Societas Apostolatus Catholici PALLOTTINI RECTOR GENERALIS Roma, Navidad 2015 Q ueridos amigos, Salud y paz desde la Casa General en Roma! Este año para los saludos navideños, invito a todos los miembros de la Familia Palotina a contemplar el Misterio de la Encarnación en compañía de María. Hay en el Evangelio tres iconos marianos particularmente significativos para todos los miembros de la Familia Palotina: “María en Belén”, “María en Nazaret” e “María en el Cenáculo”, de los cuales el primero y el segundo son eventos celebrados durante la festividad Natalicia. En el icono de “María en Belén”, Ella mira, vive y contempla hechos y palabras que pueden considerarse la cuna de nuestro carisma. Pallotti, de hecho, consideraba a ‘Belén’, que significa ‘Casa del pan’, como el símbolo de nuestra ‘mínima Congregación’, para evidenciar en ella la abundancia del «...alimento espiritual y de los medios necesarios para adquirir la más sublime perfección, para cada vez más cooperar a la mayor gloria de Dios y a la salvación de las almas». Por lo tanto Pallotti ha agregado esta afirmación extraordinaria: «en cuanto alguno [...] haya hecho el ingreso formal en la Congregación de la pía Sociedad [...] se podría decir: ... hoy ha nacido para ustedes quien cooperará... a la salvación de ustedes, que de cualquier modo se podrá llamar su salvador» (OOCC II, pp. 15-16). Y María, que «observaba» todos los acontecimientos de Belén «meditándolos en su corazón», continúa atrayéndonos para nutrirnos, también a nosotros, con el verdadero Pan de Vida. El icono de “María de Nazaret”, nos dispone y prepara interiormente para hacer de Cristo la ‘Regla fundamental de nuestra vida’. En Nazaret, Jesús «...vivió en la humildad, la pobreza, las fatigas, y en el ejercicio perfectísimo de todas las virtudes, y todo en Obediencia al Padre Celeste, con la sujeción perfecta a María Sma., su Madre Virgen, y a San José, su padre putativo » (OOCC XIII/I, p. 129). María de Nazaret, que ha contemplado todo esto, ahora nos ayuda a transformarnos en Cristo. El icono de “María en el Cenáculo”, nos ayuda a recibir la abundancia del Espíritu Santo. Vicente Pallotti ha deseado profundamente que todos – laicos, pastores, sacerdotes, religiosos, religiosas y consagrados – tuviesen en María, después de Jesucristo, el modelo más perfecto del auténtico celo apostólico y de la caridad perfecta. El cenáculo, con la presencia de María Reina de los Apóstoles, se convierte, entonces, en el “lugar” de la comunión universal para recibir en plenitud el Espíritu Santo, que nos conduce y guía a la tarea de “enseñar a todas las naciones” (Mt 28, 19). Nosotros, miembros de la Familia Palotina, mientras celebramos el nacimiento de nuestro Salvador, ¿qué inspiraciones podemos sacar de estos íconos marianos? ‘Belén casa del pan’ nos invita a dar un verdadero fundamento espiritual a nuestra vida y a nuestro apostolado, y nos desafía a recorrer el ‘camino estrecho’ de la santidad de vida. ¡Cuán bello sería, si todos nosotros pudiésemos devenir más contemplativos y místicos, como Sn. Vicente Pallotti, que respiraba Dios en todas partes y siempre! ‘Nazaret’ es el lugar donde se encuentra la persona de Jesucristo, se nos interiorizan los valores evangélicos de la pobreza, la simplicidad y la suprema obediencia al padre celeste. Si la vida de Jesús se convierte verdaderamente en la ‘regla de nuestra vida y de nuestro apostolado’, nosotros nos convertiremos en apóstoles y misioneros más auténticos. ‘El Cenáculo’, en fin, es el lugar de la comunión universal y de la transformación interior, como bien lo hace expresar a la Virgen nuestro Fundador: “...los Apóstoles y yo allí, en el Cenáculo, ...fuimos llenos del Espíritu Consolador, pero nos preparamos con oración asidua [...];Yo, hijo mío, te quiero ver rico y muy rico de tesoros de la Divinidad, te quiero ver todo transformado en Dios para hacerte ministro del Evangelio más útil a las almas, y para procurar más eficazmente los intereses de la gloria del Padre celeste; ama, pues la oración; sea esta, por decirlo así, tu comida, tu bebida , tu Descanso” (Mese di Maggio per Ecclesiastici, OOCC XIII/I, 440-441). Así estos tres iconos marianos presentan a toda la Familia Palotina tres ‘desafíos’ espirituales y apostólicos: el deseo de una profunda experiencia del infinito amor y de la misericordia infinita de Dios; la sequela Christi, o sea, elegir a Jesús como regla de nuestra vida y de nuestro apostolado, y un serio empeño apostólico y misionero cuales apóstoles de Jesús. Él, el ‘Verbo hecho carne’, es también el ejemplo perfecto de la perfección divina: ¡pueda nuestra vida ‘centrarse siempre más en Él! El ‘Emanuel’ es nuestra fuente de alegría. “La alegría del Evangelio se experimenta, se conoce y se vive sólo donándola, donándose” (Papa Francisco, Viaje apostólico a USA, 23.09.2015). La alegría del Evangelio es, por su propia naturaleza, auto-revelación; una vez recibida, no puede permanecer escondida sino que necesita ser compartida. Ello consiste en el “deseo inagotable de ofrecer misericordia, fruto de haber experimentado la misericordia infinita del Padre” (Evangelii Gaudium, 24). En consecuencia el Año Santo de la misericordia será, y deberá ser, una ocasión no sólo para experimentar en nosotros el amor infinito y la misericordia del Padre, sino también para expresarla en la vida cotidiana con gestos de perdón, de reconciliación, de diálogo y con obras de misericordia corporal y espiritual. Bajo el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret, nosotros, miembros de la Familia Palotina, estamos invitados a reforzar lo más posible nuestras relaciones interpersonales y a vivir el espíritu de la Unión, probando transformar cada familia humana en un lugar de comunión y renovando particularmente nuestro empeño en el cuidado y la protección de los niños. La Sociedad del Apostolado Católico, está preparando su XXI Asamblea General, que se desarrollará en los meses de septiembre – octubre de 2016, bajo el tema principal: “La Regla fundamental de nuestra Congregación es la Vida de Nuestro Señor Jesucristo” (OOCC III, 40). También la Congregación de las Hermanas Misioneras del Apostolado Católico están preparando su Capítulo General, que se desarrollará en los meses de junio – julio de 2016, bajo el tema “¡Despierta! ¡Encuentra a Cristo! ¡Se testimonio de la alegría en el mundo!” Ambos eventos espirituales son importantes y necesitan del sostenimiento de nuestra oración. Oremos, pues, sobretodo, por la paz en el mundo, especialmente por aquellos países dañados por la guerra y la violencia: ¡que Jesús, el ‘Príncipe de la paz’, toque nuestros corazones y los de ellos con la compasión y el espíritu de solidaridad! ¡Protejamos, en fin, nuestra ‘Casa común’ de la codicia y la explotación, subrayando con fuerza la dignidad de toda persona humana y la belleza de la creación entera! En nombre de nuestra Comunidad de la Casa General, ¡les deseo a todos ustedes una serena Navidad y un nuevo año 2016 rico de frutos; les auguro la alegría y la paz del Santo Niño de Belén! Fraternalmente en Sn. Vicente Pallotti, P. Jacob Nampudakam, SAC Rector General SAC y Asistente Eclesiástico de la Unión «En la raíz del Evangelio de la misericordia el encuentro y la acogida del otro se entrecruzan con el encuentro y la acogida de Dios: Acoger al otro es acoger a Dios en persona». Fuga a Egipto del Giotto, Capilla de los Scrovegni, Padua Mensaje del Santo Padre Francisco para la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado 2016
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