GESTIÓN DE CONFLICTOS. ¿Hombres y mujeres resuelven los conflictos de la misma forma? 86 Capital Humano http://capitalhumano.wke.es/5003ca8 Ficha técnica Autor: ALONSO PARGA, Alfonso; GONZÁLEZ GONZÁLEZ, Rocío y BECERRO DE BENGOA VALLEJO, Beatriz. Título: ¿Hombres y mujeres resuelven los conflictos de la misma forma? Resumen: Este trabajo está dirigido principalmente hacia el estudio de los estilos de afrontamiento de conflicto en trabajadores activos, teniendo en cuenta el género. Se quiso confirmar la hipótesis sobre si el género condiciona los estilos de afrontamiento de conflictos utilizados. Se utilizó una muestra de 619 sujetos, de los cuales 312 son hombres y 307 mujeres. Todos ellos pertenecían a los sectores de la consultoría, salud, servicios y la construcción. Se tomó como instrumento de medida el Thomas-Kilmann Instrument (TKI), que parte de un esquema de cinco categorías para la clasificación de los estilos de conflictos interpersonales: competencia, colaboración, compromiso, evasión y cesión. Una vez analizados los datos se confirma que se dan diferencias significativas en los estilos de afrontamiento de conflictos existente entre hombres y mujeres. Los estilos de competencia y colaboración tienen tendencia a ser más utilizados por los hombres. Los estilos de evasión y cesión son los más usados por las mujeres. Descriptores: Gestión de Conflictos / Estrategia de gestión Localizador en el buscador de la web: DT0000182195 Este trabajo está dirigido principalmente hacia el estudio de los estilos de afrontamiento de conflicto en trabajadores activos, teniendo en cuenta el género. Se quiso confirmar la hipótesis sobre si el género condiciona los estilos de afrontamiento de conflictos utilizados. Se tomó como instrumento de medida el ThomasKilmann Instrument (TKI). Una vez analizados los datos se confirma que se dan diferencias significativas en los estilos de afrontamiento de conflictos existente entre hombres y mujeres. Alfonso Alonso Parga, socio director de ADS; Rocío González González, Agencia Laín Entralgo y Beatriz Becerro de Bengoa Vallejo, Hospital Universitario La Princesa. E n la vida laboral, el conflicto, por muchas razones, es uno de los temas que más auge está adquiriendo en las organizaciones. Sobre todo, y en concreto, la gestión de los mismos, que se ha convertido en un tema de máximo interés. Las grandes empresas, están solicitando formación para sus empleados sobre este tema y, cada vez más, la demanda es mayor. De ahí nuestro interés por indagar sobre el afrontamiento de conflictos. ¿Nos oponemos al conflicto de la misma forma?, ¿existen diferencias entre hombres y mujeres? Hay que señalar, como elemento importante, que todos los estilos de afrontamiento no son ni mejores ni peores, dependerá del problema, la situación, y la propia necesidad de utilizar un estilo u otro, entre otros componentes. Nº 265 > Mayo 2012 87 > ANTECEDENTES ¿Qué se entiende por conflicto? Eduardo Infante1 en 1998 efectuó un estudio sobre la definición de conflicto hallando 78 definiciones distintas y aplicando el denominado cluster analysis, obteniendo conclusiones bastante interesantes. Destaca que el conflicto para la mayoría de los autores se interpreta como un “proceso –producto subjetivo- cognitivo que implica percepciones de metas incompatibles por parte de, al menos, dos individuos”. Carneiro en 2007,2 desarrolla las formas de considerar los conflictos: −− Riesgo: Un obstáculo para la actividad propia y de −− aquellos con los que uno se relaciona / Se pueden ver afectadas la autoimagen y la autoestima / Afecta, sobre todo, a la comunicación / Disminuye la motivación / Supone un mayor uso de energía / Transcendiendo la situación al entorno, se suele producir una pérdida de credibilidad y confianza. Oportunidad: Promueve la reflexión / Supone una ocasión para el aprendizaje / Descubre y amplia canales de comunicación / Facilita los cambios de actitudes / Prepara el terreno para la innovación, la autocrítica y favorece las opciones de opinar y participar, mejorando con ello el desempeño. A partir de los años setenta, la resolución de conflictos (RC) se empieza a desarrollar en EE.UU. El movimiento ciudadano norteamericano a favor de los derechos civiles llevó a cuestionarse los métodos tradicionales del momento. Se entendían como los más autoritarios, sancionadores y punitivos en el tratamiento del conflicto. Es a partir de dicho movimiento cuando se estableció el fundamento ideológico, como una de las claves para el desarrollo de la RC. Este movimiento se denominó Alternative Dispute Resolution, que fue traducido como Gestión Alternativa de Conflictos3 (GAC).Tales términos, RC y GAC, se utilizan de forma casi idéntica, sin embargo, la RC implica un escenario mucho más amplio y complejo. 88 Capital Humano http://capitalhumano.wke.es/5003ca8 Tal y como explica Drucker:4 “Cada pocos siglos, en la historia de Occidente se produce una súbita transformación… En el espacio de unas cuantas décadas, la sociedad se reestructura a sí misma; cambia su visión del mundo, sus valores básicos, su estructura política y social, sus artes y sus instituciones clave. Cincuenta años más tarde hay un nuevo mundo y quienes nacen entonces no pueden siquiera imaginar el mundo en el que vivieron sus abuelos y en el que nacieron sus padres”. Kenneth W. Thomas y Thomas Gail Fann en 20085 realizaron un estudio donde el gran hallazgo en cuanto al género fue que la puntuación obtenida por los hombres era significativamente más alta en el estilo de competencia frente al de las mujeres.Thomas, Merriam, Schaubhut, Donnay y Thomas6, en un estudio realizado en 2006, encontraron que las mujeres utilizaban menos el estilo de competencia que los hombres. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA El objetivo principal de este estudio es confirmar si el género representa una variable relevante en el enfrentamiento al conflicto laboral, quedando excluido el conflicto intrapersonal o intrapsíquico. La metodología utilizada para la realización del estudio, fue la siguiente: a. Población. Se eligieron empresas e instituciones de los distintos sectores consultoría, salud, servicios y la construcción, pertenecientes a la Comunidad de Madrid. La edad de los participantes, está comprendida entre los 19 y 64 años. De la totalidad de la muestra, 312 son hombres y 307 son mujeres. b. Instrumento utilizado para la recogida de datos. El cuestionario utilizado para la ejecución del estudio, ha sido el Thomas-Kilmann Instrument (TKI)7. El cuestionario más utilizado para medir la gestión de conflictos basado en la teoría redefinida de Kenneth y Thomas, partiendo del modelo de estilos de gestión propuesto por Blake, R. y Mouton, J. El TKI parte de un esquema de cinco categorías para la clasificación de los estilos de conflictos interpersonales: competencia, colaboración, compromiso, evasión y cesión. con respecto a la deseabilidad social que se plantea en todos los cuestionarios,Thomas y Kilmann garantizan que los pares de ítems del TKI han sido igualados en términos de conveniencia, ya que no hay estilo de conflicto mejor que otro. La definición de cada uno de los estilos de afrontamiento es la siguiente: −− Competencia: Éste es un modo orientado hacia el poder, en el que para imponer la posición propia se emplea cualquier medio que parezca apropiado, ya sea la capacidad para discutir, la jerarquía, o sanciones económicas. −− Colaboración: Es el opuesto de la evasión. Implica el intento de trabajar con el otro para encontrar una solución que satisfaga plenamente los objetivos de ambos. Supone analizar un tema para identificar los intereses de los dos individuos y encontrar una alternativa que responda a los requerimientos de ambos. −− Compromiso: Es el estilo de asertividad media y cooperación media. El objetivo es encontrar una solución expeditiva y mutuamente aceptable que satisfaga parcialmente a ambas partes. Implica “partir la diferencia”, intercambiar concesiones, o intentar una rápida solución intermedia. −− Evasión: Es el estilo de asertividad baja y cooperación baja. El individuo no persigue en principio ni sus intereses ni los del otro. −− Cesión. Es el estilo de asertividad baja y cooperación alta. No hay determinación, pero sí cooperación. Al ceder, un individuo deja de lado sus propios intereses para satisfacer los de otra persona. En este modo hay un elemento de autosacrificio. c. Análisis estadístico. Con el objeto de evaluar si el género condiciona los estilos de afrontamiento de conflictos utilizados, calculamos para cada género la media y desviación estándar de las puntuaciones obtenidas en cada uno de los estilos de afrontamiento, acompañado del intervalo de confianza correspondiente. El test de hipótesis empleado es el de la t de Student para muestras independientes. Consideramos como estadísticamente significativos aquellos p-valores menores de 0,05. dias que alcanzan los individuos en todos los estilos de afrontamiento, excepto en el estilo de compromiso, dependiendo del género al que pertenecen. Los hombres tienden a puntuaciones medias más altas en los estilos de competencia y de colaboración; mientras que las mujeres presentan puntuaciones más altas en los estilos de evasión y de cesión. CONCLUSIONES OBTENIDAS A partir de los resultados y partiendo del objetivo planteado podemos confirmar que el único estilo de afrontamiento en el que no hay diferencia significativa es el de Compromiso. Lo que implica que en este estilo no influye el género. Podemos concluir que: −− Los estilos de competencia y colaboración tienen tendencia a ser más utilizados por los hombres. −− Los estilos de evasión y cesión son los más usados por las mujeres. Se confirma que no actúan de la misma manera la mujer o el hombre frente al conflicto. Por tanto, el género sí parece que condiciona el modo de enfrentamiento ante un conflicto. Estos resultados nos suscitan una serie de cuestiones, tales como: ¿Se enfrentan habitualmente a diferentes conflictos los hombres y las mujeres?, ¿estamos ante una diferencia marcada por la educación y cultura?, ¿ocurre lo mismo si analizamos los resultados por niveles o categorías laborales, es decir, entre directivos, mandos intermedios y colaboradores?¾ (Endnotes) 1 Infante, E. (1998). Sobre la definición de conflicto interpersonal: aplicación del cluster análisis al estudio semántico. Revista de psicología Social, vol. 13, nº 3, págs. 485-493. 2 Carneiro, M. (2007). Prevención, gestión y resolución de conflictos. Business Pocket. La Coruña. Págs. 23-25. 3 Farré, S. (2009). Gestión de conflictos: taller de mediación. Ariel. Barcelona. 4 Drucker, P. (2002). Drucker esencial. Ed. Sudamericano y Edhasa. Barcelona. Pág. 21. 5 Kenneth W. Thomas y Thomas Gail Fann (2008). Estilos de Conflicto en los hombres y mujeres en Seis niveles de la Organización. Número especial sobre los estilos de conflicto en la Revista Internacional de Gestión de Conflictos, vol. 14, No. 2 RESULTADOS DEL ESTUDIO 6 Thomas, K. W., Merriam, J., Schaubhut, N., Donnay, D., & Thomas, G. F. (2006). More competitive at the top: A largesample study of organizational level, gender, and conflict styles. Paper presented at the annual meeting of the Academy of Management, Atlanta. Según los resultados obtenidos, existen diferencias estadísticamente significativas en las puntuaciones me- 7 Thomas K.W. y Kilmann R. H. (1974). Instrumento Thomas-Killmann de modos de conflicto. Palo Alto. CPP, Inc. Nº 265 Mayo 2012 89
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