BOLETIN ALCOHOL Y DROGAS JULIO 2015 LAS DROGAS Y EL CEREBRO El cerebro es una de las partes del cuerpo más complejas y delicadas. Del cerebro dependen los sentimientos, la manera de pensar, nuestro mundo interior y la capacidad de relacionarnos con otras personas. Las drogas inciden de manera directa sobre él e interfieren en su funcionamiento. Las drogas actúan sobre el sistema límbico (Parte del cerebro que incluye el tálamo, el hipotálamo y la amígdala cerebral, que regula las emociones, la memoria, el hambre y los instintos sexuales), que está en la parte más interna del cerebro, y provocan una sensación artificial de placer. Sin embargo, el cerebro no está preparado para recibir estos estímulos. El uso repetido de drogas afecta al funcionamiento del sistema límbico e inicia el proceso de adicción. Las consecuencias se dejan sentir también en el córtex (se encuentra en la superficie del cerebro y es la estructura de máximo orden jerárquico responsable del control de la conducta y de la vida racional), y afectan al control racional de la conducta. La adicción se consolida. Cerebro sano Dos estructuras cerebrales, el sistema límbico y el córtex, desempeñan un papel esencial en el control de la conducta. El sistema límbico controla la vida emocional e instintiva. El córtex regula el pensamiento y la vida racional. En un sujeto sano, la vida racional promovida por el córtex domina la conducta. Cerebro tras un consumo puntual El sistema límbico es el responsable del inicio de las adicciones. Las primeras dosis de droga estimulan los centros de recompensa en el sistema límbico y producen un efecto placentero. Sin embargo, la administración repetida de una droga produce cambios en el sistema límbico que alteran los circuitos cerebrales de recompensa. Cerebro adicto El córtex desempeña un papel clave en la consolidación del proceso adictivo. La actividad del córtex disminuye de manera progresiva durante el consumo repetido de drogas, de modo que se produce una pérdida del control racional que ejerce esta estructura sobre la conducta. Los efectos que provocan las drogas son diferentes sobre nuestro sistema nervioso según los distintos tipos de drogas consumidas: unas son excitantes y otras, depresoras; unas aceleran nuestro funcionamiento mental, con el riesgo de aumentar los errores, y otras lo lentifican o lo distorsionan; otras producen alucinaciones o cambios en la percepción de la realidad. El consumo de drogas tiene consecuencias en el funcionamiento normal de nuestro sistema nervioso y provoca una serie de efectos que alteran nuestras capacidades: modifican la manera de pensar, de funcionar, de relacionarse con los demás y de enfrentarse a los desafíos de la realidad. En definitiva, nos hacen menos protagonistas de nuestra vida. Las drogas producen efectos negativos sobre nuestras capacidades físicas y mentales. Las consecuencias del consumo de drogas también pueden ser observadas en animales. Cuando una araña es expuesta a vapores que contienen LSD, su capacidad para construir la tela se altera de manera considerable. El resultado es una tela de mala calidad que no podrá cumplir sus funciones de atrapar insectos. EL RETO DE LA PREVENCIÓN Prevenir implica actuar para disminuir el número de personas que tienen problemas con las drogas, para que éstos sean menos graves, para evitar las posibles secuelas. Obviamente, prevenir exige anticiparse a los problemas, actuar cuanto antes. Por eso hablamos de una prevención dirigida a niños y adolescentes, en la que el papel de la familia y de la escuela es fundamental: porque son los espacios en los que prioritariamente se educa, se ayuda a crecer y a construir personalidades más seguras, más libres y más responsables. No hay que esperar a la adolescencia para empezar a prevenir. Lo más importante es tener un conocimiento real de lo que son las drogas, estar convencido de sus consecuencias negativas y acompañarlo del ejemplo personal. ¿Qué es el tabaquismo? Es la adicción al tabaco provocada, principalmente, por uno de sus componentes activos, la nicotina; la acción de dicha sustancia acaba condicionando el abuso de su consumo. ¿Por qué el tabaquismo es un factor de riesgo? Cada año en el mundo seis millones de personas mueren por causa del cigarrillo, lo que equivale, en promedio, a una muerte cada 5 segundos. Y de no tomarse una acción inmediata, morirán anualmente ocho millones en el 2030, el 80 por ciento de ellas en países de ingresos bajos y medios, como Colombia. Este dramático pronóstico es de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que además, indica que se prevé para el 2015 que 2’120.000 fumadores morirán por cáncer (33 por ciento), 1’870.000 por enfermedades respiratorias (29 por ciento) y 1’860.000 (29 por ciento) por enfermedades cardiovasculares. Más de 500.000 morirán por tuberculosis, diabetes y enfermedades digestivas. Por si esto fuera poco, él también es el factor de riesgo cardiovascular más importante, ya que la incidencia de la patología coronaria en los fumadores es tres veces mayor que en el resto de la población. La posibilidad de padecer una enfermedad de corazón es proporcional a la cantidad de cigarrillos fumados al día y al número de años en los que se mantiene este hábito nocivo. En peligro por humo ajeno…. Según la OMS, lo más preocupante es que, del total de muertes globales, 600.000 son ocasionadas por la exposición al humo ajeno y el 75 por ciento ocurre, particularmente, entre niños y mujeres. En el mundo, cerca del 40 por ciento de los niños y un tercio de los adultos no fumadores estuvieron expuestos al humo de segundo mano en el 2004, según la más reciente edición del informe ‘El atlas del tabaco’. A pesar de estas cifras, solo 21 países, que representan el 15 por ciento de la población mundial, disponen de servicios gratuitos para ayudar a los consumidores a dejar el tabaco. La mayoría de los fumadores inician el hábito en su juventud. Tras dejar de fumar, los beneficios para la salud son evidentes. Solo 12 meses después de haber abandonado el vicio, el riesgo de un ataque al corazón se reduce a la mitad, y tras 10 años sin fumar, el riesgo de cáncer disminuye en la misma proporción. ¿Por qué dejar de fumar? Mejora la respiración y te cansas menos. Disminuye la predisposición a toser y contraer infecciones. La piel y el rostro se recuperan del envejecimiento prematuro. Recupera el sentido de gusto y olfato. El deterioro de la función pulmonar se ralentiza. Reduce la tasa de reinfarto y muerte súbita en un 20-50 por ciento. Cuatro hábitos saludables para prevenir el cáncer La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) señala que alrededor del 75-80% de los cánceres pueden atribuirse a factores externos, que en muchos casos se pueden modificar. Por ello proponen "cuatro gestos" que cambian la vida, sentirse mejor y prevenir el cáncer. Evitar el alcohol y el tabaco. Protegerse del sol con crema protectora, gorra y gafas de sol y evitando tomarlo en las horas centrales del día. Llevar una dieta equilibrada, rica y variada, con alimentos ricos en fibra, fruta y verduras y pobre en grasas, sobre todo de origen animal (mantequillas, quesos grasos, carnes...) Realizar ejercicio físico, por ejemplo, caminar media hora diaria o sustituir el ascensor por las escaleras. Dirección Cap. Jorge Campillo Vélez Seguridad Operacional Cap. Cesar Augusto Bermúdez Pinilla Cap. Carolina Gallego Cap .Gustavo Mitchell Contáctenos: www.searca.com.co [email protected]
© Copyright 2024