Ideas APD Reindustrializar para ganar Presentación Luis Pardo CEO Sage Enrique Sánchez de León Director General APD Decía Robespierre que “el fundamento único de la sociedad civil es la moral”. En este momento de nuestra historia es crítico que retornemos a los principios éticos, a la transparencia, a la moral… Este debe ser un empeño de todos que asegure una salida de la crisis sin vicios, y con mayor fortaleza. En este contexto nace Ideas APD con el ánimo de potenciar dichos valores, impulsando a través de la participación abierta experiencias e ideas valiosas que ejerzan de referencia. APD y Sage, convencidos del papel que la Sociedad Civil debe asumir para fortalecer el entramado social y económico, han sumado fuerzas para procurar soluciones a las preocupaciones actuales de los directivos, poniendo en marcha esta iniciativa de inteligencia colectiva. Se trata de sumar inteligencias y voluntades, para que entre todos podamos incidir sobre problemáticas relevantes para nuestra sociedad, con un efecto muy superior al de unas pocas mentes pensantes. De ahí, el nacimiento de Ideas APD. Una iniciativa que tiene el objetivo de convertir la Inteligencia Colectiva en una herramienta de la Sociedad Civil de cara a proponer soluciones, generar contenidos, ofrecer información a los directivos, empresarios y administración y, en definitiva, colaborar en construir el bien común para nuestra sociedad. Índice Presentación Inteligencia Colectiva Primera campaña de Ideas APD: Reindustrializar para ganar Ideas aportadas Agradecimientos Inteligencia Colectiva Cuando en 1956 se constituyó la Asociación para el Progreso de la Dirección, sus fundadores redactaron el artículo 2 de los estatutos, en el que se recogen los objetivos, del siguiente tenor: “promover y realizar el intercambio de conocimiento, experiencias y técnicas de cuantas personas desempeñan en las empresas privadas o entidades públicas las funciones de alta dirección, gobierno o administración…todo ello dirigido hacia el bien común”. Y en su artículo 3, donde se describen, entre otras, las acciones en las que se concentrará su actividad (lista que no pretende ser exhaustiva), se señala que la Asociación se enfocará a la “creación de servicios de información, promoviendo su difusión e intercambio por los medios que estime convenientes”. Como Asociación, estamos ante un conjunto de asociados que persiguen un mismo fin de forma estable, sin ánimo de lucro. Y en nuestros “apellidos” están el Progreso y la Dirección. Esto es, nos dirigimos a la alta dirección, como bien indican los estatutos, y nuestro fin común es el de colaborar en su Progreso, todo ello dirigido hace el bien común. Y para alcanzar nuestro objetivos, llevamos a cabo numerosas actividades a lo largo del año. Y a lo largo de nuestros casi 60 años de vida, hemos puesto en marcha diferentes iniciativas: actividades presenciales (jornadas, cursos, seminarios.. de los que hacemos a lo largo del año y por toda España más de 475), la Revista, Estudios, tuvimos la editorial APD, lanzamos la iniciativa precursora de la Central de Balances, la Web de APD, Canal Ceo… y muchas otras que se han ido adaptando al entorno socioeconómico. Pues bien, APD ha buscado en todas sus actividades fomentar el debate, generar contenido alrededor de aspectos destacados y actuales relativos al desarrollo de los directivos. Y una de las claves del éxito ha sido el debate generado entre los directivos: los ponentes y los asistentes. Podemos afirmar que en nuestros eventos llevamos años gestionando la “inteligencia Colectiva”. Internet, y más en concreto la Web 2.0 ha puesto de moda, o ha potenciado (según se quiera mirar), este concepto. Con la Web 2.0 aparecen nuevos formatos en las relaciones, y nuevas formas de recoger contenidos fruto de la colaboración entre distintas personas de un colectivo. Cierto es que esto puede llevar a la generación de contenidos poco fiables, a caer en imprecisiones sino se cuida la veracidad y el rigor de las aportaciones. En palabras de José Antonio Marina, en un artículo para “El Confidencial”, “una organización con talento es aquella en que un grupo de personas que tal vez no sean extraordinarias, por el hecho de colaborar de una manera determinada, pueden producir resultados extraordinarios”, siendo esta colaboración “esencia del progreso social”. James Surowiecki, en su libro Cien mejor que uno. La sabiduría de la multitud (citado en su artículo por Marina), argumenta que no hay que ir a la caza del experto, porque es una pérdida de tiempo y muy costosa. Debemos, señala, dejar de buscar y consultar a la multitud. Tenemos muchas posibilidades de que ella sepa. ¿Y dónde consultar mejor que en Internet si pretendemos llegar a un colectivo amplio, múltiple, diverso, aun cuando su característica común sea la de ser directivo?. Podemos llegar en un período tan corto o tan amplio como queramos a un colectivo tan amplio y tan reducido como queramos, y tan diverso como deseemos. Por tanto, y en resumen, desde APD consideramos importante gestionar la Inteligencia Colectiva, y así lo hemos venido haciendo desde nuestra constitución. Ahora, y de cara a alcanzar nuestros objetivos fundacionales, queremos aprovechas las ventajas y oportunidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías. Para ello, hemos creado un equipo de trabajo con SAGE, utilizando su software SAGE Ideas y aprovechando la experiencia en iniciativas similares de sus profesionales, y hemos lanzado Ideas APD (iniciativa que comentaremos en el siguiente apartado). Y podemos afirmar que la primera experiencia, muy reducida en cuanto a participantes convocados, ha sido un éxito. Los directivos, una vez más, demuestran su preocupación por el entorno que les rodea, por su profesión, por la sociedad en general, y están dispuestos a dedicar un tiempo a poner en común sus ideas con el resto de los directivos. Creemos que nuestra sociedad requiere de un mayor esfuerzo de colaboración, precisa poner en común y obtener respuestas a temas relevantes fruto de dicha colaboración. Nuestros directivos cada vez tienen más nivel, están mejor formados, conocen mejor sus empresas y su entorno, y están dispuestos a poner en común dicho conocimiento. Si somos capaces de dirigir adecuadamente este conocimiento, podremos colaborar en la creación de una sociedad mejor. Alcanzaremos entre todos el bien común. Primera campaña de Ideas APD: Reindustrializar para ganar Objetivos: Ideas APD arranca su andadura con la primera iniciativa de Inteligencia Colectiva en sintonía con nuestro congreso nacional: "Reindustrializar para ganar". Esta iniciativa se realiza en un momento clave en el que el país precisa de un cambio de modelo económico basado en la recuperación de la industria para conseguir un crecimiento sólido. En esta sintonía, la campaña de Ideas APD ha tenido el objetivo de abrir la participación a expertos y directivos de todo el país en este reto clave. La sistemática de inteligencia colectiva que se ha puesto en marcha ha permitido conocer la opinión de los directivos sobre los aspectos que habría que mejorar para que la reindustrialización tuviera éxito. No se pretendía con la campaña confeccionar un manual para la industrialización, sino más bien conocer aquellas otras cosas importantes, que a veces se nos oscurecen por los aspectos macro, pero que son imprescindibles para que las cosas funcionen. Las aportaciones realizadas en esta lógica de participación abierta, se han integrado en esta publicación conjunta, que es fruto de la aportación diversa de expertos y profesionales de todo el país. Su valor reside en la capacidad de incidir sobre el devenir de nuestra industria, contando con la aportación de todos. Proceso de participación: Incluir en el margen imagen con los siguientes datos: 167 directivos inscritos; 71 participantes activos (42,5%); 34 aportaciones realizadas A lo largo del último trimestre de 2014, hemos invitado abiertamente a unos 1.500 directivos a que se registren en nuestro portal de Ideas APD. Entre estos, un total de 167 directivos se han inscrito en el sistema de los cuales 71, un 42,5%, han participado activamente. Fruto del proceso participativo se han publicado 34 aportaciones de diferentes directivos que se incluyen en el presente libro junto a otras aportaciones de expertos que han participado en el congreso. La iniciativa arrancó al final de octubre de 2014 en una lógica de extender la participación progresivamente. Durante las primeras semanas, solicitamos la colaboración tan solo de un grupo reducido de directivos que habían sido ponentes de APD y que conforman el Club de Ponentes de la Asociación. Posteriormente, se ha extendido la participación, abriendo la iniciativa a expertos y directivos de todo el país. Ideas APD sigue una política de participación abierta con la vocación de difundir todas las aportaciones valiosas realizadas por cualquier persona. Contenidos de la publicación: La dinámica de participación ha sido orientada en base a 4 temáticas o enfoques. Estos enfoques son los siguientes: 1. Los Desafíos de la Reindustrialización: Ideas para potenciar el crecimiento de la industria española 2. Competir en un Mundo Global: Ideas para potenciar la proyección global de nuestra industria 3. Entorno Político-Social de la Competitividad: Ideas para fomentar un entorno político-social que mejore la competitividad 4. La Empresa y la Industria que Vienen: Ideas para definir la empresa y la industria que vienen Incluir imagen en le margen “fig x.y. Desglose de aportaciones por enfoques” – ver imagen de referencia a continuación. Ojo! Crear nuevo gráfico partiendo de la Excel “desglose de la participación por carácter de la idea (enfoques)” eliminando comentarios y dejando el gráfico más atractivo. Conclusiones A continuación vamos a exponer las principales conclusiones del trabajo de Inteligencia Colectiva llevado a cabo por APD y SAGE, en el que, como hemos contado, solicitamos la colaboración a directivos para procurar ideas que permitan colaborar en la Reindustrialización del país. Destacaremos, en primer lugar, el conjunto de ideas GENERALES centradas en aspectos globales en los que debemos incidir si queremos sentar las bases para el necesario cambio. José Garrido opina que hemos de recuperar la madurez, entendida como “nivel superior de inteligencia”, que permita transformar la inteligencia en sabiduría que nos ayude a volver a generar industria. Es preciso, según nos comenta José Miguel Zaldo, poner los medios para que las expectativas de beneficio en la industria sean proporcionales a los riesgos que corre el empresario. Hay que pasar a la acción con un plan a largo plazo que no esté sometido a cambios importantes en cada cambio político. Manuel Giménez señala que los esfuerzos en la reindustrialización deben focalizarse en sectores para los que estamos preparados. Los recursos, tecnológicos y humanos, son finitos y contamos con una determinada preparación (por ejemplo, hay pocos ingenieros en España). Sergio Gordillo afirma que aprender a surfear la ola de la inestabilidad va a ser crítico para adaptarnos como empresas y personas al futuro. Sólo podrá traernos cosas buenas si aceptamos el entender cuáles son las dos bases de tal futuro: DESEARLO y que es EFÍMERO. El ejemplo de las UTE debe ser objeto de referencia para afrontar retos como la internacionalización, la logística y la I+D+i. Gerardo Goñi cree que compartir retos limará desconfianzas y acercará fusiones, absorciones, asociaciones… José Ángel Sanjuan afirma que para fomentar una industrialización que agilice los trámites debemos contar con una legislación transversal, difícil de conseguir, donde competencias estatales, autonómicas y locales se puedan gestionar de forma única, rápida y eficiente. Por último, Javier de la Peña señala que una de las claves para activar la reindustrialización reside en ofrecer a los empresarios e inversores una alternativa atractiva para su capital. Joaquim Montsant y Nuria Vilanova ponen el foco en la EDUCACIÓN. En opinión de Nuria Vilanova, necesitamos realizar campañas de comunicación que lleguen a los jóvenes. Sin ingenieros no hay industria y sin industria no hay reindustrialización. Claramente, nos dice Nuria, estudiar ingeniería no está de moda. Cambiar esta situación, en su opinión, es un proyecto país. Joaquim Montsant, por su parte, indica que hay que incorporar el concepto de la industria en la escuela primaria y secundaria. ¿Cuántas visitas a empresas industriales realizan nuestros hijos en sus programas de formación de actividades escolares? Se pregunta Joaquim, y nos anima a que lo consultemos. Algo tiene que cambiar también en la gestión de los RECURSOS HUMANOS y las RELACIONES LABORALES. En este sentido, liberto Pereda opina que hay que abrir las empresas a los empleador. En su opinión, para innovar y crecer, hemos de contar con todos dentro de la empresa, aunque ello suponga perder el control al que las empresas están acostumbradas. Las empresas prestan, en general, poca atención a la capacitación, preparación y gestión de las personas que se destinan a tareas internacionales, en opinión de María Bastida. Y hay que tener en cuenta, nos dice María, que son personas que adquieren una capacitación en el desempeño de su etapa internacional de mucho interés para la empresa. Joaquín López apunta que hay que redefinir el concepto del “trabajo”, no tanto como un lugar, si no como una actitud, que pueda ser desarrollada más allá de un espacio concreto (aunque puede que este concepto no sea aplicable a todos los sectores). Finaliza Joaquín indicando que hay que mejorar la competitividad y desarrollar aspectos de motivación e incentivos del personal. Francisco de Asís Bonora opina que hay que desarrollar el concepto de “gestionar”, centrado en dos grandes funciones: definir la misión y la visión y movilizar los recursos encaminados a lograr dicha misión. Iñigo Sagardoy señala que urge establecer un compromiso de todos los agentes sociales que intervienen en el mercado de trabajo para, entre todos, crear una cultura de construcción de un modelo laboral de relaciones laborales del Siglo XXI, que potencie el empleo y el crecimiento empresarial. Un gran pacto de Estado en esta materia, apunta Iñigo. Por su parte, Javier Molina propone que nos hagamos una pregunta: ¿puede la legislación laboral hacernos más productivos?. Contestar a esta pregunta nos debería llevar a preguntarnos ¿puede dicha legislación generar empleo?. El OUTSOURCING, el apoyo a las PYMES o la MULTILOCALIZACIÓN, son considerados por nuestros directivos como aspectos relevantes a la hora de sentar las bases para la Reindustrialización. Alberto Blasco nos dice que se debe ahondar en medidas que ayuden a las PYMES a afrontar proyectos, inversiones y apuestas de futuro, con unas relaciones laborales flexibles y adaptables a las concretas circunstancias de cada momento. En opinión de Raúl Cortés, el Outsourcing es una herramienta que colabora en la mejora de la competitividad, la eficiencia y la flexibilidad. Con el Outsourcing, en su opinión, la empresa se puede centrar en el “core” de su negocio. Por su parte, Roberto Díaz-Rincón apuesta por la Multilocalización, al entender que es la única forma de fabricar coste en cada mercado. En su opinión, los costes de transporte en los productos industriales de tecnología media hacen imposible competir en mercados que no sean locales. La Multilocalización, nos dice, permite llevar a cabo procesos con poco valor añadido y mejorar los coste nacionales. En su colaboración, Félix Benavides y José Luis Ferrero, ponen el foco en la TECONOLOGÍA, en general, y en el eCOMMERCE, en particular. Félix Benavides define cinco estrategias de competitividad, basadas en el IT: estrategia de coste, de diferenciación, de innovación, de crecimiento y de alianzas. José Luis Ferrero nos acerca las tendencias en eCommerce que favorecerán la competitividad y la eficacia de la industria. La colaboración PÚBLICO-PRIVADA también ha sido objeto de atención por parte de nuestros directivos. Así, Alfonso Garrido-Lestache nos habla de la misma en la prestación de servicios públicos como Sanidad y Educación de cara a mejorar la eficiencia. También es necesaria, nos dice Alfonso, una regulación laboral adecuada. Constantino Méndez señala que una estrategia de reindustrialización, entendida como una iniciativa país, ha de ser un esfuerzo colectivo, una alianza público privada de cuya experiencia, en su opinión, carecemos. En resumen, debemos llevar a cabo una profunda reflexión para analizar a donde queremos llegar, si debemos o no apoyar determinados sectores, o debe tratarse de un modelo abierto, afrontando el proceso en un modelo de compromiso general. Ayudar a la PYME para que se pueda financiar, agilizando y simplificando los trámites, “enseñándole” a compartir y colaborar para ganar tamaño y eficacia, y buscando un modelo que racionalice los costes (outsourcing o multilocalización). Establecer un modelo educativo en el que ser “Industrial” no tenga connotaciones negativas, preparar un modelo de relaciones laborales adecuado y flexible que permita generar empleo y se adapte a las necesidades de cada momento, y utilizar la tecnología de forma adecuada para no ser solo un fin sino también un gran medio. Y aprender a que el esfuerzo colectivo se base también en las relaciones público privadas de cara a ganar en eficacia y competitividad. Valoramos como muy satisfactoria la experiencia del proceso de Inteligencia colectiva el contenido generado por la misma. Desde la perspectiva del proceso supone una experiencia pionera en aprovechar el conocimiento de toda la red de personas de una manera abierta. El éxito logrado en esta iniciativa nos da confianza para impulsar nuevas iniciativas en un futuro inmediato contando con la valiosa participación de una amplia red de directivos y expertos. Las aportaciones realizadas por la red de directivos que han participado en esta iniciativa tienen un valor reseñable, aportando nuevas perspectivas y opiniones a una problemática de naturaleza poliédrica. La aportaciones de numerosos directivos incluidas en esta publicación integran una gran diversidad de matices sobre aspectos como: la necesidad de generar un entorno estable en cuanto a la motivación de equipos, la necesaria relación entre Administración y empresa privada, o aspectos relacionados a la mentalidad global requerida, por poner algunos ejemplos. Sus ideas y opiniones al respecto aportan desde la diversidad un complemento valioso para una mejor comprensión de la problemática actual de nuestra industria. Ideas Aportados Autor: Alberto Blasco Hernando Cargo: Socio Empresa: J&A Garrigues Título: Legislación laboral acorde con el mercado Texto: Es necesario que la legislación laboral se adapte a las circunstancias de las empresas y, porqué no decirlo, a la dimensión de éstas. Los problemas y, por tanto, las soluciones en el entorno jurídico laboral no siempre pueden ser las mismas en todas las empresas sin tener en cuenta sus dimensiones, los mercados en los que compiten y demás circunstancias concretas. Título: Mercados Globales Texto: Cada vez está mas claro que las relaciones laborales del siglo XXI en nada se parecerán a las del siglo XX. No existirán los trabajos para toda la vida y los trabajadores deberán gestionar su propio capital humano en sintonía con las empresas, probablemente teniendo experiencias en varias empresas a lo largo de la vida laboral. Las empresas tampoco tienen la seguridad del mercado rígido y pequeño y de los clientes cautivos y locales, debiendo competir en mercados globales con clientes internos y externos igualmente globales. Debemos ahondar en medidas que ayuden a las PYMES a afrontar proyectos, inversiones y apuestas de futuro con unas relaciones laborales flexibles y adaptables a las concretas circunstancias de cada momento. De esta manera, los verdaderos emprendedores y empresarios en general, acometerán proyectos sin que las relaciones laborales sean una limitación o hándicap en la toma de decisiones. Igualmente, teniendo en cuenta los mercados en los que las empresas deben competir, sería un error creer que nuestra competitividad debe basarse en una cuestión simple de costes unitarios. Debemos competir en calidad, servicio, I+D+I, etc Autor: Alfonso Garrido-Lestache González Cargo: Director de RRHH Empresa: Hospital de Manises Título: Las 10 tareas pendientes para la modernización del marco jurídico-laboral y del mercado de trabajo Texto: · Un derecho laboral que no aporte seguridad jurídica no es un buen sistema de ordenación de las conductas humanas en ese ámbito. · La tutela judicial efectiva y la técnica legislativa no deben implicar judicialización de las relaciones laborales. · Los agentes sociales, que eran representativos en el siglo XIX, en el siglo XXI no lo son (la afiliación sindical es escasa y los sindicatos se financian principalmente por aportaciones públicas; la representatividad empresarial) y ostentan un monopolio de atribuciones inmerecido, sin dar cabida a otros colectivos (por ejemplo, asociaciones de profesionales o asociaciones de desempleados) y a otras fórmulas de participación (participación directa mediante sufragio, listas abiertas). · La legislación laboral debe inspirarse en el derecho comparado: los marcos jurídicos de los mercados de trabajo eficientes en economías de nuestro nivel o superior son el modelo a seguir. · Las atribuciones de los agentes sociales no deben vaciar de contenido ni colisionar con la división de poderes: el poder legislativo legisla, el ejecutivo gobierna y el judicial dicta sentencias. · Los servicios públicos de colocación deben ser eficientes y sostenibles, financiados mediantes las tasas que empresas y profesionales estén dispuestos a pagar por sus servicios. · Los jueces de lo social y los inspectores de trabajo deben realizar períodos de enriquecimiento profesional en departamentos de recursos humanos de empresas y en organizaciones sindicales. · Las bonificaciones sociales y las subvenciones a la contratación no generan empleo per se y son, en cambio, fuente de fraude. · La formación de los desempleados debe estar desintermediada. Deben tener libre capacidad de elección entre la oferta formativa de todos los agentes existentes en el mercado. · La formación de los trabajadores empleados deben realizarlas las propias empresas mediante una reducción de los costes de cotización. Los planes sectoriales deben desaparecer. Autor: Alfonso Garrido-Lestache González Cargo: Director de RRHH Empresa: Hospital de Manises Título: Colaboración público – privada en los servicios públicos Texto: Los modelos sociales basados en el “Estado de Bienestar” conllevan como es sabido un alto volumen de prestaciones sociales financiadas principalmente vía impuestos. Tradicionalmente en ese modelo, el Estado o Administración regional o local correspondiente el modelo tradicional actúa de manera habitual no sólo como decisor/regulador (acción política) y como financiador (vía presupuestos del Estado, de la Comunidad Autónoma, Diputación o Corporación Local) sino también como prestador de un servicio determinado. Un ejemplo típico seria el de la Universidad publica, si bien su financiación proviene en parte de las tasas de matricula de los alumnos y con independencia de la forma jurídica que pueda tener la misma (fundación, entidad publica, organismo autónomo, entidad ministerial, etc.). Sin embargo, en las ultimas décadas venimos observando con naturalidad cómo las figuras del decisor/financiador y del prestador se separan, de manera que determinados servicios son prestados por operadores económicos privados mediante las distintas fórmulas de contratación pública. No nos sorprende ahora por tanto que los servicios de recogida de basuras y de limpieza de un municipio sean prestados por empresas privadas o que un programa de software para un Ministerio sea desarrollado y mantenido por una empresa especializada y no por personal ministerial; a sensu contrario, nos llamaría la atención la convocatoria de plazas públicas de barrendero (término ya probablemente anacrónico). Por otro lado, los modelos concesionales como fórmula de prestación de servicios son ampliamente conocidos y de uso extendido en otros sectores como el de la construcción y explotación de infraestructuras, por ejemplo autopistas. Como seguramente conoce el sector, en síntesis, el concesionario presta un servicio en mayor o menor medida integral (construcción, equipamiento, mantenimiento, explotación, etc.) y recibe a cambio pagos con la fórmula establecida (tasas, peaje en la sombra, canon por uso, pago capitativo, etc.). Diversas compañías españolas están a la cabeza de la liga mundial en este tipo de actividades y fruto (o causa) de ello es que contemos con un alto grado de conocimiento, tecnología y experiencia en este campo. Como consecuencia de ello, se genera una proyección económica con el florecimiento de un sub-sector de actividad económica bajo un modelo, el concesional, en el que surgen oportunidades de crecimiento y desarrollo tanto en España como en el extranjero. Llegando al ámbito de los servicios públicos y teniendo en cuenta que los de Educación, Sanidad y Servicios Sociales consumen la mayor parte de los recursos públicos (en 2014, el presupuesto que la Comunidad de Madrid destinará a la Sanidad Publica ascenderá́ –si no hay déficit- a 6.977 millones de euros, el 45 por ciento de los presupuestos de la Comunidad), encontramos que hay grandes oportunidades de desarrollar la colaboración público - privada mediante formulas concesionales. Por supuesto que existen y deben funcionar correctamente todos los mecanismos de control del concesionario y de minimización del denominado “riesgo de captura del regulador”. Y todo ello en un momento en el que el futuro depende de la mejora de la sostenibilidad de nuestros grandes sistemas como el de sanidad y educación públicas. En los siguientes párrafos concretaremos las consecuencias de este cambio de modelo en los aspectos de productividad y gestión de los recursos humanos, que son en el caso de la Sanidad los auténticos protagonistas del servicio prestado a los ciudadanos al mismo tiempo que su retribución supone la principal partida de gasto en la prestación de dicho servicio. En primer lugar, describamos el punto de partida de la gestión de recursos humanos en el conjunto de la sanidad española. En el Informe El Modelo de Futuro de Gestión de la Salud (2011, Fundación Bamberg), se expone que “en el modelo actual no se puede hablar tanto de gestión de personal como de administración de personal [centrada] en diseñar y cuadrar planillas, estadillos y turnos de trabajo, así́ como de cubrir vacantes siempre con criterios de urgencia y en un entorno de escasez permanente”. A continuación, busquemos el diagnóstico con las necesidades actuales. El Informe Bernat Soria (2011) califica el sistema de gestión actual como excesivamente burocratizado y funcionarial, con desaprovechamiento de recursos y la reclamación de una mayor eficiencia en la gestión de los profesionales sanitarios. Nos recuerda que las normas “funcionariales” y el modelo “de funcionario” contienen incentivos que no siempre favorecen a los pacientes. De la misma manera, la retribución económica no está necesariamente vinculada al desempeño y resulta muy difícil premiar a los profesionales que alcanzan la excelencia en el desempeño y penalizar a aquellos que no cumplen su labor. En no lejana sintonía, el informe Diez Temas Candentes de la Sanidad Española (PwC, 2012) señala la necesidad de modernizar el régimen de personal, caracterizado entre otros elementos por la falta de flexibilidad, insuficientes sistemas de información para la gestión, alto grado de absentismo y “problemas culturales con los sindicatos”. A esto último se refiere también –en otro contexto nada sospechoso de proteccionismo- el columnista David Brooks (La Parálisis del Estado, New York Times, 2010) cuando expresa que los responsables de la gestión publica poseen un monopolio y tienen poco interés en resistir a las demandas sindicales porque ello les provocaría impopularidad. ¿Cómo afrontar esos retos que no parecen nada fáciles? Ciertamente no lo son, por lo que las organizaciones concesionales sanitarias (o de cualquier otra índole de servicio público) deben desarrollar una gestión estratégica contando con las mejores herramientas y ordenándolas de la manera adecuada, con un despliegue como el que proponemos a continuación: • • • • • • • • • Acercamiento del nivel de toma de decisiones (no sólo de ejecución, sino también de planificación) al centro de trabajo y al proceso productivo. Régimen laboral ordinario de los profesionales, regidos por el Estatuto de los Trabajadores y resto de normativa aplicable. Modelo de relaciones laborales enmarcado en la autonomía de la organización y en su supervivencia en el mercado. Procesos flexibles, similares a los de cualquier empresa privada, de contratación, promoción y desvinculación de los profesionales. Ello sin menoscabo de la igualdad de oportunidades y de la no discriminación. Amplia movilidad funcional, con la única limitación de los requerimientos formativos y de titulación de las profesiones sanitarias. Sistemas de organización dinámicos, participativos, centrados en los procesos y orientados al paciente. Sistemas de flexibilidad del tiempo de trabajo, orientados a adaptarse a la variabilidad de la demanda de cuidados y a la optimización de los recursos físicos (quirófanos, equipos de diagnóstico por imagen, etc.) Sistemas de incentivación y recompensa alineados con los objetivos estratégicos de la organización: management by objetives (MbO), sistemas de primas por productividad con mantenimiento de estándares de calidad y eficacia clínica, etc. Gestión de la promoción y el desarrollo de los profesionales en la organización. En resumen, la separación de la figura del decisor/financiador de la del prestador del servicio mediante las fórmulas de concesión y otras de colaboración público - privada en la prestación de servicios públicos como Sanidad y Educación permiten incrementos de eficiencia al tiempo que abren a la competencia de mercado y a los operadores privados nuevos ámbitos de actividad, lo que redunda en la creación de empleo y en el fortalecimiento de nuevos sectores de actividad en los que prestan servicios empresas nacionales con capacidad de competir en los mercados internacionales de servicios. Autor: Constantino Méndez Cargo: Socio Empresa: Kelsen Consultores Título: Apuntes sobre la base de una estrategia de reindustrialización Texto: Una estrategia de reindustrialización entendida como una Iniciativa País ha de ser un esfuerzo colectivo, una alianza público privada de cuya experiencia carecemos; ha de partir de un buen diagnóstico, que no tenemos; debe formularse sobre unas bases y premisas comunes, que no tenemos; debe acompañarse de un esfuerzo por el rediseño institucional, del que carecemos y fijar unas metas y objetivos comunes que tampoco tenemos; finalmente debe tener como vector la innovación y el potencial de las nuevas tecnologías. Por consiguiente considero que: 1.- Debe definirse una Estrategia País que desde lo local (nuestras capacidades, intereses y potencialidades) mire hacia lo global (los contextos y las necesidades). Esa Estrategia debe de ser formulada en términos de Alianza Público-Privada. 2.- Debe lograrse un honesto consenso sobre las debilidades y fortalezas que facilite un buen diagnóstico de partida. 3.- Ha de fundamentarse sólidamente sobre unas premisas y bases que sirvan de enfoque para establecer las prioridades y los modelos de intervención, el marco regulatorio de apoyo y los vectores de éxito sobre os que el proyecto se centrará. 4.- Ha de estructurarse sobre una cierta institucionalidad público-privada que permita el diálogo, la colaboración, la complementariedad, la persistencia, la evaluación y el aprendizaje. 5.- Ha de dirigirse a objetivos claros y precisos de entre los cuales destacan la incorporación de la inteligencia económica a todos los procesos, la reformulación de los modelos de colaboración entre las partes interesadas y de los prime-contractors, el fortalecimiento del I+D, el apoyo a Pymes en sus procesos de internacionalización, el acceso intensivo y horizontal a las nuevas capacidades que las tecnologías promueven. 6.- Finalmente, ha de ser un esfuerzo a largo plazo. Autor: Félix Benavides Cargo: Director Comercial Empresa: Uniway Título: Las tecnologías de la información para una industria más competitiva Texto: Desde los años 70 en que las tecnologías de la información (IT) estaban sólo al alcance de las grandes corporaciones, hasta nuestros días en los que llevamos más potencia de cálculo en nuestro bolsillo que la que acumulaban los ordenadores que llevaron al hombre a la Luna, la informática y las telecomunicaciones han servido para construir ventajas competitivas en la industria que han permitido a las empresas diferenciarse de sus competidores. La desaparición de las barreras de entrada en cuanto a costes y las posibilidades de externalización, permiten a la compañías más creativas no renunciar a sus ideas por razones de inversión. Con esa finalidad, podríamos definir cinco competitividad en cuyo núcleo se encuentra el IT: estrategias de 1.- Estrategia de Costes: permitiendo a la empresa bajar sus costes de producción, ayudar a sus clientes a reducir costes o incluso forzar a sus competidores a incrementar sus costes. 2.- Estrategia de diferenciación: Desarrollará vías que permitan a una firma diferenciar sus productos de los de sus competidores, bien por diseño y características o por enfocarse a un segmento o nicho en particular. La personalización de los productos en las web es un buen ejemplo utilizado por diferentes fabricantes. 3.- Estrategia de innovación: Productos únicos o mercados únicos. Introduce cambios radicales que alteran la estructura fundamental de una industria, introduciendo nuevas categorías que establecen o elevan las barreras de entrada de los competidores. 4.- Estrategia de crecimiento: Utiliza el IT para ampliar la capacidad de la empresa para producir sus productos (mejora su economía de escala), expandirse a nuevos mercados (mejora su economía de alcance) o diversificar su catálogo de productos. 5.- Estrategia de alianzas: Mediante el establecimiento de las correctas alianzas con suministradores, consultores, canales de distribución clientes y otros influenciadores se aumenta la capilaridad y alcance en el mercado, se mejora la cadena de suministro y se reducen los costes de inventario y distribución. El uso de una extranet eficiente proporcionará la necesaria transparencia para que cada actor entregue y recoja la información imprescindible para la ganancia de competitividad. Autor: Francisco de Asís Bonora Xerri Cargo: Consultor Formador Empresa: Grupo P&A Título: ¿Qué hace un directivo moderno) (¿mando o líder?: claves para dirigir) Texto: “El peor líder es aquel a quien la gente desprecia. El buen líder es aquel a quien la gente reverencia. El gran líder es aquel que hace decir a la gente: «lo hicimos nosotros mismos»” (Lao Tse) Todos tenemos habilidades directivas que podemos mejorar y/o potenciar, y, por supuesto, aplicar a nuestra vida. Desarrollarlas para conseguir resultados es algo clave en cualquier directivo. Tradicionalmente, las funciones directivas se han concretado en Planificar, Organizar, Dirigir, Coordinar, Controlar y Supervisar. En los actuales tiempos se requiere algo más. Ello se resume en una palabra: GESTIONAR lo que, a su vez, se desarrolla en dos grandes funciones: • • DEFINIR LA MISIÓN Y LA VISIÓN (tarea emprendedora) MOVILIZAR LOS RECURSOS (humanos o no) para lograr la Misión (tarea de liderazgo) Los directivos y mandos modernos de empresas excelentes se dedican a liderar y llevar a la práctica estas funciones, en lugar de ser “bomberos” que arreglan las cosas mal hechas por otros o corrigen fallos repetitivos de la organización; es decir: LIDERAR, NO APAGAR FUEGOS Ser directivo o líder no es estar en muchas cosas, muchas horas y agotarse; es § § Tener Visión (nuevos conceptos, anticiparse a los acontecimientos) Tomar decisiones § § § § § § § Obtener ideas de otros y aprovecharlas para la organización Interesarse por las personas, por su situación y por su progreso Interesarse por las situaciones Hacer que las cosas sucedan como está previsto Preocuparse por mejorar-optimizar los procesos (antes que supervisarlos y mantenerlos: eso ya lo debe hacer cada proceso) Delegar Procurar, promover el desarrollo de sus colaboradores El líder moderno deja hacer a sus colaboradores, dirige sin que se note; el buen líder no dice sus ideas, se ven. Dicho de otra forma: consustancial en el liderazgo es el gusto y la capacidad de crear y trabajar en equipo, antes que trabajar con individuos aislados. Incluye, entre otras actividades, la del management humano: si las personas no están preparadas, entrenadas, motivadas, sensibilizadas, coordinadas, dirigidas por verdaderos líderes, no hay calidad ni satisfacción del cliente, lo que acaba produciendo ausencia de resultados. Desde la perspectiva de la gestión de los recursos humanos, las principales cualidades que tiene o debería tener un directivo son: • • • • • • Entender y comprender la situación en cada momento Acompañar y conducir los grandes cambios de la empresa Crear una visión compartida con el personal Deshacerse de los esquemas mentales Entender los procesos de aprendizaje Ser capaz, de vez en cuando, de detenerse para reflexionar Vamos a comentar cada una de estas cualidades y habilidades. Entender y comprender la situación en cada momento. Realmente, supone un esfuerzo constante para el directivo, y no es nada fácil. Entender, según el diccionario, es "poseer una idea clara y precisa de las cosas", lo que significa ser capaz de analizar la situación, las variables que intervienen y cómo se interrelacionan con el ecosistema en el que se ve inmersa la empresa. Pero la parte más importante es la capacidad de comprender ("abarcar, ceñir, rodear por todas partes") cuál es la situación. Ello significa ir más allá del entender: abarcar más cosas, como las sensaciones o los sentimientos implícitos en la situación, cuyo valor puede ser decisivo en la concepción global de las circunstancias. Significa, también, entrar en el terreno de la intuición. Pero ¿qué es la intuición?. La intuición, como percepción, significa la "comprensión clara del significado o de las relaciones mutuas de un conjunto de signos", aunque se nos escape algún eslabón. En definitiva cambiar, sin dejar que la rutina del día a día lo impida, y sin abandonar si no se ven resultados inmediatos. Huir de la idea de que “la culpa de que esto no vaya bien nunca soy yo”, sin darse cuenta de que quien tiene que cambiar es uno mismo. Preguntarse ante un entorno complicado: “¿qué puedo hacer?”. Acompañar y conducir los grandes cambios de la empresa. Las empresas, durante muchos años, han entendido que para tener éxito debían tener una visión clara de los cambios, ya que en un mundo en constante evolución todos tenemos que evolucionar. La empresa no debe conformarse con buenos resultados. En todo cambio hay un período de transición de la situación actual a la situación deseada. Según William Bridges, "los cambios serán exitosos si la transición de todas las personas ha sido exitosa". Y esto, que es fácil de decir, es difícil de hacer. Crear la visión compartida con el personal. Un líder sin visión no es un líder. El líder debe construir la visión a partir de la visión de todo el personal de la empresa. La visión aglutina a todo el personal en torno a una idea. La visión no es ser visionario. Es algo muy distinto: es una forma realista de anticipar el futuro de la empresa y el papel que cada uno quiere desempeñar en ella. La visión permite canalizar las energías de las personas a fin de que contribuyan y aporten lo mejor de sí mismas y se sientan orgullosas de lo que hacen. El líder encarna este sueño compartido y, al mismo tiempo, se convierte en fuente de inspiración para todos. En definitiva, representa el puente entre el presente y el futuro Deshacerse de los esquemas mentales. Los esquemas mentales son imágenes, supuestos, creencias, historias que llevamos en la mente acerca de nosotros mismos, de los demás, de la empresa y, en general, sobre el mundo y que, por lo general, son aceptados por la mayoría. Un esquema mental, por lo tanto, suele ser invisible para el propio sujeto, pero influye sobre nuestro comportamiento. Por ejemplo, si tenemos una visión positiva de las personas, probablemente actuemos con más libertad que si tenemos una visión negativa, como podría ser pensar que la gente es poco honrada o poco sincera, etc.. En consecuencia, los esquemas mentales modelan nuestros comportamientos y restringen muchas veces el abanico de la diversidad de comportamientos que uno puede adoptar para responder a determinados estímulos. Entender los procesos de aprendizaje. El aprendizaje, el propio y el de los colaboradores, es la base del éxito del directivo y uno de los elementos diferenciales. Los modelos anteriores no sirven, o sirven de poco. Hay que inventar nuevos modelos. El aprendizaje en equipo será la práctica cotidiana, pero tampoco cabe desechar el aprendizaje individual; en este sentido, la práctica del coaching (hacer de lídercoach) es particularmente útil. El aprendizaje se puede realizar en cualquier momento y circunstancia, pero debe encaminarse principalmente a los temas clave, como la comunicación, el liderazgo, el dominio personal, el pensamiento sistémico, el trabajo en equipo, etc.. Es bueno que el directivo haga suyo aquel verso de Antonio Machado: "Caminante no hay camino, se hace camino al andar". Ser capaz, de vez en cuando, de detenerse para reflexionar. El directivo se suele ver envuelto en un continuo suceder de acontecimientos que transcurren durante el día, y suele tener poco tiempo para detenerse a reflexionar. Es curioso que en muchos seminarios de formación lo que más aprecian los directivos sea el hecho de "haber hecho un alto en el camino y poder pensar tranquilamente sobre nuestros problemas", y a la pregunta de "¿si esto es tan productivo, por qué no lo hacéis con más frecuencia?", la respuesta es obvia: "Porque no tenemos tiempo". Reflexionar es una tarea importante para el directivo: le permite recuperar fuerzas y asumir los procesos de aprendizaje para poder, después, catapultarse con más fuerza. Una última sugerencia, el directivo no tiene que ser un "superman", sino una persona normal que tiene equilibrado su mundo interior con el exterior, que busca constantemente una mejor forma de hacer las cosas. Es alguien que sus colaboradores no vayan a la empresa “a pasar el rato y cobrar”, sino a realizarse personal y profesionalmente, a progresar, a ganar dinero y, por qué no, a pasárselo bien. ¡Usted puede ser uno de ellos!. A modo de corolario, las funciones del líder se resumen en: ESTABLECER LA MISIÓN DECIR A LA ORGANIZACIÓN LO QUE SE ESPERA DE ELLA MARCAR LOS OBJETIVOS PROPORCIONAR RECURSOS SATISFACER LAS NECESIDADES DEL GRUPO SEGUIR LOS RESULTADOS RETROALIMENTAR A LA ORGANIZACIÓN Autor: Gerardo Goñi Amatria Cargo: CEO Director Gerente Empresa: Salcedo Título: Consorcios empresariales para compensar el tamaño Texto: Siguiendo el ejemplo del sector de la construcción con las UTE, debemos aplicarlo en el sector industrial para afrontar retos como la internacionalización, la logística, la I+D+I. Compartir retos limarán desconfianzas y acercaran las fusiones, absorciones, asociaciones...... Se deben potenciar los consorcios entre diferentes empresas con apoyos de las diferentes administraciones, asociaciones, cluster..... Autor: Iñigo Sagardoy de Simón Cargo: Presidente Empresa: Sagardoy Abogados Título: Nueva cultura laboral Texto: Tras unos años de crisis de empleo intensas y restructuraciones empresariales constantes, urge establecer un compromiso de todos los agentes sociales que intervienen en el mercado de trabajo para, entre todos, crear una cultura de construcción de un modelo laboral de relaciones laborales del S.XXI que potencie el empleo y el crecimiento empresarial. Un gran pacto de Estado en esta materia. Autor: Javier de la Peña Aranguren Cargo: Consultor Socio Empresa: Acorde Consulting Título: Fortalecer los valores para ofrecer más valor Texto: Creo que una de las claves para activar la reindustrialización reside en ofrecer a los empresarios e inversores una alternativa atractiva para su capital. El dinero es miedoso y normalmente acude a los lugares en los que se encuentra cómodo y aprecia posibilidades claras de crecer. Para atraer al capital propongo tres ideas, relacionadas entre sí, que inciden en el campo laboral, en el área educativa y en la capacidad para emprender. En los tres casos, me referiré a Valores. La primera idea se basa en que el capital limpio acude a lugares limpios, es decir, a sociedades sanas, responsables, serias y fiables con individuos e instituciones que demuestran unos valores y unas convicciones que seducen al inversor. Centrándome en la parte laboral, creo que para que la sociedad se comporte así, se deben fomentar valores adaptados a los nuevos tiempos, de los que surjan profesionales (gerentes, directivos, mandos intermedios u operarios) más autónomos, más responsables, más competentes y más productivos. Me parece necesario que los trabajadores cambiemos de paradigma laboral, pasando del modelo estático: "Ya tengo trabajo fijo; de aquí no hay quien me eche" al dinámico: "Fijo que tengo trabajo; confío en mí mismo, puedo ganarme el puesto día a día porque tengo capacidad de adaptación." Trabajadores que se esfuercen por crecer, que aporten cada vez mayor valor en su empresa y que reciban una retribución proporcional al valor aportado. Para mí, eso es igualdad. Otros valores que considero fundamentales son el respeto, la solidaridad y el compañerismo. Creo que el buen compañero/a es quien ayuda a los demás a ser mejores profesionales. Por ello, se debe distinguir a los trabajadores ejemplares e imitarlos puesto que son quienes trazan el camino de la superación, la excelencia y el gusto por el trabajo bien hecho. La segunda idea consiste en que la sociedad debe contar con los profesionales que demanda el mercado. Para ello, los centros de enseñanza y las universidades deben formar personas competentes, en diferentes niveles, que conformen una pirámide laboral robusta y equilibrada. Una base fuerte de profesionales con buenos conocimientos técnicos, capacidad para trabajar en equipo y vocación de mejora continua. Una franja intermedia de graduados, licenciados e ingenieros que, a lo anterior, añadan un claro perfil internacional, grandes conocimientos de gestión y capacidad de liderazgo. Y una cúspide de doctores y especialistas que toquen con la cabeza el techo del conocimiento y con los pies el suelo del taller. La dificultad para que una persona alcance una zona u otra de la pirámide debe ser proporcional al valor que genere en el desempeño de su profesión y, en consecuencia, a la retribución que reciba. Y la tercera idea se refiere a potenciar nuestra capacidad para emprender, modificando nuestros hábitos de ahorro e inversión, facilitando mecanismos para que los pequeños ahorradores puedan invertir su dinero en las empresas o prestarles capital de manera directa, sin intermediaciones. Algo así como el Crowdfunding que, citando a Javier Martín, se puede resumir como Personas con dinero que confían en personas con ideas y juntos trabajan para sacar un proyecto adelante. En mi modesto conocimiento y por hablar de lo que tengo más cerca, el tejido industrial guipuzcoano actual tuvo su origen hace más de 50 años, cuando muchos jóvenes que terminaban sus estudios de formación profesional se juntaban en cuadrillas, reunían un pequeño capital con el que compraban un par de tornos y una prensa y se ponían a trabajar cargados de ideas y de ilusión. Fueron las semillas de lo que hoy son excelentes empresas, sólidamente arraigadas, generadoras de empleo y riqueza, abiertas al mundo y, en algunas ocasiones, referentes en su sector. Muchas de ellas todavía conservan en su razón social los apellidos de sus fundadores. Igualmente admirable me parece el movimiento cooperativo, que tuvo y sigue teniendo una enorme presencia en el tejido industrial vasco. No creo que los cooperativistas ni los empresarios de entonces supieran, siquiera, el significado que hoy tiene la palabra pelotazo y al oirla pensarían que se estaría hablando de un partido del Athletic o de la Real. Pues bien, en cinco décadas hemos pasado de contar con jóvenes maestros industriales con vocación emprendedora a jóvenes universitarios que, en su mayoría, aspiran a ser funcionarios. Creo que es imprescindible dar la vuelta a esta situación. Recuperar la capacidad emprendedora, dar lustre a la imagen del empresario y apoyarle desde las instituciones y desde la sociedad en su conjunto. Autor: Javier Molina Vega Cargo: Socio Área Laboral Empresa: Cuatrecasa Gonçalves Pereira Título: ¿Puede la legislación crear empleo? Texto: A menudo nos formulamos la siguiente pregunta: ¿puede la legislación laboral hacernos más productivos? lo que inmediatamente nos conduce a otra cuestión, ¿puede dicha legislación generar empleo?, la respuesta lógica es que quienes hacen más productivos a los trabajadores son las organizaciones y que quienes generan el empleo son los empresarios. Sin embargo en ambos casos la legislación puede posibilitar o imposibilitar determinadas fórmulas que generen empleo, o que impida lograr la flexibilidad que exigen determinadas fórmulas de productividad. Si hace 5 años, les hubieran dicho que un videojuego consistente en lanzar pájaros gruñones para golpear unos cerdos patosos generaría un millón de empleos en el año 2013, nadie se lo hubiera creído. Si –como diferenció Expansión- una empresa bajo la denominación Proyectos Marcianos, investigase, gestionase y desarrollase las ideas que los trabajadores propusiesen a la Dirección de la Compañía, se lograría condensar una serie de habilidades y de perfiles que harían que las relaciones laborales pasasen de ser dependientes a colaborativas. A la vista de los nuevos retos del Siglo XXI y de los continuos cambios que las compañías tienen que afrontar a gran velocidad, éstas tienen que influir y cambiar sus estructuras organizativas y la dinámica de la prestación laboral. I.- Aspectos Organizativos. Los aspectos organizativos son absolutamente estratégicos para aumentar la productividad de una empresa –reitero que lo que hace productivo al trabajador es la organización-, y debe atender a tres ejes: concentrarse en lo esencial, gestionar el Talento y la transparencia en la toma de decisiones. 1.1 Concentrarse en lo esencial. La tendencia global es llevar a cabo una mayor externalización de aquello que no es esencial o que no es parte integrante del corazón del negocio. Buen ejemplo de ello son las Universidades virtuales, o los “Call Center” atendidos por ordenadores. En primer lugar hay que considerar que la externalización de una parte de su actividad como vía para reducir costes mediante la amortización de los correspondientes puestos de trabajo/ o la sucesión empresarial la denominada descentralización productiva o subcontratación- es, en principio, una figura perfectamente lícita en nuestro ordenamiento jurídico. Al respecto se ha pronunciado la reciente sentencia de la Audiencia Nacional respecto a NH Hoteles, empresa que externalizó todo el servicio de camareras y de gobernantas de piso de los Hoteles –en total 317 trabajadores-. Si bien la Sala de lo Social admite que los salarios que pasarán a cobrar las camareras subcontratadas serán inferiores a los que disfrutaban en su contratación directa –y siendo un hecho “absolutamente lamentable”–, no existe un derecho a la contratación directa ni se contempla deber alguno de la empresa de abstenerse de subcontratar partes de su actividad. Por tanto, esta decisión, de enorme importancia estratégica, tiene que atender a unos objetivos claros, siendo necesario neutralizar los riesgos inherentes a toda externalización. De no ser así́, una gestión no adecuada de la externalización o de la subcontratación puede ser una auténtica una bomba de relojería. Si tras el proceso de externalización, seguimos siendo nosotros los que impartamos las órdenes al departamento de mantenimiento que hemos externalizado, nos enfrentaremos con un gran problema. La externalización exige una nueva realidad y no una continuidad de los procesos a un menos coste. 1.2 Gestionar el Talento. Las nuevas organizaciones exigen de un desarrollo tecnológico, y de un desarrollo en las políticas de RRHH para aumentar su productividad. El desarrollo tecnológico, exige la suscripción de códigos Telemáticos desde el momento de la incorporación de los trabajadores a la organización. Este punto no debe ser negociado con la Representación de los Trabajadores, pues se incardina dentro del poder de dirección. Las organizaciones deben gestionar el conocimiento corporativo, esto es, la denominada plusvalía cognoscitiva. Ello exige que los esfuerzos queden en la compañía y no se pierdan por la salida de los empleados, para ello son esenciales los pactos de competencia post contractual y los acuerdos de propiedad industrial. Cabe recordar que dichos pactos llevan asociada una retribución, no obstante existen múltiples fórmulas para atenuar el impacto económico para la empresa, por ejemplo, la fórmula de retribución a cuenta de dicho pacto. 1.3 La transparencia en la toma de decisiones Se ha roto el paradigma de velar por el empleado, ya que este debe ser tratado como colaborador, y como tal hay que compartir con ellos la información que esté vinculada a sus objetivos. La definición de unos objetivos que pertenecen al poder de dirección no nos debe preocupar. Lo que debe ocuparnos es tener indicadores que nos ayuden a evaluar dichos objetivos, y que éstos sean accesibles para nuestros colaboradores, ya que constituirán un factor determinante para enganchar a la plantilla con el proyecto empresarial fijado. Asimismo los incrementos salariales no pueden estar ligados a factores exógenos a la empresa, tales como el IPC o el IPREM. Dichos incrementos deben vincularse con el rendimiento individual y los resultados de la compañía. La explicación de dicho cambio la encontramos en las estadísticas. Estas muestran que si los incrementos salariales se vinculan a factores exógenos, las plantillas son menos productivas, pues el esfuerzo individual no se premia, tratándose de un mero “pagar por estar y no por hacer”, lo cual ya no nos podemos permitir. Prueba de ello es que el Acuerdo para el empleo y la Negociación Colectiva 2012-2014 suscrito por los Agentes Sociales y la CEOE. Con un argumentario muy similar al que ahora defiende el Gobierno, los firmantes del citado pacto han logrado atajar las subidas nominales de los salarios y conservar la paz social en los años más agresivos de la crisis. En 2013, por ejemplo, el último con datos cuasi definitivos, la subida media ha sido de un 0,57%, cuando el compromiso era que subiesen, como máximo, un 0,6%. ¿Pero qué otros parámetros podremos utilizar para incrementar los salarios? • EBITA. • Índice de satisfacción de los clientes. • Reducción de las mermas en la producción. • Reducción de las incidencias con los clientes. • Reducción de reingresos postoperatorios. II.- Dinámica de la prestación laboral. 2.1 ¿Deber o derecho a la formación? El cambio de ciclo económico viene exigiendo unos nuevos perfiles profesionales de los trabajadores, los cuales deben estar en continuo estado de aprendizaje a fin de que exista una sintonía entre el perfil profesional y los nuevos retos a los que la Compañías se enfrentan. Por un lado, el legislador ha entendido que el trabajador debe contar, entre otros, con los siguientes permisos para la formación: a) El recogido en el art. 23. d) ET, esto es a la formación necesaria para su adaptación a las modificaciones operadas en el puesto de trabajo – este tiempo tendrá́ la consideración de tiempo efectivo de trabajo-. Pero el legislador tampoco desea contar con trabajadores que desprecien la formación, por ello ha permitido que se pueda amortizar el puesto de trabajo por falta de adaptación del trabajador a las modificaciones operadas en su puesto, si tras dos meses desde la terminación de la formación, el trabajador no se adapta al mismo. b) Por otro lado, encontramos la formación recogida en el art. 23.3 ET, vinculada al empleo, por la cual el trabajador tiene derecho a unas 20 horas anuales de formación profesional para el empleo, con la consideración de permisos retribuidos, acumulables por un periodo de hasta 5 años. Dentro de esta no se computarán aquellas formaciones que sean obligatorias por ley, como la impartida en materia de Prevención de Riesgos Laborales. Adicionalmente, este permiso está vinculado a la actividad de la empresa, lo que constituye una manifiesta ampliación de la redacción original, que estaba vinculada al puesto de trabajo. Ello denota una mayor preocupación del legislador por la empleabilidad de los trabajadores, a fin de hacerlos más polivalentes. Ello exige el control y desarrollo por parte de las empresas de planes de formación vinculados al plan de negocio de la Compañía. Sin esta herramienta no seremos capaces de aumentar la productividad de nuestras plantillas. Si no implantamos formación continuada haciéndola un valor de la Compañía se producirá́ un estancamiento, y adicionalmente nos veremos abocados a fidelizar a nuestros trabajadores mediante el salario, sin generar compromiso con la organización. Ante esta problemática, la respuesta empresarial habitual ha sido “es que una vez formados se me van”. Sin embargo hay que tener presente la posibilidad de acordar los llamados pactos de permanencia, recogidos en el art 21.4 ET, para que el trabajador tenga que indemnizar al empresario ante el abandono del puesto de trabajo. No obstante, no es viable ofrecer formación continua a aquellas posiciones que no son estratégicas o que no pertenecen al corazón del negocio, con lo que vuelvo al principio de mi intervención, la tendencia hacia la especialización requiere la externalización de aquello que no nos aporta valor. 2.2 Vinculación contractual. Las reformas llevadas a cabo entre el 2010 y 2012 han incrementado de forma significativa las medias de flexibilidad interna, pero ello no ha tenido efecto sobre la tasa de temporalidad. Dicha temporalidad no incrementa la productividad del trabajador, sobre todo cuando éste carece de cualificación. Sin embargo, la tendencia del legislador hacia la estabilidad en el empleo es contraria a las tendencias del mercado, que cada vez fomentan mayor número de puestos fijos de trabajo pero articulándose a tiempo parcial, o mediante contratos de grupo por proyecto. ¿Desconoce el legislador estos puntos? En ningún caso, el problema es que mientras la media de la Unión Europea en contratación a tiempo parcial se sitúa en el 22% sobre el total de contrataciones, en España es del 14%, aún cuando es cierto que en los últimos cuatro años se ha producido un incremento del 2%. Por otra parte, a diferencia del sector industrial, el sector servicios no gestiona bien el tiempo parcial, y desconoce la modalidad de contrato de grupo. Siendo consciente de estos cambios el legislador ha introducido importantes modificaciones en el contrato a tiempo parcial mediante el RD Ley 6/2013, de 20 de diciembre de medidas para favorecer la contratación estable y mejorar la empleabilidad los trabajadores. En definitiva, será́ necesario no bajar la guardia, atendiendo a los aspectos anteriormente mencionados, empleando las herramientas legales de las que disponemos, para que los cambios futuros nos encuentren “con los deberes hechos” y con unas estructuras organizativas que respondan a nuestro proyecto como Compañía, dispuestos a adelantarnos a los retos que plantean la Industria y la Empresa que viene. Autor: Joaquim Montsant i Montané Cargo: Director Territorial de Cataluña Empresa: CESCE Título: ¿Podríamos anticiparnos y evitar repetir escenarios de descrédito de la industria? Texto: ¿Es viable que un país de la dimensión de España sólo se dedique a los servicios?. Es evidente que no . Todos coincidimos que la industria es: • • • • • • • • • Un motor de crecimiento, Dinamizador de la formación, De las infraestructuras ( logística entre otras..), De la energía, De las "políticas de innovación", La industria es clave para generar puestos de trabajo de calidad y estables, Permite competir en calidad y no en coste, Es un elemento de cohesión en el territorio , Y más .... En nuestro pasado reciente la industria ha perdido algo de prestigio , incluso se ha podido ver como un enemigo casi como un problema . Todos coincidimos que en esta nueva etapa de la postcrisis una de las variables será reforzar las bases para el redescubrimiento de "la nueva industria". En esta nueva fase debemos invertir con visión de medio y largo plazo conceptos claros de futuro en la escuela primaria , en la enseñanza secundaria.. ¿Cuántas visitas a empresas industriales realizan nuestros hijos en sus programas de formación de actividades escolares ? Os animo a que lo consulten. Autor: Joaquín López Avellaneda Cargo: Abogado Empresa: Cuatrecasas Título: Revolución Texto: Propongo profundizar en las siguientes cuestiones: • Incentivos no monetarios: Por ejemplo, premiar la productividad con una mayor flexibilidad horaria, y una mejor compatibilización de la vida personal y laboral. • Incentivos a la natalidad: Ya que el Estado aún no tiene unas políticas económicas serias de apoyo a la familia, a lo mejor la empresa puede dar el primer paso. • Utilización de las nuevas tecnologías para coordinar a los equipos, evitando reuniones que suelen resultar poco productivas. • Respeto absoluto a los tiempos vacaciones (o bajas), de modo que solamente puedan ser alterados en casos muy excepcionales, de forma que se pueda desconectar realmente de la actividad laboral y desarrollar otros aspectos, personales y/o familiares, muy necesarios en el ser humano. • Acabar con la cultura de que “todo es urgente”, pues se puede caer en una multitarea, improductiva, insatisfactoria para todos, y que en ocasiones destruye trabajo en vez de crearlo. Para ello se deben establecer las prioridades de forma realista y respetar escrupulosamente los tiempos (“deadlines”) asumidos. • Explorar en nuevos espacios de tomas de decisiones: A veces, el propio entorno de la oficina coarta la creatividad. A lo mejor se pueden utilizar espacios de ocio, más relajados, para determinadas tomas de decisiones. • Realización de cursos periódicos, dentro de la empresa, acerca de la gestión del tiempo. • Aplicación, en la empresa, de las técnicas de dirección y motivación que utilizan los equipos deportivos (fútbol, baloncesto,…) de élite. Autor: Joaquín López Avellaneda Cargo: Abogado Empresa: Cuatrecasas Título: Sana competitividad Texto: Se proponen una serie de puntos para mejorar la competitividad: Premiar la productividad individual y los esfuerzos que reviertan en la empresa. No inclusión del “up por out” en las carreras laborales, ya que, en mi humilde opinión, tiene más inconvenientes que ventajas, pues puede producir cierto desarraigo del profesional en la empresa, instaurar la idea de permanente temporalidad en el puesto de trabajo, rencillas internas, competitividad insana, sometimiento exclusivo de la empresa a las cifras de facturación,… Los sindicatos deben salir de la época de las fábricas en que viven anclados, y adaptarse a los nuevos tiempos, estando “junto al” empresario, y no “contra el” empresario, en la consecución de fines óptimos para ambas partes. Ello no debe implicar la pérdida de independencia de los sindicatos en la defensa de los legítimos derechos de los trabajadores. Eliminaría la figura del liberado sindical, en los términos en los que la conocemos, ya que la mejor forma de defender los intereses de los trabajadores es estando entre ellos, trabajando día a día. Se podría crear una figura de representación de los trabajadores, con un régimen jurídico adecuado que le permita desempeñar sus funciones (p.ej. que no pueda ser despedido de su puesto, excepto es casos tasados, limitación temporal de sus tareas sindicales, compatibilización de la jornada laboral con sus funciones sindicales,…) Establecimiento de reglas sanas de competitividad interna en las empresas, orientadas al bien común, para lo cual se necesita definir claramente, de antemano, las carreras y promociones, para evitar desengaños. Implantación de comités de deontología en las empresas: Incluso no tendría miedo en hablar de la necesidad de una ética para la actividad de la empresa y de quienes la conforman. Creo que la gravísima corrupción en que estamos inmersos no es solamente de la clase política, sino que la raíz está en una crisis moral de la sociedad, pues las cifras actuales de economía sumergida dan cuenta de ello. Partiendo del lógico respeto de las creencias de cada uno, se pueden instaurar en la empresa unas reglas básicas de ética empresarial. Quizás pueda ser el germen de la regeneración que, a mi parecer, necesita la sociedad en su conjunto (clase política incluida). Autor: Joaquín López Avellaneda Cargo: Abogado Empresa: Cuatrecasas Título: Mentalidad global Texto: Un aspecto importante es la concienciación empresarial de que las relaciones comerciales cada vez más traspasan las fronteras. Para ello se puede: • Trabajar y mejorar aquellos productos que distingan a la empresa y tengan encaje en otros países. • Inclusión de la enseñanza de idioma extranjero como parte de la retribución salarial. • Identificación de la “Marca España” con lo artesanal, lo duradero. • Analizar la posible exportación del “know-how” en aquello en lo que se tenga experiencia contrastada (p.ej. en el sector de la construcción, pública y privada,…). • Estimular en los trabajadores una mentalidad global, por ejemplo, mediante becas en el extranjero (en empresas del sector), programas de intercambio, valorando especialmente estas circunstancias, y el aprendizaje y la mejora de idiomas extranjeros en los procesos de promoción laboral. Autor: Joaquín López Avellaneda Cargo: Abogado Empresa: Cuatrecasas Título: Renovación Texto: Fomento de la autofinanciación: Seguramente una mayoría amplia coincidimos en que la empresa en España ha acudido en exceso a la financiación externa en general, y a la bancaria en particular. Para revertir esta situación se pueden explorar las siguientes alternativas: • Potenciar los incentivos tributarios de reciente creación para otorgar créditos fiscales a las empresas que decidan destinar los beneficios a capitalizarse mediante la dotación a Reservas. • Regulación del denominado “crowfunding”. • Dotar del marco adecuado a los inversores de proximidad “business angels”), mejorando los incentivos fiscales a su inversión. En este punto la legislación anglosajona puede ser un buen espejo. • ·Mejora del Mercado Alternativo Bursátil (MAB). Otro de los puntos que pueden definir la nueva industrialización es el de la redefinición del puesto de trabajo, desterrando ciertos “tics” negativos de una cultura meramente presencial, poco productiva y a veces frustrante para el trabajador, que se limita a permanecer en su puesto simplemente por si se le necesita, lo cual se agrava cuando, en no pocas ocasiones, este esfuerzo no se valora. Las nuevas tecnologías pueden ser una herramienta útil para la consecución de un objetivo que satisfaga a ambas partes: la realización de las tareas en los tiempos fijados y la concentración del esfuerzo necesario para ello, sin tiempos muertos. Para profundizar en esta cuestión quizás se puede partir de una redefinición del concepto del “trabajo”, no tanto como un lugar (una mesa, un despacho,…) sino como una actitud, que puede ser desarrollada más allá de un espacio en concreto. Evidentemente, esta definición no será aplicable a todos los sectores (p.ej. en cadenas de montaje, o de producción), pero puede servir en sectores profesionales. Autor: José Ángel Sanjuan Cargo: Director Empresa: Electrolux Título: Implicación de las Administraciones Públicas Texto: Re-industrializar sí, pero es básico la implicación de las autoridades ya sean gubernamentales, autonómicas o locales, que por mucho ventanilla única la realidad es otra. Si necesitamos nuevos inversores que apuestan por industrializar nuestro país, es prioritario una implicación activa de las administraciones en la obtención de licencias, permisos, etc. ya que la realidad ha demostrado y demuestra que las cargas y trámites procedimentales con el objeto de agilizar y simplificar los trámite no funcionan. Ello ha llevado a que se pierdan nuevos proyectos por el retraso de permisos, y mucho más cuando dichas iniciativas afecta a varias administraciones Para fomentar una industrialización que agilice los trámites debemos contar con una legislación transversal, tal difícil de conseguir, donde competencias estatales, autonómicas y locales, se puedan gestionarse de forma única, rápida y eficiente. Autor: José Garrido Cargo: Socio Director Empresa: Innoción Título: Información, conocimiento, inteligencia… sabiduría Texto: De cómo la madurez es el resultado del viaje de la ignorancia a la sabiduría. Es un hecho que las personas, incluso las sociedades, funcionamos mediante modelos mentales que nos permiten actuar mecánicamente, sin necesidad de tener que estar descubriendo cada día lo mismo. Entre otras cosas, los modelos mentales nos ayudan a superar la complejidad del progreso, proporcionándonos la simplificación que necesitamos para seguir evolucionando. Y qué interesante resulta el paralelismo existente entre el desarrollo social de las personas y el de las tecnologías de la información. Partiendo de la ignorancia total vamos reuniendo una apabullante cantidad de información (Big Data) del mundo que nos rodea. Pero son las experiencias reales (In-Memory) las que filtran y convierten la información en conocimiento (BI) para construir nuestros modelos mentales (Analytics). Nuestro conocimiento se construye interrelacionando una ingente información de forma muy compleja, por lo que para manejarse con criterio y rapidez es necesario aprender a simplificar. Y esa capacidad de aprendizaje y simplificación es lo que determina nuestro nivel de inteligencia. Es decir, la inteligencia no es un don, es un desarrollo personal que nos ayuda a hacer un uso selectivo y acertado del conocimiento acumulado. Por tanto, la inteligencia es un factor determinante en el desarrollo humano y tecnológico, que nos permite evolucionar e innovar en base a experiencias y capacidades. Sin embargo, la madurez que se necesita para desarrollar un alto nivel de inteligencia puede no ser suficiente para identificar las carencias que tenemos. Es decir, es necesario un nivel superior de inteligencia para reconocer los límites, y eso representa otra oportunidad más para seguir creciendo e innovando. Ese nivel superior es la sabiduría, esto es, “saber lo que se sabe y lo que no se sabe”. El paradigmático Sócrates nació sabio, porque cuando dijo “sólo sé que no sé nada” estaba fundiendo en una misma sentencia la ignorancia y la sabiduría. Sin embargo, esa madurez luminosa que es la sabiduría se está convirtiendo en una dramática paradoja, pues la Sociedad la necesita, pero el Mercado la prejubila y el Gobierno la abandona, impidiendo así que los sabios sigan aprendiendo y enseñando. Ocurre lo mismo con la industria de nuestro país, que fue construida y desarrollada con un ingente esfuerzo, con la pasión de los emprendedores y la sabiduría de los grandes empresarios. Una industria que se enfrenta ahora a la paradoja de la madurez: la Sociedad añora su fuerza y nobleza como señas de identidad, pero los Inversores son cortoplacistas y el Gobierno no lo posiciona como objetivo estratégico, frenando así la transformación del modelo de producción tradicional en el modelo de innovación del futuro. Autor: José Luis Ferrero Cargo: eCommerce Empresa: Philips Título: Ideas a considerar para tomar las mejores decisiones en 2015: tendencias eCommerce Texto: 1.- Wearables: Incorporamos a nuestro quehacer diario productos mobile conectados que nos ayudan a seguir nuestros objetivos de salud y bienestar (empezó Nike+ con su pulsera y han seguido multitud de marcas y tipos, entre otros Lumo Lift que a las tradicionales funciones le suma que te ayuda a controlar la posición corporal) En breve tendremos el esperado iWatch y otros wearable del mundo del entretenimiento como Nixie, el primer Dron cámara wearable. En definitiva, las personas ya no solo llevamos nuestro smartphone sino multitud de aparatos conectados las 24h del día, generando big data que en el futuro las empresas gestionarán. 2.- Digital Home: El consumidor espera mucho más de sus objetos de casa, queremos que se comuniquen con nuestro Smartphone, queremos que se integren en nuestra identidad digital, conceptos que comienzan en otros países como el digital home de at&t comienzan a dar sus primeros pasos. Como ejemplo, la nueva serie de Syfy "12 Monkeys" que se integra con la iluminación inteligente HUE y veremos muchas más posibilidades en esta línea, como la app que modifica la iluminación de la casa para que las personas con dificultades auditivas sepan que están recibiendo una llamada, o se las etiqueta en Facebook o cualquier otro tipo de presencia Digital que hacemos que se relacione con nosotros a través de objetos cotidianos de nuestro hogar. 3.- Smart Cities: Las ciudades están cambiando, los servicios públicos pueden optimizarse mediante el control de presencia, medición de movimiento e incluso aportando conectividad wifi a los usuarios finales. Desde el punto de vista público, los ayuntamientos empiezan a poder tener posibilidad de generar y explotar un big data al que por ejemplo pueden acceder a través de la iluminación, específicamente de la iluminación de exterior pública (farolas), es el producto universal y presente en todas las ciudades y que es la puerta de entrada al concepto de ciudades inteligentes. 4.- Commerce 360º; se incorporan profesionales formados e informados, ya con experiencia Digital combinada con experiencia en sectores Offline, la mejor combinación! España vuelve a orientarse a liderar campos del retail. Muchas gracias a Inditex por ser innovador no solo en sus puntos de venta físicos sino también en sus tiendas Online y muchas gracias El Corte Inglés por ponerse las pilas con el Click and Collect. Y también y por supuesto, los proyectos ecommerce que con inteligencia y buen hacer logran ser sostenibles y crear empresa, citaré unos pocos aunque son muchos: www.regalador.com, www.vinopremier.com, www.demartina.com, www.ruralka.com, etc... 5.- Embalaje; Es un aspecto que empezamos a valorar los consumidores, con empresas que innovan y hacen las cosas muy bien y que ayudan a mejorar la experiencia de compra online. Las posibilidades son muchas, desde aproximaciones orientadas a la facilidad de uso y economías de costes como el "frustration free packaging" de Amazon (embalaje de fácil apertura y devolución, con los productos preparados para ser montados de manera fácil) hasta la inigualable experiencia de recibir un regalo enviado por www.demartina.com donde además del juguete se incluye el embalaje de regalo, una nota y unas chuches para los más pequeños. 6.- Logística; Las empresas de transporte han cambiado, aprovechan la oportunidad que supone las entregas a domicilio frente a la logística en "bulk" de hace unos años, nuevos modelos surgen con innovaciones interesantes, desde los vehículos eléctricos de iBird hasta la entrega en 60 minutos de Winding. Amazon incorpora la entrega same day y Seur entrega los domingos, en cualquier caso, la innovación en logística seguirá generalizándose para aportar flexibilidad y comodidad al comprador 7.- Consumidor: informado, preparado y digitalizado! Se incorporan jóvenes nativos digitales y también las generaciones mayores se digitalizan. El consumidor presenta demandas claramente por delante de la oferta de los fabricantes, los políticos y los canales de distribución. Esta tendencia solo hace que crecer y más nos vale ponernos las pilas. 8.- Dropshipping: Los modelos logísticos evolucionados como el tener figuras especializadas en almacenaje y entrega a consumidor que ofrecen sus servicios a las marcas y a las tiendas online van a ser una revolución muy interesante. Claramente suponen una racionalización de stocks, cash flow y márgenes de explotación. Tienen todo el sentido del mundo y poco a poco se irán generalizando. Apuesto a nivel personal y profesional por estos modelos, además, hay nuevos proyectos interesantes nacionales que iremos viendo en los próximos meses. 9.- Mercado global: Este es el gran cambio radical que nos aporta Digital, ya no jugamos en casa nunca más, nuestra casa es la aldea global y con algunas adaptaciones podemos competir y ser retados en cualquier parte del mundo. En España seguimos comprando más al exterior que lo que exportamos. Claramente seguimos teniendo déficit de proyectos eCommerce tanto con objetivos nacionales como con vocación internacional. Por suerte, hay muchos proyectos de startups y de digitalizar modelos de negocio actuales pero sigue habiendo espacio para nuevos proyectos en muchos campos. 10.- Impresoras 3D; los productos ideales no solo para los campos médicos y de fabricación de prototipos aplicando metodologías "lean" sino también como método para incorporar al hogar el máximo exponente de la personalización. En unos años, en el hogar, a las actuales impresoras de papel se sumarán las impresoras 3D hasta que finalmente las sustituyan dado que el papel se incorpora al eBook y se comparte por vía email / nube, sin embargo, los objetos físicos no se pueden compartir por otra vía que no sea la física y precisamente las impresoras 3D nos permitirán llevar al máximo exponente la tendencia "maker" en casa. Los objetos digitales pasan a incorporarse a nuestro día a día, en forma de wearables, a nuestra casa que se transforma en Digital Home y a nuestra sociedad en las Smart Cities del futuro presente. Por estas razones, 2015 comienza a ser el año del "Internet of Everything". Autor: José Miguel Zaldo Cargo: Presidente Empresa: Unal 3000 Asociados Título: Por una industria competitiva Texto: Como todos sabemos la industria es el conjunto de procesos y actividades que tienen por finalidad transformar materias primas en productos elaborados o semi elaborados o bien productos semi elaborados en otros productos de más valor añadido. Siempre ha existido la industria pero en los últimos años se ha sofisticado necesitando cada año más capital y más conocimientos por tanto asumiendo el empresario industrial muchos más riesgos que no se han visto compensados por beneficios más elevados, sino todo lo contrario, y ello ha provocado que muchos empresarios han decidido dedicarse a empresas no industriales, que requieren menos capital, tienen menos riesgos y han aportado beneficios más importantes como, por ejemplo, los servicios de todo tipo y las operaciones inmobiliarias que, aunque también requieren capital son de salida mucho más fácil y por tanto menos arriesgadas. Sabemos que la industria ha sido el motor de la economía desde el siglo XIX y el sector económico que más aportaba al PIB hasta mediados del siglo XX, pero desde entonces ha pasado a segundo término siendo sobrepasada por los servicios, pero hoy hay pocos que dudan de que será muy difícil desarrollar servicios competitivos sin un desarrollo industrial. Es por eso que hablamos de REINDUSTRIALIZAR, porque en el mundo occidental, entre ellos España, la industria no ha cesado de perder peso en nuestra economía. Para recuperar el desarrollo industrial es imprescindible que pongamos los medios para que las expectativas de beneficios en la industria sean proporcionales a los riesgos que corre el empresario y para ello, en líneas generales hace falta: • Que el acceso a terrenos y edificios industriales no sea excesivamente caro • Que el acceso a la financiación industrial tenga ventajas • Legislación laboral flexible y aceptada y apoyada por los sindicatos para que la industria sea a su vez flexible y adaptable al mercado y de ese modo genere riqueza y empleo para todos • Desarrollo de I + D al servicio de las empresas industriales, no solo en productos sino en servicios y procesos • Formación permanente e integral de las personas que trabajan en la industria • Poner recursos para que los principales factores de producción sean competitivos: energía, transporte y logística, materias primas,… • Regular, controlar y corregir el dumping • Favorecer la internacionalización inteligente que no suponga cerrar nuestras industrias en España sino fortalecerlas Lo que se trata es de crear los condiciones para que en España tengamos empresas industriales competitivas, es decir empresas capaces de competir en el mercado global, dando productos y servicios por los que los clientes paguen suficiente para generar beneficios suficientes para seguir invirtiendo y creciendo y, al mismo tiempo, pagando lo suficiente para satisfacer a las personas y a los inversores. Para esto es necesario tener una clara decisión política y crear un gran consenso social y, sobre todo, pasar a la acción con un plan a largo plazo que no esté sometido a cambios importantes con cada cambio político. Autor: Liberto Pereda Romera Cargo: CEO Empresa: Kanvio Creative Título: Abriendo las empresas: empresas con sentido Texto: La primera recomendación que resulta del estudio elaborado por IBM, Leading Through Connections, Insights from the Global CEO Study es: Empoderar a los Empleados a través de Valores. Las organizaciones no tienen más remedio, en el entorno de cambio exponencial y creciente conectividad, que abrirse en todas las direcciones. Sin esta apertura es imposible alcanzar la flexibilidad necesaria para adaptar y re-adaptar la organización de forma continua. Cuando nos decidimos a “abrir” la empresa, o nos vemos imparablemente obligados a hacerlo, surge un miedo específico, el de “perder el control”. Un miedo que se articula en inquietudes como: “¿Cómo vamos a evitar el caos? ¿Cómo vamos a proteger el negocio y dar resultados si no hay control? ¿Cómo hacer que las personas, desde su libertad, estén alineadas con los objetivos de la empresa? Un miedo lógico teniendo en cuenta lo arraigado que está en las organizaciones el paradigma del control. Pero, por otra parte, un miedo que si no es superado, llevará a la organización a la obsolescencia, antes o después. Es cierto que tal vez ocurra a largo plazo, pero lo más probable es que pueda ocurrir (si no está ocurriendo ya) en el corto. Abrir la empresa es una enorme oportunidad, tal vez la única, para fomentar la innovación y mejorar los resultados. Ello implica contar con todas las personas en la organización. Personas que actualmente, en una mayoría significativa, se encuentran desmotivadas y faltas de compromiso. Ahora el miedo retumba aún más, ¿verdad? Y si recordamos que “esto de los valores ya se ha hecho anteriormente” y no ha funcionado, aún más. Muchas empresas disponen de valores corporativos, que fueron lanzados mediante grandes campañas de comunicación internas, acompañadas de todo tipo de “gadgets” promocionales, y sistemas de premios. Pero esos mismos esfuerzos de cambio han fracasado en la mayoría de ocasiones (se estima que en un 85% de las empresas), pues no puede haber cambio sistémico en la organización, si las personas, de forma individual, no pasan por el mismo proceso de cambio. Sin ir más lejos, hace no muchas semanas, un directivo me dijo al preguntarle sobre los valores de su empresa, debidamente enmarcados en bonitos cuadros colgados de la pared: “ah sí, pero eso es bla,bla,bla.” ¿Cómo podemos evitar de nuevo el fracaso en esta nueva exigencia sin que lleguemos finalmente al “game over”? En el esfuerzo de cambio anterior se trataba solo de alinear en valores, ahora se trata de empoderar a través de los valores. Sin duda alguna, un siguiente nivel que exigirá mucha más transformación a la organización y a sus miembros. La intención, sin duda, es positiva y debemos apreciar la voluntad de cambio. Es cierto que los CEOs y sus equipos directivos quieren cambiar. Es cierto que los empleados también. Todos, unos y otros, juntos, están más que hartos de correr rápidamente aunque sin moverse del mismo sitio, o incluso retrocediendo. Pero si no se abordan cambios profundos a nivel personal, tanto en los directivos como en las personas, lo más probable es que a medida que se vayan encontrando “fracasos” parciales en el camino del cambio, tanto unos como otros regresen a la casilla de salida, recuperando los comportamientos y actitudes anteriores. Para poder afrontar el cambio con éxito es preciso disponer de una cultura positiva orientada esencialmente a las personas, como primera prioridad, que al mismo tiempo desee mantener una atención al resultado en todas sus dimensiones. Una actitud orientada de forma equilibrada al qué se hace y principalmente al cómo se hace. La voluntad de cambio debe nacer de la estrategia de mantener un punto de anclaje claro en los valores corporativos, y la intención de ver en todas y cada una de las personas en la organización, una oportunidad de expresión creativa de los valores, en todas sus decisiones, a partir de comportamientos alineados. Se trataría de facilitar la transición sistémica desde la realidad actual (valores actuales) a una nueva realidad (valores nuevos). Es importante también tener en cuenta, como dice el Dr. Chris Argyris de la Universidad de Harvard, los gaps entre los “valores nominales” y los “valores practicados”. Para ello, el punto de partida es explorar la situación actual, de los valores actuales, y de su contribución a la posición que ocupa la empresa en la actualidad. Por ello entiendo el cambio a iniciar como un proceso evolutivo desde un punto A (realidad actual) hasta un punto B (realidad futura o deseada). Pienso que el proceso pasa por apreciar lo que se tiene, aceptar dejar atrás lo que ya no “sirve” en el futuro, integrar el destino planteado y finalmente invitar al movimiento sistémico (individual y colectivo) en la dirección del cambio deseado. Es necesario para ello que las personas entiendan como existen comportamientos alineados y comportamientos no alineados con los valores actuales, como se generan los mismos, y como hacer para que con los nuevos valores no se produzcan dichos desalineamientos. Esta sería la palanca de cambio para la integración y la voluntad de cambio, que permitiría la transición deseada hacia el nuevo conjunto de valores. Un enfoque que se basa en fomentar la integridad para el cambio y el crecimiento de la organización y sus miembros. Y no debemos olvidar que las personas cambian si quieren cambiar, y para que quieran cambiar precisamos de un ingrediente fundamental : dar sentido a la empresa y a las personas. En el mismo informe de IBM, hay una cita de Arkadi Kuhlmann, Fundador de ING Direct EEUU, destacada: “Queríamos contratar ‘trabajadores’, pero quienes acudieron eran ‘seres humanos’. Los medios sociales están conduciendo este cambio. El trabajo se está convirtiendo en expresión de los valores personales”. ¿Qué diría Frederick W. Taylor si levantara la cabeza? ¿Tanto nos habíamos olvidado de que somos ‘seres humanos’ y no ‘recursos’? Se aprecia, no sabría decir a que velocidad, un cambio en el mundo de las empresas. Un mundo que se había encerrado en si mismo, empresa a empresa, de forma que había un dentro y un fuera. Se crearon así los “muros corporativos”, muros que no solo separan y cierran a la empresa hacia fuera, sino también hacia dentro, creando silos y rincones de todo tipo. Y en este cambio, se comienzan a ver algunas ventanas abiertas de par en par, permitiendo que el aire nuevo desvanezca lo más rancio. Tal vez no sean muchas las empresas, pero sí las ventanas. Este proceso de apertura hacia la empresa abierta, es necesario, natural y por ello imparable. Con este cambio – empoderar mediante valores, dar sentido a las personas y a las organizaciones, y fomentar la integridad para el cambio y el crecimiento- surgirán nuevos retos, fascinantes y hasta ahora desconocidos. Para afrontarlos, se deberán dejar atrás los miedos, en todos los niveles, y abrazar el cambio (por fin parece que esta palabra dejará de estar en las listas negras de muchos) con determinación de explorador y espíritu de aventura colectiva e individual. Llevar a cabo un proceso de empoderamiento a través de los valores no es simplemente un proceso de definir los valores en la “cúpula” de la empresa, planificar su comunicación y difundir el nuevo mensaje, con nuevos cuadros con los valores para las paredes. Haciéndolo así, como se hizo anteriormente en esfuerzos similares, se provocará lo que muchos llaman resistencia al cambio, y que al final todo se quede en bla,bla,bla. Las personas cambian si quieren cambiar. Por ello el cambio debe abordar también la dimensión individual, desde la motivación intrínseca de cada persona, facilitando la voluntad de cambio individual en favor del cambio sistémico. Un cambio que se produce cuando la persona siente la tensión creativa que emana de conocer la situación actual (punto A) y sentirse inspirado por la situación futura (punto B). Una tensión que moviliza a la persona y le inspira a aportar pasión y responsabilidad. Una tensión que hace que la persona quiera cambiar. Para ello necesitamos honrar, escuchar, inspirar y comprometer. Como he mencionado anteriormente, según diversos estudios, un 85% de las iniciativas estratégicas de cambio en las organizaciones fracasan. Para permitir el éxito, es preciso abordar el cambio de forma sistémica, al tiempo que se gestiona el cambio contemplando tanto las peticiones internas como externas. El éxito es posible siempre y cuando: • Las personas pasen por el mismo cambio fundamental, mental y emocional, que se desea para la organización. • Se entable un diálogo continuo y valiente que traiga a la superficie aquello que pueda estar escondido en la cultura, y que permita que la transformación personal se traduzca en cambio sistémico cultural. Con todo ello se hace necesario esta doble dimensión, individual y colectiva, para facilitar la transición desde A hasta B. La dimensión individual necesita abordarse en todos los niveles jerárquicos. Una organización es un conjunto de sistemas anidados. Cada departamento, cada función, cada persona es, en si misma, un sistema que es preciso alinear con la intención y objetivos del sistema mayor, la organización. A su vez, este es parte de otros sistemas mayores (mercado, sociedad, etc.). El cambio sistémico se logra cuando una mayoría radical (en torno al 80%) de sus integrantes (individuales y grupales), han hecho suyo el cambio, y han comenzado a caminar desde A hacia B. Se tratará, de alguna manera, de gestionar la velocidad del cambio. Defino los siguientes hitos a alcanzar: a) una masa critica (“tipping point”) del 15% adopta el cambio, b) lo adopta la mayoría del 80%, c) la totalidad del colectivo (gestión permanente y continuada). Un cambio de esta envergadura debe arraigarse, como he mencionado anteriormente, en la motivación intrínseca de las personas, teniendo en cuenta las necesidades de las personas y sus valores personales. Asimismo, para fomentar espacios para la motivación intrínseca la persona necesita autonomía, capacidad de desarrollar su maestría personal, y propósito. Establecer el contexto de cambio es un aspecto fundamental del proceso para empoderar a las personas (directivos o no, todos “seres humanos”) a través de los valores. ¿A qué se han cerrado las empresas como para que ahora sea preciso abrirlas? Reflexionando sobre esta cuestión, he recordado que una empresa es una estructura creada por el ser humano para organizar (o intentarlo) su actividad con la intención de alcanzar un fin, un objetivo, un propósito o una misión. En este sentido, la estructura surge tras el propósito. Necesitamos de estructuras para poder expresar nuestra creatividad y materializar aquello que previamente hemos imaginado o soñado. Sin estructuras no es posible la manifestación del sueño o visión. La estructura nace así de la libre elección, desde la libertad individual y colectiva. Sin embargo, en la actualidad, parece como si una empresa sea un fin en si mismo. El foco mayoritario está en conservarla, en mantenerla, en evitar su desaparición. De ahí, tal vez, surgen todas esas estrategias de “recortes” y “ajustes”, pues “hay que salvar la empresa”. En un gran número de empresas, ya no cuenta la misión, ni la visión, ni el sueño inicial, ni los valores. Nada de aquello que consiguió en algún momento movilizar a las personas para hacerlo realidad. En esas empresas, tan solo cuenta “llegar a fin de mes”. Derivado de estas estrategias, nace un sentimiento de frustración generalizado, tanto en quien las “dirige” como en quien es “dirigido”. De alguna manera, se ha roto el “sueño” y se gestiona desde la “pesadilla” de la potencial “muerte” de la empresa. Cuando la estructura es un fin en si misma, nos olvidamos de que se trata de una creación humana, al servicio de fines humanos. Las estructuras son por definición caducas, pues existen tan solo para responder a un fin. En el momento en que se considera a la propia estructura como un fin, en ese mismo instante está probablemente comenzando a destruirse la estructura. Es como si un edificio, construido para albergar personas, sus sueños, sus vidas, sus esperanzas, sus proyectos, etc. se convirtiese en una prisión, donde lo que cuenta es el tiempo que te queda para salir de nuevo a la calle”. Son muchos los imperios (estructuras en definitiva) que han desaparecido porque en algún momento de su evolución se convirtieron en finalidad. Cuando las decisiones se comenzaron a tomar en función del mantenimiento de la estructura (del imperio), entonces comenzó a vaciarse la estructura de “sentido” y a expulsar con la fuerza centrífuga de aquello que no tiene sentido, a las personas y su esencia. Necesitamos recordar que lo importante no es la estructura, que lo importante son las personas y como desde nuestra acción nos alineamos con la vida. Por ello, además del “qué” y el “como”, es preciso introducir de nuevo la pregunta más poderosa de todas, ¿para qué hacemos lo que hacemos? Solamente cuando la respuesta a esta pregunta transcienda las barreras personales y los muros corporativos, se podrá volver a tocar los corazones de las personas, y conseguir despertar su pasión y poner su iniciativa y su creatividad al servicio del “para qué”. Mientras tanto, se seguirán perdiendo oportunidades y rechazando inconscientemente las posibilidades que ofrece la inteligencia colectiva. A eso precisamente es a lo que se han cerrado las empresas, a acceder a la inteligencia colectiva, pues la estructura fundamental que se ha adoptado es la jerárquica, en la cual unos mandan y otros ejecutan. Necesitábamos, no obstante, explorar todos los “rincones” de la estructura “empresa-jerarquía”, antes de aprender y reconocer el precio que se tendría que pagar. La jerarquía crea separación, pues en ella se tiende a etiquetar a unos y a otros, con todo tipo de “adjetivos” y “nominaciones”. Hace creer que “1+1=2”, lo que desemboca en dualidad de objetivos, de fines, de misiones, por tanto rompiendo el alineamiento de intenciones y acciones. Lleva a la negociación, y aleja de la co-creación. En realidad, “1+1=3”. Existes “tu (1) como lector, existo “yo” como escritor, y existe la relación “lector-escritor”. La relación es ciertamente invisible, pero precisamente por ello indestructible. La relación es la razón, consciente o no, de co-crear algo. No puedo adivinar, aunque si intuir que nos une algo más que la lectura de este artículo. Nos une, probablemente, un “sueño” o visión. Tal vez una aspiración compartida de desencadenar, provocar o participar en el cambio necesario en la forma en que se organiza nuestra acción humana, con empresas o sin. Ese “3” es lo que aúna voluntades, esfuerzos, pasiones, dedicación y contribución. Abrir las empresas implica enfocar ese “3” con determinación a través de co-escribir la misión, la visión y los valores. En definitiva, co-crear el “para qué”, como vía para dar “sentido” a lo que “hacemos”. Sin sentido, no hay compromiso, hay sumisión. El compromiso visto desde la perspectiva del “1+1=3” implica Relación (CON), Disposición (PRO) y Misión (MISO). Una misión compartida que queremos co-crear y alcanzar juntos. Las personas, en roles de liderazgo funcional, que permiten que las empresas se abran, están en el fondo abrazando este nuevo paradigma, en realidad muy antiguo, del “1+1=3”. Estarán creando Empresas con Sentido. Autor: Manuel Giménez Abril Cargo: Director de Personas y Organización Empresa: GAES Título: Focalizarse en sectores, con estructuras virtuales que permitan una planificación y gestión como una empresa de cada sector Texto: España tiene que identificar en que sectores quiere crecer industrialmente para ser competitiva globalmente, y como. Hay que focalizarse. No es suficiente medidas genéricas de reindustrialización o de I+D+I, o de tecnología… Tienen que ir enfocadas y dirigidas a unos sectores concretos, y a afrontar la realidad industrial de España, que aparte de los grandes grupos por todos conocidos, es una estructura empresarial basada en pymes con las cuales es difícil competir a nivel global (pero posible y hay casos de éxito que lo demuestran) y generar un volumen importante de puestos de trabajo en pocos años. No todo puede basarse en dirigirse a la tecnología y su desarrollo (que es imprescindible) pero finita (los ingenieros informáticos, en telecomunicaciones, etc, son limitados) y la gran masa laboral de este país no son ingenieros . Sino que debe orientarse por un lado hacia que sectores queremos potenciar con la tecnología para ser líderes mundiales, y por otro como explotar e industrializar las innovaciones o avances tecnológicos genéricos. Sino, y como está pasando algunos de estas innovaciones tecnológicas terminan alimentando industrias de otros países o simplemente haciendo ricos a sus inventores y son comprados por otras empresas, pero no ayudan a reindustrializar España. Por tanto los pasos tienen que ser concretos y crear o asignar a alguna estructura la planificación en detalle y seguimiento de los mismos. Es decir se trataría de hacer un gran proyecto de reindustrialización de país y no medidas sueltas, gestionando como una gran empresa • Elegir sectores donde competir y donde el precio de la mano de obra no sea decisivo por no competir por bajo precio. España tiene algunos sectores en los que ya ha demostrado su potencial y capacidad como retail + fabricación textil (modelo Inditex, y otros), temas de Ingeniería, grandes obras e infraestructuras, etc , que seguir potenciando y replicando. Y otros no tan obvios pero con casos de éxito y un gran potencial sobre los que innovar y crecer con nueva tecnología. Las tecnologías y maquinarias para la alimentación, alimentos procesados orientados a mercado gourmet y gastronomía (España tiene la materia prima), mobiliario y decoración de alta gama (España tiene la experiencia), etc. Así mismo sería necesario estudiar que pymes nuestras (y en que sectores) están teniendo éxito a nivel internacional y como hacer crecer exponencialmente esos sectores y pymes. En paralelo tener una línea de trabajo centrada en identificar sectores que se pudieran potencias resultado de innovaciones o desarrollos tecnológicos que se puedan aprovechar en sectores diferentes a los anteriores, y que pudieran crear una ventaja competitiva. • Definición de mercados potenciales y objetivos. Hacer un estudio al respecto marcando objetivos, retos y competidores. • Hacer planes de desarrollo, innovación, inversión, tecnología y agregación específicos de empresas de los sectores escogidos de acuerdo a los mercados y objetivos definidos. Orientar los recursos económicos y facilidad de inversión a estos sectores, creando proyectos globales que integren grupos de empresas, y desarrollando los modelos adecuados para hacerlo efectivo (clusters?), pero con una unidad de dirección. • Potenciar y orientar la educación, formación e investigación universitaria hacia los sectores escogidos • Crear plataformas conjuntas por sector para la comercialización vía internet tanto a empresas como a particulares a nivel mundial. Invertir económicamente en posicionamiento en internet a nivel de cada país. • Concentrar la labor de comisiones comerciales y de todas las embajadas españolas en apoyo comercial • Mantener medidas de potenciación de emprendedores y creación de pymes, como manera de ir alimentando con nuevos sectores el punto 1. Autor: María Bastida Domínguez Cargo: Contratado Doctor Empresa: USC Título: Gestión del Talento Global Texto: En el entorno hipercompetitivo actual, las empresas se ven obligadas a internacionalizarse ya no como estrategia de crecimiento, sino muy frecuentemente como vía de sostenibilidad y superviviencia. En este contexto, existe abundante información sobre trámites, procedimientos, ayudas, subvenciones, programas y, en general, todo tipo de herramientas e instrumentos (administrativos, financieros y comerciales) necesarios para acometer la internacionalización. No obstante, se presta por lo general poca atención a la necesaria capacitación, preparación y gestión del personal que va a ser enviado en tareas internacionales. Las empresas deben ser conscientes de que la gestión de sus recursos humanos internacionales presenta características que obligan a un tratamiento diferencial y específico en todas las áreas de gestión -selección, formación, retribución- para conseguir un desempeño eficaz y eficiente. De igual relevancia es considerar que estas personas, en el transcurso de su etapa internacional, van a adquirir una serie de capacidades (autonomía, discrecionalidad, habilidad para interactuar con otras culturas, conocimiento sobre la forma de hacer negocios en un contexto internacional, etc) no replicables por otras empresas, puesto que se corresponden con una etapa concreta, y un entorno y persona individual. En consecuencia, si son correctamente gestionadas e internalizadas, pueden ser la base de una ventaja competitiva sostenible en un contexto de economía global. Autor: Nuria Vilanova Cargo: Presidenta Empresa: Inforpress Título: Reindustrialización o el reto de poner de moda las ingenierías en España Texto: Necesitamos campañas de comunicación que lleguen a los jóvenes. Sin ingenieros no hay industria y sin industria no hay reindustrialización. Claramente estudiar ingeniería no está de moda. Cambiar esta situación es un proyecto de país. Necesitamos jóvenes con habilidades adaptadas a las necesidades de las empresas. Desde mi punto de vista, la reindustrialización pasa necesariamente por la formación en ciencias. Las ingenierías, física, química o matemáticas no son ya solamente carreras aspiracionales, sino herramientas clave para determinar el éxito. El objetivo debe ser formar jóvenes y emprendedores capaces de ponerse al mando de las empresas familiares, liderar los grandes grupos multinacionales y ser capaces de poner en marcha las ‘start ups’ más innovadoras. Un ejemplo lo encontramos en América Latina, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), también conocido como Instituto Tecnológico de Monterrey (TEC). Impulsado en 1943 por Eugenio Garza Sada, entre otros empresarios mexicanos, el TEC de Monterrey es una universidad privada, que está considerada entre las mejores instituciones formativas del mundo. Es también la institución universitaria con mejor reputación entre los empresarios en Latinoamérica. En sus planes de estudio cuenta con cinco áreas de estudio con un total de 54 carreras. Entre estos grupos destacan las ingenierías, así como las tecnologías de la información y electrónica. Cuentan también con áreas especializadas en administración y finanzas, ciencias sociales y salud, éstas últimas también relacionadas con ciencias, como ingeniero biomédico, aunque sin olvidar la cirugía. Por otra parte, el TEC mantiene vivo el vínculo entre la formación y la empresa a través de los ex alumnos, empresas e instituciones. Su objetivo no es sólo dotar a los jóvenes de buenas herramientas para su futuro profesional, sino de un modelo de valores con el objetivo de formar “líderes con espíritu emprendedor, sentido humano y competitivos internacionalmente”. Autor: Raúl Cortés Cuba Cargo: Director Comercial Región Andalucía Empresa: Adecco Título: El modelo de outsourcing como herramienta de mejora de competitividad Texto: El tejido industrial de nuestro país necesita herramientas para acometer cambios estratégicos que permitan adaptar nuestras organizaciones a las demandas del mercado. La estrategia pasa por concentrar los esfuerzos en la mejora de competitividad, de eficiencia y de flexibilidad en el marco de un escenario cambiante en el que las empresas necesitan optimizar y dimensionar su cadena de suministro a los vaivenes de la demanda. La externalización de procesos (Outsourcing) es una herramienta que cada vez está ganando más peso en nuestro tejido empresarial permitiendo a las organizaciones centrar sus esfuerzos en el “core” de su negocio poniendo en manos de un tercero especializado los procesos que se alejan de su competencia distintiva. La decisión de externalizar un proceso que actualmente está acometiendo, o puede llegar a acometer la propia empresa, es una decisión estratégica, y por ello se tienen que tener muy claros factores relevantes: los motivos que llevan a externalizar, el escenario jurídico en el que se enmarca la relación mercantil, la reubicación de los recursos que actualmente están realizando esta actividad en la empresa, el coste de la operación y, por supuesto, el socio con el que vamos a contar para llevarlo a cabo. Vayamos por partes. Hay diversos motivos para externalizar una operación en una organización, pero el objetivo fundamental debe ser la mejora de la eficiencia del proceso. Habitualmente los cuadros directivos de las industrias, por pura lógica, centran sus esfuerzos en conseguir optimizar el diseño y los procesos principales de fabricación de sus productos. En cambio, determinados procesos como el abastecimiento a la cadena de producción, la expedición de producto terminado, las verificaciones de calidad, etc. son considerados como secundarios, aunque también generan sus ineficiencias y son susceptibles de mejora. En estas áreas es donde un outsorcer profesional puede gestionar el proceso y conseguir mejoras que redunden en la calidad y competitividad del producto final. Se trata de analizar las fases del ciclo productivo anexas al núcleo principal de la empresa que podemos externalizar para mejorar su eficiencia. Aspecto relevante es el escenario jurídico en el que se enmarca una operación de Outsourcing, dado que un planteamiento erróneo puede provocar resultados contraproducentes. Los factores jurídicos clave a tener en cuenta a la hora de externalizar una operación son fundamentalmente el concepto de sustantividad del proceso, la dirección y control en la ejecución del mismo, los medios materiales, técnicos y organizativos, y la asunción de riesgo empresarial por parte de la empresa contratista. Nos referimos a sustantividad propia en tanto en cuanto el proceso que externalizamos tiene que ser concreto y determinado. No cabe aquí hablar de externalizar un puesto de trabajo ni un turno concreto, hablaremos siempre de externalizar una actividad, una operación o un proceso en el que la empresa contratante no va a participar directamente porque ha decidido ponerlo en manos de un tercero. Por lo que respecta a la dirección y control de la operación, ésta debe recaer en la empresa contratista (outsourcer), que está obligada a designar un responsable de la operación en cuestión, que es la persona que dirige el equipo de trabajo y gestiona la comunicación con la empresa cliente (contratante). La tercera de las claves, aportación de medios materiales, técnicos y organizativos, debe ser realizada por parte de la empresa contratista, o bien, si se utilizan instalaciones y medios de la empresa contratante, el uso debe venir amparado por el correspondiente contrato de cesión o arrendamiento de instalaciones y/o maquinaria. Por lo que respecta a la asunción del riesgo empresarial, implica que la empresa de Outsourcing organizará la ejecución de las operaciones con los recursos adecuados y suficientes para realización de la misma, asumiendo que las condiciones económicas reflejadas en contrato generarán beneficios o pérdidas económicas en función de la gestión de recursos y medios del contratista. Una muy recomendable forma de demostrar la asunción de riesgo empresarial por parte de la empresa contratista es la de diseñar un sistema de tarificación variabilizada a productividad, es decir, que la empresa contratista facture a la empresa contratante por pieza verificada, por pallet cargado en camión, por movimiento realizado, etc. En el apartado de reubicación de recursos, la casuística es diversa y requiere de un análisis pormenorizado de cada situación concreta. Como punto de partida, el escenario ideal para la toma de decisiones de externalización de procesos es el incremento del dimensionamiento de la empresa, motivado por la asunción de nuevas operativas, la fabricación de nuevos productos, la ampliación de instalaciones o, simplemente, por la recuperación e incremento de la actividad económica tras superar una etapa de restricción de producción. Dotar a la estructura productiva de nuevas operaciones externalizadas es el más cómodo de los escenarios, pero evidentemente no siempre el escenario es tan sencillo. Para situaciones más complejas y, una vez agotadas las posibilidades de reubicar a los recursos que actualmente realizan esta operación, hay que analizar cada situación concreta y contar, como veremos más adelante, con un proveedor con solvencia jurídica y experiencia contrastada que nos ayude en la toma de decisiones más acertada. El capítulo de coste de la operación, es un aspecto muy importante. Hemos mencionado anteriormente la importancia de trabajar con un coste variable ligado a productividad realizada. Es la mejor de las opciones, pero el elenco de modelos de tarificación es variado en este tipo de mercado. Es importante centrarse, no tanto en el precio por recurso destinado a la operativa, si no en el número de recursos que el proveedor quiere destinar para la gestión del proyecto. Debemos exigir a nuestros proveedores de Outsourcing que trabajen en la mejora y optimización de los medios y recursos destinados a la operativa. De lo contrario, podemos encontrarnos con outsourcers “acomodados” que han dejado de aplicar el concepto de asunción de riesgo empresarial. Se debe trabajar en mejora de eficiencia y se deben trasladar los ahorros conseguidos a la empresa contratante, de manera que se refuerce la posición de “win-win” por ambas partes. Para terminar, que no por menos relevante, es importante madurar la decisión del proveedor adecuado para ejecutar un proceso de Outsourcing, ya que estamos poniendo en sus manos una operación que debe de tener bien asegurados los resortes jurídicos, que requiere de la consecución de unos Key Performance Indicators (KPI’s) de calidad y productividad, que probablemente requiera de la realización de inversiones iniciales, y que tiene que saber gestionar adecuadamente la asignación de recursos a demanda de la empresa contratista. El proveedor elegido debería ser una empresa solvente, tanto financiera como jurídicamente, debería tener experiencia contrastada en el ámbito de los recursos humanos, tanto para la selección de equipos de trabajo, como para la adaptación de los mismos a la demanda de la operativa, sin olvidar la formación y motivación de las personas que trabajan en las operaciones. Por supuesto se debe valorar la aportación de experiencia contrastada en el proceso que ponemos en sus manos para no caer en el error de, por ejemplo, poner un proceso de abastecimiento a producción en manos de una empresa de limpieza. Estas son las claves principales a la hora de tomar la decisión de externalizar un proceso de la manera más adecuada y segura en nuestra organización. El Outsourcing ha venido para quedarse. Es una herramienta de flexibilidad y mejora de eficiencia clave para un planteamiento de carácter industrial. Es una forma de implicar a nuestro proveedor en la consecución de las metas estratégicas que nos hemos marcado en nuestras organizaciones, teniendo en cuenta las claves operativas y legales que influyen en la externalización, y el proveedor adecuado para llevarlas a cabo. De esta forma conseguiremos empresas más eficientes, más flexibles y mejor preparadas para un proceso de reindustrialización de nuestro tejido empresarial. Autor: Roberto Díaz-Rincón Cotelo Cargo: Presidente Empresa: Grupo Invertaresa Título: El cambio de modelo industrial Texto: NO PUEDO COPIARLO Autor: Sergio Gordillo Cargo: Socio Empresa: Improven Título: ¿Quieres llegar a tu América?. Implantación en la empresa de la agilidad estratégica más inteligencia cognitiva Texto: ¿Qué queremos ser?, ¿Qué podemos ser?, ¿Cómo conseguirlo?, ¿Cómo alcanzarlo?,..... y ¿por qué no incluso llegar más lejos de lo que hoy imaginamos?. Nuestra américa. Cada vez más, el proceso de reflexión en la empresa para revisar su estrategia es un ejercicio de cadencia más corta, ya que el entorno cambia cada vez más rápido. Nos movemos permanentemente en un equilibrio inestable en el que ocurren muchas cosas en nuestro alrededor, que no hace mucho tiempo eran lejanas y tardaban en influirnos pero “hoy bate una mariposa las alas en una parte del mundo y tenemos un tornado en la otra”. Todo está interconexionado e interlazado y puede cambiar nuestro escenario de manera abrupta en poco tiempo. Como empresa debemos aprender a disfrutar a surfear esta ola de inestabilidad y por tanto estructurar la compañía acorde a este entorno cambiante. Como diría Daniel Goleman, debemos llevar a la “empresa a su estado de flujo”. La empresa necesidad definir una hoja de ruta clara y de revisión permanente, que indique claramente lo que aporta a la sociedad (su propuesta de valor), cómo lo ejecuta (su modelo de negocio) y qué necesita del equipo (su talento comprometido) para asegurar la buena dirección. Es imprescindible ir haciendo ajustes permanentes para asegurar la correcta alineación de los tres vértices y situarnos en el centro de gravedad de lo que identificamos como el Triángulo Improven (la tabla sobre la que surfeamos las olas de la inestabilidad). Esta tabla se resume a continuación: Conforme cada uno de los puntos esté correctamente definido y cuente con un timming adecuado, supondrá asegurar el equilibrio del triángulo, eliminando el riesgo de caernos de la “tabla de surf” en la que nos encontramos y por tanto llevar a la empresa a asegurar su viabilidad permanente. ¿Cómo asegurarnos que nuestra empresa es capaz de estar en estado de flujo y por tanto surfear las olas de la inestabilidad para llegar incluso más lejos de lo que puede imaginar?. Los pasos que creemos imprescindibles para el correcto desarrollo de la estrategia empresarial son: 1. Implantación proceso de inteligencia cognitiva del equipo: La base principal del equilibrio, es hacer partícipe al equipo de las reflexiones arriba indicadas, para responder a cada pregunta, definiendo acciones concretas con las que se puedan comprometer. Al equipo le permite construir la propuesta de valor de la compañía (hacerla suya), así como comprender no sólo cómo pueden mejorar lo que hacen sino incluso planteándose qué deben dejar de hacer y/o necesitan aprender, e incluso más difícil todavía, reaprender, adaptando así el modelo de negocio. De este modo, el talento (siempre escaso) se compromete plenamente con el proyecto empresarial, haciéndolo suyo y generando un proceso de inteligencia cognitiva viral en la organización. Así facilitamos que cada directivo y mando intermedio tome decisiones de gestión (microajustes de cada una de sus hojas de ruta personales, que conforman la hoja global de la empresa) facilitado que esta permanezca equilibrada en su tabla de manera innata e inconsciente (en estado de flujo). Como cuando Nadal golpea la pelota, no piensa el golpe, no reflexiona, .... ejecuta y gana punto a punto, juego a juego, set a set, campeonato a campeonato, ATP a ATP (llegando a su américa que jamás ni llegó a soñar cuando empezó a jugar al tenis de pequeño). 2. El segundo elemento clave es la implantación del proceso de agilidad estratégica, que asegure la capacidad de adaptación permanente. Para ello, la empresa debe mantener ejercicios estructurados de revisión estratégica, en los que se desarrollen de manera planificada los siguientes pasos: a. Inspiración de las personas a través de la observación, del entendimiento del entorno, cercano y lejano. Búsqueda permanente de nuevos conceptos y tendencias, novedades. Con foco principal en la escucha activa del cliente y del mercado (cercano y lejano). La empresa debe generar alrededor suyo un conjunto de puntos aparentemente inconexos, tanto dentro de su zona de confort (lo que hoy es), como más alejados, que le permitan ir uniéndolos conforme lleguen a tener sentido. b. Definir planes de acción. § Poner en primer lugar ejercicios metodológicos de generación de ideas. Incentivar la cultura de la creatividad y de la innovación empresarial, todo es cuestionable y cambiable. Aceptación de lo diferente y del error. Desarrollo de innovación abierta. § Selección de las mejores ideas, y trabajo con ellas para ir aterrizándolas con mayor nivel de detalle y concreción, dándoles forma. § Evaluación de las seleccionadas, realizando análisis de pros y contras de cada una así como estudios de viabilidad y rentabilidad. c. Pruebas Piloto. Validación y testeo, ejercicios en campo real, con cliente y en mercado. Reajuste de planteamientos, corrección, eliminación, aprendizaje, perfeccionamiento, adecuación. d. Multiplicar: Explotación de la misma e incorporación progresiva hacia la operativa de la compañía. 3. Como tercer paso del proceso de implantación de esta nueva forma de entender la estrategia, debemos asegurar el equilibrio temporal del conjunto de acciones y proyectos que se estructuran en la hoja de ruta empresarial, lo deberemos enmarcar dentro de lo que llamamos el “Mapa Improven”. Los ejes cardinales de este mapa son: a. De Norte a Sur: cercanía a lo que la empresa saber hacer (propuesta de valor actual), cómo lo hace (su modelo de negocio), donde lo hace (zonas geográficas y canales),... Conforme más arriba del mapa más cerca de su zona actual de confort. b. De Oeste a Este, partimos del corto plazo hacia el largo plazo. Lo que hoy impacta en la actividad de la compañía y lo que impactará en el futuro. Este mapa nos define una serie de cuadrantes, que ubicando las acciones definidas por el equipo, en los ejercicios de creatividad estratégica, nos permiten determinar el nivel de equilibrio de la compañía en el Triángulo Improven en el corto, medio y el largo plazo. Cuadrante 1: Acciones de supervivencia: Búsqueda de eficiencia de los procesos actuales, hacer mejor lo que ya se hace, mejora continua. Un exceso de proyectos temporales en este cuadrante indicaría dificultad para asumir riesgos así como una falta de innovación, por lo tanto llevando a un bajo nivel de aprendizaje de la organización. Dificultad para adaptarse a cualquier cambio del entorno. La empresa está exprimiendo sus capacidades y existe alto riesgo de obsolescencia en su propuesta de valor. Cuadrante 2: Acciones de evolución continuista: Ligero cambios en la propuesta de valor y en el modelo de negocio para adaptarlo al entorno cercano a lo que hoy soy como empresa (modificaciones de producto, lanzamiento de nuestros productos y servicios en nuevos canales-internet, desembarco en nuevos países-exportación implantación internacional de lo que hoy hago,..). Cuadrante 3: Acciones de evolución disruptiva: Nuevas propuesta de valor, nuevos modelos de negocio, nueva cultura empresarial necesaria,... Permite generar aprendizaje en la organización y mejora a capacidad adaptativa futura de la misma. Un exceso de proyectos en este cuadrante y bajo en los anteriores indica que se está “olvidando” el negocio actual, con el riesgo de que la viabilidad futura de la empresa se deje únicamente a la factibilidad todavía lejana de los nuevos proyectos. Ubicar los proyectos de la hoja de ruta de la empresa, en cada uno de estos cuadrantes, nos permitir entender la situación de partida de la compañía y por tanto el nivel de esfuerzos que debemos realizar para disponer de un portfolio de proyectos más coherente y equilibrado, que permita dotar de mayor sostenibilidad la propuesta de valor y facilitar generar la oportunidad de que la empresa llegue a su américa, o al menos mucho más lejos de lo soñado por cualquiera de sus miembros en cualquier parte del proceso. Buena suerte navegantes! Autor: Sergio Gordillo Cargo: Socio Empresa: Improven Título: Innovación y exploración, condiciones necesarias para el crecimiento Texto: “La mente creativa es un don sagrado y la mente racional un sirviente fiel”. Albert Einstein Crecer, volver a incrementar la cifra de ventas. Eso es lo que buscamos todas las empresas para asegurarnos el medio y largo plazo. Crecimiento es sinónimo de salud, de buena aceptación por parte del mercado. Si vendemos es porque lo que aportamos es bien recibido y nos permite generar resultados. ¿Qué he aprendido de las empresas que mejor se han adaptado al nuevo entorno y que están volviendo al crecimiento? Puedo resumirlo en dos grandes puntos principales. El primero, el haber sido capaz de adaptarse más rápidamente a la nueva realidad, sea tanto por haberla aceptado y vislumbrado antes que los demás, como porque tenían menos barreras que les impedían tomar decisiones y ponerlas en marcha. El segundo, la capacidad para haber ido explorando de manera sistemática y con antelación nuevas formas, nuevas propuestas de valor, fuera de su zona de confort. Los resultados de estas exploraciones nunca llegan en el corto plazo, por lo que sólo si se hacen con suficiente antelación se van estableciendo las nuevas pautas que consolidaban estas nuevas formas de hacer las cosas y por tanto los resultados van viniendo. Un ejemplo de esto son los procesos de internacionalización, supone adaptar lo que hace la empresa a un entorno desconocido y se tarda al menos 2 o 3 ejercicios en empezar a conseguirlo. La capacidad de explorar consiste en buscar nuevas formas de hacer las cosas, de romper las reglas internas y externas, de afrontar los errores cómo una oportunidad de aprendizaje, ante un entorno cambiante,... teniendo como base escuchar al cliente como fuente de inspiración. Observar cómo se comporta, cómo compra, cómo consume, qué le preocupa, cómo busca, cómo paga,.... Realizar este ejercicio de máxima empatía nos permite poder poner en marcha diferentes ideas, crear nuevos conceptos, y por tanto innovar en la propuesta de valor. A partir de aquí surge la responsabilidad de “elegir” que queremos hacer y qué no, a qué clientes queremos servir y cuáles no. Tenemos recursos escasos y focalizarlos es una máxima de a respetar. En ambos casos, tanto en lo referente a la capacidad de adaptación rápida al nuevo entorno, como a la capacidad de explorar y por tanto innovar, nos debemos enfrentar a un doble reto mental de considerable envergadura. Es muy relevante que seamos conscientes de ello para poder tomar las decisiones más adecuadas de cara a un futuro cada vez más cambiante e incierto, que apenas hoy en día comenzamos a vislumbrar. Globalización, digitalización, internacionalización,... son conceptos cada vez más palpables que indican que el mundo está cambiando a marchas forzadas. ¿Cómo por tanto podemos no sólo sobrevivir en el corto plazo sino crear organizaciones de adaptación infinita? En lo referente a la capacidad de adaptación, Daniel Goleman, en su último libro Focus, nos dice que como líderes de una organización debemos afrontar lo que llama la “ceguera grupal y/o sistémica” para salirnos del comportamiento establecido, para romper las reglas determinadas que nos hacen a todos iguales. Afrontar esta ceguera supone contradecir, romper con lo establecido, salirse de lo standard, de lo común mente aceptado por todos, supone ser conscientes de que seremos rechazados, de no ser entendidos, de sentirnos solos, incomprendidos. Además, este nuevo entendimiento de la realidad nos permite vislumbrar qué decisiones conlleva para el grupo esta posible nueva realidad. Salirse de la ceguera grupal, entender la nueva realidad de una nueva forma y ser valiente para salirse de la zona de confort es un primer ejercicio de valentía y de emprendimiento, que sin duda supondrá romper hábitos, estatus quos establecidos, axiomas impuestos, verdades absolutas,... Un ejemplo de esto es entender que las nuevas formas de comunicación con el cliente con las herramientas digitales, va a suponer una pérdida progresiva de puntos de venta físicos y por tanto de una restructuración inminente, debiendo reconvertir de manera drástica una considerable cantidad de actividades del mundo físico al digital y por tanto cambiando personas y activos que hasta una fecha habían sido valiosos. Afrontar esta tendencia ya en proceso de consolidación lo entendemos cada vez más como obvio, pero aun nos encontramos con compañías en un proceso de no querer aceptar esta nueva realidad por no querer tomar las decisiones que de ella se derivan. Al mismo tiempo, en lo referente a la capacidad de innovación, Daniel Goleman nos indica en el mismo libro, que la zona cerebral que se encarga de exploración es la misma que la que se encarga de realizar cada vez mejor aquello que ya conocemos, ser cada vez más eficientes, lo que podemos conceptualizar como capacidad de explotación del entorno conocido, de poner en marcha procesos de mejora continua. Por lo tanto, para poder explorar debemos hacer un ejercicio de máxima consciencia para salirnos de la rutina de explotación, que nos sumerge de manera muy eficiente en nuestra zona de confort y sistematizar en la compañía formas que nos permitan explorar para por tanto ser capaces de innovar. Buscar fuentes de inspiración externas, viajes, conferencias, conocimientos de otros sectores, reuniones con clientes y no clientes, trabajar con colaboradores incómodos, realizar lecturas de diferente índole, conversaciones con amigos y enemigos, historia cercana y lejana, colaboración con laboratorios y universidades, asistir a formación reglada y no reglada, procesos disruptivos, crisis personales... son diferentes formas de salirse de la zona de confort de cada uno, para recibir nuevos inputs del entorno y poder buscar a partir de ahí nuevas posibles formas de hacer las cosas. El reto para los líderes de las organizaciones es que este proceso de por si antinatural para la mente, podamos sistematizarlo al máximo. Planificar lo disruptivo es tan importante como la planificación de los presupuestos anuales o la revisión de los indicadores del cuadro de mando. No podemos dejarlo al azar o los momentos de máxima urgencia, porque en esos momentos ya será tarde para actuar. Un liderazgo responsable supone ser capaz de agitar a la organización de manera estructurada, de contar con colaboradores cómodos e incómodos, de gestionar la diversidad, de favorecer el error como fuente de aprendizaje, de permitir el emprendimiento interno y externo, buscar el contacto con fuentes de inspiración tanto profesionales como personales, de entender que todo el conocimiento no está en tu propia organización, de contar con vivencias propias y de terceros, en definitiva de abrirnos al exterior y escuchar con toda el alma. Gestionar estas compañías es sin duda un reto, pero es la base de crear organizaciones vivas y con capacidad permanente de adaptación y supervivencia ante un entorno cada vez más cambiante y dinámico como el que apenas empezamos a vislumbrar en estos comienzos del siglo XXI en el que ahora nos encontremos. Simplemente leamos la historia y pensemos cómo eran los comienzos de los siglos XIX (industrialización) y XX (electricidad y motorización) y como han terminado cada uno de ellos. Sólo los buenos líderes serán capaces de construir organizaciones ágiles para leer el entorno, innovadoras para crear nuevos conceptos, focalizadas para seleccionar correctamente donde ubicar los recursos escasos y flexibles para adaptarse fácilmente a los cambios. Autor: Sergio Gordillo Cargo: Socio Empresa: Improven Título: Los cuatro elementos de la creatividad. Fuego, aire, agua y tierra Texto: Einstein nos dijo: “Si quieres resultados diferentes, haz cosas diferentes”. La cuestión parece bastante obvia, lo que no nos dijo era decidir cuáles son las que debo hacer. Inmersos cómo estamos en un cambio de paradigma, en el que la digitalización y la globalización están cambiando el mundo tal y como lo conocemos, abordar el proceso de salida de nuestra zona de confort, bastante sufrida ya por los continuos ajustes y esfuerzos que hemos tenido que ir haciendo, para encontrar las nuevas vías de supervivencia e incluso de océanos azules, requiere de un proceso de reflexión creativa estructurado que permita asegurar los resultados en tiempo y coste. 1% de inspiración y 99% de transpiración. Además, este proceso de reinventarse debe ser un trabajo en equipo, en el que cada uno de los componentes pueda participar y entender las decisiones que se van tomando, de modo que el proyecto vital individual coincida con el colectivo. Solo así, con alma y cuerpo de cada uno es cuando en un mundo tan competitivo podemos realmente lograr los objetivos deseados. En el futuro la clave no está en el conocimiento, sino en actitud de las personas. Este proceso consta de cuatro principales fases que debemos abordar de manera sistemática. Estos son: 1. 2. 3. 4. Fuego: Preparación y motivación personal. Aceptación de la nueva realidad y de que debemos poner en marcha nuevos formas de hacer. Fase de búsqueda de información, inspiración, de experiencias, observar, leer, pensar... Aire: Generación de ideas. El NO está prohibido. Todo vale, construimos sobre lo que todos aportamos, todas las ideas son bien venidas, liberación, inspiración,... Agua: Selección y evaluación de las que tengan más viabilidad tras contrastar numérica y empíricamente. Ensayos, pruebas pilotos, test, .... Tierra: Expandir, comunicar, abrir, involucrar, implantar.... e ir corrigiendo el rumbo conforme vamos avanzando y extendiendo lo “nuevo” por la organización. En este caso, una vez aceptado lo que nos dice Einstein, sigamos el lema de google “fail fast, learn fast, fix fast”. Lo que para Machado sería,”caminante no hay camino, se hace este al andar”. Incidir igualmente, es necesario que este proceso creativo se incorpore al propio día a día de la organización, que sea parte del ADN de la misma. No podemos permitirnos planes de acción a 5 años vista, hoy todo va muy rápido. Como empresa debemos ser mucho más ágiles y flexibles y reaprender permanentemente. Tener la humildad de reconocer que en muchas ocasiones acertamos y que en otras aprendemos. Autor: Sergio Gordillo Cargo: Socio Empresa: Improven Título: Respuestas a las inquietudes de la PYME española para crecer en el próximo lustro. ¿Qué debo hacer? Texto: En estos últimos meses, con la ya más que aceptada situación de cambio absoluto de paradigmas, axiomas y estructuras, y los que todavía están por llegar y que apenas somos capaces de vislumbrar, derivados de avances tecnológicos, sociales y económicos, desde Improven me he ido encontrando con diferentes proyectos empresariales que están siendo capaces de adecuarse a la nueva situación. Están alcanzando crecimientos de dos dígitos, que incluso pude ser ofensivo divulgarlos en este entorno tan duro, con un 25% de paro y habiendo batido los records de concursos. Pretendo trasladar en este artículo como estos proyectos vividos en primera persona, como colaborador de empresarios, como socio y como empleado, han sido capaces de encontrar las respuestas a estas preguntas e ir encontrando su camino. Poder compartir estas experiencias para que a todos les sea más fácil encontrar sus propias respuestas, porque esta es la única forma de poder tomar decisiones de la manera acertada. ¿Qué debo hacer?: Escuchar para emprender. Es la única respuesta a esta pregunta. Escuchar a tus clientes, ser sensibles a sus necesidades, a sus comportamientos, a sus inquietudes, a sus miedos, a sus deseos. Hacer mejor lo de siempre o adquirir volumen por operaciones M&A son palancas con éxito relativo (cuando no fracaso sonado), y el principal motor de las empresas para crecer es crear propuestas nuevas, diferentes, arriesgadas en alguna medida... Tener un balance equilibrado de lo que sé hacer con nuevos desarrollos, pruebas, ensayos,... permite ir aprendiendo, eligiendo y descartando para desarrollar nuevos negocios. ¿Por qué?. En un entorno tan dinámico, lo que ayer era verdad, hoy es mentira. Lo que era axioma o paradigma hoy está caduco. Vivimos un entorno en el que las reglas cambian, las necesidades evolucionan, el mercado cambia de “continente”. O somos sensibles a estos cambios y nos adelantamos a nuestros competidores (actuales o que ni siquiera existen todavía) o estamos fuera. ¿Para qué?: Para crecer, para generar riqueza dentro y fuera de nuestras organizaciones, para generar oportunidades de desarrollo para nuestros equipos (porque si no las buscarán fuera) y para nosotros mismos, para disfrutar de nuevos retos y oportunidades. ¿Dónde?: Mi mercado, el mundo. Y el de mis competidores también. Nacionalización-internacionalización. Lo local ya no existe. Las nuevas tecnologías digitales (web 2.0), las comunicaciones, la disminución de las barreras arancelarias,... hacen que cualquiera pueda llegar a cualquier lugar (anybody-anyplace). Pero en un entorno en el que la empresa española, para adaptarse a las reducciones del tamaño de mercado nacional, ha perdido tamaño, ha tenido que desprenderse de personas, tiene menos recursos financieros, menos capacidad de apalancamiento, peores resultados económicos,... tiene mucho menos margen de error que el que tenía en el pasado. Decidir correctamente donde ir, cómo ir, con quien, con qué recursos, en qué plazo, cuanto esfuerzo y dedicación,... es clave para no quedarnos a mitad camino. Un tercio de las empresas que comienzan un proceso de internacionalización fracasa y sólo otro tercio lo termina con éxito. ¿Cómo abordarlo?: Siendo radicalmente flexible, de modo que te replantees absolutamente todo lo que hacías y cómo lo hacías, concentrando tus recursos escasos donde aportas el máximo valor y elemento diferencial. Delegando y confiando en terceros especialistas. Esto supone, tener capacidad de gestionar el cambio, tomar decisiones, adaptar la cultura, los valores, las estructuras organizativas, las jerarquías, las funciones, las políticas retributivas y contractuales ... Destacar lo clave que se convierte en esta situación de aprendizaje y desaprendizaje de las organizaciones (y por tanto de las personas) la gestión del error. ¿Con quién?: Rodearse de personas que sean sanamente rebeldes, generosas, colaborativas, que afronten sus miedos, que contradigan, que cuestionen, que reten la jerarquía establecida, que tomen decisiones y que aprendan de ellas es la mejor forma de ser capaz de afrontar este camino que puede parecer espinoso o al contrario un placer (con sus angustias y sus miedos) si lo sientes como tuyo y crees en lo que haces. Hay muchas más preguntas a contestar, peo debe ser cada uno el que se levante por la mañana y tenga valor para hacérselas y capacidad de sacrificio y voluntad para poder acertar en las respuestas. Este ha sido un primer esbozo para animarse a lanzarse a este apasionante siglo XXI que no ha hecho más que comenzar. Autor: Sergio Gordillo Cargo: Socio Empresa: Improven Título: ¿Y ahora qué?, cómo deben las empresas dar respuesta al futuro Texto: Esto es lo que hay, ya lo hemos aceptado, ya hemos ido tomando decisiones relevantes que nos han ido permitiendo sobrevivir hasta ahora (aun queda alguno que está a punto de pasársele el arroz por creer que con él no iba esto y va a llegar tarde). Algunos han desaparecido, otros han sufrido más e incluso a los que mejor les va, dentro de este entorno han tomado algunas decisiones de ajuste que en otro entorno no hubieran tomado. En todas las compañías la prudencia y el miedo al riesgo han crecido. En todas las empresas la financiación es más complicada y además más cara, aunque los bancos estén empezando a buscar proyectos que poder financiar. En todas las compañías, las estructuras se han aplanado y simplificado, con lo cual no hay muchos recursos libres para nuevos temas. En todas, incluso en las mejores, los resultados han mermado, llegando el caso de las que más han sufrido a no ser suficientes para hacer frente a la deuda que les queda después de las diferentes refinanciaciones. En todas existe la necesidad de seguir tomando decisiones para prepararse para el futuro, y por tanto existe la inquietud por acertar en dichas decisiones, ya que los recursos (financieros, humanos,...) son especialmente escasos. Hay poco margen de error, y más si encima hay que empezar a moverse en entornos internacionales, en los que la variabilidad es mayor y los costes de errores pueden llegar a poner en riesgo la viabilidad de la empresa. Por tanto, ¿y ahora qué hacemos?, ¿hacia dónde nos dirigimos?, ¿qué decisiones tomamos? Hay dos requisitos básicos que cumple siempre el futuro, entenderlos es básico para poder incrementar la tasa de éxito en nuestras decisiones. El primero es que visualizarlo-pensarlo-idearlo es la base para que pueda ser realidad (si creo que algo va a ir mal seguro que sale mal, y si creo que algo va ir bien es la base para que pueda llegar a ir bien). El segundo, es ser consientes que cada vez el futuro caduca más rápido, es básico para que el proceso iterativo de adaptación sea cada vez más rápido y eficiente. Tenemos que ser capaces de disfrutar viviendo en la ola de la inestabilidad, siendo conscientes de nuestras debilidades pero confiando en nuestras habilidades adaptativas. Desde la imprenta en el siglo XV de Gutemberg, pasando por la prensa, la radio, la televisión, internet,...los saltos tecnológicos son cada vez más rápidos, y las compañías que crecen al albor de ellas tienen periodos de nacimiento, estabilidad y madurez-declive cada vez más acelerados. Ante este escenario, planteamos la necesidad de tomar los siguientes 6 criterios como las bases de nuestras decisiones para incrementar nuestra tasa de éxito. Estos son: 1. Estar lo más cerca de los buenos clientes para entender qué les preocupa y cómo es el proceso de toma de decisiones en su proceso de elección, de modo que actuemos lo más rápidamente para adaptarnos. à ESCUCHA ACTIVA. 2. Optimizar el uso de los recursos focalizándolos en las actividades diferenciales de todas las que realiza la empresa. ¿por qué nos compra realmente el buen cliente? à EFICIENCIA FOCAL. 3. Abre tu compañía a las máximas colaboraciones posibles para inspirar en tu equipo la creación de nuevas propuesta de valor. Desarrollo interno y externo con criterios de gestión óptimos en el desarrollo de nuevos lanzamientos. A la velocidad que cambian las cosas, no todo lo que se inventa ocurre en tu interior à OPEN & LEAN INNOVATION. 4. Simplificando y flexibilizar al máximo posible la estructura, para adaptarnos a las variaciones de demanda con el mínimo esfuerzo posible. ¿Cómo debo ser para servir a mi cliente y no cuánto debo vender para pagar lo que soy? Esto supone aplanar estructuras, estandarizar actividades soporte, externalizar y abrir mi compañía a terceros especialistas (con todo lo que supone de pérdida de control) à FLEXIBILIDAD ABIERTA. 5. Pensar en global y actuar en local. Hay que ser capaces de buscar las fuentes de suministro claves para el negocio en las mejores condiciones, y por tanto focalizarnos en su búsqueda, así como buscar las máximas economías de escala que aportan el desarrollo de nuevos negocios internacionales. à GLOCAL 6. Buen equipo de personas que comparten un proyecto vital común, más allá de las condiciones higiénicas (sueldo, puesto de trabajo,...) que hoy parece que centran nuestros esfuerzos organizativos ante un entorno de tanta inestabilidad laboral, en el que tener un trabajo ya es suficiente. En un entorno en el que el conocimiento es crítico, sólo comprometidas las almas de las personas clave, las organizaciones pueden tener éxito. à ALMAS en un PROYECTO VITAL COMÚN. De este modo, siendo sensible a mi entorno, escuchando al cliente, puedo focalizar mis recursos escasos de la manera más eficiente posible, adaptándome rápidamente al cambio con una estructura flexible y abierta a buscar los mejores colaboradores para cada proyecto, no sólo en mi entorno cercano sino pensando glocalmente y contando con personas adecuadas en todo momento que me ayuden a tomar decisiones y a implantarlas, por estar comprometidas al máximo en un proyecto vital común (dejándose el alma). Aprender a surfear la ola de la inestabilidad va a ser crítico para adaptarnos como empresas y personas al futuro. Sólo podrá traernos cosas buenas si aceptamos el entender cuáles son las DOS bases del mismo. DESEARLO y que es EFIMERO. “Nunca un pesimista descubrió los secretos de las estrellas, ni navegó hacia un país que no estuviera en el mapa, ni abrió un nuevo cielo al espíritu humano. Helen Keller” Agradecimientos Tal como hemos indicado en el comienzo de este documento, el resultado de este libro es el fruto de las aportaciones realizadas por un colectivo amplio de directivos y expertos que han participado generosamente en esta iniciativa. Este es el gran valor añadido de esta experiencia y nos anima a impulsar nuevas iniciativas contando con la participación abierta de personas de todo el país. Muchas gracias por su participación a: José Garrido José Miguel Zaldo Manel Gimenez Abril Liberto Pereda Romera María Bastida Domínguez Roberto Diaz-Rincón Cotelo Joaquín Lòpez Avellaneda Raúl Cortés Cuba Francisco de Asís Bonora Xerri Sergio Gordillo Joaquim Montsant i Montané Iñigo Sagardoy de Simón Javier Molina Vega Alberto Blasco Hernando Félix Benavides Alfonso Garrido-Lestache González José Ángel Sanjuan Constantino Méndez Gerardo Goñi José Luis Ferrero Nuria Vilanova Javier De la Peña Aranguren
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