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ESTUDIO DE 1ª CARTA DE CORINTIOS
Por: Rubén Álvarez
“Un poco de levadura”
Introducción
1 Corintios 5: 6 “No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que
un poco de levadura leuda toda la masa? 7 Limpiaos, pues, de la vieja
levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque
nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. 8 Así que
celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de
malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de
verdad.
9 Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; 10 no
absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o
con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario
salir del mundo. 11 Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno
que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o
maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. 12 Porque
¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis
vosotros a los que están dentro? 13 Porque a los que están fuera, Dios
juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros”
Continua el apóstol Pablo su regaño hacia la iglesia de Corinto debido al pecado
del hombre que mantenía relaciones sexuales con la mujer de su padre a sabiendas de
todos.
Se trataba de un pecado que aún entre la inmoral sociedad corinta era visto
como algo sucio pero que dentro de la iglesia se estaba tolerando. Pudimos darnos
cuenta en la conferencia pasada que la raíz de todo este problema era el andar en la
carne. Quien siembra para la carne cosechará corrupción y muerte, dice la escritura,
pero quien siembra para el Espíritu cosechará vida eterna.
Andar en la carne ya había pasado importantes facturas a los corintios:
- la división
- no poder recibir las verdades profundas del Señor
- la falta de paternidad espiritual
- pecado y tolerancia hasta el mismo.
Y entonces el Espíritu de Dios, por medio del escrito del apóstol Pablo, nos
resalta que debemos estar alertas, que no estemos envanecidos pensando en que nada
nos podrá dañar como creyentes de Cristo Jesús, sino que debemos tener muy
presente que un poco de levadura tiene la capacidad de fermentar toda la masa.
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En el antiguo testamento, Dios les había ordenado en la celebración de la
pascua que lo hicieran con panes sin levadura, como un símbolo de santidad y pureza.
De la misma forma Jesús, tomó el pan sin levadura y partió, y les dijo: Tomen, coman
de él, porque este es mi cuerpo que por ustedes es partido.
Jesús declaraba que Él era un pan sin levadura, una verdad pura, sin ningún tipo
de engaño ni mancha, y nosotros deberíamos de comer de esa verdad, de tal manera
que hoy día, el cuerpo de Cristo, que es la iglesia, sea un pan sin levadura.
El apóstol Pablo les dice que mantener a aquel hombre dentro de la iglesia,
relacionándose libremente como hermano con los demás creyentes tendría graves
consecuencias, pues la levadura del pecado podría fermentar a toda la masa que antes
era pura. Así que se mantenerlo dentro era una jactancia, como diciendo: A mí no me
sucederá nada por tratar a esta persona.
Por lo cual, Pablo, les ordena: Quiten a ese perverso de entre ustedes.
DESARROLLO
1. La levadura de las amistades
Así que quisiera que pusiéramos mucha atención a las palabras del Espíritu
Santo inspirando a Pablo: No es buena vuestra jactancia, ¿no saben que un poco de
levadura fermenta toda la masa?
Como podemos observar las amistades que desarrollamos y mantenemos son
una levadura para nuestra forma de ser. Dice Proverbios 13: 20 “El que anda
con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será
quebrantado. 21 El mal perseguirá a los pecadores, Mas los justos
serán premiados con el bien.
Dice el apóstol Pablo que no podemos dejar de hablarle a todos los pecadores
porque entonces quedaríamos en una burbuja muy pequeña. No, es necesario hablar y
relacionarse con toda la gente; sin embargo creo que es muy necesario escoger
adecuadamente a las personas que famos a frecuentar.
Estas personas son
amistades, con las que nos llevamos bien y vemos a menudo.
Pues bien, dice la Palabra de Dios, que quien anda con sabios, se le pegará la
sabiduría, ¡será sabio!; pero quien se junta con necios recibirá el quebrantamiento que
estaba destinado para ellos.
¿Por qué habrías tu de recibir el daño que estaba destinado para el necio? ¿tan
solo por estar junto a esa persona? Se sabio y apártate de personas necias que
insisten en vivir en el pecado, ya sean familiares o incluso, como le muestra esta carta a
los corintios, gente de la misma iglesia.
Esta levadura también existe en las alianzas incorrectas. Dice la Palabra de
Dios que no nos unamos en yugo desigual y esto no solo habla de matrimonio, sino
incluso de alianzas para negocios o ministeriales. Ninguna amistad puede haber entre
Cristo y Belial, dice la Palabra de Dios. No podemos poner nuestra confianza en
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amistades o familiares por poderosos, ricos y bien conectados que ellos sean. Nuestra
confianza deberá estar puesta en el Todopoderoso Dios que nos ha mostrado Su amor
y grandeza una y otra vez.
1 Corintios 15: 33 “No erréis;
conversaciones corrompen las buenas costumbres”
También
dice
las
malas
Otra versión dice: Las malas compañías, corrompen las buenas costumbres.
Evidentemente una mala conversación no se origina con personas que anden en el
Espíritu, sino en la carne.
Platicar sobre cosas que Dios aborrece y gozarse en ellas pues evidentemente
tiene como consecuencia que el corazón se corrompa y deje ser puro, como el pan sin
levadura.
2. Levadura de libertinaje y de dominio de otros
En el mensaje de Jesucristo a la iglesia, contenido en el libro de Apocalipsis
encontramos: Apocalipsis 2: 14 “Pero tengo unas pocas cosas contra ti:
que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a
Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas
sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. 15 Y también tienes a
los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.16Por
tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra
ellos con la espada de mi boca.
Este es parte del mensaje a la iglesia de Pérgamo, donde Jesús mismo le dice
que tiene en su contra que tolera dentro de ella a los que retienen la doctrina de
Balaam. Balaam fue un profeta de Dios que, atraído por una jugosa suma de dinero,
pretendió maldecir al pueblo de Dios haciendo uso de la unción con que contaba; pero
Dios siempre cambió sus palabras de maldición por bendición. Al ver que no había
logrado maldecir al pueblo de Dios, entonces enseñó a sus enemigos como hacer que
la maldición les llegara a través de transgredir la ley. Promovió que el enemigo enviara
a sus mujeres más atractivas y seductoras para los hombres hebreos se fueran tras
ellas, que fornicaran con ellas y entonces ellas los llevaran a sacrificar a sus ídolos.
Esto ocasionó graves estragos en el pueblo de Dios. Balaam pasó a la historia como el
hombre que, siendo un profeta de Dios, atrajo la maldición al pueblo de Dios.
Dentro de muchas iglesias se tolera a personas que ponen tropiezo a otros,
liderazgo que en lugar de dar ejemplo y servicio a la iglesia, ocasionan que estos caigan
en pecado.
Tenemos que comprender que la libertad a la que hemos sido llamados en
Cristo Jesús no puede ser usada para cometer todo tipo de pecados confiando que
seremos perdonados de ellos. Quien se ha convertido al Señor sabe que ha sido
perdonado de todos sus pecados, pero que su nueva vida en Cristo será una vida de
santidad al ser guiado por el Espíritu de Dios y llevando la simiente divina suya en
nosotros.
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Había otra doctrina que era tolerada ya por la iglesia y era la de los nicolaítas.
Esta doctrina dividía a la iglesia en dos: La jerarquía gobernante y los laicos. La iglesia
se convertía en el gobierno de los laicos, de esta forma nadie podría llegar a Dios sino
solo a través de la jerarquía gobernante.
Todo lo opuesto que ha mencionado el
apóstol Pablo diciendo: “Ténganos por colaboradores de Dios, por administradores de
Sus misterios” Igualmente opuesto a lo que Jesús dijo: “Si alguno quiere ser primero
deberá servir a los otros”. El liderazgo de una iglesia no está puesto para gobernar la
vida de nadie, sino para servir a los de la casa, para que tengan su alimento a tiempo.
3. Levadura de falsas doctrinas
Gálatas 5: 1 “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos
hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.2 He aquí,
yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará
Cristo. 3 Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está
obligado a guardar toda la ley.4 De Cristo os desligasteis, los que por la
ley os justificáis; de la gracia habéis caído. 5 Pues nosotros por el
Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia; 6 porque en
Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe
que obra por el amor. 7 Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para
no obedecer a la verdad? 8 Esta persuasión no procede de aquel que os
llama. 9 Un poco de levadura leuda toda la masa. 10Y o confío respecto
de vosotros en el Señor, que no pensaréis de otro modo; mas el que os
perturba llevará la sentencia, quienquiera que sea”
Nuevamente encontramos la misma frase: ¡Un poco de levadura leuda toda la
masa!, solamente que en esta ocasión no está referida hacia las amistades corrompidas
por el pecado, sino a doctrinas incorrectas dentro de la iglesia.
La Iglesia establecida en Galacia, como dice el apóstol Pablo, corría bien en la
gracia de Jesús, en la libertad que solo el Espíritu puede dar. Sin embargo llegaron
personas a esa iglesia quienes empezaron a enseñarles que debían guardar la ley de
Moisés y que si acaso querían ser pueblo de Dios pues debían de circuncidarse.
Ya desde antes que el apóstol Pablo empezará a predicar el evangelio en todas
las ciudades que visitó durante sus tres viajes misioneros, la iglesia había celebrado su
primer concilio, donde los apóstoles reunidos, invitado el mismo Pablo a ella, habían ya
decidido y ordenado que no se impusiera ninguna carga de la ley a los nuevos
creyentes gentiles, sino que solo les recomendara que se abstuvieran de fornicación y
de comer lo que había sido sacrificado a los ídolos.
Sin embargo llegaron predicadores a la iglesia de Galacia enseñando algo
distinto, de forma tal que muchos de los convertidos de la misma se circuncidaron. El
apóstol Pablo les dice: “De Cristo se han desligado”, pues han confiado más en un
antiguo pacto que tiene su señal en la circuncisión y su base en la ley, que en el nuevo
pacto de Dios a través del sacrificio de Jesús, cuya señal es Su sangre y su base es la
gracia.
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Como podemos ver esta doctrina equivocada estaba causando estragos en
aquella iglesia. Pero sucede que le abrieron la puerta a la misma, no la desecharon, no
la cortaron, sino que convivieron con ella y terminó por quitar la pureza de ellos.
Jesucristo mismo los dijo así: Mateo 16: 6 “Y Jesús les dijo: Mirad,
guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos” Ellos creyeron
que les hablaba del pan que no habían llevado pero Jesús les aclaró: Mateo 16: 11
“Cómo es que no entendéis que no fue por el pan que os dije que os
guardaseis de la levadura de los fariseos y de los saduceos? 12
Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la
levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos”
Las doctrinas de los fariseos y saduceos eran una levadura, es decir no eran la
verdad pura sino inflada. Los fariseos habían añadido mandatos de hombres a las
mandatos de Dios y habían logrado que nadie pudiera cumplirlos, los saduceos por su
parte declaraban que no había resurrección de muertos.
Tanto fariseos como saduceos nacieron de movimientos genuinos, los primeros
defendiendo la ley y las costumbres judías en contra de la expansión imperialista
cultural de los griegos. Lograron mantener intacto su lenguaje, la ley de Dios y las
costumbres judías. Por su parte los saduceos lograron defender el templo de Dios en
contra de todas las ideas politeístas griegas que se expandieron antes de Cristo. Sin
embargo ambos movimientos degeneraron al tiempo de Cristo en una religiosidad
hipócrita, por la cual ellos mismos ganaban prestigio ante la sociedad como hombres
honorables y maestros de la ley, pero por dentro estaban llenos de maldad como
cualquier otro hombre. Eran, según palabras de Jesús: “Sepulcros blanqueados”.
Pues bien, el Espíritu Santo nos dice claramente que debemos tener mucho
cuidado de la levadura religiosa y de doctrinas erróneas que circulan por las iglesias, y
que hoy en día son tan fáciles de adquirir a través de internet. Creyentes que tienen
hambre de la Palabra de Dios, andan buscando por aquí y por allá, escuchan
conferencias de este y de aquel y se comen todo como verdadero porque no tienen
discernimientos espiritual.
La verdad de Dios está en la Palabra de Dios y ésta revelada solamente a través
de Su Espíritu Santo.
Hoy en día enormes problemas de confusión hay entre los cristianos, escuchan
de este y aquel, y no tienen idea de cuál es la verdad porque no buscan en donde
deberían, en el Espíritu de Dios. No es buena esta jactancia, un poco de levadura
leuda toda la masa.
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