insuficiencia cardiaca

Este documento es de educacion sanitaria, no pretende sustituir a su medico
MANUAL DE FORMACION
DIRIGIDO A PACIENTES
CON INSUFICIENCIA
CARDIACA
900 900 503
¿Qué es la insuficiencia cardiaca?
La insuficiencia cardiaca es una enfermedad causada por la
incapacidad de su corazón para bombear sangre al resto del cuerpo.
Hay algunas enfermedades que pueden aumentar el riesgo de
padecer una insuficiencia cardiaca. Las más comunes son la
hipertension arterial y la cardiopatía isquémica (angina de pecho e
infarto de miocardio).
La insuficiencia cardiaca también puede darse cuando las paredes
del corazón se fibrosan, tanto que éste no permite pasar suficiente
sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo.
La insuficiencia cardíaca es un problema frecuente que puede
afectar a personas de todas las edades, aunque aumenta con la
edad. Es una enfermedad crónica que actualmente no tiene curación,
pero realizando cambios en su forma de vida y siguiendo el
tratamiento, puede conseguir vivir más y mejor. Además, prestando
atención a pequeños detalles, puede aprender a identificar
precozmente las reagudizaciones, para que le podamos tratar en su
propio domicilio.
Consecuencias de la insuficiencia cardiaca
Ahogo, que generalmente es progresivo. Primero se produce
cuando se realiza algún esfuerzo y, en fases más evolucionadas,
también en reposo. En esta fase puede que nos ahoguemos incluso
al tumbarnos, ya que la sangre de las piernas se dirige al corazón,
y es típico, por tanto, que el paciente necesite varias almohadas
para dormir por la noche
Reducción de volumen de orina
Presencia de edemas en los tobillos o en la región del sacro,
frecuentemente por la tarde
¿Qué puede hacer para controlar la enfermedad?
1. Cambie sus hábitos y su estilo de vida
Vigile su peso. Cómprese una báscula precisa y úsela todos los
días al despertar, después de orinar pero antes de desayunar y
vestirse. Anote los resultados en una hoja y muéstresela a su
médico cuando tenga la visita.
2. Aprenda a vivir con la enfermedad
Organice su actividad diaria en función de su situación clínica, no
se exija más de la cuenta. Puede que la insuficiencia cardiaca no le
limite excesivamente en su etapa inicial, pero posteriormente
quizás su vida si se verá mermada. No deje que la enfermedad le
marque el ritmo de su vida.
3. Siga una dieta sin sal
La sal común (cloruro sódico) es un mineral necesario para el
organismo que se encuentra presente de forma natural en la
mayoría de los alimentos, y que también se añade a la comida
como salazón, conservante y potenciador del sabor. La sal es
necesaria para la vida, el problema es que la sal atrae los líquidos,
y por lo tanto el exceso de sal en la dieta favorece que se
descompense de su enfermedad.
No se trata de obsesionarse con el tema de la sal, pero sí hace
falta cambiar de mentalidad, y probablemente comer un poco
menos de ciertos alimentos a favor de otros. Esto no se consigue
de la noche a la mañana, es un cambio gradual que puede
conseguir con un poco de información acerca de los alimentos que
consume. Sepa que, si lo consigue, el único beneficiado será Vd.
mismo.
No es preciso cambiar todos sus hábitos alimenticios al mismo
tiempo, esto es una meta condenada al fracaso. Es mejor
establecer pequeños cambios que a la larga conseguirán
grandes resultados.
Si usted tiene problemas cardíacos, no añada más dificultades a
su corazón. Si tiene una insuficiencia cardiaca, debe evitar la sal y
las comidas saladas. La sal retiene el agua en su cuerpo, lo que
hace que su corazón se sobrecargue de líquidos. A consecuencia
de esto, puede ser que y las piernas se hinchen y que sus
pulmones se llenen de fluidos. Se puede controlar fácilmente la
ingesta de sal, solo tiene que seguir estas simples sugerencias:
Elija comidas que tienen naturalmente un bajo
contenido de sal, incluidos las carnes frescas,
vegetales, almidones y frutas
Acostúmbrese al sabor natural de los alimentos
cocinando al vapor o en "papillote", envolviendo el
alimento en papel para horno (la cocción con agua
diluye el sabor de los alimentos)
Utilice potenciadores del sabor como ácidos
(vinagre, limón), hierbas aromáticas (albahaca,
orégano, hinojo, romero, perejil, tomillo, etc.), especias
(pimienta, jengibre, pimentón, curry, canela, etc). El ajo
y la cebolla también son buenos potenciadores del
sabor
Utilice aceite de oliva virgen, es más sabroso
Si no puede prescindir por completo de la sal, no la
utilice al cocinar, y ponga un salero en la mesa: uno de
orificios pequeños
Pruebe con productos de venta en farmacias: por
ejemplo, Novosal
Lea las etiquetas para determinar cuánto sodio hay en
el paquete de comida. Hasta los alimentos “sin sal
agregada” aún pueden contener una gran cantidad de
sodio
En una dieta baja en sal, hay que moderar o evitar el
consumo de estos alimentos (entre otros):
Embutidos o fiambres. Salchichas Frankfurt
Quesos, Jamón serrano y jamón cocido
Sopas de sobre
astillas de caldo concentrado
Purés envasados
Aperitivos salados: frutos secos salados
Aceitunas, patatas fritas
Conservas (por ej, anchoas)
Salsas preparadas: ketchup, mostaza
Pescados ahumados
Frutas en almíbar
Comidas precocinadas congeladas
En muchos alimentos que se compran en cualquier
supermercado, verá una etiqueta parecida a esta en
la que aparece la cantidad de sal de dicho alimento
(por cada 100 g). Como regla orientativa, debe
abstenerse de consumir -o al menos, reducir la
ingesta- de los alimentos que tienen más de 0,4 g
de sodio por 100 gramos de producto. En los
alimentos secos (sopas y salsas deshidratadas)
tendrá que mirar la cantidad de sodio del “producto
reconstituido”.
Imagen: tabla de información nutricional que aparece en los alimentos
Algunos alimentos que son considerados "dulces"
también pueden ser ricos en sal (pastelería industrial,
bollos, galletas, cereales...)
Tabla orientativa
Alimentos a evitar
Gramos de sodio por 100 g de alimento
Sal fina de mesa
Sal yodada de mesa
Caldo en cubitos
Bacalao y pescados pobres en grasa, salados o ahumados
Anchoas en aceite
Berberechos y similares, en conserva, al natural
Almejas y similares, en conserva, al natural
Algas, wakame, desecadas
Alcaparras
Aceitunas
Salmón ahumado
Queso roquefort
Salami
Queso de Burgos
Queso en porciones descremado
Ketchup
Jamón serrano
Queso de cabrales
Salchichón, chorizo, butifarra, morcilla, salchichas
Cacao en polvo azucarado (2,5% grasa)
Cacao en polvo azucarado (8% grasa)
Queso en porciones
Queso rallado o parmesano
Sobrasada
Caballa, bonito, atún, otros pescados en escabeche
Margarina
Patatas fritas de bolsa
Salchichas tipo Franckfurt
Sardina en escabeche
Mantequilla salada
Mayonesa comercial "light"
Foie-grás o paté de hígado de cerdo
Queso brie
Cerdo, panceta, bacon
Queso manchego (cualquier tipo)
Mortadela, chopped
Pan blanco tostado
Pan integral tostado
Queso gruyere
Sopas desecadas (ave, pescado, cebolla, etc.)
38,850
38,850
14,560
8,100
3,930
3,520
3,520
3,220
2,964
2,250
1,880
1,810
1,800
1,200
1,170
1,120
1,110
1,067
1,060
0,950
0,950
0,935
0,925
0,914
0,875
0,800
0,800
0,778
0,760
0,750
0,750
0,738
0,700
0,680
0,670
0,668
0,650
0,640
0,640
0,613
4. Haga un poco de ejercicio físico
El ejercicio moderado puede ayudar a su corazón a estar más sano.
Para Vd. es mejor mantener un cierto nivel de actividad. Realice
ejercicio físico de acuerdo a las recomendaciones y limitaciones que
le indique su médico.
Utilice ropa cómoda
Comience de forma gradual, siempre bajo la
supervisión de su médico, por ejemplo, caminar 15
minutos 3 días por semana, establezca días fijos (lunes,
miércoles y viernes) de ésta forma adquirirá un hábito
Intente buscar un amigo para practicar, será menos
aburrido y le motivará más
Intente hacer ejercicio siempre a la misma hora,
acabará convirtiéndose en una rutina
Anote en un calendario o diario lo que camina, la
distancia, el tiempo empleado y como se encuentra
Si es posible, cambie de recorrido para hacerlo menos
monótono
5. Esté atento a los “signos de alarma”
Es importante que sepa reconocer los signos de alarma y que debe
hacer si estos se presentan. Estos signos de alarma son:
Rápida ganancia de peso: 1 kilo en un día ó más de 3 en una
semana
Hinchazón excesivo de pies, tobillos o piernas (vigile a sus
zapatos, si siente que le aprietan mucho o que sus piernas son más
grandes de lo usual, es probable que usted esté reteniendo líquidos)
Disminución de la cantidad de orina que se elimina
Dificultad para respirar sobre todo con menor ejercicio o
en reposo
Necesidad de aumentar el número de almohadas al
dormir
Tos seca persistente
Dolor en el pecho
Si Vd. padece insuficiencia cardíaca y observa alguno
de estos síntomas, puede ser un signo de que tendría
que modificar sus hábitos de vida (básicamente, la
dieta) y que probablemente su médico tendría que
evaluar un posible ajuste del tratamiento
En la medida en que sepa reconocer precozmente
estos signos, su médico podrá comenzar la pauta
de tratamiento en el propio domicilio, y así evitar las
visitas de urgencias al hospital. Además de
contactar con su médico para que evalúe un ajuste
del tratamiento, Vd. puede hacer lo siguiente:
Acuéstese y/o levante sus piernas por encima del nivel de su
corazón (ponga dos almohadas bajo los pies)
Limite su consumo de agua. Recuerde que los alimentos
también incorporan agua en su composición
Use medias especiales para evitar que el agua se acumule en
sus piernas. Póngaselas por la mañana y úselas todo el tiempo
que usted esté parador
© Servicios de Hospitalización Domiciliaria, S.L (2008)