ConVosotros @diocesiscr Año XXXIV – n.º 1697 – D.L.: CR-91/1988 Domingo, 17 de mayo de 2015 Camino de Santiago Del 1 al 13 de agosto Por cuarto año consecutivo, desde la Delegación de Turismo, Santuarios y Peregrinaciones se ofrece a la Diócesis el Camino de Santiago. Cada vez son más los que dentro de nuestra Iglesia valoran la experiencia del Camino: la Delegación de Jóvenes, parroquias, asociaciones y movimientos ofrecen el Camino de Santiago como experiencia de fe. Para todos es siempre un recorrido también interior, que marca la vida. Están invitados todos los fieles, a partir de 18 años y contará con 60 peregrinos como máximo. Se peregrinará entre el 1 y el 13 de agosto, llegando a Santiago el día 11 y saliendo desde Ribadeo, caminando por el tramo final del Camino del Norte. En total, 200 km, en torno a 20 km al día. El coste de la peregrinación es de 265 € y puede encontrarse toda la información en la web de la Diócesis. CV Domingo, 17 de mayo de 2015 Mario Iceta propuso 9 ideas para comprender la centralidad de la familia El pasado 21 de abril, ante un numeroso auditorio, Mario Iceta, obispo de Bilbao, ofreció una conferencia en la que desarrolló nueve puntos clave para comprender la centralidad de la familia, así como la necesidad de reavivar la pastoral familiar. «El Evangelio de la Familia y de la Vida» era el título propuesto para una conferencia en la que monseñor Iceta, con un discurso ordenado, expuso 9 puntos fundamentales para subrayar la centralidad de la familia. Partiendo de una frase del Génesis, Iceta comenzó su exposición con el primer tema: «No es bueno que el hombre esté solo». De esta forma, y afirmando que uno de los dramas actuales es «la soledad», explicó la importancia de que el hombre y la mujer estén «originariamente hechos para vivir en comunión». En el segundo punto desarrolló «la vocación originaria de toda persona a amar», insistiendo en que hoy el término amor está «totalmente devaluado y descentrado». «La lógica del don» fue el tercer punto que propuso, citando a Benedicto XVI y explicando que, en el caso en que llegáramos a vivir en una sociedad equilibrada, sin desajustes ni injusticias, no acabaría la lógica del don, «seguiría existiendo el voluntariado, por ejemplo», el darse. Ahora bien, «cuando me comprometo con una persona a la que voy a dar mi vida para siempre, pongo en juego mi libertad». Precisamente «el gozo y el riesgo de poner en juego la libertad» fue el cuarto punto de la conferencia. Afirmó que «hoy en día nuestra sociedad pone en contraposición libertad con obediencia», pero es justo lo contrario, «la obediencia reafirma la libertad». El título del tema quinto fue: Las heridas del camino y la necesidad de la conversión. Aquí monseñor Iceta insistió en el matrimonio como vocación, una historia conjunta con Dios en la que hay que acompañar heridas de la propia naturaleza y del pecado. Pero estas heridas, y entraba ya en el sexto tema, «se curan en el hospital de campaña», que es la Iglesia. Dios nos enseña, de esta manera y en la Iglesia, a «amar de un modo nuevo [...], nuestra carne es sostenida por la gracia». «Un amor que genera vida y eternidad» fue el título del séptimo pun- to propuesto, donde el obispo habló de la generosidad del matrimonio: «El amor no queda encerrado en sí mismo», sino que rescata a la persona «y los hijos son su testimonio». En esta línea, «el amor desborda a la familia» y se entrega a los otros. Este fue el penúltimo punto, en el que Iceta insistió con varios ejemplos en que «cuando uno ama, es capacitado para ver las necesidades del otro». Para concluir, explicó el noveno tema a desarrollar para reavivar la pastoral familiar: «La familia en la ciudad de los hombres, custodiada en el templo». Un modo nuevo de sociedad es necesario y solo posible cuando tenemos un «Padre común». Al concluir su ponencia, monseñor Iceta respondió a todas las preguntas del auditorio, despidiendo la tarde el obispo de Ciudad Real, que agredeció su presencia. Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar El próximo sábado, 23 de mayo, con motivo de la solemnidad de Pentecostés de ese domingo, celebramos el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar. Por esto, la Delegación Diocesana de Apos- Sábado, 23 de mayo de 2015 tolado Seglar organiza un encuentro que tendrá lugar en el Seminario, a partir de las 10,30 h.. El título del encuentro será: «Santa Teresa de Jesús, maestra de oración, acompañante en la oración de los laicos». 10:30 h.: Eucaristía. 11:45 h.: Charla – Ponencia de Fray Antonio Beneitez. 12:45 h.: Coloquio. 13:15 h.: Mesa de experiencias con Manuel Piqueras, Manuela Flores, Mª del Mar Castellar y Carmela Piqueras 14:00 h.: Oración Final «El Señor ponga en todo lo que hiciere sus manos, para que vaya todo conforme a su santa Voluntad» CV Domingo, 17 de mayo de 2015 Carta de nuestro Obispo La Ascensión del Señor A una semana de las Elecciones Municipales y Autonómicas es normal que andemos todos metidos en el día a día de las noticias buscando motivos para elegir lo que más nos atrae, o menos me disgusta, de este o aquel partido o lista electoral. En esta coyuntura irrumpe en nuestro calendario litúrgico la Solemnidad de la Ascensión. Hoy celebramos, por tanto, el acontecimiento de nuestra fe por el que Jesucristo introduce la naturaleza humana en el seno del mismo Dios, como confesamos en el Credo: «Esta sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso». En medio de tantos cienos como han salido a la superficie de esta charca fangosa en la que convertimos nuestra sociedad con demasiada frecuencia y en la que todos estamos inmersos, es un grito de esperanza y de optimismo saber que, por ser humanos estamos llamados y destinados a la más alta perfección que nadie podía soñar. Desde el Bautismo está a nuestro alcance, siguiendo el Camino, la Verdad y la Vida que es Jesucristo, llegar al seno de la Santísima Trinidad. Y a la vez, en esta Solemnidad de la Ascensión sentimos el mandato de los ángeles a los Apóstoles emboba- don Quijote, podemos, hermano Sancho Panza, meter las manos hasta los codos en esto que llaman aventuras». O mejor, siguiendo el texto paralelo del Evangelio de San Mateo: «Jesús les dijo: “Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que La tierra es nuestra casa común y todos somos hermanos os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos”». La presencia de Jesucristo no se puede limitar a una especie de lugar acotado por nuestras medidas de espacio y tiempo, porque con su resurrección ha vencido el poder de la muerte que limita el espacio y el tiempo del ser humano. Hoy nos dice que hay que vivir su presencia en medio de la Historia humana. Palabra, Sacramentos y Mandato del Amor: «guardar todo lo que os he mandado». Ser responsables de su presencia es: «meter las manos hasta los codos Por ser humanos estamos llamados y destinados a la más alta perfección dos, mirando subir al Cielo a Jesús. «Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que ha sido tomado de entre vosotros y llevado al cielo, volverá como lo habéis visto marcharse al cielo». Aquí la Iglesia siente el mandato de seguir el camino de la encarnación de Jesucristo y, como pone Cervantes en boca del Quijote cuando atisba Puerto Lápice: «Aquí dijo, en viéndole helos y esperanzas, con sus valores y fragilidades. La tierra es nuestra casa común y todos somos hermanos. Si bien “el orden justo de la sociedad y del Estado es una tarea principal de la política”, la Iglesia “no puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia”». Todos los cristianos, en esto que llaman aventuras». «Una auténtica fe, nos dice el Papa, —que nunca es cómoda e individualista— siempre implica un profundo deseo de cambiar el mundo, de transmitir valores, de dejar algo mejor detrás de nuestro paso por la tierra. Amamos este magnífico planeta donde Dios nos ha puesto, y amamos a la humanidad que lo habita, con todos sus dramas y cansancios, con sus an- también los Pastores, están llamados a preocuparse por la construcción de un mundo mejor. De eso se trata, porque el pensamiento social de la Iglesia es ante todo positivo y propositivo, orienta una acción transformadora, y en ese sentido no deja de ser un signo de esperanza que brota del corazón amante de Jesucristo. Al mismo tiempo, une «el propio compromiso al que ya llevan a cabo en el campo social las demás Iglesias y Comunidades eclesiales, tanto en el ámbito de la reflexión doctrinal como en el ámbito práctico» (EG 183). Deseamos que todos, cristianos y no cristianos, participemos consciente, libre y voluntariamente en las tareas que el momento social requiere con un absoluto respeto a la pluralidad de opciones político-sociales. Para los católicos es una cuestión que se inscribe en un acto de fe, de llevar adelante la presencia de Cristo Jesús, el hombre nuevo. Vuestro obispo, CV Domingo, 17 de mayo de 2015 Los medios de comunicación al servicio de la Evangelización ALBERTO PLAZA LLORENTE La Iglesia está presente en los momentos más importantes de la vida de los fieles: desde el nacimiento hasta la muerte acompaña al ser humano, y está a su lado en el matrimonio, en la enfermedad, en las alegrías, en la soledad, en la compañía. Piense en un día feliz de su vida. Lo sé, salía usted de misa. Pues bien, eso es lo que queremos contar con los medios de la Diócesis. Alabamos y servimos a Dios explicando a todos qué hace la Iglesia, qué hace usted que está leyendo este artículo y qué hace su hermano, que también lo lee, y está en otra parroquia de nuestra Iglesia. Pero no podemos quedarnos solo en la labor informativa. Los medios son eso, medios, para conseguir un fin, ese “alabar y servir” del que hablamos más arriba. Por eso, fundamentalmente desde Con Vosotros, que es el semillero para el resto de plataformas, intentamos con nuestros colaboradores explicar los misterios de la fe, lo que celebramos y cómo lo celebramos. Intentamos, con trabajo y muchos voluntarios, encender una luz que aclare aquello que puede estar más oscuro. Le pongo un ejemplo, mire a la derecha, esa columna con fondo azul de la página siguiente explica cada semana un momento de la Eucaristía. Si las lee todas, como si fueran un coleccionable, no dude que tendrá una idea muy clara de lo que vive cada domingo. Además de publicar en Con Vosotros, lo hacemos en la página web, que replica lo que se dice aquí y se enriquece con otros contenidos. En poco tiempo se renovará completamente para servir mejor a toda la Diócesis. Son dos los programas diocesanos que se emiten en COPE cada semana. Los viernes, a la 13'30 h., El Espejo, y los domingos, a las 9'40 h., Nuestra Diócesis nos informa de toda la actualidad religiosa de la provincia. Además, la Eucaristía desde la parroquia de Santiago de Ciudad Real se emite a las 9'00 h.. ¿Y las famosas redes sociales? Esa novedad tan vieja como los corrillos de nuestras plazas también es sitio para la presencia de Dios. En el centro de su pueblo o ciudad hay una iglesia; sus antepasados cristianos la construyeron ahí. Ahora, para estar en el centro de estas “nuevas plazas” es necesario lo mismo: que usted, cristiano, la ponga ahí, en el centro, con una buena torre que repique fuerte, y bonito. ¿Cómo hacemos esto? Pues si es usuario de Facebook, Twitter o Instagram ya tiene oficio de campanero: compartiendo, retuiteando, o dando un “me gusta”, para que este edificio, que pretende mostrar a Cristo y la vida de su iglesia, esté en el centro de su plaza. Ciudad Real: 97.7 FM Puertollano: 97.5 FM La Mancha: 106.4 FM Almadén: 106.9 FM facebook.com/diocesisciudadreal @diocesiscr @diocesisciudadreal diocesisciudadreal.es CV Domingo, 17 de mayo de 2015 Los medios de comunicación: ¿solo instrumentos? Celebrando la fe MIGUEL-ÁNGEL JIMÉNEZ SALINAS En este día de la Ascensión, en el que Jesucristo envía a toda la Iglesia a proclmar el Evangelio a toda la Creación, celebramos también la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. O lo que es lo mismo: la responsabilidad que tenemos todos de anunciar el Evangelio por mandato del Señor. No es cosa de poco. En el seno de la Santísima Trinidad existe una comunicación perfecta entre las tres personas divinas. Es una comunicación de amor que es esencial al mismo Dios. Anunciar el Evangelio forma parte de la identidad y del ser de la Iglesia a imagen de la Trinidad. Por eso, hablar de comunicación, es referirse también al misterio fundamental de la revelación divina. Jesucristo mismo en Palabra e Imagen perfecta del Padre. Él es la comunicación por excelencia. Sin embargo, cuando hablamos de medios de comunicación, clásicos y modernos, nos parece que son meros instrumentos. Y lo son pero al servicio de una realidad profunda: la comunicación. Tenemos la gran responsabilidad de comunicar y de comunicar muy bien, lo más perfectamente que podamos en nuestra medida humana. Lo meramente instrumental se convierte así en esencial para la Iglesia y para el Evangelio y no simplemente como instrumentos. Cuando separamos, por ejemplo, contenido y forma, refiriéndonos a los medios de comunicación, estamos diviendo dos realidades que están inseparablemente unidas. Dios es un todo, la persona es un todo. Marshall McLuhan acuñó la famosa sentencia: «El medio es el mensaje». Desde su inicio en Pentecostés la Iglesia ha sabido integrar ambas realidades. Quizá en nuestra época, y especialmente en la Iglesia, se ha resentido también esa unidad. Por eso conviene citar también a San Juan Pablo II desde la encíclica Redemptoris missio: «Quizás se ha descuidado un poco este areópago [...] los medios de comunicación social se dejan a la iniciativa de individuos o de pequeños grupos, y entran en la programación pastoral sólo a nivel secundario. El trabajo en estos medios, sin embargo, no tiene solamente el objetivo de multiplicar el anuncio. Se trata de un hecho más profundo [...] No basta, pues, usarlos para difundir el mensaje cristiano y el Magisterio de la Iglesia, sino que conviene integrar el mensaje mismo en esta “nueva cultura” creada por la comunicación moderna». Este texto clave nos ilumina en el hoy de nuestra fe y la comunicación del Evangelio de la alegría y de la esperanza. Orar por los difuntos «Acuérdate de tus hijos…. que nos han precedido con el signo de la fe y duermen ya el sueño de la paz. A ellos, Señor, y a cuentos descansan en Cristo, concédeles el lugar del consuelo, de la luz y de la paz» (Plegaria I). Es un momento de intercesión, no solo de tenerlos presentes como recuerdo, sino de confiarlos a las manos misericordiosas del Padre. Es una oración de la Iglesia y a la vez una afirmación de nuestra fe en la resurrección, una afirmación de que la muerte no tiene la última palabra. Nosotros no juzgamos a los difuntos, no sabemos de su situación sino confiando en la bondad del Padre y, por eso, oramos. Pronunciar el nombre de un difunto o varios no hace de esta oración un asunto privado de una familia, ni la Eucaristía es para ellos. No se trata de un asunto emocional ni lo pretende la liturgia de la Iglesia. Habría que acostumbrarse a entender que el nombre habla de la identidad de una persona (y así debe ser) pero se nombran los difuntos en un ambiente orante y sacramental dirigido al Padre por Cristo. Envueltos en esta plegaria los ponemos en manos de Dios. Hoy, también ellos, son tenidos en cuenta por el Dios que ha entregado a su Hijo para nuestra salvación. CV Domingo, 17 de mayo de 2015 Id al mundo entero... JOSÉ-CARLOS REDONDO RUIZ «El alma de aquellos primeros creyentes, los apóstoles, fueron acumulando en su interior la riqueza de los encuentros con el Resucitado, donde el Espíritu iba afianzándoles en que el Jesús muerto en la cruz había resucitado». La identidad de la Iglesia, y por tanto, la de cualquier bautizado encuentra su ser en este mandato de Jesucristo. Me viene a la cabeza la realidad de las aguas subterráneas de la sierra de Alcaraz, en nuestra tierra manchega, origen de las hermosas Lagunas de Ruidera. Todos los años nos deleitan con el famoso reventón de sus manantiales, una vez que el invierno ha sido el tiempo de acopio abundante de agua en sus grandes depósitos subterráneos y, llegada la primavera, como de grandes aljibes rebosantes de agua, necesita expulsarla fuera de sí. Así podemos disfrutar de la inmensidad de agua desbordada en parajes como el Río Mundo o las exuberantes Lagunas de Ruidera, expresión externa de la inmensa cantidad de agua acumulada en los profundos depósitos subterráneos ocultos a nuestra vista. Los cincuenta días de la Pascua fueron el culmen de ese invierno en el que el alma de aquellos primeros creyentes, los apóstoles, fueron acumulando en su interior la riqueza de los encuentros con el Resucitado, donde el Espíritu iba afianzándoles en que el Jesús muerto en la cruz había resucitado. Es el Espíritu del resucitado quien va llenando, como si de un aljibe se tratara, el alma de aquellos pequeños hombres y mujeres, no para uso personal ni satisfacción íntima y egoísta, sino para empujarlos graciosamente a rebosar lo que ya no cabe en sus corazones. Es necesaria la experiencia de encuentro personal con el Resucitado; es imprescindible el tú a tú, los tiempos de intimidad, de recogimiento, de experiencia desbordante que vive el corazón y que, faltándole palabras para expresar, acude a sentimientos de alegría, estupor e incluso cierto bloqueo. Experiencias que bien expresaba santa Teresa y que nos ayuda a poner palabras a la alegría pascual que vivimos. Pero, de lo que rebosa el corazón habla la boca. Esto es lo que vive mi Iglesia, la de Jesucristo, y cada uno de los que la formamos. Más que una obligación es una necesidad. Y si no sucede así tal vez es que los veneros profundos no están llenos de la gracia del Resucitado. Siempre está la tentación, para no perder la identidad o porque queremos tener graneros llenos, o por la experiencia facilona y contagiosa de los discípulos en el Tabor, de encerrarnos. Quien encuentra al Resucitado en su vida y lo busca a través de los sacramentos y la oración, tarde o temprano, no podrá frenar la necesidad de expresar, de derrochar, aunque se agote, con palabras, con obras, con sus compromisos, con su presencia, con su mirada, con sus silencios, con sus pensamientos, con sus sentimientos,… que la Vida del Resucitado es, y la desea para los demás. CV Domingo, 17 de mayo de 2015 «...proclamad el Evangelio a toda la Creación» CATALINA LÓPEZ SÁNCHEZ. Como Misioneras de Acción Parroquial queremos mantener despierto en nosotras el sentido de Misión, de envío. Nos consideramos especialmente llamadas a vivir e imitar en las parroquias las actitudes de Cristo, enviado del Padre, cuyo único alimento fue cumplir su voluntad (Cnst. 60). Con gozo y alegría estamos viviendo este Año de la Vida Consagrada, que con tanto cariño y buenos deseos el papa Francisco ha proclamado y nos ha exhortado a todos. Nos indica tres objetivos: mirar el pasado con gratitud; vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza. Espero de todos los miembros de la Iglesia: salir de sí mismos para ir a las periferias existenciales. Hay toda una humanidad que espera. Nos invita a poner los ojos en el futuro, hacia el que el Espíritu nos impulsa para seguir en esta tarea de ofrecer al mundo el Dios Amor (Jn 4, 8). De Jesús aprendemos lo que es el amor y cómo amar: Sabremos amar porque tendremos su mismo corazón. Así como Jesús, movido por la compasión al ver a la multitud como ovejas extraviadas, sin pastor, así viendo las necesidades de los demás, las situaciones de hoy ( violencia, guerras, hambre, rupturas…), como Cristo entregó su propia vida, así también los seguidores de Jesús , puestos al servicio de la humanidad, allá donde el Espíritu los envía. Difundir en cada rincón de la tierra la fe en Jesús. Señor, me llamas a dedicarme a predicar tu Evangelio. ¡Qué privilegio el poder contribuir en la extensión de tu Reino! Para lograrlo, necesito aumentar mi fe y mi caridad y es lo que te pido, para ser un auténtico discípulo y misionero de tu amor. Casas religiosas de la Diócesis en el Año de la Vida Consagrada Hoy... Salesianos de Puertollano SILVIA ZAMORA CHAVES El 29 de enero de 1953 llegan los Salesianos a Puertollano para tomar posesión de las instalaciones construidas para albergar el colegio, que abrió sus puertas con seis aulas y doscientos veinticinco alumnos. Las obras de las escuelas profesionales terminaron en 1962, quedando un centro adaptado a las necesidades y a su oferta educativa. El Colegio «San Juan Bosco» ofrece un amplio abanico de estudios, desde los tres años hasta la incorporación al mundo laboral o a la Universidad, compaginado, además, con una amplia labor de pastoral, que trata de preparar personas valientes, portadoras de reflexión crítica y de una sana conducta de vida, a través de grupos de antiguos alum- nos, el centro juvenil PuertoBosco y el grupo Scout Bosco. La comunidad está formada por nueve salesianos. Inspirados en los valores del humanismo cristiano y en la pedagogía de su fundador, san Juan Bosco, asume la responsabilidad de la formación espiritual, salesiana y vocacional de todos los miembros de la comunidad educativa. CV Domingo, 17 de mayo de 2015 Comentario dominical Por Lorenzo Trujillo Díaz «Comienza la era de la Iglesia» C omienza la era de la Iglesia. Lucas dedica a Teófilo el segundo tomo de su obra, que narra ese comienzo. En el Jordán, el Padre hizo bajar al Espíritu Santo para ungir a su Hijo. Ahora, la humanidad del Resucitado refleja la Gloria divina. El Hijo queda constituido Señor, Kyrios, para conducir la misión hasta los confines de la tierra: resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro (Efesios). La misión de los Apóstoles vendrá de lo alto, de Dios. No nace de ellos, pues han de esperar la venida del Espíritu como la aguardó Jesús durante tantos años en Nazaret. Ser Para la celebración hombres es estar a la espera. Han de volver a Jerusalén para orar en comunidad con María, la Madre del Señor; esperar es orar. Jesús asciende para presentar al Padre, con palabras humanas, nuestra oración, los gozos y las angustias de la humanidad. La Iglesia nace de la Santísima Trinidad: del designio del Padre, del sacrificio del Hijo, de la unción del Espíritu. No es una asociación de seguidores de Jesús. Es la misión divina implantada en el mundo a modo de embajada del Reino del amor. ¿Al mundo entero? ¡A toda la Creación! El Evangelio ha de resonar en las galaxias más lejanas, porque, como dice Pablo en Romanos 8, la creación gime dolores de parto. Pero no será al margen de Jesús; él estará presente, actuando, prote- giendo, fecundando: el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban. Y el Señor sigue llamando, invitando a personas que se integren en esta embajada divina, en esta misión universal. Hoy también, a ti también. Por Pablo Rodríguez Cabanillas VII Domingo de Pascua. La Ascensión del Señor • ENTRADA. Hoy celebramos la Ascensión, y también la Jornada mundial de las Comunicaciones Sociales. Jesús con su resurrección nos trasmite la alegría de la salvación. Ahora, cumplida su misión, vuelve al Padre. Proclamemos con nuestra vida que él vive. • 1.ª LECTURA (Hch 1, 1 – 11). En su Ascensión, Jesús confía su misión a los apóstoles. El Espíritu Santo les dará fuerza para ser testigos de Cristo, el Señor; porque la realidad de la Pascua ha transformado a los apóstoles y a la Iglesia • 2.ª LECTURA (Ef 1, 17 – 23). El descubrimiento del poder de Dios, manifestado ya en la resurrección de Cristo y en la Ascensión al Padre, significa que Jesús comenzó a derramar sus dones a los hombres cuando subió a los cielos. • EVANGELIO (Mc 16, 15 – 20). La misión de los Apóstoles, de la Iglesia, es predicar el Evangelio, anunciar la Buena Nueva a todos los hombres. • DESPEDIDA. La alegría de saber que el Señor no nos deja ilumina nuestro espíritu en este día. Salgamos felices a ser testigos del Señor resucitado, a comunicar, con nuestras palabras y nuestra vida la alegría y la esperanza de esa Buena Noticia. Oración de los fieles S. Dirijamos nuestra oración a Dios: —Por la Iglesia: para que difunda la Buena Noticia de tu amor y de tu Reino a todos los pueblos, lenguas y culturas. Roguemos al Señor. —Por los gobernantes: para que trasmitan, con sus palabras y obras, que es posible un mundo mejor. Roguemos al Señor. —Por la familias: para que sean escuelas de amor, de comunicación, de diálogo y oración. Roguemos al Señor. —Por los oprimidos y los que sufren: para que el Señor reavive en ellos su esperanza. Roguemos al Señor. —Por nuestra comunidad: para que la participación de la Eucaristía nos lleve a dar testimonio de Cristo con nuestra vida y a descubrir su presencia en los hermanos. Roguemos al Señor. S. Llenos de fe y confianza, Padre nuestro, te lo pedimos, por Jesucristo, nuestro Señor. Cantos Entrada: La fiesta del Señor (CLN/214) Salmo R.: Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas (LS) Ofrendas: Te ofrecemos, Señor (CLN/H2) Comunión: Anunciaremos tu reino (CLN/402) Despedida: Resucitó (CLN/208) Salterio y Lecturas bíblicas para la semana III Semana del Salterio. Lunes Hch 19, 1 – 8 • Jn 16, 29 – 33 Martes Hch 20, 17 – 27 • Jn 17, 1 – 11a Miércoles Hch 20, 28 – 38 • Jn 17, 11b – 19 Jueves Hch 22, 30;23, 6 – 11 • Jn 17, 20 – 26 Viernes Hch 25, 13b – 21 • Jn 21, 15 – 19 Sábado Hch 28, 16 – 20.30 – 31 • Jn 21, 20 – 25 Director: Miguel Á. Jiménez Salinas • Edita: Delegación MCS c/ Caballeros, 5 13001 Ciudad Real. Tel.: 926 250 250 • E-Mail: [email protected] Imprime: Gráficas Garrido • c/ La Solana, 42. Pol. Ind. Larache • 13005 Ciudad Real • www.graficasgarrido.com Moniciones
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