XXIII C ON G R E S O N A C I O N A L AMH DE H I D R Á U LI C A AMH PUERTO VALLARTA, JALISCO, MÉXICO, OCTUBRE 2014 DETERMINACIÓN DE LA LÁMINA DE AGUA APLICADA EN EL CULTIVO DEL BANANO (MUSA CAVENDISH) EN EL MUNICIPIO DE TEAPA, TABASCO Pérez Hernández Tomás1, Tetumo García Jorge2, Álvarez Rivero Julio César2, Hernández Sosa Álvaro2, Gómez Vázquez Armando2, Rodríguez Bastarmérito Roberto1 y Munguía Balvanera Emmanuel1 1 División Académica de Ingeniería y Arquitectura, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. Carretera Cunduacán-Jalpa de Méndez km. 1, Col. La Esmeralda, Cunduacán, Tabasco, México. C.P. 86690 2 División Académica de Ciencias Agropecuarias, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. Carretera Villahermosa-Teapa km 25, Teapa, Tabasco, México [email protected], [email protected], [email protected], [email protected], [email protected], [email protected], [email protected] INTRODUCCIÓN MATERIALES Y MÉTODOS El crecimiento, desarrollo y producción del banano (Mussa Cavendish), están íntimamente relacionadas a la temperatura y precipitación, variables meteorológicas que deben cumplirse sus condiciones, de lo contrario, resulta afectada la producción. Las exigencias hídricas de este cultivo van de los 12.5 a los 15 cm de lámina de agua promedio mensual (Kijne,J.W et al., 2003); de ahí que su mejor desarrollo y producción lo alcance en aquellas regiones cuyo clima es cálido - húmedo, con precipitación entre los 2000 a los 3000 mm promedio anual. Existen varios municipios del Estado de Tabasco que cumplen con estas condiciones hidrometeorológicas, entre estos, el municipio de Teapa donde se llevó a cabo este trabajo. La precipitación se ubica entre los 2400 a los 4000 mm promedio al año (INEGI, 2010), la temperatura entre los 26 a 28 °C promedio anual (INIFAP, 2010). Existe el caso contrario, donde la aplicación de una lámina excesiva de agua, tiene repercusiones en el cultivo: eleva el nivel freático y perturba al sistema radicular de la planta y su funcionamiento fisiológico, aunado a esto, resulta antieconómico bombear más tiempo de lo necesario, ya que se emplea mayor mano de obra para aplicar el riego, se propician las condiciones para el desarrollo de plagas y enfermedades, de invasión de malezas y perturbaciones en las labores culturales y de cosecha; además de perturbarse la infraestructura natural del terreno, pues al elevarse nivel freático, repercute en el funcionamiento de los drenes; funcionamiento de sangrías, por lo que es recomendable que estos tipos de terrenos se mantengan bien drenados y que la aplicación de la lámina de agua promedio mensual, sea la realmente demandada por el cultivo, tal como lo reporta Kallarackalq y Milburn (1990), que es 9 mm, cuidando que la capa freática no se eleve más de 1.2 m y que el suelo tenga una estructura blanda, por su efecto negativo en la capacidad de infiltración y en su conductividad hidráulica (Soto, 1991). En este trabajo se buscó cual es la lámina que actualmente se está aplicando al cultivo, para ver si se está dado el hecho de estar aplicando una demasía de ésta y su repercusión económica en el manejo de todo el sistema, dando la recomendación, cuál debiera ser la lámina real que se debiera aplicar. El trabajo se realizó en una superficie de 80 ha que es irrigada por un sistema de riego por aspersión, suministrado por un pozo profundo de 150 m, un sistema de riego que está conformado por 11 líneas de distribución, 31 válvulas y 20 líneas regantes con 132 aspersores por válvula en promedio. La superficie irrigada se subdivide en dos grandes secciones para su riego, sección A y B.; consta además de un sistema de drenaje profundo a cielo abierto, en una plantación de banano (Musa AAA Cavendish). Entre la información que se necesitó fue la humedad del suelo de manera constante y a partir de allí, la demanda del cultivo, para ello se utilizaron cuatro juegos de tres Tensiometros de bulbo poroso, ubicados a profundidades de 30, 60 y 90 cm de la superficie del terreno. La presión del fluido en la descarga (aspersores), se midió con manómetros de tipo relojería, de los que se usaron tres. Se utilizaron cuatro cronómetros para medir los tiempos en el aforo, estos fueron relojes electrónicos comunes. Se requirieron tres cintas métricas de 30 m, este material nos sirvió para determinar la distancia entre aspersores y el radio de mojado, así se conoció el área de mojado y el traslape entre los mismos. Se utilizaron cuatro calibradores Vernier grande (2) y Vernier chico (2), para medición lineal de exteriores e interiores de profundidades. Para el aforo, cuatro recipientes aforadores con capacidad de 4.33 litros, seis libretas de campo, botas, gorras, un vehículo y 150 jornales instruidos en la operación del sistema, como la apertura de válvulas, chequeo de aspersores, chequeo de presión de la bomba, manejo del tiempo de puesta de riego por área de riego, entre otros conocimiento mínimos necesarios. Además se obtuvo la información sobre la precipitación promedio anual y mensual de la zona, el plano sobre la ubicación del sistema de riego y con base en éste, se seleccionó el conjunto de aspersores a aforar, de acuerdo al número de válvulas en el sistema de riego de las 80 ha. Ésta selección se hizo con base a la distribución de la presión en las regantes, según el teorema elemental de Bernoulli (Ángeles, 1999). p1 2 z1 2 v1 p v H B 2 z2 2 hf1 2 2g 2g (1) Se aforó el sistema, se estimó la lámina de riego aplicada promedio mensual y adondenual; basado en la ecuación de lámina de agua para todo tipo de suelo. AMH XXIII C ON G R E S O N A C I O N A L DE H I D R Á U LI C A AMH PUERTO VALLARTA, JALISCO, MÉXICO, OCTUBRE 2014 Lr Wcc Wpmp x Da x Pr (2) Una vez obtenida la información completa, se procedió a su análisis con el apoyo del programa de electrónico Excel. RESULTADOS Y DISCUSIÓN El gasto medio obtenido de los aspersores (qi) fue de 0.08545 L s-1 y el del sistema de 74.62 L s-1. Este gasto difiere en 20.38 L s-1 de las especificaciones de la bomba, lo cual implica un 21.45% de pérdidas; sin embargo, la lámina de riego que la superficie de cada válvula está recibiendo, tuvo una variación que va de 3.85 a 8.23 mm, lámina que teóricamente sustenta al cultivo por 24 horas. El intervalo de éste resultado coincide con lo recomendado por (Crane et al., 2009) que es una lámina diaria de 6.5 mm en las condiciones más críticas de sequía en las regiones bananeras del sureste de México, sin embargo, hay áreas en donde no se está recibiendo esta lámina mínima necesaria demandada por el cultivo; ésta son las de las válvulas V1, V5, V7, V15, V16, V19, V21, V23, V27 y V29; mientras que las V12, V13 y V26, están siendo sobre irrigadas con láminas excedidas de 0.78, 1.73 y 1.84 mm respectivamente. Hay tres zonas que están en equilibrio con la lámina demandada, las V9 y V30 con una lámina de 6.49 y 6.68 mm respectivamente, teniendo una variabilidad mínima (Ilustración 1). Estos efectos se deben a factores como el buen estado del sistema en donde no se registran fugas, aspersores en buen estado y bien nivelados, así como también a la relación entre el número de aspersores y el área que estas válvulas abarcan; en las áreas donde las láminas están sobradas, es donde hay mayor concentración de la presión en la tubería comparada con la “presión de trabajo” del sistema que es de 2.46 kg cm-2, comparado con las áreas en donde se registró una presión por debajo de 1.87 kg cm-2, pero sobre todo por el registro de una menor superficie. En aquellas áreas en donde la lámina es menor a la demandada, se registran fugas por roturas en las regantes, mal conectadas y en los aspersores también (hay un mal funcionamiento del sistema); aunado a esto, una mala distribución de los mismos por unidad de superficie; factores que están afectando el buen funcionamiento del sistema de riego en su conjunto, derivado de una mala operación y administración de la superficie cultivada. Ilustración 1. Lámina de riego demandada por el cultivo y la suministrada por el sistema. En la estimación del tiempo de riego, se encontró que las áreas con mayor tiempo faltante de riego son las de las válvulas V1, V5, V7, V16, V19, V21, V23, V27 y V29, con 00:44, 1:09, 1:28, 1:18, 1:16, 1:39, 00:47, 2:00 y 1:11 horas y minutos respectivamente; que en promedio son 1:12 hr, es decir, en la práctica sería suficiente agregar una hora más o 1:15 hr, agregado al tiempo de riego que usualmente se está regando. La válvula V15 que tan solo tienen un faltante de 00:19 minutos, es un tiempo mínimo, esto significa que en la práctica sería suficiente con incrementar 20 minutos más de riego. Existen dos áreas que están totalmente equilibradas, que son las de las válvulas V9 y V30; sin embargo, las áreas que muestran un efecto de lámina sobrante son las de las válvulas V12, V13 y V26 con 00:19, 00:38 y 00:40 minutos respectivamente, que en promedio estas válvulas están sobradas en 00:31 minutos, es de observar que esto solo se da en las tres áreas mencionadas, que es donde el área a regar baja considerablemente de la media, pero no así en el número de aspersores, tal y como se da en las válvulas V13 y V26. Ilustración 2. Tiempo de riego. Como es de observar, no se puede hacer una modificación en cada una de estas zonas, pues el sistema tiene una distribución constante de válvulas en cada puesta de riego para irrigar las 80 ha en 24 horas; por lo que es necesario que se involucre a todo el sistema en la estimación del tiempo medio faltante, siendo así, la media del tiempo necesario de riego, se aleja del tiempo de riego actual en 41 min, por lo que se puede deducir que en el tiempo de máximo estiaje en Tabasco (Marzo a Mayo) (INEGI 2010), el cultivo de banano necesita un tiempo de riego mínimo necesario de tres horas con cuarenta y un minutos (3:41 hr); con este tiempo se estará proporcionando una lámina media de 6.5 mm que es la mínima requerida en la época de estiaje. Este resultado coincide con el encomendado por González, 2004. De esta forma, la desproporcionalidad en el suministro de dicha lámina, será mínima, considerando que el coeficiente de variación del tiempo que debiera emplearse es de 23%, variación que se puede considerar como baja. Se determinó y se hizo la comparación entre el gasto teórico (gasto calculado tomando en cuenta la superficie de cada válvula, la lámina bruta, tiempo de regado e intervalo del mismo) y el gasto del sistema (gasto calculado a partir del aforo de los aspersores); en la que se observa (Ilustración 3) que solo en dos áreas prácticamente dichos gastos están equilibrados, en las válvulas V13 y V26 con un gasto teórico Qt=9.81 y 8.07 L s-1 respectivamente y un gasto del sistema Qs=10.39 y 8.66 L s-1 respectivamente que comparado entre válvulas resulta una diferencia de -0.58 y -0.59 L s-1, con valores negativos, considerando que el gasto teórico siempre será mayor al gasto proporcionado por el sistema. El coeficiente de variación entre estos gastos es tan solo del 11.11%, lo que implica una diferencia baja entre gastos, esto comparado con las demás válvulas que el gasto teórico va de 14.03 hasta 19.88 L s-1; valores que se alejan de la media del sistema en 2.74 y 8.59 L s-1; como es de observar, la variación válvulas aforada XXIII C ON G R E S O N A C I O N A L AMH DE H I D R Á U LI C A PUERTO VALLARTA, JALISCO, MÉXICO, OCTUBRE 2014 es alta, sin embargo, una mejor comparación resulta entre ambas medias que es de 5 L s-1, lo cual indica una alta variabilidad, tal como se constata con el coeficiente de variación entre ambas medias que es de 26%. AMH orden de 1.0675 ha en la válvula V13 y 1.3086 ha en la válvula V26, esto es significativo por cuanto se trata de más de una hectárea en cada válvula. Ilustración 4. Relación Área por válvula y número de aspersores en cada válvula. Ilustración 3. Gasto teórico (Qt) y del sistema (Qs). Es de observar que exceptuando las válvulas V13 y V26, en todas las demás (V1, V5, V7, V9, V12, V15, V16, V19, V21, V23, V27, V29 y V30), el gasto teórico supera al gasto del sistema, lo que implica que en la conducción hay pérdidas considerables que van desde 0.95 L s-1 hasta los 9 L s-1, comparado estos gastos con la media (17.49 L s-1) de las 13 válvulas arriba mencionadas, resulta una pérdida aproximadamente de la mitad de la demanda, es decir, los 9 L s-1 de diferencia de la V21, es aproximadamente la mitad de los 17.49 L s-1. La validez de estos dos gastos se da en función de las variables a considerar en su cálculo: Qt 2.78 A * Lb Td * IR (3) en la que se considera el área (A) que es regada por cada válvula, la lámina bruta (Lb) proporcionada a dicha área, el tiempo de riego (Td) que es el tiempo que el sistema tarda de manera continua regando esta superficie (tiempo en cada puesta de riego) y el intervalo de riego (IR), considerado como el tiempo que tarda en volverse a regar dicha área (ciclo de riego), en la práctica es de 24 hr. Se calculó el gasto del sistema (Qs) por válvula, Qs N asp * qi (4) el cual considera el número de aspersores (Nasp) por válvula y el gasto promedio proporcionado por cada aspersor (qi) al cultivo. Esta permite hacer una estimación lo más real posible de la lámina que le está llegando a la zona radicular, desafortunadamente, el efecto de los drenajes modifican esta humedad, tal como se menciona en el apartado 2, haciendo que la lámina real efectiva tenga una merma mayor al 10%. El gasto teórico en las válvulas V13 y V26 resultaron estar equilibrados comparados con los del sistema (9.81 L s-1 vs 10.39 L s-1 y 8.07 L s-1 vs 8.66 L s-1 respectivamente) y en todas las demás válvulas fueron superiores, esto significó que en estos dos puntos está interactuando una presión constante y bien distribuida del sistema (2.2 kg cm-2), cercano a la presión de trabajo que es de 2.46 kg cm-2 (En los Datos Generales del sistema de riego de la finca, pozo 1), esto hace que el flujo igualmente fluya de manera continua y por consiguiente, la lámina proporcionada está supliendo las necesidades del cultivo. Pero lo que realmente sucede es que en estas dos áreas existe la peculiaridad de que a diferencia de las demás válvulas, en éstas la superficie que abarca cada una es mucho menor comparada con las demás. Dicha disminución es del Si bien el número de aspersores es menor comparado con el de las demás superficies, esta disminución no es significativa (CV=21.34%), ya que en promedio tan solo se tiene una disminución de 15 aspersores y, para regar una hectárea se necesita en promedio 60 aspersores, por lo que la disminución del número de aspersores a 15, no corresponde a más que 2700 m2, ligeramente mayor a un cuarto de ha. Por lo tanto, al disminuir significativamente la superficie en cualquier área, pero no así el número de aspersores, resulta sobre-irrigada. En todas las demás válvulas (V1, V5, V7, V9, V12, V15, V16, V19, V21, V23, V27, V29 y V30), existe una relación estrecha entre el número de aspersores y la superficie irrigada por éstos, sin embargo, esto no significa que estas áreas estén en lo óptimo, antes bien, las superficies de las válvulas V13 y V26, son las que resultan estar bien regadas de acuerdo al tiempo de riego que se está empleando actualmente (3 horas) y las demás registran un faltante tanto en lámina como en tiempo, que es significativo. De esta forma, el 87% del sistema de riego presenta el problema de lámina de riego faltante, para proporcionar así al cultivo, la lámina requerida diaria (6.5 mm) y tan solo el 13 % no presenta este problema. CONCLUSIONES La lámina de riego proporcionada por el sistema, no es suficiente para suplir la demanda del cultivo, pues las pérdidas son > 20% (21.24 %). La distribución territorial de las áreas regadas (ha por válvulas), tiene una variación de alrededor del 21 %, sin embargo, la distribución del número de aspersores por válvula, es menos variante. Estas diferencias hacen que ciertas áreas resulten sobre irrigadas. Para la época de máxima demanda hídrica en Tabasco, es necesario, en un sistema de riego por aspersión como el de la Finca San Cayetano, regar 3:40 hr., concluyendo que en dicha superficie sembrada, existe un faltante de 40 minutos de tiempo de riego, en al menos 87%. REFERENCIAS Ángeles M., V. Fundamentos de Hidráulica Para Diseños y Revisión de riego Presurizado (Aspecto Teóricos), Edit. UACH Texcoco México. 1999. Garrido-Ramírez, E. R., Hernández-Gómez, E. y NoriegaCantú, D. H. 2011. Manual de producción de banano para la región del Soconusco. Estrategias para el Manejo de la Sigatoka Negra. Folleto Para Productores N° 10. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y AMH XXIII C ON G R E S O N A C I O N A L DE H I D R Á U LI C A PUERTO VALLARTA, JALISCO, MÉXICO, OCTUBRE 2014 Pecuarias. Centro de Investigación Regional Pacífico Sur. Campo Experimental Centro de Chiapas, Ocozocoautla de Espinosa, Chiapas, México. 35 p. González C. Fuentes de Exceso de Agua. II Curso Taller de Drenaje Agrícola y Recuperación de Suelos Salinos. Universidad Nacional de Colombia. 2004. INEGI, Anuario Estadístico del Estado de Tabasco, México, Instituto Nacional de Estadistica Geográfica e Informática. Edición 2011. INEGI. Cuaderno Estadístico Municipal Teapa, Estado de Tabasco. 2010. INIFAP, 2010. Red de estaciones automatizadas consulta en linea www.clima.inifap.gob.mx. KALLARACKALQ, J.A. MILBURN, D.A. Baker. Effects of Controlled Water Stress on Water Potential Transpiration, Photosyntesis and leaf Growth, Journal Plant Physiology, 1990, 17, 79-90 Kinje, J.W, Tuong, T.P., Bennet,J., Bouman, B., Oweise, T. 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