tema 4. arte paleocristiano y bizantino

TEMA 4. ARTE PALEOCRISTIANO Y BIZANTINO
4.1. ARTE PALEOCRISTIANO
Introducción
Las primeras comunidades cristianas surgen en Judea, provincia romana, al poco
tiempo de morir Jesucristo. El cristianismo rechazaba ciertas manifestaciones
greco-romanas y se mostraba especialmente intolerante con el paganismo,
situándose muchas veces al margen de la sociedad.
En los primeros siglos de su existencia, el cristianismo se tuvo que enfrentar a un
clima de hostilidad que derivó en violentas acciones anticristianas, como las del
emperador Nerón, y en la aparición de edictos imperiales contra el cristianismo que
provocaron persecuciones.
Dichas persecuciones no lograron acabar con el cristianismo y su triunfo culminará
con la publicación, en el año 313, del Edicto de Milán, mediante el cual el emperador
Constantino permite la libertad de religión en el Imperio romano.
El arte paleocristiano, pues, es el producido por los cristianos en los territorios
situados bajo dominio romano. En su desarrollo se distinguen dos períodos: antes y
después del Edicto de Milán.
• Antes del año 313 d. C., el arte paleocristiano es un arte clandestino, relegado a
las catacumbas y cuyo contenido, dirigido a una mayoría de pobres fieles, se
aleja del clasicismo y se reviste de gran simbolismo y expresividad.
• Por contra, después del Edicto de Milán y como reflejo de la Iglesia triunfante,
el paleocristiano se mostrará en todo su esplendor. El arte cristiano primitivo se constituye en puente entre dos culturas clave: la
clásica y la medieval cristiana.
Aportaciones del primer arte paleocristiano: La Basílica
Las primeras comunidades celebraban la liturgia en casas particulares (domus
eclesiae) paralelamente van surgiendo los cementerios que ante la imposibilidad de
extenderse en superficie, dado el carácter clandestino de la religión, derivan en
construcciones subterráneas conocidas como catacumbas y que probablemente
también se usaron para el culto durante las persecuciones.
La exteriorización del culto tras el Edicto de Milán (313) trajo consigo la aparición de
la arquitectura paleocristina. Los cristianos adaptarán el modelo de las basílicas
civiles romanas para la construcción de sus nuevos templos.
• La basílica cristiana, a diferencia de la clásica de planta rectangular y tres naves
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separadas por columnas, era de planta longitudinal y podía tener hasta cinco
naves.
La nave central, con cubierta de madera a dos aguas y ábside semicircular, era
más ancha y alta que las laterales con cubierta de una sola agua.
Esta diferencia entre nave central y naves laterales daba lugar a la colocación de
un cuerpo de ventanas: claristorio.
El nártex o pórtico exterior, especie de vestíbulo que señala el acceso al interior del
templo
El atrium o patio porticado, se hallaba ubicado a los pies del edificio. El edificio referente para la construcción de las basílicas cristianas fue la primera
Basílica de San Pedro mandada construir por el emperador Constantino en el año
326, sobre la tumba de San Pedro.
4.2. ARTE BIZANTINO
Introducción
Dos hechos fundamentales marcan el inicio de la cultura bizantina:
1. La fundación de Constantinopla (antigua Bizancio) en el año
330. Constantino la convierte en la capital del Imperio romano por la
supremacía económica de la zona oriental, su mejor situación estratégica
frente a la presión de los pueblos bárbaros y el mayor empuje del
cristianismo en estos territorios. 2. La división del Imperio Romano en el año 395. El emperador Teodosio divide
el Imperio entre sus dos hijos Honorio y Arcadio. El Imperio Romano de
Occidente, con capital en Roma, sucumbirá, como consecuencia de su
deterioro y decadencia, a las invasiones bárbaras en el año 476,
fragmentándose en nuevos estados.
El Imperio Bizantino se desarrolla en la parte oriental del Imperio Romano con
capital en Constantinopla (antigua Bizancio) desde el siglo V al siglo XV.
La civilización bizantina surge de la fusión de la tradición imperial de Roma con el
pensamiento cristiano a la que se añaden ciertos elementos culturales griegos y
orientales.
Se trata de una cultura teocrática fundamentada en el cesaropapismo, término
que designa la estrecha relación entre el emperador y la jerarquía eclesiástica.
Su arte es esencialmente religioso y sus construcciones fundamentales serán los
templos donde se desarrollan ceremonias que prestan especial atención a la
escenografía y la aparatosidad.
El arte bizantino ejercerá una gran influencia en el arte de occidente y la iconografía
medieval.
Características
• Las plantas más utilizadas seguirán siendo la tradicional de la basílica
paleocristiana y también la octogonal y la de cruz griega inscrita en un cuadrado
o rectángulo.
• Los espacios se cubrían con cúpulas, uno de los elementos más típicos del arte
bizantino. (simbolismo cosmológico)
• La transición del cuadrado de la planta a la circunferencia de la cúpula se
realizaba mediante pechinas (triángulos esféricos o curvilíneos).
• Como soporte, además del muro, era frecuente el uso de columnas con capiteles
trabajados a trépano y rematados por un cimacio.
• El espacio interior era amplio, ligero y ricamente decorado con mármoles y
mosaicos.
• El aspecto exterior de los edificios no les preocupaba y solía ser de ladrillo,
macizo y sin adornos.
Edificios significativos. La Época de Justiniano
El reinado de Justiniano durante el siglo VI supuso un intento de restaurar el
antiguo imperio romano clásico. Sus tropas, al mando del general Belisario,
lograron reconquistar a los bárbaros gran parte de los territorios del antiguo
imperio, incluyendo la península itálica y Roma.
Justiniano también se interesó por la construcción de grandes edificios. Bajo su
gobierno de terminó la construcción de la Iglesia de San Vital de Rávena, de planta
octogonal, en su ábside todavía se conservan dos famosos mosaicos dedicados al
Justiniano y a su esposa Theodora.
Su obra más famosa fue la construcción de la Basílica de Santa Sofía, bajo la
supervisión de los arquitectos Isidoro de Milito y Artemio de Tralles. Este templo,
decorado con mármoles de colores y numerosos mosaicos se convirtió en el centro
de la cristiandad oriental durante siglos.
De época muy posterior, pero de influencia bizantina es la Basílica de San Marcos
de Venecia, construida en el siglo IX para guardar el cuerpo del evangelista. Su
planta es de cruz griega con cúpulas sobre el crucero y los brazos. En el siglo XIII se
le añade un nártex también cubierto por cúpulas.
Artes figurativas: mosaicos
La pintura y los mosaicos bizantinos, más que la escultura, tienen especial
importancia dentro de la historia del arte ya que fijaron la iconografía de la
iglesia oriental que luego será imitada por los cristianos de occidente durante el
románico. De esta forma, la representación más común de Jesucristo será como
Pantocrátor, todopoderoso, rodeado de un aura de luz blanca con las sagradas
escrituras en una mano y la otra en actitud de bendecir y a María se la
representará como Theotokos, madre de Dios.
El gusto por la riqueza y la suntuosidad ornamental de los interiores del arte
bizantino exigía el revestimiento de sus templos con mármoles y mosaicos. El
mosaico es un técnica decorativa que los bizantinos heredaron de los romanos,
es una técnica pictórica elaborada con quejas piedras de colores de diversos
materiales, llamadas teselas.
El conjunto más importante de mosaicos bizantinos se encuentra en san Vital
de Rávena, compuestos en el siglo VI, representan varios temas bíblicos y en los
laterales del ábside los grupos de Justiniano y su esposa Theodora con sus
respectivos séquitos portando las ofrendas de la Eucaristía.
En la última etapa del arte bizantino, a partir del siglo XIII, la pintura de iconos
sustituye a la decoración con mosaicos. Estas obras pintadas sobre tablas
servían para decorar el iconostasio de las iglesias ortodoxas, especia de pared
con puertas que se utiliza de separación entre el altar y el templo y oculta al
sacerdote durante la consagración.