BUENAS NOCHES Cuando la Mtra. Bertha me pidió que diera unas palabras esta noche créanme que de manera inmediata dije SI…pero con el paso de los días he pensado ¿que les digo? son tantos pensamientos, sentimientos y emociones que conlleva este bello reencuentro pero que en definitiva es un gran honor. Antes de continuar no deseo pasar por alto el formalismo que se debe guardar en ocasiones tan significativas como esta, “El primer encuentro de egresados en los 30 años del Preescolar del Colegio Cristóbal Colón”. Con gusto saludo al Hno. Gerardo Vicente Leyva Bohórquez, Director General del Colegio, De igual forma saludo a las Directoras de las Secciones que lo integran Mtra. Bertha del Carmen Montalvo Olea Directora de Preescolar Mtra. Yolanda Adriana Guerrero Arciniéga Directora de Primaria Mtra. Ma. Teresa Armas Cano Directora de Secundaria Mtra. Emma Illescas Navarro Directora de Bachillerato También saludo al Personal Docente, Administrativo y de servicios Y, por supuesto, con emoción los saludos a ustedes compañeros de preescolar, de cada una de las generaciones, que tuvimos la alegría de iniciar nuestra formación aquí en estos espacios. Pues bien, las primera palabras son de agradecimiento al Colegio por la iniciativa de esta reunión, mi reconocimiento a quien o quienes lo han organizado. En reconocimiento a la Comunidad Escolapia vendría a mi mente el P. Manuel Arcusa Castellá, que Dios lo tenga en su santa gloria. Escolapio de Vida, obra y convicción, amante de la niñez, dejó huella entre quienes lo conocimos y sobre todo muestra fiel del legado de San José de Calasanz y toda la obra escolapia. Mi querida Mtra. Bertha usted es otro ejemplo de constancia y de amor al cuidado de los niños, maestra de preescolar de muchos de nosotros y ahora digna Directora de esta sección: mi madre siempre me ha dicho que Dios no se equivoca al elegir a las personas más idóneas para cumplir con la hermosa tarea de educar, en este caso usted es digno ejemplo para dirigir el preescolar. Deseo que también recordemos, como reconocimiento y como muestra de cariño y respeto, a las directoras que le antecedieron; dejando huella en muchos de nuestros corazones. Mtra. Ma. Del Carmen Huerta Morales conocida por muchos como la Mtra. Bella. Que en paz descanse. Mtra. Blanca Gendrón Patraca Y la Mtra. Soraya Villa García. Gracias por todo. Por supuesto que junto a ellas estuvieron cada una de nuestras profesoras, que nos acompañaron en las aulas, al personal de apoyo, a los señores mantenimiento, ¿se acuerdan de Don Nico? Y, no puedo pasar por alto a nuestra entrañable Gaby quien se sabe todos nuestros nombres, caprichos y pataletas que muchos de los aquí presente hicimos; y por ello es un integrante invaluable entre todos los que la recordamos. Gaby está en nuestro corazón Con el permiso de todos los aquí presentes, rompo un poco el formalismo para recordar…sí, porque esta reunión nos invita a evocar, a ver nuestra historia. La memoria colectiva de cada uno de nosotros es una gran riqueza para nuestra vida y de quienes nos rodean; misma que un día transmitiremos a nuestros hijos y, porque no, inclusive a nuestros nietos. Tratemos de retroceder en el tiempo y ubiquemos nuestra mente y nuestro corazón en aquellos días cuando nuestros padres, sobre todo nuestras mamás cuando nos trajeron por primera vez, seguro que muchos lloramos por llegar a un lugar nuevo y desconocido, pero hoy en día creo que quienes más lloraron fueron las mamás. En los pasillos del antiguo edificio de preescolar, donde hoy se ubica la Licenciatura en Arquitectura en la Universidad, y en los pasillos de este edificio quedaron impregnados nuestros llantos, gritos de alegría sorpresa y de júbilo. Cuántas veces nos resistimos para regresar a salones o nos escapamos para ir a los juegos, porque a esa edad el recreo no terminaba, los cantos y juegos que nos enseñaban en la clase psicomotricidad. Como nos sentíamos al ver lleno el patio en los festivales y que los papás eran los que más se emocionaban por vernos y tomarnos las fotos. Algo que recuerdo mucho es el festival donde se presentó el cuento de Alicia en el país de las maravillas, donde por cierto, yo era el fabuloso conejo y lo recuerdo más porque el reloj que tenía que llevar me lo prestó mi abuelo Luis, quien ya está junto a Dios. Al respecto les comento que hace poco tiempo me encontré a Paty Capetillo y en la charla me hizo reír porque aún no supera el no haber sido Alicia en país de las Maravillas. Ni modo Paty así es la vida. Traer tantos recuerdos no terminaríamos hoy. Compañeros, cuando concluimos nuestra etapa de preescolar algunos continuamos toda nuestra formación en las demás secciones, otros continuaron un poco más en el colegio, y otros tomaron nuevos caminos…pero lo bello de todo es que regresamos; como cuando los hijos crecen y se van para hacer su vida pero que al final regresan a casa…eso es lo que hoy sucede…regresamos a casa porque fue aquí donde iniciamos nuestra formación. Más aún regresamos a casa porque en breve algunos traeremos a nuestros hijos ¿verdad Luis Lara?, esto será algo así como los nietos, mejor lo dejo en que vendrán los hijos. Nuestra canción ADIOS JARDIN QUERIDO recordarla me genera el sentimiento de llorar por ese adiós; pero yo diría que no fue adiós más bien ha sido un hasta siempre, porque en el alma siempre te llevaremos Jardín Querido. Aquellos niños del preescolar del Colón, hoy son hombres y mujeres que se reconocen como buenos niños escolapios, que fuimos “embuidos desde la más tierna infancia en la piedad y en las letras”. Ustedes nos enseñaron a volar del nido, insisto, hoy regresamos a él. Amado Jesús te doy las gracias, en nombre de mis compañeros, por reunirnos en esta noche sigue acompañándonos por siempre. Bueno disfrutemos la noche y que esta sea el inicio de establecer que cada año nos encontremos y hagamos tradición. Yo, Gustavo Amador Illescas, de la generación 19941997 agradezco la gentileza de su atención. Un abrazo a todos ustedes.
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