Debido al cambio climático, algunas de las más famosas regiones vitivinícolas del mundo podrían perder su aptitud para producir vinos de calidad. En Chile, uno de los principales efectos sería la escasez de agua y el traslado de los cultivos hacia el sur. La industria está atenta y adoptando medidas de mitigación que van desde la medición de la huella de carbono y la optimización de los sistemas de riego, hasta el cuidado de la biodiversidad y la experimentación con variedades y portainjertos resistentes. TEXTO ÁNGELA ARRESE / FOTOGRAFÍAS MATT WILSON, GENTILEZA VIÑAS, PROGRAMA VCCB Y SHUTTERSTOCK. M 32 AGOSTO 2015 RE PO RTAJE últimos años, han aparecido diversos estudios que intentan explicar el fenómeno y analizar los posibles escenarios que enfrentará esta industria. La IV Región, por ejemplo, mostrará un paisaje cada vez más parecido al desierto y será muy difícil sostener la agricultura tradicional, señala un estudio encargado por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) del Ministerio de Agricultura. En tanto, Santiago pasará de tener un clima semiárido a uno árido, exhibiendo un paisaje mucho más cercano al que hoy se ve en la IV Región. En la precordillera se verán menos bosques y más matorral de tipo espinoso, como el que se aprecia hoy en al Norte Chico. En definitiva, muchos de los paisajes de Chile se modificarán debido a la menor disponibilidad de agua y al avance de la desertificación, lo que implicaría el traslado hacia el sur de climas que hoy son propios de la zona central. LA VID PIERDE TERRENO En lo que respecta a la superficie de terreno apta para la viticultura en el mundo, para el año 2050 esta habrá disminuido entre un 25% y un 73% en algunas de las más importantes regiones productoras de vino. Así lo detalla un estudio realizado por un grupo de científicos iberoamericano –en el que colaboró la Universidad Católica de Chile y el Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB)–, publicado en el prestigioso Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS). A nivel mundial, las zonas que se verán más ampliamente afectadas son: Burdeos SHUTTERSTOCK.COM ucho se ha hablado en los últimos meses del cambio climático y la importancia de la protección medioambiental. Es un tema que está en el centro del debate público a nivel global y que aparece recurrentemente en la prensa y en los foros académicos y políticos. Incluso fue abordado por el Papa Francisco a mediados de junio en la encíclica titulada Laudato Si (Alabado Sea), en la que el Pontífice tildó de “urgentes e imperiosas” las medidas para hacer frente al cambio climático. Si bien Chile representa sólo el 0,3% de las emisiones globales, el desarrollo de una economía sustentable sigue siendo el gran desafío de las principales áreas productivas del país; la agricultura y la viticultura no son la excepción. En los REPO RTAJE AGOSTO 2015 33 y el Ródano en Francia, y la Toscana en De esta manera, el cambio neto en la Italia. Es decir, algunas de las principales superficie apta para el cultivo de vides en regiones vitivinícolas hoy en día. En paralelo, el país será de un 25%. señala el estudio, aumentará la aptitud para la viticultura de regiones en el norte LA CRISIS DEL AGUA de Europa y Norteamérica. Los expertos señalan que los posibles En relación a Chile, la investigación señala efectos del cambio climático sobre la que para el año 2050, el área apta para el viticultura, además del traslado de cultivos desde la zona central hacia el sur, incluyen crecimiento de la vid sufrirá una merma considerable. Su extensión actual disminuirá diversas modificaciones en la composición en un 47%. Este problema afectará química y características organolépticas de las uvas, variaciones en las fechas de fuertemente a los valles del Maipo, Colchagua y Cachapoal y, en menor medida, maduración, en la presión de plagas, a los valles de Aconcagua y Maule. Sin enfermedades y malezas, y en las embargo, otras áreas –hasta ahora necesidades de riego. consideradas no aptas para la vid, Los estudios coinciden en que este último como zonas cordilleranas y será el gran problema que afectará sureñas, especialmente en al país. En el valle del Maipo, por 50 la 0 2 l e la Región de la Araucanía– ejemplo, las precipitaciones ra Para ta pa p a sí lo serían en el futuro disminuirán un 20% de aquí e i fic do n super u y alcanzarán al 22% en al 2050; mientras que en m en el d i r v relación al área actual. Aconcagua y Maule, la i u a l in a dism podrí % un 25 entre y 73% disponibilidad de agua decrecerá entre un 20% y 30%. Esta situación exacerbará el estrés hídrico, que ya alcanza un 95% en la superficie actualmente apta para la viticultura, y pondría en riesgo las reservas de agua fresca del país. Todo lo anterior implica que, de no tomar cartas en el asunto, la industria vitivinícola podría verse severamente afectada por el cambio climático. Conscientes de esta situación, la mayoría de las viñas chilenas está implementando una serie de medidas de adaptación y mitigación que les permitirían contener sus efectos. Desde la medición de la huella de carbono y la optimización de los sistemas de riego y conducción de las vides, pasando por el uso eficiente de la energía y el buen manejo de malezas y plagas, hasta el cuidado de la biodiversidad y la mejora genética de las variedades y portainjertos a través de I+D. LAS VIÑAS: prepararse para cambiar El cuidado del recurso hídrico, como tema fundamental, además de lograr menos emisiones y desarrollar programas de sustentabilidad figuran en el MATT WILSON portafolio de medidas de las viñas para enfrentar el cambio climático. 34 AGOSTO 2015 RE PO RTAJE VSPT GROUP VIÑA MONTES “En VSPT no tenemos una mirada tan negativa del futuro. Sabemos que el cambio climático existe y que hay distintos pronósticos al respecto. Sin embargo, confiamos en que nuestras acciones podrán revertir en alguna medida los efectos y permitirán que nos mantengamos en el negocio otros 150 años más. En Chile se suele pensar que llueve poco, y la verdad es que no es así. El problema en nuestro país, es que no tenemos suficientes embalses que retengan esa agua y nos permitan usarla para riego. Lo que ocurre, entonces, es que una vez que llueve, el agua sigue su curso y está en el mar a la media hora. Nosotros tenemos un nivel de tecnología de riego que nos permite optimizar al máximo el recurso hídrico y, en general, no nos hemos visto dañados por falta de agua ni otros problemas relacionados. De esta forma, no hemos dejado de regar ningún campo, ni siquiera los del Elqui. Como medidas de mitigación, hemos implementado una serie de acciones que son parte de nuestro programa de sustentabilidad, y que apuntan al uso de energías limpias. En el presente, estamos construyendo en Molina una planta de biogás a partir de orujos y escobajos. En Isla de Maipo estamos desarrollando una mini central hidroeléctrica que aprovecha las aguas de un canal de regadío y que alimentará de energía renovable a la bodega”. Andrea Zwanzger, Jefe de Desarrollo Sustentable VSPT Group. “Un efecto importante del cambio climático que podemos evidenciar es la menor disponibilidad de agua, sobre todo en nuestro viñedo en Marchigue. Por este motivo, comenzamos a realizar trabajos de investigación sobre el déficit hídrico controlado para las distintas variedades que tenemos ahí plantadas; posteriormente, analizamos su efecto en la calidad de la fruta y vino. De esta investigación nació la línea Dry farmed, que nos permitió reducir nuestro consumo de agua en un 65%. Por otra parte, con el objeto de disminuir el impacto ambiental que nuestra actividad genera, desde el año 2000 hemos implementado técnicas de manejo integrado del viñedo. Este tipo de manejo contempla el registro y monitoreo continuo tanto de plagas, enfermedades y enemigos naturales, como de requerimientos nutricionales e hídricos. Así, se utilizan de manera sustentable plaguicidas, pesticidas, fertilizantes y agua. Continuamente, nuestro equipo técnico está incorporando conocimiento relacionado al cambio climático y aplicándolo a través del departamento de Investigación y Desarrollo. Este trabajo nos permite tomar decisiones de manejo sustentable en los viñedos y adaptar o incorporar nuevas técnicas de vinificación”. Gabriela Negrete, Encargada de Sustentabilidad de Viña Montes. REPO RTAJE AGOSTO 2015 35 “Para poder mitigar los efectos del cambio climático, primero debemos conocer la cantidad de CO2 que liberamos a la atmósfera. Es por eso que desde el año 2009 medimos la huella de carbono en el fundo Los Robles -donde nacen Coyam y Ge-, y también en el proceso de elaboración de estos vinos. Por otra parte, a nivel de campo, Emiliana ha trabajado en la reducción de emisiones y captura de carbono. El manejo orgánico de la viña evita la fuga de gases de efecto invernadero, a la vez que permite que el suelo fije carbono, disminuyendo así las emisiones a la atmósfera; esto no ocurre en los viñedos convencionales. Adicionalmente, en Emiliana se alterna el uso de maquinaria para el control de malezas con el de animales, lo que permite disminuir el consumo de combustibles fósiles. La utilización de ovejas como “cortadoras de pasto” durante el periodo invernal, evita la emisión de 15 toneladas de CO2 al año. Ante la escasez de agua, el 95% de los viñedos de Emiliana cuenta con riego tecnificado, el cual es mucho más preciso y evita que se desperdicie el agua por escorrentía o evaporación. La conservación de los bosques nativos que rodean algunos de nuestros fundos (Los Robles tiene 600 hectáras de bosque nativo) es también una herramienta clave en este sentido, ya que estos actúan como esponjas, manteniendo el agua en la biomasa e infiltrándola luego hacia las napas subterráneas”, Noelia Orts, enóloga viñedos Emiliana. ©VCCB_CONCHA Y TORO “Por el cambio climático nuestra viticultura ha cambiado rápidamente. Lo que hoy estamos haciendo en cuanto a riego, manejo de viñedos e incluso variedades que se plantan es radicalmente distinto a lo que se hacía hace diez años. Las variedades que tienen un mayor potencial cualitativo hoy, no son las mismas que hace una década y eso es porque las condiciones han cambiado y la resistencia de las plantas es distinta. El cambio climático nos ha obligado a estar muy atentos en cuanto a manejo y necesidades de los viñedos. Hay variedades a las que este cambio les es más negativo, y hay otras que tienen un potencial de resistencia mayor. La verdad es que en este sentido es difícil generalizar porque también depende del suelo. Por ejemplo, yo considero que el merlot se ve claramente afectado en Colchagua, pero es probable que otra persona pueda señalar que tiene su merlot en el mismo valle aunque en un suelo profundo de arcilla, con buen vigor y una exposición oriente y le da muy buena calidad. Para mi el carmenère es una variedad tremendamente resistente, pero también alguien podría decir lo contrario. Al fin y al cabo, depende mucho dónde estén plantadas las variedades”. Miguel Mujica, viticultor de viña Viu Manent. ©VCCB_LUIS FELIPE EDWARDS VIÑEDOS EMILIANA 36 AGOSTO 2015 RE PO RTAJE @VCCB_CONCHA Y TORO VIÑA GARCÉS SILVA “Sabemos lo que está pasando con el cambio climático, conocemos sus efectos y estamos trabajando en su mitigación. A la familia dueña de la viña y a mi nos gusta la idea de un campo ecológico y sustentable, pensado para el bienestar de todos. En el Limarí ya han eliminado muchos viñedos por falta de agua; Casablanca también se ha visto muy complicado. Algunos asesores dicen que habrá que eliminar 30.000 hectáreas de viñedos porque están condenados a morir. Aunque la causa de este trágico escenario no radica solamente en la sequía, es un factor de indudable importancia. Afortunadamente, nosotros nos regamos con el río Maipo y no hemos tenido grandes problemas de agua. Sin embargo, somos conscientes de que hay que aplicar un uso eficiente de este recurso. La temporada pasada usamos en promedio 2.000 metros cúbicos de agua para regar, lo que está bastante bien si se compara con los 10.000 metros cúbicos que se emplean para regar la uva de mesa, o los 4.000 que se utilizan en valles como Colchagua. Lo importante es que no ha habido un desmedro ni en la producción ni en la calidad de la uva”. Ignacio Casali, viticultor de viña Garcés Silva. ©VCCB_POLKURA ©VCCB_CONCHA Y TORO VIÑA VERAMONTE “El cambio climático se está manifestando en eventos más traumáticos. El año 2014 las heladas fueron muy agresivas y este 2015, en cambio, hemos visto temperaturas inusualmente altas y eso nos preocupa. La forma en que hemos ido contrarrestando esta situación es a través del manejo sustentable del viñedo; la agricultura orgánica nos ha permitido sobrellevar estas condiciones de estrés climático porque las plantas están mejor adaptadas, son más sensibles y pueden reaccionar de mejor manera. Algo muy diferente a lo que sucede con un viñedo manejado de forma tradicional, que está completamente desconectado de los elementos de su medioambiente. La falta de lluvia es dramática, por lo mismo, el uso del agua tiene que ser sumamente racional, bien pensado y planificado. Esto va de la mano con lo que el campo es capaz de producir en términos de rendimientos. Hay condiciones naturales que permiten producir cierta cantidad de kilos por hectárea, si no se dan esas condiciones y tu fuerzas al viñedo a que vaya en una dirección diferente, te expones a un sinnúmero de efectos colaterales que se ven acentuados producto del cambio climático”, Rodrigo Soto, enólogo de viña Veramonte. ©VCCB_VSPT GROUP ©VCCB_CONCHA Y TORO VIÑA VIU MANENT “Hay varie dades a las que el cambio e s negativo y otras co n un potencial de resiste ncia mayor” M iguel Muji ca, viña Viu M anent. VIÑA SANTA CAROLINA “Estamos trabajando en un proyecto de difusión tecnológica que tiene relación con la adaptación de las zonas vitivinícolas tradicionales de Chile a las nuevas condiciones climáticas. También estamos explorando variedades, portainjertos y cruzamientos de vitis viníferas resistentes a este nuevo contexto. Estamos estudiando la respuesta de las plantas a distintas condiciones de clima y riego, analizando qué pasa con plagas y enfermedades, estados fenológicos, madurez y calidad de la uva. Ambos proyectos son a largo plazo y aún no se pueden aventurar resultados, pero son la demostración de que estamos trabajando para enfrentar de la mejor manera este tema, probando todas las alternativas posibles y tomándonos el tiempo para entender todas sus aristas. Creemos que el gran desafío que enfrentará la industria vitivinícola chilena, más que encontrar nuevos territorios donde plantar, será la transformación de los viñedos actuales”. Andrés Caballero, enólogo de viña Santa Carolina. VIÑA SANTA RITA “Si bien el proceso de elaboración del vino es significativamente marginal en las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, en comparación con otras industrias, ha sido el producto por el cual la huella de carbono ha sido más exigida. En Viña Santa Rita hemos desarrollado proyectos e iniciativas sustentables en toda la cadena de elaboración del vino, desde el campo hasta la bodega y la comercialización, tratando de atacar aquellas fuentes de emisión. Estas se encuentran principalmente: en el campo, por la utilización de químicos y uso de tractores y otros móviles; en bodega, por el consumo de energía en los procesos enológicos; y en comercialización, por el traslado del producto. Asimismo, practicamos un riego de precisión y contamos con bombas alimentadas por energía solar a través de paneles. En cuanto a control de malezas, se aplica herbicida sólo al 50% de la superficie total. En bodegas, podemos mencionar los siguientes “Chil e está proyectos que hemos llevado a cabo: con el en pa al res ñales objetivo de mantener una temperatura pecto y es estable a lo largo del año, hemos vergo nzoso hable implementado un sistema de control que mos d e mediante técnicas de aerotermia y sequí lo qu a con e der VIÑA POLKURA geotermia; para la estabilización tartárica rocha Sven mos” “El efecto del aumento de las temperaturas promedio en Chile aún no es claro. La -un proceso intensivo en el uso de energíaBruch feld, disminución en las precipitaciones, en cambio, es una realidad. Hoy llueve un 25% hemos implementado un sistema de energía viña Polku ra. menos que hace 100 años. Lo anterior, sumado a una sobreexplotación del agua por demanda; dado que una parte significativa subterránea, ha llevado a un déficit hídrico que nosotros decidimos atacar en tres flancos. de las emisiones de gases de efecto invernadero del Junto a la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica, hicimos un estudio para hacer vino proviene del combustible usado en el transporte más eficiente el riego. Segundo, invertimos en tranques acumuladores de agua. Y tercero, plantamos nuevos viñedos en de los productos alrededor del mundo, en 2011 secano, es decir, sin riego artificial. En las condiciones existentes en Marchigüe, con 300 m.m. de lluvia al año, esta iniciamos un proyecto para reducir estas emisiones experiencia ha sido un éxito en términos de resultados. a través de la incorporación de botellas más livianas. A nivel país, el 80% del agua se sigue perdiendo en el mar. Hay mucho por hacer en términos de embalses y distribución. Estas iniciativas, son solo algunas de las muchas que Las cuencas entre Aconcagua y Mataquito son enormes, y el agua de esas zona podría ser mejor aprovechada. Chile está hemos implementado”. Elena Carretero, gerente de en pañales al respecto y es vergonzoso que hablemos de sequía con lo que derrochamos”, Sven Bruchfeld, enólogo y Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de viña Santa dueño de viña Polkura. Rita. REPO RTAJE AGOSTO 2015 37 ©VCCB EL RETO de la supervivencia Las principales iniciativas de la industria y la ciencia para enfrentar ©VCCB el fenómeno del cambio climático y sus efectos en el futuro del vino. CONSORCIO I+D: ©VCCB ©VCCB cambio climático y el comportamiento de algunos cepajes. zonificación y cambio climático Otras investigaciones tienen que ver con el manejo de la biodiversidad y la incorporación “Vinos de Chile, a través del Consorcio I+D, de tecnologías de eficiencia energética, energías considera que el cambio climático es un tema renovables no convencionales, emisión de gases de suma importancia y por esto se encuentra efecto invernadero, huella de carbono y huella ejecutando varios proyectos de investigación de agua en las viñas. vinculados a esta problemática. Dichos proyectos “Todos los proyectos de investigación del fueron priorizados por la misma industria, lo Consorcio tienen un vínculo con el Código de que da cuenta de la relevancia que le asigna al Sustentabilidad, el que hoy tiene 53 viñas tema y de cuán consciente es de sus efectos”, certificadas, las que representan más del 70% señala Patricio Parra, Gerente General del de la producción de vino embotellado. Consorcio I+D. Nuestra idea es analizar los posibles Uno de esos proyectos es el de escenarios de cambio climático zonificación y cambio climático, Para 2050 casi la con el fin de adelantarnos y el que tiene como objetivo mitad de poder evaluar cuáles son las determinar y caracterizar la actual amenazas y oportunidades área de c climática y geológicamente recimiento que le puede generar a la zonas vitivinícolas nacionales, de la vid e n industria vitivinícola”, concluye Chile a c t u a l e s y p o t e n c i a l e s, d esaparec Parra. considerando la dinámica del erá. 38 AGOSTO 2015 RE PO RTAJE REPO RTAJE AGOSTO 2015 39 INIA: entre el Desierto de Atacama y los climas fríos “Vino, Cambio Climático Programa y Biodiversidad” El Programa “Vino, Cambio Climático y Biodiversidad” (VCCB) es una iniciativa científica Viña Viu Manent trabaja con el programa hace tres años y ha sido una de las más entre el Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y la Universidad Austral de Chile, entusiastas: “La etapa inicial con ellos es de educación absoluta, te explican y te hacen que comenzó en el 2008 y ya cuenta con la participación de 18 viñas. Su objetivo es la ver qué es lo que tienes alrededor del viñedo. Eso fue transformando nuestra visión del protección de la biodiversidad del Ecosistema Mediterráneo Chileno -el que contiene entorno y nos ayudó a reconocer la importancia que tiene el bosque esclerófilo. Es muy más del 50% de la flora y los vertebrados de Chile- y al mismo tiempo, mostrar la potente darse cuenta de que ciertas especies que tu pensabas eran propias del lugar, compatibilidad de su mantención con el desarrollo de la industria vitivinícola chilena. en realidad eran invasoras. Estábamos cometiendo errores garrafales como, por ejemplo, El programa plantea que la vegetación y la flora nativas proveen de una serie de hacer que proliferara el dedal de oro”, cuenta Miguel Mujica, viticultor de la viña. beneficios al viñedo (desde la polinización, el manejo natural de plagas, la provisión Viña San Pedro Tarapacá terminó este año de implementar su sendero de indagación en Isla de Maipo, con estaciones ubicadas tanto en el viñedo como en el cerro. “El objetivo de agua dulce y la mitigación de inundaciones, hasta la formación de suelos fértiles y es educar sobre biodiversidad nativa a nuestros trabajadores, a la comunidad y a los el control de variables climáticas locales), que le permitirían a las viñas hacer frente al turistas; enseñarles a los niños, por ejemplo, cómo se llaman los árboles y qué animales cambio climático. “El objetivo del programa es asegurar la conservación de los servicios ecosistémicos que existen en Chile. Nuestra intención es abrirlo a todo público en octubre”, cuenta Andrea las viñas reciben y que estas aprendan a usarlos para su beneficio y el de la Zwanzger, Jefe de Desarrollo Sustentable VSPT. comunidad. En este sentido, lo primero es que las viñas generen un mapa Por su parte, viña Garcés Silva partió realizando un inventario de y reconozcan lo que tienen en su campo –cuerpos de agua, corredores biodiversidad y desde entonces ha llevado a cabo acciones que van “Algunos biológicos, áreas de conservación y especies nativas, entre desde la instalación de perchas para aves rapaces hasta asesores d icen que otros–. Después pasamos a medidas concretas, por ejemplo, capacitaciones sobre biodiversidad a los trabajadores del habrá que elimin protección de los cursos de agua, capacitaciones sobre campo. Además, firmaron un convenio con CONAF que les ar 30.000 hectáreas aplicación de agroquímicos, cultivos entre hileras de especies ha permitido talar los eucaliptus y plantar 3.000 árboles de viñedo s nativas, y senderos de indagación y mejoramiento de la nativos en distintos sectores del viñedo. “Otra cosa interesante porque es tán conde conectividad dentro y fuera del viñedo. Otra práctica relevantes que hicimos fue medir la cantidad de vida microbiológica nados a morir”. Ig es el manejo de especies exóticas invasoras ”, explica la Doctora que había en los cuarteles, comparando aquellos más cercanos nacio Cas ali, en Ecología y directora del programa, Olga Barbosa. a las quebradas –trabajados sin herbicidas–, versus aquellos Viña Ga rcés Silva . 40 AGOSTO 2015 RE PO RTAJE Los ecosistemas mediterráneos se dan en cinco lugares del mundo: Chile Central, California y Baja California, suroeste de Australia, parte del Cabo de Sudáfrica y la cuenca Mediterránea. Contienen el 20% de todas las especies del mundo y tienen una alta tasa de endemismo. que están más alejados y en los que sí ha habido algún tipo puntual de aplicación de herbicidas. Los primeros presentaron una vida microbiológica muchísimo más alta, lo que es muy importante y se relaciona directamente con el control natural de plagas. Gracias a los manejos que hemos realizado, las plantas han ido mejorando muchísimo, la uva se mantiene más sana, con menos botrytis, y hay una sensación generalizada de que la calidad de los vinos ha mejorado”, señala Ignacio Casali, viticultor de la viña. Para Rodrigo Soto, enólogo de viña Veramonte, la colaboración con el programa es complementaria al cambio que está haciendo la viña hacia la agricultura orgánica: “El campo de Casablanca tiene en total 2.500 hectáreas, 400 de las cuales son viñedos, el resto corresponden a bosque nativo. El entorno que rodea al viñedo es valiosísimo y tiene un valor patrimonial enorme. Es un pulmón verde que tiene vida propia y que la impregna al resto. Para que te hagas una idea, cuando se hizo el levantamiento de biodiversidad, el equipo de Olga Barbosa estaba muy sorprendido porque se encontró con especies que se pensaba estaban extintas en la zona hace más de 60 años, como el gato colocolo”, cuenta orgulloso el enólogo. Otra arista de las investigaciones llevadas a cabo por Barbosa y el equipo VCCB es el trabajo con levaduras nativas. La hipótesis es que gran parte de la microfauna, entre ellas las levaduras, está relacionada con el entorno nativo del viñedo. “En el caso de Veramonte, todos nuestros vinos los hacemos con levaduras nativas y han mejorado muchísimo a causa de estos cambios que estamos realizando. Nosotros buscamos un resultado cualitativo, no un nicho de mercado o asirnos a una bandera de batalla. La idea es que entendamos qué elementos propios del entorno que rodea nuestro viñedo le aportan singularidad a nuestros vinos”. El grupo de cambio climático y viticultura del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), conformado por profesionales de los Centros de Investigación INIA Intihuasi (zona norte), INIA La Platina (zona centro) e INIA Raihuén (zona sur), se encuentra trabajando en un proyecto de cambio climático y viticultura. El trabajo de los investigadores comenzó con el análisis de datos climáticos históricos –para tener certeza respecto de la real magnitud del fenómeno y de cuáles eran las variables climáticas más afectadas–, y ha continuado con el análisis de datos de fenología provenientes del jardín de variedades que posee el instituto en el Centro Experimental Cauquenes, el que mantiene registros desde 1991. El INIA es tá Además del anterior proyecto, en la evaluando tres zona zona norte el grupo está llevando s históricam a cabo una investigación que se ente ajen as relaciona con el desarrollo de al vino: C h il e Chico, portainjertos tolerantes a Temuco y condiciones de estrés abiótico, tales Osorno. como sequía y salinidad. Lo primero que hicieron fue buscar vides naturalizadas o fuera de cultivo, desde Arica a Choapa, y entonces generaron una colección de alrededor de 150 variedades criollas: “La hipótesis es que estas plantas, por estar abandonadas o fuera de cultivo, han ido desarrollando mecanismos de adaptación a las condiciones extremas de disponibilidad de agua y salinidad que impone el norte de Chile”, indica Andrés Zurita, investigador a cargo del proyecto. Dentro de esta colección de uvas criollas, armaron una subcolección de 30 variedades de tipo país, la cual representa un reservorio de genes (germoplasma) muy interesante y podría presentar tolerancia a distintas condiciones del cambio climático: “Hemos ido seleccionado los materiales genéticos más promisorios y estamos evaluando en terreno desde hace cuatro años cuáles se comportan de mejor manera frente al déficit hídrico”. En la zona sur, el INIA Raihuén viene estudiando desde el 2001 el potencial vitivinícola de climas frescos como Chanco, Negrete y Cañete: “Durante cinco años se midió el crecimiento, fenología, producción y características de 18 variedades. Cuando se tuvo producción suficiente, se caracterizaron química y organolépticamente mostos y vinos. La conclusión fue que en las tres zonas había potencial para el cultivo de la vid”, señala la investigadora Marisol Reyes. Siguiendo con esta línea de investigación, actualmente están evaluando tres zonas históricamente consideradas ajenas a la producción de vinos: Chile Chico, Temuco y Osorno. “Si bien en estas dos últimas ya existen plantaciones de vid, se incluirán variedades que en la actualidad no están plantadas, con el fin de poner a disposición de quienes deseen innovar en esta área, antecedentes cuantitativos que permitan apoyar la correcta toma de decisiones”, concluye Marisol. REPO RTAJE AGOSTO 2015 41 B odegas Torres desde décadas que ha trabajado en fortalecer el respeto por la naturaleza como eje para obtener mejores vinos. “Practicamos una viticultura integrada, depuramos todas las aguas residuales y participamos activamente en la conservación y replantación de bosques regionales, así como la preservación del águila perdicera en España y del cóndor andino en Chile”, reza en su declaración de principios. En tal sentido, adscribe también a la agricultura orgánica y al comercio justo. Miguel A. Torres, a la cabeza del grupo, advierte aquí sobre las consecuencias del cambio climático. Considerando la evidencia que hoy se maneja sobre el impacto que tendrá el cambio climático para la vitivinicultura en Chile y el mundo. ¿Qué posición ha tomado la viña sobre el tema? No hay duda de que el cambio climático es la mayor amenaza a la que se enfrenta hoy el sector vitivinícola a nivel mundial. Pero, a pesar de que los efectos del calentamiento global ya empiezan a ser evidentes en la viña, todavía hace falta que las bodegas tomen conciencia real de las consecuencias que conlleva e inviertan en medidas para adaptarse al cambio y reducir sus emisiones de CO2, que son, entre otros, los gases causantes del calentamiento global del planeta. ¿Qué medidas han tomado para mitigar los efectos del cambio climático? Pusimos en marcha el programa medioambiental Torres & Earth en 2007 que involucra a todas las empresas del grupo, con el ambicioso objetivo de reducir en un 30% nuestra huella de carbono por botella en 2020. Desde entonces hemos invertido 10 millones de euros para ser más eficientes energéticamente hablando y reducir nuestras emisiones de CO2 en la totalidad del proceso productivo, desde la viña, pasando por la elaboración del vino y su envasado hasta el transporte final a su punto de destino. Hemos conseguido reducir un 38% las emisiones que 42 AGOSTO 2015 RE PO RTAJE corresponden a nuestro propio proceso productivo. El reto está ahora en conseguir reducir las emisiones correspondientes a todos los productos que adquirimos, el transporte y la logística hasta el punto de destino. En todas nuestras bodegas de España, fomentamos el uso de energías renovables con la instalación de placas solares y fotovoltaicas y calderas de biomasa para crear energía a partir de los restos de poda, además de utilizar vehículos híbridos o eléctricos. También utilizamos botellas más ligeras que permiten reducir las emisiones de CO2 generadas durante el transporte, y materiales reciclados en el packaging. En Chile, somos especialmente activos en todo lo que se refiere a la preservación medioambiental; cooperamos con el Comité Nacional Pro Defensa de la Fauna y Flora Chile (Codeff), disponemos de 300 hectáreas de bosque como parte de nuestro plan de reforestación, todos nuestros viñedos están certificados como orgánicos, y nuestra bodega en Curicó también posee la Certificación Nacional de Sustentabilidad. Pero estos programas “sustainable” son solo un primer paso y no implican un esfuerzo inversor en energías renovables y en la reducción activa de la huella de carbono. El hecho de que algunas viñas estén plantando cada vez más al sur de Chile, ¿es una consecuencia del cambio climático? ¿o tiene más que ver con tendencias y gustos del consumidor? Tanto en España como en Chile estamos procurando adaptarnos al cambio climático. En España, tenemos viñedos plantados en el pre-Pirineo catalán a 950 metros y hemos comprado tierra en el Pirineo aragonés, a 1.200 metros, donde hemos empezado a experimentar pero todavía hace demasiado frío para cultivar la viña de manera extensiva. En Chile, nos hemos dirigido hacia el sur y hemos compramos 230 hectáreas en el Valle de Itata, que además de mayor latitud tiene un componente que será de vital importancia en el futuro, el agua. Hace 40 años, el clima de la zona de Chillán no permitía el cultivo de variedades como cabernet sauvignon y carmenère ya que no se lograba la madurez adecuada de las uvas, pero ahora esto ha cambiado. ¿Habrá que plantar quizás otras variedades más aptas a las nuevas inclemencias del clima? ¿o adaptar las técnicas de vinificación? En estos momentos lo único que podemos hacer es adaptarnos para compensar el aumento de un grado de la temperatura con la implementación de una serie de prácticas vitícolas para retrasar la maduración de la uva. Con estas prácticas podríamos aguantar otro grado más pero, más allá (los expertos dicen que la temperatura podría aumentar de 2 a 5 grados en 2100), el mapa de las denominaciones de origen podría cambiar. Y esto sería desastroso para la viticultura tal como la entendemos hoy, que ha dedicado milenios de experimentación hasta encontrar la mejor localización para cada vid. Podría llegar un día en que tengamos que plantearnos sustituir algunas vitis viníferas por otras; en algunas zonas podríamos introducir monastrell en vez de tempranillo, o tempranillo en vez de pinot noir. O utilizar variedades ancestrales recuperadas más resistentes a la sequía. Según la experiencia de la viña ¿qué efectos concretos del cambio climático pueden apreciarse hoy en el viñedo? Hay que pensar que la vid es una planta extremadamente sensible a los cambios de temperatura. El aumento de tan solo un grado de temperatura del que hemos sido testigos en la región del Penedés, en España, en los últimos 40 años, ha hecho que la vendimia se haya adelantado en promedio unos 10 días. Esto puede provocar un desajuste entre la maduración de la uva y la maduración fenólica, que hace necesario un aumento de grado alcohólico y una bajada bastante pronunciada de la acidez. ¿Cómo serán los vinos del futuro? Seguramente serán vinos diferentes a los que el consumidor está acostumbrado, con variedades que se expresarán de manera distinta u otras que se habían dejado de cultivar y que volverán a formar parte de los coupages. Pero creo que hay que esperar y, en cualquier caso, en nuestra casa queremos asegurar la máxima calidad de los vinos. ¿Qué le depara a Chile como país vitivinícola ante el escenario del cambio climático? Habrá que adaptarse, como el resto de países vitivinícolas. Chile continuará siendo un país elaborador de vino con un reto cada vez mayor por mantener la calidad. Con el cambio climático, el principal problema para Chile va ser la escasez de agua en ciertas regiones; ya estamos viendo como la estación seca puede ser muy extensa y hay que regar la mayoría de los viñedos. ¿Creen que el resto de la industria debería tomar un rol más activo frente al tema? Sí, definitivamente. A pesar de que los efectos son ya evidentes, son pocos los bodegueros que parecen estar realmente conscientes de las consecuencias del cambio climático y de la necesidad de reducir las emisiones de CO2. Es importante que entiendan que para reducir estas emisiones es necesario invertir y crear una cultura en las empresas de ahorro energético. Pero poco podremos hacer los viticultores si nuestros gobiernos no legislan para incentivar las energías renovables. ¿Se le puede decir a los consumidores que tenemos vino para rato? Yo creo que lo importante es que todos aprendamos a cambiar nuestro estilo de vida. Recuerdo cuando compré mi primer coche híbrido Prius. ¡Vaya cambio! Más pequeño, con poco reprise pero con un consumo de solo 5l/100 km. Ahora paso al coche eléctrico este año. Estoy instalando placas fotovoltaicas en mi casa de Pacs del Penedès y trato de reducir mis viajes. REPO RTAJE AGOSTO 2015 43
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