A PALOS SUPLEMENTO JOVEN DE TIEMPO ARGENTINO Domingo 29 de marzo de 2015 Buenos Aires, Argentina Año 5 Nº311 Además: La historia de Nicanor Jesús Piedrabuena | Capital y dictadura | Expediciones a Puerto Piojo | El otro 24 de marzo | Reductio ad la gente | Todo Piola | Estereotipos año 5 | nº 311 | 29 de marzo de 2015 2 FUTBOL PARA EXTRATERRESTRES Nicanor Jesús Piedrabuena Por Zambayonny Ilustración: Daniel Caporaletti Nicanor Jesús Piedrabuena fue un futbolista enorme y macizo que jugaba de 5 y custodiaba la mitad de la cancha como si cabalgara por una llanura hecha a su medida. Era temido por los rivales, querido por los propios y respetado por todos. Su estampa de caudillo natural emergía como un fantasma heroico y lento que, sin embargo, llegaba siempre a tiempo para cortar los contragolpes con una natural elegancia salvaje. También sabía con la pelota. A veces sorprendía matando contra el suelo algún balón llovido desde el cielo, otras veces cambiando de frente con la precisión de un experto lanzador y en algunos casos exhibiendo una refinada gambeta impropia de su condición. Se decía que estas habilidades eran vestigios de un pasado prometedor con la 10 en la espalda antes de pegar el estirón y ponerse ancho como un ropero. Su voz de mando gruesa y atronadora se oía con claridad desde las cuatro tribunas diferenciándose de los ruidos de la cancha y llegando siempre a su destinatario. Nunca escatimó una pierna de más, ni un insulto de menos. Su colección de tarjetas rojas era más grande que la de sus trofeos. Sin embargo afuera de la cancha Nicanor era un hombre tranquilo y educado que hubiera pasado desapercibido en cualquier lado de no haber sido por las continuas muestras de cariño y reconocimiento que recibía a diario y que él respondía con más vergüenza que orgullo. Apenas había debutado en Primera tuvo algunos ofrecimientos para pasar al fútbol grande. Sin embargo, por motivos que nunca estuvieron del todo claros, él rechazó esas ofertas argumentando que prefería permanecer en la ciudad que lo vio nacer y cerca de su familia. Al poco tiempo se casó, enseguida tuvo su primer hijo y luego se compró un pequeño terreno sobre el cual él mismo construyó su casa. Los años pasaron demasiado rápido entre penales mal cobrados, derrotas injustas y domingos nublados, hasta que llegó el inmortal día de la final. Esa tarde Nicanor les habló a sus compañeros en el vestuario como lo hacía siempre, pero esta vez sonó a despedida. Se lo notaba cansado de librar tantas batallas, su cuerpo ya no era el mismo y su mirada parecía apenada. Les dijo que debían dejar la vida en ese partido porque posiblemente sería la única oportunidad que tendrían de obtener el título y no debían fallarle a sus familias, a sus amigos y a todos los que habían confiado en ellos. Enseguida pegó un grito de aliento que sacudió los cimientos del estadio y salieron al campo de juego como fieras. Apenas comenzado el encuentro, Nicanor fue a buscar el centro en un córner, se elevó por sobre todos, chocó en el aire con el hombro de algún defensor, se desestabilizó en las alturas y cayó de espaldas golpeándose ruidosamente la nuca contra uno de los palos del arco. Quedó tirado en el suelo desvanecido. Un hilo de sangre le corría por debajo de su cabeza. Tuvimos un mal presentimiento que corroboró Reductio ad la gente WHISKYPEDIA La expresión “reductio ad la gente”, falacia del tipo ad hominem, fue creada por el hasta ahora precandidato presidencial, Sergio Massa, y consiste en la utilización del vocablo “la gente”, en referencia a la ciudadanía en general, como cita de autoridad y falacia de asociación al mismo tiempo. Características Contenido [ocultar] 1. Definición 2. Características 3. Ley Massa 4. Dilemas universales La reductio ad la gente es una forma discursiva desarrollada por determinado tipo de dirigentes que permite evitar las definiciones concretas sobre cualquier tipo de tema y consideración, aduciendo que la verdadera definición al respecto debe darla “la gente”. La falacia consiste en otorgarle a una entidad indefinida a priori un rango de autoridad que no podría tener hasta tanto no fuera definido; es decir, se trata de ubicar el poder de validación en una entidad de inmediato el médico cuando entró a revisarlo. Nicanor no tenía pulso. El mundo se detuvo. Los camilleros desbordados alzaron su cuerpo muerto entre los gritos desesperados de todo el mundo y lo condujeron hasta la ambulancia que ya esperaba junto a la línea de cal. Lloraban hasta los rivales. Fue en ese momento que inexplicablemente Nicanor abrió los ojos y levantó el brazo donde llevaba la cinta de capitán como si ordenara que detengan el cortejo. Le hicieron caso. La tribuna explotó en una ovación inolvidable al verlo bajar de la camilla con el paso bamboleante mientras se frotaba la nuca con un gesto que mezclaba el dolor y la sonrisa cómplice. Por más que le insistieron para que fuera de todos modos al hospital, Nicanor les dijo que ya estaba bien y que no se quería perder este partido por nada del mundo, así que pidió que lo vendaran y volvió a jugar. Si antes daba miedo ahora daba pavor. Como no podía ser de otra manera, cuando faltaba apenas un minuto para terminar el partido que continuaba 0 a 0, Nicanor tomó un rebote fuera del área, mató la pelota con el pecho y la clavó en un ángulo. Creo que el partido ni se terminó porque en el festejo del gol los hinchas entramos a la cancha y lo alzamos llevándolo en andas a dar una eterna vuelta olímpica que terminó en la plaza del centro de la ciudad. Fueron horas y horas de alegría, de cantos y de locura inolvidable. Esa noche durante la cena de los campeones Nicanor tomó la palabra emocionado, agradeció las muestras de cariño, alzó la copa, brindó por todos, sonrió y cayó muerto. Su funeral fue el más triste que haya vivido la ciudad, la gente lo lloraba como a un familiar muy querido. Lo enterraron al día siguiente y se decretaron 3 días de duelo que al final fueron 10. Nunca nos olvidamos del gran Nicanor Jesús Piedrabuena y su heroica final. Hace pocos días, al fallecer el médico que le hizo la autopsia, su hija me acercó un sobre con los resultados que había obtenido su padre del cuerpo de Nicanor tantos años atrás. -Haga usted lo que quiera con este secreto -me dijo como si se librara de un peso y se fue. Tomé aquellos papeles y leí que el fallecimiento del jugador se había producido obviamente como consecuencia del golpe recibido en la cabeza. Sin embargo un dato agrandó a limites insospechados la hazaña de aquella final: Nicanor había muerto 10 horas antes de entrar a la morgue, o sea, más o menos cuando recién había comenzado el partido.x que no es definida sino por el mismo que la cita, un razonamiento tan ilógico como conveniente para el creador del mismo. Ley Massa A partir de los desarrollos de la reductio ad la gente, se pudo establecer en base a su creador, Sergio Massa, lo que finalmente terminó decretándose como la única ley que pudo denominarse “Ley Massa”, luego de tantos intentos fallidos en otros ámbitos que quedaron en la mera recolección de firmas. La Ley Massa es un enunciado que establece que, a medida que un debate con Sergio Massa se produce, la probabilidad de que aparezca la palabra “la gente” como cita de autoridad tiende a uno, es decir, ocurre siempre. Dilemas universales Lo cierto es que la utilización de la reductio ad la gente tuvo múltiples aplicaciones en el ámbito de la filosofía. Así, viejas preguntas que la Humanidad no había sabido cómo resolver pudieron tener una conclusión que dejara satisfechos a todos. La vieja polémica respecto a quién había sido primero, si el huevo o la gallina, obtuvo finalmente una respuesta de manos del líder del Frente Renovador: no fue primero el ave de corral ni su envoltorio, sino la gente. Misma respuesta se llevó la vieja incógnita respecto de qué ocurriría si un árbol cayese, solo, en un bosque, sin presencia humana: ocurriría que la gente. No fueron pocos los pensadores que quedaron sorprendidos frente a la respuesta de por qué el Ser y no la Nada: pues claro, porque la gente. ¿Es lo que vemos la realidad o es una ilusión?, ¿existe el libre albedrío? Preguntas que la filosofía no podía resolver y que tuvieron una respuesta inequívoca que permitió el progreso, justamente, de la humanidad, más conocida como “la gente”. 29 de marzo de 2015 | año 5 | nº 311 3 ESTEREOTIPOS HOY: El fanático de la comida por peso »»Pensó tatuarse “Si sucede conviene”. »»Hizo el curso de respiración en el Planetario con Ravi Shankar. »»Probó acupuntura. »»Tomó globulitos. »»Cree que la comida por peso es igual de sana que la comida casera. »»Fue víctima de las “vianditas” de Cormillot. »»Se molesta si lo mirás indiferente ante el relato de su descubrimiento milenario. »»Te pregunta por qué zona trabajás para tirarte la dirección de algún local. »»Se puso la remera de “La hoja de coca no es droga”. »»Nada le dura más de dos semanas. »»No sabe cómo dar de baja su blog de comida orgánica. »»Odia a los chinos ("por sucios"). »»Hizo un curso de comida viva »»En el armario de la oficina guarda cajitas de sopas instantáneas. »»No pone guita para los cumpleaños. »»Carga las botellitas de agua antes de irse. »»Dice que Martiniano Molina es un capo. »»Si es un ex gordo puede ser peligroso. »»Intenta dejar las harinas. »»Fundamentalista de galletitas y yogurcitos Ser. »»Probabilidades altísimas de tránsito lento. »»Pertenece a la tribu urbana de asistentes a los stand up de los jueves en el Paseo La Plaza. »»Yayo le parece violento. »»Fan de las publicidades del Banco Frances y Galicia. »»Usó excesivamente el "estás dulce". »»Está suscripto al newsletter de Galerías Pacífico »»Adicto en recuperación de Groupon. »»Su pasado oculto gira entorno a su admiración por el Coco Silly y Café Fashion. »»Fanático de Szifron, Campanella y cualquier director argentino que supere el millón de espectadores. »»Antes de su muerte no tenía ni puta idea de quién era René Lavand pero vio dos videos y lo lloró por Facebook. »»Lee Infobae permanentemente. »»Puede haber comentado los abdominales de Jimena Baron. »»Se encuentra cada vez más solo en los after office. »»Le cabe el reiki aun sin saber qué es. »»Le gusta como suena 'teriyaki' »»Pide mucho delivery de comida china »»Cuadro diarreico agudo; motivo: la lengua a la provenzal que se llevó hace 2 días. »»Le pone film adherente a todo. »»Siguiendo a Jimena Baron, se puso film en el abdomen para bajar de peso. »»Si es kirchnerista tiene guardado el cartelito #yonoparo del año pasado y planea hacerlo perfil esta semana. »»Se compró las botellitas de tupper *originales*. »»Tiene alcohol en gel colgado en la cartera. Si es frutal mejor. »»Todavía se conmueve con Aristimuño. Gracias Pablo por los aportes Estereotipo que viene «El 'especialista' en aviación» Si se te ocurre cómo describirlo, mandá tus ideas a [email protected] o vía Twitter a @niapalos así lo publicamos. web www.niapalos.org mail [email protected] twitter facebook @niapalos niapalos ruido de fondo | La hora pulenta... ¡al rescate! Antropología pulenta Por Pablo Díaz Marenghi Juan Manuel Strassburguer y Nicolás Lantos son los creadores de Cosas Pulenta. Una “política cultural” -como les gusta llamarla- que ofrece una curaduría de bandas y cantautores representativa de lo más interesante dentro de la movida emergente local. Esa gesta se materializa semana a semana en un programa de radio -La Hora Pulenta-, un festival -El Festipulenta- y compilados con canciones inéditas -los Compipulenta. Su más reciente novedad es La hora pulenta... ¡al rescate!, un disco doble con 33 canciones distribuido de forma gratuita vía web y que expone lo más inhallable de la escena emergente de los 90 y 00. Bandas que desaparecieron. Bandas que hoy tienen otro nombre. Grupos que originaron iconos de la escena independiente como El Mató, Sr Tomate o Los Faunos. Algunas que integraron recopilaciones independientes y otras perdidas en Myspace o Purevolume. Con una tapa ilustrada por Gustavo Sala y textos alusivos a cada canción, los periodistas rindieron tributo a su melomanía incurable en un trabajo digno del coleccionista más obseso. El principal objetivo del álbum doble es homenajear a muchas bandas y cantautores que marcaron no solo la vida de los compiladores sino la de muchos. Vale la pena citar los casos de Kevin (banda que reunió a los futuros El Mató -Chango y Willy- con Jo Goyeneche de Valentín y los Volcanes), Los Reincidentes (los futuros Pequeña Orquesta), Menos Que Cero (banda de power pop de Manza Esaín), Grupo Mazinger (los futuros Faunos), Copiloto Pilato (del mito viviente Adrián Paoletti), Los Japón (co fundadores del sello Laptra), Psicovendetta (dúo de hip hop de Doma del Perrodiablo) o El Rey Reina (primer experimento sonoro serio de los hermanos Rex, futuros Reyes del Falsete, junto a Santi Rial Ungaro). La hora pulenta... ¡al rescate! funciona como mapa y territorio de una escena que late y muta día a día. Los cimientos de un circuito que detonó en La Plata y se extendió hacia provincias como Neuquén, Mendoza o La Pampa. Sonidos experimentales -como el inclasificable Dios- o bandas de artistas plásticos -Fondo Sandy- que regurgitaban disconformidad ante estructuras del rock vernáculo. A esas bandas, muchas hoy en el olvido, se les debe gran parte del sonido que suena en los lugares de moda de hoy (Zaguán Sur, Matienzo, Niceto, el clausurado Salón Pueyrredón) y que muchos conjuntos intentan replicar. El rock post Cromañón supo teñirse de ritmos y estilos que no habían calado hondo en el paladar argentino. Géneros como kraut rock, lo fi, shoegaze, noise, e indie fueron copando la época. En las sombras, muchas bandas ya comenzaban a coquetear con estos modos de hacer, forjando a paso lento lo que hoy se conoce como indie argentino. JMS y NL hurgan entre los cimientos cual antropólogos para ver qué había detrás de una cofradía musical que, de a poco, va edificando un nombre dentro y fuera del país. Un compilado, en suma, que facilita la comprensión del presente a través del rescate de perlas del pasado. cosaspulenta.bandcamp.com× falsa escuadra | Por Romina Sánchez Un 24 de marzo, por las otras desaparecidas “Yo elijo cómo me visto y con quién me desvisto”, “Sin cómplices no hay trata”, “Disculpen las molestias, nos están matando”, fueron algunas de las leyendas que circularon este 24 de marzo en la más histórica de las plazas. Como parte de la campaña “Basta de femicidios, el machismo nos mata”, la jornada encontró una edición especial en el pedido de memoria, verdad y justicia, tras la manifestación del 19 en el Obelisco, a raíz de la muerte de Daiana García, la joven de 19 años hallada asfixiada el sábado 14, en Llavallol. Aquel día se pidió por ella, el caso más renombrado recientemente, y por el resto de las víctimas de la violencia misógina, ya sea por trata o maltrato doméstico, tantas. Así, las leyendas se hicieron consigna, necesaria y vital, que se asumió como expresión de un derecho, como reivindicación: “Así no se puede más”. Concentradas –y también concentrados– en Avenida de Mayo al 700, los activistas de esta causa plantaron un reclamo particular: “Este 24 de marzo nos encuentra movilizándonos de acá para allá, proyectando y, sin embargo, corriendo detrás de la tragedia, construyendo, y teniendo que decir otra vez: ni una piba ni un pibe menos soñando el sueño que lxs 30.000 compañerxs también soña- ron. Pero estamos inmersos en esta realidad que nos pega muy fuerte.” “Con esta mezcla de emociones encontradas, entre nuevos dolores y antiguas-vigentes reivindicaciones, reafirmamos que no vamos a resignar la dignidad y alegría de seguir defendiendo nuestros derechos. Desde nuestro espacio de militancia política y cultural sumamos a la larga lista de consignas, causas y reivindicaciones que compartimos este 24 de marzo, las nuestras: vamos por la igualdad de géneros y sexualidades, la defensa de los espacios públicos y verdes; queremos un movimiento de cultura popular”, relataban a viva voz las militantes de Che Cultura-Mujeres Activando. “En Argentina, cada 30 horas, una mujer es víctima de femicidio, y hay más de 600 mujeres desaparecidas víctimas de la red de trata de personas con fines de explotación sexualcomercial. Las mujeres padecemos de abusos, acoso callejero, exhibicionismos, ‘apoyadas’ en medios de transporte, discriminación laboral, violencia doméstica, violaciones, secuestros, explotación sexual y desapariciones, y nos enseñan como respuesta callarnos y ser sumisas”, expresaban en un manifiesto secundado por silbidos. “No solo nos violan, nos matan y nos tiran a la basura. En el caso de que tengas ‘suerte’ y sigas con vida, te cierran programas para víctimas de delitos sexuales. La verdad que no lo puedo creer”, se indignaba Angy Rivo, una de las participantes de la concentración, en referencia al cierre, en enero pasado, del área de asistencia para personas abusadas, creada en 2008 en la órbita de la Subsecretaría de Derechos Humanos. “En vez de respetar y garantizar nuestros derechos legítimos, las autoridades como la policía, el poder judicial, el sistema de salud y el poder político son cómplices. El machismo es una construcción cultural que nos mata. Los medios de comunicación hegemónicos reproducen y alimentan la cosificación y el desprecio hacia la mujer, multiplicando la violencia simbólica generadora de opinión. Convocamos a todas las personas a la toma de responsabilidad ética en las prácticas cotidianas. Invitamos a una reflexión profunda a toda la opinión pública, para generar un cambio en nuestra sociedad con el compromiso de todas y todos”, se oía como cierre. Mientras, en la calle, se reproducían las siluetas inertes, de rojo furioso, que cobraron vida en la exposición, en la conciencia: tu hija, tu hermanita, tu madre, tu tía, tu amiga, tu novia.× año 5 | nº 311 | 29 de marzo de 2015 4 Nota Juventud encerrada Cuando la cuestión penal juvenil entra en el discurso mediático suele hacerlo a través de pedidos de encierro: bajar la edad de punibilidad y acabar con “la puerta giratoria”. Sin embargo, poco se habla de las condiciones en que el Estado mantiene presos a los menores de edad. Ni siquiera la muerte, en diciembre pasado, de un joven de 17 años que se encontraba detenido en el Centro Socioeducativo de Régimen Cerrado “Luis Agote”, dio lugar a la descripción y el análisis de un mundo oscuro y complejo que alimenta fantasías, produce historias y alberga crímenes, abusos, disputas y varias buenas intenciones. En esta nota, el autor, que trabajó como operador socioeducativo en el “Manuel Belgrano”, uno de los siete centros penales juveniles a nivel nacional, repasa la vida de los jóvenes en las cárceles: la violencia, los talleres, las fotos de los guardias junto a Videla, los esfuerzos de los que quieren romper la mecánica macabra del sistema, y las deudas y desafíos pendientes. Por Juan Millonschik Adentro de una cárcel, y en el día a día, cada pibe preso se convierte -en el mejor de los casos- en un mundo donde las instituciones sociales y estatales intervienen desde el odio, la pedagogía del amor, las patadas, la educación, el trabajo, las rejas, las salidas transitorias, la soledad, el compañerismo, la familia, la psiquiatría, el deporte, la droga, los informes judiciales, los defensores oficiales, los juzgados, las asambleas de convivencia, el arte, el miedo... En medio de ese torbellino, al pibe no le queda más que ir buscando los aliados y resquicios para tratar de salir de ahí lo más entero posible. A veces no hay resquicios y -como ocurrió en diciembre pasado con Diego Borja, un joven de 17 años alojado en el Centro Socioeducativo de Régimen Cerrado “Luis Agote”-, una celda de aislamiento prohibida por inhumana, la negligencia de la guardia y un colchón inflamable se tornan presuntos responsables de no conducir sino a la muerte. Otras veces, como ocurrió también en el Agote pero hace años, un pibe como César González puede aprovechar a un profe que le acerca libros para convertirse en poeta y director de cine, no sin haber tenido que soportar, según ha narrado en varias entrevistas, huesos rotos y psicólogos saboteadores. En el medio, infinitas posibilidades, como pedir salidas educativas y laborales para un pibe que más bien podría estar ya en la calle y que el juzgado responda con un desafío: “no se entiende... ¿ustedes se olvidan de que el pibe está en cana?”. O sugerir un traslado a un centro de régimen semiabierto y recibir como respuesta, frente al pibe: “¿y si le está yendo tan bien adentro, para qué sugieren que salga?”. Es un diálogo imposible entre un paradigma que, inspirado en los estándares internacionales, busca reducir los efectos desocializadores de la pena privativa de la libertad, y otro perverso para el que la cárcel es un lugar de “tratamiento”. A veces, los finales son más felices: el sistema no es coherente y algunos pibes tienen más suerte que otros. Dioses y demonios cotidianos Los edificios antiguos, húmedos, oscuros, con cañerías tapadas, llenos de cucarachas, con muebles fijos y estructura de celdas se van combatiendo -donde existe voluntad- con actividades colectivas en los patios, murales y talleres de reparación. No por nada uno de los mayores referentes entre los operadores socioeducativos es Antón Makárenko, aquel pedagogo soviético que buscaba al hombre nuevo mientras luchaba contra la burocracia para poner vidrios en las ventanas antes de que llegara el invierno. Algunos de esos trabajadores intentan ser lo que Bernfeld, otro de los pedagogos de lectura favorita, llamó “dirigentes”: autoridades técnicas capaces de mostrarles a los jóvenes caminos hacia la construcción de proyectos de vida alternativos a la violación de la ley penal... algo nada fácil en un mundo que incluye falta de personal, precarización laboral, meses sin cobrar, ninguneo sindical, falta de presupuesto, una capacitación inorgánica y a fuerza de voluntad, y generaciones de personal antiguo trabajando con enfoques propios de un internado religioso del siglo XIV. Aún así, en los últimos años ha aumentado la cantidad de cooperativas, radios, revistas literarias, capacitaciones laborales y otras actividades de las que la mayoría de los pibes se apropian con entusiasmo -el pedido de autorización de este cronista para entrevistar a los participantes de esos proyectos duerme en el escritorio de algún funcionario que, de tan gris, corre peligro de tornarse oscuro. Por suerte, igual hay voces que consiguen atravesar la reja-. En un penal, gran parte del día -y la totalidad de la noche- queda en manos del personal más retrógrado: el de seguridad. Si yo no fui testigo de golpes, eso cuenta apenas para el horario que cumplí durante algunos meses en un penal en particular. Pero la guardia es la principal aguja con la que el sistema tatúa su maltrato en el cuerpo de los jóvenes. Y paradójicamente, mediante el sometimiento a "Desde donde se lo mire, el sistema necesita reformas profundas" condiciones de trabajo infrahumanas, es también una víctima del sistema que lo erige en verdugo. En general, y salvo honrosas excepciones -que las hay-, es también un anecdotario patético de la perversidad: uno que, a medida que los jóvenes vuelven a las celdas tras los talleres, los frena para pedirles que griten que siempre serán chorros y que tanta educación no sirve para nada; otro que, según cuentan los mismos presos, acostumbraba invitarlos a pelear por las noches... hasta que le tocó perder; otro, para molestarnos “a los hippies”, nos muestra sus fotos de graduación, de gala al lado de Videla; un buen día, una desesperada madama de prostíbulo toca el timbre del penal con una lista de lo que le llevan adeudado... Existen buenas experiencias desarrolladas por grupos de trabajadores que sólo salen enteros de ahí cuando saben que, a pesar del panorama, hicieron todo lo posible para ganarle a la mecánica violenta del sistema, sacando de vez en cuando algún empate. Pero todos saben que muchas veces eso no al- 29 de marzo de 2015 | año 5 | nº 311 5 "En 2005, Argentina se sumó a una oleada bastante tardía que posibilitó que varios países de América Latina adecuaran sus políticas de niñez a los estándares establecidos por las convenciones de la ONU. En ese año, con la sanción de la Ley de Protección Integral de Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, comenzó a abandonar un centenario y oscurantista paradigma tutelar" canza para ayudar a un pibe. Tutelados por Videla En 2005, Argentina se sumó a una oleada bastante tardía que posibilitó que varios países de América Latina adecuaran sus políticas de niñez a los estándares establecidos por las convenciones de la ONU. En ese año, con la sanción de la Ley de Protección Integral de Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, comenzó a abandonar un centenario y oscurantista paradigma tutelar. Sin embargo, en lo específicamente penal, Argentina aún mantiene en vigencia el Régimen de Minoridad decretado por Jorge Rafael Videla en 1980. Los abusos y crímenes derivados de esta situación le han valido al país una condena de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a la que pronto podría sumarse otra, cuando el organismo se expida en un segundo juicio. Los pocos avances en la materia han sido incompletos y poco orgánicos. A nivel nacional, la Dirección para Adolescentes Infractores a la ley penal (DINAI), dependiente del Ministerio de Desarrollo Social y responsable directa de apenas siete Centros -entre ellos, el Agote-, se rige por dos resoluciones firmadas en 2009 y 2011. Son las normativas que instituyeron la obligatoriedad de la escuela, el dictado de cursos de formación profesional y talleres a cargo de organismos del Estado y ONG's, la diversificación profesional de los equipos de operadores socioeducativos que trabajan día a día con los jóvenes y un régimen de sanciones que debería evitar las arbitrariedades. Es una tendencia que ha tenido resultados felices pero que aún está lejos de haber alcanzado universalidad: sin ir más lejos, la violación de estas normativas por parte de la propia DINAI sería la principal explicación de la muerte de Diego Borja en el Agote. Por su parte, la provincia de Buenos Aires sancionó en 2008 su ley penal juvenil. Julián Axat, responsable del programa ATAJO de acceso comunitario a la justicia y ex-defensor del fuero de responsabilidad juvenil de La Plata, no encuentra diferencias de funcionamiento entre los dispositivos provinciales y los que la Nación opera a través de la DINAI, donde “persiste el engome [encierro en celdas] y hay déficit alimentario”, advierte. Respecto de las demás provincias, la información es tan dispersa y escasa como alarmante. Un informe de 2008 de la propia DINAI reconoce “una serie de circunstancias (hacinamiento, instalaciones inadecuadas, personal no especializado, ausencia de actividades, otras) que por sí solas conllevan situaciones de maltrato o que coadyuvan a generar[las]”, a lo que se agregan “situaciones particulares -irregularidades o delitos cometidos por personal de los establecimientos-”. Una muestra de esto son las fotos filtradas el año pasado de un penal de San Luis -en las cuales se ve a la guardia tratando inhumanamente a los jóvenes durante una requisa-. Mundillo en disputa Desde donde se lo mire, el sistema necesita reformas profundas. Consultado, Julián Axat delinea cuatro puntos que una nueva ley debería incluir: “en primer lugar, razonabilidad en las penas: hoy se están aplicando condenas de 20 años por delitos que no lo merecen. En segundo, establecer pautas para límites de punibilidad. La discusión no debe ser si bajar o no la edad, sino el establecimiento o no de un régimen penal diferenciado: yo soy partidario de que no se puna por debajo de los 16. Pero la realidad es que hoy se están encerrando pibes de 12 y 13 años por la vigencia del Régimen Penal de Minoridad establecido en 1980. La tercera cuestión es reglamentar la utilización de prisiones preventivas: en la provincia de Buenos Aires, aún después de la sanción de la nueva ley, "Existen buenas experiencias desarrolladas por grupos de trabajadores que sólo salen enteros de ahí cuando saben que, a pesar del panorama, hicieron todo lo posible para ganarle a la mecánica violenta del sistema, sacando de vez en cuando algún empate. Pero todos saben que muchas veces eso no alcanza para ayudar a un pibe" el 90% de los jóvenes encerrados se encuentra procesado, sin condena y con prisión preventiva. Por último, debe establecerse la especialización en materia penal juvenil en los fueros, defensores públicos, fiscales, órganos de revisión y dispositivos de encierro de todo el país. También en los sistemas de seguridad, no porque tengan que seguir encerrando jóvenes especialmente, sino porque los órganos policiales que lidian con menores no deben ser los mismos que lo hacen con los adultos. Deben tener una forma diferente de identificarse y generar otro tipo de vínculo con el adolescente”. Por último, el ex-defensor del fuero de responsabilidad juvenil de La Plata sostiene que, tal y como está estipulado en los estándares internacionales, el encierro debe limitarse a pocos delitos: homicidios y abusos sexuales graves. “Un pibe no puede estar preso por robo. El sistema penal juvenil debe tener salidas alternativas antes del encierro, baterías de alternativas. La cárcel sólo puede llegar como última posibilidad en casos de gravedad, porque cuando metés preso a un pibe de 16 años lo lastimás para siempre”, afirma. El otro cambio fundamental es la creación de estándares y planes orgánicos de intervención socioedu- cativa y responsabilizadora. Actualmente, el contraste de criterios, la escasez de medios y la falta de controles, entre otros factores, convierten al mal llamado sistema en un conjunto de avances parciales y lastres persistentes. En el mejor de los casos, donde una parte del Estado amplía un derecho o abre una vía, hay otra que lo cercena. Donde hay una chance de empleo, hay un juez que prohíbe la salida; donde hay un pibe que pide tratamiento en adicciones, hay un penal que no tiene capacidad para ofrecerlo; donde hay escuela, hay un guardia que pega; donde no hay guardia que pega, hay edificios insalubres. El diagnóstico de Axat no resulta muy diferente: “si bien existen directores de centros con una impronta socioeducativa muy fuerte y buenos vínculos con instituciones educativas, veo mucho voluntarismo, improvisación y coyunturalismo: no hay diseñado un plan nacional de responsabilización juvenil intracarcelario.” El problema no es exclusivo de lo penal, sino que se extiende a las políticas de infancia en general, que Axat define como “un mundillo oscuro que cada quien disputa desde su lugar.” Ya sea para mantener negocios turbios y organizaciones delictivas apaña- das por el Estado -desde granjas de rehabilitación o instituciones como la del padre Grassi, hasta la mano de obra para bandas policiales-, o por un afán político de ser el “salvador de la infancia perdida”, la niñez suele parecerse más a un coto de caza. Desde ese análisis, resulta lógico que el titular del programa ATAJO considere a políticas de gran escala como la AUH y el Progresar como “el mayor honor que le hizo este país a la Convención sobre los Derechos del Niño”. En lo estrictamente penal, parecería ser que la Argentina no podrá seguir demorando la sanción de un nuevo régimen, aunque más no sea para cumplir con lo dispuesto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Ante esa coyuntura, no debe perderse de vista que los enfoques en el castigo, el encierro y la estigmatización llevan años de fracaso. Pero el enfoque socioeducativo, responsabilizador y de protección de derechos que establecen los estándares internacionales exige excelencia y organicidad en todas las instituciones del Estado involucradas en la reacción punitiva sobre la infancia. Sin ella, vendrán los tropiezos y volverán a reaccionar los profetas del odio.X 6 año 5 | nº 311 | 29 de marzo de 2015 «En los shows de Mal Momento no se prenden bengalas, pero por ejemplo, una vez en Morón tocamos en un lugar que tenía un escape de gas. No pasó nada grave porque se frenó a tiempo, pero cuando mirás para atrás te das cuenta que vivíamos al límite y que en ese momento no era difícil que nos pasara algo similar. Realmente no era una cuestión de qué banda o qué género, nos movíamos todos en un ambiente similar» Hermann y Pablo, de Mal Momento «El día que leí que Ciro se quejaba porque usaban un tema suyo en un acto me re jodió» Cuando era chico le prestaron un ejemplar de El lobo estepario; tardó tanto tiempo en devolverlo que le valió el apodo de “Hermann”, por Hesse. Vivió en Uruguay hasta los siete años y luego se mudó a Buenos Aires. A fines de los 80 formó Mal Momento, una de las bandas más emblemáticas del punk nacional. Dice que para escribir una canción tiene que vivir una desgracia y en esa idea se define buena parte de la esencia de sus letras. Con más de 20 años sobre escenarios (compartidos con bandas como Ramones, Motorhead y Exploited, entre muchas otras de la escena nacional) las anécdotas son infinitas. Hace algunas semanas decidió hacer pública una que recuerda con bastante exactitud y un poco de amargura: la tarde en la que -dice- Ciro Pertusi, de Attaque 77, le robó una canción. Desde el estudio donde graba su próximo disco, acompañado de su bajista Pablo, Hermann habló con Ni a Palos sobre plagios, el punk después de Cromañón, las giras que pasaron y las giras que vendrán. Por Paz Azcárate Foto: Charo Larisgoitia Mal Momento es una banda que suele viajar bastante para tocar, ¿cómo viven eso? Hermann: Nos gusta mucho, te da la oportunidad de conocer gente y lugares. Hace unos días volvimos de una gira por la Patagonia, donde hicimos varias fechas. Fue un show cada noche. Arrancamos en Ushuaia, un miércoles, en un pub que estaba lleno, con mucha más gente que el año pasado. Después pasamos por Río Grande, Río Gallegos, Pico Truncado y terminamos en Playa Unión. Si bien nos gusta mucho, por supuesto que es distinto, acá en Buenos Aires uno se acostumbra a que cada concierto es el fin del mundo, todos toman cerveza, se hace de día y no hay problema. Pero tocando todo el tiempo se hace tarde y tenés que descansar para hacerlo de nuevo al día siguiente. Es como una rutina de laburo. Tenés que cuidar la voz y con el cambio de clima se complica, imagínate que salimos de acá con 35 grados y llegamos con 5. Germán, el baterista, que había viajado en bermudas, se quería matar. Pablo: Nos gusta viajar, la pasamos muy bien. En general hay buena onda con las bandas y seguimos armando fechas juntos. Esta remera que tengo puesta ahora es de Bajo Kontrol, una banda del sur con la que compartimos fecha y pegamos muy buena onda. Por suerte nos invitan a tocar de todos lados. Hace más de 20 años que existe Mal Momento, ¿en qué etapa dirían que está la banda hoy? Hermann: Como siempre, en crecimiento, porque todavía no llegamos. ¿A qué te referís con llegar? Hermann: No sé, llegar a grabar el disco que queremos grabar. A nivel popularidad creo que lo alcanzamos, al menos hablo por mí. Me parece que está bien, llevamos gente a nuestros recitales que es incondicional y nos gusta mucho eso. Por lo general no son pibes de 14 años que siguen bandas de moda. Si bien hay generaciones nuevas que se suman me parece que tenemos un público más bien estable que es un poco más grande. No pasa tanto por la convocatoria, lo que queremos es grabar el mejor disco. No necesariamente un disco que venda muchísimo sino uno que te provoque una descarga cerebral que te deje tonto, que lo quieras escuchar hasta el hartazgo. ¿Qué cosas creen que cambiaron en la escena del rock en Buenos Aires desde que arrancó Mal Momento hasta hoy? Pablo: Me parece que el quiebre más fuerte en la ciudad fue lo que pasó en Cromañón. Eso nos sacudió un poco a todos, nos hizo pensar a la fuerza en cómo se estaban manejando las cosas. Hermann: Si, supongo que ese quiebre lo hicimos sin querer. Hay cosas que ya fueron, que ya no pasan. Yo me acuerdo que cuando tocábamos en Cemento te traían la lista de gastos y estaba la coima a los bomberos y a la policía. Hoy no pasa o no es lo normal, pero es algo que era parte de la rutina en ese momento. Nadie pensaba que podía pasar algo así y le tocó a estos pibes. ¿Sienten que también les podría haber tocado a ustedes? Hermann: Más vale. En ese momento estaba pegando mucho el rocanrol y el punk no tanto. Como los Redonditos habían dejado de tocar, había un hueco que llenó Callejeros. En los shows de Mal Momento no se prenden bengalas, pero por ejemplo, una vez en Morón tocamos en un lugar que tenía un escape de gas. No pasó nada grave porque se frenó a tiempo, pero cuando mirás para atrás te das cuenta que vivíamos al límite y que en ese momento no era difícil que nos pasara algo similar. Realmente no era una cuestión de qué banda o qué género, nos movíamos todos en un ambiente similar. Nosotros habíamos sido invitados a la inaugura- 29 de marzo de 2015 | año 5 | nº 311 7 «No pasa tanto por la convocatoria, lo que queremos es grabar el mejor disco. No necesariamente un disco que venda muchísimo sino uno que te provoque una descarga cerebral que te deje tonto, que lo quieras escuchar hasta el hartazgo» otro. A mí me contrataron otras personas. No hay relación. Tocamos una vez en Vélez con Motorhead y Ramones, pero no hay onda. En todos los años que pasaron desde el 95 hasta ahora ellos nunca nos invitaron a tocar. Para mi es una banda muy fría. Parece que abren el diario y sacan un tema. Yo para hacer un tema tengo que vivir una desgracia. Por otro lado, Federico, el hermano de Ciro, tocó en Mal Momento un tiempo y él mismo le reclama a Ciro algo relacionado a los derechos de una canción. Pablo: Sí, hubo algún reclamo sobre quién registraba un tema. No sé, yo he ido a ver a Attaque 77 muchas veces cuando era chico, es una banda que tuve muy presente en lo particular. Después, bueno, pasaron estas cosas y se fueron sumando. ¿Cuál es la prioridad de Mal Momento para el 2015? «El día que leí que Ciro se quejaba porque usaban “Donde las águilas se atreven” en un acto de la presidenta me re jodió. El tipo se hace el gran compositor y “Donde las águilas se atreven” es un tema de Iron Maiden [“Where the eagles dare”]. Esa noche me fui a acostar y no me podía dormir, así que decidí contar todo» ción de Cromañón unos días antes y estábamos muy cerquita de todo eso. Me acuerdo que la noche del incendio estábamos en la casa de Fernando Rossi de Flema, tirándonos a la pileta, faltaba poquito para año nuevo y hacía calor. Durante la noche hasta que nos fuimos no nos dimos cuenta de lo grande que era, no caíamos. Cada uno se volvió a su casa callado la boca. Al otro día cuando vimos la cantidad de pibes muertos y lastimados, no lo podíamos creer, no entendíamos nada. Y bueno, todo lo que le pasó a los chicos de Callejeros después también fue fuerte. Es como si un santo les hubiese pasado factura. ¿Y a Chabán como lo recordás? Hermann: Lo recuerdo muy bien. Mirá, por contarte cuál era la mentalidad de Chabán: una vez iba en un auto con problemas de luces y me paró la policía. Como yo tenía pedido de captura me detuvieron por una causa vieja, de cuando tenía 18 años. El primero en ir a ayudarme, en ofrecerse a pagar la fianza para sacarme, fue Omar Chabán. Se manejaba así con muchísimos músicos. Después de lo que pasó fue feo ver cómo terminó. Me parece que al tipo le tocó hacer de chivo expiatorio. Hace poco usaste Facebook para contar que “Hacelo por mí”, una de las canciones más conocidas de Attaque 77, en realidad es un tema de Mal Momento del que ellos se apropiaron, o al menos tomaron prestado el nombre sin consultarles. ¿Cómo fue eso? Hermann: Era 1989, Mal Momento ensayaba en Flores hacía dos horas. Todavía no habíamos grabado nuestro primer disco y preparábamos los arreglos para un tema nuevo, “Hacelo por mí”. Fue un ensayo como cualquier otro, aunque con Mariano y Ciro de Attaque 77 como invitados. Por todo lo demás, hicimos lo de siempre: tocar, tomar cerveza y pasarla bien. Cuando terminamos, ellos se fueron corriendo. En ese momento ellos estaban grabando El cielo puede esperar. Cuando presentan el disco, unos meses después, había un tema que se llamaba “Hacelo por mí”, igual que el nuestro, con un ritmo parecido, y que encima sonó un montón. Hasta Pergolini lo usó para un programa de televisión. Toda esa secuencia nos pareció demasiada casualidad. Pasaron 25 años desde ese momento, ¿por qué contarlo ahora? Hermann: Decirlo en ese momento no tenía mucho sentido, supongo que me daba vergüenza. A nosotros nos iban a ver diez personas. Después vinieron los pibes de una banda que se llama Mala suerte, banda amiga, y me pidieron grabarlo. Lo hicimos pero le cambiamos el nombre, porque ya lo había he- cho famoso Attaque 77. Le pusimos “Lejos de los demás”. El día que leí que Ciro se quejaba porque usaban “Donde las águilas se atreven” en un acto de la presidenta me re jodió. El tipo se hace el gran compositor y “Donde las águilas se atreven” es un tema de Iron Maiden [“Where the eagles dare”]. Esa noche me fui a acostar y no me podía dormir, así que decidí contar todo. Pablo: Hay cosas que son contradictorias. Ciro ha estado en programas de TV de política como 678, pero si usan un tema suyo en un acto le molesta. ¿Si usaran un tema de Mal Momento en un acto político a vos te molestaría? Hermann: No. La música es libre, no te podés enojar porque pasan tus canciones. Por dentro te puede gustar más o menos, pero de ahí a quejarte públicamente me parece que no está bien. Ahora, si me decís que es el bunker de Macri y se pone a cantar es otra cosa, te destroza las canciones. Ustedes compartieron fechas con Attaque 77, ¿cómo es esa relación ahora? Hermann: Hace poco compartimos una, pero ni nos cruzamos. Ellos en un camarín, nosotros en Hermann: Estuvimos trabajando en un video nuevo que vamos a presentar esta noche en Asbury, en la fecha que compartimos con Expulsados. Por otro lado, estamos preparando junto a la productora Tigre Punk, el próximo DVD de Mal Momento, con imágenes de la fecha que hicimos en Niceto el año pasado por los 20 años de nuestro primer disco. El audio lo estamos mezclando en White vinyl, el estudio donde trabaja nuestro guitarrista Hernán. Además de eso, queremos seguir tocando. Tenemos planeado ir para el lado de Chaco, Corrientes y Entre Ríos en abril, y más adelante ir a Jujuy y Misiones. También puede que toquemos en México, estamos viendo eso. Además, este año queremos lanzar Mi corazón es una manzana podrida, el próximo disco de Mal momento. La versión original de “Hacelo por mí” va a estar en ese disco.X Mal Momento toca esta noche junto a Expulsados en Asbury (Avenida Rivadavia 7525, CABA). Jueves 2 de abril en Clorinda (Formosa); viernes 3 de abril en Resistencia (Chaco); sábado 4 de abril en Concordia (Entre Ríos); sábado 18 de abril en San Miguel (Buenos Aires) y sábado 25 de abril en La Trastienda, La Plata. año 5 | nº 311 | 29 de marzo de 2015 8 Lecturas de marzo La salidera Eventos, lanzamientos, recomendaciones Buscando la última playa de Buenos Aires Por Martín Rodríguez Primero. En la revista Ñ de la semana pasada, bajo el título “Poder y lengua de las finanzas”, Verónica Gago y Diego Sztulwark escribieron: “El libro El Minotauro Global escrito por el ahora ministro de finanzas griego Yanis Varoufakis elabora un diagnóstico de la crisis de 2008, en la tónica de un ensayo de macroeconomía marxista, que vuelve a ser leído bajo el dinamismo del escenario sudeuropeo. ¿Qué pasó entonces? Dice Varoufakis: “Mi respuesta evocativa es: el crack de 2008 tuvo lugar cuando un animal llamado el Minotauro global fue herido de manera fatal. Cuando gobernaba el planeta, su puño de hierro era implacable, su dominio inescrupuloso”. El bestiario se renueva: ya no el Leviatán hobbesiano, marino y estatal, sino un minotauro planetario, laberíntico y devorador, de tipo financiero que toma forma a principio de los años 70 en Estados Unidos, como parte de una estrategia imperial. El investigador italiano Christian Marazzi, al reseñar ese libro hace unas semanas en el periódico italiano Il manifesto escribió: “(…) el experimento Syriza, de estar ‘dentro y contra’ del sistema monetario y financiero europeo, representa el primer intento de ‘verticalizar’ los movimientos, de hacer transitar necesidades, reivindicaciones, aspiraciones desde los lugares concretos para hacerlos expresar en un único plano institucional adecuado, aquel europeo donde se juega la partida decisiva. Vieja táctica para una nueva estrategia, y el inicio, en tanto extenuante, convincente”. Es Marazzi, editado recientemente en castellano con su libro Capital y lenguaje (Tinta Limón, 2014), quien traza el mapa que llevó “hacia el gobierno de las finanzas”. La geopolítica financiera es clave en su análisis para pensar lo financiero ya no de modo parasitario o ficticio, sino como una nueva modalidad de captación y dirección de valor que no pasa por los circuitos productivos tradicionales. Los “ejercicios de éxodo del imperio financiero y monetario” a los que Marazzi apuesta, parecen encontrar en la experiencia griega una constelación de problemas comunes.” Segundo. Del libro que “hay que leer” sobre la hiper narrada última dictadura militar (Almirante Cero, de Claudio Uriarte), una biografía de Massera. Abajo, un fragmento: “El primer gobierno del Proceso llegaba, pues, a su fin con un desenlace paradójico respecto de sus objetivos originales: si en 1976 los militares se habían propuesto recuperar para el Estado el monopolio de la violencia legítima, en 1978 habían descompuesto por completo al Estado y a sus Fuerzas Armadas en una multiplicidad de zonas de influencia y de grupos de tareas. Una explicación para esto era el número de bajas requerido por la “guerra sucia”, que se había propuesto el exterminio absoluto de los jefes sindicales y profesionales más izquierdistas y la destrucción física completa de unas organizaciones guerrilleras bastante poderosas. Sin embargo, esto era sólo el “en sí” del Proceso, no su “para qué”. Simpatizaran o no con Martínez de Hoz, las distintas fuerzas militares lo único que hacían era convertir al país en territorio seguro para el “martinezdehocismo”, un programa económico que disfrutó de condiciones de estabilidad política como no habían existido en la Argentina desde la década del 30. Martínez de Hoz revalorizó el campo como principal exportador, liquidó las industrias pequeñas mediante una salvaje competencia importadora y creó dispositivos de especulación para la atracción de capitales. Las consecuencias de su plan en la estructura social fueron el decrecimiento del número de obreros industriales, el aumento de los trabajadores por cuenta propia, la proletarización de una parte de la clase media y el rápido ascenso social de otra. El gobierno, que hacía desaparecer obreros concretos de noche, hacía desaparecer obreros estadísticos de día, y esa operación sólo podía realizarse en esas condiciones de máxima autoridad pública y mínima autoridad de comando.”X Hace unos meses los investigadores Carolina Andreetti, Pablo Caracuel, Juliana Ceci, Carlos Gradin y Sonia Neuburger se lanzaron al Riachuelo en busca de una tierra mítica de la que habían oído hablar pero de la que ignoraban si existía realmente o era apenas una leyenda ribereña. Se trata de Puerto Piojo, una playa ubicada en la desembocadura del Riachuelo, en Dock Sud. Cerrada desde hace algunas décadas, sólo los relatos, atravesados por mitologías y recuerdos difusos, parecieron quedar como sobrevivientes de esta playa, uno de los últimos mojones de una Buenos Aires desconocida para muchos. Del resultado de esta travesía surgió Expediciones a Puerto Piojo. Buscando la última playa de Buenos Aires, una de las muestras que acaba de inaugurar el Espacio Contemporáneo de Fundación Proa. Objetos provenientes de Puerto Piojo, o relacionados con su historia y la de quienes pasaron por sus playas, y una instalación que conecta el Riachuelo con la terraza de la fundación mediante un sistema de caños y mangueras impulsadas con una bomba, forman parte de esta exhibición que incluye restos de botes de remo utilizados en el Riachuelo, una pintura de Alfredo Bertani, fotografías, postales y un mapa de Dock Sud publicado por María Teresa Pikulski y Oscar Félix Orquiguil, entre otros objetos. La muestra se podrá visitar hasta junio en Fundación Proa, Av. Pedro de Mendoza 1929. Más información en expedicionesapuertopiojo. wordpress.com Todo Piola En una esquina oscura, dos amigos de un barrio cualquiera se saludan con un "todo piola" y desde ese momento se abren puertas a un mundo inesperado. Ese es el disparador de Todo Piola, obra plasmada a partir de un poema de Mariano Blatt, que despliega una fábula de acción y romance, acompañada por las canciones de Guadalupe Otheguy. Con dirección de Gustavo Tarrío, Todo Piola parte de un momento de soledad para convertirse en un encuentro fantástico y efímero. La intimidad se dispara a un estado de la imaginación desatada. Todo Staff Director Federico Scigliano Editor Diego Sanchez Redactores Pablo Móbili Martín Rodríguez Emiliano Flores Franco Dorio Julián Eyzaguirre Romina Sánchez Diseño original Nizo Mauas Arte Diego Paladino Fotografía Patrick Haar Piola incluye fantasías africanas con bonobos del Congo, una fan fiction de La laguna azul y canciones convertidas en ritual de un apareamiento posible. Con guión de Blatt, Tarrío y Eddy García, este último también uno de los protagonistas de la obra, junto a Carla Di Gracia y la mencionada Guadalupe Otheguy, Todo Piola cumple por estos días su segundo mes a sala llena en la cartelera del Teatro del Abasto, Humahuaca 3548. Las funciones son los viernes a las 23:30 horas. Entradas: $100. Reservas al 4865-0014 o en [email protected] Redacción: Amenabar 23 (C1426AYB) Ciudad Autónoma de Buenos Aires Contacto: [email protected] Departamento comercial: Tel.: 4776-1779 Internos: 156 y 159 Venta de ejemplares atrasados: Azopardo 455. Tel.: 4342-8476 Impresión: Editorial AMFIN S.A. Paseo Colón 1196. Ciudad Autónoma de Buenos Aires Distribución en Capital Federal y Gran Buenos Aires:New Site. Baigorri 103, CABA Distribución en el interior: Inter Rev S.R.L. Av. San Martín 3442. Caseros Pcia. de Buenos Aires
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