6 NACIONALES OCTUBRE 2014 > viernes 31 Preparación y aseguramientos: dos variables cruciales Participantes en la Reunión Técnica de Especialistas y Directivos para la Prevención y el Enfrentamiento al virus del Ébola, recorrieron el Polígono de Preparación para Unidades de Tratamiento de ébola y la Sala de Vigilancia para viajeros procedentes de áreas en transmisión, ubicados en el Instituto de Medicina Tropical (IPK) Pedro Kourí, sede del Primer Curso Internacional para la prevención y el enfrentamiento al virus Lissy Rodríguez Guerrero Una práctica consciente y segura puede convertirse en sinónimo de eficiencia a la hora de enfrentar el riesgo de que una de las mayores emergencias sanitarias de los últimos tiempos se extienda por otras regiones del mundo. Recorrer el hospital de campaña y la sala de vigilancia del IPK evidencia la preparación de los especialistas cubanos y la necesidad de una protección cabal en el cumplimiento de las medidas de seguridad para el personal vinculado directamente con el tratamiento del ébola. Dirigidos por el doctor Jorge Pérez, director de la institución, y un equipo de médicos y directivos, los técnicos y especialistas conocieron las áreas de bajo y alto riesgo, donde se encuentran ubicadas las tiendas para el acceso del personal médico y las destinadas al recibimiento de los pacientes, la zona para la colocación del equipo de protección personal, el área para casos sospechosos, convalecientes y confirmados, un salón de reuniones donde el personal médico recibe los partes del estado de salud de los pacientes, entre otras, adecuadamente equipadas en recursos humanos y materiales. “Médicos y enfermeras trabajan con un régimen diferenciado de dos o tres horas con equipos de seis personas. Cada tienda tiene su denominación”, explicó el doctor Jorge Pérez, al tiempo que los estudiantes y profesores del Instituto realizaron un simulacro del escenario real, cómo debe colocarse y retirarse el vestuario, las medidas de seguridad a tener en cuenta, y los requerimientos para el manejo de los cuerpos que no sobrevivan a la epidemia. Mientras, en la sala de vigilancia se hallan habitaciones individuales con dos camas y las condiciones necesarias de vida y para la atención epidemiológica de individuos asintomáticos que provienen de las áreas de transmisión, donde transcurrirá la observación correspondiente durante 21 días. Allí la enfermera Yanet Poveda resaltó el interés mostrado por el personal de salud cubano que hoy está en la primera línea de lucha contra el ébola en Sierra Leona, Guinea Conakry y Liberia, capacitados en el Instituto. En apretada síntesis el director de la institución dio a conocer elementos históricos del centro, creado por el doctor Pedro Kourí en el año 1937, así como los desafíos más relevantes enfrentados desde su surgimiento, en la protección de la población cubana de enfermedades infecciosas y la colaboración con otras naciones, fundamentalmente del Tercer Mundo. Resaltó el papel de la institución en el desarrollo de las ciencias biomédicas en general y la microbiología, la parasitología, clínica y epidemiología, y todas las enfermedades erradicadas en la Isla entre las que destacan la fiebre amarilla, la malaria, el paludismo, la poliomelitis y la rubeola. Además, desde 1998 el IPK constituye Centro Nacional de Referencia para el tratamiento de los pacientes con VIH-SIDA, comunicó. Institución docente, de diagnóstico y vigilancia, atención médica e investigación científica, ha graduado a más de 53 000 profesionales desde el año 1979 hasta el 2013, y una cifra superior a los 4 000 extranjeros provenientes de 89 países. Para el tratamiento de esta enfermedad, el IPK desarrolló la preparación de equipos provinciales y de la institución, el entrenamiento a las brigadas médicas que cumplen misión en áreas de transmisión de conjunto con la OMS/OPS, así como la asesoría al Ministerio de Salud Pública de Cuba y la creación del polígono de entrenamiento y la sala de vigilancia. “Ya hemos capacitado a las tres brigadas médicas en los aspectos clínicos, epidemiológicos, de bioseguridad, enfermería y manejo de los pacientes”, comentó a Granma Jorge Pérez. A la salida del IPK, el especialista en Medicina Interna de Nicaragua Yester Rizo mostraba su impresión de lo presenciado notablemente satisfecho: “Ha sido una experiencia muy importante para nosotros. Observamos la organización que tiene el sistema de salud cubano y eso nos sirve de punto de partida para que podamos establecer un plan de contingencia en Nicaragua basado en las experiencias que obtuvimos aquí y la que compartieron todos los países de Latinoamérica”. Sin embargo, lejos de confiarnos, la calidad que pueda tener la preparación de los recursos humanos debe estar sometida siempre a la superación, tomar en cuenta las particularidades de cada una de las naciones y convertirse en incentivo de la rigurosidad para hacerlo cada vez mejor. El doctor Jorge Pérez, director de la institución, presentó la maqueta con la disposición de cada una de las tiendas. En la simulación los estudiantes representaron algunos procedimientos. Para la colocación de los equipos de protección personal se requiere de la ayuda de otra persona. Las tiendas están equipadas con la indumentaria requerida para el tratamiento de los casos. El personal médico es un factor determinante en el enfrentamiento a la diseminación del virus. FOTOS: YAIMÍ RAVELO
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