XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Ponencias y Comunicaciones Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia 6-8 de noviembre de 2014 Local handout produced and distributed in Spain with the permission of: Thrombosis and Haemostasis International Journal for Vascular Biology and Medicine Cómo acceder a la revista de ponencias y comunicaciones de la SEHH y la SETH L a Revista de Ponencias y Comunicaciones del LVI Congreso Nacional de la Socie- dad Española de Hematología y Hemoterapia y del XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia está disponible únicamente on line. Esta modalidad ofrece muchas posibilidades, como hacer búsquedas por autor, o temas, etc. y la posibilidad de imprimir. Buscador La opción del buscador se encuentra en la parte superior derecha. 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Javier Peñalver Parraga Jaime Pérez de Oteyza Juan Luis Steegmann Olmedillas José Francisco Tomás Martínez Presidente Presidente del Comité Científico de la SEHH Vocales de la SEHH Reyes Arranz Sáez Felipe Arriba de la Fuente José Rafael Cabrera Marín (Coordinador del Programa educacional) M.ª Consuelo del Cañizo Ángela Figuera Álvarez Lourdes Florensa Brichs Ataulfo González Fernández Juan José Lahuerta Palacios Eduardo Olavarria López Aróstegui Miguel Lozano Molero Gemma Ramírez Ramírez Guillermo Sanz Santillana Jordi Sierra Gil M.ª José Terol Casterá Presidente del Comité Científico de la SETH Ginés Escolar Albaladejo Vocales de la SETH Carmen Altisent † Jesús María Cesar Pérez Luis Javier García Frade (Coordinador del Programa educacional) Vanessa Roldán Schilling Juana Vallés Giner Francisco Velasco Gimena Junta Directiva de la SETH Presidente Vicente Vicente García Vicepresidentes Javier Corral de la Calle Pere Domenech Santasusana Secretaria Virtudes Vila Liante Tesorera Mª Ángeles Dasí Carpio Vocales M.ª Isabel Díaz Ricart Víctor Jiménez Yuste José Mateo Arranz Pilar Medina Badenes Vanessa Roldán Schilling Mª Dolors Tàssiers Penella Ramón Lecumberri Expresidentes Justo Aznar Lucea Francisco Javier Batlle Fonrodona † Antonio López Borrasca Fernando Martínez Brotons Miguel Rutllant Bañeres Carlos Alonso Villaverde Grote Pascual Marco Vera Índice SETH Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia XIII LECCIÓN CONMEMORATIVA RICARDO CASTILLO - ANTONIO LÓPEZ BORRASCA....1 • La hemofilia en las casas reales europeas C. Altisent Roca....................................................................................................................... 3 PONENCIAS............................................................................................................... 9 • Laboratorio. Problemas prácticos diagnósticos en la hemostasia....................................... 11 • Trombosis.............................................................................................................................. 35 • Coagulopatías hemorrágicas: pasado, presente y futuro de la hemofilia........................... 51 • Cuestiones abiertas en tratamiento antitrombótico............................................................ 66 • Plaquetas y endotelio............................................................................................................ 80 • Avances y controversias en hemostasia y trombosis.......................................................... 95 SESIÓN PLENARIA................................................................................................ 113 COMUNICACIONES ORALES.................................................................................. 123 • Conceptos básicos en hemostasia/métodos de diagnóstico y marcadores...................... 125 • Diátesis hemorrágica........................................................................................................... 128 • Trombosis............................................................................................................................ 131 • Plaquetas/biología vascular................................................................................................. 137 • Tratamientos antitrombóticos............................................................................................ 142 PÓSTERES............................................................................................................. 147 • Conceptos básicos en hemostasia...................................................................................... 149 • Diátesis hemorrágica........................................................................................................... 150 • Trombosis............................................................................................................................ 165 • Plaquetas/biología vascular................................................................................................. 194 • Métodos de diagnóstico y marcadores............................................................................... 205 • Tratamientos antitrombóticos............................................................................................ 210 PUBLICACIÓN........................................................................................................ 223 • Conceptos básicos en hemostasia...................................................................................... 225 • Diátesis hemorrágica........................................................................................................... 225 • Trombosis............................................................................................................................ 228 • Plaquetas/biología vascular................................................................................................. 235 • Métodos de diagnóstico y marcadores............................................................................... 236 • Tratamientos antitrombóticos............................................................................................ 237 XIII LECCIÓN CONMEMORATIVA RICARDO CASTILLO ANTONIO LÓPEZ BORRASCA Ponencias La hemofilia en las casas reales europeas Carmen Altisent Roca Unitat d’Hemofíla. Hospital Universitari Vall d’Hebron. Barcelona Agradecimientos: Al Dr. José Félix Lucía por la revisión de los aspectos históricos y al Dr. Francisco Vidal por su colaboración en los estudios genéticos. Introducción las zonas de lesión de los vasos y cuando se introducía en un tubo de cristal. Al inicio del siglo xix se conocía la existencia de la fibrina y se consideraba que la coagulación era una propiedad del plasma. Wright, en 1893, observó que en los pacientes con hemofilia el tiempo de coagulación en sangre total estaba alargado13. En el año 1905, Morawitz sentó las bases de la considerada teoría clásica de la coagulación en base a cuatro sustancias que intervenían en el proceso14: la trombocinasa proveniente del tejido lesionado, la protrombina, el fibrinógeno y el ion calcio. En la primera etapa de la coagulación la protrombina se convierte en trombina mediante la acción de la trombocinasa y en presencia de calcio, y en la segunda, el fibrinógeno se convierte en fibrina por la acción de la trombina. A mediados de la década de 1930, Armand Quick desarrolló un método de laboratorio conocido con el nombre de tiempo de protrombina o tiempo de Quick y, hasta la actualidad, ha sido una prueba hemostática básica15. Quick también demostró en 1954 que la protrombina en pacientes con hemofilia era normal16,17. En el año 1936 Patech y Taylor descubrieron la sustancia deficiente en los pacientes con hemofilia y la denominaron factor o globulina antihemofílica al observar que una fracción globulínica del plasma normal corregía el defecto de coagulación del plasma hemofílico pero no pudieron comprobar si el defecto plasmático era debido a la ausencia o la inactividad de la proteína responsable18. En el año 1947, Pavlovsky observó que la mezcla de sangre de dos pacientes con hemofilia se comportaba como sangre normal y que la transfusión de sangre de un hemofílico a otro corregía el tiempo de coagulación en el receptor lo que orientaba hacia la presencia de un nuevo factor19. En el año 1952, Biggs describió la enfermedad de Christmas (nombre del paciente afectado)20, lo que sirvió para diferenciar los dos tipos de hemofilia21. En el año 1964 se revisó la primera teoría de Morawitz y MacFarlane propuso el término cascada de la coagulación estableciendo que se inicia de dos maneras: una por activación del factor de contacto (FXII), denominada la vía intrínseca, y otra a través del FVII y el factor tisular, denominada la vía extrínseca; ambas confluyen en la vía común con la activación del FX22,23. En los años ochenta se demostró que el principal mecanismo para el inicio de la coagulación era el factor tisular unido a los fosfolípidos y el FVIIa y que todas las reacciones ocurren en la superficie celular para generar trombina; es el denominado modelo celular de la coagulación24. La hemofilia es la coagulopatía congénita grave más frecuente y la más conocida; ha sido denominada enfermedad de reyes1. El hecho de que la reina Victoria de Inglaterra haya sido la portadora más famosa, a la vez que diez de sus varones descendientes padecieran la enfermedad en un periodo de la historia en que era poco conocida y sin una opción terapéutica eficaz, la hacen extremadamente interesante para conocer la evolución en cuanto al diagnóstico, al tratamiento y a su posible curación2,3. Probablemente el hecho de estar presente en tantos miembros de la realeza europea contribuyó al mejor conocimiento de la enfermedad y favoreció el desarrollo de la investigación científica, además de un interés general con publicaciones literarias o cinematográficas4. Antecedentes históricos La primera referencia escrita de la enfermedad se halla en el Talmud babilónico del siglo v d.C., que contiene la esencia de la ley y ética judaicas, así como tradiciones, leyendas e historias. Una norma del patriarca Rabbí Judah eximía al tercer hijo de ser circuncidado si los dos anteriores habían muerto por hemorragia5,6. En el siglo x de nuestra era, Albucasis describió varios varones de un pueblo que murieron por hemorragia después de mínimos traumatismos y en el siglo xii, Maimónides los eximió de la circuncisión en base a la misma regla de los rabinos pero aplicada también aunque la mujer esposara un nuevo marido7. En América, en 1791, en el obituario de Isaac Zoll se citaba el caso de la muerte de seis hermanos después de mínimos traumatismos, dato que constituye la primera referencia de la enfermedad en Estados Unidos8. El trastorno hemorrágico recibió varias denominaciones hasta que en el año 1828, en el tratado de Hopff, aparece el término de hemofilia9. La hemofilia A es la más prevalente; se estima un caso por cada 5.000 varones nacidos y la B uno por cada 30.000. En función de los niveles de factor VIII o IX se clasifica en grave (<1%), moderada (1-5%) o leve (>540%). Las manifestaciones clínicas de la hemofilia leve son las hemorragias postraumáticas o quirúrgicas, a diferencia de los casos graves, que son espontáneas o después de mínimos traumatismos; el promedio anual es de 20-30 hemorragias, de localización preferentemente articular o muscular. Las hemorragias articulares reiteradas dan lugar a una grave artropatía en edades muy tempranas10,11. Dado que las manifestaciones hemorrágicas están relacionadas con la hemostasia y su tratamiento con la transfusión, es de interés recordar cómo ha evolucionado su concepto antes de abordar el impacto de la enfermedad sobre la realeza europea12. Las primeras transfusiones James Blundell, obstetra del Guy’s Hospital de Londres, fue el primero en introducir la transfusión en la práctica médica al comprobar sus beneficios en un caso de hemorragia posparto en 182825,26. En 1840, Samuel Lane, profesor de anatomía y cirugía del St George’s Hospital Medical School de Londres, practicó una transfusión de sangre a un niño hemofílico por una hemorragia posquirúrgica27. A finales del siglo Breve historia de la hemostasia Durante muchos años se observaron los mecanismos que mantenían la sangre fluida en los vasos así como la formación de los coágulos en 3 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia las necropsias de los pacientes no corroboraban tal anomalía en los órganos. Para el tratamiento recomendó evitar los traumatismos y las intervenciones quirúrgicas, aplicar compresión y frío en la zona de las heridas y vivir en climas cálidos. A la edad de 31 años, Leopoldo murió en Cannes probablemente debido a una hemorragia cerebral postraumática; en efecto, además de la hemofilia también padecía de epilepsia. Las dos revistas británicas más prestigiosas, The Lancet y British Medical Journal44,45, dejaron constancia de su muerte y a partir de entonces proliferó el número de publicaciones relacionadas con la hemofilia, tanto en Europa como en Estados Unidos46 (Figura 2). A pesar de la dificultad para encontrarle esposa, consiguió casarse, y fruto del matrimonio nacieron una hija portadora, que concibió un hijo con hemofilia fallecido a la edad de 3 años (Ruperto), y otro hijo sano. Alicia, la segunda de las hijas de la reina Victoria, también fue portadora y sufrió tanto o más que su madre puesto que tuvo una amplia descendencia (siete hijos). Uno de sus hijos, Federico, murió a los 3 años de una hemorragia cerebral después de sufrir un traumatismo cra- xix la mayoría de los esfuerzos iban dirigidos a evitar la coagulación de la sangre en los tubos o recipientes de la extracción conectados con el receptor, a la vez que se observaban las reacciones de incompatibilidad. En el año 1901, Landsteiner describió los tres diferentes grupos sanguíneos A, B, y O, a los que un año después von Decastello y Sturli añadieron el cuarto grupo AB28-30. En el año 1940 Landsteiner y Wiener describieron el grupo Rh reconociéndolo como causa de una posible reacción hemolítica31. Durante el siglo xx, los conflictos bélicos en Europa marcaron el progreso en cuanto a la manipulación de la sangre para la transfusión. La utilidad del citrato sódico como anticoagulante y el primer banco con reserva de sangre fueron debidos a Oswald Robertson en 191832. La historia del tratamiento sustitutivo en la hemofilia se inicia a principios de los años cuarenta cuando Edwin J. Cohn consiguió el fraccionamiento del plasma con diferentes concentraciones de etanol33. En el año 1964, Judith Pool reportó que la fracción crioprecipitada del plasma contenía una gran cantidad de FVIII, lo que sirvió como base para la obtención de los concentrados liofilizados al inicio de los años setenta34. La disponibilidad de tratamiento sustitutivo es el gran paso cualitativo para el cambio en la calidad de vida de estos pacientes ya que puede administrarse de forma inmediata en su domicilio (autotratamiento) al inicio de la hemorragia, con lo que se consigue una gran mejoría del dolor o de forma profiláctica para la prevención de la artropatía35,36. A este salto cualitativo le siguió un periodo de grandes sombras por las complicaciones derivadas de las infecciones por el virus de la hepatitis C y de la inmunodeficiencia humana. La secuenciación del gen del factor IX en el año 198237,38, así como del factor VIII dos años después39, fueron el punto de partida para la obtención de nuevos productos mediante ingeniería genética, a la vez que de forma progresiva han incrementado la seguridad del tratamiento40,41. La reina Victoria y su descendencia La reina Victoria (1819-1901), única hija de Eduardo de Hannover, duque de Kent, y Victoria de Sajonia-Coburgo-Saalfeld, tuvo nueve hijos que propiciaron la transmisión de la hemofilia a gran parte de la realeza europea incluyendo las familias reales española, alemana y rusa sin que existiera ningún antecedente en su familia (Figura 1). Leopoldo (1853-1884), duque de Albania y octavo hijo de la reina Victoria, fue el primer hemofílico de la estirpe. El Dr. John Snow administró cloroformo a la reina en el momento del parto, anécdota que sirvió como superstición al atribuir el defecto hemorrágico descubierto a la edad de 6-7 años a esta circunstancia. La historia de Leopoldo es la primera detallada que se conoce de un paciente hemofílico. Se lastimaba fácilmente y siempre tenía las rodillas y los codos tumefactos, motivo por el cual no podía participar en las actividades de representación de la familia y fue nombrado secretario personal de la reina. Sir William Jenner fue el médico de Leopoldo, por lo que investigó la enfermedad. En el año 1876 comunicó en la Clinical Society of London que la sangre de los pacientes con hemofilia coagulaba más lentamente y postuló que era debido a un exceso de producción de sangre y a un aumento del número de vasos sanguíneos42. Su discípulo, el Dr. John Wickham Legg, trató a Leopoldo el año antes de su muerte y publicó un importante trabajo titulado A treatise on Haemophilia43; en sus 158 páginas recogía toda la información conocida destacando en especial la dificultad para la actividad física cotidiana pero seguía relacionando el sangrado con anomalías vasculares a pesar de que Figura 1. Árbol familiar de la reina Victoria. Figura 2. Evolución del número de artículos y de libros sobre hemofilia en el siglo xix y principios del xx. 4 Ponencias afueras de la ciudad de Ekaterimburgo. La madrugada del 17 de julio de 1918, la familia real, tres sirvientes y el médico personal fueron conducidos a los sótanos de la casa y fusilados. Los propios ejecutores fueron los encargados de hacer desaparecer los cadáveres. Seis décadas más tarde, en 1979, el geólogo Alexander Avdonin y el escritor y cineasta Gely Ryabov, analizando documentos históricos y entrevistando a algunos de los testigos presenciales de los hechos, hallaron la tumba de la familia imperial en el bosque de Koptiakí y no hicieron público el descubrimiento hasta diez años más tarde. En la tumba abierta en el año 1991 se hallaron nueve cadáveres. La identificación de los esqueletos se realizó mediante el análisis genético del ADN mitocondrial53, de los microsatélites y de los cromosomas sexuales54,55. El análisis antropológico y forense de los restos hallados en la tumba de la familia Romanov indicaba que estos correspondían a nueve cadáveres: cuatro mujeres y cinco hombres. El estudio comparativo del ADN mitocondrial de parientes vivos por vía materna, tanto de la zarina (Príncipe Felipe, duque de Edimburgo) como del zar (rebisnieta de Luisa de Hesse-Kassel), corroboró la existencia de cuatro cadáveres no relacionados, asignados a los tres sirvientes y al médico. Cuatro de los cadáveres tenían secuencias de ADN mitocondrial compatibles con su pertenencia a la zarina y tres de sus cuatro hijas y uno de los cadáveres de varón se relacionaba perfectamente con los descendientes del zar por vía materna. Además, el análisis del ADN mitocondrial de un pañuelo con restos de sangre del zar conservado en uno de los palacios reales permitió confirmar el haplotipo asignado a Nicolás II56. Por otra parte, el análisis mediante microsatélites resultó compatible con la presencia, entre los restos hallados en la tumba, de un padre, una madre y tres hijas57. En resumen, los primeros análisis genéticos demostraron que se trataba de huesos y dientes de nueve personas: el zar Nicolás II, la zarina Alexandra, tres de sus hijas, el médico y los tres sirvientes. En julio de 2007 se descubrió otra tumba situada a unos pocos kilómetros de la primera y fueron hallados los restos de otros dos cadáveres que se supuso que también eran miembros de la familia real. Dos años más tarde se publica el estudio en el que, siguiendo la misma metodología empleada para los cadáveres de la primera tumba, se confirmaba que los restos pertenecían a la gran duquesa María y el zarevich Alexis58. neoencefálico, una de las complicaciones más graves de la hemofilia, al precipitarse desde una ventana47. Otras dos hijas, Irene y Alexandra, también fueron portadoras y tuvieron hijos hemofílicos. La última de las hijas de la reina Victoria, Beatriz, tuvo tres hijos varones, dos con hemofilia (Leopoldo y Mauricio), los cuales no tuvieron descendencia, y una hija, la reina Victoria Eugenia, casada con Alfonso XIII y abuela paterna del rey Juan Carlos I. Dos hijos de la reina Victoria Eugenia fueron hemofílicos: Alfonso, nacido en 1907, tuvo una vida azarosa y murió a los 31 años en un accidente de coche. Gonzalo falleció a los 20 años, también en un accidente de coche48,49. Para valorar los conocimientos sobre la enfermedad a principios del siglo xx, son de gran interés los capítulos V y VI del libro Treasury of Human Inheritance, de los autores William Bulloch y Paul Fildes, quienes recopilan 949 citas bibliográficas, además de 235 pedigrís de familias con hemofilia50. En un tratado de hematología alemán, traducido al castellano en 192751, se cita que la hemofilia no es una enfermedad sino una verdadera disposición anormal congénita, una diátesis en el verdadero sentido de la palabra; los primeros síntomas aparecen en la edad infantil y una particularidad es la tendencia a las hemorragias articulares; el tiempo de coagulación es muy prolongado y es característico que después de grandes hemorragias el tiempo de coagulación no se halle prolongado mientras que el tiempo de hemorragia es normal; su patogenia es desconocida y es una enfermedad extremadamente peligrosa en la infancia por la aparición de hemorragias mortales; el peligro mengua a partir de los 4 años. Y proseguía: la hemofilia es un estado tan serio que desde el punto de vista profiláctico debería tomarse alguna medida; las personas del sexo femenino pertenecientes a una familia de hemofílicos no deberían contraer matrimonio; a los niños hemofílicos se les debería prohibir la gimnasia, los juegos que implicaran movimiento y evitar las intervenciones que no fueran de indicación vital; debería tenerse un cuidado especial en la higiene de los dientes y elegir una profesión que no requiriera esfuerzos corporales. Las sangrías practicadas de tiempo en tiempo inducen un enriquecimiento de la trombocinasa; las inyecciones subcutáneas o intravenosas de suero humano normal reciente o de sangre íntegra o de suero antidiftérico mejoran las hemorragias mientras que las soluciones hipertónicas de ClNa intravenosas y las sales de calcio y la gelatina no son útiles. En las hemorragias articulares se indicaba el reposo y un vendaje compresivo para, más tarde, iniciar movimientos activos y pasivos cuidadosos. El Dr. Carlos Elósegui, discípulo del Dr. Pittaluga, se trasladó a vivir con la familia real en el año 1925 para el cuidado de Alfonso y Gonzalo y publicó la eficacia de un concentrado vitamínico para el tratamiento de las hemorragias (Nantina antihemorrágica®)52. La mutación real y el tipo de hemofilia A partir de los restos que estaban mejor conservados, los de la zarina Alexandra, los investigadores extrajeron el ADN genómico. Los genes F8 y F9 fueron amplificados, secuenciados y analizados con técnicas de bioinformática sin que hallaran ningún cambio en las regiones codificantes de ninguno de los dos genes. No obstante, detectaron un cambio en la posición -3 del intrón tres del gen F9 (IVS3-3A>G). Los análisis del resto de la familia indicaron que Alexei y la zarina tenían la mutación y que, de las cuatro hijas, únicamente la gran duquesa Anastasia era portadora de esta anomalía59,60. Al tratarse de mutación de empalme (splicing), los autores argumentan que es la mutación responsable de la hemofilia y no un polimorfismo en base a algunas evidencias: a) las pruebas funcionales in vitro que demuestran el empalme aberrante de un ARN portador de la mutación; b) el hecho de no encontrar ninguna otra mutación en los genes F8 y F9; c) la mutación se hereda con la enfermedad ya que la presenta Alexis y también su madre, portadora obligada de la mutación por los antecedentes La enfermedad en la familia real rusa Alexandra de Hesse, hija de Alicia y nieta de la reina Victoria, se convirtió en zarina de Rusia al casarse con Nicolás II en 1894. Tuvo cuatro hijas, Olga, Tatiana, María y Anastasia, y un hijo varón, Alexei, nacido en 1904 y heredero de la corona. Los dramáticos días finales de su familia y la consiguiente producción literaria y cinematográfica lo han convertido, sin lugar a dudas, en el hemofílico más famoso de la historia. El zar de Rusia intentó mejorar los síntomas de le enfermedad contactando con varios médicos pero fue el monje Rasputín el que mejoraba los síntomas del niño probablemente con la hipnosis. Tras el triunfo de la revolución rusa, toda la familia sufrió un exilio forzoso a partir de agosto de 1917 y vivieron en la casa Ipatiev, situada a las 5 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia familiares; y d) que esta mutación ha sido reconocida como mínimo en tres casos de pacientes graves de hemofilia B con una actividad coagulante residual inferior al 1%, uno de ellos reportado en España61,62. Debido a la mayor frecuencia de la hemofilia A en relación con la B, se especulaba que el tipo de hemofilia que afectó a la realeza europea debió ser de tipo A grave, aunque sorprendían la larga supervivencia de algunos de los miembros. El hemofílico más longevo de la descendencia de la reina Victoria fue su biznieto Waldemar (1889-1945) que vivió 51 años. En el periodo de 1831-1920, la esperanza de vida se estimaba en unos 11 años; aumentó hasta 20-30 años en el siguiente medio siglo hasta alcanzar casi los 57 años en el periodo 1961-198063. La epidemia de sida de la década de los ochenta (seroconversión elevada en el bienio 1981-1983 entre los pacientes tratados frecuentemente) comportó un retroceso en cuanto al pronóstico de la enfermedad64,65. ¿Pueden establecerse diferencias entre ambos tipos de hemofilia66,67? En la de tipo B existe una menor incidencia de mutaciones graves, hay un mayor número de pacientes con antígeno positivo y se ha descrito un papel protector del factor IX intrarticular en modelos animales. Además se conoce que la artropatía es menos grave y menor el porcentaje de pacientes que requieren prótesis en comparación con la hemofilia A68. Se conoce también que el fenotipo en la hemofilia no depende únicamente del tipo de mutación en el gen F8 o F9 sino que existen otros condicionantes que regulan la expresión de la enfermedad, como es la presencia de un factor protrombótico69-71. Figura 3. Árbol genealógico de un paciente español con idéntica mutación a la de las familias reales europeas. destacaba el reto de conseguir líneas celulares estables que incorporen vectores retrovirales, además de la posibilidad de manipular sistemas de células autólogas74. Los mejores resultados de la terapia génica se han obtenido en la hemofilia B con un adenovirus asociado, trabajo que justificó la publicación de un editorial en la revista New England Journal of Medicine en diciembre de 201175,76. Caso clínico con la misma mutación real Conclusión Se trata de un niño sin antecedentes familiares de hemofilia nacido por cesárea en el año 1998. El estudio de hemostasia debido a hematomas espontáneos desde los 6 meses de edad permitió llegar al diagnóstico de hemofilia B grave debida a una mutación de empalme (IVS33A>G). Recibió el primer tratamiento sustitutivo a los 9 meses a raíz de un traumatismo craneal y de la historia clínica destacaba la primera hemartrosis en el codo a los 9 meses de edad. A los 3,5 años, a partir de la segunda hemartrosis de una cadera, se inició tratamiento profiláctico 2 días a la semana y en la actualidad está incluido en un ensayo clínico de factor IX de larga vida media sin haber desarrollado artropatía. Con el fin de determinar el origen de la mutación IVS3-3A>G en esta familia, se investigó su transmisión genética en los familiares del paciente mediante secuenciación directa de F9 y mediante análisis de ligamiento del cromosoma X; el análisis concluyó que la mutación estaba asociada al cromosoma X heredado del abuelo del paciente y se interpretó como consecuencia de una mutación somática de novo ocurrida en la madre del paciente o a un mosaicismo germinal en el abuelo72 (Figura 3). La hemofilia es una de las enfermedades monogénicas más frecuentes con referentes históricos de cientos de años. En las tres últimas décadas, la disponibilidad de factores de la coagulación eficaces y seguros para la prevención y tratamiento de las hemorragias ha permitido mejorar la calidad de vida de los pacientes con una esperanza de vida similar a la de la población. No obstante, debido a su elevado coste, solo una tercera parte de los pacientes tiene acceso a este tratamiento y conseguirlo para todos es la prioridad de la World Federation of Haemophilia. El objetivo para el futuro es conseguir que la mayoría de pacientes tengan acceso al tratamiento sustitutivo o la terapia génica, que permitiría la curación de la enfermedad. Desconocemos si la incidencia de la enfermedad en miembros de la realeza europea habrá contribuido a conseguirlo; en cualquier caso, este sería el mejor “regalo de reyes” para los pacientes y sus familias. Bibliografía La hemofilia en el siglo xxi 1. Ingram GI. The history of haemophilia. J Clin Pathol. 1976 Jun;29(6):46979. PubMed PMID: 780375; PubMed Central PMCID: PMC476103. 2. Stevens RF. The history of haemophilia in the royal families of Europe. Br J Haematol. 1999 Apr;105(1):25-32. Erratum in: Br J Haematol. 1999 Dec;107(4):905. PubMed PMID: 10366244. 3. High KH, Nathwani A, Spencer T, Lillicrap D. 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Cincuenta años después, en una revisión sobre hemofilia A publicada en el New England Journal of Medicine, Hoyer concluye que la enfermedad podría ser curada por la terapia génica y 6 Ponencias 6. Rosner F. Hemophilia in the Talmud and rabbinic writings. Ann Intern Med. 1969 Apr;70(4):833-7. PubMed PMID: 4890512. 7. Otto JC. An account of an hemorrhagic disposition existing in certain families. Clin Orthop Relat Res. 1996 Jul;(328):4-6. PubMed PMID: 8653976. 8. Mckusick VA. Historial note: The earliest record of hemophilia in America? Blood. 1962;19:243-4. 9. Hopff F. Ueber die Hämopilie oder die erbliche Anlage zu tödtichen Blutungen. Inaugural-Abhandlung. Würzburg: CW Becker; 1828. 10. Levine PH. Clinical manifestations and therapy of hemophilias A and B. In: Colman RW, Hirsh J, Marder VJ, Salzman EW, editors. Hemostasis and thrombosis: basic principles and clinical practice (2.ª ed). Filadelfia: Lippincott; 1987. p. 97-111. 11. Ghormley RK, Clegg RS. 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En ella comenta las similitudes y diferencias de las recomendaciones hechas por sociedades y comités internacionales para la determinación del anticoagulante lúpico, necesarias dado que no hay un gold standard para su identificación y por la variedad de pruebas que se han empleado para su diagnóstico. Analiza primero el efecto, muy importante, de las variables preanalíticas. Posteriormente, evalúa la utilidad del panel de pruebas diagnósticas a emplear, que debe estar estructurado en las fases sucesivas de pruebas de escrutinio, de mezclas y confirmatorias. También evalúa la absoluta necesidad de una correcta estandarización con intervalos de referencia y puntos de corte adecuados. Finalmente, analiza las posibilidades de su determinación en los pacientes anticoagulados tanto con antivitaminas K como con heparinas o con inhibidores directos. De su ponencia se puede concluir que la determinación del anticoagulante lúpico continúa representando un reto diagnóstico para los laboratorios de hemostasia. La segunda ponencia, “Aplicabilidad clínica de las técnicas de estudio de la función plaquetaria”, presentada por la Dra. Juana Vallés (Hospital Universitario y Politécnico La Fe, Valencia), empieza revisando los puntos en que puede centrarse el estudio de la función plaquetaria: activación de receptores, capacidad de adherirse y de interaccionar con diferentes tipos de células y liberación de componentes bioactivos. Analiza después las técnicas de laboratorio disponibles, su potencialidad para uso clínico y sus ventajas y desventajas. También valora las metodologías actualmente en desarrollo y su eventual aplicabilidad en problemas de sangrado o en enfermedades tromboinflamatorias. Valora, asimismo, la relevancia clínica del laboratorio de hemostasia en la orientación diagnóstica de las trombocitopatías, con las dificultades que suelen aparecer, y la cuestión permanentemente de la monitorización de la terapéutica antiplaquetaria, donde no hay actualmente consenso para su uso rutinario con valor clínico. Concluye que los avances tecnológicos en microfluídica, secuenciación masiva o proteómica, junto al desarrollo de sistemas informáticos más avanzados, van a suponer un gran avance en el diagnóstico de las alteraciones del funcionalismo plaquetario. El Dr. Joan Carles Reverter (Hospital Clínic, Barcelona), en la tercera ponencia “Generación de trombina: utilidad y limitaciones en la evaluación de la hemostasia, trombosis y tratamientos anticoagulantes”, explica, primero, las múltiples funciones de la trombina en la hemostasia, donde desempeña un papel central y clave modulando las interacciones entre mecanismos procoagulantes y anticoagulantes. A partir de estas funciones se deduce el potencial interés de su medición de una forma dinámica en las denominadas pruebas de generación de trombina. Posteriormente, la ponencia revisa la historia de los métodos de medición de la generación de trombina hasta llegar a las más sofisticadas técnicas actuales. Finalmente, aborda las potenciales utilidades clínicas y las limitaciones técnicas y de medición de la generación de trombina con las metodologías disponibles hoy día para la evaluación del riesgo trombótico o hemorrágico individual, la estimación del riesgo de recidiva de la enfermedad tromboembólica y el manejo en situaciones especiales en pacientes con tratamiento con los diferentes anticoagulantes. Como comentario final destaca que la facilidad de realización de la técnica, lo que requiere un amplio nivel de automatización, es clave para su futuro desarrollo como parámetro analítico útil en la atención a los pacientes. En la ponencia final, la Dra. Adriana Woods (Instituto de Medicina Experimental –IMEX– CONICET-Academia Nacional de Medicina, Argentina), en una ponencia coordinada con CLATH, se ocupa del tema “Problemas prácticos en el diagnóstico de la enfermedad de von Willebrand; utilidad y limitaciones de los métodos diagnósticos”. En su ponencia, la Dra. Woods revisa cada uno de los pasos requeridos para llegar al diagnóstico de enfermedad de von Willebrand. Comenta el empleo de bleeding scores, la importancia de la preanalítica con los errores en la toma de muestras y en su procesamiento y la fase analítica propiamente dicha. En la fase analítica revisa las técnicas de orientación diagnóstica, las específicas y las de tipificación de variantes. Posteriormente, valora y comenta las dificultades específicas que habitualmente se presentan en el diagnóstico de los tipos 1, 2B y 2N de la enfermedad de von Willebrand, en la diferenciación entre las formas congénitas y las adquiridas, en el diagnóstico de la forma plaquetaria de la enfermedad y en la identificación de portadores. Con todo ello nos presenta una visión global del estado del arte en el diagnóstico de la enfermedad de von Willebrand. 11 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Diagnóstico de laboratorio del anticoagulante lúpico Pilar Llamas Sillero, Silvia Monsalvo Saornil, Rosa Vidal Laso Servicio de Hetamología y Hemoterapia. Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Madrid Introducción Tabla 1. Selección de pacientes para estudio del anticoagulante lúpico (ISTH 2009) El anticoagulante lúpico (AL) es un grupo heterogéneo de inmunoglobulinas de isotipos IgG y/o IgM que prolongan in vitro uno o varios de los tiempos de coagulación dependientes de fosfolípidos. In vivo, estos anticuerpos se asocian de forma significativa a eventos tromboembólicos y/o complicaciones gestacionales recurrentes. Su presencia raramente se asocia con manifestaciones hemorrágicas. Estos autoanticuerpos heterogéneos se dirigen directa y específicamente contra una variedad de proteínas de unión a fosfolípidos, entre las cuales se encuentra la b2-glicoproteína 1 y la protrombina. Las pruebas utilizadas en la determinación del AL se basan, por tanto, en que los anticuerpos antifosfolípido: a) compiten con los factores vitamina K dependientes por los sitios de unión en los fosfolipidos aniónicos, aumentando los tiempos de coagulación; b) actúan como inhibidores inespecíficos que son neutralizados por fosfolípidos en exceso. Un test de AL positivo indica la presencia de un inhibidor de la coagulación con la característica de que no afecta, de forma habitual, las actividades de los factores de la coagulación de forma individual. Se han empleado diferentes reactivos dependientes de fosfolípidos para la determinación de laboratorio del AL. Debido a la heterogeneidad de inmunoglobulinas que constituyen el AL no hay una prueba gold standard, ni hay un único test que pueda identificar el 100% de los AL1,2. La determinación del AL continúa representando un reto diagnóstico en el laboratorio de hemostasia. Los métodos para identificarlo están sujetos a un gran número de variables (reactivos, concentración y composición de fosfolípidos, instrumentos, tiempos de coagulación utilizados, presencia de plaquetas en la muestra, etc.). Esto condiciona el que continúe habiendo puntos de controversia en el diagnóstico de AL: la detección de AL débiles, falsos positivos, falsos negativos, etc. Sería interesante la participación de los diferentes laboratorios en programas de calidad interna y externa. Esta complejidad requiere que la determinación del AL esté regulada por sociedades y comités internacionales. En 1995 el subcomité de AL/aFL (SSC) de la ISTH propuso recomendaciones para estandarizar el diagnóstico del AL, que siguen siendo la base del diagnóstico de laboratorio. En 2009 se realizó una última actualización de estas recomendaciones3,4, y además la ISTH emitió recomendaciones para seleccionar los pacientes con criterio de estudio de estudio de AL (Tabla 1). Posteriormente, el British Commite for standards in Haematology elaboró una actualización de sus guías para el estudio del síndrome antifosfolípido (BSCH 2012)5. Finalmente, el Clinical and Laboratory Standards Institute (CLSI 2014) publicará este año sus primeras guías de detección de AL6. Aunque las guías más recientes son claras e incluyen mejoras de las versiones anteriores, todavía hay puntos relacionados con los tests de laboratorio y con la interpretación de AL que están pendientes de resolver o son controvertidos (Tabla 2). En esta revisión daremos una Baja probabilidad • Pacientes mayores con trombosis venosa y/o arterial Moderada probabilidad • Pacientes asintomáticos con aPTT prolongado • Mujeres con abortos precoces de repetición • Pacientes jóvenes con ETV secundaria Alta probabilidad • Pacientes jóvenes con ETV espontánea • Trombosis arterial en pacientes jóvenes (<50 años) • Pacientes con trombosis en lugares inusuales • Mujeres con pérdidas fetales tardías • Trombosis o complicaciones obstétricas en pacientes con enfermedades autoinmunes (LES, PTI, AHAI, …) aPTT, tiempo de tromboplastina parcial activado; ETV, enfermedad tromboembólica; LES, lupus eritematoso sistémico; PTI, púrpura trombopénica inmune; AHAI: anemia hemolítica autoinmune. Tabla 2. Puntos controvertidos en el diagnóstico de laboratorio del anticoagulante lúpico • No existe un gold estandard actualmente disponible. • Aunque los tests de laboratorio pueden proporcionar un grado semicuantitativo de positividad, no proporcionan un resultado cuantitativo. • Variabilidad en la sensibilidad de los análisis y reactivos usados para el test debido a: – Anticoagulación terapéutica (heparinas, AVK, anticoagulantes orales de acción directa como rivaroxabán, apixabán o dabigatrán. – Deficiencias de factores. – Inhibidores de factores. • Variabilidad significativa en la detección de AL débil. • Elevadas tasas de detección de falsos negativos y falsos positivos. • No hay criterio establecido para definir y distinguir la positividad débil, moderada y fuerte. • Es desconocido si “AL fuerte” representa mayor factor de riesgo trombótico frente a “AL débil”. • Variabilidad en la interpretación de resultados entre distintos laboratorios. • Incumplimiento de las guías actuales ISTH SCC. • No estandarización y no coordinación en el test interlaboratorio: – Utilización de distintos paneles del test por distintos laboratorios. – Utilización de métodos no estandarizados (ej. PNP o dTP). – Variabilidad en el uso del test de mezclas. – Uso de distintos valores de punto de corte definidos por distintos procedimientos (media ±2 o 3 DS, percentil 99 o 95…). – Distintas interpretaciones en la positividad de estudios de mezclas (ej. Índice de Rosner, correcciones en %, corrección en el rango normal). ISTH, Scientific Standardization Committee of the International Society on Thrombosis and Haemostasis; AL, anticoagulante lúpico; PNP, procedimiento de neutralización de plaquetas; dPT, tiempo de protrombina diluido. Fuente: Modificado de Adams et al.2 12 Ponencias Panel de pruebas diagnósticas visión crítica de lo que nos aportan las tres últimas guías en el campo del diagnóstico del AL, centrándonos en los temas más controvertidos en relación con la detección de AL, como son: el efecto de las variables preanalíticas, la elección de las pruebas (escrutinio y confirmación), la interpretación de los resultados y cómo influyen los diferentes anticoagulantes en los resultados de esta prueba. Dado que no hay un test gold standard1 disponible, el diagnóstico de laboratorio de AL se basa en un panel de pruebas, que de forma resumida se exponen en la Figura 1. Tabla 3. Recomendaciones según la ISTH 2009 para el diagnóstico del anticoagulante lúpico Diagnóstico de laboratorio de anticoagulante lúpico El diagnóstico de laboratorio del AL conlleva la realización de una serie de pruebas cuyos resultados deben incluir una interpretación final, indicando si los hallazgos son consistentes con la presencia o ausencia de detección de AL. En ocasiones el diagnóstico no está claro. ISTH 2009 no está de acuerdo con el uso del término “límite” (borderline) mientras que CLSI 2014 sugiere que el uso de “indeterminado” puede ser útil cuando en un panel de pruebas el resultado no permite claramente distinguir entre detección o falta de detección de AL. Las tres guías que vamos a revisar apoyan la recomendación de repetir un test positivo con un mínimo de 12 semanas para confirmar la presencia del anticuerpo. Tomando como base las recomendaciones de la ISTH de 2009 (Tabla 3), a continuación se plantea una visión actualizada del diagnóstico de laboratorio de AL, teniendo en cuenta las aportaciones de las dos últimas guías5,6. Recogida de la muestra en ausencia de tratamiento anticoagulante • Sangre venosa en 0,109 M citrato sódico 9:1. • Doble centrifugación. No filtración. • Congelar el plasma a -70° C si se pospone. Descongelar mediante inmersión a 37° C en 5 minutos. Dos pruebas para la detección del AL basadas en diferentes ensayos • dRVVT: debe considerarse el test principal. • Un aPTT sensible (sílice como activador y baja concentración de fosfolípidos). • Establecer el rango de normalidad de ambas pruebas en cada laboratorio Expresión de los resultados: se expresan en ratio: valor paciente/valor PPN. Interpretación de resultados: test de escrutinio potencialmente sugestivo de AL: ratio superior al rango de referencia local del laboratorio. Pruebas confirmatorias de la presencia del AL • Realizar los mismos tests de escrutinio usando alta concentración de fosfolípidos (FL). • Utilizar fosfolípidos hexagonales para aumentar la concentración de FL. • Las plaquetas no son recomendadas como fuente de fosfolípidos. • Establecer el rango de normalidad de ambas pruebas en cada laboratorio. Expresión de los resultados: se expresan en ratio: valor paciente/valor PPN. Variables preanalíticas Las plaquetas residuales en el plasma pueden acortar los tiempos de coagulación y enmascarar la presencia de AL, particularmente si el plasma estaba previamente congelado. Hay acuerdo común en que la sangre debe ser recogida en citrato sódico 0,109 mol/L. Además, es altamente recomendable que la muestra se someta a un proceso de doble centrifugación para conseguir un recuento plaquetario final menor a 10x109/L3-9. ISTH 2009 recomienda realizar una primera centrifugación de la muestra a 2000 g durante 15 minutos a temperatura ambiente, y posteriormente una segunda centrifugación durante 10 minutos a más de 2.500 g. El BSCH 2012 y el CLSI 2014 discrepan en realizar una segunda ultracentrifugación a más de 5.000 g porque se pueden generar micropartículas. Hoy día tampoco se recomienda la filtración con filtros de acetato de celulosa de 0,22 mm porque introducen variables como la pérdida de factor de von Willebrand y de otros factores de la coagulación. Otro tema son las pruebas iniciales utilizadas en estudio básico de coagulación dentro de la determinación del AL, y que incluyen el tiempo de protrombina, el tiempo de tromboplastina parcial activada (aPTT) y el tiempo de trombina. Estas pruebas son imprescindibles como etapa previa a la realización del test del AL para excluir coagulopatías no filiadas o descartar que el paciente esté recibiendo terapia anticoagulante. Por otro lado, el CLSI 2014 recomienda el empleo de rutina de un reactivo de aPTT insensible a AL en pacientes con aPTT prolongado, como prueba adicional, permitiendo de forma eficaz hacer un diagnóstico diferencial rápido entre una deficiencia real de factores de la coagulación y una deficiencia “simulada” por la presencia de un AL y, por tanto, sin repercusión clínica. Un ejemplo sería realizar un aPTT que emplee ácido elágico como activador de contacto10. Expresión de los resultados del AL • Ratio normalizada dRVVT: ratio escrutinio dRVVT/ratio confirmatorio dRVVT. • Ratio normalizada aPTT sensible: ratio escrutinio aPTT/ratio confirmatorio aPTT. • Establecer el rango de normalidad de ambas pruebas en cada laboratorio. Interpretación de los resultados • AL positivo: ratio normalizada superior al rango de referencia local del laboratorio. • AL negativo: ratio normalizada dentro del rango de referencia local del laboratorio. Informe de los resultados o conclusión del estudio • Presencia de AL: una o dos pruebas positivas. Confirmar en 12 semanas. • Ausencia de AL: las dos pruebas negativas. dRVVT, tiempo de veneno de víbora de Russell diluido; aPTT, tiempo de tromboplastina parcial activado; PPN: plasma de paciente normal. Figura 1. Panel de pruebas recomendadas en el diagnóstico del anticoagulante lúpico. 13 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Tests de escrutinio consideran que no hay suficiente evidencia para retirarlo del panel de escrutinio, ya que en ocasiones detecta anticuerpos no reactivos para el dRVVT ni para el aPTT. • Otros tests: el empleo de otros venenos de serpiente además del dRVVT no se recomienda por parte de la ISTH 2009. Se encuentran disponibles comercialmente la textarina, el reactivo para el tiempo de veneno de serpiente taipán (TVST) y el tiempo de ecarina (TE). CLSI 2014 menciona el tiempo de veneno de Vipera lebetina como posible alternativa al dRVVT. Qué tests de escrutinio se recomiendan Se ha recomendado que al menos se empleen dos métodos antes de clasificar una muestra como negativa para AL. Las tres guías recomiendan que uno de los test a utilizar sea el dRVVT ya que ha demostrado ser sensible a anticuerpos-β2-glicoproteína 1 y se correlaciona con el desarrollo de trombosis3,4,6. Otras sugerencias son: En resumen, la pareja dRVVT/aPTT es la estrategia diagnóstica más sensible para confirmar la detección/exclusión de AL en la mayoría de las muestras. • ISTH 2009 establece que el riesgo de resultados falsos positivos está aumentado si se realizan más de dos tests, y restringe la elección al dRVVT por su especificidad y al aPTT con baja concentración en fosfolípidos por su sensibilidad. No aconseja la realización de otros tests adicionales. Se recomienda un punto de corte que se encuentre entre el percentil 97,5-99, ya que individuos normales pueden formar parte de los valores extremos del test resultando falsos positivos. • BSCH 2012 indica que el dRVVT debe ser uno de los tests utilizados en el escrutinio de AL, siendo el otro test un aPTT sensible a AL (ALS-aPTT), un aPTT modificado o el tiempo de protrombina diluido (dPT). • CLSI 2014 recomienda el dRVVT y un ALS-aPTT como primera línea de análisis en el escrutinio, pero no excluye el empleo de otros tests durante el análisis inicial o en una segunda etapa. Estudios de mezclas Los estudios de mezclas son parte del diagnóstico del laboratorio del AL, aunque existe discrepancia en cuándo y en qué momento son necesarios realizarlos. Determinan la presencia de un inhibidor por la persistencia de un tiempo de coagulación anormal tras realizar una mezcla “plasma del paciente + pool de plasmas normales” (PPN) en una proporción 1:1. El tiempo de coagulación se corrige si es debido a una deficiencia de factor y permanece prolongado en presencia de un inhibidor. El PPN deberá ser preparado pobre en plaquetas. El AL generalmente prolonga inmediatamente el tiempo de coagulación en el estudio de mezclas, aunque un 10% pueden ser tiempo-dependiente12. Hay diferencia entre las tres guías en la descripción de los reactivos de aPTT utilizados en esta etapa. ISTH 2009 es la única que especifica la dilución de fosfolípidos, mientras que el modo de expresar los reactivos de las otras dos guías incluye reactivos aPTT sin fosfolípidos o reconocidos como ALS-aPTT. Existe riesgo de pérdida de AL débiles con esta técnica si los fosfolípidos están muy concentrados. • ISTH 2009 propone realizar el test de mezclas inmediatamente después de encontrar un test de escrutinio alargado. El test de confirmación solo se llevará a cabo si se documenta un inhibidor en el estudio de mezclas. El test de mezclas es sugestivo de AL si el tiempo de coagulación de la mezcla es más largo que el valor del punto de corte local o si el índice del anticoagulante circulante (ICA) es más largo que el valor del punto de corte local. Estas mismas recomendaciones las hace CLSI 2014. • BSCH 2012 refiere que el test de mezclas mejora la especificidad pero introduce un factor de dilución que puede hacer que los AL débiles aparezcan como negativos. Establece que en ausencia de otras causas de tiempo de coagulación prolongado, las muestras con test de mezclas negativo, pero test de escrutinio y confirmatorio positivo en plasma, se considerarán AL positivo. • CLSI 2014 cambia el orden del panel de tests iniciales. Aconseja realizar primero el test de escrutinio y confirmatorio, y solo realizar el test de mezclas si los tests anteriores presentan limitaciones analíticas que puedan dar lugar a resultados falsos negativos. Otros tests BSCH 2012 y CLSI 2014 proponen otros tests además del dRVVT y del aPTT para poder detectar anticuerpos clínicamente significativos que no se detecten con las pruebas anteriores. • Tiempo de coagulación con caolín (KCT): era uno de los tests más sensibles por su baja concentración en fosfolípidos. Sin embargo ISTH 2009 no lo recomienda por su baja reproductibilidad y las dificultades técnicas en la realización de la prueba. CLSI 2014 considera que si se realiza por personas con experiencia puede ser un test a considerar. Una limitación importante del KCT es la falta de disponibilidad del análisis de confirmación, por lo que la especificidad disminuye al no poderse evidenciar la dependencia a fosfolípidos11. • Tiempo de coagulación con sílice (SCT): es similar al test de KCT con la ventaja de que es compatible con los analizadores automáticos, empleando la detección del coágulo foto-óptico, por lo que se resuelven los problemas de reproductibilidad que presentaba previamente KCT. El SCT está disponible como test integrado, con alta y baja concentración de fosfolípidos, por lo que es una buena herramienta diagnóstica para usarlo con el sistema dRVVT. • Tiempo de protrombina diluido (dPT): no lo apoya la ISTH por la variabilidad en los reactivos de tromboplastina. BCSH y CLSI En la reunión del 14th International Congress on Antiphospholipid Antibodies Task Force celebrada en Río de Janeiro uno de los puntos a debatir fue cuándo realizar el test de mezclas. Las conclusiones se resumen en la Figura 213. Test de confirmación Las tres guías están de acuerdo en que el test de confirmación usado para demostrar la dependencia de fosfolípidos debe basarse en un test de escrutinio anormal. 14 Ponencias ISTH 2009 indica que el test de confirmación se debe realizar aumentando la concentración de fosfolípidos con la fase de fosfolípidos bicapa o hexagonal. BSCH 2012 sugiere emplear una alta concentración de fosfolípidos sin especificar el tipo y con neutralización de plaquetas (PNP) o un reactivo insensible a AL. ISTH y BCSH recomiendan realizar un cálculo para demostrar o excluir la dependencia a fosfolípidos. ISTH 2009 recomienda la aplicación del percentil 99 como punto de corte, lo cual equivale a la media del IR ± 2,3 DS para los datos en una distribución normal, lo que disminuye los resultados falsos positivos, incrementando la especificidad, a expensas de reducir la sensibilidad. BSCH 2012 se centra en la infraestimación obtenida en el IR generado con muestras pequeñas, y cita la opción de validar los puntos de corte previamente establecidos en pequeños números de donantes normales (20-60 donantes). Aunque esta herramienta estadística no es perfecta, CLSI 2014 mantiene la media del RI ± 2 DE como una propuesta válida para el diagnóstico de laboratorio, así como el uso del percentil 97,5, ya que genera menos falsos negativos que si se considera el percentil 99. Generalmente, cada reactivo aporta su punto de corte preestablecido por la casa comercial, que puede servir de base para establecer el punto de corte en cada laboratorio en función de sus métodos y reactivos utilizados7,8. % de corrección del ratio = Escrutinio ratio – Confirmatorio ratio x 100 Escrutinio ratio CLSI 2014 plantea alternativas de expresión de los resultados del test en función de la prueba. En concreto recomienda realizar una ratio normalizada para dRVVT, SCT y dPT cuando se utilicen juntos escrutinio y confirmatorio. El BCSH también plantea como alternativa utilizar la ratio nomalizada para el dRVVT. Normalización de la ratio escrutinio: confirmatorio = Confirmatorio ratio Escrutinio ratio Diagnóstico del anticoagulante lúpico en pacientes anticoagulados Tests integrados Con frecuencia el test del AL se solicita en pacientes anticoagulados, y muchas veces este hecho se desconoce cuando llega la petición de la prueba al laboratorio, por lo que es necesario contemplar unas recomendaciones en este tipo de pacientes. Las tres guías están de acuerdo que la determinación del AL en pacientes que reciben antagonistas de la vitamina K (AVK) y dosis terapéuticas de heparina no fraccionada (HNF) debería ser pospuesta hasta que se suspenda la anticoagulación durante un periodo de tiempo apropiado3,5,6. Incluyen el test de escrutinio y el confirmatorio (por ejemplo con alta y baja concentración de fosfolípidos) de forma simultánea en cada paciente y directamente calculando el porcentaje de corrección en forma de ratio, independientemente de si el escrutinio es positivo. Una ventaja de estos tests es que hay mayor posibilidad de detectar AL débiles, ya que de forma basal el tiempo de coagulación puede estar alargado, pero no lo suficiente como para superar el punto de corte, mientras que la discrepancia entre escrutinio y confirmatorio puede poner de manifiesto el anticuerpo. Antagonistas de la vitamina K (AVK) Intervalos de referencia/puntos de corte ISTH 2009 indica que dRVVT y aPTT pueden realizarse si el INR es menor de 1,5. Si el INR se encuentra entre 1,5-3,0 se puede realizar en una mezcla 1:1 con PPN, teniendo en cuenta el efecto de la dilución. Los tests integrados y los que empleen el dRVVT “insensibles a AVK” no están recomendados porque todavía no se ha confirmado su validez y requieren estudios adicionales. BSCH 2012 y CLSI 2014 proponen realizar el test de escrutinio y confirmatorio en mezclas 1:1 con PPN pero no restringen esta práctica a INR menores o iguales a 3. Sin embargo, los resultados con INR mayores de 3 hay que tomarlos con cautela. BSCH 2012 establece que un escrutinio positivo en la mezcla puede tomarse como base para sospechar un inhibidor, y el corfirmatorio puede demostrar una dependencia a fosfolípidos. Ambos documentos establecen un punto importante, que el test de mezclas negativo no excluye la presencia de AL por el efecto de dilución. Los ensayos en plasma sin diluir pueden dar lugar a falsos positivos o falsos negativos por lo que no se recomiendan11,14-16. Sugieren que en pacientes con AVK podrían ser útiles el TVST junto con el TE como tests de escrutinio y el test de neutralización plaquetaria como test de confirmación. La variabilidad de reactivos precisa un intervalo de referencia (IR) para la interpretación de los resultados. Históricamente se ha considerado la media del IR de poblaciones de donantes normales ±2 desviaciones estándar (DS). En una distribución de Gauss genera un punto de corte en el percentil 97,5 para determinar la positividad, por lo que un 2,5% de pacientes con valores normales se encontrarían en valores extremos y obtendrían un resultado falso positivo. Heparinas ISTH 2009 y CLSI 2014 transmiten la necesidad de precaución cuando se interpreten resultados en pacientes que reciben HNF. BSCH 2012 especifica que el test no debe realizarse si el paciente recibe dosis Figura 2. Algoritmo para realizar el test de mezclas. Basado en las recomendaciones del 14th International Congress on Antiphospholipid Antibodies Task Force13. 15 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Conclusión terapéuticas ya que puede ser causa de resultados erróneos. CLSI 2014 analiza qué reactivos neutralizadores de heparina (como los encontrados en muchos reactivos comerciales de dRVVT) se podrían añadir previamente al plasma. Estos reactivos neutralizadores de heparina pueden mitigar el efecto hasta un nivel determinado, normalmente entre 0,8-1,0 U/mL, lo que se deberá tener en cuenta en la interpretación del resultado. Los análisis de AL con HBPM se afectan mucho menos, particularmente con los reactivos de dRVVT. En cualquier caso, los reactivos neutralizadores de heparina suelen ser capaces de neutralizar las dosis profilácticas14. Las semejanzas y puntos de controversia entre las tres guías comentadas (Tabla 4) muestran que aún faltan aspectos por unificar para llegar a un consenso y prácticas comunes en los diferentes laboratorios de hemostasia. Parece que hay unanimidad en que la pareja de pruebas dRVVT y aPTT constituye una estrategia diagnóstica sensible y específica que no ha sido superada por otras técnicas alternativas. Es tema de debate, como se ha planteado, el lugar que ocupa dentro de las estrategias diagnósticas del AL el test de mezclas, así como el papel de otros tests adicionales. En relación con la determinación del AL en pacientes en tratamiento anticoagulantes, el AL podría ser medido en pacientes en tratamiento con AVK en plasma diluido 1:1 para aumentar la sensibilidad de la técnica, teniendo en cuenta las limitaciones. En plasmas que contengan anticoagulantes orales de acción directa no es posible la determinación de AL con los ensayos habituales. Es importante que los laboratorios de hemostasia conozcamos las recomendaciones publicadas por las diferentes sociedades y comités internacionales, y seamos críticos con la determinación del AL en nuestro laboratorio. La adherencia a programas de calidad externa e interna puede ayudar a identificar problemas y ayudar a establecer mejoras en el diagnóstico de laboratorio de AL. Anticoagulantes orales de acción directa Solo las guías de CLSI 2014 dan detalle de las potenciales interferencias de estos anticoagulantes. Los inhibidores directos de la trombina (IDT) como el dabigatrán interfieren con todos los análisis de AL e introducen un elevado riesgo de resultados falsos positivos. A diferencia de la situación con los AVK, donde existe una deficiencia adquirida de los factores de coagulación que puede ser corregida con el test de mezclas y revelar el AL, los tests de mezclas no corrigen el efecto de los IDT o de los inhibidores directos del Xa ya que no hay una deficiencia del factor subyacente. Los inhibidores del factor Xa, rivaroxabán o apixabán, interfieren más con el dRVVT que con el aPTT, teniendo un efecto variable dosis-reactivo dependiente en los análisis basados en el tiempo de protrombina. Un estudio reciente ha demostrado que TVST junto con ET es un test sensible para detectar AL en pacientes que reciben terapia con rivaroxabán, porque ambas fracciones del veneno son activadores de protrombina y no se ven afectados por la inhibición del factor Xa por el rivaroxabán14. Bibliografía 1. Willis R, Harris EN, Pierangeli SS. Current international initiatives in antiphospholipid antibody testing. Semin Thomb Hemost. 2012;38(4):360-74. 2. Adams M. Measurement of lupus anticoagulants: an update on quality in laboratory testing. Semin Thromb Hemost. 2013;39(3):267-71. Tabla 4. Resumen de las diferencias entre las guías ISTH, BCSH, CLSI para la detección del anticoagulante lúpico Área de recomendación Preparación de la muestra Ensayos de uso Orden del test Derivación de ratio IR/punto de corte Cálculo dependencia fosfolípidos Test mezclas Test pacientes con AVK Test pacientes HNF ISTH 2009 BCSH 2012 CLSI 2014 Doble centrifugación Doble centrifugación Doble centrifugación dRVVT + aPTT dRVVT + aPTT+ otros dRVVT + aPTT y/u otros Escrutinio-mezcla-confirmatorio Escrutinio-mezcla-confirmatorio Escrutinio-confirmatorio-mezcla PPN denominador PPN denominador Media IR denominador Percentil 99 Percentil 97,5 si gaussiano Percentil 97,5 si gaussiano % corrección de escrutinio por confirmatorio o AL ratio (escrutinio/ confirmatorio) % corrección de escrutinio por confirmatorio o AL ratio (escrutinio/ confirmatorio) % corrección de escrutinio por confirmatorio o AL ratio (escrutinio/ confirmatorio) Mezcla 1:1 con PPN; interpretar con ICA o punto de corte específico Mezcla 1:1 con PPN Mezcla 1:1 con PPN; interpretar con ICA o punto de corte específico Plasma concentrado si INR<1,5; mezcla con PPN si INR>1,5 <3,0 Escrutinio y confirmatorio en mezcla 1:1 con PPN; TVST + TE o PNP Escrutinio y confirmatorio en mezcla 1:1 con PPN; TVST + TE o PNP Precaución en la interpretación No recomendado Puede detectar AL en algunos casos donde es efectivo el neutralizador de heparina aPTT, tiempo de tromboplastina parcial activada; BSCH, British Committee for Standards in Haematology; CLSI, Clinical and Laboratory Standards Institute; dRVVT, tiempo de veneno de víbora de Russell; TE, tiempo de ecarina; ICA: índice de anticoagulante circulante; INR, ratio normalizada internacional; ISTH, International Society of Thrombosis and Haemostasis; AL, anticoagulante lúpico; PPN, pool de plasma normal; PNP, procedimiento con neutralización de plaquetas; IR, intervalo de referencia; TVST, tiempo de veneno de serpiente taipán; HNF, heparina no fraccionada; AVK, antagonistas de la vitamina K. Fuente: Modificado de Moore GW9. 16 Ponencias 3. Pengo V, Tripodi A, Reber G, et al; Subcommittee on Lupus Anticoagulant/Antiphospholipid Antibody of the Scientific and Standarisation Committee of the International Society on Thrombosis and Haemostasis. Update of the guidelines for lupus anticoagulant detection. J Thromb Haemost. 2009;7(10):1737-40. 4. Pengo V. ISTH guidelines on Lupus Anticoagulant testing. Thromb Res. 2012;130:S76-S77. 5. Keeling D, Mackie I, Moore GW, Greer IA, Greaves M; British Committee for Standards in Haematology. Guidelines on the investigation and management of antiphospholipid syndrome. Br J Haematol. 2012;57(1):47-58. 6. CLSI. Laboratory Testing for the Lupus Anticoagulant; Approved Guideline. CLSI document H60-A. Wayne, PA. Clinical and Laboratory Standards Institute; 2014. 7. Moore GW, Brown KL, Bromidge ES, Drew AJ, Ledford-Kraemer MR. Lupus anticoagulant detection: out of control? Int J Lab Hematol. 2013;35(2):128-36. 8. Moore GW. Commonalities and contrasts in recent guidelines for lupus anticoagulant detection. Int J Lab Hematol. 2014;36(3):364-73. 9. Moore GW. Recent guidelines and recommendations for laboratory detection of lupus anticoagulants. Semin Thromb Hemost .2014;40(2)163-71. 10. Kumano O, Ieko M, Naito S, Yoshida M, Takahashi N. APTT reagent with ellagic acid as activator shows adequate lupus anticoagulant sensitivity in comparison to silica-based reagent. J Thromb Hemost. 2012;10(11):2338-43 11. Lawrie AS, Mackie IJ, Purdy G, Machin SJ. The sensitivity and specificity of commer- cial reagents for the detection of lupus anti- coagulant show marked differences in performance between photo-optical and mechanical coagulometers. Thromb Haemost.1999;81:758-62. 12. Devreese KMJ. Antiphospholipid antibody testing and standardization. Int J Lab Hematol. 2014;36(3):352-63. 13. Bertolaccini ML, Amengual O, Andreoli L, Atsumi T, Chighizola CB, Forastiero R, et al. 14th International Congress on Antiphospholipid Antibodies Task Force. Report on antiphospholipid syndrome laboratory diagnostics and trends. Autoimmunity reviews. Elsevier B.V.; 2014 May 10. 14. Martinuzzo ME, Barrera LH, D ‘adamo MA, Otaso JC, Gimenez MI, Oyhamburu J. Frequent false-positive results of lupus anticoagulant tests in plasmas of patients receiving the new oral anticoagulants and enoxaparin. Int J Lab Hematol. 2014;36(2):144-50. 15. Greaves M, Cohen H, Machin SJ, Mackie I. Guidelines on the investigation and management of the antiphospholipid syndrome. Br J Haematol. 2000;109:704-15. 16. Kershaw G, Suresh S, Orellana D, Nguy YM. Laboratory identification of lupus anti- coagulants. Semin Thromb Hemost. 2012;38:375-84. 17. Moore GW. 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Algunas de estas sustancias son agonistas plaquetarios secundarios que amplifican la activación de las plaquetas que los liberan e interaccionan con otras plaquetas y células del entorno induciendo el reclutamiento o agregación plaquetaria1,2. Concomitantemente, el daño al endotelio induce la exposición en el mismo de factor tisular (FT), una glucoproteína integral de membrana que se localiza en algunas células de la pared vascular, como en los fibroblastos y en las células del músculo liso. La unión de FT al FVIIa, que se encuentra en pequeña cantidad en el plasma, inicia la generación de trombina, otro potente inductor de la activación plaquetaria, que potencia y refuerza la activación y el reclutamiento de las plaquetas inducido por el colágeno y promueve la formación de fibrina que estabiliza el trombo3. Las plaquetas participan también en la etapa final de consolidación del trombo por su papel en la retracción del coágulo, que está mediada por la unión del fibrinógeno al receptor GPIIbIIIa y a las proteínas contráctiles del citoesqueleto4,5. Las distintas manifestaciones funcionales de la respuesta plaquetaria al estímulo requieren la coordinación y el control de múltiples mecanismos de señalización que conducen a la respuesta funcional apropiada de las plaquetas (secreción, agregación), las proteínas G, el metabolismo del fosfatidil inositol, la síntesis de eicosanoides, los movimientos de calcio y las distintas vías de fosforilación de proteínas en las plaquetas6, aunque las conexiones entre los distintos mecanismos de señalización no están todavía totalmente esclarecidas. En la formación del tapón hemostático la alteración de alguna de estas funciones plaquetarias puede producir una sintomatología hemorrágica cuya gravedad depende del mecanismo afectado. Por el contrario, la activación plaquetaria excesiva o en lugares no deseados puede conducir a procesos trombóticos. Las plaquetas son células anucleadas que tienen un papel crucial en la hemostasia, donde contribuyen a la formación del tapón hemostático y a su estabilización. En la actualidad también se reconoce su participación en otros procesos importantes en la fisiopatología, entre los que se encuentran: la trombosis, la aterosclerosis, los mecanismos de defensa innata, o la inflamación, y están relacionadas con la progresión y metástasis en el cáncer. Esta diversidad de funciones se debe a varios factores: a) el gran número de receptores que expresan en su membrana, que pueden modular su respuesta a múltiples estímulos; b) su capacidad de adherirse e interaccionar con diferentes tipos de células como neutrófilos, monocitos, eritrocitos y células endoteliales, y c) la capacidad de las plaquetas de liberar, de una manera coordinada, un gran número de componentes contenidos en sus gránulos citoplasmáticos o producidos metabólicamente en el curso de su activación, que poseen diversas actividades biológicas. Estas sustancias liberadas, al interaccionar con las células de su entorno y/o con los factores plasmáticos de la coagulación, contribuyen al desarrollo de patologías con componente inflamatorio y trombótico. Todo ello está despertando un creciente interés en el desarrollo de diversas técnicas de medida de la función plaquetaria concebidas para controlar y estandarizar un aspecto específico de la reactividad plaquetaria. Los estudios de función plaquetaria en el laboratorio han estado tradicionalmente orientados a la detección y caracterización de trombocitopatias congénitas o adquiridas que pueden cursar con diátesis hemorrágica. Sin embargo, en los últimos años la utilización de tests clásicos o de nuevo desarrollo se ha incrementado de manera importante con los estudios orientados a monitorizar la eficacia de la terapia antiplaquetaria con el objeto de identificar a pacientes con riesgo a padecer un nuevo accidente vascular o un problema de sangrado. Las técnicas de la función plaquetaria también se han propuesto como ayuda perioperatoria en la predicción del sangrado y para monitorizar la eficacia de varias terapias prohemostáticas. Nuestro objetivo es revisar las técnicas actuales de medida de la función plaquetaria de uso clínico, sus ventajas y desventajas, así como la posible aplicación de nuevas tecnologías que, aunque se realizan en laboratorios especializados, pueden ayudar en el estudio de pacientes que padezcan de problemas de sangrado o enfermedades tromboinflamatorias. Técnicas de medida de la función plaquetaria En los estudios de la función plaquetaria, el control adecuado de las condiciones preanalíticas de la muestra a estudiar es muy importante para obtener resultados exactos y reproducibles, ya que actualmente no existen controles de calidad internos o externos que ayuden a estandarizar los resultados entre diferentes laboratorios. En la mayoría de los estudios, como la agregometría, los análisis se realizan en sangre fresca dentro de las cuatro horas siguientes a la extracción de la muestra, por lo que los laboratorios tienen que establecer a partir de sujetos “sanos” sus propios rangos de normalidad. Por ello la industria está tratando de automatizar diversos enfoques experimentales que permitan estudiar la función plaquetaria con mayor facilidad. Esto permite su aplicación en estudios clínico-epidemiológicos más amplios. La automatización favorece la estandarización y la posibilidad de comparar resultados Las plaquetas en la formación del tapón hemostático: respuestas funcionales La formación del tapón hemostático se inicia tras la rotura de un vaso al exponerse a la sangre circulante sus estructuras subendoteliales. Sobre este vaso dañado las plaquetas se adhieren al factor von Willebrand y al colágeno expuesto, que inicia la activación. A su vez, las plaquetas activadas liberan sustancias contenidas en sus gránulos (nucleótidos 18 Ponencias por parte de la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH)10,11. Este debería ser un objetivo principal, que permita reducir la variabilidad entre laboratorios y aproximar las interpretaciones de los resultados. La aportación de esta técnica a los conocimientos de la biología y bioquímica de las plaquetas y su utilidad para la detección de trombocitopatías es inestimable12,13. En el contexto de la monitorización de los fármacos antiplaquetarios, la agregación inducida por ácido araquidónico es muy informativa sobre el efecto de la aspirina en las plaquetas, ya que esta se produce por el TXA2 formado. No obstante, hay que tener en cuenta que a la respuesta agregatoria final del araquidónico también contribuye el ADP liberado de los gránulos liberados de las plaquetas activadas, por lo que su especificidad para monitorizar el efecto de la aspirina es menor que la cuantificación directa de la síntesis de TXA2 por métodos bioquímicos, a la que nos referiremos más adelante. Asimismo, la agregación en PRP con concentraciones de ADP (5-20 mM) es indicativa del efecto de los antagonistas del receptor P2Y12 (clopidogrel, pasugrel, ticagrelor) y del efecto de bloqueantes de GPIIbIIIa (abciximab, tirofiban, eptifibatide). Para esto último, una alta concentración del mimético de trombina (TRAP) es también de utilidad14,15. Una modificación del agregómetro tradicional es el lumiagregómetro, el cual es capaz de determinar la liberación de ATP de los gránulos en paralelo con la agregación, de forma que sería preferible su empleo en pacientes en los que se sospeche un defecto relacionado con la liberación de gránulos densos. entre laboratorios, uno de los problemas de los estudios manuales de la función plaquetaria. Tiempo de hemorragia Consiste en realizar una pequeña incisión y determinar el tiempo que tarda en detenerse la hemorragia, el cual depende casi exclusivamente de la adhesión y agregación plaquetarias. Es la técnica más global de estudio de función plaquetaria, y la única que se realiza in vivo. Además de ser crítica la habilidad de la persona que la realice, también variables del paciente como sexo, edad, número de plaquetas, hematocrito, espesor o temperatura de la piel afectan al resultado7. Se han realizado intentos de disminuir la variabilidad de la técnica debida a diferencias en la incisión con el sistema Simplate II. Detecta el efecto de distintos fármacos antiplaquetarios o defectos plaquetarios7,8, aunque el elevado coeficiente de variación de la técnica, la pobre sensibilidad y el tratarse de una técnica invasiva han llevado a su progresivo abandono. Agregometría óptica La agregometría óptica continúa siendo el estándar para el estudio de la función plaquetaria. La técnica mide el paso de luz a través de un plasma rico en plaquetas (PRP) frente a un plasma pobre en plaquetas (PP, control). Tras la adición de un agonista plaquetario las plaquetas cambian de forma, lo que se traduce en una disminución en la luz transmitida. Si la muestra está agitada y están presentes fibrinógeno o factor von Willebrand las plaquetas agregarán, lo que se traducirá en un incremento de la luz transmitida9. Además de la intensidad máxima de la agregación, también se puede obtener información valiosa de otros parámetros como el tiempo de latencia hasta que se inicia la agregación, la velocidad de agregación (pendiente de la curva) o el porcentaje de desagregación. La clave de la agregometría es el empleo de los agonistas adecuados y en las concentraciones correctas. La agregación plaquetaria puede ser inducida por una gran variedad de agonistas plaquetarios tanto fisiológicos (ADP, colágeno, trombina, ácido araquidónico, epinefrina, PAF, serotonina, etc.) como no fisiológicos (el análogo del TXA2 U46619, ionóforos de calcio, forbol miristato acetato [PMA], thrombin receptor agonista peptide [TRAP-6], etc.). Además, la aglutinación de las plaquetas puede lograrse empleando ristocitina o botrocitina7. Como hemos comentado, existen una serie de variables preanalíticas que afectan a la calidad de los resultados obtenidos de una agregometría, como son la correcta extracción de la muestra, la temperatura, el tiempo tras la extracción o el ajuste o no del número de plaquetas para el ensayo. Un factor clave en el estudio de la agregación es la elección del anticoagulante empleado, ya que podemos encontrar resultados distintos, relacionado con las distintas concentraciones de calcio que se obtienen en cada caso. Este problema se puede evitar utilizando anticoagulantes que no secuestren el calcio como son los inhibidores directos de la trombina como la hirudina, lipuridina o D-phenylalanyl-L-prolyl-larginina (PPACK)7. Una limitación de la agregometría óptica es que el ensayo se realiza en ausencia de otras células sanguíneas y a una velocidad de cizalladura baja. Además, su empleo está limitado en el caso de pacientes con trombocitopenia o en plasmas lipémicos. Se están realizando intentos de estandarizar la agregometría óptica, tanto en los parámetros preanalíticos como los propios del análisis El método Optimul Estudia la agregación de las plaquetas en un una placa (Greiner BioOne; Stonehouse, Gloucestershire UK) de 96 pocillos recubiertos con gelatina para impedir la activación de las plaquetas. Los agonistas se añaden a los pocillos y se liofilizan. El PRP o el PP se añaden con una pipeta multicanal en los pocillos apropiados colocándose sobre un agitador a 37° C y se mantiene durante 5 minutos a 1.200 revoluciones por minuto; la lectura final se realiza por absorbancia a una longitud de onda de 595 nm. La agregación se expresa como el porcentaje máximo en la trasmisión de luz entre el PRP y PPP en respuesta al agonista. Las ventajas de la técnica es que permite el estudio de un panel amplio de agonistas y múltiples muestras al mismo tiempo. Dada la semejanza con la agregación plaquetaria las limitaciones de esta técnica serán similares entre sí. La técnica se encuentra en nivel experimental y la experiencia en la clínica es reducida16. Agregometría de impedancia El sistema consiste en la variación en la resistencia que se produce al depositarse las plaquetas sobre un electrodo introducido en PRP o sangre total7. Presenta la ventaja sobre la agregometría óptica de que la función plaquetaria se ensaya en sangre total sin manipular, lo que evita la pérdida de subpoblaciones plaquetarias o la activación plaquetaria por la centrifugación. Además utiliza pequeños volúmenes de sangre. No obstante, para aumentar la sensibilidad, la sangre se diluye 1:1 con solución salina, lo que se asocia con dilución de proteínas plasmáticas y componentes celulares de la sangre. La agregometría de impedancia se ve afectada por las mismas variables que la agregación óptica, como el anticoagulante, el tiempo de extracción, el número de 19 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia plaquetas y en este caso del hematocrito, etc. Cuando se compara con la agregometría óptica se observa que el coeficiente de variación entre pacientes obtenido por esta técnica es mayor que el observado con la agregometría óptica, existiendo una correlación baja entre ambas. Ambas técnicas necesitan personal con experiencia. El sistema se ha empleado para detectar defectos en la función plaquetaria y monitorizar los tratamientos antiplaquetarios. Una actualización facilitada de esta técnica es el Multiplate® (H. Hoffmann-La Roche Ltd., Basel, Switzerland) que permite el uso de cubetas con electrodos desechables, y que empleando diferentes combinaciones de agonistas permite detectar disfunciones plaquetarias y monitorizar los fármacos antiplaquetarios7,14. Por otra parte, la agregación en sangre total asociada a un lumiagregómetro es capaz de identificar defectos de liberación de las plaquetas7. fisiológico. Para ello se realiza un doble contaje de plaquetas en sangre total en un tubo anticoagulado con EDTA (para evitar la agregación) y en otro tubo anticoagulado con citrato, en presencia de un agonista plaquetario. La diferencia de contaje de plaquetas entre los dos tubos daría el porcentaje de agregación7,14. Aunque el sistema se ha empleado para la detección del efecto antiplaquetario de aspirina y clopidogrel20, son necesarios más estudios para demostrar su utilidad clínica. La principal ventaja de este método es que es fácil de realizar y puede ser utilizado ampliamente en laboratorios clínicos ya que solo se necesita un contador de células. Los factores que afectan a la técnica no se conocen a pesar de las ventajas, ya que los laboratorios prefieren sus propias versiones del método. PFA-100® Valora la cinética de generación de fibrina, firmeza del coágulo y efecto de la fibrinólisis21. Existen varios equipos semiautomáticos point-of care, entre ellos el Thromboelastography Platelet Mapping® (Hemoscope Corp) y el HemoStatus Test® (Medtronics Blood Management), que permiten analizar, en sangre total, estas cinéticas gráficamente, lo que ayuda a una rápida interpretación del resultado. Una modificación de la técnica –en la que se añade heparina para evitar la generación de trombina y se inicia por la adición de un agonista plaquetario como ADP o ácido araquidónico– puede permitir monitorizar el efecto de los tratamientos plaquetarios22, aunque este tema está actualmente en discusión, al igual que su papel en el diagnóstico de los desórdenes hereditarios de sangrado23. Tromboeslastografía El PFA-100 es un aparato ampliamente utilizado en laboratorios clínicos y de investigación que emula in vitro el tiempo de sangría. El sistema detecta el tiempo que tarda en cerrarse un poro realizado en una membrana recubierta de colágeno+ADP (CADP) o colágeno+epinefrina (CEPI) al hacer pasar sangre citratada a un elevado flujo17,18. La prueba finaliza cuando se ocluye el flujo, o al superar los 300 segundos. Ofrece una mejor estandarización que el tiempo de sangría, aunque también está afectada por factores como el anticoagulante, la obtención de la muestra, el tiempo entre la extracción y la prueba, el número de plaquetas, hematocrito, FVW, etc.8. Actualmente se ha desarrollado un cartucho que permite medir el efecto de los bloqueantes de P2Y12 denominado INNOVANCE PFA P2Y12. El cartucho contiene una apertura más pequeña que los anteriores de 100 mm y la membrana está recubierta por una combinación de ADP prostaglandina E1 suplementada con calcio7. Recientemente se ha publicado que su utilización es útil para detectar trombocitopatias severas y moderadas del receptor P2Y1219. Citometría de flujo Es con toda probabilidad una de las técnicas con más potencial para el estudio de las plaquetas, debido a su enorme versatilidad y al volumen extremadamente reducido de muestra que requiere comparado con otras técnicas. La citometría de flujo permite la detección simultánea de múltiples características (tamaño, forma y fluorescencia de un marcador) en un elevado número de células individuales. Permite medir tanto el nivel de activación de las plaquetas circulantes como su reactividad al ser expuestas a un agonista. La aplicación más extendida de la citometría de flujo para el estudio de la función plaquetaria es la detección de epítopos en la superficie de la plaqueta, como P-selectina (CD62, marcador de liberación de gránulos α) y CD63, asociada a la liberación de gránulos densos y lisosomas14, la conformación activa de la integrina αIIbβ3 (PAC-1)24 o de su bloqueo por tratamiento anti-αIIbβ3, la exposición de fosfatidilserina mediante su unión a anexina V y la unión de factores de la coagulación utilizando factores de la coagulación marcados directamente o la combinación del factor y el anticuerpo específico25. Un ejemplo de estas aplicaciones es la detección del nivel de fosforilación de la proteína intracelular VASP en plaquetas; para ello se mide la proteína fosforilada VASP en presencia de PGE1 y tras la adición de PGE1 y ADP26. Esta técnica permite determinar el nivel de bloqueo del receptor P2Y12 por los fármacos antagonistas de este receptor27 y ayuda en el diagnóstico de trombocitopatias severas y disfuncionales del receptor P2Y12, pero es menos sensible en la detección de pacientes P2Y12 heterocigotos28. También se ha empleado la citometría de flujo para monitorizar la terapia con aspirina, empleando el ácido araquidónico como agonista29. Un campo de aplicación de la citometría es el estudio de los mecanismos de transmisión de VerifyNow® El sistema mide la capacidad de las plaquetas para aglutinar bolitas recubiertas de fibrinógeno en sangre total, cuando se estimulan con agonistas específicos de la función plaquetaria. Frente a la agregometría óptica en PRP, presenta las ventajas del menor volumen de sangre empleado y la completa automatización del proceso. Permite monitorizar el efecto de la aspirina y los bloqueantes de P2Y12 y αIIbβ314 empleando diversos cartuchos. En el caso de la aspirina el agonista utilizado es el ácido araquidónico, mientras que la combinación de ADP y prostaglandina E1 se utiliza para estudiar el efecto de las bloqueantes de P2Y12, y el TRAP se utiliza para monitorizar los fármacos anti-aIIbβ3. Cuando se compara con la agregometría óptica en PRP, los resultados no son unívocos, pero presenta las ventajas del menor volumen de sangre empleado y la completa automatización del proceso. Los factores que pueden influenciar los resultados incluyen el tiempo desde la obtención de la muestra y los niveles de triglicéridos y de fibrinógeno en sangre7. Plateletworks® El método consiste en la detección cuantitativa de agregados plaquetarios en sangre total circulante ex vivo o inducidos por un agonista 20 Ponencias Medida del “Sheddome plaquetario” señales que implican fosforilación de proteínas, mediante el empleo de anticuerpos específicos de la forma fosforilada. Otros mecanismos de transmisión de señales en los que se puede emplear la citometría de flujo son los movimientos de calcio citoplasmático, los procesos oxidativos, los cambios de pH, el flujo de iones, etc.30. También se ha empleado la citometría de flujo para la detección de plaquetas reticuladas31, la determinación del contenido en gránulos densos empleando mepacrina7, la formación de agregados plaquetarios32 o la detección de uniones heterotípicas plaqueta-leucocito o plaqueta-monocito, las cuales son un marcador de activación plaquetaria. Por último, un campo que actualmente suscita gran interés es la detección de micropartículas de origen plaquetario, ya que se ha descrito su implicación en varias patologías vasculares33. Un problema subyacente a las técnicas citométricas es que requieren un equipamiento caro y personal especializado y estandarización. Una ventaja importante de esta técnica es que permite medir la activación plaquetaria en los pacientes con trombopenia. Durante los últimos años se está demostrando que por acción de las proteinasas ADAM17 o ADAM10 se produce una rotura proteolítica de diferentes receptores de la membrana plaquetaria, entre los cuales se encuentran la GPIb, soluble CD62P, soluble CD40L, GPVI y CD3612. La medida de estas proteínas circulantes in vivo está emergiendo como un nuevo mecanismo que pueda reflejar la función de las plaquetas. Su determinación se debe realizar en plasma, ya que en suero la liberación de estos receptores se produciría por la activación plaquetaria al coagularse la sangre. Aunque muchas de estos marcadores pueden utilizarse como medida de la activación plaquetaria in vivo su implicación clínica es poco conocida. Metabolitos de la ciclooxigenación del ácido araquidónico Calcio citosólico La estimulación plaquetaria aumenta, como hemos comentado, la concentración de calcio citosólico y la activación de la fosfolipasa A2 citosólica (cPLA2). Estos procesos se regulan por la actividad de las serina/treonina fosfatasas PP1/PP2A34. La cPLA2 activada libera el ácido araquidónico de los fosfolípidos, que posteriormente se metaboliza por la vía lipooxigenasa para formar el hidroxiácido 12-HETE y por la ciclooxigenasa-1 (COX‑1) para sintetizar endoperóxidos cíclicos PGG2/PGH2, que por la acción de la tromboxano sintetasa formarán tromboxano A2. También se forman pequeñas cantidades de otras prostaglandinas y otros eicosanoides. El TXA2 es un mediador lipídico de vida media corta (30 segundos), por lo que su medida en muestras biológicas no es fácil; sin embargo, los metabolitos estables del TXA2 se pueden medir en sangre y orina. Los más comunes son el TXB2 y el 11-dehydro-TXB2. . El TXB2 tiene una vida media en circulación de 7 minutos y es convertido en 11-dehydro-TX, que posee una vida media de 60 minutos. La determinación del TXB2 en las plaquetas es, en nuestra opinión, la medida más específica para controlar el efecto farmacológico de la aspirina. Puede realizarse en suero (en condiciones específicas de incubación inmediata a 37° C) o en sangre total citratada estimulada con ácido araquidónico o colágeno. También se han determinado los metabolitos del TXA2 en la orina. No obstante, en la orina la presencia de metabolitos del TXA2 puede tener su origen no solo en las plaquetas, sino también en otras células (riñón, leucocitos, etc.). La determinación del TXA2 en sangre citratada estimulada con ácido araquidónico o colágeno es la más específica para determinar el efecto de la aspirina, sobre todo con este último agonista, ya que el ácido araquidónico podría ser utilizado por otras células capaces de metabolizar este compuesto, dando resultados muy orientativos pero menos específicos del TXB2 de origen plaquetario. La forma más habitual de determinar la síntesis de TXA2 es mediante el empleo de ELISAS, aunque puede realizarse también mediante técnicas de HPLC, menos sensibles. El empleo de esta medida ha permitido la detección de pacientes con síndrome coronario agudo en los que el efecto de la aspirina es menor del esperado, lo que se ha correlacionado con un mayor daño miocárdico36,37. El incremento de la concentración citoplásmica de calcio es una de las respuestas más rápidas de las plaquetas tras el estímulo, y regula distintos aspectos funcionales de la plaqueta como la activación de integrinas, la síntesis de TXA2, la liberación de gránulos o la exposición de fosfatidilserina, entro otros procesos34. Aunque su detección es posible empleando la citometría de flujo, como se ha explicado más arriba, ese método no permite un resultado cuantitativo, sino cualitativo. El marcaje de plaquetas con sustancias que cambian su fluorescencia ante los cambios en la concentración de calcio como el FURA 2/AM permite, empleando un fluorímetro, determinar la concentración de calcio y su variación por los distintos estímulos o tratamientos34. Sin embargo, habrá que tener en cuenta que si un resultado cualitativo es suficiente, la citometría sería la técnica de elección, ya que la fluorimetría implica la necesidad de lavar las plaquetas, lo que requiere volúmenes mayores de sangre. Medida de marcadores solubles de activación plaquetaria La activación plaquetaria puede determinarse por valoración de la liberación del contenido granular en los gránulos a (b-tromboglobulina, factor plaquetario-4, etc.) y gránulos densos utilizando técnicas bioquímicas como ELISAS. La liberación de gránulos densos es muy específica en plaquetas cargadas con 14C-serotonina35, o determinando la liberación de ATP en un lumiagregómetro o mediante HPLC o citometría de flujo. Estas determinaciones son de interés cuando se sospechan defectos de liberación de gránulos plaquetarios, ya que en estos casos la agregación plaquetaria no es completamente indicativa de estos defectos, por lo que la medida de la agregación y productos liberados durante la misma permitirá un diagnóstico más completo. Para poder comparar los resultados entre sujetos es necesario ajustar el número de plaquetas. También se ha empleado como medida de la activación plaquetaria la determinación de otros metabolitos como sCD40L, sP-selectina, Gas6, etc. En este sentido, un avance importante puede venir de la aplicación de técnicas Multiplex al estudio de los marcadores de activación plaquetaria, ya que permiten, en pequeños volúmenes de muestra, la cuantificación simultánea de diversos metabolitos. Generación de trombina Las plaquetas tienen un papel importante en la generación de trombina. La adhesión, activación, agregación y reclutamiento de 21 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Sistema de activación-reclutamiento las plaquetas en el lugar del daño al endotelio, además de ser parte esencial en el inicio de la formación del trombo, son también aspectos importantes en la localización y control de la subsiguiente generación de trombina en ese lugar, evitando la activación sistémica de la coagulación. Esta función localizadora y reguladora de la generación de trombina por las plaquetas activadas depende de sus receptores adhesivos a componentes del endotelio, posibilidad de exponer fosfolípidos procoagulantes, disponer de puntos de unión de alta afinidad en su membrana para algunos factores de la coagulación y contener y liberar de sus gránulos substancias activadoras e inhibidoras de la formación de trombina, participando así en la regulación del proceso. La aparición del sistema CAT (Calibrated Automated Thrombography) como sistema facilitado ha permitido una rápida determinación del potencial de formación de trombina, así como evaluar el papel de las plaquetas en el proceso38. Consiste en un sistema dual de células: el sistema generador y el sistema de ensayo, que nos permiten estudiar de forma separada dos procesos de la función plaquetaria como la activación y el reclutamiento. En el sistema generador se estimula PRP o sangre total con colágeno fibrilar por mezclado (3 inversiones del tubo, 10 segundos) y rápidamente se centrifuga (13.000 xg, 1 minuto) para obtener un liberado celular. En este liberado se cuantifican diversos parámetros de activación plaquetaria: liberación de gránulos densos (14C-5HT), gránulos α (β-tromboglobulina) y síntesis de TXA2. Adicionalmente, una alícuota del liberado se utiliza como inductor de la agregación de otras plaquetas (sistema de ensayo) y la respuesta agregatoria (reclutamiento) se detecta por agregometría óptica42 o citometría de flujo43. Proteómica Retracción del coágulo La proteómica engloba una serie de técnicas, con un elevado potencial, que pueden ser aplicadas al estudio tanto de posibles defectos plaquetarios, como al efecto de los tratamientos o a los mecanismos de activación plaquetaria. Se trata de técnicas muy especializadas, que requieren personal adiestrado y unas instalaciones muy costosas, por lo que, al menos de momento, su uso en el estudio de la plaqueta está bastante restringido44. La tecnología se basa en la combinación de la espectrometría de masas con diferentes métodos de separación de proteínas como electroforesis bidimensional o cromatografía líquida multidimensional44. Aunque es una técnica que está en sus inicios, se presenta con un gran potencial en el área de investigación y diagnóstico. Empleando un enfoque proteómico se ha detectado la expresión diferencial de una serie de proteínas entre pacientes en los que la aspirina realiza o no un efecto correcto45, y se ha estudiado el contenido granular y las vías de transmisión de señales en las plaquetas46,47. La retracción del coágulo es la última etapa en el proceso de formación del trombo, y participan en él factores plasmáticos y las plaquetas. A su vez, en las plaquetas la retracción del coágulo está dirigida por la interacción entre integrinas de superficie, reorganizaciones de las proteínas del citoesqueleto y fosforilación de proteínas en tirosina que dirigen estas reorganizaciones. Por tanto, una aproximación interesante para diseccionar un posible problema es realizar el estudio de la retracción del coágulo tanto en PRP como en plaquetas lavadas, estimulando con trombina. Hay que señalar que en caso de ensayarse con plaquetas lavadas, deberá añadirse al medio calcio y fibrinógeno para permitir la formación de un coágulo39. El proceso de retracción del coágulo puede seguirse a distintos tiempos (5-60 minutos) bien midiendo el volumen del coágulo, o fotografiándolo a intervalos y calculando su tamaño mediante programas de tratamiento de imágenes. Estudios genéticos Sistemas de flujo El diagnóstico genético se obtiene por la amplificación mediante reacción en cadena de la polimerasa (PCR) del ADN o ADN copia del ARN plaquetario, de los genes candidatos de estudio, seguido por la secuenciación de los mismos. Estos métodos de diagnóstico son robustos y ayudan a la identificación de la alteración molecular subyacente en las trombocitopatías hereditarias con un fenotipo severo como el síndrome de Bernard-Soulier y la enfermedad de trombastenia de Glazmann48. Sin embargo, las trombocitopatías hereditarias también incluyen pacientes con disfunciones plaquetarias menos severas, entre los que se encuentran defectos en otros receptores plaquetarios que participan en la adhesión, defectos receptores de agonistas solubles y mecanismos de señalización, etc. En estos casos la utilización de diversas técnicas de medida de la función plaquetaria puede ayudar a identificar la proteína alterada y por lo tanto el gen candidato. Esta estrategia ha sido efectiva para identificar alteraciones en los genes GP6, P2RY12 y TXA2R estudiados en familias con defectos de los receptores de la GPVI, P2Y12 y tromboxano A213,49. En el caso de defectos en la trasmisión de señales, aunque el estudio de la función plaquetaria nos indique una vía de señalización específica, la complejidad de estas vías de señalización dificulta la selección de un solo gen candidato. Las nuevas técnicas de secuen- Se han empleado diversas aproximaciones para estudiar la adhesión plaquetaria y la participación de los factores reológicos en la formación de un trombo. En general consisten en perfundir un volumen de sangre total o PRP (previamente marcado con un producto fluorescente) a un flujo determinado sobre una superficie trombogénica (subendotelio, células vasculares, moléculas adhesivas, etc.) y evaluar por métodos morfológicos la interacción de las plaquetas con las distintas superficies. En los últimos años se están desarrollando una serie de dispositivos analíticos de pequeño tamaño (“biochips”) de fácil manejo y gran versatilidad debido a que su diseño puede ser personalizado según la finalidad del estudio a realizar, clínico o de investigación. Aunque son técnicas en desarrollo ya existen datos utilizando estos diseños para observar la adhesión plaquetaria. Entre ellos el desarrollado por Cellix Vena 8Fluoro-TM biochip, que puede estar recubierto por colágeno, y la adhesión se mide utilizando tinción fluorescente y microscopia confocal a un flujo de 60 dynas/cm2. Estos “biochips” contienen varios capilares situados paralelamente que se pueden recubrir con diferentes moléculas adhesivas. La disminución del volumen de sangre para el estudio permite la obtención de resultados mas rápidamente y de manera más estandarizada40,41. 22 Ponencias hemostáticos, aunque los estudios incluidos mostraban una elevada heterogeneidad en los métodos empleados57. Un aspecto importante a tener en cuenta es la frecuente aparición en población sana de tiempos alargados para el cartucho CEPI, la cual muy frecuentemente está relacionada con el consumo de aspirina no declarado. La agregometría óptica se ha utilizado para el diagnóstico de trastornos en la función plaquetaria10,11, tanto congénitos como adquiridos. Aunque su sensibilidad a defectos medios en la función es escasa, sin embargo, su capacidad de medir la respuesta plaquetaria a un gran número de agonistas a diferentes concentraciones permite establecer diferentes tablas orientativas que apoyen al diagnóstico de los pacientes10,11. El empleo de un lumiagregómetro puede mejorar la capacidad de detección de defectos relacionados con el contenido o liberación de los gránulos58. De forma paralela, el estudio de la agregación por agregometría óptica o en sangre total, tanto con el sistema clásico como con el facilitado (Multiplate), detecta fácilmente la trombastenia de Glanzmann o el síndrome de Bernard-Soulier, así como desórdenes en el proceso de liberación, aunque los resultados son menos concluyentes en el caso de defectos intermedios. La citometría de flujo permite de una forma rápida y fácil la detección de defectos en las glucoproteínas plaquetarias, empleando anticuerpos específicos para cada una de ellas. También es posible usarla para la detección de defectos de almacenamiento. Sin embargo, en nuestra experiencia, la detección de defectos de almacenamiento resulta más sensible empleando técnicas de HPLC para cuantificar el contenido de nucleótidos en plaquetas lisadas, ya que la citometría de flujo empleando mepacrina solo detecta defectos severos de almacenamiento. En cuanto a los defectos en la liberación de gránulos debidos a alteraciones metabólicas, la medida del TXA2 ayudará a su diagnóstico. Las alteraciones de las vías de señalización son más difíciles de diagnosticar, aunque, como hemos indicado, la citometría de flujo está desempeñando un papel importante en la detección de estos defectos plaquetarios. El diagnóstico molecular de estos pacientes se realizará mediante las técnicas de secuenciación antes indicadas. ciación masiva pueden ayudar, ya que permite simultáneamente la secuenciación de varios genes. Recientemente la secuenciación masiva de diferentes paneles de genes plaquetarios, en conjunción con los datos de su fenotipo, ha sido utilizada con buenos resultados en la identificación de los defectos genéticos en algunas disfunciones plaquetarias hereditarias no severas50,51. Aunque estos resultados obtenidos con la secuenciación masiva son un gran avance en el diagnóstico de estas alteraciones, hay que tener en mente que los exomas de cada individuo sano y paciente con una disfunción plaquetaria no severa contienen aproximadamente 20.000 variaciones de nucleótidos de las cuales solamente un 5% son únicas para un individuo, por lo que por ahora la detección por este método de un único gen candidato responsable de la disfunción no es muy práctica. En estos casos se necesitarán realizar estudios de ligamiento genómico en familias numerosas con varios miembros afectados y no afectados, o grupos de pacientes con disfunciones plaquetarias que compartan características comunes. En relación con los procesos trombóticos y fármacos antiplaquetarios se están realizando distintos estudios prospectivos para intentar correlacionar marcadores genéticos con enfermedad coronaria. De igual forma, se han identificado polimorfismos que afectan al efecto de los fármacos antiplaquetarios, como es el caso del alelo 2C19*2 y *3 del citocromo P450, cuya presencia afecta al metabolismo del clopidogrel y reduce la inhibición de la agregación al ADP producida por este52,53, Por el contrario, se ha descrito que el polimorfismo CYP2C19*17 aumenta la metabolización del clopidogrel y disminuye la reactividad plaquetaria54. También se han descrito polimorfismos de la ciclooxigenasa 155 o de diversas integrinas plaquetarias56 que afectan a la acción de la aspirina. Relevancia clínica de las técnicas de función plaquetaria Relevancia en la orientación diagnóstica de las trombocitopatías Relevancia en la monitorización de la terapéutica antiplaquetaria En los pacientes en que se sospecha esta patología es importante disponer de una historia clínica lo más completa posible. Se debe prestar especial atención a los posibles tratamientos farmacológicos que puedan afectar a la función plaquetaria, descartando un posible trastorno de la coagulación, fibrinólisis, enfermedad de von WF, o una trombocitopenia, aunque no es infrecuente que desórdenes plaquetarios coexistan en pacientes con trastornos de la coagulación. El tiempo de hemorragia se ha empleado tradicionalmente para la detección de trastornos plaquetarios, encontrándose tiempos alargados en la trombastenia de Glanzmann o el síndrome de Bernard-Soulier. Sin embargo, la técnica resulta escasamente sensible a defectos medios de la función plaquetaria, donde el tiempo de hemorragia puede ser normal o ligeramente alargado8. La variabilidad inherente a la técnica ha impulsado el desarrollo de métodos facilitados de ensayo de la función hemostática global como el PFA-100. El PFA-100 detecta fácilmente los defectos severos de la función plaquetaria, caracterizados por tiempos >300 segundos con ambos cartuchos. Sin embargo, los resultados con defectos intermedios están peor caracterizados, con los tiempos de oclusión para el cartucho CEPI normalmente más alargados que para el cartucho CADP. Un reciente metaanálisis encontraba una elevada sensibilidad del cartucho CEPI para los desórdenes Durante los últimos años el reconocimiento de la existencia de una respuesta individual a la administración de la aspirina, el clopidogrel o su asociación (terapia dual) ha despertado un gran interés en la comunidad médica debido su posible relevancia clínica. Después de numerosas publicaciones y debates que trataron de comparar los diferentes métodos clásicos con técnicas de nuevo desarrollo que medían la función plaquetaria de forma más sencilla, se establecieron puntos de corte predictores de aparición de accidentes vasculares para cada uno de los métodos15,59. Por su facilidad de manejo y su estandarización los más utilizados en los estudios clínicos son el Multiplate y el VerifyNow para medir el efecto de los fármacos antiplaquetarios. Actualmente, debido a la presencia no solo de accidentes vasculares trombóticos sino de problemas de sangrado durante los tratamientos, se han establecido con los diferentes métodos ventanas terapéuticas que ayudan en la predicción de ambos procesos60,61. Dada la complejidad de la situación clínica de los pacientes tratados con fármacos antiplaquetarios se han llevado a término diferentes consensos que ayudan a la aplicación de estos métodos dependiendo de la situación clínica del paciente61,62. Además, las guías europeas y americanas han abordado este tema en 23 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia relación con su utilización en pacientes sometidos a intervencionismo coronario y en pacientes que vayan a cirugía cardíaca y no cardíaca63,64. Aunque se ha avanzado en el conocimiento de la implicación de la medida de la función plaquetaria con determinados métodos en la aparición de accidentes vasculares así como su utilidad en diferentes situaciones perioperatorias, el estudio del control de la terapéutica antiplaquetaria debe considerarse en la actualidad con prudencia, ya que no existe actualmente un acuerdo internacional para la monitorización rutinaria. Es un área de estudio de “investigación traslacional” que debe seguir explorándose por su implicación clínica. 7. 8. 9. 10. Conclusiones 11. Hasta principios de los 90 las técnicas disponibles de estudio de la función plaquetaria eran el tiempo de sangría, la agregación plaquetaria y algunos ensayos bioquímicos. Posteriormente se introdujeron nuevas técnicas como la citometría de flujo y nuevos aparatos que facilitaban la medida de la función plaquetaria de una manera global, como el PFA o la agregación en sangre total, o diseñados para conocer la respuesta específica de fármacos antiplaquetarios. Pero ha sido durante los últimos años cuando se ha producido una mayor evolución, debido a numerosos avances tecnológicos y su aplicación en el diseño de nuevos sistemas comerciales como técnicas microfluídicas, aparatos de secuenciación masiva, sistemas proteómicos, etc., algunos de ellos aún en desarrollo, que unidos a poderosos sistemas informáticos van suponer un gran avance en el conocimiento y diagnóstico de pacientes con problemas de sangrado o procesos trombóticos. Aunque también es cierto que la introducción de estas nuevas técnicas requerirá un tiempo para demostrar su utilidad en la clínica, y que en un laboratorio clínico las técnicas de diagnóstico o de control de los fármacos antiplaquetarios han de ser de fácil manejo, deben permitir la obtención de resultados rápidamente y mostrar una alta sensibilidad, especificidad y reproductibilidad para los objetivos clínicos deseados. Actualmente la medida de la función plaquetaria está en un momento interesante debido al gran desarrollo de nuevas tecnologías, tanto en lo que se refiere al área de investigación como a su aplicación en la clínica. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. Bibliografía 20. 1. Santos MT, Valles J, Marcus AJ, Safier LB, Broekman MJ, Islam N, et al. Enhancement of platelet reactivity and modulation of eicosanoid production by intact erythrocytes. A new approach to platelet activation and recruitment. J Clin Invest. 1991;87(2):571-80. 2. 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Barcelona La trombina en la hemostasia En la fase inicial de la coagulación plasmática se forma una pequeña cantidad de trombina, la cual inicia la activación “explosiva” de la coagulación (fase de amplificación) mediante la activación por la misma de las plaquetas, que se convierten en el soporte necesario para los factores IX, VIII, X, V y II, y la activación de los factores V y VIII, dando lugar a la formación de gran cantidad de trombina y a la consiguiente formación del coágulo de fibrina3. Al mismo tiempo que se desarrolla la fase de amplificación de la coagulación, esta se ve contrarrestada por la activación por la propia trombina de los anticoagulantes fisiológicos, en especial el sistema de la proteína C, los cuales al final se imponen finalizando la formación de fibrina. Por otra parte, las acciones de la trombina se ven reguladas por otros mecanismos de inhibición directa de la misma, fundamentalmente la antitrombina, con la que la trombina forma complejos inactivos trombina-antitrombina. Otras moléculas como la alfa-2-macroglobulina, son de acción más lenta. Además de las acciones sobre la hemostasis, aunque parcialmente ligadas a estas, se han descrito también acciones de la trombina sobre la inflamación, tanto pro como antiinflamatorias a través de citocinas de la activación de receptores PAR2. Su formación también se relaciona con la inmunidad innata. La trombina está, con todo ello, relacionada con la patofisiología de los procesos de arteriosclerosis. La trombina es una enzima que se encuentra en el centro de los procesos de la coagulación. La trombina tiene acciones en algún punto de prácticamente todas las acciones relacionadas con la coagulación. Así, debido al clásico efecto procoagulante por su acción en el paso de fibrinógeno a fibrina, tiene funciones en las vías de la anticoagulación fisiológica, de la inhibición de la fibrinólisis y de la activación plaquetaria1. La trombina tiene múltiples sustratos sobre los que actúa1. El sustrato más clásico y conocido es el fibrinógeno, donde, con la liberación de dos fibrinopéptidos, el fibrinopéptido A y el fibrinopéptido B, de las cadenas del fibrinógeno, lleva a la polimerización espontánea del mismo con formación de monómeros de fibrina que forman mallas inestables. También actúa sobre el factor XIII en el que rompe la subunidad FXIIIA exponiendo un locus activo que lleva la estabilización de las mallas de fibrina a través de la unión cruzada (cross linking) de las fibras de fibrina. La trombina realiza también una acción procoagulante de feedback positivo activando el factor XI y los factores X y V. En esta línea, la trombina influye en la aparición de NETs, lo que lleva a la expresión de factor tisular con la consiguiente de factor VIIa y de complejos factor VIIa y factor XII, que causan activación de la coagulación2. Por otra parte, la trombina actúa sobre los mecanismos de la anticoagulación fisiológica1, en especial sobre el sistema anticoagulante de la proteína C, que en su forma activada fragmenta e inutiliza los factores Va y VIIIa de la coagulación. La activación de la proteína C requiere de su unión al receptor endotelial de la proteína C (EPCR) y se activa por el complejo trombina-trombomodulina. En la activación de las plaquetas la trombina actúa mediante su acción de activación sobre los receptores PAR (protease activated receptors) que llevan a la señalización intracelular por la vía de las proteínas G con la subsecuente activación plaquetaria1. La glucoproteína V es un segundo mecanismo por el que la trombina actúa en la activación de las plaquetas. Su proteólisis causa el aumento de la respuesta de activación por parte del complejo glucoproteína Ib-IX-V plaquetario. Por lo que se refiere a la fibrinólisis, la trombina actúa sobre el TAFI (thrombin-activated fibrinolysis inhibitor) a través de su unión a la trombomodulina2. La acción del TAFI activado elimina por proteólisis los residuos lisina terminales de la fibrina. Esta acción disminuye la capacidad catalítica de la plasmina sobre el coágulo. La trombina procede de la acción catalítica del complejo protrombinasa sobre las moléculas de protrombina, o factor II. Este complejo está formado por la unión sobre una superficie fosfolipídica en presencia de calcio de los factores Xa, Va y el propio factor II. En este proceso de activación a trombina, de la molécula de protrombina se libera un fragmento con dos partes, el fragmento 1.2. Historia y métodos de medición de la generación de trombina Siendo como es la trombina la enzima clave de la coagulación, no es de extrañar que su determinación haya sido un objetivo prioritario en el desarrollo de pruebas de laboratorio de la hemostasia. De hecho, las pruebas coagulométricas y bastantes de las cromogénicas, al final, lo que pretenden en realidad es la medición de la aparición de trombina generada de novo. Con las pruebas globales, como el tiempo de protrombina o el tiempo de tromboplastina parcial activado, se consigue valorar el período de tiempo transcurrido desde que se introducen los activadores en el plasma a estudiar hasta que se alcanza una producción suficiente de trombina. Sin embargo, a pesar de su gran valor diagnóstico, hay que señalar que en el proceso de la coagulación la mayoría de la trombina se genera en la fase de amplificación y las determinaciones de las pruebas habituales de laboratorio con los tests coagulométricos únicamente identifican la trombina en la fase de iniciación de la coagulación, por lo que ignoran más del 90% de la trombina total formada. Por ello, entre las pruebas clásicas no disponemos de una que mida la cantidad de trombina que se forma. Con la finalidad de poder cuantificar la cantidad de trombina total que se genera durante la formación del coágulo se recurrió inicialmente a biomarcadores, que, indirectamente, identifican la cantidad de trombina. Con biomarcadores, por un lado se puede medir el resultado 27 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia determinación cinética de la trombina generada. Primero, y como ya pasaba con los ensayos anteriores cromogénicos, el efecto proteolítico residual de la trombina unido a su inhibidor alfa-2-macroglobulina de ser restado del total de trombina generada, lo que se realiza con aplicaciones informáticas específicas7. Más relevante resulta el hecho de que la intensidad de fluorescencia no es lineal con la concentración del fluoróforo, y que la velocidad de conversión del sustrato disminuye al disminuir la concentración del mismo, lo que hace necesario que el software lo considere para discernir estas situaciones. Además, otras características de la muestra como el color de la muestra de plasma, que podría causar una interferencia, o la variabilidad entre instrumentos, hacen que sea imprescindible una adecuada calibración. Un paso decisivo en la resolución de estos últimos problemas ha sido la incorporación como calibrador en el ensayo de una forma de trombina modificada, que es capaz de actuar sobre el sustrato fluorogénico pero que no actúa en las vías de la coagulación y no se inhibe por los inhibidores plasmáticos. Este calibrador se incorpora directamente a la muestra. Una vez obtenidas las curvas de formación de trombina se necesita calcular por software los parámetros a analizar que, habitualmente, son el área total bajo la curva o potencial endógeno de trombina, el tiempo hasta el inicio de la formación de trombina o lag time, el pico máximo, el tiempo transcurrido hasta el pico máximo y, con menos frecuencia, el tiempo hasta la cola (Figura 1). El valor de cada uno de estos parámetros está en discusión y no se puede afirmar de forma contundente cuál ha de ser el más relevante. Posiblemente será diferente en función de la situación clínica que se pretenda evaluar. La evolución tecnológica nos permite disponer actualmente de todo ello, ensayo y análisis, de una forma casi completamente automatizada, automatización completa a la que se dirigirá seguramente la evolución tecnológica futura. Asimismo, se ha introducido otro ensayo, en esta ocasión cromogénico, de medición continua y con un buen nivel de automatización. Este ensayo, el ETP (Endogenous Thrombin Potential), ha sido poco utilizado a pesar de haber obtenido resultados interesantes10. metabólico de las acciones proteolíticas que llevan a la formación de la trombina, en concreto el fragmento 1.2 de la protrombina4. Asimismo, también se han medido los complejos de la trombina ya formada con su inhibidor, la antitrombina, los complejos trombina-antitrombina. El empleo de estos biomarcadores resulta útil para una visión global de la cantidad de trombina formada, con la ventaja intrínseca de que pueden reflejar la cantidad global de trombina generada in vivo en un período de tiempo. Sin embargo, la información que aportan es muy general y actualmente se conoce que la cinética de la formación de trombina no sigue un patrón lineal y su efecto biológico puede depender mucho de la concentración momentánea de la misma. Por ello, el poder disponer de la determinación directa de la cinética de la trombina que se va generando durante la formación del coágulo ha sido desde hace años un deseo no satisfecho que se ha pensado que podría ser muy útil para entender la coagulación plasmática fisiológica y en situaciones patológicas. La búsqueda de una prueba o metodología específica que pudiese dar respuesta a la identificación de la generación de trombina se inició en los años 50. En unos primeros ensayos de tipo coagulométrico, de los que derivaron ensayos coagulativos en dos tiempos, se intentó medir la cinética de la aparición de trombina en determinadas situaciones de la hemostasia, como hemofilia o trombocitopenia5,6. Años después se pasó al desarrollo de una primera metodología, ya más avanzada y viable, basada en la determinación de la actividad proteolítica de la trombina en un ensayo con detección cromogénica. Este ensayo se basa en la obtención de alícuotas sucesivas durante el proceso de formación del coágulo en las que se determina de forma seriada la trombina presente. Estos datos son tratados matemáticamente para convertirlos en una curva que refleja la velocidad de aparición de nueva trombina a lo largo del tiempo durante la formación del coágulo. En este proceso de cálculo se corrige el efecto de la trombina unida a la alfa-2-macroglobulina con su cinética específica de neutralización7. Sin embargo, a pesar de su gran utilidad como la primera forma razonablemente sensible y específica para la evaluación cinética de la generación de trombina, este ensayo presentaba algunas complicaciones. Por un lado, derivado de la necesidad de procesar muchas submuestras consecutivas en un tiempo breve y la rigurosa precisión requerida en la medición manual de los tiempos, resulta muy exigente en las necesidades de dedicación de personal. Por otro, este ensayo precisa de la ausencia de fibrina, para lo cual se idearon varias estrategias, desde su eliminación manual con una pequeña espátula hasta la desfibrinación previa del plasma por veneno de serpiente. Todas estas manipulaciones y la importancia de la actividad diferencial de la trombina unida al coágulo provocan que el ensayo se realice en un modo no del todo fisiológico. Más adelante, este método cromogénico se modificó al incorporarse la posibilidad de realizar la medición continua8, sin necesidad de submuestras, de la actividad de la trombina en un ensayo, asimismo, de detección cromogénica. Esta modificación supuso un gran avance hacia la posibilidad de la automatización del procedimiento. Un paso decisivo posterior fue la incorporación de los sustratos fluorogénicos como forma de medición de la actividad de la trombina generada en lugar de la detección por sustratos cromogénicos9. En esta forma de determinación se mide de manera continua la señal fluorescente del sustrato a lo largo del ensayo. Con ello, la fibrina deja de ser un problema, pero la determinación simple de la actividad enzimática de la trombina no resuelve todos los problemas para una adecuada Figura 1. La gráfica muestra una curva típica de generación de trombina con el tiempo en minutos en ordenadas y el nM de trombina. En ella se señalan los parámetros que se pueden determinar para valorarla: el área total bajo la curva o potencial endógeno de trombina, el tiempo hasta el inicio de la formación de trombina o lag time, el pico máximo, el tiempo transcurrido hasta el pico máximo y el tiempo transcurrido hasta el inicio de la cola. 28 Ponencias Potenciales utilidades y limitaciones de la medición de la generación de trombina Conclusión Como reflexión final el estudio analítico de la generación de trombina es un parámetro que resulta teóricamente muy prometedor desde hace ya años. Sin embargo, por las dificultades técnicas, con el coste que comportan, los estudios que se han realizado han abarcado, en general, aspectos muy específicos y de poca población. Parece que se trata de una prueba aparentemente muy buena a la búsqueda de la situación clínica en que pueda ser útil. La posibilidad de que en un futuro próximo se pueda disponer de metodología con un alto grado de automatización puede servir para que por fin pueda evaluarse en series amplias y las situaciones en las que su valor clínico sea relevante. La monitorización de la trombina generada tiene amplias aplicaciones potenciales11. Sin embargo, las complejidades técnicas presentes durante muchos años han llevado a la ausencia de una adecuada estandarización en cuanto a la forma de determinar y de considerar los diferentes parámetros que se pueden obtener. De una forma general, se podrían destacar como campos en los que un ensayo de generación de trombina podría ser potencialmente interesante: la evaluación del riesgo trombótico o del riesgo hemorrágico individual; la estimación del riesgo de recidiva de la enfermedad tromboembólica; el manejo en situaciones especiales de los anticoagulantes, incluyendo los inhibidores directos, como podría ser en presencia de anticoagulante lúpico, de gestación, de insuficiencia renal, de pesos extremos, de edad pediátrica o muy avanzada, de la valoración de la eficacia de los posibles antídotos de los inhibidores directos, y la evaluación de interacciones potencialmente graves. Hoy en día hay poca experiencia en series grandes para juzgar adecuadamente su valor, aunque los resultados resultan muy ilusionantes. En hemofilia parece que podrá tener una utilidad definida en breve. En el estudio de la cirrosis ha servido para desmontar el paradigma del elevado riesgo de sangrado del cirrótico12 a pesar de los valores de los parámetros generales de la coagulación, siendo incluso la cirrosis una situación más cercana a ser protrombótica, La facilidad de uso de la prueba para su introducción en los laboratorios clínicos, con un amplio nivel de automatización, es la clave para su futuro desarrollo como un biomarcador importante en la atención a los pacientes. Como limitación a su uso clínico, a parte de una, por ahora, insatisfactoria automatización, se deben citar las complicaciones que está teniendo para obtener una adecuada estandarización. Además, otra limitación de los métodos disponibles se debe a que la formación de trombina es diferente en el plasma que en el interior del coágulo en formación13, donde se acumulan los elementos celulares y se incrementa la concentración de factores procoagulantes, entre ellos la trombina recién formada. En el coágulo en formación los elementos celulares integrantes, especialmente las plaquetas, interaccionan con la fibrina y la trombina presente, activándose y aportando los fosfolípidos necesarios para sustentar la actividad de los factores de la coagulación, entre los que están los que llevan a la amplificación de la generación de trombina. Esta localización intracoágulo de la formación de trombina, la cual parece tener una gran importancia en la resistencia de los coágulos, hace que quede prácticamente apartada de las posibilidades de detección de los métodos de medición de trombina usuales, requiriéndose recurrir a modificaciones mayores y a manipulación de los coágulos13. Este punto ha mejorado de manera notable con los ensayos de metodología fluorogénica. También es una limitación, o mejor aún, una falta de ampliación de la evolución a un contexto analítico lo más parecido al fisiológico, lo complejo que resulta por ahora la medición de la generación de trombina en sangre total14. Bibliografía 1. Crawley JTB, Zanardelli S, Chion CKNK, Lane DA. The central role of thrombin in hemostasis. J Thromb Haemost. 2007; 5(Suppl. 1):95-101. 2. Kalz J, ten Cate H, Spronk HMH. Thrombin generation and atherosclerosis. J Thromb Thrombolysis. 2014;37:45-55. 3. Altman R, Scazziota AS, Herrera M de L, Gonzalez C. Thrombin generation by activated factor VII on platelet activated by different agonists. Extending the cell-based model of hemostasis. Thromb J. 2006;4:5. 4. Mammen EF. Disseminated intravascular coagulation (DIC). Clin Lab Sci. 2000;13:239-45. 5. Pitney WR, Dacie JV. A simple method of studying the generation of thrombin in recalcified plasma; application in the investigation of haemophilia. J Clin Pathol. 1953; 6:9-14. 6. Macfarlane RG, Biggs R. A thrombin generation test; the application in haemophilia and thrombocytopenia. J Clin Pathol. 1953;6:3-8. 7. Kessels H, Willems G, Hemker HC. Analysis of thrombin generation in plasma. Comput Biol Med. 1994;24:277-88. 8. Hemker HC, Béguin S. Thrombin generation in plasma: its assessment via the endogenous thrombin potential. Thromb Haemost. 1995;74:1348. Erratum in: Thromb Haemost. 1995;74:1388. 9. Hemker HC, Giesen P, AlDieri R, Regnault V, de Smed E, Wagenvoord R, et al. The calibrated automated thrombogram (CAT): a universal routine test for hyper- and hypocoagulability. Pathophysiol Haemost Thromb. 2002;32:249-53. 10. Brocal I, Marco P, Lucas J, Verdú J, Tarín F. Thrombin generation test in patients under anticoagulant therapy with vitamin K antagonists. Thromb Haemost. 2009;101:594-5. 11. Bloemen S, de Laat B, Hemker HC, Al DieriIs R. There a Reason for Testing Thrombin Generation? J Appl Hematology. 2012;12-20. 12. Tripodi A, Salerno F, Chantarangkul V, Clerici M, Cazzaniga M, Primignani M, et al. Evidence of normal thrombin generation in cirrhosis despite abnormal conventional coagulation tests. Hepatology. 2005;41:553-8. 13. Kumar R. Béguin S, Hemker HC. The influence of fibrinogen and fibrin on thrombin generation. Throm Haemost. 1994;72:713-21. 14. Ninivaggi M Apitz-Castro R, Dargaud Y, de Laat B, Hemker HC, Lindhout T. Whole-blood thrombin generation monitored with a calibrated automated thrombogram-based assay. Clin Chem. 2012;58:1252-9. 29 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Problemas prácticos en el diagnóstico de la enfermedad de von Willebrand; utilidad y limitaciones de los métodos diagnósticos Adriana I. Woods1, Ana C. Kempfer1, A. N. Blanco2, Juvenal Paiva2, Emilse Bermejo2, Analía Sánchez-Luceros 1,2, M. A. Lazzari1 Laboratorio de Hemostasia y Trombosis, IMEX-CONICET. Instituto de Investigaciones Hematológicas. 2Academia Nacional de Medicina. Buenos Aires (Argentina) 1 anovulatorios. Dado que el VWF aumenta en el embarazo se estudiará en el 7.º-8.º mes para determinar conductas terapéuticas, a menos que se sospeche VWD severo, en cuyo caso se estudia anticipadamente. La enfermedad de von Willebrand (VWD) es un desorden hemorrágico congénito autosómico, con heterogeneidad clínica y genética y, en la variante tipo 1, incompleta penetrancia y expresión variable en la familia. De acuerdo a la severidad de la enfermedad se diagnostica durante la primera infancia, la adolescencia o la edad adulta. La clasificación más reciente de la Sociedad Internacional de Hemostasia y Trombosis (ISTH) reconoce seis tipos diferentes de VWD1: los tipos 1 y 3 se refieren respectivamente a la deficiencia cuantitativa parcial y total del VWF; el tipo 2 refiere a un grupo heterogéneo de deficiencias cualitativas de acuerdo a detalles específicos del fenotipo: los tipos 2A, 2B y 2M se caracterizan por VWF:RCo/VWF:Ag < 0,6, y el tipo 2N por FVIII/VWF < 0,7. Tiene una prevalencia del 0,01 al 1% en la población general. La frecuencia en nuestra institución es: posible tipo 1 (VWF:RCo 31-49 UI/dL): 69,6%, tipo 1 definido (VWF:RCo 15-30 UI/dL): 13,5%, tipo 1 severo (VWF:RCo 5-15 UI/dL): 0,35%; tipo 3: 0,55% ; tipo 2A: 9,5%, tipo 2B: 0,6%, tipo 2M: 2,5% y tipo 2N: 3,4%2. El diagnóstico comienza con la historia clínica personal y familiar y el laboratorio básico. Las pruebas más usadas, el TTPA y VWF:Ag, son las que menos información brindan, dado que en la mayoría de los casos los resultados pueden ser normales o levemente reducidos. Frente a la alteración de una o varias de las pruebas básicas (pruebas orientadoras), se procede a realizar pruebas confirmatorias para lograr el diagnóstico. Luego se realizan otros ensayos más específicos para lograr la clasificación final, definiendo así la variante (Tabla 1). No siempre el fenotipo de laboratorio se corresponde con el fenotipo de sangrado. Errores en la toma de muestras y su procesamiento Los errores en la obtención de sangre suelen ser frecuentes: uso de anticoagulantes incorrectos, difícil extracción, inapropiado enrase de los tubos y una alterada relación sangre-anticoagulante que lleva a la activación de la muestra, con niveles falsamente elevados de factores e inclusive coagulación de la muestra. Frente a pacientes con hematocritos <25% y >55% se debe corregir el volumen de citrato en el tubo de extracción de la sangre. Es importante recoger la sangre en al menos dos tubos; así se pueden verificar los resultados en el segundo tubo. La sangre debe mantenerse a temperatura ambiente hasta su centrifugación, idealmente no más de 1 hora. El plasma pobre en plaquetas (PPP) debe obtenerse por doble centrifugación, separado del paquete globular y mantenido a 4° C y procesado dentro de las 4 horas de extracción4. En caso de transporte de las muestras a laboratorios distantes, se recomienda enviar el PPP del paciente y de un control congelados en un recipiente adecuado con hielo seco. Si se debe enviar sangre entera, debe ser a temperatura ambiente5. En caso de estudios que se realizan otro día, como el VWF:Ag y VWF:RCo, el PPP se guarda en alícuotas de pequeño volumen, a -20° C por 15 días o -70° C por 3 meses, y se descongelará rápidamente a 37° C en el momento de usar. No deben analizarse muestras congeladas y descongeladas más de una vez. Las muestras con visible hemólisis pueden procesarse6. Problemas para establecer el diagnóstico de la enfermedad: uso del bleeding score Tabla 1. Pruebas de laboratorio para el estudio de pacientes bajo sospecha de VWD Un punto importante es el uso del bleeding score (BS) para estandarizar la medición del sangrado. Existen diversos métodos para medir el BS, incluso uno pediátrico. Nosotros usamos el recomendado por ISTH. Un BS > 10 y un VWF:RCo < 10 UI/dL se relacionan significativamente con sangrado y alto requerimiento de régimen terapéutico intenso3. Orientadoras Variables preanalíticas Confirmatorias La extracción de sangre conviene realizarla entre las 7 y las 9 horas de la mañana. Se aconseja que el paciente permanezca media hora en reposo antes de la toma de muestra. Es importante controlar el nivel de estrés, especialmente en los niños. Es recomendable un ayuno de 8 horas, pero se permite tomar infusiones sin leche ni sólidos. En mujeres, el estudio se hará de preferencia dentro de los días 1-4 del ciclo menstrual, donde el VWF está en sus niveles más bajos, y esperar dos ciclos menstruales después de un parto o de la suspensión de Para clasificación final (variantes) 30 TS (Ivy, Simplate) Recuento de plaquetas en sangre entera Retención plaquetaria a las perlas de vidrio TTPA prolongado con corrección con PPP-N FVIII VWF:Ag VWF:RCo VWF:CB Patrón multimérico: electroforesis en gel de SDS-agarosa, de baja y alta resolución VWF:FVIIIB VWF plaquetario VWF propéptido (VWFpp) RIPA a baja concentración de ristocetina Búsqueda de mutación responsable del fenotipo Ponencias Determinación de FVIII se recomiendan. Los métodos de quimioluminiscencia tienen mayor sensibilidad que el LIA. Sin embargo, estos métodos deben ser refrendados a través de estudios en pacientes con VWD tipos 2. El VWF:RCo por citometría de flujo12 puede ser promisorio. El método coagulométrico en una etapa es el más utilizado. El método amidolítico es el método de referencia, recomendado por el SSC/ISTH, tanto para plasma como concentrados. Los resultados obtenidos por ambos métodos no presentan diferencias significativas. Las muestras para FVIII no deben congelarse; si es necesario, estandarizar las condiciones: congelar rápidamente en volúmenes pequeños y a -70° C. Descongelar rápidamente y analizar antes de las 2 horas, junto con un control procesado de igual manera. Determinación del VWF:CB El método de elección es ELISA. Nosotros hemos descrito un método por citometría de flujo como técnica alternativa, con alta sensibilidad7. No todos los laboratorios incluyen el VWF:CB en el estudio de VWD. Debido a su sensibilidad por la presencia de multímeros de alto peso molecular puede usarse para distinguir VWD 2M con mutaciones en el dominio A1 o en el A3. El colágeno tipo I-III tiene alta afinidad por el dominio A3 del VWF y menor afinidad por el dominio A113, mientras que el colágeno tipo VI se une específicamente al dominio A114. Por lo tanto, en pacientes con síntomas hemorrágicos y VWF:Ag y VWF:RCo normales debemos considerar la presencia de mutaciones en el dominio A3, que no son diagnosticados inicialmente al no ser detectados por el VWF:RCo; de esta forma se perderían sino se realiza el VWF:CB en ellos con el colágeno I-III14. En resumen, tanto el VWF:RCo y el VWF:CB son útiles para detectar VWD. El VWF:CB es más útil para chequear concentrados de VWF pues no existe interferencia por la dilución de las muestras. Determinación del VWF La medición del VWF es importante en la confirmación del diagnóstico de VWD. Esto involucra la determinación de la cantidad por medio del VWF:Ag y de su funcionalidad a través del cofactor de ristocetina (VWF:RCo) y del enlace del VWF al colágeno (VWF:CB), apropiadamente estandarizadas. Determinación del VWF:ag plasmático El VWF:Ag mide la cantidad de VWF presente. Los métodos de elección son el ELISA, con un límite de detección de 0-5 UI/dL y el inmunoensayo con látex automatizado (LIA) (límite de detección: 5-10 UI/dL). Ambos métodos son altamente reproducibles y tiene una imprecisión del 5-15%. El método por citometría de flujo es bueno pero no está al alcance de muchos laboratorios7. Análisis multimérico La visualización del patrón multimérico es crucial para distinguir el tipo 2M de los tipos 2A y 2B. Este ensayo es complejo y laborioso. En gel de SDS-agarosa de baja resolución (1%) se observa todo el perfil multimérico. A alta resolución (1,7%) no se observan los multímeros grandes, se observan los intermedios y pequeños y se puede distinguir la estructura de los tripletes de cada multímero. Determinación del VWF:RCo El VWF:RCo es el más utilizado para medir actividad; es un ensayo de aglutinación por agregometría. Difícil de estandarizar, tiene alto coeficiente de variación intra e interlaboratorio que va del 10% al 40%, sobre todo en valores inferiores a 15 UI/dL, y tiene baja sensibilidad a niveles de VWF < 10 UI/dL. Los lípidos elevados interfieren en la prueba. Las plaquetas del ensayo pueden introducir errores; si bien pueden ser frescas o fijadas, estas últimas son más estables a lo largo del ensayo. Siempre es necesario repetir puntos de la curva de calibración a lo largo del ensayo. La actividad durante el almacenamiento a 4° C no supera los 10 días. Se pueden utilizar plaquetas liofilizadas pero son menos sensibles. La ristocetina puede introducir otra fuente de variabilidad, ya que variaciones en la secuencia del gen VWF (p.D1472H) pueden conducir a una alteración en la unión a la ristocetina8, no asociada a aumento en el score de sangrado. En el caso de otro SNP, el p.A1381T, se detectó que los individuos homocigotas T mostraban mayor afinidad por la GPIb causando niveles artificialmente altos de VWF:RCo9. Los métodos automatizados tienen mejores coeficientes de variación intra e interensayo. La presencia de hemólisis, bilirrubina y lípidos elevados no interfiere. Sin embargo, los resultados son más elevados que con los ensayos por agregometría10. El VWF:Act, basado en técnicas de ELISA y LIA, utiliza diferentes anticuerpos monoclonales anti-VWF o anti-GPIb que reconocen el sitio de unión a la GPIb o al VWF respectivamente. Si bien estas técnicas son más reproducibles y sencillas que el VWF:RCo, no parecen detectar alteraciones estructurales o funcionales del VWF11 y no Propéptido del VWF (VWFpp) La medición del VWFpp provee información relacionada con la síntesis y el clearance del VWF. Se ensaya un ELISA, con un anticuerpo de captura anti VWFpp. El resultado se compara con el VWF:Ag del paciente. Un cociente VWFpp/VWF:Ag elevado (>2) responde a un aumento del clearance del VWF tanto en algunos subtipos como en VWD adquirido. RIPA Otra de las pruebas es medir la aglutinación plaquetaria del plasma rico en plaquetas, inducida por ristocetina (RIPA). Según los niveles plasmáticos del VWF, el RIPA resulta disminuido o ausente en las variantes cuantitativas, en el VWD 2A y 2M, o aumentada, en el VWD 2B y en el PT-VWD. Diagnóstico genotípico Es mandatorio comenzar la genotipificación en el exón 28 dado que es el más rico en mutaciones de la mayoría de variantes. Es útil para diferenciar el tipo 2N de la hemofilia A leve o moderada, el tipo 2B del PT-VWD, y el VWD congénito del adquirido. Si bien el diagnóstico del tipo 3 es relativamente fácil, a través de los 31 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia patrón multimérico normales, fácilmente clasificable como tipo 1; en este caso, el RIPA a bajas dosis y el estudio del exón 28 resuelven el dilema diagnóstico. resultados fenotípicos, el estudio genético de estos pacientes podría ser útil para consejo genético, estudios prenatales y predecir el desarrollo de inhibidores en caso de presencia de grandes deleciones del gen. Se pueden utilizar métodos de screening como el Conformation Sensitive Gel Electrophoresis (CSGE), que permite el chequeo rápido de varios exones y pacientes. Si bien es sencillo y económico, hay que validar el método vs la secuenciación; en nuestra experiencia, los exones 17 al 27 pueden estudiarse por screening, a excepción del exón 22 y 28. Diagnóstico diferencial entre VWD hereditario y adquirido El diagnóstico diferencial entre VWD adquirido y congénito es importante por el diferente tratamiento, aunque en muchos casos es difícil (falta de antecedentes personales y familiares; aparición de síntomas en adultos). El VWFpp y la detección de inhibidores son necesarios. Estos pueden identificarse con tests de neutralización usando VWF:RCo, VWF:Ag o VWF:CB, pero estos tests no pueden detectar anticuerpos no neutralizantes, que son los más frecuentes. Con el VWF:RCo la incidencia de detección es de alrededor del 15% de los casos; con el VWF:CB aparentemente los resultados son más promisorios20. Por ELISA, utilizando VWF purificado o semipurificado y con anti IgG, IgM o IgA humanos, se pueden detectar los anticuerpos libres neutralizantes y no neutralizantes. La presencia de mutaciones define la diferencia entre ambas entidades, sobre todo en ausencia de anticuerpos detectables. Problemas para el diagnóstico de la variante tipo 1 El tipo 1 no es sencillo de diagnosticar, dado que el rango normal del VWF es amplio y suele superponerse con niveles considerados representativos de VWD, de tal modo que niveles disminuidos de VWF y síntomas de sangrado inespecíficos pueden coexistir con alta frecuencia15. Por lo tanto, frente a un primer estudio normal se hace necesario reestudiar al paciente al menos tres veces antes de descartar VWD. Otro problema que se presenta es diferenciar un tipo 1 severo de un tipo 2M, donde, en ambos casos, por la baja sensibilidad del VWF:RCo, podemos tener VWF:RCo/VWF:Ag < 0,6. En este caso, se debe realizar VWF:CB; si VWF:CB/VWF:Ag es < 0,6, confirmamos el resultado (VWF:RCo/VWF:Ag < 0,6 ) y estamos frente a un VWD 2M, mientras que si es > 0,6 se trata de un tipo 1 severo. La diferente respuesta al DDAVP también ayuda a diferenciar ambas entidades, ya que a los 60 y 120 minutos, el VWF:RCo/VWF:Ag será < 0,6 en el VWD 2M. La presencia de mutaciones en el exón 28 nos confirmará el diagnóstico de VWD 2M. Hay otros factores que complican el diagnóstico del tipo 1 al ser modificadores de los niveles de VWF y son el grupo sanguíneo ABO, la edad, polimorfismos, factores raciales, embarazo, ingesta de fármacos como el ácido valproico, el hipotiroidismo o el ejercicio físico. El más importante es el grupo sanguíneo; los individuos con grupo O tienen niveles 25% más bajos de VWF y FVIII16 que aquellos no O, con aumento significativo (p < 0,05) del VWF:Ag a partir de los 40 años17. Sin embargo, no establecemos rangos de normalidad ajustados, dado que habría que considerar no solo el grupo sanguíneo sino también la edad o el grupo étnico, entre otros factores. Individuos con descenso de VWF:RCo y síntomas hemorrágicos deberían considerarse como VWD independientemente del grupo sanguíneo2. Respecto de la edad, se ha descrito18 que en pacientes con tipo 1, el VWF aumenta 3,5 UI/ dL y el FVIII 7,1 UI/dL por década, sin disminución del sangrado. Se calcula que más del 35% de los pacientes tipo 1 no tienen mutaciones responsables. La probabilidad de hallar mutaciones es mayor cuando el VWF es <30 UI/dL. Diagnóstico diferencial entre VWD 2N y hemofilia leve: enlace del FVIII al VWF (VWF:FVIIIB) y genotipificación El VWD puede ser confundido con hemofilia A leve, en especial frente a un VWD tipo 3 si solo se pide la determinación de FVIII o el VWD tipo 2N. Es necesario el VWF:FVIIIB y el análisis genético de la región comprendida entre los dominios D’ y parte del D3 (exones 17 al 27). Si no se encuentran mutaciones, se deberá estudiar el gen F8. Diagnóstico diferencial entre PT-VWD y VWD 2B Ambos desórdenes se caracterizan por una aumentada afinidad de unión entre la GPIbα y el VWF que se evidencia por hiperrespuesta a la ristocetina (RIPA). Los pacientes tienen un fenotipo clínico y de laboratorio muy similar, El tipo VWD 2B se caracteriza por mutaciones en el exón 28. En cambio, el tipo PT-VWD se caracteriza por la presencia de mutaciones en el gen GP1BA. Un 15% de casos diagnosticados como VWD 2B en realidad son PT-VWD. Como la conducta terapéutica es diferente en cada caso, el diagnóstico diferencial es esencial. Las pruebas discriminatorias incluyen: RIPA mixing assay, prueba de desafío con crioprecipitados, RIPA utilizando citometría de flujo y el análisis genotípico del exón 28 del gen VWF y del gen GP1BA. Hemos descrito la sexta mutación conocida en el gen GP1BA21. Problemas para el diagnóstico del VWD2B Detección del estado portador de VWD Federici et al.19 describen RIPA positiva (que produzca ≥30% de aglutinación) a una concentración de ristocetina <0,8 mg/mL, y sugieren buscar la concentración umbral, mientras que otros autores solo utilizan ristocetina 0,5 mg/mL. En 27 pacientes con VWD 2B, nosotros hemos encontrado que un 20,5% de los mismos tienen RIPA positiva a una concentración umbral de 0,7 mg/mL. De otro modo, si solo se usa RIPA 0,5 mg/mL, se perderá la posibilidad de detectar un número importante de pacientes con VWD 2B o PT-VWD. Otro problema es el correcto diagnóstico del VWD 2B atípico que se presenta con VWF:RCo/VWF:Ag > 0,6, recuento de plaquetas y En VWD recesivo, los portadores son generalmente asintomáticos. Un ejemplo es la aparición de mutaciones de novo. Mutaciones en la línea germinal son raras y su presencia en un individuo puede impactar en su descendencia. Pueden ocurrir esporádicamente o en mosaicismo durante la embriogénesis temprana, en cualquiera de los gametos. En esta situación, padres no afectados pueden tener niños afectados, y por lo tanto sintomáticos, o bien recesivamente, con lo cual serán asintomáticos, pero quienes a su vez trasmitirán la mutación a su descendencia. El análisis genotípico a partir de sangre no arrojará resultados 32 Ponencias Bibliografía esclarecedores. Por lo tanto, en estos casos, no se podrán detectar portadores, a menos que se estudien células germinales. 1. Sadler JE, Budde U, Eikenboom JC, Favaloro EJ, Hill FG, Holmberg L, et al; Working Party on von Willebrand Disease Classification. Update on the pathophysiology and classification of von Willebrand disease: a report of the Subcommittee on von Willebrand Factor. J Thromb Haemost. 2006; 4:2103-145. 2. Woods AI, Sánchez-Luceros A, Meschengieser SS, Kempfer AC, Blanco AN, Lazzari MA. Diagnosis and management of von Willebrand disease in a single institution of Argentina. Sem Thromb Hemost. 2011;37:568-75. 3. Federici AB, Bucciarelli P, Castaman G, Mazzucconi MG, Morfini M, Rocino A, et al. The bleeding score predicts clinical outcomes and replacement therapy in adults with von Willebrand disease: a prospective cohort study of 796 cases. Blood. 2014 Apr 30. 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Von Willebrand factor: demographics of plasma protein level in a large blood donor cohort from South Wales in the United Kingdom. Haemophilia. 2012;18:e79-81. Conclusiones Uno de los problemas en el diagnóstico de VWD reside en que los laboratorios periféricos solo estudian el FVIII, y solo algunos el VWF:Ag. Considerando que muchos de los pacientes tienen FVIII normal y otros tienen ambos normales o en el límite inferior, el diagnóstico correcto no se realiza. Está en manos del médico tratante derivar al paciente a un centro especializado para su estudio adecuado. El amplio rango normal del VWF puede enmascarar a pacientes con formas leves de VWD, pero también considerar VWD a individuos normales, sobre todo en aquellos con grupo sanguíneo O. El tiempo de sangría no es específico ni sensible para detectar VWD. El VWF:RCo por agregometría sigue siendo el test de elección para el diagnóstico de VWD a pesar de su baja sensibilidad y reproducibilidad. El VWF:CB agrega información ayudando al diagnóstico en pacientes con VWF:RCo por debajo del límite de sensibilidad y en el diagnóstico diferencial de VWD tipo 1 severo y 2M, y, junto con el VWF:RCo, ensayando con colágeno I-III y VI, podremos tener una aproximación acerca de qué dominio está afectado en casos de VWD 2M, sobre todo cuando no se puede realizar estudios moleculares. Es más preciso para el chequeo de concentrados. Los multímeros son fundamentales en la discriminación entre VWD 2A y 2M y entre algunos tipos de VWD 2B atípico y 2A. El VWF:FVIIIB ayuda a identificar VWD 2N. El VWFpp da información de la sobrevida del VWF acortada, por clearance o proteólisis; es útil para discriminar el VWD congénito del adquirido y ayudar en la elección del tratamiento. El RIPA discrimina entre VWD 2A y 2B, pero es indispensable buscar la concentración umbral de ristocetina que produce aglutinación plaquetaria. Las pruebas RIPA mixing assay y desafío con crioprecipitado ayudan a discriminar entre VWD 2B del PT-VWD, sobre todo cuando no se pueden realizar estudios moleculares. La biología molecular constituye el método definitivo para discriminar entre VWD congénito y adquirido, entre VWD 2N y hemofilia leve o moderada, y entre VWD 2B y PT-VWD. También es útil cuando se requiere consejo genético, estudios prenatales y predecir el desarrollo de inhibidores en caso de presencia de grandes deleciones del gen. La respuesta al DDAVP ayuda al diagnóstico cuando el análisis fenotípico no es claro: 1) Frente a un paciente con VWF:RCo/VWF:Ag > 0,6, patrón multimérico y recuento de plaquetas normales, pero RIPA positivo a bajas dosis: si se hace evidente la trombocitopenia y VWF:RCo/VWF:Ag < 0,6 se trata de VWD 2B atípico. Estudiar genotípicamente el exón 28. 2) Cuando el VWF:Ag es muy bajo y el VWF:RCo < 10 UI/dL, discrimina entre tipo 1 severo y tipo 3 dado que el tipo 3 no responde; y entre tipo 1 severo y 2M, en donde el tiempo de sangría y VWF:RCo no corrigen el valor basal. Estudiar genotípicamente el exón 28. 3) Cuando a los 60 minutos el VWF no alcanza valores normales y a los 120 minutos desciende a niveles basales, se evidencia sobrevida acortada del VWF: orienta a pensar en un tipo 1 Vicenza; hacer patrón multimérico para ver presencia de multímeros extragrandes. Estudiar genotípicamente el exón 27. 33 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia 18. Sanders YV, Giezenaar MA, Laros-van Gorkom BA, Meijer K, van der Bom JG, Cnossen MH, et al. The WiN study group. Von Willebrand disease and aging: an evolving phenotype. J Thromb Haemost. 2014 Apr 21. [Epub ahead of print] 19. Federici AB, Mannucci PM, Castaman G, Baronciani L, Bucciarelli P, Canciani MT, et al. Clinical and molecular predictors of thrombocytopenia and risk of bleeding in patients with von Willebrand disease type 2B: a cohort study of 67 patients. Blood. 2009;113:526-34. 20. Coleman R, Favaloro EJ, Soltani S, Keng TB. Acquired von Willebrand disease: potential contribution of the VWF:CB to the identification of functionally inhibiting auto-antibodies to von Willebrand factor. J Thromb Haemost. 2006;4:2085-8. 21. Woods AI, Sanchez-Luceros A, Bermejo E, Paiva J, Alberto MF, Grosso SH, et al. Identification of p.W246L as a novel mutation in the GP1BA gene responsible for platelet-type von Willebrand disease. Semin Thromb Hemost. 2014;40:151-60. 34 Ponencias Trombosis Coordinadores: Francisco Velasco Gimena. Servicio de Hematología. Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba Amparo Estellés Cortés. Unidad de Hemostasia, Trombosis, Arteriosclerosis y Biología Vascular. Hospital Universitario y Politécnico La Fe. Valencia Este simposio va a tratar de diversos temas relacionados con la trombosis, tanto arterial como venosa, y algunos agentes antitrombóticos. Se estudian los aspectos básicos de la trombosis, así como su asociación con diversas situaciones clínicas. En la primera ponencia, la Dra. Maureane Hoffman, del Departament of Pathology del Duke University Medical Center (Durham, North Carolina, Estados Unidos), profundiza en el estudio de las complicaciones hemorrágicas de los NOAC “non-vitamin K-antagonist oral anticoagulants”. Se investiga el efecto de dabigatrán sobre la hemostasia, in vitro e in vivo, así como el efecto del FVIIa o de los concentrados del complejo protrombínico (PCC) en revertir el efecto del dabigatrán. Para ello utiliza el método de generación de trombina modificado “Cell-Based CAT® Model”, tanto en presencia de dabigatrán como con FVIIa o 4-factor PCC. Por último, el efecto del dabigatrán solo o asociado con FVIIa o PCC se valora en un modelo animal. En la segunda ponencia, la Dra. Rosario López Pedrera y sus colaboradores, del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC)-Hospital Reina Sofía-Universidad de Córdoba, trata el tema titulado “Factor tisular, estrés oxidativo y trombosis”. En primer lugar, se plantea la importancia de la aterotrombosis en patologías autoinmunes como el síndrome antifosfolípido (SAF) y el lupus eritematoso sistémico (LES). Se expone la investigación llevada a cabo por su grupo en relación al estrés oxidativo y aterotrombosis en la patología autoinmune y el efecto de la coenzima Q10, así como el tratamiento con estatinas en pacientes con SAF y LES. Por último, se indican los mecanismos epigenéticos involucrados en la regulación de la aterotrombosis en dichas patologías autoinmunes y el papel de los microRNA. La tercera ponencia es expuesta por el Dr. Ramón Lecumberri, del Servicio de Hematología de la Clínica Universidad de Navarra. En ella indica la relación que existe entre el cáncer y la trombosis, exponiendo los nuevos mecanismos fisiopatológicos de la trombosis en el cáncer. Se destaca, posteriormente, los resultados de la prevención del tromboembolismo venoso (TEV) en dicha patología, tanto en pacientes hospitalizados como aquellos que están con quimioterapia ambulatoria. Por otra parte, se incide también en el tratamiento de la trombosis, una vez establecida en los pacientes con cáncer. Se expone, a continuación, la controversia en relación al cribado de una neoplasia oculta en pacientes con TEV idiopático. Por último, se evalúa el impacto de las HBPM en la supervivencia de pacientes con cáncer. Finalmente, la Dra. Dolores Tàsssies, del Servicio de Hemoterapia y Hemostasia del Hospital Clínic de Barcelona, expone el tema de embarazo, hipercoagulabilidad y trombosis. Durante la gestación normal se producen modificaciones del sistema hemostático que tienen como finalidad fundamental garantizar una correcta hemostasia durante el parto y el alumbramiento. Dichas modificaciones afectan simultáneamente a la coagulación, dando lugar a una hipercoagulabilidad, y al sistema fibrinolítico, produciendo una disminución de la actividad fibrinolítica, lo que ocasiona un incremento del riesgo de tromboembolismo venoso en la mujer gestante. Se exponen también los nuevos avances en relación a los problemas de la hemostasia asociados con las complicaciones de la gestación y el papel de los agentes antitrombóticos. También se indican las posibles complicaciones trombóticas en el campo de las técnicas de reproducción asistida. 35 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia The effects of dabigatran in a cell-based model of hemostasis Maureane Hoffman Departament of Pathology. Duke University Medical Center. Durham. North Carolina (USA) Acknowledgments: This work was supported by the US Department of Veterans Affairs and by research grants from CSL-Behring (King of Prussia, PA) and Boehringer-Ingelheim GmbH (Ingelheim am Rhein, Germany). Introduction not accurately reflect the anticoagulant effects of dabigatran, and the ability of an agent to normalize the PT, aPTT or thrombin time is not a good measure of whether it can normalize hemostasis in vivo.12 Thrombin generation assays appear to correlate better with hemostatic function. However, thrombin generation assays are not well standardized and not easy to employ in a clinical setting.13 In spite of these issues, the literature suggests that attempting to “bypass” the effects of a direct thrombin inhibitor by administration of PCCs may be useful in managing bleeding (reviewed in Dickneite G, 201412). By contrast, the literature is contradictory on the potential of FVIIa to reverse the effects of dabigatran. The goals of our current studies were: 1) to systematically assess the effects of FVIIa and a 4-factor PCC (Beriplex®/Kcentra®) in a cell-based model of thrombin generation in the presence of dabigatran, and 2) correlate the effects on thrombin generation with hemostasis in an animal model that is sensitive to the effects of anticoagulants.14,15 Until quite recently vitamin K antagonists (VKAs), such as warfarin, have been the only orally active anti-coagulants. In the past few years several orally active small molecule coagulation inhibitors have come on the market to compete with VKAs. These inhibitors had been termed “novel oral anticoagulants” or “NOACs”. With the passage of time that name has become less and less appropriate. More recently, it has been suggested to keep the term “NOAC”, but use it to refer to “non-vitamin K-antagonist oral anticoagulants”1. The NOACs each inhibit one of the proteases in the coagulation process; either thrombin or FXa. The first of this class of drugs to be approved was Pradaxa® (Boehringer Ingelheim, Biberach, Germany) which contains the inactive prodrug, dabigatran etexilate.2 After absorption, it is metabolized to the thrombin inhibitor, dabigatran. Dabigatran was followed closely by several FXa inhibitors, including apixaban, rivaroxaban and edoxaban, with more on the way. Key clinical trials have shown that the NOACs as a group are as effective as warfarin in preventing strokes in patients with atrial fibrillation, and are associated with a lower risk of life-threatening bleeding than is warfarin. A meta-analysis including the RE-LY, ROCKET AF, ARISTOTLE and ENGAGE trials concluded that overall the patients on one of the NOACs had a 19% lower risk of stroke or embolic events compared to warfarin.3 This benefit was mainly due to a reduction in hemorrhagic stroke. Patients on NOACs also had a lower all cause mortality, though a higher risk of GI bleeding.3 In addition, patients on dabigatran were more likely to stay on their anticoagulant regimen that patients on warfarin.4 In spite of the potential advantages of the NOACs, they have a significant drawback. This is that there are no reliable reversal agents for any of them. Dabigatran has a relatively short half-life (7 to 17 hours) in patients with adequate renal function.5,6 Thus, many bleeding episodes can be managed by withholding the drug until it is cleared. However, this approach is not adequate for some patients. Patients with life-threatening bleeding or who urgently need an invasive procedure can be difficult to manage due to the lack of a validated antidote.7 A specific humanized antibody antidote for dabigatran is in clinical trials8, but is not yet commercially available. Thus, other strategies have been attempted to reverse its effects. Most commonly, nonactivated prothrombin complex concentrates (PCC), recombinant FVIIa (NovoSeven®, Novo Nordisk) or activated PCC (FEIBA®, Baxter) have been administered in attempts to restore hemostasis.9-11 No clinical trials of these agents in bleeding human subjects on dabigatran have been conducted. Data in support of reversal strategies come from case studies, animal studies and reversal of dabigatran effects on various coagulation tests in blood from normal subjects. The published results have been somewhat contradictory. However, they do suggest that the common plasma coagulation tests do Effects of dabigatran in a cell-based CAT® model Assays of thrombin generation were performed using the Calibrated Automated Thrombogram (CAT®) method as previously described16 with the following modifications. Monocytes cultured overnight with LPS were used as a TF source.17 The number of monocytes was adjusted to a level of approximately 1 pM TF activity. Platelet rich plasma (PRP) was used, with platelets adjusted to 200 x 109/L by addition of platelet poor plasma from the same blood donor. The active form of dabigatran was purchased from Selleck Chemicals (Houston, TX). It was added to PRP to final concentrations designed to mimic a peak therapeutic level (0.4 µM; 189 ng/mL), a mildly supratherapeutic level (1 µM, 472 ng/mL) and a severely supratherapeutic level (2 µM, 944 ng/mL). In reversal experiments, 0.25 to 1.0 U/mL of a 4-factor PCC (Beriplex® in the EU or Kcentra® in the US, CSL-Behring) or 25 to 100 nM recombinant FVIIa (NovoSeven®, Novo Nordisk) were also added before initiating thrombin generation. We found that dabigatran progressively prolonged the lag before onset of thrombin generation, to 194 + 44% (mean + sd; p<0.005 compared to control) of the control level at a therapeutic level, 311 + 84% (p<0.005 compared to control) at a supratherapuetic level and 356 + 100% (p<0.005 compared to control) at a severely supratherapeutic level. Dabigatran also progressively reduced the total amount of thrombin activity measured (AUC) to 68 + 4% (p<0.005 compared to control) of the control level at a therapeutic level, 48 + 9% (p<0.005 compared to control) at a supratherapuetic level and 26 + 14% (p<0.005 compared to control) at a severely supratherapeutic level. The peak was not significantly reduced at a therapeutic level of dabigatran (93 + 13%), but was significantly reduced at supratherapeutic (66 + 13%; p<0.005) and severely supratherapeutic levels 36 Ponencias While the dosing of FVIIa is very different in mice and humans, the steep dose-response relationship was also seen with FVIIa. (37 + 16%; p<0.005). Our results are generally similar to reports in the literature utilizing a standard CAT® assay system. Representative data showing the thrombin generation curves from a single experiment are shown in Figure 1. Conclusions The effect of PCC and FVIIa on thrombin generation in the presence of dabigatran We draw the following conclusions from this work: • In a cell-based CAT® assay PCC (Beriplex®/Kcentra®) increases the peak, rate and total amount of thrombin generated (AUC) at all concentrations of dabigatran tested, from therapeutic to severe overdose. However, PCC does not improve the lag time. • FVIIa improves the lag time, peak and rate of thrombin generation, but does not increase the AUC. • FVIIa only has a beneficial effect on thrombin generation if the dabigatran level is not too high (not > about 1 µM or 480 ng/ mL in this model). • Neither FVIIa or PCC normalizes all parameters of thrombin generation in the presence of dabigatran. However, each can normalize We found that PCC at 1.0 U/mL (equivalent to about 50 U/kg in vivo) normalizes the rate, peak and AUC in the cell-based CAT® model at all levels of dabigatran tested. However, PCC does not improve the prolonged lag time. By contrast, FVIIa at 100 nM shortens the lag and increases the rate and peak. However, FVIIa does not improve the AUC at any concentration tested.18 Examples of the effects of PCC and FVIIa on thrombin generation at a concentration of 1 µM dabigatran (mildly supratherapeutic) are shown in Figure 2. Each agent increased the peak thrombin level in a dose-dependant fashion in the absence or presence of dabigatran with one notable expection. PCC had a beneficial effect at all concentrations of dabigatran tested, but FVIIa no longer had a beneficial effect if dabigatran was increased to a severely supratherapeutic level. Results in a mouse bleeding model The in vivo assessment of bleeding was carried out using a mouse saphenous vein bleeding model.14,15,19 This model performs well for the assessment of coagulation abnormalities, including hemophilia and the effects of anticoagulants.20 Mice were randomly assigned to receive i.v. injection of buffer, dabigatran alone or dabigatran plus 25 or 50 U/kg of PCC or 124, 270 or 540 µg/kg FVIIa. Hemostasis was then assessed by determination of serial bleeding times from a saphenous vein incision. In the presence of a therapeutic level of dabigatran we found that either FVIIa or PCC could restore hemostasis in this model. However, the dose response relationship was extremely steep. At 25 U/kg the PCC had no effect on hemostasis, but at 50 U/kg hemostasis was normalized. Figure 2. Effect of PCC and FVIIa on thrombin generation curve in the presence of 1 µM dabigatran in a cell-based CAT® assay. These curves are representative of the different effects of PCC (1 U/mL) and FVIIa (100 nM) on the pattern of thrombin generation in the presence of a mildly supratherapeutic level of dabigatran. PCC does not shorten the prolonged lag, but does increase the rate, peak and AUC. FVIIa shortens the lag and increases the rate and peak, but does not increase the AUC. Figure 1. Effects of dabigatran on thrombin generation curves in a cell-based CAT® model of thrombin generation. Dabigatran progressively prolongs the lag before onset of thrombin generation, as well as depressing the peak, rate and total amount of active thrombin in the model system. This is representative data from one experiment. The concentration of dabigatran in each treatment is indicated in the figure. 37 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia hemostasis in a mouse bleeding model in the presence of a therapeutic level of dabigatran. • There is an extremely steep dose-response relationship between the dose of PCC or FVIIa administered and shortening of the hemostasis time that suggests a threshold effect. Thus little benefit is seen unless the concentration of the “reversal” agent is above a critical threshold. 8. Schiele F, van Ryn J, Canada K, et al. A specific antidote for dabigatran: functional and structural characterization. Blood. 2013;121(18):3554-62. 9. Marlu R, Hodaj E, Paris A, Albaladejo P, Cracowski JL, Pernod G. Effect of non-specific reversal agents on anticoagulant activity of dabigatran and rivaroxaban: a randomised crossover ex vivo study in healthy volunteers. Thromb Haemost. 2012;108(2):217-24. 10. Pragst I, Zeitler SH, Doerr B, et al. Reversal of dabigatran anticoagulation by prothrombin complex concentrate (Beriplex P/N) in a rabbit model. J Thromb Haemost. 2012;10(9):1841-8. 11. Zhou W, Schwarting S, Illanes S, et al. Hemostatic therapy in experimental intracerebral hemorrhage associated with the direct thrombin inhibitor dabigatran. Stroke. 2011;42(12):3594-9. 12. Dickneite G, Hoffman M. Reversing the new oral anticoagulants with prothrombin complex concentrates (PCCs): what is the evidence? Thromb Haemost. 2014;111(2):189-98. 13. Dargaud Y, Wolberg AS, Luddington R, et al. Evaluation of a standardized protocol for thrombin generation measurement using the calibrated automated thrombogram: an international multicentre study. Thromb Res. 2012;130(6):929-34. 14. Pastoft AE, Lykkesfeldt J, Ezban M, Tranholm M, Whinna HC, Lauritzen B. A sensitive venous bleeding model in haemophilia A mice: effects of two recombinant FVIII products (N8 and Advate(R)). Haemophilia. 2012;18(5):782-8. 15. Buyue Y, Whinna HC, Sheehan JP. The heparin-binding exosite of factor IXa is a critical regulator of plasma thrombin generation and venous thrombosis. Blood. 2008;112(8):3234-41. 16. Machlus KR, Colby EA, Wu JR, Koch GG, Key NS, Wolberg AS. Effects of tissue factor, thrombomodulin and elevated clotting factor levels on thrombin generation in the calibrated automated thrombogram. Thromb Haemost. 2009;102(5):936-44. 17. Hoffman M, Monroe DM, Oliver JA, Roberts HR. Factors IXa and Xa play distinct roles in tissue factor-dependent initiation of coagulation. Blood. 1995;86(5):1794-801. 18. Hoffman M, Volovyk Z, Monroe DM. Reversal Of Dabigatran Anticoagulation By a 4-Factor Prothrombin Complex Concentrate: Correlation Between Effects On Parameters Of Thrombin Generation and Hemostatic Effect In Vivo. Blood. 2013;122(21):3643. 19. Feng D, Whinna H, Monroe D, Stafford DW. FVIIa as used pharmacologically is not TF dependent in hemophilia B mice. Blood. 2014;123(11):1764-6. 20. Vaezzadeh N, Ni R, Kim PY, Weitz JI, Gross PL. Comparison of the effect of coagulation and platelet function impairments on various mouse bleeding models. Thromb Haemost. 2014;112(2). We think our results explain some of the inconsistencies in published literature. The ability of either PCC or FVIIa to restore hemostasis in the presence of dabigatran depends on the dose of reversal agent used and the level of dabigatran present. Thus, the conclusion of a particular study can depend greatly on the precise conditions employed. Only results from bleeding human subjects can validate the results from the presently available studies. References 1. Husted S, De Caterina R, Andreotti F, et al. Non-vitamin K antagonist oral anticoagulants (NOACs): No longer new or novel. Thromb Haemost. 2014;111(5). 2. Eisert WG, Hauel N, Stangier J, Wienen W, Clemens A, van Ryn J. Dabigatran: an oral novel potent reversible nonpeptide inhibitor of thrombin. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 2010;30(10):1885-9. 3. Ruff CT, Giugliano RP, Braunwald E, et al. Comparison of the efficacy and safety of new oral anticoagulants with warfarin in patients with atrial fibrillation: a meta-analysis of randomised trials. Lancet. 2014;383(9921):955-62. 4. Zalesak M, Siu K, Francis K, et al. Higher persistence in newly diagnosed nonvalvular atrial fibrillation patients treated with dabigatran versus warfarin. Circ Cardiovasc Qual Outcomes. 2013;6(5):567-74. 5. Blech S, Ebner T, Ludwig-Schwellinger E, Stangier J, Roth W. The metabolism and disposition of the oral direct thrombin inhibitor, dabigatran, in humans. Drug Metab Dispos. 2008;36(2):386-99. 6. Stangier J, Clemens A. Pharmacology, pharmacokinetics, and pharmacodynamics of dabigatran etexilate, an oral direct thrombin inhibitor. Clin Appl Thromb Hemost. 2009;15 Suppl 1:9S-16S. 7. Bauer KA. Dabigatran, ROCKET atrial fibrillation, and beyond: basic science, mechanisms of agents, monitoring, and reversal. Stroke. 2013;44(6 Suppl 1):S38-40. 38 Ponencias Factor tisular, estrés oxidativo y trombosis Rosario López Pedrera, Francisco Velasco Gimena, Carlos Pérez Sánchez, Nuria Barbarroja, Patricia Ruiz Limón, M.ª Ángeles Aguirre, M.ª José Cuadrado Servicio de Reumatología. Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC). Hospital Universitario Reina Sofía. Universidad de Córdoba Financiado por: Instituto de Salud Carlos III (PI12/01511), Consejería de Salud, Junta de Andalucía (CTS-7940) y Sociedad Española de Reumatología (Fundación Española de Reumatología - FER) Introducción munes sistémicas se han propuesto numerosas teorías para explicar dichos mecanismos, aunque la patogénesis parece ser multifactorial. La activación monocítica inducida por los anticuerpos antifosfolípido (AAF), presentes en un alto porcentaje de pacientes con SAF y LES, resulta de una compleja interacción entre numerosos efectores intracelulares, responsables últimos del desarrollo de trombosis. Hace algunos años nuestro grupo describió que un proceso esencial es la inducción de la actividad procoagulante, mediante la activación del factor tisular (TF), el principal iniciador de la coagulación sanguínea3. La señalización intracelular asociada a dicha activación está mediada por los receptores activados por proteasas (PAR, mediadores de respuestas críticas para la trombosis, hemostasia y procesos inflamatorios y participantes en el desarrollo de arteriosclerosis), cuya expresión se encuentra incrementada en los monocitos de los pacientes con SAF4. Estudios posteriores permitieron demostrar que dicha señalización intracelular, inducida por los AAF, implica la activación constitutiva de MAPK y NFkB5, así como la promoción de la expresión del factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF) y su receptor Flt1 en monocitos de estos pacientes6. De modo adicional, estudios proteómicos desarrollados en nuestro laboratorio han conducido a la identificación de nuevas proteínas (cuya expresión se encuentra alterada por efecto directo de los AAF) implicadas en el desarrollo de trombosis y la activación de la respuesta inmune (p. ej., protein disulfuro isomerasa, anexina I, anexina II, catalasa, ubiquitin-Nedd8, proteínas RhoA y Hsp60)7. La imbricación de todas estas proteínas y mecanismos intracelulares resultaba pues en la inducción de un estado procoagulante y proinflamatorio en estos pacientes. Los anticuerpos antifosfolípido y otros autoanticuerpos presentes en SAF (como los anti-HDL y anti-apolipoproteína I) son también responsables del desarrollo de enfermedad cardiovascular y aterosclerosis a través de otros mecanismos complementarios que incluyen la formación de complejos anti-LDLox/anti-ß2GPI, lo que facilita o acelera la absorción de LDLox por los macrófagos y su consecuente conversión en células espumosas. Además, tanto macrófagos como células endoteliales adhieren ß2GPI durante el proceso aterosclerótico, de modo que los anticuerpos promueven la adhesión de los macrófagos al endotelio mediada por moléculas de adhesión como ICAM-1, VCAM-1 o e-selectina8. De hecho, se ha demostrado una correlación positiva entre los títulos de anticuerpos anticardiolipina y anti-ß2-glicoproteína 1 y la incidencia y severidad del síndrome coronario agudo, el infarto de miocardio o el accidente cerebrovascular9. En un estudio reciente desarrollado en nuestro laboratorio, en una cohorte de 43 pacientes con SAF10, pudimos demostrar, como en estudios previos, una correlación positiva entre los títulos de anticuerpos anticardiolipina y la ocurrencia de eventos trombóticos en estos pacientes. También demostramos una asociación positiva significativa entre los títulos de estos anticuerpos y la presencia de aterosclerosis La enfermedad vascular aterotrombótica representa un problema global de salud pública de importancia creciente. A pesar de los avances que se han realizado en el tratamiento de las manifestaciones clínicas de esta enfermedad (infarto de miocardio, accidentes cerebrovasculares, aneurisma aórtico, vasculopatía periférica, etc.) las recidivas son frecuentes y la morbimortalidad continúa siendo elevada. Un aspecto importante de la prevención y tratamiento de la aterotrombosis consiste en identificar precozmente a los sujetos con riesgo vascular aumentado, susceptibles de desarrollar episodios trombóticos. Los nuevos conceptos relacionados con la patogenia de la aterotrombosis (AT), donde la inflamación generada por un mecanismo inmunológico se considera determinante, han permitido considerar que un proceso autoinmune esté involucrado en su inicio y perpetuación1. Las enfermedades autoinmunes más estudiadas en relación con la AT son aquellas que presentan una mayor incidencia, como el lupus eritematoso sistémico (LES) y el síndrome antifosfolípido primario (SAF). El desarrollo de enfermedad cardiovascular en estas patologías implica factores genéticos, así como otros factores de riesgo adquiridos (p. ej. hipercolesterolemia, diabetes mellitus e hipertensión). Los componentes protrombóticos e inflamatorios de la respuesta inmune (principalmente el factor tisular y diversas citocinas), el estrés oxidativo, así como elementos autoinmunes (p. ej. autoanticuerpos, autoantígenos y linfocitos autorreactivos) parecen estar también implicados en estos procesos2. Aterotrombosis en patologías autoinmunes: síndrome antifosfolípido y lupus eritematoso sistémico En las enfermedades autoinmunes, como el SAF y el LES, se presentan eventos coronarios agudos sin que medien factores de riesgo tradicionales previos que los justifiquen. El análisis de los mecanismos que llevan al desarrollo de una aterotrombosis prematura y/o acelerada en estas patologías permite establecer similitudes entre la aterogénesis y los procesos inflamatorios crónicos que caracterizan a estas enfermedades: incremento en la expresión de moléculas de adhesión en el endotelio, aumento del reclutamiento de células proinflamatorias y activación de macrófagos, aumento en la expresión de citocinas, factores de crecimiento y otros factores inflamatorios que interrelacionan los distintos tipos celulares. Así la presencia de una enfermedad autoinmune constituye un factor de riesgo aterogénico de gran peso, ya que aumenta la probabilidad de un evento trombótico en mayor grado y en menor tiempo que los factores de riesgo tradicionales. Estudios celulares y moleculares recientes han demostrado que dentro de la placa arteriosclerótica los mecanismos proinflamatorios y protrombóticos están íntimamente asociados. En enfermedades autoin- 39 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia lipina, y la expresión de moléculas de adhesión que favorecería el reclutamiento de monocitos y linfocitos. Los monocitos activados migran hacia la íntima arterial, donde por acción de los complejos ß2GPI/LDLox se vería incrementada la adsorción de LDLox, conduciendo a la formación de células espumosas. Estas células junto con los linfocitos T producirían citocinas, factores de crecimiento, TF, etc., promoviendo la proliferación de las células musculares lisas y la potenciación del proceso aterotrombótico. precoz, medida como engrosamiento de la íntima media carotídea. Nuestros resultados confirman estudios previos desarrollados por el grupo de Ames et al.11, que también demuestran un aumento en el engrosamiento de la íntima media carotídea asociada al título de antiaCL de isotipo IgG. Es más, nuestros datos apuntan a la existencia de una aterosclerosis prematura asociada al desarrollo de trombosis, de forma que en nuestra serie de pacientes 11 de los 12 pacientes SAF que mostraban placas ateroscleróticas habían sufrido al menos un evento trombótico previo. La formación del trombo es un proceso clave en el desarrollo del engrosamiento de la carótida interna. Numerosos estudios han demostrado que el TF está presente en las lesiones ateroscleróticas y contribuye a la aterogénesis. El TF media respuestas críticas para la hemostasis y la trombosis, así como para las reacciones inflamatorias12. Por tanto el TF, cuya expresión se halla significativamente incrementada en monocitos de pacientes con SAF, junto a otros factores de la cascada coagulativa y el sistema activado por PAR2, podría actuar como un regulador multifactorial adicional de la aterogénesis. El desarrollo de una aterosclerosis temprana podría verse igualmente facilitado por la existencia de un estatus inflamatorio en estos pacientes, que parece no estar coordinado por la citocinas “clásicas” como el TNF o la IL-1, sino por mediadores inflamatorios como el VEGF, el tPA o diversas quimiocinas (IL-8, MCP-1, MIP1alfa) cuya función principal es el reclutamiento de neutrófilos, monocitos y linfocitos B y T a las zonas de inflamación. De modo resumido, la secuencia de inicio de formación de la placa aterosclerótica en estos pacientes implicaría (Figura 1): la activación de las células endoteliales por efecto de los anticuerpos anticardio- Estrés oxidativo y aterotrombosis en la patología autoinmune. Efecto de la coenzima Q10 Más recientemente se ha demostrado que el estrés oxidativo ejerce un papel fundamental en la patogenia de la aterotrombosis. El estrés oxidativo podría definirse como el desequilibrio bioquímico propiciado por la producción excesiva de especies reactivas y radicales libres que generan daño oxidativo en las biomoléculas y que no puede ser contrarrestado por los sistemas antioxidantes. En condiciones fisiológicas normales, las especies reactivas de oxígeno y nitrógeno son producidas por la mitocondria como resultado del metabolismo aerobio, los peroxisomas celulares en procesos de detoxificación o la NADPH oxidasa de las células fagocíticas, como sistemas de señalización celular y como medio del sistema inmunitario para eliminar patógenos. Estas especies reactivas y radicales libres son luego eliminados o neutralizados por las defensas antioxidantes del organismo, tales como las enzimas catalasa o superóxido dismutasa y algunas vitaminas. Sin embargo, cuando este equilibrio se pierde, por procesos inflamatorios o autoinmunes, por ejemplo, se incrementa la concentración de especies reactivas de oxígeno y nitrógeno, conduciendo a un daño en los componentes celulares, tales como los lípidos o las proteínas, alterando el metabolismo y crecimiento celular normal y dando lugar a alteraciones en el sistema de defensa, el envejecimiento o numerosas enfermedades. En patologías autoinmunes como el SAF o el LES se ha demostrado que los anticuerpos anticardiolipina parecen jugar un papel relevante en la inducción de un estatus prooxidativo, a través de la inducción de la producción de óxido nítrico y anión superóxido, con la consecuente generación de peroxinitritos, potentes sustancias prooxidantes asociadas con disfunción vascular y aterogénesis13. Los títulos de ACA también se han correlacionado con los niveles plasmáticos de F2-isoprostanos, marcadores de peroxidación lipídica in vivo. Otro mecanismo proaterogénico promovido por los anticuerpos antifosfolípido es la inducción de la absorción de LDL oxidada por parte de los macrófagos. Este efecto concuerda con la reducción de la actividad paraoxonasa encontrada en estos pacientes. La paraoxonasa es una enzima antioxidante asociada a lipoproteínas de alta densidad que previenen la oxidación de las LDL. Es más, la actividad de esta enzima se ha asociado a la presencia de alteraciones estructurales y funcionales del sistema arterial en pacientes APS. A nivel molecular estos autoanticuerpos promueven la activación constitutiva de NFkB, y consecuentemente la activación de la óxido nítrico sintasa, ambas responsables de la disfunción endotelial característica de estos pacientes. A nivel celular, varios estudios han demostrado que la producción excesiva de radicales de oxígeno y nitrógeno daña biomoléculas tales como lípidos, proteínas y ADN, así como componentes celulares, siendo la maquinaria mitocondrial particularmente sensible al daño oxidativo. Es más, las especies reactivas de oxígeno derivadas de la Figura 1. Secuencia de formación de la placa aterosclerótica en pacientes con síndrome antifosfolípido primario mediada por anticuerpos anti-ß2glicoproteína 1. De modo resumido, la secuencia de inicio de formación de la placa aterosclerótica en estos pacientes implicaría: la activación de las células endoteliales por efecto de los anticuerpos anticardiolipina, y la expresión de moléculas de adhesión que favorecería el reclutamiento de monocitos y linfocitos. Los monocitos activados migran hacia la íntima arterial, donde por acción de los complejos ß2GPI/LDLox se vería incrementada la adsorción de LDLox, conduciendo a la formación de células espumosas. Estas células, junto con los linfocitos T, producirían citocinas, factores de crecimiento, TF, etc., promoviendo la proliferación de las células musculares lisas y la potenciación del proceso aterotrombótico. 40 Ponencias mitocondria actúan como moléculas intracelulares de señalización que regulan numerosas funciones celulares. En la mitocondria, la coenzima Q10 (CoQ10 o ubiquinona) es un componente vital de la cadena de transporte de electrones mitocondrial, con un papel crucial en la producción de ATP. Proporciona propiedades estabilizadoras a la membrana celular y actúa como antioxidante, con efectos celulares protectores. Entre dichos efectos inhibe la oxidación de LDL y de este modo la progresión de la aterosclerosis. Es más, la CoQ10 reduce la producción de citocinas proinflamatorias, así como la viscosidad sanguínea, efectos ambos beneficiosos en pacientes con fallo cardíaco y enfermedad arterial coronaria. Diversos estudios han mostrado los efectos terapéuticos de la suplementación con CoQ10 en distintas condiciones clínicas, con especial énfasis en la enfermedad cardiovascular14. Sin embargo, los posibles efectos beneficiosos de la CoQ10 en pacientes autoinmunes con alto riesgo de aterotrombosis aún no han sido evaluados. Con esta premisa, en nuestro equipo nos planteamos como objetivos: 1) investigar la disfunción mitocondrial y el estrés oxidativo en leucocitos de pacientes con SAF y su asociación con el desarrollo de trombosis y aterosclerosis; 2) analizar el efecto del tratamiento in vitro con autoanticuerpos en presencia/ausencia de coenzima Q10. El estudio, realizado en muestras de 43 pacientes SAF y 38 donantes sanos10, demostró, en primer lugar, la presencia de un estatus oxidativo celular, con producción incrementada de peróxidos y anión superóxido en monocitos y neutrófilos, junto con una reducción significativa en los niveles de GSH intracelular. Se observó también elevado el porcentaje de monocitos y neutrófilos circulantes con el potencial de membrana mitocondrial (PMM) incrementado. Los estudios de correlación y asociación demostraron que los títulos de anticuerpos anticardiolipina se hallaban positivamente correlacionados con el porcentaje de células con alteración de su potencial de membrana mitocondrial. Los niveles de peróxidos en monocitos correlacionaron con la expresión de TF. También los niveles de peróxidos en monocitos y neutrófilos correlacionaron positivamente con los niveles plasmáticos de tPA. Finalmente, los niveles de actividad antioxidante total en plasma se correlacionó negativamente con los niveles plasmáticos de VEGF. Los estudios de asociación mostraron que la ocurrencia de eventos trombóticos en pacientes APS se asoció con factores previamente descritos como los títulos de anticuerpos anticardiolipina o la expresión de TF, pero también con marcadores de estrés oxidativo como el potencial de membrana mitocondrial o la capacidad antioxidante total del plasma. Se evidenció asimismo que la AT incipiente encontrada en estos pacientes se asociaba al aumento en el porcentaje de células con alteración del potencial de membrana mitocondrial. Se ponía de manifiesto de este modo la gran relevancia de la actividad mitocondrial en la patología aterotrombótica de estos pacientes. Para evaluar la implicación de la mitocondria en estos procesos y el efecto de la CoQ10, realizamos diversos estudios in vitro en monocitos de donantes sanos a los que se incubó con anticuerpos anticardiolipina de isotipo IgG en presencia o ausencia de CoQ10. La preincubación de monocitos con CoQ10 redujo el estrés oxidativo, el porcentaje de células con el PMM alterado y la expresión inducida de TF, VEGF y Flt1. Asimismo, la CoQ10 favoreció la preservación de la ultraestructura mitocondrial. Así, las mitocondrias de monocitos tratados con ACA-IgG mostraban un tamaño menor y una pobre preservación ultraestructural, mientras que el pretratamiento con CoQ10 indujo un incremento en el tamaño mitocondrial y también una mejora en la preservación ultraestructural. Observamos asimismo, en estudios de microscopía confocal, que estas alteraciones dependían de procesos de fisión o ruptura mitocondrial, mediada por proteínas Drp-1 y Fis-1. La adición de CoQ10 inhibía la expresión de estas proteínas. En suma, el estudio desarrollado nos permitió concluir que: 1) existe una alteración del estado redox intracelular en leucocitos de pacientes APS (mediado por los autoanticuerpos característicos del síndrome) que regula el estado inflamatorio y proaterotrombótico, y se halla directamente asociado a la dinámica y el metabolismo mitocondrial; 2) el tratamiento con CoQ10 previene la disfunción mitocondrial y el estrés oxidativo y reduce la expresión de marcadores protrombóticos/proinflamatorios, por lo que podría ser considerado un tratamiento prometedor utilizado como aditivo a la terapia estándar en pacientes APS (Figura 2). Los monocitos como protagonistas del proceso aterotrombótico. Efecto del tratamiento in vivo con estatinas en pacientes con SAF y LES La patogénesis de la aterotrombosis implica varios tipos celulares del sistema inmune, habiéndose demostrado que los monocitos/macrófagos juegan un papel esencial. Los monocitos son no obstante un grupo celular hetereogéneo, con funciones divergentes en inmunidad, aterogénesis y procesos repa- Figura 2. Ilustración esquemática de los posibles mecanismos intracelulares ligados a la activación monocítica inducida por anticuerpos antifosfolípido. La unión de anticuerpos anticardiolipina (aPL-IgG) a la superficie celular promueve, por mecanismos aún no identificados, una disfunción mitocondrial que implica una reducción del potencial de membrana mitocondrial y el incremento en la fisión mitocondrial. La mitocondria disfuncional promueve la generación de ROS, responsables a su vez de la activación de rutas dependientes de p38 MAPK que conducen a un estado protrombótico y proinflamatorio. El pretratamiento con CoQ10 previene la disfunción mitocondrial y el estrés oxidativo promovido por los anticuerpos antifosfolípido, y la expresión de las rutas intracelulares que conducen a la expresión de marcadores protrombóticos relevantes en la fisiopatología del SAF. AnxII, annexina II; β2GPI, β2-glycoproteina I; MAPK, kinasa activada por mitógenos; NF-κB, factor nuclear-κB; PAR, receptor activado por proteasas; TF, factor tisular; VEGF, factor de crecimiento vascular endotelial; Flt1, Fmslike tyrosine kinase 1; ROS, especies reactivas de oxígeno; iNOS, óxido nítrico sintasa inducible; NO, óxido nítrico; Drp1, dinamina 1; Fis-1, proteína de fisión 1. 41 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia por efecto del tratamiento con fluvastatina se encontraban asociados a enfermedad cardiovascular y trombosis (inflamación, metabolismo lipídico, enfermedad vascular y hematológica, e interacción y señalización célula-célula, estrés oxidativo y actividad mitocondrial). El análisis de expresión mediante RT-PCR de diversos genes seleccionados entre los descritos (GPX1, SOD2, NFKBIA, WNT5A, C1QTNF7, NRP1 y TGFB1) en monocitos de una cohorte independiente de pacientes LES permitió validar los resultados obtenidos. Adicionalmente, en estudios de microscopía electrónica pudimos demostrar que la fluvastatina inducía biogénesis mitocondrial en los monocitos de los pacientes con LES, con la consiguiente mejora de la respiración y del metabolismo celular. Estos resultados subrayan la eficacia del tratamiento con fluvastatina en los pacientes LES, particularmente en aquellos con un riesgo incrementado de aterotrombosis. rativos; así, en respuesta a estímulos específicos pueden promover la fagocitosis de lipoproteínas citotóxicas, la eliminación de cuerpos apoptóticos, la secreción de citocinas antiinflamatorias o la síntesis de proteínas reparadoras de la matriz que estabilizan las placas ateroscleróticas vulnerables. Pero también pueden promover efectos deletéreos: además de modular el metabolismo lipídico, los monocitos secretan citocinas inflamatorias, quimiocinas y especies reactivas de oxígeno que dirigen la patogenia. También producen TF y proteasas que contribuyen a la trombosis y la ruptura de la placa aterosclerótica15. Por tanto, la modulación farmacológica de la actividad monocito/macrofágica representa una estrategia terapéutica potencial para la prevención de la aterotrombosis. Numerosos estudios llevados a cabo en los últimos años sugieren que las estatinas, potentes inhibidores de la enzima 3-hidroxi-3-metil glutaril coenzima A reductasa (HMG-CoA), e inicialmente asociadas a la reducción del metabolismo del colesterol, poseen efectos beneficiosos sobre numerosas enfermedades cardiovasculares y autoinmunes. Estos efectos serían debidos a sus pleiotrópicas funciones sobre la disfunción endotelial, sus propiedades antiinflamatorias, sus efectos inmunomoduladores, etc.16. Con esta premisa, en nuestro equipo de investigación nos planteamos evaluar, en monocitos de pacientes con SAF, los efectos del tratamiento con fluvastatina sobre la expresión y regulación de las proteínas implicadas en el estado proinflamatorio/procoagulante característico de este síndrome17. Dicho estudio se realizó en una cohorte de 42 pacientes con SAF e historia previa trombosis, que recibieron fluvastatina (20 mg/día) durante un mes. Se obtuvieron muestras de sangre periférica antes del tratamiento y después de uno y tres meses. Tras un mes de tratamiento con fluvastatina, los monocitos de pacientes con SAF mostraron una inhibición significativa en la expresión TF, PAR1, PAR2, VEGF y Flt1. A nivel molecular, esta inhibición se asoció con la reducción de la proteólisis de IkBalfa y la inhibición de la actividad de NFkB. Los niveles medios de la forma fosforilada de p38-MAPK mostraron una reducción paralela. El análisis proteómico demostró cambios significativos en los patrones de expresión de proteínas implicadas en el desarrollo de trombosis: la fluvastatina inhibió la expresión de Annexin II y de RhoA e indujo la expresión de la proteína disulfuro isomerasa. En su conjunto, nuestros datos sugerían que las estatinas pueden regular, in vivo, la expresión de proteínas procoagulantes y proinflamatorias en monocitos de pacientes con SAF. El análisis proteómico contribuyó a la elucidación de los mecanismos subyacentes a dichos efectos reguladores. La fluvastatina podría por tanto constituir una terapia alternativa con resultados prometedores en el tratamiento del SAF. En un estudio posterior18 nos planteamos como nuevo objetivo evaluar la efectividad de la fluvastatina como fármaco antiinflamatorio/antioxidante en pacientes lúpicos, en los que se ha demostrado igualmente una alteración del estado redox intracelular en monocitos asociada al efecto de los autoanticuerpos del LES e implicado en el desarrollo de eventos cardiovasculares. Seleccionamos 27 pacientes, a los que se administró fluvastatina a una dosis de 20 mg/día durante un mes. Se obtuvieron muestras de sangre antes del tratamiento y al final del mismo y se realizó un array de expresión a partir de ARN extraído de monocitos purificados. El estudio de microarray mostró que alrededor de 800 genes sufrieron un cambio significativo en su perfil de expresión en monocitos de pacientes LES en respuesta al tratamiento con fluvastatina. Aproximadamente un 38% de los genes alterados en su expresión Mecanismos epigenéticos involucrados en la regulación de la aterotrombosis en el síndrome antifosfolípido primario y el lupus eritematoso sistémico. Papel de los miRNA La complejidad de la aterotrombosis en los pacientes SAF/LES probablemente requiera de un sistema integrado de análisis de factores de riesgo cardiovascular y biomarcadores para identificar y tratar a los pacientes con alto riesgo. En este sentido diversos estudios a nivel molecular han mostrado que existe una familia de RNA, denominada microRNA (miRNA) con una función esencial en un número creciente de procesos biológicos, a través de la regulación de la expresión proteica. Los miRNA son RNA cortos, de 21-25 nucleótidos, no codificantes, e implicados en la regulación génica, aunque el papel preciso de muchos de ellos es aún desconocido. Se han identificado más de 1.500 miRNA en la especie humana, habiéndose demostrado su participación clave en numerosos procesos fisiológicos y patológicos (cardiogénesis, diferenciación hematopoyética, inmunidad innata y adquirida, oncogénesis, etc.)19. Estudios recientes, desarrollados en colaboración con el grupo de investigación dirigido por el Dr. Constantino Martínez, de la Universidad de Murcia, han demostrado que diversos miembros del cluster miR 17-92 (miR-20a y miR-19b), inicialmente identificados como reguladores de la angiogénesis tumoral, regulan la expresión de TF en monocitos de pacientes con SAF y LES, de modo que se ha observado una reducción en los mismos significativamente correlacionada con la sobreactivación del TF20. La reducción en la expresión de estos miRNA podría pues contribuir al estado protrombótico característico de pacientes SAF y LES. Se trata del primer trabajo que muestra que los miRNA pueden ser importantes moduladores del sistema hemostático y estar implicados en procesos fisiopatológicos en enfermedades autoinmunes sistémicas. Por tanto, la identificación y caracterización de los miRNA implicados en el control de la expresión de proteínas proinflamatorias y protrombóticas asociadas a la aterotrombosis en patologías autoinmunes podría contribuir a la identificación de biomarcadores para delinear el fenotipo de dicha patología, así como la valoración de respuesta a nuevas modalidades terapéuticas. Consideraciones finales En suma, la aterotrombosis en SAF y LES constituye una patología de carácter sistémico en cuyo desarrollo interviene una compleja red de 42 Ponencias mediadores inmunológicos, procoagulantes (p. ej., TF) estrés oxidativo y citocinas que conducen a la aparición de células espumosas en la pared vascular con la posterior formación de estrías grasas y de placas que derivan en la inducción de procesos trombóticos. Numerosas herramientas terapéuticas se hallan en estudio para su uso en la prevención de la AT y la patología cardiovascular asociada a estas enfermedades autoinmunes, tales como las estatinas, la hidroxicloroquina, los péptidos miméticos de ApoA1, inhibidores de IFNalfa, la coenzima Q10, etc. Dichas herramientas deben considerar la compleja red de factores implicados en la patología aterotrombótica, de modo que probablemente la mejor estrategia implicaría una combinación de fármacos inmunosupresores, antiinflamatorios y antioxidantes que debería ser administrada teniendo en cuenta el perfil patológico/molecular específico de cada paciente autoinmune. 8. Hasunuma Y, Matsuura E, Makita Z, Katahira T, Nishi S, Koike T. Involvement of beta 2-glycoprotein I and anticardiolipin antibodies in oxidatively modified low-density lipoprotein uptake by macrophages. Clin Exp Immunol. 1997 Mar;107(3):569-73. 9. Veres K, Lakos G, Kerényi A, et al. 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Clínica Universidad de Navarra. Pamplona Introducción a cáncer presentan un mayor riesgo de recurrencia, hemorragias y mortalidad durante el tratamiento anticoagulante6. Más aún, el hecho de sufrir un episodio tromboembólico se asocia con un peor pronóstico de la propia enfermedad tumoral7. Por tanto, la prevención es fundamental en esta población tan sensible. En la actualidad existe uniformidad entre las distintas guías de práctica clínica en la recomendación de profilaxis farmacológica con heparina de bajo peso molecular (HBPM) en pacientes con cáncer activo hospitalizados con proceso médico agudo o inmovilización8-10. Sin embargo, esta recomendación se basa en gran medida en extrapolación de los resultados de los principales ensayos clínicos que evaluaron la eficacia y seguridad de la tromboprofilaxis, en comparación con placebo, en pacientes hospitalizados con patología médica aguda. En estos estudios la proporción de pacientes oncológicos osciló entre el 4-15%. Un metaanálisis reciente de los resultados de estos estudios en la subpoblación con cáncer encontró que el riesgo relativo de TEV fue 0,91 (IC 95%, 0,2-4,0) en los pacientes que recibieron tromboprofilaxis frente a placebo11. Cabe la posibilidad de que las dosis utilizadas no sean las óptimas, y que en muchos pacientes con cáncer se precisen dosis profilácticas superiores a las empleadas en el resto de pacientes. En este sentido, nuestro grupo, evaluando el impacto de un sistema de alerta electrónica para la prevención del TEV en pacientes hospitalizados, hemos descrito un impacto mucho menor en los pacientes con cáncer activo que en el resto de pacientes hospitalizados por patología médica aguda12. Un porcentaje importante (>70%) de eventos tuvo lugar en pacientes que había recibido una adecuada profilaxis con HBPM. En cualquier caso, la eficacia y seguridad de empleo de “dosis intermedias” debería ser evaluada en estudios diseñados a tal efecto. Otra cuestión controvertida es la administración de tromboprofilaxis en pacientes en tratamiento quimioterápico ambulatorio. Los estudios PROTECHT y SAVE-ONCO demostraron una reducción estadísticamente significativa de TEV que recibieron profilaxis con nadroparina o semuloparina13,14, respectivamente. Sin embargo, la baja incidencia de eventos observada en el grupo control de ambos estudios y la ausencia de impacto en la supervivencia, ha motivado que por el momento ninguna guía clínica recomiende actualmente tromboprofilaxis sistemática en este contexto. El desarrollo de escalas de estratificación del riesgo de TEV en pacientes oncológicos en tratamiento quimioterápico (la más validada es la propuesta por A. Khorana) puede ser de ayuda a la hora de seleccionar aquellos pacientes con mayor riesgo de TEV, que en teoría más se beneficiarían de la tromboprofilaxis farmacológica15. Así, en el estudio con nadroparina, el número necesario para tratar (NNT) para prevenir un episodio tromboembólico disminuyó de 50 en la población global a 15 en los pacientes de alto riesgo. De la misma forma, en el estudio con semuloparina, la reducción de la incidencia de trombosis en los pacientes de alto riesgo (1,4% vs 5,4%) fue mayor que en los En los últimos años estamos asistiendo a un creciente interés en el estudio de la asociación entre cáncer y trombosis, descrita por primera vez en la primera mitad del siglo xix. Este interés se ha traducido en un mejor conocimiento de los mecanismos fisiopatológicos implicados así como en importantes avances en el manejo clínico de estos pacientes. En las siguientes líneas abordaremos algunos de los temas más candentes de la asociación bidireccional existente entre cáncer y trombosis, con especial énfasis en aquellas cuestiones más próximas a la práctica clínica habitual. Nuevos mecanismos fisiopatológicos de la trombosis en cáncer Es bien conocido que el cáncer induce un estado de hipercoagulabilidad, que sumado a otros factores (cirugías, inmovilización, tratamientos de quimioterapia/hormonoterapia, etc.) contribuye a la alta incidencia de tromboembolismo venoso (TEV) en esta población. La incidencia de trombosis asociada a cáncer es aproximadamente de 13 casos por 1.000 personas-año, pero dependiendo del tipo de neoplasia y otros factores concurrentes, se han descrito tasas próximas al 20%1. Varios trabajos recientes han mostrado que alteraciones (mutaciones) en algunas vías de señalización oncogénicas (RAS, HER2, EGFR, PTEN, MET, P53) juegan un papel en la disregulación hemostática que acompaña al cáncer, influyendo en la expresión, entre otros, de factor tisular (FT)2. Así, el perfil de expresión de genes relacionados con la coagulación puede diferir entre subgrupos molecularmente diferentes de una neoplasia determinada. Por otra parte, la generación de neutrophile extracellular DNA traps (NETosis) se postula como un nuevo mecanismo tanto en los procesos de progresión tumoral como en el desarrollo de trombosis asociada a cáncer. Se ha observado un aumento en la generación de NET en modelos animales de cáncer, y un incremento en la concentración plasmática de marcadores de generación de NET en pacientes con complicaciones trombóticas asociadas al cáncer3,4. Además, la demostración de que algunos quimioterápicos inducen la liberación de NET proporciona un nuevo mecanismo para explicar el riesgo de trombosis asociado al tratamiento5. Prevención del tromboembolismo venoso en pacientes con cáncer Además de la importancia derivada de su elevada incidencia, merece la pena destacar que la trombosis constituye la segunda causa de mortalidad en los pacientes con cáncer. Los pacientes con TEV asociado 44 Ponencias TEV idiopático. Aunque el número de pacientes era reducido, dicha exploración como herramienta única mostró una sensibilidad, valor predictivo positivo y valor predictivo negativo del 77,8%, 22,6% y 97,7%, respectivamente19. La determinación de la actividad plasmática de FT resultaba de utilidad a la hora de seleccionar pacientes con mayor probabilidad de neoplasia oculta, con la consiguiente reducción de costes. La utilidad de la PET/TC para esta indicación debería ser evaluada en futuros estudios. pacientes de riesgo bajo (1% vs 1,3%)16. En la actualidad está en marcha un estudio prospectivo que evalúa la tromboprofilaxis ambulatoria en función de la estratificación del riesgo. Tratamiento del tromboembolismo venoso en pacientes con cáncer Nuevamente, existe uniformidad en las distintas guías clínicas acerca de la preferencia de la HBPM como tratamiento inicial y a largo plazo (6 meses) del TEV en pacientes con cáncer activo. Pasado este tiempo, en caso de persistencia de enfermedad activa, se sugiere continuar el tratamiento anticoagulante, aunque está menos claro el fármaco de elección. Asimismo, en caso de recurrencia trombótica durante el tratamiento anticoagulante existen diversas posibilidades, aunque la más aceptada hoy en día es escalar la dosis de HBPM frente a la implantación de un filtro en la vena cava17. Los ensayos realizados con los nuevos anticoagulantes orales de acción directa como tratamiento inicial y a largo plazo del TEV incluyeron una población muy limitada (<10%) de pacientes con cáncer. Si además tenemos en cuenta que el brazo control en estos estudios fue warfarina (en los pacientes con cáncer el tratamiento de elección es HBPM), la mayoría de expertos coinciden en señalar que se precisan nuevos estudios específicos en esta población antes de recomendar la utilización de estos anticoagulantes para este fin. Heparina de bajo peso molecular y supervivencia en pacientes con cáncer El sistema hemostático juega un importante papel en varia etapas del proceso de progresión tumoral. La administración de fármacos antitrombóticos podría ejercer un efecto beneficioso en pacientes con cáncer más allá de la mera prevención de complicaciones trombóticas. Numerosos estudios in vitro e in vivo han sugerido una acción antitumoral de las heparinas, principalmente de las HBPM. Sin embargo, los estudios realizados hasta la fecha, dirigidos a evaluar el impacto en la supervivencia de la administración de HBPM en pacientes con cáncer sin trombosis, han mostrado resultados poco uniformes. La heterogeneidad en el diseño de dichos estudios (tipo de tumor, estadio, dosis y posología de HBPM) dificulta la obtención de conclusiones claras20. Todas las guías clínicas recomiendan no administrar HBPM a pacientes con cáncer sin trombosis con el objeto de aumentar la supervivencia en condiciones de práctica clínica habitual. No obstante, se debe seguir dedicando esfuerzo y recursos a esta línea de investigación. El recientemente publicado estudio ABEL (bemiparina en pacientes con carcinoma microcítico de pulmón en estadio localizado) mostró una supervivencia muy superior en pacientes que recibieron esta HBPM21. Estos resultados apoyan la teoría de que el beneficio de las HBPM para la supervivencia en pacientes con cáncer se daría particularmente en pacientes con enfermedad en estadios no avanzados, esto es, sin metástasis a distancia. Al igual que en puntos anteriores, los resultados de estudios actualmente en marcha ayudarán a clarificar esta cuestión. Cribado de neoplasia oculta en pacientes con tromboembolismo venoso idiopático En ocasiones, un episodio tromboembólico puede ser la primera manifestación clínica de una neoplasia que había permanecido oculta o asintomática hasta ese momento. La prevalencia de un cáncer oculto aumenta con la edad, siendo claramente superior en el caso de TEV idiopáticos en comparación con TEV secundarios (10% vs 2%). En los pacientes que han sufrido un episodio de TEV idiopático la posibilidad de desarrollar una neoplasia es mayor a la de la población general hasta los 24 meses siguientes al episodio trombótico. En este contexto, la realización de pruebas diagnósticas dirigidas a la detección de un posible tumor oculto parece enormemente atractiva, ya que, al menos en teoría, podría favorecer un diagnóstico más temprano, y por consiguiente, disminuir la mortalidad por cáncer. Sin embargo, hasta la fecha ningún estudio ha demostrado un impacto positivo de la realización de un cribado de cáncer oculto en pacientes con TEV idiopático en términos de supervivencia. Además de limitaciones metodológicas, algunos de estos estudios evaluaron estrategias con sensibilidad subóptima o, por el contrario, incluyeron un abanico de pruebas difícilmente trasladables a la práctica clínica habitual. Aunque la mayoría de las guías que han abordado esta cuestión se han posicionado en contra de la realización de despistaje de neoplasia oculta, por primera vez las guías NICE (National Institute for Health and Clinical Excellence) recomiendan el despistaje de neoplasia oculta en pacientes con TEV idiopática con una estrategia limitada (historia clínica, exploración física, radiografía de tórax, bioquímica básica y análisis de orina) y considerar otras exploraciones (TC abdominopélvica y/o mamografía) en pacientes mayores de 40 años18. Sin duda, esta es una cuestión todavía abierta. En un trabajo reciente, Alfonso et al. han evaluado la utilidad de la PET/TC para el cribado de cáncer oculto en pacientes con un primer episodio de Bibliografía 1. Gomes M, Khorana AA. Risk assessment for thrombosis in cancer. Semin Thromb Hemost. 2014;40:319-24. 2. Magnus N, D’Asti E, Meehan B, Garnier D, Rak J. Oncogenes and the coagulation system - forces that modulate dormant and aggressive states in cancer. Thromb Res. 2014;133 Suppl 2:S1-9. 3. Demers M, Krause DS, Schatzberg D, Martinod K, Voorhees JR, Fuchs TA, Scadden DT, Wagner DD. Cancers predispose neutrophils to release extracellular DNA traps that contribute to cancer-associated thrombosis. Proc Natl Acad Sci USA. 2012;109:13076-81. 4. Demers M, Wagner DD. NETosis: a new factor in tumor progression and cancer-associated thrombosis. Semin Thromb Hemost. 2014;40:277-83. 5. Van Den Berg YW, Reitsma PH. 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A su vez, factores específicos relacionados con el embarazo, como las técnicas de reproducción asistida, gestaciones múltiples, retraso de crecimiento intrauterino, preeclampsia, cesárea urgente o hemorragia posparto, se han descrito como factores de riesgo de ETV3. Aparte de la historia personal de trombosis previa, la trombofilia es el factor individual más importante para ETV en la gestación2,3. Aproximadamente la mitad de las ETV que ocurren en el embarazo y el puerperio se asocian a trombofilia. El riesgo que confiere cada tipo de trombofilia se ha evaluado recientemente en un metaanálisis de nueve estudios7. Todas las trombofilias genéticas, excepto la metilén-tetrahidrofolato-reductasa (MTHFR) C677T homocigota se asociaron con un incremento del riesgo de ETV en la gestación. De ellas, la que se asoció a un mayor riesgo fue la presencia homocigota del factor V Leiden, seguida del factor V Leiden heterocigoto y protrombina G20210A heterocigota, el déficit de antitrombina y el de proteína C y el déficit de proteína S7 (Tabla 1). La heparina de bajo peso molecular (HBPM) es el tratamiento de elección para la ETV en el embarazo. Debe mantenerse durante toda la gestación y al menos seis semanas tras el parto, con una duración mínima de seis meses de tratamiento. La HBPM parece ser segura y eficaz en este contexto, tal como se desprende de un metaanálisis que En aproximadamente la mitad de las mujeres en edad reproductiva que presentan un primer episodio trombótico, este está relacionado con un factor de riesgo hormonal. La enfermedad tromboembólica venosa (ETV) relacionada con el embarazo ocurre en aproximadamente 1-2 de 1.000 gestaciones y es una de las causas más importantes de mortalidad materna en los países desarrollados con una mortalidad estimada de 1,2 a 4,7 por 100.000 embarazos. A lo largo de la gestación el riesgo de desarrollar trombosis es cinco veces mayor que en las mujeres en edad fértil no gestantes1-3. En el embarazo suceden una serie de cambios en el sistema de la coagulación que forman parte de una adaptación fisiológica para asegurar la formación de una correcta circulación uteroplacentaria y el control de la hemorragia en el momento del parto. Estos cambios comportan un estado de hipercoagulabilidad en el que la trombofilia adquirida o genética parece tener un papel un papel en el desarrollo de ETV durante el embarazo4,5. Existe evidencia acumulada del papel de las alteraciones del flujo placentario y cambios protrombóticos en los vasos placentarios en las complicaciones vasculares gestacionales. Las trombofilias también se han relacionado con complicaciones vasculares placentarias tales como abortos de repetición, preclampsia, retraso de crecimiento intrauterino y desprendimiento prematuro de placenta5. A continuación se revisan los mecanismos de hipercoagulabilidad relacionados con la gestación y el papel que la trombofilia genética o adquirida puede tener en el desarrollo de ETV, abortos de repetición y otras complicaciones vasculares placentarias. Hipercoagulabilidad y enfermedad tromboembólica venosa en el embarazo Tabla 1. Riesgo de trombosis en el embarazo en relación con la presencia de trombofilia genética Como resultado de los cambios hormonales en el embarazo se produce una elevación de factores de coagulación como los factores VII, VIII, X, von Willebrand y fibrinógeno. A su vez, la resistencia a la proteína C activada se incrementa durante el segundo y tercer trimestre y se produce una disminución de la actividad de la proteína S. Simultáneamente hay un incremento de los inhibidores de la fibrinólisis, como el TAFI, el PAI-1 y el PAI-24. Se han demostrado cambios en la estructura de la malla de fibrina a lo largo de la gestación con respecto a mujeres no gestantes, y estos cambios persisten como mínimo hasta ocho semanas posparto6. El incremento de la estasis sanguínea en las extremidades inferiores como consecuencia del incremento de presión del útero grávido sobre el sistema vascular pélvico puede influir en el riesgo trombótico. Tanto los cambios fisiológicos como los anatómicos tardan varias semanas después del parto en volver a la normalidad, por lo que el Alteración OR (intervalo de confianza 95%) Factor V Leiden homocigoto 34,4 (9,8-120,1) Protrombina G20210A homocigota 26,4 (1,2-559,3) Factor V Leiden heterocigoto 8,3 (5,4-12,7) Protrombina G20210A heterocigota 6,8 (2,5-18,8) Déficit de proteína C 4,8 (2,1-10,6) Déficit de proteína S 3,2 (1,5-6,9) Déficit de antitrombina 4,7 (1,30-16,9) MTHFR C677T homocigota 0,7 (0,2-2,5) MTHFR, metilén-tetrahidrofolato-reductasa Modificada de Robertson et al.7 47 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia incluye casi 1.000 pacientes, no hallándose diferencias significativas en cuanto a la incidencia de sangrado antenatal, sangrado tras el parto o recurrencias de la ETV durante el embarazo8. de los estudios caso-control mostró relación del factor V Leiden y de los anticuerpos antifosfolípido con los fallos de implantación. Sin embargo, en el subanálisis de los estudios de cohortes no se pudo confirmar dicha asociación. Hipercoagulabilidad y enfermedad tromboembólica venosa en relación con las técnicas de reproducción asistida Hipercoagulabilidad y abortos de repetición Aunque la etiopatogenia del aborto de repetición (AR) es heterogénea y no atribuible a una sola causa, las alteraciones en el sistema hemostático parecen tener algún papel. Los factores genéticos o adquiridos de trombofilia se han asociado con los abortos de repetición7. Los mecanismos patogénicos que se han sugerido incluyen la formación de trombos en los vasos placentarios en formación dando lugar a infartos placentarios y la subsecuente insuficiencia uteroplacentaria. Entre los factores adquiridos, es ampliamente aceptado que los anticuerpos antifosfolípido son un factor de riesgo para AR así como para pérdidas fetales de segundo y tercer trimestre15. Se estima que un 20% de mujeres con AR tiene anticuerpos antifosfolípido. Los AR pueden ser la única manifestación clínica en el síndrome antifosfolipídico (SAF), constituyendo un criterio diagnóstico por sí mismo. Entre los criterios clínicos diagnósticos16 de SAF se encuentra la presencia de tres o más abortos espontáneos consecutivos antes de la semana 10 de gestación, o una o más muertes fetales más allá de la semana 10 de gestación. La muerte fetal parece ser más específica del SAF, donde tiene un mayor riesgo de recurrencia17. Se ha sugerido que los antecedentes de AR deben considerarse como marcador de hipercoagulabilidad y de un estado protrombótico. En este sentido, en nuestro grupo pudimos evidenciar en mujeres con anticuerpos antifosfolípido con historia de AR la existencia de un estado protrombótico con hipofibrinólisis en estado basal, fuera de la gestación18. Asimismo, desde el punto de vista clínico, que entre las pacientes con historia de AR la presencia de anticuerpos antifosfolípido era el principal determinante para presentar eventos trombóticos posteriores. Entre las mujeres con historia de AR, aquellas portadoras de anticuerpos antifosfolípido tenían cinco veces más riesgo de presentar trombosis en el futuro que las pacientes con trombofilias genéticas19. La relación de las trombofilias genéticas y los AR ha sido inconsistente. Entre los factores hereditarios que se han relacionado con AR se incluyen los déficits de antitrombina, proteína C y proteína S, así como, las más frecuentes, alteraciones genéticas factor V Leiden y protrombina G20210A. También se ha sugerido que el estado portador de trombofilia en el feto podría contribuir a las pérdidas fetales, atribuyéndose al estado de portador de factor V Leiden paterno un riesgo seis veces superior de pérdida fetal recurrente20. En un estudio que incluyó más de 1.000 pacientes21 no se halló relación del factor V Leiden con los AR, resultado similar al hallado en otros estudios. Por el contrario, Rey et al.22, en un metaanálisis de 31 estudios, hallaron relación de los AR con el factor V Leiden, protrombina G20210A y déficit de proteína S. Los resultados de otro metaanálisis más reciente7 que incluye más de 7.000 pacientes apoyan la relación de las trombofilias hereditarias con el AR. En este estudio, el factor V Leiden homocigoto, la protrombina G20210A heterocigota y los anticuerpos antifosfolípido se asociaron de manera significativa con los abortos antes de la semana 24 de gestación. Las pérdidas fetales tardías se asociaron con el déficit de proteína S, el factor V Leiden heterocigoto, la protrombina G20210A heterocigota y los anticuerpos antifosfolípido. El polimorfismo de la MTHFR C677T homocigoto no se asoció a AR. Las técnicas de reproducción asistida han supuesto un avance significativo en el campo de la infertilidad. Sin embargo, como consecuencia de la inducción de la ovulación requerida se pueden presentar complicaciones como el síndrome de hiperestimulación ovárica o el tromboembolismo. La estimulación ovárica controlada durante la fecundación in vitro (FIV) causa incrementos muy importantes en los niveles de estradiol que pueden influir en la hemostasia y en el desarrollo del síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO). Se ha descrito un estado protrombótico durante la FIV con incremento de factores procoagulantes, incremento del potencial de generación de trombina y disminución de la fibrinólisis9. Estos cambios se magnifican cuando se desarrolla un SHO. El SHO es una complicación yatrogénica y potencialmente mortal de las FIV que se observa hasta en un 33% de ciclos de forma clínicamente moderada, pero que puede llegar a ser grave en el 3-8% de ciclos. Las alteraciones de la hemostasia junto con la hemoconcentración contribuyen a un estado de hipercoagulabilidad con incremento del riesgo de presentar trombosis10. En cuanto a las características de las trombosis relacionadas con técnicas de reproducción asistida, dos tercios afectan al territorio venoso y un tercio son arteriales11. Globalmente el 40% se asocian a trombofilia, aunque las trombosis arteriales se asocian con menor frecuencia que las venosas. Las trombosis venosas relacionadas con FIV se asocian a SHO en un 78%, el territorio más frecuentemente afectado son las venas de cuello o extremidades superiores. Pueden suceder tardíamente (entre 2 días y 11 semanas de la resolución del SHO) y no suele haber mortalidad relacionada. Por el contrario, las trombosis arteriales relacionadas con FIV se asocian prácticamente todas a SHO, suceden tempranamente y de manera concurrente con síntomas de SHO. La mayoría se manifiestan como ictus isquémicos (60%) y se asocian a una mortalidad del 9%11. El riesgo de ETV en las gestaciones conseguidas por FIV es mayor que en aquellas espontáneas. La incidencia de trombosis en el primer trimestre en relación con FIV se ha estimado en un estudio en el 0,2%10, representando globalmente un incremento de diez veces en comparación con las gestaciones sin FIV. En las gestaciones por FIV que se complicaron con SHO el riesgo de trombosis fue 100 veces superior, mientras que en ausencia de SHO fue de 5 veces10. Un reciente estudio transversal12 que incluye más de 23.000 mujeres con gestaciones tras FIV y 117.000 con gestaciones espontáneas confirma un riesgo de 4 y 7 veces de trombosis venosa y de embolia pulmonar respectivamente durante el primer trimestre de la gestación. La relación de las trombofilias con los resultados de las FIV es controvertida. En un estudio prospectivo de cohortes no se halló relación del factor V Leiden ni la mutación de la protrombina G20210A con los fallos de implantación, el riesgo de desarrollar SHO o el riesgo de trombosis en el embarazo en pacientes sometidas a FIV sin otros factores de riesgo13. En un metaanálisis14 que incluyó más de 6.000 pacientes sometidas a técnicas de reproducción asistida el subanálisis 48 Ponencias No se halló asociación con otros grupos de genes analizados. En otro metaanálisis que evalúa el factor V Leiden y la protrombina G20210A no se halla relación de dichas mutaciones con el riesgo de preeclampsia ni de retraso de crecimiento intrauterino29. En cuanto al SAF como trombofilia adquirida, su asociación con patología maternofetal es más consistente que con las trombofilias genéticas. De hecho, diversas manifestaciones de patología maternofetal se incluyen en los criterios clínicos de diagnóstico del síndrome antifosfolípido16. El síndrome antifosfolípido se asocia a trombosis venosa y arterial, y en la gestación puede asociarse a lesiones vasculares en la placenta que den lugar a una insuficiencia placentaria con sus diversas manifestaciones clínicas. Se han sugerido diversos mecanismos por los que los anticuerpos antifosfolípido podrían alterar la función placentaria, tales como la interferencia con la anexina V, un anticoagulante natural presente en los villi placentarios. Las complicaciones obstétricas más claramente asociadas al SAF son el retraso de crecimiento intrauterino grave, la prematuridad, la preeclampsia grave y las muertes fetales tardías, complicación que tiene un mayor riesgo de recurrencia17. Se estima que hasta un 30% de las gestantes con preeclampsia tienen anticuerpos antifosfolípido. Sin el tratamiento profiláctico adecuado, el porcentaje de embarazos a término en el SAF se estima inferior al 20%, y, aun con tratamiento, la incidencia de complicaciones como el retraso de crecimiento intrauterino, el desprendimiento de placenta normalmente inserta, la preeclampsia grave y los partos pretérmino es superior al de la población sana23. El tratamiento y profilaxis de las recurrencias de las complicaciones vasculares placentarias en gestaciones siguientes es objeto de debate. En un metaanálisis reciente30 se sugiere que la HBPM puede reducir el riesgo de presentar nuevas complicaciones vasculares placentarias en mujeres con antecedentes de haberlas presentado en anteriores gestaciones, aunque harán falta más estudios para confirmar dicho efecto. El haber desarrollado una preeclampsia parece influir en la morbilidad cardiovascular posterior, como sugieren estudios retrospectivos, en los que se halla un mayor riesgo a largo plazo de hipertensión, muerte de causa cardiovascular, síndrome metabólico y enfermedad cerebrovascular31. Existe evidencia de que en pacientes con SAF y AR el tratamiento con HBPM junto a dosis bajas de ácido acetilsalicílico (AAS) en la gestación aumenta las probabilidades de éxito. No obstante, el estudio observacional NOH-APS, que compara los resultados de gestaciones en pacientes con SAF obstétrico tratadas con HBPM y AAS con los de gestantes sanas, concluye que las pacientes con SAF y pérdidas fetales previas, aun recibiendo tratamiento, tienen un mayor riesgo de presentar nuevas pérdidas fetales, preeclampsia, nacimientos prematuros y otras complicaciones vasculares placentarias en las siguientes gestaciones23. No existen evidencias de que el tratamiento anticoagulante mejore el pronóstico para AR en pacientes con trombofilias hereditarias o sin trombofilia24. Los resultados de ensayos clínicos controlados que se están llevando a cabo en la actualidad, como el estudio ALIFE2, que evalúa la eficacia de la HBPM en mujeres con AR y trombofilia hereditaria, aportarán evidencia de calidad en este aspecto. Hipercoagulabilidad y complicaciones vasculares placentarias La circulación uteroplacentaria se asemeja a la circulación venosa en cuanto a su baja presión y baja velocidad y puede ser especialmente susceptible a presentar trombosis25. La placenta expresa y produce componentes de la coagulación que intervienen en el desarrollo placentario. Los trofoblastos placentarios son procoagulantes por la expresión de factor tisular y fosfatidilserina. Esta capacidad procoagulante está compensada por inhibidores como el TFPI, la trombomodulina, la anexina V e inhibidores de la fibrinólisis25. El grado en que las trombofilias genéticas contribuyen al mal funcionamiento placentario y a los malos resultados obstétricos está en discusión. En general los estudios publicados son de series pequeñas y heterogéneas en cuanto a los criterios de inclusión utilizados. A pesar de ello, diversas entidades en cuya patogenia intervienen las alteraciones vasculares placentarias se han relacionado con la presencia de trombofilia. Entre ellas, la preeclampsia, el desprendimiento prematuro de placenta y el retraso de crecimiento intrauterino. La preeclampsia es una patología multisistémica caracterizada por hipertensión y proteinuria que afecta a un 8% de gestaciones. Alrededor de un 6% de estas pacientes desarrollan una forma grave de preeclampsia que conlleva un aumento de la mortalidad materna y se asocia a un riesgo de hasta un 16% de muerte perinatal26. En la preeclampsia existe un estado de hipercoagulabilidad aumentado en comparación con las gestaciones que no presentan esta complicación26. En esta línea se han descrito alteraciones en las fibrinólisis persistentes en pacientes con antecedentes de preeclampsia grave, indicando un estado de hipercoagulabilidad basal en estas pacientes27. Las manifestaciones clínicas de la preclampsia se considera que son secundarias a la hipoperfusión que resulta de la formación de microtrombos y el depósito de fibrina que afecta a múltiples órganos maternos y a la placenta. La activación de la coagulación en la preeclampsia ocurre ya en los estadios iniciales y a menudo antecede a las manifestaciones clínicas. Se han descrito incrementos en los niveles de factor VIII y von Willebrand, de los complejos trombina-antitrombina, del dímero D, de la fibrina soluble y de la trombomodulina, así como resistencia a la proteína C activada. En un reciente metaanálisis28 se evaluaron 50 genotipos en 5.049 casos y 16.989 controles. Se halló casi dos veces más riesgo de preclampsia grave en relación con el factor V Leiden, protrombina G20210A y un polimorfismo en el gen del receptor de la leptina (LEPR rs1137100). Consideraciones finales Durante la gestación ocurren de manera fisiológica alteraciones del sistema hemostático que son procoagulantes. La concurrencia de factores genéticos o adquiridos de trombofilia puede incrementar el riesgo de presentar trombosis durante la gestación. Por otra parte, las técnicas de reproducción asistida suponen una inducción hormonal de la ovulación que supone un mayor riesgo de presentar complicaciones trombóticas. Las complicaciones vasculares placentarias parecen compartir mecanismos fisiopatológicos que implican alteraciones isquémicas en la circulación uteroplacentaria. Los abortos de repetición y la preeclampsia se han asociado de manera más consistente con el síndrome antifosfolipídico aunque también se sugiere un posible papel de las trombofilias genéticas. Bibliografía 1. Barco S, Nijkeuter M, Middeldorp S. Pregnancy and venous thromboembolism. Semin Thromb Hemost. 2013;39:549-58. 2. Pomp ER, Lenselink AM, Rosendaal FR, Doggen CJ. Pregnancy, the postpartum period and prothrombotic defects: risk of venous thrombosis in the MEGA study. J Thromb Haemost. 2008;6:632-7. 49 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia 3. James AH, Jamison MG, Brancazio LR, Myers ER. Venous thromboembolism during pregnancy and the postpartum period: incidence, risk factors, and mortality. Am J Obstet Gynecol. 2006;194:1311-5. 4. Brenner B. Hemostatic changes in pregnancy. Thromb Res. 2004;114:409-14. 5. Pabinger I. Thrombophilia and its impact on pregnancy. Thromb Res. 2009:123:S16-21. 6. 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Barcelona En los años setenta, la disponibilidad de concentrados de factores de la coagulación permitió un mejor control de las hemorragias de los pacientes hemofílicos; ello posibilitó administrar dosis terapéuticas con volúmenes muy reducidos comparados con el tratamiento con plasma o crioprecipitados, además de permitir su administración por el propio paciente. La obtención de los concentrados a partir de una mezcla de plasmas de un gran número de donantes fue la causa de que la mayoría de pacientes tratados antes de los años 80 se infectaran con el virus de la hepatitis C y, después, con el virus de la inmunodeficiencia humana. La coinfección por ambos virus precisa de un enfoque especial por el efecto nocivo de ambos virus entre sí. En la actualidad, la mayoría de los pacientes han realizado tratamientos para la erradicación del virus C y siguen tratamiento con terapia antirretroviral de gran eficacia para el control del virus de la inmunodeficiencia, con lo que se ha alcanzado una notable reducción del número de infecciones oportunistas y de la mortalidad por el sida. El Dr. Vicente Soriano, en su ponencia sobre la cuarta década postinfección, revisa los nuevos retos como son la búsqueda de posibles terapias que permitan la erradicación del virus y el control de la comorbilidad asociada al largo periodo de tratamiento antirretroviral. La profilaxis es un tratamiento ampliamente aceptado para los niños con hemofilia grave. El Dr. Ramiro Núñez revisará los efectos beneficiosos de la profilaxis con especial atención a los puntos más controvertidos: a quién indicarla, cuándo iniciarla y con qué dosis. El inicio de la profilaxis en edades muy tempranas en ocasiones se ve dificultado por la disponibilidad de accesos venosos. Disponer de factores que incrementen la vida media al fusionar el FVIII o FIX con diferentes moléculas abre unas nuevas perspectivas terapéuticas en un futuro muy cercano. El Dr. Víctor Jiménez-Yuste revisa en profundidad los estudios en curso, así como la investigación de nuevas moléculas. A partir de la caracterización de los genes involucrados en la hemofilia A y B a mediados de los años ochenta, ha habido un notable progreso en los conocimientos de las alteraciones moleculares responsables de esta enfermedad. El Dr. Eduardo Tizzano efectúa una puesta al día de estos avances y analiza cuáles son las perspectivas futuras para conciliar el rápido e incesante avance de la tecnología con los criterios clínicos tradicionales y la efectividad de los fármacos disponibles, sin olvidar los resultados de la terapia génica en la hemofilia B, primer eslabón de una potencial curación. 51 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia La infección por el VIH en su cuarta década Vicente Soriano Vázquez Hospital Universitario La Paz. Madrid Resumen Nuevo perfil de la infección por VIH La irrupción del sida en los ochenta supuso un revulsivo sin precedentes para las enfermedades infecciosas, erróneamente consideradas en remisión gracias al descubrimiento de antimicrobianos y vacunas. Se tardó más de una década en convertir la infección por el virus de la inmunodeficiencia adquirida (VIH) en una enfermedad crónica, mediante la prescripción de combinaciones de antirretrovirales. Sin embargo, por el momento no hay posibilidad de erradicación del VIH de los portadores. La obtención de una vacuna preventiva no está en el horizonte próximo. Los 35 millones de personas infectadas por VIH en el mundo se enfrentan ahora a nuevos procesos médicos, la mayoría derivados de una exposición prolongada a los antivirales y al envejecimiento. En la actualidad, las complicaciones metabólicas (diabetes), el elevado riesgo cardiovascular, los cánceres, la disfunción renal, hepática y ósea, así como los trastornos neurocognitivos y psiquiátricos, constituyen un amplio repertorio de patologías que han reemplazado a las infecciones y neoplasias oportunistas como causa de enfermedad en los pacientes VIH positivos. El control sostenido y máximo de la replicación viral con la medicación antirretroviral no permite erradicar la infección por VIH, de modo que persisten una activación inmune y un estado proinflamatorio que, en última instancia, ocasionan un recambio celular aumentado en el organismo, con envejecimiento precoz. Las complicaciones médicas en las personas infectadas por el VIH que tienen suprimida la replicación viral forman un amplio abanico de procesos (Tabla 1) y su mayor frecuencia se explica en gran parte por la exposición prolongada a los antivirales y el envejecimiento acelerado del que hemos hablado. El estudio D:A:D ha demostrado que en el mundo desarrollado las infecciones y neoplasias oportunistas que definían el sida hasta la irrupción de la terapia triple en 1996 han sido reemplazadas como causa de enfermedad por cánceres no-sida (pulmón, cuello y cabeza, linfoma de Hodgkin), procesos cardiovasculares (infarto de miocardio, accidentes vasculares cerebrales) y enfermedad hepática (Figura 1). Introducción Tabla 1. Rising complications in controlled HIV infection • Non-AIDS cancers (lung, head & neck, Hodgkin) La OMS estima que más de 35 millones de personas en el mundo viven infectadas por el VIH, más del 75% en países en desarrollo. A pesar de conocerse bien los mecanismos de prevención, cada año continúan ocurriendo más de 2 millones de nuevas infecciones. La eficacia del tratamiento antirretroviral ha permitido reducir drásticamente tanto las complicaciones oportunistas como la mortalidad asociada al sida. Además, la supresión de la replicación viral con antirretrovirales es muy eficaz para evitar el contagio, tanto por vía sexual como perinatal. En la medida en que los diferentes fármacos antirretrovirales han mejorado el perfil de efectos secundarios y se ha reducido su precio (incluyendo la disponibilidad de genéricos), la indicación de tratamiento ha pasado a ser cada vez más amplia, sin limitarse a los pacientes con una cifra reducida de linfocitos T CD4+. En la actualidad se tratan casi todos los pacientes con infección por VIH, siendo la única excepción los progresores lentos y los “elite controlers”. • Metabolic disease (diabetes) • Cardiovascular disease (heart, stroke) • Liver disease (hep C, OH, drugs) • Neuropsychiatric complications (neurocognitive dysfunction, psychiatric) • Kidney disease (HCV, TDF) • Bone disease (demineralization, avascular necrosis) Rising complications in controlled HIV infection Causes of death in HIV (DAD study) 34% 16% 14% Tratamiento antirretroviral 9% En el momento actual las coformulaciones de inhibidores de la transcriptasa reversa, que incluyen dos análogos de nucleósidos (tenofovir/ emtricitabina o abacavir/lamivudina) y un no nucleósido (efavirenz o rilpivirina) o un inhibidor de la integrasa (elvitegravir/cobicistat o dolutegravir) son los más utilizados. Tienen un perfil favorable de efectos secundarios y se administran como un comprimido una vez al día. Period 1999-2000 Mortality 17.5 (Pt-1000y) Figura 1. 52 AIDS IDS Non-A rs cance Liver CVD 23% 22% 10% 8% 2009-2011 9.1 Lancet 2014;384:241-48 Ponencias Por todo ello, el próximo y definitivo escalón en la lucha frente al sida pasa por el desarrollo de estrategias erradicativas. Los conocimientos actuales y algunos casos anecdóticos de curación hacen prever que estas probablemente serán el resultado de la combinación sinérgica de antivirales e inmunoterapia. 2. Grinsztejn B, Hosseinipour M, Ribaudo H, et al. Effects of early versus delayed initiation of antiretroviral treatment on clinical outcomes of HIV1 infection: results from the phase 3 HPTN 052 randomized controlled trial. Lancet Infect Dis. 2014;14:281-90. 3. Smith C, Ryom L, Weber R, et al. Trends in understanding causes of death in people with HIV from 1999 to 2011 (D:A:D): a multicohort collaboration. Lancet. 2014;384:241-8. 4. Soriano V, Barreiro P, Sherman K. The changing epidemiology of liver disease in HIV patients. AIDS Rev. 2013;15:25-31. Bibliografía 1. Barreiro P, Fernandez-Montero JV, de Mendoza C, Labarga P, Soriano V. Towards hepatitis C eradication from the HIV-infected population. Antivir Res. 2014;105:1-7. 53 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Profilaxis primaria: ¿a quién, cuándo y cómo? Ramiro Núñez, Rosario Pérez Unidad de Hemofilia. Hospitales Universitarios Virgen del Rocío/Virgen Macarena. Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS). Sevilla Introducción con 4,9 para el grupo a demanda10. En el estudio ESPRIT se comparó la eficacia de la profilaxis con el tratamiento a demanda para prevenir los hemartros y la afectación radiológica articular en 45 niños con hemofilia grave de edades comprendidas entre 1 y 7 años. Los pacientes en profilaxis presentaron menos hemartros (0,20 vs 0,52 por paciente y mes, p<0,02) y signos radiológicos de artropatía (29% vs 74%, p<0,05), mostrándose la profilaxis más efectiva cuando se iniciaba de forma temprana, antes de los 36 meses de vida11. Existe, por tanto, un consenso en relación a la superioridad de la profilaxis como la modalidad de tratamiento para pacientes con hemofilia grave para prevenir hemorragias, preservar el estatus articular y garantizar la mejor calidad de vida posible12,13. Aunque la mayoría de los datos relativos a la profilaxis primaria proceden de estudios en pacientes con hemofilia A y que, por tanto, no pueden hacerse afirmaciones definitivas para niños con hemofilia B, estas recomendaciones son generalmente extensibles y aplicadas en ambos tipos de hemofilia. La profilaxis es la modalidad de tratamiento recomendada para pacientes con hemofilia A grave. Se entiende como profilaxis el tratamiento sustitutivo continuado de larga duración, consistente en la administración intravenosa regular de concentrados del factor deficitario, con el objetivo de prevenir la aparición de hemorragias espontáneas y el desarrollo de la artropatía hemofílica1. Entre las experiencias pioneras que avalan su empleo encontramos las llevadas a cabo desde los años cincuenta y sesenta primero en Suecia y después en Holanda, en las que ya se indicaba la conveniencia de elevar la actividad de factor en hemofilia grave por encima del 1%2,3. Posteriormente se han documentado muchos intentos de prevención de episodios hemorrágicos, la mayoría en estudios de corta duración y cohortes pequeñas, junto con otros estudio controlados y doble ciego en los que los resultados indicaban que la profilaxis era superior al tratamiento a demanda, más aún en los regímenes que utilizaban una mayor frecuencia de dosis4,5. En 1992 se publicó el primer y más amplio estudio sobre profilaxis y su influencia en el estado articular de los pacientes hemofílicos6. Nilsson et al. analizaron el seguimiento de 60 pacientes durante 25 años y concluyeron que la profilaxis precoz podía prevenir la patología articular. Estos resultados fueron confirmados en un gran estudio internacional posterior7. En otro estudio que comparaba cohortes de dos países, Suecia con pacientes en profilaxis y Noruega con pacientes a demanda, los primeros necesitaron cuatro veces menos cirugías ortopédicas aunque con un consumo superior de concentrados de factor8. Tanto la OMS como la WFH recomendaron la profilaxis como tratamiento de primera elección desde 19949. A pesar de la aceptación generalizada de la profilaxis como modalidad de tratamiento de elección en pacientes con hemofilia grave varias interrogantes pueden presentarse sobre su forma de aplicación. ¿Cuándo? Varios estudios han demostrado que la profilaxis debe comenzar de forma precoz, antes del inicio de una artropatía. Ya en la experiencia sueca se describe cómo los pacientes adultos (24-32 años) en el momento de la evaluación que habían iniciado la profilaxis entre los 3 y los 13 años de edad con un régimen de dosis bajas y un intervalo de administración de entre 3 y 5 días, presentaron entre 1,5 y 16 eventos articulares por año. Los resultados fueron similares en pacientes de 13-17 años que empezaron la profilaxis entre 1 y 4,5 años con un régimen más intensivo. Únicamente la cohorte de niños de 3-12 años que iniciaron la profilaxis antes de los 2 años con un régimen intensivo (25-40 IU/kg de peso tres veces/semana) no presentaron hemartros y tampoco signos de artropatía6. Otros estudios también han confirmado la ausencia de artropatía en pacientes que iniciaron la profilaxis antes de los 2 años o después del primer hemartros14. A partir de estas experiencias diversos grupos de expertos han propuesto definiciones sobre profilaxis que recogen el momento idóneo para su inicio, generalmente vinculado a la edad o a la aparición del primer hemartros. El grupo PEDNET (European Pediatric Network for Haemophilia) definió el concepto de profilaxis según los siguientes criterios15: ¿A quién? En los últimos años varios estudios clínicos prospectivos han aportado evidencia científica sobre la capacidad de la profilaxis para reducir la afectación articular y otros eventos hemorrágicos. En el trabajo de Manco-Johnson, 65 niños con hemofilia A grave menores de 30 meses de edad fueron asignados aleatoriamente a recibir profilaxis con concentrados de FVIII a 25 UI/kg 3 días por semana o tratamiento a demanda de episodios hemorrágicos con 40 UI/kg y dos dosis subsecuentes de 20 UI/kg a las 24 y 72 horas. Los pacientes del grupo en profilaxis consumieron durante el mismo periodo tres veces más FVIII en comparación con los pacientes en tratamiento a demanda, pero con un promedio de 1,2 sangrados/año versus 17,1. Respecto a los episodios articulares el grupo en profilaxis registró una media de 0,6 episodios/año comparado • Profilaxis primaria A: tratamiento continuo regular iniciado después del primer hemartros y antes de la edad de 2 años. • Profilaxis primaria B: tratamiento continuo regular iniciado antes de los 2 años de edad y sin sangrado articular previo. • Profilaxis secundaria A: tratamiento continuo regular iniciado después de 2 o más hemartros o a una edad mayor de 2 años. 54 Ponencias necesidad de accesos venosos centrales, además de ajustar el consumo de forma que en los pasos 1 y 2 el consumo de factor es similar al de los regímenes de dosis intermedias, mientras que en el paso 3 el consumo es equiparable al esquema sueco de altas dosis. Con una media de 10 años de seguimiento, el 9% de los pacientes de 15 años sigue recibiendo una sola dosis de factor a la semana21. Sin embrago, a los 8,8 años de media la resonancia de tobillos, rodillas y codos mostró que el 50% de los pacientes tenía evidencia de lesión ósea subcondral y pérdida de cartílago y en todos los casos las lesiones osteocondrales se produjeron en articulaciones que habían presentado sangrado durante el periodo de estudio22. Es poco probable que un esquema único sea el apropiado para todos los pacientes. Collins et al. proponen que cada hemofílico debería tener un régimen “personalizado” según un acuerdo entre él o su familia y el centro de tratamiento, teniendo presentes el acceso venoso, el patrón de sangrado y el nivel de actividad física. El nivel de factor a mantener durante la profilaxis es objeto de debate ya que sabemos que pacientes con dosificaciones por encima del 1% van a presentar episodios hemorrágicos mientras otros no tendrán este tipo de complicaciones, incluso con niveles de factor indetectables. Como ya se ha comentado es una práctica habitual infundir el factor lunes, miércoles y viernes en hemofilia A, y dos veces por semana en hemofilia B. Administrar una dosis mayor los viernes e incluso una dosis extra durante el fin de semana si se prevé una actividad física más intensa va a reducir los periodos “valle” y con ello el potencial riesgo de sangrado. Los estudios farmacocinéticos contribuyen a diseñar estrategias de profilaxis individualizada, que no debería considerarse fija sino modificable en función de los cambios inevitables de las circunstancias personales23. La vida media del FVIII es aproximadamente de 8-16 horas, aunque puede variar hasta dos veces en pacientes con hemofilia grave. Pacientes con menor vida media pueden requerir dosis más frecuentes para prevenir hemorragias. Por el contrario, los cambios fisiológicos propios de la edad, que aumentan la vida media del FVIII, pueden permitir una reducción del régimen profiláctico en niños mayores y adultos24. En cualquier caso, la profilaxis se administrará preferentemente por la mañana con el objetivo de cubrir los periodos de mayor actividad, y siempre será recomendable antes de participar en actividades que supongan un riesgo de lesión aumentado. Aunque la vía periférica será de elección, los accesos venosos centrales son con frecuencia necesarios especialmente en niños de corta edad con un acceso venoso difícil. En estos casos serán preferibles los catéteres totalmente implantables tipo Port-a-Cath por su menor tasa de complicaciones trombóticas e infecciosas25. También se ha utilizado la opción de una fístula arteriovenosa como posibilidad en pacientes con acceso difícil26. Una vez iniciada la profilaxis primaria el estudio de inhibidor debe investigarse cada 5 exposiciones hasta la número 20; posteriormente, entre la 21 y 50 exposiciones se recomienda hacerlo cada 10 infusiones y al menos dos veces al año hasta la 150 exposición12. Hay gran interés en los nuevos concentrados de FVIII/FIX de vida media prolongada y su potencial para modificar las pautas actuales de profilaxis al aumentar los intervalos entre infusiones. Por otro lado, se puede especular si los niveles bajos de factor durante más tiempo (incluidos los periodos diurnos) supondrán un mayor riesgo de hemorragias subclínicas y de daño articular secundario, comparado con el mayor número de administraciones y niveles pico de la profilaxis con- • Profilaxis secundaria B: tratamiento regular intermitente debido a frecuentes sangrados. En base a que el daño articular puede ocurrir después de muy pocos sangrados o incluso secundariamente a episodios subclínicos, algunos autores consideran apropiado definir la profilaxis primaria como la infusión de concentrados de factor que se inicia antes de la existencia de daño articular y con la intención de administrarla de forma regular durante 45 semanas al año como mínimo16. Recientemente Valentino ha definido la profilaxis primaria como el tratamiento continuo regular iniciado antes de la edad de 3 años y del segundo evento hemorrágico articular clínicamente evidente en una gran articulación, en ausencia de alteración osteocondral documentada por el examen físico o estudios radiológicos de imagen17. Si la profilaxis debería iniciarse antes del primer hemartros, generalmente en torno a los 2 años de edad, o un poco después continúa siendo objeto de debate. En todo caso, está claramente establecida la importancia de no retrasar el inicio del tratamiento después de unos pocos eventos articulares, especialmente después del primero. ¿Cómo? La profilaxis en pacientes con hemofilia se ha aplicado siguiendo diversos esquemas. Entre ellos, encontramos el modelo sueco de “dosis altas”, en el que se administra FVIII o FIX a 25-40 UI/kg de peso en días alternos, con un mínimo de tres veces a la semana para hemofilia A y dos veces a la semana en casos de hemofilia B, iniciada generalmente antes de los 2 años de edad o en el momento del primer hemartros si se produce antes de los 2 años. El objetivo es alcanzar concentraciones de factor superiores al 1% de forma continua para evitar hemorragias intercurrentes18. En el conocido como modelo holandés de “dosis intermedias” las dosis administradas son de 15-25 UI/kg de FVIII 2-3 veces por semana en hemofilia A y 30-50 UI/kg de FIX 1-2 veces por semana en hemofilia B. La intensidad de la profilaxis se ajusta según los eventos hemorrágicos espontáneos y no solo por el peso corporal19. Se ha realizado la comparación entre ambos regímenes profilácticos empleados en Suecia y Holanda entre 1970 y 1990, con las limitaciones de un estudio observacional retrospectivo20. Cuarenta y dos pacientes con dosis altas fueron comparados con 86 pacientes con dosis intermedias. De forma global la profilaxis se inició antes en la cohorte sueca de dosis altas (2 años vs 5 años). Los pacientes que recibieron dosis altas presentaron 0,2 sangrados articulares anuales comparados con los 3,7 en los pacientes adscritos a las dosis intermedias. En este grupo también se constató una mayor proporción de pacientes sin sangrados y con una puntuación cero en la escala radiológica de Petterson18. Como alternativa a estos regímenes de dosis completas, el estudio canadiense “Hemophilia-Dose-Escalation Prophylaxis Trial” persigue ofrecer a los niños hemofílicos una profilaxis con un ajuste individual del intervalo de infusión en función de la frecuencia de episodios hemorrágicos. En un primer paso los pacientes inician la profilaxis con una dosis de 50 UI/kg de FVIII semanal. En un segundo paso los pacientes que han presentado sangrados articulares aumentan a 30 UI/kg dos veces a la semana y en un tercer paso a 25 UI/kg cada 48 horas si continúa la sintomatología. Esta estrategia permite al niño y a los padres familiarizarse con las inyecciones intravenosas y reducir la 55 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia vencional. Probablemente los datos farmacocinéticos tendrán un papel más preponderante con estos nuevos concentrados. 12. Srivastava A, Brewer AK, Mauser-Bunschoten EP, Key NS, Kitchen S, Llinas A, et al. 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Los esquemas basados en el ajuste de dosis según el peso junto con variables personales y datos farmacocinéticos que permitan una individualización de la profilaxis son recomendables para optimizar el tratamiento y conseguir el objetivo perseguido de prevenir la aparición de episodios hemorrágicos y preservar el estatus articular de los pacientes con hemofilia. Bibliografía 1. Hemofilia. Guía terapéutica. 2012. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Noviembre 2012. 2. Ramgren O. A clinical and medico-social study of haemophilia in Sweden. Acta Med Scand. 1962; 379: 111-90. 3. Van Creveld S. Prophylaxis of joint hemorrhages in hemophilia. Acta Haematol. 1971;45:120-7. 4. Aronstam A, Arblaster PG, Rainsford SG, Turk P, Slattery M, et al. Prophylaxis in haemophilia: a double blind controlled trial. Br J Haematol. 1976;33:81-90. 5. Morfini M, Mannucci PM, Mariani G et al. Evaluation of prophylactic replacement therapy in haemophilia B. Scand J Haematol. 1976;16:41-7. 6. 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Las ventajas que se buscaban se basaban en la disminución de su interacción con los receptores de aclaramiento celular a nivel hepático a través de una serie de proteínas relacionadas con el receptor de las lipoproteínas de baja densidad y proteoglicanos heparán-sulfato, entre otros receptores4. Sin embargo, estas modificaciones podrían tener como desventaja que el FVIII pudiera interferir de manera negativa con otras proteínas fundamentales para ejercer su acción como el factor von Willebrand (FVW), la trombina o el factor IX activado (FIXa)5. Una de las primeras experiencias en la utilización de nuevas formulaciones de FVIII fue la pegilación de liposomas, pero no de la molécula del FVIII, la cual se reconstituía unida de forma no covalente en el liposoma6. Se presuponía que los liposomas, dada su composición lipídica, podrían aumentar la fijación del FVIII asociado en las membranas de plaquetas y por consecuencia incrementar la respuesta del FVIII de forma local y así incrementar su vida media plasmática. Sin embargo, ni la vida media ni la eficacia se incrementó con esta nueva formulación del FVIII, finalizándose los ensayos clínicos dirigidos a explorar esta nueva alternativa. El tratamiento de la hemofilia tal y como es hoy abordado comienza en los años setenta con la disponibilidad de los concentrados plasmáticos de la coagulación (Figura 1). El uso generalizado del autotratamiento domiciliario propició un control más precoz de las hemorragias y la instauración de esquemas de profilaxis con la consiguiente disminución de las complicaciones musculoesqueléticas. En los últimos 20 años la seguridad de los concentrados de factores de la coagulación ha sido mejorada, sin embargo sigue existiendo una alta incidencia de aparición de inhibidores, constituyendo la complicación más importante del tratamiento de la hemofilia. Otra gran limitación del tratamiento actual de la hemofilia es el elevado número de infusiones de factor necesarias en los esquemas de profilaxis, que pueden variar de 156 a 182 en la hemofilia A (3 a 3,5 infusiones semanales) a 104 infusiones de factor IX en la hemofilia B (2 infusiones semanales)1. Este artículo resume las tendencias actuales y futuras en el tratamiento de la hemofilia, con especial interés en lo que se ha denominado bioingeniería de los concentrados de factores de la coagulación2. Bioingeniería de los concentrados de la coagulación para prolongar la vida media Pegilación Quizá fuera sorprendente que modificaciones en la estructura de los concentrados de la coagulación no hubieran sido desarrolladas hace tiempo dada su implantación en otros campos de la terapéutica3. Sin embargo, las ventajas que podrían ofrecer estas técnicas como la pegilación era la de incorporar moléculas de agua dentro de las estructuras Las moléculas de polietilenglicol (PEG) son estructuras hidrofílicas lineares polieterdiol HO-(CH2CH2O)n-H de varios pesos moleculares3. Se unen a los residuos de lisina expuestos en la superficies de la moléculas (pegilación aleatoria o random) o través de un sitio de unión específico a residuos de cisteína libres o a través de ingeniería proteica (pegilación dirigida). Esta unión incrementa el tamaño de la proteína y su forma disminuyendo su filtración glomerular, degradación proteolítica y aclaramiento por diferentes receptores proteicos. La combinación de estos efectos conduce a un incremento de la vida media de las proteínas unidas a PEG. La eliminación del PEG del organismo se produce por una combinación de excreción renal y hepática, aunque en animales se ha detectado vacuolización tubular a nivel renal debido a la acumulación de PEG en los riñones. La relación de los productos pegilados en los diferentes estudios se muestra en la Tabla 1 junto con los resultados de otras tecnologías. FVIII recombinante (FVIIIr) NovoNordisk ha desarrollado un FVIIIr pegilado (N8-GP) donde una molécula de 40 kDa de PEG se une de forma específica a una secuencia de 21 aminoácidos del dominio B. Durante la activación por la trombina el dominio B es escindido y permite la formación de FVIIIa. Los Figura 1. Evolución en la manufacturación de los concentrados de factores de la cogulación. 57 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Proteínas de fusión diferentes estudios han demostrado una vida media del N8-GP de 19 horas (rango 11,6-27,3 horas), lo que supone una prolongación de la vida media de 1,6 superior a los productos utilizados previamente por los pacientes en el estudio7. Bayer ha creado un FVIIIr pegilado (BAY 94-9027) usando una mutagénesis dirigida. Se modifica un FVIII con el dominio B delecionado a través de la introducción de un residuo de cisteína en el aminoácido 1804 específicamente conjugado con una molécula de 60 kDa de PEG. En los estudios clínicos con BAY 94-9027 se observó una recuperación equivalente y una mejora en el patrón farmacocinético en comparación con FVIIIr-Fs, con una vida media de aproximadamente 19 horas (frente a 13,0 horas del FVIIIr-Fs)8. Baxter es la única compañía que está trabajando con una molécula completa de FVIIIr (BAX855) a la que se unen dos moléculas de 20 kDa a las lisinas expuestas en la superficie del FVIIIr (pegilación aleatoria). Los datos de los ensayos clínicos aún no han sido publicados. Los resultados preclínicos en varios modelos animales han demostrado una prolongación de la vida media de entre 1,5-2 veces comparado con el rFVIII9. Unión a la fracción constante de la IgG1 Otra de las estrategias utilizadas para incrementar la vida media de los concentrados es la unión covalente a proteínas que tengan mayor vida media. Actualmente las que han tenido mayor éxito es la fusión a la fracción constante (Fc) de la IgG1, que tiene una vida media de aproximadamente 3 semanas, y a la albúmina, cuya vida media es de aproximadamente 20 días5. El incremento en la vida media de la proteína de fusión FC es el resultado de su interacción con el receptor Fc neonatal (FcRn), que se encuentra en diferentes tipos de células (endoteliales, macrófagos, monocitos, etc.), y un menor aclaramiento a nivel renal tras la creación de una molécula mucho mayor. Todas las proteínas, incluidas las de fusión Fc, son internalizadas dentro de las células endoteliales por pinocitosis, formándose un endosoma. Durante este proceso el endosoma es acidificado para favorecer la unión de la proteína de fusión FC al receptor FcRn y continuar su ciclo hacia la superficie celular. La proteína de fusión Fc es liberada a la circulación bajo condiciones de pH neutro. De este modo, las proteínas de fusión escapan de la degradación de los lisosomas. Este mecanismo es el que podría explicar la mayor vida media de la IgG frente a otros isotipos de inmunoglobulinas13. Fármacos en el mercado como el etanercept o romiplostim son ejemplos de proteínas de fusión Fc efectivas. La tecnología de fusión a Fc ha sido liderada por Biogen Idec. El FVIIIr unido a la fracción constante de Fc, rFVIIIFc, ha sido comercializado recientemente en Estados Unidos, y los datos de los estudios fase III han demostrado una vida media de 19,0 horas, lo que supone un aumento de 1,5 veces respecto al FVIIIr (12,4; p=0,001). La mediana de las tasas de sangrado anualizadas (ABR) en los pacientes en la rama 1 de profilaxis (profilaxis individualizada: 25-65 UI/kg cada 3-5 días) fue de 1,6 frente a 3,6 de la rama 2 (profilaxis semanal 65 UI/kg) y muy inferior a los 33,6 en la rama 3 de tratamiento a demanda. Al final del estudio se encontraban 29 pacientes en profilaxis cada 3 días con un ABR (de los 3 últimos meses) de 0,0, 23 pacientes 2 veces a la semana con ABR 0,0, cada 4 días 4 pacientes con 2,0 ABR y cada 5 días de administración de FVIIIrFc con ABR 2,014. FIX recombinante (FIXr) El FIX es una molécula más pequeña y menos compleja que el FVIII, con aproximadamente una vida media dos veces superior al FVIII10. A pesar de ello, la vida media sigue siendo insuficiente. Dada su menor complejidad los esfuerzos por prolongar su vida media se encuentren en fases más avanzadas en relación con el FVIII. N9-GP es un FIXr de Novo Nordisk en el cual una molécula de PEG de 40 kDa es fijada al péptido de activación mediante una glicopegilación directa. Cuando el N9-GP es activado por el FXIa, el péptido de activación es escindido dejando la forma completa de la molécula de FIXa11. Los estudios clínicos han demostrado un vida media de 93 horas, lo que supone que es hasta cinco veces superior al producto previo de los pacientes. Pero no solo se prolonga la vida media sino que de los datos publicados de N9-GP se aprecia una recuperación tras la infusión del factor superior al 94% comparado con los productos recombinantes y de un 20% comparado con los plasmáticos12. Tabla 1. Concentrados de FVIII y FIX con vida media alargada en desarrollo MOLÉCULA TECNOLOGÍA APLICADA ESTUDIOS PRECLÍNICOS ESTUDIOS CLÍNICOS N8-GP Pegilación dirigida en la porción residual del dominio B. PEG: 40 kDa Incremento 2 veces la vida media Fase I: 19 h de vida media (1,6 veces) BAX855 Pegilación aleatoria a las móleculas de superficie de lisina. PEG: 20 kDa 1,5 a 2 veces la vida media En desarrollo BAY 94-9027 Pegilación dirigida a cisteína 1804 (mutagénesis). PEG: 60 kDa 1,8 veces la vida media Fase I: 19 h de vida media (1,5 veces) rFVIII-Fc Fusión a IgG1 2 veces la vida media Fase I y III: 19 h de vida media (1,5 a 1,7 veces) N9-GP Pegilación dirigida en el péptido de activación. PEG: 40 kDa 7-11 veces la vida media Fase I: 93 h de vida media (5 veces) rFIX-Fc Fusión a IgG1 2,7 a 6 veces la vida media Fase I y III: 82 h de vida media (2,5 veces) CSL 654/rFIX-FP Fusión a albúmina 1,2 a 4,7 veces la vida media Fase I: 5 veces la vida media FVIII FIX 58 Ponencias las alternativas. Dos ejemplos son el anticuerpo ACE910 desarrollado por Chugai, que tiene una doble especificidad frente al FIXa y FX y que desempeña la misma función de cofactor del FVIII consiguiendo in vivo la hemostasia19, o el anticuerpo monoclonal 2021, desarrollado por Novonordisk, que bloquea la interacción entre FXa y TPFI, limitando las acciones inhibitorias del TFPI sobre el FXa y promoviendo la formación de la hemostasia20. Alnylam Pharmaceuticals ha desarrollado un ARN capaz de interferir en la síntesis de antitrombina (AT) silenciando su producción por los hepatocitos. Este ALN-AT3 ha demostrado en modelos animales ser capaz de disminuir la producción de AT de manera dosis-dependiente hasta en un 90%2. En desarrollo se encuentran diferentes moléculas como una proteína de fusión del rFVIIa-Fc-TF, otro FVIIa fusionado a albúmina, rFVIIa-FP, un FVW recombinante unido a albúmina y un rFVIIa y FIX de vida media prolongada mediante una proteína de fusión denominada CTP que consiste en la unión de la hCG a las proteínas de la coagulación2. Finalmente cabe destacar otros productos innovadores recientemente introducidos en el mercado o en fases muy avanzadas de desarrollo, como la subunidad A del FXIII recombinante de Novo Nordisk, el rFVIII de origen humano de Octapharma, el rFIX de Baxter, el rFVIII (N8) de Novo Nordisk, el rFVW de Baxter y el factor VIII porcino de Baxter2. En relación al rFIXFc aún no está comercializado pero se espera su introducción en el mercado en la segunda mitad del año 2014. De los estudios clínicos se observa que la vida media es de 82,1 horas. La mediana de ABR en el brazo 1 del estudio (dosis semanal, profilaxis ajustada iniciando en 50 UI/kg) fue de 3,0, en grupo 2 (ajustada por tiempo, 100 UI/kg cada 10 días inicialmente) fue de 1,4 y finalmente en brazo 3 de tratamiento a la demanda fue de 17,715. Unión a la albúmina Otra aproximación en la creación de proteínas de fusión es la unión covalente de los factores de la coagulación a la albúmina. La tecnología de unión a albúmina está liderada por CSL Behring y se ha realizado en el rFVIIa (rFVIIa-FP) y el rFIX (rFIX-FP)16. La unión recombinante de la albúmina al FIX se obtiene mediante una zona de unión que contiene una secuencia escindible idéntica a la región de activación del FIX. Tras la activación de la proteína de fusión, la albúmina y el péptido de unión son escindidos formando una molécula activa de FIX (Figura 2). De los estudios farmacocinéticos fase I se puede concluir que el rFIX-FP (CSL654) tiene un incremento de 5 veces la vida media y un 44% de recuperación mayor que el rFIX. Los niveles valle se mantenían por encima del 5% tras 7 días cuando se administraba 25 UI/kg y tras 14 días cuando se administraba a 50 UI/kg, sugiriendo la posibilidad de administraciones semanales o cada 2 semanas para mantener una profilaxis óptima17. Consideraciones finales Modificaciones en la secuencia proteica El FVIII libre en el torrente circulatorio tiene apenas una vida media de una hora comparado con las 12 horas cuando se une al factor von Willebrand (FVW). El FVIII circula en la sangre en forma de heterodímero compuesto por una cadena pesada y otra ligera unidas por una unión lábil. CSL Behring ha diseñado un FVIII con ausencia del dominio B con una unión covalente entre ambas cadenas que hace que circule como una sola cadena (single-chain FVIII, rFVIII-SC). Esta modificación hace que el FVIII aumente significativamente su unión al FVW incrementándose su vida media en 1,5 veces en relación con el rFVIII. Los estudios iniciales han observado un incremento en diferentes especies animales entre 1,6 a 2 en la vida media del rFVIII-SC en relación al rFVIII18. En los últimos años se ha producido un importante avance en el tratamiento de las coagulopatías congénitas. El desarrollo de productos de origen plasmático más seguros y la introducción de concentrados de origen recombinante han sido decisivos en la implementación de las diferentes modalidades terapéuticas. Sin embargo, una de las limitaciones más importantes es su vida media corta, que conduce a frecuentes administraciones intravenosas con objeto de mantener niveles plasmáticos adecuados. En el momento actual están en desarrollo nuevas moléculas, que posiblemente cambien de forma radical el tratamiento de la hemofilia. Estos nuevos agentes, denominados de forma general como concentrados de larga duración, reducirán el número de infusiones requeridas en esquemas de profilaxis. Un tema pendiente es la búsqueda de nuevos concentrados con menor capacidad inmunogénica, capaces de disminuir el desarrollo de inhibidores frente a los factores de la coagulación. Otras innovaciones Bibliografía 1. Carcao M. Changing paradigm of prophylaxis with longer acting factor concentrates. Haemophilia. 2014;20 Suppl 4:99-105. 2. Oldenburg J, Albert T. Novel products for haemostasis - current status. Haemophilia. 2014;20 Suppl 4:23-8. 3. Harris JM, Chess R. Effect of pegylation on pharmaceuticals. Nat Rev Drug Discov. 2003;2(3):214-21. 4. Mei B, Pan C, Jiang H, Tjandra H, Strauss J, Chen Y, et al. Rational design of a fully active, long-acting PEGylated factor VIII for hemophilia A treatment. Blood. 2010;116(2):270-9. 5. Pipe SW. Hemophilia: new protein therapeutics. 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VIII: first-in-human trial of glycoPEGylated recombinant factor VIII in patients with hemophilia A. J Thromb Haemost. 2013;11(4):670-8. Coyle TE, Reding MT, Lin JC, Michaels LA, Shah A, Powell J. Phase I study of BAY 94-9027, a PEGylated B-domain-deleted recombinant factor VIII with an extended half-life, in subjects with hemophilia A. J Thromb Haemost. 2014;12(4):488-96. Turecek PL, Bossard MJ, Graninger M, Gritsch H, Hollriegl W, Kaliwoda M, et al. BAX 855, a PEGylated rFVIII product with prolonged half-life. Development, functional and structural characterisation. Hamostaseologie. 2012;32 Suppl 1:S29-38. White GC, 2nd, Beebe A, Nielsen B. Recombinant factor IX. Thromb Haemost. 1997;78(1):261-5. Ostergaard H, Bjelke JR, Hansen L, Petersen LC, Pedersen AA, Elm T, et al. Prolonged half-life and preserved enzymatic properties of factor IX selectively PEGylated on native N-glycans in the activation peptide. Blood. 2011;118(8):2333-41. Negrier C, Knobe K, Tiede A, Giangrande P, Moss J. 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Hospital Universitario Vall d’Hebrón. Barcelona Introducción abarcan uno o más exones y que ocurren en el 5-10% de los pacientes y duplicaciones parciales en el gen en un 1%4. En los casos restantes la patología molecular consiste en mutaciones puntuales de una o pocas bases5. Hasta la fecha, se han comunicado más de 2.000 mutaciones diferentes del gen del factor VIII en pacientes hemofílicos en la base de datos HAMSTeRS (http://europium.csc.mrc.ac.uk), que excluye las inversiones mayoritarias pero en la que se registran la grandes deleciones (10%), las pequeñas deleciones (16%), las inserciones (5%) y las sustituciones (69%). A pesar del análisis sistemático por secuenciación completa, incluyendo la región promotora, se ha observado que no es posible identificar la mutación responsable en un porcentaje minoritario de pacientes con diagnóstico de hemofilia A (aproximadamente 2%)6,7. La aplicación de las técnicas de secuenciación masiva es potencialmente útil para la identificación del defecto molecular de estos pacientes. En los pacientes con diagnóstico de hemofilia A confirmada en los que no se detecta la mutación del gen del FVIII después de las inversiones y la secuenciación completa, es posible recurrir a otros métodos más sofisticados de diagnóstico genético con el objetivo de detectar o descartar otro tipo de mutaciones, mucho menos frecuentes, pero que también pueden ser causa de déficit del factor VIII (Tabla 2 y Figura 1). La búsqueda de mutaciones por secuenciación directa en las hemofilias ha sido siempre laboriosa, teniendo en cuenta que los genes son grandes (particularmente el del FVIII) y que existen limitaciones en el tamaño de los fragmentos a analizar. Es decir, son sistemas de bajo rendimiento pero de alta especificidad, constituyendo el método de elección en el estudio de una mutación conocida en la familia. En los últimos años han hecho su aparición aparatos que realizan secuenciación masiva, A partir de la caracterización de los genes involucrados en las hemofilias A y B a mediados de los años ochenta se ha producido en estos 30 años un gran avance en los conocimientos de la patología molecular que ocasiona estos trastornos. Conocer la patología molecular de un paciente ofrece información de valor para correlacionar el genotipo con el fenotipo, determinar la susceptibilidad de desarrollar inhibidores y predecir las alteraciones funcionales de determinados sectores de la proteína involucrada. Sin embargo, tanto las correlaciones genotipo-fenotipo como los factores genéticos que influyen en el desarrollo de inhibidores no son absolutos y aún es un campo de investigación que debe seguir expandiéndose. Asimismo, aplicando las metodologías más de rutina de diagnóstico genético, existe un porcentaje mínimo de pacientes hemofílicos en los cuales no es posible llegar a una confirmación de su patología molecular. Las nuevas técnicas de secuenciación masiva están contribuyendo a la resolución de muchos de esos casos y a un estudio más profundo de las correlaciones genotipo-fenotipo dado que son capaces de generar una importante cantidad de información del genoma. Sin embargo, y a pesar de la amplia y sofisticada tecnología disponible actualmente para realizar estudios moleculares, el contar con información clínica exhaustiva del paciente y el realizar un adecuado análisis genealógico continúan siendo fundamentales a la hora de completar un diagnóstico molecular y ofrecer asesoramiento genético a la familia de un paciente hemofílico. Esta información y la adecuada interpretación de los datos genómicos son claves para optimizar el seguimiento de cada paciente y lograr una medicina más personalizada. El gen del factor VIII y la hemofilia A Tabla 1. Características de los genes de los factores VIII y IX La caracterización del gen del FVIII por Anne Gitschier y colaboradores en 1984 demostró que dicho gen, con una longitud de 186 kilobases (kb), era uno de los de mayor tamaño conocido (Tabla 1). El gen contiene 26 exones (zonas que codifican para proteína) y 25 intrones (zonas que no codifican para proteína porque son eliminadas del ARN mediante el proceso de splicing). Dado su gran tamaño, la probabilidad de que exista un gran número de mutaciones o alteraciones en el gen del FVIII es muy alta. Otra característica es que tiene zonas intrónicas muy grandes que albergan secuencias homólogas idénticas a otras que se ubican por fuera del gen y que son propensas a recombinar. Tal es el caso de la secuencia homóloga F8A en el intrón 22 y la int1h en el intrón 1, cuya recombinación entre las copias intragénica y extragénica resulta en sendas inversiones que dividen al gen del FVIII en dos partes. Se ha establecido que un 45-50% de los casos graves de hemofilia presentan inversión del intrón 221 y un 2-5% una inversión en el intrón 12,3. Existen otros rearreglos como las grandes deleciones que Factor VIII Localización cromosómica Xq28 Xq28 Tamaño total 186 kb 35 kb 26 exones 9 kb ARN 8 exones 2,8 kb ARN Inversiones recurrentes en los intrones 22 y 1; mutaciones puntuales; deleciones; duplicaciones Mutaciones puntuales y deleciones Enfermedad Hemofilia A Hemofilia B Frecuencia 1/7.500 RN varones 1/30.000 RN varones Región codificante Características de las mutaciones kb, kilobases. 61 Factor IX XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia efectuando centenares a miles de lecturas repetidas de cada una de las bases en estudio y dando información exhaustiva de las moléculas analizadas8. Esto ha aumentado considerablemente el rendimiento dado que los secuenciadores tradicionales resolvían pocas kilobases al día y ahora pueden estudiar cientos de megabases en el mismo tiempo. Asimismo, es posible estudiar más genes a la vez así como la totalidad de las regiones exónicas e intrónicas de estos genes. Dependiendo del tipo de aparato de que se disponga y de la información que se quiera obtener se analizan genomas completos, exomas, paneles de genes o genes completos o regiones génicas que se quieran caracterizar. Para definir la estrategia de análisis a seguir es importante preguntarse qué otros sitios del gen pueden tener mutaciones. Por ejemplo, así como hay inversiones que afectan los dos grandes intrones 22 y 1, el gen del FVIII posee otros intrones de gran tamaño como el 6, 13, 14 y 25, y es posible plantear la hipótesis de que algún paciente pudiera presentar una alteración rara que involucre alguno de ellos u otros grandes rearreglos aislados9. Recientemente se ha confirmado la existencia de cambios mutacionales en zonas internas de los intrones que afectan el proceso de splicing generando un sitio de unión no convencional (sitio de unión críptico)10,11. Finalmente, como los estudios de mutación se aplican al ADN procedente de leucocitos de sangre periférica y el gen del FVIII actúa en el hígado, que es el lugar de síntesis más importante, sería posible que existiera una línea celular mutada en el hígado pero casi ausente en sangre periférica. Esto se conoce como mosaicismo somático de baja frecuencia y fue demostrado en algunas madres de casos esporádicos de hemofilia A con mutación identificada y que habían sido diagnosticadas, erróneamente, como no portadoras12. La metodología de secuenciación de Sanger puede llegar a detectar casos de mosaicismo pero casi nunca cuando es menor del 15%13. La secuenciación masiva permitiría estudiar en profundidad estos casos para determinar la presencia de un alelo mutado aun con muy bajo porcentaje (alrededor del 1%) de representación en el ADN de linfocitos. Cabe insistir en el hecho de que un gen puede estar indemne en su estructura pero albergar una alteración en sus zonas reguladoras y, por lo tanto, no transcribirse ni funcionar. La zona promotora del FVIII abarca unas 2 kb y pocos cambios descritos como posiblemente patológicos en el promotor o zona 3’UTR en pacientes con hemofilia A14,15. Se ha descrito también la ausencia o disminución del ARNm del gen del FVIII en sangre periférica de un paciente con hemofilia A grave. Este hallazgo es compatible con el concepto de gen no funcionante, ya sea por mutaciones en zonas reguladoras o por otros factores epigenéticos como la metilación de zonas promotoras que actúan silenciando los genes16. El estudio del ARNm para detectar alteraciones en su tamaño y/o cantidad es esencial para descubrir estos hallazgos de la patología molecular del gen del FVIII. Por último, hay que señalar que en el diagnóstico diferencial de la hemofilia A se deben descartar la enfermedad de von Willebrand, particularmente los casos con niveles de factor VIII moderados o leves (2N), y el déficit combinado de FV y FVIII. Este último ocurre por mutaciones en los genes que codifican las proteínas LMAN1 (antes ERGIC-53) y MCFD2, localizados en los cromosomas 18 y 2, respectivamente, que transportan el FV y el FVIII desde el retículo endoplásmico hasta el aparato de Golgi. Las mutaciones encontradas predicen la falta de función de estas proteínas y provocan un déficit moderado a leve de FV y FVIII. Este trastorno constituye un ejemplo de enfermedad por déficit de proteínas cuyos genes están intactos y subraya la importancia de los procesos postraduccionales. Tabla 2. Mutaciones que podrían ser causa de hemofilia A y que no son detectadas mediante los métodos rutinarios de secuenciación en ADN genómico Mutaciones en el gen del FVIII • Alteraciones splicing por mutaciones intrónicas • Mosaicismo somático de baja frecuencia • Posibles inversiones en intrones 6, 13, 14 y 25 u otros rearreglos Regulación de la expresión del gen del FVIII • Mutaciones en zonas promotoras o región 3’ no traducida (UTR) • Factores epigenéticos no conocidos Mutaciones en otros genes • Genes de las proteínas de transporte del FVIII • Genes que actúan en la modificación postraduccional de la proteína Figura 1. Algoritmo de diagnóstico molecular en la hemofilia A. A partir del ADN de un paciente hemofílico se inicia el estudio con las inversiones de los intrones 22 y 1. A continuación el método de secuenciación automática de Sanger permite obtener resultados fiables de los exones y las zonas de unión intrón-exón y promotor. Si es negativo es posible detectar deleciones o duplicaciones exónicas con métodos cuantitativos, ya sea con la amplificación selectiva de exones o estudiando la totalidad de los exones en un solo experimento como la Multiplex Ligation-Dependent Probe Amplification (MLPA). Si todo es negativo y la hemofilia es leve o moderada es necesario descartar enfermedad de von Willebrand 2N (que cursa con niveles bajos de FVIII) y el más raro déficit combinado de FV y FVIII por alteración del transportador común de ambos factores. Estudios más complejos incluyen el análisis de ARN mensajero para determinar alteraciones raras del splicing, estudios de FISH (Fluorescent In Situ Hybridization) y CGH (Comparative Genome Hybridization) para detectar grandes rearreglos estructurales, y la secuenciación masiva (NGS) para descubrir mutaciones intrónicas o en regiones menos estudiadas del gen. La confirmación genética del paciente permite el estudio de portadoras y el adecuado asesoramiento genético de la familia incluyendo las opciones reproductivas. Siempre es aconsejable realizar el estudio indirecto con marcadores polimórficos intragénicos que permiten identificar el cromosoma X de riesgo en la familia en caso de no encontrar la mutación o de ser necesario un diagnóstico de portadoras con rapidez. Los marcadores también son necesarios para definir el haplotipo de riesgo en los estudios prenatales y preimplantatorios. En la hemofilia B puede seguirse un razonamiento similar pero no hay inversiones, por lo que el diagnóstico empezaría por la secuenciación y los estudios cuantitativos. 62 Ponencias El gen del factor IX y la hemofilia B Finalmente los ensayos de terapia génica en relación con la hemofilia se han realizado en pacientes afectados de hemofilia B con resultados muy prometedores. Una única inyección de vector (un virus adenoasociado 2/8) con el gen humano del factor IX administrada a 6 pacientes afectados de hemofilia B grave logró unos niveles de factor IX que oscilaban del 2% al 8%18, y el uso en más pacientes está en fase de experimentación. El gen del factor IX tiene un tamaño inferior al del factor VIII (35 kb o 35.000 pares de bases) y se localiza también en el brazo largo del cromosoma X. En la hemofilia B un 3-5% de los pacientes presentan grandes deleciones, la mitad de las cuales abarcan la totalidad del gen aunque no se han detectado rearreglos recurrentes como las inversiones de los intrones 1 y 22 de la hemofilia A. Esto puede deberse a que el factor IX tiene intrones más pequeños y a que está ubicado más cerca del centrómero que el factor VIII, siendo quizás menos vulnerable en la meiosis para que ocurra una recombinación. Casi todas las mutaciones del gen del factor IX son puntuales y muy heterogéneas, siendo la gran mayoría sustituciones aminoacídicas. En este gen es recomendable comenzar su búsqueda en el exón 8, que representa casi la mitad de la región codificante y el número de mutaciones es mayoritario. Así como casi no existen mutaciones descritas en la región promotora del gen del factor VIII, en los pacientes con hemofilia B, estas mutaciones son frecuentes. Particularmente las ubicadas entre –21 y +13 de acuerdo con el inicio de la transcripción del gen se han asociado con una mejoría del fenotipo con la edad del paciente (fenotipo Leiden). Esto se debe al aumento de testosterona que mejoraría la transcripción aumentando los niveles de factor IX. Existe una base de datos de las mutaciones en el gen del factor IX en la dirección: http://www.factorix.org/. Un aspecto interesante de la hemofilia B se publicó en el año 2009, cuando el análisis genético de los restos de la zarina Alejandra, esposa del zar Nicolás II de Rusia y portadora de la hemofilia real (era nieta de la reina Victoria), demostró que la hemofilia que padecía su hijo Alexis y tantos otros hemofílicos de las casas reales europeas (incluida la española) se trataba de una hemofilia B. La mutación es un cambio de adenina por guanina en el intrón 3 que altera el splicing entre el exón 3 y el exón 4 del gen del factor IX, prediciendo una hemofilia B grave, como era el caso de los afectados de la familia real17. Asesoramiento genético y opciones reproductivas Aunque en la mayoría de los casos de hemofilia A y B es posible confirmar el diagnóstico genético, es necesario tener en cuenta ciertas circunstancias o contextos para poder evitar errores en la interpretación de los resultados moleculares (Tabla 3). En un caso típico de hemofilia familiar, de clara herencia ligada al cromosoma X, suele haber más de un afectado en una generación, así como portadoras obligadas, por lo que el diagnóstico genético no ofrece, en general, demasiados problemas, sobre todo si la mutación del gen del FVIII corresponde a una de las inversiones habituales o bien afecta a las secuencias características. Pero hay casos en que el diagnóstico genético de la hemofilia, por distintos motivos, presenta diversos niveles de complicación. De acuerdo a como se puedan resolver los mismos, podremos llegar al diagnóstico de las portadoras en la familia, ofrecer un adecuado asesoramiento genético y explicar las alternativas de reproducción y prevención disponibles como el diagnóstico prenatal o preimplantatorio (Tabla 4). Por lo tanto, el asesoramiento genético de las familias con hemofilia debe incluir todo un proceso por el cual es posible asegurar que la familia consultante conoce las implicaciones de la enfermedad, la forma en que se hereda, qué mujeres tienen riesgo de ser portadoras, los factores de error en los cálculos de riesgo y las alternativas que existen para que, disponiendo de todos estos elementos, se pueda elegir el camino a seguir. Esto implica que el asesoramiento reproductivo de estas portadoras debe ser un proceso educativo e informativo, pero Tabla 3. Casos especiales de hemofilia para diagnóstico molecular Caso esporádico Ausencia de afectado disponible para el estudio Dos coagulopatías en la misma familia Dos mutaciones en la misma familia o en el mismo paciente • Es aquel que se presenta sin antecedentes familiares. • La mutación puede haberse originado de novo en el óvulo materno, por mosaicismo germinal (la mutación no se detectaría en el estudio genético de sus linfocitos en sangre periférica pero más de un óvulo podría llevarla) o se segregó en silencio desde generaciones anteriores. • En el 10-15% de los casos esporádicos no se detecta la mutación en la madre del paciente. • Las inversiones se pueden detectar en estado heterocigoto en las mujeres; ese es el primer análisis a realizar. • El estudio indirecto mediante marcadores polimórficos puede resultar especialmente útil, sobre todo si hay otros hijos varones sanos, para hacer diagnóstico de exclusión. • La enfermedad de von Willebrand es más frecuente que las hemofilias y pueden aparecer en una misma familia. • Se han descritos algunos primos con hemofilia A y diferente mutación o individuos con hemofilia A o B con más de una mutación en el gen del factor VIII o IX. Paciente hemofílico sin mutación detectada • En un 1-2% de los pacientes pueden no detectarse las mutaciones causantes de la enfermedad (ver texto). Mujeres con hemofilia • Si tienen las dos copias de su gen de factor VIII o IX mutados. • Si tienen una copia mutada del gen y una inactivación extrema del alelo sano en tejido hepático para que produzca menos o escaso factor. • Si presentan una anomalía cromosómica ya sea numérica (monosomía del X) o estructural (translocación X-autosoma). 63 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Tabla 4. Características del diagnóstico prenatal y preimplantatorio de la hemofilia Diagnóstico prenatal Fecundación Material analizado Limitaciones metodológicas Embarazo Comprobación posterior del resultado Éxito de la prueba Aspectos económicos Aspectos éticos Diagnóstico preimplantatorio Natural In vitro previa estimulación hormonal Vellosidad corial (11 s) Células embrionarias (3 d) Permite realizar diagnóstico directo e indirecto Limitaciones en diagnóstico directo según la mutación Generalmente único Se implantan habitualmente dos embriones No es necesaria Por biopsia del corion (11 s) o amniocentesis (14-16 s) Bajo porcentaje de complicaciones al ser embarazo natural Complicaciones inherentes a las técnicas de reproducción asistida Accesible Costoso Interrupción del embarazo Descartar embriones s, semanas; d, días. taciones clínicas, en el seguimiento de pacientes hemofílicos se han caracterizado otros aspectos fenotípicos. Por ejemplo, los episodios de sangrado, que están en relación directa a si el paciente recibe factor a demanda o en régimen de profilaxis. Existen pacientes con el mismo nivel de factor que pueden variar en la frecuencia y manifestaciones del sangrado. La búsqueda de factores genéticos que expliquen estas diferencias fenotípicas no es nueva. Por ejemplo, el papel de factores de riesgo protrombóticos, especialmente el FVL y la variante PT20210A, ha sido estudiado por varios grupos investigadores con respecto a la hemofilia23 y actualmente se investigan los factores procoagulantes como alternativas terapéuticas24. Otro aspecto es el desarrollo de inhibidores a la terapia sustitutiva, que también depende de varios factores entre los que destacan la etnia, el tipo de mutación, el producto de FVIII usado, la edad y la dosis en la primera exposición al factor FVIII25. Se han estudiado diferentes subtipos de HLA y polimorfismos de distintas citocinas en la búsqueda de marcadores pronósticos de desarrollo de inhibidores. Sin embargo, los resultados hasta la fecha no son categóricos para definir un paciente en riesgo claro de desarrollarlos26. de ningún modo coercitivo ni directivo. Es posible que una pareja joven sin problemas de fecundidad pueda beneficiarse de un primer embarazo natural y de un diagnóstico prenatal, que ha mostrado en las últimas décadas ser un procedimiento eficaz, rápido, y relativamente simple para las portadoras. Por el contrario, una pareja con problemas reproductivos y que además haya pasado por casos de hijos afectados podría elegir la opción del diagnóstico preimplantatorio, que implica una preparación hormonal problemática para la paciente, que es técnicamente más complejo y económicamente más costoso. El análisis por polimorfismos (que son variantes normales de la secuencia de ADN que permiten identificar uno u otro cromosoma con la mutación, aunque no la mutación en sí misma) puede ser particularmente útil en casos sin mutación detectada y constituye un método de análisis alternativo para diagnóstico de portadoras, prenatal y preimplantatorio, aplicable a la gran mayoría de casos de hemofilia19. En los últimos años, y gracias a la PCR en tiempo real, la PCR digital y la secuenciación masiva, se han desarrollado métodos para el diagnóstico prenatal no invasivo en sangre materna. Dado que existen células fetales que pasan a la circulación materna, la muerte de estas células libera ADN circulante que puede ser aprovechado para demostrar el sexo fetal evitando así los métodos invasivos en el caso de tratarse de niñas. La PCR digital y la secuenciación masiva están también experimentándose para realizar posibles diagnósticos prenatales no invasivos de afectados20,21. Conclusiones En la actualidad estamos en una nueva era de investigación al disponer de las nuevas técnicas de secuenciación masiva que están demostrando su utilidad para completar el diagnóstico de pacientes especiales con hemofilia y que abren una nueva perspectiva en la investigación de la enfermedad. Estas metodologías van cambiando constantemente ofreciendo cada vez más alternativas de análisis. Así, de la secuenciación en paralelo de muchas moléculas de ADN ahora se está llegando a los estudios de una sola molécula a través de nanoporos. Todas estas metodologías son capaces de generar una importante cantidad de información sobre variantes en el mismo factor VIII o IX y en el resto del genoma que puedan explicar o asociarse a todas las diferencias fenotípicas observadas en los pacientes hemofílicos, y asimismo pueden potencialmente aplicarse a otros campos como el de la farmacogenética y la terapéutica sustitutiva para lograr una medicina más personalizada. A pesar de todos estos recursos, para continuar avanzando en estos campos es imprescindible continuar jerarquizando la información clínica del paciente. La generación de datos genéticos Correlación fenotipo-genotipo: la búsqueda de modificadores y marcadores genéticos en el genoma Los avances de la genética molecular nos indican que no siempre la secuencia alterada de un gen es suficiente para producir un fenotipo. A medida que se han encontrado mutaciones en diversos genes causantes de trastornos monogénicos, se ha descubierto que las correlaciones entre el genotipo y el fenotipo son casi siempre incompletas debido al efecto modificador de otros genes y a la asociación de polimorfismos, factores epigenéticos, celulares o de tejido, algunos de ellos todavía no bien estudiados22. Además de la clasificación de los pacientes en graves, moderados y leves de acuerdo con el nivel de actividad del factor y las manifes- 64 Ponencias a través de la secuenciación masiva no es ya un problema. El máximo desafío lo constituye ahora la interpretación de esos datos en el contexto de cada paciente. 14. Bibliografía 15. 1. Antonarakis SE, Rossiter JP, Young M, et al. Factor VIII gene inversions in severe haemophilia A: results of an International Consortium study. Blood. 1995;86:2206-12. 2. Bagnall RD, Waseem N, Green P, et al. Recurrent inversion breaking intron 1 of the factor VIII gene is a frequent cause of severe haemophilia A. Blood. 2002;99:168-74. 3. Tizzano EF, Cornet M, Baiget M. Inversion of intron 1 of the factor VIII gene for direct molecular diagnosis of hemophilia A. Haematologica. 2003;88(1):118-20. 4. Zimmermann MA, Oldenburg J, Müller CR, Rost S. Characterization of duplication breakpoints in the factor VIII gene. J Thromb Haemost. 2010;8:2696-704. 5. Venceslá A, Corral-Rodríguez M, Baena M, Cornet M, Domènech M, Baiget M, et al. 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XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Cuestiones abiertas en tratamiento antitrombótico Coordinadores: Vanessa Roldán Schilling. Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital Universitario Morales Messeguer. Murcia José Antonio Páramo Fernández. Servicio de Hematología y Hemoterapia. Clínica Universidad de Navarra. Pamplona Durante los últimos años se ha producido una auténtica revolución en el tratamiento antitrombótico con la irrupción de nuevos fármacos que se perfilan más eficaces y sobre todo más seguros. Sin embargo, seguimos teniendo muchas situaciones aún no resueltas. En el simposio que hoy nos ocupa vamos a intentar dar respuesta a algunas de ellas. En primer lugar, la duración del tratamiento anticoagulante sigue siendo un problema no resuelto. ¿Qué pacientes se benefician de la prolongación del tratamiento anticoagulante con un balance riesgo-beneficio aceptable? el Dr. Domènech revisa la evidencia científica publicada al respecto, la cual junto con su experiencia personal podrá aclararnos en gran medida esta cuestión que frecuentemente nos planteamos en la práctica clínica diaria. El tratamiento anticoagulante es efectivo a la hora de reducir los eventos trombóticos, tanto en prevención primaria como en prevención secundaria. Sin embargo, a pesar de este, una tasa no despreciable de pacientes sigue teniendo eventos. Por otra parte, de todos es conocido que el principal efecto secundario de dicho tratamiento son las hemorragias. Por tanto, la estratificación del riesgo es fundamental a la hora de una correcta indicación del mismo. Actualmente se emplean criterios clínicos, pero ¿puede la biología mejorar dicha estratificación? Ese es el tema que ocupa a nuestro segundo ponente, la Dra. Roldán. Otro gran reto al cual nos enfrentamos, desde el punto de vista del tratamiento antitrombótico, es el manejo de la población anciana, especialmente aquella por encima de los 80 años, situación cada vez más frecuente por el aumento de la esperanza de vida y especialmente la mejora de la calidad de la misma. La edad es un factor de riesgo para el tromboembolismo, tanto venoso como arterial, y a su vez es un factor de riesgo para la hemorragia asociada al tratamiento antitrombótico. El Dr. Mateo expondrá cómo conseguir el equilibrio en estos pacientes en términos de seguridad y eficacia. Por último, la creación de las Unidades de Ictus ha mejorado el tratamiento agudo de los pacientes con un episodio isquémico cerebral, tanto trombótico como hemorrágico. La creación del sistema “Código Ictus” permite una atención más temprana al paciente, reduciendo la morbimortalidad de forma significativa. Por otro lado, no debemos olvidar que el efecto secundario más devastador del tratamiento anticoagulante es la hemorragia intracraneal. La aparición de los anticoagulantes de acción directa supone una reducción muy importante de esta complicación, manteniendo e incluso mejorando la eficacia del tratamiento anticoagulante. El Dr. Masjuan será el encargado de cerrar este simposio con una actualización de la patología cerebrovascular aguda. 66 Ponencias Duración del tratamiento anticoagulante en la enfermedad tromboembólica venosa Pere Domènech, Elena Pina, Joan Peris, Elena Rosselló Unidad de Trombosis y Hemostasia. Hospital Universitario de Bellvitge. Barcelona trombótica es mayor y sin un factor de riesgo transitorio, el tratamiento activo del TEV agudo puede alargarse hasta los 6 meses. El tratamiento anticoagulante del tromboembolismo venoso (TEV) está distribuido en dos fases que se superponen1. Una de ellas es el tratamiento del episodio de TEV reciente que va dirigido a controlar el fenómeno trombótico activo. La finalidad del tratamiento en esta fase es evitar la progresión del trombo favoreciendo la lisis del mismo, así como evitar la embolización pulmonar. Esta fase se desarrolla durante los 3-6 primeros meses, principalmente el primer mes. La segunda fase es la de la profilaxis secundaria del TEV, y va dirigida a prevenir las recurrencias TEV no relacionadas con el proceso trombótico inicial. Esta se desarrolla desde el inicio del proceso trombótico, solapándose al tratamiento activo, y puede alargarse indefinidamente. La profilaxis secundaria es el motivo por el cual se administra anticoagulación a partir de los 3-6 meses y bajo la denominación de tratamiento ampliado. Tratamiento ampliado del tromboembolismo venoso (profilaxis secundaria) La ampliación del periodo de anticoagulación más allá de los 6 meses tiene como finalidad evitar las recurrencias TEV no relacionadas con el episodio TEV inicial. Una anticoagulación adecuada con fármacos antivitamina K (AVK), con un INR diana 2-3, resulta extraordinariamente eficaz para prevenir las recurrencias. Un metaanálisis de 4 estudios2 situaba la reducción del riesgo en cerca del 90%. Cabe decir que la mitad de las recurrencias detectadas en los pacientes de los grupos con anticoagulación mantenida acontecieron en individuos que, de hecho, habían interrumpido la misma. Ello significa que el grado de protección de realizar correctamente la anticoagulación es todavía superior. Por otro lado, prolongar la anticoagulación más allá del periodo de tratamiento activo (3-6 meses) frente al tratamiento limitado a esta fase únicamente comporta el retraso, que no la reducción, de las recurrencias TEV. Esto se ha demostrado en varios estudios4,5 que compararon AVK 3 meses frente a 6 meses o 1 año, e hicieron un seguimiento de 1-3 años tras la interrupción de la anticoagulación. Un metaanálisis de dichos estudios permite situar en 1,05 (IC95% 0,78-1,39) el RR de recurrencia TEV del grupo de tratamiento corto (3 meses) frente a los grupos prolongados. El coste en seguridad de mantener la anticoagulación es fundamentalmente el incremento en la tasa de hemorragias. Así pues, la gran cuestión en la duración del tratamiento anticoagulante del TEV es: ¿a qué pacientes se debe prolongar la anticoagulación más allá de los 3-6 meses y con carácter indefinido, para evitar recurrencias TEV con un balance riesgo-beneficio aceptable? Para responder esta pregunta debemos intentar ponderar riesgos y beneficios en diversos contextos. Duración mínima de la anticoagulación (tratamiento activo) Varios estudios han abordado tratamientos más cortos a los 3-6 meses. Un metaanálisis de estos estudios observó que después de 9-24 meses de seguimiento, los pacientes sometidos a tratamiento corto (4-6 semanas) presentaron el doble de recurrencias (6,4% vs 11,7% [IC95% del incremento 2,5-9,1%] [RR 1,83; IC95% 1,39-2,42])2. Estas cifras incluyen todos los eventos TEV tras la interrupción de la anticoagulación en la rama de tratamiento corto. Si únicamente cuantificamos las recurrencias a partir de la interrupción de la anticoagulación en ambos grupos el RR es de 1,52 (IC95% 1,14-2,02). A diferencia de lo que sucede con la localización habitual de las recurrencias en pacientes tratados por trombosis venosas profundas (TVP) durante un periodo mínimo de 3 meses (contralaterales en dos tercios de los casos), los pacientes tratados menos tiempo presentan un incremento en la tasa de recurrencias ipsilaterales, y observable hasta los 6 meses. Este dato evidencia un insuficiente control del proceso trombótico reciente de los pacientes tratados entre 1 y 1,5 meses. Así pues, el periodo mínimo para anticoagular un paciente tras un TEV es de 3 meses. En algunos TEV particularmente extensos, no provocados o con un factor de riesgo prologado, este periodo de tratamiento activo puede extenderse algo más. Un metaanálisis realizado de siete estudios3 analizando TEV no provocados y provocados más extensos (TVP proximales y embolismos pulmonares), detectó una tendencia a mayor incidencia de recurrencias en los 6 meses que siguieron a la interrupción de la anticoagulación en los pacientes tratados durante 3 meses frente a los tratados durante >6 meses (HR 1,57; IC95% 0,94-2,61). Aunque la diferencia no sea estadísticamente significativa, estos datos sugieren que en algunas ocasiones, fundamentalmente cuando la afectación Riesgo de hemorragias A partir de datos de estudios randomizados2, el incremento del riesgo de padecer hemorragias graves ante el mantenimiento de la anticoagulación con AVK es de 2,6 veces (RR 2,63; IC95% 1,02-6,78). Datos obtenidos del registro RIETE6 sobre población con TEV más próxima a la vida real (n ≈ 41.000) sitúan la tasa de hemorragias graves en el 3,27% pacientes-años en los afectos de embolismo pulmonar (EP) (IC95% 3,02-3,53) y en 2,41% pacientes-años (IC95% 2,19-2,64) en los afectos de TVP. La mortalidad por hemorragia en este registro es de 0,62 pacientes-años (IC95% 0,52-0,74) y de 0,49 (IC95% 0,40-0,60) en los pacientes con EP y con TVP res- 67 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Riesgo de tromboembolismo recurrente pectivamente. Cabe resaltar de la publicación de Lecumberri et al. citada sobre el registro RIETE, que la tasa de caso-fatalidad de las hemorragias graves se mantiene estable a lo largo del tiempo, entre un 12,9% y un 26,5%. Algunos factores se relacionan con un incremento del riesgo de hemorragia. Es el caso de la edad avanzada, los antecedentes hemorrágicos, la presencia de insuficiencia renal o hepática, el uso concomitante de fármacos antiagregantes, la intensidad de la anticoagulación y su duración. Existen varios scores para evaluar el riesgo de hemorragia en el paciente anticoagulado (Tabla 1)7-10; sin embargo, ninguno de ellos ha sido validado en la fase de anticoagulación ampliada. Es más, incluso en la fase de tratamiento activo (los 3 primeros meses) han demostrado escaso poder discriminante del riesgo hemorrágico11. En las Tablas 2A y 2B se exponen varios factores de riesgo hemorrágico, y los riesgos de hemorragia grave asociados a la presencia de más o menos de dichos factores2. Una población tipo de “bajo riesgo hemorrágico” incluiría pacientes <65 años, sin comorbilidades remarcables, que no requieren antiagregantes ni AINE y que han presentado un buen control de la anticoagulación (sin excesos). Un estudio observacional12 situó la incidencia acumulada de recurrencias TEV tras un evento agudo, en pacientes anticoagulados 3 meses, en un 8,6% a los 6 meses, en un 17,5% a los 2 años y en un 24,6% a los 5 años, con una tasa anual más o menos estable y sin llegar a un plateau. A los 30 años la incidencia acumulada de recurrencias se sitúa en el 30%. En una publicación del registro RIETE6, la tasa de EP recurrente tras un EP se sitúa en 1,63% pacientes-años, y tras una TVP en el 0,9% pacientes-años. La tasa de TVP recurrente tras un EP y una TVP es del 0,92% pacientes-años y del 1,97% pacientes-años respectivamente, confirmándose lo ya observado por otros grupos de que las EP recorren más como una nueva EP y las TVP recorren más como una nueva TVP. La tasa de EP fatal como evento recurrente es muy superior en los pacientes que debutaron con EP que en aquellos que debutaron como TVP (0,47 [IC95% 0,52-0,74] vs 0,18 [IC95% 0,130,25]). A diferencia de lo observado con la tasa de caso-fatalidad tras una hemorragia grave que se mantiene estable a lo largo del tiempo, la tasa de caso-fatalidad por EP fatal recurrente decae progresivamente, pasando a ser de un 20,4% el primer mes a un 0% a los 6-8 meses. Tabla 2A. Factores de riesgo de hemorragia grave entre los pacientes anticoagulados por TEV2 Tabla 1. Scores de riesgo hemorrágico en el TEV Score Variables Puntos Riesgo de hemorragia grave • Edad > 65 años • Hemorragia gastrointestinal previa • Ictus previo • IAM reciente y/o hematocrito <30% y/o diabetes y/o creatinina > 1,5 mg/dL 1 1 1 1 Bajo: 0 Intermedio: 1-2 Alto: >3 Kuijer8 • Edad > 65 años • Mujer • Cáncer 1,6 1,3 2,2 Bajo: 0 Intermedio: 1-3 Alto: >3 1 1 1 1 Kearon9 • Edad > 65 años • Ictus previo • Ulcus péptico previo • Hemorragia gastrointestinal previa • Insuficiencia renal • Anemia • Trombopenia • Enfermedad hepática • Diabetes • Antiagregantes plaquetarios • Hemorragia grave reciente • Creatinina > 1,2 mg/dL • Anemia • Cáncer • EP sintomático • Edad > 75 años 2 Outpatient Bleeding Risk Index7 RIETE10 1 1 1 1 1 1 1,5 1,5 1 1 1 • Edad > 65 años • Edad > 75 años • Hemorragia previa • Cáncer • Cáncer metastásico • Insuficiencia renal • Insuficiencia hepática • Trombopenia • Ictus previo • Diabetes • Anemia • Tratamiento antiagregante • Mal control de la anticoagulación • Comorbilidades y reducción de la capacidad funcional • Cirugía reciente • Caídas frecuentes • Alcoholismo Tabla 2B. Riesgo estimado de hemorragia grave en pacientes de bajo, medio y elevado riesgo2 Riesgo absoluto estimado de hemorragia grave (%) Bajo: 0 Intermedio: 1-3 Alto: >4 Estratificación del riesgo de sangrado Bajo (sin FR) Moderado (1 FR) Elevado (≥2 FR) Anticoagulación 3 meses Basal 0,6 1,2 4,8 Incremento 1,0 2,0 8,0 Total 1,6 3,2 12,8 Basal 0,3 0,6 >2,5 Incremento 0,5 1,0 >4,0 Total 0,8 1,6 >6,5 Anticoagulación a partir de los 3 meses Bajo: 0 Intermedio: 1-4 Alto: >4 FR, factores de riesgo. 68 Ponencias No todos los pacientes con TEV presentan el mismo riesgo de recurrir tras la suspensión de la anticoagulación13. En pacientes con TEV (TVP proximal y EP) no provocados el riesgo anual de presentar una recurrencia TEV tras la supresión de la anticoagulación es >5%. En pacientes que presentaron un TEV debido a cirugía, una vez realizados los 3 meses de anticoagulación, el riesgo anual de presentar una recurrencia es marcadamente menor (<1%). El riesgo de presentar recurrencias tras TEV debido a factores de riesgo (FR) transitorios no quirúrgicos es intermedio (1-5%) y variable. A FR menos potente mayor tasa de recurrencias. Aparte de la presencia o no de un FR transitorio otros factores pueden incidir en el riesgo de recurrencia: Tabla 3. Modelos de predicción clínica para evaluar el riesgo de recurrencia TEV Modelo predictivo Viena • La localización distal (por debajo de la vena poplítea) de una TVP va asociada a una tasa menor de recurrencias que la TVP proximal o el EP (HR 0,49; IC95% 0,34-0,71)3. • La presentación de un TEV en una mujer que sigue tratamiento hormonal también se asocia a una reducción del 50% de la tasa de recurrencias tras suprimir la anticoagulación y en ausencia del tratamiento hormonal14. • El género masculino se asocia a un riesgo superior de recurrir (x1,8). • La presencia de secuela postrombótica se asocia a un incremento del riesgo de recurrencia de x2,6 veces15. • La presencia de trombo residual detectado por ecodoppler sigue teniendo un papel incierto, con datos contradictorios16. • Un segundo episodio de TEV incrementa en aproximadamente un 50% el riesgo de una nueva recurrencia. • Los marcadores biológicos de trombofilia con algunas excepciones (déficit de antitrombina III, marcadores de síndrome antifosdolípidico) no son buenos predictores del riesgo de recurrencia después de un primer episodio de TEV. Sin embargo, sí parece determinante la existencia de una historia clínica familiar abigarrada de TEV. • Un marcador que sí posee relevancia como factor de riesgo de recurrencia tras un TEV no provocado es el dímero D. Un valor por encima del umbral al mes de suspender la anticoagulación se asocia a una tasa anual de recurrencia en ausencia de anticoagulación del doble respecto a los que presentan dímero D por debajo del umbral (9% vs 4%)17. 18 Criterios Score • Género masculino • TVP proximal • EP • Dímero D (valor continuo durante AVK) 1 HERDOO19 • Hiperpigmentación, edema o enrojecimiento de la pierna • Dímero D ≥ 250 μg/L • Índice de masa corporal ≥ 30 kg/m2 • Edad ≥ 65 años DASH20 • Dímero D (encima/debajo del umbral sin AVK) • Edad (cuartiles) • Género masculino • Terapia hormonal 2 1 1 -2 1 1 1 Como se puede apreciar, en individuos de riesgo elevado de sangrar (según la Tabla 2) que han sufrido una TVP proximal o un EP no provocados se recomienda limitar la duración del tratamiento a 3 meses. Ello se debe a que el riesgo de hemorragia grave y de muerte por hemorragia, debido al mantenimiento de la anticoagulación, excede el beneficio en reducción de TEV recurrentes y en reducción de la mortalidad por EP. Más dudas hay sobre la indicación de mantener indefinidamente la anticoagulación en pacientes que han sufrido una TVP proximal o un EP no provocados en pacientes de riesgo bajo o intermedio de sangrar (Tabla 2). En esta decisión probablemente se deberían ponderar más pormenorizadamente los factores que pueden incrementar el riesgo de recurrencia, y fundamentalmente del riesgo de recurrencia fatal, y que permiten suponer superioridad del beneficio, en reducción del riesgo de recurrencias, frente al riesgo de hemorragia grave y muerte por hemorragia fatal. En la Tabla 7 Kearon et al.21 ofrecen un algoritmo de toma de decisión en función de los riesgos de recurrencia y de hemorragia en pacientes con una TVP proximal o un EP no provocados y que no presentan un elevado riesgo hemorrágico. En la toma de decisión sobre parar a los 3-6 meses o prolongar indefinidamente la anticoagulación deberá participar el propio paciente. Este debería ser informado de los riesgos y beneficios a asumir en su situación específica, considerando sus temores y otras particularidades de su vida, como profesión, facilidad de acceso al hospital, etc. La prolongación debería hacerse con carácter indefinido, reevaluando periódicamente si aparecen nuevos factores que modifiquen el balance estimado inicial de riesgo-beneficio. La irrupción de los anticoagulantes orales de acción directa (DOAC), que presentan un perfil de seguridad superior al de los AVK, podría, en un futuro, incrementar el número de pacientes candidatos a anticoagulaciones ampliadas. En la Tabla 8 se ofrece un resumen de recurrencias TEV y hemorragias clínicamente relevantes que se han observado en los estudios publicados que comparan DOAC con placebo22-24. Se han desarrollado algunos scores para evaluar el riesgo de recurrencia (Viena18, HERDOO19, DASH20) que se muestran en la Tabla 3. Sin embargo, estos scores no han sido todavía validados por grupos independientes. Análisis global de beneficios y riesgos, y recomendaciones En las Tablas 4 y 5 se muestran las estimaciones en riesgo relativo y absoluto, a 1 y a 5 años, de sufrir eventos adversos graves comparando la anticoagulación limitada a 3 meses frente a la ampliada. Dichas estimaciones se realizan en base a datos de estudios randomizados y a tasas de eventos en diversos subgrupos, incluidas las de caso-fatalidad, recogidas en diversas publicaciones. En la Tabla 6 se resumen las recomendaciones/sugerencias de la ACCP (9.ª ed.) sobre duración de la anticoagulación tras un evento TEV2. 69 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Tabla 4. Anticoagulación ampliada vs no ampliada para diferentes grupos de pacientes con TEV y sin cáncer2 Criterios Mortalidad Calidad de la evidencia Moderada Efecto relativo Riesgo sin anticoagulación ampliada Riesgo diferencial con anticoagulación ampliada RR (IC95%) ‰ pacientes Reducción de eventos ‰ pacientes (IC95%) 0,57 (0,31-1,03) 63 27 (44 a -2) Primer TEV provocado por cirugía 10 10 (6 a 9) Primer TEV provocado no quirúrgico / Primera TVP distal no provocada Recurrencia TEV a 1 año Elevada 0,12 (0,09-0,38) 50 44 (31 a 45) Primer TEV no provocado 100 88 (62 a 91) Segundo TEV no provocado 150 132 (93 a 137) RR (IC95%) ‰ pacientes Incremento de eventos ‰ pacientes (IC95%) Riesgo hemorrágico bajo 3 Hemorragia mayor a 1 año Moderada 2,63 (1,02-6,76) 5 (0 a 15) Riesgo hemorrágico medio 6 10 (1 a 29) Riesgo hemorrágico elevado 25 40 (3 a 122) RR (IC95%) ‰ pacientes Reducción de eventos ‰ pacientes (IC95%) Primer TEV provocado por cirugía 30 26 (19 a 27) Primer TEV provocado no quirúrgico / Primera TVP distal no provocada Recurrencia TEV a 5 años Elevada 0,12 (0,09-0,38) 150 132 (93 a 137) Primer TEV no provocado 300 264 (186 a 273) Segundo TEV no provocado 450 396 (279 a 409) RR (IC95%) ‰ pacientes Incremento de eventos ‰ pacientes (IC95%) Riesgo hemorrágico bajo 15 Hemorragia mayor a 5 años Moderada 2,63 (1,02-6,76) 24 (2 a 73) Riesgo hemorrágico medio 30 48 (4 a 146) Riesgo hemorrágico elevado 125 199 (17 a 609) Modificada de Kearon et al.2 70 Ponencias Tabla 5. Diferencia absoluta estimada en TEV recurrentes, hemorragias graves y muertes por ambos, con 5 años de anticoagulación con AVK vs anticoagulación no ampliada2 Riesgo de hemorragia Eventos a 5 años con AVK Bajo Medio Alto ‰ pacientes (IC95%) [fatales] Primer TEV provocado por cirugía Primer TEV provocado no quirúrgico / Primera TVP distal no provocada Primera TVP proximal o EP no provocados Segundo TEV no provocado Reducción de TEV recurrente ↓26 (19-27) [1] Incremento hemorragia grave ↑24 (2-73) [3] Reducción de TEV recurrente ↓132 (93-137) [5] Incremento hemorragia grave ↑24 (2-73) [3] Reducción de TEV recurrente ↓264 (186-273) [10] Incremento hemorragia grave ↑24 (2-73) [3] Reducción de TEV recurrente ↓396 (279-409) [14] Incremento hemorragia grave ↑24 (2-73) [3] ↑49 (1-173) [5] ↑98 (1-346) [11] ↑49 (1-173) [5] ↑98 (1-346) [11] ↑49 (1-173) [5] ↑98 (1-346) [11] ↑49 (1-173) [5] ↑98 (1-346) [11] Modificada de Kearon et al.2 Tabla 6. Resumen de las recomendaciones del tratamiento del TEV según la ACCP 9.ª ed.2 Factor de riesgo TVP proximal EP TV distal TEV Riesgo hemorrágico* Duración INR Cirugía 3 meses 2-3 Transitorio. No quirúrgico 3 meses 2-3 Bajo o moderado Extendida* 2-3 Alto 3 meses** 2-3 FR transitorio 3 meses 2-3 No provocada 3 meses 2-3 Cáncer Extendida (HBPM) No provocada (1.ª o recurrente) Como sintomática TEV incidental 2-3 *Grado de recomendación 2B (se sugiere). **Grado de recomendación 1B (se recomienda). Tabla 7. Riesgo de recurrencia TEV después de interrumpir la anticoagulación que justifica una recomendación fuerte o débil de parar la anticoagulación a los 3 meses o de mantener la anticoagulación indefinida en pacientes con una TVP proximal o un EP no provocados21 Riesgo de TEV recurrente sin anticoagular (%) Bajo riesgo hemorrágico 1.er año 5 años Riesgo hemorrágico medio 5 años 1.er año Efecto sobre la mortalidad de la anticoagulación a 5 años Recomendación <9 <3 <18 <6 Cualquier incremento Fuerte para 3 meses 9-24 3-8 18-33 6-11 Reducción 0-0,5% Débil para 3 meses 24-39 8-13 33-48 11-16 Reducción 0,5-1% Débil para indefinido >39 >13 >48 >16 Reducción > 1% Fuerte para indefinido Modificada de Kearon et al.21 Tabla 8. Estudios clínicos con los DOAC vs placebo en el tratamiento ampliado del TEV Estudio DOAC Reducción recurrencia TEV (%) Hemorragia grave (%) Activo Placebo Hemorragia grave o HNGCR (%) Activo Placebo HRa o RRb (IC95%) RE-SONATE22 Dabigatrán 150 mg bid 92 0,3 0 5,3 1,8 a EINSTEIN Ext23 Rivaroxabán 20 mg qd 82 0,7 0 6,0 1,2 a Apixabán 5 mg bid 80 0,1 0,5 4,3 2,7 b Apixabán 2,5 mg bid 81 0,2 AMPLIFY Ext24 HR, cociente de riesgos; RR, riesgo relativo; HNGCR, hemorragia no grave clínicamente relevante. 71 3,2 2,92 (1,52-5,60) 5,19 (2,3-11,7) 1,62 (0,96-2,73) 1,20 (0,69-2,10) b XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Bibliografía 12. Prandoni P, Lensing AW, Cogo A, Cuppini S, Villalta S, Carta M, et al. The long-term clinical course of acute deep venous thrombosis. Ann Intern Med. 1996 Jul 1;125(1):1-7. 13. Baglin T, Bauer K, Douketis J, Buller H, Srivastava A, Johnson G; SSC of the ISTH. 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En este sentido, se ha confirmado cómo en una cohorte de pacientes con FA bajo tratamiento anticoagulante oral de la vida real, los valores de troponina, en este caso T ultrasensible, fueron predictores de eventos cardiovasculares y mortalidad, mejorando la capacidad predictiva de las escalas de riesgo8. La fibrilación auricular (FA) es la arritmia cardiaca más frecuente, y está asociada a una gran morbimorbilidad1. La prevalencia de la FA aumenta con la edad, afectando aproximadamente al 10% de los sujetos mayores de 80 años2. Además, estos pacientes tienen una alta incidencia de otras complicaciones cardiovasculares, sobre todo síndrome coronario agudo y muerte vascular, por la coexistencia de otros factores de riesgo cardiovascular como son la hipertensión arterial o la diabetes mellitus3. La anticoagulación oral (ACO) es muy eficaz en la reducción del riesgo tromboembólico en la FA así como la mortalidad4. Para ayudar a la toma decisiones respecto a la tromboprofilaxis de estos pacientes, se han desarrollado varios esquemas de estratificación del riesgo utilizando factores de riesgo clínicos. Actualmente es la escala CHA2DS2-VASc (añade un punto por la presencia de enfermedad vascular, edad entre 65-74 y sexo femenino, y dobla la puntuación de la edad superior a 75 años) la recomendada por la guía de manejo de la FA de la Sociedad Europea de Cardiología. Junto a ella, la misma Sociedad recomienda el uso de la escala HAS-BLED (1 punto por la presencia de hipertensión arterial no controlada, edad superior a 65 años, antecedentes de ictus, antecedentes de sangrado, INR lábil, insuficiencia renal o hepática y la toma de fármacos que afecten a la hemostasia o alcohol) para la estratificación del riesgo hemorrágico asociado a la ACO5. Sin embargo, el poder discriminatorio de estas escalas clínicas sigue siendo moderado, y es ahí donde la medida de distintos biomarcadores sanguíneos que abarquen diferentes aspectos fisiopatológicos de la FA podría jugar un excelente papel en la mejora de la estratificación del riesgo de estos pacientes. Péptidos natriuréticos Los péptidos natriúreticos tipo B (BNP) y la porción N-terminal de la prohormona (NT-proBNP) son sintetizados por los miocitos, principalmente en el ventrículo izquierdo, en respuesta a un elevado estrés de pared ventricular, por lo que se han propuesto como un marcador de disfunción del ventrículo izquierdo9. De igual forma, un subestudio del ensayo RE-LY6 y otro del ARISTOTLE10 vuelven a demostrar que los valores de NT-proBNP eran predictivos de nuevos eventos tromboembólicos así como de mortalidad cardiovascular, tras ajustar por los factores de riesgo clínico y mejorando la capacidad predictiva de estos. Dichos resultados se confirman en un estudio de pacientes con FA anticoagulados de la vida real, en el que NT-proBNP fue predictivo de nuevo episodio isquémico y mejoraba de forma significativa la capacidad predictiva de la escala CHA2SDS2-VASc para el ictus y la mortalidad11. Marcadores inflamatorios Se ha descrito un estado proinflamatorio en asociación con el estado protrombótico descrito en la FA12. La proteína C reactiva (PCR) es el biomarcador inflamatorio más utilizado. Se sintetiza en el hígado como un reactante de fase aguda. En la población del ensayo SPAF III (Stroke prevention in Atrial Fibrillation III) se mostró el valor predictivo de la PCR para la mortalidad global y un combinado entre ictus isquémico, infarto agudo de miocardio y muerte vascular13. El marcador proinflamatorio que mejor se ha relacionado con la FA es la interleucina 6, una citocina circulante producida por monocitos, macrófagos, linfocitos T y células endoteliales, que puede producir un estado protrombótico14. Un reciente estudio de nuestro grupo ha sido el primero en demostrar que valores elevados de interleucina 6 tienen un valor pronóstico añadido y complementario a las escalas de estratificación de riesgo utilizadas en la FA, pudiendo dicho marcador utilizarse para redefinir el riesgo en la FA más allá de la estratificación clínica8. Biomarcadores cardiacos Daño miocárdico Las troponinas cardiacas son proteínas contráctiles de los cardiomiocitos que se liberan durante la necrosis miocárdica, y por lo tanto son biomarcadores sensibles y específicos de lesión miocárdica. Un subestudio del ensayo RE-LY (dabigatrán vs warfarina en la prevención del ictus en FA) demostró que en pacientes con FA y factores de riesgo para ictus, se podía detectar la presencia de TnI, cuya elevación se asociaba a un mayor riesgo de ictus y mortalidad. Además, la concentración de TnI mejoraba la capacidad predictiva de las escalas CHADS2 y CHA2DS2-VASc de muerte cardiovascular6. De forma similar, dichos resultados se confirmaban en el ensayo ARISTOTLE (apixabán vs warfarina en la prevención del ictus en FA)7. Sin embargo, los datos obtenidos de los ensayos clínicos pueden no reflejar Marcadores de hipercoagulabilidad Se ha descrito un estado hipercoagulable en paciente con FA, cumpliendo los tres brazos de la famosa tríada de Virchow: cambios en el 73 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia flujo (evidenciado por la estasia sanguínea en la aurícula), en la pared vascular (dilatación auricular progresiva, daño endotelial y edema e infiltración fibroelástica de la matriz extracelular) y en los componentes sanguíneos (marcadores de hipercoagulabilidad, función plaquetaria y fibrinólisis)15. El dímero D (un producto de la degradación de la fibrina y un marcador de trombogénesis) ha demostrado su valor pronóstico en predecir eventos tromboembólicos en pacientes con FA, incluso bajo tratamiento anticoagulante oral16,17, aunque dichos resultados son controvertidos, ya que en una larga cohorte de pacientes con FA anticoagulados, el dímero D no se asoció a ningún evento adverso18. En sendos subestudios de los ensayos RE-LY y ARISTOTLE, se ha descrito una asociación entre el dímero D y el riesgo de ictus, muerte cardiovascular y sangrado independientemente de los factores de riesgo clínicos19. 5. Camm AJ, Lip GY, De Caterina R, Savelieva I, Atar D, Hohnloser SH, et al.; ESC Committee for Practice Guidelines (CPG). 2012 focused update of the ESC Guidelines for the management of atrial fibrillation: an update of the 2010 ESC Guidelines for the management of atrial fibrillation. Developed with the special contribution of the European Heart Rhythm Association. 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Hijazi Z, Oldgren J, Siegbahn A, Granger CB, Wallentin L. Biomarkers in atrial fibrillation: a clinical review. Eur Heart J. 2013;34:1475-80. 20. Conway DSG, Chin BSP, Pearce LA, Hart RG, Lip GYH. Plasma von Willebrand factor and soluble P-selectin as indices of endothelial damage and platelet activation in 1321 patients with non-valvular atrial fibrillation: relationship to stroke risk factors. Circulation. 2002;106:1962-2967. Marcadores de daño endotelial El factor von Willebrand (fvW) es el marcador mejor caracterizado y más ligado a pronóstico en pacientes con FA15. El fvW es un biomarcador de disfunción/daño endotelial y su elevación plasmática se ha observado en enfermedades inflamatorias y ateroscleróticas reflejando el daño en el endotelio. En el ensayo SPAF III se mostró una asociación independiente del fvW con los factores de riesgo tromboembólico clínicos en pacientes con FA, y cómo dicha concentración fue predictiva para un nuevo episodio trombótico o vascular20. Posteriormente, en una larga cohorte de pacientes consecutivos con FA bajo tratamiento anticoagulante oral, se ha visto que el fvW es predictor de nuevos eventos cardiovasculares, mortalidad y sangrado, pudiendo usarse dicho biomarcador para mejorar la capacidad predictiva tanto de las escalas trombóticas como de sangrado18. Conclusiones Los biomarcadores pueden ser útiles a la hora de reestratificar el riesgo con las clásicas escalas de riesgo clínicas, identificando pacientes de alto riesgo trombótico. También son útiles para un mejor conocimiento de la fisiopatología de la FA y de sus complicaciones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las actuales guías de manejo clínico de estos pacientes van dirigidas a la identificación del paciente de bajo riesgo que no necesita terapia antitrombótica, en vez del paciente de alto riesgo. Bibliografía 1. Wolf PA, Abbott RD, Kannel WB. Atrial fibrillation as an independent risk factor for stroke: the Framingham Study. 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En los últimos años se han publicado diversos ensayos clínicos que incluyen más de 25.000 pacientes, aunque no en todos los casos se muestran los resultados en pacientes con más de 75 años, por lo que no se incluyen15-25. En la Tabla 1 se recogen los ensayos clínicos que han evaluado ACOD y que separan los pacientes por edad. Se muestran los que en el momento de la inclusión tenían 75 años o más. En algunos estudios no se ofrecían datos separados por edad, por lo que no se han incluido. La prevalencia del tromboembolismo venoso y arterial se incrementa notablemente con la edad1,2. En los individuos de entre 80 y 90 años el riesgo de ictus relacionado con fibrilación auricular (FA) también se incrementa con la edad. En el estudio Framingham, el 23,5% de los ictus en mayores de 80 podía atribuirse a fibrilación auricular3. La edad superior a 75 años se considera como factor de riesgo en los esquemas de estratificación de riesgo embólico. Por ejemplo, en la puntación CHA2DS2-VASc los mayores de 75 años reciben 2 puntos sobre un máximo de 94,5. La prevalencia de otros factores de riesgo, como la hipertensión, diabetes e insuficiencia cardiaca 2, es mayor también en ancianos. Por otra parte, el envejecimiento se considera como uno de los factores de riesgo más importantes y más prevalentes en el tromboembolismo venoso (TEV)1,6. Adicionalmente, los factores de riesgo convencionales, las neoplasias o la presencia de comorbilidades en ancianos incrementan el riesgo de TEV y de hemorragia que pueden complicar y dificultar el tratamiento anticoagulante. Los anticoagulantes como las heparinas y los antagonistas de la vitamina K (AVK) se mantienen como los pilares del tratamiento y la prevención del TEV y de la embolia en pacientes con FA, aunque presentan limitaciones importantes7,8. En los últimos años se han desarrollado una nueva clase de fármacos anticoagulantes con acción inhibidora directa sobre factores de la coagulación activados (ACOD), que representan una alternativa a los AVK y en algunos casos a las heparinas. Son fármacos que no precisan de cofactores para realizar su efecto, son activos vía oral, no precisan monitorización rutinaria y sus dosis son fijas, con algún ajuste dependiendo de la edad o del filtrado glomerular. Existe un amplio desarrollo clínico de tres inhibidores del factor Xa, (apixabán, edoxabán y rivaroxabán) y de un inhibidor de la trombina (dabigatrán)9,10. Aunque representan una alternativa a los anticoagulantes clásicos, su perfil de eficacia y seguridad no se ha establecido específicamente en ancianos y persiste cierta preocupación en relación con el riesgo de hemorragia en ancianos tratados con ACOD1,10,11. Los factores de riesgo que se proponen son la presencia habitual un índice de masa corporal bajo en pacientes frágiles y muy ancianos, la alteración muscular, grasa, proporción de agua y la frecuencia elevada de deterioro de la función renal1,11. Recientemente se han publicado trabajos que sugieren un elevado riesgo de hemorragia con ACOD en ancianos12-14. No se han realizado hasta la fecha ensayos clínicos aleatorizados específicamente en ancianos que comparen los ACOD con los AVK o heparinas en esta población de pacientes, aunque los ensayos clínicos principales de la mayoría de los estudios en este ámbito incluyen ACOD en ancianos (edad ≥ 75 años) Los ACOD no producen un incremento de la hemorragia mayor (HM) o no mayor clínicamente relevante (HCR). En la Tabla 2 se muestran los diferentes datos separados por anticoagulante. Están considerados globalmente los estudios que evaluaban los fármacos en fibrilación auricular o en tromboembolismo venoso, dado que lo que interesa mostrar es la tasa de hemorragias a partir de una determinada edad por el hecho de utilizar el fármaco. De manera global, la tasa combinada de hemorragia mayor más hemorragia no mayor clínicamente relevante es del 5,71% en pacientes tratados con ACOD frente al 6,33% en pacientes que recibían anticoagulación convencional (OR = 0,90; IC95% 0,82-0,9). No se apreció un exceso de hemorragia en los estudios que solo evaluaban tromboembolismo venoso comparado con el tratamiento convencional26. En cuanto al riesgo de ictus o embolia sistémica, fueron significativamente inferior de manera global (2,94% contra 4,13%; OR = 0,70; IC95% 0,62-0,80). También se observa un menor riesgo de TEV recurrente o muerte relacionada con TEV (3,31% vs 6,05%; OR = 0,53; IC95% 0,27-0,77). Efectos según ACOD de manera individual En las Tablas 2-4 se desglosan los datos obtenidos para cada tipo de anticoagulante, aunque debido a que la población que se incluyó era diferente y los diseños diferentes, no se pueden realizar comparaciones entre los diferentes fármacos26. Rivaroxabán En ancianos no se ha observado un incremento de la HM o HCR (4,51% contra 4,54%; OR = 1,18; IC95% 0,64-2,19). En cuanto a la eficacia, no fue inferior a la terapia convencional en ancianos, pero sí en el tratamiento y profilaxis del TEV o muerte relacionada con el TEV. 75 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Tabla 1. Características de los ensayos clínicos principales con ACOD en fibrilación auricular y en tromboembolismo venoso en los pacientes con más de 75 años Ensayo Intervención Control Grupo ACOD (edad ≥ 75 a) Grupo control (edad ≥ 75 a) Edad (mediana) ACOD/comparador Hombres (%) ACOD/comparador Seguimiento Fibrilación auricular ROCKET-AF Rivaroxabán Warfarina 3.082 3.082 73/73 60,3/60,3 590 días ARISTOTLE Apixabán Warfarina 2.743 2.752 70/70 64,5/65 1,8 años AVERROES Apixabán Aspirina 81-321 mg/d 909 983 70/70 58/59 1,1 años RE-LY Dabigatrán Warfarina 4.828 2.360 71,4/71,6 63,8/63,3 2,0 años ENGAGE-AF Edoxabán Warfarina 5.654 2.820 72/72 61,2/62,5 2,8 años Tromboembolismo venoso EINSTEIN DVT Rivaroxabán Enoxaparina+AVK 215 225 55,8/56,4 57,4/56,3 3, 6, 12 m EINSTEIN PE Rivaroxabán Enoxaparina+AVK 441 402 57,9/57,5 54,1/51,7 3, 6, 12 m AMPLIFY Apixabán Enoxaparina+warfarina 389 360 57,2/56,7 58,3/59,1 6m HOKUSAI Edoxabán Enoxaparina+warfarina 560 544 57,9/55,9 57,3/57,2 3-12 m EINSTEIN Ext Rivaroxabán Placebo 89 99 58,8/57,1 73,1/74,2 6-12 m AMPLIFY Ext Apixabán Placebo 220 109 56,4/57,1 58,0/56,5 12 m RE-MEDY Dabigatrán Warfarina 140 119 55,4/53,9 60,9/61,1 6-36 m Tabla 2. Pacientes de más de 75 años: hemorragia mayor o hemorragia clínicamente relevante en fibrilación auricular y tromboembolismo venoso ACOD Eventos Control Total % Eventos OR (IC95%) Total % Rivaroxabán 241 5.346 4,51 243 5.347 4,54 1,18 (0,64-2,19) Apixabán 177 3.451 5,13 248 3.376 7,35 0,80 (0,43-1,51) Dabigatrán 450 4.828 9,32 206 2.360 8,73 1,07 (0,90-1,28) Edoxabán 264 6.214 4,25 218 3.364 6,48 0,64 (0,53-0,77) 1.132 19.839 5,71 915 14.447 6,33 0,90 (0,82-0,90) Total Tabla 3. Pacientes de más de 75 años en estudios de pacientes con fibrilación auricular no valvular: ictus o embolia sistémica ACOD Eventos Control Total % Eventos OR (IC95%) Total % Rivaroxabán 125 3.082 4,06 154 3.082 5,00 0,80 (0,63-1,02) Apixabán 99 3.652 2,71 175 3.753 4,66 0,57 (0,44-0,73) Dabigatrán 156 4.828 3,23 101 2.360 4,28 0,75 (0,59-0,96) Edoxabán 126 5.654 2,23 65 2.820 2,30 0,97 (0,71-1,31) Total 506 17.216 2,94 495 11.997 4,13 0,70 (0,62-0,80) Tabla 4. Pacientes de más de 75 años en estudios de pacientes con tromboembolismo venoso ACOD Eventos Control Total % Eventos OR (IC95%) Total % Rivaroxabán 76 1.829 4,16 136 1.875 7,25 0,55 (0,35-0,87) Apixabán 7 398 1,76 13 370 3,51 0,50 (0,20-1,29) Dabigatrán 0 140 0,00 0 119 0,00 NE Edoxabán 14 560 2,50 27 544 4,96 0,49 (0,26-0,95) Total 97 2.927 3,31 176 2.908 6,05 0,53 (0,27-0,77) 76 Ponencias Apixabán El análisis de apixabán y rivaroxabán en ancianos tampoco ha mostrado exceso de sangrado con el uso de estos fármacos27,28. Las razones que se esgrimen para sugerir el exceso de riesgo de sangrado en estos pacientes son el deterioro de la función renal, el bajo peso, las interacciones medicamentosas y la no disponibilidad rutinaria de pruebas de laboratorio para monitorizar el nivel de los ACOD1,11. Tampoco se dispone de información clara sobre cuáles son los niveles plasmáticos óptimos de eficacia y seguridad, ni en qué momento en relación con la dosis debe realizarse el muestreo. Prácticamente todos los artículos que refieren aumento de sangrado en ancianos incluyen individuos con comorbilidades, especialmente insuficiencia renal12,13, pero la mayoría son estudios observacionales o casos aislados. Es posible que la edad no sea un factor determinante en sí, sino las comorbilidades que asocia. El riesgo de HM o HCR no fue diferente con apixabán (5,13% contra 7,35%; OR = 0,80; IC 95% 0,42-1,51). El riesgo de ictus o embolia sistémica se reducía en ancianos tratados con apixabán respecto a warfarina (OR = 0,57; IC95% 0,44-0,73). El TEV recurrente o muerte por TEV fue igual o inferior que el tratamiento clásico. Dabigatrán La HM o la HCR fue similar con dabigatrán que con tratamiento convencional (9,32% contra 8,73%; OR = 1,07; IC95% 0,90-1,28). Dabigatrán resultó más efectivo en la prevención del ictus o embolia sistémica en ancianos (3,2% contra 4,3%; OR = 0,75; IC95% 0,580,96). No se ha podido realizar análisis en tromboembolismo venoso por la escasa información en pacientes ancianos. Implicaciones prácticas Edoxabán El beneficio del tratamiento antitrombótico en ancianos está claramente establecido, incluidos los pacientes en los que existe un riesgo elevado de caídas o de sangrado7,8. Los análisis por separado de los pacientes ancianos en un metaanálisis reciente26 sugieren que los ACOD serían más efectivos que los anticoagulantes convencionales en esta población. La edad avanzada no debería ser por sí sola una contraindicación de los ACOD. En la mayoría de fármacos se produce un ajuste debido a la edad. Por ejemplo, apixabán se reduce a la mitad (2,5 mg/12 h v.o.) en pacientes con alguna comorbilidad asociada a la edad (dos o más de las siguientes: edad ≥ 80 años, peso ≤ 60 kg o creatinina sérica ≥ 1,5 mL/dL2. También se recomienda una dosis inferior de dabigatrán (110 mg/12 h v.o.) en Europa en los pacientes con edad ≥ 80 años, aunque la FDA no recomienda ajuste de dosis por la edad2,29. Rivaroxabán tampoco precisa ajuste de dosis solo por el hecho de envejecer, sí se recomienda si el filtrado glomerular disminuye por debajo de 30 mL/min/1,73 m2 2,29. Existen algunos datos publicados sobre la práctica en la vida real fuera de los ensayos clínicos. En Estados Unidos, la FDA ha realizado un seguimiento estrecho de las hemorragias en pacientes tratados con dabigatrán y no ha encontrado ningún factor no reconocido o con una frecuencia superior a la que se halló en los ensayos clínicos30. Asimismo, una cohorte amplia de pacientes daneses mostraba datos similares31. Tampoco se observó un exceso de sangrado en una cohorte de pacientes daneses que eran anticoagulados por primera vez32. Estos datos no contradicen la idea de que se debe ser muy cuidadoso a la hora de prescribir ACOD en ancianos con otras comorbilidades, en especial si presentan insuficiencia renal o bajo peso. Serían deseables ensayos clínicos prospectivos con ACOD en pacientes ancianos. En cuanto a los datos de edoxabán, el perfil de seguridad en ancianos es favorable. La HM o la HCR fue inferior en pacientes que recibieron edoxabán (4,25% contra 6,48%; OR = 0,64; IC95% 0,53-0,77). En cuanto a la eficacia en prevención del ictus o embolia sistémica en ancianos los datos fueron similares (2,23% contra 2,30%; OR = 0,97; IC95% 0,71-1,31). En TEV sí que muestra un perfil de eficacia superior al tratamiento convencional (2,50% contra 4,96%; OR = 0,49; IC95% 0,26-0,95). De manera global, los datos obtenidos de los ensayos clínicos principales en pacientes ancianos (≥75 años) muestran que los ACOD no producen un incremento de la HM o HCR respecto al tratamiento convencional, si acaso una leve disminución del riesgo. Sí que parecen mostrar una disminución del riesgo de ictus o embolia sistémica en ancianos con FA y también son más efectivos en la reducción del riesgo de TEV o de la muerte relacionada con TEV que el tratamiento convencional. No parece haber diferencias remarcables entre los diferentes ACOD, aunque algunos pueden mostrar un perfil más favorable según la indicación o según el perfil de riesgo hemorrágico o trombótico concreto de cada paciente. Preocupación sobre el sangrado Existen publicaciones recientes que remarcan una cierta preocupación sobre la seguridad en ancianos de los ACOD12-14. Se ha sugerido que podrían causar más complicaciones hemorrágicas y más hemorragia con riesgo vital o fatal en pacientes con edad avanzada12,13. En un registro neozelandés y australiano se identificaron 78 episodios de sangrado en pacientes tratados con dabigatrán. La edad fue uno de los parámetros más importantes. Dos tercios tenían más de 80 años y el 58% mostraban un deterioro de la función renal moderado o severo13. Se ha argumentado que los hallazgos de los ensayos clínicos más relevantes no son extrapolables a poblaciones más ancianas, aunque un reciente metaanálisis muestra que no se aprecia un exceso de sangrando con los ACOD ni con dabigatrán específicamente26. Los datos también muestran que los ACOD son significativamente más efectivos en esta población. Bibliografía 1. Robert-Ebadi H, Le Gal G, Righini M. Use of anticoagulants in elderly patients: Practical recommendations. Clin Interv Aging. 2009;4:165-177. 2. Deedwania PC. New oral anticoagulants in elderly patients with atrial fibrillation. Am J Med. 2013;126:289-96. 3. Wolf PA, Abbott RD, Kannel WB. 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New anticoagulant treatments to protect against stroke in atrial fibrillation. Heart. 2012;98:1341-7. 30. Southworth MR, Reichman ME, Unger EF. Dabigatran and postmarketing reports of bleeding. N Engl J Med. 2013;368:1272-4. 31. Larsen TB, Rasmussen LH, Skjøth F, et al. Efficacy and safety of dabigatran etexilate and warfarin in “real-world” patients with atrial fibrillation: A prospective nationwide cohort study. J Am Coll Cardiol. 2013;61:2264-73. 32. Sørensen R, Gislason G, Torp-Pedersen C, et al. Dabigatran use in Danish atrial fibrillation patients in 2011: A nationwide study. BMJ Open. 2013;3.pii:e002758. 78 Ponencias Patología cerebrovascular aguda, del ictus a la hemorragia Jaime Masjuan Vallejo Servicio de Neurología. Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid venosa o tratamiento endovascular) así como para poder ofrecer los mejores cuidados a las hemorragias intracraneales. El tratamiento de reperfusión con tPA intravenoso dentro de las primeras 4-5 horas se ha convertido en una rutina en nuestras unidades de ictus. El beneficio que proporciona es muy significativo, prácticamente doblando la posibilidad de que un paciente sea independiente a los 3 meses. Además, para aquellos pacientes que no respondan a lo anterior o no se les pueda administrar disponemos del tratamiento endovascular. Este puede realizarse dentro de las 8 primeras horas del infarto cerebral y la técnica más utilizada en la actualidad es la trombectomía mecánica. Las hemorragias cerebrales también se benefician de una atención urgente neurológica, en especial con el control de la hipertensión arterial. Aunque desgraciadamente el ensayo clínico con factor VII no demostró beneficio clínico ni hay ensayos clínicos que hayan demostrado la utilidad del complejo de protrombina en hemorragias por AVK. Es por esto que el pronóstico de las mismas sigue siendo muy malo. Los anticoagulantes de acción directa proporcionan una gran ventaja respecto a los AVK al producir un 50% menos de hemorragias intracraneales. El ictus es uno de los principales problemas sociosanitarios de España. Es la primera causa de muerte en la mujer española pero además es la primera causa de dependencia y la segunda de demencia tras la enfermedad de Alzheimer. Estas dos características unidas al progresivo envejecimiento de la población y a que los ictus están aumentando en pacientes en edad laboral hacen que debamos poner todo nuestro empeño en su prevención. El control de la hipertensión arterial así como la utilización de anticoagulantes en la fibrilación auricular con riesgo de ictus unido siempre a la modificación de los hábitos de vida deben ser las líneas maestras de su prevención. La atención urgente al ictus ha cambiado radicalmente en la última década. De ser unos pacientes que eran atendidos los últimos han pasado a ser una emergencia vital al mismo nivel que los politraumatismos o el síndrome coronario agudo, donde la rapidez en la actuación y la capacitación profesional son las claves para poder salvar la vida o devolverle la independencia a un paciente. Las Unidades de Ictus han traído consigo una auténtica revolución en esta atención creando el sistema sanitario Código Ictus, que permite que los pacientes lleguen rápidamente a un hospital capacitado para aplicar las técnicas más novedosas de reperfusión (trombólisis intra- 79 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Plaquetas y endotelio Coordinadoras: María Teresa Santos. Instituto de Investigación Sanitaria La Fe. Hospital Universitario y Politécnico La Fe. Valencia Maribel Díaz-Ricart. Servicio de Hemoterapia y Hemostasia. Hospital Clínic. Barcelona La hemostasia y la trombosis son fenómenos complejos en los que es necesaria la cooperación del endotelio, las células sanguíneas, los factores plasmáticos de la coagulación, el flujo en la sangre y otros factores reológicos. A su vez, cada uno de estos aspectos individuales son de por sí complejos y tenemos un largo camino por delante para comprender del todo los aspectos biológicos, bioquímicos y clínicos que los determinan y, más aun, su interrelación. El contenido de este simposio trata de actualizar aspectos analíticos de la función plaquetaria como la aplicación de los nuevos sistemas microfluídicos, presentar avances en los sistemas de señalización de las plaquetas activadas revisando el papel de la acetilación de proteínas y revisar las herramientas clínicas disponibles para la evaluación de la patología hemorrágica. También hay que tener en cuenta las singularidades de la hemostasia y la trombosis en las distintas etapas de la vida, lo que añade un nivel de complejidad adicional al tema. En este simposio también se tratará sobre distintos aspectos distintivos de la funcionalidad plaquetaria y hemostasia en el periodo neonatal. Específicamente, la primera ponencia “Microfluidic assessment of platelet function” será presentada por el Dr. Di Paola, del Department of Pediatrics, Hemophilia and Thrombosis Center de la Universidad de Colorado. El uso de sistemas microfluídicos para la evaluación de la función plaquetaria intenta acercarse más que los sistemas estáticos a la fisiopatología ya que incluye el efecto del flujo sobre la función. Este sistema es de potencial aplicabilidad clínica debido a la utilización de pequeñas cantidades de sangre y dispositivos más reproductibles que las cámaras de flujo que hasta ahora conocemos. La segunda ponencia, a cargo del Dr. Moscardó y colaboradores del IIS La Fe y el Centro de Investigación del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia, titulada “Acetilación de proteínas en las plaquetas: un nuevo mecanismo de señalización con implicaciones terapéuticas”, pone al día el conocimiento sobre la acetilación de proteínas no histonas en general y particularmente en las plaquetas. La acetilación como modificación postraduccional de proteínas en las plaquetas podría constituir un nuevo mecanismo de señalización intracelular, en la actualidad muy poco explorado, pero con potencialidad para desvelar nuevas dianas farmacológicas para el tratamiento antiplaquetario. La ponencia “Herramientas para la evaluación del sangrado (BAT)” del Dr. Cesar y colaboradores, del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Ramon y Cajal de Madrid, incluye los conceptos esenciales a tener en cuenta para distinguir entre distintos tipos de sangrado en los pacientes, haciendo referencia especial a los aspectos clínicos y destacando la importancia de la realización de una buena anamnesis del paciente. Para ello, recomienda el uso de cuestionarios clínicos estandarizados, destacando el recientemente publicado por la ISTH/SSC como paso previo esencial al proceso de evaluación diagnóstica del paciente en el laboratorio de hemostasia primaria. Desgraciadamente, el Dr. Jesús Cesar nos ha dejado el pasado 24 de agosto después de una brillante trayectoria personal, científica y clínica. La Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia siempre le recordará con respeto, aprecio y gratitud por su gran dedicación a la Sociedad, su siempre amable disponibilidad a contribuir con sus conocimientos y su talante humano cordial que favorecía la amistad con compañeros y colegas, por lo que siempre será recordado. Pero la vida y la ciencia tienen que seguir, y aunque las ideas científicas sobre el tema de la ponencia del Dr. Cesar y colaboradores están reflejadas en el suplemento del congreso, la ponencia sobre sangrado será impartida por el presidente del Comité Científico del Congreso de la SETH, el Dr. Ginés Escolar, que generosamente ha aceptado hacerlo aun con tan poco tiempo por delante para prepararlo. El simposio se cierra con la ponencia “Funcionalidad plaquetaria y hemostasia en el periodo neonatal: mecanismos reguladores y potenciales implicaciones clínicas” de la Dra. Ferrer Marín y colaboradores, del Hospital Universitario Morales Meseguer de Murcia. Los autores hacen una interesante revisión sobre la agregación, adhesión, secreción y mecanismos de señalización hasta ahora conocidos en las plaquetas de los neonatos, distinguiendo además las singularidades de reactividad plaquetaria entre neonatos a término, neonatos pretérmino y personas adultas. Las plaquetas de neonatos a término presentan reducción de la agregación plaquetaria y niveles reducidos de algunos receptores de membrana como GPIIbIIIa, PAR1, PAR4 y receptores adrenérgicos respecto a las de los adultos, y niveles normales de otros receptores. En cambio, las plaquetas de los neonatos a término presentan una mayor adhesividad plaquetaria que las de los adultos, lo que, en opinión de los autores, podría justificar el que los neonatos a término no tengan una hemostasia global alterada. Los neonatos pretérmino presentan una reducción de la reactividad plaquetaria, tanto en la agregación como en la adhesión, respecto de los neonatos a término, diferencias que se mantienen durante días o semanas, respectivamente. Aunque los estudios sobre los mecanismos de transducción de señales que determinan la singularidad en la respuesta de las plaquetas de neonatos son escasos, parece que además en los receptores hay alguna diferencia en la señalización vía proteínas G. Además de por la importancia clínica de los estudios de la reactividad plaquetaria en neonatos, los autores sugieren que estos podrían ser de utilidad para identificar nuevas dianas terapéuticas. Las coordinadoras de este simposio deseamos agradecer la valiosa colaboración de todos los ponentes y su amable participación. 80 Ponencias Microfluidic assessment of platelet function Jorge Di Paola Pediatrics and Genetics. University of Colorado Anschutz Medical Campus. Denver (USA) for the analysis of hemostatic function under a wide range of shear stresses with low blood volume requirements. To date, this technology has been primarily used in the basic science setting to study the interactions between platelet signaling pathways, receptor-ligand binding, and hemodynamics, often in conjunction with coagulation. Multiple options for the patterning of prothrombotic substrates and proteins on microfluidic devices provide the versatility needed for accurate simulations of vascular injury, allowing for further elucidation of normal hemostatic pathways. Furthermore, strategic arrangement of membrane-based devices to control flow of soluble pro- or anti-hemostatic factors has advanced our knowledge of the role of these factors in normal hemostasis and thrombus formation. For example, this approach led to the demonstration that both flux-dependent thrombin concentration and wall shear rate regulate fibrin polymerization and deposition under flow. A similar method was used to show that ADP-induced platelet aggregation under flow is directly proportional to the agonist flux. Many standardized in vitro assays exist to allow for the purposes of analyzing platelet-function in suspected bleeding disorders or to monitor antiplatelet therapy. These include platelet aggregometry, flow cytometry evaluation of surface activation markers, electron microscopic evaluation of platelet spreading, clot retraction, and Western blot analysis of platelet signaling protein phosphorylation. Many of these, however, lack true physiologic relevance due to their static nature that does not allow for certain interactions, such as that of GP1bα and VWF, which have primary significance under shear stress. It can be argued that biologically representative assays must include a component of flow, since disorders of bleeding and thrombosis are modulated in many cases by flow-dependent mechanisms. Our presentation will provide a summary of the recent contributions of microfluidics for clinical applications in hemostasis and thrombosis from our laboratory and others, and will focus on the unique opportunities offered by microfluidic devices to add a flowbased component to current hemostatic evaluations, particularly platelets, in patients with bleeding and thrombotic disorders. Assessment of platelet function and coagulation under flow conditions in which the presence of wall shear stress mimics in vivo interactions between blood components and the vessel wall, can improve the traditional static assays used to evaluate of patients with suspected hemorrhagic or thrombotic disorders. Among the available flow-based assays, microfluidic devices require the smallest blood volume and provide the highest throughput. These devices can yield essential information regarding homeostatic regulation of platelet activation and subsequent engagement of the coagulation cascade leading to fibrin formation. Emerging data suggest microfluidics may also reveal consistent patterns of hemostatic or thrombotic pathology, and may aid in assessing and monitoring patient-specific effects of coagulation-modifying therapies. Hemostasis occurs when a combination of cellular, soluble, and structural factors interact in a coordinated response at a site of vascular injury to stem blood loss. Alterations in the normal regulation of this process, whether in the setting of a pro-thrombotic state or bleeding tendency, create significant clinical pathology. Currently, assessment of patients with disorders of hemostasis involves a multifaceted evaluation of the various components of clot formation including coagulation factors, platelets, and ancillary thrombotic and lytic proteins. Activity assays for specific coagulation factors and adjuvant proteins, as well as various platelet function tests, are available to evaluate components separately. In an effort to measure many or all of the components of the hemostatic system in concert, so called “global assays” have been developed such as calibrated automated thrombogram (CAT) and thromboelastography (TEG). Rational use of these assays can yield a fairly thorough representation of a patient’s hemostatic potential. However, the static nature of these assays neglects the effect of blood flow and the contribution of endothelium on hemostasis. While platelet adhesion and aggregation and von Willebrand factor (VWF) are shear stress-dependent; coagulation, fibrin formation, and fibrinolysis are shear rate dependent. Endothelial cells promote and inhibit clot formation by many mechanisms including secretion of soluble agents (VWF, PGI2, ADPases) and surface bound molecules (thrombomodulin, P- and E-selectin). The development of parallel-plate assays over 40 years ago, which was an open, single pass system to complement cone-plate viscometers, allowed for assessment of the interactions of blood cells and vessel wall components under physiologic flow conditions. Flow assays designed to evaluate platelet rolling, adhesion, and aggregation on immobilized ligands have provided critical insights into shear-dependent receptor-ligand interactions These devices were never translated into clinical assays, in part, because of relatively large blood volume requirements and low throughput. Microfluidics addresses some of the limitations of larger flow chambers by offering disposable and reproducible devices that allow References 1. Balasubramanian V, Grabowski E, Bini B, Nemerson Y. Platelets, Circulating Tissue Factor, and Fibrin Colocalize in Ex Vivo Thrombi: Real-Time Fluorescence Images of Thrombus Formation and Propagation Under Defined Flow Conditions. Blood. 2002;100(8):2787-92. 2. Colace TV, et al. Microfluidic Assay of Hemophilic Blood Clotting: Distinct Deficits in Platelet and Fibrin Deposition at Low Factor Levels. Journal of thrombosis and Haemostasis: JTH. 2014;12(2):147-58. 3. Hansen RR, Tipnis AA, White-Adams TC, Di Paola JA, Neeves KB. Characterization of Collagen Thin Films for Von Willebrand Factor Binding and Platelet Adhesion. Langmuir. 2011;27(22):13648-58. 81 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia 4. Hochmuth, RM, Mohandas N, Blackshear PL. Measurement of the Elastic Modulus for Red Cell Membrane Using a Fluid Mechanical Technique. Biophysical journal. 1973;13(8):747-62. 5. Neeves KB, et al. Microfluidic Focal Thrombosis Model for Measuring Murine Platelet Deposition and Stability: PAR4 Signaling Enhances Shear-Resistance of Platelet Aggregates. Journal of Thrombosis and Haemostasis. 2008; 6(12):2193-201. 6. Neeves KB, Illing DR, Diamond SL. Thrombin Flux and Wall Shear Rate Regulate Fibrin Fiber Deposition State During Polymerization Under Flow. Biophysical journal. 2010;98(7):1344-52. 7. Neeves KB, et al. Sources of Variability in Platelet Accumulation on Type 1 Fibrillar Collagen in Microfluidic Flow Assays. PloS one. 2013; 8(1):e54680. 8. Onasoga-Jarvis A, et al. The Effect of Factor VIII Deficiencies and Replacement and Bypass Therapies on Thrombus Formation Under Venous Flow Conditions in Microfluidic and Computational Models. PloS one. 2013;8(11): e78732. 9. Savage B, Sixma JJ, Ruggeri ZM. Functional Self-Association of Von Willebrand Factor During Platelet Adhesion Under Flow. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America. 2002;99(1):425-30. 82 Ponencias Acetilación de proteínas en las plaquetas: un nuevo mecanismo de señalización con implicaciones terapéuticas Antonio Moscardó, María Teresa Santos, Ana Latorre, Juana Vallés Instituto de Investigación Sanitaria La Fe y Centro de Investigación. Hospital Universitario y Politécnico La Fe. Valencia Agradecimientos: Este trabajo se ha realizado en parte con fondos del Instituto de Investigaciones Sanitarias Carlos III y Fondos FEDER [PI13/00016] y la Red Cardiovascular [RD12/0042/0003] etc. De esta forma, las distintas modificaciones que pueden sufrir las proteínas potencialmente podrían dan lugar a más de un millón de variantes diferentes, frente a los aproximadamente 20.000 genes codificantes de proteínas que encontramos en el genoma humano. Por tanto, esta interacción entre genotipo y fenotipo, reflejada en las distintas modificaciones postraduccionales que puede sufrir una proteína, supone un prometedor campo de estudio en la enfermedad cardiovascular. Las plaquetas juegan un papel central en la hemostasia y la trombosis, pero también participan en la inflamación, la aterosclerosis, el cáncer, etc.1 Para poder realizar estas variadas funciones las plaquetas disponen de una gran cantidad de receptores en su superficie que les permiten responder a múltiples estímulos. Tras la activación plaquetaria, se da lugar a las distintas respuestas funcionales de las plaquetas: adhesión, agregación, liberación de gránulos, reclutamiento, exposición de fosfolípidos procoagulantes o retracción del coágulo, entre otras. Uno de los componentes plaquetarios más destacados para la comunicación con su entorno es a través de la liberación del contenido de sus gránulos que forma parte del secretoma plaquetario. Los gránulos a contienen sustancias como proteínas adhesivas, factores de la coagulación, factores fibrinolíticos, proteasas y antiproteasas, factores de crecimiento y mitogénicos, citocinas, proteínas antimicrobiales, glicoproteínas de membrana y otras1. De esta forma, a través de la liberación del contenido de sus componentes granulares, las plaquetas pueden participar en múltiples procesos fisiopatológicos. La integración de estas diversas respuestas requiere de un complejo sistema de transmisión de señales, entre los que la fosforilación de proteínas tanto en tirosina2 como en serina/treonina3,4, los movimientos de calcio y la reorganización del citoesqueleto ocupan un lugar central5. Aunque sin duda el componente genético juega un papel importante en el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares, el avance en la predicción del riesgo cardiovascular ofrecido por marcadores genéticos puede considerarse modesto en el mejor de los casos6. Como enfermedad con causas genéticas concretas, la enfermedad cardiovascular está relacionada con alteraciones en múltiples genes, y sus interacciones con diversos factores ambientales. En este sentido, técnicas como la proteómica o la lipidómica pueden ofrecer una perspectiva más realista de la situación global de un organismo, integrando genotipo y fenotipo. A su vez, los estudios proteómicos se han centrado en muchas ocasiones en una simple, aunque extensa, enumeración de las proteínas presentes en un tipo celular o un compartimento subcelular determinado7. Estos resultados, aunque muy interesantes, y que han permitido la identificación de proteínas con papeles importantes no previamente descritas8, no reflejan la verdadera complejidad subyacente. En este sentido, el estudio de las modificaciones postraduccionales de proteínas puede aportar una instantánea más acertada de los procesos que están teniendo lugar en un momento determinado, y de las complejas interacciones entre genotipo y fenotipo. Las modificaciones postraduccionales de proteínas tienen lugar una vez sintetizada la proteína, y constituyen un mecanismo esencial de regulación de su actividad biológica. Pueden tener lugar tanto por mecanismos enzimáticos como no enzimáticos. Estas modificaciones pueden ser de naturaleza muy variada, e incluyen oxidaciones, glicosilaciones, proteólisis, unión de moléculas lipídicas, unión covalente de proteínas pequeñas como la ubiquitina, fosforilaciones, acetilaciones, Regulación de la acetilación de proteínas por acetilasas y deacetilasas La acetilación de una proteína puede tener lugar en distintos aminoácidos. En el campo de la enfermedad cardiovascular, la acetilación más estudiada es sin lugar a dudas la inducida por el tratamiento con aspirina sobre la ciclooxigenasa 1 (COX-1) en las plaquetas9,10, la cual tiene lugar en la Ser529, y provoca la inhibición irreversible de la síntesis de tromboxano A2 al bloquear el acceso al centro activo de su substrato, el ácido araquidónico11. Por tanto, la acetilación de la COX-1 por la aspirina es una modificación postraduccional inducida por mecanismos no enzimáticos. Por su parte, la acetilación regulada por mecanismos enzimáticos más ampliamente estudiada es la acetilación de residuos de lisina en las proteínas12. El nivel de acetilación de los residuos de lisina en las proteínas está determinado por el equilibrio entre las enzimas que añaden grupos acetilos, las histonas acetiltransferasas (HAT) y las que eliminan el grupo acetilo de los residuos de lisina, las enzimas con actividad deacetilasa13 (HDAC) (Figura 1). Las HAT catalizan la transferencia de un grupo acetilo del acetil-CoA al grupo Ɛ-NH2 de la cadena lateral de aminoácidos de los residuos de lisina. Resulta interesante que el donante del grupo acetilo para esta reacción es el acetil-CoA, molécula clave en la regulación del metabolismo, lo que podría justificar, como veremos más adelante, el papel que parece jugar la acetilación de proteínas en la regulación del metabolismo. Las HAT pueden clasificarse según su localización subcelular, siendo las de clase A nucleares y las de clase B citoplasmáticas. Entre las más estudiadas se encuentran las familias GNAT, MYST, p300/CBP y SRC, las cuales presentan diferentes especificidades de sustrato, regulación, etc.14 Por otro lado, las HDAC se pueden agrupar en dos familias15: las HDAC clásicas, dependientes de zinc como cofactor, y que incluyen a las clases I, II y IV, y las sirtuinas o clase III, dependientes del cofactor NAD+ 16,17. De nuevo una molécula central en la regulación del metabolismo como es el NAD+ aparece como clave para la regulación de las HDAC. En los seres humanos de momento se ha demostrado la presencia de 18 enzimas deacetilasas: las histonas deacetilasas de la HDAC1 a la HDAC11 y las sirtuinas de la SIRT1 a la SIRT7. Todas ellas son responsables de la eliminación de los grupos acetilo, man- 83 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia factores de transcripción18. Por su parte, las HDAC eliminan los grupos acetilo, incrementando la carga positiva de las histonas y por tanto la afinidad de estas por el ADN. Este incremento de la unión condensa la estructura del ADN, impidiendo la transcripción. teniendo el equilibrio de la acetilación en los residuos de lisina de las distintas proteínas. Como veremos más adelante, un aspecto importante de las sirtuinas es su localización subcelular. Mientras que la mayoría de las HDAC clásicas, a excepción de HDAC6, se encuentran preferentemente en el núcleo, por el contrario, las sirtuinas se encuentran ampliamente representadas en el citoplasma y especialmente en las mitocondrias, lo que sugiere un papel más allá del control de la acetilación de histonas. Entre las proteínas en las que la acetilación se ha demostrado que influye en su función, las más estudiadas son las histonas, aunque como veremos a continuación también otras proteínas pueden estar reguladas por procesos de acetilación/deacetilación. Acetilación de proteínas no histonas En un reciente estudio empleando un enfoque proteómico, Choudhary et al.19 identificaron 3.500 puntos de acetilación en aproximadamente 1.700 proteínas distintas en hepatocitos, lo que ha dado en denominarse el “acetiloma” de la célula. Además, la acetilación de proteínas parece ser un fenómeno altamente conservado, lo que pone de manifiesto la existencia de una presión evolutiva para mantener estos puntos de acetilación20, y apoya la idea de la importancia de esta ruta de modificación de proteínas. De esta forma, la acetilación de proteínas se ha sugerido que puede presentar una importancia y complejidad semejante a la fosforilación de proteínas21,22. Además, debido al intrigante descubrimiento de que en muchas proteínas los puntos de fosforilación y las lisinas susceptibles de ser acetiladas se encuentran muy próximos, se ha sugerido que puede existir algún tipo de cooperación o interferencia entre estas dos vías de transmisión de señales21,23. Acetilación de histonas La acetilación de histonas es un proceso ampliamente estudiado y estrechamente relacionado con la expresión génica, así como con distintas patologías, como el cáncer18. Las histonas son proteínas de muy bajo peso molecular, alrededor de las cuales se enrolla el ADN, dando lugar a la formación de nucleosomas. Las histonas suelen estar cargadas positivamente debido a los grupos amino presentes en los residuos de lisina y arginina. Estas cargas positivas afianzan la interacción con las cargas negativas de los grupos fosfato del esqueleto carbonado del ADN. La acetilación de los grupos amino de las lisinas neutraliza las cargas positivas de las histonas, convirtiendo las aminas en amidas y reduciendo así la capacidad de las histonas para unirse al ADN. Esta reducción de la afinidad de unión favorece una conformación “abierta” de la cromatina y facilita la transcripción genética de esa región cromosómica permitiendo el acceso a la misma de los Acetilación de proteínas y metabolismo La acetilación/deacetilación de histonas, debido a su relación con la expresión génica, se ha relacionado estrechamente con los procesos oncológicos, lo que ha llevado al desarrollo de distintos activadores e inhibidores de acetilasas y deacetilasas como terapia oncológica24. Por su parte, la acetilación de proteínas no histonas parece estar especialmente relacionada con el control del metabolismo energético de la célula25,26, aunque también aparece implicada en otros procesos como el cáncer o el envejecimiento24. Son varias las pruebas que sugieren que la acetilación de proteínas juega un papel clave en el control metabólico energético. En primer lugar, estudios proteómicos han mostrado que la práctica totalidad de las enzimas implicadas en el metabolismo energético, incluyendo la glicólisis, gluconeogénesis, metabolismo del glucógeno, ciclo de Krebbs, metabolismo de ácidos grasos y ciclo de la urea, son susceptibles de acetilarse, dependiendo de las condiciones metabólicas19,25. Además, su nivel de acetilación varía de acuerdo con el estado energético de la célula, lo que en algunos casos se ha demostrado que afecta a la función de la enzima19. En segundo lugar, y tal como se ha indicado más arriba, las enzimas encargadas de regular la acetilación de proteínas (especialmente HAT y sirtuinas) son dependientes para su función de las concentraciones de dos metabolitos que son claves para la regulación del metabolismo energético, como son el acetil-CoA y el balance NADH/NAD+. De esta forma, HAT y sirtuinas están muy bien situadas para actuar como sensores del estado energético de la célula, regulando a su vez la acetilación de enzimas, modificando su función y adaptándose a las necesidades energéticas de la célula. En tercer lugar, diversos estudios sobre el papel de la restricción calórica en el proceso de envejecimiento celular han sugerido que la acetilación de proteínas, y especialmente su regulación por las sirtuinas, puede ser el punto clave que relacione el metabolismo con el envejecimiento27, lo que ha llevado a denominar en algunos casos a las sirtuinas como las moléculas de la juventud27,28. Por último, la actividad de las sirtuinas parece estar alterada en trastornos metabólicos como la obesidad, la diabetes o el síndrome metabólico29, sugiriéndose que la modulación de su actividad podría ser una diana interesante para el tratamiento de estas patologías29. Figura 1. Regulación de la acetilación en lisina de proteínas. La acetilación de proteínas en aminoácidos lisina (Lys) está regulada por la actividad contrapuesta de dos tipos de enzima, las histona deacetilasas (HDAC) y las histonas acetiltranferasas (HAT). Las HAT introducen en la proteína un grupo acetilo proveniente del acetil-CoA, molécula central del metabolismo energético, dando como producto CoA. Por su parte, las HDAC son las encargadas de eliminar el grupo acetilo de una proteína, dando lugar a una molécula de acetato. Las HDAC pueden clasificarse en dos grandes familias, clásicas y sirtuinas, atendiendo a los cofactores que requieren. Las HDAC requieren como cofactor Zn2+. Por su parte, las sirtuinas requieren nicotinamida adenina difosfato en su forma oxidada (NAD+), dando lugar a NADH, también ambas moléculas claves en el metabolismo energético de la célula. 84 Ponencias Acetilación de proteínas en plaquetas cómo la activación farmacológica de la calreticulín transacetilasa, un tipo de HAT, inhibe la activación plaquetaria a través de la acetilación y activación de la óxido nítrico sintasa endotelial (eNOS) en las plaquetas. Sin embargo, no se conocen los mecanismos que regulan la actividad de las HAT en las plaquetas. Pese a su aparente sencillez, las plaquetas son “células” sorprendentemente complejas, capaces de participar no solo en la hemostasia y la trombosis como se pensaba tradicionalmente, sino que también pueden participar en otros procesos incluyendo el cáncer, la inflamación, la respuesta inmune, la angiogénesis, etc. Para poder realizar estas variadas funciones, las plaquetas poseen un complejo sistema de transmisión de señales, en el cual la fosforilación de proteínas, tanto en tirosina3 como en serina/treonina4, juega un papel clave. Por otra parte, aunque es un tema escasamente estudiado, el metabolismo energético de las plaquetas es importante para su función30. De hecho, es bien conocido que en la diabetes se produce una hiperfunción plaquetaria, por causas no bien determinadas, que pueden incluir alteraciones de la función mitocondrial. En este sentido, un estudio reciente demostró la importancia de la función mitocondrial en las plaquetas sobre su participación en la generación de trombina31. Sin embargo, no se conoce nada sobre el papel que pueden tener las acetilaciones de proteínas en la relación entre el metabolismo energético y la función plaquetaria, por lo que constituye un interesante campo de investigación futura. Las plaquetas, que en condiciones normales circulan en forma de disco, cuando se adhieren y activan sufren un drástico cambio de forma, con extensión de pseudópodos. En este proceso, las reorganizaciones de proteínas del citoesqueleto y de la estructura de microtúbulos juegan un papel clave. Una de estas proteínas es la a-tubulina, la cual tiene la capacidad de polimerizarse formando largas fibras, que contribuyen en la emisión de pseudópodos, proceso importante en la adhesión y agregación plaquetaria32,33. En otros tipos celulares, la polimerización de la a-tubulina se ha sugerido que puede estar regulada por procesos de acetilación/deacetilación controlados preferentemente por la HDAC634. En un estudio reciente, Sadoul et al.35 demostraron que en ratones carentes de HDAC6 la función plaquetaria estaba reducida, produciéndose una reducción de la adhesión de plaquetas al colágeno. Estos resultados se relacionaron con una incrementada acetilación de a-tubulina, lo que sugería que la acetilación de a-tubulina regulada por HDAC6 podría participar en la función plaquetaria35. Estos resultados fueron posteriormente confirmados por Aslan et al.36, que mostraron que el control de la acetilación de a-tubulina por HDAC6 puede contribuir a mantener a las plaquetas en un estado de reposo. Resultados no publicados de nuestro laboratorio demuestran que no solo la adhesión, sino también la agregación plaquetaria, pueden estar reguladas por HDAC6, aunque este efecto solo tiene lugar a bajas concentraciones de agonista (enviado a publicar). Es interesante que existen tratamientos oncológicos que actúan inhibiendo HDAC6, como es el caso del panobistat, el cual induce trombocitopenia con cierta frecuencia37. Este proceso se ha relacionado con la inhibición de HDAC6 en el megacariocito, lo que estabilizaría el citoesqueleto dificultando la generación de nuevas plaquetas37. En lo que respecta al papel de las sirtuinas en las plaquetas, es muy escasa la información disponible en este momento. Resultados no publicados de nuestro laboratorio demuestran que las sirtuinas, especialmente sirt2, tienen un papel muy importante en la función plaquetaria (enviado a publicar). Son necesarios más estudios para determinar los mecanismos regulados por las sirtuinas en las plaquetas, y cómo ejercen su función reguladora. Por su parte, mucho menos se conoce sobre el papel que puedan tener las HAT en la función plaquetaria. Kumar et al.38 describieron Acetilación y aspirina La acetilación de la COX-1 plaquetaria por la aspirina y el consecuente bloqueo de la síntesis de tromboxano A2 constituyen la base del beneficio clínico obtenido por el tratamiento con aspirina en la prevención secundaria de la enfermedad cardiovascular. Sin embargo, ya los primeros trabajos que buscaban cuál era la diana farmacológica de la aspirina encontraron que el tratamiento con aspirina provocaba también la acetilación de otras proteínas, incluyendo la hemoglobina, la albúmina o el fibrinógeno39. Posteriormente se describió que la aspirina también es capaz de acetilar NF-kB, un factor de transcripción, efecto que podría estar relacionado con su potencial efecto antitumoral40. Más recientemente se ha descrito cómo la aspirina es capaz de acetilar la eNOS en célula endotelial, produciendo un incremento en la síntesis de óxido nítrico (NO), efecto que se revierte por la acción de HDAC341. También en plaquetas se ha descrito que la acetilación de eNOS por la aspirina provoca la síntesis de NO42, aunque no se ha explorado si este proceso puede estar también regulado por HDAC. Resultados preliminares de nuestro laboratorio muestran que la aspirina, de forma dependiente de dosis, provoca la acetilación de múltiples proteínas en las plaquetas (enviado a publicar). Además, una de estas proteínas la hemos identificado como la a-tubulina. Todavía hay que explorar cuáles son los efectos funcionales de la acetilación de estas otras proteínas plaquetarias por la aspirina. Conclusiones La acetilación de proteínas no histonas, regulada por el equilibrio entre las actividades HDAC y HAT, ha emergido recientemente como un mecanismo de transmisión de señales con un potencial similar a la fosforilación de proteínas, especialmente relacionado con el control del metabolismo, aunque también puede participar en muchos otros procesos. La participación de la acetilación de proteínas en la función plaquetaria ha sido escasamente explorada, aunque existen datos que sugieren que pueden tener un importante papel regulador. Sin embargo, numerosas cuestiones permanecen abiertas. ¿Qué procesos están regulados en las plaquetas por la acetilación de proteínas? ¿Pueden los procesos de acetilación actuar como nexo entre alteraciones metabólicas y función plaquetaria? ¿Cuál es el papel de la acetilación de proteínas distintas de COX-1 inducida por la aspirina en las plaquetas? Con toda seguridad nuevos estudios aportarán interesante información sobre la participación en las plaquetas de este nuevo mecanismo de modificación postraduccional de proteínas. Bibliografía 1. Nurden AT. Platelets, inflammation and tissue regeneration. Thromb Haemost. 2011 May;105 Suppl 1:S13-33. 2. Santos MT, Moscardo A, Valles J, Martinez M, Pinon M, Aznar J, et al. Participation of tyrosine phosphorylation in cytoskeletal reorganization, alpha(IIb)beta(3) integrin receptor activation, and aspirin-insensitive mechanisms of thrombin-stimulated human platelets. Circulatio.n 2000 Oct 17;102(16):1924-30. 85 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia 3. Moscardo A, Valles J, Pinon M, Aznar J, Martinez-Sales V, Santos MT. Regulation of cytosolic PlA2 activity by PP1/PP2A serine/threonine phosphatases in human platelets. Platelets. 2006 Sep;17(6):405-15. 4. Moscardo A, Santos MT, Latorre A, Madrid I, Valles J. 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Madrid Introducción del factor von Willebrand, una trombopatía, o un defecto en las proteínas de la coagulación son los diferentes elementos que deben ser tenidos en mente como candidatos para llegar a un diagnóstico final del problema4. La existencia de un sangrado patológico es el síntoma que define la presencia de un trastorno de la hemostasia, es decir, una enfermedad hemorrágica. Entendemos por enfermedad hemorrágica una situación anómala que permite a la sangre salir de un lecho vascular no alterado o que aporta una competencia deficiente ante un daño vascular. La manera con el que el sangrado puede producirse es variable y no existe un tipo de hemorragia que sea específico de una enfermedad concreta. Por ello, la anamnesis es crítica para responder a la pregunta de si sufre o no el paciente una enfermedad hemorrágica, mientras que la determinación de la entidad responsable resultará de un proceso de evaluación diagnóstica en el laboratorio. Lo segundo es una tarea que corresponde al hematólogo, pero la sospecha de una enfermedad hemorrágica suele generarse a nivel de otros especialistas. Por ello es conveniente que los médicos de Atención Primaria o los pediatras estén familiarizados con la anamnesis de este problema. Más importante aún es que se realice correctamente por los profesionales de Anestesia antes de abordar un proceso invasivo ya que la analítica del preoperatorio no excluye una patología hemorrágica1-3. Una vez sospechado el problema, el hematólogo es el más capacitado para enfocarlo y decidir las pruebas más convenientes para el diagnóstico. Llegar a un diagnóstico en una enfermedad hemorrágica puede ser una tarea sencilla cuando el paciente pertenece a una familia con una anomalía hemorrágica ya conocida, por ejemplo, hemofilia. En estos casos la principal cuestión es determinar si la intensidad del defecto es suficiente como para decidir si porta la enfermedad, por ejemplo en los pacientes con von Willebrand. Sin embargo, en muchas ocasiones no existen antecedentes familiares y el proceso diagnóstico está abierto a cualquier posibilidad. Dentro de este escenario existen problemas hemorrágicos asociados a diferentes patologías intercurrentes donde la hemorragia es una consecuencia circunstancial, por ejemplo una coagulación intravascular diseminada asociada a una sepsis, y otros donde la enfermedad hemorrágica es una situación primaria y mantenida en el tiempo. Esta última condición es la que se abordará en este texto. Aspectos básicos en la anamnesis de la diátesis hemorrágica El primer aspecto es considerar que en muchas ocasiones lo que pueda deducirse en una anamnesis no tiene alta sensibilidad o especificidad para asumir o descartar la existencia de una enfermedad hemorrágica. Un porcentaje estimable de la población tiene sintomatología hemorrágica sin que se pueda encontrar un motivo5,6, y en contraste, muchos defectos leves de la hemostasia cursan asintomáticos o se ponen de manifiesto ante eventos que exigen una gran competencia del sistema como un proceso quirúrgico o un traumatismo7,8. Este solapamiento complica el descubrir, ante síntomas hemorrágicos leves, la existencia o no de una enfermedad hemorrágica usando solamente los datos obtenidos en la anamnesis. Con independencia de estas consideraciones, el interrogatorio debe ser riguroso y con una metodología preestablecida. Siguiendo esas pautas se debe llegar con una razonable seguridad a la toma de decisión de continuar o no con un estudio de laboratorio. Hay diferentes cuestiones que deben ser dilucidadas: • Si hay, o no, un fracaso de la hemostasia. Existen hemorragias que son ostensibles pero obedecen a una causa local, mientras que la presencia de diferentes tipos de sangrado es sugerente de un problema hemostático. • Realizar un primer enfoque diagnóstico. Aunque no de forma patognomónica, las hemorragias que afectan a piel y mucosas se consideran propias de defectos en la hemostasia primaria y del factor V, mientras que las hemartrosis y los hematomas musculares son más propios de las hemofilias (también de un defecto de Fc V). La hemorragia de la ligadura del cordón umbilical o cerebral se ha asociado con el defecto del factor XIII, así como la equimosis periorbitaria es más propia de la amiloidosis. • Historia familiar. Una buena historia familiar, incluyendo posible consanguinidad y género de los afectados, ayuda a establecer el carácter de herencia. En problemas constitucionales de la hemostasia es habitual que la clínica sea similar en los que padecen la enfermedad. • Es imprescindible evaluar problemas generales que se asocian con una hemostasia deficiente como la insuficiencia renal, la hepatopatía y especialmente la prescripción de fármacos particularmente anticoagulantes y antiagregantes plaquetarios así como antiinflamatorios o antidepresivos. • Cronología del sangrado. Orientará sobre un problema constitucional frente a una enfermedad adquirida. Fisiopatología de la diátesis hemorrágica No es el objetivo de este manuscrito realizar una revisión exhaustiva de las causas de una diátesis hemorrágica, pero sí recordar que esta es el resultado del fracaso de cualquiera de los eventos que a nivel fisiológico y bioquímico se han diseñado biológicamente para evitarla. Si se conocen los elementos que intervienen en el proceso hemostático, se pueden deducir, dado que todo lo que existe es susceptible de fallo, las diferentes enfermedades que pueden resultar en un sangrado patológico. Un defecto en la vasculatura o en la generación de las fuerzas de fricción por los hematíes, la trombopenia severa, un colágeno anómalo, una alteración 87 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Esta labor necesita de una metódica que incluya el interrogatorio de las diferentes posibilidades de sangrado tanto espontáneo como ante situaciones que ponen a prueba la competencia de la hemostasia. Además, es un requisito imprescindible intentar cuantificar la magnitud del sangrado. Ha habido diferentes intentos de recoger la sintomatología hemorrágica de manera sistemática y con una calificación que resultara en una puntuación lo más objetiva posible con independencia del evaluador. Desde hace más de 30 años se han publicado diferentes cuestionarios que han abordado este aspecto, ya de manera general o para cuantificar el sangrado en enfermedades concretas. Tabla 1. Puntuación asignada a diferentes síntomas de sangrado Epistaxis 0. Ausente o insignificante 1. Presente 2. Requiere asistencia 3. Requiere trasfusión Hemorragia cutánea 0. Ausente o insignificante 1. Petequias o equimosis 2. Hematomas 3. Requiere atención médica Antecedentes del BAT. El BS (bleeding score). Cuestionarios para la evaluación de la sintomatología hemorrágica Sangrado patológico de pequeñas heridas 0. Ausente 1. 1-5 veces por año 2. Necesita atención 3. Precisa trasfusión o cirugía En los años 1980 y 1982 se publican los resultados de la aplicación de un cuestionario9 en las familias afectas de enfermedad de von Willebrand (EVW) de las islas Aland10 y entre portadores de hemofilia11. El cuestionario consta de 10 preguntas con respuestas binarias (SÍ/ NO), de las que se obtiene un cociente a partir del que se calcula un “Indicador” y un “Predictor” que permiten conocer la sensibilidad y la especificidad de cada variable y del cuestionario. En 1995 se publica un cuestionario de recogida de datos en pacientes con sospecha de un proceso hemorrágico12. Es el resultado de un consenso de expertos que evaluaron la idoneidad de 10 preguntas para la identificación de enfermedades hemorrágicas, aunque el grado de acuerdo fue muy bajo13. El cuestionario propone puntuaciones desde un mínimo de 1 (familiares afectados) hasta un máximo de 5 (sangrado cutáneo o postexodoncias). Su aplicación permite discriminar con cierta efectividad entre individuos sanos y aquellos con una enfermedad hemorrágica ya reconocida, con el importante sesgo de que estos últimos, conocedores de su problema, tienden a enfatizar el peso de sus síntomas. El cuestionario se comporta mal cuando se aplica a sujetos que ya se han etiquetado de tener una probable enfermedad hemorrágica para discernir si son o no portadores de esta patología. Cuestionarios similares se elaboran también para estimar severidad, no diagnóstico, de la púrpura trombopénica idiopática en niños14, pacientes con deficiencia de factor XI15, afectados del síndrome de Quebec16 y evaluación preoperatoria3. Entre las diátesis hemorrágicas, la EVW es la de mayor incidencia17. El diagnóstico, especialmente entre los pacientes con sintomatología muy leve, es complicado por la variabilidad de los niveles de proteína en plasma en un mismo individuo o entre el grupo O y otros grupos sanguíneos, y por las dudas para establecer un punto de corte de normalidad. En esta tesitura, surge la conveniencia de elaborar un cuestionario (Tabla 1) para evaluar el número y la intensidad de síntomas hemorrágicos en estos enfermos y estudiar su capacidad para discriminar pacientes de no afectados18. Se proponen puntuaciones desde 0 (ausencia) a 3 (presencia con severidad) de diferentes síntomas hemorrágicos o complicaciones de sangrado después de una maniobra invasiva. La suma total de cada una de las variables se considera como la “puntuación de sangrado” (Bleeding Score/BS) de cada paciente. Una variante al cuestionario evalúa las mismas categorías pero ampliando la franja ausencia/severidad de 0 a 4 puntos y asignando un valor negativo (-1) ante la ausencia de un sangrado esperado en una situación de agresión hemostática como la cirugía19. La aplicación del BS en el estudio europeo MCMDM-1VWD (Molecular and Clinical Hemorragia de cavidad oral 0. Ausente o insignificante 1. Presente 2. Necesita atención médica 3. Necesita cirugía o trasfusión Hemorragia digestiva 0. Ausente 1. Presente 2. Necesita atención médica 3. Necesita cirugía o trasfusión Hemorragia posparto 0. Insignificante 1. Necesita terapia con preparados de hierro 2. Precisa sutura o trasfusión 3. Requiere histerectomía Hematomas musculares o hemartros 0. Ausente 1. Presente 2. Necesita atención médica 3. Precisa trasfusión Hemorragia después de exodoncia (valorar la más severa) 0. Ausente 1. Presente 2. Necesita sutura 3. Precisa trasfusión Hemorragia después de cirugía 0. Insignificante 1. Presente 2. Necesita sutura o reintervención 3. Precisa trasfusión Menorragia 0. Ausente o insignificante 1. Presente 2. Necesita consulta, anticonceptivos o terapia con preparados de hierro 3. Precisa histerectomía o trasfusión Existe una versión posterior que amplía la severidad de 0 a 4 y que barema como -1 la ausencia de sangrado en una situación donde se espera que ocurra (cirugía en general o posparto). 88 Ponencias Tabla 2. Sensibilidad y especificidad de la aplicación del BS en el diagnóstico de la EVW Criterio Sensibilidad (%) Especificidad (%) VPP (%) VPN (%) Cualitativo (>2 síntomas) 50,0 99,5 52,1 99,5 Cuantitativo (puntuación >3 en varones o >5 en mujeres) 64,2 99,1 41,1 99,6 Ambos 45,2 100 100 99,5 Evaluación de los 5 indicadores de mayor potencia 80,1 91,6 8,9 99,8 VPP, valor predictivo positivo; VPN, valor predictivo negativo. Modificado de Rodeghiero F et al. tionario de 14 preguntas referentes a sangrado (Figura 1B) y que se corresponden con las recomendadas por el SSC/ISTH22. Hay una serie de consideraciones que deben tenerse en mente sobre el BAT. La primera es que el cuestionario (BS) constituye una herramienta básica que tiene tres aspectos muy positivos, es fácil de recordar, es sencilla y, sobre todo, tiene la capacidad de cuantificar de forma muy objetiva la sintomatología hemorrágica. Es verdad que no recoge todas las posibilidades de sangrado, pero también es cierto que, aplicada a patologías donde predominan las hemorragias mucocutáneas, es muy completo. Hay que tener presente algunos aspectos prácticos de interés. Uno de ellos es que está poco estudiado en infantes. Esto es particularmente importante porque el cuestionario gana poder discriminativo cuantas más variables puedan ser cubiertas, algo que se va incrementando a lo largo de la vida, dado que la oportunidad de sangrar es mayor. Otro tema a considerar es que deja lagunas de especificidad y sensibilidad que serán difíciles de resolver8. No es un Markers for the Diagnosis and Management of Type 1 von Willebrand Disease) concluyó que el cuestionario podría tener una gran utilidad para el diagnóstico y seguimiento de pacientes con EVW. El uso del BS en portadores obligatorios de la EVW (al menos un descendiente y un familiar de primer grado con la EVW) ofrece unos resultados muy fiables para considerar la existencia de la enfermedad (Tabla 2). Un reciente estudio20 realizado en afectados de EVW demostró una buena capacidad del cuestionario para discriminar entre pacientes con niveles límite de actividad (factor von Willebrand cofactor de ristocetina –FVWCoR– entre 30-55 U/dl) y aquellos con enfermedad clínicamente relevante (FVWCoR <30 U/dl) según criterios de consenso internacionales21. A pesar de ello, hasta un 5% de los pacientes con valores límite tuvo episodios hemorrágicos, lo que representó un 17% del total de sangrados. El BS tuvo una correlación lineal e inversa a los niveles de FVWCoR, hasta una puntuación de 3,5 a partir de la cual la frecuencia de sangrado y la actividad de FVW no guardan relación. Además, una alta puntuación del cuestionario puede identificar a los pacientes con alta probabilidad de recidiva hemorrágica y aconsejar una propuesta de tratamiento. BAT (Bleeding Assessment tool): instrumentación evaluadora de la sintomatología hemorrágica Con el criterio de que el diagnóstico de la patología hemorrágica es un proceso bifásico –1) considerar o no la enfermedad y 2) definirla en el laboratorio–, el Scientific and Standardization Committee de la International Society on Thrombosis and Haemostasis (SSC/ISTH) propone en el año 2010 la estandarización del cuestionario mencionado anteriormente para ser empleado en la evaluación inicial de los pacientes con sospecha de padecer un trastorno hemorrágico22. La entidad considera probado que esta estrategia es de gran utilidad cuando se aplica a la EVW y propone que su aplicación puede ampliarse para discriminar pacientes que pudieran estar afectados por cualquier otra enfermedad hemorrágica. La combinación del BS y unos criterios bien definidos para su aplicación se denomina BAT (Bleeding Assessment Tool) y establece líneas de corte para considerar o desestimar la presencia de un trastorno hemorrágico. La recomendación para ponderar la hemorragia puede encontrarse y descargarse en la información suplementaria del trabajo original22. La propuesta de procesamiento de la información (BAT) tiene el acceso a través de la página web (Figura 1A) de la ISTH/SSC (https:bh.rockefeller.edu/ISTH-BATR/). La página de entrada se autodefine como: “Un instrumento de recogida de datos a través de la red que permite al investigador administrar un cuestionario de historia hemorrágica desde cualquier equipo conectado”. En ella se puede encontrar un manual de instrucciones (versión 2.0) para facilitar la introducción y procesamiento de datos de un cues- Figura 1. Instrumentación en pantalla de la aplicación BAT. A. Página de entrada. B. Cuestionario. 89 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia gran problema buscar una enfermedad hemorrágica en sujetos donde no se encontrará ninguna deficiencia en la hemostasia. Esto puede representar un grupo importante5,6 y también un coste no despreciable pero llevará un sello de una buena práctica. Obviamente no se estudia la hemostasia si no hay clínica, pero parece prudente hacerlo en familiares directos asintomáticos de sujetos diagnosticados de una enfermedad hemorrágica de transmisión autosómica, como la EVW. Este es un tema de debate especialmente ante una cirugía, donde la realización de una buena anamnesis se recomienda, por su utilidad, desde hace más de 30 años1-3. Conviene recordar que en ausencia de esta herramienta, la recogida de la historia clínica puede ser inadecuada, pero también que algunos pacientes tienden a trivializar su sintomatología, que algunas situaciones pueden ser adquiridas en un momento reciente, como una trombopenia o un inhibidor de la coagulación, y finalmente queremos insistir en que muchas deficiencias leves cursan asintomáticas y es razonable al menos intentar detectarlas en posibles portadores. 8. Favaloro EJ. Investigating people with mucocutaneous bleeding suggestive of primary hemostatic defects: a low likelihood of a definitive diagnosis. Haematologica. 2007;92:292-6. 9. Sebaj J, Hall P. Decision-making in medical research and clinical practice: Theory and methodology of laboratory data evaluation by predictors, indicators and indices. Meth Inform Med. 1975;14:113-17. 10. Wahlberg TH, Blomback M, Hall P, Axelsson G. Application of indicators, predictors and diagnosticindices in coagulation disorders. 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Experimentos de inmunobloting han mostrado también un descenso en los receptores de trombina (PAR1 y PAR4) en las plaquetas neonatales6. Se desconoce si, junto a las diferencias en los niveles de expresión de ADRA2A y PAR 1/4, existen también diferencias en la traducción de señal mediada por estos receptores que contribuyan a la pobre respuesta de las plaquetas neonatales a dichos agonistas. Respecto a otros activadores plaquetarios, como tromboxano (TxA2)2 o colágeno3,7, no se han observado diferencias entre neonatos y adultos en el número de receptores o en su afinidad. Igualmente, niveles de fosfolípidos esenciales en la membrana plaquetaria como fosfatidilcolina, fosfatidilserina o la composición de ácidos grasos no se modifican durante el desarrollo8. Existe una amplia evidencia científica de que una reactividad plaquetaria elevada incrementa el riesgo de sufrir enfermedad trombótica arterial, y a la inversa, una función plaquetaria disminuida favorece la tendencia a padecer trastornos hemorrágicos. Las irregularidades en la reactividad plaquetaria se han asociado también a patologías tales como arteriosclerosis, inflamación y cáncer. Se sabe que existen variaciones interindividuales en reactividad plaquetaria entre la población adulta sana, cuya base molecular y mecanismos genéticos responsables están pobremente caracterizados. En las últimas tres décadas múltiples estudios de agregometría (en plasma rico en plaquetas –PRP– primero, y en sangre total después) (Figura 1) y de citometría de flujo demostraron de forma consistente que las plaquetas de los neonatos son hiporreactivas en respuesta a la mayoría de agonistas (ADP, epinefrina, colágeno, trombina, análogos del tromboxano [U46619])1-3 haciendo de ellas un modelo idóneo donde investigar los mecanismos reguladores de la reactividad plaquetaria e identificar nuevas dianas terapéuticas. A pesar de lo atractivo de la aproximación, los mecanismos responsables de las diferencias en la funcionalidad plaquetaria entre neonatos y adultos están pobremente caracterizados. Los estudios de funcionalidad plaquetaria neonatal tienen la dificultad añadida de conseguir suficientes volúmenes de sangre. Como resultado, la mayoría de los estudios de funcionalidad plaquetaria neonatal se han realizado sobre muestras extraídas en cordón umbilical (CU) y, menos frecuentemente, sobre muestras obtenidas directamente del neonato. Función y adhesión plaquetaria en el periodo neonatal Aunque las plaquetas de los neonatos son hiporreactivas en respuesta a la mayoría de agonistas1,3,9 (Figura 1), el grado de agregación es específico de cada agonista, siendo las mayores diferencias con epinefrina y ADP y las menores con trombina8. Como se mencionó, los mecanismos responsables de estas diferencias no están totalmente claros, pero se ha sugerido que la hiporrespuesta a la epinefrina es probablemente debida a la disminución de sus receptores ADRA2A1, la respuesta reducida a colágeno podría reflejar alteraciones en el pro- Figura 1 Receptores y características de la membrana plaquetaria neonatal El estudio de receptores de proteínas adhesivas mediante citometría de flujo ha mostrado que los niveles de GPIIb-IIIa (integrina aIIbb3: receptor de fibrinógeno, fibronectina y FVW) son un 15-20% más bajos en neonatos que en niños más mayores o adultos, mientras que los niveles de GPIb-IX-V (receptor de VWF) son similares en todos los grupos de edad4,5. Respecto a los receptores de membrana de los agonistas plaquetarios, un único estudio llevado a cabo con el ligando radiactivo DHE demostró que los neonatos tenían en sus plaquetas la mitad de receptores adrenérgicos-α2A (ADRA2A) que los adultos1, lo que podría justificar su pobre respuesta a la epinefrina. A pesar de que este estudio fue realizado hace más de tres décadas, ningún otro estudio posterior ha valorado si las diferencias en la expresión de ADRA2A entre las plaquetas de neonato o adulto se deben a diferencias en los niveles de expresión del mRNA de ADRA2A o, por el contrario, son consecuencia de diferencias en la traducción. Estudios preliminares de Figura Resultados de agregometría plaquetaria por impedancia usando Figura1. 2a el sistema Multiplate® siguiendo la estimulación con TRAP, ADP, colágeno o ristocetina. Las barras grises representan muestras de cordón umbilical (cord blood, CB) y las barras negras sangre periférica de adulto (peripheral-blood, PB). 91 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia dependen solamente del medio (plasma/sangre) donde circulan, sino que son intrínsecas a las plaquetas20. Confirmando estos hallazgos, nuestro grupo demostró la contribución de1la disfunción plaquetaria neonatal per se en ensayos donde Figura Figura 1 comparamos plaquetas aisladas de CU y resuspendidas en sangre de adulto deplecionada de plaquetas, con plaquetas de adulto resuspendidas en sangre de cordón deplecionada de plaquetas. Nuestros estudios demostraron que las plaquetas de adulto agregaban significativamente mejor que las plaquetas de CU independientemente de la sangre en la que fueran resuspendidas. Las plaquetas de adulto dentro de la sangre CU acortaban significativamente los tiempos de oclusión-EPI en comparación con las plaquetas de neonato17 (Figura 2). Mientras las diferencias en adhesión plaquetaria persisten durante al menos 10 semanas, las diferencias en la reactividad y en los tiempos de sangrado desaparecen aproximadamente en el día 10-14 de vida11. ceso de movilización de calcio3,7, y la disminución en la respuesta a TxA2 parece depender de una alteración en las vías de señalización debajo de su receptor2,10. A pesar de esta hiporreactividad plaquetaria, no existen evidencias clínicas de que los neonatos a término tengan una hemostasia global alterada. De hecho, los neonatos presentan tiempos de sangrado más cortos que los adultos11. De forma similar, estudios de hemostasia primaria global usando el Analizador de Función Plaquetaria (PFA100) encontraron tiempos de oclusión más cortos en sangre de CU que en sangre periférica de adultos12. Este hallazgo aparentemente paradójico de una hemostasia normal o incluso incrementada en el contexto de una reactividad plaquetaria disminuida se ha atribuido a factores en la sangre neonatal que incrementan la adherencia de las plaquetas a la pared del vaso (como son el mayor hematocrito, el más alto volumen corpuscular medio, los mayores niveles de factor von Willebrand –FWV–13 y la predominancia de multímeros de alto peso molecular en la sangre neonatal)14. Las concentraciones más altas de FVW en la sangre neonatal contribuyen a la mayor capacidad de adhesión de las plaquetas neonatales, medida con el Analizador de Cono y Placa o Sistema Impact (el cual examina la adhesión de las plaquetas de la sangre total a una placa cubierta sobre una matriz extracelular sobre condiciones de flujo arterial fisiológico)11. Estos resultados son consistentes con los estudios sobre el tiempo de sangría y el tiempo de oclusión del PFA-100 en neonatos. Así, la hiporreactividad de las plaquetas en recién nacidos a término se entiende hoy en día como parte de un delicado equilibrio en el sistema hemostático, el cual, bajo circunstancias normales, podría ser ligeramente hipercoagulable. En contraste con la pobre respuesta de las plaquetas neonatales a los agonistas fisiológicos, la aglutinación del PRP neonatal a la ristocetina está incrementada en comparación con el PRP de individuos adultos15,16. Así, en adultos, la aglutinación inducida por ristocetina aumenta tras la adición de plasma neonatal15,16. A diferencia de lo que ocurre en PRP, los estudios de agregación inducida por ristocetina en sangre total, usando el agregómetro Multiplate® (Dynabite medical, Munich), no mostraron diferencias respecto al adulto17. Nuestro grupo fue el primero en validar el uso del Multiplate®, en sangre total neonatal. Este sistema tiene la ventaja de usar volúmenes de sangre muchos menores (hasta 175 ml para las células mini) que los empleados en un sistema de agregometría para PRP o para sangre total convencional17. Figura 2a Figura 2a Figura2A. 2b Agregación plaquetaria media (±DE) de plaquetas neonatales (CB-Plt) Figura o de adulto (PB-Plt) resuspendidas en sangre deplecionada de plaquetas de cordón umbilical (cord blood, CB) (barras grises) o sangre periférica de adulto (peripheral-blood, PB) (barras negras). Las plaquetas de adulto agregan mejor que las neonatales independientemente de la sangre en la que son resuspendidas, en respuesta a TRAP, ADP y colágeno. *p<0,001; † p<0,01; ‡ p<0,05. Figura 2b Función y adhesión plaquetaria en neonatos pretérmino Aunque se han realizado pocos estudios sobre fisiología plaquetar en neonatos pretérmino, precisamente la población con mayor riesgo de sangrado, los estudios tanto de agregometría por transmisión de luz (LTA) como de citometría han mostrado que la hiporreactividad de las plaquetas neonatales es más pronunciada en neonatos pretérmino que a término, estableciendo una correlacion entre reactividad plaquetaria y edad gestacional18,19. Además, dos estudios independientes usando el Impact demostraron que las plaquetas de neonato pretérmino, en comparación con las de los neonatos a término, tenían disminuida su capacidad de adhesión, aunque esta aún era superior a la de los adultos20. Es de interés resaltar que esta menor capacidad de adhesión de las plaquetas de los neonatos a término sobre los pretérmino no se relacionó con diferencias en los niveles antigénicos de FVW o de su cofactor de ristocetina (FVW funcional), sugiriendo que las diferencias en la capacidad de adhesión no Figura 2B. Tiempo de oclusión del PFA-100 siguiendo la estimulación con colágeno y epinefrina (CT-Epi). Muestras de cordón umbilical (cord blood, CB) (barras grises) generan tiempos de oclusión más cortos que las muestras de sangre periférica de adulto periférica de adulto (peripheral-blood, PB) (barras negras). Dentro de cada tipo de sangre, las plaquetas de neonato (CB-Plt) alargan significativamente los CT-Epi comparadas con las plaquetas de adulto (PB-Plt). *p<0,05. 92 Ponencias diferencias de expresión de las proteínas G en plaquetas neonatales respecto a las de adulto. Los autores de este estudio encontraron diferencias discretas no significativas en los niveles de Gq entre plaquetas de neonato pretérmino, neonato a término y adulto, sugiriendo que las alteraciones en la señalización plaquetaria neonatal en respuesta a TxA2 son debidas a defectos en la actividad GTPasa de la subunidad a de la proteína Gq10. Ello conllevaría la disminución de la traducción de señal mediada por la fosfolipasa Cb10. Agonistas que eviten las vías de activación mediadas por receptor, tales como ionóforo de calcio o ésteres forbol, producen una activación comparable entre neonato y adulto3. Datos preliminares de un array de expresión génica entre plaquetas de neonato y adulto realizado por nuestro grupo sugieren diferencias en las expresión de proteínas G, más allá de Gaq (la única estudiada). Finalmente, no se conoce bien si esta hiporreactividad de las plaquetas neonatales ex vivo tiene repercusión in vivo, en condiciones de daño vascular, en una disfunción plaquetaria. Solo tres estudios han evaluado el grado de activación de las plaquetas neonatales in vivo, por ejemplo, durante el bypass cardiopulmonar, con resultados contradictorios11,21. In vivo, las plaquetas circulantes son continuamente expuestas tanto a factores adhesivos y/o activadores (fibrinógeno, ADP, FVW, trombina, TxA2) como a factores inhibidores derivados del endotelio como el óxido nítrico (NO) y la prostaciclina (PG-I2)22. Es necesario un equilibrio entre estos dos procesos para evitar desórdenes tanto de sangrado como de trombosis22. Desafortunadamente, ningún estudio hasta la fecha ha evaluado en profundidad las vías de inhibición plaquetaria en este grupo de edad. Secreción plaquetaria Potenciales implicaciones en la práctica clínica Las plaquetas neonatales presentan defectos en la secreción granular (tanto de gránulos densos como de gránulos a) que no se pueden justificar por diferencias en el número o contenido de sus gránulos, el cual es semejante a las plaquetas de adulto16. Clásicamente, los defectos en la secreción plaquetaria se han atribuido a la inmadurez de las vías de traducción de señales en el neonato23,24. En los últimos años numerosos estudios han mostrado cómo la secreción plaquetaria está mediada por el ensamblaje entre proteínas de la membrana de los gránulos plaquetarios, conocidas como v-SNARE (de vesicular-Soluble NSF Attachment Protein Receptor) o VAMP, y la membrana plasmática (t-SNARE). En plaquetas este complejo fusogénico está formado por una v-SNARE (VAMP8) y dos t-SNARE (SNAP23 y sintaxina-11). Datos preliminares de nuestro grupo sugieren diferencias en los niveles de expresión de algunas de las proteínas que forman parte de este complejo fusogénico25. Las plaquetas son los principales efectores de la hemostasia. Una activación aberrante puede provocar una formación del trombo patológica y, a la inversa, una hiporreactividad puede facilitar desórdenes hemorrágicos. La elevada prevalencia de los eventos trombóticos y hemorrágicos en la población general, así como en su elevada morbimortalidad, justifica el abordaje profundo en los mecanismos que controlan la reactividad plaquetaria, sin cuyo conocimiento previo no se puede abordar su prevención. La heterogeneidad en la reactividad plaquetaria no solo se observa entre neonatos y adultos. La ruptura de una placa de aterosclerosis puede conducir a la oclusión del vaso por un trombo plaquetario en unos adultos y no en otros. Las variaciones individuales extremas en reactividad plaquetaria pueden contribuir a la variación del riesgo y del pronóstico en la enfermedad vascular isquémica. Las plaquetas de neonato, intrínsecamente hiporreactivas a la mayoría de agonistas, constituyen un buen modelo donde investigar los mecanismos que regulan diferencias en reactividad plaquetaria e identificar nuevas dianas terapéuticas. El estudio de la función plaquetaria en los neonatos tiene, además, una alta relevancia clínica en este grupo de población infantil. Los neonatos pretérmino muestran la incidencia más alta de hemorragia intraventricular (HIV) que cualquier otro grupo de edad (hasta un 25% de los recién nacidos <1.500 g)26. Un tercio de estas hemorragias son fatales, y las no fatales se asocian con secuelas neurológicas graves. Dado que la mayoría de estas HIV ocurren en neonatos con cifras de plaquetas normales, históricamente esta alta incidencia de HIV ha sido atribuida históricamente a, entre otros factores, la inestabilidad cardiorrespiratoria o cambios en las presiones de perfusión vascular27, o a la hiporreactividad de las plaquetas neonatales, que también es más pronunciada en neonatos pretérmino14. Todo ello, junto con la llamada “inmadurez del sistema hemostático” de los neonatos, ha condicionado la extendida creencia de que los neonatos trombocitopénicos deberían ser transfundidos profilácticamente con contajes de plaquetas superiores a los de los adultos, lo que ha contribuido a la amplia variabilidad existente entre países e instituciones en el manejo transfusional de los neonatos27. El aumento del número de trasplantes y el uso de la quimioterapia intensiva ha condicionado un incremento constante de la demanda de concentrados de plaquetas, mientras que el número de donantes de sangre permanece estable, por lo que la disponibilidad de estos Traducción de señales Todos los agonistas plaquetarios, salvo el colágeno, inducen activación uniéndose a receptores específicos acoplados a proteínas G. Las proteínas G son heterotrímeros formados por una subunidad α (Gα) con GDP unido en situación de reposo, y dos subunidades β/γ que forman un complejo dimérico indisociable. La subunidad que define las propiedades básicas de la proteína G heterotrimérica es la α. Existen cuatro familias de subunidades Gα: Gs, Gi, Gq/G11 y G12/G13, cada una de las cuales está constituida a su vez por varios miembros. En plaquetas, las proteínas Gαq son intermediarios de la traducción de señal para los receptores de TxA2, trombina y ADP (P2Y1); Gαi2 y Gαz para los de ADP (P2Y12) y epinefrina, respectivamente; y Gαs y Gαi2 para los receptores de prostaciclina. El papel relevante de las proteínas G se ha evidenciado en modelos murinos deficientes y en un número reducido de enfermos con déficit congénito de estas proteínas. La interacción agonista-receptor provoca el cambio GDP¨GTP en Ga, su disociación del dúo bg y la subsiguiente interacción de Ga y bg con sus enzimas efectores (ciclasas, fosfolipasasas, etc.). A pesar de que todos los agonistas plaquetarios salvo el colágeno inducen activación uniéndose a receptores específicos acoplados a proteínas G, y de que en plaquetas neonatales solo se ha podido demostrar menores niveles de receptores de epinefrina y de trombina, únicamente un estudio, con un número reducido de muestras, ha evaluado si existen 93 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia hemoderivados está empezando a ser un verdadero problema médico y social. La generación de plaquetas in vivo tras la infusión de progenitores megacariocíticos (MK) generados ex vivo desde células CD34+ de CU se ha planteado como una posible alternativa a la transfusión de plaquetas tradicional (dependiente de donantes). Recientemente, se ha publicado el primer ensayo clínico (fase 1) de infusión de progenitores MK generados in vitro desde células progenitoras de CU en pacientes trombocitopénicos con hemopatías malignas28. Aunque los resultados relativos a su seguridad son prometedores, no existen datos sobre su eficacia transfusional. Dado que estas plaquetas serían fenotípica y genéticamente idénticas a las neonatales, son necesarios más estudios que investiguen la fisiología plaquetaria neonatal antes de extender este procedimiento a la práctica clínica en el área de la medicina transfusional. 12. 13. 14. 15. 16. 17. Bibliografía 18. 1. Corby DG, O’Barr TP. Decreased alpha-adrenergic receptors in newborn platelets: cause of abnormal response to epinephrine. Dev Pharmacol Ther. 1981;2:215-25. 2. Israels SJ, Odaibo FS, Robertson C, McMillan EM, McNicol A. Deficient thromboxane synthesis and response in platelets from premature infants. Pediatr Res. 1997;41:218-23. 3. Israels SJ, Daniels M, McMillan EM. Deficient collagen-induced activation in the newborn platelet. Pediatr Res. 1990;27:337-43. 4. Kuhne T, Ryan G, Blanchette V, et al. 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A Coruña En una primera intervención, el Dr. Vidal Pérez, de la Unitat de Diagnòstic i Teràpia Molecular, Coagulopaties Congènites, del Banc de Sang i Teixits, expone la innovadora metodología de secuenciación masiva, dentro de los llamados nuevos sistemas de generación de secuenciación (Next generation sequencing, NGS). Presenta su experiencia en esta incipiente estrategia que facilita, tanto por su rapidez como por su eficiencia, los diferentes estudios genéticos. En este caso se centra en la enfermedad de von Willebrand (EVW) empleando la plataforma Illumina Genome Analyzer, cuyos resultados precisan del uso de diferentes programas de análisis (CLC Genomics Workbench y VariantStudio), que permiten el alineamiento de las secuencias resultantes frente al genoma humano y el análisis in silico concurrente. De esta forma se facilita la identificación de las potenciales variantes patogénicas, discriminando las secuencias pertenecientes al pseudogén e identificando los polimorfismos descritos hasta el momento en diferentes bases de datos moleculares. Esta metodología es la que se está empleando en el análisis de los pacientes incluidos dentro del proyecto “Perfil clínico y molecular de pacientes con enfermedad de von Willebrand. Registro español (PCM-EVW-ES)”, cuyo objetivo es el de establecer un registro nacional para la EVW y en el que participan la mayoría de los grandes hospitales del país, y que se encuentra en su fase final en el presente momento. Si bien existe todavía un importante desconocimiento de las bases moleculares de la EVW, es evidente que el futuro pasa por el aprovechamiento de lo que nos ofrecen las nuevas tecnologías de secuenciación masiva. La segunda presentación, que corre a cargo del Dr. Constantino Martínez, del Servicio de Hematología y Oncología Médica del Hospital Universitario Morales Meseguer, expone una revisión muy interesante relativa al papel de los microRNA en la regulación del sistema hemostático. Se trata de un fenómeno detectado en enfermedades oncológicas y es menos conocido en hemostasia y trombosis. Los microRNA (miRNA) intervienen en prácticamente todos los procesos biológicos, y un aspecto muy prometedor es el de constituir dianas potenciales de nuevos fármacos. El papel de los miRNA endógenos en la función plaquetaria es en gran medida desconocido, pero parecen ser útiles como marcadores de reactividad plaquetar frente a determinados fármacos antitrombóticos. También actúan sobre el fibrinógeno influyendo tanto en trombosis como hemorragia. Su equipo investigador ha observado que algunos están implicados en el estado de hipercoagulabilidad observado en pacientes con enfermedades autoinmunes. En la actualidad se dispone de evidencia científica muy preliminar, pero cabe señalar el interés de la identificación de miRNA que participan en la hemostasia y también en descifrar el papel de los miRNA en su regulación, dado que probablemente puede permitir el empleo de miRNA como herramientas pronósticas, diagnósticas y terapéuticas. La tercera presentación de este simposio la realiza el Dr. David Jiménez, especialista en Neumología en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Expondrá un tema muy clínico, la tromboembolia de pulmón , pero se centrará en aquellos puntos controvertidos que las guías no resuelven pero que representan un reto en la práctica clínica. La charla se centra en tres puntos: el uso del tratamiento fibrinolítico en la embolia pulmonar , pero en pacientes estables hemodinámicamente; el uso de los filtros de cava más allá de las indicaciones ya aceptadas en la literatura, y la duración del tratamiento anticoagulante en la tromboembolia de pulmón. Respecto a la fibrinólisis deja abierto para la discusión si en los pacientes con estabilidad hemodinámica esta aporta algún beneficio en la mortalidad, o si realmente es la anticoagulación convencional el tratamiento más adecuado. Los filtros de cava, en pacientes que no tienen contraindicación para la anticoagulación, han sido probados en algunos ensayos, discutiéndose si el descenso de la mortalidad se ve compensado por la incidencia de trombosis venosa profunda en miembros inferiores. La duración del tratamiento anticoagulante es otro reto importante, dándole mucha importancia a la identificación de los factores de riesgo de recurrencia, las tromboembolias idiopáticas y el posible papel de los nuevos anticoagulantes orales directos en el tratamiento a largo plazo. La ponencia que cierra el simposio será presentada por la Dra. María Fernanda López, hematóloga del Hospital Teresa Herrera de A Coruña. Su tema es la reversión de los clásicos y nuevos anticoagulantes. Un asunto sin duda que nos inquieta a todos y de un enorme interés práctico. En primer lugar analiza los factores de riesgo de sangrado de los diferentes anticoagulantes, incidiendo en la importancia del buen control en los anticoagulantes clásicos y exponiendo los datos de que disponemos para los nuevos fármacos. Tras esta introducción presenta la reversión por grupos farmacológicos, repasando el efecto del sulfato de protamina en las diferentes heparinas, y del posible uso del factor VII activado recombinante en la reversión del fondaparinux, y de la avidina para el idraparinux biotinizado. Respecto al segundo grupo farmacológico, los anticoagulantes antivitamina K y su reversión, la literatura presenta amplios estudios acerca del uso de la vitamina K, el plasma fresco y los concentrados del complejo protrombínico activado. 95 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Discute el uso estas medidas terapéuticas en relación con el INR, y la situación clínica del paciente respecto al tipo de hemorragia, sin olvidar el riesgo trombótico asociado a una reversión enérgica especialmente cuando se usa el complejo protrombínico y el factor VII activado recombinante. Y acaba su presentación con el grupo de los nuevos anticoagulantes orales directos, disponibles en España: dabigatrán , rivaroxabán y apixabán. Hay pocos datos en la literatura, y la mayoría no se refieren a pacientes reales si no a voluntarios sanos o modelos animales. Estos estudios muestran la eficacia in vitro o ex vivo de los concentrados de complejo protrombínico (especialmente en los anti-Xa), factor VII activado, asociado al carbón activado, o la hemodiálisis en el caso del dabigatrán. La amplia revisión presentada de la literatura promoverá una interesante discusión de la que los asistentes podrán extraer recomendaciones para la práctica clínica. Deseamos agradecer la valiosa colaboración de todos los ponentes y su amable aceptación para participar en el simposio. Es nuestro deseo que genere un amplio y enriquecedor debate participativo entre todos los asistentes. 96 Ponencias Impacto de la secuenciación masiva en la enfermedad de von Willebrand Francisco Vidal Pérez, Irene Corrales Insa Unitat de Diagnòstic i Teràpia Molecular. Coagulopaties Congènites. Banc de Sang i Teixits. Barcelona Agradecimientos: Es necesaria una especial mención y agradecimiento a todos los profesionales y hospitales integrantes del grupo “Perfil Clínico y Molecular de pacientes con EVW. Registro Español” (PCM-EVW-ES). Parte del trabajo presentado en esta ponencia ha sido financiado con un proyecto de investigación en salud (PI1201494) del Instituto de Salud Carlos III, Ministerio de Economía y Competitividad y con un proyecto del programa Baxter Bioscience Grants de Baxter Healthcare Corporation. Agradecemos a la Fundación Privada Catalana de l’Hemofília su apoyo y confianza en nuestro trabajo. Avances recientes en las técnicas de secuenciación Willebrand (VWF) mediante: a) PCR convencionales de los exones y las regiones intrónicas flanqueantes adaptando la técnica desarrollada para la secuenciación tradicional9; b) Long Range-PCR (LR-PCR) con tamaños de entre 5 y 9,5 kb que cubren el 70% del total del locus. La secuenciación con la plataforma Illumina Genome Analyzer mostró que ambas estrategias permitían identificar las mutaciones presentes en las muestras utilizadas como controles. Sin embargo, la estrategia basada en LR-PCR, además de comportar ciertas dificultades técnicas durante la amplificación y normalización, identificó nuevas variaciones intrónicas no descritas como polimorfismos y cuya implicación en la clínica de los pacientes todavía resultaba difícil de interpretar. Por estos motivos se optó por la estrategia de PCR cortas para realizar un estudio piloto para el análisis simultáneo de 40 pacientes con EVW. Con el objetivo de minimizar los costes, las librerías necesarias se realizaron a partir de pools de ADN de cinco pacientes y se amplificó el VWF por PCR convencional a los que se añadió una etiqueta molecular diferente para cada mezcla de PCR. El análisis de las secuencias obtenidas permitió la identificación de un número variable de potenciales mutaciones que fueron validadas y asignadas a cada paciente por secuenciación tradicional11. El abordaje descrito permite reducir los costes de las librerías de forma significativa, pero tiene el inconveniente de que la combinación de varios ADN genómicos antes de la amplificación supone la pérdida de información de los polimorfismos presentes en cada paciente. Afortunadamente, las tecnologías de preparación de librerías también han evolucionado significativamente en los últimos años y existen ahora innovadores enfoques como los basados en la tecnología de microfluidos12. Estos se han mostrado como una excelente herramienta ya que posibilitan la construcción de librerías individualizadas, añadiendo una etiqueta molecular a cada muestra a un precio razonable13. Esta alternativa también ha sido explorada en nuestro laboratorio introduciendo modificaciones en el protocolo original basado en PCR convencionales. La construcción de librerías es simple y rápida gracias a un sistema de doble amplificación o PCR de fusión (Figura 1) que permite la adición simultánea de los índices para discriminar los amplicones derivados de cada paciente. La validación de este protocolo con muestras previamente caracterizadas demostró una serie de ventajas evidentes: permite una reducción significativa de material fungible y de reactivos con la consiguiente reducción de costes; simplifica la creación de librerías ya que se hace de forma simultánea para cada ADN durante la amplificación, y evita la necesidad de una posterior normalización de las muestras. Por contra, requiere de un equipamiento específico para realizar el proceso de amplificación. Para la adaptación de esta tecnología a la secuenciación del VWF se optó por el Access Array™ System (Fluidigm Corporation), que permite 2.304 reacciones de PCR diferentes, por combinación de 48 muestras con 48 combinaciones de primers. Se han diseñado 61 parejas de oligonucleótidos para la amplificación de todos los exones del A partir del año 2005 se produce una auténtica revolución en las técnicas de secuenciación del ADN con la aparición de las plataformas de secuenciación masiva o NGS (del término en inglés Next-Generation Sequencing). Con una capacidad de secuenciación superior en varios órdenes de magnitud y a un coste muy inferior a la secuenciación tradicional de Sanger representan, sin ninguna duda, un nuevo paradigma para el análisis genético1,2. Si bien es cierto que las primeras aplicaciones de la NGS estaban muy ligadas a la secuenciación de genomas completos, durante los últimos años el abanico de aplicaciones se ha ampliado considerablemente. El interés en aplicaciones diagnósticas es creciente3-5, incluyendo el análisis de poblaciones afectas de enfermedades causadas por genes grandes y altamente polimórficos como es el caso de la enfermedad de von Willebrand (EVW)6. Para aprovechar completamente la capacidad de estas plataformas, cuando el objetivo se centra en el estudio de un gen o grupo de genes, es necesario estudiar una gran cantidad de muestras simultáneamente y la región de interés debe ser enriquecida antes de su secuenciación. Asimismo, es necesario indexar las muestras con un “código de barras” molecular (secuencias cortas añadidas a los extremos de los fragmentos de ADN de cada paciente)7. Finalmente, hay que destacar que la reciente aparición de nuevos equipos NGS “de sobremesa”, tales como MiSeq Personal Sequencer, 454 Junior GS o Ion Torrent PGM, más económicos, con protocolos más sencillos y con un análisis de datos simplificado, está acelerando la aplicación clínica generalizada de la NGS. Diagnóstico molecular de la EVW Durante años el estudio molecular de la EVW se ha limitado a la investigación básica, y su aplicación en la práctica clínica habitual se ha retrasado significativamente debido al gran tamaño y complejidad del gen, a que es muy polimórfico y a la existencia de un pseudogén parcial situado en el cromosoma 228. A pesar de estos inconvenientes, en los últimos años en nuestro laboratorio hemos diseñado y optimizado protocolos propios para el diagnóstico molecular de la EVW basados en secuenciación tradicional que nos han permitido estudiar un significativo número de familias e identificar las mutaciones responsables en un elevado porcentaje de los casos9. Parte de los resultados de estos estudios pueden ser consultados en el registro VWFdb@Hemobase (http://www.hemobase.com/vwf)10. Paralelamente, en 2009, y coincidiendo con la llegada del primer secuenciador de NGS a España, proyectamos la posibilidad de aprovechar el potencial de la NGS en el diagnóstico molecular de la EVW, desarrollando un procedimiento para el estudio de un gran número de muestras de forma rápida y económica. Inicialmente se diseñó una prueba de concepto que consistía en la amplificación del factor de von 97 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia En esta primera fase, el registro se ha cerrado con 557 pacientes sobre los que se ha llevado a cabo el estudio genético mediante la técnica descrita y se han identificado prácticamente un millar de potenciales mutaciones responsables de la EVW. La validación técnica del procedimiento fue realizada con muestras de pacientes previamente estudiados por secuenciación tradicional, provenientes del Área de Xestión Integrada de A Coruña y del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona. Los resultados de esta validación, que fueron presentados en el XXIX Congreso Nacional de la SETH (Sevilla, 2014), resultaron muy positivos y esperanzadores y sentaron las bases para su aplicación a todas las muestras del registro. Asimismo, hay que tener en cuenta que un número significativo de pacientes también han sido estudiados previamente mediante técnicas clásicas de secuenciación y ello nos servirá para comprobar si la nueva tecnología tiene una sensibilidad igual o superior a los métodos empleados hasta el momento. La información obtenida del análisis de los resultados del estudio genético constituirá sin duda una formidable fuente de información acerca de los mecanismos fisiopatológicos de la EVW. En este sentido, el objetivo y extensión de la presente ponencia no permite avanzar resultados concretos, pero sí es interesante reseñar la trascendencia prevista del proyecto gracias a las características y volumen de información que tendremos en nuestras manos y deberemos interpretar durante los próximos meses y años. Tal como está diseñado el procedimiento cabe esperar que podamos identificar todo tipo de mutaciones puntuales (splicing, nonsense, missense, silent, indel, etc.), habitualmente responsables de la EVW, y a lo largo de todo el gen (incluidos exones, regiones intrónicas flanqueantes y promotor). Es evidente que esta información supondrá una ayuda inestimable, y en algunos casos determinante, en la clasificación clínica de algunos de los pacientes con EVW, especialmente en los de tipo 1 y tipo 2. Así, la caracterización del defecto genético podrá unirse a los datos fenotípicos y clínicos para la asignación a un subtipo concreto, ya sea por que la mutación se había descrito previamente o por su localización en un dominio concreto de la proteína que permita explicar características fenotípicas peculiares. Por otra parte, dado que el registro cuenta con estudios familiares, la potencialidad de los resultados podría ser aún mayor ya que las familias en las que se identifique más de una variante podrían ofrecer información adicional acerca de la contribución fenotípica de cada una de ellas. En este sentido, en estudios multicéntricos previos ya se ha puesto de manifiesto que la probabilidad de encontrar mutaciones candidatas aumenta con niveles más bajos de VWF. Así, en el estudio canadiense se encontraron variantes del VWF en el 75% de los casos, índice con niveles antigénicos de VWF inferiores a 30 U/mL, pero solo en el 50% de los casos con niveles superiores a 30 U/mL14. Son precisamente estos pacientes, en el límite para su clasificación como EVW, los que pueden resultar manifiestamente favorecidos de estudios genotípicos que pueden ser más amplios gracias a la reducción de los costes que supone la NGS. Otro aspecto muy interesante del estudio es la posibilidad de obtener una imagen más nítida de la epidemiologia molecular de la EVW en la población española. El estudio nos permitirá identificar, por ejemplo, las mutaciones más abundantes en nuestra población, lo que puede responder a la presencia de hotspots en el VWF que originen una mayor tasa de mutación en residuos concretos y, por tanto, resultarían de eventos independientes. Asimismo, podremos analizar la distribución geográfica de las mutaciones y ello aportará una información VWF y las regiones intrónicas flanqueantes, así como la región del promotor, en PCR de tamaños similares (entre 376 y 450 pb). Los productos resultantes de la amplificación, provenientes de hasta 192 pacientes, se pueden secuenciar simultáneamente en una plataforma MiSeq de Illumina. Finalmente, el uso de diferentes programas de análisis (CLC Genomics Workbench y VariantStudio) permite el alineamiento de las secuencias resultantes frente al genoma humano y el análisis in silico concurrente, facilitando la identificación de las potenciales variantes patogénicas, discriminando las secuencias pertenecientes al pseudogén e identificando los polimorfismos descritos hasta el momento en diferentes bases de datos moleculares. Aplicación de la NGS al PCM-EVW-ES El potencial de una tecnología como la descrita tiene sentido a la hora de plantear estudios epidemiológicos poblacionales. Por este motivo, el protocolo desarrollado tomó especial relevancia dentro del proyecto “Perfil Clínico y molecular de pacientes con enfermedad de von Willebrand. Registro español (PCM-EVW-ES)”, cuyo objetivo es el de establecer un registro nacional para la EVW y en el que participan la mayoría de los grandes hospitales del país. Consta de tres fases principales: a) caracterización fenotípica de los pacientes; b) análisis genético del VWF mediante técnicas de NGS con intención de poner de relieve las diferentes mutaciones y polimorfismos genéticos en cada paciente; c) correlación de los datos fenotípicos y genotípicos con el fin de establecer en cada paciente una caracterización lo más consistente posible. Figura 1. Esquema de la PCR de fusión utilizada en los chips de Fluidigm. A) Los primers específicos para la amplificación del VWF contienen en sus extremos dos secuencias comunes (Tag1 y Tag2). B) Los primers externos contienen los adaptadores específicos de la plataforma NGS, los índices y las secuencias complementarias a las Tags. C) Los índices y los adaptadores se incorporan a los amplicones del gen mediante una amplificación secundaria concurrente; de este modo se fusionan todos los elementos necesarios para su secuenciación mediante NGS. D) Los primers específicos se dispensan en 48 pocillos independientes del chip mientras que las muestras y los primers externos se dispensan conjuntamente con los componentes de la reacción de amplificación en otros 48 pocillos independientes. Durante la carga del chip los componentes se mezclan matricialmente y se desarrollan 2.304 reacciones de PCR en las que cada muestra es amplificada independientemente por cada pareja de primers. E) Una vez realizada la PCR, todos los amplicones derivados de cada muestra se recogen conjuntamente en los pocillos iniciales. Imagen modificada de Moonsamy et al.17 98 Ponencias Bibliografía muy interesante cuando el estudio mutacional sea completado con el análisis de ligamiento a partir de marcadores de tipo STR o SNP que nos permitirán identificar y trazar el origen de los alelos portadores de dichas mutaciones15 y establecer si existe un origen común (efecto fundador) para alguna de ellas. En este sentido, la secuenciación completa del VWF de pacientes y familiares proporcionará información genotípica de más de 100 polimorfismos frecuentes en región codificante del VWF (dbSNP build 137). Estos datos permitirán la investigación de una hipótesis que prácticamente no ha sido explorada, la participación de los polimorfismos genéticos en la modulación de la gravedad y las manifestaciones clínicas de la EVW16. Finalmente, hemos de señalar algunas limitaciones de la técnica: hay que tener en cuenta que la secuenciación no es capaz a de detectar todo tipo de mutaciones, sino solo aquellas que dan lugar a cambios puntuales que afectan entre una y unas decenas de bases. Por tanto, aquellos pacientes con manifestaciones clínicas bien establecidas en los que no se detecte mutación o en los que las mutaciones detectadas no puedan explicar el fenotipo serán candidatos a otro tipo de análisis, como estudios de MLPA (Multiplex ligation-dependent probe amplification), dado que pueden ser portadores de inserciones o deleciones que podrían explicar su fenotipo. 1. McPherson JD. Next-generation gap. Nat Methods. 2009;6(11 Suppl):S2-5. 2. Wheeler DA, Srinivasan M, Egholm M, Shen Y, Chen L, McGuire A, et al. The complete genome of an individual by massively parallel DNA sequencing. Nature. 2008;452(7189):872-6. 3. Ten Bosch JR, Grody WW. Keeping up with the next generation: massively parallel sequencing in clinical diagnostics. J Mol Diagn. 2008;10(6):484-92. 4. Raca G, Jackson C, Warman B, Bair T, Schimmenti LA. Next generation sequencing in research and diagnostics of ocular birth defects. Mol Genet Metab. 2010;100(2):184-92. 5. Bonnal RJ, Severgnini M, Castaldi A, Bordoni R, Iacono M, Trimarco A, et al. Reliable resequencing of the human dystrophin locus by universal long polymerase chain reaction and massive pyrosequencing. Anal Biochem. 2010;406(2):176-84. 6. Hampshire DJ, Goodeve AC. The molecular basis of von Willebrand disease: the under investigated, the unexpected and the overlooked. Haematologica. 2011;96(6):798-800. 7. Meyer M, Stenzel U, Hofreiter M. Parallel tagged sequencing on the 454 platform. Nature protocols. 2008;3(2):267-78. 8. Bernardi F, Marchetti G, Casonato A, Gemmati D, Patracchini P, Legnani C, et al. Characterization of polymorphic markers in the von Willebrand factor gene and pseudogene. Br J Haematol. 1990;74(3):282-9. 9. Corrales I, Ramirez L, Altisent C, Parra R, Vidal F. Rapid molecular diagnosis of von Willebrand disease by direct sequencing. Detection of 12 novel putative mutations in VWF gene. Thromb Haemost. 2009;101(3):570-6. 10. Corrales I, Ramirez L, Ayats J, Altisent C, Parra R, Vidal F. Integration of molecular and clinical data of 40 unrelated VWD families in a Spanish locus-specific mutation database. First release including 58 mutations. Haematologica. 2010;95(11):1982-4. 11. Corrales I, Catarino S, Ayats J, Arteta D, Altisent C, Parra R, et al. High-throughput molecular diagnosis of von Willebrand disease by next generation sequencing methods. Haematologica. 2012;97(7):1003-7. 12. Grossmann V, Kohlmann A, Eder C, Haferlach C, Kern W, Cross NC, et al. Molecular profiling of chronic myelomonocytic leukemia reveals diverse mutations in >80% of patients with TET2 and EZH2 being of high prognostic relevance. Leukemia. 2011;25(5):877-9. 13. James PD, Notley C, Hegadorn C, Leggo J, Tuttle A, Tinlin S, et al. The mutational spectrum of type 1 von Willebrand disease: Results from a Canadian cohort study. Blood. 2007;109(1):145-54. 14. Vidal F, Julia A, Altisent C, Puig L, Gallardo D. Von Willebrand gene tracking by single-tube automated fluorescent analysis of four short tandem repeat polymorphisms. Thromb Haemost. 2005;93(5):976-81. 15. Goodeve AC. The genetic basis of von Willebrand disease. Blood Rev. 2010;24(3):123-34. 16. Peake IR, Goodeve AC. Genetic testing for von Willebrand disease: the case for. J Thromb Haemost. 2010;8(1):13-6. 17. Moonsamy PV, Williams T, Bonella P, Holcomb CL, Hoglund BN, Hillman G, et al. High throughput HLA genotyping using 454 sequencing and the Fluidigm Access Array System for simplified amplicon library preparation. Tissue Antigens. 2013;81(3):141-9. Valoración y conclusiones del impacto de la NGS en la EVW Las mutaciones responsables de la EVW son recogidas de manera sistemática en una base de datos internacional (ISTH-VWF Database) cuyo contenido ha variado significativamente durante los últimos años en número y tipo, siendo un fiel reflejo de la evolución en el conocimiento de las bases moleculares de esta enfermedad. Si revisamos la aportación actual de los laboratorios españoles a estos datos, observamos que tan solo representa un 7,5% del total (53 mutaciones). Teniendo en cuenta el número de pacientes reclutados en el PCM-EVW-ES, es previsible que los resultados que se obtengan sean de una relevancia extraordinaria no tan solo por el número de mutaciones que se pueden llegar a describir, sino porque es el mayor estudio multicéntrico sobre EVW (con estudio genético incluido) realizado hasta la fecha. Únicamente el potencial de la tecnología NGS permite el desarrollo de este tipo de estudios genéticos sobre cohortes tan amplias. La secuenciación mediante la tecnología tradicional de semejante número de muestras conllevaría una tarea formidable en cuanto a volumen de trabajo, tiempo y dinero. Sin embargo, hay que seguir teniendo presente que la complejidad de la EVW requiere, para su correcta administración y diagnóstico preciso, de una exhaustiva evaluación fenotípica y genotípica llevada a cabo por profesionales con amplia experiencia clínica y de laboratorio17. Aunque todavía es largo el camino que nos llevará a dilucidar totalmente las bases moleculares de la EVW, es evidente que el futuro pasa por el aprovechamiento de las herramientas que nos ofrecen las nuevas tecnologías de secuenciación masiva. 99 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Papel de los microRNA en la regulación del sistema hemostático Constantino Martínez, Salam Salloum-Asfar, Ana Belén Arroyo, Raúl Teruel-Montoya, Eva Caparrós-Pérez, Vicente Vicente, Rocío González-Conejero Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital Universitario Morales Meseguer. Murcia. Centro Regional de Hemodonación. Universidad de Murcia. IMIB Introducción La hemostasia tiene el doble reto de mantener la sangre en un estado fluido en condiciones fisiológicas y lograr una activación repentina y autolimitada para detener la pérdida de sangre en el contexto de la lesión vascular pero sin formar trombos indeseados1. El componente funcional que regula la hemostasia consiste en un número relativamente reducido de factores proteicos y celulares, una maquinaria altamente conservada, que asume esta complicada tarea por medio de una red de procesos rápida y finamente interconectados2. Sus principales actores son las plaquetas, los factores de coagulación, los factores anticoagulantes y los elementos fibrinolíticos, con funciones dispares pero con el objetivo común de mantener el equilibrio dinámico propio de la hemostasia1. En este simposio se discutirá la participación de los microRNA (miRNA) como reguladores del sistema hemostático. Los miRNA, descritos por primera vez en 1993, son reguladores postranscripcionales de la expresión génica en eucariotas superiores3 e intervienen en prácticamente todos los procesos biológicos, desde el desarrollo hasta la tumorigénesis4,5. Dada su función biológica, los miRNA son potenciales dianas para el diseño de nuevos fármacos6. De hecho, la regulación de una vía fisiológica o patológica por miRNA puede ser extremadamente compleja, ya que puede implicar una interacción directa de uno o varios miRNA con su mRNA diana o una regulación indirecta a través de factores de transcripción, receptores o proteínas implicadas en las modificaciones posteriores a la traducción de la proteína estudiada. miRNA también puede unirse a las regiones 5’ UTR provocando la degradación18 o estabilización19 de su mRNA diana o incluso unirse a la su región codificante20,21. De hecho, el grado de complementariedad entre un miRNA y su diana determina cómo esta será silenciada, ya sea a través de la inhibición de la traducción o su degradación22. En humanos, se han descrito 2.578 secuencias distintas de miRNA maduros (v20 miRBase, junio de 2013; http://www.mirbase.org). El primer ámbito patológico en el que se describió la participación de miRNA fue en cáncer, cuando el grupo de Croce publicó el posible papel de miR-15 y miR-16 en la leucemia linfocítica crónica23. Desde entonces, un gran número de estudios ha demostrado la profunda implicación de los miRNA en cáncer (para una revisión, véase Iorio, 2012). En los últimos años, los miRNA han sido intensamente estudiados y se han aceptado como moléculas clave en muchos procesos fisiológicos tales como regulación del ciclo celular, diferenciación, desarrollo, apoptosis, metabolismo y envejecimiento24, así como en procesos patológicos, como las enfermedades cardiovasculares 25 o enfermedades autoinmunes26. Los algoritmos predictivos estiman que un tercio del genoma humano puede contener uno o varios sitios putativos de unión a miRNA; como tal, un solo miRNA puede potencialmente regular cientos de genes, o un solo gen podría ser el blanco de diferentes miRNA27-30. Estas propiedades confieren a los miRNA la posibilidad de participar en la regulación de muchos mecanismos complejos o sistemas fisiológicos, como es el sistema hemostático. Biogénesis y función de los miRNA Los miRNA como reguladores del sistema hemostático Papel de los miRNA en la biogénesis y la función de las plaquetas Los miRNA son una familia de genes pequeños no codificantes, conservados, que codifican para productos de unos ~ 22 nt de longitud en su forma madura7. Estos genes se encuentran en regiones intergénicas, exónicas e intrónicas8,9, y su transcripción ocurre en el núcleo por la acción de la RNA polimerasa II10, dando como producto los miRNA primarios (pri-miRNAs), que se escinden por un microprocesador complejo compuesto principalmente por DGCR8/Drosha11 para liberar precursores de miRNA con forma de horquilla (pre-miRNA de unos ~ 70 nt) que son transportados al citoplasma a través de la vía de la exportina 512. Posteriormente, los pre-miRNA son procesados por Dicer para generar miRNA maduros13. El miRNA maduro se asocia selectivamente con un miembro de la familia de las proteínas Argonautas14,15 y con una serie de proteínas adicionales16,17, formando un complejo de silenciamiento (miRISC), que regula la expresión de genes, a través de un apareamiento no complementario entre el miRNA y el RNA mensajero (mRNA) diana. Generalmente, miRISC se une a la región no traducida 3’ (3’ UTR) del mRNA. Sin embargo, el Las plaquetas son cruciales en hemostasia primaria. La activación plaquetaria es seguida por su agregación provocando el inicio de la formación del coágulo de forma conjunta con la formación de las fibras insolubles de fibrina1. Los gránulos a plaquetarios almacenan varios factores de coagulación clave (fibrinógeno, FV, FVIII, VWF), proteínas fibrinolíticas (PAI-1) y anticoagulantes (TFPI) que contribuyen localmente a controlar el sangrado. Aunque ya en 2006 se propuso un papel importante de los miRNA en megacariopoyesis31 no fue hasta dos años después cuando se demostró por primera vez la presencia de miRNA en plaquetas de pacientes con neoplasias mieloproliferativas crónicas32. Durante los siguientes cinco años, varios grupos describieron la presencia de un gran número de miRNA en plaquetas. Así, Kannan et al. realizaron un análisis exhaustivo de miRNA asociados a apoptosis y estudiaron los cambios globales en sus perfiles de expresión durante el almace- 100 Ponencias mayores niveles intraplaquetarios de miR-223 que aquellos que responden al tratamiento farmacológico46. namiento de plaquetas33. Al mismo tiempo, Landry et al.34, no solo detectaron la expresión de 170 miRNA en plaquetas, sino también la presencia de toda la maquinaria necesaria que permite la maduración de los pre-miRNA (Dicer, TRBP2 y Ago2). Sin embargo, el papel de los miRNA endógenos en la función plaquetaria es aún en gran medida desconocido. Esta incertidumbre también es válida en relación con la funcionalidad de mRNA endógenos de las plaquetas. El paradigma de este debate, la expresión de FT en las plaquetas, ilustra fácilmente la controversia entre autores que defienden la traducción de novo en plaquetas35,36 y autores que demuestran lo contrario37,38. Por lo tanto, estos y otros estudios señalan la compleja tarea de demostrar el papel de los miRNA en plaquetas aun cuando el papel de sus dianas todavía está por aclarar. La posibilidad de que los miRNA tengan papeles alternativos en las plaquetas también se ha considerado. Así, Landry et al. sugirieron que miR-223 regula P2Y12, dando un primer punto de vista funcional a la presencia de miRNA en las plaquetas34. Sin embargo, Leierseder et al. restaron credibilidad a estos resultados al describir que los ratones deficientes en miR-223 tienen una función y reactividad plaquetarias normales39. Una idea interesante y que podría reconciliar ambos hallazgos fue propuesta por Halken y De Windt, quienes sugieren que ciertos miRNA plaquetarios pueden actuar en células dianas distintas de aquellas en las que se producen, propuesta que merece sin duda una mayor investigación40. En este sentido, un estudio reciente publicado poco después mostró que microvesículas plaquetarias formadas después de la activación plaquetaria con trombopoyetina o trombina contienen altos niveles de miR-223 capaces de inducir la formación de productos glicados que provocan la apoptosis en HUVEC a través de la regulación del receptor de IGF-141. Este mismo año, los laboratorios de Bray y de Shaw han descrito que el contenido de miRNA de plaquetas varía con la edad y el género42. En concreto, miR-223 es uno de los nueve miRNA que difieren entre hombres y mujeres42. Así, tres de los siete mRNA que también varían con el sexo son objetivos potenciales de miR-22342. miR-96 también ha sido relacionado con función plaquetaria. Kondkar et al. mostraron su papel en la regulación de la expresión de VAMP8, molécula implicada en la secreción de gránulos de las plaquetas43. Los autores mostraron que el mRNA de VAMP8 era 2,5 veces mayor en plaquetas hiperreactivas a epinefrina en comparación con plaquetas hiporreactivas, observando una expresión inversa de miR-96. El mismo grupo también mostró que en plaquetas con diferente reactividad a epinefrina, otros genes también eran regulados por miRNA (miR-200b, mi-495 y miR-107 regulaban PRKAR2B, KLHL5 y CLOCK, respectivamente)44. Sin embargo, la función de estas proteínas es desconocida y deben realizarse más estudios con el fin de demostrar que los miRNA regulan su expresión in vivo y esto tiene un impacto en la función plaquetaria. En la contribución más reciente, Bray et al. describen una mayor expresión de la proteína de transferencia de fosfatidilcolina (GCPC) que se correlaciona con una menor expresión de miR-376c en líneas megacariocíticas. GCPC se expresa de forma diferente en personas de raza negra lo que podría explicar la alta reactividad de las plaquetas de estos sujetos a través de PAR-445. Estos datos generan preguntas relevantes, tal como el efecto de la raza sobre el efecto de fármacos antitrombóticos. Un trabajo reciente mostró que miR-223 también puede servir como un marcador de reactividad plaquetaria a clopidogrel, ya que pacientes con enfermedad coronaria no respondedores tienen miRNA y factores de coagulación El fibrinógeno fue el primer factor hemostático descrito como diana de miRNA47. El fibrinógeno juega un papel importante en coagulación, fibrinólisis e inflamación48, y la gran variabilidad de los niveles plasmáticos entre individuos se ha relacionado con alteraciones de la hemostasia. Así, los sujetos con niveles por debajo del rango normal (1,5-3,5 g/L) pueden tener trastornos de la coagulación, mientras que niveles superiores a valores normales pueden estar asociados con el desarrollo de trombosis49. El fibrinógeno se compone de tres cadenas transcritas por tres genes diferentes (FGA, FGB, FGG que codifican las cadenas Aa, Bb y g, respectivamente) dirigidos por un promotor común que controla hasta cinco transcritos. Fort et al. mostraron que miR-409-3p tiene como diana el mRNA de FGB mientras que miR-29c se dirige específicamente contra FGB-aE. Curiosamente, los miembros de la familia miR-29 (a, b y c) son capaces de regular indirectamente los cinco transcritos de fibrinógeno. Esto es debido a que HNF4a, un factor de transcripción hepático implicado (entre otros) en la transcripción de fibrinógeno, es diana potencial de miR-29a y miR-29b, lo cual explicaría el mecanismo indirecto de acción de estos miRNA sobre FGB50,51. Estudios adicionales para evaluar este punto pueden ayudar a aclarar el mecanismo de acción de los miRNA sobre FGB y sus consecuencias en trombosis y/o hemorragia52. Por su parte, el FT, codificado por el gen F3, es el iniciador fisiológico principal de la cascada de la coagulación. Se expresa constitutivamente en diferentes tipos celulares, tales como células de músculo liso y fibroblastos, células que solo entran en contacto con la sangre durante el daño vascular. Además, su expresión es inducible en monocitos circulantes. De hecho, varios estudios han demostrado una mayor expresión de FT en monocitos de pacientes con enfermedades cardiovasculares (revisado en Steffel et al.53). Nuestro grupo, con el objetivo de evaluar la regulación de FT por miRNA, llevó a cabo una búsqueda in silico con diferentes algoritmos que permitieron la selección del clúster miR17-92 como candidato potencial54. Los estudios in vitro validaron que miR-19b se une a un sitio del 3’ UTR de F3 mientras que miR-20a y miR-106b se unen a un sitio diferente. Conjuntamente, estos miRNA provocan una inhibición significativa del FT en cultivos celulares (MDA-MB-231 y THP-1). Además, la sobreexpresión o la inhibición de miR-20a en THP-1 afectaba a la actividad procoagulante en la superficie de estas células54. Finalmente, medimos los niveles de miR-19b y miR20a en monocitos de pacientes con síndrome antifosfolipídico (SAF) y de lupus eritematoso sistémico (LES), siendo significativamente más bajos en comparación con sujetos sanos e inversamente correlacionados con los niveles de FT. Por tanto, nuestros resultados sugieren un papel de miR-19b y miR-20a en el estado de hipercoagulabilidad observado en pacientes con SAF y LES. Sin embargo, no encontramos ninguna relación directa entre la expresión del clúster miR-17-92 y el desarrollo de episodios trombóticos. Deben realizarse estudios adicionales para demostrar tal vínculo en estas y otras patologías. Curiosamente, otros dos trabajos han descrito que la expresión de FT podría estar regulada por el clúster miR-17-92 en otras líneas celulares55,56, con una implicación más allá de la trombosis y hemostasia. Otro factor hemostático regulado por miRNA es el factor XI de la coagulación (FXI). Recientemente, nuestro grupo ha mostrado que 101 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Nuestro grupo también se centró en la potencial regulación de la principal diana de anticoagulantes orales, VKORC1. Demostramos que parte de la regulación hepática de su expresión se debe a la interacción directa con miR-133a. Así, los niveles de este miRNA se correlacionan inversamente con los niveles de mRNA de VKORC1 en muestras de hígado humano, independientemente de los genotipos funcionales de VKORC166. Por tanto, esta regulación puede tener una potencial importancia en la farmacogenética de la terapia anticoagulante oral. en la búsqueda in silico de miRNA hepáticos que tienen como potencial diana al F11, destacan cuatro miRNA como candidatos potenciales (Salloum-Asfar et al. 2014). Los ensayos in vitro mostraron que solo miR-181a-5p participa en la regulación de FXI. La correlación negativa entre la expresión de mRNA de F11 y miR-181a-5p en 114 hígados humanos sanos sugiere que los miRNA actúan como parte de la maquinaria que en los hepatocitos regula la expresión de FXI y que, en particular, miR-181a-5p podría contribuir a la variabilidad interindividual de este factor hemostático. miRNA implicados en fibrinólisis Anticoagulantes naturales y miRNA El PAI-1, codificado por el gen SERPINE1, es el principal inhibidor del sistema fibrinolítico67. El PAI-1 regula la fibrinólisis mediante la inhibición de t-PA y u-PA. Además de su función en hemostasia, PAI-1 desempeña múltiples funciones en diversos procesos fisiopatológicos tales como la inflamación, la arteriosclerosis y el cáncer (para una revisión ver Iwaki et al.67). Varios miRNA ejercen un efecto regulador sobre la expresión de PAI-1: miR-421 y miR-30c inhiben PAI-1 en HUVEC68 y en células endoteliales pulmonares69 ejerciendo una inhibición directa de la traducción de SERPINE1. Se ha descrito que los niveles plasmáticos de miR-421 eran más altos en plasma de pacientes con trombosis venosa (n=20) y con altos niveles de PAI-1 (40,5±13 UI/ ml) en comparación con pacientes con niveles bajos (1,6±1 UI/mL)68. Más recientemente se ha mostrado que let-7g modula la expresión de PAI-170. Los autores demostraron que, en pacientes con infarto lacunar, los niveles plasmáticos de let-7g se asociaban de forma inversa con los de PAI-1. Además, la inhibición de let-7g en ratones deficientes en Apo-E sometidos a una dieta rica en grasas provocaba un aumento de PAI-1 en las arterias carotídeas70. Entre los factores anticoagulantes, la AT (codificada por el gen SERPINC1) se considera el anticoagulante natural más importante ya que inhibe a la trombina y al factor Xa, entre otras proteasas de la coagulación1,57. El papel clave de la AT en la hemostasia se ilustra tanto por el alto riesgo trombótico observado en pacientes con niveles reducidos58 como por la letalidad embrionaria de ratones que carecen de esta serpina59. Es interesante destacar que durante el desarrollo humano los niveles de AT plasmática (y otras proteínas hemostáticas) van aumentando hasta alcanzar los niveles normales en la edad adulta 60. En modelo murino ocurre una regulación similar ya que los niveles plasmáticos de AT alcanzan los niveles de adulto en el día 13 posnacimiento5. En este sentido, nuestro grupo demostró un patrón diferencial de expresión de miRNA en el hígado de ratones recién nacidos vs adultos5. Así, miR-18a y miR-19b, dos potenciales reguladores de AT in silico, se correlacionaban inversamente en hígado con los niveles de mRNA de SERPINC1 durante el desarrollo posnatal5. Esta regulación puede ser aún más compleja ya que los cambios cualitativos observados en AT durante el desarrollo también pueden estar regulados por miRNA61, lo cual puede tener consecuencias funcionales en la hemostasia. La AT de ratones recién nacidos tiene un contenido incompleto de ácido siálico que puede ser explicado por una menor expresión de dos sialiltransferasas. Nuestros datos sugieren que miR-200a, un miRNA expresado en el hígado e inversamente correlacionado con la expresión de esas dos sialiltransferasas, puede estar, en parte, implicado en su regulación61. Así, el papel de los miRNA en hemostasia no se limitaría al control directo de proteínas, sino que podría extenderse a un efecto indirecto al afectar elementos que intervienen en los procesos de transcripción o posteriores a la traducción. La proteína S (PS), codificada por el gen PROS1, es un cofactor de la proteína C activada y del TFPI. Durante el embarazo, los niveles de PS se reducen drásticamente lo que contribuye a un mayor riesgo de trombosis observado durante este periodo62,63. Se ha demostrado que el estradiol regula a la baja la expresión de PS en células hepáticas (HepG2) a través del receptor de estrógeno (ERa)-SP1 que recluta a varios factores represores tras la activación con 17b-estradiol para unirse al promotor de PROS164. Además, en las células de hepatocarcinoma (HuH7), el 17b-estradiol también aumenta los niveles de miR-494, miRNA implicado en los procesos de proliferación celular y de apoptosis65. Este miRNA se une a diferentes sitios en el mRNA de PROS1 provocando la regulación negativa de la expresión de PS. Así, en condiciones en las que los estrógenos están elevados, los miRNA pueden contribuir a los bajos niveles de PS observados en el plasma65. Hasta la fecha, no se han realizado estudios para evaluar el potencial papel de miRNA en los niveles o en la función de otros anticoagulantes tales como HCII, TFPI, PC o ZPI. Conclusión Aunque varios trabajos sugieren que los miRNA son reguladores de los distintos componentes del sistema hemostático, todavía queda mucho trabajo por realizar. El primer reto es demostrar claramente que la desregulación de miRNA en órganos o tejidos que expresan factores hemostáticos puede estar implicada en el desarrollo de trombosis o hemorragia. Sin embargo, la investigación debe centrarse en la descripción de una visión integrada de cómo los miRNA regulan globalmente distintos factores hemostáticos en los diferentes tejidos (por ejemplo, hígado, células endoteliales, plaquetas, monocitos, neutrófilos, etc.) y el impacto global que una desregulación de ciertos miRNA puede tener en patologías hemostáticas. En resumen, identificar los miRNA que participen en la hemostasia y descifrar el papel que tienen en su regulación probablemente ayudaría en el uso de los miRNA como herramientas pronósticas, diagnósticas y terapéuticas. Bibliografía 1. Versteeg HH, Heemskerk JW, Levi M, Reitsma PH. New fundamentals in hemostasis. Physiol Rev. 2013;93:327-58. 2. Jagadeeswaran P, Kulkarni V, Carrillo M, Kim S. Zebrafish: from hematology to hydrology. J Thromb Haemost. 2007;5 Suppl 1:300-4. 3. Yates LA, Norbury CJ, Gilbert RJ. The long and short of microRNA. Cell. 2013;153:516-9. 4. Sayed D, Abdellatif M. MicroRNAs in development and disease. 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No hay consenso sobre la mejor prueba (o combinación de pruebas) para identificar a los pacientes estables con TEP y alto riesgo de mala evolución. Un metaanálisis de datos individuales publicados recientemente encontró que la combinación de hipotensión leve, taquicardia, disfunción del ventrículo derecho y daño miocárdico identifica a los pacientes normotensos con TEP y alto riesgo de deterioro precoz4. A pesar de los avances en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes con tromboembolia de pulmón (TEP) aguda sintomática, el pronóstico de la enfermedad ha permanecido prácticamente inalterado en las últimas décadas1. Entre las distintas controversias terapéuticas para la TEP, en esta revisión se considerará el papel del tratamiento trombolítico en el subgrupo de pacientes estables hemodinámicamente con TEP, las evidencias sobre la utilidad de los filtros de vena cava inferior y la duración del tratamiento anticoagulante. Utilidad de los filtros de vena cava inferior Tratamiento fibrinolítico de la tromboembolia de pulmón hemodinámicamente estable Aunque los filtros de vena cava están indicados en pacientes con TEP y contraindicación para la anticoagulación, la evidencia que avala su uso no es alta. Decousus et al. publicaron un ensayo clínico que evaluó la utilidad de los filtros de vena cava, como complemento a la anticoagulación convencional, en pacientes con trombosis venosa profunda (TVP) proximal y alto riesgo de TEP5. Los filtros redujeron la frecuencia de TEP durante los primeros 12 días de tratamiento, y se detectó una tendencia a un menor número de episodios mortales. A los 2 años no hubo diferencias entre los dos grupos en términos de mortalidad o de recurrencias trombóticas, debido a un incremento de la frecuencia de TVP en el grupo tratado con filtros. De forma indirecta, estos hallazgos apoyan el uso de los filtros de vena cava en pacientes en los que la anticoagulación está contraindicada en la fase aguda. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio observacional con datos del registro RIETE que comparó la evolución de 344 pacientes con TVP o TEP que recibieron un filtro de vena cava por contraindicación (absoluta o relativa) para la anticoagulación, con 344 pacientes que no recibieron un filtro pero con el mismo riesgo de sangrado 6. La inserción de un filtro redujo de forma significativa la muerte por TEP en el mes posterior al seguimiento (1,7% vs 4,9%; p=0,03), y aumentó las recurrencias trombóticas no mortales (6,1% vs. 0,6%; p<0,001). Siempre que sea posible se deberá colocar un filtro recuperable, y este deberá ser retirado tan pronto como se pueda iniciar la anticoagulación. El tratamiento trombolítico acelera la lisis del coágulo cuando se compara con el tratamiento con heparina no fraccionada (HNF), aunque no hay diferencias en la trombosis residual después de 5 a 7 días. El análisis de un subgrupo de pacientes del ensayo UPET, que comparó urocinasa seguida de heparina o heparina solamente, demostró que el tratamiento fibrinolítico disminuye la mortalidad en pacientes con shock secundaria a TEP masiva. En función de estos hallazgos, y en ausencia de riesgo de sangrado alto, el tratamiento trombolítico está indicado en pacientes con TEP aguda sintomática e inestabilidad hemodinámica (TEP de riesgo alto). Este grupo de pacientes supone menos del 5% de las TEP. Aunque la inestabilidad hemodinámica es poco frecuente, hasta la mitad de los pacientes con TEP sin inestabilidad hemodinámica tienen signos clínicos o ecocardiográficos de disfunción del ventrículo derecho. Un ensayo clínico evaluó la eficacia y seguridad de la fibrinólisis en pacientes estables hemodinámicamente con TEP y disfunción ecocardiográfica de cavidades derechas2. No hubo diferencias estadísticamente significativas en la mortalidad global ni en la proporción de sangrados mayores. En el grupo sometido a fibrinólisis fue estadísticamente menos frecuente la necesidad de escalada del tratamiento. Se ha publicado recientemente el ensayo clínico PEITHO, que evaluó la eficacia y seguridad de la tenecteplasa en 1.006 pacientes estables con TEP, elevación de las troponinas cardiacas y disfunción ecocardiográfica de cavidades derechas (TEP de riesgo intermedio)3. El estudio demostró la superioridad de tenecteplasa para el evento primario de eficacia, que consistió en muerte por todas las causas o deterioro hemodinámico durante los 7 primeros días tras la aleatorización. Sin embargo, no hubo diferencias en la mortalidad entre los dos brazos del ensayo (1,2% vs 1,8%; p=0,42). Además, se produjeron significativamente más sangrados mayores en el brazo que recibió tenecteplasa (11,5% vs 2.4%; p<0,001). Los resultados de este estudio sugieren que los pacientes con TEP de riesgo intermedio deberían recibir tratamiento Duración del tratamiento anticoagulante El riesgo de recurrencia trombótica depende de 1) la eficacia del tratamiento del episodio agudo, 2) de una duración mínima del tratamiento a largo plazo, y 3) de la posibilidad de que el paciente tenga un factor de riesgo intrínseco para sufrir un nuevo episodio de TVP o TEP. Aunque duraciones de tratamiento inferiores a 3 meses se asocian a un riesgo inaceptable de recurrencias, la duración exacta del trata- 105 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Bibliografía miento para pacientes con eventos idiopáticos no se conoce, y debería balancear el riesgo de recurrencia al suspender la anticoagulación con el riesgo de sangrado al mantenerla. Aunque se han desarrollado varios modelos predictivos que podrían identificar a pacientes con TEP no provocada y bajo riesgo de recurrencia, ninguno ha sido validado prospectivamente. Es probable que la identificación de pacientes con TEP idiopática y alto riesgo de recurrencia, así como los resultados prometedores de los estudios de extensión con los anticoagulantes orales directos, modifiquen la práctica clínica en cuanto a la duración del tratamiento. 1. Nijkeuter M, Söhne M, Tick LW, Kamphuisen PW, Kramer MH, Laterveer L, et al. The natural course of hemodynamically stable pulmonary embolism: Clinical outcome and risk factors in a large prospective cohort study. Chest. 2007;131: 517-23. 2. Konstantinides S, Geibel A, Heusel G, Heinrich F, Kasper W; Management Strategies and Prognosis of Pulmonary Embolism-3 Trial Investigators. Heparin plus alteplase compared with heparin alone in patients with submassive pulmonary embolism. N Engl J Med. 2002;347:1143-50. 3. Meyer G, Vicaut E, Danays T, Agnelli G, Becattini C, Beyer-Westendorf J, et al. Fibrinolysis for patients with acute intermediate-risk pulmonary embolism. N Engl J Med. 2014;370:1402-11. 4. Bova C, Sanchez O, Prandoni P, Lankeit M, Konstantinides S, Vanni S, et al. Identification of intermediate-risk patients with acute symptomatic pulmonary embolism: analysis of individual participants’ data from six studies. Eur Respir J. 2014 (in press). 5. Decousus H, Leizorovicz A, Parent F, Page Y, Tardy B, Girard P, et al. A clinical trial of vena cava filters in the prevention of pulmonary embolism in patients with proximal deep vein thrombosis. N Engl J Med. 1998;338:409-15. 6. Muriel A, Jiménez D, et al. Survival effects of inferior vena cava filter in patients with acute symptomatic venous thromboembolism and a significant bleeding risk. J Am Col Cardiol. 2014;63:1675-83. Conclusiones Podemos afirmar que nos encontramos en el umbral de una nueva era en el tratamiento de la TEP: la aparición de nuevos anticoagulantes que pueden sustituir al acenocumarol en un futuro próximo; el empleo de filtros recuperables en pacientes seleccionados; la extensión del tratamiento fibrinolítico a ciertos pacientes estables con embolia de pulmón; o la mejor caracterización del riesgo de recurrencia de nuestros pacientes. Todo ello contribuirá, a buen seguro, a mejorar de forma sustancial el manejo de los pacientes diagnosticados de TVP o TEP. 106 Ponencias Reversión de los clásicos y nuevos anticoagulantes M.ª Fernanda López Fernández, Javier Batlle Fonrodona Unidad de Hemostasia y Trombosis. Servicio de Hematología y Trasfusión. Complejo Hospitalario Universitario A Coruña. A Coruña Introducción estudios efectuados en la “vida real” sin selección previa de pacientes varía entre 1,5% y 3,4% por año para las hemorragias mayores totales y 0,4% y 0,6% por año para las HIC1. En los estudios pivotales, el riesgo hemorrágico de los NAO fue en líneas generales inferior al de los AVK2-4 (Tabla 1), sin embargo, su riesgo real todavía no ha sido establecido5. El factor de riesgo hemorrágico más importante es la intensidad de la anticoagulación. Con AVK e INR >3 la incidencia de hemorragias mayores es el doble a la observada con rangos de INR comprendidos entre 2 y 36. El riesgo de HIC se duplica por cada incremento de 1 unidad del INR. Las dosis de HNF y heparinas de bajo peso molecular (HBPM) también se asocian con el incremento del riesgo hemorrágico. En un estudio retrospectivo efectuado en pacientes con síndrome coronario agudo se observó que por cada 10 segundos de prolongación del tiempo parcial de tromboplastina activada (TTPa) la incidencia de hemorragias mayores aumentaba un 7%. También existe una clara relación entre las dosis y las complicaciones hemorrágicas de los nuevos anticoagulantes. Las características clínicas del paciente como la edad, la presencia de comorbilidades y el uso de determinadas medicaciones concomitantes, son otros factores determinantes del incremento del riesgo hemorrágico6. El principal efecto adverso de los clásicos y nuevos anticoagulantes son las complicaciones hemorrágicas. Si se producen episodios hemorrágicos o son necesarios procedimientos invasivos es necesario revertir el tratamiento anticoagulante. Dependiendo de la situación clínica (gravedad de la hemorragia o el riesgo de cirugía urgente) puede ser necesario revertir el efecto en unas horas o de forma inmediata. Los anticoagulantes clásicos o convencionales como los antagonistas de la vitamina K (AVK) pueden revertirse con vitamina K (VK), plasma fresco congelado (PFC) o concentrados del complejo protrombínico (CCP), mientras que la heparina no fracciona (HNF) y sus derivados se neutralizan con sulfato de protamina. Recientemente se han introducido en la práctica clínica, una nueva generación de anticoagulantes orales (NAO) con mayor especificidad frente a factores de la coagulación activados con resultados prometedores en los estudios clínicos. Una importante limitación de estos nuevos agentes y de los estudios clínicos efectuados es la ausencia de estrategias apropiadas para revertir el efecto anticoagulante si los pacientes presentan hemorragias, aunque los resultados de estudios experimentales son alentadores. Reversión de los clásicos anticoagulantes Incidencia y factores de riesgo hemorrágicos en pacientes con clásicos y nuevos anticoagulantes Heparina no fraccionada y heparinas de bajo peso molecular En estudios bien controlados, los AVK incrementan el riesgo de hemorragias mayores totales un 0,5% por año de tratamiento y el de hemorragias intracraneales (HIC) un 0,2% por año. Sin embargo, la incidencia en La vida media de la HNF es relativamente corta (60-90 minutos) por lo que su efecto anticoagulante se elimina a las 3-4 horas de la suspensión Tabla 1. Incidencia de complicaciones hemorrágicas mayores con los nuevos anticoagulante orales Anticoagulante Hemorragias mayores %/año HIC %/año Hemorragia gastrointestinal %/año Hemorragias mayores y menores Dabigatrán 150 mg/12 h RE-LY 3,11 (Warfarina 3,36) p=0,003 0,30 (Warfarina 0,74) p<0,001 1,51 (Warfarina 1,02) p<0,001* 16,42 (Warfarina 18,15) p<0,05 Dabigatrán 110 mg/12 h RE-LY 2,71 (Warfarina 3,36) p=0,31 0,23 (Warfarina 0,74) p<0,001 1,12 (Warfarina 1,02) p=0,43 14,62 (Warfarina 18,15) p<0,05 Rivaroxabán 20 mg/24 h ROCKECT 3,6 (Warfarina 3,4) p=0,58 0,5 (Warfarina 0,7) p=0,02 3,2 (Warfarina 2,2) p<0,0001* 14,9 (Warfarina 14,5) p=0,44 Apixabán 5 mg/12 h ARISTOTLE 2,13 (Warfarina 3,09) p<0,001 0,33 (Warfarina 0,8) p<0,001 0,76 (Warfarina 0,86) nds 18,1 (Warfarina 25,8) p<0,001 HIC, hemorragia intracraneal; nds, no diferencias significativas. *Menos hemorragias en el grupo de warfarina. 107 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia de valorar si el rFVIIa es capaz de revertir el efecto anticoagulante. La administración de 90 µg kg-1 de rFVIIa después del fondaparinux normaliza el TTPa, el tiempo de protrombina (TP) y el tiempo de generación de trombina (TGT) a las 6 horas (Tabla 2). No existen estudios controlados en pacientes con hemorragias relacionadas con el pentasácarido aunque algunas experiencias aisladas sugieren que puede ser eficaz. Recientemente se ha desarrollado una variante de antitrombina recombinante que específicamente se une al pentasacárido y neutraliza su actividad anti-FXa in vivo. También se ha desarrollado una forma biotinilada del idraparinux, la idrabiotaparinux, que permite su rápida eliminación cuando se administra avidina. de la infusión continua7. En la mayoría de los casos la suspensión de la HNF es la única medida necesaria. Si se precisa una neutralización inmediata, el antídoto de elección es el sulfato de protamina. La protamina, derivada del esperma de los peces, se une a la heparina formando un complejo inactivo estable. Cada miligramo (mg) de protamina neutraliza aproximadamente 100 unidades de heparina. Por tanto, en un paciente que reciba una dosis de heparina de 1.000-1250 U h-1, 25-30 mg de protamina son suficientes para neutralizar su efecto. La reversión de las HBPM es más compleja, debido a que el sulfato de protamina neutralizará solo la actividad anti-IIa y solo tiene un pequeño efecto parcial sobre los fragmentos de heparina responsable de la actividad anti-Xa. Un acercamiento práctico es administrar 1 mg de sulfato de protamina por cada 100 unidades anti-FXa administradas en las últimas 8 horas. Si persiste la hemorragia se puede administrar una segunda dosis de 0,5 mg por cada 100 U de anti-FXa1 (Tabla 2). Antagonistas de la vitamina K Los AVK son análogos sintéticos de la vitamina K que interfieren en su metabolismo causando fallo en la γ-carboxilación de los factores de la coagulación II, VII, IX y X y proteínas C, S, Z. Polimorfismos genéticos, la dieta, interacciones medicamentosas y comorbilidades como la enfermedad hepática u otros factores de riesgo hemorrágico incrementan el riesgo de rangos de anticoagulación supraterapéuticos y subsiguientemente la hemorragia. Las opciones para revertir su efecto incluyen: 1) suspensión de la anticoagulación y observación; 2) administrar vitamina K1 (fitonadiona) por vía oral o intravenosa (i.v.); 3) administrar tratamientos sustitutivos que aporten y normalicen los factores deficitarios como el PFC y los CCP; y 4) en última instancia y en ausencia de respuesta a medidas previas, administrar agentes baipás, como los concentrados del complejo protrombínico activado (CCPa) o el factor VII activo recombinante (rFVIIa). Antes de interrumpir la administración de AVK deben tenerse en cuenta los Pentasacáridos Es un compuesto sintético que se une eficazmente a la antitrombina bloqueando al factor Xa (FXa). Como carece de otros residuos glicosaminoglicanos no se une a la trombina y su efecto es exclusivamente sobre el FXa. El fondaparinux, con una vida media de 15-20 horas, es el preparado actualmente disponible. El idraparinux es otro pentasacárido de vida media muy prolongada (5,5 días). La vida larga de los pentasacáridos hace necesario disponer de antídotos para tratar las complicaciones hemorrágicas de estos agentes, ya que la protamina es ineficaz. El único agente evaluado para revertir el efecto anticoagulante es el factor VII activo recombinante (rFVIIa). Se han efectuado dos estudios controlados frente a placebo en voluntarios sanos con el fin Tabla 2. Agentes utilizados para la reversión de los diferentes anticoagulantes Tiempo hasta la restauración de la hemostasia después de suspender el tratamiento Agente reversor Comentarios 3-4 h 25-30 mg de sulfato de protamina (reversión inmediata) 1 mg de protamina por 100 U anti-FXa administradas en las 2-3 h previas 12-24 h 25-30 mg de sulfato de protamina (reversión parcial inmediata) 1 mg de protamina por 100 U anti-FXa administradas en las 8 h previas Fondaparinux: 24-30 h rFVIIa 90 µg kg-1 Basado en resultados de laboratorio Sin experiencia sistemática en pacientes Acenocumarol: 18-24 h Warfarina: 60-80 h Fenprocumon: 8-10 días Vitamina K oral: 24 h Vitamina K i.v.: 12-16 h PFC: 10-20 mL/kg (reversión parcial inmediata) CCP: 20-50 UI/kg (reversión inmediata) Las dosis de vitamina K, PFC y CCP dependen del INR y el peso del paciente Inhibidores directos del factor Xa Carbón activado si toma en las 2 h previas CCPa ¿50 UI/kg? rFVIIa: ¿90 µg/kg? Basado en resultados de laboratorio Sin experiencia sistemática en pacientes Inhibidores directos del IIa Carbón activado si toma en las 2 h previas Hemodiálisis CCPa: ¿50 UI/kg? rFVIIa: ¿90 µg/kg? Basado en resultados de laboratorio Sin experiencia sistemática en pacientes HNF HBPM Pentasacárido AVK HNF, heparina no fraccionada; HBPM, heparina de bajo peso molecular; AVK, antagonistas de la vitamina K; PFC, plasma fresco congelado; CCP, concentrado del complejo protrombínico; rFVIIa, factor VII activado recombinante; INR, cociente internacional normalizado; FXa, factor X activado; h, hora; i.v., intravenosa Adaptado de Levi1. 108 Ponencias rio incrementar levemente los niveles de los factores para restaurar concentraciones compatibles con una hemostasia eficaz. Por tanto, la infusión de PFC tiene poco efecto en valores de INR levemente prolongados y se requerirían grandes volúmenes de plasma para corregir INR supraterapéuticos12. Por este motivo habitualmente solo se consigue, en estos casos, una corrección parcial. Además, la infusión rápida de grandes volúmenes es difícil, sobre todo en pacientes mayores con problemas cardiovasculares e insuficiencia renal. Cuando se utiliza en pacientes con complicaciones hemorrágicas graves debe administrarse también vitamina K ya que la vida media del FVII exógeno es aproximadamente de 7 horas y el factor IX tiene un gran volumen de distribución. Si no se administra vitamina K los niveles de los factores VII y IX volverán a declinar12. Otras potenciales desventajas del PFC son: el tiempo empleado en su descongelación, la necesidad de utilizar plasma ABO compatible, el riesgo de reacciones transfusionales (alérgicas, TRALI, hemólisis) y la transmisión de patógenos virales. Los CCP son derivados plasmáticos que se empezaron a utilizar hace más de 30 años para la reversión del efecto de los AVK. La ACCP sugiere como tratamiento de elección para revertir los AVK los CCP de 4 factores (grado de recomendación 2C)13. Este bajo grado de evidencia refleja la heterogeneidad y limitación de las publicaciones disponibles en gran medida debidas al empleo de diferentes concentrados y al contenido de factores en ellos. La composición de los preparados durante muchos años ha sido confusa, lo que dificulta todavía más la compresión de los resultados obtenidos. Actualmente se diferencian dos tipos de concentrados: los denominados como “3 factores”, más conocidos como concentrados de factor IX, que carecen de factor VII (contienen factores II, IX y X), y los conocidos como “4 factores”, que contienen los 6 factores vitamina K dependientes inactivados (factores II, VII, IX, X y las proteínas C y S). Dado que los CCP con “3 factores” no contienen factor VII, que es el factor más severamente deplecionado en pacientes que reciben AVK, estos preparados no son adecuados para revertir el efecto anticoagulante12. En muchos de los trabajos disponibles, cuando se utilizaban preparados con “3 factores” se infundía simultáneamente plasma para mejorar su eficacia. Los CCP con “4 factores” y su composición disponibles en nuestro país se muestran en la Tabla 3. Además de los factores vitamina K dependientes presentes de forma inactiva contienen trazas de antitrombina y heparina que reducen su potencial trombogénico. Otro factor de confusión en la evidencia disponible es que en la mayoría de las publicaciones se utiliza warfarina, cuya vida media es significativamente más larga que siguientes aspectos: la vida media de los diferentes agentes (9 horas para el acenocumarol, 36-42 horas para la warfarina y 90 horas para el fenprocumon), el INR y la dosis semanal que recibe el paciente8. La actuación más frecuente en la práctica diaria es la corrección de INR supraterapéuticos en pacientes asintomáticos. La American College of Chest Physicians (ACCP)9 se manifiesta en contra del uso de fitonadiona para revertir el efecto anticoagulante de la warfarina en pacientes asintomáticos, basándose en los resultados de un estudio aleatorizado controlado en el que no se observaron diferencias en el número de complicaciones hemorrágicas en pacientes con INR comprendidos ente 4,5 y 10 y tratados con vitamina K o placebo10. En estos casos se debe suspender el AVK hasta que el INR decline y continuar con una dosis menor. Cuando el INR es >10 se sugiere administrar 2-2,5 mg por vía oral de fitonadiona. Con las dosis bajas de vitamina K no se observa refractariedad a los AVK. En pacientes con hemorragias, sea el INR excesivo o no, la administración de vitamina K es crucial para revertir el efecto anticoagulante de los AVK. Dosis de 5-10 mg oral o i.v. están indicadas en esta situación. Si se administra i.v., el INR empieza a disminuir a las 2 horas consiguiéndose su normalización a las 12-16 horas, mientras que si se utiliza la vía oral la completa normalización se obtiene a las 24 horas. La vía subcutánea es la menos eficaz y no debería utilizarse en estos casos. En pacientes quirúrgicos, sobre todo si se espera restaurar pronto la anticoagulación, debe tenerse en cuenta que las dosis de 5-10 mg pueden producir refractariedad e incrementan la necesidad y duración de las terapias puente11 (Tabla 2). En hemorragias graves que comprometan la vida, o ante intervenciones urgentes, la corrección del INR es obligatoria y puede conseguirse inmediatamente mediante la reposición de los factores de la coagulación deficitarios con productos de acción rápida (PFC y CCP) combinados con la administración de vitamina K de acción lenta8. El PFC se obtiene de la sangre humana y contiene todos los factores presentes en el plasma, por lo cual ha sido utilizado durante años para revertir el efecto de los AVK. La dosis se calcula teniendo en cuenta el peso del paciente y se expresa en volumen o número de unidades del producto. Cada unidad de PFC contiene aproximadamente 200-250 mL. Las dosis habituales son 10-20 mL/kg que producen un incremento del 20-30% de los niveles de factores plasmáticos8. En la práctica clínica se infunden habitualmente dosis fijas de 2 unidades, aunque esta dosis puede ser inadecuada para pacientes con sobrepeso. Los rangos de anticoagulación estándar (INR 2,3) se corresponden con un estrecho margen en la concentración de los factores de la coagulación (20-30% aproximadamente), por lo que solo es necesa- Tabla 3. Concentrados de complejo protrombínico: proporción de factores procoagulantes y anticoagulantes FII UI/mL (UI*) Beriplex ® Octaplex ® Prothromplex® FVII UI/mL (UI*) FIX UI/mL (UI*) FX UI/mL (UI*) 20-48 (400-960) 10-25 (200-500) 20-31 (400-620) 22-60 (440-1.200) 14-38 (280-760) 9-24 (180-480) 25 (500) 18-30 (300-600) 30 (600) 25 (500) 30 (600) 30 (600) Proteína C UI/mL (UI*) Proteína S UI/mL (UI*) Antitrombina UI/mL Heparina (UI/mL) Beriplex® 15-45 (300-900) 13-26 (200-520) 0,2-1,5 Octaplex® 13-31 (260-620) 12-32 (240-640) NFT 0,2-0,5 UI/UFIX >20 NFT 0,75-1,5 0,5UI/UFIX Prothromplex® NFT, no especificado en ficha técnica; UI*, unidades internacionales por vial resuspendido. 109 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia aunque las propiedades farmacocinéticas y farmacodinámicas de los NAO permiten obviar la necesidad de controles repetidos para ajustar la intensidad de la anticoagulación. Por tanto, en la actualidad no existe ninguna evidencia sólida sobre la reversión de los NAO con ninguno de los agentes procoagulantes disponibles. Afortunadamente, su vida media corta permite revertir el efecto anticoagulante simplemente con la suspensión del fármaco en la mayoría de los casos. Sin embargo, en determinadas situaciones como las hemorragias graves o intervenciones quirúrgicas que no pueden aplazarse, es necesario revertir el efecto anticoagulante de forma inmediata. Cuando el NAO se ha ingerido recientemente (<2 horas), la administración de carbón activado para impedir su adsorción puede ser de ayuda. En espera de que estén disponibles los ensayos con antídotos específicos actualmente en fase de desarrollo, la hemodiálisis para el dabigatrán y los concentrados de factores de la coagulación son los únicos acercamientos disponibles. la del acenocumarol habitualmente utilizado en nuestro medio, por lo que los resultados pueden no ser superponibles. La concentración de factores vitamina K dependientes es 25 veces superior a la del plasma y el volumen requerido para una correcta reversión es 25 veces inferior, lo que supone una ventaja al evitar la sobrecargas de volumen. La administración inmediata tras la resuspensión de los CCP es otra ventaja sobre el plasma, que precisa ser descongelado y demora la instauración de la reversión. Posibles efectos adversos de los CCP son las reacciones de hipersensibilidad, que pueden ser graves, su trombogenicidad, la coagulación intravascular diseminada y el síndrome nefrótico. Los resultados de varios estudios, tres de ellos prospectivos no aleatorizados, demuestran la eficacia de los CCP evaluada en base al cese inmediato de la hemorragia y la rápida corrección del INR en más del 85% de los pacientes14. En otro estudio observacional prospectivo en pacientes con HIC se demuestra que la administración, sin esperar a conocer los resultados analíticos, de dos bolos consecutivos de 10 UI/kg cada uno de CCP permitió efectuar la neurocirugía en un periodo de tiempo similar a la de pacientes no anticoagulados. La evolución fue favorable en el 73% de los pacientes incluidos en este estudio. También se ha analizado la eficacia de una o más dosis de CCP en pacientes que precisaban intervenciones quirúrgicas o procedimientos invasivos. Estudios heterogéneos y con escaso número de pacientes, comparando los CCP y el plasma, demuestran que los CCP son más eficaces en la corrección del INR y en el tiempo necesario para normalizar el TP. Sin embargo, no se ha analizado la repercusión de estos resultados sobre el cese de la hemorragia o la mortalidad12. Aunque las dosis fijas son las más habitualmente utilizadas, no están bien definidas y oscilan entre 20-50 U/kg. En algunos estudios se sugiere que la dosificación individualizada de los CCP, teniendo en cuenta el peso, el preparado, el INR y la gravedad del episodio hemorrágico, es el método más rápido y coste-efectivo. Para pacientes con INR de 2-3,9 pueden ser suficientes dosis de 20-25 UI/kg, y cuando el INR sea > 4, dosis de 30-50 UI/kg, dependiendo o no de la presencia de hemorragia grave. En la última década, se ha utilizado el rFVIIa en pacientes con hemorragias críticas no resueltas con los tratamientos convencionales. Bolos repetidos de 10-90 μg/kg normalizan rápidamente el TP en pacientes con INR elevados y diversos tipos de hemorragias, pero carecemos de estudios clínicos que avalen su eficacia. En un estudio en fase II prospectivo aleatorizado y doble ciego frente a placebo en pacientes con HIC no se observó un beneficio significativo de la mortalidad pero sí un incremento del 7% de complicaciones tromboembólicas. Debe utilizarse como producto no aprobado en su ficha técnica. Los concentrados del complejo protrombínico activado (CCPa) también se han utilizado esporádicamente para revertir el efecto de los AVK, sin que conozcamos su eficacia o sus posibles ventajas sobre el CCP en pacientes que reciben AVK. El FEIBA®, que contiene factores II, IX y X inactivos y factor VII mayoritariamente activado, no ha sido aprobado para esta indicación e incrementa el riesgo de complicaciones trombóticas. Modelos animales El impacto de la reversión del efecto anticoagulante inducido por inhibidores directos de la trombina o del factor Xa en modelos animales se ha valorado mediante pruebas de laboratorio y reducción de las hemorragias. El PFC no es útil para revertir el efecto del dabigatrán y no disponemos de datos en relación al rivaroxabán. Los CCP con “4 factores” mejoran los índices de coagulación alargados por el rivaroxabán, sin embargo no reducen las hemorragias. Por el contrario, sí reducen las hemorragias relacionadas con el dabigatrán8. En relación al rFVIIa los resultados son confusos. La administración de 210 µg/kg de rFVIIa en primates pretratados con dosis altas de rivaroxabán (prolongación del TP 2,54 veces) solo redujo parcialmente el tiempo de hemorragia (34%) a los 30 minutos. Respecto al dabigatrán, la administración de 0,1 o 0,5 mg /kg reduce significativamente el tiempo de hemorragia y la prolongación del TTPa en ratas que recibían dosis altas del anticoagulante (bolo de 1µM/kg seguido de una perfusión de 0,5 µM/kg/h durante 25 minutos). El efecto de ambos anticoagulantes parece revertirse con CCPa. Estudios en humanos La evidencia es extremadamente limitada. Eerenberg et al.15 efectuaron un estudio aleatorizado doble ciego y controlado frente a placebo efectuado en 12 sujetos sanos que habían recibido 20 mg al día de rivaroxabán, 150 mg de dabigatrán dos veces al día o placebo, previamente a la administración de 50 UI/kg de CCP. El efecto anticoagulante inducido por el anti-FXa y determinado por el TP se corrigió de forma inmediata, casi completa y significativa tras la administración del CCP de “4 factores”. Observaron también que la generación de trombina (TGT) inhibida por el rivaroxabán (51%±22%, basal 92%±22%; p<0,002) se normalizaba a los 15 minutos de la infusión del CCP (114%±26%; p<0,001). Por el contrario, el CCP no restauró el TTPa, el tiempo de ecarina o el tiempo de trombina en los sujetos normales anticoagulados con dabigatrán. Estos resultados obtenidos en sujetos sanos con rivaroxabán son consistentes con los obtenidos en modelos animales, mientras que los datos en el caso del inhibidor directo de la trombina son inconsistentes. También falta por demostrar que, además de la corrección de los índices de laboratorio observados en este estudio, el CCP sea capaz de detener la hemorragia en los pacientes anticoagulados con rivaroxabán. En un estudio ex vivo efectuado en 10 sujetos sanos se obtuvo sangre citratada antes y a las 2 horas de ingerir una única dosis de 150 mg de Nuevos anticoagulantes orales Las estrategias para revertir los efectos de los anticoagulantes con dianas terapéuticas específicas son en gran medida teóricas y basadas en modelos animales, aunque existen algunos estudios efectuados en sujetos sanos o casos clínicos de pacientes con resultados satisfactorios. Curiosamente, en estos estudios, la eficacia en la reversión de la anticoagulación se mide por la corrección de los parámetros de laboratorio, 110 Ponencias dabigatrán o 20 mg de rivaroxabán16. Después de 2 semanas los mismos voluntarios tomaron el NAO que no habían recibido inicialmente y se les extrajeron nuevas muestras de sangre. Para valorar la reversión del efecto anticoagulante se utilizó el TGT después de que las muestras fueran expuestas a CCP, rFVIIa y CCPa. En las muestras con rivaroxabán el CCPa normalizó todos los parámetros analizados, el CCP corrigió el potencial endógeno de la trombina (PET), mientras que el rFVIIa solo modificó los parámetros cinéticos. En el caso del dabigatrán solo se modificaron los parámetros cinéticos del TGT, consiguiéndose la corrección del prolongado tiempo de latencia con el CCPa y en menor medida con el rFVIIa. Los resultados sugieren que los CCPa pueden revertir el efecto del rivaroxabán y que su impacto es menor para el dabigatrán. Dado que los NAO se utilizan con el fin de prevenir las complicaciones tromboembólicas y que los CCPa incrementan el riesgo trombótico, antes de su utilización debe efectuarse una meticulosa valoración del riesgo-beneficio. La reversión del apixabán inducida por concentrados procoagulantes ha sido investigada in vitro por Escolar et al.17, que analizaron la inhibición del efecto anticoagulante del anti-Xa mediante TGT, los parámetros de la tromboelastometría (TEM) y la actividad plaquetaria en sangre circulante sobre superficies vasculares dañadas a una velocidad de cizalladura de 600s-1. Muestras de sangre de 10 sujetos sanos con concentraciones moderadamente elevadas de apixabán (200 ng/mL) fueron analizadas antes y después de añadirles CCP (50 U/KG), CCPa (50 o 75 U/kg) y rFVIIa (270 µg/kg). Las alteraciones indicadas por el apixabán se corrigieron de forma variable según el concentrado y el método utilizado. El CCPa fue el más eficaz en la normalización del TGT y el rFVIIa el más eficaz en corregir los parámetros del TEM y los estudios de perfusión. La contribución de la hemodiálisis en reversión de dabigatrán (dosis única de 50 mg) ha sido evaluada en un estudio farmacocinético. Los resultados observados en seis pacientes con insuficiencia renal sugieren que 2 horas de hemodiálisis retiran el 62% del fármaco y 4 horas el 68%18. 2. Connolly SJ, Michael D. Ezekowitz MD, Yusuf S, Eikelboom J, Oldgren J, et al. Dabigatran versus warfarin in patients with atrial fibrillation. N Engl J Med. 2009;361(12):1139-51. 3. Patel MR, Mahaffey KW, Garg J, Pan G, Singer DE, Hacke W, et al. Rivaroxaban versus warfarina in nonvalvular atrial fibrillation. N Engl J Med. 2011;365(10):883-91. 4. Granger ChB, Alexander JH, McMurray JJV, Lopes RD, Hylek EM, Hanna M, et al. Apixaban versus warfarin in patients with atrial fibrillation. N Engl J Med. 2011;361(11):981-92. 5. Nitzki-George D, Wozniak I, Caprini JA. Current state of knowledge on oral anticoagulant reversal using procoagulant factors. Ann Pharmacother. 2013;47(6):481-55. 6. Fang MC, Chang Y, Hylek EM, Rosand J, Greenberg SM, Go As, Singer DE. 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Oral vitamin K versus placebo to correct excessive anticoagulation in patients receiving warfarina. Ann Intern Med. 2009;150:293-300. 11. Dager WE. Developing a management plan for oral anticoagulant reversal. Am J Health Syst Pharm. 2013;70(suppl1):21S-31S. 12. Dzik WS. Reversal of drug-induced anticoagulation; old solutions and new problems. Transfusion. 2012;52:45S-55S. 13. Holbrook A, Schulman S, Witt DM, Vandvik PO, Fish I, Kovacs MJ, et al. Evidence-based management of anticoagulant therapy: Antithrombotic therapy and prevention of thrombosis: American College of Chest Physicians evidence-based Clinical Practice Guidelines (9th edition). Chest. 2012;141(Suppl 2):e152S-e84S. 14. Pabinger I, Brenner B, Kalina U, Knaub S, Nagy A, Ostermann H. Prothrombin complex concentrate (Beriplex P/N) for emergency anticoagulation reversal: a prospective multinational clinical trial. J Thromb Haemost. 2008;6:622-31. 15. Eerenberg ES, Kamphuisen PW, Sijpkens MK, Buller HR, Levi M. Reversal of rivaroxaban and dabigatran by prothrombin complex concentrate: a randomized, placebo-controlled, cross-over study in healthy subjects. Circulation. 2011;124:1573-9. 16. Marlu R, Hodaj E, Paris A, Albaladejo P, Cracowski JL, Pernod G. Effect of non-specific reversal agents on anticoagulant activity of dabigatran and rivaroxaban: a randomised crossover ex vivo study in healthy volunteers. Throm Haemost. 2012;108:217-24. 17. Escolar G, Fernandez-Gallego V, Arellano-Rodrigo E, Roquer J, Reverter JC, Sanz VV, et al. Reversal of apixaban induced alterations in hemostasis by different coagulation factor concentrates: significance of studies in vitro with circulating human blood. PLOS One. 2013 Nov 11;8(11):e78696. doi: 10.1371/journal.pone.0078696. eCollection 2013. 18. Stangier J, Rathen KStable H,Mazur D. Influence of renal impairment on the pharmacokinetics and pharmacodynamics of oral dabigatran etexilate: an open-label, parallel-group, single-centre study. Clin Pharmacokinet. 2010 Apr;49(4):259-68. Conclusiones El sulfato de protamina (para la heparina) y la fitonadiona conjuntamente con CCP (para los AVK) son las mejores opciones para revertir de forma inmediata el efecto de los anticoagulantes convencionales. La evidencia limitada sobre la eficacia y seguridad de los concentrados de factores en la neutralización del efecto anticoagulante de los NAO hace necesaria una valoración individualizada del riesgo-beneficio en cada situación clínica. Estudios ex vivo, in vitro, modelos animales y casos clínicos aislados sugieren que los CCPa pueden ser eficaces y parecen la mejor opción con los datos disponible en este momento. Las dosis parecen ser superiores a las requeridas con los AVK. Es difícil determinar cuál es la dosis idónea extrapolando datos obtenidos in vitro o de modelos animales a humanos. La reversión puede facilitarse si se utilizan, combinados con los concentrados de factores, otros acercamientos, como la hemodiálisis para el dabigatrán, o el carbón activado si el fármaco se la tomado en un periodo de tiempo inferior a 2 horas. Bibliografía 1. Levi M, Eerenberg E, Kamphuisen PW. Bleeding risk and reversal strategies for old and new anticoagulants and platelets agents. J Thromb Haemost. 2011;9:1705-12. 111 Sesión Plenaria Coordinadores: José María Moraleda Jiménez Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia Vicente Vicente García Hospital Universitario Morales Meseguer. Murcia Carlos Solano Vercet Hospital Clínico Universitario. Valencia Ginés Escolar Albadalejo Hospital Clínic. Barcelona Sesión Plenaria SP-001 El patrón evolving y otros factores pronósticos relacionados con el riesgo de progresión en 218 pacientes con mieloma quiescente Tabla 1. Características Isola I.1, Fernández De Larrea C.1, Cibeira M.T.1, Rosiñol L.1, Tovar N.1, Elena M.2, Magnano L.1, Aróstegui J.I.3, Yagüe J.3, Bladé J.1 1 Servicio de Hematología, 2Servicio de Bioquímica y 3Servicio de Inmunología. Unidad de Amiloidosis y Mieloma. Hospital Clínic. IDIBAPS. Barcelona Edad (años), mediana (rango) 64 (32-92) Género, M/F (%) 38/62 Componente M en suero (g/L), mediana (rango) 24 (0-55) Isotipo de cadena pesada, n (%) IgG IgA Solo cadenas ligeras Biclonal 150 (68) 62 (28) 3 (2) 3 (2) Isotipo de cadena ligera, n (%) Fundamentos y objetivos: El mieloma múltiple quiescente (MQ) es una discrasia plasmocelular definida por la presencia de un componente monoclonal en suero (CMs) =30 g/L y/o una infiltración medular plasmocelular (CPMO) =10%, en ausencia de síntomas atribuibles a la gammapatía. El riesgo de progresión a enfermedad sintomática de los pacientes con MQ es variable y heterogéneo, habiéndose identificado en los últimos años diversos marcadores pronósticos asociados a riesgo de progresión precoz. El objetivo de este estudio ha sido analizar los factores asociados a la progresión a mieloma múltiple (MM) en una serie de 218 pacientes con diagnóstico de MQ en un único centro. Pacientes y/o métodos: Se revisaron sistemáticamente las historias clínicas de 218 pacientes con diagnóstico de MQ (International Myeloma Working Group, 2003) evaluados en nuestro centro entre enero de 1973 y diciembre de 2012. Se definió como comportamiento evolving el aumento progresivo en el valor del CMs en las dos visitas tras el diagnóstico, y como inmunoparesis la disminución de alguna de las dos inmunoglobulinas en suero no involucradas. Resultados: Las características clínicas de los pacientes se resumen en la Tabla 1. El comportamiento evolving se asoció más frecuentemente al isotipo IgA (p=0,046). Durante los 1.748 años-persona de seguimiento (mediana de seguimiento de los pacientes vivos de 6,8 años), 108 (49,5%) enfermos progresaron a MM excepto un caso de amiloidosis AL. La probabilidad estimada de progresión a los 2 y 5 años fue de 19% y 44% respectivamente, y un tiempo libre de progresión (TP) con una mediana de 7,3 años. En el momento de la progresión, las manifestaciones clínicas fueron principalmente anemia (51%) y lesiones esqueléticas (40%). La mediana de supervivencia tras la progresión fue de 5 años. El comportamiento evolving se asoció a una probabilidad de progresión del 45% y 78% a los 2 y 5 años (Figura 1). En el análisis univariado resultaron significativos como factores de riesgo al diagnóstico para el TP el valor de CMs (< o =30 g/L; mediana 16,9 frente a 3,1 años; p<0,001), la presencia de cadenas ligeras libres en orina (13,4 frente a 3,9 años; p=0,039), la proporción de CPMO (< o =20%; 17,1 frente a 2,9 años; p<0,001), la presencia de inmunoparesis (4,3 frente a 16,9 años; p<0,001) y el comportamiento evolving (2,9 frente a 19,3 años; p<0,001). En el análisis multivariado retuvieron la significación estadística el comportamiento evolving (HR 4, IC 95% 2,3-7,1; p<0.001), la plasmocitosis medular (HR 2,3, IC 95% 1,2-4,4, p=0,01) y la presencia de inmunoparesis (HR 2,2, IC 95% 1,2-4,2, p=0,011). Considerando estas últimas tres variables, se construyó un modelo de estratificación de riesgo (Figura 2), siendo la probabilidad de k l Biclonal 127 (58) 89 (41) 2 (1) Presencia de componente M en orina, n (%) 66 (40) Inmunoparesis, n (%) 92 (53) Comportamiento evolving, n (%) 52 (27) Células plasmáticas en médula ósea (%), mediana (rango) 15 (2-100) Criterios diagnósticos MQ, n (%) CMs ≥30 g/L y CPMO ≥ 10% CMs < 30 g/L y CPMO ≥ 10% CMs ≥ 30 g/L y CPMO < 10% 66 (31) 141 (65) 9 (4) CMs: componente monoclonal sérico; CPMO: células plasmáticas en médula ósea. Figura 1. Probabilidad de progresión a gammapatía sintomática en pacientes con mieloma quiescente de acuerdo al patrón “evolving” del componente monocional sérico. progresión a los 2 años del 75% para los pacientes con los 3 factores presentes frente a únicamente del 4% para los pacientes en el grupo 4 (ningún factor de riesgo). 115 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia hereditarias (TH), son muy complejos (costosos, laboriosos) y de poca estandarización quedando en muchas ocasiones sin filiar. El diagnóstico confirmatorio se consigue con el análisis genético y la identificación de la alteración molecular subyacente. Clásicamente, este se hacía mediante secuenciación de genes candidatos, pero esta aproximación es muy laboriosa y no aplicable a DHH de base genética desconocida o con muchos genes candidatos. La secuenciación masiva representa una alternativa tecnológica cada vez más barata, accesible y precisa. Objetivo: Nuestro objetivo fue el diseño y validación de un panel de secuenciación masiva (NGS) para al diagnóstico de las DHH y su uso para la potencial identificación de nuevas mutaciones en este tipo de patologías. Pacientes y métodos: Se diseñó un panel personalizado mediante el software DesignStudio en el que se incluyeron 106 genes implicados en trombopatías y coagulopatías hereditarias (Tabla 1). El tamaño total del panel fue de 400 kb y se emplearon más de 2.500 sondas para la captura de 1.570 regiones diana. Se estudiaron un total de 48 pacientes. Para el proceso de validación, utilizamos las muestras de ADN de 8 pacientes no relacionados con TH y la mutación responsable de la enfermedad ya conocida (Tabla 2). Se trababan de dos pacientes con Tromboastenia Glanzmann (ITGA2B, p.Ala989Thr, p.Val982Met y p.Glu538Ter; ITGB3, p.Leu222Pro y p.Tyr216Cys), uno con Sd. Hermansky-Pudlak (HPS1, p.Glu204Ter), otro con Sd. de Bernald-Souliner (GPIX, p.Phe71Ser), un caso de Trombocitopenia amegacariocítica congénita (MPL, p.Arg102Cys) y 2 pacientes con síndrome de Chediak Higashi (LYST, p.Gly3725Arg y p.Cys258Arg) (Tabla 2). Una vez validado, utilizamos el panel para realizar el diagnóstico molecular en 40 Figura 2. Probabilidad de progresión a gammapatía sintomática en pacientes con mieloma quiescente según la presencia de factores de riesgo (patrón “evolving”, inmunoparesis e infiltración plasmocelular medular mayor de 20%). Conclusiones: En esta serie de pacientes con MQ, el comportamiento evolving, la proporción de células plasmáticas en médula ósea y la presencia de inmunoparesis pueden predecir la evolución a enfermedad sintomática. SP-002 Diseño y validación de un panel de secuenciación masiva dirigida al diagnóstico de las diátesis hemorrágicas hereditarias Tabla 1. Genes secuenciados en el estudio Bastida J.M.1, del Rey M.2, Benito R.2, Sánchez-Guiu I.3, Peñarrubia M.J.4, Fisac R.5, García-Frade L.J.6, Aguilar C7, Cebeiro M.J.4, Martínez M.P.8, Fontecha E.6, Pérez B.9, Aguilera C.10, Rivera J.3, Lozano M.L.3, Hernández-Rivas J.M.2, González-Porras J.R.1 Unidad de Trombosis y Hemostasia. Servicio de Hematología. Hospital Universitario de Salamanca-IBSAL. Salamanca. 2Hospital Universitario Salamanca. IBMCC. Centro de Investigación del Cáncer. Universidad de Salamanca-CSIC. IBSAL. Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca. Salamanca. 3Centro Regional de Hemodonación de Murcia-IMIB. Murcia. 4 Hospital Clínico de Valladolid. Valladolid. 5Hospital General de Segovia. Segovia. 6Hospital Río Hortega. Valladolid. 7Complejo Asistencial de Soria. Soria. 8 Complejo Asistencial de Ávila. Ávila. 9Complejo Asistencial de León. León. 10 Hospital de El Bierzo. Ponferrada, León 1 Fundamentos: Los estudios fenotípicos y funcionales de diátesis hemorrágicas hereditarias (DHH), como son las trombopatías 116 Sesión Plenaria SP-003 La mutación MYD88 L265P es un factor pronóstico independiente en pacientes con linfoma difuso de células B grandes (LDCBG) Tabla 2. Principales mutaciones observadas en el estudio Fernández Rodríguez C., Bellosillo Paricio B., García García M., Sánchez González B., Gimeno Vázquez E., Vela Ortiz M.C., Senín Magán A., Pairet García S., Camacho Díaz L., Serrano Figueras S., Besses Raebel C., Salar Silvestre A. IMIM-Hospital del Mar. Barcelona Introducción: En varios linfomas de células B se ha descrito la presencia de mutaciones en el gen myeloid differenciation primary response 88 (MYD88). El cambio más recurrente y con mayor efecto biológico es la sustitución de la leucina en la posición 265 por una prolina (L265P), hallado en cerca del 30% de los LDCBG de subtipo célula B activada (ABC), siendo infrecuente en el subtipo centro germinal (GCB). Objetivo: Estudiar la incidencia de la mutación MYD88 L265P en pacientes con LDCBG y su correlación con las características clínico-biológicas, así como con la respuesta al tratamiento. Métodos: Se estudiaron 175 pacientes con LDCBG diagnosticados en nuestra institución entre 2000 y 2013. Los criterios de inclusión fueron: disponibilidad de datos clínicos completos, tratamiento con intención de remisión, suficiente material para extracción de ADN y ausencia de infección por VIH. La presencia de la mutación MYD88 L265P se determinó mediante PCR alelo-específica en ADN obtenido de la biopsia parafinada. Resultados: La mutación MYD88 L265P se halló en 17 de 175 casos (10%) y se observó más frecuentemente en hombres (P=0,019), casos sin síntomas B (P=0,006) y aquellos con afectación primaria extranodal (P=0,02). La mutación de MYD88 se observó principalmente en el subtipo ABC (14% frente a 6% en el GCB, P=0,214). Para el total de la población estudiada, la mediana de seguimiento fue de 41 meses (rango, 2- 171 meses), con una supervivencia global (SG) a los 4 años del 69% y una supervivencia libre de progresión (SLP) a los 4 años del 57%. El análisis univariado mostró que tanto la mutación MYD88 L265P (P=0,001) como el IPI intermedio-alto (P=0,001) se asociaron de forma significativa a peor respuesta y menor SG independientemente del origen primario extranodal y del fenotipo ABC, determinado según el algoritmo de Hans. Un total de 129 pacientes (74% del total) recibió tratamiento con rituximab más CHOP o CHOP-like. Los factores que se hallaron asociados a un mayor riesgo de progresión en este grupo fueron: edad ≥60 años (P=0,026), estadio avanzado (P=0,001), ECOG 2-4 (P=0,002), LDH elevada (P=0,001), albúmina MYD88 L265P (P=0,011). En el análisis multivariado, tanto el IPI (P<0,0001) como la mutación de MYD88 (P=0,023) se correlacionaron significativamente con mayor riesgo de progresión y también con un mayor riesgo de muerte. Conclusión: La mutación MYD88 L265P está asociada a un mayor riesgo de progresión y a una más elevada mortalidad y, aunque este hallazgo requiere de validación en estudios prospectivos, sugiere que su detección podría ser de utilidad en la práctica clínica habitual en pacientes con LDCBG. pacientes afectos de DHH. A partir de 50 ng de ADN de cada muestra se llevó a cabo la secuenciación masiva mediante el sistema Nextera Rapid Custom Enrichment. El análisis de los resultados se realizó mediante las aplicaciones Variant Studio y Sequencing Analysis Viewer. Resultados: Obtuvimos un 100% de éxito en el proceso de validación, al detectar nuestro panel las 11 mutaciones identificadas previamente en otro centro por secuenciación convencional. Una vez validado, estudiamos a una familia (n=6) con dos miembros afectos de hemorragias mucocutáneas desde la infancia y megatrombocitopenia. Encontramos alteración en el gen NBEAL2, compatible con un Sd. de Plaqueta Gris. Además, identificamos la mutación responsable de la DHH en 3 pacientes con enfermedad de von Willebrand, 2 con hemofilia C y uno con deficiencia de FXIII (tabla 2). Encontramos 7 mutaciones que no estaban descritas previamente en la literatura. En este momento, se realiza el análisis de otros 24 pacientes. Conclusiones: Hemos validado este panel de NGS para detección de mutaciones en DHH. Esta metodología permite la detección de manera rápida y automatizada, de mutaciones nuevas o ya conocidas relacionadas con la patogenia de la enfermedad, y por tanto facilita el diagnóstico molecular de los enfermos con DHH y su manejo clínico. 117 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia SP-004 Lenalidomida en combinación con R-ESHAP como régimen de rescate pre-trasplante en pacientes con linfoma difuso de células grandes B refractario o en recaída: ensayo clínico fase Ib del grupo GELTAMO Conclusiones: La DMT de lenalidomida en combinación con R-ESHAP es de 10 mg. El régimen LR-ESHAP tiene un perfil de seguridad aceptable y una actividad antitumoral prometedora en pacientes con LDCGB en recaída o refractario pre-tratados con rituximab, por lo que está justificado realizar nuevos estudios con este régimen. Redondo Guijo A.M.1, López-Guillermo A.2, Salar A.3, González-Barca E.4, Canales M.5, Caballero D.1, Martín A.1 SP-005 Infraexpresión de la deubiquitinasa BAP1 en neoplasias mieloides: nuevo mecanismo predominante en leucemia mielomonocítica crónica Hospital Clínico Universitario de Salamanca. IBSAL. Salamanca. Hospital Clinic. Barcelona. 3Hospital del Mar. Barcelona. 4ICO Barcelona. Barcelona. 5 Hospital Universitario La Paz. Madrid 1 2 Introducción y objetivos: Con el empleo de regímenes de primera línea altamente efectivos que combinan rituximab y quimioterapia, los pacientes con linfoma difuso de células grandes B (LDCGB) que son refractarios o recaen son difíciles de rescatar con los tratamientos habituales. Por ello, hemos realizado un ensayo clínico fase I, multicéntrico, para investigar la seguridad y la dosis máxima tolerada (DMT) de lenalidomida en combinación con R-ESHAP (LR-ESHAP) como tratamiento de rescate para pacientes con LDCGB. Se evaluó también la eficacia como objetivo secundario. Número de EUDRACT: 2010-018463-41. Pacientes y métodos: Se incluyeron en el ensayo pacientes candidatos a trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos (TAPH) con LDCGB refractario o en recaída tras una primera línea que incluyera rituximab y antraciclinas. Los pacientes tenían que recibir un total de 3 ciclos de lenalidomida (5, 10 o 15 mg) los días 1 al 14 de cada ciclo de 21 días, en combinación con R-ESHAP a dosis estándar. En el caso de alcanzarse respuesta, los pacientes debían recibir TAPH con BEAM como acondicionamiento. Resultados: Durante la fase de escalada de dosis, 3 pacientes en la cohorte de 15 mg tuvieron toxicidad limitante de dosis: 1 angioedema grado 3 y 2 fallos en la primera movilización, por lo que se estableció la DMT en 10 mg, expandiéndose esta cohorte. Se incluyeron un total de 20 pacientes (3, 13, y 4 en las cohortes de 5, 10, y 15 mg, respectivamente), de los que 19 pacientes fueron evaluables (17 con LDCGB y 2 con linfoma con características intermedias entre LDCGB y linfoma de Burkitt). La mediana de edad era de 58 (rango 23–70) años. El estado del linfoma al LR-ESHAP era: enfermedad refractaria primaria en 13 pacientes y recaída en 6 (3 precoz y 3 tardía). Se han registrado un total de 17 eventos adversos graves, incluyendo 6 episodios de neutropenia febril, 3 neumonías, 2 sepsis, 1 alteración iónica, 1 toxicidad renal, 1 angioedema, 2 trombosis (asociadas a catéter venoso central) y un 1 fallo de injerto tras el TAPH, todos ellos reversibles, excepto el fallo de injerto, y no se han producido muertes relacionadas con el tratamiento. 17 pacientes (90%) completaron los 3 ciclos de tratamiento y 1 paciente 2 ciclos. La respuesta global con LR-ESHAP fue del 73.7% (42.1% remisión completa [RC]). 14 pacientes (74% de la serie global) recibieron el TAPH de acuerdo al protocolo establecido. Con una mediana de seguimiento de 11.9 (5.9 a 30) meses, la supervivencia libre de progresión y supervivencia global estimadas a 1 año fueron del 61% y 63%, respectivamente. Hurtado A.M.1, Caparrós E.1, Torregrosa J.1, Luengo G.1, Toderici M.1, de la Morena M.E.1, Muiña B.3, Lozano M.L.1, Martínez C.1, Amigo M.L.1, de Arriba F.1, Ortuño F.J.1, Vicente V.1, Ferrer F.1, Jerez A.1 1 Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital Universitario Morales Meseguer. Centro Regional de Hemodonación. IMIB. Universidad de Murcia. Murcia. 3Unidad de Hematología. Hospital Rafael Méndez. Lorca, Murcia Fundamentos: En un estudio murino reciente, la depleción absoluta de BAP1, una deubiquitinasa fundamental en la regulación epigenética de factores de transcripción, relacionada funcionalmente con ASXL1, generó ejemplares con características similares a los síndromes mielodisplásicos/mieloproliferativos en humanos (hematopoyesis ineficaz y mieloproliferación), fundamentalmente a la leucemia mielomonocítica crónica (LMMC) (Dey, et al. Science 2012). Objetivos: Cuantificar la expresión génica de BAP1 y su posible relación con mutaciones en ASXL1 en pacientes con LMMC. Comparar dichos niveles con los presentes en una serie de controles y en una cohorte amplia de pacientes con otras neoplasias mieloides, evaluando su potencial impacto clínico. Determinar la correlación de los niveles de expresión de BAP1 en sangre periférica y en médula ósea en pacientes con LMMC. Métodos: Se incluyeron aquellos pacientes diagnosticados entre 2008-2014 de LMMC, síndromes mielodisplásicos (SMD), leucemia mieloide crónica (LMC) y leucemia mieloide aguda (LAM) de los cuales se dispusiese de ADN y ARN de medula ósea del diagnóstico. Como control se utilizaron 6 donantes sanos de medula ósea. Los niveles de expresión de BAP1 y BRCA1 se cuantificaron por RT-qPCR, utilizando una misma muestra de médula ósea de donante sano como calibrador-normalizador inter-ensayo. El estudio de mutaciones somáticas de ASXL1 en LMMC se llevó a cabo por el método de Sanger. Para los estudios estadísticos se utilizó el test T de Student, la correlación de Pearson y/o el test de U Mann-Whitney según correspondiese. Para el análisis de supervivencia utilizamos la regresión de COX, y el análisis de curvas COR. Se consideró como estadísticamente significativo una p<0,05. Resultados: Se incluyeron muestras de 116 pacientes: LMMC=26; SMD=15; LAM=50; LMC=25 y seis controles. Nuestro estudio muestra que los niveles de expresión de BAP1 aparecen disminuidos respecto a los controles a lo largo de todo el espectro 118 Sesión Plenaria de DCFVK, se administra vitamina K intravenosa y/o oral a dosis altas (10 mg/d), pero apenas se modifican los parámetros coagulométricos, manteniéndose con INR >7. El estudio genético se realiza secuenciando el promotor, los exones y regiones flanqueantes de los genes VKORC1 y GGCX. No se encuentran mutaciones en VKORC1. Sin embargo, el paciente presenta una mutación puntual en homocigosis que afecta la secuencia aceptora del intrón 1 del gen GGCX: IVS1 -1G>A. La simulación in silico del efecto de esta mutación se realizó con el programa Human Splicing Finder V2.4.1 y muestra un efecto muy severo en el procesamiento del intrón 1. Esta mutación no ha sido descrita previamente. Estudios de validación en la familia confirmaron la mutación en heterocigosis en el padre, pero sorprendentemente la madre es homocigota normal. Resultados de secuencia en padre y madre sugieren que el alelo materno podría perderse en el paciente. La haploinsuficiencia se objetivó mediante q-PCR con amplicones que abarcan los exones 1, 5 y 9 empleando dos genes de referencia (SERPINC1 y PMM2). Conclusiones: Hasta la fecha solo hay descritas 27 mutaciones en GGCX asociadas con DCFVK2. Nuestro estudio describe la primera haploinsuficiencia asociada al desarrollo de esta enfermedad. Además identificamos la cuarta mutación que afecta al procesamiento de intrones. La haploinsuficiencia del alelo materno junto al alelo dañado del padre que impide un correcto procesamiento del intrón 1 (IVS1 -1G>A) justifica la ausencia de gamma glutamil carboxilasa y por tanto el desarrollo de DCFVK2 en el paciente, así como la ausencia de respuesta al tratamiento con vitamina K. Financiación: (ISCIII&FEDER RD12/0042/0050; PI11/1256). de enfermedades mieloides. En la comparación entre entidades, la LMMC mostró los valores más bajos (porcentaje respecto a calibrador), significativamente inferiores al resto de grupos, excepto a los pacientes con LMC: LMMC vs SMD, p=0,001; LMMC vs LAM, p<0,001; LMMC vs CONTROLES, p<0,001; LMMC vs LMC, p=0,346. No se encontraron diferencias entre pacientes con LMMC variante displásica o mieloproliferativa, LMMC tipos I o II o en función de la presencia de mutaciones en ASXL1 (33% de los pacientes con LMMC mutados). De potencial interés práctico, la expresión de BAP1 en médula ósea y sangre periférica mostró una correlación directa fuerte y significativa (r=0.884, p=0.001). La expresión de BRCA1 resultó uniformemente disminuida a lo largo de las distintas enfermedades mieloides, lo que sugiere que los diferentes niveles de expresión de BAP1 podrían ser los responsables de distintos niveles proteicos BRCA1 mediante una regulación postraduccional. Conclusión: Mostramos por vez primera que la expresión disminuida de BAP1 es un mecanismo común a todas las neoplasias mieloides, afectando particularmente a la LMMC. Dicho mecanismo es independiente de la presencia de mutaciones en ASXL1 y podría constituir una nueva diana terapéutica en leucemia mielomonocítica crónica. SP-006 Nuevas alteraciones moleculares en el gen de gammacarboxylasa como causa de deficiencia combinada de factores vitamina k dependiente tipo 1 Dasi M.A.1, González-Conejero R.2, Izquierdo S.1, Padilla J.2, Argiles B.1, Corral J.2 SP-007 Evaluación de los índices pronósticos de supervivencia (IPSET) y de riesgo trombótico (IPSET-trombosis) en una serie de 366 pacientes con trombocitemia esencial Unidad de Hematología Pediátrica. Hospital Universitario La Fe. Valencia. 2 Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital Universitario Morales Meseguer y Centro Regional de Hemodonación. IMIB. Universidad de Murcia 1 Introducción: La deficiencia combinada de factores de la coagulación vitamina K dependientes (DCFVK) es enfermedad autosómica recesiva muy poco frecuente (GGCXen DCFVK1) y vitamina K epóxido reductasa (VKORC1 en DCFVK2). Estas dos proteínas son claves en el proceso de gammacarboxilación, una modificación postranscripcional que condiciona la funcionalidad de los factores de coagulación dependientes de la vitamina K. Presentamos un nuevo caso de esta rara enfermedad y la base molecular responsable. Caso clínico: Estudiamos un varón de 13 meses de edad, que presenta un hematoma 2x3 cm en brazo tras la administración de una vacuna. No hay antecedentes personales ni familiares de tendencia al sangrado. No consanguinidad. No dismorfias ni alteraciones esqueléticas. Presenta una comunicación interventricular y episodios de bronquiolitis. El estudio de coagulación muestra: I. Quick <10%. TTPA 53,1 s, TT 15,4 s, fibrinógeno Clauss 288 mg/dL, FII 2%; FVII 1,7%; FIX 4,7%; FX 2 %; PC funcional 3%; PS funcional 3,6%. Se descarta patología adquirida (enfermedad hepática o malabsortiva) La tasa de VK plasmática es normal, así como el estudio de coagulación de los padres. Con el diagnóstico Mosquera Ceballos D.P.1, Gómez M.1, Angona A.2, Álvarez-Larrán A.2, Senín A.2, Navarro B.1, Hernández-Boluda J.C.1, Besses C.2 Servicio de Hematología y Oncología Médica. Valencia. 2Servicio de Hematología. Hospital del Mar. Barcelona 1 Fundamentos y objetivos: Las complicaciones vasculares son las principales causas de morbimortalidad en los pacientes con trombocitemia esencial (TE). La edad (≥60 años) y los antecedentes trombóticos, definen clásicamente un grupo de pacientes de alto riesgo trombótico, en los cuales el tratamiento citorreductor ha demostrado beneficio clínico. Recientemente, se han publicado nuevos índices pronósticos de supervivencia (IPSET; Passamonti, Blood 2012) y trombosis (IPSET-T; Barbui, Blood 2012) en la TE. El objetivo del presente estudio es aplicar de forma retrospectiva dichos índices en una serie de pacientes con TE. Material y métodos: Se incluyeron 366 pacientes (edad mediana: 64 años, extremos: 9-93; 243 mujeres) diagnosticados de TE entre 1985 y 2014 en dos hospitales. La mediana de segui- 119 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Conclusiones: Una proporción significativa de los pacientes con TE son reasignados por el IPSET-T a un grupo de riesgo totalmente distinto al determinado por los criterios convencionales. Con ello el IPSET-T contribuye a discriminar mejor el riesgo de trombosis en los pacientes catalogados como de alto riesgo clásico, pero no aporta información útil en el grupo de bajo riesgo clásico. Por su parte, el IPSET permite diferenciar tres grupos con distinta supervivencia. Agradecimientos: PI10/01807, PI13/00557, PI13/00636, PI13/00393, 2014SGR/567 y RD12/0036/0010. miento es de 7,3 años (extremos: 0-27). La Tabla 1 muestra la distribución de factores de riesgo vascular. Resultados: Durante el seguimiento 62 (17%) pacientes presentaron trombosis (arterial: 45, venosa: 17), tras una mediana de 5,5 años desde el diagnóstico de la TE, siendo la supervivencia (SRV) libre de trombosis a los 10 años del 77%. La Tabla 2 muestra la distribución de los pacientes según los índices de riesgo clásico e IPSET-T, así como la incidencia de eventos trombóticos. Un 29% de los pacientes catalogados de bajo riesgo por los criterios estándar son de alto riesgo según el IPSET-T. Sin embargo, la incidencia de trombosis de este subgrupo no es mayor que la del resto de pacientes de bajo riesgo. En cambio, un 31% de los pacientes considerados de alto riesgo clásico se ubican en los grupos de riesgo bajo e intermedio del IPSET-T, siendo su incidencia de trombosis significativamente menor que la de aquellos catalogados de alto riesgo por ambas escalas. La mediana de SRV de la serie fue de 24 años, con 64 fallecidos en el momento del análisis (infección: 14, leucemia aguda: 8, neoplasia: 7, mielofibrosis: 5, trombosis: 5, hemorragia: 3, otras/desconocidas: 22). La SRV a los 10 años de los grupos de riesgo bajo, intermedio y alto del IPSET fue del 98%, 78% y 58%, respectivamente (p<0,0001). SP-008 Papel de las variantes genéticas constitucionales del miR-146a-5p en el desarrollo de mielofibrosis Ferrer-Marín F.1, Torregrosa J.M.1, Arrollo A.1, Bellosillo B.2, Estrada N.3, Kerguelen A.4, Vélez P.5, Luño E.6, Gómez M.7, Ayala R.8, Fiallo Dolly V.9, García-Gutiérrez V.10, Arrizabalaga B.11, Gómez-Casares T.9, Hernández-Boluda J.C.7, Boqué C., Zamora L.3, Besses C., Vicente V.1, González-Conejero R.1, Martinez C.1 Hospital Morales Meseguer. Centro Regional de Hemodonación. IMIB. Murcia. Hospital del Mar. IMIM. Barcelona. 3ICO. Hospital Germans Trias i Pujol. IJC Badalona, Barcelona. 4Hospital La Paz. Madrid. 5Hospital Duran i Reynals. ICO. Hospitalet de Llobegrat, Barcelona. 6Hospital Central de Asturias. Oviedo. 7 Hospital Clínico de Valencia. 8Hospital 12 de Octubre. Madrid. 9Hospital Universitario Dr. Negrín. Las Palmas de Gran Canaria. 10Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid. 11Hospital de Cruces. Barakaldo, Vizcaya 1 2 Tabla 1. Distribución de factores de riesgo vascular de la serie Fundamento: Las neoplasias mieloproliferativas crónicas (NMPc) son enfermedades clonales caracterizadas por hiperproducción de una o más líneas celulares hematopoyéticas. Estas células clonales producen citocinas que darían lugar a un estado de inflamación crónica, el cual podría iniciar o conducir la evolución clonal desde fases tempranas de la enfermedad hasta el estadio final de mielofibrosis (MF). La vía común que relaciona inflamación y cáncer es NFkb, siendo el miR-146a-5p uno de sus reguladores (regulador negativo de inflamación). Ratones deficientes en miR-146a-5p desarrollan, con la edad, un fenotipo de MF. Además, granulocitos de pacientes con MF presentan infraexpresión de este miRNA. Sin embargo, ningún estudio ha valorado el papel del miR-146a o de sus polimorfismos funcionales (miRSNP) en el desarrollo de esta enfermedad. Objetivo: Evaluar el papel de dos polimorfismos funcionales de miR146a-5p, rs2431697 (~1kb 5´ de MIR146A) y rs2910164 (en el gen MIR146A) en el desarrollo de MF. Pacientes y métodos: De los pacientes genotipados para ambos miRSNP (mediante sondas Taqman), fueron evaluables 100/101 con policitemia vera (PV), 149/155 con trombocitemia esencial (TE) y 172/174 con MF, para rs2431697 y rs2910164 respectivamente. De los pacientes genotipados para rs2431697 y diagnóstico de PV o TE, disponíamos de seguimiento en 173 casos (mediana de seguimiento de 16,6 años, RIQ 13,3-23,1). El grupo control lo formaban 600 sujetos sanos de la misma edad y área geográfica. El análisis estadístico se realizó con los programas SNPstats y SSPS 15.0. Tabla 2. Distribución de los 349 pacientes con trombocitemia esencial en función de los criterios de riesgo de trombosis clásicos y el IPSET-T 120 Sesión Plenaria Tabla 1. Análisis de asociación de genotipos de NMPc para el MiSNP rs 2431697 en NMPc rs 2431697 Controles PV TE MF MF secundarias n % n % n % n % n % C/C 126 0.21 20 0.2 36 0.24 40 0.23 9 0.19 T/C 309 0.51 51 0.51 74 0.5 74 0.43 20 0.41 T/T 165 0.28 29 0.29 39 0.26 58 0.34 19 0.4 Total 600 100 149 Resultados: Las frecuencia de ambos polimorfismos fue similar entre pacientes con PV o TE y controles. Con respecto a los controles, no observamos asociación entre rs2910164 y el desarrollo de MF. En cambio, observamos una mayor frecuencia del genotipo TT de rs2431697 (que condiciona menor expresión de miR-146a-5p) en pacientes con MF (Tabla 1). Al considerar las MF como primarias y secundarias, el genotipo TT fue más frecuente en MF secundarias que en controles (TT vs. TC+CC, p=0.08), sugiriendo que rs2431697 es un factor de riesgo para el desarrollo de MF secundarias. Así, investigamos el papel de rs2431697 en la transformación a MF desde otras NMPc comparando la frecuencia de portadores TT en pacientes con MF secundarias (n=48) y aquellos con PV o TE y seguimiento conocido (n=173). Observamos que, entre pacientes con PV o TE, el genotipo TT aumenta el riesgo de progresión a MF (OR: 2.11; IC: 1.07-4.15; p=0.03). Además, el tiempo hasta la transformación, desde el diagnóstico de PV o TE, es inferior en los portadores TT (mediana de 173 vs. 200 meses, p=0.07). Conclusión: Nuestros resultados sugieren que, entre los pacientes con NMPc, el polimorfismo rs2431697 de miR-146a aumenta el riesgo a desarrollar MF secundarias. De confirmarse nuestros hallazgos en una serie más amplia, el miRSNP rs2431697 podría tener un valor pronóstico en el seno de las NMPc. 172 48 Introducción: Los pacientes con trombosis venosa profunda (TVP) idiopática tienen un riesgo considerable (30% a los 5 años) de sufrir una recurrencia tras la finalización del tratamiento anticoagulante (TAO) habitual. La prolongación del TAO disminuye esta incidencia pero la tasa anual de hemorragia mayor supera el 2%, con una mortalidad asociada a evento de hasta el 20%. La identificación de factores predictores de recurrencia ayudará a seleccionar aquellos pacientes que más se beneficien de la prolongación del TAO. Objetivo y métodos: Identificar nuevos marcadores genéticos de recurrencia trombótica evaluando el transcriptoma a partir de cDNA de sangre periférica de dos poblaciones de pacientes. Casos: pacientes con un primer episodio de TVP idiopática que sufrieron una recurrencia en el primer año tras la finalización del TAO habitual (6-12 meses). Controles: pacientes con una TVP idiopática que no han sufrido recurrencia tras al menos 2 años de seguimiento tras la finalización del TAO. Se realizó un análisis mediante un array de expresión [GeneChip Human Gene 1.0 ST array de Affymetrix] en una población inicial de 15 casos y 18 controles. Los genes diferencialmente expresados se validaron en una segunda población independiente de 16 pacientes y 28 controles mediante RT-PCR cuantitativa (sondas de IDT en plataforma ViiATM 7 Real-Time PCR de Applied Biosystems). Resultados: En el análisis inicial, ajustado por sexo, se encontró una expresión diferencial (p<0,01) en 45 genes. El estudio realizado en la población de validación confirmó la expresión diferencial de ACSF2 (inhibido en casos, p=0,004) y EPOR (inducido en casos, p=0,045). El análisis mediante curvas ROC reveló que la combinación de la expresión de ambos genes podría emplearse como marcador para la predicción de recurrencia trombótica [área bajo la curva=0,74 (p<0,01) y 0,80 (p<0,001) en las poblaciones inicial y de validación respectivamente]. Conclusiones: Tanto ACSF2 (implicado en el metabolismo de ácidos grasos) como EPOR (que codifica para el receptor de la eritropoyetina) se expresan de forma diferencial en sujetos con TVP idiopática con y sin recurrencia trombótica. Se precisan estudios adicionales para confirmar estos hallazgos y profundizar en los posibles mecanismos fisiopatológicos implicados. En caso de confirmación, además de su valor predictivo (a sumar al de la TVP residual, dímero-D o sexo) para la predicción de las recurrencias, cabría plantearse su potencial como futura diana terapéutica. Financiación: Trabajo financiado por una ayuda a proyectos de investigación del FIS (PS09/00700). SP-009 Identificación de nuevos marcadores de recurrencia en pacientes con trombosis venosa profunda idiopática. Estudio retro Lecumberri R.1, Montes R.2, Guruceaga E.2, González-Porras J.R.3, Reverter J.C.4, Marco P.5, Pina E.6, Trujillo J.7, Bernardo A.8, Llamas P.9, Lorenzo A.10, Fernádez-Capitán C.10, Jiménez D.11, Alfonso A.1, Páramo J.A.1, Hermida J.2 Clínica Universidad de Navarra. Pamplona. 2Centro de Investigación Médica Aplicada. Pamplona. 3Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca. 4Hospital Clìnic. Barcelona. 5Hospital General Universitario de Alicante. Alicante. 6Hospital Universitario de Bellvitge. Hospitalet de Llobegrat, Barcelona. 7Hospital Santa Lucía. Cartagena. 8Hospital Central de Asturias. Oviedo. 9Fundación Jiménez Díaz. Madrid. 10Hospital Universitario La Paz. Madrid. 11Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid 1 121 Comunicaciones Orales Comunicaciones Orales Conceptos básicos en hemostasia/métodos de diagnóstico y marcadores trombina, en ausencia de heparina. Sin embargo, este impedimento estérico para la interacción con trombina, fue eliminado cuando la variante fue activada por heparina. Este comportamiento diferencial con sus dos principales proteasas diana, hace que el mutante G392N sea una interesante molécula anticoagulante, ya que, al igual que las heparinas de bajo peso molecular, es más eficaz ante el FXa que ante la trombina. Además, la presencia de un glicano adicional en los mutantes N73T y G392N podría incrementar su vida media. Finalmente, estos resultados avalan que mutaciones que generaran nuevos sitios de N-glicosilación en el RCL producirían deficiencias de antitrombina tipo IIa. Financiación: PI12/00657, RD12/0042/0050. CO-119 Glicoingeniería en antitrombina: conocimientos básicos y posibilidades terapéuticas CO-120 La heparanasa interacciona y activa la antitrombina a través del dominio de unión a la heparina Martínez-Martínez I., Rivera J., Bohdan N., García-Barberá N., Vicente V., Corral J. Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital General Universitario Morales Meseguer. Centro Regional de Hemodonación. IMIB Universidad de Murcia. Murcia Espín S., Águila S., Vicente V., Corral J., Martínez-Martínez I. Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital General Universitario Morales Meseguer. Centro Regional de Hemodonación. IMIB Universidad de Murcia. Murcia La antitrombina (AT), principal anticoagulante endógeno, tiene un mecanismo inhibitorio por suicidio, durante el cual su loop reactivo (RCL), se inserta en la lámina A central formando una nueva hebra, traslocando la proteasa diana (FXa o trombina) al polo opuesto, formando complejos covalentes. Esta actividad inhibitoria se potencia por la unión de su cofactor, la heparina. La AT presenta una única modificación post-traduccional, la N-glicosilación. Dicha modificación es crucial para la función, el plegamiento, el transporte intracelular, la estabilidad y la vida media de muchas proteínas. De hecho, diferentes estudios han mostrado que modificando el contenido de glicanos se puede conseguir un incremento de la vida media o una mayor especificidad en diferentes proteínas (Brooks et al. JTH 2013, Ní Áinle et al., JBC 2011). Nuestro objetivo fue evaluar el efecto de glicanos adicionales sobre la especificidad de proteasa y la vida media de esta proteína anticoagulante. Para ello, realizamos mutagénesis dirigida, producción de AT recombinante en células HEK-EBNA y su posterior purificación, estudios cinéticos, análisis de la formación de complejos covalentes mediante SDS-PAGE y estudio in vivo del aclaramiento de la proteína en un modelo animal. Generamos tres mutaciones en AT, N73T, A384N y G392N. El mutante N73T, se diseñó buscando una posición alejada de los dominios clave para la funcionalidad de la AT (sitio de unión a heparina y RCL) que contuviera glicano en otras serpinas. De esta forma, se generó un glicano adicional que no afectaba a la reactividad de esta variante. Por el contrario, las mutaciones A384N y G392N, introdujeron un nuevo glicano en el RCL, región por la cual esta serpina contacta con sus proteasas diana. En ambos casos se redujo la capacidad anticoagulante de estas variantes, pero por mecanismos distintos. El glicano localizado en posición 384, permitió el reconocimiento de la proteasa, pero enlenteció la inserción del RCL en la lámina A, comportándose la AT como sustrato. En cambio, el glicano localizado en posición 392, muy próximo al residuo diana de proteasas (P1), determinó especificidad, ya que permitió la interacción con FXa, pero no con Introducción: La heparanasa es una endoglicosidasa que participa en la morfogénesis, la reparación tisular, el remplazo de heparán sulfatos de la membrana y la vigilancia inmune. Sin embargo, se sobre-expresa en las células tumorales favoreciendo la metástasis, ya que penetra en la capa de células endoteliales que tapiza los vasos sanguíneos. Esto facilita la diseminación de las células tumorales hacia otros órganos donde penetran gracias a la degradación, entre otros elementos, de los proteoglicanos con heparán sulfato (HSPGs) de la matriz extracelular. La antitrombina (AT) es el principal inhibidor de la cascada de la coagulación, pero también tiene una función anti-inflamatoria, anti-angiogénica, anti-apoptótica y anti-viral. Nuestro grupo ha demostrado recientemente que la AT también puede tener un papel anti-metastásico. Puesto que la heparanasa es bloqueada por las heparinas, que activan a su vez a la AT, quisimos comprobar si la heparanasa es capaz de interaccionar con la AT y modular su función. Métodos: Evaluamos la interacción de la heparanasa con la AT, utilizando proteínas purificadas, mediante electroforesis en geles de SDS en condiciones reducidas y no reducidas y mediante geles nativos. La función anti-FXa de la AT fue analizada mediante ensayos cromogénicos. Utilizamos mutantes recombinantes de AT que tienen afectado el sitio de unión a heparina (R47C y P41L) producidos en HEK-EBNA y posteriormente purificados, para evaluar el potencial sitio de unión de la heparanasa. Resultados: La heparanasa es capaz de interaccionar con la AT mediante interacciones electrostáticas o hidrofóbicas que se pierden con SDS. Esta interacción provoca la activación específica de la AT de forma dosis dependiente. La interacción entre heparanasa y AT ocurre en el sitio de unión a heparina, ya que la heparanasa activa sólo ligeramente al mutante R47C. Puesto que la activación del mutante P41L es nula, este residuo debe ser crucial en la interacción con la heparanasa. 125 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Conclusiones: Demostramos por primera vez la interacción entre AT y heparanasa, y la activación de la AT que resulta de esta interacción. Este efecto podría producirse sólo en condiciones fisiológicas, donde la heparanasa no tiene actividad endoglicosidasa. Sólo en condiciones de hipoxia, y por tanto de pH ácido, la heparanasa degrada los heparán sulfatos de los proteoglicanos. Puesto que estas condiciones, unidas a la sobre-expresión de heparanasa, sólo ocurren en el tejido tumoral, la activación de la AT en estas condiciones podría no ocurrir. La relevancia fisiológica y patológica de esta interacción aún está por descubrir. Financiación: CP13/00126, PI12/00657, RD12/0042/0050. significativa los niveles de mRNA de SERPINC1 de forma dosis dependiente (80-100 ng/ml). Estas dosis son muy superiores a las terapéuticas y el tratamiento de pacientes con paricalcitol (0.4 ng/ ml) no elevó los niveles de AT. El tratamiento con UDCA, tanto de células HepG2 (hasta 78,5 mg/ml) como de pacientes (90 mg/ ml), no afectó a los niveles de mRNA de SERPINC1 o de AT. Tampoco se observó efecto sinérgico del UDCA con paricalcitol en HepG2. Sin embargo, el CDCA (hasta 39,2 mg/ml), uno de los dos principales ácidos biliares, incrementó 1,5 veces los niveles de mRNA de SERPINC1 en HepG2 y la combinación con paricalcitol triplicó estos valores. Conclusiones: Hemos identificado la primera situación asociada con niveles anormalmente elevados de AT. La acumulación de un ácido biliar (CDCA) y la suplementación con vitamina D incrementan la tasa transcripcional de SERPINC1, lo que podría justificar los niveles circulantes elevados de AT pese a la cirrosis. Estos resultados junto a la ausencia de complicaciones hemorrágicas en estos pacientes, abren nuevas perspectivas al desarrollo de fármacos para inducir la expresión de AT con fines antitrombóticos. Financiación: PI12/00657, RD12/0042/0050. CO-121 Identificación de estados asociados con niveles anormalmente elevados de antitrombina: nuevos elementos reguladores y potencial aplicación terapéutica De la Morena-Barrio M.E.1, Toderici M.1, Miñano A.1, Roldán V.1, Castilla, C.1, Zuazu I.2, Ramos F.2, Vicente V.1, Corral J.1 1 Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital General Universitario Morales Meseguer. Centro Regional de Hemodonación. IMIB Universidad de Murcia. Murcia. 2Servicio de Nefrología. Hospital Universitario Reina Sofía. Murcia CO-122 Regulación de los niveles de TFPI por testosterona a través de miR-27a/b Arroyo A.B.1, Salloum A.S.1, Pérez Sánchez C.2, Teruel Montoya R.1, García Barberá N.1, Navarro S.3, Medina P.3, López Pedrera C.2, Vicente V.1, Gónzalez-Conejero R.1, Martínez C.1 Introducción: El estudio de pacientes con deficiencia de antitrombina (AT) ha permitido identificar dominios funcionales de este potente anticoagulante endógeno y ha propiciado el desarrollo de terapias anticoagulantes. Sin embargo, apenas se ha prestado atención a situaciones donde los niveles de AT son superiores a la normalidad. Objetivo: Identificar y caracterizar pacientes con niveles anormalmente elevados de AT y estudiar los mecanismos implicados. Material y métodos: Análisis de AT plasmática y otras proteínas hepáticas (protrombina, PC, PS, FVII, albúmina, a1-antitripsina) mediante western blot, inmunoelectroforesis y/o métodos funcionales o coagulantes en 3 pacientes con niveles elevados de AT. Secuenciación de SERPINC1 (exones, regiones flanqueantes y 1500pb de la región promotora). Además, se estudió la AT de 6 pacientes tratados con paricalcitol (forma activa de vitamina D) y 7 con ursochol (UDCA) (ácido biliar con efecto hepatoptrotector por mecanismos no conocidos). La respuesta transcripcional del gen SERPINC1 en células HepG2 se evaluó mediante qRT-PCR. Resultados: Tres pacientes en lista de espera de trasplante hepático por atresia de vías biliares (ALT: 140; AST: 161; GGT: 634) presentaban niveles de AT inesperadamente elevados (antiFXa: 150-195%). Estos valores se confirmaron mediante diferentes sistemas inmunológicos o funcionales. Los valores de otras proteínas hepáticas eran normales o reducidos. No encontramos alteraciones genéticas relevantes en SERPINC1. Dado que los tres pacientes estaban tratados con UDCA y vitamina D, planteamos que estos agentes pudieran contribuir al incremento de AT. De hecho, en HepG2 el paricalcitol elevó de forma moderada pero Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital General Universitario Morales Meseguer. Centro Regional de Hemodonación. IMIB Universidad de Murcia. Murcia. 2Unidad de Investigación. IMIBIC Hospital Universitario Reina Sofía. Murcia. 3Unidad de Investigación en Hemostasia, Trombosis, Arteriosclerosis y Biología Vascular. IIS Hospital La Fe. Valencia 1 Introducción: La expresión del inhibidor de la vía del factor tisular (TFPI) está regulada en adultos por los niveles de testosterona. Esta regulación contribuye a explicar el efecto protector de eventos cardiovasculares de la testosterona, y por qué su disminución a partir de los 50 años incrementa la disfunción endotelial y el riesgo de trombosis. Los mecanismos celulares que subyacen a esta regulación se desconocen. Nuestro grupo y otros han demostrado la regulación de varios factores hemostáticos entre ellos el factor tisular por microRNA (miRNA). Sin embargo, el papel de los miRNA en la regulación del TFPI no se conoce. Objetivo: Evaluar la regulación de TFPI por testosterona a través de miRNA. Métodos: Utilizamos 4 algoritmos para seleccionar miRNA potenciales reguladores de TFPI. Transfectamos células endoteliales EA.hy926 con precursores e inhibidores de los miRNA (mimic y antimiR; 100nM), y se trataron con 5a-dihidrotestosterona (DHT) (30nM, dosis fisiológica, y 15nM durante 24h y 72h). Los niveles de TFPI se cuantificaron por qRT-PCR y western blot y los de miRNA por qRT-PCR. La validación de los resultados ex vivo se realizó analizando niveles de TFPI y miRNA en 74 células endoteliales de vena de cordón umbilical humano (HUVEC). La actividad anticoagulante 126 Comunicaciones Orales nucleadas y células sin núcleo. Combinando la masa de ARN/ célula y el porcentaje de miRNA, estimado con el uso de un bioanalizador, sobre el total de ARN, calculamos la masa de miRNA/ célula, siendo esta diferente entre los diferentes tipos celulares: 10,23 fgr/granulocito, 3,28 fgr/linfocito T, 3,16 fgr/linfocito B, 0,05 fgr/plaqueta y 0,04 fgr/eritrocito. Cabe destacar el bajo contenido de miRNA en las células sin núcleo. El análisis por hierarchical cluster no supervisado del perfil de expresión de los 20 miRNA más abundantes en las diferentes células (un total de 39 miRNA), mostro un heatmap y un dendrograma muy similares entre linfocitos T y B, y estos a su vez diferentes a las células mieloides (granulocitos, eritrocitos y plaquetas). A partir de este análisis pudimos identificar miRNA con una expresión diferencial en alguna de las células: let-7b-5p, miR-106a5p/17-5p, miR-106b-5p, miR-144-3p, miR-26b-5p, miR-374a-5p y miR-93-5p en eritrocitos, miR-19b-3p en linfocitos T, miR-1260a en linfocitos B, miR-199a-3p/199b-3p y miR-24-3p en plaquetas; y miR-148a-3p y miR-191-5p en granulocitos. Finalmente, utilizando la masa de miRNA/célula y conociendo el porcentaje de abundancia de cada miRNA, estimamos la cantidad de cada miRNA/célula. Además conociendo el número de células/µL de sangre, estimamos para todos los tipos celulares, la cantidad de cada miRNA/µL de sangre. Centrándonos en los 39 miRNAs anteriormente seleccionados, estos resultados mostraron que los eritrocitos eran las células que más contenido de miRNA aportaban a la sangre periférica. La reducida cantidad de miRNA/ eritrocito es sensiblemente compensada por el alto número por volumen de sangre. No obstante, destacamos excepciones que merecen estudios adicionales, como el hecho de que el 50% del contenido por µL de sangre de miR-126-3p y miR-24-3p lo aportan las plaquetas. Conclusión: Este estudio descriptivo puede ser una herramienta en hematología, que ayude a identificar el origen de miRNA circulantes en plasma en condiciones fisiológicas y por lo tanto podrán arrojar pistas sobre su mecanismo y función biológica en situaciones patológicas. del TFPI en sobrenadantes de EA.hy926 y HUVEC se determinó con el kit Actichrome® TFPI activity assay (Sekisui). Resultados: Encontramos 4 miRNA posibles reguladores del TFPI: miR-19b, miR-24a, y miR-27a/b. Sólo miR-27a/b produjeron una disminución del TFPI (RNA y proteína extracelular (100% vs. 75±23%; p=0,04 y 100% vs. 45±12%; p<0,01, respectivamente). Los anti-miR-27a/b incrementaron tanto el TFPI extracelular (100% vs. 126±19%; p=0,02) como el mRNA (100% vs.146±29%; p=0,02). Los ensayos de luciferasa demostraron una interacción directa entre miR-27a/b y el 3’UTR del TFPI. El estudio ex vivo mostró una correlación inversa y significativa entre los niveles de mRNA de TFPI y miR-27a. La DHT tuvo un efecto dosis-dependiente, aumentando los niveles de TFPI ~40% (mRNA y proteína) y disminuyendo miR27a/b ~50% con 30 nM DHT. Por último, la actividad funcional del TFPI aumentó o disminuyó ~20-50% en células transfectadas con anti-miR27a o precursor de miR-27a, respectivamente. Conclusión: Nuestros resultados muestran que la expresión de TFPI está regulada directamente por miR-27a/b en células endoteliales, con consecuencias funcionales. Además, miR-27a/b están involucrados en el mecanismo de regulación positiva de TFPI mediado por testosterona de manera dosis-dependiente. Futuros estudios son necesarios para evaluar la implicación potencial de la regulación del TFPI por miRNA en patologías cardiovasculares. Financiación: ISCIII y FEDER (PI11/00566, PI11/00019, PI12/01511 y RIC RD12/0042/0050 y RD12/0042/0029), Generalitat Valenciana (Prometeo 2011/027). PM es Investigadora en el SNS Miguel Servet (ISCIII CP09/00065). CO-123 Perfil de expresión de microRNA en componentes celulares de sangre periférica Teruel Montoya R., Kong X., Ma L., Edelstein L., Bray P. Cardeza Foundation for Hematologic Research and Department of Medicine. Thomas Jefferson University. Philadelphia, USA CO-124 La adición de la determinación de factor von Willebrand y N-terminal pro-BNP a la escala CHA2DS2-VASc mejora la predicción de riesgo de eventos tromboembólicos en pacientes con fibrilación auricular no valvular bajo tratamiento anticoagulante oral Introducción: Los microRNA (miRNA) juegan un papel importante en el sistema hemostático. En enfermedad cardiovascular, se han identificado miRNA circulantes en plasma como biomarcadores. También se ha probado la transferencia de miRNA bioactivos entre diferentes células, a través de microvesículas. Además, el perfil de expresión de miRNA circulantes en plasma y suero revela que la mayoría de miRNA procede de células sanguíneas y endoteliales. Por ello, es necesario un mayor conocimiento del contenido normal de miRNA en sangre periférica pues ayudaría a identificar el origen de los miRNA, ofreciendo la posibilidad de conocer posibles mecanismos que participen en el desarrollo de enfermedades. Métodos y resultados: Linfocitos B, linfocitos T, plaquetas, granulocitos y eritrocitos fueron purificados, a partir de sangre periférica de 5 donantes sanos, mediante centrifugación de gradiente de densidad e immunoselección, obteniendo una pureza celular de al menos un 98%. El ARN se extrajo empleando Trizol®. El cálculo de la masa de ARN/célula mostró una diferencia significativa entre células Roldán V.1, Marín F.2, Gallego P.1, Vilchez J.A.2, Jover E.2, Valdés M.2, Vicente V.1 Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital General Universitario Morales Meseguer. IMIB Universidad de Murcia. Murcia. 2Servicio de Cardiología. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca. IMIB Universidad de Murcia 1 Introducción: La fibrilación auricular (FA) es la arritmia cardiaca más frecuente, con una prevalencia global cercana al 1%, llegando a estar presente en más de un 10% de las personas de edad avanzada. 127 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Introducción: Las complicaciones perinatales en el paciente con coagulopatías, aunque infrecuentes, presentan una alta morbi-mortalidad, sobre todo la hemorragia intracraneal. En muchos casos se desconoce la existencia de antecedentes familiares de hemofilia, y hasta en un 30% de los casos no existen antecedentes. Sin embargo, ante la sospecha de coagulopatía, se hacen necesarios protocolos de actuación multidisciplinares, con el fin de minimizar la aparición de estas complicaciones. Objetivos: Evaluar los resultados obtenidos en nuestro centro tras la implantación de un protocolo multidisciplinar que comprende las especialidades de ginecología, neonatología y hematología en el manejo perinatal de pacientes con sospecha de hemofilia. Pacientes y métodos: Se han analizado 72 casos de pacientes con hemofilia nacidos desde el año 2005, tanto en nuestro centro hospitalario (cuando se implantó el protocolo multidisciplinar), como en otros centros y que han sido derivados a nuestras consultas para seguimiento. Se ha analizado la existencia de antecedentes familiares, y la aparición y tipo de complicaciones. En dicho protocolo se recomienda el parto programado por cesárea, o al menos evitando el parto instrumental. Se indican las especiales precauciones a tener en el manejo neonatal (evitar inicialmente prueba del talón, evitar vacunación y administración de vitamina K por vía intramuscular, realizar ecografía cerebral y abdominal). Resultados: De los 72 pacientes hemofílicos nacidos desde 2005 seguidos en nuestras consultas 26 nacieron en nuestro centro. 60 diagnosticados de hemofilia A (36 grave, 3 moderada y 21 leve) y 12 con hemofilia B (1 grave, 5 moderada y 6 leve). En los pacientes atendidos desde la implantación del protocolo en nuestro centro se observó una única complicación hemorrágica (hematoma post punción venosa en mano, que no requirió tratamiento sustitutivo). De los 46 pacientes nacidos en otros centros 8 presentaron complicaciones hemorrágicas. De estos 8 (2 con antecedentes familiares) 4 presentaron complicaciones hemorrágicas graves (2 hemorragia cerebral, 1 hematoma subgaleal y 1 laceración hepática tras parto instrumental que produjeron shock hemorrágico). Nuestra experiencia histórica en pacientes nacidos y no nacidos en nuestro centro fue de un 17,5% complicaciones hemorrágicas (4% hemorragias craneales) durante el período neonatal. Conclusiones: Con la aplicación de protocolos de manejo perinatal multidisciplinares en pacientes con coagulopatías es posible reducir la incidencia de complicaciones hemorrágicas, que implican una elevada morbi-mortalidad en estos pacientes. La complicación más temida de la FA es el infarto cerebral isquémico. Se ha demostrado como el tratamiento anticoagulante oral reduce en aproximadamente un 60% el riesgo de ictus, sin embargo, a pesar de este tratamiento la población de pacientes con FA no valvular (FANV) sigue siendo una población de muy alto riesgo trombótico, amén del riesgo hemorrágico que lleva implícito el tratamiento anticoagulante oral. Las guías de práctica clínica recomiendan el uso de la escala de riesgo clínica CHA2DS2-VASc, pero su valor en la predicción de eventos embólicos tras el inicio del tratamiento anticoagulante oral permanece controvertido. El papel del uso de los biomarcadores podría ser útil en este sentido, ya que apenas hay datos sobre la información pronostica que pueden aportar biomarcadores, especialmente en pacientes bajo tratamiento anticoagulante oral (TAO). Métodos: Estudiamos a 949 pacientes (50% varones; mediana de edad 76 años) con FANV permanente bajo tratamiento anticoagulante oral con INR 2,0-3,0 al menos durante los 6 meses previos y clínicamente estables. Se determinó la concentración de troponina T ultrasensible (TnT-us, como marcador de daño miocárdico), N-terminal pro-BNP (NT-pro-BNP, como marcador de incremento de la presión intraventricular), interleucina 6 (IL6, como marcador inflamatorio), factor von Willebrand (FvW, como marcador de daño endotelial) y los monómeros de fibrina (MF, como marcador protrombótico). Los pacientes fueron seguidos durante 4 años y registraron los eventos tromboembólicos. Resultados: En una mediana de seguimiento de 1741 días (1261-2285), 66 pacientes tuvieron un evento tromboembólico (tasa anual de 0.14%/año). En el análisis multivariado, fueron predictores de eventos embólicos la concentración elevada de FvW (HR 2,36[1,42-3,90], p=0,001), NT-proBNP (HR 1,97[1,193,27], p=0,008) y la escala CHA2DS2-VASc (HR 1,19[1,02-1,40], p=0,030). El estadístico c de la escala CHA2DS2-VASc para predecir eventos embólicos bajo tratamiento anticoagulante fue 0,58±0,04, p=0,023. Se observó una mejoría en la capacidad predictora tras la adición de estos dos biomarcardores, estadístico c del modelo 0,66±0,04 (test De Long, p<0,001). Conclusiones: La adición a la escala CHA2DS2-VASc de una estrategia multimarcador, incluyendo el factor von Willebrand y NT-proBNP, podría ser útil para predecir nuevos eventos tromboembólicos en pacientes ya bajo tratamiento anticoagulante estable. Financiación: ISCIII y FEDER (P11/1256). Diátesis hemorrágica CO-126 Enfermedad de von Willebrand congénita y angiodisplasia Blum Domínguez M.A., Suito Alcántara M.A., Núñez Vázquez R.J., Pérez Garrido R. CO-125 Importancia de la aplicación de un protocolo multidisciplinar en el manejo perinatal en hemofilia Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla Fundamentos: Desde hace más de 40 años se ha descrito la posible asociación entre enfermedad de von Willebrand (EvW) y angiodisplasia. Recientemente el déficit cuali o cuantitativo del Factor de von Willebrand en las células endoteliales se ha asociado al aumento en la neovascularización. También se ha descrito que la angiodisplasia aumenta con la edad. Rivas Pollmar M.I., de Ramón Ortiz C., Martín Salces M., Álvarez Román M.T., Fernández Bello I., Butta Coll N., Jiménez Yuste V. Hospital Universitario La Paz. Madrid 128 Comunicaciones Orales Tabla 1. TPTA (25-37) Nivel FVIII:C Nivel vWF: Ag Nivel vWF R:Co Agregación plaquetaria Plaquetas Paciente 1 Ocasional alargamiento TTPA (40s) 45 43.3 22 Compatible con EvW 2B 37x10e9/L Paciente 2 39s 53.5 37 16 Compatible con EvW 2B 22 x10e9/L Paciente 3 42s 22 52 36 Normal 220 x10e9/L Paciente 4 Normal 38 34 24 Compatible con EvW 2B 41 x10e9/L Patrón multimérico Ausencia multímeros de alto peso molecular Fundamentos y objetivo: La existencia de materiales artificiales implantados en la circulación se asocia frecuentemente a la aparición de un síndrome de von Willebrand adquirido (AvWS). Este hecho se ha atribuido a un consumo acelerado de los multímeros de mayor peso molecular (HMW) del factor von Willebrand (vWF) circulante debido al shear stress sobre las superficies no fisiológicas, pero existen adicionalmente patologías crónicas en las que la propia enfermedad de base está relacionada con alteraciones cuanti y cualitativas del vWF. En este estudio se intenta objetivar si el AvWS en los implantes de un dispositivo de asistencia ventricular izquierda (LVAD) se halla ocasionado por el propio implante, o pueden existir alteraciones previas al mismo. Pacientes y métodos: Hemos estudiado 12 pacientes con insuficiencia cardíaca crónica (ICC), con edades entre 39 y 79 años (mediana 62.8) a los que se implantó un LVAD, bien como tratamiento de destino, bien como puente para trasplante ortotópico de corazón. Las muestras fueron extraídas sobre citrato, antes de la implantación y después de 7 días de la misma. Sobre el plasma pobre en plaquetas obtenido, se cuantificaron, mediante técnicas de ELISA, el antígeno asociado al vWF (vWF:Ag, µg/ mL) y la capacidad de unión al colágeno (vWF:CBA, %/dL). El análisis multimérico fue realizado por electroforesis discontinua sobre gel de agarosa, y las bandas reveladas mediante fluorescencia directa en el propio gel en un sistema de imagen infrarroja (Li-Cor Odyssey SA scanner®). La cuantificación de cada banda fue realizada a través de un posterior análisis densitométrico mediante dos software consecutivos (Image-J and Image Studio Lite 3.x), y sus datos expresados como porcentaje de la intensidad de cada banda contra la suma de todas las intensidades. Los HMW han sido definidos como asociados a las bandas de migración más lenta (11.ª y superiores). Resultados: Los pacientes con ICC antes de la implantación de LVAD presentaban un descenso de los multímeros de HMW comparados con los controles (n=12; 18.1±9.9 vs 31.4±5.8 %; p=0.001, ANOVA). Una semana después, el porcentaje de multímeros de HMW se hallaba descendido respecto a las muestras pre-LVAD (11.2±8.7%, p=0.003, paired t-test). Las ratios vWF:CBA/vWF:Ag también fueron inferiores a los controles antes del implante, y descendían aún más 1 semana después (normal 0.97±0.09; pre-LVAD 0.45±0.28, p<0.001; post-LVAD 0.39±0.22, p<0.001). Conclusiones: Los pacientes con ICC sometidos a inserción de un LVAD ya presentan una disminución de los multímeros de HMW antes de la implantación del dispositivo, alteración que se intensifica más profundamente tras una semana de operatividad del LVAD. Presentamos una serie de cuatro casos en los que ambas entidades coexistieron, con episodios de hemorragia digestiva. Material y método: Analizamos cuatro casos diagnosticados de enfermedad de von Willebrand (tres de una misma familia) tres varones y una mujer, que han presentado eventos hemorrágicos del tubo digestivo y presencia de angiodisplasias corroboradas por estudio endoscópico y anatomopatológico. Se recoge el tratamiento realizado. Resultados: El subtipo de enfermedad de von Willebrand predominante fue el 2B (75%), mientras que el paciente restante presenta el subtipo 2.ª (Tabla 1). Tres pacientes presentaron en el estudio genético la mutación R1306W (3916 C>T). La media de edad al diagnóstico de la angiodisplasia de los pacientes fue de 56 años (rango 47-74). Los cuatro pacientes presentaron 14 lesiones angiodisplásicas en total, localizadas en yeyuno (28%), antro gástrico (14%), duodweno (14%), colon (14%), íleon terminal (14%) y ciego (14%). La mediana en número de angiodisplasias por paciente fue de 3 (rango 1-8). En todos los pacientes los episodios hemorrágicos digestivos precisaron tratamiento sustitutivo con concentrados de FVIII/ FvW y antifibrinolíticos para su control. Dos pacientes requirieron tratamiento endoscópico: uno con argón plasma y colocación de hemoclips y otro electrocoagulación y resección intestinal. Los pacientes realizaron periodos de profilaxis intermitente con concentrados de FVIII/FvW tres veces en semana durante los episodios hemorrágicos. Conclusiones: En pacientes con EvW el sangrado gastrointestinal secundario a angiodisplasia es uno de los eventos hemorrágicos de más difícil control. Todos nuestros pacientes son del EvW tipo 2. En nuestros pacientes las angiodisplasias se diagnosticaron a partir de la quinta década de la vida en relación con el evento hemorrágico. El tratamiento profiláctico, que implica un gran aumento del coste, no siempre impide nuevos resangrados. CO-127 Síndrome de von Willebrand adquirido en los dispositivos de asistencia ventricular izquierda: alteraciones multiméricas preexistentes Monteagudo J.1, Ahamed J.1, Mancini D.2, Coller B.S.1 1 Laboratory of Blood and Vascular Biology. Rockefeller University. New York, USA. 2The Heart Transplantation Center. Columbia University. New York, USA 129 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia CO-128 Curación de un paciente con enfermedad de von Willebrand tras un trasplante de pulmón Se ha descrito la corrección de la coagulopatía en cerdos con EvW tipo 3 tras un TP (Broulan JP et al. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 1999), aunque existían dudas sobre si estos datos podrían ser extrapolables al TP en humanos, en el que el rechazo o el TIS podrían alterar el endotelio vascular y la producción de FvW. En nuestro caso, al ser los pulmones órganos muy ricos en células endoteliales, productoras de FvW y presentar el paciente una EvW tipo 1 el trasplante ha resultado en la curación de la enfermedad, siendo en nuestro conocimiento, el primer caso publicado en el que un TP cura una EvW (Tabla 1). Lario Arribas A.1, Gil S.1, Forés R.1, Campo-Cañaveral J.L.1, Gómez de Antonio D.1, Laporta R.1, Martín M.2, Anze G.1, Dorado N.1, Bueno J.L.1, Cabrera J.R.1 Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda. Madrid. 2Hospital Universitario La Paz. Madrid 1 La enfermedad de von Willebrand (EvW), la diátesis hemorrágica congénita más frecuente, está causada por una anomalía del factor de von Willebrand (FvW), una glicoproteína multimérica producida en células endoteliales y megacariocitos responsable de la adhesión y agregación plaquetaria así como de la protección del factor VIII (FVIII) de la proteinólisis. El tipo 1, el más frecuente, presenta una deficiencia parcial cuantitativa de FvW, con distribución de multímeros cualitativamente normal. En modelos experimentales de trasplante de pulmón (TP) en animales se ha sugerido que este procedimiento podría curar la EvW, por la gran riqueza en FvW del árbol vascular pulmonar. Presentamos el primer caso de TP en humanos que ha resultado en la curación de un paciente con EvW tipo 1. Se trata de un varón de 26 años, diagnosticado de EvW tipo 1 en noviembre/2012 (FvW:Ag 39%; FvW:RCo: 44U/dL; FVIII: 99%). Fue remitido a nuestro centro para la realización de un TP por fibrosis quística. Tras confirmar el diagnóstico de EvW tipo1 (descenso de FvW y estructura multimérica normal), el paciente fue sometido a la cirugía en abril/2013. Durante la misma y en el post-TP, se administró profilácticamente FVIII y FvW (Haemate-P®), sin complicaciones hemorrágicas relevantes. Desarrolló como complicaciones post-TP: disfunción primaria del injerto grado 2, fracaso renal agudo, lesiones isquémicas cerebelosas de probable origen hemodinámico y posible rechazo pulmonar, que respondió al tratamiento con plasmaféresis y esteroides. Fue dado de alta en junio/2013, sin problemas añadidos y permaneciendo en tratamiento inmunosupresor (TIS) con tacrolimus, micofenolato mofetilo y prednisona hasta el momento actual (+ 14 meses). La evolución de los valores de APTT, FVIII, FvW: Ag, FvW:RCo y TO pre- y post-TP, están recogidos en la Tabla 1. Los estudios analíticos realizados a los 5, 11 y 14 meses postTP, revelaron una corrección mantenida de todos los parámetros, pudiendo afirmar que el paciente se encuentra actualmente curado de su EvW. CO-129 Descubrimiento de CM-352, un nuevo antifibrinolítico para controlar la hemorragia y reducir las transfusiones de sangre Orbe J., Rodríguez J.A., Sánchez J.A., Montori L., Salicio A., Belzunce M., Ugarte A., Chang H.C.Y., Rabal O., Oyarzabal J., Páramo J.A. Atherothrombosis Laboratory. Division of Cardiovascular Science. Center for Applied Medical Research. Universidad de Navarra. Pamplona Fundamentos: La hemorragia es una complicación importante tras cirugía o trauma que requiere transfusiones, conlleva elevada morbi-mortalidad y alto coste sociosanitario. La hiperfibrinólisis es un mecanismo importante de hemorragia en estas situaciones, por lo que la administración de antifibrinolíticos tipo ácido tranexámico (TXA) es una alternativa eficaz a las transfusiones de sangre. Sobre la base del efecto profibrinolítico de las metaloproteasas (MMPs), nuestra hipótesis se basa en que su inhibición puede representar una nueva estrategia para el control de la hemorragia. Métodos: Hemos sintetizado y caracterizado una nueva serie de compuestos químicos con efecto antifibrinolítico e inhibición de MMPs mediante estudios de tromboelastometría (ROTEM) y análisis bioquímicos de actividad de MMPs. Aquellos que mostraron una reducción de un 50% del tiempo de lisis del coágulo in vitro fueron testados en dos modelos de hemorragia en ratones: hemorragia moderada (medida como tiempo de hemorragia en la cola tras administración de t-PA) y hemorragia severa (hepatectomía parcial), comparando los resultados con los de TXA. Se realizaron estudios de ADME/toxicidad y seguridad con dosis elevadas de los compuestos para descartar la aparición de fenómenos trombóticos. Resultados: El compuesto CM-352, pan-inhibidor de MMPs, redujo significativamente el tiempo de hemorragia (89%) en el modelo de hiperfibrinólisis/hemorragia moderada, a una dosis de 10 µg/Kg, 30.000 veces inferior a la de TXA. Además redujo en un 30% la hemorragia en el modelo de hepatectomía, mientras que TXA no mostró ningún efecto. CM-352 presentó un perfil de eficacia y seguridad óptimo, sin efectos cardiovasculares. Finalmente, se realizaron estudios anatomopatológicos empleando una dosis 1000 veces superior (10 mg/kg), sin observarse formación de trombos en pulmón, cerebro, riñón e hígado. Tabla 1. 130 Comunicaciones Orales Conclusiones: Hemos descubierto y caracterizado el compuesto CM-352 que inhibe la fibrinólisis y reduce las pérdidas sanguíneas a través de un nuevo mecanismo de acción. Este estudio preclínico puede constituir la base para el empleo de este agente en diferentes condiciones médicas o quirúrgicas, para controlar la hemorragia y reducir las transfusiones de sangre. Financiación: FIMA-Universidad de Navarra. a PGE1 (IC50: 0.08 µM vs. 0.39 para LTA-Col; p<0.01; 0.04 vs. 0.18 µM para LTA-ADP; p=0.06). Por el contrario, la inhibición con PGE1 de LTA-TRAP y LTA-U46619 fue similar en neonatos y adultos. En los test de CF, la inhibición con PGE1 (25 y 250 nM) de la expresión de selectina-P tras estimular con TRAP y ADP, fue similar en neonatos y adultos (61% en TRAP y 48% en ADP, para PGE1 250 nM). Tampoco apreciamos diferencias en la fosforilación de VASP inducida con PGE1 entre sangre total de neonato y adulto. Conclusión: Nuestro estudio revela, por primera vez, la hipersensibilidad de las plaquetas neonatales a PGE1. Aunque el efecto inhibidor de la PGE1 en la secreción granular y su capacidad de fosforilar a VASP es comparable en adulto y neonato, la PGE1 inhibe más eficazmente la LTA en neonatos que en adultos. Estos hallazgos son de interés en sujetos de edad infantil puesto que tratamientos antiagregantes plaquetarios como el dipiridamol actúa aumentando los niveles de AMPc. CO-130 La hipersensibilidad de las plaquetas neonatales a la PGE1 revela un nuevo mecanismo regulador de la reactividad plaquetaria del recién nacido Torregrosa Díaz J.M.1, Caparrós-Pérez E.1, Delgado J.L.2, Blanco J.E.2, Lozano M.L1, Vicente V.1, Rivera J.1, Ferrer-Marín F.1 1 Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital General Universitario Morales Meseguer. Centro Regional de Hemodonación. IMIB Universidad de Murcia. Murcia. 2Unidad de Medicina Materno-Fetal. Servicio de Ginecología y Obstetricia. Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca. IMIB Universidad de Murcia. Murcia Trombosis Fundamento: Las plaquetas neonatales son hiporreactivas in vitro frente a la mayoría de agonistas fisiológicos, pero los mecanismos subyacentes no son totalmente conocidos y es controvertido si este fenotipo tiene relevancia in vivo, particularmente en condiciones de daño vascular. Las plaquetas circulan expuestas a agentes activadores e inhibidores derivados del endotelio, como prostaciclina (PGI2) u óxido nítrico (NO). El balance entre su sensibilidad a agentes activadores e inhibidores, determinará su reactividad in vivo. La protaglandina E1 (PGE1) es un antiplaquetario que, como la PGI2, actúa estimulando la síntesis de AMPc, y subsiguiente activación de proteína kinasa A (PKA) y fosforilación de proteínas como VASP (vía inhibitoria AMPc/PKA). Hasta la fecha, ningún estudio ha valorado el papel de esta vía inhibitoria en la hiporreactividad plaquetaria neonatal. Objetivo: Evaluar la vía AMPc/PKA en plaquetas neonatales y de adulto. Pacientes y métodos: Obtuvimos plasma rico en plaquetas (PRP) de sangre de cordón umbilical (CU) (n=8) o de sangre periférica de adulto (n=6); el PRP se preincubó (5 min, T.ª ambiente) con dosis crecientes de PGE1 (0-1 µM), y se realizó: 1). Agregación plaquetaria (LTA) con distintos agonistas (TRAP 25 µM, ADP 5 µM, colágeno 5 µg/mL, ristocetina 1,25 µM, ácido araquidónico 1,6 mM y U46619 2,5 µM); 2) Valoración por citometría de flujo (CF) de Selectina-P y GPIIb/IIIa en forma activa (PAC-1), basalmente y tras activar con TRAP. También, mediante CF, se valoró la fosforilación de VASP en sangre total de neonato y adulto estimulada con PGE1 (PLT VASP/P2Y12, Biocytex®). Resultados: En ausencia de PGE1, la LTA con todos los agonistas, y la expresión de selectina-P fueron menores en neonatos vs. adultos. Llamativamente, no observamos unión de PAC-1 en plaquetas neonatales estimuladas con TRAP, y sí en plaquetas de adulto. En los ensayos de inhibición con PGE1 de LTA inducida con colágeno y ADP, vimos que las plaquetas neonatales son más sensibles CO-131 Modelos de estimación de riesgo de enfermedad tromboembólica venosa en oncología: optimización de la capacidad predictiva López Moreno S.1, Muñoz A.J.3, Ziyadinov A.1, Souto J.C.2, Castellón V.4, Pachón V.5, Martínez V.6, Calzas J.7, Salgado M.8, Martínez de Castro E.9, Luque R.10, Martín M.3, Soria J.M.1,11 Unitat de 1Genómica de Malalties Complexes y de 2Trombosis i Hemostasia. Institut d’Investigació Biomèdica Sant Pau. Barcelona. 3Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid. 4Complejo Hospitalario Torrecárdenas. Almería. 5Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid. 6Hospital Universitario La Paz. Madrid. 7Hospital Universitario de Fuenlabrada. Madrid. 8Complejo Hospitalario Universitario de Ourense. Ourense. 9Hospital Marqués de Valdecilla. Santander. 10Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Granada. 11En nombre del Grupo de Trabajo en Cáncer y Trombosis, de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) La enfermedad tromboembólica venosa (ETV) es una complicación grave y muy común en pacientes con cáncer, siendo una de las principales causas de muerte en estos pacientes. La mayoría de los casos de ETV asociados a cáncer ocurren en pacientes ambulatorios y el riesgo de trombosis varía notablemente entre los pacientes. Actualmente, el score de Khorana es un modelo validado de estimación de riesgo de ETV basado en variables clínicas, pero presenta una capacidad predictiva mejorable. Es importante destacar que la ETV es una enfermedad multifactorial que resulta de la interacción de factores genéticos y ambientales, con un elevado componente genético (heredabilidad ~60%). Por ello, los factores genéticos de susceptibilidad a la trombosis deberían ser esenciales en el desarrollo de modelos de predicción. Sin embargo, el riesgo 131 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia genético sustancial a la trombosis en pacientes oncológicos no se ha tenido en cuenta en los modelos existentes. En abril de 2013 iniciamos el estudio ONCOTHROMB, diseñado para optimizar los algoritmos de estimación de riesgo de ETV en pacientes con cáncer que reciben quimioterapia sistémica en un medio ambulatorio. Es un estudio prospectivo, traslacional, observacional y longitudinal. Incluye 400 pacientes con cáncer localmente avanzado o metastásico (colon, estómago, páncreas y pulmón) que se monitorizarán durante dos años para determinar la aparición o recurrencia de trombosis sintomática o asintomática. Los pacientes se dividirán en casos y controles, según sean diagnosticados de ETV o no, respectivamente. Se están recogiendo datos demográficos, clínicos (incluyendo score de Khorana) y genéticos de cada paciente. Se determinará el perfil genético asociado a ETV en todos los pacientes mediante genotipación usando ThromboinCode (TiC) y se incluirá en el algoritmo de predicción. La capacidad predictiva de dicho algoritmo se definirá de acuerdo a la capacidad de discriminación de las diferentes funciones de riesgo de ETV expresadas como el área bajo la curva (AUC) y a los índices de reclasificación NRI (net reclassification improvement index) e IDI (integrated discrimination improvement index) que estiman la mejora predictiva al incluir biomarcadores adicionales al modelo. De los 49 pacientes con cáncer monitorizados durante los primeros 6 meses, 9 (18.4%) sufrieron trombosis sintomática. El score de Khorana mostró una AUC=57.4, mientras que el score TiC mostró una AUC=67.9 (P<0.001). La adición del parámetro ‘estadio del cáncer’ (cancer disease status, CDS) mejoró la capacidad predictiva en ambos modelos, siendo el score TiC el que mostró una mejora superior (scoreTiC-CDS AUC=83.3 vs scoreKhorana-CDS AUC=73.8; P<0.001). Nuestros resultados indican que el score basado en el perfil genético de susceptibilidad a la ETV (scoreTiC) mejora de forma significativa la capacidad predictiva de los modelos de estimación de riesgo actuales, basados en variables clínicas (scoreKhorana). Además, la adición de información acerca del estadio del cáncer (CDS) mejora la capacidad predictiva en ambos modelos, presentando el scoreTiC-CDS una mejora superior. Hay que tener en cuenta que se trata de un estudio preliminar limitado a un porcentaje pequeño de la muestra ONCOTHROMB, lo cual destaca el potencial del scoreTiC en la mejora preventiva, diagnóstica y terapéutica de la ETV en pacientes oncológicos. Financiación: TiC ha sido desarrollado por Ferrer inCode, España. Estudio parcialmente financiado por Leo-Pharma, Ferrer inCode y la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH). Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín. Las Palmas de Gran Canaria. 4Hospital Clínico Universitario. Valencia. 5Hospital San Jorge. Huesca. 6Hospital Insular. Las Palmas de Gran Canaria Fundamentos: Se han observado niveles elevados del inhibidor del activador tisular del plasminógeno (PAI-1) en pacientes sépticos. Sin embargo, no se ha establecido su asociación con la gravedad, mortalidad y estado inflamatorio en el curso de la hospitalización. Métodos: Estudio multicéntrico, observacional en seis Unidades de Cuidados intensivos (UCI) incluyendo 260 pacientes con sepsis grave. Se determinó el índice de severidad SOFA (Sepsis. related Organ Failure Assessment) y se determinaron los niveles circulantes de PAI-1 (ELISA, Imubind), factor de necrosis tumoral (TNF)-a (ELISA, Immulite), ácido láctico y estudio básico de coagulación los días 1, 4 y 8, tras su admisión en la UCI y se analizó la mortalidad en el día 30. Resultados: Los pacientes sépticos que fallecieron (n=89) presentaron niveles de PAI-1 significativamente más elevados que los que sobrevivieron (n=171) en los días 1 (58,4 vs 36,5 ng/mL; p<0.001), 4 (34,0 vs 16,2 ng/mL; p<0.001) y 8 (30,6 vs 18,9 ng/mL; p=0.004), tras su ingreso en la UCI. Observamos una correlación positiva de los niveles de PAI-1 con el índice SOFA, ácido láctico, TTPA, INR y TNF-a, y negativa con el recuento de plaquetas los días 1, 4 y 8. El análisis de regresión logística mostró que los niveles de PAI-1 los días 1 (p<0.001), 4 (p<0.001) y 8 (p=0.001) se asociaron de manera significativa con la mortalidad en el día 30. El análisis mediante curvas ROC del área bajo la curva de PAI-1 en la predicción de mortalidad los días 1, 4 y 8 fue 0,65 (IC 95%=0,58-0,72; p<0.001), 0,69 (IC95%=0,60-0,78; p<0.001) y 0,65 (IC95%=0,54-0,75; p=0.005) respectivamente. Conclusiones: Se trata de la serie más numerosa determinando los niveles circulantes de PAI-1 en el curso evolutivo de la sepsis. Las concentraciones de PAI-1 durante la primera semana de hospitalización en la UCI se asociaron significativamente con la inflamación, la severidad y la mortalidad en pacientes sépticos, por lo que el PAI-1 representa un importante biomarcador pronóstico en estos pacientes. CO-133 Next Generation Sequencing para abordar los determinantes genéticos de la vía intrínseca de la coagulación: proyecto GAIT-2 Martín-Fernández L.1, Corrales I.3, Ramírez L.3, Souto J.C.2, Vidal F.3, Soria J.M.1 CO-132 El aumento progresivo de PAI-1 durante la hospitalización en la UCI se asocia con peor pronóstico y mortalidad en pacientes sépticos Unitat de 1Genòmica de Malalties Complexes y de 2Hemostàsia i Trombosi. Institut d´Investigació Biomèdica Sant Pau. Barcelona. 3Unitat de Diagnòstic i Teràpia Molecular. Banc de Sang i Teixits. Barcelona Fundamentos: La enfermedad tromboembólica venosa (ETV) es común y multifactorial con interacción de factores de riesgo genéticos y adquiridos. Como parte del proyecto Genetic Analysis of Idiopathic Trombophilia 1 (GAIT-1), se ha determinado la importancia de la vía Martín M.M.1, Borreguero León J.M.2, Solé-Violán J.3, Ferreres J.4, Labarta L.5, Díaz C.6, Jiménez A.2, Lorente L.2 Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. Santa Cruz de Tenerife. Hospital Universitario de Canarias. La Laguna, Santa Cruz de Tenerife. 3Hospital 1 2 132 Comunicaciones Orales Introducción: El sistema de GAS6/TAM es un importante regulador de la respuesta inmunitaria. El sistema está formado por dos ligandos, GAS6 y proteína S, pertenecientes a la familia de proteínas dependientes de vitamina K, y tres receptores tirosina quinasa, Tyro3, Axl y MerTK. Las células presentadoras de antígeno, los macrófagos y las células dendríticas emplean receptores de este sistema y sus ligandos para detectar células en apoptosis y eliminarlas por fagocitosis. Además, la estimulación de estos receptores inhibe la respuesta de los macrófagos a LPS y de las células dendríticas a IFN alfa. Estas características confieren al sistema GAS6/TAM propiedades antiinflamatorias. Los ratones deficientes en los tres receptores TAM y específicamente el receptor MerTK tienen claros signos de enfermedad autoinmune en edades avanzadas, sugiriendo un papel de este sistema en la autoinmunidad. Además, sus componentes están ligados con la regulación de la coagulación. Recientemente se ha demostrado que los pacientes con trombosis venosa profunda tienen niveles elevados de GAS6. Con estos datos, nos propusimos determinar la concentración de GAS6 y las formas solubles de los receptores TAM en pacientes con síndrome antifosfolipídico (SAF). El síndrome es un desorden autoinmune que conduce a la producción de auto-anticuerpos dirigidos contra fosfolípidos de las membranas celulares y se asocia con trombosis venosa y arterial. Métodos: GAS6, sMerTK y sAXL fueron medidos en plasma obtenido a partir de muestras de sangre recogidas en citrato de un grupo de 44 pacientes de SAF y 44 controles sanos. La concentración fue medida mediante la técnica de ELISA empleando anticuerpos adecuados (R&D Systems). Resultados: En un grupo de 44 pacientes con SAF, de los que conocíamos su perfil antifosfolipídico y 44 controles sanos, determinamos la concentración plasmática de GAS6, sAXL, y sMerTK. Los valores fueron significativamente superiores en pacientes con SAF para los tres valores, siendo la concentración de GAS6 en plasma de pacientes con SAF 23,7±8,5 ng/mL respecto a 17,1±4,1 ng/mL en controles (P<0.0001). Las diferencias fueron también significativas en sMerTK (8,8±4,5 vs. 14,0±8,0; P<0.0001); y sAxl (35,8±13,2 vs. 69,1±39,2; P<0.0001). Los valores de estos parámetros se correlacionaron con diferentes patrones de anticuerpos antifosfolípidicos detectados en los pacientes. Conclusión: La concentración de GAS6 y sus receptores está aumentada en plasma de pacientes con síndrome antifosfolipídico. Esta inducción del sistema podría indicar un papel de la actividad reguladoras de la inmunidad por la señalización por Axl y/o MerTK en el síndrome antifosfolipídico. intrínseca de la coagulación (VIC) mediante el estudio de la heredabilidad de fenotipos intermediarios implicados y su asociación con el riesgo de ETV. Además, a partir de análisis genéticos de ligamiento y asociación, se han identificado genes candidatos implicados en la variabilidad de los parámetros de la VIC. Objetivo: Nuestra estrategia consiste en secuenciar mediante Next Generation Sequencing (NGS) los genes candidatos e identificar todas las variantes genéticas que influyen en los niveles de los fenotipos intermediarios seleccionados de la VIC. Métodos: Se han amplificado mediante SequalPrep Long PCR kit (Life Technologies) y FastStart High Fidelity PCR System (Roche) los genes F11, KNG1, CIB4 y HNF1A, sus respectivos promotores y el promotor del gen FGB en una primera selección de 15 individuos no emparentados entre sí y seleccionados de las colas de distribución normal de los fenotipos FXI, aPTT, FVIII y fibrinógeno. Estos individuos forman parte del proyecto GAIT-2, que consiste en 935 individuos de un nuevo grupo de 35 familias con trombofilia. Los amplicones creados se han normalizado teniendo en cuenta las cantidades equimolares, seguido por la creación de la librería (Nextera XT, Illumina) y su secuenciación mediante el sistema Miseq (Illumina). El análisis de los resultados se ha realizado mediante los programas bioinformáticos CLC Genomics Workbench (CLC bio, Qiagen) y VariantStudio (Illumina). Resultados: A partir de la creación de 23 amplicones se han secuenciado 143,8 kb en 15 individuos. Mediante análisis bioinformático, se han detectado un total de 1.047 variantes génicas, de las cuales el 95,51% son variantes no exónicas, el 88,16% son tipo SNV y el 11,84% son tipo indels. En concreto, 460 variantes de estos 5 genes son nuevas (no descritas ni anotadas previamente). Conclusiones: Hemos completado con éxito la primera fase de puesta a punto de la metodología NGS para analizar 5 genes de la VIC implicados en el riesgo de trombosis. Los resultados de la NGS de estos 15 primeros individuos nos confirman la alta variabilidad genética presente en los 5 genes analizados, poniendo de manifiesto las limitaciones de la estrategia de GWAS utilizada en la actualidad (con especial atención a la identificación de variantes raras o poco frecuentes). El proyecto, mucho más ambicioso, contempla la secuenciación de 110 individuos del GAIT-2 y la genotipación de todas las variantes genéticas identificadas en el resto de las muestras del proyecto GAIT-2. A partir de estos datos, analizaremos toda la variación genética para determinar su implicación en la variabilidad de los fenotipos de la VIC y su importancia como factores genéticos de riesgo de ETV. Financiación: FIS PI11/00184, PFIS FI12/00322 y Red Investigación Cardiovascular RD12/0042/0032. CO-134 El sistema GAS6/TAM en pacientes con síndrome antifosfolipídico CO-135 Modificación del ensayo de generación de trombina para identificar nuevos cofactores de la proteína C activada en plasma Tàssies D.1, Espinosa G.1, Menéndez A.2, Reverter J.C.1, García de Frutos P. Martos L.1, Bonet E.1, Deguchi H.2, Medina P.1, Ramón L.A.1, Ferrando F.1, Mira Y.1, Vayá A.1, Laiz B.1, Bonanad S.1, Griffin J.H.2, España F.1, Navarro S.1 Hospital Clínic. Barcelona. 2Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona-CSIC. IDIBAPS. Barcelona 1 1 Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia. Valencia. 2The Scripps Research Institute. La Jolla CA, USA 133 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Introducción y objetivos: La mayoría de los factores de riesgo trombótico conocidos forman parte de la vía anticoagulante de la proteína C (PC) o modulan su actividad, y es muy posible que factores plasmáticos aún desconocidos modulen esta vía. El trombograma automatizado y calibrado (CAT) es un ensayo que cuantifica la capacidad de generar trombina in vitro en presencia de un calibrador de trombina. Nos planteamos poner a punto y desarrollar un ensayo de generación de trombina modificado, con la finalidad de hacerlo sensible a las variaciones en la concentración plasmática de nuevos cofactores de la vía de la PC, y que podrían estar asociados con el riesgo trombótico. Métodos: Incubamos durante 15 min 60 µl de plasma de 251 pacientes con tromboembolismo venoso (TEV) y 303 controles, con 20 µl de tampón o una mezcla de PC activada (APC) 5nM + proteína S (PS) 50 nM. Iniciamos el ensayo CAT tras adición de 20 µl de factor tisular 4 pM, 20 µl de sustrato fluorogénico y CaCl2, sin adición de fosfolípidos. Analizamos 5 parámetros: tiempo de latencia (TL), potencial endógeno de trombina (ETP), altura del pico (PK), tiempo hasta el pico (TTPK) y velocidad inicial (V0). Los resultados se analizaron empleando Thrombinoscope V.5.0. Resultados: Las curvas de generación de trombina mostraron mayores PK (P<0,001), ETP (P=0,0048) y V0 (P<0,001) en pacientes que en controles. La adición de APC y PS prolongó el TL y TTPK (P<0,001), y descendió tanto ETP, como PK y V0 en pacientes frente a controles (P<0,001). Sin embargo, el descenso en TL y en TTPK fue mayor en los controles que en los pacientes (P<0,001). Para estos parámetros identificamos que entre un 9-3% de los controles y un 5-1% de los pacientes no respondieron al efecto de la adición de APC+PS, tomando como punto de corte la media-1,5 DS (P<0,001), mientras que entre un 2-1% de los controles y un 4-2% de los pacientes respondieron al efecto de la adición de APC+PS por encima de la media+1.5 DS (P<0,001). Siendo estos los individuos candidatos para analizar nuevos cofactores (Figuras 1 y 2). Conclusiones: Estos resultados sugieren que la presente modificación del ensayo puede ser de utilidad para identificar individuos Figura 2. Distribución de la diferencia del TTPK con tampón menos TTPK con la mezcla APC+PS en pacientes y controles. con un mayor riesgo de trombosis, así como para la identificación de nuevos cofactores moduladores de la vía anticoagulante de la PC en plasma. Financiación: ISCIII (PI12/00027), FEDER y Red RIC (RD12/0042/0029), Consellería de Educación, Generalitat Valenciana (ACIF/2013/137 y Prometeo 2011/027), SETH. SN es investigadora postdoctoral del IIS La Fe. PM es investigadora Miguel Servet (FIS-CP09/00065). Los autores contribuyeron equitativamente en la realización del estudio. CO-136 Purificación, identificación y caracterización computacional y funcional de ARN diana de antitrombina Luengo Gil G.1, Miñano A.1, Bohdan N.1, Vicente V.1, Corral J.1, Martínez-Martínez I.1 1 Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital General Universitario Morales Meseguer y Centro Regional de Hemodonación. IMIB Universidad de Murcia. Murcia Introducción: El ARN es capaz de interaccionar con proteínas de forma secuencia-específica, generalmente por interacción electrostática. Nuestro grupo demostró que el ARN de pequeño tamaño (ARNnc) era capaz de interaccionar con el sitio de unión a heparina de la antitrombina (AT) y que esta interacción podría tener efectos biológicos y patológicos. Sin embargo, se desconocen las bases moleculares de la interacción ARN-AT. Los objetivos del estudio fueron purificar, identificar y caracterizar los ARN con afinidad por AT. Métodos: Lisamos células EA.hy926 y purificamos ARNnc utilizando mirPremier (Sigma-Aldrich). Mediante cromatografía de afinidad (FPLC y columna de níquel acoplada con AT por una cola de histidinas insertada en su extremo C-terminal), extensivos Figura 1. Distribución de la diferencia del LT con tampón menos LT con la mezcla APC+PS en pacientes y controles. 134 Comunicaciones Orales CHA2DS2-VASc (añade un punto por la presencia de enfermedad vascular, edad entre 65-74 y sexo femenino, y dobla la puntuación de la edad superior a 75 años) la aceptada para la indicación de tromboprofilaxis, según recomendación de la guía de manejo de la FA de la Sociedad Europea de Cardiología. Se ha demostrado que una concentración plasmática elevada de la fracción N-terminal del péptido natriurético cerebral (NT-proBNP) es un importante marcador de morbimortalidad en pacientes con insuficiencia cardiaca y recientemente también de la población general. El objetivo de nuestro trabajo fue estudiar el valor pronóstico del NT-pro-BNP en una serie consecutiva de pacientes con fibrilación auricular no valvular (FANV) en tratamiento anticoagulante oral. Métodos: incluimos 1172 pacientes (49% varones, mediana edad 76 años) con FANV en tratamiento anticoagulante oral con INR en rango terapéutico los 6 meses previos a la inclusión en el estudio y adicionalmente estables clínicamente. Medimos los valores de NT-proBNP mediante electroquimioluminiscencia. Los pacientes fueron seguidos durante más de 2 años y se registraron los eventos adversos (eventos tromboembólicos, sangrado y mortalidad). Se calculó el punto de corte óptimo para cada evento adverso usando curvas ROC. Resultados: la mediana (rango intercuartílico) de NT-proBNP fue 610 (318-1037) pg/mL. La mediana de seguimiento fue de 1007 (806-1279) días. En el análisis multivariado (Regresión de Cox, ajustando por escala CHA2DS2-VASc) los valores elevados de NT-proBNP se asociaron significativamente al riesgo de ictus (HR, HR 2.71, 1.54-4.75; p=0.001) y al end-point combinado de eventos cardiovasculares (HR 1.85, 1.12-3.04; p=0.016) así como a la mortalidad (1.66, 1.16-2.37; p=0.006). No se asoció al sangrado (p=0.637). Atendiendo a la capacidad de reclasificación del parámetro estudiado, (analizada mediante el índice de discriminación, IDI), la concentración elevada de NT-proBNP mejora la capacidad predictiva de CHA2DS2-VASC para el ictus (IDI relativo 2.8%; p=0.001) y para la mortalidad asociada (IDI relativo, 1.8%; p=0.001). Conclusión: en una población de pacientes con FANV, el NT-proBNP proporciona una información pronóstica complementaria y adicional a la escala clínica establecida (CHA2DS2-VASc) para la predicción de ictus y mortalidad, lo que sugiere que este biomarcador puede ser usado para reestratificar clínicamente a los pacientes con FANV. Financiación: ISCIII y FEDER (P11/1256). lavados, y elución con 3M NaCl, obtuvimos el ARN que se unía a AT. El ARN eluído se concentró y dializó (Amicon Ultra MWCO 3kDa) y se secuenció empleando small RNA-seq (LC-Sciences). Las secuencias obtenidas se identificaron con mirTools 2.0. El alineamiento múltiple se realizó con ClustalW y el análisis de componentes principales (PCA) se realizó con Jalview, para búsqueda de homologías e identificar posibles secuencias consenso. La molécula con mayor representación que contenía dicha secuencia consenso se sintetizó en dos tipos de ácidos nucleicos: ARN y ADN (Dharmacon Inc). Como control sintetizamos un ARN con secuencia aleatoria que no guarda relación con la secuencia consenso. Se estudió la capacidad de unión a AT de estas moléculas por docking estructural (UCSF Chimera/Rosetta/PathDock) y funcionalmente evaluando la actividad anti-FII y FXa de la AT en presencia de estas moléculas y de heparina. Resultados: Obtuvimos 898 secuencias únicas (2.256.096 lecturas, rango de expresión 165-178.609) de 16 a 32 nucleótidos pertenecientes a diferentes familias de ARN. El análisis PCA demostró que existen al menos tres grupos de secuencias, dos homogéneos y un tercero de gran heterogeneidad. Identificamos una secuencia consenso con 11 bases conservadas. El estudio estructural sugiere que la secuencia seleccionada se une al sitio de unión a heparina. Experimentalmente validamos la unión específica de este ARN a la AT y su efecto funcional, pues activa a la AT como la heparina. La secuencia de ADN o el ARN control no activan a la AT. Conclusiones: Un número elevado y heterogéneo de ARNnc son capaces de unirse a la AT. La unión parece ser secuencia específica y tiene efectos funcionales relevantes. El estudio computacional podría ayudar a sentar las bases moleculares que permitan el diseño racional de fármacos antídoto de heparinas o pentasacáridos y de nuevos anticoagulantes eficaces y económicos basados en ARN. Financiación: PI12/00657, RD12/0042/0050 (ISCIII&FEDER). CO-137 La utilidad del fragmento N-terminal del proBNP en la predicción del ictus y mortalidad en pacientes con fibrilación auricular no valvular en tratamiento anticoagulante oral Roldán V.1, Marín F.2, Vilchez J.A.2, Manzano-Ernández S.2, Jover E.2, Galvez J.1, Puche C.M.2, Valdés M.2, Vicente V.1 CO-138 Papel de los microRNA de la grasa epicárdica en la muerte súbita por cardiopatía isquémica. Su relación con la dislipemia y la esteatohepatitis Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital General Universitario Morales Meseguer. IMIB Universidad de Murcia. Murcia. 2Servicio de Cardiología. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca. IMIB Universidad de Murcia. Murcia. 1 Introducción: La anticoagulación oral (ACO) es muy eficaz en la reducción del riesgo tromboembólico en la fibrilación auricular (FA) así como en la mortalidad asociada. Para ayudar a la toma decisiones respecto a la tromboprofilaxis de estos pacientes, se han desarrollado varios esquemas de estratificación del riesgo utilizando factores de riesgo clínicos. Actualmente, es la escala Braza-Boils A.1, Marí-Alexandre J.1, Molina P.2, Domingo D.3, Sancho J.2, Abellán Y.2, Olcina M.1, Arnau M.A.4, Giner J.2, Estellés A.1, Zorio E.4 Instituto de Investigación Sanitaria La Fe. Valencia. 2Instituto de Medicina Legal. Valencia. 3Servicio Cardiología. Instituto de Investigación Sanitaria La Fe. Valencia. 4Servicio Cardiología. Hospital La Fe. Valencia 1 135 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Fundamentos: La cardiopatía isquémica (CI) es la primera causa de muerte súbita cardiaca (MSC). Se ha descrito recientemente el papel de la grasa epicárdica como un factor de riesgo cardiovascular. Se han relacionado los miRNAs con el metabolismo lipídico, la adipogénesis y la esteatohepatitis. A día de hoy, no se han publicado estudios que evalúen el papel de los miRNAs en grasa epicárdica y su relación con la enfermedad coronaria. Objetivo: el presente estudio quiere caracterizar los perfiles de expresión de miRNAs en la grasa epicárdica adyacente a la arteria coronaria (con o sin placa aterosclerótica) con el fin de relacionar el perfil de miRNAs con la generación de aterosclerosis y la desestabilización de la placa que pudiera causar la muerte súbita cardiaca por cardiopatía isquémica (MSC-CI). Métodos: Se han estudiado 41 fallecidos por MSC-CI y 15 fallecidos por muerte súbita por causas no cardiacas (MSC-no-C). Los arrays de expresión de miRNAs se realizaron en grasa epicárdica contigua a arteria coronaria con placa y sin placa en controles. Para validar los resultados de los arrays se cuantificaron 5 miRNAs por qRT-PCR y se cuantificó el miR-34a-5p en el hígado de estos fallecidos. Resultados: El estudio de los componentes principales del array (PCA) indicó que los perfiles de expresión de miRNA eran diferentes en la grasa epicárdica de arterias coronarias comparadas con arterias coronarias sin placa de controles. 35 miRNAs estaban diferentemente expresados (p<0.05, 1,5 veces de cambio) (17 sobre y 18 infra-expresados). El estudio “in silico” permitió seleccionar 5 miRNAs relacionados con la aterosclerosis (miR34a-3p, -34a-5p, -124-3p, -125a-5p, y -628-5p). Los niveles de los miR-34a-3p y 34a-5p estaban aumentados (p<0.05) en la grasa epicárdica contigua a las coronarias con placa en comparación con la grasa de las coronarias de los controles. Se observó correlación entre los niveles del miR-34a-5p en grasa epicárdica y en hígado de sujetos fallecidos por MSC-no-C. Por otra parte, se observó un descenso del miR-628-5p en la grasa de coronaria con placa comparado con la grasa de coronaria sin placa del mismo sujeto. Conclusión: Este es el primer estudio que describe el perfil de expresión de miRNAs en grasa epicárdica en fallecidos por muerte súbita cardiaca de origen isquémico. El aumento en los niveles del miR-34a parece tener relación con la arteriosclerosis en la coronaria adyacente. Se precisan más estudios para elucidar el papel del miR-34a en la enfermedad coronaria. Financiación: ISCIII - FEDER (PI011/00091; FI12/00012), RIC (RD12/0042/0029), IIS La Fe, Prometeo 2011/027, Contrato Sara Borrell CD13/0005. González-Sarmiento R.4, González-Porras J.R.1, Blasco M.3 Servicios de 1Hematología y de 2Cardiología. IBSAL Hospital Universitario. Salamanca. 3Grupo de Telómeros y Telomerasa. Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. Madrid. 4Departamento de Medicina. IBSAL, IBMCC. CIC Universidad de Salamanca-CSIC. Salamanca Fundamentos y objetivos: Estudios de casos-control han demostrado que el acortamiento de los telómeros, evaluado mediante tecnología PCR, puede ser un factor de predisposición a desarrollar arteriosclerosis. Sin embargo, la asociación entre acortamiento leucocitario telomérico y eventos cardiovasculares no ha sido claramente confirmada en los estudios prospectivos, probablemente, entre otras cosas, por la utilización de técnicas diagnósticas poco precisas. La evaluación de la longitud telomérica mediante highthroughput QFISH (HT QFISH) ha demostrado ser una técnica precisa, automatizada y menos costosa que la evaluación mediante PCR. Nuestros objetivos fueron: a) conocer la longitud telomérica mediante HT QFISH de los pacientes con síndrome coronario agudo (SCA) y compararlo a un grupo control; b) determinar prospectivamente el papel pronóstico del acortamiento telomérico leucocitario en pacientes con SCA. Pacientes y métodos: Estudio de casos-control constituido por 198 pacientes con SCA (edad media = 70 años) y 109 sujetos sanos (edad media = 69 años). El SCA a su vez fue divido en SCA con elevación del segmento ST (SCACEST, n=99) o sin elevación del ST (SCASEST, n=99). La revascularización mediante ACTP fue realizada en el 85,5% de los casos. Analizamos de manera prospectiva el impacto de la longitud telomérica leucocitaria en la aparición de eventos cardiovasculares en los casos. Definimos evento a la aparición de un nuevo SCA, ictus, revascularización tras el alta hospitalaria, ingreso por insuficiencia cardiaca o muerte. Resultados: Como era de esperar la presencia de diabetes, dislipemia y tabaco fue más frecuente en los casos que en controles CO-139 El acortamiento telomérico leucocitario evaluado mediante High Throughput-QFISH se asocia al síndrome coronario agudo y es predictor de mortalidad cardiovascular Bastida J.M.1, Gallardo M.3, Pérez-Rivera J.A.2, Durán-Bobin O.2, Lugo-Godoy C.2, Martín-Herrero F.2, Pabón P.2, Alberca I.1, Figura 1. Supervivencia global (SG) según los terciles de longitud telomérica leucocitaria. 136 Comunicaciones Orales menores niveles solo para los receptores de epinefrina y de trombina, quedando por aclarar los mecanismos que subyacen a la hiporreactividad plaquetaria neonatal de otros agonistas fisiológicos. Todos los agonistas plaquetarios, salvo colágeno, inducen activación uniéndose a receptores específicos acoplados a proteínas G. Las proteínas G son complejos heterotriméricos (subunidades Ga, Gb, Gg), siendo la subunidad Ga la que determina las propiedades del heterotrímero. En plaquetas, las proteínas Gaq son intermediarios de la traducción de señal para los receptores de TxA2, trombina y ADP (P2Y1); Gai2 y Gaz para los de ADP (P2Y12) y epinefrina, respectivamente; y Gas y Gai2 para los receptores de prostaciclina. En modelos murinos la ablación de Gai2 y Gaz genera agregación reducida en respuesta a ADP y epinefrina, respectivamente, y el ratón Gaq-/- muestra tendencia a la hemorragia y ausencia de agregación. Objetivo: Comparar la expresión de proteínas G entre plaquetas neonatales y de adulto, dado que se desconoce su potencial implicación en la hiporreactividad plaquetaria neonatal. Métodos: Plaquetas leucodeplecionadas (PLD) mediante filtración e inmunoselección (anti-CD45+) fueron obtenidas de PRP de sangre de cordón umbilical y de sangre periférica de adultos (N=12/grupo). El ARN total de las PLD fue aislado mediante TRIzol®. La ausencia de contaminación leucocitaria fue evaluada por qRT-PCR (CD45). Se cuantificaron los niveles de ARNm y de proteína de Gaq, Gai2, Gas y Gaz mediante qRT-PCR y western blot, respectivamente. Resultados: Respecto a plaquetas de adulto, las plaquetas neonatales mostraron niveles inferiores de ARNm de Gaq (40%, p<0.05) y Gaz, (60%, p<0.01) y superiores para ARNm de Gas (40%, p<0.01) y Gai2 (70%, p<0.01). En concordancia, en lisados de plaquetas neonatales, vs. adulto, detectamos menos Gaq y Gaz (20 y 30%) y más Gas y Gai2 (30 y 25%), siendo las diferencias significativas (p<0.05) para Gaz y Gas. La infra-expresión de Gaq en plaquetas neonatales podría contribuir a su respuesta deficiente a TxA2, ADP o trombina. Dado que Gas aumenta y Gai2 inhibe la síntesis de AMPc, potente regulador de la reactividad plaquetaria, el aumento simultáneo en los niveles de ambas podría constituir un mecanismo mutuamente compensatorio. La menor expresión de Gaz unida a la menor expresión de receptores adrenérgicos a2A en plaquetas neonatales justificaría la pobre respuesta de éstas a la epinefrina. Conclusión: Nuestros resultados muestran que las plaquetas neonatales presentan, respecto a las de adulto, diferencias en la expresión de proteínas G, las cuales podrían contribuir a explicar las diferencias en la reactividad plaquetaria entre neonatos y adultos. Financiación: ISCIII y FEDER (PI11/00566 y RIC RD12/0042/0050). (p < 0.001 para todos ellos). Los pacientes con SCA presentaron una longitud telomérica más corta que los controles (6.69 kb vs. 7.84 kb, p < 0.001). La mediana de seguimiento del estudio prospectivo fue de 11 meses (2-16). El evento combinado precoz (durante la hospitalización por el SCA) ocurrió en 25 pacientes (21 pacientes murieron). Durante el seguimiento, 20 pacientes sufrieron un evento (10 muertes). La mortalidad cardiovascular aumentaba conforme disminuían los terciles de longitud telomérica, de forma que la probabilidad de muerte fue significativamente mayor en los pacientes del tercil 1 (< 5.86 kb) que en los del tercil 2 (Figura 1). El análisis multivariante mostró, tras ajustar por otras covariables (edad, diabetes, revascularización coronaria y presencia de insuficiencia cardiaca al ingreso), como la longitud telomérica leucocitaria se mantenía como un predictor independiente para la mortalidad cardiovascular: HR 2.89 (IC 95% 1.03 - 8.13; p=0.04). Conclusiones: El acortamiento de los telómeros medido mediante HISF-Q se asocia al SCA y puede constituir un factor de riesgo cardiovascular emergente. Tras un episodio de SCA, el acortamiento telomérico leucocitario se asocia a un incremento de la mortalidad. Estos pacientes se pueden identificar fácilmente mediante una técnica automatizada, y podrían beneficiarse de una terapia antitrombótica más agresiva y/o selectiva. Financiación: Gerencia Regional de Salud de Castilla y León (GRS 614/A/11). Plaquetas/biología vascular CO-140 La expresión diferencial de proteínas G contribuye a la distinta reactividad de las plaquetas de neonato y de adulto a diferentes agonistas Caparrós-Pérez E.1, Teruel-Montoya R.1, Delgado J.L.2, Torregrosa J.M.1, Blanco E.2, Vicente V.1, Rivera J.1, Martínez C.1, Ferrer-Marín F.1 Unidad de Hematología y Oncología Médica. Hospital General Universitario Morales Meseguer. Centro Regional de Hemodonación. IMIB Universidad de Murcia. 2Unidad de Medicina Materno-Fetal. Servicio de Ginecología y Obstetricia. Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca. IMIB. Murcia 1 CO-141 Las rutas implicadas en el metabolismo proteico están diferencialmente expresadas entre plaquetas de neonato y de adulto Introducción: Desde hace décadas se sabe que las plaquetas neonatales son hiporreactivas a la mayoría de agonistas plaquetarios (ADP, trombina, tromboxano A2 [TxA2], epinefrina, colágeno, etc.); sin embargo, los mecanismos moleculares implicados no se conocen del todo. El estudio de los receptores de membrana de los agonistas plaquetarios ha mostrado, en plaquetas neonatales, Caparrós-Pérez E.1, Teruel-Montoya R.1, Delgado JL.2, Llanos MC.2, Torregrosa J.M.1, Rivera J.1, Vicente V.1, Martínez C.1, Ferrer-Marín F.1 137 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia teica cambia en respuesta a la activación plaquetaria y también con el género o la senectud. Nuestros datos muestran que las 5 rutas de expresión más distintas entre plaquetas de neonato y de adulto son aquellas involucradas en maduración de pre-ARNm y síntesis/ degradación de proteínas. Las plaquetas neonatales podrían tener, a la luz de estos resultados, un metabolismo proteico exacerbado. Futuros estudios podrán evaluar la(s) causa(s) de estas diferencias, si son o no reflejo de lo que ocurre a nivel del megacariocito neonatal y su potencial implicación en la reactividad plaquetaria. Financiación: ISCIII y FEDER (PI11/00566 y RIC RD12/0042/0050). 1 Unidad de Hematología y Oncología Médica. Hospital General Universitario Morales Meseguer. Centro Regional de Hemodonación. IMIB Universidad de Murcia. Murcia. 2Unidad de Medicina Materno-Fetal. Servicio de Ginecología y Obstetricia. Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca. IMIB. Murcia Introducción: Las plaquetas son esenciales para el mantenimiento de la hemostasia y una reactividad plaquetaria alterada contribuye al desarrollo de situaciones patológicas tales como hemorragias o trombosis. Existen variaciones inter-individuales en reactividad plaquetaria entre la población adulta sana, cuya base molecular y mecanismos genéticos responsables están pobremente caracterizados. Dada la conocida hiporreactividad de las plaquetas neonatales a la mayoría de agonistas fisiológicos, el estudio comparado de la expresión génica en plaquetas de neonato y plaquetas de adulto podría ayudar a desvelar los mecanismos moleculares que influencian la reactividad plaquetaria. Objetivo: Estudiar in silico las diferencias en la expresión génica entre plaquetas neonatales y de adulto. Métodos: Plaquetas leucodeplecionadas mediante filtración y separación celular magnética con anti-CD45+ fueron obtenidas de PRP procedente de sangre de cordón umbilical (CU) o sangre periférica de adultos (A). La extracción de ARN se realizó con TRIzol®. A partir de 6 CU y 6 A obtuvimos 2 muestras pool/grupo, con las que realizamos un array de expresión génica (HG-U133 Plus 2.0). El análisis estadístico de los datos del array fue realizado mediante el software Partek Genomics Suite. Resultados: Encontramos 500 genes con diferente expresión (1.5 < fold change < -1.5 y p<0.05), 110 infra-expresados y 390 sobre-expresados en plaquetas de neonato frente a adulto. Al agrupar estos genes por rutas moleculares, encontramos 12 de ellas significativamente enriquecidas en genes sobre-expresados en neonatos. Las 5 rutas con mayores diferencias corresponden a vías implicadas en el metabolismo proteico: genes que codifican proteínas ribosomales, genes implicados en el transporte de ARN, componentes del espliceosoma (maduración de pre-ARNm) y finalmente la vía ubiquitina/proteasoma (una de las vías principales de degradación de proteínas en plaquetas) (Tabla 1). Conclusión: Desde hace más de 40 años se sabe que las plaquetas son capaces de biosintetizar proteínas. El megacariocito precursor dota a la plaqueta de pre-ARNm y ARNm y de la maquinaria necesaria para madurarlos y traducirlos de forma regulada. Numerosos estudios han demostrado que el patrón de síntesis pro- CO-142 El medio urémico induce cambios en la expresión de genes relacionados con inflamación y aterotrombosis Martín-Rodríguez S.1, Vera M.2, Cases A.2, Escolar G.1, Díaz-Ricart M.1 1 Servicio de Hemoterapia y Hemostasia. Hospital Clínic. Barcelona. Centro de Diagnóstico Biomédico. Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer. Universidad de Barcelona. Barcelona. 2Servicio de Nefrología. Hospital Clínic. Barcelona. Centro de Diagnóstico Biomédico. Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer. Universidad de Barcelona. Barcelona Fundamentos y objetivos: La insuficiencia renal crónica (IRC) es un ejemplo de patología de etiología multifactorial, en la que se asocia un componente epigenético. Existe un riesgo elevado de aterotrombosis en pacientes con IRC, relacionado con el desarrollo de inflamación, estrés oxidativo y disfunción endotelial. Material y métodos: Utilizamos un modelo de disfunción endotelial in vitro mediante la incubación de células endoteliales con medio suplementado con suero de pacientes urémicos. Investigamos cambios en la expresión génica mediante la utilización de arrays específicos de genes relacionados con aterosclerosis e inflamación (rt2 Profiler PCR Array Systems; SAbiosciences). Los genes expresados diferencialmente fueron recomprobados por RT-PCR, utilizando primers diseñados específicamente, y las proteínas mediante western-blot. Tabla 1. Nombre vía p-valor (Enriquecimiento) % genes de la vía detectados en array N.º genes de la vía detectados en array N.º genes en vía Sobre-expresados en plaqueta neonatal Infra-expresados en plaqueta neonatal Ribosoma 5,81E-07 32,58 43 31 1 Transporte de ARN 9,27E-05 26,99 44 35 4 Espliceosoma 2,11E-03 25,38 33 27 0 Proteasoma 5,00E-03 31,82 14 9 0 Proteolisis mediada por ubiquitinación 2,28E-02 22,22 30 22 8 138 Comunicaciones Orales Resultados: Observamos cambios en la expresión de genes relacionados con aterotrombosis (KLF2), proliferación (PDGFA, PDFGB), fibrinólisis (SERPINE1), angiogénesis (PPARD) e inflamación (CCL2, VCAM1 y NFκB). Mediante RT-PCR, observamos un aumento muy significativo en la expresión génica de VCAM1 y CCL2, un incremento moderado de NFκB, PDFGA y KLF2, y un aumento más tardío de PDFGB. La expresión proteica de VCAM1, NFκB y KLF2 confirmó los resultados de expresión génica (Tabla 1). Conclusiones: El endotelio expuesto de forma mantenida a los componentes tóxicos del medio urémico experimenta una desregulación en la expresión de genes relacionados con inflamación y aterosclerosis, alterándose hacia un fenotipo proinflamatorio. Incrementos en la expresión de KLF2, que actúa como protector frente a la aterotrombosis, indica una reacción de la CE frente a la agresión que supone la condición urémica. Estos cambios en la expresión génica podrían estar involucrados en el desarrollo de las complicaciones cardiovasculares secundarias a la Insuficiencia renal crónica. Financiación: FIS-PI13/00517, SAF2011-28214 y RETIC-FEDER-RIC RD12/0042/0016 del Gobierno Español. de ROS respecto a la situación control. La presencia de flavonoides no previno cambios ni en la expresión de ICAM-1 ni en la generación de ROS, mientras que el pretratamiento con Ebselen, EUK118 y EUK134 resultó en una disminución significativa de ambos parámetros. La activación de p38MAPK fue inhibida por el flavonoide quercetina y los antioxidantes EUK134, EUK118 y Ebselen. Solo el antioxidante EUK134 redujo significativamente la activación de NFκB. Conclusiones: El modelo de disfunción endotelial en la IRC es válido para el ensayo de nuevas estrategias preventivas y terapéuticas. Los resultados obtenidos indican que las sustancias antioxidantes químicamente sintetizadas evaluadas presentan no solo un efecto antioxidante claro sino también un efecto anti-inflamatorio, mientras que solo uno de los flavonoides mostró un efecto anti-inflamatorio en las condiciones estudiadas. Este estudio pone de manifiesto la eficacia in vitro de las moléculas Ebselen, EUK118 y EUK134 en la prevención del desarrollo y progresión de la disfunción endotelial. Financiación: FIS-PI13/00517, SAF2011-28214, y RETICFEDER-RIC RD12/0042/0016 del Gobierno Español. CO-144 El líquido peritoneal disregula el perfil de expresión de microRNA y los parámetros angiogénicos y fibrinolíticos en cultivos de células endometriales de mujeres con endometriosis CO-143 Protección del endotelio en la uremia con sustancias nutricéuticas y antioxidantes Martín-Rodríguez S.1, Vera M.2, Cases A.2, Rivera J.3, Escolar G.1, Díaz-Ricart M.1 Servicio de 1Hemoterapia y Hemostasia y de 2Servicio de Nefrología. Hospital Clínic. Barcelona. Centro de Diagnóstico Biomédico. Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer. Universidad de Barcelona. Barcelona. 3Servicio de Hematología. Hospital General Universitario Morales Meseguer y Centro Regional de Hemodonación. Murcia Marí-Alexandre J.1, Gilabert-Estellés J.2, Sánchez-Izquierdo D.1, Juan Gilabert3, Estellés A.1, Braza-Boïls A.1 Instituto de Investigación Sanitaria La Fe. Valencia. 2Hospital General Universitario. Valencia. 3Hospital Arnau de Vilanova. Valencia 1 Fundamentos y objetivos: Existe disfunción endotelial en la insuficiencia renal crónica (IRC), con un fenotipo inflamatorio, protrombótico y de estrés oxidativo, que conlleva un riesgo aterotrombótico acelerado. Hemos evaluado el posible efecto protector de distintas sustancias anti-inflamatorias y antioxidantes en células endoteliales (CE) expuestas a medio urémico. Material y métodos: CE fueron incubadas con los flavonoides apigenina, genisteína y quercetina, y los antioxidantes químicamente sintetizados Ebselen, EUK-134 y EUK-118 y posteriormente expuestas a medio de cultivo suplementado con suero procedente de pacientes urémicos. Las concentraciones óptimas fueron determinadas mediante estudios de viabilidad (MTT). Cambios en la expresión del receptor de adhesión ICAM-1 y en la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS) fueron explorados mediante inmunofluorescencia. La activación de proteínas relacionadas con la inflamación, p38 MAPK y NFkappaB (NF?B), fue evaluada mediante ELISA. Resultados: La exposición de CE a los medios urémicos produjo un incremento significativo en la expresión de ICAM1 en la superficie celular, la activación de p38 y NFκB y la generación Fundamento: La endometriosis se caracteriza por la presencia de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina y están implicados los sistemas angiogénico y fibrinolítico, pudiendo contribuir a su desarrollo tanto factores peritoneales como endometriales. Nuestra hipótesis es que el líquido peritoneal (LP) de pacientes puede modificar la expresión de miRNA que regulan la angiogénesis y proteólisis y contribuir al desarrollo de la endometriosis. Objetivo: evaluar la influencia del LP de pacientes en el perfil de expresión de miRNAs y algunos parámetros angiogénicos y fibrinolíticos en cultivos de células endometriales y endometriósicas. Métodos: Los cultivos se trataron con LP de pacientes o de controles. Los arrays de expresión de los miRNAs se realizaron en la plataforma Affymetrix. Para validar los resultados de los arrays se cuantificaron los miRNAs por qRT-PCR, y los niveles proteicos y mRNA de VEGF-A, TSP-1, uPA y PAI-1 por ELISA y qRT-PCR, respectivamente. Resultados: El Análisis de Componentes Principales indicó que el LP patológico indujo una modificación del perfil de miRNA: 82 miRNAs se expresaron diferentemente (p<0.05) (72 infra y 10 sobreexpresados) en cultivo de células endometriales de pacientes 139 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia la secuencia de unión de los miRNA deleccionada junto con los mimics o el scrambled mimic en la línea celular HCT116-Dicer KO. El RNA total se extrajo de las células de cultivo y los niveles de mRNA y proteína de VEGFA se cuantificaron por qRT-PCR e inmunotransferencia o ELISA, respectivamente. Resultados: En las células EA.hy926, la transfección de miR16, 29c y 424 indujo una reducción de la expresión proteica del VEGF-A del 76%, 75% y 82% respectivamente. Cuando se realizaron las mismas transfecciones en los cultivos de células endometriales se observó una reducción de la expresión del VEGF-A del 87%, 90% y 90% en los cultivos de células procedentes de controles y del 96%, 79% y 78% en las células procedentes de endometrio de pacientes. Sin embargo, los niveles de mRNA de VEGFA no se modificaron significativamente. Los resultados de los ensayos demostraron que miR-29c se unía de forma específica al 3’UTR de VEGFA. Conclusión: Los estudios funcionales indican que miR-16, 29c y 424 regulan la traducción de VEGF-A no solo en la línea celular EA.hy926 sino en cultivos primarios de células endometriales de mujeres con o sin endometriosis. Estos resultados abren nuevas estrategias terapéuticas en el tratamiento de la endometriosis a través de la regulación de los miRNA. Financiación: ISCIII y FEDER (PI11/00566, PI011/00091 y FI12/00012), RIC (RD12/0042/0029 y RD12/0042/0050), IIS La Fe 2011-211, Prometeo 2011/027, Contrato Sara Borrell CD13/0005. comparado con cultivo de células del mismo paciente sin exposición a LP. Después del estudio “in silico” de las dianas de los miRNAs diferentemente expresados seleccionamos 10 miRNAS relacionados con angiogénesis o fibrinólisis (miR-17-5p, -20a-5p, -21-5p, -29c-3p, -106b-5p, -130a-3p,-185-5p, -195-5p, -149-5p, -424-5p). El LP patológico indujo una reducción significativa de los miRNAs en los cultivos primarios. Por otra parte, ambos LP aumentaron significativamente los niveles proteicos de VEGF-A, uPA y PAI-1 sin aumento significativo de los niveles de mRNA. Las mayores diferencias se observaron en los cultivos de células endometriales y endometriósicas de las pacientes tratados con LP patológico. También se observó una correlación inversa y significativa entre los cambios en los niveles proteicos de VEGF-A y miR-17-5p (r=-0,739, P=0,001) y miR-20a (r=-0,676, P=0,001) en cultivos de células endometriósicas, tras el tratamiento con LP. Conclusión: Este estudio indica que el líquido peritoneal de mujeres con endometriosis modula la expresión de miRNAs que podría contribuir al desequilibrio angiogénico y fibrinolítico observado en esta enfermedad. Financiación: ISCIII - FEDER (PI011/00091;FI12/00012), RIC (RD12/0042/0029), IIS La Fe, Prometeo 2011/027, Contrato Sara Borrell CD13/0005. CO-145 La traducción de VEGF-A es regulada por los microRNA 16, 29C Y 424 en células endometriales de mujeres con endometriosis CO-146 Identificación de la GPVI como diana de interacción de una aglutinina fría de tipo IgM: mecanismo de activación plaquetaria Braza-Boils A. , Saloum-Asfar S. , Marí-Alexandre J. , Arroyo A.B.2, González-Conejero R.2, Vicente V.2, Estellés A.1, Gilabert-Estellés J.3, Martínez C.2 1 2 1 Instituto de Investigación Sanitaria La Fe. Valencia. 2Centro Regional de Hemodonación. Murcia. 3Hospital General Universitario. Valencia 1 Sánchez-Guiu M.I.1, Martínez-Martínez I.1, Plaza E.1, Navarro-Fernández J.1, Martínez C.1, García-Candel F.2, Roldán V.1, Ferrer-Marín F.1, Vicente V.1, Lozano M.L.1, Watson S.P.3, Gardiner E.E.4, Rivera J.1 Fundamentos: La endometriosis es una de las enfermedades ginecológicas más prevalentes. Se caracteriza por la presencia de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina. El tejido ectópico tiene la capacidad de invadir y proliferar dentro de la cavidad abdominal. Nuestro grupo de trabajo ha descrito alteraciones de la angiogénesis, fibrinólisis y del perfil de expresión de miRNA en tejidos endometriales y endometriósicos y en líquido peritoneal de mujeres con endometriosis. Dentro de los miRNA desregulados se encuentran los miR-16, 424 y 29c. Objetivo: investigar la regulación de VEGF-A por miR-16, 29c y 424 en cultivos primarios de células estromales endometriales de mujeres con y sin endometriosis. Métodos: Para realizar los experimentos funcionales se utilizaron cultivos procedentes de endometrio de pacientes con endometriosis (n=4), de controles sanos (n=4) y la línea celular EA.hy926. Las transfecciones con miRNA se llevaron a cabo por triplicado, utilizando precursores (mimics) de miR-16, 29c y 424 y un mimic scrambled como control negativo. Los ensayos de luciferasa se realizaron cotransfectando el fragmento de la región 3’ no codificante (3’UTR) de VEGFA o el mismo fragmento con 1 Centro Regional de Hemodonación. Hospital General Universitario Morales Meseguer. IMIB Universidad de Murcia. Murcia. 2Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia. 3Birmingham Platelet Group. College of Medical and Dental Sciences. University of Birmingham. Reino Unido. 4Australian Centre for Blood Diseases. Monash University Melbourne. Australia La pseudotrombocitopenia, presente en 0,15% de los hemogramas, suele deberse a aglutininas plaquetarias frías (APF) temperatura y EDTA dependientes, y es considerada un proceso irrelevante clínicamente e inerte para las plaquetas. Previamente, comunicamos una paciente con trombocitopenia crónica (˜100x109/L), con una APF de tipo IgM que causa activación-agregación plaquetaria ex vivo, dependiente de temperatura e independiente de EDTA. Este estudio pretende caracterizar el mecanismo de acción y la diana de esta rara APF. Para ello, incubamos plaquetas alogénicas (PRP de voluntarios o muestras de concentrados de plaquetas) con plasma/suero de la proposita, en ausencia o presencia de distintos inhibidores plaque- 140 Comunicaciones Orales tarios, aspirina, apirasa, cangrelor, PRT318, dasatinib, y anticuerpo IV.3, y medimos el recuento plaquetario y la activación plaquetaria por citometría de flujo (CF)(CD62 y/o CD63). Tan solo PRT318 y dasatinib (inhibidores de Syk y Src kinasas, respectivamente), bloquearon la caída del recuento y la activación inducida con suero/plasma de la paciente. Syk y Src son claves en la señalización de FcgRIIa, Clec-2 y GPVI. La falta de efecto del anticuerpo IV.3, que descarta a FcgRIIa, y la poco conocida función de Clec-2 en plaquetas, nos llevó a proponer GPVI, receptor plaquetario de colágeno tipo inmunoglobulina, como la diana de esta APF. Para evaluar la hipótesis, y dado que la hidrólisis de GPVI liberando GPVI soluble (GPVIs) ocurre al activar plaquetas con colágeno u otros agonistas de GPVI, obtuvimos suero y plasma de la paciente y de un control paralelo (pareado en edad, sexo y grupo ABO), y medimos niveles de GPVIs por ELISA. En plasmas de la paciente (citrato, EDTA, y heparina), la concentración de GPVIs fue un 30-50% mayor que en los del control. Sin embargo, GPVIs en suero de la enferma fue un 25% menor vs. control, acorde con la trombocitopenia de la enferma. Por otra parte, sensibilizamos PRP control con suero de la enferma en presencia de una proteína de fusión formada por la fracción soluble de GPVI y del Fc. Esta proteína, que compite por GPVI, inhibió la expresión de CD62 y la unión del anticuerpo PAC-1, en plaquetas tratadas con suero de la paciente o con 1G5, anticuerpo activador de GPVI. Por último, el suero de la paciente no indujo caída del recuento en PRP de una enferma con déficit severo de GPVI, demostrado por CF con 1G5 y ausencia de agregación con convulxina y colágeno. En conclusión, demostramos que la APF tipo IgM de esta paciente con trombocitopenia leve, causa activación plaquetaria interaccionando con GPVI. Esta es la primera identificación de este inmunorreceptor como diana de una AFP. Financiación: ISCIII y FEDER (PI11/00566, PI10/02594 y RIC RD12/0042/0050). respuesta plaquetaria a T, hemos investigado los posibles mecanismos implicados. Métodos: Suspensiones de plaquetas aisladas fueron incubadas con distintas concentraciones de SCIT (0-200 µg/ml) durante 15 min, y activadas con T (0.1U/mL) para evaluar agregación, secreción y liberación de CD63 (citometría), y cambios en las proteínas del citoesqueleto y vías de señalización asociadas a proteínas G (Gα12/13: RhoA, Gαq: PKC y Erk ½, Gβγ: PI3K), mediante SDS-PAGE, western-blot y ELISA. También realizamos estudios de agregación con TRAP, activador exclusivo de PAR1. Resultados: SCIT inhibió la agregación plaquetaria por T y TRAP de forma dosis-dependiente, siendo bloqueada a concentraciones =100 µg/mL. La expresión de CD63 en la superficie de las plaquetas activadas con T disminuyó de forma significativa con SCIT a 20 µg/mL (% eventos positivos: 7.7±1.6 vs. 17.9±5.1), siendo bloqueada a =100 µg/mL. Los estudios de señalización demostraron una afectación general en las vías asociadas a proteínas G. RhoA, implicada en el cambio de forma de la plaqueta y mecanismos de internalización-secreción, se activó en respuesta a T, asociándose a la fracción polimerizada del citoesqueleto. La incubación con concentraciones crecientes de SCIT redujo tanto la activación de RhoA como su translocación. PKC, Erk ½ y p85PI3K siguieron la misma tendencia. Conclusiones: SCIT inhibe la activación y agregación plaquetarias a la T al interferir con vías de señalización asociadas a proteínas G. Los estudios con TRAP sugieren un papel de PAR1 en este proceso. Nuestros resultados podrían estar relacionados con las acciones antitrombóticas atribuidas a los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina y ofrecen una posible estrategia antiplaquetaria basada en estas moléculas. Financiación: FIS-PI13/00517, SAF2011-28214, RETIC-FEDER-RIC RD12/0042/0016 y CIBERSAM CB07/09/0005-G25, del Gobierno Español. Premio Especial Proyecto SETH 2012. CO-147 El inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina escitalopram interfiere con la transducción de señal de la trombina vía proteínas G en plaquetas CO-148 El efecto protrombótico de los eritrocitos está mediado por el tromboxano A2 de origen plaquetario Moscardó Martínez A.1, Valles Giner J.2, Latorre Campos A.M.1, Madrid López I.3, Santos Díaz M.T.3 López-Vilchez I.1, Jerez-Dolz D.1, Díaz-Ricart M.1, Molina P.1, Pino M.1, Sanz V.1, Navarro V.2, Gasto C.2, Escolar G.1 1 Instituto de Investigación Sanitaria, 2Centro de Investigación y 3Unidad de Cuidados Intensivos. Hospital Universitario y Politécnico La Fe. Valencia Servicio de Hemoterapia-Hemostasia. Hospital Clínic. Barcelona. Centro de Diagnóstico Biomédico. Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer. Universidad de Barcelona. Barcelona. 2Instituto Clínic de Neurociencias. Hospital Clínic. Barcelona 1 Introducción: Existe una evidencia creciente del papel de los eritrocitos en la hemostasia y la trombosis, aunque los mecanismos implicados no están bien establecidos. En este sentido, nuestro grupo ha demostrado con anterioridad que los eritrocitos son capaces de incrementar diversos aspectos de la función plaquetaria. Nos planteamos ahora dos objetivos: 1) estudiar el papel de diversos receptores en el diálogo entre plaquetas y eritrocitos y 2) analizar si alguno de los productos liberados por las plaquetas activadas puede inducir un fenotipo protrombótico en los eritrocitos. Desarrollo: Plaquetas ± eritrocitos lavados se incubaron con bloqueantes de los receptores: P2Y12 (2MeSAMP), P2Y1 Fundamentos y objetivo: Las plaquetas juegan un papel clave en los eventos cardiovasculares. Existen evidencias de que la serotonina induce un fenotipo protrombótico en las plaquetas, que es corregido por el inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina, escitalopram (SCIT). Por otro lado, la trombina (T) es uno de los agonistas plaquetarios más potentes, y actúa a través de los receptores PAR 1 y PAR4 (asociados a proteínas G) y el complejo GPIb/V/IX. Dado que El SCIT parece interferir con la 141 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (A2P5P), TXA2 (SQ29, 548), 5HT (cyproheptadine), integrina IIbIIIa (RGDS) o sus solventes. Se estimularon con colágeno y se centrifugó (1 min 10.000 rpm) para obtener un liberado sin células. En este liberado la activación plaquetaria se determinó por liberación de 14C-5HT. Como respuestas de los eritrocitos al estímulo de sustancias liberadas por las plaquetas se evaluó: liberación de nucleótidos de adenosina (HPLC), AMPc (ELISA), calcio citosólico (fluorescencia) y exposición de fosfatidilserina (citometría de flujo) en los eritrocitos. En ausencia de bloqueo de receptores, los eritrocitos incrementan 3 veces la liberación de 5HT por las plaquetas activadas. Solamente el bloqueo del receptor del tromboxano, y no el resto de receptores, redujo la activación plaquetaria y el incremento producido por los eritrocitos. Resultados semejantes se obtuvieron al bloquear la síntesis de TX2 con aspirina. Para valorar el efecto del bloqueo del receptor del TX2 sobre los eritrocitos, estos se incubaron con el bloqueante del receptor de TX2 y se lavaron para eliminar el exceso de bloqueante antes de incubarlos con las plaquetas. En estas condiciones, se redujo un 50% el efecto eritrocitario sobre la activación plaquetaria monitorizado por liberación de 5HT, sugiriendo que el TX2 plaquetario es un efector para los eritrocitos. Para confirmar esta hipótesis, los eritrocitos se trataron con U46619, análogo estable del TX2. El TX2, de modo dosis-dependiente incrementó los niveles citosólicos de calcio y AMPc, la exposición de fosfatidilserina en la membrana eritrocitaria y la liberación de ATP por los eritrocitos. Conclusiones: El TX2 plaquetario actúa sobre los eritrocitos y les confiere un fenotipo protrombótico que a su vez refuerza la activación plaquetaria. Financiación: IIS Carlos III. Fondos FEDER PI13/00016; Red Cardiovascular [RD12/0042/0003]. es la base del tratamiento con aspirina. Sin embargo, hay pocos datos en la literatura sobre la eficacia del bloqueo de la síntesis de TX2 por el tratamiento con aspirina en pacientes con síndrome coronario agudo (SCA) y sus consecuencias clínicas. Desarrollo: En un estudio prospectivo realizado en 295 pacientes consecutivos con SCA tratados con aspirina y clopidogrel ingresados en nuestro centro, se han evaluado la síntesis de TX2 y otros aspectos de la función plaquetaria. Las pruebas se realizaron en las primeras 48 horas tras el evento e incluyeron: agregometría óptica inducida por ADP, ácido araquidónico, colágeno y epinefrina; reclutamiento plaquetario y síntesis de TX2 inducido por colágeno en sangre total (1); fosforilación de VASP mediante citometría de flujo. Se recogieron los datos demográficos y clínicos. Se efectuó el seguimiento clínico de los pacientes durante 1 año. Otras variables analizadas fueron: hemograma, bioquímica rutinaria, marcadores de daño miocárdico (TnT, CK-MB, CK), ProBNP, marcadores de inflamación (proteina C reactiva, leucocitos). La inhibición de la síntesis de TX2 se consideró parcial si el valor era =3.5 ng/ml. En comparación con los pacientes con adecuada inhibición del TX2, los pacientes con inhibición parcial de TX2 (91/295, 31%) presentaban una significativa elevación de la agregación plaquetaria con ácido araquidónico, colágeno y epinefrina (p<0.01), del reclutamiento plaquetario (p<0.001) y una elevación de los marcadores de daño miocárdico TnT (p<0.01), CK-MB (p<0.01), CK (p<0.01) y pro BNP (p<0.01), así como de los marcadores de inflamación (PCR y número de leucocitos). En contraste, el nivel de inhibición de la síntesis de TX2 no influyó en el efecto del clopidogrel determinado mediante VASP. Al año de seguimiento 24/295 pacientes (8.1%) murieron por causas cardíacas. El riesgo de muerte cardíaca fue superior en los pacientes con inhibición parcial del TX2 (13.2%) que en aquellos con buen control (5.9%) (p=0.034). En un análisis de regresión múltiple incluyendo datos demográficos, factores de riesgo y tratamientos cardiovasculares, la inhibición parcial del TX2 por la aspirina se asoció con la muerte cardíaca a 1 año (OR=3.78; IC [1.36-10.45] p<0.011). Conclusiones: La inhibición parcial de la síntesis de TX2 en las primeras 48 horas tras el SCA se asocia a hiperfunción plaquetaria e incremento en marcadores inflamatorios y de mionecrosis. El mal control de la síntesis de TX2 se asoció a un incremento en el riesgo de muerte cardíaca. La medida de la síntesis de TX2 en los primeros estadios del SCA podría ayudar a una mejor estratificación de los pacientes y mejorar la evolución clínica. Financiación: IIS Carlos III. Fondos FEDER PI13/00016; Red Cardiovascular [RD12/0042/0003]. Bibliografía Tratamientos antitrombóticos CO-149 El efecto insuficiente de la aspirina para bloquear la síntesis de tromboxano A2 en pacientes con síndrome coronario agudo se asocia con la muerte por causas cardiovasculares a un año Santos MT et al Am J Cardiol. 2009; 104:1618-23. CO-150 Inhibición de la generación de trombina por apixaban o rivaroxaban en un modelo celular de la coagulación facilitada por plaquetas Moscardó Martínez A.1, Madrid López I.2, Fuset Cabanes M.P.2, Latorre Campos A.M.1, Bonastre J.2, Ruano M.2, Santos Díaz M.T.3, Valles Giner J.3 Instituto de Investigaciones Sanitarias, 2Unidad de Cuidados Intensivos y Centro de Investigación. Hospital Universitario y Politécnico La Fe. Valencia 1 3 López-Vilchez I., Pujadas L., Rincón-Tomé N., Arellano-Rodrigo E., Sanz V., Reverter J.C., Galán A.M., Díaz-Ricart M., Escolar G. Introducción: La inhibición de la síntesis de tromboxano A2 (TX2) por el bloqueo de la cicloxigenasa-1 (COX-1) plaquetaria 142 Comunicaciones Orales CO-151 Influencia de asociar o no heparina de bajo peso molecular a acenocumarol en pacientes con fibrilación auricular de reciente diagnóstico Servicio de Hemoterapia-Hemostasia. Hospital Clínic. Barcelona. Centro de Diagnóstico Biomédico. Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer. Universidad de Barcelona. Barcelona Fundamentos y objetivo: Los anticoagulantes orales directos (AODs) tienen una eficacia similar y mejor perfil de seguridad que los anticoagulantes clásicos. Los AODs reducen la generación de trombina, un potente activador de la función plaquetaria. Las plaquetas tienen un papel destacado en las fases de amplificación y propagación del modelo celular de la coagulación. La acción de los AODs sobre la respuesta plaquetaria no ha sido analizada en detalle. Hemos evaluado el efecto de apixabán (APIX) o rivaroxabán (RIV), AODs con acción anti-Xa, sobre la generación de trombina en un modelo celular de la coagulación mediado principalmente por plaquetas. Métodos: Investigamos el efecto de APIX o RIV a concentraciones de 4 a 10 veces inferiores a las Cmax (APIX 128.0 ng/ mL; RIV 249,0 ng/mL) alcanzadas en pacientes sometidos a dicho tratamiento. Adaptamos un ensayo fluorimétrico de generación de trombina y establecimos las condiciones óptimas del modelo: compuesto por plaquetas (1,2x106/µL), las cuales aportan al proceso fosfolípidos aniónicos y factores liberados de los gránulos tras su activación; y 10% de plasma, que aporta factores de coagulación suficientes para iniciar y mantener la generación de trombina. Estas muestras se incubaron durante 15 min con APIX o RIV. La reacción del ensayo de generación de trombina se inició con una preparación de factor tisular (50 pM), FVII activado (5 µg/mL), calcio y un substrato fluorigénico (Technothrombin). Se registró la fluorescencia generada durante 90 min (λ ex/em: 390/450 nm). Resultados: APIX o RIV afectaron de forma dosis-dependiente la capacidad del sistema de generar trombina, alargando los tiempos de latencia y obtención del pico máximo de trombina, y disminuyendo la concentración máxima de trombina generada (Tabla 1). Conclusiones: Nuestro modelo celular de generación de trombina facilitada por plaquetas permite valorar la contribución de la trombina generada para realimentar la activación plaquetaria. Las concentraciones de APIX o RIV inferiores a las Cmáx alcanzadas tras dosis habituales son capaces de inhibir parcialmente la aportación de las plaquetas a la generación de trombina. Este modelo puede ser útil para determinar las concentraciones óptimas de los AODs en la prevención del riesgo trombótico en el territorio arterial. Financiación: FIS-PI13/00517, SAF2011-28214 y RETIC/ FEDER-RD12/0042/0016 del Gobierno Español. Botella C., Praska S., Caro M., Méndez G., Saavedra I., López J., García-Avello A., Cesar J. Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid Objetivo: No existe consenso sobre la utilidad de asociar heparina de bajo peso molecular (HBPM) a los antivitaminas K (AVK) en la profilaxis antitrombótica de los pacientes con Fibrilación Auricular (FA) de reciente diagnóstico. Presentamos un estudio prospectivo en estos enfermos, en los que la conveniencia de asociar HBPM a acenocumarol (ACO) fue diferente, de forma no aleatorizada, dependiendo del criterio de los facultativos implicados en el diagnóstico. Metodología: Desde el 25 de Marzo de 2013 hasta el 30 de mayo de 2014, se evaluaron 355 pacientes con FA de reciente diagnóstico. Todos ellos acudieron a la Consulta de Tratamiento Anticoagulante Oral hasta la estabilización de la dosis de ACO siendo entonces derivados a AP. La decisión de asociar o no HBPM vino determinada por el facultativo que efectuó el diagnóstico y consideró el inicio de ACO. Cuando se administró, la HBPM se mantuvo hasta la consecución de un INR en rango (2-3). Los pacientes, después de un tiempo de seguimiento medio de 32,6 semanas (rango: 2-56) fueron contactados telefónicamente y preguntados sobre incidencias especialmente episodios tromboembólicos. Resultados: En 220 de los 355 pacientes incluidos en el estudio no se había asociado HBPM, habiéndola recibido 135. La edad de estos dos grupos fue similar ( 77,5±8,1 vs75,7±8,5) pero no la procedencia, ya que la mayoría de los enfermos con HBPM se derivaron desde el Servicio de Urgencias (SUR). Esta diferencia tuvo más relación con los protocolos de asistencia que con el riesgo trombótico, ya que el valor del CHADS2VASC fue similar en ambos grupos (3,1±1,3 vs 3,1±1,2). Sí fue significativo el predominio de mujeres en el grupo derivado desde el SUR (57,0% vs 48,6%). El tiempo medio hasta la estabilización del INR fue más corto en los pacientes recibiendo HBPM (8,7±6,9 vs. 11,7±7,3 días) lo que se interpretó como la consecuencia de un acercamiento de los controles para evitar el riesgo hemorrágico. Pudo contactarse con 149 pacientes en el grupo sin HBPM y con 81 en el grupo que la recibió. Se detectaron 2 y 3 éxitus respectivamente, por causas ajenas a la anticoagulación y ala FA. No se produjeron eventos embólicos en ninguno de los dos grupos. Conclusiones: Este estudio pone de manifiesto la falta de consenso sobre la conveniencia de asociar HBPM en el tratamiento antitrombótico del paciente con FA de reciente diagnóstico. También sugiere que, administrando acenocumarol, la influencia de HBPM en la incidencia de eventos embólicos es inapreciable. Tabla 1. CON [AOD] ng/mL APIX APIX RIV RIV 10,0 35,0 17,0 45,0 Tiempo latencia (min) 3,7 4,8* 6,5*# 5,6* 7,1*§ Pico Trombina (nM) 176,7 161,2 134,3 152,6 141,6* Tiempo pico (min) 8,0 11,0 12,3* 13,8* 14,7* p<0,05 vs. CON; # p<0,05 vs. APIX 10,0 ng/mL; § p<0,05 vs. RIV 17,0 ng/mL 143 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia CO-152 Valor predictivo de la escala SAMETT2R2 del tiempo en rango terapéutico y eventos adversos en pacientes con fibrilación auricular no valvular bajo tratamiento anticoagulante CO-153 Un nuevo algoritmo de predicción de dosis mejora el control de los pacientes al inicio de la terapia con acenocumarol Cerezo Manchado J.J.1, Roldán V.1, Corral J.1, Rosafalco M.2, Antón Ana I.1, Martínez A.B.1, Padilla J.1, Vicente V.1, González-Conejero R.1 Roldan Schilling V.1, Marín F.2, Gallego P.1, Gálvez J.1, Valdés M.2, Vicente V.1 1 Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital General Universitario Morales Meseguer y Centro Regional de Hemodonación. IMIB Universidad de Murcia. Murcia. 2Instrumentation Laboratory SpA Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital General Universitario Morales Meseguer. IMIB Universidad de Murcia. Murcia. 2Servicio de Cardiología. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca. IMIB Universidad de Murcia. Murcia 1 Fundamentos y objetivos: Se han diseñado diferentes algoritmos que combinan factores clínicos y genéticos para calcular la dosis estable de la terapia oral anticoagulante (TAO), con el fin de mejorar su control y reducir sus complicaciones (sangrado y trombosis) especialmente al inicio de la misma. Sin embargo, sólo dos ensayos con warfarina y uno con acenocumarol (AC) han evaluado la efectividad de estos algoritmos, con resultados conflictivos. Nuestro objetivo ha sido evaluar la dosificación de AC en el inicio de la TAO mediante un algoritmo farmacogenético, desarrollado por nuestro grupo 1 (Thromb Haemost 2013; 109: 146) frente a la práctica clínica habitual. Pacientes y métodos: Se aleatorizaron 179 pacientes consecutivos con fibrilación auricular que iban a iniciar la TAO, en un grupo control (GC) y grupo guiado por genotipo (GG). La primera dosis se administró a todos los pacientes de acuerdo con el criterio del hematólogo. A las72h, la dosis se calculó en función del valor de INR en el GC, mientras que en el GG también se consideraron además el genotipo de VKORC1, CYP2C9 y CYP4F2, de acuerdo con un algoritmo previamente validado en 2683 pacientes1. Los pacientes de ambos grupos fueron seguidos hasta alcanzar la dosis estable o hasta un máximo de 24 semanas. Se valoró el porcentaje de pacientes que alcanzaron la dosis estable, el tiempo para lograrlo y el porcentaje de INRs en rango terapéutico (TTR). Resultados: Se incluyeron 92 pacientes en el GC y 87 en GG. Después de 12 semanas, un 25% de los enfermos alcanzó la dosis estable en el GC, frente al 39% en GG (p = 0.038). El análisis de Kaplan-Meier mostró que el GG necesitaba menos días para alcanzar un INR estable (p=0.033). Además, el GC tenía un tiempo en rango terapéutico menor que GG (45% vs 50%, respectivamente; p=0.046). Después de 24 semanas, en el análisis de Kaplan-Meier el tiempo para alcanzar una dosis estable en el GG seguía siendo significativamente menor (p=0.013). Conclusiones: La aplicación de nuestro algoritmo farmacogenético al inicio de la terapia con AC fue superior a la práctica clínica habitual, ya que consiguió un mayor porcentaje de pacientes que alcanzaron la dosis estable y, además, en menor tiempo. El protocolo planteado facilita el genotipado de las variantes con peso farmacogenético y reduce el riesgo de excepciones genéticas. Queda por determinar la relación coste-efectividad de este procedimiento. Financiación: ISCIII&FEDER RD12/0042/0050; PI11/1256. Introducción: El tratamiento anticoagulante es eficaz tanto en la prevención del ictus como en la reducción de la mortalidad de pacientes con fibrilación auricular no valvular (FANV). Sin embargo, la eficacia y seguridad de la principal familia de fármacos anticoagulantes utilizados en estos pacientes, los anti-vitamina K, depende del mantenimiento de un estrecho margen terapéutico (INR 2-3). La calidad de dicho tratamiento anticoagulante se mide a través del tiempo en rango terapéutico (TTR).La posibilidad de poder predecir un buen o mal control del tratamiento anticoagulante, podría guiar el uso de antagonistas de la vitamina K o de nuevos anticoagulantes. Recientemente se ha propuesto, y validado una escala que pretende ser útil para alcanzar este objetivo, la escala SAME-TT2R2 [sexo, edad (<60 años), antecedentes médicos (al menos 2 de los siguientes: hipertensión, diabetes, enfermedad coronaria, vasculopatía periférica, insuficiencia cardiaca, ictus previo, enfermedad pulmonar crónica, insuficiencia renal o hepática), tratamiento (fármacos que puedan interferir). Su valoración se realiza teniendo en cuenta todos estos factores 1 punto, excepto el tabaquismo activo 2 puntos, y raza (los no caucásicos 2 puntos)]. Nuestro objetivo fue analizar el valor de dicha escala para predecir la calidad de anticoagulación (estimada con TTR los primeros 6 meses de seguimiento) y como herramienta pronóstica para la aparición de eventos adversos. Métodos: Se incluyeron 972 pacientes (49% varones; mediana de edad 76 años) con FANV permanente bajo tratamiento anticoagulante oral con acenocumarol los 6 meses previos (INR 2,0-3,0) estables clínicamente. Los pacientes fueron seguidos durante 4 años y se registró el desarrollo de eventos adversos. Resultados: Los pacientes con una mayor puntuación de la escala SAME-TT2R2 en el momento de la inclusión en el estudio presentaron un peor TTR a los 6 meses de seguimiento (p: 0,043). La incidencia de sangrado mayor, eventos cardiovasculares adversos (incluyendo ictus y embolismos sistémicos) y mortalidad global fue mayor, al incrementar la puntación SAME-TT2R2. La puntuación de la escala SAME-TT2R2 se asoció con el desarrollo de eventos adversos (HR 1,32[1,17-1,50], p<0,001), eventos cardiovasculares (HR 1,52 [1,28-1,83], p<0,001), y mortalidad global (HR 1,41[1,16-1,67], p=0,001). Además se observó una tendencia a su asociación con una mayor frecuencia de sangrado mayor (HR 1,23[0,99-1,53], p=0,059). Conclusión: En una población consecutiva de pacientes con FANV, una mayor puntuación de la escala SAME-TT2R2, predice un peor grado de anticoagulación, así como la aparición de eventos adversos. Financiación: ISCIII y FEDER (P11/1256). 144 Comunicaciones Orales CO-154 Impacto de un sistema de alertas electrónicas para la prevención del tromboembolismo venoso en pacientes oncológicos en tratamiento quimioterápico ambulatorio pacientes con cáncer; 2) Post-intervención: en los sujetos estratificados como de alto riesgo trombótico se generó una e-alerta, recomendándose tromboprofilaxis. Se comparó la utilización de tromboprofilaxis y la incidencia de TEV a los 90 días en ambos periodos. También se analizaron las variables relacionadas con la prescripción de profilaxis y desarrollo de TEV. Resultados: La fase pre-intervención se llevó a cabo entre noviembre de 2008 y septiembre de 2009, incluyendo a 699 pacientes (edad media 57,7 años; 48,4% varones; 49,8% alto riesgo). La fase post-intervención transcurrió entre octubre de 2009 y diciembre de 2010, incluyendo a 409 pacientes (edad media 58,8 años; 50,4% varones; 48,7% alto riesgo). En la fase pre-intervención 153 pacientes (21,9%) recibieron tromboprofilaxis mientras que en la fase post-intervención la recibieron 111 pacientes (27,1%), (p=0,048). La incidencia de TEV durante el seguimiento fue 5,3% y 5,1%, respectivamente (p=0,97), no apreciando diferencias entre los grupos de alto o bajo riesgo. Además de las e-alertas, la historia previa de TEV, tratarse de primera línea de quimioterapia y la localización gastrointestinal, resultaron factores independientes para una mayor prescripción de profilaxis. Las neoplasias pulmonares o de páncreas resultaron los únicos factores de riesgo independientes para desarrollar TEV. Conclusiones: La implementación de un sistema de e-alerta en pacientes oncológicos ambulatorios aumentó la prescripción de tromboprofilaxis, pero no conllevó una reducción en la incidencia de TEV. Se precisan esfuerzos adicionales para identificar correctamente a los pacientes de alto riesgo de TEV que más se podrían beneficiar de tromboprofilaxis ambulatoria. Panizo E.1, Alfonso A.1, García-Mouriz A.2, López-Picazo J.M.3, Gil-Bazo I.3, Páramo J.A.1, Lecumberri R. Servicios de 1Hematología, 2Informática y 3Oncología. Clínica Universidad de Navarra. Pamplona Fundamentos: La utilización de alertas electrónicas (e-alertas) se ha asociado con una reducción en la incidencia de tromboembolismo venoso (TEV) en pacientes hospitalizados. Sin embargo, una proporción importante de eventos trombóticos tienen lugar en pacientes en tratamiento quimioterápico ambulatorio. Aunque la indicación de profilaxis antitrombótica sistemática en este contexto es motivo de controversia, muchos expertos la recomiendan en caso de factores de riesgo adicionales. Objetivos: Valorar el impacto de un nuevo sistema de e-alertas para la estratificación del riesgo trombótico, sobre la prescripción de tromboprofilaxis y la incidencia de TEV, en pacientes oncológicos en tratamiento quimioterápico ambulatorio. Métodos: Estudio prospectivo, con 2 fases: 1) Pre-intervención: se evaluó el riesgo individual de TEV de los pacientes según una escala propia, desarrollada por consenso a partir de las guías clínicas ASH/ASCO para profilaxis y tratamiento del TEV en 145 Pósteres Pósteres Conceptos básicos en hemostasia con la metástasis tumoral. Este efecto podría deberse a la inhibición de proteasas implicadas en estos procesos, ya que es la antitrombina activada por heparina la que ejerce un mayor efecto. Estos resultados refuerzan los datos del papel anti-tumoral de la antitrombina. Financiación: CP13/00126, PI12/00657, RD12/0042/0050. PO-372 La antitrombina inhibe la migración e invasión de células de glioblastomaastrocitoma en presencia de heparina PO-373 Regulación indirecta de proteínas hemostáticas por miR-24 y miR-34a a través de HNF4A Águila S. 1, Martín-Villar E.2, Quintanilla M.2, Bohdan N.1, Luengo-Gil G.1, Vicente V.1, Corral J.1, Martínez Martínez I.1 Arroyo A.B., Teruel-Montoya R., García-Barberá N., Luengo-Gil G., Vicente V., González-Conejero R., Martínez C. 1 Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital General Universitario Morales Meseguer. Murcia. 2Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols. CSIC-UAM. Madrid Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital General Universitario Morales Meseguer. Centro Regional de Hemodonación. IMIB. Universidad de Murcia. Murcia Introducción: La antitrombina es el principal inhibidor de la cascada de la coagulación, pero también se le han atribuido diversos papeles más allá de la hemostasia. Se ha descrito que la antitrombina tiene una función anti-inflamatoria, anti-angiogénica, anti-apoptótica y anti-viral. Recientemente, hemos estudiado el efecto de la antitrombina en el control de enteropeptidasa, una serín proteasa transmembrana que podría contribuir al potencial metastásico de las células tumorales en las que se expresa. Objetivos: Evaluar el efecto de la antitrombina en presencia y en ausencia de heparina en procesos de proliferación, migración e invasión de células de glioblastoma-astrocitoma (U87-MG), que expresan enteropeptidasa en su membrana. Métodos: Para evaluar el efecto en la proliferación se utilizó un ensayo colorimétrico con sal de tetrazolio (XTT). La migración se estudió mediante ensayos de reparación de heridas (wound healing). La invasión fue analizada a través de la formación de invadopodios (proyecciones de la membrana plasmática con capacidad proteolítica de la matriz extracelular). Los invadopodios son capaces de degradar una matriz de gelatina que contiene rodamina, de manera que mediante la incubación con faloidina y DAPI, es posible cuantificar el área de degradación de la gelatina mediante microscopía de fluorescencia y el software de análisis de imágenes FIJI. En todos los ensayos, evaluamos el efecto de antitrombina (150 ng/µL), de la heparina de bajo peso molecular (HBPM) (200U), y de la combinación de ambas. Resultados: Nuestros resultados demuestran que la antitrombina, la HBPM y la combinación de ambas no tienen efecto en la proliferación de las células U87-MG. Sin embargo, en todos los casos observamos una inhibición del proceso de reparación de heridas (wound healing), siendo más significativo el tratamiento con la combinación de antitrombina y HBPM. Cuando analizamos la formación de invadopodios, no se observó efecto con ninguno de los tratamientos en el número de invadopodios por célula. Sin embargo, el tratamiento combinado de antitrombina y HBPM produjo un efecto sinérgico en la actividad de los invadopodios, al inhibir de forma estadísticamente significativa la degradación de la matriz de gelatina. Conclusiones: La antitrombina en presencia de HBPM es capaz de inhibir procesos tales como la migración y la invasión, asociados Introducción: El factor nuclear 4a del hepatocito (HNF4a) es clave en la transcripción de muchas proteínas hepáticas. En modelo murino, tanto el silenciamiento de HNF4A como su supresión reducen la expresión de diferentes factores hemostáticos. Por otra parte, estudios in vitro han demostrado que la expresión de HNF4A se regula por miR-34a y miR-24 (que se unen al extremo 3’UTR y zona codificante del gen conservada en modelo murino, respectivamente). Sin embargo, se desconoce el efecto que puede tener la regulación de HNF4A por estos miRNA sobre los factores hemostáticos. Se han descrito regulaciones por miRNA tipo CIS (directas) de diferentes proteínas hemostáticas, pero nunca se ha evaluado la regulación tipo TRANS (indirecta) a través de la modulación de factores de transcripción. Objetivo: Estudiar el papel de miR-34a y miR-24 en la regulación de expresión de las proteínas hemostáticas hepáticas a través de la modulación de HNF4A. Métodos: Transfectamos células HepG2 y hepatocitos primarios de ratón con precursores de miR-34a, miR-24 y control negativo (100nM). Como criterios de selección de las proteínas hemostáticas seleccionamos: i) gen con sitios de unión a HNF4a, ii) referencias in vitro del efecto funcional en la expresión de HNF4a. Los niveles de ARNm de HNF4A, F7, F10, F11, F12, SERPINC1, PROC y PROS1 se cuantificaron por qRT-PCR. Analizamos la expresión de HNF4A, F9, F11 y SERPINC1 en 114 hígados humanos sanos (Biobanco Hospital La Fe, Valencia y Hospital St. Jude Children’s Research, Memphis, USA), correlacionando los niveles de HNF4A con F9, F11 y SERPINC1. El análisis estadístico se realizó empleando pruebas no paramétricas. Resultados: La transfección de HepG2 con miR-34a y miR-24 provocó una reducción significativa respecto al control en la expresión de todos los genes seleccionados, mientras que solo miR-34a redujo los niveles de F10, F12, PROS1 y PROC (Tabla 1). La transfección de hepatocitos primarios de ratón con miR-24 confirmó la reducción de los dos únicos mRNA evaluados hasta la fecha: HNF4A (13±3%; p<0.002) y SERPINC1 (20±4%; p<0.001). En tejido hepático sano observamos una correlación significativa entre los niveles de HNF4A y F11 (r=0.47; p<0.001), F9 (r=0.30; p<0.001) y SERPINC1 (r=0.62; p<0.001). 149 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia y 4 (13.3%) graves. Edad media: 33.8 años (1-86 años), 8 casos (26.7%) pediátricos (<14 años). 10 (43.5%) posibles portadoras en edad fértil (<45años). 5 pacientes con HA (2 leves, 1 moderado y 2 graves) están en profilaxis, su edad media es de 13 años (8-15). Un niño con HA e historia de inhibidor en profilaxis con factor VIII de origen plasmático, el resto con concentrados de FVIII recombinante. 3 pacientes con HA han desarrollado inhibidor, 2 transitorios y uno refractario al tratamiento inmunomodulador (en tto con Feiba®). Catorce pacientes (46.7%) infectados por virus: 1 caso de infección por VIH, 3 VHB y 13 VHC, coinfección en 3 pacientes (2 VHB-VHC y 1 VIH-VHC), cuya edad media es de 45 años (28-64), es decir, nacidos entre los años 1950 a 1986. Ningún caso de virus hepatitis en edad pediátrica. El gasto por consumo de factores se ha mantenido estable en estos últimos 4 años, en torno a 560000 € anuales. Desde la última revisión (congreso AEHH 2011) hay 5 casos nuevos: 4 infantiles y 1 en edad adulta, todos con hemofilia leve. La edad media al diagnóstico en los nuevos casos: 17 años (recién nacido-61). Los motivos de consulta fueron: 1 en recién nacido por madre portadora, 1 por estudio familiar (tío), 1 por epistaxis frecuente con anemización, 1 por hematomas musculares, 1 por sangrado excesivo tras extracciones dentales. Conclusiones: La hemofilia tiene un carácter hereditario, pero un tercio de los casos son de “novo”. La hemofilia leve, la más frecuente en nuestra provincia, puede pasar sin diagnosticarse hasta la edad adulta. Hemos tenido 9 casos nuevos desde el año 2010, 6 (66.7%) de ellos no conocían antecedentes familiares de hemofilia y 5 (55.6%) casos fueron diagnosticados en edad adulta. Es preciso también el seguimiento y registro de pacientes con hemofilia leve, para evitar la pérdida de pacientes y realizar los estudios y consejo genético adecuado en pacientes y portadoras, y en las siguientes generaciones. Tabla 1. Gen miR-34a# p miR-24# p HNF4A 21±20 <0.04 20±4 <0.001 F7 46±16 <0.04 12±4 <0.02 F11 33±4 <0.001 21±9 <0.03 F12 42±7 <0.001 30±26 <0.09 F10 36±15 <0.06 84±14 0.200 SERPINC1 44±18 <0.02 30±14 <0.01 PROS1 56±26 <0.04 99±18 0.200 PROC 25±24 <0.04 99±8 0.400 Porcentaje de expresión respecto al control negativo (100 %). # Conclusión: Nuestros datos indican que miR-24 y miR-34a podrían regular en TRANS la expresión de múltiples proteínas hemostáticas hepáticas a través de HNF4a. Además este estudio describe por primera vez una potente relación entre los niveles de expresión de HNF4A y de F11, F9 y SERPINC1 en hígados humanos sanos. Por tanto, nuestros resultados sugieren que pequeñas variaciones en los niveles de estos miRNA reguladores de HNF4a, podrían contribuir cambios significativos de diferentes factores de coagulación. El papel de la variación de estos dos miRNA en patologías hemostáticas está por caracterizar. Financiación: ISCIII y FEDER (PI11/00566, RIC RD12/ 0042/0050). Diátesis hemorrágica PO-375 Alteraciones genéticas en pacientes hemofílicos con inhibidor en la región de Murcia PO-374 Actualización de los datos de hemofilia en la provincia de Guadalajara García F., Melero A., Cabañas V., Berenguer M., Moraleda J.M. Herrero Martín S., Santamaría E., Méndez M.B. Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia Hospital Universitario de Guadalajara. Guadalajara Introducción: La aparición de inhibidores contra el concentrado de factor administrado constituye la principal complicación relacionada con el tratamiento de la Hemofilia en la actualidad. Su aparición está relacionada, entre otras, con determinados tipos de mutaciones que afectan al gen F8/F9, siendo el principal factor de riesgo en Hemofilia A, mientras que en Hemofilia B no se ha determinado con claridad la influencia del tipo de mutación. Las grandes deleciones, mutaciones sin sentido y la inversión del intrón 22 son las que más riesgo presentan, mientras que las de tipo missense, pequeñas deleciones e inserciones presentan un riesgo bajo. Material y métodos: En la Región de Murcia existen 80 pacientes con Hemofilia, de los que 65 corresponden a Hemofilia A y 15 a Hemofilia B. Hemos estudiado a nuestra población (mediana y rango) y detectado aquellos pacientes con historia de Introducción: En España hay registrados 2527 hemofílicos, 2192 afectos de Hemofilia A (HA) (87%) y 335 Hemofilia B (HB) (13%). 579 (23%) en edad pediátrica. El 32% son hemofílicos graves, 16% moderados y un 52% leves. Nuestro centro atiende 259537 habitantes, con datos centralizados de toda la provincia. Objetivo: Actualizar los datos de hemofilia de nuestra provincia. Pacientes y métodos: Los pacientes afectos de HA y HB, así como portadoras, de nuestra provincia. Datos obtenidos de base datos de nuestro servicio y de Farmacia, laboratorio e historias clínicas. No se han incluido pacientes fallecidos. Resultados: 30 pacientes: 29 (96.7%) HA y 1 (3.3%) HB y 23 posibles portadoras. 25 casos (83.3%) leves, 1(3.3%) moderada 150 Pósteres Métodos: Se analizan los datos de 52 lesiones sufridas por 31 pacientes hemofílicos, controlados en la Unidad de Hemostasia y Trombosis del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia. En la Tabla 1 se detallan las características de los pacientes (tipo de hemofilia y gravedad de sinovitis, así como el tipo y número de articulaciones exploradas). Para obtener las relaciones existentes entre todas las variables analizadas y extraer características poblacionales se analizaron los datos registrados mediante una técnica visual conocida como mapas autoorganizados (SOM). Resultados: Se analizaron 52 lesiones, 43 de ellas hemorrágicas con requerimientos de factor. En el 67,3% de los casos se evaluó el progreso de la lesión durante una semana (tres visitas), periodo en el que remitió el hemartros. En la Figura 1 se muestran los resultados obtenidos mediante el SOM. La distinción de diferentes zonas del SOM permite extraer las relaciones entre variables. Destacamos a modo de ejemplo la esquina superior izquierda de los diferentes mapas observando que, cuando el hinchazón articular (en cm) es alto (nodos rojos), la pérdida de movilidad (en grados) es alta (nodos azules) y el dolor (escala EVA) es también alto (nodos rojos). Además, estos casos se corresponden con una hemofilia grave (variable HF, nodos rojos), la aparición del hemar- Tabla 1. Afectados con historia de inhibidor Tipo de hemofilia Mutación Inhibidor transitorio (sí/no) HAG p.Pro2153Leu Sí HAG Inv. intron 22 No HAG Inv. intron 22 Sí HAG Inv. intron 22 No HAG p.Trp393Stop No HAG Deleción completa de exon 26 No HAG Inv. intron 22 No HAG p.Trp585Cys Sí HAG: Hemofilia A Grave inhibidor. Tras firmar consentimiento informado se les realizó estudio genético mediante PCR para detectar el tipo de mutación. Resultados: Se muestran en la Tabla 1. Todos los pacientes estudiados correspondían a HAG, y la mayoría presentaron inhibidores de alta respuesta, estando relacionados con mutaciones de alto riesgo como inversión del intrón 22 y grandes deleciones. Se observaron inhibidores de alta respuesta en dos mutaciones missense. Y un inhibidor transitorio en un caso con inversión del intrón 22. Conclusiones: La mayoría de los inhibidores de alta respuesta se relacionan a alteraciones de alto riesgo, aunque se dio un caso de inhibidor transitorio en un caso de inversión del intrón 22 y dos casos de inhibidor de alta respuesta en dos casos de mutaciones missense. Tabla 1. Características pacientes y lesiones Hemofilia Articulación PO-376 Análisis mediante redes neuronales del diagnóstico ecográfico y control evolutivo del hemartros en pacientes hemofílicos Sinovitis Valor N % Grave 27 90,0 Moderada 2 6,7 Leve 1 3,3 Codo 7 23,3 Tobillo 12 40,0 Rodilla 11 36,7 GIII 7 23,3 GII 10 33,3 GI 7 23,3 No 6 20,0 Pérez Alenda S.1, Carrasco J.J.1, Soria Olivas E.1, Bonanad Boix S.2, Querol Fuentes F.1 Universitat de Valencia. Valencia. 2Hospital Universitari i Politècnic La Fe. Valencia 1 Introducción: En el paciente con hemofilia las hemartrosis recurrentes provocan artropatía, causando dolor crónico y discapacidad funcional de la articulación. En este contexto, la ecografía resulta una herramienta muy útil en el diagnóstico y monitorización del hemartros. La precocidad del diagnóstico de la lesión y su valoración objetiva, aumenta la eficacia del tratamiento y, en consecuencia, mejora la calidad de vida de los pacientes. Objetivos: Analizar las relaciones existentes entre las variables evaluadas en el diagnóstico y terapéutica de las lesiones hemorrágicas constatadas en una población hemofílica. Figura 1. Relaciones entre las variables obtenidas mediante el SOM. 151 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia en sujetos a demanda. Encontramos mejoría en CV (p<0.0001) de los sujetos que pasan de demanda a profilaxis tras cambio de FVIII. Esto parece relacionado con la disminución en la tasa de sangrados anual (78,5%), no con PK. Conclusión: En nuestra experiencia, la aplicación de programas de farmacocinética en el tratamiento de la hemofilia A severa reduce el consumo de factor y optimiza los esquemas de profilaxis. Este ahorro se produce manteniendo la reducción del número de sangrados y la calidad de vida del paciente. tros es espontánea (variable E/P, nodos azules) y se tiene líquido en la articulación (variable líquido, nodos rojos). Conclusiones: La ecografía permite el diagnóstico objetivo de la lesión y su monitorización evolutiva, lo que repercute en la eficacia terapéutica y presumiblemente en la profilaxis de secuelas funcionales. Los mapas SOM se han mostrado como un modelo válido para la extracción de características poblacionales a partir de la visualización conjunta de las variables clínicas y ecográficas, estudiadas en relación con el hemartros en el paciente hemofílico. PO-378 Cirugía cardiaca en pacientes con hemofilia B moderada: a propósito de un caso PO-377 Aplicación de la farmacocinética en la optimización del tratamiento de la hemofilia A severa: modificación del consumo, resultados clínicos y de la calidad de vida Rodrigo Álvarez M.E.1, Pérez de Oteiza J.2 Hospital Montepríncipe. Madrid. 2Hospital Sanchinarro. Madrid 1 Introducción: La terapia de reemplazo con factores de coagulación y la prevención de las hemorragias, han mejorado la calidad y expectativa de vida de los pacientes hemofílicos, aproximándola a la de la población general. Con ello se ha propiciado la aparición de comorbilidades propias de edades avanzadas de la vida, incluyendo valvulopatías cardiacas degenerativas, en este grupo de pacientes. Describimos el caso de un paciente con hemofilia B moderada (Factor IX 4.9%), sometido a cirugía electiva de recambio de válvula aórtica con infusión continua de FIX. Caso clínico: Se trata de un paciente de 80 años y 73Kg de peso, diagnosticado de HB moderada a los 40 años de edad. Como antecedentes presentaba sangrado tras biopsia de piel y extracciones dentales sin administración previa de terapia sustitutiva. Sin embargo, había sido sometido sin complicaciones a cirugía de hernia inguinal con administración previa de PFC y a CPRE con administración previa de FIX. De cara a la cirugía cardiaca, administramos inicialmente un bolo de 7000 UI para alcanzar niveles de factor IX en torno al 100%, siguiendo la fórmula peso corporal (Kg) x aumento deseado de factor IX, seguida de infusión continua de 8 UI/Kg/h (14000U IV/24 h), asumiendo un aclaramiento teórico de FIX de 7.5 ml/h, según la literatura revisada. La cuantificación de factor IX previa a la cirugía fue de 240%, durante la cirugía 115% y postcirugía 129%. Con el objetivo de mantener en el postoperatorio inmediato, niveles de factor IX superiores al 80%, decidimos mantener infusión continua. El ajuste de dosis se basó en las mediciones diarias de factor IX. La determinación de factor IX en los días sucesivos fue siempre superior al 100%, lo que nos permitió ajustar la dosis administrada, manteniendo niveles medios de 153% (rango 129% -176%) permitiéndonos una infusión final de 3.000 UI/24 h. Al sexto día postoperatorio, ante buena evolución clínica, se suspende la infusión continua y se inicia la administración de factor IX en bolo de 3000UI cada 24 horas. En ese momento el objetivo era mantener los niveles superiores al 50% hasta la curación adecuada de la herida. Díaz Canales D., Tamayo Bermejo R., Heiniger Mazo A.I. Hospital Regional Universitario de Málaga. Málaga Fundamentos: El tratamiento sustitutivo con factor VIII (FVIII) en sujetos con hemofilia A severa tiene un alto coste. Optimizar este consumo resulta del máximo interés para cualquier Sistema de Salud. Nuestro objetivo es evaluar la repercusión de un programa de ajuste de dosis a través de farmacocinética (PK). Objetivos: Evaluar el consumo de factor en diferentes esquemas de tratamiento (profilaxis y demanda) antes y después de ajustar dosis por farmacocinética. En los sujetos tratados en esquema de profilaxis, valorar si este ajuste modifica la tasa anual de sangrados. Valorar cambios en la calidad de vida tras aplicar PK. Pacientes: Entre enero de 2006 y diciembre de 2013, hemos realizado estudio de farmacocinética a todos los adultos con hemofilia A severa y sin historia de inhibidor que han cambiado de tipo de FVIII en nuestro centro. Entrar en este programa implica durante al menos un año registrar todas las infusiones de factor y causa. El programa de PK es poblacional. Los niveles de FVIII se han determinado por método de one-stage. La información del consumo de factor procede de los diarios de pacientes (DP) y registros del Servicio de Farmacia. La calidad de vida (CV) se analiza utilizando el cuestionario A36 Hemophilia-QoL. El proyecto ha sido autorizado por el Comité Ético de nuestro Centro y los pacientes han consentido por escrito. Resultados: De los 16 pacientes incluidos en el programa solo 14 son evaluables (excluidos por no cumplimentar DP ni CV). Media de edad de los pacientes analizados fue 31,7+/- 9,4 años. Media del volumen de distribución (VD), vida media (t1/2) y aclaramiento (Acl) 56,2±19 ml/kg, 12,9±5,9 h y 3,4±1,4 ml/kg. Existe correlación de la edad del paciente (p 0.03) y niveles de FvW: RCo (p 0.02) con el aclaramiento de los FVIII. No encontramos correlación con superficie corporal o los niveles de FvW: Ag. Los pacientes en tratamiento con FVIII plasmático tienen un menor aclaramiento y mayor vida media (p 0.01). Ahorro de FVIII 20.3% en los sujetos en profilaxis (p 0.005), sin modificaciones en la tasa anual de sangrado. No encontramos modificaciones del consumo 152 Pósteres Desde enero de 2012 a enero de 2014 se han llevado a cabo en nuestro centro un total de 35 procedimientos quirúrgicos en 28 pacientes con diagnóstico previo de coagulopatía. Seis pacientes fueron intervenidos en varias ocasiones con distintas indicaciones (Tabla 1). En todos los casos se realizó un estudio preoperatorio para determinar los niveles plasmáticos de factor deficitario y la terapia de sustitución se realizó según procedimiento estándar, siguiendo las recomendaciones para el tratamiento de la hemofilia y de la enfermedad de Von Willebrand de la sociedad de hematología. Dos pacientes tenían hemofilia A (7.14%), dos hemofilia B (7.14%), quince EvW (53.53 %), cuatro tenían déficit de factor VII (14.28 %), dos pacientes déficit de factor X (7.14%), uno presentaba una trombopatía (3.57%) y tres déficits combinados (10.71%). Se realizaron determinaciones antes y después de cada administración, con una mediana de dosificaciones de 57.75% antes (rango 48%-82%) y 88.3% después (rango 87%- 93%). Tras el alta, mantuvimos administración en bolo de 3000UI/24h de forma ambulatoria con el objetivo de mantener niveles superiores al 50%, hasta cicatrización de las heridas (tiempo estimado por unidad de cardiología y que fue de aproximadamente un mes). Transcurrido este tiempo, bajamos la dosis de factor a 3000UI/48h para mantener valores superiores al 30% hasta completa resolución. Nuevamente el tiempo fue estimado por la unidad de cirugía cardiaca, siendo éste de aproximadamente 2 meses más. En cuanto al manejo anticoagulante, dados los niveles de factor IX alcanzados, se siguió el protocolo habitual de cirugía cardiaca, con dosis e intervalos semejantes a pacientes no hemofílicos; anticoagulación con heparina sódica durante la cirugía y circulación extracorpórea, sulfato de protamina para revertirla al finalizar la intervención y posteriormente, anticoagulación con clexane 1 mg/ Kg/12h. Por el tipo de válvula implantada, el paciente no precisó anticoagulación a largo plazo. En ningún momento el paciente presentó complicaciones hemorrágicas ni infecciosas ni desarrollo de inhibidores. Tanto la estancia en UCI como la estancia hospitalaria, fue similar a la de pacientes no hemofílicos: 48 horas y 10 días respectivamente. Discusión: La cirugía cardiaca es un procedimiento factible y seguro en pacientes hemofílicos, siempre y cuando se mantenga un tratamiento multidisciplinar integrado por hematología, anestesia, cirugía y enfermería, una adecuada terapia de reemplazo y una adecuada monitorización de factor IX peri y post-operatoria. La infusión continua de factor IX, nos permitió alcanzar niveles constantes de factor, además de una disminución de la dosis y ahorro en los costes. Tabla 1. Procedimientos quirúrgicos realizados en pacientes con coagulopatías Procedimiento quirúrgico Número de pacientes Cirugía mayor PO-379 Cirugía general en pacientes con coagulopatías: experiencia en nuestro centro Rodrigo Álvarez M.E.1, Bengochea Casado M.L.2, Panizo Morgado E.2, Serrano Maestro A.2, Calderón López M.T.3, Gasior Kabat M.2, Varea S.2, Pérez de Oteiza J.2 Fracturas óseas 2 Escoliosis 2 Craneotomía 2 Achalasia 1 Valvuloplastia cardiaca 1 Colecistectomía laparoscópica 1 Resección intestinal (Crohn) 1 Apendicectomía 1 Amigdalectomía 2 Tiroidectomía 1 Histerectomía total + doble anexectmia 1 Cesárea 1 Cirugía menor Hospital Montepríncipe. Madrid. 2Hospital Sanchinarro. Madrid. 3Hospital Torrelodones. Madrid 1 Introducción: Los pacientes con coagulopatías pueden requerir cirugías electivas y en ocasiones de emergencia. Hace años, dichas intervenciones suponían transfusiones de hemoderivados, sangrado y hospitalizaciones prolongadas. Sin embargo, en la actualidad la terapia de reemplazo ha permitido la realización de intervenciones quirúrgicas o procedimientos invasivos sin complicaciones hemorrágicas importantes. Casos clínicos: Realizamos un estudio retrospectivo recogiendo el número de cirugías realizadas en nuestro centro (Grupo HM-Hospitales) en los últimos dos años, sobre pacientes con coagulopatía de base, así como el tipo de coagulopatía, el tipo de cirugía realizada, el tratamiento instaurado y las complicaciones. 153 Osteosíntesis 1 Artroscopia 2 Masa lingual 1 Cordales 3 Cornetes 1 CPRE 1 Abceso perianal 1 Biopsia mama 1 Embarazo ectópico 1 Partos vaginales con episiotomía 7 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Tabla 2. Déficit, gravedad del mismo y tratamiento instaurado en 28 pacientes y 35 cirugías Coagulopatía Grado n % de Factor Tratamiento (1) Hemofilia A (n=2) (Qx=5) Grave (<1%) -- -- -- Moderada (1-5%) -- -- -- Leve (6-40%) 2 30% y 42% FVIII previo a las 5 Qx Hemofilia B (n=2) (Qx= 4) Grave (<1%) -- -- -- Moderada (1-5%) 1 5% F IX en todos los casos Leve (6-40%) 1 26 FIX en todos los casos EvW (n=15) (Qx =16) Tipo I 13 -- Desmopresina en 10 Qx y F VIII en 4 (2) Tipo 2 2 -- F VIII en ambos casos. Tipo 3 -- -- -- Déficit F VII (n=4) (Qx=4) Grave (<1%) -- -- -- Moderada (1-5%) -- -- -- Leve (6-40%) 4 25,16,33 y 42% Novoseven en 3 Qx y ac tranexánico x1 Déficit FX (n=2) (Qx=2) Grave (<1%) -- -- -- Moderada (1-5%) -- -- -- Leve (6-40%) 2 50% y 62% Solo ac tranexánico y tranexánico + PFC Déficits combinados (n=3) (Qx=3) FV+F VII 1 PFC FV+FVII 1 PFC Evw I+XI 1 F VIII -- 1 Trombopatía (n=1) (Qx=n1) -- Transfusión de plaquetas (1): prácticamente en todos los casos, además del factor deficitario se usó ácido tranexánico. (2): se decidió FVIII por la localización de la Qx (cervical). la realización de estos procedimientos en dichos pacientes, de forma segura, con buenos resultados y escasa comorbilidad. Prácticamente en todos los casos, además del factor deficitario se usó ac tranexánico. Se decidió FVIII por la localización de la Qx (cervical). La gravedad de cada déficit se detalla en la Tabla 2. Señalar que ninguno de los pacientes padecía déficits graves de ninguna de las coagulopatías. Dieciséis procedimientos fueron cirugías mayores (45.72 %), doce cirugías menores (34.28 %) y siete partos vaginales con episiotomía (20%) (Tabla 1). En cuanto al tratamiento instaurado, en la mayoría de los casos se empleó, además del factor deficitario, tratamiento con ácido tranexánico. De hecho, dos pacientes con déficits leves y sometidos a cirugía menor, recibieron únicamente tratamiento con ácido tranexánico. El resto de pacientes sometidos a cirugía menor, solo precisaron una dosis del factor deficitario administrada previamente a la cirugía. La mayoría de los pacientes con EvW tipo I fueron tratados con desmopresina, excepto en 4 intervenciones (28.58% de las Qx en pacientes con EvW tipo I) en que se empleó F VIII rico en Willebrand (Tabla 2). En cuanto a los pacientes que precisaron administración de dosis repetidas de factor, señalar que solo en uno de los casos se empleó infusión continua. Conclusiones: Los procedimientos invasivos en pacientes con coagulopatías son una realidad creciente de nuestra práctica clínica. Una adecuada monitorización pre y postquirúgica del factor deficitario, junto con una adecuada terapia de sustitución, permiten PO-380 Comorbilidades en un paciente hemofílico A de edad avanzada Solano Tovar J., Dueñas Hernardo V., Bernardo Gutiérrez A., Fernández Rodríguez M.A., Soto Ortega I. Servicio de Hematología y Hemoterapia. Hospital Universitario Central de Asturias. Oviedo Introducción: La hemofilia A es una coagulopatía congénita ligada al cromosoma X que en su forma moderada se caracteriza por niveles de factor VIII entre el 1 y el 5% y presenta manifestaciones hemorrágicas de distinta gravedad entre pacientes. En los países desarrollados los pacientes afectados disponen de una terapia sustitutiva adecuada que les permite alcanzar una edad avanzada y similar a la de la población general de forma que experimentan y cada vez más, las patologías propias del enveje- 154 Pósteres cimiento: neoplasias, enfermedades cardiovasculares, patologías degenerativas, en relación con lo que se presenta el siguiente: Caso clínico: Varón de 78 años diagnosticado de hemofilia A moderada a los 36 años (Factor VIII: C: 6%) en el contexto de un traumatismo en el muslo izquierdo que requirió cirugía. Desde entonces ha sufrido varios episodios hemorrágicos mayores que precisaron tratamiento sustitutivo con concentrados de Factor VIII: sangrado gastrointestinal, hematoma subdural, craneotomía parietal derecha, hematoma dorsolumbar, hemartrosis rodilla derecha postraumático, múltiples episodios de hematomas musculares. Además de la hemofilia, el paciente tiene una historia de hipertensión arterial, hepatitis B con enfermedad hepática crónica, coxartrosis, hiperuricemia, osteoporosis, úlcera gástrica y hernia hiatal. En el año 2009 presentó un episodio de hemorragia digestiva baja y fue diagnosticado de adenocarcinoma de colon moderadamente diferenciado estadio III-A. Se le realizó hemicolectomía derecha bajo tratamiento sustitutivo con factor VIII (Fandhi®), manteniendo niveles de Factor VIII entre 80-100%. El tratamiento se completó con capecitabina bajo profilaxis con factor VIII y no se reportaron complicaciones hemorrágicas. Al mismo tiempo, el paciente fue valorado por el servicio de neurología a causa de deterioro de la memoria. Los únicos hallazgos fueron ateromatosis carotídea leve y leucoaraiosis, descartando enfermedad neurológica. En el año 2011, el paciente presentó un infarto talámico lacunar izquierdo de etiología microangiopática. Recibió trifusal como agente antiagregante, anticoagulación con HBPM y tratamiento sustitutivo con FVIII (Fandhi®) para mantener niveles de Factor VIII durante la hospitalización de 30 a 80%. Se decidió interrumpir el tratamiento antiagregante debido a los antecedentes de úlcera gastroduodenal, múltiples complicaciones hemorrágicas y la necesidad de terapia de reemplazo mantenida. El paciente continúa con controles periódicos en nuestra Unidad de Hemostasia y sin nuevos episodios hemorrágicos o trombóticos hasta ahora. Discusión: La hemofilia es una enfermedad crónica cuya supervivencia en el mundo occidental se aproxima a la de la población general y así se asiste a una mayor prevalencia de las comorbilidades propias de envejecimiento en cuyo abordaje en el paciente hemofílico se debe considerar el riesgo hemorrágico inherente a la propia coagulopatía y el riesgo adquirido de las terapias aplicadas. Serviço de Hematologia. Centro Hospitalar e Universitário de Coimbra. Coimbra, Portugal Introducción: Micropartículas (MP) son pequeñas vesículas libertadas por las células circulantes como respuesta a estímulos de activación o durante la apoptosis y pueden originarse de plaquetas (MPP), eritrocitos, leucocitos y células endoteliales. En pacientes con trombopenía inmune (TI) se verifica una incidencia aumentada de complicaciones cardiovasculares precoces, lo que ha sido asociado a que las MPP proporcionan una superficie procoagulante adicional. ¿Podrá este mecanismo explicar que pacientes con TI y trombopenia grave no tengan hemorragias más severas? Objetivos: En un grupo de TI evaluar el número de MPP y su asociación con el fenotipo hemorrágico. Material y métodos: Pacientes adultos (PA): n=14 (7♂,7♀), edad 56.8±16.6; 11 TI crónicas, 2 TI no crónicas (1 persistente y 1 aguda) y 1 TI en remisión; 7 en terapéutica corticoide (Tc) y 7 sin terapéutica (sT). Pacientes pediátricos (PP): n=20(9♂,11♀); edad 9.4±5.2; 11 TI crónicas, 3 TI no crónicas (todas persistentes) y 6 en remisión; 8 en terapéutica Tc y 12 sT. Grupo control (GC): n= 12 (5♂,7♀); edad 19±14; Plt mediana 261.5 x109/L (154-348). Muestras separadas por centrifugación y analizadas por citometria de flujo de acuerdo con Robert S. et al (2008). MPP definidas por tamaño (<1µm) y positividad para CD61. Se determinó el score hemorrágico SMOG (Rodeghiero et al, 2013) de los 6 meses previos al estudio. Para todos fue calculado el ratio MPP/N.º Plaquetas (rMPP). Se compararon los grupos PA y PP con GC; TI con trombopenía grave (Plt<50) vs TI con trombopenía moderada/ leve (Plt>50) vs TI en remisión; TI crónica vs TI no crónica; TI en Tc vs TI sT. Resultados: SMOG idéntico entre PA vs PP y entre Plt<50 vs Plt>50. El n.º de MPP no varía entre pacientes TI vs GC, pero es diferente entre TI en remisión vs GC (p= 0,0002). En los PA hay una correlación directa entre n.º Plt y MPP (p<0,0001, r= 0,86), no observada en PP y GC. El rMPP es aumentado en: pacientes vs GC (p= 0,0004), Plt<50 vs Plt>50 (p= 0,02), en pacientes Tc vs sT (p=0,05) y en TI en remisión vs GC (p= 0,0001). Entre TI crónica y no crónica no hay diferencias en el rMPP. Los pacientes Plt<50 sT en comparación con los pacientes Plt>50 sT tiene un rMPP significativamente mayor (p= 0,02). Conclusión: El fenotipo hemorrágico es similar entre pacientes, lo que hace pensar que algo compensa fenotípicamente el grupo Plt<50. El rMPP es significativamente más elevado en este grupo, independientemente de ser PA o PP o ser TI crónica o no crónica. Las TI en remisión tienen un aumento de rMPP vs GC, probablemente debido a un mayor turnover plaquetario. La Tc parecía tener alguna influencia, pero si analizamos solamente los pacientes sT, el grupo Plt<50 sigue teniendo más rMPP. Así, el rMPP si aumentado puede ser un factor modulador de fenotipo y será una característica del paciente Plt<50 sin sintomatología hemorrágica importante, independientemente de ser adulto o niño con o sin Tc. Sería importante incluir un mayor de pacientes en fase aguda y pacientes con scores hemorrágicos distintos. PO-381 El número de micropartículas plaquetares en pacientes con trombopenia inmune grave es un factor protector del fenotipo hemorrágico Seara Sevivas T., Coucelo M., Mendes M.J., Oliveira A.C., Marques D., Martinho P., Silva Pinto C., Goncalves E., Fidalgo T., Salvado R., Martins N., Ribeiro M.L. 155 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia PO-382 Estudio de incidencia de hemorragia severa en un área de asistencia sanitaria Caso clínico: Niña de 6a con déficit grave de FX, controlada en otro centro, que acude a urgencias por dolor e impotencia funcional en EID de 48 hr de evolución sin traumatismo previo. Múltiples episodios hemorrágicos previos que requirieron tratamiento sustitutivo. No profilaxis actual. E. Física normal salvo dolor en FID. EID en flexión interna con dolor e impotencia funcional a la movilización, fundamentalmente a la hiperextensión. Analítica: hemograma y bioquímica normales. Hemostasia: TTPa 77’4 seg, Tiempo de Quick 46’9 seg, A. protrombina 16%. Factores II, V, VII, VIII, IX y XI normales. Factor X <1%. Estudio de inhibidores negativo. Ecografía: Hematoma de psoas ilíaco derecho de 7 x 3 cm. Desestructuración de las fibrillas musculares, hematoma evolucionado que llega a improntar al riñon ipsilateral. Evolución: Al ingreso, y tras constatar ecográficamente la presencia de hematoma de PID se inicia tratamiento con complejo protrombínico a dosis de 40-45 UI/kg/36 hr y reposo absoluto e inmovilización pasiva de EID. Tras la primera dosis, importante mejoría clínica, desapareciendo la posición antiálgica en EID, el dolor y la impotencia funcional. Dada la óptima respuesta clínica se procede a las 72 horas del ingreso a ajuste de dosis de complejo protrombínico (20-25 UI/kg cada 48 horas) hasta completar una semana de tratamiento. En el control ecográfico a las 96 horas de ingreso, se observa una involución del hematoma con organización del mismo, no detectándose en el momento de su realización signos de progresión del sangrado y/o complicaciones, por lo que es dada de alta. Diagnóstico molecular: implica la secuenciación de las regiones claves del gen del FX, que se encuentra en el cromosoma 13 y posee 8 exones (Figura 1). Se entiende como región clave a la codificante del gen, la intrónica que flanquea a los exones y la zona del promotor. No existe una descripción detallada acerca de la amplificación de estas regiones por lo que se diseñaron nuevos primers mediante ExonPrimer. La amplificación con los primeros diseñados fue todo un éxito ya que todos los exones son amplificados con una temperatura de hibridación común. Utilizando diversos softwares para la interpretación de las reacciones de secuenciación, se dio con la mutación responsable. La paciente presenta una mutación en homocigosis en el exón 1, g.118g>a, que da lugar a una mutación a nivel Pinto G., Méndez G., Aranda Y., Roldán F., López J., García-Avello A., César J.M. Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid Objetivo: Estudio descriptivo de las hemorragias severas (que precisaron asistencia en un Servicio de Urgencias) en un área de asistencia sanitaria. Metodología: Se recogieron de forma prospectiva, durante todo el año 2013, las hemorragias que acudieron al Servicio de Urgencias de un Hospital de referencia que atiende a 500.000 usuarios. No se incluyeron casos pediátricos. Resultados: Se recogieron 450 casos (57,6% varones), que corresponden a una incidencia estimada de 90 casos por cada 100.000 habitantes/año. El promedio de edad fue de 76 años (rango20 a 98). La hemorragia más habitual (45%) fue la que afectó a tracto digestivo (de las cuales un 62,1% afectaron a colon y recto),. seguido de genitourinaria (28.4%), hematomas (14%), epistaxis (12%) y hemoptisis (0.2%). La mayoría de los pacientes estaban medicados con fármacos antitrombóticos incluyendo acenocumarol (39%), ASA (21,3%), clopidogrel 6,9%, ASA + clopidogrel (4%) y nuevos anticoagulantes orales (NACO, 4,1%). Un 17,3% de los pacientes no tenían tratamiento antitrombótico. En todos estos grupos, salvo en los tratados con clopidogrel, la hemorragia del tracto digestivo fue predominante, especialmente en los pacientes con NACO en los que alcanzó un 76,8%. La mayoría de estos últimos estaban medicados con Dabigatran (DE) y Rivaroxaban. Todos los pacientes con DE, excepto uno, tuvieron un TTPa prolongado (57,3±9,3 sg). En el grupo del clopidogrel la incidencia de sangrado genitourinario fue la predominante (54,8%), seguida de la digestiva (41,9%). Conclusiones: La hemorragia espontánea que requiere asistencia no es infrecuente. La mayoría de los casos está en relación con tratamientos antitrombóticos, especialmente los clásicos. La localización más usual es el tracto digestivo, seguido del genitourinario. Aunque la penetración en mercado de los NACOs es escasa, los casos de DE se asociaron a TTPas notoriamente prolongados. PO-383 Estudio molecular de un caso de déficit grave de factor X de la coagulación De Rueda Ciller B., Arias Moreno X., Santa-Catalina Ágreda S., Tercero-Mora M., Lucía Cuesta J.F., Delgado Beltrán P. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza Introducción: El FX es una serín proteasa dependiente de Vit K con herencia autosómica recesiva cuyo déficit es <1/500.000 individuos vivos. Los sangrados se controlan de forma conservadora y/o administración de plasma fresco. Se considera déficit grave cuando la actividad del FX es <1% y la actividad del Ag <5% 1. Figura 1. Estructura del Factor X. 156 Pósteres Materno Infantil de Málaga. Málaga. 15Hospital Jerez de la Frontera. Cádiz. 16 Hospital Carlos Haya. Málaga Introducción: Con FIXr (BenefiX®) se ha constatado una recuperación más baja que la obtenida con concentrados de FIX plasmáticos. La posología reflejada en su ficha técnica tanto para adultos como niños se ajusta en función de la recuperación. Este hecho es recogido por la Federación Mundial de Hemofilia en las guías terapéuticas mediante la aplicación de un factor de corrección (1,25 en adultos y 1,43 en niños). Sin embargo, existe la percepción de que no hay grandes diferencias en las dosis usadas en la práctica clínica entre los pacientes tratados con factor recombinante versus plasmático. Método: Estudio observacional para la recogida retrospectiva durante un año de los tratamientos realizados con FIXr en pacientes con HB perteneciente a 16 centros en España. Se recogieron datos demográficos, gravedad, estudio genético, pautas de tratamiento en profilaxis y a demanda y consumo total. Objetivo primario: conocer las pautas de profilaxis y tratamiento de episodios hemorrágicos con FIXr en pacientes con HB. Resultados: Se analizaron 87 pacientes con HB, 14 leves, 29 moderados y 44 graves. La mediana de edad fue de 20 años (1,671), peso de 60 kg (8-130). El 50% de los pacientes tenían antecedentes familiares. El estudio genético se realizó en 59 pacientes, con una mayoría de mutaciones con sentido (82%). En tres pacientes no se encontró la mutación. Durante el periodo de observación el 48% de los pacientes recibieron tratamiento a demanda y el 52% en profilaxis. El 77% de los pacientes con hemofilia grave estaban en profilaxis. De los 45 pacientes en profilaxis, 18 estaban en profilaxis primaria y 27 en profilaxis secundaria. La pauta más empleada fue la de dos días en semana (80%) con una dosis diaria de 35 UI/kg (12-65) y una dosis semanal de 64,7UI. La edad media de los pacientes en profilaxis fue de 8.9 años. El 82% de los pacientes en profilaxis primaria no presentaron ningún hemartros. En los pacientes a demanda la media de dosis empleada fue de 50,42 UI/kg/día (24-125). El consumo total anual de los pacientes a demanda fue de 36.850 UI comparado con el de los pacientes en profilaxis que fue de 150.080 UI (p< 0,001). Conclusiones: En la práctica clínica las dosis utilizadas con FIXr no fueron superiores a las reflejadas en la literatura para FIX plasmático. Aunque el número de la muestra es pequeña, estas dosis demostraron su eficacia en pacientes en profilaxis primaria, donde el 82% de los pacientes no padecieron ningún hemartros, y en el control de los episodios tratados a demanda. Al ser un estudio observacional de pacientes tratados durante un año, el porcentaje de pacientes graves (50%), no es representativa de la población global de hemofílicos. Figura 2. Árbol genealógico de la familia, donde se observa la condición de portadores de los progenitores. de proteína de p.G-20R. Esta mutación ya descrita con anterioridad es conocida como factor X Santo Domingo. Estudios a nivel celular indican que esta mutación provoca una escisión incompleta del péptidoseñal del FX, de tal forma que se favorece su degradación intracelular. La consecuencia final es que el factor X maduro nunca llega a ser secretado al medio extracelular, y por extensión, al torrente circulatorio. El análisis molecular en los progenitores detectó la mutación en heterocigosis, corroborándose la condición de portadores obligados de ambos (Figura 2). Discusión: La mutación en homocigosis, g.118g>a, es la responsable de la patología de la paciente y que fue transmitida por sus progenitores los cuales son portadores de la misma. Dicha mutación es conocida como FX Santo Domingo, y en homocigosis es responsable de formas graves de déficit de FX. PO-384 Estudio observacional, retrospectivo y multicéntrico sobre las pautas de tratamiento en España con factor IX recombinante (FIXr) en pacientes con hemofilia B (HB) Pérez Garrido R.1, Altisent C.2, Jiménez-Yuste V.3, Fernández N.4, García F.5, Fernández Fontecha E.6, Bonanad S.7, León A.8, Pérez N.9, Canaro M.10, Gutiérrez Pimentel M.J.11, Velasco F.12, Bermejo N.13, Palomo A.14, Campos R.15, Mingot E.16 Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla. 2Hospital Vall d’Hebron. Barcelona. 3Hospital Universitario La Paz. Madrid. 4Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. 5Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia. 6 Hospital Universitario Río Hortega. Valladolid. 7Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia. Valencia. 8Hospital La Candelaria. Tenerife. 9Hospital Torrecárdenas. Almería. 10Hospital Universitari Son Espases. Palma de Mallorca. 11 Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Granada. 12Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba. 13Hospital San Pedro de Alcántara. Cáceres. 14Hospital 1 PO-385 Eventos cardiovasculares en pacientes hemofílicos: experiencia de un centro de referencia Reyes J.1,2, Balaguer A.1, Haya S.1, Cid A.R.1, Mira Y.1, Ferrando F.1, Bonanad S.1, Sanz M.1 157 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia se continuó anti agregación con AAS 100 mg y Clopidogrel 75 mg a largo plazo sin complicaciones hemorrágicas. Conclusiones: No hay un estándar de tratamiento para tratar los eventos cardiovasculares en los pacientes hemofílicos, las actuaciones están basadas en opinión de expertos. De esta forma han seguido el tratamiento nuestros pacientes Con los tratamientos llevados a cabo ha habido un buen control sin excesivas complicaciones hemorrágicas, solo en uno de nuestros pacientes requirió la retirada de AAS. Hospital Universitari i Politècnic La Fe. Valencia. 2Hospital de San José. Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud. Bogotá, Colombia 1 Introducción: Con las mejoras de los tratamientos en las últimas décadas los pacientes hemofílicos han conseguido una mayor esperanza de vida, esto ha originado que en el momento actual se den con más frecuencia eventos cardiovasculares en estos pacientes. La diátesis hemorrágica basal hace especialmente complicado el manejo de estos pacientes El enfoque terapéutico de estas complicaciones está basado en nivel de evidencia de recomendación de expertos. El presente estudio tiene como objetivo comunicar la serie de casos de hemofílicos que han presentado eventos cardiovasculares en nuestro medio y valorar los tratamientos pautados y sus posibles complicaciones. Pacientes y métodos: Se realiza un estudio descriptivo tipo serie de casos reportando los pacientes con eventos cardiovasculares en la población hemofílica en un hospital de referencia en el periodo comprendido de 2004 a 2014. Se efectuó una revisión de historias clínicas de forma retrospectiva con recogida de datos demográficos, factores de riesgo cardiovascular y manejo terapéutico con valoración de su eficacia y complicaciones. Resultados: En los últimos 10 años se encontraron seis hemofílicos A que presentaron diferentes eventos cardiovasculares. Las características de los pacientes, tipo de enfermedad cardiovascular y factores de riesgo se detallan en la Tabla 1. Se diagnosticó fibrilación auricular en un hemofílico grave y 3 leves. El hemofílico grave se encuentra antiagregado con AAS 100 mg/24h con control de Verify-now de 438 ARU (valor para adecuada antiagragación <550) y profilaxis con FVIII 1500 UI tres días por semana, manteniendo valores de FVIII valle de 3.9%. De los tres pacientes con hemofilia leve, el paciente n.º 2 está antiagregado y controlado con Verify-now, de 418 ARU, los dos siguientes anticoagulados con acenocumarol manteniendo rangos de INR entre 2-3, sin complicaciones hemorrágicas en ninguno de los tres. Dos pacientes con hemofilia moderada, el paciente n.º 5 se presentó con accidentes cerebro vascular (ACV) isquémico no requiriendo ningún manejo intervencionista neuroquirúrgico y se consideró cardioembólico, inicialmente tratado con AAS 100 mg/24h pero por complicaciones hemorrágicas se pasó a ser tratado con dipiridamol. El otro paciente con hemofilia moderada, paciente 6.º, presentó un síndrome coronario agudo tipo SCACEST llevado a angioplastia primaria a quien se le administró reposición de factor durante la evaluación angiografía y 24 horas posteriores, dado la presencia de hematoma en la zona de inserción del catéter. Posteriormente PO-386 Hemofilia de tipo esporádico y familiar en Aragón Santa Catalina S., de Rueda B., Arias X., Costilla L., Recasens V., Delgado P., Lucía J.F. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza Introducción: Una deficiencia o pérdida de funcionalidad de los factores de coagulación VIII o IX dan lugar a hemofilia A (HA) o hemofilia B (HB), respectivamente.. En estudios anteriores se ha observado que la prevalencia de casos esporádicos en hemofilia es de 1/3 del total de casos y que en el 82-85% de estos, la madre resulta ser portadora de la enfermedad. El objetivo de este estudio es valorar la prevalencia de casos esporádicos y familiares, así como describir el perfil de la población de ambos grupos en el área geográfica de Aragón. Desarrollo: Se elaboraron genogramas de 48 familias de HA y 10 familias de HB, identificando la mutación causal en los casos índice y la condición de portadora o no en todas las pacientes de interés con muestra disponible mediante el análisis de ADN de células nucleadas en sangre periférica. No se observaron diferencias entre ambas hemofilias en la prevalencia de casos esporádicos (60%) y familiares (40%) siendo muy semejantes en todos los fenotipos. Por otro lado, teniendo en cuenta el alto número de casos esporádicos en nuestra población, hay que destacar que en su mayoría (83%) se tratan de casos aislados en la familia, mientras que en un 17% ambos hijos de una misma pareja resultaron ser los primeros casos de hemofilia en la familia. Un 90% (36/40) de las madres de casos esporádicos de hemofilia resultaron ser portadoras de la enfermedad. Mientras que a diferencia de otros estudios, un 72% de las abuelas maternas estudiadas (8/11), resultaron portadoras. Por ello, a pesar de ser tratados como casos esporádicos, en estos Tabla 1. Paciente Edad Valores FVIII (UI/dL) Enfermedad CVs HTA DM DL Obesidad Tabaco Tto Otros 1 45 <1 ACxFA No No No 2 41 10 ACxFA Sí No No Sí Sí ASA Insuf. Mitral Sí No ASA Insuf. Mitral Def. Factor XII 3 81 35 ACxFA Sí No No No Sí Inh Vit K 4 72 40 ACxFA No No Si No No Inh Vit K 5 68 3 ACV No Sí Sí No Sí AAS Dipiridamol 6 71 3 SCACEST Sí Sí Sí Sí No Sí 158 FA Pósteres Introducción: Tanto la Hemofilia A adquirida como la Enfermedad de von Willebrand adquirida son coagulopatías raras, cuya prevalencia no se sabe exactamente y que representan un reto diagnóstico y terapéutico para el hematólogo clínico. Casos clínicos: Presentamos 4 casos con diferente contexto clínico, etiopatogenia y tratamiento, ya que dada la escasa prevalencia, consideramos que es importante la difusión de la experiencia de cada centro. Caso clínico 1: mujer de 44 años con hematoma retrofaríngeo espontáneo que se interpretó inicialmente como un absceso e ingreso en otorrinolaringología, se evidencia un TTPa de 64,2” y tras el diagnóstico de hemofilia adquirida se comenzó tratamiento para el sangrado con FEIBA y posteriormente erradicación de los inhibidores con prednisona + ciclofosfamida. Con control del sangrado y recuperación de los niveles normales de FVIII, sin recurrencia de la enfermedad tras 15 meses de seguimiento. Caso clínico 2: varón de 77 años con antecedente de neoplasia vesical desde hace 6 años, con múltiples hemorragias subcutáneas de 1 mes de evolución y alargamiento de TTPa aislado, con un FVIII del 4%. Se comienza con tratamiento con antifibrinolíticos, corticoides y ciclofosfamida. Se confirma la presencia de inhibidores (4 U. Bethesda). Tras un mes de tratamiento se controlaron las hemorragias y se normalizó el nivel de FVIII. Caso clínico 3: varón de 79 años de edad, con antecedente de anemia ferropénica crónica secundaria a hemorragia digestiva alta, que tras agudización importante de la anemia es remitido a las consultas de hematología. Se hace el diagnóstico de déficit de factor XI, sin que esto justifique los sangrados, y de gammapatía monoclonal de significado incierto IgG, tras el estudio inicial. Se completa el estudio y se diagnostica de enfermedad de von Willebrand adquirida (Tabla 1). Las inmunoglobulinas endovenosas fueron el tratamiento elegido, con control de la hemorragia digestiva y menor requerimiento transfusional. Caso clínico 4: varón de 77 años diagnosticado de mieloma múltiple (MM) smoldering, que presenta hemorragia digestiva aso- pacientes la mutación se ha transmitido de forma silente mediante portadoras en al menos 3 generaciones. En el 10% de las madres de casos esporádicos en los que no se detectó la mutación, no hay que descartar su condición de portadoras puesto que puede tratarse de un mosaicismo oculto. La presencia de un mosaicismo en nuestra población, se pudo confirmar en 1 de las 4 madres cuya mutación causal no se presentaba en sus células somáticas. Entre los 22 casos de hemofilia familiar, un 5% tienen 1 hemofílico en la familia, 41% dos hemofílicos y un 54% tienen tres o más hemofílicos en la familia. La media de transmisión de la enfermedad en hemofilia familiar es de 3 generaciones. Un 13% de los casos familiares tienen un antecesor masculino directo con hemofilia y mientras que en los pacientes con hemofilia grave, tan solo lo poseen un 5%. Conclusiones: En la población de estudio hay una mayor prevalencia de casos esporádicos para todos los fenotipos de hemofilia. Lo que quizá se deba a una baja estimación de casos familiares como consecuencia de la tendencia a familias de menor tamaño, escaso registro de datos de las historias clínicas familiares y del desarrollo en los últimos años de un buen consejo genético y técnicas reproductivas. Por este último motivo puede deberse que la propagación de hemofilia tanto en casos esporádicos como familiares, sea principalmente a través de portadoras. PO-387 Inhibidores de la coagulación adquiridos: heterogeneidad clínica y terapéutica Villegas da Ros C., Ortiz Zuluaga S., Javier González K., Pérez Rodríguez P., Orero Castello M.T., Miguel Sosa A., Carbonell Ramón F. Hospital General Universitario de Valencia. Valencia Tabla 1. Caso 1 Caso 2 Caso 3 Caso 4 Diagnóstico Hemofilia adquirida Hemofilia adquirida Enfermedad de von Willebrand Adquirida + déficit de F XI Enfermedad de von Willebrand Adquirida Edad (años) 43 77 79 77 Femenino Masculino Masculino Masculino Ninguna Ninguna Gammapatía Monoclonal de Significado Incierto Mieloma Múltiple Hematoma retrofaríngeo + equimosis cutáneas Hemorragias subcutáneas en EID Hemorragia digestiva alta Hemorragia digestiva alta • FEIBA (3 dosis) • Prednisona 1 mg/kg/día • Ciclofosfamida 1 mg/kg/día • Prednisona 1 mg/kg/día • Ciclofosfamida 1 mg/kg/día • Igs 1gr/kg cada 4 semanas • Melphalan + prednisona 6 ciclos. • FVIII 4.5 UI/Dl • Inhibidor 4.00 U.Bethesda • FXI 37UI/dL • FVIII 11UI/dL • FVW:Ag 15.4UI/dL (VN:47-197) • FVW:RCo no coagula • FVW:CB 4.1UI/dL (VN: 60-130) • FVIII 13.9UI/dL • FVW:Ag 11UI/dL (VN:47-197) • FVW:RCo <3.5% • FVW:CB 2.2UI/dL (VN: 60-130) Sexo Enfermedad asociada Clínica Tratamiento Valores al diagnóstico • FVIII 4.5 UI/Dl • Inhibidor 1.80 U.Bethesda 159 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia ciada a alteración de la coagulación, diagnosticándose de enfermedad de von Willebrand adquirida. Dado que la coagulopatía era sintomática y con requerimiento transfusional, se decide realizar tratamiento del MM, con melphalan – prednisona. Tras 6 ciclos de tratamiento el paciente presenta normalización de los niveles de factores y control de hemorragia digestiva asociada. Conclusiones: Ambas diátesis hemorrágicas están infradiagnosticadas en la práctica clínica diaria a pesar de que se piensa que su prevalencia va en aumento. Dado que sus síntomas son reversibles con tratamiento adecuado, aunque potencialmente mortales, es que es muy importante considerarlas dentro de los diagnósticos diferenciales ante una coagulopatía adquirida inexplicable por otras causas. Sobre todo junto a patologías que habitualmente suelen acompañarlas. En la enfermedad de von Willebrand adquirida el tratamiento siempre que se pueda debe estar dirigido a la enfermedad de base como en el caso número 3 y 4. En cambio en la hemofilia adquirida, el tratamiento está dirigido a controlar la hemorragia y a erradicar los inhibidores como en los casos 1 y 2, cuya gravedad es diferente y por lo tanto también su manejo terapéutico. Tabla 1. Mutación hemofilia A PO-388 Mutaciones de los pacientes con hemofilia diagnosticados en los últimos 10 años en la provincia de Málaga Documentada Grave Mod Leve Total % p.R1997W 3 1 0 4 17.39 Inversion intron 22 4 0 0 4 17.39 p.W1817X 1 0 0 1 4.34 F276L exon 7 0 1 0 1 4.34 p.T87P, exón3 1 0 0 1 4.34 Deleccion exon 11 1 0 0 1 4.34 p.G70V 0 1 0 1 4.34 IVS20-1G>A del intro 20 1 0 0 1 4.34 p.I1194fs 1 0 0 1 4.34 1588-1590 insA (exon 14) 1 0 0 1 4.34 Inversion intron 1 1 0 0 1 4.34 No determinadas 0 1 0 2 8.69 Pendientes 1 1 0 4 17.39 TOTAL 15 5 3 23 100 Rivas Luque M.1, Fuentes Gálvez P.A.2, Palomo Bravo M.A.3, Heininger Mazo A.I.2 Hospital Universitario Virgen de la Victoria. Málaga. 2Hospital Carlos Haya. Málaga. 3Hospital Materno Infantil. Málaga 1 la inversión del intrón 1 (4.36%), también afecto de Hemofilia A grave. En nuestra serie, la mutación p.R1997W se describe en 4 pacientes (17.39%), 3 con Hemofilia a grave y 1 con Hemofilia A leve. Otras 8 mutaciones (Tabla 1) se han identificado en 8 pacientes diferentes, 6 con hemofilia A grave y 2 con hemofilia A moderada. En 2 pacientes (de origen asiático) no se ha podido determinar la mutación. En los 4 pacientes restantes están aun pendientes los resultados. Conclusiones: A pesar de que la inversión del intrón 22 está descrita hasta en el 30-50% de los pacientes con Hemofilia A, en nuestra serie no se cumplen estas cifras, puesto que solo la presentan el 17.39% de los pacientes. Este mismo porcentaje lo presenta la mutación p.R1997W, que sin embargo no está contemplada como una de las mutaciones más frecuentes. La mayoría de nuestros pacientes, en conjunto un 34.72%, presentan mutaciones distintas de las consideradas prevalentes. Introducción: La hemofilia A es una coagulopatía infrecuente (1 de cada 5000-10000 nacimientos en varones), hereditaria ligada al sexo, que se produce por un defecto en el gen del factor VIII, localizado en el cromosoma X. Este desorden produce un déficit de dicha proteína, que actúa como cofactor del FIX para la activación del FX de la coagulación, aumentando, por tanto, el riesgo hemorrágico de estos pacientes. El gen FVIII es extremadamente largo, ya que tiene unos 186000 pares de nucleótidos (186 kb), y estructuralmente complejo. Consta de 26 exones y 25 intrones. Se han descrito un gran número de mutaciones que afectan a dicho gen, recogidas en HAMSTEReRS y HGMD. Las más frecuentes son la inversión del intrón 22 en el 30-50% de los pacientes, y la inversión del intrón 1 en aproximadamente un 2-5%. En el resto de pacientes se han descrito mutaciones puntuales, delecciones, e inserciones en diferentes proporciones. En el 5-10% de los casos no se detecta la mutación originaria. Material y métodos: En los últimos 10 años hemos diagnosticado un total de 23 pacientes con Hemofilia A en nuestro centro. Hemos clasificado a los pacientes en función del nivel del FVIII. En todos ellos hemos realizado el análisis genético. En 4 de ellos están aun pendientes los resultados. Resultados: De los 23 pacientes diagnosticados, 15 presentan Hemofilia A grave, 5 hemofilia A moderada y 3 hemofilia a leve. La inversión del intron 22 se ha encontrado en 4 de los pacientes (17.39%), todos ellos con hemofilia A grave. En 1 de los pacientes se ha detectado PO-389 Mutaciones de novo y con historia familiar en los pacientes hemofílicos diagnosticados en la provincia de Málaga en los últimos 10 años Fuentes Gálvez P.A.1, Rivas Luque M.2, Palomo Bravo M.A.3, Heiniger Mazo A.I.1 Hospital Carlos Haya. Málaga. 2Hospital Universitario Virgen de la Victoria. Málaga. 3Hospital Materno Infantil. Málaga 1 160 Pósteres Introducción: La hemofilia A es una coagulopatía infrecuente (1 de cada 5000-10000 nacimientos en varones), hereditaria ligada al sexo, que se produce por un defecto en el gen del factor VIII, localizado en el cromosoma X. Este desorden produce un déficit de dicha proteína, aumentando el riesgo hemorrágico de estos pacientes. El gen FVIII tiene unos 186000 pares de nucleótidos, y es estructuralmente complejo. Consta de 26 exones y 25 intrones. Las más frecuentes son la inversión del intrón 22 en el 30-50% de los pacientes, y la inversión del intrón 1 en aproximadamente un 2-5%. En el resto de pacientes se han descrito mutaciones puntuales, delecciones, e inserciones en diferentes proporciones. En el 5-10% de los casos no se detecta la mutación originaria. Alrededor de 1/3 de dichas mutaciones son espontáneas, sin antecedentes familiares. Estas mutaciones de novo, suelen originarse en la madre, que transmitirá la enfermedad a sus hijos varones. Material y métodos: En los últimos 10 años hemos diagnosticado un total de 23 pacientes con Hemofilia A en nuestro centro. Hemos clasificado a los pacientes en función del nivel del FVIII. En todos ellos hemos realizado el análisis genético. En 4 de ellos están aun pendientes los resultados. Resultados: De los 23 pacientes diagnostidos de Hemofilia A en los últimos 10 años en nuestro centro, solo 13 presentaban historia familiar de la enfermedad. La mayoría de ellos, el 30.7% presentan la mutacion p.R1997W, seguido de 15.3% en los que se identifica la inversión del intrón 22. Dos pacientes presentan mutaciones de las no descritas como más prevalentes p.W1817X y F276L exon 7. En dos de los pacientes no se ha identicazo la mutación, y tampoco en su madre. Hay tres pacientes pendientes de determinar. De los 10 pacientes que no presentaban historia familiar, se han identificaron mutaciones de novo en 8 de las madres. En un caso, no se ha podido identificar la mutación en la madre, y sí en el niño. En uno de los casos queda pendiente de detectar la alteración en madre e hijo. Dos de dichas mutaciones fueron inversión del intrón 22. En 6 casos se han objetivado mutaciones de las no descritas como más prevalentes, todas ellas presentando hemofilia A grave (Tablas 1 y 2). Conclusiones: Está descrito que hasta en el 66% de las mutaciones en Hemofilia A existe historia familiar de la enfermedad y hasta el 33% son de novo. En nuestra serie el porcentaje de las mutaciones con historia familiar es del 56.52 %, y de mutaciones Tabla 2. Grave Mod Leve Total % Inversion intron 22 2 0 0 2 20 p.T87P, exón3 1 0 0 1 10 Deleccion exon 11 1 0 0 1 10 p.G70V 0 1 0 1 10 IVS20-1G>A del intro 20 1 0 0 1 10 p.I1194fs 1 0 0 1 10 1588-1590 insA (exon 14) 1 0 0 1 10 Inversion intron 1 1 0 0 1 10 Pendientes 0 0 1 1 10 TOTAL 8 1 1 10 100 Grave Mod Leve Total % p.R1997W 3 1 0 4 30.76 Inversion intron 22 2 0 0 2 15.38 p.W1817X 1 0 0 1 7.69 F276L exon 7 0 1 0 1 7.69 No determinadas 0 1 1 2 15.38 Pendientes 1 1 1 3 23.07 TOTAL 7 4 2 13 100 de novo es del 43.47%. La mutación de novo más frecuente es la p.R1997W, y la inversión del intrón 22 en los casos de historia familiar. PO-390 Prasugrel, microangiopatía trombótica y apendicitis aguda Torres Miñana L.1, Plaza M.L.2, de la Iglesia S.1, Carrión S.2, Gómez-Casares M.1, Rodríguez C.1, Sánchez V.3, Molero T.1 1 Servicios de Hematología, 2Anatomía Patológica y 3Radiodiagnóstico. Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín. Las Palmas de Gran Canaria Introducción: La púrpura trombótica trombocitopénica es una entidad de baja frecuencia que asocia una alta mortalidad y en la cual no existen exámenes de laboratorio de urgencias que permitan confirmar el diagnóstico. Una alta sospecha clínica ante anemia hemolítica microangiopática junto con trombopenia, obliga a la realización de exámenes selectivos, e iniciar su manejo de manera rápida con recambios plasmáticos; posponer el inicio de los mismos puede tener consecuencias graves, con una tasa de mortalidad mayor de 90%. Caso clínico: Varón de 64 años con antecedentes de IAM anterior, tratado con fibrinolisis y revascularización percutánea. Tratamiento al alta, prasugrel. Tras un mes y medio del IAM, vuelve a urgencias por cuadro de dolor progresivo en epigastrio irradiado hacia FID, náuseas, vómitos alimenticios y posteriormente biliosos. Con empeoramiento del cuadro rápido, síndrome diarreico, orinas colúricas y posteriormente oliguria. Exploración: tinte ictérico, abdomen doloroso a la palpación profunda en FID con defensa y blumberg dudoso. Presentaba abundantes petequias en piel. Analítica urgencias: trombocitopenia (20.000 /uL) sin anemia, LDH e índice ictérico elevados, test de Coombs negativo. Amilasa en rango normal; CK, procalcitonina y PCR elevadas. Fracaso renal agudo (creatinina de 3,6 mg/dL). Alteración de ambas vías de la coagulación con hiperfibrinógemia. En el frotis de urgencias no se observaron esquistocitos. La TAC presentó hallazgos compatibles con apendicitis aguda. Ante estos hallazgos, se planteron los diagnósticos de sepsis secundaria a apendicitis aguda y trombopenia severa (microangiopatía trombótica vs trombopenia secundaria a sepsis). Con Tabla 1. Mutación de novo hemofilia A Mutación con H.ª Familiar hemofilia A 161 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia calculamos en forma de porcentaje (número de semanas al año tratamiento correcto entre el número de semanas del año en el que el sujeto no tiene una hemorragia activa o está sometido a procedimiento invasivo). Todos los pacientes han consentido. Estudio avalado por el Comité Ético de nuestro centro. Resultados: Evaluamos 18 pacientes (mediana edad inicio profilaxis 30 años, RIQ 17 a 40.5 años). Tipo de profilaxis: 2 primaria, 2 secundaria y 14 terciaria. Motivo de inicio de profilaxis terciaria: 1 hemorragia intracraneal, 1 antiagregación y 11 prevención progresión de artropatía hemofílica. 16 pacientes tratados con productos recombinantes. Reducción de la tasa anual de sangrados 88.3% en sujetos en profilaxis terciaria (media 2.3 profilaxis vs 20.8 demanda, p<0.0001). Mediana de consumo anual de factor en sujetos en profilaxis terciaria 2,557.8 UI/kg/año vs. 1,696.8 UI/kg/ año del periodo a demanda (p=0.312). Este incremento es menor si la indicación de la profilaxis es la prevención de artropatía (50.7% vs 24.5%). La mediana de la adherencia fue 84% (RIQ, 69-95%), sin diferencia entre los distintos tipo de profilaxis (p 0.125). No hemos descrito eventos adversos de la profilaxis. Conclusiones: La mayoría de la profilaxis en adultos es terciaria y reduce ostensiblemente la incidencia de eventos hemorrágicos aunque a un alto coste. La justificación de la indicación de profilaxis puede modificar el coste-eficacia. Los pacientes adultos presentan una buena adherencia, similar a la publicada en niños. todo, se decidió intervención quirúrgica previa optimización del paciente por parte de hematología, con tratamiento transfusional pre, durante y post cirugía. El paciente presentó una evolución clínica tórpida y 72h tras la IQ desarrolló trombocitopenia severa, hemólisis activa, deterioro progresivo de la función renal y 6% de esquistocitos. Con la alta sospecha de PTT se obtuvo muestra para determinación de ADAMTS13 y se inició plasmaféresis, no mejorando y produciéndose el exitus 3 días después. Posteriormente, el resultado del ADAMTS13 (0’13%) confirmó el diagnostico de PTT. La necropsia a nivel macroscópico reveló petequias en serosas y signos de isquémia miocárdica. A nivel microscópico se observaron signos de shock, como la necrosis tubular aguda y daño alveolar difuso. Se encontraron trombos de fibrina focales (sobretodo en suprarrenales) sin verse en SNC, piel ni riñones. Discusión: Puesto que el paciente no mejoró tras la IQ y que actualmente están apareciendo nuevos fármacos que como reacción adversa rara describen PTT (uno de ellos el prasugrel). Nosotros relacionamos nuestro caso de PTT con el reciente inicio de prasugrel. A pesar de la ausencia de trombos hialinos, el resto de datos en cambio nos apoyaron nuestro diagnostico de PTT. PO-391 Profilaxis en pacientes adultos con hemofilia A severa: indicación, optimización del consumo y resultados clínicos PO-392 Representación mental de la enfermedad en jóvenes con hemofilia. Un estudio prospectivo de seis años Mingot Castellano M.E., González Díaz L., Tamayo Bermejo R., Heiniger Mazo A.I. Torres-Ortuño A.1, Cuesta-Barriuso R.2, Nieto-Munuera J.1 Hospital Regional Universitario de Málaga. Málaga Universidad de Murcia. Murcia 2Universidad Católica San Antonio. Murcia 1 Fundamentos: La profilaxis es el tratamiento de elección en sujetos con hemofilia severa para prevenir el desarrollo de la artropatía hemofílica. En sujetos adultos, no existe consenso sobre la indicación, dosis y frecuencia de la profilaxis. Su alto coste exige optimizar los resultados. Nuestros objetivos son: Introducción: Los adolescentes con hemofilia deben adaptarse a las limitaciones y al cambio que se produce en la atención a su enfermedad. La experiencia de enfermedad, las expectativas terapéuticas y la repercusión en la esfera personal o interpersonal son determinantes en el grado de satisfacción y adherencia a los tratamientos y en la calidad de vida. Objetivos: El objetivo del presente estudio de tipo prospectivo, observacional, longitudinal y no aleatorio, es valorar la percepción y representación mental de enfermedad y la calidad de vida en jóvenes con hemofilia. Material y métodos: Han sido evaluados 22 pacientes, (en julio de 2007, y septiembre de 2013), que participaron en 3 Talleres de Formación bienales con el mismo formato y estructura. Se emplearon el Cuestionario de calidad de vida (A36-Hemofilia Qol) y el Cuestionario de Percepción de enfermedad (IPQ-R). Resultados: La mayor parte de los jóvenes en el momento de la primera evaluación se encontraban en tratamiento profiláctico, disminuyendo en la segunda evaluación, de forma paralela al aumento del desarrollo de artropatías hemofílicas. Sin embargo, este empeoramiento en el estado físico no ha influido en su práctica de deporte, la cual ha aumentado a lo largo del tiempo. • Describir el perfil de pacientes adultos tratados en esquema de profilaxis y el tipo de esquema. • Valorar la tasa anual de sangrados en pacientes en esquema de profilaxis terciaria y compararla con la del periodo a demanda. • Valorar si la aplicación de programas de farmacocinética y ajuste de niveles valle optimiza los resultados. • Valorar la adherencia al tratamiento y seguridad del tratamiento. Pacientes: Sujetos adultos con hemofilia A severa, sin historia de inhibidor tratados en nuestro centro en esquema de profilaxis de larga duración entre enero de 2006 y diciembre de 2013. La dosis se establece en base a estudio de farmacocinética (modelo bayesiano monocompartimental) y posterior optimización con niveles valle (diana 1 y 3% en ausencia de sangrado). La adherencia la 162 Pósteres El ensayo consta de: una extracción basal, la administración de DDAVP y extracciones a los 30 min, 60 min, 2 horas y 4 horas, observando así el tipo de respuesta de cada paciente según la corrección de los siguientes parámetros, análisis de la función plaquetar (PFA®100), aglutinación plaquetar inducida por ristocetina (RIPA), niveles de FVIII y FVW. Criterios de respuesta: 1. Buena respuesta: normalización de todos los parámetros estudiados. 2. Respuesta parcial: si no se normalizan todos los parámetros, la respuesta es breve o insuficiente. 3. Mala respuesta: no se normaliza ninguno de los parámetros post-infusión del DDAVP. Resultados: En la Tabla 1 se presentan los distintos tipos de respuesta al DDAVP según la clasificación diagnóstica. Los datos aparecen como valor absoluto y porcentaje con respecto al total de pacientes (104). HF, hemofilia; FRH, factor de riesgo hemorrágico (incluye niveles de FVW desde 30% hasta el nivel inferior del rango de normalidad). Conclusiones: Como se había descrito previamente, la desmopresina es eficaz en pacientes con EVW tipo 1 y con hemofilia A leve. El 50% de los pacientes de nuestro centro presentan buena respuesta a la desmopresina. Teniendo en cuenta los resultados obtenidos en nuestro laboratorio, se recomienda el uso terapéutico del DDAVP en la mayoría de pacientes con hemofilia A leve, portadoras de hemofilia con clínica hemorrágica, EVW tipo 1, 2N (heterocigotos) y 1/2N. Para cirugías menores, sin alto riesgo de hemorragia, este tratamiento es adecuado en pacientes con respuesta parcial como es el caso de la EVW 2A (69,2%). En la hemofilia A moderada, EVW 2M, 2A/2M y EVW 2B donde la respuesta al DDAVP es mala, este tratamiento no debe usarse. Observamos que en algunas formas variantes de EVW y portadoras de hemofilia con clínica hemorrágica pueden ser de bastante Respecto a la percepción de enfermedad hay diferencias significativas desde la primera a la segunda evaluación, en la identidad y la representación emocional, de la enfermedad. La calidad de vida experimenta un aumento global a expensas de su valoración de la salud física y de la mejora y el aumento de las relaciones sociales, aun cuando el dolor y el daño producido en las articulaciones son más evidentes. En la primera evaluación, solo las variables de tratamiento y de secuelas de la hemofilia (tipo de tratamiento, número de hemartrosis en el último mes y diagnóstico de artropatía) correlacionaron con las variables dependientes. En la segunda evaluación, a pesar de que el número de hemartrosis aumenta significativamente, y al contrario que en la evaluación inicial, la práctica deportiva correlaciona con la representación emocional y sus relaciones sociales. Igualmente, el número de días que hacían deporte correlaciona con su comprensión de la enfermedad, la percepción de salud física y las relaciones y actividades sociales. El análisis de regresión indica que las variables que más influyen en la percepción de enfermedad y en la calidad de vida de los son trabajar, el número de días de práctica deportiva y la práctica de ésta. Los resultados indican que la práctica deportiva ayuda a un mejor reconocimiento de los síntomas, comprensión de su enfermedad, a una menor afectación emocional. Igualmente ayuda a resolver sus dificultades con el tratamiento, a afrontar mejor el dolor y los problemas en sus articulaciones, mejorando sus relaciones y actividades sociales y su calidad de vida. Conclusión: Programas de formación e información a jóvenes con hemofilia, mejoran la percepción de enfermedad de los mismos. La actividad física y deportiva debe ser integrada como parte del tratamiento de los PcH para mejorar su adaptación física y emocional. PO-393 Respuesta al DDAVP: experiencia en un único centro Tabla 1. Respuesta a la infusión de desmopresina Diagnóstico Pérez Rodríguez A., Loures Fraga E., Rodríguez Trillo A., Gómez del Castillo Solano M.C., Echeverria Mecoleta P., Iglesias Lema T., Gestal Gómez P., Costa Pinto J., Herrero Maeso B., Carnero Pereiro J., Batlle Fonrodona F.J., López Fernández M.F. HA leve Respuesta Buena Parcial Mala 16 (55,2%) 11 (37,9%) 2 (6,9%) HA moderada Portadora HA Xerencia de Xestión Integrada A Coruña. A Coruña Introducción: La desmopresina (DDAVP) es comúnmente usada en el tratamiento de pacientes con enfermedad de von Willebrand tipo 1 (EVW 1 y hemofilia A leve. La capacidad de respuesta de un paciente al DDAVP, basado en una dosis de 0.3 µg/kg de peso determina una terapia eficaz. Objetivo: Revisión de la respuesta a la infusión de DDAVP en condiciones basales en pacientes de nuestro centro con distintos defectos de factor von Willebrand (FVW) o factor VIII (FVIII). Material y métodos: Estudio retrospectivo desde 1999 a 2014 de la respuesta a la infusión en condiciones basales de 0.3 µg/kg de peso de DDAVP en pacientes con hemofilia A (leve, moderada y portadora), EVW (EVW 1, EVW 2). El número total de pacientes revisados fue de 104. 3 8 TOTAL HA 24 (60%) 11(27,5%) 5 (12,5%) EVW1 6 (46,1%) 5 (38,5%) 2 (15,4%) 9 (69,2%) 4 (30,8%) 5 (33,3%) 9 (60%) EVW2A EVW 2M EVW 2A/2M 2 1 (6,7%) EVW 2B EVW2N EVW1/2N TOTAL EVW FRH TOTAL (104) 163 1 4 1 12 (24,5%) 19 (38,8%) 18 (36,7%) 30 (28,8%) 23 (22,1%) 15 51 (49,0%) XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia utilidad el DDAVP, de ahí que se recomiende el test de respuesta a este tratamiento. PO-395 Uso del factor VIIr activado en el Hospital Universitario de Getafe (2008-2013) PO-394 Trombopenia inmune en pediatría Chica Gullón E., Pérez Domínguez H., Peralta P., Duro H., García Molina C., Oña Compan F. Mendes M.J., Sevivas T., Barreira R., Martinho P., Simões A.T., Salvado R., Martins N., Ribeiro M.L. Hospital Universitario de Getafe. Madrid Introducción: El Factor VIIr se desarrolló inicialmente para el tratamiento de pacientes con hemofilia A o B con inhibidores, Tromboastenia de Glanzman y déficit de Factor VII, pero dada su capacidad prohemostática el “off license use” ha ido aventajando a las otras indicaciones. En las últimas guías europeas, su uso compasivo en caso de hemorragia incoercible, es una recomendación 2C dada la falta de evidencia que apoye su utilización y el riesgo demostrado de complicaciones tromboembólicas, además del alto coste que supone. Objetivos: Realizar un análisis retrospectivo de su uso en nuestro centro en el periodo 2008-2013 para comprobar indicaciones, complicaciones y si su uso ha ido disminuyendo paralelamente a las recomendaciones. Material y métodos: se solicitó a la farmacia hospitalaria los datos sobre la administración de Factor VII durante esos años, se analizó la historia clínica de cada caso individualmente. Se recogieron en tabla Excell variables demográficas y de resultado clínico. Resultados: En estos años se ha utilizado en 110 pacientes (23 en 2008, 21 en 2009, 32 en 2010, 19 en 2011, 10 en 2012 y solo 5 en 2013), 71 varones (64%) y 39 mujeres. Media de edad: 54 años. En 24 casos (22%) fue en profilaxis prequirúrgica en pacientes con déficit, en los que no hubo complicaciones. De los 86 casos restantes (78%):41 (37.3%) fueron por transfusión masiva de los que solo 17 pudieron ser dados de alta, 33 (30%) por sangrado incoercible (7 asociados a anticoagulación, 13 a coagulopatía por cirrosis y 13 a procesos intercurrentes), 10 pacientes (9%) por sangrado neuroquirúrgico que pese a la escasa cuantía compromete rápidamente la vida del paciente y en 2 casos no queda clara la indicación. Están vivos el 53%, y fallecieron el 47%(22% en las primeras 24 horas). Solo en 3 casos (3,5%) han existido complicaciones tromboembólicas, no pudiendo ser atribuibles claramente al fármaco. Conclusiones: El uso del Factor VIr ha decrecido sustancialmente en el último año, coherentemente con las recomendaciones actuales, ya que la mayor indicación para su uso ha sido “off label” y en pacientes anticoagulados ha sido desplazado por la introducción del concentrado de complejo protrombínico. La mortalidad precoz y tardía es alta como corresponde al uso compasivo que es el mayoritario, en situaciones graves sin alternativas claras. El número de complicaciones trombembólicas es bajo en nuestra serie. Bibliografía Serviço de Hematologia. Centro Hospitalar e Universitário de Coimbra. Coimbra, Portugal Introducción: La trombopenia inmune en la edad pediátrica se presenta más frecuentemente antes de los 5 años de edad, por lo general con inicio súbito, pródromo infeccioso o vacunal y evolución hacia la remisión completa. Es un diagnóstico de exclusión. La actitud terapéutica está pendiente de la severidad de la sintomatología hemorrágica y del contexto clínico/familiar. Objetivos: Caracterizar la población con trombopenia inmune diagnosticada en el Hospital Pediátrico de Coimbra en los últimos 5 años. Métodos: Fueron revisados los registros clínicos completos de todos los niños con edad entre 0 e 13 años diagnosticados con Trombopenia Inmune en el Serviço de Hematologia Clínica. Resultados: Durante este periodo fueron diagnosticados 41 niños, 18 sexo femenino y 23 sexo masculino. La mayoría (53,7%) eran menores de 5 años. El contaje plaquetar medio al diagnóstico fue 22.6x109/L (mín=0; máx=87), la gran mayoría (58.5%) tenía plaquetas <20x109/L. En el episodio inaugural el 75,6% presentaba, al menos, una manifestación hemorrágica. Las hemorragias cutáneas (petequias y equimosis) fueron las más frecuentes (75,6%), seguidas de las hemorragias mucosas - epistaxis (21,9%) y mucosa oral (17%). La hematuria y la menorragia fueron las manifestaciones menos frecuentes (4,9% y 2,4%, respectivamente). No se registró ninguna hemorragia con riesgo vital. El 51,2% de los casos había tenido episódios infecciosos recientes, más frecuentemente del tracto respiratorio superior. El 9,8% de los casos referían vacunación reciente. En el 39% restante no fue posible identificar un contexto causal. En el episodio inaugural la actitud terapéutica fue de vigilancia clínica en el 51,2% de los niños e infusión de inmunoglobulina intravenosa en el 46,3% por presentaren hemorragia activa importante. En el transcurso de la enfermedad 65,9% necesitó de algún tipo de tratamiento, la mayoría inmunoglobulina i.v. y corticoterapia (51,2%). Un niño fue esplenectomizado 2 años después del diagnóstico. Actualmente se encuentran en fase de PTI persistente 2 niños (4,9%). En la mayoría (56,1%) se registro remisión completa, el 34,8% de forma espontánea. El porcentaje de enfermos en fase crónica es del 34,1%. Desconocemos la evolución de dos enfermos que abandonaron nuestra consulta. Conclusiones: La mayoría de los niños con trombopenia inmune se presentaron inicialmente con manifestaciones hemorrágicas cutáneas. No se registro ninguno caso de hemorragia major. La mayoría presentaba antecedentes infecciosos o vacunales. En el episodio inaugural la mayoría no necesitó intervención terapéutica. El 56,1% de los niños está en remisión completa y en 34,8% la remisión ha sido espontanea, lo que confirma la benignidad de la Trombopenia Inmune en la edad pediátrica. Bardon J., et al. Off-label use of recombinant factor VII in teaching hospitals in Paris in 2010. Annales Françaises dÁnesthésie et de Réanimation 2013; 32:659-664. Welsby J., et al. Recombinant activated factor VII and the anesthetist. Anaesthesia 200;60:1203-12. 164 Pósteres Trombosis PO-397 Análisis descriptivo de los pacientes con enfermedad tromboembólica venosa incluidos en el registro RIETE en nuestro centro PO-396 Actividad procoagulante de micropartículas: un nuevo marcador pronóstico en pacientes con enfermedad arterial periférica García-Navarro I., Luis-Hidalgo M., Mena-Rodríguez F., García-Ballesteros C., Cánovas-Giménez V., Navarro-Cortina I., Ferrer-Cerverón C., Mayáns-Ferrer J.R. Hospital Arnau de Vilanova. Valencia Introducción: La enfermedad tromboembólica venosa (ETV) es un conjunto de epifenómenos patológicos que producen trombos en el interior del sistema venoso profundo (TVP), su propagación y su posible fragmentación al torrente sanguíneo puede producir enclavamiento en el lecho arterial pulmonar (TEP). La ETV sigue siendo un problema trascendental por su alta incidencia, tasa de complicaciones (tanto inmediatas como tardías), y el elevado coste personal y social que conlleva. Métodos: Realizamos un estudio retrospectivo de los pacientes con ETV incluidos en el registro RIETE de nuestro hospital desde junio de 2002 hasta junio de 2014. Se recogieron sus características clínicas, manejo terapéutico, complicaciones y tratamiento. Resultados: Se analizaron un total de 175 pacientes (50,3% mujeres), con una mediana de edad 64 años (rango: 23-94). El 8,6% se había realizado algún tipo de cirugía en los dos últimos meses previo al ETV. De éstos, al 6,3% se le administró tromboprofilaxis con heparina de bajo peso molecular (HBPM). El 27% de los pacientes estuvo inmovilizado, en los dos últimos meses, cuatro días o más por motivos no quirúrgicos. El 17,7% de los diagnosticados de ETV presentaba algún tipo de cáncer. El diagnóstico se confirmó con prueba de imagen (Ecografía doppler o TC helicoidal). Se realizó Eco-doppler en el 80,6% de los pacientes, de los que el 94% presentó TVP siendo en el 44,7% TVP derecha; el 50,4% TVP izquierda y en el 4,9% restante TVP bilateral. Se encontró TVP proximal en el 67,4% y TVP distal en 11,4%. Se solicitó TC helicoidal ante la sospecha de embolia pulmonar (EP) con resultado positivo en 51,7% de los pacientes. La trombosis venosa de extremidad superior se diagnosticó en un 1,7% de etiología relacionada con el catéter solo en 0,6%. Destacar que 10,1% de los pacientes con Eco-doppler positiva tuvieron valores analíticos de dímero-D negativos (sin alcanzar significación estadística). En el 4,6% la ecografía resultó anodina con dímero-D positivo. El 83,7% presentó ambas pruebas positivas. Requirió tratamiento a largo plazo (= 6meses) el 45% de los pacientes (siendo los antivitaminas K los fármacos de elección empleándose en el 85,8% de los pacientes). En cambio, en el tratamiento agudo se utilizó HBPM en el 93%. Conclusiones: A los efectos de esta revisión, la relevancia del valor del dímero-D es como factor predictivo negativo. Existe Paramo J.A.1, Martínez-Aguilar E.3, Gómez-Rodríguez V.2, Fernández-Alonso L.3, Rodríguez J.A.2, Orbe J.2, Roncal C.2 Servicio de Hematología. Clínica Universidad de Navarra. Laboratorio de Aterosclerosis y 2Laboratorio de Aterotrombosis. CIMA Universidad de Navarra. Pamplona. 3Departamento de Cirugía Vascular. Complejo Hospitalario de Navarra. Pamplona 1 Introducción: La enfermedad arterial periférica (EAP) se asocia con un pronóstico desfavorable en términos de morbi-mortalidad cardiovascular. Las micropartículas (MPs) son pequeñas vesículas liberadas tras activación o apoptosis celula, que aumentan en situaciones protrombóticas, ya que al exponer fosfatidilserina en su superficie promueven la iniciación y propagación de la coagulación. Métodos: Se determinó la actividad procoagulante de MPs circulantes (STA ®-Procoag-PPL, Stago) en 88 pacientes con EAP (71±11 años) y 20 controles sanos (75±5 años). Se establecieron dos categorías (clasificación de Rutherford) de pacientes: claudicación intermitente (CI, n=49) e isquemia crítica (IC, n=39). Asimismo, se midieron parámetros inflamatorios (fibrinógeno y PCR-us), y pruebas funcionales (índice tobillo/ brazo, ITB). Resultados: Los pacientes con EAP presentaron niveles elevados de fibrinógeno (520±121 mg/dL vs. 448±61 mg/dL; P<0,001) y PCR-us (17,5±30 mg/L vs. 4,6±5,1 mg/L; P<0,001) indicando un estado proinflamatorio. Se observó aumento significativo de la actividad procoagulante de las MPs en los sujetos con EAP en relación a los controles (tiempo de coagulación: 68±15 seg vs. 76±14 seg; P<0.01), que correlacionó con el ITB (r=0.256, P=0,037), indicando una asociación con la reducción de la funcionalidad en la extremidad. En comparación con los pacientes con CI, aquellos con IC presentaron aumento de los niveles de fibrinógeno (567±135 mg/dL vs. 481±95 mg/dL; P<0,01)y PCR-us (31.0±41.7 mg/L vs. 7.3±11.5 mg/L; P<0.01), y un tiempo de coagulación de las MP procoagulantes significativamente menor en comparación con los controles (.65±18 seg vs 70±13, P<0,05). Conclusiones: La determinación de MPs procoagulantes en pacientes con EAP puede representar un nuevo biomarcador de funcionalidad reducida y mayor severidad. 165 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia grupo de pacientes que pese a obtener valor negativo de dímero-D por Eco-doppler se documenta ETV. De ahí la importancia de la correcta anamnesis y exploración clínica para hacer un buen diagnóstico precoz e inicio de tratamiento anticoagulante, evitando complicaciones que pueden ser fatales. Conclusiones: Debido a la alta especificidad de los anticuerpos anti-b2GPI-dominio I la inclusión de éstos en el panel diagnóstico de SAF podría ser recomendable para descartar el riesgo trombótico de los pacientes y se necesitan estudios multicéntricos que aporten resultados relevantes al respecto. PO-398 Anticuerpos antifosfolípidos contra el dominio I de la B-2 glicoproteína: valoración por quimioluminiscencia PO-399 Antitrombina Ala382Ala: una nueva mutación silenciosa que puede interferir en el diagnóstico genético de la antitrombina Cambridge tipo I y II Mauricio A.1, González V.2, Puig J.2, Marco A.3, Cabrera V.1, Orduna M.T.1, Marco P.1 Coll Torrents I., Mateo Arranz J., Vilalta Seto N., Carrasco Expósito M., Millon Caño J., Cuevas Eduardo B., Souto Andrés J.C., Fontcuberta Boj J. Hospital General Universitario de Alicante. Alicante. 2Coagulación-Laboratorio Izasa. Barcelona. 3Hospital de San Juan. Alicante 1 Servei d’Hematologia. Unitat d’Hemostàsia i Trombosi. Hospital de La Santa Creu i Sant Pau. Barcelona Introducción: Alrededor del 60% de pacientes con anticuerpos antifosfolípidos (AAF) no desarrollan trombosis. La presencia de anticoagulante lúpico (AL) o anticuerpos IgG anti-b2 glicoproteína (b2GPI) están asociados con mayor frecuencia a trombosis respecto a otros AAF. Estudios recientes mencionan que los anticuerpos contra el dominio I de la b2GPI (anti-b2GPI-dominio I) son más específicos de trombosis. Sin embargo, éstos no se deteminan en la práctica clínica habitual y no están incluídos en los criterios de Sydney, por lo que nuestro objetivo es valorar su significado clínico en pacientes con AAF. Métodos: Incluimos 33 pacientes con anticuerpos IgG antib2GPI positivo, con o sin AAF/LA. 24% eran asintomáticos, 12% presentaban lupus eritematoso sistémico (LES), 15% tenía síndrome antifosfolípido (SAF) obstétrico y 48,5% padecía SAF trombótico. El AL fue determinado por el tiempo del veneno de víbora de Russell y neutralización con antifosfolípidos hexagonales (Staclot LA). Los AAF, anti-b2GPI y los anticuerpos anti-b2GPI-dominio I se determinaron de forma novedosa a través del analizador automatizado por quimioluminiscencia (ACL AcuStar IL). El análisis estadístico se hizo con SPSS v.20, valorando la sensibilidad y especificidad de las pruebas para trombosis. Resultados: Los anticuerpos IgG anti-b2GPI fueron positivos en el 87% de pacientes con SAF trombótico, 60% en pacientes con SAF obstétrico, 100% en pacientes con LES y 43% en los asintomáticos. Los anticuerpos contra el dominio I de la b2GPI fueron positivos en el 50% de los pacientes con SAF trombótico, en el 40% de los casos de SAF obstétrico, en el 50% de los casos de LES y en el 12% de los pacientes asintomáticos. Los anticuerpos anticardiolipina IgG fueron positivos en el 56% de los pacientes con SAF trombótico, en el 40% de SAF obstétrico, en el 75% de pacientes con LES y en el 28% de asintomáticos. En el análisis de resultados no encontramos relación entre la presencia de AL y anticuerpos anti-b2GPI-domino I. La sensibilidad evaluada para los anticuerpos anti-b2GPI-dominio I en relación a la presencia de trombosis fue del 50%, con una especificidad del 71%. Mientras que la sensibilidad de los anticuerpos IgG antib2GPI fue del 87%, con una especificidad del 37%. Fundamentos y objetivo: La antitrombina (AT) es un inhibidor de serin proteasas que inactiva el Factor IIa y el Factor Xa y otros. Los pacientes con deficiencia de AT tienen un mayor riesgo de tromboembolismo venoso (TEV) y de pérdida del embarazo. Nuestra unidad está desarrollando un estudio para determinar los factores de riesgo en mujeres sanas que reciben tratamiento hormonal con anticonceptivos orales (ACO). El objetivo fue estudiar una nueva mutación identificada en el gen de la antitrombina (SERPINC1) en una mujer sana sin antecedentes previos de trombosis y que recibía tratamiento de ACO. Pacientes y métodos: la propositus era una mujer sana de 26 años de edad. No presentaba antecendentes previos de trombosis. Se analizaron las mutaciones Factor V Leiden, F2G20210A, F12C46T y mutación AT Cambridge tipo II (SERPINC1 G13268T; p.Ala384Ser). La AT Cambridge se analizó mediante PCR y posterior digestión con enzima de restricción PvuII (Biolabs). Para discriminar la presencia de la mutación AT Cambridge I (G13268C; p.Ala384Pro) que presenta un patrón de digestión similar a la AT Cambridge tipo II (G13268T) se realizó secuenciación directa. Estudio plasmático: AT, Proteína C, Proteína S, anticuerpos antifosfolípidos y anticoagulante tipo lúpico. Resultados: La paciente presentaba niveles normales de AT funcional, 108 % por sustratos cromogénicos con exceso de FXa. Con el análisis de restricción se observó un patrón de portador heterozigoto para la mutación AT Cambridge tipo II. Al realizar el análisis por secuenciación directa se observó que se trataba de una nueva variante genética en el exón 6 del gen SERPINC1, A13264T. Esta nueva variante genética es una mutación silenciosa que causa un cambio de codón (GCA-GCT) pero que codifica para el mismo aminoácido Ala382 y por lo tanto no altera la secuencia de la proteína. Esta nueva variante genética no se detectó en 100 controles sanos ni en los pacientes estudiados hasta el momento en nuestro centro de manera rutinaria en el perfil de estudio biológico de trombosis. Conclusiones: Esta nueva mutación silenciosa Ala382Ala no se detectó en 100 controles sanos y probablemente se trate de una mutación rara en nuestra población. Aunque la prevalencia 166 Pósteres de esta nueva variante (A13264T) es baja, su localización cercana al nucleótido G13268 del gen de la antitrombina podría enmascarar el diagnóstico genético de la mutación AT Cambridge II (G13268T) o AT Cambridge I (G13268C). Financiación: Red Investigación Cardiovascular RD12/0042/0032. trombomodulina exógena los pacientes presentan ETP menores que los controles. En nuestro trabajo de forma análoga, sin añadir trombomodulina, observamos la misma disminución estadísticamente significativa tanto del Peak como del ETP. En el grupo de TE solo dos parámetros alcanzan la significancia estadística: la edad y el antecedente personal de trombosis. La toma de hydrea y el estado mutacional de JAK2 tienen una tendencia no significativa que precisará ser confirmada en futuros trabajos. Los resultados de nuestro trabajo precisan ser contrastados en muestras más amplias en futuros proyectos. PO-400 Aplicación del test de generación de trombina en pacientes con trombocitemia esencial Giménez Richarte A., García Hernández M.C., Cabrera V., Orduna M.T., Bernal J., Marco Vera P. PO-401 Biomarcadores en el despistaje de neoplasia oculta en pacientes con enfermedad tromboembólica venosa idiopática Hospital General Universitario de Alicante. Alicante Introducción: La trombosis es la causa de muerte más relevante en pacientes con Trombocitemia Esencial (TE), y se ha relacionado con una disminución en la supervivencia global y con mayor transformación a leucemia aguda. La tasa de eventos trombóticos oscila entre 2-4 pacientes/año. Los eventos arteriales constituyen un 60-70% del total. La edad avanzada y la historia de trombosis previa son los factores de riesgo (FR) trombóticos clásicos establecidos. El estado mutacional de JAK2V617F también se ha relacionado con el riesgo trombótico. El mecanismo último responsable de la activación de la coagulación se desconoce. Métodos y pacientes: En un primer análisis comparamos los parámetros estándares de la generación de trombina (Lagtime, Peak, ETP y ratio Peak/Lagtime) entre el grupo de pacientes (n=20 TE confirmadas por biopsia MO) y el grupo de controles sanos(n=42). En un segundo paso, dentro del grupo de pacientes comparamos mediante el ETP y la ratio Peak/LagTime: JAK2V617F mutado o no mutado, la toma o no de AAS, hydrea, anagrelide; la afectación clínica a nivel microvascular, el antecedente de episodio tromboembólico, y finalmente la correlación con la cifra de plaquetas, de leucocitos y de Hb. El TGT se ha determinado utilizando el método fluorogénico (Thrombinoscope, Synapse BV, Maastricht, the Netherlands) y se ha realizado sobre PPP. El análisis de datos se realizó con la versión 22.0 del programa estadístico SPSS, con la prueba T de Student para muestras independientes. Todos los contrastes de hipótesis se han validado con nivel de significación de p<0,05. Los resultados se han expresado como la media y su desviación estándar. Resultados: Los pacientes con TE tienen tanto un Peak, un ETP y una ratio Peak/Lagtime disminuida de forma estadísticamente significativa respecto a los controles. En el grupo de pacientes observamos resultados estadísticamente significativos en los pacientes con antecedente de ETE y en aquellos con edad = 60 años. Conclusiones: Entre la escasa literatura que encontramos sobre los TGT en TE, se describe un fenotipo adquirido de resistencia a la proteína C activada, provocado por una resistencia a la trombomodulina (indicativa de un balance procoagulante) y por una disminución en los niveles de proteína S plasmática. En el estudio de Duchemin et al. los pacientes presentan una disminución en los TGT en presencia de trombomodulina por una pérdida de sensibilidad a la misma. En el estudio de Tripodi et al. sin añadir Alfonso A.1, Redondo M.2, Rubio T. 2, del Olmo B.3, Rodríguez-Wilhelmi P.4, Martínez N.1, Franco S.1, Figueroa R.1, Páramo J.A.1, Lecumberri R.1 Clínica Universidad de Navarra. Pamplona. 2Complejo Hospitalario de Navarra. Pamplona. 3Hospital San Juan de Dios. Pamplona. 4Banco de Sangre y Tejidos de Navarra. Pamplona 1 Introducción: Los pacientes con tromboembolismo venoso (TEV) idiopático tienen un mayor riesgo de cáncer oculto. En la actualidad, no existe consenso sobre el conjunto de exploraciones necesarias para realizar el despistaje de un tumor oculto en estos pacientes, ni sobre su verdadera utilidad. Diversos trabajos han sugerido la utilidad de algunos parámetros de laboratorio relacionados con la hemostasia para estratificar el riesgo de TEV en pacientes con cáncer. Sin embargo, son escasos los trabajos que han evaluado su papel como predictores de cáncer en TEV idiopático. Objetivo y métodos: Evaluar el papel del dímero-D (DD), factor VIII (FVIII), factor XII (FXII), factor tisular (FT) (antigénico y actividad), a2-antiplasmina (a2-AP), test de generación de trombina (TGT), fragmento 1+2 de la protrombina (F1+2), inhibidor de la fibrinolisis activable por trombina (TAFI), inhibidor del activador del plasminógeno tipo 1 (PAI-1) y monómeros de fibrina (MF) en el despistaje de neoplasia oculta en pacientes con un primer episodio de TEV idiopático. Se incluyeron 99 pacientes >50 años.. Analizamos la concentración plasmática de dichos biomarcadores en la 3.ª-4.ª semana tras el diagnóstico del TEV (coincidiendo con la realización de un PET-CT). Los pacientes fueron seguidos de forma prospectiva durante 24 meses. Resultados: Tras la realización del PET-CT o durante el seguimiento 9 pacientes fueron diagnosticados de una neoplasia. No se encontraron diferencias significativas entre los niveles plasmáticos de DD, FVIII, FXII, FT antigénico, TGT, F1+2, TAFI, PAI-1 y MF entre pacientes con o sin neoplasia oculta. La mediana de actividad del FT en pacientes con y sin cáncer oculto fue 5,4 pM (IQR 2,9-44,6 pM) y 2,4 pM (IQR 0-9,4), respectivamente (p=0,03). La curva ROC mostró un área bajo la curva 167 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia estudios no estaban correctamente indicados y de estos un 25% provenían de los servicios de Atención primaria y un 19,8% de Cirugía vascular. De los 201 estudios de trombofilia realizados, el 40,6% resultaron normales, los diagnósticos más frecuentes dentro de los estudios patológicos fueron: déficit de proteína S (10,9%), mutación del factor V de Leiden (7,9%), mutación G20210A de la protrombina (6,9%) y presencia de anticoagulante lúpico (6,9%). Conclusiones: Un importante número de solicitudes de estudios de trombofilia no están correctamente indicadas. Esto genera un gran esfuerzo asistencial para los servicios de Hematología además de un gasto económico innecesario. Es fundamental la redacción de una guía de consenso de trombofilia a nivel nacional con el fin de contribuir al mejor aprovechamiento de los recursos humanos y económicos disponibles. de 0,72 (IC 95% 0,58-0,86) y estimó el valor de 2,8 pM como el mejor punto de corte con una S de 88,9% y una E de 56,1%. En cuanto a la a2-AP, los pacientes con neoplasia oculta tendían a presentar menores niveles que aquellos sin cáncer (p = 0,068). La realización del PET-CT para despistaje de neoplasia oculta únicamente a pacientes con FT antigénico >2,8pM permitía reducir sensiblemente el coste de esta estrategia, manteniendo un alto valor predictivo negativo. Conclusiones: El FT podría constituir un biomarcador útil en el despistaje de neoplasia oculta en pacientes con TEV idiopático. Existe una tendencia a un descenso de a2-AP que reflejaría una mayor actividad de la plasmina y podría constituir otro biomarcador de cáncer oculto. Se precisan más estudios con mayor número de pacientes para confirmar el papel de estos biomarcadores en el despistaje de neoplasia oculta. PO-403 Déficit de antitrombina III con mutación T147A del gen SERPINC1 no descrita en la literatura PO-402 Características de las solicitudes de estudios de trombofilia en un hospital de nivel III de Madrid Lluch García R., Aleixandre Górriz I., Llopis Calatayud I., Vicente Sánchez A.I., Arnao Herráiz M., Zúñiga Cabrera A. Rodríguez Rodríguez M., Mesas Mariñán C., Quiroz Cervantes K.S., Castro Quismondo N., Martín Mola M.A., Gilsanz Rodríguez F. Hospital Universitario La Ribera. Alzira, Valencia Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid Introducción: El déficit de antitrombina III (AT) es una trombofilia con elevado riesgo trombótico. La herencia es autosómica dominante (AD). Se han descrito más de 200 mutaciones en el gen de la AT (SERPINC1). Presentamos el caso clínico de un paciente con déficit de ATIII portador heterocigoto de la mutación T147A en el exón 3 del gen SERPINC1, no descrita previamente en la literatura. Caso clínico: Varón de 40 años de Senegal. Entre sus antecedentes destaca hepatitis crónica por virus B. Fumador sin otros factores de riesgo cardiovascular. Consulta por cefalea temporal, disartria y hemiparesia izquierda. El TAC craneal muestra área hipodensa frontoparietal derecha correspondiente al territorio de la arteria cerebral media compatible con infarto agudo extenso. La RNM confirma infarto en dicho territorio. Analíticamente no presenta alteraciones destacables. El electrocardiograma muestra ritmo sinusal. Se realiza ecocardiograma que descarta valvulopatía asociada. Inicia tratamiento con aspirina 100 mg presentando recuperación de los déficits neurológicos, quedando una pérdida de fuerza 4/5 en miembro superior izquierdo. El estudio de trombofilia muestra déficit ATIII con un nivel del 53%, confirmado en 2 ocasiones. Se procede a estudio molecular que confirma que es portador heterocigoto de la mutación T147A en el exón 3 del gen SERPINC1. Ante dicho hallazgo inicia anticoagulación permanente. El paciente no presenta nuevos episodios tromboticos. Discusión: El déficit de ATIII es una trombofilia con elevado riesgo trombótico, de herencia AD. Hay descritas más de 200 mutaciones del gen de la AT (SERPINC1). La mutación T147A en el exón 3 del gen SERPINC1 no ha sido descrita previamente en la literatura, a pesar de ello se considera responsable del fenotipo de deficiencia de ATIII que presenta el paciente. Esto es debido Introducción: Los fenómenos trombóticos y tromboembólicos son una causa importante de morbimortalidad en nuestro medio. La trombofilia es una condición genética o adquirida que predispone a los sujetos a desarrollar eventos trombóticos. Es importante identificar adecuadamente a los pacientes que puedan padecer una trombofilia y para esto es importante conocer las indicaciones para solicitar adecuadamente un estudio de trombofilia. Objetivo: Analizar las características de las solicitudes de estudios de trombofilia y su correcta indicación en un Hospital de Nivel III de Madrid en el período comprendido entre junio de 2013 y abril de 2014. Material y métodos: Se analizaron las características de 202 solicitudes de trombofilia realizadas en el Servicio de Hematología de un hospital de Nivel III de Madrid entre junio de 2013 y abril de 2014. Para determinar la correcta indicación de las solicitudes se utilizó como referencia la guía de trombofilia del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (National Health Service), ya que actualmente no existe una guía de consenso española. Resultados: Las 202 solicitudes de estudios de trombofilia fueron realizadas por 17 especialidades distintas. Atención primaria realizó el 19,3% de las solicitudes, Cirugía vascular un 15,8% y Ginecología un 14,9%. Los principales motivos de solicitud fueron los episodios trombóticos con un 34,1% (Trombosis venosa profunda en miembros inferiores 16,3%, tromboembolismo pulmonar 5,9%, TVP MMII y TEP 6,4%, trombosis abdominales 4,5%, TVP miembros superiores 1%) y los estudios familiares con un 31,2%. El 52,5% de las solicitudes cumplían con los criterios de indicación de las guías utilizadas como referencia. El 47,5% de los 168 Pósteres pero también inhibe a los factores VIIa, IXa, Xa, XIa y XIIa. El déficit de ATIII es una trombofilia con alto riesgo trombótico. Se define por niveles de ATIII < 70%. Se estima que está presente en el 0,5% de los pacientes y en el 5% de los pacientes menores de 40 años con ETEV (enfermedad tromboembólica venosa). Clínicamente produce ETEV entre los 25-35 años en el 50% de los casos. Se estima que el riesgo de ETEV aumenta 10 veces respecto a los pacientes sin el déficit. Las trombosis se pueden presentar de forma espontánea o en situaciones de riesgo. El déficit puede ser de dos tipos: tipo I (la proteína está disminuida pero es normofuncionante) y tipo II (la proteína es disfuncional). Las localizaciones más frecuentes son las venas iliacas, mesentéricas y la trombosis pulmonar. La herencia AD, y con muy pocas excepciones, los sujetos deficientes son heterocigotos. Se han descrito más de 200 mutaciones en el gen de la AT (SERPINC1), localizadas por todo el gen. SERPINC1 (MIM 107300), se localiza en el cromosoma 1q23-25 y comprende 7 exones (1, 2, 3A, 3B, 4, 5, 6), abarca 13,5 Kb de ADN genómico. A continuación se presenta el caso de 3 familias con déficit de ATIII, con distintas mutaciones (Tabla 1). El déficit de ATIII es una trombofilia de herencia AD con elevado riesgo trombótico. Se han descrito más de 200 mutaciones del gen SERPIN1. Es importante el estudio familiar dado el riesgo trombótico de dicho déficit. En los tres casos descritos se detectaron en heterocigosis mutaciones sin sentido en dicho gen: dos de ellas descritas anteriormente en la literatura (L131F1 y S394L2) como causantes del déficit de ATIII y una tercera no descrita (T147A). Bibliografía a que el gen SERPINC1 admite pocas variaciones que no sean funcionales, ya que presenta varios dominios funcionales (sitio de unión a la heparina, RCL…) y es una molécula muy sensible conformacionalmente. La mutación T147A afecta a un residuo poco conservado de las serpinas, cerca de la hélice D. Una mutación que afecta a este mismo residuo ha sido identificada en otro paciente con deficiencia de ATIII en un estudio realizado por Picard et al (Picard et al.2006) 1 , aunque con diferente consecuencia: T147I. En cualquier caso, el efecto esperado es una deficiencia tipo II con defecto en el dominio de unión a la heparina (tipo IIb). Estas mutaciones son más moderadas desde el punto de vista trombótico, ya que la actividad progresiva no se pierde, pero si su capacidad de activarse con heparina. Bibliografía Picard,V.Nowak-Gottl,U.,Biron-Andreani,C.Fouassier,M.Frere,C. Goualt-Heilman,M. et al. Molecular bases of antithrombin deficiency: twenty-two novel mutations in the antithrombin gene. Hum. Mutat. 2006;27:600. PO-404 Déficit de antitrombina III. Características clínicas y moleculares de tres familias Lluch García R., Aleixandre Górriz I., Vicente Sánchez A.I., Llopis Calatayud I., Arnao Herráiz M., Zúñiga Cabrera A. Hospital Universitario La Ribera. Alzira, Valencia Introducción: El déficit de antitrombina III (ATIII) es una trombofilia con elevado riesgo trombótico. La herencia es autosómica dominante (AD). Se han descrito más de 200 mutaciones en el gen de la AT (SERPINC1). Presentamos tres familias con dicho déficit, con las características clínicas y el estudio molecular. Una de las mutaciones no ha sido descrita previamente en la literatura. Desarrollo: La ATIII es un inhibidor natural de la coagulación del grupo de las serpinas. Su principal diana es la trombina, 1. Homozygous antithrombin deficiency: report of two new cases (99 Leu to Phe) associated with arterial and venous thrombosis. Chowdhury V, Lane DA, Mille B, Auberger K, Gandenberger-Bachem S, Pabinger I, Olds RJ, Thein SL. Thromb Haemost 1994;722:198-202. 2. Antithrombin III Milano 2: a single base substitution in the thrombin binding domain detected with PCR and direct genomic sequencing. R J Olds, D Lane, R Caso, A Tripodi, P M Mannucci, and S L Thein Nucleic Acids Res. 1989;17(24):10511. Tabla 1. Familia Sujeto Nacionalidad Indice (Hijo) 1 Madre Tia Española Hermana 2 Indice (hijo) Padre Senegalesa Indice (Padre) 3 Hija 1 Hija 2 Italiana Niveles ATIII Trombosis Otros FR trombosis 55% TVP extensa Fumador 60% TVP NO 60% NO Anticonceptivos 56% NO NO 53% ACV Fumador ----- NO NO 58% TVP HTA 64% NO Anticonceptivos 90% NO NO 169 Mutación S394L exón 6 gen SERPINC1 T147A exón 3 gen SERPINC 1 L131F exón 2 gen SERPINC1 NO XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia PO-405 El aumento de la capacidad funcional plaquetaria, determinada mediante el analizador PFA-100®, se asocia al riesgo de trombosis venosa. Resultados preliminares del proyecto RETROVE Tabla 1. Prueba U Mann-Whitney para comparación de medias Vázquez Santiago M.1, Morera A.1, Pujol Moix N.1,2, Ziiyatdinov A.3, Murillo J.1, Llobet D.1, Vallvé C.1, Cuevas B.1, Macho R.1, Vilalta N.1, Carrasco M.1, Mateo J.1, Souto J.C.1 Casos Controles p-valores PFAepi (media ± DE) 110,3 ± 28,8 128,5 ± 36,2 <0,01 PFAadp (media ± DE) 74,1 ± 15,7 83,3 ± 18,1 <0,01 Tabla 2. Riesgo de ETEV Valores acortados Unitat d´Hemostàsia i Trombosi. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona. 2 Departament de Medicina. Universitat Autònoma de Barcelona. Barcelona. 3 Unitat de Genòmica de Malalties Complexes. IIB-Sant Pau. Barcelona 1 PFAepi Introducción: Las plaquetas tienen un efecto reconocido en la fisiopatología trombótica arterial. Recientemente se han relacionado también con la enfermedad tromboembólica venosa (ETEV). Nuestra hipótesis de trabajo es que el aumento de la capacidad funcional de las plaquetas tiene relación con el riesgo de ETEV. Objetivo: Evaluar la capacidad funcional plaquetaria en pacientes con ETEV. Métodos: El proyecto RETROVE (Riesgo de Enfermedad TROmboembólica VEnosa), ha permitido estudiar 208 individuos con ETEV y 203 controles. La capacidad funcional plaquetaria se ha medido con el analizador PFA-100® (Siemens) en el cual los tiempos de obturación (TO), en segundos, obtenidos con los cartuchos de colágeno-epinefrina (PFAepi) y de colágeno-ADP (PFAadp) son inversamente proporcionales a la capacidad funcional de las plaquetas. Se definen grupos de valores acortados (<110”), valores normales (110” - 160”) y valores aumentados (>160”) para PFAepi y valores acortados (<85”), valores normales (85” - 120”) y valores aumentados (>120”) para PFAadp. El test U Mann-Whitney calcula las diferencias para PFAadp y PFAepi entre casos y controles. Las Odds ratios (OR), ajustadas por edad y sexo, con intervalos de confianza del 95% han sido calculadas mediante una regresión lineal binaria, para evaluar el riesgo de ETEV según la presencia del factor de riesgo. Resultados: Pacientes, 101 varones y 107 mujeres, con edad media de 60,7 ± 19,1. Controles, 70 varones y 133 mujeres, con edad media de 48,7 ± 17,7. Los pacientes presentaron TO acortados respecto a los controles (Tabla 1). En comparación con el grupo de referencia, el PFAepi acortado presentó un riesgo de ETEV 4,9 veces mayor (2,0 - 11,8) y el PFAadp acortado un riesgo 3,1 veces mayor (0,7 - 12,9) (Tabla 2). Conclusiones y comentarios: Los TO son significativamente más cortos en pacientes con ETEV que en controles. Esto sugiere un aumento de la capacidad funcional plaquetaria. Parece existir una relación inversa entre el riesgo de ETEV y los TO. Esta relación resultó significativa para PFAepi y muy sugestiva para PFAadp. Los tiempos de PFA utilizados habitualmente en el estudio de enfermedades hemorrágicas, pueden ser también un fenotipo intermediario del ETEV con utilidad diagnóstica o pronóstica en el campo de la trombofilia. Financiación: Siemens Healthcare Diagnostics S.L., Becas FIS PI12/00612 y RIC RD12/0042/0032 PFAadp Valores normales Valores aumentados N = 34 N = 219 N = 158 OR = 4,9 (2,0 - 11,8) OR = 2,3 (1,5 - 3,6) OR = 1 N = 283 N = 118 N =10 OR = 3,1 (0,7 - 12,9) OR = 1,3 (0,3 - 5,8) OR = 1 PO-406 Enfermedad tromboembólica venosa (ETEV) asociada al tratamiento anticonceptivo hormonal (AH). Estudio sobre 186 casos Revilla Calvo N., García Avello A., Tenorio Núñez M.C., Saavedra Tapia I., César Pérez J.M. Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid Fundamentos y objetivos: La ETEV es una complicación en mujeres tratadas con AH. Su impacto puede ser mayor en las mujeres con defectos trombofílicos preexistentes. El objetivo de este análisis es evidenciar las alteraciones clínicas y analíticas asociadas a la trombosis en estas situaciones. Pacientes y métodos: Estudio retrospectivo de 555 casos de trombosis en territorio venoso entre 1994 y 2013, en un único centro. Incluye mujeres en edad fértil, con una mediana de edad de 31 años (15-42). Se analizaron los siguientes factores de riesgo (FR) de trombosis: tratamiento AH, cirugía, trauma, inmovilización y periodo obstétrico; la localización de la trombosis y la existencia de antecedentes familiares (AF). En todos los casos se realizó un estudio de trombofilia hereditaria incluyendo proteínas C (PC) y S (PS), Antitrombina (AT), Factor V Leiden (FVL) y Protrombina 20210A (PT20210A). Resultados: 186 de 555 casos tuvieron ETEV asociada a tratamiento AH (33.5%). La distribución del resto de los FR fue: cirugía 6%, trauma 5%, inmovilización 3%, periodo obstétrico 19% e idiopática un 33.5%. Las localizaciones de la trombosis asociada al tratamiento AH y sus respectivos riesgos relativos (RR) fueron: TVP: 57% (RR 1.01), TEP: 27% (RR 1.35), Tromboflebitis superficial: 8% (RR 0.66), Trombosis de senos cerebrales: 6% (RR 2), Trombosis en extremidades superiores: 2% (RR 0.4). La incidencia de trombofilia en la población con ETEV es de un 20%. En nuestra muestra, un 33,1% de las pacientes con trombosis asociada al tratamiento AH tenían trombofilia, de las 170 Pósteres cuales un 20.1% tenían trombofilia leve (FVL y PT202101A heterocigote) y 13% trombofilia grave. La recidiva de trombosis en pacientes con trombofilia fue un 23%, frente a 12% en las pacientes con test de trombofilia negativos (p<0.05), en ausencia de nueva exposición a AH. El 69% fueron idiopáticas. Un 35% de las trombosis asociadas a AH tenían antecedentes familiares de ETEV positivos, de las cuales un 57% de las mismas no tenían defectos trombofílicos reconocidos (el restante 43% tenían AF con trombofilia). Conclusiones: Los defectos trombofílicos no reconocidos pueden aumentar el riesgo de tromboembolismo venoso en las mujeres expuestas a tratamiento AH. De ahí la importancia de realizar una correcta anamnesis de la historia familiar. Tabla 1. PO-407 Estudio de trombofilia en mujeres con esterilidad primaria y fallo de implantación embrionaria mediante técnicas de reproducción asistida Edad: media (intervalo) 35,2 (24-47) Trombosis previa: Sí/No (%) No (100) FRCV: n (%) • HTA • Dislipemia • Tabaquismo • Diabetes 1 (5) 2 (10) 7 (35) 0 Enfermedades asociadas: Lupus: 1 Vitíligo: 1 Hipotiroidismo: 1 Estimulación ovárica controlada: n (%) • Un ciclo • Dos ciclos • Tres o más ciclos 1 (5) 11 (55) 8 (40) Tabla 2. Balaguer Rosello A., Romero Domínguez S., Lacoboni García-Calvo G., Renard Meseguer J., Mira Fornés Y., Cid Haro A., Ferrando Gosp F., Haya Guaita S., Bonanad Boix S., Sanz Alonso M.A. Estudios positivos: n (%) • PT G20210A • Factor V Leiden • ACA IgG positivo • ACA IgM + AL 6 (30) 2 (10) 1 (5) 2 (10) 1 (5) • Lpa elevada 5 (25) (embriones en fresco o vitrificados) 3,7 (2-6). En ningún caso se produjo síndrome de hiperestimulación ovárica. De los dos casos que alcanzaron gestación una fue en el segundo ciclo de FIV y otra en el tercero, mediante transferencia de embriones congelados. El ET (Tabla 2) fue positivo en 6/20 (30%) mujeres. Una paciente portadora de PT G20210A presentó un evento vascular (AIT) desaconsejando nueva FIV e iniciando profilaxis con AAS. Otra con FV Leiden inició AAS y HBPM en el siguiente ciclo de EOC. Las dos mujeres que gestaron tenían estudio de trombofilia normal. Conclusión: La asociación entre trombofilia y FIE mediante técnicas de FIV o ICSI no está clara. En nuestro estudio la incidencia de alteraciones de trombofilia es elevada, coincidente con alguna de las series publicadas. Aunque los resultados no son concluyentes, sugieren la conveniencia de realizar ET en estas pacientes con la finalidad de establecer medidas que puedan facilitar el éxito del procedimiento de reproducción a la vez que evitar complicaciones trombóticas mediante el uso de profilaxis antitrombótica. Hospital Universitari i Politècnic La Fe. Valencia Introducción: El fallo de implantación embrionaria (FIE) en las terapias de reproducción asistida (TRA) sucede hasta en un 70% de los casos. Se postula entre las causas del FIE una alteración de la circulación úteroplacentaria debido a un estado de hipercoagulabilidad, y aunque no hay evidencia clara de asociación entre trombofilia e infertilidad, el uso de anticoagulantes es cada vez más frecuente en pacientes con FIE. Nuestro objetivo es valorar los resultados de los estudios de trombofilia (ET) realizados a mujeres con FIE sometidas a técnicas de fecundación in vitro (FIV) o su variante ICSI (microinyección espermática intracitoplasmática) remitidas a nuestras consultas desde la Unidad de Reproducción Asistida (URA). Casos clínicos: Estudiamos 20 mujeres remitidas por FIE (definido por ausencia de embarazo tras dos o más ciclos de FIV/ ICSI con transferencia de 1 o 2 embriones), entre junio de 2012 y junio de 2014. De forma general se realizaron dos ciclos de estimulación ovárica controlada (EOC) mediante la combinación de gonadotropinas humanas (FSH/LH) y HCG. No se administró profilaxis antitrombótica excepto en una mujer con lupus que llevó HBPM profiláctica durante la estimulación y la implantación. En todas ellas se realizó un ET previo al inicio de un nuevo ciclo de EOC en situación basal: AT, PC, PS (funcional y libre antigénica), mutaciones PT G20210A y FV Leiden, anticoagulante lúpico (AL), ACA IgM/IgG, anti-glicoproteína B2 IgM/IgG, valores de lipoproteína a (Lpa) y homocisteína. Los resultados se muestran en la Tabla 1. Un 65% fueron sometidas a FIV y un 35% a ICSI. La media de ciclos de EOC fue 2,57 (2-5) y de transferencias embrionarias PO-408 Evaluación del riesgo trombótico en mujeres con abortos de repetición Blas C.1, García Raso A.2, Miranda C.3, Llamas P.1 Fundación Jiménez Díaz. Madrid. 2Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz. Madrid. 3Hospital Universitario Rey Juan Carlos. Móstoles, Madrid 1 Introducción: No se conoce con exactitud la etiología de las complicaciones vasculares gestacionales (CVG), pero se ha pro- 171 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia de que los factores de riesgo modificables fueran eliminados. El mayor riesgo trombótico se observa en las pacientes embarazadas y en aquellas que siguen tratamiento con anticonceptivos orales. En el 27,6% (n=8) de los casos el riesgo trombótico resultó superior al 12%, llegando al 88% en una de las pacientes. Conclusiones: El kit comercial Thrombo inCode permite de una forma sencilla, rápida y eficaz la determinación de 12 variantes alélicas relacionadas con el riesgo trombótico. Asimismo, nos permite calcular el riesgo trombótico teniendo en cuenta algunos de los principales factores de riesgo implicados en la trombosis venosa. puesto que la activación de la hemostasia podría provocar, además de trombosis durante el embarazo, un desarrollo placentario deficiente y asociarse a otras complicaciones. Mediante la evaluación genética del riesgo trombótico empleando Thrombo in Code Kit Universal podemos mejorar las estrategias de prevención en estas pacientes. Objetivos: Analizar mediante el uso de un kit comercial (Thrombo in Code Kit Universal) el riesgo trombótico de un grupo de pacientes con abortos de repetición. Pacientes y métodos: Se ha estudiado un grupo de 29 pacientes remitidas ala Unidadde Trombosis y Hemostasia desde las consultas de Ginecología e Infertilidad por haber sufrido abortos de repetición. En cada caso se recogieron los siguientes datos: edad, n.º de abortos, toma de anticonceptivos orales, embarazo, consumo de tabaco, historia familiar de trombosis, diabetes mellitas tipo II e IMC. De cada paciente se obtuvo una muestra de SP con anticoagulante EDTA para la extracción de ADN, que se empleó en las determinaciones genéticas. Para llevar a cabo el análisis de las distintas variables genéticas se empleó Thrombo in Code Kit Universal, es un kit comercial basado en una PCR alelo específica múltiple que se desarrolla a tiempo real. En cada caso se calculó el riesgo trombótico en función de los factores de riesgo y las variables genéticas. Las variables genéticas estudiadas se recogen en la Tabla 1. Resultados: La edad media del grupo de pacientes fue de 38±4 años. Una de las pacientes estudiadas había sufrido una pérdida fetal intraútero durante el tercer trimestre de gestación, 4 mujeres (13,8%) habían tenido dos abortos previos, 12 (41,4%) habían sufrido 3 abortos, el 24,1% (n=7) habían tenido 4 abortos y el 17,2% (n=5) restante habían abortado 5 veces. El 20,7%(n=6) de las mujeres acudieron a la consulta embarazadas, igualmente el 20,7% eran fumadoras y el dos de ellas tomaban anticonceptivos orales (6,9%). El 55 % (n=16) de ellas tenían sobrepeso (IMC>25). La Tabla 2 muestra el riesgo trombótico calculado para cada una de las pacientes, así como la estimación del riesgo en el caso Tabla 2. Riesgo trombótico calculado a partir de los datos de los FR y las variables genéticas Riesgo trombótico (%) FXII ABO Variante WT HT Riesgo trombótico al eliminar los FR (%) fumador, obesidad 1,3 3,6 fumador, embarazo, sobrepeso 16 4,2 fumador 3,6 5,3 obesidad 3,6 5,3 obesidad 3,6 5,3 fumador 4,9 0,6 2,4 3,6 3,6 3,6 4,6 4,6 Tabla 1. Variantes genéticas analizadas, presencia de las mutaciones en la población estudiada Gen Factores de riesgo HM 5,3 obesidad 3,6 5,3 obesidad 3,6 6,8 obesidad 4,6 6,8 obesidad 4,6 6,8 obesidad 4,6 46C>T 13 13 3 7,8 obesidad 3,6 rs8176719 15 10 4 7,8 obesidad 3,6 rs7853989 4 3 22 7,9 fumador, sobrepeso 5 rs8176743 5 3 21 8,6 fumador, obesidad 5 rs8176750 2 1 26 12,3 embarazo, obesidad 3,6 Serpin A10 rs2232698 1 1 27 13,4 embarazo 1,1 Serpin C1 rs121909548 29 0 0 15,8 embarazo 1,3 FV Leiden 27 2 0 17 ACO 6 FV FV Cambridge 29 0 0 31,4 ACO 3,6 embarazo, obesidad 16 embarazo, sobrepeso 19,7 FV Hong Kong 29 0 0 52 FXIII Val34Leu 16 10 3 56,2 Prothrombin G20210A 24 5 0 88 172 Pósteres Son necesarios más estudios que definan los factores de riesgo y determinen los pacientes potenciales a beneficiarse de estrategias de tromboprofilaxis. Por otro lado en el grupo estudiado el riesgo trombótico mayor se encontró en las mujeres embarazadas y en aquellas que seguían tratamiento con anticonceptivos orales. Destaca el riesgo encontrado en una de las mujeres embarazadas en la que se estimo un riesgo del 88%, debido a la presencia del FVL. PO-410 Factores asociados a retrombosis: experiencia de un centro PO-409 Eventos trombóticos de la vena cava: distinta etiología según la edad Godoy Molias A.C.1, Aguilar Franco C.2, Lao Romera J.1, Costilla Barriga L.1, Mayayo Artal M.P.1, Delgado Beltrán P.1 Pons Escoll V., Valcarce Romero I., Artaza Miñano G., López Andreoni L., Olivera Sumire Pavel E., García Consuegra R., Bosch Albareda F., Santamaría Ortiz A. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. 2Hospital Santa Bárbara. Soria 1 Introducción: A pesar de los avances en la profilaxis antitrombótica, el tromboembolismo venoso sigue generando una morbi-mortalidad importante. El objetivo de nuestro estudio es determinar qué factores (trombofílicos o clínicos) modifican el riesgo de padecer retrombosis en pacientes que han presentado un episodio de tromboembolismo venoso previo, considerando el tiempo transcurrido en meses desde que se produjo el primer episodio trombótico hasta que se produce el segundo episodio. Material y métodos: Estudio de cohortes retrospectivo, con 199 pacientes con antecedentes de trombosis venosa, pertenecientes al área de Soria desde enero de 1998 a diciembre de 2010. Los criterios de selección fueron los siguientes: 1) Diagnóstico de tromboembolismo venoso realizado por métodos objetivos al menos tres meses antes del estudio. 2) La trombosis se consideró espontánea en pacientes no expuestos en los 60 días previos, a factores de riesgo como: traumatismo, inmovilización, cirugía, embarazo/puerperio o toma de anticonceptivos orales. 3) No historia previa de enfermedad hepática crónica o insuficiencia renal. 4) No estar recibiendo anticoagulación oral en los 30 días previos al estudio. En todos los pacientes, se determinaron en coagulómetro STA-R: antitrombina, proteína C (PC) y proteína S (PS) coagulantes, proteína S (PS) libre, resistencia a la proteína C activada, factor VIII: C (FVIII: C) y anticoagulante lúpico (AL). También se realizaron por PCR, las mutaciones del Factor V Leiden y G20210A de la protrombina. Por último, se analizaron los niveles de homocisteína plasmática en ayunas. Las muestras positivas, excepto las mutaciones, se confirmaron mediante su repetición a los 3 meses. Resultados: 199 pacientes (p) fueron incluidos en el estudio. 113 (56,8 %) varones y 86 (43,2 %) mujeres. La mediana de edad al diagnóstico del primer episodio fue de 42 años (9-80). La mediana del número de episodios fue de 1. 116 p (58,3%) presentaron como primer evento una trombosis espontánea, mientras que 83 (41,7%) p debutaron con una trombosis secundaria. 103 p (51,8%) trombosis venosa profunda distal (TVP d), 56 p (28,1%) trombosis venosa profunda proximal (TVP p), 25 p (12,6%) tromboembolismo pulmonar (TEP), 10 p (5%) trombosis venosa cerebral, 4 p (2%) trombosis venosa mesentérica y 1 p (0,5%) trombosis venosa renal. Con una mediana de seguimiento de 72 meses (50-144), los factores que se asociaron con un mayor incidencia de retrombosis fueron el déficit de PS libre (45,83% vs 23,42%; p= 0,011), niveles elevados de FVIII: C (>150%) (35,93% vs 18,75%; p=0,011), AL positivo (62,5% vs 24,60%; p=0,012), edad mayor a 55 años Servicio de Hematología. Hospital Vall d’Hebron. Barcelona Introducción: Los fenómenos trombóticos de la vena cava (TVC) son poco frecuentes y sus características no están bien definidas. Objetivos: Describir la presentación clínica y el tratamiento de una cohorte de pacientes con diagnóstico de TVC en un centro de tercer nivel. Métodos: Análisis retrospectivo de todos los casos consecutivos de TVC registrados en la base de datos de la Unidad de Hemostasia en nuestro centro desde enero de 2007 a febrero de 2014. Resultados: Se identificaron 95 casos, observándose 2 grupos de presentación; 52 casos (55%) en población pediátrica y 43 (45,2%) en adultos. En la población infantil la mediana de edad al diagnóstico fue de 4 meses (1-192), siendo un 63.5% varones. El 65,4% de los casos fueron incidentales. Según la localización de la trombosis, un 61,5% (n=32) correspondían a trombosis en vena cava inferior (VCI) suprarrenal, un 23% (n=12) en vena cava superior (VCS) y un 15.4% (n=8) en VCI infrarrenal. Los pacientes con TVCI suprarrenal fueron asintomáticos en un 75%; siendo diagnosticados en un 35,5% por ecocardiografía y asociándose a cirugía por cardiopatías congénitas en un 62,5%. En la TVCS el 58% se asoció a catèter. En cuanto al tratamiento anticoagulante un 90,6% recibió heparina de bajo peso molecular (HBPM) con controles anti-Xa al menos tres meses. En los adultos la mediana de edad fué de 51 años (18-84), siendo un 58,1% varones. En este grupo, un 48,8% fueron sintomáticos al diagnóstico. El tipo de trombosis más frecuente fué de VCS en un 53,4% y un 9% presentó TEP concomitante. En un 86% se utilizó el TAC o AngioTAC para el diagnóstico. Se relacionaron con catéter en un 45% y neoplasias en un 65.2%, destacando los síndromes linfoproliferativos, las neoplasias de mama y pulmón. La mayoría (90%) recibió HBPM con una mediana de duración de 6 meses que se suele prolongar en caso de enfermedad oncológica activa. En la cohorte general se realizó estudio de trombofilia en 30 casos (32%) siendo positivo en un 9,5%. Conclusiones: La TVC es una entidad poco frecuente y cuyo manejo no está establecido. En nuestra cohorte se diferencian dos poblaciones. En la edad pediátrica son frecuentes las TVCI asociadas a cirugía por cardiopatías congénitas y en la población adulta destacan las TVCS asociadas a catéteres y a procesos neoplásicos. 173 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia medidas preventivas, terapéuticas y profilácticas necesarias en cada caso concreto. Pacientes y métodos: Se incluyeron en el estudio 510 pacientes con ETEV. El seguimiento de los pacientes se llevo a cabo en la Unidad de Trombosis de la Fundación Jiménez Díaz. De cada paciente se recogieron los datos demográficos (edad y sexo), y los factores de riesgo (obesidad, HTA, consumo de tabaco, DM, inmovilización, embarazo, neoplasia, viaje de larga duración, trombofilia, quimioterapia, infección aguda, EPOC, enfermedad vascular, traumatismo y cirugía). Se recogieron también los datos relativos al evento trombótico (localización de la trombosis, tipo de tratamiento anticoagulante y duración del mismo). Asimismo, se recogió la información relativa al tratamiento hipolipemiante y las distintas variables relacionadas con el metabolismo lipídico (niveles de CT, C-HDL, C-LDL y TG). Resultados: La edad media del grupo estudiado fue de 55,54±17,69, y estaba formado por un 56,1% de mujeres (n=286). Los pacientes fueron tratados durante una media de 7,35±12,41 meses, y seguidos en la consulta durante un periodo medio de 40,81±26,68 meses desde el primer evento trombótico. La Tabla 1 recoge las características de la población a estudio y la distribución de las distintas variables. La tasa de recurrencia fue del 40,4% (n=206). En la Tabla 2 se muestran las características de los eventos trombóticos y del tratamiento recibido en pacientes con y sin recurrencia. (45,83% vs 19,86%; p=0,000) y la trombosis espontánea como primer episodio (29,31% vs 21,68%; p=0,038) Conclusiones: Nuestro estudio demuestra que los pacientes con déficit de PS libre, AL positivo, niveles de FVIII: C>150%, edad mayor a 55 y trombosis espontánea como debut tienen una supervivencia libre de retrombosis menor a aquellos sin factores de riesgo. PO-411 Factores de riesgo de recurrencia trombótica García Raso A.1, Jiménez Crespo M.J.2, Yuste M.2, Sánchez S.2, Rodríguez M.V.2, Miranda C.3, Llamas P.2 Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz. Madrid. 2Hospital Fundación Jiménez Díaz. Madrid. 3Hospital Rey Juan Carlos. Móstoles, Madrid 1 Introducción: El riesgo de recurrencia de la enfermedad tromboembólica venosa (ETEV) persiste durante algunos años tras la retirada del tratamiento anticoagulante por ello es importante identificar los pacientes en los que la presencia de diferentes factores pueden aumentar la probabilidad de aparición de eventos recurrentes. Objetivo: Identificar en nuestra población los pacientes con mayor de recurrencia trombótica, con el fin de poder tomar las Tabla 1. Distribución de los factores de riesgo y características demográficas de la población ETEV (n=510) Recurrencia (n=206) No recurrencia (n=304) p Edad 55,54±17,69 58,07±14,85 53,83±19,21 0,007 Sexo (H/M) 43,9/56,1 (224/286) 46,6/ 56,4 (96/110) 57,9/42,1 (128/176) 0,361 CT 204,8±42,10 207,5±41,98 203,0±42,16 0,247 C-HDL 52,52±15,27 52,10±14,31 52,81±15,92 0,646 C-LDL 131,8±35,89 136,2±35,78 128,7±35,72 0,041 TG 204,0(177,0-231,0) 107,0(80,75-141,0) 109,0(78,25-150,8) 0,468 Tabaco 26,3 (134) 26,2 (54) 26,3 (80) 0,979 Obesidad 18,8 (96) 19,9 (41) 18,1 (55) 0,608 HTA 32,0 (163) 34,0 (70) 30,6 (93) 0,421 DM 6,1 (31) 6,8 (14) 5,6 (17) 0,578 Inmovilización 14,1 (72) 13,1 (27) 14,8 (45) 0,588 Anticonceptivos 11,0 (56) 6,8 (14) 13,8 (42) 0,011 Embarazo/puerperio 3,9 (20) 3,4 (7) 4,3 (13) 0,613 Neoplasia 9,2 (47) 12,6 (26) 6,9 (21) 0,030 Quimioterapia 2,5 (13) 4,9 (10) 1,0 (3) 0,006 Traumatismo 4,5 (23) 6,3 (13) 3,3 (10) 0,111 Cirugía 11,0 (56) 13,1 (27) 9,5 (29) 0,209 EPOC 3,5 (18) 3,9 (8) 3,3 (10) 0,722 Infección aguda 1,4 (7) 0,5 1 2,0 (6) 0,129 Trombofilia 7,8 (40) 27,2 (56) 24,0 (73) 0,420 Viaje larga duración 5,1 (26) 3,9 (8) 5,9 (18) 0,297 174 Pósteres Palomera Bernal L.3, Gavín Sebastián O.3, Alkadi Fernández N.3, Cornudella Lacasa R.3 Tabla 2. Localización del evento trombótico y tratamiento anticoagulante en pacientes con y sin recurrencia TVP-MMII TEP TEP+TVP TV-LI TVP-MMSS 47,1 (97) 19,9 (41) 7,8 (16) 3,9 (8) 1,0 (2) No recurrencia 45,4 (138) 28,3 (86) 9,5 (29) 10,5 (32) 2,3 (7) TVS 20,4 (42) 3,9 (12) 1,0 (3) 0,7 (2) 80,8 (244) 0,3 (1) 2,3 (7) 13,9 (42) 0,7 (2) 1,00 (0,00-6,00) 12,3±20,3 36,8 (75) 1,0 (2) 1,5 (3) 75,1 (154) Recurrencia Tto Inicial Acenoc + AAS Acenoc +HBPM Acenocumarol AAS+HBPM AAS HBPM Rivaroxaban Duración del tto SPT 1 Servicio de Obstetricia. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. Servicios de 2Obstetricia y 3Hematología. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza p Introducción: El riesgo trombótico general de una mujer es 1/10000 y durante la gestación se sitúa en 1/1000, considerado por lo tanto diez veces superior a la población en general, siendo la primera causa de morbimortalidad materna. Es muy importante identificar los factores de riesgo que pueden favorecer un episodio trombótico o de complicaciones vasculares gestacionales asociadas a trombosis para realizar una profilaxis antitrombótica adecuada. Objetivos: Minimizar la posibilidad de que una gestante tenga una trombosis o complicaciones vasculares gestacionales con la ayuda de las nuevas tecnologías de información y telecomunicación (TIC) como puede ser una aplicación informática que nos ayude a detectar el riesgo trombótico y mediante un árbol de recomendaciones terapéuticas de forma individualizada elegir la mejor opción terapéutica. Material y métodos: Se ha desarrollado un programa informático en html5 en base a los protocolos más importantes a nivel nacional e internacional (SEGO, RCOG y CHEST) y comité Arthe, que nos guía mediante un árbol de consulta por los factores de riesgo trombótico de una gestante. El acceso se localiza en la página web www.anticoagulaciónyembarazo.com. Existe además aplicación para móvil para iOS y Android con las mismas funciones. En la aplicación se puede acceder desde la etapa: preconcepcional hasta puerperio. Resultados: En la parte preconcepcional permite valorar indicaciones de realizar estudios de trombofilia y valorar indicaciones de tratamientos antitrombóticos según antecedentes trombóticos o complicaciones vasculares gestacionales. En la gestante se obtiene información en pacientes según antecedentes trombóticos, trombofilia hereditaria o adquirida y aquellas pacientes con otros factores de riesgo, incluyendo pacientes con prótesis valvulares mecánicas. En el postparto se obtienen las indicaciones pertinentes según los factores de riesgo asociados. Con la base de este programa y los datos de la paciente se puede realizar un informe en PDF individual, mostrando si precisa el tratamiento anticoagulante o profilaxis en cada caso. Se incluyen las pautas de Heparina de bajo peso molecular (HBPM) con Enoxaparina, Bemiparina, Dalteparina y Tinzaparina. Conclusiones: Los hematólogos y obstetras tenemos que tener en cuenta de forma individualizada los factores de riesgo que intervienen en la patología trombótica de la mujer gestante desde la etapa preconcepcional hasta el postparto. La utilización de las nuevas tecnologías de la información y telecomunicación (TIC) nos ha ayudado a plantear el desarrollo de este programa informático, por acceso web y en aplicaciones Apps. Consideramos una herramienta innovadora, práctica y accesible por no existir una aplicación previa con estas características. <0,0001 0,4147 1,5 (3) 20,5 (42) 6,00 (0,00-12,00) 11,7±9,3 19,1(58) <0,0001 0,7788 <0,0001 La edad media fue mayor en grupo de pacientes con recurrencia (p = 0,007), y no se encontraron diferencias significativas entre hombres y mujeres. No hubo diferencias en relación con los FRCV, a excepción de los niveles medios de C-LDL, que fueron superiores en el grupo de pacientes con recurrencia. Entre el resto de factores de riesgo encontramos una menor tasa de recurrencia en el grupo de mujeres que seguían tratamiento con anticonceptivos orales (6,8% vs 13,8%; p=0,011). Además, en el grupo de pacientes con recurrencia existe una mayor incidencia de SPT (Tabla 2). Comentarios: En el grupo de paciente estudiado los principales FR para la aparición de eventos recurrentes fueron la edad y la presencia de neoplasia. No se encontraron diferencias en función del sexo. Los pacientes en los que se diagnosticó SPT recurrieron más que los que no presentaron síntomas. La menor tasa de recurrencia en las mujeres tratadas con anticonceptivos orales se puede explicar por la mayor profilaxis antitrombótica en este grupo. PO-412 Herramienta informática para el manejo de la tromboprofilaxis en la paciente gestante. Aplicación de nuevas tecnologías en informática y comunicación (TIC) Savirón Cornudella R.1, Lou Mercadé A.C.2, Leza Bruis D.P.3, Campillos Maza J.M.1, Castán Mateo S.1, Fabre González E.2, 175 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia PO-413 Incidencia de eventos tromboembólicos en pacientes diagnosticados de linfoma no Hodgkin. Experiencia en nuestro centro PO-414 Indicaciones y contraindicaciones del estudio de trombofilia hereditaria (TH) García Avello A., Revilla Calvo N., Tenorio Núñez M.C., César Pérez J.M., López Jiménez J. Payamps Marte C., Amores Contreras G., Requena Rodríguez M.J., Sánchez Fontarigio N., Riaza Grau R., Rodríguez González R., Berberana Fernández M., Peñalver Díaz M.A., Sánchez Godoy P. Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid Fundamentos y objetivos: Al considerar los candidatos para realizar un estudio de trombofilia hereditaria (TH), se suelen establecer unas limitaciones teóricas que proceden de un malentendido: Se limita a veces el estudio a aquellas circunstancias clínicas en las que es más frecuente en términos relativos la presencia de TH. El presente estudio pretende definir las circunstancias concretas en las que se debe y no se debe pedir el estudio de TH. Pacientes: Se ha evaluado en 3035 pacientes diagnosticados de trombosis en territorio venoso las circunstancias teóricas que podrían ser limitaciones para su estudio. Éstas serían: edad “joven”, trombosis de repetición, antecedentes familiares positivos y trombosis idiopática. Asimismo se han evaluado los diagnósticos específicos de trombosis, y la pertinencia de estudios familiares. También se han estudiado 1239 casos de trombosis en territorio arterial. Resultados: El porcentaje de trombofilia respecto de la edad de la primera trombosis es creciente a lo largo de las décadas y únicamente no es signficativo a partir de los 80 años. Los pacientes con trombosis de repetición y trombofilia son el 25% de los casos de trombofilia, el 75% restante de los casos son trombosis única. Los casos con antecedentes familiares positivos y trombofilia son el 42% del total, el 58% restante son pacientes con trombofilia sin antecedentes familiares de trombosis. Las trombosis idiopáticas con trombofilia son el 59% de las mismas, mientras que el 41% restante son trombosis secundarias. En los pacientes con cáncer y trombosis el estudio no dio resultados diferentes a los controles como tampoco en los pacientes con trombosis arterial. Se han estudiado también 1533 familiares en primer grado de pacientes con trombofilia resultando que el 50% de los mismos tenían el gen familiar y el otro 50% estaban libres de él. Conclusiones: El estudio de TH esta plenamente justificado en las trombosis de senos cerebrales, en trombosis venosas profundas y superficiales, en el tromboembolismo pulmonar, en las trombosis de extremidad superior, en trombosis únicas o de repetición, idiopáticas o secundarias y en pacientes con o sin antecedentes familiares de trombosis. Se deben hacer estudios de TH a los familiares en primer grado de los pacientes o familiares afectos ya que es extremadamente rentable en la obtención de resultados con estas alteraciones. El estudio de TH no está justificado en pacientes mayores de 80 años ni en trombosis de venas portales, mesentéricas o retinianas, tampoco en trombosis arterial, ni cuando la causa de la trombosis fue un cáncer. Hospital Universitario Severo Ochoa. Leganés, Madrid Introducción: Las neoplasias están asociadas con un estado de hipercoagulabilidad que influye en el incremento de riesgo de desarrollar episodios de trombosis con una incidencia anual del 5% frente al 1% observado en la población general. Los pacientes diagnosticados de Linfoma no Hodgkin (LNH) tienen un alto riesgo de desarrollar eventos tromboembólicos y se han asociado múltiples factores de riesgo relacionados con la patogenia del propio linfoma y a proceos autoinmunes relacionados con este último. Se estima que la incidencia de trombosis en pacientes con LNH varía de 5 a 12%. Objetivo: Determinar la incidencia de eventos tromboembólicos en pacientes con LNH tanto al diagnóstico como durante la evolución de la enfermedad. Pacientes y métodos: Se estudió de forma restrospectiva un total de 120 pacientes diagnosticados de LNH entre 2006 y 2014. La edad media de los pacientes fue de 63 años y la distribución por sexos 46% hombres y 54% mujeres. La distribución por tipo de linfoma fue: LNH BDCG 47%, LNH folicular 21%, LNH T peroférico 9%, LNH del manto 4%, LNH tipo MALT 11% y LNH marginal 5 %. Resultados: Se observó evento tromboembólico en un 13,8% (17 casos) de los pacientes diagnosticados de LNH. Un 30%(5 pacientes) debutó al diagnóstico. Dos de ellos con TEP y tres con TVP. El resto (12 pacientes) desarrolló la trombosis durante el periodo de tratamiento de la enfermedad y la mayoría (66%) antes del cuarto ciclo de quimioterapia. Ninguno de los pacientes había desarrollado episodio de trombosis previo al diagnóstico de la enfermedad y tampoco habían recibido tratamiento anticoagulante con anterioridad. Ningún paciente había recibido tratamiento profiláctico tras el diagnóstico de LNH. En análisis univariado el tipo histológico BDCG como factor de riesgo mostró significación estadística mediante chi cuadrado (p:<0,018; RR: 2.97: IV95% de 1.134 a 7.824). En análisis multivariante incluyendo edad, sexo, histología, estadio e IPI, ninguna variable se mostró significativa para el desarrollo de trombosis. El tipo histológico BDCG se aproximó con p: 0.052. Conclusiones: En nuestra experiencia los pacientes diagnosticados de linfoma no Hodgkin tienen un mayor riesgo de desarrollo de enfermedad tromboembólica durante su enfermedad con un gran número de eventos que coinciden con el diagnóstico de esta última. La histología parece tener relación con el desarrollo de trombosis siendo la incidencia mayor en LNH BDCG. La edad, sexo, estadio e IPI no influyeron como factor de riesgo en nuestro estudio. 176 Pósteres PO-415 La agregabilidad a dosis bajas de ADP y de epinefrina correlaciona negativamente con el funcionalismo plaquetar (PFA-100®). Resultados preliminares del proyecto RETROVE can que tiempos más cortos de obturación se asocian a una mayor agregabilidad, patrón sugestivo de un posible estado protrombótico. La hiperagregabilidad a dosis bajas de ADP y epinefrina pueden medir la función plaquetar asociada a trombosis de manera complementaria al PFA-100. Agradecimientos: Siemens Healthcare Diagnostics S.L., Roche Diagnostics, Red Investigación Cardiovascular RD12/0042/0032 y FIS PI12/00612 Llobet Lorente D., Vallvé Fornieles C., Murillo Escoda J., Vilalta Setó N., Carrasco Expósito M., Mateo Arranz J., Fontcuberta Boj J., Souto Andrés J.C. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona PO-416 La ausencia de TAFI aumenta el daño postrombólisis en ictus isquémico: papel potencial de micropartículas Introducción: La agregabilidad a dosis bajas de epinefrina y/o de ADP en la población normal se produce de forma bimodal dando lugar a individuos con hiperreactividad plaquetar (agregación >60%) y individuos con hiporreactividad plaquetar (agregación <40%). Dicha hiperreactividad plaquetar ha sido asociada a trombosis. Según resultados obtenidos por nuestro laboratorio recientemente, tiempos de obturación cortos de funcionalismo plaquetar pueden estar también asociados a riesgo trombótico. Objetivo: Valorar si la reactividad plaquetar es un buen parámetro para medir la función plaquetar asociada a trombosis. Material y métodos: Se estudiaron 213 controles sanos (75♂ y 138♀) y 206 pacientes con trombosis (107♂ y 99♀) reclutados en el proyecto RETROVE (riesgo de enfermedad tromboembólica VEnosa), ninguno de ellos habían recibido aspirina ni AINE en los 10 días anteriores a la extracción sanguínea. Agregaciones en plasma rico en plaquetas: se realizaron con una concentración de 250 x 109 plaquetas con los inductores ADPy Epinefrina a 0,5µM pues es la concentración de inductor que separa claramente las dos poblaciones (hiper e hiporreactivas). La agregación máxima se expresa como el porcentaje de la transmisión de la luz de cada muestra a los 5 minutos después de añadir el inductor. Agregaciones en sangre total (Multiplate®): se recolectó la sangre en tubos con hirudina 25 µg/ml, se analizó con el inductor ADP a 0.5 µM. Se midió el área balo la curva a los 6 minutos. Funcionalismo Plaquetar PFA-100®: Se midió el tiempo de obturación en segundos obtenidos con los cartuchos de Colágeno/ Epinefrina (PFA EPI) y de colágeno/ADP (PFA ADP). Análisis estadístico: se estudió la correlación (Rho de Spearman, p<0,01) entre los niveles de agregación en PRP y funcionalismo plaquetar, agregaciones en sangre total, edad y sexo. Resultados: La agregabilidad a 0,5µM de EPI correlacionó significativamente con: edad (0.225), sexo (-0,126), agregabilidad a 0,5 µM de ADP (0.656), agregabilidad en sangre total (0.224) y funcionalismo plaquetar con PFA EPI (-0.213). La agregabilidad a 0,5µM de ADP correlacionó significativamente con los mismos parámetros: edad (0.282), sexo (-0,242), agregabilidad en sangre total (0.254) y PFA EPI (-0.169). Al seleccionar los individuos con tiempos de obturación de PFA EPI cortos, se observó que había un porcentaje mayor de hiperagregabilidad en los pacientes que en los controles. Conclusiones: La correlación negativa entre la agregabilidad a dosis bajas de epinefrina y ADP con el PFA EPI indi- Roncal C.1, Gómez-Rodríguez V.1, Alexandru N.2, Georgescu A.2, Meijers J.3, Rodríguez J.A. 1, Orbe J.1 CIMA Universidad de Navarra. Pamplona. 2Instituto de Biología Celular y Patología Nicolae Simionescu. Burcarest, Rumanía. 3Departamento de Medicina Vascular Experimental. Ámsterdam, Holanda 1 Introducción: El inhibidor fibrinolítico activado por trombina (TAFI) juega un papel importante en la coagulación y fibrinolisis, pero también en los procesos inflamatorios. Mientras que la deficiencia de TAFI conlleva una tendencia hemorrágica, los datos en ratones knockout (TAFI-/-) son controvertidos en el ámbito del ictus. Tampoco se ha establecido el papel de micropartículas (MP) en relación a la enfermedad cerebrovascular en TAFI -/-. Métodos: Se empleó un modelo murino de ictus isquémico mediante inyección local de trombina en la arteria cerebral media en ratones TAFI-/ - y salvajes (WT) para analizar el efecto de t-PA (10mg/kg) o salino sobre el tamaño del infarto y la presencia de hemorragia (tinción de Perls y DAB). Se realizó inmunofluorecescencia (Fluoro Jade C) y CD11 (microglia) sobre muestras de tejido cerebral para analizar el grado de inflamación y daño neuronal. Se aislaron MPs de sangre de los ratones mediante doble centrifugación y se calculó el contenido de MP por citometría de flujo. Finalmente se determinó la actividad fibrinolítica de las MP mediante sustratos cromogénicos. Resultados: Comparado con el grupo que recibió salino, el t-PA aumentó significativamente el tamaño del infarto en el modelo de ictus en los ratones TAFI-/-. Si bien la actividad fibrinolítica (mediante turbidimetría y placa de fibrina) fue superior en TAFI/- no se observó hemorragia macro o microscópica en este modelo. Se detectó una mayor señal positiva para CD11b en el área del infarto en los TAFI -/- que en los WT, así como un aumento significativo en la degeneración neuronal en los TAFI-/- tratados con tPA. Un hallazgo de interés fue la mayor concentración de MPs en situación basal y tras el ictus en los TAFI-/ en comparación con los ratones WT. Conclusiones: La deficiencia de TAFI resultó en un incremento del tamaño del ictus tras trombolisis, no relacionado con hemorragia, pero asociado con inflamación, degeneración neuronal y generación de MP. 177 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia PO-417 La inmovilización como factor de riesgo en la enfermedad tromboembólica venosa. Diferencias según el sexo y la edad Tabla 2. Asociación de la inmovilización con la ETEV. Análisis por sexos y por subgrupos de edad García-Raso A.1, Arquero T.2, Monsalvo S.2, Mata R.2, Vidal R.2, Blas C.2, Llamas P.2 Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz. Madrid. Hospital Fundación Jiménez Díaz. Madrid 1 Grupo OR IC (95%) p Mujeres 2,40 (0,84-2,58) 0,1054 Hombres 3,33 (1,21-11,7) 0,0181 < 55 años 6,90 (1,95-43,8) 0,0013 ≥ 55 años 1,53 (0,60-4,42) 0,3822 2 Introducción: Son muchos los estudios que reconocen la importancia de la inmovilización como factor de riesgo parala ETEV, las OR varían entre 5,5-11,1 en función de las series. Estudios retrospectivos han demostrado que el 59% de los casos de ETEV suceden en pacientes ingresados (el 35% por causas no quirúrgicas). También se ha descrito que el 42% de los TEP se inician durante la hospitalización. El flujo sanguíneo en la zona de las válvulas venosas es lento, especialmente en los miembros inferiores, efecto que se ve acentuado con la inmovilización. Esta es la razón por la cual un encamamiento prolongado puede ser un factor de riesgo. Pacientes y métodos: Se recogieron los datos correspondientes a la inmovilización por causa médica no quirúrgica ni traumática en un grupo de 438 pacientes con ETEV. Se definió la inmovilización en pacientes no quirúrgicos como la permanencia en cama durante al menos cuatro días en un periodo de dos meses anterior al diagnóstico del evento trombótico. Resultados: El 53% (n=232) de los pacientes incluidos en el estudio eran hombres y 47% (n=206) mujeres, con una edad media de 55,2 (±17,9) años. La distribución de los pacientes según la localización de la trombosis fue: TVP-MMII 49,4% (n=217), TEP 26,9% (n=118), TVP+TEP 8,8% (=39), TVP-MMSS 2,3% (n=10), TVS 3,9% (n=17) y TV-LI 8,7% (n=38). Todos los pacientes incluidos eran de raza caucásica. Se determinó la inmovilización como FR en desarrollo del evento trombótico en 32 pacientes (7,4%), y se asoció al desarrollo de trombosis venosa con una OR de 2,84 (IC95%: 1,35-6,71; p=0,0048). La relación conla ETEVsegún el tipo de trombosis se muestra en la Tabla 1. No se registró la inmovilización como FR en los casos de pacientes con TVS y TVP-MMSS. La inmovilización resultó un FR trombótico en los hombres pero no en las mujeres (Tabla 2). Además, fue un FR en los pacientes menores de 55 años pero no en los de más edad (Tabla 2). Conclusiones: La inmovilización es un importante factor de riesgo en el desarrollo de eventos trombóticos, con mayor relevancia en los hombres y los pacientes jóvenes. PO-418 Las mutaciones del gen de la calreticulina no están implicadas en la patogenia de trombosis venosa esplácnica Castro Quismondo N., Martínez López J., Jiménez Ubieto A., Ayala Díaz R. Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid Introducción: La trombosis venosa esplácnica (síndrome Budd Chiari, trombosis portal y mesentérica) es una patología en la que se pueden ver implicados factores locales: cirrosis hepática, tumor en territorio abdominal, lesiones inflamatorias locales, cirugías abdominales, trasplante hepático; y/o sistémicos: neoplasias mieloproliferativas crónicas (NMPC), trombofilias hereditarias o adquiridas, hemoglobinuria paroxística nocturna, gestación, puerperio. El objetivo de nuestro estudio es caracterizar la etiología de las trombosis venosas en territorio esplácnico así como la prevalencia de NMPC en dichos pacientes y valorar la presencia de mutaciones del gen de la Calreticulina (CALR). Pacientes y métodos: Se ha realizado un estudio retrospectivo de una serie de 40 pacientes que han presentado trombosis esplácnica entre los años 1998 y 2013. Se han recogido los datos analíticos más relevantes y se ha analizado la presencia de mutaciones de JAK2 y de CALR en muestras de sangre periférica. Se realizó el análisis de inserciones/deleciones en CALR por análisis de fragmentos en un 3100 xl Genetic Analyzer (Applied Biosystems), los resultados fueron analizados usando Gene Mapper software version 4.0 (Applied Biosystems). El estudio de las mutaciones de JAK2 V617F se llevó a cabo mediante PCR cuantitativa en tiempo real en un analizador Applied 7900HT. Resultados: En un 45% de los pacientes (n=18) se identificó una causa local, siendo la más frecuente la presencia de cirrosis hepática. Un 12,5% de los pacientes (n=5) presentaba una mutación protrombótica (mutación de factor V Leiden o mutación G20201A del gen de la protrombina). Un 32,5% de pacientes (n=13) fueron diagnosticados de NMPC tipo Trombocitemia esencial o Mielofibrosis primaria. De los pacientes con NMPC, se detectó mutación de JAK2 V617F en un 69% y un 31% fueron JAK2 negativos. En los pacientes JAK2 negativos (n=31) no se detectaron mutaciones en CALR. En cuanto a los datos analíticos la cifra de leucocitos fue inferior en los pacientes JAK2 negativos frente a los JAK2 positivos (4,83 vs 9,97 x 103/mm3; p 0,011). Tabla 1. Asociación de la inmovilización con la localización de la trombosis Grupo OR IC (95%) p TVP-MMII 3,46 (1,54-8,53) 0,002 TEP 1,60 (0,48-4,90) 0,427 TVP-MMII+TEP 6,94 (2,16-21,3) 0,02 TV-LI 1,99 (0,29-8,43) 0,425 178 Pósteres Conclusiones: En la serie estudiada, los casos de trombosis venosa esplácnica secundaria a neoplasias mieloproliferativas JAK2 negativas no se han asociado en ningún caso con la mutación en el gen CALR. Con estos resultados no podemos proponer el estudio de mutaciones del gen CALR dentro del screening de NPM asociada a trombosis esplácnica. Tabla 1. Perfil profilaxis de CVP n % Recidiva episodio tromboembólico 1 1,12 Recidiva de complicación vascular gestacional 7 9,86 0 0,0 Pacientes tratadas con Heparina (116) Pacientes no tratadas con Heparina (38) Recidiva episodio tromboembólico PO-419 Manejo de mujeres embarazadas con trombofilia conocida o con complicaciones vasculares gestacionales. Uso de la tromboprofilaxis en estas situaciones. Resultados preliminares del proyecto TEAM (trombosis en el ámbito de la mujer) Recidiva de complicación vascular gestacional 1 5,26 n % Recidiva episodio tromboembólico 1 1,12 Recidiva de complicación vascular gestacional 9 10,23 Recidiva episodio tromboembólico 0 22 Recidiva de complicación vascular gestacional 22 16,9 Perfil profilaxis de trombosis Pacientes tratadas con Heparina (81) Pacientes no tratadas con Heparina (36) Martí Sáez E.1, Redondo Izal A.M.2, de Diego Jalemskaya I.3, Rodríguez Huerta A.4, Llamas Sillero P.5, Rodríguez Martorell J.6, Martínez Pérez O.4, Casellas Caro M.7, Ramírez Polo I.M.8, Gutiérrez Pimentel M.J.9, Tàssies Penella D.10, Santamaría Ortiz A.7 con o sin AAS y en 25% no se realizó profilaxis con HBPM. En el manejo de CVP en el 69% de los episodios se empleó HBPM con o sin AAS y en 31% no se usó heparina. Los resultados clínicos en forma de recaída de trombosis o CVP en ambos grupos en función de si recibieron profilaxis con HBPM o no, se muestran en la Tabla 1. En el grupo de profilaxis de trombosis el uso de HBPM parece efectiva en la prevención de CVP. En el grupo de profilaxis de CVP no hubo diferencias en ambos grupos. Conclusiones: Los resultados preliminares del proyecyo TEAM reflejan la práctica clínica y las diferencias entre investigadores en cuanto a tromboprofilaxis. Se empleó profilaxis con HBPM para la prevención de trombosis y CVP en más del 50% de las pacientes. Estos resultados parecen indicar que el uso de heparina disminuye la incidencia de CVP. El registro continúa en marcha para aumentar el número de casos y confirmar los hallazgos encontrados. Agradecimientos: El proyecto TEAM está parcialmente patrocinado por Leopharma TM. Hospital Manises. Manises, Valencia. 2Hospital de Navarra. Pamplona. 3Mútua de Terrassa. Barcelona. 4Hospital Gregorio Marañón. Madrid. 5Fundación Jiménez Díaz. Madrid. 6Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla. 7Hospital Vall d’Hebron. Barcelona. 8Unidad de Gestión Clínica. C.S. Cayetano Roldán. Cádiz. 9 Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Granada. 10Hospital Clínic. Barcelona 1 Fundamentos y objetivos: Existe una falta de información para la práctica clínica en relación al la ETE, la trombofilia y el manejo en diferentes escenarios clínicos, como complicaciones vasculares gestacionales. En este contexto, estamos llevando a cabo un estudio observacional de cohortes multicéntrico, llamado proyecto TEAM. (Ver web: www.proyectoteam.com). Se trata de un registro nacional de pacientes en estas situaciones clínicas, que refleja el manejo en la práctica clínica habitual. Métodos: Desde 2009 hasta hoy, casi 60 centros españoles y, también ahora de Uruguay, han incluído pacientes de forma prospectiva en el registro. Los criterios de inclusión son: pacientes con trombosis secundaria a tratamiento hormonal o embarazo, con complicaciones vasculares placentarias (CVP), fallos de implante repetidos y mujeres con trombofilia que reciban o no profilaxis durante el embarazo o técnicas de reproducción asistida (TRA). El estudio ha sido aprobado por el Comité de Ética de cada centro. Los objetivos primarios del registro son el estudio del tratamiento o profilaxis de la ETE durante el embarazo, terapias hormonales o TRA; así como el manejo de las CVP. Resultados: Se han reclutado 438 pacientes de 30 centros y registrado un total de 457 episodios, de los cuales 5% fueron trombosis durante el embarazo y 6% durante tratamientos hormonales, 34% profilaxis de trombosis durante el embarazo, 25% CVP, 27% profilaxis de estas complicaciones y 2% de fallos de implante repetidos. El estudio de trombofilia reveló que los defectos más comunes fueron el polimorfismo F12 46C/T homocigoto, Factor V Leiden y niveles elevados de Factor VIIIc. Para la profilaxis de trombosis durante el embarazo en el 75% de episodios se empleó heparina de bajo peso molecular (HBPM) PO-420 Nueva consulta de anticoagulantes orales directos (ACOD): resultados tras dos años de seguimiento Luis-Hidalgo M.M., García-Navarro I., Mena-Rodríguez F., Bautista-Claver T., Cárcel Corella P., Cánovas-Giménez V., Mayáns-Ferrer J.R. Hospital Arnau de Vilanova. Valencia Introducción: Los anticoagulantes orales directos (ACODs) son una alternativa aprobada para la prevención de la embolia sistémica y del ictus isquémico en pacientes con fibrilación auricular 179 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Quince pacientes (8,47% del total) han sufrido incidencias que han requerido ajuste de dosis o cambio del fármaco (Tabla 2). Otros eventos que no han requerido cambios en la pauta son: anemización en 5 pacientes (3 con rivaroxabán de 20mg; 1 con rivaroxabán de 15mg y 1 con dabigatrán de 150mg), y deterioro en la función renal en 3 (2 con rivaroxabán de 15mgy 1 con apixabán de 2.5mg). En 9 pacientes se ha retirado el ACOD. Actualmente 168 pacientes se mantienen en tratamiento con ACOD, correspondiendo al 3,37% de los pacientes anticoagulados en el departamento. Conclusiones: La experiencia de uso de los ACOD en la población aún es limitada, así como el conocimiento de las incidencias a largo plazo. A pesar de la aparente menor incidencia de eventos adversos frente a los antagonistas de la vitamina K. Nuestro trabajo permite justificar la necesidad del seguimiento clínico-analítico de estos pacientes, con el fin de evitar las complicaciones y mejorar la no valvular (FANV). Los datos actuales europeos cifran el uso de ACOD en el 6% del total de anticoagulados. Debido a su reciente extensión clínica y la escasa casuística fuera de ensayo clínico, son pocos los trabajos que describen las consecuencias de su empleo en la población general. En nuestro centro se ha creado una consulta específica para la selección, tratamiento y seguimiento de los pacientes con ACODs. Presentamos los resultados descriptivos de la cohorte de pacientes con el objetivo de comunicar nuestra experiencia en el empleo de los ACODs. Metodología: Desde junio de 2012 a junio de 2014 se ha iniciado anticoagulación con ACOD en los sujetos con FANV que reúnen los criterios aceptados por el Ministerio de Sanidad para ser subsidiarios de este tratamiento. Se realiza control clínico-analítico basal y transcurridos 1, 3, 6 y 12 meses. Al cumplimentar el año de terapia, si no ha existido incidencia trombótica ni hemorrágica, el control pasa a ser semestral. Se registra la aparición de hemorragias y otros efectos adversos, así como la posibilidad de interacciones farmacológicas o la preparación de los pacientes en caso de requerir intervenciones quirúrgicas u otros procedimientos invasivos, que precisen o no cambio de fármaco o posología. El estudio de laboratorio incluye: hemograma; hemostasia; metabolismo férrico y carencial (en caso de anemia previa); estudio de la función hepática y renal. Resultados: Se ha registrado e iniciado tratamiento en 177 pacientes, 94 mujeres (53,1%) y 83 varones (46,9%). La edad media es de 78.04 años. Se inició tratamiento con dabigatrán en 55 casos (31,1%), rivaroxabán en 97 (54,8%), y apixabán en 25 (14,1%) (Tabla 1). Tabla 1. Pacientes con ACODs recogidos en la consulta Dabigatrán Rivaroxabán Apixabán Dosis N.º de pacientes Porcentaje 150 mg/12 h 28 15.82 % 110 mg/12 h 27 15.25 % 20 mg/24 h 62 35.03 % 15 mg/24 h 35 19.77 % 5 mg/12 h 9 5.08 % 2.5 mg/12 h 16 9.04 % Tabla 2. Pacientes que han precisado cambio de pauta terapéutica Motivo del ajuste de dosis o el cambio de tratamiento Proceso oncológico activo Evento hemorrágico Número total de pacientes 4 3 Fármaco que llevaba Fármaco por el que se sustituye Rivaroxabán 20 mg/24 h HBPM Carcinoma broncogénico (1), adenocarcinoma de mama (1) y carcinoma laríngeo (1) Rivaroxaban 15 mg/24 h HBPM Neoplasia ureteral Rivaroxabán 20 mg/24 h Apixabán 2.5 mg/12 h Rivaroxaban 15 mg/24 h Suspensión Rivaroxaban 20 mg/24 h HBPM Rivaroxabán 20 mg/24 h Dabigatrán 150 mg/12 h Dabigatrán 110 mg/12 h HBPM Motivo específico Hematoma subdural Ictus hemorrágico Hemorragia digestiva aguda Ictus isquémico carotídeo izquierdo Evento trombótico 2 Alteración de la función renal 1 Rivaroxabán 20 mg/24 h Rivaroxabán 15 mg/ 24 h Toxicodermia grado 4 1 Dabigatrán 150 mg/12 h Acenocumarol Necrosis cutánea** Dabigatrán 150 mg/12 h Acenocumarol Iniciaron dabigatrán 150 para cardioversión eléctrica y 1 no se realizó por entrar el paciente en ritmo sinusal y la otra fue fallida pero el paciente tenía CHADSVASC1 y nunca había recibido acenocumarol Dabigatrán 150 mg/12 h Acenocumarol Sentimiento de mayor seguridad Apixabán 5 mg/12 h Acenocumarol Sentimiento de mayor seguridad No aprobado visado por inspección 2 Abandono por iniciativa propia del paciente 2 180 TVP vena femoral común en contexto de fractura subcapital de fémur derecho Deterioro en filtrado glomerular Pósteres En la Tabla 1 se observa la distribución de los defectos hallados en los estudios de trombofilia. Conclusiones: La prevalencia de trombofilia en pacientes con trombosis no difiere mucho de los resultados en otros escenarios. Nuevos factores de riesgo biológico como el FVIIIc o el polimorfismo en homocigosis del F12 46C/T están muy presentes en pacientes con adherencia al tratamiento. De ahí la importancia de crear protocolos, guías de consenso y el deber de comunicar efectos no deseados que puedan surgir con su empleo. PO-421 Nuevos factores de trombofilia en pacientes con complicaciones vasculares placentarias (CVP) y trombosis relacionada con embarazo o tratamiento hormonal. Resultados preliminares del proyecto TEAM de la SETH Tabla 1. Diagnóstico biológico en pacientes con trombosis Martí Sáez E.1, Redondo Izal A.M.2, de Diego Jalemskaya I.3, Rodríguez Huerta A.4, Llamas Sillero P.5, Rodríguez Martorell J.6, Martínez Pérez O.4, Casellas Caro M.7, Ramírez Polo I.M.8, Gutiérrez Pimentel M.J.9, Tàssies Penella D.10, Santamaría Ortiz A.7 Hospital Manises. Manises, Valencia. 2Hospital de Navarra. Pamplona. 3Mútua de Terrassa. Barcelona. 4Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid. 5Hospital Fundación Jiménez Díaz. Madrid. 6Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla. 7Hospital Vall d’Hebron. Barcelona. 8Unidad de Gestión Clínica. C.S. Cayetano Roldán. Cádiz. 9Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Granada. 10Hospital Clínic. Barcelona 1 Fundamentos y objetivos: Existe cada vez más información sobre complicaciones trombóticas y vasculares gestacionales, que apunta hacia la relación entre estos dos tipos de complicaciones. La presencia de trombofilia como factor de riesgo en estas pacientes es importante de cara a la elección del tratamiento y/o profilaxis. El proyecto TEAM es un registro nacional de mujeres con complicaciones trombóticas durante el embarazo o tratamientos hormonales y con CVP. Se trata de un estudio de cohortes observacional multicéntrico (ver página web en www.proyectoteam.com). Dentro de este proyecto hemos analizado los factores de trombofilia que pueden asociarse a este tipo de complicaciones. Pacientes y métodos: Desde 2009 hasta hoy, casi 60 centros españoles y, también ahora de Uruguay, han incluido pacientes de forma prospectiva en el registro. Los criterios de inclusión son: pacientes con trombosis secundaria a tratamiento hormonal o embarazo, con complicaciones vasculares gestacionales, fallos de implante repetidos y mujeres con trombofilia que recibirán o no profilaxis durante el embarazo o técnicas de reproducción asistida (TRA). El estudio ha sido aprobado por el Comité de Ética de cada centro. Del total de 457 episodios incluídos, se analizaron los episodios de trombosis (55) durante el embarazo, técnicas de reproducción asistida o tratamiento hormonal, y los episodios de CVP (117). Resultados: Se analizaron 55 episodios de trombosis, de los cuales 24 se relacionaba con el embarazo, 1 con técnicas de reproducción asistida y 30 con tratamiento hormonal. La edad mediana en este grupo fue de 32 años (20,73). Catorce pacientes (27%) presentaban antecedentes familiares de trombosis. Nueve pacientes (18%) presentaban una historia obstétrica desfavorable (Tabla 1). Se registraron 117 episodios de CVP. La edad mediana del grupo fue de 36 años (20-45). Dieciocho pacientes (16%) presentaban historia familiar de trombosis y 96 (86%) historia obstétrica desfavorable (Tabla 2). 50 % Disfibrinogenemia 0 0 Hipofibrinogenemia 0 0 Anticoagulante lúpico positivo 7 14 Anticuerpos antifosfolipídicos positivos 1 2 Aumento de los niveles de factor VIII: C (>200%) 3 6 Déficit de antitrombina 0 0 Déficit de proteína C 2 4 Déficit de proteína S 2 4 Resistencia a la proteína C activada 6 12 Hiperhomocisteinemia 4 8 Factor V Leiden 9 18 Mutación F2 G20210A 10 20 Mutación F12C46T 4 8 Mutación C677T de la MTHFR 2 4 Mutación antitrombina Cambridge II 0 0 Mutación Factor V Cambridge 0 0 Mutación Factor V Hong Kong 0 0 96 % 2,1 Tabla 2. Diagnóstico biológico en pacientes con CVP 181 Disfibrinogenemia 2 Hipofibrinogenemia 1 1 Anticoagulante lúpico positivo 7 7,3 Anticuerpos antifosfolipídicos positivos 9 9,4 Aumento de los niveles de factor VIII: C (>200%) 9 9,4 Déficit de antitrombina 5 5,2 Déficit de proteína C 1 1 Déficit de proteína S 7 7,3 Resistencia a la proteína C activada 5 5,2 Hiperhomocisteinemia 2 2,1 Factor V Leiden 9 9,4 Mutación F2 G20210A 8 8,3 Mutación F12C46T 17 17,7 Mutación C677T de la MTHFR 11 11,4 Mutación antitrombina Cambridge II 1 1 Mutación Factor V Cambridge 1 1 Mutación Factor V Hong Kong 1 1 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia CVP. Actualmente se continúa aportando información a este registro que confirme los resultados preliminares y nos ayude a realizar la traslación entre la práctica clínica y la investigación biológica. Agradecimientos: El proyecto TEAM está parcialmente patrocinado por Leopharma TM. PO-422 Perfil de trombofilia en mujeres con abortos de repetición Romero Domínguez S., Lacoboni García-Calvo G., Balaguer Roselló A., Mira Fornés Y., Herrero Vicente G., Medina Badenes P., Ferrando Gosp F., Cid Haro A.R., Haya Guaita S., Bonanad Boix S., Sanz Alonso M.A. Figura 1. Casos según número de abortos. Hospital Universitari i Politècnic La Fe. Valencia Introducción: La asociación entre trombofilia (TF) y abortos de repetición (AR) no está bien establecida, salvo en pacientes con síndrome antifosfolípido (SAF) debido a la presencia de anticuerpos antifosfolípido (AF). No existe unanimidad para definir el AR (2 o =3 abortos), ni si realizar el estudio de trombofilia (ET) completo tras el 2.º o 3.º aborto. De forma habitual cada vez son más las pacientes remitidas tras un 2.º aborto. El objetivo primario de este trabajo es analizar retrospectivamente la frecuencia de TF en pacientes con al menos 2 abortos (sin alteración anatómica, hormonal o genética). El objetivo secundario es analizar las diferencias entre las pacientes con 2 o =3 abortos. Material y métodos: Realizamos el ET (AT, PC, PS, mutaciones FVL y PT G20210A y perfil de AF) a un grupo de 179 mujeres con al menos 2 abortos. A un grupo de 150 mujeres sanas sin antecedentes de AR determinamos PC, FVL y PT G20210A. Realizamos un subanálisis entre el grupo de mujeres con 2 abortos (93 casos) frente a las de =3 abortos (86 casos). La mediana de edad en el grupo de AR fue 35 años. La distribución de pacientes por número de abortos se muestra en la Figura 1. El 92% de los abortos ocurrieron en el 1.º trimestre de gestación (Figura 2). Resultados: Los resultados del ET en mujeres con AR se muestran en la Tabla 1 (los valores porcentuales corresponden a casos con alteración del parámetro). No encontramos diferencias en cuanto a mutaciones FVL y PT, ni porcentaje de pacientes con PC disminuida en el grupo de AR frente al grupo control. Al analizar el grupo de pacientes con AR, no observamos diferencias en el ET completo entre mujeres con 2 y =3 abortos, aunque sí una mayor presencia no significativa de AL en pacientes con =3 abortos (5,38% vs 9,30% P=0,31). Figura 2. Semana del aborto. Conclusiones: La prevalencia en el porcentaje de defectos trombofílicos en nuestra serie de mujeres con AR es bajo al compararla con la literatura publicada, aunque en ella encontramos resultados dispares. Solo la frecuencia de alteraciones en la PT es mayor (poner porcentajes). Tampoco se observa mayor frecuencia de FVL, PT y PC en las pacientes con AR comparados con el grupo control. Todo ello concuerda con las dudas existentes en la relación entre TF y AR. Aunque parece existir una tendencia a presentar más presencia de AL positivos en mujeres con =3 abortos, en una serie más amplia se podría esclarecer la diferencia con las que presentan 2 abortos y, lo cual ayudaría a decidir si se deben realizar los ET de forma precoz en estas pacientes. Tabla 1. Variable AL ACA IgG b2 GP IgM IgG IgM FVL PT 20210A PC PS AT Homocisteína Media 4,41 3,03 2,82 2,96 122,1 75,94 103,63 9,86 IC 95% 0,38-8,44 0,82-5,24 1,56-4,08 2,51-3,41 117,83-126.37 73,07-78,81 101,27- 105,99 9,42-10,30 3,40 4,73 1,44 2,17 0,00 4,46 0,75 2,13 % 7,27 3,35 182 4,46 Pósteres PO-423 Perfil trombótico y hemorrágico en pacientes con trombocitemia esencial (TE) PO-424 Prevalencia del polimorfismo 46 C/T en pacientes con déficit de factor XII detectado en estudio preoperatorio. Significación clínica Yus Cebrián M.F., Coello de Protugal Casana C., Lacalle Aicua L., Tercero-Mora Rodríguez M., De Rueda Ciller B., Fernández Mosteirín N., Caballero Navarro G., Mayayo Artal M.P., Delgado Beltrán, M.P. Vidal Laso R., Blas C., Llamas Sillero P. Hospital Fundación Jiménez Díaz. Madrid Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza Introduccion: El factor XII es un complejo proteico que forma parte de la homeostasis de la coagulación, prescindible para el equilibrio de la misma. Responsable del inicio de la fase de contacto después de su unión al quininógeno de alto peso molecular (HMWK). Un descenso en los niveles del mismo no implica un aumento de las complicaciones hemorrágicas. Recientes investigaciones sugieren que tiene un papel en la formación y propagación del trombo. El polimorfismo del gen 46 C/T del factor XII, se considera una trombofilia de bajo riesgo, el estado heterocigoto se asocia a un menor riesgo trombótico que el estado homocigoto. Objetivos: Determinar la prevalencia del polimorfismo 46 C/T en pacientes con déficit de factor XII detectado en estudio preoperatorio. Significación clínica de los hallazgos descritos. Material y métodos: Estudio descriptivo retrospectivo en el que se ha revisado la historia clínica de 28 pacientes diagnosticados de déficit de factor XII en estudio preoperatorio por TTPa alargado. Periodo comprendido entre enero de 2012 y diciembre de 2013. Se han analizado las siguientes variables: edad, sexo, tabaquismo, antecedente personal tromboembólico vs hemorrágico, historia de abortos, tipo de intervención quirúrgica y complicación tromboembolica vs hemorrágica a los tres meses de la cirugía. En cuanto a datos analíticos se ha recogido la cuantificacion del TTPa, Factor XII y resultado del polimorfismo. La determinación del polimorfismo 46 C/T del gen del factor XII se realiza por reacción en cadena de la polimerasa a partir de ADN extraído de muestras de sangre periférica. Resultados: En el grupo de pacientes estudiados un 53,57% son hombres y un 46,43% son mujeres, de edad media 45 años (21-74). La mayoría de los pacientes presenta un déficit leve de Factor XII con una mediana de 50,3 sg y un TTPa alargado con una mediana de 39,1 sg (rango 31,2 a 87,3) En un 92,86% se detecta el polimorfismo en homocigosis. En un 7,14% no se detecta y no se detecta ninguno en heterocigosis. Como factor de riesgo trombótico añadido un 25% son fumadores. Del total de mujeres un 38,46% tiene antecendente de abortos. Del total de pacientes un 64,29% fueron sometidos a una cirugía mayor y un 35% a intervenciones menores. Se realizó una tromboprofilaxis adecuada en el postoperatorio según pauta habitual y no se objetivó ninguna complicación tromboembólica ni hemorrágica en un periodo de tres meses tras la cirugía. Conclusiones: Según este estudio podemos concluir que la mayoría de los pacientes con déficit de factor XII se asocian a un estado homocigoto del polimorfismo del gen 46 C/T del factor XII; Existe controversia en cuanto al significado clínico. A pesar de estar considerado como una trombofilia de bajo riesgo, a tres meses post-intervención no se ha documentado ningún evento trombótico. Si bien, han recibido una adecuada tromboprofilaxis. Introducción: La TE es una neoplasia mieloproliferativa crónica, marcada por la presencia de eventos trombo-hemorrágicos (ETH), la evolución a mielofibrosis y leucemia aguda mieloide. La mutación V617F del exón 14 del JAK2 se detecta en un 70% de los pacientes y se relaciona con más ETH y una cifra más elevada de leucocitos y plaquetas. Objetivos: Analizar el perfil clínico-analítico trombótico (T) y hemorrágico (H) en pacientes con TE. Pacientes y métodos: Se estudió una muestra del total de pacientes diagnosticados de TE entre 1990 y 2014 en nuestro centro, y que fueron valorados en nuestras consultas durante 12 meses. Se analizaron variables demográficas y analíticas, el tipo y localización de ETH, y el tratamiento recibido. Resultados: Fueron valorados 101 pacientes, 34 ♂ (33,7%) y 67 ♀ (66,3%). Edad media al diagnóstico 59,32 (♂ 56,53 y ♀ 60,73). Se observó un predominio de ♂ (38,2% vs 19,4%) en el grupo de edad de 45-65 años, frente al grupo de =65 años en el que predominaban las ♀ (65,7% vs 52,9%). 39 eventos T en 35 pacientes, 29 arteriales (74,3%) y 10 venosos (25,7%) y 2. 51 pacientes (50,5%) eran JAK2 positivos (+) y de ellos 24 presentaron T (61,5% del total de T), frente a 7 en el grupo JAK2 negativo (-) (en 8 pacientes no se disponía de resultado). 16 T (41,02%) tuvieron lugar a lo largo de la evolución de la enfermedad en 12 pacientes (11,9%), de ellos 4 pacientes no recibían tratamiento citorreductor, 14 recibían tratamiento antiagregante y 2 anticoagulante. Se observaron 16 (5 JAK2 +/11 JAK2 -) episodios H de localización mucosa fundamentalmente ORL y genitourinaria. Al diagnóstico no se objetivaron diferencias significativas en las cifras hematimétricas y la aparición de T; no obstante, en los pacientes que habían desarrollado eventos H la cifra de plaquetas fue superior a 900 x 109/L. Conclusiones: Los ETH marcan la evolución natural de la TE. Los eventos H, y al igual que en la literatura, han sido más frecuentes a nivel de mucosas y en pacientes con cifras de plaquetas más elevadas. Observamos una mayor frecuencia de estos eventos en pacientes JAK2-. Un tercio desarrollaron eventos T en nuestra serie, alcanzando valores en torno al 50% en JAK2+, con una incidencia de T arterial similar a la referida en estudios prospectivos. Tras el diagnóstico y a lo largo de la evolución de la enfermedad, a pesar de recibir tratamiento antitrombótico profiláctico, un 10% de los pacientes desarrollaron T. Este hecho indica la necesidad de llevar a cabo una mejor estratificación y control del riesgo T. 183 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia y en miembros superiores respectivamente, p=0,008). Sin embargo cuando se controla la edad estas diferencias estadísticamente significativas desaparecen. Conclusiones: La prevalencia de las trombosis en lugares inusuales es baja. El lugar de la trombosis más frecuente es el territorio esplácnico. A menos de la mitad se le realiza estudio de trombofilia, que es positivo en 1 de cada 5 pacientes. Todos los pacientes que recurrieron lo tenían positivo. La realización del estudio de trombofilia no depende del lugar de la trombosis sino de la edad del paciente. A pesar de que la serie es pequeña es de destacar los antecedentes de abortos en las pacientes homocigotas para esta variante. PO-425 Prevalencia, factores asociados y evolución de las trombosis en lugares inusuales Fernández Rodríguez M.A., Dueñas Hernando V., Solano Tovar J., Bernardo Gutierrez A., Corte Buelga J.R., Soto Ortega I., García Menéndez-Tevar F. Hospital Universitario Central de Asturias. Oviedo PO-426 Proteína S Heerlen y polimorfismos moduladores negativos. Estudio de prevalencia en la población normal en déficits de proteína S Introducción: El término trombosis en lugares inusuales define un grupo heterogéneo de fenómenos tromboembolicos venosos que ocurren en lugares distintos a miembros inferiores y pulmón. Presentan una fisiopatología y una clínica particular definida por el órgano afectado. La escasa evidencia en este grupo de patología trombótica, condicionada por su la baja frecuencia, hace necesario realizar estudios para mejorar el conocimiento de su epidemiología y su evolución, pronóstico y factores asociados. Objetivo: Conocer la prevalencia de las trombosis en lugares inusuales en nuestra población. Definir las características demográficas y clínicas de este subgrupo de pacientes, determinar los factores asociados y valorar los tratamientos recibidos y el pronóstico. Material y métodos: Estudio analítico, observacional y transversal de los pacientes anticoagulados por trombosis en lugares inusuales desde el 1 de enero de 1991 hasta el 31 de Marzo de 2014. Variables: datos demográficos, factores de riesgo, localización, estudio de trombofilia, datos clínicos, tratamiento recibido y evolución. Se analizaron los datos con el paquete estadístico SPSS. Resultados: Se estudiaron 20095 pacientes de los cuales están anticoagulados por ETEV 3622 (18,02%) y de estos 149 (4,1%) eran trombosis en lugares inusuales. La media de edad es 50,7 (19,6) años. El 12,1% de los pacientes eran diabéticos, el 20,8% dislipémicos, el 38,3% fumadores, el 26,2% hipertensos y el 6,7% tenían un síndrome mieloproliferativo crónico. Estos últimos hacen trombosis en el territorio esplacnico con mayor frecuencia. Las localizaciones de la trombosis eran: SNC 22 (14,8%) esplacnica 66 (44,3%), retina 1 (7,4%), miembros superiores 49 (32,9%). Se hizo tratamiento anticoagulante 147 (98,7%) pacientes (6 (4%) con HBPM y 141 (94,6%) con antivitaminas K). A 73 pacientes se les realizó un estudio de trombofilia, de los que 34 (22,8%) fue positivo. La alteración más frecuente fue la hiperhomocisteinemia [14 pacientes (9,4%)] seguido del síndrome antifosfolípido [7 (4,7%)]. En 16 (10,7%) de los pacientes hubo una recurrencia de la trombosis, y de ellos todos habían tenido el estudio de trombofilia positivo. Fallecieron 13 (8,7%) de los pacientes, 47 (31,5%) persisten anticoagulados y en 69 (46,3%) se retiró la anticoagulación. Los que han tenido una trombosis en el SNC son más jóvenes con diferencias estadísticamente significativas (32 años en SNC vs 55,6, 70,9, 47,8 a nivel esplacnico, ocular y en miembros superiores respectivamente, p<0,0001). Los estudios de trombofilia se realizan con mayor frecuencia en los pacientes con trombosis en el SNC (81,8% vs. 41,1%, 4,1% y 30,1% a nivel esplacnico, ocular Martinho P.1, Oliveira A.C.1, Fidalgo T.1, Silva Pinto C.1, Rodrigues D.1, Tomásio R.1, Gonçalves E.2, Marqués D.2, Sevivas T.1, Salvado R.2, Martins N.2, Ribeiro M.L.1 Serviço de Hematologia. 1Hospital Pediátrico. 2Hospital General. Centro Hospitalar e Universitário de Coimbra. Coimbra, Portugal Introducción: La proteína S (PS), anticoagulante natural que actúa como cofactor de PCA y TFPI, circula en plasma ligada a la C4b-bindingprotein (60%) y en la forma libre (PSL) (40%). La deficiencia congénita de PS es rara, prevalencia <0.5 % en población general, tiene herencia autosómica dominante y resulta de mutaciones en gen PROS1. Los déficits cuantitativos –tipo I (PSL y PST disminuidas) y tipo III (solo PSL disminuida) son los más frecuentes. La PSHeerlen (Ser501Pro) es la mutación PROS1 más frecuente, de entre más de 200 mutaciones puntuales descritas, y se asocia a deficiencia de PS tipo III. Varios estudios europeos encontraran una correlación directa entre PSHeerlen (PSH) y trombosis venosa y arterial. Han sido también descritos algunos polimorfismos (SNPs) moduladores negativos de los niveles de PS: PROS1 c.2001A>G, p.P667P (rs6123) y g.23343243A>G (rs1437135) en gene NQO1, que codifica una enzima involucrada en el metabolismo de la vitamina K. Objetivo: Analizar la prevalencia relativa de la PSH en pacientes con trombosis y déficit de PS o con PS en el límite inferior de la normalidad; la prevalencia de los SNPs moduladores negativos rs6123 y rs1437135 en la población general; evaluar el efecto cumulativo de estos SNPs en los niveles de PSL en pacientes con la variante PSH. Material y métodos: Fueran estudiados: 51 controles (CTR) no relacionados y sin trombosis; 108 pacientes no relacionadas con historia personal y/o familiar de trombosis; 49 con deficiencia de PS (PSL 23-71) - dPS; iii) 59 con niveles de PSL en el límite inferior normalidad (PSL 55-80) - <NPS. Estudios funcionales: PSL Ag-LIA y PST-ELISA, antic. Lupico- dRVVT, niveles de PC y AT. Estudios moleculares: ASPCR, PCR/RFLP, HRM, PCR/ secuenciación nucleotídica y MLPA. Resultados: En los 49 dPS, 19 eran heterocigotos para mutaciones en gen PROS1. Encontramos 8 mutaciones distintas: 2 inser- 184 Pósteres Tabla 1. Exón Nucleótido Efeito Polyphen/Score PSL (%) PST (%) N.º propósitos 1 37G>C 2 200A>C Ala13Pro# Benign/ 0.014 53 52 1 Glu67Ala Probably damaging/ 0.999 18 35 1 2 227C>T Pro76Leu Probably damaging/ 1.000 52 56 1 6 496A>C Asn166His Probably damaging/ 0.998 13 33 1* 6 570dupT Val191Cysfs*6# - 26 38 1 9 918dupT Ala 307Cysfs*22 - 15.3 28.7 3 13 1501T>C Ser501Pro Benign/ 0.014 49.6 65.4 11 15 1916G>T Cys639Phe Probably damaging/ 0.999 14 25 1 Mutaciones no descritas en HGMD; * con otra mutación (Ala307Cysfs*2) # Proteína C o S mediado por un mecanismo autoinmune, histológicamente se caracteriza por una trombosis venosa extensa de la dermis con infarto hemorrágico de los tejidos adyacentes. Se describen tres situaciones clínicas: PF neonatal, PF infecciosa y PF idiopática. Diagnóstico diferencial con la hipo/disfibrinogenemia y la CID. Presentamos un caso de un paciente que presentó PF idiopática, su diagnóstico, tratamiento y monitorización. Caso clínico: Paciente varón de 2 años natural de Marruecos, sin antecedentes patológicos, admitido por fiebre de 48 horas de evolución asociado a rechazo para la marcha y dos lesiones púrpuricas en extremidades inferiores, rápida progresión de las lesiones que coalescen en 6 horas, con una zona isquémica central muy dolorosa, actividad de protrombina 16,3%, se inicia tratamiento con vitamina K y antibióticos (Figura 1). Se amplía el estudio de hemostasia: antitrombina (85%), fibrinógeno Von Claus (0,2 g/L), proteína C (121%), prueba de etanol negativa, y anticoagulante lúpico positivo débil. Dímero D muy elevado (32.550 ug/dL), proteína S muy disminuida (4%) determinado por ensayo funcional HemosIL TM. Se sospecha la presencia de un inhibidor de la proteína S por ausencia de corrección completa tras la mezcla con plasma normal. Proteína S de los padres normal. Polimorfismos protrombóticos (FV Leiden y protrombina G20210A) ausentes. Cultivos negativos y seronegatividad (VHA, VHB, VHC, micoplasma, IgG e IgM de varicela-zoster, CMV, VEB y parvovirus B19). Biopsia piel: vasculopatía trombótica compatible con PF, trombosis fibrinoide en todos los capilares venulares de la dermis y tejido adiposo, extravasación hemática entre los haces de colágeno dérmico. Tras confirmación diagnóstica de PF terapia con enoxaparina 1,5 mg/kg/12 horas, ajuste de dosis con anti-Factor Xa (niveles terapéuticos de 0,5 a 1,0 UI/ml) y plasma fresco congelado, obteniendo un aumento progresivo en los niveles séricos de la proteína S y la mejoría clínica. El paciente se recuperó sin secuelas, a los 3 meses se suspendió el tratamiento anticoagulante. Destacamos una disminución de los niveles de proteína S en un nuevo evento infeccioso, asintomático, que no requirió tratamiento. Resonancia de plasmón superficial sobre chips de proteína S.CM5 que no reveló anticuerpos anti-proteína S en el plasma del paciente. Western Blot de proteína S plasmática reveló niveles de ciones y 6 missence - la PSH fue la más frecuente, (11 pacientes, prevalencia relativa 22.4% p=0.0018); en grupo<NPS se encontró la PSH en 4 y en grupoCTR en 1 (en 100 alelos-1%). La frecuencia de los alelos G de SNPs rs1437135 y rs6123 en el CTR fue 0.26 y 0.48, respectivamente. Los pacientes con PSH y genotipo AG+GG del SNPrs1437135 tenían niveles inferiores de PSL (mediana=47%), aún non significativo, en comparación con los pacientes con genotipo AA (mediana=52,5%) (p=0.1804) (Tabla 1). Conclusiones: La prevalencia de la PSH en el grupo controlo (1%) es superior a lo descrito en literatura (0.5%), bien como la frecuencia de los SNPs rs1437135 y rs6123 (0.186 y 0.41, respectivamente). Dada la elevada prevalencia de PSH en nuestros pacientes con deficiencia de PS (22.4%, p=0.0018), y su presencia en algunos pacientes con niveles en el límite inferior de normalidad, se reveló un factor de riesgo y permitió introducir en el algoritmo de estudio de PROS1, en los déficits ligeros y no limite da normalidad, la pesquisa de PSH. En el grupo de pacientes con PSH el SNPrs1437135 parece tener efecto cumulativo en los niveles de PSL. Este es el primero estudioque analiza la prevalencia de PSH y de SNPs moduladores negativos de los niveles de PS en la población portuguesa. PO-427 Purpura fulminans idiopática, diagnóstico diferencial de la trombosis cutánea en la infancia, terapia antitrombótica y seguimiento Murillo I.1, Martínez I.2, Fernández N.1, Andrade M.1, Casana C.1, Salvador C.1, Corral J.2, Delgado P.1 Departamento de Hematología. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. Departamento de Hematología y Oncología Médica. Centro Regional de Hemodonación Hospital General Universitario Morales Messeger. Murcia 1 2 Antecedentes: La purpura fulminans (PF) es una alteración cutánea trombótica, usualmente causada por una deficiencia de 185 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia lación debe instaurarse de manera temprana para prevenir secuelas. Dado que los anticuerpos anti-proteína S fueron negativos, otros factores, no identificados aún, podrían interferir con la actividad anticoagulante de este cofactor de la proteína C. proteína S total normales de tamaño similar que en los controles. Finalmente, el análisis molecular del gen PROS1 no reveló ninguna mutación significativa. Conclusiones: A pesar de su baja incidencia, la PF es una entidad a tener en cuenta en el diagnóstico diferencial de la trombosis cutánea en la infancia. Es necesario realizar precozmente pruebas histológicas que establezcan el diagnóstico. La anticoagu- PO-428 Relación entre la presencia de factores de riesgo cardiovascular y la recurrencia trombótica García-Raso A.1, Angulo D.2, Terán C.2, Jiménez Crespo M.J.2, Yuste M.2, Rodríguez M.V.2, Llamas P.2 Instituto de Investigación Sanitaria. Fundación Jiménez Díaz. Madrid. 2Hospital Fundación Jiménez Díaz. Madrid 1 Introducción: Los factores de riesgo cardiovascular (FRCV) están claramente establecidos en la enfermedad arterial, cuyo sustrato patogénico en la mayoría de los casos es la arteriosclerosis. Enla ETEVparece evidente que los factores de riesgo vascular son igualmente factores de riesgo, por ello es interesante el estudio de estos factores en el desarrollo de eventos trombóticos recurrentes, ya que son factores modificables y sobre los que se podría actuar con el fin de prevenir la aparición de trombosis recurrentes. Objetivo: Analizar la relación entre la presencia de los diferentes factores de riesgo vascular y la aparición de eventos trombóticos recurrentes en pacientes con ETEV. Estudiar el número de FRCV en cada paciente y si la acumulación de distintos factores influye en el desarrollo de trombosis recurrente. Pacientes y métodos: Se incluyeron en el estudio 510 pacientes con enfermedad tromboembólica venosa. El seguimiento de los pacientes se llevo a cabo enla Unidadde Trombosis dela Fundación JiménezDíaz. De cada paciente se recogieron los datos demográficos (edad y sexo), y los factores de riesgo cardiovascular (obesidad, HTA, consumo de tabaco, DM y dislipemia). Se recogieron también los datos relativos al evento trombótico (localización de la trombosis, tipo de tratamiento anticoagulante y duración del mismo). Asimismo, durante el periodo de seguimiento se documentaron los eventos trombóticos recurrentes y la aparición de sintomatología compatible con la presencia de síndrome postrombótico (SPT). Resultados: La edad media del grupo estudiado fue de 55,54±17,69, y estaba formado por un 56,1% de mujeres (n=286). Los pacientes fueron tratados durante una media de 7,35±12,41 meses, y seguidos en la consulta durante un periodo medio de 40,81±26,68 meses desde el primer evento trombótico. La Tabla 1 recoge las características de la población a estudio y la distribución de las distintas variables. La tasa de recurrencia fue del 40,4% (n=206). La Figura 1 muestra la distribución de los pacientes en función del número de FRCV que se documentó en cada caso. La tasa de recurrencia fue significativamente mayor en los pacientes que presentaban al menos un FRCV. La Tabla 2 muestra los resultados al comparar la tasa de recurrencia en los pacientes clasificados según el número de FRCV que presentaban. Según estos datos los pacientes con al menos un FRCV presenta un riesgo trombótico Figura 1. 186 Pósteres PO-429 Relevancia clínica del estudio de hipercoagulabilidad en pacientes jóvenes con ictus isquémico casi dos veces superior (OR: 1,88) a los pacientes sin factores de riesgo. Comentarios: En nuestra serie la presencia de al menos un factor de riesgo vascular aumento el riesgo de recurrencia. Bombin C., Loureiro B., Aguilar C., Sevil F., Faura M.V. Hospital Santa Bárbara. Soria Tabla 1. Distribución de las variables en los pacientes con y sin recurrencia trombótica Recurrencia (n=206) No recurrencia (n=304) p Edad 58,07±14,85 53,83±19,21 0,007 Sexo (H) 42,1 (128) 46,6 (96) 0,361 CT 207,5±41,98 203,0±42,16 0,247 C-HDL 52,10±14,31 52,81±15,92 0,646 C-LDL 136,2±35,78 128,7±35,72 0,041 TG 107,0(80,75-141,0) 109,0(78,25-150,8) 0,468 Tabaco 26,2 (54) 26,3 (80) 0,979 Obesidad 19,9 (41) 18,1 (55) 0,608 HTA 34,0 (70) 30,6 (93) 0,421 DM 6,8 (14) 5,6 (17) 0,578 Enf vascular 14,1 (29) 8,9 (27) 0,282 Introducción: La isquemia cerebral de origen arterial en pacientes jóvenes presenta una tasa de incidencia anual de 3.4 a 11.3/100.000 habitantes causando una morbilidad y mortalidad significativa. El estado de hipercoagulabilidad ha demostrado ser un agente etiológico claro en la trombosis venosa cerebral siendo menos evidente su etiopatogenia en el caso de la isquemia arterial cerebral. El objetivo de nuestro estudio es evaluar los resultados del estudio de hipercoagulabilidad en pacientes menores de 55 años con ictus isquémico de origen indeterminado, para valorar la actitud terapéutica aplicada para la prevención secundaria de nuevos eventos cerebrovasculares. Desarrollo: Estudio retrospectivo observacional que incluye 50 casos de ictus isquémico estudiados en consultas desde 2000 hasta 2013. Criterios inclusión: pacientes entre 18 y 55 años que presentaron infarto cerebral o accidente isquémico transitorio (AIT) de origen indeterminado (se descartó la etiología aterotrombótica y cardioembólica). Se analizaron datos demográficos y factores de riesgo cardiovascular (FRCV): HTA, dislipemia, diabetes, tabaquismo, y consumo de alcohol o drogas. Se evaluaron los resultados del estudio de hipercoagulabilidad que incluía la determinación de la mutación del Factor V Leiden, mutación G20210A del factor II, mutación C667T del gen de la metiltetrahidrofolato reductasa(MTHFR), niveles de homocisteína, concentraciones de antitrombina III, proteínas C, S, niveles de Factor VII y anticuerpos antifosfolípido (anticuerpos anticardiolipina, anticoagulante lúpico y anti-b2-glicoproteína I). Conclusiones: Los pacientes estudiados presentaban una edad media de 41 años, siendo el 44% varones. El 75% de los pacientes presentaron infarto cerebral siendo el 25% AIT. El estudio de hipercoagulabilidad fue positivo en el 46%, siendo en el 36% la mutación del MTHFR, 15% la mutación del FV Leiden 26% hiperhomocisteinemia, 17% síndrome antifosfolípido (SAF), déficit de Proteína C o S: 10% y elevación del FVIII en el 10%. El 26% presentaba la asociación de varios factores de hipercoagulabilidad. Realizamos la comparación de los FRCV según los estados de hipercoagulabilidad, siendo el más frecuente el tabaquismo (50% de los pacientes), no encontrándose diferencia entre ambos grupos. En el 20% de los pacientes no se encontró ningún FCRV, sin diferencia entre ambos grupos. Los pacientes mantuvieron el tratamiento previo con antiagregación a excepción de aquellos con SAF, iniciándose anticoagulación oral. La mutación de la MTHFR fue la alteración más frecuente encontrada entre los pacientes de nuestro estudio seguido del SAF. La incidencia de FRCV en el ictus isquémico en adultos jóvenes es diferente en comparación con los presentes en pacientes de mayor edad, teniendo importancia la búsqueda de una etiopatogenia en este grupo de pacientes. Son todavía pocos los estudios que determinan los estados de trombofilia en la fisiopatología de la isquemia arterial cerebral y se ha discutido la utilización del estudio de trombofilia sistemático Figura 1. Distribución de los pacientes en función de N.º de FRCV. Tabla 2. Incidencia de recurrencia en función del número de FRCV. Valores de p obtenidos al comparar cada grupo con el grupo el anterior (con un FRCV menos) N.º FRCV Recurrencia No recurrencia 0 23,3 (48) 33,9 (103) OR (IC95%); p - 1 42,7 (88) 32,9 (100) 1,88; (1,21-2,95); 0,006 2 19,9 (41) 21,1 (64) 0,73; (0,45-1,18); 0,22 3 11,2 (23) 8,9 (27) 1,33; (0,67-2,63); 0,486 4 2,4 (5) 2,3 (7) 0,84; (0,23-3,00); 1,00 5 0,5 (1) 1 (3) 0,47; (0,04 -5,90); 1,00 187 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia en el diagnóstico de ictus. La presencia de un estado de hipercoagulabilidad no llevó a un cambio en la actitud terapéutica manteniéndose en todos los casos la prevención secundaria mediante antiagregación a excepción de los pacientes con SAF, siendo ésta determinación la única que aportaría un cambio terapéutico. Tabla 1. Frecuencias de los defectos de trombofilia detectados Defecto PO-430 Riesgo de recurrencia de enfermedad tromboembólica venosa (ETEV) tras un primer episodio de trombosis venosa espontánea. Validación de la escala DASH en nuestro centro n % Negativo 49 60,5% FVL 11 13,6% PT20210A 6 7,4% AAF+ 4 4,9% Hiperhomocisteinemia 9 11,1% Def prot S 2 2,5% Def proteína C 0 0,0% Déficit AT 0 0,0% Tabla 2. Valores del DASH en nuestra población Martí Sáez E., de Moya Romero J.R., García Sanchís L., Lorente Alegre P., Linares Latorre M.D., Picón Roig I. Servicio de Hematología. Hospital Manises. Manises, Valencia Fundamento y objetivos: La duración óptima del tratamiento anticoagulante tras un primer episodio de trombosis venosa espontánea no está clara. La decisión de mantener el tratamiento indefinidamente es controvertida y, pese a la existencia de múltiples estudios al respecto, siguen sin identificarse los factores que determinan un elevado riesgo de recurrencia. En 2012 se desarrolló una escala predictora de recurrencia, DASH (D-Dímero, edad, sexo y tratamiento hormonal), que parece predecir el riesgo de recurrencia después de un primer episodio de ETEV espontánea. Nuestro objetivo fue valorar el riesgo de recurrencia de trombosis venosa en nuestra población, determinar factores de recurrencia y validar la escala DASH tras un primer episodio de trombosis venosa espontánea. Métodos: Se realizó un estudio retrospectivo observacional, en el que se analizaron los pacientes que habían presentado un primer episodio de trombosis venosa (TEP o TVP) y que habían recibido al menos tres meses de tratamiento anticoagulante. Se excluyeron los pacientes en que la trombosis era secundaria a inmovilización y a aquellos con neoplasia activa. También se excluyeron los pacientes con otras indicaciones de tratamiento anticoagulante. Resultados: En el periodo comprendido entre mayo de 2009 y diciembre de 2013 se suspendió el tratamiento anticoagulante a 132 pacientes que habían presentado un primer episodio de ETEV espontánea, 64 mujeres (48,5%) y 68 hombres (51,5%), con una edad mediana de 63 años (14,92). La mayoría de pacientes (124/94%) habían sido tratados con acenocumarol y la mediana de tratamiento era de 7,5 meses (3-85). La tasa de recurrencia fue de 14,4% (19 pacientes). La mediana de tiempo hasta la recurrencia fue de 6 meses (1,23). Se realizó un análisis de correlación mediante pruebas de chi-cuadrado para valorar factores de recurrencia. Se analizó la presencia de antecedentes familiares, trombofilia positiva, trombosis residual, síndrome post-trombótico y las variables de la escala DASH (sexo, edad mayor o menor de 50 años, valor del dímero D y trombosis relacionada con tratamiento hormonal). De todos ellos el único factor que parece influir en la recurrencia es la presencia de trombofilia (p=0,019). En la Tabla 1 se muestra la distribución de los defectos encontrados. El resto de variables no alcanzaron grado de significación estadística. DASH n % -1 8 6,1 0 9 6,8 1 19 14,4 2 23 17,4 3 7 5,3 4 1 0,8 Total 67 50,8 Solo se pudo calcular la escala DASH en 67 pacientes, el resto no tenían solicitado el dímero D correctamente. La distribución de los resultados del DASH se muestra en la Tabla 2. De estos recurrieron el 13,4 % (9 pacientes). Se realizó un análisis de correlación entre el valor del DASH (<=1 o >1) y la recurrencia. No hubo diferencias significativas entre ambos grupos. Conclusiones: La tasa de recurrencia de ETEV en nuestra población fue similar a la identificada en otros estudios. La presencia de trombofilia fue el único factor que parece influir en la aparición de retrombosis. No pudimos validar la escala DASH, probablemente porque el número de pacientes y el tiempo de seguimiento fueron limitados. Una muestra más amplia nos permitiría también analizar los diferentes defectos de trombofilia por separado. PO-431 Tiempo de generación de trombina con trombomodulina en la evaluación del riesgo de trombosis en pacientes con déficit en la vía de la proteína C Oliveira A.C., Fidalgo T., Martinho P., Silva Pinto C., Gonçalves E., Marques D., Sevivas T., Salvado R., Martins N., Ribeiro M.ª L. Serviço de Hematologia. Centro Hospitalar Universitário de Coimbra. Coimbra, Portugal Introducción: La medición del potencial endógeno de trombina (PET) de cada individuo puede proporcionar un método para 188 Pósteres niveles más ligeros de PS (PS Heerlen y sin mutación identificada) el rango de PET no es tan alargado (Tabla 1). Conclusiones: Nuestros resultados muestran que o uso de TM hace de la GT un test sencillo a la vía de inhibición de la PC. La resistencia a la inhibición por la TM fue más evidente en los déficits de PS/PC que en el FV Leiden, existiendo una correspondencia con el grado de comprometimiento de la vía PC. Además, este comprometimiento fue evidenciado en el grupo de pacientes con o sin mutación PROS1, permitiendo relacionar la severidad del fenotipo con el grado de inhibición de GT y el tipo de mutación. Debido a la heterogeneidad de valores de PET en individuos con niveles plasmáticos similares, el TGT se reveló en uno ensayo complementario a la cuantificación de PC/PS y podrá añadir una evaluación del riesgo individual de trombosis. cuantificación del efecto compuesto de múltiples factores de riesgo. Niveles aumentados del PET han sido asociados a un mayor riesgo de ocurrencia de un primer evento de trombosis venosa. La trombomodulina (TM) funciona como receptor para la trombina y cataliza la activación del sistema de la proteína C (PC). La adición de TM al ensayo de generación de trombina (GT), permite detectar pequeñas fluctuaciones en la actividad de las proteínas implicadas en la vía de la PC, incluyendo disminución de los niveles de PC y perturbaciones en su activación. Objetivos: Evaluar la sensibilidad del ensayo GT con TM para detectar el PET en pacientes con comprometimiento del sistema de la PC. Material y métodos: Fueran estudiadas 87 muestras: 20 controles saludables y 52 pacientes con déficit del sistema de PC (27 Proteína S (PS), 9 PC y 16 FV Leiden en heterocigotia). Fueran también estudiados 15 pacientes con PRT G20210A (sistema PC normal). La GT fue medida en plasma pobre en plaquetas con 5pM de factor tisular y 4uM fosfolípidos, en la presencia o ausencia de TM usando el método Calibrated Automated Thrombogram (CAT- Stago). Resultados: En el ensayo sin TM no se ha observado diferencias significativas en el PET en las muestras de controles y pacientes con déficit de PC, PS y FV Leiden. La adición de TM ha reducido el PET en media 51% en los controles y en los déficit de PC 23% (p<0,0001), PS 20% (p<0,0001) y FV Leiden 30% (p=0.0010). En los 15 pacientes con PRT G20210A, se observó una diferencia con adicción de TM igual a de los controles, confirmando la ausencia de comprometimiento de la vía PC. En el grupo con déficit PS (21 propósitos y 6 familiares) se ha hecho una análisis tiendo en cuenta los estudios moleculares del gene PROS1: 4 mutaciones missense y 3 frameshift (PS: 8-27%); 9 PS Heerlen (PS: 37-72%) y 11 sin alteraciones identificadas (PS: 35-63%). La inhibición de GT más significativa con adición de TM (12%) se observó en los pacientes del primero grupo, niveles más bajos de PS y valores de PET (798-1604). En los pacientes con PO-432 Trombofilia congénita en pacientes jóvenes con patología isquémica arterial Moreno Vega M.1, Balda I.1, Cruz Cruz N.1, Torres Miñana L.1, Molero T.2 Servicio de 1Hematología y de 2Medicina Preventiva. Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín. Las Palmas de Gran Canaria Introducción: La enfermedad cardiovascular (ECV) engloba la afectación aterosclerótica coronaria, renal, cerebral y arterial periférica. La mayor parte de ECV se explica por diferentes factores de riesgo cardiovascular (FRCV) adquiridos y modificables como el tabaquismo, HTA, Diabetes, dislipemia y obesidad, y otros no modificables como la edad e historia familiar de enfermedad prematura. Diferentes estudios que han investigado la asociación de trombofilia congénita (TC) con ECV han obtenido tanto resultados positivos como negativos. A pesar de la dudosa utilidad Tabla 1. Generación de trombina en 20 controles sanos de 67 pacientes (27 con déficit de PS, 9 con déficit de PC, 16 con FV Leiden y 15 con la variante de PRT G20210A en plasma pobre en plaquetas con 5pM de factor tisular (FT) y 4uM fosfolípidos (PPL) en la presencia o ausencia de trombomodulina (TM) n PC/ PS (%) PET sin TM (min - max) (nM•min) PET con TM (min - max) (nM•min) % inhib. con TM Pico sin TM (min - max) (nM) Pico con TM (min - max) (nM) Controles 20 - 809 - 1477 250 -761* 51 172 - 335 70 - 214 Déficit PC 9 53 897 - 1428 560 – 1113* 23 231 - 292 131 - 284 FV Leiden 16 - 697 - 1235 300 – 956* 33 103 - 287 81 - 228 Missense, frameshift 7 20 885 - 1780 798 - 1604* 12 257 - 446 243 - 433 PS Heerlen 9 53 799 - 1312 596 - 1205* 22 207 - 381 168 - 372 Sin mutación identificada 11 52 837 - 1447 655 - 1205* 20 226 - 353 176 – 300 PRT G20210A 15 - 976 - 1846 407 – 1255 47 199 - 433 104 - 315 Déficit PS *p<0.05. PC - Proteína C; PS – Proteína S; PET – Potencial endógeno de trombina; Inib. – inhibición; 189 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Métodos: Análisis retrospectivo de 300 pacientes vistos en nuestra Unidad durante un periodo de seguimiento de 5 años. Evaluamos y comparamos circunstancias clínicas de los pacientes y del evento trombótico, niveles de DD tras la suspensión del TAO (tiempo mínimo un mes) y la presencia de TC y su asociación o no con la recurrencia de ETEV. Datos tomados de Base local FileMaker y análisis estadístico básico en Microsoft Office Excel 2007. Resultados: La edad media de presentación del primer evento fue de 38,46 años (edad mínima 11 años, edad máxima 55 años). En cuanto a la localización más frecuente del primer evento fue miembros inferiores (191 eventos: 63.7%). 190 casos fueron trombosis primarias (84 mujeres y 106 hombres). De los 300 pacientes, 46 (15.3%) presentaron trombosis recidivante, en 15 de estos en la misma localización El tiempo medio de recidiva fue de 72 meses en hombres y 49,6 en mujeres. El DD al mes de la suspensión del TAO fue positivo (>500 mg/dl) en 16 (34.7%) pacientes. El estudio de trombofilia congénita fue positivo en 55 de 253 (21.7 %) pacientes de los cuales 20 (36.6%), presentaron recidiva del evento trombótico. La trombofilia congénita más frecuente tanto en el primer evento como en la recidiva fue el FVLeiden. De los 20 pacientes con trombofilia congénita que recidivaron, 8 no presentaban ningún FRCV asociado, 5 eran obesos, y 4 presentaron >2 FRCV. En 6 pacientes la recidiva fue secundaria a inmovilización. Si analizamos de forma aislada la obesidad como factor predisponente, observamos que un 27,6% de las mujeres obesas presentaron recidiva, y en el grupo de los hombres obesos el 12%. Conclusiones: De nuestro análisis se deduce que la trombofilia congénita supone un pequeño incremento de riesgo de recidiva. La obesidad es un factor de riesgo para el primer evento trombótico pero no para la recidiva. del estudio de TC en estos pacientes, no es infrecuente su petición para pacientes jóvenes con ECV. Objetivo: Nuestro objetivo en este estudio es evaluar la prevalencia de TC en pacientes jóvenes (=55 años) con ECV y compararla con la observada en pacientes con patología trombótica venosa del mismo rango de edad y con la descrita en la población normal. Métodos: Estudio analítico secuencial y retrospectivo de 149 pacientes (68 hombres y 81 mujeres) con evento isquémico arterial a edad =55 en diferente localización a los que se les realizó estudio de TC que incluyó: AT y PrC funcional cromogénica, Pr S funcional coagulativa y PrSL inmunológica; resistencia a la ProteínaCactivada y análisis molecular de Factor V Leiden (FVL) y protrombinaG20210A por PCR. Los datos, que incluían también los FRCV de los pacientes, fueron tomados de la base de datos de nuestra Unidad, donde han sido registrados desde el 2007 hasta la actualidad. Resultados: Edad media de presentación del evento 42.9 años (18-55 a.) La localización del evento fue cerebral en 122 casos, cardiaca en 16, y periférica en 11 casos. Doce pacientes (8%) presentaban TC de los cuales 6, fueron positivo heterocigoto para el FIIG20210A (4.02%), 4 heterocigotos FVL (2.6%) y 1 con déficit de PrS tipo I (0.67%); una paciente presentó doble trombofilia (IIG20210A y Déf.PrS). De los 12 pacientes con TC, 8 (66.6%) presentaban algún FRCV y la paciente con doble trombofilia además de la toma de ACO era obesa, fumadora diabética e hipertensa. Comparativamente, la prevalencia de TC en un estudio previo nuestro en 253 pacientes jóvenes con patología trombótica venosa fue del 26.8%. Conclusiones: La prevalencia de trombofilia congénita en pacientes jóvenes con ECV no es superior a la de la población normal. El hallazgo de la trombofilia congénita no supuso ningún cambio en la actitud terapéutica de los pacientes por lo que dicho estudio en estos pacientes es de poca o nula utilidad. PO-434 Trombosis en pacientes con trombocitopenia inmune crónica. Experiencia de un centro PO-433 Trombofilia congénita y riesgo de recidiva de enfermedad tromboembólica venosa (ETEV) en pacientes jóvenes Jiménez Bárcenas R., Rodríguez Martorell F.J., Vinuesa Vilella M., Núñez Vázquez R., Pérez Garrido R., Pérez Simón J.A. Torres-Miñana L., Balda I., Moreno M., Molero Labarta T. Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín. Las Palmas de Gran Canaria Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla Introducción: La incidencia acumulativa de recurrencia de una enfermedad tromboembólica venosa (ETEV) es de aproximadamente 25% en 5 años. Niveles de Dímero D (DD) elevados tras la suspensión del tratamiento anticoagulante oral (TAO) se asocian a incremento del riesgo de recurrencia. La trombofilia congénita (TC) incrementa el riesgo de un primer evento trombótico sin embargo, no está claro si ésta es capaz de predecir o aumentar el riesgo de recurrencia. Objetivo: El objetivo de nuestro estudio fue evaluar la incidencia de recurrencia de ETEV y características diferenciales en 300 pacientes que presentaron un evento trombótico a edad =55 años y que recibieron TAO durante al menos 6 meses. Introducción: Los pacientes diagnosticados de trombocitopenia inmune primaria (PTI) presentan una frecuencia estimada de trombosis del 10-12%. Los episodios trombóticos se han relacionado con el aumento de plaquetas activadas protrombóticas o bien con comorbilidades que pueden afectar a los pacientes con trombocitopenia inmune (TI): anticuerpos antifosfolípidos, estado de esplenectomía, o con el uso de tratamientos específicos para la trombopenia. Sin embargo, en la mayoría de los casos no se encuentra un desencadenante claro, ocurriendo las trombosis incluso con cifras bajas de plaquetas, lo cual constituye un reto diagnóstico y terapéutico. 190 Pósteres PO-435 Un nuevo perfil de microRNA característico de la miocardiopatía arritmogénica Material y métodos: Se evalúan 210 pacientes. Distribución por sexos: 135 mujeres y 75 varones. Mediana de edad: 56 años (18-91). En 143 pacientes el diagnóstico es PTI y en 67 TI secundaria. La mediana de plaquetas al diagnóstico es 30 x10e9/L. Resultados: Se encuentran un total de 17 (8%) episodios trombóticos durante el seguimiento: trombosis venosa en 12 pacientes (5.7%) y arterial en 5 (2.3%). En todos los casos de trombosis venosa la localización fue en miembros inferiores; en 2 de ellos se asoció tromboembolismo pulmonar. 9 casos fueron idiopáticos y 3 provocados (2 secundarios a cirugía y 1 en relación con cáncer). 2 pacientes se encontraban esplenectomizados. En 5 pacientes se objetivaron anticuerpos antifosfolípidos. La mediana de la cifra de plaquetas al diagnóstico fue 82 x10e9/L. 4 pacientes estaban recibiendo corticoides en el momento del diagnóstico. Todos los pacientes precisaron fármacos antitrombóticos y 4 de ellos tuvieron que recibir tratamiento para la trombopenia para poder usar dichos fármacos. En cuanto a las trombosis en territorio arterial, encontramos 3 síndromes coronarios y 1 accidente cerebrovascular. Todos los pacientes presentaban factores de riesgo cardiovascular y ninguno estaba esplenectomizado o presentaba anticuerpos antifosfolípidos. La mediana de la cifra de plaquetas al diagnóstico fue 65 x109e/L. 1 paciente estaba recibiendo tratamiento para la trombopenia al diagnóstico; 2 pacientes lo precisaron para poder recibir medicación antitrombótica. 10 pacientes sufren trombosis arterial antes del diagnóstico de PTI. Todos ellos se encontraban antiagregados al diagnóstico. En 7 casos se precisó tratamiento de la trombopenia inmune para poder mantener el tratamiento antitrombótico. Conclusiones: En nuestra serie la frecuencia de trombosis en pacientes con TI es del 8%, con predominio de trombosis venosa frente a arterial (Tabla 1). El uso de medicación antitrombótica genera en muchas ocasiones la necesidad de tratamiento para alcanzar cifras plaquetarias de seguridad en ausencia de otros criterios de tratamiento. Zorio E.1, Plana E.1, Domingo D.1, Fernández E.1, Sancho J.2, Abellán Y.2, Sanchís J.1, Navarro S.1, Medina P.1 Hospital Universitari i Politècnic La Fe. Valencia. 2Instituto de Medicina Legal de Valencia. Valencia 1 Introducción: La miocardiopatía arritmogénica (MCA) puede dar lugar a arritmias, insuficiencia cardiaca y muerte súbita cardiaca (MSC). Como cualquier miocardiopatía, puede dar lugar a fibrilación auricular (FA) y originar eventos tromboembólicos. Los microRNA (miRNA) son pequeñas moléculas de RNA no codificantes que regulan la expresión proteica. También regulan la expresión de estructuras celulares (desmosomas y uniones adherentes), y la fibrosis y adipogénesis típicamente alteradas en la MCA. Actualmente se desconoce qué miRNAs están relacionados con la MSC o la FA en el contexto de la MCA. Objetivo: Determinar un perfil de miRNA característico de pacientes con MCA. Material y métodos: Creamos una colección de muestras de miocardio parafinado del VI de fallecidos por MSC con MCA (N=19), y de controles (N=12) fallecidos en accidente de tráfico o por hemorragias cerebrales sin afectación cardiaca. Cuantificamos la expresión de miRNAs con el GeneChip miRNA 3.0 Array (Affymetrix) en 9 pacientes con MCA y en 6 controles. Seleccionamos los miRNAs de expresión alterada, y con dianas proteínas involucradas en la MCA. Finalmente, verificamos estas diferencias de expresión por RT-qPCR en todas las muestras. Resultados: Con arrays de expresión hemos identificado un amplio número de miRNA disregulados en pacientes con MCA y MSC. Hemos verificado la disregulación de 5 de ellos en todas las muestras. Hemos observado una reducción significativa de su expresión del 26% al 49% en pacientes con respecto a controles (P<0,05 en todos los casos). Los miRNA disregulados tienen como dianas proteínas que participan en la homeostasis del calcio, mediadores de la adhesión celular, y proteínas de la vía de señalización del Wnt que regula la sustitución fibroadiposa característica de la MCA. Conclusiones: Este es el primer estudio que identifica un perfil de miRNAs característico de pacientes con MCA fallecidos por MSC, que debe ser validado en una serie más amplia. Nuestros resultados refuerzan la compleja regulación celular de la MCA, resaltando el papel de la vía del Wnt. ISCIII (PI11/00019), FEDER y Red RIC (RD12/0042/0029), Generalitat Valenciana (GE-034/11, Prometeo 2011/027), IIS LF. PM es Investigadora Miguel Servet (ISCIII-FIS CP09/00065), SN y DD son investigadoras del IIS LF. Tabla1. Características de los pacientes con trombosis venosa y arterial Trombosis venosa (n=12) Trombosis arterial (n=5) Valor p Sexo (mujeres/varones) 6/6 4/1 0.2 Edad (media/rango) 76 (52-89) 77 (67-83) 0.4 Recuento plaquetario (media/rango) 77 (3-100) 79 (24-150) 0.4 Ac. antifosfolípidos (sí/no) 5/7 0/5 0.08 Esplenectomía (sí/no) 2/10 0/5 0.3 Tratamiento al diagnóstico (sí/no) 4/8 1/4 0.5 191 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia PO-436 Validación del índice GAPSS en pacientes con síndrome antifosfolípido (SAF). Propuesta de un nuevo score de riesgo trombótico plen critrerios de SAF. Por otro lado, y a pesar de las limitaciones respecto al modelo empleado, el IGRm podría ser una herramienta útil y sencilla en la predicción del riesgo trombótico en estos pacientes. No obstante, estas observaciones deben ser validadas en estudios prospectivos con el objeto de permitir en el futuro su uso como herramienta pronóstica, y como medida de orientación terapéutica. Bibliografía Fernández Mosteirín N., Saez Comet L., Velilla Marco J., Salvador Osuna C., Iborra Muñoz A., Yus Cebrián F., Tercero-Mora M., Rupay Rojas R., Coello de Portugal C., Colorado E., Delgado Beltrán P. Sciascia S, Sanna G, Murru V, Roccatello D, Khamashta MA, Bertolaccini ML. GAPSS: the Global Anti-Phospholipid Syndrome Score. Rheumatology 2013;52(8):1397-1403. Hospital Universtiario Miguel Servet. Zaragoza Introducción: El índice global de riesgo trombótico GAPSS fue elaborado y validado por Sciascia* en pacientes con LES. HTA, hipertrigliceridemia, y positividad para anticoagulante lúpico (AL), anticuerpos anticardiolipina, antiB2GpI, antiprotrombina y antifosfatidiletanolamina IgG/IgM constituyen las variables de riesgo trombótico incluidas en este índice. El valor de GAPSS = 10 (0-20) presentaba una mayor precisión diagnóstica. Objetivos: Validar en pacientes con SAF la escala de riesgo GAPSS y valorar su utilidad pronóstica. Definir una escala de riesgo que combine aspectos clínicos y analíticos, evaluar su eficacia en el diagnóstico de SAF y valor predictivo del riesgo trombótico. Pacientes y métodos: Revisión retrospectiva las historias clínicas y variables demográficas de los pacientes con SAF y conectivopatía no SAF controlados en nuestro centro. Se crearon dos grupos aleatorios en los que se desarrolló y validó el GAPSS respectivamente. El índice ha sido modificado adaptándolo (GAPSSa) a las determinaciones de realización obligada en el SAF (no se incluyen determinación de antiprotrombina y antifosfatidiletanolamina IgG/IgM) (valores 0-17). En la elaboración de nuestro propio índice de riesgo (IGRm) y basándonos en la metodología descrita por Sciascia, se asignó un valor de positividad a aquellas variables significativas dependiendo de su peso en la ecuación dividiendo entre el menor coeficiente y redondeando al entero más próximo. Resultados: Se analizaron 319 pacientes, 234 mujeres y 85 varones, 201 presentaron eventos trombóticos (63%), 219 SAF y 100 conectivopatía no SAF, media edad en el momento de la trombosis 49,03 años (16-83). Se detectaron diferencias estadísticamente significativas (p=0,001) para los valores del GAPSSa entre los pacientes que presentan o no trombosis observándose valores más altos del GAPSSa en los que presentan trombosis. El valor de GAPSSa = 5 fue considerado como el punto de corte que mejor discriminaba el riesgo de trombosis (curva ROC). En la elaboración del IGRm, las variables significativas en el análisis multivariante fueron: HTA, Sexo (Varón) y presencia de AL. Los valores del índice para la positividad de cada variable fueron los siguientes: HTA 1, sexo 1 y AL 2. Se detecta la presencia de diferencias estadísticamente significativas (p=0,001) en el IGRm en función de la presencia o no de trombosis con valores de IGRm más altos en pacientes con trombosis. El valor de IGRm = 3 clasifica a un paciente con mayor riesgo de trombosis (sensibilidad 0,604 y especificidad 0,929). Conclusiones: Al igual que en la serie de pacientes con LES descrita por Sciascia, el índice GAPSSa tiene valor discriminatorio en cuanto al riesgo de trombosis también en pacientes que cum- PO-437 Valor clínico-biológico de la determinación del dominio 1 de la anti-beta 2 glicoproteína-I en el síndrome antifosfolípido: comparación con otras determinaciones biológicas Roldan V. 1, Lozano J.1, Hernández J.1, Strobosch L.1, Gómez V.1, Miñano A.2, González V.3, López A.3, Corral J.2, Herranz M.T.1, Vicente V.2 1 Servicio de Medicina Interna. Hospital General Universitario Morales Meseguer. Murcia. 2Centro Regional de Hemodonación. IMIB Universidad de Murcia. 3Izasa. Werfen Group Introducción: Desde hace años contamos con una amplia variedad de ensayos biológicos que evalúan la presencia de anticuerpos antifosfolípidos (AAF), buscando una mayor especificidad diagnóstica y mejor definición de riesgo clínico de eventos tromboembólicos. Pese al esfuerzo invertido buena parte de las cuestiones comentadas no han sido resueltas. Recientemente ha aparecido un nuevo test, como es la determinación del dominio 1 de la anti-beta 2 glicoproteína-I (aB2GPI) que podría arrojar luz en esta disyuntiva. Por ello el objetivo de nuestro trabajo fue evaluar en un amplio grupo de pacientes con diagnóstico de Síndrome antifosfolipídico (SAF) el valor de una batería de test, incluyendo el dominio 1 de la aB2GPI IgG, compararlos y establecer el posible valor clínico-biológico de los mismos. Pacientes y métodos: Incluimos en total 272 pacientes. De ellos 79 eran pacientes con diagnóstico de SAF (44 varones, mediana edad, rango intercuartílico: 50, 42-60) los cuales se aparearon con 81 pacientes con un episodio trombótico sin SAF (46 varones, edad 50, 43-62) y 87 sujetos control sanos (49 varones, edad 50, 44-59). Adicionalmente estudiamos 25 pacientes con positividad para algún AAF pero sin criterio clínico de SAF. En todos los sujetos analizamos la presencia de anticoagulante lúpico (AL) por dos vías (DRVVT y SCT; ACL TOP, IL) y la presencia de AAF en fase sólida mediante método de quimioluminiscencia (AcuStar, IL): ACL IgG e IgM, aB2GPI IgG e IgM y aB2GPI dominio1 IgG. Resultados: La distribución de los AAF se refleja en la Tabla 1. 57 pacientes con SAF sufrieron un evento trombótico venoso y 22 192 Pósteres Tabla 1. Grupo SAF (79) Trombosis sin SAF (81) AAF + (25) Sano (87) AL POS 49 (62,0%) 7(8,6%) 11(44,0%) 1(1,1%) ACL IgG POS 11 (13,9%) 1 (1,2%) 4 (16,0%) 0 ACL IgM POS 13 (16,5%) 2 (2,5%) 1 (4,0%) 6 (6,9%) aB2GPI IgG POS 14 (17,7%) 3 (3,7%) 5 (20,0%) 0 aB2GPI IgM POS 10 (12,7%) 1 (1,2%) 3 (12,0%) 0 aB2GPI dominio1 IgG POS 10 (12,7%) 1 (1,2%) 3 (12,0%) 0 Conclusiones: La positividad conjunta de todos los AAF analizados, parece caracterizar a pacientes de mayor riesgo trombótico con alto riesgo de recurrencia. La presencia del dominio 1 de aß2GPI no identifica de forma específica a ningún subgrupo de pacientes, aunque si refuerza, junto a la positividad del resto de AAF, la asociación con mayor riesgo clínico. arterial, 15 pacientes con carácter recurrente. La presencia del AL fue el criterio clínico más frecuente. Todos los pacientes positivos para el dominio1, lo eran también para ACL IgG y aB2GPI IgG e IgM. No hubo ninguna asociación estadística entre el tipo de trombosis y el tipo de AAF. Los pacientes con recurrencias presentaban de forma significativa mayor proporción de ACL IgG (33 vs 9%, p=0.016), aB2GPI dominio1 IgG (33 vs 8%, p=0.007) y de aB2GPI IgM (33 vs 8%, p=0.007). Cinco pacientes con recurrencias (33%) presentaban todos los AAF positivos. 193 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Plaquetas/biología vascular variaciones en la respuesta en función de la dosis e intensidad de los distintos agentes agregantes. El ensayo mostró un buen nivel de reproducibilidad y detectó las alteraciones inducidas por el AAS, inhibidores del eje GPIIb-IIIa/fibrinógeno o del eje GPIb/ FvW con una buena correlación con los estudios de agregometría convencional (Tabla 1). Conclusiones: Nuestros estudios demuestran la validez de un sistema de alto rendimiento que puede llevarse a cabo en placas convencionales de ELISA utilizando lectores automatizados estándar. El sistema que describimos es reproducible con una muestra homogénea de PRP y PPP. Aunque no puede ser utilizado como una técnica diagnóstica de alteraciones de la función plaquetaria en pacientes, sí que puede ser de gran utilidad como técnica de cribado en primera línea de múltiples agentes antiplaquetarios que requieren ser estudiados a diferentes concentraciones frente a múltiples dosis de agentes antiagregantes. Las técnicas de agregometría convencional pueden utilizarse para una mayor precisión en una etapa posterior. Una ventaja añadida de la técnica de alto rendimiento que proponemos es la posibilidad de realizar determinaciones ELISA adicionales dirigidas a evaluar indicadores de distintos componentes de la liberación plaquetaria en los remanentes de las muestras de PRP activadas. Financiación: FIS-PI13/00517, SAF2011-28214 y RETIC/ FEDER-RD12/0042/0016 del Gobierno Español. PO-438 Aplicación de técnicas de ELISA de alto rendimiento al cribado de fármacos antiagregantes Pino M., Escolar G., López-Vilchez I., Díaz-Ricart M., Molina P. Servicio de Hemoterapia-Hemostasia. Hospital Clínic. Barcelona. Centro de Diagnóstico Biomédico. Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer. Universidad de Barcelona. Barcelona Introducción y objetivo: Las técnicas de agregometría convencional requieren personal técnico especializado y una elevada dedicación de tiempo para su realización e interpretación. La utilización de la agregometría para el cribado de múltiples agentes plaquetrios presenta grandes dificultades derivadas del tiempo de dedicación, volumen de sangre necesarios y mantenimiento de la uniformidad de muestras y reactivos durante las valoraciones. Hemos desarrollado un sistema de alto rendimiento que permite evaluar múltiples agentes antiplaquetarios a partir de una muestra reducida de sangre. Metodología: Muestras de 100 µL de plasma rico en plaquetas (PRP) fueron expuestas a ácido araquidónico (AA), ADP, colágeno, ristocetina y al ionóforo U46619. Los estudios fueron realizados en placas de ELISA convencionales con un lector Multiskan Ascent (Thermoelectric Co, USA). Se registraron lecturas a 405 nm durante 5 min (∆t 30 s, con agitación, 37.ºC). La respuesta máxima fue obtenida por interpolación de las unidades arbitrarias de densidad óptica (UADO) para cada lectura, fijando las del PRP y PPP como 0 y 100, respectivamente. Para validar los estudios se utilizaron estrategias inhibidoras de la síntesis de tromboxano (ácido acetil salicílico, AAS), del eje GPIIb-IIIa/fibrinógeno (abciximab) y del eje GPIb/ FvW (anti-FvW). La actividad inhibidora de estas estrategias se expresó como porcentaje de inhibición de la respuesta plaquetaria (% IRP) respecto a la agregación sin inhibidor. Resultados: La técnica desarrollada permitió evaluar la agregación plaquetaria utilizando poco volumen de PRP y detectó PO-439 Caracterización y evaluación de la acción prohemostática de plaquetas criopreservadas para transfusión Molina P., Lozano M., Rincon-Tome N., López-Vilchez I., Cid J., Galan A.M., Sanz V., Diaz-Ricart M., Escolar G. Servicio de Hemoterapia y Hemostasia. Hospital Clínic. Barcelona. Centro de Diagnóstico Biomédico. Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer. Universidad de Barcelona. Barcelona Fundamentos y objetivo: El principal objetivo de la transfusión de plaquetas es aportar la cantidad adecuada de estos componentes para recuperar la hemostasia. Sin embargo, debido a problemas de disponibilidad de concentrados compatibles, en ocasiones es necesario recurrir a plaquetas criopreservadas cuya capacidad para restaurar la hemostasia podría estar limitada. Hemos caracterizado y evaluado la capacidad hemostática de plaquetas criopreservadas. Métodos: Utilizamos técnicas de citometría de flujo para evaluar modificaciones en glicoproteínas e indicadores de activación en alícuotas de concentrados de plaquetas, antes y después de ser sometidas a criopreservación. Investigamos la capacidad de las plaquetas para generar trombina, inducida por factor tisular (Tromborel®S, Siemens) y evaluamos su capacidad hemostática en sistemas de perfusión con sangre trombocitopénica reconstituida con plaquetas criopreservadas que se hizo circular a través de cámaras conteniendo segmentos vasculares dañados. Resultados: Nuestro estudios demuestran que la criopreservación disminuye la expresión de glicoproteínas constitutivas de Tabla 1. n=10 AA ADP Colágeno Ristocetina U46619 Agregación (UADO) Control 29 47 AAS 70 30 Anti-GPIIb-IIIa 80 Anti-VWF 0-3 27 52 28 70 0-3 0-3 70 70 0-3 80 0-3 0-3 86 0-3 % IRP 194 Pósteres fue de 46x109L(14-74). Todos estaban recibiendo quimioterapia (4 pacientes en primera línea, 1 en segunda, 1 en tercera y el último en novena línea) y el 43% presentaba infiltración medular. El 85% desarrolló otras citopenias, requiriendo trasfusión de hematíes (2 pacientes) y uso de factor estimulante de colonias de granulocitos (G-CSF) (4). La mediana de dosis de mantenimiento de Romiplostim adminstrada fue de 4microgr/kg/peso durante una mediana de tiempo de 180 días (60-240). Un paciente no respondió, precisando trasfusión de plaquetas a demanda para continuar con la quimioterapia. 6 pacientes respondieron. Uno con Respuesta completa (RC) mantenida, y el resto, tras obtener RC al inicio, mantienen Respuesta a lo largo de todo el tratamiento. Esto permitió la administración de quimioterapia a dosis plenas y según el esquema inicial, salvo ajuste de dosis en dos casos por plaquetas <50x109L. Hubo dos muertes, ambas relacionadas con progresión de la neoplasia basal. El tratamiento con Romiplostim fue bien tolerado, sin aparición de reacciones adversas relacionadas de forma directa con el fármaco. Discusión: Cada vez son más las publicaciones del uso concomitante de análogos del receptor de la trombopoyetina y quimioterapia en diferentes tipos de neoplasias. A la vista de nuestros resultados, creemos que Romiplostim podría ser útil en el tratamiento de la trombocitopenia secundaria a infiltración medular y a toxicidad central por quimioterapia, salvando eficazmente el recuento de plaquetas en situaciones de emergencia. Esto permitiría la administración de quimioterapia a dosis plenas y sin demora, que podría traducirse en mejores resultados. Se necesitan más estudios para dilucidar si los nuevos análogos del receptor de la trombopoyetina pueden llegar a ser el equivalente al G-CSF y la Eritropoyetina en el tratamiento de las citopenias secundarias a quimioterapia. la superficie plaquetaria (GPIIbIIIa, GPIb y GPIV), con un detrimento en el recuento de plaquetas, incrementa la expresión de antígenos de activación plaquetaria (CD62-P y CD63) y la expresión de antígenos procoagulantes (FVa y fosfolípidos aniónicos), aumentando la presencia de microvesículas. Los estudios de generación de trombina revelaron una aceleración en los parámetros dinámicos, acompañada por un incremento estadístico del pico de trombina en las plaquetas criopreservadas (542.3±36.2 nM plaquetas congeladas vs. 403.0±24.4 nM plaquetas frescas; p<0.01). Los estudios con sistemas de perfusión revelan que el procedimiento de criopreservación causa una reducción en la interacción de las plaquetas con la superficie vascular que se acompañaba de una elevación significativa en la deposición de fibrina sobre superficies vasculares dañadas. Conclusiones: Los estudios de citometría demuestran que losprocedimiento de criopreservación produce cambios antigénicos en las glicoproteínas de membrana y en los niveles de marcadores procoagulantes: FVa, fosfolípidos aniónicos y microvesículas. Los estudios de generación de trombina confirman que el procedimiento de criopreservación incrementa el potencial generador de trombina en las plaquetas tras su descongelación. Las determinaciones en sistemas con sangre circulante confirman que las plaquetas criopreservadas disminuyen relativamente su capacidad adhesiva y agregante, pero aumentan su potencial procoagulante, hecho que podría compensar su capacidad para restaurar la hemostasia tras la transfusión. Financiación: FIS-PI13/00517, SAF2011-28214 y RETIC/ FEDER-RD12/0042/0016 del Gobierno Español. PO-440 Eficacia del Romiplostim en la trombocitopenia secundaria a quimioterapia e infiltración medular Entrena Ureña L., Fernández Jiménez D., Pérez Gutiérrez E.M., Jurado Chacón M. PO-441 Enfermedad asociada a MYH9: descripción de dos mutaciones con fenotípico clínico no característico Unidad de Gestión de Hospitales Universitarios de Granada. Granada Introducción: Los nuevos análogos del receptor de la trombopoyetina comienzan a usarse en diversos trastornos trombocitopénicos diferentes a la trombopenia inmune primaria, incluidos los secundarios a quimioterapia y a VHC. La trombocitopenia es una reacción adversa frecuente en pacientes oncológicos que dificulta el manejo clínico y la continuidad del tratamiento quimioterápico. Romiplostim estimula al receptor de la trombopoyetina induciendo proliferación y diferenciación de los megacariocitos, por lo que administrado en el momento adecuado, podría producir una recuperación más rápida o mantenimiento en el recuento de plaquetas que permitiese continuar el tratamiento y conseguir un mayor beneficio terapéutico. Caso clínico: 7 pacientes con neoplasias, 6 no hematológicas (cáncer de mama, colon, recto, tumor carcinoide, glioblastoma multiforme y tumor germinal) y uno con linfoma no Hodgkin Folicular recibieron tratamiento con Romiplostim. La mediana de edad era de 54 años (36-70) y la mediana de cifra de plaquetas al inicio Sánchez-Guiu M.I.1, Muiña B.2, Periago A.2, Jaimes D.3, Soler M.H.1, Vicente V.1, Lozano M.L.1, Rivera J.1 1 Centro Regional de Hemodonación. Hospital General Universitario Morales Meseguer. IMIB Universidad de Murcia. Murcia. 2Hospital Rafael Méndez. Lorca, Murcia. 3Hospital Comarcal Valdeorras. Orense Introducción: La enfermedad asociada a MYH9 es una patología rara autosómica dominante causada por mutaciones en el gen de la cadena pesada de la miosina no muscular (NMMHCIIA). Estos pacientes presentan macrotrombopenia desde el nacimiento, desarrollando algunos de ellos hipoacusia neurosensorial, cataratas y/o nefropatía que puede evolucionar a un estadío terminal de enfermedad renal. La revisión de amplias series de casos ha establecido una correlación genotipo-fenotipo: las mutaciones que afectan al residuo R702 muestran una penetrancia completa para sordera y desarrollo de nefropatía temprana; mientras que las que 195 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia afectan a E1841 o R1165 tienen un riesgo muy bajo de enfermedad renal (Hum Mutat 35:236–247, 2014). Casos clínicos: Describimos dos pacientes con enfermedad asociada a MYH9 con variabilidad en su presentación clínica que han sido caracterizados molecular y funcionalmente. El paciente 1 es un varón con macrotrombopenia (35x10^9/L), inclusiones leucocitarias en frotis de sangre periférica, hipoacusia bilateral neurosensorial, e insuficiencia renal de rápida progresión (nefritis intersticial aguda y glomerulonefritis crónica) que precisó trasplante renal en 2008. Tiene dos hijas afectos de macrotrombopenia, y con afectación renal también antes de los 25 años. El paciente 2 es un varón de 44 años con macrotrombopenia (20x10^9/L) familiar y cuerpos de Döhle en leucocitos, sin afectación orgánica. En ambos casos la expresión de glicoproteínas por citometría de flujo (Iba, IX, Ia, IIb, IIIa) fue normal y la activación y secreción plaquetaria inducida con TRAP estaba algo disminuida en relación a controles. El análisis molecular de MYH9 identificó la mutación c.5521G>A [E1841K] en el primer caso y la c.3493C>T [R1165C] en el segundo paciente. En el paciente 2, con un cuadro clínico clasificable como May-Hegglin, sería predecible que presentara una mutación en uno de los 2 residuos asociados a bajo riesgo de defectos no hematológicos (E1841, D1424). Sin embargo, identificamos el cambio R1165C, asociado a alto riesgo de sordera a edades tempranas (menores de 30 años), hallazgo ausente en el enfermo. Aún más llamativo fue que en el paciente 1, con el cuadro clínico de síndrome de Epstein grave, en el que sería de esperar una mutación a nivel del residuo R702, se identificó el cambio aminoacídico E1841K, precisamente una de las dos alteraciones que no se asocian a defectos orgánicos. Discusión: Estos dos casos reflejan la falta de correlación típica genotipo-fenotipo en pacientes con enfermedad asociada a MYH9, y refleja la necesidad de un seguimiento estrecho aún en pacientes con alteraciones en residuos en los que no predicen anomalías extra-hematológicas. Resultados: Un total de 33 pacientes han recibido tratamiento con TRA: 19 recibieron Eltrombopag, 14 Romiplostim y de estos 5 han recibido ambos. Se han excluído del análisis 5 pacientes: 1 por falta de adherencia al tratamiento, 1 exitus, 1 alergia, 1 causa desconocida y 1 de respuesta no valorable. El diagnóstico más frecuente fue PTI (18), PTI secundaria VHC (5), neoplasias3 y 1 caso de trombopenia amegacariocítica. Se trata de una cohorte con una mediana de edad de 45 años (rango 19-84 años) compuesta por 10 hombres y 17 mujeres. La mediana de duración de la enfermedad hasta el inicio de TRA fue de 126 meses (rango 9-373) y una mediana de 3 tratamientos diferentes (rango 0-6), siendo el más habitual los corticoides (el 88.9% de los pacientes). 10 pacientes estaban esplenectomizados. La mediana de la cifra de plaquetas al inicio fue de 14.050 (rango 960-88.200) y del tratamiento fue de 9 semanas (rango 4-157). Se observó una tasa de respuesta global del 61%: 8 remisiones completas con Eltrombopag y 9 con Romiplostim. En nuestra experiencia, el tiempo hasta alcanzar respuesta es similar con los dos tratamientos. Conclusiones: Los TRA son una opción terapéutica efectiva en los casos de PTI crónica refractaria, consiguiendo respuesta e incluso remisión completa en un porcentaje significativo de casos. La utilización de esta medicación en otras enfermedades como medicamento no guía no ha tenido buenos resultados en nuestra experiencia. PO-442 Experiencia en el uso de análogos de la trombopoyetina en un hospital de tercer nivel Antecedentes: La producción ineficaz de plaquetas desempeña un papel fundamental en la etiología de la trombocitopenia inmune primaria (PTI), junto con el aumento de su destrucción extravascular. Eltrombopag es un agonista del receptor de la trombopoyetina (TPO) no peptídico que ha demostrado su eficacia en PTI al aumentar la producción plaquetaria. Además, en pacientes con aplasia medular se ha observado un aumento en el resto de las líneas hematopoyéticas. Objetivo: Analizar los cambios en el perfil de expresión (PE) génica y de microRNAs (miRNA) de los pacientes con PTI tratados con eltrombopag. Pacientes y métodos: Se analizó el PE de 10 pacientes con PTI antes y durante el tratamiento con eltrombopag (1-52 semanas, mediana 7.5 semanas). El RNA de las células mononucleadas de SP se hibridó en el “Human Gene 2.0 ST Array”, de Affymetrix. Los resultados se analizaron con la aplicación MeV4, mediante un TTEST de muestras pareadas. El estudio funcional in silico de los genes y miRNA afectados se realizó con las herramientas IPA y DAVID. PO-443 Influencia de eltrombopag en el perfil de expresión génica y de microRNAs de los enfermos con trombocitopenia inmune primaria Rodríguez Vicente A.E., Lumbreras E., Hernández-Sánchez J.M., Bastida J.M., Bueno R., Díaz A., Gutiérrez V., Hernández-Rivas J., González-Porras J.R. Servicio de Hematología. Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL). Centro de Investigación del Cáncer. Universidad de Salamanca-CSIC. Hospital Universitario. Salamanca Sánchez-Raga J.M., Canaro M.I., Gines J., Gutiérrez A.M., Besalduch Joan Hospital Universitari Son Espases. Palma de Mallorca Fundamentos y objetivos: El objetivo del estudio es conocer la utilización de análogos de la tromboyetina (TRAs) y los resultados obtenidos en nuestro centro desde septiembre de 2009 a mayo de 2014. Pacientes y métodos: Se trata de un estudio descriptivo observacional retrospectivo. Se incluyeron todos los pacientes que recibieron tratamiento con TRA, recogidos en el registro de farmacia de nuestro hospital. Se excluyen a los pacientes en el que la duración del tratamiento ha sido menor de un mes. 196 Pósteres Resultados: Todos los pacientes excepto uno respondieron al tratamiento. Cabe destacar que este enfermo presentaba un PE diferente al resto y fue excluido del análisis. El análisis del PE reveló que el tratamiento con eltrombopag provoca cambios en la expresión de 1164 genes y de 37 miRNAs, la mayoría (69%) sobreexpresados tras el tratamiento. Las funciones más afectadas fueron las hematológicas (p=1.62E-09), debido fundamentalmente a la sobreexpresión de genes involucrados en el mantenimiento de la hemostasia (VWF, F2R, F13A1, SELP, GP1BA, GP5, GP6 y GP1BA). Además, nuestro análisis señala a GATA1 como uno de los principales genes reguladores de la expresión génica en los pacientes tratados. GATA1 controla la hematopoyesis mediante la activación de la transcripción de genes como PF4 y MPL, sobreexpresados después del tratamiento. La supervivencia de los megacariocitos, eritroblastos y células mononucleadas estaría favorecida debido a la sobreexpresión de genes como PPBP y PF4 tras eltrombopag. Interesantemente, destaca la infraexpresión de miR-181, implicado en la diferenciación megacariocítica, que podría relacionarse con el incremento en la cifra de plaquetas observado en los pacientes que reciben eltrombopag. Por último, las principales vías de señalización sobreexpresadas en los pacientes tratados son rutas downstream del receptor de TPO (ERK/MAPkinasas) y otras no descritas hasta el momento, como la señalización por integrinas e IL1. Conclusiones: El tratamiento con eltrombopag induce un PE génico y de miRNAs característico en los enfermos con PTI que responden al tratamiento. Este PE se caracteriza por la activación de mecanismos genéticos que estimularían la hematopoyesis. geno, se centrifuga (1 min, 13000 x g) y se obtiene un liberado sin células. Para estudiar el efecto de la aspirina o el receptor P2Y12, las plaquetas o la mezcla de plaquetas y eritrocitos se incuban 10 min con aspirina (100 mM) o el bloqueante de P2Y12 2MeSAMP (10 mM). Empleando un array semicuantitativo que permite la detección simultánea de 43 proteínas pro y anti-angiogénicas (Ray Biotech), encontramos que la liberación por las plaquetas de varios compuestos proangiogénicos se incrementa fuertemente en presencia de eritrocitos: CXCL1 (x7), angiopoietina (30x), CXCL5 (>100x), MCP1 (>50x), MMP9 (>100x) o VEGF (4x). Por el contrario, compuestos antiangiogénicos como TIMP-1 o endostatina no se incrementan por la presencia de eritrocitos, pese a que son liberados por las plaquetas activadas. Al estimular las plaquetas solas con dosis crecientes de colágeno no se observa ningún incremento en la liberación de VEGF (col 1 mg/ml 14.18 pg/ml vs col 16 mg/ml 13.01 pg/ml). Sin embargo, en presencia de eritrocitos se observa un incremento de liberación de VEGF dependiente de la dosis de colágeno (colágeno 1 mg/ml: 40.9 pg/ml; col 2 mg/ml: 52.3 pg/ml; col 16 mg/ml: 64.0 pg/ml). La incubación con aspirina bloquea la liberación de VEGF en presencia de eritrocitos inducida por col 1mg/ml (control: 40.9 pg/ml; ASA: 2.1 pg/ml). Sin embargo, este efecto inhibidor de la aspirina se redujo cuando la mezcla de plaquetas y eritrocitos se estimuló con una concentración elevada de colágeno (control 64 pg/ml; ASA: 37.7 pg/ml). Por su parte, el bloqueo del receptor P2Y12 no afectó a la liberación de VEGF. Conclusiones: Nuestros resultados demuestran que los eritrocitos pueden jugar un importante papel en la regulación del proceso angiogénico por las plaquetas, favoreciendo la liberación de compuestos proangiogénicos, mientras que no afectan la de compuestos antiangiogénicos. Este efecto puede ser reducido en parte por el tratamiento con aspirina, lo que apoyaría el papel de la aspirina como tratamiento antiangiogénico. Financiación: IIS Carlos III. Fondos FEDER PI13/00016; Red Cardiovascular [RD12/0042/0003]. PO-444 Los eritrocitos regulan la capacidad pro- y antiangiogénica de las plaquetas Latorre Campos A.M. 1, Vallés Giner J.2, Santos Díaz M.T.2, Fuset Cabanes M.P.3, Madrid López I.3, Sánchez Lacuesta E.4, Moscard1, Martínez A. 1 Instituto de Investigaciones Sanitarias La Fe, 2Centro de Investigación, 3Unidad de Cuidados Intensivos y 4Unidad de Hemodinámica. Hospital Universitari i Politècnic La Fe. Valencia PO-445 Modulación de la interacción plaquetaria sobre una superficie de cromo-cobalto, utilizable en stents, mediante modificación por interferencia láser Introducción: Además de su papel ampliamente reconocido en la hemostasia y la trombosis, recientemente se ha descrito que las plaquetas participan también en la regulación del proceso oncológico, y en especial como reguladoras de la angiogénesis. Su participación en este proceso está relacionada con la liberación de las sustancias pro y anti-angiogénicas almacenadas en los gránulos alfa de las plaquetas. Recientemente se ha descrito que distintos estímulos plaquetarios liberan estos compuestos de forma diferencial, lo que puede modular el papel de las plaquetas en el proceso angiogénico. Estudios previos de nuestro laboratorio han demostrado que los eritrocitos regulan la liberación de gránulos plaquetarios. Nos planteamos si los eritrocitos pueden participar en la angiogénesis regulando la liberación de compuestos por las plaquetas. Desarrollo: Para realizar el estudio estimulamos las plaquetas, o la mezcla de plaquetas y eritrocitos (hematocrito 40%) con colá- Pino M.1, Díaz-Ricart M.1, Schieber R.2, Molina P.1, Pegueroles M.2, Escolar G.1 1 Servicio de Hemoterapia-Hemostasia. CDB Hospital Clínic. IDIBAPS Universitat de Barcelona. 2Grup de Biomaterials, Biomecànica i Enginyeria de Teixits. Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). Barcelona Fundamentos y objetivo: Los principales inconvenientes de los stents cardiovasculares metálicos son la reestenosis y la trombogenicidad asociada tras meses del implante. La modificación de las superficies de los implantes a nivel nano y micro es una 197 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Fundamentos y objetivo: La stanniocalcina 2 (STC2) es una hormona peptídica que participa en la homeostasis del calcio ejerciendo un papel regulador de los niveles de calcio intracelular y extracelular en vertebrados marinos, y de los niveles de calcio intracelular en vertebrados terrestres, también en humanos. Considerando la gran relación que existe entre la homeostasis del calcio y la funcionalidad plaquetaria, hemos investigado sí la deficiente expresión de esta proteína en plaquetas murinas podría alterar el principal mecanismo de entrada de calcio en plaquetas, la Entrada Capacitativa de Calcio (ECC), cuyo papel es crítico en el aumento de calcio intracelular que acompaña a la activación y agregación plaquetarias, y sí esta deficiente expresión de STC2 puede observarse en plaquetas humanas que se caractericen por encontrarse en un estado de hiperagregabilidad favorecedor de la trombosis, como ocurre en la diabetes mellitus tipo 2 (DM2). Pacientes y métodos: Se ha analizado la expresión de STC2 en plaquetas lavadas de pacientes diabéticos (n:8) comparada con controles sanos, así como los cambios en la ECC y la agregación plaquetaria en estas plaquetas y en plaquetas de ratón STC2 KO, que no expresan la proteína. Los cambios en la ECC de calcio se han analizado por fluorimetría, y su efecto sobre la funcionalidad plaquetaria mediante agregometría por transmisión de luz, utilizando como agonistas trombina (Thr) y ADP; además, en los ratones STC2 KO, se ha valorado el tiempo de sangrado (Tail bleeding time). Resultados: En plaquetas de pacientes con DM2 se ha confirmado una expresión deficiente de la STC2 respecto a la observada en controles sanos (p < 0.05). Tanto en las plaquetas de pacientes diabéticos como en las de ratón STC2 KO, se ha observado un incremento de la ECC y de la agregación en respuesta a Thr y ADP. En plaquetas murinas STC2 KO, el incremento en la agregación plaquetaria alcanzó significación estadística, y se reflejó en un menor tiempo de sangrado. Conclusiones: La STC2 parece tener un papel regulador negativo sobre el control de la homeostasis del calcio intracelular a través de la ECC, así como en la agregación inducida por Thr y ADP, en plaquetas murinas y humanas. La deficiente expresión de STC2 en plaquetas de pacientes con DM2, sugiere que esta proteína podría convertirse en una nueva diana molecular sobre la que actuar para reducir el estado de hiperagregabilidad plaquetaria propio de esta enfermedad, o de otras situaciones patológicas en las que interese reducir el riesgo trombótico derivado de un exceso de agregabilidad plaquetaria, pero son necesarios más estudios que apoyen estos hallazgos. Tabla 1. Control 3H 3L 10 H 10 L 20 H 20 L 32 H 32 L % SC 32 (2) 7 (3.2) 18 (3.4) 20 (4.1) 14 (3.3) 29 (5.3) 13 (4.6) 22 (4) 3 (0.6) µm2 200 (40) 50 80 120 100 600 80 200 30 (19.1) (18.6) (40.2) (20.2) (133.3) (20) (40.3) (13.3) estrategia para recuperar la función vascular mediante la estimulación de procesos moleculares y biológicos a nivel de la interfase implante-tejido. La modificación del relieve de la superficie de los stents podría modular la reactividad de las plaquetas frente a esta superficie. Con esta premisa, superficies planas de la aleación cobalto-cromo (CoCr) fueron modificadas mediante interferencia láser para modular la interacción plaquetaria. Métodos: Superficies de CoCr fueron modificadas por interferencia láser (355 nm, 10Hz, 10ns; Nd:YAG láser, Spectra Physics Quanta-Ray PRO210) para generar surcos sobre la superficie con distancias (mm) y profundidad (Low, L ˜ 20 nm y High, H ˜ 800 nm) variables para obtener los patrones siguientes: 3,4/L; 3,4/H; 10,0/L; 10,0/H; 19,5/L; 19,5/H; 32,4/L and 32,4/H. Superficies de CoCr planas fueron utilizadas como controles. Las superficies generadas fueron expuestas a sangre anticoagulada con citrato mediante cámara plana a un flujo de 800s-1, a 37.ºC, durante 5min. Tras las perfusiones, las superficies fueron procesadas para visualizar la interacción plaquetaria mediante fluorescencia, utilizando un anticuerpo contra la GPIV (CD36)FITC. La superficie cubierta por plaquetas (%SC) y el tamaño de los agregados plaquetarios (µm2) fueron cuantificados mediante análisis de imágenes (Image J). Resultados: Las interacciones con las distintas superficies, expresadas como media (desviación estándar), fueron las que se exponen en la Tabla 1. Conclusiones: La reactividad hacia las plaquetas de las superficies evaluadas varió en función de ambos parámetros, especialmente de la profundidad de los relieves originados: la SC por plaquetas aumentó a mayor profundidad y mayor distancia entre surcos, así como según la orientación del flujo sanguíneo con respecto a los surcos. De estos resultados podemos concluir que es posible modificar la reactividad hacia las plaquetas de las superficies utilizadas para generar implantes metálicos. La modificación de la superficie metálica de los stents supone una alternativa al uso de stents farmacoactivos. Financiación: FIS-PI13/00517, SAF2011-28214 y RETIC/ FEDER-RD12/0042/0016 del Gobierno Español. PO-447 PTI en mayores de 65 años: perfil clínico, eficacia y seguridad del tratamiento PO-446 Papel de Stanniocalcina 2 en la hiperagregabilidad plaquetaria Hurst, K., Moragues Martínez, M.C., Mingot Castellano, M.E., Heiniger Mazo, A.I. Hospital Regional Universitario de Málaga. Málaga Bermejo Vega N.1, López E.2, Rosado J.A.2, Redondo P.C.2 Servicio de Hematología. Hospital San Pedro de Alcántara. Cáceres. Departamento de Fisiología. Facultad de Veterinaria. Universidad de Extremadura. Badajoz 1 Fundamentos y objetivos: Aunque la incidencia de PTI aumenta con la edad, no existen guías específicas para estos pacientes y 2 198 Pósteres Objetivo: Describir el diagnostico diferencial, y el curso clínico de una paciente con esta rara entidad. Paciente: Mujer de 74 años, con AP: Insuficiencia renal crónica 2.ª a GN membranoproliferativa. HTA. FA paroxística. Trasplante renal funcionante (1991). En 2009 hemorragia digestiva. En tratamiento con azatioprina, ciclosporina, pantoprazol, seguril, amiodarona y eprex. Ingresa el 19.12.13 por trombopenia severa (4000/mm3) con sangrado gingival y cutáneo en paciente anticoagulada. El aspirado de médula ósea evidenció una ausencia de megacariocitos con conservación de las otras series (cariotipo e IFT normales). Se suspendió la Azatioprina, manteniendo Ciclosporina e iniciando Prednisona 15 mg al día y trasfundiendo un pool de plaquetas con mejoría clínica y analítica. El 21 de enero de 2014, coincidiendo con bajada de esteroides (10 mg/día) y subida de dosis de EPO, se produce una nueva trombopenia severa (8000/mm3) y púrpura cutánea. Se realiza una BMO con hipoplasia de megacariocitos (diagnostico de purpura amegacariocítica adquirida). Se inicia tratamiento con Prednisona 1 mg/kg/día, se trasfunde un pool de plaquetas y se suspende EPO (aunque los Ac antieritropoyetina que llegaron posteriormente fueron negativos). El 22 de febrero, acude de nuevo con trombopenia moderada (25000/mm3) y clínica hemorrágica en mucosa oral y petequias, por lo que se trasfunden plaquetas. La dosis de corticoides se ha ido disminuyendo hasta el 18 de marzo. Posteriormente ingresó en UVI por neumonía por CMV, con deterioro de la función renal que preciso diálisis. En los meses posteriores, la cifra de plaquetas ha disminuido hacia el 20 de cada mes, hasta mínimos de 30-50.000/mm3, remontando a valores normales de modo espontáneo. Resultados: Tras la realización de dos estudios medulares en que demuestran la ausencia de megacariocitos, eliminados los posibles fármacos responsables, y existiendo periodos en los que las cifras de plaquetas vuelven a rangos normales en ausencia de respuesta a corticoides, se diagnostica de trombopenia amegacariocitica cíclica. Conclusiones: La trombopenia amegacariocitica cíclica es una entidad excepcional, en su manejo inicial puede confundirse con una trombopenia inmune, pero la ausencia de respuesta al tratamiento habitual, el buen rendimiento de las trasfusiones de plaquetas y la cadencia de la trombopenia severa, deber alertarnos sobre esta patología (Figura 1). son pocos los estudios realizados. Nos planteamos describir nuestra experiencia en el manejo de PTI en pacientes mayores de 65 años. Métodos: Estudio retrospectivo de 44 pacientes mayores de 65 años con PTI tratados en nuestro centro desde enero 1995 hasta marzo 2014. Hemos valorado al diagnóstico: la edad, Charlson, clínica y cifra de plaquetas.También hemos analizado el tipo de tratamiento, la respuesta al mismo y los eventos adversos. Resultados: La mediana de edad actual es de 77 años (IQR, 70-84), con una mediana de edad al diagnóstico dela PTIde 69 años (IQR, 64-75). El ratio hombre/mujer es 0.91. El 40.9% (18) de los pacientes presentaban un Charlson = 2. La mediana de plaquetas al diagnóstico es 28x109/L (IQR, 8-74x109/L). En un 43% de los casos se detectó la enfermedad por un control rutinario, en el resto por clínica hemorrágica, requiriendo el 31.8% ingreso en el hospital al diagnóstico. El 18.6% presentó sangrado mayor: 4 HDA, 2 HDB y 1 hematuria. Respecto al tratamiento, en 11 pacientes (25%) se decidió una actitud expectante, con remisión espontánea en todos ellos. Los corticoides fueron la primera línea de tratamiento en un 29.5% de los paciente (prednisona 0.5-1mg/kg), un 15.9% recibió inmunoglobulinas y 18.2% tratamiento combinado. Un 75.6% obtuvo respuesta (35.6% RC, 40% R). El 14% (6) de los sujetos recibió una segunda línea de tratamiento (1 esplenectomía, 2 romiplostim, 1 eltrombopag, 1 rituximab y 1 imurel). En el momento actual tenemos un 84.1% de respuestas con una mediana de seguimiento de 66 meses (IQR, 27-100 meses). Durante el tratamiento encontramos un solo evento vascular en forma de TVP y TEP asociado a un sujeto con factores de riesgo. No encontramos infecciones, hiperglucemias o crisis hipertensivas que hayan justificado ingreso o seguimiento especial. Se han registrado 5 (11.4%) casos de neoplasias, ninguna hematológica. Tres pacientes han fallecido: 2 por progresión de neoplasia y 1 por fracaso renal agudo. Conclusiones: Las dosis bajas e intermedias de corticoides son una buena primera línea de tratamiento en pacientes de edad avanzada. Es aconsejable un seguimiento estricto de los pacientes para la detección y tratamiento precoz de eventos adversos secundarios al tratamiento y posibles patologías de base que justifiquen la trombopenia. En nuestra serie la incidencia de hemorragias graves en sujetos con PTI mayores de 65 años es claramente superior a la publicada en sujetos de menor edad. Por ello, es básico optimizar el tratamiento en este grupo de pacientes en intensidad y duración. PO-448 Púrpura trombocitopénica amegacariocítica cíclica: a propósito de un caso De Miguel Llorente D., López Sanromán I., Golbano N., Arbeteta J., Morales D., Herrero S., Subirá D., Pinedo B. Hospital Universitario de Guadalajara. Guadalajara Introducción: La trombopenia amegacariocitica cíclica es una entidad muy infrecuente. La mayoria de los casos fueron tratados como una PTI (esteroides, Igs, esplenectomia, rituximab, danazol, etc.) sin éxito, y gran parte de ellos fallecen por complicaciones hemorrágicas. Figura 1. 199 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia PO-449 Terapia perioperatoria puente en pacientes sometidos a doble antiagregación Los inhibidores de la GPIIb/IIIa son una medida eficaz y segura para los pacientes que requieren terapia puente antiagregante. Tercero-Mora Rodríguez M., De Rueda Ciller B., Yus Cebrian F., Coello de Portugal C.C., Fernández-Mosteirin N., Delgado Beltrán P. PO-450 TLR4 modula la activación de inflamación y estrés oxidativo en células endoteliales expuestas a medio urémico Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza Introducción: La doble antiagregación es uno de los pilares en la enfermedad aterotrombótica, con una incidencia de un 5% en la población general, más del 30% mayores de 70 años. Los pacientes portadores de stents, de origen mecánico o farmacoactivo, deben mantener la doble antiagregación al menos 1 mes y 12 meses, respectivamente. Esto plantea un conflicto si son sometidos a una cirugía antes de la finalización del tratamiento. Las guías recomiendan completar la doble antiagregación, y, si no se puede demorar la cirugía, el uso de la terapia puente con antiagregantes inhibidores de GPIIbIIIa (Tirofibán/Eptifibatide). Objetivo: Valoración, en nuestro hospital, de la terapia puente antiagregante en dos pacientes portadores de stents farmacoactivos que no pudieron completar la doble antiagregación antes del proceso quirúrgico. Métodos: Revisión de dos casos clínicos remitidos del Servicio de Urología del HUMS. Resultados: Caso clínico 1: Varón de 65 años, con antecedentes de cardiopatía isquémica. En febrero de 2013 se le implantan 4 stents farmacoactivos en la DA y CD proximal y media. Le pautan doble antiagregación con 100 mg de AAS indefinido y 75 mg de Clopidogrel durante un año. En abril de 2013 le diagnostican una neoplasia maligna vesical, resecada mediante RTU en julio de 2013. Caso clínico 2: Varón de 72 años, en mayo de 2013 le implantan 4 stents farmacoactivos en la CX y DA por cardiopatía isquémica, doble antiagregado con AAS 100 mg indefinidamente y Prasugrel 5 mg un año. En noviembre de 2013, se descubre mediante TC una neoplasia de células renales. Le programan nefrectomía laparoscópica en enero de 2014. En ambos pacientes no fue posible la demora quirúrgica hasta completar la doble antiagregación. Al tratarse de pacientes con alto riesgo trombótico y hemorrágico moderado, se planteó la terapia puente con Tirofibán. Se mantuvo el AAS 100 mg/24 h hasta la cirugía. En el caso de Prasugrel, se suspendió 7 días antes de la intervención y Clopidogrel 5 días. Se inició el Tirofibán a dosis de carga de 0,4 mg/kg/min durante 30 minutos y posteriormente a un ritmo de infusión de 0,1 mg/kg/min hasta 4 horas antes del procedimiento. Tras la cirugía se retomó la doble antiagregación. Se realizaron controles diarios de plaquetas y función renal. No se observaron incidencias trombóticas o hemorrágicas antes, durante o tras la intervención quirúrgica, ni analíticas. Conclusiones: Lo más importante es una actuación con enfoque multidisciplinar entre el servicio quirúrgico, Cardiología y Hematología. Retrasar la cirugía, si es posible, hasta completar el tiempo de doble antiagregación. Si no es demorable, sopesar el riesgo trombótico y hemorrágico. Martín-Rodríguez S.1, Vera M.2, Cases A.2, Escolar G.1, Díaz-Ricart M. 1 Servicio de 1Hemoterapia y de 2Nefrología Hemostasia. Hospital Clínic. Barcelona. Centro de Diagnóstico Biomédico. Instituto de Investigaciones biomédicas August Pi i Sunyer. Universidad de Barcelona. Barcelona Fundamentos y objetivos: La insuficiencia renal crónica implica la acumulación de toxinas de distinta naturaleza en la sangre. Algunas de estas sustancias constituyen señales de alarma (danger associated molecular patterns, DAMPs). La continua exposición del endotelio a estas sustancias induce la activación de mecanismos inflamatorios y de estrés oxidativo que conducen a la instauración de disfunción endotelial. Hemos investigado el papel del TLR4, receptor de inmunidad innata capaz de reconocer DAMPs, en el desarrollo de disfunción endotelial en la uremia. Material y métodos: Células endoteliales (CE) en cultivo fueron expuestas a medio suplementado con suero de pacientes urémicos. Exploramos la presencia de TLR4 en la superficie de CE así como posibles cambios en respuesta a la uremia. Como control positivo se utilizó lipopolisacárido (LPS), ligando reconocido por TLR4. La activación de las vías de señalización relacionadas con TLR4, Akt y NFkappaB (NFkB), fueron evaluadas. La relación entre el TLR4 y la expresión del receptor de adhesión ICAM-1, relacionado con inflamación, y la producción endógena de especies reactivas de oxígeno (ROS) fue investigada en experimentos en presencia de un anticuerpo anti-TLR4. Resultados: TLR4 se expresa en CE. La exposición a medio urémico produjo un aumento significativo similar al producido por LPS, así como la activación de Akt y NFkB, un aumento en la expresión de ICAM-1 en la superficie celular y la generación de ROS. La inhibición de TLR4 redujo de manera significativa los efectos inducidos por el medio urémico, a excepción de la activación de Akt. Conclusiones: El receptor de inmunidad innata TLR4 se expresa en el endotelio y participa en el desarrollo de inflamación y estrés oxidativo en células endoteliales expuestas a medio urémico. Estos resultados evidencian la relación entre inmunidad innata e inflamación en la célula endotelial, y sugieren el receptor TLR4 como nueva diana terapéutica para la prevención del desarrollo y/o progresión de la disfunción endotelial en la Insuficiencia renal crónica. Financiación: FIS-PI13/00517, SAF2011-28214 y RETIC-FEDER-RIC RD12/0042/0016 del Gobierno Español. 200 Pósteres PO-451 Tratamiento con eltrombopag (Revolade®): experiencia de un centro PO-452 Tratamiento de la PTI en 50 pacientes con estimuladores del receptor de la trombopoyetina (romiplostim y eltrombopag): experiencia en un solo centro Fernández Rodríguez M.A., Solano Tovar J., Dueñas Hernando V., Bernardo Gutiérrez A., Corte Buega J.R., Soto Ortega I., García Menéndez-Tevar F. Losa Maroto María A., Pérez de Camino B., Ojeda E., Cabrera R., Folguera C. Hospital Universitario Central de Asturias. Oviedo Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda. Madrid Introducción: La trombocitopenia inmune (PTI) es una enfermedad autoinmune adquirida de presentación, características y curso clínico muy variables. En recaídas o mala respuesta a primera línea de tratamiento es preciso acudir a tratamientos de segunda línea adaptados a las características del paciente. Si la esplenectomía está contraindicada o el paciente la rechaza, los agentes trombopoyéticos son la alternativa de mayor eficacia y menor toxicidad. Objetivo: Valorar los tratamientos con Eltrombopag (Elt) realizados en nuestro centro describiendo indicación, características de los pacientes, respuesta y evolución. Material y métodos: Se revisaron las historias clínicas de los pacientes que habían recibido Elt en nuestro centro según registro de Farmacia hasta Marzo de 2014. Resultados: Tratamientos con Elt: 15 (PTI 10, otros diagnósticos 5). Análisis del grupo de PTI: PTI crónica en recaída postesplenectomia 2 casos, no candidatos a esplenectomía 3 y PTI no crónica 5. Se obtuvo respuesta completa en 7 pacientes y respuesta en 3. Las respuestas se alcanzaron en el 50% antes de 2 semanas de tratamiento, el otro 50% entre 4 y 6 semanas. El 50% alcanzó la respuesta sin tratamientos concomitantes, 40% realizaban tratamiento corticoideo que se pudo suspender. El 50% presentaron recaída: 4 pacientes recaída única que respondió a ajuste de Elt salvo uno (respuesta espontánea sin tratamiento). Mención aparte merece el caso de un paciente que en dos años con Elt ha presentado 8 recaídas. En todas ellas ha respondido a ajuste de dosis de Elt más Prednisona como tratamiento concomitante. No se observaron efectos secundarios graves. La media de seguimiento tras el inicio de Elt es de 12 meses (mediana 11.5 meses) Un paciente fue exitus por causas ajenas a la PTI, el resto están todos en respuesta (5 sin tratamiento, 3 con Elt y 1 con Elt y corticoides) De los 5 pacientes sin tratamiento: 1 lo suspendió por intolerancia digestiva el resto (40% de las PTI tratadas con Elt) por respuesta mantenida (media de seguimiento 7,25 meses). Análisis del resto de casos: Diagnósticos: L Mielomonocitica crónica, Linfoma no Hodgkin B difuso de célula grande (LBDCG), aplasia medular (AM), adenocarcinoma de colon y astrocitoma. En todos se obtuvo respuesta, completa solo en los tumores no hematológicos. Conclusiones: El empleo de Elt en nuestro centro se ha mostrado eficaz y seguro tanto en PTI crónica como en pacientes que precisan tratamiento de segunda línea antes del año del diagnóstico. En nuestra serie el 40% de los pacientes con PTI tratados con Elt han discontinuado el tratamiento manteniendo la respuesta. Introducción: La fisiopatología dela PTIsigue en debate: origen inmune, trombopoyesis ineficaz, etc. Este último mecanismo es la base del uso de los Estimuladores del Receptor dela Trombopoyetina (TPO), reservados para PTI refractaria. Objetivo: Evaluación de respuesta en una serie de pacientes diagnosticados de PTI y tratados con agonistas de TPO (Romiplostim y Eltrombopag) en nuestro Hospital. Material y métodos: Presentamos 50 pacientes con PTI refractaria. 25 tratados con Romiplostim, (8 esplenectomizados, 7 con Rituximab previo) y 25 con Eltrombopag (6 esplenectomizados y 2 con Rituximab previo). Ocho pacientes recibieron ambos, comenzando con Eltrombopag y cambiándose por ausencia de respuesta o complicaciones. La dosis de Romiplostim inicial fue de 1 mcg/kg a la semana hasta un total de 250 mcg/kg. Eltrombopag se utilizó a dosis de 50 mg, salvo mujeres (25 mg). En 4 pacientes (2 con cada fármaco), se utilizó un agonista para lograr una cifra de plaquetas segura previa a esplenectomía. En el análisis de respuesta se consideraron el recuento plaquetario (>40x109/L), la cinética y mantenimiento de la misma. Además se estudió incidencia de trombocitosis reactiva y trombosis relacionadas con estos fármacos, así como facilidad de administración y complicaciones. Resultados: Eficacia: 24/25 pacientes con Romiplostim mostraron respuesta adecuada. Eltrombopag 19/25 respuestas, 6 no respondieron adecuadamente y, excepto uno, fueron rescatados con Romiplostim. Cinética de respuesta y dosificación: La elevación plaquetaria fue más rápida con Romiplostim, con elevación en las dos primeras semanas >50x109/L en la mayoría; 3 precisaron más de 250 mcg para alcanzar respuesta; 3 presentaron cifras =1000x109/L, precisando ajustes de dosis, evento no sucedido con Eltrombopag. El 50% de mujeres con Eltrombopag obtuvieron respuesta con dosis de 25 mg/día. Tres presentaron respuesta plaquetaria mantenida tras suspender Romiplostim, recayendo 1 once meses tras interrupción. Con Eltrombopag hubo tres suspensiones tras respuesta por toxicidad con descenso plaquetario en todos. Complicaciones hemorrágicas y trombóticas: Las hemorragias por trombopenia al interrumpir el tratamiento se produjeron con Romiplostim. Un paciente suspendió Romiplostim motu propio: clínica hemorrágica al año. Un paciente anciano presentó ACV trombótico un año después de suspender Romiplostim. Otra paciente presentó trombosis relacionada con Romiplostim coincidiendo con aparición de anticoagulante lúdico (Síndrome antifosfolípido catastrófico). 201 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia las primeras 3-4 semanas y después una vez por semana, hasta su re-epitelización parcial o completa. Las heridas se midieron y fotografiaron. También se documentó la evolución del dolor y reacciones de ocurrencia adversa. Se realizó un análisis descriptivo utilizando Excel 2007. Resultados: Del 03/2014 al 06/2014, fueron incluidos 13 pacientes (7 hombres), con edad mediana de 72 (46-89) años. Todos ellos tenían lesiones crónicas de la piel, evolución media de 4.5±3.9 años, y múltiples morbilidades concomitantes: 11 sufrían de hipertensión, 9 diabetes y 4 fallos renales. Número de heridas por paciente: 1 lesión (n=7), 2 lesiones distintas (n=3), 3 lesiones (n=2) y 7 lesiones superficiales distintos (n=1). Caracterización de las lesiones: úlceras diabéticas (n=7), úlceras venosas (n=6), úlceras arteriales (n=1), úlceras venosas y arteriales (n=1), dehiscencia quirúrgica (n=3) y lesiones cutáneas superficiales debidas a la esclerosis química (n=7). Localización de las heridas: pierna inferior (n=15), pie (n=9), muslo (n=1) y abdomen (n=1). En el día 0, las heridas señalaron un área promedio de 12.6±23 cm2. En 4 pacientes se midió la profundidad, el volumen promedio de 2 (0.6-10.5) cm3. Siete días después, el área de lesión y volumen disminuyó una media de 35.9% y 40% respectivamente. Con mediana de 14 (5-35) días y 4.2 tratamientos por heridas, 5 pacientes completaron la aplicación de GP con re-epitelización total y 1 paciente suspendió debido a infección. Tres pacientes con úlceras isquémicas mostraron respuesta parcial. No se revelaron otras reacciones adversas. Conclusión: Nuestros datos apoyan el uso del GP como una herramienta terapéutica en lesiones de la piel. Hemos observado mejores resultados en las úlceras neuropáticas diabéticas y en lesiones bien vascularizadas, comparativamente con úlceras isquémicas. Consideramos el GP alogénica un producto excelente en comparación con el GP autóloga, ya que se cosecha a través de donantes jóvenes y sanos, está disponible y se obtiene fácilmente. Otras complicaciones: 3 exitus por infecciones no relacionadas con los fármacos, una por LNH. Otro enfermo desarrolló LNH tras Romiplostim (Hodgkin previo tratado). Tres enfermos con Eltrombopag presentaron toxicidad (hepatitis, edemas, alopecia), siendo rescatados con Romiplostim. Administración: Romiplostim en hospital hasta dosificación óptima, posteriormente en domicilio. Algunos pacientes con Eltrombopag lo toman de noche por evitar interacciones alimentarias. Conclusiones: Ambos fármacos son eficaces en PTI con respuestas del 80-90% y son útiles previos a esplenectomía. La respuesta con Romiplostim es más rápida, alcanzándose cifras =1000x109/L. En los casos que se retiró el fármaco, solo hubo respuesta mantenida en el grupo de Romiplostim, con recaída posterior y en ocasiones con hemorragias vitales, por lo que no se recomienda su suspensión fuera de ensayos controlados. Las complicaciones hemorrágicas en pacientes con respuesta se produjeron en el grupo de Romiplostim, al ajustarnos a ficha técnica inicial (suspensiones con trombocitosis). La administración es fácil excepto la recomendación de evitar alimentos con Eltrombopag. PO-453 Tratamiento de úlceras cutáneas con gel de plaquetas Spinola A.I.1, Castro M.1, Almeida P.2, Tavares J.2, Martins J.2, Matos A.2, S.C.3, Pinto S., Neto H., Coutinho J.1, Carvalho R., Bini-Antunes M.1 Serviço de 1Hematologia Clínica, de 2Angiologia e Cirugia Vascular, y de 3 Consulta Externa. Centro Hospitalar do Porto, EPE. Porto, Portugal Introducción: El gel de plaquetas (GP) se utiliza con mayor frecuencia como terapia tópica, pues acelera la regeneración de tejidos y sus factores de crecimiento promoven la cicatrización. Las propiedades GP dependen del volumen de la sangre total extraída, la fuente inicial (autóloga vs alogénica), el número plaquetas y leucocitos del producto final. Objetivo: Se utilizó alogénica GP para tratar heridas cutâneas refractarias neuropáticas y vasculares. Se evaluó el resultado en términos de regeneración de los tejidos, control del dolor y aparición de reacciones adversas. Métodos: Extracción de 450ml de sangre total en bolsas CPD/ SAGM de donantes regulares com =200000/µL plaquetas. Una muestra de 9ml también se extrayó para obtener trombina. Se obtuvo un concentrado de plaquetas que se dividió en cuatro alícuotas de 15ml. Congelamos las alícuotas y la trombina a -40°C. El GP fué obtenido en el día previsto para la aplicación, mediante la activación del concentrado de plaquetas con trombina humana y gluconato de calcio. Los criterios de inclusión fueron: falta de respuesta a las preocupaciones normales por un período de 6 semanas, sin señales clínicos o de laboratorio de infección o necrosis. El protocolo terapêutico consistía en la aplicación de GP dos veces a la semana en PO-454 Trombocitopenia asociada a enfermedad hepática en paciente hospitalizado Urrutia S., Andújar G., Angomás E., Gutierrez O., Cantalapiedra A., García L.J. Hospital Universitario Río Hortega. Valladolid Introducción: La trombocitopenia es una complicación frecuente en pacientes con enfermedad hepática crónica (76% de pacientes cirróticos), cuya patogénesis es multifactorial. El grado de la misma actúa como marcador pronóstico, y se asocia con una morbilidad significativa si es severa (<50x109/l). Métodos: Se han recogido datos de pacientes ingresados en los servicios de Digestivo y Unidad de Transplante Hepático de nuestro hospital entre enero de 2013 y marzo de 2014, con una cifra de plaquetas menor de 100.000/mm3. Se dividió en grados según los criterios de la OMS: grado 1 (75.000-99.000); grado 2 (50.000-74.000); grado 3 (49.000-25.000); grado 4 (< 25.000). 202 Pósteres Durante su seguimiento se realizó estudio analítico completo, detectándose únicamente la presencia de anticuerpos antinucleares positivos (ANA) a título 1:100 con patrón moteado, así como anticuerpos anti-DNA de 36 unidades/ml, anticuerpos anticardiolipina de tipo IgG de 28 y anticoagulante lúpico positivo. El resto del estudio incluyendo proteinograma, hormonas tiroideas, serologías y determinación de Helicobacter Pylori, resultó negativo. El paciente continuó seguimiento en Consultas Externas hasta que transcurridos cuatro años, se observa la presencia de leucopenia (3.100 leucocitos) con neutropenia de 700 neutrófilos. En esos momentos, la cifra de plaquetas era de 75.000. Por este motivo se decide realizar estudio de médula ósea y repetir nuevamente todo el estudio inmune. Se detectan ANAs positivos a título de 1:200, anticuerpos antiDNA 332, anticuerpos antimúsculo liso positivos y anticoagulante lúpico positivo a título alto. El estudio de médula ósea fue estrictamente normal. Con estos resultados el paciente fue derivado a Consultas Externas de Medicina Interna (Autoinmunes) para valoración. Resultados: Tras ser valorado por el Servicio de Medicina Interna, el paciente es diagnosticado de Lupus Eritematoso Sistémico con afectación hematológica únicamente (trombocitopenia y anticuerpos antifosfolípidos), por lo que inicia tratamiento con Hidroxicloroquina. Transcurrido un mes de tratamiento, analíticamente el paciente presenta normalización del hemograma con plaquetas de 189.000, leucocitos 5.800 con fórmula normal y niveles de hemoglobina de 12.3 g/dL. ANAs de 1:800 y presencia de antihistona y anti P ribosomal. Conclusiones: Las alteraciones hematológicas son frecuentes en el LES. La anemia es la más común y es de naturaleza multifactorial. La leucopenia está en relación a la neutropenia y/o linfopenia. La trombocitopenia es común y su causa es autoinmune. La presencia de anticuerpos antifosfolípidos incrementa el riesgo de trombosis en el LES. Por todo ello se recomienda estudio autoinmunitario en todos aquellos pacientes con trombocitopenia no filiada. Los datos analizados fueron: diagnóstico clínico; anatomía patológica; fármacos; otras citopenias en sangre periférica; función hepática y niveles de bilirrubina; esplenomegalia, episodios de sangrado,y mortalidad acontecida durante el periodo de estudio. Resultados: Se analizaron 167 pacientes (121 hombres y 46 mujeres). La media de edad fue de 62 años (22 a 92 años). Los diagnósticos registrados fueron: hepatopatía enólica (37,7%); vírica ((92% infección VHC); autoinmune (4,7%); y otras causas (19,7%). 76 disponían de diagnóstico anatomopatológico mediante biopsia hepática. 106 presentaban esplenomegalia con un tamaño medio de 16 cm (13-22). 114 asociaban otras citopenias, siendo la anemia la más frecuente. 99 presentaban alteración en las pruebas de función hepática y niveles elevados de bilirrubina (37% mayor de 5), siendo ambas normales en 19 pacientes (11.3%). 49 presentaban solo niveles elevados de bilirrubina. Se encontraron relaciones estadísticamente significativas entre la cifra de plaquetas y los niveles de bilirrubina (p=0.032), y la existencia de esplenomegalia (p < 0.005). También se encontraron relaciones estadísticamente significativas entre el número de citopenias de sangre periférica y la esplenomegalia (p< 0.005), y el grado de trombocitopenia (p< 0,001). No se encontraron diferencias significativas entre los distintos grupos diagnósticos con respecto al grado de trombocitopenia. Conclusiones: En los pacientes con enfermedad hepática crónica y trombocitopenia, el tamaño del bazo, y niveles altos de bilirrubina son factores que pueden estar directamente relacionados con la gravedad de la misma, tal y como se refleja en nuestros datos. A tener en cuenta es un grupo de 19 pacientes con pruebas de función hepática y niveles de bilirrubina normales; por lo que en casos de trombopenia cuyo estudio no es concluyente, se debería investigar la existencia de una posible hepatopatía oculta. PO-455 Trombocitopenia leve de larga evolución como única manifestación de lupus eritematoso hematológico PO-456 Uso de agentes trombopoyéticos en trombocitopenias secundarias no inmunes Sierra Aisa C., Moretó A., Iruín G., Amarika I., Landeta E., Vara M., Díez H., Ancín I., García Ruiz J.C. Hospital Universitario Cruces. Baracaldo, Vizcaya López-González S., Caro M., Chinea A., Vallés A., Blanchard M.J., César J., Calbacho M., López-Jiménez J. Fundamentos y objetivos: El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad autoinmune, inflamatoria crónica de etiología desconocida, con afectación multiorgánica. Las alteraciones hematológicas son frecuentes. La anemia hemolítica con reticulocitosis, leucopenia, linfopenia, trombocitopenia, la presencia de anticuerpos antifosfolípidos, pueden presentarse en el transcurso de la enfermedad o ser el síntoma primario de la misma. Pacientes y métodos: Paciente de 38 años valorado en Consultas de Hematología desde el año 2009 por trombocitopenia leve asintomática de 90.000 plaquetas, acompañada de aparición de hematomas. Como antecedentes personales únicamente destaca HTA, bebedor ocasional y rinitis alérgica. No refiere antecedentes de diátesis hemorrágica ni otra clínica acompañante. Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid Introducción: Los agentes trombopoyéticos (ATPO) eltrombopag y romiplostim son agonistas del receptor de la trombopoyetina que inducen la proliferación y diferenciación de los megacariocitos. Ambos son efectivos en el tratamiento de la púrpura trombocitopénica inmune (PTI) y en la trombocitopenia asociada al VHC. Su uso podría contemplarse en trombocitopenias secundarias de mecanismo inmune o no inmune, si bien existe poca evidencia de su eficacia y seguridad en este contexto en la actualidad. Objetivo: Documentar la respuesta clínica y seguridad de los ATPO en el tratamiento de trombocitopenias secundarias no inmunes en un único centro. 203 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Resultados: Las características de los pacientes y los resultados fundamentales se muestran en la Tabla 1. Respuesta global: 5/7 (71.4%); RC: 2 (28.5%), R: 3 (42.8%), NR: 2 (28.5%). 1 paciente perdió respuesta a romiplostin pero la volvió a alcanzar con eltrombopag. Mediana duración del tratamiento (semanas): 8 (4-20); mediana de tiempo hasta la respuesta (semanas): 5, mediana de duración de la respuesta: 13.5 (2-112). No se describieron eventos trombóticos ni otros efectos adversos significativos. Los 2 pacientes con LMA permanecieron en remisión tras el ATPO (seguimiento de 12 y 16 meses) Conclusiones: Los ATPO son eficaces en el tratamiento de trombocitopenias secundarias no inmunes con una tasa de respuesta similar (71.4%) a la obtenida en PTI corticodependiente/ refractaria (70-81%). En nuestra pequeña serie, los pacientes respondedores obtienen la respuesta a partir de la 4.ª semana de tratamiento. No se observaron respuestas después de la semana 6. Tampoco se describieron efectos adversos significativos ni progresión de las leucemias que los recibieron. El uso de ATPO podría contemplarse en el tratamiento transitorio de trombocitopenias secundarias, previo a intervenciones quirúrgicas o ante hemorragias amenazantes, si bien es preciso profundizar en el estudio de estas indicaciones. Material y métodos: Se estudiaron de manera retrospectiva 6 casos que recibieron tratamiento fuera de ensayo clínico con uno o ambos ATPO, no simultáneamente, con motivo de trombocitopenia grave cuya causa no fuera PTI primaria. La dosis de ATPO se ajustó siguiendo las indicaciones de ficha técnica. Se utilizaron los criterios de respuesta del International Working Group para PTI (Rodeghiero F, Blood, 2009): Respuesta completa (RC), respuesta (R), pérdida de respuesta (PR), córticodependencia (C), refractario (NR). Población: N.º: 6. Hombres: 3. Mujeres: 3, Edad: 77.5 (52-89). Diagnósticos: Adenocarcinoma de recto 2, adenocarcinoma de mama simultáneo con leucemia mieloblástica, LNH angioinmunoblástico con trombocitopenia secundaria a quimioterapia, LMA secundaria con trombocitopenia post-trasplante alogénico, mastocitosis sistémica. La causa del tratamiento con ATPO fue la hemorragia grave (2 casos), la necesidad de intervención quirúrgica (3 casos) o ambos (1 caso). Ningún paciente presentaba hepatopatía por VHC. Todos recibieron tratamiento previo con metilprednisolona (1-2 mg/Kg) e inmunoglobulinas sin respuesta. Ninguno estaba esplenectomizado. ATPO: romiplostin: 3, eltrombopag: 4 (un paciente recibió eltrombopag tras pérdida de respuesta a romiplostin). El paciente 6 recibió eltrombopag asociado a metilprednisolona. Tabla 1. Agentes trombopoyéticos en trombopenia secundaria no inmune Sexo Edad Diagnóstico Atpo Dosis máxima Plaquetas Plaquetas Grado Duración tto Semana Inicio Fin respuesta (semanas) respuesta Duración respuesta 1 V 79 Adenocarcinoma recto Romiplostin 3 mcg/Kg 2.000 126.000 RC 4 4 112 semanas (continúa) 2 M 80 Adenocarcinoma mama + LMA en RC Eltrombopag 75 mg 14.000 19.000 NR 8 NR NR 3 M 76 LNH angioinmuno blástico Romiplostin 2 mcg/Kg 12.000 173.000 RCà PR 10 6 13 Eltrombopag 75 mg 1.000 92.000 R 20 6 14 4 M 52 LMA 2.ª TPH alogénico Romiplostin 10 mcg/Kg 2.300 17.000 R 10 NR NR 5 V 59 Mastocitosis sistémica Eltrombopag 100 MG 11.000 8.000 NR 6 NR NR 6 V 89 Adenocarcinoma recto Eltrombopag 50 MG 9.000 45.000 R 5 4 2 204 Pósteres Métodos de diagnóstico y marcadores Tabla 1. Características sociodemográficas de los pacientes Todos los pacientes n = 108 n (missing) 107 (1) X (SD) 44.8 (16.6) Masculino n (%) 57 (52.8) Femenino n (%) 51 (47.2) Edad Sexo PO-457 Aplicación de la herramienta Therapeutic Goals MAP Tool® para la evaluación del estado de salud de pacientes españoles con enfermedad de Gaucher tipo 1 Edad de inicio de los síntomas (años) n (n missing) 88 (20) X (SD) 22.3 (15.7) Edad de diagnóstico (años) (years) n (n missing) 105 (3) X (SD) 27.5 (16.4) Historia Familiar de EG si n (%) 46 (42.6) Complicación ósea preexistemnte si n (%) 23 (21.3) Comorbilidades si n (%) 42 (38.9) Hospital Miguel Servet. Zaragoza. 2Hospital Vall d´Hebron. Barcelona. Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla. 4Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba. 5Hospital Universitario Central de Asturias. Oviedo. 6Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín. Las Palmas de Gran Canaria. 7Hospital Infanta Cristina. Parla. Madrid. 8Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid Dependencia de transfusión si n (%) 1 (0.9) Tendencia a sangrado si n (%) 9 (8.3) Osteonecrosis si n (%) 18 (16.7) Afectación pulmonar si n (%) 3 (2.8) Introducción: La heterogeneidad de la enfermedad de Gaucher tipo 1 (EG) hace difícil establecer un grado de afectación uniforme de los pacientes, así como la valoración de los resultados del tratamiento. En 2010 se diseño por un grupo internacional de expertos (Therapeutic Goals MAP Taskforce Group) una aplicación Therapeutic Goals MAP Tool®, con el objetivo de evaluar a los pacientes con EG en la práctica clínica habitual. Pacientes y métodos: Durante el año 2012 se realizó un estudio observacional, transversal y multicéntrico en el que incluyeron los pacientes con EG1 que, acudían a la consulta rutinaria, previa aceptación con Consentimiento Informado. Los objetivos del tratamiento (OT) en EG1 fueron definidos por Pastores et al en 2004. La MAP dibuja los OT (parámetros hematológicos, viscerales, dolor, densidad mineral ósea (DMO) y calidad de vida) de forma gráfica. Los datos se obtuvieron de las historias clínicas de los pacientes en los últimos 6 a 12 meses y el componente físico del cuestionario de calidad de vida y la escala analógica del dolor óseo, durante la visita. Resultados: Se reclutaron 108 pacientes de 28 hospitales (Tabla 1) La MAP se utilizó en 13 pacientes que no habían recibido tratamiento y en 95 en tratamiento enzimático o con inhibidor de sustrato por un periodo medio de 10 años (119.0±73.4 meses)). El 75% de los pacientes alcanzaron OT para parámetros hematológicos y organomegalias: 97% recuperaron cifras de hemoglobina, 75% el recuento plaquetario y 87% redujeron hepato y/o esplenomegalia. En un 53% había disminución del dolor óseo y un 64% había mejorado la densidad ósea mineral, aunque el 30% de los pacientes no disponían de este dato. En un primer análisis con los datos de todos los pacientes, no se observaron diferencias en la consecución de OT en relación al sexo, ni al tratamiento. 27 pacientes (25%) habían sido esplenectomizados, el 67% de ellos presentaron comorbilidades (vs Síntomas neurológicos si n (%) 3 (2.8) Giraldo P.1, Perez J.2, Núñez R.3, Fernández de la Puebla R.4, Luño E.5, Saura S.6, Bureo J.C.7, de la Serna J.8 1 3 Esplenectomía Genotipo si n (%) 27 (25.0) N370S/ N370S n (%) 29 (26.9) N370S/L444P n (%) 36 (33.3) N370S/RECNCI1 n (%) 1 (0.9) N370S/Other n (%) 29 (26.9) L444P/Other n (%) 1 (0.9) D409H/Other n (%) 5 (4.6) Other/Other n (%) 3 (2.8) Missing n 3 el 29,6% no esplenectomizados (p=0,0006)), edad media mayor 50.9±13.8 años, p=0.0262, menor porcentaje de historia familiar de EGI (22.2% vs. 49.4%, p=0.0134), y mayor concentración de CCL18 (mediana 631 ng/mL; IC [152 - 877 ng/mL], p=0,0304). En un segundo análisis entre los 65 pacientes que tenían recogidos todos los OT de la MAP, las características sociodemográficas eran similares al resto de la población. La escala MAP demostró que los pacientes en tratamiento (mediana 55.0; IC [47.3 – 60.0], p=0,041) y no esplenectomizados (mediana 56.0; IC [51.3 – 61.0], p<0.001), tuvieron una mejor puntuación en cuanto a consecución de objetivos (Figuras 1 y 2). Respecto a la densidad mineral ósea, los pacientes esplenectomizados mostraban una asociación significativa con Z-score <-2.5 (29.4% vs 5.2% en no esplenectomizados, p =0.026). Un 31.3% los pacientes esplenectomizados en tratamiento presentaron Z-score <-2.5 vs un 4% de los no esplenectomizados. 205 XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia Objetivo: Caracterización de mutaciones en el gen FGB y estudio de la funcionalidad molecular de estas DisFg. Métodos: Se estudiaron los exones del gen FGB en 97 pacientes de 46 familias con DisFg. Se realizó la extracción del DNA (kit UltraClean), se amplificó por PCR con primers específicos y se purificó mediante exoSAP. Para la secuenciación, las muestras se purificaron previamente por columnas Performa DTR Gel Filtration Cartridges. La funcionalidad del Fg se valoró por cinética de formación y degradación de fibrina (Fn) mediante adición de trombina, calcio y tPA (velocidad formación max, velocidad degradación max, mAb/min; ratio). Como prueba global de coagulación, se valoró la generación de trombina (GT) (nM Thrombin) por el test Trombograma Automatizado Calibrado (CAT, Thrombinoscope BV). Resultados: Solo 1 paciente, con clínica trombótica, presentó la mutación en la posición BßHis67Gln en el exón 2 y otro, asintomático, presentó la mutación en la posición Bß462, en el exón 8 lo que representa el 2% de las DisFg analizadas. El cambio de aa en la posición Bß67 altera el sitio ligando de la trombina a la Fn (BßAla68) y el puente de hidrógeno entre Bß67 y Bß69. El paciente presenta infartos lacunares crónicos en ambos hemisferios cerebelosos. La concentración de Fg está ligeramente disminuida (Fg proteico vs funcional: 203 vs 166 mg/dL, coagulabilidad=82%). La cinética de formación (60%) y de degradación de Fn (94%) y la GT no están especialmente alteradas (60%). La mutación Bß462 afecta al codón de stop, produciendo una elongación extra de 12 aa que produjo una gran disfuncionalidad del Fg (Fg proteico vs funcional: 119 vs 11 mg/dL, coagulabilidad<10). También se observó una gran disminución de la cinética de formación y degradación de Fn (3%) y de GT (44%). Conclusiones: En la población española se observa una menor prevalencia de defectos de Fg causados por mutaciones en FGB. BßHis67Gln se asocia con aumento de riesgo trombótico al modificar el sitio ligando de la trombina a la Fn y reducir su neutralización. La mutación Bß462, aunque sin manifestación clínica, causa una severa disfuncionalidad coagulante al debilitar la red de Fn, afectando al ensamblaje a la cadena g, lo que se puede asociar con aumento de riesgo hemorrágico. Las mutaciones en el gen FGB aunque son minoritarias tienen gran interés por causar graves alteraciones. Figura 1. Estado de salud y objetivos terapéuticos entre los pacientes con todos los datos cumplimentados por tratamiento. Figura 2. Estado de salud y objetivos terapéuticos entre los pacientes con todos los datos cumplimentados por esplenectomización. Conclusión: La MAP describe las características clínicas y el estado de salud de los pacientes con EG1 en España, presentándose como una buena herramienta para el seguimiento de estos pacientes. PO-459 Diferente manifestación clínica de las disfibrinogenemias asociadas a la mutación γArg275 del gen FGG PO-458 Caracterización de dos mutaciones del gen FGB del fibrinógeno causantes de disfibrinogenemias: Bβ67 y Bβ462 1 Alberca I.1, Gomez N.2, Leyva R.3, Haya S.4, Cid A.R.5, Bermejo N.6, Morato A.6, Asenjo S.7, Arija O.8, Cabrera N.9, Moret A.9, Bonanad S.4, Aznar J.A.9, Vila V.9 Introducción: Las disfibrinogenemias (DisFg) congénitas están causadas por mutaciones puntuales que cambian un aminoácido (aa) y modifican su función. Del registro internacional de DisFg se recoge que la mayoría se originan por mutaciones en el gen FGA (50%) y FGG (36%), siendo el gen FGB el causante del menor n.º de DisFg (14%). Introducción: Las disfibrinogenemias (DisFg) congénitas están causadas por mutaciones puntuales que cambian un aminoácido (aa) Costa J.1, Cabrera N.2, Moret A.2, Bonanad S., Aznar J.A.2, Vila V.2 Hospital Teresa Herrera. A Coruña. 2Instituto de Investigación Sanitaria. Hospital Universitari i Politècnic La Fe. V
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