Viajes a la playa, los Champarros Entre la tradición y la costumbre Rodolfo Núñez Arias En días pasados fui invitado por un amigo a que presenciara una de las tradiciones más antiguas de Santa Cruz, los paseos a la playa de los que popularmente en Santa Cruz, se les conoce como los Champarros. La invitación me pareció muy interesante y la acepté de inmediato, el siguiente artículo es una breve reseña de esa experiencia. En un artículo anterior habíamos expresado la diferencia entre una tradición y una costumbre y señalábamos que la diferencia básica reside en que la tradición es inmutable es decir no admite el cambio permanece igual, mientras que la costumbre si admite ese cambio en la forma de realizar dicha celebración, es decir incorpora elementos nuevos, es importante señalar esto porque de esta forma nos aclara frente a qué estamos. La primera impresión al llegar a playa Grande lugar donde se ubica el campamento de estos presentes es muy distinta a lo que nos imaginábamos, es un campamento enorme compuesto de no menos de 20 familias unidas por lazos consanguíneos y de amistad, esta tradición comenzó con una familia vecina del Barrio Buenos Aires de Santa Cruz, y a la que poco a poco se fueron incorporando vecinos y amigos, el campamento en su mejor momento llega a tener hasta 300 personas. Los abuelos: Doña Socorro Dinarte de 54 años recuerda como desde niña sus padres la traían a la playa montada en carreta. Los abuelos de nosotros inventaron venir a la playa, venían como 15 carretas siempre a la misma playa. Estas palabras de Doña Socorro son muy importantes si su padre la traía de niña y sus padres fueron traídos a su vez por los suyos estamos frente a una costumbre muy antigua diríamos de principios del siglo XX. Aunque no podemos precisar con exactitud en qué año se realizó por primera vez el viaje por los relatos de personas mayores nos remontan a no menos de 100 años tomando en cuenta los años que llevamos del siglo XXI, esta antigüedad es muy importante por que implica que varias generaciones han retomado de sus mayores esta costumbre y la han trasladado a sus descendientes, es decir a pesar del paso del tiempo y los cambios sufridos a términos económicos y culturales, la costumbre se ha mantenido. Doña Socorro Dinarte hace 40 años realiza el viaje a playa Grande Organización y solidaridad: El viaje a la playa de un grupo tan numeroso de personas implica de personas Una muy buena organización que normalmente recae en los mayores pero donde participan todas las familias, debe contratarse el traslado, se debe definir el día de partida, siempre después de las Fiestas Típicas Nacionales en honor al Santo Cristo de Esquipulas, se deben contratar los servicios de letrinas móviles a un alto costo para financiar estos gastos así como la compra de comestibles, se realizan ventas de naranjas debajo de los tablados y se hacen rifas. Cada jefe de familia trae lo que su familia necesita, pero cuando una familia prepara una comida especial la comparte con el vecino o las personas más allegadas. Vemos como el viaje a la playa implica valores importantes como la solidaridad, la amistad, la organización que en sociedades tan individualistas Como las actuales nos dan una lección aún en la pobreza y la necesidad muchas de estas familias conservan y promueven valores sociales. Manteados y tiendas de campaña pasado presente en la cultura santacruceña. El transporte: Los abuelos de nosotros inventaron venir a la playa, venían en carreta como 15 carretas nos cuenta Doña Socorro Dinarte, el uso de la carreta como medio de transporte también nos puede dar una idea de la antigüedad de esta costumbre. La carreta tradicional guanacasteca era utilizada en un viaje que comenzaba a las 6:00 a.m. y terminaba a las 6:00 p.m., en las carretas sólo alcanzaban los comestibles, la ropa, las cobijas, los utensilios de cocina que colgaban alrededor de la carreta,las personas debían caminar por eso se hacían varias paradas para tomar café y descansar los bueyes. Con el paso del tiempo la apertura de caminos y la llegada de los automóviles y camiones de carga la carreta fue desplazada como medio de transporte es más barato el camión y más rápido. Sin embargo la imagen de la carreta con cazuelas, baldes, pericos colgando de los parales ha quedado grabado en la memoria de los santacruceños. Diversión en el campamento: El viaje a la playa y su estadía en la misma es de aproximadamente 8 días en los mismos se realizan actividades para los niños y los jóvenes como piñatas para los niños, se realizan partidos de fútbol en la playa, juegos de cartas para los mayores y hasta se celebran las dianas con las grabadora y con tarros a las 4:00 a.m. Todas estas actividades unen a las familias y a los amigos, se crean lazos de amistad y de identificación de grupo. Frente a los juegos modernos que aíslan a los niños y jóvenes de generación modernas, la diversión en el campamento nos recuerda la importancia de diferentes generaciones puedan compartir y transmitir conocimientos, historia, cultura y fortalecer la cohesión de la comunidad que integra el campamento. Niños y jóvenes se divierten en la playa. Por qué costumbre y no tradición: Los cambios que ha experimentado el viaje a la playa de los Champarros a través del tiempo nos obliga a revisar el concepto de costumbre Hobsbawnn (1983) nos señala lo siguiente: La costumbre en las sociedades tradicionales tiene la función doble de motor y engranaje, no descartar la innovación y el cambio en un momento determinado la observación de este historiador británico es muy importante, la sustitución de la carreta por el transporte automotor, la tienda de campaña por el manteado, el no poder explotar los recursos naturales como los huevos de tortuga o no poder encender fogatas en la playa, debemos decir que la playa es una zona protegida por el MINAE debido al arribo de la tortuga baula especie en peligro de extinción Doña Dominga recuerda: dormimos en la arena y salimos en carrera cuando nacían las tortugas había que darles campo ¿Hoy como zona protegida se debe pagar para ver las tortugas, la mayoría de las familias del campamento son de escasos recursos y no pueden pagar por ver las tortugas…Todos estos cambios observados a través del tiempo nos lleva a pensar que en un determinado momento la tradición pasa a ser costumbre lo que no significa que sea menos importante nos permite observar un proceso de adaptación y supervivencia ante el cambio, estos grupos no son estáticos, se mueven y transforman dinamicamente Y logran sobrevivir ante las presiones de la llamada modernidad. El peligro de la modernidad Actualmente el campamento se ubica en tierras que pertenecen a un norteamericano que otorga el permiso para que puedan instalarse sin cobrar nada. A cambio exige la instalación de letrinas móviles y no dañar el medio ambiente. La pregunta es hasta cuando se otorgará este permiso una mirada a ambos lados de la playa nos deja ver como se acercan las grandes construcciones y los mega proyectos turísticos, la tierra está pasando a unos extranjeros con una rapidez que nos deja perplejos y aunque este grupo de personas se adaptan a los cambios que pasará cuando no haya tierra en donde se pueda acampar, la actual coyuntura de auge de turismo y de la fuerte inversión extranjera nos lleva ala disyuntiva de hasta cuándo podrá mantenerse manifestaciones culturales de este tipo el panorama parece poco halagador en ese sentido. Conclusión: Cléver Juárez de 16 años realiza el viaje a la playa desde hace 6 años, prefirió hacer el viaja a la playa que asistir a los Juegos Nacionales de Heredia 2008. con el equipo de béisbol y espera seguir viniendo, el encuentro generacional al compartir con la familia y amigos la transmisión de conocimientos, el fortalecimiento de una identidad, un origen, una historia, el ser parte de la cultura de Santa Cruz, ciudad folklórica, es posible gracias a la costumbre de realizar este viaje año con año, generación tras generación, esperamos que pese a las adversidades y los desafíos de la actualidad podamos seguir visitando Playa Grande en enero y ver a un grupo numeroso de personas compartiendo en campamento de 8 días de amistad, solidaridad y cultura.
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