Querid@ compañer@, Como sabes, el próximo día 26 de febrero

Querid@ compañer@,
Como sabes, el próximo día 26 de febrero tienen lugar las elecciones a la Junta Directiva
de SGAE. Después de una legislatura frustrada, en la que la política ha eclipsado a la
gestión y en la que tras dos Presidentes y una cantidad insólita de dimisiones en la propia
Junta (que llegó al final con una composición muy diferente a la de inicio) y tras el
rechazo de los socios a las cuentas y la gestión, ha llegado el momento de hacer una
reflexión sobre la SGAE que queremos y sobre cómo debe ser la gestión de los
próximos 4 años. Porque de todos nosotros depende la elección de la próxima Junta
Directiva y de su Presidente.
De poco sirve instalarse en el pasado, en los errores cometidos o en las discrepancias que
han protagonizado el devenir de una legislatura de transición, con una directiva que
parecía cómoda en ese escenario y que ha perdido tres años muy importantes, casi
determinantes para el devenir del derecho de autor y de nuestro futuro como creadores.
Por eso, como candidato en estas elecciones de 2015, quisiera plantear el escenario al que
deberemos enfrentarnos a corto y medio plazo y que va a marcar nuestro futuro, con
esperanza si somos capaces de afrontarlo con el rigor, dedicación y conocimiento
necesarios, pero muy sombrío si continuamos por la senda iniciada de la politización
estéril y la transición permanente hacia ninguna parte.
El objetivo, en todo caso, es recuperar nuestra autoestima como autores, el respeto de los
usuarios y acabar de una vez por todas con esa resignación ante liquidaciones que son
cada vez menores, haciendo prácticamente imposible el vivir de nuestra profesión.
Porque somos autores, somos profesionales y queremos, exigimos más bien, nuestro
derecho a vivir dignamente de nuestro trabajo.
Para ello, tenemos que ser conscientes de que la SGAE no es esa confusa mezcla de ONG
y plataforma política que nos han venido vendiendo quienes han hecho de la política
autoral una profesión, sin aportar soluciones y creando problemas donde no existían. La
SGAE es la herramienta que tenemos los autores para defender nuestros derechos y para
asegurarnos el cobro de los mismos con rigor, eficacia, eficiencia y transparencia.
¡Ya basta de agachar la cabeza y de pedir perdón por cobrar lo que es nuestro!
Aquellos que vayan a estar al frente de nuestra entidad los próximos 4 años (y muy
especialmente quien vaya a presidirla) deben ser conscientes de que su compromiso es
con los socios y no se trata de promocionar su propia imagen a costa de quienes pagamos
las facturas y cobramos cada vez cantidades más exiguas.
Pero, como decía al principio, difícilmente podremos encarar con garantías el futuro si no
somos conscientes del escenario al que deberemos enfrentarnos y resolver,
obligatoriamente, a corto y medio plazo.
A)- TAREAS A CORTO PLAZO (En 1 año o menos)
1- Derivadas de la reforma de la LPI.
Son obligaciones inaplazables:
a) La reforma de la LPI establece un plazo de SEIS MESES, tras el desarrollo del
correspondiente modelo reglamentario, para la aprobación de un nuevo sistema de
tarifas que se ajusten al modelo antes mencionado y, así mismo, fija la obligación de
negociar con los usuarios afectados por dicho cambio en el plazo de UN AÑO (que podrá
ser de tres en los casos de aquellos convenios ya firmados que afecten a derechos
exclusivos, aunque, presumiblemente, los usuarios intentarán aplicar el plazo anual en
todo caso, lo que requerirá de una gestión atenta y rigurosa en defensa de nuestros
intereses como autores).
b) La adaptación de nuestros Estatutos y Reglamento a la propia reforma de la LPI,
sobre todo en lo relativo a la regulación de la participación de los socios en la vida
societaria, presentación de las cuentas anuales, tratamiento de la prescripción,
modificación de algunos sistemas de reparto, perfil jurídico de la Fundación y un
larguísimo etcétera que me abstengo de citar para evitar el cansancio del lector.
2- Cuestión de la “Ventanilla Única”
Más allá de las medidas legales de inmediato y obligado cumplimiento, están aquellas
otras que, aunque derivadas también de la reforma de la LPI, tienen un marcado
contenido “político” y estratégico, como es la creación de la ventanilla única entre las
diferentes entidades de gestión, que va a precisar de una compleja negociación que
marcará la futura correlación de fuerzas entre las distintas entidades y, a la vez, las de
estas con respecto a los organismos del Estado, CC.AA y Municipios. Recuperar el
liderazgo perdido de la SGAE en este terreno es absolutamente prioritario.
3- Política Internacional.
Urgente es también restablecer el crédito internacional perdido por una errática
política de la actual gestión en este ámbito, toda vez que en 2015 habrá que renovar los
contratos con la MPA (Motion Picture Asociation), fundamental para nuestros socios
del Audiovisual, incluidos los compositores de este ámbito, así como consolidar nuestra
presencia en organismos internacionales como la CISAC y el BIEM.
4- Consolidación de la red de atención al socio y cobro de los
derechos, tanto en el ámbito nacional como internacional.
Esto solo se consigue a través de una estrategia racional y viable que asegure que ningún
derecho queda pendiente de cobro, por muy distante que se produzca su devengo. Son
muchos los autores que ven cómo no llegan sus derechos del extranjero sin recibir la
atención exigible ni la respuesta debida por parte de la entidad.
5- Motivación de la plantilla
Uno de los más importantes activos de nuestra sociedad son sus trabajadores, en cuyas
manos descansa la actividad que nos permite la recaudación y la gestión de nuestros
derechos en general. En los últimos tiempos hemos visto cómo constantes cambios en la
dirección y una grave falta de política estratégica y visión de futuro han creado un
ambiente de desánimo y desorientación que es urgente erradicar. Es fundamental
devolver la ilusión y la motivación a una plantilla que ha sufrido tiempos difíciles y
que espera de nosotros un liderazgo que invite a la confianza en el futuro.
B)- TAREAS A MEDIO PLAZO (entre 12 a 18 meses)
Transposición de la Directiva Europea:
La nueva LPI nace con fecha de caducidad (poco más de un año) precisamente por la
obligación del Estado español de trasponer la Directiva Europea sobre entidades de
gestión antes del próximo 10 de abril de 2016. Ello nos exigirá un nuevo esfuerzo de
adaptación que tenemos que tener previsto en nuestro calendario.
Además, no podemos olvidar la cuestión de la copia privada, pendiente de la
resolución del Tribunal de Luxemburgo. Será esencial el trabajo que SGAE pueda
llevar a cabo en el entorno de la GESAC, de cara a solucionar un tratamiento
absolutamente “extravagante” por parte del gobierno español con respecto a nuestro
entorno de la UE.
Por otra parte, como ya dije hace casi año y medio, la crisis no puede servir de coartada
indefinida para la caída de la recaudación. No podemos obviar que hemos perdido más
de CIEN MILLONES DE EUROS anuales en los últimos años y volver a esas cifras
debe ser una prioridad para esta legislatura. Para ello debemos ser conscientes de dónde
está el “dinero perdido” y tener como prioridades básicas:
— Esfuerzo en la recaudación de la Comunicación Pública, donde se calcula que
existe una bolsa de alrededor de 30 millones de euros a los que no llegamos por falta de
medios y carencia de una política comercial más ambiciosa.
— Incremento de la actividad contenciosa contra la morosidad. De poco sirve
facturar, si no cobramos a los usuarios las cantidades facturadas. SGAE debe ser
implacable en sus reclamaciones y no solo reducir la morosidad existente, sino marcar
una política rigurosa en este ámbito que disuada a los usuarios frente a la morosidad
futura. Todo lo contrario a lo que ocurre hoy, desgraciadamente: no pagar a SGAE está de
moda y, además, sale muy barato.
— Es igualmente urgente un plan estratégico que permita aprovechar el presumible
cambio de tendencia y estar en primera fila de cara a una recuperación que no puede
pillarnos fuera de juego, inmersos en la improvisación que ha caracterizado esta última
legislatura. Tanto 2015 como 2016 tendrían que ser ejercicios centrados en la gestión y la
consecución de resultados económicos contrastables que permitan a la sociedad superar
las consecuencias de una LPI claramente adversa y de una política gubernamental muy
hostil contra el derecho de autor, la propiedad intelectual y la Cultura en general.
Además, y desde luego no menos importantes, son muchas otras las cuestiones a resolver
y los ámbitos a mejorar. Muchas más de las que cabrían en esta carta. Empezando por el
problema de las ridículas tarifas del Online, un modelo de negocio que está enriqueciendo
a la industria tecnológica y en el que la industria discográfica mantiene sus
privilegios de antaño, pero en el que nuestros derechos están escandalosamente
infravalorados. También es necesario relevar de una vez por todas el injusto reparto
por sondeos en radios y discotecas, implementando las tecnologías de identificación que
exige y permite una gestión del siglo XXI.
A partir de aquí ya entran en juego las diferentes propuestas y programas. Hemos leído
y escuchado muchas ideas y propuestas, pero si queremos que estas tengan credibilidad,
no podemos ignorar lo anteriormente expuesto pues, cualquier gestor que lo obvie, por
propia decisión o por desconocimiento, estará abocado, y todos nosotros con él, al más
absoluto fracaso.
Es tiempo de gestión, de acabar con la improvisación que ha caracterizado los últimos
años de una ya demasiado larga y costosa transición a ninguna parte y de pasar de
verdad a ocuparse de lo que realmente importa a los socios.
Para ello me presento como candidato independiente a estas elecciones. Independiente
porque creo que la SGAE de las siglas debe dejar paso a la SGAE de los autores. Eso no
me impide ser consciente de que serán 16 los llamados a defender a nuestro Colegio en
la Junta Directiva de entre una larga lista de candidatos. Todos válidos, sin duda, y
todos dispuestos a dar lo mejor de sí mismos. Pero hoy, además de pedirte tu confianza y
tu voto, consciente de la dificultad de los retos que nos aguardan, voy a pedirte también el
voto para aquellos compañeros (todos ellos candidatos independientes) a los que he
incluido en la papeleta que adjunto y con los que considero que me sentiría mejor
acompañado y que, a mi juicio, más pueden aportar a un proyecto que va a necesitar de
todos nosotros, como es el retomar el rumbo perdido de esta SGAE nuestra.
Gracias por vuestra atención.
Un fuerte abrazo.
José Miguel Fdez. Sastrón