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EL ARQUITECTO Y EL EMPERADOR DE ASIRIA, Fernando Arrabal
No es una obra realista, por lo que no se nos cuenta una historia lineal, aunque es
una obra muy bien estructurada.
Características del teatro pánico
Una de las características del movimiento pánico es que es un teatro que parte
siempre de una base sagrada para desacralizarla. La base sagrada es algo que respeta,
pro lo general, el 99 % de la población. En el teatro pánico, los personajes no son
individuos, sino tipos que enlazan con un nivel superior, tipos que son reflejo de un
nivel superior que identificamos con el mito, ya sea éste clásico, griego, latino,
religioso, etc.
En la obra, el Arquitecto tiene cualidades sobrenaturales:
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Señorea sobre la naturaleza (pág. 165, última intervención del Emperador y
pág. 169, penúltima intervención del Emperador).
Es inmortal (pág. 193, línea 18 empezando por abajo). Vive solo en una isla
donde él no tiene que trabajar, tampoco hay enfermedades.
El Arquitecto se baña cada mañana con agua muy fría de la fuente de la
juventud. El Arquitecto simboliza a Adán en el Edén.
La obra comienza y termina en el mismo punto, es una obra circular, pero han
cambiado los roles. Es el mito del eterno retorno, que existe en todas las culturas. Es la
vuelta al paraíso, a la felicidad eterna.
Arrabal dice en la página 154 (acotación) que hace referencia a El Paraíso Perdido,
de Milton, donde se narra la historia de la humanidad. Una historia que, para Milton, se
reduce al deseo que ha tenido la humanidad de volver al paraíso que perdimos por culpa
de la soberbia de Adán. Es una historia de lucha contra Satán, buscando el paraíso. Para
Milton, la historia de la humanidad es la representación del mito del eterno retorno.
El Arquitecto y el Emperador es la escenificación pánica del mito del eterno
retorno. Luchan siempre por volver al punto en el que fueron felices.
La palabra arquitecto viene de la palabra griega -.  viene de
, que significa el primer ser, el que guía.
Por etimología, por sus cualidades, por el lugar en el que vive y por la fuente de la
juventud tenemos un personaje que conecta con el primer hombre.
La cosmogonía es la narración de la creación del mundo. Cada cultura tiene su
propia cosmogonía. El Génesis es nuestra cosmogonía. Pero todas tienen puntos en
común.
Mircea Eliade escribe El mito del eterno retorno, un libro en el que el autor estudia
el mito del eterno retorno en todas las culturas. Dice en las páginas 24 y 25: “En todas
las cosmogonías se da siempre una zona mucho más prestigiada que las otras, y es el
‘centro’. El ‘centro’ es la zona de lo sagrado por excelencia, la de la realidad absoluta.
Todos los símbolos de la realidad absoluta (árboles de la vida, de la inmortalidad, fuente
de la juventud). Se hallan igualmente en el centro. [...] El camino hacia el centro es
arduo, está sembrado de peligros, porque de hecho, es un rito del paso de lo profano a lo
sagrado.
En la obra, el Emperador es el ser profano. Hay un nacimiento, el accidente. El
Emperador representa la fragilidad del mundo civilizado. Aporta a la obra
conocimiento. Adán tenía prohibido el árbol de la ciencia, porque eso le igualaría a
Dios. Él quiere conocer (pág. 150). El Arquitecto siempre le suplica conocimiento al
Emperador, es servil al Emperador, siendo el ser sobrenatural. Es servil porque quiere
algo que el Emperador tiene. Un ser sobrenatural que lo tiene todo quiere lo que el
Emperador tiene por la soberbia. El Emperador le enseña (págs. 165 y 174) mentiras, le
miente (árbol de la ciencia del bien y del mal), le engaña. Por eso el Arquitecto quiere
conocer ese mundo tal feliz. El Emperador ha introducido el mal en la isla. Al final el
Arquitecto se come al Emperador para adquirir su conocimiento y ahora es él el ser
profano. Pierde sus poderes y desaparece de la isla. Quiere volver a la isla y, al final de
la obra, vuelve.
El Arquitecto es la parte buena de cada uno de nosotros.
El Emperador es el jefe supremo de alguna población que se considera un Imperio.
Para que exista el Emperador tienen que existir vasallos, el Arquitecto en la obra. El
Emperador domina al Arquitecto; el Arquitecto es servil ante el Emperador. El
Emperador es un ser ensoberbecido y prepotente porque posee conocimientos, que
pertenecen al mundo civilizado. El Emperador trasmite esos conocimientos basados en
falsedades para llamar el interés del Arquitecto, para afirmarse en él y para seducirlo y
captar su interés (págs. 151 y 162).
El Arquitecto y el Emperador son dos seres opuestos, el bien y el mal. Pero, ¿por
qué se encuentran? Algún día todos deberíamos estar en el bien, arrepintiéndonos de
nuestros pecados. El Emperador, si quiere entrar en esa zona sagrada, tiene que
arrepentirse de sus pecados.
El segundo acto es el juicio final, donde el pecador es juzgado por sus pecados. El
Emperador se confiesa, había matado a su madre. Le encuentran culpable (pág. 222).
El Emperador es el Adán expulsado del Edén.
Hay un proceso en el que el Arquitecto va absorbiendo todo el mal del Emperador.
Al final estamos siempre condenados hagamos lo que hagamos.
La soberbia no deja a ese ser sagrado permanecer en el paraíso. Si Dios crea al
hombre a su imagen y semejanza, Arrabal niega la perfección de Dios. Lo sagrado no
existe, es una invención del ser humano, porque lo sagrado tiene pecados.
Que el Arquitecto se coma al Emperador, el canibalismo, es como la última cena
(cuerpo y sangre de Cristo), es la comunión.
La segunda característica del teatro pánico, que no aparece en todas las obras pero
sí en El Arquitecto y el Emperador de Asiria es que son psicodramas, se basan en un
conflicto psicológico de alguno de los personajes. El Emperador tiene una relación de
amor-odio con su madre y tiene miedo. En el juicio final reconoce que ha matado a su
madre (pág. 220) y entonces empieza a hablarle. Intenta que la madre le responda y tiene
un miedo terrible por lo que acaba de hacer. De su madre sale la culpa (el lagarto), que
le mira. Tiene alucinaciones por el shock. Se destruye a sí mismo, mata una parte de él.
Cita el libro Alicia en el país de las Maravillas, sufre un proceso psicológico de locura e
inicia un viaje hacia lo sagrado, hace el Paraíso, para encontrar el perdón de sus
pecados. Pretende hacerse uso (con la unión del Arquitecto y el Emperador) para que
sus pecados sean perdonados. Mata a su madre y tiene un accidente psicológico, el
shock, el drama.
La tercera característica es el tiempo, que no es real, sino psicológico. Todo ocurre
en la mente enferma de un individuo. Puede ser que mate a la madre y todo lo que se
produce es un viaje psicológico en la mente del personaje.
(pág. 175). Tenemos a un Emperador mentiroso, soberbio, grandilocuente. Hace lo
que le da la gana con el tiempo. El Arquitecto le pregunta por su madre y el Emperador
dice que se quiere retirar, separarse del Arquitecto porque le está recordando a su madre
y siente remordimientos. A partir de este momento, el Emperador se mete en la cabaña y
el Arquitecto desaparece, comenzando un largo monólogo del Emperador. En escena
queda sólo la culpa (pág. 177). El mal, con su culpa, reza para redimir sus pecados.
Perdona a la humanidad porque hay que perdonar para ser perdonado. El Emperador
inicia un nuevo proceso. Se encierra en una jaula y construye un espantapájaros. Viste al
espantapájaros con sus ropas para quitarse la culpa. Dice que se vuelve esquizofrénico.
Él mismo reconoce que tiene personalidades múltiples. Quiere ordenar tanto su vida
ahora, tiene que controlarlo todo para que no le sobrevenga la culpa. No logra unirse al
Arquitecto. El Emperador es ahora el espantapájaros y el Emperador imita al Arquitecto.
Es ése personaje desnudo el que mató a la madre, habla la persona real. Una persona que
trabajaba en una oficina con una vida normal. Era una persona infeliz. Llega a su casa y
su mujer le está siendo infiel. Por eso se pone a llorar.
Arquitecto y Emperador surgen cuando se produce el accidente, el trauma
psicológico, la enajenación mental que sufre el individuo al matar a su madre.
(pág. 180) No deja de llamar al Arquitecto porque necesita su perdón. Cada vez
que le pasa algo se evade, vuela.
Durante toda su vida, su aspiración era llegar a ser el Emperador, y lo consigue a
partir de su enajenación mental.
El Emperador, durante toda la primera parte, está estreñido. Es la carga que no
consigue expulsar, no puede sacar toda la mierda que tiene dentro. No deja el
estreñimiento hasta el juicio final.
Habla del relojero, y del primer relojero, Dios, que controla el tiempo.
(pág. 182) Se imagina otras cosas porque no acepta su realidad y busca otra por
medio del surrealismo. No se enfrenta a la realidad.
(pág. 182) Danza de forma grotesca, porque así es el resto de su vida. Su vida en
esa “pobre barquilla”. En ese momento, y por primera vez, reconoce que está solo,
acepta su realidad. Reconoce que no tenía que haberse evadido y que tenía que haber
aceptado la realidad. A partir de este momento el Emperador se va a someter al
Arquitecto.
(pág. 194) Reconoce la superioridad del Arquitecto cuando antes le había dicho
que era muy torpe, que no aprendía nada, etc.
El Arquitecto desaparece desde que el Emperador entra en la cabaña. Reconoce su
culpa y aparece el Arquitecto. Es el perdón. El Emperador tiene que unirse al bien.
La cuarta característica del teatro pánico es el elemento lúdico. El Arquitecto y el
Emperador están toda la obra jugando, y también juega el Emperador solo. Juega a ser
una madre carmelita, a la maquinita jugándose la existencia de Dios, juega a que unos
extraterrestres se lo quieren llevar a otro sitio. A medida que cambian los juegos cambia
la personalidad del Emperador. El juego puede tener muchas utilidades para el teatro:
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Aumenta la teatralidad. Es hacer teatro dentro del teatro, ficción dentro de la
ficción. Cuando juegan a los novios, el Arquitecto y el Emperador ya no son
ello, sino que son novio y novia. No solo hay tres personajes en la obra, sino
múltiples personalidades, porque cada personaje se desdobla en muchos
personajes. Al pasar del primer nivel (Emperador y Arquitecto) al segundo
nivel (juegos) con una velocidad impresionante hace que sea un teatro casi
epiléptico. La linealidad de la historia que da el primer nivel queda
interrumpida continuamente por los juegos. Aumenta el carácter caótico de la
obra y la confusión del espectador.
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El Arquitecto y el Emperador se relacionan, se conocen. Eso corresponde a los
juegos de la primera parte de la obra.
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Cuando el Emperador acepta que debe asumir su culpa los juegos, en esta
segunda parte, sirve para que el Emperador se manifieste, para que se
manifieste el subconsciente del Emperador, sus miedos.
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En la tercera parte, el juicio final, los juegos sirven para que el Emperador
asuma su castigo y su culpa definitivamente.
Freud, en un estudio, pone en relación juego, teatro y sueños. Dice que tienen un
mismo denominador común. Los tres significan lo que no es real, pero que puede ser
serio. Manifiestan algo interior que puede ser importante para el ser humano.
En el juego, el Emperador manifiesta su inconsciente; pero no tiene miedo porque
está jugando. El juego, mientras se oponga a la realidad, no es problemático; pero sí
sirve para mostrar nuestros deseos más ocultos.
El juego configura toda la obra. El Emperador huye de la realidad y, a través del
juego, parece que todo es distinto. Juega durante toda la obra menos en el juicio, que
dice que eso no es un juego, es serio (pág. 223). Asume su culpa para unirse al
Arquitecto.
Los juegos van evolucionando a lo largo de la obra:
Primera parte
Cambio psicológico. Los juegos sirven de relación entre en Emperador y el
Arquitecto. El Emperador es aún un ser ensoberbecido.
Dentro de esta primera parte podemos señalar dos partes:
1. Juegan juntos: se basa en:
Base sagrada
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Juego de Babilonia (págs. 153 y 54).
Juego de la vaca (pág. 160).
Juego del elefante (pág. 170).
Jesucristo: crucifixión (pág. 152), latigazos (pág. 164). Quiere ser
Jesucristo por su búsqueda del perdón a través del sufrimiento, fruto de su
sentimiento de culpa.
Guerra-muerte: el tiempo no está definido, hay saltos temporales.
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Declaración de la guerra: está la declaración propiamente dicha y la
destrucción de la humanidad y su renacer (sin culpa).
Desarrollo de la guerra: aparece antes de la declaración (caos).
En la guerra, la parte del inconsciente del Emperador que sale es la violencia y
la destrucción (culpa), y el deseo de renacer (perdón) y además el miedo (que es el
sentimiento que siente el Emperador).
Con respecto a la muerte, ésta aparece como autocastigo, pero no puede morir,
ya que aún no ha sido perdonado por sus pecados.
Familia: madre y novia. Con la novia se inventa un amor profundo y verdadero.
Se refugia en su madre para no sentirse solo, o cuando tiene miedo (pág. 68). Se
protege en su ámbito familiar. En la primera parte, la madre siempre es el refugio
del Emperador, aún no ha admitido lo que ha hecho. Sólo manifiesta su culpa en
algunos juegos.
(pág. 176) El Emperador va a rezar y se queda sólo el Arquitecto. Se inventa
una mujer con parecido a la madre del Emperador (concepto incestuoso). Aquí
empieza un juego distinto donde parece que toma conciencia de lo que ha ocurrido.
Toma conciencia de los cuernos de su mujer (que no sabemos si también es su
madre).
2. El Emperador se desnuda espiritualmente (y también físicamente) ante el
espectador. Reza y perdona, se encierra en una jaula y se encadena. Allí ordena
su vida. Va a confesarse, está haciendo penitencia, se ha metido en una celda
monástica, duerme en el suelo con una almohada de madera. Está purgando sus
pecados para conseguir su perdón.
Segunda parte
Espantapájaros: el Emperador se desnuda para conseguir un autoconocimiento,
para pensar en lo que ha hecho.
Pinball: el Emperador juega la existencia de Dios. Se queda a punto de saber si
Dios existe o no. Nos queda la duda de si está preocupado por la existencia de Dios. Se
ríe de lo que le preocupa. Si existe Dios siente culpa y busca el perdón. Si no existe el
dios cristiano, la dualidad culpa-perdón no tiene sentido.
Madre: dice que su madre le odia.
Reafirma su soledad cuando dice que su novia le deja. El Emperador, engrandecido
y soberbio, cuando se queda solo, se da cuenta de que no es tanto, y empieza su
autoconocimiento.
Estreñimiento: no puede librarse de su culpa.
Carmelita-confesor: se habla de su culpa y de su castigo. El Emperador se quiere
sentir inferior y redimir su culpa.
Camello: el Emperador quiere sentirse inferior por su culpa.
Madre: el parto simboliza la expulsión de la culpa. Pero también es una vuelta a
empezar (mito del eterno retorno). Es un nuevo comienzo que puede heredar el nuevo
hijo (cristianismo). Se pare a sí mismo, que hereda su culpa. Se pare niña, es el
renacimiento de la madre muerta. No hay géneros en el teatro pánico, son sólo símbolos.
Todos somos lo mismo.
Marciano: le ofrece abandonar el planeta, abandonar su vida. El Emperador sigue
porque quiere redimirse y da pie a la redención que viene después. El Emperador, cada
vez que quería evadirse, volaba, y el marciano le ofrece volar, pero él lo rechaza.
Juicio final
(pág. 196) Ya simula lo que viene después, el juicio y el canibalismo. Durante la
obra se dan muchos preludios.
Máscaras: juego con el teatro dentro del teatro. Ahí se ve la esquizofrenia del yo
verdadero, se desdobla en varios personajes y representa la visión que tiene de él
mismo.
Esposa: entra el concepto del sueño y vuela (la fantasía de siempre). El accidente
es su choque con la realidad (vuelo de Ícaro). Arrabal siempre está jugando con los
mitos, con la ley salomónica, etc. Nombra el catolicismo y los mitos.
El Emperador viola a su hermano y lo está comulgando. Después quiere que lo
viole a él para comulgar también él.
Escatología: bebe de los urinario de los compañeros. Absorbe toda su maldad y se
estriñe.
Los personajes son siempre efímeros. Cambian de máscara continuamente.
El Arquitecto, cada vez que hace de juez se pone una máscara, la máscara de Dios,
el juez supremo.
(pág. 200) Personajes efímeros. Parece que se autopreguntan. Se va viendo una
fusión entre los dos personajes para la aparición del yo verdadero.
El Emperador se siente como el ángel exterminador. Habla de la espada de fuego
de Locky. Siempre habla de que él quiere ser el Arquitecto, la parte sagrada.
Cuando viola a su hermano el semen es el vino y el pene el cuerpo. Comulga.
Cuando se pone la careta de niño quiere huir de lo que ha hecho con su hermano.
Los niños son inocentes. Vuelve a ser niño para ser inocente. Recita Alicia en el País de
las Maravillas como un niño. Es su yo real de hace mucho tiempo.
Los juegos es una forma de expresar lo que el Emperador tiene miedo de expresar,
y así empieza a confesar.
Cuando confiesa cosas muy duras el Emperador se rebela y blasfema contra Dios,
porque es quien le está juzgando. El Arquitecto se impone y dice que hay que seguir.
1. Juez
2. Testigo: a) esposa
b) hermano
c) Sansón
d) Olimpia de Kant
3. El Emperador se rebela
4. Blasfema contra Dios
(pág. 220) El Emperador reconoce su culpa. Antes sólo confesaba, pero no
reconocía su culpa.
La madre es el objeto de la confesión. El Emperador se siente culpable. Es la
misma simbología en el hermano y en la esposa.
En el juicio final hay una ordenación perfecta.
(pág. 198) Cada uno de los testigos cuenta parte de la vida “real” del Emperador
cuando no está vestido de Emperador.
La esposa saca a la luz la vida del Emperador. Dice la verdad disfrazado de esposa,
jugando. Arrabal critica el trabajo durante toda la obra como la tara fundamental de la
vida contemporánea. Hay una crítica al mundo civilizado desde el principio hasta el
final. La esposa comenta la verdadera vida que tenía con su marido.
Cuando sueñan los personajes siempre van a un pasado remoto. El mundo
contemporáneo malforma a las personas. Sueñan con el pasado o con el surrealismo,
pero siempre huyendo del mundo actual, de la realidad siempre terrible para el
Emperador.
El sentimiento fundamental del Emperador durante toda la obra y que ya aparece
en los primeros juegos es la culpa, y busca un perdón que no encuentra. Quiere escapar
de la culpa dominando a su parte buena, al Arquitecto. En cuanto aparece la culpa
aparece el papel de la madre.
Aún no soporta el enfrentamiento a su culpa. Se quita la máscara y se rebela contra
todos los testigos.
Es Dios quien crea esa moral, que crea su culpa y su búsqueda del perdón.
También se rebela contra Dios (pág. 202).
La creación del mundo no es como un círculo (que es perfecto), sino como una
espiral. El mundo como círculo, perfecto, es una visión Ilustrada. El concepto como
espiral surge en el siglo XIX. Para Arrabal es mundo es como una espiral.
La última característica del teatro pánico es que es un teatro que defiende la
libertad completa y absoluta de pensamiento. Defiende esta libertad hasta tal punto que
a veces da la impresión de ser un teatro soberbio. Nada se censura. Obra, personajes y
autores ensoberbecidos. Puede haber incluso contradicción en las obras.
En el libro, esta libertad absoluta se manifiesta en:
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Escatología: líquidos corporales más o menos sólidos que, mediante su uso,
pretende una repugnancia. Ejemplo: beberse los orines, escribir con el dedo
untado de mierda, etc. El teatro pánico no escatima en escatología.
Blasfemia (contra Dios): “Dios es un hijo de puta”, “me cago en Dios y en su
sobrina”, acto de canibalismo como comunión, etc.
Sadomasoquismo: herirse y rociarse el sexo con la sangre, pegarse. Castigo.