Fanzine Num. 1 Entrevista con Santiago Caruso “El interpretador de sombras” Antonin Artaud Poesía en el ring TEXTOS DE: María Cecilia Sánchez Adriana Tafoya Verónica Silva Y. Lilian Rodríguez Wilson Díaz David Altamar EDITORIAL Y REDACCIÓN: Y. Lilian Rodríguez DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN: Fabian Lozano IMÁGENES E ILUSTRACIONES: Lamia, Angel of flesh, Creative creature. Por: Santiago Caruso Imágen en Bombilla de oro, por Tiina Kiivinen. PORTADA: The inner prophetess, por Santiago Caruso Las CREADO POR EL COLECTIVO: desobedientes “El conocimiento si no se sabe aplicar es peor que la ignorancia.” C. Bukowski Editorial en muchos y variopintas estantes de nuestra ciudad la necedad y la autonomía; una áspera realidad de observar vestidos de consumo vitrinas de librerías y lugares que resuenan en contradicciones, nos hacen estar aquí, paseando un fanal hecho de la manera más honesta. Quizás no podemos decir desinteresada, pues si hay algo que nos interesa es cuestionar aquello que día y noche nos aficiona a la vida, aquello que a manera de razón nos concierne a todos de manera definitiva como lo es el derecho y deber de Pensar y Ser. L@s desobedientes llegan como lo definiría el maravilloso escritor Ambrose Bierce en su magistral Diccionario del Diablo como “un borde plateado en una nube de servidumbre” borde que no se acostumbra a ser exterior delgado, y que prospera en peses a serviles nubes de imposturas. Somos un Fanzine que invita a escribir y a releer, a enlazar distintas voces del arte con los escalones rotos de la resistencia, creemos que es preciso salir de las pasarelas caladas del orden impuesto y de voliciones que no son propias. A menudo rescatamos ideas del vacío de los polvorientos caminos y los arañazos que dejan cada año las secuelas de la memoria, como una forma de elevar el rostro y pisar más fuerte con el poder de la palabra. Ponemos aquí nuestra esencia de desacato y reacción en este nuestro primer fruto editorial. Han sido años de desencuentros, donde hemos visto empobrecer y desaparecer Este es nuestro primer número en el que encontrarán, un poco de la esfera enorme que es el mundo de las palabras, las imágenes y el pensamiento humano. Ficciones y poéticas de la realidad que somos. Bajo una araña de luz lo ponemos para ustedes. De antemano gracias, a los que están aquí con su nervadura hincando pasos sobre el papel y gracias también a ustedes por poner sus ojos y confabular del lado de la desobediencia. Y. Lilian Rodríguez Gestora cultural y editora L@s desobedientes El Reino De Los Exiliados ¿Qué es mi nada, junto al estupor que os espera? * Se podría trazar una línea entre la pavorosa pregunta de Jean-Arthur Rimbaud que abre esta reflexión y Artaud en la desesperada vivencia de su tiempo. Quizá esta línea, una vez trazada, sea justamente la de la locura. Ocuparse de la locura, y aún más de la locura de Artaud, no tiene ningún sentido si no hay una aproximación a aquello que nos señala. Y en esto Artaud fue prolífico. Antonin Artaud vivió el intento más radical de enfrentar el estupor sin traición moral ni intelectual, esto es, sin dejar de expresar los sufrimientos y los pensamientos a que dio lugar su búsqueda de la totalidad. Encontramos una primera barrera de imágenes oscuras que son las manifestaciones de la locura. Hay quienes han preferido permanecer en la periferia, observar y disfrutar la tragedia de una manera exotista, adulando la excentricidad de un tipo bizarro, sin arriesgar nada propio nunca. Pero aplaudir esta excentricidad es aplaudir el sufrimiento del otro, es la más inmoral comprensión que podamos ejercer, habida cuenta que fue Artaud mismo quien señaló y sigue señalándonos hoy la profundísima destructividad de la locura y de cuyas garras quiso escapar acudiendo por su voluntad a psicólogos y psiquiatras. “Estoy por debajo de mí mismo, lo sé y sufro de ello, pero consiento por miedo a morir del todo”. Sin lograr nunca una respuesta que estuviera, no a la “altura” de sus requerimientos, en consonancia con lo que estaba en juego. Recuérdese que Jacques Rivière no quiso leer sus escritos como producciones poéticas, en lugar de estas, veía algo que “con paciencia, inclusive si no se trata sino de la simple eliminación de las imágenes y de los rasgos divergentes (usted) llegará a escribir poemas perfectamente coherentes y armoniosos”, aplazando de esta manera una comprensión posible para cuando Artaud estuviera asimilado. Una observación que equivale a pedirle a quien es capaz de la más pura y verdadera expresión humana someterse al soneto para obtener el lugar de poeta. Desterrado aquí, he tenido una escena donde representar las obras maestras dramáticas de todas las literaturas.* Aun así, Artaud produjo con su locura lo que para Susan Sontag constituye una de las formas de esquivar la asimilación. (Las otras dos, es importante anotarlas, son los exterminios, “porque sobrepasan los límites del sufrimiento”; y el silencio). Según Sontag, con su locura Artaud hizo las veces de chamán de Occidente, ejerció un acto expiatorio por todos y para todos. La perspectiva de Susan Sontag es la de que en la sociedad las definiciones de cordura y de locura son arbitrarias, las más de las veces, políticas. Así, encuentra que a cualquier fanatismo que no sea colectivo es a lo que se llama locura. “(…) He aquí lo que yo pienso del pensamiento: CIERTAMENTE EXISTE LA INSPIRACIÓN. Y hay un punto fosforoso donde toda la realidad se vuelve a encontrar, pero cambiada, metamorfoseada –y ¿gracias a qué?- un punto de mágica utilización de las cosas. Y creo en los aerolitos mentales, en las cosmogonías individuales”. Más allá de los intereses políticos, las guerras, los progresos, las avanzadas de las culturas se han erigido sobre la miseria, terreno en donde la consideración sobre lo humano es lo que menos ha importado. ¿Qué es la patología en occidente, más que la clasificación y la domesticación de las pasiones del hombre? Pasiones: su padecimiento en algunos lugares sociales lleva a la forma identificatoria con el colectivo, en otros a la ruptura de los puentes que unen la vida de los individuos con lo posible. Y acá es donde se inserta el acto vital de Artaud. Su lucha es contra la escisión a que ha dado lugar el lenguaje de materias fragmentadas, de orígenes olvidados, en contra de las palabras apagadas, en contra de la separación entre vida y arte, entre pasión y representación. El restablecimiento de los puentes perdidos entre el hombre y su pasión será lo que llevará a Artaud a plantear la Crueldad como camino. Su planteamiento, a todas luces comprensible, es sin embargo una lucha tenaz con lo imposible: “No se trata en absoluto de la crueldad como vicio, de la crueldad como brote de apetitos perversos que se expresan por medio de sanguinarios ademanes, como excrecencias enfermizas en una carne ya contaminada; sino al contrario, de un espíritu desinteresado y puro, de un verdadero impulso del espíritu basado en los ademanes de la vida misma; y en la idea de que la vida metafísicamente hablando, y en cuanto admite la extensión, el espesor, la pesadez y la materia, admite también, como consecuencia directa, el mal y todo lo que es inherente al mal, al espacio, a la extensión y a la materia. Y todo esto culmina en la conciencia, y en el tormento, y en la conciencia en el tormento. Y a pesar del ciego rigor que implican todas estas contingencias, la vida no puede dejar de ejercerse, pues si no no sería vida; pero ese rigor, esa vida que sigue adelante y se ejerce en la tortura y el aplastamiento de todo, ese sentimiento implacable y puro, es precisamente la crueldad. He dicho pues “crueldad” como pude decir “vida” o como pude decir “necesidad”…”. Aquí se retoma el concepto de crueldad sin recurrir a los problemas que planteaba para el teatro, pues para Artaud no debería existir diferencia entre arte y vida. Artaud tiene muchas cartas en las que se empeña en explicar su concepto del Teatro de la Crueldad, por cuanto lo que más quería era aproximar el arte a un acto vivo y transformador, intención que basa en que la obra, tal y como llega al público es ya una obra muerta, que en el transcurso de inspiración a circu- lación ha perdido el poder de provocar. No podemos vivir eternamente rodeados de muertos y de muerte. Y si todavía quedan prejuicios hay que destruirlos “el deber” digo bien EL DEBER del escritor, del poeta, no es ir a encerrarse cobardemente en un texto, un libro, una revista de los que ya nunca más saldrá, sino al contrario salir afuera para sacudir para atacar al espíritu público si no ¿para qué sirve? servo la historia de los tesoros que encontrasteis. ¡Veo lo que sigue!* En busca de una liberación del hombre, Artaud acudió a los ámbitos más dispares, desde los ritos del peyotl en la sierra donde habitan los tarahumaras a la vida de Van Gogh, sus cartas –muchas para explicar sus asuntos-, su historia de Heliogábalo. Así como buscaba, con la misma pasión se concentró allí donde intuyó que se hallaba una semilla. La liberación del hombre, contrapuesta al libertinaje que halló usurpando su lugar. Reconoció “una carga insincera” en aquellos practicantes del libertinaje, que en vez de un acto liberador ejercían una experimentación de emociones y una repetición de palabras ajenas. El camino, de Artaud, por el contrario, es ¿Y para qué nació? La búsqueda, como se dijo al principio, es búsqueda de la totalidad, de la sabiduría que va en contra del dualismo. Pero para Sontag, “todos los modelos destinados a acabar con el dualismo, destinados a alcanzar la conciencia unificada a nivel de intensidad gnóstica, están destinados al fracaso –de modo que quienes se aventuran por sus caminos acaban en lo que la sociedad denomina locura, en el silencio o suicidándose… El proyecto trasciende los límites de la conciencia”. Pero es justamente “la mirada sobre la locura y la sintomatología del arte lo que Artaud pone en tela de juicio”. Os indicaré las riquezas inauditas. Ob- el de un sometimiento extremo en una propuesta que surgió de la inspiración en una transformación colectiva y pasó a ser la propuesta de la búsqueda de auto transformación. Sólo así podría haber elaborado una idea tan singular de la anarquía, tan dispar (y tan lejana) con respecto a todas las ideologías que se han construido sobre las palabras libertad y anarquía, tan exigente con respecto a lo que hemos aceptado como nuestro origen y nuestro destino. “Parece también, (…) que sólo deba hacerse intervenir al hombre y sus apetitos en tanto se enfrente magnéticamente con su destino. No para someterse a él, sino para medirse con él”. Quizá debamos inscribir en esa singu- laridad sus enigmáticas frases sobre la libertad, enigmáticas no por la intención de encubrir, segunda intención de los enunciados de los intelectuales que siempre atacó: “Podemos decir ahora que toda verdadera libertad es oscura, y se confunde infaliblemente con la libertad del sexo, que es también oscura, aunque no sepamos muy bien por qué. Pues hace mucho tiempo que el Eros platónico, el sentido genésico, la libertad de la vida, desparecieron bajo el barniz sombrío de la libido, que hoy se identifica con todo lo sucio, lo ab- yecto, infamante del hecho de vivir y de precipitarse hacia la vida con un vigor natural e impuro, y una fuerza siempre renovada…”. imperio romano, es la poética de un acto empecinado en revivir el culto al sol en el que se unifican la mujer y el hombre, y es la propia reflexión de Artaud sobre la anarquía; Van Gogh, la visión fraterna del artista y la denuncia de la sociedad con sus psiquiatras a la cabeza como responsable de la destrucción de un espíritu visionario; El teatro y su doble, la reflexión sobre los problemas estéticos y morales que le planteaba la expresión a Artaud y el establecimiento de la libertad como la necesaria culminación de toda búsqueda. Artaud encuentra que Heliogábalo sigue el sentido de la búsqueda de la unidad, unidad cuya máxima expresión se encuentra en los mitos y en los nombres. La elección del nombre por parte de Heliogábalo queda así explicada: un instalarse en el mito para someter la propia vida y la de los demás a la unidad de un principio. Es imposible pasar por alto las notas preliminares que utilizó Artaud para escribir esta historia. En el punto del nombre de Heliogábalo, se le presentan al mismo Artaud tantas posibilidades de expresión como manifestaciones en la materia hubiera podido encontrar Heliogábalo: Que supo hacer que su nombre no mintiese, Que supo dar la vida por permanecer fiel a un nombre, Que supo conformar su vida a su nombre, Que supo mostrar cómo se muere por el propio nombre. UN CETRO DE LOCURA Una de las aristas del acto de Artaud es la configuración de un pensamiento anárquico. Diversas reflexiones y anotaciones en sus obras pueden dar cuenta de este pensamiento. Todo texto para Artaud es el texto. Así, Heliogábalo es la historia del emperador adolescente en plena decadencia del Tomar de la vida la multiplicidad de expresiones que se presentan, someterlas a un principio, que no puede ser racional porque todo pensamiento es opuesto a la fijación de un principio, porque el pensamiento mismo tiene que prescindir de su normal curso para concebir y asimilar este principio, destruir la dispersión de los elementos, de los fragmentos que constituyen toda manifestación diversa y elevarlos en una sola, ese es el mandato al que se acogerá Heliogábalo. Este mandato, esa forma de ley que acerca tanto al anarquista y al tirano, según Artaud, es el que lleva la divisa: “Ni Dios ni señor, sólo yo”. Artaud se pregunta si un principio es algo diferente a una “facilidad verbal”, que no tiene existencia fuera del espíritu que piensa puesto que lo hallado en la realidad y en la vida es el deslizamiento de la materia separada que se reconoce: el fuego, el agua, la tierra, el cielo, etc. El mismo pensamiento se le presenta a Artaud en plena movilidad –pensamos en imágenes- y la introducción del principio tendrá entonces la eficacia que puede tener una función del espíritu: dado que el hombre se encuentra dentro de la duración, de la continuidad y del número, un principio es algo que ayuda a ver claro en medio de las cosas. “Heliogábalo era un anarquista nato, que soportaba mal la corona y, todos sus actos de rey fueron actos de anarquista nato, enemigo público del orden, que es enemigo del orden público, pero su anarquía la practicaba en primer lugar en sí mismo y contra sí mismo, y la anarquía que aportó al gobierno de Roma podemos decir que la predicó con el ejemplo y que la pagó con el precio adecuado”. En Heliogábalo, la crueldad es la única vía que encuentra Artaud para que este pudiera realizar su empresa, esta vez sí sangrienta aunque no criminal: impuso un orden donde reinaba el desorden, remplazó a los hombres del Senado por mujeres, un bailarín dirigía su guardia, los banquetes eran excesivos como desesperado su llanto ante la miseria de su pueblo, se ofrecía en prostitución a la entrada de los templos, se disfrazaba de mujer en puestas en escena donde introducía la poética de un nuevo orden, se hizo flagelar en castigo por haber sido traicionado por un criado. “Pero quien despierta esa anarquía peligrosa es siempre su primera víctima. Y Heliogábalo fue un anarquista aplicado que comenzó por devorarse a sí mismo y acabó por devorar sus excrementos”. *Del poema Vidas – I, de Jean-Arthur Rimbaud. Publicado el 13 de abril de 1997 en el Magazín Dominical del diario El Espectador. María Cecilia Sánchez. Bogotá. Psicóloga y escritora. Libros “Seres que nunca mueren” Consejo Regional indígena del Cauca, 1997 (2006) y “Las alas muertas”. Bogotá: Trilce Editores, 2006. Ombligo de los limbos Santiago Caruso El interpretador de Sombras Entrevista a Santiago Caruso Por: Y. Lilian Rodríguez El universo de Santiago Caruso es de magnos oscuros, de poéticos diálogos y de una magnifica ética con su esencia y espíritu artístico. En el podemos encontrar la nervadura simbolista y la libertad creadora de su propio tiempo; sus formas más sombrías comprenden la realidad y la historia de una manera conectada por sus trazos que hoy por hoy lo sitúan como uno de los grandes ilustradores y creadores de nuestro tiempo. Hablamos con él, de su obra, su declarada desobediencia y la construcción sensible, brutal y lóbrega, tenemos aquí al Interpretador de sombras. Santiago, cuéntanos cual fue ese primer encuentro que marca tu vida como artista Recuerdo ciertas cosas de taller, en formación paralela a mi época de secundaria. Empecé a ver las cosas de otro modo, eran clases de cierta manera desastrosas, pero uno de los profesores tuvo una virtud, lograr que yo viera otros colores además de los que uno deduce de lo real, con otro prisma distinto al propio. Sé que uno ve las cosas como las sabe, ve ciertas cosas, podría decir que ver todo es absolutamente imposible, siempre vemos parcialidades o interpretaciones; pero entre más conoces puedes ver algo un poco más en profundidad, esto abrió una búsqueda de color y de otras cosas. Si me hablas de epifanía, diría no lo sé. No es algo que aparezca de un momento a otro. Siempre dibujé, pero después casualmente llegue a un taller de caricatura que termino siendo de historieta y ahí encause hacia donde ir con la representación, después vinieron lecturas poéticas y fantásticas del siglo XIX, fui transitando del tipo de imagen narrativo y fui saliendo, abordando el texto a través de símbolos y de imágenes retóricas, el uso de la metáfora. Mis imágenes pueden verse poéticas, pero no son extremas, no se desentienden del texto, algunos parten de la imagen, yo parto de lo íntimo, en respetuosa relación con el relato y la poesía, tejo la obra, construyo un relato dependiendo el autor, Realismo mágico que tiene cierto pensamiento poético, diría. Si habláramos de influencias en tu obra, a quienes citarías Te podría nombrar al Bosco obviamente, a Klimt en algún momento una influencia primera. En ilustración y en historieta, porque yo vengo de ese mundo de la historieta podría citar a Kent Williams, Dave McKean, Mike Mignola, a Quique Alcatena argentino ilustrador de historietas y por supuesto Harry Clarke, al pintor noruego Odd Nerdrum. Hay un montón la verdad que me gustan grandes maestros del simbolismo como Odilon Redon, Vrubel. Observo mucho sus técnicas, no sé cuándo de esto hay en mi laburo, hay un montón de tipos, están ahí. Crees en la musa inspiradora al realizar tu obra o hay una idea más racional a la hora de pintar En algún momento habíamos hablado de esto. Creo en la idea del arte como sueño dirigido, y es una idea que me parece la más equilibrada; suelo partir de una idea, obviamente hay una emoción o un tema por encargo que se configura con una forma vislumbrada, a partir de seguir imaginando se va sumando otra idea. Como un interpretador de ensueños aparece una imagen incompleta la captura y la va dirigiendo hacia dónde luego aparecen más elementos, y ahora la imagen viene, habla de nuevo. Vas entrando y saliendo de la obra como soñador o como intérprete. Uno de mis primeros acercamientos con tu trabajo fue lo poético de la imagen, en especial a través del libro de la condesa sangrienta ¿existe un universo simbólico y poético en tu obra? Hay un mundo, está claro, va más allá de la condesa, se empezó a tejer antes. Me parece que un campo de desarrollo se dio durante mi trabajo en Caras y Caretas, revista argentina política y de historia donde, comencé a hilar un acervo simbólico que se mezcló y amplío entre sí, generando formas seres y lenguajes. En la condesa aparece algo de eso, pienso en los mundos vegetales. Hace algunos días, estuve pintando estos elementos vegetales nuevamente, como una representación de lo humano árbol y lo árbol humano, símbolos vegetales de la existencia, que representan lo eterno y el pensamiento humano, una analogía de formas entre la ramificación, la convicción de pensamiento y la ramas que extiende un árbol. También en mi trabajo eso tiene mucho que ver con el cuerpo anclado a la tierra dependiente de los elementos, con el dolor, con cierta angustia y cierta sed, lo ligo con la imagen de cristo donde este es madera y cuerpo. Lo mítico-religioso, reinterpretado artísticamente, recién ahora en Tecnópolis en el encuentro de la palabra me encuentro con esto nuevamente. En la últimas intervenciones que has hecho, se entrelazan otras artes como la música, pintura y dramaturgia ¿Consideras que hay un dialogo entre las distintas artes y tu obra? Lo que hay, es una especie de influencia, un influjo mutuo. Es posible, la música se compone allí en vivo. En el caso de Tecnópolis lugar donde se realiza el encuentro de la palabra en Buenos Aires, realicé una intervención junto a Mónica Poblete, cantante de flamenco, se dio un diálogo sin planearlo, se desglosó un tema, una imagen y resulto por un contexto particular una imagen de un árbol crucificado y un ave que salía de adentro, por así decirlo. Ella buscó un espíritu con su voz, y también llego a la imagen, improvisando saetas, cantos y sonidos; así mismo con los músicos de Sri Lanka, en otra intervención junto con Juan Ignacio Martínez quienes con una ambientación especial de sonidos de violín y teclados contribuyeron a la abstracción de una imagen. Eres un artista poético en tus imágenes o eres un narrador Me definiría más como un prosista poético en mis imágenes. Cual de tus obras consideras la más importante hasta ahora Hay una mezcla de cosas que yo he sentido, aunque no hay un punto de partida necesariamente profundo. No soy un genio, ni pretendo llevarme un crédito completo, hay hallazgos, no sé si haya una obra, creo más en un conjunto. Hay algunas importantes para mí, podría pensar en una ahora, llamada Ángel carnal, quizás por su simbolismo, El profeta interior, es otra que me gusta mucho. Santiago, quiero preguntarte ahora acerca del compromiso político y social del artista con respecto a su obra y su contexto ¿crees que debe haberlo? No sé si deba haberlo, en mi caso lo hay. Me parece que aunque el artista no hable directamente frente a esa cuestión en su obra, como una especie de artista militante, debe tener un compromiso social. Con mayor razón que otros actores sociales, no es obligación, pero en mi obra lo hay aunque no sea directamente política esta y lo veo. Siempre pienso en eso, en la interpretación aunque sea una novela fantástica. Hace poco ilustre una novela de Verne, El Castillo de los Cárpatos y reinterprete la parte de los buenos y los malos, puede ser sutil, pero podrás identificar otras percepciones en cuanto a la imagen que le da un realce a ciertos aspectos de la historia que me interesaban también tocarlos allí. Entonces eres un Desobediente Es una de mis características «Risas» ¿Cómo te ves a futuro, Santiago? No sé. Vivó, Por lo menos vivo «Risas» Me dedicaría a un quehacer más plástico, menos ligado a la editorial, pintar más las cosas que me importan estoy trabajando para ello. Estoy buscando eso. Un libro para ilustrar quizás… Marcel Schwob, El libro de Monelle Santiago para cerrar una típica pregunta, como te definirías en el marco de tres palabras «Risas» me parece que me encontrás en las cosas que fui diciendo, un interpretador de sueños, un interpretador de sombras «Risas» Definitivo tres palabras ni una más ni una menos. Santiago Caruso (Quilmes, Argentina - 1982). Es un simbolista y artista surrealista, de un concepto vanguardista pero arraigado en la estética del siglo XIX. Su obra destaca tanto por el vigor de su poesía, así como por su técnica. La luz de la espina El Torneo de Poesía: un nuevo deporte para el mundo Ciudad de México | Adriana Tafoya La idea que dio vida al Torneo de Poesía Adversario en el cuadrilátero tiene sus comienzos en 1999. Enfrentar a un poeta contra otro poeta, fue el motor del proyecto de revista Ad versario, el cual consistía en reunir poesía y ajedrez en una misma publicación periódica. La revista fue un proyecto al alimón entre ajedrecistas y poetas. En la revista, la sección de Versus representa un versus entre poetas, del mismo modo que se enfrentan dos ajedrecistas en un tablero. Es en 2003 cuando Verso Destierro se plantea la idea de un versus entre poetas vivos sobre un escenario. El primer enfrentamiento fue planeado para presentarse en el mítico Club Bonfer, del promotor, locutor y comentarista deportivo, Alí Fernández. El “encontronazo” informal se dio entre dos poetas de tendencia neogótica, que promovían su poesía en el Tianguis Cultural del Chopo, atrayendo a una importante cantidad de seguidores. Por una parte, Mario Cruz, más cercano al uruguayo Lautréamont, y por otra, Francisco Jaymes, más influenciado por los beats. En 2004, Andrés Cisneros de la Cruz y Adriana Tafoya fundamos la revista Verso Destierro: poesía para evolucionarte y ser, con el “conflicto” como propuesta. Dentro de sus páginas, en una de las secciones, se mantuvo el concepto del versus, pero en vez de poetas vivos se enfrentó a poetas muertos y con distintos puntos de vista sobre la poesía, unidos a partir de una pregunta y la respuesta a través de un poema por cada uno de ellos. Antes de 2007 en México —o en Latinoamérica— no se ocupaba el concepto de torneo de poesía. Ni para promover, realizar performance-poesía o slams, ni como torneo literalmente. Aunque se registra la existencia en Panamá, del Premio Torneo de Poesía de Verano, desde 1979 hasta 1996 aproximadamente, el certamen era igual a lo que conocemos en México como Juegos Florales y mantenía la forma tradicional del concurso de poesía. A su vez, nos recuerda también el importante Pushkin in Britain Festival, que desde 2002 se realiza en Londres con poetas rusos preseleccionados provenientes de toda Europa, con un formato parecido al slam, pero con un jurado formal, y una lectura no performática. Aunque muchos no han alcanzado a dimensionar la idea del Torneo y sólo perciben un espacio lúdico o performático o de curaduría editorial, la influencia del concepto del ring como plataforma para la cultura en México e Hispanoamérica se ha vuelto una práctica popular en el gremio. Sin embargo la idea de “la poesía, un deporte intelectual”, es un punto y aparte, ya que los proyectos que retoman la idea original de Verso Destierro, lo enfocan hacia lo performático lúdico, o hacia la curaduría escénica, antes que hacia lo deportivo. El cuadrilátero es el espacio simbólico en donde adversan los poetas contra ellos mismos y el público. El Torneo de Poesía Adversario en el cuadrilátero, que lanzó su convocatoria oficialmente en julio-agosto de 2007, y que consta de cuatro fases (semejante a los torneos de futbol) donde los enfrentamientos son poeta versus poeta (de dos a tres rounds con límite de tiempo; tres minutos por poema) sobre un cuadrilátero profesional (con réferi, comentaristas deportivos de poesía y jurado en vivo) ha llevado a los poetas al espacio público como a un ágora donde se exponen y enfrentan las poéticas que representan no sólo una estética, sino una propuesta de mundo, con sus políticas, sus creencias, y su elemental Adriana Tafoya. México.1974. Algunos de sus libros publicados son Animales Seniles (2005), Enroque de flanco indistinto (2006), Sangrías (2008), El matamoscas de Lesbia y otros poemas maliciosos (2009 y 2010) Diálogos con la maldad de un hombre bueno (España, 2010). Malicia para niños (2012), El derrumbe de las Ofelias (2012) y Viejos rituales para amar a un anciano (Casa Maya de la Poesía, 2012). Segundo lugar en el Concurso Nacional de Poesía El Laberinto (2004); primer lugar en el I Slam de Poesía organizado por la Alianza Francesa (2007); tercer lugar en el Certamen Relámpago Internacional de Poesía Bernardo Ruiz (2008) y finalista en el Premio Nacional de Poesía temática Tinta Nueva (2010). Creadora del Torneo de Poesía Adversario en el cuadrilátero. Incluida en más de cuarenta antologías, entre ellas el Anuario de poesía 2007 (FCE 2008) y Antología de la poesía mexicana (selección de Juan Domingo Argüelles, Océano / Sanborns, 2014). Es compiladora de 40 Barcos de Guerra y editora de Verso Destierro. “No busca promover ideologías, sino dar voz a las ideas”. forma de construir a los seres, y ha traído un resurgimiento del concepto de torneo de poesía, que se está tomado como base para otros proyectos tanto nacionales como internacionales y es punto de partida para adecuar otras modalidades del mismo. Por otra parte, también a partir del Torneo de Poesía han brotado de este escenario, poetas que ahora son promotores acérrimos de proyectos interdisciplinarios, lecturas en voz alta, slams y performance, así como otra cantidad de poetas ahora acogidos por instituciones gubernamentales. Manifestamos que el Torneo de Poesía Adversario en el cuadrilátero no es sólo un juego, no es una representación, no es un circo: es un auto móvil. No hay escenografía, no es una carreta, aunque ambos tengan cuatro ruedas. Todo cuanto acontece es real en el Torneo. No obedece a intereses de grupos, mafias, religiones o sectas. Ni a fines partidistas. No busca pro- mover ideologías, sino dar voz a las ideas. Opta por lo diverso, su intención no es religar, sino individualizar, por lo tanto, reafirma la injerencia cívica y autónoma para descentralizar la poesía. El Torneo no concuerda con los certámenes tradicionales de poetas, porque a diferencia de ellos, su propuesta de conflicto como método evolutivo a través del versus, sirve de catalizador social para crear zonas de lucha pacífica y fomentar la sana competencia, con todo el interés de hacer, efectivamente, de la poesía un deporte. En una sociedad con gobierno, pero sin autoridad, el Torneo constituye un montículo para regresar la autoridad al poeta, a través de la competencia abierta a todos los actores sociales, para así legitimar el valor de quien obtiene, no el triunfo, sino el privilegio y la responsabilidad de “una posición social”, un compromiso que no sólo se desarrolla en la obra poética, sino en la praxis, y esto, es la autoridad del campeonato. Porque donde todo es círculo, un cuadrilátero hace la diferencia. La voz de Bombilla de oro las luciérnagas Por: Veronica Silva Tenía cuatro años cuando por primera vez me dejaron a cargo de algo. Se trataba de una bombilla de alpaca con pico y algunas decoraciones en oro. Papá y mamá habían estado tomando mate antes de empezar el trabajo de cosecha de tung. — ¿A quién te referís cuando decís papá? —A Don Quinto, mi abuelo. Se alejaron bastante de mí y me dejaron con el mate y la bombilla de oro y demás cosas que habían llevado a la chacra. No tenia miedo de quedarme sola porque estaba bastante claro ya, además no me sentía sola. Solía jugar con mi sombra, creía seguramente que podía ser un amigo, un compañero imaginario como tienen todos los chicos. Mamá siempre me retaba porque hablaba con las sombras. Nunca me explicó por qué exactamente. Mis hermanos me asustaban diciéndome que un día me contestaría pero yo no les creía. Mis hermanos eran de mentir. Beto era el más cabezudo de todos. Siempre estaba mintiendo, asustando y haciendo bromas muy perversas. Bien, me acuerdo que ese día de la bombilla, estaba hablando con ella (mi sombra) y le contaba cosas, quién sabe qué. Uno cuando es chico habla con tanto sentido incoherencias. De pronto, cuando alcé la vista, ví un perro inmenso sentado en un árbol. Me estaba mirando, y grité como una loca… — ¿Un perro? ¿Era un yaguareté y creíste que era un perro? — ¡No! Era un perro marrón grandísimo que me miraba fijamente. No sé si era real. La cosa es que cuando mamá y papá vinieron a ver qué me había pasado no encontramos más nada. Papá tenía la escopeta con él y era capaz de dispararle a cualquier cosa; más si era alguien que estaba conmigo ahí. Después que pasó todo y me llevaron a la casa, se acordaron de la bombilla de oro. Fueron a buscarla y no la encontraron más. Como veinte o treinta años más tarde la tía encontró la bombilla mientras preparaba la tierra para su huertita en esa parte del piquete. Pero hasta ese entonces, todos decían que yo había perdido la bombilla. Decían: — esa bombilla ¿te acordás? La que Inés perdió. Seguramente la bombilla se perdió en la hojarasca, para colmo después llovió como dos semanas seguidas. Ese día, recuerdo, no había sol y se hizo imposible ver la bombilla en ese suelo tan tupido. — Siempre fuiste de tener miedo vos ¿Te acordás de la vez que creíste que una vaca te seguía? — Me estaba siguiendo. Parecían que caminaba lejos de nosotras y cuando me dí vuelta, una vaca se venía encima de mí. — ¡Vos y tus ideas! — Estaba caminando del otro lado de la calle. Eran ideas tuyas no más, encima ni siquiera tuvimos tiempo de ver si era así, porque corriste como una condenada y te seguimos.” — ¿Me pregunto por qué será que ese perro me miraba? Y si lo imaginé, ¿de dónde lo saqué? — Eras chiquita, seguro lo imaginaste. Sé que me imaginé. Por eso mamá no quería que jugara de esa forma, pero ¿Por qué me asusté de mis propios juegos? «…» Hasta ahora el tío me carga con eso de la bombilla y del perro. La tía, en cambio me dice que ese perro era un ladrón que quería la bombilla de oro. Viste que la tía cree en esas cosas de los nativos, que enterraban oro y dejaban guardianes y demás. No me acuerdo de dónde el abuelo Quinto sacó esa bombilla… Ese hombre que trabajaba con él en la chacra se la dio ¿te acordás? Ese tipo que vivía solo en la casa cerca del potrero. Don Quinto le había arreglado el mango del machete y el hombre este no sabía cómo pagarle. Después, una noche fue a casa medio temeroso porque estaba llena de gente, tenía cierta vergüenza seguro, y le dio la bombilla a papá. Pero antes ya la tenía. Recuerdo haber visto esa bombilla entre las cosas del bisabuelo de Don Elmer ¿Dónde está esa bombilla ahora? ¿En la casa de tía, será? No sé, se pelearon tanto por tenerla después que la encontraron. Creo que se la dieron a Lucho cuando se casó, ¿te acordás que nos contó tía que no sabían que regalarle? —Quedó loca la mujer de Lucho ¿te conté? —Sí, me contaste que tuvieron que llamar a un sacerdote para que bendiga la casa Tomaba muchas porquerías la gurisa ésta que terminó re-mal. Veía cosas, medio igual que vos nomás te digo. —Ella me llegó a contar que ese día que fuimos de nuevo a la casa de papá ella vio en la huerta de tía, un montón de gallinas negras. ¿En serio? Mirá si se entera que Lucho piensa llevarla a vivir, en la casa que era de Don Quinto “Pobrecita.” Verónica Silva nació en Posadas, Misiones Argentina en 1985. Es profesora de inglés y actualmente trabaja en escuelas secundarias en la ciudad de Garupá y Candelaria, Misiones. Díaz Rodríguez Wilson G. El Paderewski de los guantes caídos Unos días después solo sentía un nervio que me palpitaba en los dientes Contra las cuerdas Floyd Patterson la desgracia cae en sordina. Mi rostro es la manopla de cuero un vinilo apagado en el primer asalto. Mi cuerpo un saco de entrenamiento. de catorce a veinte colores cesando en un perfecto blanco. Mi sonrisa entierra el bicho del hambre que viene en picada hacia la zona de puntuación. Contra las cuerdas la vida se tambalea en el balde de los segundos. Palpitan mis nervios entre los guantes caídos de este paderewski perdedor. Contra todos, mi noche respira en sudor frente a la desesperación de mis gritos desobedientes en el ring. ¿Qué tan profundo podría ser un golpe? ¿Qué tanto caerías dentro de ti mismo si el golpe te hundiera tus sueños para que respires ausencia a oscuras? ¿Qué tanto de boxeo podrías aprender si supieses que la vida te pelea, que tu aliada es la muerte -No por amiga sino por amantey el amor solo mueve sus caderas entre raunds y pierdes? Que rebotas en los bordes del planeta para no caerte en el espacio y que la gente te abuchee -Aunque lees porque te gusta c a e r- Que Dios te puso barreras y no pensarás más de lo que él ha pensado. Que vives subordinado por las leyes de la física y del capitalismo. Que la poesía te sabe a mierda porque le lambiste el culo a Gloría. Y te la recuerda. Que la vida es una lucha, que el boxeo no es tan brutal, que a los dos ignoras y que las tres líneas de arriba nunca entenderás. Qué nada entiendes. Que si ganas o si no igual pierdes. Qué de los golpes solo se aprende cuánto duele la herida. Que lo demás es mierda, Como la poesía. Como la gloría. Como el boxeo. Como la vida. ¡qué comamos chatarra! -dice la tele, para levantarnos a seguir peleando Altam,ar El boxeo David Estos son los dos poemas de los ganadores de el primer slam de poesía realizado por nuestro colectivo, el 14 de febrero de 2015 en la ciudad de Bogotá, fue difícil el veredicto final de los jurados por eso se decidió unánimemente dar la victoria a dos participantes. con lo que nosotros mismos cagamos. En fin, dime: ¿Qué tanto de boxeo aprenderías si supieras que tu mayor oponente es tu propia vida? Cursa Estudios Literarios en la Universidad Autónoma de Colombia. Ha promocionado la literatura infantil y juvenil en espacios no convencionales desde el año 2006. Ha desarrollado talleres de lectura para niños y jóvenes. Algunos de sus poemas han sido publicados en la fundación y editorial DomingoAtrasado. Obtuvo el segundo premio en la categoría de ciencias humanas por su ensayo Ojos erectos, presentado en el Vigésimo Sexto Concurso Estudiantil “Fernando González” en el 2011 y el segundo premio en la categoría de ciencias humanas por su ensayo La apocalíptica Yoknapatawpha County, en tres relatos del escritor William Faulkner, presentado en el Trigésimo Concurso Estudiantil “Fernando González” en el 2013. Su poema Locomotora- Film fue seleccionado en el segundo semestre del 2013 en la revista cartagenera Cabeza de Gato. Los Poetas Wilson Guillermo Díaz Rodríguez (Bogotá, 1978). ARTERIA ARTIFICIAL A Henry Miller y Brenda Venus “Siempre enamorado.” Luis Cernuda de Tiziano Ella es una belleza del Sur. Piel roja instalada en dieciséis horas su rostro pierde la quietud en las fotografías. es la actriz dramática, atrevida, oscura. En los escenarios su único ojo baila con malvivientes que gritan su llegada. Ella es arteria artificial apasionada y solitaria de versos besos escondidos, detrás de las medrosas tarimas de la seducción. Ella es la autobiografía de tu semen Miller iluminado en la nevisca sexual del otoño. Wilson del BAJO EL SOL DE BISKRA Te pertenezco. Te obedezco. Me abandono. André Gide Alguien provoca el escándalo, turbado de Aquasanta. La borrasca de los sudores nocturnos se esclavizan en los cuerpos al descubierto. La mirada riente se abandona al deseo cuando braman enjaulados los invisibles fluidos temerosos de que el sol de Biskra se apague. El toque de los contornos libidinosos eyaculan el cielo impuro. Yo el otro habita en tu carne insultada de Demonio. Individualizo los rayos violados que crecen dentro de tus ojos. Bajo este sol caído. Me pertenezco. Me abandono. Parásito de tus lujurias sospechosas envenenadas entre las fuentes mudas de la depravación. Díaz Los Poetas David Altamar (Barranquilla, 1996). Estudia en el SENA Escritura para productos audiovisuales. INMORTALIDAD Suelo extrañar el futuro para no lamentar el pasado Por eso, más que los recuerdos, extraño los años. Los años futuros que son humo y prometen, Además de cáncer, sonreír con todos los dientes. Suelo extrañar al futuro más que al pasado Porque llevo 18 años con la tinta enfrente Y me queda más de vida que de muerte. Y aunque en cada bolsillo cargue tres pesos. En el futuro no me recordarán por mi fino manto Sino por mis versos. del PRE-TENSION Suelo pro-tejerte la espalda para cobijarme en tu sombra por miedo a lo que pienses si te miro de frente. Suelo andar en tu espalda: atento, miedoso, inseguro, débil, sumiso, manipulado. Pegado a tu espalda para soportar mi peso. Suelo cargarme de miedos y ser suicida. Suicidarme: pretender ser tu vida dejando la mía. Suelo cobijarme en tu sombra porque no tengo una propia. Y temerte la boca que besa otras bocas Y entre esas, la mía. David Altamar Suelo temerte la boca que besa otra boca por temer que no me bese a mí y si lo hace, bese a otra. Las desobedientes
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