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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN CRISTÓBAL DE HUAMANGA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
ESCUELA DE FORMACIÓN PROFESIONAL DE ARQUEOLOGÍA E HISTORIA
II CICLO DE ACTUALIZACIÓN PROFESIONAL PARA OBTENER EL TÍTULO
DE LICENCIADO EN ARQUEOLOGÍA
“ADAPTÓGENOS: USOS E IMPLICANCIAS
EN EL PERÚ PREHISPÁNICO”
PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN ARQUEOLOGÍA
BACH. LEANDRO MAYKHOL TINOCO RIVAS
ASESORA LIC. MARTHA CABRERA ROMERO
AYACUCHO – PERÚ – 2013
1
A mis padres: Julián Tinoco y Brigida Rivas
mis hermanos: Antony, Julio, Miluska y Van.
que me enseñan con sus actos formas de
soluciones inimaginables.
A los estudiantes de arqueología,
que gustan de encontrar temas
insospechados en esta ciencia y
perseveran en resolverlos.
i
2
AGRADECIMIENTOS
A mis padres y hermanos por su apoyo
y confianza. A mi alma mater, la
Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga por haberme acogido en sus
aulas y enseñado a perseverar en mis metas. A sus profesores de los cuales
aprendí y aprendo cada día.
En especial a los profesores Fermín Rivera, Nadeshna Molina, Hernán Carrillo,
que nos enseñaron y guiaron estos últimos meses, mostrándonos nuestras
flaquezas y ayudando a corregirlas así como por afianzar nuestras cualidades.
Agradeciendo al Dr. Jose Ochatoma y la Lic. Martha Cabrera por la confianza y
apoyo en este reto académico trazado por mi persona. Su amistad, consejos y
la compañía brindada.
Al Lic. Jose Amorin por la amistad brindada a lo largo de estos años.
A Evelyn Romero, por su apoyo y confianza en mi persona desde un primer
momento.
A los Lic. Julio Sánchez y Carlos Mancilla, por su colaboración en las imágenes
brindadas.
A mis amigos Nelson Rivera, Alex Cuadros y Juan Carlos Huacce por su apoyo
incondicional y consejos.
Asimismo a todas las personas, que de alguna forma prestaron su apoyo en la
elaboración de este trabajo.
ii3
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo pretende ofrecer al lector interesado una revisión
bibliográfica y critica de los trabajos realizados con respecto al uso de los
“adaptógenos” durante los últimos años en el territorio peruano y parte de los
Andes Centrales.
Si bien es cierto el tema de estudio es relativamente nuevo, las primeras
investigaciones datan de la década de los ochenta con trabajos pioneros de
antropólogos, etnólogos, químicos farmacéuticos entre otros
investigadores
que con el paso del tiempo y la pasada década de violencia social fue visto casi
como un tema tabú por parte de los investigadores y que estos últimos años
está
pasando por un nuevo momento de interés académico en todas las
ciencias.
El trabajo pretende crear un marco teórico aplicable a la Arqueología y ofrecer
una metodología para su estudio. Asimismo, revalidar la importancia de su
estudio y sobre todo de su comprensión para el análisis de las distintas
actividades de las sociedades prehispánicas los cuales pueden darnos
interpretaciones con un mayor grado de aproximación ofreciéndonos un nuevo
enfoque.
El término aplicado, adaptógeno, posee una denominación sin cargas negativas
y aunque existe otra gran cantidad de denominaciones usadas para nombrar a
ciertas plantas y sus propiedades al ser consumidas, la uniformidad de una
terminología debe ser un fin común de los investigadores interesados.
iii4
El presente trabajo se encuentra dividido en cuatro capítulos, los cuales
describimos a continuación:
El primer capítulo, nos introduce en el concepto de “adaptógeno” reafirmando
su uso académico además se realiza una revisión bibliográfica acerca de las
implicancias positivas y negativas de las diferentes denominaciones. Asimismo,
se
menciona
el
término
“estado
modificado
de
conciencia”
y
su
contextualización con los “adaptógenos”, así como las formas genérica de
aplicación. Además, se realizó un breve comentario sobre los primeros
investigadores y las perspectivas con respecto a futuras investigaciones.
El segundo capítulo, menciona brevemente la distribución de las plantas en el
mundo, América y los Andes Centrales dentro de este último el Perú. Además,
se trata una variedad de plantas, las de mayor relevancia en las sociedades
prehispánicas, y otras donde se explica brevemente una serie de conceptos
como son la descripción botánica y química, distribución geográfica, nombres
científicos y comunes, preparación, consumo y efectos. Por último, se trata
sobre la estructura química que poseen las plantas en especial el concepto de
alcaloide y sus implicancias en Sistema Nervioso Central.
El tercer capítulo, trata de las evidencias arqueológicas registradas en el Perú
prehispánico a través de las investigaciones realizadas a los largo de los años.
De la misma forma, se hace una breve recopilación histórica de los cronistas
que mencionan a estas “plantas” con respecto a sus propiedades, efectos, y
usos por parte de los “indígenas” en el Perú después del arribo de los
españoles así como las implicancias que poseían en medio de las acciones de
la iglesia para conseguir adeptos a su causa.
iv
5
El cuarto capítulo, nos enfocamos en la discusión en base a las evidencias
arqueológicas en los Andes prehispánicos, sus implicancias como nexo entre
los hombres y sus deidades,
la imaginaria andina, el simbolismo de sus
representaciones como fuente poder. Asimismo complementamos las ideas
del uso de adaptógenos en un marco shamánico y por ultimo trataremos los
problemas iconográficos existentes con respecto a las representaciones de las
sociedades prehispánicas con respecto a los efectos causados en el Sistema
Nervioso Central y las formas de plasmar los distintos estados modificados de
conciencia que lleva su uso.
Por último las conclusiones del trabajo, donde defendemos las ideas discutidas
a lo largo del trabajo.
Es importante recordar a las personas interesadas en estas plantas, que se
debe tener mucho cuidado con el manejo de las mismas. Las propiedades
químicas que poseen cada una de ellas pueden llegar a ocasionar serios daños
al Sistema Nervioso Central de un individuo; sino son tratadas en un contexto
adecuado y con la supervisión de una persona que “guie” su ingesta asimismo
que conozca los efectos y los posibles problemas que pueden ocasionarse en el
proceso de asimilación de las plantas. La información brindada en este trabajo
fue realizada con fines netamente científicos y se ruega a los lectores no usarla
de manera inadecuada.
El presente trabajo es apenas una muestra de lo amplio del tema, muestra lo
mucho que hay por investigar con respecto a los adaptógenos, sobre todo lo
valioso que puede ser un enfoque distinto cuando se contextualiza la
información arqueológica.
v
6
ÍNDICE
Dedicatoria………………………………………………………………………. i
Agradecimientos…………………………………………………………….….. ii
Introducción……………………………………………………………………… iii
CAPÍTULO I
ADAPTÓGENOS DEFINIENDO EL CAMPO DE INVESTIGACIÓN
1.1 Adaptógenos, aplicaciones y estados modificados de conciencia
…………………………………………………………………………….. 8
1.2 Antecedentes y perspectivas………………………………………….. 17
CAPÍTULO II
LAS PLANTAS, SU DISTRIBUCIÓN Y CARACTERÍSTICAS
2.1
2.2
2.3
2.4
2.5
2.6
2.7
2.8
La distribución de las plantas ………………………………………….. 21
San Pedro ………………………………………………………………… 24
Vilca ………………………………………………………………………. 30
Floripondio ……………………………………………………………….. 38
Chamico …………………………………………………………………. 44
Ayahuasca ……………………………………………………………….. 49
Otras plantas …………………………………………………………….. 53
Estructura química “alcaloides”……………………………………….... 64
CAPITULO III
EVIDENCIAS ARQUEOLÓGICAS E HISTÓRICAS
3.1 Arqueología: evidencias de uso en tiempos prehispánicos ……..…. 71
3.2 Historia: referencias escritas ………………………………………....... 101
CAPITULO IV
DISCUSIÓN………………………………………………………………………. 107
CONCLUSIONES ……………………………………………………………..… 119
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………... 122
7
CAPÍTULO I
ADAPTÓGENOS DEFINIENDO
EL CAMPO DE INVESTIGACIÓN
1. Adaptógenos, aplicaciones y estados modificados de conciencia
Con esta denominación nos referimos a un conjunto de plantas, que
contienen substancias químicas que actúan de modo específico en alguna
parte definida del Sistema Nervioso Central, por un lapso de tiempo
pudiendo inducir o producir imaginaria mental de tipo auditiva, visual, táctil u
olfativa. Sin llegar a producir o causar disturbios en esté sistema. (Cané
1988; Schultes & Hofmann 1993; Fericgla 1993; Feldman 2006; Kvist &
Moraes 2006 y Albornoz et. al)
También son denominadas: psicotomiméticos (por causar alteraciones del
curso del pensamiento asociados a sintomatología psicótica), eidéticos,
misticomiméticos, psicógenos, psicodélicos (causar alteraciones de la
percepción objetiva del entorno y por lo tanto, alteraciones de nivel de
conciencia),
psicodislépticos (causar alteraciones en
la
percepción
sensorial) (García 2011), psicotaráxicos, psicotógenos, ezquizógenos
(Schultes & Hofmann, 1993; Fericgla 1993), sicotrópicos (Cabieses 1974),
sicoactivos (Camino & Anderson 1994), plantas de poder (Feldman 2006) y
la denominación más común y de mayor uso aunque casi ningún
investigador esté de acuerdo la de alucinógeno (Cané 1988).
8
Todos estos términos representan los cambios en la percepción,
pensamiento y ánimo que ocasionan su consumo en una persona.
Los términos pertenecen a diferentes campos como son: la química,
farmacología, bioquímica, psicología y antropología. Si bien todas estas
ciencias tratan el mismo tema, los efectos causados por las plantas, al no
contrastar la información obtenida entre ellas ha creado un “corpus de
términos” amplio y variado. Lo que ocasiona confusión entre los lectores
interesados.
En lo que si concuerdan todos ellos son en las características de los
efectos: estar relacionados con el Sistema Nervioso Central (hormonas)
estos pueden ser psiquiátricos (distorsión de las percepciones e ilusiones,
alucinaciones visuales, delusiones paranoides, flashbacks, sinestesias –
como escuchar los colores o ver los olores, ataques de pánico, alteraciones
del humor – relacionados a la euforia y depresión- y alteraciones de juicio) ,
neurológicos
(temblor,
simpaticomiméticos
ataxia,
(midriasis,
hiperreflexia,
taquicardia,
parestesias),
taquipnea,
diaforesis),
parasimpaticomiméticos ( sialorrea, lagrimeo). Asimismo tener un carácter
temporal en los sentidos (auditivo, olfativo, gustativo, visual o táctil). (CarodArtal 2005)
“(…) Las especies psicoactivas contiene sustancias
similares a los neurotransmisores naturales [hormonas]
y pueden interferir en la transferencia de los impulsos
nerviosos, (…).” (Kvist & Moraes 2006: 295)
En el 1979, se propuso el término “enteógenos” (significado de “dios dentro
o interno”) para designar estas substancias, concepto que calo mucho en
los investigadores aunque no respondía al concepto dado por todas las
9
sociedades. Pues ellas no tenían a las plantas como unos dioses sino
como un camino por el cual podían llegar a contactarse con ellos. (Schultes
& Hofmann 1982; Mulvany 1984 y Fericgla 1993)
El término “adaptógeno” fue acuñado por N. V. Lazarev en 1974, para
referirse a una droga anti-hipertensa, sustancia capaz de aumentar la
resistencia del organismo a influencias adversas. En 1980, Brekhman
extendió el término a substancias de origen vegetal, capaces de
incrementar la resistencia del organismo frente a una variedad de agentes
estresantes, con las salvedades de microorganismos bacterianas y virales.
Según Brekhman, las características que poseen estos son: pueden causar
o no alteraciones en el organismo
siendo mínimas
o mayores;
manifestarse frente a desafíos del medio; aumentar la resistencia frente a
negativas físicas, químicas o biológicas; ser toxicas en niveles ínfimos;
causar acciones normalizadoras y armonizadoras independientes de un
proceso patológico. (Fericgla 1993)
En este sentido, la finalidad que justifica el consumo de substancias
visionarias son las llamadas “acciones adaptógenas”. La denominación
correcta seria llamarlas “substancias adaptógenas inespecíficas, o
adaptógenos inespecíficos que actúan por medio de la imaginaria
mental”, para diferenciar de los adaptógenos físicos. Estos adaptógenos
inespecíficos ayudaron a elaborar mejores estrategias de adaptación
posteriormente formalizadas por la cultura.
Con “inespecíficas” nos
referimos a una serie de acciones y no una sola. Donde su uso y consumo
varia en una serie de acciones pudiendo ser estos ritos de pasaje,
adivinación del clima, la suerte de una persona o de una empresa a realizar.
Otros argumentos a favor son:
10

El consumo de estas plantas, por la mayoría de las culturas posee
una la idea “sabios guías o plantas maestras”, la cual es un consenso
casi universal.

Las percepciones otorgadas por las plantas, se relacionan con
eventos por resolver sean estos de carácter individual o grupal

El consumo de estas plantas no posee un carácter adictivo

Asimismo su consumo, se encuentra enmarcado dentro del patrón
cultural de cada sociedad; siendo una de estas actividades los ritos de
iniciación, ceremonias religiosas u otras relacionadas a la ideología.
Este patrón cultural es el “macro-marco” adaptativo por el cual actúa
cada sociedad.

Por lo cual, estos momentos dentro de la sociedad e individuo
requiere una agilidad adaptativa de los participantes, porque de ella
depende su futuro en la sociedad.

Además, su consumo con fines terapéuticos son el controlar la
percepción, aliviar la fatiga, curar enfermedades entre otras pero no
se emplean para contrarrestar acciones patológicas víricas o
bacterianas. (Fericgla 1993)
.
En este sentido, la finalidad del consumo de estos es resolver los distintos
problemas de adaptación que posee cada sociedad.
Entender y poder
categorizar las innumerables ocasiones por las cuales se emplea estas
plantas así como lograr fundamentarlas es un reto el cual ha causado una
serie de problemas, debido al carácter interdisciplinario de las ciencias que
las investigan así como los diversos métodos de cada una de ellas. Pero
estamos seguros que es la manera adecuada de enfocar la investigación.
Se pueden diferenciar dos grandes motivaciones que animan el consumo
de adaptógenos:
11

El primero terapias físicas, al consumir estas sustancias produce una
limpieza
del
aparato
digestivo
(vómitos
y
diarreas)
para
posteriormente sentirse físicamente en buen estado, ágil, con el
cuerpo limpio y con un buen estado de ánimo.

La segunda fines visionarios, las cuales siempre tienen alguna
finalidad ulterior, nunca son un fin en sí mismas. Estas motivaciones
pueden dividirse en las específicas (shamán) y las que puedan tener
una persona no-shaman. (Fericgla 1993)
De la misma forma su uso representa un fin instrumental, por el cual modifican
una situación o algo en la naturaleza; en cambio otros mencionan la búsqueda
de una reflexión interna proyectada al exterior.
“(…) es una manera de aprender lo que está más allá
de lo cotidiano y hacia lo cual la cultura occidental ha
elevado obstáculos que no existían para las culturas
primitivas.” (Albornoz et. al.: 4)
Los que podemos resumir en un aspecto común: “procesos de adaptación”.
Hablar con los antepasados, proyectar eventos futuros, saber de alguien lejano
en el espacio, curar dolencias, recibir consejos de espíritus animistas, hablar
con los Dioses, entre otros.
Por adaptación, entendemos un proceso de “homeostasis”, es decir un
proceso por el cual el individuo y la sociedad
se interrelacionan
complementándose con su entorno. El cual les permite vivir con un mayor
ahorro de energía.
12
Todo proceso adaptativo es complejo y único, con respecto al individuo o su
sociedad debido a que en esté,
se encuentra el conocimiento adquirido a
través de los años propio de cada uno, debido a esto las “lagunas” en las
investigaciones siempre serán recurrentes. (Fericgla 1993)
De tal manera, que las respuestas halladas a través de la imaginaria de los
“encargados” (shamán u otro) de la religión de una sociedad son una
referencia de cómo afrontar una situación (micro o macro), de ordena la
vida, la sociedad y el mundo. Siendo estos la base de los procesos
adaptativos formalmente concebidos. Lo cual denominaremos “estrategias
humanas inespecíficas de adaptación”
“(…) En este sentido, el concepto de Unidad con el
Universo de que hablan prácticamente todos los
sistemas religiosos sería el máximo grado de
adaptación, ya que, por lo menos subjetivamente, en él
deja de actuar cualquier proceso entrópico.” (Fericgla
1993: 178)
Estos argumentos cobran mayor sentido al pensar en la realidad contextual
de cada sociedad y en la que se da su consumo, las sociedades “pasadas y
primitivas” tenían la necesidad inmediata de disponer de estrategias
adaptativas inespecíficas
con mayor frecuencia
que las personas del
mundo “actual e industrializado”.
Lo que Levi-Strauss llamó el “pensamiento bricolage” del ser humano
primitivo. Es decir, la necesidad del hombre “primitivo” por sobrevivir en un
entorno mucho más peligroso. Donde los recursos no son excesivos, donde
la caza depende de las habilidades de los individuos u otro factor que
impida la alimentación de los individuos de una sociedad que conlleve a
una inseguridad de carácter vital. De modo que se encuentren sujetos a
13
enfermedades, accidentes o peleas ocasionadas por un animal salvaje u
otra sociedad enemiga. La supervivencia inmediata causada por la
necesidad.
Todo lo contrario a la actual vida del hombre, donde pasa sus días en una
casa con todas las comodidades físicas y mentales, donde la vida de una
persona posee un transcurso conocido y aceptado por la sociedad que lo
recibe.
En la actualidad usamos la tecnología como estrategia de adaptación para
los problemas existentes en nuestra vida diaria, en contraparte en las
sociedades prehispánicas (“primitivas”) las cuales hacían uso de sus
recursos biológicos, entre ellos la capacidad visionaria, que forman parte de
sus estrategias adaptativas. (Levi-Strauss en Fericgla 1993)
La forma de aplicación de los adaptógenos son diversas y van desde la vía
oral: en brebajes, pastillas o pellets; fumando y por insuflación o aspiración
nasal; por enemas y por fricción con la piel (pomadas).
En el área andina las primeras dos formas de aplicación, son corroboradas
por la cultura material registrada, son las más comunes y posiblemente de
mayor importancia por la parafernalia asociada a estás. (Cané 1988)
En la actualidad en el Perú, las formas de consumo de mayor
generalización es la vía oral en brebajes muy difundida en el norte del país
principalmente. También se practica en la selva por poblaciones
amazónicas así como las
formas de insuflación o
fumar las hojas y
semillas debidamente preparadas. El norte del Perú, posee una clara
predisposición por el curanderismo el cual es conocido por todos los
14
peruanos los cuales se relacionan con las culturas que se asentaron en
estos territorios antes de la llegada de los españoles.
Esto se observa en sus representaciones ceramográfica relacionadas con
shamanes o “agentes religiosos”
los cuales se observan en acciones
curativas. Aunque la práctica religiosa, de curar, era un común en todo el
territorio peruano luego de las acciones tomadas por la Iglesia con la
campaña de “Extirpación de Idolatrías” los agentes encargados así como
las plantas, su preparación y consumo, cayó en el olvido debido a todos
estos agentes.
Knobloch (2010) menciona dos formas de consumo: “complejo de
insuflación” y “complejo de bebida” para el Horizonte Medio aunque por
extensión podríamos relacionar estas prácticas a épocas anteriores y
posteriores.
Los “estados modificados de conciencia” son producto del consumo de
estos adaptógeno los cuales se refieren a los efectos psicológicos, que
poseen un carácter religioso similar y con particularidades para cada
sociedad. Se relaciona con la imaginaria mental espontánea de cada
individuo como efecto de su ingesta.
El término no implica jerarquías de carácter cognitivo, no produce un
divisionismo en cuanto a una expresión dominante y otra marginal como lo
sería el de “estado alterado de conciencia” donde se puede inferir el grado
de importancia de un proceso cognitivo. Asimismo, no está sujeto a cargas
religiosas ni clínicas. El término no ejerce ninguna atadura con respecto al
tiempo de duración de la modificación de conciencia además de no estar
ligada a un tipo de práctica religiosa, ritual o ceremonia en concreto.
15
Si bien puede llegar a ser generalizada, se
logra solucionarla
con
definiciones de acuerdo al tipo de modificación por el cual es causada,
inducida por meditación, con consumo de adaptógenos o por otro método.
(Fericgla 1993)
No estamos de acuerdo en llamarlo “alucinaciones”, por ser un término
semántico negativo además para la mayoría de las sociedades en la cual se
consume, las percepciones obtenidas tienen una entidad tan real como su
mundo físico e incluso mucho más importante. (Schultes & Hofmann 1993;
Fericgla 1993). De igual forma tampoco se le puede denominar “estados
alterados de consciencia” porque,
“(…) presupone que existe una consciencia, o
procesamiento cognitivo de la realidad que es normal,
natural, central y dominante.” (Fericgla 1993: 172)
Los estados modificados de conciencia, están relacionados con el “éxtasis
religioso espontáneo” también llamada unión mystica, samadhi o saturi (en
la parte oriental). De tal manera que el individuo se sienta iluminado, como
ocurre en las sociedades tradicionales u ocurrió en el pasado en las
sociedades
por parte de los shamanes o personajes que estuvieran
inducidos por estas sustancias adaptógenas, convirtiéndose en “axis
mundis” para sus sociedades.
16
Un “axis mundis”
es un nexo entre la sociedad y los diversos planos
ideológicos que puede poseer una sociedad, es el encargado por el cual la
sociedad interactúa con sus deidades o antepasados. Cumple la función de
intermediario capaz de controlar los poderes y conocimientos
que las
plantas les concedían. Debido a esto su creciente importancia en una
sociedad además de la consideración de las plantas como agentes activos
en las distintas prácticas religiosas. (Schultes & Hofmann 1993; Albornoz et.
al.)
“Descubrieron así que muchas de las plantas permitían
al hombre comunicarse con el mundo espiritual. Estas
prácticas les estaban reservadas a los sacerdotes,
brujos, hechiceros y/o curanderos de las comunidades
primitivas y aborígenes, y se las practicaba en rituales
colectivos o privados. (…).” (Albornoz et. al.: 3)
2. Antecedentes y perspectivas
Si bien el uso de substancias adaptógenos en las sociedades prehispánicas es
aceptado por la mayoría de arqueólogos, durante muchos años fue un tema
“tabú”, debido al carácter interpretativo de cada arqueólogo sumado a la “época
de violencia”
que vivió nuestro país donde los términos de “drogas” o
“alucinaciones” fue cargado de conceptos negativos y vetados. (Cané 1988)
Desde la segunda parte del siglo XIX, las investigaciones en las sociedades de
los Andes Centrales tuvieron sus primeras apariciones, su estudio fue enfocado
desde diferentes perspectivas (antropología, botánica, farmacología, etnología,
psiquiatría) los cuales brindaron grandes aportes fundamentales.
17
La antropología describió las formas de consumo, así como el folclore y ritual
relacionados a su ingesta, asimismo, la simbología y la parte económica
relacionada a las plantas. La etnobotánica, se centró en la clasificación botánica
y cultural de las plantas. La fitoquímica y la farmacología, dieron a conocer las
substancias activas o alcaloides que poseen cada planta diferenciando su
estructura química y arreglo espacial. Por último, los bioquímicos y neurólogos
develaron los efectos causados por éstas en nuestro Sistema Nervioso Central
principalmente nuestros sentidos originando los estados modificados de
conciencia. (Cané 1988; Evans & Hofmann 1993; Fericgla 1993 y Feldman
2006)
Si no enfocamos en dos puntos de vista como son la Psicología y la
Antropología, se podría mencionar que para la primera estas plantas permiten
acceder al inconsciente de cada persona; para la segunda, su ingesta nos
permite ir de un plano “profano” al “sagrado”. (Eliade 1998; Albornoz et. al.: 2)
La Arqueología no ha visto olvidado este tema, ya que un conjunto de
evidencias arqueológicas,
que van desde los restos de las plantas, sus
representaciones iconográficas, las representaciones de su uso y la imaginaria
inducida por las mismas. Han motivado interpretaciones desde perspectivas
diversas de la misma arqueología (etnoarqueologícas, iconográficas, etc.).
18
En la actualidad gracias las investigaciones desde tan diferentes perspectivas,
se puede entender el rol que cumplían estos “adaptógenos” en la ideología
religiosa andina (correspondiente a lo que Eliade califica de shamanismo) de
las sociedades prehispánicas. (Cané 1988; Fericgla 1993; Elera 1994
y
Feldman 2006)
Si bien los estudios en Arqueología son relativamente nuevos y surgen como
necesidad debido a la confluencia de una gama de diferentes perspectivas
sobre el objeto de estudio. Un marco teórico y metodológico adecuado se viene
construyendo hasta la actualidad (Fericgla 1993; Feldman 2006 y Torres 2008)
aunque es lamentable que todavía perduren prejuicios acerca de la realidad
cultural y arqueológica asociada a estos,
“Muchos estudiosos los continúan considerando como
“alucinógenos”; suponen que su uso se inscribe en una
esfera “sobrenatural” y produce una “transformación”
del chamán en jaguar. De este modo, se pierde la
posibilidad de ahondar en la comprensión ritual, la
ideología y las implicaciones sociopolíticas
vinculadas al uso de estos vegetales en tiempos
prehispánicos.” (Feldman 2006: 13)(Las negritas son
mías)
Aunque estos prejuicios son cada vez menores y su aceptación por parte de los
investigadores sea mayor. Esta aprobación se debe principalmente al trabajo
riguroso que se viene mostrando hacia el tema de estudio. Cada investigador
que trata el tema,
lo hace con un rigor científico basando sus hipótesis e
inferencias en hechos contrastables arqueológicamente, además de apoyarse
en ciencias auxiliares para corroborarlas. Asimismo, interpretar adecuadamente
acciones relacionadas a la ideología o implicancias sociopolíticas.
19
Los primeros estudios sobre “adaptógenos” se realizaron en las selvas
amazónicas de Colombia, Venezuela, Brasil y Perú a mediados del s. XIX. En la
década de los 30, aparecen las primeras publicaciones que no tuvieron la
atención merecida. A fines de los 60, se generalizo la idea de que en el
Horizonte Temprano e Intermedio Temprano, se encontraban representaciones
de plantas productoras de alucinógenos y posibles escenas de su uso, la
mayoría de estas relacionadas con el “San Pedro” para las sociedades de
Chavín, Paracas, Nazca y Moche debido a lo abigarrado de su iconografía o la
representación naturalista de la planta.
Los primeros investigadores en trabajar este tema, fueron biólogos como:
Richard Spruce, Richard Evans Schultes, Albert Hofmann, Bo Holmstedt, y
antropólogos de la talla de Henry Wassén, Gerardo Reichel-Dolmatoff, Marlene
Dobkin de Ríos, Fernando Cabieses entre otros. (Cané 1988)
Si bien el objeto de estudio, merece mayores investigaciones para poder llegar
a dar una interpretación coherente y acertada, los avances en las diferentes
disciplinas que lo investigan auguran un futuro esperanzador. (Feldman 2006)
20
CAPÍTULO II
LAS PLANTAS, SU DISTRIBUCIÓN Y CARACTERÍSTICAS
2.1
La distribución de las plantas
América debido a sus distintas regiones geográficas y sus características
climáticas que modifican el ambiente han dado a conocer una gran cantidad de
variedades de estas “plantas”; caso contrario del resto de continentes donde su
existencia es escasa (130 especies para el hemisferio Occidental y 20 para el
hemisferio Oriental).
América del Sur, se encuentra en segundo lugar solo por debajo de México
debido al número, variedad y profundo significado mágico-religioso que le
otorgan a estas “plantas” sus sociedades. (Schultes 1972; Schultes & Hofmann
1993; Feldman 2006)
“(…) Es en América donde el número de plantas
alucinógenas y su significado cultural es avasallador,
llegando a dominar cada fase de la vida de sus
aborígenes.” (Schultes & Hofmann 1993: 26)
21
Son escasas las culturas que no las utilizaron, muchas en cambio utilizaron
varias plantas. Su campo de distribución se extiende desde Alaska hasta la
Tierra de Fuego, desde tiempos ancestrales hasta la actualidad, donde su
significado e importancia varía de acuerdo a cada región geográfica (Schultes
& Hofmann 1993; Mulvany 1994, Albornoz & otros).
En los Andes Centrales, los especies más conocidas y que hasta la actualidad
poseen gran valor cultural y medicinal son: el cactus San Pedro (Trichocereus),
la vilca o cebil (Anadenanthera), la ayahuasca (Banisteriopsis), el floripondio
(Brugmansias), el chamico (Daturas). Además de las plantas ya mencionadas
también se conoce el uso de la amala (Nectandra sp.), para las sociedades
prehispánicas, especialmente para el norte del país.
El tabaco (Nicotina tabacum) y la coca (Erytroxylum coca) no pueden ser
consideradas como “plantas” adaptógenas o considerárselas en el mismo grado
debido a que su consumo en sí mismo no produce estados alterados de
conciencia. Pero aunque su uso es bien conocido para la sociedad Inca, esta
no lo utilizaba con estos fines. Todo lo contrario su valoración se debió a su
empleo en acciones adivinatorias, entiéndase como elemento de adivinación
no su consumo, asimismo para aliviar la fatiga y cansancio en los trabajos.
Cabe la posibilidad de que estas plantas puedan haber servido como
“agregados” para la elaboración de bebidas u otras formas de consumo de las
especies como Trichocereus u las otras antes mencionadas. Su valoración e
importancia en esta sociedad no posee relación a sus efectos causados por el
contenido de sus propiedades químicas, es decir sus alcaloides. (Cané 1988;
Schultes & Hofmann 1993; Feldman 2006 y Montoya 2007)
22
Mapa de ubicación de los principales géneros de plantas en América. (Schultes &
Hofmann 1993)
23
2.2 San Pedro
 Familia: Cactaceae
 Género: Trichocereus
 Especie: (48) pachanoi, peruvianus
Estas dos especies tienden a ser confundidas por las personas en la
actualidad, pero su utilización en tiempos prehispánicos pudo haber sido
distinta dependiendo de la sociedad que lo empleaba.
La primera el T. pachanoi también conocido como “San Pedro hembra”, es
una especie domesticada hacia el Formativo y llevada a diferentes
ecosistemas. Se caracteriza por el pequeño tamaño de sus espinas, se
menciona su cultivo y uso para la sociedad Nazca y en la actualidad se
puede observarse en algunos jardines como planta ornamentaría. Posee
mescalina entres sus propiedades químicas y su uso actual con fines
mágico-religiosos está relacionada al curanderismo.
La segunda el T. peruvianus o “San Pedro macho” es una especie silvestre
que se caracteriza por presentar espinas bien desarrolladas, se desarrolla
entre los 2000 y los 3000 m.s.n.m. Posee un mayor grado de mescalina que
la anterior, aunque su uso por los curanderos actuales es en menor medida.
Un caso particular de su uso, se menciona para Garagay como agente
para la adhesión de la pintura sobre las paredes así como un elemento
constructivo de los muros aunque no se descarta su uso en actividades
rituales. (Polia 1996 y Feldman 2006, 2007)
La elección del uso de cada especie por parte de las sociedades
prehispánicas dependía mucho del grado de conocimiento que posee esta
sociedad acerca de las propiedades de la planta.
24
Partes de San Pedro apiladas para su venta en los mercados de la
mayoría de las ciudades del Perú; Derecha, una representación de
Trichocereus pachanoi. (Schultes & Hofmann 1993)
 Nombre común:
aguacolla, aguacola, gigantón, huachuma, achuma, cimorra, huando o
cardo santo.
 Distribución Geográfica:
Zonas tropicales y templado-cálidas de ambos hemisferios. Existe en el
centro de los Andes, entre los 1830 y 2750 msnm. (Schultes & Hofmann
1993)
“(…) El género Trichocereus agrupa alrededor de 48
especies columnares, de tamaño variable y flores
grandes y nocturnas (…). De estas especies de
Trichocereus, de las cuales existen 12 en nuestro país,
la más conocida es el “San Pedro” ó Trichocereus
pachanoi (…).” (Ostolaza, 1980: 40)
25
Trichocereus
pachanoi
crece naturalmente o se
cultiva en una zona que
va desde Ecuador hasta
Bolivia, pasando por Perú.
Incluso más al sur, en
Argentina, se encuentran
otras especies del mismo
género.
(Schultes
&
Hofmann 1993)
 Descripción Botánica:
Es una planta columnar, ramificada que generalmente nacen de la base,
puede llegar a medir hasta los 6 m. de altura y un diámetro de 10 cm. Las
ramas pueden contener entre 5 a 8 costillas cuando jóvenes son glaucas y
verde-oscuras ya maduras. El “San Pedro” de cuatro costillas o “cuatro
vientos” se trata de una idea mágica. Los capullos o botones se abren por
las noches dando paso a flores aromáticas y en forma de embudo, mide
hasta 25 cm. de longitud por 20 cm. de diámetro. El ovario y tubo floral
miden 15 cm. de longitud color verde, con pelitos negros y ensortijados. La
corola
está formada por tres series de pétalos blancos de 10 cm. de
longitud por 2 a 3 cm. de ancho cerca del ápice que es redondeado. El fruto
es una baya carnosa de forma oval de 5 por 4 cm. de color verde, con la flor
26
marchita adherida a él cubierto de escamas y pelitos negros. Al abrirse se
encuentran las semillas negras
y pequeñas de 1 mm. de diámetro.
(Ostolaza 1980; Schultes & Hofmann 1993)
Cortes del cactus
“San
pedro”
(Trichocereus
pachanoi); la flor de
“San
Pedro”
permanece cerrada
durante el día; las
grandes flores de
“San
florecen
Pedro”
por
la
tarde, desplegando
todo su esplendor.
(Schultes
Hofmann 1993)
27
&
 Descripción Química:
El alcaloide principal de Trichocereus es el TMPE (trimetoxifeniletilamina) o
la mescalina, también posee tiramina, metitiramina, metoxitiramina,
ordenina, analonina y tricerere.
La cantidad de mescalina varia en proporción cuando la planta se encuentra
seca (2 %) que en material fresco (0.12 %) (Ostolaza 1980; Cané 1988;
Schultes& Hofmann 1993; Feldman 2006)
La dosis mínima para activar el alcaloide se estima en 300 mg. por lo que
se necesita procesar al menos 250 mg. de la planta en estado crudo.
(Carod-Artal & Vázquez - Cabrera 2007)
 Preparación:
Se cortan pequeños pedazos del tallo y se rebanan luego se hierven en
agua durante horas. A veces se agregan otras plantas para aumentar o
disminuir los efectos del brebaje como por ejemplo: Daturas, Brugmansias,
etc. (Schultes& Hofmann 1982; Cané 1988)
 Consumo:
La vía de aplicación más común es oral, en brebajes luego de una cocción
prolongada.
Lo consumen las sociedades tradicionales de Suramérica, en mayor grado
en los Andes Centrales, desde Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina.
28
La intoxicación por medio de la ingestión de T. pachanoi parece ser
primordialmente para la adivinación, diagnosticar y curar enfermedades,
entre otras actividades relacionadas al campo ideológico. (Ostolaza 1980;
Cané 1988 y Schultes & Hofmann 1993)
 Efectos:
Luego de la ingestión produce un período de latencia, síntomas de
náuseas, sudoración, cefalea, palpitaciones y calambres. Posteriormente un
estado de labilidad emocional y alteración de la percepción, “alucinaciones”
en todos los sentidos y especialmente visuales. Para concluir con la perdida
de noción de tiempo y espacio. (Ostolaza 1980; Polia 1996 y Feldman
2006)
Un “shaman” describe los efectos de la siguiente forma:
"(…) la droga primero produce somnolencia o un
estado de sueño y una sensación de letargo, (...) un
ligero vértigo (...) y después una gran 'visión', un
esclarecimiento de todas las facultades (…). Entonces,
sobrevienen una separación, una especie de fuerza
visual (...) incluso de todos los sentidos (...) aún del
sexto sentido, la sensación telepática de proyectarse a
través del tiempo y la materia (…) algo así como
desplazar los propios pensamientos hacia una
dimensión lejana". (Schultes & Hofmann 1993: 156157)
29
2.3 Vilca
 Familia: Leguminosae
 Género: Anadenanthera
 Especie: (2) peregrina, colubrina
 Nombre común:
Se le conoce como: ñopo, yopo, cohoba, wilca, huilca, huillca, uilca, vilca,
villca, vilcas, wil´ka, willca, cevil, cebil, parica. Estas denominaciones
cambian de acuerdo al área geográfica en la cual se encuentra la planta.
 Distribución Geográfica:
Se extiende desde el Mar Caribe hasta Sudamérica meridional, Antillas e
Indias Occidentales.
Crece en terrenos montañosos a lo largo de fuentes de agua y laderas
boscosas hasta los 2100 m.s.n.m. En el Perú específicamente se informa
de su presencia en la provincia de la Convención a 1500 m.s.n.m.; también
se le puede encontraren diversas partes de la selva peruana. (Pérez &
Gordillo 1993; Schultes & Hofmann 1993)
30
Hay
dos
especies
de
Anadenanthera
que
producir
“alucinógenos”.
polvos
pueden
Uno de ellos se utiliza al norte de
Sudamérica y en las Antillas. La
otra se emplea en el norte de
Argentina. (Schultes & Hofmann
1993)
 Descripción Botánica:
Comprende dos especies arbóreas con similares propiedades químicas.
La Anadenanthera peregrina, incluye dos variedades: A. peregrina var.
Peregrina Peregrina y A. peregrina var. Falcara. La primera se distribuyen la
parte septentrional del continente, la segunda se encuentra al sur de Brasil
y Paraguay.
La A. peregrina es una mimosa arbórea, crece en los pastizales y alcanza
una altura de 20 m. con un tronco de 60 cm. de diámetro. Su corteza posee
un color negro y posee espinas cónicas y mucronadas. Las hojas se
presentan de 15 a 30 pares de pinnas y cada una de ellas posee folíolos
vellosos. Las flores son muy diminutas en cabezuelas esféricas y se
presentan en inflorescencias o grupos terminales. Las semillas son
31
aplanadas, delgadas y negro lustrosas; estas se encuentran en vainas
leñosas y rugosas de 3 a 10 semillas por vaina. (Schultes & Hofmann
1993)
La segunda especie, Anadenanthera colubrina, que posee también dos
variedades. La A. colubrina var. colubrina, crece en el sudeste de Brasil y la
segunda A. colubrina var. cebil, distribuida en las regiones del Noroeste
argentino. Asimismo, posee las características similares a la otra especie.
(Pérez & Gordillo 1993; Schultes& Hofmann 1993)
Rama de cebil o vilca de la
especie
Anadenanthera
peregrina. (Pérez & Gordillo
1993)
32
De izquierda a derecha (Anadenanthera colubrina): vainas frescas o
verdes; el cebil, “las semillas de la civilización”; las vainas maduras del
árbol cebil se acumulan bajo el cobertizo formado por las hojas; corteza
nudosa del árbol del cebil. (Schultes& Hofmann 1993)
 Descripción Química:
Entre los principales activos se encuentra los derivados de la triptamina, Bcarbolínicos
y la bufotenina, está ultima también
se encuentra en
glándulas de sapos venenosos lo que los indígenas ya conocían. (Cané
1988; Schultes& Hofmann 1982 y Carod-Artal & Vázquez - Cabrera 2007)
“(…) son derivados de la triptamina, tanto cíclicos
como de cadena abierta (…) La dimetiltriptamina
(DMT) y la 5-hidroxidimetiltriptamina (bufotenina) son
representativas de las triptaminas de cadena abierta de
la Anadenanthera. (…) Los derivados de triptaminas
cíclicas encontrados en la Anadenanthera son: 2-metil
y 1,2-dimetil-6-metoxitetrahidro-B-carbolina.” (Schultes
& Hofmann 1993: 118)
33
 Preparación:
Posee diversas formas de preparación que cambian de una sociedad a otra,
así como de área. Algunas sociedades para hacer el polvo, cogen granos
negros de las legumbres de estos árboles y primero los tuestan hasta que
los granos estallan. El tostado facilita la remoción de la cáscara, y pone a
los granos más fáciles para moler y hacer un polvo. Las cáscaras de las
legumbres se remueven debido a su dificultad de pulverizarse, luego se
mezcla en mortero agregándolo un poco de agua formando una pequeña
masa, o también se pulverizan en un polvo muy fino, se guarda en un
recipiente si no se consume. (Cané 1988; Schultes& Hofmann 1993 y
Carod-Artal & Vázquez-Cabrera 2007)
“(…) Cuando se muele para obtener un polvo grisverdoso, se mezcla con cenizas de una planta alcalina
o con arcillas de conchas de caracol.” (Schultes &
Hofmann 1993: 79)
 Consumo:
Lo utilizan tribus de la cuenca del Orinoco, y gran parte de los Andes
Centrales de Colombia, Ecuador, Perú, Chile y parte del Noroeste
Argentino; ya no se consume en las Indias Occidentales ni las Antillas.
La más difundida es la inhalación del polvo de las semillas a través de los
orificios nasales. Según sea la región, se usan tabletas ahuecadas y tubos,
por lo común de madera (norte de Chile, noroeste Argentino, área del
Titicaca, sur del Perú y cuenca Amazónica.); o bien se guardan en
dispositivos tubulares confeccionados en huesos perforados de animales
como aves, felinos, camélidos o calabazas, tubos de madera o grandes
caracoles (Strophocheilus).
34
Se ha encontrado material arqueológico relacionado a tabletas y tubos de
rape como parafernalia de consumo, esta fue la forma de mayor difusión de
consumo (principalmente en el Noroeste argentino), no se descarta el acto
de fumar las hojas, enemas o beberla como agregados en chicha de maíz u
otra. (Reichel-Dolmatoff 1978; Cané 1988; Pérez & Gordillo 1993; Schultes
& Hofmann 1993 y Carod-Artal & Vázquez 2007)
“(…) Un informe de 1571 afirma que los curanderos
incas profetizaban poniéndose en contacto con el
diablo a través de una intoxicación provocada por una
bebida llamada chicha reforzada con villca (…)”
(Schultes& Hofmann 1993: 119)
Los shamanes son los que lo emplean en mayor grado para actividades en
el desarrollo de su oficio, aunque también existen otras situaciones como:
los periodos de ejercicios físicos intensos, ritos de iniciación o de paso y
rituales curativos, siempre ligada a prácticas religiosas.
(Yacovleff y
Herrera 1935; Pérez & Gordillo 1993; Schultes & Hofmann 1993 y CarodArtal & Vázquez-Cabrera 2007)
En tiempos prehispánicos la “vilca” poseía suma importancia ritual y
religiosa, en el Perú prehispánico a los sacerdotes incas de la más alta
jerarquía y adivinos (umu) se les denominaba “villca o vilca camayo”; de la
misma forma los santuarios “huaca” se les nombra “villca o vilcacona”.
También las lavativas de uso medicinal o shamánicas se conocían como
“villca”. (Schultes & Hofmann 1993)
35
Asimismo su madera, de buena calidad y bello pulimento, se aprovechaba
con fines constructivos y para la confección de objetos de lujo para los
grandes señores; su corteza utilizada para curtir las pieles; las hojas y
semillas en baños medicinales. Aunque las propiedades químicas de las
semillas
son
las
que
mayor
aprecio
poseía
en
las
sociedades
prehispánicas. (Pérez y Gordillo 1993)
 Efectos
Luego de su ingesta, produce crispamiento de músculos, nauseas,
“alucinaciones” visuales (en menos frecuencia auditiva), aumento de las
secreciones nasales, sialorrea, inyección conjuntival, tos, taquipnea,
perdida del equilibrio y en ocasiones cefalea. Así como síntomas
vegetativos que incluyen taquicardia, midriasis y aumento de la presión
arterial así como
sueño inquieto además de la macropsia o aumento
exagerado del tamaño de los objetos. (Schultes & Hofmann 1993; CarodArtal & Vázquez 2007)
Varios investigadores, describen los efectos, uno de ellos A. Métraux señala
lo siguiente:
“Los hechiceros lules y matacos son los únicos
shamanes del Chaco que se ponen a sí mismos en
estado de arrobamiento, por medio de tomas por la
nariz de un polvo hecho de semillas de sebil (…).
Cuando han alcanzado ese estado envían sus almas,
en forma de pájaro, fuera del cuerpo. (…)” (Métraux
citado en Pérez & Gordillo 1993: 311)
36
Schultes & Hofmann, refiriéndose a un observador contemporáneo señalan
lo siguiente:
“Sus ojos se le salían de la cabeza, su boca se
contrajo, sus extremidades temblaron. Daba miedo
verlo. Era necesario que permaneciera sentado, pues
de otra forma se hubiera caído. Estuvo embriagado por
cinco minutos; después se puso muy contento.”
(Schultes & Hofmann 1993: 119)
Lozano (1941) describe la práctica inhalatoria entre los lules con
fines de obtención de la lluvia:
"(…) estos haciéndose soplar con un canutillo en las
narices de suerte, que les penetra muy adentro los
polvos de las semillas del árbol llamado sebil, que son
tan fuertes, que les privan del juicio, comienzan ya
fuera de sí a saltar, y brincar en descampado dando
gritos, y alaridos y cantando con vozes desentonadas,
lo que dicen llaman la lluvia" (Lozano citado en Pérez
& Gordillo 1993: 312)
37
2.4 Floripondio
 Familia: Solanaceae
 Género: Brugmansia
 Especie: (9) arbórea, aurea, sanguínea
 Nombre común:
Borrachero, Campanilla, misha, huaca, huacachaca, huacacachu, huanto,
huantu, wantuq, huambo, huambar toé, toá, tonga.
Calancha la llamó, “azucenas del Perú” y B. Cobo, “flor de campanilla”.
(Yacovleff y Herrera 1935; Schultes & Hofmann 1993 y Polia 1996)
 Distribución Geográfica:
Las Brugmansias son nativas del sur de América señalada como planta
ornamental y mágica, habitada por un espíritu que hace volar a quien se
duerma bajo su sombra a causa del perfume embriagante de sus flores.
La mayoría de las especies se halla en las regiones montañosas templadas
y húmedas, a más de 1830 m.s.n.m. (Schultes & Hofmann 1993; Olivos
2004)
38
Muchas especies de Brugmansia
se dan en tierras altas donde se
concentra su uso. No obstante,
hay algunas especies en altitudes
más bajas, en los alrededores de
los Andes, donde su uso es más
intensivo. (Schultes & Hofmann
1993)
 Descripción Botánica:
Se encuentran vinculadas a las Daturas, si bien la mayoría de ellas se
encuentran cultivadas, es posible que se encuentren en estado silvestre en
la Amazonia. Todas las especies son complejas y han sido usadas por
milenios como “adaptógenos” desde tiempos prístinos.
Todas las especies de Brugmansia contienen similares alcaloides a
continuación la descripción de una de estas especies.
39
B. aurea es un árbol pequeño que mide hasta 9 m. de alto, las hojas son
oblongo-elípticas a menudo finamente vellosas; el limbo mide de 10 a 40
cm. de largo 5 a 13 cm. de longitud. Las flores se encuentran inclinadas y
no penduladas, posee de 18 a 23 cm. de largo y son muy aromáticas. Su
corola posee forma de trompeta y es blanca o amarilla hacia la boca, su
parte basal es delgada y se encuentra encerrada por el cáliz; sus dentículos
son curvos entre los 4 a 6 cm. de largo. El fruto es ovoide-elongado, liso,
verde y variable en tamaño; permanece siempre carnoso y nunca se pone
duro o lanoso. Sus semillas angulosas son negruzcas o pardas
relativamente largas que miden de 12 x 9 mm. (Schultes & Hofmann 1993)
Esta es la especie, B. aurea, más difundida en los Andes y posee dos
formas una de flores amarillas y otras de flores blancas más común. Casi
siempre se le confunde con otra especie que es la B. arbórea, esta se
encuentra en menor medida.
La especie B. sanguínea se caracteriza por sus flores que poseen un color
rojo
hacia la boca y su difusión se encuentra relacionada a terrenos
montañosos y selváticos.
40
1) Brugmansia aurea,
muy utilizadas por los
shamanes de Colombia
y norte del Perú, cuyas
flores
son
de
color
amarillo, 2) Brugmansia
arbórea,
3)
El
fruto
maduro de Brugmansia
sanguínea. 4) La flor de
Brugmansia sanguínea.
(Schultes
&
Hofmann
1993)
 Descripción Química:
Las solanáceas poseen semejanzas químicas en su variedad de especies
además de contener los mismos alcaloides de tropano que las Daturas. La
escopolamina
es
su
principal
ingrediente
psicoactivo
además
de
hiosciamina, atropina y los variantes alcaides del tropano, tales como
norescopolamina, aposcopolomina, meteloidina. (Schultes& Hofmann 1993;
Kvist & Moraes 2006)
41
“La escopolamina, responsable de los efectos
alucinógenos, es la que aparece siempre en mayor
cantidad. Las hojas y los tallos de B. aurea, por
ejemplo, con un total de 0.3% de alcaloides, contienen
un 80% de escopolamina, que también es principal
alcaloide de las raíces de Brugmansia.” (Schultes &
Hofmann 1993: 129)
 Preparación:
Para los fines necesarios de la planta casi siempre se toma las semillas
molidas (mezcladas con bebidas de maíz o yuca fermentadas o en
infusión). Aunque cabe mencionar que todas las partes de la planta
contienen alcaloides sean las hojas, tallos o frutos los ingeridos. (Schultes&
Hofmann 1993; Kvist & Moraes 2006)
 Consumo:
Se emplea en Suramérica, sobre todo en el Amazonas, lo utilizan los
mapuches de Chile y los chibchas de Colombia así como gran parte del
territorio peruano. (Schultes & Hofmann 1993; Kvist & Moraes 2006)
“Los indígenas de Sibundoy consumen la Brugmansia
con fines mágico-religiosos y los mapuches como
remedio para los niños tercos. Los chibchas daban
chicha fermentada con semillas de Brugmansia a las
esposas y esclavas del jefe muerto para provocarles
sopor antes de sepultarlas vivas con el difunto. Los
nativos peruanos creen que la Brugmansia les permite
comunicarse con sus antepasados y que pueden
revelarles en qué tumbas hay tesoros.” (Schultes&
Hofmann 1993: 71)
42
 Efectos
La intoxicación no es placentera sino violenta, las personas que lo
consumen llegan hasta un periodo de profundo sopor durante el cual
experimenta visiones. La sobredosis es un riesgo que puede causar la
muerte o una enfermedad permanente. Las alteraciones mentales son de
tipo esquizofrénico. (Schultes y Hofmann 1993; Kvist & Moraes 2006)
Durante sus viajes Jacob von Tschudi (1820) nos habla de una bebida
preparada por los hechiceros, llamada “tonga”. Describe los efectos de la
ingesta de la siguiente manera:
“(…) después de que el hechicero había ingerido la
bebida, cayó en un pesado estupor; se sentó entonces
con los ojos fijos en mirada vacía contra el suelo, con la
boca cerrada en forma espasmódica y las fosas
nasales dilatadas. Al termino de aproximadamente un
cuarto de hora, sus ojos comenzaron a voltearse, le
salió espuma de los labios entreabiertos y todo el
cuerpo comenzó a ser agitado por intensas
convulsiones. Estos violentos síntomas pronto
desaparecieron y el indígena cayó en un profundo
sueño que duró varias horas. (…)” (Tschudi citado en
Cabiedes 1974: 355)
43
2.5 Chamico
 Familia: Solanaceae
 Género: Datura
 Especie: (10 - 12) stramonium, metel, ferox, inoxia.
 Nombre común:
“borrachero”, “embaucador”, toloache, torna loco, “manzana espinosa”
 Distribución Geográfica:
Zonas tropicales y templado-cálidas de ambos hemisferios
Mapa geográfico donde se observa la distribución de las especies de
Daturas. (Schultes& Hofmann 1993)
44
 Descripción Botánica:
La mayoría de las especies de esta planta guarda características similares.
A continuación el de D. inoxia, es una hierba que posee más de 1 m. de
alto, grisácea debido a las finas vellosidades que posee sobre el follaje. Sus
hojas son desigualmente ovadas o subenteras pueden llegar a medir más
de 5 cm. de longitud. Las flores poseen un dulce perfume, son erectas y
varían en tamaño entre los 14 a 23 cm. de longitud; poseen colores
blancos, con tintes rosas o violetas así como una corola de 10 puntas. Su
fruto colgante es casi globuloso, de 5 cm. de diámetro cubierto con afiladas
espinas.
El D. stramonium, se encuentra en mayor medida en los Andes Centrales,
posee características similares. Cabe recordar cuando estas se secan el
fruto llega a reventar mostrando las pequeñas semillas aplanadas de color
negro en su interior. (Schultes& Hofmann 1993)
Imágenes de Datura stramonium (Schultes &. Hofmann 1993)
45
Datura stramonium la planta
se
puede
fácilmente
morado
reconocer
por
de
el
sus
color
flores.
(Schultes &. Hofmann 1993)
 Descripción Química:
Las distintas especies de Datura son químicamente semejantes en cuanto a
principios activos a las plantas solanáceas: poseen alcaloides tropánicos
como la “hiosciamina” y principalmente “escopolamina”. (Schultes&
Hofmann 1993)
 Preparación:
Para los fines necesarios se prepara de las semillas, hojas secas, las flores
y raíces. En infusiones o pulverizados agregándolas
a bebidas
embriagantes o aplicándose el polvo a los ojos, masticar las raíces de la
planta, cigarrillos antiasmáticos, así como la frotación de ungüentos que
contienen partes de la planta produce los mismos efectos. (Yacovleff y
Herrera 1935; Schultes & Hofmann 1993 y Olivos 2004)
46
Un etnobotánico escribió lo siguiente, para el caso mexicano:
“(…) No es raro que el toloache se agregue al mezcal,
un licor destilado del Agave, o al tesguino, una bebida
fermentada del maíz, para aumentar su poder
intoxicante” (Schultes& Hofmann 1993: 110)
Asimismo, Steele (1982) hace referencia a un hecho ocurrido en Huánuco
del s. XVIII, donde un niño coloco unas semillas de la planta y se la dio a
otro. Este cayo en los efectos de manera violenta “enajenándose” y
perdiendo la razón. Asimismo, menciona su uso por los indígenas como la
facilidad con la que crecía esta planta y su uso medicinal para contrarrestar
las hemorroides, la gota, hernia entre otros males. Si bien se menciona que
un corregidor quiso exterminar su uso le fue imposible debido al gran
arraigo que poseía la planta entre los naturales. (Steele citado en Olivos
2004)
 Consumo:
El consumo de especies de estas plantas se encuentra relacionado a
México y el Suroeste norteamericano. En los territorios aztecas actuales se
le denomina “toloache” que proviene del antiguo azteca “toloatzin” (cabeza
inclinada, haciendo referencia a su fruto).
En Suramérica su presencia es amplia, aunque se le asigna a la esfera de
los Andes Centrales debido a una mayor documentación existente. Sin
embargo, su presencia en continentes como Asía y África, también se
encuentra documentada en sus sociedades (India-China) pasadas en la que
cumplieron un rol importante en ceremonias mágico-religiosas y la
medicina. (Schultes& Hofmann 1993)
47
Como se ha mencionado, su importancia en ceremonias mágico-religiosas,
van desde ritos de iniciación, de pasaje (pubertad a adultez), festividades a
la lluvia, propiedades visionarias.
Asimismo su uso en la medicina, en terapias, aliviar dolores, trastornos de
la conducta, enfermedades nerviosas, o como analgésicos para mitigar el
dolor en operaciones simples o dolores de parto. (Schultes & Hofmann
1993; Olivos 2004)
 Efectos:
Los efectos causados por todas las especies son similares debido a ellas
poseen los mismos alcaloides, en mayor o menor grado dependiendo de su
preparación.
Se comienza por un estado de lasitud del cuerpo para continuar con un
periodo de alucinaciones concluyendo en un sueño profundo y la perdida de
la conciencia. (Schultes & Hofmann 1993)
Las Daturas gracias a su contenido de atropina y escopolamina, en dosis
apropiadas controlan el reflejo de vómito, por lo cual son útiles para ayudar
a retener en el estómago las bebidas con componentes tóxicos. Debido a
esta propiedad, su uso siempre se encuentra relacionado como agregado
en brebajes para la retención de las propiedades de las demás plantas que
contiene el líquido. (Cabiedes 1974)
48
2.6 Ayahuasca
 Familia: Malpighiaceae
 Género: Banisteriopsis
 Especie: (120) caapi, inebrians, rusbyana
 Nombre común:
Caapí, nate, yajé, yagué o pindé. Cabe mencionar que su denominación
varía de acuerdo a su distribución en la misma planta el cual es identificado
independientemente por algunas sociedades selváticas.
“Los indígenas distinguen varias especies, según el
color, espesor, formación de la rama, y su ubicación en
la planta.” (Cané 1988: 37)
 Distribución Geográfica:
Antillas y zonas tropicales de Norte y Sudamérica. Su uso se conoce para
toda la zona occidental del Amazonas y zonas adyacentes del Orinoco, se
menciona que su uso se extendió hacia los Andes y posteriormente la costa
del Pacifico.
Ubicación
del
genero
Banisteriopsis en América del Sur.
(Schultes& Hofmann 1993)
49
 Descripción Botánica:
El género presenta lianas de corteza lisa, color café y hojas verdes oscuras
de forma pergaminosas y ovadolanceoladas, que pueden llegar a medir
hasta los 18 cm. de longitud y de 5 a 8 cm. de ancho. Su inflorescencia es
multiflora. Sus flores son pequeñas de color rosa o rosadas. El fruto es una
sámara con alas de 3.5 cm de longitud. (Schultes& Hofmann 1993)
Arriba, la Ayahuasca es una
majestuosa enredadera tropical
de crecimiento rápido.
Abajo,
los
trozos
del
tallo
constituyen la base para elaborar
la bebida. (Schultes& Hofmann
1993)
50
 Descripción Química:
Si bien los primeros estudios de la Banisteriopsis, produjeron los alcaloides
llamados
“telepatina
y
banisterina”
que
se
pensó
como
nuevos
descubrimientos. Investigaciones posteriores los identificaron como la
harmina. Los alcaloides secundarios son: la harmalina y tetrahidroharmina.
(Schultes& Hofmann 1993)
“Los principales psicoactivos que contiene el
Banisteriopsis
caapi,
son
betacarbolinas,
harminaharminolinas, tetrahidroharminas y otros. (…)”
(Cané 1988: 37)
 Preparación:
La preparación más difundida se realiza machacando los trozos de las
lianas en morteros, de madera principalmente, al cual se agrega agua.
Posteriormente se filtra el líquido, extrayendo las sustancias sólidas para
luego llevarla al fuego. Este líquido se puede ingerir caliente o fría además
de mezclarlas con otras plantas como B. rusbyana y de Psychotriaviridis
las cuales modifican sus efectos. (Cané 1988)
Otra forma de ingerirla es masticar la corteza así como en forma de rapé.
(Schultes & Hofmann 1993)
 Consumo:
En las sociedades tradicionales (principalmente en la selva), puede ser
usada por los shamanes para diagnosticar enfermedades o resguardar a su
pueblo, así como adivinar las tretas del enemigo o profetizar el futuro.
51
“Bebida generalmente ceremonial religiosa (…). Los
jibaros creen que el ayahuasca hace posible la
comunicación con los antepasados y que bajo su
influencia el alma del hombre puede abandonar el cuerpo
y vagar libremente” (Schultes & Hofmann 1993: 67)
La ayahuasca es concebida como medicina por las sociedades selváticas
más aun es llamada “la gran medicina”. Las sociedades selváticas tienen
como su guía espiritual y su consumo es estrictamente de aprendizaje de
los conocimientos del mundo que los rodea, ellos aprenden mediante su
consumo y las visiones adquiridas en este lapso de tiempo. La guía de los
“maestros” es importante para
ayudar a interpretar estos mensajes
proporcionados por la planta.
 Efectos
Su ingestión produce náuseas, vértigo, vómito y lleva a estados eufóricos
como agresivo. Así como alucinaciones auditivas y visuales; por lo regular
en azul, púrpura, grises, rojos o amarillos brillantes debido a los aditivos en
la preparación del brebaje final.
52
2.7 Otras plantas

Virola (Virola sp.)
Esta planta se conoce en las regiones con el nombre de “epená”, “ebena”,
“paricá” u otras denominaciones especialmente en la selva. Posee más de
60 especies
y se encuentra distribuida en las zonas tropicales de
Centroamérica y Sudamérica, principalmente las especies: V. theiodora; V.
peruviana; V. loretensia; V. calaphilla; V. calophilloidea y V. elongata.
(Schultes & Hofmann 1993)
Representación de especie
Virola Theidora. (Schultes&
Hofmann 1993)
53
La mayoría de ellas posee una copiosa “resina” roja en la corteza interna,
que posterior a su retiro se concentra al fuego y se forman pequeñas
píldoras o rapé para su posterior consumo. (Cané 1988)
Una descripción de la planta V. theidoraes, es la de un árbol delgado entre
los 7 a 23 cm. de altura. Originaria de los bosques de la cuenca amazónica
occidental. El tronco es cilíndrico, de 46 cm. de diámetro posee una corteza
lisa de color café moteada de gris. Las hojas poseen, un aroma similar al té
cuando secan, forma oblonga o anchamente ovaladas entre los 9 a 33 cm.
de longitud por 4 a 11 cm. de ancho. Las flores masculinas generalmente
son de color café o amarillentas; las femeninas nacen individualmente o en
racimos de 2 a 10 flores muy picantes. El fruto es subgloboso entre 1 a 2
cm. de largo por 0.5 a 1.5 cm. de ancho. (Schultes & Hofmann 1993)
La Virola contiene como alcaloides a la triptaminas y tetrahidrocarboxiles.
Además de ser casi similares a la Anadenanthera. (Cané 1988).
“(…) Los principales componentes de este polvo son 5metoxi-N, n-dimetiltriptamina y dimetiltriptamina.
Tambien aparecen indicios de 6-metoxi-N, Ndimetiltriptamina, monometiltriptamina, 2-metil- y 1,2dimetil-G-metoxi-tetrahidro-B-carbolina (…) (Schultes&
Hofmann 1993: 170)
El polvo de la Virola puede ser consumido por insuflación de un individuo a
otro o por sí mismo por medio de tubos; otros reducen el líquido a una pasta
(formando pallets) cuando no quieren usar el polvo de manera inmediata,
de esta forma se conserva por algunos meses los efectos psicoactivos. Este
polvo es tan irritante que causa expulsión de mucosidad por la nariz así
como lagrimeo. Después de un estado de hiperactividad y excitación, viene
54
un periodo de somnolencia interrumpido por alucinaciones visuales (Cané
1988; Schultes & Hofmann 1993)
“El epená o Nyakwana debe ser aspirado
ceremonialmente por todos los varones adultos, y en
ocasiones sin ninguna relación ritual. (…) El Yakee o
paricá lo consumen solo los chamanes” (Schultes &
Hofmann 1993: 68)
Los indios waikas bajo los efectos de la planta, muestran una expresión en
el rostro de extravió, que según ellos responde a la ausencia temporal del
alma de los shamanes. (Schultes& Hofmann 1993)
Su preparación es variada y parte de la extracción del líquido color rojizo, la
cual es raspada de la capa interna de la corteza y secada al fuego las
raeduras. Luego de una molienda fina se puede agregar otras plantas como
son las de Justicia o de Elizabetha princeps. Otra forma es tirar el árbol,
recoger la resina, hervir y obtener una pasta que se seca al sol para
posterior molerla y tamizarla. (Schultes & Hofmann 1993)
Su ingesta se encuentra relacionado con prácticas mágico-religiosas y las
“medicinales”, sean estas de origen sobrenatural o pragmático. Su uso
cotidiano por parte de los nativos es importante, algunas especies se
utilizan como fungicidas. La resina puede ser aplicada para curar áreas
afectadas para curar la tiña y otros tipos de micosis dermatológicas tan
frecuentes en las selvas tropicales. (Cané 1988; Schultes & Hofmann 1993)
55

Amala (Nectandra sp.)
Relacionada principalmente con el norte del Perú, principalmente a las
sociedades Moche, Chimú, Lambayeque y Chachapoyas.
Su nombre denominación principal es la de “amala” o “hamala”, en la costa y
sierra norte, “matuc” o “matuto”, en la selva norte y muy raramente
“ishpingo”.
Semillas
de
recuperadas
excavaciones.
“hamala”
en
Museo
las
de
Túcume – Perú.
Su identificación se encuentra en la mayoría de los casos como ofrendas,
las semillas son perforadas exprofesamente y traspasadas con soguillas
dentro de paquetes textiles o incluso conchas marinas de Spondylus, su uso
se relaciona a diversas ceremonias rituales. Su presencia se encuentra en
centros importantes como son la Huaca del Sol y la Luna, centros
ceremoniales de poder Moche en Trujillo.
56
Las presentaciones de las semillas también se encuentran en ceramios que
poseen su forma así como en la iconografía relacionada a personajes que
poseen en el cuello o en las manos collares de la semilla de esta planta.
Estos personajes son de alto rango, sacerdotes o miembros de la elite
Moche. Estos son reconocidos por su vestimenta así como por los
accesorios que poseen características de sacerdotes Moche como son la
chungana o sonajero. Se menciona su uso para rituales funerarios y
curativos. Estos ceramios
corresponden a la a fase Moche IV
principalmente.
Los principales principios psicoactivos son: la alfa-asarona, galgravina y
vereguensina. Asimismo se menciona su acción anticoagulante debido a la
papaína. Lo que nos permite inferir su uso en “rituales de sacrificio” muy
común en las sociedades norteñas.
La forma de consumo se relaciona a la vía oral en bebidas de chicha como
agregados en esta. (Montoya 2004, 2007)
57

El Pati (Carica augusti. Harms.)
Relacionada principalmente con la sociedad Wari
y su función ejercida
dentro de esta. Se le relaciona con sectores sociales como la nobleza y el
sacerdocio. El proceso de abandono de costumbres y creencias sufrido por
algunas plantas en la sociedad ha hecho que se pierda el conocimiento
acerca de sus cualidades, cultivo y uso.
El Pati es una, planta herbácea perenne, polígama de hasta 5 m. de alto.
Crece en zonas secas y suelos muy pobres en nutrientes. Posee dentro de
su corteza abundante látex; su raíz principal es corta y sus raíces laterales
son desarrolladas y relativamente superficiales; su tejido posee la capacidad
de almacenar agua, por lo cual puede resistir grandes periodos de sequía.
La denominación con que es conocido el árbol en la ciudad de Wari son la
de “Pati” y también de “Wira pasñacha”.
Con respecto a los efectos que causa el consumo de estas plantas se
menciona alteraciones y efectos fisiológicos, que la sociedad interpreto
como estados de origen sobrenatural, y los cuales relacionado a rituales
adivinatorios y las deidades:
“(…) La nobleza y el sacerdocio al utilizar el Pati
como alcaloide revestían su conducta de una
naturaleza mirifica que les acrecentaba su prestigio
social y les servía como mecanismo de uso personal
en situaciones de tensión.” (González & Rivera 1983:
43)
58
Los análisis químicos realizados al árbol (tallo, ramas, hojas y frutos)
demostraron la presencia de alcaloides, principalmente
en las hojas y
frutos.
Debido a esto, hojas y frutos, se relaciona el uso de la planta con periodos
temporales concretos entre Diciembre y Abril, utilizándolos en relación con
prácticas y costumbres agrícolas.
En la región de Sarhua, al árbol de Pati se le atribuye ciertas características
como ser testigo de la creación del mundo debido a la gran cantidad de
años de vida que posee. También le otorgan la característica de ser el
“hogar de la pachamama” debido a la semejanza del tronco con músculos
o formas humanas otorgándole al árbol el espíritu de la tierra. Asimismo, lo
señalan como símbolo de fertilidad. (González & Rivera 1983)
“(…) el Pati es un árbol que fue testigo de la creación
del mundo otros lo considera que es un árbol bisexual y
por lo tanto simboliza la fertilidad, ya que los animales
bisexuales también significan fertilidad y abundancia y
por ellos reciben la denominación de Waris. (González
& Rivera 1983: 48)
59
 La coca (Erytroxylum coca)
De suma importancia en el uso ritual y diario, en la antigüedad como ahora,
en los Andes y zonas adyacentes. Si bien la planta no es considerada por
los investigadores como una planta “alucinógena”, pues los indígenas no
conocieron la técnica de extracción del alcaloide que posé en sus hojas.
Existe una gran cantidad de especies de coca en Sudamérica, pero solo se
cultivan dos: Erytroxylum coca y Erytroxylum novogranatense. Ambas
poseen dos variedades. La primera E. coca, variedad “coca” (coca Boliviana
o coca Huánuco), la otra variedad “idapú” que se cultiva en las partes
amazónicas. En el caso de la segunda E. novogranatense, nos interesa la
variedad E. novogratense “truxillense” (Coca de Trujillo), se cultiva en los
valles del Marañón y la costa desértica peruana. No se descarta la
existencia de varias especies silvestres en la Amazonia.
El
principal
principio
activo
de
la
coca,
es
la
cocaína
(Benzoylmethylecgonina) además de ecgoninas, tropinas y otros en menor
cantidad.
El consumo de la coca mayoritariamente es de vía oral, masticándola y
formando una bola en la boca, algunas personas le agregan cal para
mejorar el sabor amargo de la planta, escupiendo luego el residuo. No se
descarta el uso como rapé, mezclándolas con otras plantas por algunos
grupos amazónicos.
El efecto del uso de la coca es la reducción de la fatiga, hambre y frio. Así
como estimulante y analgésico local, las investigaciones dieron a conocer
ciertas sustancias nutritivas y vitaminas que futuros análisis deberán aclarar.
(Cané 1988; Schultes & Hofmann 1993)
60
Cabe recordar que las sociedades prehispánicas no llegaron a obtener la
cocaína como principio activo esta recién se logró aislarla a mediados del
siglo XIX en Europa y por mucho que se mastique tampoco llega a producir
estados modificados de conciencia. Aunque su función en propósitos rituales
y sagrados, muy conocido para los Incas, no tenga una importancia similar
a los “adaptógenos” posee una fuerte influencia en el proceso ritual.

Tabaco (Nicotiana tabacum)
El género Nicotiana posee una gran variedad de especies (más de 45) en
estado nativo pero la mayoría de ellas cultivadas. Solo unas pocas especies
alcanzaron gran difusión. Buena parte de ellas es originaria de la región
andina, desde donde se extendieron por el subcontinente.
Si bien el tabaco por sí solo, no está claro sus propiedades como
“adaptógeno”, su consumo con propósitos religiosos y sagrados constituye
un aspecto ampliamente aceptado y documentado, como coadyuvante que
intensifique el efecto de otras sustancias psicoactivas ayudando a su
absorción por parte del organismo (Cané 1988; Pérez & Gordillo 1993 y
Schultes & Hofmann 1993).
61
Existe una gran discusión sobre este tema por diversos investigadores, las
cuales mencionamos:
“Para Wilbert (1987) tiene efectos diferentes según las
dosis: en pequeñas cantidades sirve como estimulante
y analgésico; en grandes dosis produce visiones,
trance y catatonía”. (Wilbert citado en Pérez & Gordillo
1993: 302)
Para Furst (1980), el tabaco es un toxico ritual y afirma que:
“una verdadera intoxicación de tabaco hasta el punto
de alterar la conciencia o llegar aI trance psicodélico,
era ciertamente de considerable importancia con el
complejo extático del Nuevo Mundo en su totalidad"
(Furst citado en Pérez & Gordillo 1993: 303)
Además, la química del tabaco refuerza la idea, el principal ingrediente
activo es la nicotina, un alcaloide piridino.
EI relato de L. V. Mansilla (1980) con respecto al consumo y efecto
causado por el tabaco en indígenas chilenos fue el siguiente:
“(…) una planta que no he podido conocer, que he
fumado, y me ha hecho el mismo efecto que el opio, es
fuertísima (…) [al acostarse] cargan su pipa, se echan
de barriga, se la ponen en la boca, le colocan una
brasa de fuego en el recipiente y dan una fumada con
toda fuerza, tragando todo el humo; en seguida otra,
otra del mismo modo. A la cuarta fumada, les viene una
especie de convulsión nauseabunda, se les cae la pipa
de la boca y quedan profundamente dormidos.”
(Mansilla citado en Pérez & Gordillo 1993: 303)
62
Los efectos de la nicotina pueden inducir trances, sueños, visiones y
comunicación con los espíritus por parte de los shamanes en los diversos
propósitos religiosos.
En cuanto a la preparación y consumo del tabaco existen diversas
modalidades a lo largo de Sudamérica. En la cual se puede consumir solo
o en mezclándolo con otros adaptógenos para obtener el fin requerido.
El más común es fumarlo, pudiendo ser en forma de cigarrillos o en pipas,
también en forma de infusión acuosa. Así como pulverizado las hojas y
luego absorberlas por la nariz. Formas menos frecuentes son beberlo,
comerlo, masticarlo, lamerlo o mediante enemas. (Cané 1988; Pérez &
Gordillo 1993)
63
2.8 Estructura química “alcaloides”
Las plantas mencionadas con anterioridad y de las cuales se obtienen una
serie de sustancias químicas, poseen el elemento nitrógeno como un común
en sus estructuras químicas. Por lo tanto, pertenecen a una clase de
compuestos químicos llamados alcaloides.
Las estructuras químicas de estos “alcaloides” que provienen de las plantas
están estrechamente relacionadas con la estructura química de hormonas
que existen en el cerebro. Estos agentes fisiológicos cumplen un papel muy
importante en la bioquímica de las funciones mentales. Estos principios
activos ejercen en el Sistema Nervioso Central (SNC) modificaciones que el
individuo según su cultura puede llegar a interpretar. (Schultes & Hofmann
1993, Albornoz et. al.)
Así tenemos que el principal alcaloide del cactus San Pedro (Perú) como del
Peyote (México) es la mescalina, un compuesto relacionado a la
norepinefrina (noradrenalina), que es una hormona cerebral, está es uno de
los agentes fisiológicos conocidos como “neurotransmisores”, ya que actúan
en la transición química de los impulsos entre las neuronas. Podemos
mencionar que tanto la mescalina como la norepinefrina tienen la misma
estructura química básica
64
Estructura
química de la
molécula
Noradrenalina,
hormona
cerebral.
(Schultes & Hofmann 1993)
Estructura química de la
molécula
de
Mescalina,
activo
(Schultes
la
principio
del
peyote.
&
Hofmann
1993)
65
Estructura
química
molécula
principio
de
Hofmann 1993
molécula
de
hormona
(Schultes
Serotonina,
cerebral.
&
Hofmann
1993)
66
la
Psilocina,
alucinógeno
teónanacalt.
Estructura química de la
de
(Schultes
del
&
El hecho que los principios activos más importantes de las plantas
(mescalina
y psilocina) y las hormonas cerebrales (serotonina y
noradrenalina), tengan la misma estructura básica ayuda a explicar la
“potencia psicotrópica” de estos adaptógenos. Estos principios actúan en
los mismos sitios del Sistema Nervioso Central que las hormonas antes
mencionadas; a semejanza de “llaves” que abrieran un mismo candado. El
resultado es que las funciones psicofisiológicas relacionadas a la percepción
en base a nuestros sentidos se ven alterados, suprimidos, estimulados o
modificados
de alguna forma. Estos trastornos de los sensoperceptivos
afectan la conciencia del hombre. (Schultes & Hofmann 1993)
Además no solo la composición química de los alcaloides es suficiente para
producir cambios en las funciones cerebrales, sino también al arreglo
espacial peculiar que tienen los átomos en estas moléculas.
La configuración espacial, después de la composición química, cumple el
papel crucial en la determinación de las actividades que modifican al
Sistema Nervioso Central (produciendo los estados modificados de
conciencia).
Un ejemplo, es la dietilamina del ácido lisérgico (LSD) es una forma
modificada del principio activo del “ololiqui”; la primera es una droga sintética
y el segundo es el principio químico que se presenta de forma natural en la
planta. La diferencia entre una y otra se encuentra en dos átomos de
hidrogeno de la amida que han sido remplazados en la diatelamida por dos
grupos etilos. Lo importante de la configuración espacial es que una dosis
de 0.05 mg. de LSD producirá una intoxicación profunda de varias horas; en
cambio una dosis mucho mayor de iso-LSD no tendría ningún efecto en la
persona. (Schultes & Hofmann 1993)
67
De la misma forma que sucede con el San Pedro (mescalina), las demás
plantas utilizadas en las ceremonias mágico-religiosas. Poseen principios
activos similares, los cuales ya mencionamos, producen similares resultados
en el hombre.
El uso de estas “sustancias adaptógenas” (puras en este caso) en medicina
están dirigidas como en el caso de las ceremonias mágico-religiosas (en las
sociedades tradicionales como en la antigüedad) en la distorsión de la
realidad produciendo en ambos casos profundas alteraciones (estados
modificados de conciencia) psíquicas al individuo.
Estas no solo afectando la percepción del mundo exterior sino también la
percepción propia del sujeto transformándola. Los cambios en la sensibilidad
de los órganos de los sentidos provocan trastornos sensoperceptivos
(alucinaciones visuales, auditivas, táctiles, olfativas, gustativas, tempoespaciales) que afectan la esencia misma de nuestro ser: la conciencia.
(Schultes & Hofmann 1993; Albornoz et. al.)
Podemos referirnos a la realidad como resultado de la interacción de un
sujeto, un ego. Esta realidad objetiva resulta de la interacción de las señales
sensoriales externas, mediadas por los órganos (sea visual, auditiva, táctil,
olfativa o gustativa) y el ego llevando todo esta información al nivel de la
conciencia.
68
De tal manera podemos expresar lo siguiente: “el mundo exterior es una
fuente de información y el yo profundo, un receptor, el traductor
vendría ser el ego” si no existe ninguno de los dos o uno de los elementos
está ausente la realidad no existe.
Si aceptamos a la realidad como producto de esta interacción, la percepción
de la realidad bajo la influencia de estos “principios activos” es distinto y
puede ser explicada por medio del cerebro, donde se encuentra la
conciencia, que sufre una serie de cambios químicos inducidos por estas
sustancias originando una infinidad de experiencias subjetivas infinitas
debido a que cada persona es única y sus experiencias no son iguales a las
demás por más que pertenezca a la misma sociedad.
En la actualidad, experimentamos la vida desde un solo punto de vista
limitado por las reglas sociales aceptadas, lo que es denominado un estado
normal. Sin embargo, los adaptógenos originan en la percepción de la
realidad un cambio radical y extenso debido a que nuestros órganos
sensoriales sufren trastornos por los cuales conocemos a la realidad de
distinto modo. En las sociedades prehispánica o “primitivas” esto no ocurrió
ellos tomaban estos estados modificados de conciencia como parte de su
mundo de una sola percepción que si bien no era común para todos los
miembros, su aceptación por toda la sociedad era homogénea y formaba
parte de su vida diaria
“(…) Estos distintos aspectos o niveles de una sola
realidad no son mutuamente exclusivos. Forman una
realidad global, trascendente y atemporal.” (Schultes &
Hofmann 1993: 176)
69
Es por esto, que el valor significativo de estas “sustancias adaptógenas”
consiste en la capacidad de cambiar la longitud de onda del “receptor del
yo”, produciendo los cambios en la conciencia de la llamada realidad.
En un estado normal de conciencia, la realidad de todos los días, el ego y el
mundo se encuentran separados, donde el mundo exterior es el objeto
transformado. Con la influencia de los adaptógenos todo esto desaparece o
se torna borroso. Se realiza una retroalimentación entre el receptor y el
emisor. El ego o parte de él alcanza el mundo exterior lo que lleva crear un
significado profundo y diferente; la cual puede ser gozosa o demoniaca,
debido a que implica la pérdida de confianza del ego. Al retroalimentarse el
nuevo ego se siente relacionado con los objetos de un modo especial así
como con otros seres humanos. Todas estas nuevas experiencias de
comunicación con el mundo exterior llevan a sentir al ego ser uno con toda
la creación. (Schultes & Hofmann 1993)
70
CAPITULO III
EVIDENCIAS ARQUEOLÓGICAS E HISTÓRICAS
3.1 Arqueología: evidencias del uso de adaptógenos en tiempos
prehispánicos
Para poder encontrarlas debemos tener en cuenta cuatro categorías
arqueológicas (Torres 2008) que consideremos como evidencia:
1. Evidencias de restos de plantas, es la forma más directa de
su uso, pueden ser hallada en contextos arqueológicos.
2. Implementos relacionados al uso de plantas psicoactivas,
utilizados en la preparación o ingestión de las mismas.
3. Representaciones de plantas psicoactivas.
4. Representaciones del uso de materiales psicoactivos,
las
representaciones de consumo o de los instrumentos
empleados en su preparación y sus posteriores implicancias.
71
Con estas categorías previas para el análisis de la evidencia arqueológica
podemos mencionar las siguientes:
Para el Arcaico (8000 - 1600 a.C.), el hombre dependía de sus conocimientos
adquiridos con el pasar del tiempo y el uso de la flora. En la cueva de
Guitarrero, en el Callejón de Huaylas, Lynch registra una “areola con espinas”
de San Pedro junto a restos de otras plantas alimenticias que habrían estado
en un proceso de domesticación.
Lynch (1980) se basa en el registro de polen ininterrumpido desde los estratos
más profundos así como evidencias de trozos o tallas y fragmentos del fruto
de la planta que fueron introducidos a la cueva para sugerir una mayor
importancia al fruto comestible que al propio San Pedro, es decir al tallo que
se registraba desde 8600 a.C. (Feldman 2006, 2007)
La supuesta forma de consumo del San Pedro en Guitarrero seria a través
del mascado e ingiriendo el tallo del cactus, de esta manera habrían utilizado
sus efectos según su necesidad, además la ingesta por medio de mordisco se
presume como la más antigua.
Además del polen del cactus, también se identificó el de otras plantas con
propiedades similares,
como
son: Ephedraceae, Onagraceae
(Fucsia
boliviana), Labiatae (Salvia tubiflora), etc. Lo que da pie a pensar en un
carácter ritual y medicinal desde estos tiempos además de colocar al San
Pedro en medio de una parafernalia de plantas. (Feldman 2006, 2007)
72
Guitarrero: areola con espinas de
“achuma”
o
San
Pedro.
(T.
peruvianus), datada hacia 6800–
8200 a. C. (Feldman 2007)
En Caral, Supe, Shady & Leyva registraron en contextos ceremoniales
“caracoles sagrados” a modo de ofrendas. (Feldman 2006, 2007)
En Huaca Prieta, en el valle de Chicama, Junius Bird (1948) y Engels (1963)
recupera bandejas de “rape” hechos en hueso de ballena y tubos de huesos
de pájaros pudiendo relacionarse al uso de Anadenanthera por su cercanía a
su habitad. (Torres 1996; Burger 2011)
Tableta de rape en hueso de
ballena
(11.7
x
6
cm.),
tubo
inhalador de ave y zorro (17.5 cm),
Huaca Prieta, Valle de Chicama,
Perú. (Torres 1996)
73
Para el Formativo (1600 - 200 a.C.) y específicamente hacia su la segunda
mitad del Formativo Temprano (1200 - 900 a.C.) existe una serie de edificios
que comparten patrones arquitectónicos similares, conocido como el complejo:
“plaza hundida-pirámide”, en los cuales se identificaron indicios de la
presencia de “San Pedro”. (Feldman 2006, 2007)
En Las Aldas, en la desembocadura del río Casma, R. Fung (1967) recupera:
“[...] varias cortezas de cactáceas envueltas a manera
de cigarrillos. [...]” (Fung citada en Feldman 2006: 29).
Lo cual infiere en un uso ceremonial de “cigarros de cactáceas”, debido a que
la parte exterior del tallo y la carne verde adyacente es donde se concentrar
los alcaloides. (Feldman 2006, 2007; Torres 2008)
Garagay, ubicado en la costa central, se registró por parte de Ravines e Isbell
(1975) que sus muros se encontraban pintados además presentaban frisos en
alto relieve de estilo “chavinóide” los cuales habrían sido adheridos por medio
de la goma extraída del “San pedro”.
“[...] no hemos identificado con seguridad el médium de
fijación
empleado con
los
pigmentos,
pero
sospechamos que fue el zumo obtenido del
Trichocereus pachanoi o San Pedro.(…)” (Ravines e
Isbell en Feldman 2006: 30)
74
Asimismo, los investigadores registran la presencia de espinas en los
materiales de construcción como pisos y adobes así como dos figurinas
antropomorfas de estilo “chavinóide”, una de ellas poseía un cetro a base de
espinas de San Pedro, ojos de concha de “mullu” y colmillos felinícos.
(Feldman 2006, 2007; Torres 2008)
Monte Grande, en el valle de Jequetepeque, Elera (1994) identifica caracoles
(Scutalus sp.) en relación con el edificio y el cerro Sapo, donde se hallan la
existencia de San Pedro y otros cactus mescalínicos. Los caracoles viven y se
alimentan
en las cortezas de las cactáceas de las cuales absorben sus
propiedades psicoactivas, porque al alimentarse asimilan los alcaloides de los
cactus. Lo cual da pie a Elera a proponer el rol que cumplían estos “caracoles
sagrados”:
“Es así que la simbiosis cactácea-caracol terrestre, así
como el consumo-alucinación que produce este
molusco debió jugar un rol significativo en el ritual de
los pobladores tempranos de Monte Grande. [...] tanto
los ambientes cerrados como los abiertos de la
arquitectura religiosa de Monte Grande servían para
actividades rituales y ceremoniales de carácter público
o circunscrito a unos pocos iniciados en ambientes
restringidos.” (Elera 1994: 231)
Todos estos indicios
suponen el uso probable del San Pedro en prácticas
rituales realizadas en los templos durante el Formativo Temprano. (Feldman
2006, 2007)
75
En Chavín de Huántar, ubicado en el callejón de Conchucos, es desde donde
se irradia el “arte chavín” o “estilo chavín”, en todas sus representaciones el
“San Pedro” (principalmente) y otras plantas
psicoactivas cumplen un rol
importante como parte de los agentes en los rituales. (Feldman 2006, 2007;
Torres 1996, 2008 y Burger 2011)

Lumbreras en sus excavaciones de 1972, develo una serie de
bajorrelieves que formaban parte de la pared de una plaza circular
donde se observaban representaciones de sacerdotes y jaguares.
Algunos de estos relieves se denominaron
posteriormente “Los
portadores del San Pedro”, los cuales se encontraban en el Templo del
Lanzón. Uno de estos representa a un personaje antropomorfo con
atributos animales y sosteniendo un tallo de San Pedro de cuatro
estrías. Posteriormente se recuperó un fragmento de un relieve gemelo
al anterior cuya antigüedad estaría relacionada
a las últimas
construcciones de la plaza circular (750 a.C.) . (Feldman 2006, 2007;
Torres 1996, 2008 y Burger 2011)
Fotografía del cuadrante
noroeste de la plaza
circular con el “zócalos
de los jaguares” y el
friso
de
figuras
antropomorfas.
(Feldman 2006)
76
El “Portador del San Pedro”.
Templo Viejo – plaza circular,
Chavín de Huántar. (Torres
2008)
Fragmento de un relieve
gemelo del “Portador del
San Pedro”, Chavín de
Huántar. (Feldman 2006)
Uno
de
los
felinos
recuperados del “zócalo
de
los
jaguares”.
(Feldman 2006)
77
Con respecto al uso de Anadenanthera, las evidencias son:
 Tabletas de rape en hueso de ballena, fueron encontradas en Supe
relacionadas al “estilo chavín” asimismo muchas pequeñas tabletas de
piedra zoomorfas fueron excavadas de la Galería de las Ofrendas.
Tableta de rape en hueso
de ballena, Supe. (Torres
2008)
 Morteros de piedra y tabletas tallados con motivos de felinos, aves y
reptiles donde se preparaba el polvo de esta planta (Burger 2011)
Mortero de piedra
en
forma
jaguar
para
de
usado
pulverizar
partes de plantas
alucinógenas.
(Burger 2011)
78
 Espátulas de hueso y oro, pequeñas cucharas de insuflacción formaban
parte de la parafernalia. (Burger 2011)
a-d)
Cuatro
cucharas
de
insuflacción de oro
procedentes
de
Chavín
de
Huántar.
(Burger
2011)
La aproximación iconográfica,
es una alternativa, para analizar las
representaciones escultóricas de Chavín y poder identificar con éxito el uso de
estas plantas y sus implicancias
79
 “Personaje sobrenatural con atributos felinícos”, piedra rectangular de
granito (54 x 50 x 16 cm.) donde se talla el personaje con atributos como
colmillos,
pupilas
excéntricas,
garras
en
los
pies
además
de
representaciones de hojas y vainas de Anadenanthera. (Burger 2011).
Escultura
de
piedra de Chavín
de
Huántar
representando
un
personaje
sobrenatural con
adornos
de
Anadenanthera
sp.
hojas
vainas.
y
Museo
Nacional Chavín.
(Burger 2011)
80
Dibujo de Otárola de la
escultura
anterior
(Burger 2011)
 “El Obelisco Tello”, sus elementos analizados por Rowe lo llevan a
definir su “Atlas”, el cual es base para varios investigadores en sus
análisis posteriores. De todos estos elementos mencionaremos algunos
que nos ayudan a identificar algunas plantas. Mulvany (1984) identifica
el elemento “B35” como Brugmansias, asimismo el “A35” como la
Anadenanthera y sus vainas en forma de “S”
al elemento “B24”.
También los elementos “A24” – “B20” como ramas de cactus “San
Pedro”. Para el elemento “B19”, los identifica como
Brugmansias,
Daturas y otras plantas ligadas al culto shamánicas por su fuerte
carácter alucinógeno. Aunque Lathrap, no comparte
señala
a
estos
elementos
como
comestibles. (Cané 1983, 1986)
81
estas ideas y
representaciones
de
plantas
El “Atlas de Rowe”, Obelisco Tello” (2.52 m. de alto), hecho en granito. (Cané 1983)
82
Figura zoomorfa en piedra
con Brugmansias semillas
emanando
Museo
de
Nacional
su
boca.
Chavín.
(Torres 2008)
 “Cabezas clavas” de Chavín, algunas de ellas escurren liquido de la nariz
encontrándose deformada y bulbosa, los ojos abiertos fijos y redondos.
Esto podría ser un efecto del consumo vía respiratoria y representaría
seres “humanos-shamanes”, bajo los efectos de los alucinógenos.
Además se recuperaron
otras tres esculturas de piedra que también
representaban al San Pedro, una de ellas es una cabeza escultórica
miniatura que posee representación de un tallo de San Pedro
emergiendo de sus ojos. (Cané 1985, Torres 2008 y Burger 2011)
Cabeza clava, representando
un hechicero con flujo de
mucosidad nasal y en proceso
de
conversión
en
jaguar.
(Burger 2011)
83
Cabezas
clavas,
ilustrando los diferentes
estados
de
transformación, Templo
Viejo,
Chavín
de
Huántar. (Torres 2008)
84
Cabeza clava miniatura,
con presencia de tallos del
cactus
San
Pedro
emergiendo de sus ojos,
de
un
sobrenatural.
personaje
(Burger
2011)
El Lanzón, la estala Raimondi y la piedra de la Medusa y demás esculturas en
Chavín también comparten atributos similares y posiblemente estén ligados al
uso o la imaginaria causada por las plantas, asimismo las representaciones de
algunos tipos de plantas en las escultoras las corroboraría. (Burger 2011).
En Cupisnique, el tema de “felino entre cactus”, son representaciones
de
cactus columnares del San Pedro y felinos (alter ego) en una serie de
ceramios.
Los cuales se caracterizan por ser botellas de asa estribo con
diseños escultóricos modelados y grabados con incisiones, dos o tres tallos
modelados con cuatro estrías y la representación de un felino en diferentes
posiciones entre los tallos del San Pedro, mostrando una actitud agresiva y
decorado con círculos, boas, volutas. Además es posible encontrar otras
representaciones del San Pedro asociado a Spondylus, venados y aves
rapaces. (Feldman 2006, 2007; Burger 2011)
85
Vasijas Cupisnique con representaciones de Trichocereus: (a) Valle
de Jequetepeque (b) Valle de Chongoyape, (c) Valle de
Jequetepeque (Torres 2008)
86
En Kuntur Wasi y Pacopampa, Onuki registra numerosos instrumentos de
hueso para esnifar como espátulas, cucharas y bandejas de hueso; en
especial una tableta esculpida en hueso decorada con cabeza y colmillos
supernaturales, con clara representación de Anadenanthera, todas ellas
relacionadas con la iconografía Chavín. (Burger 2011)
Tableta
de
rape
en
hueso
decorada
con
cabeza
sobrenatural
y Anadenanthera
sp. estilizada. (Burger 2011)
Mortero y mano de moler de
piedra (agujero del mortero 7.5
cm; mano de moler 10.5 cm.)
Pacopampa.
Museo
Rafael
Larco Herrera. (Torres 2008)
87
En Campanayuq Rumí,
se recuperó sesenta y dos artefactos de hueso,
dentro de los cuales algunos poseen características de insuflación. Entre los
cuales se recuperaron huesos de tubo, dieciséis espátulas y seis cucharas
pequeñas. (Burger 2011)
En Paracas, “el textil shamanico” de Carhua, valle de Ica, denominada así por
Cordy-Collins a una tela pintada en la cual se representa plantas de San
Pedro y Anadenanthera, en el cual se representa un tallo y dos ramificaciones
laterales acompañada por felinos, colibrís y otros vegetales no identificados.
(Feldman 2006, Torres 2008)
“El textil shamanico”, algodón (54.61 x 68.58 cm) (Torres 2008)
88
Detalle de
representación del
manto. Valle de Ica,
Perú. (Torres 2008)
 Cerro Colorado “el manto ceremonial”, recuperado de la necrópolis de
Wari Kayán la Momia N° 290-45. Tello y Xesspe (1979) lo describen la
figura 14:
“[...] actitud vertical; posición de frente; atributos
mayores, consistentes en dos pares de apéndices
serpentiformes, que rematan en cabezas de víbora y
frutos de cactus espinosos, uno de ellos, superior,
cefálico y el otro, inferior, que se desprende de la
cintura, en forma ondulada, totalmente cubierta de
núcleos punzantes como de la especie conocida con el
nombre nativo de atorko, sara-sanki, gigantón (Cereus
peruvianus) (…)” (Tello y Xesspe citado en Feldman
2006: 35)
89
Además de encontrarse ofrendas consistentes en su mayoría en artefactos
hechos a base de espinas de cactus como peines, espinas dentro de cañas
e incluso sellando los labios de una cabeza trofeo. (Feldman 2006)
Para el Periodo Intermedio Temprano (200 – 600 d.C.)
 Nazca (100-500 d.C.), continua el uso del “San Pedro”
con las
características presentes en Paracas, estas son representaciones
naturalistas en textiles y ceramográfica. Tello (1959) menciona:
“(…) Representan figuras antropomorfas pintadas con
vivos colores y atributos de cabeza trofeo. Tallos del
San Pedro modelados surgen de los hombros,
sobresaliendo del contorno globular de los cántaros.
(…)” (Tello citado en Feldman 2006: 37)
La especie T. peruvianus es la mayor representada en la cerámica y textiles,
aparece asociado con Wiracocha. Según Julio C. Tello las representaciones se
caracterizan por su colorido, que podría guardar relación con las visiones que
propicia la planta.
Sharon (1980) en cambio
funerarias, relacionando al San Pedro
sugiera la idea de urnas
con la idea “semilla-persona”
simbolizando el renacimiento. (Tello y Sharon citado en Feldman 2006)
90
Representación
del
San
Pedro en la cerámica Nazca.
(Feldman 2006)
Dobkin de Ríos (1975) menciona que las Pampa de Nazca fueron realizadas
bajo los efectos de alucinógenos, a través de la sensación de “vuelo”
induciendo la idea del “felino volador alado”. Para Furst (1967) estos seres
voladores supone analogías con la iconografía amazónica “felino-shaman”
así representaría a sus shamanes en estado de trance y no sus divinidades
(Dobkin y Furst citado en Cané 1985; Sharon 1988).
Vasija escultórica Nazca con
una
representación del “San
Pedro”
asociado
a
una
falcónida. (Polia 1996)
91
 Moche (100 - 700 d.C.),
las representaciones se realizan en la
iconografía, el uso del San Pedro es con fines curativos. Por esta razón
se
observa
una
cantidad
representados sosteniendo
de
personajes
(“curanderos-as”)
tallos o tajadas del San Pedro en sus
manos. También se pueden observan animales asociados como felinos,
sapos, boas o lechuzas asociados al cactus así como escenas de
recolección de caracoles sagrados (Scutalus sp.). (Ostolaza 1980;
Sharon 1980; Elera 1994 y Feldman 2006, 2007)
“(...) el San Pedro se halla a menudo con una figura
femenina tocada con un mantón en una escena de
cura. Con frecuencia tiene los rasgos de una lechuza,
el alter ego de las modernas curanderas.” (Sharon,
1980: 64)
Escena de recolección de caracoles sagrados (Scutalus
sp.) pintada en ceramio mochica (Feldman 2006)
92
Cactus
Neoraimondia
arequipenses con cerca de 190
“caracoles sagrados” (Scutalus
sp.). (Feldman 2007)
Además también se identificó representaciones de Anadenanthera en la
iconografía con relaciona a rituales de caza de ciervo, semillas de amala
(Nectandra sp) en contextos funerarios de la Huaca del Sol y la Luna, estos
fueron los principales centros ceremoniales, espirituales y de poder moche.
Algunos cronistas mencionan la planta con la denominación de “espingo”.
Cabe mencionar los géneros Datura stramonium (chamico) y el género
Tillandsias
que por falta de estudios más detallados no se pueden
corroboran su uso. (Montoya 2004, 2007; Feldman 2006, 2007; Carod-Artal
& Vázquez-Cabrera 2007 y Torres 2008)
Escena ritual de caza de
ciervo
con
Anadenanthera
árbol
en
de
vasija
Moche. (Torres 1996)
93
Sacerdote moche que porta un
collar de semillas de “hamala” en el
cuello,.
Museo
Arqueológico
Nacional Brüning. (Carod-Artal &
Vázquez-Cabrera 2007)
Escena
asociado
de
caza
con
de
venado
Anadenanthera,
cucharon. (Torres 2008)
Representación
Tillandsi,
en
(Torres 2008)
94
de
cucharon.
En el Horizonte Medio (600 - 1000 d.C.) en la ciudad de Huari, Ostolaza refiere
que en los recintos subterráneos fue registrado:
“Amuleto de piedra tallada con un personaje que porta
una tajada de San Pedro” (En Feldman 2006: 38)
Asimismo, Patricia Knobloch, refiere el consumó de la Anadenanthera para la
cultura Wari en lo que denomina el
“complejo de bebida” típico de esta
sociedad a diferencia de un “complejo de insuflacción” típico de Tiahuanaco y
San Pedro de Atacama al sur. Este “complejo de bebida”
se encuentra
relacionado con planta de forma que estas eran agregadas a la chicha de
maíz produciendo experiencias visionarias en las practicas rituales.
Representación
de
Anadenanthera en fragmentos
de
cerámica
recuperadas
Conchopata,
por
Ochatoma
(1997). (Knobloch 2000)
95
A través de una serie de características iconográficas
como: puntos
circulares, usualmente dos, en la parte alta de las representaciones de las
flores esféricas; dos, formas ovalares o rectangulares simétricas con líneas
interiores en forma de hojas posicionadas usualmente debajo de dos puntos
círculos y formas oblongas o rectangulares con representaciones de puntos de
vainas de semillas. Las cuales se encuentran en ceramios y textiles, cabe
resaltar que las representaciones Wari de la Anadenanthera es altamente
sencilla como bidimensional, figuras planas simétricamente posicionadas de
modo naturalista semejante a una fotografía. (Knobloch 2000; Burger 2011)
Mancilla (2012) logra reconstruir una urna registrada en Conchopata con la
iconografía
del
“Dios
de
los
Báculos”
con
una
representación
Anadenanthera emergiendo del rostro de la deidad.
Representación del “Dios de los Báculos” con vainas y flores de la
Anadenanthera, recuperadas por Ochatoma en las excavaciones en
Conchopata. (Mancilla 2012)
96
de
Representaciones en cerámica fragmentada: a. Conchopata, en las
excavaciones de Tello de 1942, b. Isbell y Cook en 1999, c. En el área
de Cuzco. (Knobloch 2000)
Torres, menciona para esta período temporal el uso muy extendido en
Tiahuanaco, el desierto de Atacama y el Noroeste
argentino de la
Anadenanthera y su modo de consumo (rapé). Asimismo, se registró una gran
cantidad de tabletas de rape, tubos de inhalación, espátulas siempre
relacionadas con motivos antropomorfos, zoomorfos y fitomorfos, todos estas
evidencias es el mejor forma de proveer una parafernalia de inhalación, las
representaciones de Anadenanthera pueden encontrase en las tabletas de
rape y monolitos. (Torres 1996, 2004)
97
Tipos de tabletas de rapé, con personaje frontales (Torres 2004)
Tableta
para
inhalar
polvos
psicoactivos,
madera
con
laminado de oro,
incrustaciones
piedra
y
de
concha
(17,1 x 8,3 cm).
Museo de Arte de
Denver.
EE.UU.
(Torres 2008)
98
Para el Periodo Intermedio Tardío (1000 – 1350 d.C.)
 Chimú y Lambayeque, toman de Moche las características antecesoras
donde el ritual y la religiosidad tienen una fuerte base en el San Pedro. Al
respecto Sharon menciona:
“La curandera que sostiene un cacto de San Pedro fue
un tema para los artistas de la costa norte a lo largo del
siguiente milenio. Algunas de sus representaciones,
como muchas del estilo moche, representan el San
Pedro de un modo esbozado. Otras muestran a la
curandera sosteniendo un alto tallo de San Pedro de
cuatro nervaduras (…)” (En Feldman 2006: 38)
Ceramio de asa estribo
Chimú que representa
a
una
curandera
sosteniendo un tallo de
San Pedro en su mano
derecha.
2006)
99
(Feldman
Ceramio
perteneciente
a
la
cultura Chimú, de una mujer
con cara de búho, la cual
posiblemente es “hierbera” o
“shamana” porque sostiene un
San
Pedro
(Schultes
&
Hofmann 1993)
Para el Horizonte Tardío (1350- 1450 d.C.) en vasijas incas en aribalos y
otras representaciones de cactus columnares, los documentos del siglo XVII
señalan el uso del “San Pedro” en el Cuzco y otras regiones bajo su dominio.
(Feldman 2006, 2007)
100
3.2 Historia: referencias escritas
Desde el arribo de los españoles al “Nuevo Mundo”, siempre se encontraron
interesados en las creencias de los americanos, inclusive los clérigos
juzgaban a los indígenas como los últimos gentiles y sus religiones se
encontraban bajo la influencia del “Diablo” muy alejadas de la verdadera y
autentica fe. (Pérez & Gordillo 1993)
En 1498 fray Ramón Pané, redactar el primer libro escrito en el Nuevo Mundo
en idioma distinto al existente,
“por mandato del ilustre señor Almirante y virrey y
gobernador de las Islas y de la Tierra Firme de las
Indias, escribo lo que he podido aprender y saber de
las creencias e idolatrías de los indios y de cómo
veneran a sus dioses” (en Pérez & Gordillo 1993: 299)
Los españoles trataron de conocer y describir tanto las plantas como su
preparación, efectos y parafernalia utilizada en su consumo.
De esta manera tenemos una larga lista de soldados, religiosos o personas
interesadas en describir las costumbres de los indígenas y por los cuales
conocemos variada información acerca de este tema.
Con respecto al género de la Trichocereus, podemos citar algunos autores,
cabe resaltar que durante los siglos s. XVI y XVII la diferencia entre “achuma”
y “aguacolla” era notoria y su referencias distintas, a lo cual a la primera se le
atribuye
propiedades alucinógenas
(Thichocereus pachanoi o San Pedro
hembra) y la segunda con fines constructivos (Thichocereus peruviaus o San
Pedro macho).
101
El Padre Bernabé Cobo (1959), para la “achuma” menciona
“Del
nombre
de
esta
planta
deriva
indudablemente el verbo actual criollo del Perú y
Chile chumarse, sinónimo de emborracharse,
embriagarse.” (Cobo citado en Feldman 2006: 22)
Asimismo Ludovico Bertonio (1984 [1612]) menciona en el “Vocabulario de la
lengua aymara”,
“achuma: Cardo grande; y vn beuedizo que haze
perder el juicio por vn rato” (Bertonio citado en
Feldman 2006: 22)
En cambio para “aguacolla” Gonzáles de Holguín (1901)
“Hahuakollay, nom. Flor de espino, el espino que
tiene ramas, jigantón.” (Gonzáles de Holquin
citado en Feldman 2006: 24)
102
Asimismo en la mitad del s. XVII, la campaña de extirpación de idolatrías,
considero al “San Pedro” (achuma) un obstáculo para la conversión de los
nativos. A lo cual Cobo menciona:
“Es ésta una planta con que el demonio tenía
engañados a los indios del Perú en su gentilidad;
de la cual usaban para sus embustes y
supersticiones. (…)” (Cobo citado en Feldman
2006: 22)
En cambio Betanzos (1987 [1551]) menciona el uso de la “aguacolla” para
fines constructivos,
“(...) para que la mezcla que ansi habían de llevar
en el lucimiento de las casas ansi por dentro
como por de fuera pegase y no se resquebrajase,
mandó [Ynga Yupangue] que trujesen para aquel
(…)” (Betanzos citado en Feldman 2006: 24)
Durante el XVIII, se denomina “gigantón” al cactus en Cajamarca y es utilizado
con fines medicinales. (Feldman 2006)
Con respecto al género de la Anadenanthera, podemos citar algunos autores
que conocían su uso como Cristóbal Colón, así como Bartolomé de las Casas
en apologética “Historia de las Indias” (Pérez & Gordillo 1993).
103
El fray Ramón Pané (1498) relata su uso en las islas de Santo Domingo:
“(…) para purgarse toman cierto polvo, llamado
cohoba, aspirándolo por la nariz, el cual les
embriaga de tal modo que no saben lo que se
hacen; y así dicen muchas cosas fuera de juicio,
en las cuales afirman que hablan con los cemíes
[ídolos]...” (Pané citado en Pérez y Gordillo 1993:
299)
El jesuita Blas Valera hacia 1580-1590, menciona el uso de una bebida tóxica,
que provoca convulsiones y pérdida de memoria a base de semillas de
Anadenanthera mescladas con hojas de Daturas por parte de los kallawayas
bolivianos. (Pérez & Gordillo 1993)
Asimismo Polo de Ondegardo (1916), refiere a la forma de consumo de la
planta,
“…los hechiceros [para emborracharse]… usan
una yerba llamada villca, echando el sumo della
en la chicha, o tomándola por otra via” (Polo de
Ondegardo citado en Pérez & Gordillo 1993: 312)
Guamán Poma de Ayala (1936), menciona,
“(…) enemas hechos con estas potentes semillas
alucinógenas entre los incas” (Guamán Poma
citado en Pérez & Gordillo 1993: 313)
104
Fernández de Oviedo y Valdez (1959) agrega,
“E aqueste cohoba lleva arvejas que las vaynas
son de palmo e má e menos luengas, con unas
lentejuelas por fruto que no son de comer…”
(Fernández de Oviedo citado en Pérez & Gordillo
1993: 299)
Polo de Ondegardo, en el siglo XVI,
“Los hechiceros para emborracharse usan una
yerba llamada Vilca, echando el zumo della en la
chicha, o tomándola por otra via” (Polo de
Ondegardo citado en Torres 1996: 297)
Santa Cruz Pachacuti, en el siglo XVI, con respecto a sus poderes curativos,
“Inca Yupanqui les haze que enterrase (el capital
Villca-quire, muerto por los Chancas) junto a un
árbol y los cavase al tronco de la madera (…) el
grano que echare el árbol seria medicina llamado
vilca, y que los echaría todos los malos humores y
colores de las personas” (Santa Cruz citado en
Torres 1996: 297)
105
Con respecto las otras “plantas” los cronistas señalan lo siguiente:
Garcilazo de la Vega (1943), con respecto al tabaco
“De la yerba o planta que los españoles llaman tabaco y
los indios sairi, usaron mucho para muchas cosas.
Tomaban los polvos por las narices para descargar la
cabeza.” (Garcilazo citado en Torres 1996: 297)
Bernabé Cobo, con respecto a las Brugmansias suaveolens, menciona las
características botánicas de las planta asimismo resalta que el olor de las
flores pueden producir enfado e inclusive dolor de cabeza. Con respecto a las
Daturas
igualmente la describe botánicamente así
como su consumo en
brebajes y sus efectos en las personas; en cuanto a Nectandra sp. menciona
que luego de pulverizarla y agregarla al vino se les daba a los personas que
iban a ser torturadas para que soporten todos los castigos que recibirían.
(Cobo citado en Polia 1996 y Montoya 2007)
El extirpador de idolatrías, Pablo José de Arriaga (1968), también menciona
sobre la Nectandra sp., en Jaén, cercano al río Marañona, como un tributo
pagado por los indios, asimismo menciona para el valle de Chancay que esta
planta pulverizada se agregaba a la chicha que ofrecen a sus huacas.
“(…) se hace de Zora mezclada con maíz
mascado, y le hechan polvo de Espingo; hácenla
muy fuerte y espesa, y después de haber echado
sobre la huaca lo que les parece, beben la demás
los Hechiceros, y les vuelve como locos” (Arriaga
citado en Pérez & Gordillo 1993: 310 - 313)
106
CAPITULO IV
DISCUSIÓN
En base a las evidencias mostradas podemos señalar que hay situaciones
sociales de evidente uso de sustancias “adaptógenos”, que el arqueólogo no
las ha tenido en cuenta o parece temeroso en abordar. Si bien el tema es
especulativo sin ninguna duda, ha sabido ganarse acérrimos en el transcurso
de los años. Los avances en las investigaciones dan a entender un mejor uso
e implicancias en la ideología andina de las sociedades que se encontraban
ligadas a un culto particular, que ahora desconocemos, y estar asociado a la
adoración de divinidades meteorológicas y sus emisarios. (Cané 1985)
Las evidencias mostradas en este trabajo indican el uso de diversas “plantas”
cuyas propiedades son capaces de modificar al Sistema Nervioso Central,
produciendo los estados modificados de conciencia. Los cuales fueron
entendidos tras largos años de experimentación y usados por algunas
“personas privilegiadas” que aprovecharon estas capacidades que les ofrecía
para poder crear un “mundo sacralizado” del cual se aprovecharon.
107
Esta experimentación abarco desde la llegada de los primeros hombres a
América y el reconocimiento de la naturaleza hasta después de la llegada de
los españoles e inclusive en la actualidad se practica de forma muy reservada
por las personas y su eje de influencia abarca no solo la Sierra del Perú ni los
pequeños pueblos todo lo contrario la encontramos en las más grandes urbes
como Lima, Arequipa y Trujillo entre otras ciudades. En el norte del país
podemos encontrar que en algunas ciudades todos sus habitantes practican o
se dedican exclusivamente al “arte de curar” .
Este consumo tiene como finalidad las llamadas “acciones adaptógenas”, de
las sociedades las cuales ayudan a resolver problemas que se presentan. Por
esto el nombre de “substancias adaptógenas inespecíficas, o adaptógenos
inespecíficos que actúan por medio de la imaginaria mental”, los cuales se
emplean en diferentes contexto sean estos de implicancias individuales o
grupales. Estas “acciones adaptógenas” pueden ser variadas desde la
comunicación con los dioses, la falta de lluvia, consultas agrícolas, consultas
proféticas o conversaciones con antepasados, estas acciones son llevadas a
cabo por uno o más especialistas e inclusive un hombre común según sea el
caso.
Para realizar todas estas acciones es necesario crear una arquitectura
sagrada,
una
arquitectura
particular
vinculada
al
simbolismo
e
ideológicamente común con toda la sociedad, que permita al “especialista”
(shaman u otro) realizar sus actividades, pudiendo ser estas la ingesta de las
plantas y sus posteriores estados modificados de conciencia, sin ningún
problema y aunque estas no sean vistas por el total de la población o solo por
un pequeño grupo debidamente preparado cuente con el apoyo y sobre todo
la aceptación de la gran masa, sobre la veneracidad de los actos rituales y
108
todo aquella acción realizada en un “espacio sagrado” que está permitido solo
a algunos elegidos.
En cuanto al especialista, este puede ser un “shaman” o un “sacerdote”, la
diferencia entre ambos sugieren algunos investigadores se trataría del estadio
de evolución en el cual se encuentra dicha sociedad. Por lo general al primero
lo relacionan con sociedades pre-estatales y al segundo con la aparición del
estado y otras entidades sociales. (Makowski 1994) Debemos tener en cuenta
que cada uno de ellos posee una preparación en el campo religioso y ha
tenido que experimentar, aprender, observar, entro otras acciones para poder
llegar a manejar el conocimientos de estas plantas; su preparación no es
necesariamente igual y cabe la posibilidad que ambos especialistas hallan
llegado a coexistir en una misma sociedad pero con prácticas y situaciones
distintas de una acción ritual, magia o actos religiosos. Como algunos
cronistas mencionan para el caso Inca. (Eliade 1976)
Debido a las circunstancias del tema no ahondaremos mucho más en etas
diferencias, porque lo que nos interesa en este momento explicar es el uso de
las “plantas” sea cual fuera el “especialista” que trate de aprovechar las
propiedades. (Cané 1988)
Sin embargo, es imposible separar el uso de estos “adaptógenos” con las idea
del shaman o shamanismo, esto debido
a la relación que poseen estos
vocablos con las sociedades más arcaicas. Además hablar de shamanismo o
shaman evoca en nosotros y en la mayoría de personas
relaciones con:
técnicas de éxtasis, transformaciones en animales así como curaciones por
una variedad de medios entre ellos la utilización de plantas. (Eliade 1976)
109
Por lo tanto, la existencia de “shamanes” u otros “personajes calificados”
dedicados al uso o conocimiento de las propiedades de estas plantas dentro
de las sociedades prehispánicas es un continuo por resolver además de
conocer cuánto fue su esfera de influencia en la sociedad en los distintos
grupos sociales así como en la jerarquización de cada una de ellas.
El problema con estos personajes, es que poseen una serie de cualidades que
la sociedad actual ya no percibe o no logra identificar, debido a que se ha
perdido su rol y función en la sociedad. En épocas pasadas ellos eran el nexo
entre los hombres y los dioses así como ahora la tecnología es el nexo
mediante el cual resolvemos nuestros problemas.
El hombre en nuestros días ha olvidado paulatinamente el uso y cultivo de
muchos vegetales los cuales en tiempos prehispánicos eran utilizados en
diversos contextos sociales, alimentación, medicina, magia, etc. y los cuales
eran aprovechados por estos personajes; no necesariamente con un fin
personal más que ello era una “acción social” mediante la cual “guiaban” a las
personas entre sus distintas “visiones” a reconocer respuestas que
necesariamente tendrían una contraparte económica, social o política el cual
afectaría al conjunto de la sociedad. Debido a que las sociedades
prehispánicas entendían el mundo como un conjunto entre la realidad concreta
y sensorial interrelacionada con un plano mágico y divino el cual construyeron.
Las cualidades que poseían un shamán: de viajar, tener estados de éxtasis, la
transformación y el poder (Llamazares 2004). Implica
ser mucho más
cuidadoso en el registro arqueológico, reconocerla en las evidencias debido a
la variada forma de presentación
que pueda haberse realizado en una
sociedad, sea por medio de la cerámica, con representaciones modeladas o
en su iconografía, representación textil, mural entre otras. (Fericgla 1993)
110
La cualidad de viajar, puede ser resuelta como un efecto causado por la
ingesta de estas plantas, las cuales ocasionan la sensación de vuelo o en todo
caso de ligereza del cuerpo y puede corroborarse con evidencias
iconográficas de “hombres-pájaros” o “plumas” asociados a transformaciones.
Los estados de éxtasis o trances del shaman se puede observar como otra de
las causas de la ingesta, ya que diversas tipos de plantas ocasionan a la
persona que lo consume grandes palpitaciones, midriasis, alucinaciones de
todo tipo, secreción nasal entre otras que pueden ser interpretadas por los
individuos como un estado en el cual el hombre se separa del cuerpo o lo que
nosotros llamamos la separación “alma-cuerpo”. Estos efectos pueden ser
observados en las “cabezas clavas”.
La transformación, en animales principalmente como felinos, aves o reptiles se
debe a las alucinaciones de cada individuo que si bien no son comprobables al
ojo humano caben dentro de una explicación “ideológica
o mágica”
relacionada a las cualidades de estos animales con respecto al hombre. La
iconografía así como representaciones en vasijas de animales relacionados a
estas “plantas” es un común en ciertas sociedades prehispánicas. Esto
transformación se debe principalmente al “temor y respeto” que posee cada
animal en la vida del hombre
y la sociedad prehispánica. Asimismo, las
relaciones hechas por plano ideológico así como la “conciencia colectiva” que
posee el hombre con respecto a estos animales en el proceso de evolución
que llevo a cabo a lo largo de su historia.
111
Representación iconográfica Chavín
de
una
transformación
con
acumulación de caracteres felinícos
y de aves. (Torres 2008)
El poder, que se adquiere mediante el uso de estos “adaptógenos” en una
sociedad marcada por dioses relacionados al control de los efectos
climatológicos. De la misma forma el conocimiento adquirido por vía oral de
generación tras generación así como la experimentación propia ponen de
manifiesto al “personaje” poseedor de ciertas cualidades adquiridas en un
grado mayor a la gente común. Cuando nos referimos a “poder” entiéndase a
éste con respecto al conocimiento e implicancias de la planta sobre el Sistema
Nervioso Central de una persona o sobre si misma con la capacidad de
controlar sus estados modificados de conciencia. Controlar no las “visiones”
originadas por las propiedades de las plantas; controlar sus emociones y
estados posteriores a ellas como parte de un conjunto de significados en el
cual él se encuentra integrado. Un claro ejemplo es el “Dios de los báculos”
que también pudiera ser un “señor con báculos” los cuales representan el
poder que le fue asignado.
112
Por otra parte, si bien en algunas sociedades el uso de una sola planta o el
mayor grado de importancia de la misma no implica o desestima que otras
especies no fueron consumidas en un mismo contexto religioso como
agregados a la principal; sean estas en bebidas, rapé, pastillas u otras formas
antes mencionadas.
Remarca el amplio conocimiento que poseía cada
sociedad para maximizar o minimizar los efectos de cada una de ellas entre
las personas. Asimismo, el grado de control que poseían con respecto a
conocer los efectos causados por estas plantas debido ser primordial para la
realización de actividades rituales sagradas o no, debido a que una gran
cantidad de dosis aplicada a un individuo podía llevarlo a estados de
enajenamiento y pérdida de control total de la voluntad que podía llevar a la
acción religiosa a pasar de un campo consagrado a uno fuera de control
“profanado” por el mismo auspiciante. Con lo que perdería el respeto y sobre
todo aceptación un determinado grupo de individuos encargados de todo el
complejo sistema mágico-religioso de una sociedad.
En este punto de la investigación y con las evidencias mostradas podemos
reconocer una marcada diferenciación entre las diversas plantas, siendo el
“San Pedro” y el género de la Anadenanthera las que poseen mayor
importancia en la sociedad prehispánica, esto demostrable hasta el momento
por las evidencias arqueológicas. Lo que no implica que las demás plantas no
posean un grado similar de “valoración” o “poder”, esto debido a sus escasas
evidencias arqueológicas, no podemos manifestar que toda la parafernalia
religiosa se encontraba relacionada a estas dos plantas, debido a que la falta
de estudios enfocados en estos temas conllevo un serie de “lagunas” en el
tema
Asimismo, los géneros mencionados con anterioridad no poseen en
sociedades tradicionales contemporáneas igual “valor” pero su conocimiento
113
es clave para intensificar o reducir el efecto causado por las otras, este es el
caso del tabaco y la coca que por sí mismos no podrían originar alteraciones
al Sistema Nervioso Central, con lo cual podemos mencionar otra de las
grandes dudas con respecto a su estudio. Este conocimiento podría ser similar
para las sociedades prehispánicas.
Las evidencias arqueológicas muestran que si bien no es posible hallar los
restos materiales de las plantas (dependiendo del lugar geográfico), por los
diversos factores que inciden en la formación de un contexto arqueológico, su
identificación también puede realizarse por una serie de categorías (Torres
2008) que se deben tener en cuenta al realizar una investigación y sobre todo
al realizar una interpretación correcta de lo registrado.
Asimismo algunos problemas iconográficos, que atañen a la Arqueología
podrían verse solucionados con un enfoque distinto y relacionado al uso de
“adaptógenos”.
Cané (1988)
menciona
que las formas abigarras y
complicadas de la iconografía Chavín posean un origen en “visiones”
causadas bajo los efectos de estas plantas. Asimismo, para las sociedades
posteriores como Nazca, Moche, Wari, Chimú e Inca, entre otras si bien no
poseen una iconografía similar a la de Chavín es posible identificar a ciertas
“plantas” (o encontrar evidencias concretas de ellas) con propiedades
similares las cuales causan los mismos efectos y que se encuentran
relacionadas a animales (serpiente, jaguar, halcón, sapo, etc.) que claramente
son
identificados
como
“ayudantes”
o
“alter-egos”
de
shamanes
u
“especialistas religioso” y que incluso en nuestros días todavía se les
conceden ciertas atribuciones o relaciones con la “magia”.
Chavín es un claro ejemplo con respecto a este tipo de estudios, los trabajos
de Feldman (2006) enmarcados en el “San Pedro” y su contextualización para
114
esta sociedad dan luces de cómo puede ser interpretado el dato arqueológico
en relación al uso de los “adaptógenos”.
Los trabajos para Moche (Montoya 2004) en estos últimos años han develado
una serie características relacionadas con personajes “sacerdotes” que
auspiciaban una gama de actividades rituales principalmente para la fase IV,
donde una serie de problemas climáticos afectaron a ésta sociedad. No se
descarta que en estos actos rituales se haya consumido algunos de los
géneros de plantes antes mencionadas.
Para Wari, la Anadenanthera es una planta estudiada y conocida por sus
principios activos, el problema radicaría en la forma de su consumo si bien
Knobloch (20000)
menciona
un “complejo de bebida”
para esta zona
geográfica no se puede descartar las otras formas como el rapé; debido a que
las investigaciones en la misma ciudad podrían refutar esta hipótesis con una
serie de evidencias arqueológicas. Para el caso del “Pati” como planta que
posee alcaloides su documentación
todavía no se encuentra del todo
aceptada, aunque se ha registrado su presencia en varios sitios arqueológicos
relacionados con la sociedad Wari y se registrado algunos petroglifos, no
conocemos a ciencia cierta el rol que cumplía para esta sociedad. Las
investigaciones que se vienen dando desde el 2012 por Ochatoma y Cabrera
en la ciudad de Wari así como investigaciones futuras podrían darnos nuevas
luces con respecto al uso de estos dos géneros de plantas.
Con respecto a los problemas iconográficos antes mencionados, el caso Wari
y sobre todo el “Dios de los báculos” es un tema que quisiéramos tratar; esta
representación tan conocida y aceptada por el mundo arqueológico ha llevado
consigo a no ser sometida a una serie de interrogantes. Nosotros trataremos
de realizar unas cuantas para crear una discusión posterior. ¿De qué están
115
hechos estos báculos? Una alternativa inmediata podría ser la madera, lo que
nos llevaría a la pregunta consiguiente ¿Qué tipo de madera? Anadenanthera
podría ser una respuesta;
“Cabe mencionar que la madera de la
Anadenanthera puede ser
usada para la
construcción de “báculos” que asociaban a
engrandecer la autoridad social del portador (…)”.
(Knobloch 2000)
“(…) Su madera dura y pesada se emplea de
preferencia para la fabricación de bastones de
lujo, los que después de barnizados presentan
jaspes de bello aspecto (…)” (Yacovleff & Herrera
1935: 42-43)
Se pueden resolver por consiguiente, si se tomara no solo en cuenta las
propiedades químicas de la “planta” con respecto a los efectos en el Sistema
Nervioso Central del hombre y originar una serie de “visiones” que muy bien
podrían ser aprovechadas para incorporan a la iconografía de la sociedad así
como sus implicancias religiosas. Agregarle un valor simbólico de “poder” en
el sentido de “conocimiento” y “reconocimiento” por parte de la sociedad a la
cual pertenece esta serie de personajes “especialistas”
nos ayudaría
a
resolver problemas no observados o tal vez no tomados en cuenta aun en la
Arqueología.
Todo lo mencionado con anterioridad nos propone al hombre de las
sociedades prehispánicas con una clara tendencia a vivir lo más cercano en lo
sagrado o intimar con objetos sacralizados (Eliade 1998). Esto debido a que lo
sagrado equivale a “potencia” y a la realidad por excelencia, de tal modo que
116
el hombre cargado de una fuerte ideología religiosa tiende a participar en
actos o ritos que lo lleven a acercase a sus divinidades, las cuales controlan y
proveen los medios de subsistencia para la humanidad.
Por lo tanto lo sagrado siempre se manifestara totalmente diferente a lo común
o profano y para esto las elites gobernantes crearan una serie de mitos y ritos
relacionados con la ideología para servirse de ella. Esta forma de asumir la
vida por parte del hombre conlleva
a una serie de tabúes socialmente
aceptados los cuales inhiben a las personas.
De esta manera, es necesaria la existencia de un nexo entre divinidad y
hombre, que a la vez conozca los límites de lo sagrado y profano, roles que se
les atañe a un “shamán” u “otro personaje”, el cual necesariamente tendrá que
contar con una serie de medios por los cuales deberá cumplir esta labor
social, uno de ellos es el uso de estos “adaptógenos”.
Por último, las sociedades prehispánicas son un complejo donde la realidad se
interrelaciona con el mundo mágico, no podemos como arqueólogos estar
satisfechos con interpretaciones basados en solo en las evidencias para un
estudio adecuado de los “adaptógenos” debemos apoyarnos en otras
disciplinas (antropología, piscología, bioquímica, entre otras) para lograr
interpretar de una manera más adecuado y lógica, hechos sociales que no
necesariamente dejaran una evidencia concreta o directa en el registro, todo lo
contrario
al tratar temas netamente
“cognitivos” de
las
sociedades
desaparecidas y a sabiendas que no encontraremos el “hecho como tal se
117
presentó”
solo los restos dejados por la actividad. Presupone que la
Arqueología deba recurrir a aliados que ayuden a lograr un fin común.
118
CONCLUSIONES
El primer aporte de este trabajo monográfico se produce en la revisión de
evidencias arqueológicas e históricas con respecto al uso de “adaptógenos” en
las sociedades prehispánicas del Perú.
Segundo, el uso de “adaptógenos” por parte de estas sociedades implica una
serie de evidencias arqueológicas que en la mayoría de los casos los
investigadores no toman en cuenta por desconocimiento del tema.
Tercero, el uso de “adaptógenos” en las sociedades prehispánicas se debió a
formas de “relaciones de adaptación” con su medio geográfico resolviendo los
problemas propio de cada una en un marco cultural especifico.
Cuarto, las plantas en que en su mayoría crecen en los Andes Centrales, no
siempre se encuentran en las zonas de influencia de las sociedades las cuales
119
las consumían, por lo que era necesario tener acceso a otras zonas
geográficas o crear una serie de rutas de intercambio con otras sociedades
para poder conseguirlas.
Quinto, los “estados modificados de conciencia” que se producían por los
efectos de dichos “adaptógenos” formaban parte de la imaginaria religiosa de
las sociedades que las consumían, estos pueden ser representados en las
diferentes manifestaciones artísticas de cada una de las sociedades
prehispánicas (iconografía).
Sexto, el tiempo en el cual se usaban estos “adaptógenos” así como el tiempo
de duración de sus efectos, son considerados por la sociedad como sagrados
por pertenecer a un plano netamente religioso y al cual no todos los hombres
podían acceder debido a que los “especialistas” poseían un conocimiento
adquirido tras varios años de educación.
Séptimo, se hizo necesaria la creación de espacios ceremoniales para el
consumo de estos “adaptógenos”, por poseer un carácter sagrado ayudando a
las elites gobernantes a resaltar el carácter privilegiado al cual tenían acceso
(Ejemplo: Tradición Mito, en Huánuco para el Arcaico).
Octavo, el modo de consumo de los “adaptógenos” son diversos y van desde
la vía oral: en brebajes, pastillas o pellets; fumando y por insuflación o
aspiración nasal así como por enemas y por fricción con la piel, mediante
pomadas o ungüentos.
Noveno, las representaciones iconografía de las sociedades prehispánicas
tienen relación con el “poder” que les atribuyen los “adaptógenos” a los
“personajes” que los consumen.
120
Decimo, el uso de “adaptógenos” está íntimamente relacionado íntimamente a
tradiciones shamánicas, las cuales implican características mucho más
amplias que deben ser tomados con un adecuado rigor científico.
Décimo primero,
para conocer con mayor rigurosidad científica los
“adaptógenos inespecíficos” sus implicancias y uso es necesario un estudio
interdisciplinario en el cual las diversas ciencias se dirijan hacia un mismo fin.
121
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