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A PALOS
SUPLEMENTO JOVEN DE
TIEMPO ARGENTINO
Domingo 29 de marzo de 2015
Buenos Aires, Argentina
Año 5 Nº311
Además: La historia de Nicanor Jesús Piedrabuena | Capital y dictadura | Expediciones a Puerto Piojo |
El otro 24 de marzo | Reductio ad la gente | Todo Piola | Estereotipos
año 5 | nº 311 | 29 de marzo de 2015
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FUTBOL PARA EXTRATERRESTRES
Nicanor Jesús Piedrabuena
Por Zambayonny
Ilustración: Daniel Caporaletti
Nicanor Jesús Piedrabuena fue un futbolista enorme y macizo que jugaba de 5 y custodiaba la mitad de la cancha
como si cabalgara por una llanura hecha a su medida. Era
temido por los rivales, querido por los propios y respetado
por todos. Su estampa de caudillo natural emergía como un
fantasma heroico y lento que, sin embargo, llegaba siempre a tiempo para cortar los contragolpes con una natural
elegancia salvaje. También sabía con la pelota. A veces sorprendía matando contra el suelo algún balón llovido desde
el cielo, otras veces cambiando de frente con la precisión
de un experto lanzador y en algunos casos exhibiendo una
refinada gambeta impropia de su condición. Se decía que
estas habilidades eran vestigios de un pasado prometedor
con la 10 en la espalda antes de pegar el estirón y ponerse
ancho como un ropero.
Su voz de mando gruesa y atronadora se oía con claridad
desde las cuatro tribunas diferenciándose de los ruidos de la
cancha y llegando siempre a su destinatario. Nunca escatimó una pierna de más, ni un insulto de menos. Su colección
de tarjetas rojas era más grande que la de sus trofeos.
Sin embargo afuera de la cancha Nicanor era un hombre
tranquilo y educado que hubiera pasado desapercibido en
cualquier lado de no haber sido por las continuas muestras
de cariño y reconocimiento que recibía a diario y que él
respondía con más vergüenza que orgullo.
Apenas había debutado en Primera tuvo algunos ofrecimientos para pasar al fútbol grande. Sin embargo, por motivos que nunca estuvieron del todo claros, él rechazó esas
ofertas argumentando que prefería permanecer en la ciudad que lo vio nacer y cerca de su familia. Al poco tiempo se
casó, enseguida tuvo su primer hijo y luego se compró un
pequeño terreno sobre el cual él mismo construyó su casa.
Los años pasaron demasiado rápido entre penales mal cobrados, derrotas injustas y domingos nublados, hasta que
llegó el inmortal día de la final.
Esa tarde Nicanor les habló a sus compañeros en el vestuario como lo hacía siempre, pero esta vez sonó a despedida.
Se lo notaba cansado de librar tantas batallas, su cuerpo ya
no era el mismo y su mirada parecía apenada. Les dijo que
debían dejar la vida en ese partido porque posiblemente sería la única oportunidad que tendrían de obtener el título y
no debían fallarle a sus familias, a sus amigos y a todos los
que habían confiado en ellos. Enseguida pegó un grito de
aliento que sacudió los cimientos del estadio y salieron al
campo de juego como fieras.
Apenas comenzado el encuentro, Nicanor fue a buscar el
centro en un córner, se elevó por sobre todos, chocó en el
aire con el hombro de algún defensor, se desestabilizó en
las alturas y cayó de espaldas golpeándose ruidosamente la
nuca contra uno de los palos del arco. Quedó tirado en el
suelo desvanecido. Un hilo de sangre le corría por debajo de
su cabeza. Tuvimos un mal presentimiento que corroboró
Reductio ad la gente
WHISKYPEDIA
La expresión “reductio ad la gente”, falacia
del tipo ad hominem, fue creada por el hasta ahora precandidato presidencial, Sergio
Massa, y consiste en la utilización del vocablo “la gente”, en referencia a la ciudadanía
en general, como cita de autoridad y falacia
de asociación al mismo tiempo.
Características
Contenido [ocultar]
1. Definición
2. Características
3. Ley Massa
4. Dilemas universales
La reductio ad la gente es una forma discursiva desarrollada por determinado tipo
de dirigentes que permite evitar las definiciones concretas sobre cualquier tipo de
tema y consideración, aduciendo que la
verdadera definición al respecto debe darla
“la gente”. La falacia consiste en otorgarle a
una entidad indefinida a priori un rango de
autoridad que no podría tener hasta tanto
no fuera definido; es decir, se trata de ubicar el poder de validación en una entidad
de inmediato el médico cuando entró a revisarlo. Nicanor
no tenía pulso. El mundo se detuvo. Los camilleros desbordados alzaron su cuerpo muerto entre los gritos desesperados de todo el mundo y lo condujeron hasta la ambulancia
que ya esperaba junto a la línea de cal. Lloraban hasta los
rivales.
Fue en ese momento que inexplicablemente Nicanor abrió
los ojos y levantó el brazo donde llevaba la cinta de capitán
como si ordenara que detengan el cortejo. Le hicieron caso.
La tribuna explotó en una ovación inolvidable al verlo bajar
de la camilla con el paso bamboleante mientras se frotaba la nuca con un gesto que mezclaba el dolor y la sonrisa
cómplice. Por más que le insistieron para que fuera de todos
modos al hospital, Nicanor les dijo que ya estaba bien y que
no se quería perder este partido por nada del mundo, así
que pidió que lo vendaran y volvió a jugar.
Si antes daba miedo ahora daba pavor.
Como no podía ser de otra manera, cuando faltaba apenas
un minuto para terminar el partido que continuaba 0 a 0,
Nicanor tomó un rebote fuera del área, mató la pelota con
el pecho y la clavó en un ángulo. Creo que el partido ni se
terminó porque en el festejo del gol los hinchas entramos a
la cancha y lo alzamos llevándolo en andas a dar una eterna
vuelta olímpica que terminó en la plaza del centro de la ciudad. Fueron horas y horas de alegría, de cantos y de locura
inolvidable.
Esa noche durante la cena de los campeones Nicanor tomó
la palabra emocionado, agradeció las muestras de cariño,
alzó la copa, brindó por todos, sonrió y cayó muerto.
Su funeral fue el más triste que haya vivido la ciudad, la
gente lo lloraba como a un familiar muy querido. Lo enterraron al día siguiente y se decretaron 3 días de duelo que
al final fueron 10.
Nunca nos olvidamos del gran Nicanor Jesús Piedrabuena y
su heroica final.
Hace pocos días, al fallecer el médico que le hizo la autopsia, su hija me acercó un sobre con los resultados que había
obtenido su padre del cuerpo de Nicanor tantos años atrás.
-Haga usted lo que quiera con este secreto -me dijo como si
se librara de un peso y se fue.
Tomé aquellos papeles y leí que el fallecimiento del jugador se había producido obviamente como consecuencia del
golpe recibido en la cabeza. Sin embargo un dato agrandó
a limites insospechados la hazaña de aquella final: Nicanor
había muerto 10 horas antes de entrar a la morgue, o sea,
más o menos cuando recién había comenzado el partido.x
que no es definida sino por el mismo que
la cita, un razonamiento tan ilógico como
conveniente para el creador del mismo.
Ley Massa
A partir de los desarrollos de la reductio ad
la gente, se pudo establecer en base a su
creador, Sergio Massa, lo que finalmente
terminó decretándose como la única ley
que pudo denominarse “Ley Massa”, luego
de tantos intentos fallidos en otros ámbitos que quedaron en la mera recolección de
firmas. La Ley Massa es un enunciado que
establece que, a medida que un debate con
Sergio Massa se produce, la probabilidad
de que aparezca la palabra “la gente” como
cita de autoridad tiende a uno, es decir,
ocurre siempre.
Dilemas universales
Lo cierto es que la utilización de la reductio ad la gente tuvo múltiples aplicaciones
en el ámbito de la filosofía. Así, viejas preguntas que la Humanidad no había sabido
cómo resolver pudieron tener una conclusión que dejara satisfechos a todos. La
vieja polémica respecto a quién había sido
primero, si el huevo o la gallina, obtuvo
finalmente una respuesta de manos del
líder del Frente Renovador: no fue primero el ave de corral ni su envoltorio, sino
la gente. Misma respuesta se llevó la vieja
incógnita respecto de qué ocurriría si un
árbol cayese, solo, en un bosque, sin presencia humana: ocurriría que la gente. No
fueron pocos los pensadores que quedaron
sorprendidos frente a la respuesta de por
qué el Ser y no la Nada: pues claro, porque
la gente. ¿Es lo que vemos la realidad o es
una ilusión?, ¿existe el libre albedrío? Preguntas que la filosofía no podía resolver y
que tuvieron una respuesta inequívoca que
permitió el progreso, justamente, de la humanidad, más conocida como “la gente”.
29 de marzo de 2015 | año 5 | nº 311
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ESTEREOTIPOS
HOY: El fanático de la comida por
peso
»»Pensó tatuarse “Si
sucede conviene”.
»»Hizo el curso de respiración en el Planetario
con Ravi Shankar.
»»Probó acupuntura.
»»Tomó globulitos.
»»Cree que la comida por
peso es igual de sana
que la comida casera.
»»Fue víctima de las
“vianditas” de Cormillot.
»»Se molesta si lo mirás
indiferente ante el
relato de su descubrimiento milenario.
»»Te pregunta por qué
zona trabajás para
tirarte la dirección de
algún local.
»»Se puso la remera de
“La hoja de coca no es
droga”.
»»Nada le dura más de
dos semanas.
»»No sabe cómo dar de
baja su blog de comida
orgánica.
»»Odia a los chinos ("por
sucios").
»»Hizo un curso de comida viva
»»En el armario de la oficina guarda cajitas de
sopas instantáneas.
»»No pone guita para los
cumpleaños.
»»Carga las botellitas de
agua antes de irse.
»»Dice que Martiniano
Molina es un capo.
»»Si es un ex gordo puede
ser peligroso.
»»Intenta dejar las harinas.
»»Fundamentalista de
galletitas y yogurcitos
Ser.
»»Probabilidades altísimas de tránsito lento.
»»Pertenece a la tribu
urbana de asistentes
a los stand up de los
jueves en el Paseo La
Plaza.
»»Yayo le parece violento.
»»Fan de las publicidades
del Banco Frances y
Galicia.
»»Usó excesivamente el
"estás dulce".
»»Está suscripto al
newsletter de Galerías
Pacífico
»»Adicto en recuperación
de Groupon.
»»Su pasado oculto gira
entorno a su admiración por el Coco Silly y
Café Fashion.
»»Fanático de Szifron,
Campanella y cualquier
director argentino que
supere el millón de
espectadores.
»»Antes de su muerte no
tenía ni puta idea de
quién era René Lavand
pero vio dos videos y lo
lloró por Facebook.
»»Lee Infobae permanentemente.
»»Puede haber comentado los abdominales de
Jimena Baron.
»»Se encuentra cada vez
más solo en los after
office.
»»Le cabe el reiki aun sin
saber qué es.
»»Le gusta como suena
'teriyaki'
»»Pide mucho delivery de
comida china
»»Cuadro diarreico agudo;
motivo: la lengua a la
provenzal que se llevó
hace 2 días.
»»Le pone film adherente
a todo.
»»Siguiendo a Jimena
Baron, se puso film en
el abdomen para bajar
de peso.
»»Si es kirchnerista tiene
guardado el cartelito
#yonoparo del año pasado y planea hacerlo
perfil esta semana.
»»Se compró las botellitas
de tupper *originales*.
»»Tiene alcohol en gel
colgado en la cartera. Si
es frutal mejor.
»»Todavía se conmueve
con Aristimuño.
Gracias Pablo por los
aportes
Estereotipo que viene
«El 'especialista' en aviación»
Si se te ocurre cómo describirlo, mandá tus ideas a
[email protected] o vía Twitter a @niapalos así
lo publicamos.
web
www.niapalos.org
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[email protected]
twitter
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@niapalos
niapalos
ruido de fondo |
La hora pulenta... ¡al rescate!
Antropología pulenta
Por Pablo Díaz Marenghi
Juan Manuel Strassburguer y Nicolás
Lantos son los creadores de Cosas Pulenta. Una “política cultural” -como
les gusta llamarla- que ofrece una
curaduría de bandas y cantautores
representativa de lo más interesante
dentro de la movida emergente local. Esa gesta se materializa semana
a semana en un programa de radio
-La Hora Pulenta-, un festival -El
Festipulenta- y compilados con canciones inéditas -los Compipulenta.
Su más reciente novedad es La hora
pulenta... ¡al rescate!, un disco doble
con 33 canciones distribuido de
forma gratuita vía web y que expone
lo más inhallable de la escena emergente de los 90 y 00. Bandas que desaparecieron. Bandas que hoy tienen
otro nombre. Grupos que originaron
iconos de la escena independiente
como El Mató, Sr Tomate o Los Faunos. Algunas que integraron recopilaciones independientes y otras
perdidas en Myspace o Purevolume.
Con una tapa ilustrada por Gustavo
Sala y textos alusivos a cada canción,
los periodistas rindieron tributo a su
melomanía incurable en un trabajo
digno del coleccionista más obseso.
El principal objetivo del álbum
doble es homenajear a muchas bandas y cantautores que marcaron no
solo la vida de los compiladores sino
la de muchos. Vale la pena citar los
casos de Kevin (banda que reunió a
los futuros El Mató -Chango y Willy- con Jo Goyeneche de Valentín y
los Volcanes), Los Reincidentes (los
futuros Pequeña Orquesta), Menos
Que Cero (banda de power pop de
Manza Esaín), Grupo Mazinger (los
futuros Faunos), Copiloto Pilato (del
mito viviente Adrián Paoletti), Los
Japón (co fundadores del sello Laptra), Psicovendetta (dúo de hip hop
de Doma del Perrodiablo) o El Rey
Reina (primer experimento sonoro
serio de los hermanos Rex, futuros
Reyes del Falsete, junto a Santi Rial
Ungaro). La hora pulenta... ¡al rescate!
funciona como mapa y territorio
de una escena que late y muta día
a día. Los cimientos de un circuito
que detonó en La Plata y se extendió
hacia provincias como Neuquén,
Mendoza o La Pampa. Sonidos experimentales -como el inclasificable
Dios- o bandas de artistas plásticos
-Fondo Sandy- que regurgitaban
disconformidad ante estructuras
del rock vernáculo. A esas bandas,
muchas hoy en el olvido, se les debe
gran parte del sonido que suena en
los lugares de moda de hoy (Zaguán
Sur, Matienzo, Niceto, el clausurado
Salón Pueyrredón) y que muchos
conjuntos intentan replicar.
El rock post Cromañón supo teñirse
de ritmos y estilos que no habían
calado hondo en el paladar argentino. Géneros como kraut rock, lo
fi, shoegaze, noise, e indie fueron
copando la época. En las sombras,
muchas bandas ya comenzaban a
coquetear con estos modos de hacer,
forjando a paso lento lo que hoy se
conoce como indie argentino. JMS y NL
hurgan entre los cimientos cual antropólogos para ver qué había detrás
de una cofradía musical que, de a
poco, va edificando un nombre dentro y fuera del país. Un compilado,
en suma, que facilita la comprensión
del presente a través del rescate de
perlas del pasado.
cosaspulenta.bandcamp.com×
falsa escuadra | Por Romina Sánchez
Un 24 de marzo, por las otras desaparecidas
“Yo elijo cómo me visto y con quién
me desvisto”, “Sin cómplices no hay
trata”, “Disculpen las molestias, nos
están matando”, fueron algunas de
las leyendas que circularon este 24
de marzo en la más histórica de las
plazas. Como parte de la campaña
“Basta de femicidios, el machismo
nos mata”, la jornada encontró una
edición especial en el pedido de
memoria, verdad y justicia, tras la
manifestación del 19 en el Obelisco,
a raíz de la muerte de Daiana García,
la joven de 19 años hallada asfixiada
el sábado 14, en Llavallol. Aquel día
se pidió por ella, el caso más renombrado recientemente, y por el resto
de las víctimas de la violencia misógina, ya sea por trata o maltrato doméstico, tantas. Así, las leyendas se
hicieron consigna, necesaria y vital,
que se asumió como expresión de un
derecho, como reivindicación: “Así no
se puede más”.
Concentradas –y también concentrados– en Avenida de Mayo al 700, los
activistas de esta causa plantaron un
reclamo particular: “Este 24 de marzo nos encuentra movilizándonos
de acá para allá, proyectando y, sin
embargo, corriendo detrás de la tragedia, construyendo, y teniendo que
decir otra vez: ni una piba ni un pibe
menos soñando el sueño que lxs
30.000 compañerxs también soña-
ron. Pero estamos inmersos en esta
realidad que nos pega muy fuerte.”
“Con esta mezcla de emociones encontradas, entre nuevos dolores y
antiguas-vigentes reivindicaciones,
reafirmamos que no vamos a resignar la dignidad y alegría de seguir
defendiendo nuestros derechos.
Desde nuestro espacio de militancia
política y cultural sumamos a la larga
lista de consignas, causas y reivindicaciones que compartimos este 24
de marzo, las nuestras: vamos por la
igualdad de géneros y sexualidades,
la defensa de los espacios públicos y
verdes; queremos un movimiento de
cultura popular”, relataban a viva voz
las militantes de Che Cultura-Mujeres Activando.
“En Argentina, cada 30 horas, una
mujer es víctima de femicidio, y hay
más de 600 mujeres desaparecidas
víctimas de la red de trata de personas con fines de explotación sexualcomercial. Las mujeres padecemos
de abusos, acoso callejero, exhibicionismos, ‘apoyadas’ en medios de
transporte, discriminación laboral,
violencia doméstica, violaciones, secuestros, explotación sexual y desapariciones, y nos enseñan como
respuesta callarnos y ser sumisas”,
expresaban en un manifiesto secundado por silbidos.
“No solo nos violan, nos matan y nos
tiran a la basura. En el caso de que
tengas ‘suerte’ y sigas con vida, te
cierran programas para víctimas de
delitos sexuales. La verdad que no lo
puedo creer”, se indignaba Angy Rivo,
una de las participantes de la concentración, en referencia al cierre, en
enero pasado, del área de asistencia
para personas abusadas, creada en
2008 en la órbita de la Subsecretaría
de Derechos Humanos.
“En vez de respetar y garantizar nuestros derechos legítimos, las autoridades como la policía, el poder judicial,
el sistema de salud y el poder político
son cómplices. El machismo es una
construcción cultural que nos mata.
Los medios de comunicación hegemónicos reproducen y alimentan la
cosificación y el desprecio hacia la
mujer, multiplicando la violencia
simbólica generadora de opinión.
Convocamos a todas las personas
a la toma de responsabilidad ética
en las prácticas cotidianas. Invitamos a una reflexión profunda a toda
la opinión pública, para generar un
cambio en nuestra sociedad con el
compromiso de todas y todos”, se
oía como cierre. Mientras, en la calle,
se reproducían las siluetas inertes,
de rojo furioso, que cobraron vida
en la exposición, en la conciencia: tu
hija, tu hermanita, tu madre, tu tía,
tu amiga, tu novia.×
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Nota
Juventud encerrada
Cuando la cuestión penal juvenil entra en el discurso mediático suele hacerlo a través de pedidos de encierro: bajar la edad de punibilidad
y acabar con “la puerta giratoria”. Sin embargo, poco se habla de las condiciones en que el Estado mantiene presos a los menores de edad.
Ni siquiera la muerte, en diciembre pasado, de un joven de 17 años que se encontraba detenido en el Centro Socioeducativo de Régimen
Cerrado “Luis Agote”, dio lugar a la descripción y el análisis de un mundo oscuro y complejo que alimenta fantasías, produce historias y
alberga crímenes, abusos, disputas y varias buenas intenciones. En esta nota, el autor, que trabajó como operador socioeducativo en el
“Manuel Belgrano”, uno de los siete centros penales juveniles a nivel nacional, repasa la vida de los jóvenes en las cárceles: la violencia,
los talleres, las fotos de los guardias junto a Videla, los esfuerzos de los que quieren romper la mecánica macabra del sistema, y las
deudas y desafíos pendientes.
Por Juan Millonschik
Adentro de una cárcel, y en el día
a día, cada pibe preso se convierte
-en el mejor de los casos- en un
mundo donde las instituciones
sociales y estatales intervienen
desde el odio, la pedagogía del
amor, las patadas, la educación,
el trabajo, las rejas, las salidas
transitorias, la soledad, el compañerismo, la familia, la psiquiatría,
el deporte, la droga, los informes
judiciales, los defensores oficiales, los juzgados, las asambleas de
convivencia, el arte, el miedo... En
medio de ese torbellino, al pibe
no le queda más que ir buscando
los aliados y resquicios para tratar de salir de ahí lo más entero
posible. A veces no hay resquicios
y -como ocurrió en diciembre pasado con Diego Borja, un joven de
17 años alojado en el Centro Socioeducativo de Régimen Cerrado
“Luis Agote”-, una celda de aislamiento prohibida por inhumana,
la negligencia de la guardia y un
colchón inflamable se tornan presuntos responsables de no conducir sino a la muerte. Otras veces,
como ocurrió también en el Agote
pero hace años, un pibe como César González puede aprovechar a
un profe que le acerca libros para
convertirse en poeta y director
de cine, no sin haber tenido que
soportar, según ha narrado en
varias entrevistas, huesos rotos y
psicólogos saboteadores.
En el medio, infinitas posibilidades, como pedir salidas educativas
y laborales para un pibe que más
bien podría estar ya en la calle y
que el juzgado responda con un
desafío: “no se entiende... ¿ustedes se olvidan de que el pibe está
en cana?”. O sugerir un traslado a
un centro de régimen semiabierto
y recibir como respuesta, frente al
pibe: “¿y si le está yendo tan bien
adentro, para qué sugieren que
salga?”. Es un diálogo imposible
entre un paradigma que, inspirado en los estándares internacionales, busca reducir los efectos
desocializadores de la pena privativa de la libertad, y otro perverso
para el que la cárcel es un lugar
de “tratamiento”. A veces, los finales son más felices: el sistema
no es coherente y algunos pibes
tienen más suerte que otros.
Dioses y demonios cotidianos
Los edificios antiguos, húmedos, oscuros, con cañerías tapadas, llenos
de cucarachas, con muebles fijos y
estructura de celdas se van combatiendo -donde existe voluntad- con
actividades colectivas en los patios,
murales y talleres de reparación.
No por nada uno de los mayores referentes entre los operadores socioeducativos es Antón Makárenko,
aquel pedagogo soviético que buscaba al hombre nuevo mientras
luchaba contra la burocracia para
poner vidrios en las ventanas antes
de que llegara el invierno. Algunos
de esos trabajadores intentan ser lo
que Bernfeld, otro de los pedagogos
de lectura favorita, llamó “dirigentes”: autoridades técnicas capaces
de mostrarles a los jóvenes caminos
hacia la construcción de proyectos
de vida alternativos a la violación
de la ley penal... algo nada fácil en
un mundo que incluye falta de personal, precarización laboral, meses
sin cobrar, ninguneo sindical, falta
de presupuesto, una capacitación
inorgánica y a fuerza de voluntad,
y generaciones de personal antiguo trabajando con enfoques propios de un internado religioso del
siglo XIV. Aún así, en los últimos
años ha aumentado la cantidad de
cooperativas, radios, revistas literarias, capacitaciones laborales y
otras actividades de las que la mayoría de los pibes se apropian con
entusiasmo -el pedido de autorización de este cronista para entrevistar a los participantes de esos
proyectos duerme en el escritorio
de algún funcionario que, de tan
gris, corre peligro de tornarse oscuro. Por suerte, igual hay voces
que consiguen atravesar la reja-.
En un penal, gran parte del día -y
la totalidad de la noche- queda en
manos del personal más retrógrado: el de seguridad. Si yo no fui
testigo de golpes, eso cuenta apenas para el horario que cumplí durante algunos meses en un penal
en particular. Pero la guardia es la
principal aguja con la que el sistema tatúa su maltrato en el cuerpo
de los jóvenes. Y paradójicamente, mediante el sometimiento a
"Desde donde se lo mire, el
sistema necesita reformas
profundas"
condiciones de trabajo infrahumanas, es también una víctima
del sistema que lo erige en verdugo. En general, y salvo honrosas
excepciones -que las hay-, es también un anecdotario patético de
la perversidad: uno que, a medida
que los jóvenes vuelven a las celdas tras los talleres, los frena para
pedirles que griten que siempre
serán chorros y que tanta educación no sirve para nada; otro que,
según cuentan los mismos presos,
acostumbraba invitarlos a pelear
por las noches... hasta que le tocó
perder; otro, para molestarnos “a
los hippies”, nos muestra sus fotos de graduación, de gala al lado
de Videla; un buen día, una desesperada madama de prostíbulo
toca el timbre del penal con una
lista de lo que le llevan adeudado...
Existen buenas experiencias desarrolladas por grupos de trabajadores que sólo salen enteros de ahí
cuando saben que, a pesar del panorama, hicieron todo lo posible
para ganarle a la mecánica violenta del sistema, sacando de vez en
cuando algún empate. Pero todos
saben que muchas veces eso no al-
29 de marzo de 2015 | año 5 | nº 311
5
"En 2005, Argentina se sumó
a una oleada bastante tardía
que posibilitó que varios países
de América Latina adecuaran
sus políticas de niñez a los
estándares establecidos por
las convenciones de la ONU.
En ese año, con la sanción de
la Ley de Protección Integral
de Derechos de los Niños,
Niñas y Adolescentes, comenzó
a abandonar un centenario
y oscurantista paradigma
tutelar"
canza para ayudar a un pibe.
Tutelados por Videla
En 2005, Argentina se sumó a una
oleada bastante tardía que posibilitó que varios países de América
Latina adecuaran sus políticas de
niñez a los estándares establecidos
por las convenciones de la ONU. En
ese año, con la sanción de la Ley de
Protección Integral de Derechos de
los Niños, Niñas y Adolescentes, comenzó a abandonar un centenario
y oscurantista paradigma tutelar.
Sin embargo, en lo específicamente
penal, Argentina aún mantiene en
vigencia el Régimen de Minoridad
decretado por Jorge Rafael Videla en 1980. Los abusos y crímenes
derivados de esta situación le han
valido al país una condena de la
Corte Interamericana de Derechos
Humanos a la que pronto podría
sumarse otra, cuando el organismo
se expida en un segundo juicio.
Los pocos avances en la materia
han sido incompletos y poco orgánicos. A nivel nacional, la Dirección para Adolescentes Infractores
a la ley penal (DINAI), dependiente
del Ministerio de Desarrollo Social
y responsable directa de apenas siete Centros -entre ellos, el Agote-, se
rige por dos resoluciones firmadas
en 2009 y 2011. Son las normativas
que instituyeron la obligatoriedad
de la escuela, el dictado de cursos
de formación profesional y talleres
a cargo de organismos del Estado y
ONG's, la diversificación profesional de los equipos de operadores
socioeducativos que trabajan día a
día con los jóvenes y un régimen
de sanciones que debería evitar las
arbitrariedades. Es una tendencia
que ha tenido resultados felices
pero que aún está lejos de haber
alcanzado universalidad: sin ir más
lejos, la violación de estas normativas por parte de la propia DINAI
sería la principal explicación de la
muerte de Diego Borja en el Agote.
Por su parte, la provincia de Buenos
Aires sancionó en 2008 su ley penal
juvenil. Julián Axat, responsable
del programa ATAJO de acceso comunitario a la justicia y ex-defensor del fuero de responsabilidad juvenil de La Plata, no encuentra diferencias de funcionamiento entre
los dispositivos provinciales y los
que la Nación opera a través de la
DINAI, donde “persiste el engome
[encierro en celdas] y hay déficit
alimentario”, advierte. Respecto de
las demás provincias, la información es tan dispersa y escasa como
alarmante. Un informe de 2008 de
la propia DINAI reconoce “una serie de circunstancias (hacinamiento, instalaciones inadecuadas, personal no especializado, ausencia de
actividades, otras) que por sí solas
conllevan situaciones de maltrato
o que coadyuvan a generar[las]”, a
lo que se agregan “situaciones particulares -irregularidades o delitos
cometidos por personal de los establecimientos-”. Una muestra de
esto son las fotos filtradas el año
pasado de un penal de San Luis -en
las cuales se ve a la guardia tratando inhumanamente a los jóvenes
durante una requisa-.
Mundillo en disputa
Desde donde se lo mire, el sistema
necesita reformas profundas. Consultado, Julián Axat delinea cuatro
puntos que una nueva ley debería
incluir: “en primer lugar, razonabilidad en las penas: hoy se están
aplicando condenas de 20 años
por delitos que no lo merecen. En
segundo, establecer pautas para límites de punibilidad. La discusión
no debe ser si bajar o no la edad,
sino el establecimiento o no de un
régimen penal diferenciado: yo soy
partidario de que no se puna por
debajo de los 16. Pero la realidad
es que hoy se están encerrando pibes de 12 y 13 años por la vigencia
del Régimen Penal de Minoridad
establecido en 1980. La tercera
cuestión es reglamentar la utilización de prisiones preventivas: en la
provincia de Buenos Aires, aún después de la sanción de la nueva ley,
"Existen buenas experiencias desarrolladas por grupos de trabajadores que sólo salen enteros
de ahí cuando saben que, a pesar del panorama, hicieron todo lo posible para ganarle a la
mecánica violenta del sistema, sacando de vez en cuando algún empate. Pero todos saben que
muchas veces eso no alcanza para ayudar a un pibe"
el 90% de los jóvenes encerrados se
encuentra procesado, sin condena
y con prisión preventiva. Por último, debe establecerse la especialización en materia penal juvenil en
los fueros, defensores públicos, fiscales, órganos de revisión y dispositivos de encierro de todo el país.
También en los sistemas de seguridad, no porque tengan que seguir
encerrando jóvenes especialmente,
sino porque los órganos policiales
que lidian con menores no deben
ser los mismos que lo hacen con
los adultos. Deben tener una forma
diferente de identificarse y generar
otro tipo de vínculo con el adolescente”. Por último, el ex-defensor
del fuero de responsabilidad juvenil de La Plata sostiene que, tal y
como está estipulado en los estándares internacionales, el encierro
debe limitarse a pocos delitos: homicidios y abusos sexuales graves.
“Un pibe no puede estar preso por
robo. El sistema penal juvenil debe
tener salidas alternativas antes del
encierro, baterías de alternativas.
La cárcel sólo puede llegar como última posibilidad en casos de gravedad, porque cuando metés preso a
un pibe de 16 años lo lastimás para
siempre”, afirma.
El otro cambio fundamental es la
creación de estándares y planes orgánicos de intervención socioedu-
cativa y responsabilizadora. Actualmente, el contraste de criterios,
la escasez de medios y la falta de
controles, entre otros factores, convierten al mal llamado sistema en
un conjunto de avances parciales y
lastres persistentes. En el mejor de
los casos, donde una parte del Estado amplía un derecho o abre una
vía, hay otra que lo cercena. Donde
hay una chance de empleo, hay un
juez que prohíbe la salida; donde
hay un pibe que pide tratamiento
en adicciones, hay un penal que
no tiene capacidad para ofrecerlo; donde hay escuela, hay un
guardia que pega; donde no hay
guardia que pega, hay edificios
insalubres. El diagnóstico de Axat
no resulta muy diferente: “si bien
existen directores de centros con
una impronta socioeducativa muy
fuerte y buenos vínculos con instituciones educativas, veo mucho
voluntarismo, improvisación y
coyunturalismo: no hay diseñado
un plan nacional de responsabilización juvenil intracarcelario.”
El problema no es exclusivo de
lo penal, sino que se extiende
a las políticas de infancia en general, que Axat define como “un
mundillo oscuro que cada quien
disputa desde su lugar.” Ya sea
para mantener negocios turbios
y organizaciones delictivas apaña-
das por el Estado -desde granjas
de rehabilitación o instituciones
como la del padre Grassi, hasta
la mano de obra para bandas policiales-, o por un afán político
de ser el “salvador de la infancia
perdida”, la niñez suele parecerse
más a un coto de caza. Desde ese
análisis, resulta lógico que el titular del programa ATAJO considere
a políticas de gran escala como la
AUH y el Progresar como “el mayor honor que le hizo este país a
la Convención sobre los Derechos
del Niño”.
En lo estrictamente penal, parecería ser que la Argentina no podrá
seguir demorando la sanción de
un nuevo régimen, aunque más
no sea para cumplir con lo dispuesto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Ante
esa coyuntura, no debe perderse
de vista que los enfoques en el
castigo, el encierro y la estigmatización llevan años de fracaso.
Pero el enfoque socioeducativo,
responsabilizador y de protección
de derechos que establecen los
estándares internacionales exige
excelencia y organicidad en todas
las instituciones del Estado involucradas en la reacción punitiva
sobre la infancia. Sin ella, vendrán los tropiezos y volverán a
reaccionar los profetas del odio.X
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año 5 | nº 311 | 29 de marzo de 2015
«En los shows de Mal Momento no se prenden bengalas, pero por ejemplo,
una vez en Morón tocamos en un lugar que tenía
un escape de gas. No pasó
nada grave porque se frenó a tiempo, pero cuando
mirás para atrás te das
cuenta que vivíamos al límite y que en ese momento no era difícil que nos
pasara algo similar. Realmente no era una cuestión
de qué banda o qué género, nos movíamos todos
en un ambiente similar»
Hermann y Pablo, de Mal Momento
«El día que leí que Ciro se quejaba
porque usaban un tema suyo en
un acto me re jodió»
Cuando era chico le prestaron un ejemplar de El lobo estepario; tardó tanto tiempo en devolverlo que le valió
el apodo de “Hermann”, por Hesse. Vivió en Uruguay hasta los siete años y luego se mudó a Buenos Aires.
A fines de los 80 formó Mal Momento, una de las bandas más emblemáticas del punk nacional. Dice que
para escribir una canción tiene que vivir una desgracia y en esa idea se define buena parte de la esencia
de sus letras. Con más de 20 años sobre escenarios (compartidos con bandas como Ramones, Motorhead
y Exploited, entre muchas otras de la escena nacional) las anécdotas son infinitas. Hace algunas semanas
decidió hacer pública una que recuerda con bastante exactitud y un poco de amargura: la tarde en la
que -dice- Ciro Pertusi, de Attaque 77, le robó una canción. Desde el estudio donde graba su próximo
disco, acompañado de su bajista Pablo, Hermann habló con Ni a Palos sobre plagios, el punk después de
Cromañón, las giras que pasaron y las giras que vendrán.
Por Paz Azcárate
Foto: Charo Larisgoitia
Mal Momento es una banda que
suele viajar bastante para tocar,
¿cómo viven eso?
Hermann: Nos gusta mucho, te da
la oportunidad de conocer gente y
lugares. Hace unos días volvimos
de una gira por la Patagonia, donde hicimos varias fechas. Fue un
show cada noche. Arrancamos en
Ushuaia, un miércoles, en un pub
que estaba lleno, con mucha más
gente que el año pasado. Después
pasamos por Río Grande, Río Gallegos, Pico Truncado y terminamos
en Playa Unión. Si bien nos gusta
mucho, por supuesto que es distinto, acá en Buenos Aires uno se
acostumbra a que cada concierto
es el fin del mundo, todos toman
cerveza, se hace de día y no hay
problema. Pero tocando todo el
tiempo se hace tarde y tenés que
descansar para hacerlo de nuevo al
día siguiente. Es como una rutina
de laburo. Tenés que cuidar la voz
y con el cambio de clima se complica, imagínate que salimos de
acá con 35 grados y llegamos con
5. Germán, el baterista, que había
viajado en bermudas, se quería matar.
Pablo: Nos gusta viajar, la pasamos
muy bien. En general hay buena
onda con las bandas y seguimos armando fechas juntos. Esta remera
que tengo puesta ahora es de Bajo
Kontrol, una banda del sur con la
que compartimos fecha y pegamos
muy buena onda. Por suerte nos invitan a tocar de todos lados.
Hace más de 20 años que existe
Mal Momento, ¿en qué etapa dirían que está la banda hoy?
Hermann: Como siempre, en crecimiento, porque todavía no llegamos.
¿A qué te referís con llegar?
Hermann: No sé, llegar a grabar
el disco que queremos grabar. A
nivel popularidad creo que lo alcanzamos, al menos hablo por mí.
Me parece que está bien, llevamos
gente a nuestros recitales que es incondicional y nos gusta mucho eso.
Por lo general no son pibes de 14
años que siguen bandas de moda. Si
bien hay generaciones nuevas que
se suman me parece que tenemos
un público más bien estable que es
un poco más grande. No pasa tanto
por la convocatoria, lo que queremos es grabar el mejor disco. No
necesariamente un disco que venda
muchísimo sino uno que te provoque una descarga cerebral que te
deje tonto, que lo quieras escuchar
hasta el hartazgo.
¿Qué cosas creen que cambiaron
en la escena del rock en Buenos
Aires desde que arrancó Mal Momento hasta hoy?
Pablo: Me parece que el quiebre
más fuerte en la ciudad fue lo que
pasó en Cromañón. Eso nos sacudió
un poco a todos, nos hizo pensar a
la fuerza en cómo se estaban manejando las cosas.
Hermann: Si, supongo que ese
quiebre lo hicimos sin querer. Hay
cosas que ya fueron, que ya no pasan. Yo me acuerdo que cuando tocábamos en Cemento te traían la
lista de gastos y estaba la coima a
los bomberos y a la policía. Hoy no
pasa o no es lo normal, pero es algo
que era parte de la rutina en ese
momento. Nadie pensaba que podía
pasar algo así y le tocó a estos pibes.
¿Sienten que también les podría
haber tocado a ustedes?
Hermann: Más vale. En ese momento estaba pegando mucho el
rocanrol y el punk no tanto. Como
los Redonditos habían dejado de
tocar, había un hueco que llenó
Callejeros. En los shows de Mal
Momento no se prenden bengalas,
pero por ejemplo, una vez en Morón tocamos en un lugar que tenía
un escape de gas. No pasó nada
grave porque se frenó a tiempo,
pero cuando mirás para atrás te das
cuenta que vivíamos al límite y que
en ese momento no era difícil que
nos pasara algo similar. Realmente
no era una cuestión de qué banda o
qué género, nos movíamos todos en
un ambiente similar. Nosotros habíamos sido invitados a la inaugura-
29 de marzo de 2015 | año 5 | nº 311
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«No pasa tanto por la convocatoria, lo que queremos es grabar el mejor
disco. No necesariamente
un disco que venda muchísimo sino uno que te
provoque una descarga
cerebral que te deje tonto, que lo quieras escuchar hasta el hartazgo»
otro. A mí me contrataron otras
personas. No hay relación. Tocamos
una vez en Vélez con Motorhead y
Ramones, pero no hay onda. En todos los años que pasaron desde el
95 hasta ahora ellos nunca nos invitaron a tocar. Para mi es una banda
muy fría. Parece que abren el diario
y sacan un tema. Yo para hacer un
tema tengo que vivir una desgracia.
Por otro lado, Federico, el hermano de Ciro, tocó en Mal Momento
un tiempo y él mismo le reclama
a Ciro algo relacionado a los derechos de una canción.
Pablo: Sí, hubo algún reclamo sobre quién registraba un tema. No
sé, yo he ido a ver a Attaque 77
muchas veces cuando era chico, es
una banda que tuve muy presente
en lo particular. Después, bueno,
pasaron estas cosas y se fueron sumando.
¿Cuál es la prioridad de Mal Momento para el 2015?
«El día que leí que Ciro se quejaba porque usaban “Donde las águilas se atreven” en
un acto de la presidenta me re jodió. El tipo se hace el gran compositor y “Donde las
águilas se atreven” es un tema de Iron Maiden [“Where the eagles dare”]. Esa noche
me fui a acostar y no me podía dormir, así que decidí contar todo»
ción de Cromañón unos días antes
y estábamos muy cerquita de todo
eso. Me acuerdo que la noche del
incendio estábamos en la casa de
Fernando Rossi de Flema, tirándonos a la pileta, faltaba poquito para
año nuevo y hacía calor. Durante
la noche hasta que nos fuimos no
nos dimos cuenta de lo grande que
era, no caíamos. Cada uno se volvió
a su casa callado la boca. Al otro día
cuando vimos la cantidad de pibes
muertos y lastimados, no lo podíamos creer, no entendíamos nada. Y
bueno, todo lo que le pasó a los chicos de Callejeros después también
fue fuerte. Es como si un santo les
hubiese pasado factura.
¿Y a Chabán como lo recordás?
Hermann: Lo recuerdo muy bien.
Mirá, por contarte cuál era la mentalidad de Chabán: una vez iba en
un auto con problemas de luces y
me paró la policía. Como yo tenía
pedido de captura me detuvieron
por una causa vieja, de cuando tenía 18 años. El primero en ir a ayudarme, en ofrecerse a pagar la fianza para sacarme, fue Omar Chabán.
Se manejaba así con muchísimos
músicos. Después de lo que pasó
fue feo ver cómo terminó. Me parece que al tipo le tocó hacer de chivo
expiatorio.
Hace poco usaste Facebook para
contar que “Hacelo por mí”, una
de las canciones más conocidas
de Attaque 77, en realidad es un
tema de Mal Momento del que
ellos se apropiaron, o al menos
tomaron prestado el nombre sin
consultarles. ¿Cómo fue eso?
Hermann: Era 1989, Mal Momento
ensayaba en Flores hacía dos horas. Todavía no habíamos grabado
nuestro primer disco y preparábamos los arreglos para un tema
nuevo, “Hacelo por mí”. Fue un ensayo como cualquier otro, aunque
con Mariano y Ciro de Attaque 77
como invitados. Por todo lo demás,
hicimos lo de siempre: tocar, tomar
cerveza y pasarla bien. Cuando terminamos, ellos se fueron corriendo. En ese momento ellos estaban
grabando El cielo puede esperar. Cuando presentan el disco, unos meses
después, había un tema que se llamaba “Hacelo por mí”, igual que el
nuestro, con un ritmo parecido, y
que encima sonó un montón. Hasta
Pergolini lo usó para un programa
de televisión. Toda esa secuencia
nos pareció demasiada casualidad.
Pasaron 25 años desde ese momento, ¿por qué contarlo ahora?
Hermann: Decirlo en ese momento no tenía mucho sentido, supongo que me daba vergüenza. A nosotros nos iban a ver diez personas.
Después vinieron los pibes de una
banda que se llama Mala suerte,
banda amiga, y me pidieron grabarlo. Lo hicimos pero le cambiamos
el nombre, porque ya lo había he-
cho famoso Attaque 77. Le pusimos
“Lejos de los demás”. El día que leí
que Ciro se quejaba porque usaban
“Donde las águilas se atreven” en
un acto de la presidenta me re jodió. El tipo se hace el gran compositor y “Donde las águilas se atreven”
es un tema de Iron Maiden [“Where
the eagles dare”]. Esa noche me fui
a acostar y no me podía dormir, así
que decidí contar todo.
Pablo: Hay cosas que son contradictorias. Ciro ha estado en programas de TV de política como 678,
pero si usan un tema suyo en un
acto le molesta.
¿Si usaran un tema de Mal Momento en un acto político a vos te
molestaría?
Hermann: No. La música es libre,
no te podés enojar porque pasan
tus canciones. Por dentro te puede gustar más o menos, pero de
ahí a quejarte públicamente me
parece que no está bien. Ahora,
si me decís que es el bunker de
Macri y se pone a cantar es otra
cosa, te destroza las canciones.
Ustedes compartieron fechas con
Attaque 77, ¿cómo es esa relación ahora?
Hermann: Hace poco compartimos una, pero ni nos cruzamos.
Ellos en un camarín, nosotros en
Hermann: Estuvimos trabajando
en un video nuevo que vamos a
presentar esta noche en Asbury,
en la fecha que compartimos con
Expulsados. Por otro lado, estamos
preparando junto a la productora
Tigre Punk, el próximo DVD de Mal
Momento, con imágenes de la fecha que hicimos en Niceto el año
pasado por los 20 años de nuestro
primer disco. El audio lo estamos
mezclando en White vinyl, el estudio donde trabaja nuestro guitarrista Hernán. Además de eso,
queremos seguir tocando. Tenemos
planeado ir para el lado de Chaco,
Corrientes y Entre Ríos en abril, y
más adelante ir a Jujuy y Misiones.
También puede que toquemos en
México, estamos viendo eso. Además, este año queremos lanzar Mi
corazón es una manzana podrida, el
próximo disco de Mal momento.
La versión original de “Hacelo por
mí” va a estar en ese disco.X
Mal Momento toca esta noche junto a Expulsados en
Asbury (Avenida Rivadavia
7525, CABA). Jueves 2 de
abril en Clorinda (Formosa);
viernes 3 de abril en Resistencia (Chaco); sábado 4 de
abril en Concordia (Entre
Ríos); sábado 18 de abril
en San Miguel (Buenos
Aires) y sábado 25 de abril
en La Trastienda, La Plata.
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Lecturas de marzo
La salidera
Eventos, lanzamientos, recomendaciones
Buscando la última playa de Buenos Aires
Por Martín Rodríguez
Primero. En la revista Ñ de la semana pasada, bajo el título “Poder y lengua de las finanzas”, Verónica Gago y Diego Sztulwark
escribieron:
“El libro El Minotauro Global escrito por el ahora ministro de
finanzas griego Yanis Varoufakis
elabora un diagnóstico de la crisis de 2008, en la tónica de un
ensayo de macroeconomía marxista, que vuelve a ser leído bajo
el dinamismo del escenario sudeuropeo. ¿Qué pasó entonces?
Dice Varoufakis: “Mi respuesta
evocativa es: el crack de 2008
tuvo lugar cuando un animal
llamado el Minotauro global fue
herido de manera fatal. Cuando
gobernaba el planeta, su puño
de hierro era implacable, su dominio inescrupuloso”. El bestiario se renueva: ya no el Leviatán
hobbesiano, marino y estatal,
sino un minotauro planetario,
laberíntico y devorador, de tipo
financiero que toma forma a
principio de los años 70 en Estados Unidos, como parte de una
estrategia imperial. El investigador italiano Christian Marazzi,
al reseñar ese libro hace unas
semanas en el periódico italiano
Il manifesto escribió: “(…) el experimento Syriza, de estar ‘dentro
y contra’ del sistema monetario
y financiero europeo, representa
el primer intento de ‘verticalizar’ los movimientos, de hacer
transitar necesidades, reivindicaciones, aspiraciones desde los
lugares concretos para hacerlos
expresar en un único plano institucional adecuado, aquel europeo donde se juega la partida decisiva. Vieja táctica para una nueva estrategia, y el inicio, en tanto
extenuante, convincente”. Es
Marazzi, editado recientemente
en castellano con su libro Capital y lenguaje (Tinta Limón, 2014),
quien traza el mapa que llevó
“hacia el gobierno de las finanzas”. La geopolítica financiera
es clave en su análisis para pensar lo financiero ya no de modo
parasitario o ficticio, sino como
una nueva modalidad de captación y dirección de valor que no
pasa por los circuitos productivos tradicionales. Los “ejercicios
de éxodo del imperio financiero
y monetario” a los que Marazzi
apuesta, parecen encontrar en la
experiencia griega una constelación de problemas comunes.”
Segundo. Del libro que “hay que
leer” sobre la hiper narrada última dictadura militar (Almirante Cero, de Claudio Uriarte), una
biografía de Massera. Abajo, un
fragmento:
“El primer gobierno del Proceso llegaba, pues, a su fin con un
desenlace paradójico respecto
de sus objetivos originales: si en
1976 los militares se habían propuesto recuperar para el Estado
el monopolio de la violencia legítima, en 1978 habían descompuesto por completo al Estado
y a sus Fuerzas Armadas en una
multiplicidad de zonas de influencia y de grupos de tareas.
Una explicación para esto era el
número de bajas requerido por
la “guerra sucia”, que se había
propuesto el exterminio absoluto de los jefes sindicales y profesionales más izquierdistas y la
destrucción física completa de
unas organizaciones guerrilleras
bastante poderosas. Sin embargo, esto era sólo el “en sí” del
Proceso, no su “para qué”. Simpatizaran o no con Martínez de
Hoz, las distintas fuerzas militares lo único que hacían era convertir al país en territorio seguro
para el “martinezdehocismo”,
un programa económico que
disfrutó de condiciones de estabilidad política como no habían
existido en la Argentina desde
la década del 30. Martínez de
Hoz revalorizó el campo como
principal exportador, liquidó las
industrias pequeñas mediante
una salvaje competencia importadora y creó dispositivos de especulación para la atracción de
capitales. Las consecuencias de
su plan en la estructura social
fueron el decrecimiento del número de obreros industriales, el
aumento de los trabajadores por
cuenta propia, la proletarización
de una parte de la clase media y
el rápido ascenso social de otra.
El gobierno, que hacía desaparecer obreros concretos de noche,
hacía desaparecer obreros estadísticos de día, y esa operación
sólo podía realizarse en esas
condiciones de máxima autoridad pública y mínima autoridad
de comando.”X
Hace unos meses los investigadores Carolina Andreetti,
Pablo Caracuel, Juliana Ceci, Carlos Gradin y Sonia
Neuburger se lanzaron al Riachuelo en busca de una
tierra mítica de la que habían oído hablar pero de
la que ignoraban si existía realmente o era apenas
una leyenda ribereña. Se trata de Puerto Piojo, una
playa ubicada en la desembocadura del Riachuelo, en
Dock Sud. Cerrada desde hace algunas décadas, sólo
los relatos, atravesados por mitologías y recuerdos
difusos, parecieron quedar como sobrevivientes de
esta playa, uno de los últimos mojones de una Buenos
Aires desconocida para muchos. Del resultado de esta
travesía surgió Expediciones a Puerto Piojo. Buscando
la última playa de Buenos Aires, una de las muestras
que acaba de inaugurar el Espacio Contemporáneo de
Fundación Proa. Objetos provenientes de Puerto Piojo, o
relacionados con su historia y la de quienes pasaron por
sus playas, y una instalación que conecta el Riachuelo
con la terraza de la fundación mediante un sistema
de caños y mangueras impulsadas con una bomba,
forman parte de esta exhibición que incluye restos de
botes de remo utilizados en el Riachuelo, una pintura de
Alfredo Bertani, fotografías, postales y un mapa de Dock
Sud publicado por María Teresa Pikulski y ‎Oscar Félix
Orquiguil, entre otros objetos. La muestra se podrá visitar
hasta junio en Fundación Proa, Av. Pedro de Mendoza
1929. Más información en expedicionesapuertopiojo.
wordpress.com
Todo Piola
En una esquina oscura, dos amigos de un barrio
cualquiera se saludan con un "todo piola" y desde ese
momento se abren puertas a un mundo inesperado. Ese
es el disparador de Todo Piola, obra plasmada a partir de
un poema de Mariano Blatt, que despliega una fábula
de acción y romance, acompañada por las canciones de
Guadalupe Otheguy. Con dirección de Gustavo Tarrío, Todo
Piola parte de un momento de soledad para convertirse
en un encuentro fantástico y efímero. La intimidad se
dispara a un estado de la imaginación desatada. Todo
Staff
Director
Federico Scigliano
Editor
Diego Sanchez
Redactores
Pablo Móbili
Martín Rodríguez
Emiliano Flores
Franco Dorio
Julián Eyzaguirre
Romina Sánchez
Diseño original
Nizo Mauas
Arte
Diego Paladino
Fotografía
Patrick Haar
Piola incluye fantasías africanas con bonobos del Congo,
una fan fiction de La laguna azul y canciones convertidas
en ritual de un apareamiento posible. Con guión de
Blatt, Tarrío y Eddy García, este último también uno de
los protagonistas de la obra, junto a Carla Di Gracia y la
mencionada Guadalupe Otheguy, Todo Piola cumple por
estos días su segundo mes a sala llena en la cartelera del
Teatro del Abasto, Humahuaca 3548. Las funciones son
los viernes a las 23:30 horas. Entradas: $100. Reservas al
4865-0014 o en [email protected]
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Ciudad Autónoma de
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