Robie™ House Chicago, Illinois (EE. UU.) © Frank Lloyd Wright Preservation Trust La casa de Frederick C. Robie™ Finalizada en 1910, la casa de Frederick C. Robie™ fue diseñada por Frank Lloyd Wright y se considera una de las ejecuciones más logradas del estilo Prairie. Este estilo arquitectónico (el primero gestado exclusivamente en América) se caracteriza por el predominio de las líneas horizontales, la disposición de las ventanas en fila y los amplios y abiertos interiores. En el exterior de la casa destacan los tejados de suave pendiente y el uso de elementos acordes con las ideas de Wright en cuanto a la esencia de los materiales: ladrillo, madera, acero, piedra caliza y estuco de cemento, este último empleado para cubrir los inmensos plafones situados bajo los porches voladizos. FLWFDN ©2011 Las casas de este tipo se diseñaban para que sus propietarios pudieran disfrutar de fantásticas vistas desde sus muchas ventanas y balcones. Así, los grandes espacios abiertos de los que disponían en las plantas primera y segunda debían parecer continuar hacia fuera del edificio a través de tales ventanas. La relación entre la arquitectura y la naturaleza (uno de los conceptos que más influyó en Wright) se aprecia especialmente en la casa de Frederick C. Robie™ por su diseño abierto y sin restricciones. Plano del exterior (FLWFDN ©2011) «Los del Medio Oeste vivimos en la llanura. La llanura es bella de por sí y es nuestro deber reconocer y acentuar tal belleza y su equilibrado nivel». Frank Lloyd Wright FLWFDN 2 Planos de dos de las plantas (FLWFDN ©2011) Diseño y construcción de la casa de Frederick C. Robie™ En 1908, Frederick C. Robie, un joven y ambicioso empresario de Chicago, decidió poner en marcha la construcción de un hogar «robusto, funcional y notablemente moderno» para su familia en Hyde Park, un elegante barrio de Chicago y sede del campus de la Universidad de Chicago. La casa que Robie quería debía gozar de luz en abundancia y grandes vistas de los alrededores, manteniendo, aun así, la privacidad de su familia. No le gustaban las habitaciones pequeñas y pensaba que, en cualquier hogar bien diseñado, los espacios debían fluir. En Frank Lloyd Wright halló un arquitecto que no sólo estaba de acuerdo con tales ideales, sino que era capaz de transformarlos en una expresión física única. «Compartimos una misma comunidad de pensamiento desde el primer momento». Frederick Robie, durante una reunión con Frank Lloyd Wright. El propio emplazamiento de la casa ayudó a Frank Lloyd Wright a plasmar sus ideas y planes. La longitud del solar, que medía 18 x 55 metros (60 x 180 ft), era tres veces superior a su anchura. Tales dimensiones condujeron a Wright a plantear la casa empleando rectángulos estrechos de gran longitud. La casa, así, se compone de dos «naves» principales alargadas y estrechas, ambas de forma parecida a la del casco de un barco, una de ellas situada más arriba y ligeramente descentrada con respecto de la otra. Vistas desde arriba, las dos naves son fáciles de diferenciar; al observarlas desde la calle, no obstante, se funden entre sí formando lo que aparenta ser una estructura horizontal continua. Con objeto de acentuar aún más las líneas horizontales que componen el diseño de la casa, las juntas horizontales de la fachada de ladrillo visto, de color naranja rojizo con matices ferrosos, se rellenaron con mezcla de color crema, mientras que las juntas verticales se rellenaron con mezcla de color ladrillo. Desde lejos, este complejo y tedioso proceso hace que los elementos básicos de la casa parezcan ser líneas horizontales de color y permite ocultar la presencia de los ladrillos. La mampostería (FLWFDN) La Casa Robie fue uno de los primeros edificios residenciales en incorporar vigas de acero en su diseño de forma directa. El uso de estas resistentes vigas fue necesario en techos y suelos para crear los balcones voladizos, que dan la impresión de permanecer suspendidos en el aire. Dado que las vigas de acero soportan también la mayor parte del peso del edificio, las paredes exteriores se ven obligadas a desempeñar una función estructural secundaria, hecho que, por otra parte, permitió a Wright insertar en ellas un gran número de puertas y ventanas. Otra de las ventajas derivadas de la estructura creada con vigas de acero es que se elimina la necesidad de construir columnas y paredes de carga, un aspecto que facilitó la creación de los espacios interiores abiertos que tanto Wright como Robie buscaban. «El Sr. Wright y yo estuvimos de acuerdo en cada una de las líneas hasta el último centímetro. Entre ambos, decidimos que la construcción no debía desviarse en absoluto de los planos». Frederick Robie, acerca de su trabajo con Frank Lloyd Wright. 3 La entrada (FLWFDN) Salón (FLWFDN) En total, el edificio ocupa un área aproximada de 841,9 metros cuadrados (9.062 pies cuadrados). La puerta delantera y la entrada principal de la casa, situadas en el extremo noroeste del edificio, quedan parcialmente ocultas tras un balcón voladizo destinado a proporcionar sensación de protección y privacidad a la familia. El recibidor en sí es oscuro y de techo bajo, a diferencia de las escaleras que conducen a la segunda planta, que inspiran un cierto sentimiento de anticipación conforme el visitante asciende por ellas. Una vez alcanzada la segunda planta, el salón y el comedor, «inundados de luz», destacan en buena medida en comparación con el oscuro recibidor, un efecto con el que el arquitecto logró que ambas estancias parecieran ser aún más espaciosas. Así, además del mobiliario del recibidor, el comedor y los salones, Wright creó también 29 vidrieras artísticas que se instalaron en 175 de las puertas y ventanas de la casa. El contratista encargado del proyecto, H. B. Barnard Co., de Chicago, inició la construcción del edificio el 15 de abril de 1909; Frank Lloyd Wright no supervisó la obra en sí, aunque sí sus etapas preliminares. Cerró su estudio de Oak Park, Illinois, en el otoño de 1909, partió hacia Europa y pasó todos sus encargos (incluida la Casa Robie) a su colega Hermann von Holst. La planta baja de la Casa Robie™ se diseñó para el uso cotidiano e incluye una sala de billar, una sala de juegos y áreas de servicio. La primera planta contiene una cocina y una habitación de invitados, así como las zonas formales de la casa, entre ellas el salón y el comedor. Estas dos últimas habitaciones se encuentran separadas por una gigantesca chimenea central; sus espacios, sin embargo, permanecen conectados por el extremo sur y la propia chimenea presenta una abertura en su parte superior a través de la cual las estancias mantienen una conexión visual. Cocina (© Frank Lloyd Wright Preservation Trust) La familia Robie (compuesta por Frederick, Laura y sus dos hijos, Frederick Jr. y Lorraine) se mudó a la casa en mayo de 1910, aunque los detalles (incluidas las alfombras y el mobiliario) no estuvieron listos hasta enero de 1911. El coste total de la casa puede calcularse sumando los 58.500 – 13.500 dólares que costó el solar, los 35.000 dólares a los que ascendió el diseño y la construcción del edificio y los 10.000 dólares invertidos en el mobiliario. El presupuesto original de Robie era de 60.000 dólares. «Dudo mucho que falte un sólo tornillo o tuerca; es perfectamente maravillosa. Era tal la perfección de la detallada estructura que Barnard (el constructor) llegó a decirme que tenía la sensación de haber estado construyendo un aparato mecánico». Frederick Robie, acerca del proceso de construcción. Comedor (FLWFDN) La segunda planta contiene los espacios privados destinados a la familia: tres dormitorios, todos ellos dispuestos alrededor de un salón central. La primera planta cuenta con un largo balcón que cubre casi la totalidad de la longitud de la casa. Cuando un cliente como Robie contrataba a Frank Lloyd Wright para diseñar su hogar, lo que recibía no era sólo una casa. Normalmente, Wright también diseñaba los muebles, los apliques de iluminación, la decoración de las paredes, las alfombras y, en ocasiones, incluso las vajillas. En el caso de Robie, trabajó con George Mann Niedecken en la creación de lo que vino en denominar un «entorno integral». Diseños de una vidriera y un aplique de iluminación (FLWFDN) 4 Durante y después de la restauración (© Frank Lloyd Wright Preservation Trust) Desde 1910 hasta hoy Por desgracia, la familia Robie no ocupó su nuevo hogar durante mucho tiempo. Como resultado de problemas financieros, el fallecimiento de su padre y el deterioro de su matrimonio, Robie se vio obligado a vender la casa tras haber vivido en ella sólo 14 meses. Robie vendió la casa y la mayoría de los muebles, diseñados a medida, a David Lee Taylor en diciembre de 1911. Taylor, presidente de una agencia de publicidad con sede en Chicago, adquirió la casa como regalo de Navidad para su esposa, Ellen, y sus seis hijos. En la tarjeta navideña con la que acompañó el regalo escribió: «Para mamá/Nuestra casa de 50.000 dólares/Papá». La desgracia continuó cayendo sobre los residentes de la Casa Robie™: en octubre de 1912, Taylor murió repentinamente; en noviembre de ese mismo año, su viuda, Ellen Taylor, ya había vendido la casa a Marshall Dodge Wilber y su esposa, Isadora. Ambos se mudaron a la casa con sus dos hijas, Marcia y Jeanette, el 3 de diciembre de 1912. Los Wilber fueron la última familia que residió en la Casa Robie y lo hicieron durante 14 años. En enero de 1926, los Wilber vendieron la Casa Robie™ al Seminario Teológico de Chicago. Los responsables del Seminario destinaron la casa al uso como colegio mayor y comedor para estudiantes casados, aunque su principal interés se centraba en el solar, que querían emplear para expandir sus instalaciones en el futuro. marcha un plan para demoler la Casa Robie™ y erigir un nuevo colegio mayor, más grande, en su lugar; no tardó en informar a sus profesores (entre los que se hallaba Ludwig Mies van der Rohe). La amenaza de demolición despertó una tormenta de protestas. Se organizó una campaña de escritura de cartas destinada a salvar la casa; el propio Wright escribió una de ellas, en la que describía la casa como «una fuente de inspiración arquitectónica para el mundo». Aunque los responsables del Seminario decidieron posponer sus planes, la crisis se detuvo más por la llegada de la II Guerra Mundial que por un cambio en el punto de vista del propietario. 16 años más tarde surgiría una nueva amenaza, mucho más seria, que pondría en peligro la existencia de la Casa Robie™. El 1 de marzo de 1957, los responsables del Seminario volvieron a anunciar sus planes de demoler la Casa Robie el 15 de septiembre para dar paso a la construcción de un colegio mayor para sus estudiantes. Esta vez el movimiento de protesta fue internacional y el propio Wright, que por aquel entonces ya había cumplido 89 años, volvió a la Casa Robie acompañado de los medios, estudiantes y otros líderes vecinales para protestar contra la más que probable demolición. Entre sus comentarios acerca del evento, Wright afirmó, bromeando: «Esto demuestra el peligro que conlleva confiar al clero cualquier cosa de carácter espiritual». La nueva amenaza de demolición sólo desapareció cuando William Zeckendorf, amigo de Wright y presidente de una constructora neoyorquina, compró la casa al Seminario Teológico de Chicago en agosto de 1958. Zeckendorf donó la casa a la Universidad de Chicago en 1963. Durante los 34 años siguientes, la Universidad de Chicago Casualmente, en 1941, un estudiante de licenciatura del Instituto Tecnológico de Illinois descubrió que el Seminario había puesto en 5 usó la Casa Robie™ como edificio de oficinas: en un primer momento, como sede del Instituto de Asuntos Exteriores Adlai E. Stevenson y, posteriormente, como centro de la Asociación de Antiguos Alumnos de la Universidad. En enero de 1997, la Universidad cedió el mantenimiento de la casa al fondo de conservación Frank Lloyd Wright Preservation Trust. En marzo de 2002, el fondo de conservación inició una restauración histórica de la Casa Robie™ que duró varios años y cuyo objetivo era restaurar el edificio al estado en el que se encontraba cuando finalizó su construcción en 1910. Es difícil (quizá imposible) hablar acerca de la arquitectura americana o internacional sin hacer referencia a la importancia de la Casa Robie™. De todos los elogios que la casa ha recibido, dos de ellos destacan especialmente: en abril de 1957, fue el primer edificio en ser declarado Monumento de Chicago por la recién formada Comisión de Monumentos Arquitectónicos de Chicago; y en noviembre de 1963 fue inscrita como Monumento Histórico Nacional de EE. UU. Fue, con todo, el primer monumento nacional elegido en la ciudad de Chicago y el primero cuya designación se basó exclusivamente en méritos arquitectónicos. Probablemente, la descripción que mejor pone de manifiesto la importancia arquitectónica de la Casa Robie™ fue la que formaba parte de un agudo artículo incluido en una edición de la revista House and Home publicada en 1957: «Por encima de todo, la Casa Robie™ es una espléndida obra de arte. Pero no es sólo eso: la casa presenta tantas novedades en cuanto a diseño y construcción que su influencia sólo podrá ser medida con precisión dentro de muchos años. Si no fuera por esta casa, puede que gran parte de las obras de arquitectura moderna que hoy conocemos no existiese». Frederick C. Robie fue siempre consciente de lo que había ayudado a crear. Ya retirado en su apartamento de Cleveland, recordaba con cariño tiempos pasados y describía la casa que lleva su nombre como «el lugar más perfecto del mundo». Planos de las fachadas (FLWFDN ©2011) 6 Al diseñar la cocina, Wright optó por hacer caso omiso de las normas convencionales, de acuerdo con las cuales la hornilla y el fregadero debían encontrarse lejos la una del otro. De este modo, decidió colocar ambos elementos junto a la pared norte para alejarlos lo máximo posible del comedor y evitar que el ajetreo de la cocina molestase a la familia durante las comidas. © Frank Lloyd Wright Preservation Trust Robie, un apasionado de los automóviles, pidió a Wright que incluyera en la base de su lujoso garaje (con espacio para tres vehículos) un foso en el que repararlos. El garaje contaba también con un autolavado. FLWFDN FLWFDN El complejo diseño geométrico de las puertas de la casa hace perfecto juego con las vidrieras de las ventanas. De hecho, a ojos de Wright, las puertas y las ventanas servían a un fin común: contribuir a crear un espacio fluido entre el interior y el exterior sin debilitar en ningún caso la sensación de privacidad. Aunque Wright solía basar el diseño de sus vidrieras en formas naturales, los 29 diseños plasmados en las vidrieras de la Casa Robie son sencillas formas geométricas de carácter abstracto. © Frank Lloyd Wright Preservation Trust La restauración del aspecto que el tejado presentaba en 1910 sólo fue posible gracias al descubrimiento de un pequeño paquete de tejas originales que alguien había guardado en la bodega de la casa. Las tejas cóncavas y convexas (reproducidas a imagen de las originales) encajan perfectamente con los planos de la plataforma del tejado, tal y como habría ocurrido cuando se construyó originalmente la casa. © Frank Lloyd Wright Preservation Trust Wright integró jardineras y parterres en sus planos para garantizar la fusión entre el edificio y la naturaleza. © Frank Lloyd Wright Preservation Trust 7 Frank Lloyd Wright ® El que algunos consideran el arquitecto más grande de América fue sin duda uno de los más inteligentes del mundo y también un hombre que desbordaba energía. A lo largo de su carrera, de 74 años de duración, diseñó más de 900 edificios; casas, oficinas, iglesias, escuelas, bibliotecas, puentes y museos componen, junto a otros muchos tipos de construcciones, su obra. De todos los diseños que ideó, más de 500 llegaron a convertirse en obras terminadas. Hoy, más de 400 de los edificios resultantes aún permanecen en pie. Fotografía: OBMA. ® F.L. Wright Fdn.. La mente de Wright, sin embargo, no se detenía en los límites de la arquitectura: fue también un genial diseñador de muebles, tejidos, vidrieras, lámparas, vajillas, artículos de plata, ropa de cama y obras de arte gráfico. A todo ello es preciso sumar sus facetas de prolífico escritor, educador y filósofo. Escribió 20 libros, redactó incontables artículos e impartió conferencias por toda Europa y los Estados Unidos. Frank Lloyd Wright nació en Richland Center, un pueblo de agricultores de Wisconsin, en 1867 (tan sólo dos años después de que finalizara la Guerra Civil Americana) y falleció en 1959, a los 91 años. Aunque existen pruebas que demuestran que Wright asistió al instituto y recibió educación en la Universidad de Wisconsin-Madison, no parece que se graduase en ninguno de ambos casos. En 1887, Wright se mudó a Chicago y a principios de 1890 ya era delineante jefe en el estudio de arquitectura Adler & Sullivan. Fue un período que ocupó en diseñar su hogar en Oak Park, al que posteriormente agregaría un edificio anexo en el que estableció su propio estudio. A pesar de que sus tumultuosas vidas privada y profesional mantuvieron a Wright permanentemente rodeado de controversia, ya entonces sus colegas reconocían en él a un arquitecto brillante. Ficha de características de la casa de Frederick C. Robie™ © Frank Lloyd Wright Preservation Trust Ningún otro arquitecto ha conseguido sacar tanto partido del contexto y el entorno de sus obras. Ningún otro arquitecto ha conseguido glorificar la sensación de «refugio» en la medida en la que lo consiguió Frank Lloyd Wright. «Un edificio no es sólo un lugar para estar: es un lugar para ser», dijo. Sin lugar a dudas, la obra de Wright (al menos en el caso de la Casa Robie) ha superado la prueba del tiempo. Situación:.................................................... Arquitecto:.................................................. Período de construcción:................ Tipo de construcción:........................ Materiales:................................................. Chicago, Illinois (EE. UU.) Frank Lloyd Wright Desde 1908 hasta 1910 Residencia Vigas de acero y ladrillo romano con matices ferrosos Estilo:............................................................. Prairie Coste original:......................................... 60.000 dólares Superficie útil:.......................................... 841,9 metros cuadrados (9.062 pies cuadrados) 8 En palabras del diseñador Como diseñador arquitectónico, mi principal objetivo fue capturar la esencia de un monumento tan particular conservando la pureza de sus formas escultóricas. Ante todo, no veo mis modelos como réplicas exactas, sino como una interpretación artística propia que manifiesta la esencia del monumento por medio del uso de ladrillos LEGO®. Los ladrillos LEGO no suelen considerarse un material de uso frecuente para la creación de arte o la expresión de un artista; sin embargo, pronto descubrí que se ajustaban a mi trabajo como la pintura al de un pintor o el metal al de un herrero. Mientras exploraba la forma de capturar edificios empleando las formas básicas de los ladrillos y las placas, pude comprobar que las posibilidades y desafíos que ofrecen son casi mágicos. cuña vertical que las definen. Otro aspecto que merece la pena destacar es el uso de placas de 1x2 para representar la textura de la fachada de ladrillo que rodea la totalidad de la casa y la forma en que las placas de 1x1 destacan la depresión del patio. Como colofón, el modelo se desarrolló desde el principio con el interior hueco a fin de hacer posible la inserción de una vela sin llama o una pequeña lámpara alimentada por una pila para iluminar, desde dentro, las 88 ventanas de la estructura. La Casa Robie™ La Casa Robie™, la tercera en formar parte de la línea LEGO Architecture hasta la fecha tras la Casa de la Cascada y la Casa Farnsworth, se distingue de estas últimas por ser la más detallada de las tres. Se trata de un modelo cuyo desarrollo ha durado casi 3 años, desde que, en 2008, se considerara la posibilidad de comercializarlo junto a la Casa de la Cascada y otras obras maestras de Wright. Ya al principio resultó evidente que sería necesario tiempo para captar las complejas formas, las características proporciones arquitectónicas y los sutiles detalles del edificio en un modelo. La pieza básica en la que se basa el modelo es una teja LEGO de 33 grados de pendiente. Uno de los aspectos que más definen la estructura es la suave inclinación de los tejados, íntimamente ligada a la marcada expresión horizontal del edificio. Esta sencilla pieza sería la que establecería la escala y, por tanto, el nivel de detalle. Entre los detalles que era necesario reproducir se encontraban la ubicación de las ventanas superiores y las representativas separaciones en forma de La línea «Scale Model»: LEGO® Architecture en la década de 1960 Aunque los cinco elementos continúan formando parte integral del sistema de construcción LEGO, la línea «Scale Model» dejó de comercializarse en 1965. Habrían de pasar más de 40 años antes de que sus principios resucitaran como parte de la línea LEGO Architecture que hoy conocemos. La historia de la línea LEGO® Architecture se remonta a principios de la década de 1960, una época en la que la popularidad del ladrillo LEGO experimentó un gran crecimiento. Godtfred Kirk Christiansen, por aquel entonces propietario de la compañía, comenzó a buscar formas de fomentar la expansión del sistema LEGO y pidió a sus diseñadores que idearan un conjunto de nuevos componentes que agregaran una nueva dimensión a la construcción con LEGO. Su respuesta fue sencilla a la par que revolucionaria: cinco elementos similares a los ladrillos existentes cuya altura equivalía a un tercio la de estos últimos. Las nuevas «placas» de construcción permitían construir modelos mucho más detallados que antes. La mayor flexibilidad que los nuevos elementos aportaban al sistema LEGO parecía encajar bien con el espíritu de la época: un tiempo en el que los arquitectos modernistas redefinían el aspecto de las casas y la gente se interesaba cada vez más por el diseño del hogar de sus sueños. Fueron tales tendencias las que inspiraron la línea «Scale Model» de LEGO, nacida a principios de 1962. Su nombre estaba directamente vinculado al modo en que trabajaban los arquitectos e ingenieros y uno de sus objetivos era conseguir que tanto ellos como otras personas construyeran sus proyectos «a escala» empleando elementos LEGO. Al igual que ocurre en el caso de la línea LEGO Architecture actual, las cajas de los sets originales no eran tan coloridas como las de los sets LEGO normales e incluían un libro con información acerca de la arquitectura que podía emplearse como inspiración. ©2011 The LEGO Group 9
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