Enseñando Ciencias Sociales… La enseñanza de las Ciencias Sociales constituye una compleja tarea, ya que exige a la didáctica, la resolución sistemática de una serie de problemas que, si bien son comunes a la enseñanza de todas las disciplinas, en el caso de las ciencias sociales se perciben con mayor agudeza y evidencia en razón de la problemática propia de los contenidos con los que debe trabajar. Para construir una didáctica de las ciencias sociales y establecer el carácter propio del conocimiento de sus contenidos es necesario dar respuesta explícita a cuestiones tales como la determinación del status epistemológico de las ciencias sociales, la posibilidad de integración de las diferentes ciencias sociales entre sí, el valor de verdad o certeza del conocimiento social, los límites de la objetividad o neutralidad de ese conocimiento y su relación con los valores y con la acción del hombre. Evitar resolver, u ocultar, estos problemas hace imposible la construcción del discurso didáctico. Del mismo modo, es imprescindible resolver problemas de carácter específicamente didáctico, tales como el establecimiento y desarrollo de criterios para la selección de contenidos disciplinares o no disciplinares, para su conversión o trasposición didáctica, para el manejo de la clase y para la producción de materiales didácticos”. (CAMILLONI, A. R. W.de: 1994) La enseñanza de las Ciencias Sociales intenta responder a determinados fines que dan sentido a los recortes disciplinarios y a la tarea que emprenden docentes y alumnos, por lo tanto, resulta pertinente la ordenación de las cuestiones didácticas teniendo en cuenta: Una dimensión socio-política, una dimensión epistemológica y una dimensión de la enseñanza. La enseñanza de las ciencias sociales constituye un problema socio –político antes que nada. Los contenidos y las metodologías de enseñanza tienen una base valorativa que queda planteada en los objetivos. En el desarrollo de la dimensión socio-política se pone de manifiesto la necesidad de que la enseñanza y el aprendizaje escolar se conecten con la realidad a través de definiciones sociales y políticas relevantes para la sociedad. La enseñanza de las Ciencias Sociales constituye un problema epistemológico. Se procura que a través de los aprendizajes los alumnos comprendan en profundidad la realidad social. Esto es posible si los alumnos logran aprehender dicha realidad a través de ciertos universos teóricos y metodológicos que las disciplinas sociales están en condiciones de aportar. En el desarrollo de la dimensión epistemológica plantearemos la necesidad de conocer diferentes enfoques y teorías sociales que ayuden a alcanzar definiciones teóricas imprescindibles para enseñar de acuerdo con los objetivos propuestos. La enseñanza de las Ciencias Sociales constituye además un problema de transposición didáctica. Las disciplinas sociales enseñadas no son idénticas a las de los investigadores. En la dimensión de la enseñanza plantearemos la necesidad de alcanzar definiciones que conviertan a las ciencias sociales enseñadas en una creación hecha a medida del sistema escolar para responder a las finalidades planteadas y dentro de marcos epistémicos legitimados por la comunidad científica. Las Ciencias Sociales tienen como objeto de estudio conocer la realidad social para comprenderla y transformarla. Se trata de un objeto complejo; tan complejo como imprescindible es su abordaje, para avanzar hacia la comprensión de la realidad que habitamos y nos habita. Según una definición de la UNESCO (1977) “La realidad social está constituida por grupos humanos con todo aquello que puedan aportar de historia, de cultura, ritos, tradiciones…las infraestructuras materiales construidas por el hombre, los rendimientos de producción y los sistemas que el hombre ha elaborado (políticos, económicos, organizativos). La realidad social testimonia la manera en que las sociedades humanas se organizan y funcionan para satisfacer en primer lugar las necesidades de alimentación, de refugio, de salud, de educación y de trabajo” Las Ciencias Sociales constituyen un conjunto de disciplinas que intentan abordar la complejidad de los procesos sociales, desde saberes diferenciados, objetos y métodos propios. Cada una de las disciplinas que integran el área analiza un objeto común: el hombre, y los hacen en el marco de las sociedades, en un espacio y en un tiempo determinados. Intentan, cada una desde su perspectiva, explicar, comprender y mejorar los problemas del hombre en sociedad. Desde este enfoque, se rescata la interdisciplinariedad del campo de lo social apoyándose en conceptos estructurante comunes a todas las disciplinas: espacio geográfico, tiempo histórico, sujeto social y principios explicativos como la multicausalidad, multiperspectividad, integralidad, intencionalidad de los sujetos sociales, dinámica cambio-continuidad que posibiliten y promuevan abordarlo en su complejidad. Estos conceptos, que provienen de la Historia, la Geografía, la Economía, la Sociología, la Ciencia Política, la Antropología, entre otras, confluyen en el estudio de los diversos planos de la realidad social: económico, político, social, tecnológico, religioso, cultural, etc. Cada una de estas ciencias aporta su mirada, enriqueciendo el estudio de las dimensiones de lo social. ¿Desde dónde enseñamos Ciencias Sociales…? En la actualidad, nuevos enfoques facilitan la comprensión y el análisis de los profundos cambios que se producen en el mundo contemporáneo, abriendo un inmenso abanico de posibilidades para abordar las problemáticas sociales. ¿Cómo concebir, entonces, las Ciencias Sociales en la escuela, sin caer en planteos que se reduzcan a la memorización de datos y fechas, a la enumeración de acontecimientos y de artículos de la Constitución?. La memorización no alcanza, es necesario que los alumnos comprendan conceptos e ideas que les permitan organizar los tradicionales datos. Es imprescindible favorecer la formulación de hipótesis, el planteo de interrogantes, la indagación, el desarrollo de la capacidad de análisis y de juicios críticos fundados. Es decir, partir de un enfoque que posibilite establecer puntos de contacto entre los saberes que brindan, además de la Historia y la Geografía, la Economía, la Antropología, la Sociología, entre otras, para abordar la realidad social como una totalidad que no desconozca las múltiples, complejas y conflictivas relaciones que entablan hombres y mujeres entre sí y con los demás, en la realidad social. Enseñar Ciencias Sociales en la escuela debe permitir a los alumnos pensar el entramado social desde diversas perspectivas, construir instrumentos intelectuales y conceptualizaciones a partir de los cuales interrogar al pasado desde el presente, pero también posibilitarles reconocerse como parte de un proceso en el cual ocupan un lugar desde el que podrán actuar y proyectarse de modo consciente en la sociedad en la que viven. A decir de Silvia Finocchio (2007), se reconocen en las Ciencias Sociales tres enfoques: el positivista, el antipositivista y las nuevas tendencias en las Ciencias Sociales. TRADICIONES EPISTEMOLÓGICAS EN LA ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS SOCIALES1 TRADICIÓN/ INTERPRETATIVO CRITICO CONCEPTOS CIENTIFICORACIONAL Mundo Objetivo Subjetivo. Pluralidad de mundos. Global. Cambiable. Mejorable Realidad Objetiva, empírica. Ciencias Sociales No es ciencia válida Aprendizaje Conductista Construcción del conocimiento personal Producto social Enseñanza Saber absoluto. Conducta observable Depende de los procesos de maduración Enseña para la democracia Sabe y sabehacer. Motivador de la actividad. Docente 1 Relativa. Dinámica. Resultado de un Comprensión de la proceso histórico misma Descripción de la Transformación misma de la misma Solucionan Interdisciplinares. problemas sociales Generan cambios Temas reales – contextos. Agente de transformación y cambio. Este cuadro ha sido elaborado a los fines de este material pedagógico didáctico sobre la base del planteo de Silvia Finocchio (2007) Supremo Interacción entre.... Mediador. Intelectuales críticos. Tabla rasa. Mente vacía Papel esencial. Exploración de la realidad por descubrimiento. Consciente de su propio sistema de valores. Autónomo, reflexivo y critico. Alumno Método Hipotéticodeductivo Compresión de problemas relevantes Reflexión sobre problemas relevantes sociales. Propuesta superadora y cambio. Evaluación Controlmedición Medio para mejorar y ajustar Reflexión personal y social para el cambio. Espacio Determinista Posibilista Espacio Geográfico: producido socialmente Tiempo Acontecimental Estructura: hechos relacionados entre si. Proceso ¿Cómo enseñamos Ciencias Sociales? Analizar conceptos particularmente importantes, como el de ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA y su relación con el de SECUENCIA DIDÁCTICA ambos con un gran significado en la tarea docente, requieren de un conjunto de saberes, de procedimientos, de actitudes, así como una determinada organización de contenidos, de desempeños, de monitoreo constante. Deben ser planificadas, dirigidas, conducidas, construidas y también reorientadas durante su desarrollo con el fin de lograr determinados propósitos. Por eso podemos considerar a las estrategias de la enseñanza como una secuencia de acciones que tienen un sentido, una intencionalidad (Moglia y Trigo, 2006). Como docentes siempre nos proponemos una intención en relación a lo que hacemos y ello nos condiciona para elegir un contenido, los objetivos, un procedimiento, los recursos a utilizar y también la forma de evaluar. Llevar a cabo esto, requiere de un posicionamiento epistemológico en cuanto a la enseñanza como a la disciplina. Nos referimos al enfoque en que nos posicionamos frente a la enseñanza de la geografía. Es primordial descartar la idea de la Geografía como inventario y apuntar a enseñar a pensar el territorio de la sociedad, (Gómez, 2004) la relación entre sociedad, naturaleza y tiempo. En lo pedagógico, se debe tender a la búsqueda de la relación entre la comprensión del conocimiento que se difunde en las aulas y su utilidad en la posible intervención social de los alumnos. Los contenidos específicos que se seleccionen para enseñar han de ser coherentes con marcos disciplinarios actualizados y la metodología didáctica que se proponga a los alumnos debe apuntar a "la contextualización, la comprensión, la explicación y la interpretación de la información, el abordaje de las dimensiones de análisis (social, económico, político, ambiental, etc.) la identificación de los distintos actores y sus intencionalidades, el despliegue de la multicausalidad y la multiperspectividad y la articulación de las distintas escalas de análisis” (Gómez, 2004). En síntesis podemos decir que diseñar, elaborar, ejecutar y evaluar nuestra practica áulica de enseñanza, implica seguir momentos secuenciados, relacionados entre si, coherente entre ellos, entrelazados dialécticamente y direccionado a una intención común. Estamos entonces en presencia de una secuencia didáctica, que es a su vez una estrategia de enseñanza utilizada por el docente. Teniendo en cuenta esto, es necesario para enseñar Ciencias sociales en el marco educativo y socio político vigente, construir conceptos como: el de “espacio geográfico”, el de “tiempo como proceso”. En estos encuentros lo abordaremos desde un enfoque crítico… socio- El espacio geográfico como construcción social. “Consideramos el espacio como una instancia de la sociedad, al mismo nivel que la instancia económica y la instancia cultural – ideológica. Esto, significa que, en tanto que instancia, el espacio contiene y está contenido por las demás instancias, del mismo modo que cada una de ellas lo contiene y es por ellas contenida. La economía está en el espacio, así como el espacio está en la economía. Lo mismo ocurre con lo político institucional y con lo cultural – ideológico. Eso quiere decir que la esencia del espacio es social. En ese caso, el espacio no puede estar formado únicamente por las cosas, los objetos geográficos, naturales o artificiales, cuyo conjunto nos ofrece la naturaleza. El espacio es todo eso más la sociedad: cada fracción de la naturaleza abriga una fracción de la sociedad actual. Tenemos así, por una parte, un conjunto de objetos geográficos distribuidos sobre un territorio, su configuración geográfica su configuración espacial, y el modo como esos objetos se muestran ante nuestros ojos, en su continuidad visible, esto es, el paisaje; por otra parte, lo que da vida a esos objetos, su principio activo, es decir, todos los procesos sociales representativos de una sociedad en un momento dado”. (Milton Santos, “Espacio y Método”:1986 ) La geografía del presente es la geografía del hoy, heredera del pasado, sí, pero con la dinámica de organización del espacio y valorización de los recursos que requieren las sociedades actuales. Así, ante nuestros ojos día a día se transforman los paisajes, los territorios, y aparecen y desaparecen estados. El estudio del espacio geográfico expresa a la vez la característica del proceso social que lo crea y recrea, y las características inherentes a la naturaleza intrínseca de la superficie terrestre en la que se instala, que no es un elemento inerte, soporte de la sociedad, sino un agente que acciona y reacciona sobre la sociedad que lo modifica. Actualmente, existe un amplio consenso académico en considerar que el espacio geográfico, o si se quiere, el espacio objeto de la geografía, es un espacio social. Es un producto de la acción humana, de aquí que no sea un objeto dado ni preexistente a la misma, sino que se produce socialmente y, como tal, también históricamente. Este consenso implica un cambio muy importante respecto de las posturas tradicionales en geografía, en la medida en que deja de suponer que a través de su estudio se dará cuenta de la realidad en sí, para aceptar en cambio que el espacio es un objeto a ser indagado en el marco de los procesos sociales que lo involucran, como parte de los mismos, y que esto debe realizarse con las mismas herramientas metodológicas. El espacio como producto social es un objeto complejo y polifacético: es lo que materialmente la sociedad crea y recrea, con una entidad física definida; es una representación social y es un proyecto, en el que operan individuos, grupos sociales, instituciones, relaciones sociales, con sus propias representaciones y proyectos. El espacio se nos ofrece, además, a través de un discurso socialmente construido, que mediatiza al tiempo que vehiculiza nuestra representación y nuestras prácticas sociales. Es un producto social porque sólo existe a través de la existencia y reproducción de la sociedad. Este espacio tiene una doble dimensión: es a la vez material y representación mental, objeto físico y objeto mental. Es lo que se denomina espacio geográfico. (Ortega Valcárcel, 2004: 33-34 El tiempo como proceso El concepto de tiempo en las Ciencias Sociales está fundamentalmente asociado a la tensión cambio-continuidad. Nos referimos al tiempo para pensar los modos en que las sociedades, procesos, espacios, conocimientos, fenómenos entre otros elementos, cambian. Y este es un concepto fundamental para pensar el campo de la realidad social. Pensar una sociedad implica considerarla en su dimensión temporal, es decir, en el modo en que se va transformando. Es difícil entender, por ejemplo, las características de la sociedad ubicada rodeando una ciudad sin pensar en los modos a través de los cuales se constituyó históricamente con la llegada de grandes masas de personas en busca de un empleo u otro interés. El tiempo hace comprensible las transformaciones que se producen en el interior de una sociedad. “El tiempo es una relación creada para coordinar y dar sentido a los cambios producidos en cada sociedad, en cada cultura, en cada civilización. No se trata de una mera cronología de los hechos sociales sino de comprender cual fue su alcance, la injerencia, los condicionamientos que confirmaron el presente tal como es. Para( Neri: 1998en Pagés Joan: 2002: pág 193 ) el tiempo histórico nace de la conjunción de los conceptos duración y sucesión, pero la formación del concepto “tiempo histórico” y su aprendizaje requiere de otros conceptos claves que deben ser enseñados y trabajados con los alumnos, como por ejemplo: periodización, cronología, cambio, permanencia, diacronía, sincronía, etc. Con la adquisición de estos saberes favorecemos el saber- hacer, evitando que la enseñanza de la historia se limite a una clasificación cronológica. Para(Segal:1991 en Pagés Joan: 2002 pág.193) tanto la difusión de la historia como su didáctica se enfrentan a problemas que tienen que ver con los períodos históricos propuestos “pre- construidos de antemano” y la forma de enseñar a periodizar. “La periodización es un acto de producción histórica , mientras que el período es el producto de dicho acto”. Esto significa que los períodos históricos preconstruidos se convierten en un obstáculo para el desarrollo de la inteligencia histórica porque se los concibe como un mundo cerrado con existencia propia que perturba la relación con el presente y la duración. En cambio la construcción de periodizaciones es una manera de aprender la duración social, identificando en ella los cambios en la estructura o los reajustes coyunturales y las continuidades. Por lo tanto para que el aprendizaje de la historia no se convierta en un aprendizaje artificial, el punto de partida debe ser una problemática actual, para visualizar los cambios que se producen en los comportamientos individuales o las relaciones sociales, y a la vez comprender que esos cambios no siguen los mismos ritmos, ni tienen la misma duración ni obedecen a las mismas causas. Se podrá así periodizar de acuerdo a distintos puntos de vista, partiendo de un interés presente y variable, discerniendo y justificando un periodo de tiempo en función de la problemática seleccionada para trabajar. Se trata de que los alumnos construyan distintas relaciones entre el antes, el ahora y el después. La construcción del concepto tiempo histórico requerirá de situaciones de enseñanza que posibiliten el reconocimiento de cambios y permanencias. (Pagés, Joan: 2002) Las sociedades cambian de diferentes modos. Existen cambios que se van produciendo lentamente en el tiempo; otros resultan abruptos; algunos no son percibidos por los actores en su tiempo sino mucho después por los analistas>; hay cambios violentos, otros pacíficos etc. Lo importante en el trabajo áulico, es la relación lógica que podemos establecer entre los cambios y el tiempo. Las relaciones causales no se comprenden por el mero hecho de enunciarlas. Es preciso establecer relaciones lógicas y formularlas de modo que sean afirmaciones refutables. No existe un cambio en una sociedad, sino una serie de cambios a través de los cuales una sociedad va construyendo sus propios proyectos. (Aisenberg, B y Alderoqui S 1981) Las premisas básicas a tener en cuenta para la enseñanza de la historia como proceso serían: a) La escuela debe superar la enseñanza de una historia de museo, que representa el tiempo histórico como una acumulación de datos y fechas. b) El aprendizaje del tiempo histórico debe basarse en las relaciones entre pasado, presente y futuro, a nivel personal y social. c) La enseñanza de la historia ha de partir del tiempo presente y de los problemas del alumnado, para poder formar en valores democráticos (Evans: 1996; Audigier: 2003 en Pagés Joan : 2010 pág 185) Se deben cuestionar las categorías temporales que se presentan como categorías naturales, cuando son construcciones sociales. e) No sólo debemos enseñar una determinada periodización, sino que también debemos enseñar a periodizar (Ferro: 1991en Pagés Joan : 2010 pág 185 ). f ) La cronología debe enseñarse relacionada con una serie de conceptos temporales básicos, como el cambio, la duración, la sucesión, los ritmos temporales o las cualidades del tiempo histórico (Stow y Hayd: 2000en Pagés Joan : 2010 pág 186) Los conceptos temporales actúan como organizadores cognitivos, tanto en los acontecimientos de la vida cotidiana como en el proceso de comprensión de la historia (Matozzi:1998 en Pagés Joan : 2010 pág 186) h) El pensamiento temporal está formado por una red de relaciones conceptuales, donde se sitúan los hechos personales o históricos de manera más o menos estructural (Matozzi: 2000 en Pagés Joan: 2010pág.186)
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