La Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, en Los

EL DÍA, domingo, 26 de abril de 2015
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EN “UNA HISTORIA del
tiempo presente” sus autores
reflexionan sobre los cambios
necesarios en nuestra sociedad. 6/7
del domingo
revista semanal de EL DÍA
La Cofradía de Nuestra Señora
del Rosario, en Los Realejos,
cumple 425 años de devoción
Texto: Germán Fco. Rodríguez Cabrera y José Melchor Hernández Castilla
J
uan Gómez de Fregenal y María Doramas “edificaron la iglesia de Realexo Baxo e dieron
la tierras e lugar para ella e en
ella esta enterrados” (1). María
Doramas es hija del conquistador canario Juan Doramas el Viejo (m. 1509?)
y de la canaria María Hernández (m.
1517); Juan Gómez de Fregenal es extremeño (2).
El Adelantado, el 8 de agosto de 1516,
al portugués Esteban Pérez, “hace merced de un sobre con su corral para una
casa que es en esta mi hacienda del Realejo el qual… linda con un solar de Diego
Jácome, Sacristán y de la pendiente de
auaxo el camino de Santa María…” (3).
Así, la iglesia de Nuestra Señora de la
Concepción ya existe en 1516.
El licenciado don Luis de Padilla, provisor y tesorero de la iglesia de Canaria, el 22 de mayo de 1532, acompañado
de fray Alonso de San Juan como secretario, visita la ermita del Realejo
Bajo, cuyo mayordomo es Juan Gómez
de Fregenal (4), y ambos observan que
la misma no tiene pila ni sagrario y los
beneficiados o clérigos bajan de la iglesia de Santiago (211), y que su obra es
de paredes y barro, y techos de cañas
y pajas (5).
La división del beneficio de la
parroquia de Santiago Apóstol y
consiguiente creación de beneficio de
la de Nuestra Señora de la Concepción
llega por Real Cédula del emperador
Carlos I en 1533, aunque su ejecución
no tendrá efecto hasta otra Real
Cédula de 7 de marzo de 1560 (6).
En la visita del canónigo Juan de
Vivas, el 16 de octubre de 1534, a la
ermita de Nuestra Señora de la Concepción se encuentra lo siguiente: una
capilla reedificada, un clérigo llamado
Juan Lorenzo, un sagrario que es un
cofre de Flandes y un lebrillejo para
bautizar (7).
El 3 de noviembre de 1542, fray
Alonso de Virués, obispo de Canarias,
bendice la iglesia de Nuestra Señora
de La Concepción en el Realejo Bajo
(8): “… el sor Juan Toscano vicario y
visitador general, Pedro Camacho e
Alonso Marquez e Alvaro Gonzalez e
Franco Lopez de Fuendecantos, clérigos presbíteros e Rodrigo de Fuentes,
Cargadores de la
Cofradía de Nuestra
del Rosario. Foto
anónima, cerca de
1960.
sacristan e Juan de Ponte, regidor e Diego
Suarez, Alonso de Monasterio, Gonzalo
Perez, Gonzalo Grimon, Juan Romero
e Ambrosio Ruis e otros vecinos” (9).
Hacia 1548 se concluye las obras de
la iglesia (10), que desarrolla una planta en L, convirtiendo la primitiva ermita en capilla bautismal, y en ella se
coloca la pila labrada en 1549 por Ruy
Blas, siendo el presbiterio de esta nueva iglesia la actual capilla del Rosario
(11).
La visita del obispo Juan de Alzólores (1568-1574) permite la ampliación
del templo, cuyas obras comienzan en
1590 con la edificación de dos capillas colaterales a la mayor, quedando
por resultado una planta de cruz latina
(12).
La Cofradía de Nuestra Señora del
Rosario
El culto al Santísimo Rosario se difunde de manera notoria a partir de
la victoria de la Liga Católica sobre la
amenaza musulmana en la célebre batalla de Lepanto de 1571. Este hecho
fundamental marca un punto y aparte
de esta práctica religiosa, que se
venía ejerciendo desde el Medievo. La
intercesión de Nuestra Señora en la
contienda fue esencial en la difusión
de esta devoción por todo el orbe católico (13).
La difusión del culto a esta devoción
se inicia en el Valle de La Orotava desde
los primeros años del siglo XVI. Así,
la naciente parroquia de la Concepción del Realejo Bajo incorpora en su
repertorio de devociones a Nuestra
Señora del Rosario alrededor de 1557,
bajo el impulso de la Casa de Castro.
Dicha familia adquiere la imagen y la
dota de capilla y retablo. Hay que esperar hasta 1590 para la fundación de la
cofradía, con un claro apoyo de la parte
de la orden dominica, que, en la figura
de fray Alonso de Espinosa, aparece
representada el acta fundacional (14).
El fraile dominico, natural de Alcalá
de Henares, está presente en Tenerife
desde 1580, y a partir de 1589 reside
en la comunidad de su orden en Candelaria, de la que fue predicador
(15).
En 1594, se imprime en Sevilla la obra
del citado fraile “De la aparición y milagros de la Santa Imagen de Nuestra
Señora de Candelaria”, uno de los documentos más apreciados de la historia de Tenerife en relación a las costumbres de sus primitivos habitantes
(16).
El 6 de mayo de 1590, fray Alonso
de Espinosa, junto a una treintena de
vecinos del Realejo Bajo, funda la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario en
la parroquia de Nuestra Señora de la
Concepción del Realejo Bajo (17). La
cofradía nace por la voluntad de la propia Orden de Predicadores de los Dominicos, pues en el Libro Primero de la
misma se hace constar que “es condición
que todos los años sean obligados los
mayordomos a llevar el libro de los cofrades... y reciben al convento de Santo
Domingo de La Laguna o al más cercano que abide de dicha orden...”; las
cláusulas especifican “que todos los años
sean obligados... a traer un predicador
de dicha orden de Santo Domingo para
que predique la función del Rosario...”
(18). Y la predicación acontecerá “en
los lugares donde no huviere convento de la Orden”, debido a que los
frailes dominicos contaban con personas benefactoras para el sustento
espiritual y económico de la cofradía
(19).
Esta dispone en su origen de una imagen de Nuestra Señora del Rosario donada por Hernando de Castro (20), descendiente del poblador portugués
Fernando de Castro (21), que da nombre a Rambla de Castro (Los Realejos).
A principios del siglo XVII, se procede a la construcción de naves laterales en la iglesia, bajo la mano del maestro de obras Manuel Penedo; se
amplía la iglesia hacia el norte, construyendo la nave central y la del Evangelio, y se transforma el buque de la
iglesia en la de la Epístola: “limosnas
que han dado los vecinos para la nave
que se hizo y capilla mayor” –1626– (22).
El primer retablo importante de Nuestra Señora del Rosario se significa en
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domingo, 26 de abril de 2015, EL DÍA
EN PORTADA
Nuestra Señora del
Rosario reformada
por Nicolás Perdigón
en 1900 (izqda.) y
antiguo retablo
barroco y talla
atribuida al taller de
Manuel Pereira.
Fotos “Pasión en la
Distancia”, 2011, y
George GrahamToler, 1890.
1635, de la mano del maestro Juan González de Purga y de la doradora Ana
Francisca (23).
La imagen y su retablo donados por
la familia Machado-Jaén
Entre 1697 y 1707, se lleva a cabo la
iglesia nueva, siendo su mayor
benefactor la familia Machado-Jaén;
así, el cantero Bartolomé Rodríguez
se encarga de desmontar la fábrica antigua y reutiliza los materiales en esta
nueva obra (24). Coincidiendo con la
terminación de estas obras, la familia Machado-Jaén dona una imagen de
Nuestra Señora del Rosario que,
emplazada anteriormente en su oratorio de la Hacienda de La Coronela,
patrocina ahora el nuevo retablo de
la Virgen (25).
El retablo, atribuido a Antonio
Álvarez, es uno de los más prestigiosos de todo el patrimonio artístico canario. Así lo atestigua el profesor Alfonso
Trujillo Rodríguez: “Marcado afecto
barroco, por su aparente e inarmónica
anarquía, que, dejando libertad al juego
de la fantasía, consigue el sorprendente
efecto de normalizar un ordenado desorden” (26).
La fiesta de Nuestra Señora del
Rosario en el Realejo Bajo en 1867
“Bajo las advocaciones de Remedios y El Rosario existen en los Realejos dos imágenes de la Virgen muy
celebradas en otro tiempo y que
hace pocos años apenas se conocía su
existencia por una misa cantada y
alguno que otro sermón; todo hecho
sin aparato ni concurrencia de fieles…
La festividad del Rosario ha ocupado
este año el primer puesto en las de estos
Realejos. El templo, adornado con gusto
y majestuosidad, en que la belleza de
la decoración se armonizaba con la santidad del local, rivalizaba con los adornos de la plaza a cargo de otra comisión de los mismos artesanos, los cuales, de este modo, crearon estímulos
entre sí mirando el uno y la otra. No
podía decirse en cuál había existido
más esmero ni novedad… Al otro
extremo de la plaza, frente al pórtico,
y dominando el templete ocupado por
la música, leíase en un trasparente con
caracteres argentinos sobre fondo
azul y rojo que figuraban los rayos de
una estrella entrelazados con una enredadera, el verso escrito al efecto por
el alférez de navío de los ingenieros
de la Armada, el joven don Manuel Estrada y Madan, cuyo contenido reproduzco: Venid los que lleváis en vuestro pecho la antorcha de la Fe siempre
encendida, y a la mágica luz de la esperanza contempláis en risueña perspectiva,
campos cubiertos de fragantes flores,
tras la senda escabrosa de la vida: venid,
doncellas y mancebos juntos a celebrar
con himnos de alegría el glorioso Rosario de la Virgen que el Realejo celebra
en este día. Después de la función religiosa y procesión de la Virgen empezó
la parte de recreo. La banda de
música, compuesta de parte de los arte-
sanos autores de la fiesta, alternaba
sus armonías con la vista de graciosos fuegos artificiales en que el conocido pirotécnico de afición Marcos Toste
del Castillo, otro de los asociados a la
fiesta, expuso nuevas y caprichosas
figuras… Antes de terminar esta
reseña, cumple al deber de la imparcialidad consignar el desprendimiento
del párroco de este pueblo, D. José Díaz
y García, quien, además de predicar
el panegírico gratuitamente, durante
el cual lució sus conocidas dotes para
la oratoria sagrada y, si es posible, se
excedió a sí mismo en aquella noche,
renunció a los derechos que como
párroco le correspondían por la festividad religiosa; también, en particular,
suscribió en los donativos para la fiesta.
Del mismo modo debo mencionar el
aprecio de este pueblo hacia el joven
aventajado filarmónico D. Nicasio
Ocampos, que dirige en la actualidad
la banda de música de aficionados; el
cual, con un desprendimiento que le
honra por el mérito que encierra, superior a cuantos elogios del mismo se
pueda hacer, viene semanalmente desde
Garachico, su residencia, a dar lecciones
a dicha banda” (27).
La restauración de Nuestra Señora del
Rosario en el año 1900
La imagen de Nuestra Señora del Rosario es reformada por Nicolás Perdigón
Oramas en 1900 (28): “Fue de tal envergadura que desvirtuó totalmente el modelo original. A través de fotografías
antiguas, hemos podido comprobar que
la imagen del Rosario carecía del movimiento que actualmente tiene, ofreciendo una rígida ley de frontalidad.
La intervención también arremetió contra la estructura interna de la talla, desapareciendo el cuerpo primitivo, estofado en rojo y oro, siendo sustituido
por otro más simple, a manera de rueca.
La cabellera conoció una transformación
considerable, reduciéndose a un moño, según el esquema de las vírgenes
canarias del siglo XIX” (Gerardo
Fuentes Pérez, 1992). La imagen primitiva, antes de la restauración, se
asigna al taller de Manuel Pereira a finales del siglo XVII (29).
La fiesta de Nuestra Señora en 1906
El rotativo El Defensor, editado en
la primera década del siglo XX en La
Orotava, comenta las fiestas del Rosario a celebrar el 7 de octubre de 1906
(30). La decoración de calles y plazas
se extendían por las de El Cantillo, La
Iglesia y la plaza del pueblo. Los arcos
se levantaban en esta última. El primer arco, situado en la entrada principal de la parroquia, era confeccionado por el polifacético carpintero Manuel Rodríguez Álvarez; el segundo,
en la puerta norte del templo, era realizado por Pedro Albelo Martín. La función principal era a las 10 de la mañana, interpretando la misa del maestro Calahorra los cantantes locales Salvador González Díaz, Gonzalo Siverio Hernández (secretario del consis-
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EN PORTADA
(1943). La Hacienda de los Príncipes. Instituto de Estudios Canarios. La Laguna.
Página 57.
(11) Fuentes Pérez, Gerardo; Rodríguez
González, Margarita (1996). Arte en Los Realejos una síntesis histórica. Ayuntamiento
de Los Realejos. Páginas 134, 135.
(12) Ídem. Página 135.
(13) Rodríguez Cabrera, Germán F.
(2007). “Las fiestas del Rosario de 1906 en
Los Realejos: una aproximación al panorama festivo del Lugar”. LA PRENSA, EL
DIA, Santa Cruz de Tenerífe, 6 de octubre
de 2007.
(14) Ibídem.
(15) Espinosa, Fray Alonso de (1594; 2001).
La primitiva historia de Tenerife. De la descripción de la isla de Tenerife, de la gente
y costumbre de los naturales della. Editorial Leoncio Rodríguez, S.A. Página 5.
(16) Ibídem.
(17) Cofradía de Nuestra Señora del Rosario en el Realejo Bajo (1590). Documentos
parroquiales de la Cofradía de Nuestra Señora
del Rosario. Parroquia Realejo Bajo.
(18) Ibídem.
(19) Ibídem.
(20) Fuentes Pérez, Gerardo; Rodrí-
torio) y Sebastián González Albelo
(organista de la parroquia y director
de la banda de música La Filarmónica,
del Realejo Bajo), y al armonio se hallaba
el músico Sebastián Díaz González. Después de dicha función, intervino la banda de música de La Orotava, dirigida
por Tomás Calamita. Por la noche, se
celebraba la misa y el templo se encontraba adornado con mucho gusto
por la mano del párroco Manuel Hernández Reyes, siendo el orador el clérigo Dr. Beyro, con un discurso muy
elocuente. A continuación, la procesión de Nuestra Señora del Rosario salía
a la calle acompañada por multitud de
bengalas y fuegos artificiales traídos
desde Barcelona, y encargos hechos
a varios pirotécnicos de Los Realejos.
La iluminación de la plaza estaba hecha
a gas acetileno y a la veneciana (con
velas y farolillos). Con la entrada de
la procesión de Nuestra Señora del Rosario al templo daban comienzo los paseos
en la plaza, amenizados por la formación
musical de La Orotava. A lo largo de
la noche, los bailes se veían amenizados
por la quema de diversos castillos de
fuegos artificiales, acabando la velada
con un gran castillo, que servía de remate del día.
Incendio de la iglesia
El 5 de noviembre de 1978, al mediodía, la iglesia de Nuestra Señora de
la Concepción, en El Realejo Bajo, sufre
un fuerte incendio del cual se salva
milagrosamente la imagen de Nuestra Señora del Rosario, no así su magnífico retablo barroco (31). Desde ese
momento, la Cofradía de Nuestra
Señora del Rosario deja de celebrar actos
populares en su fiesta con el objeto
de recaudar fondos para la reproducción
del extinto retablo. Así, el 27 de junio
de 1993, la iglesia de la Concepción se
halla de nuevo abierta al culto y la Virgen del Rosario recupera su espacio;
y se concluyen las obras de su renovado retablo barroco en mayo de 2007,
gracias a los planos de Eleuterio Ga-
Fuegos artificiales
en honor de la Virgen
del Rosario, el 7 de
octubre de 2012.
Foto Ángel
Hernández.
rrido Garrido Luceño, al tallista Pablo
Martín Abrante y al carpintero José Hernández Siverio (32).
La concesión de dos calles a la
cofradía
En sesión celebrada el 22 de mayo
de 2014, por acuerdo de la Junta Directiva de la Venerable Cofradía de
Nuestra Señora del Rosario de Los Realejos, perteneciente a la parroquia Nuestra Señora de La Concepción, del Realejo Bajo, se toma la siguiente resolución:
solicitar al Ayuntamiento de Los Realejos el nombramiento de dos calles
con la siguiente nomenclatura (33):
“Fray Alonso de Espinosa” y “Cofradía Nuestra Señora del Rosario de Los
Realejos”.
Dicha solicitud fue concedida por
el ayuntamiento a la cofradía y se está
a la espera de que otorgue las calles
correspondientes para realizar el
nombramiento oficial.
La restauración en el 425 aniversario
de la cofradía
Después del incendio del templo
parroquial, en noviembre de 1978, Nuestra Señora del Rosario es la única imagen rescatada de entre las llamas, y
es limpiada de las poluciones del fuego
por el artista local Eleuterio Garrido
Luceño, no sufriendo la imagen intervención a posteriori.
Desde 1979 hasta 1993, la imagen permanece en la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen, donde se le da
culto hasta la inauguración de la reconstruida iglesia de la Concepción,
siendo trasladada en la mañana de ese
día hasta su capilla, cabecera de la nave
de la Epístola. En el año 2013, se dona
a la iglesia del Carmen, una vera efigie de Nuestra Señora del Rosario en
recuerdo de su estancia en dicho lugar,
obra del artista Daniel de la Guardia.
Tras concluir el grueso de las labores de reconstrucción de la capilla del
Rosario, y dado el estado de ennegrecimiento de la imagen, se decide, en
junta general de la cofradía titular, intervenir la imagen para garantizar la conservación de la misma. Solucionados
los trámites pertinentes y con el visto bueno del Cabildo Insular, pues la
imagen se incluye en la declaración
Bien de Interés Cultural del Casco Histórico del Realejo Bajo, se adjudica la
misma al taller de restauración Greco,
de La Orotava, teniendo prevista su
conclusión en mayo de 2015, coincidiendo con los actos conmemorativos
del 425 aniversario de la fundación de
la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario (34).
guez González, Margarita (1996). Arte en
Los Realejos una síntesis histórica. Ayuntamiento de Los Realejos. Página 139.
(21) Cebrián Latasa, José Antonio (2003).
Ensayo para un Diccionario de Conquistadores de Canarias. Editado por el Gobierno
de Canarias. La Laguna. Páginas 44, 45.
(22) Fuentes Pérez, Gerardo; Rodríguez González, Margarita (1996). Arte en
Los Realejos una síntesis histórica. Ayuntamiento de Los Realejos. Página 135.
(23) Ídem. Página 139.
(24) Ídem. Página 136.
(25) Ídem. Página 139.
(26) Ibídem.
(27) El Corresponsal (1897). El Guanche,
periódico literario y científico (1858-
BIBLIOGRAFÍA
(1) Camacho Pérez-Galdós, Guillermo
1869). Santa Cruz de Tenerife. Imprenta
Isleña. 11/11/1897.
(1983). La iglesia parroquial de Nuestra
(28) Fuentes Pérez, Gerardo; Rodrí-
Señora de la Concepción del Realejo
guez González, Margarita (1996). Arte en
Bajo. La iglesia de Santiago del Realejo Alto.
Los Realejos una síntesis histórica. Ayun-
Ayuntamiento de Los Realejos. Página 8.
tamiento de Los Realejos. Páginas 139, 140.
(2) Cebrián Latasa, José Antonio (2003).
(29) Hernández Castilla, José Melchor
Ensayo para un Diccionario de Conquis-
(2012). “El Rosario: más de 400 años en
tadores de Canarias. Editado por el Gobierno
El Realejo Bajo”. Periódico EL DIA. Santa
de Canarias. La Laguna. Páginas 191, 192.
Cruz de Tenerife. 4 de octubre de 2012.
(3) Camacho Pérez-Galdós, Guillermo
(30) Rodríguez Cabrera, Germán F.
(1943). La Hacienda de los Príncipes. Ins-
(2007). “Las fiestas del Rosario de 1906 en
tituto de Estudios Canarios. La Laguna.
Los Realejos: una aproximación al pano-
Página 56.
rama festivo del Lugar”. LA PRENSA, EL
(4) Siverio Pérez, José (1977). Los conventos del Realejo. Gráficas Tenerife.
Tenerife. Páginas 29,30.
DIA, Santa Cruz de Tenerífe, 6 de octubre
de 2007.
(31) Fuentes Pérez, Gerardo; Rodríguez
(5) Camacho Pérez-Galdós, Guillermo
González, Margarita (1996). Arte en Los Rea-
(1983). La iglesia parroquial de Nuestra
lejos una síntesis histórica. Ayuntamiento
Señora de la Concepción del Realejo
de Los Realejos. Páginas 142, 143.
Bajo. La iglesia de Santiago del Realejo Alto.
(32) Hernández Castilla, José Melchor
Ayuntamiento de Los Realejos. Páginas 8,
(2012). “El Rosario: más de 400 años en
38.
El Realejo Bajo”. Periódico EL DIA. Santa
(6) Siverio Pérez, José (1977). Los conventos del Realejo. Gráficas Tenerife.
Tenerife. Página 30.
Cruz de Tenerife. 4 de octubre de 2012.
33. Junta Directiva de la Venerable Cofradía de Nuestra Señora del Rosario de
(7) Ibídem.
Los Realejos (2014). “Solicitud de dos calles
(8) Ibídem.
al ayuntamiento de Los Realejos”. Sesión
(9) Camacho Pérez-Galdós, Guillermo
celebrada el 22 de mayo de 2014, Los Rea-
(1983). La iglesia parroquial de Nuestra
lejos.
Señora de la Concepción del Realejo
34. Venerable Cofradía de Nuestra Se-
Bajo. La iglesia de Santiago del Realejo Alto.
ñora del Rosario de Los Realejos (2015). “Res-
Ayuntamiento de Los Realejos. Página 9.
tauración de la Virgen del Rosario del Rea-
(10) Camacho Pérez-Galdós, Guillermo
lejo Bajo+-. Los Realejos.
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ANÁLISIS
UNA HISTORIA
del tiempo presente
Texto: Victoria A. González Orihuela (maestra);
Jaime García García (doctor en Geografía e Historia)
“E
spaña se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su
ordenamiento jurídico, la libertad, la
justicia, la igualdad y el pluralismo
político” (Art. 1.1. de la Constitución
Española, 1978).
El presente es histórico
“La historia del tiempo presente
es una disciplina específica de la historiografía que aborda el análisis de
procesos en curso. Su formulación
más sencilla sería la de plantearse
el carácter histórico del tiempo que
nos ha tocado vivir, atendiendo a la
temporalidad particular de la
experiencia, del tiempo vivido. Su
pretensión primera es hacer inteligible la significación histórica de las
situaciones dadas (económicas,
sociales, políticas y culturales). Es
decir, el presente admite y diferencia una construcción historiográfica
propia, abriendo ángulos nuevos sobre
lo previamente conocido” (1).
Las actuales circunstancias socioeconómicas, políticas, culturales,
éticas y morales han llevado a la ciudadanía al desánimo y, por lo tanto,
a la búsqueda de nuevos espacios de
equidad y cordura, donde la libertad no sea un bien consagrado en un
texto legal por toda la eternidad, sino
algo que se gane día a día, con la condición inexcusable de mejorarlo, pulirlo, adaptarlo si fuese preciso y, lo
más importante, dotarlo de practicidad real y no de entelequia grandilocuente.
Esa misma ciudadanía se ha percatado de su valor real. Un valor que
se cotiza instante a instante y no por
períodos cuatrienales. Un valor
abierto, perseverante y mayoritario,
sin el cual esta sociedad no avanzaría.
Este valor no se sustenta en riquezas tangibles atesoradas en espacios
temporales propicios, sino en una
fuerza contable, pujante y tolerante, en la medida en que se le reconoce como elemento esencial del edificio cotidiano que se pretende construir.
La situación descrita aboca al
hartazgo, el cual no se soluciona con
un cambio a la manera tradicional.
La saturación preconiza una transformación seria, una metamorfosis
equitativa e igualitaria y no un
cambalache efímero destinado a
parchear el actual contexto, porque,
simple y llanamente, la ciudadanía
es ya mayor de edad, nunca ha sido
idiota y proclama la equidistancia de
toda índole y naturaleza entre los dos
polos de una colectividad donde impere la justicia.
¿Qué cambios?
“Toda persona tiene deberes respecto
a la comunidad, puesta que sólo en
ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad” (Art. 29.1 de
la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, 138º Asamblea
General de la ONU, 10 de diciembre
de 1948).
El experto nos lanzaría un diluvio
de apreciaciones legales por las
que habría que pasar para entrar en
un tiempo nuevo. El ciudadano de
a pie, ahora mismo, no está por la
labor, ya que estos últimos decenios
han constituido un espejo claro
donde hemos podido ver las siluetas de avezados personajes cuyas soluciones nos han llevado hasta aquí.
Todo, según ellos, por el bien del país
y por la mejora del entramado
sociopolítico del mismo. Se precisa,
pues, no de inmaculados e intachables
protagonistas, ni de caras nuevas para
nuevos tiempos; se exigen medidas
coherentes que, en un espacio temporal razonable, contribuyan a arreglar este desaguisado perpetrado por
salvadores de la patria que han circulado libres en virtud de no se sabe
qué presunción de una inocencia de
la que carecen.
¡Al grano!
En primer lugar, nuestro texto constitucional y el Estatuto de Autonomía de Canarias piden a gritos una
revisión a fondo, a conciencia. Los
años no pasan en balde y estamos,
por si alguien lo ha olvidado, en el
siglo XXI.
Inicialmente, hay que mirar a
otros países donde el referéndum es
un mecanismo apreciado que se debe
usar con la frecuencia que se precise.
Una vez reconocida su importancia,
hay que proceder a la modernización
del Estado, puntualizando que una
¿Monarquía o
república?, ¿Estado
de las autonomías o
federal?, ¿territorios
históricos con
privilegios o igualdad
territorial en función
de parámentros
justos y racionales?...
reforma no debe estar inspirada en
el encaje de una parte en el todo, obviando el derecho del que también
disponen las otras partes en ese
mismo contexto.
A continuación, plantear una serie
de cuestiones de relieve tales como:
¿monarquía o república?, ¿Parlamento
unicameral o bicameral?, ¿división
de poderes real o politizada?, ¿Estado
de las autonomías o Estado federal?,
¿territorios históricos con privilegios
o igualdad territorial en función de
parámetros justos y racionales?,
¿partidos políticos y organizaciones
subvencionadas o autogestionadas
legalmente, con luz y taquígrafos?,
¿limitación en los mandatos o perpetuación en los cargos?, ¿fiscalidad
desigual o paritaria?, ¿educación, sanidad y servicios sociales como logros
irrenunciables y reflejados en la Constitución o al socaire de los intereses
partidarios?, ¿una verdadera ley de
educación, duradera en el tiempo y
pactada, u otra mutable en función
de ideologías partidistas gubernamentales?, ¿procedimientos judiciales
realmente igualitarios o en función
de intereses económicos de dudosa
naturaleza?
En fin, hagamos una parada para
respirar y dejemos hueco para los puntos suspensivos que se precisen.
En segundo lugar, potenciar la economía que asfixia a la ciudadanía,
con miras a subsanar la lacra del paro.
Los gobiernos no crean puestos de
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EL DÍA, domingo, 26 de abril de 2015
ANÁLISIS
otros ganen; unos dejen y otros recojan. Al final, volveremos al principio: una nueva transición de imperioso consenso, pacto constante y
acuerdo continuo, donde se involucre
a todos sin exclusiones.
¡Ah! Tolerancia cero para los corruptos: sean reales, republicanos,
patricios o plebeyos, dado que “una
sociedad subjetiva es una sociedad
que no objetiviza sus problemas; es
una sociedad débil, proclive a todo
tipo de liderazgos personales y caudillismos, proclive, en definitiva, al
más feroz y autoritario de los populismo demagógicos” (2).
Siguiendo al mismo autor, Canarias está por hacer, en todos los sentidos, y ello es una tarea que aguarda
a todos los canarios, teniendo en cuenta la importancia de nuestra vertebración social.
trabajo; sin embargo, sí poseen los
mecanismos para que las empresas,
que sí los generan, estén en condiciones de hacerlo, y ello va en la línea
de abaratar los costes para los emprendedores y las pequeñas y medianas empresas –verdaderas artífices
de la empleabilidad–, mejorar los tipos
de contratación y crear una verdadera reforma laboral que ampare a la
mayoría, donde no sólo se controle
el cobro de las ayudas por desempleo, sino también el impago de sueldos y la sobreexplotación. Menos políticas activas de empleo como las
actuales –inútiles y lucrativas para
algunos– y más actividad en las políticas generadoras de puestos de trabajo, acompañadas de una formación
acorde con las verdaderas demandas del mercado, donde los montantes
presupuestarios que se concedan a
las organizaciones empresariales, sindicales o de otra índole, estén
estrictamente supervisados.
En este entramado, las pensiones
futuras deberán estar garantizadas, en un marco legal de justicia
social, al igual que los servicios sanitarios y las prestaciones sociales jamás
deberán estar sujetados a recortes.
Hay que resaltar que lo único que
mejora las condiciones de vida de la
ciudadanía es la inversión en I+D+i
(investigación desarrollo e innovación), y no la confortabilidad –personal, salarial y laboral– de los políticos, empresariado y otros poderes.
En tercer lugar, optimizar la educación, con planes de estudio alejados
de las influencias políticas, donde
se premie el esfuerzo y la constancia del alumnado, con ayudas y becas
justas, asociadas a los méritos y a las
condiciones sociales y no a árboles
Estos cambios que
precisa nuestro país
y los diversos
territorios deben ser
positivos y no
impositivos;
consensuados y no
draconianos.
genealógicos, conexiones varias y arbitrariedad calculada, donde la relación entre oferta y demanda del mercado laboral se estudie concienzudamente y con periodicidad, con miras
a un lógico proceso de adaptación.
Es aquí donde el profesorado debe sentirse valorado, estimulado y
sensibilizado en cuanto a la labor que
desempeña y el papel que debe jugar, junto a las familias, en el proceso de enseñanza y aprendizaje,
merced a leyes de educación consensuadas y duraderas.
En suma, un respeto real a los derechos de la ciudadanía, sin discriminaciones.
¿Quién debe abanderar esos cambios?
“Los ciudadanos de Canarias son
titulares de los derechos y deberes fundamentales establecidos en la Constitución” (Art. 5.1 del Estatuto de Autonomía de Canarias, 1982).
Obviamente, “cambio” resulta
ser un vocablo demasiado usado en
el pasado –baste recordar la transición, las elecciones de 1982 y otros
procesos próximos en el tiempo– y
excesivamente manoseado en el
presente, dada su reiterada utilización en los medios de comunicación
y en los discursos de las campañas
electorales, que parecen haber
empezado.
Estos cambios que precisa nuestro país, nación o Estado –agárrese
cada lector al término y al orden que
más le apetezca– y los diversos territorios deben ser positivos y no
impositivos; consensuados y no
draconianos; serenos y no a trompicones, víctimas de la inexorable
velocidad del tiempo electoral.
Aceptadas tales premisas, los actores deberán asumir su papel. Un
papel que reparte la ciudadanía a golpe
de voto, en función de propuestas
programáticas a cumplir, sin excusas. No olvidemos que, haciendo un
análisis sereno de los resultados electorales desde 1976 hasta el día de hoy,
estos han oscilado en torno a decisiones viscerales de cansancio por
incumplimiento de promesas y en
tomaduras de pelo a un pueblo que
no quiere revoluciones de ningún
color, sino que reclama soluciones.
Llegados a este punto, la derecha
y la izquierda tradicionales están desgastadas; no aportan medidas racionalmente coherentes. Los nacionalismos se miran constantemente al
ombligo de su ego. Las organizaciones
sindicales se caen a trozos, víctimas
de su propia inanidad. Las opciones
minoritarias no pueden dejar de serlo.
Las nuevas opciones resultan ser únicamente eso, expectativas.
Entonces, ¿dónde hallaremos remedio a nuestros problemas? En una
coalición donde unos pierdan y
Concluimos
“(...) En el mundo ha de haber cierta
cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay
muchos hombres sin decoro, hay
siempre otros que tienen en sí el decoro
de muchos hombres (...)” (José Martí,
1853-1895).
Así pues, ¿estamos en condiciones
de abordar los cambios precisos en
estos nuevos tiempos? Sí, pero,
únicamente si queremos: ¿qué,
exactamente? Un sistema sociopolítico y económico marcadamente
simétrico, con una estructura territorial sin sobredimensiones ni privilegio alguno, donde prime la despolitización de la justicia, una legislación educativa perdurable, una sanidad universal y sin diferencias territoriales en un Estado claramente laico,
en el que la organización provincial
y municipal controle mandatos,
sueldos, dietas y demás prebendas.
Todo lo aquí expuesto debe obedecer a la imperiosa voluntad de la ciudadanía, sin influencias externas sobrevenidas y en un marco de acuerdo
de las distintas sensibilidades políticas. No basta con pescar en aguas
revueltas; hace falta un cúmulo de
soluciones reales para los problemas
cotidianos. Si ello ocurre, evidentemente, habremos sobrevivido al
aluvión anual de convocatorias
electorales: marzo (Andalucía),
mayo (locales y autonómicas), septiembre (Cataluña) y a finales de año
o principios del próximo (generales).
Consiguientemente, Canarias podría ser una comunidad autonóma
nueva donde las energías limpias –derivadas del esfuerzo humano– iluminarían ideas y propósitos coherentes; y España, un Estado moderno,
gobernado sin mediocridades.
NOTAS:
(1) GONZÁLEZ, M. (2010): La teorización
de Julio Aróstegui sobre la historia del tiempo
presente como historia vivida. Hispania Nova
(13), 127.
(2) HERNÁNDEZ BRAVO DE LAGUNA (1992).
Franquismo y transición democrática (p. 114).
Historia Popular de Canarias. Santa Cruz
de Tenerife: Cabildo Insular de Tenerife y
Casa de la Cultura.
p8
domingo, 26 de abril de 2015, EL DÍA
www.eldia.es/laprensa
Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 977
LAS SUPERMAMÁS
NO
EXISTEN
lladas por una sola persona. Este importante desafío no sólo requiere voluntad, aunque ésta ocupa un lugar fundamental.
Aprendizaje. Es inevitable y recurrente la mirada al pasado para recordar cómo lo hacía nuestra madre con
nosotros, y otras con los suyos. Recopilar y darle la pincelada de los nuevos tiempos. Estar abiertas al aprendizaje, porque de todo, de todos, se
aprende. Siendo pupilos de nuestros
hijos, pues ellos nos dan las mayores
lecciones de vida. Y al mismo tiempo
estar dispuesta a abrirse al conocimiento, ya que a veces no basta con la escuela
de la vida, y se hace necesario formarse
para formar y educarse para educar.
Compañeras de la vida. Acompañarles
en el autodescubrimiento, en el descorche de sus talentos y en la aceptación de sus limitaciones. Gustosas contempladoras de sus avances y progresos
y sufridoras de sus experiencias más
dolientes. Destapar sus sentimientos
y emociones, sacarlos hacia afuera
cuando sea necesario. Estar dispuestas a servirles de puente en las diferentes transiciones de la vida. Colaborar en el trazado de sus trayectorias
y ayudarles en el uso de sus “mapas”,
así como en aceptar la elección de sus
rutas.
Texto: Elena Fernández Rojas
(Psicóloga, miembro de la Vocalía de
Infancia, Familia y Educación del Colegio
Oficial de Psicología de Santa Cruz de
Tenerife)
P
róximos a celebrar el Día de
la Madre, les invito a una
reflexión cuyo propósito es
revisar y recuperar el verdadero sentido de la maternidad y del hecho cotidiano de ser madres.
Ser o no ser madre; ésa es la cuestión. Tener claro que no es ni una imposición ni una obligación. Es necesario conectar con aquellas razones que
nos empujan a tomar esta trascendental
decisión. No es una exigencia ni natural, ni social; es una cuestión de “elección”.
Tiempo de espera. ¡Ya está en camino!
Tiempo suficiente para programar, proyectar, visualizar. Todo comienza a tomar forma, también en nuestra cabeza,
en nuestra imaginación, incluso en el
ambiente. Comienzan a desplegarse
los ánimos de esas personas deseosas
de colaborar en el proyecto de ese nuevo
ser. Esta circunstancia va más allá del
ADN y del engendramiento en sí
mismo.
La adaptación. ¡Bienvenido a la vida!
Ahí quedan las marcas que definen el
antes y el después del milagro de la
vida y el comienzo de un largo, apa-
sionante e incierto camino. Camino
que comienza por permitir que la actividad cerebral se reorganice dejando
dormidas unas habilidades y despertando otras más útiles y vitales, porque la ocasión así lo exige. Se activan
y desbloquean automáticamente en
nuestro cerebro los archivos y documentos que a esta cuestión hacen referencia.
El alimento. Amamantamiento,
acción y enlace nutritivo, circuito natural donde fluye alimento y energía, en
el que ambas personas se regulan en
esa especial interacción. Pero más importante aun el afecto, el más necesario y preciado alimento. La madre,
como una de las figuras más importantes de apego, con el contacto físico
como principal herramienta, es capaz
de provocar respuestas bioquímicas
que quedarán impresas como soporte
vital y básico en su andadura.
El descanso. El insomnio es la consecuencia más frecuente del hecho de
ser madre. No obstante, es necesario
hacernos gestoras eficientes del sueño
para lograr un rendimiento y descanso
adecuados.
Buscar los aliados y los escenarios
más idóneos. La familia, los amigos,
los centros educativos, el pediatra que
nos guía en la parte más temerosa del
camino. Aquellos seres valiosos,
“agentes de cambio”, a quienes elegimos como confesores, asesores, o
modelos que nos inspiran en nuestra
evolución.
El diálogo, la herramienta por excelencia. En la educación, el diálogo con
un hijo comienza hablando con una
misma y luego se extiende a él. Saber
escuchar dentro del ruido, funcionar
en el desorden, detectar problemas ocultos, sustituir el grito por el diálogo, soportar tormentas, revelar asuntos
que pasan desapercibidos. Saber responder, reforzar, comprender, arropar y transferirles energía con tan solo
una mirada. Cuidar los contenidos, pero
también la forma. Enviarles cada día
el mensaje de “siempre estaré contigo,
en cualquiera de las formas”. Y agacharse físicamente para ponerse a su
altura, porque sólo desde allí se comprende todo mejor.
Para un roto y para un descosido.
Expertas en remedios, remiendos y
reparaciones de última hora; también
en el consuelo en los reveses que de
forma natural se van agregando a la
propia existencia. Asumir, además, que
no podemos con todo y que hay que
pedir ayuda. No existen las súpermamás, aunque sea nuestro interior
anhelo; no por vanidad, sino porque
aspiramos a entregarles lo mejor.
Criar y educar son tareas demasiado
importantes como para ser desarro-
Aceptar la ley de la vida. Saber cortar poco a poco y cada día el cordón
umbilical, permitiendo que sean seres
autónomos, libres y que se construyan como los seres humanos que quieren ser. Pero, hasta ese momento, ser
conscientes del número de veces
que pronuncian la palabra “mamá”.
Dependencia mutua, natural y adaptativa, pero que también hay que saber
gestionar para no poner en peligro la
capacidad de supervivencia individual.
Equilibrar para así conseguir una sana vinculación. Es decir, estar cerca
en la distancia y saber alejarse en la
cercanía.
Entrega e identidad. Una de cal y otra
de arena. Encontrar el equilibrio entre la entrega y la propia identidad. Equilibrio del tiempo, teniendo presente
que nuestro peor enemigo es el reloj,
nuestra mayor aliada la organización.
Pero tolerar también las sensaciones
de desequilibrio como algo normal.
La culpabilidad. Saber liberarnos de
la culpa de lo inevitable, de aquellas
cosas de las que no somos responsables y de aquellas que hacemos que
podemos mejorar.
Supervivencia. Predicar con la palabra, pero también con el ejemplo, pero
siempre dejando ser y dejando hacer.
En muchas cosas no estamos lejos de
otras especies y compartimos lo más
importante, la esencia, que es la supervivencia. Formar seres adaptables
moldeables y flexibles, porque la naturaleza así lo exige. Prepararles para
tolerar las sensaciones buenas y las
malas también sacándoles siempre un
provecho y convertir la supervivencia en la más grata y enriquecedora
existencia.