cómo elegir un protector solar y cómo utilizarlo

CÓMO ELEGIR UN PROTECTOR SOLAR Y CÓMO UTILIZARLO
A la hora de comprar un protector solar o fotoprotector, no nos alcanza con estimar el
número, índice ó factor que queremos que el producto posea. Necesitamos más
información para no equivocarnos.
¿Sabía usted que un fotoprotector cuyo factor inscripto es de 40 podría proteger
menos que otro que dice ser de 25? Esto puede ser cierto si el fotoprotector con factor de
protección solar (FPS) 40 estuviese producido y testeado bajo la norma europea
(COLIPA), y el de FPS 25 bajo las normas norteamericanas (FDA).
Puede obtenerse una protección casi total (92%) tanto mediante la aplicación de un
fotoprotector de 50 producido según la norma europea (COLIPA) como mediante uno de
30 fabricado bajo la norma americana (FDA).
En otras palabras, a los fotoprotectores que otorguen una muy alta protección se les
adjudicará un índice de 30 a 50 según se esté produciendo bajo la norma europea
(COLIPA), o bien de 15 a 20 según la americana (FDA).
Protecciones mayores a 30(FDA)/ 50(COLIPA) pueden ser necesarias en personas
con mayor sensibilidad al sol, en quienes padezcan ciertos trastornos ó enfermedades
que requieren una protección lo más cercana posible al 100%, ó en personas que ya han
tenido lesiones pre-malignas ó cáncer de piel.
Volviendo a la pregunta que parecía insólita, la misma podría ser veraz: un
fotoprotector 25 (FDA) podría otorgar una mayor protección que uno de 40 (COLIPA).
Así concluimos, en principio, que para comprar un protector solar deberemos reparar
en el índice de protección tanto como en la norma bajo las que fue testeado.
Pasemos a un segundo punto de atención.
Cuando un fotoprotector presenta un solo índice ó factor inscripto en su envase, éste
se refiere a la protección contra los rayos ultravioletas B (UVB), pero podrían no presentar
protección contra los rayos ultravioletas A (UVA).
¿Por qué esto es importante?
Los rayos UVB son los responsables de los efectos rápidos o agudos del sol; es decir,
del eritema (enrojecimiento), inflamación, inmunodepresión y cambios en la pigmentación
de la piel. Tanto los UVB como los UVA son responsables de los efectos crónicos
acumulativos del sol, como lo son el envejecimiento solar y la carcinogénesis solar.
Además, los UVA pueden intervenir en reacciones fotoalérgicas y fototóxicas.
Es lógico entonces que deseemos que nuestro fotoprotector incluya en su fórmula
protección contra los UVA además de la protección habitual anti-UVB; y tenemos en el
mercado fotoprotectores de amplio espectro (UVA-UVB) que expresan en su envase en
forma independiente el índice anti-UVB como el anti-UVA.
Hasta aquí, podríamos resumir que deberíamos intentar que nuestro fotoprotector
proteja contra UVB y UVA, y reparar en su índice de protección y en la norma con la que
fue medido.
Sin embargo esto no es todo y pasemos a un tercer punto.
Mucho se ha discutido últimamente acerca de la absorción de los protectores a través
de la piel hacia el interior de nuestro organismo. Un fotoprotector puede tener en su
fórmula cristales que reflejan la luz (componentes físicos) ó sustancias químicas
complejas. Podemos afirmar que los componentes físicos (cristales) no se absorben, por
lo cual son lo que deben utilizarse para bebés y niños menores de 5 años, pero son
cosméticamente poco aceptables por su consistencia y su color blanquecino. Por este
motivo se desarrollaron los protectores químicos, mejorando la cosmética y aceptabilidad
de estos productos en los últimos años, pero se desconoce en que medida son
absorbidos, no deben utilizarse para niños y podrían tener algún efecto colateral si bien no
lo hemos observado.
Pasando a una última consideración, los nuevos fotoprotectores, para fomentar su
aceptación y para competir en el mercado, han incorporado un “bonus track” en su
fórmula, que puede ser algún antioxidante, vitaminas, emoliente, antiinflamatorio y/o
sustancia antiaging. También pueden venir coloreados, en spray ó en gel para personas
de piel grasa ó acneica ó de mucho vello, con mayor ó menor resistencia al agua, etc.
Todo esto no sólo explica la diversidad de los fotoprotectores existentes sino, en parte,
sus diferencias desde el punto de vista económico.
Repasemos ahora los consejos para disfrutar del sol sin riesgos:
- No se exponga al sol entre las 10 y las 15 horas, horario en que los rayos inciden
perpendicularmente, horario en que el largo de nuestra sombra es menor a nuestra
altura, horario de mayor intensidad de las radiaciones ultravioletas.
- Use sombreros, ropa liviana pero de manga larga, pantalones en vez de shorts.
- Aplique el fotoprotector 30 minutos antes de la exposición solar, uniforme y
abundantemente. Repetir la aplicación cada 2 horas mientras persista al sol.
Asimismo luego del baño o tras sudoración excesiva.
- Recuerde que sentarse a la sombra en una playa no garantiza protección solar,
pues la arena y el agua, así como también lo hacen el cemento y la nieve, reflejan
los rayos solares, pudiendo llegar a recibir más de un 50% de los mismos a la
sombra.
- No olvide usar fotoprotector los días nublados. Los ultravioletas no forman parte de
la luz visible que detienen las nubes y pasan a través de ellas. Por ello, hay tantas
quemaduras solares los días de resolana.
- Use siempre fotoprotectores superiores a 15 (COLIPA) ó a 10 (FDA).
- Revise el prospecto de los medicamentos que esté recibiendo. Algunos pueden
producir aumento de la sensibilidad al sol, así como también lo hacen ciertas
cremas o cosméticos. Esté prevenido.
- Sepa que los autobronceantes no protegen y debe considerarse a esa piel como no
bronceada en absoluto.
- Evite las camas solares pues constituyen también una irradiación ultravioleta de su
piel.
- No exponga al sol a bebés y niños menores de 5 años. En caso contrario,
aplíqueles fotoprotectores físicos exclusivamente, reconocibles por su leyenda
“aptos para bebés y niños pequeños”. Vaya exponiéndolos gradualmente, no
mucho tiempo de golpe.
- Enseñe a los niños a protegerse del sol desde pequeños, ya que durante la
infancia y adolescencia es que se acumula la mayor cantidad de tiempo al sol. Se
calcula que una perosna de 18 años ya recibió el 70 u 80% del total de los rayos
ultravioletas que recibirá en toda su vida. Los cuidados previos a esta edad son
fundamentales.
- Si usted sufre de osteoporosis, de descalcificación (falta de calcio en los huesos) ó
es postmenopáusica, conozca que es suficiente tomar 10 minutos de sol 3 veces
por semana, sin protector solar pero en horario correcto, en una superficie
relativamente pequeña de piel (como la del rostro más los brazos, ó en las piernas,
ó en el abdomen), para mantener la activación del metabolismo de la vitamina D y
la fijación de calcio en sus huesos.
Esperemos ahora que el sol alegre nuestros días al aire libre, sabiendo que -como
estamos cuidando nuestra piel y la de nuestros seres queridos- no nos sorprenderán
las quemaduras solares, y gozaremos de una piel que no envejecerá prematuramente
y que muy probablemente no sufra en el futuro de cáncer de piel.
Claudia Nora Ardissone
Médica Dermatóloga U.B.A.
M.N. 85.619
http://www.draardissone.com.ar