Hilando el año nuevo Esteban: Estos días son muy especiales, estamos dejando atrás ya un año que se va y estamos con la expectativa de recibir el año nuevo. Y las celebraciones de fin de año, de año nuevo, el año viejo como se dice en diversos lugares , nos tiene a todos ocupados o distraídos y no tal vez focalizados en pensar en que hay que empezar a hilar el año nuevo que está viniendo. Queremos hoy invitar a la audiencia, Salvador, a pensar en ese sentido. Salvador: Bueno los griegos tenían un mito, el mito de las Moiras. Moiras eran repartidoras, eso era lo que significaba. Y eran hijas de Erebo que era el dios de las tinieblas y el dios de la oscuridad, y de Nix que era la diosa de la noche, lo que quiere decir que no tenían muy buen antecedente. Esteban: No, me imagino que no tenían muchos amigos. Salvador: Y las tres eran las hilanderas, se las conoce incluso en occidente de este modo. Una de ellas era Cloto que hilaba la hebra de la vida en una rueca. Después la hermana, Laquesis era la que echaba suerte, media el hilo de la vida con una vara. Y después Atropos que su nombre significa inexorable o inevitable, era la que cortaba el hilo de la vida. Esteban: Como la fatalidad. Salvador: Quiere decir que las hilanderas, una hilaba la hebra, la otra la media y la otra la cortaba. ¿No?. Cada hombre (decían los griegos) al tercer día de nacer recibían una visita de las Moiras y cuando ellas se acercaban, se encargaban de hilar la vida de la persona, es decir, era el inexorable destino de la gente. Esta actitud era una actitud totalmente fatalista. Esteban: Claro. Salvador: Porque todo dependía de lo que sucedía ese tercer día donde una empezaba a hilar, la otra a medir y la otra a cortar. Es toda una concepción de la vida la que tenían los griegos. Una concepción fatalista de la vida. Pero en otro lado uno puede compararlo con los hebreos por ejemplo. Que tenían una concepción totalmente distinta. David en uno de sus Salmos le habla a Dios y le dice: “Tu sustentas mi suerte” y utiliza una figura muy interesante, dice: “las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos” ¿qué quiere decir esto de las cuerdas? Bueno, los antiguos median con cuerdas y cuando se hacían los repartos de tierra en Israel, se medían por cuerdas y al que la cuerda le medía hasta donde estaba la fuente de agua, estaba mucho más contento. Esteban: Muy contento, ¡me imagino! Salvador: Y al que la cuerda le media al pedregal era distinto ¿no? Y así repartían la tierra cuando llegaron a lo que es hoy la tierra prometida, quiere decir que esto de “las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos y es hermosa la herencia que he recibido” y son dos concepciones totalmente distintas, una es una concepción absolutamente fatalista de la vida (las Moiras hilan el destino y todo sucede fatalmente) y por otro lado los hebreos y los cristianos no creemos en la fatalidad, creemos en que Dios está detrás de todas las cosas, creemos que Él es el Señor de nuestra vida y que Él nos da los elementos para tejer. Quiere decir que vamos a tener que hilar este nuevo año, vamos a tener que hilar los hilos de la vida y lo vamos a tener que hilar nosotros, no las Moiras. Esteban: Nosotros somos responsables, seguro. Salvador: A veces decimos: año nuevo, vida nueva ¿no? Hacemos decisiones que luego no podemos mantenerlas en el tiempo. Esteban: Borrón y cuenta nueva. Salvador: Si, ir para adelante. Lo que pasa es que la vida no se hace con movimientos espasmódicos. Y yo creo que cuando decimos “año nuevo, vida nueva” lo que estamos describiendo es un espasmo, es un movimiento espasmódico, ahora voy a dar un salto hacia adelante. Hay que hilarla a la vida con paciencia. Saber hilar el tejido de la vida yo creo que es el arte de vivir, no dar saltos espasmódicos, sino simplemente ir lentamente hilando los hilos fundamentales, los que garantizan la bondad de la trama. Esteban: Ir dando forma a lo que soy. Salvador: Y yo quisiera señalar a algunos hilos, que uno tiene que tener en cuenta porque son los hilos madre para hilar la vida. Tomando la idea de los griegos ¿no? De que la vida es un tejido que hilan las Moiras, bueno yo digo, vamos nosotros a hilar nuestra vida. Creo que en primer lugar tenemos que saber hilar el hilo de la fe. Creo que este es el hilo fundamental, nuestra generación es una que pone la fe en cualquier cosa, es una generación en la que hay una mayor cantidad de creyentes que en otras épocas. Se calcula que a principios del siglo XX, el 50% de la gente creía en algo y el otro 50% era totalmente incrédula. Justamente, la influencia de la revolución francesa, de el año de los grandes descubrimientos, hacia que la gente fuera realmente incrédula, había un 50% de la población que no creía en nada. Esteban: ¡Y era muy marcado eso! Salvador: Muy marcado... hoy tenemos un 86% de personas que dicen tener fe, ahora, nosotros decimos “¡esto es una maravilla!”. No, no es una maravilla, porque el asunto no es creer, el asunto es en qué se cree. Y nosotros estamos viviendo en un mundo de profundas supersticiones, que son creencias populares. En mi país, en Argentina, se hizo una peregrinación donde acudieron 200.000 personas. Esteban: ¿200 mil? Salvador: 200 mil personas, y ¿para donde peregrinaron?, peregrinaron para una figura popular que es el “Gauchito Gil” se llama. El “Gauchito Gil” , es una figura oscura del pasado argentino que tiene el centro en una de las provincias y era un gaucho que era adorador de “San La Muerte” y 200 mil personas fueron en peregrinación allí. A mí me asombró todo esto, me puse a investigar la vida del “Gauchito Gil” a ver quién había sido y hay 3 versiones de la vida. Que andaba en amores con una viuda adinerada y tuvo problemas con la policía porque había un policía que acortejaba a la viuda y eso provocó que lo mataran... la otra versión es que era un cuatrero, es decir, un ladrón de ganado y que al robar ganado era un delincuente y por eso lo mataron, porque lo más seguro es que lo mató la policía. Y la otra es que era un matón con una patota que saqueaba casas y repartía lo que saqueaba entre la gente pobre al estilo de lo que hacía Pablo Escobar en Colombia, y por eso lo mataron. Ahora... ninguna de las 3 historias amerita que se le rinda culto, sin embargo la leyenda que apareció al rededor de él (porque después se junta la parte que se añade que es la parte legendaria) hace que la gente valla y haga una peregrinación y entonces cree que tiene fe. Por eso digo que hay algo muy importante que es saber hilar el hilo de la fe. No solo tener fe. Esteban: Dónde la deposita uno. Salvador: Porque hay gente que dice “yo tengo mucha fe”, pero ¿dónde está depositada la fe?... lo importante es eso, que el hilo de la fe este bien hilado. Por supuesto que hay idolatrías bien sofisticadas también en nuestro tiempo y yo digo que hay gente que tiene fe en el dinero y eso es fe también, buscan el apoyo, la seguridad, la felicidad, la confianza en el dinero, y el dinero se transforma en su dios, porque es al que realmente le rinden culto. No se rinden entonces a una figura mítica. Es una moderna idolatría que esta también difundida. Jesús dijo: “ninguno puede servir a dos señores” porque o aborrecerá a uno o amará al otro, no se puede servir a Dios y a las riquezas. Entonces tenemos que saber que estamos rodeados de ídolos, que estamos rodeados de idolatría, ídolos materialistas, ídolos ideológicos, ídolos políticos, artísticos. Y hemos metido la palabra ídolo ¿no? Y lo vivimos como ídolo. ¿Cuántos hay que se adhieren a una doctrina sociológica o a una ideología y adhieren con fervor religioso a eso? Entonces hay un hilo de la fe. Debemos de decir como decía David: “Tu eres mi Señor no hay bien fuera de ti” tengo que hilar el hilo de la fe acercándome a Dios. Porque no hay hilo de la fe sin que tenga consistencia y con el que se pueda vivir bien la vida. Jesucristo dijo que el era el camino hacia Dios, si vamos a través de Jesucristo hacia Dios, empezamos a hilar correctamente el hilo de la fe. Esteban: Hacemos una pausa en la conversación con Salvador Dellutri, estamos mirando como hilar el año nuevo que está viniendo y aquí hay una pauta fundamental: la fe. ¿Qué lugar ocupa? Y ¿ De qué manera la está hilando usted? ¿De qué manera y con qué contenido?... Vamos a la pausa con Salvador Dellutri y ya volvemos aquí en Tierra Firme. PAUSA Esteban: Estamos con Salvador Dellutri en Tierra Firme mirando cuáles son los hilos fundamentales justamente en esta tarea que nos presentabas de hilar el año nuevo, y hablábamos de la fe como uno de los hilos fundamentales, Salvador. Salvador: Si, y yo creo que el segundo de los hilos que tenemos que saber hilar es el hilo de las relaciones. Esteban: De las relaciones... Salvador: Si, el hombre no puede vivir como un ermitaño. No podemos estar alejados de los otros mortales, Dios dijo: “No es bueno que el hombre esté solo” y esta es una realidad con la que tenemos que saber vivir, a pesar de que la palabra de Dios cuando dijo “No es bueno que el hombre esté solo” estaba pensando en lo matrimonial, podemos decir que podemos extender esto tranquilamente a lo social. Salomón decía en el Eclesiastés: “mejor son dos que uno” ¿por qué? Porque si cae el uno, levantará a su compañero, pero ¡Ay del que está solo! Cuando caiga no habrá quien lo levante. Quiere decir que tenemos que saber hilar el hilo de las relaciones, buscar relaciones con aquellas personas que son honestas, que tienen valores, que tratan de vivir apartados del mal, apartados de la corrupción, que viven en integridad. Salomón decía: “el que anda con sabios va a ser sabio pero el que se junta con necios será quebrantado” es decir, va a fracasar en la vida. Y entonces saber unirse a aquellas personas que pueden hacer aportes positivos en nuestra vida es tener un tesoro y un tesoro importante. ¿Recuerdas aquel proverbio en común que dice “dime con quien andas... Esteban: ...y te diré quién eres”. Salvador: El que anda con un rebelde va a terminar siendo un rebelde, el que anda con un chismoso va a terminar siendo chismoso y el que anda con un mentiroso va a terminar siendo mentiroso. Esteban: Adquiere los hábitos ¿no? Salvador: Entonces yo digo, tenemos que hilar con sabiduría el hilo de las relaciones. Establecer buenas relaciones y saber cortar las malas relaciones. Esteban: Sería buena cosa... Salvador: Saber cortar los hilos cuando tenemos una relación que nos perjudica, que nos hace mal. Yo recuerdo en mi vida, recién casado, con mi esposa dijimos: “con esta persona no debemos tener más relación porque nos hace mal” y cortamos, y bueno el corte es doloroso, pero no hilamos más el hilo de esa relación porque era perjudicial para nosotros a pesar de que era un familiar cercano, pero hubo que cortar ese hilo de relación. Pero el hilo de las relaciones, el hilo de la relación con nuestros hijos, el hilo de la relación con nuestra esposa, con nuestra familia, con nuestros amigos, tenemos que hilarlo bien. Y cuando hilamos el hilo de las relaciones, todo va bien en nuestra vida. Esteban: Tampoco hay que asumir de que porque hay relaciones peligrosas, encerrarnos nosotros en nosotros mismos y eliminar ese hilo de nuestras vidas. Salvador: No, hay que buscar. Por eso, el hilo de las relaciones tiene que estar activo, tengo que saber elegir mis amigos, tengo que saber elegir mis compañeros. Hay amigos que son amigos para la juerga únicamente, esos no son amigos, eso es un compinche nada más. Amigo es aquel que cuando uno está mal agarra el teléfono y te dice: “¿qué es lo que te pasa? ¿en qué te puedo ayudar? ¡estoy con vos!” esto es importante tenerlo en la vida. Y tenemos que saber diferenciar una cosa de la otra. En tercer lugar tenemos que saber hilar el hilo de la integridad. Analicemos nuestra vida, re-visemos nuestra vida, y lo digo así “re – visemos” ¿por qué?... porque “visar” viene de mirar y hay que volver a mirar nuestra vida, volver a verla. Hay que saber hilar el hilo de la integridad. ¿Qué tenemos que registrar en nosotros? ¿somos honestos con nuestra fe y con lo que decimos que creemos? por ejemplo... revisemos nuestra vida. Estoy seguro que la mayoría de los oyentes dice: “yo soy cristiano” ¿por qué no revisamos ese hilo? Ese hilo de la integridad, soy cristiano ¿pero estoy viviendo la integridad cristiana o de cualquier forma? Tengo que revisas el hilo de la integridad porque podemos ser íntegros únicamente de fachada pero no serlo en la integridad, delante de los otros, pero tenemos que aprender a ser íntegros delante de Dios, y creo que este hilo es muy importante también, tan importante como el hilo de la fe y como el hilo de las relaciones, es justamente el hilo de la integridad. Esteban: Es una decisión ¿no? Salvador: Revisar la vida. Y por último tenemos que saber hilar el hilo de la esperanza. Sería el último, todos los hombres necesitamos el hilo de la esperanza, todos los hombres necesitamos el motor de la esperanza. Nuestra generación necesita esperanza y la busca en cualquier forma, la busca en el ocultismo, en el hinduismo, en el budismo, astrología... está buscando esperanza, la busca cuando lee el horóscopo, está buscando esperanza. Hay una sed tremenda de esperanza. Esteban: Y estos días la gente está buscando en todos estos lugares esa esperanza que le ayude a hilar este año de manera justamente esperanzada. Salvador: El que confía realmente en Dios puede tener una esperanza verdadera y puede realmente tener satisfacción en su corazón y puede tener esperanza no solamente para acá abajo sino que también para la eternidad... por eso todo esto da sentido a la vida. Y quise resumir esto de hilar el hilo de la vida pensando en que la trama la hacemos nosotros y no las Moiras. Esteban: Somos nosotros los que elegimos. Salvador: Y creo entonces que si nosotros tenemos que hilar la trama de nuestra vida, tenemos que tener en cuenta estos cuatro hilos, que son los cuatro hilos fundamentales de la trama, después se urde todo lo demás, pero todos sabemos que hay hilos que son patrones, y para urdir la trama de la vida tenemos que tener un hilo de fe que sea sólido, tenemos que tener un hilo de relaciones que sea edificante para nuestra vida, tenemos que tener un hilo de integridad que limpie realmente nuestra vida de todas las cosas malas que puede haber, y tenemos que tener un hilo de esperanza porque tenemos que ir hacia adelante. Creo que si aprendemos a hilar estos cuatro hilos y los hilamos con paciencia, con sencillez y también con entrega, vamos a poder decir lo que decía David hablando de su propia vida: “en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra, deleites para siempre” voy a tener paz en mi corazón y voy a tener felicidad en mi vida si realmente aprendo de todo corazón a hilar estos hilos que son los que marcan realmente lo que es el año nuevo. Podríamos terminar el programa diciendo simplemente “¡feliz año nuevo!” pero sería un deseo simplemente, un buen deseo para con el prójimo y deseamos que todos los oyentes tengan un feliz año nuevo, pero no dejaría de ser una palabra hueca totalmente porque en definitiva, que sea un feliz año nuevo o que no sea un feliz año nuevo, depende también mucho de lo que nosotros hagamos. Dios va a hacer su parte, pero nosotros tenemos que hacer la nuestra, y creo que es saber hilar bien. Los griegos no se preocupaban de esto por supuesto, ellos creían que el destino ya estaba marcado y entonces como eran fatalistas les dejaban a las Moiras que hilaran el hilo de la vida, que lo midieran y que lo cortaran. Nosotros sabemos que Dios es el que nos da el hilo de la vida porque en Él vivimos, entonces Dios es el que va a decir éste es el límite, pero los que vamos a urdir el hilo de la vida, los que tomamos decisiones, los que vamos gestando la trama y uniendo los hilos y los que buscamos realmente nuestro destino somos nosotros. Muchas veces le echamos la culpa a las circunstancias, a lo que está a nuestro alrededor, hay cosas que dependen de Dios... Esteban: ¡Por supuesto! Salvador: Pero hay muchas cosas que dependen de nosotros, y creo que estos cuatro hilos están marcando nuestras responsabilidades en la trama de nuestra vida, que la fe, las relaciones, la integridad y la esperanza son cosas que tenemos que hilar nosotros y que tenemos que hilarlas bien para que este año sea un año de bendición de Dios para nuestra vida.
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