SE~IE ETNOMUSICOLOGIA BOLIVIANA NQ10 , ABRIL - MAYO: 2000 EDITORIAL ._- Sin duda, la música es uno de los eretectos CJ .areies más destacados en la vida cultural de los pueblos. Esta acompaña ':JS 2·. s-sos momentos de la vida social, ritual y festiva, y también la vida coiidiene ':le as oersonas. Su dinámica está marcada, sin emoerqo. ier=oién por iectores externos que la van condicionando y que permiten su despl'eque. repliegue. cambio o finalmente su desaparición. Tomando en cuenta tales factores es que éste número del Boletín presenta dos pequeños ensayos sobre la dinámica musical en dos zonas musicalmente destacadas de Bolivia: el norte de Potosí y el pueblo de Tarata.Aunque, cultural y socialmente distintas,pueden ser consideradassimilares en cuanto a que en ambas se generan procesos de cambios profundos, determinadoshistóricamente. UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SlMON INSTITlJTO DE INVESTIGACIONES ANTROPOLOGICAS MUSEO ARQUEOLOGICO Editor: Walter Sánchez C. Director INIAN-MUSEO: Investigadores: David Pereira H. Ricardo Céspedes P. María de los Angeles Muñoz C. Wálter Sánchez C. Ramón Sanzetenea R. Dirección: Jordan E-199 (Esquina NatanielAguirre)· Teléfono: (4) 250010 Fax: (4) 232545· Casilla Postal: 992· COCHABAMBA-BOLlVIA Tapa: Campesinos del Norte de Potosí tocando pinkillu. LA NORTE POTOSINIZACION DEL WAVÑU EN BOLIVIA Carlos Espinoza Sociedad Andina Pusisuyu 1. INTRODUCCION ¿Es posible medir el tiempo con la música? Naturalmente, pero la música en este proceso tiene una doble dimensión: por un lado está su evidente temporalidad por cuanto ella marca épocas, períodos o "modas"; o sea momentos muy definidos en la historia de los pueblos grandes y pequeños, con lo que está clara su existencia dentro la lógica de la evolución natural de la cultura y parte inseparable en la historia de la humanidad. Pero, por otro lado, está también su carácter de atemporalidad; de este modo, una música de hace siglos o años puede continuar tan vigente hoy y continuar siéndola por mucho tiempo más. Justamente ahí radica la dialéctica de la tradicionalidad conjugada a la evolución de la música. Yes precisamente esta doble dimensión la que la transforma en una de las expresiones más importantes e imprescindibles de la creación humana. En todo esto, el "mundo andino", es decir aquel espacio físico y social habitado por las culturas Ouichue, Aymara, Uru-Chipaya, ha sido y es una verdadera muestra de esta dimensión musical, pues, si bien no tenemos mucha información sobre su evolución temporal (Pre-colonial, Colonial y Republicana), estamos seguros de que lo poco que existe evidencia éste carácter de temporalidad. No en vano ésta se manifiesta muy claramente en su forma contemporánea, y mucho más aún en la dimensión atemporal, en la que constatamos su gran capacidad y fuerza para pervivir, en base a la tradición -erróneamente definida como estática-, y que en el fondo muestra una progresiva y sutil dinámica cultural/musical. 2. ¿QUE ES EL NORTE POTOSI? Y, dentro este "mundo andino", en lo que concierne al territorio ocupado hoy por Bolivia -es decir al Oullasuyu, que correspondía a la parte aymara del Pusisuyu en el período Pre-incaico (concepción apropiada por los Inkas bajo la forma de Tawantinsuyu)-, existe una región cuya vitalidad cultural y social ha determinado que hasta hoy sea conocida como una de las regiones con mayor autonomía cultural y que, por lo mismo, haya sido capaz de expandir su influencia cultural hacia regiones vecinas. Nos referimos a la región conocida como el Norte de Potosí. Pero, cuando se habla del Norte de Potosí, no debe pensarse solo en las cinco provincias que • ::11_,1' ..," ~ geográfica y políticamente abarca; es decir: Bilbao, Charkas, Chayanta, Ibañes y Bustillos, sino que es preciso ver la dimensión del espacio cultural que territorialmente cubre y que va más allá de esta frontera, abarcando a las provincias de Arque, Bolivar y la parte alta de Tapakari en Cochabamba, así como las provincias Dalence, Poopó y Cercado en Oruro. La Jóvenes charangueros. Acasio. explicación etnohistórica propuesta por Tristan Platt, Olivia Harris y Javier Izko, permite remontarnos a la época Preincaica, cuando toda esta amplia región, en conjunto, era parte de la más importante Confederación Guerrera Aymara, conformada por la Federación Charka y la Federación Qhara Qhara (también conocidas como Señoríos Aymaras). Estos Señorlos abarcaban en su territorio hasta las cabeceras de los valles norte potosinos (actuales provincias Bilbao y Charkas) y buena parte de los valles de Cochabamba, para así garan,tizar su autosuficiencia a través de la conocida política de producción y organización. mediante el control de pisos agro-ecológicos y la rotatividad poblacional, Estos Señoríos Aymaras estaban a su vez constituidos por grandes Ayllus como los Macha, Sakaka, Pukuata, Chayantaka y otros'. Tal estructura poi ítica fue ya inicialmente afectada por el incario y con mayor profundidad por la Colonia; pero de donde viene la mayor presión y deformación de estos territorios es en la República, a partir de la expropiación generada por la "Ley de Exvinculación" a fines del siglo XIX y con la Revolución del 52, que conducen además a importantes cambios en la organización tradicional campesina. Fue, sin embargo, la dura resistencia de los Ayllus nortepotosinos la que limitó seriamente las pretensiones del Estado de expropiar sus territorios. Sin embargo, la República efectivamente logró buena parte de su propósito y que hoy se expresa en la fragmentación política del espacio original por diferentes departamentos y que ha conducido a la desintegración de los grandes Ayllus. Pero, podemos afirmar que en lo cultural no los afectó fundamentalmente, pues todos ellos mantienen actualmente una unidad que se demuestra en la vigencia de un mismo patrón musical-ritual, productivo y textil: 1. La Federación Charka se conformaba principalmente de los Ayllus de Sakaka, Chayantaka entre otros. En cambio, los OnsrsOhara por los Ayllus Pukuafa, Macha y otros. Estos "Otros" son los Ayllus ligados a lo que ahora son territorios de las provincias culturalmente influenciadas de Oruro y Cochabamba, como los Ayllus de Kirkiawi y Torpa que ocupaban el área donde hoy se ubican las provincias Bolivar y Arque, en Cachabamba. desde los instrumentos musicales, las formas de interpretación, hasta la agricultura, los tejidos y la concepción cósmica de éstas con su actividad cotidiana. Es más, existe aún una fuerte similitud en la estructuración social pues, y a pesar de la fragmentación territorial, se readaptaron con la misma estrategía de resistencia bajo la forma de Ayttus de menor tamaño o más recientemente sindicatos y Ayllus consubstanciados". Así, el Norte de Potosí como las regiones adyacentes afines de Oruro y Cochabamba, consiguen una regeneración étnico-cultural, que sin duda está también impregnada de la influencia de los procesos socioculturales del mundo occidental. 3. LA TEMPORALIDAD-ATEMPORALIDAD NORTEPOTOSINA REFERENTE DE LA DINAMICA y EVOLUCION MUSICAL COMO De esta manera, toda la región tiene un mismo calendario festivo con casi los mismos instrumentos y la misma estructura musical (existen algunas variantes instrumentales entre la Puna y los Valles). Donde efectivamente existen diferencias entre la Puna y los Valles nortepotosinos son en las cadencias, las medidas o "tonos" del mismo instrumento y en el predominio de los sikuri y jitarrones en la puna (el resto de los instrumentos y ritmos indigenas caracteristicos como son los siku (zampoñas), pinkillu o charca, juta juta y charangos mantienen su estructura en ambos pisos agroecológicos). Sin Embargo, las melodías pueden y suelen ser las mismas, a tal punto que una de ellas sólo domina durante todo un ciclo agrícola (un año) pero, a mediano plazo, resultan también tener un carácter cíclico; es decir wayñus que se tocaron hace 10 - 15 años pueden regresar como nuevos con ciertos arreglos que cada comunidad le pueda imprimir. Este fenómeno sucede con frecuencia con los juta jura. Con los sikuri se da un tiempo de retorno cíclico más interesante y notorio, pues luego de una "casi desaparición" en la década del 60', a partir de los años 80 hace su retorno en toda la amplia región, comenzando por la zona de Oruro y expandiéndose a la Puna del Norte de Potosí y las provincias altas de Cochabamba, Jóvenes cantores y charangueros. Acasio. ° 2. Aclaro que en muchas zonas puede ya no llamarse AylJu la unidad territorial; puede ser Sindicato, Sub-Central más fr.ecuentemente"Alcaldía de Campo", aunque el significadosocial es prácticamenteel mismo. Por lo mismo, el nombre de la áutoridad principalva desde Jilakata, Jilanko, SegundaMayor y "Alcalde"o, inclusive, Dirigente. incorporando nuevos aportes musicales. De este modo, la temporalidad/atemporalidad, cortos en la evolución actual y contemporánea Norte de Potosí. se cumple en plazos relativamente de la música campesina indígena del 4. Y LOS MESTIZOS ..? ¿ y qué pasa en el otro ámbito poblacional que habita en el Norte de Potosí que, aunque minoritario, ha sido determinante para su caracterización, social y musical? Me refiero a los mestizos conocidos también como "criollos", y "mozos" por los campesinos. Si bien este grupo social emerge a consecuencia de la política colonial y republicana de usurpación, en sus estratos no latifundiarios', que son la mayoría,empieza a forjarse una cultura de "campesinización" (que va paralela a la "crlollización" de los campesinos) o a una especie de "cultura Puente", porque convienen con las dos estructuras sociales de poder: la criolla. representada por el Corregidor que es la autoridad política impuesta por el Estado, y la indígena que está representada por sus Jilagatas. Estos "mozos" tienen asimismo. terrenos en el sistema "criollo" de tenencia bajo la forma catastral, y. por otro. mantienen terrenos de "Tasa" o de tributación indígena dentro el Ayl/u que lo supedita al Ji/acata. La cultura que se forma resulta ser, en consecuencia, muy influenciada por la cultura indígena debido a la fuerte interdependencia "mozo-indígena" traducidas también en las típicamente andinas relaciones de familiaridad/ reciprocidad, que naturalmente han sido fuertemente determinados por la presión del espacio físico y la supervivencia en común dentro las condiciones de gran adversidad de la región, que hacen casi imposible la vida prescindiendo de estas interdependencias. Ahora, es preciso anotar que esta "campesinización" de los "mozos" no es aceptada conscientemente por ellos, pues resulta contrario a sus pretensiones de proyección social futura; sin embargo, las condiciones y estrategías de vida le obligan en la realidad a este proceso, que puede ir independientemente de su autodefinición aparente. 3. El Latifundiotuvo poca influenciaen el Norte de Potosí, salvo en los valles de la provincia Charcas (San Pedro de Buenavista y Toro Toro) y parte de Bilbao (Sarkori, Molle Villke y otras), donde se afincó con real importancia; por ello, la mayoría de la población mestiza (muchos de ellos procedentes de los valles cochabambinosafectados por la sequía o "hambruna"de fines del siglo pasado), tienen una condición de tipo 'piquero', equivalente a un campesino relativamente próspero y con la misma dispersión de terrenos que éste. Entonces, puede hablarse de: mestizos de origen latifundiario,de origen medio, e inclusode origen campesino/minero. Son estos dos últimos estratos los que participan mayormente del proceso de "cultura puente", aunque los de extracción latifundaria tampoco se excluyen y participan bastante en la cultura del charango qhalampeador. -+..- . _, . 5.·LAS QHALAMPEADAS ... Musicalmente, esta "Cultura Puente" tiene una mayor expresión en los instrumentos de cuerda, particularmente en el charango con su timbre metálico característico y su inconfundible estilo de rasqueo/punteado oon que se le interpreta, y que ha dado lugar a las popularmente conocidas - en los pueblos y ciudades - con el nombre de "qhalampeadas" Músicos y mujeres copleras. Sacaca. El charango mestizo/campesino del Norte Potosí tiene también entre otras cosas, el mérito de haber concebido una gran cantidad de temples (formas de encordar e interpretar el instrumento) que van más o menos acordes a la estructura calendárica del ciclo festivo- agrícola. 6. LA NORTEPOTOSINIZACION Por todo ello, las qhalampeadas, creemos nosotros, constituyen en la actualidad, todo un patrimonio de la música y cultura popular del país, por la arrolladora influencia que ha tenido no sólo en los grupos musicales de folckoristas, neofolckoristas y otros "istas; sido principalmente por el gran mérito de "autodifusión" que ha cumplido, prescindiendo de los conocidos métodos de propaganda comercial en radio y televisión. Estos wavñus han penetrado de manera horizontal y expontánea en las capas suburbanas de inmigrantes indígenas y trabajadores asalariados, y de ahí a toda la población campesina y mestiza de los valles y alturas,de Cochabamba, Chuquisaca, La Paz, Oruro y los Yungas del Chapare', mucho más allá de su tradicional frontera cultural, al punto que sería posible hablar de la "Nortepotosinización", del wayñu en Bolivia. Ya que incluso los nuevos wayñus e intérpretes que aparecen con éxito, no son necesariamente de Chayanta, Sakaka, Karipuyu, Pocoata, San Pedro (pueblos nortepotosinos), sino de vvenun! en Oruro, Cepinote, Anzaldo, Arque y Bolívar en Cochabamba. Y así también en Chuquisaca y La Paz es posible verificar su influencia. 4. Duranteel auge de la cocaen el Chapare (años 82·88)se generó todo un movimientomusicalchapareño dominadopor ritmos y melodias norte potosinas, que hablan de las nuevas condiciones de vida de estos pobladores mayormente itinerantes con festivales populares que atraíao impresionantecantidad de gente. habiéndosede este modo, conjuncionadoa la "cultura de la coca". Pero sus intérpretes son en su mayoría anónimos para la población. Generalmente de extracción "campesino-mestizo". No son estrellas ni intelectuales; son parte del pueblo andino en su esencia. Por ello, creemos que sólo bajo estas condiciones puede considerarse verdaderamente creíble la definición de la palabra "popular" (por lo menos dentro la música). y también estos weytiu/qnetempeedes, tuvieron melodías históricas que convivieron con momentos determinantes de la historia contemporánea del país y del propio Norte de Potosí. Ouizás lo más fresco e importante, por sus cambios, se haya dado en los últimos veinticinco a treinta años; desde mediados de la década del 60 con el famoso wayñu "Lelku-Leiku" de Uriel Vásquez, época que estuvo preñada de prejuicios y actitudes despectivas a estos ritmos, al punto que el Laiku Laiku, era el nombre sarcástico que todos los citadinos daban (aún los dan muchos) a cualquier melodía de ascendencia campesina o provinciana. Poco después de Uriel Vásquez surge Lusmila Carpio y "La Pocoateña" con dos wayñus que también marcan de modo particular la década del 70: "Siway Azucena" y "Orgullosa Linda Pocoateña". Hasta entonces tales wayñus tenían su público fundamentalmente en las provincias nortepotosinas y sus vecinas, y entre los residentes de éstas en las ciudades de Cochabamba, Oruro, La Paz y Chuquisaca. Pero quienes inician la corriente de mayor penetración de lo provinciano a lo sub-urbano y urbano fueron Boni Alberto Terán,Alberto Arteaga. Los de Uncía y Ruperta Condori, con wayñus realmente inmortales como: "Basta Corazón", "Caripuyo Torrecita", "Los Mineros", "Abierto mi Corazón", "Tus Traiciones", y tantos otros más con lo que quedan marcados los años 78/86 con ritmos ejecutados en "temple diablo", "natural" y "kinsa temple", de rasgueo característico y zapateado en "contrapunto", con un acompañado de palmas que se queda definitivamente en el wayñu, sin importar el origen del mismo. Los músicos nortepotosinos que posteriormente llegan como Mario Anagua y Alberto Vela - junto a los anteriores que continúan -van generando nuevos temas que son reproducidos por los grupos folklóricos de las ciudades y que se constituyen en los vehículos de difusión dentro del espacio urbano. Finalmente se llega hasta principios de la década de 1990, cuando se vive un importante afán de revalorizar lo andino en todo sentido - aunque su comprensión sigue siendo todavía muy parcialy donde musicalmente no hay grupo autoctono, folklórico e inclusive electrónico, que no tenga por lo menos una melodía de este tipo en su repertorio para precisarse de completo, así como que para cada festival o reunión informal no falta un wayñu que se toque con acento nortepotosino. Así, es posible observar la importante influencia que tiene la música en los procesos sociales-históricos, y de modo particular la que tuvo y tiene el wayñu nortepotosino en la actual dinámica de la sociedad popular-campesino-mestizo y medio. boliviana especialmente en sus estratos Es en este sentido que los integrantes del grupo "Pusisuyu" y la comunidad de Santiago de la provincia Bilbao del Norte de Potosí, buscamos hacer un poco de memoria sobre estos últimos treinta años, recordando nada más aquellos wayñus y los momentos en que nos tocó conocerlos y también interpretarlos. Somos testigos de una pequeña historia y querernos testimoniarla musicalmente, para continuar así la tradición oral, enriquecida por la escrita, a través de estas reminiscencias, porque los wayñus son tradición oral hecha música. LA VIDA MUSICAL EN TARATA Wálter Sánchez C. Instituto de investigaciones Antropológicas Centro de residencia hacenda!. Tarata fue, desde la colonia, el más importante pueblo en el antiguo "Valle de Cliza". Por las características de clima y suelo su economía dependió de la agricultura aunque a fines del siglo XIX se extendía a la elaboración de productos como la "harina de maíz y trigo, mucko; ..y hasta hortalizas que tenían numeroso consumo en el Departamento de Oruro y en los asientos de éste y del Departamento de Potosí". Un porcentaje importante era llevado hasta "los pueblos limítrofes del Perú, trayendo de retorno varios artefactos extranjeros cuales son lozas, cristales, muebles conservas de todas especies y licores" (Informe 1891: XV). La actividad "fabril" en el pueblo fue destacada y se extendió "a los tejidos de lana aplicables al vestuario de la plebe y entapizados" que eran llevados a los departamentos del sud del país. Destacaba también la fábrica de sombreros de lana de vicuña y la extracción del ácido sulfúrico "aplicable a la tintorería". Los campesinos se dedicaban "a la alfarería y fabricación de loza ordinaria". (Ibid.) Tal panorama pintado para fines del siglo XIX, se mantuvo en gran medida hasta 1952. A partir de esta fecha la fragmentación de la hacienda, la continua crisis económica que afectó a la economía terrateniente, la migración, socavarán paulatinamente las bases sociales, culturales y musicales en este pueblo. En tal contexto, en las siguientes líneas intentaremos bosquejar la dinámica actividad musical desarrollada en el pueblo de Tarata durante el siglo XIX hasta mediados del presente siglo . • La iglesia y la música La vida musical desde la colonia estuvo estrechamente ligada al culto religioso. La presencia de varios templos fue un claro indicador del recargado calendario religioso y festivo anual que debió vivir la población. Uno de los centros más activos fue el Convento Franciscano de Propaganda Fide. Fundado por el P. Jiménez Bejarano el año 1796 con el objeto de preparar encargados en las misiones de Moxas y Chiquitos luego del extrañamiento jesuita de América, ocurrida en 1767 (Blanco 1901: 130), tenía una abundante biblioteca, imprenta y mantenía un excelente conjunto coral de seminaristas. El Convento fue una suerte de alma espiritual del pueblo y espacio de formación de cantantes ·e instrumentistas para acompañar los oficios religiosos. Iglesia importante fue la de San Pedro ubicado en la Plaza Central. En 1891, el "Informe" del prefecto Velarde lo describe como un "espacioso templo adornado con un órgano monumental, superior, según opinión de los artistas, a cuantos hay en el .Departarnento", La actividad religiosa era similarmente intensa: "Las practicas religiosas desempeñadas por seis sacerdotes nada deja que desear en cuanto al servicio del Culto" (Informe 1891). Vida similar tenía el "otro pequeño templo, bajo el patronato de San José". El musicólogo Samuel Claro (1979), quien ha realizado un trabajo sobre la vida musical-religiosa en Tarata, señala: Ya en el siglo XVIII se testimonia una preocupación constante en favor de la música. El párroco de San Pedro tenía que velar no sólo por la calidad de la interpretación sino también proveer fondos para el vestuario de los músicos, que debían presentarse todos los Jueves del año en misas solemnes dedicadas "a Nuestro Amo", los primeros Viernes y otras festividades, aparte de las misas dominicales. La capilla contaba con por lo menos, una docena de músicos entre cantantes e instrumentistas, sin contar con los aprendices o seises, para los cuales se compró en 1727, "un libro de solfa pr qe estudiasen". Ese mismo año se aumenta la dotación de chirimías, llegando a 4, para hacer juego con el órgano que se había reparado recientemente "poniéndole ochenta flautas". Igualmente se invierte una buena suma en la' enseñanza de indios que habían demostrado tener un gran talento musical y un aprendizaje rápida, En los "Gastos de las Fiestas del Año 1727" ya se encuentran dos items para el contrato de profesores: "Yt setenta pesos qe dí en Cochabamba al Músico Patiño para qe perfeccionase en la musica y el organo al Indio Faustinillo"; "Ytt treinta pesos qe di • JI'&! ,.+ •• a la Vajonera por la enseñanza de tocar el Vajón y chirimías a tres cholillos de esta Yglesia". Setenta años más tarde, en 1797, se agregan a este .instrumental dos trompas marinas, compradas "por mano de don Manuel Rozales" (Ibid). El órgano de Tarata, "joya de la organería hispanoamericana", data en su construcción de fines del siglo XVIII, realizado por diestros carpinteros moxeños a petición del Monseñor Angel Mariano Moscoso. Veamos su historia. Nombrado titular en 1790, el Licenciado Bernardo Mariscal se preocupa por restablecer la actividad musical de su parroquia para lo cual comienza contratando personal. "Al poco tiempo ingresa a su planta de músicos un Maestro de Capilla llamado Juan Trillo", y se establece(n) misas acompañadas de música todos los jueves y primeros viernes del año. En 1796 Mariscal acomete la empresa de reemplazar el antiguo órgano que se hallaba en "calidad de almatroste". Vivía a la sazón en Punata un organero español, don Diego Lopez, nacido en Granada hacia la tercera década del siglo, quien acreditó su competencia ante el párroco con certificados y papeles adquiridos en ambas Américas. 10 años para la firma del contrato (26- VII 1-1806) Y para el inicio de 'Ias obras, aunque quedan nuevamente paralizada por el fallecimiento de Diego lópez, en 1809. Se contrata entonces los servicios de don Casirmro Herbas de Pocona, quien en dos meses da término al trabajo, concluyendo la compostura de lo ya hecho (XII-1809). Habrían de transcurrir Con el órgano, la actividad musical se intensificó a tal punto que la disposición de los balcones del Coro han hecho pensar a Claro "en la existencia pretérita de actividad policoral y si ella no se llegó a concretar, al menos un intento tuvo lugar en 1810 cuando se efectuaron reparaciones en el Coro, para dar cabida a dos órganos". Esta dinámica actividad musical se mantuvo durante todo el siglo XIX. En las primeras décadas del presente siglo, esta responsabilidad recayó sobre el Maestro de Capilla Ruperto Siles (? - ?) (llamado cariñosamente "Papacito"), quien además mantenía un coro "de primera". A su muerte le sucedería el maestro Corsino Ferrufino, destacado músico y mentor de importantes artistas tarateños. Las Escuelas Particulares de música. Son pocas las referencias a las "Escuelas Particulares" de música en Tarata. La más importante fue la de Ruperto Siles que funcionó en su domicilio. El maestro Pacífico ("Pachita") Terán señala que los jóvenes iniciaban sus primeros contactos en el solfeo, la teoría de la música y el clave -instrumento construido en Anzaldo- en esta "Escuela". Al fallecimiento del Maestro Siles, el "segundo" maestro de Capilla, Corsino Ferrufino instalará una nueva, continuando con esta tradición de enseñanza. La importancia de estas dos "Escuelas" puede verse en el hecho de que los más destacados músicos tarateños como "Pachita" Terán, José Ferrufino T., Emilio Gutierrez 1. inician su aprendizaje en estos centros. La banda. Es difícil conocer como se populariza la banda en Tarata. Es sabido que hacia la década de 1860 bandas del ejército traídas por el presidente Melgarejo amenizaban la festividad de "Nuestra Señora del Patrocinio". A principios de siglo existía ya una pequeña banda dirigida por "El Ohachu" Saavedra. Para estos años, bandas civiles eran igualmente contratadas para las fiestas devocionarias de pueblos y haciendas como lo prueba un contrato realizado en 1902 con "seis operarios, un bombista y un redoblisa, o sea 8 músicos en suma", para tocar en la fiesta de la "Virgen de Asunta", el 15 de agosto, en el pueblo de Isata (Sánchez 1994: 146147). Banda Militar en Cochabamba. 1930 No obstante, es Nicasio Gutiérrez quien da un gran impulso a esta organización al organizar en 1908 la primera "Escuela de Banda". Carlos Iriarte Fiorilo narra esta presencia: (En Tarata) llegó a radicar un viejo maestro de músicos de banda que era oriundo de Villa Rivera; pues se enamoró de una tarateña y se quedó ahí para enseñar a tocar instrumentos de viento. Se trata de don Nicasio Gutiérrez. A él acudían todos los niños tarateños, hijos de familias muy pobres que no tenían siquiera capacidad económica de costear sus estudios en la escuela primaria. Muchachitos de 7 a 12 años que jamás tuvieron entre sus ascendientes la más mínima referencia de afición musical. Hijos de campesinos, de regatonas, matarifes, tejedores, etc. iban a la escuela de banda de Nicasio Gutiérrez y aprendían a tocar, llevando primero el ritmo con el bombo y el tambor, para pasar luego al cornetín, el clarinete, o el trombón (Coloquio 1986). Muy pronto se organiza una banda que ofrece recitales -durante la "retreta"- en.el kiosco de la Plaza Aroma interpretando un variado repertorio que incluía fantasías, zarzuelas, fragmentos de ópera, operetas y valses; schotis, shimmis, fax trot, tangos, boleros, rumbas y "aires nacionales": cuecas, boleros de caballerías, pasacalles y bailecitos. A los pocos años, dos experimentados músicos: Pedro Toranzos y Jacinto Borda, fundarán dos nuevas "Escuelas" y con otros niños estudiosos formarán otras tantas bandas, consolidándose, desde entonces, una relevante tradición de músicos "lata phuqus". La "música tradicional" criolla. Fuera de exquisitez formación destacan: esta intensa actividad formal, la mus/ca popular alcanzó un grado de elevada debido precisamente a que gran parte de los músicos tenían una académica. Agrupación "criolla" relevante fue la estudiantina donde "Tarata" y "Esteban Arze". Entre los compositores e intérpretes "criollos" destacados del presente siglo podemos nombrar a: Nicasio Gutiérrez Rico. (1876-1952).Compository directorde banda. Es quizásuno de los músicosque más influenciaa tenidosobre la vida musical de este pueblo al organizar la primera Escuelade Banda. Nacido en Villa Rivero.Su labor la desarrollaenTarata.Su obracompositivaaunqueamplia, es desconocida.Entrelos génerosmás importantesa los que se dedicó se hallan:el huayño,el bolero de caballería,pasacalle,bailecitosy cuecas. Pedro Toranzo Villarroel. (1893-1981).Director de banda, clarinetistay compositor.Se iniciótocandoel clave. Concluidosu serviciomilitaringresóal Convervatorio Nacionalde Música.Organizadorde unaEscuelade Banda.Fue Directorde la bandaMunicipal,cargoqueocupóhasta1945aproximadamente. Llegó a conformaruna pequeñaorquestacon la que amenizabafiestas y eventossocialesde todo tipo. Hacia 1950-1952fue Directorde la Bandadel ColegioMilitaren La Pazy mástarde,directorde la Bandade la BaseAéreaMilitar.Hombrede grantalento.Destacansuscuecas:"Lucila"y "LloréporTi". ~"'"r .,. •• ,!'t, .~I Andrés Corsino Ferrufino. (1901-1949). Maestro de Capilla y compositor. Durante varios años fue el Segundo Maestro de Capilla. Por un tiempo fue -organista en Muela (Villa Rivero). A la muerte de Ruperto Siles fue ascendido a Maestro de Capilla Titular, cargo que ejercería hasta su muerte. Fundador de una escuela particular de música. Su obra, prácticamente desconocida, se orientó a la música oratoria y sacra, escolar y a los boleros de caballería. Es autor del "Himno a Tarata". Victor Fernández (1901-1994). Virtuoso y hábil constructor de la concertina. Autodidacta. Comenzó reconstruyendo su propio instrumento para luego abrir un taller de reparación cerca al "Mercado". Educado en el Convento, representó toda una época de bonanza en la música de la concertina y, en menor medida, de la tricordola, instrumento en el que destaca el "Qhuchiro" Claros. Fue declarado ciudadano Meritorio en Tarata y patricio de esta ciudad. Ha recibido el reconocimiento de la Honorable Municipalidad de Cochabamba. Nombrado Dr. Honoris Causa de la Universidad Mayor de San Simón. Pacífico Terán. (1910). Compositor y pianista. Inicia su aprendizaje musical con el maestro Ruperto Siles. Posteriormente recibe clases de Corsino Ferrufino; en Oruro con el concertista Franco Russo. Su obra es amplia y alcanza géneros como la cueca, taquirari y los bailecitos. El huayño "Ulala", su tema más popular, ha sido una suerte de himno para toda una generación aunque el señala categórico: "El fox incaico ha sido unó de mis ritmos favoritos por toda la nostalgia que resume de aquel esplendoroso pasado de nuestra historia" (Coloquio 1986). Emilio Gutiérrez 1. (1925). Pedagogo musical y compositor. Hijo del maestro Nicasio Gutiérrez. Ex-Supervisor Nacional de Música y uno de los compositores más importantes del país. Su labor como compositor es amplia, abarcando desde la música "cuita", de carácter orquestal, hasta la música tradicional popular donde destaca su Motivo Quechua "Tunari". Sus corales constituyen una parte importante de su obra compositiva. Casi la totalidad de su obra permanece inédita, aunque varios temas han sido grabados por diversos artistas y, un porcentaje importante de sus corales ha sido presentado al público, en recitales y conciertos. El año 1963 gana el primer premio en el Concurso Nacional de Composición. José Ferrufino Toranzos (1929). Intérprete, compositor y profesor de música. Hijo de Corsino Ferrufino. El más profícuo compositor popular de los últimos tiempos y cuyo trabajo se extrapola a varios campos: puede ser percibido en los inicios de la industria discográfica local junto a "Lauro & Cia". Su obra compositiva es amplia y abarca los más diversos géneros aunque destacan el taquirari "Tesorito" y la cueca "Vidita Mía". Fue director de una de las agrupaciones populares más importantes de la región: la "Orquesta José Ferrufino". Jaime Ferrufino Toranzo. (1933-?). Intérprete,compository profesor de música. Hijo de Corsino Ferrufino.Estudióen el ConservatorioNacionalde Músicade La Paz.SupervisorDepartamentalde EducaciónMusical.Primer premio, medalla de oro y Diplomade Honor en el concurso "Buscandola Cancióndel Sudamericanode Fútbol"con la composición"Honora Bolivia" (1963). Es compositorde los himnosde los colegios "SanAgustín","Mixto Cochabamba","RicardoJaimes Freyre",EugeniaRavasco" y "Emanuel".Entresus cuecas destaca"TarataTierra Mía". Otros músicos, compositores e intérpretes destacados son: Abdías Ferrufino, Felix Butrón, Walter González, Carlos Iriarte. Fiesta y música El calendario festivo en Tarata era igualmente intenso. En él conjuncionan festividades vinculadas al calendario agrícola [Santa Vera Cruz, Pascua, Todos Santos y San Andrés]; y aquellas ligadas a la liturgia cristiana [Corpus Christi, Semana Santa]; otras dedicadas a los santos patronales, tanto del lugar y de otras regiones; como aquellas de recreación y de esparcimiento, donde sobresalió la fiestá del Carnaval y, en menor medida, Difuntos. La fiesta del Carnaval era efectivamente un acontecimiento importante en la vida del pueblo. En él, música, "copla" y baile eran parte del mismo acontecimiento. Memorable es esta fiesta es la imborrable figura del "coplero" y guitarrero José Toranzos ("El Chaspor"), cuyos versos picarescos y de estilo caricaturesco eran el ingrediente más sobresaliente en esta fiesta. El Carnaval se desarrollaba durante los siete días de la semana y cuyos eventos se distribuían cronológicamente en los barrios del pueblo. El día lunes: la "Entrada" de los disfraces; martes, la visita y solicitud de "warapus" (convites). El "Miércoles .de Ceniza" era el día "de guarda"; el jueves la fiesta se trasladaba al barrio de "Moqo Pata"; el viernes en la calle y riachuelo de "Pilkumayu"; sábado en la "Ladera" y, finalmente el remate, el día domingo, en la comunidad campesina de Mamanaca, donde se concentraban las "comparsas" de la provincia. La festividad de Todos Santos constituyó otro momento importante. En esta fecha resalta la música y los cánticos infantiles ("Alabados") que eran realizados en las casas de los difuntos y principalmente en el cementerio. Música de banda y boleros • de caballería completaban el sonido auricular de esta fiesta dedicada a los muertos. Pasado "Difuntos" comenzaba el período de las wallunk'as, donde se cantaban coplas de insinuación amorosa y se realizaban "taquipayanakus" (desafíos cantados). verdaderos torneos de Epílogo La revolución de 1952 fue la culminación de un continuo proceso de declinación económica, cultural y musical en Tarata. Los profundos cambios generados, principalmente con la Reforma Agraria, afectarán la base social y con ella las instituciones que hasta entonces se habían desarrollado, entre ellas las musicales. Artistas, compositores e intérpretes muy pronto partirán en "busca de otras lunas". BIBLIOGRAFíA Blanco, Federico: , .. 1901 Diccionario Geográfico de la República de BoÜvia.Departamento de , Cpch.áB,ámbg.T. 11. Oficina Nacional de iQmigrac¡6n:.Estadística y Propaganda ' y Geográfica. La Paz. . .. "% >' Ó, ~ . Claro, Samuel. 1979 "Un órgano barroco americano". Letras Bolivianas. Nº 10, Coloquio sobre la música Cochabambina. 1986 Los Tiempos (Revista Correo), 10.x1l.198\3.Cochabernba. 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