La izquierda popular ante el balotaje del 22 de noviembre, llama a

Precio: $10
Año 2
Número 29
(no Cambiemos) Del 4 al 22 de
Publicación quincenal de izquierda popular noviembre de 2015
Precio solidario: $15
@PatriaGrandeArg
Patria Grande
www.patriagrande.org.ar
NO
DA LO
MISMO
EDICIÓN
ESPECIAL
BALOTAJE
La izquierda popular ante el balotaje del 22 de noviembre,
llama a votar al FPV para enfrentar la posibilidad de que
la nueva derecha argentina llegue al gobierno.
MACRI JAMÁS
2
En este número...
EDITORIAL
Colectivo Editorial:
Tristán Basile, Ulises Bosia, Diana
Broggi, Juan Manuel Erazo, Ignacio
Gelso, Verónica Ibáñez, Manuel
Martínez, Cecilia Pato, Julia de Titto,
Pablo Wahren.
Diseño y diagramación
Ignacio Fernández Casas y Gonzalo Nogués.
Cambio es una publicación de PATRIA GRANDE. Se realiza bajo
licencia de Uso Creativo Compartido. Está permitida la copia y utilización de la obra siempre y cuando
se mencione la fuente y no se utilice
con fines comerciales. Las notas firmadas no reflejan necesariamente
la opinión del colectivo editorial.
nuestro pueblo podrá hacer nacer un
proyecto político transformador.
Nunca nos identificamos con el
kirchnerismo, a quien le reclamamos
que abandone sus ilusiones en un
“capitalismo en serio” y en el “empresariado nacional” que debería
construirlo; que se despegue de las
estructuras del Partido Justicialista
que hoy se preparan para su -largamente calculada- vendetta y que se
deje transformar por la movilización
y la participación social.
En especial a las organizaciones
del campo popular que hacen política
a su interior, un año atrás les propusimos construir una candidatura unitaria del campo popular para enfrentar
Podés conseguir
en
Ciudad de Buenos Aires:
Constitución  Balvanera  Barracas
 Boedo  Almagro  Flores  Ciudad
Oculta  Villa 1.11.14  Parque Avellaneda  V. del Parque  Villa Urquiza 
Lugano  Parque Centenario  Loma
Alegre  Parque Patricios  Universidad de Buenos Aires  Instituto Superior Joaquín V. González  ENS Nº1 
ENS N°2 Mariano Acosta  ENS Nº7 
Universidad Nacional del Arte  Barrio
Carlos Mugica.
Provincia de Buenos Aires:
La Matanza: La Tablada  González
Catan  Villa Celina  Lanús: Lanús
Centro  Villa Caraza  Florencio Varela:
Barrio Santa Rosa  Lomas de Zamora:
Barrio Mariano Moreno  Barrio Miró
 Universidad Nacional de Lomas de
Zamora  Quilmes  Berazategui  En-
el previsible giro conservador que se
materializó en la figura de Scioli.
Sin embargo, somos claros: no da
lo mismo. Un gobierno del PRO representa un retroceso mucho mayor, para
nuestra clase trabajadora, para los intereses nacionales, para las perspectivas de integración continental. El PRO
es el proyecto predilecto del poder
económico nacional e internacional,
de toda la nueva derecha continental.
Las próximas tres semanas serán
de campaña, junto a muchísimas
personas independientes, organizaciones y personalidades. Sumate,
participá, multiplicá, difundí. Sentí
la satisfacción moral de un acto de
patriotismo.
senada  San Martín: Centro  La Cárcova  Barrio Independencia  Vicente
López San Isidro  Escobar: Villa Alegre  Morón  Moreno: Centro  General
Rodríguez  Barrio Villa Ángela  Luján:
Centro  Centro Cultural “José Artigas”
 Barrio Villa del Parque  Barrio San
Fermín  Barrio Ameghino  Universidad de Luján  Chivilcoy: Centro Cultural La Ronda  San Andrés de Giles 
San Miguel: Universidad Nacional de
General Sarmiento  Pinamar  Tandil
 La Plata: Centro  Centro Social y Cultural “Olga Vázquez”  Universidad Nacional de La Plata  Barrio Los Hornos 
Abasto  Mar del Plata: Centro Cultural
“América Libre”  Centro  Barrio Gral
Pueyrredón  Barrio Palermo  Barrio
Gral Pueyrredón  Universidad Nacional de Mar del Plata.
Santa Fe:
Rosario: Centro  Barrio Bella Vista 
Barrio Hospitales  Universidad Nacional de Rosario  Casilda  Santa Fe.
“
Creo que vivir quiere decir
tomar partido. Quien
verdaderamente vive, no
puede dejar de ser ciudadano
y partisano. La indiferencia
y la abulia son parasitismo,
son cobardía, no vida. Por eso
odio a los indiferentes.
Antonio Gramsci
“
N
o elegimos esta disyuntiva,
nunca la hubiéramos querido.
Scioli y Macri, cada uno a su
manera, encarnan un retroceso real respecto de los últimos doce
años de gobiernos kirchneristas. Pero
no nos quedamos en la comodidad
del mundo de nuestras propias ideas,
en la política de la indiferencia y la
insensibilidad social y continental,
creyendo que aportamos a modificar
la realidad en algo diciendo que “son
lo mismo”.
Asumimos que construir una izquierda popular significa hacer política
en un mundo ordenado por fuerzas ajenas -la mayor parte de las veces adversas-, en medio de cuyas contradicciones
Córdoba:
San Juan:
Córdoba Capital: Centro  Barrio Güemes 
San Juan: Centro Cultural “El Barro” 
Barrio Alberdi  Barrio Ciudad Oculta  Barrio Observatorio  Sede Universidad Nacional de Villa María  Universidad Nacional
de Córdoba  Villa María: Universidad Nacional de Villa María  Río Tercero: Barrio
Escuela  Barrio parque Montegrande 
Malvinas Argentinas  Juárez Celman.
Santiago del Estero:
Universidad Nacional de Santiago del Estero  Barrio La Católica.
La Pampa:
Gral Pico  Santa Rosa  Universidad Nacional de La Pampa
Neuquén:
Neuquén  San Martín de Los Andes 
Universidad Nacional del Comahue.
Río Negro:
Bariloche  Cipolleti  Fiske Menuco (General Roca)  Universidad Nacional del
Comahue.
Universidad Nacional de San Juan 
Calingasta.
Salta:
Salta: Centro  Universidad Nacional
de Salta.
Jujuy:
San Salvador: Barrio Coronel Arias.
Tucumán:
San Miguel de Tucuman
Corrientes:
Corrientes: Centro  Universidad
Nacional del Nordeste.
Chaco:
Resistencia: Centro  Universidad
Nacional del Nordeste.
Misiones:
Posadas.
ESCENA NACIONAL 3
Cambio  Publicación quincenal de izquierda popular  Año 2  Número 29  Del 4 al 22 de noviembre 2015
Declaración de PATRIA GRANDE ante el balotaje
Derrotemos a Macri y
al avance de la nueva
derecha argentina
Las elecciones
del 25 de octubre
sorprendieron a
todos y todas. El
ajustado primer
lugar de Scioli
frente a Macri, y el
inesperado triunfo
de Cambiemos en la
provincia de Buenos
Aires, modifican el
mapa político del
país, y nos colocan
frente a un balotaje
en donde el PROCambiemos puede
ganar la presidencia
de la Nación.
M
auricio Macri y el
PRO son claramente
la expresión partidaria que expresa más
cabalmente los intereses del
capital concentrado y la oligarquía en la política argentina. Basta ver su gestión en
la Ciudad de Buenos Aires,
su posicionamiento frente a
toda conquista popular, su
alineamiento directo con la
embajada norteamericana
y las grandes empresas que
operan en nuestro país. Es
evidente que es el candidato
favorito del establishment.
Un triunfo de Macri significaría no sólo un gran retroceso para nuestro pueblo,
sino también un duro golpe a
los procesos revolucionarios
abiertos en América Latina,
ya que a nadie se le escapa
que Macri es un abierto conspirador contra los gobiernos
de Cuba, Venezuela o Bolivia
e impulsor de proyectos como
la Alianza del Pacífico que revitalizan y refuerzan la dependencia económica y política de
la región con Estados Unidos.
Ningún analista, ninguna fuerza política, ningún medio de comunicación
previeron este escenario. Ya
habrá tiempo para analizar
las causas profundas de este
resultado. Pero más allá de
las razones por las cuales un
sector importante de la población votó la opción liderada
por el PRO, es indudable que
este escenario se explica por
una alta cuota de responsabilidad de la conducción del
Frente para la Victoria.
Elegir a Daniel Scioli como
candidato oficial, con la tesis
de que un personaje más moderado sería mejor para enfrentar a las propuestas más
derechistas, se demostró inútil. De esa manera la conducción del kirchnerismo terminó
imponiendo un candidato que
expresa un claro giro conservador, al mismo tiempo que
fue y es ampliamente resistido
por parte de su militancia.
Pero las causas no son sólo
los candidatos elegidos. Por
un lado en estos doce años
el kirchnerismo no se planteó seriamente apoyarse en la
movilización popular, ni modificar la estructura política
que lo sustentó. El Partido
Justicialista, sus gobernadores, intendentes, las estructuras sindicales burocratizadas
se mantuvieron intactas, a tal
punto que están esperando la
salida de Cristina para tomarse
revancha contra buena parte
de la militancia genuina que
se ha sumado al FPV en estos
años. ¿Quién sino la conducción del propio FPV es responsable de esta situación?
Por otro lado, su proyecto
se enfrenta hoy con las propias limitaciones de cualquier
“capitalismo nacional con inclusión”, es decir, con los límites fatales de una política
económica que no se propone
conmover las bases estructurales de la dependencia,
miseria y desigualdad nacional, sino solamente paliar sus
consecuencias. El mismo gran
empresariado con el que el
kirchnerismo esperaba construir una utópica “burguesía
nacional”, ahora vuelve a traicionarlo y se alinea detrás de
Macri, juzgando que con él va a
encontrar mayores posibilidades de avanzar contra las conquistas de la clase trabajadora.
Como decía Hugo Chávez,
“aquí hay sólo dos caminos: o
capitalismo o socialismo”.
Finalmente, la política de
colaboración con el PRO en la
Ciudad de Buenos Aires, acordando en numerosas ocasiones en la Legislatura porteña,
también emerge en el escenario actual. ¿De qué sirvió
fortalecer a la nueva derecha
macrista en la capital del país
en los últimos ocho años?
Lo cierto es que las consecuencias negativas de las
limitaciones del proyecto
kirchnerista, las sufriremos
las amplias mayorías de la
población.
Esto no quita que las
fuerzas populares que no
formamos parte del FPV no
debamos hacer un balance
autocrítico sobre nuestras limitaciones y dificultades para
intervenir durante los últimos
años. Pero de ninguna manera
aceptamos que se equiparen
nuestras responsabilidades
con las de la conducción del
FPV y buena parte de sus
cuadros, ante el dramático
escenario planteado en la
definición del próximo presidente de la Nación.
No obstante estos señalamientos, creemos que el 22
de noviembre está en juego
algo importante en nuestro
país, frente a lo cual las fuerzas populares y de izquierda
no podemos ser indiferentes
ni neutrales. Un gobierno de
Scioli, ya lo hemos dicho, representará un retroceso, y deberemos enfrentar cualquier
intento de ajuste y ataque a
nuestros derechos. Pero un
gobierno de Macri abre la posibilidad de un retroceso aún
mayor, que sería una dura derrota política y simbólica para
nuestro pueblo, y nos colocaría en una situación cualitativamente distinta.
Entendemos que ambos
candidatos generan un rechazo lógico, por su recorrido
y porque ambos expresan un
giro conservador, pero sostenemos que no es lo mismo
para el campo popular la victoria de uno por sobre otro. Por
eso rechazamos el llamado al
voto en blanco que hacen distintos referentes políticos de
la izquierda, y creemos que es
una política completamente
equivocada. Scioli y Macri
pueden parecerse mucho en
sus estilos y trayectorias, pero
en el balotaje no se elegirán
sólo personas. No es lo mismo
un gobierno del FPV, aún en el
marco de una salida conservadora, que un gobierno del PRO.
Decimos esto desde nuestra propia trayectoria: hace
un año denunciamos el giro
a la derecha del conjunto
del sistema político que hoy
está en curso, y propusimos
a toda la militancia popular
la construcción de unas amplias primarias abiertas para
enfrentarlo. No tuvimos respuestas. Ante esa situación,
decidimos no participar como
fuerza en la elección presidencial, pero tanto en las
PASO de agosto como luego
en octubre, llamamos a votar
a los candidatos presidenciales del campo popular. En octubre eso nos llevó a llamar a
votar a Nicolás Del Caño, el
único candidato que no expresaba este giro conservador
y antipopular.
Este 22 de noviembre no
nos da lo mismo que la nueva
derecha argentina, alineada
con las oposiciones conservadoras y golpistas de América
Latina, gane la presidencia
del país. No nos da lo mismo
tener un gobierno alineado
con la política norteamericana de desestabilización
contra la Revolución Bolivariana, contra los procesos de
cambio, y opuesto a cualquier
perspectiva de integración
latinoamericana.
No nos da lo mismo la llegada al gobierno de un partido
de laboratorio nutrido con lo
más conservador de la política nacional, de clara orientación neoliberal. No nos da lo
mismo un gobierno que pretende pagarle a los fondos buitres en sus propios términos,
que anuncia explícitamente
que pretende devaluar, reducir los impuestos a las grandes
riquezas, sacar las retenciones
y reducir el gasto público.
No nos da lo mismo un gobierno que, diga lo que diga en
medio de la campaña electoral,
durante años votó en el Congreso de la Nación contra los
principales avances de los últimos años: la estatización de las
AFJP, la expropiación de YPF,
el matrimonio igualitario, la
Ley de Medios, la Asignación
Universal por Hijo, etc.
Finalmente, estamos convencidos y convencidas que la
clase trabajadora y el pueblo
estarán en mejores condiciones de pelear y resistir cualquier ajuste en un gobierno del
FPV, que en un gobierno del
PRO. Será tarea del conjunto
del campo popular seguir organizándonos como pueblo,
fortaleciendo la unidad de las
diferentes organizaciones y
elevar el nivel de movilización
“
Creemos que el 22 de
noviembre está en
juego algo importante
en nuestro país,
frente a lo cual las
fuerzas populares y de
izquierda no podemos
ser indiferentes ni
neutrales. Un gobierno
de Scioli, ya lo hemos
dicho, representará un
retroceso, y deberemos
enfrentar cualquier
intento de ajuste y
ataque a nuestros
derechos. Pero un
gobierno de Macri
abre la posibilidad
de un retroceso aún
mayor, que sería una
dura derrota política y
simbólica para nuestro
pueblo, y nos colocaría
en una situación
cualitativamente
distinta.
y protagonismo popular, no
sólo para resistir lo que venga,
sino también para construir
un proceso emancipatorio
para y desde las mayorías sociales de nuestro país.
Por eso, el próximo 22 de
noviembre, votaremos la fórmula del FPV en el balotaje,
y llamamos a todas las fuerzas populares y de izquierda
a realizar una fuerte campaña en contra de un posible
triunfo de Mauricio Macri.
Y el lunes 23 de noviembre,
gane quien gane, estaremos
más convencidos y convencidas
que nunca para salir a las calles
a seguir peleando junto a todos
aquellos militantes del campo
popular que estén dispuestos
a enfrentar cualquier política
de ajuste, construyendo una
izquierda popular en la Argentina, que camine a paso firme
hacia nuestra segunda y definitiva independencia.
4 ESCENA NACIONAL
Las elecciones arrojaron un resultado sorpresivo. El
escenario más previsible se desvaneció en el aire con el
correr de la madrugada y nos dejó un nuevo panorama:
por un lado, una derrota política para el kirchnerismo,
y por el otro, la posibilidad cada vez más cierta de que
Macri se convierta en el próximo presidente. La sorpresa
es parte de la política. Sin embargo, estos resultados no se
edificaron de la noche a la mañana.
Por Martín Ogando
E
stas elecciones generales se desarrollaron
en el marco de un claro
giro conservador en el
conjunto del sistema político argentino. Este viraje a
la derecha es producto, en
términos generales, de dos
fenómenos entrelazados: el
agotamiento de la experiencia
estatal kirchnerista, por sus
propias contradicciones, pero
también por un cambio en la
coyuntura económica internacional; y la demanda, por
parte de lo más concentrado
del capital local y extranjero,
de dejar atrás el ciclo abierto
en 2001, marcado por los condicionamientos que el movimiento popular fue capaz de
imponer a partir de la crisis de
representación de los partidos
tradicionales y la conflictividad social previa. El kirchnerismo resulta inexplicable sin
aquella convulsiva coyuntura,
de la que emergió marcado
por su característica dualidad:
agente de la recomposición del
consenso y del ciclo de acumulación de capital –devaluación
mediante-, pero sobre la base
de viabilizar la ampliación de
derechos y la satisfacción de
algunas demandas populares postergadas. Tanto Scioli
como Macri y Massa, expresan de manera diferente esta
tendencia regresiva, y por lo
tanto, es posible hablar de un
fin de ciclo.
Los acontecimientos que
van desde las movilizaciones
contra el neoliberalismo hasta
las luchas populares de 20012003 son una marca indeleble
“
Hace tiempo que los
discursos oficiales
han dejado de lado
la idea de “ir por
más” o “profundizar”
los logros, para
sustituirlos por
la necesidad de
conformarse con lo
que hay, de cuidar
lo que tenemos y
de no volver atrás.
Frente a eso Macri
usufructuó el discurso
del cambio.
en el origen del kirchnerismo
y de su lógica de producción
de consenso y acumulación
política. Estas marcas se han
actualizado más de una vez en
los vaivenes gubernamentales, y es con estas oscilaciones
y ambiciones de “excesiva”
autonomía con las que una
fracción dominante del capital reclama terminar. Este
vínculo íntimo y a la vez complejo entre el kirchnerismo
y aquella crisis estatal, nos
ayuda a entender parte del
odio enconado de la mayoría
de una clase dominante que,
en sus intereses económicos
primordiales ha sido resguardada y favorecida por los gobiernos de Néstor y Cristina.
Es sobre la base de aque-
lla relación de fuerzas que se
han desenvuelto proyectos,
confrontaciones partidistas,
intereses de grupo, choques,
disputas concretas y por supuesto, narrativas político-ideológicas que mostraron
gran productividad social,
como la que ha demarcado el
campo de la polarización kirchnerismo–antikirchnerismo.
Arriesgamos antes la hipótesis de que estamos frente a
un agotamiento de esta experiencia política en la dirección
del Estado, lo que de ninguna
manera supone su extinción
sin más como fuerza militante
o como identidad. ¿En qué
radica este agotamiento? Las
distintas fases económico-políticas que atravesamos desde
2003 develan una verdad
persistente: el kirchnerismo
se alimenta de las contradicciones puestas en marcha en
aquel 2001, ha mostrado gran
capacidad de domarlas y gestionarlas, pero no parece la
fuerza política indicada para
resolverlas. Y las clases dominantes reclaman resolución.
El proyecto del capitalismo
nacional arrancó con un notable ciclo virtuoso, apoyado, es
cierto, en un punto de partida
visiblemente deprimido. Entonces, el aumento del empleo, del salario real de los
trabajadores y trabajadoras,
la ampliación de derechos
sociales y democráticos, fue
compatible con altas tasas de
rentabilidad empresaria y la
recomposición parcial de la
institucionalidad representativa. Pero, al menos desde
2012 (aunque ya desde tiempo
antes se venían acumulando
múltiples tensiones), esta ló-
gica se fue agotando, tanto en
su viabilidad económica como
en su productividad política.
Estancamiento de la economía y del salario real, aumento de la inflación, déficits
gemelos, fuga de capitales y
presión cambiaria, fueron algunos de los indicadores que
llegaron para quedarse.
En este marco, su capacidad de contención política se
fue resquebrajando, y en la
encrucijada el gobierno tomó
una orientación clara: arreglo de los litigios en el CIADI,
pago al Club de París, acuerdo
con el FMI para monitorear
el INDEC, devaluación de
enero de 2014, y también medidas políticas como el nombramiento de Berni como
número dos del Ministerio
de Seguridad. Todo esto fue
definido en su momento por
nuestro compañero Itai Hagman, como el intento de un
pacto de gobernabilidad para
llegar de manera ordenada al
2015. Este intento fracasó, y
no por falta de voluntad del
“autoritarismo” kirchnerista,
sino porque Griesa puso en
crisis la estrategia de volver
a los mercados financieros y
la oposición política rechazó
la posibilidad de cualquier
convivencia pacífica. Acostumbrado a hacerse fuerte en
la confrontación, el gobierno
se resistió a una claudicación
completa, y mientras buscaba
retomar la iniciativa y evitar
una devaluación mayor con el
auxilio de los “swap” chinos,
comenzaba a delinear un plan
de contingencia.
Daniel Scioli fue ese plan.
El cierre de filas detrás de la
candidatura del gobernador
bonaerense, antes hostigado
y hasta denunciado como
candidato de la “corpo”, es la
expresión más clara de que
el gobierno eligió una vía regresiva para intentar salvar
las contradicciones del “proyecto”. El propio FPV creyó
estar ofreciendo en la figura
de Daniel Scioli el candidato
“moderado” y “conciliador”
que se demandaba para una
nueva etapa, al tiempo que
lograba permanecer con cuotas de poder en el Estado de
cara al futuro. Así se configuró el escenario con un electorado obligado a elegir entre
tres candidatos que tienen un
gran denominador común: los
tres prometen dejar atrás los
gestos populistas, al tiempo
que promover la inversión extranjera y garantizar un buen
“clima de negocios”.
Con el diario del lunes es
sencillo decir que el cálculo
falló y que la subordinación
a la candidatura del gobernador bonaerense de poco
sirvió. Paradójicamente la
conducción política del kirchnerismo, constreñida por
las limitaciones fatales de su
estrategia, ayudó a construir
el escenario que hoy amenaza
con devorarlo dando lugar a
un verdadero fin de ciclo.
 El significado del
ascenso de Macri
De cara al análisis concreto
de los resultados electorales
es importante evitar el impresionismo. Es claro que presenciamos la consolidación
de un giro conservador, que si
bien expresaban en cierta medida tanto Scioli como Massa
y Macri, tiene en este último
5
Cambio  Publicación quincenal de izquierda popular  Año 2  Número 29  Del 4 al 22 de noviembre 2015
Las razones
previsibles de
un resultado
imprevisto
a su exponente más nítido y
regresivo. El voto popular, paradójicamente, ha fortalecido
las posiciones de aquellos que
aplicarán las recetas más regresivas y perjudiciales para
sus propios intereses.
Sin embargo, esto no debe
ser asociado a un “giro a la
derecha” del conjunto de la
sociedad, ni justifica agitar
fantasmas sobre la vuelta a
los noventa. Las propuestas
de sus economistas y las opciones parlamentarias de sus
diputados han sido claras,
pero en la propia campaña
electoral Macri ha jugado de
manera inteligente a contactar con las aspiraciones populares. Esto es característico
de toda una generación de
nuevas derechas en América
Latina, que se esmeran particularmente por expropiar
agendas populares y mostrar
un rostro amigable, democrático y dialoguista. El desgaste
de doce años que arrastra el
oficialismo, más su propio
giro discursivo, colaboró en
la faena del PRO: hace tiempo
que los discursos oficiales
han dejado de lado la idea de
“ir por más” o “profundizar”
los logros, para sustituirlos por la necesidad de conformarse con lo que hay, de
cuidar lo que tenemos y de
no volver atrás. Frente a eso
Macri usufructuó el discurso
del cambio. En una campaña
despojada de pasión, despolitizada y donde apenas
aparecían matices entre los
candidatos, la decisión pareció reducida a optar entre
“continuidad con cambios” y
“cambios con continuidad”.
En ese marco la épica discur-
siva del kirchnerismo, tantas
veces eficaz, perdió potencia.
Intentar interpretar el
sentido del sufragio es desde
ya una tarea complicada, y tal
vez demasiado ambiciosa. Sin
embargo, creemos que el voto
a Macri no debe ser entendido
como un cheque en blanco
para avanzar en una política
de ajuste y liberalización económica. Por más bizarro y
poco creíble que haya sonado
el súbito apoyo del candidato
de Cambiemos a la AUH y
otras medidas del gobierno,
esto expresa en parte los límites dentro de los cuales debe
moverse si aspira a conquistar una mayoría electoral. Y
esto nos obliga a pasar nuevamente de los fenómenos de
coyuntura a los más estructurales. Como ya señalamos
en nuestro posicionamiento
pre-electoral, el actual giro
conservador opera sobre una
realidad sumamente compleja, ya que no está asentado
sobre una derrota decisiva
de la clase trabajadora y los
sectores populares. No es
para nada evidente que, gane
quien gane, la mayoría de
la población esté dispuesta
a acompañar políticas de
ajuste ni relegar avances en
materia de derechos. Diversas luchas protagonizadas en
esta década han alcanzado
mayores derechos para los
sectores populares, así como
otras aún esperan impostergables señales de avance.
Esta caracterización supone
un marco de acción importante para las organizaciones populares y de izquierda,
sabiendo que lejos estamos
de la “vuelta a los 90” o la
resistencia en la última trinchera, y que se entrelazará de
manera aún imprevisible con
un escenario económico y político plagado de incertidumbres, tanto a nivel local como
internacional.
 ¿Cómo seguir?
En lo inmediato queda el
breve camino hacia el balotaje. La situación de Scioli y
el FPV es por demás delicada
y deberá remontar una situación que hoy se le presenta
muy desfavorable. Si bien el
panorama está abierto, Mauricio Macri arranca como
claro favorito para ganar la
contienda del 22 de noviembre y recibir la banda presidencial de manos de Cristina
Fernández. El escaso tiempo
jugará en contra del FPV
que tendrá que afrontar tareas que en sí mismas pueden resultar contradictorias.
Tendrá que captar parte importante del voto a Sergio
Massa, quien personalmente
ya se ha ubicado entre los
partidarios del “cambio”, al
mismo tiempo que intentar captar los pocos puntos
porcentuales progresistas y
de izquierda que fueron expresados por otras listas.
Seguramente desarrollará
una campaña mucho más
agresiva, obligado a correr
de atrás, lo cual puede trastocar el clásico personaje del
motonauta dotado de moderación, fe y esperanza, “que
nunca habla en contra de,
sino a favor”. Y todo esto intentando detener el pase de
facturas y la guerra interna
que ya se ha desatado, entre
kirchnerismo “puro” y scio-
“
El 22 de noviembre
hay que votar contra
Macri. Pensamos
que, para decirlo
sencillo, ese domingo
elegiremos contra
quién tendremos
que luchar en las
calles en el futuro
inmediato, y por
todo lo dicho
pensamos que Macri
y el PRO sería el peor
enemigo a enfrentar
por nuestro pueblo.
lismo, entre “los jóvenes de
la Campora” y la estructura
tradicional del PJ, etc.
Como ya hemos hecho
público, desde PATRIA
GRANDE entendemos que
el 22 de noviembre hay que
votar contra Macri. Pensamos
que, para decirlo sencillo, ese
domingo elegiremos contra
quién tendremos que luchar
en las calles en el futuro inmediato, y por todo lo dicho
pensamos que Macri y el PRO
sería el peor enemigo a enfrentar por nuestro pueblo.
De todas maneras, la discusión más importante para
la militancia popular y de
izquierda es cómo seguir. El
proyecto de un capitalismo
nacional con inclusión ha
chocado de frente con sus
propias limitaciones, en lo
económico y en lo político.
Pero estas no son buenas noticias. La crisis de este proyecto no se debe, ni por lejos,
a que se encuentre cuestionado por izquierda o superado por una movilización
popular que demande las
transformaciones de fondo
que el kirchnerismo no era
capaz de protagonizar. La
salida del kirchnerismo, con
Macri, pero incluso en un
eventual triunfo de Scioli,
será por derecha, y su costo
será pagado por el conjunto de los trabajadores y
trabajadoras.
Las organizaciones populares estamos absolutamente
en deuda por nuestra incapacidad de generar una alternativa política. Con esta
deuda pendiente entraremos
en la nueva etapa, preparadas para defender en las calles lo conquistado, pero con
la imperiosa necesidad de un
balance a fondo de la experiencia que marcó a fuego
esta década. Una primera
conclusión nos acompaña y
fortalece nuestra convicción
de lucha: no habrá cambio
profundo para la Argentina y
Nuestra América sin el poder
popular organizado, sin el
pueblo en las calles y transformando las instituciones
de esta democracia restringida, no habrá cambio verdadero sin animarse a poner
en cuestión al capitalismo
como único horizonte de sociedad posible. Es el camino
más difícil, el más largo y el
más costoso, pero es el único
posible.
6 ESCENA NACIONAL
Entrevista a Carlos del Frade, diputado electo en Santa Fe por el Frente Social y Popular.
“Los intereses
detrás de Macri no
tienen nada que
ver con nosotros”
Un debate atraviesa a la militancia popular, y al pueblo argentino en
su conjunto, en torno a qué posición política asumir de cara al balotaje
del 22 de noviembre. En este marco, CAMBIO conversó con Carlos del
Frade sobre el escenario abierto y qué implicancias tiene para quienes
peleamos por una transformación real en nuestro país.
Por Federico Araya y Cecilia Pato
Cambio: ¿Qué pensás del resultado de las elecciones del 25 de
octubre?
Carlos del Frade: Por un lado
las elecciones demostraron
que para nueve millones de
personas que votaron a Scioli
hay una continuidad del modelo y por otro lado fue una
sorpresa la cantidad de votos,
los casi ocho millones, que
sacó Macri. Y esa sorpresa
está dada, a mi entender,
porque la gente que quiere
un cambio, que está harta del
kirchnerismo, utilizó a Macri
tal como se lo había presentado el sistema: la manera de
castigar al kirchnerismo.
Cambiar era votar a Macri.
Por eso hubo tanto silencio
en las últimas dos semanas,
esa “calma chicha” de que
aparentemente no hay nada,
en realidad no precedía a una
tormenta sino a la sorpresa
que se iba a generar con el
voto a Macri, que fue un voto
de mucha gente progresista.
El caso más claro fue la provincia de Santa Fe, en donde
el 14 de junio Bonfatti había
sacado 700 mil votos, y hoy el
que sacó esa misma cantidad,
es decir con la misma suma
matemática en la provincia,
fue Macri. Hubo un traslado
de al menos 500 mil votos
que se vieron en los 200 mil
que sacó Binner, votos de radicales y socialistas que fueron para Macri. Lo mismo
ocurrió en la provincia de
Córdoba y Capital Federal.
Me parece que la sorpresa
tiene que ver con el silencio
vergonzante de mucha gente
que no quería decir que para
castigar al kirchnerismo iba a
votar a Macri.
En ese escenario aparece la
“
En perspectiva
histórica, de cara
a un frente de
transformación
realmente
revolucionario,
estamos mucho más
cerca de los sectores
sociales y políticos
que están a favor de
la política de DDHH,
de una jubilación
digna, de la idea
de soberanía, de la
integración regional
y de la igualdad de
géneros, que son los
que se mueven detrás
de la imagen de Scioli.
segunda vuelta, en la que según
mi entender, los que somos
dirigentes, tenemos la obligación de decir cómo votar, en
medio de lo que decidió nuestro pueblo. Y nuestro pueblo
decidió mayoritariamente que
el escenario en el que hay que
jugar es Scioli o Macri y, en ese
sentido, en perspectiva histórica, de cara a un frente de
transformación realmente revolucionario en la Argentina,
estamos mucho más cerca de
los sectores sociales y políticos
que están a favor de la política
de derechos humanos, de una
jubilación digna, de la idea de
soberanía, de la integración
regional y de la igualdad de
géneros, que son los que se
mueven detrás de la imagen
de Scioli; que de aquellos que
están detrás de la imagen de
Macri en donde ninguna de
esas banderas son tomadas.
Por lo tanto, de acuerdo a esta
visión estratégica de un gran
frente de millones para transformar la Argentina, en esa
perspectiva, votamos a Scioli.
C: Se entiende que Macri y Scioli
expresan continuidades, que tienen ciertos elementos comunes o
aristas que los confunden. Pero,
¿por qué no son lo mismo?
CDF: No son lo mismo justamente porque los actores sociales que están detrás de Macri
no son los mismos que aquellos que están detrás de Scioli,
que evidentemente responden
a sectores populares. Y porque
además, lo que me parece que
es fundamental, algo que venimos diciendo desde que somos
candidatos desde el año 2007,
es que no hay que negar lo
bueno del gobierno nacional y
tampoco negar lo malo. No hay
que ser necios, decimos siempre. Y en ese sentido yo creo
que los aspectos más positivos
del gobierno nacional tienden
a mantenerse y eso lo garantiza
Scioli y no Macri. Así que efectivamente no son lo mismo.
Por otra parte están los intereses que respaldan a Macri,
ver contentos a los señores que
están a favor del indulto a los
genocidas, a los grandes empresarios cómplices de la dictadura y de la sangría tremenda
de los despidos en la década
del noventa. Eso no tiene nada
que ver con nosotros.
C: En distintas ciudades del país
hubo una especie de reacción popular, no del todo organizada, que
se plantea una postura militante
para que no gane Macri. ¿Está sucediendo lo mismo en Santa Fe?
CDF: Hay y va a haber sectores
sociales y políticos que impulsen
esta idea de Macri “NO”. Pero
más allá de eso la gran discusión va a pasar por nuestro pueblo, por la gente sencilla que no
está nucleada en organizaciones
y que de cara al 22 van a tener
tiempo suficiente para saber que
el candidato es una cosa pero los
intereses y los sectores sociales
que cada uno representa son
otros. Y ahí me parece que se
van a ver las perspectivas de lo
que desenvuelve la historia, que
no son las grandes figuras individuales sino lo que representan,
individual y colectivamente. Me
parece que de cara al 22 puede
haber sorpresas y efectivamente
va a haber una gran movilización social. Pero el grueso de
nuestro pueblo va a pensar
mucho el voto y eso me parece
un síntoma de conciencia y madurez interesante, cualquiera
sea el resultado.
C: Hay una sensación de que cambió la etapa política en la Argentina, incluso para la gente de a
pie y sobre todo para las organizaciones que tienen vínculo, o
tienden un puente con los sectores populares. ¿Crees que va a
cambiar la forma de organización
y de actividad política en los cuatro años que vienen?
CDF: Yo creo que la gran pers-
pectiva es ser lo más humildes
posibles, lo más realistas y que
especialmente los sectores de
izquierda nos tenemos que
acostumbrar a que para llevar
adelante las transformaciones en la Argentina tenemos
que ser millones. Y para eso
hay que ser muy humildes, ir
al encuentro con el otro, hay
que disminuir los costos de
las diferencias y aumentar las
cercanías. Eso es fundamental. No nos alcanza con uno
o dos frentes de izquierda,
porque quedó claramente demostrado que no alcanza con
eso. Y para eso hay que buscar
lo nacional y lo popular. A mí
parece que es la perspectiva de
siempre, lo que nos define históricamente, sabemos que es
el abrazo con los sectores que
alguna vez se enamoraron de
las banderas que levantaron el
radicalismo y el peronismo. Y
esa es la perspectiva: hay que
escuchar, hay que abrirse, hay
que buscar; no hay que resignar banderas pero tampoco
hacer verdad de capillas o de
sectas porque eso nos termina
aislando. Y por más que circunstancialmente nos quedemos con nuestra militancia,
ese aislamiento favorece los
intereses de los capitales concentrados.
ECONOMÍA POLÍTICA 7
Cambio  Publicación quincenal de izquierda popular  Año 2  Número 29  Del 4 al 22 de noviembre 2015
El programa
económico del PRO
De “Planes sociales que no suman” a la “Asignación Universal por Hijo es un Derecho”; del “dolor” por la
nacionalización de YPF a “YPF seguirá manejada por el Estado”; de afirmar que “por supuesto” privatizaría las
AFJP a “las jubilaciones seguirán en manos de la ANSES”; del “futbol funcionaba maravillosamente bien antes de la
intervención estatal” a “Futbol Para Todos tiene que ser gratis para la gente”. Todas esas afirmaciones pertenecen a la
misma persona: Mauricio Macri.
Por Pablo Wahren
D
ifícil entonces entre
tanto globo, subtrenmetrocleta y contradicciones sacar en limpio cuál
es el programa económico del
PRO. Hasta ahora la estrategia
del partido de los globos ha
sido: (1) decir que van a mantener aquellas cosas que están
bien vistas por la sociedad para
no perder votos, a pesar de haberse opuesto a ellas anteriormente, (2) plantear consignas
indiscutibles tales como vamos
a terminar con el hambre y la
pobreza sin explicar cómo
piensan lograrlo y (3) acusar
de “campaña sucia” cualquier
crítica. Por eso a continuación trataremos de abordar el
programa económico del PRO
desde los hechos.
 ¿Qué hicieron a
nivel nacional?
Hasta el momento, su
mayor protagonismo a nivel
nacional se limitó al Congreso
de la Nación. Desde allí se empeñaron en votar en contra
de cada medida que implicó
mayor intervención estatal. En
2006 votaron en contra de la
nacionalización del sistema de
aguas y la creación de Aysa. En
2008 se opusieron fuertemente
a las retenciones móviles. Ese
mismo año se opusieron a la
eliminación de las AFJP y a la
vuelta de las jubilaciones al sistema estatal de reparto. Un año
más tarde votaron en contra
de la Ley de Medios y una vez
aprobada impulsaron su derogación. En 2012 fueron el único
bloque relevante que se opuso a
la nacionalización de YPF.
Así fue la intervención real
del PRO. Pronunciarse en contra de todas las medidas que
implicaron redistribución de
la riqueza, mayor control estatal y que al día de hoy son
apoyadas por la mayoría de
la sociedad. Lo mismo con la
Asignación Universal por Hijo,
donde al lanzarse por decreto
no pudieron intervenir pero
igual opinaron, como Ernesto
Sanz que dijo que se “iba por la
canaleta de la droga y el juego”
o Miguel Del Sel que planteó
que por cobrar el beneficio “se
triplicó la cantidad de embarazos de pibitas de 13, 14 años”.
 ¿Qué hicieron
en la Ciudad?
El porcentaje del gasto educativo sobre el presupuesto se
redujo desde casi un 27,4% en
2007 a menos del 20,5% previsto para 2015. En cuanto al
gasto en infraestructura escolar, se registró una merma en
la participación de 1,5% a 0,3%.
Similar ocurre con el gasto en
salud pública que bajó de casi el
22,7% del total del presupuesto
en 2007 a menos del 18,2% proyectado para 2015. Otro punto
a destacar es la reducción del
presupuesto del Instituto de Vivienda de la Ciudad que pasó de
2,9% a 1,4%, menos de la mitad.
Esto nos permite entender por
qué entre 2001 y 2010 la cantidad de habitantes de las villas
se incrementó en un 52% y la de
inquilinos un 55%, a pesar de
que en este periodo se estima
que se construyeron 28 millones de m2.
Asimismo el stock de
deuda pasó de 570 millones
en 2007 a 2.100 millones de
dólares estimados para el final
de este año. Cabe destacar que
esta deuda fue utilizada para
solventar gastos corrientes,
contradiciéndose hasta con su
propio discurso de eficiencia.
brusco del tipo de cambio que
incremente sus ingresos. Por
otro lado, en las gerencias de
PYMES y multinacionales ya
manejan la expectativa de despedir empleados con menores
trabas por parte de los sindicatos y el gobierno.
La idea de devaluación se
desprende inmediatamente
de frases como estamos “con
un retraso cambiario cada vez
más importante” y de la idea
de levantar el “cepo cambiario” el 11 de diciembre. Los
controles a los dólares se impusieron en 2011 después de
que se compraran 20 mil millones sin fines predeterminados, cerca de la totalidad de
las reservas internacionales
de hoy. Actualmente parte de
esa fuga se va por el dólar ahorro, pero liberar la demanda
por completo implicaría una
presión inmensa sobre el tipo
de cambio que derivaría en un
salto cambiario significativo.
Claro que en ese caso contaría
con el mayor ingreso en concepto de exportaciones agrarias, las cuales hoy se retienen
a la espera de una devaluación.
Se puede esperar que el
principal ingreso de divisas
provenga de la deuda externa. El modelo de endeudamiento que el PRO trajo
en la ciudad ya ha sido bendecido por Moody´s, una de
las principales calificadoras
de riesgo, que a la espera de
un gobierno amarillo mejoró
la calificación de la deuda argentina previendo un mejor
“clima de negocios”. Cabe
destacar que el gobierno nacional le deja un elixir a un
gobierno pro-mercado: la
deuda externa representa
apenas el 10% del PBI, uno de
los niveles de endeudamiento
más bajo del mundo. Por
ejemplo, puede endeudarse
en más de 100 mil millones
de dólares y apenas llegaría
al 40%, un ratio considerado
como normal. Sin embargo,
sin reformas estructurales
que requieren la planificación
estatal para desafiar la estructura productiva dependiente,
es de suponer que la deuda
se irá acumulando y será un
condicionante para la política
económica argentina, como lo
supo ser por varias décadas.
Por último, el equipo económico del PRO ya anunció que con ellos habrá una
mayor apertura comercial.
No sorprendería que Argentina se sume así al acuerdo de
libre comercio firmado por
Estados Unidos con once países hace un mes. 10 años después del NO al ALCA, Estados
Unidos puede llevar adelante
su plan sobre Argentina de la
mano de Mauricio Macri.
Hace unos meses en esta
columna dijimos que a pesar
de los globos el PRO es el
proyecto más ideológico de
todos: la ideología PROmercado, la ideología que beneficia a unos pocos.
Prontuario de los PROeconomistas
 ¿Qué “PROponen”?
El 26 de octubre la bolsa
celebró el resultado electoral
con una suba de las acciones de
4,4%. Se destacaron los bancos
con subas del 12%, las energéticas con subas superiores al
10% y diversas exportadoras
también con subas de dos dígitos. No es casual que estos
hayan sido los sectores que más
reaccionaron ante un posible
triunfo de Macri. Las acciones
de los bancos se dispararon a la
espera de que se terminen los
controles sobre la tasa a la que
prestan créditos, se valoricen
sus tenencias de dólar futuro
con una devaluación y se aceite
el ingreso de capitales extranjeros. Las energéticas aguardan
la liberalización de tarifas de
los servicios públicos. Las exportadoras prevén un aumento
Nombre: Federico Sturzenegger
Antecedentes: secretario de
Política Económica en el 2001.
Acción destacada: anunció el
recorte de 13% en jubilaciones y salarios públicos durante el gobierno
de la Alianza.
Frase célebre: “Si hacés un
ajuste fiscal, entonces la gente va a
perder su trabajo, y eso es lo que no
queremos que digas. Cuando seas
gobierno hacé lo que vos creas” contando los consejos que le daba Durán
Barba para hablar en la televisión
(16/04/2014)/ “Creemos que es mejor
que el ajuste, por una vez, lo haga el
sector público” después de anunciar
el recorte en 2001 (01/07/2014).
Nombre: Carlos Melconián
Antecedentes: jefe de Departamento de Deuda Externa en 1982
(momento en que se estatiza la
deuda privada) – Candidato a ministro de Economía de Menem en
2003.
Acción destacada: hacer pasar
como legítimos los fraudes cometidos por multinacionales y grupos
locales, en el marco del proceso de
estatización de la deuda en 1982.
Frase célebre: “Son tipos que
de buena voluntad compraron títulos para ahorrar”, sobre los Fondos
Buitres (26/08/2013).
Nombre: Rogelio Frigerio
Antecedentes: secretario de
Programación Macroeconómica de
Menem – Representante argentino
ante el Banco Mundial y FMI.
Acción destacada: nada, por
eso lo ponen a hablar.
Frase célebre: Conocido por
contradicciones como “es el gobierno que más ha devaluado en
el mundo” (09/09/2015) a la vez
que estamos “con un retraso cambiario cada vez más importante”
(07/10/2014).
8 NUESTRA AMÉRICA
A 10 años del “No al ALCA”
Macri go hom
Por Julia de Titto
H
oy nos falta Chávez y
Evo es presidente. Hoy
Obama acepta parcialmente la derrota de
sus políticas frente a Cuba –
aunque mantiene el salvaje
bloqueo- y piensa nuevas estrategias de dominación mundial.
Si entonces Estados Unidos
era el actor hegemónico por
excelencia en el mundo, exportando neoliberalismo, guerras
y hambre, hoy estamos ante
un mundo multipolar donde
Rusia, China y el resto de los
países considerados “emergentes” disputan poderío y capacidad de influencia y la Unión
Europea busca ocupar espacios
comerciales otrora exclusivos
de los yanquis. Washington,
no contento, multiplica las estrategias para recuperar la hegemonía perdida.
En 2005 los proyectos
emancipatorios en América
Latina estaban a la vanguardia de las luchas mundiales,
pujando, haciéndose lugar a
los codazos en la historia viva
de nuestra tierra. Decíamos
No al ALCA y mandábamos
al carajo a ese proyecto de
libre comercio con el impulso
fundamental de Venezuela en
bloque con Argentina, Brasil,
Uruguay y Paraguay.
Sólo cinco países -aunque
representaban el 75% del PBI
de la región- lograron obturar
el acuerdo que Estados Unidos llevó a la 4ta Cumbre de
las Américas por fuera de la
agenda y para el que sus aliados en el continente (Canadá,
México, Panamá, entre otros)
le allanaron el camino. Pero
los gobiernos de Néstor Kirchner, Lula Da Silva, Tabaré Vázquez y Nicanor Duarte Frutos,
al frente de países que como
consecuencia del neoliberalismo y la sumisión a Washington habían sido conducidos a
la pobreza y el hambre, ya no
estaban dispuestos a reincidir.
Y fue Hugo Chávez Frías quien
dio un paso más allá.
En primer lugar fue el
único presidente en asistir a
la “Contracumbre” y hablarle
a las centenares de organizaciones políticas y sociales del
continente que allí se habían
nucleado para rechazar la presencia de George W. Bush y sus
políticas en nuestro suelo. Y
en segundo lugar, fue el único
que no solo rechazó fervientemente el ALCA, sino que también propuso una alternativa
de integración entre los Estados, basada en la solidaridad.
“A nosotros nos toca ser los
parteros del nuevo tiempo, los
parteros de la nueva historia,
los parteros de la nueva integración, los parteros del Alba,
la Alternativa Bolivariana para
las Américas, para los pueblos
de América”, decía Chávez.
Para luego orientar: “Sólo
nosotros unidos podemos
hacerlo y además enterrar al
capitalismo para parir el socialismo del siglo XXI, un nuevo
proyecto histórico socialista”.
Aquel 5 de noviembre de
2005 quedó marcado en la
historia antiimperialista de la
región y el mundo. Se cerraba
una etapa de sometimiento silencioso y se empezó a reconfigurar el mapa geopolítico,
en el que Washington ya no
era el centro absoluto de todo.
También, comenzó una era
de esperanza, organización y
proyectos. Un bloque regional
–al que Evo Morales se sumaría prontamente al ser electo
presidente de Bolivia el mes
siguiente, al igual que Rafael
Correa en Ecuador a partir
de 2007- que más allá de las
diferencias estratégicas a su
interior, expresaba una ola
progresista en América Latina.
Con el tiempo y la consolidación del ALBA (en 2005 sólo
Cuba y Venezuela formaban
parte), se pudieron distinguir
dos “anillos”: uno de aquellos con propuestas de transformación de fondo y otros,
llamados “neodesarrollistas”
por ciertas características industrializadoras y una presencia fuerte del Estado, pero sin
buscar trascender los límites
del capitalismo, con grados
relativos de autonomía de los
grandes poderes económicos
en la toma de decisiones.
Pero a nivel mundial la voz
de este bloque heterogéneo
se hizo oír, entre otras cosas
a partir de la creación de la
UNASUR y la CELAC. Desde
el reclamo por las Malvinas
Argentinas y contra el bloqueo
estadounidense a Cuba, hasta
la solidaridad expresa con los
ataques imperialistas a Venezuela o el repudio a los golpes
de Estado como el de Honduras de 2009, pasando por el
rechazo a los fondos buitre y la
injerencia yanqui en general en
las políticas de la región, América Latina se convirtió, al decir
de Emir Sader, en un “oasis antineoliberal”. Claro, años más
tarde, en 2011, Estados Unidos
fomentaría la formación de la
Alianza del Pacífico, con aquellos países (México, Colombia,
Chile y Perú, principalmente)
alineados con sus políticas.
Y así llegamos a este 2015.
Hugo Chávez dijo en 2011, de visita en la Argentina, algo que determinaría el presente: “Acá no
hay tercera vía, sólo dos caminos: o socialismo o capitalismo”.
Los países que aún poniéndole
frenos a la injerencia yanqui y a
las políticas netamente neoliberales no apostaron a una profundización de las transformaciones
económicas, políticas y sociales y
no se encaminaron a empalmar
con la estrategia del ALBA, hoy
se encuentran entre la espada y
la pared: las derechas acechan
desde el interior y el exterior de
sus propios gobiernos.
 Macri y la derecha
continental
El escenario de balotaje
planteado en la Argentina, en
el que Mauricio Macri (Pro
– Cambiemos) se presenta
con serias –y preocupanteschances de acceder a la presidencia de la Nación, no es
ajeno a aquella disyuntiva.
El ojo de la derecha continental está posado en lo que
suceda el 22 de noviembre en
el país, y no de forma casual.
El imperialismo, a través de
su alianza con las derechas
locales, ha multiplicado sus
estrategias de inserción al
sur del río Bravo. Argentina,
aún con todas las limitaciones del proyecto desarrollado
por los gobiernos kirchneristas, a nivel regional ha jugado
un rol clave de soporte de los
procesos más de avanzada
como Venezuela y Bolivia.
En la actualidad, desde el peruano Mario Vargas Llosa hasta
el escuálido Henrique Capriles, pasando por Aécio Neves,
9
Cambio  Publicación quincenal de izquierda popular  Año 2  Número 29  Del 4 al 22 de noviembre 2015
ome
“Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”, decía Cortázar en Rayuela.
Podemos pensar algo similar desde este 2015 sobre aquellas históricas jornadas en Mar
del Plata de 2005, con una primera persona del plural hablando del continente, de los
movimientos populares, de los líderes de los distintos procesos políticos que se abrieron
en Nuestramérica por aquellos años.
“
expresaron su entusiasmo y
“esperanza” en un triunfo macrista. Claro, lo que ocurra en
la segunda vuelta de la elección
presidencial, puede implicar
efectivamente un “cambio”.
Mauricio Macri es un neto
exponente de la “nueva derecha latinoamericana”. Mientras desde las páginas de El
País de España, Vargas Llosa
elogiaba el antiperonismo del
líder del Pro (artículo replicado masivamente por los medios opositores argentinos),
este inauguraba un monumento a Juan Domingo Perón,
en una clara búsqueda por interpelar a la sociedad argentina que se siente identificada
por sus ideas y simbología.
La receta, creada desde
el Departamento de Estado
yanqui de “di lo que quieren
escuchar y no lo que piensas”, utilizada también por
el peruano Alberto Fujimori,
en parte por Neves en Brasil
y, sobre todo, por Capriles en
Venezuela, tiene como sustento una fuerte estrategia de
marketing y uso de conceptos
vacíos (“revolución de la alegría”, “cambio”), la reivindica-
ción de medidas económicas o
decisiones políticas de las que
en otros momentos se fue un
fuerte opositor pero son bien
vistas en la sociedad (el caso
argentino, por ejemplo, la estatización parcial de YPF, por
nombrar una), y, sobre todo, la
poca claridad de cómo se llevarán adelante las propuestas
de gobierno realizadas en campaña. El esquema se replica a
lo largo y ancho del continente.
Un potencial triunfo de
Macri implicaría un envalentonamiento de sus colegas de otros
países. Si bien en Brasil el año
pasado fueron las elecciones en
las que Dilma Rousseff fue reelecta, hoy está en la mira de la
oposición y semana tras semana
se acumulan las presentaciones
parlamentarias para iniciarle
un juicio político y destituirla. Si
bien el establishment brasilero
ya no está jugando tan fuerte
para correrla del gobierno, esa
definición estuvo condicionada
a que la propia Dilma llevara
adelante el plan de ajuste que
los mercados exigían.
En Venezuela el 5 de diciembre hay elecciones legislativas y los yanquis y la
reaccionaria Mesa de la Unidad Democrática (MUD), se
apoya en los malestares sociales que ella misma colabora en
generar (escasez de productos
y aumento de precios como
contracara del “bachaqueo” y
el contrabando) para intentar
dar un batacazo y cerrar la “tenaza” que rodea la revolución
bolivariana. La respuesta del
gobierno de Nicolás Maduro,
en vez de la adaptación, es una
ofensiva contra las bandas paramilitares que operan en la
frontera y una fuerte campaña
para defender las conquistas de
la revolución y profundizarlas.
La derecha, de discurso de cordero, intenta interpelar a los
chavistas descontentos por un
lado, pero por otro ya anticipa
que desconocerá el resultado
de las elecciones y promueve
por lo bajo –y no tanto- una
reacción violenta y desestabilizadora. A Capriles y la MUD,
sin duda, un triunfo de Macri
le caerá como anillo al dedo
para fortalecer su discurso.
“¡El gran reto que tiene
Mauricio Macri si quiere ganar
balotaje es ser el líder del cambio! ¡Un abrazo al pueblo ar-
Si en los últimos
años la Argentina en
el nuevo escenario
geopolítico y
económico mundial
se alineó al bloque de
los países emergentes
(BRICS), la llegada del
Pro a la presidencia
sería un punto de
inflexión para volver
a poner el foco de las
alianzas comerciales
–y políticas- con
Washington y la
Unión Europea.
gentino!”, expresó Capriles por
Twitter. “Quiero que sea presidente para librarnos de los bolivarianos”, dijo por su parte el
líder de la oposición brasilera,
Neves, en relación a Macri de
cara al ballotage. Las derechas
–y por detrás, el imperialismo
yanqui- pone toda la carne al
asador para debilitar la autonomía de la región y, como objetivo
estratégico, intentar derrotar el
proyecto socialista de Venezuela.
Si en los últimos años la Argentina en el nuevo escenario
geopolítico y económico mundial se alineó al bloque de los
países emergentes (BRICS), la
llegada del Pro a la presidencia sería un punto de inflexión
para volver a poner el foco de
las alianzas comerciales –y
políticas- con Washington y la
Unión Europea.
En la actualidad Estados
Unidos se encuentra impul-
sando, para recuperar terreno
perdido, tres tratados de libre
comercio distintos. El Tratado
Transpacífico (TPP), el TISA
(acuerdo de servicios) y el
TTIP (con la Unión Europea).
Lo que en otro momento buscó
de su “patio trasero”, hoy lo
rastrea en todo el mundo, con
excepción de los BRICS y suma
apoyos en algunos países de
América Latina como sus socios de la Alianza del Pacífico
y Uruguay, que si bien salió
de las conversaciones para sumarse al TISA, ya anunció su
intención de acercarse al TPP.
En este contexto, no es
menor como vaya a jugar económicamente Argentina a escala global y Mauricio Macri, en
caso de ganar, ya tiene un plan
armado. Sus referentes en política exterior firmaron, junto con
otros opositores, un documento
llamado Consenso, donde plantean su estrategia geopolítica.
Las palabras Unasur y Celac
no existen, menos que menos
ALBA y Unión Europea y Estados Unidos son mencionadas
una y otra vez. El eufemismo
“diversificar las alianzas globales” es un lugar común en el
discurso de los referentes en
política exterior del Pro, como
Iván Petrella y Fulvio Pompeo.
“Al día siguiente de asumir como presidente exigiré
formalmente la liberación
de Leopoldo López”, declaró
Macri reiteradas veces ante
los medios. ¿Su intención?
Fortalecer la campaña antirrevolucionaria que el Departamento de Estado promueve
en todo el continente.
Defender la integración
regional, la autonomía de
Washington y la dignidad de
Nuestramérica exige enfrentar a la derecha donde sea,
en cualquier rincón del continente. La batalla esta vez toca
en casa. Macri Jamás.
10 LO QUE SOMOS
La militancia ante el inicio
de una nueva etapa
Dentro de las tareas que se avecinan en los tiempos que caracterizamos como más dificiles para el campo
popular, incluimos la de prepararnos como militantes agudizando nuestras potencialidades y reconociendo
aquellos aspectos que debamos cambiar. Una nota para la reflexión desde el punto de vista de las condiciones
históricas y el rol de los cuadros de las organizaciones de izquierda en la dinámica de la lucha de clases.
Por Diana Broggi
G
ran parte de la militancia juvenil que nos
hemos sumado a las
filas de las organizaciones populares en la última
década -por el fragmento de
historia que nos ha tocado
vivir- sabemos de los tiempos difíciles, de la hostilidad
social y del viento en contra,
más por relatos previos que
por haberlos vivido en primera persona.
Esto no significa que estos
años en los que nos hemos
formado como militantes
hayan sido sencillos, de hecho
nos han planteado otros tipos
de complejidades, pero sin
duda no las de un clima político mucho más adverso para
nuestras ideas, en nombre de
una revolución socialista en la
Argentina.
Por eso somos conscientes
del desafío como militantes
del campo popular en estos
momentos de inflexión política: no tenemos biblias rojas
que nos dirán que hacer, pero
sí la brújula en la materialidad de la historia, la unidad
ideológica, la inserción popular y la formación constante
como primeras herramientas.
 El inicio de una
nueva etapa
La nueva etapa supone la
culminación, el fin de un ciclo
político abierto en las movili-
zaciones populares propias de
la crisis de 2001 y la posterior
recomposición institucional
de la mano del kirchnerismo,
impulsando un rol activo del
Estado en las distintas políticas sociales y económicas,
ampliando derechos e instalando una disputa simbólica
desde la mística nacional y
popular.
Hoy, la coyuntura abierta
en el balotaje confirma el giro
a la derecha que veníamos
anticipando y desde PATRIA
GRANDE, lejos de caer en el
derrotismo, planteamos la
necesidad de ubicarnos como
organización popular en el
lugar que nos deje en mejores condiciones como pueblo
para enfrentar lo que se viene,
gane quien gane la presidencia. Para esto hay que prepararnos como militantes y
nuestra tarea en gran parte
está cifrada en aportar a construir una correlación de fuerzas más favorable al pueblo
trabajador, sabiendo que los
años que pasamos de “viento
a favor” establecieron pisos
de derechos, conciencias más
amplias y una mayor politización de los distintos estratos
sociales y particularmente de
la juventud.
A finales de los años 90 y
comienzos de siglo, las capacidades de invención y creatividad populares generaron
nuevas formas organizativas
como las asambleas autoconvocadas que funcionaron
como dispositivos de discusión y toma de decisiones
frente a la deslegitimación de
las formas tradicionales que
representaban las estructuras
partidarias. En la actualidad
los desafíos son otros y también tendremos que analizar
y generar ajustes en nuestra
política para adecuarla efectivamente a las condiciones
que vengan.
Desde una mirada histórica, creemos que no
corresponde una visión exageradamente catastrófica del
futuro inmediato, parados
desde escenas temidas como
“la vuelta a los noventa”; pero
al mismo tiempo -y con el
mismo énfasis- tampoco podemos caer en la subestimación del contexto difícil que se
avecina. Los y las militantes
tenemos el valioso quehacer
de incorporar este entramado
de época y aprender a movernos en él, acumulando fuerzas
y creciendo políticamente.
En este sentido nuestro
proyecto político se construye con una estrategia de
poder, vocación de mayorías
y alumbrado desde el presente que se vive, transitando
las contradicciones de la realidad, buscando a cada paso
acumular fuerzas con un ojo
puesto en los desafíos a mediano plazo.
 Claves militantes
Dentro de la historia hay
muchas experiencias y tal
vez poco registro de esta dimensión “mas interna” pero
fundamental de la columna
vertebral de las organizaciones políticas: sus cuadros.
Las “matrices militantes”
de las organizaciones de izquierda portan un tipo de
subjetividad que se produce
al calor de hitos históricos,
representaciones de lo que es
la lucha, referencias, ideologías dominantes, entre otros
elementos. Nuestra matriz
como izquierda popular
contiene algunos elementos
claves, elementos que están
presentes y es necesario potenciar y desarrollar con mas
fuerza para formar cuadros
con capacidad de invención,
formación política y posibilidad de incorporarse satisfactoriamente al ciclo abierto
de la lucha de clases en la
Argentina.
En este sentido retomamos a Gramsci cuando hace
referencia a la intuición política como aquella capacidad
para “conectar con rapidez
hechos aparentemente ajenos unos a otros y concebir los medios adecuados al
fin para descubrir los intereses (de clase) que están
en juego y para suscitar las
pasiones de los hombres y
enderezarlas a una acción
determinada.” Para esto es
imprescindible estar en contacto con el pueblo. Los sandinistas también lo decían
bien: “el trabajo del cuadro
militante es el de acompañar al pueblo en la interpretación de sus problemas, en
el conocimiento del origen,
de los hechos históricos que
permitan revelar la raíz de
la explotación, para llevar al
compromiso de la acción y
transformar la realidad.”
En un contexto de mayor
adversidad en la lucha política, de retroceso evidente
para el campo popular, las
preguntas son necesarias así
como la capacidad de autocrítica, construyendo una
ética que sepa distinguir las
múltiples opresiones que
nos atraviesan, nos operan e
inevitablemente influyen. La
militancia es el encuadre de
nuestras vidas en un proyecto
político feminista, latinoamericano, socialista; y esto no
solo implica prácticas prefigurativas sino el compromiso
permanente de identificar las
contradicciones y no creer
en la “pureza” o el deber ser
militante.
N ues t ra s ubjet ividad
como militantes de izquierda
popular se construye con la
mística de estar militando
con alegría, no desde el odio
y el enojo permanentes a
todo lo que es derecha o todo
lo que no es como queremos
que sea. Sintiendo en lo más
hondo cualquier injusticia
cometida contra cualquiera.
Militando con el corazón para
cambiar todo lo que deba ser
cambiado.
DEBATES 11
Cambio  Publicación quincenal de izquierda popular  Año 2  Número 29  Del 4 al 22 de noviembre 2015
Balotaje: dos políticas
desde la izquierda
El balotaje
delineó con nitidez
dos políticas en la
izquierda: el voto
en blanco o el voto
al Frente para la
Victoria (FPV). No
es azaroso ni una
novedad. A lo largo
de la experiencia
kirchnerista se
forjaron miradas y
estrategias distintas
que, en nuestro
caso, nos llevaron
a formular el
proyecto de una
izquierda popular y
latinoamericanista.
Por Ulises Bosia
Y
a antes de las elecciones del 25 de octubre,
Nicolás Del Caño -candidato a presidente del
Frente de Izquierda (FIT)había adelantado que en caso
de que se llegue a un balotaje,
las fuerzas que él representa
harían una campaña por el
voto en blanco.
La justificación de esta política la plantea con claridad el
Partido Obrero: “Scioli y Macri,
sin embargo, no representan
principios políticos diferentes,
no digamos ya antagónicos.
Son los candidatos alternativos
de la clase capitalista, nacional
e internacional, para imponer
una salida a la crisis de Argentina contraria a los trabajadores.” Asumiendo que se trata de
una postura muy minoritaria
en la propia clase trabajadora
aclara que “con este panorama
ningún apoyo de último momento podría salvar a quien es
considerado un enemigo por
sus propios socios políticos.”
Las repercusiones continentales del balotaje son evidentes.
Allí están los apoyos a Cambiemos de las peores expresiones
políticas de la derecha neoliberal como Vargas Llosa, Capriles
o Neves para confirmarlo. To-
mando nota de esta situación
el Partido Obrero extiende su
caracterización de la crisis del
nacionalismo burgués y afirma
que “esto ocurre a la escala de
toda América Latina -desde el
ajuste del gobierno PT-PMDB-evangelistas en Brasil; el
ajuste de Correa en Ecuador y
el desquicio económico de Maduro en Venezuela”.
En efecto, los doce años
de política kirchnerista en la
patria chica -y de gobiernos
populares y progresistas en la
patria grande- consolidaron un
proyecto de izquierda con una
política tan coherente como incapaz de relacionarse productivamente con las experiencias
políticas progresivas que vivió
el pueblo trabajador, sino que
más bien se construyó contra
ellas. Eso condujo a que frente
a las polarizaciones vigentes
en todos los países, su política
consistiera en disputarle a la
derecha una porción minoritaria de los ánimos opositores.
Dio lo mismo quién ganara
el conflicto del campo, dio lo
mismo si el sistema previsional seguía en manos de los
bancos, dio lo mismo que existiera la Ley de Medios, dio lo
mismo que el Estado recuperara el control de YPF, dio lo
mismo que existiera la Asignación Universal por Hijo. ¿Por
qué hoy no daría lo mismo un
gobierno del PRO que uno del
FPV, con más razón teniendo
en cuenta que Scioli está sin
dudas a la derecha de Cristina?
La postura del FIT, logra
alinear detrás suyo a una
parte importante de las organizaciones políticas de izquierdas, tanto de las más
tradicionales como de las que
provienen del autonomismo,
con argumentos similares.
 Una izquierda
popular a la que “no
le da lo mismo”
Cada vez con mayor fuerza
y convicción, está surgiendo en
nuestro país una política alternativa desde la izquierda. El balotaje es solamente la coyuntura
que permitió dejar expresada
nítidamente esta divergencia,
que no es patrimonio exclusivo
de una organización.
Además de nuestro movimiento PATRIA GRANDE,
también se destacan los planteos coincidentes del diputado
Carlos Del Frade -referente
del Frente Social y Popular de
Santa Fe-, del Frente Ciudad
Futura de Rosario, del legislador porteño Pablo Ferreyra
y su movimiento Seamos Libres, de distintas organizaciones sociales, culturales y
políticas nucleadas en el Encuentro Antiimperialista y
de organizaciones de la Ciudad de Buenos Aires como
Camino de los Libres, Cienfuegos, el Movimiento Emancipador y La Poderosa.
Con distintos recorridos,
propuestas y argumentaciones,
el balotaje nos encuentra con
una política común que responde a la existencia de fuertes
puntos de acuerdo estratégico.
Por esa razón plantea -tanto
para los próximos días como
para el mediano plazo- la necesidad de construir marcos de
trabajo común en función de
la proyección política nacional
de una izquierda popular y latinoamericana con vocación de
mayorías.
No nos da lo mismo porque consideramos que al
pueblo argentino no le da lo
mismo, y respetamos su decisión de elegir entre los dos
proyectos en pugna. Tampoco
les da lo mismo a nuestros
pueblos hermanos latinoamericanos, en primer lugar a
los que por animarse a llevar
adelante procesos de transformación social son castigados con fuertes oposiciones
internas y del imperialismo
norteamericano.
No nos da lo mismo porque
sabemos valorar los avances
conseguidos en estos años, con
su impacto positivo y también
sus limitaciones, porque los
sentimos en la piel, los vivimos
en las construcciones sociales y
gremiales a las que damos vida
todos los días. Porque tenemos
derecho a elegir las condiciones en las que daremos las peleas necesarias en la próxima
etapa, junto a nuestro pueblo.
Tampoco nos da lo mismo
porque asumimos la responsabilidad de hacer política
en este mundo regido por el
capitalismo, donde en demasiados casos las opciones no
las elegimos nosotros. Nos
vemos obligados a movernos
entre las contradicciones de
una realidad injusta usando
como única brújula los intereses del pueblo trabajador, de
la nación argentina y de la patria grande latinoamericana.
Esta izquierda popular posible tiene uno de sus principales
desafíos en asumir que no se
trata de dar una disputa por ver
“quién es la izquierda en la Argentina”, ni tampoco por la unidad de “la izquierda”. Eso sería
ponernos un techo demasiado
bajo, un chaleco de fuerza que
en el mejor de los casos puede
llevar a lograr un candidato
a presidente relevante o una
pequeña banca de diputados,
como ha logrado el FIT.
Se trata, en cambio, de
aprender de la historia revolucionaria de nuestro continente que las revoluciones
exitosas -en primer lugar del
ejemplo inoxidable de Cubasupusieron un amplio mestizaje entre las izquierdas y
las tradiciones nacionales y
populares, en función de un
proyecto socialista capaz de
convertirse en una opción de
mayorías.
12 FEMINISMO POPULAR
Multitudinario 30° Encuentro Nacional de Mujeres en medio de la represión y los femicidios
Nos tienen miedo porque
no tenemos miedo
Los días 10, 11 y
12 de octubre se
realizó en Mar del
Plata el Encuentro
Nacional de Mujeres
número 30. Un
encuentro histórico
desde muchos
puntos de vista:
por la cantidad de
años consecutivos
que se alcanzaron,
por las más de
60 mil mujeres
que participaron,
por los debates
que se dieron y
lamentablemente
también por haber
sido el primero
en que la policía
reprimió a las
manifestantes.
Por María Paula García
E
n el Encuentro nos encontramos todas, las
que vienen participando
desde hace tiempo y las
que lo hicieron por primera
vez. Nunca miles de mujeres
hicieron cola en las veredas
de las escuelas para entrar a
los talleres; nunca como esta
vez los talleres desbordaron y
debieron partirse en diversas
comisiones, llenando las aulas
y debiendo funcionar en los pasillos y patios de las escuelas, o
directamente en las plazas.
Sin duda los talleres sobre
maltrato y violencia de género
fueron los más numerosos.
Haciendo hincapié en la necesidad de políticas públicas
o en tomar las calles; insistiendo en la responsabilidad
del gobierno nacional o en el
rol de la justicia; expresando
una diversidad de miradas
y posicionamientos hubo un
consenso común: la violencia
contra las mujeres hay que
detenerla como sea.
En todos los demás talleres se expresó la necesidad
de una política de género
transversal y estrategias con-
cretas para enfrentar la violencia. No más violencia y no
más abortos inseguros. No
estar más solas y dotarnos
de estrategias de acompañamiento, como el socorrismo y
las consejerías de violencia. Y
no esperar pasivamente la implementación de leyes fundamentales, como por ejemplo
la de Educación Sexual Integral (ESI), sino intercambiar
experiencias que nos permitan avanzar.
Más de 2000 compañeras
de PATRIA GRANDE viajamos a Mar del Plata desde
todo el país. Y presentamos
MALA JUNTA, nuestra propuesta de colectivas feministas mixtas y disidentes.
Estuvimos presentes en los
talleres de violencia, estrategias para el aborto legal, trabajo, sindicalismo, economía
popular, cárceles y sistema
penitenciario, feminismos,
educación, implementación
de la ESI y otros tantos. Compartimos nuestras propuestas, intervinimos con nuestra
mirada y nos llevamos muchos aportes para seguir
construyendo junto a otras
todos los días.
Hicimos centro en Plaza
Mitre, junto a decenas de organizaciones feministas y de
izquierda. Participamos del
acto por los 10 años del No al
ALCA como parte de la Marcha Mundial de las Mujeres
Capítulo Argentina y bailamos en el festival de las Socorristas en Red. Marchamos
junto a las organizaciones
que integramos la Campaña
Nacional por el Derecho al
Aborto Legal, Seguro y Gratuito, con una columna encabezada por una consigna en
“
Jamás en la historia
de los encuentros
se reprimió a las
manifestantes. No
reprimió el gobierno
de Menem durante
los 90, no reprimieron
Duhalde ni Ruckauf
como gobernadores,
no reprimió ni
Alperovich, ni Gioja
ni Urtubey. Nos
reprimieron en Mar
del Plata, en el 30°
ENM y a cuatro meses
del NI UNA MENOS.
la que se condensa nuestra
perspectiva política: “Ni una
menos. Vivas nos queremos.
Luchar, crear, feminismo popular”. Fuimos parte de la Comisión Organizadora y ya nos
estamos preparando para ser
anfitrionas del 31° ENM 2016
en la ciudad de Rosario.
 Vivas nos queremos
El Encuentro fue una fiesta.
Pero no transcurrió en medio
de un festival. Como en una película de terror, una mujer fue
asesinada en Mar del Plata días
antes y dos más durante el fin
de semana en la ciudad. Otras
siete fueron muertas en la
misma semana en otros lugares
del país. Y como si esto fuera
poco, el final de la tradicional
pasada por la Catedral que realizamos muchas mujeres y organizaciones, fue reprimida por
primera vez en 30 años.
No reprimió el gobierno de
Menem durante los 90, no reprimieron Duhalde ni Ruckauf
como gobernadores, no reprimió ni Alperovich, ni Gioja ni
Urtubey en provincias emblemáticas desde el punto de vista
de la resistencia a los derechos
de las mujeres. Nos reprimieron en Mar del Plata, en el 30°
ENM, y a cuatro meses del NI
UNA MENOS. Y en un episodio a las claras preparado de
antemano. Nos reprimió la Policía Bonaerense junto con policías de civil, aliados al grupo
nazi liderado por Carlos Pampillón, ligado al PRO del electo
intendente Carlos Arroyo. Nos
reprimieron con gases, balas
de goma y retuvieron ilegalmente a varias compañeras
dentro de la iglesia.
Encima, con los pies puestos ya en nuestras casas, nos
enteramos del travesticidio de
la activista Diana Sacayán. Paliza. Tristeza y dolor. Pero no
knock out.
Nos tienen miedo. Hace
cuatro meses millones gritamos NI UNA MENOS. Salimos
con consignas: “Puta pero no
tuya”, “Con short o pantalón,
respetame cagón”. Y nos quieren hacer pagar caro la trasgresión. Encima luego juntamos
plata y viajamos para debatir
durante tres días, de a miles.
Nos reunimos, llenamos la ciudad, caminamos felices, bailamos, marchamos, tomamos
sol, nos sacamos el corpiño,
nos besamos y nos abrazamos,
le gritamos a los tribunales, a
los prostíbulos y a la Iglesia.
Relatamos la violencia que
sufrimos, los abortos que nos
realizamos y la sexualidad que
deseamos. Damos miedo. Y es
insoportable, tanto para las instituciones patriarcales que se
resisten a transformarse, como
para muchos varones que se
niegan a renunciar a la virilidad
hegemónica. Nos matan y nos
reprimen con un resentimiento
proporcional a los pasos que el
movimiento de mujeres y de
la diversidad sexual da hacia
adelante por más derechos y
libertad.
La escalada de violencia
femicida y travesticida no es
una sumatoria de hechos aislados. Es la reacción patriarcal.
Es la disputa por el control, la
subordinación a la norma y el
disciplinamiento. Y se dan en el
marco de un profundo giro conservador, tanto político como
social. Clima político y social
que explica por qué un tribunal
de Córdoba fundamentó sin tapujos que Paola Acosta no fue
víctima de femicidio porque no
era una mujer débil sino que
peleaba por sus derechos. Y el
que también explica por qué
en la misma ciudad del ENM
hace días un grupo nazi molió
a palos a una pareja de jóvenes
homosexuales.
Por eso es necesario organizarse para resistir, enfrentar la violencia e ir por más.
Este próximo 25 de noviembre, Día de Lucha contra la
Violencia hacia las Mujeres,
debemos ser miles quienes
volvamos a tomar las calles.
Con el poder querernos vivas,
libres y autónomas, para luchar y conseguir los derechos
y las políticas que aún nos faltan. NI UNA MENOS. NI UN
PASO ATRÁS.
13
Cambio  Publicación quincenal de izquierda popular  Año 2  Número 29  Del 4 al 22 de noviembre 2015
Diana Sacayán, el subsuelo
del sexo sublevado
El 17 de octubre una masiva y colorida movilización atravesó el centro y los barrios populares de París. El
megáfono sonó estremecedor y la marcha se detuvo. Los concurrentes mantuvieron sus puños en alto y
guardaron un minuto de silencio. ¿El motivo? Lo mencionaba un cartel que encabezaba la columna, “ellxs
son muertxs en combate, pero no derrotaran nuestras ideas. Diana Sacayán.”
Por Juan Manuel Erazo
T
res días antes, la lluvia
y las ráfagas de viento
habían azotado al partido de La Matanza. Los
autos intentaban cruzar -algunos sin suerte- las calles
de una Laferrere inundada.
En la Asociación Boliviana de
dicha localidad, se hacían los
preparativos para despedir el
cuerpo ya sin vida de Diana.
La bandera del orgullo tapaba
al Cristo crucificado, y los
concurrentes recordaban las
miles de historias, las batallas, las amenazas, los amores
y la lucha.
Entre París y Laferrere
hay 11.075 kilómetros de diferencia. Todo lo que separa
estas dos ciudades, el cielo,
la pobreza, el amor y la mar,
todo eso, es Diana. Quizá
sean la cantidad de kilómetros que caminó en su vida,
entre veredas y prostitución,
cuando sus tacos, pinturas y
polleras no le permitían ser
parte de los privilegios de la
heterosexualidad.
El viernes 12 de junio fue
invitada a debatir en La Tablada sobre la convocatoria
que bajo la consigna #NiUnaMenos congregó a medio
millón de personas en diferentes puntos del país. Diana
fue tajante, “es necesaria la
unidad de diferentes espacios
políticos para poder sumar
la voz de las travestis, porque si bien a las mujeres las
matan por el mero hecho de
ser mujeres, a las travestis la
sociedad nos hace pagar caro
nuestra elección”.
“Ella, como todas nosotras, abrazó el activismo
como un salvavidas. Así encontramos sentido a nuestras miserables vidas”, dijo
Lohana Berkins al enterarse
del asesinato de Diana Sacayan. “Miserables vidas”.
¿Cada cuánto muere una travesti por violencia, pobreza,
enfermedad o hambre? ¿Cada
cuánto es agredida una torta
en la calle o en un transporte
público? ¿Cada cuántas horas
los machotes se ríen de los
putos que caminan por la
calle?
 “Hay otros que
se ríen de los dos”
Amancay -flor amarilla y
hermosa que invade América
del Sur- Diana -amazona guerrera- Sacayan, era su nombre. Nació en Tucumán, pero
su familia se mudó a La Matanza cuando era muy chica.
Se las traía todas: negra,
periodista, solidaria, zurda,
travesti, militante. Diana
recordó en un documental
sobre su vida una letra de
“Marzo del 76” (banda punk
matancera): “Te podés reír de
mí, y yo me voy a reír de vos,
pero hay otros que se ríen de
los dos”, y remató “mientras
no entendamos que somos
diferentes pero iguales y no
vayamos comprendiendo al
otro y a la otra que está al
lado nuestro, y nos pongamos
en su piel, vivamos su piel, no
podemos pensarnos como sujetos transformadores”.
Fue militante del Movimiento Antidiscriminatorio de
Liberación (MAL), del ILGA
(Asociación Internacional de
Lesbianas, Gays y Bisexuales)
e integrante del Programa de
Diversidad Sexual del INADI.
Quizá algún día, los manuales
de estudio de la patria grande
y feminista digan que fue
Diana quien logró que el Ministerio de Salud de Buenos
Aires emitiera una resolución
“
Quizá algún día, los
manuales de estudio
de la patria grande y
feminista digan quien
fue Diana.
para que en los hospitales bonaerenses se respete la identidad autopercibida de las
personas trans, quizá digan
que fue Diana quien recibió
de la mano de la presidenta
el documento con su propia
identidad de género, que fue
Diana quien impulsó en la
Legislatura de la provincia de
Buenos Aires la ley de cupo
laboral para personas trans.
¿O nunca se preguntaron por
qué la prostitución es la salida
de supervivencia para el 95%
de la población trans de la
Argentina?
Por ahora, lo que no dicen
los manuales lo dicen las lenguas de las mariposas, de las
tortas, de los putos. Diana
guarda en el corazón de muchos y muchas matanceras
una anécdota secreta, una
historia de resistencia. Y está
el que te cuenta que le compró comida cuando se moría
de hambre, y la compañera
que te cuenta llorando que
Diana la bancó en su casa
cuando recibía amenazas, y el
compañero que te cuenta que
lo llamaba todos los días para
saber cómo andaba mientras
la Bonaerense lo hostigaba, y
la travesti que te dice que ella
le enseñó a luchar, o lisa y llanamente, a decir NO.
 #NiUnxMenos
Diana sufrió la violencia.
En horas previas al debate de
la ley por el cupo laboral trans,
cuando estaba en Constitución a punto de tomar el tren a
La Plata, fue insultada por su
condición de travesti. Denunció que no sólo no la defendieron, sino que fue golpeada y
detenida por agentes de la Policía Metropolitana. De estas
“historias” Diana tenía miles,
más de las que el Estado tuvo
que haber permitido.
“La mutilación de Laura
es un hecho aberrante que
simboliza el rechazo de la sociedad hacia los cuerpos que
cuestionan el estado de las
cosas: la heteronormatividad reinante y el binarismo.
Es una manifestación claramente de odio contra las
expresiones que no encajan
dentro del binarismo obligatorio, a la que hay que salir a
repudiar con toda la energía”,
así sufría Diana el brutal ase-
sinato de Laura Moyano, una
amiga, una hermana, una travesti de 35 años. Esa misma
violencia, es la que apuñaló a
Diana en su departamento.
El cementerio donde la
sembraron está ubicado en
las cercanías del CEAMSE
matancero, ese que Diana escrachó más de una vez junto
a los vecinos autoconvocados
para ponerle freno a la montaña de basura que les deteriora la calidad de vida. Diana
nunca se detiene, se siembra
en la lucha.
La travesti es una daga que
se clava lentamente en el corazón de la sexualidad binaria,
esa misma que afirma que los
hombres tienen pito y las mujeres “no tienen nada”. Sobre
Diana, y las compañeras travestis asesinadas en estos últimos meses, no posa aún el
blanco velo de la justicia. Y
en estos tiempos de canutos
y fachos, de nubarrones derechozos, serán muchos los que
querrán que siga siendo así.
No bajes los brazos, no regales las banderas, los sueños,
tus flores, que la tiranía del
mercado y el patriarcado van
de la mano, que para regar
este país de machos no se escatima en sangre de travestis.
Y no calles, que si callamos
todos, todas, Diana también
calla.
14 PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Elecciones en la provincia de Buenos Aires
La pérdida del bastión
Los resultados en la provincia de Buenos Aires resultaron indudablemente centrales a la hora de determinar la
derrota kirchnerista. Aquel fatídico domingo 25 de octubre, el hasta entonces bastión del PJ quedó en manos
de la fórmula de Cambiemos bajo la figura de Vidal.
“
Por Diana Broggi y Ulises Bosia
A
pesar de la diferencia
que obtuvo el Frente
para la Victoria (FPV)
en los distritos más
importantes de la tercera sección electoral, no le alcanzó
para retener la provincia
más importante del país, que
el justicialismo gobernaba
desde 1987.
El frente Cambiemos no
sólo logró colocar a María Eugenia Vidal en la gobernación
sino que además, amparado
en el viejo aparato radical, se
garantizó el control en 64 de
las 135 intendencias incluida
la capital provincial. El FPV
se alzó con 58 municipios y
los restantes se dividieron
entre el massismo con 10 y el
vecinalismo con 3.
Una cantidad de análisis
especulativos no tardaron en
llegar, pero con los resultados
puestos es necesario reconocer algunas de las razones
que pueden explicar el fenómeno de la candidata del PRO
como figura “nueva”, “fresca”
y “clara” en contrapartida
con la deslegitimada, conocida y oscura figura de Aníbal
Fernández.
La derrota de Fernández
-ungido candidato bajo la
estrategia del kirchnerismo
más puro de refugiarse en la
provincia pasado el 10 de diciembre-, más allá del “fuego
amigo” que él mismo denunció, se explica también por su
desgastada figura de vocero
oficial del gobierno y las denuncias que lo asocian al narcotráfico y la corrupción. Este
perfil no pudo contener un
voto que fue más en su contra
que a favor de su rival.
 Una gestión
provincial que
allanó el camino a
la nueva derecha
Por otro lado quedan en
evidencia las condiciones de
terreno fértil para nuevas alternativas que existían en la
provincia, lo que le permitió a
la candidata desplegar su marketing de campaña “puerta a
puerta”, como sostienen con
orgullo los dirigentes del PRO.
Una provincia inundada, vaciada de infraestructura, con
escasos recursos, plagada de
problemáticas sociales, salarios docentes por debajo de la
media nacional, grandes sectores de sus trabajadores y trabajadoras precarizados y una
parte de la población atrapada
en las redes clientelares. Así,
el mapa era desde temprano
de descontento generalizado y
de un desgaste histórico de la
gestión pejotista.
Esta situación permitió
allanar el camino a una nueva
derecha maquillada que abre
las puertas del Estado a los intereses más cerriles del capital
concentrado y la oligarquía.
Es claro que en las falencias
de la gestión de Daniel Scioli
se encuentra el camino que
recorrió el PRO para colocar
a María Eugenia Vidal en la
casa de gobierno. Qué duda
nos cabe sobre a quien va a
responder este gobierno si a
partir del 11 de diciembre la
mismísima Monsanto regirá
los destinos del Ministerio
de Asuntos Agrarios y el CEO
de una Empresa de seguridad
privada será el responsable de
la Bonaerense.
 El avance en
el interior de
la provincia
En el caso de ciudades
más grandes como Mar del
Plata, Bahía Blanca o La
Plata, donde la fórmula de
Cambiemos se quedó con
las intendencias, la voluntad
de “cambio” se expresó en
el voto popular a modo de
hartazgo con las gestiones
salientes. Por ejemplo, la es-
candalosa política de Bruera
en la ciudad capital, la imposibilidad de recomponer su
imagen y proyecto municipal
configuraron una tendencia
al voto negativo, esto es para
que “no gane” Bruera. Aquí
los números hablan por sí
solos, dejando un 29,89%
para el FPV y un 41,11% para
Cambiemos.
A su vez, el trasbordo exitoso de Vidal en el territorio
bonaerense tiene gran parte
de su explicación en el apoyo
de la UCR y su acumulado
en los pueblos y ciudades del
interior de la provincia. Hay
que ponderar el carácter más
bien conservador que domina en las idiosincrasias de
muchos de los pueblos de la
provincia, signados por una
tradición antiperonista, y lo
cierto es que en la lista de localidades como Rauch, Azul
o Ayacucho, la construcción
previa del radicalismo sumó
en la alianza Cambiemos el
piso necesario para convertirla en fórmula de éxito.
Con el triunfo parecen
haber quedado atrás las rispideces que generó al interior
del partido radical la alianza
con el PRO. Al cierre de esta
edición, el vicegobernador
electo por la provincia de
Buenos Aires, Daniel Salvador, citaba a 42 intendentes
electos para consolidar el
apoyo a Macri, enviando un
claro mensaje interno también hacia aquellos que se resistieron a la figura del líder
del PRO.
 De barones
y damas
No puede escaparse en
este análisis la referencia a la
disputa planteada al interior
del PJ así como el rol que jugaron los llamados “barones
del conurbano”. Más allá de
la antipatía que Aníbal Fernández pueda haber generado
en el electorado, las hipótesis
acerca de la traición o “la soltada de mano” por parte de
los intendentes bonaerenses
cobra fuerza al analizar la diferencia de votos en los mismos
distritos, en las elecciones primarias y luego las generales.
Mientras el FPV se impuso a
presidente en la provincia por
casi 400 mil votos, perdió en
la categoría de gobernador
por una cifra similar. Mientras
Cambiemos sumó 10 puntos
de agosto a octubre, el FPV retrocedió más de 5.
Algo de una lógica política
en descomposición huele en
las derrotas del FPV en distritos como Pilar, Quilmes, Lanús
o Tres de Febrero, comenzando
a marcar los límites de un método en el gobierno, signado
por la eficacia punteril, la impunidad, la falta de gestión y el
desparpajo en el manejo de recursos. Además, el recambio va
más allá del PJ, como expresa
la derrota de Cariglino en Malvinas Argentinas. Sin embargo,
el retroceso de los “barones del
conurbano” no equivale necesariamente a la pérdida de su
poder territorial, habrá que ver
cómo buscarán su reacomodo,
cómo pondrán en valor su acu-
En el caso de ciudades
más grandes como
Mar del Plata, Bahía
Blanca o La Plata,
donde la fórmula de
Cambiemos se quedó
con las intendencias,
la voluntad de
“cambio” se
expresó en el voto
popular a modo de
hartazgo con las
gestiones salientes.
Por ejemplo, la
escandalosa política
de Bruera en la
ciudad capital,
la imposibilidad
de recomponer
su imagen y
proyecto municipal
configuraron una
tendencia al voto
negativo, esto es
para que “no gane”
Bruera. Aquí los
números hablan por
sí solos, dejando
un 29,89% para el
FPV y un 41,11% para
Cambiemos.
mulado y hasta dónde llega su
peso para presionar a las estructuras de poder.
El escenario está planteado, la provincia de Buenos
Aires es un mar de inexorables desenlaces aun abiertos.
Queda más que abierta la pregunta sobre cómo construirán
gobernabilidad Vidal y Salvador en terreno bonaerense.
Sin dudas, así como la provincia determina lo nacional
también la escena provincial
está sujeta a los resultados
del balotaje y el próximo presidente argentino.
15
Cambio  Publicación quincenal de izquierda popular  Año 2  Número 29  Del 4 al 22 de noviembre 2015
Las presentaciones de PATRIA
GRANDE en Pcia de Buenos Aires
Por Sebastián Avella
E
n un escenario de polarización y con una discusión netamente nacional
que terminó con el ajustado triunfo de Daniel Scioli
y con el sorprendente éxito
de María Eugenia Vidal en
la provincia de Buenos Aires
por 4 puntos, como PATRIA
GRANDE desarrollamos una
campaña militante que puso
en agenda las necesidades de
los sectores más postergados
y planteó qué hacer para ir por
más derechos para nuestro
pueblo en cuatro ciudades de
la Provincia: La Plata, Tandil,
Luján y San Andrés de Giles.
En todas ellas se impuso por
amplio margen Cambiemos,
con excepción de Giles. Habrá
que analizar con detenimiento
estos triunfos, donde Cambiemos conquistó 64 intendencias,
muchas de ellas muy importantes, como La Plata, Bahía
Blanca, Mar del Plata, y en varias localidades del conurbano
bonaerense (Lanús, Quilmes,
Tres de Febrero y Morón).
En La Plata, capital de la
Provincia, se dio una elección
altamente polarizada, donde
se destacó en primer lugar el
triunfo contundente del PRO y
su candidato Garro, quien de la
mano de Vidal sacó ocho puntos
más que en las PASO. En este
escenario, en el que también
aparece el desgaste de Bruera,
el candidato del FPV, responsable de las inundaciones y de
más de 70 muertos en 2013,
como PATRIA GRANDE duplicamos nuestro caudal de votos,
lo que representa un 3,94%.
Pero lo más importante es que
logramos instalar una referencia
contundente de Leandro Amoretti y también de Clara Condenanza, lo que nos permite llegar
en mejores condiciones a las
elecciones legislativas de 2017,
pero sobre todo para enfrentar
al PRO en la ciudad.
En Tandil, con una campaña
intensa, pusimos en debate los
ejes del acceso a la vivienda y
otras demandas populares con
la candidatura de Juan Arrizabalaga. Logramos instalar a
nuestra fuerza como una opción política distinta, con 1789
votos. Sin dudas se trata de un
piso importante para enfrentar
lo que se viene.
En Luján obtuvimos 1052
votos. Fue una campaña militante que se expresó también
en los más de 100 fiscales que
se sumaron a colaborar el día
de la votación. Esta presentación significa un paso más
en la consolidación de nuestras construcciones, y en la
pelea por un proyecto de ciudad distinto, donde no impere
la lógica de la ganancia de los
grandes countries que expresa
el intendente Luciani, sino
una perspectiva desde y para
los sectores populares. Andrés
Duhour, Guadalupe Ledesma
y Andrea Monzón representan
esta posibilidad junto a todo el
colectivo militante de la ciudad.
Por último, en San Andrés
de Giles, nuestra primer presentación significó un creci-
miento muy importante. Juan
Nazareno Ferreyra fue candidato a Intendente y logramos
constituirnos como la cuarta
fuerza, con un 3%, superando
a candidatos de Progresistas y
el FIT. En esta ciudad triunfó
por amplio margen el candidato de Massa con un 53%,
seguido por lejos por el FPV.
Con las experiencias electorales como un antecedentes muy valioso, en los cuatro
distritos y en toda la provincia
enfrentaremos las políticas
regresivas que intente llevar
adelante la alianza PRO-Cambiemos. Y con organización,
lucha y mucha convicción
construir una alternativa popular contra los pocos que
más tienen, junto a las mayorías que menos tienen.
LA PAMPA
Una voz propia y diferente
Por Claudio Acosta
A
ún antes de que comenzara la
elección del domingo, nuestro principal objetivo estaba
cumplido: instalar a PATRIA
GRANDE como fuerza de izquierda
naciente en el escenario político provincial, con la intención de poner en la
agenda política de la provincia aquellos temas que las principales fuerzas
se preocupan más por ocultar que por
solucionar.
Ese objetivo fue de la mano de consolidar internamente un número importante de jóvenes que en su mayoría
se sumaron a la militancia en este
proceso de construcción que apenas
lleva un año de vida. Con entusiasmo
podemos decir que la respuesta de
una parte de la sociedad pampeana
a la propuesta de una alternativa política, sostenida en el esfuerzo de su
militancia, y en sus convicciones, fue
de gran expectativa y respeto.
Sin embargo, hay que decir que la
agenda política local la siguen determinando los principales partidos que
desde hace más de treinta años, con
alternancia, gobiernan la provincia.
Los que buscaron mostrarse como la
salida renovada para los pampeanos y
pampeanas son los mismos responsables de las deudas sociales profundas
que continúan pendientes. El justicialismo una vez más ganó la gobernación. El radicalismo le permitió a
Macri tener una territorialidad jamás
pensada. También hay que decir que
el líder del PRO además recibió votos
de un sector del peronismo que no
acompañó al kirchnerismo, y que en
la feroz interna del PJ local le jugó
en contra al Frente para la Victoria.
Eso sumado al desencanto general
que produjo la candidatura de Scioli
en algunos sectores, consolidaron a
Cambiemos como una de las principales fuerzas políticas de la provincia.
En esta coyuntura se instaló PATRIA GRANDE, por el momento en
las principales ciudades como Santa
Rosa y General Pico. La llegada a las
localidades del interior provincial es
un paso a dar para comenzar a consolidar una fuerza verdaderamente
popular que abarque la extensión
de nuestro territorio. Aún así, sin
candidatos presidenciales propios y
sin cortes de boletas que nos beneficiara con votos coyunturales, obtuvimos el 1,7% de los votos en los
respectivos lugares. Eso significa
un piso electoral que desconocíamos y que nos ubica como la principal fuerza política de izquierda con
proyección local.
Necesitábamos dar este paso y en muy
poco tiempo logramos demostrar que una
opción de izquierda es posible y necesaria, con construcciones sociales como cimientos sólidos. Este resultado electoral
es el primer ladrillo desde el cual edificar una herramienta de transformación.
Los trabajadores y trabajadoras, jóvenes
y estudiantes nos ganamos el derecho a
tener una voz propia y diferente en este
complejo escenario político donde parecía
que no había lugar más que para el bipartidismo y sus variantes coyunturales.
MACRI
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A 10 años del NO al ALCA, yankis nunca más.