Capítulo 17 Fenotipo alterado M. Ferrando, G. Fernández, R. Matorras Mujer de 28 años que acude a una unidad de reproducción asistida por esterilidad de 3 años de evolución. Su pareja tiene 35 años y su seminograma indica normozoospermia. Refieren una gestación espontánea que finalizó en un aborto diferido dos años antes. Posteriormente, realizaron en otro centro 4 ciclos de inseminación artificial sin éxito. Aportaban una HSG normal con ambas trompas permeables y las determinaciones hormonales en el tercer día del ciclo eran las siguientes: FSH 12,4 mUI/mL, LH 8 mUI/mL, estradiol 61 pg/mL, AMH 1,1 ng/mL. En la ecografía se observó un útero de características normales y 3 folículos antrales en cada ovario. • Antecedentes familiares: sin interés. Exploración física: talla baja (147 cm) y un IMC normal. Además presenta epicantus e inserción del pelo baja. • Antecedentes personales: tiroiditis de Hasmimoto actualmente controlada y sin tratamiento, no tiene alergias conocidas. Trabaja como profesora, no fuma, no consume drogas ni alcohol. • Antecedentes obstétrico-ginecológicos: menarquia espontánea a los 13 años, fórmula menstrual 4/28, ciclos regulares desde la pubertad, desarrollo de caracteres sexuales secundarios normal, genitales externos normales, desarrollo mamario adecuado. ¿Cuál es el primer paso que debe darse en este caso? ¿Qué es un fallo ovárico oculto? Además de la anamnesis es importante una buena exploración física de la paciente para detectar cualquier tipo de alteración fenotípica añadida que pueda orientarnos hacia determinadas patologías relevantes, incluyendo talla, peso, vello corporal, desarrollo mamario y de genitales externos. En el caso que nos ocupa llama la atención la talla baja y el epicantus junto con la inserción baja del pelo. No presentó retraso en la aparición de los caracteres sexuales secundarios y los genitales externos eran normales. El fallo ovárico precoz suele estar precedido de una fase en la que se produce una disminución de la reserva folicular, pero con ciclos regulares. Muchas veces se acompaña de un aumento de los niveles de FSH el tercer día del ciclo y de infertilidad. Es lo que algunos autores han llamado fallo ovárico oculto. ¿Qué estudio complementario deberíamos solicitar en esta paciente? Ante una paciente con signos de insuficiencia ovárica a edad temprana y que además se acompaña de alteraciones fenotípicas, como hemos descrito anteriormente, es recomendable realizar un cariotipo para descartar alteraciones cromosómicas que lo justifiquen. En este caso, el cariotipo reveló la existencia de un mosaicismo de síndrome de Turner 45X/46XX. ¿Qué pruebas permiten valorar la reserva ovárica de una paciente y orientar hacia una insuficiencia ovárica en forma de fallo ovárico oculto o precoz? Existen diferentes determinaciones hormonales que nos pueden orientar, entre ellas, la FSH y el estradiol en el día 3º del ciclo, la hormona antimülleriana y la inhibina B. En el caso que nos ocupa encontramos una FSH y un estradiol límites. Además, se puede realizar un recuento mediante ecografía transvaginal del número de folículos antrales de los ovarios, que en nuestro caso estaba disminuido. ¿Qué otras pruebas debemos solicitar a una paciente joven con un fallo ovárico precoz u oculto? Debemos realizar algunas pruebas para descartar posibles causas conocidas del mismo: • Un cariotipo. • Una determinación de cromosoma X frágil. • Anticuerpos antitiroideos. ¿En qué consiste el síndrome de Turner y a qué se debe? Es la anomalía de los cromosomas sexuales más frecuente, en la que todo o parte del cromosoma X se pierde en todas o algunas líneas celulares. Se produce en una de cada 2.500-3.000 niñas nacidas vivas, aunque se calcula que el 1-2% de todas las gestaciones presenta una monosomía del cromosoma X, aunque la mayoría de ellas terminará en aborto espontáneo durante el primer trimestre. En el 80% de los casos, el cromosoma X ausente es de origen paterno. La forma clásica de síndrome de Turner (pérdida completa del cromosoma X) ocurre en el 50-60% de los casos que presentan dicho síndrome. El resto presentan mosacisimos (una cuarta parte) o alteraciones estructurales del cromosoma X. En los mosaicismos existen dos líneas Casos Clínicos de Reproducción Asistida e Infertilidad. Roberto Matorras Weinig©2015. Editorial Médica Panamericana. 54 Parte II Hallazgos en la mujer celulares y la expresión clínica va a depender del porcentaje existente de cada línea celular. De todos los mosaicismos el más frecuente es el 45X/46XX. Otros tipos posibles son 45X/46XY y 45X/47XXX. ¿Cuál es su sintomatología? El síndrome de Turner completo se caracteriza por retraso de crecimiento (estatura baja), disgenesia gonadal (amenorrea primaria o fallo ovárico precoz) con infantilismo sexual e infertilidad y varias alteraciones dismorfológicas fenotípicas características. Dicha expresión fenotípica tiene gran variabilidad. Suelen tener una inteligencia normal. Entre las alteraciones fenotípicas que podemos encontrar están las siguientes: línea de inserción del cabello baja en el cuello, cúbito valgo, cuarto metacarpiano corto y asimétrico, escoliosis, cuello alado y anomalías craneofaciales. Por otro lado, estas pacientes presentan mayor frecuencia de malformaciones congénitas, siendo las más frecuentes las malformaciones renales o cardiovasculares (como coartación aórtica o válvula aórtica bicúspide), enfermedades autoinmunes, como tiroiditis de Hashimoto, y alteraciones metabólicas, como intolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina. ¿Cuándo se suele diagnosticar el síndrome de Turner en las diferentes etapas de la vida de la mujer? La mayoría de las veces, el diagnóstico se establece en el nacimiento, por las diferentes alteraciones fenotípicas y las malformaciones asociadas. En la infancia suele destacar la talla baja, sobre todo si se acompaña de soplo cardiaco. Durante la adolescencia es frecuente un retraso de la pubertad con escaso desarrollo mamario y/o amenorrea primaria. No obstante, un 10% llega a la edad adulta sin diagnosticar y en ese caso destaca la presencia de talla baja e irregularidades menstruales o infertilidad. ¿Los mosaicismos presentan la misma sintomatología? Normalmente, los mosaicismos, como el de nuestro caso, suelen cursar con un fenotipo normal o con algún rasgo aislado como estatura baja. Las pacientes con cariotipo 45X/46XX presentan un mejor crecimiento y maduración sexual que las pacientes con 45X o con anomalías estructurales del cromosoma X. Hay diversos estudios que indican que las mujeres con síndrome de Turner con un mosaicismo que incluya líneas celulares 46XX tienen menos alteraciones fenotípicas y la historia natural en estos casos depende probablemente de la proporción de células con 45X o 46XX en los diferentes tejidos y órganos. No suelen presentar alteraciones del comportamiento o cognitivas. La estatura baja es el estigma más llamativo como clave para el diagnóstico después de la infancia. ¿En qué afecta a la fertilidad dicho síndrome? La existencia de dos cromosomas X parece imprescindible para que se produzca el desarrollo y función normal del ovario. Si uno de ellos no existe, se produce una pérdida acelerada (me- diante atresia) de folículos primordiales ováricos, ya desde la semana 18 de vida fetal, hasta la completa depleción folicular, dando lugar a un fallo ovárico e infertilidad. Los síndromes de Turner puros se suelen manifestar antes o alrededor de la pubertad, por un fallo ovárico precoz que da lugar a amenorrea. Esto suele ser el motivo de consulta a un especialista. Sin embargo, en pacientes con mosaicismos Turner, el desarrollo folicular puede persistir después de la pubertad, con ciclos regulares ovulatorios e incluso dar lugar a gestaciones espontáneas (2-5%), aunque suelen cursar finalmente con menopausia precoz. En caso de conseguir el embarazo, ¿se asocia con algún tipo de alteración embrionaria o fetal? En caso de gestación, solamente el 30% tienen resultados normales, el resto presenta un incremento de complicaciones, como abortos (29%), muerte fetal (9%) o alteraciones cromosómicas fetales (20%). Esto es debido al carácter potencialmente heredable del síndrome de Turner, que da lugar a un aumento porcentual del número de no-disyunciones meióticas en los ovocitos obtenidos de mujeres con mosaicos Turner. Por ello es esencial un consejo genético específico. ¿Y si el cariotipo fuese 45X/46XY? Hay que hacer un buen cariotipo para excluir la existencia de un cromosoma Y, dado que la presencia del gen SRY en un síndrome de Turner se correlaciona con un alto riesgo de desarrollar un gonadoblastoma o disgerminoma que se incrementa con la edad (alrededor de un 15-20%). Estas pacientes requieren una gonadectomía laparoscópica en una edad temprana, tan pronto como se haga el diagnóstico, dado que dichos tumores pueden desarrollarse incluso a edades precoces (antes de la pubertad) y tienen un potencial maligno elevado. ¿Cuál es el tratamiento de reproducción asistida indicado en este tipo de pacientes? Los casos de síndrome de Turner con ausencia completa del cromosoma X suelen cursar con amenorrea primaria o secundaria muy precoz (fallo ovárico precoz), con lo que en la mayoría de los casos solamente es posible realizar un tratamiento de donación ovocitaria. En los casos de mosaicos con actividad ovárica presente es posible realizar un tratamiento de fecundación in vitro con diagnóstico genético preimplantatorio para poder analizar genéticamente los embriones antes de transferirlos y así poder seleccionar aquellos que no presenten anomalías, disminuyendo el alto riesgo para el feto. Si la paciente tuviese una reserva baja es posible realizar varios ciclos de estimulación ovárica controlada para acumular ovocitos mediante vitrificación, hasta tener un buen número y entonces realizar la fecundación in vitro. De este modo sería más probable conseguir la transferencia, minimizando el posible daño psicológico, además de permitirnos tener un mayor número de embriones entre los que elegir. Casos Clínicos de Reproducción Asistida e Infertilidad. Roberto Matorras Weinig©2015. Editorial Médica Panamericana. Capítulo 17 Fenotipo anormal Si tras la realización del mismo la calidad embrionaria no fuese buena o genéticamente todos los embriones presentasen anomalías, siempre es posible realizar posteriormente un tratamiento de donación ovocitaria. ¿Y si la mujer no tuviese deseo genésico en ese momento? La conservación de la fertilidad permite a los individuos con riesgo de destrucción de su capacidad reproductiva ser capaces en un futuro de poder tener hijos con sus propios gametos. Se aplica a pacientes oncológicas que van a recibir quimioterapia o radioterapia, ciertas enfermedades autoinmunes o enfermedades genéticas que puedan producir un fallo ovárico precoz. Se puede plantear la vitrificación de ovocitos para preservar la fertilidad en síndromes de Turner sin deseo genésico y que presenten actividad ovárica. Algunos grupos ya han descrito casos en este tipo de pacientes, antes del establecimiento de un fallo ovárico, dado que presentan un alto riesgo de que éste se produzca de forma precoz. No obstante, debemos explicarles el riesgo de baja respuesta y de cancelación de ciclos de estimulación ovárica controlada. ¿Qué otras complicaciones se asocian durante el embarazo? El síndrome de Turner a menudo se asocia con hipertensión, malformaciones renales y cardiacas y mayor riesgo de preeclampsia. En caso de realizar posteriormente un tratamiento de reproducción asistida es recomendable transferir un solo embrión para limitar los cambios hemodinámicos que puedan exacerbarse en los embarazos múltiples. Como ya hemos descrito anteriormente, presentan mayor tasa de aborto principalmente por la mayor frecuencia de alteraciones cromosómicas en los embriones, pero también porque se asocian con alteraciones de la vascularización útero-ovárica, hipoplasia uterina y anomalías uterinas subclínicas. ¿Con qué síndrome debemos hacer el diagnóstico diferencial en el nacimiento? Debemos realizar el diagnóstico diferencial con el síndrome de Noonan, puesto que tiene una presentación clínica y fenotipo muy similar al síndrome de Turner en las niñas. La diferencia está en que presenta un cariotipo normal 46XX. ¿Existen otras alteraciones que presenten el mismo cariotipo 46X/46XX? Sí, la disgenesia gonadal mixta, que cursa con estigmas de Turner, pero presenta testes rudimentarios y genitales externos ambiguos. El diagnóstico definitivo se realiza con el cariotipo y la biopsia gonadal. Imaginemos que la paciente presentase en la exploración física una talla elevada, ¿hacia qué diagnósticos nos orientaría esto? Ante una mujer con talla alta, sin hallazgos físicos anómalos, cuyos padres son altos, lo más probable es que se trate de una “talla alta genética” (dentro de normalidad). 55 Otras posibles causas patológicas de talla alta serían: • Causas hormonales: – Secreción excesiva de GH (gigantismo hipofisario y acromegalia) por un adenoma hipofisario o por una secreción ectópica. Cursa con alargamiento de partes acras, manos y pies y alteraciones faciales. – Algunos casos de hipertiroidismo en la infancia, por posible efecto sinérgico sobre el IGF-I, estimulando el crecimiento. – Deficiencia permanente de estrógenos en la mujer (por déficit gonadotropinas, o anomalías enzimáticas en la síntesis de estrógenos o ausencia de ovarios). Genera retraso en la maduración esquelética, crecimiento prolongado en el tiempo, talla alta, con piernas alargadas y disminución de la ratio segmento superior-inferior. •Cromosomopatías: – La trisomía X (47 XXX) constituye la cromosomopatía numérica más frecuente que cursa con talla alta en la mujer. Existe incidencia aumentada de trastornos de coordinación motora y problemas cognitivos y psicológicos. El desarrollo sexual y la fertilidad suelen ser normales, con un leve aumento del riesgo de cromosomopatías en la descendencia. • Síndromes polimalformativos – Suelen asociarse a rasgos dismórficos y a otras anomalías. Ejemplos: síndrome de Marfan y homocistinuria. ¿Qué pruebas complementarias solicitaríamos en este caso de talla elevada? Se realizarían las pruebas necesarias para descartar cada una de las etiologías anteriormente citadas. • Determinar los niveles séricos de IGF-I. • Cariotipo para descartar una trisomía X. • En el caso de asociar retraso mental y rasgos dimórficos con cariotipo normal, determinar los niveles séricos y urinarios de homocisteína. • Determinar los niveles de gonadotropinas y hormonas sexuales. • Determinar GH y hacer una resonancia magnética craneal si se sospechan tumores hipofisarios. • Estudios moleculares en casos específicos. ¿Qué tratamientos plantearíamos? El tratamiento dependerá de la etiología específica • La cirugía transesfenoidal es el tratamiento de elección en caso de adenoma. Otras opciones serían: radiación hipofisaria, tratamiento médico con octreotido (análogo de somatostatina) o bromocriptina, o ambos. Un nuevo tratamiento es el empleo de un antagonista del receptor de GH (pegvisomant), que normaliza los niveles de IGF-I en más del Casos Clínicos de Reproducción Asistida e Infertilidad. Roberto Matorras Weinig©2015. Editorial Médica Panamericana. 56 Parte II Hallazgos en la mujer 90% de los casos. Es el tratamiento médico más eficaz de la acromegalia. • Tratamiento del hipertiroidismo. • En mujeres con deficiencia estrogénica, el tratamiento con estrógenos debe iniciarse cuando alcancen una edad ósea de 10-11 años. Contemplemos un supuesto completamente diferente, el de una paciente en la que la exploración física revela una galactorrea bilateral. ¿Hacia qué diagnósticos nos orientaría? ¿En qué consisten? La galactorrea bilateral en ausencia de parto o tras 6 meses de éste, en una mujer no lactante, debe ser estudiada. Las causas más frecuentes son: • Tumores hipofisarios (el prolactinoma es el más frecuente). Se acompaña de alteraciones menstruales (amenorrea u oligomenorrea), galactorrea e infertilidad y en casos de macroadenomas, de síntomas compresivos (cefalea, defectos campimétricos). • Galactorrea idiopática (lo más frecuente). Su diagnóstico se hace por exclusión de otras causas. En estos casos no existen alteraciones menstruales y las concentraciones de prolactina son normales. • Galactorrea secundaria a fármacos que pueden producir elevaciones de la prolactina. • Alteraciones tiroideas. • Cirugía mayor o afectación de la pared torácica que puede producir un aumento de prolactina • Otras causas: enfermedades sistémicas (sarcoidosis), infecciosas (tuberculosis), insuficiencia renal o cirrosis hepática (también pueden producir galactorrea, pero con menos frecuencia). ¿Qué pruebas complementarias solicitaríamos en este caso de galactorrea bilateral? Tras una anamnesis detallada (presencia de amenorrea, cefalea y otros síntomas añadidos) y una exploración física completa, se deben realizar las siguientes pruebas complementarias: test de embarazo, prolactina sérica, bioquímica completa con función renal y hepática, y concentraciones de TSH. Si aparece una concentración de prolactina alta, en función de la elevación del valor se sospecharán unas causas u otras (ver capítulo correspondiente: hiperprolactinemias). Si se sospechase un adenoma hipofisario estaría indicada la realización de una resonancia magnética bilateral. ¿Qué tratamientos plantearíamos? Los agonistas de la dopamina son el tratamiento de elección. En el caso de un macroadenoma se recomienda la cirugía cuando persiste a pesar del tratamiento médico o hay alteraciones visuales. Y si lo que nos encontrásemos en la exploración fuese una tumoración tiroidea. ¿Hacia qué diagnósticos nos orientaría esto? ¿En qué consisten? Aunque la mayoría de las tumoraciones tiroideas son benignas, siempre existe la posibilidad de que se trate de un cáncer de tiroides. Entre las causas benignas tenemos el bocio simple (agrandamiento de la glándula tiroides), cuya causa en su mayoría se desconoce, si bien a veces se debe a ciertos medicamentos (litio, aminoglutetimida) o a un déficit en la ingesta de yodo. Otra posibilidad es el bocio nodular tóxico que cursa con una masa o masas pequeñas y redondas y que produce un exceso de hormona tiroidea. ¿Qué pruebas complementarias solicitaríamos en este caso de tumoración tiroidea? Deben realizarse determinaciones de la función tiroidea: tiroxina (T4) libre y TSH. Los nódulos tiroideos deben ser explorados físicamente (consistencia, movilidad, etc.) y ser objeto de seguimiento. Para valorar con más detalle el nódulo se puede realizar una ecografía o una gammagrafía del tiroides. Si se aprecia un crecimiento del nódulo, debe considerarse la realización de una biopsia por aspiración con aguja fina o cirugía, sobre todo, si se acompaña de crecimiento rápido o antecedentes familiares de cáncer tiroideo. ¿Qué tratamientos plantearíamos? El tratamiento dependerá del diagnóstico final: • Tiroidectomía (total o subtotal) en casos de malignidad. • Tratamiento supresor tiroideo en caso de hipertiroidismo asociado (metamizol, propiltiouracilo) o dar hormona tiroidea en caso de hipotiroidismo. • Si se aprecia un nódulo tiroideo que aumenta de tamaño se recomienda biopsia o cirugía. • El bocio sólo es necesario tratarlo si causa síntomas. Casos Clínicos de Reproducción Asistida e Infertilidad. Roberto Matorras Weinig©2015. Editorial Médica Panamericana.
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