DIRECTIVOS DEPORTE La economía del fútbol profesional JAVIER TEBAS El Consejo Asesor de EXPANSIÓN debatió aspectos económicos del fútbol con el presidente de la LFP. Manuel Conthe. Madrid Un informe encargado por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y elaborado por KPMG revela que la industria del fútbol es el sector de ocio más importante: si sumamos el negocio directo y el inducido, su cifra supera los 7 millardos de euros (el 0,75% del PIB) y produce unos ingresos tributarios de unos 3 millardos de euros. El sector está dominado por el Real Madrid y Barcelona, que representan el 40% de la facturación global, tienen un endeudamiento moderado y, en consecuencia, distorsionan las estadísticas del sector. Ingresos Los ingresos audiovisuales de los equipos de la LFP ascienden a unos 800 millones de euros: 600 de operadores nacionales (frente a los 1.500 millones de la Premier League) y 200 del mercado internacional (frente a 700 de la Premier). Esa relativa modestia de ingresos se debe a que en España hay solo 4,3 millones de abonados de pago, frente a 15 en Reino Unido. Además, los ingresos se ven mermados por la libre emisión por las televisiones de amplios resúmenes de los partidos, mientras en Reino Unido los canales solo pueden emitir resúmenes de 90 segundos en telediarios y la BBC paga 100 millones de euros por su equivalente a Estudio estadio. La piratería produce, además, una merma de ingresos de unos 150 millones de euros. Hasta ahora, cada equipo negociaba individualmente con las televisiones la cesión de sus derechos, lo que favorecía al Real Madrid y Barcelona. Los ingresos por esta vía tienen gran importancia para los clubs, pues representan el 50% de su facturación (salvo en el caso de Real Madrid y Barcelona, donde los ingresos por márketing son mayores). Ya hay acuerdo por el que una futura norma encomendará a la LFP –probablemente a partir de la temporada 2016/2017– su negociación en exclusiva, con posterior reparto de los ingresos entre los clubs. Ese reparto mantendrá el importe absoluto de los ingresos obtenidos hasta ahora por Real Madrid y Barcelona (en términos relativos pasarán de representar el 40% a ser el 12%) y atribuirá a los demás equipos los ingresos adicionales que se Mauricio Skrycky Impreso por Eva Turégano García. Propiedad de Unidad Editorial. Prohibida su reproducción. Lunes 2 febrero 2015 Expansión 45 Javier Tebas, presidente de la LFP, junto a Manuel Conthe, presidente del Consejo Asesor de EXPANSIÓN y ‘Actualidad Económica’. consigan, lo que logrará una distribución más igualitaria: la diferencia será de 4 a 1. La negociación conjunta tiene fundamento: los partidos tienen valor económico cuando son oficiales. Además, la LFP podrá negociarlos con una visión a largo plazo. Gastos y endeudamiento En materia de gastos, la Liga BBVA (Primera División) se caracteriza por una brutal competencia por evitar el descenso y jugar la Champions. A diferencia de otros sectores económicos, en la Liga BBVA hay un número fijo de competidores –20 equipos–, que disputan un torneo deportivo cuyos resultados tienen un efecto económico: los tres equipos que descienden cada año ven reducirse sus ingresos, de la noche a la mañana, a una quinta o sexta parte de los que tenían (tras su descenso, los ingresos del Betis bajaron de 50 millones de euros a 15 millones). De forma parecida, el pasar a jugar la Champions entraña un aumento de ingresos de al menos unos 20 millones de euros. La competencia entre clubs se traduce en elevadas retribuciones para los jugadores: en la Liga BBVA el sueldo medio –excluidas las grandes estrellas– asciende a unos 800.000 euros netos anuales. Esas retribuciones se han moderado tras la crisis económica, especialmente en la Liga Adelante, donde el sueldo medio ha bajado de 400.000 euros a 150.000 euros desde 2006. Se elevan, por el contrario, a nivel europeo con la entrada de mecenas e inversores –los casos del PSG, Chelsea o Manchester City– que están dispuestos a poner dinero a pérdida y provocan una “inflación de sueldos”. Cuando un club se ve en peligro de perder la categoría, adopta una estrategia de “reforzar el equipo” que le acaba provocando elevados gastos en fichajes y un fuerte endeudamiento. Se trata de un fenómeno estructural, ya que todos los años descienden 3 equipos. Como consecuencia, con la excepción del Real Madrid y el Barcelona, los clubs están más Los clubs que bajan de Primera a Segunda División ven reducidos sus ingresos a una quinta o sexta parte La deuda viva de los equipos de la Liga BBVA, excluyendo Real Madrid y Barcelona, es de 1.960 millones endeudados cuanto más años llevan en Primera División. Así, si excluimos al Real Madrid y Barcelona, la deuda viva de los restantes equipos de la Liga BBVA era de 1.960 millones de euros en diciembre 2014, frente a unos ingresos de solo 940. Ese cociente deuda/ingresos de aproximadamente 2, aunque parecido al de la Premier League, está lejos de la Bundesliga (0,68). Los bancos han sido tradicionales reacios a prestar a los equipos, lo que ha hecho que la gran mayoría acudieran, de forma sistemática, al aplazamiento de sus pagos a Hacienda como mecanismo de financiación. De ahí que a finales de la temporada 2013/2014 sus deudas con Hacienda ascendieran a unos 650 millones. Ese endeudamiento devenga, a menudo, el tipo de interés legal del dinero, lo que hace que muchos clubs tengan una elevada carga anual de intereses (18 millones de euros en el caso del Atlético de Madrid, o 15 en el del Valencia). Política reciente La LFP se ha propuesto que el cociente deuda/ingresos descienda a 1 en la temporada 2019/2020. Eso permitirá que la deuda con Hacienda baje a 80 millones de euros. Para la reducción del endeudamiento resulta esencial la limitación del gasto de los equipos, lo que se está consiguiendo con una política de control económico por parte de la LFP. El control se basa en la imposición a cada equipo de límites de gasto en fichajes, que se determinan en función de su nivel de ingresos y de endeudamiento. Para hacerlos cumplir, la LFP puede negarse a inscribir a un jugador, aunque ha habido impugnaciones ante los tribunales de alguna prohibición de efectuar fichajes (en la de Pedro León por el Getafe, un juzgado de lo mercantil ordenó, como medida cautelar, la inscripción provisional del jugador). Se trata, obviamente, de una restricción a la competencia y, por eso, la práctica será objeto en breve de una autorización específica por una norma con rango de ley. Además, se han establecido ayudas a los equipos que descienden para evitar que desaparezcan cuando se da esa situación. La temporada pasada ascendieron a 30 millones de euros y el 70% fueron subvenciones a fondo perdido. El objetivo de la LFP a tres o cuatro años es alcanzar unos ingresos totales en derechos audiovisuales de entre 1 y 1,5 millardos de euros (frente a los actuales 800 millones). La forma de conseguirlo es alcanzar 8 millones de abonados de pago en España (frente a los 4,3 actuales) y elevar los ingresos internacionales a unos 450 millones de euros (frente a los 200 actuales). Modificar y dispersar los horarios de los partidos para que puedan verse en Asia o América Latina o promocionar el fútbol español con iniciativas como la LFP World Challenge ayudarán a ello. La promoción internacional del fútbol español no es fácil, pues la competencia es muy fuerte. La LFP negoció con la televisión china que diera en abierto y gratis partidos del Real Madrid y Barcelona. Pero la Bundesliga frustró la iniciativa ofreciendo 5 millones de euros por algo parecido, que espera recuperar mediante patrocinios. De igual manera, la penetración en Estados Unidos exigirá rebajar precios. La base del negocio está en el fútbol de las grandes ligas nacionales. No es previsible que en un futuro cercano sea viable una “Liga Europea”.
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