FICHA 3: PRINCIPIOS DE DOCTRINA SOCIAL QUE ILUMINAN ESTA REALIDAD IGLESIA, SERVIDORA DE LOS POBRES (23-32) CARITAS DIOCESANA DE BURGOS 2015-2016 | FICHA 3: PRINCIPIOS DE DOCTRINA SOCIAL QUE ILUMINAN ESTA REALIDAD2015-2016 FICHA 3: PRINCIPIOS DE DOCTRINA SOCIAL QUE ILUMINAN ESTA REALIDAD IGLESIA, SERVIDORA DE LOS POBRES MARCO GENERAL FICHA 3: PRINCIPIOS DE DOCTRINA SOCIAL QUE ILUMINAN ESTA REALIDAD | 2015-2016 Tras el “ver” la realidad, en sus efectos y en sus causas, el documento quiere ser propositivo. El cristianismo posee la Doctrina Social de la Iglesia como una propuesta de acción en la vida social (enseñanza, por cierto, muy desconocida en el seno de la propia Iglesia). Elemento fundamental de la misma son los principios inspiradores de sus juicios y de su acción. Se trata de la estructura sobre la que construir una vida social distinta: son los principios inspiradores de proyectos concretos en el campo económico, político y cultural. Por tanto, estas líneas maestras, convenientemente asumidas y asimiladas, tienen la potencialidad de edificar una civilización alternativa del amor y de la vida. El primero de estos principios, base del resto, es la dignidad de la persona humana: el valor que tiene toda persona al margen de su condición, estado o situación, que hace que ella sea el fin y el fundamento de la vida social. De aquí deriva la existencia de derechos y deberes. El segundo principio es el destino universal de los bienes: Dios ha creado todas las cosas para el uso y disfrute de todas las personas y, por tanto, la propiedad privada no es un derecho absoluto e intocable, sino que tiene una función social. El tercero es el principio de la solidaridad, la urgencia de recuperar la responsabilidad que tenemos unos sobre otros, especialmente con los más pobres. El cuarto es el principio del bien común: en un mundo excesivamente individualista, tenemos que trabajar por el bien común que permite sentirnos un “todos nosotros” promoviendo las condiciones que favorecen el desarrollo de todos y cada uno. El quinto principio es el de la subsidiariedad que permite el protagonismo de todos en la vida social, no siendo anulados en su quehacer por instancias superiores que ahogan la propia iniciativa y responsabilidad, sino que apoyan las iniciativas que surgen desde abajo. Por último, el documento aborda el derecho a un trabajo digno y estable, que es el mejor instrumento que permite la integración y la cohesión social. De todo ello se concluye que, en efecto, una sociedad y una economía que respeten dichos principios son dignas del hombre. LECTURA INDIVIDUAL DEL DOCUMENTO (números 25, 26 y 27) En una cultura que excluye y olvida a los más pobres, hasta el punto de considerarlos un desecho para esta sociedad del consumo y del bienestar, es urgente tomar conciencia de otro principio básico de la Doctrina Social de la Iglesia: el destino universal de los bienes. “No se debe considerar a los pobres como un "fardo", sino como una riqueza incluso desde el punto de vista estrictamente económico”. En la Sagrada Escritura se afirma repetidamente que la tierra es creación de Dios, que desea que todos sus hijos disfruten de ella por igual. Se dictan leyes para que, periódicamente, en los años jubilares, se restablezca la igualdad y todos tengan acceso a los bienes y se recuerda que la tierra debe tener una función social. En ocasiones se ve cómo Dios levanta su voz, por medio de los profetas, contra la acumulación de los bienes en pocas manos. Y Jesús se aplica a sí mismo la misión de proclamar un año de gracia del Señor, es decir, la tarea de implantar la justicia rehaciendo la igualdad. La Doctrina Social de la Iglesia, arraigada en esta tradición, ha afirmado claramente el destino universal de los bienes: “Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos. En consecuencia, los bienes creados deben llegar a todos de forma equitativa bajo la égida de la justicia y con la compañía de la caridad”. Igualmente ha recordado que la propiedad privada no es un derecho absoluto e intocable, sino subordinado al destino universal de los bienes. Como expresó tan claramente san Juan Pablo II, sobre toda propiedad privada «grava una hipoteca social». El destino universal de los bienes hay que extenderlo hoy a los frutos del reciente progreso económico y tecnológico, que no deben constituir un monopolio exclusivo de unos pocos, sino que han de estar al servicio de las necesidades primarias de todos los seres humanos. Esto nos exige velar especialmente por aquellos que se encuentran en situación de marginación o impedidos para lograr un desarrollo adecuado. Necesitamos repensar el concepto de solidaridad para responder adecuadamente a los problemas actuales. Nos ayudarán dos citas. La primera está tomada de san Juan Pablo II: «La solidaridad no es, pues, un sentimiento superficial por los males de tantas personas, cercanas o lejanas. Al contrario, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos». La segunda es del papa Francisco: «La palabra “solidaridad” está un poco desgastada y a veces se la interpreta mal, pero es mucho más que algunos actos esporádicos de generosidad. Supone crear una nueva mentalidad que piense en términos de comunidad, de prioridad de la vida de todos sobre la apropiación de los bienes por parte de algunos». FICHA 3: PRINCIPIOS DE DOCTRINA SOCIAL QUE ILUMINAN ESTA REALIDAD | 2015-2016 Los Padres de la Iglesia, inspirados en la Biblia, denunciaron la acumulación de bienes por parte de algunos mientras otros vivían en la pobreza. San Juan Crisóstomo afirmaba que “no hacer participar a los pobres de los propios bienes es robarles y quitarles la vida. Lo que poseemos no son bienes nuestros sino los suyos” y san Agustín decía que cuando tú tienes y tu hermano no, ocurren dos cosas: “Él carece de dinero y tú de justicia”. San Gregorio Magno concluía que “cuando suministramos algunas cosas necesarias a los indigentes, les devolvemos lo que es suyo, no damos generosamente de lo nuestro: Satisfacemos una obra de justicia, más que hacer una obra de misericordia”. | FICHA 3: PRINCIPIOS DE DOCTRINA SOCIAL QUE ILUMINAN ESTA REALIDAD2015-2016 PREGUNTAS PARA EL TRABAJO INDIVIDUAL 1.-Subrayo aquellos aspectos que me llaman la atención y que me gustaría comentar o aclarar. 2.-Hago un resumen de lo que implicaría, en la vida social, el destino universal de los bienes. 3.-Pienso en verdaderas y falsas solidaridades según el documento. PREGUNTAS PARA EL TRABAJO GRUPA L 1.-Ponemos en común los aspectos que hemos subrayado. 2.-Entre todos, profundizamos lo que significa e implica el destino universal de los bienes. 3.-Entre todos, profundizamos lo que significa e implica la solidaridad auténtica y que tendríamos que cultivar como agentes de Cáritas. 4.-¿Qué compromiso nos está pidiendo el Señor con estos principios? 5.-Dialogamos sobre el dibujo de portada y las palabras clave. FICHA 3: PRINCIPIOS DE DOCTRINA SOCIAL QUE ILUMINAN ESTA REALIDAD | 2015-2016 6.-¿Cómo podríamos hacer llegar al resto de la comunidad nuestra reflexión de hoy? (un cartel, una octavilla, una acción…). ORACIÓN Ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ningún pueblo sin soberanía, ninguna persona sin dignidad, ningún niño sin infancia, ningún joven sin posibilidades, ningún anciano sin una venerable vejez. Papa Francisco
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