REVISTA PRINCIPIOS COMUNISTAS Órgano oficial del Consejo Nacional de Comités Comunistas Diciembre 2015 Se levanta el Pueblo Unido Una nueva voz emerge en la contienda política nacional: el pacto Pueblo Unido. Diversos grupos y partidos políticos pequeños se unieron en torno a principios que persiguen la edificación de un orden de vida justo para Chile y los chilenos. Bien se podría pensar que es un intento más, como tantos anteriores, de los dispersos grupos y organizaciones de Izquierda que persiguen la tan anhelada unidad en medio de la inmensa dispersión imperante entre las organizaciones populares identificadas con la necesidad de transformar radicalmente a la sociedad chilena. Este paso representa uno más de los miles que deben darse hasta alcanzar la ansiada unidad fundamental de clase, que tanto cuesta construir bajo los embates del sistema por dispersarnos. Cuánto de historia hay en este pacto, porque ciertamente encarna un nuevo esfuerzo posiblemente similar al protagonizado hace décadas por quienes integraron el Frente Popular entre 1936 a 1941, el Frente de Acción Popular de 1956 a 1969 y más tarde la Unidad Popular desde 1969 a 1981. Pero la diferencia histórica hoy es enorme, pues los caminos recorridos por las fuerzas populares han marcado a fuego ciertas experiencias colectivas de antaño y dejaron lecciones imborrables. Entre las razones fundamentales que impulsan esta alianza, están el carácter de clase de las organizaciones que se suman; la cercanía en cuestiones de principio y el distanciamiento irreconciliable respecto al reformismo ideológico y práctico representado por los viejos Partido Socialista y Comunista, cuya unidad fue otrora el eje de la unidad política de los sectores populares progresistas y revolucionarios. No obstante lo que aquello significó en la historia del país y para el movimiento popular, constituyó el proceso de alianzas populares que culminó –con todos sus aciertos y errores, virtudes y defectoscon la conquista del gobierno popular del presidente Salvador Allende. Unidad que se vio arrasada al paso de los años, tras el golpe de estado de 1973, y que se intentó recomponer muchas veces bajo otros nombres, como MDP, bajo la dictadura y luchar contra ella; o más adelante MIDA o Juntos Podemos, para enfrentar principalmente las contiendas electorales del período que siguió a la salida del tirano desde La Moneda. Esta vez muchas cosas están más claras. No queremos repetir errores cometidos por otros esfuerzos unitarios anteriores y especialmente, pretendemos cuidar la vocación de lucha del conglomerado, en cuyo interior predomina la visión de que la lucha electoral es solamente un medio para organizar el descontento y la rebeldía de los sectores más avanzados de nuestro pueblo, profundizar la politización de la sociedad, muy principalmente de los sectores más maltratados por el modelo e impulsar con ellos el combate por la emancipación. Pueblo Unido tiene entre otros, el desafío de integrar a los trabajadores y organizar sus batallas por los derechos arrebatados y negados; e impulsar junto con ello la edificación de un movimiento sindical que recupere las más dignas tradiciones de lealtad y lucha de los trabajadores chilenos, inspiradas en las enseñanza y acción de Luis Emilio Recabarren y sus compañeros, para convertirlo en el eje político de la gran lucha por derrumbar el sistema capitalista. Este pacto contiene una enorme virtud: en él se agrupan parte fundamental de las fuerzas políticas y sociales que en las pasadas elecciones presidenciales respaldaron por separado las dos candidaturas presidenciales populares. Este hecho, unido al carácter clasista de la unidad lograda y su comprobada determinación anticapitalista, constituyen una poderosa base de apoyo para la construcción de una alternativa de Izquierda, que por primera vez en muchos años comienza a crecer despojada del lastre reformista y conciliador, ahora estacionado en su verdadero domicilio familiar. A ello se suma la generosa disposición unitaria que se advierte entre los grupos integrantes de Pueblo Unido, más allá de las complejidades que reviste todo proceso y esfuerzo unificador. Esta vez, se expresa el peso de la sincera vocación de lucha en todos sus componentes y no el cálculo mezquino. Probablemente porque al igual que nuestro pueblo explotado y marginado, no tenemos nada y lo queremos todo. Chile y una larga historia de corrupción Carlos Marx señalaba que la acumulación primitiva realizada en la colonia por la burguesía emergente en Europa posibilitó el desarrollo de sociedades capitalistas. Esta acumulación se basaba en el despojo de las riquezas naturales que se realizaban a las poblaciones de los continentes colonizados. En la actualidad, dicho despojo si bien es cierto ya no es primario, es resultado de la evolución de un sistema que se basa en la explotación y la usura, y que conduce, necesariamente, a las potencias capitalistas a desarrollar guerras y acciones invasoras a países que poseen reservas naturales estratégicas. Pero este camino de guerra y de invasiones que podemos apreciar a nivel global, en cada país se traduce en la coerción y la fuerza aplicada contra la clase trabajadora, el garrotazo represivo que vivimos durante las dictaduras militares, o mediante las leyes impuestas por representantes de partidos que no representan verdaderamente los intereses de los trabajadores. Mucho hemos oído que desde sus orígenes la República en Chile sostiene una institucionalidad libre de la corrupción, a diferencia de lo que podemos apreciar en otros países de América Latina. Nos hemos ufanado de una probidad que nunca las élites gobernantes ni la oligarquía han tenido. Existen abundantes antecedentes históricos sobre cómo, desde el inicio del siglo XX, los actos de corrupción electoral han sido pan de cada día; especialmente desde que se instauró el régimen parlamentario de aquella época, y fue porque liberales y conservadores, en su afán de sostenerse en el poder e influir de manera más o menos gravitante en las decisiones del Ejecutivo, se disputaban los votos mediante el cohecho y las coimas de manera más o menos sostenida. La tradición indica que gobiernos de militares y Carabineros son los más corruptos en todo lugar porque se sostienen en la fuerza y la opresión, inhibiendo todo tipo de control ciudadano respecto a los manejos económicos de las autoridades. Algunos historiadores, como Carlos Neely en “Crónicas de corrupción a la chilena” (2010), señalan con claridad que el régimen de Ibáñez del Campo fue uno de los más connotados en materia de manejos turbios con las finanzas públicas. Pocos son los presidentes que escapan a la turbiedad y la falta de transparencia. Pocos han sido quienes, estando en el poder ejecutivo, no se enriquecieron ni abusaron de las ventajas que le daba el acceso a información privilegiada. A partir de 1973, sin embargo, el robo y el pillaje realizado por las Fuerzas Armadas fue mayúsculo. Amparados en el control y censura a los medios de comunicación, la sistemática violación a los derechos humanos, la tortura, las desapariciones y los asesinatos pusieron la atención pública en aquello que aparecía como lo evidente, mientras tanto la canalización de recursos públicos a arcas personales de Pinochet y otros oficiales de las Fuerzas Armadas permaneció oculta por mucho tiempo. Solo baste recordar la compra de bienes inmuebles por parte de Pinochet quien declaraba descaradamente que el bunker de El Melocotón lo había adquirido mediante el “Subsidio habitacional”. La corrupción se basa en la certeza de la impunidad y en la seguridad que tienen los delincuentes de saber que “entre bueyes no hay cornadas”; es decir la oligarquía y los poderosos protegerán de cualquier modo a sus representantes en el poder político, simplemente porque les tienen a su servicio. No hay otra explicación plausible para explique la manera en que se enriquezcan de manera tan rápida estando en el poder. Pero las acciones fundadas en el cambio del sistema económico fueron el acto de pillaje, usurpación y saqueo más escandaloso durante la época de la dictadura. Justificándose en la idea de pagar la deuda externa se privatizó las empresas públicas a precios ridículamente bajos y se las vendía en “situación de pérdidas”, posibilitando el enriquecimiento de personajes como el yerno de Pinochet Julio Ponce Lerou, la familia de José Piñera que gozó de información privilegiada, y un sinfín de militares, políticos de derecha y empresarios como Angelini, Claro, Matte, Edwards, entre otros, que formaban parte de la oligarquía terrateniente y que luego de este veranito de San juan, vieron su patrimonio enormemente abultado. Luego de 1990 los chilenos nos enteramos que el enriquecimiento de la familia Pinochet más allá de lo escandaloso ha terminado impune, y Lucia Hiriart hoy ha puesto en venta las propiedades adquiridas por CEMA Chile como si fuesen un patrimonio personal. La Justicia por supuesto en estos casos parece omisa, no actúa. Ni esperemos que lo haga. Las coimas durante la dictadura fueron cosa frecuente, especialmente en el ámbito de la Justicia. Muchos Jueces cerraron sus ojos y su boca y abrieron sus bolsillos para exonerar a los responsables de las violaciones a los derechos humanos por todos conocidas. La impunidad no solo quedaba asegurada mediante las acciones del poder judicial, sino mediante las miles de exoneraciones de funcionarios públicos realizadas por la dictadura para luego instalar en dichos cargos a personas de la confianza de los militares, asegurando su inamovilidad mediante las llamadas leyes de amarre que impiden a los gobiernos posteriores hacer cambios en la administración pública, entorpeciendo de este modo el esclarecimiento acerca de los manejos turbios que pudieron haberse realizado durante el régimen militar. De entre esos negocios por ejemplo destaca el caso de los “pinocheques” que forman parte del negociado de la industria armamentística que Pinochet compró luego que el Ejército hubiera vendido Valmoval a su hijo; como también el caso de Tráfico de armas entre FAMAE y Croacia o el contrabando de falsos pertrechos de guerra realizados por la Fach, que en realidad consistía en la adquisición de bienes de lujo para los oficiales de dicha rama armada. La privatización del sistema educacional también dio lugar a actos de corrupción mediante la creación de sociedades espejo que vulneraban las leyes que impedían el lucro en la educación y que facilitaban el enriquecimiento ilícito de los sostenedores y accionistas de las corporaciones de educación superior. Luego, con los gobiernos de la Concertación la corrupción abrió nuevas aristas y posibilidades de enriquecimiento a los representantes de turno de los intereses de las clases dominantes. Conocimos el episodio abierto con la técnica de los “sobresueldos” que abultaban las remuneraciones a los cargos directivos de empresas públicas, implicando ello una descarada evasión de impuestos. Se suma a ello el caso de las concesiones de las vías públicas y las autopistas que imponen condiciones contractuales escandalosamente abusivas e injustas para los usuarios, mientras favorecen unilateralmente a los “inversionistas” por más de cincuenta años de manera discrecional. En el “negocio del siglo” o caso Chispas conocido a fines de los 90, que alcanzó a ser un fraude por mas de 400 millones de dólares. Sus protagonistas, Endesa (empresa española de energía), Enersis (entonces comprada por la primera), José Yuraszeck (UDI), miembro del directorio de Enersis y el senador Sebastián Piñera (RN), también accionista de Enersis; solo pagaron una multa de 75 millones de dólares. Era de tontos no hacer el negocio, más aún cuando la pena solo implicaba pagar una multa. Y podríamos seguir agregando casos y causas de investigación como es el caso Inverlink, las acciones de LAN Chile, el caso Penta, el caso MOP- Gate, Caso Caval, la colusión de los pollos, de las farmacéuticas, el financiamiento ilegal de campañas electorales, y la ahora conocida colusión de la papelera. Lo que queda en evidencia con esta secuencia de acciones de corrupción, es que ésta forma parte del sistema de “capitalización” y enriquecimiento de las clases dominantes. No les basta con la apropiación de las horas de trabajo de la clase obrera. Mientras la sociedad se mantenga dividida entre quienes sólo poseen su fuerza de trabajo que ponen en venta diariamente para subsistir, y los dueños del capital y los medios de producción que usufructúan y explotan dicha fuerza de trabajo, siempre habrá quienes quieran optimizar su margen de ganancias y robarles al indefenso horas de trabajo, ahorros previsionales, y patrimonios colectivos. Todas las luchas realizadas desde comienzos del siglo XX a través de las mancomunales obreras para desarrollarse con dignidad mediante la conquista de derechos, la administración de sus propios fondos previsionales, su propia educación y salud, fueron usurpadas por la oligarquía y sus representantes en el poder del Estado mediante leyes que impiden que los trabajadores ejerzan el poder y el dominio sobre sus propias vidas y patrimonio. De este modo la lucha sindical se ve restringida solamente a la negociación con el patrón, alejada de la acción política, porque se sabe que ésta posibilita en empoderamiento obrero y su preparación para avanzar hacia una sociedad de nuevo tipo, una sociedad donde los trabajadores ejerzan el poder. Evidentemente la única fuerza productiva de valor en nuestra sociedad son los trabajadores que producen bienes materiales. Todo lo demás es especulación y fomento de la usura, endeudamiento y fraudes. La situación de las mujeres en América Latina y el Caribe. Por: Viviana Abud (*) La situación de las mujeres en América Latina y El Caribe se caracteriza por una discriminación constante. A continuación podremos ver y analizar algunos de los puntos de esta situación, para tener una visión global que nos permita observar los avances y retrocesos de los últimos años. La heterogeneidad de la región es enorme y el mero intento de comparación de países como Haití, Honduras o Guatemala con México, Chile o Argentina resulta en su mayoría del todo imposible. Sin embargo, a pesar de esto, lo cierto es que podemos encontrar una serie de problemas comunes en toda esta área en los últimos años como la implantación de políticas de ajuste estructural, la desconfianza de la ciudadanía hacia las instituciones políticas, la preocupación por la calidad de la democracia, la pobreza de amplios núcleos poblacionales y principalmente, la desigualdad y la falta de cohesión social. De todas las desigualdades, la de género es la única que está presente sin que el tamaño de la economía, los niveles de pobreza o los logros educativos la modifiquen significativamente (ONU, 2007). A pesar de este rasgo común, la magnitud de las diferencias es diversa entre los distintos países. La existencia de una cultura machista y patriarcal, la persistente división del trabajo según el sistema sexogénero o la influencia de la Iglesia Católica ha conllevado que a pesar de los avances la situación no sea la deseable .Algunos de los países, producto de políticas más favorables a las mujeres se postulan como Estados en los que los niveles educativos, de atención sanitaria y de acceso de la mujer al poder son aceptables mientras en otros, principalmente los más pobres y los que cuentan con mayor población indígena, se encuentran muy rezagados. En el ámbito de la igualdad de género además se observa como en la situación de las mujeres, aunque ha avanzado mucho en las últimas dos décadas, persisten desigualdades y discriminaciones, debemos entender como base: que la igualdad de género es un indicador de cuán democrático es un sistema político. Los avances que se han dado en los derechos para las mujeres son destacados aunque la realidad es que estos han sido lentos y además al converger en América Latina diversos contextos multiculturales y hetero- géneos, la situación de la misma debe ser vista considerando otras variables, al margen del sexo, como la etnia o raza, la clase social, su situación de emigrante o desplazada, etcétera. Y todo ello porque las asimetrías se agravan en unión con esas variables. La discriminación de género en esta región viene marcada por cuestiones tales como la religión, unos persistentes valores culturales asentados en ideas machistas y de sumisión de la mujer y la pobreza. Junto a ello, el empleo deficitario y precario, el escaso acceso a los recursos económicos, se muestra como aspectos estructurales que impiden avanzar en la reducción de las desigualdades. En América Latina la condición de las mujeres no se puede entender sin considerar su estructura social y la falta de cohesión social en entornos con estructuras de gobierno que, en líneas generales, podemos caracterizar como débiles. A pesar de ello, se observan importantes avances especialmente desde la Conferencia de Beijing de 1995 que es el momento crucial a partir del cual se impulsan acciones promovidas desde colectivos de mujeres. Se produce, por tanto, en la actualidad una “mezcla entre los procesos de modernización y las costumbres existentes (de los que) surgen nuevas combinaciones en el mandato cultural de lo que debe ser una mujer”. Podemos observar como los avances han sido especialmente significativos en el ámbito educativo, pero aún los pasos dados son todavía escasos y en ocasiones inciertos. Aunque son diversos los aspectos que podemos tratar como causa o consecuencia de la situación de discriminación de la mujer, la CEPAL (2007) considera que son cuatro las dimensiones clave de la autonomía y el empoderamiento: - Derechos reproductivos y el acceso a la salud reproductiva. - Empleo informal y mal pagado. También se encuadraría en este apartado la importancia del trabajo de cuidado, las políticas públicas de armonización de la vida familiar y laboral, y la interrelación entre pobreza y género. - Participación política femenina, relacionado con la necesidad de empoderamiento público. - Violencia contra las mujeres, el más grave de los atentados a la autonomía de la mujer. Pero no podemos olvidar que el factor clave del progreso y los avances de las mujeres, es el ámbito educativo. Y todo ello con un fondo común, las mujeres en América son una mayoría entre los pobres en la medida que no cuentan con el tiempo disponible para buscar las formas más apropiadas para satisfacer sus necesidades y una proporción importante carece de ingresos propios. DONDE PARTE EL PROGRESO Y EL AVANCE A nivel general podemos hablar de mayores avances en materia de acceso a la educación y menores en otros ámbitos como el político o el laboral. El acceso a la educación es muy igualitario e incluso superior en el género femenino en la educación secundaria y terciaria en toda América Latina aunque se dan excepciones en áreas con alta proporción indígena, especialmente en países como Guatemala, Bolivia y Perú. Y es que las más altas tasas de analfabetismo entre la población joven (15 a 24 años de edad) se registran entre las mujeres indígenas. En este sentido, las brechas de género en la educación se agudizan en presencia de otras desigualdades críticas como la socioeconómica y territorial (CEPAL, 2007). El aumento en los años de escolarización entre las mujeres repercute además positivamente en otros indicadores como el de salud, acceso a métodos anticonceptivos o el de la violencia contra la mujer. Por eso es fundamental que “el ataque a la desigualdad (empiece) por el sistema educativo”. Por otra parte, la maternidad temprana cuyos índices han aumentado, trae consigo una serie de consecuencias negativas para la mujer, entre ellas, una menor educación y capacitación laboral y mayor concentración de las mujeres en el rol reproductor, creándose de esta manera un círculo vicioso que es difícil pero necesario romper (Lamas, 2008). SALUD, DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS…UNA DEUDA AUN. En el ámbito de la salud, las mujeres latinas siguen falleciendo por causas que son evitables. La mortalidad materna debido a complicaciones del embarazo y el parto sigue siendo uno de los problemas más dramáticos y, a la vez, más evitables de la región. La falta de cobertura para realizar controles prenatales y la falta de atención médica en el parto aumentan considerablemente el riesgo de muerte de las mujeres, especialmente de aquellas que viven en zonas pobres y aisladas. Aunque la atención en el parto ha aumentado y muchos países cubren cerca del 100% de los alumbramientos (Cuba, Chile o Argentina, entre otros), en países como Nicaragua, Perú, Honduras o Haití está en torno al 50% (ONU, 2007). En este sentido, la mortalidad materna es especialmente grave en las zonas más apartadas y con menos servicios, es decir, las rurales, especialmente las áreas con una importante población indígena. Junto a los temas de salud, en el ámbito reproductivo el acceso al uso de los anticonceptivos es notable pero a pesar de ello la maternidad temprana ha aumentado, especialmente en las clases más bajas, rurales, indígenas, etc., creando un círculo de maternidad, hijos, no educación y menor capacitación laboral Además, en los últimos años, se ha incrementado El número de mujeres infectadas por el VIH/SIDA, muchas de ellas contagiadas por su pareja única y estable… A la escasa protección y falta de educación respecto de esta epidemia se agrega el hecho de la falta de control sobre su propia sexualidad, por no tener la posibilidad de imponer al hombre el uso del preservativo o de negarse a tener relaciones sexuales. A este respecto, el derecho al aborto supone dar a las mujeres la posibilidad de decisión sobre su vida personal y profesional. Pero el derecho al aborto solo se admite en 3 países (Cuba, Puerto Rico y Guyana) y en 5 está absolutamente prohibido (Nicaragua, Honduras, El Salvador, Chile y República Dominicana), vinculado a visiones conservadoras y a presiones de la Iglesia Católica En Guatemala, por ejemplo, sólo un 18,1% de las mujeres indígenas entre 15 y 24 años asisten a un centro educativo (ONU, 2007). En resumen, la planificación familiar y los anticonceptivos tienen relación directa con el empoderamiento y la autonomía de la mujer puesto que la tasa de fecundidad influye en la pobreza al reducir las oportunidades laborales, incrementar los gastos en educación y salud, aumentar la vulnerabilidad y dificultar el ahorro (CEPAL, 2007). TRABAJO: CONFIGURADOR DE POBREZA Y DESIGUALDAD En el ámbito laboral, el destino “natural” de las mujeres ha sido el trabajo no remunerado de cuidados, incluyendo el trabajo doméstico, por lo que al tratarse de funciones no retribuidas suponen una sobrecarga y doble jornada no reconocida ni valorada. De esta manera, la pobreza en hogares con jefa de hogar se hace persistente y todo ello a pesar de que la participación de la mujer en el ámbito laboral ha aumentado. Sin embargo, esa mayor participación en el empleo no supone una igualdad en el ingreso pues este sigue siendo menor al de los hombres. En este sentido, podemos decir que la división sexual es un rasgo económico-cultural, reflejo y consecuencia de la subordinación e invisibilidad de la mujer en la sociedad (ONU, 2007). Los aspectos más destacados para observar la discriminación de género en materia laboral son: - Baja remuneración. - Trabajo informal y precarizado. - Trabajo de baja productividad. - Mayor desempleo. - Desigual uso del tiempo y especialmente en el dedicado a las tareas domésticas. Si nos detenemos aunque sea brevemente en estas variables podemos observar que la incorporación progresiva de las mujeres al mundo laboral en el siglo XXI ha conllevado una reorganización del trabajo, pero aun así persiste la segmentación laboral, la doble jornada o la discriminación salarial. La división sexual del trabajo con roles sociales diferenciados por sexos sigue persistiendo, y el empleo informal y de baja productividad sigue recayendo en las mujeres. Esta construcción cultural conlleva que se ejecuten tareas sin visibilidad ni reconocimiento, entre las cuales está la obligatoriedad social del trabajo doméstico Algunos detalles que nos permiten caracterizar la situación de las mujeres en el ámbito laboral son, por ejemplo, que en todos los países de la región las mujeres se incorporan en mayor proporción a la fuerza de trabajo en función de su nivel educativo, variable que no incide en la incorporación de los hombres. Además, la jornada laboral remunerada de las mujeres es inferior a la de los hombres, debido principalmente al tiempo que demandan las responsabilidades familiares pero que al no medirse las horas de trabajo en el hogar, se invisibiliza la doble jornada de las mujeres. Las tasas de desempleo de la población son más altas y afectan en mayor medida a las jóvenes y ello a pesar de que en la actualidad cuentan con más años de estudio que los hombres. Las diferencias entre las remuneraciones de mujeres y hombres son evidentes, en ese sentido, es especialmente llamativo que las mujeres con mayor educación son también las que ganan significativamente menos que los varones en esta misma condición (ONU, 2005). SINDICAL La tasa de sindicalización a nivel de la región es baja, debido a los puntos anteriormente nombrados. El ser trabajadora, en muchos casos madres , dueñas de casa y a eso sumarle el trabajo sindical termina siendo poco atractivo para las trabajadoras debido a que no hay políticas desde el gobierno e incluso desde los sindicatos para que podamos estar en todos esos frentes sin llevarnos la sobrecarga de trabajo…a eso sumémosle que en la gran mayoría de los casos los trabajos son precarizados por lo que la sindicalización termina siendo hasta un riesgo de perder la fuente de trabajo debido a la demonización de los sindicatos. MUJERES: POLÍTICA Y PODER El aumento del número de mujeres en las instituciones públicas latinoamericanas desde la década de los noventa es palpable pero insuficiente. La necesidad de impulsar acciones afirmativas y leyes de cuotas en el ámbito político se observa como necesario en la búsqueda de la paridad en los procesos de adopción de decisiones para fortalecer la legitimidad de las instituciones pues la actualidad está marcada por el surgimiento de liderazgos femeninos y un comportamiento electoral crecientemente autónomo lo que puede conllevar cambios en las políticas públicas desde y hacia la mujer (CEPAL, 2007a). En este sentido, se observan avances desde 1995 pero no hay tendencias homogéneas en todos los países. A grandes rasgos, la posición de las mujeres en los gabinetes es muy volátil pues va a depender de la decisión del gobierno. Se ha aumentado el número de mujeres en cargos ministeriales (alrededor del 15%) y en candidaturas presidenciales pero el proceso es lento. A pesar de ello, los ministerios sociales siguen teniendo una más amplia representación femenina que los dedicados a temas de economía y política. Bajo estos aspectos han destacado países como Chile (con un gobierno paritario), Colombia (con cinco mujeres en un gabinete conformado por quince ministerios) situándose en el extremo opuesto Uruguay, que en el año 2006 únicamente contaba con una única Ministra (ONU, 2007). Y es que debemos destacar que las mayores resistencias para promover acciones positivas a favor de las mujeres provienen de los propios partidos políticos (CEPAL, 2007). El acceso a la máxima figura en el ámbito político, es decir, a Presidencia o Jefatura de Estado de las mujeres en América Latina es destacable y han supuesto un hito muy importante. Sin embargo, en no pocas ocasiones dicha entrada al ámbito presidencial “se ha debido más al capital político heredado de sus maridos que a su propia popularidad. Pero no solamente ellas, sino que la mayoría de mujeres destacadas en la vida política latinoamericana están emparentadas con políticos… varones”. En ese sentido, aunque supone un avance importante es necesario empezar a desvincular a las mujeres de sus maridos o familia aunque ellas mismas, en no pocas ocasiones, parecen seguir este juego. En el poder legislativo, la mejoría es evidente donde hay ley de cuotas, especialmente en los casos de Argentina y Costa Rica (por encima del 30%). La situación de las mujeres en los parlamentos nacionales se sitúa en la media del 20,3%, con un aumento de 8,5 puntos en los últimos 15 años. Los países con mayor número de mujeres parlamentarias son Costa Rica (38,6%), Argentina (36,5%), Cuba (36%), Perú (29%), Ecuador (25%) y Honduras (23%) (PNUD, 2008). Se ha producido, por tanto, un avance pero aún bastante lento, el cual está siendo provocado por diversos factores: - Leyes de cuotas. - Presiones de la sociedad civil (movimientos feministas). - Voluntad política. Por su parte, en el ámbito local es donde la mujer está peor posicionada, lo cual resulta paradójico puesto que por la mayor cercanía a la ciudadanía, a sus necesidad y a la participación pudiera pensarse que está más abierto al tema de la igualdad de género. El incremento de concejalas (entorno al 25%) ha sido notable desde 1995, no así el de alcaldesas (5%), salvo en países que cuenta con una ley de cuotas como el caso de República Dominicana o Costa Rica (CEPAL, 2007). El principal problema en el acceso a los centros de poder (al margen de la inexistencia de las cifras desagregadas por sexo) es la necesidad, persistente en todos los ámbitos, de modificar la cultura política latinoamericana que provoca sesgos discriminatorios. Por esta razón se observa como muy necesarias las acciones positivas para provocar cambios sostenibles y en un tiempo relativamente rápido. El logro de la paridad está todavía lejano y son necesarias medidas concretas y voluntad política. En este sentido, es fundamental el papel del Estado en la promoción de la igualdad. El problema es que a pesar de que 11 países cuentan con leyes de cuotas, la mayoría de las veces no llevan implícitas sanciones, con lo que no se aplican. También debemos tener en cuenta que la máxima eficacia de las cuotas se da en los sistemas de representación proporcional, listas cerradas y cuando la ley exige que los candidatos de los distintos sexos se alternen (hombre mujer- hombre o mujer-hombre-mujer), y esto no ocurre en todos los países que optan por diversos sistemas electorales. Los países que han adoptado cuotas son: En el Gobierno formado en marzo de 2006 por Michelle Bachelet se nombraron a 10 hombres y 10 mujeres al frente de los diversos Ministerios. Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia (para cargos administrativos), Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela (hasta 1997). Cuba, por su parte, destaca por no poseer cuotas y ser el país que cuenta con mayor número de parlamentarias. VIOLENCIA: FÍSICA, PSÍQUICA Y SEXUAL La violencia de género dirigida hacia las mujeres supone la consecuencia más grave de la discriminación de las mismas. En la violencia (psíquica —la más extendida—, física y sexual) los avances han sido lentos y ello principalmente porque los hombres han visto evolucionar su rol dentro del hogar y los cambios que ello ha conllevado no han sido asumidos y han provocado un incremento de la violencia (CEPAL, 2007). En América, la violencia afecta a todas las mujeres, independientemente de su nivel educativo o socioeconómico, aunque distintos estudios muestra que las mujeres pobres están más expuestas a la misma (ONU, 2007). La violencia física, por tanto, “tiende a disminuir a medida que aumentan los años de estudio de la víctima, como lo demuestran, en general, las tasas de violencia física contra las mujeres con educación superior, que tienden a ser más bajas”. A pesar de la escasez de datos sobre dicha violencia, la misma es un problema muy destacado en países como Bolivia, Perú, Colombia o Ecuador, donde más de la mitad de las mujeres han sufrido violencia psíquica y entre el 30 y el 40% han sufrido violencia física (ONU, 2007) y ello a pesar de que la mayoría de estas agresiones no se refleja en las estadísticas, ya que las mujeres que las denuncian o recurren a los servicios disponibles para su atención constituyen un porcentaje menor. Además esta invisibilidad del maltrato se agrava porque en América Latina la mayoría de los abusos tienen lugar en la familia y por parte del compañero o marido (CEPAL, 2007c). La gravedad de las cifras sobre violencia contra las mujeres nos muestra una cultura de desigualdad y discriminación asentada en la supuesta inferioridad de las mujeres. Dicha violencia aparece caracterizada como un fenómeno, fruto de procesos históricos, culturales, ideológicos, económicos y políticos Además, ellas, las víctimas de violencia “suelen ser culpabilizadas cuando denuncian… (Lo que se une a que) los agresores no obtienen sanción, entre otras razones por el alto nivel de tolerancia social hacia lo que se considera —a pesar de las leyes— como un problema privado” (CEPAL, 2007). La violencia que convierte a las mujeres latinoamericanas en víctimas no sólo es una violencia física, sino también estructural y cultural. Aunque en otras magnitudes y cifras parece que se han dado avances, en materia de igualdad de género, la violencia parece persistir, siendo la más grave de las violencias el feminicidio o femicidio. CONCLUSIÓN Debemos encontrar las formas organizativas que faciliten la unidad y la lucha contra el machismo y su explotación, lo que no es fácil debido a la educación que históricamente ha adquirido la sociedad: el modelo patriarcal y capitalista, donde uno de sus mayores representantes es la iglesia. Debemos organizarnos en nuestros sindicatos, con departamentos y o comisiones que trabajen el tema, pero siempre dentro de la organización, funcionando junto a todo el resto, y no apartándola en movimientos aislados de la clase obrera. Los sindicatos deben lograr tener una táctica para avanzar en la estrategia de integrar a las mujeres trabajadoras, que se sientan parte de la clase obrera para dar en conjunto la lucha contra la opresión y explotación de nuestra clase. Los revolucionarios y revolucionarias tenemos la obligación de luchar contra la opresión y explotación de la mujer y la ideología machista que lo justifica. La opresión de la mujer dificulta que las trabajadoras, que somos la mitad de la clase obrera mundial, seamos parte activa de la lucha contra el capitalismo, y eso debilita la lucha de la clase en su conjunto. Entonces, es necesario enfrentar la opresión de la mujer porque ella atenta contra la unidad de la clase obrera. “la igualdad real de la mujer no será posible hasta que consigamos un régimen donde la mujer de la clase obrera sea la dueña de sus instrumentos de producción y distribución, tomando parte en su administración y teniendo la obligación del trabajo en las mismas condiciones que todos los miembros de la sociedad trabajadora; en otros términos, esta igualdad sólo será realizable después de la destrucción del sistema capitalista y su reemplazo por una sociedad socialista. Solo así se creará un estado de cosas en la cual la función natural de la mujer, la maternidad, no entrará en conflicto con las obligaciones sociales. En conclusión, la lucha de la clase obrera por este fin común, debe ser dirigida inseparablemente para el interés, la igualdad y equidad de ambos. En palabras más simples, no lograremos la total liberación de la mujer sin una revolución socialista, pero no lograremos el triunfo de la revolución socialista si no ganamos para esta tarea al sector más explotado y oprimido de la clase obrera: LA MUJER TRABAJADORA. (*) Informe al Congreso Internacional de la Mujer Trabajadora. Noviembre 2015. La hora de los hornos en la ciudad luz Paco Peña, París, 16 de noviembre de 2015 Los atentados perpetrados en París estos últimos días son acciones profusamente anunciadas por el Estado Islámico (EI) desde hace muchos meses, incluso años. Estos ataques demuestran que puede golpear fuera de las fronteras de Iraq -donde fue fundado- y Siria, país en el cual controla algunas regiones. Esta vez ha golpeado directamente el corazón de Europa. Los atentados en París estuvieron precedidos de otras tantas acciones terroristas llevadas a cabo fuera de las fronteras sirias e iraquíes. Hace algunas semanas un avión ruso (1) procedente del balneario de Charm el Cheick en el Mar Rojo y que regresaba con turistas a San Petersburgo, estalló en pleno vuelo sobre la región del Sinaí. El presidente Vladimir Putin había ordenado -luego de la demanda en ese sentido presentada por el presidente sirio- centenas de bombardeos aéreos contra las posiciones del EI, y además, desde la tribuna de la ONU había llamado hace unas semanas a la constitución de una gran coalición militar para erradicar definitivamente la presencia del EI en ese país. El atentado en un barrio de Beirut bajo control del Hezbollah libanés, que apoya al presidente Bachar el Assad y que causó decenas de víctimas civiles, también fue reivindicado por el EI; el Hezbollah libanés combate en Siria al grupo terrorista Al Nusra (2). Y el atentado del 10 de octubre ocurrido en Ankara, también tiene ramificaciones con organizaciones ligadas a la nebulosa del EI en Turquía. En los días previos a los luctuosos hechos ocurridos el viernes 13, los servicios de inteligencia galos anunciaron haber desbaratado un intento de atentado contra la base naval de Tolón, desde donde debía zarpar el portaviones atómico Charles de Gaulle con destino a las costas sirias. Desde el punto de vista diplomático, en estos días, debía tener lugar en Viena, una reunión, una más, que sigue la ronda de reuniones entre EEUU, Rusia, Arabia Saudita, Turquía , Francia y esta vez Irán, tendientes a buscar una solución política al actual conflicto en Siria. Francia había hecho mutis por el foro y no había asistido a reuniones anteriores, dizque Irán y Rusia no se pronunciaban sobre el presidente Bachar. Por otra parte, en los mismos días, el gobierno kurdo de Massud Barzani, que controla parte del Kurdistán Autónomo Iraquí, anunció haber recuperado la ciudad de Sinjar, punto estratégico intermedio entre la ciudad de Mosul -en la zona petrolífera iraquí en manos del EI- y la ciudad siria de Raqqa, bastión del EI en el este de Siria. Lo cual indicaría, a la par de la intensa actividad de la aviación rusa un debilitamiento de las defensas del EI. Como en otras ocasiones, el EI ha escogido muy bien el momento y los lugares donde se han realizado los atentados. Francia se encuentra en efecto a algunos días del inicio de la Conferencia de la ONU sobre el Clima y miles de personas habían previsto su asistencia, además de dirigentes del mundo entero y centenares de Jefes de Estado. Según las autoridades galas, la realización de la Conferencia –un objetivo irrenunciable del gobierno- no será anulada. Evidentemente, el gobierno de F. Hollande no puede aparecer como cediendo ante el EI. Las operaciones llevadas a cabo el viernes pasado en París constituyen un guión más que previsible y anunciado por el EI. Lo sorprendente es que dichas acciones no se hayan realizado antes. Al respecto, el juez francés Marc Trevidic, encargado hasta hace algunos meses del llamado « polo antiterrorista”, quien durante años coordinó la actividad judicial antiterrorista y que curiosamente hace algunos meses fue separado de sus funciones y enviado a un oscuro tribunal de la ciudad de Lille, luego que expresara públicamente su oposición el proyecto de ley sobre el acrecentamiento de las facultades de investigación de los servicios de inteligencia presentado por el gobierno, por el peligro que entraña -dijo entonces- para las libertades públicas. La nueva ley fue aprobada luego del atentado en enero pasado contra el semanario satírico Charlie Hebdo. El juez Tredivic había profetizado en septiembre pasado: “Tengo la convicción que los dirigentes del EI tienen la ambición y los medios para golpearnos muy duramente y organizar acciones de una envergadura incomparables a las realizadas hasta ahora. Lo digo como experto en la cuestión, los días terribles están por venir, delante de nosotros. La verdadera guerra que el EI quiere imponer en nuestro territorio no ha comenzado todavía…Esta será de una envergadura como las llevadas a cabo por Al Qaida que han tenido como consecuencia carnicerías espantosas ». (3) Los atentados en Paris intervienen a su vez en un contexto político delicuescente marcado por una impopularidad jamás alcanzada por gobierno alguno durante la V° República (1958) y que se apresta a enfrentar las elecciones regionales en diciembre en las que previsiblemente sufrirá una derrota apabullante. (4) Los partidos políticos franceses, ante la tragedia ocurrida el viernes 13 han silenciado sus críticas y diferencias con el gobierno, en función de la necesaria unión nacional ante el ataque del EI. En estos instantes de duelo donde los franceses lloran a sus muertos, han aparecido sin embargo fisuras en esta especie de “unión sagrada”, invocada por el presidente F. Hollande y sus ministros en las diferentes alocuciones que tanto el uno como los otros han dirigido al país y en la reunión del Congreso Pleno en Versalles el lunes 16. Por cierto no se trata de las conocidas y justificadas críticas relativas a la conducción de la política económica y social del gobierno presidido por F. Hollande. Son críticas que ya habían aparecido antes de los atentados y dicen relación con reproches por cierta impericia, incompetencia e improvisación de su gobierno en lo que a la política extranjera y defensa se refiere. Cada vez más dirigentes (tanto de partidos de izquierda como de derecha) critican la obcecación de F. Hollande y su gobierno en considerar al gobierno del presidente Bachar el Assad como el responsable de la situación por la que atraviesa dicho país desde 2012, cuando potencias extranjeras regionales (Qatar, Arabia Saudita, Turquía e Israel bajo cuerda) más la activa colaboración en estos menesteres de Europa y EEUU, le impusieron una guerra destinada a derrocarlo, descuartizar Siria en diversas entidades étnico-religiosas y proseguir el plan de remodelación del Cercano y Medio Oriente concebido por Washington que concita el entusiasta beneplácito de europeos, qatarís, saudíes, turcos e israelíes. Pensaron que Damasco no resistiría y las declaraciones ya en 2012 del propio F. Hollande y su ministro de RREE, Laurent Fabius, demuestran el desconocimiento e imprudencia con la que evaluaron los enfrentamientos entre las fuerzas leales a Bachar y los yihadistas al inicio del conflicto :”Es una cuestión de semanas, máximo algunos meses…habrá la formación de un nuevo gobierno en Damasco…la caída de Bachar es ineluctable, es una necesidad evidente” (5) El mismo Fabius había declarado que Al Nusra, la organización terrorista que combate en Siria hacía « un buen trabajo ». Posteriormente el “soldado” Hollande pretendió decidir por su cuenta el bombardeo del territorio sirio y lanzó bravatas que terminaron en una bochornosa retirada ante la presión, no sólo de Moscú sino también de Washington : “Cuando François Hollande recibió el telefonazo de Obama no esperaba que Washington hubiera cambiado de opinión. Obama le explicó que había decidido consultar al congreso estadounidense y postergar el bombardeo. El golpe fue terrible para Hollande, se encontraba aislado y ridiculizado” (6). Algunos han querido ver en esta humillante anécdota una explicación psico-política de la obstinación de F. Hollande en considerar como previo a cualquier solución política, el derrocamiento del presidente Bachar. Tanto París como Washington y sus aliados regionales (Turquía, Qatar, Emiratos y Arabia Saudita) han armado, financiado y apoyado a los supuestos miembros del « Ejército Sirio Libre”. Dicho “ejército libre” nunca tuvo una existencia real y consistente en Siria, salvo en los salones londinenses, parisinos o neoyorkinos. Los propios dirigentes franceses y altos oficiales reconocen que gran parte del armamento entregado a este “ejército libre” están ahora en manos de Al Nusra o del EI. Por otra parte, la obstinación de Hollande en no haber considerado una alianza con Rusia: “es un grave error”, dijo el ex primer ministro François Fillon (7). En el mismo sentido, se han expresado Philippe de Villiers del Movimiento por Francia, Louis Alliot, segundo hombre del Frente Nacional, Nicolas Dupont Aignant del partido Francia de pie, Jean Luc Mélenchon del Partido de Izquierda, e incluso algunos diputados y dirigentes del PS. Los recientes bombardeos franceses sobre la ciudad siria de Raqqa, en manos del EI, decididos por Francia, tiene ante todo un alcance simbólico y busca responder a “un acto de guerra” según la expresión de F. Hollande, realizado por yihadistas en París. Estos bombardeos han sido posibles gracias a la colaboración de las fuerzas rusas y sirias (por omisión) pero no tiene una eficacia comparable a los bombardeos rusos. Según especialistas militares, tres días de bombardeos rusos contra el EI equivalen al conjunto de los bombardeos franceses llevados a cabo por París desde el inicio del conflicto en Iraq y Siria. El asunto de la ilegalidad de la incursión gala es evidente, puesto que viola la soberanía de Siria. El peligro de una preparación del terreno para una invasión del territorio sirio es manifiesta. El ex presidente Nicolás Sarkozy manifestó su solidaridad en esta hora de duelo nacional, pero expresó que era « necesario aportar una inflexión a la política extranjera llevada a cabo hasta ahora” por F. Hollande. Una encuesta de opinión que publicó el periódico conservador Le Figaro, indica que 90% de los franceses, es favorable a una alianza con Rusia y citican la actitud de París para con Siria. (8) Es en este sentido que hay que interpretar el anuncio de Hollande en Versalles en que cambió de posición y dijo que en los próximos días se reuniría con Obama y Putin. Aunque la parte francesa no lo reconoce, F. Hollande ha debido recular y ahora hasta su inefable ministro de RREE, Laurent Fabius, debe admitir que « habría que considerar la presencia de tropas sirias en el combate contra el EI”. Se ha filtrado en medios oficiosos que altos oficiales son muy críticos de la conducción bamboleante de la política extranjera gala, cada vez más alineada con Washington. Por otra parte los « ayudistas” que han financiado y armado desde sus inicios al EI y Al Nusra, no son otros que los grandes banqueros qataríes, saudíes y turcos. La hipocresía occidental trata de pasar bajo silencio el hecho de que una parte del financiamiento del EI proviene del ingreso por concepto de la venta de petróleo iraquí y sirio en manos del EI. Varios miles de millones de dólares transitan por manos del EI por concepto de venta de ese petróleo. En parte, dicho petróleo es transportado a Turquía y a países europeos. Además ¿cómo se explica que organizaciones financieras privadas catarís inviertan a diestra y siniestra en empresas europeas o estadounidenses sin ser inquietadas? ¿Cómo dos grandes equipos de fútbol, uno español y el otro francés, son patrocinados por Qatar? El país al que se premió con la atribución de la próxima copa del mundo de fútbol. EI nació en Iraq y quien funge actualmente como su líder, Abú Bakr Al Baghdadí estuvo en manos de las fuerzas estadounidenses desde 2004. Curiosamente apareció con posterioridad como máximo líder del EI, anunciándose heredero del Califato del profeta Mahomet. La fabricación de este tipo de personaje no es nueva. Ussama Bin Laden fue una creación estadounidense que luego se le escapó de las manos, como en la famosa historieta de Frankestein. Los luctuosos hechos acaecidos en París no son entonces sorprendentes. Se trata de una nueva forma de operar, esta vez, atacando a civiles y no a blancos militares, a la policía o a responsables políticos y busca amedrentar a la población. Es lo propio que toda acción terrorista, llevada a cabo sea por grupos armados o por estados, según la conocida definición del terrorismo: “todo acto destinado a matar o a herir gravemente a un civil o que tiende a intimidar a una población determinada o a obligar a un1. gobierno a cumplir o a abstenerse de cumplir un acto cualquiera”. Lo que preocupa a las autoridades francesas es que en la ejecución de este atentado han participado 2. jóvenes ciudadanos franceses, de padres extranjeros, pero nacidos y educados en Francia. Todos los dirigentes galos asignan a este aspecto una gran importancia,3. puesto que se sabe que varios miles de jóvenes franceses4. convertidos al islam han hecho viajes a Siria e Iraq y han recibido instrucción de combate. Es una franja minoritaria de la juventud es verdad, pero el accionar de los yihadistas el viernes pasado en París, indica que todos habían emprendido las operaciones sabiendo que se trataba de un viaje sin retorno, por eso actuaron a cara5. descubierta. El atentado del viernes fue concebido en6. Siria, preparado en Bélgica y contó con cómplices en París. Que un grupo de jóvenes asesine a decenas de7. compatriotas desarmados para luego inmolarse, indica que no solo se trata de personas marginalizadas que han8. vivido en barriadas periféricas pobres sometidas a una discriminación cultural y social de una sociedad opulenta y excluyente cuyos valores los primeros desprecian, sino que además se trata de jóvenes profundamente decepcionados por una sociedad a la que consideran corrupta y que buscan en un “ideal religioso superior” una9. meta a sus vidas. Sin embargo, F. Hollande ante el Congreso reunido en Versalles, ha respondido a este desafío con una serie de medidas de carácter policial: aumento de los efectivos de la policía, del ejército, endurecimiento de la legislación represiva antiterrorista, reforma de la Constitución que entregaría mayor facilidad para decretar estados de excepción, control masivo de las comunicaciones personales, privación de la nacionalidad para los binacionales implicados en acciones terroristas, detención preventiva de personas habiendo recibido instrucción militar de combate, etc. En suma, un nuevo “Patriotic Act”, tal como en EEUU cuando dicha ley fue promulgada luego de los atentados del 11 de septiembre. Algunas de estas medidas necesitan por cierto del quórum necesario para modificar la Constitución y no es seguro que F. Hollande pueda obtener la mayoría requerida para ello. (9) Pasado el primer momento de conmoción, el instante de sideración y el período de legítima compasión, la política volverá por sus fueros luego de restañar las heridas que perdurarán por largo tiempo, en una guerra que se anuncia larga puesto que el Estado Islámico ha querido llevarla al corazón de Francia. La constitución de una coalición internacional debería contener el avance de sus fuerzas y derrotarlas. Nadie ha puesto sobre el tapete sin embargo el verdadero origen, el punto de partida de la violencia que se ha generalizado en el Cercano y Medio Oriente y ha creado criaturas monstruosas como el Estado Islámico: la invasión estadounidense de Iraq en 2003 con su secuela de tropelías y crímenes. Por el momento es la hora de los hornos y la Ciudad Luz ha apagado por unos momentos sus luces mientras se curan las heridas y se llora a los muertos. Pero no hay que descartar que lo peor tal vez esté todavía por venir. Notas: (1) Aun cuando las autoridades rusas y egipcias no han reconocido oficialmente que se trata de un atentado, existen indicios cada vez más evidentes de que hubo una explosión en vuelo. (2) Filial de Al Qaida compuesta por yihadistas de varias nacionalidades que monopoliza la lucha armada contra el ejército sirio y que ha establecido lazos estrechos con el EI. (3) Paris Match del 30 de septiembre 2015. (4) Elecciones regionales en 14 Consejos regionales en diciembre próximo (en la actualidad hay 26 Consejos, de los cuales el PS y sus aliados controlan 23 y la oposición de derecha 3), pero el gobierno de F. Hollande modificó la configuración de las diferentes regiones y las redujo a 14, postergando dichas elecciones como una manera de evitar la seguidilla de derrotas electorales que ha sufrido su gobierno desde 2012. (5) Libération, 16 de agosto de 2012. (6) www.lemonde.fr/international/article/2014/02/15/interventionen-syrie-comment-les-americains-ont-lache-les-francais-3(7) François Fillon, ex primer ministro de Nicolas Sarkozy, dirigente del partido Les Républicains, radio Europe 1 (8) El diario Le Figaro publicó a fines de septiembre una encuesta de opinión que indicaba que 93% de los franceses se pronunciaba favorablemente por una alianza con Rusia para erradicar al EI. En su alocución ante el congreso Pleno, F. Hollande anunció, bien tardíamente que Francia estaba ahora dispuesta a aliarse con Rusia y otros países de la región para erradicar al EI. (9) Solo seis diputados de ,551 votaron contra la instauración del “estado de emergencia” (entre ellos los ecologistas -verdes Noël Mamere, Sergio Coronado –de origen chileno-). Ningún diputado del PCF ni del Frente de Izquierda o del Partido de Izquierda de Jean Luc Melenchon se atrevió a desafiar la intimidación mayoritaria del momento. Esta actitud recuerda la falta de principios del PCF, que en el pasado, en plena guerra de Argelia (12 de marzo de 1956) votó favorablemente « plenos poderes » al entonces ministro Guy Mollet; que desencadenó una bestial represión contra los patriotas del FLN argelino. Al que divide hoy, la historia enterrará… Por Raúl Blanchet Hace 32 años, a esta misma hora, recogía al pie de un cerro al norte de Santiago, a los integrantes del grupo operativo que acompañaron a Bernardo para instalar las cargas en la torre de alta tensión que habíamos explorado la semana anterior. Emprendimos el regreso a la ciudad con toda tranquilidad. Al llegar al sector sur capitalino, comenzaron a oscurecerse las calles y aumentaban los bolsones de oscuridad. Era el primer apagón nacional planificado y ejecutado por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Habíamos nacido al combate. El eco de las acciones desarrolladas por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez contra la dictadura de Augusto Pinochet, resuenan aún al cabo de los 32 años del nacimiento público de la organización combativa, que se cumplen por estos días. Hasta el 14 de diciembre de 1983 la dictadura había asesinado y hecho desaparecer a más de tres mil personas en el país. Asesinó en el extranjero a un ex ministro del gobierno popular de Salvador Allende, Orlando Letelier -y junto a él pereció su secretaria, Ronnie Moffit- y a un ex comandante en Jefe del Ejército, el general Carlos Prats -junto a su esposa, Sofía Cuthbert. Un millón de compatriotas vivía en el exilio, la mayoría de ellos perseguidos en su patria, donde peligraban sus vidas. Las poblaciones populares eran sistemáticamente allanadas en operativos masivos destinados a mantener a los más pobres sometidos al temor. Ya la DINA, el Comando Conjunto, la Caravana de la Muerte y los respectivos órganos de inteligencia de los institutos armados habían sembrado el terror mediante la práctica sistemática de la tortura, del asesinato selectivo y la desaparición forzosa. Cuando la protesta social se organizó a comienzo de los años ochenta, la respuesta del poder no se hizo esperar. Además de la Central Nacional de Informaciones, CNI, salieron a la calle nuevamente las tropas con su armamento de guerra a reprimir el descontento expresado en marchas y caceroleos. La gente comenzó a quemar neumáticos y a protestar en medio de feroces golpizas propinadas por "civiles no identificados", conocidos como "gurkas", en alusión a los mercenarios nepaleses. La gente seguía muriendo bajo las balas de los soldados pagados y equipados por toda la población. La fuerza pública no estaba al servicio de la comunidad, sino al de un reducido sector de ella. Parecía que el dictador poseía un poder indestructible y que nada cambiaría. Por eso Juan Manuel Varas Silva, militante del Partido Comunista, oriundo de la Quinta Región, no vaciló cuando le propusieron integrar una estructura de combate que contaría con su propio órgano de dirección y mando, independiente del partido en que militaba. Juan Manuel había tenido un camarada y maestro en las Juventudes Comunistas, hecho desaparecer por la DINA en los años setenta. Se llamaba Mariano Turiel Palomera, miembro del comité central y de la Comisión Ejecutiva de la Juventud. Convirtió el nombre del caído, en su nombre de guerra: pasó a llamarse "Mariano". Tal como Mariano, muchos otros luchadores comenzaron a ser requeridos por la nueva estructura que surgía. Comenzaron a surgir los Bernardo, Marcelo, Juan, Martín, Camilo, David, Antonio, Ricardo, Vasco, Julio, Victoriano, Patricio, Eduardo y muchos Manueles, entre nombres reales y de batalla. Se trataba de realizar acciones que sirvieran de apoyo a las movilizaciones contra la dictadura, con el fin de atenuar la intensidad de la represión que se desencadenaba cada vez que la población protestaba, infundir en ésta un nuevo estado de ánimo y demostrarle que era posible, si se lo proponía decididamente, responder a la violencia que imponía el régimen. La nueva organización se estructuró en unidades operativas y éstas en agrupaciones mayores, con un mando. Se constituyó una Dirección Nacional a la que se subordinaban todas las demás estructuras. Se diseñó una red logística y de seguridad, un sistema orgánico que se fue multiplicando y haciendo más completo a medida que avanzaba la lucha. ¿Y los medios? Alguien mencionó que guardaba un revólver calibre 32, muy viejo, un par de cuchillos de monte… y nada más por el momento. El viejo revólver estaba oxidado, pero fuera de su mal aspecto, disparaba. Fue bautizado por Mariano como el "Mogoso" y nunca lo abandonó, aunque después portase una moderna pistola. Las acciones comenzaron desde pequeñas operaciones para recuperar armamento, hasta la colocación de alguna carga explosiva contra símbolos del régimen. Los recursos fueron pasando de la creación, al acopio planificado, todo bajo una potente dosis de ingenio, audacia y coraje. Así llegó el 14 de diciembre de 1983. Chile quedó a oscuras, debido a que numerosas torres de alta tensión del tendido eléctrico central fueron derribadas mediante el uso de cargas explosivas. Mientras las ciudades se oscurecían, se produjeron explosiones en diferentes sucursales bancarias e instituciones financieras. La señal era inequívoca. Varias voces anónimas desde diversos teléfonos públicos llamaron a otras tantas radioemisoras de la capital, para anunciar que las acciones registradas correspondían a una operación del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, que se declaraba a partir de entonces "el brazo armado del pueblo en su lucha contra la dictadura". Como en toda la historia de los pueblos, en el camino quedaron muchas y valiosas vidas de combatientes rodriguistas, inscritas junto a las de otros tantos patriotas, integrantes o no, de diferentes organizaciones que se batieron contra la dictadura. Entre ellos quedó Mariano. El pueblo acogió su nueva criatura, se abrieron puertas insospechadas para recoger a los que precisaban un refugio, una casa donde reunirse o donde acuartelarse antes de una operación combativa. Miles de anónimos ciudadanos facilitaron lo que estuvo a su alcance para que los combatientes del Frente golpearan y se esfumaran, como en la reconquista lo hiciera el primer Manuel, que desafió al opresor español. Y como en aquellas noches inciertas bajo el dominio hispano, resonó en la oscuridad de la dictadura la misma convocatoria que hoy en medio de la podredumbre moral y política parece recobrar la urgencia y sopla como brisa nueva a 32 años del Frente y a 197 años de que lo oyeran por primera vez las calles de Santiago: "Aún tenemos Patria, ciudadanos". NACE PACTO IZQUIERDA ANTICAPITALISTA “PUEBLO UNIDO” DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS El Pacto PUEBLO UNIDO, es un instrumento político que agrupa a partidos y organizaciones sociales, destinado a la transformación de nuestra sociedad. Por establecer y defender en nuestro país, una patria socialista, humanista, laica, democrática, igualitaria y justa, con la participación directa y organizada de todas y todos los habitantes de nuestro territorio. El ser humano es el centro fundamental y pilar de este proyecto. Por ello nuestros principios fundantes son la libertad, la democracia, la justicia, la solidaridad, la honradez, la verdad, la tolerancia, la fraternidad, el amor, el trabajo digno justamente remunerado y el derecho al descanso que recupere la vida en familia. El Socialismo que aspiramos construir, es democrático, popular y despatriarcalizador, fruto de nuestra idiosincrasia, rescata el ideario allendista, las luchas históricas de los pueblos de nuestra tierra y de la patria latinoamericana, es anti imperialista y promueve la libertad, los derechos humanos y la justicia social, impulsando la participación directa y organizada de todas y todos. Promovemos la constitución de un Estado plurinacional que recoja las culturas, los lenguajes y que reconozca la autodeterminación de los pueblos. Reconocemos nuestra diversidad religiosa, sexual, pluricultural y nos pronunciamos por el respeto a nuestras diferencias, teniendo como guía el respeto a la dignidad, al valor de las personas, a la igualdad de derechos. Estamos a favor de la biodiversidad; estamos por combatir la depredación del medio ambiente y de los ecosistemas, por contener la contaminación y el calentamiento global. Buscamos el desarrollo ecológico sustentable del país, que genere el uso racional de los recursos naturales y la preservación de ellos. Nos pronunciamos por el uso general de energías y tecnologías limpias, no contaminantes y una nueva matriz energética para nuestro país. Nos pronunciamos por la recuperación y control total de nuestros recursos naturales, como el agua, el cobre y demás minerales, los bosques nativos, el mar y todas sus riquezas, así como de la tenencia de la tierra. Emprendemos la construcción de un Pacto nacional, eficaz, moderno y democrático, que sea capaz de ofrecer una verdadera alternativa popular y transformadora a los millones de mujeres y hombres que en nuestra tierra padecen marginación, discriminación, sobreexplotación y postergación de sus derechos más básicos, como son a la Salud, Educación, vivienda digna y trabajo decente. Nos proponemos enfrentar la próxima contienda electoral municipal, sosteniendo la bandera de los derechos del pueblo arrebatados por la dictadura cívico militar y hasta ahora negados por las dos derechas que se han alternado en el gobierno. Aquí estamos aquellas y aquellos que en la pasada elección presidencial fuimos separados. Hoy estamos unidos por los intereses supremos de los postergados y ofendidos de Chile, por los pobladores, por los técnicos y profesionales que aspiran aportar en la construcción de un país justo, por los trabajadores de todo ámbito que merecen gozar de la riqueza que producen y por la juventud que tiene el derecho a heredar el país que les pertenece. En este pacto caben todas y todos los que estén dispuestos a luchar por un Chile Nuevo. Convocantes: Partido Igualdad; MPMR-Frente Popular; Comités Comunistas, Movimiento Izquierda Independiente; BRISA; Socialismo Revolucionario; Colectivo Norte; Partido Constituyente.
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