IDOM: conversando sobre sostenibilidad Unai Gorroño Director comercial y de marketing de Egoin Mª del Mar Mayo Ingeniera de Caminos Canales y Puertos Nicolás Espinosa Arquitecto Blas Beristain Arquitecto “No se es verde por tener un árbol en la azotea” La sede de la ingeniería IDOM se emplaza en la orilla derecha del río Nervión. Desde la azotea se divisa una imagen mezcla de serenidad, con esas aguas imperturbables que presagian la cercanía de la desembocadura, y de agitación, con un entorno abigarrado y caótico de construcciones heredadas de otra época de la ciudad, otra sociedad y otra arquitectura. En esa azotea trabaja el fotógrafo. Retrata a María del Mar Mayo Martínez, Blas Beristain y Nicolás Espinosa. Junto a Unai Gorroño, director comercial de Egoin, esos tres profesionales de IDOM se sientan a charlar sobre arquitectura y sostenibilidad, y sobre el creciente protagonismo de la madera como un activo indispensable de la construcción del futuro. La conversación se desarrolla en una sala de la planta baja del edificio. Casualmente, o no tanto, el espacio está decorado por la imagen de una pintura de un gran bosque lleno de verdor y sosiego. La arquitectura de un periodo determinado expresa algunas claves de la sociedad de ese periodo, ¿qué tipo de sociedad explica la arquitectura actual? Blas Beristain // Esa visión de la inversión inicial es palpable en sociedades como la suiza o la sueca. Aquí ha faltado tradicionalmente una cultura de la madera. Nicolás Espinosa // Actualmente todo deriva de la economía. Los propios ideales de la profesión, los conceptos en los que se trabaja, la propia percepción de la integridad de la profesión tienen una clave económica. La arquitectura es el reflejo de la realidad. Los pisos, por ejemplo, son cada vez más pequeños. Sucede con todo. Este es el contexto, y en este contexto no es lo mismo vender a menor precio que vender ahorro. Si pensamos en construcción en seco la gente puede percibirla con prevención, temiendo que se va a caer. Pero en realidad es mejor, y además abarata. Lo que pasa es que vender ahorro es complicado. No es sencillo explicar que un mayor desembolso inicial a la larga supone un ahorro, porque la gente prefiere gastar menos de inicio aunque luego vaya gastando en arreglos. Pero éste es el marco en el que el potencial de la madera es tremendo. Nicolás // Muchos arquitectos jóvenes omiten el condicionante económico y buscan hacer edificios emblemáticos, que no son racionales. En realidad es un problema de responsabilidad. Los recursos son los que son, y por eso los arquitectos deben incluir entre sus responsabilidades enseñar cómo es mejor gastar el dinero: no construir por moda, sino porque una solución es la mejor en términos de responsabilidad. Blas // Lo que se impone y termina por construirse depende de un arquitecto. Y no hay un librillo, no hay una pauta que se deba seguir. Es una cuestión de compromiso. En IDOM la arquitectura se enfoca al cliente. Si hipotéticamente se nos dice “en este proyecto no hay ningún problema de dinero” seremos nosotros los que pondremos los frenos, estableciendo los límites que se deben respetar. Eso es tanto como certificar el fin de la arquitectura espectáculo, de la arquitectura que en los últimos tiempos buscaba lo emblemático. Claro que si pensamos en modelos como Guggenheim Bilbao, encontramos que funciona. Nicolás // Guggenheim Bilbao es, sin duda, un modelo de referencia, pero probablemente no es replicable. Otras ciudades ven que el modelo no necesariamente funcionaría, porque se parte de sociedades y contextos distintos. Mari Mar Mayo Martínez // Si pensamos en términos de clientes, constatamos que sean públicos o privados también han evolucionado. Las necesidades han cambiado. Ahora la prioridad es la economía, y eso supone que todos hagamos un esfuerzo para optimizar recursos. También debemos agudizar el ingenio. ¿Es posible hacer una buena arquitectura en este contexto económico? ¿Afecta a los criterios de sostenibilidad? Mari Mar // Creo que se está haciendo mejor arquitectura con menos recursos, una arquitectura más responsable. El cliente es el primer interesado en no gastar en cosas superfluas. Nicolás // La crisis implica una mayor racionalidad, nos sugiere que quizá hay que dejar de lado la idea de “ésta es mi obra” y devolver al arquitecto a una posición más volcada en el servicio que en él mismo. Las cosas deben funcionar y ser sencillas, no sirve buscar el “haz lo que quieras y donde quieras”, sino que hay que trabajar contra objetivos. Todo debe funcionar y debe ser sencillo, y el mantenimiento cobra una importancia mucho mayor. Unai Gorroño // La normativa estatal sobre sostenibilidad no establece unas reglas de juego claras. Egoin es más competitiva en Francia porque la normativa es más exigente y nosotros la cumplimos. Una normativa más exigente, ¿implica una sociedad más avanzada? Mari Mar // Sí, porque implica que la sociedad es más consciente. Nicolás // Una normativa es la base de todo, porque sin normativa se vende humo, se vende verde, pero por puro marketing. Y se es verde por tener un árbol en la azotea. Unai // “La normativa estatal sobre sostenibilidad no establece unas reglas de juego claras. ” Blas // En este momento todo es sostenible, o al menos se asegura que todo lo es. Por eso hay que hablar en primer lugar sobre qué es edificación sostenible. La idea es que un edificio es sostenible si los recursos consumidos en su ciclo completo vida contemplando la construcción, la vida útil del edificio y su demolición son iguales o menores que los consumidos en su de construcción. También debemos considerar sus emisiones de energía, agua y residuos. Si sometemos la construcción a ese análisis global del ciclo de vida, la madera resulta ser el único material sostenible. Lo que pasa es que carecemos de números, de datos sobre el comportamiento preciso de algunos materiales, y es necesario poder cuantificar todo al detalle. Pero la conclusión es que no necesariamente es más caro construir sostenible. En esta valoración lo crucial es la fase de explotación del edificio. Debe consumir poco, debe cuidar el consumo de agua evitando que se use agua potable para uso no humano, y debe producir pocos residuos. Blas // Existe mucha desinformación, y los propios políticos no conocen bien lo que gestionan y tienen que normalizar. Unai // Se construye casi de cualquier manera, pero después se meten equipamientos y sistemas verdes y ya está: objetivo cumplido. Mari Mar // Se puede hablar de certificaciones “a la carta”, aunque ciertamente contribuyen a una mayor sostenibilidad. Facilitan que la sociedad disponga de edificios más sostenibles. Proliferan las cubiertas vegetales, no deja de ser un retorno al pasado. Nicolás // Las cubiertas son buenos puntos de partida. Cada vez se hacen mejor, y además vamos aprendiendo. Vienen para quedarse, siempre y cuando sea demostrable que son una buena opción. Realmente hacen lo mismo que tradicionalmente han hecho las bodegas. La arquitectura bioclimática es la popular, la tradicional, pero aprovechando la moderna tecnología. Un caserío vasco, un baserri, es un ejemplo ideal de aprovechamiento y adaptación al entorno. Lo que pasa es que las ordenanzas municipales no siempre te permiten adoptar las mejores soluciones Nicolás // “Estudiar y adaptarse a los recursos y a las necesidades es lo contrario del papel del arquitecto estrella.“ tradicionales. Hemos olvidado buena parte de la sabiduría popular. Hablamos de importantes ejes de actuación, ¿los adopta IDOM en sus proyectos? Blas // Ahora estamos construyendo dos universidades en Senegal. Fuimos a Senegal, vimos las formas tradicionales de construcción y nos preguntamos: ¿por qué se construía así, por qué esta gente ha hecho sus edificios de esta determinada manera? Lo estudiamos, y vimos que hacían cosas que convenía adaptar y utilizar. Otras en cambio no, o se tenían que mejorar. La tendencia en IDOM es la sostenibilidad, el enfoque de las construcciones desde la óptica del diseño bioclimático. Es una tendencia más perceptible a medida en que encontramos a profesionales más jóvenes. Nicolás // Estudiar y adaptarse a los recursos y las necesidades es lo contrario del papel del arquitecto estrella. El hacer edificios por hacerlos, al margen de condicionantes y objetivos, sencillamente no puede ser. Hay que mirar celosamente por los recursos, sobre todo si son públicos. La madera, lo local y la sostenibilidad Blas // La sostenibilidad debiera contemplarse en todo el proceso de construcción en muy alto grado. El desarrollo de la construcción en madera de edificios en altura debe comenzar a ser muy importante, pero desdramatizando la idea de crecer y crecer en altura, ¿para qué? La madera ha permitido edificios más altos, pero sobre todo ya ha demostrado que puede servir para edificios de seis o siete plantas de forma eficaz. Mari Mar // Lo esencial es que se promueva la legislación adecuada y que se cumpla. La ley debe ser igual para todos. Nicolás // Bueno, Europa juega un papel global destacado, en parte como consecuencia de la presión de los lobbys. Se apuesta en serio por la construcción sostenible. Blas // Sí, Europa es sostenible. Las cosas se están haciendo de manera diferente respecto a otros lugares, con criterios más exigentes en términos de consumo y eficiencia energética. Y es donde la madera gana puntos, porque es más competitiva y se impone a medida que las normativas son más exigentes. Mari Mar // Sí, pero sin olvidar que en torno a la madera persisten distintos prejuicios. Uno es la durabilidad del edificio, la percepción popular es que los edificios construidos en madera duran menos. Y no es así. Otro es la resistencia al fuego. Los ciudadanos parecen pensar que la madera no ejerce resistencia frente al fuego. Unai // Pero no es así. Se cumplen todas las normativas y exigencias, de lo contrario no construyes. Nicolás // Pero es la percepción de la gente, y es difícil de cambiar. Sucede algo parecido con el pladur. Un tabique de pladur es mejor que uno de ladrillo, y sin embargo la gente no quiere “papel”. Perciben el pladur como papel. Mari Mar // “Creo que se está haciendo mejor arquitectura con menos recursos, una arquitectura más responsable” Blas // Hay cierta falta de información comprobada y verificada acerca de cómo va a responder la madera, es un material natural y vivo y eso genera incertidumbre sobre su fiabilidad técnica. Unai // Cierto. No se enseña a calcular en madera. Blas // La primera impresión es que falta familiaridad con el material, que además es natural. Es curioso que en la universidad de un espacio tan verde como el País Vasco no se estudie nada la madera, y en cambio Madrid y Barcelona estén impulsándola con más fuerza. Nicolás // Cuanto más avanzada es una sociedad más consciente es de la importancia de la sostenibilidad y del papel de la madera. Pensemos en Finlandia: la sostenibilidad, el aprovechamiento de los recursos naturales y su visión de la arquitectura y del empleo de materiales responde a una posición cultural, política y social concreta. Blas // “Cuanto más avanzada es una sociedad más consciente es de la importancia de la sostenibilidad y del papel de la madera” ¿A dónde hay que mirar para avanzar en sostenibilidad? Blas // En términos globales Europa es el espacio de la conciencia, y Sudamérica mira mucho a Europa. Estados Unidos centraliza buena parte de su aportación en la Universidad de Berkeley, que genera mucho material aunque no siempre con una visión práctica, y en el estado de California, que es desde luego muy avanzado. En África el concepto está poco evolucionado, pero la predisposición es excelente. Y Asia, en este aspecto, es un desbarajuste. Es arquitecto por la Universidad Pontificia Bolivariana (Medellín-Colombia), miembro de ACXT Arquitectos y socio senior del Grupo IDOM. Es integrante del grupo de Constructibilidad de IDOM y responsable del Departamento de diseño de detalle. Ha sido co-autor del proyecto y Director de Obra de los trabajos de construcción del Nuevo Palacio de Deportes de Miribilla, Bilbao Arena. También ha participado en destacados proyectos, como la nueva piscina cubierta del Colegio Vizcaya (Bilbao), el proyecto de la línea 1 de“Ayacucho”, que integra la línea 4 y la línea 2 del Metro Ligero de Medellín, (Colombia) y el proyecto del “Tranvía de los cuatro ríos” en Cuenca (Ecuador). Blas Beristain Es Ingeniero de Caminos Canales y Puertos, Especialidad en Estructuras y Cimientos, por la Universidad de Cantabria. A lo largo de su carrera ha participado, desarrollado y dirigido proyectos de infraestructuras de transporte, de diseño de puentes y de estructuras singulares: línea de Alta Velocidad entre Villafranca - Olite (Navarra, España), línea de Alta Velocidad Vitoria - Bilbao - San Sebastián y la reparación del puente de Deusto, Bilbao. En el ámbito de la edificación ha trabajado en el edificio que alberga la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial, Minas y Obras Públicas de la Universidad del País Vasco, en Bilbao, o la Torre Iberdrola de Abandoibarra, Bilbao. Unai Gorroño Nicolás Espinosa Barrientos M a del Mar Mayo Martínez Bios Es arquitecto, máster en Medio Ambiente y Arquitectura Bioclimática (UPM 2010, premio extraordinario Fin de Máster). Desde 2008 ha trabajado como arquitecto colaborador en diferentes estudios, y como investigador colaborador para la Universidad del País Vasco. En 2011 se incorpora a IDOM como responsable de edificación sostenible. Especializado en arquitectura bioclimática y análisis energéticos, colabora en los distintos proyectos introduciendo medidas de edificación sostenible. Es, a su vez, responsable de la gestión energética del edificio IDOM Bilbao y de las certificaciones de sostenibilidad de San Mamés Barria, Palacio Euskalduna y la Residencia BBK, Bilbao Director comercial y de marketing de Egoin es licenciado en Ciencias Empresariales por la Universidad del País Vasco. Desde su responsabilidad, trabaja en el desarrollo e implementación de estrategias de mercado estrechamente unidas a la madera como material clave de la construcción actual y futura. Unai Gorroño impulsa actualmente la entrada y el crecimiento de Egoin en los mercados francés e inglés dentro de su proceso de internacionalización.
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