ESPAÑOL 5 AP/BI NIVEL SUPERIOR Supongo que sabéis que un

ESPAÑOL 5 AP/BI NIVEL SUPERIOR
Supongo que sabéis que un elemento primordial del nivel superior es producir una tarea
escrita, de 500-600 palabras, basada en una obra literaria. Es menester que tengáis una
fuente rica de la cual podáis escoger, incluso las obras estudiadas en español 4 BI. Aquí
tenéis un cuento corto, “Dos palabras”, un resumen de la Revolución mexicana que sirve
como fondo de entendimiento para la obra teatral, y la obra “El anillo del general Macías”.
Completad las actividades que acompañan las dos obras. Las repasaremos en septiembre con
la posibilidad de una evaluación en clase.
¡No dejéis todo a la última semana u os sentiréis agobiados!
IsabelAllende
rtr rn.1.943
Exiliadade Chile como muchosde suscompatriotasque huyeron de la dictadura
deAugusto Piqochet (gobern6 entte L973 y 1990),Allende se ha establecidoen
Ios EstadosUnidos y ha seguidosu labor literaria en espafrol,mostrandoque en ese
pais esposiblemantenerel contacto necesariocon el castellanopara esciibir. El 6x(1982),lanz6aAllende
ito interrracionalde su primeranovela,In casade losespiritus
Mirquez en sus
de
Garcia
migico
el
realismo
por
a Ia fama. Muy influenciada
En susobras
estilo.
propio
primerasobras,ha venido evolucionandoy ha creadosu
(Hrja
delafortuna
Lor.a ios limitesenrrela autobiografia(Paulade 1995),la historia
de 1999)y 1aprosaficci6n-
C6digos porq lo comprensi6n
C6itigo,Culttrtal: En las ciudadesy sobretodo en los pueblosde Hispanoam6rica,
donde siguehabiendo mucha gente analfabeta,existeel oficio del escribanoque es
una personaque sabeleer y escribiry que por un precio determinadole traduceuna
cattaa su,clienteo se la escribe.Muchas veces,estosescribanostambi6n resuelven
trimites.
,C_6# pHispanoam6ricaseca$6i,ics: La historia politica de muchospaisesde
que luchan paraconopuestos
grupos
entre
y
guerras
civiles
conflictos
rtcterizapor
pronuncia un golpe
ej6rcito
pudiente
del
seguirel poder. Con frecuencia,un oficid
militar y asumeel poder en forma de caudillo o dictador.Muchasveces,adem6s,estos hombres son incultos y rienen poca experienciapara gobernar. Los trastornos
civiles que pinta Allende en esterelato,por lo tanto' son veridicos.
t'Dos palobras"
Tenia el nombre de BelisaCrepusculario,pero no por fe de bautismo o acierto de su madre,
sino porque eila misma1obusc6hastaencontrarloy sevisti6 con 61.Su oficio eravender palabras.Recorria el pais, desdelasregionesm6s altasy frias hastalas costascalientes,installndoseen lasferiasy en los mercados,donde montabacuatropaloscon un toldo de lienzo, bajo
el cual seprotegia del sol y de la lluvia p'araatendera su clientela.No necesitabapregonat su
mercaderia,porque de tanto caminar por aqui y por all6, todos la conocian. Habia quienes
la aguardabande un affo para otro, y cuando eparccleporla aideacon su atadobajo el brazo
haciancola frente a su tenderete.lVendia a preciosjustos.Por cinco centavosentregabaversos
de memoria, por siete mejorabala calidad de los suefros,por nueve escribiacartasde enamorados, por doce inventaba insultos para enemigos irreconciliables.Thmbi6n vendia 1 0
cuencos,pero no eran cuentos de fantasia,sino largashistoriasverdaderasque recitabade
1**
a. venta en mercadosal aire libre
997
Contemporhnea
enIa Literatura
La VozFemenina
corrido,2 sin saltarsenada.Asi llevabalas nuevas3de un pueblo a otro. La gente le pagabapor
agregaruna o doslineas:naci6 un niflo, muri6 fuiano, secasaronnuestroshijos, sequemaron
En cadalugar sejuntaba una pequeflamultitud a su alrededorpan oirla cuando
lascosechas.
comenzabaa hablar y isi se enterabande las vidas de otros, de los parienteslejanos,de los 1 5
pormenoresde la Guerra Civil. A quien le compraracincuentacentavos,ella le regalabauna
palabrasecretaparaespantarla melancolia.No erala mismaparatodos,por supuesto,Porque
eso habria sido un engaflo colectivo. Cada uno recibia la suyacon la certezade que nadie
nis la empleabapara esefin en el universoy mis a116.
BelisaCrepusculariohabia nacido en una fanrilia tan misera,que ni siquieraPoseianom- 20
bres para 11.*r. a sushijos.Vino al mundo y creci6 en la regi6n mis inh6sfita, donde algunos aflosiaslluvias se convierten en avalanchasde'aguaque se llevan todo, y en otros no
cae ni una gota del cielo, el sol se agrandahastaocupar el horizonte entero y el mundo se
convierte en un desierto.Hastaque cumpli6 doce afrosno tuvo otra ocuPaci6nni virtud que
sobreviviral hambrey la faagade siglos.Durante una interminable sequiale toc6 enterrar a 25
cuatro hermanosmenoresy cuando comprendi6 que llegabasu turno, decidi6 echara andar
por las llanurasen direcci6n al mar, a ver si en el viaje logrababurlar a la muerte. La tierra
esrabaerosionada,partida en profundasgrietas,asembradade piedras,f6silesde 6rbolesy de
arbustosespinudos,esqueletosde animalesblanqueadospor el calor. De vez en cuando
tropezabacon familiasque, como ella, iban hacia el sur siguiendo el espejismodel agua.Al- 30
gunos habian iniciado Ia marchallevando suspertenenciasal hombro o en carretillas,Pero
apenaspodian mover sus propios huesosy a poco andar debian abandonarsus cosas.Se
arrastrabanpenosamente,con la piel convertidaen cuero de lagartoy los ojos guemadospor
la reverberaci6nde la luz. Belisalos saludabacon un gestoal pasar,pero no sedetenia,Porque
no podia gastarsusfuerzasen ejerciciosde compasi6n.Muchos cayeronPor el camino, pero J J
ella era tan tozuda5que consigui6 atravesarel infierno y arrib6 por fin a los primeros manantiales,finos hilos de agua,casiinvisibles,que alimentabanuna vegetaci6nraquitica,oy que
mis adelantese convertianen riachuelosy esteros.T
BelisaCrepusculariosalv6 la vida y adem6sdescubri6por casualidadla escritura.Al llegar a una aldea en las proximidadesde la costa, el viento coloc6 a sus pies una hoja de 40
peri6dico. Ella tom6 aquelpapel amarillo y quebradizosy estuvolargo rato observ6ndolosin
adivinarsu uso,hastaque la curiosidadpudo m6sque su timidez. Se acerc6a un hombre que
lavabaun caballoen el mismo charco turbio donde ella saciarasu sed.
-aQu6 es esto?-Pregunt6.
-Lapilginadeportiva del peri6dico-replic6 el hombre sin dar muestrasde asombroante 45
su ignorancia.
y selimit6 a inIJ" ,.rp'r"rr, dej6 at6nita a la muchacha,Pero no quiso parecerdescaradae
quirir el significadode laspatitasde moscadibujadassobreel papel.
2sin parar
3 noticias
{ rajaduns
s obstinada,testarudr
6mezquina, pobre
7 chilenkmo:arroyo, riachuelo
" raglt, oeucaco
e descort&
998 Capftulo'l-l
-Son palabras,
niiia.Alli dice que FulgencioBar-banoque6al Negro Tiznao en el tercer
round-
r
5()
Esedia BelisaCrepuscularioseenter6que laspalabras
irndansueltassin dueiioy cualquiera
con ttn Poco cletttafiilr"puedeapoderirsi:las
paraconrerriarcon el]as.Consider6su situaci6rr
y concluy6qlle apartede prostituirseo enrpL'lrsccomo sirvientaen lascocinasdc los licos,
eranpocaslasocupaciones
que podia desenrperi:ir.
Venderpalabras
le pareci6nna alternativa
decente.A partir de eseutonrentoejerci6esaprofesi6ny nrurcale interes6otra.Al principio ofi'eciastt nrercriucia
sin sospeclrar
cluehs palablaspodian tarlbi6n escribirsefirerade los
peri6dicos.Cualrdolo supocalcul6iasinfinitasproyecciorres
de su negocio,colt susahonos
lc' pag6veintc"pesosa un cura paraque le enseiiaral leer y escribiry con los tresqtre le sobratou se cornproun diccionario.Lo revis6ll desclelaA hastaIa Z yfuego Io lauz6 al ruar,
( r ()
porcpreuo era su intenci6n estafara los clientescon palabrasenvasadas.ll
Valiosafrosdesptr6s,
en Llnaurafianade agosto,se eucontmballelisa Crepusc:uhrioen el
ceutro de una plaza,sentadabajo str toldo vendicrrdoargunrentosdejusticiaa un viejo que
solicitabasu pensi6ndesdehaciadiecisieteailos.Err dia de nrercadoy habianrrrchobullicio
a stralrededor'.
Se escucharol)
de pronto gllopesy uritos, ellalevant6los ojos dc la c.sclitunr
y vio plinrero utta ttubede polvo y c'useguidir
un grupo dejinetesque irrurrrpi6en el lu1ryu,(r5
Se ttatabade los hombresdel Cororrel,que venianal nrandodel Mulato, rrn sisantc.couocido en toda la zorlapor la rapidezde sr.rcuchillo y la lealtadhaciasujefe. Aurbos,el Coronel y el Mulato, habianpasadosusvidasocupadosen la Guerm Civil y susrronrbresc"stltmrr
ilrerrrisiblementeunidos al estropiciol'ly la calanridad.Los guerreroseutl'uon ll pueblo
colllo tlll rebaiio en estampida,etrvueltosen ruido, bafradosde sudor y dejandoa sLlpasoull 7 t l
esPantode huracin.Salieronvolandolasgallinas,dispararonr{
a perderselosperros,corrierou
Iasntujerescon sushijos y no qued6 en el sitio del nrercadootra ahua viviente que Belisa
Ctepusctrlario,quien no habia visto jar:r6sal Mulato y por 1o misnro le extrafr6 que se dirigiera a ella.
-A
ti te busco-le gtit6 sefralindolacon su litigo enrolladoy antesque terminara de de- 75
cir{o, dos horrrbrescayeronencima de la mujer atropellandoel toldo y ronrpiendo el tintero,
la ataron de pies y nlanos y la colocaron atravesadaconlo Lrn bulto de nrarinero sobre la
grupalsde la bestiadel Mulato. Emprendierongalopeen dir.ecci6na lascoiinas.
Horas n6s tarde, cuando Belisa Crepusculario estabaa punto de morir corr el coraz6n
convertido en arenapor las sacudidasdel caballo,sinti6 que se detenian y cllatto nlarlos li( )
podetosas
la depositaban
en tierl'a.Intent6 ponersede pie y levantarla cabezacon dignidad,
pero le fallaronlasfuerzasy se desplonr616
con un suspiro,hundi6ndoseen un suefloofuscado.lTDespert6variashorasdespu6scon el nrurnrullo de la noche en ei canrpo,pero no
r" destleza;astucia
ll examin6
ll enurslr: introducir productos
en recipientespam verrdeilos
ll destrucci6n
'a huyeron corriendo
lspatte de atris del
cablllo
r('cay6(conrouna pared
rlue se tunrba)
l7 ttrrb:rdo,conhrso
999
en la LiteraturaContentporhnea
LaVoz Femenina
tuvo tiempo de descrifraresossonidos,Porque al abrir
inrpacientedel Mulato, arrodiliado a su lado'
los ojos se encontr6 ante la mirada
85
-Porfindespiertas,mujer-dijoalcanzlndoleSucantimPlora'8p"'aquebebieraun
la vida'
sorbo de aguardientecon p6lvora y acabarade recuperar
que el Coronel necesitabasus
Ella quiso saberla causade tanto maltrato y 61le explic6
llev6 a un extremo del campamento'
servicios.Le permiti6 mojarsela caray enseguidala
hamacacolgadaentre dos irboles' El1a 90
donde el hombre *i, t"rrrido del paisr.porrU* en una
incierta del follaje y la sgmbraimno pudo verle el rostro, porque ;nia encima la sombra
.rrioierrdocomo un bandido, pero imagin6 que-debiaser de exPreborrable de muchos anos
j 61.on tanta humildad' Le sorprendi6
,-" p"ra"iJale si su giganrescoayudantese dirigia
,o ,ro", suavey bien moduladacomo la de un profesor'
-;Eres la que vende palabras?-pregunt6'
.
verlo mejor'
-ir..
servirte-balbuce6 ella oteando2oen la penumbra Para
tU
llevabael Mulato le dio de frente'
El coronel se puso de pie y la luz de la antorcha que
Lamujerviosupielor.,rr.y',o'fierosojosdepumaysuPoalpuntoqueestabafrenteal
hombre mis solo de estemundo'
-Quiero
ser Presidente-dijo 6l'
100
inritilesy derrotasque ningon rubEstabacansadode recorrer esatierra maldita en guerras
muchos afios durmiendo a la intempene'-'
ter gio podia transformaren victorias. Llevaba
culebra,pero esosinconvenientes
picado de mosquitos,alimentSndosede iguanasy sopade
su destino.Lo que enverdad lt ft* - ^menoresno constituian nz6nsuficiente para cambiar
a los pueblosbajo arcosde iriunfo' en- 105
tidiaba era el terror en los ojos ajenos.Deseabaentrar
huevosfrescosy pan
dieran
re banderasde coloresy flor.r,-q,r. lo aplaudierany le
9" fglo
hombres,abortaban
los
huian
reci6n horneado. Estabaharto de comprobar c6mo a su Paso
decidido serPresidente'El Mude susrolasmujeresy temblabanlas criaturas,Por esohabia
al Palacioparaapoderarsedel golato le sugiri6 que fueran a la capitaly entrarangalopando
permiso, Pero al coronel no le 110
bierno, tal como tomaron tanras otras .or., iin iedir
de
tenido bastantesPor alli y' adem6s'.
interesabaconvertirseen otro tirano, de 6sosya habian
votaci6n
por
consistiaen ser elegido
esemodo no obtendria el afecto de las gentes.Su idea
popular en los comicios22de diciembre'
un
-Para eso necesitohablar como un candidato.;Puedesvenderme las palabrasPara
115
discurso?-pregunt6 el Coronel a BelisaCrepusculario'
18ftasco cubierto de algun material para llevar agua y mantenerla frcsca
reviciosa, disipada
20escudriiando
2la cielo descubierto
2 elecciones
1000 Capinlo14
Ella habia aceptadomuchos encargos,pero ninguno conto 6se,sin embargono pudo negarse,temiendo que el Mulato le metiera un tiro entre los ojos o, Peor afn, que el Coronel
seecharaa llorar. Por otra parte, sinti6 el impulso de ayudarlo,porque percibi6 un palpitante
calor en su piel, un deseopoderosode tocar a esehombre, de recorrerlo con susmanos,de
1,20
estrecharloentre susbrazos.
Toda la noche y buenaparte del dia siguienteestuvoBelisaCrepusculariobuscandoen su
paraun discursopresidencid,vigiladade cercapor el Mulato,
repertorio laspalabrasapropiadas
quien no apartabalos ojos de susfirmes piernasde caminantey sussenosvirginales.Descart6
por el abuso,las
y secas,las demasiadofloridas,las que estabandesteffidas
las palabrasSsperas
que ofrecianpromesasinrprobables,1ascarentesde verdady lasconfusas,parqquedarses6lo con 125
aquellascapacesde tocar con certezael pensamientode los honrbresy la intuici6n de lasmujeres. Haciendo uso de los conocimientoscompradosal cura Por veinte pesos,escribi6el disla cuerdacon la cual
cursoen una hoja de papely luego hizo sefiasal Mulato paraque desatara
donde el Coronel y
nuevamente
La
condujeron
por
los
tobillos
a
un
6rbol.
la habiaamarrado
Le pas6el papel I J U
primer
encuentro.
del
palpitante
ansiedad
a
sentir
la
misma
al verlo ella volvi6
los
dedos'
de
con
la
6l
lo
miraba
sujet6ndolo
y aguand6,miencras
Punta
-aQu6 carajo2s
dice aqui?-pregunt6 por 0ltimo.
-eNo sabesleer?
-Lo que yo s6 hacer esla.guerra-replic6 61.
Ella ley6 en aka voz el discurso.Lo ley6 tresveces,paraque su cliente pudiera grab6rselo
en la nremoria. Cuando termin6 vio la emoci6n en los rostrosde los hombres de Ia tropa
que sejuntaron para escucharlay not6 que los ojos amarillosdel Coronel brillaban de entusiasmo,segurode que con esaspalabrasel sill6n presidencialseriasuyo.
-Si despu6sde oirlo tres veceslos muchachossiguen con la boca abierta, es gue esta
140
vainaz4sirve, Coronel-aprob6 el Mulato.
-;Culnto te debo por tu trabajo,mujer?-pregunt6 el jefe.
-IJn peso,Coronel
-No es caro-dijo 6l abriendo la bolsa que llevabacolgadadel cintur6n con los restos
del riltimo botin.
-Ademis tienesderechoa una frapa.25
Te correspondendospalabrassecretas-dijo Belisa 145
Crepusculario.
-aC6mo es eso?
Ella procedi6 a explicarleque por cida cincuentacentavosque pagabaun cliente,le obsequiabauna palabrade uso exclusivo.El jefe seencogi6 de hombros,puesno teniani el menor
inter6s en la oferta, pero no quiso ser descort6scon quien 1o habia servido tan bien. Ella se 150
aproxim6 sin prisa al taburete26de sueladonde 6l estabasentadoy se inclin6 para entregarle
su regalo.Entoncesel hombre sinti6 el olor de animal montuno2Tque se desprendiade esa
!1 in terjeccihngrose
ra
2a
fan, lo que carecede importancia
a amcr:un regalito que hace el vendedor a su cliente
2('asientosin respddo
27del nronte; salvaje
Contcnporinea
1001
LaVozFemenina
enIaLiteratura
mujer, el calor de incendio que irradiabansuscaderas,el roce terrible de suscabelios,el aliento
de yerbabuenasusurrandoen su oreja lasdos palabrassecretasa las cualestenia derecho.
-Son tuyas,Coronel-dijo elia al retirarse-. Puedesemplearlas
cuanto quieras.
155
El Mulato acompafl6a Belisahastael borde del camino, sin dejar de mirarla con ojos suplicantesde perro perdido, pero cuando estir6 la mano para tocarla, ella lo detuvo con un
chorro de palabrasinventadasque tuvieron la virrud de espantarleel deseo,porque crey6 que
se tratabade algunamaldici6n irrevocable.
En los mesesde setiembre,octubre y noviembrq ei Coronel pronunci6 su discursotantas
veces,que de no haber sido hecho con palabrasrefulgentesy durablesel uso lo liabria vuelto 169
ceniza.Recorri6 el pais en todasdirecciones,entrandoa las ciudadescon aire triunfal y deteni6ndosetambi6n en los pueblosm6solvidados,all6 donde s6lo el rastrode basuraindicaba
la presenciahumana,para convencera los electoresque votaranpor 61.Mientras hablabasobre una tarinazs al centro de la piaza,el Mulato y sushombres repartiancaramelosy pintaban su nombre con escarchadorada en las paredes,pero nadie prestabaatenci6n a esos 155
recursosde mercader,porque estabandeslumbradospor la claridadde susproposicionesy Ia
lucidez po6ticade susargumentos,contagiadosde su deseotremendo de corregir los errores
del Candidato,
de la historia y alegrespor primera vez en susvi&s. Al terminar la arenga2e
y cuandopor fin se retiraban,queal aire y encendiapetardos3o
la tropa lanzebapistoletazos
dabaatris una estela3lde esperanzaque perdurabamuchos diasen el aire, como el recuerdo 179
magnifico de un cometa. Pronto el Coronel se convirti6 en el politico mis popular. Era un
fen6meno nuncavisto, aquelhornbre surgido de la guerracivil, lleno de cicatricesy hablando
como un catedritico, cuyo prestigio se regabapor el territorio nacional conmoviendo el
coraz6nde la patria. La prensase ocup6 de 6l.Viajaron de lejos los periodistaspara entrevistarlo y repetir susfrases,y asi creci6 el nfmero de susseguidoresy de susenemigos.
175
-Vamos bien, Coronel-dijo
el Mulato al cumplirse doce semanasde 6xito.
Pero el candidatono lo escuch6.Estabarepitiendo susdos palabrassecretas,como hacia
cadavez con mayor frecuencia.Las decia cuando lo ablandabala nostalgia,las murmuraba
dormido, lasllevabaconsigosobresu caballo,laspensabaantesde pronunciar su c6lebredis- tSO
en susdescuidos.Yen toda ocasi6nen que esasdos pacurso y se sorprendiasabore6ndolas
labrasvenian a su mente, evocabala presenciade BelisaCrepuscularioy sele alborotabanlos
sentidoscon el recuerdodel olor montuno, el calor de incendio, el roce terrible y el aliento
de yerbabuena,hastaque empez6a andarcomo un son6mbuloy suspropios hombresconrprendieron que se le terminaria la vida antesde alcanzarel sill6n de los presidentes.
185
-aQu6 es1o que te pasa,Coronel?-le pregunt6 muchasvecesel Mulato, hastaque por
fin un dia el jefe no pudo m6s y le confes6que la culpa de su 6nimo eran esasdos palabras
que llevaba$vadas en el vientre.
*
-"Platatorma
Port:lnl
P discursoenardecedor
sp6lvora en paquetitosque, al esallarseen el piso, hacen mucho ruido
3lla huella que deja un astro
1002 Capttulo14
-Dimelas, a ver si pierden su poder-le pidi6 su fiel ayudante.
-No te las dir6, son s6lo mias-replic6 el Coronel.
190
Cansadode ver a sujefe deteriorarsecomo un condenadoa muerte, el Mulato se ech6
el fusil al hombro y parti6 en buscade BelisaCrepusculario.Sigui6 sushuellaspor toda
esavastageogra{iahastaencontrarla en un puebio del sur, ihstaladabajo el toldo de su oficio, contandosu rosariode noticias.Se Ie plant6 delantecon laspiernasabiertasy el arma
emoufrada.32
-Tf
te vienesconrnigo-orden6.
Ella lo estabaesperando.Recogi6 su tintero, pleg6 el lienzo de su tenderete,se ech6 el
chal sobre los hombros y en silencio trep6 al ancadel caballo.No cruzaron ni un gesto en
todo el canino, porque al Mulato el deseopor ella se le habia convertido en rabia y s6lo el 2(X)
rniedo que le inspirabasu lenguale impedia destrozarlaa larigazos.Tampoco estabadispuesto
a conrentarleque el Qoronel andabaalelado,3'jy que lo que no habian logrado tantos aiios
de batallaslo habia conseguido un encantamientosusurradoal oido. Tres dias despu6sllegaron el canpamento y de innediato condujo a su prisionerahastael candidato,delantede
toda la tropa.
205
-Te traje a estabruja para que le devuelvassuspalabras,Coronel, y para que ella te devuelva la hombria-dijo apuntandoel caflon de su fusil a la nuca de la mujer.
El Coronel y BelisaCrepusculariose miraron largamente,midi6ndosedesdela distancia.
Los hornbresconrprendieronentoncesque ya sujefe no podia deshacerse
del hechizo de esas
dos palabrasendenroniadas,
porque todos pudieron ver los ojos carnivorosdel puma tornarse
mansoscuando ella avanz6v le tonr6 la mano.
“Dos palabras” de Cuentos de Eva Luna (1989)
A. Antes de leer
1. ¿Se le puede considerar a un escritor como una persona que “vende” palabras?
2. ¿Has comprado alguna vez una tarjeta de cumpleaños o de aniversario de una compañía
como Hallmark?
3. Antes de comprarla, ¿habías leído los versos?
4. Cuando entregaste esa postal, ¿creías que esos sentimientos eran los tuyos?
5. ¿Crees que esta acción significa “comprar palabras”? Explica.
6. ¿Crees que hay razón en el refrán que dice “La pluma es más poderosa que la espada”?
Explica.
B. Después de leer
1. La introducción a Belisa Crepusculario incluye una serie de datos raros y fuera de lo
ordinario, lo cual prepara al receptor para lo que va a encontrarse en el relato. El primer
dato es su nombre. ¿Cómo lo consiguió?
2. Lo segundo es su oficio. ¿Cómo se gana la vida?
3. Y finalmente, ¿qué regalo les hace a sus clientes por cada cincuenta centavos que gastan?
4. En el segundo párrafo el narrador revela los detalles de su triste vida. Describe el clima
del lugar donde se crió. ¿Por qué huyó de su casa?
5. En el párrafo que comienza en la línea 39 nos enteramos de cómo Belisa llegó a aprender
su oficio. ¿Cómo reaccionó la primera vez que vio un periódico?
6. ¿Qué descubrió respecto a las palabras?
7. ¿A quién fue para que le enseñara a leer y escribir?
8. ¿Por qué tiró el diccionario después de leerlo?
9. Un día unos guerrilleros entran al pueblo donde ella está y la secuestran. ¿Qué hicieron
con ella y adónde la llevaron?
10. ¿Por qué quiere ser presidente el Coronel?
11. ¿Cómo le puede ayudar Belisa al Coronel a ganar las elecciones?
12. ¿Por qué decide Belisa ayudarlo? (Fíjate en las líneas 118-120)
13. Cuando Belisa le da el discurso al Coronel, ¡descubrimos que éste no sabe leer! ¿Cómo se
aprende el discurso?
14. ¿Qué le regala Belisa al Coronel?
15. Al marcharse, el Mulato intenta seducir a Belisa. ¿Qué hace ella para disuadirlo? Explica
el efecto que tiene.
16. ¿Cómo es el discurso y cómo reacciona la gente al escucharlo?
17. Explica cómo va cambiando el Coronel. ¿Qué efecto le produce cada vez que se acuerda
del regalo de Belisa?
18. El Mulato nota el cambio en el Coronel y le ruega que le diga las dos palabras, pero el
Coronel se niega. ¿Por qué? ¿Qué decide hacer el Mulato?
19. Describe la escena de reunión entre Belisa y el Coronel. ¿Qué cambio notan sus hombres
en los ojos del Coronel?
20. En tu opinión, ¿qué son las dos palabras que Belisa le dijo al Coronel? Explica.
i':sefima frifigg[i
E
r{[ltr{} !}fi
\lariana, hermanadel generalMacias,un generalfederal
Raquel, esposadel general lVtacias
Andr€s de la O, capitin del Ej6rcito Revolucionario
Cleto, un soldado raso del Ej6rcito Revolucionario
Basilio Fkrres, capitfundel Ejdrcito Federal
Fscenarucen:Lasafuerasde la Ciudadde M6xico;Hon* Una
nochede abril de l9l},durante la Revoluci6nmexicana.l
Me Vrequn|ocbmoera Mbxico
la Kevoluci6n.
duranNe
EI sal6n de la casa del general uecies estd.lujosamente
tncueblado en el dorado J/ ornamental estilo Luis xvt. En
:n pared. d,ela derecha bay puertaaentanas que dan al
tatio. A los lados de estasuentanas bay estanterias bajas.
Ettla pared del fondo bou, o Ia d,erecba,la puerta de un
:rmahio:y en el centro, una mesa dond.eestd,ncolocadas
una garrafa' d.e uino y copa.s.La pared de la dereclta
iiene una puerta bacia el fondo del escenarioy al frente
.'lelescenario bay un escritorio con una silla recta. Cerca
.lel escritorio hay una butaca. Alfrente del escenario,a la
.{erecha, bay un sofd. pequefi.o, con una mesa que
sostiene una ld.mpara al fondo. En las paredes hay
:tmdros. El sal6n tiene un aspecto abarrotado y reuela
'toco uso. Cuando se abre el tel6n, el escenario estd
,scuro exceptopor la luz de la luna que entra. por las
tuertauentanas, Entonces se abre la puerta de la casa y
tna jouen en bata entrafurtiuamente. Lleua en ln mano
:tna uela encend,id,a.Por un momento pernxanece cerca.
La genNequeviveaquieoNAbien
econ6micamenf,e,
<<,fiiene
abarroLado
un aepecNo
y revela?ocoueo>>.
Creoqueob lo
decir
coneela
que Niqqliquiere
deecripcion.
l. Revoluci6n mexicana: La Revoluci6n comenz6 en el afro 1910 y
-:.rlmino en 1920 con la creaci6n de una repfiblica constitucional.
). garraifa: vasija con un cuello largo y estrecho para servir bebidas.
, o u Ef r . a r :
P A r-AB R r\s
? F , , . r tA s
abarrotado, -da odj.:lleno en exceso.
El nnruo DELGENERAIMacias 225
de la puerta., escucbando el ruido de un
posible perseguidoryy luego aaa.nzt rdpid'anxente bacia la estanteria de la derecba, al
frente. Coloca la uela encima de la estanteria
y luego comienza a buscar entre los libros.
Finalmente encuentra lo que estd buscando:
una botellita. Mientras est6. buscand'o, se
abre la puerta de la casa silenciosamente y
entra una mujery tambi4n en bata. (Estas
batas siguen la filtima moda parisiense.) La
mujer auanza en silencio a trauds de la
habitaci6n hacia la mesa cercnna al sofd.,y
cuando la jouen se da la uuelta con la botella,
la mujer enciende la luz. La chica da un
pequeftn grito y retrocede, asusta.d,a.La luz
reuela que es bastante jouen -no md.s de
ueinte aft.os- una criatura tfmida, frd'gil
con4o una paloma. La mujer tiene un aire
regio,3 e ind,ependienternented,esi es betla o
no, la gente piensa. que lo es. Tiene unos
treinta y dos aft.os.
Mariana (trata d.eesconder la botellita detrd,s
de ella).1Raquel!2Qu6hacesaqui?
Raquel. ;Qu6 tienes escondido tras los libros,
Mariana?
Matiana (intenta una risa forzad,a), ;Yo?
Nada. 2Porqu6 piensasque tengo algo?
Raquel (auanza un paso bacia ella). Dimelo.
Mariana (retrocede). No. No lo har6.
Raquel (alarga su mano). Te pido que me lo des.
Matiana. Tfi no tienes derecho a darme 6rdenes. Soyuna mujer casada.Yo...Yo...(Comienza a sollozar y se arroja al sofd..)
Raquel (md,s amablemente). No deberias
estar levantada. El m6dico te diio que te quedaras en la cama. (Se inclina sobre MARIANA
/
sLtauelnentete quiffi.la botellita d.ela mano.)
Eraveneno. Lo sabia.
Mariatra (asustad.a). No se lo dir6s al cura,
2verdad?
Raquel. El suicidio es un pecado, Mariana.Un
pecadocontra Dios.
3. regi.ot magnifico, con actitud de rey o reina.
226 Pnueees
Mariana. Lo s6. Yo... (Agarra la n'tano de
nequnr.) Oh, Raquel, ;por que tenemos que
tenef guerras?lPor qu6los hombrestienen que
k ala guerra y morir?
Raquel. Los hombres tienen que pelear por lo
que cfeen que este bien. Es algo muy honroso
morir como soldadopor tu pais.
}.dat'tana. ;C6mo puedes decir eso mientras
Domingo este por ahi luchando tambi6n? ;Y
luchando contra qui6n? Contra hombres que ni
siquierason hombres.Campesinos,esclavosde
los ranchos. Hombres a quienes no les deberian permitir luchar.
Raquel. Los campesinos son hombres, Maiana. No son animales.
Mafiana Hombres.Siemprelos hombres. 2Yqud
pasacon lasmujeres?2QueoculTecon nosotfas?
Raquel. Podemosrezar.
lf;:ariana (con amargura). Si, podemos rezar.
Y entoncesllega la noticia terrible, y rezat fio
sirve ya de nada. El motivo de nuestros rezos
est6 muerto. ;Por qu6 tengo que seguir viviendo si Tom6sestemuerto?
Raquel. El vivir es una obligaci6n.
Matiana.2C6mo puedes ser tan fria, tan dura?
Eresuna mujer dura y fria, Raquel.Mi hermano
te adon. No ha r,'ueltoa mirar a ninguna mujer
desde el primer dia en que te vio. 2Acasosabe
cuilnfria y dura eres?
Raquel. Domingo es -mireverenciado marido.
l{;anana. Llevasdiez afroscasada.Y yo he estado
casadapor tfes meses.Si matan a Domingo, no
serl lo mismo paft ti. Has tenido diez afros.
(Llora teryiblemente.) Yo no he tenido nada...
nadaenabsoluto.
Raquel. Tuviste tres meses, tres meses de
risas. Y ahora tienes lilgrimas. Qu6 suerte la
tuya. Tienes lAgrimas.Tal vez cinco meses de
llgrimal Nada m6s. Solamente tienes veinte
afros.Y en cinco mesesTom6sse conveftife en
un hermosorecuerdo.
Matiana. Recordar6a Tom6stoda mi vida.
Raquel. Por supuesto, pero estar| distante y
muy lejos. Pero tri eres joven... y los j6venes
El arlu-o
DELGENERAT|t4tcias 227
necesitan reir. Los j6venes no pueden vivir
llorando. Y un dia en Paris.o Roma, o incluso
en la Ciudad de M6xico, conocerls a otro
hombre. Te casarisde nuevo y en tu casahabri
hiios. Qu6 suertetienes.
ld:atiana. Nuncamevolvere ac sar
Raquel. Solamente tienes veinte afros. Pensaris de una manefa diferente cuando tengas
veintiocho, o veintinueve, o teinta.
Mariana.2Qu6 hardstu si matan a Domingo?
Raquel. Estard muy orgullosa de que haya
muerto con coraje... con toda la gtatdeza de
un h6roe.
Mariana. Pero no llorarias,2verdad?1Notti! No
creo que tengasninguna l6grima.
Raquel. No, no lloratia. Me sentaria en esta
casavaciay esperaria.
Mariana. 2Esperariasa qu€?
Raquel. Al cascabeleo-de sus espuelasmientras caminapor el corredor enlosado.Al sonido
de su risa en el patio. AI eco de su voz cuando
grita al mozo de cuadra que guarde su caballo.
Al tacto de su mano...
ld:ariana (grita). iParal
Raquel. Lo siento,
Matiana. Tri le amas, 2verdad?
Raquel. No creo que ni siquiera6l sepacu6nto.
Mariana. Pensabaque despu6sde diez afrosla
gente deiaba de amarse. Pero tu y Domingo,
vaya.Ereslo irnico en lo que 6l piensa. Cuando
no estAa tu lado no hace mis que hablar de ti.
IJnavez le escuch6decir que cuando tfi estabas
fuera de su vista era como un hombre sin oios
ni oidos ni manos.
Raquel Lo s6.Yo tambi6n coflozco esasensaci6n.
Mariana. Entonces, ;c6mo pudiste dejar que
se marchan a la guerra?Tal vez para morir.
2C6mopudiste?
Raquel (abruptamente). Mariana,tf eres de la
familia de los Macias.Tu familia es una familia
de grandes guerrefos. Un Macias estaba con
Fernando cuando los moros fueron expulsados
4. cascabeleo: ruido leve y repetido como el que hace un
cascabel.
228 Pnueaes
de Espafra.Un Maciasestabacon Cort6s cuando los aztecasse rindieron.t T\r abuelo luch6
en la guerra de la independencia.Tu propio
padre fue ejecutadoa menos de 30 kil6metros
de estacasapor los franceses.lDebe su hijo ser
menosvalienteporque amaa una mujer?
l{:ariana. Pero Domingo te amabalo bastante
como paru olvidar todo aquello. Si se lo hubieras pedido, no se habria marchado a la
guerra. Sehabria quedado aqui contigo.
Raquel. No, no se habria quedado. Tu hermano es un hombre de honor, no un cobarde quejica6y rastrero.T
ll4:atiana (comienza a llorar otra uez). Yo le
rogu6 aTomtrsque no fuera. Se1orogu6.
Raquel. 2lrhabriasartado si sehubiesequedado?
Mariana. No lo s6. No lo s6.
Raquel. Esaes tu respuesta.Lohabriasdespreciado. Lo habrias amadoy despreciado.Ahora
ven, Mariana,es hora de que te vayasala cama.
Mariana, No se lo dirds al ctra,lo del veneno,
quiero decir.
Raquel. No, no se lo dir€.
Manana. Gracias,Raquel.Qu6 buena eres.Qu6
amabley buena.
Raquel. Hace un momento era dura y cruel.
Qu6 nifra eres.Ahora vete ala cama.
Matiana.;Tri no vienes tambi6n arrlba?
Raquel. No... no he estado durmiendo muy
bien riltimamente. Creo que voy a leer un rato.
Matiana. Buenasnoches, Raquel.Y gracias.
Raquel. Buenasnoches, pequefla.
[uerueNesale por la puerta de la casa a ln
mira la
izquierda, lleud,ndose la uela. RAQUEL
botella de ueneno que tiene en la nlano, y
luego la guarda en uno de los pequeft.os
cajones del escritorio, Despuds escogeun libro
d,ela estanterta situada alfrente del escenario,
5. Un Macias...cuando los aztecas se rindieron: Los
moros fueron expulsados de Espafla a finales del siglo XV
por 6rdenes del rey Fernando de Arag6n. M€xico se trane
form6 en colonia espaflola cuando Hernin Cort6s venci6 a
los aztecasen 1521.
6. quejica: quejumbroso, d6bi1, que se queja demasiado.
7. rastrero: despreciable, desdichado.
y se sientt
se leuanta
a la derct
uuelta al :
sobre las t
el patio. E
de que na
escucba o
puerta del
Raquel (l
;Qui6n est
Ia babitaa
bombre _t
ropa de
campeshta
caid.os sot,
taci6n. ru+
.)'se sienta en el sofA a leerlo,pero sientefrio,
seleuantay AUAnzabacia el armario, alfond,o
a la derecba' y sa.ca,de alli una manta. De
rueltct al sof6, sepone c6moda con la manta
sobre las rodillas. De pronto, oye un ruido en
elpatio. Escucbay luego, cuando se conuence
de que no es nAd.A,uuelue a la lectura. Pero
escuclcaotra uez el ruido. Auanza hacia la
puerta delpatio y se asoma.l
Raquel Qlama en uoz baja).;Qui6n esttratri?
;Qui6n est| ahi fteru? iohl (Iedea. J) regresa a
la babitaci6n. Dos bon'rbres -o mds bien un
l.tombre y un mucbacho- uestid,oscon la
ropct. d.e algod6n blanca que usan los
campesinos mexicanos, con los sombreros
caidos sobre sLts cArAS,entran en la babitaci6n. RAQUET
se leuanta majestuosamente.
Su uoz esfrfa y autoritaria.) 2Qti€nes son y
qu6 es lo que quieren aqui?
Andr€s. Estamos buscando a la esposa del
generalMacias.
Raquel. Yo soy RaquelRiverade Macias.
Andrds. Cleto, haz guatdiaen el patio. Si escuchas algfn ruido sospechoso,me lo adviertes
enseguida.
Cleto. Si, mi capittrn. (El mucbacbo regresa
al patio.)
[El bombre, con los pulgares sujetos al cintur6n, Aua.nza.por la babitaci6n, mirando a
todaspartes, Cuando llega a la mesa que bay
al fondo, ue la garrafa cle uino. Con una
ADUefrare
DE EsrAs PALABRAs
jadea, de jadear v.;respirarcon dificultad.
El aruruo DELGENERAIMacias 229
se sirue un
pequefra inclinaci6n hacia RAQUEL
uaso de uino y lo uacta. Selimpia la boca con
el dorso de la mano.l
Raquel. Qu6 interesante.
Andrds (soprend,ido).;Qu€?
Raquel. Poder beber vino con ese sombrero
puesto.
Andr€s. ;El sombrero?Oh, perd6neme, sefron. (Golpea el ala del sombrero con los dedos
para que caiga bacia atrds y cuelgue del
cord6n a. su espald.a.) En el campamento
militar uno se olvida de los buenos modales.
2Leimportatiaacompafiatme atomar un trago?
Raquel (sentada en el sofd.). ;Por qu6 no? Es
mi vino.
Andr€s. Y un vino excelente. (Sirue dos uasos
y se lo ofrece a ella mientras babla.) Diria que
es un amontilladode la cosechadel87.
Raquel. ;Aprendi6 eso en un campamento militar?
Andr€s. Soliavendervino... entre otrascosas.
Raquel (tratando de tapar un bostezo ostentosamente). Estovdesolada.
Andr€s (se sienta en el sill6n y se pone
c6modo). No le impofta, 2verdad?
Raquel. ;Significariaalgo si me impoftaru?
Andr€s. No. Losfederalesest6nbuscindonos en
las calles y tenemos que quedarnos en algfn lugar.Perolas mujeresde su claseparecenesperar
siempreesetipo de preguntasin sentido.
Raquel. Por supuesto, podfia hasta gtitar.
Andr€s. Naturalmente.
Raquel. Mi cuflada esti en el piso de aniba
dormida. Y en la parte trasen de la casahay
varios criados, la mayotia hombres. Hombres
muy grandes.
Andr€s. Muy interesante. (Bebe el uino a
sorbos con gran placer)
Raquel. ;Qu6 haria usted si me pusien a grrtar?
Andr€s (analizando la pregunta como si
fuera otro uaso de uino). Nada.
Raquel. Me temo que usted me est6mintiendo.
Andr€s. Las mujeres de su clase parecen esperar pequefrasmentiras educadas.
230 Pnurees
Raquel. Deje de llamarme umujerde su clasen.
Andr€s. Perd6neme.
Raquel. Usted es uno de los campesinos en
lucha, Znoes cierto?
Andr6s. Soy un capitiln del Ej6rcito Revolucionario.
Raquel. Esta casa es totalmente leal al gw
bierno Federal.
Andr6s. Lo s6. Por eso estoy aqui.
Raquel. Y ahora que usted esti aqui, ;qu€ espera que yoh:aga?
Andr6s. Espero que nos ofrezca refugio a
Cleto y a mi.
Raquel.;Cleto? (Lanza una mirada bacia el
patio y aft,adecon sarcasmo) Oh, su ej6rcito.
Cleto (aparece en el uano de la puerta). Lo
siento, ni capit1n Acabo de escuchar un ruido. (neeurL se leuanta y xlonfls auanza con
rapidez bacia ella y con sus nxanosle cogelos
brazos por la espalda. cLETose da la uuelta y
se asonxa al patio. Entonces el mucbacbo se
calma.) Todavia estamos a salvo, mi capitln.
Era s61oun conejo. (Regresa al patio. RAQUEL
se zafa de eNon6sy se dirige al escritorio.)
Raquel. Vayaun ej6rcito tan magnifico que usted
tiene. Thn inteligente. Estoy segurade que debe
obtenermuchasvictorias.
Andr6s. Ciertamente. Y ganaremos la mayor
victoria, recu6rdelo.
Raquel. La farca ha durado demasiado. lMe
haria el favor de recoger su ej6rcito y saltar el
muro del patio con 6l?
Andr€s. Ya le dije que hemos venido aqui para
que usted nos pueda dar refugio.
Raquel. Mi querido capittrn -capiten sin
nombre...
ADUEfrrnre DE Esrt\s PALABRAS
dorso m..'rev6so espaldade unacosa.
ostentosamente odv.:de una maneraexcesivamente
visibley llamativa.
muy preocupada.
desolada, -do od1.:angustiada,
sezafa, de zafarse v.:librarse;escaparse.
farsaf.: enredo o trama con el prop6sito de engafiar;
obra teatral c6mica.
Andr€s. Al
una inclitu
faquel (as
Andr6s. Mr
hablar de m
Raquel. N:
ciudad ha
putacion dr
mente con l
-{ndr€s. Ve
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Raquel. No
en los chisr
Andr6s. E
aumentaf sr
sus brazos
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Raquel (a
\-ayasede ac
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podia, pero i
Raquel. Mir
lndrGs (se
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seiora, y 1'or
lqui una mer
nnedalla.Mur
una mendiga
!o no estu!-€
sido conden
nrbar cinco r
broma excelr
rio. Solt6 un
asesindhace
telefono que
tPlusa.) Tan
tAbruptamet
noche
supuesto
muchach
Andr6s. Andr€s de la O, para servida. (Hace
una inclinaci6n.)
Raquel (asombrad.a). lAndr6s de la O!
Andr6s. Me siento halagado. Usted ha oido
hablar de mi.
Raquel. Naturalmente. Todo el mundo en la
ciudad ha oido hablar de usted. Tiene la reputaci6n de ser un hombre galante, especialmentecon las mujeres.
-{ndr€s. Veo que los cuentos sobre mi no han
perdido nadaalahoru de contarlos.
Raquel. No 1opuedo decir. No estoy interesada
en los chismessobre soldadoscomo usted.
-{ndr€s. Entonces dEjeme dade algo paru
.rumentarsu inter6s. (De pronto la coge entre
sus brazos y la besa. EIla se pone rtgida por
un rnomento, y luego perrna,nece completa.ntente inm6uil. El se separa de etla.)
Raquel Qa rabia le obliga a murmurar).
\-Lyasede aqui, lahora mismo!
Andr€s (mirdndola con admiraci6n). Puedo
entender por qu6 Macias la ama. Antes no
ytdia, pero ahora lo entiendo.
Raquel. Mlrchese de mi casa.
-{ndr€s (se sienta en el sofd y saca de la
,'amisa una bolsa pequefr.a de cuero, Vacta el
:ontenido sobre la mano). Tan cruel conmigo,
:efrora,yyo que tengo un regalo para usted. He
.rLqui
unamedallasagtada.Mi madre me dio esta
nedalla. Muri6 cuando yo tenia diez afios. Era
:na mendiga callejen. Muri6 de hambre. Pero
",o no estuve alli. Yo estaba enla ctrtcel. Habia
sido condenado a cinco afros de clrcel por
:obar cinco naranjas.El juez pens6 que era una
rroma excelente. Un afro pot cada naranja. Se
io. Solt6 una sonora carcajada. (Pausa.) Lo
l'esin6 hace dos meses.Lo colgu6 del poste del
:el6fono que habia frente a su casa.Y me rei.
Pausa.) Tambidn solt6 una sonora carcajada.
.lbruptarnente, R*eunt le da la espalda.) La
'tra noche le conte esta historia a LrrT
nuchachay penso que era muy divertida. Pero,
tor supuesto, era una muchacha campesina,
-lnamuchacha que no sabeleer ni escribir. No
habia nacido en una gtan casaen Tabasco.No
tuvo una institutriz inglesa.No fue a la escuela
de monjas en Paris.No se cas6 con uno de los
j6venes mis ricos de la Repriblica. Pero pens6
que mi historia era muy divertida. Por supuesto, ella podia entendeda. A su hermano lo
habian matado a Iatigazos porque habia huido
de la hacienda donde era una mera propiedad.
(Deja de bablar y la mira. Ella no se mueue.)
2Todawaestd enfadada conmigo? 2lncluso a
pesar de que le he traido un regalo?(Muestra
su nl.ano abierta.) Un regalo muy bonito de...
su marido.
Raquel (se da la uuelta y lo mira asornbrada).1Un regalo!;De Domingo?
Andr€s. No lo conozco tan'rntimamente.Yo lo
llamo generalMacias.
Raquel (emocionad,a), iSe encuentra bien?
2Qu6aspectotiene? (Horrorizada al entender
la situaci6n.) iEsti prisionero... es su
prisionero!
Andr€s. Naturalmente.Por eso es que s6 tanto
sobre usted. El general Macias menciona a su
esposaconstantemente.
Raquel. Usted no sabe nada de 61. Me esti
mintiendo.
[crnro se asorna a la uentana.l
Andr€s. Le aseguro,sefrora...
Cleto (interrumpiendo). Mi capitin...
Andr€s.;Qu6 pasaahora,Cleto?;Otro conejo?
Cleto. No, mi capitln. Hay soldadosal final de
la calle. Estdnbuscandoen todaslas casas.ProntolTegarinaqui.
Andr6s. No te preocupes. Estamos bastante
segurosaqui. Qu6date en el patio hasta que te
llame.
Cleto. Si, mi capitAn. (Regresa al patio.)
Raquel. Usted no esti seguro aqui. Cuando
esossoldadoslleguen le entregarE.
Andr6s. Piensoque no.
AouEfrarE
DE EsrAs PALABRAs
hafagado, -da odj.:deleitado,satisfecho.
El aNru-o DELGENERAIMlcies
23 |
Raquel. No puede escapar' Y ellos no son
amablescon los prisioneros campesinos.Tienen buenasrazonesParurroserlo.
Andr€s. Mire este anillo. (Muestra su rna'no
abierta, con el anillo en la Palma)
Raquel. Pues,es un anillo matrimonial'
Andr€s. Lealainscripci6n que hay dentto. (Como ella d,ud,a,6t afi'ad'eabruptamente.) iLtalar.
Raquel (cogelentanxente el anillo. Mientras lee,
su uoz se conuierte en un murmullo). (D.M'
- R.R.- 2 de junio de l9}2u.2De d6nde lo sac6?
Andr€s. El generalMaciasme lo dio.
Raquel (firme y claramente)' No este anillo.
Nunca le hubiese dado este anillo. (Con un
asoneocleboryor) Est6muerto. Se1orobo de
su dedo mlrerto. Estemuerto.
Andr€s. Todavia no. Pero moriri si yo no regreso maflana sano y salvo al campamento
cuando se ponga el sol.
Raquel. No le creo. No le creo. Usted me este
mintiendo.
Andr€s. Esta casa es famosa por su lealtad al
gobierno Federal. Usted me va a esconder
hasta que los soldados hayan salido de este
distrito. Cuando est6 lo suficientemente seguro, Cleto y yo nos marcharemos.Pero si usted
me traiciona, su marido ser6 ftisilado maitana
por la tarde a la puesta del sol. iEntiende?(Sacude el brazo de nequEr.Ella le mira aturdida. ct-stose asoma a Ia uentana')
Cleto. Los soldados se acercafl, mi capit6n.
Estln en la casade al lado'
Andr€s (a nequnr). eD6nde debemos escolldernos? (ntqunr estd atin aturdida. eNonss/e
d.aotra pequeft.asacudida') lPiense,mujer! Si
usted amaalgoa su marido, lPiense!
Raquel. No 1o s6. Mariana esta affLba,'los criados en el resto dela casa,no lo s6.
Andr6s. El general se ha jactado de usted con
nosotfos. Dice que usted es mas valiente que
muchos hombres. Dice que es muy inteligente.
Estees el momento de servaliente e inteligente.
Cleto (sefi.alancloel armario). aAd6ndeda esa
pLlefta?
232 Pnueeas
Raquel. Esun atmatio... unaalacena.
Andr€s. Nos esconderemosahi.
Raquel. Es muy pequefro. No es lo suficientemente grandeParalos dos.
Andr€s. Cleto, esc6ndetetrl alli.
Cleto. Pero, mi caqitafl...
Andr€s. lBsuna orden! Esc6ndete'
Cleto. Si, sefror.(Entra d'entro del armario.)
Andr€s. Y ahora, sefr.ora,;donde me va a ee
conder a mi?
Raquel. ;C6mo convenci6 a mi marido de qrrc
le diera su anillo?
Andr6s. Esaes una historia muy larga, sefror4
paru la que no tenemos tiempo ah.oramismo,
(Coloca de nueuo el anillo y la medalla en
bolsa y la mete dentro de su camisa.)
tatde estarl encantado de darle todos
detalles. Pero en estos momentos lo uni
necesario es que usted recuerde que su
depende delamia.
Raquel. Si, si, por supuesto. (Pierde su
si6n de aturd,imiento y parece ponerse
uez m6,sseft.orialsa med'ida que se hace
go d.e la situaci6n.) D€me su sombrero.
onnsse encoged,ebombros y se lo pasa. Ella
lleua al armario it se lo entrega a crwo.)H
un batin colgado ahi dentro. D6melo. (crnro
entrega un battn de terciopelo, que ella
a,tNonrs.)P6ngaselo.
Andrds (se lo Pone Y se mira los pies).
pena que mis zaPatosno sean unas
blespantuflas.
Raquel Si€nteseen esasrlla.(Sefi'alala
Andr€s. Mi queridaseflora...
Raquel. Si he de salvarle la vida, permi
que 1o haga a mi manera. Sientese.(aNonrs
sienta. Ella recoge la manta d'el sofd y
coloca sobre las piernas y los pies de
8. ponerse cadavez mis sefrorial
asumirdignidad
ADUEfrnTE DE EsrAs PALABRAS
sinentenderlo quepasa
aturdida, -do odi.:confundida,
presumir.
se ha jactado, deiactarse v.:alardear,
I
t
{',
I
I
dobldndola
cuerpo bas
no respond
hay nadie e
Simplemen
Andr€s (cr
Raquel.Iba
es miembrc
pongo que r
Andr€s. Mi:
Raquel. Oh
entretenida
bombres en
estin aqui. !
que Mariaru
iiIl,
,
't,l
tiiutl'i'
p\
rilffiil
,,iliri
llli;
'
";,
,ilul'l
iobldndola cuid,ad'osamente para cubrir su
;uerpo hasta la cintura.) Si alguien le habla,
ro responda. No gire la cabeza. Para usted no
rrv nadie en esta habitaci6n, ni siquieru yo.
rinrplemente mire hacia adelante y...
rrrdr€s (cuand,o ella se detiene)';Y qu6?
Raquel. Iba a clecir (y rece>, pero ya que Llsted
-: miembro del Ej6rcito Revolucionario, stt:Dngo que no cfee en Dios ni en la oracion'
\ndr€s. Mimadre me dei6 unamedallasagtada.
Raquel. Oh, si, ya recuerdo, una historia muy
:ntretenida. (Llega un sonido d'e uoces de
,rttnbresen el patio) Los soldados federales ya
::t6n aqui. Si usted puede rezar, pidale a Dios
*ue Mariana se quede arlba. Es muy joven y
muy estirpida. Le ttaicionafi' antes de que yo
pueda calladela boca.
Andr6s. Yo...
Raquel. lsilencio! Mire hacia adelantey rece'
(Auanza hacia la puertauentana y habla en
uoz alta con los sold'ados.) lRealmente! ;Qu6
significatodo esteruido?
Flores (fuera de escena).No se alarme,sefrora.
(Llega a ta babitaci6n. Viste el uniforme de
sold,ad.o
fed,erat.) Soy el capittrnBasilio Flores,
para servirle, sefrora.
Raquel. ;Qu6 quiere usted hacer, invadiendo
mi casay haciendo tanto fuido a estashoras de
la noche?
Flores. Estamosbuscandoa dos espias.Uno de
ll
1
El aNrtto DELGENERAIMecias 233
il,
lil
ellos es el famoso Andr€s de la O. Usted a lo
mejor ha oido hablar de 61,sefrora.
Raquel (mirando a eNonrs).Considerandolo
que le hizo a mi primo... si, he escuchado
hablar de €1.
Flores. 2Suprimo, sefrora?
Raquel (auanza bacia eNonrsy le coloca la
neuno en el bombro. Et mira inm6uil bacia
ad,elante). Felipe fue su prisionero antes de
que el pobre muchacho consiguieraescapar.
Flores. ;Es posible? (Auanza bacia eNlms.)
CapitinBasilio Flores,a su servicio. (Saluda.)
Raquel. Felipe no le puede oir. Ni siquiera
sabeque usted se encuentn enla habitaci6n'
Flores. Eh, es algo triste.
Raquel. ;Tienen que hacer tanto ruido sus
hombres?
Flores. La brisquedadebe continuar, sefrora.Y
ahora.,si algunosde mis hombres pueden registrar el resto de la casa...
Raquel. ;Por qu6?
Flores. Pero ya se lo dije, seflora. Estamos
buscandoa dos esPias...
Raquel (bablando rdpido a causa' de su neruiosismo controlado), ;Y piensa usted que yo
los tengo escondidosen alguna patte, yo, la
esposadel generalMacias?
Flores. 1ElgeneralMacias!No sabia...
Raquel. Ahora que 1o sabe, le sugiero que saque a sushombres y a su ruido de inmediato'
Flores. Lo siento, seflora, pero todavia tengo
que registrar la casa.
Raquel. Le puedo asegurar,capittrn,que he estado sentada aqtti todala tatde, y ningrin espia
campesinoha pasadodelante de mi ni ha entrado al resto dela casa.
Flores. Varias habitaciones dan al patio,
sefrora.No necesitanhaber pasadopor aqui'
Raquel. Entonces...usted piensa que yo escondo espias en esta casa. Entonces registrela de
todas formas. Mire debajo del sof6... baio la
mesa.En los cajonesdel escritorio. Y no deje de
mirar ese armario, capitln. Dentro de ese armario esteescondidoun fetozy malvadoespia.
234 Pnueeas
Flores. Por favor,seiiora...
Raquel (auanza bacia lapuerta del armario).
;O usted prefiere que yo la abrapor usted?
Flores. 561oestoy cumpliendo con mi obligaci6n, sefrora,y usted me lo este haciendo muy
dificil.
Raquel (calmd,ndosey apoy6'nd'osecontra la
puerta d.elarmario).Lo siento.Mi cufradaesti
arciba. .lvcabade recibir la noticia de que su
marido ha muerto. Secasaronhace tres mesesSolamentetiene veinte afros.No queria...
Mariana Qlamandofuera d'eescena).Raquel,
2qu€es todo eseruido abaio?
Raquel (ua bacia la puerta d'e la casa y
grita). No es nada.Regresaala caml.
Matianta. Pero escucho voces de hombres en
el patio.
Raquel. Son solamente soldadosfederalesque
buscan a dos espias campesinos' (Se da la.
Si baie
uuelta y babla rdpidamente a, FLoRES.)
aqui, no deberiaver a mi primo. Felipe escap6,
pero su marido fue asesinado.El doctor di
que el ver ^ mi Pobre Primo Podtia
narle. 2Entiende?
Flores. Ciertamente,sefrora.Qu6 cosam6striste
Mariana (todauta fuera de escena). i
tengo miedo! (Trata de entrar en la
Esta y FLoRES
ci6n empujand,o a RAQUEL.
colocan entre ella 7 ,tNon6s.)lEspias!En
casa.1Oh,Raquel!
Raquel. El doctor se enfadari muchisimo si
regresasde inmediato ala caml.
Matiana.Pero estoshombresterribles nos
ran. 2Qu6es lo que ocurre con ustedesdos?2
qu6 estdn colocados ati, de esa manera?(
de mirar por encima de ellos, pero los dos
nxueuenpara. que no pueda uer a tNoxfrs.)
Flores. Serl meior que usted regrese a
habitaci6n, sefr.ora.
Mariana.;Por qu6?Ariba estoysola.Estos
bres terrible smemataian 56 que mematatin.
Flores. No tema, sefr.ora.No hay espiasen
CLSA.
Matiana. lEst6 usted seguro?
Raquel. Lo que el capitan Flores quiere decir es Andr€s. Mis propios huesosestabantocando
una hermosacancion.
que ningfin espia se atreveriaa buscar refugio en
Cleto. ;Por qu6 creeustedque secas6con Macias?
capittrn?
general
es
cierto,
Macias.
lacasadel
ZNo
Andr6s. El amor es algo especial,Cleto.
Flores (riendo). Por supuesto.Todo el mundo
Cleto. No lo entiendo.
general
Macias.
conoceal valiente
Raquel (emite un quejid.o y se sienta). 2Se
Raquel. Ahora, l'uelve ala cama,Mariana. Por
han...se han marchado?
por
mi.
favor, hazlo
Andr€s. Si, se han marchado. (Besasu mano.)
Matiana. Ustedesdos estin actuandode forma
que
tienen algo escondido No he conocido una mujer mis valiente.
muy extrafra.Pienso
Raquel (alejando su mano). 2Quiere maren estahabitaci6n que no quieren que yo vea.
charse ahota,por favor?
Raquel (abruptamente). Tienes toda la nzon.
Andr€s. Tendremos que esperar hasta que se
El capittrn Flores ha capturado a uno de los
espias.Estl sentadoen la silladetris de mi. EstA marchen del distrito, pero si usted quiere escri
bir una cTttaa su marido mientrasespefamos...
muerto. lAhora vuelve arciba,por favor!
Raquel (sorprend,ida ante su amabilidad).
ldariana (emite un sollozoabogado). iOh! Que
una cosatan terrible pueda ocurrir en estacasa. ;Sela llevaria?;Realmentese lallevaria?
(Saled,ela babitaci6n, tod,auiasollozand.o.)
Andr6s. Por supuesto.
Flores (preocupad.o).2Fueatinadocontarle una Raquel. Gracias. (Va bacia el escritorio y se
sienta.)
historia asi,sefrora?
Andr€s (se dirige A cLwro,que ba estado mi(tensa,
reprimid,o).
con un aliuio
Raquel
Mejor que la verdad.Buenasnoches, capitdn,y rand,o d RAeuEtfijamente todo ese tienxpo)Tir qn6date aqui con la sefrora.Yo voy a avert
muchasgracias.
Flores. Buenasnoches, sefrora.Y no se pre- guarsi el distrito estedespejado.
ocllpe. Esos espiasno la molestarin. Si estu- Cleto (mirando afin a nequrr). Si, mi capittrn.
vieran en algirn lugar de este distrito, mis
[eNonEsse marcha por las puertauentanas.
hombreslos habrianencontrado.
mientras ella
cLETosigue mirando a RAQUEL
Raquel. Estoysegllra de ello.
comienza a escribir Despuds d,e un rnto, se
y
da la uuelta bacia 6l.l
lEl capitd.n la saluda, mira bacia,tNonrs /o
salud,a,luego sale alpatio. Selepuede escuchar
Raquel (irritada).;Por qu6 no dejasde mirarme?
llamando a sus honcbres,tr/i eNorusri nlqunr se
Cleto. ;Por qu6 se cas6 usted con un hombre
mLteuenbasta que las uocesse apagan en la
como 6se,sefrora?
lejania. Luego MeUELse tambalea y casi se cae,
Raquel. Eresmuy impertinente.
pero elurus Laagarra a tiempo.l
Cleto (timidamente). Lo siento, seflora.
(despuds d,euna breuepausa) 1Qui
Raquel
Andr6s Qlamando suauenrcnte). Se han maral sof6. quieresdecir con uunhombre como 6ser?
chado, Cleto. (eNonEslleua a RAeUEL
Cleto. Bueno, usted es muy valiente, sefrora.
rnientras cLETosale del armario.) Trieme un
Raquel (gentilmente). iY tri no crees que el
vasode vino. R6pido.
Cleto (mientras alcanza el uino),2Qu6 pas6? general es muy valiente?
Andr6s. No esnada.561oun desmayo.(Coloca
el uino en sus labios.)
ADUEfrare DE EsrAs PI\LABRAs
Cleto. Esta es una gfan dama. Cuando quiso
-daodj.:
apropiado;de buenjuicio.
abfirla puerta del armario, mis rodillas estaban atinado, -da acertado,
sin
obst6culos,
sin peligro.
odj,:
despejado,
temblando,se 1opuedo decir.
235 Pnueeas
Cleto. \<
Raguel f
que estis
Cleto. Na
Raquel'
mente.) [
Cleto. \<
dn dice <
no lo enti
RaqueL
menteel:
Cleto. Si.
Raquel;
Cleto. El l
le amabaz
Raquel;
rida el gel
Cleto. El
ltardecer
r cuando
qenir a la
refugiarnc
,denuestc
neral v le
podiamos
:.rlvaria de
Raquel E
muv impo
reffero?
Cleto. Cla
siguio mu
qanaremo
es un hom
Raquel ;
cion cuanr
Cleto. No
rfrora. )io
Aaquel;(
[avida del;
Cleto. Na
que hablar
traquel fr
ytrcce hal
Itulad).;Ct
Cleto. No, sefrora.No mucho.
Raquel (mird.ndolo con asombro). aQu€es lo
que estis ffatando de decirme?
Cleto. Nada, seflora.No es asunto mio.
Raquel. Ven aqui. (El se a.cerca a ella lentamente.) Dime lo que piensas.
Cleto. No s6, sefrora.No lo entiendo. El capit6n dice que el amor es algo especial, pero yo
no lo entiendo.
Raquel. Cleto, ;el general le dio voluntariamente el anillo anrcapitan?
Cleto. Si, seflora.
Raquel. 2Porqu6?
Cleto. El generalqueria salvarsu vida. Dijo que
laamabaa usted y que qteria salvarseIavida.
Raquel. ;Y de qu6 manera se habria salvadola
r-idael generaldando ese anillo atu capitan?
Cleto. El general debia ser fusilado maftana aI
etardecer.Pero ha hablado mucho sobre usted,
r cuando mi capitln supo que teniamos que
venir a la ciudad, pens6 que quizis podiamos
refugiarnos aqui si los federales se enteruban
de nuestra presencia. Entonces fue a ver al general y le dijo que si arteglabaeso y nosotros
podiamos estar L salvo aqui, mi capitln le
salvaiiadel pelot6n de fusilamiento.
Raquel. Esteviaje de ustedes ala ciudad, 2eru
nruyimportante...parula causade ustedes,me
refiero?
Cleto. Claro que si, sefrora. El capitin consigui6 mucha informaci6n. Esto significa que
ganaremosla pr6xima granbatalla. Mi capittrn
esun hombre muy inteligente, sefrora.
Raquel. isabia el general toda esta informaci6n cuando le dio el anillo ^tvcapftAn?
Cleto. No veo c6mo podfia dejar de saberlo,
:ef,ora.Nos escuch6hablat bastantesobre ello.
Raquel. 1Quidnsabesobreestetrato parasalvar
navida del general ademls de ti y tu capit6n?
Cleto. Nadie, sefrora. El capit6n no es de los
que hablan y yo no he tenido tiempo arin.
Raquel (mientras el mucbacbo babla, ella
)arece baber perdido completamente la uitalidad). ;Cufntos afrostienes, Cleto?
Cleto. No lo s6, sefrora.Creo que tengo veinte,
pero no 1os€.
Raquel (babland.o md.s con ella.misma que
con 6l). Tom6stenia veinte.
Cleto. 2Qui6nes Tomis?
Raquel. Estabacasado con mi cuflada. Cleto,
;tir piensas que mi marido es un cobarde,
verdad?
Cleto (con uergr,ienza).Si, sefrora.
Raquel. ;Tri no crees que ninguna mujer lo
vale, vetdad?Quiero decir, que vale el precio
de una granbatalla.
Cleto. No, sefrora.Pero como dice el capitiln,
el amor es una cosamuy especial.
Raquel. Si tu capitin amaseavrra mujer tanto
como el general me ama, 2le habria dado su
anillo al enemigo?
Cleto. Ah, pero el capitan es un gran hombre,
sefrora.
Raquel. Y tambi€n mi marido es un gran
hombre. Es de la familia Macias.Todos en esta
familia han sido grandeshombres. Todos ellos,
hombres valientes y honorables. Siempre han
creido que su honor era m6s importante que
susvidas. Esuna tradici6n en su familia.
Cleto. Talvez ninguno de ellos amaraa mujer
como usted,sefrora.
Raquel. Qu€ extraflo eres. Yo te salv6 de los
federales porque queria salvar la vida de mi
marido. A mi me llamasvaliente y sin embargo
a 6lle llamas cobarde. No hay ninguna diferencia en lo que hemoshecho.
Cleto. Pero usted es una mujer, sefrora.
Raquel. Entonces, ;una mujer tiene menos
honor que un hombre?
Cleto. No, sefr.ora.No s6 c6mo decirlo. El general es un soldado. Tiene una obligaci6n con
su propia causa. Usted es una mujer. Usted
tiene una obligaci6n con su marido. Esti bien
que usted trate de salvarlo. Pero no estl bien
que 6l trate de salvarsea si mismo.
Raquel (torpemente). Si, por supuesto. Este
bien que yo deba salvarlo. (Volui4ndose otra
uez una. mujer prd.ctica.) Tu capitln se ha
Eu lr.ru-r-o DELGENERAIMecias 237
marchado hace un buen rato, Cleto. Meior
averiguasi se encuefittaa salvo.
Cleto. Si, sefrora.(Cuando llega a las puertauentnnas, ella le detiene.)
Raquel. Espera,Cleto. 2Tienesmadre... o una
esposa,talvez?
Cleto. Oh, no sefrora. No tengo a nadie mls
que al capitln.
Raquel. Pero el capittrn es un soldado. ;Qu6
hatis si 1omatan?
Cleto. Esmuy simple,sefrora.Yo morir6 tambi6n.
Raquel. Hablas sobre la muerte con tanta
calma.2Notienesmiedo, Cleto?
Cleto. No sefrora. Es como dice el capit6n...
morir por lo que uno cree... €sa es la mejor
muerte que hay.
Raquel. ;Y tir crees en la causarevolucionaria?
Cleto. Si, sefrora.Yo soy un pobre campesino,
es verdad. Pero a pesar de ello tengo el derecho
avivir como un hombre, con mi propio suelo,
mi propia famlliay mi propio futuro. (Abruptamente deja de hablar) Lo siento, seflora.Usted
es una gran dama.No comprende estascosas.
Me debo ir y encontrar a mi capit6n. (Sale.)
Raquel (descansa la cara contra. su ma,no).
Es tan joven. Pero Tomis no efa mayor. Y no
tiene miedo. Lo dijo. iOh, Domingo, Domingo!
[Rd,pidamentese endereza.,alcanza la botella
de ueneno del caj6n del escritorio y la
obserua detenidamente. Luego auanzt bacia
la mesa donde estd. la garcafa y mezcla el
uino con el ueneno. Vuelue rdpidamente al
escritorio y estd, lnuy ocupada escribiendo
cuando regresan eNonrsy crnto.l
Andr€s. Tendri que darse prisa con esa catta.
El distrito ya estadespejado.
Raquel. Tetminaft. en un momento. Ustedes
pueden si quieren terminar el vino mientras
espefan.
Andr6s. Gracias, es una idea excelente. (Se
sirue un ua.sode uino. Mientras lo leuanta
lsacia los labios ella babla.)
Raquel. 2Porqu6 no le da un poco a...Cleto?
238 Pnupeas
Andr€s. Es un vino muy frno pan despe
ciado en un muchacho.
Raquel. Probablementenunca volver| a
otra oportunidad panprobar un vino asi.
Andr€s. Muy bien, sirvete un vaso, Cleto.
Cleto. Gracias. (Se sirue.) A su salud, mi
Raquel (rd.pidamente). B€betelo fuera, C
Quiero hablar con tu capitan. (El
qlue nxueue su cabeza bacia
mira a ANDRES,
patio. cLETo afirma con la cabeza y se ua.
Quiero dat ami marido un mensaje. Pero no
puedo escribir. Tendrit que recordado.
primero, d6me tambi6n un vaso de vino.
Andr€s Giruiend.oel uino). Sertamfu fA
para €l si usted lo escribiera.
Raquel. Creo que no. (Alcanza el uaso.)
ro que le diga que hastaestanoche nunca
cuinto lo amaba.
Andr€s.;Eso es todo?
Raquel. Si.Digame, capitin, lusted cree que
posible amat demasiadoa una persona?
Andr€s. Si. sefrora.locreo.
Raquel. Yo tambi6n. Hagamosun brindis,
ttrn, por el honor. Por el brillante y relucien
honor.
Andr€s Qeuanta su uaso). Por el honor.
lEl uacfa su uaso. Ella leuanta el suyo
basta los labios y despuds lo baja. Desde
patio llega un grito apagad,o.l
Cleto Qlamando apagadamente en un grito
que termina en el silencio). Capitin. Capit6n.
[eNonEsse tambalea, tratando de pasarse
mano por el rostro como si quisiera en
algo. Cuando escucba a cLETo, trata
auanzar bacia la uenta.napero se tambalea
no puede llegar Agamd.ndosed,ela mesa
bay cerca del sofd.,la mira acusadoramente.
Ella retrocede bacia el sill6n.l
Andr€s (con la uoz debilitada por el ue+.
neno).2Porqu€?
Raquel. Porque1oamo, ;no lo puede e
Mncies 239
Er arrrro DELGENERAI
Andr€s. Ganaremos. La revoluci6n ganar6..
Ustedno podr6 detenerlo.
Raquel. Si, ganatin Ahora lo s6.
Andr6s. Esamuchacha...pens6que mi historia era divertida...sobre el ahorcamiento. Pero
ustedno...
Raquel. Me alegro de que usted lo hubiera
colgado.Me alegro.
[eNon6sla mira y trata d.esonreir Consigue
sa,car la, bolsa de su camisa y se la trata de
entregarypero se cae d.esu mano.l
Raquel (corre bacia la puertaaentana y
grita). icleto, Cleto!
fMomentd.neamente oculta su rostro entre
las manos, luego regresa bacia donde estd
eNln6s. Se arrodilla, a su lado y recoge la
bolsa de cuero. La abre, saca el anillo y se lo
pone en el dedo. Luego ue la medalla. La
recoge y, arcancdndose la cadena de la
garganta, coloca la medalla en la cadena.
Luego camina bacia el sofd,y se bunde en 6l.l
Itrariana
de escena).
Qlamando fuera
(nequnr
apaga la ld,mpara de
lRaquel!;Raquel!
un tir6n y deja la lsabitaci6n a oscLffnrs
MARTANA
abre la puerta de ltt casa. Lleua una
uela a la que lcacepantalla con la ma.no. La
luz es muy tenue como para mostrar el cad6uer de eNorus.);Qu6 hacesaqui en la oscuridad?
;Por qud no vienesa la cama?
Raquel (baciendo un esfuerzopara bablar).
Voy en un momento.
Matianra.2Pero qu6 estis haciendo, Raquel?
Raquel. Nada.56lo escucho...escuchoel sonido de una casavacia.
Se cierca el tel6n.
-Traducci6n de Cados Perell6n
Gouocn
Af,AEsERrroRA
J o s e f i n aN i g g l i ( 1 9 1 0 - 1 9 8 3n)a c i 6e n
Monterrey,M6xico.Durantela Revoluci6n
quecomenz6en l910,a Niggli,
mexicana,
quecontabaentoncessolamente
tres affos
de edad,la enviaronen tren a SanAntonio,
Texascon s6lo la mudade ropaque llevaba
puesta.Sufamiliapas6los sieteaffos
siguientes
viajandode un lugara otro, por
lo quese le hizodificilasistira la escuela.
En 1925enviarona Nigglide nuevoa San
Antonio,ya con edadestavez paramatricularseen la escuela
superior.
Niggliseinscribi6
entonces
en el College
of the Incarnate
Word, dondecomenz6a
por laescritura.Lasrevistas
interesarse
y Mexicon
Lodies'HomeJournal
Ufepublicaron
y poemas.Su
susprimerasnarraciones
primerlibro de poesia,Mexicon
Silhouettes,
fuepublicado
en unaedici6nlimitada.
En
240 Pnueeas
193| segraduode la universidad
y estudi6
dramdtico
Antonio
arte
en San
antesde
asistira la Universidad
de Carolinadel Norte.
por
Variasde susobrasfueronrepresentadas
el grupoCarolinaPlayers
en losaffostreinta.
Cuandoseconsolid6su reputaci6n,
recibi6
premiosy becasparaestudiaren Europa,
dondetambi6ndio clases.
Trabaj6como
docenteprincipalmente
en la Universidad
de
WesternCarolina.dondedio claseshastasu
muerte.Ademdsde obrasdram6ticas
y
poesia,escribi6novelas
y ensayos.
Suobra
(1945),un
mdsconocidaesMexicanVilloge
libro de narraciones
cortassobresusexperienciasen Hidalgo.Site gust6Etonitto
del
generol
Ma(tas,seguramente
disfrutariis
tambiende Soldodero,
otra obraquetiene
lugardurantela Revoluci6n
mexicana.
MAciAs
Et anrtto DELGENERAL
El anillo del general Macías
A. Antes de comenzar: lee la información adjunta sobre la Revolución mexicana (19101921) porque la obra de teatro que vas a leer tiene lugar durante la Revolución.
B. Antes de leer la obra . . .
1. ¿En qué consiste una prueba de valor, de fe o de lealtad?
2. ¿Alguna vez te han sometido a alguna prueba de este tipo?
3. Si un amigo te pidiera que lo ayudaras a hacer trampa, ¿qué harías? Este es un caso en el
que se pondrían a prueba tus principios de lealtad y de honestidad.
4. ¿En qué otro caso se pondrían a prueba los valores y principios morales de una persona?
5. Haz una lista de valores y principios que te parezcan importantes. La honestidad, la
diligencia, la lealtad a los amigos y respeto a los mayores son sólo algunos ejemplos. Nombra
más. Luego, ordena los principios según su importancia.
C. Ahora, a leer
Mientras lees, escribe una oración, en tus propias palabras, de cada suceso y/o idea
principal.
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D. Después de leer
1. ¿Con qué personaje de la obra te identificaste más? ¿Por qué?
2. En los diálogos, se refleja mucho acerca de la personalidad del que habla. Escribe varias
oraciones del texto que de alguna forma revelen algo importante del carácter de los
personajes.
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3. ¿Qué tensiones entre los ricos y los pobres se revelan en la conversación que sostienen
Raquel y Andrés?
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4. ¿Qué opciones le quedan a Raquel al saber que su marido será fusilado si ella no sigue las
órdenes de Andrés? ¿Cuáles pueden ser las consecuencias de sus acciones?
Opciones
Consecuencias
5. ¿Qué quiere decir Raquel con su frase final: «…escucho el sonido de una casa vacía»?
6. Considera el dilema de Raquel y la forma en que lo resuelve finalmente. ¿Qué alternativas
tenía? Si te hubiera pedido un consejo, ¿qué le habrías sugerido que hiciera?
Mdxico'ffi
La Revolucionmexicafla
de la hisde l9l0 seffala
de uno de loseventosm6snotables
El20 de noviembre
el comienzo
mexicana.
Larevoluci6nse extendi6con rapidezpor toda
toria de M6xico-la Revoluci6n
terminarcon el mandatodictatorialdel
la naci6ncomo un movimientoarmadoquebuscaba
generalPorfirioDiaz,quiense habiamantenidoen el poderpor m6sde 30 afioscon el apoyo
Sibienes ciertoqueduranteesteperiodo
del ej6rcito,de la lglesiacat6licay de la aristocracia.
y econ6mico,
tambi6nesciertoquedicho
un alto nivelde desarrolloindustrial
el paisalcanzo
y la servidumbre
de unavastamayoriaquepocoo
progresoselogr6mediantela esclavitud
Enestascondiciones,
la revoluci6nsurgiacon un granimpetupopunadaobteniade beneficio.
la restituci6nde
lar contenidodesdehaciamuchosaffos,dadoquesu objetivofundamental,
lasdos revoluciones
antelastierrasal campesino,
seguiasiendoel mismoque habiaimpulsado
poseedor
(1810-1821)
delterritorio;yla
contraEspafia,
riores:laguerrade la Independencia
poseedor
de la riquezanacional.
guerrade la Reforma(1858-1860)
contrael cleromexicano,
prontoadquiri6fuerzapolitica,y Diazse
l. Maderoal frente,la insurrecci6n
Con Francisco
Maderohaciasu entrada
vio obligadoa renunciaral poderen mayode | 9 | | . Al messiguiente,
popular,resultando
luegoen
triunfalen la Ciudadde M6xicoen mediode unagranexaltaci6n
parecia
haberserestaurado
coneste
Lademocracia
suelecci6ncomopresidente
constitucional.
pero su mandatodur6 poco.A los quince
y espirituconciliatorio,
hombrede noblesideales
por 6rdenesdelgeneralporfiristaVictoriano
Huerta,quien
fue asesinado
mesesde gobernar,
peroestavezla
la dictadura,
de la naci6n.Seimpusonuevamente
luegose proclam6presidente
244 Pnueaas
IntclauYa
Para est.e
Venu
a preside
divisi6nd
de acuerd
Villay\
una alianz
lograr la ir
laqcc
ldeologias
de los revr
desertara
norcedell
listasde A
vez mis dr
traciamed
congreso(
profesore
Lanue
propieda
la regular
de asocia
jornadadia
nuevas
aso
indolelabo
Duran
educativa
p
industriam
braronsu il
Aparecier
ambiented
propioCal
sasde la Cc
presidenc
emprendi
entreotras
detierrasy
obraqueai
historiade I
pues
del pueblomexicano,
democr6tica
maderistayahabialogradodespertarla conciencia
iniciativa
de estalucha.
paraesteenronces,
en todaslasregionesdel paislagentesabiay se sentiaParticiPe
al asumir6l
Sinembargo,
constitucional.
Carranzaemprendi6entoncesel liderazgo
Venustiano
Villa-jefe de la
(Pancho)
de 1914,varioslideres,entreellosFrancisco
a mediados
la presidencia
totalmente
no
estuvieron
divisi6ndel Norte-y EmilianoTapata-iefe de la revoluci6ndel Sur-,
politicas,
en lasque no setratabael problemade la tierra.Enseguida
de acuerdocon susdecisiones
viflay zapatatomaroncontrolde la ciudadde M6xico,aunquesin llegara formaren lo sucesivo
asumirel gobiernode la naci6n.Querian
militar.De hecho,ni siquieracontemplaron
unaalianza
lograrlajusticiasocial,no el poderpolitico.
e
y cadafacci6n,con suspropiosintereses
continuaron
revolucionarias
Lascontiendas
A pesarde los esfuerzos
de los obrerosy campesinos.
trat6 de mejorarlascondiciones
ideologias,
que muchos
hicieron
los
combatientes
de
el hambrey la incertidumbre
de los revolucionarios,
en el
a otra facci6no bando.Yaparafinesde l9 | 5 los enfrentamientos
o se pasaran
desertaran
constitucionaei6rcitos
de
los
triunfos
a disminuirdebidoa importantes
norte del paisempezaron
cada
Callessobrelasfuerzasvillistas,
Elias
y
Plutarco
la
Huerta
de
Adolfo
listasde AlvaroObreg6n,
de
M6xico
la
Ciudad
a
Carranza
Estehechofacilit6el retornode Venustiano
vezm6sdebilitadas.
a un
convocando
constitucionalista
eltriunfo
asegu16
Esta
vezCarranza
de 1916.
haciamediados
militares,
negociantes,
a periodistas,
social,incluyendo
Poetas,
congresode ampliarepresentaci6n
de 1857.
a laviejaConstituci6n
de
reformas
una
serie
de
expedir
y m6s,conel prop6sito
profesores
pequefias
de
y la creaci6n
de latifundios
de l9l7 incluiala expropiaci6n
LanuevaConstituci6n
asicomo
y susriquezas,
del
subsuelo
la
nacionalizaci6n
y pueblos,
paracomunidades
propiedades
dio
el
derecho
Con respectoaltrabajo,se
inmuebles.
del derechoa propiedades
ia regularizacion
y sefij6 la
comogarantiaa la protecci6nde susintereses,
de obrerosy empleadores
de asociaci6n
en adelante
Surgieron
a la semana.
jornadadiariade trabajoen ocho horasy un diade descanso
de
armadas
rebeliones
nuevas
tambi6n
y obreros,aunque
de campesinos
asociaciones
nuevas
graves.
y politica,estavezsinconsecuencias
indolelaboral,religiosa
Durantelosgobiernosde Obreg6n( 1920-| 92fl y Calles(1924-1928)se enfatiz6la reforma
atenci6na lasartes,como la pinturay la literatura.El petr6leoy la
especial
prestendose
educativa
recoen manosextranjeras'
mayormente
industriametal0rgica,
progreso
econ6mico.
de
elementos
como
braronsu importancia
tambi6nnuevosgruPosde podery' con ello,un
Aparecieron
ambientede corrupci6nqueinvadi6no soloal paissinohastaal
propioCalles,quienlleg6a olvidarcasipor completolaspromesasde la Constituci6nde l9 | 7. Estasituaci6ncambi6durantela
quienfinalmente
(1934-1940),
de LdzaroC6rdenas
presidencia
al llevara cabo'
emprendi6el verdaderocambiorevolucionario
entreotrascosas,la reformaagrariacon un extraordinarioreparto
del petr6leo,
detierrasy la increibleempresade la nacionalizaci6n
obraqueasent6lasbasesparael iniciode la era modernaen la
historiade M6xico.
deMdxico
laCiudad
alaRevolucidn,
Monumento
Currunavletoue 245
o
6
L
J
6
d
o
o
c
d
c
o
ci
o
(1873-1913)Francisco
Francisco
I. Madero
t. Madero
rodeado
por
sepresenta
una gran multitud el dia de su inauguraci6n.Su prestigiohabiacrecido enormemente, puesademdsde haber desafiadoalgobierno de Porfirio Diaz,habialogrado
lahazafrade salirtriunfante.Fue un verdaderoap6stol de la democracia,siempre
apegadoa la legalidadconstitucional.La noblezafue su don, pero tambi6n su mala
fortuna, puesel confiar en ciertos elementosconservadoresle cost6 la vida.
Iare$itu
mientras€
a un sinnr
Tapata.Ll 9 l 7 q u er
tlmura
-1923)
(Pancho)
Francisco
Villa(1878
y[miliano
Zapata(
I 883I9I9)
Villay Zapatacompartenla sillapresidencial,
aparentemente
muygrandey
por ningunode los
no ambicionada
dos.Eleventorepresenta
la sagacidad
de su impeturevolucionario,
ya que
ambossurgieroncomofigurasde la
luchasocialpor lajusticia,
la pazyel
orden,pero no por el poderpolitico.
A pocosdiasde dichoacontecimiento,VillapartiohaciaGuadalajara
y ZapatahaciaPueblaparaseguir
combatiendo
contralasfuerzas
constitucionalistas.
245 Pnueeas
DiegoRiv
mdsdesac
la Revolu
AlvaroOb
s(
Pancarta
<Tierray li
la Revoluc
ideologia
n
politicoso
Sufirmepr
enlugares
p
tar y facilit
(
Clemente
fueronotrc
yeronen su
lahistoriad
el pueblom
ratierraquetrabajaba,
noposeia
delastierras Enr9r0,el 97%deroscampesinos
Larestitucidn
realidadcondujo
Dicha
de rosterratenientes.
mientraser 90%deratierra estabaen poderde un r%
a
al norte paraunirsea Villao al sur ParaaPoyar
a desplazarse
a un sinn1merode campesinos
de
constituci6n
la
fue unaPromesainscritaen
restitucionde lastierrasal campesino
zapata.La
deLinaroc6rdenas'
baiola presidencia
l9l7 queno se hizorealidadsinohastaafiosm6starde,
revoluciones>>
ElmuraliSmoEnel mural<<Tres
delasfiguras
algunas
DiegoRivera
Presenta
de la historiade M6xicoy de
milsdestacadas
Tapata,
talescomo Emiliano
la Revoluci6n,
AlvaroObregony PlutarcoEliasCalles'Enla
se puedever el lemade loszapatistas:
pancarta
Elmuralismosurgi6de
<Tierray libertad>.
como un arte est6ticoy una
la Revoluci6n
con contenidosocionacionalista
ideologia
politicosobrela historiay la realidadmexicana'
en ser exPuesto
Sufirmeprop6sitoconsistia
comonuevaformadefomenp0blicos
enlugares
de lasmasas'
Jos6
rary facilitarla educaci6n
ClementeOrozcoy DavidAlfaroSiqueiros
que includestacados
fueronotros muralistas
yeronen susmuralestemastan diversoscomo
ia historiade M6xicoy el hambreque padecia
el pueblomexicano.
9
a
o
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Currunev lencua 247