FILOMENO Y SOFÍA - Escuela J.N.Bialik

Gustavo Santiago
,
FILOMENO y SOFIA
Ediciones NOVEDADES
Buenos Aires
EDUCATIVAS
• j\1.éxico
Santiago, -Gustavo
Filomeno y Sofía: historias para filosofar con los más
chiquitos. -1a ed. 38 reimp. - Buenos Aires : Centro de
Publicaciones Educativas y Material Didáctico, 2008.
64 p. ; 26x17 cm.
ISBN 978-987-538-054-7
1. Filosofía-Enseñanza.
CDD 107 : 372.21
2. Educación Inicial. 1. Título
Colección:
Serie:
Filosofía y Escuela
Textos de Filosofía para Niños
Diseño y diagramación:
Corrección de estilo:
Analía Kaplan
Susana Pardo
Ilustración de tapa: Gabriel Freidkes
l'
l'
2'
3'
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edición, abril
reimpresión,
reimpresión,
reimpresión,
de 2002
agosto de 2004
abril de 2005
julio de 2008
Ediciones Novedades Educativas
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La relación entre la filosofía y los niños puede verse desde distintos
puntos de vista. Hay quienes no perciben ninguna relación, pues entien.
den que la filosofía es una construcción racional de un nivel de abstrac.
ción ajeno a los niños. Otros afirman que los niños son filósofos "natura.
les"; la filosofía se presentaría como una suerte de disposición, de acti.
tud que se da a cierta edad y luego se abandona. En otro sentido, algu.
nos sostienenq~e la filosofía debe aprenderse como una historia de lo .
que pensaron los grandes filósofos a lo largo del tiempo a la que losniños nada tendrían.para agregar. Pero también es posible entender la
rela~ión entre la filosofía y los más pequeños como una actividad e inclu.
so como un juego, un juego que tiene lugar pensando y dialogando con
otros. Fi/omeno'y Sofía invita a .participar en ese juego, que ~s el que
juegan sus personajes a través de historias que inventan y que se cuen.
tan mutuamente.
Filomena y Sofía es la historia de dos amigos que buscan preguntar e
indagar acerca de aquello que ies resulta probiemático, curioso. ¿Cuál
es la diferencia entre imaginar y recordar? ¿Qué quiere decir 'portarse
bien'? ¿Quées la verdad? son sólo algunas de las muchas preguntas que
surgen durante la lectura. La historia de Filomena y Sofía tiene estrecha
relación en su planteo y'en su estilo con los materiales del Programa de
Filosofía para Niños de Matthew Lipman. Los chicos discuten en un
contexto que el lector puede reconocer-como familiar y que opera como
modelo del trabajo en el aula. Pero el texto de Gustavo Santiago supera
el marco del modelo y juega en el terreno mism@ de la historia de la
filosofia. Sofía sueña con "Las tres transformaciones" de Nietzsche;
Filomena cuenta la historia de Renato (Descartes), a quien no le gusta
que le mientan y que desconfía de sus sentidos; una amiga de Filomena
Gustavo Santiago
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y Sofía narra la "alegoría de la caverna" platónica en clave de fábula con
hormigas, por mencionar algunos de los hitos de la filosofía occidental
que aparecen en el relato. ¿Se trata de instruir a los niños en la historia
de la filosofía? No lo creo. Los chicos no necesitan saber que existen
obras llamadas Así hablóZaratustra y La república, porque la invitación es
a jugar a la filosofía, a pensar en los problemas y discutirlos. Pero tomar
estos episodios de la filosofía no resulta de ninguna manera inocente por
parte del autor: no pone reverencial mente la filosofía a disposición de
los niños, sino que juega él también con la vieja disciplin~, quitándole
ese halo de veneración que suele rodearla. El pasaje de las Meditaciones
metafísicas de Descartes se pone al alcance de les niños porque queda
planteado el problema, no porque el protagonista sea Renato. Y es que
hacer filosofía en la escuela exige a quien está frente a un grupo, entre
otras cosas, ser capaz de acceder a los problemas de los que se ocupa la
filosofía por el propio cuestionamiento, por la propia curiosidad. "No es
momento de hacer preguntas", dice la m3estra de Filomena, pero
Filomena vuelve a preguntarse cómo es que hay momentos en que está
bien y momentos en que está mal preguntar. La práctica de la filosofía
en la escuela encuentra su sentido cuando genera una actitud de indagación, una actitud que no se detie-ne en la regla que señala lo que está
bien y lo que está mal, sino que lleva a preguntar y cuestionar por qué
algo está bien o está mal.
Filomena
y Sofía constituye un material apropiado para emplear en ni-
vel inicial o en primer año de la escolaridad
básica y es el fruto de la
experiencia de su autor en el trabajo con niños de esas edades. La novela
fue escrita pensando en ellos y poniendo a su alcance no sólo algunos de
los problemas de la filosofía que pueden relacionarse con la experiencia
de los chicos, sino también las disposiciones y herramientas necesarias
para la discusión filosófica o, dicho de otro modo, para jugar el juego de
la filosofía: sentarse en ronda, verse las caras, dar ejemplos, hacer preguntas, hablar frente a los demás, decir lo que cada uno piensa, escucharse, respetarse.
La enseñanza de la filosofía, la práctica de la filosofía en la escuela, no
puede conformarse con programas preestablecidos, sino que requiere
de la búsqueda y la creación de nuevas formas de promover la discusión,
formas que respondan a las necesidades encontradas en las aulas y que
problematicen algunas de las inquietudes manifestadas por los chicos.
Filomena y Sofía es un buen ejemplo de ello.
Vera Waksman
Episodio 1
A Filomeno hay varias cosas que le gustan. Cuando está en la escuela, le
gusta mucho jugar con sus amigos; cuando está en su casa, le gusta mucho
jugar con su perra Non! (la mamá le contó que a la perra le pusieron Noni
porque cuando era cachorrita
se pasaba todo el día durmiendo.
acuerda bien de eso, porque cuando Noni era chiquitita
Filo no se
él era un bebé y los
bebés no tienen mucha memoria).
Algo que también
le gusta mucho es cantar canciones usando una zana.
horia como micrófono.
Por eso, cuando su abuela está preparando
la ensa.
lada, Filomena aprovecha y le pide dos cosas; que le dé una zanahoria y que
prenda la radio. Entonces, como si fuera un cantante profesional,
micrófono.zanahoria
mordisquitos
con las dos manos y mientras
agarra el
canta le va dando
hasta que lo hace desaparecer.
Hay dos cosas más que le gustan a Filomena tanto como jugar con sus
amigos o con su perra y cantar. Estas dos cosas son; que le cuenten histo.
rias y hacer preguntas.
Filomena
se la pasa haciendo
mundo, en cualquier
preguntas.
a todo el
lugar, ihasta en el colectivo! Su mamá siempre le dice;
"Filo, ¿no te cansás de preguntar?"
de hacer preguntas.
Le hace preguntas
Entonces Filomena, por un ratito, deja
Pero enseguida vuelve a la carga.
Filomena conoce preguntas que empiezan con "cómo", otras que empiezan
con "para qué" y otras que empiezan con "cuándo". Pero las que realmente le
gustan, las que practica todo el día, son las que empiezan con "por qué".
-¿Por qué hace tanto frío hoy? -le pregunta a su papá cuando lo levanta a
la mañana tempranito.
Gustavo Santiago
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Episodio 2
Sofía y Filomena estaban sentados en el tobogán que hay en el patio de la
escuela.
-¿Sabés lo que me contó mi abuelo anoche? -le dijo Sofía a Filomena.
-Contáme
-le respondió ansioso Filomena.
-Que cuando él vivía en el campo, en Pergamino, a la noche se sentaba en
ronda con todos sus compañeros
los entretenía contándoles
de trabajo y, mientras tomaban mate, él
alguna historia.
-¿Se sentaban en ronda? -preguntó
-Sí.
Filo.
Mi abuelo dice que las historias
ronda -contestó
hay que escucharlas
Sofía.
-¿Y por qué hay que sentarse así? -preguntó
Filo.
sentados en
Capítulo 1
7
-No sé --{;ontestó Sofía-o Si querés hoy le pregunto.
-Bueno -dijo Filo-. Pero ahora contáme una historia, que se está por aca.
ba r el recreo.
-¿Sabés qué te vaya
contar? .Ie dijo Sofía .. Te vaya contar lo que soñé
anoche.
-¿Y es lindo tu sueño? -preguntó
entusiasmado
Filo.
-No sé. Yo te lo cuento y después vos me decís si te gustó o no.
-Bueno,
dale.
-Soñé que iba caminando
por la arena. iHacía un calor! --{;omenzó Sofía.
-¿Por la arena? ¿En la playa?
-No, no era una playa porque no había mar -aclaró
desierto.
Sofía-o Estaba en el
-¿En el desierto? ¿Y qué hacías en el desierto?
-Caminaba.
Iba caminando
despacito,
sintiendo la arena caliente en mis
cuatro patas --{;ontinuó Sofía.
-i¿Cómo
en tus cuatro
patas?! -dijo
sorprendido
Fnomeno .. Vos tenés
piernas, no patas. Además, tenés dos piernas y no cuatro patas.
-iYo sabía que te ibas a sorprender!
Pero, ¿sabés qué pasaba? En mi sue.
ño, iYO era un camello!
-¿Un camello? -dijo Filomena.
-Sí.
-¿Un camello de verdad?
-iSí!
-¿Con joroba y todo?
-Sí, ¿no me creés? -preguntó
Sofía.
-Sí, claro que te creo -respondió
Filomena un poco pensativo-o Pero me
parece raro eso de soñar que uno es un camello.
-A mí también
gracia tendría?
-Bueno,
me parece raro. Por eso te lo estoy contando. Si no, ¿qué
seguí contándome.
-Yo iba caminando
muy tranquila y, de repente, apareció una señora que
traía un montón de paquetes y bolsas. Y ¿sabés qué hizo? Me puso iodos los
paquetes y las bolsas encima y me dijo: "Tenés que llevar estos paquetes".
Gustavo Santiago
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"¿Adónde?", pensé yo. "¡Tenés que llevar estos paquetes!",
quería decir: "¿Adónde tengo que llevarlos?",
porque era un camello,
decir, gritando:
y los camellos
me repitió. Yo le
pero no podía decirle nada
no hablan. La señora me volvió a
"¡Tenés que llevar estos paquetes! iRápido!"
-¿Y entonces qué hiciste? -preguntó
Filo.
~Traté de correr, pero los paquetes me pesaban tanto que muy rápido no
podía ir.
-¿Y por qué no dejaste los paquetes en el suelo?
-Porque
la señora me había dicho que tenía que llevarlos -respondió Sofía.
-Pero, ¿cómo quería que los llevaras si no te había dicho adónde llevarlos?
-Eso
era lo que yo pensaba mientras
caminaba,
muy cansada, por el
desierto. Y me dije a mí misma: "Tengo que hacer algo para que me entien.
da. Vaya intentar hablarle otra vez". Entonces caminé hacia donde estaba
la señora y le dije bien fuerte: "iGrrrrrrrrr!"
-¿Qué le dijiste?
-iGrrrrrrrr!
-repitió
Sofía.
-Pero ... eso más que un camello parece un león -dijo Filo.
-¡Adivinastel
-¿Qué es lo que adiviné? -preguntó
-¡Que
me había transformado
sorprendido
Filomena.
en un león!
-¿En un león?
-Sí.
-¿Con cola, melena y todo eso?
-iSí!
¿No te parece genial? .-Dijo Sofía sonriendo.
-Sí, claro, me parece bárbaro. Pero, ¿no es muy raro tu sueño?
-Bueno,
pero así es mi sueño. ¿Tesigo contando o te aburriste? -preguntó
Sofía.
-No, seguí, seguí -le dijo Filo-. ¿Qué hizo la señora cuando se dio cuenta
de que eras un león?
-Salió
corriendo
gritando:
"¡Socorro!,
¡socorro!".
Ahí aproveché, dejé too
dos los paquetes en el suelo y me fui corriendo y pegando saltitos mientras
pensaba: "iPor fin soy libre!".
-¿Libre? ¿Libre de qué?
i
i
L
9
Capítulo 1
-Y, de tener que cargar con todos esos paquetes tan pesados.
-¿Y para qué querías ser libre? -le preguntó intrigado
-Bueno,
Filomena.
eso es lo que empecé a pensar cuando me cansé de correr. Pen-
saba: "Ahora que soy libre, ¿qué puedo hacer?, ¿qué quiero hacer?" Y mien.
tras pensaba esto, me tropecé con a'lgo que estaba medio enterrado en la
arena. ¿Sabés qué era? iUna rueda de bicicleta!
-¿La rueda sola o toda la bicicleta?
-No,
la rueda sola. Y, ¿sabés qué pasó? Cuando vi la rueda me di cuenta
de lo que realmente quería hacer: ijugar! Entonces desenterré
la rueda ha.
ciendo un pocito con las manos y me puse a jugar haciéndola girar por la
ílrena.
-Esperá
-Con
-dijo Filo .. ¿Con qué dijiste que sacaste la rueda de la arena?
las manos, ¿con qué va a ser? -respondió
-Pero
Sofía.
los leones no tienen manos. Tienen patas -aclaró
Filomeno.
-Es que cuando encontré la rueda ... ¡ya era yo de nuevo!
-¿Cómo que eras vos?
-Y, sí. Era Sofía otra vez.
-¿Y antes quién eras?
-¿Antes? ¿Cuándo?
-Cuando
-Bueno,
eras el león o el camello. ¿No seguías siendo Sofía?
no sé. ¿Puede ser que fuera yo y que, al mismo tiempo, fuera un
león o un camello? -preguntó
Sofía.
-¿Y yo cómo vaya saberlo, si la que estaba soñando eras vos? Pero, ¿cómo
terminó tu sueño? ¿No pasó nada más?
-Creo que no ... No me acuerdo.
-La verdad es que tu sueño me pareció bastante divertido -le dijo Filo .. Yo
nunca soñé cosas tan raras. ¿Estás segura de que eso es lo que verdadera-
mente soñaste, no? ¿No habrás inventado todo eso nada más que para con.
tármelo
a mí?
-¿Y qué diferencia habría? -le respondió Sofía .. ¿Acaso los sueños no son
historias que nos inventamos y que nos contamos a nosotros mismos mien.
tras dormimos?
Justo cuando Filo pensaba en algo para contestarle a Sofía, la señorita Laura
comenzó a llamar a todos los chicos para que volvieran al salón.
Gustavo Santiago
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Episodio 3
Filomena llegó a su casa muy contento.
muy vivo en su memoria.
El sueño de Sofía todavía estaba
Después de darle un beso a su abu~la, dejó la
mochila sobre la cama y se fue a jugar con la Noni. Jugaron a correrse.
Primero
Filomeno empezó a dar vueltas alrededor de un árbol que está
justo en el medio del patio, y la Noni lo perseguía ladrando a grito pelado.
Cuando se cansó de que la Noni lo corriera, Filo se dio vuelta bien rápido y
empezó a correrla a ella. Después de un rato estaban los dos tan cansados
que tenían que respirar con la boca abierta. La Noni sacaba la lengua bien
afuera, como si se la estuviera mostrando
al doctor. Filomena probó respi.
rar como la Noni, pero en seguida le pareció que por algo los nenes no
respiran
con la lengua afuera. "Es muy incómodo",
pensó, y se sentó a
descansar contra el árbol.
Su papá dice que el árbol es un ciruelo, pero Filomena nunca.vio que diera
ninguna ciruela, así que no está muy seguro de que sea un ciruelo de ver.
dad. "Si un pájaro no vuela, ¿es un verdadero pájaro? .pensó Filomena.; si
un perro no ladra, ¿es un verdadero
perro?; si un ciruelo
no da ciruelas,
¿puede ser un verdadero ciruelo? A lo mejor sólo se parece a un ciruelo, pero
en realidad no lo es".
De repente, el sueño de Sofía volvió a aparecer en su cabeza.
-¿Qué estás haciendo, tan calladito? -le preguntó su abuela.
-Estoy pensando -respondió
Filo.
-¿Y se puede saber en qué estás pensando?
-En una cosa que me contó Sofía. Un sueño en el que primero
era un
camello, después un león y después era ella misma. Me estaba imaginando
cómo me sentiría yo si fuera un camello.
-¿Y cómo te sentirías?
-Me parece que mal, porque los camellos
no hablan y a mí me gusta
mucho hablar.
-En eso saliste a mí-dijo
caminando
la abuela riéndose, mientras
hacia la cocina para calentar la comida.
lentamente
iba
Filomena no entendió
muy bien de qué se reía su abuela, pero igual se puso contento
porque le
gusta mucho verla reír.
Después de almorzar,
Filomena
se sacó los zapatos y :e acostó en el
sillón grande del comedor (Filo sabe que a su mamá no le gusta que ponga
los pies arriba del sillón, pero como su abuela no lo reta, cuando están los
dos solos siempre lo hace) y se puso a cambiar los canales del televisor con
11
Capítulo 1
el control
remoto, como hace su papá. "¿Cómo funcionará
guntó Filo mientras
cambiaba
esto?", se pre.
de un canal a otro. "Debe mandar un rayo
invisible que le dice al televisor que cambie de canal", pensó.
Cuando llegó al canal de los dibujitos,
se quedó mirando
un momento,
pero enseguida se dio cuenta de que ese capítulo lo había visto un montón
de veces y se lo sabía de memoria.
Entonces siguió cambiando
hasta que llegó al de los animales. "Aaaaggg, iqué horrible!",
los canales
dijo Filo al ver
unas arañas peludas que estaban luchando entre sí. A Filo le gustan mucho
todos los animales.
O casi todos, porque a las arañas no las puede ni ver.
!
Justo cuando iba a apagar el televisor para ir al fondo con la Noni, sonó el
teléfono.
"¿Quién será? ¿Será mamá? Papá no, porque papá nunca llama
cuando está trabajando".
-Es para usted, señor -le dijo la abuela sonriendo.
-¿Para mí? -se sorprendió
Filo .. ¿Es mamá?
-Me parece que no -dijo la abuela haciéndose la misteriosa .. Vamos, ¿no
vas a atender?
Filomena se bajó del sillón y, descalzo como estaba, fue a atender 31telé.
fono. Cuando escuchó la voz se dio cuenta enseguida
de que era Sofía.
"Sí. .., bueno ... , esperá que le pregunto a mi abuela", dijo.
-Abue,
es Sofía; dice si quiero ir a jugar a su casa. ¿Puedo?
-Sí, si su mamá está de acuerdo.
-Dice
Sofía que su mamá no está, pero que su abuela y su ~buelo la
dejan.
-Bueno,
entonces. Pero portáte bien.
I
Después de colgar el teléfono y mientras
se ponía un par de zapatillas,
Filo le preguntó a la abuela:
-Abue;
-Porque
¿por qué siempre me estás diciendo "portáte
bien"?
soy una vieja aburrida -le contestó la abuela riéndose-o Yo sé que
vos siempre te portás bien.
Filomena se quedó pensativo. "No es cierto que siempre me porto bien pensó-o Tampoco es cierto que la abuela sea una aburrida".
Iba a decirle a
su abuela que no le había entendido bien, pero prefirió callarse y empezar a
juntar las cosas que iba a llevar a la casa de Sofía.
-Vos no venís, porque si te llevo seguro que hacés un lío bárbaro -le dijo
a un muñeco vestido con ropa de soldado-. Además, a Sofía no le gustan los
juegos de guerras o de peleas.
Gustavo Santiago
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-Vos te venís conmigo -le ordenó a un oso de trapo-. Seguro que Sofía nos
cuenta una historia a los dos. iNo vayas a interrumpirla
-Filomeno,
cuando habla, eh!
¿con quién estás charlando? -le preguntó la abuela desde la
cocina.
-Con
nadie, abuela; con mis juguetes.
-¿Y te Ilacen caso?
-Abuela,
¿cómo me van a hacer caso si son nada más que juguetes?
Episodio 4
Sofía y Filomeno estaban sentados sobre unos cajoncitos de madera que
la mamá de Sofía tiene en el fondo.
-iQué gato gordo! -dijo asombrado
Filomeno.
-No es un gato. Y tampoco es gordo -le dijo Sofía.
-¿Cómo que no es un gato?
-Te digo que no es un gato. Es otra cosa.
-Pero yo veo un gato. Si no es un gato, ¿qué es?
-Adiviná.
-No sé. Decíme vos. Para mí es un gato.
-¡Es una gata! -dijo Sofía riéndose.
-Bueno, está bien, es una gata. Pero es una gata gorda.
-No -dijo Sofía-o Es una gata flaca; muy, muy flaca.
-No es cierto. Es una gata gorda, muy, muy gorda -dijo Filomeno.
-Es
mi gata, se llama Piolín. Y le pusimos ese nombre porque es muy,
muy flaca -agregó Sofía, riéndose de nuevo.
-¿Y por qué entonces yo la veo gorda?' -preguntó
Filomeno.
-Porque ahora está gorda. Pero pronto va a volver a ser flaca como siempre.
-¿Me estás cargando? -dijo Filomeno.
-No, Filo. Lo que pasa es que Piolín va a ser mamá, iEstá embarazada!
-¿Y el esposo quién es? -preguntó
-¿El esposo?
-Claro, el papá de los gatitos.
Filomeno.
13
Capítulo 1
-Ah,
110
se sabe,
-¿Cómo que no se sabe? ¿Entonces no van a tener papá?
-¿Yeso qué tiene de malo? -dijo Sofía que ya no estaba tan contenta-o Yo
tampoco tengo papá. Yo la vaya ayudar a Piolín como si yo fuera la mamá
de ella. ¿Te imaginás? Vaya ser como la abuela de los gatitos. ¿No es genial?
-Puede ser -dijo Filomena, y se quedó muy pensativo .
•••
-Sofi,
¿puedo hacerte una pregunta? -le dijo Filomena.
-Claro
que podés.
-¿Y me vas a contestar
la verdad?
-Por supuesto. ¿Qué me querés preguntar?
-No,
nada. Dejá, Otro día te lo pregunto.
-Filomena,
¿qué te pasa? -le dijo Sofía.
-No me pasa nada. Solamente estoy un poco triste. Pero ya se me va a
pasar.
-¿No me querés contar por qué estás triste? -le preguntó Sofía.
-No,
mejor hablemos de otra cosa.
-¿Tampoco
-No,
me vas a decir que, me querías preguntar?
Sofi. Mejor contáme una historia.
-Mmm ... Te vaya contar algo mejor que una historia. iTe vaya contar un
secretor
-¿Un secreto? -elijo sorprendido
die más que vos?
Filomeno-. ¿Algo que no sabe nadie, na.
-Claro. Los amigos pueden contarse secretos. Y yo te vaya contar un
secreto para que veas que para mí sos mi mejor amigo. Pero prometéme
que no te vas a reír de mí.
-Te lo prometo -elijo Filomeno-. Ahora contáme, ¿cuál es ese secreto?
•
-Hace
muchos, muchos años, cuando yo era chiquita,
les tenía miedo a
.~ - los trenes.
~
ti]
-¿A los trenes? ¿Y de qué tenías miedo?, ¿de que te pisaran? -preguntó
~
Filomena.
'O
1
.i
~
-No.
Les tenía miedo porque me imaginaba que eran gusanos o lombri.
ces grandotas
que se comían a la gente que subía en ellos .
-¿En serio creías eso?
Gustavo Santiago
14
-Sí.
Me acuerdo de que mi papá me mostraba que la gente bajaba del
tren y me decía: "¿No ves que no les pasó nada?" Pero yo igual les tenía
miedo y no me quería subir por nada del mundo. ¿Yvos? ¿No le tenías miedo
a nada?
-Mmm ... Sí. Yo les tenía miedo a las gallinas.
-¿A las gallinas? -preguntó
Sofía.
-Sí. Antes mi abuela tenía tres gallinas: una blanca, una negra y una a la
que le decían "colorada".
Pero no era colorada, era medio marroncita.
Ésa
era la que más miedo me daba.
-¿Y por qué te daba miedo?
-No
sé. No me gustaba cómo memiraba.
Parecía que siempre estaba
enojada conmigo. Pero, ¿de qué te reís?
-De vos, ¿de qué me vaya
reír si no? ¿Cómo se te va a ocurrir
que la
gallina te miraba enojada? iSe te ocurre cada casal ¡Qué tontería!
-Ah. ¿Ya vos cómo se te ocurría que los trenes se comían a la gente? Si lo
que yo dije es una tontería, ¿lo tuyo qué es?
-Bueno,
no te enojes -dijo Sofía.
-¿Cómo querés que no me enoje si te burlaste de mi secreto? -le respon.
dió Filomena.
-Fue sin querer. Vos eras chiquito
cuando te asustaban las gallinas.
Lo
que yo quise decir fue que sería una tontería que te dieran miedo ahora que
sos grande, pero no cuando eras chiquito. Cuando uno es chiquito se asusta
de cualquier
cosa.
-No sé si era eso lo que realmente querías decir -le contestó Filo.
-Filo,
ino nos peleemos!
-Está
bien, pero no tengo más ganas de hablar.
-¿Me perdonás? -le dijo Sofía.
-Bueno
-{;ontestó Filomeno-. Pero a mí las gallinas todavía me dan miedo.
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Episodio 1
La mamá de Sofía encendió la luz y vio que eran las tres y media de la
madrugada. Se había despertado en plena noche creyendo haber escu.
chado un grito. "Seguro que tuve una pesadilla", pensó. Apagó la luz para
seguir durmiendo y, en ese momento, escuchó claramente que Sofía grita.
ba "¡Mamá! ¡Mamá!" De un salto salió de la cama y cuando llegó a la
habitación de Sofía la encontró llorando con la cabeza metida debajo de
las sábanas.
-¿Qué pasa, hija? -dijo la mamá, preocupada,
-Los monstruos, los monstruos quieren entrar por la ventana -dijo Sofía
con voz de dormida,
-Sofí, despertáte, estás soñando -le dijo la mamá sacudiéndola suave.
mente de los hombros-o Ay, pero si estás volando de fiebre.
-Tengo calor, ma -dijo Sofía.. Uy, cómo me duele la garganta.
La mamá le puso el termómetro y le dijo que se quedara un rato quietita.
Fue a la cocina y enseguida volvió con un vaso de agua y una pastillita.
-Por ahora tomá esto y tratá de dormir. Mañana vamos a ¡r a ver a la
doctora Slaffer.
-¿Vos no me podés curar, ma?
. -No, Sofi. Vos sabés que yo soy cirujana, Para esto es mejor que te vea la
doctora Slaffer.
-Pero, ¿si alguna vez me tienen .que operar de algo, sí me vas a operar
vos?-insistió Sofía.
Gustavo Santiago
16
-No, hija. Aunque sea cirujana no te podría operar yo porque los cirujanos
no operan a sus seres queridos.
Pero mejor charlamos
mañana. Ahora sé
buena y tratá de dormir.
-No,
no quiero dormir. Tengo miedo de que vuelvan los monstruos.
-Eso
es por la fiebre, Sofi. Cuando sube la temperatura
b1er
Jormir
pesadillas.
es muy común
Pero ahora ya casi no tenés fiebre, así que vas a poder
bien. Además, vos sabés que los monstruos
no existen, ¿no? Enton.
ces, si te aparece uno, decíle: "iFuera, monstruo tonto! ¡Salga de mi sueño!"
y el monstruo va a desaparecer
enseguida.
Sofía sonrió porque se imaginó retando al monstruo.
ron ganas de dormirse,
Pero igual no le die.
por las dudas. La mamá la miró sonriendo, con la
cara que pone cuando están jugando adivinanzas y le dijo:
-¿Querés venirte a mi cama? Pero, isólo por hoy, eh!
Al ratito, Sofía y su mamá estaban profundamente
dormidas.
Episodio 2
Cuando Filomena supo que su amiga estaba enferma le pidió a su abuela
que lo llevara a visitarla.
-Pasen, pasen -dijo la mamá de Sofía, muy contenta de verlos Ilegar-. La
enferma está en la cama.
Después de que todos se saludaron,
la mamá de Sofía y la abuela de
Filomena se fueron a charlar al comedor y los chicos se quedaron solos en
la pieza,
Filomena se acordó de una película muy triste que había visto en la televi.
sión. Los ojos se le llenaron de lágrimas y dijo:
-Sofi, ¿te vas a morir?
-Creo que no -contestó
Sofía-o La doctora dice que en dos o tres días voy
a estar bien. Pero me dijo que trate de no hablar mucho y que me quede en
la cama bien tapada. iMe aburro tanto! ¡Sabés que feo es no poder hablar!
-¿Y por qué no podés hablar? ¿Se te enfermó la lengua?
-No sé, pero mejor hago caso. ¿No querés contarme
una historia vos?
Quizá eso me haga bien.
Filomena pensó: "Si le cuento una linda historia, Sofía se va a poner con.
tenta. Y si se pone contenta, se va a sentir mejor. Y si se siente mejor: se va
a curar más rápido".
Esta idea lo puso muy feliz.
17
Capítulo 2
-Bueno, tapáte bien y escuchá -le dijo a Sofía.
Ésta es la historia que Filomena le contó a Sofía.
Renato, el desconfiado
A Renato había algo que lo ponía muy, pero muy mal:' que le dijeran
una mentira. Si cuando estaban jugando a la pelota descubria que al.
guien lo engañaba o le hacía trampas, Renato le decía: "iMentiroso!
iCon vos no juego más!" Y no jugaba más con ese nene en todo el día. "A
mí me gusta decir siempre la verdad, y me gusta que todos me digan
siempre la verdad", pensaba Renato.
A Renato había otra cosa que no le gustaba: equivocarse. Si, cuando
estaba contando hasta veinte, se equivocaba, Renato se ponía furioso y
decía: "debe de haber un fantasma malvado que cada vez que quiero
contar hasta veinte me hace equivocar".
Un día vio de lejos a un nene y dijo: "Es Manuel". Pero cuando lo vio de
cerca se dio cuenta de que se había equivocado. "Mis ojos me mintieron
-pensó Renato-. Para que no me mientan más, los voy a tener cerra.
dos." Y se quedó un buen rato con los ojos cerrados, para no equivocar.
se.
Mientras estaba con los ojos cerrados, escuchó una voz bien conoci.
da: la de su hermano Guillermo. Pero, cuando prestó más atención, se
dio cuenta de que se había equivocado: no era Guillermo sino su papá.
"Los oídos también me engañan -dijo Renato-; me los vaya tapar con
algodones para no equivocarme más." Y así se quedó un buen rato, con
los ojos cerrados y con los oídos tapados.
"jQué aburrido estoy! Lo único que puedo hacer es pensar. ¡Y con el
hambre que tengo''', pensaba Renato, con los ojos cerrados y los oídos
bien tapados.
Justo en ese momento sintió un olor muy especial, que venía de la
cocina: "iGuiso de lentejas! -pensó-o Esta vez no puedo equivocarme".
Cuando abrió los ojos vio que su mamá venía a buscarlo
enojada:
un poco
-Hijo, hace rato que te estoy llamando -le dijo la mamá-o ¿Qué hacés
con los oídos tapados?
-Estaba jugando. mamá; pero no te preocupes
Renato, sacándose el algodón de los oídos.
que ya voy -le dijo
Cuando llegó a la mesa, se dio cuenta de que se había equivocado otra
vez: no había guiso de lentejas, sino de fideos. Pero esta vez Renato no
se enojó, porque el guiso de fideos le gustaba tanto como el de lentejas.
18
Gustavo Santiago
Episodio 3
Ya hacía dos días que Sofía faltaba a la escuela. Encima, estaba lloviendo; y
cuando llueve, la señorita
Laura no quiere que los nenes salgan al patio.
Filomena estaba tan, pero tan aburrido que en lo único que pensaba era en
que se terminara
la mañana para poder volver a su casa, con la abuela y con,
la Noni. En realidad, lo que verdaderamente
quería era estar con su mamá o
que su papá le leyera algún libro, como hace todos los domingos, después de
comer. Pero Filomena sabía que en su casa sólo estarían la abuela y la Noni.
Filo se acercó a una ventana y se quedó mirando cómo llovía. "¿De dónde
vendrá la lluvia? -pensaba-o Si estuviera Sofi, seguro que me contaría algu.
na historia sobre la lluvia." En ese momento, la voz de la señorita sonó tan
fuerte que lo asustó. Se dio vuelta pensando que lo iba a retar a él porque
estaba parado mirando
por la ventana. Pero no. La señorita
retaba a dos
nenes que se estaban peleando, Filomena no alcanzó a ver bien qué pasaba
porque enseguida todos se amontonaron
y empezaron a gritar.
"¿Quéhabrá pasado? -se preguntó Filo-. ¿Por qué se habrán peleado?" Iba
a acercarse él también a mirar, pero, en vez de hacerlo, prefirió sentarse y
ponerse a dibujar en su cuaderno con los lápices que le había regalado su
papá el primer día de clases.
Episodio 4
Estuvo lloviendo 'toda la semana. Cuando llegó el domingo,
despertó ilusionado:
Filomena se
"hoy tiene:que ser un lindo día, con mucho sol y ningu.
na nube", pensó mientras'se;jevantaba
y comenzaba a vestirse. Estaba tan
ansioso por mirar por la ventana que, por el apuro, se puso la remera al
revés: la parte que tenía que ir para adelante, mirando hacia atrás.
-¿Qué hacés vestido así? -le preguntó
su papá riéndose cuando lo vio
pasar para la cocina.
Pero Filo casi no se dio cuenta de lo que decía su papá. "Tiene que haber
sol, tiene que haber sol", pensaba mientras
se subía a la silla que está
contra la ventana. Filomena había visto una película en la que un señor con
barba blanca y un gorro puntiagudo
mucho en algo sin distraerse,
las cortinas,
le decía a un nene que si él pensaba
eso se convertía en realidad. Antes de correr
Filo cerró bien fuerte los ojos y volvió a pensar: "Tiene que
haber sol, tiene que haber sol".
Lo que primero vio, caando abrió los ojos, fue a la Nuni que, acostada en
su cucha y con cara de estar muy aburrida,
gotas, al caer, hacían en el patio inundado.
miraba :105 ,globitos que las
19
Capítulo 2
"Los de las películas son todos unos mentirosos,
pensó enojado Filomena;
siempre muestran cosas que no pasan de verdad."
Filomeno seguía parado en la silla mirando la lluvia por la ventana. Como
era domingo,
había ravioles para comer. Filomeno no entendía muy bien
ninguna de las dos cosas: ni por qué llovía tanto ni por qué los domingos
siempre había ravioles. A Filo le gusta la lluvia, pero cuando llueve mucho ya
no 'Ie gusta tanto, porque no puede salir afuera a jugar con la Noni. Cuando
está su papá, le lee alguna historia, pero, si no, lo único que puede hacer es
mirar televisión. y con la televisión le pasa lo mismo que con los ravioles y
con la lluvia: un poquito le parece bien, pero mucho lo cansa.
-Abue, ¿cuándo va a parar de llover? -preguntó
Filomena, corriendo
''3
cortina de la ventana para no ver más la lluvia.
-Me parece que nunca -respondió
ver si le estaba haciendo
su abuela. Filomeno la miró bien para
una broma.
Pero le pareció que no, porque la
abuela estaba muy seria, poniendo los ravioles en la cacerola.
-¿Será posible -pensó Filo. que no pare nunca de llover?
-Ma, ¿es verdad lo que dice la abuela? -le preguntó Filomeno a su mamá,
que estaba en su escritorio,
escribiendo
en la computadora.
-Algunas veces -le respondió su mamá sonriendo .. ¿Qué fue lo que te dijo,
que tenés esa cara de preocupado?
-Que nunca va a parar de llover -le contestó Filomena.
-Bueno -dijo riéndose la mamá-, siempre que llovió, paró.
-¿Yeso qué quiere decir? -preguntó
Filo.
-Es un dicho. Quiere decir que, por más que llueva mucho, alguna vez va
a parar.
-¿Y los dichos dicen la verdad? -insistió
-Como tu abuela -le respondió
Filo.
la mamá, apagando la computadora.;
veces sí y a veces no. La diferencia
verdad, lo hace- de puro graciosa.
a
es que tu abuela, cuando no dice la
-¿Y está bien mentir para hacer chistes?
-¿A vos qué te parece? -le preguntó la mamá.
-No sé -dijo pensativo Filo.
-La verdad es que yo tampoco
poner la mesa para comer?
-dijo
su mamá
parándose-o ¿Vamos a
20
Guslavo Santiago
Lo que más le gusta a Filomena de los domingos es que, después de los
ravioles, su papá saca del galpón un sillón de madera medio viejo, lo pone
abajo del ciruelo, cerca de la sillita blanca de Filomeno y, después de buscar
los anteojos y un libro de la biblioteca,
lo llama para leerle una historia,
"Con esta lluvia no podemos ir al patio, pensó Filo, seguro que vamos al
living."
Como el papá tardaba mucho, Filo se acercó al living y vio que la puerta
estaba ~errada. Sin hacer ruido, la abrió un poquitito
para ver qué libro
estaba eligiendo su papá, Miró para el lado donde está la biblioteca,
pero
no lo vio. Los anteojos estaban encima de unos papeles en el escritorio,
p~ro en el living parecía no haber nadie. "¿Estará escondido
para asustar.
me?", pensó Filo (el papá algunas veces hace eso, se esconde abajo de la
cama o abajo de la mesa y sale de golpe diciendo: "guaaaaaaaa".
A Filo ese
juego mucho no le gusta, sobre todo cuando se asusta de verdad; pero
como su papá se ríe mucho y a Filo le encanta
la risa de su papá. nunca le
dijo que el juego no lo divierte tanto).
"Ya sé lo que voy a hacer, pensó, lo voy a asustar yo", y caminando
con la
puntita de los pies se acercó al sillón y miró por el costado. Nada. "Seguro
que está atrás del sillón grande",
pensó. Y tan seguro estaba que cuando
llegó al sillón se paró y gritó bien fuerte, poniendo las manos como si 'fueran
las garras de un oso terrible:
"guaaaaaaaa".
der a su papá. Pero el sorprendido
Lo que Filo quería era sorpren.
fue él, porque su papá no estaba atrás
del sillón.
-¿Y papá? -le preguntó Filo a su mamá, con cara de preocupado.
-Tuvo que salir -fue la respuesta.
-¿Y va a tardar mucho? -insistió
Filo, con los ojos tristes y brillantes.
-Me parece que sí -dijo su mamá con una sonrisa-o Y me parece también
que hoy no va a haber cuento, ¿no?
-¿No? -dijo Filo.
-Creo que no, Pero igual la podemos pasar bien -dijo la mamá, poniendo
sobre la mesa un libro muy muy gordo.
-¿Qué es eso, mal -preguntó
Filo, recuperando un poco el buen humor.
-Adivina adivinador -dijo la mamá.
-Mmm,
No sé. Parece un libro. Pero es muy gordo para ser un libro.
-Fotos -dijo la mamá, dando vuelta laJapa.
-¿Fotos? ¿De quién? -preguntó
Filo.
21
Capítulo 2
-De nosotros, de hace muchos años. ¿Ves este nene que está bañándose
adentro de una palangana? ¿Lo reconocés?
-No sé -dice Filo-. ¿Soy yo?
-No -dice la mamá riéndose .. Es tu papá.
-¿Papá? ¿Tan chiquito?
_¿Y qué creés, que papá siempre tuvo la edad que tiene ahora? Él también
fue chiquito como vos.
-¿Y esta casa tan linda? -pregunta
Filo mirando otra foto.
-Ésa es la casa donde vivíamos antes de venir acá.
-iCómO! ¿No vivimos siempre en esta casa? -pregunta asombrado Filomena.
-No, Filo. Pero vos no te acordás porque cuando nos mudamos eras muy
muy chiquito.
-¿Y ésta sos vos?
-Ajá. ¿Viste qué largo que tenía el pelo?
-Ma, ¿por qué las cosas no son siempre iguales?
-¿Qué querés decir con eso? -pregunta
su mamá.
-¿Por qué la gente crece y deja de ser chiquita?
-Bueno, es cosa de la vida. De la vida y del tiempo.
Porque, cuando pasa
el tiempo, sobre todo en los seres vivos, en las personas, en las plantas, en
los animales,
las cosas cambian.
-¿Y cuánto tiempo vaya ser chiquito?
-Creo que ni mucho ni poco. Justo el tiempo necesario para que llegues a
ser grande.
-¿Por qué se te pusieron
los ojos brillosos,
ma? Parece que te hubieran
dado ganas de llorar --dice Filo.
-Por nada, hijo. Fue solo que me acordé de una pregunta que, cuando
tenía más o menos tu edad, le hice a tu abuela.
'.
Capítulo
3
~
Episodio 1
El primer día de sol después de muchos muchos días de lluvia y frío, la
señorita
dijo:
"iBieeeeeennn!",
"Vamos
a salir
gritaron
al patio
a tomar
un poco de solcito".
todos los chicos. Filomeno se puso contento por.
que a él le gusta mucho el sol. "Pero, óiganme bien, dijo la señorita, vamos a
salir con una condición ... "
-Que nos portemos
-Sí, eso también,
bien -dijo Matías.
pero, además ... -si&uió la señorita Laura.
-Pero entonces no es una condición,
-Bueno,
sí, son dos condiciones.
son dos -interrumpió
La primera
Martina.
e.s que se porten bien y la
segunda es que no vayan para el pasto porque, aunque hoy ya no llueve, el
pasto todavía está húmedo y hay un poco de barro.
Todos prometieron
que no iban a pisar el barro y salieron en orden hacia el
patio.
-¿Nos sentamos ahí? -le dijo Sofía a Filomeno, señalándole un escaloncito
que hay delante de una puerta, cerca de la cocina, que no se usa nunca.
-Bueno -respondió
Filo .. Juguemos a contar historias.
-Dale -<:ontestó Sofía .. Tengo una buenísima. Es sobre un pato. ¿Tegustan
las historias de patos?
-A veces sí. Si el pato hace algo divertido, sí. Pero si es la del pato que era
feo y que después no era un pato, no, porque ya me la sé de memoria.
-¿Un pato que no era un pato? ¿Cómo puede ser?
~_
24
Gustavo Santiago
-Si querés te la digo rápido, así me contás tu historia. Se trata de un patito
que era muy pero muy feo. Era tan feo que todos los demás patitos se reían
de él y no lo dejaban jugar con ellos.
-¿No lo dejaban jugar porque era feo? -preguntó
asombrada Sofía.
-Sí. Pero cuando se convirtió en cisne todos querían ser sus amigos.
-Esperá, no entiendo. ¿El pato se convirtió en cisne?
-Bueno, en realidad no. Lo que pasó es que en realidad era un cisne que
cuando era chiquito
parecía un pato. Pero cuando creció todos se dieron
cuenta de que era un cisne y lo dejaron de molestar porque era lindo.
-¿Y después que pasó? -preguntó
-Nada. Ahí termina.
Sofía.
Lo que quiere decir es que los cisnes son más lindos
que los patos.
-¿Yeso es verdad? A mí los císnes me gustan, pero los patos también --<Jijo
Sofía.
-Bueno, capaz que lo que quiere decir es que de los cisnes no te podés reír,
pero de los patos sí. Pero, ¿tu historia cómo era?
Cuando Sofía terminó
de contar su historia,
se dieron cuenta de que la
señorita estaba hablando con Tomás, Martín y Julieta, que estaban comple.
tamente
embarrados.
unos movimientos
La señorita estaba inclinada
hacia adelante y hacía
rápidos con las manos. Sofía y Filomeno no podían escu-
char lo que les decía, pero, por la cara que ponía, estaba muy pero muy
enojada.
-¿Viste? -dijo Sofía .. Martín está llorando.
-Pobre --<JijoFilomeno-. Seguro que la señorita lo lleva a la dirección.
-Se lo merece --<JijoSofía-, ¿para qué se embarró? Antes de salir habíamos
prometido
no pisar el pasto.
-Ya sé --<JijoFilo-, pero capaz que no se dio cuenta.
-¿Cómo no se va a dar cuenta?
_Y,jugando --<JijoFilo .. A veces cuando estás jugando no te das cuenta de lo
que hacés. Un día yo estaba jugando con la pelota en el fondo de mi casa y,
~
>-
o
j
ü:
L
no sé cómo, de un pelotazo volteé una jaula de mi papá, que tenía un pajarito
adentro.
-¿Y se lastimó el pajarito? -preguntó
preocupada Sofía.
25
Capítulo 3
-Creo que no -respondió
principio
Filomena.,
se quedó muy quietito
porque cuando la jaulita se cayó al
pero enseguida se levantó, hizo un ruidito
medio rápido y desapareció.
-¿Cómo que desapareció? -preguntó
Sofía.
_Y, seguro que cuando la jaulita se cayó se abrió la puertita de alambre y
por ahí salió volando.
-¿Y vos qué hiciste?
-Nada. Me quedé mirando la jaulita vacía. Y después, no sé por qué, me
dieron ganas de llorar. Cuando mi abuela me escuchó vino corriendo
a ver
qué me pasaba y me decía "¿Te golpeaste?, ¿qué te duele?, ¿te lastimaste?"
Yo le quería contestar, pero las palabras no querían salir de la boca. En eso
vio que yo miraba para el lado del galpón, y vio la jaulita en el piso y empezó
a gritar: "Te lo comiste, bicho desagradecido".
-¿Tu abuela creía que te habías com'ido el pajarito? -se sorprendió Sofía.
-No, yo no. Lo que ella creía era que se lo había comido Maula, nuestro
gato. Porque agarró una escoba y empezó a gritar: "¿Dónde te metiste, Maula?
iYa te vaya enseñar, cuando te encuentre!"
-¿Y vós le dijiste que no había sido el gato? -preguntó
-Mmmm,
Sofi.
no me acuerdo -dijo Filomena muy despacito.
-iFilomeno!
-dijo Sofía con cara de pícara.
-Bueno, creo que no dije nada.
Episodio 2
Mientras Filomena y Sofía conversaban, la maestra había dejado de retar a
los tres nenes y había comenzado a caminar hacia donde estaban sentados
ellos.
-¿Nos va a retar a nosotros también, seña? -preguntó
"
.~
-¿Estaban haciendo algo malo? -preguntó
j
-No sé -dijo Filomena pensativo.
-No, señorita -aclaró
Filomena.
la señorita,
Sofía-, lo único que estábamos haciendo era charlar.
-¿Y no se puede hacer algo malo charlando? -preguntó
-¿Cómo? -le preguntó Sofía.
Filomena.
26
Gustavo Santiago
-Y, hablando mal de alguien o diciendo mentiras o diciendo cosas feas _
completó
Filomeno ..
-En eso tenés razón, Filo -dijo la señorita-o Pero, ¿ustedes estaban hablando mal de alguien o diciendo mentiras o cosas feas?
-No -dijo Filo.
-Entonces
también Sofía tenía razón, no estaban haciendo nada malo. ¿Y
de qué hablaban? -preguntó.
-Estábamos
jugando a las historias -dijo Sofía sonriendo.
-¿A las historias? Creo que no conozco ese juego. ¿Cómo es? -preguntó
intrigada la señorita.
-Uno de nosotros cuenta una historia y el otro hace preguntas y después
ch¡¡rlamos sobre eso -le respondió Sofía.
-La que cuenta las historias es Sofía -aclaró
Filomena .
. -No siempre, seño -dijo Sofía .. A veces también Filomeno me cuenta alguna.
-Me parece un juego muy lindo -dijo la señorita .. ¿Estarían de acuerdo con
que jugáramos entre todos?
-¿Todos los chicos? -se sorprendió
-Claro -dijo
entusiasmada
Filomeno.
la señorita.,
uno puede contar una historia y
después entre todos podemos hacer preguntas y conversar.
-Buenísi.mo -dijeron
Filomeno y Sofía al mismo tiempo.
-Pero, una cosa -dijo Filomeno .. ¿Cómo vamos a llamar al juego?
-Mmmm,
.no sé -dijo la seño con cara pensativa. De pronto sonrió y abrió
los ojos un poco más grandes, como si hubiera tenido una idea.
-Creo que podríamos llamarlo "El juego de Filo y Sofía" o, mejor, "Filosofía".
-¿Filosofía? -dijeron
Laseñorita
Filomeno y Sofía al mismo tiempo.
les estaba explicando a todos cómo se jugaba a "Filosofía".
-Uno de nosotros va a contar una historia y después los demás vamos a
hacer algunas preguntas.
-¿Preguntas sobre qué, señorita? -preguntó
Mauro.
-Sobre cosas que tengan que ver con la historia y con cosas que tengamos
ganas de conversar -dijo la señorita.
27
Capítulo 3
-Pero, ¿cómo vamos a hacer para escuchar todos? Porque una cosa es
charlar
con dos o tres amigos,
es más difícil
ventana,
-dijo
pero hablar con todos al mismo tiempo
Tomás .. Si alguien
que se sienta atrás, cerca de la
dice algo, los que nos sentamos
adelante
no lo vamos a poder
escuchar.
-Yo sé cómo podemos hacer -Dijo Victoria .. Podemos sentarnos en ronda,
para estar todos cerquita. Así nos vamos a escuchar bien todos.
-¿En ronda? -Dijo la señorita .. Bueno, puede ser.
-Pero, seña -Dijo Malena., lo importante
no es cómo sentarnos sino que no
hablemos todos juntos. Aunque estemos sentados en ronda, si hablamos
todos al mismo tiempo no vamos a poder entender nada.
_¿Y con eso cómo vamos a hacer? -preguntó
la señorita.
-Tengo una idea -Dijo Filomena. Podemos levantar la mano. El que quiere
decir algo levanta la mano y espera que le toque el turno.
-¿Se animan a hacer así? -preguntó
la seña .. ¿Les parece bien la idea de
escuchar al que está hablando y levantar la mano cuando quieran decir algo?
Todos estuvieron de acuerdo en que la mejor manera de jugar a Filosofía
era sentados en ronda y levantando la mano para hablar.
Episodio 3
Estaban todos sentados en círculo para empezar con el juego de Filo y
Sofía cuando, de repente, Paulina comenzó a llorar.
-¿Qué te pasa, Pauli? -preguntó
la señorita. Pero Paulina seguía llorando
sin decir nada.
-Yo sé lo que le pasa -Dijo Malena .. Martín le rompió el lápiz verde.
-Eso es mentira -gritó
Martín, sorprendido por lo "que había dicho Malena ..
iYo no le rompí nada!
-Es verdad, señorita -insistió
Malena .. Pauli no le quiso prestar el lápiz
verde y él se lo rompió en dos pedazos.
En ese momento, todos comenzaron a gritar al mismo tiempo. Los varones
decían que era cierto lo que decía Martín y las nenas que era cierto lo que
decía Malena.
La señorita comenzó a pedir silencio y a tratar de que todos se sentaran. Al
principio, nadie le hizo caso, pero cuando vieron que se estaba empezando a
enojar se sentaron en su lugar e hicieron silencio.
28
Gustavo Santiago
-A ver, Pauli -dijo la señorita., contános qué fue lo que pasó.
-Martín
me rompió mi lápiz verde -dijo haciendo todavía un poco de pu-
chero .. Él me lo había pedido, pero yo no se lo podía prestar porque lo necesitaba para hacer un árbol. Cuando terminé de pintar nos fuimos todos para
el patio y cuando volví mi lápiz estaba tirado en el piso, roto en dos pedazos.
Martín me lo rompió.
-Eso no es cierto, señorita. Es verdad que yo se lo pedí y que no me gustó
que Paulina no me lo quisiera prestar. Ella sabe que yo no tengo lápiz verde
y que también
lo necesitaba para pintar mi árbol. Le dije que iba a pintar
rápido para devolvérselo enseguida, pero igual no me lo quiso prestar. Des.
pués no sé qué pasó. Yo no se lo rompí, pero a mí siempre me echan la culpa
de todo lo que pasa.
Paulina comenzó a llorar de nuevo y Martín salió corriendo para el lado del
baño. La señorita lo llamó con un grito, pero Martín no le hizo caso y siguió
corriendo.
Justo en ese momento pasaba la señorita Estela, la directora, por la puerta
del salón. Rápidamente,
la señorita Laura le explicó lo que pasaba y la seño.
rita Estela le dijo que llevara a Paulina y a Martín a la dirección para hablar
con ellos.
Cuando la señorita Laura salió con Paulina (Martín todavía estaba adentro
del baño), Filomeno le dijo a Sofía:
-Martín
está diciendo la verdad, él no fue.
-¿Estás seguro? -dijo Sofía .. Mirá que Martín siempre rompe las cosas que
le prestan.
-Te digo que Martín no fue, porque yo vi quién rompió el lápiz, y Martín no
fue.
-¿Y quién lo rompió? -preguntó
Sofía.
-No sé si te lo puedo decir -dijo Filomena.
En el recreo, Sofía y Filomena se acercaron a la señorita, que estaba charlando con Carolina y Raquel.
."
'O
-Señorita
-dijo Filomeno-, quiero hacerle una pregunta sobre lo del lápiz.
(f)
>-
o
~
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ü:
-¿A ver, Filo? -dijo la señorita Laura.
-¿No puede ser que el lápiz se haya roto sin que lo rompiera nadie?
29
Capítulo 3
_¿Y desde cuando los lápices se rompen solos? -preguntó
con voz burlona
Carolina.
-Puede haber sido un accidente -intervino
Sofía, que se había sentido un
poco molesta por el tono de Carolina.
-Yo creo que Caro tiene razón. Porque es cierto lo que decís, Sofía, algunas
veces las cosas se rompen por accidente. Pero, en este caso, me parece que
el que rompió el lápiz lo hizo a propósito y no sin querer.
-¿Y por qué lo rompió, entonces? -preguntó
Filomena.
-Bueno, no es fácil de explicar -dijo pensativa la señorita.
-Yo sé por qué lo hizo -dijo Raquel .. Fue por celos. Cuando uno está celoso
de alguien, puede hacer cosas muy feas.
-¿Y no pudo haber sido por otro motivo? -insistió
Filo.
-Bueno, puede ser por celos o, también por envidia -dijo la señorita.
-No sé muy bien cuál es la diferencia entre celos y envidia, pero, igual, yo
creo que el lápiz no se rompió por eso sino sin querer.
-Esta bien, Filo -dijo
la señorita
sonriendo y pasándole la mano por la
cabeza, revolviéndole un poco los pelos-, yo sé que Martin es tu amigo y que
por eso no querés ver que pudo haber hecho algo malo.
Filomena se quedó un ratito en silencio. Ya estaba por ir a jugar al patio
con los demás, pero dijo:
-Es que ... Yo sé que no fue Martín el que rompió el lápiz de Paulina.
-¿Ah, no? -preguntó
sorprendida
la señorita .. ¿Ycómo podés estar tan se.
guro?
-Bueno, porque yo vi quién rompió el lápiz.
-y si no fue Martín, ¿se puede saber quién fue? -preguntó la señorita Laura.
Filo se puso de repente bien colorado. Con una voz muy suavecita y miran.
do de reojo a Sofía dijo:
-Fue usted, seña.
Cuando Filomena y la señorita Laura llegaron a la dirección, Martín estaba
muy serio, mirando para abajo. Tenía la cara toda húmeda, como si hubiera
llorado mucho, pero ya no lloraba. Paulina también estaba en silencio, pero
no tan seria como Martín.
30
Gusrnvo Santiago
-Todo aclarado -dijo sonriendo la señorita Estela-, El caballero -dijo seña.
landa a Martín- reconoció que fue él el que rompió el lápiz y le pidió discul.
pas a Paulina, Ahora le vamos a mandar una notita a su mamá para que
cuanto antes le traiga un lápiz igual a la compañerita,
La señorita Lauro miró a Filomena con cara de no entender qué estaba pa.
sando, También Filo estaba sorprendido
por lo que decía la señorita Estela,
porque él sabía muy bien que no había sido Martín el que había roto el lápiz,
-¿Y ahora? -preguntó
también
la señorita Estela mirando a Filo .. iNo me digan que
Filomena se mandó alguna travesura!
-No, Estela -le respondió la señorita Laura-, Lo que Filo quiere contarte es
lo que realmente pasó con el lápiz de Paulina, Porque Filomena dice que,él
vio todo y que no fue Martín el que lo rompió,
-A ver, ¿cómo es eso? -preguntó
intrigada la directora,
Filo contó, entonces, cómo cuando estaban todos jugando en el patio, él se
acordó de que su abuela le había comprado
galletitas
para el recreo (su
abuela siempre está ahorrando moneditas para hacerle regalos a Filomena),
Cuando entró al salón, la señorita estaba acomo<:'~~do la mesitas para hacer
la ronda de sillas y, justo cuando Filomena pasaba aliado de ella, escuchó un
ruidito como de algo que se quiebra y, cuando miró para el piso, vio que
debajo del pie de la señorita aparecía el lápiz de Paulina partido en dos, Filo
pensó en decirle a la señorita lo que había pasado, pero en ese momento lo
llamó Tomás desde el patio y salió corriendo con las galletitas,
Después de que Filo terminó de hablar, la directora se agachó y poniendo
su cara muy cerquita de la de Martín (que seguía con la vista fija en el piso)
le preguntó:
-¿Fue eso lo que pasó?
Martín no contestó, sólo levantó un poquito los hombros.
-¿Por qué no dijiste la verdad, Martín? -preguntó
la señorita Estela. Martín
siguió en si lencio un ratito, pero después dijo:
-Yo no sé cómo se rompió el lápiz -y después, más despacito, agregó., Yo
dije que yo no lo había roto, pero a mí nadie me cree,
Capítulo
,-----_.-
-----~~--
._~,
~--~.
Episodio 1
La señorita les había dicho que después del recreo se iban a sentar en
ronda. A Filomeno eso lo puso contento, porque él sabía que eso significaba
que iban a jugar a Filosofía.
Martín y Malena se quedaron a ayudar a la señorita a poner las sillas en
ronda. Cuando terminaron,
se fueron a jugar al patio con los demás chicos.
La señorita fue hacia su escritorio y comenzó a sacar unos papeles de su
bolso. Filo estaba mirando qué hacía la señorita desde la puerta, y le pareció
que tenía cara de estar pensando cosas d'ivertidas.
-¿Vamos a jugar a Filosofía, seño? -le preguntó Filomeno.
-¡Ay, Filo! -dijo la señorita, dando un gritito .. ¡Qué susto me diste!
-Fue sin querer, seño -dijo Filo. Y ahora el que tenía cara de susto era él.
-Ya sé que fue sin querer. Lo que pasó fue que estaba tan concentrada que
no te vi venir.
-¿Qué quiere decir "concentrada"?
-Bueno -dijo
-preguntó
Filo.
la señorita con cara de estar pensando., quiere decir que
estaba muy entretenida
mirando estas fotos que vamos a usar dentro de un
ratito. Pero, ¿qué era lo que me querías decir?
-Mmmm.
No me acuerdo -dijo Filo. La señorita se rió.
-¿Sabés por qué me río? -le preguntó .. Porque tenés cara de estar haciendo fuerza para acordarte. ¿Y?¿No viene el recuerdo?
Filo movió la cabeza como diciendo
vuelta y salió corriendo a jugar al patio.
"no", y sin decir nada más se dio
-
--
-
-
---------------------------.,.
32
Gustavo Santiago
Cuando volvieron, no sólo se encontraron
con las sillas puestas en ronda
sino que, además, en el medio del círculo había una mesita y, sobre la mesi.
ta, un montón de fotos.
-Hoy vamos a jugar al juego de Filo y Sofía, pero con láminas -dijo
la
señorita Laura.
-¿Cómo con láminas? -preguntó
Victoria.
-Cada uno va a elegir una foto o un dibujo y va a tener que imaginar una
historia que tenga algo que ver con la imagen que eligió. Cuando la tengan
bien pensada me avisan y se la contamos a todos los compañeros.
-Señorita -dijo Miguel-, ¿tiene que ser una historia de verdad o la podemos
inventar?
-Como a vos te guste -dijo
la señorita-o La diferencia
es que si es una
historia que pasó de verdad la vas a tener que recordar y si es una historia
inventada la vas a tener que imaginar.
Filomeno se quedó pensando cuál era la diferencia entre recordar e imagi.
nar, pero no se animó a preguntar porque tenía miedo de que los demás se
rieran de él, y a Filo no le gusta mucho que se rían de él. Bueno, en realidad,
algunas veces no le gusta y otras veces, sí. Cuando cuenta un chiste o dice
algo gracioso, le gusta que los demás se rían. Pero cuando pregunta algo en
serio y los otros en vez de contestarle se ríen, no le gusta nada.
Clara fue la primera en levantar la mano.
-¿Ya tenés tu historia, Clara? -le preguntó la señorita.
-Sí -respondió
,
Clara-. Pero antes quería hacerle una pregunta. ¿Esto es
una foto o un dibujo? -dijo señalando una de las láminas que había sobre la
mesita. La señorita le pidió que la levantara para que la pudieran ver todos y
preguntó qué les parecía, si era una foto o un dibujo.
En la lámina se veía un animal durmiendo
en un pozo, bajo tierra.
-Para mí es un dibujo -dijo Nicolás., porque no se puede sacar una foto a
lo que hay abajo de la tierra ..
-Puede ser una radiografía -dijo Tomás .. Si vos te sacás una radiografía, se
te ven hasta los huesos, y los huesos están adentro, desde afuera no se ven.
-Pero, ¿cómo le van a sacar una radiografía al piso? -respondió
Nicolás-.
33
Capítulo 4
Además, las radiografías
se las sacan a los enfermos, y el suelo no está
enfermo.
-Para mí es una foto con computadora
-dijo María Luz-. Las computado-
ras pueden sacar fotos de cualquier cosa. iHasta de dinosaurios!
-¿Cómo les van a sacar fotos a los dinosaurios,
si los dinosaurios
no exis-
ten? Existieron hace mucho, pero ahora ya no quedan más -insistió
Nicolás.
-Lo que hacen las computadoras
son como dibujos, pero tan tan perfectos
que parecen fotos, ¿No es cierto, seña? -dijo Celeste.
-La verdad es que no sé muy bien cómo hacen las imágenes las computadoras. Pero, ¿es tan importante
saber si es una foto o un dibujo? -preguntó
la
señorita.
-Y, sí, seña -dijo Clara., porque, si es un dibujo, puede ser inventado, pero,
si es una foto, tiene que ser de verdad,
-y para la historia que nos querías contar ¿es tan importante saber si es un
dibujo o una foto? -insistió
-Mmmm.
la señorita.
No, creo que no. Porque mi historia no es sobre este animalito
que está acá sino sobre hormigas -dijo Clara.
-Ah, pero eso no vale -protestó
Manuel .. La historia tenia que ser sobre la
foto.
-Pero es que la historia tiene que ver con la foto, pero es de hormigas. ¿Se
puede, seña?
-Yo creo que sí -dijo pensativa la señorita .. Vos contála y después vemos si
tiene o no que ver con la foto.
Episodio 2
Mi cuento
hormiguitas
es sobre
hormigas.
Sobre hormigas
negras.
negras que vivían en el mismo hormiguero
Sobre
tres
desde que habían
nacido.
-¿Eran hermanas? -preguntó
-No sé -respondió
Lucas.
Clara., pero me parece que sí porque en el dibujo que
había en el libro eran igualitas las tres.
-¿Yeso qué tiene que ver? -insistió
Lucas-. Todas las hormigas son iguales.
34
Gustavo Santiago
-Y, bueno, capaz que todas las hormigas son hermanas. ¿Puede ser, seña?
-Mmmm
-dijo
la seña sonriendo .. Si quieren, mañana les traigo unos li.
bros donde se habla de la vida de las hormigas.
Pero ¿por qué, mejor, no
seguimos escuchando el cuento de Clara?
-Bueno,
como las tres hormiguitas
vivían ahí desde que habían nacido y
nunca habían salido afuera del hormiguero,
creían que el mundo entero era
el hormiguero.
-¿Y nunca habían visto el sol, ni otros animales, ni plantas? -preguntó
-Me parece que plantas sí, porque había otras hormiguitas
hojas al hormiguero
Majo.
que llevaban
para que comieran todas, pero ellas pensaban que a las
plantas las fabricaban
ahí, en el hormiguero.
-¿Y nunca salieron del hormiguero? -preguntó
Matías.
-Bueno, ésa es la historia. Jantipa salió.
-¿Jantipa? ¿Quién era Jantipa? -preguntó
Filo.
-Ah, me olvidé de decir los nombres de las hormigas. Se llamaban Jantipa,
Anita y Melita. Un día Jantipa estaba aburrida y empezó a caminar
por el
hormiguero.
Y cuanto más caminaba, más se aburría, pero ella pensaba que,
si caminaba
mucho, mucho, se le iba a pasar el aburrimiento,
así que no
paraba de caminar. Y tanto caminó que, cuando ya llevaba como cinco o
veinte horas caminando,
dobló en una esquina del hormiguero y quedó como
ciega, porque entró en un pasillo tan pero tan iluminado que no podía abrir
los ojos.
-Pero, ¿no veía porque estaba ciega o porque cerraba los ojos? -preguntó
Nicolás.
-Es lo mismo -dijo
Victoria.,
¿no viste que los ciegos siempre tienen los
ojos cerrados?
-Eso no es cierto -dijo Javier .. Los ciegos no ven porque usan anteojos
negros que les tapan los ojos.
-¿Ya vos te parece que cuando se sacan los anteojos ven de nuevo? -le
preguntó la señorita.
-No, porque los anteojos no se los sacan nunca -respondió
-Bueno, ¿me van a dejar contar o no? -preguntó
_Tenés razón, Clara-dijo
seguir.
Javier.
un poco enojada Clara.
la señorita .. Hagamos silencio así Clara puede
35
Capítulo 4
-Bueno, la hormiguita
Jantipa estaba medio ciega, pero enseguida se fue
curando porque se acostumbró
a la luz. Cuando se sintió bien, siguió cami.
nando por el pasillo iluminado
hasta un lugar en que el camino iba bien
derechito para arriba.
-¿Cómo para arriba? -preguntó
-Y, sí, para arriba -contestó
interrumpir-,
Soledad.
Clara, un poco nerviosa porque la volvían a
¿no viste que las hormigas caminan para arriba y no se caen?
Bueno, en el hormiguero
había una parte que iba para arriba. La hormiguita
Jantipa subió y subió hasta que al final...
-iSe cayó! -dijo Soledad.
-iNo! iNo se cayó!, ¿no te dije que las hormigas no se caen?
-¿Y entonces que pasó? -preguntó
Soledad.
-Pasó que, por primera vez en toda su vida, salió afuera.
-Uaaauuu -dijeron
todos.
-¿Y pudo ver el sol? -preguntó
Juan.
-Sí, claro que pudo.
-¿Y las plantas?
-Sí, las plantas también.
-¿Y las estrellas?
-No, las estrellas no, porque era de día.
-Bueno, pero después se hizo de noche -dijo Juan.
-Sí, pero Jantipa no se quedó afuera hasta la noche. Anduvo un ratito dando vueltas por el jardín (porque él hormiguero estaba en un jardín hermoso),
miró las flores, tomó agua de un charquito y después se trepó a un árbol
para poder ver más lejos. No podía creer lo que veía. iHabía animales que
volaban, y había otros que eran tan grandes como el hormiguero entero (esto
lo pensó cuando vio al perro de la casa).
-¿Nunca había visto un perro? -preguntó
Tomás.
-¿No escuchaste que no había salido nunca del hormiguero? -le respondió
Victoria-o ¿Dónde viste un perro adentro de un hormiguero?
-Pero lo que más la asombró -continuó
do la interrupción
Clara, como si no hubiera escucha.
de Tomás- fue ver animales que volaban. Ella nunca había
visto volar a nadie y, de repente, se encontraba con pájaros, abejas y moscas
Gustavo Santiago
36
que volaban de aquí para allá. "Tengo que contarles a Anita y a Melita todo lo
que hay afuera del hormiguero
para que se pongan tan contentas como yo",
pensó Jantipa y bajó corriendo del árbol y se metió en el hormiguero.
cuando entró en el hormiguero
Pero
le volvió a pasar lo mismo que antes de salir.
-¿Se aburrió de nuevo? -preguntó
Filomena.
-No, se quedó como ciega porque afuera había mucha luz y adentro casi
nada. Pero, medio ciega y todo, Jantipa siguió bajando para llegar pronto a
donde estaban Anita y Melita, para darles la buena noticia de que el mundo
era mucho más grande de lo que ellas creían. En eso iba pensando cuando
escuchó una voz que le decía:
-Janfipa, ¿a dónde vas tan apurada? ¿Y dónde estabas? Te estamos buscando
desde hace horas.
-¿Son ustedes? -preguntó Jantipa, que todavía no podía ver muy bien .. ¿Son
Anita y MeNta?
-y claro, ¿quiénes vamos a ser? ¿Te senfís bien?
-Sí, me siento muy bien, pero no veo mucho porque estuve afuera y afuera hay
mucha más luz que acá.
-¿Dónde estuvisfe? -preguntaron
sorprendidas
Anita y Melita.
-Afuera, en un lugar donde hay hojas gigantes ...
-¿Afuera de dónde? -preguntaron
con desconfianza.
-Afuera del hormiguero, en un lugar donde hay animales que vuelan ...
-Jan tipa, ¿te sentís bien?
-Claro que me siento bien. Y hasta hay animales que son más grandes que
todo el hormiguero. Y...
_¿ Vos fe creés que somos tontas? -le dijeron Anita y Melita. Jantipa se quedó
en silencio. Todavía no podía ver bien bien, pero le parecía que Anita y Melita
no estaban muy contentas con la noticia.
_¿Y por qué no estaban contentas? -preguntó
Sofía.
-Seguro que creían que estaba loca porque hablaba de cosas que ellas no
entendían -le
('''O
M~;'c¿des a Sofía.
-Shhh -dijo Filomena., quiero seguir escuchando.
-Todo eso que estás diciendo es mentira -le dijo Anita a Jantipa.
-¿Cómo que mentira' Yo lo vi con mis propios ojos -dijo Jantipa.
37
Capítulo 4
-¿No nos decías recién que tenías un problema en la vista? -dijo Melita-. Seguro que te lo imaginaste todo.
-Eso -dijo Anita-_ O te estás burlando de nosotras_ Porque nosotras sabemos
bien que el hormiguero es todo el mundo, que afuera no hay nada.
-y que los animales no vuelan, y que no puede haber un animal ni nada -dijo
Melita gritando-
que sea más grande que el hormiguero, ¿entendiste?
-Sí, creo que entendí -dijo Jantipa con la voz bien bajita, como si estuviera
triste o asustada.
Clara hizo silencio, Todos siguieron calladitos,
-¿Y? -preguntó
esperando que continuara.
Martín.
-¿Y qué? -dijo Clara.
-Cómo sigue.
-Ah, terminó.
-¿Terminó así? -dijo
la señorita un poco sorprendida-o Bueno, bueno, un
aplauso para Clara que estuvo muy bien,
-Sofi, ¿qué te pareció la historia de Clara? -le preguntó Filo.
-A mí me gustó, ¿y a vos?
-A mí también,
pero me pareció un poco triste -dijo Filo.
-y bueno, capaz que es linda por eso. Hay historias tristes que son más
lindas que otras donde todos terminan felices.
-¿Te parece? -preguntó
Filomena.
-No estoy segura. Hay algunas que son tristes y son lindas, pero hay otras
que son nada más tristes -dijo Sofía.
-Las que no me gustan nada son las de. terror -dijo Filo.
,-A mí mucho tampoco -dijo Sofía .
.-Sofi, todas las historias las inventa alguien, ¿no?
--Creo que sí ---{;ontestó Sofía,
--¿Y para qué inventan las de terror? ¿Para que la gente tenga miedo? _
preguntó Filo.
--No sé. ¿Vamos al tobogán?
Gustavo Santiago
38
Episodio 3
Cuando entraban al salón, después del recreo, Filomena escuchó que la
señorita Laura decía: "Federico, iPortáte bien!"
Filo se acercó a la señorita y le dijo:
-Señorita,
¿puedo hacerle una pregunta?
-Sí, Filo, ¿qué querés saber?
-Usted
recién le dijo a Federico que se porte bien. Lo mismo me dice mi
abuela todo el día: "Filomena,
portáte bien".
-Bueno, ¿y cuál es tu pregunta? -lo interrumpió
-Yo quiero saber, ¿qué quiere decir "portarse
la maestra.
bien"?
La señorita lo miró un momento sin decir nada. Entonces les pidió a todos
que se sentaran en las sillas que todavía estaban puestas en ronda y le dijo a
Filomena que repitiera su pregunta.
-Lo que yo quiero saber es qué quiere decir "portarse bien" -<:lijo Filomena.
-¿Alguien puede responder a la pregunta de Filomena? .Ies preguntó ato.
dos la señorita.
Laura y Martín levantaron la mano. La señorita le indicó a Laura que hablara.
-Para
mí "portarse
bien" quiere decir "hacerles
caso a las personas
grandes".
-¿Y por qué pensás que hay que hacerles caso? -le preguntó la señorita.
-Y... porque son grandes -<:lijo Laura.
-Yo pienso que hay que hacerles caso porque como son grandes saben
más que nosotros -<:lijo Martín.
_y porque si no les hacés caso, después te retan --{;ompletó Federico-.
Además, también hay personas grandes que se portan mal.
-¿Podés dar un ejemplo de personas grandes que se portan mal? -pidió la
maestra.
-Yo puedo -<:lijo Sofía-o En el noticiero de la televisión todos los días vemos
adultos que se portan mal. Algunos van presos y todo.
-Seña -preguntó
Filomeno-
, ¿a esos adultos hay que hacerles caso?
-¿A vos qué te parece? -le preguntó la señorita.
Capírulo 5
39
-Yo creo que, si ellos se portan mal, no pueden pedirme a mí que me porte
bien. Además, si me mandan hacer algo malo, "portarme
bien" sería no
tlacerles caso.
, -¿Vos querés decir que "portarse
bien" es "hacer cosas buenas"? -le pre.
guntó la señorita.
, -Creo que sí -dijo Filo.
-y entonces te parece que sí alguien te pide que hagas algo malo, "portar.
se bien" sería no hacerle caso. ¿Es eso lo que estabas pensando?
-Sí, era eso -dijo Filo-_ Pero ahora tengo una pregunta nueva: ¿qué quiere
decir '~hacer cosas buenas"?
,
.
. - -. ---
Capítulo
~"5
~ ~_
~ ..•._----~-~-----
Episodio 1
-Señorita,
¿por qué está toda la escuela llena de flores de papel de todos
colores? -le preguntó Filomena a la maestra.
-Yo sé -<lijo Josefina, que había estado mirando cómo conversaban la se.
ñorita Laura y Filomena.
-¿A ver, Jase? -dijo la señorita.
-Porque vino la primavera, y cuando viene la primavera crecen todas las
flores -<lijo Josefina.
-Pero eso pasa con las plantas de verdad -insistió Filomena-. Y de las
plantas de verdad no salen flores de papel. Lo que yo pregunto es por qué
hay tantas flores de papel pegadas en las paredes.
-Son como plantas de juguete -intervino
Sofía, que había estado escu.
chando muy pensativa-o No son de verdad, pero parecen de verdad. Y, ade.
nás, son muy lindas. ¿O no?
-A mí me gustan más las flores de verdad, porque las de verdad tienen olor
a flor y éstas tienen olor a papel -completó Filo.
-Señorita, ¿es cierto lo que dijo Sofía, que las flores de papel son como de
juguete? -preguntó Josefina.
-¿Ya vos qué te parece? -le preguntó sonriendo la señorita.
-Y... puede ser. Pero no entiendo a qué se puede jugar con esas flores.
-¿Y te gustan? -le preguntó Sofía.
-No mucho; me parece que más lindas son las flores de verdad -contestó
Josefina, mirando a Filomena.
42
Gustavo Santiago
-Te copiaste. Eso es lo que dijo Filomeno -le dijo Sofía con una cara rara, .
como si estuviera enojada.
-¿Y qué? -dijo Josefina- ¿No puedo pensar lo mismo que Filomeno?
Por un momento,
la señorita, Sofía y Jose se quedaron en silencio. Hasta
que la señorita dijo sonriendo:
-¿Qué pasa, Filo? ¿Por qué te ponés colorado?
•••
Mientras Filomeno pensaba qué contestarle
a la señorita Laura, se escu.
chó la voz de Tomás diciéndole una cósa muy pero muy fea a una nena.
Filomeno pensó que la señorita iba a retar a Tomás, pero, en vez de retarlo
se acercó a él, se puso las manos en la cintura y con la cara muy cerquita de
la suya, le dijo, hablando muy fuerte:
-iQué bonito! iMuy lindo lo que le dijo a la compañerita!
¡Ahora parece que
el señor es todo un poeta!
-Señorita -dijo Filomena-. A mí lo que dijo Tomás me pareció muy feo. ¿Por
qué le di~e "qué bonito"?
-¡Filomeno!
--{;ontestó la señorita, que ahora parecía más enojada que ano
tes-. No es momento de hacer preguntas. ¡Ahora vas y te sentás en tu mesita!
Filomeno se quedó muy quietito,
sorprendido
por la respuesta de la seño.
rita. No entendía por qué se había enojado con él. Siempre decía que estaba
bien hacer muchas preguntas, y ahora lo retaba porque había hecho una.
Además, ¿qué quería decir eso de que "no es momento de hacer preguntas"?
¿Hay momentos en los que está bien y otros en los que está mal hacer pre.
guntas? Eso nunca se lo había dicho nadie. Ni siquiera su abuela, que decía
muchas, pero muchas cosas.
-Vamos a sentarnos, Filo -le dijo Sofía, agarrándolo
de la mano-o ¿En qué
te quedaste pensando?
-En muchas cosas -le contestó Filo, contento, de que Sofía lo escuchara. Y
después de estar en silencio un momentito,
le preguntó:
-Sofi, ¿qué es un poeta?
Episodio 2
Sofía y su mamá estaban sentadas en el sillón del comedor, delante del
televisor. En realidad, el televisor estaba prendido, pero ninguna de las dos
143
Capítulo 5
estaba mirando nada. Hacía un rato que los abuelos se habían acostado a
dormir, después de tomar un plato de sopa cada uno. Los abuelos de Sofía
todas las noches toman sopa, también en las noches de verano en las que
:1"
,hace mucho calor.
Sofía disfruta mucho ese ratito en que se queda sola con su mamá. Algu.
nas veces juegan con unos muñequitos de extraterrestres
que a la mamá de
Sofía le gustan mucho. Otras veces se quedan charlando o viendo televisión.
, -Ma, ¿estás mirando? -le preguntó Sofía.
-La verdad, no -{;ontestó
la mamá .. Si me preguntás de qué se trata, no
tengo ni idea.
-¿Lo apagamos y jugamos a algo? -<!ijo Sofía, poniéndose contenta.
-No, hija, mejor no. Dejemos la tele prendida.
-Pero, mamá, ¿no me dijiste que no estabas mirando nada?
-Sí, pero estoy tan cansada que prefiero quedarme así, sin hacer nada.
, Una vez
la mamá le contó a Sofía que para recibirse había tenido que
'hacer un esfuerzo muy grande y que sólo porque sus ganas de ser médica
eran tantas logró superar todos sus problemas.
muy contenta
de ser médica y de trabajar
Sin embargo, aunque está
en el hospital,
algunas veces,
cuando vuelve a la noche, tiene cara de estar preocupada o triste.
'. -¿Pasó algo en el hospital, ma? -le preguntó Sofía.
-Ay, hija, hija -<!ijo la mamá y le dio u.n beso muy suavecito en la frente.
Las dos se quedaron así un buen rato, en silencio, mientras en la televisión
terminaba
un programa y comenzaba otro. De pronto, la mamá le hizo una
Caricia en la cabeza y le dijo: "me parece que ya es hora de ir a dormir".
-Una cosa, mami -<!ijo Sofía.
-¿Qué, mi amor? -le contestó la mamá.
-¿Me vas a llevar mañana al cumple de Carolina?
La mamá de Sofía respiró hondo, como si le faltara el aire y dijo en voz bien
bajita:
-Claro, hija, ¿cómo no te voy a llevar?
•••
Filo estaba en su habitación poniéndose las zapatillas nuevas, las que sólo
usa para salir de paseo.
44
Gustavo Sa.1tiago
-Ponéte la reme rita verde -le dijo su mamá desde el comedor.
-Sí, ma -respondió
Filomena.
Hay dos remeras que para Filomena son
especiales: una roja, con un cuellito azul que le gusta porque se la regaló su
tío Ernesto (Filo quiere mucho a su tío Ernesto porque siempre que va de
visita le hace chistes y juega con él. Pero como vive lejos, no son tantas las
veces en que puede visitarlo) y la verde, que le gusta simplemente
por eso,
porque es verde y ése es su color preferido.
Mientras se ponía la remera, Filo pensaba en que ya no faltaba mucho para
su cumpleaños,
porque estaba empezando a hacer calor y su cumpleaños es
en verano. Antes de comenzar la escuela, a Filo le gustaba que su cumplea.
ños fuera en verano, porque podía invitar a algunos amigos del barrio a jugar
en el patio y porque sabía que después de cortar la torta su mamá servía
helado para todos y a Filomena el helado -especialmente
el helado de duraz-
no- es una de las cosas que más le gustan. Pero, desde que va a la escuela,
ya no está tan contento
con su fecha de cumpleaños
vacaciones, seguro que muchos compañeros
-¿Ya estás listo? -preguntó
porque, como es en
no pueden ir a su fiesta.
su mamá entrando a la habitación .. Mirá que la
tarjetita dice a las cinco y ya son las cinco y cuarto.
-Sí, ya voy. ma -respondió
-Arriba
Filo-. ¿Y el regalo?
de la mesa. ¿Lo vas a llevar vos o me lo vas a hacer cargar a mí,
como siempre?
-Mejor Ileválo vos, ma, porque la que cumple es una nena -respondió
Filo.
-¿Yeso qué tiene que ver?
-Nada, ma. Pero los otros chicos me pueden cargar.
Episodio 3
La puerta de la casa de Carolina estaba adornada con dos globos y un
cartel de color rosa en el que una elefanta y una jirafa decían"Bienvenidos".
Filo saludó a Carolina, le dio el regalo -un libro que había elegido con su
mamá. y se fue a jugar con los otros chicos.
Cuando se cansó de correr, Filo fue para la cocina a tomar un vaso de
gaseosa. En ese momento
vio a Sofía, que estaba parada delante de los
regalos de Carolina.
-Hola, Sofi -la saludó Filomeno., no te había visto, ¿llegaste recién?
..
45
Capítulo 5
-Sí. Estaba por ir a jugar con ustedec, pero me quedé un ratito mirando los
regalos.
-¿Te gustan? -le preguntó Filo.
-Algunos sí son muy lindos. Pero otros ...
-Bueno, cada cual regala lo que puede -dijo Filo .
. -No, pero si yo no estoy diciendo que sean feos.
-¿Y entonces? -dijo Filo sin entender qué era lo que le molestaba a Sofía.
-Mirá estos juguetes -dijo Sofía.: una planchita, una escobita, una cocinita.
-¿Qué tienen? -dijo sorprendido
Filo .. Están lindos, parecen de verdad .
. -Eso es lo que no me gusta.
-No te entiendo -dijo Filo.
-Eso, que parecen de verdad. A mí nunca me regalaron juguetes como esos
porque mi mamá dice que esas cosas son para trabajar, para hacer cosas
que son necesarias, pero que no le gusta hacer a nadie, no para jugar. ¿Vos
qué le trajiste a Carolina?
-Un libro. Es de una familia de osos que viven en un bosque y, un día que
Están paseando, llega una nena y primero les come toda la comida que tie.
ren guardada en la heladera, después se mete en su bañadera y, al final, se
acuesta en su cama.
-¿Le leíste el regalo a Carolina antes de regalárselo?
-No, Sofí. Lo que pasa es que yo a ese libro ya lo tengo. Es bastante diver.
tido porque los osos, cuando llegan a la casa, no entienden qué fue lo que
pasó y cuando ven a la nena durmiendo
se asustan mucho.
-¿Yeso qué tiene de divertido? A mí asustarme no me divierte nada.
-A mí, tampoco.
Pero lo que pasa es que no te lo estoy contando bien. Si
querés, después te presto el libro y lo leés tranquila. Vas a ver que es divertí do.
-¿Te fijaste que en todos los cuentos pasan siempre cosas muy raras?
-¿Cosas raras? ¿Como qué? -preguntó
Filo.
-Y, por ejemplo, en ese cuento que me estabas contando, los osos tienen
una casa con heladera, camas, bañaderas.
Los osos de verdad no tienen
nada de eso.
-Es cierto. Siempre hay animales que hacen cosas que los animales de
verdad no hacen.
Gustavo Santiago
46
-o personas
que tienen poderes, que vuelan o cosas así -dijo Sofía mien.
tras se servía ella también un poco de gaseosa .. ¿Por qué no harán cuentos
con cosas que pasan de verdad?
Cuando Filomeno estaba pensando en algo para responderle a Sofía escu.
charon unos gritos que venían del patio. Primero se escucharon voces de
chicos y, enseguida, las de los papás y las mamás.
-¿Vamos a ver qué pasó? -dijo Sofía y los dos dejaron los vasitos en la mesa
y salieron corriendo.
Cuando llegaron al patio vieron a la mamá de Carolina que estaba lloran.
do, mientras
el papá hablaba por teléfono, y escucharon que la mamá de
Sofía decía "no la muevan, no la muevan". Los nenes estaban todos amonto.
nadas, tratando de ver qué pasaba, mientras algunas mamás y algunos pa.
pás les decían -que fueran a jugar adentro.
-¿Qué pasó; mal -dijo Filomeno, un poco asustado con tanto alboroto.
-Natalia
se cayó y se dobló el brazo -contestó
la mamá.
-¿Y se lastimó mucho?
-La mamá de Sofía dice que no es nada serio, pero que duele mucho.
Ahora va a venir una ambulancia
y la van a llevar al hospital para hacerle
algunos estudios.
-¿Y la mamá de Sofía no la puede curar? Ella es doctora, ¿no?
-Sí, Filo, pero ella es cirujana y lo que Natalia necesita es un traumatólogo.
-¿Un qué? -dijo Filo con cara de susto.
-Es un médico que se especializa en fracturas y torceduras -le explicó la
mamá.
En ese momento sonó el timbre. Filomeno pensó que sería la ambulancia,
pero no. El que entró fue el padre de Natalia que, cuando la vio, comenzó a
decir en voz muy alta:
-iA vos te parece! ¡Hacernos esto a mamá y a mí! ¿Qué clase de nena sos,
que andás corriendo
dijimos
y revolcándote como los varones? ¿Cuántas veces te
que las nenas no tienen que andar corriendo
y saltando como si
fueran nenes?
-Pero señor -dijo la mamá de Sofía., Natalia no se cayó por ser nena, se
cayó por un accidente.
-l
47
,Capítulo 5
-¿Y qué tenía que hacer corriendo? ~dijoel
papá de Natalia.
-Lo que hace cualquier chico: jugar.
¡Cuando
Natalia vio a su papá tan nervioso, se puso a llorar todavía más
fuerte de lo que estaba llorando.
El timbre sonó de nuevo. Esta vez sí era la ambulancia.
Un doctor y una
doctora vestidos de verde entraron y fueron rápido al 'lugar donde habían
acostado a Natalia. La mamá de Sofía les dijo que ella era médica y que creía
~ue Natalia se había fracturado
el brazo. El doctor salió rápido para afuera y
enseguida volvió con otro señor y una camilla y, entre los dos subieron a
Natalia y pasaron muy rápido con ella hacia la ambulancia.
Lbs papás de
Natalia se fueron con ellos.
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Capítulo
6
..
Episodio 1
-FilO, ¿te diste cuenta de una cosa? -le dijo Sofía.
-¿De qué, Sofi?
-De que se termina el año.
-Sí -respondió
Filo .. ¿Te acordás del primer dia de clase?
-Me acuerdo de que hacía mucho frio -<:lijo Sofía.
-Sí, y había un montón de chicos llorando en la puerta, ¿te acordás? -<:lijo
Filomeno.
-Ajá. ¿Sabés qué me parece raro? Que en ese momento
no fuéramos
amigos.
-¿Y cómo íbamos a ser amigos si no nos conocíamos?
-Eso es lo que me parece raro, que no nos conociéramos.
5iquiera me acuerdo
-Mmmm,
Creo que ni
de cuándo fue que hablamos por primera vez.
no sé; yo tampoco me acuerdo. Qué cosa rara que es la memo.
'ia: cuando te querés acordar de algo, no podés; cuando no querés acordar.
:e, el recuerdo viene solo.
-¿Cómo? -preguntó
Sofía.
-¿Nunca le pasó con las canciones? Te querés acordar de una canción y no
te sale; después estás jugando y, sin darle cuenta, estás cantando esa can.
ción que no te acordabas.
-Sí, tenés razón -<:lijo Sofía.
50
Gustavo Santiago
-¿Sabés de qué me acordé ahora?, del día en que me contaste la primera
historia. Yo estaba sentado en mi mesita, creo que teníamos que hacer un
dibujo o algo así. Me acuerdo de que estaba un poco triste, porque a mí
mucho no me gustaba, al principio, venir a la escuela. Entonces vos te acero
caste y me preguntaste si no quería que me contaras una historia. Pero, ¿qué
te pasa?
-¿Qué me pasa? Pasa que me estoy acordando de una cosa. ¿Vos no eras
uno de los nenes que lloraban en la puerta porque no querían entrar a 12
escuela?
-¿Yo? Me parece que no te acordás bien, me confundís con Martín o con
otro de los chicos.
-Puede ser, la verdad es que muy c1arito no me acuerdo, pero estoy casi
segura. Igual, eso no tendría nada de malo, ¿no?
-¿No? ¿No te parecería mal que un nene llorará porque no quiere ir a la
escuela? -le preguntó Filomeno.
-¿Y por qué me iba a parecer mal?
Filo estuvo todo el día tratando
de recordar cuándo había hablado co'n
Sofía por primera vez, pero no pudo. Cuando le parecía que el recuerdo esta.
ba a punto de llegar, las cosas se le mezclaban y Sofía se convertía en Paulina
o en Victoria.
No es que se convirtiera
de verdad en ellas, sino que en el
recuerdo se mezclaban como si fueran la misma nena.
Cuando su mamá llegó del trabajo, Filo le contó lo que le pasaba. La mamá
se quedó pensativa y después le dijo:
-¿Sabés de qué me hiciste acordar? De un cuento. Era un¡¡ historia un poco
extraña sobre un lugar en el que las cosas nunca eran las mismas cosas. Si
:alguien se estaba bañando en el río y salía un ratito del agua, ya no podía
volver a meterse al río porque el río se había transformado
en otra cosa.
-¿Nadie se podía bañar dos veces en el mismo río? -preguntó
Filomeno.
-No, ni jugar dos veces con el mismo juguete, ni mirarse dos veces
espejo.
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-¿El espejo se transformaba
en otra cosa? -insistió
Filo.
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-Sí, por ejemplo en un árbol o en una piedra.
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-Pero la gente igual podía mirarse en otro espejo -dijo Filo.
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51
Capítulo 6
-Sí, pero si se miraba en un espejo veía una cara y si se miraba en otro,
veía una cara diferente.
-Ma, no entiendo nada -protestó
Filo .. ¿La gente cambiaba de cara todo el
tiempo?
-Sí, más o menos como te pasa a vos cuando querés acordarte de la pri.
mera vez que hablaste con Sofía: primero tiene una cara y después tiene
otra.
Filo y su mamá se quedaron en silencio un ratito. Después, su mamá le
dijo:
-¿Te acordás del día en que estuvimos
mirando fotos? Un día en el que
llovía a cántaros.
-Sí, me acuerdo de que papá había tenido que salir y que no me había
podido contar el cuento de los domingos.
-¿Sabés por qué me acordé ahora? Porque estaba pensando que con las
'fotos también pasa algo parecido a lo que decíamos antes. También allí las
caras de las personas van cambiando.
-¿En las fotos? -preguntó
Filo asombrado.
-Bueno, en realidad en las fotos no, sino en. la gente. Cuando miro una foto
de cuando era más joven veo que tengo una cara; si miro una de algunos
años después, la cara ya no es igual, igual. Ahora que lo pienso me parece
que las fotos sirven para eso, para ayudar a la memoria a recordar.
_¿Y los recuerdos son como fotos? -preguntó
. -No sé, hijo -respondió
Filomeno .
su mamá .. Pero, qué interesante que es esto de la
memoria, ¿no?
-Interesante
y misterioso -dijo Filo.
Episodio 2
Cuando los chicos entraron al aula, a la mañana temprano,
la señorita
L.aura ya tenía todo preparado. Había colocado las sillas en ronda y, justo en
€ I centro, había puesto una mesa repleta de cosas diferentes .
. "¿Para qué serán todas estas cosas?", pensó Filomeno. Iba a preguntárselo
a la señorita,
pero se dio cuenta de que lo que la señorita L.aura estaba
esperando era que se sentaran y que hicieran silencio para poder explicarlo.
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--
-
Gustavo Santiago
-Como ustedes saben -comenzó
la señorita con un tono emocionado.,
es un día especial. El largo camino que comenzamos
hoy
a principio de año va
llegando a su fin, Es por eso", -dijo, y por un momento no pudo continuar
porque los ojos se le llenaron de lágrimas y tuvo que sonarse la nariz con un
pañuelo que tenía preparado en la mano,
-¿Qué le pasa, señorita? -preguntó
Sofía .. ¿Se siente mal?
-¿No ves que está triste porque se terminan
las clases? -dijo Martín.
-No, no estoy triste -dijo la señorita., Aunque parezca raro, estoy llorando
porque estoy contenta.
-A mí no me parece raro -dijo Mauro., Yo también cuando estoy muy con.
tento lloro.
-Gracias,
Mauro -dijo sonriendo la señorita .. En realidad, lo que me pasa
es que estoy emocionada porque se terminan las clases. Pensaba decirles un
largo y aburrido
cosas.
discurso pero, mejor, les digo para qué traje todas estas
Entonces, la señorita explicó que iban a jugar a filosofía por última vez, que
iban a contar la última historia, pero que antes quería que cada uno de los
chicos pensara en el año que habían vivido juntos y que eligiera uno de los
objetos que había sobre la mesa, La condición que tenían que tener en cuen.
ta para elegir el objeto era que les hiciera acordar a algo que hubiera pasado
ese año,
-¿Entendieron
qué es lo que hay que hacer? -preguntó,
,-Sí, seña -dijo Natalia .. Primero tenemos que pensar en todo lo que hici.
mas este año y después ver si alguna de estas cosas nos hace acordar algo
que hayamos hecho,
-Eso es -dijo la señorita, sonándose de nuevo la nariz,
Todos los chicos se acercaron a la mesa y se pusieron a mirar los objetos,
Había cosas muy raras: una llave grandota que seguro que no cabía en nin.
guna cerradura, un globo pinchado, un reloj despertador,
un mouse de como
putadora, un teléfono viejo, un zapatito de bebé, un ovillo de lana, una pelota
de plástico, una heladerita de juguete, un par de anteojos y un montón de
cosas más,
Martín y Federico comenzaron a discutir porque les había gustado el mis.
mo objeto: un camioncito
volcador al que le faltaba una rueda, Estaban a
punto de pelearse cuando decidieron
preguntarle
a la señorita si los dos
podían elegir el mismo camión. Como la señorita estuvo de acuerdo, se sen.
taron rápido a esperar que los demás terminaran
de elegir,
Capítulo 6
53
Cuando todos estuvieron sentados, la señorita Laura dijo que iban a expli.
:ar por turno su elección
y les pidió
a Federico y Martín que, ya que habían
elegido el mismo objeto, comenzaran ellos.
-Yo lo elegí porque a mí los camiones me gustan mucho -dijo Federico.; y
las cosas que aprendí este año también me gustaron mucho.
-¿Y por qué no elegiste el otro camión, que es igualito a este pero está
entero? ¿No lo viste? -preguntó
-Sí lo vi, seña -respondió
la señorita.
Fede., pero elegí éste por eso, porque le falta la
f'ueda.
-No entiendo, Fede -Dijo la señorita.
-Es que a mí las cosas que hicimos me gustaron mucho, como el camión.
F'ero, cuando algunas veces usted me retaba
y me decía que
me porte bien
Era como si al camión se le saliera la rueda -explicó Federico.
-¿Y vos, Martín? ¿Por qué elegiste el mismo camión?
-Porque así quedan enseguida mis juguetes. Nunca me duran sanos.
-¿Yeso qué tiene que ver con lo que hicimos este año? -preguntó
Tomás.
-Y, que me di cuenta de que nadie me quiere prestar las cosas porquese
me rompen. Cuando se rompió el lápiz de Paulina, no me gustó que todos
pensaran que había sido yo, pero me di cuenta de que tenía que tener más
cJidado con las cosas que me prestan.
-Yo elegí el reloj -Dijo Victoria cuando le tocó el turno de hablar., porque
para mí lo que pasó a lo largo del año fue el tiempo, ya los relojes los hace
andar eso: el tiempo.
-¿Cómo, cómo? -preguntó
la señorita Laura, que ahora parecía estar de
muy buen humor.
-Claro -explicó Vicky .. Los relojes adentro tienen tiempo y cuando el tiem.
po sale de los relojes, los numeritos van cambiando y entonces va pasando el
tiempo.
-¿Es así, seña? -preguntó
Raquel.
-¿Ya vos qué te parece? -le preguntó la señorita.
Después de que Raquel dijo lo que pensaba, estuvieron charlando un buen
rato acerca del tiempo. Parecía que cada chico tenía una idea diferente y que
nunca iban a ponerse de acuerdo. La señorita se dio cuenta de que si se.
gdan con ese tema muchos nenes iban a quedarse sin decir por qué habían
elegido su objeto, así que pidió que interrumpieran
la discusión.
Gustavo Santiago
54
Cuando cada uno de los chicos explicó su elección, la señorita dijo que
todavía faltaba algo más.
Episodio 3
-y ahora ... -anunció
la señorita-, ahora viene el broche de oro.
-¿Qué quiere decir "el broche de oro"? -preguntó
Raquel.
-Quiere decir que viene el final, y que el final es lindo, ¿no, seña? -intervino
María Luz.
- Bueno, quiere decir que es un final especial -respondió
-¿y cuál va a ser ese final? -preguntó
la señorita.
Tomás.
-Una historia. Porque una de las cosas más importantes
que hicimos este
año fue aprender a contar historias jugando a Filosofía. Entonces, pensé que
lo mejor era que termináramos
de esa forma: con una historia.
-¿y la va a contar usted, seño? -preguntó
Clara.
-No. La van a contar dos nenes, los nenes que inventaron el juego.
Todos los nenes giraron sus cabezas hacia donde estaban sentados Sofía y
Filomeno. Se pusieron tan pero tan colorados que parecían dos manzanas
con ojos. La señorita les sonrió y les dijo que pensaran alguna historia linda
para dar por terminado
con el juego por ese año.
-¿Por qué tenemos que terminar, señorita? - preguntó Josefina-.
-Porque se terminan
las clases, Jase -le respondió la señorita Laura.
-¿y no hay ninguna manera de hacer que las historias no se terminen? insistió Josefina.
-Creo que tengo una idea --<:lijoSofía, con cara de pensativa-o Una vez mi
abuelo me contó una historia que no se podía terminar.
-¿Tan larga era? -preguntó
Soledad .
. -No, no era muy larga pero era ... iredonda! --<:lijoSofía entusiasmada.
-¿Cómo redonda, Sofía? No te entiendo --<:lijola señorita Laura.
-Claro, era redonda y por eso no sepodía terminar, porque el principio y el
final era el mismo. En realidad, no había ni principio ni fin.
-Sigo sin entender.
55
pítulo 6
-No sé cómo explicarlo bien, seña. Pero, a lo mejor, si lo podemos hacer no
hace jaita explicarlo.
Entonces Sofía le dijo algunas cosas al oído a Filomena. Al principio parecía que Filo tampoco entendía lo que Sofía quería hacer, pero después comenzó a decirle que sí con la cabeza.
-Bueno, ya estamos listos -<!ijo Sajía.
La señorita pensaba que Sofía y Filomena le iban a explicar la idea de
nuevo, pero, en vez de hacer eso, se pusieron a contar la historia que habían
preparado. La primera en comenzar a contar fue Sojía_
"A Filomena .dijo Sofía. hay varias cosas que le gustan. Cuando está en la
escuela, le gusta mucho jugar con sus amigos; cuando está en su casa, le
gusta mucho jugar con su perra Noni (la mamá le contó que a la perra le
pusieron Noni porque cuando era cachorrita
se pasaba todo el día durmien.
do. Filo no se acuerda bien de eso, porque cuando Noni era chiquitita
él era
un bebé y los bebés no tienen mucha memoria).
Algo que también le gusta mucho es cantar canciones usando una zanaho.
ria como micrófono. Por eso, cuando su abuela está preparando la ensalada,
Filomena aprovecha y le pide dos cosas: que le dé una zanahNia y que pren.
da la radio. Entonces, como si fuera un cantante projesional,
agarra el mi.
crófono-zanahoria
le va dando
mordisquitos
con las dos manos y mientras
canta
hasta que lo hace desaparecer.
Hay dos cosas más que le gustan a Filomena tanto como jugar con sus
amigos o con su perra y cantar. Estas dos cosas son: que le cuenten historias
y hacer preguntas.
Filomena se la pasa haciendo preguntas, Le hace preguntas a todo el mun.
do, en cualquier lugar, ihasta en el colectivo! Su mamá siempre le dice: 'Filo,
¿no te cansás de preguntar?'
Entonces Filomena, por un ratito, deja de hacer
preguntas. Pero enseguida vuelve a la carga.
Filomena conoce preguntas que empiezan con 'cómo', otras que empiezan
~ .. con 'para qué' y otras que empiezan con 'cuándo'. Pero las que realmente le
e
~
gustan, las que practica todo el día, son las que empiezan con 'por qué'.
:g
-¿Por qué hace tanto jrío hoy? -le pregunta a su papá cuando lo levanta a la
mañana tempranito.
.i
la? -pregunta
ID
l
S
-¿Por qué la 'Noni' se puede quedar acostada y yo tengo que ir a la escue .
mientras va a lavarse los dientes.
Gustavo Santiago
56
-¿Por qué algunas veces sueño cosas lindas y otras veces tengo pesadi.
Ilas?le dice a su mamá mientras toma el desayuno.
y así, preguntando por qué y por qué, Filo se va preparando para comenzar
el día.»
Sofía hizo silencio. Entonces continuó Filomena:
({So'fía es la mejor amiga de Filomena. Algunas veces se pasan. todo el
recreo charlando.
A Sofía le encantan las preguntas que hace Filomena y a
Filomena le encantan las historias que le cuenta Sofía. Porque a Sofía lo que
más le gusta hacer es contar historias.
Algunas historias
las inventa ella
misma, otras se las cuenta su abuelo. Lo que Sofía no sabe muy bien es de
dónde saca las historias su abuelo porque nunca lo vio leyendo ningún libro
(aunque en su habitación
tiene un mueble muy grande con libros de todos
los tamaños. Sofía piensa que deben de ser de cuando el abuelo era joven
porque en vez de tener hojas blancas tienen hojas amarillas).
La única vez
que Sofía le preguntó a su abuelo de dónde sacaba las historias, el abuelo se
tocó la cabeza con un dedo y dijo: 'de la memoria'.
Sofía no entendió muy
bien qué quiso decir el abuelo cuando dijo 'de la memoria',
ni por qué se
tocó la cabeza con el dedo, pero no se animó a repetirle la pregunta.»