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EL TRIÁNGULO DE FUEGO
JOSÉ MIGUEL JATO
EL
TRIÁNGULO
DE FUEGO
JOSÉ MIGUEL JATO
EL
TRIÁNGULO
DE FUEGO
Las Enseñanzas de Knum III
SERIE TURQUESA
[DE EGIPCIACA]
El Triángulo de Fuego (Las enseñanzas de Knum III)
José Miguel Jato
editorial masonica.es®
SERIE TURQUESA (De Egipciaca)
www.masonica.es
© 2015 José Miguel Jato
© 2015 EntreAcacias, S.L.
EntreAcacias, S.L.
Apdo. de Correos 32
33010 Oviedo - Asturias (España)
Teléfono/fax: (34) 985 79 28 92
[email protected]
1ª edición: noviembre 2015
ISBN (edición impresa): 978-84-944695-2-7
ISBN (edición digital): 978-84-944695-3-4
Depósito Legal: AS 02972-2015
Impreso por Ulzama
Impreso en España
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ÍNDICE
Prefacio
11
Introducción teórica y práctica al Ritual de Triángulo
17
Son las doce del mediodía...
19
I. Algunas cuestiones previas acerca de la
constitución de una Logia
21
II. La comprensión de los 7 niveles de la existencia,
de los 7 metales o planetas
47
Algunas consideraciones esotérico-cosmológicas
49
Acerca de la Caída y la Reintegración
53
El Trabajo sobre los Vicios y las Virtudes
61
III. El comienzo en el trabajo sobre el abandono
de los metales: la práctica Hierática
71
IV. El comienzo en el trabajo colectivo sobre el
abandono de los metales: la práctica del R
itual de Triángulo
79
Algunos consejos sobre los elementos operatorios
82
La Ley del Tres desde su dimensión individual
Operatoria del Triángulo.
87
Del Trabajo individual al Trabajo colectivo
94
Los Trabajos una vez abierto el Ritual de Triángulo 110
a) Lectura ritual y prácticas de los Catecismos de
Knum
b) Prácticas del Cuadrante del Despertar
c) Prácticas de las Impresiones y Presencia
d) Prácticas de Activación de los Signos
111
113
114
117
PREFACIO
Después de la pionera publicación de un primer volumen de
las diez epístolas iniciáticas de un Padre Maestro a su Hijo
Aprendiz y la doctrinal secuela homóloga del segundo volumen del decálogo de los diez pedagógicos catecismos dialógicos con preguntas y respuestas, es un renovado privilegio prefaciar ahora el tercer volumen textual del fondo documental del sistema hermético-masónico de las enseñanzas
espirituales del Rito de Knum.
Siempre bajo el gratificante auspicio organizativo de José
Miguel Jato, este estimulante tercer volumen de las incondicionadas «Enseñanzas de Knum» nos presenta ahora una
inédita liturgia operativa ampliamente sistemática que está
constituida por un denario teúrgico (que consiste en la unidad indisoluble del incoherista Cuadrante del Despertar, el
septenario perfeccionante de los ejercicios de percepción individual y el binomio complementario de los rituales1 colectivos, abierto o restringido, de Triángulo: 1+7+2=10), corres-
1
Publicados en la colección «Rituales».
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pondiente al de las cartas y de los diálogos ya antes publicados.
De hecho, este nuevo tomo iniciático-sapiencial de la revelación masónica del egipcio demiurgo alfarero Knum (que
humanizó la ancestral arcilla geológica con la universal cerámica cosmogónica, como en la bíblica historia veterotestamentaria monoteísta del Génesis 2:7) constituye, sin
ningún tipo de duda, la más auténtica transición transmutante entre el primado especulativo de la doctrina codificada
y la égida operativa de la práctica libertaria, aquí y siemprebajo las auspiciosas correspondencias expresadas de los
Cuatro Elementos y de los Siete Planetas.
La consumada realización operativa del cuaternario elemental de la Naturaleza en nosotros y en el setenario astrológico y planetario de los orbes celestes y alquímico —mineral
de los niveles ontológicos y cosmológicos manifestados de la
conciencia humana y universal (entre la celestial Caída primitiva del genésico Paraíso adámico y la anulante Reintegración última de la Existencia manifestada hacia su propia
condición original— o desde el plomo saturnino al oro solar
y a través de la atención mercurial mediadora de la plena
percepción enfocada en el eterno Ahora) así como de la perfección de las siete virtudes y de la extinción de los homólogos vicios opuestos, corresponde puntual y plenamente a la
héptada teúrgica de los ejercicios del aliento y de la marcha
de Knum, de la respiración dialogada del ritual, del juego de
las palmas, de los primero y segundo Vigilantes del Triángulo de Fuego, y de la activación anímica de los signos de
reconocimiento de los dos primeros grados simbólicos de
Aprendiz y de Compañero (así como al proverbial abandono
liberador de los metales en el atrio del templo por el candidato recipiendario desapegado del ego).
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Así, alineados preliminarmente en estado de Presencia los
cuatro vehículos concienciales (físico o saturnal, emocional o
lunar, mental o mercurial y espiritual o solar —de acuerdo a
la tradición hermética clásica y renacentista— entre subsecuentes sistólicas inspiraciones centrípetas y diastólicas expiraciones centrífugas) de los obreros masones cocelebrantes
y purificados sus siete niveles de percepción, están ellos, entonces y ahora, preparados para transitar en una propedéutica individual hacia una operatividad colectiva, aquí expresada en los dos rituales (de tenida abierta a profanos y cerrada a iniciados) en el Triángulo de Fuego del Rito de la
Santa Presencia de Knum.
Siempre bajo el signo axial del soplo cíclico y autoconsciente (tal como era ya patente desde la edición del primer volumen de las Enseñanzas de Knum), este sistema litúrgico masónico del Rito de la Santa Presencia se desarrolla
en este nuevo tercer tomo siendo una preciosa herramienta
de trabajo espiritual colectivo aquí tipificada por la ardiente
sublimación ígnea de la personalidad de los iniciados (en la
cual el propio icono del triángulo equilátero superior denomina tradicionalmente una eventual subordinada y autónoma estructura colectiva masónica compuesta, entre otros,
de un máximo de seis Maestros Masones, bien como el símbolo astrológico y alquímico del Elemento natural del Fuego) en su dinámica ascensión despertante hacia los grados
superiores en su propio Ser real.
Se opera según una catártica ritualística preliminar —cuya
inédita eficacia preparatoria intensamente aplicada antecede
e introduce siempre (con real receptividad activa e impregnante de la conciencia psíquica del respectivo candidato) la
posterior liturgia masónica gradual de este Rito de la Santa
Presencia de Knum— triangulándose metafórica y extremada entre la occidental dualidad oscura de las elementales co-
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lumnas activa o iniciante de la Tierra y pasiva o resistente
del Agua (con los Vigilantes del Norte o Secretario y del Sur
o Tesorero, ambas situadas en el poniente del templo) y la
oriental unidad luminosa de su respectivo y neutro trono
regente y armonizante del Fuego (con el Venerable Maestro
sedente delante en el antípoda naciente), como enseña y representa la elocuente imagen silenciosa del equilátero delta
radiante centrando el excelso ojo omnisciente abierto (con el
Hierático, en el corazón del santuario).
Así, desde una preliminar meditación dinámica geométrico-anatómica individual hasta la sacralizante liturgia comunitaria preparatoria (y previa hacia los tres universales grados simbólicos especulativos de Aprendiz, Compañero y
Maestro), se activa el efecto densificante de las inherentes
claves técnicas consorciándose el colectivo supraindividual
con el egrégor invisible del Rito Superior.
Por esta caliente templanza abrasadora desencadenada en
el sacrosanto seno del horno fisiológico individual, cuya
carne se enciende en llama para transmutarse en el pascual
viático eucarístico eternamente resucitado de su propia anterior crudeza perecible, cada practicante tórnase después un
egrégor o un adepto despierto acogido en familia y expectando activo en potencial parto encarnante grupal, por vía
operativa de su propia celebración colectiva despertante
(como efímera expresión permanente de la silenciosa Palabra Perdida creadora, desde el coagulante y virtuoso inconsciente transpersonal del recuerdo esencial hasta la solvente y
viciosa dualidad relativista de la amnesia existencial y para
así regresar, en aparente paradoja anulante, a la eterna Fuente intemporal de donde nunca se separó o podría entonces
incluso separarse).
Aquí, tal y como el propósito masónico de esta propuesta
iniciática y ritualística no consiste propia y solamente en una
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etimológica y significativa «Construcción» aparente (nada
de nuevo existiendo de cualquier modo para construir desde
lo inexistente o adquirir lo ausente desde la raíz), sino en un
instantáneo despertar secreto del verdadero ser en la intimidad del sujeto individual (como gradual concienciación súbita de su propia naturaleza primigenia, vacía y desnuda
hacia su eje), siempre más allá de todas y cada una de sus
aparentes auto-representaciones.
Trátase así, según la hermética metáfora totémicozoomórfica egipcia del dios Toth, de catalizar el brote ígneo
de la suprema metástasis mercurial del humano y mental
mono profano en el divino y espiritual ibis despierto, mediando entonces el cíclico abajamiento renaciente de la celestial inefabilidad solar en una helíaca aurora dorada y convirtiéndose la energía periférica en conciencia axial (cual doble
faz del mismo umbral germinal o rostro fronterizo del horizonte de la eternidad), hacia la silenciosa trascendencia unitiva del Amor extinguido e indistinguible los amantes fusionados en su propio seno.
Promontorium Magnum, Sol in Virgo Anni Domini MMXV.
JORGE DE MATOS
Instituto de Sociología y Etnología de las Religiones
Instituto de Estudios y Literatura Tradicional
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
Universidad Nueva de Lisboa
. 15.
INTRODUCCIÓN TEÓRICA Y
PRÁCTICA AL RITUAL DE
TRIÁNGULO
Son las doce del mediodía...
Son las doce del mediodía y el Ritual de Triángulo ha empezado puntual. Estoy en la columna norte, entre el Venerable
y el Segundo Vigilante. El silencio reina en la estancia y en
medio de ese silencio un primer golpe de mallete nos despierta y anuncia que el rito va a comenzar. Permito que el
eco de aquel seco impacto sonoro penetre por todos mis poros hasta la médula de mi columna y se reparta por todo mí
ser consciente.
El ejercicio del escuadramiento de la materia se anuncia, y
mi cuerpo va cediendo sus tensiones para permitir poco a
poco, instante tras instante, que mi respiración se una a toda
la sensación física mientras la atención va desligándose más
y más de las palabras.
Terminado el ejercicio, el Venerable hunde su atención en
sí mismo, en su sentir, en su ser, y desde allí, como si fuese
un pescador que levanta su red cargada al máximo, permite
que toda su energía se exteriorice con la primera frase ritual
espirada monótonamente. Siento toda esa fuerza atravesar la
fila de hermanos que estamos sentados entre él y el Segundo
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Vigilante, mientras este la inspira, como el simétrico polo de
un potente imán.
Igual que había hecho el Maestro del Triángulo, este hunde su atención en sí mismo, como si hubiese comido y degustado cada átomo de la frase, y de nuevo, y de la misma
manera, vuelve su mirada hacia el Venerable para dar su
respuesta. Nosotros, los obreros de la columna norte, sentimos la fuerza en sentido inverso.
Frase a frase y golpe a golpe, empiezo a sentir un fuego
primero templado y más tarde abrasador que se va elevando
por todo mí ser. Ese fuego me unifica; ese fuego permite que
la palabrería de mi cabeza esté cada vez más lejana; ese fuego consume mi historia personal de tal manera que solo
permanezca la vívida sensación de lo que soy en ese momento e instante tras instante.
El Triángulo de Fuego ha comenzado.
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Esta es toda la enseñanza que encierra este libro que tienes
entre las manos. Es la única que podemos daros los masones
de Knum para que un día, si la practicas concienzudamente,
puedas acceder a los otros grados, a las otras experiencias
del Rito de la Santa Presencia, si crees que algo de lo que has
leído toca una parte sustancial de ti. En la última parte de esta introducción al dogma del Rito de Triángulo encontraras
las prácticas que son de uso entre nosotros en nuestras
reuniones colectivas, pero antes de llegar allí, he creído necesario escribir algunas explicaciones previas sobre varios
asuntos sobre los cuales te pido que medites tranquilamente.
Ten paciencia, por lo tanto, y camina párrafo a párrafo por
este texto que espero sincera y honestamente que puede darte aquello que llevas tanto tiempo buscando.
. 20.