XXIII C ON G R E S O N A C I O N A L AMH DE H I D R Á U LI C A PUERTO VALLARTA, JALISCO, MÉXICO, OCTUBRE 2014 AMH CARACTERIZACIÓN DEL COMPORTAMIENTO MORFODINÁMICO DEL CANAL DE CUAUTLA, NAYARIT, MÉXICO Franco Ochoa Cuauhtémoc1, Mendoza Baldwin Edgar G.2 y Silva Casarín Rodolfo2 1 Facultad de Ingeniería, Universidad Autónoma de Sinaloa. Circuito Escolar S/N, Ciudad Universitaria, Culiacán de Rosales, Culiacán, Sinaloa, México. C.P. 80013 2 Instituto de Ingeniería, Universidad Nacional Autónoma de México. Circuito Escolar S/N, Edificio 5, Ciudad Universitaria, Del. Coyoacán, México D.F., México. C.P. 04510 [email protected], [email protected], [email protected] Introducción inestabilidad de aproximadamente 3 km de playas adyacentes al canal (Ilustración 1). El canal de Cuautla es una boca costera artificial que se construyó sobre la barra de Novillero en la costa norte de Nayarit entre 1974 y 1976 por parte del gobierno federal a través de la entonces Secretaría de Recursos Hidráulicos (SRH). Este canal fue diseñado con el propósito de incrementar la producción pesquera en el sistema lagunar – estuarino de Teacapán – Agua Brava y para dar acceso al pescador hacia mar abierto. La geometría original del canal era 40 m de ancho, 2 m de profundidad y casi 3 km de largo, y en su comunicación con el mar se construyeron dos escolleras de roca natural con separación de 200 m (Fotografía 1). Ilustración 1. Imagen satelital del Canal de Cuautla año 2013. La Ilustración 2 muestra dos perspectivas de la morfología del canal, obtenidas a partir de datos medidos en campo en septiembre del 2012. Fotografía 1. Vista aérea del Canal de Cuautla tomada en 1976 (fotografía tomada de Fuentes et al, 2002). Sin embargo, por un diseño erróneo del canal, los grandes volúmenes de agua que pasan a través de él, por el efecto de la marea y las descargas de varios ríos, causaron que se ensanchara y se hiciera más hondo, al grado que hoy se puede observar que algunas de sus secciones transversales, rebasa los 800 m de ancho y los 25 m de profundidad. Por otra parte, este proceso de erosión junto con el oleaje predominante que proviene del primer cuadrante, han contribuido a la Ilustración 2. Batimetría del canal de Cuautla del 2012: a) Perspectiva longitudinal oeste a este, b) Perspectiva transversal sur a norte. Se puede ver que la parte más profunda se encuentra del lado de la laguna, revelando que la erosión del canal depende más AMH XXIII C ON G R E S O N A C I O N A L DE H I D R Á U LI C A PUERTO VALLARTA, JALISCO, MÉXICO, OCTUBRE 2014 de los procesos que ocurren del lado de la laguna que de los procesos del lado del mar. Con los datos obtenidos en ese mismo año, se calculó un área en la sección transversal de la garganta del canal (sección más angosta) del orden de los 8 800 m2, y un prisma de marea viva máxima (rango de 1.25 m) del orden de los 128 000 000 m3. Cabe mencionar que en el análisis de los datos obtenidos, se observó una asimetría en las corrientes de marea que provoca un dominio de las corrientes de reflujo, por lo que en la mayoría de los casos el prisma de marea asociada a la fase de reflujo fue ligeramente mayor al de la fase de flujo. Por otra parte, como un primer esfuerzo para entender la dinámica del canal, se analizó su estabilidad siguiendo a Stive y Rakhorst (2008), quienes desarrollaron una ecuación con la cual se puede estimar la sección transversal estable de la boca de una laguna en función del prisma de marea. A partir de dicha ecuación y usando los valores estimados de los parámetros para el caso del canal de Cuautla se obtuvo la siguiente ecuación: (1) donde es el área de la sección transversal del canal en , es el prisma de marea en . La Ilustración 3 muestra gráficamente esa relación o dependencia del área con el prisma de marea. AMH cabo alguna solución a la problemática actual, se gestará un deterioro ambiental aún mayor que el actual en el que los aspectos socio – económicos de la zona se verán afectados de forma importante. Con la finalidad de contribuir al conocimiento del comportamiento morfodinámico de bocas costeras artificiales, dirigido al diseño de soluciones que trabajen en conjunto con los procesos físicos que suceden en una zona en particular, en el presente trabajo se ha planteado como objetivo caracterizar el comportamiento morfodinámico del canal de Cuautla mediante la evaluación de la velocidad y el área de la sección transversal del canal y el prisma de marea, para integrar una metodología con la cual sea posible analizar y controlar los cambios morfológicos del canal. Metodología En el presente trabajo se realizaron un conjunto de simulaciones numéricas con un modelo hidrodinámico bidimensional promediado en la vertical que resuelve las ecuaciones de ondas largas mediante diferencias finitas. El dominio de cálculo consistió en una malla regular de 1 100 x 1 600 celdas cuadradas de 50 m por lado. En la Ilustración 4 se muestra el dominio completo, el cual para facilitar el cálculo numérico, se giró 16º en sentido horario, por lo que el sistema de referencia es arbitrario. Se puede apreciar en la Ilustración 4 que el dominio abarca todo el sistema lagunar de Teacapán – Agua Brava, desde la laguna de Agua Brava, en la parte inferior, hasta la laguna de Agua Grande, en la parte superior. El paso de tiempo seleccionado fue de 4 s, la pérdida de energía debido a la fricción en el fondo y la turbulencia fueron representadas, respectivamente, por el coeficiente de Chézy y el coeficiente de viscosidad de remolino (Eddy viscosity). El tiempo de simulación fue de 720 horas. La velocidad, el gasto y la elevación de la superficie libre fueron registrados a cada hora. Ilustración 3. Variación del área de la sección transversal del canal en función del prisma de marea. Si de la Ilustración 3 se estima el área de la sección transversal estable del canal, a partir del prisma de marea calculado con los datos obtenidos en campo, se obtiene un área de 9 800 m2, que al compararla con el área de la sección transversal actual del canal de 8 760 m2 sería mayor, por lo que, podemos suponer que el canal continuará ganando área transversal en el futuro. Como consecuencia del ensanchamiento y profundización del canal de Cuautla el funcionamiento del sistema lagunar – estuarino de Teacapán – Agua Brava se ha visto afectado a tal grado que se puede decir que trabajada en dos sistemas independientes. Se ha reducido el aporte de agua hacia la parte norte del sistema a pulsos atenuados de marea. Los cuerpos de agua al sur del sistema pasaron de ser predominantemente de agua dulce o salobre a predominantemente salobre o marina. En cada ciclo de marea parte importante de la descarga hidrológica que llega al sistema sale ahora por el canal de Cuautla. Se presenta erosión en las playas adyacentes al canal de Cuautla, y cambios en la biodiversidad en todo el sistema. Ilustración 4. Dominio numérico completo. Dado que la expectativa a corto y a mediano plazo es que el aporte de agua desde el sur no tenderá a incrementarse sino, posiblemente a disminuir, en consecuencia, si no se lleva a Las simulaciones se llevaron a cabo considerando distintas áreas hipotéticas de la sección transversal del canal siendo uniforme a lo largo de su eje longitudinal, posteriormente el XXIII C ON G R E S O N A C I O N A L AMH DE H I D R Á U LI C A PUERTO VALLARTA, JALISCO, MÉXICO, OCTUBRE 2014 dominio de cálculo se forzó con una señal de marea característica de la zona en la frontera izquierda y con caudales constantes en los ríos en la frontera derecha. En la Ilustración 5 y en la Tabla 1 se presentan, respectivamente, la señal de marea empleada y el caudal aportado por los ríos durante las simulaciones. Cabe mencionar que el caudal considerado en los ríos corresponde al caudal medio diario superado el 50 % de los días durante el verano. 1.2 1 AMH media máxima y el prisma de marea en función del área de la sección transversal del canal. Obsérvese que la velocidad media máxima tiende a incrementarse hasta que el canal alcanza un área del orden de los 1 650 m2, a partir de allí tiende a disminuir conforme el área del canal aumenta. En cuanto a la relación prisma de marea – área de la sección transversal del canal, primero el prisma de marea se incrementa de forma importante hasta que el canal alcanza alrededor de los 8 000 m2, a partir de allí el área del canal muestra una expansión bajo un prisma de marea casi constante. (m) 0.8 0.6 0.4 0.2 0 -0.2 Día 1 Día 8 Día 15 Día 22 Día 29 Tiempo Ilustración 5. Señal de marea característica de la zona. Tabla 1. Caudal medio diario de los ríos superado el 50 % de los días durante el verano. Ríos Caudal medio diario en verano [m3/s] Cañas 6.99 Acaponeta 76.03 Bejuco 2.81 Rosamorada 2.81 Previamente a las simulaciones se llevó a cabo un proceso adecuado de calibración y validación del modelo numérico con datos base recopilados mediante campañas de campo realizadas en la zona (Franco O. C., 2014). Resultados En la Tabla 2 se anotan estimaciones de la velocidad media máxima del canal de Cuautla y el prisma de marea, los cuales se obtuvieron aplicando el modelo numérico con las distintas áreas hipotéticas de la sección transversal del canal, considerando una señal de marea característica de la zona y caudales medios en las descarga de los ríos. Los valores de estas velocidades y prismas de marea corresponden a un rango de marea viva del orden de 1.25 m. Tabla 2. Velocidad media máxima del canal y prisma de marea. Área [m2] 80 650 1 650 2 950 5 100 8 000 9 000 10 200 11 050 Velocidad máxima media [m/s] 1.04 1.23 1.42 1.33 1.24 0.94 0.86 0.78 0.72 Prisma de marea [m3] 1 232 454 9 802 065 46 179 235 64 651 811 103 388 605 126 200 977 129 237 692 130 290 714 131 491 216 En la Ilustración 6 se representan gráficamente los valores de la Tabla 2 a fin de visualizar la variación de la velocidad Ilustración 6. Variación de la velocidad media máxima y el prisma de marea en función del área de la sección transversal del canal. Discusión Se ha encontrado a partir de mediciones en campo, en donde se asumió la existencia de condiciones de equilibrio, que en una costa de arena una boca costera natural mantiene una sección transversal estable cuando durante marea viva la velocidad media máxima sobre su sección transversal es del orden de 1 m/s (Escoffier, 1940; Bruun 1968, 1990). Esta es la velocidad con suficiente capacidad de transporte para remover el sedimento proveniente del acarreo litoral y mantener la sección transversal de la boca sin erosionarla. Si asumimos esta proposición para el caso del canal de Cuautla, el área de la sección transversal estable del canal sería del orden de los 7 500 m2 para condiciones reinantes. Esta área no permanece estática a lo largo del tiempo, si no que aumenta o disminuye como resultado de cualquier desviación en los factores que controlan la morfología del canal, no obstante, el canal tiene la capacidad de autoregenerarse, y por lo tanto, su sección transversal tiende a recuperar el área de su sección estable. Dicha capacidad de autoregeneración tiene un determinado límite, que si se rebasa el canal no tendrá el suficiente control para mantener este estado de equilibrio dinámico, y en consecuencia, los distintos elementos del canal conducirán a un nuevo estado de equilibrio ya sea estático o dinámico. Se ha observado que el canal de Cuautla desde su apertura y a lo largo del tiempo ha experimentado, como respuesta a condiciones específicas, una serie de cambios en su sección transversal que tienden a aumentar su área. Esto ha conducido a una sucesión de estados de equilibrio, pero diferentes uno respecto de otros; así pues, a este tipo de equilibrio se le denomina metaestable o hiperestático (Woodroffe, 2002). Por otra parte, el área de la sección transversal estable estimada de 9 800 m2 a partir de la relación AMH XXIII C ON G R E S O N A C I O N A L DE H I D R Á U LI C A PUERTO VALLARTA, JALISCO, MÉXICO, OCTUBRE 2014 , es significativamente mayor al área de 7 500 m2 estimada al asumir la proposición de que durante marea viva la velocidad media máxima sobre la sección trasversal del canal en condiciones de equilibrio es de 1 m/s. Esta diferencia pudiera reducirse, por un lado, al revisar los valores estimados de los parámetros con los cuales se obtuvo la ecuación (1), y por otro lado, al estimar con mayor precisión la magnitud de la velocidad media máxima sobre la sección transversal del canal durante marea viva en condiciones de equilibrio. Conclusiones Las posibilidades que se consideren como alternativas de actuación deben tomar en cuenta que el canal más bien se encuentra en condición meta estable, por lo que pudiera crecer su sección transversal hasta ser mayor a la sección transversal estable como respuesta a condiciones específicas, hasta al grado de alcanzar un nuevo estado de equilibrio ya sea estático o dinámico. En el diseño de cualquier alternativa de actuación, además de los efectos del oleaje y la marea se debe considerar por lo menos el efecto de las descargas de los ríos, ya que este es el principal evento natural que en corto tiempo puede intensificar la magnitud de las corrientes a lo largo del canal, y provocar la erosión de su fondo y/o las paredes. Referencias BRUUN, P. Tidal inlets and littoral drift. University Book Co., Oslo, Norway, 1968, 193 pp. BRUUN, P. Tidal inlets on alluvial shores. In: Port Engineering, Vol. 2, Chapter 9, editorial, Gulf Publications, 1990, pp. 810 – 929. ESCOFFIER, F.F. The stability of tidal inlets. Shore and Beach, volume 8, number 4, 1940, pp. 114 – 115. FUENTES, O., JIMÉNEZ, M. Observaciones sobre la erosión playera cerca del poblado Palmar de Cuautla, Nayarit. Informe preparado para la Dirección General de Protección Civil y la Unidad Estatal de Protección Civil de Nayarit, Nayarit, Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), 2002, pp. 13. FRANCO, C. Estudio integral sobre la erosión del canal de Cuautla para el diseño de una propuesta de solución. Tesis doctoral. México D.F. UNAM, 2014, 166 pp. STIVE, R., RAKHORST, D. Review of Empirical Relationships between Inlet Cross-section and Tidal Prism. Journal of Water Resource and Environmental Engineering, number 23, 2008, pp. 89–95. WOODROFFE, C. Coasts: form, process and evolution. Cambridge University Press, United Kingdom, 2002, 624 pp. AMH
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