AÑO XVIII.-NUM. XLV1I Siguiente - Biblioteca Virtual Miguel de

ANO
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Provincias
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Extranjero . .
3 i pesetas
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PKH.CMOÍ5 DE --Ufe>CtU<-.ION A P A O A H E.N ( J H o
~
AÑO XVIII.-NUM. XLV1I
PrtFCIOS DE SUSGRTCION
SfrMKÍJlilK
DIRECTOR PROPIETAHIO, D ABELARDO DE CARLOS.
18 pesetas
¿I id
26 id.
10 pesetas.
11 id
ADMINISTRACIÓN, CARBETAS, 12, PRINCIPAL.
Madrid, 22 de Diciembre de 1874.
Cuba y Puerto-Rico
Filipinas
Méjico y luo de la 1 lata
Kn las demás Améucas
12 pesos fuertes
7 pc^os fucitts.
15
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8
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8
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15
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fijan el precio los lares Agentes
1
2¿ij^flfl|^¿U¿^Uitf^UU^tiUM^^AM^^¿juuu«v>'
LJJiKCITü DhL C E I N I K O — LA BRIGADA DAB\N OYENDO MISV tL DJA DL IA coNctrcioN LN L\S i\MtDiACioM.fe DE Ab¿Ahh¡A —(Citquis de los Sos Salcedo y A/n.u )
iUuicta.—* Altar (Je cami ana. — 3 Ciartcl gencia) — 4 Ecgmiauto de ]i Lealtad — & Latalloi is de Midni y Albucra — B Artillma — t Caballería—S Brigada de amuilas. — » 1 ucWo de Leuafigo»
1 O . Tiradoies de caballería.— fll C^ImllO de Albocacer.
I
-j.
11' > VEL >\UKTL—L.tjk¿ L . ^ u
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LA. ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
738
SUMARIO.
TEXTO —Revista general, por D Luis Alfonso.— Nuestros gra l »aloi, por
P. Ensebio Martínez de Yelas~o.—El tránsito de Venus, por el Sr. Marque* de Sooane. — Batalla da Luchana: La noche del 24 do Dt'ionibre de
18:¡G , por D. Modesto Fernandez y González —Carta al lira \ S \ D. Aureliano Fernandez-Guerra yOrb?, miembro de la Academia E^pnñola y
Pedreta rio de su Comisión d*5 Gramática, por D. José Antonio Calca.no,
académico correspondiente. — L03 teatros , por D. Peregrin García Cadena.—Los hombres serios, por D. José González de Tejada.—A mi ma^re ,
jK)?tia, por D. Ensebio Sierra- — Balada, por D. XI. Ramos Carrion. — La
Cruz de mármol 'eonclnsiin), por D. Pedro Palan y Masini.—Libros presentados en esta Redacción por autorc ó editores, por E. SI. de V.—Snelto.—Correo de la moda de Pariq.—Advertencia —Anuncios.
CI!ABAIK>H. — Ejercito del Centro : La brigada Daban oye ido mi«a el dia do
KConcepcion en la* inmediación*-? de Adzaneta{eróqnUde I03Sres. Salcedo
y Azuar ).—Ejercito del Xorte: Llegada del Evcmo. Sr. Duque de la Torre
a la estación de LogroiV», e l 10 del actual (cróqirs del Sr. de Rodríguez
Tejuio).— Retrato del general Espartero, Principa de Vergara. — Tipos y
costumbres de Galicia: El mercado de ropa vieja en la feria de Vigo compon cion y dibujo del Sr. Pradilla). —Bellas artes: La Noche-huenn i La
A'atte), copia del cuadro del Correggio. — Certamen artístico de LA iLff.
Tu ACIÓN EÍÍPAÑOLA Y AsiEitirAVA : Eterna ile rocas y rrntisqutro*, composición y dibuio de B. Francisco Laporta. ( Zspanfo: tercer accr-it.)—
Republjca Argentina : Retrato* de lo? Pres. P. Aurelio Hojas y Prado, Ministro de Negocios extranjeros, y D, Adolfo Alsinn, Ministro de la Guerra.—Yucatán í Méjico): Exterior de la catedral de Merida.—Bellas artes ;
La Sacra Familia, copia del cuadro de Rafael, — Oviedo: Exterior del
claustro de la catedral.
de nítidos copos que forman sobre los árboles graciosos encajes y delicados tules, espectáculo cuya belleza recrea los
sentidos: luego, y lenta é insensiblemente va formando sucesivas capas, que con su candida apariencia, encubren el
daño que originan y que. llega á ser horrible cuando, ya
crecida y helada la nieve, entierra, ahogándolo, á cuanto
halla.
De igual suerte se ven caer programas y promesas de
apariencia seductora y pura que forman caprichosas y lindas
combinaciones; más luégs va hundiendo y soterrando é los
inocentes quí fiaron en su candida apariencia hasta extender sobre ellos la losa sepulcral de su perfidia.
Verdad es que un rayo d" sol ó de justicia basta para derretir la nieve ó destruir ^1 engaño; pero antes, ¿cuántos
males no han producido?
REVISTA GENERAL.
KUMAKIO.
Salutación.—El frió del Norte.—El paso de Venus.—Bismarck
y Arnim.—La ópera Aída. — Una zarzuela.— La Nochebuena.
Descortesía fuera no empezar hoy mi Revista deseando
felices Pascuas — fórmula de rigor—á mis complacientes
lectores, y quisiera, á más del deseo, poderles dar, por via
de aguinaldo, alguna noticia que mucho les lisonjeara y
muy grata les fuera ; pero andan de tal modo las cosas que
apenas puede hablarse de nada que no sea ingrato y desabrido, y en cuanto ú noticias, si hay alguna de interés, se hiela en el momento. No es esto extraño, atendido el rigor de
la estación
y de la censura. A más, en el actual momento
histórico, como se dice en términos de alta política, la noticia que más puede interesar á todos los españoles es el que
no va á pagar á cuantos cobran, mejor dicho, á cuantos
tienen derecho ú cobrar, antes de las Navidades. Y CH posible que, en efecto, esto suceda, porque mayores sorpresas
hemos experimentado, y poique aunque otra cosa digan los
pesimista!) y enemigos del poder constituido , un din vendrá
en que se acabará]] IOH apuros de la Hacienda y Ion a/ares
de la guerra civil.
Lo que no sabemos, aún los que estamos dotados de más
fe es, con respecto á ese anhelado dia,
« Si vendrá por la Pascua
Ó por la Trinidad. »
Sin paz no ha)7 felicidad posible, y á obtenerla se dirigen
los esfuerzos de los buenos patricios. Para esto, como para
todo, hay quien afirma que «querer es poder», y yo, pensando maduramente en tal máxima, he descubierto cuan
inmensa es nuestra suerte, pues para acabar con la insurrección carlista tenemos el querer y el poder, es decir, todos
los medios de conseguir nuestro más interesante propósito.
Tenemos el querer, pues queremos todos acabar con la guerra, y tenemos el poder, puesto que el más eficaz de los poderes, esto es, el pod^r ejecutivo, ha ido al mismo foco de la
discordia para apagarlo.
Y si no se ha apagado ya es porque sería anti-higiénico
carecer de fuego en unas regiones donde tan intenso y cruel
es ahora el frió.
Cuando el tiempo mejore podrá esto realizarse sin peligro
para la salud.
c
o o
A consecuencia de lo expresado andamos las gentes como las brújulas, mirando siempre al Norte, ó como los Heyes Magos de la leyenda bíblica, mirando la estrella que nos
ha de conducir al Belén, término del viaje en busca de un
Mesías.
A decir la verdad, los españoles, más afortunados que
aquellos monarcas de Oriente, sabemos hallar un belén antes
del viaje, en el viaje, y después del viaje.
e
c e
He indicado más arriba que el rigor de la estación ha
suspendido las operaciones que iban á emprenderse contra
1"S facciosos: no es sólo esto; las comunicaciones se han
suspendido también, y sólo por la telegrafía eléctrica nos comunicamos con el extranjero.
La nieve, avanzando como un mar de blanquísimas y
densas olas, ha inundado los caminos, alzando barreras infranqueables para los viajeros de toda especie ó envolviendo objetos y personas con su manto, blanco como el sudario
y frió como la muerte.
Sncede con la nieve, por más extraña que parezca al
pupnto la comparación, lo que con algunas doctrinas y
aun personalidades, políticas. Vese al pronto caer en forma i
Anterior
o
o s
N: XLVII
una compensación de la suerte por la carencia de extraordinarios atractivos que en los pasados dias ha existido en
los restantes teatros.
A más Aida atrae numerosa concurrencia por derecho
propio; BU mérito intrínseco es notable, y el orientalismo de
la música ha cautivado los ánimos de los aficionado!- é inteligentes, hasta el punto de borrar muchas desconfianzas y
extinguir muchas prevenciones que existian hacia Verdi. Y
no es esto sólo; la ópera en cuestión cumple todos los deseos y satisface todos los gustos. Los amantes de los cantos
apasionados y de sentimiento exquisito se deleitan, entre
tras piezas, con los dúos del tercero y cuarto acto; los
amigos de las grandes masas corales é instrumentales, quedan por extremo complacidos en el segundo; los afectos á
melodías nuevas y características, á diestras combinaciones de la ciencia de contrapunto, se recrean en diversas escenas del primero y cuarto acto. Y por otra parte, los que
gustan de la plástica; los que prefieren el baile; los que
aman el lujo escénico; los que se apasionan por la pintura;
los que buscan el color local; los que se dedican á la belleza de la forma ; los que se fijan en los buenos artistas; los
que reparan en los efectos de luz ; los que, en suma, experimentan cualquiera de las múltiples sensaciones que el espectáculo teatral despierta, hallan á merced de sus oidos y
sus ojos la admirable dulzura de Tamberlik; la artística
expresión de la Fossa ; las bailarinas, sacerdotisas y alineas;
la luna rielando sobre el Nilo ; la entrada triunfal de Radamés; la cripta del templo de Vulcano; las danzas de negrillos; los trajes de los comparsas; la precisión de los trompeteros, el aroma de los pebetes; la belleza y propiciad
de las decoraciones, y la gracia y gentileza de la Vanda Mi11er, que no es lo que menos fija la atención del público. Y
es natural, pues si cantos como el de Aida merecen oirse,
cantantes como la Vanda merecen verse.
Después de tan helada disertación y de tan frias metáforas, buscarán los lectores quizá el calor de otro ingenio
menos entumecido que el mió, y yo algo que esté á más alta
y consoladora temperatura. Nada, para este fin, tan adecuado como ocuparse del paso de Venus por el Sol, de ese rápido beso, digámoslo así, que la hermosa Afrodita ha concedido al gallardo Febo. Hanse publicado curiosos é instructivos
datos y observaciones acerca de este suceso por los que conocen y estudian la ciencia astronómica, mas yo no puedo
callar que en achaque de astros y deidades siempre los
poetas han ganado por la mano á los astrónomos, y sobre
todo, que el paso de Venus está ya descrito, y descrito en
la más perfecta forma, nada minos que por el gran poeta
romano, el célebre cantor de la Eneida, el inmortal Virgilio. Y por si alguno de mis lectores toma á extravagancia
ó insensatez tamaña afirmación, lo remitiré, sí gusta, al
libro I, verso 405 del poema antes citado, en el cual se lee
(para mejor inteligencia lo copio en latín, idioma que debo
conocer sin duda, pues gané todos los cursos que antes exigía la enseñanza oficial); se lee, decia, acerca de la diosa
No es esta obra lírica la única que recientemente ha lodel Amor, al separarse de su hijo Eneas á quien ha regalagrado
los plácemes de todo el mundo; también en la Zardo algunos interesantes consejos:
zuela ha aparecido una, rara aois, que ha conquistado en
« Et vera incessu patuit dea. »
su primer representación un triunfo y que ha establecido
Frase con que termina una admirable descripción de la el primer éxito de la temporada. Itefiérome al fíarherillo de
apostura, de la gentileza y de]¡iaso, de Venus.
Lav pies, que ha sido recibido con tanto mayor júbilo
Que es lo que se trataba d>i demostrar.
cuanto que los concurrentes al teatro do .lovcllanos iban
ya perdiendo la esperanza de asistir á un estreno y no presenciar un fracaso ó una fria y melancólica aceptación.
Si esto paso ha preocupado hondamente á los hombres de Por fin, ha resucitado ln, al parecer, muerta musade la zarciencia, no ha preocupado menos á lo» hombres de Kstad
zucln, y la batuta del maestro Ilarbicri ha hecho brotar un
el que iba á dar el gran canciller do Alcmanin. Kl pase
raudal de fresquísimos acordes de la árida roca de aquella
(pie hubiera podido ser hasta paso do tragedia, ora el aban- escena, ni más ni menos que la vara de Moisés en Egipto.
donar el poder; pero el Emperador por un lado y las Cáma- Los sedientos, aficionados á la ópera cómica nacional, se
ras por otro, han cortado el pnso á lüsmarek, rechazando han precipitado á aquel juguetón y trasparente arroyuelo
su dimisión y otorgándolo un voto de confianza.
y han calmado en él sus ansias. Kl poeta Larra ha comparHay que notar, por si algunos extrañan la noticia, qué tido con el más típico representante do la música indígenu
Alemania es un país tan raro y monótono á la vez, que no los halagüeños honores del triunfo. ¡Aleluya! pues, ya
gusta de cambiar íuensualmeiito do ministerio, y que, ¡cosa que estamos en Pascuas; y quieta el numen tutelar de la
singular! conserva cuidadosamente al ministro que ha de- lírica española evitar otro año del hambre á la zarzuela.
mostrado superior talento, y, ¡cosa más singular todavía!
o
encuentra ministros de talento superior.
o o
Como hay otro teatro que se consagra á igual clase de
espectáculos,
bueno es consignar que evél, esto es, en ApoY ya que de Biwnarck hablábamos, con sumo gusto liaría lo propio acerca del Conde Arnim y su ya célebre pro- lo, sigue la gente tragando unas manzana* que empezaban
ceso, si no fuese porque la incomunicación en que, según á pasarse, pero que merced á ciertos trabajos y aplicacioquiero decir, de aparato escénico, y
es sabido, nos hallamos con Francia nos impide conocer nes de horticultura
muy
lindamente
presentadas
en lujoso frutpro, atraen aún
los pormenores de este asunto. Lo que únicamente ha llegado á estas fechas á saberse es que, tras tantos debates y tan al vulgo de los gastrónomos y á alguno que otro Adán que
tremendas averiguaciones, el expresado Conde ha sido con- no ha catado todavía las manzanas.
denado á tres meses de cárcel, como un raterillo que hubiese robado unas manzanas.
Los restantes centros de diversión dramática ó lírica
aprestan la mayor cantidad posible de chistes y gracias para
La carencia do noticias exteriores, y la dificultad, cuando que riamos y nos regocijemos en Nochebuena ; de igual
no imposibilidad, de publicar las interiores, da lugar á que manera que aristocráticas y opulentas damas, como las Dula prensa no sepa cómo arreglarse para ofrecer interés y quesas de M. y de F. N., la Condesa de M , y la Sra. de 13.
atractivo, y á qiie los periodistas acul m á todo linaje de (esto de las iniciales reporta la ventaja de ahorrar papel y
ardides para llenar las columnas de bus diarios ; columnas tiempo, de dar cierto lavhet, palabrita que viene aquí como
que recuerdan á veces laR de los templos egipcios, porque de molde al párrafo, y de que lo entienda todo el mundo,
ni éstas se llenaban de jeroglíficos, que eran á un tiempo como si se leyese el nombre completo) , decia, pues, que
adornos é inscripciones, mucho tienen también de jeroglí- así como los teatros disponen espectáculos cómicos para
ficos las embozadas frases con %que disfrazan sus intentos alegrar el ánimo, en casa de esas nobles señoras, y en otras
lo» periodista*, y que hay que descifrar para venir en cono- mansiones no menos lujosas y elegantes, se disponen sucucimiento de la malicia y la intención que encierran.
lentas cenas para recrear la gula. Y con esto se da á Dios
lo que es de Dios, y al César lo que es del César: quiero decir, se da al alma lo que es del alma y al estómago lo que es
Esta moda egipcia debe haberla fomentado la óppra del estómago, ó de otro modo, y más interesante, se protege
A ida, cuyas representaciones ganan cada dia más prosélitos el arto de Calderón y el de liiillat-Savaiin, la dramática y
á Verdi en su última manifestación artística, y cuya ac- la cocina.
ción (la de la ópera) se supone á orillas del Nilo. El popui "o
lar compositor italiano ha evidenciado con estapartittura—
La Noche-buena, que no puede faltar suceda lo que quieen la cual se ve cumplida la revolución que ha operado en ra. pues,ni el dia 24 dejará de tener noche, ni esta noche,
su estilo—que las revoluciones pueden ser fecundas, pro- aunque arda Madrid y perezcan los madrileños, dejará de
vechosas y benéficas, si se atiende en ellas., antes que todo, ser noche buena, la Xoehe buena, y va de tres, prepáranse
á la armonía.
á celebrarla en todos los cuartos, de todas las casas de toc
o o
í das las calles; y si hay espíritus mezquinos y apocados que
El teatro de la Plaza de Oriente ha absorbido, y con jus- I rechazan estos placeres so pretexto del espantable cortejo
ticia, á causa de la citada obra, la atención del público I de desdichas que acompaña al país en ¡-u fatigosa peregrique en Madrid acude á los coliseos, y esto ha sido tal vez ' nación á través del tiempu : si alguien recuerda lo» tempo-
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LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
N.- XLVII
rales del Norte y la penuria de la Hacienda, y la pobreza
de los españoles; si ese ridiculo censor insiste en su tenia y
grita que no es posible reir cuando tantos lloran, ni comer
cuando tantos ayunan, con su pan se lo coma y buena
pro le baga.
El dibujo es tan gráfico, por decirlo así, que nos releva
de explicáronos más detalladas.
«LA NOCHE» {La Notte),
COPIA DKL CUADRO DF.L CORKKGQIO.
739
la jurisprudencia, y fue, aun muy joven, catedrático de inglés y de Derecho de gentes en la Universidad de BuenosAires, posteriormente redactor del periódico El Inválido
Argentino más tarde, sub-secretario del Ministerio de Instrucción pública, juez civil de primera instancia en aquella
capital, autor de una obra muy importante, y finalmente,
ahora Ministro de Negocios Extranjeros.
Hecha la paz y aunadas la inteligencia y la fuerza de
los dos partidos, y rodeándose el Sr. Avellaneda de hombres de talento y probos, corno los Sres. Als-ina y Prado,
es seguro que la República Argentina se distinguirá notablemente en la elevada esfera de la civilización y del progreso.
Antonio Allegri, llamado El Correggio, separándose con
o
atrevido genio de la escuela de sus primeros maestros, y
o o
Las lamentaciones del profeta Jeremías siempre lian sido haciendo alarde de innovaciones asombrosas, fundó en su
vanas, de igual manera que las quejas del patriarca Job; país natal una nueva escuela pictórica que produjo magnífiunas y otras se desoyen ó desdeñan cuando se escucban, cas obras de arte.
Antes que pintase Miguel Ángel el célebre Juicio final
Mn perjuicio de encomiarlas más tarde, después de algunos siglos. Los bombres, la sociedad, no se afecta seria- de la Capilla Sixtina, el Correggio habia realizado una remente más que de lo que le atañe; cada uno deplora su mal volución completa (según dice un ilustrado critico) en el
ó el de hus allegados, y no excusa un goce ó un regocijo por- arte de decorar las bóvedas, pintando los admirables frescos
que baya duelo y dolor en otra parte; esta ley terrible siem- de la iglesia de San Juan y del Duonio, en Parma, en los
YUCATÁN (MÉJICO).—EXTERIOR DE LA CATEDRAL DE MKUIDA.
pre se lia cumplido,— tal vez es necesario que se cumpla, y cuales adoptó el sistema de representar la escena como suspendida
y
lanzándose
á
los
espacios
etéreos;
—
«
arte
que
El segundo grabado de la pág. 748 reproduce la fachada
sino es necesario, es natural. ¿Qué enamorado, por ejemplo,
no babrá encontrado sorprendente, absurdo, desatinado que empezó con él, y con él hizo toda su evolución, hasta que- principal de la iglesia catedral de Mérida, en el Estado de
esté el cielo sombrío, el tiempo lluvioso, la campiña árida dar en el dintel mismo de la decadencia y del amanera- Yucatán (Méjico).
Este hermoso templo es una de las principales fábricas
y la temperatura fria, en el momento en que lia aspirado miento.»
Bajo este concepto, el nombre del Correggio, debe ser que existen en aquel país, por su forma arquitectónica de
en los labios de rosa de su amada el perfume exquisito de
severidad clásica, su solidez y su capacidad. Su fachada
un beso, en el momento en que ha visto desbordarse en colocado al nivel de los del Sanzio y Buonarotti.
principal presenta en primer término-un bello frontispicio,
La
Notte,
título
del
cuadro
que
reproduce
nuestro
grabasu alma la eterna primavera del amor?....
flanqueado por dos altas torres simétricas, y en el interior se
do
de
la
pág.
744,
es
una
de
sus
mejores
obras
de
caballete,
Y en resolución, ya que tanto suena el eco ronco y fatal
desarrollan espaciosas naves apoyadas en esbeltas columpor
el
encanto
y
gracia
que
resaltan
en
las
principales
de cañones y fusiles, ¿por qué los que tal vez mañana irán
nas, sin crucero ni cúpula, pero decoradas con la misma
también á la guerra no han de sonar panderetas y zam- figuras y por su claro-oscuro especial é incomparable. Con- severidad que exige el conjunto.
sérvase
en
el
Museo
de
Dresde.
ponas? Ya que sólo penuria se distingue por donde quiera,
Sabido es que la ciudad de Mérida, población de unos
En nuestro Museo del Prado se guardan algunos cuadros
¿porqué no se ha de emplear algún dinero en dar expan12.000 habitantes, es la capital del Estado de Yucatán, en
del
Correggio,
entre
otros
el
titulado
Noli
me
tawjerc
(núsión al animo oprimido? Ya que el frió nos ataca en toda su
la Eepública de Méjico.
crudeza, ¿por qué no se han de contrarestar sus efectos con mero 132), preciosa tabla regalada al rey D. Felipe IV por
el
Duque
de
Medina
de
las
Torres,
y
admirablemente
reslos del sabroso y caliente licor de maravillosa virtud?
taurada por el Sr. D. José de Madrazo, Director que fue del «LA SACRA FAMILIA», COPIA DKL CUADRO 1115 MIGUEL ÁNGEL.
Seamos indulgentes: ¿quién no há menester de un moReal Museo.
Pintor, escultor, arquitecto, poeta y músico, fue Michel
mento de locura para olvidar ó debilitar pesares? ¿Quién
Antonio
Allegri,
El
Correggio,
nació
en
el
ducado
de
Angelo
Buonarotti uno de los bombres más eminentes de su
no se acoge afanoso á un dia de Pascua tras tantos de difuntos y tantos de Viernes Santo? Si las tinieblas ennegre- Parma en 1494 y murió, todavía joven, el 5 de Marzo siglo , de aquel siglo privilegiado en que el renacimiento artístico y literario, impulsado con noble brío por los Pontíficen nuestra política; si una oscuridad densa cubre todavía de 1534.
ces Romanos, en especial por Julio II, León X y Paulo III,
el porvenir de nuestra malaventurada patria; si una perCERTAMEN ARTÍSTICO DK «LA ILUSTRACIÓN».
realizó tan admirables prodigios.
petua sombra nos envuelve cual triste y sombrío crespón;
KhCEXA DE ROCAS Y VEXTTSQL-KItO».
El cuadro La Raerá Familia que reproduce uno de los
si há tiempo que son todos nuestros dias noches
¡qué Composición y dibujo de D. Francisco Laportut. i Ltjianloi tercer accésit).
grabados
de la pág. 74!), consérvase en la antigua Gallería
diablo! ¡tengamos al menos una noche huena!
El grabado que damos en la página 745, procede del cerdegWfjizi, de Florencia, y es una de las más bellas obras
Luis ALFONSO.
tamen artístico de L\ ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA:
pictóricas de Miguel Ángel: la figura de la Virgen aparece
20 Diciembre.
composición y dibujo del Sr. D. Francisco Laporta, fue preen actitud y con expresión encantadora, la cabeza de San
sentado al concurso con el lema Lrjiuntii, y obtuvo el tercer
José es un modelo incomparable, el niño Jesús está lleno
accésit.
NUESTROS GRABADOS.
de gracia y dibujado con corrección y valentía.
VA Jurado correspondiente le dedicó, en el Aita que puIlny que perdonar á Miguel Ángel (dice el crítico inblicamos en el in'iiii. XIH, las siguientes líneas :
I I I , k ' I l o Ui'X N o l í l K : L l . k Ü A O A IHÍL l , \ l M u . M i . I H ' k J U h l i l i I.A
glés Mr. James Deiformes) que en éste y en otros cuadros
« KM la escena de rocas y ventisqueros, cuyo lema es LtT i J l t l t K Á LA KNTACIÓN DK U X i l l O N O . — Í U É I I U I T O DICL C K N T I t o :
piadosos sacrificase las respetadas tradiciones del arte cris/laniti, liay fantasía y facilidad, y efecto escenográfico muy
LA H U I l i A D A D A I U N OYKNDU MISA KN L A S C E R C A N Í A S 1I1C A I I tiano, ya en las figuras principales, ya en las de segundo
adecuado
al
asunto
que
en
ella
figura
como
episodio.»
/ANKTA.
término, á su empeño favorito, verdadera pasión, de inaEsto no necesita explicación detallada: un pobre pastor nifi'Htar profundos conocimientos anatómicos,—empeño que
101 Kxcnio. Sr. Duque de la Tone, que salió de Madrid
(como dijimos en el número anterior) á las cuatro de la ha caido despeñado basta el fondo de medrosa garganta, llevó basta el punto de escandalizar á sus mismos favorecetarde del !) del actual, llegó sin novedad á la estación de entre doH altas y tajadas rocas, y un piadoso ermitaño lo dores con la desnudez absoluta do los más castos y santón
Logroño, actualmente cuartel general del Ejército del Nor- recoge caritativamente, para conducirle á la modesta hos- personajes; poique (como añade oportunamente el Sr. Don
pedería que aparece en segundo término, y prodigarle sal- Pedro de Madrazo, distinguido autor del Catálogo descriptite, á las once y media de la mañana siguiente.
En todas las*estaciones de la línea, principalmente en las vadores auxilios. Es una lúgubre noche de invierno, blanco vo i histórico de los cuadros del Museo del Prado), «en la
de Avila, Valladolid, Burgos, Miranda, Haro y Fuenma- manto de nieve cubre el paisaje, y el huracán sopla con ciencia anatómica puede decirse que hallaba el supremo
deleite aquella alma varonil, robusta, potente, que parece
yor, fue recibido el ilustre jefe del Estado con señaladas violencia formando peligrosos ventisqueros.
vino al mundo á cautivarle con la idea de la acción y de la
muestras de respecto y afecto ; y ya en Logroño , donde le
REPÚBLICA ARGENTINA.—D AURELIO PUADO Y ROJAS, MINISfuerza.»
esperaba el general La Serna al frente de los jefes y oficiaTRO DE NEGOCIOS EXTRANJEROS, Y D. ADOLFO ALSINA, MIles que forman el cuartel general, el Sr. Duque de la Torre
Buonarotti, el gran pintor de la Capilla Sixtina, nació
NISTRO DE LA (iUF.RRA.
bajó del coche, abrazó cordialmente á aquel distinguido
en tierra de Arczzo, en 1474, y falleció en Roma, en 1564,
veterano, saludó al inmenso gentío que se agrupaba en los Un modesto telegrama oficial ha participado á Europa después de una larga y ejemplar vida de 'JO años, y dejanalrededores, recibió las llaves de la plaza que le presentó que la revolución, á cuyo frente se habia puesto el general do inmortales obras, dignas de su genio.
en una bandeja, según antigua usanza, el brigadier gober- Mitre, presidente de la República argentina desde 1KG2
nador, y pasó á ocupar el palacio del municipio que había á 18G8, ha sido vencida, y otro telegrama posterior nos
OVIF.no.—EXTERIOR DEL CLAUSTRO DE LA CATEDRAL.
ha hecho saber que el gobierno de D. Nicolás Avellaneda
sido preparado convenientemente para su alojamiento.
La insigne capital de Asturias, corte de los antiguos moha otorgado noblemente, dospues de su victoria, generosa y
A pesar del fuerte temporal de lluvia y nieve que reinanarcas restauradores, desde Fruela I basta el glorioso don
amplia amiústía para todos los delitos políticos.
ba , en la tarde del siguiente dia, á las dos, el general SerAlfonso III el Magno, conserva aún preciosos monumenEspaña
más
que
ninguna
otra
nación
europea
debe
felirano salió para Calahorra, acompañado de los generales La
tos artísticos é históricos que pregonan su anterior granSerna, Ruiz Dana, y otros, para celebrar una conferencia citarse de la terminación de esa guerra civil y de la hidal- deza.
guía
de
vencedores
y
vencidos;
porque
España
no
puede
con el general Moñones, la cual debe ser considerada como
Descuella sobre todo su majestuosa catedral, fundada en
verdadera introducción á las importantes operaciones de olvidar que los hispanoamericanos son sus hijos, ni mos840 por el rey D. Alfonso II el Casto, quien hizo al cabiltrarse
ingrata
á
la
buena
acogida
que
se
concede
en
aquel
guerra que se preparan, retrasadas algunos dias por la crupaís á los compatriotas nuestros que van á él para trabajar do amplísima donación de tienas y heredades, de la misdeza del tiempo.
ma ciudad con sus muros y acueductos, y basta de bus propacífica y honradamente.
Un grabado de la página primera de este número, hecho
pios reales palacios, erigiendo ad< mas el obispado y eleLA
ILUSTRACIÓN
de
30
de
Octubre
último
presentó
el
resegún croquis del Sr. de Rodríguez Tejero, figura la llegada
trato y una noticia biográfica del Presidente Sr. Avellane- vando la diócesis ala dignidad de metropolitana, con pledel Jefe del Estado á la estación de Logroño.
na aprobación de la Santa Sede, en el primer concilio oveTambién damos en la misma página otro grabado, cro- da (así como también lia publicado anteriormente retrato y tense.
biografía
del
Sr.
Mitre),
y
ahora
tiene
la
satisfacción
de
quis de los Sres. Salcedo y Aznar, que representa el acto de
S A principios del siglo xiv, reinando en Castilla D. Ferasistir á la celebración de la Misa, el dia de la Concepción ser el primer periódico que ofrece los de los Sres. Prado y nando IV y siendo prelado de Oviedo el ilustre D. FernanAlsina,
nacidos
en
Buenos-Aires,
y
casi
desconocidos
en
y en las inmediaciones del pueblo de Adzaneta (Teruel),
do Alvarez, fue demolido el templo antiguo y empezada la
la brigada que manda el Excmo. Sr. D. Luis Daban y Ra- Europa, á pesar de ser ambos de los bombres más inteli- construcción del que hoy existe, entre la capilla del Jíey
gentes
de
aquella
República,
donde
tanto
abundan
los
¡lusmirez de Arellano, perteneciente al ejército del Centro.
Casto, panteón de los reyes de Asturias, y la celebérrima de
trados.
San Miguel, ó sea Cámara S<inta, donde aun se custodian
Cuando
Sarmiento
fue
elegido
para
suceder
á
Mitre,
ya
KATAII.A DE Lli UANÁ. (Véase la pág. 742.)
se habia distinguido Alsiua, como escritor, comandante de las innumerables reliquias que posee la iglesia, entre otras»
Guardia Nacional, diputado, ministro y gobernador de la Cruz de la Victoria, santo lábaro de Pelayo (según traW¡'>.—MERCADO Di: KOI'A VIFJA KN LOS DIAS PK LA FERIA. Buenos-Aires, llegando á la vice-presidencia de la Repú- dición constante) que fue cubierto de oro y piedras preAl lápiz del Sr. Pradilla, que retrata con admirable ver- blica, y siendo candidato últimamente á la misma Presi- ciosas por el gran Alfonso III, y la Cruz de los Angeles,
dad los tipos y costumbres populares del antiguo reino de ¡ dencia en las elecciones que dieron mayoría al Sr. Avella- de la época de Alfonso II, á la cual va unida una tradición
poética y piadosa.
Galicia, es debido el caprichoso dibujo de la pág. 741.
neda, en competencia con el Sr. Mitre.
El segundo dibujo que damos en la pág. 749 retrata el
Representa el mercado de ropa vieja en Vigo, durante
Avellaneda, apreciando la popularidad de Alsina, le
los dias de la feria, el cual viene á ser como una imitación nombró Ministro de la Guerra, cuyo departamento está exterior del claustio de la iglesia, con sus soberbias ventanas ujivakí.
en pequeño, hecha una vez en el año, del mercado que en ! desempeñando.
Madrid se celebra todos los domingos, y r,. conocido con I Prado, notable desde su niñez por su aplicación y talenEl>LI5Ii> M A R T I N K / D t YfiLAbt.0.
el nombre de Las Ameritas.
[ to, se dedicó principalmente al estudio de los idiomas y de
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LA 1LU51 RACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
740
.- XLVII
EL QENEBAL ESrABTEBO, PBÍXCIFE DE VEBGABA.
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TIPOS Y COSTUMBRES DE GALICIA.
VIGO. — EL MERCADO CE ROPA VIEJA EN LOS DÍAS DE LA FERIA. — (Composición y dibujo del Sr. Pradilla.)
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LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
742
EL TRÁNSITO DE VENUS.
Sr. Uhecíor de LA ILUSTRACIÓN* ESPAÑOLA Y AMEIUCAXA.
Muy señor mió y de mi aprecio : En el número de su ciégame periódico correspondiente al 8 del actual he leido
un artículo del Sr. Monti sobre el tramito de Vénug por el
disco del Sol; y como tengo pruebas de la amabilidad de
V. por la inserción de un anterior comunicado mió, me atrevo á dirigirle otro, relativo al asunto tratado en el trabajo
del Sr. Monti.
El autoj del artículo encarece la importancia de la observación de aquel suceso astronómico, principalmente para
determinar la distancia del Sol a la Tierra, y por ella á los
demás planetas.
Recuerda los considerables resultados obtenidos por la
observasion de igual fenómeno ocurrido en 17C9; asegura
que según ellas se ha fijado la paralaje del Sol en 8",G, que
de consiguiente, por el triángulo sobre esa medida basado,
la distancia del Sol es de unos treinta y ocho millones de
Ir-guas ; que segun el examen de las observaciones calculadas por Powalky la paralaje debe ser algo mayor y oscilar
entre 8",8 y 8",9; que el principal objeto de las expediciones científicas es determinar bien esas dudas ; y, en fin, que
es doloroso no haber cooperado España á tan meritorios
trabajos.
Efectivamente, hubiera sido de desear que nuestro Gobierno y nuestro espíritu público se hallaran, como los de
otros países, en situación de preocuparse de los sucesos del
Cielo, siquiera por ser un síntoma de tranquilidad por los
tristes sucesos de la Tierra. Pero el mismo hecho mencionado por el articulista acerca de las dudas suscitadas sobre la
cifra de 8",G fijada á la paralaje del Sol, y respecto á la
importancia de los cálculos de Povvalki, hechos un siglo
después de la observación sobre los datos de los observadores, y produciendo distinto resultado, demuestran que nada
se ha perdido para la reputación de los astrónomos españoles, si compensan su ausencia de las expediciones con el
examen de las observaciones de los expedicionarios, con su
comparación y la corrección de sus omisiones y errores.
Pues ya con las observaciones de 1769 hizo ese trabajo
el eminente astrónomo español U. José Joaquín de Ferrer
dando por resultado la determinación de 8'',.r)8, sin que en
esa determinación pudiera caber una incertidiunbre mayor
de 0",03 segundemostrú en la Memoria publicada primero
en el tomo VI, paite 2.", de los Alíale» de la Hwieilad filosó-
fica de Fihiileljin, y (pie ha servido luego más que ningún
otro trabajo para determinar la distancia del So] á la Tierra, según pueden atestiguar los astrónomos de todos los
países, principalmente los españoles, entre los cuales alguno muy distinguido se engalana con llamarse discípulo
suyo; y segun puede verse entre otras publicaciones modernas, en la parte científica de la Revista de Ginebra.
En sus manuscritos, que tengo á la vista, por tocarme el
honor de conservar esos papeles de familia, consta minuciosamente el procedimiento que le condujo á fijar la variación de no menos que O'',35 que habia en las determinaciones dadas á la paralaje del Sol por los célebres observadores Eulero, Hornsby, Pringre, Dusejour, Lexell, Lalande
y Markeline.
Antes de pasar adelante convendrá decir qué es paralaje
del f'ol; para la debida inteligencia de los que lean LA
ILUSTRACIÓN y no se hallen versados en esos términos científicos, por lo cual no comprendan qué relación pueda haber entre la paralaje y la distancia, así como la conveniencia de aprovechar el paso de Venus para calcular aquélla.
El medio más sencillo y natural de medir la distancia del
Sol á la Tierra es el que la geometría aplica á las medidas
terrestres por medio de la triangulación. Es bien notorio
que, conociendo uñábase de triángulo y los dos ángulos de
sus extremos, se conoce el tercer ángulo y los otros dos lados; pues es sabido que los tres ángulos de un triángulo
equivalen á dos ángulos rectos, ó sea á 180 grados; y conociéndose dos ángulos, no hay más que restar sus grados de
180; y el residuo es el valor del ángulo desconocido. Conocidos los tres ángulos, se deducen necesariamente los dos
lados ignorados.
Aplicando estas sencillas reglas de cualquier agrimensor
á la medida de la distancia del Sol, se observan desde dos
extremidades de una base conocida los ángulos que ella
forma con los rayos visuales del Sol, y sumando lo; grados
de esos ángulos, se deduce la suma de 180, que es el total
de los tres del triángulo; con lo cual en el residuo de grados
se obtiene la medida del ángulo que los rayos visuales producen en el punto de su intersección ó encuentro; y este
ángulo es llamado paralaje del Sol, que es el objeto observado ; cuya distancia ó lados á las extremidades de la base
se halla fácilmente deducido- por la Trigonometría.
Pocos serán los que no se hallen familiarizados con la
nomenclatura dfc los grados de los ángulos; mas para mayor claridad añadiremos que los grados se refieren á círculo, el cual se considera dividido en 360; que partido un
círculo en dos semicírculos por una linea recta que se llama
diámetro, quedan 180 grados á un lado y otros tantos á
otro'; y en esos 180 grados aun no hay ángulo. Este comienza cuando la línea recta del diámetro se considera partida ,
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N: XLVII
en dos por la mitad coincidiendo con el centro del círculo,
y comprendiendo, por lo tanto, la abertura hacia la circunferencia desde menos de 180 grados; llamándose ángulos
obtusos aquellos cuya abertura comprendan más de 90 grados, que es un cuarto de círculo ; rectos los que comprendan
90 grados; agudos los que comprendan menos de 90 grados. Para las operaciones minuciosas y de gran precisión
se divide cada grado en 60 minutos, cada minuto en 60 segundos, y cada segundo, en el caso astronómico que tratamos, no en 60 terceros, sino en diez décimos y cien centesimos de segundo. Es preciso entrar en todos estos pormenores para explicar las fórmulas 8",6; 8",8; 8",58, etc., que
se usan en el artículo á que se dirigen estas observaciones,
y que se usan ó han de usar en este articulo.
De otro modo no es fácil entender por la gran mayoría
de los lectores que no son facultativos lo que quiere decirse al sentar que la paralaje del Sol estaba fijada en 8",6;
que se la atribuía algo más, ó sea 8",9; y lo que hemos manifestado sobre los cálculos de Ferrer que la fija en 8",58;
asegurando no equivocarse en más de un 0,03; después de
haber determinado en las observaciones de 1709 una variación de 0",35.
Por las explicaciones dadas creo quedará bien comprendido que fijar la paralaje del Sol en 8", G, ó sea en ocho segundos y seis décimos de segundo de grado, es tanto como
decir que el ángulo hallado por la observación del Sol desde
dos puntos distintos de la tierra, fijándolos como extremidades de una base de triángulo; ese ángulo, formado por
los lados de las dos visuales encontrándose en el Sol, y cuya
abertura en la Tierra se mide como la de todos los ángulos
por el círculo dividido en 360 grados, cada grado en (¡0 minutos, cada minuto en 60 segundos, y cada segundo en
diez décimos ó cien centesimos ; dicho ángulo observado en
el Sol, llamado paralaje, tiene de abertura tan sólo ocho
segundos y seis décimos ó sesenta centesimos de segundo.
Y como es sabido y hemos indicado que la determinación
de ese ángulo se hace porque conocido él y los otros dos
conocidos antes en las extremidades de la base de observación, se deduce evidentemente la longitud de los lados que
le forman, siendo esa longitud la distancia del Sol (objeto
observado) á la Tierra (punto de observación); queda claramente explicado lo que podría haber de oscuro en la palabra paralaje y en los números de su medida, así cY>mo en
su importancia para determinar la distancia del Sol á la
Tierra.
visitar muchos de los puntos observados y fijar con la
mayor precisión sus longitudes; y advertido el error de
que cada observador habia procedido en ese punto, se tomó el ímprobo trabajo de rehacer todos los cálculos de
aquéllos, como lo demostró sucintainent': en la Memoria
antes citada, publicada en Filadelfia, y más extensamente
cu la que tenemos á la vista.
Casi toda ella está escrita, como es consiguiente, para utilidad de las personas científicas, y su íntegro conocimiento
sólo á ellas puede interesar. Pero el resultado que puede
ser entendido y comprendido por todos, y podrá compararse con el que den las recientes observaciones, es, segun
hemos anunciado ya, que el ángulo de la paralaje del Sol
es de ocho segundos y 58 centesimos de segundo, y que por
tanto al admitirse el de 60 centesimos, á que contribuyó el
astrónomo español, demostrando que en aquel cálculo no
cabia otro error que entre 56 y 60 centesimos, se fijó una
base para la ciencia, que confirmarán las últimas observaciones y no conmoverán fácilmente ni Powalky ni los demas citados por elfcr.Monti, incluso Mr. Leverrier, á quien
ya sabrá que se ha acusado de hacer observar los astros por
empresa.
Con este motivo queda, Sr. Director, atento, seguro «er
vidor, Q. V,. H. M.
No se entienda que los astrónomos so hallan reducidos
ahora á eso procedimiento primitivo do observar el Sol y
medir los ángulos, sino que es el fondo del procedimiento
para cuya explicación facultativa sería preciso entrar en
fórmulas inútiles para la generalidad de los lectores.
Mas aun falta lo principal en la cuestión de oportunidad,
ó sea lo interesante del paso de Venus para determinar la
paralaje del Sol y, de consiguiente, su distancia. Sin embargo, de lo que hemos dicho puede á primera vista ocurrirse que tratándose de observar el Sol desde la Tierra para
averiguar la longitud de los rayos visuales, un objeto intermedio entre la Tierra y el Sol, como Venus en su interposición, puede auxiliar con un dato más el cálculo buscado ; sobre todo con la diferencia que entre uno y otro punto de observación ha de hallarse en su entrada y salida.
En ese orden de ideas concíbese que habiendo otros dos
cuerpos astronómicos que se interponen entre el Sol y la
Tierra : la Luna y Mercurio, deben servir también para la
determinación de la paralaje. En efecto, sirven; pero Mercurio, por su distancia de la Tierra y proximidad del Sol, y
la Luna por lo contrario, no son tan interesantes ni de tan
precisos resultados como Venus, sin considerar ademas que
el paso de éste da un punto de comparación y rectificación
para los otros tránsitos; que tratándose de la Luna lleva el
conocido nombre de eclipse. Así que una de las circunstancias más favorables del paso de 1769 fue haber sido seguido de un eclipse, calculado por los mismos observadores
del paso.
La guerra civil, la peor de bis guen-as posibles, que destroza sin piedad los hombres y bis fortunas, que aniquila y
consume los intereses nacionales, que aviva y enardece bis
pasiones políticas, vuelve á enseñorearse de una paite de
nuestro territorio. Treinta aFios de descanso, sólo interrumpido por el espíritu de reforma y el ansia devoradora di'
innovar, no fueron bastantes á impedir la lucha armada
entre los partidarios del antiguo y del moderno régimen,
de la libertad y del tradicionalismo; de la regia soberanía y
de la soberanía nacional. Aquellas deliciosas provincias, que
tanto ha embellecido con sus escritos un poeta incomparable y una honrada inteligencia, Antonio de Trueba, y que
tantos dones les prodiga la naturaleza, son hoy, como fueron ayer, teatro de tristísimas escenas y cementerio de millares de valientes. ¡Ah! ¡Quién habia de decirlo después
del Convenio de Vergara! Los vascongados, sobrios, trabajadores, humildes, amantes de su país y de sus libertades; los navarros, fuertes, decididos, animosos, resueltos;
los unos y los otros creyentes y cristianos, levantaron voluntaria ó forzosamente pendón de guerra contra los poderes públicos, y atraen sobre aquellos campos lo más ñorido
de nuestra juventud y los recursos más saneados de nuestros contribuyentes.
Los eclipses sirven también para determinar la posición
del punto desde donde se observan, ó sea su longitud; y
viceversa, el conocer bien esa longitud conduce á la mayor
precisión del cálculo sobre las observaciones de la paralaje;
lo cual se comprende fácilmente, atendiendo á que conocer
la longitud de los puntos de observación es fijar bien los
datos de la base y ángulos conocidos, para la deducción
del ángulo y lados que se buscan.
Dedúcese de esa importancia en la precisión de longitud
de los puntos de observación, que los errores de los observadores, respecto de ella, producen inexactitudes en los resultados, y que rectificándose posteriormente las longitudes
de los puntos de observación, y aplicándose la rectificación
á las observaciones, se llevan éstas á la precisión debida;
consiguiéndose, cuando son muchas y de varios resultados,
traerlas á uno común, que es la mejor prueba del éxito conseguido,
i
Esto sucedió á D. José Joaquín Ferrer con las observaciones hechas por varios astrónomos en todos los puntos .
del globo sobre el tránsito de Venus en 1769, entre las
cuales había una variación de 35 centesimos de segundo
en el ángulo de la paralaje. Tuvo ocasión y decisión para
Inicio
MAKQIH':S ])!•; SlOANE.
BATALLA DE LUCHANA.
LA NOCHE DEL 2-1 DE DICIEMIiRK DE 1830.
«Vengo en conceder al General en Jefe
D. Baldomero Espartero para 61 y mi3
descendientes por el orden regular, la
merced de titulo de O.istilla, coa la i.enominacion de Coinh' <le Lvcftana, libre
de bin/aa y medias anata , y de cualquiera oti o pago, w
( Art. 7." del Itcal do reto de 8 de l£nero de 18:17.)
« Pedímos á 'as Cortes s¿ sirvan deelalar que los defensores de Bilbao, el General en Jefe , l.is tropas y marina, tanto e puliólas como ingleEas , que han hecho levantar el sitio de Bilbao, han merecido bien de la patria. »
I Proposición picsentada ni 2 de Enero
do 18:¡7 |ior los bipma ios Térro , Olózapa, SuliUi Cruz y '-'i O representantes del
país, y aprobada uii.iniincineut'' un el
Congreso. )
I.
No hay que.indagar el origen, la causa, ó el pretexto de
la contienda. La guerra se ha iniciado con sentimiento de
la España católica y de. la España liberal; la guerra existe;
la guerra continúa. Haga el cielo porque termine pronto,
pero muy pronto, hoy antes que mañana, mañana antes
que pasado, este periodo de desolación, de ruina y de
sangre.
¡Que Dios se apiade de nosotros! ¡Quo la nación recobre
su perdida calma! ¡Que esta pobre patria inia, digna de
mejor suerte, no vea á sus hijos tratándose como enemigos
cuando debieran quererse como hermanos!
II.
El ejército carlista abrigaba el propósito, durante la jjrimera guerra civil, y lo abriga también en la segunda, de
apoderarse por la fuerza de la plaza y villa de Bilbao. Que
la empresa era arriesgada importaba poco ; que el número
de víctimas seria extraordinario, importaba menos; que la
resistencia de los defensores habría de traer á la memoria
hechos gloriosos y esfuerzos patrióticos, nada significaba.
El deseo, la aspiración, el objetivo de los carlistas era poseer la primera villa de Vizcaya, por el solo delito de conservar en alto grado el espíritu liberal.
Un asedio y otro asedio, sin resultados prácticos, hicieron conocer al enemigo las dificultades de su proyecto. Bilbao se defendía con tesón, con admirable entereza, con
persistente tenacidad. Los carlistas atacaban y repetían el
ataque, perdiendo en los asaltos sus mejores tropas navarras, y de resultas de una herida, al más intrépido de sus generales, á Zuinalacárregui. Para ellos era necesario vencer
en un tercero y último sitio, lo exigían el honor del ejército
carlista y la necesidad de su tesoro. O Bilbao ó la muerte.
Así se comprende que los generales reunidos en Durango
el 24 de Octubre de 1836 opinasen unánimemente por intentar el bloqueo y asalto del baluarte de la Libertad, de la
inmortal Bilbao. Fosos, contrafoso", minas, contraminas
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LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
NV XLYII
743
No existía unanimidad de pareceres respecto á levantar en batallón. Su presencia en el campo de batalla con la
zanjas, trincheras, parapetos, haterías, todo cnanto el arte
de la guerra recomendaba en aquella época para el ataque el sitio de Bilbao. Hubo alguien, y de elevada autoridad, brigada del coronel Minuisir electriza á los sanos y da ánide una plaza fuerte, otro tanto puso en práctica el jefe car- que indicó su deseo de no exponer al ejército de la Reina y ! mo y presta valor á los tímidos.
lista Villaival, y más tarde Eguía, generales ambos del la popularidad de Espartero á un quebranto de fortuna, an- ' Oráa, el valiente y entendido Oráa, se pone otra vez al
te los muros de aquella villa, tres veces sitiada. Es induda- frente de la sufrida segunda división y camina por la deejército sitiador.
Los bilbaínos no se dormían sobre sus pagados lámeles. ble que, como punto estratágico, la pobicion de Bilbao no recha con el batallón del Infante. En el momento de queTrabajando día y noche bajo la inteligente dirección del lleva coimigo el triunfo de un ejército, ni evita el movi- rer relevar algunos cuerpos por tropas de refresco, su corgeneral gobernador D. Santos Sun Miguel, construían obras miento de los contrarios; pero entonces, como ahora, la neta de órdenes, en vez «le dar la señal de relevo, tocó ligeexteriores, fortificaban las murallas, reponían los desper- Kuropa nos contemplaba; la banca extranjera esperaba an- ramente paso de ataque, equivocación lamentable que pudo
feitos, avanzaban las baterías, hin que los seis mil hom- siosa realizar con tan pingüe hipoteca fabulosas ganancias, traer fatales consecuencias y (Míe fue causa indirecta de
bres de guarnición desmayasen ni un solo momento en con- y los capitaleS en ella existentes -serian riquísimo botin pa- una gran victoria.
Oír las tropas el sonido de ataque, dar vivas á la Reina
servar y defender la joya más estimable y más codiciada ra los vencedores. Sobre todo, sus habitantes eran liberales,
de la corte de I). Carlos. Los nacionales jóvenes y ancianos, defendían con patriótica constancia la misma causa, y era y á la libertad y acometer al enemigo todo fue obra de un
necesario,
costare
lo
que
costare,
libertarlos,
socorrerlos
y
I
segundo. Oráa aprovecha este momento de febril entusiassiempre en el sitio de peligro: los artilleros sirviendo ad| mo, conduce á su división por entre una granizada de bamirablemente los cañones ; los provinciales de Cuenca, Com- defenderlos como correligionarios y como hermanos.
las, más espesa que la sufrida durante el dia, y resiste, y
Así lo pensó Espartero y así lo dispuso.
postela, Laredo y Trnjillo cuidando de las murallas; el
Trasladado el ejército á la derecha de la ría grande y es- combate, y adelanta hasta posesionarse de puntos imporbatallón de Valencia y el de Ligeros dispuestos á contrarestar el asalto ; los salvaguardias á las órdenes de las auto- tablecidas las baterías, dio comienzo á la batalla, muy de tantísimos y de baterías formidables.
Espartero, al frente de una brigada, marcha por la izridades para conservar el orden; las mujeres socorriendo madrugada por cierto. El fuego de la artillería liberal y carlos heridos y proporcionando hilas y vendajes; los sacer- lista ; de las trincaduras y lanchas cañoneras; el ataque de quierda con los cazadores de Extremadura, arenga á sus
dotes cumpliendo su sagrado ministerio en el recinto de los cazadores á la batería de la casa de la pólvora y á las soldados diciéndoles : «los momentos son críticos, y en cilios
la plaza. Todos los defensores tenían señalado su puesto y posiciones del Monte de Cabras; la impetuosidad de la la victoria es del más audaz » ; domina con su valor aquel
escrito con previsión cuanto deberian hacer durante el bom- Guardia Real al acometer las trincheras rebeldes ; la subida dilatado cementerio, da ejemplo á los que todavía se sosde las tropas de Espartero al punto culminante de la acción; tienen en pié, dirige la carga á la bayoneta sin disparar un
bardeo.
el ataque al puente de Luehana , cortado en la magnitud de
tiro, arrolla á los enemigos de la culminante cordillera
Un día después de celebrada la Junta de generales rom- 40 metros, ) su restablecimiento en hora y media: los triun- solo
Banderas y sucesivas posiciones, se hace dueño de las
pió el fuego el ejército sitiador, ó sea el 25 de Octubre. El fos y reveses de liberales y carlistas, todo presentaba un as- de
parques, almacenes, hospitales, provisiones, llecoraje y la sangre fría de Villareal se advierte al punto; el pecto soberbio, en medio de una alfombra de nieve y de un baterías,
con su columna, lanzado por la impetuosidad de la
ímpetu de los carlistas se observa por momentos; el asalto ventisquero de agua Entre el atronador ruido del cañón sólo gando
de los argelinos contra la batería de la Maltona no impide se oían los ayes lastimeros de los moribundos; sucedíanse carrera, á las mismas puertas de la capital de Vizcaya.
Bilbao estaba salvada.—España podía estar agradecida.
el cañoneo horrible de la artillería enemiga, lanzando sobre los ataques á la bayoneta; perdidas y reconquistadas tres
Europa algo más que satisfecha.
la plaza 1.700 proyectiles huecos y 5.000 balas rasas.
veces las posiciones, desaparecían los soldados de uno y
Treinta batallones carlistas, briosos y esforzados, se preLos sitiados, firmes, ¡mpertuibables, llenos de patriotis- otro campo, los unos por las balas y las bayonetas contramo y de serenidad, rechazan el ataque, ya por el fuego de rias, los otros azotados por el huracán. Era una escena de cipitaron por la dirección de Azua, Erandio y Deno, y se
retiraron, según un historiador contemporáneo, por los
las baterías, ya poniendo delante el pecho de sus defen- luto y de sangre difícil de describir.
puentes que habían establecido en San Mames y Olaveaga.
sores.
Repuestos algún tanto, renuevan el ataque, y otra vez Si la caballería liberal hubiera podido maniobrar con desVillareal se replega, ó por el tiempo, que era irresistible, tienen que suspenderlo sin previo acuerdo. El viento y el embarazo la victoria sería completa; pocos carlistas p«ó por cansancio, que impedia el trabajo á las tropas carlis- agua, el frió y la nieve pueden más que la insaciable sed de drian salvarse.
tas. Pero D. Carlos, que juzgaba necesaria la posesión de la venganza de los hombres. La Noche-buena se acercaba, y
mientras tanto, se defendía con indomable valor
plaza como hipoteca de un empiébtito holandés, exigió á mientras tanto abandonaban el mundo de los vivos cente- yaBilbao,
desde los fuertes, ya desde las murallas, ya en las saliEguía que continuase las operaciones con rapidez y con nares de víctimas sin abrigo y sin consuelo.
das de la plaza. Fue una segunda Zaragoza. Su batallón de
pericia, dejando á Villareal el encargo de- amagar ataques
nacionales, el primero de Valencia, y los provinciales, }-a
Seguían
las
andanadas
de
granizo,
impelidas
por
la
temfrecuentes y de entretener como pudiera al ejército de la
citados,
de Compostela, Cuenca, Laredo y Tnijillo, a^i copestad.
Todavía
se
oye
el
ruido
de
la
fusilería.
En
medio
de
Reina, que venia en socorro de Bilbao al mando del genela batalla cae herido el Barón de Meer, contuso el brigadier mo los habitantes de la plaza, hicieron lo que exigia el
ral Espartero.
Méndez Vigo, lesionados los jefes de brigada, y de 28 ofi- amor y el deber de la patria.
Así se hizo, y con prontitud se realizó. Eguía busca un ciales de la Guardia real 24 resultan fuera de combate.
La marina de guerra española, modelo de sufrimientos y
objetivo, lo consigue, que es apoderarse de las obras exte- La segunda división padeció horriblemente. El regimiento de valor en las costas del Cantábrico, y la inglesa, admirariores y del puente de Luehana, y el 12 de Noviembre vuel- de Borbon, los batallones de Soria, Gerona, Infante y el blemente servida y en constante movimiento, trabajaron
ve á su continuado y certero fuego de artillería contra la Rey se portan como buenos; la artillería es la señora de la como saben hacerlo en los momentos de peligro.
plaza. No bastando éste, dispone el asalto una y otra vez; batalla, y la caballería contribuye á sostener, en lo posible,
Era de ver aquel espectáculo aterrador. Los liberales y
el Convento de San Agustín viene en paite al suelo, luchan dado lo accidentado del terreno, el empuje de nuestros va- carlistas,
yertos por el frío, se apiñaban cubriéndose con
como desesperados los provinciales y los carlistas, vuelve lientes.
los cadáveres y buscando en los cuerpos, como dijo el eloá ser asaltado inútilmente, se pierde el edilicío; se incendia
Los carlistas estaban mandados en la línea de Luehana cuentísimo López en el Congreso, un abrigo contra la inel convento; propone Kguia capitulación, la niega San
Miguel ; minan la plaza los enemigos, la contraminan los por el brigadier Pérez de las Vacts, primero, y después por temperie.
Las tropas rivalizaron en denuedo. Los carlistas defensitiados; sigue el cañoneo destructor, hasta que el 2;"i de el coronel Novoa, y se defendían bravamente! como espaNoviembre aparece en l'ortugalete el general Espartero ñoles, si bien el último de dichos jefis, de vida algún tanto dieron bizarramente lan cumbres de San Pablo y de Banderegalona, incompatible con el servicio de campaña, no tu- ras. El regimiento de Extremadura entusiasmó al ejército
con pnrte de su ejército.
vo acierto para contener al ejército liberal. Verdad es que liberal, el de la Guardia, heredero de aquella otra que t.'inProcura envine refuerzos ú la plaza, ataca p.'nriahncntc los partidarios de I •. Carlos no sospechaban que el ataque, to se distinguió en las guerras de Sucesión y de la Indepená los carlistas, organiza SUH tropas, avisa á los bilbaínos simulado por otra parte, habia de ser por el puente de Lu- dencia, allí donde (miera (pie ondearon sus inorados pen<le su llegada, se defiende de \'i I laical, piocura estrechar y cliana. La niebla sirvió de mucho al ejército de la Reina, dones, dejó bien puesto su pabellón ; los demás batallones
envolver ú Kguia; se retira nuevamente á l'ortiigalele; pues pudo ocultar movimientos y hasta acercar tropas sin se excedieron á si mismos en cuarenta días de operaciones
arenga á las tropas liberales como él solo sabe hacerlo, les peligro y tin ser advertidas.
penosísimas.
exige más que el propio deber, y desde aquel momento
¡ Cuanta sangre del ramada! Sólo los muertos y heridos de
lie
todas
suertes,
una
serie
de
combates
parciales
desde
supremo paro la vida y para la honra de mi ejército, marcha victorioso, á pesar de las dificultades, de los elementos el amanecer hasta las once y inedia de la noche, con la guarnición y habitantes de Bilbao, desde el 23 de Octuy de la bravura de los contrarios, sobre la villa, dos veces variado éxito y con tiempo invernal, sin ropa, sin mantas, bre á 25 de Diciembre de 18.'!G ascienden ú 2.02.'! personas,
y casi casi sin calzado, escasos de alimento y de medicinas, entre ellas 100 mujeres, niños y ancianos, y 242 muertos,
invicta, de Bilbao.
faltos de víveres y de municiones, tenía que producir la entre jefes oficiales y soldados. Las pérdidas de los ejérciPero eran necesarios puentes de lanchas, verdaderos ca- suspensión momentánea de las hostilidades. Era necesario tos liberal y carlista pasan con mucho de. este número.
minos flotantes para el paso del ejército. Los instantes se reunir los dispersos, alimentar á los vivos, dar sepultura á
sucedían con vertiginosa rapidez. Todo debia hacerse con los muertos, recoger los heridos, repartir municiones y reIV.
resuelto esfuerzo y con admirable previsión. Así se efectuó; poner las bajas. Oráa, cansado por la fatiga y por el trabaun puente de buques sobre el Galimlo favorecía y propor- jo, en ayunas durante el día, siempre en el puesto de más
A las diez de la mpñana del dia 25 de Diciembre, dia
cionaba movimiento á las tropas, las cuales, después de peligro, se fue á comer muy cerca de inedia noche y dar que anualmente celebra la cristiandad el nacimiento del
tomar posiciones sobre el Azua y hostilizar en batería al cuenta al General en Jefe de las victorias parciales obteni- Niño Dios, hizo sn entrada en Bilbao el general Esparteíortin de Luehana, se prepararon para una nueva jornada, das y de la posición apurada de los combatientes.
ro con una brigada de su ejército. Las aclamaciones del
más ruda, más vigorosa, más excepcionalmente guerrera
pueblo y de sus heroicos defensores compensaron al respeEspartero
se
hallaba
en
cama,
con
agudísimos
dolores,
que todas las anteriores. Las balas y la nieve, el cañón y
table y respetado general, así como á las tropas de su man,ya
antiguos,
si
bien
renovados
en
aquellos
días.
Ocupaba
el huracán, el hierro, el fuego y el viento tenían que prodo, de los trabajos, de las penalidades y de las amarguras
un
modestísimo
jergón
en
el
caserío
de
Yado,
donde
se
aloducir innumerables desgracias en uno y otro campo.
de la guerra.
jaba el cuartel general establecido en el Desierto.
¡ Cuánto valor y cuánta abnegación en los valientes hiTan pronto como lle<$ó la noticia á la capital de España
Oráa,
hombre
de
genio
militar,
capaz
para
grandes
emjos de España!
presas, comprende el peligro y lo advierte lealmente á Es- y á las provincias, el entusiasmo fue extraordinario. Las
III.
partero. No temía al valor de los enemigos, sino á la furia Cortes solemnizaron la entrada de las tropas en Bilbao, ende los elementos; no desesperanzaba del éxito, pero sí de orgulleciéndose de la victoria : el Gobierno otorgó recomEra el 24 de Diciembre de 1836.
pensas merecidas; todas las clases, todas las fortunas y toEl cielo amaneció sombrío y nebuloso, y la tierra cubier- la tardanza en conseguirlo. Se necesitaba un golpe de au- das las opiniones se asociaron á la satisfacción general; la
ta de una blanquísima capa de nieve. iN o era de presumir, dacia y de fortuna, desafiando á los hombres y á la tem- poesíay la música,en consorcio guerrero, ofrecieron el Himdada la tristeza del cielo y la alegría de la tierra, que miles pestad.
no de Luehana, muy oído en calles y plazas
Espartero, atento al primer aviso, con el pensamiento en
de millares de hombres guerreasen en aquel día y en aque« Imitad, españoles valientes,
lla noche con fe, con ardimiento y con saña por una idea, el campo de batalla y con el cuerpo enfermo por el dolor,
El tesón de Espartero en la lid,
por una institución, por una fórmula de gobierno. El ejér- dispone que refuercen al ejército de operaciones la primera
Y el valor del ejército libre,
cito de Espartero sostenía la libertad constitucional, que brigada de su división y la segunda con el general Cevallos
Guerra, guerra, vencer ó morir. »
simbolizaba el trono de la Reina; el ejército carlista bus- Escalera, y que se traslade en lanchas parte de la brigada
caba en el valor de sus tropas el predominio del Rey, sin Mayol al punto de combate, pues la segunda división diezHasta
los
ministros
católicos, extraños en su inmensa
restricciones parlamentarias ni adminículos liberales; es mada exigia refuerzos prontos é inmediatos.
mayoría á la política de los partidos, y que se unen siempre
decir, que unos sometían el poder público á la soberanía
Desde las doce hasta las tres de la mañana ambos ejér- á los parabienes nacionales, entonaron cánticos de alabande la Nación y los otros querían someter la Nación á la citos cesaron las operaciones. Unos y otros buscaban los za por el triunfo de nuestras armas, y consagraron un resoberanía del poder.
dispersos y rezagados; unos y otros organizaban sus fuer- cuerdo funerario á las víctimas de nuestras discordias ciEl Puente de Luehana estaba cortado y á más le domi- zas para un nuevo y sangriento combate; unos y otros es- viles.
peraban la mejoría del tiempo para destrozarse sin piedad
naban grandes alturas.
V.
A pesar de estas dificultades era indudablemente el único y sin cuartel.
Trascurrieron
algunos
años.
El Convenio de Vergara se
Minutos
después
de
las
tres
de
la
madrugada,
y
conserpunto para el ataque.
Ya el general Espartero había reconocido el terreno; ya vando todas las posiciones conquistadas, cede el temporal, habia realizado, y todavía el autor de estas lineas no estaaplaca el viento, disminuye la lluvia y desaparece el gra- ba en el mundo de los vivos. Espartero, Capitán general,
se habia expuesto en tentativas anteriores.
Se necesitaba, pues, elegir un punto para la dirección de nizo. Los instantes eran críticos. La suerte del ejército, la Duque de la Victoria, Conde de Luehana, Presidente del
suerte de Bilbao, el honor de la España liberal estaban Consejo de Ministros, Regente del Reino, emigrado en Lonla batalla.
dres, sin empleo, honores ni condecoraciones, vuelto al paEspartero pesa las ventajas y los inconvenientes, y se comprometidos.
El General en Jefe, enfermo, acosado por el dolor, pero I trio suelo, y repuesto en su antigua jerarquía militar, es
decide al fin por el puente de Luehana, que habia de invigorizado por la voluntad, se levanta- de la cama, forma ¡ decir, el hombre del poder y el hombre de la desgracia, vimortalizar su propio nombre y su reputación militar.
Elegido el sitio, y previstas todas las dificultades de la sigilosamente los tan para él queridos batallones de Extre- ( via en Logroño, retirado de la vida pública.
empresa, combina el general Oráa el plan de ataque como madura y Soria, arenga en brevísimas palabras á sus sol- ] Sería el año de 1850 cuando le pregunté, muy niño todados, que el sentimiento las dicta y al sentimiento libe- I davia, á un anciano venerable, de qué militar era el retrato
jefe de Estado Mayor.
que adornaba su despacho, y con tan amoroso cuidado rae
Si la iniciativa de Espartero y el trabajo de Oráa estaban ral se dirigen, y marcha velozmente al combate.
Momento solemne, decisivo. La salida de Espartero circu- enseñaba.
bien calculados, lo atestiguan hechos posteriores y victorias
«Del General Espartero, del pacificador de EspafU, del
la de boca en boca, de guerrilla en guerrilla, de batallón
nunca olvidadas de la memoria del pueblo español.
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LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
744
BELLAS ARTES.
iLA Xi'iCHE-ErEXA3> (La Xottf),
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COPIA PEL CUADRO DE COP.P.EOGIO.
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LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
NV XLVII
745
CERTAMEN ARTÍSTICO DE «LA ILUSTRACIÓN BSPAÑOLA Y AMERICANA».
ESCENA DE EOCAS Y VENTISQUEROS, composición y dibujo de D. Francisco Liporta.— (Lepaitto:
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tercer accésit.)
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746
LA TU'SrRACION ESP\SOT.A Y AMERICANA.
N." XLVTI
» Duque de la Victoria, me respondió ; descúbrete y respeta
»á esa f^loiia nacional, ú ese ilustro ciudadano. »
Esta contestación imperante, dicha por un hombre de
canas, de sabery de virtud, quedó impresa en mi inteligencia
infantil. Desde entonces mi afán fue conocer la vida, los
hechos y los servicios de ese General. Mi primer estudio
histórico l>a sido la guerra civil, y mi primer trabajo literario una mal escrita biografía del vencedor de Luchana.
Andando los años, admiré la abnegación y la modestia de
Espartero, oin con religioso silencio á los soldados veteranos que sirvieron á sus órdenes, celebraba sus triunfos y
me conmovían sus desgracias, así como admiro y me conmueve la consecuencia y la entereza de los antiguos carlistas, hombres de honor y de conciencia.
No conozco personalmente al Príncipe de Vergara ni entiendo de achaques políticos ; pero su nombre no se apartará de mi memoria.
Al ver de nuevo encendida la guerra civil, los males que
ocasiona, los perjuicios que trae consigo, la* lágrimas que
hace derramar, las esposas que quedan sin marido, los hijos
que pierden á MIS padres, y los huérfanos que produce, recucido, con el poeta Ventura Buiz Aguilera ;
tuales, corrector y ordenador sin ¡yual de las Obras de Que- Duque » Debió decirse en tu concurrencia, ó bien, entre los
vedo (1).
concurrentes; y explicarse, ademas, lu que figuraban los
¡ A qué afanes tan fecundos no consagra V. su saber y compañeros, que no se dice; y si no figuraban nada, emsus años! Pues ¡qué influencia no ejercen las letras en la plearse otra frase ; á menos de no querer decir que liarían
suerte de una nación! ttellejando un tanto á Platón, que figura.
decia que un cambio de sonata puede hacer cambiarlos sen«Hijo de sus obras (Horacio Greely) como la mayor
timientos de todo un pueblo, ha dicho el distinguido esco- parte de las invidualidades americanas....» Después de esto,
cés Andrew Fletcher, que si se dejase á cargo de un solo dudo que ningún americano quiera ser hombre conspicuo.
hombre el componer todas las Odas, poco se cuidaría éste
«Cuéntase de él (Apicio) que pasaba largas temporadas
de quien dictase las leyes. Y si tanto es el poder de la lite- en Minturno disfrutando los deliciosos langostines de aqueratura, ¿cuánto no irá á los privilegiados poseedores del mens lla costa, por cuyo marisco debía sentir especial predilecdivinior, en beber en pura fuente, en oir el consejo de los ción.» Si se hubiera dicho por cuyos mariscos, habría habisabios y buenos críticos, que no quieren bino quilatar su do corrección de lengua: entendiéndose que Apicio tenía
gloria: cuánto, en hacerse de la forma grandiosa, dicción predilección por los mariscos de aqueWi casta. Pero siendo
castiza, y tonos eficientes que han de ponerles en pose- el caso, que el objeto de su predilección eran los langostines,
sión del os magna sonaturunt, para alcanzar los sagrados debió haberse dicho marisco por el cual, ó simplemente
honores que dispone Horacio? Y ¡con cuánto respeto y amor marisco muy de su gusto, á lo que parecía; pues ademas,
no debieran ser acogidos los maestros de las buenas letras! como está la frase original debía sentir, aparece Apicio
Pues es singular la resistencia que se opone generalmente obliga/lo á sentir predilección por los langostines. En estos
á los buenos preceptos, y cierta mala voluntad de que se casos de duda ó suposición manda la lengua unir la pre«Todos, sí, todos pusimos
hace blanco, en todos los países, á los que se consagran á posición de al verbo deber, y decir debía de sentir.
En la hermosa madre triste
Nuestra mano,
conservar la pureza de la lengua patria.
«
abandona su tienda ó su taller, donde está la verdaY vinagre y hiél le dimos,
Que se eche de ver esta resistencia principalmente en mu- dera mina, con cuya explotación ha de sufragar, etc.»
El magnate, que oro viste,
Y el villano.
chos de los que escriben para el público, parece extraño ; Pienso que á los que están acostumbrados á este impropio
mas no es inexplicable. Como las religiones, las lenguas uso del relativo y posesivo cuyo, sa les ha de hacer muy
MODESTO FERNANDEZ Y GONZÁLEZ.
tienen también sus cismáticos, el número de los cuales es cuesta arriba convencerse de su error; y éste es frecuentímayor que el de los ortodoxos (por lo menos, tal se van simo aun en escritores aventajados, como lo son el erudito
poniendo las cosas en el d¡a); y como todo cisma está fun- autor de quien he tomado las líneas sobre Apicio, y el
ILMO. SR D. AURELIANO FERNANDEZ-GUERRA Y ORBE. dado en algún interés profano, los cismáticos de las lenguas fluido y simpático poeta á quien pertececen las frases últitienen también el suyo : no desprenderse do cierto tecnicis- mamente citadas. No puede decirse «lamina cuya exploMiembro do la Academia E-panola,
mo vicioso (cuya clave conoce ya el público) que les abre- tación», porque la explotación no es cosa sobre la cual
Secietario de su Comisión de Gramática, etc., etc., etc., Madrid.
via tiempo y tarea, por cuanto es una especie de fórmula ejerza posesión la mina ni que le pertenezca como parte
Liverpool, ú 23 de Agosto de 1874.
en la que poco tienen que variar diariamente, y donde siem- ni propiedad de ella, ni en ninguna forma.
Mucho contento me produjo, amigo de mi corazón, la pre encaja bien el trabajo de que hacen profesión y lucro.
Un gran maestro de lengua castellana ha dicho : «Aunsustanciosa carta de V. publicada en LA ILUSTRACIÓN ESPA- Hasta cierto punto éstos son disculpables : el tiempo los es que la idea de posesión y todo lo que á ella se parece, se
ÑOLA. Harto que he gozado con ella. De la honra que V. me polea, satisfacen á necesidades imprescindibles en la vida suele expresar por la preposición de, es preciso advertir que
hace bien podría hacerse cualquiera una ejecutoria de no- social y política de nuestros dias; y luego, no alardean de con esta preposición declaramos otras relaciones diversas,
ble.'.a; y de su caudalosa dicción un patrimonio. ¡Cuánto cultivar buenas letras, ni so cuidan por ende de la suerte que á que por lo mismo no conviene el posesivo cuyo. Así,
podría decir hasta llenar muchas páginas! Pero ¿qué del corran sus trabajos, ni del dia mañana, sino para producir aunque digamos «El viaje de Chile á Europa», no por eso
esmeradísimo informe de V., á tomar como mandato el es- nuevo efímero fruto; como no pregunta el árbol al viento diremos Chile cuyo ciaje á Europa. Estará bien dicho que
parcimiento de su cortesía y el desahogo de su modestia, adonde lleva la hoja que le arrebata, sino que desplega una «en el asunto de las guerras de Flándes se ocuparon laR
incomparables? ¡ Agregar yo una palabra! Es Ovidio quien nueva. Muchos artículos sobre política contemporánea, las plumas de muchos historiadores» ; pero no por eso se diria
noticias de lonja, las notas circulares de las covachuelas, con propiedad las guerras de Fláiules, en cuyo asunto : la ex •
puede decir la única que cabe:
los programas de los nuevos ministros, etc., etc., son obras presión propia seria, las guerras de Flámlrs, asunto en que.
Lint/luí, nile: non est ultra narrahile quicquam.
de este género, á cubierto de la crítica, porque gozan ya
Copio de otra parte: uNo habiendo parecido bastante
de inmunidad; siquiera sea la inmunidad tic la espina, que despojarle de cuanto llevaba, se le atropello y maltrató con
Como (¡ilion obsequia ú gran persona, levantando á hurnadie puede tocar sin herirse.
sendos golpes."
tadillas el extremo del velo que oculta todavía á toda mirada una escultura preciosa, así ha querido V. enaltecerme
No así de las obras puramente literarias y de sus autores,
Intolerable es esta significación de fuerte, robusto, vigny, respecto de la obra académica, hacerme comprender por la sujetos ú severa responsabilidad, de propio, MÍ tácito, some i'ono que so pretende dar al distributivo sendos. No lo embelleza de una parte, la del todo : alta merced que no tenía timiento. Verdad es que a nadie puede exigirse perfección. plearon así nunca los maestros de la lengua :
derecho á esperar. Cuanto más desproporcionada, pues, tan- Por misé decir, que cuanto más leo y estudio, más me con
«Al cielo piden justicia
to más rendido la acepto.
venzo de que, en punto á lengua castellana, el que más saDi; los Condes de Carrion
A otro hubiera parecido impertinente mi impaciencia; be es, apenas, el que ignora menos. ¡Conocerla afondo!..
AmbaH las fijas del Uid
Doña
KIvirá y doña Sol.
V. no la ha extrañado, porque conoce mi amor á las letras, Sería como no ignorar nada en astronomía. ¡Saber todaR las
A unidos robles atadas »
y, sobre todo, mi predilección por las castellanas. Tanta es combinaciones que caben en la esfera de su sintaxis, el enella, en verdad, que casi raya en culto ; y aun pudiera de- lace general, las relaciones entre sí y las diversas situacio- Es decir, cada una ú un roble; ahí está en su genuina y
cir que este se auna en mí con el divino. No dejaría de com- nes y el alcance de todos y cada uno de sus miembros, el única significación. Heme imaginado siempre, atento alo
prender el por qué. Las buenas letras son expresión de lo artículo, el nombre, el verbo, la preposición, el adverbio, antiguo y popular de este romance, que tan espuria aceptaque al alma inspiran las maravillas de la naturaleza, poe- la conjunción, el pronombre....! es como conocer la eclípti- ción haya podido venir de mala interpretación de ese verso,
ma del Creador, y eco de las voces con que el pensamiento ca de todos los cuerpos celestes. ¡ Poseer todo su vocabula- sugerida al ánimo por el sustantivo roble, que, como derinos habla de su sabiduría y poder infinitos. Todos oimos rio! ¿quién sabe el número de los astros? ¡Pues hablar de vado de robur, fuerza, parece pedir un calificativo de tal
esas voces ; ellas son las mismas en todos los hombres, por- sus bellezas y sus giros! eso es hablar de los giros y la her- clase. Bien es que, para contrapesar esa sugestión, estaba
de por medio el buen sentido que debia concederse al autor,
que el pensamiento no habla más que un idioma, universal mosura de las estrellas.
quien
no tenía para qué ponderar el vigor de los robles, no
como el de la música, el idioma del pensamiento. Pero no
Todos cometen su pecadillo alguna vez. Errar es del homlas vertemos todos en la misma forma, si la esencia es igual; bre, en esto como en todo lo demás. La materia representa siendo do3 facinerosos los atados; y antes, para inclinar
y nadie perfectamente. Cuando quiso el hombre repetir esas en él el ministerio del ángel malo, y atisba vigilante el mo- la balanza al otro lado, estaban ahí D.a Elvira y D.a Sol
armonías divinas halló que el instrumento era de barro; y mento de poner su sello, en cuanto él hace, junto al del diciendo á la imaginación que bastan dos juncos, y aun
de aquí que cada agrupación ó tribu hiciera por entender- alma; que por malicia ó por orgullo quiere que todos sus uno sólo, para atar dos lirios.
se, y naciesen las lenguas. Estas tenian que ser varias, en trabajos aparezcan siempre como colectivos. En el momenPues si nos detuviéramos á examinar las festinadas pácarácter y respecto de su eufonía y fuerzas interpretativas, to menos pensado ofúscala memoria, trueca en sus senos ginas de algunos novelistas asalariados, ; qué no hallaríaconforme á los hábitos y circunstancias de cada nación y (como en las cajillas de una imprenta) el lugar de dos pre- mos? ¡Lástima es ver cómo hombres de claro talento, urlos dones á cada cual concedidos por la Providencia, tan posiciones, ó nombres, ó verbos, ó vocablos cualesquiera ; ó gidos por el tiempo despedazan la lengua, y aguijados por el
varia en sus mercedes. Los estudios filológicos nos dan el bien se duerme cuan grave es, á la entrada de una calle de áusia de impresionar y sorprender, malean las costumbres y
conocimiento de esta variedad, nos hacen ver que en el rosas, para obstruirla y obligar al espíritu á tomar una ve- pervierten el gusto! Tuvieran al menos el luien sentido del
fondo los pensamientos son los mismos, y que las lenguas reda. El más claro tiene que padecer estas tinieblas; que su- escritor de la lengua de que nos habla Helvecio
«Este
no son más que lentes, diversas en color, al través de las frir esta opresión el más fuerte : condición de presidiario.
(dice) tuvo que comparecer en juicio ante un tribunal de
cuales se nos representan los fenómenos psicológicos más ó
París; y como el juez le manifestase, sorprendido, que no
Todos conocemos locuciones viciosas de escritores puros,
menos hermoseados, según el matiz natural de cada una.
había oído decir nunca que él fuese escritor ni conocía ninPues bien , yo, examinando las que he podido ( aquí asoma juicios en que bien reputados críticos han errado hasta des- guna obra suya, contestó : « No lo extraño absolutamente:
la causa de mi predilección), he hallado que la lengua de nudar de buenas galas á un autor y ponerle en trueco un mis libros, una vez impresos, salen todos para América ; yo
vestido caprichoso, hecho á la ligera , y cuyo género, á veLeón y de Granada es la lente de color de cielo.
no compongo más que para las colonias. »
ces, no casa con el de la obra. Tales errores, si muy dignos
¿Ni qué, tan grande puede ser el provecho pecuniario que
Ya que no puedo contribuir á darle lustre, mi docto ami- de censura, lo son también de perdón, como hijos más de
go, que no la empañen otros es en mí constante deseo; excesivo celo que de incuria ; sobre que son desvíos pade- de tan desaliñadas obras deriven, que así los mueva á atreporque me huelgo mucho á mis solas viendo por ella, no cidos regularmente en las encumbradas regiones de la elo- pellar por todo ?
Laureles, no habrían de esperarlos, ni aun cuando se conúnicamente el espléndido panorama de la creación, inter- cuencia. Xo avergüenza ni degrada un naufragio en altas
formasen con dejar memoria, siquiera en remotos lugarejoa,
pretado por ingenios que pudiera llamar enteos, si también, mares.
como los que servían de teatro al de la anécdota de Helveallá en lejanía, dilatados hermosos horizontes, cielos y cieZozobrar en la orilla y en bonanza, descuidarse hasta el
los que se suceden iluminados como de perenne luz boreal: extremo de escollar en las pequeñas pero visibles sirtes más cio; pues la Inmortalidad no ha establecido más que un orlos cielos de nuestra gloria, imperecedera, y de nuestra cercanas al puerto y más conocidas de todos, y esto de den de asientos en sus templos sagrados, ella no matricula
más que una jerarquía de ingenios: la Fama es una megrandeza, inemulable.
parte de hábiles mareantes, sí parece imperdonable. Abro
Pero no morirá, consuéloine pensándolo, no morirá nues- un periódico literario de la Península, merecidamente esti- trópoli que no tiene colonias.
Los nombres de los dignísimos compañeros de Vd. en la
tra donosa lengua, ni será que á la llama que rija, limpia y mado, y copio:
comisión de gramática, amigo y maestro mío, son prenda
da esplendor se unan jamas humeantes elementos que oscua Figuraban entre la concurrencia muchos compañeros del
| seguía de la excelencia del libro. Uno de los puntos que en
rezcan y dañen su pureza : porque aun hay en el templo sa1
él espero ver, es el que se roza con la fluctuación que se nocerdotes dignos de mantener vivo y puro el fuego «aero, uno
de ellos el consumado crítico de poderoia» facultada intelec- (1) Palabras del Vaily-Poit de 14 de Agosto corriente.
' ta en el uso (que interesa uniformar) de las formas le le»,
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N. XLVII
747
LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
la las, h lo» para el acusativo y dativo, respecto de los tres
géneros. De notarse es cómo, no obstante la decisión de la
Academia, miembros mismos de ella hacen viso arbitrario
de esas formas, y á veces sin que k> justifique ninguna de
las razones en que otros se fundan para oponer excepciones
al sistema por ella adoptado. Vea Vd. cómo uno de los más
ilustres (si alguno hay que lo sea menos) los emplea indistintamente en los siguientes ejemplos, que tomo de un mismo articulo: «Los biógrafos que hablan de Ferruz, y de
que tengo conocimiento, empezando por D. Nicolás Antonio, le incluyen todos entre los hijos del antiguo reino de
Valencias; le acusativo, tratándose de persona. — ><Tau olvidado tenían á Ferruz nuestros modernos, que no lo mencionan siquiera» ; lo en caso idéntico al anterior. — Años
antes, en 1584, habíale nombrado el venerable Patriarca
1). Juan de Rivera examinador sinodal»; el mismo caso
con le, le nombró.— «En 15">3 el Arzobispo de Valencia
I). Francisco de Navarra lo eligió para una canonjía»; el
mismo caso con lo, lo eligió. Esta variedad apenas seria tolerable en verso, como una licencia á que obligase al autor
ó la eufonía ó el asonante en romances en úe, óo, ée ío, etc.,
según la conjugación de los verbos con que se formen los
enclíticos. Pero mucho escritor es el aquí aludido, para no
achacar á la imprenta esos defectillos; y vengan de dónde
vinieren , nada han de quitar á su gran talento y su profunda ciencia.
Pocas palabras diremos acerca del drama. Ha pasado tan
rápidamente y con un éxito de simpatía tan parecido en la
;luracion y en la consistencia á una brillante y efímera bola
de jabón, que no Ilegamo3 á tiempo para acompañarle á
los reinos del olvido. Suponemos al autor bastante discreto
para no haber medido el valor de su obra, una vez probada
en el crisol de la esoena, por el amable y hospitalario husurro de los aplausos que le han sido prodigados, y que
habrá estado más atento á sumar loa silencios de los indiferentes que los gritos de los devotos. En este concepto
nos damos á entender que el Sr. Laserna habrá hecho ya
completa abnegación de la inútil cantidad de ingenio que
ha invertido en su drama, dejándole seguir en buen hora
su malaventurada estrella. La caida de hoy, apreciada
sin pasión, con ánimo sereno, como un fenómeno cuya causa determinante no debe buscarse en hechos independientes del trabajo realizado; la caida de hoy, decimos, puede
ser una enseñanza para facilitar el triunfo de mañana, y
mucho más tratándose de un escritor que posee dotes tan
manifiestas como las que revela el tercer acto de La Corte
del Buen Retiro.
el reputado escritor que ha intentado aprovecharlos entiende, sin duda alguna, por una buena comedia, y no ha podido conseguirlo en efecto, á pesar de la forma culta y esmerada de que los ha dotado y revestido, con cariño más ciego
é irreflexivo del que conviene al padre adoptivo de una
criatura que procede de casa sospechosa.
Esta inmerecida hospitalidad no ha dado más que frutos
de ingratitud : los ha mordido el escritor, y los han roído
hasta el hueso los artistas que con mimo no menos digno de
mejor pago se han prestado á confirmar al intruso sobre
la escena del teatro Español. Inútiles han sido sus esfuerzos : el público los ha agradecido mal, olvidándose, como
sucede frecuentemente, de descomponer los elementos de
que consta una representación teatral, y de dar á cada cosa,
con delicada percepción, el valor que le corresponde. Así
los primores de ejecución de Matilde Diez han pasado, por
lo común, desapercibidos, á lo menos para el premio; Catalina ha perdido el trabajo que debe haberle costado la hechura cómica de una figura dotada de lincamientos tan vagos, y Alisedo y Parreño se han esmerado en vano por dar
forma plástica y real á los ideales de Paul de Kock.
Todos han hecho más de lo que la escogida concurrencia
E! Sr. Laserna, como todo escritor joven que emprenda
en España con fe y con ilusión el vía cruris de la dramáti- ha tenido voluntad de agradecer.
Aunque la lección está ya olvidada por antigua , y desca, debe huir de ese escollo en que dan frecuentemente los
ingenios aun no maduros, muy ganosos de anticipar los prestigiada por ineficaz, esto enseña al distinguido refunlauros; y ese escollo son los amigos, son los seres que res- didor de Las Cotorras, y á los actores (pie han tomado parte
Si hubiera de expresar á Vd. mi sentir, diría en resumen piran en la atmósfera simpática de nuestras relaciones so- en la representación de esta comedia, cuan ingrata cosa es
que soy partidario do le, para acusativo de persona, y lo ciales, son las personas de nuestro íntimo trato, las cuales sembrar semilla de buena ley en terrenos exóticos, áridos é
para cosa. El uso constante de le para los objetos, sobre ser creyendo de muy buena fe ejercer con nosotros el dulce co- ingratos.
III.
antipático, puede alguna vez dañar á la hermosura de los mercio de la vida, y estrechar los lazos del cariño, nos llevan
Nada más de nuevo. En el teatro de Apolo privan otra
pensamientos, y hacer que no resalte la imagen como cuan- áenterrar muchas veces batiendo palmas y robando á nuestros oidos el lenguaje elocuente del silencio con los suaves vez Lax Manzanas de oro, fantasía teatral, opulentamente
do el autor, por ejemplo, designe con le un objeto para per
explotada en el año anterior, y que, á imitación de las muBonificarlo. También hay casos que parecen pedir lo para el arrullos de la adulación.
¡ La amistad , el aura benigna de los salones! ¡ Fatales in- jeres dotadas de grandes atractivos, recorre en estos moacusativo de persona: ó por perder ésta la vida, ó porque ni
autor le convenga asimilarla á los objetos inanimados ó á fluencias para el ingenio naciente que se deja adormecer mentos el período de una segunda juventud.
La caprichosa coqueta ha renovado sus afeites con gran
en sus brazos! ¡ Remoras de aspecto adorable que le detielos seres irracionales.
Aquí el cambio del caso complementario ayudaría á la nen dulcemente en el derrotero del trabajo, anticipándole habilidad, y se ha visto otra vez rodeada de admiradores.
Ademas ha corregido un tanto el vicio fundamental con
el premio de la constancia !
intención del escritor, mejor dicho, podría efectuarse ; án
No aplicamos precisamente estas reflexiones al caso par- que vino al mundo. Era por extremo frivola y casquivana,
tes no.
Respecto de la forma dativa, nada agregaría. El uso se ticular del Sr. Laserna; hablamos en términos generales. y su conversación se resentía de una ingénita insipidez que
va uniformando por sí solo, y es rarísimo encontrarnos ya Hay en la sociedad de nuestros dias una atmósfera artificial obligaba á sus devotos á concentrar su admiración en el
cotí las chocantes formas de la y las, la di el libro, ¡as ofre- en que todo se incuba al fatuo calor de la frivolidad. En ! sentido de la vista. Cada vez que abría los labios para procí ir ú verían; si bien subsiste la fluctuación en cuanto á le. esa atmósfera se forman poetas, se engendran artistas, se nunciar una palabra, había de deslumhrar los ojos agitanimprovisan hombres políticos, se forjan personalidades no- do alguno de los vistosos perendengues y espléndidos airoy Ion para el acusativo plural de personan y cosas.
nes con que iba ataviada, para no mostrar demasiado su
No quiero poner punto (i esta carta sin decir á V. al oíd< tables en todas las esferas de la inteligencia»; y lo que es
tontera.
todavía
más
característico
de
una
sociedad
acostumbrada
dos palabras más: una, de recomendación en favor de los
Pues bien, esto defecto se ha corregido en lo posible;
vocablos de origen americano, pero de buena raíz; la otra, á bis maravillas de la rapidez, se anticipan con frecuencia
pero no es fácil llenar por completo los vacíos de la natuá
las
hechuras
de
esta
arrebatada
gestación
los
favores
rede sentimiento, para lamentar la desaparición, en el vocaburaleza. La coqueta mezcla ya alguna gracia en la converlario do la lengua, de imichas voces y giros que conservan servados á la posteridad, y los esplendores de la gloria imsación, y hace esfuerzos de ingenio, que si bien no compiperecedera.
todo su vigoren nuestras Repúblicas. Ignoro si será una venPorque el siglo tiene dos caras, lectores mius; una para ten aún en brillantez con los esplendores del tocador, in
tuja el conservarlos, ó si su uso dé motivo para que algún
ducen á creer que sii intenta la tercera trasfiguracion, imipeninsular inadvertido tome por afectación de arcaísmos lo expresar la duda inmensa que le abruma ; otra para reflejar
tando á la triforme y fantástica divinidad de la India, ó á
que es allí espontánea y natural forma de expresión. Lo \ la conciencia orgullosa de su propio genio y de su inapelaaquella otra diosa, cantada por Horacio, que presidía los
cierto es que subsisten ; y también, que los juzgamos prefe- ble autoridad".
Pero dejando á un lado este orden de ideas, que nos lle- alumbramientos felices, — ¡y no lo fue poco el de Las Manribles á las locuciones gálicas con que los vemos sustituidos
zanas de oro.' —no será mucho que llegue á poner el domuchas veces. ¡ Cómo vemos desecharse felicísimos voca- varía muy k-jos de nuestro propósito, y prescindiendo tamnaire y la discreción ai nivel de la riqueza y el atavío.
blos, donosas y expresivas locuciones, frases elípticas en bién de un juicio crítico más detenido del drama del Sr. LaY dejando aparte la metáfora, no hay duda que esta codonde no se sabe qué admirar más, si la concisión de la serna, con éxito artificial representado en el teatro del Cirforma ó el alcance del sentido! Y esto, para reemplazarlos co , nos limitaremos á observar que La Curte del Buen Re- media de gran espectáculo, convertida por el momento en
con otros que ni en propiedad ni gracia les igualan, ó con tiro está muy lejos de ser un paso más en el camino de este zarzuela de lo misino, mejorada en sus maravillas pictóri1
neologismos tan innecesarios como advenedizos; ó con na- escritor ; tiene todos los defectos de una gran inexperiencia, cas y en su caprichosa indumentaria, y servida en segunda
da. Hé aquí un ejemplo de esto último. Copio : «Por fuera y un dramático de verdadera vocación, como suponemos al mesa con el aperitivo de la novedad , puede ser segunda vez
1
parece un cuartel; por dentro un boutloir, nombre casi in- autor de esta obra, no debe darla más importancia que la para la empresa que tiene á su cargo el teatro de Apolo
traductible á nuestra lengua, como no sea con el de cama- que tiene realmente, como ejemplo de las imperfecciones tina solución felicísima del enigma pascual, ó, lo que es lo
mismo (para que nuestras palabras no suenen á herejía),
rin, ya anticuado.» ¿Habría perdón para quien prefiriese que en lo sucesivo le importa evitar.
una solución venturosa de la crisis que suele venir para los
el sustantivo francés al castellano, sólo porque este aparezII.
teatros en pos de las Pascuas de Navidad.
ca en el Diccionario con el inri de anticuado? Oportuno
seria repetir á quien tal hiciese, lo que en favor del uso de
Más desgraciado ha sido el éxito de Las Cotorras, comeNo nos duele que la empresa de Apolo la resuelva con
la voz collar, y contra el de las latinas torques y torce dice dia de origen francés, representada en la noche del 17 en , toda felicidad, y antes, por el contrario, nos parece muy
cierto sabio académico , nunca bien ponderado , á s-.ber: que el teatro Español. El autor de la traducción, escritor dis- digna de tal fortuna ; pero desearíamos que una serie de«siempre fue locura dejar la mujer propia, honrada y her- tinguido , ha querido sujetar á una forma esmerada, correc- masiado prolongada de Manzanas de oro no nos robara por
mosa, por la ajena, fea y arlequinada.» Pero el insigne ta y de sabor delicadamente literario, una composición que mucho tiempo el placer de paladear otro fruto prometido
orador, gloria de España, autor de aquellas frases, alaban- no se recomienda ni por el ínteres de la fábula , conducida del Sr. Hartzenbusch, que, como de tal ingenio, debe ser de
za, y mucha, es lo que merece, por el intencionadísimo re- con excesiva lentitud, ni por la índole de los caracteres, sabor muy exquisito, y de un gusto literario por desgracia
proche que en ellas pone, y quieren decir: «Aquí me tenéis calcados por lo general sobre los tipos trasnochados de la poco vulgar.
pidiendo limosna á lo* extraños, porque me habéis despoja- caricatura más vulgar, ni por lo certero de la sátira, encaEsta producción , cuyo mérito artístico no podemos apredo de lo propio.»
minada á perseguir un vicio social.
' ciar, pero en la que sin duda alguna habrá que admirar
No conocemos la obra francesa en que ha basado la su- desusadas bellezas, es la novedad de bulto que en perspecDebo concluir aquí. Xo quiero hacer perder á V. más su
tiempo: tanto lo necesita V. para preparar sabias leccio- ya el autor de Las Cutarras; pero de seguro pertenece á ese tiva ofrece el teatro de Apolo, y que, no sabemos por qué,
nes , como las ha menester su cordial amigo, compañero y género cómico de gusto poco sazonado y de común paladar sin duda por una ilusión del deseo, nos habíamos acostumque se presta á la desenvoltura de una composición ligera y brado á considerar como una golosina destinada al recreo
admirador
de rápido aliento; pero que no puede llenar un molde de de Navidad.
.TUSÉ ANTONIO CALOAXO.
1
condiciones y forma más artísticas.
Jleliodora no ha venido: la esperaremos. Así como asi,
Uno de esos ingenios que derraman desenfadadamente, á estamos en estos momentos, en materia de teatros, Bttjetos
LOS TEATROS.
la ligera, y como por exclusivo efecto de la abundancia, la á régimen espertante. Esperamos en Apolo el drama mitosal más ó menos ática en que cifran todo el misterio de la lógico del ilustre autor de Los Amantes de Teruel; esperaLa Corle del Buen Retiro. — Las Cutarras.
comedia, hubiera aprovechado quizá esos elementos para mos en el Circo una comedia de gusto inoratiniano, debida
' I.
I escribir un juguete que obtuviera la indulgencia del públi- á la pluma de un aplaudido escritor, más inclinado á refleEscasísima de novedades teatrales ha sido la quincena co en gracia del chiste y de la travesura. Pero un escritor jar en el teatro las costumbres de su época, que á manoque acaba de trascurrir. Dos han sido las producciones nue- ¡ que busca seriamente el porqué y el cómo del poema escé- sear en sus obras resbaladizos problemas morales y sociavas que desde El Gran filón y Los Señoritos se han puesto ! nico; es decir, el fondo y la hechura, difícilmente podía ha- les : esperamos en el mismo coliseo un drama basado en
en escena en el Circo y en el teatro Español. En el primero | cer entrar en una composición de esta índole aquella ma- ¡ los amores de Rafael y la Fornarina, obra de dos ingenios
La Corte del Buen Retiro, drama de un escritor novel; en noseada y estereotípica caricatura de la flemática tenacidad ( que suelen correr juntos las fortunas, raras veces para ellos
el segundo Las Cotorra*, comedia basada en el pensamien- inglesa; aquel enredo pueril, prolongado con exceso, y aque , ingratas, de la escena; esperamos ver en el teatro Español
to de una obra francesa del minino género, titulada, sí lia sátira desmadejada y vacilante que amaga sin dar el la figura del gran Cisneros, manejada por el mismo poeta
mal no recordamos, Le» Femrne» terrible».
golpe. No era posible con estos materiales producir lo que que ha movido tan admirablemente la del héroe de Vivar;
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LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
743
y esperamos, por fin,
allí mismo, don dramas que, al decir de
los iniciados, renovarán los lauros alcanz a d o s hace a l g ú n
tiempo en La Capilla
(Je Lanuza, y muy recientemente en La
N.°
XLVII
Redentor, no vienen
las novedades trascendentales. Si hay
alguna gran incógnita teatral habrá que
esperarla aún por algunos dias.
1ÍEIT1¡U<A ARGENTINA.
P.fiAiuiA CADENA.
Eapriüíi del Te.i)f}a<htr;
una comedia del conocido autor de El
Pañuelo blanco, y no
recordamos qué otras
producciones de autores más ó menos renombrados.
Todas estas cosas y
otras muchas, quizá
de más bulto y de más
aparato teatral, tenemos en perspectiva.
¿Quién sabe si entre
ellas habrá alguna
que forme época en
la historia del arte de
hacer coinedias? Pero hablemos de tener
paciencia, lectores
inios: cstamoscasi en
los dias del I'elcn, y
ya sabéis la costumbre de las empresas
de espectáculos : has •
ta que ha nacido el
D.
A U R E L I O PRADO Y R O J A S ,
Ministro de Negocios Extranjeros.
D.
ADOLFO A I, KI N A ,
Minia*- o ilo la Cuorr.i.
LOS HOMEHES SERIOS.
No hay para mí eluda ninguna ; desdo
que todo se toma en
broma, desde que no
se sabe lo que es formalidad, se está haciendo más uso que
nunca de la palabra
serio, una de las más
leidasen periódicos y
de las más repetidas
en todas partos.
D e c í a n nuestros
abuelos traje serio á
la casaca, chupa y
medias negras, que
vestido hoy por los
escribanos de zarzuela ó de sainite, se ha
convertido en traje
bufo.
Hé aquí el traje serio do la seriedad do
ahora. Cuánto más sé
YUCATÁN (MÉJICO).—EXTEI:I"P. PE LA CATFPRAL IIF. MÉBIPA.
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749
X." XI/VII
de esos hombres y de
esas cosas no es real,
verdadera, sincera ,
sin engaño, sin burla,
sin doblez ódisimulo.
Me acuerdo, en fin,
de que
rías son las cosan inús
cerca están de hacernos soltar la carcajada.
Habréis observado
sin duda que cuando
un actor su presenta
en las tablas con el
traje serio que acabo
de describiros, tanto
más grave, mesurado y aparatoso aparece, cuánto más bromihta es su carácter.
Pues lo mismo sucede en el mundo ; á lo
menos yo así lo considero. Si oigo calificar de serio á un personaje, si me dicen
que tal ó cual cosa es
un asunto serio, ya
me preparo para atravesar con los anteojos
de la observación esa
cascara do seriedad,
y reírme al encontrar
un hombre ó un asunto de pura broma.
Porque yo conozco,
y vosotros conocéis
igualmente, hombres
serios, es decir, hombres graves, asentados y compuesto», ásperos, mesurados en
el semblante ó en el
modo de mirar ó hablar, majestuosos, sin
alegría, sin bullicio,
y veo por todas partes cosas y negocios
b'crios, es decir, graves, importantes y de
consideración, pem
comprendo perfectamente que la seriedad
aEl mundo comedia c a ,
Y ?n;í qno ciñen laureles
Hacen primeros palíele*
Y á veces el entremés.»
Sí: los hombres más
serios y los asuntos de
mayor seriedad son
los hombres y los
asuntos públicos; es
decir, los actores principales, los que forman el cuarteto en
esta grande ópera que
KC llama la vida de
las naciones, en que
los demás somos co1 istas y espectadores,
y las escenas de esa
ópera, que muy á menudo toca en la tragedia , sin dejar por
eso de tener también
mucho de farsa.
Cuando oigo llamar en los periódicos
hombre serio á don
Fulano de Tal, ¡qué
queréis! á pesar del
aspecto grave que tiene, á pesar de la formalidad que le hace
ser notado en la calle,
¡i pesar de lo sentenciosamente que habla,
V á pesar del mal genio que reserva para
con todos sus inferiores, yo no puedo nié.
nos do acordarme de
la época en que no
BELLAS ARTES.—«LA SACRA FAMILIA», COI'IA DKL CUADRO DH MIQUEI, ÁNGEL.
ü\iEJ-»U.—EXTERIOR DEL CLAUSTRO DE LA CATEDRAL.
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LA. ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
750
N.° XLVII
era hombro serio, sino chico listo. ¡ Con qué gracia con- sucede lo que á las mariposas; nadie diría al ver aquel ser
BALADA.
taba entonces crónicas escandalosas! ¿Quién le aventajaba informe, y á veces nada agradable, que pudiera llegar al—
¿Qué
llevan,
madre
mi», on una caja
en un vals ó unos lanceros? ¡Cómo se hacia querer, por lo gún dia á volar hasta regiones elevadas.
Esas niñas que cruzan por la callo?
servicial y afable, de los que eran entonces hombres sePor lo demás, la seriedad de los hombres serios es com— ¿Qué llevan? ¡Ay! El cuerpo de una niña
rios! ¡ Qué bien vestia siempre en casa de los mejores sas- pletamente idiosincrática. Sólo el que nace para serio llega
Y el alma de su madre!
tres, á pesar de no ser rico más que en esperanzas!
á serio, como sólo llega á poeta el que nació para poeta.
M. RAMOS CAHHIOX.
.De la misma suerte, cada vez que oigo llamar hombre
Inútil es que cualquiera que no haya nacido para ello
serio á Citano, que fue muchacho de ideas avanzadas, y boy quiera pasar por hombre serio; sólo conseguirá hacer reir,
es uno de los mayores personajes de orden, me lo represen- tomando por lo serio lo que los hombres serios no tomarían
- LA CRUZ DE MÁRMOL.
ta mi imaginación dirigiendo todas las bromas de una casa nás que á broma, y no sabiendo usar á tiempo la seriedad
de huespedes de á seis reales, con principio, perorando en de su semblante. Don Quijote de la Mancha, caballero, no(Conclusión.)
bis plazas públicas y organizando manifestaciones ricas en ble, pronto siempre á defender al desvalido, no pasó nun— ¿Acaso han perecido?
dijo el de más edad.
estandartes de percalina. Parece mentira que un hombre ca por hombre serio, sino por loco : Gil Blas de Santillaua
— Víctimas de un infame á quien busco, y cuya sangre
que es boy tan serio fuese entonces tan de broma para es- y Guzman de Alfarache pasaron por hombres serios en y vida quiero tener en la punta de mi espada. ¿Sabríais
tronar una vez la levita nueva de cualquier compañero de muchas ocasiones.
donde está?
casa, dejándole la suya rota por los codos y sucia por el
— Mal podemos satisfacerte cuando aun ignoramos su
JOSÉ GONZÁLEZ DE TEJADA.
nombre : — replicó aquél.
cuello; para comerse otra vez el almuerzo de la patrona,
— Es verdad; más mi inteligencia está tan perturbada de
como por equivocación, ó para pintar de relieve los vicios
un año á esta parte , que con frecuencia no sé lo que me dide los ricos á las clases desheredadas en el club ó en la taA MI MADRE.
go, y muchas veces dudo si pertenezco á este inundo. ¿Saberna.
bríais decirme, pues, en donde se halla el regimiento de la
Mírame , ;. no me conoce ¿V
¿ Tan mudado, lindre, estoy ? Princesa?
Si vierais, andando el tiempo, á Whithoyne convertido
ZomilLLA.
— Aquí,—contestaron los dos.
en hombre serio', por muy serio que se pusiera ¿dejaríais de
Cansado
de
luchar,
madre
querida,
— ¿Y uno de sus comandantes llamado Jorge de Letran?
acordaros de su tupé de lana roja ó amarilla y su cara enhaCon la cínica y torpe indiferencia
— Aquí también. ¿Sería ese?
preguntó el más joven.
rinada?
De ese mundo que acaba con su vida
— El verdugo de mi familia. ¿Me diréis donde podré haRecuerdo haber oido en muchas ocasiones á Whithoyne
Sin mirarse á la luz de la conciencia;
llarle?—preguntó Felipa con trémulo acento y rostro domudado por la indecible satisfacción que respiraba su pocho
Muerto ya el corazón , y destruida
cantar, acompañado de alguno de sus camaradas, dúos del
al ver tan próximo el logro de su vuiganza.
Mi virginal y candida inocencia,
Trovador y la Traviata, que son indudablemente óperas seSillo veo en redor tristes despojos
— En el casino adonde vamos. ¿Lo buscas?
repuso el
rias. La música era seria; ellos se ponían muy serios para
Y se vuelven á tí mis yertos ojos.
mismo militar.
cantarla, y el público, sin embargo, se desternillaba de
— Para matarle ó que me mate. ¿Queréis ser mis paAprisionado entre los dulces lazos
risa.
drinos?
Que
tu
pasión
forjó
para
mi
infancia,
— Ya sabes, Felipe, que nada te negamos: cuenta con
De la misma suerte, cuando oigo calificar de serio un
Yo dormitaba en tus amantes brazos
nosotros ; — dijo el más viejo.
asunto en que los hombres serios intervienen, ¿qué queréis?
Con el sueño feliz de la ignorancia:
— Sí, Felipe; cuenta con nosotros; — añadió el más joyo no puedo menos de reírme.
De pronto desperté, rompí en pedazos
ven.
Si el asunto está fundado en la formalidad, en el cumTus cadenas de amor y mi constancia,
— Entonces guiad, amigos míos.
Y me lancé, sediento de emociones,
plimiento de la palabra, en la consecuencia, acude en seY los tres juntos emprendieron el camino hacia la casa
Al proceloso mar de las pasiones.
en que debía encontrarse ya en aquella hora, las nueve de
guida á mi memoria cuanto los hombres serios que le dirila noche, Jorge do Letran.
gen han hablado y han escrito, para hacer siempre lo conSoñaba en un amor que no concluye
trario de lo que decían; si el asunto es de dinero, ¿cómo no
Cuando el hombre es vencido por la muerto,
Paraíso etnnal que no destruye
acordarme del sastre del uno y de la patrona del otro? Si
Cinco minutos fueron suficientes para llegar nuestros
El crudo cierzo con su empujo fuerte;
os de corazón y de afecto, ¡oh! los hombres serios no lo setres amigos al casino. En él se hallaba el seductor de la
Angélico vapor que restituye
rian si tuvieran el corazón en otra parte que el estómago ó
inocente y desgraciada Lola, jugando algunas carambolas
Dulce savia vital al cuerpo inerte;
la cabeza.
con dos militaros camaradas suyos y muy diestros en el tal
Emblema dol Señor uno y eterno,
juego; do modo que al pendrar allí Felipe y sus amigos
Si tal; los asuntos en manos du hombres serios podrán
Ventura celestial, gloria é infierno.
llevaba Jorge do Letian ulgiuias partidas do pérdida.
sor serios y hasta trágicos para los demás, pero para los homY soñando vi ninfas seductoras;
Al descubrir esto último á los acompañantes do Sotavenbres serios no serán nunca más que asuntos alegres, asunY siguiendo frenético su huella
to, fue hacia ellos, y después do haberlos estrechado la
tos de éxito, asuntos para vivir: on una palabra, lo ijuc paSo emponzoñaron ¡ay! mis gratas borní.
mano, (lijóles alegremente:
ra los otros os un asunto, para los hombres serios debo ser
¿Por qué no supe que la flor más bolla
— Bien venidos, caballeros; buce rato (pie OH aguardaba
Guarda en su tallo espinas punzadoras
siempre un negocio.
para presentaros á estos dos señores, dignos rivales, por
Que dejan on los dedos honda mella?
cierto, de vuestra destreza on el juego de billar. ¿Acopláis
I'orque, en efecto, los hombres serios están seriamente
¿ Por (jué no vi que en el placer impío
el desafio que yo en su nombro os propongo?
convencidos de que á este inundo hornos venido únicamenSe ocultaba el veneno del hastío?
— Con sumo gusto, Sr. Jorge do Lotran ; contestaron Ins
te á vivir, y que morir es lo último que debo hacerse, y se
invitados; pero untes que llegasen á tomar el Ineo, Felipe,
El mundo me ofreció gloria y ventura,
hace siempre de mala gana.
({no al oir tal nombro habia sentido agolpársele toda la
Y embriagado de amor, corrí sediento
sangre ú la cabeza, ciego de rabia y sin sor duefio do sí
Por eso dedican toda su seriedad á vivir lo mejor que
A beber el placer y la locura
mismo, fuese directamente al encuentro de Jorge, y con
puedan, y á no pensar en morirse, por no estropear entre
Con la copa letal (leí sentimiento;
acento irritado y mirándole de hito en hito, cual si con sus
lágrimas y arrugas la seriedad que pura vivir les es tan neNo vi que se ocultaba la amargura
miradas quisiera provocarlo y confundirlo, preguntóle :
cesaria.
Tras el fúlgido y loco pensamiento
— ¿Es V. el comandante D. Jorge do Letran?
Que me hizo ver con célicos colores
Hé aquí una cosa que no debe aparecer jamas en el sem— El mismo, caballero. ¿Qué se le ofrece á V.?
Un
mundo
de
deleites
y
de
amores.
blante de los hombres serios ; las lágrimas. ¡ Cómo han de
—Tener la dicha,—dijo Felipe con insultante desden,—
de contemplar de cerca al hombre que hace más de un año
aparecer, si las lágrimas son la savia del corazón que puBusqué y volví á buscar arrebatado
deseaba conocer y encontrar en mi camino; pero causas
La ventura y la dicha presentida ;
blica sus penas por los balcones del alma, ó sea por los ojos,
bien ajenas de mi voluntad han frustrado hasta ahora mis
Mas al llegar al puerto suspirado
y los hombres serios no tienen más corazón que el estómafervientes deseos. Mas doy por bien empleado todo aquel
Y cuando más hermosa vi la vida
go, aposento interior que sólo comunica con la lengua y
tiempo, sólo por tener hoy el gusto de examinaros á mi s;iDesperté de mi sueño sonrosado:
con la boca!
bor y deciros que vuestro rostro no descubre las infamias
¡Qué triste es despertar, madre querida,
de que sois capaz.
Pero si los hombres serios no deben verter lágrimas, pueCuando le queda, en aparente calma,
— ¿Ese lenguaje?.... exclamó Jorge con furor y apreVergüenza al corazón, pavura al alma!
den, sí, hacer que otros las derramen. Una prueba de homtando los puños.
bre serio es no afectarse con el llanto ajeno, con tal que
Desvanecido el torpe devaneo
— Es el del hombre que tiene derecho á pronunciarlo
pueda ser prólogo de alegría propia. Regados con lágrimas
Que sujetaba ayer mi inteligencia
delante del verdugo de toda una familia más noble y más
y con sangre crecen siempre lozanos los laureles de la vicEn los pliegues de impúdico deseo,
honrada que 110 él. ¿ Os acordáis, señor de Letran, de la
toria.
Aspirado el placer hasta la esencia ,
virtuosa Lola y de sus ancianos padres ?
Un bálsamo á mis penas entreveo:
Ante semejante pregunta, mudáronsele á Jorge los coloHija también del alma y testimonio de su júbilo, la risa
Implorar tu piedad y tu clemencia,
res de la cara, y dando un paso atrás, preguntó pálido y
tampoco debe animar nunca el rostro délos hombres serios.
con tembloroso aconto:
Y demandarte, madre, aquí de hinojos,
El hombre es el único ser de la naturaleza á quien Dios im— ¿Sois acaso?
Que tornes á mi faz tus bellos ojos.
puso el trabajo de reírse; y dígole trabajo, porque lo es, y
— El hombre que no esperabais, el coronel Felipe de So¡Mírame, y haz que olvide los dolores
no pequeño, el que los demás conozcan cuando uno está de
tavento,— interrumpió éste con airada voz y ciego de ira,
Que tu purpúreo labio me predijo;
—que lia venido aquí para destrozar al miserable asesino
buen humor, para poder abusar de ese momento. Preciso es
Mírame y templa , madre , tus rigores:
de su familia , deshonrándole antes con un -bofetón y escuconfesar que en esta parte son más dichosos los asnos, á los
Una mirada sola do tí exijo!
piéndole en el rostro.
cuales, cuando llegan á la edad de la reflexión, á la época,
Torna la faz risueña, no más llores.
Y antes que las personas que habia en la sala del billar,
Aquí me tienes ya: yo soy tu hijo;
como quien dice, en que sale la muela del juicio, no se les
] que atónitas y confusas contemplaban esta escena, pudieEl
hijo
que
deplora
tu
quebranto,
conoce nunca la alegría en el semblante, siempre meditasen impedirle sus intentos, abalanzóse sobre Jorge y ejecuY que aspira á beber tu dulce1 llanto.
tó lo que habia dicho. Cuando éste último sintió sobre su
bundo y siempre serio.
; cara la saliva y la mano de Felipe, quiso tirársele encima
No vayáis á creer por esto que yo comparo á los hombres
El amor por que ansioso suspiraba
para hacer trizas de él ; más los cuatro militares y el moNo era locura, no. no era locura:
serios con los asnos. Si la risa no da expansión á su rostro
I zo del billar que eran los únicos que estaban en la sala,
Mi
suspiro
doliente
no
vagaba
es porque, como movimiento propio del hombre, es comu; corrieron á detener y á calmar á los dos adversarios que voPerdido en un desierto de amargura;
nicativa, y entre dos que se ríen no puede haber respeto : la
mitaban fuego por los ojos y se amenazaban furiosamente.
Tu amor le recogía y le guardaba
Pasado el primer impulso, y viendo Jorge que era imposeriedad del hombre serio de nada serviría si aquella boca,
En el fondo infeliz de tu alma pura,
sible desasirse de sus amigos, dijo á Felipe con ira reconque sólo debe abrirse para comer solemnemente, y de que
Y en tu infecunda soledad, bien mió,
centrada :
todos deben esperar que salgan grandes ideas, que no salen
Llorabas mi pasión y mi extravio.
— ¡Caballero! Loque acabáis de hacer conmigo exige
nunca, se abriese para dar paso á una risa vulgar y franca.
Y te olvidé ; y deshice aquellos lazos,
una muy pronta y terrible satisfacción.
Por lo demás. no son los asnos los únicos animales que
Y á otros amante fui; madre, perdona
i —Osla daré tan cumplida como deseáis, puesto que no
no se rien: tampoco se rien las panteras y los tigres, á quien
Mi locura y estréchame en tus brazos.
i buscaba yo otra cosa. — Y señalando á sus dos amigos añaQue mi inocencia el extravío abona:
todos respetan, porque sólo abren la boca y alteran la gra| dio: — He aquí mis padrinos: nombrad los vuestros, y que
Hoy, ya mi corazón hecho pedazos.
con ellos se entiendan respecto á las condiciones del duelo:
vedad de su semblante cuando bufan y se enfurecen.
j
Tu vida con mi vida se eslabona :
pero debo advertir que yo no me bato sino á muerte.
El hombre serio, á la manera de algunos insectos, sufre '
Tórname, cariñosa, tu mirada
Y al terminar estas palabras salió del salón, encaminántrasformaciones; nace sin alas, y pasa algún tiempo en
Y muera yo á tus pies, madre adorada.
dose en el acto á su alojamiento para aguardar en él á su»
estado de crisálida, ó sea en infusión, hasta que va adqui- :
amigos. Comparecieron éstos allí al cabo de media hora, y
SIERRA.
riendo pelo y recursos para volar. En &u primer estado le í
abi que Felipe leo vio entrar en su aposento les dijo i
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LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
N. XLVII
751
Al llegar aquí enjugóse nuestro buen Doctor amigo las
{rimas que asomaban á sus ojos en aquella ocasión, lágrimas qti2 más de una vez le habíamos visto enjugar también
durante el relato que precede; y luego prosiguió de esta j
periódico el Boletín de la librería, que contiene un minucioso catálogo de todos los libros y periódicos que salen á la
luz publica en España y de muchos del extranjero, y otros
de las obras raras y antiguas, verdaderas curiosidades binanera:
i bliográficas, y de las de surtido que se hallan á la venta en
— Joven, he terminado ya la triste historia que os habia su acreditado establecimiento (calle de Alcalá, 18, Madrid).
>frecido: sólo me resta ahora añadir que Felipe y Ernestina ! El Boletín de la librería, útilísimo para los hombres de
todavía viven en su casa solariega, y son los ángeles protec- letras, así como para los centros científicos y literarios, se
tores de esta comarca. A los dos les conocéis, y aun creo publica todos los meses, y cuesta la módica cantidad de
que los distinguís con vuestras simpatías, puesto que mas 20 reales al año.
de una vez os he visto hablar con ellos en el tiempo que
moráis entre nosotros.
CORREO DE LA. MODA DE PARÍS.
Felipe es aquel grave, pero amable señor que tanto habéis
tratado en los tres dias de tiesta que ha tenido el pueblo; y
La
casa
Uuerlain,
raede la Paix, en París, esfielá
Ernestina la bella y seductora señorita con quien os he vis- este axioma : / Krilo 15,
nblu/a! , y para conservar *u rango de
to bailar en todos ellos.
prioridad, realiza lo posible y lo imposible, porque en ninOs revelo eso, porque pública es ya en esta comarca separte se encuentran preparaciones más exquisitas ni
mejante cosa, y porque el misino interesado no lo oculta guna
perfumes más suaves.
casi á nadie : haced de ello un buen UPO, sin embargo.
Si recientemente se han ponderado las cualidades excepQue nunca os venga, joven amigo, la'tentación de mete- clónales
de su Crem'i á la fresa y de su Polco de Ci/prés,
ros á seductor : ya veis los horrendos males que á las fami- | hoy
se elogian sus jabones y pomadas.
lias causa, y el tristefinque al tal aguarda, cuando la doncella ssducida cuenta con un pariente tan diestro y pundo- i El Sapoceti, jabón al blanco de ballena, es el último perfeccionamiento del género, y su forma excéntrica, racionoroso como Felipe de Sotavento.
apropiada á su empleo, hace que su éxito sea más
I'racticadlo vos así, esto es, no seduzcáis jamas á mujer nalmente
todavía; este jabón especial blanquea y suaviza
alguna por pobre y desamparada que sea, y ya que escribís grande
para el público, infundid también á vuestros lectores esta perfectamente la piel, y está preparado con varios olores,
misma máxima, y es seguro que, ademas de hacer con ello entre otros el Bouquet de la» Heupérkles, perfume de almenun bien inmenso á la socielad, os lo agradecetán después dras, Magnolia, etc.
hasta esos mismos jóvenes, cuya ocupación ni pensamientos i La Vate de vebmrn se recomienda, sobre to lo, para el uso
son otros que seducir á las incautas que tienen la desdicha de las manos, porque las suaviza mucho : esta pasta está
de creer en sus protestas de amor y falaces promesas de ca- preparada con almendra á la miel. También la denominada
Miellite
de pistachos ((úfónnigon) es una preparación untuosamiento.
a
VIL
J' cuyo uso es muy favorable al cutis.
¡ Dichoso el dia en que no haya ni seductores ni seduci- 'i 8 )jlexflamci
Du VEHTLS mear, 12, rué Auber, en París, á
A las cinco ó poco más de la mañana del día posterior u das! ¡ Feliz, el tiempo en que la virtud impere sola sobre la
quienes se debe la Cintura regente y la Tournure Du Barry,
la escena que acabo de describir siilia un coche por la tierra!
no hacen jamas la prueba
Puerta Nueva de la ciudad, encaminándose hacia Hesós,
Ahora á la población, que mis pobres enfermos esperan !
de sus corsés: tomadas las
adonde llegó después de veinte minutos de una marcha ni mi visita.
medidas exactamente, por
precipitada ni lenta. En él iban 1-Vlipe y sus amigos, y
Y levantándonos de los toscos asientos en los que hasta
encima del vestido, ellas basadem is un médico conocido de los últimos, por lo que pu- allí habíamos permanecido, nos encaminamos los tres hacia
tan para guiarlas en la condiera suceder en el lance que iba á tener lugar dentro de el pueblo, despidiéndonos á su entrada del excelente Docfección irreprochable de la
una hora lo más tarde.
tor, sin que hasta ahora hayamos tenido otra vez la dicha
cintura más perfecta que
Así que <-l coche hubo arribado al mismo pié de la cita- de volverle á ver.
puede desearse; y adornada
da riera, bajaron de él las enntro personas ya dichas, y
con gusto y elegancia, la
dando orden al auriga de que de allí no se moviese hasta
Cintura regen teha sido adopHe aquí, pues, benévolos lectores nuestros, la funesta
que ellos volvieran, dirigiéronse los cuatro hacia un espeso
tada por todas las señoras
bosque que á tieinta pasos existia, y que era un sitio muy historia que encierra La Cruz fie mármol y que debimos
del buen tono. Principalá propósito para que dos personas pudiesen matarse á man- hace algunos años á la amabilidad del ilustrado médico que
mente para las toilette* de
salva y sin ser de nadie vistas.
ya conocéis; historia que hoy os damos á leer por considebaile, la Cintura regente es
Un cuarto de hora haría que Felipe, el médico y los pa- rarla digna de vuestra atención y de ser conocida de toda
drinos se habían internado en el bosque, cuando oyeron el clase de gentes, quedando más que colmados nuestros de- absolutamente indispensable, no sólo por su forma especial,
ruido de un coche que rápidamente hacia aquel punto s« en- seos, si logramos que algún entendido lector diga al final sino porque tiene el mérito de sostener el talle y conservarcaminaba, y suponiendo el primero de nuestros personajes de ella: « Ksta historia es tan útil á la humanidad por su le á la vez toda su flexibilidad y gracia.
que no eran otros los que en él venían que su adversario y buena forma, como por la mucha enseñanza y excelente
padrinos, dijo dirigiéndose á los suyos:
moral que contiene.»
1'KDIIO PAI.AU v MASONI.
— Aquí está mi hombre; mucho celebro que tenga Jorge
ADVERTENCIA
tanta prisa de matarme á mi, como yo la tengo de matarle á él.
La Empresa suplica á los Sres. Sitscritores cuyo abono
Al espirar en los labios de Felipe Reme jantes frases, vieLIBROS PRESENTADOS
termina en fines del presente mes, y qm; deseen seguir faron ante su presencia, pero á algunos pasos de distancia
voreciéndola , se sirvan darla anticipadamente aviso di HU
KN KNTA K K l i A C i ' l O N l ' o l l A I T O I I K N ó K D 1 T U H K R .
todavía, á Jorge de Lctran, á sus padrinos y á un médico
que con ellos venia también para ejercer su oficio si neceHistoria del comercio de todas las naciones, deudo renovación, para evitar los retrasos que son consiguientes
sario fuese.
los tiempo* iná* remoto* lutxta nucxtro* dia.i, por Mr. Schcrer. cuando todos los pedidos son hechos áfinde año.
Saludáronse cortésmente las ocho personas al descubrirse Traducida del trancha por los alumnos de laclase de este idioAl pedir la renovación, se suplica el envió de una de las
y hallarse cerca unos de otros, y uno délos padrinos de ma establecida en el Ateneo Mercantil de Madrid, y publicada fajas impresa con que se recibe el periódico.
á expensas y por petición unánime de la misma Asociación.—
Jorge, tomando la palabra, dijo asi:
Ha salido á la luz pública el tomo segundo y ultimo de esta
— Caballeros, ya sabéis á lo que aquí hemos venido; más obra,
útil á todo comerciante. — Consta de 544 páginas en 4.°,
ANUNCIOS.
unten de que el duelo paso adelante, desearía saber de uste- y se vende en el Ateneo Mercantil ( Pinza de la Leña, ¡>) y en
des si hay un medio todavía de arreglar eso honrosamente las principales librerías de esta capital, al precio de 40 rs.
para ambas partes.
VERMOUTII DE S A U Í S .
— Si, caballero, — contestó Felipe, — uno solo hay, y és- Diccionario razonado de Legislación y JurispruPremiado por el ilustre Colegio de farmacéuticos con medadencia
diplomático-consular
,
«
Jlrpertnriu
para
la
carte es que yo ó el señor hayamos dejado de existir. Toda re- rcr.i di: Estado.—En este Diccionario, único en su clase, están lla de plata: en la Kxposicion marítima española de 1872, con
conciliación entre los dos es imposible.
compiladas ( segun advierte el autor) las opiniones y teorías medalla de bronce. Aprobado y recomendado por la muy ilus— Entonces no replico más. Estas son las armas elegi- de loa más respetables autores que han ilustrado la ciencia di- tre Academia de Medicina de B ireelona. Instituto Médico y
das,—dijo presentándolas para que fuesen examinadas por plomático-consular, juntamente con los preceptos y disp si- otras corporaciones científicis, como tónico, higiénico, estomay corroborante.
los padrinos de Felipe. — Tomad la que gustéis, — añadió ciones más útiles de nuestra legislación, y podrá servir de Ma- quico
Con el uso <!e este vino se curan radicalmente todas las afecpracticado el reconocimiento, — puesto que nuestro ahijado nual práctico y de consulta á las personas que s.e dedican á la ciones
del estómago.
os concede la elección, y mataos en buen hora con la leal- carrera de Kstndo. Por los interesantes, abundantísimos y
Depósitos en Madrid: Prast, Arenal, 8; Regalado, Mayor, 39;
exactos datos que contiene, referentes al comercio, á la polítitad y nobleza que competen á los buenos caballeros.
ca, al derecho civil, etc., es de absoluta necesidad al comer- Besteyro, Imperial, 3; Arana, Preciados, 0; Pos Siglis, SeviY después de haber entregado el florete sobrante á Jorge, ciante, al armador, al naviero, y á cuantos quieran adquirir lla, 15: San Jaume, Horno de la Mata, 15.
Pedidos al pormayor, Saltador Sallé», por Barcelona, Sans.
prosiguió:
con poco trabajo las noticias que más les convengan para su
— En guardia, señores : cumplid vuestro deber.
gobierno en el arreglo de sus negocios, en el conocimiento de
llecio fue el encuentro: las armas despidieron fuego y sus derechos y en la seguridad de los contratos ; y el Cuerpo
GENDA DE BUFKTE PARA 187.5, desde 2 pesetas hasta 3 perechinaron fuertemente; pero ninguno de los dos adversa- Consular, sobre todo, encontrará en él una segura guia en tosetas 75 cents.—Agenda de bidxillo para 1K75, desde una
dos
los
asuntos
que
abarca
su
dilatada
jurisdicción.
Forma
un
rios había cedido al otro ni una linea de terreno, antes se abultado tomo en folio, de 004 páginas, correctamente impreso peseta hasta l!t pesetas.— Agenda Médica para 1875, desadvirtió que si bien se batían con furor y con ánimo de ma- y en buen papel, y se vende en las principales librería-s de M¡i- !de 2 pesetas hasta 19 pesetas y 50 céntimos. — Agenda de
tarse pronto, lo hacían, sin embargo, con serenidad y con drid, y en la imprenta de D. J. Antonio García ( Campoma- j la Lavandera para 1875, desde 50 céntimos de pessta hasdestreza y valentía admirables y dignas de mejor causa.
nes, (¡) al precio de 80 rs.
¡ ta 63 céntimos.—Calendario Americano para 1875, desde 50
Por espacio de treinta minutos la lucha estuvo indecisa y
céntimos de peseta hasta 3 pesetas.—Calendario Americano
Tratado
elemental
de
fortificación
de
campaña,
sin ventaja por ninguna parte ; pues ni un solo rasguño se ron twciones de la permanente IJ del material de guerra. Obra unido al de cuadro para 1875, desde 2 pesetas 50 céntimos
hablan inferido en aquella media hora transcurrida; pero á aprobada para texto de la Academia militar de caballería, y hasta 3 pesetas.
"*
los treinta y cuatro minutos oyóse un ¡av! desgarrador y escrita por el capitán profesor de la misma I). Miguel de LaEstos libros, de UTILIDAD VAHA TODO i'N AXO,
vióse caer al suelo á uno de los combatientes, bañado en su torre y León.—Entre las publicaciones que han salido á luz re- no necesitan ya elogios: mis precios tan módicos los han
propia sangre: era Jorge de Letran que estaba herido mor- cientemente, llama con justicia la atención del público ilus- ] hecho accesibles á todas las fortunas.
talmente y tenía atravesado el corazón de parte á parte. trado la que citamos en el epígrafe de este párrafo, escrita por
Sé hallan de venta en Madrid en la Librería extranjera y
• ¡Qué lástima que tanta bravura y destreza sucumbieran de D. Miguel de Latorre y León, capitán de caballería y profesor nacional de D. Carlos Baüly-Bailüére, plaza de Santa Ana,
en
la
Academia
del
arma,
donde
está
aprobada
para
texto.
tal modo! ¡ Qué lástima que así acabaran!
Esta importante y útil obra reúne en 53(¡ páginas en 4." núm. 10, y en todas las librerías de la Nación.—A.
A los dos dias de este fatal encuentro, recibía Pepe una mayor una multitud de conocimientos sumamente útiles para
carta concebida en estos términos:
todo militar, los cuales, ademas de no hallarse reunidos en nin- \
«Querido Pepe: dentro de tres dias tendré el gusto de abra- guna otra obra, están en armonía con los más recientes adePELUQUERÍA DE ALBENDIN.
lantos en el arte de la guerra.—En su parte material está á la
zarte á tí y á mi bella Rohrinita.
MONTURA, 4 1 , K.NTRKSl'fXO, MADRID.
)> El viaje emprendido ha sido muy fructuoso, puesto que altura de las mejores en su clase : perfectamente impresa é ilustrada con 270 grabados para la más gráfica explicación del texhe logrado el objeto que me propuse en él.
Se fabrica toda clase de postizos, tanto de caballero como
to, honra al arte español y particularmente al establecimiento
»La partida fue muy empeñada y no menos disputado el tipográfico
y de galvanoplastia y grabado de los Sres. Gaviria de señora.—Salón f.ara afeitar, cortar y rizar el pelo y tinpremio: pero alfinquedé vencedor, y sin que en ella reci- y Zapatero, de Valladolid, donde ha sido confeccionada.—Vén- tar la barba. — G.
biese daño alguno.
dese en Valladolid, al precio de 15 pesetas, en la librería de los
«Satisfecho volveré á esa; mas para que nada enturbie la mencionados señores (Angustias, 3), y en la del Sr. Miñón
satisfacción que rebosa en mi contristado pecho, quita sin (Accra de San Francisco), y en Madrid, en la del Sr. Baillypérdida de tiempo el negro crespón que cubre mi escudo, ya Bailliére ( Plaza de Topete, 10).
Con profusión de grabados de notables artistas españoles y artículos
que no existe la triste causa que me obligaba á tenerlo asi.
E. M. DE V.
de escritores distinguí-i os.
»Tu amigo y señor,
ASO II DE LA PLBLICAC1O>.
—Os esperaba, camaradas. ¿Cuáles son las condiciones
del duelo?
— Muy fuertes por cierto, — contestó uno de los dos padrinos.
— Así me place. Mas veamos lo que habéis acordado.
—Nada, Felipe: que mañana á ¡as seis de la ni's ni .lebe verificarse el desatio; el arma elegida es el llórete, y la
conclusión del duelo cuando uno de los dos hayad.-ja lo de
existir. ¿Qué te parece?
— Muy bien me está. ¿Y sitio?
— La riera de ISesús: pero ya pasaremos á buscarte en
carruaje. ¿Quieres tirar ahora?
—¿Para qué, amigos míos?
— Para que mañana tengas más soltura en el manojo del
arma que debes empuñar.
— No es necesario, pues ya sabéis que tiro perfectamente el florete.
— Pero Jorge es muy diestro también.
— Tanto mejor para mí, porque si le mato, no me quedará, á lo menos, el remordimiento de haber muerto á un
pobre manco.
— Entonces, ¿que quieres de nosotros?
— Que me dejéis descansar, y que os anticipéis á la hora
de la cita, pues sentiría vivamente no llegar el primero al
sitio convenido.
— Se hará como deseas. Adiós, Felipe.
— Hasta mañana, amigos míos.
Y salió acompañándoles hasta la puerta de la calle, subiendo en seguida á su cuarto para desnu larse y meterse
en la cama, durmiendo aquella noche como no lo había
hecho de un año acá.
A
ALMANAQUE DE LA ILUSTRACIÓN PARA 1 8 1 5 .
Felipe de Solácenlo.-»
Se halla de venta en las principales librerías de España, al
El incansable editor y librero de esta capital, Sr. D. Ma- precio de 4 reales en Madrid y 5 en provincias.
riano Murillo, continúa publicando con éxito creciente su
Administración, Carretas. 12, pral., Madrid. —G.
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LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
752
SUPREMO BUEN TONO
Refrescantes y dipcstivus
Tnt KT)A*- F \ niMTAS LAJX- QI F C^NTIKNFN
doce elegantes cartuchos
N.°XL\ II
SUPKEMO BUEN TONO.
PASTILLES-FUMEURS
COLOCAOS 1-N BOMIA^CAJA^ Q' 1* C« M~1K\KN
LABORD, &O, r a e de E n c a l e n , PARÍS.
doce elegantes cartuchos.
K fres ante y digestivas
OPRESIONES
i ü T V f l NEVRALGIAS
(0\MII'\Dos
HO K1S TWTUBAS PBOGBE!.1>A»
I W \ l I, s
A s p u u n i d < I h u m o p e n i lr<i t i l < I I", c l i n r - i l n i i e l s i s l i 111.1 n . r \ l o s o f ti ilil i 11 < \ | x d u r a c i ó n y r , i \ n i ( < i
I i s fun< m m s ili I i s i \
! „ u n s K s p n il m u í s
I njtr cil i / tn i ] I s p l l
V,
» < n l » |>or iiiiMor J . I «>I»U . ttm. r u r M a i n l - I I I / I I K - , I*ni IR.
i i II l.is |irini i|idk s F.irn
s di- l.is Ami'ricdS — * I r . l a cuju.
.I. l I^csbMlTIISü^
PARÍS
í a r i volver inmcdialn
nú ule a 1 u íbt-Uos y ii la
li irha «u color li al urdí en
todo* matices.
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bin ne< cbid id de 11 electi icidad
J.-B. T08ELLI, anlu|u« «ijual (lo IIMJIIIIIIOS
Z13, Ruó LalJiyettB, cu Parib
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4."), iiicdt lil I OLI,auc<¡iu<lt la i uc ¿>l lhuu
TRAJES PARA CABAL! EROS Y NIÑOS
EL DIPLODA L't MIK1T0
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I < r nnjor i n Madrid Ag nua fr HILO e janoU,
feí i lo 1
De¡ot>to ¡fri tu u/ar,
n todas tas peífamenas y petuqnenas de jronntm
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mis baritaquenmgunaotra Indispensable
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\enla al p>r mayor i T KM 1G,
10, rae lailbout, Puus
Ve) it t u M i l n 1, t iriLU
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Poiwimtre.
/ h hf i tt— 7 1 oul de btrasfwutg.
Ca¿as tu í lerwi, en Btu*eí<tj en Brrltn