Boletín No. 126 SEARCA S.A. Servicio Aéreo de Capurganá – Dirección Cap. Jorge Alberto Campillo Vélez – Mayo 2015 CINCO CLAVES PARA TOMAR DECISIONES….Una de las claves para tomar buenas decisiones es saber manejar el estrés. En un segundo, la vida cambia a raíz de una buena o mala decisión. Es imposible acertar siempre, pero existen claves que le pueden ayudar a hacer un mejor proceso de selección de las opciones que se le presentan en la vida. Por estos días circulan en redes sociales campañas de expectativa sobre las decisiones que tomamos. Por ejemplo, un joven al que unos desconocidos invitan a hacer gratis 'bungee jumping'. Sin mucho pensarlo, el joven decide lanzarse, pese a que en el proceso de alistamiento saltan a la vista toda una cadena de inconsistencias que van desde la mala postura del casco, hasta problemas con las correas de seguridad, que al parecer no funcionan muy bien. Este es el ejemplo de cómo, a veces, no vemos los riesgos o lo errada que puede resultar una decisión para nuestra vida, aunque se muestre muy evidente. Tome nota de las siguientes recomendaciones a la hora de tomar una decisión, seguramente lo ayudarán a sentirse más tranquilo. 1. ¿Qué está en juego? Si una decisión le cuesta más trabajo de lo que debería, es por la trascendencia que tiene. Lo primero que debe hacer es preguntarse ¿qué está en juego?....Si se trata de un trabajo, por ejemplo, identifique cuáles son las cosas que lo motivan a hacer un cambio: ¿el salario, la tranquilidad, su realización? En este caso hay que usar criterios de ponderación para saber que es más importante en su vida. Recuerde que sus decisiones no solo lo afectan ahora, proyéctese imaginando cuáles pueden ser las consecuencias en dos años. Desde niños hay que enseñarles a los hijos que sus actos tienen efectos, para que lo tengan presente toda su vida. En la adolescencia, los jóvenes no quieren que les digan lo que tienen que hacer, por eso, lo mejor es conducirlos con preguntas y hacer que se cuestionen. Este es el momento de la vida donde más presión de los amigos y adrenalina intervienen para decidir. Por eso, asuntos como el sexo y las drogas se vuelven tan complejos en esta etapa. Por ejemplo, manejar alcoholizado supone un riesgo enorme de accidentarse. Ir de viaje por primera vez solo con sus amigos requiere cierta planeación y ser consciente de los riesgos que enfrenta no solo él sino su familia, sus amigos y entorno. 2. Escuche las alertas Lo primero que debe escuchar es su cuerpo, este sabrá indicar si una decisión nos conviene o no; es lo que algunos llaman intuición. Basta con imaginar el cambio que tendría su vida al tomar una decisión. Por ejemplo, si piensa en cambiar de trabajo y le duele el estómago o se enferma, seguramente no es la decisión adecuada. En cambio, si siente que se quita una carga de encima significa que seguramente se está librando de algo que le hace daño. Experiencias anteriores también son una alerta importante. Los errores del pasado enseñan y por lo menos advierten lo que puede pasar ante cierta decisión. Pero recuerde que todos tenemos nuestra propia sabiduría, que nos permite saber el lugar en que deben estar las cosas. Los padres pueden tener alertas de sus hijos desde los primeros años. Las personas revelan rasgos de personalidad importantes a la hora de tomar decisiones; por ejemplo, hay niños más arriesgados que seguramente van a ser atrevidos y en ese caso hay que estar muy pendientes de las decisiones que asumen. En cambio, los menos atrevidos, que prefieren tener poca visibilidad, corren el riesgo de ser influenciables y tener dificultades para tomar una decisión. Las personas siempre deben evaluar consigo mismas las posibilidades que les da la vida. Hay que enseñarles a los hijos a ser asertivos para que no sea más importante lo que otros quieren que hagan, sino ser autónomos y evaluar con calma los caminos que existen ante una decisión. 3. Sin estrés Un estudio publicado en 2012 encontró que el estrés cambia la forma en la cual se toman decisiones, alterando la manera en la que las personas sopesan riesgos y beneficios. Los investigadores de la Universidad del Sur de California (Estados Unidos), cuyos resultados fueron publicados en Psychological Science, concluyeron que la tensión lleva a las personas a enfocarse solamente en lo positivo, aunque el sentido común indicara que nos centramos en lo negativo. Todo indica que en las personas estresadas la percepción se podría alterar, lo que impediría tomar conciencia real de los riesgos o beneficios que implica cualquier decisión por privilegiar la obtención de recompensas, sin medir muy bien los riesgos. 4. Se puede aprender La toma de decisiones es una habilidad para la vida. Nacemos con esa capacidad que se construye y se aprende en un proceso de formación. Se debe aplicar análisis, argumentos, evaluación de riesgos, valores y hasta elementos emocionales. Creer en la persona es el mejor regalo que un papá, mamá o hermano le puede dar a alguien para decidir. Decidir pequeñas cosas a diario en la vida personal y laboral facilitará la toma de grandes decisiones. Por último, siéntese y, por escrito, haga una lista de pros y contras; es una forma de tener mucho más claras las cosas de lo que pueden estar en la mente. Solo al final, consulte con quien crea conveniente, ojalá sea una persona confiable y que no frene sino que impulse. 5. Equivocarse... Decidir no es garantía de acertar, pues muchas situaciones son resultado de ensayo y error, y las cosas pueden solucionarse en la medida en que no esté en riesgo la vida. De hecho, la indecisión es un problema del que sufren las personas perfeccionistas; aunque tener garantías siempre es imposible, lo importante es que cuando algo salga mal, sea capaz de levantarse. Es aconsejable recordarles a los hijos que todos nos equivocamos y que estas experiencias deben ser compartidas para crear confianza. Qué es la asertividad y cómo puedo aplicarla a mi vida diaria? | Ser asertivo es defender nuestras necesidades. Se trata de comunicar lo que se cree, lo que se piensa y lo que se siente abierta y claramente en el momento oportuno. No tengo una actitud asertiva cuando, no manifiesto mis sentimientos ni mis pensamientos, cuando no opino por temor al rechazo y sobreestimo la de los demás. En esos momentos dejamos que el resentimiento o la rabia se apoderen de nuestra comunicación. Existe una estrecha relación de falta de asertividad con una baja autoestima. “No interrumpas a la gente mientras habla”, “No puedo hacer perder el tiempo a los demás con mis problemas”, “Tengo que adaptarme a los demás”… éstos son algunos ejemplos de creencias que hemos adoptado que no se corresponden con una actitud asertiva. Si necesitas una aclaración, interrumpe con respeto, si necesitas pedir ayuda o apoyo, pídelo, si no quieres no es necesario adaptarte a los demás, puedes decir “no” y dar tu opinión. Sí tengo una actitud asertiva cuando, expreso mis ideas y sentimientos abiertamente sin despreciar las de los demás, cuando me respeto y respeto a los demás, cuando acepto el valor de la opinión de los demás aunque no la comparta y así evito conflictos. De esa manera actuamos desde la autoconfianza, la autonomía y nuestra autoestima aumenta. Aplica la asertividad en tu vida diaria y con la gente que te rodea, identifica los falsos esquemas que te impiden actuar con asertividad. Descubre tus necesidades ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué necesitas? Pide lo que necesites, di lo que piensas y expresa tus propias emociones y sentimientos constructivamente, Toma tus propias decisiones, Acepta la crítica y también los elogios. Reconoce tus virtudes y tus defectos Acepta los errores, tienes derecho a cometerlos. Si no ¿cómo aprenderías? Expresa afecto, respeta a los demás sin dejar de respetarte a ti misma Cuando te encuentres en alguna situación en la que no se respeten tus derechos, persiste e insiste La asertividad es una habilidad que podemos aprender, siendo conscientes y practicando. Nos facilita unas mejores relaciones, nos ayuda a hacer cambios y a lograr nuestras metas personales y profesionales. Dirección Cap. Jorge Campillo Vélez Seguridad Operacional Cap. Cesar Augusto Bermúdez Pinilla Cap. Carolina Gallego Cap. Gustavo Mitchell Contáctenos: www.searca.com.co [email protected]
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