El Santillo Edición/lmpresión BOLETÍN DE INFORMACIÓN GENERAL LOCAL Asociación Cultural "El Santillo” LA MUDARRA (Valladolid) Plaza Mayor, 1 47630 - La Mudarra (Valladolid) Dirección Aurora Mozo Martín Equipo Redacción Carlos González Salgado Maquetación Justino Rodríguez SUMARIO Tarjeta ……………………… 1 Fiesta de Reyes ……………. 2 Otra Navidad ……………….. 2 Exposición …………………. 2 Un paseo por mi calle ........ 3 La magia de la Navidad ….. 3 Navidad en el páramo ……. 4 Refranes de Navidad .…….. 4 Antiguos cantos navideños.. 5 Navidades del nuevo mundo . 6 El hielo de la infancia ……… 6 Ritos mudarreños …………. 7 ¡Es Navidad! …….…………. 8 A destacar ………………….. 8 NOTA: La asociación no se responsabiliza de las opiniones vertidas en los artículos firmados Reservados todos los derechos Nuestra Web http://www.villamudarra.com Enlace: El Santillo AÑO 2016 Nº 32 Enero/Marzo Enero/Marzo El Santillo Página 2 FIESTA DE REYES DIFERENTE, por Puri Gregorio Navidades, recuerdos, anécdotas, me acuerdo un año por reyes. Fue el seis de enero, día de Reyes, estoy hablando de hace unos veintiocho años más o menos; Mi padre subió al Hostal María Victoria, y cual no sería su sorpresa al encontrarse allí con los Reyes Magos que viajaban en un furgón de correos. Él como empleado de correos que era, se acercó a hablar con ellos y les dijo que ya que estaban por estos lugares podían bajar al pueblo; iban a Medina de Rioseco, pero prometieron que a la vuelta vendrían al pueblo a saludar a todos los niños y adultos. Mi padre todo contento y emocionado fue a hablar con el sacerdote para que comentara Mudarra. La gente se miraba extrañada y cuando salimos de Misa allí fuimos todos y enseguida llegaron. No se me olvidará la cara de los más pequeños unos de asombro, otros con miedo, otros lloraban y los Reyes Magos repartiendo caramelos y sonrisas. Pasado el primer susto de los más pequeños se creó un ambiente festivo y de alegría que creo no olvidarían en mucho tiempo. Se fueron prometiendo volver al año siguiente y así lo hicieron. Esa vez vinieron a Misa y Los Reyes Magos en el Belén viviente de hubo más tiempo, fotos, etc. La Mudarra. 6 de Enero de 1994 pero aquel primer año fue único porque todo fue improvisando. a todos que a la salida de misa sus Majestades los Reyes Magos iban a Os deseo Felices Fiestas de Navidad llegar a la oficina de correos de La y que siempre tengamos ilusión. OTRA NAVIDAD EXPOSICIÓN: De nuevo estamos metidos, en la fecha más entrañable del año....La Navidad !!!! Y todos los años hacemos los mismos comentarios...." qué rápido ha llegado ", "qué deprisa ha pasado el año. 50 AÑOS DE FASA MOTORES Nuestro paisano Lorenzo Duque, como antiguo trabajador de la citada factoría, fue invitado a concurrir a la exposición con una obra y presentó el día 3 de Noviembre su obra titulada “Tiaguanaco”. Un año, tan rápido...y sin embargo cuántas cosas nos han sucedido a lo largo de él....pero lo que importa es que las hemos vivido , con penas y alegrías...y estamos de nuevo celebrando el Nacimiento del Niño Jesús !!! Como felicitación, quiero compartir con vosotros, un párrafo.... "Y cuando al fin hayas tomado la gran decisión, de arrancar todo lo que le hace daño a tu corazón, ahí verás que sentirás Mariposas, las MARIPOSAS DE LA VIDA, esas que andan por ahí escondidas, esas que salen cuando en realidad aprecias y valoras cada día que te da la vida " Mis mejores deseos para éste Año Nuevo, Feliz Navidad y pidamos Paz para el mundo!!!! Chus Cebrián Vega Del 29 de octubre al 12 de Noviembre y organizado por la cuarta subinspección del Ejército en su sede del Palacio Real de Valladolid, se celebró, junto a otros actos, una exposición de escultores que de algún modo estuvieran ligados a la factoría de Fasa Renault de Valladolid. Escultores que deberían presentar sus obras en metal. Esta obra, por la cual el artista muestra un cariño especial, ya fue premiada con un accésit en una exposición en Béjar (Salamanca), integra el metal y la piedra en un conjunto escultórico de singular belleza porque cumple una premisa que siempre ha perseguido el artista y es que la piedra, que como muchas de sus obras procede de La Mudarra, esté lo menos manipulada posible. El doce de noviembre se procedió a la clausura de la exposición a la que acudieron la mayoría de los diez artista que presentaban obras y donde el comisario de la exposición, tras la conferencia de clausura sobre escultura, les dio las gracias y les agradeció su concurso, Enero/Marzo El Santillo Página 3 UN PASEO POR LA MUDARRA HACE 50 AÑOS. MI CALLE: CALLE EL MOLINO. Por Celia Mozo Yo era una niña pequeña que vivía en la calle El Molino número 8, era una calle con muchos vecinos ,muy populosa y llena de gente. De frente de mi casa, había un corral con un rebaño de ovejas, propiedad de Dámaso Mozo, que era cuidado con esmero, por Bercario, un pastor bueno. Las ovejas salían al campo todos los días, la calle estaba llena de paja, que cuando llovía se mezclaba con el barro. Bercario vivía un poco mas allá, casado con Isidora, tenian varios hijos, que eran amigos nuestros, Mari, era una buena amiga mía y los chicos lo eran de mis hermanos. En el verano estaba completa, pues venía Aurora con sus padres y abuelos, a su casa, al lado del aprisco y de la era, donde trillaban con trilladora, una de las pocas que había en el pueblo, y que yo miraba desde la tenada de mi casa, como trillaba la paja y como el grano salía limpio y envasado en sacos; me parecía una maravilla, pues mi padre trillaba con mulas y yo me sentaba en un taburete pequeño en el trillo, dando vueltas y vueltas y alguna vez me dejaba llevar las riendas. En la esquina vivía un niño con el que yo jugaba a menudo, Luisito, un niño moreno, simpático y muy dicharachero, hijo de Eulogio y Licinia, que eran buenos vecinos. Al lado de mi casa vivían la Sra. Natalia y el Sr. Ricardo con sus hijos, era una casa con un fraile de azulejos, que hoy todavía conserva; sus hijos Daniel y Ricardo eran jóvenes que regentaban el salón del baile y un cafébar, que era el lugar de diversión del pueblo, muy concurrido y de mucho éxito en aquellos tiempos. Aquel salón trae seguro muy buenos recuerdos a los vecinos, allí se gestaron noviazgos, matrimonios y grandes amistades. Allí también íbamos los niños a correr entre las parejas, con los padres vigilando la situación y al café a ver Bonanza, El Virginiano, Trampas, a comer pipas, aceitunas y pepinillos. Alli los dueños empezaron el germen de un negocio que daría buenos frutos. Mi calle hace 50 años, había que pasarla corriendo, pues había obstáculos, la colmena del Sr Braulio, que en verano estaba en lo alto zumbando y que como te descuidaras, recibías un buen picotazo, como me ocurrió a mi en más de una ocasión. Otro obstáculo era la Chea, la perra de la Sra. Cecilia, muy ladradora y amenazante, que siempre estaba ahí, en su puerta, lista para lanzarse. La Sra. Cecilia era la mujer del zapatero y tenía muchos nietos, con los que mis hermanos jugaban a las canicas, a los santos y otras veces reñían y hasta se tiraban piedras y también el día de San Antón, nos llenábamos los portales con burros con cagajones para ti, pasándolo en grande. Otra vecina era la Sra. Cándida y el Sr. Fortu con sus hijos, que por aquellos tiempos eran muy movidos. De frente vivía Rosa Bodero, mi gran amiga de la infancia, con sus padres, su madre una señora pequeña, menudita y muy dicharachera y su padre, un albañil afamado del pueblo, en su casa jugábamos los domingos a las cartas, comíamos pipas y leíamos tebeos, sentadas en la camilla al amor del brasero. Mi casa por aquellos tiempos ,estaba muy concurrida, vecinos y parientes nos visitábamos con frecuencia, en mi casa se reunían para jugar a las cartas, o escuchar las novelas de la radio y las noticias. Hoy día mi calle está asfaltada, bien iluminada, las fachadas arregladas, ya no esta la colmena ni la Chea, hay pocos vecinos y se vive de otra manera, pero a mi me sigue gustando. En Navidad, en mi casa no poníamos Nacimiento, pues no teníamos para tanto, pero siempre había algún extra, mi abuela hacía bollos y margaritas en el horno en la gloria, mi madre hacía un flan de polvos del Niño y en los Reyes siempre venían, aunque ligeros de equipaje, siempre paraban en la tienda de la Sra Obdulia y había algún juguete para todo el año. LA MAGIA DE LA NAVIDAD, por Charo Vergaz Con el paso de los años y la pérdida de tus mayores, cuesta más afrontar unas navidades alegres y llenas de ilusión y los días más bonitos del año se convierten en días de tristeza y nostalgia. Piensas que ya nada tiene el mismo sentido, te encuentras sola y te niegas a celebrar comidas y cenas con la familia y los amigos, a los que por supuesto preocupa tu actitud pasota y desanimada. Tengo que reconocer que cuando perdí a mis padres ese era mi comportamiento; fue como si el espíritu de la Navidad me hubiera abandonado. Qué equivocada estaba y doy gracias a Dios por darme cuenta pronto de mi error; mi postura era tremendamente egoísta con las personas que más me quieren y con las que comparto mi vida a diario. El espíritu de la Navidad no me había abandonado, estaba adormilado en mi interior y solo tuve que dejarlo brotar de nuevo. La magia, la fantasía, la ilusión inundaron mi corazón con más fuerza que nunca. Las calles, con sus guirnaldas de luces de colores y música de villancicos, el olor de las castañas asadas, el belén de la Plaza Mayor, la alegría y los juegos de los niños, los carruseles y la algarabía de la gente… Por un momento volví a mi infancia: los recuerdos se agolparon en mi mente, a una velocidad meteórica iban pasando por mi cabeza imágenes, aromas, los golpes del martillo cuando mi padre partía el cascajo y los sabores de los platos que cocinaba mi madre, el aguinaldo que me daban mis tíos (eso ahora ya no se estila, es una pena), las uvas de Fin de Año con las que siempre me atragantaba, los nervios de la Noche de Reyes… Tantos y tantos recuerdos inolvidables de aquellos días en los que casi siempre nevaba. Teníamos Navidades blancas, pero en casa siempre hacía calorcito. Este año compartiré estas fiestas de Navidad con los míos y me siento muy afortunada de poder hacerlo con mi hija a la que adoro y con mi pequeño nietecito que es la joya de mi vida; ver su carita traviesa y escuchar sus risas es algo indescriptible, ser abuela es la experiencia más maravillosa que una madre puede sentir y por supuesto con mis amigos, sin vosotros mi vida no tendría sentido. Ahora sé que la Navidad es mágica y hace que vivamos días preciosos, de emociones intensas, de complicidad y sorpresas, de villancicos alrededor de la mesa, de buenos propósitos y mejores deseos… Mi deseo de este año es que nunca perdamos ese espíritu de niño que todos llevamos dentro porque de esa forma siempre estará presente la Navidad en nuestra vida. ¡¡¡Felices y blancas Navidades!!! Enero/Marzo El Santillo Página 4 NAVIDAD EN EL PÁRAMO, por Guillermo Garabito. La Navidad son recuerdos de unas ascuas a punto de extinguirse a la mañana siguiente. El crepitar de la leña entre las llamas durante toda la noche en el cuarto de estar y rachas de aire helado tras los cristales. La Misa del Gallo temprana, antes de cenar, y un apagón de luces en Nochebuena al llegar Papá Noel, que no es cristiano pero traía regalos. los pastores. Sebastián con sus ovejas, antaño su padre. Después volvíamos y al entrar se venía todo un olor de encinares ardiendo. Poníamos nuestro belén modestamente, con ríos de plata arrugada, patos que flotaban sobre el papel de aluminio y en la orilla las lavanderas con la espalda dolorida esperando que alguna vez bajase el agua de verdad. La nieve eran copos de harina, que es nieve castellana de oro molido, con la que sueñan los trigales aplastados bajo el sol de agosto. Con los años y las figuritas rotas se iban comprando otras nuevas y no había problema cuando en vez de tres había seis pastores, pero seis Reyes Magos… nunca se vio aquello. Y un año poníamos unos y al siguiente los otros para que no se quedasen ningunos sin hacer camino hasta el portal. tanas de arriba imaginaba a los Reyes Magos. Iban siguiendo por la paramera, alfombrada de estrellas, el rastro luminoso del cometa que les guiaba directos a La Mudarra. Vendrían quizá de Valladolid, perdidos, buscando el dichoso lugar, recogido y pequeño. Aquí, a las afueras de un pueblo donde había ido a alumbrar María. Y a mí se me repetían los versos que dicen: Alma dormida, despierta y escucha el En el jardín tirábamos petardos y fuegos artificiales y siempre quise una zamdulce clamor, porque esta noche el bomba que nunca tuve. Algún año hasta amor te ha echado un niño a la puerta. le pusieron luces al abeto del jardín, Quién sabe si en verdad no fue así. pero yo de aquello no me acuerdo. Por Aquí, en La Mudarra. Sería un milagro toda la casa había un coro de villancique Dios hubiera nacido entre estos cos en vinilo que sonaban desde el toadobes, tapiales y piedra. Qué al alba cadiscos. Al llegar, por la tarde, íbamos cantase un gallo. Pero a fin de cuentas a ver el belén de la asociación a la gruta la Navidad es eso, un milagro. Como de abajo; allí donde bien podrían haberdecía mi abuelo: “La Navidad es el día se refugiado José y María para tener a que Dios pone un Belén en nuestros Dios aquella fría noche. Y por el valle, Antes de irme a la cama, desde las ven- corazones”. REFRANES DE NAVIDAD, por Paz Altés Melgar Pocas cosas tan nuestras como el refranero, la verdad. Y pocas cosas tan evocadoras y tan directamente conectadas con el recuerdo que guardamos de nuestros mayores y su siempre sabio entender… Los refranes de tema navideño son especialmente jugosos y he dedicado algún tiempo a crear un pequeño repertorio sobre el particular, que ahora dedico a los lectores de El Santillo. margen de casi nada. Y así, en lo que a la Navidad se refiere: Si hay cena, Nochebuena; que si con ayuno te la pasas, llámala nochemala; que es lo mismo que decir: Si en Nochebuena no hay qué cenar, noche mala se debe llamar. Y es que, ya se sabe: Horno por Navidad no tiene descanso. Aunque, claro, siempre hubo… “clases”: Por Pascua carne de cordero, por Navidad de gallinero. A la vista de mis pesquisas, los aspectos de la Navidad más recurrentes y presentes en nuestro refranero parecen ser: los valores familiares, la gastronomía típica, las labores agrícolas, la climatología y, por descontado, las supersticiones populares. Como dijimos, el trasunto climatológico es otro de los que más frecuenta el refranero. Los primeros días de invierno, afrontados con el buen ánimo y los buenos deseos que contagia la Navidad, no parecen tan rigurosos: Por Nadal, frío cordial. Se dice incluso que Hasta Navidad, ni hambre ni frío pasarás. Y que, de hecho, Si quieres año derechero, en la Navidad sol y en la florida –Pascua de Resurrección…– carbón. Aunque otros afirman que De todos los Santos a Navidad, o bien llover o bien helar; y que El mes de pascua se vive junto al ascua. Y no les falta razón… Con respecto a lo primero, el refranero se postula con rotundidad en defensa de la importancia de la familia, la casa y el hogar como epicentro de las celebraciones navideñas. De ahí que se diga: En Nochebuena y en Navidad, la brasa calienta más. Navidad, tiempo de familia unida: Las fiestas, donde quisieres; las Navidades, con las mujeres. Y “reunida”: Por Nadal, cada oveja a su Por último, ¡qué decir de las supersticorral. ciones! Que haberlas, haylas; y siemEn cuanto al calendario de labores agrí- pre las hubo, incluso en Navidad. Y colas, sobre el que reconozco mi total como muestra, botones para todos los ignorancia, he encontrado estos dos gustos: Si en lunes es Navidad, riquedichos populares: Los ajos por Navi- zas has de hallar; Navidad en martes, dad, ni nacidos ni por sembrar; y Hasta fiestas por todas partes; Navidad en que llegue Navidad, no eches manos a viernes, siembra por donde pudieres; y Navidad en domingo, vende los bueyes podar. Pero poco más podría añadir... y échalo en trigo. O esto otro, que me Por motivos obvios, en nuestro país los temo que también tiene mucho de suafanes gastronómicos no quedan al perstición: Año nuevo, vida nueva. Imagen: abrahamlaria.com A muchos de nosotros, el final del tiempo de Navidad nos entristece. Por eso hay quien suscribe que De Navidad a San Antón pascuas son. Mucho prolongarlo parece. Mejor dejarlo a la vuelta de la Epifanía, ya que Por Reyes lo notan los bueyes. O, como mucho, cambiar de asunto cuando así lo manda la Santa Madre Iglesia, que hace coincidir el fin del tiempo litúrgico de la Navidad con la celebración del bautismo de Nuestro Señor. Ha sido un placer contarles todo esto. Por mi parte, siempre me ha parecido que la alegría es uno de los grandes misterios que encierra la Navidad… Ojalá consiguiéramos preservarla y entrenarla durante el resto del año. A fin de cuentas: Alegría y pobreza, y no pesares y riqueza; porque en este mundo de viento, es rico el que está contento; y La vida es corta y pasarla alegre es lo que importa. Paz Altés Melgar es Jefa de Centro de Publicaciones y Programas de Promoción del Libro del Ayuntamiento de Valladolid Enero/Marzo El Santillo Página 5 ANTIGUOS CANTOS NAVIDEÑOS, por José Delfín Val A finales de los años 70 inciamos un trabajo bastante duro pero necesario. Nosotros lo considerábamos necesario porque nadie lo había hecho hasta entonces, excepción hecha de don Narciso Alonso Cortés, sobre cuyas espaldas los vallisoletanos echamos demasiadas responsabilidades. Aquel trabajo nuestro consistía en recopilar, viajando por todos los pueblos de Valladolid, lo que en líneas generales llamaríamos “El catálogo folklórico” de la provincia. “Nosotros” fuimos Joaquín Díaz, que ya empezaba a dejar sus actuaciones como cantante de música tradicional y sefardita y tenía el firme deseo de dedicarse al estudio de la cultura popular; Luis Diaz Viana, que ejercía de poeta y dibujante pero dedicaba sus esfuerzos al estudio y conocimiento del folklore español; y quien escribe estas líneas. La empresa era ardua y, aunque al terminar cada jornada pensábamos que nuestras fuerzas se iban agotando, nos ocurría como el labrador que ara el campo y suda la gota gorda pero sabe que esa es la contribución obligada para obtener, después, una buena cosecha. Nuestra cosecha fueron cinco libros sobre la materia de los que nos sentimos muy satisfechos. La aventura duró alrededor de cuatro años. Cuatro años viajando, conociendo y recopilando; y cuatro años la publicación de los cinco libros, entre 1978 y 1982: dos dedicados a los Romances Tradicionales, uno a los Dulzaineros y Tamborileros y dos al Cancionero Musical. En estos dos del cancionero incluimos los cantos populares más diversos: de fiestas, rogativas, rondas, galas de boda, cantos de romería, toreras, corderadas, aguinaldos... en fin, todo con letra y música para dar facilidades a quienes vinieran detrás. De toda aquella riqueza tradicional podemos asegurar sin error a equivocarnos que la música popular, de dulzaina y redoblante, es la que mejor se ha servido de aquella recopilación para mantenerla viva en sus fiestas tradicionales en los pueblos y darle nueva vitalidad. De los cantos específicos mucha gente se ha olvidado. Cuando, viajando pertrechados de magnetófono y cámara fotográfica, llegamos cierto día a La Mudarra, conocimos a quienes iban a ser nuestros principales informantes: Lorenzo Garabito que nos cantó varios romances y canciones festivas; Candelas Liébana, mujer de excelente memoria que se inclinó por los cantos propios de las niñas y “de iglesia”, ambos hijos del pueblo; un pastor de apellido Collazos y una mujer llamada Hipacia que nos contaron y cantaron lo que recordaban de su infancia y de las fiestas del pueblo. Como en esta ocasión de lo que se trata es de recordar cantos de navidad y cantos de aguinaldo, hemos ido a buscar a uno de los anaqueles de nuestra librería los cinco libros publicados y buscar en los dos últimos a nuestros informantes de antaño. Y hemos dado con ellos. Candelas Liébana cantó “Las doce palabras dichas y retorneadas”, salmodia que después recogimos en otros pueblos, lo que nos indujo a pensar que en su momento este tipo de canto, con dificultades enredosas en su letra, se habían extendido con facilidad y formaban parte de la formación escolar. para subir a la casa santa de Jerusalén. La una buen sol y buena luna hombre y muy hombre Sancti Dómine. Las tres Marías... Los cuatro Evangelistas... Las cinco llagas... Los seis candelabros... Los siete gozos... Los ocho coros... Los nueve meses... Los diez mandamientos... Las once mil vírgenes... Los doce Apóstoles... El pastor Collazos nos habló del lenguaje propio del pastoreo, su vocabulario específico y solo entendido por los pastores, y fueron muy provechosas sus enseñanzas. Hipacia por su parte nos cantó este aguinaldo que no sé si se recordará aún por La Mudarra o por los pueblos del contorno, pero que entonces, según ella decía, lo cantaban todas las niñas cuando ella lo era. Solían reunirse varias muchachas para hacer coro y cantar a las puertas de los más ricos en solicitud de viandas propias de la Navidad. Candelas Liébana Las doce palabras dichas y retorneadas dímelas bien: Una es una, la que parió en Belén, Virgen y pura es. Dos son dos, las tablas de Moisés. Tres, las tres Marías. Cuatro, los cuatro evangelistas. Cinco, las cinco llagas Seis, los seis candelabros. Siete, los siete dolores. Ocho, los ocho gozos. Nueve, los nueve meses. Diez, los diez mandamientos. Once, las once vírgenes. Doce, los doce apóstoles. Estas doce palabras dichas y retorneadas dime la una: La una buen sol y buena luna, hombre y muy hombre Sancti Dómine. Estas doce palabras dichas y retorneadas dime las dos: Las dos tablas de Moisés donde puso Jesucristo sus pies Hipacia Rodríguez Estas puertas son de pino, y aquí vive un gran vecino, que tiene mucho dinero para comprar un carnero. Azorita, azorita, azorita, cantemos el aguinaldo, la niña cachigordita que nos saque el aguinaldo. Para comprar un carnero con sus lanas y cencerros, y un collar de cascabeles para espantar a las liebres. Azorita, azorita, azorita, por encima de San Simón, la niña cachigordita que nos saque el morcillón. Y con esto eran felices. Al menos lo reflejaron en sus rostros cuando yo los vi y me cantaron cosas de su infancia. La de nuestros muchachos de ahora discurre por otros derroteros bien diferentes y estas cosas, que quedan aquí publicadas, les sonarán a reliquias del pasado. Enero/Marzo El Santillo Página 6 NAVIDADES DEL NUEVO MUNDO, por Mario Alonso Galindo Hace poco estuve de viaje por “la capital del mundo”, New York. Y paseando por la Quinta Avenida, que es la meca de las grandes boutiques, me di cuenta que estábamos a punto de llegar a Navidad. Pero ¿cómo? Si todavía no había visto el anuncio navideño de El Corte Ingles. Podía ser por esa manía reciente de no ver la televisión, pero no, tenía que ser un error, los norteamericanos, al igual que los chinos, tienen sus propias Navidades y calendarios diferentes. Pero la duda me rondaba la cabeza, pues los Estados Unidos de América no dejan de ser una sociedad occidental con unas costumbres parecidas a las Europeas. Por esta razón me acerque a una de esas lujosas tiendas a preguntar, ciertamente me dijeron que las Navidades son igual que en Europa pero que tenían que hacer campaña con anterioridad para incentivar el consumo. Ciertamente cuando vi el calendario me convencí del hecho. De esta manera llegue a la conclusión de que ya no era el nacimiento de Dios lo que marcaba las Navidades. Ya sólo marcaba el principio de las vacaciones escolares de esta época del año. Pues son las grandes superficies las que dan el pistoletazo de salida, o más bien dan la excusa, para dar rienda suelta a nuestro afán consumista. La sociedad está perdiendo los valores religiosos, bien sean católicos o de otra religión, incluso los valores morales y éticos, en favor de los placeres terrenales y efímeros que nos proporciona el descontrol en general y el consumo en particular. En un video de reflexión sobre el consumo en la sociedad de José Mujica (ex presidente de Uruguay) decía, con toda la razón, que cuando compramos algo con dinero no lo compramos con ese mismo dinero, sino con el tiempo que nos ha costado ganar ese dinero trabajando y como paradoja, lo único que no podemos comprar con nada y de ninguna manera, es precisamente el tiempo. El consumo no es sólo gastar dinero y adquirir cosas que amontonamos sin que sea necesario que tengamos, si no es el gasto de ese tiempo que invertimos en ganar dicho dinero. Sin embargo, la risa que produce un chiste, el placer de un beso, la felicidad de estar en familia un día más…todas esas pequeñas cosas que nos consumen tiempo una vez, para darnos un placer más duradero e incalculable, y no varias veces (ganar el dinero y después gastarlo) es el verdadero y más importante consumo que podemos hacer. Es muy importante plantearse en la vida que es lo que verdaderamente queremos y nos hace felices. ¿Cuándo empieza la Navidad? ¿Con los anuncios de El Corte Ingles o con la llegada a la tierra del Señor? ¿Cuánto tiempo vale su tiempo? EL HIELO DE LA INFANCIA, por Diego Irimia época. Y sucumbo ante el coro de oficios, llamadas perentorias, quejas y letanías; ni el viento del tiempo se lleva ese coro. Las imágenes, en blanco y negro, se desplazan lentamente mientras la banda sonora inequívoca del tren de vía estrecha adelanta la entrada del convoy en la estación. Una vez despierto, mi pensamiento entumecido quiere volver al principio, donde nada me faltaba ni nada sobraba. Mas la vida no es lo que viví, sino lo que recuerEntonces, hace casi medio siglo, los do y cómo la recuerdo para contarlo. años eran estrechos y el mundo inmen- Evocó los paseos repetidos hasta la so. El privilegio que suponía vivir en decrépita estación. El frío huele, es un Madrid con mis abuelos adoptivos, no aliento de tempestad. Voy acurrucado restaba un ápice al deseo soñado de dentro del ropaje. La perpetua amenaza ver pasar los días en el almanaque a de la vida constantemente escapándose gran velocidad hasta ver ancladas las de sus límites. Mi perra "Toughy" renhojas correspondientes a las jornadas quea detrás de mí sus casi dieciséis estivales o las vacaciones de Navidad, años. Nos acercamos a la vieja estacuando regresaba al pueblo en tren o, ción. El funesto graznido de los córvidos años más tarde, en los autobuses pla- ayuda a la niebla a narcotizar el paisaje teados de "Empresa Fernández". de mi tribu, de la tierra mesetaria. Unas A veces, en el sueño incómodo, me desdoblo para recorrer el pueblo calle por calle, casa a casa. Cuando despierto los recuerdos conservan rescoldo. Son los rostros que ya no se encuentran entre nosotros. Durante el sueño, los reconozco en las puertas de los que fueron sus cobijos. Los semblantes sonríen. La mayoría corresponden a ancianos, o tal vez no tan viejos, de otra pueblo y tampoco el horno del señor Martín cruje. Sigo caminando mientras espero al viejo y fiel pastor alemán. Los pensamientos que me acometen se deben a la soledad de mi ensimismamiento que evidencia un lenguaje circular pero no expresa y sólo obtiene carga espiritual con asombro y pasmo. El paseo, indefectiblemente, termina en la antigua laguna. En una elevación del terreno, cerca, los cipreses del camposanto siguen creyendo en Dios. Cinco olmos crecen donde antaño croaron las ranas. La madre del segundo alcalde de la democracia le persuadió para rellenar con escombros, otra vez el barro de los domos, la laguna y erradicar así los mosquitos que molestaban su solaz. La laguna muerta es un pecio. Somos capaces de un bien infinito y un mal infinito. En el cristal del tiempo, sin esfuerzo, veo a Julio, Miguel, César, José Luis, Rafael, Eduardo y Pascual. Embelesados en la superficie helada no se percatan de mi llegada en la "GAC" roja. De retamas, en paralelo al invisible andén, pronto, César incita a cruzar la laguna semejan los miembros de un cenobio en en bici. un claustro infinito. Más lejos, con nos- Lo hicimos, todos, después de comprotalgia de atardeceres morados en el bar con una maza la consistencia de la atardecer, las paredes en ruinas de los capa helada. Aquella mañana cruzamos palomares de cobre añoran los tapiales el Ártico entre risas y bromas y nunca hechos de corteza de panes recién coci- olvidamos la hazaña. dos. Ya no hay palomas que zureen. Las invasoras tórtolas del este coloni- Escucho el pitido del tren fantasma. zan con su mantra las falsas acacias del Es hora de extraviarme en la niebla. Enero/Marzo El Santillo Página 7 RITOS RELIGIOSOS EN LA NAVIDAD MUDARREÑA, por Justino Rodríguez Estamos en Navidad y por ello quiero rescatar para el conocimiento de muchos de los que no lo vivimos, los ritos y costumbres religiosas del ayer. Hoy en día las fiestas de Navidad tienen un sentido muy lúdico pero años atrás las únicas manifestaciones públicas eran religiosas, aunque sí eran notables las celebraciones familiares muchas de las cuales ya se han reflejado en esta publicación en números anteriores. de zambombas, castañuelas, panderetas, botellas de anís con llave y triangulo. El sacerdote hacía un resumen de los actos religiosos celebrados en la parroquia el año anterior y leía la relación nominal de los bautizados, primeras comuniones, matrimonios y defunciones del año finalizado. Igualmente relacionaba el estado cuentas de la parroquia con los ingresos y gastos habidos en el ejercicio. Empiezo a mediados del siglo XIX y en adelante cuando la iglesia estaba presente en todas las actividades y decisiones personales y públicas. Lo primero que he de decir es que los datos que aquí reflejo son los únicos que he conseguido documental y oralmente y por eso tal vez no sean completos. Estamos en el siglo XX y como anteriormente el mes de diciembre comenzaba con ritos que anunciaban la Navidad. Se celebraba la Festividad del Adviento los cuatro domingos anteriores a esa fecha, y como anteriormente la Festividad de la Inmaculada o Purísima era de destacar. Anteriormente se había celebrado una novena preparatoria por la Hijas de María y ese día se celebraba una solemne misa cantada con comunión general de todo el pueblo y por la tarde tras las preces de la novena, se rezaba el rosario y posteriormente se sacaba la imagen de la Purísima en procesión. Por entonces el mes de diciembre era importante y una fecha sobresalía sobre las demás: La Purísima Concepción. Día de fiesta mayor religiosa en honor de una de las imágenes que figuraban, junto a la Virgen del Rosario y San Antonio, en el desaparecido altar la Virgen del Carmen. La Virgen, especialmente iluminada, presidía la solemne santa misa de ese día especial, al cabo de la cual, y en el atrio de la iglesia, se procedía al nombramiento del mayordomo de la Cofradía de San Antonio (La actual cofradía del Santísimo y Ánimas se fundó en el año 1820 bajo el auspicio del sacerdote de entonces D. Manuel Núñez Román con el nombre de Cofradía del Santísimo y Ánimas, de San Antonio y de la Cruz, y por aquellos años la denominación principal era la de este último Santo). El mayordomo nombrado invitaba ese mismo día por la tarde a los cofrades a asistir al rezo del rosario. Antes de la independencia del pueblo en 1856, es de señalar que ese día y en ese mismo acto se procedía a nombrar al alcalde pedáneo por el periodo que desde 1840 era de dos años y que designaba Medina de Rioseco de una terna de vecinos no analfabetos y era el nuevo alcalde el que ofrecía un refresco a los cofrades tras el rezo del rosario al que antes me he referido. El primer día de la Pascua de Natividad, el 25 de Diciembre, se procedía al nombramiento del Presidente del Rosario y como acto solemne seguía con un responso cantado tras el cual el nombrado invitaba a los files a un refresco El día de Año Nuevo se celebraba misa mayor cantada. Se acompañaba Las celebraciones navideñas en la iglesia las presidía un pequeño belén que se colocaba debajo del púlpito. El día importante era el de Nochebuena. Tras las cenas familiares, todo el pueblo asistía a la Misa del Gallo. Eran tiempos en que todavía había sacristán en la iglesia y él se encargaba de tocar el órgano en la misa solemne, en aquellos tiempos cantada en latín. Como nota curiosa, decir que los pastores del pueblo acudían con su ropa de trabajo y sus zurrones. En la misa se cantaban villancicos, se adoraba al Niño y el sacerdote hacía el balance religioso del año. Al acabar la misa, algunas familias se reunían en su casa o en casa ajena para jugar a las cartas u otros juegos y otras se iban a bailar al salón hasta altas horas de la madrugada. Cuando D. Saturnino deja la parroquia se termina con la costumbre del balance religioso anual y años más tarde cuando el sacerdote deja de vivir en el pueblo termina la costumbre de la misa del gallo que en alguna familia siguió algunos años más pero de forma muy particular con una asistencia muy reducida y con un sacerdote que venía de fuera. El Día de Reyes también había solemne misa cantada en latín, que al igual que el día de año nuevo se acompañada de instrumentos musicales. Y también se cantaban algunos villancicos típicos del pueblo como este: “Linda estrella” Linda estrella, linda estrella, centellea para que podamos ver, guíanos hasta la aldea, donde quiso Dios nacer. Dejemos nuestros ganados y a los rebaños pacer, en los montes y montañas y al Niño vamos a ver. Guíanos, guíanos. Linda estrella, linda estrella, centellea para que podamos ver guíanos hasta la aldea donde quiso Dios nacer. En el portal de Belén se ha detenido la estrella y los Magos del oriente se han detenido con ella. En el siglo pasado, en ocasiones a los niños se les vestía de forma apropiada para celebrar la festividad de los reyes , y más tarde, por el empeño personal de alguna vecina se llegaron a montar belenes vivientes en dos periodos distintos con gran participación e incluso en una ocasión en un belén viviente en el que no había Reyes Magos, estos visitaron la iglesia en persona para asombro y regocijo de los niños (como se ha contado en otro artículo de esta misma revista). Hoy en día las celebraciones religiosas son muy escasas y las fechas navideñas se celebran como festivos ordinarios. Hasta hace unos pocos años se montaba en el salón parroquial un belén artesanal. Hoy sólo es de destacar que al comienzo del Adviento la encargada de la iglesia, de motu proprio, coloca en la iglesia una corona adornada con hojas en la cual hay cuatro velas de colores verde, morada, blanco y azul, que simbolizan fechas religiosas importantes del año, y que se encienden una a una cada domingo de adviento. Una vez que termina éste, en Nochebuena, se retira la corona y se monta en la pila el Misterio que perdura todas las fechas navideñas. Enero/Marzo El Santillo Página 8 ¡ES NAVIDAD! traerá? y también, claro ¿qué se llevará? esa mezcla de ilusión e incertidumbre que se plantean cuando con los Feliz Año Nuevo de abrazos, besos y también lágrimas, recibimos los próximos 365 días, Como no podía ser de otra forma, en estos tan difíciles tiempos tan materializados, el factor económico se dispara, se consideran los días de mayor consumo y gasto del año, comidas, fiestas, regalos, ocio, todo se multiplica por cien... y los precios suben y los caprichos crecen y los presupuestos se disparan, ¡Total... una vez al año... es Navidad! A pesar de mantenerse eminentemente familiar y hogareña en los últimos años vemos como restaurantes, hoteles y destinos vacacionales tienen también su público. Personas con problemas familiares, soledad, ideas diferentes, eligen viajar y llenar estas fiestas rodeadas de quien, como ellos, ya no conservan aquel sabor de la infancia en sus vidas o no lo tuvieron nunca hubo lo que es peor renuncian voluntariamente a él. Navidad... única fiesta al que se celebra simultáneamente en medio mundo de forma muy parecida, bajo creencias muy variadas, católica o laica; Navidad y sus tradiciones se conservan e incluso en esta época tan convulsa y carente de creencias, espiritualidad y sentido familiar. Vuelve a colocarse el Belén, o al menos el misterio, en casas, lugares públicos, plazas, calles junto a árboles decorados, luces, estrellas, ángeles, guirnaldas, Papás Noeles ruidosos y los ojos infantiles se asombran y los ojos ancianos se emocionan... bueno aún queda para siembra de futuro. También la coincidencia con el año nuevo que contribuyen a estar sensación de celebración, el 1 de enero es como otro principio de capítulo en el libro de todas las vidas ¿qué nos Otros sitios, otras soledades, otros estados de salud, de economía, de falta de libertad. Sí, es Navidad también que los hospitales, las cárceles, los albergues, las chabolas, los lugares de explotación humana, las residencias de personas mayores... con Belén, árbol, Papá Noel, lo que será que la represente o no, es Navidad y del corazón y los ojos de cada uno de los seres que los habitan: con o sin facultades mentales sanas, con y o sin libertad y libertades, con y sin salud y dolores, con y sin euros en la mano, con y sin alegría y esperanza, Es Navidad y por poco que puedas o quieras sentir, no puede evitarse ese pellizco en el corazón y esa humedad dulce y amarga en los ojos durante un segundo, seas como seas, estés donde estés. sufras por lo que sufras. Desde estas páginas, El Santillo desea para todos ese emocionado pellizco en el corazón. Feliz Navidad y año nuevo. Aurora Mozo Presidenta de la A. C. “El Santillo” A DESTACAR Manualidades navideñas realizadas por internos de la Residencia Plaza Real - Zaratán (Valladolid)
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