, en nuestro auxilio y redímenos por causa de tu bondad amorosa. (Isaías 41:10) 10 No tengas miedo, porque estoy contigo. No mires por todos lados, porque soy tu Dios. Yo ciertamente te fortificaré. Yo cierta y verdaderamente te ayudaré. Sí, yo verdaderamente te mantendré firmemente asido con mi diestra de justicia’. (Isaías 41:13) 13 Porque yo, Jehová tu Dios, tengo agarrada tu diestra, Aquel que te dice: ‘No tengas miedo. Yo mismo ciertamente te ayudaré’. 13. ¿Qué pruebas hay de que Jehová está ayudando a sus siervos a defender el derecho que tienen de predicar? 13 Otra prueba de que Dios está ayudando a sus siervos es que estos han tenido un gran éxito al “defender y establecer legalmente las buenas nuevas” (Filip. 1:7). Por todo el mundo hay gobiernos que han tratado de detener nuestra labor de predicar. Sin embargo, tan solo desde el año 2000 hemos ganado 268 juicios en tribunales superiores, 24 de ellos ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Esto demuestra que cuando Jehová decide extender la mano, nadie puede impedírselo (Is. 54:17; lea Isaías 59:1). (Filipenses 1:7) 7 Es del todo correcto que yo piense esto respecto a todos ustedes, por cuanto los tengo en mi corazón, ya que todos ustedes son partícipes conmigo en la bondad inmerecida, tanto en mis cadenas [de prisión] como en defender y establecer legalmente las buenas nuevas. (Isaías 54:17) 17 Sea cual sea el arma que se forme contra ti, no tendrá éxito, y sea cual sea la lengua que se levante contra ti en el juicio, la condenarás. Esta es la posesión hereditaria de los siervos de Jehová, y su justicia proviene de mí”, es la expresión de Jehová. (Isaías 59:1) 59 ¡Miren! La mano de Jehová no se ha acortado demasiado, de modo que no pueda salvar, ni se ha hecho su oído demasiado pesado, de modo que no pueda oír. 14. ¿Qué otras pruebas tenemos de que Jehová está ayudando a su pueblo? 14 Solo gracias a la ayuda de Jehová hemos podido llegar hasta el rincón más lejano con el mensaje de las buenas nuevas (Mat. 24:14; Hech. 1:8). Jehová también es responsable de la unidad que reina en nuestra gran familia internacional, la cual es única e inimitable. Por eso muchas personas que no son Testigos han dicho: “Dios verdaderamente está entre ustedes” (1 Cor. 14:25). Todo lo anterior es prueba clara de que contamos con el respaldo del Creador (lea Isaías 66:14). Ahora bien, cada uno debe hacerse la siguiente pregunta: “¿Veo yo la mano de Dios en mi vida?”. (Mateo 24:14) 14 Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. (Hechos 1:8) 8 pero recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra”. (1 Corintios 14:25) 25 los secretos de su corazón quedan manifiestos, de modo que él cae sobre [su] rostro y adora a Dios, declarando: “Dios verdaderamente está entre ustedes”. (Isaías 66:14) 14 Y ciertamente verán, y su corazón no podrá menos que alborozarse, y sus huesos mismos brotarán justamente como la hierba tierna. Y la mano de Jehová ciertamente se dará a conocer a sus siervos, pero él realmente denunciará a sus enemigos”. ¿RECONOCEMOS LA AYUDA QUE JEHOVÁ NOS DA? 15. ¿Qué cosas pueden impedir que veamos la ayuda de Jehová? 15 A veces, los problemas de la vida nos agobian tanto que nos impiden ver con claridad la ayuda que Dios nos ha dado y nos sigue dando. El caso del profeta Elías lo demuestra. Cuando la reina Jezabel lo amenazó de muerte, el miedo lo hizo olvidar el apoyo que Jehová le había dado hasta ese momento. Incluso sintió el deseo de morir (1 Rey. 19:1-4). ¿Cómo podría recuperar el ánimo y el valor? Con la ayuda de Jehová, por supuesto (1 Rey. 19:14-18). (1 Reyes 19:1-4) 19 Entonces Acab refirió a Jezabel todo lo que Elías había hecho y todo acerca de cómo había matado a todos los profetas a espada. 2 Ante eso, Jezabel envió un mensajero a Elías, para decirle: “¡Así hagan los dioses, y así añadan a ello, si mañana a esta hora no hago tu alma como el alma de cada uno de ellos!”. 3 Y a él le dio miedo. Por lo tanto, se levantó y empezó a irse por su alma, y llegó a Beerseba, que pertenece a Judá. Entonces dejó allá atrás a su servidor. 4 Y él mismo entró en el desierto camino de un día, y por fin llegó y se sentó debajo de cierta retama. Y se puso a pedir que muriera su alma, y a decir: “¡Basta! Ahora, oh Jehová, quítame el alma, porque no soy mejor que mis antepasados”. (1 Reyes 19:14-18) 14 A lo que dijo él: “He estado absolutamente celoso por Jehová el Dios de los ejércitos; pues los hijos de Israel han dejado tu pacto, tus altares los han demolido, y a tus profetas los han matado a espada, de modo que solo quedo yo; y empiezan a buscar mi alma para quitármela”. 15 Jehová ahora le dijo: “Anda, vuélvete por tu camino al desierto de Damasco; y tienes que entrar y ungir a Hazael por rey sobre Siria. 16 Y a Jehú nieto de Nimsí lo debes ungir por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat de Abel-meholá lo debes ungir por profeta en lugar de ti. 17 Y tiene que suceder que, al que escape de la espada de Hazael, Jehú le dará muerte; y al que escape de la espada de Jehú, Eliseo le dará muerte. 18 Y he dejado que siete mil permanezcan en Israel, todas las rodillas que no se han doblado a Baal, y toda boca que no lo ha besado”. presentes. Porque él ha dicho: “De ningún modo te dejaré y de ningún modo te desampararé”. 16. ¿Qué debemos hacer para ver a Dios cuando tenemos problemas? 18 Sarah, una cristiana de Kenia, recuerda algo que le pasó: “Había una persona que estudiaba la Biblia conmigo, pero me parecía que no apreciaba lo que estaba aprendiendo. Le oré a Jehová para saber si debía dejar de visitarla y justo después de decir ‘amén’, sonó el teléfono. Era mi estudiante y me llamaba para preguntarme si podía venir a la reunión conmigo. ¡Me dejó con la boca abierta!”. Tratemos de descubrir las maneras en que Dios nos está ayudando. Rhonna, otra cristiana que vive en Asia dice: “Se requiere práctica para reconocer la ayuda de Jehová. Pero una vez que aprendes a hacerlo, te sorprenderá ver lo mucho que se preocupa por ti”. 16 Otro ejemplo es Job. Estaba tan concentrado en sus problemas que olvidó ver las cosas desde la perspectiva correcta, como las ve Dios (Job 42:3-6). A nosotros, los problemas también podrían impedirnos ver a Dios. ¿Qué debemos hacer en ese caso? Leer la Biblia. Además debemos levantar la cabeza y mirar lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. Así veremos que Jehová realmente nos está ayudando y será más real para nosotros. Entonces podremos decir lo mismo que Job: “De oídas he sabido de ti, pero ahora mi propio ojo de veras te ve”. (Job 42:3-6) 3 ‘¿Quién es este que está oscureciendo el consejo sin conocimiento?’ Por eso hablé, pero no entendía cosas demasiado maravillosas para mí, las cuales no conozco. 4 ‘Oye, por favor, y yo mismo hablaré. Yo te interrogaré, y tú dame informe.’ 5 De oídas he sabido de ti, pero ahora mi propio ojo de veras te ve. 6 Por eso me retracto, y de veras me arrepiento en polvo y ceniza”. 17, 18. a) ¿Cuáles son algunas maneras en las que Dios puede estar ayudándonos? b) Cuente una experiencia que demuestre que contamos con la ayuda de Jehová. 17 ¿Cómo podemos ver con más claridad la ayuda que nos da Jehová? Veamos los siguientes ejemplos. Es probable que piense que la manera como encontró la verdad haya sido providencial. O quizás recuerde alguna ocasión en la que fue a la reunión, escuchó algo que se dijo y pensó: “¡Eso es justo lo que necesitaba!”. A lo mejor recibió respuesta a una de sus oraciones. O tal vez quiso ampliar su ministerio y le sorprendió ver cómo lo ayudó Jehová a cumplir con su meta. Puede que decidiera renunciar a su empleo porque estaba afectando su espiritualidad y vio que Jehová cumplió con la siguiente promesa: “De ningún modo te dejaré” (Heb. 13:5). Si estamos pendientes de lo que ocurre a nuestro alrededor, veremos que Jehová nos ha ayudado de muchas maneras. (Hebreos 13:5) 5 Que [su] modo de vivir esté exento del amor al dinero, y estén contentos con las cosas 19. ¿Qué más tenemos que hacer para ver a Dios? 19 Jesús dijo: “Felices son los de corazón puro, puesto que ellos verán a Dios” (Mat. 5:8). ¿Cómo podemos ser “de corazón puro”? Manteniendo una mente limpia y evitando hacer cosas malas (lea 2 Corintios 4:2). En este artículo hemos visto que para ver a Dios debemos fortalecer nuestra relación con él. En el siguiente veremos cómo puede ayudarnos la fe a ver con más claridad la mano de Dios en nuestra vida. (Mateo 5:8) 8 ”Felices son los de corazón puro, puesto que ellos verán a Dios. (2 Corintios 4:2) 2 antes bien, hemos renunciado a las cosas solapadas de las cuales hay que avergonzarse, y no andamos con astucia, ni adulteramos la palabra de Dios, sino que mediante poner de manifiesto la verdad, nos recomendamos a toda conciencia humana a vista de Dios. 3. La gloria de este mundo es tan solo una ilusión, los bienes que el dinero da no otorgan salvación. Sé rico para con Jehová y nunca perderás: serás feliz en el presente y por la eternidad. Canción 94 (Véanse también Jer. 45:5; Mat. 6:25-34; 1 Tim. 6:8; Heb. 13:5.) volver Satisfecho con los dones de Dios Vista alternativa del documento (Santiago 1:17) Canción 58 Mi oración de dedicación Vista alternativa del documento 1. Las cosas que te dan placer (Mateo 22:37) y alegran tu existir son dones del Altísimo, de nuestro Dios feliz. Las sombras que produce el Sol no cesan de cambiar; mas Dios, el Padre de las luces, él nunca cambiará. 2. Jamás te inquietes por saber con qué vas a vivir; las aves alimenta Dios, 1. Ten mi corazón, Jehová, cólmalo con tu verdad. Ten mi mente, hazla ver con los ojos de la fe. 2. Ten mis manos y mis pies al servicio de tu ley. Ten mis labios y mi voz, que te ensalcen, oh Señor. él velará por ti. 3. Ten mi vida y lo que soy, No te dediques a buscar todo a ti yo te lo doy. riquezas con afán; Ten mi ser, divino Rey, conténtate con lo que tengas, sin reservas tuyo es. Dios no te dejará. (Véanse también Sal. 40:8; Juan 8:29; 2 Cor. 10:5.) volver a ofrecer el alivio que Dios puede dar. En pueblos y en la ciudad, ¿habrá quien quiera escuchar? Canción 141 Buscamos a quienes aman la paz Vista alternativa del documento (Lucas 10:6) Encontraré a quienes aman la paz. (Estribillo) Quiero buscar a las personas que desean la salvación, Cristo llevó la luz de la verdad, y no dejó de enseñar la fiel Palabra de Jehová. Con gran amor a todos les habló; de sol a sol, los corazones que anhelan la paz de Dios, su amistad. (Vea también Is. 52:7; Mat. 28:19, 20; Luc. 8:1; Rom. 10:10.) volver recorría una gran región. Así también deseo ser, a todos quiero proclamar Canción 65 que ya se ve llegar un mundo mejor. “Este es el camino” (ESTRIBILLO) Vista alternativa del documento Quiero buscar (Isaías 30:20, 21) a las personas que desean la salvación, 1. Hay un camino que conduce a la paz; los corazones que anhelan te lo enseñó el propio Hijo de Jehová. la paz de Dios, Brilló la luz, la oscuridad se disipó; su amistad. pudiste ver a tu divino Instructor. El tiempo pasa, poco queda ya; (ESTRIBILLO) aún hay muchos que salvar, ¡Es la verdad! ¡Sin duda, es la verdad! es muy urgente predicar. La senda sigue sin mirar atrás; Es el amor lo que me moverá contigo marcha tu Dios, Jehová. No busques más, pues esta es la verdad. mantén total integridad, 2. Hay un camino que conduce al amor; demuestra madurez. estás en él, no mires a tu alrededor. Si te complaces en su ley Detrás de ti, la voz de Dios escucharás y amas la bondad, diciéndote que no te vayas a desviar. si aprendes a confiar en él, (ESTRIBILLO) su mano te guiará. ¡Es la verdad! ¡Sin duda, es la verdad! 2. Con Dios camina en santidad, La senda sigue sin mirar atrás; ten puro el corazón; contigo marcha tu Dios, Jehová. conseguirás su amistad, No busques más, pues esta es la verdad. verás su protección. 3. Hay un camino que conduce a salvación, En lo que es limpio y veraz, no encontrarás ninguna senda superior. la mente has de poner; Si eres fiel y sigues la ley del Señor, a lo que es bueno y fraternal, podrás tener eterna vida, paz y amor. amor le has de tener. (ESTRIBILLO) 3. Con Dios camina en lealtad ¡Es la verdad! ¡Sin duda, es la verdad! confiando en su poder. La senda sigue sin mirar atrás; Confórmate con obtener contigo marcha tu Dios, Jehová. abrigo y qué comer. No busques más, pues esta es la verdad. Camina siempre con Jehová (Véanse también Sal. 32:8; 139:24; Pro. 6:23.) volver y entónale canción. Su Reino al justo colmará Canción 26 de dicha y bendición. Camina con Dios (Véanse también Gén. 5:24; 6:9; Fili. 4:8; 1 Tim. 6:6-8.) volver Vista alternativa del documento (Miqueas 6:8) 2 Crónicas 6 a 9 1. Con Dios camina en humildad, evita la altivez; 6 Fue entonces cuando Salomón dijo: “Jehová mismo dijo que había de residir en las densas tinieblas; 2 y yo, por mi parte, te he edificado una casa de morada excelsa y un lugar establecido donde mores hasta tiempo indefinido”. 3 Entonces el rey volvió el rostro y se puso a bendecir a toda la congregación de Israel, mientras toda la 4 congregación de Israel estaba de pie. Y él pasó a decir: “Bendito sea Jehová el Dios de Israel, que habló con su propia boca con David mi padre y por sus propias manos ha dado cumplimiento, al haber dicho: 5 „Desde el día en que saqué a mi pueblo de la tierra de Egipto no he escogido ciudad de todas las tribus de Israel para edificar una casa para que mi nombre resulte estar allí, y no he escogido un hombre para que llegue a 6 ser caudillo sobre mi pueblo Israel. Pero escogeré a Jerusalén para que mi nombre resulte estar allí, y escogeré a David para que llegue a estar sobre mi 7 pueblo Israel‟. Y llegó a estar junto al corazón de David mi padre el edificar una casa al nombre de Jehová el 8 Dios de Israel. Pero Jehová dijo a David mi padre: „Por motivo de que resultó estar junto a tu corazón el edificar una casa a mi nombre, hiciste bien porque resultó estar 9 junto a tu corazón. Solo que tú mismo no edificarás la casa, sino que tu hijo que ha de salir de tus lomos es el 10 que edificará la casa a mi nombre‟. Y Jehová procedió a realizar su palabra que había hablado, para que me levantara yo en el lugar de David mi padre y me sentara sobre el trono de Israel, tal como había hablado Jehová, y para que edificara la casa al nombre de Jehová el Dios 11 de Israel, y para que colocara allí el Arca donde está el pacto de Jehová que él celebró con los hijos de Israel”. 12 Y él procedió a ponerse de pie delante del altar de Jehová, enfrente de toda la congregación de Israel, y 13 ahora extendió las palmas de las manos. (Pues Salomón había hecho una plataforma de cobre y entonces la había puesto en medio del recinto. Su longitud era de cinco codos, y su anchura de cinco codos, y su altura de tres codos; y él siguió puesto de pie sobre ella.) Y procedió a hincarse de rodillas enfrente de toda la congregación de Israel y a extender 14 las palmas de las manos a los cielos. Y pasó a decir: “Oh Jehová el Dios de Israel, no hay Dios como tú en los cielos ni en la tierra, que guardas el pacto y la bondad amorosa para con tus siervos que están 15 andando delante de ti con todo su corazón; tú que has guardado para con tu siervo David mi padre lo que le prometiste, de modo que hiciste la promesa con tu boca, y con tu propia mano has efectuado el cumplimiento 16 como en este día. Y ahora, oh Jehová el Dios de Israel, guarda para con tu siervo David mi padre lo que le prometiste, al decir: „No será cortado hombre tuyo de delante de mí para que se siente sobre el trono de Israel, con tal que tus hijos cuiden su camino andando 17 en mi ley, así como tú has andado delante de mí‟. Y ahora, oh Jehová el Dios de Israel, que tu promesa que has prometido a tu siervo David resulte fidedigna. 18 ”Pero ¿verdaderamente morará Dios con la humanidad sobre la tierra? ¡Mira! El cielo, sí, el cielo de los cielos mismos, no puede contenerte; ¡cuánto menos, 19 pues, esta casa que yo he edificado! Y tienes que volverte hacia la oración de tu siervo y a su petición de favor, oh Jehová mi Dios, y escuchar el clamor rogativo y la oración con que tu siervo está orando delante de ti, 20 para que tus ojos resulten estar abiertos hacia esta casa día y noche, hacia el lugar donde dijiste que pondrías tu nombre, por medio de escuchar la oración 21 con que tu siervo ore hacia este lugar. Y tienes que escuchar las súplicas de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren hacia este lugar, para que tú mismo oigas desde el lugar de tu morada, desde los cielos; y tienes que oír y perdonar. 22 ”Si un hombre peca contra su semejante y realmente le impone una maldición para hacer que esté expuesto a la maldición, y realmente viene [a estar en] 23 la maldición delante de tu altar en esta casa, entonces dígnate oír tú mismo desde los cielos, y tienes que actuar, y juzgar a tus siervos de modo que se le pague al inicuo, y se le ponga su proceder sobre su propia cabeza, y se pronuncie justo al justo, y se le dé conforme a su propia justicia. 24 ”Y si tu pueblo Israel es derrotado delante de un enemigo por haber seguido pecando contra ti, y verdaderamente se vuelven y elogian tu nombre y oran y hacen petición de favor delante de ti en esta casa, 25 entonces dígnate oír tú mismo desde los cielos, y tienes que perdonar el pecado de tu pueblo Israel y traerlos de vuelta al suelo que diste a ellos y a sus antepasados. 26 ”Cuando los cielos estén cerrados de modo que no ocurra lluvia porque ellos han seguido pecando contra ti, y realmente oren hacia este lugar y elogien tu nombre, [y] de su pecado se vuelvan porque seguiste 27 afligiéndolos, entonces dígnate oír tú mismo desde los cielos, y tienes que perdonar el pecado de tus siervos, sí, de tu pueblo Israel, porque los instruyes respecto al buen camino en que deben andar; y tienes que dar lluvia sobre tu tierra que has dado a tu pueblo como posesión hereditaria. 28 ”En caso de que ocurra un hambre en el país, en caso de que ocurra una peste, en caso de que ocurran abrasamiento y tizón, langostas y cucarachas; en caso de que sus enemigos los sitien en la tierra de sus puertas —cualquier clase de plaga y cualquier clase de 29 dolencia— sea cual fuere la oración, sea cual fuere la petición de favor que se haga de parte de cualquier hombre o de todo tu pueblo Israel —porque ellos conocen cada cual su propia plaga y su propio dolor—; cuando él realmente extienda las palmas de las manos 30 hacia esta casa, entonces dígnate oír tú mismo desde los cielos, el lugar de tu morada, y tienes que perdonar y dar a cada uno conforme a todos sus caminos, porque tú conoces su corazón (porque solo tú mismo conoces 31 bien el corazón de los hijos de la humanidad); a fin de que te teman, andando en tus caminos todos los días en que estén vivos sobre la superficie del suelo que diste a nuestros antepasados. 32 ”Y también al extranjero que no es parte de tu pueblo Israel y que realmente venga de una tierra distante a causa de tu gran nombre y tu mano fuerte y tu brazo extendido, y realmente vengan y oren hacia esta 33 casa, entonces dígnate escuchar tú mismo desde los cielos, desde el lugar establecido de tu morada, y tienes que hacer conforme a todo aquello por lo cual el extranjero clame a ti; a fin de que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre y te teman lo mismo que lo hace tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre ha sido llamado sobre esta casa que yo he edificado. 34 ”En caso de que tu pueblo salga a la guerra contra sus enemigos por el camino en que los envíes, y verdaderamente te oren en la dirección de esta ciudad que has escogido y de la casa que he edificado a tu 35 nombre, entonces tienes que oír desde los cielos su oración y su petición de favor, y tienes que ejecutarles juicio. 36 ”En caso de que pequen contra ti (porque no hay hombre que no peque), y tengas que estar enojado contra ellos y abandonarlos a un enemigo, y sus apresadores realmente se los lleven cautivos a un país 37 distante o cercano; y verdaderamente recobren el juicio en el país adonde hayan sido llevados cautivos, y realmente se vuelvan y te dirijan petición de favor en el país donde estén cautivos, diciendo: „Hemos pecado, 38 hemos errado y hemos obrado inicuamente‟; y verdaderamente se vuelvan a ti con todo su corazón y con toda su alma en el país donde estén cautivos a los que se los hayan llevado cautivos, y verdaderamente oren en la dirección de su tierra que tú diste a sus antepasados y de la ciudad que has escogido y de la 39 casa que he edificado a tu nombre; entonces tienes que oír desde los cielos —desde el lugar establecido de tu morada— su oración y sus peticiones de favor, y tienes que ejecutarles juicio y perdonar a tu pueblo que ha pecado contra ti. 40 ”Ahora, oh Dios mío, por favor, que tus ojos resulten estar abiertos y tus oídos atentos a la oración 41 respecto a este lugar. Y ahora levántate, oh Jehová Dios, sí, [para entrar] en tu descanso, tú y el Arca de tu fuerza. Que tus sacerdotes mismos, oh Jehová Dios, sean vestidos de salvación, y que los mismos que te son 42 leales se regocijen en el bien. Oh Jehová Dios, no vuelvas atrás el rostro de tu ungido. Oh, acuérdate, sí, de las bondades amorosas para con David tu siervo”. 7 Ahora bien, tan pronto como Salomón acabó de orar, el fuego mismo bajó de los cielos y procedió a consumir la ofrenda quemada y los sacrificios, y la gloria 2 misma de Jehová llenó la casa. Y los sacerdotes no pudieron entrar en la casa de Jehová porque la gloria de 3 Jehová había llenado la casa de Jehová. Y todos los hijos de Israel estuvieron de espectadores cuando el fuego bajó y la gloria de Jehová estuvo sobre la casa, e inmediatamente se inclinaron rostros a tierra sobre el pavimento y se postraron y dieron gracias a Jehová, “porque él es bueno, porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido”. 4 Y el rey y todo el pueblo estaban ofreciendo 5 sacrificios delante de Jehová. Y el rey Salomón siguió ofreciendo el sacrificio de veintidós mil reses vacunas y ciento veinte mil ovejas. Así el rey y todo el pueblo 6 inauguraron la casa del Dios [verdadero]. Y los sacerdotes estaban de pie en sus puestos de servicio, y los levitas con los instrumentos de canto a Jehová que David el rey había hecho para dar gracias a Jehová, “porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido”, cuando David daba alabanza por mano de ellos; y los sacerdotes estaban haciendo sonar fuertemente las trompetas enfrente de ellos, mientras todos los israelitas estaban de pie. 7 Entonces Salomón santificó el medio del patio que estaba delante de la casa de Jehová, porque allí ofreció las ofrendas quemadas y los trozos grasos de los sacrificios de comunión, porque el altar de cobre que Salomón había hecho no podía contener en sí mismo la ofrenda quemada y la ofrenda de grano y los trozos 8 grasos. Y Salomón procedió a celebrar la fiesta en aquel tiempo por siete días, y todo Israel con él, una congregación muy grande, desde el punto de entrada de 9 Hamat hasta el valle torrencial de Egipto. Pero el día octavo celebraron una asamblea solemne, porque la inauguración del altar la habían celebrado por siete días, 10 y la fiesta por siete días. Y el día veintitrés del séptimo mes él envió al pueblo a sus hogares, gozosos y sintiéndose bien en el corazón por el bien que Jehová había ejecutado para con David y para con Salomón y para con Israel su pueblo. 11 Así acabó Salomón la casa de Jehová y la casa del rey; y en todo lo que había venido al corazón de Salomón hacer tocante a la casa de Jehová y su propia 12 casa logró éxito. Jehová ahora se apareció a Salomón durante la noche y le dijo: “He oído tu oración, y he escogido este lugar para mí mismo como casa de 13 sacrificio. Cuando cierre los cielos para que no ocurra lluvia, y cuando mande a los saltamontes que se coman 14 el país, y si envío una peste entre mi pueblo, y mi pueblo sobre el cual mi nombre ha sido llamado se humilla y ora y busca mi rostro y se vuelve de sus malos caminos, entonces yo mismo oiré desde los cielos y 15 perdonaré su pecado y sanaré su tierra. Ahora mis propios ojos resultarán estar abiertos y mis oídos 16 atentos a la oración en este lugar. Y ahora de veras escojo y santifico esta casa para que mi nombre resulte estar allí hasta tiempo indefinido, y mis ojos y mi corazón ciertamente resultarán estar allí siempre. 17 ”Y si tú mismo andas delante de mí, tal como anduvo David tu padre, aun haciendo conforme a todo lo que te he mandado, y guardas mis disposiciones 18 reglamentarias y mis decisiones judiciales, entonces yo ciertamente estableceré el trono de tu gobernación real, tal como pacté con David tu padre, al decir: „No será cortado hombre tuyo de gobernar sobre Israel‟. 19 Pero si ustedes mismos se vuelven y realmente dejan mis estatutos y mis mandamientos que he puesto delante de ustedes, y realmente van y sirven a otros 20 dioses y se inclinan ante ellos, entonces yo ciertamente los desarraigaré de sobre mi suelo que les he dado; y esta casa que he santificado para mi nombre, la arrojaré de delante de mi rostro, y la haré un dicho 21 proverbial y escarnio entre todos los pueblos. En cuanto a esta casa que habrá llegado a ser montones de ruinas, todo el que vaya pasando junto a ella clavará la vista en ella con asombro, y de seguro dirá: „¿Por qué 22 razón hizo así Jehová a esta tierra y a esta casa?‟. Y tendrán que decir: „Fue por razón de que dejaron a Jehová el Dios de sus antepasados que los había sacado de la tierra de Egipto, y procedieron a asirse de otros dioses y a inclinarse ante ellos y a servirles. Por eso él trajo sobre ellos toda esta calamidad‟”. 8 Y aconteció que al cabo de veinte años, en los cuales Salomón había edificado la casa de Jehová y su 2 propia casa, en cuanto a las ciudades que Hiram había dado a Salomón... Salomón las reedificó y entonces hizo 3 que los hijos de Israel moraran allí. Además, Salomón 4 fue a Hamat-zobá y prevaleció sobre ella. Entonces reedificó a Tadmor en el desierto y todas las ciudades 5 de almacenamiento que había edificado en Hamat. Y pasó a edificar a Bet-horón Alta y Bet-horón Baja, 6 ciudades fortificadas con muros, puertas y barra, y Baalat y todas las ciudades de almacenamiento que habían llegado a ser de Salomón, y todas las ciudades para los carros y las ciudades para los hombres de a caballo y toda cosa deseable de Salomón que él había deseado edificar en Jerusalén y en el Líbano y en toda la tierra de su dominio. 7 En cuanto a toda la gente que quedó de los hititas y los amorreos y los perizitas y los heveos y los jebuseos, 8 que no eran parte de Israel, de los hijos de estos que habían sido dejados detrás de ellos en el país, a quienes los hijos de Israel no habían exterminado, Salomón siguió haciendo leva de hombres para trabajo 9 forzado hasta el día de hoy. Pero a ninguno de entre los hijos de Israel los constituyó Salomón esclavos para su trabajo; pues ellos eran guerreros y jefes de sus adjutores y jefes de los que conducían sus carros y de 10 sus hombres de a caballo. Estos eran los jefes de los comisarios que pertenecían al rey Salomón — doscientos cincuenta— los capataces sobre la gente. 11 Y Salomón hizo subir a la hija de Faraón de la Ciudad de David a la casa que él le había edificado, porque dijo: “Aunque esposa mía, no debe morar en la casa de David el rey de Israel, porque los lugares a los que ha venido el arca de Jehová son cosa santa”. 12 Fue entonces cuando Salomón ofreció ofrendas quemadas a Jehová sobre el altar de Jehová que él 13 había edificado delante del pórtico, aun como cosa de rutina cada día para hacer ofrendas conforme al mandamiento de Moisés para los sábados y para las lunas nuevas y para las fiestas designadas tres veces al año, en la fiesta de las tortas no fermentadas y en la fiesta de las semanas y en la fiesta de las cabañas. 14 Además, estableció las divisiones de los sacerdotes sobre sus servicios conforme a la regla de David su padre, y a los levitas en sus puestos de servicio, para alabar y ministrar enfrente de los sacerdotes como cosa de rutina cada día, y a los porteros en sus divisiones para las diferentes puertas, porque tal fue el mandamiento de David el hombre del Dios [verdadero]. 15 Y no se desviaron del mandamiento del rey a los sacerdotes y los levitas respecto a asunto alguno ni 16 respecto a las provisiones. Así que la obra de Salomón estuvo toda en estado preparado desde el día en que se colocó el fundamento de la casa de Jehová hasta que quedó terminada. [Así que] la casa de Jehová quedó completa. 17 Fue entonces cuando Salomón se fue a Eziónguéber y a Elot sobre la orilla del mar en la tierra de 18 Edom. E Hiram le enviaba regularmente, por medio de sus siervos, naves y siervos que poseían conocimiento del mar, y ellos iban con los siervos de Salomón a Ofir, y tomaban de allí cuatrocientos cincuenta talentos de oro, y se lo traían al rey Salomón. 9 Y la reina de Seba misma oyó el informe acerca de Salomón, y procedió a venir para probar a Salomón en Jerusalén con preguntas de las que causan perplejidad, acompañada de un séquito muy impresionante y camellos que traían aceite balsámico, y oro en gran cantidad, y piedras preciosas. Por fin entró a donde Salomón y habló con él acerca de todo lo que se hallaba 2 junto a su corazón. Salomón, a su vez, pasó a declararle todos los asuntos de ella, y no hubo asunto escondido a Salomón que él no le declarara. 3 Cuando la reina de Seba llegó a ver la sabiduría de 4 Salomón, y la casa que había edificado, y el alimento de su mesa, y el sentarse de sus siervos, y la manera de servir la mesa sus mozos, y el atavío de ellos, y su servidumbre para las bebidas, y el atavío de esta, y sus sacrificios quemados que él con regularidad ofrecía en la casa de Jehová, entonces resultó que no hubo más 5 espíritu en ella. De modo que dijo al rey: “Verdad fue la palabra que oí en mi propio país acerca de tus asuntos y 6 acerca de tu sabiduría. Y no puse fe en sus palabras hasta que yo hubiera venido para que mis propios ojos vieran; y ¡mira!, no se me ha referido la mitad de la abundancia de tu sabiduría. Has superado el informe 7 que he oído. Felices son tus hombres, y felices son estos siervos tuyos que están de pie delante de ti 8 constantemente y escuchan tu sabiduría. Llegue a ser bendito Jehová tu Dios, que se ha deleitado en ti al ponerte sobre su trono como rey para Jehová tu Dios; porque tu Dios amó a Israel, para hacer que permaneciera hasta tiempo indefinido, de manera que te puso sobre ellos como rey para que ejecutes decisión judicial y justicia”. 9 Entonces dio al rey ciento veinte talentos de oro, y aceite balsámico en muy grande cantidad, y piedras preciosas; y no había llegado a haber nada semejante a aquel aceite balsámico que la reina de Seba dio al rey Salomón. 10 Y, además, los siervos de Hiram y los siervos de Salomón que traían oro de Ofir trajeron maderas de 11 árboles algum y piedras preciosas. Y el rey procedió a hacer de las maderas de los árboles algum escalones para la casa de Jehová y para la casa del rey y también arpas e instrumentos de cuerda para los cantores; y [maderas] como estas nunca antes se habían visto en la tierra de Judá. 12 Y el rey Salomón mismo dio a la reina de Seba todo lo que la deleitaba que ella había pedido, además [del valor] de lo que ella había traído al rey. Así que ella se volvió y se fue a su propio país, ella junto con sus siervos. 13 Y el peso del oro que vino a Salomón en un año ascendió a seiscientos sesenta y seis talentos de oro, 14 aparte de los hombres viajantes y los mercaderes que traían y de todos los reyes de los árabes y los gobernadores del país que traían oro y plata a Salomón. 15 Y el rey Salomón pasó a hacer doscientos escudos grandes de oro aleado —seiscientos [siclos] de oro aleado procedió a poner sobre cada escudo grande—, 16 y trescientos broqueles de oro aleado —tres minas de oro procedió a poner sobre cada broquel—. Entonces el rey los puso en la Casa del Bosque del Líbano. 17 Además, el rey hizo un gran trono de marfil, y lo 18 revistió de oro puro. Y había seis escalones hasta el trono, y había un escabel de oro para el trono —estaban pegados—, y había brazos por este lado y por aquel lado junto al lugar de sentarse, y de pie al lado de los 19 brazos estaban dos leones. Y había doce leones de pie allí sobre los seis escalones por este lado y por aquel lado. Ningún otro reino tenía uno que estuviera 20 hecho exactamente como este. Y todos los vasos de beber del rey Salomón eran de oro, y todos los vasos de la Casa del Bosque del Líbano eran de oro puro. No había nada de plata; en los días de Salomón esta se 21 consideraba como absolutamente nada. Porque naves que pertenecían al rey iban a Tarsis con los siervos de Hiram. Una vez cada tres años venían naves de Tarsis y traían oro y plata, marfil, y monos y pavos reales. 22 De modo que el rey Salomón era más grande que todos los demás reyes de la tierra en riquezas y 23 sabiduría. Y todos los reyes de la tierra venían buscando el rostro de Salomón para oír su sabiduría, 24 que el Dios [verdadero] había puesto en su corazón. Y traían cada cual su regalo, objetos de plata y objetos de oro y prendas de vestir, armadura y aceite balsámico, 25 caballos y mulos como cosa de rutina cada año. Y Salomón llegó a tener cuatro mil pesebres de caballos y carros y doce mil corceles, y los mantuvo estacionados en las ciudades para los carros y junto al rey en 26 Jerusalén. Y llegó a ser gobernante sobre todos los reyes desde el Río hasta la tierra de los filisteos y hasta 27 el límite de Egipto. Además, el rey hizo que la plata en Jerusalén fuera como las piedras; e hizo que la madera de cedro fuera como los sicómoros que hay en la Sefelá 28 por su abundancia. Y había quienes le sacaban caballos a Salomón de Egipto y de todos los demás países. 29 En cuanto al resto de los asuntos de Salomón, los primeros y los últimos, ¿no están escritos entre las palabras de Natán el profeta y en la profecía de Ahíya el silonita y en el registro de las visiones de Idó el hombre 30 de visiones respecto a Jeroboán hijo de Nebat? Y Salomón continuó reinando en Jerusalén sobre todo 31 Israel por cuarenta años. Por fin yació Salomón con sus antepasados. Lo enterraron, pues, en la Ciudad de David su padre; y Rehoboam su hijo empezó a reinar en lugar de él. Volver
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