«fe ARTE CUBIERTA JULIO.—1879.. S U P L E M E N T O AL NUM. XXV. ANO XXIII. DEL LIBRO DE EVANGELIOS DEL ARZOBISPO ANTIGUO. ARIBERTO, PERTENECIENTE AL TESORO DEL « DUOMO » DE MILÁN. Siguiente LA 13 M E M O R I A S DE UN S E T E N T Ó N , NATURAL Y VECINO PE MADRID ( 1 ) . XX. EPISODIOS LITERARIOS. I. E L PABNASILLO. T)c todos los cafés existentes en Mn Irid por los anos 1830 y 31, el más destartalado, sombrío y solitario era, sin duda alguna, el que, situado en la planta baja de la casita contigua al teatro del Príncipe, se pavoneaba con el mismo titulo, aunque ni siquiera tenia entonces comunicación con el coliseo.—Esta salita, pues, de escasa superficie, estrecha y desigual (que es la misma que hoy se halla ocupada por la contaduría del teatro Español), estaba á la sazón, en su cualidad de café, destituida de todo adorno de lujo, y aun de comodidad. Una docena de mesas de pino pintadas de color de chocolate, con unas cuantas sillas de Vitoria, formaban su principal mobiliario; el resto le completaban una lámpara de candilones pendiente del techo, y en las paredes hasta media docena de los entonces apellidados quinquets, del nombre de su inventor, cerrando el local unas sencillas puertas vidrieras con su ventilador de hojalata en la parte superior. En el fondo de la salita, y aprovechando el hueco de una escalera, so hallaba colocado el mezquino aparador, y á su inmediación habia dos mesas con su correspondiente dotación de sillas vitorianas. — Estas dos mesitas eran las únicas ordinariamente ocupadas por unos cuantos comensales, personas de cierta gravedad, diplomáticos antiguos en su mayor parte, y eran los Sres. Cuntirá , Arriaza, Ónix, Aguijar, Pereyra, Dehesa y Carnerero, los cuales, por costumbre inveterada, venian todas las noches á tomar su taza de café ó su jicara de chocolate, que se hacian servir á la mano desde el contiguo aparador, sin tomar para nada en cuenta la mezquindez y suciedad de los trebejos de cristal ó de loza con que aquellos confortantes les eran administrados. —El resto do la sala permanecía constantemente desierto, y alumbrado tibiamente por la tétrica luz de los candilones el empolvado pavimento de baldosa de la rivera, en cuyos intersticios crecia la hierba, que acudian ganosos á pastar los ratones y correderas con la misma franqueza que si fueran ganado de la Mesta en prado comunal. Pues bien, á pesar de todas estas condiciones negativas, y tal vez á causa de ellas mismas, este miserable tugurio, sombrío y desierto, llamó la atención y obtuvo la preferencia de los jóvenes poetas, literatos, artistas y aficionados, que á la sazón andaban diseminados en los varios cafés de aquella zona, tales como el llamado de Venecia, en la esquina de la calle del P r a d o : el de Sólito, en la manzana frontera ("que hoy no existe), y el del Morenillo, en la plaza de Santa A n a . — Y á pesar de lo extraño que puede parecer, es natural que así sucediera, porque todos aquellos apreciables jóvenes, dados por vocación irresistible al culto de las Musas, y un si no es también al de las nuevas ideas políticas, que no eran á la sazón moneda corriente, no se sentían á gusto y desahogo en locales que, si bien mas halagüeños y decorosos, solian estar ocupados por una concurrencia heterogénea y desconocida, compuesta de pisaverdes ó lechuguinos insípidos ; de militares más ó menos indefinidos ó indefinibles ; de tal cual parásito que olfateaba adonde se consumía un boíl de ponche ó destapaban unas botellas do cerveza; de algún honrado droguero de la callo de Postas ó apreciable mercadante de los portales de Santa Cruz; y ¿quién sabe también si un taimado polizonte, tranquilamente sentado y con aire distraido en la mesa contigua, se codeaba con un grujió de jóvenes poetas, y escuchaba su plática, que seguramente no trascendía, que digamos, á ningún olor de santidad? En caso tal, los alumnos de Apolo, ganosos de establecer, como ahora se dice, su autonomía, y absolutamente faltos de círculos, ateneos, liceos y casinos (que por entonces ni siquiera de nombre eran conocidos), pensaron, y pensaron bien, que les convenia encerrarse (como los cristianos do la Iglesia primitiva en las catacumbas de Roma) en algún recinto solitario, que, á falta de otras ventajas, les pudiera brindar con la independencia y seguridad necesarias para su franca y leal comunicación : y echando o] ojo por todos aquellos contornos . ninguno hallaron más á propósito que la sombría y desierta sala del café del Príncipe. Y lié aquí la razón por la cual cierta noche de invierno ( no sabré lijar si fué el de 1830 ó 31 i, una numerosa falange de tan despiertos y animados jóvenes tomó posesión de aquella tierra, incógnita, y nuevos (1) Véanselos números de LA ILUSTRACIÓN de 15, 22, 30 de Enero, 22 de Febrero, 30 de Marzo, 30 de Abril, lf> de Mayo y 8 de Junio. Anterior ÍLUSTÍ^ACIOIÍ ESPAÑOLA Y AMERICANA,, SUPLEMENTO AL NÚM. XXV Colones, plantaron en ella el estandarte de las Musas, el centro el espacio suficiente para no poder m imponiéndola en su consecuencia el clásico título de un pié. Dividiéronse luego los asociados en las c o r ^ aEl Parnasillo.v pondientes secciones (ó pandillas, si place alleatofaj*" A la cabeza de aquella fuerza pacíficamente inva- los líricos, de los dramáticos, de los bucólicos de 1 sora descollaba la fracción de más empuje en ella, críticos, de los prosistas, de los satíricos, de'loa T fracción señalada, tanto por el agudo ingenio de sus nes, de los discordes, de los entusiastas (todavía individuos, como por la juvenil y donairosa excentrici- se habían inventado los románticos). de los m n u n° dad con que se entregaban á cultas y alegres jugarretas rabies matices, bandos y comuniones con que en ni *" que solian interrumpir el acompasado movimiento de tra tierra de España es uso y costumbre subdiyid'8" aquella descolorida sociedad, granjeándose con ellas se toda agrupación que pase de tres individuos- " el exorbitante titulo, que ellos mismos alardeaban, pudieron entregarse á sus animadas polémicas á de (da Partida del Trueno.»— En ella figuraban ingenios desenfadados diálogos, punzantes epigramas y gai tan privilegiados como Espronccda, Vega, Escosura, ingeniosas del buen decir. Allí, al frente del Ortiz, Pezuela, Bautista Alonso, Santos Alvarez, y mesa que pudiéramos llamar ¡tresiilettcial, el dictado otros que ahora no recuerdo ! 2).—En pos de este grupo, teatral, Grimaldi, tendia el paño y disertaba con verdadera charanga de aquella legión poética, venian, gran inteligencia sobre el arte dramático y la poesíacomo soldados de fila, Pelegrin, Segaría, Villalta, —allí Carnerero, con su amena y sabrosa conversación' Ochoa, Castejon, Tirado, Las Horas. Larra. Doncel, sus animados cuentos, chistes y chascarrillos que ñor Valladares, Diaz, Madrazo (D. Pedro y D. Francisco su color demasiado subido no me atrevo á compulsar de Paula), los hermanos Mayo, Olona, Liana, Pete: aqní, formábalas delicias de los jóvenes poetas' allí Calco. Ferrer del Rio. González Rlipe, Homero LarraBretón de los Herreros, con su alegre y franca esponñaga, Peral. Xavarrete y Salas y Qitiroga.—Seguía destaneidad característica, su prodigiosa facultad para pués la cohorte artística de los adscritos á la Academia versificar, aunque fuese una noche entera, y la homédo San Fernando, la cual era capitaneada por el enrica y comunicativa carcajada con que él mismo celetusiasta arquitecto de la villa, Mariátegui, cirya obesibraba sus propios chistes;—allí Serafín Calderón con dad haríale pasar por bombo, si su prosopopeya y cosu lengua estropajosa y su lenguaje macareno y de ram robis no le dispensaran el carácter de tambor magermanía , contando lances y percances á la alta esyor. En esta legión figuraban los pintores Madrazo, cuela, ó entonando por lo bajo una playera del PerRivera, Te.reo, Carderera, Jitncno. Cámaro», Villaamil, chel :—allí Gil Zarate formando contraste con su grave Esquive!. Mendoza , Maea y Gutiérrez tic la Vega: los seriedad y su poco simpática elocuencia : -allí Ventura arquitectos Golomer y Aníbal Alrarez: los ingenieros Vega . con aquel aplomo y cómica seriedad que le eran Areytio y Echevarría : los grabadores Peleguer, Castecaracterísticos, soltando un epigrama . un chiste agullo, Ortega, y los impresores Burgos, Sancha, y el do, que algunas lloras después eran como proverbiales editor Delgado. — Ocupando el sitio de respeto, como en nuestra culta sociedad:—allí Espronceda, con su quien dice la presidencia de aquella procesión , venian entonada y un tanto pedantesca actitud, lanzando los protectores, entusiastas é inteligentes Sres. Acebal epigramas contra todo lo existente, lo pasado y lo fuArratia, Ortiz de Tacaneo, Carlos Calderón y Guillen ture;—allí Larra, con su innata mordacidad, que tan Buzarán, y cerraba la marcha una escogida comitiva pocas simpatías le acarreaba;—alli Escosura, con la do personas distinguidas en nuestra buena sociedad, agitada movilidad de su lengua, de su mente y hasta amigos todos y aficionados á las letras y á las artes, de su corazón :—allí Bautista Alonso, con su palabra tales como los Sres. Gutiérrez de la Torre (D. Carlos), inagotable, que participaba de arenga forense y de Heredia (D, Narciso y D. Pablo), Hidalgo, Bañueégloga virgiliana : allí, en fin, todos los concurrentes los, Perales, Rio CD. Andrés), Quintana (D. Lorená aquel certamen del talento alardeaban sus respeczo), Febrer de ¡a Torre. Milans del Bosch, Berriozá! tivas facultades y convertían aquella modesta sala en bal, Vizmanos, Sancho Larrea, Estrada, López Beruna lucha animada, en un torneo del ingenio, y casi, ges, Pérez Vento, etc., etc.: y en fin, como maestro casi en una. literaria institución. de ceremonias ó bastonero, encargado de facilitar su ¿Quién había de predecir, sin embargo, entonces comunicación y colocación oportuna, aparecía el imque. andando el tiempo y verificadas las tras formacioprescindible D. Joaquín Marrad y Soto. nes políticas, aquella modesta reunión, reforzada por Xo pretendo, por supuesto, decir con esta prolija nuevos ingenios tan valiosos como Hartzenbusch, Garexhibición, que en una misma noche y hora determi- cía Gutiérrez. Zorrilla. Roca de Togores, Camponada, cual si llamados fuesen á campana comunal, amor. Rubí, La fuente, Tassara, Bermudez de Castuviera efecto esta formidable agrupación, como ni tro, Ros de Olano, los hermanos Asquerino, Vedia, tampoco que fuese improvisada sin la necesaria pre- Enrique Gil y Cayetano Corles, sería también favoreparación ó programa. Nada menos que eso, y para cida con la presencia de los grandes oradores, de los explicarlo bastará observar que algunas noches antes encumbrados políticos Caballero. Olózaga, González se habia establecido inmediata á la mesa única de los Bravo, Lznardi, Pacheco, Pérez Hernández, Tjopez (don diplomáticos otra con el carácter exclusivamente lite- Joaquín), Bravo Murillo, Moreno López y Donoso Corrario, compuesta del célebre 7). José liaría de Carfés, y (pie llegaría un dia, ó una noche, en que el aunerero, que, en su calidad do antiguo diplomático y tor aplaudido, el artista premiado, el fogoso tribuno, moderno periodista, reunia ambos conceptos, y que el periodista audaz no se darían por satisfechos si no ademas estaba, como quien dice, en stt eastt. como que venian á depositar sus laureles en aquel oscuro recinhabitaba el cuarto principal del cafó ; de I). Juan tic to y á recibir en él la confirmación ó el visto bueno Grintaldi, director ó autócrata del teatro del Príncipe; de sus triunfos literarios ó artísticos, periodísticos O D. Manto! Bretón tic los Herreros, y D. Antonio Gil parlamentarios, y que hasta el Ministro cesante ó diZárale. étnicos poetas que por entonces surtían á la misionario, al abandonar la dorada poltrona , tornaría escena con sus producciones originales, y D. Serafín muy satisfecho á ocupar su acostumbrada silla en un Calderón y mi humilde persona, (pie colaborábamos rincón del Parnasillo? , , con Carnerero en la redacción de la única Revista liY, sin embargo, todo esto sucedió, reconcentrándoteraria, titulada Cartas Españolas. se en aquellas estrechas paredes lo más vital de nuesEntre esta, mesa propiamente literaria y el dueño tra sociedad, hasta que, rebasando sus limites, partió del café (que para mayor seguridad acumulaba las de ellas el rayo luminoso que habia de cambiar p augustas funciones de alcalde del barrio), medían- completo la faz de nuestra vida intelectual.—y e a i ' te también la intervención del consabido Marraci, fue- de aquel modesto tugurio, salió la renovación o el r ron entabladas negociaciones relativas á la próxima nacimiento de nuestro teatro moderno ; de allisurg ocupación del local por la falange poética; y el inte- ron el importantísimo Ateneo científico; de allí e1 resada}' amable Anfitrión, dispuesto á dejarse invadir liante Liceo artístico, el Lnstituto, y otras varias aSrn^[ ó conquistar por la nueva clientela, trató de mejorar ciones literarias; de allí la renovación de las A algún tanto las condiciones materiales del estableci- mías, de la cátedra y do la prensa periódica; ü miento, reforzando el viejo mobiliario, añadiendo una los oradores parlamentarios y los fogosos tribunos, i lámpara más a l a antigua funeraria, haciendo algún promovieron, en fin, una completa trasformací acopio de botellas y garrafones, y loque os más filosó- cial. — Este movimiento en nuestra cultura, q u fico, — supuestos los escasos posibles de la mayor parte desarrolló en el período de 1835 al 40, merece s e g u ^ de los nuevos parroquianos, — inventando en su favor el mente, y lo tendrá, un capítulo especial. P ° r . - a ( j 0 sorbete metafórico, el medio sorbete á dos reales ve- sido me cumplo señalar en éste su origen, m ^ llón , y á la misma módica cuota ol juego completo de en la modesta y hoy silenciosa y olvidada s taza do café con su plus ó tostada, á discreción. ítem café del Príncipe, más: para la mejor asistencia, á su antiguo y único II. camarero ó maestresala Pomo, mozo (de sesenta EL TEATRO Y LOS POETAS. abriles ) (pie así escanciaba, el garrafón como agitaba la chocolatera, añadió otro mancebo de servilleta El teatro moderno español habia (|quedado k u e y mandil para servir do Ganimédes á los nuevos conno con la, emigración de „ do su último digno 1I,ter P¿o3. currentes. Este tal mozo, llamado Pepe, fué confirma- -•• Unes de - L, .--n . ./). Manuel E ¡nardo de Gorosliza, á fines do do consuno y con ligera variación con el clásico y mas. por fortuna, no fin' duradera, esta orfanda --^ dias destradicional nombre <\c Pipí. tes bien se vio remediada con creces pocos ' Dispuestas así las cosas, y verificada que fué la soues 1 anilemne inauguración, procedióse a repartir las mesas P El 14 de Octubre de 1824, dia de gala por elM»^ y sillas lo más equitativamente posible, quedando en a versario del nacimiento de Fernando VII, P' g( j¡ a anunciada en los carteles del Príncipe una c°rj-errg. (2) Los nombres subrayados son los de los fallecidos. nueva, en prosa, original de D. M. B. de Inicio Siguiente SUPLEMENTO AL NÚM. XXV JJA titulada A la vejez viruelas, que fué escucliada con 'to P o r e^ público, sin cuidarse poco ni mucho de 8 '-jginalidad^ni tampoco de averiguar la persona u autor.—-Éste, como puede adivinarse, no era de osnue educido áa la es el inmortal BRETÓN, que, reducido 0 uí su cesantía en un destino de provincias, ., nnr n case¿ v . „ .. . , . , v ¿ e recurrir a su iehz ingenio para subvenir a nl ás apremiantes necesidades, desenterrando para Un dos comedias que de antemano y por distracción t nía escritas, una la ya citada, y otra la que con el t'rulo de Los <los Sobrinos, ó lo que son los ¡Hirientes, u e también se representó-por entóneos y fué recibida c n n agrado, que era todo lo que podia exigirse de público poco entusiasta y que no hacía distinción entre lo que s e u ' ofrecia original y lo que era sólo traducido. Mayor fué el éxito de la tercera, comedia de Bretón, representada en la noche del 19 de Abril ¿e 1828 con el título de A Madrid me vuelco, hasta nue el último dia de 1831 , con la aparición en la escena de su bellísima comedia Marcela ó ¿A cuál de los fres? acabó de subyugar el ánimo del público, que, previo los triunfos posteriores que en la escena patria aguardaban al fecundo autor de Muérete y verás. El Cuarto de hora, El Qué dirán, El Pelo de la dehesa y ¿ Quién es ella ? Casi al mismo tiempo que Bretón, aparecia en la escena otro campeón dramático, D. Antonio Gil Zarate (1826), con una linda comedia, titulada Vu Año después de la boda, que por cierto tiene mucha semejanza en su argumento con la que mucho después habia de inmortalizar el nombre de Vega con el título de El Hombre de mundo. — Gil Zarate presentó también por entonces otras dos comedias de costumbres, tituladas ¡Cuidado con las novias! y El Entretenido, y recorriendo en adelante todos los géneros del arte dramático, desde el ya citado, de costumbres ó de carácter, basta la tragedia clásica en Don Pedro de Portugal y Blanca de Borlón: desde el drama histórico, como en Masanielo, Don Alvaro de Luna, El Gran Capitán, Guillermo Tell y Guzman el Bueno, al sentimental, como Rosmunda , Cecilia ó Lxt Cieguecita, Matilde ó Dama y esposa: desde el político, como Un Amigo en candelero, Un Monarca y su privado, hasta el más ultra-romántico, en Carlos II el Hechizado, variado y precioso repertorio, hoy tan injustamente olvidado. r Pero por entonces, es decir, en los momentos en que empezaba á iniciarse el renacimiento de la escena patria, no bastaba todo el talento y la laboriosidad de Bretón y de Gil Zarate para atraer al público al teatro de verso, y distraerle de su excesiva afición á la ópera italiana, que con gran donaire combatió Bretón en su preciosa Sátira contra el furor filarmónico. Y por otro lado, los actores ó comediantes-empresarios no podian por su parte estimular á los ingenios con el premio decoroso que su trabajo merecía, ni estimular á otros autores á que siguiesen las huellas de los ya citados, creyendo hacer un sacrificio brindándoles la escasa remuneración de 1.500 ó 2.000 reales por una sola vez ; y en cuanto á la impresión do las piezas, bastará decir que yo mismo, por mi propia mano y á nombre de mi amigo el impresor Burgos, entregué á Bretón á razón de 500 rs. por la impresión de cada una de sus tres citadas comedias, y lo mismo hice á Gil Zarate por la suya de Un Año después JLUST^ACIONL JSSPAÑOLA Y y^MERICAMA. decían los chuscos), Los Títeres, ó lo rpie es el mundo, El Marido á picos pardos, y otras varias de Picará, Fabre, Bonjour, y muchas del fecundo Eugenio Ser ¿be, tales como La Cuarentena, El Joven de sesenta arios, El Peluquero de antaño y el de ogaño, El Diplomático, El Secretario y el cocinero, El Testamento y otras cien ingeniosas composiciones en un acto, que, realizadas en la escena por el incomparable actor Antonio Guzman , formaron las delicias del público y suministraron á Carnerero medios de subsistencia. Bajo el aspecto político, este biforme personaje era un tipo especial de volubilidad y travesura. — Protegido en sus primeros años por el poderoso valido Príncipe de la Paz, que le envió como agregado á nuestra legación de Constantinopla, ensayó ante sus aras el humeante incensario, (pie luego habia de manejar en la corte de José Napoleón, como uno de sus áulicos, y redactor literario de la Gacela de Madrid; posteriormente, en la emigración, haciendo la corte al Duque de Orleans (después Luis Felipe I ) , que lo colocó en su Biblioteca al lado de Casimiro de Lavigne, y á su vuelta do la emigración , consagrábale su lisonjera pluma á los corifeos de las diversas opiniones liberales, desdo Martínez d é l a Rosa y Conde de Toreno, hasta el bando comunero y la sociedad demagógica titulada JAI Landaburiana. Concluido aquel sistema Carnerero, que, á pesar de su posición avanzada en la prensa como redactor del periódico El Patriota Español, no siguió al Gobierno á Cádiz, hizo un cuarto de conversión, y halló el modo de sentarse á la mesa del Duque de Angulema, declarándose furibundo realista, y tanto, que al regreso del Monarca escribió é hizo representar una comedia titulada La Noticia feliz, que por lo ultra-exagerada podia arder en un candil. —Desdeñado, empero, por aquel Gobierno durante largo tiempo, tardó mucho en rehabilitarse y penetrar en las antecámaras del Palacio; pero al fin penetró por la mediación del ministro Ballesteros y el Comisario de Cruzada Várela, y pudo obtener de Fernando V I I el privilegio exclusivo de publicar un periódico ó revista literaria, que tituló Cartas Españolas, y que, como buen cortesano, puso bajo el amparo y protección de la reina María Cristina; y cuando esta augusta señora se encargó de la gobernación del Reino, á consecuencia de la muerte de Fernando VII, Carnerero, obediente como un girasol, fundó el periódico JAI Revista Española, hallando en ella el medio de prodigar el humo de su incienso á los diversos matices políticos que se sucedieron, hasta que en 1838, falto de fuerzas físicas, sobrado de achaques adquiridos en su vida accidentada, arrojó su incensario á las plantas (que no á las narices) del altísimo Mcndizábal. Otro nombre que antes citó vino á influir también poderosamente en el campo de la literatura, y en especial de la patria escena; me refiero á D. Juan de Grimaldi ó Mr. de Grimaldi, que habia venido en 1823 con el ejército do Angulema, en calidad de comisario, ó cosa tal, de una división, y quedádose entre nosotros después de la marcha de los franceses. Dotado de un talento superior y de una perspicacia suma, habia encarnado de tal modo en nuestro idioma, en nuestra sociedad y nuestras costumbres, que muy luego, y siguiendo su irresistible vocación al teatro y sus profundos conocimientos literarios y artísticos, no sólo de la boda. vino á convertirse en el oráculo de poetas y comedianLos actuales poetas dramáticos, que en tan distin- tes , no sólo se alzó con el dominio y dirección matetas condiciones emplean su ingenio, se asombrarán rial de la escena, sino que, lanzándose él mismo á la sin duda al leer estos pormenores, y admirarán la lucha, hizo versiones de dramas franceses, con una perseverancia, el valor heroico de aquellos verdade- originalidad verdaderamente pasmosa. Basta recordar ros fundadores de nuestro teatro contemporáneo para el aplaudido drama de La Huérfana de Bruselas y continuar impertérritos en sus laudables tareas.—Y otros en los primeros años de su permanencia en Mapor eso también no habrán de extrañar que, conside- drid, hasta que en 1828 tuvo la inspiración de conrando que en la remuneración no se hacia, ni por los vertir la insipida y descolorida comedia de magia de actores ni por el público, la distinción debida entre las Mr. Martemville, titulada Pied de mouton, en la donoobras originales y las traducidas, se ocupasen simul- sísima, original y popular Pata de cabra. ¿Qué pensar táneamente en ambas tareas, repartiendo este trabajo de un extranjero que, ademas de los innumerables chistes castizos y típicos de que salpicó esta procon Ventura de la Vega y D. José María Carnerero. Este personaje, á quien sin injusticia no puede ducción , llegó á imponer á su protagonista el gráfinegarse notable influencia en el progreso de la litera- co y popular nombre de D. Simplicio Bobadilla de que con tura y del teatro español, no era, seguramente, un Majaderano y Cabeza de Buey?—Grimaldi, ingenio notable ni un crítico profundo; pero su va- este verdadero triunfo do su gran talento consiguió nada, aunque superficial, instrucción, la amenidad de despertar el gusto del público español y atraerle al ? u í r a ¡' 0 y de su conversación seductora, y su la- teatro por espacio de meses, de años enteros, se enconbiosidad y buen gusto le habían granjeado una es- tró ipso fado al fronte de nuestra escena, promovió Pecie de aureola, no sólo en la buena sociedad, do en ella importantísimas mejoras, levantó y sostuvo á °ue era frecuente comensal, sino también de todo el los grandes actores, especialmente Carlos Latorre, Romea y Guzman; hizo do la Concepción Rodríguez gremio literario y artístico de la época. •Uesde que e n 1821, de vuelta de su emigración una admirable actriz, y casándose después con ella, i r a n c esada, estuvo encargado do la dirección do am- se identificó de tal modo con nuestra patria, que lle_.? s teatros, empezó á ejercer en ellos una especie de gó á tener gran influencia, no sólo en el teatro y la ctadura, q u e continuó después con el carácter do literatura, sino también en la prensa politica, riñenastecedor de piezas generalmente traducidas del do rudos combates en pro del trono do Isabel I I y de j ^ n ° e s y arregladas á nuestra escena con notable la Reina Gobernadora, hasta que, vuelto á París, y , Ulc*ad. Esto lo hacía Carnerero á las mil maravi- con el carácter de apoderado de aquella augusta señoas tanto por el buen gusto en la elección de los ori- ra y cónsul de España en aquella capital, falleció gna es, cuanto por la facilidad difícil con que, según pocos años há. No he podido menos de detenerme algún tanto en bas ~ e x P r e s i o n de Moratin , las vestia de mantilla y fo- ?""'"•—Recuerdo, entre otras, las tituladas ElAm- estos dos hombres privilegiados, que se hallaron colooso; El Afán de figurar (del Sr. Carnerero, como cados, por decirlo así, á la cabeza del naciente mo- Anterior Inicio 19 vimiento literario, y que venían á ser los estanqueros de la literatura y del teatro, en cuyo derredor hubieron de agruparse todos los que por vocación ó por necesidad se sentían inclinados al cultivo de las letras.— Mas como ellas eran tales en aquella desdichada época, que antes que refugio y sostenimiento decoroso, sólo ofrecian á sus afiliados escaso aplauso y aun más escasa recompensa, claro es que habían de alternar en su servicio con otros más fructuosos, aunque tal vez ajenos á su inclinación ; así que Gil Zarate, ganoso de adquirir una posición oficial menos precaria que la de autor de comedias y poeta lírico, acometió y ganó por oposición la cátedra de francos en el recien establecido consulado; Ortiz, la plaza de intérprete del mismo ; Espronceda ingresó en el Real cuerpo de Guardias de Corps; Escosura era alférez do artillería de la Guardia Real, y Pezuela, oficial de caballería; Alonso asistía con éxito al despacho del famoso abogado Cambronero; Larra cursaba medicina; Calderón, abogado y pretendiente, se entregaba con ardor al estudio del árabe en la cátedra de San Isidro, que regentaba el P . Artigas (jesuíta), al paso que publicaba un tomo do preciosas poesías, que parecen arrancadas al Romancero, y asi los demás, con la única excepción de Bretón y Vega, que fiaban á su solo ingenio, dedicado al teatro, la satisfacción de sus más apremiantes necesidades. Réstame , pues, hablar do mi humilde persona, en la cualidad de literato incipiente, y por mucha que sea mi repugnancia, como quiera que la casualidad me colocó en aquella fecha en posición de tomar no poca parte en el movimiento literario que hoy pretendo reseñar, y como también algunas de mis primeras obrecillas adquirieron cierta importancia y celebridad relativa, no tanto por su mérito intrínseco, como por las circunstancias con que á su aparición fueron acompañadas, y que acreditan las contradicciones y percances que entonces encontraba el ingenio en su vuelo y desarrollo, cúmpleme ocuparme en ellas, siquiera no sea más que para bosquejar un dato característico de aquella época desdichada para las letras, aurora, sin embargo, de otra mejor. RAMÓN DE MESONERO ROMANOS. Á LA MUERTE DE LA CONDESA DE VILCHES, ACAECIDA DURANTE LA ÚLTIMA GUERRA CIVIL. Todo; el genio, el valor ó la hermosura, Huyendo de aquí va; Por eso tú nos faltas, y la dura Piedra te esconde ya. Temprano fin. Mas ¿para qué tus ojos Tan dulcemente ardían? Olimpos en sangre fratricida rojos Su luz no merecían. Yo sé, porque más sean mis desengaños, Lo que es la dicha plena; Que es, tener dulce patria y cortos años, Y una amistad serena. Serena, como aquella que en tu pecho Hallé yo, y tú en el mió; No turbio golfo en temporal deshecho, Sino apacible rio. Y ¡ oh, cuan dulce asimismo en otros dias Esta patria nos era! ¡ Siempre con sol para quien tú querias, O siempre en primavera! Los que entonces al hierro se arrojaron Fué de extraiijera lanza, Y aun más que merecieron alcanzaron Con lograr tu alabanza. Mas hoy perdona si, á la par que gime Por tí, en mi pecho brota Del otro intenso duelo que lo oprime También alguna gota. Bien sabes que ahuyentaban de mi frente Los nublos tus sonrisas, Cual de la playa en que nací, el hirviente Calor suelen las brisas. liien sabes que, al otoño de la vida, Hoja que cae se pierde, Y ni el sitio en que al tronco estuvo unida Vuelve más á estar verde. Y cuando, ya sin tí, cansado ó triste, La patria busco, veo Que busco en vano, porque más no existe Sino su espectro feo. Siguiente EL CAZADOR DE LOBO s . - ( < * * « Anterior »íD. Inicio J °AQÜIS AEAUJO, DIBUJO DEL MISMO.) Siguiente H I 22 No así tú, hermosa, que al sepulcro llegas Rica en paz y alegría, Y aun más hechizos á la tierra entregas Que inventa la poesía. ¡ Quién me dijera tan vecino el llanto De la pasada fiesta ! ¡Quién que sólo habitara ya el espanto Tu reciente floresta! ¿Ni quién ha de enfrenar ya la importuna Ira, y su son violento, Si tus miradas de apacible luna Faltan del aposento'.-' Ya se acabó nuestra común historia; Mas no, sombra querida, Te diré eterno adiós ; que tu memoria Es tal, que ánn ella es vida. A mí es á quien me digo tristemente Que es vida harto menguada Esta que en despedir paso á la gente Con quien he hecho lo más de la jornada. A. CÁNOVAS DEL CASTILLO. Julio de 1874. ROSWITHA, MONJA P O E T I S A D E L SIGLO X . ;Córdoba hermosa, de Occidente rica sultana, imperial señora del claro Bétis, soberbia hermana de Sevilla, magnífico rubí do Andalucía, cuna de Séneca y de Lucano, patria del prudente Almanzor y de los grandes Abderralimanes. madre de Juan de Mena, de Góngora, de Morales y do Céspedes: ciudad de la potente Aljama que mil columnas sostienen, de la poética mansión de Medina Azzahra y de los deliciosos jardines de esmeraldas; ciudad de los arcos altos, de las pintadas flores, do los perfumes aromáticos, de las fuentes de plata, de las grutas do azahares, de las palmas gentiles, de las blancas rosas, de los naranjos , de los patios llenos de atractivos y de misterios ; ciudad de las zambras y de los torneos, y do hijas de ojos brillantes; la que en. todos tiempos fuiste madre fecunda de generosos ingenios y siempre eres el espejo de Dios sobre la tierra, deja á tus cantores cantar tus héroes cuando para celebrarlos ya arrancaba dulces melodías de su laúd una monja alemana del siglo x . Roswitha insigne, que sobrepujó en celebridad hasta á tu hija Wallada, la ilustre nieta de los Abderrahmanes, la poetisa más aventajada do su tiempo, la literata eminente del siglo XI, la que, como el lirio entre las espinas, floreció en la sociedad de la España árabe ! Al catálogo de mujeres notables, en el que brilla una mujer doctísima como Hipatia, una poetisa como Safo, una profetisa como aquella heroína de la Walhalla que so llama Veleda, santas como Isabel do Turingia y Teresa de J e s ú s , una Isabel la Católica, una Isabel do Inglaterra, una Juana do Arco, ha de añadirse el nombro de la monja alemana Roswitha, aquella mujer extraordinaria que, apareciendo á la portada de la cultura occidental en la primera mitad do la Edad Media, tenía una aptitud singular para las artes creadoras, para las cuales la elevada razón del hombre parece insustituible; pero, dotada do una contemplación viva, do gran copia de fantasía y do estro-poético, la monja privilegiada alcanzó lo que no habian alcanzado tantos hombres : consiguió crear en Alemania el drama, sustituyendo á las figuras de Terencio otras nacidas en lo pasado ó en lo presente cristiano. Tan ponderada escritora apareció en una era do política que, buscando lo práctico, no favorecia el desarrollo do la poesía, dejando dormir la facultad poética del pueblo aloman , desdo el siglo x hasta la primera mitad del xil. Aquel tiempo de grandeza, á la vez política y eclesiástica, favoreció sólo la lengua latina. Escribió, pues, en latin la gran monja alemana Roswitha, así como los historiadores alemanes Witekind do Corvei, Dietmar de Merseburgo y Lamberto do Aschaffenburgo. La cuyo nombre es un monumento de gloria para Alemania y do orgullo para las mujeres alemanas, Roswitha, esa primera dramática cristiana , esa reformadora de Terencio, osa Safo alemana, esa poetisa que, celebrando á los Othonos, igualaba á éstos en celebridad, aparece en el siglo x como un meteoro brillante en cielo oscuro. El primero que hace mención de ella es Juan Tritlieim. que en 1494 le dedicó un párrafo entusiasta, y en el año siguiente un artículo más exacto y detallado, formando parlo de su Catálogo de hombres ilustres de Germania. Poro el primero que, publicó las obras do la monja poetisa os el humanista Conrado Celtes, cuya preeminencia en el estadio de las letras daba nuevo lustre á los blasones de Alemania, y que dedicando Anterior LUSTr\ACIOr^ P ESPAÑOLA Y / M FRICAN!. dichas obras á su protector, el Elector Federico de Sajonia, se llamaba á sí propio el descubridor do ellas. Buscando códices antiguos, con el mismo celo con que el cazador persigue los rastros de la caza, tuvo la dicha do descubrir, en el Monasterio de San Emmeram de Ilatisbona, los escritos do la que le recordaba á Safo, á Veleda ó á la docta Caridad, la hermana de su amigo Pirkhcimer. L a edición de Celtes la adornó Alberto Durero con seis hermosas láminas vaciadas en madera, y de un frontispicio representando á Coitos en el acto de entregar su manuscrito al Elector. Con el mayor entusiasmo recibieron á la musa recientemente descubierta, del siglo X, los humanistas del XV: «es la oncena musa al lado de Safo» , exclamaba Wilibaldo Pirkheimer en sus dísticos griegos. Y ¡ con qué gozo vio la hermana de éste, la insigne Caridad Pirkhcimer, en Roswitha la glorificación del sexo débil! Desde aquel tiempo el nombre do Roswitha ó Hrotsuit, realzado vivamente con las galas del saber y circundado de la brillante aureola del talento, pasó hasta á los países allende los Alpes, dejando en pos de sí una luminosa y permanente estela en el inmenso mar de la cultura europea. Un hijo de la tierra donde más se han celebrado las mu,jeres sabias , ol dux de Genova Bautista Eulguso, la menciona á fines del siglo XV on su obra De dictis factisque memorabilibus collectanea. El aloman Enrique Bodo descubrió otra obra do Roswitha. titulada Primordia Gandeshemensis ccenobii, y dedicó á la monja un capitulo entero de su libro Syntctgma, que escribió hacia los años de 1520 á 1540. Ya en 1574 el español Morales ha brindado pruebas inequívocas de justa admiración y de respeto á Roswitha, como á la ilustre monja sajona que cantó la pasión de un santo español, de un héroe de la castidad , San Pelayo. que murió en Córdoba el 2(1 de Junio de 925 (1). A impulsos de Leibnitz salió en 1707, en Vittenberg, una nueva edición de las obras de Roswitha. y él mismo publicó otra en 1710, acompañándola de noticias sobre la vida y escritos de la autora. Con Gottsched empezaron, á mediados del siglo x v m , los ensayos patrióticos de publicar en Alemania los dramas de la que aquel apreciador entusiasta de las altas cualidades de la monja alemana llama «una aparición peregrina del siglo X en medio de las tinieblas de su época.D Vertiendo á nuestro idioma á Galicano, uno de los dramas de Roswitha, en alas de un vivísimo entusiasmo, contestaba á los franceses que en 1740 preguntaron si alguna vez habia existido un solo drama regular alemán. Pero debe afirmarse, en loor del francés Magnin, que ésta, en nuestro siglo, ha honrado á la monja alemana más que hasta entóneos todos los alemanes. Del respeto que le inspiraba el verdadero talento ha nacido, á no dudarlo, su laudable celo en preservar del olvido la memoria respetable de la que llamaba una gloria para Europa entera. El que consagraba su laboriosa vida á acumular constantemente en el altar del saber meritísimas ofrendas, escribió un inspirado artículo acerca de Roswitha en la Biografía universal de 1840, y publicó en 1845 su versión francesa do los (Iranias de la celebrada monja. De aquellos trabajos de Magnin se ocupó el ilustre Fernando Wolf en 1848, en su tratado referente á la Historia del drama, español. No mencionaremos los nombres de todos los escritores y traductores alemanes y extraños que dieron abundantes y preciados cuadros á la literatura roswithiana, sino que nos limitaremos á decir que nuestro amigo el Sr. Barack publicó en 1858, por primera vez, las obras completas de la escritora contemporánea de los Othones; pero es preciso hablar de la opinión extraña del Sr. Aschbach, que dijo en el tratado Roswitha y Conrado Celtes, que dio á luz en 1867: «El códice que lleva el nombro de Roswitha, y que en el dia,se halla en Munich, no pertenece al siglo x, sino que las supuestas poesías do la monja no son más (pie composiciones do los humanistas del siglo x v . » El mismo escritor trató do demostrar su opinión en la edición aumentada de su opúsculo, que salió en l¡S(i¡-¡, pero en contra suya se levantó, en 1869, el Sr. Rodolfo Kópke en la obra Hrotsuit de Gandersheim, que se publicó en Berlin. Nosotros replicaremos al Sr. Aschbach que un fraude como el que imputa á los humanistas habia de descu luirse, no teniendo los bibliotecarios, los monjes que habian do conservar en Ratisbona el genuino códice , ningún interés en favorecerle. Y ¿qué dirá aquel crítico d(d manuscrito de que Enrique Bodo dijo, hacia los años do 1520 á 1540, que tenía ya seiscientos años do antigüedad? Ademas, la edición do (Vites peca demasiado de ligera, para que él iludiese ser el autor do un i raba jo do largos años, necesario para redactar un códice suplantado. ¿Y étimo podría Celtes escribir la pasión do San Pelayo, á quien no conocieron los humanistas del siglo XV? í t e m , ¿cómo hu(1) Véase Morales, Eulogii episcopi Corduhensis opera, Coinphiti, 1574, pág. 112. Las noticias de Morales pasaron á la obra de Sandoval, Antigüedad de la iglesia de Tay, 1G10, pág. 62. Inicio SUPLEMENTO AL NÜM. XXV biera podido imitar la prosa rítmica de Hrotsait p r o pia del siglo X ó XII, si ésta tampoco la conocieron los humanistas? Las obras latinas de Celtes ostentan todas una elegancia y una dicción castiza, v las de Roswitha el realismo candoroso de un lenguaje que si á veces no es correcto, en cambio os siempre natural. La hipótesis del Sr. Aschbach se funda en que en las cartas que los amigos de Coitos dirigieron A éste se encuentran alusiones místicas relativas ala mulier Cimbrica, (pie, según dicho crítico, han de referirse á Roswitha, porque tal la había llamado el I mismo Coitos en su dedicatoria. Pero en este último punto se equivoca Aschbach, y, por lo tanto, se derrumba lodo (d edificio (pie ha levantado. Celtes llama á Roswitha «Virgo Germánica, virgo et monialis Germana genio Saxonica, femina in barbarie, poetisa Germánica, ilustris mulier Germana», pero jamas «mulier Cimbrica». Cimbrieae midieres llama sólo á Veleda y á Aurinia, diciendo en su dedicatoria: «Proinde no me tatú htijus virginis nostrae ira~ delectaba!. Quatü vel ille íirae cymbricae mulieris: vel velada illa aut aurinia a Rhomanis scriptoribus q singulaiv in bello virtuto et divinatione illis divinitus inspírala c.lmemorat. » Quiere decir eso: «Proinde non me tantum htijus virginis nostrae litterae delectabant, quantum vel illae nostrae Cymbricae midieres, vel A (dada illa aut Aurinia a Romanis scriptoribus laudatae qui singularem in bello virtutem et divinationem illis divinitus inspiratam conmemorant. » En cuanto á los amigos de Celtes. sólo uno, un humanista, el Doctor Ulsenio, habla en sus cartas de la Cimbrica barbara. Es probable que, al usar de aquella palabra cinco veces en otros tantos años, hablase de un trabajo literario, pero no puede demostrarse que baldara de Roswitha (2). Esta se llama á sí propia , ora Hrotsuit Gandeshemensis ultima ultimarían fámula, ora, postrema gregit Gandeshemensis, ora simplemente Hrotsuit, ora eg» clamor calidas Gandeshemensis. Las maestras do Roswitha eran, según ella misma dice, la sabia y benigna abadesa Rikkardis y la ilustre abadesa Gerberga, hija del duque Enrique de Sajonia y sobrina del emperador Othon I. En el monasterio de Gandersheim. que tenía la misión de educar á las hijas de los nobles de Sajonia, lo encontraba todo: su educación. el trato do la familia imperial, y los primeros laureles alcanzados por sus escritos. No se sabe cuándo nació . ni cuándo pagó al sepulcro el tributo de su cuerpo. Empezó Roswitha, desde 959 á 962. á escribir en exámetros latinos ocho leyendas tituladas María, Asccnsio Domhu, Gongolf, Pelagius, Theophilus, Conversio cujusdamjucenis desperan. Diongsius. Agites: siguieron, desdo 962 á 967, seis comedias, que (Vites titulaba Gallicanus, Dulcitius, Calimachus, Abraham , Pafuntius, SajJtentia , y llevó á cabo las Gestas de Otlioii. en lilis, siendo la última de sus obras la que se titula Primordia Gandeshemensü ceenobii, que escribió probablemente después de la muerte del emperador Othon I , acaecida cu 973. Sus mejores producciones son las dos últimas y su Passii S. Pelagii, ex decir, las cuyo asunto no debió á los libros, sino á la tradición oral ó á su propia contemplación. La aparición brillante de San Pelayo, el último do los mártires (pie en tiempos de Roswitha cerró los ojos á las nubes del mundo y los abrió á los esplendores «lid cielo, habia de conmover el corazón de la monja alemana y de excitar su fantasía. Un hijo de la misma Córdoba lo hablaba do aquel sol que alumbra el Mediodía, de aquella primavera eterna del mundo, de « aquellos campos, do las rosas tronos, do aquel cielo, pabellón de estrellas», y le contaba también la muerte do aquel glorioso mártir cordobés. Sabido es que pasaron embajadas de la corte de Abderrahman I I I á la do Othon, permaneciendo la del Califa tres años en Alemania, donde murió un obispo español, cuyo nombre desconocemos. Fácilmente, pues , podia uno de los embajadores de España haber llegado á Gandersheim , donde á la sazón quizás moraba el Emperador, y contará la monja tudesca el martirio de San Pelayo. Los españoles Morales , Sandoval , Salazar y 'otros no pudieron monos de expresar su asombro de que una monja del Norte hubiese enaltecido la memoria de un santo de España. L a vida de San Pelayo la publicó Morales siguiendo un manuscrito que se encontraba en el monasterio o e San Pedro de Cardona, cerca de Burgos, y que tenia por autor á un español que conoció todos los pormenores de la vida del Santo. Respecto á ésta , hay algunos errores en la leyenda de Roswitha, por ejemplo, que ésta lo llama sobrino de un príncipe, mientras fué sobrino de un obispo. Pero ¡que poética j (2) La única razón que podia mencionar el Sr. Aschj,iich en pro de su opinión, según la cual Celtes fué un falsario,* lo que éste dijo también de haber descubierto el manasen ile un poema antiguo escrito en honor del gran [Iohensta fin Federico I , poema (pie se publicó en Sugsburgo en L> como obra de Guntherux Ligurinus; pero no es mas <ll una paráfrasis de la historiado Othon de l'reising, unaco vr posición salida de la escuela de los humanistas, creyen"0 Jacobo-Griimn obra del misino Celtes. Siguiente SUPLEMENTO AL NÚJÍ. X X V PA I i- te es la invocación del S a n t o con que empieza f n o e t i s a alemana su l e y e n d a , i m p l o r a n d o l a g r a c i a 3 \ n Pelayo p a r a que b a ñ e su corazón con rocío i!l Helo V la deje c a n t a r su g l o r i a ! Fl poema Gesta Oddonis ( G e s t a s de Othon) lo es•tió Roswitlra por e n c a r g o de G e r b e r g a , y sin t e n e r ! disposición n i n g u n o s documentos literarios acomSU .ba á Othon 1 en la, vía de sus h a z a ñ a s b r i l l a n t e s . ^ * l e condujeron al trono i m p e r i a l . P e r o c a n t a n d o P r e s t a s del rey y r i n d i é n d o l e u n homenaje de adición respetuosa, no se a t r e v e á l e v a n t a r sus ojos Ucia el imperio, que le p a r e c e u n sol d e s l u m b r a d o r . Renuncia, p « e s , á r e p r e s e n t a r el tiempo en que el Othon alcanzó la corona de los e m p e r a d o r e s , el I Vr,crusteo, el adorno Octaviano del imperio, lo ^ s u c e d i ó el 2 de F e b r e r o de 9 6 2 . iunque el poema de R o s w i t h a es un m o n u m e n t o precioso del tiempo de los O t h o n e s , n o reconocemos 1 (,] r e t r a t o del rey que nos ofrece la poetisa á aquel eran emperador que hizo t e m b l a r á sus e n e m i g o s . L a simpatía de la autora sigue m á s á las m u j e r e s i m p e riales Editlia y A d e l h e i d . que al h é r o e del poema. Más individual que los Gestas de Othon es el p o e m a titulado Primordio Gandeshemensis cwnobii, en el que la monja poetisa, d e s c r i b i e n d o la fundación de su monasterio, debida á los D u q u e s de Sajonia Liudolfo y Othon describiendo aquellas colinas frondosas que continuaban encerrándola y aquellas c a n t e r a s que habían do abrir sus tesoros m á s recónditos p a r a edificar la iglesia del convento, nos ofrece la historia de aquella noble estii'pe d u r a n t e u n siglo entero, d e s d e los tiempos de L u i s el Piadoso b a s t a E n r i q u e I . A Rostcitha le ofreció todo lo que n e c e s i t a b a , así el asunto como las formas, los p e n s a m i e n t o s y su expresion en verso y en prosa . la Literatura latina . y muy particularmente Virgilio y los p o e t a s cristianos Sedulio v Prudencio, y el d r a m á t i c o T e r e n c i o . Hizo bien en p a r a p e t a r s e d e t r a s de la ilustre s o m b r a de estos ingenios, por aquello de que «Al que á b u e n árbol se arrima, buena sombra le cobija». D e b i ó el t e c nicismo épico á la Eneida , el tono del sentimiento y de la contemplación c r i s t i a n a s á P r u d e n c i o , que h a bia cautivado t a m b i é n el corazón del c é l e b r e arzobispo de Colonia, B r u n o , h e r m a n o d e Othon I . P e r o la que cultivaba el a r t e con acierto, sin dejar de ser mujer, tiene su lenguaje propio. E n s u s v e r s o s u s a así de la rima como de la aliteración ( 1 ) , m i e n t r a s s u s comedias, a pesar do su imitación de Terencio, se escribieron en prosa r í t m i c a , p r e d o m i n a n d o el r i t m o j á m b i co. No es pródiga de i m á g e n e s ni de m e t á f o r a s , haciendo gala de adornos poéticos sólo en su fervor r e ligioso, en los a r r a n q u e s de a d m i r a c i ó n y de contemplación piadosas v en sus oraciones. L o que a n h e l a la modesta poetisa es a s i r sólo un hilo del v e s t i d o de la ciencia, beber con los labios una p o b r e gota que por casualidad hubiese caído de la copa llena de la sabiduría. Pero cumulo el saino-, cuyo origen es Dios, amando la ciencia que tiene un c a r á c t e r divino y eterno, y de que dice R o s w i t h a : « D e u s sciontiam d e d i t . nec scientia scibilis D e u m offendit, sed injustitia scientis», la poetisa ha p e n e t r a d o hasta en las fundamentales cuestiones metafísicas. Quien quiera conocer el desarrollo literario de nuestra monja ha de leer los prólogos de sus l e y e n d a s y dramas. La (pie sentia la i n c a p a c i d a d de la mujer p a r a laciencia austera, que r e q u i e r e u n a a b n e g a c i ó n sin límites de quien á ella se d e d i q u e : la que reconocia <iue su falta de superior inteligencia a p a r t a á la iraiJ e r de la v e r d a d e r a creación a r t í s t i c a ; la que so 11am a a si propia muliercula ó monicdis fragilis y usa t a n tas veces de p a l a b r a s como é s t a s : « m u l i o b r e i n g e DHUTL, muliebris sensus t a r d i o r , s e x u s fragilior scienQaque minor» , n e c e s i t a b a de una resolución a t r e v i d a e l espíritu para i n g r e s a r en el m u n d o l i t e r a r i o y p a a consagrarse á la p o e s í a , que p u g n a u n t a n t o con el carácter pasivo de la mujer. P a r a el h o g a r nació ésta, " l 0 a la monja del siglo X le p e r m i t i ó su posición excepcional desarroll ar en la soledad do su celda fatactes suyas quo no se h u b i e r a n m a n i f e s t a d o si hue se continuado v i v i e n d o en medio del r u i d o del nao. La Iglesia la introdujo en el conocimiento de ueratura teológica y a n t i g u a y h a s t a en el t e c n i ar rti ° ' ° - P e r o ¡ qué d i s t a n c i a t a n i n m e n s a me1 entre este conocimiento y el ejercicio de las letras! ''piles de l a r g a s l u c h a s , ía monja venció el miedo SU s e x o do p a r a h a c e r s e e s c r i t o r a , consiguicn5"1' una lumbrera do su siglo. año/'i" {'W('tisi (¡""si furfim, según decía h a c i a los - fie ,.)()'2 e n „] p n , l 0 g 0 ,| 0 s u s leyeii'las; el rostro del í 0 de sudor, no a t r e v i é n d o s e á p e d i r el consejo Oso h S.n. ' '"«'liaba en el asunto y la forma con el tron • l m o (^° ' a s silabas y del v e r s o , con la c mshalj]CK}' ' ^ ' " s P e r i o d o s , >' y a con «'I frío del critico s juve "'| primeros trabajos (pie hizo en sus años ml( ' * ('liando le faltaba el c r i t e r i o ; h a b l a de los (1) P,) r ejemplo : a,ls - atur , astrigeram mox asnensurus ad aulam qiie suos tali cum voce ministros. Anterior LUSTI\ACIOTi P Li/SPANOLA Y / a s u n t o s que s a c a b a de los a u t o r e s apócrifos del A n t i guo T e s t a m e n t o , de l a s o b r a s que no c u b r í a la autor i d a d de los s i g l o s ; pero en su p r i m e r prólogo se rev e l a y a u n brío m á s g r a n d e que en sus d e d i c a t o r i a s : y a se a t r e v e á d a r el p r i m e r paso en la p u b l i c i d a d , d i r i g i é n d o s e á los sabios con estas p a l a b r a s : « Omnium sapientium benignitate offero expurgandum.y> ¡ Q u é desarrollo t a n g r a n d e ! Siendo mujer hizo su p r i m e r e n s a y o poético en c a n t a r á la hermosa Virgen Madre, á la V i r g e n e t e r n a que dio á luz al S a l v a d o r del M u n d o ; á la M u j e r perfecta en que a d o r a b a su p r o p i a i m a g e n t r a n s f i g u r a d a . D e s d e la esfera m á s ideal en que a n i m a b a su f a n t a s i a con las i m á g e n e s del A p o c a l i p s i s , bajó en su Gondolfo á la edad g e r m á n i c a de las l e y e n d a s , llegando en su Pelayo á lo p r e s e n t e . D e s p u é s de h a b e r a l c a n z a d o la l i b e r t a d y la s e g u r i d a d do la f o r m a , r e v e l a n d o y a sentimientos lev a n t a d o s y r o b u s t o s , so a t r e v e á t r a t a r un asunto h i s t ó r i c o , como l a s Gestas de Othon T. t o m a n d o sobre sí u n a r e s p o n s a b i l i d a d , no sólo h i s t ó r i c a , sino política. S i g u i e r o n l a s comedias, de que dice la a u t o r a que t r e s c r í t i c o s i l u s t r a d o s fueron sus f a v o r e c e d o r e s , á q u i e n e s en una epístola les e n v i a u n saludo f r a t e r n a l . E n aquella epístola está i m p r e s o y a el sello de u n a confianza a l t i v a : y a l a n z a acusaciones contra sus amigos tibios, que no a p r e c i a n b a s t a n t e su talento , cuyos d e s t e l l o s , p a r a no a p a g a r s e , r e q u i e r e n el a i r e l i b r e de la v i d a , y a ñ a d e estas p a l a b r a s , mezcla s i n g u l a r de, orgullo y do m o d e s t i a : * Quiero que sea alabado en m í el i n a g o t a b l e D i s p e n s a d o r d e t o d o s los dones.» Cuando los críticos h a b í a n emitido y a su o p i n i ó n , el tono de R o s w i t h a se h a c e aun m á s a l t i v o . E m p i e z a , p u e s , el proemio de sus dramas con las p a l a b r a s : « Unde ego clamor validas Gandeshemensis non recusa vi.« E n sus d r a m a s se p r o p u s o la monja a t r e v i d a sustit u i r á l a s c o m e d i a s de T e r e n c i o piezas e s c r i t a s en las formas de é s t e , p e r o r e p r e s e n t a n d o l e y e n d a s s a g r a d a s , lo s a n t o , l a s p e n i t e n c i a s , l a s p a s i o n e s 3- los vicios. H a s t a e n t o n c e s la f o r m a d r a m á t i c a no h a b i a echado n i n g u n a s r a í c e s en el pueblo g e r m a n o . P o r lo t a n t o , los e n s a y o s de la que t e n i a el i n s t i n t o de lo d r a m á t i c o p a r e c e n aun m á s a t r e v i d o s . N o s a b e m o s si la c u y a lira h a r e c o r r i d o en triunfo todos los g é n e r o s h a y a alcanzado a p l a u s o con sus d r a m a s , que p o r la riqueza de los m o t i v o s d a n t a n v e n t a j o s a idea del t a lento de la a u t o r a ; p e r o es lo cierto que m á s t a r d e volvió al estilo épico, con que concluyó su c a r r e r a literaria. ¡ Q u é fenómeno t a n i n t e r e s a n t e ! D o s siglos a n t e s de Roswitha los sajones no conocian ni el E v a n g e l i o , ni la a n t i g ü e d a d c l á s i c a , y a h o r a la monja sajona lleva á cabo la noble y a t r e v i d a e m p r e s a de p o n e r las formas t e r e n c i a n a s al servicio de la v i d a cristiana; aquellas formas que el a m i g o d e Scipion u s a b a doscientos años a n t e s d e n u e s t r a E r a . E s t u d i a n d o á T e rencio d e s c u b r i ó aquella mujer g e n i a l el drama, y dominándolo con su poderoso encanto, consiguió e n a l t e cer su n o m b r e con la h e r m o s a corona del a u t o r d r a mático. L o s diálogos do R o s w i t h a r e v e l a n u n a s e g u r i d a d a s o m b r o s a : en olios todo es n a t u r a l y a d e c u a d o al car á c t e r y á la situación. L o s personajes no son ideales de su f a n t a s í a , sino figuras h i s t ó r i c a s . E x c e p t u a n d o (d d r a m a t i t u l a d o Sapientia, que p e c a do monótono, los d e m á s r e s p i r a n v i d a , r e p r e s e n t a n d o Cali machas, \ (pie, j u n t o con la t r a g e d i a histórica Gallicanus y con I Abrciham, m e r e c e la p a l m a , el conflicto del c r i s t i a n i s mo con una pasión i n d o m a b l e ; la s e g u n d a p a r t e de ; Gallicanus, Dulcitius y Sapientia es el conflicto de la R e l i g i ó n c r i s t i a n a con el E s t a d o . E n Dulcitius y al final de Gongo!/'se e n c u e n t r a h a s t a el elemento cómico, p a r a el cual l a s . m u j e r e s g e n e r a l m e n t e t i e n e n escasa a p t i t u d . No g u a r d a s i e m p r e la a u t o r a la u n i d a d de acción, ni tampoco las de t i e m p o y do l u g a r , p o r q u e no p e n s a b a que s u s d r a m a s se r e p r e s e n t a r í a n . N o son sino suposiciones f a n t á s t i c a s l a s del f r a n c é s P h i l a r é t e C h a r l e s , que se complació en c o n v e r t i r á las monjas de G a n d e r s h e i m en a c t r i c e s que en la iglesia de su convento r e p r e s e n t a b a n los d r a m a s de su g r a n compañera. D o t a d a de fuerza c r e a d o r a , h a c r e a d o é s t a el d r a m a en A l e m a n i a , a u n q u e en l e n g u a j e l a t i n o ; pero dur a n t e el espacio do m u c h o s siglos h a s t a el X V i n se h a c e r r a d o d e t r a s de R o s w i t h a la selva de que la monja d r a m á t i c a h a b i a salido como u n a a p a r i c i ó n m á g i c a , que p o r los p e n s a m i e n t o s f u n d a m e n t a l e s de sus p r o d u c c ' o n e s , por la s u b l i m i d a d do sus conceptos, por la glorificación do los m i l a g r o s y de la f e , por el culto que t r i b u t a b a á la. V i r g e n , ese tipo de la mujer en el que se confunden la m a d r e y la v i r g e n , osa pat r o n a de la c a s t i d a d , ese compendio de la, bienavent u r a n z a , en fin, por su c u l t u r a común r e c u e r d a al autor de El Principe constante, FJ Mágica prodigioso, La Devoción de la Cruz y la Exaltación de la Cruz, mient r a s h a y la m a y o r diferencia en la d i c c i ó n , d i s t a n d o la frase sencilla de Roswitha mucho de la magnificencia de las i m á g e n e s y de la c a d e n c i a r í t m i c a de la versificación do Calderón. Inicio •23 MEÍ\ICAJN[&. E l esqueleto de sus d r a m a s lo debió R o s w i t h a á l e y e n d a s a n t i g u a s ; pero el c u e r p o , el colorido y l a v i d a lo debió á su e d a d , el siglo de los O t h o n e s . E x c u s a m o s d e c i r que sus p r o d u c c i o n e s tienen u n c a r á c t e r r e l i g i o s o , r a s g o s á la p a r s a g r a d o s y l e g e n d a r i o s . P e r o p a r a h a c e r r e s a l t a r á la a b n e g a c i ó n , n o teme p i n t a r el vicio con colores que á nosotros n o s p a r e c e n g r o s e r o s é i n d e c e n t e s , p u e s p i n t a , no sólo el amor sensual , sino vicios que la mujer que g u a r d a el sentimiento de su d i g n i d a d no debo n i siquiera a d i v i n a r . A quien quiera c e n s u r a r l a p o r eso le contesta la m i s m a a u t o r a en el proemio de sus dramas, diciendo : a ¿Debía y o , p a r a no t e n e r que r u b o r i z a r m e , r e n u n c i a r á mi lin, que consistió en p r e g o n a r la g l o r i a de la i n o c e n c i a ? ¿ D e b i a y o , á causa de una v e r g ü e n za inoportuna , s u s t r a e r m e á las p r e t e n s i o n e s ineludibles de mi tema?» No c o n d e n a r e m o s , ¡ m e s . á la monja c a n d o r o s a del siglo x , p o r q u e al p i n t a r aquellas p a s i o n e s que el s e n t i m i e n t o m á s delicado de n u e s t r o siglo nos p r o h i be m e n c i o n a r , no se p r o p o n í a sino servir á fines sup e r i o r e s . P o r o con todo n u e s t r o corazón nos asociaremos á sus s e n t i m i e n t o s c u a n d o , hija del n u m e n , a r d i e n d o en sacro fuego , m o d u l a en su l i r a el t i e r n o r u e g o á la V i r g e n , esa n u e v a E v a , d i c i e n d o : (( Única spes mundi, domincüri.r Ínclita cceli, Saneta parens rey!*, lia-ida sfclla macis, Quas pariens ñutíalo restaurati, pia virgo , Vitam, quam virgo jierdiderat vetilla.11 D e s p o s a r s e con el H i j o de la V i r g e n : hó aquí la expresión favorita de la d i r e c c i ó n femenina de la fe; lié aquí lo que R o s w i t h a p i n t a b a con el e n t u s i a s m o m á s a r d i e n t e y con los colores m á s b r i l l a n t e s como el ideal de S a n t a I n é s ; h é aquí t a m b i é n el sentimiento f u n d a m e n t a l de la monja s a j o n a , c u y a s postrimer í a s e r a n n u p c i a s e t e r n a s con la t u m b a y con el cielo JUAN FASTEXRATH. Colonia, 13 de Enero de 1879. AJEDREZ. Solución a l p r o b l e m a n ú m . 4 . BLANCAS. 1 2 3 4 O T T T NEGRAS. A F A A 5 — cG. R D 5 — D6. 1 — Al. R D 6 — D 7. 1 — A 8. R n 7 — n 6. 8 — D 8 f y mate. Hay algunas variantes fáciles. Han remitido la solución exacta : varios socios del Círculo de Adra ; don J u a n Ripoll y Pons ; ' D . Francisco Roelas; D . Luis Monge y D . R a m ó n Comdort. PROBLEMA NUM BLANCAS. Juegan éstas y clan mate en dos jugadas. HOTELES FRANCESES RECOMENDADOS. PARÍS. GRAND HOTEL. 12 , Boulevard dea Capucines, París. Se recomienda particularmente á la clientela española y americana. H o t e l l í r i s t o l , 3 y 5 , place Vendóme. H o t e l I í e l l e - V u e , Avenue de l'Opera.—Mesa redonda.—Salón de lectura.—Baños. (Ascensor.) G r a n H o t e l d e l ' A t h é a é e , 15, rué Scribe, enfrento de la Nueva Opera. (Ascensor.) Siguiente LA 24 JLUSTÍ\ACIOJSC ESPAÑOLA Y 44 M E D A L L A S « AMELIO A KA. SUPLEMENTO , - PRIVILEGIADAS POR EL ESPECIALIDAD EN MAQUINAS PARA FABRICAR T E J A S DE LOSETAS AL XÚM. J\V G0BIFB\A — — TODAS F O R M A S , LADRILLOS MACIZOS Y HUECOS, TUBOS DE CAÑERÍAS. E T C . , EXPORTACIÓN COMISIÓN EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE IS7S B O U L E T FRERES J«j l. e r p r e m i o : M e d a l l a de Oro CONSTRUCTORES MECÁNICOS 3, ruó des Écluses-Saint-Martin PARÍS LA MÁS ALTA RECOMPENSA COMEDIDA A ESTA INDUSTRIA MEDALLA DE HONOR MÁQUINA PARA HACER LADRILLOS MACIZOS Y HUECOS Producción por hora: i ,203 ladrillos de 6 X H y 22 cm. — Precio: 8 . 5 0 0 francos. — Fuerza motriz empleada: 10 caballos. Millares de estas máquinas funcionan en Francia y en el extranjero. Las personas que se interesen por los progresos de la industria no deben hacer un viaje á París sin visitar los vastos talleres de MM. Boulet F r é r e s , en los cuales puede verse el empleo práctico de ellas. El catálogo ilustrado se recibe á vuelta de correo, pidiéndolo á los fabricantes. OPRESIONES C R E ME -ORIZA °urn 'sseur de plusieurs co;^ JiUESTHONORÉj^ Esta incompa able preparación es untuosa y se tunde con facilidad: da frescura y brillantez al cutis, I impide que se formen arrugas en él, y destruye y hace desaparecer I las que se han formado ya, y conserva la hermosura basta la edad) mas avanzada. ^TDUTESLESPARFUMER^ mm Los Polvos de C a n d o r , .sin rival, c o m p u e s t o s de materias balsámicas, dejan m u y a t r á s a todos los productos similares empleados h a s t a el dia. Los Polvos de C a n d o r tonifican, refrescan y blanquean el cutis, que m a n t i e n e n en u n estado constante de belli za y de frescura, y se i m p o n e n a las d a m a s para la conservación de su j u v e n tud, por la higiene, que tan mal librada sale de las pastas y afeites de lodo género.— No nos estrada, pues, que el Doctor R I C H E R , de la Facultad de Meuicina de Paris, afirme en su dictamen que los Polvos de C a n d o r c>tan llamados a remplazar toda clase de polvos de arroz y m e r e c e n el estraordinario éxito que han alcanzado. otros Artículos que recomendamos ACEITE de CANDOR, hecho con flores n a t u r a l e s . ESENCIA de OLORES c o n c e n t r a d o s . CASA AL POR MAYOR : Fruta laiante y refresrante Jci"la CONSTIPACIÓN LAIT AMEPHr.LIQL'E — LA LECHE p u r a ó mezclada con a g u a , disipa P E C A S , L E N T E J A S , T E Z ASOLEADA S A R P U L L I D O S , TEZ BARROSA •A A R R U G A S PRECOCES ^ V ) EFLORESCENCIAS ROJECES »S* & *^a el c u t i s cv" iv«íS¡ v ó estreñimiento \J ANTEFÉLIGA d e v o l v e r - t i l o s C a b o l o s blancos,sin tenirlossu c o l o r p r i m i t i v o . — F i l l i o l , 47, rué Viviente, Pare. ~V POLVOS DE CANDOR Félix IANENT, Químico, 60, rué Fontaine-au-Roi, PARÍS r P O M A D A ««""Vara NEVRALGIAS. TOS, CONSTIPADOS, CATAUROS. Aspirando el humo, p e n e t r a en el Pecho, calma el sislema n e r vioso, l'acilila la expectoración y favorece las funciones de los órganes respiratorios. (Exigir esta firma : J. ESPIC. V e n » » por m a y o r J . K S 1 M O . 1 « S . ru<> S a i n t - L a z a r e . P a r i s Y en las principales Farmacias de las Américas.—* fr. l a c a j a . y las a l m o r r a n a s . <;rilloii E. CiRILLOlM " * • • m *» • • 27, Rué R.nibuteau, Paris. E n t o d a s las F a r m a c i a s , 2 fr. 5 0 la caja. KANANGA del JAPÓN R1GAUD & C3 Rerfumtsizs 8, Rué Vivienne y 47, Avenue de 1'Opera PARÍS (El (Agua de (Kananga e s la l o c i ó n m a s r e f r e s c a n t e q u e p u e d a i m a a i n a r s e p a r a los c u i d a d o s del cutis v d e l r o s t r o ; v e r t i d a e n el a g u a d e s t i n a d a a l a v a r s e , d a v i g o r al c u t i s , lo b l a n q u e a y suaviza dejándole u n perfume delicado que aprecian las d a m a s m a s elegantes. De v e n t a e n t o d a s las P a r f u m e r i a s . LA VELOÜTINE es un Polvo de Arroz preparado CARNE y QUINA El alimento asociado con el mas preci de los tónicos. . VIN A R O U D A U QUINA y con todcs los principios nutritivos sol de la CARNE. ancl3Tisieos, anémicos, convalecientes, ¿y, nos, n i ñ o s débiles, personas del c* apetito y sin fuerzas, recurrir a esie _ - , » £ FORTIFICANTE POR E X C E L * ^ , ESTERILIDAD DE LA MUJER Ya provenga de electo de su constitución, ya de a c c i d e n t e : c u r a d a c o m p l e t a m e n t e c o n el t r a t a m i e n t o d e M n '« L a c h a p e l l e . C o n s u l t a s t o d o s l o s d i a s d e l a s t r e s á l a s c i n c o d e la t a r d e , 27, r u é M o n t h a b o r , P a r i s . c e r c a d e las T u l l e r i a s . Devuelve el apetito, facilita las <-"= re consdisipa los vahídos nerviosos, fortme» J tituye la economía. Precio: 5 franco • F a r m a c i a A R O U D , en W0 V EN TODAS LAS FARMACIA^ MADU1D. — imprenta, estereotipia y galvanoplastia de Ariban y C.d, sucesores de BW Eeservados todos los derechos de propiedad artística y literaria. LMI'HESOUKS Lí¡¿ CAMAltA ÜK S. M. Anterior especial con Bismuto, por consiguiente ejerce una acción salut¡fera sobre lapielEs adherente é invisible, y por esta razón presta al cutis color y frescura natural. CU. FAY, 9 , rué de la Paix, d—París. Inicio leney*'
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