DIAGNÓSTICO Etiología y diagnóstico diferencial del hombro doloroso J. Valverde García, S. Ordóñez Palau y C. García Gómez Servicio de Reumatología. Ciudad Sanitaria y Universitaria de Bellvitge. L´Hospitalet de Llobregat. Barcelona. INTRODUCCIÓN Y ANATOMÍA FUNCIONAL El hombro se caracteriza por tener la mayor movilidad articular del organismo. Para ello cuenta básicamente con 4 articulaciones y los músculos que componen el manguito de los rotadores. La articulación glenohumeral es la más compleja, y su movilidad, sumada a la de las articulaciones acromioclavicular, esternoclavicular y escapulotorácica, hacen posible, junto con el codo, los grandes y precisos desplazamientos de la mano. Para que el hombro pueda realizar su función son esenciales los músculos que rodean a la glenoides. A estos músculos los podríamos considerar como motores y estabilizadores. Los músculos motores principales son: deltoides, pectoral mayor, dorsal ancho y redondo mayor. Son los responsables principales de la rotación de la articulación glenohumeral, fundamental para posicionar la mano. La acción de estos músculos tiende a desplazar la cabeza humeral fuera de la glenoides. Esta acción es contenida por los músculos principalmente estabilizadores, caso de supraespinoso, infraespinoso, redondo menor y subescapular. La suma de fuerzas de ambos grupos musculares tiende a eliminar la tendencia de la cabeza humeral a subluxarse. Si el manguito de los rotadores se debilita, la articulación tiende a subluxarse, de manera que a la hora de plantear un tratamiento es fundamental conocer el estado de los músculos que componen el manguito de los rotadores. HISTORIA Y EXPLORACIÓN FÍSICA Una historia clínica detallada, así como una exploración articular en los 3 ejes, permite realizar un juicio clínico aproximado sobre la etiología del hombro doloroso (tabla I). El interrogatorio, además de incluir los antecedentes personales y familiares, debe recoger las características y la localización del dolor. El conocimiento de la inervación segmentaria de las estructuras del hombro nos permitirá identificar la procedencia de aquél según su localización (tabla II)1. La exploración del hombro se realiza con el enfermo en sedestación, el toráx desnudo y siempre de forma comparativa. Sistemáticamente realizaremos la inspección, la palpación y la exploración de la movilidad activa y pasiva, que debe incluir todos los movimientos básicos del hombro: flexión (normal, 170o), extensión (normal, 50o), rotación interna (90o), rotación externa (90o) y abducción (180o). En la abducción, los primeros 90o se deben a la articulación glenohumeral y los 90o restantes a la basculación del omóplato sobre el tórax. A partir de los 90o se moviliza la acromioclavicular y la esternoclavicular, de modo que el dolor que se presenta sólo a partir de la horizontal sugiere compromiso acromioclavicular. El dolor que se manifiesta entre los 75 y 110o (arco doloroso) corresponde a la compresión de las estructuras interpuestas entre el troquíter y el acromión, como el tendón del supraespinoso y la bolsa subacromial. Interesa diferenciar entre la limitación de la movilidad activa, que orientará hacia patología periarticular, y la limitación de la movilidad pasiva, que suele expresar enfermedad articular. Si ambas TABLA I Causas de hombro doloroso Intrínsecas Periarticulares Periartritis escapulohumeral Bursitis Capsulitis adhesiva Tendinitis calcificada Articulares Artritis sépticas Artritis inflamatorias Artrosis Hombro de Milwaukee Inestabilidad glenohumeral Osteonecrosis Extrínsecas Patología cervical Patología pleuropulmonar o hepatobiliar Cardiopatía isquémica Neuropatías por atrapamiento Tumores óseos TABLA II Localización del dolor de hombro y su origen Superior (C4) Cervical Acromioclavicular Esternoclavicular Diafragmático Superolateral (C5) Tendinitis del manguito de los rotadores Capsulitis retráctil Sinovitis Atrapamiento del nervio supraescapular Axilar Tumor apical Herpes zoster son normales, cabe sospechar una etiología extrínseca del dolor. Los movimientos contrarresistencia sirven para precisar la localización de ciertas lesiones musculotendinosas; así la abducción resistida pone en juego el supraespinoso, la rotación externa el infraespinoso y la rotación interna el subescapular. Periartritis escapulohumeral Tendinitis del manguito de los rotadores La afectación del manguito de los rotadores es la causa más frecuente de hombro doloroso. Se localiza preferentemente en el tendón del supraespinoso, aunque de aquí puede extenderse al resto del manguito. Puede presentarse de forma espontánea, tras un traumatismo o por uso repetido. En la exploración física encontramos dolor a la presión en la cara anterolateral del hombro, que aumenta a la abducción entre 75 y 110o y al final de ambas rotaciones. El reposo, calor local, los AINE y, a veces, las infiltraciones provocan la remisión del cuadro2. Tendinitis bicipital Se manifiesta clínicamente por dolor en la cara anterior del hombro referido a la cara anterior del brazo. Se provoca al presionar la DIAGNÓSTICO Etiología y diagnóstico diferencial del hombro doloroso J. Valverde García, S. Ordóñez Palau y C. García Gómez Consiste en la compresión del manguito de los rotadores entre la cabeza humeral, el acromión y el ligamento coracoacromial, que da lugar a procesos recurrentes de inflamación que conducen al deterioro y a la posterior rotura tendinosa. La polimialgia reumática debe sospecharse ante pacientes mayores de 50 años que presentan dolor y debilidad de cintura escapular y pelviana, así como una velocidad de sedimentación superior a 50 mm/1a h. La gota, la condrocalcinosis y la artropatía por hidroxiapatita pueden manifestarse también en forma de artritis de hombro. El diagnóstico se establece mediante la anamnesis y la visualización de cristales en el líquido articular. Rotura del manguito de los rotadores (hombro seudoparalítico) Síndrome del hombro de Milwaukee Se caracteriza por la aparición de dolor intenso con imposibilidad para la movilización activa, sobre todo a partir de los 80-90o de abducción. Generalmente se presenta después de un traumatismo, y en ocasiones en tendones ya lesionados. La rotura puede ser parcial o total, y afecta más frecuentemente a mayores de 50 años. La rotura parcial puede mejorar con reposo, analgésicos y calor, mientras que si es total suele precisar reparación quirúrgica. Se trata de una artropatía rápidamente destructiva del hombro, que afecta en especial a mujeres ancianas. Puede ser espontáneo o secundario al deterioro del manguito de los rotadores5. Cursa con dolor y gran limitación de la movilidad. En el tejido sinovial se han hallado cristales de apatita, que se muestran radiológicamente como calcificaciones intra y periarticulares. Bursitis Es una causa frecuente de hombro doloroso en pacientes jóvenes que practican deporte. La inestabilidad puede estar motivada por múltiples causas, entre las que se encuentran la rotura del labrum glenoideo, las luxaciones traumáticas o la laxitud de los ligamentos glenohumerales. Se manifiesta en forma de dolor en la cara anterior del hombro y sensación de inestabilidad articular. A la exploración podemos observar laxitud ligamentosa e incluso provocar la subluxación o luxación de la articulación. corredera bicipital y con el movimiento de flexión-supinación contrarresistencia (maniobra de Yergason). Síndrome subacromial (impingement) Las bolsas sinoviales que se afectan con mayor frecuencia son la subacromiodeltoidea, la subcoracoidea y la escapulotorácica. Las dos primeras suelen coexistir con la tendinitis del manguito de los rotadores, por lo que la clínica y el tratamiento serán similares a ésta. Capsulitis adhesiva o retráctil (hombro congelado) Se debe a la inflamación, fibrosis y retracción de la cápsula de la articulación glenohumeral. Es más frecuente en mujeres y no suele presentarse antes de los 40 años. Se manifiesta con dolor de intensidad variable y gran limitación de la movilidad activa y pasiva, que mejora progresivamente hasta la recuperación en 1-3 años. Si se asocia a dolor, edema y trastornos vasomotores y tróficos de la mano, constituye el síndrome hombro-mano. Puede ser idiopática o secundaria a traumatismos, diabetes, hipotiroidismo, etc. La radiología suele ser normal o mostrar desmineralización de la cabeza humeral. El tratamiento consiste en analgesia, infiltraciones de glucocorticoides, ejercicios de rehabilitación y tratamiento de la enfermedad de base cuando ésta exista3. Tendinitis calcificada Es más frecuente en el tendón del supraespinoso. Se produce por el depósito de cristales de hidroxiapatita en el manguito de los rotadores. Puede presentarse de forma insidiosa o aguda, con dolor intenso y limitación importante de la movilidad. Artritis sépticas Staphylococcus aureus es el agente causal más común. El germen alcanza la articulación por vía hematógena, por continuidad o tras inyección intraarticular con glucocorticoides4. Se manifiesta por dolor intenso, tumefacción, rubor y fiebre. Existe acusada impotencia funcional, con limitación de la movilidad en todos los planos del movimiento. El diagnóstico clínico se confirma mediante artrocentesis, y se obtiene un líquido purulento. El tratamiento debe ser precoz y consiste en el drenaje quirúrgico de la articulación y la administración de antibioterapia intravenosa, basándose en los datos clínicos, antecedentes, edad del paciente y resultado de la tinción de Gram del líquido sinovial. La artritris tuberculosa del hombro es rara. Suele cursar de forma subaguda y con escasos signos inflamatorios. El diagnóstico se establece mediante la tinción y el cultivo del líquido articular o mediante el estudio histológico y bacteriológico de la sinovial obtenida por biopsia. Las pautas de tratamiento son las mismas que para las formas pulmonares. Artritis inflamatorias La artritis reumatoide y las espondiloartropatías afectan con frecuencia a la articulación glenohumeral, aunque raramente en forma de monoartritis. Inestabilidad glenohumeral Osteonecrosis o necrosis aséptica Una de las localizaciones más comunes es la cabeza humeral. Puede ser idiopática o secundaria a traumatismos, uso prolongado de glucocorticoides, drepanocitosis, radioterapia, hiperlipemia, alcohol, lupus u otras conectivopatías. Los síntomas son inespecíficos; muchos pacientes permanecen asintomáticos o presentan únicamente dolor con escasa limitación. Inicialmente, la radiografía puede ser normal. La resonancia magnética representa un método muy sensible para el diagnóstico precoz. El tratamiento es conservador con reposo y analgésicos. El tratamiento quirúrgico se reserva ante el fracaso del tratamiento conservador, la progresión de las lesiones o la presencia de sintomatología grave. Patología acromioclavicular La artrosis acromioclavicular afecta generalmente a personas de edad avanzada. Se manifiesta en forma de dolor espontáneo en la parte superior del hombro, que aumenta con la palpación de la interlínea articular. El dolor se presenta también con la abducción, entre 140° y 180o. El diagnóstico se establece mediante radiología, y se observan osteofitos, esclerosis y estrechamiento del espacio articular. El tratamiento consiste en reposo, AINE o inyección intraarticular de glucocorticoides. La articulación acromioclavicular puede ser afectada también en la artritis reumatoide, las espondiloartropatías, la condrocalcinosis y, más raramente, por artritis sépticas. Bibliografía 1. Canoso JJ. Rheumatology in primary care. Philadelphia: W.B Saunders, 1997. 2. Pascual E. Tratado de reumatología. Madrid: Aran, 1998; p. 1847-53. 3. Dalton SE. The shoulder. En: Klippel JH, Dieppe PA, editors. Rheumatology. London: Mosby, 1998; p. 4.7:1-14. 4. Rozadilla A, Nolla JM, Mateo L, Blanco J, Valverde J. Artritis séptica inducida por gérmenes piógenos en pacientes sin adicción a drogas por vía parenteral: análisis de 44 casos. Med Clin (Barc) 1992;98:527-30. 5. Juanola X, Nolla JM, Ferré E. Hombro de Milwaukee. Presentación de un caso. Rev Esp Reum 1988;15:70-1.
© Copyright 2024