Aportes C e le l eb r ac i ó n p ar a l a Homilía y guión para la Santa Misa 6º domingo durante el año Ciclo B. Color:Verde 15 de febrero de 2015 Año XIX - Nº 1065 Aportes para la homilía ¡Todo lo hace bien! ¡Enseña como ninguno y cura a todos! Lev 13, 1-2. 44-46; Sal 31; 1Cor 10, 31–11, 1; Mc 1, 40-45 Jesús ve un necesitado y se le parte el alma, no puede con su genio, pero después pide imposibles “¡no se lo digas a nadie!”. ¿A quién se le ocurre que un leproso que camina a la tumba y ahora revive y se reencuentra con su familia y la comunidad, ahora tenga que callar y aquí no pasó nada? Aparte de esto, aquí también cabe recordar la curación de aquellos otros leprosos que, a excepción del samaritano, que sin volver la vista atrás corrieron a obtener sus certificados de buena salud, confirmando que a veces buscamos más los favores de Dios que al Dios de los favores. Por eso Jesús hace caridades pero más insiste en que lo escuchemos atentamente, nos mentalicemos con su Evangelio, pensemos y sintamos como él, rechazando los criterios de este mundo desquiciado por errores, mentiras y vanidades y por eso se lamentó de que sólo un extranjero volviera a dar gracias a Dios por haber recuperado la salud. Por allí oímos: Dios no me quiere y no me escucha… como los chicos, que piden algo que no conviene o no estamos en condiciones de dárselo, y se quejan si se lo negamos. El Señor nos quiere adultos que comprenden que él jamás nos concedería lo que no nos haga bien, y en cambio siempre nos dará algo mejor. Quizá, a veces, nos haga esperar para que valoremos más lo que pedimos o para que, antes de obtenerlo sin trabajo, lo logremos por nosotros mismos, poniendo en acción las capacidades que él nos dio. Dios no nos malcría: nos hizo inteligentes y creativos, y nunca hará por nosotros lo que nosotros podemos y debemos hacer por nosotros mismos. Aquel leproso sólo pedía vivir, y Jesús hace lo que el enfermo no podía: ¡Curar su lepra! Así entonces: que nuestra fe y entrega al Señor sea adulta, madura, responsable, pero, también, valiente y sin miedo al riesgo, convencidos de que él apoya siempre todo lo bueno que emprendemos, corrigiendo si erramos y complementando con su gracia lo que falta. Como reza un salmo: Confiado en ti, Señor, me meto en la batalla, o como cuando Gabriel anuncia a María que Dios la quería madre del Mesías y ella se siente tan nada que no sabía qué responder. Entonces el ángel la anima: No temas María, para Dios nada bueno es imposible, a lo que María responde confiada: Yo soy la esclava del Señor: que se cumpla en mí su palabra... Entendamos que si Dios es para mí un desconocido, si no sé qué piensa y qué (Continúa en la p. 4). Aportes - 1 Guión para la Santa Misa 1) Introducción Frente a Pilato Jesús declaró: He venido a dar testimonio de la verdad. Para el gobernador romano y para tantísimos otros, a lo largo de la historia, ¿qué fue la verdad? Hoy Jesús nos la proclama con su vida, tal cual lo comentaban sus contemporáneos: enseña como quien tiene autoridad y, por donde pasa, hace el bien a todos. Comencemos esta misa cantando… 2) Saludo de bienvenida las enfermedades hacían estragos y había que combatirlas cueste lo que costare. Salmo responsorial (Sal 31): En aquel tiempo lepra y pecado eran como sinónimos. El salmo proclama el perdón de Dios como refugio de enfermos y pecadores. Digamos: R. ¡Me alegras con tu salvación, Señor! Segunda lectura (1Cor 10, 31–11, 1): Pablo exhorta a imitar a Cristo, como él, sin buscar sólo el propio provecho, sino más bien el de todos los demás. Evangelio (Mc 1, 40-45): Jesús cura un leproso y le manda no divulgar el hecho, pero éste lo proclama a todo el mundo. ¡El Señor esté con todos ustedes! Nuevamente el Señor nos reúne a su alrededor para mostrarnos la verdad y el amor y para entusiasmarnos en asumirlos en su misma Persona, tal 5) Oraciones de los fieles como nos va a decir Pablo: ¡Imítenme a Si quieres, puedes curarme, rogó mí, que yo imito a Cristo! el leproso a Jesús, y él lo escuchó. Roguémosle con humildad que 3) Acto penitencial nos ayude a curar nuestras debilidades Y como no siempre nuestro empey negligencias: ño por imitar a Cristo está pronto, porque la carne es débil y nuestra Líbranos, Señor, de nuestros mavoluntad es inconstante, pidamos perdón: les y pecados. 4 Alienta al Papa, a nuestros Obis* Porque la carne es débil y nuespos y sacerdotes a no esquivar, tra voluntad pierde equilibrio, Señor, sino abrazar a quienes necesitan ser ten piedad. tocados y purificados de sus ignoran* Porque a veces andamos descuicias y miserias. dados buscando nuevas sensacio4 Al volver al Padre pedías por los tuyos nes, Cristo, ten piedad. que quedaban en el mundo. Purifí* Porque nuestro amor a Dios y al canos de nuestras lepras y danos tu prójimo a veces es sólo sentimiento, santidad y justicia. Señor, ten piedad. 4 Suscita en nosotros gran sensibilidad Dios todopoderoso tenga miy caridad para servir al enfermo y nesericordia de nosotros perdone cesitado, no sólo espiritual sino física, nuestros pecados y nos dé la vida moral y materialmente. eterna. Amén. 4 Que purificados de nuestros males por 4) Liturgia de la Palabra el amor del Señor, proclamemos con Primera lectura (Lev 13, 1-2. 44-46): palabras y obras que sólo Jesús es el Por falta de conocimiento y prevención Salvador del mundo. Aportes - 2 4 Oremos porque nuestros difuntos gocen ya de plena salud, y rueguen para que vivamos con valentía los desafíos del mundo. Señor de la vida en plenitud, vencedor de todo mal, intercede ante el Padre por quienes caminamos entre tantos peligros de muerte y danos ser solícitos en cuidarnos entre nosotros. Amén. 6) Presentación de las ofrendas Aquel pobre enfermo, ¿qué podía ofrecer a Jesús a cambio de su curación? y Jesús lo curó. Aquí, el Señor pone gratuitamente en nuestras manos lo que debemos ofrecer, pero a condición de que, con el pan y el vino, presentemos toda nuestra mejor buena voluntad. Cantamos… 7) Comunión Al curar al leproso Jesús le pide no divulgar el Hecho. ¡Qué ocurrencia! A nosotros, ¡de cuantas lepras nos cura!, ¿y qué nos pide? Coman y beban, esto es mi Cuerpo y mi Sangre ¡y tendrán mi vida en abundancia! Cantamos… 8) Despedida y bendición final Aquel hombre desobedeció a Jesús que le mandaba no decir nada a nadie. A nosotros, en cambio, nos manda expresamente: ¡Vayan y proclamen que el Reino de Dios está cerca: enseñen a todos cuanto les he enseñado y yo estaré con ustedes hasta el fin. Vivamos de modo que, al ver nuestras obras de fe y caridad, de verdad y justicia, de reconciliación y de paz, los hombres se animen a construir el mundo nuevo, el reino de Dios. Y que el señor nos bendiga, nos proteja, tenga piedad y nos muestre su rostro, nos mire con amor y nos conceda la paz. Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, X Hijo y Espíritu Santo, este siempre con cada uno de ustedes. Amén. No es la seguridad porque observamos los mandamientos lo que nos salva, sino la humildad de reconocer la necesidad de ser curados siempre por Dios. Papa Francisco ANTICIPÁ LA PREPARACIÓN LITÚRGICA DE CUARESMA Y PASCUA Guías prácticas para la organización de las celebraciones de Cuaresma, Semanas Santa y Pascua. Estos libros desarrollan una variada gama de posibilidades pastorales y celebrativas para que los agentes de pastoral, los equipos de liturgia y los sacerdotes puedan hacer del tiempo de Cuaresma y Pascua un verdadero camino espiritual-litúrgico sirviendo al Pueblo de Dios. ¿Cómo preparar la Cuaresma? ¿Cómo preparar la Semana Santa? ¿Cómo preparar Pascua y Pentecostés? Aportes - 3 (Viene de la p. 1). quiere, si desconfío en que me apoye en lo que emprendo ¡seguro que si no veo, no creeré! En cambio, si me esfuerzo por adentrarme en el conocimiento de Dios y voy descubriendo sus maravillas de amor, su voluntad, sus proyectos y su llamado a aportar mi esfuerzo, etc., entonces la cosa cambia y voy a poder decirle con Valentía: ¡Señor, cuenta conmigo! Y ese descubrimiento de Dios, podrá ser con libros o publicaciones católicas, en cursos y reuniones de grupo, donde todos aporten su experiencia, en los sermones en misa o retiros. Y de ese estudio y conocimiento vayamos al apostolado. Como dijimos: María se habrá quedado muda cuando Gabriel le anunció que iba a ser la mamá del Mesías. ¡Ella!, que no se creía nada, como dirá después: El Señor se fijó en mi pequeñez y pobreza… yo, que no soy más que su esclava. Pero a renglón seguido, sin dudarlo proclama: ¡Aquí estoy, para hacer su voluntad! Aquel leproso, feliz de haber recuperado la salud y la condición de ciudadano, se convierte en predicador de Jesús y proclama su recuperación a los cuatro vientos, tanto que Jesús ya no podía entrar en los poblados sino que debía quedarse lejos. Tomemos conciencia de cuánto el Señor nos da a manos llenas, démosle gracias con alma y vida, y también proclamemos a los cuatro vientos, como María, El Señor hizo en mí maravillas, ¡gloria al Señor! Para que busquemos no sólo sus favores, sino para que lo reconozcamos con toda inteligencia, lo amemos y obedezcamos con alma y vida. ¡Dios Creador y Padre nuestro!, que nos tuviste en tu mente y tu corazón, y llegado el tiempo previsto nos diste la vida y la fe, y nos invitas a sumar nuestro esfuerzo en la construcción de tu reino. ¡Jesús, Hijo del Padre y hermano nuestro!, que nos comprometes a vivir y proclamar tu Evangelio, para que los hombres, conociendo tu vida y milagros y viendo nuestras buenas obras, también crean en ti y glorifiquen a tu Padre Celestial. ¡Espíritu Santo, torrente de vida y amor entre el Padre y el Hijo!, que nos inundas con tus dones y nos integras en la misma vida trinitaria para que, crezcamos a imagen y semejanza de Jesús, testigos suyos ante los hombres, y formemos todos un solo rebaño bajo un único Pastor. ¡Dios uno y trino!, que libres y sanados de toda mentira y maldad, como aquel leproso, proclamemos tus maravillas, felices de haber encontrado el único tesoro de la vida, y felices también de compartirlo con tanto prójimo enfermo en sus vidas. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Oración... Subida... y contemplación Silvia Balaklav de Areco El libro pretende que cada día sea mayor el número de los que siguen al Señor, al estilo de santa Teresa de Jesús y de san Juan de la Cruz, genios en este mundo que conducen a la contemplación y desde la contemplación. Aportes para la Celebración es un subsidio litúrgico preparado por el equipo de redacción de El Domingo, periódico religioso de la editorial SAN PABLO, propiedad de SOCIEDAD DE SAN PABLO (PAULINOS). Riobamba 230, C1025ABF BUENOS AIRES, Argentina. Teléfono: (011) 5555-2416/17/21/24. Fax: (011) 5555-2439. E-mail: [email protected] - www.sanpablo.com.ar Impreso por G. S. Gráfica s.r.l., Cnel. Charlone 958, B1868DZF Piñeyro, AVELLANEDA (Bs. As.), Argentina. En el Uruguay: San Pablo: Colonia 1591 (11200) MONTEVIDEO, tel.: 24018332, cels.: 094943071/095728681, Mail: [email protected] Aportes - 4
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