Jepecolom Prólogo “Esta antología de poemas no es más que un intento de expresión genuina. La poesía ha sido el instrumento para comunicar no solo los sentimientos vagos e inmaduros de un adolescente, pero también para formular una perspectiva personal de la realidad política y cultural de Colombia. Cada poema fue escrito desde un foco personal, expresivo, limitándose a entretener al lector. La diversidad de temas posee un trasfondo cultural y emocional propio, caracterizado por un autor joven, sentimental y expatriado de su madre patria. Hay una variedad importante de recursos literarios, de estructuras, de juegos de palabras y de tonos, propicios para transmitir los sentimientos del autor. Si bien en un principio los poemas fueron escritos como forma de entretenimiento personal propio, confío que publicarlos dará una visión diferente de lo que es ser un adolescente expatriado con un alto sentido de pertenencia a su país. Principalmente a los jóvenes lectores que se introducen en los maravillosos mundos de la poesía. El orden de la obras se ha organizado en un simple esquema temático, entre los cuales se incluyen la política, el fútbol como motor cultural, el amor juvenil, y la alabanza a Dios. Espero que disfruten la lectura tanto como yo he disfrutado de su creación”. 9 Jefferson Monastoque S. 10 Jepecolom Agradecimientos Mis sinceros agradecimientos a Zunilda Silva y Jorge Monastoque por su apoyo en la creación de los poemas; indirectamente ellos también moldearon el marco y el contexto del contenido y la temática de los poemas. A Annamaría Monastoque por su colaboración en la parte técnica y a Marina Peralta por su aporte profesional y académico. 11 Jepe y Dios Jefferson Monastoque S. Dios Es verdad que hace tiempo te tengo en el olvido. Es verdad, que hace tiempo ya nada te pido; ¡Qué ni rezo, ni me acuesto, ni me acuerdo, de ti oh Señor! Pero hoy, hoy me acuerdo cuando te alababa sin parar. Pero hoy, hoy veo como siempre te iba a orar. ¡Yo era puro, era tuyo, con orgullo de ti oh Señor! Pido, de rodillas pido, olvida quien he sido, Pido, de rodillas, ayúdame… ¡estoy perdido! ¡Yo me rindo! Y hoy te digo: “Necesito de ti oh Señor”. Te agradezco, y soy honesto, por este loco amor. Te agradezco por no detestar a este joven. Da tu mano a este humano, limitado de ti oh Señor. 14 Jepecolom Camarada Jesús Si, Jesús; Jesús, Jesús Por Pilato condenado Por Pedro ha sido negado Y Judas lo ha traicionado Si, Jesús, Jesús, Jesús Según ellos, blasfemó Por un ladrón se cambió Bofetadas recibió Si, Jesús, Jesús, Jesús Por mis pecados sufrió Por la esperanza murió Y el mundo no se pudrió Si, Jesús, Jesús, Jesús Padeciste en una cruz Y así, trajiste la luz a este planeta andaluz Si, Jesús, Jesús, Jesús Por Pilato condenado Por Pedro ha sido negado Y Judas lo ha traicionado 15 Jefferson Monastoque S. Y dale A Dios orando Y el corazón cambiando, Pues así al mazo No habrá que darle tanto A Dios orando, Y su semilla regando. Con la Palabra meditando Sagradamente a diario. A Dios orando, Y al propio ser negando, La cruz llevando Porque los días son malos. A Dios orando, Y su voluntad aceptando. Así no haya ni un centavo, Sea paciente y siga confiando. A Dios orando, Y sin pretender ser un santo, Con ejemplo predicando Y El evangelio por todos lados. A Dios orando, Y se verán los resultados, A Dios orando, Y orando, orando, orando… 16 Jepecolom A Él vendrán Vendrá el corazón traicionado, El alma descolorada, La madre preocupada, Y el obrero preocupado. Vendrá el magnate frustrado, La joven enamorada, La empresa con ventas en picada, Y el medico cansado. Vendrá el misionero rechazado, El ministro con situación complicada, El líder con su gente desmotivada, Y el deportista lesionado. Vendrá el hambriento sin bocado, El enfermo con la hora contada, El delincuente con la mente desbaratada, Y el niño desprestigiado. Vendrá y vendrá el necesitado Y la oración exaltada, Y atento estará en su morada, Jesucristo al mortal ayudando 17 Jefferson Monastoque S. Dios y ella Sé que tengo mucho que hacer Para que hoy sea mejor que ayer Pero jamás voy a desfallecer. Creo que esto debo hacer: Le daré al Señor mi cuerpo porque es sede de su templo. Le daré mis pensamientos y tendré hermosos momentos. Le daré al Señor mi mano para que cojan lo sano. Le daré el control de mis pies… Y me llevará por el bien. Le daré al Señor mis labios. ¡No seré como los malos! Sólo le pido que traiga a mí a Ale… porqué ella me hará feliz. Sólo así sabré que está de mi lado Pues la felicidad me ha regalado. 18
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