Petición de mano entre tiburones en Lanzarote

Jueves, 6 de agosto de 2015 | 13
LA PROVINCIA | DIARIO DE LAS PALMAS
Lanzarote
das como submarinistas en Lanzarote. Fue el pasado martes en Playa
Chica, en Puerto del Carmen (Tías).
“Fue muy relajante y era algo que
queríamos hacer hace ya tiempo,
además de visitar Lanzarote, isla
que nos ha enamorado de lo bonita e impresionante que es”, destacaron. “Merece la pena visitarla porque guarda muchos secretos”, añadió María José poco antes de protagonizar el inolvidable momento.
“Quería hacer algo
bonito y que se saliera
de la normalidad”,
afirmó el novio
En la “inolvidable”
experiencia no faltaron
las alianzas ni el
romántico beso
Jacobo Hernández (i) y María José Pérez, ayer, en el acuario de Costa Teguise en plena petición de matrimonio. El buceador Óscar Heras (d) graba la escena. | JAVIER FUENTES
‘Sí, quiero’ entre tiburones y una raya
Jacobo Hernández sorprende a María José Pérez con una pedida de mano en un
tanque del acuario de Costa Teguise P La pareja está de vacaciones en Lanzarote
Aránzazu Fernández
ARRECIFE
El madrileño Jacobo Hernández
Varas quería sorprender a su novia
con una pedida de mano “de lo
más original” y ayer lo consiguió
con creces a una profundidad de
tres metros y medio en el acuario
ubicado en Costa Teguise (Aquarium Lanzarote), donde tuvo lugar
el compromiso a las dos de la tarde. María José Pérez Parra, también de Madrid, aceptó encantada
la propuesta de su pareja. Por supuesto, no faltaron las alianzas ni el
romántico beso.
Como testigos de la singular escena en el mayor de los tanques del
recinto, con medio millón de litros
de agua, estuvieron, entre otras especies, la guerrera pastinaca o raya
Conan, de casi dos metros de longitud, el tiburón nodriza Besitos, tiburones bambú, los meros Iñaki
y Leroy (adquirido en una pescadería de Puerto del Carmen a cuya dueña le dio pena venderlo a un
cliente), doradas y hasta una tortuga boba que se recupera en este
oceanario antes de regresar al mar
en una o dos semanas tras perder
su pala derecha por culpa de una
red que se enredó en su cuerpo.
El acuario oferta este tipo de iniciativas a través de la escuela de buceo Native Diving Lanzarote, situado en el hotel Be Live Grand Teguise Playa de Costa Teguise. Los instructores de buceo del citado negocio Óscar Heras y Rubén Sáez,
así como el jefe de acuaristas de
Aquarium Lanzarote, Carlos
Abuin, acompañaron a los novios
en el feliz acontecimiento durante sus vacaciones en la Isla.
JAVIER FUENTES
La primera vez. Las familias de Jacobo y María José desconocen que ambos se han comprometido en Lanzarote. Se
enterarán de la noticia cuando regresen hoy a Madrid. Antes de la experiencia de ayer Jacobo le pidió la mano a su novia en
una romántica cena en Playa Blanca (Yaiza) el sábado, donde le regaló el verdadero anillo del compromiso que ambos muestran.
Antes del “Sí, quiero” la pareja recorrió el recinto para que los animales se familiarizaran con su presencia y no se sintieran estresados.
Jacobo, de 35 años, y María José,
de 32, se sumergieron con los cascos para la práctica del Sea Trek, el
innovador sistema que permite caminar bajo el mar, respirar de forma normal (sin regulador en la boca) por medio del aire suministrado por los latiguillos conectados a
dos botellas de oxígeno en una pequeña balsa en la superficie y experimentar la sensación de gravedad
cero, como en La Luna.
“Quería hacer una cosa bonita y
que se saliera de la normalidad y
el resultado ha sido impresionante. Al principio sentí un poco de
agobio, pero después todo fue fantástico”, aseguró Jacobo, carpintero
de aluminio de profesión, de Móstoles. Para la enfermera de Ciempozuelos María José “la experiencia ha sido inolvidable y te relajas
viendo los peces a tu alrededor. Todo ha sido un sueño”.
Ambos habían hablado de la posibilidad de casarse, pero hasta
ahora no habían formalizado el
compromiso. “No tenía ni idea de
lo que me tenía guardado mi novio.
La sorpresa ha sido total”, afirmó
María José. Antes de prepararse
para introducirse con los equipos
en el depósito con el agua a 26 grados de temperatura, la futura contrayente preguntó en broma al
acuarista Carlos si los tiburones ya
habían comido. “No vaya a ser que
se queden con hambre y se quieran merendar alguna pierna o algo.
A mi novio lo quiero entero en la
boda”. La fecha que barajan para el
enlace es mayo del próximo año.
Jacobo y María José han realizado la primera inmersión de sus vi-
No es la primera vez que Aquarium Lanzarote acoge una propuesta de matrimonio. “Hace unos meses ya tuvimos la primera experiencia de este tipo”, aseveró Carlos. El
centro también da la posibilidad de
bucear entre tiburones con Native
Diving Lanzarote, con un precio
que oscila entre los 200 y 300 euros,
dependiendo de si los clientes ya
poseen o no práctica y título en el
deporte del submarinismo. “No hay
peligro ninguno”, afirmó rotundo
Carlos.
El establecimiento, abierto hace
una década, se promociona como
“el más grande de las Islas Canarias”.
Cuenta con más de un millón de litros de agua, distribuidos en 33
acuarios en los que se pueden observar cientos de especies marinas
como las canarias morenas, sargos,
doradas y fulas, entre otras variedades, además de las tropicales de
preciosos y llamativos colores y
morfologías. Es el caso de peces payaso, anémonas, dragones de fuego,
peces globo, o cangrejos ermitaños.
En la colección del Aquarium figuran a su vez los tiburones de punta negra del túnel subacuático y las
especies ya citadas del gran cubículo central.
Tres acuarios táctiles para adultos y niños, donde se pueden tocar
y conocer mejor alguna fauna, como los erizos y los pepinos de mar,
se incluyen en la infraestructura.
El objetivo, según se indica en la
información facilitada a los visitantes, es “poder acercar el mundo marino a todas aquellas personas que
quieran disfrutar de las maravillas
que el mar nos ofrece y gozar de un
momento de evasión sumergiéndose en las profundidades del mar”.
La educación ambiental y el futuro de los mares y océanos es otro de
los pilares del Aquarium. Para tal
fin, se creó el denominado acuario
basura, una pequeña recreación
del estado actual de ciertas zonas de
la costa insular con el fin de impulsar una conciencia ambiental que
permita que la vida marina continúe sin los peligros de la contaminación. Así, se exponen desde calzados, botellas, una rueda y hasta
objetos de madera, que los desaprensivos han tirado a los fondos de
la Isla, entre ellos los de Costa Teguise, y que se han retirado en campañas de limpieza.