L@s desobedientes

Fanzine
Num. 1
Entrevista con
Santiago Caruso
“El interpretador
de sombras”
Antonin Artaud
Poesía en el ring
TEXTOS DE:
María Cecilia Sánchez
Adriana Tafoya
Verónica Silva
Y. Lilian Rodríguez
Wilson Díaz
David Altamar
EDITORIAL Y REDACCIÓN:
Y. Lilian Rodríguez
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN:
Fabian Lozano
IMÁGENES E ILUSTRACIONES:
Lamia, Angel of flesh, Creative creature.
Por: Santiago Caruso
Imágen en Bombilla de oro, por Tiina
Kiivinen.
PORTADA:
The inner prophetess, por Santiago
Caruso
Las
CREADO POR EL COLECTIVO:
desobedientes
“El
conocimiento
si no se sabe
aplicar
es peor que
la ignorancia.”
C. Bukowski
Editorial
en muchos y variopintas estantes de
nuestra ciudad la necedad y la autonomía; una áspera realidad de observar
vestidos de consumo vitrinas de librerías
y lugares que resuenan en contradicciones, nos hacen estar aquí, paseando un
fanal hecho de la manera más honesta.
Quizás no podemos decir desinteresada, pues si hay algo que nos interesa es
cuestionar aquello que día y noche nos
aficiona a la vida, aquello que a manera
de razón nos concierne a todos de manera definitiva como lo es el derecho y
deber de Pensar y Ser.
L@s desobedientes llegan como lo definiría el maravilloso escritor Ambrose
Bierce en su magistral Diccionario del
Diablo como “un borde plateado en una
nube de servidumbre” borde que no se
acostumbra a ser exterior delgado, y
que prospera en peses a serviles nubes
de imposturas.
Somos un Fanzine que invita a escribir
y a releer, a enlazar distintas voces del
arte con los escalones rotos de la resistencia, creemos que es preciso salir de
las pasarelas caladas del orden impuesto y de voliciones que no son propias.
A menudo rescatamos ideas del vacío de
los polvorientos caminos y los arañazos que dejan cada año las secuelas de
la memoria, como una forma de elevar
el rostro y pisar más fuerte con el poder de la palabra. Ponemos aquí nuestra
esencia de desacato y reacción en este
nuestro primer fruto editorial.
Han sido años de desencuentros, donde
hemos visto empobrecer y desaparecer
Este es nuestro primer número en el
que encontrarán, un poco de la esfera
enorme que es el mundo de las palabras,
las imágenes y el pensamiento humano.
Ficciones y poéticas de la realidad que
somos. Bajo una araña de luz lo ponemos para ustedes. De antemano gracias,
a los que están aquí con su nervadura
hincando pasos sobre el papel y gracias
también a ustedes por poner sus ojos y
confabular del lado de la desobediencia.
Y. Lilian Rodríguez
Gestora cultural y editora L@s desobedientes
El Reino De Los Exiliados
¿Qué es mi nada, junto al estupor que os espera? *
Se podría trazar una línea entre la pavorosa pregunta de Jean-Arthur Rimbaud que
abre esta reflexión y Artaud en la desesperada vivencia de su tiempo. Quizá esta
línea, una vez trazada, sea justamente la de la locura. Ocuparse de la locura, y aún
más de la locura de Artaud, no tiene ningún sentido si no hay una aproximación a
aquello que nos señala. Y en esto Artaud fue prolífico.
Antonin Artaud vivió el intento más radical de enfrentar el estupor sin traición moral ni intelectual, esto es, sin dejar de expresar los sufrimientos y los pensamientos
a que dio lugar su búsqueda de la totalidad. Encontramos una primera barrera de
imágenes oscuras que son las manifestaciones de la locura. Hay quienes han preferido permanecer en la periferia, observar y disfrutar la tragedia de una manera
exotista, adulando la excentricidad de un tipo bizarro, sin arriesgar nada propio
nunca. Pero aplaudir esta excentricidad es aplaudir el sufrimiento del otro, es la más
inmoral comprensión que podamos ejercer, habida cuenta que fue Artaud mismo
quien señaló y sigue señalándonos hoy la profundísima destructividad de la locura
y de cuyas garras quiso escapar acudiendo por su voluntad a psicólogos y psiquiatras. “Estoy por debajo de mí mismo, lo sé y sufro de ello, pero consiento por miedo a
morir del todo”. Sin lograr nunca una respuesta que estuviera, no a la “altura” de sus
requerimientos, en consonancia con lo que estaba en juego. Recuérdese que Jacques
Rivière no quiso leer sus escritos como producciones poéticas, en lugar de estas, veía
algo que “con paciencia, inclusive si no se trata sino de la simple eliminación de las
imágenes y de los rasgos divergentes (usted) llegará a escribir poemas perfectamente
coherentes y armoniosos”, aplazando de esta manera una comprensión posible para
cuando Artaud estuviera asimilado. Una observación que equivale a pedirle a quien
es capaz de la más pura y verdadera expresión humana someterse al soneto para
obtener el lugar de poeta.
Desterrado aquí, he tenido una escena donde representar las obras maestras dramáticas de todas las literaturas.*
Aun así, Artaud produjo con su locura lo que para Susan Sontag constituye una de
las formas de esquivar la asimilación. (Las otras dos, es importante anotarlas, son los
exterminios, “porque sobrepasan los límites del sufrimiento”; y el silencio). Según
Sontag, con su locura Artaud hizo las veces de chamán de Occidente, ejerció un acto
expiatorio por todos y para todos. La perspectiva de Susan Sontag es la de que en la
sociedad las definiciones de cordura y de locura son arbitrarias, las más de las veces,
políticas. Así, encuentra que a cualquier fanatismo que no sea colectivo es a lo que
se llama locura.
“(…) He aquí lo que yo pienso del pensamiento: CIERTAMENTE EXISTE LA
INSPIRACIÓN. Y hay un punto fosforoso donde toda la realidad se vuelve a
encontrar, pero cambiada, metamorfoseada –y ¿gracias a qué?- un punto de
mágica utilización de las cosas. Y creo
en los aerolitos mentales, en las cosmogonías individuales”.
Más allá de los intereses políticos, las
guerras, los progresos, las avanzadas
de las culturas se han erigido sobre la
miseria, terreno en donde la consideración sobre lo humano es lo que menos
ha importado. ¿Qué es la patología en
occidente, más que la clasificación y la
domesticación de las pasiones del hombre? Pasiones: su padecimiento en algunos lugares sociales lleva a la forma
identificatoria con el colectivo, en otros
a la ruptura de los puentes que unen la
vida de los individuos con lo posible. Y
acá es donde se inserta el acto vital de
Artaud. Su lucha es contra la escisión
a que ha dado lugar el lenguaje de materias fragmentadas, de orígenes olvidados, en contra de las palabras apagadas,
en contra de la separación entre vida y
arte, entre pasión y representación. El
restablecimiento de los puentes perdidos
entre el hombre y su pasión será lo que
llevará a Artaud a plantear la Crueldad
como camino. Su planteamiento, a todas luces comprensible, es sin embargo
una lucha tenaz con lo imposible: “No
se trata en absoluto de la crueldad como
vicio, de la crueldad como brote de
apetitos perversos que se expresan por
medio de sanguinarios ademanes, como
excrecencias enfermizas en una carne
ya contaminada; sino al contrario, de
un espíritu desinteresado y puro, de un
verdadero impulso del espíritu basado
en los ademanes de la vida misma; y en
la idea de que la vida metafísicamente
hablando, y en cuanto admite la extensión, el espesor, la pesadez y la materia,
admite también, como consecuencia directa, el mal y todo lo que es inherente al
mal, al espacio, a la extensión y a la materia. Y todo esto culmina en la conciencia, y en el tormento, y en la conciencia
en el tormento. Y a pesar del ciego rigor
que implican todas estas contingencias,
la vida no puede dejar de ejercerse, pues
si no no sería vida; pero ese rigor, esa
vida que sigue adelante y se ejerce en la
tortura y el aplastamiento de todo, ese
sentimiento implacable y puro, es precisamente la crueldad. He dicho pues
“crueldad” como pude decir “vida” o
como pude decir “necesidad”…”.
Aquí se retoma el concepto de crueldad
sin recurrir a los problemas que planteaba para el teatro, pues para Artaud
no debería existir diferencia entre arte y
vida. Artaud tiene muchas cartas en las
que se empeña en explicar su concepto
del Teatro de la Crueldad, por cuanto lo
que más quería era aproximar el arte a
un acto vivo y transformador, intención
que basa en que la obra, tal y como llega
al público es ya una obra muerta, que
en el transcurso de inspiración a circu-
lación ha perdido el poder de provocar.
No podemos vivir eternamente
rodeados de muertos
y de muerte.
Y si todavía quedan prejuicios
hay que destruirlos
“el deber”
digo bien
EL DEBER
del escritor, del poeta, no es ir a
encerrarse cobardemente en un texto,
un libro, una revista de los que ya
nunca más saldrá, sino al contrario
salir afuera
para sacudir
para atacar
al espíritu público
si no
¿para qué sirve?
servo la historia de los tesoros que encontrasteis. ¡Veo lo que sigue!*
En busca de una liberación del hombre,
Artaud acudió a los ámbitos más dispares, desde los ritos del peyotl en la sierra donde habitan los tarahumaras a la
vida de Van Gogh, sus cartas –muchas
para explicar sus asuntos-, su historia
de Heliogábalo. Así como buscaba, con
la misma pasión se concentró allí donde intuyó que se hallaba una semilla. La
liberación del hombre, contrapuesta al
libertinaje que halló usurpando su lugar. Reconoció “una carga insincera”
en aquellos practicantes del libertinaje,
que en vez de un acto liberador ejercían
una experimentación de emociones y
una repetición de palabras ajenas. El
camino, de Artaud, por el contrario, es
¿Y para qué nació?
La búsqueda, como se dijo al principio,
es búsqueda de la totalidad, de la sabiduría que va en contra del dualismo.
Pero para Sontag, “todos los modelos
destinados a acabar con el dualismo,
destinados a alcanzar la conciencia unificada a nivel de intensidad gnóstica, están destinados al fracaso –de modo que
quienes se aventuran por sus caminos
acaban en lo que la sociedad denomina
locura, en el silencio o suicidándose…
El proyecto trasciende los límites de la
conciencia”. Pero es justamente “la mirada sobre la locura y la sintomatología
del arte lo que Artaud pone en tela de
juicio”.
Os indicaré las riquezas inauditas. Ob-
el de un sometimiento extremo en una
propuesta que surgió de la inspiración
en una transformación colectiva y pasó
a ser la propuesta de la búsqueda de
auto transformación. Sólo así podría
haber elaborado una idea tan singular
de la anarquía, tan dispar (y tan lejana)
con respecto a todas las ideologías que
se han construido sobre las palabras
libertad y anarquía, tan exigente con
respecto a lo que hemos aceptado como
nuestro origen y nuestro destino. “Parece también, (…) que sólo deba hacerse
intervenir al hombre y sus apetitos en
tanto se enfrente magnéticamente con
su destino. No para someterse a él, sino
para medirse con él”.
Quizá debamos inscribir en esa singu-
laridad sus enigmáticas frases sobre la
libertad, enigmáticas no por la intención de encubrir, segunda intención de
los enunciados de los intelectuales que
siempre atacó: “Podemos decir ahora
que toda verdadera libertad es oscura,
y se confunde infaliblemente con la libertad del sexo, que es también oscura, aunque no sepamos muy bien por
qué. Pues hace mucho tiempo que el
Eros platónico, el sentido genésico, la
libertad de la vida, desparecieron bajo
el barniz sombrío de la libido, que hoy
se identifica con todo lo sucio, lo ab-
yecto, infamante del hecho de vivir y de
precipitarse hacia la vida con un vigor
natural e impuro, y una fuerza siempre
renovada…”.
imperio romano, es la poética de un acto
empecinado en revivir el culto al sol en
el que se unifican la mujer y el hombre, y es la propia reflexión de Artaud
sobre la anarquía; Van Gogh, la visión
fraterna del artista y la denuncia de la
sociedad con sus psiquiatras a la cabeza como responsable de la destrucción
de un espíritu visionario; El teatro y su
doble, la reflexión sobre los problemas
estéticos y morales que le planteaba la
expresión a Artaud y el establecimiento
de la libertad como la necesaria culminación de toda búsqueda.
Artaud encuentra que Heliogábalo sigue
el sentido de la búsqueda de la unidad,
unidad cuya máxima expresión se encuentra en los mitos y en los nombres.
La elección del nombre por parte de Heliogábalo queda así explicada: un instalarse en el mito para someter la propia
vida y la de los demás a la unidad de un
principio.
Es imposible pasar por alto las notas
preliminares que utilizó Artaud para
escribir esta historia. En el punto del
nombre de Heliogábalo, se le presentan
al mismo Artaud tantas posibilidades de
expresión como manifestaciones en la
materia hubiera podido encontrar Heliogábalo:
Que supo hacer que su nombre no mintiese,
Que supo dar la vida por permanecer
fiel a un nombre,
Que supo conformar su vida a su nombre,
Que supo mostrar cómo se muere por el
propio nombre.
UN CETRO DE LOCURA
Una de las aristas del acto de Artaud
es la configuración de un pensamiento
anárquico. Diversas reflexiones y anotaciones en sus obras pueden dar cuenta
de este pensamiento.
Todo texto para Artaud es el texto. Así,
Heliogábalo es la historia del emperador adolescente en plena decadencia del
Tomar de la vida la multiplicidad de expresiones que se presentan, someterlas a
un principio, que no puede ser racional
porque todo pensamiento es opuesto a la
fijación de un principio, porque el pensamiento mismo tiene que prescindir de
su normal curso para concebir y asimilar este principio, destruir la dispersión
de los elementos, de los fragmentos que
constituyen toda manifestación diversa
y elevarlos en una sola, ese es el mandato al que se acogerá Heliogábalo. Este
mandato, esa forma de ley que acerca
tanto al anarquista y al tirano, según
Artaud, es el que lleva la divisa: “Ni Dios
ni señor, sólo yo”.
Artaud se pregunta si un principio es
algo diferente a una “facilidad verbal”,
que no tiene existencia fuera del espíritu que piensa puesto que lo hallado en la
realidad y en la vida es el deslizamiento
de la materia separada que se reconoce:
el fuego, el agua, la tierra, el cielo, etc. El
mismo pensamiento se le presenta a Artaud en plena movilidad –pensamos en
imágenes- y la introducción del principio tendrá entonces la eficacia que puede tener una función del espíritu: dado
que el hombre se encuentra dentro de la
duración, de la continuidad y del número, un principio es algo que ayuda a ver
claro en medio de las cosas.
“Heliogábalo era un anarquista nato,
que soportaba mal la corona y, todos
sus actos de rey fueron actos de anarquista nato, enemigo público del orden,
que es enemigo del orden público, pero
su anarquía la practicaba en primer
lugar en sí mismo y contra sí mismo, y
la anarquía que aportó al gobierno de
Roma podemos decir que la predicó con
el ejemplo y que la pagó con el precio
adecuado”.
En Heliogábalo, la crueldad es la única
vía que encuentra Artaud para que este
pudiera realizar su empresa, esta vez sí
sangrienta aunque no criminal: impuso un orden donde reinaba el desorden,
remplazó a los hombres del Senado por
mujeres, un bailarín dirigía su guardia,
los banquetes eran excesivos como desesperado su llanto ante la miseria de su
pueblo, se ofrecía en prostitución a la
entrada de los templos, se disfrazaba de
mujer en puestas en escena donde introducía la poética de un nuevo orden,
se hizo flagelar en castigo por haber
sido traicionado por un criado.
“Pero quien despierta esa anarquía peligrosa es siempre su primera víctima. Y
Heliogábalo fue un anarquista aplicado
que comenzó por devorarse a sí mismo
y acabó por devorar sus excrementos”.
*Del poema Vidas – I, de Jean-Arthur Rimbaud.
Publicado el 13 de abril de 1997 en el Magazín Dominical del diario El Espectador.
María Cecilia Sánchez. Bogotá. Psicóloga y escritora. Libros “Seres que nunca mueren” Consejo
Regional indígena del Cauca, 1997 (2006) y “Las
alas muertas”. Bogotá: Trilce Editores, 2006.
Ombligo de los limbos
Santiago
Caruso
El interpretador
de Sombras
Entrevista a Santiago Caruso
Por: Y. Lilian Rodríguez
El universo de Santiago Caruso es de magnos oscuros, de poéticos diálogos y de una magnifica
ética con su esencia y espíritu artístico. En el podemos encontrar la nervadura simbolista y la
libertad creadora de su propio tiempo; sus formas más sombrías comprenden la realidad y la
historia de una manera conectada por sus trazos que hoy por hoy lo sitúan como uno de los
grandes ilustradores y creadores de nuestro tiempo.
Hablamos con él, de su obra, su declarada desobediencia y la construcción sensible, brutal y
lóbrega, tenemos aquí al Interpretador de sombras.
Santiago, cuéntanos cual fue ese primer encuentro que marca tu vida como artista
Recuerdo ciertas cosas de taller, en formación paralela a mi época de secundaria. Empecé a
ver las cosas de otro modo, eran clases de cierta manera desastrosas, pero uno de los profesores tuvo una virtud, lograr que yo viera otros colores además de los que uno deduce de
lo real, con otro prisma distinto al propio. Sé que uno ve las cosas como las sabe, ve ciertas
cosas, podría decir que ver todo es absolutamente imposible, siempre vemos parcialidades o
interpretaciones; pero entre más conoces puedes ver algo un poco más en profundidad, esto
abrió una búsqueda de color y de otras cosas.
Si me hablas de epifanía, diría no lo sé. No es algo que aparezca de un momento a otro. Siempre dibujé, pero después casualmente llegue a un taller de caricatura que termino siendo
de historieta y ahí encause hacia donde ir con la representación, después vinieron lecturas
poéticas y fantásticas del siglo XIX, fui transitando del tipo de imagen narrativo y fui saliendo,
abordando el texto a través de símbolos y de imágenes retóricas, el uso de la metáfora. Mis
imágenes pueden verse poéticas, pero no son extremas, no se desentienden del texto, algunos
parten de la imagen, yo parto de lo íntimo, en respetuosa relación con el relato y la poesía,
tejo la obra, construyo un relato dependiendo el autor, Realismo mágico que tiene cierto
pensamiento poético, diría.
Si habláramos de influencias en tu obra, a quienes citarías
Te podría nombrar al Bosco obviamente, a Klimt en algún momento una influencia primera.
En ilustración y en historieta, porque yo vengo de ese mundo de la historieta podría citar
a Kent Williams, Dave McKean, Mike Mignola, a Quique Alcatena argentino ilustrador de
historietas y por supuesto Harry Clarke, al pintor noruego Odd Nerdrum. Hay un montón la
verdad que me gustan grandes maestros del simbolismo como Odilon Redon, Vrubel. Observo
mucho sus técnicas, no sé cuándo de esto hay en mi laburo, hay un montón de tipos, están ahí.
Crees en la musa inspiradora al realizar tu obra o hay una idea más racional a la
hora de pintar
En algún momento habíamos hablado de esto. Creo en la idea del arte como sueño dirigido, y es
una idea que me parece la más equilibrada; suelo partir de una idea, obviamente hay una emoción
o un tema por encargo que se configura con una forma vislumbrada, a partir de seguir imaginando se va sumando otra idea. Como un interpretador de ensueños aparece una imagen incompleta
la captura y la va dirigiendo hacia dónde luego aparecen más elementos, y ahora la imagen viene,
habla de nuevo. Vas entrando y saliendo de la obra como soñador o como intérprete.
Uno de mis primeros acercamientos con tu trabajo fue lo poético de la imagen, en
especial a través del libro de la condesa sangrienta ¿existe un universo simbólico y
poético en tu obra?
Hay un mundo, está claro, va más allá de la condesa, se empezó a tejer antes. Me parece
que un campo de desarrollo se dio durante mi trabajo en Caras y Caretas, revista argentina
política y de historia donde, comencé a hilar un acervo simbólico que se mezcló y amplío
entre sí, generando formas seres y lenguajes. En la condesa aparece algo de eso, pienso en los
mundos vegetales. Hace algunos días, estuve pintando estos elementos vegetales nuevamente,
como una representación de lo humano árbol y lo árbol humano, símbolos vegetales de la
existencia, que representan lo eterno y el pensamiento humano, una analogía de formas entre
la ramificación, la convicción de pensamiento y la ramas que extiende un árbol. También
en mi trabajo eso tiene mucho que ver con el cuerpo anclado a la tierra dependiente de los
elementos, con el dolor, con cierta angustia y cierta sed, lo ligo con la imagen de cristo donde
este es madera y cuerpo. Lo mítico-religioso, reinterpretado artísticamente, recién ahora en
Tecnópolis en el encuentro de la palabra me encuentro con esto nuevamente.
En la últimas intervenciones que has hecho, se entrelazan otras artes como la música, pintura y dramaturgia ¿Consideras que hay un dialogo entre las distintas artes
y tu obra?
Lo que hay, es una especie de influencia, un influjo mutuo. Es posible, la música se compone
allí en vivo. En el caso de Tecnópolis lugar donde se realiza el encuentro de la palabra en Buenos Aires, realicé una intervención junto a Mónica Poblete, cantante de flamenco, se dio un
diálogo sin planearlo, se desglosó un tema, una imagen y resulto por un contexto particular
una imagen de un árbol crucificado y un ave que salía de adentro, por así decirlo. Ella buscó
un espíritu con su voz, y también llego a la imagen, improvisando saetas, cantos y sonidos; así
mismo con los músicos de Sri Lanka, en otra intervención junto con Juan Ignacio Martínez
quienes con una ambientación especial de sonidos de violín y teclados contribuyeron a la
abstracción de una imagen.
Eres un artista poético en tus imágenes o eres un narrador
Me definiría más como un prosista poético en mis imágenes.
Cual de tus obras consideras la más importante hasta ahora
Hay una mezcla de cosas que yo he sentido, aunque no hay un punto de partida necesariamente profundo. No soy un genio, ni pretendo llevarme un crédito completo, hay hallazgos,
no sé si haya una obra, creo más en un conjunto. Hay algunas importantes para mí, podría
pensar en una ahora, llamada Ángel carnal, quizás por su simbolismo, El profeta interior, es
otra que me gusta mucho.
Santiago, quiero preguntarte ahora acerca del compromiso político y social del artista con respecto a su obra y su contexto ¿crees que debe haberlo?
No sé si deba haberlo, en mi caso lo hay. Me parece que aunque el artista no hable directamente frente a esa cuestión en su obra, como una especie de artista militante, debe tener un
compromiso social. Con mayor razón que otros actores sociales, no es obligación, pero en
mi obra lo hay aunque no sea directamente política esta y lo veo. Siempre pienso en eso, en
la interpretación aunque sea una novela fantástica. Hace poco ilustre una novela de Verne,
El Castillo de los Cárpatos y reinterprete la parte de los buenos y los malos, puede ser sutil,
pero podrás identificar otras percepciones en cuanto a la imagen que le da un realce a ciertos
aspectos de la historia que me interesaban también tocarlos allí.
Entonces eres un Desobediente
Es una de mis características «Risas»
¿Cómo te ves a futuro, Santiago?
No sé. Vivó, Por lo menos vivo «Risas» Me dedicaría a un quehacer más plástico, menos ligado
a la editorial, pintar más las cosas que me importan estoy trabajando para ello.
Estoy buscando eso.
Un libro para ilustrar quizás…
Marcel Schwob, El libro de Monelle
Santiago para cerrar una típica pregunta,
como te definirías en el marco
de tres palabras
«Risas» me parece que me encontrás en las cosas que fui diciendo, un interpretador de sueños,
un interpretador de sombras «Risas»
Definitivo tres palabras ni una más ni una menos.
Santiago Caruso (Quilmes, Argentina - 1982). Es un simbolista y artista surrealista, de un
concepto vanguardista pero arraigado en la estética del siglo XIX. Su obra destaca tanto por
el vigor de su poesía, así como por su técnica.
La luz de la espina
El Torneo de Poesía: un nuevo deporte para el mundo
Ciudad de México | Adriana Tafoya
La idea que dio vida al Torneo de Poesía Adversario en el cuadrilátero tiene
sus comienzos en 1999. Enfrentar a un poeta contra otro poeta, fue el motor
del proyecto de revista Ad versario, el cual consistía en reunir poesía y ajedrez en una misma publicación periódica. La revista fue un proyecto al alimón entre ajedrecistas y poetas. En la revista, la sección de Versus representa
un versus entre poetas, del mismo modo que se enfrentan dos ajedrecistas
en un tablero.
Es en 2003 cuando Verso Destierro se plantea la idea de un versus entre
poetas vivos sobre un escenario. El primer enfrentamiento fue planeado para
presentarse en el mítico Club Bonfer, del promotor, locutor y comentarista
deportivo, Alí Fernández. El “encontronazo” informal se dio entre dos poetas
de tendencia neogótica, que promovían su poesía en el Tianguis Cultural del
Chopo, atrayendo a una importante cantidad de seguidores. Por una parte,
Mario Cruz, más cercano al uruguayo Lautréamont, y por otra, Francisco
Jaymes, más influenciado por los beats. En 2004, Andrés Cisneros de la Cruz
y Adriana Tafoya fundamos la revista Verso Destierro: poesía para evolucionarte y ser, con el “conflicto” como propuesta. Dentro de sus páginas, en una
de las secciones, se mantuvo el concepto del versus, pero en vez de poetas
vivos se enfrentó a poetas muertos y con distintos puntos de vista sobre la
poesía, unidos a partir de una pregunta y la respuesta a través de un poema por cada uno de ellos.
Antes de 2007 en México —o en Latinoamérica—
no se ocupaba el concepto de torneo de poesía. Ni
para promover, realizar performance-poesía o
slams, ni como torneo literalmente. Aunque se registra la existencia en Panamá, del Premio Torneo
de Poesía de Verano, desde 1979 hasta 1996 aproximadamente, el certamen era igual a lo que conocemos en México como Juegos Florales y mantenía
la forma tradicional del concurso de poesía. A su
vez, nos recuerda también el importante Pushkin
in Britain Festival, que desde 2002 se realiza en
Londres con poetas rusos preseleccionados provenientes de toda Europa, con un formato parecido al
slam, pero con un jurado formal, y una lectura no
performática.
Aunque muchos no han alcanzado a dimensionar la idea del Torneo y sólo perciben un espacio
lúdico o performático o de curaduría editorial, la
influencia del concepto del ring como plataforma
para la cultura en México e Hispanoamérica se ha
vuelto una práctica popular en el gremio. Sin embargo la idea de “la poesía, un deporte intelectual”,
es un punto y aparte, ya que los proyectos que retoman la idea original de Verso Destierro, lo enfocan
hacia lo performático lúdico, o hacia la curaduría
escénica, antes que hacia lo deportivo. El cuadrilátero es el espacio simbólico en donde adversan los
poetas contra ellos mismos y el público. El Torneo
de Poesía Adversario en el cuadrilátero, que lanzó su convocatoria oficialmente en julio-agosto de
2007, y que consta de cuatro fases (semejante a los
torneos de futbol) donde los enfrentamientos son
poeta versus poeta (de dos a tres rounds con límite
de tiempo; tres minutos por poema) sobre un cuadrilátero profesional (con réferi, comentaristas deportivos de poesía y jurado en vivo) ha llevado a los
poetas al espacio público como a un ágora donde se
exponen y enfrentan las poéticas que representan
no sólo una estética, sino una propuesta de mundo, con sus políticas, sus creencias, y su elemental
Adriana Tafoya. México.1974. Algunos
de sus libros publicados son Animales
Seniles (2005), Enroque de flanco indistinto (2006), Sangrías
(2008), El matamoscas de Lesbia y otros
poemas
maliciosos
(2009 y 2010) Diálogos con la maldad
de un hombre bueno (España, 2010).
Malicia para niños
(2012), El derrumbe
de las Ofelias (2012)
y Viejos rituales para
amar a un anciano
(Casa Maya de la Poesía, 2012). Segundo
lugar en el Concurso
Nacional de Poesía El
Laberinto (2004); primer lugar en el I Slam
de Poesía organizado
por la Alianza Francesa (2007); tercer
lugar en el Certamen
Relámpago Internacional de Poesía Bernardo Ruiz (2008) y
finalista en el Premio
Nacional de Poesía
temática Tinta Nueva (2010). Creadora
del Torneo de Poesía
Adversario en el cuadrilátero. Incluida en
más de cuarenta antologías, entre ellas
el Anuario de poesía
2007 (FCE 2008) y
Antología de la poesía
mexicana (selección
de Juan Domingo Argüelles, Océano / Sanborns, 2014). Es compiladora de 40 Barcos
de Guerra y editora de
Verso Destierro.
“No busca
promover
ideologías,
sino dar voz
a las ideas”.
forma de construir a los seres, y ha
traído un resurgimiento del concepto de torneo de poesía, que se
está tomado como base para otros
proyectos tanto nacionales como
internacionales y es punto de partida para adecuar otras modalidades
del mismo. Por otra parte, también
a partir del Torneo de Poesía han
brotado de este escenario, poetas
que ahora son promotores acérrimos de proyectos interdisciplinarios, lecturas en voz alta, slams y
performance, así como otra cantidad de poetas ahora acogidos por
instituciones gubernamentales.
Manifestamos que el Torneo de
Poesía Adversario en el cuadrilátero no es sólo un juego, no es una
representación, no es un circo: es
un auto móvil. No hay escenografía, no es una carreta, aunque
ambos tengan cuatro ruedas. Todo
cuanto acontece es real en el Torneo. No obedece a intereses de grupos, mafias, religiones o sectas. Ni
a fines partidistas. No busca pro-
mover ideologías, sino dar voz
a las ideas. Opta por lo diverso,
su intención no es religar, sino
individualizar, por lo tanto, reafirma la injerencia cívica y autónoma para descentralizar la
poesía. El Torneo no concuerda
con los certámenes tradicionales
de poetas, porque a diferencia
de ellos, su propuesta de conflicto como método evolutivo a
través del versus, sirve de catalizador social para crear zonas
de lucha pacífica y fomentar la
sana competencia, con todo el
interés de hacer, efectivamente,
de la poesía un deporte. En una
sociedad con gobierno, pero sin
autoridad, el Torneo constituye
un montículo para regresar la
autoridad al poeta, a través de la
competencia abierta a todos los
actores sociales, para así legitimar el valor de quien obtiene,
no el triunfo, sino el privilegio y
la responsabilidad de “una posición social”, un compromiso que
no sólo se desarrolla en la obra
poética, sino en la praxis, y esto,
es la autoridad del campeonato.
Porque donde todo es círculo, un
cuadrilátero hace la diferencia.
La voz
de
Bombilla de oro
las
luciérnagas
Por: Veronica Silva
Tenía cuatro años cuando por primera vez me dejaron a cargo de algo. Se
trataba de una bombilla de alpaca con pico y algunas decoraciones en oro.
Papá y mamá habían estado tomando mate antes de empezar el trabajo de
cosecha de tung.
— ¿A quién te referís cuando decís papá?
—A Don Quinto, mi abuelo.
Se alejaron bastante de mí y me dejaron con el mate y la bombilla de oro y
demás cosas que habían llevado a la chacra. No tenia miedo de quedarme
sola porque estaba bastante claro ya, además no me sentía sola. Solía jugar
con mi sombra, creía seguramente que podía ser un amigo, un compañero
imaginario como tienen todos los chicos.
Mamá siempre me retaba porque hablaba con las sombras. Nunca me
explicó por qué exactamente. Mis hermanos me asustaban diciéndome que
un día me contestaría pero yo no les creía. Mis hermanos eran de mentir.
Beto era el más cabezudo de todos. Siempre estaba mintiendo, asustando y
haciendo bromas muy perversas.
Bien, me acuerdo que ese día de la bombilla, estaba hablando con ella (mi
sombra) y le contaba cosas, quién sabe qué. Uno cuando es chico habla con
tanto sentido incoherencias. De pronto, cuando alcé la vista, ví un perro
inmenso sentado en un árbol. Me estaba mirando, y grité como una loca…
— ¿Un perro? ¿Era un yaguareté y creíste que era un perro?
— ¡No! Era un perro marrón grandísimo que me miraba fijamente.
No sé si era real. La cosa es que cuando mamá y papá vinieron a ver qué
me había pasado no encontramos más nada. Papá tenía la escopeta con él
y era capaz de dispararle a cualquier cosa; más si era alguien que estaba
conmigo ahí. Después que pasó todo y me llevaron a la casa, se acordaron
de la bombilla de oro. Fueron a buscarla y no la encontraron más.
Como veinte o treinta años más tarde la tía encontró la bombilla mientras
preparaba la tierra para su huertita
en esa parte del piquete. Pero hasta
ese entonces, todos decían que yo
había perdido la bombilla. Decían:
— esa bombilla ¿te acordás? La que
Inés perdió.
Seguramente la bombilla se perdió
en la hojarasca, para colmo después
llovió como dos semanas seguidas.
Ese día, recuerdo, no había sol y se
hizo imposible ver la bombilla en
ese suelo tan tupido.
— Siempre fuiste de tener miedo
vos ¿Te acordás de la vez que creíste que una vaca te seguía?
— Me estaba siguiendo. Parecían
que caminaba lejos de nosotras y
cuando me dí vuelta, una vaca se
venía encima de mí.
— ¡Vos y tus ideas!
— Estaba caminando del otro lado
de la calle. Eran ideas tuyas no más,
encima ni siquiera tuvimos tiempo
de ver si era así, porque corriste
como una condenada y te seguimos.”
— ¿Me pregunto por qué será que
ese perro me miraba? Y si lo imaginé, ¿de dónde lo saqué?
— Eras chiquita, seguro lo imaginaste.
Sé que me imaginé. Por eso mamá
no quería que jugara de esa forma,
pero
¿Por qué me asusté de mis propios
juegos?
«…»
Hasta ahora el tío me carga con eso
de la bombilla y del perro. La tía, en
cambio me dice que ese perro era
un ladrón que quería la bombilla
de oro. Viste que la tía cree en esas
cosas de los nativos, que enterraban
oro y dejaban guardianes y demás.
No me acuerdo de dónde el abuelo
Quinto sacó esa bombilla…
Ese hombre que trabajaba con él en
la chacra se la dio ¿te acordás?
Ese tipo que vivía solo en la casa
cerca del potrero. Don Quinto
le había arreglado el mango del
machete y el hombre este no sabía
cómo pagarle. Después, una noche
fue a casa medio temeroso porque
estaba llena de gente, tenía cierta
vergüenza seguro, y le dio la bombilla a papá.
Pero antes ya la tenía. Recuerdo
haber visto esa bombilla entre las
cosas del bisabuelo de Don Elmer
¿Dónde está esa bombilla ahora?
¿En la casa de tía, será?
No sé, se pelearon tanto por tenerla
después que la encontraron. Creo
que se la dieron a Lucho cuando se
casó, ¿te acordás que nos contó tía
que no sabían que regalarle?
—Quedó loca la mujer de Lucho ¿te
conté?
—Sí, me contaste que tuvieron que
llamar a un sacerdote para que
bendiga la casa
Tomaba muchas porquerías la gurisa ésta que terminó re-mal.
Veía cosas, medio igual que vos
nomás te digo.
—Ella me llegó a contar que ese día
que fuimos de nuevo a la casa de
papá ella vio en la huerta de tía, un
montón de gallinas negras.
¿En serio? Mirá si se entera que
Lucho piensa llevarla a vivir, en la
casa que era de Don Quinto
“Pobrecita.”
Verónica Silva nació en Posadas,
Misiones Argentina en 1985. Es
profesora de inglés y actualmente
trabaja en escuelas secundarias en
la ciudad de Garupá y Candelaria,
Misiones.
Díaz Rodríguez
Wilson G.
El Paderewski de los guantes caídos
Unos días después solo sentía un nervio
que me palpitaba en los dientes
Contra las cuerdas
Floyd Patterson
la desgracia cae en sordina.
Mi rostro es la manopla de cuero
un vinilo apagado en el primer asalto.
Mi cuerpo un saco de entrenamiento.
de catorce a veinte colores
cesando en un perfecto blanco.
Mi sonrisa entierra el bicho del hambre
que viene en picada hacia la zona de puntuación.
Contra las cuerdas la vida se tambalea
en el balde de los segundos.
Palpitan mis nervios entre los guantes caídos
de este paderewski perdedor.
Contra todos, mi noche
respira en sudor
frente a la desesperación de mis gritos
desobedientes en el ring.
¿Qué tan profundo podría ser un golpe?
¿Qué tanto caerías dentro de ti mismo
si el golpe te hundiera tus sueños
para
que
respires
ausencia
a oscuras?
¿Qué tanto de boxeo podrías aprender
si supieses que la vida te pelea,
que tu aliada es la muerte
-No por amiga sino por amantey el amor solo mueve sus caderas
entre raunds
y pierdes?
Que rebotas en los bordes del planeta
para no caerte en el espacio y que la
gente te abuchee
-Aunque
lees
porque
te gusta
c
a
e
r-
Que Dios te puso barreras
y no pensarás más de lo que él ha pensado.
Que vives subordinado
por las leyes de la física
y del capitalismo.
Que la poesía te sabe a mierda
porque le lambiste el culo a Gloría.
Y te la recuerda.
Que la vida es una lucha,
que el boxeo no es tan brutal,
que a los dos ignoras
y que las tres líneas de arriba nunca
entenderás. Qué nada entiendes.
Que si ganas o si no
igual pierdes.
Qué de los golpes solo se aprende
cuánto duele la herida.
Que lo demás es mierda,
Como la poesía.
Como la gloría.
Como el boxeo.
Como la vida.
¡qué comamos chatarra!
-dice la tele,
para levantarnos
a seguir peleando
Altam,ar
El boxeo
David
Estos son los dos poemas de los ganadores de el primer slam de poesía realizado por nuestro colectivo, el 14 de febrero de 2015 en la ciudad de Bogotá,
fue difícil el veredicto final de los jurados por eso se decidió unánimemente
dar la victoria a dos participantes.
con lo que nosotros
mismos cagamos.
En fin,
dime:
¿Qué tanto de boxeo
aprenderías
si supieras
que
tu
mayor
oponente
es
tu
propia
vida?
Cursa Estudios
Literarios en la Universidad Autónoma
de Colombia. Ha
promocionado la
literatura infantil y
juvenil en espacios
no convencionales
desde el año 2006.
Ha desarrollado
talleres de lectura para niños y
jóvenes. Algunos
de sus poemas han
sido publicados
en la fundación y
editorial DomingoAtrasado. Obtuvo
el segundo premio
en la categoría de
ciencias humanas
por su ensayo Ojos
erectos, presentado en el Vigésimo
Sexto Concurso
Estudiantil “Fernando González” en el
2011 y el segundo
premio en la categoría de ciencias
humanas por su ensayo La apocalíptica
Yoknapatawpha
County, en tres
relatos del escritor
William Faulkner,
presentado en el
Trigésimo Concurso
Estudiantil “Fernando González” en
el 2013. Su poema
Locomotora- Film
fue seleccionado en
el segundo semestre
del 2013 en la
revista cartagenera
Cabeza de Gato.
Los Poetas
Wilson Guillermo
Díaz Rodríguez
(Bogotá, 1978).
ARTERIA
ARTIFICIAL
A Henry Miller y Brenda Venus
“Siempre enamorado.”
Luis Cernuda de Tiziano
Ella es una belleza del Sur.
Piel roja instalada en dieciséis horas
su rostro pierde la quietud en las fotografías.
es la actriz dramática, atrevida, oscura.
En los escenarios su único ojo
baila con malvivientes que gritan su llegada.
Ella es arteria artificial apasionada y solitaria
de versos besos escondidos, detrás de las medrosas
tarimas de la seducción.
Ella es la autobiografía de tu semen
Miller
iluminado en la nevisca sexual del otoño.
Wilson
del
BAJO EL SOL DE BISKRA
Te pertenezco. Te obedezco. Me abandono.
André Gide
Alguien provoca el escándalo,
turbado de Aquasanta.
La borrasca de los sudores nocturnos
se esclavizan en los cuerpos al descubierto.
La mirada riente se abandona
al deseo
cuando braman enjaulados
los invisibles fluidos temerosos
de que el sol de Biskra se apague.
El toque de los contornos libidinosos
eyaculan el cielo impuro.
Yo
el
otro
habita en tu carne insultada
de Demonio.
Individualizo los rayos
violados que crecen dentro de tus ojos.
Bajo este sol caído.
Me pertenezco.
Me abandono.
Parásito de tus lujurias sospechosas
envenenadas entre las fuentes mudas de la depravación.
Díaz
Los Poetas
David Altamar
(Barranquilla, 1996).
Estudia en el SENA Escritura para productos
audiovisuales.
INMORTALIDAD
Suelo extrañar el futuro para no lamentar el pasado
Por eso, más que los recuerdos, extraño los años.
Los años futuros que son humo y prometen,
Además de cáncer, sonreír con todos los dientes.
Suelo extrañar al futuro más que al pasado
Porque llevo 18 años con la tinta enfrente
Y me queda más de vida que de muerte.
Y aunque en cada bolsillo cargue tres pesos.
En el futuro no me recordarán por mi fino manto
Sino por mis versos.
del
PRE-TENSION
Suelo pro-tejerte la espalda
para cobijarme en tu sombra
por miedo a lo que pienses si te miro de frente.
Suelo andar en tu espalda:
atento,
miedoso,
inseguro,
débil,
sumiso,
manipulado.
Pegado a tu espalda
para soportar mi peso.
Suelo cargarme de miedos
y ser suicida.
Suicidarme:
pretender ser tu vida
dejando la mía.
Suelo cobijarme en tu sombra
porque no tengo una propia. Y temerte la boca
que besa otras bocas
Y entre esas, la mía.
David Altamar
Suelo temerte la boca
que besa otra boca
por temer que no me bese a mí
y si lo hace,
bese a otra.
Las
desobedientes