Tesis publicada con autorización del autor No olvide citar esta Tesis [Seleccione la fecha] [Escriba el nombre de la compañía] Usuario UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN CRISTÓBAL DE HUAMANGA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES ESCUELA DE FORMACIÓN PROFESIONAL DE ARQUEOLOGÍA E HISTORIA II CICLO DE ACTUALIZACIÓN PROFESIONAL PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN ARQUEOLOGÍA “ADAPTÓGENOS: USOS E IMPLICANCIAS EN EL PERÚ PREHISPÁNICO” PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN ARQUEOLOGÍA BACH. LEANDRO MAYKHOL TINOCO RIVAS ASESORA LIC. MARTHA CABRERA ROMERO AYACUCHO – PERÚ – 2013 1 A mis padres: Julián Tinoco y Brigida Rivas mis hermanos: Antony, Julio, Miluska y Van. que me enseñan con sus actos formas de soluciones inimaginables. A los estudiantes de arqueología, que gustan de encontrar temas insospechados en esta ciencia y perseveran en resolverlos. i 2 AGRADECIMIENTOS A mis padres y hermanos por su apoyo y confianza. A mi alma mater, la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga por haberme acogido en sus aulas y enseñado a perseverar en mis metas. A sus profesores de los cuales aprendí y aprendo cada día. En especial a los profesores Fermín Rivera, Nadeshna Molina, Hernán Carrillo, que nos enseñaron y guiaron estos últimos meses, mostrándonos nuestras flaquezas y ayudando a corregirlas así como por afianzar nuestras cualidades. Agradeciendo al Dr. Jose Ochatoma y la Lic. Martha Cabrera por la confianza y apoyo en este reto académico trazado por mi persona. Su amistad, consejos y la compañía brindada. Al Lic. Jose Amorin por la amistad brindada a lo largo de estos años. A Evelyn Romero, por su apoyo y confianza en mi persona desde un primer momento. A los Lic. Julio Sánchez y Carlos Mancilla, por su colaboración en las imágenes brindadas. A mis amigos Nelson Rivera, Alex Cuadros y Juan Carlos Huacce por su apoyo incondicional y consejos. Asimismo a todas las personas, que de alguna forma prestaron su apoyo en la elaboración de este trabajo. ii3 INTRODUCCIÓN El presente trabajo pretende ofrecer al lector interesado una revisión bibliográfica y critica de los trabajos realizados con respecto al uso de los “adaptógenos” durante los últimos años en el territorio peruano y parte de los Andes Centrales. Si bien es cierto el tema de estudio es relativamente nuevo, las primeras investigaciones datan de la década de los ochenta con trabajos pioneros de antropólogos, etnólogos, químicos farmacéuticos entre otros investigadores que con el paso del tiempo y la pasada década de violencia social fue visto casi como un tema tabú por parte de los investigadores y que estos últimos años está pasando por un nuevo momento de interés académico en todas las ciencias. El trabajo pretende crear un marco teórico aplicable a la Arqueología y ofrecer una metodología para su estudio. Asimismo, revalidar la importancia de su estudio y sobre todo de su comprensión para el análisis de las distintas actividades de las sociedades prehispánicas los cuales pueden darnos interpretaciones con un mayor grado de aproximación ofreciéndonos un nuevo enfoque. El término aplicado, adaptógeno, posee una denominación sin cargas negativas y aunque existe otra gran cantidad de denominaciones usadas para nombrar a ciertas plantas y sus propiedades al ser consumidas, la uniformidad de una terminología debe ser un fin común de los investigadores interesados. iii4 El presente trabajo se encuentra dividido en cuatro capítulos, los cuales describimos a continuación: El primer capítulo, nos introduce en el concepto de “adaptógeno” reafirmando su uso académico además se realiza una revisión bibliográfica acerca de las implicancias positivas y negativas de las diferentes denominaciones. Asimismo, se menciona el término “estado modificado de conciencia” y su contextualización con los “adaptógenos”, así como las formas genérica de aplicación. Además, se realizó un breve comentario sobre los primeros investigadores y las perspectivas con respecto a futuras investigaciones. El segundo capítulo, menciona brevemente la distribución de las plantas en el mundo, América y los Andes Centrales dentro de este último el Perú. Además, se trata una variedad de plantas, las de mayor relevancia en las sociedades prehispánicas, y otras donde se explica brevemente una serie de conceptos como son la descripción botánica y química, distribución geográfica, nombres científicos y comunes, preparación, consumo y efectos. Por último, se trata sobre la estructura química que poseen las plantas en especial el concepto de alcaloide y sus implicancias en Sistema Nervioso Central. El tercer capítulo, trata de las evidencias arqueológicas registradas en el Perú prehispánico a través de las investigaciones realizadas a los largo de los años. De la misma forma, se hace una breve recopilación histórica de los cronistas que mencionan a estas “plantas” con respecto a sus propiedades, efectos, y usos por parte de los “indígenas” en el Perú después del arribo de los españoles así como las implicancias que poseían en medio de las acciones de la iglesia para conseguir adeptos a su causa. iv 5 El cuarto capítulo, nos enfocamos en la discusión en base a las evidencias arqueológicas en los Andes prehispánicos, sus implicancias como nexo entre los hombres y sus deidades, la imaginaria andina, el simbolismo de sus representaciones como fuente poder. Asimismo complementamos las ideas del uso de adaptógenos en un marco shamánico y por ultimo trataremos los problemas iconográficos existentes con respecto a las representaciones de las sociedades prehispánicas con respecto a los efectos causados en el Sistema Nervioso Central y las formas de plasmar los distintos estados modificados de conciencia que lleva su uso. Por último las conclusiones del trabajo, donde defendemos las ideas discutidas a lo largo del trabajo. Es importante recordar a las personas interesadas en estas plantas, que se debe tener mucho cuidado con el manejo de las mismas. Las propiedades químicas que poseen cada una de ellas pueden llegar a ocasionar serios daños al Sistema Nervioso Central de un individuo; sino son tratadas en un contexto adecuado y con la supervisión de una persona que “guie” su ingesta asimismo que conozca los efectos y los posibles problemas que pueden ocasionarse en el proceso de asimilación de las plantas. La información brindada en este trabajo fue realizada con fines netamente científicos y se ruega a los lectores no usarla de manera inadecuada. El presente trabajo es apenas una muestra de lo amplio del tema, muestra lo mucho que hay por investigar con respecto a los adaptógenos, sobre todo lo valioso que puede ser un enfoque distinto cuando se contextualiza la información arqueológica. v 6 ÍNDICE Dedicatoria………………………………………………………………………. i Agradecimientos…………………………………………………………….….. ii Introducción……………………………………………………………………… iii CAPÍTULO I ADAPTÓGENOS DEFINIENDO EL CAMPO DE INVESTIGACIÓN 1.1 Adaptógenos, aplicaciones y estados modificados de conciencia …………………………………………………………………………….. 8 1.2 Antecedentes y perspectivas………………………………………….. 17 CAPÍTULO II LAS PLANTAS, SU DISTRIBUCIÓN Y CARACTERÍSTICAS 2.1 2.2 2.3 2.4 2.5 2.6 2.7 2.8 La distribución de las plantas ………………………………………….. 21 San Pedro ………………………………………………………………… 24 Vilca ………………………………………………………………………. 30 Floripondio ……………………………………………………………….. 38 Chamico …………………………………………………………………. 44 Ayahuasca ……………………………………………………………….. 49 Otras plantas …………………………………………………………….. 53 Estructura química “alcaloides”……………………………………….... 64 CAPITULO III EVIDENCIAS ARQUEOLÓGICAS E HISTÓRICAS 3.1 Arqueología: evidencias de uso en tiempos prehispánicos ……..…. 71 3.2 Historia: referencias escritas ………………………………………....... 101 CAPITULO IV DISCUSIÓN………………………………………………………………………. 107 CONCLUSIONES ……………………………………………………………..… 119 BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………... 122 7 CAPÍTULO I ADAPTÓGENOS DEFINIENDO EL CAMPO DE INVESTIGACIÓN 1. Adaptógenos, aplicaciones y estados modificados de conciencia Con esta denominación nos referimos a un conjunto de plantas, que contienen substancias químicas que actúan de modo específico en alguna parte definida del Sistema Nervioso Central, por un lapso de tiempo pudiendo inducir o producir imaginaria mental de tipo auditiva, visual, táctil u olfativa. Sin llegar a producir o causar disturbios en esté sistema. (Cané 1988; Schultes & Hofmann 1993; Fericgla 1993; Feldman 2006; Kvist & Moraes 2006 y Albornoz et. al) También son denominadas: psicotomiméticos (por causar alteraciones del curso del pensamiento asociados a sintomatología psicótica), eidéticos, misticomiméticos, psicógenos, psicodélicos (causar alteraciones de la percepción objetiva del entorno y por lo tanto, alteraciones de nivel de conciencia), psicodislépticos (causar alteraciones en la percepción sensorial) (García 2011), psicotaráxicos, psicotógenos, ezquizógenos (Schultes & Hofmann, 1993; Fericgla 1993), sicotrópicos (Cabieses 1974), sicoactivos (Camino & Anderson 1994), plantas de poder (Feldman 2006) y la denominación más común y de mayor uso aunque casi ningún investigador esté de acuerdo la de alucinógeno (Cané 1988). 8 Todos estos términos representan los cambios en la percepción, pensamiento y ánimo que ocasionan su consumo en una persona. Los términos pertenecen a diferentes campos como son: la química, farmacología, bioquímica, psicología y antropología. Si bien todas estas ciencias tratan el mismo tema, los efectos causados por las plantas, al no contrastar la información obtenida entre ellas ha creado un “corpus de términos” amplio y variado. Lo que ocasiona confusión entre los lectores interesados. En lo que si concuerdan todos ellos son en las características de los efectos: estar relacionados con el Sistema Nervioso Central (hormonas) estos pueden ser psiquiátricos (distorsión de las percepciones e ilusiones, alucinaciones visuales, delusiones paranoides, flashbacks, sinestesias – como escuchar los colores o ver los olores, ataques de pánico, alteraciones del humor – relacionados a la euforia y depresión- y alteraciones de juicio) , neurológicos (temblor, simpaticomiméticos ataxia, (midriasis, hiperreflexia, taquicardia, parestesias), taquipnea, diaforesis), parasimpaticomiméticos ( sialorrea, lagrimeo). Asimismo tener un carácter temporal en los sentidos (auditivo, olfativo, gustativo, visual o táctil). (CarodArtal 2005) “(…) Las especies psicoactivas contiene sustancias similares a los neurotransmisores naturales [hormonas] y pueden interferir en la transferencia de los impulsos nerviosos, (…).” (Kvist & Moraes 2006: 295) En el 1979, se propuso el término “enteógenos” (significado de “dios dentro o interno”) para designar estas substancias, concepto que calo mucho en los investigadores aunque no respondía al concepto dado por todas las 9 sociedades. Pues ellas no tenían a las plantas como unos dioses sino como un camino por el cual podían llegar a contactarse con ellos. (Schultes & Hofmann 1982; Mulvany 1984 y Fericgla 1993) El término “adaptógeno” fue acuñado por N. V. Lazarev en 1974, para referirse a una droga anti-hipertensa, sustancia capaz de aumentar la resistencia del organismo a influencias adversas. En 1980, Brekhman extendió el término a substancias de origen vegetal, capaces de incrementar la resistencia del organismo frente a una variedad de agentes estresantes, con las salvedades de microorganismos bacterianas y virales. Según Brekhman, las características que poseen estos son: pueden causar o no alteraciones en el organismo siendo mínimas o mayores; manifestarse frente a desafíos del medio; aumentar la resistencia frente a negativas físicas, químicas o biológicas; ser toxicas en niveles ínfimos; causar acciones normalizadoras y armonizadoras independientes de un proceso patológico. (Fericgla 1993) En este sentido, la finalidad que justifica el consumo de substancias visionarias son las llamadas “acciones adaptógenas”. La denominación correcta seria llamarlas “substancias adaptógenas inespecíficas, o adaptógenos inespecíficos que actúan por medio de la imaginaria mental”, para diferenciar de los adaptógenos físicos. Estos adaptógenos inespecíficos ayudaron a elaborar mejores estrategias de adaptación posteriormente formalizadas por la cultura. Con “inespecíficas” nos referimos a una serie de acciones y no una sola. Donde su uso y consumo varia en una serie de acciones pudiendo ser estos ritos de pasaje, adivinación del clima, la suerte de una persona o de una empresa a realizar. Otros argumentos a favor son: 10 El consumo de estas plantas, por la mayoría de las culturas posee una la idea “sabios guías o plantas maestras”, la cual es un consenso casi universal. Las percepciones otorgadas por las plantas, se relacionan con eventos por resolver sean estos de carácter individual o grupal El consumo de estas plantas no posee un carácter adictivo Asimismo su consumo, se encuentra enmarcado dentro del patrón cultural de cada sociedad; siendo una de estas actividades los ritos de iniciación, ceremonias religiosas u otras relacionadas a la ideología. Este patrón cultural es el “macro-marco” adaptativo por el cual actúa cada sociedad. Por lo cual, estos momentos dentro de la sociedad e individuo requiere una agilidad adaptativa de los participantes, porque de ella depende su futuro en la sociedad. Además, su consumo con fines terapéuticos son el controlar la percepción, aliviar la fatiga, curar enfermedades entre otras pero no se emplean para contrarrestar acciones patológicas víricas o bacterianas. (Fericgla 1993) . En este sentido, la finalidad del consumo de estos es resolver los distintos problemas de adaptación que posee cada sociedad. Entender y poder categorizar las innumerables ocasiones por las cuales se emplea estas plantas así como lograr fundamentarlas es un reto el cual ha causado una serie de problemas, debido al carácter interdisciplinario de las ciencias que las investigan así como los diversos métodos de cada una de ellas. Pero estamos seguros que es la manera adecuada de enfocar la investigación. Se pueden diferenciar dos grandes motivaciones que animan el consumo de adaptógenos: 11 El primero terapias físicas, al consumir estas sustancias produce una limpieza del aparato digestivo (vómitos y diarreas) para posteriormente sentirse físicamente en buen estado, ágil, con el cuerpo limpio y con un buen estado de ánimo. La segunda fines visionarios, las cuales siempre tienen alguna finalidad ulterior, nunca son un fin en sí mismas. Estas motivaciones pueden dividirse en las específicas (shamán) y las que puedan tener una persona no-shaman. (Fericgla 1993) De la misma forma su uso representa un fin instrumental, por el cual modifican una situación o algo en la naturaleza; en cambio otros mencionan la búsqueda de una reflexión interna proyectada al exterior. “(…) es una manera de aprender lo que está más allá de lo cotidiano y hacia lo cual la cultura occidental ha elevado obstáculos que no existían para las culturas primitivas.” (Albornoz et. al.: 4) Los que podemos resumir en un aspecto común: “procesos de adaptación”. Hablar con los antepasados, proyectar eventos futuros, saber de alguien lejano en el espacio, curar dolencias, recibir consejos de espíritus animistas, hablar con los Dioses, entre otros. Por adaptación, entendemos un proceso de “homeostasis”, es decir un proceso por el cual el individuo y la sociedad se interrelacionan complementándose con su entorno. El cual les permite vivir con un mayor ahorro de energía. 12 Todo proceso adaptativo es complejo y único, con respecto al individuo o su sociedad debido a que en esté, se encuentra el conocimiento adquirido a través de los años propio de cada uno, debido a esto las “lagunas” en las investigaciones siempre serán recurrentes. (Fericgla 1993) De tal manera, que las respuestas halladas a través de la imaginaria de los “encargados” (shamán u otro) de la religión de una sociedad son una referencia de cómo afrontar una situación (micro o macro), de ordena la vida, la sociedad y el mundo. Siendo estos la base de los procesos adaptativos formalmente concebidos. Lo cual denominaremos “estrategias humanas inespecíficas de adaptación” “(…) En este sentido, el concepto de Unidad con el Universo de que hablan prácticamente todos los sistemas religiosos sería el máximo grado de adaptación, ya que, por lo menos subjetivamente, en él deja de actuar cualquier proceso entrópico.” (Fericgla 1993: 178) Estos argumentos cobran mayor sentido al pensar en la realidad contextual de cada sociedad y en la que se da su consumo, las sociedades “pasadas y primitivas” tenían la necesidad inmediata de disponer de estrategias adaptativas inespecíficas con mayor frecuencia que las personas del mundo “actual e industrializado”. Lo que Levi-Strauss llamó el “pensamiento bricolage” del ser humano primitivo. Es decir, la necesidad del hombre “primitivo” por sobrevivir en un entorno mucho más peligroso. Donde los recursos no son excesivos, donde la caza depende de las habilidades de los individuos u otro factor que impida la alimentación de los individuos de una sociedad que conlleve a una inseguridad de carácter vital. De modo que se encuentren sujetos a 13 enfermedades, accidentes o peleas ocasionadas por un animal salvaje u otra sociedad enemiga. La supervivencia inmediata causada por la necesidad. Todo lo contrario a la actual vida del hombre, donde pasa sus días en una casa con todas las comodidades físicas y mentales, donde la vida de una persona posee un transcurso conocido y aceptado por la sociedad que lo recibe. En la actualidad usamos la tecnología como estrategia de adaptación para los problemas existentes en nuestra vida diaria, en contraparte en las sociedades prehispánicas (“primitivas”) las cuales hacían uso de sus recursos biológicos, entre ellos la capacidad visionaria, que forman parte de sus estrategias adaptativas. (Levi-Strauss en Fericgla 1993) La forma de aplicación de los adaptógenos son diversas y van desde la vía oral: en brebajes, pastillas o pellets; fumando y por insuflación o aspiración nasal; por enemas y por fricción con la piel (pomadas). En el área andina las primeras dos formas de aplicación, son corroboradas por la cultura material registrada, son las más comunes y posiblemente de mayor importancia por la parafernalia asociada a estás. (Cané 1988) En la actualidad en el Perú, las formas de consumo de mayor generalización es la vía oral en brebajes muy difundida en el norte del país principalmente. También se practica en la selva por poblaciones amazónicas así como las formas de insuflación o fumar las hojas y semillas debidamente preparadas. El norte del Perú, posee una clara predisposición por el curanderismo el cual es conocido por todos los 14 peruanos los cuales se relacionan con las culturas que se asentaron en estos territorios antes de la llegada de los españoles. Esto se observa en sus representaciones ceramográfica relacionadas con shamanes o “agentes religiosos” los cuales se observan en acciones curativas. Aunque la práctica religiosa, de curar, era un común en todo el territorio peruano luego de las acciones tomadas por la Iglesia con la campaña de “Extirpación de Idolatrías” los agentes encargados así como las plantas, su preparación y consumo, cayó en el olvido debido a todos estos agentes. Knobloch (2010) menciona dos formas de consumo: “complejo de insuflación” y “complejo de bebida” para el Horizonte Medio aunque por extensión podríamos relacionar estas prácticas a épocas anteriores y posteriores. Los “estados modificados de conciencia” son producto del consumo de estos adaptógeno los cuales se refieren a los efectos psicológicos, que poseen un carácter religioso similar y con particularidades para cada sociedad. Se relaciona con la imaginaria mental espontánea de cada individuo como efecto de su ingesta. El término no implica jerarquías de carácter cognitivo, no produce un divisionismo en cuanto a una expresión dominante y otra marginal como lo sería el de “estado alterado de conciencia” donde se puede inferir el grado de importancia de un proceso cognitivo. Asimismo, no está sujeto a cargas religiosas ni clínicas. El término no ejerce ninguna atadura con respecto al tiempo de duración de la modificación de conciencia además de no estar ligada a un tipo de práctica religiosa, ritual o ceremonia en concreto. 15 Si bien puede llegar a ser generalizada, se logra solucionarla con definiciones de acuerdo al tipo de modificación por el cual es causada, inducida por meditación, con consumo de adaptógenos o por otro método. (Fericgla 1993) No estamos de acuerdo en llamarlo “alucinaciones”, por ser un término semántico negativo además para la mayoría de las sociedades en la cual se consume, las percepciones obtenidas tienen una entidad tan real como su mundo físico e incluso mucho más importante. (Schultes & Hofmann 1993; Fericgla 1993). De igual forma tampoco se le puede denominar “estados alterados de consciencia” porque, “(…) presupone que existe una consciencia, o procesamiento cognitivo de la realidad que es normal, natural, central y dominante.” (Fericgla 1993: 172) Los estados modificados de conciencia, están relacionados con el “éxtasis religioso espontáneo” también llamada unión mystica, samadhi o saturi (en la parte oriental). De tal manera que el individuo se sienta iluminado, como ocurre en las sociedades tradicionales u ocurrió en el pasado en las sociedades por parte de los shamanes o personajes que estuvieran inducidos por estas sustancias adaptógenas, convirtiéndose en “axis mundis” para sus sociedades. 16 Un “axis mundis” es un nexo entre la sociedad y los diversos planos ideológicos que puede poseer una sociedad, es el encargado por el cual la sociedad interactúa con sus deidades o antepasados. Cumple la función de intermediario capaz de controlar los poderes y conocimientos que las plantas les concedían. Debido a esto su creciente importancia en una sociedad además de la consideración de las plantas como agentes activos en las distintas prácticas religiosas. (Schultes & Hofmann 1993; Albornoz et. al.) “Descubrieron así que muchas de las plantas permitían al hombre comunicarse con el mundo espiritual. Estas prácticas les estaban reservadas a los sacerdotes, brujos, hechiceros y/o curanderos de las comunidades primitivas y aborígenes, y se las practicaba en rituales colectivos o privados. (…).” (Albornoz et. al.: 3) 2. Antecedentes y perspectivas Si bien el uso de substancias adaptógenos en las sociedades prehispánicas es aceptado por la mayoría de arqueólogos, durante muchos años fue un tema “tabú”, debido al carácter interpretativo de cada arqueólogo sumado a la “época de violencia” que vivió nuestro país donde los términos de “drogas” o “alucinaciones” fue cargado de conceptos negativos y vetados. (Cané 1988) Desde la segunda parte del siglo XIX, las investigaciones en las sociedades de los Andes Centrales tuvieron sus primeras apariciones, su estudio fue enfocado desde diferentes perspectivas (antropología, botánica, farmacología, etnología, psiquiatría) los cuales brindaron grandes aportes fundamentales. 17 La antropología describió las formas de consumo, así como el folclore y ritual relacionados a su ingesta, asimismo, la simbología y la parte económica relacionada a las plantas. La etnobotánica, se centró en la clasificación botánica y cultural de las plantas. La fitoquímica y la farmacología, dieron a conocer las substancias activas o alcaloides que poseen cada planta diferenciando su estructura química y arreglo espacial. Por último, los bioquímicos y neurólogos develaron los efectos causados por éstas en nuestro Sistema Nervioso Central principalmente nuestros sentidos originando los estados modificados de conciencia. (Cané 1988; Evans & Hofmann 1993; Fericgla 1993 y Feldman 2006) Si no enfocamos en dos puntos de vista como son la Psicología y la Antropología, se podría mencionar que para la primera estas plantas permiten acceder al inconsciente de cada persona; para la segunda, su ingesta nos permite ir de un plano “profano” al “sagrado”. (Eliade 1998; Albornoz et. al.: 2) La Arqueología no ha visto olvidado este tema, ya que un conjunto de evidencias arqueológicas, que van desde los restos de las plantas, sus representaciones iconográficas, las representaciones de su uso y la imaginaria inducida por las mismas. Han motivado interpretaciones desde perspectivas diversas de la misma arqueología (etnoarqueologícas, iconográficas, etc.). 18 En la actualidad gracias las investigaciones desde tan diferentes perspectivas, se puede entender el rol que cumplían estos “adaptógenos” en la ideología religiosa andina (correspondiente a lo que Eliade califica de shamanismo) de las sociedades prehispánicas. (Cané 1988; Fericgla 1993; Elera 1994 y Feldman 2006) Si bien los estudios en Arqueología son relativamente nuevos y surgen como necesidad debido a la confluencia de una gama de diferentes perspectivas sobre el objeto de estudio. Un marco teórico y metodológico adecuado se viene construyendo hasta la actualidad (Fericgla 1993; Feldman 2006 y Torres 2008) aunque es lamentable que todavía perduren prejuicios acerca de la realidad cultural y arqueológica asociada a estos, “Muchos estudiosos los continúan considerando como “alucinógenos”; suponen que su uso se inscribe en una esfera “sobrenatural” y produce una “transformación” del chamán en jaguar. De este modo, se pierde la posibilidad de ahondar en la comprensión ritual, la ideología y las implicaciones sociopolíticas vinculadas al uso de estos vegetales en tiempos prehispánicos.” (Feldman 2006: 13)(Las negritas son mías) Aunque estos prejuicios son cada vez menores y su aceptación por parte de los investigadores sea mayor. Esta aprobación se debe principalmente al trabajo riguroso que se viene mostrando hacia el tema de estudio. Cada investigador que trata el tema, lo hace con un rigor científico basando sus hipótesis e inferencias en hechos contrastables arqueológicamente, además de apoyarse en ciencias auxiliares para corroborarlas. Asimismo, interpretar adecuadamente acciones relacionadas a la ideología o implicancias sociopolíticas. 19 Los primeros estudios sobre “adaptógenos” se realizaron en las selvas amazónicas de Colombia, Venezuela, Brasil y Perú a mediados del s. XIX. En la década de los 30, aparecen las primeras publicaciones que no tuvieron la atención merecida. A fines de los 60, se generalizo la idea de que en el Horizonte Temprano e Intermedio Temprano, se encontraban representaciones de plantas productoras de alucinógenos y posibles escenas de su uso, la mayoría de estas relacionadas con el “San Pedro” para las sociedades de Chavín, Paracas, Nazca y Moche debido a lo abigarrado de su iconografía o la representación naturalista de la planta. Los primeros investigadores en trabajar este tema, fueron biólogos como: Richard Spruce, Richard Evans Schultes, Albert Hofmann, Bo Holmstedt, y antropólogos de la talla de Henry Wassén, Gerardo Reichel-Dolmatoff, Marlene Dobkin de Ríos, Fernando Cabieses entre otros. (Cané 1988) Si bien el objeto de estudio, merece mayores investigaciones para poder llegar a dar una interpretación coherente y acertada, los avances en las diferentes disciplinas que lo investigan auguran un futuro esperanzador. (Feldman 2006) 20 CAPÍTULO II LAS PLANTAS, SU DISTRIBUCIÓN Y CARACTERÍSTICAS 2.1 La distribución de las plantas América debido a sus distintas regiones geográficas y sus características climáticas que modifican el ambiente han dado a conocer una gran cantidad de variedades de estas “plantas”; caso contrario del resto de continentes donde su existencia es escasa (130 especies para el hemisferio Occidental y 20 para el hemisferio Oriental). América del Sur, se encuentra en segundo lugar solo por debajo de México debido al número, variedad y profundo significado mágico-religioso que le otorgan a estas “plantas” sus sociedades. (Schultes 1972; Schultes & Hofmann 1993; Feldman 2006) “(…) Es en América donde el número de plantas alucinógenas y su significado cultural es avasallador, llegando a dominar cada fase de la vida de sus aborígenes.” (Schultes & Hofmann 1993: 26) 21 Son escasas las culturas que no las utilizaron, muchas en cambio utilizaron varias plantas. Su campo de distribución se extiende desde Alaska hasta la Tierra de Fuego, desde tiempos ancestrales hasta la actualidad, donde su significado e importancia varía de acuerdo a cada región geográfica (Schultes & Hofmann 1993; Mulvany 1994, Albornoz & otros). En los Andes Centrales, los especies más conocidas y que hasta la actualidad poseen gran valor cultural y medicinal son: el cactus San Pedro (Trichocereus), la vilca o cebil (Anadenanthera), la ayahuasca (Banisteriopsis), el floripondio (Brugmansias), el chamico (Daturas). Además de las plantas ya mencionadas también se conoce el uso de la amala (Nectandra sp.), para las sociedades prehispánicas, especialmente para el norte del país. El tabaco (Nicotina tabacum) y la coca (Erytroxylum coca) no pueden ser consideradas como “plantas” adaptógenas o considerárselas en el mismo grado debido a que su consumo en sí mismo no produce estados alterados de conciencia. Pero aunque su uso es bien conocido para la sociedad Inca, esta no lo utilizaba con estos fines. Todo lo contrario su valoración se debió a su empleo en acciones adivinatorias, entiéndase como elemento de adivinación no su consumo, asimismo para aliviar la fatiga y cansancio en los trabajos. Cabe la posibilidad de que estas plantas puedan haber servido como “agregados” para la elaboración de bebidas u otras formas de consumo de las especies como Trichocereus u las otras antes mencionadas. Su valoración e importancia en esta sociedad no posee relación a sus efectos causados por el contenido de sus propiedades químicas, es decir sus alcaloides. (Cané 1988; Schultes & Hofmann 1993; Feldman 2006 y Montoya 2007) 22 Mapa de ubicación de los principales géneros de plantas en América. (Schultes & Hofmann 1993) 23 2.2 San Pedro Familia: Cactaceae Género: Trichocereus Especie: (48) pachanoi, peruvianus Estas dos especies tienden a ser confundidas por las personas en la actualidad, pero su utilización en tiempos prehispánicos pudo haber sido distinta dependiendo de la sociedad que lo empleaba. La primera el T. pachanoi también conocido como “San Pedro hembra”, es una especie domesticada hacia el Formativo y llevada a diferentes ecosistemas. Se caracteriza por el pequeño tamaño de sus espinas, se menciona su cultivo y uso para la sociedad Nazca y en la actualidad se puede observarse en algunos jardines como planta ornamentaría. Posee mescalina entres sus propiedades químicas y su uso actual con fines mágico-religiosos está relacionada al curanderismo. La segunda el T. peruvianus o “San Pedro macho” es una especie silvestre que se caracteriza por presentar espinas bien desarrolladas, se desarrolla entre los 2000 y los 3000 m.s.n.m. Posee un mayor grado de mescalina que la anterior, aunque su uso por los curanderos actuales es en menor medida. Un caso particular de su uso, se menciona para Garagay como agente para la adhesión de la pintura sobre las paredes así como un elemento constructivo de los muros aunque no se descarta su uso en actividades rituales. (Polia 1996 y Feldman 2006, 2007) La elección del uso de cada especie por parte de las sociedades prehispánicas dependía mucho del grado de conocimiento que posee esta sociedad acerca de las propiedades de la planta. 24 Partes de San Pedro apiladas para su venta en los mercados de la mayoría de las ciudades del Perú; Derecha, una representación de Trichocereus pachanoi. (Schultes & Hofmann 1993) Nombre común: aguacolla, aguacola, gigantón, huachuma, achuma, cimorra, huando o cardo santo. Distribución Geográfica: Zonas tropicales y templado-cálidas de ambos hemisferios. Existe en el centro de los Andes, entre los 1830 y 2750 msnm. (Schultes & Hofmann 1993) “(…) El género Trichocereus agrupa alrededor de 48 especies columnares, de tamaño variable y flores grandes y nocturnas (…). De estas especies de Trichocereus, de las cuales existen 12 en nuestro país, la más conocida es el “San Pedro” ó Trichocereus pachanoi (…).” (Ostolaza, 1980: 40) 25 Trichocereus pachanoi crece naturalmente o se cultiva en una zona que va desde Ecuador hasta Bolivia, pasando por Perú. Incluso más al sur, en Argentina, se encuentran otras especies del mismo género. (Schultes & Hofmann 1993) Descripción Botánica: Es una planta columnar, ramificada que generalmente nacen de la base, puede llegar a medir hasta los 6 m. de altura y un diámetro de 10 cm. Las ramas pueden contener entre 5 a 8 costillas cuando jóvenes son glaucas y verde-oscuras ya maduras. El “San Pedro” de cuatro costillas o “cuatro vientos” se trata de una idea mágica. Los capullos o botones se abren por las noches dando paso a flores aromáticas y en forma de embudo, mide hasta 25 cm. de longitud por 20 cm. de diámetro. El ovario y tubo floral miden 15 cm. de longitud color verde, con pelitos negros y ensortijados. La corola está formada por tres series de pétalos blancos de 10 cm. de longitud por 2 a 3 cm. de ancho cerca del ápice que es redondeado. El fruto es una baya carnosa de forma oval de 5 por 4 cm. de color verde, con la flor 26 marchita adherida a él cubierto de escamas y pelitos negros. Al abrirse se encuentran las semillas negras y pequeñas de 1 mm. de diámetro. (Ostolaza 1980; Schultes & Hofmann 1993) Cortes del cactus “San pedro” (Trichocereus pachanoi); la flor de “San Pedro” permanece cerrada durante el día; las grandes flores de “San florecen Pedro” por la tarde, desplegando todo su esplendor. (Schultes Hofmann 1993) 27 & Descripción Química: El alcaloide principal de Trichocereus es el TMPE (trimetoxifeniletilamina) o la mescalina, también posee tiramina, metitiramina, metoxitiramina, ordenina, analonina y tricerere. La cantidad de mescalina varia en proporción cuando la planta se encuentra seca (2 %) que en material fresco (0.12 %) (Ostolaza 1980; Cané 1988; Schultes& Hofmann 1993; Feldman 2006) La dosis mínima para activar el alcaloide se estima en 300 mg. por lo que se necesita procesar al menos 250 mg. de la planta en estado crudo. (Carod-Artal & Vázquez - Cabrera 2007) Preparación: Se cortan pequeños pedazos del tallo y se rebanan luego se hierven en agua durante horas. A veces se agregan otras plantas para aumentar o disminuir los efectos del brebaje como por ejemplo: Daturas, Brugmansias, etc. (Schultes& Hofmann 1982; Cané 1988) Consumo: La vía de aplicación más común es oral, en brebajes luego de una cocción prolongada. Lo consumen las sociedades tradicionales de Suramérica, en mayor grado en los Andes Centrales, desde Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina. 28 La intoxicación por medio de la ingestión de T. pachanoi parece ser primordialmente para la adivinación, diagnosticar y curar enfermedades, entre otras actividades relacionadas al campo ideológico. (Ostolaza 1980; Cané 1988 y Schultes & Hofmann 1993) Efectos: Luego de la ingestión produce un período de latencia, síntomas de náuseas, sudoración, cefalea, palpitaciones y calambres. Posteriormente un estado de labilidad emocional y alteración de la percepción, “alucinaciones” en todos los sentidos y especialmente visuales. Para concluir con la perdida de noción de tiempo y espacio. (Ostolaza 1980; Polia 1996 y Feldman 2006) Un “shaman” describe los efectos de la siguiente forma: "(…) la droga primero produce somnolencia o un estado de sueño y una sensación de letargo, (...) un ligero vértigo (...) y después una gran 'visión', un esclarecimiento de todas las facultades (…). Entonces, sobrevienen una separación, una especie de fuerza visual (...) incluso de todos los sentidos (...) aún del sexto sentido, la sensación telepática de proyectarse a través del tiempo y la materia (…) algo así como desplazar los propios pensamientos hacia una dimensión lejana". (Schultes & Hofmann 1993: 156157) 29 2.3 Vilca Familia: Leguminosae Género: Anadenanthera Especie: (2) peregrina, colubrina Nombre común: Se le conoce como: ñopo, yopo, cohoba, wilca, huilca, huillca, uilca, vilca, villca, vilcas, wil´ka, willca, cevil, cebil, parica. Estas denominaciones cambian de acuerdo al área geográfica en la cual se encuentra la planta. Distribución Geográfica: Se extiende desde el Mar Caribe hasta Sudamérica meridional, Antillas e Indias Occidentales. Crece en terrenos montañosos a lo largo de fuentes de agua y laderas boscosas hasta los 2100 m.s.n.m. En el Perú específicamente se informa de su presencia en la provincia de la Convención a 1500 m.s.n.m.; también se le puede encontraren diversas partes de la selva peruana. (Pérez & Gordillo 1993; Schultes & Hofmann 1993) 30 Hay dos especies de Anadenanthera que producir “alucinógenos”. polvos pueden Uno de ellos se utiliza al norte de Sudamérica y en las Antillas. La otra se emplea en el norte de Argentina. (Schultes & Hofmann 1993) Descripción Botánica: Comprende dos especies arbóreas con similares propiedades químicas. La Anadenanthera peregrina, incluye dos variedades: A. peregrina var. Peregrina Peregrina y A. peregrina var. Falcara. La primera se distribuyen la parte septentrional del continente, la segunda se encuentra al sur de Brasil y Paraguay. La A. peregrina es una mimosa arbórea, crece en los pastizales y alcanza una altura de 20 m. con un tronco de 60 cm. de diámetro. Su corteza posee un color negro y posee espinas cónicas y mucronadas. Las hojas se presentan de 15 a 30 pares de pinnas y cada una de ellas posee folíolos vellosos. Las flores son muy diminutas en cabezuelas esféricas y se presentan en inflorescencias o grupos terminales. Las semillas son 31 aplanadas, delgadas y negro lustrosas; estas se encuentran en vainas leñosas y rugosas de 3 a 10 semillas por vaina. (Schultes & Hofmann 1993) La segunda especie, Anadenanthera colubrina, que posee también dos variedades. La A. colubrina var. colubrina, crece en el sudeste de Brasil y la segunda A. colubrina var. cebil, distribuida en las regiones del Noroeste argentino. Asimismo, posee las características similares a la otra especie. (Pérez & Gordillo 1993; Schultes& Hofmann 1993) Rama de cebil o vilca de la especie Anadenanthera peregrina. (Pérez & Gordillo 1993) 32 De izquierda a derecha (Anadenanthera colubrina): vainas frescas o verdes; el cebil, “las semillas de la civilización”; las vainas maduras del árbol cebil se acumulan bajo el cobertizo formado por las hojas; corteza nudosa del árbol del cebil. (Schultes& Hofmann 1993) Descripción Química: Entre los principales activos se encuentra los derivados de la triptamina, Bcarbolínicos y la bufotenina, está ultima también se encuentra en glándulas de sapos venenosos lo que los indígenas ya conocían. (Cané 1988; Schultes& Hofmann 1982 y Carod-Artal & Vázquez - Cabrera 2007) “(…) son derivados de la triptamina, tanto cíclicos como de cadena abierta (…) La dimetiltriptamina (DMT) y la 5-hidroxidimetiltriptamina (bufotenina) son representativas de las triptaminas de cadena abierta de la Anadenanthera. (…) Los derivados de triptaminas cíclicas encontrados en la Anadenanthera son: 2-metil y 1,2-dimetil-6-metoxitetrahidro-B-carbolina.” (Schultes & Hofmann 1993: 118) 33 Preparación: Posee diversas formas de preparación que cambian de una sociedad a otra, así como de área. Algunas sociedades para hacer el polvo, cogen granos negros de las legumbres de estos árboles y primero los tuestan hasta que los granos estallan. El tostado facilita la remoción de la cáscara, y pone a los granos más fáciles para moler y hacer un polvo. Las cáscaras de las legumbres se remueven debido a su dificultad de pulverizarse, luego se mezcla en mortero agregándolo un poco de agua formando una pequeña masa, o también se pulverizan en un polvo muy fino, se guarda en un recipiente si no se consume. (Cané 1988; Schultes& Hofmann 1993 y Carod-Artal & Vázquez-Cabrera 2007) “(…) Cuando se muele para obtener un polvo grisverdoso, se mezcla con cenizas de una planta alcalina o con arcillas de conchas de caracol.” (Schultes & Hofmann 1993: 79) Consumo: Lo utilizan tribus de la cuenca del Orinoco, y gran parte de los Andes Centrales de Colombia, Ecuador, Perú, Chile y parte del Noroeste Argentino; ya no se consume en las Indias Occidentales ni las Antillas. La más difundida es la inhalación del polvo de las semillas a través de los orificios nasales. Según sea la región, se usan tabletas ahuecadas y tubos, por lo común de madera (norte de Chile, noroeste Argentino, área del Titicaca, sur del Perú y cuenca Amazónica.); o bien se guardan en dispositivos tubulares confeccionados en huesos perforados de animales como aves, felinos, camélidos o calabazas, tubos de madera o grandes caracoles (Strophocheilus). 34 Se ha encontrado material arqueológico relacionado a tabletas y tubos de rape como parafernalia de consumo, esta fue la forma de mayor difusión de consumo (principalmente en el Noroeste argentino), no se descarta el acto de fumar las hojas, enemas o beberla como agregados en chicha de maíz u otra. (Reichel-Dolmatoff 1978; Cané 1988; Pérez & Gordillo 1993; Schultes & Hofmann 1993 y Carod-Artal & Vázquez 2007) “(…) Un informe de 1571 afirma que los curanderos incas profetizaban poniéndose en contacto con el diablo a través de una intoxicación provocada por una bebida llamada chicha reforzada con villca (…)” (Schultes& Hofmann 1993: 119) Los shamanes son los que lo emplean en mayor grado para actividades en el desarrollo de su oficio, aunque también existen otras situaciones como: los periodos de ejercicios físicos intensos, ritos de iniciación o de paso y rituales curativos, siempre ligada a prácticas religiosas. (Yacovleff y Herrera 1935; Pérez & Gordillo 1993; Schultes & Hofmann 1993 y CarodArtal & Vázquez-Cabrera 2007) En tiempos prehispánicos la “vilca” poseía suma importancia ritual y religiosa, en el Perú prehispánico a los sacerdotes incas de la más alta jerarquía y adivinos (umu) se les denominaba “villca o vilca camayo”; de la misma forma los santuarios “huaca” se les nombra “villca o vilcacona”. También las lavativas de uso medicinal o shamánicas se conocían como “villca”. (Schultes & Hofmann 1993) 35 Asimismo su madera, de buena calidad y bello pulimento, se aprovechaba con fines constructivos y para la confección de objetos de lujo para los grandes señores; su corteza utilizada para curtir las pieles; las hojas y semillas en baños medicinales. Aunque las propiedades químicas de las semillas son las que mayor aprecio poseía en las sociedades prehispánicas. (Pérez y Gordillo 1993) Efectos Luego de su ingesta, produce crispamiento de músculos, nauseas, “alucinaciones” visuales (en menos frecuencia auditiva), aumento de las secreciones nasales, sialorrea, inyección conjuntival, tos, taquipnea, perdida del equilibrio y en ocasiones cefalea. Así como síntomas vegetativos que incluyen taquicardia, midriasis y aumento de la presión arterial así como sueño inquieto además de la macropsia o aumento exagerado del tamaño de los objetos. (Schultes & Hofmann 1993; CarodArtal & Vázquez 2007) Varios investigadores, describen los efectos, uno de ellos A. Métraux señala lo siguiente: “Los hechiceros lules y matacos son los únicos shamanes del Chaco que se ponen a sí mismos en estado de arrobamiento, por medio de tomas por la nariz de un polvo hecho de semillas de sebil (…). Cuando han alcanzado ese estado envían sus almas, en forma de pájaro, fuera del cuerpo. (…)” (Métraux citado en Pérez & Gordillo 1993: 311) 36 Schultes & Hofmann, refiriéndose a un observador contemporáneo señalan lo siguiente: “Sus ojos se le salían de la cabeza, su boca se contrajo, sus extremidades temblaron. Daba miedo verlo. Era necesario que permaneciera sentado, pues de otra forma se hubiera caído. Estuvo embriagado por cinco minutos; después se puso muy contento.” (Schultes & Hofmann 1993: 119) Lozano (1941) describe la práctica inhalatoria entre los lules con fines de obtención de la lluvia: "(…) estos haciéndose soplar con un canutillo en las narices de suerte, que les penetra muy adentro los polvos de las semillas del árbol llamado sebil, que son tan fuertes, que les privan del juicio, comienzan ya fuera de sí a saltar, y brincar en descampado dando gritos, y alaridos y cantando con vozes desentonadas, lo que dicen llaman la lluvia" (Lozano citado en Pérez & Gordillo 1993: 312) 37 2.4 Floripondio Familia: Solanaceae Género: Brugmansia Especie: (9) arbórea, aurea, sanguínea Nombre común: Borrachero, Campanilla, misha, huaca, huacachaca, huacacachu, huanto, huantu, wantuq, huambo, huambar toé, toá, tonga. Calancha la llamó, “azucenas del Perú” y B. Cobo, “flor de campanilla”. (Yacovleff y Herrera 1935; Schultes & Hofmann 1993 y Polia 1996) Distribución Geográfica: Las Brugmansias son nativas del sur de América señalada como planta ornamental y mágica, habitada por un espíritu que hace volar a quien se duerma bajo su sombra a causa del perfume embriagante de sus flores. La mayoría de las especies se halla en las regiones montañosas templadas y húmedas, a más de 1830 m.s.n.m. (Schultes & Hofmann 1993; Olivos 2004) 38 Muchas especies de Brugmansia se dan en tierras altas donde se concentra su uso. No obstante, hay algunas especies en altitudes más bajas, en los alrededores de los Andes, donde su uso es más intensivo. (Schultes & Hofmann 1993) Descripción Botánica: Se encuentran vinculadas a las Daturas, si bien la mayoría de ellas se encuentran cultivadas, es posible que se encuentren en estado silvestre en la Amazonia. Todas las especies son complejas y han sido usadas por milenios como “adaptógenos” desde tiempos prístinos. Todas las especies de Brugmansia contienen similares alcaloides a continuación la descripción de una de estas especies. 39 B. aurea es un árbol pequeño que mide hasta 9 m. de alto, las hojas son oblongo-elípticas a menudo finamente vellosas; el limbo mide de 10 a 40 cm. de largo 5 a 13 cm. de longitud. Las flores se encuentran inclinadas y no penduladas, posee de 18 a 23 cm. de largo y son muy aromáticas. Su corola posee forma de trompeta y es blanca o amarilla hacia la boca, su parte basal es delgada y se encuentra encerrada por el cáliz; sus dentículos son curvos entre los 4 a 6 cm. de largo. El fruto es ovoide-elongado, liso, verde y variable en tamaño; permanece siempre carnoso y nunca se pone duro o lanoso. Sus semillas angulosas son negruzcas o pardas relativamente largas que miden de 12 x 9 mm. (Schultes & Hofmann 1993) Esta es la especie, B. aurea, más difundida en los Andes y posee dos formas una de flores amarillas y otras de flores blancas más común. Casi siempre se le confunde con otra especie que es la B. arbórea, esta se encuentra en menor medida. La especie B. sanguínea se caracteriza por sus flores que poseen un color rojo hacia la boca y su difusión se encuentra relacionada a terrenos montañosos y selváticos. 40 1) Brugmansia aurea, muy utilizadas por los shamanes de Colombia y norte del Perú, cuyas flores son de color amarillo, 2) Brugmansia arbórea, 3) El fruto maduro de Brugmansia sanguínea. 4) La flor de Brugmansia sanguínea. (Schultes & Hofmann 1993) Descripción Química: Las solanáceas poseen semejanzas químicas en su variedad de especies además de contener los mismos alcaloides de tropano que las Daturas. La escopolamina es su principal ingrediente psicoactivo además de hiosciamina, atropina y los variantes alcaides del tropano, tales como norescopolamina, aposcopolomina, meteloidina. (Schultes& Hofmann 1993; Kvist & Moraes 2006) 41 “La escopolamina, responsable de los efectos alucinógenos, es la que aparece siempre en mayor cantidad. Las hojas y los tallos de B. aurea, por ejemplo, con un total de 0.3% de alcaloides, contienen un 80% de escopolamina, que también es principal alcaloide de las raíces de Brugmansia.” (Schultes & Hofmann 1993: 129) Preparación: Para los fines necesarios de la planta casi siempre se toma las semillas molidas (mezcladas con bebidas de maíz o yuca fermentadas o en infusión). Aunque cabe mencionar que todas las partes de la planta contienen alcaloides sean las hojas, tallos o frutos los ingeridos. (Schultes& Hofmann 1993; Kvist & Moraes 2006) Consumo: Se emplea en Suramérica, sobre todo en el Amazonas, lo utilizan los mapuches de Chile y los chibchas de Colombia así como gran parte del territorio peruano. (Schultes & Hofmann 1993; Kvist & Moraes 2006) “Los indígenas de Sibundoy consumen la Brugmansia con fines mágico-religiosos y los mapuches como remedio para los niños tercos. Los chibchas daban chicha fermentada con semillas de Brugmansia a las esposas y esclavas del jefe muerto para provocarles sopor antes de sepultarlas vivas con el difunto. Los nativos peruanos creen que la Brugmansia les permite comunicarse con sus antepasados y que pueden revelarles en qué tumbas hay tesoros.” (Schultes& Hofmann 1993: 71) 42 Efectos La intoxicación no es placentera sino violenta, las personas que lo consumen llegan hasta un periodo de profundo sopor durante el cual experimenta visiones. La sobredosis es un riesgo que puede causar la muerte o una enfermedad permanente. Las alteraciones mentales son de tipo esquizofrénico. (Schultes y Hofmann 1993; Kvist & Moraes 2006) Durante sus viajes Jacob von Tschudi (1820) nos habla de una bebida preparada por los hechiceros, llamada “tonga”. Describe los efectos de la ingesta de la siguiente manera: “(…) después de que el hechicero había ingerido la bebida, cayó en un pesado estupor; se sentó entonces con los ojos fijos en mirada vacía contra el suelo, con la boca cerrada en forma espasmódica y las fosas nasales dilatadas. Al termino de aproximadamente un cuarto de hora, sus ojos comenzaron a voltearse, le salió espuma de los labios entreabiertos y todo el cuerpo comenzó a ser agitado por intensas convulsiones. Estos violentos síntomas pronto desaparecieron y el indígena cayó en un profundo sueño que duró varias horas. (…)” (Tschudi citado en Cabiedes 1974: 355) 43 2.5 Chamico Familia: Solanaceae Género: Datura Especie: (10 - 12) stramonium, metel, ferox, inoxia. Nombre común: “borrachero”, “embaucador”, toloache, torna loco, “manzana espinosa” Distribución Geográfica: Zonas tropicales y templado-cálidas de ambos hemisferios Mapa geográfico donde se observa la distribución de las especies de Daturas. (Schultes& Hofmann 1993) 44 Descripción Botánica: La mayoría de las especies de esta planta guarda características similares. A continuación el de D. inoxia, es una hierba que posee más de 1 m. de alto, grisácea debido a las finas vellosidades que posee sobre el follaje. Sus hojas son desigualmente ovadas o subenteras pueden llegar a medir más de 5 cm. de longitud. Las flores poseen un dulce perfume, son erectas y varían en tamaño entre los 14 a 23 cm. de longitud; poseen colores blancos, con tintes rosas o violetas así como una corola de 10 puntas. Su fruto colgante es casi globuloso, de 5 cm. de diámetro cubierto con afiladas espinas. El D. stramonium, se encuentra en mayor medida en los Andes Centrales, posee características similares. Cabe recordar cuando estas se secan el fruto llega a reventar mostrando las pequeñas semillas aplanadas de color negro en su interior. (Schultes& Hofmann 1993) Imágenes de Datura stramonium (Schultes &. Hofmann 1993) 45 Datura stramonium la planta se puede fácilmente morado reconocer por de el sus color flores. (Schultes &. Hofmann 1993) Descripción Química: Las distintas especies de Datura son químicamente semejantes en cuanto a principios activos a las plantas solanáceas: poseen alcaloides tropánicos como la “hiosciamina” y principalmente “escopolamina”. (Schultes& Hofmann 1993) Preparación: Para los fines necesarios se prepara de las semillas, hojas secas, las flores y raíces. En infusiones o pulverizados agregándolas a bebidas embriagantes o aplicándose el polvo a los ojos, masticar las raíces de la planta, cigarrillos antiasmáticos, así como la frotación de ungüentos que contienen partes de la planta produce los mismos efectos. (Yacovleff y Herrera 1935; Schultes & Hofmann 1993 y Olivos 2004) 46 Un etnobotánico escribió lo siguiente, para el caso mexicano: “(…) No es raro que el toloache se agregue al mezcal, un licor destilado del Agave, o al tesguino, una bebida fermentada del maíz, para aumentar su poder intoxicante” (Schultes& Hofmann 1993: 110) Asimismo, Steele (1982) hace referencia a un hecho ocurrido en Huánuco del s. XVIII, donde un niño coloco unas semillas de la planta y se la dio a otro. Este cayo en los efectos de manera violenta “enajenándose” y perdiendo la razón. Asimismo, menciona su uso por los indígenas como la facilidad con la que crecía esta planta y su uso medicinal para contrarrestar las hemorroides, la gota, hernia entre otros males. Si bien se menciona que un corregidor quiso exterminar su uso le fue imposible debido al gran arraigo que poseía la planta entre los naturales. (Steele citado en Olivos 2004) Consumo: El consumo de especies de estas plantas se encuentra relacionado a México y el Suroeste norteamericano. En los territorios aztecas actuales se le denomina “toloache” que proviene del antiguo azteca “toloatzin” (cabeza inclinada, haciendo referencia a su fruto). En Suramérica su presencia es amplia, aunque se le asigna a la esfera de los Andes Centrales debido a una mayor documentación existente. Sin embargo, su presencia en continentes como Asía y África, también se encuentra documentada en sus sociedades (India-China) pasadas en la que cumplieron un rol importante en ceremonias mágico-religiosas y la medicina. (Schultes& Hofmann 1993) 47 Como se ha mencionado, su importancia en ceremonias mágico-religiosas, van desde ritos de iniciación, de pasaje (pubertad a adultez), festividades a la lluvia, propiedades visionarias. Asimismo su uso en la medicina, en terapias, aliviar dolores, trastornos de la conducta, enfermedades nerviosas, o como analgésicos para mitigar el dolor en operaciones simples o dolores de parto. (Schultes & Hofmann 1993; Olivos 2004) Efectos: Los efectos causados por todas las especies son similares debido a ellas poseen los mismos alcaloides, en mayor o menor grado dependiendo de su preparación. Se comienza por un estado de lasitud del cuerpo para continuar con un periodo de alucinaciones concluyendo en un sueño profundo y la perdida de la conciencia. (Schultes & Hofmann 1993) Las Daturas gracias a su contenido de atropina y escopolamina, en dosis apropiadas controlan el reflejo de vómito, por lo cual son útiles para ayudar a retener en el estómago las bebidas con componentes tóxicos. Debido a esta propiedad, su uso siempre se encuentra relacionado como agregado en brebajes para la retención de las propiedades de las demás plantas que contiene el líquido. (Cabiedes 1974) 48 2.6 Ayahuasca Familia: Malpighiaceae Género: Banisteriopsis Especie: (120) caapi, inebrians, rusbyana Nombre común: Caapí, nate, yajé, yagué o pindé. Cabe mencionar que su denominación varía de acuerdo a su distribución en la misma planta el cual es identificado independientemente por algunas sociedades selváticas. “Los indígenas distinguen varias especies, según el color, espesor, formación de la rama, y su ubicación en la planta.” (Cané 1988: 37) Distribución Geográfica: Antillas y zonas tropicales de Norte y Sudamérica. Su uso se conoce para toda la zona occidental del Amazonas y zonas adyacentes del Orinoco, se menciona que su uso se extendió hacia los Andes y posteriormente la costa del Pacifico. Ubicación del genero Banisteriopsis en América del Sur. (Schultes& Hofmann 1993) 49 Descripción Botánica: El género presenta lianas de corteza lisa, color café y hojas verdes oscuras de forma pergaminosas y ovadolanceoladas, que pueden llegar a medir hasta los 18 cm. de longitud y de 5 a 8 cm. de ancho. Su inflorescencia es multiflora. Sus flores son pequeñas de color rosa o rosadas. El fruto es una sámara con alas de 3.5 cm de longitud. (Schultes& Hofmann 1993) Arriba, la Ayahuasca es una majestuosa enredadera tropical de crecimiento rápido. Abajo, los trozos del tallo constituyen la base para elaborar la bebida. (Schultes& Hofmann 1993) 50 Descripción Química: Si bien los primeros estudios de la Banisteriopsis, produjeron los alcaloides llamados “telepatina y banisterina” que se pensó como nuevos descubrimientos. Investigaciones posteriores los identificaron como la harmina. Los alcaloides secundarios son: la harmalina y tetrahidroharmina. (Schultes& Hofmann 1993) “Los principales psicoactivos que contiene el Banisteriopsis caapi, son betacarbolinas, harminaharminolinas, tetrahidroharminas y otros. (…)” (Cané 1988: 37) Preparación: La preparación más difundida se realiza machacando los trozos de las lianas en morteros, de madera principalmente, al cual se agrega agua. Posteriormente se filtra el líquido, extrayendo las sustancias sólidas para luego llevarla al fuego. Este líquido se puede ingerir caliente o fría además de mezclarlas con otras plantas como B. rusbyana y de Psychotriaviridis las cuales modifican sus efectos. (Cané 1988) Otra forma de ingerirla es masticar la corteza así como en forma de rapé. (Schultes & Hofmann 1993) Consumo: En las sociedades tradicionales (principalmente en la selva), puede ser usada por los shamanes para diagnosticar enfermedades o resguardar a su pueblo, así como adivinar las tretas del enemigo o profetizar el futuro. 51 “Bebida generalmente ceremonial religiosa (…). Los jibaros creen que el ayahuasca hace posible la comunicación con los antepasados y que bajo su influencia el alma del hombre puede abandonar el cuerpo y vagar libremente” (Schultes & Hofmann 1993: 67) La ayahuasca es concebida como medicina por las sociedades selváticas más aun es llamada “la gran medicina”. Las sociedades selváticas tienen como su guía espiritual y su consumo es estrictamente de aprendizaje de los conocimientos del mundo que los rodea, ellos aprenden mediante su consumo y las visiones adquiridas en este lapso de tiempo. La guía de los “maestros” es importante para ayudar a interpretar estos mensajes proporcionados por la planta. Efectos Su ingestión produce náuseas, vértigo, vómito y lleva a estados eufóricos como agresivo. Así como alucinaciones auditivas y visuales; por lo regular en azul, púrpura, grises, rojos o amarillos brillantes debido a los aditivos en la preparación del brebaje final. 52 2.7 Otras plantas Virola (Virola sp.) Esta planta se conoce en las regiones con el nombre de “epená”, “ebena”, “paricá” u otras denominaciones especialmente en la selva. Posee más de 60 especies y se encuentra distribuida en las zonas tropicales de Centroamérica y Sudamérica, principalmente las especies: V. theiodora; V. peruviana; V. loretensia; V. calaphilla; V. calophilloidea y V. elongata. (Schultes & Hofmann 1993) Representación de especie Virola Theidora. (Schultes& Hofmann 1993) 53 La mayoría de ellas posee una copiosa “resina” roja en la corteza interna, que posterior a su retiro se concentra al fuego y se forman pequeñas píldoras o rapé para su posterior consumo. (Cané 1988) Una descripción de la planta V. theidoraes, es la de un árbol delgado entre los 7 a 23 cm. de altura. Originaria de los bosques de la cuenca amazónica occidental. El tronco es cilíndrico, de 46 cm. de diámetro posee una corteza lisa de color café moteada de gris. Las hojas poseen, un aroma similar al té cuando secan, forma oblonga o anchamente ovaladas entre los 9 a 33 cm. de longitud por 4 a 11 cm. de ancho. Las flores masculinas generalmente son de color café o amarillentas; las femeninas nacen individualmente o en racimos de 2 a 10 flores muy picantes. El fruto es subgloboso entre 1 a 2 cm. de largo por 0.5 a 1.5 cm. de ancho. (Schultes & Hofmann 1993) La Virola contiene como alcaloides a la triptaminas y tetrahidrocarboxiles. Además de ser casi similares a la Anadenanthera. (Cané 1988). “(…) Los principales componentes de este polvo son 5metoxi-N, n-dimetiltriptamina y dimetiltriptamina. Tambien aparecen indicios de 6-metoxi-N, Ndimetiltriptamina, monometiltriptamina, 2-metil- y 1,2dimetil-G-metoxi-tetrahidro-B-carbolina (…) (Schultes& Hofmann 1993: 170) El polvo de la Virola puede ser consumido por insuflación de un individuo a otro o por sí mismo por medio de tubos; otros reducen el líquido a una pasta (formando pallets) cuando no quieren usar el polvo de manera inmediata, de esta forma se conserva por algunos meses los efectos psicoactivos. Este polvo es tan irritante que causa expulsión de mucosidad por la nariz así como lagrimeo. Después de un estado de hiperactividad y excitación, viene 54 un periodo de somnolencia interrumpido por alucinaciones visuales (Cané 1988; Schultes & Hofmann 1993) “El epená o Nyakwana debe ser aspirado ceremonialmente por todos los varones adultos, y en ocasiones sin ninguna relación ritual. (…) El Yakee o paricá lo consumen solo los chamanes” (Schultes & Hofmann 1993: 68) Los indios waikas bajo los efectos de la planta, muestran una expresión en el rostro de extravió, que según ellos responde a la ausencia temporal del alma de los shamanes. (Schultes& Hofmann 1993) Su preparación es variada y parte de la extracción del líquido color rojizo, la cual es raspada de la capa interna de la corteza y secada al fuego las raeduras. Luego de una molienda fina se puede agregar otras plantas como son las de Justicia o de Elizabetha princeps. Otra forma es tirar el árbol, recoger la resina, hervir y obtener una pasta que se seca al sol para posterior molerla y tamizarla. (Schultes & Hofmann 1993) Su ingesta se encuentra relacionado con prácticas mágico-religiosas y las “medicinales”, sean estas de origen sobrenatural o pragmático. Su uso cotidiano por parte de los nativos es importante, algunas especies se utilizan como fungicidas. La resina puede ser aplicada para curar áreas afectadas para curar la tiña y otros tipos de micosis dermatológicas tan frecuentes en las selvas tropicales. (Cané 1988; Schultes & Hofmann 1993) 55 Amala (Nectandra sp.) Relacionada principalmente con el norte del Perú, principalmente a las sociedades Moche, Chimú, Lambayeque y Chachapoyas. Su nombre denominación principal es la de “amala” o “hamala”, en la costa y sierra norte, “matuc” o “matuto”, en la selva norte y muy raramente “ishpingo”. Semillas de recuperadas excavaciones. “hamala” en Museo las de Túcume – Perú. Su identificación se encuentra en la mayoría de los casos como ofrendas, las semillas son perforadas exprofesamente y traspasadas con soguillas dentro de paquetes textiles o incluso conchas marinas de Spondylus, su uso se relaciona a diversas ceremonias rituales. Su presencia se encuentra en centros importantes como son la Huaca del Sol y la Luna, centros ceremoniales de poder Moche en Trujillo. 56 Las presentaciones de las semillas también se encuentran en ceramios que poseen su forma así como en la iconografía relacionada a personajes que poseen en el cuello o en las manos collares de la semilla de esta planta. Estos personajes son de alto rango, sacerdotes o miembros de la elite Moche. Estos son reconocidos por su vestimenta así como por los accesorios que poseen características de sacerdotes Moche como son la chungana o sonajero. Se menciona su uso para rituales funerarios y curativos. Estos ceramios corresponden a la a fase Moche IV principalmente. Los principales principios psicoactivos son: la alfa-asarona, galgravina y vereguensina. Asimismo se menciona su acción anticoagulante debido a la papaína. Lo que nos permite inferir su uso en “rituales de sacrificio” muy común en las sociedades norteñas. La forma de consumo se relaciona a la vía oral en bebidas de chicha como agregados en esta. (Montoya 2004, 2007) 57 El Pati (Carica augusti. Harms.) Relacionada principalmente con la sociedad Wari y su función ejercida dentro de esta. Se le relaciona con sectores sociales como la nobleza y el sacerdocio. El proceso de abandono de costumbres y creencias sufrido por algunas plantas en la sociedad ha hecho que se pierda el conocimiento acerca de sus cualidades, cultivo y uso. El Pati es una, planta herbácea perenne, polígama de hasta 5 m. de alto. Crece en zonas secas y suelos muy pobres en nutrientes. Posee dentro de su corteza abundante látex; su raíz principal es corta y sus raíces laterales son desarrolladas y relativamente superficiales; su tejido posee la capacidad de almacenar agua, por lo cual puede resistir grandes periodos de sequía. La denominación con que es conocido el árbol en la ciudad de Wari son la de “Pati” y también de “Wira pasñacha”. Con respecto a los efectos que causa el consumo de estas plantas se menciona alteraciones y efectos fisiológicos, que la sociedad interpreto como estados de origen sobrenatural, y los cuales relacionado a rituales adivinatorios y las deidades: “(…) La nobleza y el sacerdocio al utilizar el Pati como alcaloide revestían su conducta de una naturaleza mirifica que les acrecentaba su prestigio social y les servía como mecanismo de uso personal en situaciones de tensión.” (González & Rivera 1983: 43) 58 Los análisis químicos realizados al árbol (tallo, ramas, hojas y frutos) demostraron la presencia de alcaloides, principalmente en las hojas y frutos. Debido a esto, hojas y frutos, se relaciona el uso de la planta con periodos temporales concretos entre Diciembre y Abril, utilizándolos en relación con prácticas y costumbres agrícolas. En la región de Sarhua, al árbol de Pati se le atribuye ciertas características como ser testigo de la creación del mundo debido a la gran cantidad de años de vida que posee. También le otorgan la característica de ser el “hogar de la pachamama” debido a la semejanza del tronco con músculos o formas humanas otorgándole al árbol el espíritu de la tierra. Asimismo, lo señalan como símbolo de fertilidad. (González & Rivera 1983) “(…) el Pati es un árbol que fue testigo de la creación del mundo otros lo considera que es un árbol bisexual y por lo tanto simboliza la fertilidad, ya que los animales bisexuales también significan fertilidad y abundancia y por ellos reciben la denominación de Waris. (González & Rivera 1983: 48) 59 La coca (Erytroxylum coca) De suma importancia en el uso ritual y diario, en la antigüedad como ahora, en los Andes y zonas adyacentes. Si bien la planta no es considerada por los investigadores como una planta “alucinógena”, pues los indígenas no conocieron la técnica de extracción del alcaloide que posé en sus hojas. Existe una gran cantidad de especies de coca en Sudamérica, pero solo se cultivan dos: Erytroxylum coca y Erytroxylum novogranatense. Ambas poseen dos variedades. La primera E. coca, variedad “coca” (coca Boliviana o coca Huánuco), la otra variedad “idapú” que se cultiva en las partes amazónicas. En el caso de la segunda E. novogranatense, nos interesa la variedad E. novogratense “truxillense” (Coca de Trujillo), se cultiva en los valles del Marañón y la costa desértica peruana. No se descarta la existencia de varias especies silvestres en la Amazonia. El principal principio activo de la coca, es la cocaína (Benzoylmethylecgonina) además de ecgoninas, tropinas y otros en menor cantidad. El consumo de la coca mayoritariamente es de vía oral, masticándola y formando una bola en la boca, algunas personas le agregan cal para mejorar el sabor amargo de la planta, escupiendo luego el residuo. No se descarta el uso como rapé, mezclándolas con otras plantas por algunos grupos amazónicos. El efecto del uso de la coca es la reducción de la fatiga, hambre y frio. Así como estimulante y analgésico local, las investigaciones dieron a conocer ciertas sustancias nutritivas y vitaminas que futuros análisis deberán aclarar. (Cané 1988; Schultes & Hofmann 1993) 60 Cabe recordar que las sociedades prehispánicas no llegaron a obtener la cocaína como principio activo esta recién se logró aislarla a mediados del siglo XIX en Europa y por mucho que se mastique tampoco llega a producir estados modificados de conciencia. Aunque su función en propósitos rituales y sagrados, muy conocido para los Incas, no tenga una importancia similar a los “adaptógenos” posee una fuerte influencia en el proceso ritual. Tabaco (Nicotiana tabacum) El género Nicotiana posee una gran variedad de especies (más de 45) en estado nativo pero la mayoría de ellas cultivadas. Solo unas pocas especies alcanzaron gran difusión. Buena parte de ellas es originaria de la región andina, desde donde se extendieron por el subcontinente. Si bien el tabaco por sí solo, no está claro sus propiedades como “adaptógeno”, su consumo con propósitos religiosos y sagrados constituye un aspecto ampliamente aceptado y documentado, como coadyuvante que intensifique el efecto de otras sustancias psicoactivas ayudando a su absorción por parte del organismo (Cané 1988; Pérez & Gordillo 1993 y Schultes & Hofmann 1993). 61 Existe una gran discusión sobre este tema por diversos investigadores, las cuales mencionamos: “Para Wilbert (1987) tiene efectos diferentes según las dosis: en pequeñas cantidades sirve como estimulante y analgésico; en grandes dosis produce visiones, trance y catatonía”. (Wilbert citado en Pérez & Gordillo 1993: 302) Para Furst (1980), el tabaco es un toxico ritual y afirma que: “una verdadera intoxicación de tabaco hasta el punto de alterar la conciencia o llegar aI trance psicodélico, era ciertamente de considerable importancia con el complejo extático del Nuevo Mundo en su totalidad" (Furst citado en Pérez & Gordillo 1993: 303) Además, la química del tabaco refuerza la idea, el principal ingrediente activo es la nicotina, un alcaloide piridino. EI relato de L. V. Mansilla (1980) con respecto al consumo y efecto causado por el tabaco en indígenas chilenos fue el siguiente: “(…) una planta que no he podido conocer, que he fumado, y me ha hecho el mismo efecto que el opio, es fuertísima (…) [al acostarse] cargan su pipa, se echan de barriga, se la ponen en la boca, le colocan una brasa de fuego en el recipiente y dan una fumada con toda fuerza, tragando todo el humo; en seguida otra, otra del mismo modo. A la cuarta fumada, les viene una especie de convulsión nauseabunda, se les cae la pipa de la boca y quedan profundamente dormidos.” (Mansilla citado en Pérez & Gordillo 1993: 303) 62 Los efectos de la nicotina pueden inducir trances, sueños, visiones y comunicación con los espíritus por parte de los shamanes en los diversos propósitos religiosos. En cuanto a la preparación y consumo del tabaco existen diversas modalidades a lo largo de Sudamérica. En la cual se puede consumir solo o en mezclándolo con otros adaptógenos para obtener el fin requerido. El más común es fumarlo, pudiendo ser en forma de cigarrillos o en pipas, también en forma de infusión acuosa. Así como pulverizado las hojas y luego absorberlas por la nariz. Formas menos frecuentes son beberlo, comerlo, masticarlo, lamerlo o mediante enemas. (Cané 1988; Pérez & Gordillo 1993) 63 2.8 Estructura química “alcaloides” Las plantas mencionadas con anterioridad y de las cuales se obtienen una serie de sustancias químicas, poseen el elemento nitrógeno como un común en sus estructuras químicas. Por lo tanto, pertenecen a una clase de compuestos químicos llamados alcaloides. Las estructuras químicas de estos “alcaloides” que provienen de las plantas están estrechamente relacionadas con la estructura química de hormonas que existen en el cerebro. Estos agentes fisiológicos cumplen un papel muy importante en la bioquímica de las funciones mentales. Estos principios activos ejercen en el Sistema Nervioso Central (SNC) modificaciones que el individuo según su cultura puede llegar a interpretar. (Schultes & Hofmann 1993, Albornoz et. al.) Así tenemos que el principal alcaloide del cactus San Pedro (Perú) como del Peyote (México) es la mescalina, un compuesto relacionado a la norepinefrina (noradrenalina), que es una hormona cerebral, está es uno de los agentes fisiológicos conocidos como “neurotransmisores”, ya que actúan en la transición química de los impulsos entre las neuronas. Podemos mencionar que tanto la mescalina como la norepinefrina tienen la misma estructura química básica 64 Estructura química de la molécula Noradrenalina, hormona cerebral. (Schultes & Hofmann 1993) Estructura química de la molécula de Mescalina, activo (Schultes la principio del peyote. & Hofmann 1993) 65 Estructura química molécula principio de Hofmann 1993 molécula de hormona (Schultes Serotonina, cerebral. & Hofmann 1993) 66 la Psilocina, alucinógeno teónanacalt. Estructura química de la de (Schultes del & El hecho que los principios activos más importantes de las plantas (mescalina y psilocina) y las hormonas cerebrales (serotonina y noradrenalina), tengan la misma estructura básica ayuda a explicar la “potencia psicotrópica” de estos adaptógenos. Estos principios actúan en los mismos sitios del Sistema Nervioso Central que las hormonas antes mencionadas; a semejanza de “llaves” que abrieran un mismo candado. El resultado es que las funciones psicofisiológicas relacionadas a la percepción en base a nuestros sentidos se ven alterados, suprimidos, estimulados o modificados de alguna forma. Estos trastornos de los sensoperceptivos afectan la conciencia del hombre. (Schultes & Hofmann 1993) Además no solo la composición química de los alcaloides es suficiente para producir cambios en las funciones cerebrales, sino también al arreglo espacial peculiar que tienen los átomos en estas moléculas. La configuración espacial, después de la composición química, cumple el papel crucial en la determinación de las actividades que modifican al Sistema Nervioso Central (produciendo los estados modificados de conciencia). Un ejemplo, es la dietilamina del ácido lisérgico (LSD) es una forma modificada del principio activo del “ololiqui”; la primera es una droga sintética y el segundo es el principio químico que se presenta de forma natural en la planta. La diferencia entre una y otra se encuentra en dos átomos de hidrogeno de la amida que han sido remplazados en la diatelamida por dos grupos etilos. Lo importante de la configuración espacial es que una dosis de 0.05 mg. de LSD producirá una intoxicación profunda de varias horas; en cambio una dosis mucho mayor de iso-LSD no tendría ningún efecto en la persona. (Schultes & Hofmann 1993) 67 De la misma forma que sucede con el San Pedro (mescalina), las demás plantas utilizadas en las ceremonias mágico-religiosas. Poseen principios activos similares, los cuales ya mencionamos, producen similares resultados en el hombre. El uso de estas “sustancias adaptógenas” (puras en este caso) en medicina están dirigidas como en el caso de las ceremonias mágico-religiosas (en las sociedades tradicionales como en la antigüedad) en la distorsión de la realidad produciendo en ambos casos profundas alteraciones (estados modificados de conciencia) psíquicas al individuo. Estas no solo afectando la percepción del mundo exterior sino también la percepción propia del sujeto transformándola. Los cambios en la sensibilidad de los órganos de los sentidos provocan trastornos sensoperceptivos (alucinaciones visuales, auditivas, táctiles, olfativas, gustativas, tempoespaciales) que afectan la esencia misma de nuestro ser: la conciencia. (Schultes & Hofmann 1993; Albornoz et. al.) Podemos referirnos a la realidad como resultado de la interacción de un sujeto, un ego. Esta realidad objetiva resulta de la interacción de las señales sensoriales externas, mediadas por los órganos (sea visual, auditiva, táctil, olfativa o gustativa) y el ego llevando todo esta información al nivel de la conciencia. 68 De tal manera podemos expresar lo siguiente: “el mundo exterior es una fuente de información y el yo profundo, un receptor, el traductor vendría ser el ego” si no existe ninguno de los dos o uno de los elementos está ausente la realidad no existe. Si aceptamos a la realidad como producto de esta interacción, la percepción de la realidad bajo la influencia de estos “principios activos” es distinto y puede ser explicada por medio del cerebro, donde se encuentra la conciencia, que sufre una serie de cambios químicos inducidos por estas sustancias originando una infinidad de experiencias subjetivas infinitas debido a que cada persona es única y sus experiencias no son iguales a las demás por más que pertenezca a la misma sociedad. En la actualidad, experimentamos la vida desde un solo punto de vista limitado por las reglas sociales aceptadas, lo que es denominado un estado normal. Sin embargo, los adaptógenos originan en la percepción de la realidad un cambio radical y extenso debido a que nuestros órganos sensoriales sufren trastornos por los cuales conocemos a la realidad de distinto modo. En las sociedades prehispánica o “primitivas” esto no ocurrió ellos tomaban estos estados modificados de conciencia como parte de su mundo de una sola percepción que si bien no era común para todos los miembros, su aceptación por toda la sociedad era homogénea y formaba parte de su vida diaria “(…) Estos distintos aspectos o niveles de una sola realidad no son mutuamente exclusivos. Forman una realidad global, trascendente y atemporal.” (Schultes & Hofmann 1993: 176) 69 Es por esto, que el valor significativo de estas “sustancias adaptógenas” consiste en la capacidad de cambiar la longitud de onda del “receptor del yo”, produciendo los cambios en la conciencia de la llamada realidad. En un estado normal de conciencia, la realidad de todos los días, el ego y el mundo se encuentran separados, donde el mundo exterior es el objeto transformado. Con la influencia de los adaptógenos todo esto desaparece o se torna borroso. Se realiza una retroalimentación entre el receptor y el emisor. El ego o parte de él alcanza el mundo exterior lo que lleva crear un significado profundo y diferente; la cual puede ser gozosa o demoniaca, debido a que implica la pérdida de confianza del ego. Al retroalimentarse el nuevo ego se siente relacionado con los objetos de un modo especial así como con otros seres humanos. Todas estas nuevas experiencias de comunicación con el mundo exterior llevan a sentir al ego ser uno con toda la creación. (Schultes & Hofmann 1993) 70 CAPITULO III EVIDENCIAS ARQUEOLÓGICAS E HISTÓRICAS 3.1 Arqueología: evidencias del uso de adaptógenos en tiempos prehispánicos Para poder encontrarlas debemos tener en cuenta cuatro categorías arqueológicas (Torres 2008) que consideremos como evidencia: 1. Evidencias de restos de plantas, es la forma más directa de su uso, pueden ser hallada en contextos arqueológicos. 2. Implementos relacionados al uso de plantas psicoactivas, utilizados en la preparación o ingestión de las mismas. 3. Representaciones de plantas psicoactivas. 4. Representaciones del uso de materiales psicoactivos, las representaciones de consumo o de los instrumentos empleados en su preparación y sus posteriores implicancias. 71 Con estas categorías previas para el análisis de la evidencia arqueológica podemos mencionar las siguientes: Para el Arcaico (8000 - 1600 a.C.), el hombre dependía de sus conocimientos adquiridos con el pasar del tiempo y el uso de la flora. En la cueva de Guitarrero, en el Callejón de Huaylas, Lynch registra una “areola con espinas” de San Pedro junto a restos de otras plantas alimenticias que habrían estado en un proceso de domesticación. Lynch (1980) se basa en el registro de polen ininterrumpido desde los estratos más profundos así como evidencias de trozos o tallas y fragmentos del fruto de la planta que fueron introducidos a la cueva para sugerir una mayor importancia al fruto comestible que al propio San Pedro, es decir al tallo que se registraba desde 8600 a.C. (Feldman 2006, 2007) La supuesta forma de consumo del San Pedro en Guitarrero seria a través del mascado e ingiriendo el tallo del cactus, de esta manera habrían utilizado sus efectos según su necesidad, además la ingesta por medio de mordisco se presume como la más antigua. Además del polen del cactus, también se identificó el de otras plantas con propiedades similares, como son: Ephedraceae, Onagraceae (Fucsia boliviana), Labiatae (Salvia tubiflora), etc. Lo que da pie a pensar en un carácter ritual y medicinal desde estos tiempos además de colocar al San Pedro en medio de una parafernalia de plantas. (Feldman 2006, 2007) 72 Guitarrero: areola con espinas de “achuma” o San Pedro. (T. peruvianus), datada hacia 6800– 8200 a. C. (Feldman 2007) En Caral, Supe, Shady & Leyva registraron en contextos ceremoniales “caracoles sagrados” a modo de ofrendas. (Feldman 2006, 2007) En Huaca Prieta, en el valle de Chicama, Junius Bird (1948) y Engels (1963) recupera bandejas de “rape” hechos en hueso de ballena y tubos de huesos de pájaros pudiendo relacionarse al uso de Anadenanthera por su cercanía a su habitad. (Torres 1996; Burger 2011) Tableta de rape en hueso de ballena (11.7 x 6 cm.), tubo inhalador de ave y zorro (17.5 cm), Huaca Prieta, Valle de Chicama, Perú. (Torres 1996) 73 Para el Formativo (1600 - 200 a.C.) y específicamente hacia su la segunda mitad del Formativo Temprano (1200 - 900 a.C.) existe una serie de edificios que comparten patrones arquitectónicos similares, conocido como el complejo: “plaza hundida-pirámide”, en los cuales se identificaron indicios de la presencia de “San Pedro”. (Feldman 2006, 2007) En Las Aldas, en la desembocadura del río Casma, R. Fung (1967) recupera: “[...] varias cortezas de cactáceas envueltas a manera de cigarrillos. [...]” (Fung citada en Feldman 2006: 29). Lo cual infiere en un uso ceremonial de “cigarros de cactáceas”, debido a que la parte exterior del tallo y la carne verde adyacente es donde se concentrar los alcaloides. (Feldman 2006, 2007; Torres 2008) Garagay, ubicado en la costa central, se registró por parte de Ravines e Isbell (1975) que sus muros se encontraban pintados además presentaban frisos en alto relieve de estilo “chavinóide” los cuales habrían sido adheridos por medio de la goma extraída del “San pedro”. “[...] no hemos identificado con seguridad el médium de fijación empleado con los pigmentos, pero sospechamos que fue el zumo obtenido del Trichocereus pachanoi o San Pedro.(…)” (Ravines e Isbell en Feldman 2006: 30) 74 Asimismo, los investigadores registran la presencia de espinas en los materiales de construcción como pisos y adobes así como dos figurinas antropomorfas de estilo “chavinóide”, una de ellas poseía un cetro a base de espinas de San Pedro, ojos de concha de “mullu” y colmillos felinícos. (Feldman 2006, 2007; Torres 2008) Monte Grande, en el valle de Jequetepeque, Elera (1994) identifica caracoles (Scutalus sp.) en relación con el edificio y el cerro Sapo, donde se hallan la existencia de San Pedro y otros cactus mescalínicos. Los caracoles viven y se alimentan en las cortezas de las cactáceas de las cuales absorben sus propiedades psicoactivas, porque al alimentarse asimilan los alcaloides de los cactus. Lo cual da pie a Elera a proponer el rol que cumplían estos “caracoles sagrados”: “Es así que la simbiosis cactácea-caracol terrestre, así como el consumo-alucinación que produce este molusco debió jugar un rol significativo en el ritual de los pobladores tempranos de Monte Grande. [...] tanto los ambientes cerrados como los abiertos de la arquitectura religiosa de Monte Grande servían para actividades rituales y ceremoniales de carácter público o circunscrito a unos pocos iniciados en ambientes restringidos.” (Elera 1994: 231) Todos estos indicios suponen el uso probable del San Pedro en prácticas rituales realizadas en los templos durante el Formativo Temprano. (Feldman 2006, 2007) 75 En Chavín de Huántar, ubicado en el callejón de Conchucos, es desde donde se irradia el “arte chavín” o “estilo chavín”, en todas sus representaciones el “San Pedro” (principalmente) y otras plantas psicoactivas cumplen un rol importante como parte de los agentes en los rituales. (Feldman 2006, 2007; Torres 1996, 2008 y Burger 2011) Lumbreras en sus excavaciones de 1972, develo una serie de bajorrelieves que formaban parte de la pared de una plaza circular donde se observaban representaciones de sacerdotes y jaguares. Algunos de estos relieves se denominaron posteriormente “Los portadores del San Pedro”, los cuales se encontraban en el Templo del Lanzón. Uno de estos representa a un personaje antropomorfo con atributos animales y sosteniendo un tallo de San Pedro de cuatro estrías. Posteriormente se recuperó un fragmento de un relieve gemelo al anterior cuya antigüedad estaría relacionada a las últimas construcciones de la plaza circular (750 a.C.) . (Feldman 2006, 2007; Torres 1996, 2008 y Burger 2011) Fotografía del cuadrante noroeste de la plaza circular con el “zócalos de los jaguares” y el friso de figuras antropomorfas. (Feldman 2006) 76 El “Portador del San Pedro”. Templo Viejo – plaza circular, Chavín de Huántar. (Torres 2008) Fragmento de un relieve gemelo del “Portador del San Pedro”, Chavín de Huántar. (Feldman 2006) Uno de los felinos recuperados del “zócalo de los jaguares”. (Feldman 2006) 77 Con respecto al uso de Anadenanthera, las evidencias son: Tabletas de rape en hueso de ballena, fueron encontradas en Supe relacionadas al “estilo chavín” asimismo muchas pequeñas tabletas de piedra zoomorfas fueron excavadas de la Galería de las Ofrendas. Tableta de rape en hueso de ballena, Supe. (Torres 2008) Morteros de piedra y tabletas tallados con motivos de felinos, aves y reptiles donde se preparaba el polvo de esta planta (Burger 2011) Mortero de piedra en forma jaguar para de usado pulverizar partes de plantas alucinógenas. (Burger 2011) 78 Espátulas de hueso y oro, pequeñas cucharas de insuflacción formaban parte de la parafernalia. (Burger 2011) a-d) Cuatro cucharas de insuflacción de oro procedentes de Chavín de Huántar. (Burger 2011) La aproximación iconográfica, es una alternativa, para analizar las representaciones escultóricas de Chavín y poder identificar con éxito el uso de estas plantas y sus implicancias 79 “Personaje sobrenatural con atributos felinícos”, piedra rectangular de granito (54 x 50 x 16 cm.) donde se talla el personaje con atributos como colmillos, pupilas excéntricas, garras en los pies además de representaciones de hojas y vainas de Anadenanthera. (Burger 2011). Escultura de piedra de Chavín de Huántar representando un personaje sobrenatural con adornos de Anadenanthera sp. hojas vainas. y Museo Nacional Chavín. (Burger 2011) 80 Dibujo de Otárola de la escultura anterior (Burger 2011) “El Obelisco Tello”, sus elementos analizados por Rowe lo llevan a definir su “Atlas”, el cual es base para varios investigadores en sus análisis posteriores. De todos estos elementos mencionaremos algunos que nos ayudan a identificar algunas plantas. Mulvany (1984) identifica el elemento “B35” como Brugmansias, asimismo el “A35” como la Anadenanthera y sus vainas en forma de “S” al elemento “B24”. También los elementos “A24” – “B20” como ramas de cactus “San Pedro”. Para el elemento “B19”, los identifica como Brugmansias, Daturas y otras plantas ligadas al culto shamánicas por su fuerte carácter alucinógeno. Aunque Lathrap, no comparte señala a estos elementos como comestibles. (Cané 1983, 1986) 81 estas ideas y representaciones de plantas El “Atlas de Rowe”, Obelisco Tello” (2.52 m. de alto), hecho en granito. (Cané 1983) 82 Figura zoomorfa en piedra con Brugmansias semillas emanando Museo de Nacional su boca. Chavín. (Torres 2008) “Cabezas clavas” de Chavín, algunas de ellas escurren liquido de la nariz encontrándose deformada y bulbosa, los ojos abiertos fijos y redondos. Esto podría ser un efecto del consumo vía respiratoria y representaría seres “humanos-shamanes”, bajo los efectos de los alucinógenos. Además se recuperaron otras tres esculturas de piedra que también representaban al San Pedro, una de ellas es una cabeza escultórica miniatura que posee representación de un tallo de San Pedro emergiendo de sus ojos. (Cané 1985, Torres 2008 y Burger 2011) Cabeza clava, representando un hechicero con flujo de mucosidad nasal y en proceso de conversión en jaguar. (Burger 2011) 83 Cabezas clavas, ilustrando los diferentes estados de transformación, Templo Viejo, Chavín de Huántar. (Torres 2008) 84 Cabeza clava miniatura, con presencia de tallos del cactus San Pedro emergiendo de sus ojos, de un sobrenatural. personaje (Burger 2011) El Lanzón, la estala Raimondi y la piedra de la Medusa y demás esculturas en Chavín también comparten atributos similares y posiblemente estén ligados al uso o la imaginaria causada por las plantas, asimismo las representaciones de algunos tipos de plantas en las escultoras las corroboraría. (Burger 2011). En Cupisnique, el tema de “felino entre cactus”, son representaciones de cactus columnares del San Pedro y felinos (alter ego) en una serie de ceramios. Los cuales se caracterizan por ser botellas de asa estribo con diseños escultóricos modelados y grabados con incisiones, dos o tres tallos modelados con cuatro estrías y la representación de un felino en diferentes posiciones entre los tallos del San Pedro, mostrando una actitud agresiva y decorado con círculos, boas, volutas. Además es posible encontrar otras representaciones del San Pedro asociado a Spondylus, venados y aves rapaces. (Feldman 2006, 2007; Burger 2011) 85 Vasijas Cupisnique con representaciones de Trichocereus: (a) Valle de Jequetepeque (b) Valle de Chongoyape, (c) Valle de Jequetepeque (Torres 2008) 86 En Kuntur Wasi y Pacopampa, Onuki registra numerosos instrumentos de hueso para esnifar como espátulas, cucharas y bandejas de hueso; en especial una tableta esculpida en hueso decorada con cabeza y colmillos supernaturales, con clara representación de Anadenanthera, todas ellas relacionadas con la iconografía Chavín. (Burger 2011) Tableta de rape en hueso decorada con cabeza sobrenatural y Anadenanthera sp. estilizada. (Burger 2011) Mortero y mano de moler de piedra (agujero del mortero 7.5 cm; mano de moler 10.5 cm.) Pacopampa. Museo Rafael Larco Herrera. (Torres 2008) 87 En Campanayuq Rumí, se recuperó sesenta y dos artefactos de hueso, dentro de los cuales algunos poseen características de insuflación. Entre los cuales se recuperaron huesos de tubo, dieciséis espátulas y seis cucharas pequeñas. (Burger 2011) En Paracas, “el textil shamanico” de Carhua, valle de Ica, denominada así por Cordy-Collins a una tela pintada en la cual se representa plantas de San Pedro y Anadenanthera, en el cual se representa un tallo y dos ramificaciones laterales acompañada por felinos, colibrís y otros vegetales no identificados. (Feldman 2006, Torres 2008) “El textil shamanico”, algodón (54.61 x 68.58 cm) (Torres 2008) 88 Detalle de representación del manto. Valle de Ica, Perú. (Torres 2008) Cerro Colorado “el manto ceremonial”, recuperado de la necrópolis de Wari Kayán la Momia N° 290-45. Tello y Xesspe (1979) lo describen la figura 14: “[...] actitud vertical; posición de frente; atributos mayores, consistentes en dos pares de apéndices serpentiformes, que rematan en cabezas de víbora y frutos de cactus espinosos, uno de ellos, superior, cefálico y el otro, inferior, que se desprende de la cintura, en forma ondulada, totalmente cubierta de núcleos punzantes como de la especie conocida con el nombre nativo de atorko, sara-sanki, gigantón (Cereus peruvianus) (…)” (Tello y Xesspe citado en Feldman 2006: 35) 89 Además de encontrarse ofrendas consistentes en su mayoría en artefactos hechos a base de espinas de cactus como peines, espinas dentro de cañas e incluso sellando los labios de una cabeza trofeo. (Feldman 2006) Para el Periodo Intermedio Temprano (200 – 600 d.C.) Nazca (100-500 d.C.), continua el uso del “San Pedro” con las características presentes en Paracas, estas son representaciones naturalistas en textiles y ceramográfica. Tello (1959) menciona: “(…) Representan figuras antropomorfas pintadas con vivos colores y atributos de cabeza trofeo. Tallos del San Pedro modelados surgen de los hombros, sobresaliendo del contorno globular de los cántaros. (…)” (Tello citado en Feldman 2006: 37) La especie T. peruvianus es la mayor representada en la cerámica y textiles, aparece asociado con Wiracocha. Según Julio C. Tello las representaciones se caracterizan por su colorido, que podría guardar relación con las visiones que propicia la planta. Sharon (1980) en cambio funerarias, relacionando al San Pedro sugiera la idea de urnas con la idea “semilla-persona” simbolizando el renacimiento. (Tello y Sharon citado en Feldman 2006) 90 Representación del San Pedro en la cerámica Nazca. (Feldman 2006) Dobkin de Ríos (1975) menciona que las Pampa de Nazca fueron realizadas bajo los efectos de alucinógenos, a través de la sensación de “vuelo” induciendo la idea del “felino volador alado”. Para Furst (1967) estos seres voladores supone analogías con la iconografía amazónica “felino-shaman” así representaría a sus shamanes en estado de trance y no sus divinidades (Dobkin y Furst citado en Cané 1985; Sharon 1988). Vasija escultórica Nazca con una representación del “San Pedro” asociado a una falcónida. (Polia 1996) 91 Moche (100 - 700 d.C.), las representaciones se realizan en la iconografía, el uso del San Pedro es con fines curativos. Por esta razón se observa una cantidad representados sosteniendo de personajes (“curanderos-as”) tallos o tajadas del San Pedro en sus manos. También se pueden observan animales asociados como felinos, sapos, boas o lechuzas asociados al cactus así como escenas de recolección de caracoles sagrados (Scutalus sp.). (Ostolaza 1980; Sharon 1980; Elera 1994 y Feldman 2006, 2007) “(...) el San Pedro se halla a menudo con una figura femenina tocada con un mantón en una escena de cura. Con frecuencia tiene los rasgos de una lechuza, el alter ego de las modernas curanderas.” (Sharon, 1980: 64) Escena de recolección de caracoles sagrados (Scutalus sp.) pintada en ceramio mochica (Feldman 2006) 92 Cactus Neoraimondia arequipenses con cerca de 190 “caracoles sagrados” (Scutalus sp.). (Feldman 2007) Además también se identificó representaciones de Anadenanthera en la iconografía con relaciona a rituales de caza de ciervo, semillas de amala (Nectandra sp) en contextos funerarios de la Huaca del Sol y la Luna, estos fueron los principales centros ceremoniales, espirituales y de poder moche. Algunos cronistas mencionan la planta con la denominación de “espingo”. Cabe mencionar los géneros Datura stramonium (chamico) y el género Tillandsias que por falta de estudios más detallados no se pueden corroboran su uso. (Montoya 2004, 2007; Feldman 2006, 2007; Carod-Artal & Vázquez-Cabrera 2007 y Torres 2008) Escena ritual de caza de ciervo con Anadenanthera árbol en de vasija Moche. (Torres 1996) 93 Sacerdote moche que porta un collar de semillas de “hamala” en el cuello,. Museo Arqueológico Nacional Brüning. (Carod-Artal & Vázquez-Cabrera 2007) Escena asociado de caza con de venado Anadenanthera, cucharon. (Torres 2008) Representación Tillandsi, en (Torres 2008) 94 de cucharon. En el Horizonte Medio (600 - 1000 d.C.) en la ciudad de Huari, Ostolaza refiere que en los recintos subterráneos fue registrado: “Amuleto de piedra tallada con un personaje que porta una tajada de San Pedro” (En Feldman 2006: 38) Asimismo, Patricia Knobloch, refiere el consumó de la Anadenanthera para la cultura Wari en lo que denomina el “complejo de bebida” típico de esta sociedad a diferencia de un “complejo de insuflacción” típico de Tiahuanaco y San Pedro de Atacama al sur. Este “complejo de bebida” se encuentra relacionado con planta de forma que estas eran agregadas a la chicha de maíz produciendo experiencias visionarias en las practicas rituales. Representación de Anadenanthera en fragmentos de cerámica recuperadas Conchopata, por Ochatoma (1997). (Knobloch 2000) 95 A través de una serie de características iconográficas como: puntos circulares, usualmente dos, en la parte alta de las representaciones de las flores esféricas; dos, formas ovalares o rectangulares simétricas con líneas interiores en forma de hojas posicionadas usualmente debajo de dos puntos círculos y formas oblongas o rectangulares con representaciones de puntos de vainas de semillas. Las cuales se encuentran en ceramios y textiles, cabe resaltar que las representaciones Wari de la Anadenanthera es altamente sencilla como bidimensional, figuras planas simétricamente posicionadas de modo naturalista semejante a una fotografía. (Knobloch 2000; Burger 2011) Mancilla (2012) logra reconstruir una urna registrada en Conchopata con la iconografía del “Dios de los Báculos” con una representación Anadenanthera emergiendo del rostro de la deidad. Representación del “Dios de los Báculos” con vainas y flores de la Anadenanthera, recuperadas por Ochatoma en las excavaciones en Conchopata. (Mancilla 2012) 96 de Representaciones en cerámica fragmentada: a. Conchopata, en las excavaciones de Tello de 1942, b. Isbell y Cook en 1999, c. En el área de Cuzco. (Knobloch 2000) Torres, menciona para esta período temporal el uso muy extendido en Tiahuanaco, el desierto de Atacama y el Noroeste argentino de la Anadenanthera y su modo de consumo (rapé). Asimismo, se registró una gran cantidad de tabletas de rape, tubos de inhalación, espátulas siempre relacionadas con motivos antropomorfos, zoomorfos y fitomorfos, todos estas evidencias es el mejor forma de proveer una parafernalia de inhalación, las representaciones de Anadenanthera pueden encontrase en las tabletas de rape y monolitos. (Torres 1996, 2004) 97 Tipos de tabletas de rapé, con personaje frontales (Torres 2004) Tableta para inhalar polvos psicoactivos, madera con laminado de oro, incrustaciones piedra y de concha (17,1 x 8,3 cm). Museo de Arte de Denver. EE.UU. (Torres 2008) 98 Para el Periodo Intermedio Tardío (1000 – 1350 d.C.) Chimú y Lambayeque, toman de Moche las características antecesoras donde el ritual y la religiosidad tienen una fuerte base en el San Pedro. Al respecto Sharon menciona: “La curandera que sostiene un cacto de San Pedro fue un tema para los artistas de la costa norte a lo largo del siguiente milenio. Algunas de sus representaciones, como muchas del estilo moche, representan el San Pedro de un modo esbozado. Otras muestran a la curandera sosteniendo un alto tallo de San Pedro de cuatro nervaduras (…)” (En Feldman 2006: 38) Ceramio de asa estribo Chimú que representa a una curandera sosteniendo un tallo de San Pedro en su mano derecha. 2006) 99 (Feldman Ceramio perteneciente a la cultura Chimú, de una mujer con cara de búho, la cual posiblemente es “hierbera” o “shamana” porque sostiene un San Pedro (Schultes & Hofmann 1993) Para el Horizonte Tardío (1350- 1450 d.C.) en vasijas incas en aribalos y otras representaciones de cactus columnares, los documentos del siglo XVII señalan el uso del “San Pedro” en el Cuzco y otras regiones bajo su dominio. (Feldman 2006, 2007) 100 3.2 Historia: referencias escritas Desde el arribo de los españoles al “Nuevo Mundo”, siempre se encontraron interesados en las creencias de los americanos, inclusive los clérigos juzgaban a los indígenas como los últimos gentiles y sus religiones se encontraban bajo la influencia del “Diablo” muy alejadas de la verdadera y autentica fe. (Pérez & Gordillo 1993) En 1498 fray Ramón Pané, redactar el primer libro escrito en el Nuevo Mundo en idioma distinto al existente, “por mandato del ilustre señor Almirante y virrey y gobernador de las Islas y de la Tierra Firme de las Indias, escribo lo que he podido aprender y saber de las creencias e idolatrías de los indios y de cómo veneran a sus dioses” (en Pérez & Gordillo 1993: 299) Los españoles trataron de conocer y describir tanto las plantas como su preparación, efectos y parafernalia utilizada en su consumo. De esta manera tenemos una larga lista de soldados, religiosos o personas interesadas en describir las costumbres de los indígenas y por los cuales conocemos variada información acerca de este tema. Con respecto al género de la Trichocereus, podemos citar algunos autores, cabe resaltar que durante los siglos s. XVI y XVII la diferencia entre “achuma” y “aguacolla” era notoria y su referencias distintas, a lo cual a la primera se le atribuye propiedades alucinógenas (Thichocereus pachanoi o San Pedro hembra) y la segunda con fines constructivos (Thichocereus peruviaus o San Pedro macho). 101 El Padre Bernabé Cobo (1959), para la “achuma” menciona “Del nombre de esta planta deriva indudablemente el verbo actual criollo del Perú y Chile chumarse, sinónimo de emborracharse, embriagarse.” (Cobo citado en Feldman 2006: 22) Asimismo Ludovico Bertonio (1984 [1612]) menciona en el “Vocabulario de la lengua aymara”, “achuma: Cardo grande; y vn beuedizo que haze perder el juicio por vn rato” (Bertonio citado en Feldman 2006: 22) En cambio para “aguacolla” Gonzáles de Holguín (1901) “Hahuakollay, nom. Flor de espino, el espino que tiene ramas, jigantón.” (Gonzáles de Holquin citado en Feldman 2006: 24) 102 Asimismo en la mitad del s. XVII, la campaña de extirpación de idolatrías, considero al “San Pedro” (achuma) un obstáculo para la conversión de los nativos. A lo cual Cobo menciona: “Es ésta una planta con que el demonio tenía engañados a los indios del Perú en su gentilidad; de la cual usaban para sus embustes y supersticiones. (…)” (Cobo citado en Feldman 2006: 22) En cambio Betanzos (1987 [1551]) menciona el uso de la “aguacolla” para fines constructivos, “(...) para que la mezcla que ansi habían de llevar en el lucimiento de las casas ansi por dentro como por de fuera pegase y no se resquebrajase, mandó [Ynga Yupangue] que trujesen para aquel (…)” (Betanzos citado en Feldman 2006: 24) Durante el XVIII, se denomina “gigantón” al cactus en Cajamarca y es utilizado con fines medicinales. (Feldman 2006) Con respecto al género de la Anadenanthera, podemos citar algunos autores que conocían su uso como Cristóbal Colón, así como Bartolomé de las Casas en apologética “Historia de las Indias” (Pérez & Gordillo 1993). 103 El fray Ramón Pané (1498) relata su uso en las islas de Santo Domingo: “(…) para purgarse toman cierto polvo, llamado cohoba, aspirándolo por la nariz, el cual les embriaga de tal modo que no saben lo que se hacen; y así dicen muchas cosas fuera de juicio, en las cuales afirman que hablan con los cemíes [ídolos]...” (Pané citado en Pérez y Gordillo 1993: 299) El jesuita Blas Valera hacia 1580-1590, menciona el uso de una bebida tóxica, que provoca convulsiones y pérdida de memoria a base de semillas de Anadenanthera mescladas con hojas de Daturas por parte de los kallawayas bolivianos. (Pérez & Gordillo 1993) Asimismo Polo de Ondegardo (1916), refiere a la forma de consumo de la planta, “…los hechiceros [para emborracharse]… usan una yerba llamada villca, echando el sumo della en la chicha, o tomándola por otra via” (Polo de Ondegardo citado en Pérez & Gordillo 1993: 312) Guamán Poma de Ayala (1936), menciona, “(…) enemas hechos con estas potentes semillas alucinógenas entre los incas” (Guamán Poma citado en Pérez & Gordillo 1993: 313) 104 Fernández de Oviedo y Valdez (1959) agrega, “E aqueste cohoba lleva arvejas que las vaynas son de palmo e má e menos luengas, con unas lentejuelas por fruto que no son de comer…” (Fernández de Oviedo citado en Pérez & Gordillo 1993: 299) Polo de Ondegardo, en el siglo XVI, “Los hechiceros para emborracharse usan una yerba llamada Vilca, echando el zumo della en la chicha, o tomándola por otra via” (Polo de Ondegardo citado en Torres 1996: 297) Santa Cruz Pachacuti, en el siglo XVI, con respecto a sus poderes curativos, “Inca Yupanqui les haze que enterrase (el capital Villca-quire, muerto por los Chancas) junto a un árbol y los cavase al tronco de la madera (…) el grano que echare el árbol seria medicina llamado vilca, y que los echaría todos los malos humores y colores de las personas” (Santa Cruz citado en Torres 1996: 297) 105 Con respecto las otras “plantas” los cronistas señalan lo siguiente: Garcilazo de la Vega (1943), con respecto al tabaco “De la yerba o planta que los españoles llaman tabaco y los indios sairi, usaron mucho para muchas cosas. Tomaban los polvos por las narices para descargar la cabeza.” (Garcilazo citado en Torres 1996: 297) Bernabé Cobo, con respecto a las Brugmansias suaveolens, menciona las características botánicas de las planta asimismo resalta que el olor de las flores pueden producir enfado e inclusive dolor de cabeza. Con respecto a las Daturas igualmente la describe botánicamente así como su consumo en brebajes y sus efectos en las personas; en cuanto a Nectandra sp. menciona que luego de pulverizarla y agregarla al vino se les daba a los personas que iban a ser torturadas para que soporten todos los castigos que recibirían. (Cobo citado en Polia 1996 y Montoya 2007) El extirpador de idolatrías, Pablo José de Arriaga (1968), también menciona sobre la Nectandra sp., en Jaén, cercano al río Marañona, como un tributo pagado por los indios, asimismo menciona para el valle de Chancay que esta planta pulverizada se agregaba a la chicha que ofrecen a sus huacas. “(…) se hace de Zora mezclada con maíz mascado, y le hechan polvo de Espingo; hácenla muy fuerte y espesa, y después de haber echado sobre la huaca lo que les parece, beben la demás los Hechiceros, y les vuelve como locos” (Arriaga citado en Pérez & Gordillo 1993: 310 - 313) 106 CAPITULO IV DISCUSIÓN En base a las evidencias mostradas podemos señalar que hay situaciones sociales de evidente uso de sustancias “adaptógenos”, que el arqueólogo no las ha tenido en cuenta o parece temeroso en abordar. Si bien el tema es especulativo sin ninguna duda, ha sabido ganarse acérrimos en el transcurso de los años. Los avances en las investigaciones dan a entender un mejor uso e implicancias en la ideología andina de las sociedades que se encontraban ligadas a un culto particular, que ahora desconocemos, y estar asociado a la adoración de divinidades meteorológicas y sus emisarios. (Cané 1985) Las evidencias mostradas en este trabajo indican el uso de diversas “plantas” cuyas propiedades son capaces de modificar al Sistema Nervioso Central, produciendo los estados modificados de conciencia. Los cuales fueron entendidos tras largos años de experimentación y usados por algunas “personas privilegiadas” que aprovecharon estas capacidades que les ofrecía para poder crear un “mundo sacralizado” del cual se aprovecharon. 107 Esta experimentación abarco desde la llegada de los primeros hombres a América y el reconocimiento de la naturaleza hasta después de la llegada de los españoles e inclusive en la actualidad se practica de forma muy reservada por las personas y su eje de influencia abarca no solo la Sierra del Perú ni los pequeños pueblos todo lo contrario la encontramos en las más grandes urbes como Lima, Arequipa y Trujillo entre otras ciudades. En el norte del país podemos encontrar que en algunas ciudades todos sus habitantes practican o se dedican exclusivamente al “arte de curar” . Este consumo tiene como finalidad las llamadas “acciones adaptógenas”, de las sociedades las cuales ayudan a resolver problemas que se presentan. Por esto el nombre de “substancias adaptógenas inespecíficas, o adaptógenos inespecíficos que actúan por medio de la imaginaria mental”, los cuales se emplean en diferentes contexto sean estos de implicancias individuales o grupales. Estas “acciones adaptógenas” pueden ser variadas desde la comunicación con los dioses, la falta de lluvia, consultas agrícolas, consultas proféticas o conversaciones con antepasados, estas acciones son llevadas a cabo por uno o más especialistas e inclusive un hombre común según sea el caso. Para realizar todas estas acciones es necesario crear una arquitectura sagrada, una arquitectura particular vinculada al simbolismo e ideológicamente común con toda la sociedad, que permita al “especialista” (shaman u otro) realizar sus actividades, pudiendo ser estas la ingesta de las plantas y sus posteriores estados modificados de conciencia, sin ningún problema y aunque estas no sean vistas por el total de la población o solo por un pequeño grupo debidamente preparado cuente con el apoyo y sobre todo la aceptación de la gran masa, sobre la veneracidad de los actos rituales y 108 todo aquella acción realizada en un “espacio sagrado” que está permitido solo a algunos elegidos. En cuanto al especialista, este puede ser un “shaman” o un “sacerdote”, la diferencia entre ambos sugieren algunos investigadores se trataría del estadio de evolución en el cual se encuentra dicha sociedad. Por lo general al primero lo relacionan con sociedades pre-estatales y al segundo con la aparición del estado y otras entidades sociales. (Makowski 1994) Debemos tener en cuenta que cada uno de ellos posee una preparación en el campo religioso y ha tenido que experimentar, aprender, observar, entro otras acciones para poder llegar a manejar el conocimientos de estas plantas; su preparación no es necesariamente igual y cabe la posibilidad que ambos especialistas hallan llegado a coexistir en una misma sociedad pero con prácticas y situaciones distintas de una acción ritual, magia o actos religiosos. Como algunos cronistas mencionan para el caso Inca. (Eliade 1976) Debido a las circunstancias del tema no ahondaremos mucho más en etas diferencias, porque lo que nos interesa en este momento explicar es el uso de las “plantas” sea cual fuera el “especialista” que trate de aprovechar las propiedades. (Cané 1988) Sin embargo, es imposible separar el uso de estos “adaptógenos” con las idea del shaman o shamanismo, esto debido a la relación que poseen estos vocablos con las sociedades más arcaicas. Además hablar de shamanismo o shaman evoca en nosotros y en la mayoría de personas relaciones con: técnicas de éxtasis, transformaciones en animales así como curaciones por una variedad de medios entre ellos la utilización de plantas. (Eliade 1976) 109 Por lo tanto, la existencia de “shamanes” u otros “personajes calificados” dedicados al uso o conocimiento de las propiedades de estas plantas dentro de las sociedades prehispánicas es un continuo por resolver además de conocer cuánto fue su esfera de influencia en la sociedad en los distintos grupos sociales así como en la jerarquización de cada una de ellas. El problema con estos personajes, es que poseen una serie de cualidades que la sociedad actual ya no percibe o no logra identificar, debido a que se ha perdido su rol y función en la sociedad. En épocas pasadas ellos eran el nexo entre los hombres y los dioses así como ahora la tecnología es el nexo mediante el cual resolvemos nuestros problemas. El hombre en nuestros días ha olvidado paulatinamente el uso y cultivo de muchos vegetales los cuales en tiempos prehispánicos eran utilizados en diversos contextos sociales, alimentación, medicina, magia, etc. y los cuales eran aprovechados por estos personajes; no necesariamente con un fin personal más que ello era una “acción social” mediante la cual “guiaban” a las personas entre sus distintas “visiones” a reconocer respuestas que necesariamente tendrían una contraparte económica, social o política el cual afectaría al conjunto de la sociedad. Debido a que las sociedades prehispánicas entendían el mundo como un conjunto entre la realidad concreta y sensorial interrelacionada con un plano mágico y divino el cual construyeron. Las cualidades que poseían un shamán: de viajar, tener estados de éxtasis, la transformación y el poder (Llamazares 2004). Implica ser mucho más cuidadoso en el registro arqueológico, reconocerla en las evidencias debido a la variada forma de presentación que pueda haberse realizado en una sociedad, sea por medio de la cerámica, con representaciones modeladas o en su iconografía, representación textil, mural entre otras. (Fericgla 1993) 110 La cualidad de viajar, puede ser resuelta como un efecto causado por la ingesta de estas plantas, las cuales ocasionan la sensación de vuelo o en todo caso de ligereza del cuerpo y puede corroborarse con evidencias iconográficas de “hombres-pájaros” o “plumas” asociados a transformaciones. Los estados de éxtasis o trances del shaman se puede observar como otra de las causas de la ingesta, ya que diversas tipos de plantas ocasionan a la persona que lo consume grandes palpitaciones, midriasis, alucinaciones de todo tipo, secreción nasal entre otras que pueden ser interpretadas por los individuos como un estado en el cual el hombre se separa del cuerpo o lo que nosotros llamamos la separación “alma-cuerpo”. Estos efectos pueden ser observados en las “cabezas clavas”. La transformación, en animales principalmente como felinos, aves o reptiles se debe a las alucinaciones de cada individuo que si bien no son comprobables al ojo humano caben dentro de una explicación “ideológica o mágica” relacionada a las cualidades de estos animales con respecto al hombre. La iconografía así como representaciones en vasijas de animales relacionados a estas “plantas” es un común en ciertas sociedades prehispánicas. Esto transformación se debe principalmente al “temor y respeto” que posee cada animal en la vida del hombre y la sociedad prehispánica. Asimismo, las relaciones hechas por plano ideológico así como la “conciencia colectiva” que posee el hombre con respecto a estos animales en el proceso de evolución que llevo a cabo a lo largo de su historia. 111 Representación iconográfica Chavín de una transformación con acumulación de caracteres felinícos y de aves. (Torres 2008) El poder, que se adquiere mediante el uso de estos “adaptógenos” en una sociedad marcada por dioses relacionados al control de los efectos climatológicos. De la misma forma el conocimiento adquirido por vía oral de generación tras generación así como la experimentación propia ponen de manifiesto al “personaje” poseedor de ciertas cualidades adquiridas en un grado mayor a la gente común. Cuando nos referimos a “poder” entiéndase a éste con respecto al conocimiento e implicancias de la planta sobre el Sistema Nervioso Central de una persona o sobre si misma con la capacidad de controlar sus estados modificados de conciencia. Controlar no las “visiones” originadas por las propiedades de las plantas; controlar sus emociones y estados posteriores a ellas como parte de un conjunto de significados en el cual él se encuentra integrado. Un claro ejemplo es el “Dios de los báculos” que también pudiera ser un “señor con báculos” los cuales representan el poder que le fue asignado. 112 Por otra parte, si bien en algunas sociedades el uso de una sola planta o el mayor grado de importancia de la misma no implica o desestima que otras especies no fueron consumidas en un mismo contexto religioso como agregados a la principal; sean estas en bebidas, rapé, pastillas u otras formas antes mencionadas. Remarca el amplio conocimiento que poseía cada sociedad para maximizar o minimizar los efectos de cada una de ellas entre las personas. Asimismo, el grado de control que poseían con respecto a conocer los efectos causados por estas plantas debido ser primordial para la realización de actividades rituales sagradas o no, debido a que una gran cantidad de dosis aplicada a un individuo podía llevarlo a estados de enajenamiento y pérdida de control total de la voluntad que podía llevar a la acción religiosa a pasar de un campo consagrado a uno fuera de control “profanado” por el mismo auspiciante. Con lo que perdería el respeto y sobre todo aceptación un determinado grupo de individuos encargados de todo el complejo sistema mágico-religioso de una sociedad. En este punto de la investigación y con las evidencias mostradas podemos reconocer una marcada diferenciación entre las diversas plantas, siendo el “San Pedro” y el género de la Anadenanthera las que poseen mayor importancia en la sociedad prehispánica, esto demostrable hasta el momento por las evidencias arqueológicas. Lo que no implica que las demás plantas no posean un grado similar de “valoración” o “poder”, esto debido a sus escasas evidencias arqueológicas, no podemos manifestar que toda la parafernalia religiosa se encontraba relacionada a estas dos plantas, debido a que la falta de estudios enfocados en estos temas conllevo un serie de “lagunas” en el tema Asimismo, los géneros mencionados con anterioridad no poseen en sociedades tradicionales contemporáneas igual “valor” pero su conocimiento 113 es clave para intensificar o reducir el efecto causado por las otras, este es el caso del tabaco y la coca que por sí mismos no podrían originar alteraciones al Sistema Nervioso Central, con lo cual podemos mencionar otra de las grandes dudas con respecto a su estudio. Este conocimiento podría ser similar para las sociedades prehispánicas. Las evidencias arqueológicas muestran que si bien no es posible hallar los restos materiales de las plantas (dependiendo del lugar geográfico), por los diversos factores que inciden en la formación de un contexto arqueológico, su identificación también puede realizarse por una serie de categorías (Torres 2008) que se deben tener en cuenta al realizar una investigación y sobre todo al realizar una interpretación correcta de lo registrado. Asimismo algunos problemas iconográficos, que atañen a la Arqueología podrían verse solucionados con un enfoque distinto y relacionado al uso de “adaptógenos”. Cané (1988) menciona que las formas abigarras y complicadas de la iconografía Chavín posean un origen en “visiones” causadas bajo los efectos de estas plantas. Asimismo, para las sociedades posteriores como Nazca, Moche, Wari, Chimú e Inca, entre otras si bien no poseen una iconografía similar a la de Chavín es posible identificar a ciertas “plantas” (o encontrar evidencias concretas de ellas) con propiedades similares las cuales causan los mismos efectos y que se encuentran relacionadas a animales (serpiente, jaguar, halcón, sapo, etc.) que claramente son identificados como “ayudantes” o “alter-egos” de shamanes u “especialistas religioso” y que incluso en nuestros días todavía se les conceden ciertas atribuciones o relaciones con la “magia”. Chavín es un claro ejemplo con respecto a este tipo de estudios, los trabajos de Feldman (2006) enmarcados en el “San Pedro” y su contextualización para 114 esta sociedad dan luces de cómo puede ser interpretado el dato arqueológico en relación al uso de los “adaptógenos”. Los trabajos para Moche (Montoya 2004) en estos últimos años han develado una serie características relacionadas con personajes “sacerdotes” que auspiciaban una gama de actividades rituales principalmente para la fase IV, donde una serie de problemas climáticos afectaron a ésta sociedad. No se descarta que en estos actos rituales se haya consumido algunos de los géneros de plantes antes mencionadas. Para Wari, la Anadenanthera es una planta estudiada y conocida por sus principios activos, el problema radicaría en la forma de su consumo si bien Knobloch (20000) menciona un “complejo de bebida” para esta zona geográfica no se puede descartar las otras formas como el rapé; debido a que las investigaciones en la misma ciudad podrían refutar esta hipótesis con una serie de evidencias arqueológicas. Para el caso del “Pati” como planta que posee alcaloides su documentación todavía no se encuentra del todo aceptada, aunque se ha registrado su presencia en varios sitios arqueológicos relacionados con la sociedad Wari y se registrado algunos petroglifos, no conocemos a ciencia cierta el rol que cumplía para esta sociedad. Las investigaciones que se vienen dando desde el 2012 por Ochatoma y Cabrera en la ciudad de Wari así como investigaciones futuras podrían darnos nuevas luces con respecto al uso de estos dos géneros de plantas. Con respecto a los problemas iconográficos antes mencionados, el caso Wari y sobre todo el “Dios de los báculos” es un tema que quisiéramos tratar; esta representación tan conocida y aceptada por el mundo arqueológico ha llevado consigo a no ser sometida a una serie de interrogantes. Nosotros trataremos de realizar unas cuantas para crear una discusión posterior. ¿De qué están 115 hechos estos báculos? Una alternativa inmediata podría ser la madera, lo que nos llevaría a la pregunta consiguiente ¿Qué tipo de madera? Anadenanthera podría ser una respuesta; “Cabe mencionar que la madera de la Anadenanthera puede ser usada para la construcción de “báculos” que asociaban a engrandecer la autoridad social del portador (…)”. (Knobloch 2000) “(…) Su madera dura y pesada se emplea de preferencia para la fabricación de bastones de lujo, los que después de barnizados presentan jaspes de bello aspecto (…)” (Yacovleff & Herrera 1935: 42-43) Se pueden resolver por consiguiente, si se tomara no solo en cuenta las propiedades químicas de la “planta” con respecto a los efectos en el Sistema Nervioso Central del hombre y originar una serie de “visiones” que muy bien podrían ser aprovechadas para incorporan a la iconografía de la sociedad así como sus implicancias religiosas. Agregarle un valor simbólico de “poder” en el sentido de “conocimiento” y “reconocimiento” por parte de la sociedad a la cual pertenece esta serie de personajes “especialistas” nos ayudaría a resolver problemas no observados o tal vez no tomados en cuenta aun en la Arqueología. Todo lo mencionado con anterioridad nos propone al hombre de las sociedades prehispánicas con una clara tendencia a vivir lo más cercano en lo sagrado o intimar con objetos sacralizados (Eliade 1998). Esto debido a que lo sagrado equivale a “potencia” y a la realidad por excelencia, de tal modo que 116 el hombre cargado de una fuerte ideología religiosa tiende a participar en actos o ritos que lo lleven a acercase a sus divinidades, las cuales controlan y proveen los medios de subsistencia para la humanidad. Por lo tanto lo sagrado siempre se manifestara totalmente diferente a lo común o profano y para esto las elites gobernantes crearan una serie de mitos y ritos relacionados con la ideología para servirse de ella. Esta forma de asumir la vida por parte del hombre conlleva a una serie de tabúes socialmente aceptados los cuales inhiben a las personas. De esta manera, es necesaria la existencia de un nexo entre divinidad y hombre, que a la vez conozca los límites de lo sagrado y profano, roles que se les atañe a un “shamán” u “otro personaje”, el cual necesariamente tendrá que contar con una serie de medios por los cuales deberá cumplir esta labor social, uno de ellos es el uso de estos “adaptógenos”. Por último, las sociedades prehispánicas son un complejo donde la realidad se interrelaciona con el mundo mágico, no podemos como arqueólogos estar satisfechos con interpretaciones basados en solo en las evidencias para un estudio adecuado de los “adaptógenos” debemos apoyarnos en otras disciplinas (antropología, piscología, bioquímica, entre otras) para lograr interpretar de una manera más adecuado y lógica, hechos sociales que no necesariamente dejaran una evidencia concreta o directa en el registro, todo lo contrario al tratar temas netamente “cognitivos” de las sociedades desaparecidas y a sabiendas que no encontraremos el “hecho como tal se 117 presentó” solo los restos dejados por la actividad. Presupone que la Arqueología deba recurrir a aliados que ayuden a lograr un fin común. 118 CONCLUSIONES El primer aporte de este trabajo monográfico se produce en la revisión de evidencias arqueológicas e históricas con respecto al uso de “adaptógenos” en las sociedades prehispánicas del Perú. Segundo, el uso de “adaptógenos” por parte de estas sociedades implica una serie de evidencias arqueológicas que en la mayoría de los casos los investigadores no toman en cuenta por desconocimiento del tema. Tercero, el uso de “adaptógenos” en las sociedades prehispánicas se debió a formas de “relaciones de adaptación” con su medio geográfico resolviendo los problemas propio de cada una en un marco cultural especifico. Cuarto, las plantas en que en su mayoría crecen en los Andes Centrales, no siempre se encuentran en las zonas de influencia de las sociedades las cuales 119 las consumían, por lo que era necesario tener acceso a otras zonas geográficas o crear una serie de rutas de intercambio con otras sociedades para poder conseguirlas. Quinto, los “estados modificados de conciencia” que se producían por los efectos de dichos “adaptógenos” formaban parte de la imaginaria religiosa de las sociedades que las consumían, estos pueden ser representados en las diferentes manifestaciones artísticas de cada una de las sociedades prehispánicas (iconografía). Sexto, el tiempo en el cual se usaban estos “adaptógenos” así como el tiempo de duración de sus efectos, son considerados por la sociedad como sagrados por pertenecer a un plano netamente religioso y al cual no todos los hombres podían acceder debido a que los “especialistas” poseían un conocimiento adquirido tras varios años de educación. Séptimo, se hizo necesaria la creación de espacios ceremoniales para el consumo de estos “adaptógenos”, por poseer un carácter sagrado ayudando a las elites gobernantes a resaltar el carácter privilegiado al cual tenían acceso (Ejemplo: Tradición Mito, en Huánuco para el Arcaico). Octavo, el modo de consumo de los “adaptógenos” son diversos y van desde la vía oral: en brebajes, pastillas o pellets; fumando y por insuflación o aspiración nasal así como por enemas y por fricción con la piel, mediante pomadas o ungüentos. Noveno, las representaciones iconografía de las sociedades prehispánicas tienen relación con el “poder” que les atribuyen los “adaptógenos” a los “personajes” que los consumen. 120 Decimo, el uso de “adaptógenos” está íntimamente relacionado íntimamente a tradiciones shamánicas, las cuales implican características mucho más amplias que deben ser tomados con un adecuado rigor científico. Décimo primero, para conocer con mayor rigurosidad científica los “adaptógenos inespecíficos” sus implicancias y uso es necesario un estudio interdisciplinario en el cual las diversas ciencias se dirijan hacia un mismo fin. 121 BIBLIOGRAFÍA ALBORNOZ, Susana, SACUR Graciela L., ARGUELLO Silvana L. y Syra R. ELÏAS Productos Naturales Alucinógenos. Costumbres, usos y efectos. Universidad Nacional de Tucumán – San Lorenzo. BURGER, Richard L. 2011 “What kind of hallucinogenic snuff was used at Chavín de Huántar”. En Ñawpa Pacha, Journal of Andean Archaeology. Vol. 31, N° 2. Institute of Andean Studies. CABIESES MOLINA, Fernando 1974 Dioses y enfermedades (La Medicina en el Antiguo Perú), Gods and Diseases (Medicine in Ancient Peru), tomos I - II. Lima: Artegraf. CANÉ, Ralph E. 1983 “El Obelisco Tello de Chavín, un intento de análisis iconográfico de sus elementos según el atlas de John Rowe”. En Boletín de Lima. N° 26 pp. 13 – 28. 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