GUÍA INTRODUCTORIA AL MÓDULO II II.1.- Factores históricos del desarrollo II.1.a.- Factores históricos del desarrollo Los factores que han hecho posible el desarrollo históricamente los podríamos sintetizar en: • Avances tecnológicos • Inversión de Capital (que se basa en la acumulación de capital, posible gracias a los avances tecnológicos, productividad, excedente y ahorro) • Desarrollo de la infraestructura (servicios y comunicaciones) • Capacitación de los recursos humanos Dado el paradigma evolucionario dominante, en cuanto a explicar el porqué el Occidente se ha desarrollado, no así el resto del mundo, los investigadores se dedicaron a buscar algún “factor faltante” que estuviera ausente en las sociedades subdesarrolladas. Se sugirieron varias explicaciones acerca del "factor faltante". II.1.b.- Factores faltantes en los países subdesarrollados En cuanto a explicar por qué algunos países han logrado desarrollarse y otros no, surgieron muchos investigadores tratando de encontrar el factor faltante que estuviera ausente en las sociedades subdesarrolladas y que explicara los obstáculos para lograr el crecimiento económico y que fundamenta la noción de que la existencia de ciertas actitudes "modernas" son una precondición para el desarrollo. La transición de un estado tradicional a uno moderno presuponía cambios en actitudes, a veces definidos como "vacíos" (Lerner), a veces "necesidades de logro" (Mc-Clelland), lo mismo que en instituciones sociales y políticas (Hoselitz, Apter, Myrdal)." El origen intelectual de este argumento puede ser trazado hasta el trabajo de Max Weber (Prusia 1864-1920), que tanto en La etica protestante, el espíritu del capitalismo como en sus estudios comparativos de religión enfatiza el rol de la ideología en el desarrollo social. En propias palabras de Weber, se puede resumir su punto de vista: “Según la voluntad inequívocamente revelada de Dios, lo que sirve para aumentar Su gloria no es el ocio, ni el goce, sino el obrar; por lo tanto, el primero y principal de todos los pecados es la dilapidación del tiempo: la duración de la vida es demasiado breve y preciosa para “afianzar” nuestro destino. Perder el tiempo en vida social, en cotilleo, en lujos, incluso dedicar al sueño más tiempo del indispensable para la salud (de seis a ocho horas), como máximo es absolutamente condenable desee el punto de vista moral. Todavía no se lee, como en Benjamín Franklin “el tiempo es dinero”, pero el principio tiene ya vigencia en el orden espiritual; el tiempo es infinitamente valioso, puesto que toda hora perdida es una hora que se roba al trabajo en servicio de la gloria de Dios”. Weber expone un documento de Benjamín Franklin que resume las características del "espíritu del capitalismo": • El tiempo es dinero (no solo se pierde esa suma, sino lo que esta hubiera producido). • El crédito es dinero. • El dinero es fértil y reproductivo. • El buen pagador es dueño de la bolsa de cualquiera. • Inculcar en la vida de un joven puntualidad y justicia en los negocios. • Ser cuidadoso y honrado (pagar deudas...). • Llevar cuentas de gastos e ingresos no considerar como tuyo todo cuanto posees. • Inculcar el ahorro, ya que los pequeños gastos llevan a grandes ingresos. • Llevar prudencia David Mc-Clelland (Estados Unidos, 1918-1998) postula una influencia de la personalidad sobre la cultura, y señala que existen rasgos de motivación o necesidad al logro que se hacen presentes en la personalidad de los empresarios de los países desarrollados (característica de las élites competitivas protestantes del mundo occidental). Mc-Clelland, habla de tres tipos de motivaciones, las cuales predisponen a la persona a comportarse en forma que afectan de manera critica el desempeño de muchos trabajos y tareas; las motivaciones dependen de las necesidades según las necesidades de cada individuo, pero afirma que las mismas pueden ser adquiridas socialmente. Establece tres tipos de motivaciones: la motivación o necesidad de logro, poder y afiliación. • Motivación al logro: Es la necesidad de establecer metas realistas, persistir productivamente tras la conquista de esas metas, y exigirse excelencia en la evaluación de los resultados. • Motivación al poder: Es la necesidad de controlar y manipular a otras personas y se asocia con la idea de alcanzar status, este tipo de personas se preocupan por el prestigio antes que por un rendimiento adecuado. • Motivación a la afiliación: Es el deseo de gozar del aprecio y la aceptación de la gente, estas personas prefieren situaciones de cooperación a las de competencia. Del mito al Logos Vemos como la actitud es un factor importante para el desarrollo de un país, hay otros autores que sostienen que el desarrollo es en la medida en que el ser humano actúa según su inteligencia y no según las creencias mitológicas; estamos frente a la importancia del paso del pensamiento mítico al logo o pensamiento racional. Desde el hombre más primitivo, hasta el ser humano que conocemos hoy en día, vemos que ha evolucionado a través de tres tipos de pensamiento: el mítico, el filosófico y el lógico, tomando en cuenta que el lógico o racional constituye la cumbre del pensamiento del ser humano hoy en día, es decir, la máxima expresión que su intelecto ha logrado. El pensamiento mítico podríamos definirlo como aquel que se basa en la intuición para conocer y dominar el mundo exterior, vive en el presente y fundamenta sus conocimientos en creencias míticas. El Mito es el compendio de los conocimientos basados en leyendas, cuentos, historias y religiones. Estos conocimientos provienen generalmente de fuentes que se pierden en el remoto pasado, tal y como lo hemos visto en el pensamiento de los hombres primitivos, por lo que resulta imposible intentar comprobar estos hechos. En la evolución del pensamiento, encontramos que el ser humano intenta ordenar y dominar el mundo exterior, pero no a través del mito ni de la razón, puesto que se ha dado cuenta que allí no la va a encontrar, sino por medio de la ciencia, a través de la experimentación y la comprensión de las leyes naturales, obviamente utilizando su razón, pero buscando la respuesta a sus interrogantes en ella. El término “Locus de Control” ha sido definido por varios autores como una manera de explicar algunas de las conductas que tienen los individuos las cuales se derivan de la forma como éstos conciben y dominan el mundo exterior. En general, podemos decir que existen dos tipos de Locus de Control, externo e interno. Se dice que las personas que creen que los eventos de la vida son controlados por sus propias acciones, tienen un Locus de Control Interno, estos individuos consideran que sus decisiones personales influyen en los resultados o consecuencias de sus actos; mientras que las personas que creen que con sus acciones no pueden cambiar la realidad, puesto que ésta depende de fuerzas internas a él, tienen un Locus de Control Externo. Esta concepción de la realidad, en base a ambas posiciones respectivamente, influye de manera determinante en el desarrollo, no sólo de las personas, sino de las comunidades y los países en general. II.2.- Teorías Clásicas del Desarrollo El pensamiento científico sobre el desarrollo en occidente, ha privilegiado los aspectos económicos, entre ellos el crecimiento, cuestión presente desde las teorías clásicas hasta enfoques más recientes. Adam Smith (Escocia 17231790) y Thomas Robert Malthus (Inglaterra, 1766-1834) entendieron el crecimiento económico del sector agrario como la fuente del desarrollo. El modelo elaborado por Adam Smith centraba el crecimiento en el factor tierra, y por tanto cuando la tierra se convirtió en un factor limitativo, la ley de los rendimientos decrecientes empezó a actuar y la productividad del trabajo a disminuir; Malthus en su libro Ensayo sobre el Principio de Población, estima que a través de la virtud (abstinencia) había que ejercer control sobre la población. El evidente crecimiento industrial que se produjo a partir de la segunda mitad del siglo XVIII requería una explicación diferente. El modelo elaborado por David Ricardo, explicitado en su libro Principios de economía política y tributación, incluye el capital como principal factor de crecimiento de la economía; el análisis que Karl Marx (Prusia 1818-1883) hace del capitalismo en su libro El Capital acerca de las contradicciones del mismo y de la teoría del valor, suponen al capital como el principal factor del crecimiento económico, agregando las consideraciones acerca de la acumulación del capital y la teoría de la plusvalía como ley económica que expresa la esencia misma del sistema, lo que explica que el incremento del capital en manos de la burguesía es directamente proporcional al crecimiento de las desigualdades sociales. Según Marx cuando el capital se concentra en pocas manos (efecto monopolizador de las ganancias gracias a la mayor productividad proveniente de los avances tecnológicos) hace que aumente la cantidad de personas con poca capacidad de demanda, y que disminuya la productividad del capital; ya que el número de trabajadores disminuye y no puede realizarse la plusvalía. Desde la segunda mitad del siglo XIX hasta 1945 el desarrollo se identifica con modernización, o paso de una sociedad tradicional a una sociedad moderna, caracterizada ésta por la industrialización, institucionalización, urbanización, capacidad de innovación y cambio, y niveles de producción y productividad crecientes. Son muchos los autores que han hablado de las condiciones o factores necesarios para el desarrollo de un país, que han dado lugar a diversas concepciones acerca del desarrollo. En la segunda mitad del siglo XX podemos distinguir dos grandes concepciones: la estructuralfuncionalista y la estructural-histórica; hacia finales del siglo XX entran en consideración teorías basadas en el nuevo orden económico social global (teoría de los sistemas mundiales); para iniciar el siglo XXI con plantemientos más humanistas producto de la crisis del pensamiento economicista, dando lugar a modelos dirigidos al desarrollo humano. II.3.- Concepciones del Desarrollo II.3.a.- Concepción Estructural-Funcionalista Partiendo del enfoque estructural-funcionalista de Talcott Parsons (Estados Unidos, 1902-1979). se desarrolló la "Escuela de la modernización", que sostenía la existencia de un proceso de modernización único (con un carácter fuertemente normativo), por el que las estructuras sociales de los países pre-modernos o tradicionales se iban viendo sometidas a cambios de valores, actitudes y creencias cada vez más racionales conforme se incrementaba progresivamente su diferenciación institucional. El concepto de "diferenciación institucional" fue acuñado por Parsons y hace referencia a la subdivisión, diversificación y especialización de las formas organizativas de la sociedad. Responde a la tradición durkheimiana de la creciente división del trabajo y es considerado un concepto clave por la Escuela de la Modernización. Las teorías funcionales predican que el desarrollo puede lograrse dentro del marco del sistema. Los países en vías de desarrollo son los responsables de su situación y pueden superarla ellos mismos (transitando las etapas que los países desarrollados han ido cumpliendo de manera natural) con la convicción de que el progreso y la evolución social podrían alcanzarse por medio del esfuerzo voluntario, intencional y planificado, es decir con políticas de desarrollo. El término "modernización" se institucionaliza en la sociología académica durante los años cincuenta, en los ámbitos anglosajones, para referirse a las consecuencias sociales y políticas generadas por el crecimiento económico que por entonces se estaba produciendo en los países llamados "en vías de desarrollo". Se presuponía que el proceso de modernización debía seguir el camino ya recorrido por los países desarrollados, de desarrollo autosostenido. La matriz del proceso de modernización quedaba así definida por el modelo occidental y, más concretamente, anglosajón: británico primero, norteamericano después. En el período de posguerra teorías como la modernización sirvieron de sustento al Plan Marshall y la Alianza para el Progreso. Hasta principios del 50 HT TH HT TH se desarrolla la escuela "Economía del Desarrollo" que tiene sus antecedentes HT TH en la obra de Schumpeter quien definió el desarrollo como una transición de desequilibrio de una configuración de balance económico a otra; y en la teoría de Keynes que resaltó el papel de la intervención estatal. Joseph Schumpeter (Austria, 1883-1959) en su libro “Teoría de la evolución económica” sostiene que la actitud para innovar es la fuerza más importante del crecimiento capitalista; así concede a la innovación tecnológica una importancia de primer orden. Como consecuencia habla de la importancia del “empresario promotor”; las innovaciones, según Schumpeter, eran nuevas combinaciones de los recursos productivos. Estas tomarían cinco formas principales: a.- la introducción de un nuevo producto o de una nueva calidad de un producto ya existente b.- la introducción de un nuevo proceso de producción c.- la apertura de un nuevo mercado d.- el desarrollo de una nueva fuente de insumo e.- los cambios en la organización industrial En el origen de la innovación han sido cruciales tres temas: • El papel de la oferta del conocimiento científico y tecnológico en el proceso de innovación • La relación entre el mercado y la generación de innovaciones • La relación entre el tamaño de las empresas y su propensión y efectividad para innovar Dos modelos del proceso de innovación: “Science push" vs "Demand pull" • “Science Push” se enfoca en la oferta del conocimiento científico • “Demand Pull” se define en la demanda del mercado. Joseph Schumpeter en su libro Teoría de la evolución económica, plantea T la posibilidad de que un cambio tecnológico sea causa suficiente para provocar T una fluctuación cíclica por un “efecto demostración”. John Maynard Keynes (Inglés 1883-1946) por su parte sostiene que la cantidad de dinero es lo que mueve la economía, así que hay que estimular la demanda, con políticas de redistribución del ingreso (políticas de pleno empleo) y reduciendo las tasas de utilidades. Con su teoría del Social Welfare, presentada en su libro: “Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero”, influyó fuertemente en el capitalismo a partir de la Gran Depresión de 1929, y especialmente después de la II Guerra Mundial. Se puede resumir su teoría en los siguientes aspectos: • Desarrollar una considerable demanda interna efectiva en términos de mercados nacionales • Reconocer que el sector industrial es importante para alcanzar mejores niveles de desarrollo nacional, especialmente porque este sector generar mayor valor agregado a los productos en comparación con el sector HT TH HT TH agrícola • Incrementar los ingresos de los trabajadores como medio para generar HT TH mayor demanda agregada dentro de las condiciones del mercado HT TH HT TH nacional • Promover un papel gubernamental más efectivo para reforzar las condiciones de desarrollo nacional y aumentar los estándares de vida del país. Ragnar Nurkse (Estonia 1907-1959) al igual que gran cantidad de economistas sostienen que el problema del desarrollo es un problema de inversión, nos habla del “círculo vicioso de la pobreza”: hay poco desarrollo porque hay poca inversión, pero hay poca inversión porque hay pocos ahorros, y hay pocos ahorros porque hay pocos ingresos, y al no haber éstos no hay inversión. De ese modo invertir es un imperativo para aumentar la productividad; sostiene que hay que invertir en todos los sectores de la economía y fortalecer el mercado; afirma que el círculo vicioso de la pobreza se rompe con inversión extranjera. Obras de Ragnar Nurkse: Conditions of International Monetary Equilibrium, Problems of Capital-Formation in Underdeveloped Countries; Patterns of Trade and Development; Equilibrium and Growth in the World Economy. Alvin H. Hansen (Estados Unidos 1887-1975) encontró que existe una correlación entre el crecimiento de población y el desarrollo económico, que los períodos de gran crecimiento poblacional han sido de gran crecimiento económico. En su libro El progreso económico y la disminución del crecimiento de la población Hansen sostiene que el progreso económico requiere crecimiento de la población (porque un aumento de la población estimula la inversión) por ello era pro-poblacionista, una tendencia muy extendida en 1950, había una gran preocupación por la baja natalidad existente. II.3.a.1.- Teoría de la Modernización Así dentro de esta concepción estructural-funcionalista encontramos el modelo conocido como Teoría de la Modernización, el cual tuvo mucha influencia durante las décadas 50 y 60 en América Latina, conocido también como desarrollismo. Las consecuencias sociales y políticas de la industrialización y, por supuesto, las económicas, serían entonces semejantes en todo el mundo al "modelo europeo" así construido; por lo tanto, modernización pasó a ser sinónimo de occidentalización. El desarrollo fue concebido como el crecimiento de la economía de mercado y la expansión de los lazos comerciales internacionales. Se creía que superados ciertos umbrales de pobreza a través de la formación de capital, de experiencia empresarial y de cualificación de mano de obra, las fuerzas del mercado impulsarían espontáneamente el desarrollo económico primero y el desarrollo político después. De esta Escuela sociológica de la Modernización (algunos de cuyos autores más destacados o conocidos son Rostow, Smelser, Küznets, McClelland, y, en América Latina, Gino Germani) se derivó una Escuela de Desarrollo Político, también enmarcada en el modelo teórico estructuralfuncionalista parsoniano, que postulaba una especie de determinismo socioeconómico según el cual, conforme se desarrollara el proceso de industrialización, sus efectos se trasladarían espontáneamente al subsistema político, generándose así una tendencia hacia la democratización. Englobados en la etiqueta genérica de lo que se conoce como pluralismo, se produjo entonces la institucionalización de la sociología política como disciplina académica autónoma, con el impulso de autores como Lipset, Dahl, Almond y Verba y Rostow, entre otros. Lo importante para toda esta corriente era determinar las precondiciones económicas que hacían posible el establecimiento de democracias de tipo occidental. II.3.a.2.- Etapas del crecimiento económico Entre las propuestas teóricas de la modernización la mejor conocida es el esquema de cinco etapas presentadas por Walter Rostow (Estados Unidos 1916-2003), en su libro Etapas del Crecimiento Económico, un Manifiesto no comunista, modelado explícitamente a partir de un análisis de la revolución industrial británica, donde se dice que en el paso (o evolución) de un país o nación desde la etapa tradicional a la moderna-industrial, una nación o país debe transitar por las siguientes etapas: (1) sociedad tradicional, (2) condiciones previas al impulso inicial, (3) el impulso inicial o despegue (“take-off”) (4) la marcha hacia la madurez, y (5) la sociedad de consumo de masas (o moderna). Todos estos pasos son eminentemente económicos. El análisis de Rostow se centra en la idea de crear una tasa de inversión de capital en la sociedad, que alcance un punto en que el crecimiento (o proceso de desarrollo) se vuelva "automático" (lo que hoy día llamaríamos un proceso de desarrollo sostenido). El Plan Marshall y la Alianza para el Progreso en Latinoamérica son ejemplos de programas influenciados por las teorías políticas de Rostow. La propuesta de Rostow, que en gran medida apela a un desarrollo endógeno, es decir, a partir de recursos propios del país, recibió muchas críticas, en primer lugar, por basarse en un proceso particular, la Revolución Industrial británica, la que tenía sus propias condiciones históricas y sociales; en segundo lugar, porque el desarrollo endógeno es considerado casi imposible en los tiempos modernos, debido a la gran interdependencia existente entre los diversos países y regiones del mundo. Y tercero, gran parte del desarrollo actual de los países ricos se logró con el aporte de la riqueza de sus ex-colonias, mientras que los países subdesarrollados actuales no tienen colonias que explotar. Como fundamentos esenciales, incluyendo aquellos en los que se basan los planteamientos de Rostow, la teoría de la modernización se caracteriza por establecer: a) La modernización constituye un proceso homogeneizador, a través del cual las distintas sociedades tienden a converger. b) La fase final de proceso tiende a identificarse con el modelo europeo occidental o norteamericano de país moderno. c) La modernización constituye un proceso prolongado, donde el cambio social se concibe de forma evolutiva y gradual, por lo que completar el proceso puede llevar siglos. d) La diferenciación conduce, por una parte a la autonomización de todas y cada una de las esferas sociales (economía, política, cultura, etc.) y, por otra parte, a una creciente especialización de funciones. e) Se generan cambios sustantivos en el sistema de valores aumentando el énfasis en al secularización en el logro individual, status adquiridos, movilidad ocupacional, etc. Según Neil Smelser (Estados Unidos 1930 - ) el desarrollo económico generalmente se refiere al crecimiento de producción per cápita de población, y a la diferenciación de las distintas unidades sociales (instituciones) dentro de la estructura social. Así pues fue asumido que el término clave para el desarrollo, era el de crecimiento de la renta per cápita, como indicador infalible de la salud económica de un país. Los aspectos que se consideraban claves en esta concepción gradualista del desarrollo eran la industrialización, los flujos migratorios del campo a la ciudad, los procesos de urbanización, la alfabetización y la escolarización, los cambios demográficos (mortalidad/fecundidad), el crecimiento de los medios de comunicación de masas y el desarrollo político entendido como la instauración de democracias liberales. Se sostenía que el sector urbano de la economía era el verdaderamente importante para la acumulación de capital, para el ahorro e inversión, para la instrucción pública y la capacitación profesional, ya que se observaba que era donde los beneficios de las inversiones eran más elevados y los nexos comerciales, más fuertes. El sector agrario de la economía pasaba a tener un papel subordinado a las necesidades urbanas, como proveedor de alimentos, mercado para los productos industriales y ejército de mano de obra de reserva, en caso de necesidad. Las estrategias económicas debían basarse en el mercado como motor del desarrollo, dejándose al Estado el papel de movilizar recursos y crear las condiciones que favorecieran la expansión del primero. Básicamente, como ya se ha dicho, la Teoría de la Modernización está enraizada en las teorías económicas de John Maynard Keynes, economista británico, y, en la sociología norteamericana inmediata a la post guerra, conocida como el Funcionalismo Estructural, cuyo principal representante fue el sociólogo norteamericano Talcott Parsons a partir de su libro La estructura de la acción social. La teoría supone pues, que para que las sociedades menos avanzadas en materias sociales, económica y culturales -es decir, menos desarrolladaslleguen a ser iguales a las desarrolladas, deben pasar en forma acelerada, consciente y por voluntad de sus gobernantes (planificación de políticas de desarrollo) por una transición igual de etapas de desarrollo, que las etapas vividas por los países más desarrollados social, económica y culturalmente. Obviamente, las implicaciones de los avances tecnológicos, la reorganización agrícola, la industrialización y la urbanización, difieren de una sociedad a otra, y no necesariamente producen un efecto homogenizador. De esta forma puede resultar la coexistencia de dos categorías de sectores sociales: los sectores modernos y los tradicionales; también conocido este fenómeno como dualismo. En el sector moderno está el desarrollo económico, social y cultural; en el sector tradicional está el folklore, la tradición y los medios de producción antiguos (o tradicionales) y las valorizaciones y costumbres del pasado, que al subsistir dan un cuadro de subdesarrollo. A estas sociedades en que coexisten sectores modernos y tradicionales, ricos y pobres, se les llama en la teoría de la modernización, sociedades o economías duales (o dualistas). Inicialmente el concepto fue dirigido al entorno latinoamericano aunque posteriormente fueron generalizadas por economistas neo-marxistas entre los que destacó Samir Amin (Egipto 1931 - ) asociándolo al concepto de desarrollo desigual y combinado, pues no solo hay países tradicionales y otros modernos (o desarrollados) sino que para esta teoría, también dentro de un país incluso de los llamados desarrollados, es común encontrar esos dos sectores coexistiendo dentro de un mismo territorio nacional, diferenciándose claramente uno del otro. Como se indicó anteriormente, la teoría de la modernización propone que para desarrollar a los sectores pobres o tradicionales y convertirlos en modernos y desarrollados, debe repetirse el proceso evolutivo que vivieron los sectores ya desarrollados, aceleradamente y en un proceso voluntario y planificado, promoviendo el desarrollo de industrias, servicios sociales y culturales a partir de sus propios recursos humanos y materiales. Este esfuerzo a partir de lo propio es lo que se llama el desarrollo endógeno. Para ello se proponen medidas diversas como: la redistribución del ingreso, programas de reformas agrarias, programas de desarrollo educacional y fundamentalmente, como base de lo anterior, promover el desarrollo industrial. La industrialización parece la gran solución, y por industrialización se entiende el promover industrias que produzcan bienes que sustituyan a otros que requieren ser importados desde el extranjero; la economía y desarrollo por sustitución de importaciones supone que al crear en el país bienes que dejan de ser importados, se produce un importante ahorro de divisas (usualmente en dólares) que pueden ser destinados a desarrollar otras áreas atrasadas. Esta estrategia de desarrollo conocida como sustitución de importaciones o modelo estratégico de orientación hacia dentro, fue la más utilizada en los países latinoamericanos, como consecuencia del entorno internacional. La crisis económica mundial (1929-1930 La Gran Depresión) deterioró los mercados financieros y contrajo los flujos de capital hacia Latinoamérica, por otra parte dio pie a la puesta en práctica de las medidas proteccionistas (keynesianas) en las naciones más industrializadas como Estados Unidos e Inglaterra. Esto forzó a los países latinoamericanos a cambiar su economía de exportación y concentrarse en la producción para la demanda doméstica. Esta situación está en la base de lo que se conoce como desarrollo endógeno; en su acepción más simple significa la baja o eliminación de algunas importaciones, sustituyéndose con productos de fabricación interna o nacional. Esta estrategia acelera la intervención gubernamental a través de sus políticas proteccionistas a las empresas nacionales, tales como las restricciones cuantitativas de la producción y ganancias, tarifas y restricciones sobre importaciones, tasas de cambio selectivas (control de divisas) para proteger determinadas industrias locales, así como subsidios y créditos especiales, además de los controles sobre las actividades en el país de las corporaciones multinacionales. Como ya se ha explicado todas estas políticas están enmarcadas dentro de la teoría del Social Welfare de Keynes (Bienestar Social) redistribución del ingreso, programas de reformas agrarias, programas de desarrollo educacional y fundamentalmente, como base de lo anterior, promover el desarrollo industrial. La sustitución de importaciones fue pensada para ser llevada a cbo en dos fases: la primera fase busca satisfacer la demanda interna existente, con instalación de unidades productivas sustitutivas de bienes anteriormente importados, este proceso se inicia con la producción de bienes de consumo acabados, debido a que necesitan tecnología menos compleja, menor capital, y sobre todo porque tienen mayor demanda en el mercado. La segunda fase tiene que ver con la producción de bienes de capital, para ir alcanzando cierta autonomía a través de la expansión de la industria interna. Paralelamente se hace necesario el aumento de productividad en la agricultura para aumentar la oferta de alimentos y de materias primas para las industrias tradicionales; finalmente es necesaria la explotación de fuentes de energía y recursos minerales tanto para exportar, como para consumo interno. Hoy es posible afirmar, sin suscitar ninguna polémica, que el programa desarrollista resultó un fracaso; en muchos países del Tercer Mundo el elevado crecimiento del comercio mundial generó incrementos de la renta per cápita pero ello no se tradujo, en general, en un proceso de desarrollo económico autosostenido ni, mucho menos, en una ampliación y profundización de la democracia política y social. La descomposición del sector agrícola y el proceso de industrialización fueron acompañados por una enorme migración hacia las ciudades, que se vieron completamente desbordadas e incapaces de generar y extender los servicios básicos que requerían los nuevos pobladores. Los barrios marginales proliferaron, habitados por personas que más pronto que tarde empezarían a percibir que el sueño del desarrollo no iba con ellos y que el crecimiento del PBI per cápita tenía mucho de truco contable. En gran parte de estos países, el descuido del sector agrícola se tradujo en una caída de la producción de alimentos, viéndose obligados a importarlos, como ya se hacía con las maquinarias y otros insumos para el sector industrial; en otros, tradicionalmente exportadores de cereales y otras materias alimenticias, la falta de inversión en el sector agrícola fue llevándoles a una progresiva pérdida de competitividad en el mercado internacional. Todo ello llevaría a un progresivo desequilibrio de la balanza de pagos, se gastaba en comprar fuera mucho más de lo que se ganaba vendiendo en el exterior. Críticas a la Teoría de la Modernización 1. El carácter unidireccional que se atribuye al desarrollo. 2. Se pretende justificar la superioridad del modelo occidental (etnocentrismo) 3. También se objetan la supuesta incompatibilidad entre tradición y modernidad, puesto que es erróneo pensar que los valores tradicionales y modernos sean mutuamente excluyentes: por el contrario ambos existen y conviven en distintos tipos de sociedades. 4. Otros ven en las teorías de la modernización como una ideología propia de la época de la guerra fría, cuyo principal objetivo consistía en justificar la intervención americana en el tercer mundo. 5. Objetan la escasa atención que en dicha teoría se adjudica a los factores externos, subestimando la trascendencia de fenómeno como el colonialismo, el control de las corporaciones multinacionales, etc. II.3.b.- Concepción Estructural-Histórica Durante los años 60 se vio que la posibilidad del desarrollo endógeno estaba profundamente limitada por los lazos de dependencia económica, tecnológica y cultural de los países pobres hacia los más desarrollados. En 1948 se crea la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) que bajo su primer director el argentino Raúl Prebich, se realizan los primeros estudios para responder a algunas inquietudes en relación al atraso de América Latina. En esos estudios se afirma que los países en vías de desarrollo tienen una imposibilidad objetiva de alcanzar el desarrollo, como consecuencia de la relación histórica que han tenido con los países desarrollados, los cálculos de los términos de intercambio demostraban la pérdida secular del poder de compra de los países exportadorres latinoamericanos. Establecen que el subdesarrollo es parte estructural del desarrollo, son caras de una misma moneda; estos estudios señalan la hipótesis de que el subdesarrollo se explica por el entrelazamiento económico internacional, a partir de las relaciones centroperiferia, donde el centro está constituido por el polo o nación desarrollada a la que están sometidas las naciones subdesarrolladas que constituyen la periferia. La doctrina de la CEPAL fue un salto sobre la convicción convencional concerniente a la relación ente el comercio internacional y el desarrollo, y la elaboración de un marco alternativo: el sistema de centro-periferia, de acuerdo con el cual las naciones centrales se benefician del comercio mientras que las naciones periféricas sufren. Habrían varias razones para ello: tendencias de largo plazo en términos de comercio, asimetría política, factores tecnológicos, etc. En términos de estrategias de desarrollo, la doctrina cepalina enfatizaba la industrialización por sustitución de importaciones, la planificación y el intervencionismo de estado, en general, la regionalización y a mediados de la década de los 50 se incorporó como tema fundamental la integración latinoamericana. Los mecanismos mediante los que el comercio internacional agrava la pobreza de los países periféricos son diversos: - La especialización internacional asigna a las economías periféricas el papel de productores-exportadores de materias primas y productos agrícolas, y consumidores-importadores de productos industriales y tecnológicamente avanzados. - La monopolización de las economías centrales permite que los desarrollos tecnológicos se traduzcan en aumentos salariales y de precios mientras que en la periferia se traducen en disminuciones de precios - La expansión económica tiene efectos diferentes sobre la demanda de productos industriales y la de productos agrícolas ya que su elasticidad respecto a las rentas es diferente. Cuando los países de la periferia crecen económicamente sus importaciones tienden a aumentar más rápidamente que sus importaciones. Raúl Prebisch (Argentina 1901-1986) señala que la dependencia económica es una situación en la que la producción y riqueza de algunos países está condicionada por el desarrollo y condiciones coyunturales de otros países a los cuales quedan sometidas. El modelo "centro-periferia" describe la relación entre la economía central, autosuficiente y próspera, y las economías periféricas, aisladas entre sí, débiles y poco competitivas. Frente a la idea clásica de que el comercio internacional beneficia a todos los participantes, estos modelos propugnan que sólo las economías centrales son las que se benefician. La propagación universal del progreso técnico desde los países originarios al resto del mundo ha sido relativamente lenta e irregular. El punto principal del modelo Prebisch es que para crear condiciones de desarrollo dentro de un país es necesario: a. Controlar la tasa de cambio monetario, poniendo mayor énfasis en políticas fiscales que en políticas monetarias; b. Promover un papel gubernamental más eficiente en términos de desarrollo nacional; c. Crear una plataforma de inversiones, dando prioridad al capital nacional d. Permitir la entrada de capitales externos siguiendo prioridades ya establecidas en planes de desarrollo nacionales; e. Promover una demanda interna más efectiva en término de mercados internos como base para consolidar el esfuerzo de industrialización en Latinoamérica en particular y en naciones en desarrollo en general; f. Generar una mayor demanda interna incrementando los sueldos y salarios de los trabajadores; g. Desarrollar un sistema de seguro social más eficiente por parte del gobierno, especialmente para sectores pobres a fin de generar condiciones para que estos sectores puedan llegar a ser más competitivos; y h. Desarrollar estrategias nacionales que sean coherentes con el modelo sustitución de importaciones, protegiendo la producción nacional al imponer cuotas y tarifas a los mercados externos. Como consecuencia de estas ideas, los países latinoamericanos aplicaron una estrategia de desarrollo basada en el proteccionismo comercial y la sustitución de las importaciones. A la vez, los bancos centrales latinoamericanos se esforzaron por sobrevalorar sus propias monedas para abaratar sus importaciones de tecnología. La estrategia funcionó satisfactoriamente durante la década de los setenta en la que se produjo un crecimiento generalizado del precio de las materias primas en los mercados internacionales que influyó muy negativamente en las economías "centrales". Sin embargo, las condiciones definidas por el mundo industrializado, inducen a los países en vía de desarrollo a especializarse en la exportación de unas pocas materias primas. Así pues, ese crecimiento dio lugar a una nueva situación de “desarrollo”, cuyo rasgo fundamental radica precisamente en que la integración al mercado mundial se hizo sólo a través de las empresas que monopolizaban las industrias básicas de exportación de materias primas (hegemonía de la burguesía exportadora); y con una nueva variable como lo son las inversiones industriales directas de empresas extranjeras en los nuevos mercados nacionales, y las eventuales alianzas de éstas con la burguesía nacional. A pesar de ese crecimiento, la industrialización no se consiguió, pues así como las fuerzas monopolizadoras que generan un estancamiento en los sistemas capitalistas avanzados aparecen después que alcanzaron un alto nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, en los países subdesarrollados aparecen en un estadio inicial de crecimiento industrial. El problema es que dicho desarrollo se basa en el transplante de una tecnología avanzada en el interior de una economía atrasada, que es incapaz de producirla endógenamente, como resultado de su propio proceso de evolución. Cuando se introduce la tecnología ajena en los países subdesarrollados, que por definición poseen un bajo nivel inicial de demanda global (estrechez de mercado), la disparidad entre las escalas de producción para las que está adaptada esa tecnología foránea, y el tamaño de los mercados, produce en un estado inicial de crecimiento, una estructura industrial dominada por monopolios técnicamente inevitables. La propuesta de Prebisch y de la CEPAL fueron la base de muchos estudios acerca del desarrollo y la base para la teoría de la dependencia a principios de los años 50. La CEPAL que es una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas, desde 1984 pasó a llamarse Comisión Económica para América Latina y el Caribe. II.3.b.1.- Teoría de la Dependencia La Teoría de la Dependencia fue la continuación natural de las Críticas de la CEPAL a las políticas de desarrollo inspiradas en la Teoría de la Modernización. Por lo tanto son a la vez una teoría independiente y una crítica específica a un modelo de desarrollo. El surgimiento del concepto de dependencia como categoría explicativa básica aparece como un paso de singular importancia en el proceso de formulación de una nueva teoría que posibilita una explicación de los procesos histórico–sociales de América Latina y la determinación de sus leyes fundamentales. Entre los principales autores de la teoría de la dependencia tenemos a: Andre Gunder Frank, Raúl Prebisch, Theotonio Dos Santos, Fernando Henrique Cardoso, Celso Furtado, Edelberto Torres-Rivas, y Samir Amin. Enzo Falleto y Theotonio Dos Santos (Brasil 1936 - argumentan que las propuestas de desarrollo de la CEPAL fracasaron, y que es en medio de estas condiciones en donde surge, propiamente, la teoría de la dependencia. La lógica de reproducción del subdesarrollo no podría ser rota simplemente a través de la "industrialización sustitutiva" como proponía la CEPAL sin alterar de raíz los nexos y roles en las relaciones internacionales. Andre Gunder-Frank, (Alemania 1929 - 2005) en su libro América Latina: Subdesarrollo o Revolución, afirma que el subdesarrollo no es consecuencia de la supervivencia de instituciones arcaicas, de la falta de capitales en las regiones que se han mantenido alejadas del torrente de la historia del mundo, por el contrario, el subdesarrollo ha sido y es aún generado por el mismo proceso histórico que genera también el desarrollo económico del propio capitalismo; el desarrollo de unos países ocurre a costa de otros. Fernando Henrique Cardozo (Brasil 1931 - ) y Enzo Faletto (Chile 1935 - 2003) sostienen que estas condiciones histórico-sociales abrieron la posibilidad de que el grupo exportador dominante lograse controlar el sistema productivo nacional imponiendo la monoproducción. Jean Claude Martens, afirma que gran parte del desarrollo actual de los países ricos se logró con el aporte de la riqueza de sus ex-colonias, mientras que los países subdesarrollados actuales no tienen colonias que explotar. Por otra parte, Martens insiste que existe un factor común determinante en las economías subdesarrolladas, y es que son moproductoras de una materia prima y por lo tanto monoexportadoras, con mercados muy pequeños. Estas condiciones estructurales-históricas hacen que se conforme un capitalismo de fachada o como también se le conoce economía de puertos, pues el desarrollo se da alrededor de los sitios donde tiene lugar la comercialización de la materia prima que se exporta y que allí mismo llegan los productos manufacturados que deben importarse para abastecer la economía. A estos países se les da el genérico de “Banana Republic” o “repúblicas bananeras”, que presentan claramente una estructura dual (convivencia de sectores modernos con sectores atrasados dentro de una misma estructura económico-social). Theotonio Dos Santos afirma que la base de la dependencia de los países subdesarrollados resulta de la producción industrial tecnológica, más que de vínculos financieros a monopolios de los países del centro, así precisa el concepto como dependencia tecnológica. Así surgió la Teoría de la Dependencia, primero como una teoría para el análisis económico de las formas de dependencia de las estructuras económicas de los países subdesarrollados, luego como análisis social y cultural, hasta que llegamos al punto en que llegó a ser una de las teorías más en boga durante los años 70. De acuerdo pues, con la escuela de la dependencia las principales hipótesis referentes al desarrollo en los países del Tercer Mundo son: (1) El desarrollo de los países del Tercer Mundo necesita tener un grado de subordinación al centro, en contraste del desarrollo de las naciones centrales cuyo desarrollo fue históricamente independiente. (2) Los dependentistas en general consideran que las naciones periféricas experimentan su mayor desarrollo económico cuando sus enlaces con el centro están más débiles. Un ejemplo de esto es el proceso de industrialización que se desarrolló en Latinoamérica durante los años 30s y 40s cuando las naciones del centro estaban concentradas en resolver los problemas de la Gran Depresión y las potencias occidentales estaban involucradas en la Segunda Guerra Mundial. (3) Una tercera hipótesis indica que cuando los países del centro se recuperan de su crisis y restablecen sus vínculos comerciales y financieros, incorporan de nuevo al sistema a los países periféricos, y el crecimiento y la industrialización de estos países se tiende a ver subordinada. Gunder-Frank indica en particular que cuando los países del centro se recuperan de la guerra u otras crisis que han desviado de su atención de la periferia, la balanza de pagos, inflación y estabilidad política de los países del Tercer Mundo se han visto afectadas negativamente. (4) Por último, el cuarto aspecto se refiere al hecho de que las naciones más subdesarrolladas que todavía operan con sistemas tradicionales feudales son las que tuvieron relaciones más cercanas con el centro. La teoría de la dependencia combina elementos neo-marxistas con la teoría económica keynesiana. A partir del enfoque económico de Keynes, la teoría de la dependencia está compuesta por cuatro puntos fundamentales: a) desarrollar una considerable demanda interna efectiva en términos de mercados nacionales; b) reconocer que el sector industrial es importante para alcanzar mejores niveles de desarrollo nacional, especialmente porque este sector generar mayor valor agregado a los productos en comparación con el sector agrícola; c) incrementar los ingresos de los trabajadores como medio para generar mayor demanda agregada dentro de las condiciones del mercado nacional; d) promover un papel gubernamental más efectivo para reforzar las condiciones de desarrollo nacional y aumentar los estándares de vida del país. De estos planteamientos surgieron dos posturas ideológicas diversas, como estrategias para romper los lazos de la dependencia: 1.- Buscar mejores relaciones de intercambio entre el centro y la periferia, privilegiando la tesis de la diversificación pro exportadora, y de la integración regional entre las economías periféricas (postura moderada), y 2.- Romper relaciones con el centro hegemónico y buscar nuevas alternativas al desarrollo capitalista (ej. El caso de Cuba que buscó una salida de desarrollo social antes que económico por la vía del socialismo: postura radical) Las principales críticas de la teoría de la dependencia se han centrado en el hecho de que ésta escuela no provee evidencia empírica exhaustiva para justificar sus conclusiones. Otra crítica es que el análisis de la dependencia considera perjudiciales los vínculos de estos países con las corporaciones transnacionales mientras en verdad estos vínculos podrían ser utilizados como medio de transferencia de tecnología. La postura actual de los dependentistas (Cardozo, Faletto, Sunkel) es que si bien es cierto que los países subdesarrollados crecen en el contexto de la dependencia, generado por las subsidiarias de las transnacionales, también generan crecimiento; por lo tanto no puede negarse un desarrollo en dependencia. Un punto importante de los estudios postreros de la dependencia es que mientras que la posición ortodoxa de la dependencia no acepta la autonomía relativa del gobierno de las élites poderosas, estos autores reconocen un margen de acción de los gobiernos en el sentido de darles espacio para perseguir su propia agenda. Estos argumentos se extraen principalmente de los trabajos de Nikos Poulantzas. Para este cientista político los gobiernos del Tercer Mundo tienen un cierto nivel de independencia del eje real de poder dentro del país. II.3.c.- Teoría de los Sistemas Mundiales En la década de los 70, las empresas transnacionales se convierten en la unidad productiva dominante, están constituidas por grandes empresas que se expanden en todo el mundo con empresas independientes pero estrechamente relacionadas alrededor de una marca industrial. Esta circunstancia da lugar a un nuevo orden económico mundial que en la década de los 80 recibe el nombre de transnacionalización de la economía mundial, la cual gracias a los avances tecnológicos en el área de la informática y de las telecomunicaciones, pudo concretarse en lo que se ha dado el nombre de proceso de globalización de la economía, que hace posible que se pueda operar una empresa simultáneamente en diversos países a partir de una información en tiempo real. Una de las principales críticas actuales de la teoría de la dependencia y de la modernización es que ambas continúan basando sus supuestos en los resultados en los estados-nación. Este es un punto importante que nos permite separar las escuelas antes mencionadas de la perspectiva teórica de los sistemas mundiales o de la teoría de la globalización. El mundo ha dado muestra de una interdependencia definida por el intercambio económico internacional, que simplemente es capitalista, y que el derribamiento de la URSS lo ha confirmado. Estos últimos movimientos enfocan su atención principalmente en los vínculos entre países, especialmente aquellos relacionados con el comercio, los sistemas financieros internacionales, la tecnología mundial y la cooperación militar. Estos elementos crearon las condiciones para el surgimiento de la teoría de los sistemas mundiales. Esta corriente teórica tuvo su origen en el Centro de Estudios de Economía, Sistemas Históricos, y Civilización en la Universidad Estatal de Nueva York en Bringhamton. La perspectiva del sistema mundial mantiene alguna de las ideas más disputadas de la teoría de la dependencia, por ejemplo que el mundo es capitalista y que parte de él lo ha sido desde el siglo XVI. Según Immanuel Wallerstein (Estados Unidos 1930 - ) en su libro El moderno sistema mundial, existe un sistema mundial que ha incorporado un creciente número de sociedades en un sistema complejo de relaciones funcionales, en donde existe una interdependencia. La división geográfica del trabajo en el sistema mundial ha dado lugar a tres sectores: el centro, la periferia y la semiperiferia. El resultado de la expansión del sistema mundial, fue que un pequeño número de estados centrales transformaron un espacio externo inmenso, en una periferia. Entre estos estados centrales y la periferia, los teóricos del sistema mundial identifican una semiperiferia como una categoría residual que abarca una serie de regiones que se encuentran entre las explotadas y las explotadas (regiones que se autodefinen con relativa independencia). La cuestión clave es que para Wallerstein la división internacional de la explotación no se define en términos de fronteras estatales, sino en los de la división económica del trabajo en el mundo. Wallerstein anticipó la posibilidad de un tercer sistema mundial: un gobierno socialista mundial. La economía mundial capitalista separa el sector político del económico. Mientras una economía mundial socialista los integraría. Tal como hicieron los dependentistas, Wallerstein describe el sistema mundial como capitalista, pero no distingue entre desarrollo y subdesarrollo, o capitalismo central y periférico. Así, afirma que hay una clase de capitalismo, el del sistema mundial, aunque sus diferentes ramas puedan manifestarse diferentemente. Al evitar el prerrequisito de la polarización entre centro y periferia Wallerstein da un rodeo evitando otra de las debilidades de la escuela de la dependencia, la idea de dos clases diferentes de capitalismo. Históricamente se han producido dos tipos de sistema mundial: 1.- el imperio mundial: que ejerce un poder central, (dominación política) sobre las áreas periféricas bajo su control, y 2.- la economía mundial capitalista, basada en la dominación económica, que existe sin un sistema de control político supremo, lo que prueba que la economía mundial es superior al imperio mundial. Numerosos imperios mundiales han sido destruidos, mientas que la economía mundial capitalista, se ha expandido continuamente desde el siglo XVI, y hoy cubre la mayor parte del mundo; es decir, es el único sistema mundial. Los obstáculos para el desarrollo en muchos países confirma la tesis de que todos los países son partes del "sistema mundial", y de que hay según Wallerstein "posibilidades limitadas de transformaciones dentro del sistema económico capitalista" , la única solución es cambiar la posición estructural de una periférica a otra semiperiférica. Wallerstein y sus seguidores reconocieron que hay condiciones mundiales que operan como fuerzas determinantes especialmente para países pequeños y subdesarrollados. Es en este contexto donde en la década de los 80 alcanza su auge el pensamiento neoliberal que pone su énfasis en el papel del mercado, en los fenómenos monetarios, financieros y en los desequilibrios macroeconómicos; en detrimento del papel activo del Estado en el desarrollo económico. Se despliega el desarrollismo neoliberal bajo las recetas del “Consenso de Washington” que pregona la desregularización de la economía, la privatización, la modernización del Estado, y el libre comercio; es decir, el libre accionar de las fuerzas del mercado como impulsor del desarrollo económico. II.3.d.- Teoría del Desarrollo Humano Ya en la segunda mitad de la década de los 80, se empieza a ver el fracaso de las medidas neoliberales en los países subdesarrollados, manifestado en el crecimiento de la deuda externa, la creciente dependencia tecnológica, el aumento de la pobreza y la desigualdad social. El pensamiento economicista, sustentado en la racionalidad instrumental comienza a recibir fuertes críticas dada su responsabilidad en la crisis ecológica y en el aumento de la disparidad social; comienza a cuestionarse la noción de desarrollo y a reconsiderarse el enfoque economicista. El concepto de desarrollo usado por los neoliberales empieza a ser revisado por reduccionista, al reducir éste el desarrollo al crecimiento económico, y a las variables económicas como objetivo central de las estrategias para el desarrollo. En la Declaración sobre "Derecho al Desarrollo" en 1986 en la ONU, se reconoce que "El desarrollo es un proceso global económico, social, cultural y político que tiende al mejoramiento de toda la población y de todos los individuos". El modelo de desarrollo basado en el capital humano considera importante las inversiones en: educación, salud, y nutrición como rentables dado su impacto en la productividad. Organismos internacionales como el Banco Mundial han comenzado a plantearse la necesidad de desarrollar programas dirigidos al desarrollo de los recursos humanos. La pobreza es considerada como la verdadera causa que impide el desarrollo. En el informe Brundtland "Nuestro Futuro Común" en 1987 presentado en las Naciones Unidas, se sintetizó la importancia de perseguir un desarrollo sustentable, es decir, un desarrollo que satisfaga las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus necesidades. Este enfoque es un intento por afrontar de manera integrada los desafíos planteados por la pobreza y la crisis del medio ambiente, en el se destaca la importancia del uso racional de los recursos naturales, sin excluir al recurso humano. Los objetivos del desarrollo sustentable son los siguientes: 1. Satisfacer las necesidades humanas básicas. Esto se enfoca directamente hacia lo alimentario, para evitar el hambre y la desnutrición. 2. Lograr un crecimiento económico constante. 3. Tener un acceso equitativo a los recursos naturales y al beneficio del crecimiento, en términos de mejor distribución de la renta, y beneficios sociales. 4. Evitar la concentración poblacional. 5. Seleccionar opciones tecnológicas adecuadas. 6. Aprovechar, conservar y restaurar los recursos naturales. Durante los últimos diez años (1995-2005) el Banco Mundial bajo la presidencia del australiano James Wolfensohn, dio un vuelco fundamental en cuanto al apoyo que presta a los programas de lucha contra la pobreza. Ahora, éstos son diseñados por los propios países en desarrollo y constituyen planes integrales y nacionales estructurados de manera tal que permiten a los donantes y a los receptores de la ayuda lograr mejores resultados en terreno. El Banco también ha mejorado enormemente el enfoque en relación con el financiamiento destinado a perfeccionar políticas e instituciones, lo cual significa que la ayuda se usa en forma más selectiva y se concentra más en aquellos países con buenos antecedentes en materia de formulación de políticas, como por ejemplo Uganda y Vietnam. El pensamiento humanista revaloriza pues, el concepto de desarrollo; Wolfensohn en 1998 sostiene que "El desarrollo es algo más que ajuste. El desarrollo es algo más que presupuestos equilibrados y gestión fiscal. El desarrollo es algo más que educación y salud. El desarrollo es algo más que soluciones tecnocráticas". James Wolfensohn, antes de abandonar su cargo como presidente del Banco Mundial, advirtió que si no se toman medidas decisivas en este año 2005, no podrá alcanzarse la meta internacional para combatir la pobreza conocida como Objetivos del Milenio. Los Objetivos del Milenio plantean una disminución significativa de la pobreza para 2015. Asimismo hizo un llamado para que se otorguen más fondos a la educación en los países en desarrollo. Mahbub ul Haq (Pakistán, 1934-1998), es uno de los gestores más importantes de un nuevo paradigma de desarrollo, como es el Desarrollo Humano Sostenible. En su libro Reflexiones sobre el Desarrollo Humano es donde este pensador explora un nuevo paradigma de desarrollo, cuyo foco central son los seres humanos y su calidad de vida. Estableciendo una importante diferencia entre medios (crecimiento económico) y fines del desarrollo (mejorar la calidad de vida de las personas). En este sentido el desarrollo humano fue interpretado por este autor como una meta cuyos resultados no son otros que el aumento de las capacidades y oportunidades de, desde y para la gente. Con lo cual, la esencia de la filosofía del desarrollo humano para Mahbub ul Haq consiste precisamente en enfocarlo desde los objetivos últimos del desarrollo, vale decir, “desde el cumplimiento de las aspiraciones de la gente, desde el progreso que buscan, desde lo que necesitan y quieren hacer y consiste, a su vez en determinar la interpelación que de ello demanda en cuanto que podemos hacer nosotros para el desarrollo de sus capacidades, para abrirles un acceso amplio a todas las oportunidades y hacer que este acceso reciba un trato, nacional e internacional justo”. Un elemento central de la discusión en torno a este paradigma es la vinculación entre Desarrollo Humano y el crecimiento económico. Este pensador y planificador del desarrollo, reconoce que, sobre todo, para los países pobres el crecimiento es un “ineludible imperativo”. Explica que no debe caerse en el equivoco de identificar el desarrollo humano con el desarrollo de los recursos humanos, ya que el primero dice relación con la calidad de vida de las personas, y el segundo con el carácter instrumental de capacitación y destrezas que estas tienen. "La dimensión humana del desarrollo no es un agregado más al diálogo sobre el desarrollo. Es una perspectiva completamente nueva, una manera revolucionaria de redefinir nuestro acercamiento convencional al desarrollo. Con esta transición en el pensamiento la civilización humana y la democracia deberán alcanzar todavía otro peldaño. Más que residuos del desarrollo, los seres humanos finalmente podrán convertirse en su principal objeto y sujeto, no una olvidada abstracción económica sino una viviente realidad operativa, no víctimas indefensas o esclavas de los mismos procesos de desarrollo cuyo control no ha estado en sus manos, sino en las de sus amos que ellas no han controlado, sino sus amos. Tras muchas décadas de desarrollo, establecer la supremacía de la gente en el desarrollo económico es un apasionante desafío, implica ir hacia un nuevo paradigma del desarrollo humano". El contenido principal de las reflexiones de este pensador sobre desarrollo humano podría sintetizarse de la siguiente manera: • En primer lugar, que el desarrollo humano tiene que ver con el orden de los fines, no precisamente con el de los medios. • En segundo lugar, las estrategias para el desarrollo humano suponen un justo y no discriminado acceso a las oportunidades y no necesariamente un igual ingreso. • En tercer lugar, las estrategias de desarrollo humano no han de partir de arriba hacia abajo, sino inversamente, desde la participación de la gente. • En cuarto lugar, el desarrollo humano tiene que ver tanto con los países pobres como con los ricos. • En quinto lugar, el desarrollo humano no se relaciona con las alternativas consideradas puramente económicas, es un enfoque más bien holístico, de desarrollo, ya que a la vez es político, cultural y social. Dentro de este nuevo enfoque del desarrollo han surgido las Organizaciones No Gubernamentales, (ONG), como actores fundamentales; es un fenómeno nuevo en el campo del desarrollo basado en un desarrollo participativo a través de organizaciones independientes. Las ONG’s son independientes y concretan sus acciones entre grupos pequeños, con metodologías cualitativas, destinadas a elevar la autosuficiencia lo mismo que la conciencia colectiva sobre el significado de su trabajo sobre el entorno cultural, social y económico de los grupos beneficiarios. Es parte importante de este enfoque considerar que la pobreza puede superarse desde la pobreza si a los pobres se les fortalece para que puedan ser protagonistas del desarrollo de sus pueblos. Amartya Sen (India 1933 - ) Premio Nobel de Economía 1998, conocido por sus aportes a la teoría del desarrollo humano y su postura acerca de la pobreza, la cual es consecuencia de la mala distribución de las riquezas. Afirma que se requiere de acciones para fortalecer el rol de participación política de los pobres, desarrollando sus capacidades, las cuales comprenden todo aquello que una persona es capaz de hacer o ser. El concepto de capacidades de énfasis a la expansión de la libertad humana para vivir el tipo de vida que la gente juzga valedera. Joseph Stiglitz (Estados Unidos 1943 - ) Premio Nobel de Economía 2001 sostiene que el desarrollo económico de un país está insertado en su organización social, de manera que abordar las inequidades estructurales requiere no sólo cambios económicos, sino también transformaciones de la sociedad misma. Las relaciones económicas no están aisladas sino que pertenecen al tejido social de la misma sociedad. Stiglitz propone valorar las instituciones por lo que llama la eficiencia distributiva, que mide no sólo los resultados económicos, sino también como se distribuyen en la comunidad. La eficiencia distributiva se alcanza cuando los recursos se distribuyen de tal forma que maximizan el bienestar de la sociedad. Douglas North (Estados Unidos 1920 - ) Premio Nobel de Economía 1993 responde a Stiglitz con el concepto de eficiencia adaptativa, la cual depende del marco institucional que incentive o no, actitudes para la innovación, la creatividad y la capacidad de resolver problemas ante un mundo caracterizado por el cambio y la incertidumbre. Sostiene que el rol del Estado es establecer y reforzar un conjunto de reglas que incentiven la participación económica y creativa por parte de todos los ciudadanos. El concepto de capital social ha surgido dentro de este marco teórico como una aproximación para abordar las conexiones en el tejido social, y analizar algunas de las fuerzas sociales que interactúan con los procesos de desarrollo, como por ejemplo, el comportamiento individual y colectivo en la determinación de la pobreza. La CEPAL ha entendido el concepto de capital social como el conjunto de normas, instituciones y organizaciones que promueven la confianza y la cooperación entre las personas, las comunidades y la sociedad en su conjunto. El concepto de capital social tiene relevancia para una nueva conceptualización de las políticas públicas, la democratización en relación a las reformas del Estado, aumento del peso de la sociedad civil en la gestión de la economía y del Estado. El concepto afirma la necesidad de apoyar la potenciación de los pobres para la formación de su capital social, es crucial pues, invertir en la capacidad organizativa de los pobres.
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