Fragmento Paz

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Instituto Literario de Veracruz SC
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2015 Quemain, Miguel Ángel
La brújula y el laberinto. Encuentros con Octavio Paz de Miguel Ángel Quemain; fotografías
de Rogelio Cuéllar; México: Instituto Literario de Veracruz, S.C. 2015
144 p.—
ISBN: 978-607-7536-42-0
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Primera edición 2015
D.R.© 2015
Instituto Literario de Veracruz S. C. ISBN: 978-607-7536
Dirección: Cuauhtémoc No. 2 (altos), Col. 21 de marzo
Xalapa, Ver., C.P. 91010
ISBN 978-607-7536-42-0
Impreso en México - Printed in Mexico
Título: La brújula y el laberinto. Encuentros con Octavio Paz
Autor: Miguel Ángel Quemain
Coordinación editorial: Rafael Antúnez
Diseño: Rafael A. Piña
Fotografías: Rogelio Cuéllar
D.R. © Ninguna parte de esta publicación, incluyendo el diseño de la cubierta, puede ser reproducida, traducida, almacenada o transmitida de forma alguna ni por ningún medio, ya sea
electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo del
Ley Federal del Derecho de Autor y el Convenio de Berna, o previa autorización por escrito
de la editorial.
La brújula y el laberinto
#+
/
(1986-1996)
~Miguel Ángel Quemain~
INTRODUCCIÓN
#
ste libro trata de un encuentro entre un periodista cultural y un poeta que
#
no solía dialogar con periodistas, menos aún con periodistas culturales, sino
con editores de gran trayectoria, escritores/amigos, colaboradores cercanos, estudiosos
foráneos de su obra, profesores eminentes de universidades extranjeras o representan#/=>
reportero conmueve y alienta a quien está en la situación privilegiada de ofrecerlo y
quien puede recibirlo y multiplicar el don.
Algunos periodistas lograron provocar una declaración más o menos consistente en el
marco de alguna actividad en la que el poeta se encontrara de frente con los micrófonos
de la prensa y estuviera dispuesto a conversar sobre los temas propuestos y los que él
encontraba de interés para el momento.
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caso de Braulio Peralta y Roberto Vallarino, ambos trabajaron en Unomásuno y ahí fueron
colegas, aunque Vallarino era poeta. Vallarino entrevistó a Paz años antes como titular
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Vallarino le preguntó sobre los temas del momento: desde el terremoto de 1985 hasta
la llegada de nuevas religiones, pasando por el rock mexicano y la inminente guerra en
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~ 11 ~
del intelectual y el artista como sabelotodo y gurú. Tuve la oportunidad de acompañar
a Vallarino y estrechar la mano del poeta por primera vez en los primeros días de 1985.
Yo sabía que si Vallarino no redactaba la entrevista, esa misma tarde envejecería en ho#
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Le sucedería en el turno Braulio Peralta, como editor jefe en el diario La Jornada,
periódico con el que Paz accedió a conversar sobre los temas de la actualidad de ese
momento, que se parecen mucho a la actualidad de otras circunstancias. Parece un juego de palabras y eso quiere ser: hay en nuestro periodismo un interés permanente por
hablar de la actualidad, del momento que caduca en el momento mismo en el que se
aborda la actualidad del minuto siguiente.
También de la exclusiva, que deja de serlo cuando un entrevistado considera que
también le dará una exclusiva a los siguientes periodistas que se la soliciten. Paz era muy
generoso y por lo general dispuesto al diálogo. Algunos entrevistadores de Televisa,
conductores de programas de radio con alto rating, se envalentonaron y le pregunta>KH=@G@
!E@GEJ
Cuando se la solicité, yo trabajaba en la televisión, que es un medio que por su alcance
+
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por la que él se sentía poco apreciado, la televisión pública y, en este caso, la cultural.
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periodista dedicado a la literatura prefería conversar con él no sólo para la televisión,
sino que me gustaría dialogar con su obra a través suyo y tener un acercamiento más
testimonial sobre el origen de su palabra, sus preocupaciones estéticas, sus debates
literarios y sobre todo su concepción del periodismo, ya que me interesaba hacer un
balance de las últimas tres décadas del periodismo cultural.
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no tenía nada que ofrecerle en términos de las ventajas que otorga tener una sección
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tratamiento estelar y admirativo (como el de Sari Bermúdez, la conductora lisonjera,
~ 12 ~
quien tomó la conducción de un noticiero que acható, Hoy en la cultura, donde años
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Yo era sólo un reportero (como si eso fuera poco) siempre en busca de un medio
@H&J[\@
credibilidad que Paz le daba a mi trabajo, a mis intenciones, a mis preguntas y propo]@E=@GG@@
movía mi insistencia y mi pasión por su obra, que aunque fuera a regañadientes siempre
aceptaba responder a mis inquisiciones.
Ahora, a cien años de su nacimiento, de su reconocida trascendencia para México,
más allá de los premios, del Nobel incluso, las declaraciones, las grabaciones y los videos cobran una magnitud enorme. Son el testimonio de un conjunto de encuentros,
preocupaciones, anticipaciones que muestran eso que fue en algunos aspectos: un
visionario, un adelantado.
#@!
dimensiones de profundidad distinta. A veces supeditada a lo informativo, a la coyuntura
noticiosa y, en ocasiones, con mayor serenidad, se abría la posibilidad de establecer esa
forma de diálogo, la entrevista, dedicada a la creación de un discurso y la organización
temática del universo declarativo.
Delimito una década de contacto porque el ejercicio profesional de reportero me
colocó en la posibilidad de acceder a muchas actividades a las que Paz asistía, y coincidir
=E@HJ^=
que llegaba al acontecimiento, claro, y atraía la mirada y la atención de todos de manera
unánime).
Como señalo en varias ocasiones, Paz era un hombre amable con la prensa y con
los extraños que se acercaban a hacerle algún comentario. Le irritaba mucho que lo
interrumpieran y podía desarrollar una fobia contra aquellos personajes que constantemente irrumpían para hacerle cualquier comentario que el poeta consideraba fuera
de lugar.
~ 13 ~
#====
desvinculadas entre sí, atomizadas. Insisto, muchas en el orden de la actualidad, también
obligado por mis jefes y editores a recoger una opinión que en ese momento todos los
medios peleábamos por conseguir como primicia.
Me resistí a la indagación sobre su biografía, sobre los detalles de su vida infantil, de
la relación con su madre, con su abuelo, la imagen de su padre. No quería preguntarle,
por ejemplo, por qué había decidido no tener hijos con Marie José o por qué no los
había podido tener.
Quería preguntarle sobre sus recuerdos con amigos, de maestros que lo marcaron
en la escuela primaria, en la educación superior. Me preguntaba sobre el tema de lo
físico: el deporte, la masculinidad, con una buena dosis de afectación, de contención
sin reservarse en ningún momento sus intereses por el erotismo y las formas que había adquirido históricamente. Todas esas preguntas se fueron contestando de manera
parcial con detalles que él agregaba a una respuesta, con un ejemplo que ponía y que
yo me atrevía a comentar con una pregunta que era auténticamente resultado de mi
curiosidad. A veces la pregunta se realizaba con miras a ser utilizada en un próximo
reportaje, como parte de una encuesta o un sondeo donde su opinión me parecía
muy importante.
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por la prisa. Cuando se transcribe se tiene a la disposición un material que es producto
de una obediencia a la temporalidad que se puede fragmentar, reacomodar y recontex/#\@
sin manipular los contenidos para que digan lo que el periodista quiere.
Por eso este diálogo es muchos diálogos atomizados que se tejen ahora con uno de
los grandes poetas del siglo
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lo que está pensando sin que parezca que el principal interesado en ese decir es él. Él,
quien le propone al periodista las preguntas, los temas. Así fue en parte cuando aceptó
conversar conmigo para el noticiero Hoy en la cultura[+
~ 14 ~
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siguiente con la respuesta anterior; parece que quien hilvana es quien pregunta pero en
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voz cantante está normada.
Cuando aceptó, el pretexto de esa entrevista buscada, perseguida casi durante un
año, era hablar de sus nuevos libros de entonces, México en la obra de Octavio Paz y Árbol
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con el asunto de su participación en Televisa y lo contradije respecto a la antipatía que
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Me pidió que le enviara un cuestionario pero no me aseguró nada. Al día siguiente
me llamó y me dijo que le parecían adecuadas las preguntas, pero que había demasiadas
inquisiciones que se salían del tema y que me haría llegar las preguntas que consideraba
pertinentes. Así lo hizo, y junto con ellas me obsequió la novedad de entonces, Árbol
adentro, y me propuso que elaborara otras cuestiones a propósito del libro.
Se hizo la entrevista, con una duración aproximada de una hora y media. Una año
después, a través de Marie José, le pedí autorización para publicarla. Me llamó y me
pidió revisar la transcripción. Le dije que no acostumbraba que un entrevistado revisara
mi trabajo y me dijo que él tampoco acostumbraba que un entrevistador le negara ese
privilegio. Yo, un poco terco y cuadrado, estaba a punto de perder la oportunidad de
verlo sin la intermediación morosa de asistentes y secretarias.
` ! @ mientras revisaba y corregía sus respuestas. No dejaba de ser un periodista aunque la
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encuentro fue posible gracias a su generosidad y también a la simpatía y prodigalidad
de Marie José.
—¿Por qué no nos da una entrevista ahora que hay tantos proyectos en puerta: su nuevo libro de
poemas, Árbol adentro, la colección de sus Primeros ensayos y de E&@+tavio Paz
~ 15 ~
—Bueno, son muchas cosas las que me plantea y un noticiero no da para hablar de
tantas cosas, usted puede decir todo eso sin que sea una entrevista, que sólo duraría
unos segundos; cuando mucho, minutos.
—
{`[+=E=|
=!=E=W}&ma semana y nos ponemos de acuerdo. Usted lo consulta y yo lo pienso. ¿Qué le parece?
#GO€G/>diato y entusiasta, y la colaboración de la poeta Angélica de Icaza, entonces encargada
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editorial dio las facilidades para acceder al trabajo de edición que se hacía entonces
sobre la obra de Paz y que él mismo comandaba, reescribiendo, revisando, corrigiendo
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en torno a la verdad absoluta representada por dos revistas: Nexos y Vuelta. Monsiváis
y Paz eran las dos cabezas visibles de una vieja confrontación. Paz me explicaría que se
originó desde el surgimiento mismo de Plural, en la que haciendo honor a su nombre
apareció con la convocatoria misma de discutir el tema México por parte de los jóvenes
periodistas, académicos, escritores y articulistas del momento.
H%G!@=@tagonistas de esas querellas y eso provocó un desbandada de opiniones en grupos que
orientaron su discusión en criticarse unos a otros mientras el tema, México, se perdía
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quienes habían sido invitados en 1972 a exponer sus ideas en la revista Plural, proyecto
+
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participación política sin la rémora de las ideologías que sólo llevan agua a su molino y
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~ 16 ~
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intelectuales y pretenden actuar como tales, pero lo que hacen es mandar e imponer
sus puntos de vista. Muchos son burócratas, cultos e informados, no lo niego, pero en
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Las entrevistas múltiples
Debo decir que las múltiples ocasiones en las que me acerqué al poeta, ya fuera en una
presentación editorial o en una exposición (para comentar , el her@@‚E!+
/EZE
del arte de Marie José (Marilló, como él le llamaba) o de las indagaciones de Manuel
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seguirlo sin suponer que en cada grabación, en cada acercamiento y oferta declarativa
que él hacía, yo iba coleccionando (de manera neurótica) un patrimonio discursivo en
casetes (el conjunto de los audios que transcribo para este volumen) que ya se había
librado de las exigencias noticiosas propias de mi ejercicio a lo largo de diez años en
distintos encuentros con el poeta.
La duración y el contexto de esas entrevistas son diversos y podría decir que el modo
de su recolección tiene que ver con la actividad de un reportero que se ganó la simpatía y
/@E@G
que paradójicamente siempre se referían al periodismo, uno de los temas centrales de
este trabajo que ahora se publica; el levantamiento en Chiapas, los asesinatos de Colosio
y Ruiz Massieu, la selva de discursos de la izquierda y sobre la izquierda en toneladas
de papel dedicados a tratar de darle un cariz de espectáculo a los problemas nacionales.
Sobre estos temas hay muchas declaraciones que aquí omití porque veo que coinciden
con las visiones que Paz expresó a través de varios artículos y que sus declaraciones en
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primeros días del levantamiento en Chiapas y ante el asesinato de Colosio, Paz responde
sin pedirle tregua a la prensa. Sin embargo, Paz no necesita de la prensa para expresar
sus ideas, porque él mismo forma parte de esa comunidad periodística, que manifestó
~ 17 ~
en Vuelta o en algún medio nacional o extranjero que recogió su opinión. Cotejar si
con el paso del tiempo las declaraciones oportunas que recogí lo seguían siendo fue un
trabajo muy interesante y lo digo aquí porque justo de eso se trata el periodismo, de
la oportunidad y también de la anticipación. Sin embargo, dejé fuera alrededor de 50
páginas porque serían una repetición de lo que publicó, sobre todo en Vuelta, semanas
o un mes después de que yo lo había recogido en alguna oportunidad declarativa.
La política y la cultura tienen dimensiones muy distintas. Difícilmente un asunto cul…G@
cuya obra está cargada de ideas que vienen y van de las humanidades a la política, de la
GG!G…&
/
inscribirse en el horizonte cultural que me permitía llevar mi meditación hacia mi territorio, que consiste en tratar de develar en qué consiste el proceso creativo de un artista.
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/
evadir mi insistencia en el tema, y a lo largo de muchos encuentros pequeñas coincidencias
fueron resolviendo varias de mis inquietudes dado que él mismo profundizaba en el
tema (La otra voz es una muestra).
O@G@@†=@!
gran parte de mis casetes con entrevistas los tenía en una bolsa vieja y muy maltratada.
No perdí mucho, pero me previnieron sobre la necesidad de digitalizarlos porque pronto
dejará de ser viable su reproducción.
A pesar de que el hábito de transcribir los encuentros, las entrevistas, no lo he perdido, hoy me parece muy valioso contar con el audio de la ocasión y agradezco que los
ladrones (por su ignorancia) hayan dejado parte de ese patrimonio, aunque yo borré
varios porque ya contaba con la transcripción y los casetes estaban en buen estado para
un próximo entrevistado.
Ahora veo que la cantidad de encuentros donde tuve la oportunidad de conversar
con Paz suman casi 16 horas de material. Claro, hay silencios, repeticiones, llamadas
telefónicas que interrumpen, personas que lo abordan, múltiples distracciones que no
detienen la cinta que continúa su desplazamiento.
~ 18 ~
#@G=!=
últimos meses de 1995 y los primeros de 1996. La invitación de Rafael Antúnez para
@=G!gros (como si también fueran míos) de un equipo de jóvenes talentos entonces que en
1989 fundaron !
(José Homero, Nina Crangle, Rafael Antúnez, Ricardo Perry).
A excepción de ella, el resto fueron miembros del consejo editorial del suplemento El
Itsmo en la cultura que obtuvo en 1987, junto con La Gaceta del FCE, el Premio Nacional
de Periodismo en el rubro de Difusión Cultural.
#!@
mexicana, Hoy en la cultura, donde difundimos con alegría los logros de nuestros pares,
que eran ya entonces más escritores que periodistas (poetas, cuentistas, ensayistas y
críticos literarios).
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/
Quiero a lo largo de estas páginas poner en contexto las respuestas que recibí del poeta.
#=E@ción sobre algunas que ya me había otorgado y que yo buscaba ampliar, aclarar, expandir.
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ocasiones con Paz gracias a mi trabajo en la revista Época, dirigida por Abraham Za@‹!@
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/G=
ediciones esas declaraciones que le arrancaba en encuentros, exposiciones, presentaciones
de libros o conferencias. Debo decir que esas tareas me obligaban también a transcribir
muchos de esos encuentros para publicar de inmediato las opiniones de Paz.
Ahora que el tiempo sedimenta lo realizado hace casi 20 años atrás y que la revista
Variopinto acogió en sus páginas (marzo, 2014) una pequeña aproximación de un material
~ 19 ~
inédito, pienso en la cantidad de casetes y horas grabados y transcritos. Pienso en las
veces que insistí en una pequeña entrevista o en una entrevista mayor y el poeta tuvo
la generosidad de recibirme.
A la primera provocación sacaba mi grabadora sin ocultarle mi interés de conservar
sus palabras para no traicionarlas (eso yo le decía), no para hacerlas un fetiche, como
les sucede a muchos periodistas que pasan de comunicador a porque el objeto
@
#=!=
dice porque la grabadora quedó activa pero olvidada, lejos. Muchos entrevistados pre=@@/>
era el caso, el registro lo pensé entonces para no equivocar un apellido difícil, un dato,
\UGG…!
por acumulación.
Sé que hay muchos comentarios fuera de contexto, son meros apuntes y he renuncia#GG
G
/@?!>
detectará muy rápido. Hay una especie de anacronía en las respuestas, algunas pudo
$ˆˆŒ$ˆˆ‰$ˆˆ?!
/!K
el asunto, te darás cuenta que las ideas están intactas.
La elaboración de este libro me obliga a revisar qué hay de inédito en las entrevistas
para ofrecer novedad a nuestros lectores. Me obliga a revisar transcripciones (transcribir
es una costumbre en desuso en nuestro medio, tan devorado por la prisa), y a recordar
varios encuentros con colegas de la fuente en diversos escenarios en los que llegamos a
ver a Paz de buen humor, con deseos de bromear y conversar. No era fácil, creo a veces
el contacto con la prensa lo ponía de malhumor, sobre todo por la impertinencia que
en muchas ocasiones provoca la falta de preparación, el desconocimiento de los temas.
#…
! & # … ~ 20 ~
…!=!/!
E!
obra a la UNAM.
A partir de nuestro primer encuentro frente a la televisión, la preparación de las
entrevistas dejaron de estar selladas por la ceremoniosa organización y tuve mucha
libertad para abordarlo de manera episódica en encuentros informales donde uno se
acerca al personaje sin previa cita y en un escenario inesperado donde se coincide de
manera intencional o fortuita. Debo de confesar que me fascinaba y que hacía todo lo
@HJ!=@G
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en media hora, pero nunca más de los 60 minutos. Puntual, una persona le decía que
tenía que salir, que tenía una llamada, que el tiempo se había acabado.
Cuando comencé la búsqueda de una entrevista con Paz, yo tenía una considera@G!@#@
mi simpatía por autores que según yo eran totalmente coherentes con lo que decían y
hacían, con los temas universales sobre los que indagaban y las opiniones políticas que
se vertían en diarios y revistas.
Tengo que decir que mi admiración más profunda por ciertos escritores estaba em‚E#
=[
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#=*EO#"‚E€#G?
‚"G
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gusto hago algunas preguntas y me lanzo a indagaciones muy precisas.
Jaime Sabines me agradaba pero me parecía un poeta facilón, veía que causaba mucho
impacto cuando se trataba de impresionar a una joven de las nacidas en los últimos
!#
+!
Piero. Trazo este apunte porque en los ochenta me tocó escuchar y discutir, polemizar,
@!G‚@+
/
~ 21 ~
Un argumento era su legibilidad y su cercanía con un público hambriento que quería
comerse la luna a cucharadas. No me disgustaba su militancia priista porque en realidad
sus ideas no lo eran (sería absurdo pensar que era el autor de una poesía priista, como
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los puestos y el poder político que acumuló con el tiempo.
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}=O@€]#*"}=‘mir Jankélévitch, que me parecían muy cercanos a la gran imaginación ensayística de
Paz, además abordando temas muy semejantes y preocupados por una dimensión de
la cultura que iba mucho más lejos que los problemas de la cotidianidad política local.
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centenario. Muchas pasarán sin dejar una huella documental que pueda ser consultada
por un público amplio, nacional e internacional. Se revivieron viejas cuestiones poléK+
/!
Letras Mexicanas, que según desarrollaría algunos de los proyectos que en la extinta
" = embargo, en un reportaje publicado en la revista Proceso^[O[H‘@+
/J'Œ$‰Œ‰Œ’Z>
^G#O/‚Z'ŒŒ=
programas especiales, testimonios y conversaciones que Televisa realizó sobre el poeta
y en colaboración con él.
Lo señalo como parte de la circunstancia que rodea a este libro, alimentado de un pa==
==
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como una profecía indeseable: la advertencia sobre la parcialidad del periodismo servil
al dinero y la política, los periodistas en un ejercicio que deja mucho que desear y que
se distingue por su desprecio a la alta cultura. La utilización de las instituciones para el
enriquecimiento personal y la acumulación de poder político y cultural.
~ 22 ~
PERIODISMO: GRAVEDAD CERO
#
n este diálogo el periodismo es un eje gravitacional. Muchas anécdotas las
omito pero otras él insiste en marcarlas, en que no se olviden, como la del
encuentro con Francis Pisani, quien a nombre del Nouvel Observateur dialogó
por más de una hora con el poeta para hablar del levantamiento en Chiapas y sólo tomó
dos líneas de su discurso para entremezclarlas con lo que Paz consideró un engaño y una
==|HJ>HU@G
=@@‚@E/
sin hacer evidente que la amabilidad, el diálogo franco, es un señuelo. La entrevista es
un arte que consiste en formar equipo. Dos personas conversan, la verdad y la honestidad, el rigor, tejen el diálogo. Acuerdan. Ambos pueden decirse y desdecirse, pero en
un acuerdo que no lesiona a ninguno de los dos, ni a la moral periodística ni al lector.
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la subjetividad del entrevistado, que se expresa en interjecciones, gestos de sorpresa,
duda, no son prioritarios porque el entrevistador no va por el alma del entrevistado para
ofrecérsela a los lectores. Va por la información y a discutir la actualidad.
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ni de su temor. Presentan una fotografía retocada de sus dudas e incertidumbres. Si se
hiciera el retrato de algunos entrevistadores, muchos no saldrían tan bien parados como
~ 23 ~
aparecen en sus entrevistas. Cuando uno lee sus fábulas, puede imaginarlos vestidos de
domadores, arrinconando al entrevistado deslumbrado por la inteligencia del periodista
/#@
de algunos periodistas que están seguros de que la noticia son ellos.
—¿Y qué pasó con Pisani, con Jean Daniel?
—Todo se dirimió en un par de cartas que publicamos en Vuelta y que evidenciaban
su arrogancia y su deslealtad con los entrevistados. México y sus batallas, sus trifulcas,
sus héroes populares e impopulares seducen mucho a los periodistas extranjeros o a
los representantes de medios extranjeros. A veces digo en tono de broma que son periodistas que no se aventuran más allá de Coyoacán o de Xochimilco.
Imagínese el encanto que les produce San Cristóbal a algunos. Tepoztlán, por ejemplo.
Algunos más siguen pensando atrás de la cortina de hierro y otros pintan su corazón
de folclor. Siempre tienen una lagrimita por México que comparten con sus paisanos
lectores que se conmueven mucho con lo que pasa fuera de su casa.
—"
#
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también con el Proceso&
#.
{=!\dole una tunda a sus amigos. Maltrato, adjetivos injustos y exigencias egoístas marcan
muchas veces las relaciones con personas que se transforman en personajes muy contra`=E@
periodísticas son en mucho resultado del conjunto. No es al revés en el periodismo,
=!Ž"[=talmente personal, pero que es posible también gracias a la bondad o conveniencia de
los medios donde colaboran.
Literatura y periodismo
—Una de las ideas constantes en el mundo intelectual mexicano consiste en pensar que la literatura y el
periodismo son dos universos irreconciliables, los periodistas son unos seres empeñados en empequeñecer
~ 24 ~
—Creo que tiene mucha razón en plantear su pregunta con ese tono de reproche.
Nunca he creído eso; mi camino como editor, como un hombre que en el siglo XX creyó
en la factura de revistas, de publicaciones periódicas, que siempre aplaudí la proliferación
de suplementos, me parece impensable pensar la literatura separada del periodismo.
Los géneros que más se frecuentan en las revistas literarias son propios de los desarrollos periodísticos. Pienso que el despliegue profesional, si es que podemos llamar
profesional a un escritor, de ambos mundos se hace a partir de unos géneros y estilos
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que publican con periodicidad en suplementos, periódicos y revistas, que incluso participan en medios electrónicos.
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narrador puede prescindir de ese género que nos muestra el transcurrir de los acontecimientos multiplicando voces e ideas sobre un paisaje, a un espacio que se ubica en un
aquí y ahora que es muy semejante a la actualidad del periodismo.
La entrevista es un género que desde principios del siglo XX nos ha permitido estable!#===[@
viene haciendo usted con sus entrevistas, lo han hecho otros periodistas cuyos diálogos
podemos conservar para guardar la memoria de nuestros grandes creadores. No sólo de
los escritores; los pintores, los músicos, los cineastas, también pueden conversar para
@E!@
hacen la historia de las artes.
Conversar, he dicho en un poema, es humano. Los dioses no conversan, no leen periódicos ni a los periodistas y viven desinteresados de la actualidad. La única actualidad que
conciben es la de sus deseos, la de sus caprichos, y eso no es periodismo, evidentemente.
Se suele aislar, por ejemplo, la labor del poeta de la vida diaria, de la cotidianidad, de
G!`
más equivocado. Yo he tratado de ser un poeta y desde que me convencí de que en
esa tarea me iba a empeñar toda mi vida, decidí que no le iba a cerrar la puerta a mis
~ 25 ~
preocupaciones del día a día, que el transcurrir de las cosas tenía que hermanarse con
…=@=!==
en el futuro.
Hay mucho de historiador en el poeta que sabe escuchar a su tiempo. Los narradores
lo hacen y lo evidencian, sin duda. Los recursos narrativos permiten crear imágenes que
no pueden sustraerse de un modo de organizar lo que nos parece verdadero y creíble.
No pasa lo mismo con el poeta. Parece que lo que le sucede a alguien en la voz de la
poesía le sucede a todos. Hay algo de general en la voz poética, de existencial, de abstracto, que se mide contra lo concreto de la narrativa.
Pero revisemos mi poesía y verá que no he dejado pasar momentos que no pueden
dejar de discutirse, tránsitos del tiempo, batallas, enfrentamientos que nos han distinguido frente al mundo. A menudo se me ha acusado, y a muchos amigos míos, de darle
G!@!
ajena e indiferente. Nada de eso. Que la política no sea lo gravitacional de mi creación,
que la ideología no gobierne mis textos, que no tenga obreros sonrientes, como los que
tiene la pintura de Diego Rivera, no quiere decir que la indignación y el compromiso
no sean los materiales de mi creación.
—'(
$
—Usted me toca el tema y de inmediato pienso en periodistas poetas o poetas perio|#G?`@@
de distinguir con el premio Mariano de Cavia, voy a recogerlo en Madrid y he preparado
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y se ha premiado en ediciones anteriores a verdaderos maestros de la heterodoxia. No
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La poesía del siglo XX@#
de los poetas barrocos y románticos ha desaparecido en las notas de la poesía contem#=!
la poesía le sirve para hablar de sus sensaciones, de su psiquismo frente a una realidad
que enfrenta o de la que huye, que lo acosa o lo ilumina.
~ 26 ~
O!!@G!
siglo. Hay una voz otra que el poeta recoge en las cosas, una especie de reporter que se cuela en
las descripciones, en esa parte anecdótica de la poesía que testimonia y donde el poeta se convierte en un protagonista, en testigo, en la propia víctima y verdugo de los acontecimientos.
O!#==!=
&#)
%. No es casual que un poeta/
‚E#
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se conmueve con lo que pasa. No se compromete como los militantes sino como los
clásicos, con un dolor por su presente que se expresa en una obra.
Apollinaire en Zone ha hecho lo mismo, apoderarse con el lenguaje de una vasta zona
@!…@
un mundo predecible. Todo es sorpresa, todo inquieta y salta la palabra como bandera
de esas inquietudes. Pasa lo mismo con los articulistas. No pueden callar, aportan una
idea sobre esto, una idea sobre lo otro.
OG+!"}G
”+[G/!@
periodista, y como periodista, la sabiduría para encontrar las palabras precisas que den
=
con el poder alquímico de la palabra.
—'*
"+
-##
—Sí, Breton desde luego. Su pregunta se dirige a una zona precisa y la contesto en ese
sentido porque habría otras perspectivas que forman parte de esta entidad difícil de abarcar
que es Breton. Breton fue un hombre de la calle, del callejoneo, y un hombre sobre todo
parisino. París es su coordenada cero. No es el París en llamas de Apollinaire, es una ciu>@!@}…
Yo no lo conocí en México pero puedo pensar cómo fueron sus encuentros con
muchas cosas que lo sorprendieron y con otras que nos sorprenden a nosotros pero
~ 27 ~
que él había intuido y que de alguna manera vino a buscar y/o a corroborar su existencia. Él tenía nostalgia de un pasado enterrado. Las raíces del gran árbol de la vida y el
conocimiento se trenzan en el corazón de los muertos.
Afectividad y poesía son una dupla en él insoslayable, indisoluble, sobre todo en la
última parte de su vida. Hay un texto que merece ser recordado y que muestra parte de
K"/0, develación y ocultamiento bajo un mismo
arabesco sinuoso y sensual como el agua oscura que atraviesa la ciudad.
#=!O#[
lo conocí en París en 1947 y nos hicimos grandes amigos. Cioran representa otra de las
formas de actualidad de la que no debemos prescindir y que es tan escasa entre nosotros.
Cioran es un moralista que nos muestra la miseria del presente, nuestro egoísmo, nos
despoja de la fatuidad y la falsa importancia que nos atribuimos.
“/!G#
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sobrando. Usted me comentó que lo visitó en París. Ya estaba muy enfermo. Nedda
•"O=–=@G
[@•*–%!•–O@
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que lo acercó a él, ¿verdad?
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4
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Tradujo sus colaboraciones en Plural y luego en Vuelta, algunas de ellas. Luego conocí
>=/E!@@@>K
Fernando Savater. Somos amigos, un hombre inteligente, a quien también se le da la
El mundo de las correspondencias
56
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{G@#=junto de preocupaciones, de encargos, de comunicaciones laborales, instrucciones, consejos, discusiones, que no tienen cabida en lo público. Pero sé, porque soy un hombre que
sabe que las cartas son el registro de las comunicaciones más profundas entre dos o más
interlocutores, que serán material para la historia. No se lo digo porque me sienta muy importante o piense que lo que digo y pienso tenga que ser protagónico. De ninguna manera,
lo que sucede es que las tareas que hemos elegido sí lo son, protagónicas e importantes.
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atención, las polémicas que no se dirimen en el espacio público, con la sociedad, con
los otros que son ajenos, exigen de una probidad y una familiaridad en la discusión,
sin los engolamientos que produce hablar para el público. Cuando uno habla para el
público, inevitablemente busca adeptos, convencer y adherir a nuestros argumentos.
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de archivar, de conservar, de guardar y convertir en futura referencia.
Creo que ese sentido se está perdiendo. Hoy los reclamos, los dichos, los dimes y
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gritos en el escenario de la plaza. Muchas veces me he enterado de que alguien tiene
algo que decirme gracias al periódico. No se acude al teléfono, al telegrama o al mail
pero sí a un intermediario, un periodista o la propia pluma, que se esgrime como una
bocina escandalosa.
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se dice no pueda herir a nadie. Hay quien me ha dicho o ha insinuado que es miedo,
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que nada lamentaría más que una palabra dicha en un contexto preciso fuera utilizada
en contra de alguien, o hacer sentir herido a alguno por una opinión expresada al vuelo.
Se tiene miedo sólo cuando el mundo privado, íntimo, es muy distinto e incongruente
con la imagen pública. Le digo que yo no vivo cuidando mi imagen porque mi vida no
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es una representación. Participo de la vida pública, eso es distinto. Mi mundo íntimo
está expresado en mi obra también. Lo privado es otra cosa, es la vida con los míos. La
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saberlo dice más del interesado que de mí.
Las literaturas mexicanas
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Cuando había que situarlo entre los grandes hice una nota en un librito que publiqué
en Seix Barral con el título de 7%
y otros ensayos. La primera impresión
perdurable fue la lectura de El luto humano, todavía no sé si esa vorágine verbal sea una
novela como nos la han legado los franceses y los norteamericanos. Hay mucho de
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J#@GSur, tal vez se publicó en el año 1943,
es una década bisagra entre lo que se fue y lo que vendrá. Yo todavía sentía el fragor
de la Revolución mexicana. Desde la voz de mi abuelo, de mis lecturas, de las vivencias con algunos de los protagonistas que todavía se agitaban en el México político de
entonces, entre los intelectuales que no terminaban de entender en qué consistían los
legados de la revolución.
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—Legados, sí. No podemos hablar de un solo legado. Las artes reciben muchas insinuaciones fecundas de la Revolución mexicana, que transforma y redimensiona muchos
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limitadas, las lecturas limitadas, la limitada generosidad de los lectores del momento y
de su facción, quienes lo condenan a una purga cruel.
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Salazar Mallén, Andrés Henestrosa y Rafael Solana; el realismo, el realismo crítico y una fascinación por el pasado los caracteriza. No me sentía muy atraído por sus búsquedas estéticas, respetaba la honradez que los caracterizaba. Queríamos cambios, justicia, revolución.
~ 30 ~
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y los Torquemada. Nos conocíamos y había un respeto que hoy lamentablemente me
produce nostalgia; pensé que mejoraríamos, y el gremio de escritores, por llamar de
algún modo a la convergencia del interés artístico, no ha logrado mirarse en el espejo
de la autocrítica ni de la generosidad. Nos hace mucha falta esa dimensión del diálogo.
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—Desde luego es una idea fascinante que tiene su asiento en la visión crítica de la
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que con el paso del tiempo redimensionan obras que en su momento dialogaban con
el presente de una manera distinta.
Vi con reserva y luego con mayores matices la obra de Mariano Azuela y Martín Luis
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su momento. Aunque los procedimientos artísticos no me parecieron novedosos, sí me
pareció que era muy importante valorar la conjunción entre los temas y sus operaciones
artísticas.
Rulfo es la excepción, lo que logró en Pedro Páramo revoluciona la idea de temporalidad en la novela y le da una esfericidad semejante a la de Ficciones de Borges, que no
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los que nos hacen enmudecer en Rulfo.
—El lector ordinario, que en términos de publicaciones suele ser de memoria corta, tal vez no recuerde
que usted es un hombre de revistas, de publicaciones, esa vocación hace de usted un periodista cultural
sui generis en la historia mexicana.
—Creo que eso que usted hace notar no es tan evidente para aquellos que piensan el
periodismo cultural como un monolito atravesado por las noticias y la cobertura diaria
~ 31 ~
de acontecimientos que están agendados por las instituciones. Por los benefactores de
los artistas que se empeñan todos los días en decir que hacen algo por el arte y acogen
a los artistas.
Desde luego no todo lo que se promueve como un acontecimiento noticiosos es así.
Por fortuna hay muchas manifestaciones independientes. Pero la prensa más comercial
nunca atenderá esas demostraciones. Mucho del periodismo que se hace en México
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convenenciero.
Tampoco diría yo que hacemos un periodismo más intelectual y que por eso hay tanta
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distancia la establecen los géneros de los que nos ocupamos: un ensayo, una reseña, la
crítica, el artículo, no son materias que ocupen al grueso de los periodistas que se dedican
a recoger información y que se llaman a sí mismos reporteros; incluso nominalmente,
laboralmente, los llaman así.
Creo que nos separa el ejercicio de unos géneros que obligan a unos meditar la información y traducirla en interpretaciones documentadas, mientras que otros se ven
llamados a ordenarla y a mostrarla con criterios más descriptivos, más informativos y
menos interpretativos.
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son distintos. Hay géneros que requieren más empeño y cuyos productos tienen que
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y no reconocen la necesidad de estudiar, de conocer la cultura y sus producciones.
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en los que vemos a los periodistas culturales y a los políticos dormidos.
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~ 32 ~
—Mire, hay periodistas que verdaderamente son una calamidad. Son tan necios unos,
y tan ignorantes otros, que habría que mandarlos de regreso a una reeducación total.
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invitados ni enterarse de la posibilidad de tener en México por primera vez a muchas
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llamadas de larga distancia; nos cuestionaban el costo del encuentro, nos preguntaban
si el origen del dinero era resultado de una confabulación de la derecha. Si alguien me
lo hubiera contado difícilmente lo hubiera creído. Hubiera pensado que calumniaban
a los muchachos de la prensa.
—¿Muchachos?
—Muchachos. Así se les dice. Así les llamaban los poderosos burócratas de antaño
para visualizarlos como personas infantiles, adolescentes. Bromeo, aunque la prensa
cultural tiene que dar más pruebas de mayoría de edad. Bueno, no todos son así.
Hay algunos que verdaderamente se acercaron desde distintos foros interesados en
lo que pasaba.
#>"G€G/@@Punto y que siempre se interesó por dar cuenta de la literatura de una manera muy semejante a la que
teníamos en nuestra tradición cultural, desde las revistas de los treinta y cuarenta hasta
la Revista Mexicana de Literatura; Javier Aranda Luna, que fue reportero de La Jornada,
aunque no lo parecía. Christopher Domínguez, que era un entusiasta partícipe de revistas
y suplementos culturales apareció en nuestras páginas primero ocupado de la literatura
mexicana y luego de temas literarios de otros orbes y tiempos.
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La Jornada?
—Bueno, es una broma. Tampoco parecía de El Universal o el Novedades. No poseía
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permitía abordar la literatura de manera responsable. Nos apoya mucho en notas que
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sencillo si se desconocen los rasgos de las cosas importantes. ¿No lo cree usted?
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me quieran quemar en leña verde muchos colegas suyos, pero me da la impresión de que
muchos periodistas de cultura están ahí porque no tienen la capacidad profesional para
abordar cuestiones políticas que exigen conocimiento de la historia y de la legislación.
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corriente pictórica, ¿cree usted que pueda enfrentarse de manera comprensiva a un debate
como los que tenemos hoy en torno al Tratado de Libre Comercio, o a las reformas
constitucionales que se intentan imponer en materia religiosa y laboral? José Revueltas
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Pero son muy pocos los periodistas que logran ir más allá de las jornadas diarias.
Cuando salen de sus medios, son personas que se quedan vacías porque el nombre de
su medio lo llenaba todo. Aquí en Vuelta coinciden los proyectos personales con los
colectivos que proponemos todos los días en la revista.
Incluso le puedo decir que Vuelta pronto dará la vuelta a los tiempos y estoy pensan@=#ƒ/=
sido un timonel leal e inteligente. Creo que es tiempo que Vuelta se transforme acorde
a las necesidades de nuevos tiempos, exigencias tecnológicas, laborales, que irán de un
siglo a otro.
Los lectores no son los mismos que nos acompañaron en Plural. No son los mismos,
lo digo en un sentido evolutivo de los usos y los hábitos de consumo cultural, literario.
La presencia mensual es muy rica pero tenemos que desarrollar otros mecanismos para
tener una presencia permanente entre nuestros lectores.
Simplemente las novedades editoriales que uno pedía a amigos viajeros que las enviaran por correo, hoy los gigantes de la distribución hacen posible que uno las tenga en
dos días. No dudo que incluso se distribuyan de manera electrónica. Cuando veo cómo
facturamos la revista y que me puedo llevar los archivos completos en una computadora
o en un cartucho, me sorprende.
~ 34 ~
Hoy sería muy costoso implementar la lectura de la revista en una computadora, pero
cuando eso sea posible se hará realidad una fantasía personal, que consiste en hacer
reediciones de las revistas como lo hacemos de los libros. Una cultura que hace desechable la experiencia meditada de un semanario, una publicación quincenal y mensual
no valora la trascendencia de una revista de ideas, de cultura y literaria.
Muchas cosas que se publican en una revista verán la luz nuevamente como libro,
pero muchas otras no. Hacer números coleccionables es un desafío. Todo editor debe
apostarle a la duración y permanencia de los materiales que publica. Incluso cuando son
coyunturales, su calidad puede transformarlos con el tiempo en un documento que dé
cuenta de la circunstancia que lo hizo posible.
Latinoamérica y su izquierda
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izquierda latinoamericana en los setenta y ochenta y cuál es la perspectiva en esta década de los noventa?
—Mire, hay un aspecto que tiene que ver con el desarrollo de las democracias locales
que no podemos meter en el saco de las generalizaciones regionales. Sin embargo, hay
un proceso internacional del que forman parte y que nos permite ver el rumbo de las
doctrinas, las ideologías y los ralos avances de la democracia.
Vea el caso de Nicaragua, corrió la misma suerte que el cubano. Los dirigentes son
hombres que en algún momento han profesado un credo, han pasado del catolicismo
al marxismo-leninismo, de sus orígenes castrenses o aristocráticos o académicos han
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el paso de los meses se van aclarando: una nostálgica teoría de la liberación mezclada
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le son ajenos a los indígenas, que no han tenido oportunidad de leer a Hegel y discutir
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~ 35 ~
una élite intelectual, académica, periodística que encaminara su protesta y su triunfo
hacia un proyecto cargado a la izquierda. Mucho de lo que era el ejército revolucionario
ocupó los escaños que ofrecía la naciente democracia y se enriqueció mientras el país
se empobrecía y los guerrilleros –revolucionarios, se decían– se fueron poco a poco
depauperizando y sus fuerzas se han convertido en salteadores de caminos que se negaron a deponer las armas.
#E!
HJG!
Washington, de las divisiones que provoca la ambición de los oligarcas, de una renovación
clara de la Iglesia que ayudó mucho a que la gente no se cegara con las iluminaciones
religiosas sino que mirara a su alrededor y se diera cuenta que los cambios estaban más
en sus manos que en las de Dios. Pero luego, de todo eso se apropió la élite de dirigentes
revolucionarios.
//dona. Hay un conjunto de dirigentes indígenas divididos por un concierto de ideas que
le son ajenas a la región y que en un contexto internacional más amplio, más informado,
suenan añejo, a una palabra rebasada con todo y que se sostenga en una retórica que
puede deslumbrar a algunos y que tiene, hay que reconocerlo, chispazos, hallazgos que
ponen en palabras nuestra indolencia, la indiferencia de siglos ante la miseria de los
pueblos del sureste mexicano, el racismo y el clasismo del que somos portadores desde
[&
Todo esto lo he comentado, anunciado, advertido si usted quiere, en un libro que apareció en 1990, "4
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[FCE]!…&
he publicado en Vuelta y en otros espacios, como conferencias sobre la desigualdad que
O=!…&/%G/G…&!@
La demografía, el lento paso de la democracia, la rapiña partidista, la imposibilidad
de pensar no en una alternancia, sino en alternancias. Los estados del país son parte
de una federación y no se reconocen sus procesos internos. Vea usted Chihuahua y el
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Bajío, norte y centro ahora reclaman varias promesas incumplidas. Y conste que he
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conducir juntos el destino del país escuchando todas las voces y gobernando con las
experiencias adquiridas y generando nuevas zonas de experiencia de aquellos que sólo
han levantado la voz pero que desconocen las artes de gobernar.
Un periodista es una especie de ángel caído que no ha perdido la levedad, pero sí la
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la crítica, el análisis y el registro honrado y minuciosos de nuestros males es una proG!#=@
para decirle lo que hace falta. Pero en las últimas décadas el progreso a través de las
páginas periodísticas ha sido pobre.
Los ricos, los conservadores, no leen. La solvencia económica la confunden con la
asertividad de sus opiniones y gestos. No creo que eso sea una característica del mundo
empresarial, no tiene por qué ser así. Muchos empresarios europeos son humanistas y
tienen la capacidad de inscribir a su empresa en el desarrollo de las sociedades donde
crece su dinero. Nuestro modelo es muy gringo en muchos sentidos y se confunde la
G=
#G!•XX–
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el espacio del relumbrón. Son como nuevos ricos, tan peligrosos como un chivo en
cristalería. Rius y Abel Quezada han hecho un retrato preciso de ese mundo de carencias,
de defectos que nos avergüenzan ante el mundo.
Muchos medios viven de rodillas. Sus periodistas, sus empleados, también. No se
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#G=
@HJ`
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primeros ataques.
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Cuando fundamos Vuelta, cuando regresamos a la arena de las ideas, una de las cosas que nos propusimos fue darle dignidad a nuestro trabajo. Los colaboradores, los
#•ƒ/–O•O–!!
nos empeñamos en retribuir el trabajo de los colaboradores y el nuestro. Hacer crecer la
revista y no empeñarla en las mezquindades publicitarias que siempre se quieren cobrar
de otro modo nuestro derecho, nuestra libertad de expresarnos.
Tal vez ese es un signo que nos distingue del honroso proyecto que defendimos en
el viejo Excélsior. A mí no me entusiasma la cercanía con el poderoso. No desdeño el
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son intelectuales, artistas que aparecen con el presidente, sonríen, parece que lo festejan.
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de aparecer junto al poderoso a riesgo de que se considere que uno es su lacayo o su
compinche. Usted lo sabe y hemos hablado de esas fotografías que ponen en la prensa
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