laodicea la iglesia que hizo vomitar a dios

AL QUE VENZA
“LAODICEA: LA IGLESIA QUE HIZO VOMITAR A DIOS”
Si hay un punto trágico en la historia de redención en la Biblia, es la
historia de la desobediente Israel.
Dios le dio grandes privilegios al Pueblo hebreo sin ningún precedente,
como lo dice Pablo en Rom 9:2-5 Pero aunque Dios les dio todos estos
privilegios, la historia de Israel hasta la
fecha es de constante rebelión a Dios. Por eso vemos que sigue recordando
Pablo las palabras de Isaías en Rom 9:27-28
Si hay una palabra que resume la historia de Israel hasta este día es
apostasía.
Pero lo más trágico es que esta historia de apostasía de Israel encuentra su
paralelo en la iglesia cristiana.
La Iglesia de Laodicea representa a estas iglesias apóstatas, que han
existido a lo largo de la historia. Es la última y la peor de las 7 iglesias a las
que se dirige nuestro Señor. Esta es la más dura de todas las cartas. Ap
3:14-22
Lo que sucedía en la iglesia de Laodicea es que ellos creyeron la herejía de
los gnósticos de ese tiempo, que decían que Jesús fue un ser Creado,
salido de una de las emanaciones de Dios y los que creían esto decían que
ellos tenían un conocimiento más elevado y más espiritual que el de la
Biblia.
Esta fue la razón de su muerte, su herética cristología había producido una
iglesia no regenerada. La negación de Jesús como Dios, como el Cristo, es
un sello de las sectas modernas también.
EL DESTINATARIO.
La Iglesia de Laodicea.
Ap 3:14 No se menciona la fecha exacta de su fundación, pero se cree que
esta iglesia nació luego de la estancia de Pablo en Efeso.
Sin embargo se cree que Pablo NO fundo esta iglesia, ya que cuando él les
escribe a los de Colosas (tiempos después de haber estado en Efeso) él
menciona no haber visitado Laodicea aun cuando esta ya había sido
fundada. Col 2:1
La Ciudad.
La ciudad de Laodicea se encontraba a 60km al sudeste de Filadelfia, y a
unos 160km de Efeso. Sus ciudades hermanas eran Colosas e Hiriapolis a
tan solo 10km de distancia entre ellas. El nombre le fue dado en honor a la
esposa de Antíoco II, y fue sus habitantes en su mayoría eran sirios y una
comunidad de judíos.
Eran una ciudad muy próspera y con un estilo de vida marcadamente
cómoda, así lo registra incluso el Talmud hebreo, calificando la vida de los
judíos en Laodicea, como una vida cómoda y negligente.
EL MENSAJE: LA ACUSACION
Ap. 3:15-17 Cristo Jesús no elogia en nada a esta congregación ¿por qué?
porque se habían convertido en el transcurso de los años en una
comunidad de NO regenerados, de
NO nacidos de nuevo, de NO creyentes.
Por ello, Jesús va directamente a condenar sus obras, el dijo “que por sus
frutos seríamos conocidos”, pues él va a sus frutos para que pudieran ver
su estado espiritual.
De hecho es por una sola cosa que Jesús les reprende: por ser tibios. Ap
3:15-16.
Ellos no eran genuinamente salvos, pero no rechazaban el evangelio,
asistían a la iglesia, decían que eran salvos, pero no lo eran. Rom 10:2
Celo sin conocimiento siempre provocara hipocresía, altivez, legalismo y
religiosidad. A estos Jesús se refirió diciendo: Mat 7:22-23
No hay persona más difícil para alcanzar a Cristo que un falso cristiano. Por
eso Jesús les dice a ellos Mat 21:31
Como obviamente el que está engañado no sabe que lo está, Jesús viene a
demostrarle la condición de tibieza por medio de confrontarlos con la
percepción que ellos tenían de sí mismos frente a lo que el Amen, el
testigo Fiel y Verdadero percibía de ellos, Jesús les dice Ap. 3:17
EL MENSAJE: EL MANDAMIENTO.
Ap. 3:18-20
Quiero dar Gloria a Dios por El ser Dios misericordioso. Porque pudiendo
justamente destruir esa congregación les ofreció misericordiosamente la
genuina salvación. Jesús les mando tres cosas:
Que compraran. Jesús les estaba diciendo que si bien es cierto eran ricos
económicamente, pero no lo eran espiritualmente, eran pobres, por cuanto
su riqueza no lo salvaba ni era señal de bendición de Dios.
Vestiduras blancas para que cubrieran su desnudez y vergüenza, esto lo
vemos en el relato del profeta Zacarías cuando dice: Zac 3:3-4
Esto mismo lo vemos en Adán y Eva, que así como Dios cubrió la desnudez
por el pecado de Adán y Eva con la piel de un animal sacrificado, ahora
Dios quiere cubrir la desnudez de ellos con la sangre y redención del
cordero inmolado en la cruz, de Jesús.
Colirio, para ungir los ojos y ver. Ellos eran ciegos espirituales y Dios les
manda a creer, y ver en Jesús el rostro de Dios, ver al creador, al Señor de
Todo. Es el mismo mandato que Jesús le dio a Pablo para que este
predicara el evangelio: Hch 26:18
Jesús les está mandando a que abran los ojos al evangelio y crean en El
conforme a la doctrina para que sean salvos. 2Co 4:4-6 Por todo esto es
que luego Jesús les dice: Apoc.3:19
Ser fervorosos y arrepiéntete.
Ap.3:19 Se refiere a adquirir un compromiso por creer y vivir para Jesús. La
invitación es que celosamente busquen en Dios el verdadero
arrepentimiento, empezando por reconocer sus pecados, aquellos que
Jesús ha estado mencionando en su carta.
Abrir la puerta y cenar con Jesús.
Ap. 3:20 Aquí es más que una invitación evangelística a la salvación. Jesús
esta invitándoles a hacer de Él nuevamente el centro de adoración de ese
lugar.
SU MENSAJE: LA PROMESA.
Ap. 3:21-22 Jesús nos promete a los cristianos que estaremos con El
eternamente. ¿Qué mayor promesa que la vida eterna juntamente con Dios?
Pero Jesús no solo habla de esto, sino que al decir que nos “sentaremos”
están hablando de autoridad, es decir, nos promete que reinaremos
verdaderamente con El.2Ti 2:12, Ap 5:10, Ap 20:6
Jesús en estas cartas promete varias cosas a los vencedores:
1. comer del árbol de la vida
2. la corona de vida
3. la protección contra la segunda muerte
4. el maná escondido
5. una piedra blanca con nuestro nuevo nombre escrito en ella
6. la estrella de la mañana
7. las vestiduras blancas
8. el honor de que Jesús mencione nuestro nombre delante del Padre y los
ángeles
9. ser hechos columnas del templo de Dios
10. tener escrito en nosotros el nombre de Dios, de la nueva Jerusalén y de
Jesús
11. y sentarnos juntamente con Cristo en su Trono.
Gloria a Dios! por los vencedores, Gloria a Dios por su salvación que solo
es en Cristo Jesús; pero Ay! de aquel que no crea en Jesús como el Cristo,
que no crea en Dios por medio de Él, porque no solo no obtendrá
salvación, sino que estará en sufrimiento por toda la eternidad.
El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.