Fraternidad “Ámense como hermanos”

Arquidiócesis de Santo Domingo
Arquidiócesis de Santiago
Diócesis de Barahona
Diócesis de Baní
Diócesis de Puerto Plata
Diócesis de San Pedro de Macorís
Diócesis de San Francisco de Macorís
Diócesis de Mao-Monte Cristi
Valor del Mes:
Fraternidad
Lema del Mes:
“Ámense como hermanos”
(1 Pe 3,8)
Plan de Pastoral
Diciembre 2015
Créditos
Colaboradores:
Ángela de León, José Ramón de la Rosa Figueroa, P. Valerio Baines Sanz, OAR,
Pbro. Daniel Lorenzo Vargas Salazar (Arquidiócesis de Santo Domingo).
Coordinación:
Eugenia López
Diagramación y Arte Final:
Jesús Pérez
Portadas:
John Williams Castillo
Impresión:
Editora Amigo del Hogar
Manuel María Valencia No. 4
Santo Domingo, D. N., Tel.: 809.548.7594
Para contacto Vicaría de Pastoral,
Teléfono 809.682.0815, 809.221.3126, 849.622.1221, ext. 261 y 262
Correo electrónico: [email protected]
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
Acción Significativa del Sector:
Aguinaldos y posadas animados por los jóvenes
y adolescentes del Sector
Acción Significativa Familiar:
Preparar el “Nacimiento” en familia
Índice
Primera Parte:
Encuentros de Evangelización en el Sector. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Retiro de Adviento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
Acción Significativa del Sector:
Aguinaldos o Posadas o Novena del Niño. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Acción Significativa Familiar:
En familia preparemos juntos el Nacimiento o el Belén. . . . . . . . . . . . . . . 38
Oración familiar para la Cena de Noche Buena y la comida
de Navidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Segunda Parte
Lecturas Diarias y Celebraciones Dominicales y de Navidad. . . . . . . . . . . 42
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Ámense como hermanos
Primer Encuentro de Evangelización
Semana 1º. - 5 de Diciembre 2015
La fraternidad cristiana
“¿Quiénes son mi madre y mis hermanos…” Mt 2,48
Ambientación: En el lugar de reunión
ponemos los carteles correspondientes a
este mes Diciembre, sobre todo el lema de
la Fraternidad. Además ponemos un cartel
grande en el que está escrito: Adviento,
tiempo de fraternidad. También un cartel
con unas manos unidas; estas manos son
de personas de distintas razas, edades
y sexos… Se pueden poner fotos de
abrazos. Y la acogida debe ser afectuosa.
Hoy debemos al final darnos un gran abrazo fraterno.
1.Cantos: Podemos cantar o escuchar todos los cantos que hablen de
fraternidad, de ser y vivir como hermanos
2. Saludo y Acogida
Esta parte la coordina quien preside la celebración. Si se realiza en
una casa, el cabeza de familia de la misma da la bienvenida y el saludo
a la comunidad. La acogida se hace con el abrazo fraterno y diciendo:
“Bienvenido hermano, bienvenida hermana”.
3.Oración: Invocamos el Espíritu Santo. Luego rezamos el Salmo 133 (132).
4. Definiendo la fraternidad
La palabra fraternidad viene del idioma latino y significa HERMANDAD.
En un principio se refiere a los lazos de sangre que unen algunas personas
porque tienen el mismo padre o la misma madre.
Después, con el paso del tiempo, el término fraternidad se ha extendido y
ya no significa solo lazos de unión por la sangre, sino que también significa
el lazo de unión entre las personas, basado en el respeto a la dignidad
de la persona humana y en la igualdad de derechos de todos los seres
humanos; es la expresión del alma que lleva a tener una buena relación con
las personas, y allí desarrollan sentimientos de amor y afecto que parecen
propios de los hermanos de sangre.
3. Escuchamos la Palabra de Dios: Romanos 8,14-17
Silencio. Se vuelve a leer la lectura. ¿Qué entiendo por fraternidad
cristiana? ¿Qué dice este texto sobre la fraternidad? ¿De dónde nos viene
el ser hermanos? ¿Con qué personas vivo la verdadera fraternidad? En mi
familia ¿vivimos como hermanos?
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
5.Canto: Juntos como hermanos… o Ven, ven, Señor no tardes, que es un
canto de Adviento y nos habla de vivir como hermanos.
6. Profundicemos el tema
La fraternidad cristiana la podemos entender en dos sentidos
• La vida que llevamos dentro de la Iglesia y sus grupos;
• Y también, cómo entendemos, explicamos y vivimos la fraternidad desde
la doctrina y conocimientos cristianos.
Partimos de las definiciones generales que hemos dado más arriba y
tratamos de caer en la explicación cristiana.
La idea de Dios Padre está en muchas de las religiones, y a esa idea de
Dios padre va unida la de madre o la de Dios con características maternales.
La fraternidad cristiana se basa en la fe que nos asegura y, además, nos
hace experimentar que somos hijos del Padre Dios y hermanos los unos de
los otros. Es algo de lo que nos presenta el texto de Romanos que hemos
leído y reflexionado.
Así entendida, fraternidad significa pertenencia religiosa. Por este motivo,
dentro de nuestros grupos eclesiales nos llamamos entre nosotros hermanos
y hermanas. De aquí surge la pregunta ¿nos tratamos con fraternidad o ese
hermanos y hermanas, muchas veces, se queda en unas palabras vacías?
La fraternidad es una gracia que nos viene de Dios y que se acrecienta con
Cristo que es el Hermano mayor, “Primogénito de muchos hermanos” (Rom
8,29). Somos la familia de Cristo, somos su madre y sus hermanos porque
escuchamos su palabra y compartimos su mensaje: «Tu madre y tus hermanos
están fuera y quieren verte.» Jesús respondió: «Mi madre y mis hermanos son
los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.» (Lc 8,19-21).
Para vivir la fraternidad cristiana debemos estar muy unidos con Cristo.
Si no estamos unidos al Hermano Mayor, no lo estaremos con los otros
hermanos; y si no vivimos unidos entre nosotros, es una señal clara de que
Cristo no es el centro de nuestra vida.
Da alegría saber que nuestras comunidades parroquiales, son lugares
y experiencias de vida fraterna. Somos tentados a resaltar lo negativo y
las contradicciones de esta fraternidad como el anonimato, las divisiones
en grupos cerrados o en clan familiares, hasta en grupos que se oponen
porque desean representarse a sí mismos como la auténtica comunidad
o la verdadera parroquia; pero estos pecados no pueden ocultar la gran
fraternidad vivida día a día por personas que viven no solo la pertenencia,
sino el servicio de la comunidad y la ayuda mutua en la fe y en la caridad.
Si la fraternidad es un regalo, también es un compromiso que se realiza
según la Palabra del Señor. Para un creyente, la fraternidad no se queda
dentro de los límites de la Iglesia, pero siempre partiremos de la fe y de la
paternidad de Dios.
Nosotros, como creyentes, fundamentamos la absoluta dignidad de la
persona y de todos los hombres, en la existencia de un Dios que valora
infinitamente a cada uno de los seres humanos que existen, han existido y
existirán en la historia, porque es el Padre de todos y todas.
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Ámense como hermanos
La fraternidad es el don y el compromiso decidido de hacer de la historia
del hombre una historia de amor. Y puesto que el hombre se descubre como
persona a imagen y semejanza de Dios, la fraternidad es la historia de amor
que el hombre va haciendo al vivir en relación con los demás. La fraternidad
es la opción y el esfuerzo, que no se termina, por construir entre todos los
hombres una relación de profunda amistad, respeto, de ayuda, en la alegría
de sentirse queridos primero por Dios, sin condiciones, y en la esperanza y
en la fe de que el amor tiene la última palabra de la existencia como tuvo la
primera.
Para finalizar este tema y conectar con el siguiente contamos un cuento:
Estamos en el año 5588. Los alumnos del Instituto, hoy visitarán el museo
de las Palabras Olvidadas. El museo tiene muchas salas. Cada una está
dedicada a una de las muchas palabras olvidadas que se exponen en el
museo.
Un guía, por medio de palabras y medios visuales, explica el contenido
de estas salas. La primera sala que les explica está dedicada a la palabra
hambre. Los alumnos desconocen su significado, porque desde hace siglos
no existe ninguna persona que pase hambre en ningún lugar del planeta.
Por esa razón, la palabra ha caído en desuso, y al no ser utilizada, son
muy pocos los que conocen su significado. El guía explica mediante lo que
hay expuesto en la sala el significado de la palabra hambre, y les muestra
imágenes de las grandes hambrunas que sucedieron en los siglos 20 y 21,
donde miles y miles de niños, mujeres, ancianos y hombres morían por falta
de alimento. Los alumnos siguen desconcertados la explicación, y quedan
impactados. Nunca imaginaron que esas cosas pudieran haber ocurrido.
Terminado esto, van a una nueva sala dedicada a la palabra pobre y así
sucesivamente. Al final de la mañana, casi ya terminado el recorrido, cuando
ya han visto las últimas salas de la injusticia, la insolidaridad, la guerra,
una joven del grupo levanta levemente la mano para preguntarle al guía lo
siguiente: —Perdone, señor, si las personas de esas épocas tan antiguas
eran de verdad Homo Sapiens (hombres inteligentes), ¿por qué dejaban
que existieran en su mundo este tipo de palabras y realidades tan terribles?
Y el guía respondió: —Porque la inteligencia, cuando no es guiada por
el amor y la compasión, puede llegar a cometer grandes maldades. Por eso
nosotros hemos evolucionado, y ahora somos… Homo Frater (personas
fraternas, personas con corazón).
7. Canto: Iglesia peregrina: Todos unidos formando un solo cuerpo… o,
Cantando la alegría de vivir, lleguemos a la casa del Señor (nos habla de
vivir como hermanos)
8. Reflexión de la comunidad
Después de estas aclaraciones, volvemos a hacernos las mismas
preguntas que hemos planteado al leer la lectura de la carta a los Romanos.
Y también nos planteamos algunas de las preguntas hechas en la propia
reflexión. ¿Cómo está la fraternidad en nuestros grupos parroquiales y
comunidades? ¿Qué podemos y vamos a hacer para mejorarla? ¿Con qué
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
grupo de personas humanas no me siento hermano o hermana? ¿Por qué?
¿Qué puedo hacer para cambiar esa situación? ¿Cómo comunidad aquí
reunida, con quién o qué otro grupos vamos a vivir más en fraternidad?
¿Qué palabras desearíamos que no existieran porque no existe su realidad?
¿Yo soy una persona fraterna?
Canto: Señor Dios nuestro, qué admirable es tu nombre… (Salmo 8)
(Este salmo nos habla de la dignidad de la persona). https://www.youtube.
com/watch?v=bTU_KymH43k
9.Oración final. Todos se colocan en círculo. Se toman las manos.
Estamos en tiempo de Adviento, que es tiempo de avivar la esperanza
en Jesucristo, el Reino de Dios realizado. El vino hace 2000 años para
hacernos hijos de su Padre y hermanos de toda la gente. A vivir así El lo
llamó Reino de Dios.
Aunque tantas situaciones nos hablan lo contrario nosotros seguimos
guiados por el Espíritu de Jesús trabajando y suspirando para que ese Reino
sea una realidad. Por eso, cada uno y cada una diremos una esperanza que
tenemos sobre la vivencia de la fraternidad. Todos responderemos. Ven,
Señor Jesús.
Concluimos con la oración de san Francisco cantada o rezada.
Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión.
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que allá donde hay desesperación, yo ponga la esperanza.
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.
Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar,
ser comprendido, cuanto comprender,
ser amado, cuanto amar.
Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.
10. Gesto de la paz.
El signo de la fraternidad es el abrazo, por eso nos damos todos un
abrazo de paz y después rezamos juntos el Padre nuestro, esa oración por
medio de la cual nos llamamos hermanos y hermanas.
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Ámense como hermanos
Segundo Encuentro de Evangelización
7- 12 de Diciembre del 2015
La fraternidad es universal
Ambientación: Podemos poner la misma
ambientación que para el primer encuentro. Darle más
importancia al signo de las diversas manos unidas.
Ponemos un mapa del mundo o un globo de la tierra…
1.Cantos: Seguimos recibiendo a las personas
con cantos de fraternidad, de amor, de hacernos
hermanos…
2. Saludo y Acogida
Ya tenemos costumbre en esto de la acogida. Como en el encuentro
anterior, la acogida es con un abrazo fraterno. Y diciendo: bienvenido
hermano, bienvenida hermana….
3.Oración: Decimos todos juntos:
Señor, enséñanos a ver detrás de cada persona un hermano. Alguien que
se esconde, con sus sufrimientos y sus alegrías. Alguien a quien muchas
veces da vergüenza el presentarse tal como es.
Señor, haznos descubrir detrás de cada rostro, en el fondo de cada
mirada, un hermano parecido a Ti, y al mismo tiempo diferente a los demás.
Señor, que tu Espíritu nos abra la mirada para tratar a cada uno a su
manera, como Tú hiciste con la Samaritana, con Nicodemo, con Pedro... Tal
y como lo haces con nosotros. Queremos empezar hoy mismo a comprender
a cada cual en su mundo, con sus ideas, sus virtudes y debilidades.
Señor, que te veamos detrás de cada rostro. Señor Jesús, amigo y
hermano, enséñanos a vivir cada día más hermanos. Amén
4. Introducción al tema
Es en el espacio familiar donde vamos aprendiendo a asumir
responsabilidades. El cariño por las personas es fuente de nuestras alegrías
profundas pero también de nuestras tristezas y preocupaciones más hondas.
Lo que les ocurre a nuestros familiares no nos deja indiferentes, sus logros
nos alegran y sus dificultades nos comprometen.
Contestemos estas preguntas:
• En nuestras familias, ese compromiso que nace del cariño no se pone
en cuestión cuando andamos con dificultades económicas y de otro
tipo. Tal vez pueda variar nuestra capacidad de respuesta en función de
nuestra situación concreta pero, en general, permanece fuerte nuestro
deseo de apoyar y ayudar a quienes queremos. Pero ¿quiénes son mis
hermanos? ¿Con quién tengo que vivir la fraternidad?
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
• Los católicos decimos muchas veces que no hemos nacido por casualidad,
es Dios quien nos ha traído así y aquí; nuestros padres, cuando nos
engendraron, no sabían qué ni cómo íbamos a ser nosotros, pero Dios
ya nos conocía y nos quería como hijos. ¿Esto es solamente para los
católicos o para toda la humanidad?
Si concluimos que es para todas las personas, estamos diciendo que
toda la humanidad es hija de Dios y como consecuencia, todos los humanos
somos hermanos. Como ven, en la introducción estamos partiendo de la
conclusión de este tema.
El conocimiento, el contacto y la relación con los grupos más marginados
y sufrientes del nuestra comunidad, país y hasta del planeta no nos puede
dejar indiferentes. Porque ellos también son parte de la humanidad, son hijos
de Dios, son nuestros hermanos. Los lazos de fraternidad nos impulsan a
tomar partido, a hacernos cargo poniendo nuestro granito de arena para que
su situación cambie, es decir, a ser solidarios.
5.Canto: Donde hay caridad y amor….
6. Escuchamos la Palabra de Dios: Mateo 25, 31-46
En esta parábola ¿se habla en algún momento de fraternidad o de hermanos?
¿A quién llama Jesús sus hermanos? ¿Es Jesús nuestro hermano mayor? ¿Lo
es de verdad? Entonces ¿sus hermanos son también nuestros hermanos? ¿Lo
son de verdad o solo de nombre? ¿Los tratamos con fraternidad?
7.Canto: Como el Padre me amó…
https://www.youtube.com/watch?v=_pnM9pPDbvo
8. Algunas aclaraciones sobre el tema
Durante todo este año 2015 estamos reflexionando sobre la solidaridad y
la proximidad, a partir de la parábola del Buen Samaritano, donde el Señor
nos invita a hacernos próximos al caído en el camino, al necesitado. En el
cristiano no puede darse separado el pensamiento y la acción. Es verdad
que hoy se habla mucho de fraternidad, y también de fraternidad universal,
de todas las personas de la tierra. Pero normalmente el otro es hermano
mientras no me moleste en mi comodidad.
Oímos y decimos muchas veces que nuestra vida es para el servicio, que
la personas solo tiene vida cuando la entrega. Pero si miramos la situación
mundial, que el Papa ha definido como la tercera guerra mundial hecha a
plazos, vemos que demasiados millones de personas no tienen vida digna,
y es cuestión de los cristianos, entre otros, de asumir la responsabilidad de
llevar paz, y respuesta fraterna a esos necesitados.
Desde nuestra fe cristiana, no vamos a poder desarrollarnos ni dar sentido
a la vida si no aceptamos a todas las personas como hermanas y hermanos
dignos de amor y respeto total.
Desde hace mucho tiempo, a partir de la rapidez y cantidad de medios
de comunicación, se dice que la tierra es “un pañuelo” y que todo y todos
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Ámense como hermanos
estamos intercomunicados. Nosotros decimos que la familia humana es
la forma de todos los hombres. Como cristianos debemos trabajar por la
fraternidad universal.
El cristiano que cree en la fraternidad sabe que construir un mundo
humano es siempre una lucha permanente contra las injusticias, las
desigualdades y los abusos. Pero está esperanzado porque sabe que es
posible mejorar, a pesar de todo. Y esto pasa también por la política, sobre
todo si la entendemos como la “organización sistemática del amor”, y tiene
que pasar por ella si deseamos que llegue esa vivencia de la fraternidad a
toda la humanidad.
Hablando como lo venimos haciendo, parece que todo esto nos queda
muy lejos, que es un ideal, una utopía tan grande que podemos hacer muy
poco para conseguirlo. No es así, para un cristiano, esta fraternidad universal
se debe comenzar a vivir en el tú a tú de cada día, en el amor interpersonal
y concreto; comenzamos por nuestra propia familia, por nuestros vecinos,
organizándonos con ellos en juntas campesinas, de vecinos de barrios, de
oficios; compartiendo lo nuestro, preocupándonos por la realidad del país;
participando en grupos organizados y apoyando causas justan.
Esto supone dedicar tiempo a la lectura, al acompañar a los necesitados.
Esos miles y miles de dominicanos y dominicanas que están pasando tanto
hambre y miseria, tantas enfermedades prevenibles y curables, como nos
ha sucedido con el dengue, todos esos inmigrantes que están en nuestros
caminos y calles… todos esos y esas son nuestros hermanos y hermanas y
debemos practicar con ellos la fraternidad.
Ser fraterno es compartir lo que tengo y lo que soy con el otro, porque
pertenecemos a la misma familia, la humana. Ser fraterno es sentir en carne
propia el sufrimiento y las alegrías del otro, porque pertenecemos a la misma
familia, la humana. Ser fraterno es acoger, tratar y escuchar a todos como
iguales, sin hacer distinciones, porque pertenecemos a la misma familia, la
humana. Ser fraterno es relacionarme con los demás de tal manera que se
sientan a gusto, respetados, apreciados, porque pertenecemos a la misma
familia, la humana.
Es lo que hizo Jesús cuando vino a esta tierra en la primera Navidad,
a la que nos preparamos en este Adviento 2015. Acoger a Jesús en esta
Navidad y siempre es abrir nuestro corazón a todas las personas sin importar
condiciones ni nacionalidad ni si es bueno o es malo.
Para terminar citamos el número 15 de la Bula del Papa Francisco con la
que nos convoca para el Año Jubilar de la Misericordia: En este Año Santo,
podremos realizar la experiencia de abrir el corazón a cuantos viven en las
más contradictorias periferias existenciales, que con frecuencia el mundo
moderno dramáticamente crea. ¡Cuántas situaciones de precariedad y
sufrimiento existen en el mundo hoy! Cuántas heridas sellan la carne de
muchos que no tienen voz porque su grito se ha debilitado y silenciado
a causa de la indiferencia de los pueblos ricos. En este Jubileo la Iglesia
será llamada a curar aún más estas heridas, a aliviarlas con el óleo de la
consolación, a vendarlas con la misericordia y a curarlas con la solidaridad
y la debida atención.
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
No caigamos en la indiferencia que humilla, en la habitualidad que
anestesia el ánimo e impide descubrir la novedad, en el cinismo que destruye.
Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas
de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos
provocados a escuchar su grito de auxilio. Nuestras manos estrechen sus
manos, y acerquémoslos a nosotros para que sientan el calor de nuestra
presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad. Que su grito se vuelva
el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia que suele
reinar campante para esconder la hipocresía y el egoísmo.
9.Canto: Perdónanos nuestras culpas, Señor, pedimos perdón…
https://www.youtube.com/watch?v=5MyQEkIPhrQ
10. Reflexión comunitaria
Dialoguemos ayudados por estas preguntas:\
• ¿Qué hemos entendido sobre la fraternidad universal?
• ¿Estamos de acuerdo en ello? ¿Podemos hacer algo para vivir esa
fraternidad?
• ¿Sabría citar alguno de los países que en estos momentos están en
guerra?
• ¿Las personas de esos países también son mis hermanos? ¿Hay hambre
y miseria en República Dominicana?
• Si un hermano mío de sangre, hijo de mi papá y mamá estuviese pasando
hambre ¿qué haría con él?
• Y con mis hermanos y hermanas que son tanto o más hijos de Dios que
yo y están pasando miseria y hambre en mi país ¿qué puedo hacer, qué
voy a hacer, qué vamos a hacer?
11.Canto: Querido Padre, cansado vuelvo a ti…
https://www.youtube.com/watch?v=f0u4yh4G-sY
12. Oración
Ahora nos colocamos en círculo. Con los ojos fijos en Jesús que
se hizo hermano de toda la gente, especialmente de las más pobres,
comprometámonos en esta Navidad a realizar una acción de fraternidad.
Juntos digamos esta oración.
Jesucristo, cimiento de unidad y constructor de la fraternidad, envíanos
cada día una ráfaga de tu espíritu, derriba los muros de separación levantados
por el egoísmo, el orgullo y la vanidad.
Aleja de nuestras comunidades las envidias que siembran discordias, los
protagonismos que no permiten trabajar en comunión.
Líbranos de las omisiones, de los miedos paralizantes, haz surgir en
nuestras relaciones fraternas corrientes sensibles y cálidas para que nos
perdonemos y nos comprendamos, nos estimulemos y nos celebremos
como miembros de un mismo Cuerpo, de una misma familia.
Retira de nuestro camino las rivalidades y aversiones, rompe los bloqueos
11
Ámense como hermanos
para que seamos unos con otros abiertos y leales, sinceros y veraces. Crezca
la confianza como árbol frondoso a cuya sombra todos nos sintamos felices.
Así seremos ante el mundo el argumento sensible y profético de que tú,
oh Jesús, estás vivo, de que tu Iglesia, Misterio de comunión, se desvela con
toda su fraternidad, entre nosotros. Amén
13. Gesto de la paz.
Como en el encuentro anterior, terminamos con el abrazo de paz; en este
abrazo no solo estamos saludando a quien está cerca, sino que significamos
la fraternidad con aquellas personas con quienes hemos estado alejadas, y
con aquellas personas de todo el mundo que están necesitando ese abrazo
y otro tipo de ayudas. Después rezamos todos juntos el Padre nuestro, esa
oración por medio de la cual nos llamamos hermanos y hermanas.
Retiro de Adviento 2015
La misericordia de Dios y nuestra misericordia
Orientaciones para el Retiro:
El día 8 de diciembre de este año
2015 se inicia oficialmente el Año Jubilar
de la Misericordia, que termina el día de
Jesucristo Rey del universo del año 2016.
Para vivir bien este año Jubilar, la Iglesia
universal y la Iglesia que peregrina en
nuestra tierra dominicana han organizado
muchos eventos y encuentros.
Para ayudar a vivir ese Jubileo de la Misericordia el retiro de Adviento del
año 2015 lo centramos en la Misericordia. Para comenzar a orar, reflexionar
y comprometernos en la Misericordia, hemos pensado el retiro en tres partes,
con una metodología muy de la Iglesia, aunque sea metodología tradicional,
los tres tiempos serán: Ver, juzgar y actuar.
Proponemos hacer de este retiro un inicio, lo continuaremos durante todo
el año y toda la vida. Así nos lo propone el Papa en su Bula Misericordiae
Vultus (El rostro del la misericordia; que citaremos con las letras MV) en el
número 12:
“La Iglesia tiene la misión de anunciar la misericordia de Dios, corazón
palpitante del Evangelio, que por su medio debe alcanzar la mente y el
corazón de toda persona. La Esposa de Cristo hace suyo el comportamiento
del Hijo de Dios que sale a encontrar a todos, sin excluir ninguno. En nuestro
tiempo, en el que la Iglesia está comprometida en la nueva evangelización,
el tema de la misericordia exige ser propuesto una vez más con nuevo
entusiasmo y con una renovada acción pastoral. Es determinante para la
Iglesia y para la credibilidad de su anuncio que ella viva y testimonie en
primera persona la misericordia. Su lenguaje y sus gestos deben transmitir
misericordia para penetrar en el corazón de las personas y motivarlas a
reencontrar el camino de vuelta al Padre”.
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
El Retiro lo celebrarán las comunidades dependiendo de sus posibilidades
de tiempo y lugar. Sí pedimos que haya posibilidades de silencio, reflexión y
soledad ya que está centrado en la reflexión y compromiso personal. Puede
hacerse en un día, empleando bastantes horas; puede hacerse en tres
sesiones, pero cada sesión debe ser larga, como mínimo de dos horas.
El retiro debe llevarse bien preparado, no se trata de ir a leer, y si se va a
leer, lo haremos con mucho significado y sentido. Cada comunidad adornará
el local de la manera más conveniente para ayudar a la reflexión. Podemos
tener un coro o poner música por medio de aparatos eléctricos y electrónicos.
De cualquiera de las dos formas, la música debe estar preparada.
Cada comunidad verá los momentos oportunos para hacer los cantos. Sí
sería conveniente realizar algunos de ellos al finalizar cada parte del Retiro.
0.- Acogida
Mientras se van reuniendo las personas, el coro, o la música que se pone,
entonan cantos de recibimiento, de Adviento, de acogida y de petición de la
presencia del Espíritu Santo
PRIMERA PARTE: VER
Para este apartado ponemos un mapa de la República Dominicana, a
poder ser grande; ponemos muchos periódicos.
Encima de la mesa donde están los periódicos dejamos todos nuestros
teléfonos. Es verdad que los teléfonos nos pueden conectar con la realidad,
pero normalmente nos distraen de la realidad cercana que estamos y
queremos vivir, por ello, como signo de la realidad con la que nos conectan,
los dejamos en la mesa, pero también para que no nos distraigan de la
realidad del Retiro que comenzamos.
1.1.- Oración
Esta oración inicial debe marcar el ritmo del Retiro, por eso se pide una
oración pausada, puede ser Laudes o Vísperas. O puede ser que quien
dirige el Retiro haga una oración que ayude a sentir la presencia de Dios en
cada persona y en el lugar; que ayude a centrarse en el tema. Se termina
con un canto al Espíritu Santo.
1.2.- Introducción a la primera parte.
Esta primera parte nos quiere ayudar a VER qué es y cómo estamos en
el tema de la Misericordia. Todos y todas sabemos que el Papa Francisco ha
declarado el año 2016 como año Jubilar de la Misericordia. Año que se inicia
el día 8 de este mes de diciembre y termina el 20 de noviembre de 2016,
solemnidad de Jesucristo Rey del Universo.
Este año Jubilar, y el tema de la Misericordia, van a ser importantes, si no
determinantes, en toda la organización de la Iglesia universal y de la Iglesia
de nuestra República Dominicana. Es por esto que he anunciado un Jubileo
Extraordinario de la Misericordia como tiempo propicio para la Iglesia, para
que haga más fuerte y eficaz el testimonio de los creyentes. (MV 3)
13
Ámense como hermanos
1.3.- ¿Qué es y cómo estamos en el tema de la misericordia?
Comencemos respondiendo personalmente, si es posible por escrito, a
las estas preguntas:
• ¿Qué significa para mí la palabra misericordia?
• ¿Qué o quién me hace sentir misericordia?
• ¿Cómo concreto o demuestro esa misericordia?
Ahora se hace una puesta en común; dos o tres personas presentan sus
respuestas a cada pregunta, tratemos de que no sean las mismas personas
quienes presentan las respuestas, hagamos participar a la mayor parte
posible de participantes.
Un secretario puede apuntar esas respuestas, para compararlas con las
conclusiones que dará el grupo al final del retiro.
1.4.- Reflexionemos sobre el significado de la misericordia
Quien coordina el retiro, o uno del Equipo que anima el Retiro ayuda con
la siguiente reflexión.
El diccionario tiene dos ideas fundamentales sobre misericordia:
• Atributo de Dios, en cuya virtud perdona los pecados y miserias de sus
criaturas.
• Virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los sufrimientos y miserias
ajenas.
Como vemos, desde la misma definición nos están señalando que la
misericordia tiene que ver con Dios y con las necesidades de los demás.
Recemos ahora el Salmo 136 (135) para que analizar y experimentar
la Misericordia de Dios con nosotros, con el pueblo, con la humanidad. El
lector lee la primera parte y los demás respondemos: “porque es eterna su
misericordia”.
La nota característica de Dios es su misericordia que se manifiesta en
el perdón y la acogida de todos, principalmente de los pecadores y los
necesitados. Este tema de la misericordia de Dios como perdón y acogida
está presente en muchos de los salmos. Nos basta el anterior, y el salmo 51
(50) que se llama el de la Misericordia y el perdón. Podemos afirmar que es
el tema de toda la Biblia.
La compasión es el modo de ser de Dios, su primera reacción ante sus
criaturas, su manera de ver la vida y de mirar a las personas, lo que mueve
y dirige toda su actuación. Dios siente hacia sus criaturas lo que una madre
siente hacia el hijo que lleva en su vientre. Dios nos lleva en sus entrañas.
Ya hemos hablado de los Salmos, ahora citamos los números de algunos
textos, principalmente de profetas, sobre el tema de la misericordia de Dios.
Los pondremos en meditación más adelante: (Ez 33,11; Is 1,18; Neh 9,17;
Miq 7,18; Joel 2,13; Jonás 4,2; Si o Eclo 2,11.22; 17,29).
Lector: Escuchemos al Papa:
“Paciente y misericordioso” es el binomio que a menudo aparece
en el Antiguo Testamento para describir la naturaleza de Dios. Su ser
14
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
misericordioso se constata concretamente en tantas acciones de la historia
de la salvación donde su bondad prevalece por encima del castigo y la
destrucción. Los Salmos, en modo particular, destacan esta grandeza del
proceder divino: «Él perdona todas tus culpas, y cura todas tus dolencias;
rescata tu vida del sepulcro, te corona de gracia y de misericordia» (103,34). De una manera aún más explícita, otro Salmo testimonia los signos
concretos de su misericordia: «Él Señor libera a los cautivos, abre los ojos
de los ciegos y levanta al caído; el Señor protege a los extranjeros y sustenta
al huérfano y a la viuda; el Señor ama a los justos y entorpece el camino de
los malvados» (146,7-9). Por último, he aquí otras expresiones del salmista:
«El Señor sana los corazones afligidos y les venda sus heridas. […] El Señor
sostiene a los humildes y humilla a los malvados hasta el polvo» (147,3.6).
Así pues, la misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una
realidad concreta con la cual Él revela su amor, que es como el de un padre
o una madre que se conmueven en lo más profundo de sus entrañas por el
propio hijo. Vale decir que se trata realmente de un amor “visceral”. Proviene
desde lo más íntimo como un sentimiento profundo, natural, hecho de ternura
y compasión, de indulgencia y de perdón. (MV 6)
Jesús, el Cristo, es la manifestación definitiva de la Misericordia de Dios.
En estos tiempos en que estamos preparando la Navidad, en este Adviento
debemos saber que nos preparamos al nacimiento de quien nos revela que
“Dios es rico en misericordia”.
Por eso en este ver la realidad, también debemos entender a Jesús como
esa manifestación total de la misericordia de Dios. La carta a los Hebreos
en 2,17 nos dice que fue en todo como nosotros y por eso se convirtió en
el sacerdote de la Misericordia. Y toda esta carta insiste en que puede
compadecerse de nosotros porque fue como nosotros, ha pasado por lo
nuestro, (4,5; 5,8-9).
Nuestro Dios no está por allá lejos, y Jesús se ha encargado de recordarlo
y de hacernos sentir esa cercanía de Dios, esa su misericordia. Jesús no
habla nunca de un Dios indiferente o lejano, olvidado de sus criaturas o
interesado por su honor, su gloria o sus derechos. No nos presenta un Dios
«legislador» intentando gobernar el mundo por medio de leyes, ni un Dios
«justiciero», irritado o airado ante el pecado de sus hijos. Todo lo contrario,
la imagen que nos presenta de Dios está manifestada claramente en la
parábola del “Padre bueno del hijo pródigo”. Las parábolas más bellas que
salieron de labios de Jesús y, sin duda, las que más trabajó en su corazón
fueron las que narró para hacer intuir a todos la increíble misericordia de
Dios.
La más clara y atractiva es, tal vez, la del padre bueno (Lucas 15,1131). Como un padre que no se guarda para sí su herencia, que no anda
obsesionado por la moralidad de sus hijos, que espera siempre a los
perdidos, que «estando todavía lejos» ve a su hijo, se le «conmueven las
entrañas», pierde el control, echa a correr, le abraza y le besa efusivamente
como una madre, interrumpe su confesión para ahorrarle más humillaciones
y le restaura como hijo. ¿Será ésta la mejor metáfora de Dios: un padre
conmovido hasta sus entrañas, acogiendo a sus hijos perdidos y suplicando
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Ámense como hermanos
a los hermanos a acogerlos con el mismo cariño?
Concluyamos esta reflexión con estas palabras del Papa Francisco:
“Como se puede notar, la misericordia en la Sagrada Escritura es la palabra
clave para indicar el actuar de Dios hacia nosotros. Él no se limita a afirmar
su amor, sino que lo hace visible y tangible. El amor, después de todo, nunca
podrá ser una palabra abstracta. Por su misma naturaleza es vida concreta:
intenciones, actitudes, comportamientos que se verifican en el vivir cotidiano.
La misericordia de Dios es su responsabilidad por nosotros. Él se siente
responsable, es decir, desea nuestro bien y quiere vernos felices, colmados
de alegría y serenos. Es sobre esta misma amplitud de onda que se debe
orientar el amor misericordioso de los cristianos. Como ama el Padre, así
aman los hijos. Como Él es misericordioso, así estamos nosotros llamados
a ser misericordiosos los unos con los otros. (MV 9).
1.5.- Reflexión personal
Nos vamos a reflexionar personalmente sobre la misericordia de Dios en
nosotros, en nuestra familia, en la patria. Buscamos un lugar tranquilo.
Para la reflexión tenemos 20 minutos y podemos hacerlo a partir de los
textos bíblicos que hemos señalado, del salmo 136 (135), o de la parábola
del Padre bueno, sin olvidarnos de las citas de la Bula del papa Francisco.
Para ayudar a la reflexión les proponemos unas preguntas:
• ¿Qué es lo que más me atrae de la misericordia de Dios?
• ¿Cuál es el momento o los momentos de mi vida en lo que he sentido
más la misericordia de Dios?
• ¿Cuáles son los momentos de mi familia en los que más se siente la
misericordia de Dios y en los que más se necesita?
• ¿Cuáles son los momentos y situaciones de nuestra patria en los que
más se siente la misericordia de Dios y en lo que más se necesita?
• ¿Qué puedo hacer para sentir la misericordia de Dios y para hacerla
sentir a los que me rodean?
• Si la misericordia del Padre se manifiesta en el perdón de los pecados,
¿recibo yo habitualmente esa misericordia? ¿La ofrezco a quienes me
han ofendido?
1.6.- Cantos: “A ti levanto mis ojos…”
SEGUNDA PARTE: JUZGAR
Para esta segunda parte,
debajo del mapa de la República
Dominicana podemos poner una
mesa-altar con alguna imagen
de Cristo y una Biblia abierta por
el Nuevo Testamento. También
pueden estar en esa mesa los
periódicos, porque trataremos de
iluminar nuestra realidad y la de
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
la patria. Ponemos una vela o velón encendidos como signo de la luz de
Cristo que deseamos nos ilumine.
2.1.- Introducción a la segunda parte
Para la primera parte nos hemos fijado principalmente en la realidad de
cómo sentimos la misericordia de Dios en nuestras vidas, y para ello hemos
partido, fundamentalmente del Antiguo Testamento.
Para esta segunda parte nos fijamos más en Jesús, y por tanto lo hacemos
centrados en el Nuevo Testamento y dejándonos guiar por la Bula del Papa
Misericordiae Vultus.
2.2.- Oración
Podemos comenzar esta segunda parte con la oración puesta a
continuación. Si todos tenemos la Guía, la hacemos en común.
Adviento, tiempo de misericordia
Adviento, tiempo de esperanza, y de misericordia,
en el seno de María crece el fermento de un mundo nuevo,
el hijo del Dios vivo que llega a compartir toda nuestra realidad.
Nace Emanuel, Dios-con-nosotros, hecho niño, pobre, pequeño y
necesitado. María nos enseña el camino de la misericordia
para hacer nacer a Jesús en nuestro tiempo:
confianza, entrega, fidelidad, coraje, y mucha fe en el Dios de la Vida.
Tiempo de espera, de atención y cuidados, de respeto y
contemplación.
Señor, hay mucho dolor en nuestro tiempo, hay sufrimiento e injusticia,
ayúdanos a sembrar semillas de misericordia.
Descúbrenos la alegría de la paciente espera, activa y fecunda,
comprometida por la vida de los que nos rodean.
Enséñanos a hacer crecer la esperanza de algo nuevo,
anímanos a entregar nuestras vidas para la construcción del Reino.
Es tiempo de espera, Señor,
pero también es tiempo de misericordia y compromiso efectivo.
Desde el pesebre de Navidad nace una esperanza nueva.
En la sonrisa de un Dios que es niño se asoma, frágil, la luz del Reino.
Un niño Dios que necesita cuidados, caricias, atención.
Una esperanza nueva que crecerá con la misericordia de todos.
Dios que nace en un pesebre, olvidado, a la intemperie,
recordándonos su presencia entre los pobres que sufren.
Navidad, el signo de un Dios que se hace pobre
para llamar al Reino desde los olvidados del mundo. ¡Alégrense!
Cantemos con alegría, unamos voces y manos.
Vamos a ver al Dios vivo, festejemos su nacimiento.
Desde el pesebre de Navidad, surge un grito de aliento,
Dios es solidario y misericordioso con nosotros,
marchemos hacia su encuentro.
Un Dios que llega a los hombres que se hace hermano nuestro.
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Ámense como hermanos
2.3.- Jesús, la misericordia de Dios
Comenzamos citando al Papa: Con la mirada fija en Jesús y en su
rostro misericordioso podemos percibir el amor de la Santísima Trinidad. La
misión que Jesús ha recibido del Padre ha sido la de revelar el misterio del
amor divino en plenitud… Este amor se ha hecho ahora visible y tangible
en toda la vida de Jesús. Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor
que se dona gratuitamente. Sus relaciones con las personas que se le
acercan dejan ver algo único e irrepetible. Los signos que realiza, sobre
todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y
sufrientes llevan consigo el distintivo de la misericordia. En Él todo habla de
misericordia. Nada en Él es falto de compasión. MV 8
“Sean misericordiosos como su Padre es misericordioso” (Lc 6,36). Esta
frase da sentido al actuar y predicar de Jesús, su misericordia parte del amor
misericordioso y compasivo del Padre Dios. Jesús es el primero en vivir en
propia persona la misericordia de Dios, desafiando al sistema establecido por
la manera de vivir la ley. En el fondo de su actividad curadora e inspirando
toda su actuación con los enfermos está siempre su amor misericordioso.
Jesús se acerca a los que sufren, alivia su dolor, toca a los leprosos,
libera a los poseídos por espíritus malignos, los rescata de la marginación y
los devuelve a la convivencia. Jesús sufre al ver la distancia que hay entre el
sufrimiento de estos hombres y mujeres enfermos, desnutridos y excluidos
por la sociedad, y la vida que Dios quiere para todos ellos. Jesús no los
cura para probar que es Dios y su mensaje es verdad. A Jesús le mueve la
misericordia. Quiere que, desde ahora, estos enfermos experimenten ya en
su propia carne la misericordia de Dios.
Además de su vida, ejemplo y trato con los excluidos, está su
predicación. En el apartado anterior hemos hablado de la parábola del
Padre bueno, aquí podríamos poner otra parábola tan provocativa y que
presenta la misericordia de Dios para con los demás, es la llamada del
Buen Samaritano (Lc 10,25-37).
La parábola rompe todos sus esquemas y discriminaciones entre amigos
y enemigos, entre pueblo elegido y gentes extrañas e impuras. ¿Será verdad
que la compasión nos puede llegar, no del Templo y sus gentes, sino de
una persona del pueblo vecino? Jesús mira la vida desde la cuneta, desde
el borde del camino, con los ojos de las víctimas necesitadas de ayuda.
Para él, la mejor manera de presentar a Dios es la misericordia por los que
sufren. Y la única manera de ser como Dios y de actuar de manera humana
es actuar como aquel samaritano.
Pero hay otras parábolas más, que como dice el papa en la MV. En ellas
encontramos el núcleo del Evangelio y de nuestra fe, porque la misericordia
se muestra como la fuerza que todo vence, que llena de amor el corazón y
que consuela con el perdón.
De otra parábola, además, podemos extraer una enseñanza para nuestro
estilo de vida cristiano. Provocado por la pregunta de Pedro acerca de
cuántas veces fuese necesario perdonar, Jesús responde: « No te digo hasta
siete, sino hasta setenta veces siete » (Mt 18,22) y pronunció la parábola del
“siervo despiadado”. Este, llamado por el patrón a restituir una grande suma,
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
le suplica de rodillas y el patrón le condona la deuda. Pero inmediatamente
encuentra otro siervo como él que le debía unos pocos centésimos, el cual
le suplica de rodillas que tenga piedad, pero él se niega y lo hace encarcelar.
Entonces el patrón, advertido del hecho, se irrita mucho y volviendo a
llamar aquel siervo le dice: «¿No debías también tú tener compasión de tu
compañero, como yo me compadecí de ti?» (Mt 18,33). Y Jesús concluye:
«Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de
corazón a sus hermanos » (Mt 18,35).
La parábola ofrece una profunda enseñanza a cada uno de nosotros.
Jesús afirma que la misericordia no es solo el obrar del Padre, sino que ella
se convierte en el criterio para saber quiénes son realmente sus verdaderos
hijos. Así entonces, estamos llamados a vivir de misericordia, porque a
nosotros en primer lugar se nos ha aplicado misericordia. El perdón de las
ofensas deviene la expresión más evidente del amor misericordioso y para
nosotros cristianos es un imperativo del que no podemos prescindir. ¡Cómo
es difícil muchas veces perdonar! Y, sin embargo, el perdón es el instrumento
puesto en nuestras frágiles manos para alcanzar la serenidad del corazón.
Dejar caer el rencor, la rabia, la violencia y la venganza son condiciones
necesarias para vivir felices.( MV 9).
Cuando hablamos de misericordia debemos estar claros para no confundir
los sentimientos y querer quedar bien. Ser misericordioso no consiste en
tener un corazón compasivo y no pasar a la práctica, tampoco en realizar
alguna obra de misericordia de vez en cuando, sin enfrentarnos a las causas
concretas del sufrimiento y de las injusticias; si lo hiciésemos así, estaríamos
en una actitud paternalista.
Para ser misericordiosos es necesario primero, interiorizar el sufrimiento
ajeno, es decir, lo dejo entrar en mis entrañas, en mi corazón y lo hago mío,
me duele a mí. En segundo lugar ese sentimiento ya hecho mío provoca en
mí una reacción que me lleva a ser activo y comprometido que me lleva a
actuaciones concretas orientadas a aliviar y quitar ese sufrimiento.
Vivir la misericordia es lo primero y principal de un seguidor de Jesús. A
lo largo de la vida tendremos que hacer muchas cosas, muchas oraciones y
celebraciones, muchas fiestas pero la misericordia debe ser el eje transversal
de la vida de un cristiano: debemos dejarnos amar por Dios, sentir su
misericordia en todos los momentos de la vida y la misericordia hacia los
demás ha de configurar nuestra manera de vivir, de mirar a las personas y
al mundo. Nuestra manera de vivir la fe cristiana al estilo de Cristo pasa por
practicar la misericordia o no seremos cristianos.
2.4.- Para la reflexión personal
Tenemos 20 minutos de reflexión en silencio personal. Se va a necesitar
leer algunos textos bíblicos, si alguna de las personas participantes no puede
leer, se junta con otra que sí lo hace y le ayuda con esas lecturas.
Ponemos algunos textos en los que se ve la actuación misericordiosa de
Jesús: Jesús muestra su misericordia mediante parábolas y otras imágenes:
la parábola de la oveja perdida (Lc 15, 4-7; Mt 18, 12-14), la moneda perdida
(Lc 15, 8-10), el “Padre misericordioso del hijo pródigo” (Lc 15, 11-32, el Buen
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Ámense como hermanos
Pastor (Jn 10, 1-18) el buen samaritano (Lc 10, 25-37), el criado despiadado
(Mt 18, 23-25)... ¿con cuál de ellas me identifico más? ¿Por qué?
Podemos leer los textos o ponernos a hacer la reflexión de manera
personal sobre lo ya leído, escuchado y sobre las palabras del Papa.
Nos dejamos cuestionar por estas preguntas:
• Hasta ahora ¿qué tan importante ha sido la vivencia de la misericordia
en mi vida?
• ¿Soy misericordioso en la práctica o me quedo con un corazón
compasivo?
• Según los textos bíblicos y según los comentarios del Papa ¿cuál o
qué es el núcleo del Evangelio y de nuestra fe?
• ¿Estamos de acuerdo? ¿Dónde tengo yo el núcleo o centro de mi fe?
Cantos: hacemos unos cantos sobre la misericordia de Dios y nuestro
compromiso por ser misericordiosos.
TERCERA PARTE: ACTUAR
Para iniciar esta tercera parte, en la mesa donde tenemos el mapa
dominicano, la Biblia, los periódicos… ponemos en grande un cartel con las
Obras de Misericordia, tanto las corporales como las espirituales. Sigue la
vela encendida.
3.1.- Introducción a la Tercera Parte
El Papa, en el número 9 de
la MV nos dice: «Dichosos los
misericordiosos, porque encontrarán
misericordia » (Mt 5,7) es la
bienaventuranza en la que hay que
inspirarse durante este Año Santo.
La Iglesia Dominicana le ha
hecho caso, y por eso para el año
2016 ha elegido como lema: “Misericordiosos como el Padre, compartamos
como hermanos”. Como vemos es un lema que nos lleva a la acción de la
misericordia y en esta tercera parte queremos proponer algo sobre el actuar
en el tema de la misericordia.
Durante el año vamos a meditar mucho sobre esta bienaventuranza, ahora
nos atrevemos a lanzar alguna idea en plan de interrogación personal. Ese
final de “alcanzarán misericordia” es una promesa, pero también lo podemos
plantear así: si no somos misericordiosos con los demás ¿no alcanzaremos
misericordia de Dios ni de los demás, ni en este mundo ni en el otro? Un
poco grave parece esto ya que ponemos en juego la misericordia de Dios.
Pero cuando leemos esa bienaventuranza acabamos diciendo “Palabra de
Dios”.
Cantos: deben ser sobre la misericordia hacia los demás y las obras de
misericordia. Por ejemplo: “Tuve hambre y me diste de comer…”
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
3.2.- Oración:
Quien preside puede hacer una oración para prepararnos al compromiso,
o se puede hacer la siguiente: La misericordia es fruto de un corazón bueno,
bondadoso. Un corazón misericordioso es un corazón humano, sensible,
capaz de comprender, de compadecerse ante la necesidad física o moral
del hermano.
Danos, Señor, un corazón misericordioso,que sea capaz de hacer todas
las cosas “con amor y por amor”. Un corazón bueno y misericordioso, un
corazón semejante al Tuyo. Amén.
3.3.- Misericordiosos como el Padre y como Cristo.
Hemos dejado para este tercer apartado, el del actuar, otra de las
parábolas fundamentales de Jesús sobre la misericordia, la que titulamos El
Juicio final. Parafraseando a san Juan de la Cruz podíamos decir que según
esa parábola de Mateo 25, 31-46: “Al final de la vida nos examinarán de la
misericordia”
En esta parábola se nos habla de situaciones de persona que tienen
necesidades básicas. No son cosas irreales ni ideales, son situaciones que se
dan hoy en nuestro pueblo dominicano y en nuestra cercanía, porque aquí hay
hambrientos, sedientos, inmigrantes, desnudos, enfermos y encarcelados.
En la parábola no se hacen grandes discursos, no se pronuncian las palabras
justicia ni solidaridad; sino que se habla de respuestas concretas: comida y
bebida, ropa y un techo donde acoger; se pide acoger, dar, visitar, acudir.
Es decir lo decisivo en la misericordia para con los demás no es una gran
teoría sino la acción concreta que lleva a ayudar a quien sufre y necesita
nuestra ayuda
El Papa en la MV 10 habla así de claro:
La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia. Todo
en su acción pastoral debería estar revestido por la ternura con la que se
dirige a los creyentes; nada en su anuncio y en su testimonio hacia el mundo
puede carecer de misericordia. La credibilidad de la Iglesia pasa a través
del camino del amor misericordioso y compasivo. La Iglesia «vive un deseo
inagotable de brindar misericordia». Tal vez por mucho tiempo nos hemos
olvidado de indicar y de andar por la vía de la misericordia.
Por una parte, la tentación de pretender siempre y solamente la justicia
ha hecho olvidar que ella es el primer paso, necesario e indispensable; la
Iglesia no obstante necesita ir más lejos para alcanzar una meta más alta y
más significativa. Por otra parte, es triste constatar cómo la experiencia del
perdón en nuestra cultura se desvanece cada vez más. Incluso la palabra
misma en algunos momentos parece evaporarse.
Sin el testimonio del perdón, sin embargo, queda solo una vida infecunda
y estéril, como si se viviese en un desierto desolado. Ha llegado de nuevo
para la Iglesia el tiempo de encargarse del anuncio alegre del perdón. Es el
tiempo de retornar a lo esencial para hacernos cargo de las debilidades y
dificultades de nuestros hermanos. El perdón es una fuerza que resucita a
una vida nueva e infunde el valor para mirar el futuro con esperanza.
21
Ámense como hermanos
Y en el número 12 añade: Por tanto, donde la Iglesia esté presente, allí
debe ser evidente la misericordia del Padre. En nuestras parroquias, en las
comunidades, en las asociaciones y movimientos, en fin, dondequiera que
haya cristianos, cualquiera debería poder encontrar un oasis de misericordia.
Y como estamos en la parte del actuar, el Papa nos hace un resumen
en qué tenemos que actuar la misericordia durante el año Jubilar, y durante
toda la vida. Es el número 15, es muy largo, pero nos viene bien para la
reflexión y para ir concretando actuaciones en el año 2016.
En este Año Santo, podremos realizar la experiencia de abrir el corazón
a cuantos viven en las más contradictorias periferias existenciales, que con
frecuencia el mundo moderno dramáticamente crea. ¡Cuántas situaciones
de precariedad y sufrimiento existen en el mundo hoy! Cuántas heridas
sellan la carne de muchos que no tienen voz porque su grito se ha debilitado
y silenciado a causa de la indiferencia de los pueblos ricos. En este Jubileo
la Iglesia será llamada a curar aún más estas heridas, a aliviarlas con el
óleo de la consolación, a vendarlas con la misericordia y a curarlas con la
solidaridad y la debida atención. No caigamos en la indiferencia que humilla,
en la habitualidad que anestesia el ánimo e impide descubrir la novedad, en
el cinismo que destruye.
Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas
de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos
provocados a escuchar su grito de auxilio. Nuestras manos estrechen sus
manos, y acerquémoslos a nosotros para que sientan el calor de nuestra
presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad. Que su grito se vuelva
el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia que suele
reinar campante para esconder la hipocresía y el egoísmo.
Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo
sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo
para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama
de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde
los pobres son los privilegiados de la misericordia divina. La predicación de
Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos
cuenta si vivimos o no como discípulos suyos. Redescubramos las obras
de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber
al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos,
visitar a los presos, enterrar a los muertos. Y no olvidemos las obras de
misericordia espirituales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que
no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas,
soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y
por los difuntos.
No podemos escapar a las palabras del Señor y en base a ellas seremos
juzgados: si dimos de comer al hambriento y de beber al sediento. Si
acogimos al extranjero y vestimos al desnudo. Si dedicamos tiempo para
acompañar al que estaba enfermo o prisionero (cfr Mt 25,31-45). Igualmente
se nos preguntará si ayudamos a superar la duda, que hace caer en el
miedo y en ocasiones es fuente de soledad; si fuimos capaces de vencer
la ignorancia en la que viven millones de personas, sobre todo los niños
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
privados de la ayuda necesaria para ser rescatados de la pobreza; si fuimos
capaces de ser cercanos a quien estaba solo y afligido; si perdonamos a
quien nos ofendió y rechazamos cualquier forma de rencor o de odio que
conduce a la violencia; si tuvimos paciencia siguiendo el ejemplo de Dios
que es tan paciente con nosotros; finalmente, si encomendamos al Señor en
la oración nuestros hermanos y hermanas.
En cada uno de estos “más pequeños” está presente Cristo mismo. Su
carne se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado,
desnutrido, en fuga ... para que nosotros los reconozcamos, lo toquemos y lo
asistamos con cuidado. No olvidemos las palabras de san Juan de la Cruz: «
En el ocaso de nuestras vidas, seremos juzgados en el amor ». MV 15
No puede estar más claro. A partir de allí la Iglesia, las comunidades y
cada católico deben hacer su “hoja de ruta”, su plan de vida, si programa
de misericordia, para “este año de gracia”. Los números siguientes de la
Bula MV nos ponen otras actividades para este año. Las iremos viendo y
viviendo, pero siempre impregnadas de la misericordia concreta.
Terminamos con dos citas más cortas sobre las actuaciones de la
misericordia y el deseo del Papa Francisco:
Año Santo extraordinario, entonces, para vivir en la vida de cada día la
misericordia que desde siempre el Padre dispensa hacia nosotros. En este
Jubileo dejémonos sorprender por Dios. Él nunca se cansa de destrabar
la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con
nosotros su vida. La Iglesia siente la urgencia de anunciar la misericordia
de Dios. Su vida es auténtica y creíble cuando con convicción hace de la
misericordia su anuncio. Mv 25
¡Cómo deseo que los años por venir estén impregnados de misericordia
para poder ir al encuentro de cada persona llevando la bondad y la ternura
de Dios! Mv 5
3.4.- Para la reflexión personal
Hacemos una reflexión personal de 20 minutos como mínimo. Para esta
reflexión tomamos los textos bíblicos, la bienaventuranza, el mensaje del
Papa… Y tratamos de llegar a conclusiones prácticas para nuestra vida,
para este Adviento, Navidad y para el año 2016. Para ayudarnos ponemos
unas preguntas.
• ¿Cómo interpreto la promesa de Jesús en la bienaventuranza “alcanzarán
misericordia”?
• ¿Qué es lo que más me afecta, impresiona o me dice nuevo este retiro?
• ¿Entiendo algo diferente a las definiciones que dimos en la primera parte
de este retiro?
• ¿Qué me supone de nuevo en mi vida?
• ¿Qué puedo hacer para sentir más la misericordia de Dios Padre en mi
persona?
Para este Adviento y Navidad elijo una Obra de Misericordia corporal y
otra espiritual para vivir la Misericordia. Marque las que Usted eligió.
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Ámense como hermanos
CORPORALES
ESPIRITUALES
1
Visitar y cuidar a los enfermos.
Enseñar al que no sabe.
2
Dar de comer al hambriento.
Dar buen consejo al que lo necesita.
3
Dar de beber al sediento.
Corregir al que yerra.
4
Dar posada al peregrino.
Perdonar las injurias.
5
Vestir al desnudo.
Consolar al triste.
6
Redimir al cautivo.
Sufrir con paciencia los defectos del prójimo.
7
Enterrar a los muertos.
Rogar a Dios por vivos y difuntos.
3.5.- Cantos
3.6.- Oración final
Se hacen peticiones para que el Señor nos dé un corazón
misericordioso como el suyo. Se termina con esta oración de Santa
Faustina para ser misericordiosos:
Oracion para ser misericordioso
“Oh Señor, deseo transformarme toda en Tu misericordia y ser un vivo
reflejo de Ti.
Que este supremo atributo de Dios, es decir su insondable misericordia,
pase a través de mi corazón al prójimo. Ayúdame, oh Señor, a que mis
ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las
apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a
ayudarla.
Ayúdame, oh Señor, a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en
cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos.
Ayúdame, oh Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás
hable negativamente de mis prójimos sino que tenga una palabra de
consuelo y perdón para todos.
Ayúdame, oh Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de
buenas obras para que sepa hacer sólo el bien a mi prójimo y cargue sobre
mí las tareas más difíciles y más penosas.
Ayúdame, oh Señor, a que mis pies sean misericordiosos para que
siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y
mi cansancio. (...)
Ayúdame, oh Señor, a que mi corazón sea misericordioso para que yo
sienta todos los sufrimientos de mi prójimo (...) Que Tu misericordia, oh
Señor mío, repose dentro de mí” (Diario, 163).
Se concluye con el Padre Nuestro, Ave María, Gloria. Y el canto final.
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
Acción Significativa del Sector
Aguinaldos, posadas y novena de Navidad 2015
Ven Jesus, rostro de la misericordia, haznos hermanos
Les presentamos con alegría estos
esquemas que pueden ser utilizados ya
sea para los Aguinaldos de la mañanita o
para las Posadas de tardecita o de noche
o en forma de una Novena de Navidad en
sus propios hogares o en los Sectores.
Son varias formas de realizar lo mismo.
Este Adviento y Navidad del 2015 está
marcado por el Jubileo de la Misericordia
iniciado el 8 de Diciembre en Roma por
el Papa Francisco y en nuestra Diócesis el pasado 13 de Diciembre para
hacernos más conscientes de la misericordia del Padre, cuyo rostro visible
es Jesús nacido en Belén por quien el Padre nos ama con corazón de carne.
Por eso, nuestros Aguinaldos 2015 van en esa línea de la misericordia de
Dios que nos vuelve misericordiosos como El y nos hace vivir la fraternidad
de una manera auténtica y despierta en nosotros la verdadera solidaridad en
la que hemos insistido todo el año 2015.
Nos serviremos de la Bula del Papa para convocarnos al Jubileo llamada
“Misericordiae Vultus” (el rostro de la misericordia) y de las lecturas de
Adviento de esos días para animarnos a contemplar a Jesús como el
rostro de la misericordia esperado por nuestros antiguos padres y que se ha
manifestado vive y presente en la primera Navidad, que sigue derramando su
misericordia hoy en el mundo y que culminará su misericordia en su segunda
venida al constituirnos en ciudad santa donde ya no habrá oscuridad, ni luto,
ni pobreza ni llanto.
Expresaremos nuestra esperanza en El con las Antífonas de Adviento
llamadas también como Antífonas mayores, o Antífonas O (porque todas
comienza con la letra O), que se refieren a uno de los nombres de Cristo, uno
de sus atributos mencionados en las Escrituras.. Estas antífonas utilizadas
en la Liturgia de las Horas, del 17-24 de Diciembre.
Los Aguinaldos o Posada o Novena de Navidad siguen este orden:
• todos se reúnen en un lugar previamente acordado.
• De ahí, cantando por las calles y parándose en las casas de aquellas
personas a las que se dirige ese aguinaldo se dirigen a la casa
seleccionada. Es bueno que en las calles se anuncie el tema del día y se
dé un anuncio breve de su contenido.
• Ya en la casa se escucha la Palabra, se comenta y se reza. Concluye con
un brindis de jengibre y galleta y con cantos alegres.
• Se avisa dónde será el próximo Aguinaldo o Posada o Novena de Navidad
y la obra de misericordia que practicaremos.
25
Ámense como hermanos
PRIMER DIA: 15 de Diciembre del 2015
Abramos las puertas a Jesús, rostro de la misericordia del Padre
Orientación para este día: Se lleva el Aguinaldo o la Posada o Novena
a personas que participan poco de la Iglesia.
1. Motivación: Hoy iniciamos con alegría nuestros esperados aguinaldos
(o posadas), como una manera gozosa y esperanzada de nuestro pueblo
dominicano de preparar el corazón a las celebraciones de los misterios del
Nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios en medio de nosotros.
En este Año el Adviento y la Navidad están marcados por el inicio de
la celebración del Jubileo de la Misericordia por el Papa Francisco con el
objetivo de “tener la mirada fija en la misericordia para poder ser también
nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre” (MV 2), es decir, para que
seamos testigos de la misericordia de Dios que la anuncian y la comunican a
toda la gente. Se trata de que como Iglesia “en un momento como el nuestro,
lleno de grandes esperanzas y fuertes contradicciones” introduzcamos a
todos en el misterio de la misericordia de Dios, contemplando el rostro de
Cristo.
Se trata de facilitar de que por todos los corazones y por todas partes
brote y corra sin parar desde el corazón de la Trinidad el gran río de la
misericordia (cfr. MV 25).
2. Lectura: Sofonías 3,1-2.9-13; Salmo Responsorial: 33 y Mateo
21,28-32.
Silencio. Se comenta entre todos esta Palabra relacionándola con el título
de este día.
3. Mensaje de hoy:
La misericordia de Dios es grande. “Desde el corazón de la Trinidad,
desde la intimidad más profunda del misterio de Dios, brota y corre sin parar
el gran río de la misericordia. Esta fuente nunca podrá agotarse, sin importar
cuántos sean los que a ella se acerquen. Cada vez que alguien tenga
necesidad podrá venir a ella, porque la misericordia de Dios no tiene fin. Es
tan insondable es la profundidad del misterio que encierra, tan inagotable la
riqueza que de ella proviene” (DV 25).
“Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad.
Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro
encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de
cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra
en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre,
porque abre el corazón a la esperanza de ser amados no obstante el límite
de nuestro pecado” (MV 2).
Pero, esta misericordia Dios no la impone, sino que la ofrece y la
propone a cada persona, a cada familia, a cada comunidad y a cada pueblo.
Entonces, es necesario abrir las puertas del corazón para dejar que Dios nos
llene de su misericordia. El que se abre a esa misericordia divina no importa
cuál haya sido o sea su pecado; no importa que haya sido pecador público,
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
prostituta, publicano, perteneciente a un pueblo extranjero o a otra religión,
el Señor se la regala y los hace capaces de llevarle la delantera en el Reino
de Dios antes de los que se creen puros, hacen creer que son obedientes y
religiosos.
Dispongámonos a vivir este Jubileo abriendo nuestros corazones para
que la misericordia de Dios nos llene y nos salve.
4. Oración con el signo de hoy: Todo el que esté dispuesto a abrir su
corazón al Señor en este Jubileo, pone sus manos en el corazón y luego
abre sus brazos y promete al Señor que está dispuesto a dejarse llenar de
su misericordia y de ser misericordioso con los demás. Todos responden:
Llénanos de tu misericordia Señor.
5. Compromiso: En estos Aguinaldos practicaremos las obras de
misericordia, ya que el Señor no quiere palabras sino acciones
misericordiosas. Todos traeremos al Aguinaldo algún alimento que sea
duradero parar ir preparando la canasta navideña a una familia pobre.
6. Compartir alegre del brindis.
SEGUNDO DIA: 16 de Diciembre del 2015
Ven Señor Jesús, rostro de la Misericordia del Padre
Orientación para este día: Hoy se dedica a las personas que en la
comunidad son servidoras y generosas con los demás, especialmente, con
los más pobres.
1. Motivación:
En este día contemplemos a Jesús como rostro misericordioso del Padre,
en quien con sus palabras y acciones se manifiesta la misericordia del
Padre. “Ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de
Nazaret” (MV 1).
Su venida en la primera Navidad es una expresión de cuánto nos ha
amado el Padre al enviar a su propio Hijo en nuestra propia carne, naciendo
entre los más pobres de la tierra, para enriquecernos con su amor.
Su vida y su misión mostraron esa gran misericordia del Padre a través de
sus obras de curación, liberación y salvación. El sigue con nosotros, a través
de su Espíritu, derramando su misericordia e intercediendo por nosotros
hasta que surjan los cielos nuevos y la tierra nueva.
En este recorrido deseamos recordar con cariño a tantas personas de
nuestro Sector que viven entregadas a los demás y manifiestan con sus
obras esta misericordia del Padre que Jesús manifestó cuando caminaba
entre nosotros.
2. Lectura: Isaías 45,6b-8.18.21b-25, Salmo 84. Lucas 7,19-23
Silencio. Se comenta entre todos esta Palabra relacionándola con el título
de este día.
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Ámense como hermanos
3. Mensaje de hoy
Como muy bien nos dice el Papa Francisco: “El Padre, « rico de
misericordia » (Ef 2,4), después de haber revelado su nombre a Moisés como
« Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira, y pródigo en amor y fidelidad »
(Ex 34,6) no ha cesado de dar a conocer en varios modos y en tantos momentos
de la historia su naturaleza divina. En la « plenitud del tiempo » (Gal 4,4),
cuando todo estaba dispuesto según su plan de salvación, Él envió a su Hijo
nacido de la Virgen María para revelarnos de manera definitiva su amor. Quien
lo ve a Él ve al Padre (cfr Jn 14,9). Jesús de Nazaret con su palabra, con sus
gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios”.
El Padre misericordioso ha abierto los cielos y ha hecho surgir la salvación,
que es Jesucristo, quien a través de obras de misericordia ha manifestado que El
es el enviado del Padre. El nos trajo la Palabra de la misericordia, acompañada
con signos concretos: los ciegos ven, los cojos, los leprosos quedan limpios, los
sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio.
Vivamos este Jubileo, con la mirada fija en Jesús y en su rostro
misericordioso para que podamos percibir el amor de la Santísima Trinidad.
“La misión que Jesús ha recibido del Padre ha sido la de revelar el misterio del
amor divino en plenitud. « Dios es amor » (1 Jn 4,8.16), afirma por la primera
y única vez en toda la Sagrada Escritura el evangelista Juan. Este amor
se ha hecho ahora visible y tangible en toda la vida de Jesús. Su persona
no es otra cosa sino amor. Un amor que se dona y ofrece gratuitamente.
Sus relaciones con las personas que se le acercan dejan ver algo único e
irrepetible. Los signos que realiza, sobre todo hacia los pecadores, hacia las
personas pobres, excluidas, enfermas y sufrientes llevan consigo el distintivo
de la misericordia. En él todo habla de misericordia. Nada en Él es falto de
compasión” (MV 8). Y hagamos lo que El hizo siendo nosotros hoy y ahora
“misericordiosos como el Padre” (Lc 6,36)
4. Oración con el signo de hoy: Se coloca un cuadro de Jesús delante de
todos. En silencio, contemplamos su rostro. Luego, se hacen peticiones
para que Jesús nos enseñe a ser misericordiosos como el Padre.
5. Compromiso
6. Compartir alegre del brindis.
TERCER DIA: 17 de Diciembre del 2015
La misericordia es eterna y no se devuelve
Orientación para este día: Hoy dedicamos este Aguinaldo o Posada o Novena a los ancianos y ancianas, signos
de esa misericordia de Dios que permanece para siempre.
1. Motivación
En este día cantaremos y recordaremos que la
misericordia de Dios es eterna y no se devuelve a pesar
de nuestros pecados, de nuestras infidelidades y de
nuestras desobediencias.
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
Dios permanece fiel a su alianza y a su compromiso con nosotros. Así
lo mostró en el Antiguo Testamento a tal punto que se le llamó “paciente y
misericordioso” y los salmos repiten sin cesar: “eterna es su misericordia”.
La señal más grande fue la entrega de su Hijo para que realizara su obra
de amor con nosotros y nos lograra vida eterna. Ese Hijo que nació un día
en Belén trajo la luz ante las tinieblas de la muerte y nos trajo la paz que es
la plenitud de su amor.
Proclamemos por nuestras calles la alegría que despierta en nosotros el
saber que la misericordia de Dios no tiene fin, es firme de generación y es
irrevocable por siempre jamás.
2. Lectura: Génesis 49,1-2.8-10.Salmo 71. Mateo 1,1-17 (ver las
lecturas de hoy en esta Guía Mensual).
Silencio. Se comenta entre todos esta Palabra relacionándola con el título
de este día.
3. Mensaje de hoy:
Estas lecturas que hemos escuchado hoy nos muestran cómo Dios ha sido
fiel a su promesa con su pueblo y como se ha acordado de la misericordia de
Dios continuamente a favor de su pueblo. Aunque en esa historia de Israel
hay tantos pecados y traición a la Alianza que Dios hizo con su pueblo El no
se devuelve, sigue firme.
Como nos dice el Papa Francisco: “Paciente y misericordioso” es el
binomio que a menudo aparece en el Antiguo Testamento para describir la
naturaleza de Dios. Su ser misericordioso se constata concretamente en
tantas acciones de la historia de la salvación donde su bondad prevalece
por encima del castigo y la destrucción. Los Salmos, en modo particular,
destacan esta grandeza del proceder divino: « Él perdona todas tus culpas,
y cura todas tus dolencias; rescata tu vida del sepulcro, te corona de gracia
y de misericordia » (103,3-4)” (MV 6)
“Eterna es su misericordia”: es el estribillo que acompaña cada verso del
Salmo 136 mientras se narra la historia de la revelación de Dios. En razón de
la misericordia, todas las vicisitudes del Antiguo Testamento están cargadas
de un profundo valor salvífico. La misericordia hace de la historia de Dios
con su pueblo una historia de salvación. Repetir continuamente “Eterna es
su misericordia”, como lo hace el Salmo, parece un intento por romper el
círculo del espacio y del tiempo para introducirlo todo en el misterio eterno
del amor. Es como si se quisiera decir que no solo en la historia, sino por
toda la eternidad el hombre estará siempre bajo la mirada misericordiosa del
Padre” (MV 7).
Alegrémonos y cantemos agradecidos a Dios Padre porque su
misericordia es eterna como lo sigue confirmando en nuestra propia vida
personal, familiar y social.
4. Oración con el signo de hoy: Colocamos en el centro a los ancianos y
ancianas presentes que nos muestran cómo el Señor se muestra fiel y
misericordioso a lo largo del tiempo de nuestra vida. Se puede rezar el
29
Ámense como hermanos
Salmo 136 (135). Terminemos rezando la Antífona de hoy diciéndole al
Señor Jesús: : Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo, ven
y muéstranos el camino de la salvación.
5. Compromiso: Seguir trayendo comida para la canasta navideña para
los más pobres. Y traer botellitas de agua purificada para la canasta.
Visitar algunos ancianas y ancianos del Sector y compartir con ellos su
sabiduría.
6. Compartir alegre del brindis.
CUARTO DIA: 18 de Diciembre del 2015
Jesús, es la misericordia de Dios con nosotros
Orientación para este día: Hoy dedicamos este Aguinaldo a los niños y
niñas, que nos recuerdan al Jesús, el Emmanuel, Dios con nosotros.
1.Motivación: La Navidad nos recuerda que en Niño que nos ha nacido es
Dios con nosotros. Así lo vivirá Jesús a lo largo de su vida mostrándonos
la misericordia de su Padre con todas las personas que se encontraba y
en los ambientes en que se movía.
Acerquémonos más y más a Jesús y El nos comunicará más a Dios que
se distingue por ser misericordioso hasta la mil generaciones, lento a la ira
y rico en piedad.
En este día queremos descubrirlo en los niños y niñas de nuestros
Sectores en los que está presente. Por eso, querer a los niños, cuidarlos,
educarlos y trabajar para que puedan crecer en tamaño, en gracia y en
sabiduría con y como Jesús es servir y amar a Jesús.
2. Lectura: Jeremías 23,5-8. Salmo Responsorial 71. Mateo 1,18-24. (Ver las lecturas de hoy en esta Guía Mensual).
Silencio. Se comenta entre todos esta Palabra relacionándola con el título
de este día.
3. Mensaje de hoy
Jeremías veía el día en que Dios sacaría de la raza de David un hijo que
sería llamado “El Señor nuestra justicia” que liberaría a Israel de todos sus
sufrimientos y de toda opresión. A José se le señaló que ese hijo ya estaba
por nacer de su esposa María y que sería Dios con nosotros que viene a
liberarnos de los pecados, que son la causa profunda de todas las injusticias.
Precisamente, este Niño será quien a lo largo de su vida mostrará la
misericordia del Padre. “Jesús, delante a la multitud de personas que lo
seguían, viendo que estaban cansadas y extenuadas, pérdidas y sin guía,
sintió desde la profundo del corazón una intensa compasión por ellas
(cfr Mt 9,36). A causa de este amor compasivo curó los enfermos que le
presentaban (cfr Mt 14,14) y con pocos panes y peces calmó el hambre de
grandes muchedumbres (cfr Mt 15,37). Lo que movía a Jesús en todas las
30
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
circunstancias no era sino la misericordia, con la cual leía el corazón de los
interlocutores y respondía a sus necesidades más reales” (MV 8).
Un ejemplo de esto, fue la llamada a Mateo: “Pasando delante del banco
de los impuestos, los ojos de Jesús se posan sobre los de Mateo. Era
una mirada cargada de misericordia que perdonaba los pecados de aquel
hombre y, venciendo la resistencia de los otros discípulos, lo escoge a él, el
pecador y publicano, para que sea uno de los Doce. San Beda el Venerable,
comentando esta escena del Evangelio, escribió que Jesús miró a Mateo
con amor misericordioso y lo eligió” (MV 8)
Ahora nos toca a nosotros hacer presente a Jesucristo como Iglesia. Como
nos recuerda el Papa Francisco: “la primera verdad de la Iglesia es el amor
de Cristo. De este amor, que llega hasta el perdón y al don de sí, la Iglesia
se hace sierva y mediadora ante los hombres. Por tanto, donde la Iglesia
esté presente, allí debe ser evidente la misericordia del Padre. En nuestras
parroquias, en las comunidades, en las asociaciones y movimientos, en fin,
dondequiera que haya cristianos, cualquiera debería poder encontrar un
oasis de misericordia”.
4. Oración con el signo de hoy: Colocamos a los niños en el centro y
oramos por todos los niños que son manifestación de Jesús-Niño. Ellos
son presencia de Dios entre nosotros. Pidamos por los niños que necesitan
más de nuestra misericordia y para que ellos sepan ser misericordiosos
como Jesús. A cada petición respondemos diciendo: Oh Señor, Pastor
de la casa de Israel, ven a librarnos con el poder de tu brazo.
5. Compromiso: Continuamos trayendo comida para la canasta navideña.
Preocupémonos por los niños de nuestro Sector y hagamos algo a favor
de un pobre o abandonado.
6. Compartir alegre del brindis.
QUINTO DIA: 19 de Diciembre del 2015
Dios en su misericordia hace posible lo imposible
Oh Renuevo del tronco de Jesé, ven a librarnos, no tardes más.
Orientación para este día: Hoy dedicamos este Aguinaldo a los enfermos
de nuestro Sector y a los que tienen grandes dificultades en su vida.
1. Motivación
En este día nuestra mirada se dirige hacia el Padre misericordioso que
hace posible lo imposible, que hace surgir la vida aún cuando hay infertilidad
como fue el caso de la madre de Sansón y de Zacarías e Isabel.
No hay límite para la misericordia de Dios con su pueblo. Como lo indica
el Papa Francisco: “La misericordia de Dios es su responsabilidad por
nosotros. Él se siente responsable, es decir, desea nuestro bien y quiere
vernos felices, colmados de alegría y serenos. Es sobre esta misma amplitud
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Ámense como hermanos
de onda que se debe orientar el amor misericordioso de los cristianos. Como
ama el Padre, así aman los hijos. Como Él es misericordioso, así estamos
nosotros llamados a ser misericordiosos los unos con los otros” (MV 9).
Salgamos a la calle a cantar y proclamar esta misericordia de Dios que
hace posible lo imposible como podemos testimoniar cada uno de nosotros
en diversos momentos de nuestras vidas.
2. Lectura: Jueces 13,2-7.24-25ª. Salmo Responsorial: 70..San
Lucas 1,5-25 (ver las lecturas de hoy en esta Guía Mensual)Silencio.
Se comenta entre todos esta Palabra relacionándola con el título de este
día.
3. Mensaje de hoy:
La Palabra de hoy nos presenta dos casos imposibles: el de Sorá y el
de Zacarías. Sus esposas y ellos eran estériles. En ese tiempo no tener
hijos era una afrenta, una vergüenza, una maldición. Muchas veces, eran
burlados y se les veía como castigados por Dios.
Pero, Dios en su misericordia vio su aflicción e intervino haciendo posible
lo imposible. Y lo sigue haciendo hoy entre nosotros. Aún más, nos da la
capacidad de que podamos en su nombre mostrar esa misericordia de Dios
en medio de su sufrimiento.
Comprometedoras son estas palabras del Papa Francisco: “En este Año
Santo, podremos realizar la experiencia de abrir el corazón a cuantos viven
en las más contradictorias periferias existenciales, que con frecuencia el
mundo moderno dramáticamente crea. ¡Cuántas situaciones de precariedad
y sufrimiento existen en el mundo hoy! Cuántas heridas sellan la carne de
muchos que no tienen voz porque su grito se ha debilitado y silenciado
a causa de la indiferencia de los pueblos ricos. En este Jubileo la Iglesia
será llamada a curar aún más estas heridas, a aliviarlas con el óleo de la
consolación, a vendarlas con la misericordia y a curarlas con la solidaridad
y la debida atención. No caigamos en la indiferencia que humilla, en la
habitualidad que anestesia el ánimo e impide descubrir la novedad, en el
cinismo que destruye. Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del
mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad,
y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio. Nuestras manos
estrechen sus manos, y acerquémoslos a nosotros para que sientan el calor
de nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad. Que su grito se
vuelva el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia que
suele reinar campante para esconder la hipocresía y el egoísmo” (VM 15).
Con la fe puesta en Dios que hace posible lo imposible mostremos su
misericordia ante tantos sufrimientos que nos rodean.
4. Oración con el signo de hoy: Se levantan varios pañuelos como signo
del consuelo que estamos llamados a dar a los que sufren. Recordemos
hoy a nuestros enfermos y a las personas y familias que tienen grandes
problemas en sus vidas. A cada oración se responde: Oh Renuevo del
tronco de Jesé, ven a librarnos, no tardes más.
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
5. Compromiso de hoy: Acercarnos a quien se encuentra en un momento
difícil de su vida y llevarle consuelo y apoyo concreto ante esa situación.
6. Compartir alegre del brindis.
SEXTO DIA: 20 de Diciembre del 2015
El que recibe misericordia se vuelve misericordioso
Orientación para este día: Dedicamos este Aguinaldo
a las mujeres embarazadas, que con alegría y sufrimiento
esperan el nacimiento de su hijo, como María e Isabel.
1. Motivación:
Hoy es el último Domingo de Adviento, que siempre
está dedicado a María, que reconociendo la misericordia
que Dios había hecho con ella y su prima Isabel corre
presurosa para compartir y ayudarla. María realiza una
obra de misericordia co su prima Isabel y ha realizado la
mayor obra de misericordia al regalarnos a su Hijo Jesús.
Cuando se recibe misericordia surge el deseo de ser misericordioso con
los que le necesitan. Como nos dice el Papa Francisco: “estamos llamados
a vivir de misericordia, porque a nosotros en primer lugar se nos ha aplicado
misericordia” (MV 9).
Como María y con Ella pongámonos en camino para ofrecer misericordia
a todos aquellos que nos necesitan.
Lecturas: Miqueas 5,1-4; Salmo 79, 2ac y 3c. 15-16. 18-19. Hebreos 10,
5-10. Lucas (ver las lecturas de hoy en esta Guía Mensual).
Silencio. Se comenta entre todos esta Palabra relacionándola con el título
de este día.
2. Mensaje de hoy
María se nos presenta como modelo de quien practica misericordia. Ella
con esa disponibilidad y prontitud para ayudar a su prima Isabel nos recuerda
que estamos llamados a practicar las obras de misericordia.
El Papa Francisco nos insiste que en este Jubileo estamos llamados a practicar las 14 obras de misericordia: “Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano
reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces
aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón
del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina.
La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que
podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos.
Redescubramos las obras de misericordia corporales: dar de comer
al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al
forastero, asistir los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos.
Y no olvidemos las obras de misericordia espirituales: dar consejo al que
33
Ámense como hermanos
lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste,
perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos” (MV 15).
4. Oración con el signo de hoy: Hoy contemplamos un cuadro de María.
Todos ponemos nuestros ojos fijos en Ella y pidamos con Ella a Jesús
que nos ayude a ser misericordiosos como Ella lo fue. Respondemos
todos a cada petición: Vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos.
5. Compromiso: Acercarnos a nuestros hermanos nacidos en otro país y
mostrarnos atentos y dispuestos a darles nuestro apoyo. Ayudemos a
alguna mujer embarazada necesitada.
6. Compartir alegre del brindis.
SEPTIMO DIA: 21 de Diciembre del 2015
Preparémonos para la Navidad recibiendo la misericordia de Dios y
teniendo misericordia con los demás
Orientación para este día: Dedicamos este Aguinaldo a todos los que
están en comunidad, para que sean un testimonio vivo de misericordia.
1.Motivación
Hoy, ya cercana la Navidad, fijémonos que el Jubileo de la Misericordia
se mueve en dos direcciones: la misericordia del Padre y la misericordia
unos con otros. Por eso, es importante que nos reconciliemos con el Señor,
pidiendo su perdón para llegar con un corazón limpio.
Pero, a la vez, dispongámonos a ser misericordiosos con los demás
perdonando a quienes nos han ofendido, limpiando nuestro corazón de todo
rencor, odio, malos deseos contra otros. Salgamos con gozo a cantar la
misericordia que Dios ha tenido con nosotros y a invitar a todos y a todas a
tener misericordia con los que le han ofendido.
2. Lecturas: Efesios 2, 1-7; Salmo 51 (50). Mateo 18, 23-35.
Silencio. Se comenta entre todos esta Palabra relacionándola con el
título de este día.
2. Mensaje de hoy
El Papa Francisco nos explica hermosamente la invitación propia
de este Aguinaldo: Provocado por la pregunta de Pedro acerca de cuántas
veces fuese necesario perdonar, Jesús responde: « No te digo hasta siete,
sino hasta setenta veces siete » (Mt 18,22) y pronunció la parábola del
“siervo despiadado”.
La parábola ofrece una profunda enseñanza a cada uno de nosotros.
Jesús afirma que la misericordia no es solo el obrar del Padre, sino que
ella se convierte en el criterio para saber quiénes son realmente sus hijos.
Así entonces, estamos llamados a vivir de misericordia, porque a nosotros
en primer lugar se nos ha aplicado misericordia. El perdón de las ofensas
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
deviene la expresión más evidente del amor misericordioso y para nosotros
cristianos es un imperativo del que no podemos prescindir.
¡Cómo es difícil muchas veces perdonar! Y, sin embargo, el perdón es el
instrumento puesto en nuestras frágiles manos para alcanzar la serenidad
del corazón. Dejar caer el rencor, la rabia, la violencia y la venganza son
condiciones necesarias para vivir felices. Acojamos entonces la exhortación
del Apóstol: « No permitan que la noche los sorprenda enojados » (Ef 4,26). Y
sobre todo escuchemos la palabra de Jesús que ha señalado la misericordia
como ideal de vida y como criterio de credibilidad de nuestra fe. « Dichosos
los misericordiosos, porque encontrarán misericordia » (Mt 5,7) es la
bienaventuranza en la que hay que inspirarse durante este Año Santo”.
Para que Jesús renazca dejémonos reconciliar por Dios en el Sacramento
de la Reconciliación y reconciliémonos con los hermanos y hermanas con
quien hayamos tenido dificultad.
4. Oración con el signo de hoy: Todos nos ponemos de rodillas.
Recordamos en qué hemos ofendido al Señor y en qué hemos ofendido
a los que nos rodean. Hacemos peticiones de perdón y respondemos a
una: Oh Sol que naces de lo alto, ven ahora a iluminar a los que viven en
tinieblas y en sombra de muerte.
5. Compromiso: Acercarnos al Sacramento de la Reconciliación antes de la
Navidad. Reconciliarme con alguna persona a la que hayamos ofendido
o ella me haya ofendido a mí.
6. Compartir alegre del brindis.
OCTAVO DIA: 22 de Diciembre del 2015
Alabemos y bendigamos al Padre que se acuerda de su misericordia
Orientación para este día: Este día a todas las mujeres de nuestra
Iglesia; a los integrantes de los Coros de nuestra Parroquia y a los que se
dedican a orar por los demás.
1. Motivación
Alabar y bendecir al Padre por su misericordia como lo hicieron Ana y
María es justo y necesario y es un deber a la vez que nos trae salvación.
Cada uno de nosotros tiene motivos más que suficientes para dar gracias al
Señor porque grande ha sido su misericordia en nuestra propia historia y en
la historia de nuestra familia y de nuestra patria.
Salgamos cantando esta misericordia del Señor por nuestras calles que
resuene en los corazones de los que nos escuchen y puedan decir con gozo:
¡qué grande es el amor misericordioso del Señor!
2. Lecturas: 1 Samuel 1,24-28. 1 Samuel 2. Lucas 1, 46-56. (ver las
lecturas de hoy en esta Guía Mensual).
Silencio. Se comenta entre todos esta Palabra relacionándola con el título
de este día.
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Ámense como hermanos
3. Mensaje de hoy:
Ana agradece al Padre lo que El hace con los pobres: “levanta del polvo al
desvalido, alza de la basura al pobre, para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria”. María lo proclama también: “dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos”.
La invitación de hoy es cantar jubilosos este amor de Dios que de nuestra
debilidad saca fuerza; de nuestra pobreza, riqueza; de nuestra ignorancia,
sabiduría. Con los pobres El hace maravillas a la vista de todos los pueblos.
El establece otro sistema de vida, de relación fraterna y social.
Como nos dice el Papa Francisco de este canto de María: “Su canto de
alabanza, en el umbral de la casa de Isabel, estuvo dedicado a la misericordia
que se extiende « de generación en generación » (Lc 1,50). También
nosotros estábamos presentes en aquellas palabras proféticas de la Virgen
María. Esto nos servirá de consolación y de apoyo mientras atravesaremos
la Puerta Santa para experimentar los frutos de la misericordia divina”.
4. Oración con el signo de hoy: Hoy todos de pie alzamos nuestros brazos
al Señor alabándolo y bendiciéndole por alguna misericordia que hemos
recibido del Señor. Se puede entonar o rezar el Cántico de María.
5. Compromiso: Animar a que todos traigan alguna comida para completar
la canasta navideña. Hacer un momento de alabanza al Señor en nuestro
hogar.
NOVENO DIA: 23 de Diciembre del 2015
Juan quiere decir Dios tiene misericordia
Orientación para este día: Dedicamos
este día a los jóvenes, adolescentes como
esperanza de nuestro pueblo.
1. Motivación:
Llegamos al final de nuestros Aguinaldos o
Posadas o Novenas con un corazón preparado
y bien dispuesto para celebrar el misterio de la
Navidad.
Nos alegra contemplar a Juan, el hijo de
Zacarías y de Isabel, que le tocó mucho más
tarde ser el precursor de Jesús, el mensajero
que abriría camino para que El realizara su
misión.
Es importante conocer que el nombre Juan quiere decir en el idioma de la
Biblia, Dios tiene misericordia. Y, eso le tocará a él: proclamar la misericordia
del Señor con su pueblo.
Seamos todos testigos y mensajeros de la misericordia del Señor en
medio de nuestro pueblo.
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
2. Lectura: Malaquías 3,1-4.23-24. Salmo Responsorial: 24 . Lucas 1,
57-66. (ver las lecturas de hoy en esta Guía Mensual).
Silencio. Se comenta entre todos esta Palabra relacionándola con el
título de este día.
3. Mensaje de hoy
Juan el Bautista tiene como nombre: Dios tiene misericordia. Lo hemos
recordado en el Adviento, gritando con voz fuerte la misericordia y moviendo
a la gente a la conversión. Su misión será esa como lo dijera su padre
Zacarías: “Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante
del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el
perdón de sus pecados”.
Esa es la misión de la Iglesia en este Jubileo y siempre como nos
recuerda el Papa Francisco: “En este Año Jubilar la Iglesia se convierta en
el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como palabra y
gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor. Nunca se canse de ofrecer
misericordia y sea siempre paciente en el confortar y perdonar. La Iglesia
se haga voz de cada hombre y mujer y repita con confianza y sin descanso:
« Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos »
(Sal 25,6)” (VM 25).
Como Juan el Bautista tocaba con fuerza a su pueblo para que se
apartaran del pecado, el Papa Francisco quiere que en este Jubileo la
llamada a la conversión se dirija de una manera especial: “Mi invitación
a la conversión se dirige con mayor insistencia a aquellas personas que
se encuentran lejanas de la gracia de Dios debido a su conducta de vida.
Pienso en modo particular a los hombres y mujeres que pertenecen a algún
grupo criminal, cualquiera que éste sea…
La misma llamada llegue también a todas las personas promotoras o
cómplices de corrupción. Esta llaga putrefacta de la sociedad es un grave
pecado que grita hacia el cielo pues mina desde sus fundamentos la vida
personal y social. La corrupción impide mirar el futuro con esperanza porque
con su prepotencia y avidez destruye los proyectos de los débiles y oprime a
los más pobres. Es un mal que se anida en gestos cotidianos para expandirse
luego en escándalos públicos. La corrupción es una obstinación en el pecado,
que pretende sustituir a Dios con la ilusión del dinero como forma de poder.
Es una obra de las tinieblas, sostenida por la sospecha y la intriga” (VM 19).
4. Oración con el signo de hoy: Se colocan en el centro a los jóvenes y
adolescentes. Oremos de modo especial para que el Señor nos mueva
a la conversión y a todos los que andan enroladas en un grupo criminal
y a los que promueven la corrupción pública o privada. A cada petición
respondemos: Oh Emmanuel, rey y legislador nuestro, ven a salvarnos,
Señor Dios nuestro.
5. Compromiso: Oremos en especial por nuestras familias para que todos
nos convirtamos al Señor. Preparar el Nacimiento. Rezar en la Cena de
Navidad junto a su familia.
37
Ámense como hermanos
Acción Significativa Familiar
En familia preparemos juntos el Nacimiento o el Belén
Contemplemos el rostro misericordioso del Padre en Jesús Niño
“San Francisco de Asís quedó tan sobrecogido
por el misterio de la Encarnación que quiso volver a
presentarlo en Greccio, Italia haciendo un pesebre
viviente, convirtiéndose de este modo en el iniciador
de una larga tradición popular que todavía conserva
hoy su valor para la evangelización.
El Belén o Nacimiento nos puede ayudar, de
hecho, a comprender el secreto de la verdadera
Navidad, porque habla de la humildad y de la bondad
misericordiosa de Cristo, que «siendo rico, por
nosotros se hizo pobre» (2 Corintios 8, 9). Su pobreza enriquece a quien la
abraza y la Navidad trae alegría y paz a quienes, como los pastores, acogen
en Belén las palabras del ángel: «esto les servirá de señal: encontrarán un
niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre» (Lucas 2, 12). Sigue
siendo el signo también para nosotros, hombres y mujeres del siglo XXI. No
hay otra Navidad” (Benedicto XVI).
Para ayudar a vivir en familia esta hermosa tradición les proponemos
estas orientaciones expuestas por una madre de familia que junto con su
esposo preparan y montan el Nacimiento con toda su familia.
1. Dedicar tiempo a montar el Belén o Nacimiento en casa. Colaboramos
todos, y cada uno aporta lo mejor de sí mismo. Es como algo que les
va atrayendo cada vez más, a fuerza de poner empeño. Para que todos
tengan interés por montar el Nacimiento es importante incorporar algunas
tradiciones que realmente cautivan.
2. Decidir juntos cómo vamos a montar el nacimiento; qué pondremos en él;
qué materiales usaremos; cómo haremos la decoración.
3. Luego, entre todos vamos a recoger y buscar lo que utilizaremos para
prepararlo. Por ejemplo: recoger hierbas, musgo, piedras, arbustos,
aserrín, cartones, maderas,.... cualquier cosa que pueda convertirse en
un elemento de nuestro nacimiento. Los más pequeños se apasionan por
encontrar algo que pueda ser útil, y se les despierta la imaginación. Con
esa excusa, toda la familia hace una actividad común.
4. Buscar las figuritas en la tienda o fabricarlas de papel o cartón o de yeso
o de barro o de plástico reciclado. Para ayudarse en esta preparación
pueden buscar en internet algunas ideas. Por ejemplo, poner en el
buscador: belén recortable.
5. Para poner el nacimiento, hay que preparar la casa, renunciar a una parte
nuestra para plantar el Belén en el centro, a pesar de los inconvenientes.
Exige un trabajo extra sacar todo lo que tenemos del Nacimiento del año
pasado. La ilusión que produce en los pequeños ir descubriendo el contenido
de cada una de ellas, un año más, compensa todos nuestros esfuerzos.
38
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
6. Después viene la puesta en escena. Entre todos vamos dando algunas
ideas y nos vamos poniendo de acuerdo. Y así vamos colocando todo
donde va. Una idea importante: aunque se ponga otras cosas no es bueno
recargarlo mucho y lo importante es que se vea a Jesús, María y José.
7. Como estamos en el Jubileo de la Misericordia sería bueno colocar bolas de
Navidad poniéndoles a cada una el nombre de una obra de misericordia.
8. Pasada la fase técnica, le sigue la más artística, de pequeños elementos
decorativos como la hierba, el serrín, la arenita... Todas las hierbas y
otros elementos recogidos encuentran ahora su utilidad. Los pequeños
son, ahora, los auténticos protagonistas.
9.Se puede poner una estrella con esta frase bíblica debajo: “Por la
entrañable misericordia de nuestro Dios nos visita el Sol que nace de lo
alto” (cfr Lc 1, 78).
10. Es bueno que en familia visitemos el Belén o Nacimiento de la Parroquia
y los de las familias del Sector.
Oración familiar para la Cena de Noche Buena
y la comida de Navidad
“Por la entrañable misericordia de nuestro Dios nos visita el Sol
que nace de lo alto” (cfr Lc 1, 78)
Orientaciones para preparar esta Oración
familiar: Para que todos participen activamente
es bueno que todos tengan una copia de la
oración. Se tienen varias velas y una imagen
del Niño Jesús en un lugar destacado. También,
se puede hacer alrededor del Nacimiento. En la
mesa se pueden colocar velas apagadas que se
encenderán después de la lectura del Nacimiento.
Se coloca en un lugar visible esta frase bíblica: “Por la entrañable misericordia
de nuestro Dios nos visita el Sol que nace de lo alto” (cfr Lc 1, 78).
1. Canto navideño o música instrumental navideña.
2. Padre o Madre: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
3. Padre o Madre: En este mes de Diciembre hemos iniciado el Jubileo de la
Misericordia que se ha manifestado en Jesucristo. En la primera Navidad
El nos visitó como Luz que nace de lo alto para librarnos de las tinieblas
de la muerte y del pecado y guiar nuestros pasos por el camino de la Paz.
4.Un hijo o hija: Con el lema“Ámense como hermanos” (1Pe 3,8),
resaltando el valor de la fraternidad, estamos reunidos para celebrar esta
misericordia de Dios con nosotros que es el Nacimiento de Jesucristo, Hijo
del Dios vivo, nacido de María por obra del Espíritu Santo. Escuchemos
el Evangelio de San Lucas:
39
Ámense como hermanos
5. Uno de los hijos/as:
“Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando
que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo
lugar siendo gobernador de Siria Cirino. Iban todos a empadronarse, cada
uno a su ciudad.
Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la
ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David,
para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta.
Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del
alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le
acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.
Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y
vigilaban por turno durante la noche su rebaño. Se les presentó el Ángel del
Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor.
El ángel les dijo: «No teman, pues les anuncio una gran alegría, que
lo será para todo el pueblo: Les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un
salvador, que es el Cristo Señor; y esto les servirá de señal: encontrarán un
niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»
Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que
alababa a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los
hombres en quienes él se complace.»
Y sucedió que cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los
pastores se decían unos a otros: «Vayamos, pues, hasta Belén y veamos
lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado.» Y fueron a toda prisa,
y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo,
dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño; y todos los
que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. Palabra
del Señor. (Se encienden las velas y se descubre la imagen del Niño Jesús)
6. Canto de Navidad
7. Padre o Madre:
Dios nos ha hecho una gran misericordia al enviarnos a su Hijo. Como
nos dice el Papa Francisco: ”en la « plenitud del tiempo » (Gal 4,4), cuando
todo estaba dispuesto según su plan de salvación, Él envió a su Hijo nacido
de la Virgen María para revelarnos de manera definitiva su amor. Quien lo
ve a Él ve al Padre (cfr Jn 14,9). Jesús de Nazaret con su palabra, con sus
gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios”. Demos gracias
al Padre que ha querido amarnos con un corazón de carne a través de su
Hijo, Sol nacido de lo alto para iluminar las tinieblas del pecado que quiere
destruirnos y conducirnos a la muerte.
Contemplemos a Jesús nacido en la pobreza extrema que sigue haciéndose
presente en todos los pequeños de este mundo, especialmente, en los más
pobres y necesitados. Por eso, celebrar su Nacimiento nos compromete a ser
misericordiosos como el Padre practicando las catorce obras de misericordia
corporales y espirituales a favor de los que más necesitan.
40
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
Uno de los hijos/as: Ahora presentemos nuestras oraciones a nuestro
Padre Dios diciendo: Ilumínanos Jesús para que seamos misericordiosos
como tu Padre.
• Por toda la Iglesia, para que contemplando a Jesús, misericordia del
Padre, hagamos que corra como un río la misericordia en nuestro pueblo.
Oremos
• Para que nosotros que hemos recibido la misericordia de Dios seamos
misericordiosos como el Padre. Oremos.
• Para que nosotros practiquemos las obras de misericordia corporales
dando de comer al hambriento; de beber al sediento, vestido al desnudo,
acogida a los extranjeros que viven entre nosotros, asistencia a los
enfermos, visitemos a los presos y digna sepultura a los muertos. Oremos.
• Por nuestra familia para que vivamos las obras de misericordia espirituales
dando consejo al que lo necesita, enseñando al que no sabe, corrigiendo
al que se equivoca, consolando al triste, perdonando las ofensas,
soportando con paciencia a las personas difíciles y rogando a Dios por
los vivos y por los difuntos. Oremos.
• Por nuestra casa para que seamos misericordiosos unos con otros
perdonándonos y apoyándonos mutuamente. Oremos.
(Se pueden hacer otras peticiones espontáneas).
Concluyamos rezando todos juntos:
Bendito seas Jesús, `porque en Ti el Padre Misericordioso
ha visitado y redimido a su pueblo, haciéndote una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo. Tú, eres la salvación que nos libra de
nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; has realizado
su misericordia a favor nuestro para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días. Te damos gracias porque eres el Sol
que nace de lo alto, que por la entrañable misericordia de tu Padre, iluminas
a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros
pasos por el camino de la paz. Amén. Todos se toman de la mano y rezan:
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Padre o Madre: Antes de concluir nuestra oración les invito a tomar en
sus manos la imagen del Niño Jesús (o una vela). Al tenerlo en nuestras
manos digamos un deseo para toda la familia en esta Navidad.
Bendición de los padres: Que Dios Padre Misericordioso les bendiga y
les ilumine con el resplandor del Jesús, Sol que viene de lo alto, para que
sean misericordiosos como el Padre en todo momento. Amén
Ahora démonos un abrazo de amor llenos de alegría diciéndonos:
Feliz Navidad.
Canto alegre de Navidad.
41
Ámense como hermanos
Lecturas y meditaciones diarias de Diciembre 2015
Celebraciones Dominicales y Navideñas
Las lecturas están tomadas del Calendario Litúrgico 2015 de la Conferencia
del Episcopado Dominicano.
1
Martes
Feria del Adviento
Morado
Lectura del profeta Isaías 11, 1-10
Aquel día, brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá
un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de prudencia
y sabiduría, espíritu de consejo y valentía, espíritu de ciencia y temor del
Señor. Le inspirará el temor del Señor.
No juzgará por apariencias ni sentenciará sólo de oídas; juzgará a los
pobres con justicia, con rectitud a los desamparados. Herirá al violento con
la vara de su boca, y al malvado con el aliento de sus labios. La justicia será
cinturón de sus lomos, y la lealtad, cinturón de sus caderas.
Habitará el lobo con el cordero, la pantera se tumbará con el cabrito, el
novillo y el león pacerán juntos: un muchacho pequeño los pastorea.
La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león comerá
paja con el buey. El niño jugará en la hura del áspid, la criatura meterá la
mano en el escondrijo de la serpiente.
No harán daño ni estrago por todo mi monte santo: porque está lleno el
país de ciencia del Señor, como las aguas colman el mar. Aquel día, la raíz
de Jesé se erguirá como enseña de los pueblos: la buscarán los gentiles, y
será gloriosa su morada. Palabra de Dios.
Salmo responsorial: 71.
R/ “Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente”.
Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a
tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R.
Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que
domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. R.
Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se
apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres. R.
Que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol: que él sea la
bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de
la tierra. R.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 10,21-24
En aquel tiempo, lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó
Jesús: “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has
escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado
a la gente sencilla. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me lo
ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni
quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar.”
42
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: “¡Dichosos los ojos que ven
lo que ustedes ven! Porque les digo que muchos profetas y reyes desearon
ver lo que ven ustedes, y no lo vieron; y oír lo que oyen, y no lo oyeron”.
Palabra del Señor.
Meditación
El pecado rompe la armonía entre los hombres y Dios y se manifiesta
en un alejamiento entre los hombres, por tal motivo se rompe la
fraternidad y el amor entre ellos. Vemos como en la primera lectura nos
relata una de las grandes profecías mesiánicas de Isaías. El mesías,
como verdadero y justo rey, está dotado del espíritu de Yahvé y posee
sus dones. Él será un nuevo brote que nace de una raíz vieja para
darnos nueva vida, una vida en fraternidad y el amor, estableciendo los
lazos de unidad entre Dios y los hombres, estableciendo la unidad entre
los hombres, salvándonos a todos.
Realmente, Dios no se reduce a un objeto, Él es Sujeto que se deja
conocer y se manifiesta en la relación de persona a persona. La fe recta
orienta la razón a abrirse a la luz que viene de Dios, para que, guiada
por el amor a la verdad, pueda conocer a Dios más profundamente. Él
devela sus secretos y su misterio sólo a los sencillos de corazón. Como lo
hizo en María y como lo ha hecho a lo largo de todos los siglos. También
quisiera hacerlo en nuestra oración de hoy y de cada día, contando con
nuestra colaboración.
En muchas ocasiones, ¡nos duele el hecho de que Dios todavía no
es conocido ni amado por todos los hombres! El mismo Jesús en su vida
terrena experimentó el rechazo por parte del mundo, la incomprensión y la
indiferencia. Rectifiquemos constantemente para no ser contagiados por
maneras de pensar y de vivir contrarias a la fe y al espíritu sobrenatural.
Jesucristo quiere revelarnos los tesoros de su Corazón y adentrarnos en
su amistad, pero para ello necesitamos ser gente sencilla como dice el
Evangelio.
Tenemos que crear conciencia de: ¡Cuánto nos ama el Padre para
llamarnos sus hijos! Nuestro gozo como bautizado está en conocer al
Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Este amar y ser amados por Dios es la
realidad profunda de la oración. En ella el cristiano va conociendo a Cristo
y, a la vez, se va despojando de sí para asemejarse más a Él. Dejemos
que la oración vaya esculpiendo nuestros corazones como el de Cristo,
hagámonos humildes, dóciles a la gracia, obedientes y agradecidos con
Dios en todo. Diciendo en cada momento: ¡Gracias, Padre, por el don de
la fe! Que nos regalas.
Es importante hacer la experiencia de Jesucristo es la clave, la fuerza,
el motor de todo nuestro ser y obrar como cristianos. Se trata de un
encuentro personal, profundo, real con el amor de Cristo. De ahí nace
el deseo de correspondencia, el celo apostólico y la caridad para con el
prójimo.
43
Ámense como hermanos
2
Miércoles
Feria del Adviento
Morado
Lectura del profeta Isaías 25, 6-10ª
En aquel día, el Señor todopoderoso preparará en este monte para
todos los pueblos un banquete de exquisitos alimentos, un banquete de
buenos vinos, sabrosos alimentos, vinos deliciosos. Y en este monte
destruirá el velo que cubre a todos los pueblos, el lienzo que tapa a todas
las naciones.
Destruirá la muerte para siempre, secará las lágrimas de todos los rostros,
y borrará de la tierra la deshonra de su pueblo –lo ha dicho el Señor–. Aquel
día dirán: «Este es nuestro Dios, de quien esperábamos la salvación, éste
es el Señor en quién confiábamos; alegrémonos y hagamos fiesta pues él
nos ha salvado». Porque la mano de Yahveh reposará en este monte, Moab
será aplastado en su sitio como se aplasta la paja en el muladar. Palabra
de Dios.
Salmo Responsorial, 22.
R/ “ Habitaré en la casa del Señor por años sin término.”
El Señor es mi pastor, nada me falta. En prados de hierba fresca me hace
descansar; me conduce junto a aguas tranquilas y renueva mis fuerzas. R.
Me guía por la senda del bien, haciendo honor a su nombre. Aunque pase
por un valle tenebroso, ningún mal temeré, porque tú estás conmigo; tu vara
y tu bastón me dan seguridad. R.
Me preparas un banquete para envidia de mis adversarios, perfumas con
ungüento mi cabeza y mi copa está llena. R.
Tu amor y tu bondad me acompañan todos los días de mi vida; y habitaré
por siempre en la casa del Señor. R.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 15, 29-37
En aquel tiempo, llegó Jesús a la orilla del lago de Galilea; subió a la
montaña y se sentó allí. Se le acercó mucha gente trayendo tullidos, ciegos,
lisiados, sordomudos y otros muchos enfermos; los pusieron a sus pies y
Jesús los curó. La gente se maravillaba al ver que los lisiados quedaban
curados, los ciegos veían, los mudos hablaban y los tullidos caminaban; y se
pusieron a alabar al Dios de Israel.
Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Siento lástima de esta
gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen nada para comer. No
quiero despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen por el camino».
Los discípulos le dijeron: «¿Dónde vamos a conseguir pan en este lugar
despoblado para dar de comer a tanta gente?» Jesús les preguntó: «¿Cuántos
panes tienen?» Ellos contestaron: «Siete, y unos pocos pescados».
Entonces Jesús mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los
siete panes y los peces, dio gracias, los partió y se los iba dando a los
discípulos y éstos a la gente. Todos comieron hasta hartarse, y con lo que
sobró llenaron siete canastos. Palabra del Señor.
44
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
Meditación
El gozo del Adviento es ver llegar el cumplimiento de la promesa de Dios
a su pueblo, es el preludio de la venida de Jesús a nuestra tierra. Es tiempo
de esperanza. Todas las lecturas buscan fundamentar y acrecentar nuestra
esperanza. Sea la que sea la situación actual de la sociedad, de cada uno
de nosotros, siempre hay esperanza para un seguidor de Jesús, siempre
nos queda un futuro mucho mejor que nuestra realidad actual. En el Antiguo
Testamento, en la mentalidad judía, ese futuro mejor, con frecuencia, los
profetas lo describen como “un festín de manjares suculentos, un festín de
vinos de solera”. El profeta Isaías añade que ese festín no producirá “resaca”,
malestar posterior, en los que coman y beban en abundancia, porque se
celebrará en un tiempo de la historia en el que “el Señor Dios enjugará
las lágrimas de todos los rostros y aniquilará la muerte para siempre”. Esta
sublime y esperanzadora tarea la viene a realizar Jesús de Nazaret. “Yo soy
la resurrección y la vida quien cree en mí, aunque muera, vivirá para siempre”.
Esta llegada de Jesús requiere una actitud personal de prepararnos
interiormente de alma, mente y corazón son la disponibilidad de ser parte
de ese proceso firme de esperar al salvador. Para Él limpiarme del pecado,
yo tengo que estar consciente de que estoy sucio y necesito ser purificado
para así sentir el gozo de su presencia en mi vida.
En este evangelio de hoy se nos muestran dos signos del proyecto del reino
dados por Jesús: el primero es la curación de los enfermos, signo de liberación
para con los excluidos por la sociedad y las estructuras presentes, con el fin
de restablecer las condiciones de vida y dignidad que les han sido negadas.
El segundo es la multiplicación de los panes para satisfacer las necesidades
más urgentes de quienes le siguen, dicho milagro se obra a partir del compartir
solidario entre las personas con sentido de responsabilidad, siendo capaces
de romper con el egoísmo y dar de lo que se tiene en la construcción de una
comunidad más justa, donde haya pan y dignidad para todos. También nos
invita a tomar conciencia y ser responsables de los signos del reino: re-dignificar a los que son excluidos hoy en nuestra sociedad y ser constructores de
solidaridad en medio de tantos rostros concretos que pasan situaciones de
marginación por causa de las estructuras que enajenan al ser humano.
Preguntémonos ¿cómo estamos haciendo nosotros para restablecer
esas condiciones de vida y dignidad desde donde me encuentro? Y cuáles
son mis propias actitudes del compartir solidario en mi propio entorno? Por
amor estoy dando lo que tengo: (tiempo, dinero, conocimiento, etc.…) para
construir con Cristo el reino de salvación entre mis hermanos?
3
Jueves
Memoria Obligatoria: San Francisco Javier, Presbítero
Blanco
Lectura del profeta Isaías 26, 1-6
Aquel día se cantará este canto en el país de Judá: «Tenemos una
ciudad fuerte; ha puesto el Señor para salvarla murallas y baluartes: Abran
45
Ámense como hermanos
las puertas para que entre el pueblo justo, el que se mantiene fiel; su ánimo
está firme para conservar la paz, porque confía en ti. Confíen siempre en el
Señor, porque el Señor es la roca perpetua: doblegó a los que habitaban en
la altura; derribó a la ciudad encumbrada, la derribó hasta el suelo, la arrojó
en el polvo, y la pisan los pies, los pies de los humildes, las pisadas de los
pobres». Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 117
R/ “Bendito el que viene en nombre del Señor.”
Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia
es eterna. Más vale refugiarse en el Señor, que poner en los hombres la
confianza; más vale refugiarse en el Señor, que buscar con los fuertes una
alianza. R.
Ábranme las puertas del templo, que quiero entrar a dar gracias a Dios.
Esta es la puerta del Señor y por ella entrarán los que le viven fieles. Te doy
gracias, Señor, pues me escuchaste y fuiste para mí la salvación. R.
Libéranos, Señor, y danos tu victoria. Bendito el que viene en nombre del
Señor. Que Dios desde su templo nos bendiga. Que el Señor, nuestro Dios,
nos ilumine. R.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 21.24-27
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «No todo el que me dice
“¡Señor, Señor!” entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumple la
voluntad de mi Padre que está en los cielos.
El que escucha mis palabras y las pone en práctica, se parece a un
hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, bajaron las
crecientes, soplaron los vientos y arremetieron contra la casa; pero no se
cayó, porque estaba cimentada sobre roca.
El que escucha mis palabras y no las pone en práctica, se parece a un
hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, bajaron las
crecientes, soplaron los vientos y chocaron contra la casa; y la arrasaron
completamente». Palabra del Señor.
Meditación
Para exclamar con firmeza la protección de Dios, primero es ser un
pueblo justo, que observa la lealtad a su Dios. “Si Dios está con nosotros,
quién podrá levantarse victorioso sobre nosotros; el Señor es nuestro
auxilio y defensa; el Señor está de parte nuestra; Él es el Dios-connosotros, y permanece con nosotros todos los días hasta el fin del mundo,
no dicho solo de palabra, sino, estar seguro de ello.
Siempre nos deslumbran las cosas pasajeras; y a veces hemos
querido cifrar nuestra felicidad en la posesión de los bienes terrenos; sin
embargo, el Señor nos promete participar de su propia vida; y nos pide que
trabajemos por su Reino; si lo hacemos, todo lo demás vendrá a nosotros
por añadidura, lo doloroso es que nos preocupamos por las añadiduras y
nos olvidamos del reino de Dios.
46
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
Es de sabio abrir los ojos del espíritu para contemplar el gran amor
que Dios nos ha manifestado por medio de su Hijo Jesucristo, dándonos
una nueva vida. Hemos de abrir los oídos de nuestro corazón para que
descienda a él la Palabra que Dios pronuncia sobre nosotros, de tal forma
que, como una buena semilla en un buen terreno, produzca abundantes
frutos de salvación. Así seremos constructores de paz, y viviremos como
hermanos amándonos como Cristo nos amó. «La Iglesia de Cristo será
realmente un recinto de justicia, de alegría, de paz y de amor fraterno».
Muchas veces pensamos que participando de los Sacramentos ya
somos personas espirituales y ya nos hemos salvado; la espiritualidad y la
salvación son esto y algo más, es que los Sacramentos den frutos dentro
de nosotros, frutos de amor, santidad, fraternidad y de una entrega total
a Dios sirviendo a nuestros hermanos, diciendo lo que decía Pablo: no
soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí. Todos queremos entrar en
el Reino de Dios, Cristo nos afirma: El que cumple la voluntad del Padre
entrará en el Reino de los Cielos.
Esto está claro en el evangelio de hoy: no es espiritual el que grita
mucho “Señor, Señor”, sino el que practica las obras que el Señor quiere,
el que se hace hermano y practica la fraternidad. Por eso, Jesús dice el
que escucha estas palabras mía y las pone en práctica. De manera, que
debemos animarnos a practicar más que a hablar, más que a gritar. “Obras
son amores…” Seamos personas prácticas, personas de acciones buenas
y así seremos personas de profunda espiritualidad.
4
Viernes
Feria o Memoria Libre: San Juan Damasceno,
Presbítero y Doctor de la Iglesia
Morado o Blanco
Lectura del profeta Isaías 29, 17-24
Esto dice el Señor: « ¿Acaso no está el Líbano a punto de convertirse
en un vergel y el vergel en un bosque? Aquel día los sordos oirán las
palabras de un libro; los ojos de los ciegos verán sin tinieblas ni oscuridad;
los oprimidos volverán a alegrarse en el Señor y los pobres se gozarán en el
Santo de Israel; porque ya no habrá opresores y los altaneros habrán sido
exterminados. Serán aniquilados los que traman iniquidades, los que con
sus palabras echan la culpa a los demás, los que tratan de enredar a los
jueces y sin razón alguna hunden al justo».
Esto dice a la casa de Jacob el Señor que rescató a Abrahán: «Ya no se
avergonzará Jacob, ya no se demudará su rostro, porque al ver mis acciones
en medio de los suyos, santificará mi nombre, santificará al Santo de Jacob y
temerá al Dios de Israel. Los extraviados de espíritu entrarán en razón y los
inconformes aceptarán la enseñanza». Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 26
R/ “El Señor es mi luz y mi salvación.”
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor
es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar? R.
47
Ámense como hermanos
Lo único que pido, lo único que busco, es vivir en la casa del Señor toda
mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su
presencia. R.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor y
fortaleza y en el Señor confía. R.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 27-31
Cuando Jesús salía de Cafarnaún, lo siguieron dos ciegos, que gritaban:
«¡Hijo de David, compadécete de nosotros!» Al entrar Jesús en la casa, se
le acercaron los ciegos y Jesús les preguntó: «Creen que puedo hacerlo?»
Ellos le contestaron: «Sí, Señor».
Entonces les tocó los ojos, diciendo: «Que se haga en ustedes conforme
a su fe». Y se les abrieron los ojos. Jesús les advirtió severamente: «Que
nadie lo sepa». Pero ellos, al salir, divulgaron su fama por toda la región.
Palabra del Señor.
Meditación
¡Extra! ¡Extra! Excelente noticia para cada uno de nosotros: Los ciegos
verán y la oscuridad dejará paso a la luz, los sordos oirán, los oprimidos
volverán a alegrarse y los pobres gozarán con el Santo de Israel. Imaginemos
cómo sería nuestro país si un día despertáramos y nos creyéramos desde
el corazón que la profecía de Isaías se había materializado totalmente.
¡Cuánto optimismo nos trae el profeta y Jesús! ¿Utópico? ¿Irreal?
¿Posible? ¿Sueños inalcanzables? ¡Parece imposible pero para Dios nada
es imposible! Así son los planes de Dios para nosotros hoy.
Leer al profeta implica leerlo desde nuestra historia personal y social.
Seguir a Jesús es tener fe en la insistencia de seguir su plan, su proyecto,
su sueño: nuestro plan, proyecto y sueño. Dios insiste en dar vista para que
se cumplan sus promesas. Sigue pidiendo confianza para que podamos,
como el salmista, gritar al mundo: “el Señor es mi luz y mi salvación” para
que recibamos ánimo y mantengamos la esperanza.
Es sorprendente, contemplar a estos dos ciegos con sus bastones por
el camino. Van corriendo “a trompicones”. Quizás siguen apresuradamente
a algún lazarillo que les lleva detrás de Jesús hasta que agotados lo
alcanzan. Pero el Maestro parece no darse cuenta de su estado. Les
pregunta: “Creen que puedo curarlos...” ¿No habrían demostrado ya
su fe corriendo a ciegas, y aun clamando misericordia por el camino?
Jesús quiere provocar en ellos una adhesión plena porque eran hombres
iluminados por la fe. Para ellos, recuperar la vista física será consecuencia
de esa otra visión, más necesaria y profunda: su fe. El verdadero milagro
es invisible y está en el interior de cada hombre que cree sin dudar.
Tenemos que separar dos aspectos que son en apariencia
contradictorios pero sirven al fin último de Jesús: a) los intereses de los
ciegos eran común, “que Cristo lo sanara”, b) Cristo muestra su compasión
amorosa curándolos, pero para que vieran la manifestación del reino de
Dios. Nos podemos preguntar: ¿a qué vamos a la Iglesia? Por pretensiones
personales o en busca del reino de Dios, la vida eterna?
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
5
Sábado
Feria del Tiempo de Adviento
Morado
Lectura del profeta Isaías 30, 18-21.23-26
Esto dice el Señor, el Santo de Israel: «Pueblo de Sión, que habitas en
Jerusalén, ya no tendrás que llorar: el Señor misericordioso se apiadará de
ti cuando clames a él, en cuanto te oiga, te responderá.
El Señor les dará pan en la escasez, agua en la necesidad; tu Maestro
no se esconderá ya, con tus ojos verás a tu Maestro; cuando te desvíes a
derecha o izquierda, oirás con tus oídos una palabra a la espalda: “Este es
el camino, síganlo”.
El Señor te dará lluvia para la semilla que siembres en tu tierra; y el
alimento que produzca la tierra será abundante y sustancioso; aquel día
pastarán tus ganados en amplias praderas. Los bueyes y los burros que
trabajan la tierra comerán un sabroso forraje, aventado con pala y horquilla
En toda montaña alta y en toda colina elevada habrá arroyos y corrientes
de agua el día de la gran matanza, cuando las torres caigan. El día que el
Señor vende la herida de su pueblo y sane las llagas de sus golpes, la luz
de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces mayor».
Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 146
R/. Dichosos los que esperan en el Señor.
Alaben al Señor, que la música es buena; nuestro Dios merece una
alabanza armoniosa. El Señor reconstruye Jerusalén, reúne a los deportados
de Israel. R/.
El sana los corazones destrozados, venda sus heridas. Cuenta el número
de las estrellas, a cada una la llama por su nombre. R/.
Nuestro Señor es grande y poderoso, su sabiduría no tiene medida. El
Señor sostiene a los humildes, humilla hasta el polvo a los malvados. R/.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 35-38; 10, 1.6-8
En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando
en las sinagogas judías, anunciando la buena noticia del Reino y curando
todas las enfermedades y dolencias.
Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y
desorientados como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: «La
cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos; rueguen por tanto
al dueño de la cosecha que envíe trabajadores a recogerla».
Después, llamando a sus doce discípulos, Jesús les dio poder para
expulsar espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y
dolencias. Les dijo: «Vayan más bien en busca de las ovejas perdidas del
pueblo de Israel. Vayan y proclamen que está llegando el Reino de los
cielos. Curen a los enfermos, limpien a los leprosos, resuciten a los muertos,
expulsen a los demonios. Gratis lo han recibido, entréguenlo también gratis».
Palabra del Señor.
49
Ámense como hermanos
Meditación
Podemos notar que éste evangelio consta de dos partes: (a) Un breve
resumen de la actividad apostólica de Jesús (Mt 9,35-38) y (b) el inicio
del “Sermón de la Misión” (Mt 10,1.5-8). Mateo 9,35: Resumen de la
actividad misionera de Jesús. “Jesús recorría todas las ciudades y aldeas,
enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y
sanando toda enfermedad y toda dolencia”. Jesús se dirigía a las ovejas
perdidas de Israel”. ¿Quiénes eran estas ovejas perdidas de Israel? Eran
las personas pertenecientes al pueblo de Dios, «los Judíos».
Cristo, Pastor, después de una pesca milagrosa, llamó pescadores de
hombres a los suyos. Ahora, su inquietud por salvar a los hombres se ve
reflejada en la imagen del campo: la mies y los trabajadores que habrán
de reunir la cosecha de las almas. Él es el primero en dar ejemplo de
ese irresistible amor de Dios que sale a la búsqueda del hombre que está
perdido.
Nos damos cuenta que en todas partes y a todas horas, Cristo es
eminentemente apostólico y los que le siguen han de participar de su misma
inquietud. No busca cristianos adormecidos, perezosos, haraganes, en los
tiempos libres o feligreses fugaces de los domingos. El que quiera seguir
a Cristo tendrá de remangarse y participar activamente en esa misión del
Reino. ¿Por qué? Porque grande es la necesidad de las almas y muchas
las que no le conocen. Muchos son los que andan desviados buscando su
felicidad en los lugares donde nos está. Almas espiritualmente extenuadas,
sin fuerzas para alcanzar los bienes del espíritu. Almas sin alguien que les
indique el camino. Almas que no han conocido a Cristo, «el Camino que
conduce a Él».
Jesús nos hace partícipes de su misión: proclamar la Buena Nueva
de justicia e igualdad en medio de una sociedad que elimina totalmente
a las personas. Tal proclamación tiene una preferencia especial por los
enfermos y dolientes, es decir, los excluidos. Jesús les entrega el poder
para sanar, y los envía al servicio de los demás, ya que seguirle es un
compromiso de responsabilidad frente a todo ser humano en situación de
opresión y esclavitud.
El adviento es tiempo de reflexión y de revisión de vida. Adviento es
tiempo de fraternidad. Nosotros, como cristianos, debemos revisar nuestra
vida para ver si realmente somos continuadores de la misión de Jesús en
el anuncio del Reino, en la creación de unas condiciones dignas de vida.
Debemos ser conscientes de que proclamar la Buena Nueva nos exige
una entrega total en el día a día a los demás.
Son importantes dos acciones de Jesús que aún hoy se siguen
realizando en el plano de la misión: primero, elige a doces de sus
discípulos para que realicen el trabajo de la Misión y segundo, ve la
inmensidad del trabajo y pide a los discípulos que oren al Padre para que
envíe más trabajadores a su Mies. Hoy, tú y yo estamos llamados a ser
esos trabajadores, no te fijes en lo que hacen otros ni los critiques, has
tú lo que tienes que hacer.
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
6
II Domingo de Adviento
II Semana Liturgia de las Horas
Morado
Preparemos el camino del Señor creciendo en el amor
fraterno y solidario
Algunas orientaciones para esta Celebración:
Colocar el lema del mes en un lugar
visible./ subrayar el valor del ¨la fraternidad.
Destacar el lema del día / preparar un letrero
indicando el Día de la pastoral social. Acoger
con especial atención a los adolescentes y
jóvenes en situaciones de riesgo, así como
a las viudas consagradas. Los jóvenes
de la Pastoral Juvenil pueden dramatizar
el Evangelio. Para la preparación de esta
celebración tomar en cuenta los integrantes de la Pastoral Social. Subrayar
la labor de los que trabajan en esta Pastoral. Monición ambiental:
Hermanos y hermanas con amor fraterno en su inmensa misericordia
nos convoca el Señor una vez más, para que celebremos con gozo, con
esperanza la eucaristía de hoy Segundo Domingo del Tiempo de Adviento.
La palabra de hoy se centra en el llamado al arrepentimiento para el
perdón de los pecados, y así preparar el camino, para recibir al Salvador,
que es el acontecimiento más importante de la humanidad, Dios mismo a
través de su Hijo se hace presente entre nosotros, por pura misericordia del
Padre, para que al reconciliarnos nos amemos como hermanos y vivamos
en fraternidad.
Hace 504 años Fray Antón de Montesinos, de los Padres Dominicos en
nuestra tierra quisqueyana, siendo sensible a la solidaridad, hicieron suyas
las necesidades y el dolor de los indígenas y acogiendo la palabra del Señor
“Ámense como hermanos” (1Pe 3,8); en un gesto de fraternidad y valentía
alzaron sus voz en defensa de los indígenas sometidos a múltiples maltratos
por los españoles.
Por eso, recordando ese acontecimiento cada Segundo domingo de
adviento celebramos el día de la Pastoral Social. Recordamos a todos
los que testimoniando su fe y con profundo sentimiento fraterno han
acompañado a tantos hermanos y hermanas que ayer como hoy sufren por
las desigualdades sociales.
Oremos al Señor para que nos dé la fuerza para asumir nuestro
compromiso cristiano, trabajemos por cuanto necesitan de nosotros, por los
excluidos de la sociedad y todos los están en condiciones de riesgo.
Con gozo y esperanza dispongámonos a celebrar esta Eucaristía en el
día del Señor, recibiendo a Jesús que llega en la persona de quien preside,
cantamos.
51
Ámense como hermanos
Antes del Acto Penitencial: Encendemos las 2 velas de Adviento.
Dos personas de la Comisión de la Pastoral Social. Se entona un canto
de Adviento. Se hace luego la oración siguiente.
Oración: Señor Jesús, Tú, sensible y solidario, hiciste tuyas las
necesidades de todos y de todas y por eso con amor fraterno viniste y vienes
para llenarnos de tu luz. Permítenos, que al encender las dos velas de esta
Corona de Adviento, tu luz encienda en nosotros el deseo de servir a los
demás, especialmente a todos los que sufren, a los desprotegidos, a los
adolescentes y jóvenes en situaciones de riesgo y a la viuda consagradas
Haz que podamos anunciar con gozo y esperanza tu presencia aun en
medios de las dificultades, danos la valentía de denunciar los males que nos
impiden vivir la fraternidad y amarnos como hermanos mientras esperamos
tu retorno lleno de gloria. Que el fuego de tu Santo Espíritu nos llene de
luz para que podamos ser testigos de tu Evangelio en medio del mundo.
Bendice y fortalece a todos los que trabajan en la Pastoral Social. Amén
Primera Lectura Baruc 5,1-9
El profeta Baruc anuncia al pueblo afligido un mensaje de esperanza, su
pronta liberación, Dios sensible y cercano les mostrará su esplendor y su gloria.
Esta misma esperanza nos anima hoy a nosotros junto a la Pastoral Social en
el trabajo por una sociedad mejor, sin violencia ni corrupción donde nada nos
impida vivir en fraternidad y amarnos como hermanos. Escuchemos.
Lectura del profeta Baruc
Jerusalén, quítate tu ropa de duelo y aflicción, y vístete para siempre el
esplendor de la gloria que viene de Dios. Envuélvete en el manto de la justicia
que procede de Dios, pon en tu cabeza la diadema de gloria del Eterno.
Porque Dios mostrará tu esplendor a todo lo que hay bajo el cielo. Pues tu
nombre se llamará de parte de Dios para siempre: <<Paz de la Justicia>> y
<<Gloria de la Piedad>>.
Levántate, Jerusalén, sube a la altura, tiende tu vista hacia el Oriente y
ve a tus hijos reunidos desde oriente a occidente, a la voz del Santo, alegres
del recuerdo de Dios.
Salieron de ti a pie, llevados por enemigos, pero Dios te los devuelve
traídos en triunfo como sobre un trono real. Porque ha ordenado Dios que sean
rebajados todo monte elevado y los collados eternos, y colmados los valles
hasta allanar la tierra, para que Israel marche seguro bajo la gloria de Dios.
Y hasta las selvas y todo árbol aromático darán sombra a Israel por orden
de Dios. Porque Dios guiará a Israel con alegría a la luz de su gloria, con la
misericordia y la justicia que vienen de él. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6.
R / El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, / nos parecía soñar; la boca
se nos llenaba de risas, / la lengua entre cantares. / R.
Hasta los gentiles decían: / “El Señor ha estado grande con ellos”. El Señor
ha estado grande con nosotros, / y estamos alegres. / R.
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
Que el Señor cambie nuestra suerte/como los torrentes del Negueb. Los
que sembraban con lagrimas, / cosechan entre cantares.
Al ir, iban llorando, / llevando la semilla, al volver, vuelven cantando
trayendo sus gavillas. / R.
Segunda Lectura: Filipenses 1,4-6.8-1
Pablo movido el gran amor a la comunidad de Filipo les agradece su
solidaridad fraterna con él y ora porque crezca su amor y sean fieles hasta
el final. Escuchemos
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Filipenses 1,4-6.8-11
Rogando siempre y en toda mis oraciones con alegría por todos ustedes a
causa de la colaboración que han prestado al Evangelio, desde el primer día
hasta hoy; firmemente convencido de que, quien inició en ustedes la buena
obra, la irá consumando hasta el Día de Cristo Jesús.
Pues testigo me es Dios de cuánto los quiero a todos ustedes en el corazón
de Cristo Jesús. Y lo que pido en mi oración es que su amor siga creciendo
cada vez más en conocimiento perfecto y todo discernimiento, llenos de los
frutos de justicia que vienen por Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios.
Palabra de Dios.
Aleluya Lc3, 4-6
Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.
Todos verán la salvación de Dios
Evangelio: Lucas 3,1-6
Para ver la salvación de Dios es necesario preparar el camino del Señor
enderezando, rellanando, rebajando lo que impide vivir la fraternidad y la
solidaridad con los más necesitados. De pie aclamemos cantando al Señor
que nos hablará en este momento.
+ Lectura del santo Evangelio según San Lucas
En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procu­
rador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca
de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene; en el pontificado
de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías,
en el desierto.
Y se fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de
conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los
oráculos del profeta Isaías: Voz que clama en el desierto:
“Preparen el camino del Señor, enderecen sus sendas; todo barranco será
rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso se hará recto y las
asperezas serán caminos llanos. Y todos verán la salvación de Dios”.
Palabra del Señor.
Oración de los Fieles
El que preside: Llenos de esperanza en el Padre que nos regala su
salvación presentamos nuestras súplicas diciendo: Venga tu Reino, Padre”
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Ámense como hermanos
1. Por el Papa Francisco, los obispos, sacerdotes y diáconos, consagrados
y consagradas; para que a ejemplo de Juan Bautista, prediquen el perdón
de los pecados y la reconciliación de los hombres con Dios. Roguemos
al Señor.
2. Por los gobernantes de todos los países, para que trabajen por mejorar las
condiciones ambientales de nuestra casa común -la tierra- y promuevan
la fraternidad entre los pueblos. Roguemos al Señor.
3. Por los enfermos, los marginados, los ancianos y los necesitados; para
que a través de la Pastoral Social encuentren apoyo para resolver su
situación. Roguemos al Señor.
4. Por los adolescentes y jóvenes de nuestras comunidades en situaciones
de riesgo, para que en este tiempo de Adviento escuchen la voz del Señor
y se animen a buscarle y servirle. Roguemos al Señor.
5. Por todos los que dentro de la Pastoral Social tienen como misión consolar
y animar a los que han perdido toda esperanza, para que lleven a ellos el
anuncio de la llegada del Señor que libera y salva. Roguemos al Señor
6. Por todos nosotros, para que en este tiempo de espera y compartir fraterno
especialmente con los más pobres, acojamos el llamado del Señor a una
verdadera conversión y nos amenos como hermanos. Roguemos al
Señor.
El que preside: Acoge, Padre, nuestras oraciones y aviva en nosotros
la esperanza para que sepamos trabajar por tu Reino, disponiéndonos a
preparar el camino para que Tú completes en nosotros la buena obra que Tú
has iniciado. Por Jesucristo nuestro Señor.
7
Lunes
Memoria Obligatoria:
San Ambrosio, Obispo y Doctor de la Iglesia
Blanco
Lectura del Profeta Isaías 35,1-10
El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y la estepa,
florecerá como flor de narciso, se alegrará con gozo y alegría. Tiene la gloria
del Líbano, la belleza del Carmelo y del Sarión.
Ellos verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios. Fortalezcan
las manos débiles, robustezcan las rodillas vacilantes; digan a los cobardes
de corazón: «Sean fuertes, no teman. Miren a su Dios, que trae el desquite;
viene en persona, resarcirá y los salvará.» Se despegarán los ojos del ciego,
los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua
del mudo cantará. El páramo será un estanque, lo reseco, un manantial.
En el cubil donde se tumbaban los chacales brotarán cañas y juncos. Lo
cruzará una calzada que llamarán Vía Sacra: no pasará por ella el impuro,
y los inexpertos no se extraviarán. No habrá por allí leones, ni se acercarán
las bestias feroces; sino que caminarán los redimidos, y volverán por ella
los rescatados del Señor. Vendrán a Sión con cánticos: en cabeza, alegría
perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría. Pena y aflicción se alejarán. Palabra
de Dios.
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
Salmo Responsorial: 84
“Nuestro Dios viene y nos salvará”
Voy a escuchar lo que dice el Señor: «Dios anuncia la paz a su pueblo y
a sus amigos.» La salvación está ya cerca de sus fieles, y la gloria habitará
en nuestra tierra. R.
La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra, y la justicia mira desde el cielo. R.
El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia marchará
ante él, la salvación seguirá sus pasos. R.
Lectura del Santo Evangelio según san Lucas 5,17-26
Un día estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y
maestros de la ley, llegados de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén.
Y el poder del Señor lo impulsaba a curar. Llegaron unos hombres que
traían en una camilla a un paralítico y trataban de introducirlo para colocarlo
delante de él. No encontrando por donde introducirlo, a causa del gentío,
subieron a la azotea y, separando las losetas, lo descolgaron con la camilla
hasta el centro, delante de Jesús. Él, viendo la fe que tenían, dijo: «Hombre,
tus pecados están perdonados.» Los escribas y los fariseos se pusieron
a pensar: «¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar
pecados más que Dios?» Pero Jesús, leyendo sus pensamientos, les replicó:
«¿Qué piensan en su interior? ¿Qué es más fácil: decir “tus pecados quedan
perdonados”, o decir “levántate y anda”? Pues, para que vean que el Hijo del
hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados... –dijo al paralítico–:
A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa.»
Él, levantándose al punto, a la vista de ellos, tomó la camilla donde
estaba tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios. Todos quedaron
asombrados, y daban gloria a Dios, diciendo llenos de temor: «Hoy hemos
visto cosas admirables.» Palabra del Señor
Meditación
Hoy se nos manifiesta la alegría y esperanza que da el anuncio de
liberación. Donde los ciegos ven y florece el desierto. Dios será quien
vendrá a salvar a los pueblos. El mensaje es la alegría salvadora del
redentor Cristo Jesús. Esta lectura nos levanta el ánimo para que sigamos
nuestra misión. Isaías anuncia una señal, la esperanza en el reino y
nosotros también estamos llamados a anunciar la esperanza del reino, a
anunciar y vivir en fraternidad.
En su Misión, Jesús enseña con palabras y gestos (signos).”Hechos y
palabras”. ¿Era Jesús, como buen judío, sólo un buen creyente? O ¿Se
presentaba como promotor de una nueva religión? Jesús aprovecha la
pregunta de éstos para demostrarles que no era discípulo de Moisés, sino
el Maestro de todos ellos. Y esto provoca el escándalo: “¿Cómo se las
va a dar de maestro ante ellos un hombre sin estudios ni títulos?” Ellos
esperaban que la venida de Dios, del Mesías, confirmase sus enseñanzas
y reconociera sus méritos. Y se encuentran con un Jesús, que se mezcla
55
Ámense como hermanos
con el pueblo sencillo menospreciado por ellos. No pueden creer en él
y, entonces, empieza la oposición, el enfrentamiento. Con el perdón y la
curación del paralítico, Jesús da tres respuestas a la vez: al enfermo, a sus
amigos y a los fariseos:
1ª. El paralítico se había preguntado muchas veces “por qué Dios le
había castigado a él”, ya que creían los judíos que la enfermedad era un
castigo divino por los pecados cometidos. Y dudaba de si para él podría
hacerse el milagro. Pero, en cuanto logran acercarlo a Jesús, sus miradas
se cruzan y, en un momento, todo cambia en él: siente la seguridad del
perdón, que le hacía sufrir más que la misma enfermedad.
2ª Los amigos invitan al paralítico a que busque la curación. Y le
ayudan. Vencen el “qué dirán”, vencen también la oposición de los fariseos
y, manos a la obra, derribando obstáculos y contrariedades, y hasta parte
del propio techo de la terraza, lo descuelgan y lo acercan a Jesús.
3ª Los fariseos y maestros de la Ley se escandalizan ante el perdón
concedido por Jesús, porque no creen que sea el Hijo de Dios. Para ellos,
sólo es Dios el que puede perdonar los pecados. El perdón no se compra
con ofrendas, ni penitencias, ni prácticas religiosas. Es don gratuito del
Padre, fruto del encuentro con El.
8
Solemnidad: La Inmaculada Concepción de la Virgen María
Martes
Blanco o Azul
23º Aniversario de la Ordenación episcopal de Mons. Antonio
Camilo González, Obispo Emérito de la Vega.
8º Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Valentín Reynoso
Hidalgo, MSC, Obispo Auxiliar de Santiago de los Caballeros
Lectura del libro del Génesis 3, 9-15. 20.
Después que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre: “Dónde
estás?” El contestó: “Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba
desnudo, y me escondí”.
El Señor le replicó: “¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que
has comido del árbol que te prohibí comer?” Adán respondió: “La mujer que me
diste como compañera me ofreció del fruto, y comí”. El Señor dijo a la mujer:
“¿Qué es lo que has hecho?”. Ella respondió: “La serpiente me engañó, y comí”.
El Señor Dios dijo a la serpiente: “Por haber hecho eso, serás maldita
entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el
vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la
mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la
hieras en el talón”. El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de
todos los que viven. Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 97
R/ “Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas”.
Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra
le ha dado la victoria, su santo brazo. R.
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se
acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera; griten, vitoreen, toquen. R.
Lectura de la carta de san Pablo a los Efesios 1, 3-6. 11-12.
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha
bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y
celestiales. El nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. El nos ha
destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en
su querido Hijo, redunde en alabanza suya.
Por su medio hemos heredado también nosotros. A esto estábamos
destinados por decisión del que hace todo según su voluntad.
Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de
su gloria. Palabra de Dios.
Lectura del santo evangelio según San Lucas 1, 26-38
El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de galilea llamada
Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe
de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo: “Alégrate, llena de gracia, el
Señor está contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres”.
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel.
El ángel le dijo: “No temas, María, porque has encontrado gracia ante
Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre
Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el
trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su
reino no tendrá fin”.
Y María dijo al ángel: “¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?”
El ángel le contestó: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del
Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará
Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha
concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque
para Dios nada hay imposible”. María contestó: “Aquí está la esclava del
Señor; hágase en mí según tu palabra”. Y la dejó el ángel. Palabra del
Señor.
Meditación
Vemos como el Antiguo Testamento nos relata una historia de pecado
y de gracia. Frente a la amarga desobediencia, Dios les da tres sentencias
y una promesa de amor. Podemos afirmar que todo el Antiguo Testamento
es el libro de la promesa y el Nuevo es el cumplimiento de ella.
Las promesas de un corazón nuevo y de una vida enteramente
orientada por la voluntad de Dios se realizaron por primera vez en la historia
57
Ámense como hermanos
en María, en quien comenzaron a despuntar la luz y santidad de Cristo
redentor. En María Inmaculada se revela la voluntad amorosa de un Dios
que creó a la humanidad, liberó de la esclavitud a un pueblo recreándolo
para la comunión con él y que desde siempre ha deseado recrear a cada
ser humano a imagen del Verbo eterno. La Virgen Inmaculada es ese
bello y luminoso pórtico de Cristo, la «nueva creación» por excelencia,
«el hombre nuevo creado a imagen de Dios» lleno del Espíritu de Dios (Ef
4,24), cuya venida y obra redentora iluminan ya la historia de pecado de la
humanidad en la concepción inmaculada de su Madre María.
Por siempre, María es «llena de gracia» desde el primer instante de
su ser, «ha hallado gracia delante de Dios». Esto naturalmente tiene que
ver con su concepción en el vientre de su madre, con el primer momento
de su existencia. En ese instante Dios no se ha limitado a realizar en ella
un gesto negativo, liberándola de la mancha original y de pecado. Dios
la ha llenado de gracia y de esa forma hace que sea Inmaculada. Por
eso ella ha nacido Inmaculada. Ella es también Inmaculada porque se
dejó plasmar continuamente por el Espíritu Santo, de forma que vivió y
se expresó siempre como persona absolutamente nueva, libre, toda de
Dios y dueña de sí. Ella es la Inmaculada desde la Anunciación hasta
Pentecostés «se nos presenta como mujer enteramente disponible a la
voluntad de Dios», por eso es «la Inmaculada Concepción, “la llena de
gracia por Dios” (Lc 1,28.)
Varias son las ideas que impresionaron a los cristianos que oraban con
las Sagradas Escrituras y buscaban la luz de la revelación de Dios; así
vieron que Dios tenía un propósito para su creación y que cada creyente
había sido escogido en Cristo “antes de la creación del mundo” (Efesios
1,4). Dios hace preparativos para el futuro, verdad que queda expresada
en cada una de las profecías referentes al Mesías.
Cuando pensamos en el “Sí” de María a la propuesta de Dios, lo
podemos imaginar en un ambiente casi de novela “romántica”, y olvidar
que con ese “Sí”, toda su vida quedó comprometida. La respuesta que ella
dio no era algo espontáneo o “lógico”. María dirá que sí, más por confianza
y fe, que por conocimiento. Él sabrá encontrar las soluciones a todos los
problemas, pero hacía falta fe, hacía falta abandono total a su voluntad,
esto es lo que nos hace falta a nosotros.
9
Miércoles
Feria de Adviento
Morado
Lectura del profeta Isaías 40,25-31
¿A quién pueden compararme, que me asemeje?», dice el Santo. Alcen
los ojos a lo alto y miren: ¿Quién creó aquello? El que cuenta y despliega
su ejército y a cada uno lo llama por su nombre; tan grande es su poder, tan
robusta su fuerza, que no falta ninguno. ¿Por qué andas hablando, Jacob, y
diciendo, Israel: «Mi suerte está oculta al Señor, mi Dios ignora mi causa»?
¿Acaso no lo sabes, es que no lo has oído? El Señor es un Dios eterno
58
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
y creó los confines del orbe. No se cansa, no se fatiga, es insondable su
inteligencia. Él da fuerza al cansado, acrecienta el vigor del inválido; se
cansan los muchachos, se fatigan, los jóvenes tropiezan y vacilan; pero los
que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, echan alas como las águilas,
corren sin cansarse, marchan sin fatigarse. Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 102
R/ “Bendice, alma mía, al Señor”
Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice,
alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. R.
Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu
vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura. R.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia;
no nos trata como merecen nuestros pecados ni nos paga según nuestras
culpas. R.
Lectura del santo evangelio según San Mateo 11,28-30
En aquel tiempo, exclamó Jesús: Vengan a mí todos los que están
cansados y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan
de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán su descanso.
Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera. Palabra del Señor
Meditación
Dios siempre se ha mostrado dispuesto a estar a favor del pobre y del
débil. La palabra de la Escritura es un testimonio constante de esa actitud
de Dios.
Desde los tiempos de la liberación del pueblo en Egipto, luego desde
los anuncios proféticos a favor de los oprimidos por el mismo pueblo, en
tiempos del exilio, en tiempos de las conquistas de pueblos violentos, etc.,
Dios siempre ha mostrado su favor y su parcialidad hacia los más pobres.
Dios es el Padre de los pobres y es nuestro padre, por tanto los pobres son
nuestros hermanos y debemos vivir con ellos la fraternidad.
El yugo que oprimía al pueblo al cual se refiere el texto de hoy era la
Ley (llamada así por el mismo pueblo). Tanta multiplicación de leyes y
preceptos, tanta dependencia de la estructura religiosa (613 leyes) podía
hacer olvidar a ese Dios que buscaba a los pobres del pueblo para estar
con ellos. La estructura religiosa, por lo tanto, en lugar de proporcionar
el espacio sagrado para el encuentro del hombre y la mujer con el Dios
del pueblo, cercaba a Dios en un ámbito al que sólo accedían algunos
privilegiados por el poder.
Con amor, Jesús pide que el pueblo se acerque a Él. Más allá de
cualquier yugo, el suyo es el más liviano. Y no es que no pese. Acercarse
a Jesús implicará luchas, desalientos, y hasta persecuciones. Pero aun
esto es más digno que el yugo de las superestructuras que oprimen las
conciencias. En cambio, el seguimiento a Jesús es producto de la libertad
y lleva a la liberación más primaria: la del espíritu.
59
Ámense como hermanos
El “yugo” es el instrumento de madera con el cual se sujetan el par
de bueyes o mulas para tirar del arado o del carro. Jesús lo usa como
una imagen que evoca la vida misma del hombre con sus afanes y
responsabilidades. Porque todo hombre debe soportar una “carga” más o
menos pesada y nadie está exento de ella. Por eso, bien visto, el “yugo”
que Jesucristo nos ofrece tiene sus ventajas. Quizás no siempre sabemos
apreciarlas: pero, ¿por qué no lo buscamos más a menudo?
Jesús quiere hacernos “liviana” nuestra carga. Y una vez más, si
tenemos oídos no podemos dejar de atender: “Venid a mí... yo os daré
descanso (...) porque mi yugo es suave y mi carga ligera”. No podemos
con las cargas de la vida sin Jesucristo, y de esto nos debemos convencer.
“Si realmente conocieras el don de Dios, (...) tú le habrías pedido a
Él...” (Jn 4, 10). Algo así, nos podría decir Jesucristo a cada uno cuando
conociéndole no acudimos a Él. Porque todos experimentamos el
cansancio en la lucha. Todos necesitamos la comprensión y el consuelo
de los demás, en la familia, con mi esposo o esposa, con mis hijos y demás
familiares y amigos. Pero aún más necesitamos a Dios, sobre todo cuando
nos falta lo anterior. ¿Acaso no estamos necesitados más que nunca hoy
de esa serenidad y presencia del Señor?
10
Feria o Memoria Libre: Santa Eulalia de Mérida, Virgen y Mártir
Jueves
Morado o Rojo
Lectura del profeta Isaías 41,13-20
Yo, el Señor, tu Dios, te agarro de la diestra y te digo: «No temas,
yo mismo te auxilio.» No temas, gusanito de Jacob, oruga de Israel, yo
mismo te auxilio –oráculo del Señor–. Tu redentor es el Santo de Israel.
Mira, te convierto en trillo aguzado, nuevo, dentado: trillarás los montes
y los triturarás; harás paja de las colinas; los aventarás, y el viento los
arrebatará, el vendaval los dispersará; y tú te alegrarás con el Señor, te
gloriarás del Santo de Israel.
Los pobres y los indigentes buscan agua, y no la hay; su lengua está
reseca de sed. Yo, el Señor, les responderé; yo, el Dios de Israel, no los
abandonaré. Alumbraré ríos en cumbres peladas; en medio de las vaguadas,
manantiales; transformaré el desierto en estanque y el yermo en fuentes de
agua; pondré en el desierto cedros, y acacias, y mirtos, y olivos; plantaré en
la estepa cipreses, y olmos y alerces, juncos. Para que vean y conozcan,
reflexionen y aprendan de una vez, que la mano del Señor lo ha hecho, que
el Santo de Israel lo ha creado. Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 144
R/ “El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad”
Te ensalzaré, Dios mío, mi rey; bendeciré tu nombre por siempre jamás.
El Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. R.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que té bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas; R.
60
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
Explicando tus hazañas a los hombres, la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad en edad. R.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 11,11-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «Les aseguro que no ha nacido de
mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el
reino de los cielos es más grande que él. Desde los días de Juan, el Bautista,
hasta ahora se hace violencia contra el reino de Dios, y gente violenta quiere
arrebatárselo. Los profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él
es Elías, el que tenía que venir, con tal que quieran admitirlo. El que tenga
oídos que escuche.» Palabra del Señor.
Meditación
El desierto para los Israelitas fue muy duro, por encima de esa vivencia
tan dura, Yahvé, por medio profético, asegura su protección cariñosa al
pueblo que Él eligió: lo defiende, lo lleva de la mano. El actuar de Dios
con su pueblo es siempre gozo y gloria propia, porque lo llevará a la tierra
prometida. Y este camino los hará ver que el desierto se convierte en
prolongado oasis, la estepa en manantial. Y Dios mismo será la fuente
que calme su sed, reconociendo así el mundo el poder de Dios, que es lo
mismo que afirmar que verá su gloria y creerá en Él, porque no abandona
nunca.
Exceptuando a la Virgen María, Juan el Bautista es el único santo del
que la liturgia celebra el nacimiento, y lo hace porque está estrechamente
relacionado con el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios. Desde el
vientre materno, ya Juan es el precursor de Jesús: su concepción milagrosa
se le anuncia a María como una señal de que “no hay nada imposible para
Dios”, seis meses antes del gran prodigio que nos da la salvación, la unión
de Dios con el hombre por obra del Espíritu Santo.
Podemos notar que en los cuatro Evangelios dan gran relieve a la figura
de Juan el Bautista, como un profeta que termina el Antiguo Testamento
e inaugura el Nuevo, identificando en Jesús de Nazaret al Mesías, el
Ungido del Señor. De hecho, será Jesús mismo el que hablará de Juan
con estas palabras: “Este es de quien está escrito: He aquí, que yo envío
mi mensajero delante de ti / que preparará tu camino por delante de ti. En
verdad les digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor
que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el Reino de los
Cielos es mayor que él”» (Mt 11, 10-12).
Juan Bautista aparece en el Evangelio como la figura del hombre
que precede a Cristo. Su vocación no se da simplemente por el hecho
de que Dios llama a su vida; también se da, se cuaja, se fecunda, se
madura porque, con su libertad, Juan Bautista acepta esta misión. Ya su
padre Zacarías había hablado de su misión cuando Juan es llevado a
circuncidar. Zacarías dice que ese niño “será llamado Profeta del Altísimo
porque irá delante del Señor a preparar sus caminos, para anunciar a su
pueblo la salvación mediante el perdón de los pecados” (Lc 1, 76-77).
61
Ámense como hermanos
Todos estamos llamados, al igual que Juan Bautista, a realizar, a llevar a
cabo nuestra misión.
Jesús en el Evangelio dice: “El que tenga oídos para oír, que oiga”, que
es una forma hebrea de decir que quien esté dispuesto, quien quiera, que
escuche mi palabra y la ponga en práctica. Son tres pasos fundamentales:
escuchar (para conocer) Vivirla y compartirla con los demás.
11
Viernes
Feria ó Memoria libre, San Dámaso I, Papa
Morado o Blanco
Lectura del Profeta Isaías 48,17-19
Así dice el Señor, tu redentor, el Santo de Israel: «Yo, el Señor, tu Dios,
te enseño para tu bien, te guío por el camino que sigues. Si hubieras atendido
a mis mandatos, sería tu paz como un río, tu justicia como las olas del mar; tu
progenie sería como arena, como sus granos, los vástagos de tus entrañas;
tu nombre no sería aniquilado ni destruido ante mí.». Palabra de Dios
Salmo Responsorial: 1
“El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida”
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la
senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que
su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche. R.
Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin. R.
No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento. Porque el
Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba
mal. R.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 11,16-19
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: « ¿A quién se parece esta
generación? Se parece a los niños sentados en la plaza, que gritan a otros:
«Hemos tocado la flauta, y no han bailado; hemos cantado lamentaciones,
y no han llorado.» Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: «Tiene
un demonio.»
Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: «Ahí tienen a un
comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores.» Pero los hechos dan
razón a la sabiduría de Dios.» Palabra del Señor.
Meditación
El Adviento, la preparación a la venida de Cristo, lo tomamos como un
momento de particular alegría y serenidad. Sin embargo, la Escritura nos
advierte de un peligro que podemos correr: el no ser capaces de captar todo
lo que la llegada del Señor tiene que dejar en la vida de cada uno de nosotros.
San Mateo habla del reproche de Cristo a su generación, la cual no
fue capaz de entender ni el mensaje del Bautista ni el mensaje del mismo
62
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
Dios. Es muy importante que nosotros nos demos cuenta que el verdadero
problema es el de la aceptación de Dios en la propia vida. Esto es lo que
todos nosotros, de cara a esta venida de Cristo, tenemos también que
reflexionar. ¿La llegada del Señor es un momento en el cual Jesucristo
cuenta más en mi vida? ¿La venida de Jesucristo en esta Navidad es para
mí una oportunidad para que mi espíritu se abra más a Dios? ¿O por el
contrario, es un momento que se convierte en un dato circunstancial, sin
ninguna otra repercusión en mi existencia?
En Isaías vemos que Dios es constante en buscar nuestro corazón; no
se conforma en habernos llamado, habernos iluminado y llenarnos con su
presencia; no se conforma simplemente con habernos entusiasmado en el
seguimiento de su Reino.
El Adviento nos invita a reflexionar para que podamos descubrir cuál
es el campo de conversión y de transformación que cada uno necesita
realizar en su vida de cara a Jesucristo que viene. Hagámoslo como lo
hace Cristo siempre: con gran misericordia, con gran bondad y, sobre
todo, con una inmensa paz en el corazón. ¿Qué podrá decir de nuestra
generación? ¿Qué podrá decir Cristo de mí? El tiempo de Adviento es una
ocasión propicia para hacernos este tipo de preguntas, no movidos por el
temor o el puro interés personal, sino por el amor a Él.
Jesucristo hace ver a sus contemporáneos que son gente inconforme.
Si hay alegría y danza, no bailan. Si hay canto de duelo, no hay golpes
de pecho. Este es uno de los textos claros en que se critica la falta de
fraternidad Si Juan no comía ni bebía, está poseído. Si Cristo en cambio
come y bebe... también hay quejas. La raíz está en que queremos
acomodarlo todo a nuestros gustos y modos de ver. Nos gusta exigir,
pero no que nos exijan. Tenemos que tener claro, la venida de Cristo, la
Navidad, sea un cambio de perspectiva en nuestras vidas. Como bien lo
expresaba san Francisco: “no querer ser consolados, sino consolar; no
querer ser comprendidos, sino comprender; no buscar ser amados, sino
amar”. Navidad, tiempo de fraternidad de sufrir con quien sufre y reír con
quien ríe.
12
Sábado
Fiesta: Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de América
Blanco
Lectura del profeta Isaías 7, 10-14
El Señor habló a Acaz en estos términos: “Pide para ti un signo de
parte del Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas”.
Pero Acaz respondió: “No lo pediré ni tentaré al Señor”. Isaías dijo:
“Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los
hombres, que cansan también a mi Dios? Por eso el Señor mismo les
dará un signo. Miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo,
y lo llamará con el nombre de Emanuel, que significa Dios está con
nosotros”. Palabra de Dios.
63
Ámense como hermanos
Salmo Responsorial: 66
R/“Que todos los Pueblos te den gracias, Señor”
El Señor tenga piedad y nos bendiga, haga brillar su rostro sobre
nosotros, para que en la tierra se reconozca su dominio, y su victoria entre
las naciones. R.
Que todos los pueblos te den gracias. Que canten de alegría las naciones,
porque gobiernas a los pueblos con justicia y guías a las naciones de la
tierra. R.
La tierra ha dado su fruto: el Señor, nuestro Dios, nos bendice. Que Dios
nos bendiga, y lo teman todos los confines de la tierra. R.
Lectura del Apóstol san Pablo a los Gálatas 4, 4-7
Hermanos cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su hijo, nacido de
mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para
que recibiéramos el ser hijos por adopción. Como somos hijos, Dios envió
a nuestros corazones el Espíritu de su hijo que clama: “!Abba! Padre.” Así
que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por
voluntad de Dios. Palabra de Dios.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 39-48
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a
un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto
Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel
del Espíritu Santo y dijo a voz en grito:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy
yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis
oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído,
porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»
María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu
en Dios, mi salvador porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde
ahora me llamarán feliz por todas las generaciones”. Palabra del Señor.
Meditación
Durante cerca de 500 años, el 12 de Diciembre ha sido celebrado en
México y por toda Latinoamérica como el Día de la Fiesta de la Virgen de
Guadalupe. Juan Diego desplegó su manto indígena ante el obispo Juan
de Zumárraga, dejando al descubierto la imagen de Santa María, morena
y con rasgos mestizos.
Al aconsejarle que pusiera su confianza sólo en Dios, el profeta Isaías
invita al rey, en nombre del Señor, a un acto de fe en el poder divino:
«Pide para ti una señal del Señor tu Dios...» Ante el rechazo del rey, que
prefiere buscar la salvación en la ayuda humana, el profeta pronuncia el
célebre oráculo: «He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz
un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel». El anuncio del signo la virgen
embarazada del Emmanuel, Dios con nosotros, implica la promesa de la
presencia divina en la historia, que encontrará su pleno significado en el
64
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
misterio de la Encarnación del Verbo. Es el signo de la presencia de Dios
en la Iglesia de América Latina por medio de la protección de la virgen de
Guadalupe.
El Evangelio, está lleno de idilio, de una ternura inigualable. Dos mujeres
encinta que se encuentran, que se llenan de Dios y de alegría: María e
Isabel, convertidas en mamás las dos milagrosamente. La visitación de
María a Isabel nos ofrece una de las escenas más sublimes de toda la
Biblia. El encuentro de estas dos mujeres es el signo de la verdadera
fraternidad: llevar la ayuda necesitada y llevar la presencia de Dios.
María, audaz, valiente, sin complejos ni miedos, emprende el camino
desde Galilea hasta la montaña de Judea. Isabel, al oír el saludo de su prima
y antes de que ésta le comunique nada, se da cuenta de la maternidad de
María, por iluminación del Espíritu Santo: ¿Pero, cómo es esto? ¿Llevas
en tu seno a mi Señor, y vienes hasta mí? ¡Si noto que hasta el niño que
se encierra en mis entrañas está dando saltos de gozo con solo oír tu voz!
María recibe la primera bienaventuranza del Evangelio: ¡Dichosa tú,
que has creído, porque se cumplirá en ti todo lo que te ha dicho!
La virgen de Guadalupe es la patrona de América Latina, y de la Nueva
Evangelización. La Guadalupana, que se aparece al indígena Juan Diego, al
sencillo, sigue siendo el signo de María que lleva a Dios por las montañas,
va a ayudar a quien lo necesita; con esa ayuda ya está evangelizando. María
es el ejemplo, el testigo y la intercesora de la Evangelización, de la Nueva
Evangelización y de la Misión Continental en la que estamos metidos. María
la sencilla, la humilde, la sierva lleva a Dios y nos lleva a Dios.
13
Domingo III de Adviento
III Semana de la Liturgia de las Horas
Rosado o Morado
45º Aniversario de la Ordenación Presbiteral De Mons. José Dolores
Grullón Estrella, Obispo de San Juan de la Maguana.
INICIO DEL JUBILEO DE LA MISERICORDIA EN TODAS LAS DIOCESIS
Alegrémonos con el Padre misericordioso practicando la
misericordia
Algunas orientaciones:
Colocar el lema del día
en un lugar visible. Dentro
de la austeridad del adviento
este Domingo es de alegría.
Celebraremos en un ambiente
fraterno con toque festivo.
Recordemos que hoy se inicia
entre nosotros el Jubileo de la
Misericordia. Motivar a que todos en sus hogares preparen el pesebre para
recordar con verdadera alegría la gran Misericordia del Señor. Motivar a la
65
Ámense como hermanos
solidaridad y al compartir fraterno. Acoger con mucho amor a los adolescentes
y jóvenes en situaciones de riesgo y las viudas consagradas.
Monición ambiental
Hermanos y hermanas como comunidad de fe nos reunimos fraterna y
gozosamente para celebrar nuestra Eucaristía de hoy correspondiente al
Tercer Domingo de Adviento, llamado el de la alegría o “gaudete” que en
latín quiere decir “alégrense” en nuestro camino hacia la fiesta de Navidad y
para seguir preparándonos para la llegada del Hijo de Dios.
El pasado martes 8 de diciembre el Papa Francisco inició en Roma el Jubileo
Extraordinario de la Misericordia con el objetivo de recibir, anunciar y practicar
la misericordia de Dios en nuestras vidas que nos lleva a ser hermanos que
son misericordiosos como el Padre. Hoy, 13 de Diciembre, nuestro Obispo en
la Iglesia Catedral abrirá la Puerta de la Misericordia dejando inaugurado en
nuestra Diócesis este hermoso Jubileo para que corra como un río la misericordia
de Dios que brota del corazón de la Trinidad Santa en nuestro pueblo.
Esta misericordia divina es la que nos trae el gozo y esperanza al hacer
memoria de la llegada del Salvador en su primera venida y nos hace mirar al futuro
cuando El vuelva gloriosamente a completar su obra plenamente. El sólo espera
de nosotros la disponibilidad a convertirnos a El, practicando la misericordia con
los más necesitados, la honestidad en nuestro trabajo y la justicia con los demás.
Pidamos al Señor que nos permita vivir este Jubileo de la Misericordia,
que abramos la puerta de nuestro corazón al perdón, a la misericordia que
nos regala el Padre y a practicar esta misericordia compartiendo como
hermanos y hermanas, especialmente, con los más necesitados.
Con júbilo grande iniciemos nuestra Celebración aclamando a Jesucristo,
rostro misericordioso del Padre, que viene a presidirla a través de su ministro.
Antes del Acto Penitencial encendemos la Tercera Luz de Adviento
Tres integrantes del Coro encienden la Tercera Luz de la Corona de Adviento
mientras se entona un canto de Adviento y se dice la siguiente oración:
Oremos: Señor Jesucristo, tú que ere la fuente de la verdadera alegría,
te damos gracia por el amor y la misericordia sin límites que nos regalas.
Transforma e ilumina nuestra vida hoy al encender esta tercera luz de la
Corona de Adviento , queremos agradecerte por el don de la fe , por el regalo
de la salvación y por darnos a tu Madre a la que nos unimos en la gozosa
espera de la navidad .Permítenos celebrar en unidad familiar , fraterna y
comunitaria para compartir con todos y todas especialmente con los más
pobres y desamparados , con los adolescentes y jóvenes en situaciones de
riesgo , con las viudas consagradas y amarlos como hermanos , a no ser
indiferentes con los que sufren. Hoy al inicio del Jubileo de la Misericordia
en nuestra Diócesis haz que seamos contigo testigos de la misericordia del
Padre al vivir más el amor fraterno y solidario con todos y todas. .AMEN
Lectura: Sofonías 3, 14-18
En la primera lectura de hoy se nos invita al gozo y a la alegría aun
en medio de las dificultades, ya que el Señor es misericordioso con su
66
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
pueblo al que ama y quiere ver libre de sus enemigos. Que este Jubileo
de la Misericordia que estamos comenzando nos llene de alegría vivida en
fraternidad. Escuchemos
.
Lectura de la profecía de Sofonías 3,14-18
Regocíjate, hija de Sión, grita de júbilo, Israel; alégrate de todo corazón,
Jerusalén. El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus enemigos.
El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no temerás.
Aquel día dirán de Jerusalén: “No temas, Sión, no desfallezcan tus manos.
El Señor, tu Dios, en medio de ti, es un guerrero que salva. El se goza y se
complace en ti, te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta.”
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Is. 12,2-3. 4bcd. 5-6.
R / Griten jubilosos: “Que grande es en medio de ti el santo de Israel.”
El Señor es mi Dios y salvador: confiaré y no temeré, porque mi fuerza y
mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Y sacarán aguas con gozo de las
fuentes de la salvación. / R.
Den gracias al Señor, invoquen su nombre, / cuenten a los pueblos sus
hazañas, proclamen que su nombre es excelso. / R.
Tañan para el Señor, que hizo proezas, / anúncienlas a toda la tierra;
griten jubilosos, habitantes de Sión: “Que grande es en medio de ti el Santo
de Israel.” / R.
Segunda Lectura: Filipenses 4, 4-7
Quien es solidario con sus hermanos y hermanas, vive el valor de la
fraternidad, ama y deposita toda su confianza en Dios Padre misericordioso
y siempre estará alegre en el Señor. Escuchemos
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses
Hermanos: Estén siempre alegres en el Señor; se lo repito, estén siempre
alegres. Que su mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca.
Nada les preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica con
acción de gracias, sus peticiones sean presentadas a Dios.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará sus corazones y
sus pensamientos en Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
Aleluya Isaías 61,1
El Espíritu del Señor está sobre mí, me ha enviado para anunciar el
Evangelio a los pobres.
Evangelio: Lucas 3, 10-18
En el Evangelio de hoy Juan el Bautista anuncia la inminente llegada del
Mesías, y nos invita a la conversión que se expresa en la práctica eficaz de
la misericordia, la solidaridad, la fraternidad, la honestidad y la justicia. Con
Juan Bautista miremos a Jesucristo, el rostro misericordioso del Padre que
nos llena de alegría. Escuchemos con atención.
67
Ámense como hermanos
+ Lectura del santo Evangelio según San Lucas 3,10-18
En aquel tiempo la gente preguntaba a Juan: “¿Entonces qué hacemos?”
El contestó: “El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene;
y el que tenga comida, haga lo mismo.”
Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron: “¿Maestro,
qué hacemos nosotros?” El les contestó: “No exijan más de lo establecido.”
Unos militares le preguntaron: “¿Qué hacemos nosotros?” El les contestó: “No
hagan extorsión ni se aprovechen de nadie, sino conténtense con la paga.”
El pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan
el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: “Yo los bautizo con agua; pero
viene uno que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus
sandalias. El los bautizará con el Espíritu Santo y fuego; tiene en la mano el
bieldo para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja
en una hoguera que no se apaga.”
Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba el
Evangelio. Palabra del Señor.
Oración de los Fieles
El que preside: Padre, al iniciar este Jubileo de la Misericordia en nuestra
Diócesis te suplicamos diciéndote: Padre, alegra nuestros corazones para
ser misericordiosos como Tú.
-Para que el Papa Francisco, todos los Obispos, Sacerdotes, Diáconos,
Consagrados y consagradas, fortalecidos por el Espíritu en este Jubileo de la
Misericordia anuncien con alegría y esperanza el mensaje de la Misericordia
de Dios. Roguemos al Señor.
Para que todos los gobernantes de los Países ricos sean siempre
misericordiosos y solidarios con los pueblos más pobres y no desoigan
las voces de los que claman por justicia, paz y el bienestar para todos.
Roguemos al Señor.
Por todos los que sufren por la violencia y las desigualdades sociales,
los que son víctima de persecución por defender su fe cristiana, por los que
huyen por razones económicas o por guerras, para que llegue a ellos con
urgencia esa ayuda solidaria tan necesaria y reciban la luz de Cristo en su
corazón. Roguemos al Señor.
Para que en las familias, base fundamental de toda sociedad se viva la
misericordia, se respeten sus ancianos , se proteja la niñez ,adolescentes y
jóvenes y que nada destruya el amor y la fraternidad entre ellos. Roguemos
al Señor.
Por todos nosotros, que alegres nos reunimos en comunión fraterna en el
día del Señor y al iniciar el Jubileo de la Misericordia, para que este tiempo
de Adviento, seamos misericordiosos como el Padre compartiendo con
nuestros hermanos y hermanas especialmente con los más necesitados.
Roguemos al Señor.
El que preside: Acoge Padre nuestras súplicas que te presentamos.
Alegra nuestros corazones con tu misericordia. Salta de júbilo en medio de
tu pueblo y haz que experimentemos la alegría de ser misericordiosos como
Tú con los más necesitados. Por Jesucristo, tu rostro misericordioso. Amén.
68
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
14
Lunes
Memoria Obligatoria:
San Juan de la Cruz, Presbítero y Doctor de la Iglesia
Blanco
Lectura del libro de los Números 24,2-7.15-17ª
En aquellos días, Balaán, tendiendo la vista, divisó a Israel acampado por
tribus. El espíritu de Dios vino sobre él, y entonó sus versos: «Oráculo, de
Balaán, hijo de Beor, oráculo del hombre de ojos perfectos; oráculo del que
escucha palabras de Dios, que contempla visiones del Poderoso, en éxtasis,
con los ojos abiertos: ¡Qué bellas las tiendas de Jacob y las moradas de
Israel! Como vegas dilatadas, como jardines junto al río, como áloes que
plantó el Señor o cedros junto a la corriente; el agua fluye de sus cubos,
y con el agua se multiplica su simiente. Su rey es más alto que Agag, y su
reino descuella.»
Y entonó sus versos: «Oráculo de Balaán, hijo de Beor, oráculo del hombre
de ojos perfectos; oráculo del que escucha palabras de Dios y conoce los
planes del Altísimo, que contempla visiones del Poderoso, en éxtasis, con los
ojos abiertos: Lo veo, pero no es ahora, lo contemplo, pero no será pronto:
Avanza la constelación de Jacob, y sube el cetro de Israel.»Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 24
R/ “Señor, enséñame tus caminos”
Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas: haz que camine
con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.
Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas; acuérdate
de mí con misericordia, por tu bondad, Señor. R/.
El Señor es bueno y es recto, enseña el camino a los pecadores; hace
caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes. R/.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 21,23-27
En aquel tiempo, Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron
los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle: «¿Con qué
autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?» Jesús les
replicó: «Les voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestan, les diré
yo también con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan ¿de dónde venía,
del cielo o de los hombres?» Ellos se pusieron a deliberar: «Si decimos “del
cielo”, nos dirá: “¿Por qué no le han creído?” Si le decimos “de los hombres”,
tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta.»Y respondieron
a Jesús: «No sabemos.» Él, por su parte, les dijo: «Pues tampoco yo les digo
con qué autoridad hago esto.»Palabra del Señor.
Meditación
Hoy más que nunca, nuestro mundo, lleno de actividades e inmerso en el
materialismo, muchas veces no nos permite darnos cuenta que nosotros, los
cristianos, estamos viviendo ya los tiempos profetizados desde antiguo, que
nuestra vida está ya marcada por la presencia del Mesías, del Salvador. Esto
69
Ámense como hermanos
hace, o puede hacer, que nuestras fiestas de Navidad tengan únicamente
una nota comercial, llena de muchas cosas menos de Dios.
Necesitamos detenernos, parar nuestra carrera diaria y darnos cuenta
que lo que vamos a celebrar en los próximos días es el acontecimiento que
cambió la historia, que la dividió y que la hizo ser “Historia de Salvación”.
Es necesario que en profunda reflexión pidamos a Dios que nos ayude con
su gracia para entender que la Navidad representa para nosotros el inicio
de la vida en el Espíritu, que podamos descubrir en este acontecimiento el
cumplimiento de las profecías y la irrupción del amor de Dios entre nosotros
por medio del Emmanuel. Dios se ha hecho no únicamente cercano, sino
presente en ti, en mí para salvarnos y hacernos a todos hermanos.
Sabemos que Balaán era un “profeta profesional” con un gran dilema. El
Rey Balak lo había contratado para maldecir a los israelitas que venían a
atacarlo. Pero Balaán, aunque no era israelita, escuchó que Dios le mandaba
no acatar la orden del rey y antes bien bendecir a los israelitas. El profeta
trató de evadir el cometido y desentenderse de la orden de Dios, pero le
salió “el tiro por la culata”: ¡Hasta la burra que montaba lo reprendió por ser
tan testarudo! Finalmente, para consternación del rey, Balaán pronunció de
parte de Dios una hermosa bendición sobre el pueblo de Israel. No es muy
probable que Dios se valga hoy de un asno para hablarnos, pero quiere que
sus hijos escuchen las bendiciones que Él tiene para ellos.
Es propósito en este Adviento, dedicarse a reflexionar sobre el
asombroso misterio de la Encarnación del Verbo. Pensar en el hecho de
que nuestro Dios nos ama tanto que se hizo uno de nosotros; es decir, no
como un pariente lejano que de vez en cuando nos envía algún paquete
de regalos. No, el Niño nacido en Belén hace dos mil años nace hoy en
nuestra familia: ¡El “Dios hecho hombre” está con nosotros ahora mismo y
quiere que caminemos con Él en fraternidad!
Es posible que el sentido de la pregunta de Jesús sea algo así: “¿entendieron ustedes el mensaje de Juan?”. Porque quien no entiende el mensaje del
arrepentimiento no entiende el mensaje de la gracia. La gracia no significa nada
para quien cree que no la necesita. El alimento no significa nada para quien no
tiene hambre. Tenemos que sentir la necesidad de Jesucristo en nuestra vida.
15
Martes
Feria
Morado
Lectura del profeta Sofonías 3,1-2.9-13
Así dice el Señor: « ¡Ay de la ciudad rebelde, manchada y opresora! No
obedeció ni escarmentó, no aceptaba la instrucción, no confiaba en el Señor,
no se acercaba a su Dios. Entonces daré a los pueblos labios puros, para
que invoquen todos el nombre del Señor, para que le sirvan unánimes.
Desde más allá de los ríos de Etiopía, mis fieles dispersos me traerán
ofrendas. Aquel día no te avergonzarás de las obras con que me ofendiste,
porque arrancaré de tu interior tus soberbias bravatas, y no volverás a
gloriarte sobre mi monte santo. Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
humilde, que confiará en el nombre del Señor. El resto de Israel no cometerá
maldades, ni dirá mentiras, ni se hallará en su boca una lengua embustera;
pastarán y se tenderán sin sobresaltos.»Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 33
R/ “Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha”
Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.
Contémplenlo, y quedarán radiantes, su rostro no se avergonzará. Si el
afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias. R/.
Pero el Señor se enfrenta con los malhechores, para borrar de la tierra su
memoria. Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias. R/.
El Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. El Señor
redime a sus siervos, no será castigado quien se acoge a él. R/.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 21,28-32
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a ancianos del
pueblo: «¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero
y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña.” Él le contestó: “No quiero.” Pero
después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le
contestó: “Voy, señor.” Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el
padre?» Contestaron: «El primero.»
Jesús les dijo: «Les aseguro que los publicanos y las prostitutas les llevan
la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a ustedes
enseñándoles el camino de la justicia, y no le creyeron; en cambio, los
publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, ustedes no
recapacitaron ni le creyeron.» Palabra del Señor.
Meditación
Sofonías escribe un siglo después de Isaías, aproximadamente en el
640. La historia del pueblo escogido es una larga serie de infidelidades:
idolatrías, injusticias sociales, hipocresía religiosa. Los primeros versículos
que leemos hoy constituyen una queja dolorosa de Dios, al ver que
Jerusalén, lejos de oír su voz, de buscarlo y arrepentirse con sincera
conversión, se ha vuelto ciudad rebelde, manchada, opresora, ciudad
materialista. Es tarea de los profetas denunciar ese mal. Pero en la última
parte del texto, Dios redunda en promesas de restauración mesiánica. Y
no sólo para Jerusalén, sino para todos los pueblos, a los que dará “labios
puros” para que “le invoquen y lo sirvan todos por siempre”.
Cuando tomamos conciencia de la verdad de nuestros pecados, es
el momento privilegiado del encuentro con Jesucristo. Reconocer nuestra
miseria, reconocer lo que nosotros somos y lo que somos capaces de hacer
o hemos hecho es precisamente la puerta que se abre a la caricia de Jesús,
al perdón de Jesús, a la Palabra de Jesús «Ve en paz, tu fe te ha salvado»,
porque has sido valiente y has abierto tu corazón al único que puede
salvarte. Jesús dice a los hipócritas que las prostitutas y los publicanos les
71
Ámense como hermanos
precederán en el Reino de los Cielos. Porque los que se sienten pecadores
abren su corazón en la confesión de los pecados, al encuentro con Jesús.
Hoy tenemos que preguntarnos: ¿Para qué clase de futuro nos estamos
preparando? Jesús nos exhorta a pensar, meditar y a reflexionar sobre las
consecuencias de nuestras preferencias, especialmente las preferencias y
decisiones que tienen un impacto no tanto en el presente sino también para
toda la eternidad. Jesús nos cuenta la historia de dos hijos imperfectos para
ilustrar el camino del reino de Dios. El padre proveía todo lo que necesitaban
sus hijos, tanto comida, casa y cualquier otra cosa que fuera necesario. El
hijo ‘rebelde’ le dijo en su propia cara que no iría a trabajar para él. Pero
después, cambio de opinión e hizo lo que el padre le había pedido. El hijo
‘bueno’ dijo que iba a trabajar para su padre, pero hizo más bien todo lo
contrario. Hizo sólo lo que le placía en vez de hacer la voluntad de su padre.
Ambos hijos desobedecieron a su padre, pero uno se arrepintió y luego hizo
lo que el padre le dijo. Las buenas intenciones no son suficientes.
Las promesas no valen a menos que se cumplan. Jesús nos da un
ejemplo en el huerto de Getsemaní: “No se haga mi voluntad sino la tuya”.
En esta transformación del “no” en “sí”, en esta inserción de la voluntad
de la criatura en la voluntad del Padre, Él transforma la humanidad y nos
redime. Y nos invita a entrar en este movimiento suyo: salir de nuestro
“no” y entrar en el “sí” del Hijo. Mi voluntad existe, pero la decisiva es la
voluntad del Padre.
16
Miércoles
Feria
Morado
Lectura del libro de Isaías 45,6b-8.18.21b-25
«Yo soy el Señor, y no hay otro: artífice de la luz, creador de las tinieblas,
autor de la paz, creador de la desgracia; yo, el Señor, hago todo esto. Cielos,
destilen el rocío; nubes, derramen la victoria; ábrase la tierra, y brote la
salvación, y con ella germine la justicia; el Señor, lo he creado.» Así dice
el Señor, creador del cielo –él es Dios–, él modeló la tierra, la fabricó y la
afianzó; no la creó vacía, sino que la formó habitable: «Yo soy el Señor, y
no hay otro. No hay otro Dios fuera de mí. Yo soy un Dios justo y salvador,
y no hay ninguno más. Vuélvanse hacia mí para salvarlos, confines de la
tierra, pues yo soy Dios, y no hay otro. Yo juro por mi nombre, de mi boca
sale una sentencia, una palabra irrevocable: “Ante mí se doblará toda rodilla,
por mí jurará toda lengua”; dirán: “Sólo el Señor tiene la justicia y el poder”.
A él vendrán avergonzados los que se enardecían contra él; con el Señor
triunfará y se gloriará la estirpe de Israel.» Palabra de Dios.
Salmo Responsorial 84
R/. Cielos, destilen el rocío; nubes, derramen al justo.
Voy a escuchar lo que dice el Señor: «Dios anuncia la paz a su pueblo y
a sus amigos.» La salvación está ya cerca de sus fieles, y la gloria habitará
en nuestra tierra. R/.
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra, y la justicia mira desde el cielo. R/.
El Señor nos dará la lluvia, nuestra tierra dará su fruto la justicia marchará
ante él, la salvación seguirá sus pasos. R/.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 7,19-23
En aquel tiempo, Juan envió a dos de sus discípulos a preguntar al Señor:
«¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?» Los hombres
se presentaron a Jesús y le dijeron: «Juan, el Bautista, nos ha mandado a
preguntarte: “¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?”»
Y en aquella ocasión Jesús curó a muchos de enfermedades, achaques y
malos espíritus, y a muchos ciegos les otorgó la vista.
Después contestó a los enviados: «Vayan a anunciar a Juan lo que han
visto y oído: los ciegos ven, los inválidos andan, los leprosos quedan limpios,
los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el
Evangelio. Y dichoso el que no se escandalice de mí.» Palabra del Señor.
Meditación
¿Tenemos que esperar a otro? Es la pregunta de Juan el Bautista a
Jesús. Hoy, y durante todos los siglos, muchas personas se han preguntado
si existe Dios, dónde está, cómo encontrarlo. Parece que el profeta Isaías
está respondiendo a esa misma pregunta y por eso dice que el Señor es el
único Dios que puede salvar, traer la paz y sólo Él es rico en misericordia
y perdón.
En esta lectura del profeta Isaías leemos una de las oraciones que más
repetimos y mejor definen el Adviento: “Cielos, destilen el rocío; nubes,
derramen la victoria; ábrase la tierra, y brote la salvación, y con ella
germine la justicia; yo el Señor, lo he creado.” También el Salmo de hoy, el
84 es uno de los más importantes del Adviento: «Dios anuncia la paz a su
pueblo y a sus amigos.» La salvación está ya cerca de sus fieles, y la gloria
habitará en nuestra tierra. Este es un resumen del tipo de esperanza que
supone este tiempo. Mañana comenzamos ya las ferias privilegiadas de
Adviento, como se acostumbra a llamar, la novena de navidad o novena del
Niño; aún nos quedan esos días para prepararnos al encuentro con Dios
en esta navidad; no busquemos otro Dios, no lo busquemos en otro lugar,
entre nosotros va a nacer y debemos hacerlo nacer en nuestro mundo.
En el evangelio Lucas nos presenta la inquietud de Juan sobre Jesús,
para confirmar su mesianismo. ¿Por qué Juan tiene que confirmar esta
identidad? Es que Juan también es hijo de su época, y en ese sentido
sus expectativas mesiánicas participan también de aquellas ideas que
se habían ido formando en torno a la llegada del Mesías. Nadie se
esperaba que el Mesías llegara de una forma tan silenciosa y “normal”.
Además, muchos habían dado voces de alarma haciéndose pasar por
mesías. Probablemente Juan había querido tener noticias sobre hechos
apoteósicos en torno a la figura de Jesús. Por eso hay desconcierto; Juan
ha tenido noticias sobre la actuación de Jesús, sus palabras y signos, pero
73
Ámense como hermanos
nada que tuviera que ver con la forma como era esperado. Sin embargo, la
respuesta de Jesús, no tiene nada de teórico. Delante de los mensajeros
de Juan comienzan a desplegarse los signos propios del Mesías. Y es que
en la concepción mesiánica más original, el Mesías debía ser aquel que
diera luz a los ciegos, que hiciera oír a los sordos y andar a los cojos. Ahí
está la respuesta a los mensajeros de Juan. Ellos tienen que llevar ese
reporte al profeta para que él mismo saque su conclusión.
Junto a estos signos que Jesús realiza se añade otra actividad más y
que es propia del Mesías, dar sentido a la Ley. De acuerdo con eso, Jesús
advierte a los enviados de Juan que además de todos los signos que han
visto, “a los pobres se les anuncia la Buena Noticia del Reino”. Ahí está la
confirmación definitiva; Jesús, el Mesías realiza los signos de la salvación,
proclamándola, además, entre los pobres.
17
Jueves
Feria privilegiada de Adviento
Morado
Lectura del libro del Génesis 49,1-2.8-10
En aquellos días, Jacob llamó a sus hijos y les dijo: «Reúnanse, que les
voy a contar lo que les va a suceder en el futuro; agrúpense y escúchenme,
hijos de Jacob, oigan a su padre Israel: A ti, Judá, te alabarán tus hermanos,
pondrás la mano sobre la cerviz de tus enemigos, se postrarán ante ti los
hijos de tu padre. Judá es un león agazapado, has vuelto de hacer presa,
hijo mío; se agacha y se tumba como león o como leona, ¿quién se atreve
a desafiarlo? No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón de mando de
entre sus rodillas, hasta que venga aquel a quien está reservado, y le rindan
homenaje los pueblos.»Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 71.
R/ “Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente”
Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a
tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R.
Que los montes traigan paz, y los collados justicia; que él defienda a los
humildes del pueblo, socorra a los hijos del pobre. R.
Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que
domine de mar a mar, el Gran Río al confín de la tierra. R.
Que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol; que él sea la
bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de
la tierra. R.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 1,1-17
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán. Abrahán
engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos. Judá
engendró, de Tamar, a Farés y a Zará, Farés a Esrón, Esrón a Aram, Aram
a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró,
de Rahab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed a Jesé, Jesé
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
engendró a David, el rey. David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón,
Salomón a Roboam, Roboam a Abías, Abías a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat
a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatán, Joatán a Acaz, Acaz al Ezequías,
Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amós, Amós a Josías; Josías
engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia.
Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel
a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquín, Eliaquín a Azor, Azor a
Sadoc, Sadoc a Aquím, Aquím a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán,
Matán a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual
nació Jesús, llamado Cristo.
Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde
David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a
Babilonia hasta el Mesías, catorce. Palabra del Señor.
Meditación
El hombre es el apellido de Dios: El Señor, en efecto, toma el nombre
de cada uno de nosotros —seamos santos o pecadores— para convertirlo
en el propio apellido. Porque encarnándose, el Señor hizo historia con la
humanidad: su alegría fue compartir su vida con nosotros, «y esto hace
llorar: tanto amor, tanta ternura».
Debemos distinguir dos términos: —herencia y genealogía— la
clave para interpretar respectivamente la primera lectura (referida a la
profecía de Jacob que reúne a sus hijos y anuncia una descendencia
gloriosa para Judá) y el pasaje evangélico que presenta la genealogía de
Jesús. Centrémonos en especial en esta última, no se trata de «una lista
telefónica», sino de «un tema importante: es historia», porque «Dios envió
a su Hijo» en medio de los hombres. «Jesús es de la misma sustancia del
Padre, Dios; pero también de la misma sustancia de la madre, una mujer.
Y es ésta la consubstancialidad de la madre: Dios se hizo historia, Dios
quiso hacerse historia. Está con nosotros. Ha hecho camino con nosotros».
Desde el comienzo el Señor «tuvo esta idea: hacer camino con nosotros».
Por ello «llamó a Abrahán, el primero que se nombra en esta lista, en este
elenco, y le invitó a caminar. Y Abrahán comenzó ese camino: engendró
a Isaac, e Isaac a Jacob, y Jacob a Judá». Y así sucesivamente, adelante
en la historia de la humanidad.
Por lo tanto, «Dios camina con su pueblo» porque «no quiso venir a
salvarnos sin historia; Él quiso hacer historia con nosotros» y espera que
cada uno camine con Él.
Podemos ver que es una historia, hecha de santidad y de pecado, porque
en la lista de la genealogía de Jesús hay santos y pecadores. Tenemos
que recordar a «nuestro padre Abrahán» y «David, que tras el pecado se
convirtió». Entre los indicados en segundo lugar, «pecadores de alto nivel,
que cometieron pecados grandes», pero con quienes Dios igualmente «hizo
historia». Pecadores que no supieron responder al proyecto que Dios había
imaginado para ellos: como «Salomón, tan grande e inteligente, que acabó
como un loco que no sabía ni siquiera cómo se llamaba». Sin embargo, Dios
75
Ámense como hermanos
estaba también con él. «Y esto es hermoso: Dios hace historia con nosotros.
Cuando Dios quiere decir quién es, dice: yo soy el Dios de Abrahán, de
Isaac, de Jacob». « ¿Cuál es el apellido de Dios?», según el Papa Francisco
es posible responder: «Somos nosotros, cada uno de nosotros.
¿Estás tú dispuesto a hacer historia con Jesús caminando con Él en este
adviento? Le estoy pidiendo a Dios que me de la fuerza de su Santo espíritu para acompañarle. ¿Puedes hacer un listado de las cosas que te impiden seguir a
Jesús? Y, de esas cosas, ¿Cuáles tú puedes dejar en este adviento? Me estoy
preparando para irme de misión en este adviento. Da pena cuánto nos preparamos para las cosas del mundo y para Dios, nada. Ánimo, Cristo nos espera.
18
Viernes
Feria Privilegiada de Adviento
Morado
Lectura del profeta Jeremías 23,5-8
«Miren que llegan días –oráculo del Señor– en que suscitaré a David
un vástago legítimo: reinará como rey prudente, hará justicia y derecho en
la tierra. En sus días se salvará Judá, Israel habitará seguro. Y lo llamarán
con este nombre: “El-Señor-nuestra-justicia”. Por eso, miren que llegan
días –oráculo del Señor– en que no se dirá: “Vive el Señor, que sacó a los
israelitas de Egipto”, sino que se dirá: “Vive el Señor, que sacó a la raza de
Israel del país del Norte y de los países adonde los expulsó, y los trajo para
que habitaran en sus campos.”» Palabra de Dios.
Salmo Responsorial 71
R/“Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente”
Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a
tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R.
Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se
apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres. R.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel, el único que hace maravillas; bendito
por siempre su nombre glorioso; que su gloria llene la tierra. ¡Amén, amén! R.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 1,18-24
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba
desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un
hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería
denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado
esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque
la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le
pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por
el Profeta: «Miren: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por
nombre Enmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”.»
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del
Señor y se llevó a casa a su mujer. Palabra del Señor.
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
Meditación
Jeremías habla del Mesías como un hijo legítimo de David que viene a
enfrentar la miseria y la esclavitud de su pueblo. Frente a la situación de injusticia
en que el pueblo vivía constantemente y que parecía algo irremediable, los
profetas destacan siempre en sus palabras que el Mesías esperado restablecerá
la justicia. Se trata de un nuevo orden, de unas nuevas relaciones con Dios
y con el prójimo. La justicia como la entendían los profetas era condición
indispensable para la paz y la fraternidad. Por eso Jeremías después de hablar
del rey justo, añade como consecuencia natural: Israel vivirá en paz.
Mateo nos presenta el proceso del matrimonio de María. En esa escena
aparecen tres personajes: José, María y el ángel. María está desposada,
pero aún no se ha realizado el traslado de la esposa a la casa de José
quien ignora la acción que el Espíritu había efectuado en María; por eso
decide abandonarla en secreto. El ángel del Señor, que representa a Dios,
interviene para aclarar la situación. Y José, símbolo del pueblo fiel, acepta
la misión que se le ha encomendado y convierte en el guardián de Jesús.
Por ser el padre legal de Jesús, le toca ponerle el nombre: Jesús que
significa “el Señor salva”. Pero ahora el nombre adquiere toda su plenitud.
El ángel dice: porque el salvará a su pueblo de sus pecados, es decir, hará
lo que es propio del Mesías, restablecer la justicia; en pocas palabras,
librar al ser humano de su avaricia, de su orgullo, de sus ambiciones; y no
se trata solamente de una liberación material y terrena: aquí la salvación
es total, integral. Una misión que aún no ha llegado a su fin, porque los
seres humanos no han querido aceptar a Jesús como salvador. Lo aceptan
como profeta, como maestro de moral, como líder espiritual, pero no como
el Mesías que viene a establecer su reino en la verdad, la humildad, en el
servicio y en la paz lleno de amor y nos mueve a vivir en fraternidad.
Tenemos que distinguir entre temor y miedo, a Dios se le teme pero no
se le tiene miedo. Es significativo que lo que produce el temor, una actitud
de respeto mezclado con amor, no es el castigo sino el perdón. Dios no es
un soberano inexorable que condena al culpable, sino un padre amoroso, al
que debemos amar no por miedo a un castigo, sino por su bondad dispuesta
a perdonar. Zacarías, padre de Juan Bautista, se había quedado mudo por
no haber creído al ángel, pero luego, al perdonarlo, Dios le había concedido
el don de profetizar en el canto del Benedictus: “El que antes era mudo,
ahora ya profetiza -observa san Ambrosio-. Nadie pierda la confianza, nadie
desespere de las recompensas divinas, aunque le remuerdan antiguos
pecados. Dios sabe cambiar de parecer, si tú sabes enmendar la culpa.
19
Sábado
Feria Privilegiada de Adviento
Morado
Lectura del libro de los Jueces 13,2-7.24-25ª
En aquellos días, había en Sorá un hombre de la tribu de Dan, llamado
Manoj. Su mujer era estéril y no había tenido hijos. El ángel del Señor
77
Ámense como hermanos
se apareció a la mujer y le dijo: “Eres estéril y no has tenido hijos. Pero
concebirás y darás a luz un hijo; ten cuidado de no beber vino ni licor, ni
comer nada impuro, porque concebirás y darás a luz un hijo. No pasará la
navaja por su cabeza, porque el niño estará consagrado a Dios desde antes
de nacer. Él empezará a salvar a Israel de los filisteos.”
La mujer fue a decirle a su marido: “Me ha visitado un hombre de Dios que,
por su aspecto terrible, parecía un mensajero divino; pero no le pregunté de
dónde era, ni él me dijo su nombre. Sólo me dijo: “Concebirás y darás a luz un
hijo: ten cuidado de no beber vino ni licor, ni comer nada impuro; porque el niño
estará consagrado a Dios desde antes de nacer hasta el día de su muerte.”” La
mujer de Manoj dio a luz un hijo y le puso de nombre Sansón. El niño creció y el
Señor lo bendijo. Y el espíritu del Señor comenzó a agitarlo. Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 70
R/ “Que mi boca esté llena de tu alabanza y cante tu gloria.”
Sé tú mi roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi
alcázar eres tú. Dios mío, líbrame de la mano perversa. R.
Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor, desde
mi juventud. En el vientre materno ya me apoyaba en ti, en el seno tú me
sostenías. R.
Contaré tus proezas, Señor mío, narraré tu victoria, tuya entera. Dios mío,
me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas. R.
Lectura del santo evangelio según San Lucas 1,5-25
En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado
Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón
llamada Isabel. Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según
los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era
estéril, y los dos eran de edad avanzada.
Una vez que oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según el
ritual de los sacerdotes, le tocó a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el
incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda
del incienso. Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar
del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor.
Pero el ángel le dijo: “No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado:
tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de
alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será grande a los
ojos del Señor: no beberá vino ni licor; se llenará de Espíritu Santo ya en el
vientre materno, y convertirá muchos israelitas al Señor, su Dios. Irá delante
del Señor, con el espíritu y poder de Elías, para convertir los corazones de
los padres hacia los hijos, y a los desobedientes, a la sensatez de los justos,
preparando para el Señor un pueblo bien dispuesto.” Zacarías replicó al ángel:
“¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad
avanzada.” El ángel le contestó: “Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de
Dios; he sido enviado a hablarte para darte esta buena noticia. Pero mira: te
quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no
has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento.”
78
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
El pueblo estaba aguardando a Zacarías, sorprendido de que tardase
tanto en el santuario. Al salir no podía hablarles, y ellos comprendieron que
había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba por señas, porque
seguía mudo. Al cumplirse los días de su servicio en el templo volvió a casa.
Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir cinco meses,
diciendo: “Así me ha tratado el Señor cuando se ha dignado quitar mi afrenta
ante los hombres”. Palabra del Señor.
Meditación
Tiempos heroicos fueron los que Israel vivió en la época de los Jueces.
Su misión era salvar al pueblo cuando éste caía en la apostasía y en la
consecuente explotación por parte de sus enemigos. Entre los jueces uno
de los más conocidos fue Sansón. Es cierto que su moral era dudosa, pero
tenía fe en que poco a poco se iba purificando. Él tuvo como tarea librar a
Israel del acoso de sus adversarios y para hacerlo capaz de realizar esa
misión fue consagrado al Señor desde el seno de su madre. Su vida fue
agitada; era fuerte frente a los filisteos y débil frente a la mujer, y terminó
su existencia trágicamente, pero logró librar a Israel de sus enemigos.
Sansón es un ejemplo de cómo el instrumento puede ser deficiente, pero
el que actúa es el Señor para cumplir su misión.
Así como Sansón, también Juan Bautista fue consagrado al Señor desde
antes de su nacimiento. Sansón en cuanto liberador era un tipo del Mesías.
Juan el Bautista es una figura de contraste. Sansón es como agua que se
desborda, Juan Bautista es austero. Sansón no desdeña la compañía de
las mujeres, Juan el Bautista censura a Herodes su adulterio. Sansón vive
en la ciudad, Juan Bautista se retira al desierto. Sansón no predica, actúa;
Juan el Bautista ejerce su misión con la palabra llamando a la conversión.
Dos figuras muy diferentes; pero unidas por una misma misión: preparar
al pueblo para el advenimiento del Mesías. Sansón en cuanto que lo libra
de enemigos poderosos. Juan en cuanto que anuncia al Mesías presente.
Ambos entregan su vida por el reino de Dios. Sansón por su etapa terrena,
Juan en su etapa decisiva. En ambos casos actúa el Espíritu: en Sansón
para hacerlo valiente frente a los adversarios, en Juan el Bautista para
darle fortaleza en la denuncia de las injusticias y el pecado. Juan es el
don divino por mucho tiempo invocado por sus padres, Zacarías e Isabel;
un don inmenso, humanamente inesperado, porque ambos eran de edad
avanzada e Isabel era estéril; pero nada es imposible para Dios.
El anuncio de este nacimiento se produce en el lugar de la oración, en
el templo de Jerusalén, es más, sucede cuando a Zacarías le toca el gran
privilegio de entrar en el lugar santísimo del templo para quemar incienso
al Señor. También el nacimiento de Juan el Bautista estuvo marcado
por la oración: el canto de gozo, de alabanza y de acción de gracias que
Zacarías eleva al Señor, y que recitamos cada mañana en los Laudes, el
“Benedictus”, exalta la acción de Dios en la historia».
A Zacarías Dios le ha “tomado” desprevenido. ¡Y, a ti¡ ¿Cómo te ha
tomado el adviento?
79
Ámense como hermanos
20
IV Domingo de Adviento
IV Semana de la Liturgia de las Horas
Morado
INICIO DEL JUBILEO EN NUESTRAS PARROQUIAS
Como María abrámonos a la misericordia del Padre y seamos
misericordiosos
Orientaciones para esta celebra­
ción: Se
hará la ceremonia del inicio del Jubileo en
la Parroquia tal como se propone en este
Domingo. Se enciende la cuarta vela de
Adviento. Se coloca el lema del día. Se coloca
una imagen de la Virgen en un lugar visible. Se
puede dramatizar el Evangelio. Destacar la figura
de María y José distinguiendo las parejas. Orar
de manera especial por las embarazadas de
nuestras comunidades; llamarlas hacia delante
para una bendición. Animar al compartir fraterno
en esta Navi­dad con familia más pobres.
Ritos de inicio del Jubileo en cada parroquia
1. El Domingo 20 de Diciembre en las Celebraciones Dominicales se hará
este Rito. Los fieles se reunirán fuera de la Iglesia en un lugar cercano
desde donde se dirigirá la procesión. El que preside revestido con las
vestiduras litúrgicas de color morado se dirigen al lugar donde el pueblo
está reunido. El sacerdote, en lugar de la casulla, puede usar la capa
pluvial, que se quitará después de la procesión.
2. Mientras el que preside y los ministros llegan a la sede preparada para
ellos, se canta una canción sobre la misericordia o el Himno del Jubileo.
3.El Sacerdote, dirigido al pueblo, dice: En el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo. A continuación saluda al pueblo: La
misericordia del Padre, la paz de nuestro Señor Jesucristo y la comunión
del Espíritu Santo estén con todos ustedes.
4. El Sacerdote invita a bendecir y a alabar a Dios: Bendito seas, oh Padre:
Solo tú has hecho grandes maravillas. Cf. Sal 136, ·1 R/. Tu amor es para
siempre. Bendito seas, Hijo unigénito: nos has liberado de nuestros pecados
con tu sangre. R/. Tu amor es para siempre. Bendito seas, Espíritu Santo,
consolador del alma, dulcísimo consuelo. R/. Tu amor es para siempre.
5. Luego el Sacerdote dirige al pueblo una breve exhortación con
estas palabras u otras similares. Queridos hermanos y hermanas,
con la mirada fija en Jesús, rostro misericordioso del Padre, el Papa
Francisco, el 8 de Diciempre pasado, en la solemnidad de la Inmaculada
80
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
y Bienaventurada Virgen María, en Roma y el 13 de Diciembre pasado
han inaugurado el Jubileo extraordinario que abre para todos nosotros
y para la humanidad entera la Puerta de la Misericordia de Dios. En
comunión con la Iglesia universal y de nuestra Iglesia Local iniciamos con
esta Celebración, el Año Santo para nuestra Iglesia Parroquial, que nos
introduce a una profunda experiencia de gracia y de reconciliación.
6. Terminada la exhortación, el que preside dice la siguiente oración:
Oremos. Dios, autor de la verdadera libertad, que quieres que todos los
hombres constituyan un solo pueblo, libre de toda esclavitud, y nos das
a nosotros, tus hijos, un tiempo de misericordia y de perdón, haz que
tu Iglesia, creciendo en la libertad y en la paz, ilumine a todos como
sacramento de salvación, y revele y realice en el mundo el misterio de tu
amor. Por Cristo, nuestro Señor.
7. Sigue la proclamación del Evangelio por parte del diácono o del
Sacerdote. Lectura del Evangelio según san Lucas 1.5,1·7
En aquel tiempo, todos los publicanos y los pecadores se acercaban
a Jesús para oírlo, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo:
“Este acoge a los pecadores y come con ellos”. Entonces Jesús les dijo
esta parábola: “¿Quién de ustedes que tiene cien ovejas, si pierde una de
ellas, no deja las noventa y nueve en el campo, y va a buscar la que se
perdió hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, la pone contento
sobre sus hombros; y llegando a casa, convoca a los amigos y vecinos, y
les dice: ‘Alégrense conmigo, porque he hallado la oveja que se me había
perdido’ Les digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por
un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no
tengan necesidad de conversión’: Palabra del Señor.
8.Después del Evangelio se puede hacer un breve silencio, luego un
lector lee el inicio de la Bula de convocación del Jubileo extraordinario.
De la Bula de convocación del Jubileo extraordinario de la
Misericordia: Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El
misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Ella
se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret.
El Padre, “rico en misericordia” (E/2, 4), después de haber revelado su
nombre a Moisés como “Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira, y
pródigo en amor y fidelidad” (Ex 34, 6) no ha cesado de dar a conocer en
varios modos y en tantos momentos de la historia su naturaleza divina.
En la “plenitud del tiempo” (Ga 4, 4), cuando todo estaba dispuesto según
su plan de salvación, Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María para
revelamos de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre (cf.
In 14,9). Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su
persona revela la misericordia de Dios. Siempre tenemos necesidad de
contemplar el misterio de la misericordia.
Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra
salvación. Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima
Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene
81
Ámense como hermanos
a nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el
corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que
encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios
y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para
siempre no obstante el limite de nuestro pecado.
Hay momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos llamados
a tener la mirada fija en la misericórdia, para poder ser también nosotros
mismos signo eficaz del obrar del Padre. Es por esto que he anunciado
un Jubileo extraordinario de la Misericordia como tiempo propicio para la
Iglesia, para que haga más fuerte y eficaz el testimonio de los creyentes.
9. Al finalizar la lectura, para dar inicio a la procesión, el diácono u otro
ministro dice: Hermanos y hermanas, encaminémonos en el nombre de
Cristo: Él es el camino que nos guía en el año de gracia y de misericordia.
PROCESIÓN
10. El que preside pone el incienso en el incensario. Luego inicia la
procesión hacia la Iglesia en la que se celebrará la Eucaristía. Precede el
turiferario con el incensario humeante, sigue el diácono que lleva la cruz
procesional adornada festivamente, a sus lados, los ministrantes con los
cirios encendidos; luego el diácono que lleva el Libro de los Evangelios,
luego el que preside y, tras él, los demás ministros y los fieles. Durante la
procesión, el pueblo y el coro cantan las antífonas y salmos propuestos
aquí. Se pueden cantar también las letanías de los santos u otros cantos
apropiados que traten sobre la misericordia.
Antifonas: Cantaré eternamente la misericordia del Señor, de
generación en generación daré a conocer con mi boca su fidelidad. / Mt
5,7: Bienaventurados los misericordiosos, porque hallarán misericordia. /
Sal 145, 9 : Bueno es el Señor con todos, su ternura se extiende a todas
las creaturas. Salmos 86 (85). Salmo 25 (24).
Ingreso a la iglesia parroquial
11. Llegados a la puerta principal de la Iglesia, la procesión se detiene. El
que preside aclama: Abran las puertas de la justicia, entraremos a dar
gracias al Señor. Jesucristo es la Puerta que cruzamos para obtener la
misericordia y el perdón.
12. El diácono o el ministro entrega al que preside el Libro de los Evangelios,
quien lo mantiene elevado mientras se canta la antífona aquí indicada, u
otra apropiada. Durante la ostensión del Libro de los Evangelios, el diácono
que lleva la cruz procesional se pone con la cruz junto al que preside.
Antífona: Yo soy la puerta, dice el Señor, el que pasa a través de mí,
será salvo; entrará y saldrá y encontrará el alimento.
13. Terminado el canto de la antífona, la procesión retoma su camino hacia
el altar: preceden el incensario, la cruz y los ciriales; siguen el que preside
con el Libro de los Evangelios, los demás ministros y los fieles. Entre
tanto se canta la antífona de entrada u otro canto apropiado.
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
14. El Que preside, al llegar al altar, depone allí el Libro de los Evangelios.
Luego, si durante la procesión ha utilizado la capa pluvial, se la quita y se
reviste la casulla. Besa el altar, lo inciensa y se dirige a la sede.
MEMORIA DEL BAUTISMO
15. Se lleva delante del que preside un recipiente con el agua. El que
preside invita a la oración con estas palabras, u otras similares. Queridos
hermanos y hermanas, supliquemos al Señor para que bendiga esta
agua con la cual seremos asperjados en memoria de nuestro Bautismo.
Esta agua es invocación de misericordia y salvación en virtud de la
resurrección de Jesucristo.
Todos oran un momento en silencio.
Luego el que preside, con las manos juntas, prosigue: Señor Dios
todopoderoso fuente y origen de la vida, / bendice esta agua y haz
que nosotros tus fieles,/ asperjados por esta fuente de purificación, /
obtengamos el perdón de nuestros pecados, / la defensa de las insidias
del Maligno y el don de tu protección. Por tu misericordia danos, Señor, un
manantial de agua viva que brote para la vida eterna, para que, libres de
todo peligro, podamos ir a ti con corazón puro. Por Jesucristo nuestro
Señor. R/. Amén.
16. El que preside toma el aspersorio y se asperja a sí mismo, a los ministros
y al pueblo, atravesando la nave de la Iglesia. Entre tanto se recitan las
siguientes antífonas, u otro canto apropiado.
Antífonas: Cf. Sal 50, 9: Rocíame, Señor) con el hisopo y quedaré limpio;
lávame, quedaré más blanco que la nieve. / Purifícame, Señor: quedaré
más blanco que la nieve. / Cf. Ez 47, 1-2.9: Sobre ustedes derramaré
un agua pura) que los purificará de todas sus injusticias, y les daré un
corazón nuevo) dice el Señor.
17. Al regresar a la sede, el que preside dice: Dios todopoderoso que
purificas del pecado, y por esta celebración de la Eucaristía nos haces
dignos de participar en la mesa de tu Reino por los siglos de los siglos.
Amén.
18. Luego el que preside enciende la Corona de Adviento mientras se
entona un canto de Adviento. Luego dice la Oración Colecta propia de
este Domingo. La Eucaristía prosigue como de costumbre.
Primera Lectura: Miqueas 5,1-4
En Jesús, el hijo de María se cumple la profecía del profeta Miqueas.
El es el Mesías que trae la misericordia del Padre al liberar y perdonar los
pecados de su pueblo. Escuchemos.
Lectura de la profecía de Miqueas
Así dice el Señor: “Pero tú, Belén de Efrata, pequeña entre las aldeas de
Judá, de ti saldrá el jefe de Israel. Su origen es desde lo antiguo, de tiempo
83
Ámense como hermanos
inmemorial. Los entrego hasta el tiempo en que la madre dé a luz, y el resto
de sus hermanos retornará a los hijos de Israel.
En pie, pastorea con la fuerza del Señor, por el nombre glorioso del Señor,
su Dios. Habitarán tranquilos, porque se mostrará grande hasta los confines
de la tierra, y éste será nuestra paz. Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Sal 79, 2ac y 3c. 15-16. 18-19.
R / Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
Pastor de Israel, escucha, / tú que te sientas sobre querubines, resplandece.
Despierta tu poder y ven a salvarnos. / R.
Dios de los ejércitos, vuélvete:/mira desde el cielo, fíjate, la cepa que tu
diestra plantó, / y que tú hiciste vigorosa. / R.
Que tu mano proteja a tu escogido, / al hombre que tú fortaleciste. No nos
alejaremos de ti: / danos vida, para que invoquemos tu nombre. / R.
Segunda Lectura Hebreos 10, 5-10
El Apóstol Pablo nos expresa como Cristo obediente al Padre se hace
ofrenda agradable y con su entrega fraterna y generosa a todos nos ha
mostrado la misericordia del Padre. Escuchemos
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Cuando Cristo entró en el mundo dijo:”Tú no quieres sacrificios
ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni
victimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: ‘Aquí
estoy yo para hacer tu voluntad.”’
Primero dice: “No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas,
holocaustos ni víctimas expiatorias”, que se ofrecen según la Ley.
Después añade: “Aquí estoy yo para hacer tu voluntad.” Niega lo primero,
para afirmar lo segundo.
Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación
del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre. Palabra de Dios.
Aleluya Lc1,38
Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.
Evangelio: San Lucas 1,39-45
María, que reconoce la misericordia de Dios con su pueblo, realiza
un acto de misericordia con su prima Isabel, al visitarla y al socorrerla en
ese momento. Como María estemos atentos a quienes nos necesitan y
salgamos a compartir con ellos como hermanos nuestros y llevándoles en
este Jubileo a Jesús, la gran misericordia del Padre que nos regaló María.
De pie aclamemos al Señor que nos habla en este Evangelio.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1,39-45
En aquellos días, María se puso de camino y fue a prisa a la montaña, a
un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto
Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre.
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: “¡Bendita tú entre
las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite
la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó
de alegría en mi vientre. Dichosa tú que has creído, porque lo que te ha dicho
el Señor se cumplirá.” Palabra de Dios.
Oracion de los fieles
El que preside: Padre misericordioso, nos acercamos a Ti con toda
confianza y te pedimos suplicantes diciéndote: Ten misericordia de tu
pueblo.
• Por el papa Francisco, Obispos, Sacerdotes, Diáconos, Consagrados
y Consagradas y laicos comprometidos seamos portadores de tu
misericordia para tu pueblo. Roguemos al Señor.
• Por los que gobiernan las naciones, para que tengan como meta la
construcción de un mundo mejor, donde la justicia, la paz y la fraternidad
en todo el mundo llegue a ser una realidad permanente, especialmente en
los pueblos sometidos a la inseguridad y violencia. Roguemos al Señor.
• Por los enfermos, los presos y los refugiados, los que no encuentran
trabajo, los que sufren y los que no tienen con quien celebrar estas fiestas,
para que en medio del dolor descubran la presencia solícita y amorosa
de Dios misericordioso y cuenten con nuestra solidaridad. Roguemos al
Señor.
• Por todas las madres que esperan el nacimiento de sus hijos , para que
reciban el apoyo, el amor y ternura en sus familias y comuniquen amor y
ternura a sus criaturas . Roguemos al Señor.
• Por todos nosotros que nos preparamos a celebrar con sencillez y en
fraternidad la Natividad del Señor, para que salgamos fortalecidos de
esta Eucaristía y demos respuesta a ese Dios padre de misericordia que
se nos comunica y revela continuamente. Roguemos al Señor.
• Para que aprovechemos este tiempo de gracia y misericordia que es
el Jubileo para abrirnos a la misericordia del Padre y nosotros seamos
misericordiosos con los que nos rodean. Roguemos al Señor.
El que preside: Padre rico en misericordia, acuérdate de la misericordia
que tuviste con nuestros padres y manifiéstala hoy entre nosotros. Haz que
seamos misericordiosos como Tú y que seamos testigos y portadores de tu
misericordia para todo el pueblo. Por Jesucristo nuestro Señor.
RITOS DE CONCLUSIÓN
19. Antes de la bendición solemne, se informa a los fieles sobre las iglesias
o santuarios en los cuales el Obispo ha establecido para poder recibir, a
lo largo de todo el Jubileo extraordinario, el don de la indulgencia. Luego
el que preside dice: Nuestro pensamiento se dirige ahora a la Madre de la
Misericordia. La dulzura de su mirada nos acompañe en este Año Santo,
para que todos podamos redescubrir la alegría de la ternura de Dios.
La asamblea invoca a María, Madre de misericordia, con el canto de la
antífona Salve, u otra similar.
85
Ámense como hermanos
20. Sigue la bendición solemne para el Tiempo de Adviento.
Dios omnipotente y misericordioso los santifique con el resplandor del
adviento de su Unigénito, en cuya primera venida creen y cuya futura
venida esperan, y los enriquezca con su bendición. Amén.
Les conceda, durante el ciclo de la vida presente, permanecer firmes en
la fe, alegres en la esperanza, y diligentes en la caridad. Amén.
De manera que, al llenarse devotamente de alegría por la venida en la
carne de nuestro Redentor, reciban la riqueza de los galardones eternos,
cuando, por su segunda, vez, venga en su majestad. Amén.
La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca siempre. Amén.
21. Después de la bendición, el diácono despide a la asamblea. Si lo
considera oportuno, puede decir: Misericordiosos como el Padre,
compartamos como hermanos. Pueden ir en paz.
21
Lunes
Feria Privilegiada de Adviento
Morado
Primera lectura: Cantar de los Cantares 2,8-14
¡Oigan, que llega mi amado, saltando sobre los montes, brincando por los
collados! Es mi amado como un gamo, es mi amado un cervatillo. Miren: se
ha parado detrás de la tapia, atisba por las ventanas, mira por las celosías.
Habla mi amado y me dice: «¡Levántate, amada mía, hermosa mía, ven a
mí! Porque ha pasado el invierno, las lluvias han cesado y se han ido, brotan
flores en la vega, llega el tiempo de la poda, el arrullo de la tórtola se deja oír
en los campos; apuntan los frutos en la higuera, la viña en flor difunde perfume.
¡Levántate, amada mía, hermosa mía, ven a mí! Paloma mía, que anidas en los
huecos de la peña, en las grietas del barranco, déjame ver tu figura, déjame
escuchar tu voz, porque es muy dulce tu voz, y es hermosa tu figura.»
Salmo Responsorial: 32
“Aclamen, justos, al Señor, cántenle un cántico nuevo”
Den gracias al Señor con la cítara, toquen en su honor el arpa de diez
cuerdas; cántenle un cántico nuevo, acompañando los vítores con bordones. R.
El plan del Señor subsiste por siempre, los proyectos de su corazón, de
edad en edad. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él se
escogió como heredad. R.
Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo; con él se
alegra nuestro corazón, en su santo nombre confiamos. R.
Lectura del santo Evangelio según Lucas 1,39-45
Unos días después, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña,
a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto
Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre.
Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: « ¡Bendita tú entre
las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite
86
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó
de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho
el Señor se cumplirá.»
Meditación
Llega el fin del Adviento, y por fin empieza la cuenta atrás para el
nacimiento del Mesías. Acercarnos a su nacimiento es acercarnos a María,
acercarnos a su fe y a sus vivencias como madre. Ella siente la alegría como
toda madre, ante el inminente nacimiento de su hijo, además, ella sabe que
no es un hijo como cualquier otro hijo. Él, su hijo, es el hijo del Altísimo,
es el Amor supremo hecho niño para estar entre los hombres. María sabe
que es la madre del Salvador. Él viene a liberarnos de la pesada carga
del pecado, nos dará la libertad y nos enseñará cómo es el amor de Dios
y cuan cercano a nosotros está. Sabe que ha sido bendecida, ensalzada,
elegida, glorificada, porque a través de ella Cristo nacerá.
María es modelo de fe para nosotros, de adhesión, su “Sí” fue sin
reservas, dejándose llevar en todo momento por la palabra de Dios. Nosotros
deberíamos reflexionar cómo es nuestra fe, si realmente estamos adheridos
a la forma de vida que Jesús nos ofrece o nos conformamos con decirnos
cristianos sin estar comprometidos con el mundo en que vivimos. Mirémonos
en María, ella al igual que Abraham fundamentó su fe en la aceptación de lo
que Dios le iba anunciando y hasta en este momento tan especial fue servicial,
no dudó en viajar para estar junto a su prima Isabel, embarazada como ella.
El evangelio de San Lucas nos narra el Anuncio del ángel a María como
“de puntillas”, con gran respeto, venerando a los protagonistas de este
diálogo único. Hoy, sin embargo, asistimos a aquella “segunda anunciación”.
La que el Espíritu Santo revela a santa Isabel en el momento de reconocer
en María a la Madre de su Señor. Estas dos mujeres viven y comparten el
mayor secreto que pueda Dios comunicar a los hombres, y lo hacen con una
naturalidad sorprendente. Por su parte, María, la llena de gracia, no sólo no
se queda ociosa en su casa. Ser Madre de Dios no desdice un ápice de su
condición de mujer humilde, de modo que va en ayuda de su prima; esta
es la verdadera fraternidad. Isabel, por su parte, anuncia, inspirada por el
Espíritu, una gran verdad: la felicidad está en el creer al Señor.
Preguntémonos, si hoy queremos ser felices, ¿cómo va mi fe en la
presencia de Dios en mi vida? Si lucho por aceptarla y vivirla ya tengo el
primer requisito para mi felicidad.
22
Martes
Feria Privilegiada de Adviento
Morado
Lectura del primer libro de Samuel 1,24-28
En aquellos días, cuando Ana hubo destetado a Samuel, subió con él al
templo del Señor, de Siló, llevando un novillo de tres años, una fanega de
harina y un odre de vino. El niño era aún muy pequeño.
87
Ámense como hermanos
Cuando mataron el novillo, Ana presentó el niño a Elí, diciendo: «Señor,
por tu vida, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti, rezando al Señor. Este
niño es lo que yo pedía; el Señor me ha concedido mi petición. Por eso se lo
cedo al Señor de por vida, para que sea suyo.» Después se postraron ante
el Señor. Palabra de Dios.
Salmo Responsorial 1S 2
R/ “Mi corazón se regocija por el Señor, mi Salvador”
Mi corazón se regocija por el Señor, mi poder se exalta por Dios; mi boca
se ríe de mis enemigos, porque gozo con tu salvación. R.
Se rompen los arcos de los valientes, mientras los cobardes se ciñen de
valor; los hartos se contratan por el pan, mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril da a luz siete hijos, mientras la madre de muchos queda
estéril. R.
El Señor da la muerte y la vida, hunde en el abismo y levanta; da la
pobreza y la riqueza, humilla y enaltece. R.
Él levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para hacer
que se siente entre príncipes y que herede un trono de gloria. R.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1,46-56
En aquel tiempo, María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación
de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque
el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su
misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba
del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los
colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia, como lo había prometido a nuestros padres
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.» María se quedó con
Isabel unos tres meses y después volvió a su casa. Palabra del Señor.
Meditación
La liturgia nos presenta la consagración del niño Samuel al Señor.
Ana, su madre, había suplicado al Señor que le quitase el oprobio de su
esterilidad, como era considerada entonces. Si el Señor le concedía esa
gracia, ella se lo “cedería al Señor mientras viva”. El cumplimiento de esa
promesa de Ana es lo que nos narra esta primera lectura. Que la liturgia nos
recuerde este relato dos días antes de la fiesta del nacimiento de Jesús,
nos “obliga” a considerar juntos estos dos acontecimientos. Coinciden en la
intervención especial de Dios en ambos nacimientos y en la consagración
al Señor de los dos nacidos. Samuel ejercerá su consagración a Dios
a través de su sacerdocio y profetismo en favor del pueblo. Jesús de
Nazaret traducirá su consagración a Dios, su obediencia al Padre, en una
consagración total a sus hermanos, los hombres, enseñándonos que la
mejor manera de conseguir la vida es entregándola por amor.
88
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
Lucas sitúa este cántico de María en el contexto de su visita a su prima
Isabel, la cual proclama bendita a María: “Bendita tú entre las mujeres y
bendito el fruto de tu vientre”. María reconoce la bendición de que ha sido
objeto y prorrumpe en un gran agradecimiento al Señor. “El Poderoso ha
hecho obras grandes por mí”. Toda su grandeza, ser la madre de Jesús,
el Hijo de Dios, es obra de Dios. Ella, que es humilde, reconoce esta
sublime verdad. Debemos imitar a María y cantar siempre agradecidos y
alegres las maravillas que ha hecho en nosotros: crearnos, regalarnos su
vida divina, regalarnos a su propio Hijo, algo que queremos resaltar con
más intensidad en adviento y navidad, para que disipe nuestras tinieblas y
nos haga caminar por la vida con luz y siempre en su compañía amorosa.
También nos toca trabajar en la línea de la fraternidad que proclama el
Magníficat, donde los ricos, los que se creen superiores a los demás.
Cristo resalta esta cualidad de humildad en las bienaventuranzas
Todo el «Magníficat», se caracteriza por esta «humildad», pobreza. Su
fuerza está destinada a manifestar quiénes son los verdaderos predilectos
de Dios: los «fieles» a su Palabra, «los humildes», «los hambrientos»,
«Israel, su siervo», es decir, la comunidad del pueblo de Dios que, como
María, está constituida por quienes son «pobres», puros y sencillos de
corazón. Es ese «pequeño rebaño» al que Jesús invita a no tener miedo,
pues el Padre ha querido darle su reino (Cf. Lucas 12, 32). De este modo,
este canto nos invita a asociarnos a este pequeño rebaño, a ser realmente
miembros del Pueblo de Dios en la pureza y en la sencillez del corazón.
23
Miércoles
Feria Privilegiada de Adviento
Morado
Lectura de la profecía de Malaquías 3,1-4.23-24
Así dice el Señor: «Miren, yo les envío a mi mensajero, para que prepare
el camino ante mí. De pronto entrará en el santuario el Señor a quien ustedes
buscan, el mensajero de la alianza que ustedes desean. Mírenlo entrar –dice
el Señor de los ejércitos–. ¿Quién podrá resistir el día de su venida?, ¿quién
quedará en pie cuando aparezca? Será un fuego de fundidor, una lejía de
lavandero: se sentará como un fundidor que refina la plata, como a plata y
a oro refinará a los hijos de Leví, y presentarán al Señor la ofrenda como es
debido. Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como
en los días pasados, como en los años antiguos. Miren: les enviaré al profeta
Elías antes de que llegue el día del Señor, grande y terrible. Convertirá el
corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los
padres, para que no tenga que venir yo a destruir la tierra.»Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 24
R/. “Levántense, alcen la cabeza: se acerca su liberación”
Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas: haz que camine
con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.
El Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los pecadores; hace
caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes. R/.
89
Ámense como hermanos
Las sendas del Señor son misericordia y lealtad para los que guardan su
alianza y sus mandatos. El Señor se confía con sus fieles y les da a conocer
su alianza. R/
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1,57-6
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se
enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran
misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y
lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: «¡No!
Se va a llamar Juan.» Le replicaron: «Ninguno de tus parientes se llama
así.» Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase.
Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.»Todos se quedaron
extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a
hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la
noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban
diciendo: «¿Qué va a ser este niño?» Porque la mano del Señor estaba con
él. Palabra del Señor.
Meditación
Estamos a las puertas de la Navidad, en su misma víspera, la liturgia
nos presenta a quien lo precede: en el antiguo testamento, el anuncio del
mensajero que “preparará el camino delante de ti”, y en el evangelio, la
realización de esa promesa, el nacimiento del precursor, Juan.
El evangelio de Lucas nos ofrece una escena muy pintoresca del
nacimiento de Juan Bautista. Su padre, mudo por la obstinación, y su
madre, luchando a contracorriente con los vecinos machistas. Pero, tanto
Isabel como Zacarías están de acuerdo en una cosa: la esperanza de
Israel no se ha perdido, la utopía es posible. El niño presagia que las
expectativas no son inútiles: Dios se ha acordado de su pueblo y envía a
un mensajero que prepara el camino para la irrupción del tiempo definitivo.
La esperanza que un niño representa es una esperanza a largo plazo, y
oculta, como su nacimiento humilde, pero es una esperanza concreta y
real: de carne. Un niño, de carne y hueso, humilde y desconocido en su
momento, es el protagonista de la Navidad. Por eso la Navidad es vivencia
de esperanza, de confianza en el futuro, de seguridad interna, la seguridad
que da el sabernos acompañados por Dios.
En la anunciación, María recibe al ángel de Dios, y atenta a sus palabras,
lo acoge y responde al designio divino, expresando su total disponibilidad:
“He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”. María, por
la misma actitud interior de escucha, es capaz de leer su propia historia,
reconociendo con humildad que es el Señor el que actúa. En la visita a
su pariente Isabel, prorrumpe en una oración de alabanza y de alegría,
de celebración de la gracia divina que ha llenado su corazón y su vida,
haciéndola la Madre del Señor. Alabanza, acción de gracias, alegría: en el
cántico del Magníficat, María no ve solo lo que Dios ha hecho en ella, sino
también a lo que hizo y hace continuamente en la historia. San Ambrosio, en
90
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
un famoso comentario sobre el Magníficat, invita a tener el mismo espíritu en
la oración y dice: “Que en cada uno esté el espíritu de María para alabar al
Señor, y esté en cada uno el espíritu individual de María para exultar a Dios”.
Este es el único “discurso” de María que se ha conservado hasta
nuestros días: una oración. De hecho, todos los “mariólogos” estudian
cada una de las palabras del “Magníficat” para penetrar en la profundidad
humana y espiritual de la Virgen. ¿Qué pensaba María de su propia vida?
¿Qué papel ocupaba Dios? ¿Son importantes los pobres para la Madre
de los hombres? Todas estas cuestiones quedan resueltas al contemplar
esta hermosa oración de María. Hay una palabra que, curiosamente, se
repite varias veces entre esas líneas: la humildad. Quizás sea la virtud
característica de la Virgen.
24
Jueves
Feria Privilegiada de Adviento
Morado
Lectura del segundo libro de Samuel 7,1-5.8b-12.14a.16
Cuando el rey David se estableció en su palacio, y el Señor le dio la paz
con todos los enemigos que le rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: «Mira, yo
estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una tienda.»
Natán respondió al rey: «Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo.»
Pero aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del Señor: «Ve y
dile a mi siervo David: “Esto dice el Señor: ¿Eres tú quien me va a construir
una casa para que habite en ella? Yo te saqué de los apriscos, de andar tras
las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en
todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los
más famosos de la tierra.
Daré un puesto a Israel, mi pueblo: lo plantaré para que viva en él sin
sobresaltos, y en adelante no permitiré que los malvados lo aflijan como
antes, cuando nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel.
Te pondré en paz con todos tus enemigos, y, además, el Señor te
comunica que te dará una dinastía. Y cuando tus días se hayan cumplido
y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que
saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Yo seré para él padre, y él
será para mi hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu
trono permanecerá por siempre.”» Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 88
R/ “Cantaré eternamente tus misericordias, Señor”
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad
por todas las edades. Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad.» R.
Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David, mi siervo: «Te fundaré
un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades.» R.
Él me invocará: «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora.» Le
mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable. R.
91
Ámense como hermanos
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1,67-79
En aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, lleno del Espíritu Santo,
profetizó diciendo: «Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado
y redimido a su pueblo, suscitándonos una fuerza de salvación en la casa
de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus
santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de
todos los que nos odian; realizando la misericordia que tuvo con nuestros
padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre
Abrahán. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano
de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos
nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de
sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el
sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra
de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.» Palabra del
Señor.
Meditación
David quería ofrecer una “casa” a Dios. ¡Y es Dios el que le promete darle
una! La casa de David es, en primer lugar, Salomón su hijo -que construirá
el Templo-, es el pueblo y es sobre todo Jesús, el Mesías. Es Dios el que
conserva la iniciativa. No somos nosotros quienes damos a Dios, ¡Dios es
el que nos da!
Jesús a su vez, rechazará el Templo. ¡Destruyan ese Templo y dentro
de tres días lo reconstruiré! El Cuerpo de Cristo pasa a ser el único templo,
el único lugar de culto a Dios. La verdadera «casa de Dios» es Jesús,
Presencia de Dios.
En el evangelio leemos el cántico de Zacarías, padre de Juan, lleno del
Espíritu Santo: ‘Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y
redimido a su pueblo, suscitándonos una fuerza de salvación en la casa
de David, su siervo, según había predicho desde antiguo por boca de sus
santos profetas”….
El Señor nos pide sencillez, que le sintamos presente en nuestra vida,
en nuestra historia, como hace Zacarías en su canto: Dios que visita a
su pueblo para redimirlo, para salvarlo, para liberarlo. Orar es hablar con
Dios: de Él, de ti, de mí, de la familia, del país, de lo que sucede: alegrías,
tristezas, éxitos y fracasos, ambiciones, corrupción, narcotráfico, lavado
de dinero, violencia, realidad mía y de la República Dominicana… Ninguna
persona de este mundo ha sabido tratar a Jesús como su Madre y, después
de su Madre, San José. Contemplamos a José muy cerca de María, lleno
de delicadezas con Ella. Jesús va a nacer. Él ha preparado lo mejor que
ha podido aquella gruta. Le pedimos nosotros que nos ayude a preparar
nuestra alma cuando tenemos tan cerca a Jesús. Nos visitará el Sol que
nace de lo Alto.
92
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
Celebración de la Natividad del Señor
24 de Diciembre 2015 (Medianoche)
Contemplemos en el Niño Jesús el rostro misericordioso del Padre
Orientaciones
para
esta
Celebración: Colocar en un lugar
visible el lema del día. Se adorna
con flores vivas y alegres y se
entonan canciones acompañadas
de instrumentos / Colocar el
pesebre en un lugar que pueda ser
visitado /entrar en procesión con
la imagen del niño que el sacerdote lo colocará en el pesebre/ se puede
colocar una imagen de María , José y el niño (el cuadro de la virgen de la
Altagracia) /Se podría dramatizar el Evangelio/ Crear un ambiente de alegría
que invite a la fraternidad / acoger con mucho amor a todos especialmente a
los adolescentes y jóvenes en situaciones de riesgo y la viudas consagradas/
Preparar un momento de fiesta y de compartir fraterno al final de la Celebración
Monición ambiental
Buenas noches, hermanos y hermanas: Llega a su fin, el Tiempo de
Adviento, la preparación y espera llega a su culmen. Nuestra esperanza se
hace realidad. Por eso con mucha alegría nos congregamos fraternalmente
en esta noche santa, para celebrar el acontecimiento que cambió el curso
de la historia, se cumplió la promesa, lo anunciado por los profetas, nace el
salvador, en Belén, de María Virgen.
Dios ha manifestado su misericordia a favor de la humanidad abriendo un
espacio en el mundo que crecerá hasta ser un santuario, un lugar de gracia
de amor y fraternidad construido sobre la justicia y el derecho. El lugar es
la tierra, su casa. Su nuevo nombre es PAZ. Resuene nuestro canto más
alegre en esta gran noche de paz ,de amor y fraternidad.
Imploremos la misericordia de Dios, para que esta noche de fiesta, traiga la paz
y la alegría a nuestro pueblo y que siendo sensible a la solidaridad celebremos
con sentido cristiano, para que verdaderamente todos podamos compartir
fraternalmente como hermanos lo que tenemos especialmente con los más
necesitados. Llenos de alegría iniciemos nuestra celebración, recibamos a Cristo
en la persona del Ministro que preside. De pie cantemos todos juntos al coro.
Pregón de Navidad
Siguiendo una tradición antigua se tiene antes del Canto del Gloria este
hermoso anuncio de Navidad, llamado Calenda. Se puede cantar o recitar
como un pregón. Pueden hacerlo los jóvenes.
Les anunciamos, hermanos, una buena noticia, una gran alegría para todo
el pueblo; escúchenla con corazón gozoso: Habían pasado miles y miles de
años desde que, al principio, Dios creó el cielo y la tierra y, asignándoles un
progreso continuo a través de los tiempos, quiso que las aguas produjeran
un pulular de vivientes y pájaros que volaran sobre la tierra.
93
Ámense como hermanos
Miles y miles de años, desde el momento en que Dios quiso que apareciera
en la tierra el hombre, hecho a su imagen y semejanza, para que dominara
las maravillas del mundo y, al contemplar la grandeza de la creación, alabara
en todo momento al Creador.
Miles y miles de años, durante los cuales los pensamientos del hombre,
inclinados siempre al mal, llenaron el mundo de pecado hasta tal punto que
Dios decidió purificarlo, con las aguas torrenciales del diluvio.
Hacía unos 1850 años que Abraham, el padre de nuestra fe, obediente a la voz
de Dios, se dirigió hacia una tierra desconocida para dar origen al pueblo elegido.
Hacía unos 1.250 años que Moisés hizo pasar a pie enjuto por el Mar Rojo
a los hijos de Abraham, para que aquel pueblo, liberado de la esclavitud del
Faraón, fuera imagen de la familia de los bautizados.
Hacía unos 1.000 años que David, un sencillo pastor que guardaba los rebaños
de su padre ese, fue ungido por el profeta Samuel, como el gran rey de Israel.
Hacía unos 700 años que Israel, que había reincidido continuamente en
las infidelidades de sus padres y por no hacer caso de los mensajeros que
Dios le enviaba, fue deportado por los caldeos a Babilonia; fue entonces,
en medio de los sufrimientos del destierro, cuando aprendió a esperar un
Salvador que lo librara de su esclavitud y a desear aquel Mesías que tos
profetas le habían anunciado y que había de instaurar un nuevo orden de
paz y de justicia, de amor y de libertad.”
Finalmente, durante la olimpiada 94, el año 752 de la fundación de Roma,
el año 14 del reinado del emperador Augusto, cuando en el mundo entero
reinaba una Paz universal, hace 2015 años, en Belén de Judá, pueblo
humilde de Israel, ocupado entonces por los romanos, en un pesebre,
porque no tenía sitio en la posada, de María virgen, esposa de José, de la
casa y familia de David, nació Jesús, Dios eterno, Hijo del Eterno Padre,
y hombre verdadero, llamado Mesías y Cristo, que es el Salvador que los
hombres esperaban.
El es la Palabra que ilumina a todo hombre, por él fueron creadas al principio
todas las cosas; él, que es el camino, la verdad y la vida, ha acampado, pues,
entre nosotros. Nosotros, los que creemos en él, nos hemos reunido hoy (en esta
noche santa), o mejor dicho, Dios nos ha reunido, para celebrar con alegría la
solemnidad de Navidad, y proclamar nuestra fe en Cristo, Salvador del mundo.
Hermanos, alégrense, hagan fiesta y celebren la mejor noticia de toda la
historia de la humanidad.
ACTO PENITENCIAL
GLORIA: Alegrémonos hermanos y hermanas, Cantemos gozosamente
la alegría al Señor. Aquella noche en Belén los Ángeles anunciaron la
manifestación de la misericordia del Padre. Hoy, nosotros, como los pastores
hemos venido aquí para contemplar al Dios hecho hombre. Nos unimos a su
canto con todo nuestro corazón.
Primera Lectura Isaías 9,2-7 Hoy la luz se impone a la tiniebla, es noche de Paz, lo que anunció el
profeta se ha cumplido, nos ha nacido el Salvador es noche de amor fraterno,
de amarnos como hermanos; es noche de misericordia. Escuchemos.
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Plan de Pastoral - Diciembre 2015
Lectura del Profeta Isaías
El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande, habitaban tierras
de sombra, y una luz les brilló. Acreciste la alegría, aumentaste el gozo: se
gozan en tu presencia, como gozan al segar, como se alegran al repartirse
el botín. Porque la bota que pisa con estrépito y la túnica empapada en
sangre, serán combustible, pasto del fuego. Porque la vara del opresor, el
yugo de su carga, el bastón de su hombro, los quebrantaste como el día
de Madián. Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva al
hombro el principado, y es su nombre: Maravilla de Consejero, Dios guerrero,
Padre Perpetuo, Príncipe de la Paz. Para dilatar el principado con una paz
sin límites, sobre el Trono de David y sobre su Reino. Para sostenerlo y
consolarlo con la justicia y el derecho, desde ahora y para siempre. El celo
del Señor lo realizará. Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 95
R/ “Hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor”
Canten al Señor un canto nuevo, que toda la tierra cante al Señor. Canten
al Señor, bendigan su nombre. R.
Celebren día tras día su victoria. Propaguen su grandeza entre las naciones,
sus maravillas entre todos los pueblos. R.
Que se alegren los cielos y se regocije la tierra, que resuene el mar y
cuanto lo llena; que exulten los campos con todos sus frutos, que aclamen
los árboles del bosque. R.
Ante el Señor que viene a gobernar la tierra: gobernará con justicia al
mundo, a las naciones con fidelidad. R.
Segunda Lectura: Tito 2,11-14
La voluntad de Dios Padre misericordioso es que todos sus hijos se salven.
El Apóstol hoy nos invita a vivir como hermanos en comunión fraterna para
alcanzar la gracia que generosamente Dios nos regala, mientras esperamos
que El vuelva gloriosamente. Escuchemos
Lectura de la Carta de san Pablo a Tito
Hermanos: Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para
todos los hombres; enseñándonos a renunciar a la vida sin religión y a los
deseos mundanos, y a llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y
religiosa, aguardando la dicha que esperamos: la aparición gloriosa del
gran Dios y Salvador nuestro: Jesucristo. El se entregó por nosotros para
rescatarnos de toda impiedad, y para prepararse un pueblo, dedicado a las
buenas obras. Palabra de Dios.
Aleluya Lc. 2, l0-11
Aleluya, Aleluya. Les traigo una buena noticia, una gran alegría: nos ha
nacido un salvador: el Mesías, el Señor. Aleluya
Evangelio: Lucas 2,1-14
Con júbilo recibimos una buena noticia, nos ha nacido el salvador, Dios
solidario y fraterno nos ha regalado su perdón y misericordia enviando
95
Ámense como hermanos
su Hijo, el Mesías para redimir a su pueblo. Acógele fraternalmente en tu
corazón y como los ángeles y pastores cantemos alegremente.
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas
En aquel tiempo salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer
un censo del mundo entero. Este fue el primer censo que se hizo siendo
Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad.
También José que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad
de Nazaret en Galilea a la ciudad de David que se llama Belén, para inscribirse
con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaba allí le llegó el
tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo
acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada.
En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre,
velando por turno su rebaño. Y un ángel del Señor se les presentó: la gloria
del Señor los envolvió de claridad y se llenaron de gran temor.
El ángel les dijo: No teman, les traigo la buena noticia, la gran alegría
para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador:
el Mesías, el Señor. Y aquí tienen la señal: encontrarán un niño envuelto en
pañales y acostado en un pesebre. De pronto en torno al ángel, apareció una
legión del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: Gloria a Dios en
el cielo, y en la tierra paz a los hombres que Dios ama. Palabra del Señor.
Oración de los fieles
El que preside: Llenos de alegría nos dirigimos al Padre diciéndole: Que
tu Misericordia Señor llene la tierra
Por la Iglesia, para que como luz en el mundo y signo del amor de
Dios Padre misericordioso, promueva la fraternidad en medio de nosotros.
Roguemos al Señor.
Por el Papa Francisco, los Obispos, Sacerdotes, Diáconos Consagrados
y Consagradas, laicos y laicas comprometidos, para que el Hijo de Dios que
ha venido a rescatar la humanidad, fortalezca su fe y les anime a ser testigos
de su misericordia. Roguemos al Señor.
Por los que gobiernan en el mundo, para que iluminados por el Niño
Dios, promuevan el crecimiento de los niños en tamaño, gracia y sabiduría.
Roguemos al Señor.
Por los que sufren, los enfermos, los privados de libertad, refugiados e
inmigrantes y los desempleados, para que en medio de sus precariedades
encuentren en Jesús, que nace en medio del mundo, la alegría y el gozo
de la salvación y en nosotros la práctica de la misericordia a favor de ellos.
Roguemos al Señor.
Por nosotros, que nos disponemos a participar del banquete de la
Eucaristía, para que nos llenemos de la verdadera paz, contemplándolo a Él
envuelto en pañales y acostado en el pesebre, para que nos abramos a la
misericordia de Dios presente entre nosotros y la comuniquemos a toda la
gente. Roguemos al Señor.
El que preside: Recibe nuestras súplicas que te hemos dirigido a Ti, Padre
Misericordioso y haz que contemplando tu rostro misericordioso en este Niño
96
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
que nos has dado nos volvamos portadores de misericordia, especialmente a
favor de los niños de nuestro pueblo. Por Jesucristo nuestro Señor.
25
Solemnidad de la Natividad del Señor
Viernes
Blanco
En el Niño Jesús la misericordia del Padre se ha hecho carne
Algunas orientaciones para esta
celebración: Destacar la imagen del niño que
envuelto en pañales colocado en el pesebre/
Se coloca el lema del día en un lugar visible
se puede invitar a la asamblea para el adorar
al niño e invitar al beso en familia /todo el
ambiente debe ser de alegría/ acoger felicitar
a los niños, niñas. Se puede dramatizar el
Evangelio. Preparar un brindis para el final.
Monición de Entrada:
Feliz Navidad, hermanos y hermanas. Nos reúne el Padre para celebrar
con júbilo la eucaristía de hoy , Solemnidad de la Natividad del Señor, en el
que recordamos con alegría el nacimiento del Mesías , el Salvador que llega
a redimir a su pueblo porque grande es la misericordia para con nosotros.
La Liturgia de la Palabra de este día refleja la gran alegría. Dios se ha
hecho uno con nosotros, los confines de la tierra han contemplado su victoria.
El es Dios mismo que se convierte en Buena Noticia, anuncio de salvación
para todos los pueblos, que asume nuestra condición humana, naciendo
entre los pobres para enriquecernos con los dones divinos, trayendo la
verdadera alegría, la luz, la justicia y la paz.
La misericordia ha brotado como un río desde el portal de Belén, por eso estamos alegres y todos unidos en el amor cantamos con júbilo himnos de alabanza a
nuestro Dios Padre misericordioso y a su Hijo nacido de María la Virgen.
Con el Lema “Ámense como hermanos”(1 Pe 3,8) celebremos su presencia entre nosotros y demos gracias a Dios por su infinita misericordia y
a María por haber dado a luz al Salvador del Mundo . De pie cantando con
alegría junto al Coro recibamos a Jesucristo que llega a presidir nuestra
fiesta a través de su ministro.
Pregón de Navidad
Siguiendo una tradición antigua se tiene antes del Canto del Gloria este
hermoso anuncio de Navidad, llamado Calenda. Se puede cantar o recitar
como un pregón. Pueden hacerlo los jóvenes. Está en la celebración del 24
de diciembre.
GLORIA: Alegrémonos hermanos y hermanas, Cantemos gozosamente
la alegría al Señor. Aquella noche en Belén los Ángeles anunciaron la
97
Ámense como hermanos
manifestación de la misericordia del Padre. Hoy, nosotros, como los pastores
hemos venido aquí para contemplar al Dios hecho hombre. Nos unimos a su
canto con todo nuestro corazón.
Primera Lectura: Isaías 52 ,7-10
Dios, el Rey, ha desplegado su misericordia a través de Jesús que nos
ha nacido. Gritemos de alegría y cantemos a coro porque el Señor está en
medio de nosotros liberando a su pueblo. Escuchemos
Lectura del libro de Isaías
¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia
la paz, que trae la Buena Nueva, que pregona la victoria, que dice a Sión:
«Tu Dios es rey»!
Escucha: tus vigías gritan, cantan a coro, porque ven cara a cara al Señor,
que vuelve a Sión. Rompan a cantar a coro, ruinas de Jerusalén, que el Señor
consuela a su pueblo, rescata a Jerusalén; el Señor desnuda su santo brazo
a la vista de todas las naciones, y verán los confines de la tierra la victoria de
nuestro Dios. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 97
R. “Los confines de la tierra han contemplado la victoria
de nuestro Dios”.
Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra
le ha dado la victoria, su santo brazo. R.
El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se
acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera; griten, vitoreen, toquen. R.
Tañan la cítara para el Señor, suenen los instrumentos: con clarines y al
son de trompetas, aclamen al Rey y Señor. R.
Segunda Lectura: Hebreos 1, 1-6
Escuchemos ahora de que manera se ha cumplido la promesa en Cristo,
revelación del Padre misericordioso, que al llegar la plenitud de los tiempos
se hace presente en medio de nosotros para salvarnos. Unidos como
hermanos adorémosle con los Ángeles de Dios. Escuchemos.
Lectura de la carta a los Hebreos
En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a
nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado
por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha
ido realizado las edades del mundo.
Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su
palabra poderosa. Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está
sentado a la derecha de su majestad en las alturas; tanto más encumbrado
sobre los ángeles, cuanto más sublime es el nombre que ha heredado.
Pues, ¿a qué ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tú, hoy te he engendrado», o:
98
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
«Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo»? Y en otro pasaje, al
introducir en el mundo al primogénito, dice: «Adórenlo todos los ángeles de
Dios.» Palabra de Dios.
Aleluya
Nos ha amanecido un día sagrado; vengan naciones, adoren al Señor,
porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra. Aleluya
Evangelio: Juan 1,1-18
La misericordia de Dios se ha hecho carne en Jesús, Palabra viva del
Padre. La misericordia de Dios acampó entre nosotros para traer luz y
salvación a todo el mundo. Acojamos esa misericordia divina para poder ser
nosotros misericordia para todos los que nos rodean. De pie y con profundo
agradecimiento aclamemos con el canto al Señor que nos habla en este
Evangelio.
Lectura del santo evangelio según san Juan
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la
Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio
de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en
la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía
como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a
la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo
vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo
no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la
recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre.
Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano,
sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos
contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia
y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:«Éste es de quien dije: «El que
viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo.» Pues
de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la ley se dio
por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del
Padre, es quien lo ha dado a conocer. Palabra del Señor.
Oracion de los fieles
El que preside: Llenos de alegría nos dirigimos al Padre diciéndole: Que
tu Misericordia Señor llene la tierra.
Por la Iglesia extendida por todo el mundo: Por el Papa, Francisco,
obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados y consagradas para que
sean reflejo de la luz de Cristo, portadores del amor de Dios en el mundo
Roguemos al Señor.
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Ámense como hermanos
Para que esta Navidad todos los pueblos, razas y naciones, en medio de
las dificultades aboguen por una Sociedad donde prime la hospitalidad, la
justicia, la libertad, la paz y fraternidad. Roguemos al Señor.
Por los pobres, enfermos, los privados de libertad, por todos los que sufren
y por todos aquellos que no encuentran con que celebrar estas fiestas, para
que reciban la luz de Cristo, sientan la alegría de ser hijos de Dios y cuenten
con nuestra solidaridad. Roguemos al Señor.
Por las familias, para que cultiven relaciones fraternas entre todos sus
miembros, y velen especialmente de sus adolescentes y jóvenes para que
no caigan en situaciones de riesgo. Roguemos al Señor.
Por los consagrados y consagradas, especialmente por las viudas
consagradas, para que en Jesús palabra encarnada encuentren la alegría, todo
el amor y la fortaleza para servir en sus comunidades. Roguemos al Señor.
Por los ancianos, muy especialmente los que se sienten solo, por los
niños y niñas desamparados , para que puedan sentirse amados de Jesús
que se ha hecho uno de nosotros y lleguen a ellos el soporte que necesitan.
Roguemos al Señor.
Por todos nosotros, que alegres celebramos la Natividad del Señor, para
que veamos en cada rostro que sufre el rostro de misericordia de Jesús que
vino al mundo para instaurar un reino de justicia y paz. Roguemos al Señor.
El que preside: Recibe nuestras súplicas que te hemos dirigido a Ti,
Padre Misericordioso y haz que contemplando tu rostro misericordioso en
este Niño que nos has dado nos volvamos portadores de misericordia,
especialmente a favor de los niños de nuestro pueblo. Por Jesucristo
nuestro Señor.
26
Sábado
Fiesta, San Esteban, Protomártir
Rojo
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 6, 8-10;7, 54-60
En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes
prodigios y signos en medio del pueblo. Unos cuantos de la sinagoga
llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se
pusieron a discutir con Esteban; pero no lograban hacer frente a la sabiduría
y al espíritu con que hablaba.
Oyendo estas palabras, se recomían por dentro y rechinaban los dientes
de rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijo la mirada en el cielo, vio la
gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo: “Veo el cielo
abierto y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios”.
Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre,
se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron
a apedrearlo. Los testigos, dejando sus capas a los pies de un joven
llamado Saulo, se pusieron también a apedrear a Esteban, que repetía esta
invocación: “Señor Jesús, recibe mi espíritu”. Luego, cayendo de rodillas,
lanzó un grito: “Señor, no les tengas en cuenta este pecado”. Y, con estas
palabras, expiró. Palabra de Dios.
100
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
Salmo Responsorial: 30
R/ “A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu”.
Sé la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve, tú que eres mi roca
y mi baluarte; por tu nombre dirígeme y guíame. R/
A tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás. Tu
misericordia sea mi gozo y mi alegría. Te has fijado en mi aflicción. R/
Líbrame de los enemigos que me persiguen; haz brillar tu rostro sobre tu
siervo, sálvame por tu misericordia. R/
Lectura del santo evangelio según San Mateo 10, 17-22
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “No se fíen de la gente,
porque les entregarán a los tribunales, les azotarán en las sinagogas y
les harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así darán
testimonio ante ellos y ante los gentiles.
Cuando les arresten, no se preocupen de lo que van a decir o de cómo
lo dirán: en su momento se les sugerirá lo que tienen que decir; no serán
ustedes los que hablan, el Espíritu de su Padre hablará por ustedes.
Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres
a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos les
odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará”. Palabra
del Señor.
Meditación
Podemos pensar que en el clima gozoso de la Navidad, esta
conmemoración podría parecer fuera de lugar. La Navidad, en efecto,
es la fiesta de la vida y nos infunde sentimientos de serenidad y de
paz. ¿Por qué enturbiarla con el recuerdo de una violencia tan atroz?
En realidad, en la óptica de la fe, la fiesta de san Esteban está en
plena sintonía con el significado profundo de la Navidad. En el martirio,
en efecto, la violencia es vencida por el amor; la muerte por la vida.
La Iglesia ve en el sacrificio de los mártires su «nacimiento al cielo».
Celebremos hoy, por lo tanto, el «nacimiento» de Esteban a la vida
celestial, que brota en profundidad del Nacimiento de Cristo. Jesús
transforma la muerte de quienes le aman en aurora de vida nueva y
eterna con el Padre.
En el martirio de Esteban se reproduce la misma confrontación entre el
bien y el mal, entre el odio y el perdón, entre la mansedumbre y la violencia,
que tuvo su culmen en la Cruz de Cristo. La memoria del primer mártir de
este modo disipa, inmediatamente, una falsa imagen de la Navidad: la
imagen fantástica, que en el Evangelio no existe. La liturgia nos conduce
al sentido auténtico de la Encarnación, vinculando Belén con el Calvario
y recordándonos que la salvación divina implica la lucha con el pecado,
que pasa a través de la puerta estrecha de la Cruz. Éste es el camino
que Jesús indicó claramente a sus discípulos, como atestigua el Evangelio
de hoy: «Serán odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que
persevere hasta el final, se salvará».
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Ámense como hermanos
Hoy rezamos de modo especial por los cristianos que sufren
discriminaciones a causa del testimonio dado por Cristo y el Evangelio.
Estamos cercanos a estos hermanos y hermanas que, como san Esteban,
son acusados injustamente y convertidos en objeto de violencias de
todo tipo. ¡Son muchos! Esto sucede especialmente allí donde la libertad
religiosa aún no está garantizada o no se realiza plenamente. El ser cristiano
(serio) es un delito, frente a tanta corrupción y robo al Estado. Se habla de
los derechos humanos (se ha convertido en negocio), pero de hecho,
los creyentes, y especialmente los cristianos, encuentran limitaciones y
discriminaciones. Esto no sorprende, porque Jesús lo anunció como
ocasión propicia para dar testimonio. A nivel civil, la injusticia se debe
denunciar y eliminar. Que María, Reina de los mártires, nos ayude a vivir la
Navidad con ese ardor de fe y amor que resplandece en san Esteban y en
todos los mártires de la Iglesia.
27
Fiesta de la Sagrada Familia
Domingo
Blanco
Descubramos en familia en Jesucristo el rostro
misericordioso del Padre
Algunas orientaciones: Esta celebración puede
ser animada por la Pastoral Familiar. Resaltar la
importancia de tener como modelo la familia de
Nazaret. Destacar el rol de la familia para crear lazos
de fraternidad en la sociedad. Cada familia puede
sentarse junta. Se puede dramatizar el Evangelio,
Bendición especial para las familias presentes al final
de la Celebración entregándole la imagen del Niño
Jesús en sus manos. Se puede bendecir a los ancianos
y ancianas. Invitar al compartir fraterno en las familias
y motivar a la solidaridad en estos días de festejos.
Monición ambiental:
Felicidades a todas las familias. Sean bienvenidos hermanos y hermanas a
celebrar con gozo dentro de la Octava de Navidad, la fiesta de la Sagrada Familia
de Nazaret. Contemplemos hoy a María, a José y el Niño Jesús como signo del amor
fraterno en medio del mundo y fijemos nuestras miradas en esa familia, primera
escuela del amor, unidad y sencillez, ejemplo y modelo de todas las familias.
Las lecturas nos describen como está llamada a ser una familia cristiana,
institución creada por Dios, signo del amor por la humanidad, lugar donde se
cultivan y comparten valores como el respeto mutuo, el afecto y se aprende
a convivir en una verdadera fraternidad. Es un espacio para aprender el valor
de la solidaridad y para la transmisión de la fe donde los padres y abuelos
tienen la misión de enseñar a sus hijos y nietos las primeras oraciones e
inculcar los valores del evangelio.
102
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
Presentemos a Dios Padre junto con la Familia de Nazaret a todas
nuestras familias y todas aquellas familias amenazadas por situaciones
difíciles que intentan destruir la fraternidad de sus miembros, para que oren
permanentemente , se mantengan unida en el amor y propicien un ambiente
de comunión y participación. De pie recibamos a Jesucristo que llega a
presidir nuestra Celebración en la persona de quien preside.
Primera lectura: Eclesiástico 3, 2-6. 12-14
En esta lectura se nos recuerda que el amor a nuestros padres es fuente
de abundantes bendiciones y un testimonio de vida para nuestros hijos.
Quien tiene misericordia con sus padres y madres siempre disfrutará de la
misericordia de Dios. Escuchemos
Lectura del libro del Eclesiástico 3, 2-6. 12-14.
Dios hace al padre más respetable que a los hijo y afirma la autoridad de
la madre sobre su prole. El que honra a su padre expía sus pecados, el que
respeta a su madre acumula tesoros; el que honra a su padre se alegrará de
sus hijos y, cuando rece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá
larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha.
Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras
vivas; aunque chochee, ten indulgencia, no lo abochornes mientras vivas.
La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus
pecados. Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Sal 127, 1-2. 3. 4-5 (R.: cf. 1)
R / Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos.
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del fruto de
tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. / R.
Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como
renuevos de olivo, alrededor de tu mesa. / R.
Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga
desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida. / R.
Segunda Lectura: Colosenses 3, 12-21
El Apóstol Pablo hoy nos anima a que nuestra convivencia familiar sea
de hermandad, donde se viva la tolerancia, el amor, y haya armonía entre
padres e hijos. En otras palabras, que sepamos ser misericordiosos unos con
otros, como El lo ha sido con nosotros al regalarnos a su Hijo. Escuchemos
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3, 12-21
Hermanos: Como elegidos de Dios, santos y amados, vístanse de la
misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión. Sobrellé­
vense mutuamente y perdónense, cuando alguno tenga quejas contra otro.
El Señor les ha perdonado: hagan ustedes lo mismo. Y por encima de todo
esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada.
Que la paz de Cristo actúe de árbitro en su corazón; a ella han sido
convocados, en un solo cuerpo. Y sean agradecidos. La palabra de Cristo
103
Ámense como hermanos
habite entre ustedes en toda su riqueza; enséñense unos a otros con toda
sabiduría; corríjanse mutuamente.
Canten a Dios, denle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos
inspirados. Y, todo lo que de palabra o de obra realicen, sea todo en nombre
del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Mujeres, vivan bajo la autoridad de sus maridos, como conviene en el
Señor. Maridos, amen a sus mujeres, y no sean ásperos con ellas. Hijos,
obedezcan a sus padres en todo, que eso le gusta al Señor. Padres, no
exasperen a sus hijos, no sea que pierdan los ánimos.
Palabra de Dios.
Aleluya Col. 3,15ª.16a
Que la paz de Cristo actué en arbitro en su corazón; la palabra de Cristo
habite entre ustedes en toda su riqueza.
Evangelio: Lucas 2,22-40
El anciano Simeón y Ana con gran alegría descubren que Dios ha
manifestado su misericordia cumpliendo la promesa hecha a sus padres en
este Niño que tienen en sus brazos. Como ellos dos acerquémonos a El y
descubramos el rostro misericordioso del Padre y como nuestro Salvador.
Aclamemos a Jesucristo cantando con alegría.
Lectura del Evangelio según San Lucas
Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de
Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está
escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor
y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo
que se dice en la Ley del Señor.
Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre
era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el
Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la
muerte antes de haber visto al Cristo del Señor.
Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al
niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos
y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar
que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que
has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles
y gloria de tu pueblo Israel.»
Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. Simeón
les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación
de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción - ¡y a ti misma una
espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las
intenciones de muchos corazones.»
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de
edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido,
y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años marido, y permaneció
viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo
104
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en aquella
misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la
redención de Jerusalén.
Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a
Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño crecía y se fortalecía, llenándose de
sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él. Palabra del Señor.
Oración de los Fieles
El que preside: A Ti, Padre misericordioso, te presentamos estas súplicas
por nuestras familias diciendo: Que en nuestra familia practiquemos la
misericordia unos con otros.
Por la Iglesia y sus pastores para que sea imagen de una verdadera familia
que tiene todo en común y que viven en fraternidad, y den testimonio de la
gran misericordia de Dios Padre para con la humanidad. Roguemos al Señor.
Por nuestros gobernantes, para que procuren aumentar los lazos de
fraternidad entre los pueblos y velen por el bienestar de las familias, primera
institución de la sociedad. Roguemos al Señor.
Por todas las familias: para que estos días de fiestas navideñas sea
ocasión para cultivar buenas relaciones de fraternidad de reconciliación y de
paz en todos sus miembros. Roguemos al Señor.
Por las familias desunidas, para que reciban ayuda y consuelo, fruto de la
solidaridad cristiana. Roguemos al Señor.
Por las familias de nuestras comunidades, para que de ellas surjan los
matrimonios sólidos y las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada.
Roguemos al Señor.
Por todos los adolescentes y jóvenes que tienen problemas y viven en
condiciones de riesgo, para que sepan buscar solución a sus conflictos con
la ayuda de sus padres. Roguemos al Señor.
Por todos nosotros, alegres por el nacimiento de Jesús, para que a
ejemplo de la família de Nazareth vivamos los valores de la solidaridad
y la fraternidad para hacer visible el Reino de Dios en nuestro Pueblo
Dominicano. Roguemos al Señor.
El que preside: Acoge nuestras súplicas, Padre Bueno, que te
presentamos por nuestras familias en este Día de la Sagrada Familia
de Nazaret. Infunde en nosotros sus valores y ayúdanos a practicar la
misericordia entre nosotros. Por Jesucristo nuestro Señor.
28
Lunes
Fiesta Santos Inocentes, Mártires
Rojo
Lectura de la primera carta de San Juan 1, 5 – 2, 2
Queridos hermanos: Les anunciamos el mensaje que hemos oído a
Jesucristo: Dios es luz sin tiniebla alguna. Si decimos que estamos unidos a
él, mientras vivimos en las tinieblas, mentimos con palabras y obras. Pero,
si vivimos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos unidos
unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia los pecados.
105
Ámense como hermanos
Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y no somos sinceros.
Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará
los pecados y nos limpiará de toda injusticia. Si decimos que no hemos
pecado, lo hacemos mentiroso y no poseemos su palabra. Hijos míos, les
escribo esto para que no pequen. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que
abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por
nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo
entero. Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 123
R/ “Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador”.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los
hombres, nos habrían tragado vivos: tanto ardía su ira contra nosotros. R.
Nos habrían arrollado las aguas, llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello las aguas espumantes. R.
La trampa se rompió, y escapamos. Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R.
Lectura del Evangelio según San Mateo 2, 13-18
Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en
sueños a José y le dijo: “Levántate, coge al niño y a su madre y huye a
Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al
niño para matarlo”. José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche,
se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo
que dijo el Señor por el profeta: “Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto”.
Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó a
matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores,
calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos.
Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: “Un grito se oye en
Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa
el consuelo, porque ya no viven. Palabra del Señor.
Meditación
Nos invade de nuevo el dolor, celebramos la memoria de los santos
inocentes y oramos por todos los seres humanos que han entregado su
vida en la lucha por alcanzar un mundo más justo, más humano, más
acorde al plan de Dios. Encontramos una clara manifestación de la reacción
del poder, representado en Herodes, que ve una amenaza en Jesús, un
niño de quién se ha dicho será rey y librará a Israel de toda opresión. El
texto tiene una carga simbólica mayor; identifica a Jesús con Moisés, que
también desde su nacimiento fue perseguido, tanto que el Faraón mandó
matar a todos los niños menores de dos años por miedo a una revuelta
popular de esclavos. Jesús es el nuevo Moisés, nacido para liberar y para
confrontar todo tipo de poderes opresores y el mayor de todo: «el pecado».
También revela de manera simbólica la muerte de muchísimos cristianos,
en esos primeros siglos, a manos del poder imperial. Y es que tales poderes no
106
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
han tenido otra forma de imponerse más que la fuerza, la mentira y la tiranía,
(igual que hoy). Lo mismo en la Iglesia y en nuestra sociedad son muchos
los santos inocentes que han ofrendado su vida al servicio de Reino de Dios:
Hagamos memoria de todos los mártires del mundo. En medio del gozo que
impregna el nacimiento de Cristo Jesús, celebramos la fiesta de los Santos
Inocentes, recordando el martirio de todos los niños “de dos años para abajo”
que fueron asesinados por orden de Herodes. Esta fiesta pone de relieve
que los poderes de las tinieblas se alzan contra la luz de Cristo, realidad que
puede verse en toda la historia de la salvación pero jamás triunfan.
Los Santos Inocentes son con certeza el prototipo de los seguidores
de Cristo que vendrían posteriormente. Esta fiesta pone en primer plano
la verdad de que los cristianos sufrirán rechazo y persecución en esta
vida, tal como los sufrió Jesús. La vida cristiana es una imitación de la
vida de Cristo, que padeció y murió a fin de salvar a todos los creyentes
de las garras del pecado y de Satanás. La vida cristiana es una batalla
que constantemente se libra entre las tinieblas y la luz y eso representa
sufrimientos, Dios nos protege y guía.
29
Martes
Día V de la Octava de Navidad
Blanco
Lectura de la primera carta del apóstol San Juan 2, 3-11
Queridos hermanos: En esto sabemos que conocemos a Jesús: en que
guardamos sus mandamientos.
Quien dice: “Yo le conozco”, y no guarda sus mandamientos, es un
mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda la palabra, ciertamente
el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud. En esto conocemos que
estamos en él. Quien dice que permanece en él debe vivir como vivió él.
Queridos, no les escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento
antiguo que tienen desde el principio. Este mandamiento antiguo es la
palabra que han escuchado. Y, sin embargo, les escribo un mandamiento
nuevo – lo cual es verdadero en él y en nosotros –, pues las tinieblas pasan,
y la luz verdadera brilla ya.
Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano está en las tinieblas.
Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero quien
aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe
a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos. Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 95
R/ “Alégrese el cielo, goce la tierra”.
Canten al Señor un cántico nuevo, canten al Señor, toda la tierra; canten
al Señor, bendigan su nombre. R.
Proclamen día tras día su victoria. Cuenten a los pueblos su gloria, sus
maravillas a todas las naciones. R.
El Señor ha hecho el cielo; honor y majestad lo preceden, fuerza y
esplendor están en su templo. R.
107
Ámense como hermanos
Lectura del santo evangelio según San Lucas 2, 22-35
Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los
padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de
acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: “Todo primogénito varón será
consagrado al Señor”, y para entregar la oblación, como dice la ley del
Señor: “un par de tórtolas o dos pichones”.
Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y
piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en
él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes
de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo
previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
“Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz.
Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos
los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel”.
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.
Simeón los bendijo, diciendo a María su madre: “Mira, éste está puesto
para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera
discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una
espada te traspasará el alma”. Palabra del Señor.
Meditación
La Liturgia de hoy tiene como centro la luz representada en Cristo, Él es
Luz para alumbrar todas las naciones. En tiempos de Jesús era costumbre
presentar al niño ante el Señor en el Templo de Jerusalén y ofrecer un
sacrificio de purificación por él. Los pudientes sacrificaban un ternero,
otros un cordero, y los más pobres un par de tórtolas. Lo que significa que
José y María eran muy pobres, recalcándose así, nuevamente, el origen
humilde de Jesús. Este niño es el que despierta el canto del viejo Simeón.
Quien reconoce al Mesías es una persona pobre, en este caso un anciano.
Al final se termina poniendo de manifiesto el destino de Jesús como signo
de contradicción; y María también sufrirá por su hijo, compartirá el dolor de
aquél que morirá en defensa de la vida.
Muchos tienen el deseo de recibir al Salvador, el que traerá la justicia.
Creer en un Dios hecho niño y pobre nos encara con un compromiso
inaplazable por la justicia, la fraternidad y la solidaridad. Debemos ver a
Dios en los pequeños, en los despreciados por la sociedad, en los pobres
que claman justicia y dignidad. Hoy son nuestros pueblos los que escuchan
y buscan la liberación de tantas situaciones infrahumanas. Recibamos al
niño Jesús en el rostro de los necesitados de nuestra sociedad sin hacer
lo que hacen mucho, que se han hecho ricos a costa de los pobres y viven
de ellos. Cristo se da los pobres y humildes de corazón, otros le quitan aún
lo pocos que les queda.
Jesús es un niño como los demás, hijo primogénito de dos padres
muy sencillos. Incluso los sacerdotes son incapaces de captar los signos
de la nueva y particular presencia del Mesías y Salvador. Nos debe
108
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
llamar profundamente la atención que sólo dos ancianos, Simeón y Ana,
descubren la gran novedad. Guiados por el Espíritu Santo, encuentran
en ese Niño el cumplimiento de su larga espera y vigilancia. Ambos
contemplan la luz de Dios, que viene para iluminar el mundo, y su mirada
profética se abre al futuro, como anuncio del Mesías: «Luz para alumbrar
a las naciones. En la actitud profética de los dos ancianos está toda la
Antigua Alianza que expresa la alegría del encuentro con el Redentor. A la
vista del Niño, Simeón y Ana intuyen que precisamente Él es el Esperado,
el Mesías ansiado y anhelado por todo el pueblo de Dios.
Cristo nos llama a estar atentos a la palabra de Dios, es la única manera
de conocer a Cristo, de vivir su palabra en profundidad y de enseñarla
fielmente a nuestros hermanos.
30
Miércoles
Día VI Octava de Navidad
Blanco
Lectura de la primera carta del apóstol San Juan 2, 12-17
Les escribo, hijos míos, que se les han perdonado sus pecados por su
nombre. Les escribo, padres, que ya conocieron al que existía desde el
principio. Les escribo, jóvenes, que ya han vencido al Maligno. Les repito,
hijos, que ya conocen al Padre. Les repito, padres, que ya conocen al que
existía desde el principio. Les repito, jóvenes, que son fuertes y que la
palabra de Dios permanece en ustedes, y que ya han vencido al Maligno.
No amen al mundo ni lo que hay en el mundo.
Si alguno ama al mundo, no está en el amor del Padre. Porque lo que
hay en el mundo –las pasiones de la carne, y la codicia de los ojos, y la
arrogancia del dinero– eso no procede del Padre, sino que procede del
mundo. Y el mundo pasa, con sus pasiones. Pero el que hace la voluntad de
Dios permanece para siempre. Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 95
R/ “Alégrese el cielo, goce la tierra”.
Familias de los pueblos, aclamen al Señor, aclamen la gloria y el poder
del Señor, aclamen la gloria del nombre del Señor. R/
Entren en sus atrios trayéndole ofrendas, póstrense ante el Señor en el
atrio sagrado, tiemble en su presencia la tierra toda. R/
Digan a los pueblos: “El Señor es rey, él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente”. R/
Lectura del santo evangelio según San Lucas 2, 36 – 40
En aquel tiempo, había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu
de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años
casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo
día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en
aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que
aguardaban la liberación de Jerusalén.
109
Ámense como hermanos
Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron
a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose,
y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba. Palabra del
Señor.
Meditación
La liturgia nos invita a contemplar a Ana. La podemos imaginar como
una anciana arrugada, parecida a algunas de las ancianas que también
hoy están siempre en nuestros templos, como si fueran velas encendidas
que se consumen lentamente ante el Señor. Ana, además de ser anciana,
era viuda; es decir, pertenecía, junto con los huérfanos, a la categoría de
los más pobres del pueblo, de los que no cuentan para nada.
El evangelio de Lucas va describiendo las respuestas de los distintos
personajes. Los pastores, por ejemplo, pasaron por diversas etapas:
temor, alegría, anuncio. Pues bien, la vieja Ana reacciona de dos maneras:
dando gracias a Dios y hablando del niño a todos los que aguardaban
la liberación de Israel. Merece la pena que nos entretengamos en estas
dos actitudes y en otra previa: la actitud de paciente espera. Ana, en
primer lugar, es una mujer que, como los pobres de Yahvé, sabe esperar
activamente: No se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con
ayunos y oraciones.
¿No les parece que a menudo deseamos encontrarnos con Jesús sin
apartarnos... de nuestros intereses, sin purificar nuestras expectativas en
una oración confiada? Es muy fácil decir “Yo no veo a Jesús por ninguna
parte”, cuando esas partes en las que no lo vemos son el territorio diminuto
de nuestro pequeño mundo de intereses, preocupaciones. La oración
paciente, día y noche, es como un colirio que limpia nuestros ojos para ver
al Niño donde muchos sólo ven a un bebé como otro cualquiera. Cuando
Ana lo reconoce, da gracias a Dios. Todo regalo libera nuestra capacidad
de agradecimiento. Hoy es uno de esos días en los que también nosotros
podemos dar gracias a Dios por todos los signos visibles de su amor, por
todos, Cristo se ha ido colocando en el camino de nuestra vida.
Ana, habla del Niño. Lucas siempre acentúa este aspecto confesante
de sus personajes. Hablar del niño significa, sobre todo, hacer visible el
gozo, la esperanza, el coraje, que todo encuentro con Jesús produce en
el entramado de la vida cotidiana. Ana, a pesar de su avanzada edad,
cobró nuevas fuerzas y se puso a hablar a todos del Niño. Es una hermosa
estampa: dos jóvenes padres y dos personas ancianas, reunidas por Jesús.
¡Realmente Jesús hace que generaciones diferentes se encuentren y se
unan! Él es la fuente inagotable de ese amor que vence todo egoísmo, toda
soledad, toda tristeza. En su camino familiar, ustedes comparten tantos
momentos inolvidables: las comidas, el descanso, las tareas de la casa,
la diversión, la oración, las excursiones y peregrinaciones, la solidaridad
con los necesitados y la participación en familia en la Santa Eucaristía…
Sin embargo, si falta el amor, falta la alegría, y, el amor auténtico nos lo da
Jesús: Él nos ofrece su Palabra, que ilumina nuestro camino.»
110
Plan de Pastoral - Diciembre 2015
31
Jueves
Día VII de la Octava de Navidad
Blanco
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2, 18-21
Hijos míos, es el momento final. Han oído que iba a venir un Anticristo;
pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo cual nos damos cuenta
que es el momento final.
Salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros. Si hubiesen
sido de los nuestros, habrían permanecido con nosotros. Pero sucedió así
para poner de manifiesto que no todos son de los nuestros.
En cuanto a ustedes, están ungidos por el Santo, y todos ustedes lo
conocen. Les he escrito, no porque desconozcan la verdad, sino porque la
conocen, y porque ninguna mentira viene de la verdad. Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 95
R/ “Alégrese el cielo, goce la tierra”.
Canten al Señor un cántico nuevo, canten al Señor, toda la tierra; canten
al Señor, bendigan su nombre, proclamen día tras día su victoria. R.
Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo llena; vitoreen
los campos y cuanto hay en ellos, aclamen los árboles del bosque. R.
Delante del Señor, que ya llega, ya llega a regir la tierra: regirá el orbe con
justicia y los pueblos con fidelidad. R.
Lectura del santo evangelio según San Juan 1, 1-18
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la
Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio
de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla
en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venia
como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a
la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo
vino, e en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo
no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen
en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor
humano, sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado
su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo: “Éste es de quien dije: “El que
viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo”.
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracias tras gracia. Porque la
Ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de
Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el
seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer. Palabra del Señor.
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Ámense como hermanos
Meditación
Estamos en último día de año y a la puerta de uno nuevo, Es bueno
a la luz de la palabra de Dios, evaluar nuestra vida Cristiana para ver
las cosas negativas que dejamos atrás y las que tenemos que seguir
trabajando en este nuevo año para caminar hacía la santidad a la que
estamos llamados.
Es urgente recuperar el carácter luminoso propio de la fe, pues cuando
su llama se apaga, todas las otras luces acaban languideciendo. Y es que
la característica propia de la luz de la fe es la capacidad de iluminar toda la
existencia del hombre. Esa luz tan potente no puede provenir de nosotros
mismos; ha de venir de una fuente más primordial, tiene que venir, en
definitiva, de Dios que es la luz del mundo. La fe nace del encuentro con el
Dios vivo, que nos llama y nos revela su amor, un amor que nos precede
y en el que nos podemos apoyar para estar seguros y construir la vida.
Transformados por este amor, recibimos ojos nuevos, experimentamos
que en él hay una gran promesa de plenitud y se nos abre la mirada al
futuro.» (Papa Francisco, encíclica Lumen fidei, n. 4).
Dios que ha elegido ser Dios-con-nosotros no está “allá arriba”
contemplando desde lejos a los seres humanos, sino que está “acá abajo”,
en la cotidianidad de la vida, compartiendo la aventura de la creación. Una
Buena Noticia que es para los pobres, los marginados, los excluidos, y a
toda persona que reconoce su necesidad de Dios.
Nos dice la Escritura: Nadie ha visto jamás a Dios; el Hijo único, que es
Dios y que vive en íntima comunión con el Padre, es quien lo ha visto y nos
lo ha dado a conocer. En otras palabras, a Dios NO se le puede conocer
de manera esotérica o mágica, desencarnada de la realidad, sino en una
vida concreta entre los seres humanos. Él se hace humano, NO para que
seamos ángeles del cielo, “espíritus elevados” o más que hombres, sino
plenamente humanos según la intención de Dios. Eso sí que es Buena
Noticia, y luz para alumbrar a un mundo en tinieblas que está muriendo
por el pecado.
Dios se nos ha dado a conocer definitivamente en la Persona de
Jesucristo, su vida, sus enseñanzas, su obra. Y el deseo de Dios, es que
conozcamos, y vivamos a Jesús en nuestras propias vidas, de manera que
seamos no sólo portadores dela Buena Noticia, sino que seamos Evangelio
encarnado, y seamos también buena Noticia a los que nos rodean, de
manera que puedan ver el rostro de Jesús, de Dios con nosotros, y en
nosotros en el quehacer de cada día.
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